El coplero de la villa, concierto nº 2, de 1870

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1- o
A ñ o p r im e r o .
C o n c ie r to 2 /
SUSCRiC IO N EN PR O V IN C IA S
N MADRID
Por ires meses....................................
Por la duracioD de una moda
A D M O N .,
5 rs30 »
N U M ER O SUELTO,
3 Z JO S
calle del F*rado, lOtoajo-
cuartos •
LA COÍIRESPONDESCIA LITERARIA,
lA CORRESPOHÜSRCIA ARIIINISTRATIÍA,
A .L
A L
D I R E C T O R .
ü it í f t í ii’: Jíln na u o Cljarél.
P R O P IE T A R IO .
^ I r i i p i e f a m r J H . |9 . J U n r r a s .
Los c an tares que yo canto— de m i alm a son el eco;— alejrres, si alegre estoy— y tristes, si penas te n g o .= A lvabbz S ierra..
31 be .Srcñures Camspansales íie
fltuomcm e.
E n v is ta d e l a fa v o ra b le a c o g id a
q u e e l p ú b l i c o b a d is p e n s a d o á E l
C o p le ro de l a V illa ,
hem os au m en ­
ta d o c o n s id e ra b le m e n te la t ir a d a , y
r o g a m o s á lo s s e ñ o re s c o rre sp o n sa le s,
a v i s e n ■o p o r t u n a m e n t e e l a u m e n t o
d e s u s p e d id o s e v i t á n d o n o s d e e s te
m o do u n a n u e v a e d ic ió n co m o a c o n ­
te c ió c o n e l p asad o n ú m e ro .
L os q u e a ú n se e n c u e n tr a n p e n ­
¿Infunde acaso-tan terrible miedo
la invasión cíe un ejército caribe?.,.
En la conciencia vuestra no halle plaza
la disculpa qué niegue estos consuelos.
¡No existe, ¡vive Dios! más que una raza
bajo laazul cortinadeloscielosl
No tal; que de sus montes en las brefias
cada piedra atestigua alguna Iiazaña,
y escrita vive eq sus spivajes peñas
la independencia de la noble España.
No tal; auo en aquel suelo tan fecundo
no arraigará jamás el despotismo,
ante la idea de fundir el mundo
en un pueblo monarca de sí mismo.
Cese el rumor de la inhumana guerra;
luzca el iris de paz de polo á polo.
¡Que no haya un solo déspota en la tierra
y será el universo un pueblo solo!!
Jo s6 GEtrañi.
Valladolid -í de Diciembre de 1870.
|Cómo temblar la que en su suelo puro
guarda velados por la verde yedra
un rasgo de heroísmo en cada muro
y un gedazo de gloria en cada piedra!
d ie n te s d e liq u id a c ió n c o n E l B u z ó n
d e l P u e b lo s a tis f a r á n su s a d e u d o s e n
t o d a e s t a p r e s e n t e s e m a n a , ó d e lo
c o n tra rio le s re tira re m o s n u e s tr a
c o n fia n z a y e m p le a re m o s la s m e d i­
d as n e c e sa ria s á fin d e re e m b o ls a r­
n o s d e N U ESTR O S I N T E R E S E S .
La siguiente inspirada poesía fu é leida
por su autor nu estro querido amigo don
Josá E slrañí en el teatro de C alderón de
la B arca de V alladolid, la noche del 3
del c orriente con motivo de u n a fun ­
ción á beneficio de los o b rero s d e B arce­
lona.
E l S r. E slra ñ i recibió por ella u n a
ju s ta Ovación de los vallisoletanos que
p rem iaro n la g a la n u ra del poeta y los
nobles y generosos sen tim ien tos del hijo
del pueblo.
R e c íb a ta m b ié n
n u e stra
m ás c ariñ o sa
enh o rab u en a.
/rn tc tu ilia ít.
¿Ou6 pasa en el condado de Vifredo
que la! rumor do llanto se .percibe?...
No es que profane su sagrado suelo
el bárbaro poder de algún tirano,
por lo que llora, triste, sin consuelo,
el más rico Qoron del pueblo híspano.
Esa la causa no es de que los ecos
del vapory el cilindro 110retumben,
y en su lugar por los espacios ¡mecos
los ayes de dolor tan solo zumben.
No es esa, no, la causa de que pida
socorro, en medio de su horrible suerte.
