Historia Universal - Reinado de Fernando VII

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Historia
Reinado de Fernando VII
El Rey Carlos IV fue obligado a abdicar en la persona de su hijo, el Príncipe de
Asturias, Fernando VII.
Los hechos que acontecieron a la abdicación de Carlos IV, tras el motín de
Aranjuez, fueron consecuencia directa del Proceso de El Escorial y el Tratado de
Fontainebleau.
El Proceso de El Escorial.- En un clima de descontento sobre Godoy, con la evidente
descomposición de la Corte. Carlos IV y Godoy descubrieron una conjura del
Príncipe de Asturias, futuro Fernando VII, contra el rey y su valido.
Carlos IV, a través de Manifiesto de octubre de 1807, comunicó al país la conjura
descubierta.
Fernando, además de suplicar el perdón de su padre, descubrió a sus cómplices.
En el juicio denominado 'Proceso de El Escorial', los cómplices fueron declarados
inocentes por el Consejo de Castilla, acreditando los importantes apoyos con los
que contaba la conspiración.
El Tratado de Fontainebleau.- El 27 de octubre de 1807, Godoy y Napoleón
Bonaparte firmaron el Tratado de Fontainebleau.
En este tratado, se estipulaba el paso de las tropas francesas por territorio español
para invadir Portugal (país que se había negado a acatar la orden de bloqueo
internacional contra Inglaterra).
Según el tratado, Portugal sería dividido en tres partes.
La franja superior se adjudicaba al antiguo rey de Etruria (que sucesivamente había
sido desplazado de las posesiones que los franceses le adjudicaban).
La franja del sur (Los Algarves) quedaría para Godoy, con el título de Rey.
La franja central, aunque quedaría en manos de la familia real portuguesa, estaría
mediatizada también por España.
Godoy presenta 'La Paz' a Carlos IV. Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando (Madrid).
(Óleo de José Aparicio)
Las tropas francesas entraron por Cataluña ocupando las plazas que encontraban a
su paso, ciudades como Barcelona y Pamplona quedaron bajo dominio francés, es
decir, las llaves de la frontera.
Cuando Manuel de Godoy comprendió las intenciones napoleónicas de invasión,
pretendió trasladar a la Familia Real hacia el sur de España, y en el peor de los
casos, hacia las Indias.
La primera etapa del viaje concluyó en el Real Sitio de Aranjuez.
El motín de Aranjuez.- Los miembros de la nobleza, adversarios a Godoy 'Príncipe
de la Paz' y a su política, en marzo de 1808, dirigidos por el futuro Fernando VII, se
vengaron en el 'Motín de Aranjuez'.
El motín de Aranjuez, caída y prisión de Godoy. (Grabado del Patrimonio Nacional)
Napoleón informado del lamentable espectáculo del Escorial, así como de la burla
que había en muchos puertos españoles al bloqueo continental decretado contra
Inglaterra, en febrero de 1808 envió un poderoso ejército al mando de su cuñado
Joaquín Murat, Duque de Berg.
El Príncipe de Asturias, futuro Fernando VII, aprovechó el descontento popular ante
la presencia de las tropas francesas para librarse de Godoy.
El 17 de marzo de 1808 fue asaltado el Palacio de Godoy en Aranjuez y quemados
todos sus enseres.
El motín de Aranjuez tuvo repercusiones en toda la Península.
Como consecuencia, Carlos IV sustituyó a Godoy para hacerse con la
responsabilidad del mando militar.
Dos días después, Carlos IV fue obligado a abdicar en la persona de su hijo, el
Príncipe de Asturias, Fernando VII de Borbón.
Abdicaciones de Bayona
Estatuto de Bayona
Cuando Fernando VII entró en Madrid como Rey de España, la capital se
encontraba tomada por el ejército de Murat, por lo que tanto el nuevo rey como su
padre eran prisioneros del ejército francés.
El desenlace fue rápido, Murat, el general francés más importante, se hizo cargo de
Carlos IV y de su esposa María Luisa de Parma, y de acuerdo con las instrucciones
del emperador, los envió a Francia.
Fernando VII recibió la orden de Napoleón de presentarse en Bayona el 20 de abril
de 1808.
Después de mantener aislados en Bayona a los miembros de la familia real.
El 6 de mayo de 1808, tras amenaza de muerte, Napoleón consiguió que Fernando
VII devolviera la Corona a su padre Carlos IV, mientras éste ya se la habían
traspasado a Napoleón, quien, a su vez, se la otorgó a su hermano mayor José
Napoleón (que había sido rey de Nápoles).
Este complicado acto de traspasos se conoce con el nombre de Abdicaciones de
Bayona.
Por otra parte, el pueblo de Madrid alarmado con la marcha de la Familia Real
Española al país vecino, se sublevó contra los franceses. Comenzaba la Guerra de la
Independencia.
Francisco de Goya
Cuando Fernando VII abandonó España, dejó una Junta de Gobierno, formada por
cuatro Ministros y presidida por su tío, el Infante Don Antonio.
El 3 de mayo cuando el Infante se vio obligado a marchar hacia Bayona, el general
Murat presidió las sesiones de la Junta, incluso antes de la abdicación de Fernando
VII, con el pretexto de que había sido nombrado por Carlos IV.
En esta posición, Murat pudo distribuir sus tropas como creyó conveniente.
Fusilamientos de la montaña del Príncipe Pío (Madrid)
Con la inhibición del Consejo de Castilla (órgano supremo de la administración
española).
El pueblo defendió la causa de Fernando VII, a quién llamó el 'Deseado', el "vacío
de poder" fue ocupado por instancias inferiores (por ejemplo, el alcalde de
Móstoles, Andrés Torrejón).
El 2 de mayo de 1808 se produjo en Madrid el primer levantamiento contra las
tropas de Napoleón. Aunque la insurrección tuvo un carácter popular, algunos
sectores del Ejército desobedecieron las instrucciones, entre ellos los capitanes
Daoíz y Velarde, se sublevaron también en el parque de Artillería de Monteleón.
Las fuerzas del general Murat sofocaron rápidamente el alzamiento y fusilaron a
todos los combatientes que pudieron ser capturados.
La obra sobrecogedora de Goya, La Carga de los Mamelucos y los Fusilamientos del
3 de mayo, es una fotografía de los sucesos de aquellos trágicos días.
La Guerra de la Independencia
Napoleón I (1769 - 1821)
Napoleón para dotar a España de una Legislación Fundamental, a modo de entidad
consultiva convocó en Bayona a una 'Junta de Nobles'.
