Por Marcelo E. Martins Ingeniero de Lubricación Senior [email protected] Consultas al 0800-8888088 [email protected] Consejo de la semana Compresores de refrigeración Los desafíos de lubricación que presentan los compresores de refrigeración actuales son variados. Repasemos la configuración de un compresor de refrigeración típico de una etapa (ver figura). El refrigerante líquido fluye desde el receptor bajo presión a través de la válvula de expansión a las serpentinas del evaporador, donde se evapora, absorbiendo calor en el proceso, lo cual resulta en una acción refrigerante. El vapor ingresa al compresor, donde aumenta la presión, resultando en un aumento de temperatura. El vapor caliente y a alta presión fluye desde el compresor hasta el condensador, donde agua fría remueve el calor suficiente como para condensarlo y enviarlo nuevamente al receptor donde el ciclo comienza nuevamente. Para que un lubricante pueda desempeñarse bien en estas condiciones debe: 1. Poseer la viscosidad adecuada, tanto para distribuirse adecuadamente a las temperaturas mínimas del sistema como para proveer una película lubricante que permita separar las piezas aún con algo de dilución 2. Resistir la oxidación y la formación de depósitos en un cárter abierto a la atmósfera 3. Resistir el deterioro por altas temperaturas en la descarga del compresor 4. Ser miscible con el refrigerante en sistemas cerrados sin separadores de aceite 5. No ser miscible con el refrigerante en sistemas cerrados con separadores de aceite y sistemas de cárter abierto 6. Mantener el sistema limpio por largos períodos 7. No inhibir las características de transferencia térmica del refrigerante 8. No reaccionar con el refrigerante o los componentes del sistema 9. Estar libre de humedad, pues esto puede conducir a congelamiento del agua, hidrólisis con refrigerantes halogenados o corrosión 10. Poseer bajo contenido de ceras, de manera de evitar la precipitación de las mismas al mezclarse el aceite con el refrigerante, lo cual puede bloquear conductos Todas estas características deben estar incluidas en la formulación de un buen aceite para compresores de refrigeración. Algunas de ellas, como la # 10, limitan comúnmente a los aceites de refrigeración al uso de bases del tipo nafténico o polialfaolefinas, que no poseen ceras en su composición. Por otro lado, los requisitos # 2 y 3 hacen que los aceites minerales posean vida útil bastante corta en este tipo de compresores (típicamente menos de 1000 horas) y que la necesidad de limpieza de válvulas sea una constante. Esto puede evitarse con el uso de aceites sintéticos a base de polialfaolefinas, como las líneas Mobil Gargoyle Arctic SHC Series 200 y 400, que permiten períodos entre cambios de aceite hasta 8000 horas o más, además de reducir en más del triple la necesidad de limpieza de válvulas. También pueden usarse aceites a base de polialquilenglicoles o de ésteres en ciertos casos (siempre dependiendo del tipo de gas a comprimir), con resultados muy buenos. Si usted desea experimentar los beneficios del uso de un aceite sintético, créame que no se va a arrepentir. De todas maneras, sea precavido y tenga cuidado con los sellos pues es común el resecamiento de los mismos al cambiar de aceite mineral a sintético (le recomiendo cambiar los sellos). Revise mangueras y conexiones, y prevea que en los primeros días de operación con sintético puede verse obligado a cambiar más de una vez los filtros de aceite pues se removerán los depósitos de carbón del sistema. Consulte con un ingeniero de ExxonMobil para la mejor recomendación de lubricación para sus compresores de refrigeración.