¡Qué pronto trús el ruido de la vida
viene el triste silencio de la muerte!
Horrible enfermedad causa la pena
en que la herúica capital se mira.
(Mortífero miásma allí envenena
el aire que en su suelo se respira!
Ayer, agitación, vida, abundancia,
movimiento fabril, dicha y encanto.
Hoy, por único premio é su constancia,
luto y desolación, miseria y llantol
Venid, obreros; las callosas manos
tended al desvalido en sus afanes,
que sucumbiendo están vuestros hermanos
los honrados obreros catalanes!
Ayuntamiento de Madrid
ii£l jjfitfl -I>e QEbpaña.
iContemplaclme, em pobrecida.
Ju g u e te de las naciones,
H echo mi inaolo jirones,
M a ltra ta d a , envilecidal
Si de mis hijos perdida
Soy presa de gente eslrafia,
¿ P o r qué m aldecida saña
Aún vivo m i nom bre está?
Si no hay españoles yá
¿Que espera en E uropa España?
¡Mis hijos no son traidores
Y hoy soy la odiosa nación.
Donde el dolo y la traición
Hace de ru in e s señores:
Donde los tim bres m ejores
D e nobleza y de h idalgu ía
Son p ara vergüenza m ia
Y oprobio d e o tra s edades,
G alardón de falsedades
P ad ro n e s de alevosía.
|Mis hijos np h u y e n jám as
A nte el n úm ero en la g u erra,
Y hoy solo u n-tirano a te rra
Y se impone á los dem ás;
Uno que astuto quizás
Logró su s to rp es deseos
E L COPLERO D E L A VILLA .
conducto de su digno sucesor E l CoPLcno
DE LA VlLU.
Este ha sido el encargado de tra sm itir­
me la últim a frase del difunto.
jSu ú ltim o suspiro ha sido p a ra m i!...
¡Bien sabe Dios, (estilo d e pulpito) que.
sino le merezco po r mi escasa v a lia, m e
considero a c re e d o r á tan endividiable hon­
r a , aunque no sea m ás que como ju sto
premio ai profundo ineslinguible y acen­
drado cariño que le profesé d u ra n te su co r­
ta , pero aprovechada existencia!
¿A q uién, sino á m í co rrespon de, po r lo
tanto , el envidiable ho n o r de h a c er su
Necrología?.. . .
P erm ítem e, pues, que el m ism o Coplero
que me trasm itió el últim o álito de su
vida, sea el encargado de h acer públicas
sus m ás relevantes virludes.
Así estaré doblem ente agradecido á ese
sim pático C o p l e r o , á quien Dios preserve
d e u n garrotazo de los de la c éleb re par­
tida.
E l B u zó n del Pueblo em pezó á p ro n u n ­
c ia r el nom bre de R epública fed era l co­
m o los niños balbucean el de m a m a ; con
la leche en los labios.
Siguió siendo Republicano fed era l sin
a rre p e n tirse ni en m en d arse.
Y m urió echando u n ¡ Fiua la República
federal', con toda la im punidad del que se
m u e re sin esp erar á que le m etan en el
Saladero.
A rrojando mis trofeos
Sobre u n dosel vergonzante
Donde se suena gigante
Rodeado d e pigmeosi
Mis h ijo s luchan por gloria
Avaros de la h o n ra m ía,
Y hoy solo á la lucha guia
E l bolin de la victoria;
Busca su m edro la escoria
Q ue nunca espuso su pecho,
Y de mi h o n ra en despecho
Cuando á sus hazañas van
Dicen que la h o n ra me dán
Al re p a rtirse e l provecho.
[Mis hijos en sa n ta unión
Siem pre d mi voz acudieron
Q ue nunca cobardes fueron
Ni' nunca perjuros son.
Su anim oso corazón
Jam ás abrigo recelo,
Y con patriótico anhelo
Corieron a l a victoria
A tro ca r vida por g lo ria
H arto de su sang re el suelol
iHiJost ¡hijos! ¿dónde estáis
Q ue e n valde os n om bro y reclamo.^
¿No oís que espiran te os llamo?
¿Por q u é no m e contestáis?
¿Qué os detiene? ¿qué dudáis
P a ra ab an don arm e así?
¡Oh, bien sé que no os perdí,
No h ay quien ú mis hijos venza!