En nueve sesiones se debatió el proyecto francés presentado de la Nueva
Constitución, con escasas rectificaciones, en julio de 1808 surgió la Constitución de
Bayona, aunque realmente fue un Estatuto, al no emanar desde aquellos a quienes
iba dirigida y ser impuesta desde arriba.
La Junta de Gobierno y el Consejo de Castilla acataban las órdenes que llegaban de
Francia y recibían al nuevo Rey José I Bonaparte.
El reinado de José I se inició prometiendo la integridad e independencia de España
y anunciando reformas políticas y sociales. En su gobierno hubo importantes
ilustrados (Urquijo y Cabarrús, entre otros).
[José I Bonaparte ]
Desde el momento inicial de la sublevación contra los franceses, con una
localización provincial o regional, surgieron las Juntas Supremas, habitualmente
formadas por personas con gran representación social, miembros del clero, del
ejército o la nobleza (como ejemplo, El Conde de Floridablanca en Murcia y el
general Palafox en Zaragoza).
La Rendición de Bailén. Óleo de José Casado del Alisal. Museo del Prado (Madrid)
La victoria en Bailén, con el abandono del ejército francés y José I de Madrid, unido
a la petición de los ingleses de formar un organismo único de referencia con el que
tratar, favoreció la creación de la Junta Central (organismo político unitario).
La Junta Central estaba compuesta por miembros de las Juntas Supremas, pero
conservando éstas gran parte de sus poderes.
Después de numerosas tentativas, se creó la Junta Central Suprema y Gubernativa
del Reino, atribuyéndose la totalidad del poder, dándose a sí misma el tratamiento
de Majestad, representando la soberanía nacional, y dictando sentencias en nombre
del Rey.
Durante los diecisiete meses de duración, la Junta Central Suprema y Gubernativa
del Reino, tomó decisiones muy importantes, tales como,
; El Tratado de Alianza con Gran Bretaña, en enero de 1809
; La formación de un nuevo ejército
; La creación de una Contribución Extraordinaria de Guerra
Cuando en 1809 se produjo la segunda invasión francesa, la Junta Central Suprema
y Gubernativa del Reino perfeccionó su dominio político, reuniendo todos los
Consejos del Antiguo Régimen en uno sólo, siendo denominado "Consejo y Tribunal
Supremo de España e Indias".
La creación del nuevo Consejo, como vestigio de la época anterior, fue criticado en
varias Juntas Supremas.
Sin embargo, las Juntas Supremas fueron sometidas al poder de la Junta Central
Suprema, haciendo depender de ella misma un gobierno que puso en manos de
Martín de Garay con el título de Secretario de Estado.
El paso del tiempo, las pocas victorias españolas, hizo surgir la necesidad de
concentrar el poder político en menos manos.
En este sentido, la Junta de Sevilla se sublevó contra la Junta Central Suprema, los
aliados británicos, y varios militares (el general Palafox, el Marqués de la Romana,
entre otros) solicitaron la creación de una Regencia.
Se constituyó la Regencia en enero de 1810, cuando la única región de España que
quedaba fuera de la influencia francesa era Andalucía.
La Regencia - Las Cortes de Cádiz
La Regencia constituida en enero de 1810, estuvo formada por cinco personas
(entre ellas, el Obispo de Orense), presidida por el general Francisco Javier
Castaños y Aragorri.
Dependiendo económicamente de las Juntas Provinciales, acabó dimitiendo ante las
Cortes Constituyentes reunidas en Cádiz el 24 de septiembre de 1810.
General Castaños
Guerra de la Independencia (1808 - 1814)
Estatuto de Bayona
Obra Goya
& El 17 de marzo de 1808 tuvo lugar el 'motín de Aranjuez', el palacio de Godoy en
Aranjuez fue asaltado y quemados sus muebles.
El motín de Aranjuez tuvo repercusiones en toda la Península, lo que contribuye a
confirmar las sospechas de conspiración.
La repercusión inmediata fue la decisión de Carlos IV de hacerse con la
responsabilidad del mando militar, sustituyendo a Godoy.
El 19 de marzo de 1808, Carlos IV abdicó en su hijo Fernando VII. El nuevo
monarca no fue consciente de la situación y empezó a cambiar colaboradores al
mismo tiempo que enviaba al emperador francés una misión formada por grandes
nobles prometiendo ser un buen aliado.
Ante esta situación, el embajador francés no reconoció la abdicación, al mismo
tiempo que Carlos IV y su mujer se arrepentían de ella, al mismo tiempo que
temían por la suerte de Godoy.
El desenlace fue rápido, el principal de los generales franceses, Joachim Murat
Loubière 'Duque de Berg', entró en Madrid el 23 de marzo de 1808, se hizo cargo
de los reyes padres y los envió a Bayona, de acuerdo con las instrucciones del
emperador.
Fernando VII resistió más y pensó convencer a Napoleón de su popularidad, que
era mucha en efecto, pero no se encontraba en situación de ofrecer una verdadera
resistencia. Por fin, Fernando VII recibió la orden de encaminarse a Bayona, donde
llegó el 20 de abril de 1808.
Desde la llegada del príncipe Fernando a Bayona, el mariscal Murat era realmente
el dueño de la Corte española, la Junta de Gobierno que dejó Fernando VII (antes
de dirigirse a Bayona) colaboraba con las tropas francesas.
Ante la pasividad o colaboración de la Junta de Gobierno con el invasor, el pueblo
cubrió el 'vacío de poder' por instancias inferiores, entre otros, el Alcalde de
Móstoles, Andrés Torrejón.
El 2 de mayo de 1808, ante el rumor de que el Infante don Antonio (1775 - 1817),
hermano de Carlos IV, último Borbón en España, era obligado a abandonar la Corte
para ir a Bayona, se produjo en Madrid el primer levantamiento contra Napoleón.
Aunque la insurrección tuvo un carácter popular, algunos sectores del Ejército,
entre ellos, capitanes Luis Daoíz y Torres (1767 - 1808) y Pedro Velarde y Santillán
(1779 - 1808), y el teniente Jacinto Ruiz Mendoza (1779 - 1808), desobedeciendo
las instrucciones se sublevaron también en el Parque de Artillería de Monteleón.
El ejército de los mercenarios egipcios de Murat, los temibles Mamelucos, sofocó
rápidamente el alzamiento. Los defensores que no cayeron en el asalto y fueron
capturados, eran fusilados el 3 de Mayo de 1808 en la montaña del Príncipe Pío.
