L os cristianos somos discípulos del preso más insigne habido en la Historia: Cristo, que voluntariamente padeció prisión y sigue preso por su voluntaria identificación fraterna con cada una de las personas presas. (Mt 25,35 y ss.) Impulsados por el carisma de la Caridad, son muchos los sacerdotes, religiosos y laicos voluntarios que cruzan cada día las puertas de las cárceles para visitar y acompañar a las personas privadas de libertad, conscientes de que visitan y acompañan al mismo Cristo en sus hermanos más pequeños, los presos. Son misioneros que hacen presente a la iglesia en las cárceles y, mediante la Pastoral Penitenciaria. Llevan la paz y serenidad de Cristo resucitado a las personas presas, como nos decía el Papa Beato Juan Pablo II en el Mensaje para el jubileo en las cárceles. Son testigos del amor de Dios a todo hombre y mujer, sin distinción ni exclusión alguna, a quienes ama y espera como Padre comprensivo y misericordioso. Son mensajeros que enviados por la Iglesia, ofrecen y realizan en las cárceles una Pastoral Penitenciaria integral. Conforme a las orientaciones dadas por el Papa Juan Pablo II en el ya citado “Mensaje para el jubileo de las cárceles”. ° Pastoral de Libertad. “El objetivo del encuentro de Jesús con el hombre es su salvación. Una salvación que , por otra parte es propuesta, no impuesta “ (2-a) ° Pastoral de Encuentro. “con cada ser humano, en cualquier situación que se halle” (1-c) ° Pastoral de Esperanza “Cristo espera del hombre una aceptación confiada, que abra la mente a decisiones generosas, orientadas a remediar el mal causado y a promover el bien”(2-a) ° Pastoral mismo. de Reconciliación con Dios, con el prójimo y con sigo ° Pastoral de Integración. “ofrecer a quien delinque un camino de rehabilitación y de reinserción positiva en la sociedad.” (5-b) ° Pastoral de Comunión. llamamiento enérgico “llega un desde innumerables cárceles diseminadas por todo el mundo, donde están segregados millones de hermanos y hermanas nuestros” (6-a) ° Pastoral de Animación y Promoción “Jesús es un compañero de viaje paciente, que sabe respetar los tiempos y los ritmos del corazón humano, aunque no se cansa de animar a cada uno en el camino hacia la meta de la salvación” (2-a) Son testigos del don divino de la libertad en una institución que priva de libertad y promotores de la libertad en personas que, mediante hechos delictivos sancionados con prisión, hicieron dejación de la misma por las más diversas motivaciones y/o circunstancias. Son apóstoles celebran la que Fe en evangelizan en Comunidades las cárceles cristianas y que circunstancialmente se hallan “entre rejas”. Fr. José Sesma León Mercedario