Bien sé que teneís vergüenza
D e p resen taro s á mi!
¡Bien sé que u n cobarde os guía
H asta el b o rd e del abism o;
Q ue huyendo del despotismo
Os vais á la tiran ía;
Q ue vuestro gozo de un dia
B rilló solo en su s destellos;
Q ue no eran héroes aquellos
Q u een tro n izásteis p o r fieles;
Que conquistasteis lau reles
P a ra d orm iros so bre ellos.
¡Españoles, si es que aú n ard e
Sangre leal, noble saña,
Salvad vuestra m adre España
Q ue n unca á luchar es tarde!
¡Ay del qne a rro je cobarde
Mi c e tro en m ano ex tran jera!
¡Ay del vil q u e se a tre v iera
A tan nefando delito!
¡Viva de todos m aldito
£1 q u e m a n c h e mi bandera!
M. Chgcel.
(C a c to
be
lu to .
Querido M ariano; D erram em os en p r i­
m er lu g ar una lágrim a á la m em oria del
p o b re B u z ó n del Pueblo, c u y a sensible
m uerte be sabido con indecible p en a, por
En esta época de p ro g re so , m oralidad
y decoro, en que h ay periódicos form ales
y sesudos, que a y e r eran raontpenslerislas
ó e.sparterislas á m a c h a -m a rtillo , y hoy
son defensores del pavo de noche buena, y
acaso sean m auaua partidario s del m oro
Muza, ¿ 0 0 es una virtu d la de ser conse­
cu en te y honrado h a sta la ú ltim a h o ra de
la vida como el malogrado B u z ó n del
P uebloT...
O tra d e las virtu des que disting uían al
pohr& B u z ó n era la de no co n o cer á nin­
g ú n ministro ni á ningún elevado p e r s o ­
naje de esta situación indefinible.
Es decir, entiéada.-;e q u e no Ies tra ta b a ;
porque lo que es conocerles, ¡de sobra que
les conocía:...
Por últim o, el pobre B u z ó n del Pueblo
ren d ía tal culto á la m ora lid ad que ni una
sola noche pasó fuera d e casa. No podrá
de c ir el m oralisim o geren te del B anco de
Propieíarios seitor Ruiz Zorilla, que le
h a y a encontrado nunca com iendo en F o r nos, cenando en L a Iberia y durm iendo en
e l Casino.
Los q u e tengan este vicio, son lo s ú n i­
cos que pueden d e c ir al señor Ruiz Z o r ­
rilla;
— H om bre, ¿nos h a visto usted? ¡Pues
no estaría usted m uy le jo s!...
A lo cual podría con testar el sabio p r e ­
sidente de la céleb re comisión:
— No, señores, no: desde que soy pon­
tífice, no frecuento yo ciertos sitios; pero
Ayuntamiento de Madrid
com o be sido cocinero antes que fraile-...
En fm , E l B u zó n del P u e b lo e ra c a ri­
ñoso con sus am igos, com placiente con los
eslrañ o s, galante con las d a m a s ... [Tenia
to d as las virtudes m énos, oqhéfra-^e pre­
sen tar la-otra mejilla c n a ñ d o á f r Y ^ a r a n
un guantazo!
'.-.'j
Si la p a rtid a de la ^ ó r r a i^ 'litib i e r ¿ v is i­
tado algu na vez, se h'ubiefci Qon-vericido'de
que E l B u zó n del Í?no6í(í pci'dl^vába su
virtud h asta esc punto._ ' i ' / w '
¡P obre fiiíio n ! - .. ¡Por es'ó‘ le' lloro
ta n to l....
Epilaíiemos su m em oria p a ra concluir:
E l B u z ó n de los B u zo n es
reposa e n este panteón.
¡Le produjo indigestión
un plato de m ftc a rro n e sll...
¡Ah Mariano! ¡D erram em os o tr a lágri­
m a á su m em oria, y que descanse en paz!
Term ino esta epístola deseando todo g é ­
n e ro de felicidades á E l C o p l e r o de l a
V illa .
E u mal h o ra creo qne viene á resu citar
e n lre nosotros el característico tipo espa­
ñol de los músicos c a lle je ro s!...
¿Cómo h a de p erm itir la p a rtid a de los sah-ages q u e venga la g u ita r r a española á
hacer com petencia á las a rp a s y organillos
de los saboyaoos?...