Las pinturas del genial Goya, La Carga de los Mamelucos y los Fusilamientos del 3
de Mayo, plasman lo sucedido en aquellos días trágicos de mayo de 1808.
Joachim Murat Loubière
Finalmente, en Bayona, Napoleón tras mantener aislados a los miembros de la
Familia Real española, el 6 de mayo de 1808 consiguió que, tras amenaza de
muerte, Fernando VII devolviera la corona a sus padres, mientras que éstos con
anterioridad ya la habían traspasado a Napoleón, quien a su vez, la había otorgado
a su hermano mayor, José Bonaparte, que ya había sido Rey de Nápoles
A este complicado acto se le conoce con el nombre de las Abdicaciones de Bayona.
Cuando Napoleón fue proclamado Emperador, éste adjudicó a su hermano José el
trono de Nápoles en 1806, en donde gobernó hasta el verano de 1808.
Tras las abdicaciones de Bayona, Napoleón instaló a su hermano mayor José al
frente de la Corona española y proclamó a su cuñado, mariscal Murat, que estaba al
frente de las tropas imperiales en España, como Rey de Nápoles, en donde gobernó
hasta 1815.
Napoleón
Joachim Murat Loubière (1767 - 1815), mariscal de Francia, cuñado del emperador
Napoleón, en febrero de 1808 es enviado a España para liderar las tropas francesas
y el 2 de Mayo da la orden de la sangrienta represión por el levantamiento popular.
Con el ímpetu de haber conseguido reprimir el levantamiento del 2 de Mayo, para
acabar con lo que creía que eran unos simples focos de rebelión, el emperador
trazó una estrategia que Murat puso en práctica la última semana de mayo.
Para ello, confeccionó la siguiente estrategia militar:
§ Una gran fuerza de reserva se quedaría en Madrid
§ El general Dupont (1765 - 1838) avanzaría hasta Córdoba y Sevilla.
§ El mariscal Jean Baptiste Bessières 'Duque de Istria' (1768 - 1813) se ocuparía de
mantener las líneas de comunicación con el norte, al mismo tiempo que dominaba a
los rebeldes de Santander y Zaragoza.
§ El mariscal Adriane Jeannot De Moncey 'Duque de Conegliano' (1754 - 1842) en
Cataluña, con el apoyo de una columna de las tropas del general Duhesme, se
encargaría de aplastar la rebelión en Valencia y Cartagena.
El 7 de julio de 1808, en pleno estallido de la Guerra de la Independencia,
José Bonaparte fue nombrado Rey de España y de las Indias.
Prestó juramento ante las Cortes, reunidas por su hermano en la ciudad francesa
de Bayona, que previamente habían aprobado la Constitución ofrecida por Napoleón
a los españoles.
La Guerra de la Independencia (1808 - 1814)
El 11 de diciembre de 1813, Fernando VII y Napoleón suscribieron el Tratado de
Valençay, por el que se le restituía el trono de España
& En 1808 comenzó la Guerra de la Independencia, un fenómeno complejo donde
se manifiesta la práctica unanimidad de los españoles (nobleza, ilustrados y pueblo
llano) en la lucha contra Napoleón, unanimidad, no obstante, que no debe ocultar la
multiplicidad de motivos por los que cada persona o grupo social empuñaba las
armas.
La Guerra de la Independencia se desarrolló en tres fases.
§ La fase primera, ó de los éxitos iniciales españoles, tiene lugar entre los meses
(junio - noviembre) de 1808. Durante este período el ejército francés tuvo que
dedicarse a sofocar los alzamientos urbanos que se extendían por las ciudades más
importantes. Cabe señalar,
; El sitio de Zaragoza, ciudad con extraordinario valor estratégico para controlar la
importante vía de comunicación del valle del Ebro. La ciudad aragonesa resistió
heroicamente bajo el mando del General Palafox, frustrando de momento los planes
franceses.
; La batalla de Bailén, donde un ejército francés dirigido por el General Dupont
(1765 - 1838) fue derrotado el 19 de julio de 1808 por un ejército español
improvisado por algunas Juntas Provinciales de Andalucía, y de manera destacada
por la Junta Provincial de Sevilla, comandado por el General Castaños.
La derrota de Bailén obligó a José Bonaparte a abandonar Madrid, retirándose hacía
Vitoria.
La huida de José I fue aprovechada por la resistencia española para organizarse.
§ La fase segunda o el apogeo francés, viene determinada por la reacción francesa
ante la derrota de Bailén y por las consecuencias que de ella se derivaron. A tal
efecto, el Emperador Napoleón organizó la 'Grande Armée', un poderoso ejército de
250.000 soldados bien entrenados y dirigidos por el propio Napoleón.
; La ciudad de Burgos cayó el 10 de noviembre de 1808 a manos del mariscal Soult
(jefe del segundo cuerpo de ejército, reemplazando a Bessières), siendo sometida a
un profundo saqueo, seguido de la derrota del ejército del General Joaquín Blake en
Espinosa de los Monteros, y del ejército del General Castaños en Tudela.
; La toma de Madrid en diciembre de 1808 fue el hecho de armas más relevante,
tras arrollar la caballería polaca la tenaz resistencia ofrecida por los españoles en
Somosierra.
El sometimiento de Madrid, dirigido por el mariscal Soult 'Duque de Dalmacia',
ofreció un respiro al ejército napoleónico para dirigirse al norte, donde el general
británico Sir John Moore trataba de cortar las comunicaciones con Francia.
El empuje del ejército francés del mariscal Jean de Dieu Soult obligó a los ingleses
a reembarcar en la Coruña para dirigirse a Portugal.
; En la zona oriental de España, el general Louis Gabriel Suchet (1770 - 1826) al
mando del II Cuerpo de Ejército en Aragón, sometió las ciudades de Zaragoza y
Gerona, reducidas a puras ruinas, tomando casa por casa. En Gerona el asedió duró
siete meses y los franceses obtuvieron 14.000 bajas. El 22 de abril de 1810 derrotó
a O'Donnell en Lérida, y finalmente tomó la plaza de Tarragona.
El 5 de junio de 1811 venció al general Joaquín Blake en Sagunto.
La marcha victoriosa de Suchet hizo que Napoleón le concediese el bastón de
Mariscal del Imperio.
El nuevo mariscal asedió la ciudad de Valencia, tras la capitulación de sus
defensores, fue ocupada el 20 de enero de 1812, lo que le valió a Suchet el título
de 'Duque de la Albufera'.
