imp_desayuno nut_rendi - Fondo Nestlé para la Nutrición

Anuncio
Bol Med Hosp Infant Mex
Volumen 57-Número 12
Diciembre, 2000
Importancia del desayuno en la nutrición y el rendimiento del niño
escolar
Dr Leopoldo Vega-Franco. Dra. Maricarmen-lñarritu
Departamento de Salud Pública, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México. México, D.F., México.
Se destaca la importancia del desayuno en los niños escolares y se analiza el papel que juega el su crecimiento corporal.
En lo que respecta al desarrollo, se analiza la información que hace pensar que el ayuno matutino en los niños, puede
intervenir en su rendimiento escolar; debido a que interfiere con la capacidad de atención y la memoria a corto plazo, tanto
auditiva como visual.
Nutrición; conductas de alimentación; desayuno; escolares.
Las etapas de la niñez se identifican
convencionalmente por las particularidades somáticas
y psicosociales que los niños comparten durante su
crecimiento y desarrollo. En cada una es deseable que
los niños se encuentren en condiciones óptimas de
salud y nutrición, a fin de que mantengan la velocidad
de incremento corporal y la maduración
neurobiológica, que propician su gradual integración a
la cultura en que nacen.1
En la etapa del escolar (6 y 12 años de edad), la
responsabilidad de la salud y la crianza de los niños,
que hasta antes recaía en los padres y en los
profesionistas de la salud, es compartida también por
los maestros. Todos ellos, padres, médicos, nutriólogos
y maestros, deben tener la convicción de que el crecimiento y el desarrllo de los niños se fundamenta en
una buena nutrición, para educar a los escolares en lo
concerniente a los alimentos y la importancia que
tienen éstos en su salud y nutrición. Deben saber también que aun cuando los niños reciban durante las
horas de vigilia una alimentación suficiente, completa,
variada, y adecuada a cada etapa de su vida, el hecho
de omitir el desayuno puede ser de particular
importancia entre los 6 y 12 años de edad. En esta
etapa, además del gasto de energía que exige la actividad física matutina, para que los niños se incorporen
a sus labores escolares, requieren mantener su mente
despierta para aprender.
Solicitud de sobretiros: Dr. Leopoldo Vega Franco, Departamento
de Salud Pública, Universidad Nacional Autónoma de México.
México. D F. México
Fecha de recepción: 18-09-200O.
Fecha de aprobación: 21-09-2OOO.
714
Cabe resaltar que el desayuno es el primer alimento del día con el cual se interrumpe el ayuno que
prevalece por ocho a diez horas durante el des- canso
nocturno, lo que invita a reflexionar acerca la
trascendencia que pueden tener en las actividades
físicas y mentales de los escolares si el ayuno prolonga
por unas horas más. Aunque la certeza esta presunción
parezca razonable, ha sido difícil probar, de manera
fehaciente el efecto que pude tener el desayuno en el
rendimiento del escolar y su nutrición. Esta
controversia ha motivado el interés por revisar la
información acerca de las bondades que algunos
atribuyen al desayuno y que otros no han podido
probar. Para abordar el tema, es conveniente señalar
primero algunas de las singularidades del crecimiento
físico de los escolares, las reco- mendaciones
nutrimentales que se han establecido para ellos y
algunos aspectos de su comportamiento frente a los
alimentos.