P ro m é te le en mi nom bre á ese sim p á ­
tico C o p l e r o , q u e cuente c o d m i insignifi­
can te apoyo, y que si el pelig ro a rre c ia y
la necesidad de relevo lo ex ig e, dispuesto
estoy á servirle de la za rillo .
José Estrs&i.
Valladolid 9 d e D iciem bre de 1870.
£ o s p u n to s urg ro s.
Tendió como d e costum bre
La noche su h arap o negro
Por la d u ra superficie
De este m undo c o n trah ech o ;
P u so de alm o h a d a á la luna,
E ncendió cuatro lacero s,
Leyó la Correspondencia,
Oyó dar m e d ia á u n sereno,
F u m ó , salivó la pu nta,
D íó c o a lro ó cinco bostezos
Y se d urm ió á lo regente,
E s decir, con lodo el cuerpo.
•
••
E n tre ta n to tre s navios
Se e scu rrían m a r adentro
Perdiéndose e n tre las som b ras
Con su s cascos y aparejos.
Paz las nubes ofrecían,
Y el m ás cariñoso viento
Ib a rizando las velas
Con el p rim o r de u n cerero.
¡Qué h erm o sa noche, ay de mi!
¡Que tres navios aquollosl
No quedó una gaviota
Q ue no se pasm ara ai verlos,
Y h asta los mismas sirenas
Q ue son en el m ar serenos.
i
I--.I
E L COPLERO D E LA. VILLA .
Tiraban farol y chuzo
P or zam bullirse más presto.
*a
k
k-'*'
fe■f?-.
Un h om b re sobre c u b ie rta
Ib a en el b u q u e del m edio
Sosteniendo á duras penas
Un enorm e catalejo,
Investigando con él
De la proa á barlovento,
D e sotavento á la popa
y trazando a! propio tiem po
V arios signos m isteriosos
Sobre u n lib ro , que al efecto
T enia sobre u n a m esa,
P o r el folio rail ab ie rto .
« — Uno, dos, tres, cu atro , cinco,
E n la Regencia está el sesto;
Siete, ocho, nueve, diez,
O nce, doce, ya tenem os
U na docena de puntos.
Pongo doce y un o llevo.
T rec e , catorce [Jesús!
Este me v á le lo ménos
P o r cuatro del Escorial!
Quince, diez y seis, ¿qué es esto?
D escubro allí p u n ió y com a,
A punlaré p u n to y medio.
Diez y siete, diez y ocho.
Diez y nueve, veinte; b uen o.
De aquí me llevo otros dos
y todos vam os viviendo.
Pasem os ahora á babor
y en cuanto reú na ciento,
D ejaré de p u n te a r
Que y a viene am aneciendo.»
De este m odo se ex presó
Y áuo continuó largo tiempo
A stró nom o y m atem ático
D esde el libro al catalejo.
E n ta n to los Ires navios
Protegidos p o r los vientos,
Perd iéndo se e n tre las som bras
Se e scu rrían m a r ad en tro .
«»
E ra n los comisiomsías
Que de la v illa salieron
P a ra volver á la corte
Con un c o rte ... de chaleco.
E ra don Rucio Z o rrilla,
El fam oso puutillero;
El de la punto-m anía,
El m arqués de p v n to s negros.
c .,%
Uunutnrn la cabe3«Calvo b isnieto...I
Cuando tras de larg o s años encontra­
m os á un am igo á pié que aco stu m b rá b a ­
m os ó ver en coche, decim os:— Ha ido á
méoos— si después de algún tiem po más
le hallam os enseñando la rab ad illa á tr a ­
vés de la capa, levita y p an ta lo n e s, - e x ­
clamamos: ¡Infeliz! Y si a n d a n d o e l tiem po
nos le tropezam os á la p u e rta de un café á
las altas h o ra s de la noche, e n ju to , en­
negrecido po r el ham bre y con la mano
estendida hacia el arro y o , entonces, si te ­
nem os buen corazón, le pegam os u n tiro,
lloram os con él ó le dam os dos cuartos.
Esto últim o me acontece con L a iberia.
H ace más de quince dias’ que llevo los dos
cu arto s p rep arad o s y no he podido dar
con ella.
¿Y cóm o, si se h a ido á Florencia con
su s fojidos y plan a de anuncios?
¡Pero señor, que un pedazo de p a n tr a s ­
torne de tal su erle ai hom bre!