; En la zona sur, el ejército francés consiguió avanzar hacia Andalucía, tras derrotar
en Ocaña a un ejército regular español reunido con ímprobos esfuerzos.
José Bonaparte, con autorización de Napoleón, decidió la invasión de Andalucía,
movió el I, IV y V Cuerpos de Ejército, mandados por los mariscales Claude Víctor
Perrin, Horace François Bastien Sebastiani y Eduard Casimir Josep Mortier, en
dirección a Sierra Morena, dejando el II Cuerpo de Ejército del mariscal Jean Louis
Ebénézar Reynier junto al Tajo en observación de los ingleses.
Los tres Cuerpos de Ejército componían un total de 55.000 soldados a las órdenes
de José Bonaparte, aunque podía considerarse al mariscal Jean de Dieu Soult como
su principal y verdadero caudillo.
Después de la derrota del ejército español en las Navas de Tolosa el 20 de enero de
1810, Andalucía cayó en poder de Napoleón, y su hermano José I entró en Sevilla
el uno de febrero de 1810.
Los franceses ocuparon casi toda Andalucía, aunque eso supuso para ellos una
dispersión muy grande de sus efectivos, sin llegar a ocupar Cádiz y teniendo que
sufrir acciones guerrilleras.
; En zona occidental, la penetración del ejército francés estuvo dirigida hacia
Portugal, que para el emperador pasó a ser la zona donde podía obtener la victoria
final, con la creencia de que si lograba expulsar a los británicos acabaría por
desaparecer el peligro representado por la guerrilla.
El primer intento de ocupar Portugal se efectuó en 1809 desde Galicia por el
mariscal Jean de Dieu Soult, fracasó en gran parte por la labor de la guerrilla en la
retaguardia.
El Duque de Wellington logró avanzar hasta Talavera, pero la batalla en esta ciudad
no llegó a ser decisiva y optó por retirarse.
En 1810 un nuevo intento francés estuvo protagonizado por André Masséna (1758 -
1817), uno de los principales generales napoleónicos, al frente de unos 40.000
soldados (un número pequeño, considerando que eran la quinta parte de los
soldados franceses en España).
Aunque al principio consiguió hacer retroceder al Duque de Wellington hacia el
interior de Portugal, pronto vio cómo la guerrilla diezmaba sus efectivos.
§ La tercera y última fase de la guerra se inició en la primavera de 1812, cuando
Napoleón se vio obligado a retirar de España una parte muy importante de sus
tropas para engrosar la Grande Armée que preparaba para la invasión de Rusia.
Los ejércitos anglo-españoles aprovecharon esta circunstancia para intensificar su
ofensiva que culminó con la victoria de Arapiles (Salamanca) el 22 de julio de 1812.
Aunque la victoria no llegó a ser decisiva, obligó a José I a escapar a Valencia,
mientras que los franceses optaban por retirarse también de Andalucía en dirección
hacia el norte. Precisamente con estas tropas José I volvió a entrar en Madrid.
El Duque de Wellington tuvo un notable acierto en la defensiva de la batalla de
Arapiles, en el momento de tener que emprender la ofensiva tuvo menos valía.
Dividió sus tropas y se paralizó en Burgos para finalmente retroceder hacia Ciudad
Rodrigo junto a la frontera portuguesa.
El desastre de las tropas francesas en Rusia, decidió también la suerte de Napoleón
en España, En el invierno de 1812 las tropas francesas habían quedado reducidas a
200.000 hombres y en 1813 fueron reducidas a 100.000 hombres.
En estas circunstancias, además de mantener flanqueadas las líneas de
comunicaciones francesas, en el verano de 1813, en el repliegue del mariscal Soult
hacia Francia, en las cercanías de Vitoria el Duque de Wellington pudo proceder a
una ofensiva decidida.
Wellington con un ejército de más de 100.000 hombres, que le daba superioridad
numérica sobre el adversario, el 19 de junio de 1813 en la batalla de Vitoria
consiguió derrotar al ejército francés recuperando gran parte del botín artístico
capturado.
Con las batallas de Irún y San Marcial (31 de agosto de 1813) se completó el acoso
y la derrota del ejército francés. José I se instaló en San Juan de Luz.
El mariscal Suchet, que prácticamente había permanecido aislado en Levante, se
retiró hacia Cataluña, y desde allí, en 1814 a Francia.
REINADO DE FERNANDO VII
Sexenio Absolutista
(1814 - 1820)
Trienio Liberal
(1820 - 1823)
Década Ominosa
(1823 - 1833)
Factores Condicionantes
Factores Condicionantes
Factores Condicionantes
Internos
Apoyo Popular
Ejército
Diputados serviles
Externos
Restauración
Santa Alianza
Legitimismo
Sociedades secretas
Masonería
Liberalismo
Internos
Clero
Regencia Urgell
Absolutistas
Externos
Santa Alianza
Cien Mil Hijos de San Luis
Actuación Política
Actuación Política
Actuación Política
Restauración del absolutismo
Abolición de las Cortes de Cádiz
Represión del Liberalismo
Constitución 1812
Sociedades patrióticas
Leyes anticlericales
Reforma fiscal
Milicias urbanas
Fusilamiento Liberales
Cierre de Periódicos
Cierre de Universidades
Se crea la Policía
Voluntarios realistas
Malcontents
Del Absolutismo a la Década Ominosa (1814 - 1823)
Guerra Sucesión - Tratado de Utrecht
El 11 de diciembre de 1813 se firmó el Tratado de Valençay, por lo que se
destronaba a José Bonaparte. El nuevo rey Fernando VII 'El Deseado', entró en
España por la frontera de Girona, para dirigirse hacia Valencia. De esta manera
evitaba verse obligado a jurar la Constitución de Cádiz, que es lo que hubiera
ocurrido de tomar la ruta de Madrid (Las Cortes de Cádiz habían decidido no
reconocerlo como Rey hasta que no hubiera jurado la Constitución).
Fernando VII a su llegada encontró apoyo para que gobernase como monarca
absoluto, entre ellos, el del militar ultraderechista General Elío, que dispuso a su
disposición del II Cuerpo de Ejército; al mismo tiempo de facilitarle un centenar de
diputados 'serviles' de las Cortes Ordinarias, celebradas tras la clausura de las
Cortes Constituyentes, que habían elaborado la Constitución de 1812.