Crecimiento físico
La velocidad del crecimiento corporal del escolar sigue
una progresión aritmética; si se juzgan por incrementos
anuales de peso y talla, los estándares que se han
sugerido como referencia internacional2 indican que
entre los seis y ocho años de edad promedios son más
altos en los niños que en 1as niñas, pero en ambos el
aumento anual del peso 2 a 3 kg y el de la talla es de 5
a 6 cm (Cuadro 1). A los nueve años el peso de las
niñas es igual al niños, anunciando así el despertar del
segundó brote de crecimiento; en esta etapa, de los 9 a
Bol Med Hosp Infant Mex
Importancia del desayuno en la nutrición y el rendimiento del niño escolar
Cuadro 1
ESTANDARES DE PESO Y TALLA EN LA EDAD ESCOLAR E INCREMENTOS ANUALES (~)
Talla (cm)
Peso (kg)
Edad(años)
Niños
Niñas
Niños
Niñas
(∆)
(∆)
(∆)
(∆)
6
20.7
(2.2)
19.5
(2.3)
116.1
(5.6) 114.6 (6.0)
7
22.9
(2.4)
21.8
(3.0)
121.7
(5.3) 120.6 (5.8)
8
25.3
(2.8)
24£
(3.7)
127.0
(5.2) 126.4 (6.8)
9
28.1
(3.3)
28.5
(6.0)
132.2
(5.3) 132.2 (6.6)
lo
31.4
(3.9)
32.5
(4.5)
137.5
(5.8) 138.8 (6.0)
11
35.3
(4.5)
37.0
(4.5)
143.3
(6.9) 144.8 (6.7)
12
39.8
(4.2)
41.5
(4.6)
150.2
(6.3) 151.5 (5.6)
(∆) Incremento anual
los 12 años, los varones crecen anualmente entre 3.0 y
4.5 kg mientras las niñas aumentan de 4.5 a 6.0 kg. En
este mismo lapso las niñas pesan un poco más de 1kg.
y son alrededor de 1.5 cm más altas que los niños.
Recomendaciones nutrimentales
Como la velocidad del crecimiento corporal es relativamente constante entre los seis y siete años de edad,
las recomendaciones diarias de nutrimentos paara
niños y niñas son muy parecidas; en cuanto a energía
en este lapso se recomiendan para ambos sexos 1 800
kcal [7.5 kJl] (83 kcal/kg) y entre los ocho y nueve
años 1 900 kcal[7.9 kJ] (69 kcal/kg). De los diez a los
12 años se sugieren 2 200 kcal [9.2 kJ), aunque por
kilogramo de peso se estima en los varones 61 kcal/kg
y en las niñas 50 kcal/kg (Cuadro 2)3. Cabe mencionar
que el pico de máximo incremento 'n el crecimiento
corporal varía de un adolescente a otro; en unos
aparece más tempranamente que en otros y en las
mujeres el pico máximo de incremento en talla precede
a la aparición de la menarquia.4 Esto significa que la
variación en las necesidades
nutrimentales depende de los estímulos endocrinos que
intervienen en el proceso de maduración de cada
adolescente. Respecto a las proteínas, entre los seis y
los 12 años se recomienda, indistintamente para niños
y niñas, 1 g/kg/día. En cuanto a otros nutrimentos,
cabe resaltar la importancia del hierroy el zinc; de
ambos, hasta los diez años, se recomiendan 10 mg/día,
en niños y niñas. Después de los once años se
sugieren, en los varones 12 mg/día de hierro y 15
mg/día de zinc, y en las niñas 15 mg/ día de hierro y
12 mg/día de zinc.3
La alimentación del escolar
Las recomendaciones de nutrimentos deberán ser
satisfechas de acuerdo a las modalidades propias de la
cultura alimentaria de la familia. En la cultura
occidental los tiempos para la alimentación del escolar
son: desayuno, comida y cena, con un refrigerio por la
mañana y tal vez uno por la tarde. Se sugiere que a esta
edad el niño consuma en el desayuno la tercera parte
de la energía, lo que implica un aporte de alrededor de
600 kcal/día [2.5 kJ]; en el cuadro 3 se presentan
cuatro modalidades de desayuno: que
Cuadro 2
RECOMENDACIONES DE ENERGÍA EN NIÑOS ESCOLARES
Y ESTIMACIÓN DE SU APORTE POR KILOGRAMO DE PESO
Edad (años) Peso (kg) Talla (cm) kcal
(MJ) Kcal/kg/día Kcal/kg/día
6-7
22
121
1 800 (7.5)
83
14.9
8-9
28
132
1 900 (7.9)
69
14.4
10-12
Niños
36
143
2~200 (9.2)
61
15.4
Niñas
44
155
2 200 (9.2)
50
14.2
(MJ) Mega Julios (Una caloría = 4.184 Julio8)
Committee on Nutrition AAP. Pediatric nutrition handbook. 4a ed. Elk Grove Village, III: American Academy of Pediatrics; 1998.
p. 648.