A prended flores de raí
Lo que va de a y e r á hoy.
Si bien es cierto que siempre tuvo una
edición g ran d e y oíva pequeña, no tanto ,
ni tan calvo que deje de oler á Calvo y se
le vea la susodicha rabadilla!
¡Hoy toda La Iberia es edición p e q u eñ a ,
pero tan pequeña, tan ruin, que y a no ca­
be su fundador!
L a Iberia de hoy es más repugnante que
L a Correspondencia de a y e r cuando e ra
m inisterial.
[Qué lujo de adulación! ¡Que horror!
[Cuánto servilismo! ¡Cuánta ham b re!
El siguiente párrafo es suj'o:
A m adeo 1,° de E spaña, sobre cuya s e ­
vera fren te b rilla el fu lg o r dcl génio de la
lib erta d ... b a sta , basla.
Suyos soo los dos cuartos.
[Ay Calvo Asencio, Calvo Asencio, si
levantaras la cabeza
111
C. *
^ n lln d Coplero.
Si YV. m e lo perm iten voy á a p u n ta r
u n a carta.
A rrib a y abajo,GS decir, al r e y y á la
princesa de la Cisterna.
N o h a quedado un español que no e n ­
vide al du que de Aosla á que re n u n c ie la
corona con que le abrum a Prira.
L as cartas están á la órdén del d ia .
Yo tam bién quiero ech ar m i cuarto á
e^].adas.
L a &í7za de E l CopLEivo no debe se r la
últim a.
¿No h ay quien talle más?
[Juegol
*
» •
Mi estim ado A m adeo: h a y un re frá n en
mi p á tria que traducido- al .italiano dice
a si— d el enem igini el consejini.
Los refranes nuestros, salvo rarísim as
escepciones son preciosísimas sentencias,
que el que tiene el suficiente talento de
guiarse de ellas, no tiene nada q u e tem er
en e! b re v e trán sito de su vida.
Cada español tiene su refrán fa v o rito ,
original tal vez, discurrido en el infortunio
y sancionado por la experiencia.
Yo soy lu enemigo, tu enem igo m ie n ­
tras estés enpuertas; tu enemigo leal, m ás
que tu s amigos, más q u e P rim , m u c h o ,
m ucho más.
O ye ah o ra el consejo
No vengas, no debes ve n ir, no puedes
ve n ir, es u u a b su rd o que aeeptesla carona
de E spa ña .
E n tre o tra s razones porque E sp a ñ a no
tiene corona; se la llevó puesta Isabel de
Borbon.
¿Y quieres sa b e r por qué se la llevó
pu esta la infanta Isabel? Porque á nuestros
padres les costó m uchos a rroy os de sangre
el colocarla sobre sus sienes, y tenem os
otro refrá n que cliee; Sa nta R ila R ila , lo
que se dá no se q u ila ,
¿No te p arece á ti que si h u b iéram o s
despedido solo á la m u je r y nos h u b ié ra­
m os quedado c o a la m on arq uía, aquella
corona te ñ id a de san g re preciosa y salpi­
cada de inm undo Iodo, h u b ie ra quem ado
n u estras m an o s, y d e s h o n ra d o 'n u e s tra
pátria?
¿Lo hubieras consentido tú siendo e s ­
pañol?
¿Podrías tü po nerte sin ru b o r, una co­
rona p ro stitu id a p a r la in g ra 'itu d m ás
criminal"! ya q u e no te diga por el vicio,
porque al fin ... era de barro, y h u b o m u ­
chos piíios que la tira ro n piedras.
¿Te alrcverias á aceptarla? Vamos, pon
la mano sobre tú corazón italian o y re s ­
ponde, que un español que, es tu enemigo
es quien te hace esta p reg u n ta lea!.
Si la aceptas, estás juzg ad o, si la re c h a ­
z a s... h a sta los m ism ísim os re p u b lic an o s
serian los p rim ero s e n lle v á rte la ... si la
tuvieran.
E n España no hay m onárquicos, lodos
se fueron con la m onarquía q u e se llevó
Isabel de B orbon. No han quedado más
q u e Dictadores y re p u b lic a n o s.
Si piensas s e r Glmagisirado de esta n a ­
ción, cuenla conque D. Ju a n P rim P ra st,
no se c o n te n ta rá con menos de s e r p r e s id enle d e sala.