Los diputados serviles redactaron el Manifiesto de los Persas (representación
presidida por Bernardo Mozo de Rosales 'Marqués de Mataflorida', firmada en
Madrid el 12 de abril de 1814 por sesenta y nueve diputados de las Cortes
Ordinarias), demandando al Rey la restauración del absolutismo.
Por otra parte, el pueblo llano, cansado de los desastres de la invasión napoleónica,
aclamó al nuevo rey, 'El Deseado', a quien concebía como a los monarcas
anteriores a 1808.
Fernando VII que no ignoraba que el liberalismo en España, y en general cualquier
forma de progresismo, había sido convicción de minorías, obró en consecuencia,
movido por circunstancias de orden interno y de orden internacional.
& Política Interior.- Fernando VII contaba con el apoyo del pueblo llano, que le
aclamaba con entusiasmo, una gran parte del ejército y un considerable sector de
diputados de las Cortes de Cádiz.
Ante esta situación, daba un Golpe de Estado al promulgar el Real Decreto de 4 de
mayo de 1814, mediante el cual "se declaraban nulos y de ningún valor ni efecto,
ahora ni en ningún tiempo, como si no hubieran pasado jamás tales actos, los
Decretos de las Cortes y la Constitución de Cádiz".
Desde la promulgación del Real Decreto, los partidarios de la monarquía
constitucional fueron traidores, quedando reservada la pena de muerte para los
defensores de esos ideales.
Se restablecieron las instituciones del Antiguo Régimen: la Inquisición, señoríos y
privilegios de los nobles, y se reintegraron a la Iglesia las propiedades
desamortizadas.
& Política Internacional.- El mapa social y político de Europa cambió tras la derrota
de Napoleón en la batalla de Waterloo.
Los territorios españoles en Flandes, que habían sido cedidos a Austria por el
Tratado de Utrecht (13 de julio de 1713), con la derrota de Napoleón sufrieron una
profunda modificación, creándose un nuevo Estado, el Reino de los Países Bajos
(Bélgica y Holanda).
En España las fronteras quedaron delimitadas según la Paz de los Pirineos (7 de
noviembre de 1659), sin sufrir modificación alguna.
Bajo la garantía de la Santa Alianza (Tratado, que el 26 de septiembre de 1815,
firman en Viena el emperador Francisco I de Austria, el rey Federico Guillermo III
de Prusia y el Zar Alejandro I de Rusia), se restablecieron las instituciones del
Antiguo Régimen cuyos pilares fundamentales eran la Monarquía absoluta y la
Iglesia.
En el Congreso de Viena, España fue marginada de sus decisiones. (Jean Baptiste
Isabey. Museo del Louvre)
Según una interpretación, aunque Fernando VII compartía de los idearios de la
Santa Alianza, la paz firmada en el Tratado de Valençay le privó formar parte de
ella.
Otra posible interpretación es que la actitud contraría de Inglaterra tuviera que ver
mucho con la no-inclusión de España en el tratado.
Con la Guerra de la Independencia la situación de España quedó muy deteriorada,
hasta el punto de quedar reducida a una potencia de segunda o tercera categoría.
Durante la Guerra de la Independencia, bajo el signo del liberalismo, se iniciaron en
los territorios españoles en América los primeros movimientos independentistas.
Ante esta situación, la actitud inglesa de que España no interviniese en la Santa
Alianza era coherente.
Si España formaba parte de la Santa Alianza, cuyo objetivo era combatir el
liberalismo y reprimir todo foco liberal, tanto Inglaterra como los países de la Santa
Alianza tendrían que intervenir en América para reprimir los movimientos liberales,
y restituir así la autoridad y el dominio de España, que era justamente lo que
trataba de impedir Inglaterra.
Con este panorama, puede decirse que la política de Fernando VII de restauración
absolutista, se encontraba en línea con la tendencia europea, con la excepción de
Inglaterra.
& Durante la restauración absolutista (1814 - 1820) se provocó una escisión entre
los españoles. Por primera vez se iniciaba la represión sistemática del adversario
político, la depuración de la administración y el destierro.
El General Francisco Eguía (sucedió al general Cuesta en el mando del Ejército de
Extremadura durante la Guerra de la Independencia) fue el encargado de llevar a
cabo la represión inicial que supuso la detención de algunos miembros de la
Regencia, Ministros y Diputados liberales.
La operación de represión estuvo acompañada de la exaltación popular, como
roturas de lápidas conmemorando la Constitución de 1812.
A pesar de que Fernando VII había prometido en Francia respetar a los
afrancesados, nada más llegar procedió a desterrar a todos aquellos que habían
ocupado cargos de cualquier tipo en los años de ocupación francesa.
La reacción absolutista obligó a los liberales a reaccionar de distintas formas:
marchar al exilio, pasar a la clandestinidad, o el atentado político.
Durante este período, desapareció la totalidad de la prensa, desaparecieron las
diputaciones y ayuntamientos constitucionales, en el ejército fue necesario probar
la pertenencia a la nobleza, se restableció la organización gremial, se devolvieron
las propiedades a la Iglesia.
La Restauración consistió en no innovar, se intentó una vuelta atrás en todos
aquellos aspectos que fuera posible hacerlo.
Los más ricos, que no pagaban impuestos, bloqueaban cualquier medida que les
obligara a ello, incluida la reforma fiscal del Ministro de Hacienda Martín de Garay
(1817 - 1818), que proponía implantar una contribución general sustituyendo a
otros impuestos.
[El aragonés Martín de Garay fue designado Ministro de Hacienda en enero de
1817, en el mes de marzo presentó su Plan de Reforma de la Hacienda, y en mayo
del mismo año, el Plan de Reforma del Crédito Público].
Los más pobres se encontraban arruinados y agotada su capacidad tributaria.
Por su parte, los burgueses no consistieron en soportar a solas las cargas fiscales
del Estado.
Ante esta situación, es fácil comprender que los pronunciamientos liberales
encaminados a cambiar la situación contaron con el apoyo y colaboración del
pueblo llano y burgueses.
& Pronunciamientos Militares.- En el período comprendido entre (1814 - 1819) se
produjeron varios pronunciamientos liberales, que al final fracasaron todos, los más
importantes fueron:
En septiembre de 1814, Francisco Espoz y Mina (1781 - 1836), mariscal de campo
al acabar la Guerra de la Independencia, uno de los guerrilleros más prestigiosos,
se sublevó en Pamplona contra el régimen absolutista en un intento fallido de
proclamar la Constitución de 1812.