Vol. 57, diciembre 2000
715
Vega-Francoy col.
Cuadro 3
EJEMPLOS DE DESAYUNOS PARA NIÑOS ESCOLARES Y ESTIMACIÓN DE LOS NUTRIMENTOS*
QUE APORTAN CON RESPECTO ALAS RECOMENDACIONES DIARIAS
Ejemplo 1
Alimento
Leche entera (240 mL)
E
150
Pr
8
L
8
HC
12
Con 1c chocolate en polvo
45
1
0.5
19
Huevo Revuelto (1 pieza)
Con 1c de aceite (5ml)
75
45
7
-
5
5
-
Pan (1 rebanada)
Total (%)
70
445(25)
2
18(6)
18.5(30)
15
61(25)
Ejemplo 3
Alimento
Yogurt (150 g)
E
95
Pr
5
L
5
HC
7.5
Papaya (1 taza)
60
-
-
Granola o cereal (1/3 t)
70
2
Miel o azucar (2c)
40
-
265(15)
7(10)
Total (%)
Ejemplo 2
Alimento
Leche entera (240 mL)
E
150
Pr
8
L
8
HC
12
117
2
1
25
60
-
-
15
327(18)
10(15)
9(15)
52(21)
Ejemplo 4
Alimento
Leche entera (240 mL)
E
150
Pr
8
L
8
HC
12
15
con 1C chocolate en polvo
45
1
1
19
-
15
Hot Cakes (1 pieza)
115
2
5
15
-
10
Jugo de Naranja (120 ml)
Miel (2 c)
60
40
-
-
15
10
5(8)
48(19)
Cereal desayuno (30 g)
(endulzado)
con plátano (1/2 pza)
Total (%)
Total (%)
410(23)
11(16) 14(22) 71(29)
* La energía en kcal y otros nutrimentos en gramos
** (%): porcentaje de la recomendación diaria [redondeado)
E: energía; L: lípidos
Pr: proteínas; HC: hidratos de carbono
Nota: la C indica: una cucharada sopera, y c: una cucharada cafetera
pueden ser representativos de la cultura citadina en
familias mexicanas que cuentan con recursos económicos medios o altos. Es pertinente destacar que
incontables niños de las grandes metrópolis de nuestro
país reciben cotidianamente como desayuno, una
mezcla de alimentos licuados en leche, que contiene un
huevo o fruta, o ambos y un saborizante de chocolate
que contiene leche en polvo. Es fácil apreciar que el
aporte de energía de estos menúes, sólo se aproxima a
la recomendación de proveer un tercio del total de la
energía diaria, por lo que es deseable que el niño
consuma un refrigerio a media mañana, que le pueda
proporcionar las 200 ó 300 kcal faltantes.
Como toda dieta, la preparación del desayuno enfrenta
el reto de que éste sea bien aceptado y a la vez sea
consumido con agrado. Estas dos condiciones son a veces
difíciles de lograr; a los seis años los niños suelen tener
poco apetito por la mañana. Generalmente dicen no
apetecer los alimentos sólidos, y aceptan mejor los que
son de consistencia líquida. Es probable que por esta
razón las madres decidan prepararles a sus hijos una
mezcla de alimentos licuados. Poco a poco, a partir de los
seis años, el comportamiento de los niños frente a los
716
alimentos va cambiando en sentido positivo; a me- dida
que interactúan con otros niños de la misma edad, al
participar en juegos de conjunto que impli-can mayor
actividad física, suele mejorar su apeti- to, y
consecuentemente el consumo de alimentos es mayor.