¿Y sabes lo que te a g u a rd a con éfí
¿Sabes quién es éfí
¿Conoces la histo ria de e7?
[Ay p o b re príncipe; es preferible que te
a rro je s de una in fa lib ilida d ab ajo, q u e te
asocies con Madoz, que te hagas poeta,
e n fin, cualquiera c o sa,.atro z antes que
consentir triunfe el m aquiavelism o de
nu estro presidente de la g u e rra .
La vida en n u estra querid a E sp a ñ a le
se ria im posible.
No hay aire re sp ira b le e n u n a repú bli­
ca p a ra un m o narca.
T rop ezarás con el perju rio , con la a m ­
bición, con la MISERI.V, p e ro no con los
leales españoles, c u y a alm a e n te ra , cuya
vida to da pertenece á la causa sa n ta de la
R epública.
[Y si esto sucede h o y , que ap en as regó
con su sangre sus prim eras flores, q u é le
pro m e te s m a ñ an a cuando ya tengam os
costum bre de verterla!
[Vamos amado príncipe, seré n ale , bebe
m u c h a cerveza y fig ú rale que has soñado
la chuscada de n u estro tirano; olvídala y
olvídale que nosolros le acusaremos las
;V
Ayuntamiento de Madrid
E L COPLERO D E L A VILLA .
cw arenío f o r acá, y si Dó la historia se lo
d irá en capítulosl
• ¿Quieres u n g o rro frigio? ¿Nó? Pues no
h a y m á s, el surtido de coronas se conclu­
y ó en i8 6 8 .
T uyo afectísimo;
O. *,
sueltos por las columnas de LaCorre-porciencía.
iHoy se ha dicho que el nuevo rey vendrá
el 18, pero en la embajada de Italia se auponp
que no llegará hasta la primera quincena de
Enero.
Parece que se vá á enviar al museo Arqueo­
lógica el corsé que llevaba Isabel II el dia en
que recibió la puñalada de Merino.
P A L O S _ D E C IE G O .
De el incensarlo de La Iberia salió esta rá­
faga.
“Amadeo de Saboya, rey de España, no de­
be su elevación al trooo á los indignos m ane­
jos de los miserables que se vendieron al oro
flamenco
»
No, no, no te sulfures, caro colega, todo te
16 debe á ti, á ti y al Impareial todo; calla, piobOD, calla que ya te lo recompensará si Dios
l e d á vida y salud.
Y prosigue:
«Amadeo de Caslilla puede entrar en Espa­
ña, su nueva patria, (y tan nueva) alta la
frente, erguido el cuello, (por via é laz tlrlllaz)
seresa la mirada, tranquilo el corazón;...»
Tiri pam pum
Tlri pam pum
Que soy el general Bum bun.
T suma y eiguei
•Amadeo de Saboya,, rey de España, no de­
be su elevación al trono á un testamento ver­
gonzoso....»
Esto ea la pura verdad, el escribano anduvo
m uy legal en el asunto, y en cuanto á la he­
rencia era de poca monta.
Es decir algo de monta había; unos caba­
llos que yacorrieroL,,.. unos cigarros que ya
dieron humo, cuatro terrones que y a se des­
triparon, unos arbolólos que llevan algunas
cortas.,. operaciones, un sombrero viejo y otros
trebejillos de poco más ó m éaosque ya tienen
acomodo.
Lo que deducimos de los tres parrafltos an­
teriores, es que el principe italiano entra en
España debiendo... la corona.
¡Malo, malo, malo! \Trampo5us me fecisl
•
• •
El emperador de Marruecos ha condecorado
á nuestro ministro de Estado con una silla do
montar.
«
V«
Tenemos entendido que Ñapoleon piensa r e ­
galar áP rim sus zapatillas de correr.
*
«*
Se han vendido en todo lo que vá de mes en
Madrid al pié de ocho millones de pitos.
»
«•
El general Izquierdo continúa enfermo aun
que no de peligro. '
No se asusten VV. que será la dentición.
Carrasclás que niño tan rublo,
Carrasclás que malito está,
Carrasclás ya sé que le duele,
Carrasclás, carrasclás, carrasclás.
Ya podemos añadir tres felicitaciones más
al gobierno:
El Ayuntamiento de Cuartango.
Los vecinos de Vülarrubia de los Ojos y el
comité progresista-democrático de Amurrio.