El movimiento fracasó y Francisco Espoz y Mina tuvo que refugiarse en Francia.
El 19 de agosto de 1815 se pronunció el mariscal de campo Juan Díaz Porlier 'El
Marquesito' (por suponerlo hijo bastardo del Marqués de la Romana), con el
objetivo de restaurar la Constitución de 1812, contando con el apoyo de la
burguesía coruñesa.
No llegó a existir ningún enfrentamiento armado, puesto que el día 22 de agosto el
guerrillero liberal era traicionado, siendo capturado fue llevado al Castillo de San
Antón, para ser ahorcado el 3 de octubre de 1815.
En 1816 tuvo lugar la Conspiración del Triángulo, una sociedad secreta, al parecer
de inspiración masónica, dirigida por Vicente Richart, tenía como objetivo
secuestrar al Rey para obligarle a jurar la Constitución de 1812.
En 1817 los Generales Luis Roberto de Lacy y Gautier (1775 - 1817) y Francisco
Milans del Bosch i Arquer (1769 - 1834) se pronunciaron en Barcelona, donde al
parecer se contaba con el apoyo de un amplio sector de la burguesía catalana.
El pronunciamiento fracasó, siendo su primera consecuencia la condena a muerte
del General Lacy por parte del propio General Castaños, otro héroe de la Guerra de
la Independencia.
El General José María Torrijos (1791 - 1831) participó en 1817 en la conspiración
fallida del General Lacy para levantar al ejército en Andalucía.
Como consecuencia, es llevado a prisión al Castillo de Santa Bárbara en Alicante y
después a la cárcel del Santo Oficio en Murcia.
La última conspiración fracasada, fue en 1819, tuvo lugar en Valencia, siendo
reprimida con crueldad inaudita, aunque no llego a evitar el alzamiento exitoso del
coronel Riego en Cabezas de San Juan en 1820.
& La Independencia de América y su influencia económica.- La Independencia de
los países hispanoamericanos se originó por factores internos y externos.
§ Las causas internas tenían que ver con la política reformista llevada a cabo desde
el reinando de Carlos III, reformas que afectaron a estructuras políticas, sociales y
administrativas.
§ Las causas externas eran producto de la política inglesa en la Santa Alianza y del
ejemplo dado con la independencia de los Estados Unidos.
Se pueden diferenciar tres fases en el proceso de independencia:
Primera Fase.- Se inició a partir de 1810 cuando en las Cortes de Cádiz se definió a
la nación española como la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios,
partiendo de la consideración de Imperio como una unidad en la que sólo se
admitían parciales concesiones a la libertad comercial.
Dada la situación que vivía España, la situación en los países hispanoamericanos se
agravó a partir de finales de 1810, fecha de la que datan las primeras
proclamaciones de independencia.
Miguel Hidalgo y Costilla (1753 - 1811), conocido como 'El Cura Hidalgo', proclamó
la rebelión el 10 de septiembre de 1810, en principio con objeto de crear un
gobierno que mantuviese libre a México de la ocupación francesa en el caso de que
la metrópoli cayera, y después, cambiando sus ideas revolucionarias, para luchar
por la independencia de México.
El Cura Hidalgo fue nombrado Generalísimo de las tropas mejicanas, aunque
derrotó al LIV Virrey Francisco Javier Venegas ( 1760 - 1838), fue vencido por el
brigadier Félix María Calleja (1755 - 1828).
Al ser sorprendido en su huida, fue conducido a Chihuahua, y después de un
proceso que duró algunos meses, fusilado con algunos de sus compañeros.
José María Morelos y Pavón (1765 - 1815), fue nombrado coronel por su maestro
Miguel Hidalgo y Costilla, con el encargo de extender la revolución hacia el sur.
A la muerte del Cura Hidalgo, tras derrotar a las tropas españolas en las batallas de
Tixtla, Valedero, Chautla de la Sal e Izúcar, obtuvo el grado de Generalísimo.
El 13 de septiembre de 1813, en el Congreso de Chilpancingo, redactó el Acta de
Independencia proclamando la República Mexicana.
En la primavera de 1814 estuvo sitiado durante dos meses en Cuautla por el
brigadier Calleja, logró reorganizar sus tropas, ocupó militarmente Oaxaca y
después Acapulco.
El 5 de noviembre de 1815 fue derrotado en la batalla de Temazcala, siendo hecho
prisionero. Conducido a San San Cristóbal Ecatepec, fue fusilado el 22 de diciembre
de 1815.
Con la llegada de Fernando VII se tomaron medidas militares para sofocar el
movimiento secesionista.
Fernando VII envió al General Pablo Morillo (1775 - 1837), conocido como 'El
Pacificador', para detener el proceso independentista en las colonias españolas de
América.
El 17 de febrero de 1815 salió de Cádiz la expedición del General Morillo rumbo al
Nuevo Mundo. La expedición llegaba a Isla de Margarita el 7 de abril de 1815,
iniciando la reconquista.
Desde Margarita se trasladó a Caracas, Puerto Cabello, y después hacia Cartagena
de Indias (que después de permanecer sitiada, fue tomada el 15 de diciembre de
1815).
En 1816 reconquistó Nueva Granada, pasando nuevamente a Venezuela para
reducir de forma
definitiva los focos de resistencia que alimentaban Simón Bolívar, José Antonio
Páez, Juan Bautista Arismendi y otros.
Al llegar a las costas orientales de Cumaná inició la reconquista de Venezuela.
Marchó hacia Santa Marta y desde allí proyectó la reconquista de Nueva Granada
(1815). Después de conquistar Cartagena (1815), pasó a Santa Fe de Bogotá y a
finales de 1816 viajó a Venezuela.
El General Pablo Morillo recibió el título de 'Conde de Cartagena' en reconocimiento
a las operaciones militares realizadas en dicha población.
Segunda Fase (1816 - 1820).- La profunda crisis interna de España, la incapacidad
para enviar nuevos refuerzos militares y la sustitución de un régimen absolutista
por uno liberal (1820), explican la incapacidad para resolver la cuestión de
independencia.
El General José de San Martín (1778 - 1850) atravesó los Andes desde Argentina y
derrotó a las tropas españolas en Chacabuco (1817). La posterior victoria de Maipú
(1818) condujo a la inmediata independencia de Chile.
En el norte de Sudamérica, Simón Bolívar (1783 - 1830) derrotó a los españoles en
Boyacá (1819), logrando tras esta victoria la independencia de Colombia, país del
que fue presidente en el Congreso de Angostura (1819).
Durante esta segunda fase, el territorio del actual Uruguay (la antigua colonia de
Sacramento) fue ocupado por las tropas brasileñas e incorporado a Brasil como
provincia portuguesa.
Tercera Fase (1821 - 1824).- Se inició tras la sublevación de Rafael de Riego.
Durante algún tiempo, España se encontró inmersa en graves problemas políticos y
sociales derivados del Trienio Liberal, sin capacidad para resolver la cuestión
secesionista americana.
Tras la victoria de Simón Bolívar en Carabobo (1821), los insurgentes
independentistas consiguieron la liberación definitiva del antiguo virreinato de
Nueva Granada (correspondiente a las actuales naciones de Venezuela, Colombia y
Ecuador).
El 24 de febrero de 1821, Agustín de Iturbide (1783 - 1837) convino con Vicente
Guerrero (1782 - 1831) el Plan de Iguala (religión, independencia y unión),
proclamando la ruptura con España y la independencia de México.
El 21 de mayo de 1822, Agustín de Iturbide fue coronado emperador, como Agustín
I. Este imperio resultó efímero, en el año 1823 México se conformaba como
República Federal, estructura que perdura actualmente.
Ecuador se incorporó a la Gran Colombia (creada en 1819) como consecuencia de
la batalla de Pichincha (1822).
El virreinato de Perú mantuvo su condición de último bastión de la resistencia
frente a los intentos independentistas. Perú tuvo que independizarse gracias a la
colaboración de ejércitos enviados desde otras latitudes. El episodio de su
independencia se inició cuando José de San Martín que había luchado por la
independencia en el sur y Simón Bolívar que lo había hecho en el norte, se
encontraron en Guayaquil (1822). A partir de la decisiva batalla de Ayacucho (9 de
diciembre de 1824), con la independencia de Perú y Bolivia finalizó la resistencia
española en América continental, del extenso imperio americano de antaño sólo
permanecieron fieles a España Cuba y Puerto Rico.
Mapa de la Independencia de América Continental
Evolución de las Indias
Consecuencias de la Independencia. Repercusión económica.- Al perder las ricas
colonias americanas, que habían dado a España el rango de potencia de primer
orden, España comenzó a ser una nación de segunda fila en Europa.
En la Hacienda española se producía una enorme crisis, Fernando VII llegó a optar
por algunos procedimientos que ponían en peligro la estabilidad de la sociedad y el
estado del Antiguo Régimen.
En 1814 la grave situación del Estado llegó a tales extremos que hubo dificultades
para poder pagar la pensión de Carlos IV, y para combatir la piratería en el norte
de África fue preciso recurrir a fondos de consulados o asociaciones de
comerciantes del Mediterráneo,
Las reformas de Hacienda que fueron propuestas durante la primera etapa
absolutista, debido a su ineficacia, han merecido los más duros calificativos.
Durante el Trienio Liberal, las exigencias de pagar los tributos con dinero, aun a
base de reducir su cuantía, resultó inviable para los campesinos sometidos a una
agricultura de subsistencia. Por otra parte, la pésima cosecha de 1822 contribuyó a
provocar el levantamiento rural que tuvo que ver con el final del trienio.
& El Trienio Liberal (1820 - 1823).- El uno de enero de 1820, el teniente coronel
Rafael del Riego, al mando de un cuerpo de ejército se sublevó en Cabezas de San
Juan (Cádiz) contra el régimen absolutista de Fernando VII.
Las tropas de Rafael del Riego se encontraban en la localidad gaditana para ser
embarcadas hacia América para sofocar el movimiento independentista que ya
había obtenido triunfos importantes en Maipú (1817), Chacabuco (1818) y Boyacá
(1819),
Parece ser que en el levantamiento de Riego tuvo un papel importante la
masonería, atendiendo al menos a tres razones:
§ Muchos principios del liberalismo tenían su origen en sociedades secretas.
§ La masonería daba cobijo a los liberales perseguidos por Fernando VII que habían
decidido no exiliarse y permanecer en España.
§ El movimiento independentista iberoamericano era liberal, y masones sus
principales líderes.
La Junta Provisional de Gobierno Liberal.- El levantamiento del teniente coronel
Riego triunfó definitivamente cuando el ejército enviado por el Gobierno para
combatir la sublevación se pronunció en Ocaña (Toledo) a favor de la Constitución
de 1812.
A partir de estos hechos, el 9 de marzo de 1820 se formó en Madrid una Junta
Provisional de Gobierno presidida por el cardenal don Luis María de Borbón y
Vallabriga (1777 - 1823), hijo del Infante don Luis Antonio de Borbón y Farnesio
(hermano de Carlos III) y de doña María Teresa de Vallabriga.
La primera medida política de las nuevas autoridades fue la reimplantación de Cádiz
de 1812, y la puesta en marcha de los principios que proclamaba: Libertades de
reunión, de expresión y de asociación.
En grandes núcleos de poblaciones aparecieron las Sociedades Patrióticas, que eran
grandes grupos de
liberales que discutían libremente (como cafés y lugares públicos) los problemas del
país y los principios del liberalismo.
Las Sociedades Patrióticas fueron un instrumento de formación política del pueblo
menos ilustrado para neutralizar su proclividad hacia el absolutismo.
El Gobierno Liberal.- Después de las primeras medidas de la Junta Provisional de
Gobierno, ésta dio paso a la formación de un gobierno liberal constituido por
algunos personajes que habían elaborado la Constitución de 1812.
En este clima político, el liberalismo se dividía en dos tendencias, moderados y
exaltados.
§ Los moderados (Agustín Argüelles, Francisco de Paula Martínez de la Rosa y José
María Queipo de Llano Ruiz de Saravia 'Conde deToreno', entre los personajes más
representativos) partidarios de pactar con la Corona para implicarla en el proceso
reformista, mientras calificaban a sus adversarios de republicanismo y alteración
social.
§ Los exaltados tenían especial fuerza entre la oficialidad joven, la milicia nacional y
los sectores populares urbanos, con minoría en las Cortes, partidarios de reformar
la Constitución de 1812 en un sentido más progresista o escorado hacia la
izquierda.
Con las dos corrientes ideológicas empiezan a delimitarse la izquierda y derecha de
la España contemporánea.
Durante los dos primeros años del 'trienio constitucional' fueron los moderados
quienes ejercieron el poder, mientras que Riego fue enviado fuera de Madrid y en
teoría se obstaculizó la actuación de las 'sociedades patrióticas'.