Parece que el Gobierno está indignado con­
tra los repetidos escándalos de Ja partida de la
Porra.
¿Si pensará disciplinarse el Gobierno?
««
Es indudable que el Sr. Moret no adoptará
medida alguna respecto á la deuda pública sin
el concurso de acreedores, digo, de las Córtes.
Tan solo un obstáculo impida á sw magesíad
el rey realizar su viaje á España.
Sólo uno.
*
En la ültime gran comida del Regente hubo
melones.
A la redacción de E l Impareial, tenemos en­
tendido que van todos los dias los porristaa.
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Por un telégrama que dirige Montemar al
señor ministro de Estado sabemos la siguiente
estupenda noticia:
«S. il. el rey de Italia ha recibido al presi­
dente délas Córtes: la escena fué conmove­
dora.»
¡Pues dfgole á V. que la cosa no es para
menos! Zorrilla ¡valiente estocada le daria! y
que debe de tener salero Víctor Manuel con
lo s trapes en la mano, recibiendo!
T o p e t e ko a s i s t i ó a l a
co m id a
dada
p o r el
R egente.
Noches atrás salieron del brazo estos dos
« «
La familia del Sr. Ruiz Zorrilla debe dé ser
m uy blanca pues á pesar de cobrar del Presu­
puesto ochenta m il lluros (según declaración de
un colega) no hace bulto ni siquiera de uni>anto negro en el horizonte observador de el famelicoso presidente de los 191 famélicos.
En las comunicaciones que el Gobierno diri­
ge a!duque de Aosta, lo hace ya dándole e l-ti­
tulo de rey de los españolea.
¡Que baile!jQue baile! ¡¡jQuebaileeel!!
Su magestad dijo nones.
Su magestad vá ha paseo.
Su magestad nos visita,
Su magestad está bueno,
Su magestad fama en pipa.
Su magestad es muy diestro.
Su magestad tiene tos,
Su magestad monta al pelo.
Su magestad habla bien,
Ayuntamiento de Madrid
Su magostad sabe el credo,
Tanta Sumagest§rja
Sienta muy bien ai Gobierno.
D. Blas de Villate y da la Hera oqiYie de
Balmaseda ha sido nombrado capitán general
de Cuba.
'
D. Antonio Caballero y Fernandez de Rodas,
regresará en breve de Cuba.
Unos pocos valientes y unos muchos presi­
diarios quedan en Gnba.
¡Pobre Cflbal ¡Pobre España!
t
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¿Cómo le vá á tu madre niña, del hojo?
Ya sale vá secando poquito á poco.
C O P L A PIÑAL
¿Qué es lo que hará? ¿Qué no hará?
¿Si lo podrán disuadir?
¿Si el buque naufragará?
¿Si decidirá venir?
¿Si vendrá? ¿Si no vendrá?
E—lio—di—rá.
¡¡SlteilCTflull
Hay fonda en Madrid, lector,
que no tiene pretensiones;
más reúne condiciones
para el pobr.e ,y el señor.
Te lo diré, y la razón
me darás de cuanto digo;
si convencerte consigo,
tendré una satisfacción.
¿Quieres más lector amado,
cuando por dos reales dan
el indispensable pan
con su plato de guisado?
y por solo una peseta
sirven, un cocido y sopa,
dos principios, postre y copa,
sin faltar media libreta.
Con la sopa y el cocido
se quedan dos hombres hartos
y te cuestan... ¡veinte y un cuartosl
conque vete allá querido.
Yo te diré donde es;
también se sirve á la carie
aunque tal vez no te encarte
esta palabra ei\ francés;
pero al flu esto no Importa;
hay allí lengua estofada,
merluza, ternera asada
que resucita y conforta.
Y por cierto es tan barato
todo cuanto alií se espende
que si asa casa no vende
mueren Las casas del trato.
Id allá y os lo dirán;
pues ssgpu tengo por cierto,
una ración ó un cubierto
casi de valde lo dán.
'Y a te observo que con gana
deseas saber mis fines;
lo diré, no me acrimines,
C U A R E N T A , CALLE JARDINES,
c o n te sta L A G a
d it a n a
.
- L , Alariloz'.
M A O T V I O . —I S T O . , ,
IMPRENTA DE C. MOLINER Y COMPAÑIA,
calle de Jesits, número 8.
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