La política del Trienio, a pesar de que intentaba liquidar el Antiguo Régimen, se
llevó a cabo con moderación, se intentó implicar a Fernando VII en el proceso de
cambio, se vinculó a la aristocracia garantizándoles la propiedad privada de sus
bienes y su preeminencia política en el Senado (que era una segunda Cámara en
las Cortes) que les permitía 'depurar' las decisiones de la Cámara Baja o Congreso
(auténtico depositario de la soberanía popular).
Las Cortes iniciaron una labor de desmantelamiento del Antiguo Régimen y de
construcción de un nuevo Estado Liberal.
2 Respecto a la creación del Estado Liberal se arbitraron medidas como:
§ La división de España en provincias.
§ La Ley de Instrucción Pública.
2 Respecto a la política de desmantelamiento del Antiguo Régimen, el liberalismo
moderado, que había actuado con tanta diligencia para garantizar los bienes de la
aristocracia (previa transformación jurídica de los mismos, los dominios feudales o
Señoríos fueron convertidos en propiedad libre), no tuvo la misma benevolencia con
la Iglesia, contra la que se dictaron una serie de disposiciones contrarias a su
estatus tradicional, incluidas algunas leyes desamortizadoras. Entre las medidas
tomadas contra la Iglesia:
§ Expulsión de los Jesuitas.
§ Muchos conventos y monasterios fueron desamortizados y vendidos en subasta
pública. (Esta cuestión muy relacionada con los problemas de la Hacienda Pública
no fue ratificada por Fernando VII).
§ Eliminar el 'Fuero Eclesiástico', sometiendo al clero a las 'Leyes Comunes' del
resto de los españoles.
Las consecuencias del Trienio Constitucional fueron de diversa índole, aunque las
más importantes derivaron de la orientación moderada que lo caracterizó,
circunstancia que provocó, por una parte, el descontento de los sectores más
extremistas de la derecha (los absolutistas); y por otra parte, la repulsa de la
izquierda (los liberales exaltados). En otras palabras, cuestiones de naturaleza
sociales y económicas, por una parte, y políticas, por otra.
w Consecuencias sociales y económicas.- En general, negativas. La desamortización
de los bienes de la Iglesia, además de acrecentar el patrimonio de las clases
capitalistas agravó considerablemente las condiciones de vida de la población
campesina.
En virtud de los principios ideológicos del liberalismo económico, el dueño de la
tierra quedaba en absoluta libertad para fijar las condiciones de arrendamiento, así
como cuantía de los salarios y duración de jornada de trabajo.
En 1821 se redujo a la mitad el diezmo (proporcional a la cosecha recogida) que
pagaban por el cultivo de la tierra, aunque se estableció otro impuesto fijo en
metálico. La nueva situación impositiva era más injusta para los campesinos
cuando la cosecha era mala.
Esta situación desequilibró las precarias situaciones económicas de los campesinos,
hasta el punto de que muchas familias tuvieron que abandonar las tierras al no
poder hacer frente a los gastos. Como consecuencia, el pueblo llano comenzaba a
inclinarse hacia tesis absolutistas.
w Consecuencias políticas.- Los liberales moderados se separaron definitivamente
de quienes hicieron la revolución de 1820 (los liberales exaltados), uniéndose con
las oligarquías del Antiguo Régimen (transformadas ahora en liberales y asociadas
a la nueva situación). Como resultado se procedieron a disolver las Juntas
(dominadas por los liberales exaltados) y a desarmar al ejército. El propio Rafael de
Riego recibió la orden de disolver a sus tropas, siendo después destituido,
encarcelado y finalmente ejecutado en 1823.
Con esta situación de descontento, se produjeron varias intentonas absolutistas,
aunque sólo tres de ellas fueron importantes:
F La sublevación de la Guardia Real (1822) que fue sofocada gracias a la
intervención de las Milicias Urbanas armadas por los propios Ayuntamientos. - (Este
hecho tiene una extraordinaria importancia, pues a partir de este momento las
Milicias Urbanas van a ser el más firme baluarte del progresismo español durante el
siglo XIX).
F La Regencia de Urgel en el verano de 1822, en la ciudad leridana de Seo de
Urgel, se estableció la mencionada Regencia, que permaneció durante cuatro meses
intentando reponer en absolutismo a Fernando VII.
F Los Cien Mil Hijos de San Luis, ejército de cien mil hombres que invadió España
mandados por don Luis Antonio de Borbón 'Duque de Angulema' (1775 - 1844),
constituye el último episodio de un proceso de recuperación absolutista que acabó
con el Trienio Liberal y reinstauró, con Fernando VII, el despotismo.
Con ello finaliza el Trienio Liberal y se inició otra etapa en la historia de España: 'La
Década Ominosa (1823 - 1833)'
La Década Ominosa (1823 - 1833)
Esta época se caracteriza por la represión contra los liberales, y al final por una
atenuación de la misma, aplacando aparentemente los ánimos, que no tardarían en
desatarse en la Primeras Guerras Carlistas que estallaron inmediatamente después
de la muerte de Fernando VII.
Cuando Fernando VII llegó a Madrid desde Cádiz, ratificó las decisiones tomadas
por las instituciones que le habían precedido (una Junta y una Regencia) en el
sentido de la vuelta al Antiguo Régimen y declaró nulos y de ningún valor todos los
actos del llamado Gobierno Constitucional.
Desde octubre de 1823 hubo una gran represión, con una especial depuración en
oficiales del ejército, jueces, funcionarios, y de cuantos hubieran colaborado con el
gobierno del Trienio Liberal, o fuesen sospechosos de liberalismo.
La amnistía que trato de promover el Duque de Angulema, que estaba al mando de
las tropas francesas de los 'Cien Mil Hijos de San Luís', se concedió muy tarde y con
muchas excepciones.
Fernando VII dejó claro en el texto del Decreto de Amnistía que la decisión
obedecía a complacer a los soberanos aliados.
Para llevar a cabo esta política de manera eficaz, se tomaron algunas medidas:
; Se cerraron universidades y periódicos
; Se restableció la censura
; Se expurgaron librerías y bibliotecas
; Al no establecerse la Inquisición (abolida definitivamente durante el Trienio
Liberal), algunos obispos, como los de Valencia y Orihuela, crearon Juntas de Fe
que desempeñaron un papel semejante.
; Se creó la Policía, objeto de prevención y repudio, con un gran grado de
efectividad ante la actuación de procedimientos de subversión, como eran las
sociedades secretas.
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