Sin embargo, aunque los niños acepten una ma- yor
variedad de alimentos, pueden todavía mostrar- se
renuentes a consumir algunos de los que se resis tían
comer cuando aún eran preescolares; entre ellos es
frecuente que no apetezcan los vegetales cocidos las
carnes grasosas, ciertos platillos muy condimentados y
los quesos de sabor fuerte. La solución a este problema
va a depender de la manera en que los padres enfrenten
el rechazo de los niños; si adoptan la costumbre de
ofrecerles en forma esporádica aquellos que les
desagradan, podrán percatarse cuando sus hijos ya no se
rehusan a comerlos. Por el contrario, silos padres
insisten a menudo en que los coman, los niños
terminarán por aborrecer los alimentos especialmente
cuando éstos les son impuestos como castigo.
Son muchos factores los que inciden en la familiar, y
por ende en los alimentos que consumen
Bol Med Hosp Infant Mex
Importancia del desayuno en la nutrición y el rendimiento del niño escolar
los niños escolares. Como en otras etapas, el ambiente
emocional en cual se desarrolla la alimentación influye
en el consumo de los alimentos; una convivencia
familiar cálida y tranquila, en torno a la mesa en la cual
todos sus miembros comen, facilita la comunicación
entre los miembros de la familia, sea para despejar
dudas, sugerir soluciones a problemas cotidianos o
educar a los niños en pautas de conducta socialmente
aceptadas al comer.
Por otro lado, por la interacción de los escolares con
sus compañeros de escuela y con sus vecinos, con
quienes acostumbran jugar, empezarán a conocer los
patrones de alimentación que siguen otras familias y
tratarán de que su madre les prepare algunos platillos
que dejaron una grata experiencia al comerlos fuera de
su casa. También, los medios de comunicación, y
especialmente la televisión, los estimulan a tener
experiencias gustativas con nuevos productos, sean
éstos, alimentos, bebidas o golosinas.5 Como
consecuencia de esta publicidad muchos de estos
productos son exitosamente comercializados entre los
escolares, quienes dan muestra de su aceptación por:
pastelillos, palanquetas, frituras y bebidas gaseosas, o
con sabor a frutas o a chocolate, sobre todo cuando se
anuncia en la televisión.
El desayuno del escolar
De los tiempos destinados a la alimentación diaria, el
desayuno tiene especial significación en los escolares.
Entre los niños norteamericanos, de 5 a 12 años de
edad, el desayuno aporta entre 20 a 25% de las
recomendaciones diarias de energía y la tercera parte
de las que se asignan a las proteínas.6-10 Esta
observación puede ser sólo parcialmente válida en
países como México, tal vez sólo entre los escolares de
familias con recursos económicos holgados, que han
adoptado algunos patrones de la cultura norteamericana. Pensando en las condiciones de pobreza en
que viven varios millones de niños de este país, cabe
suponer que muchos asisten a la escuela sin haber
tomado alimento. Esta eventualidad es vista aún en
escolares norteamericanos, país en el que a partir de
1966 tiene prioridad el programa de desayunos
escolares de áreas pobres y lejanas; se informa que
entre 12 y 16% de los niños asisten a la escuela sin
desayunar,7,9 aunque por diversas circunstancias se ha
visto que estos índices pueden variar en una misma
población, de tal manera que a través de los años se
pueden encontrar cifras que van de 9 a 30%.10
A este respecto hay poca información en México;
Monge, 11 en 1982 encontró en una muestra de 5596
escolares de nuevo ingreso a la educación formal del
Vol. 57, diciembre 2000
Distrito Federal, que 5.4% de los niños del turno
matutino asisten a la escuela en ayuno y entre los que
desayunan, nueve de cada diez (88.9%) lo hace sin que
uno de los grupos de alimentos esté representado en su
dieta matutina, por lo que el desayuno puede juzgarse
como incompleto. Aún más grave es el hecho de que
en este mismo informe se señala que en el turno
vespertino uno de cada seis niños (16.4%) asiste sin
haber tomado el alimento del medio día y entre los que
silo consumen, 67.5% lo recibe pero faltándole un
alimento de los grupos. En familias socialmente
marginadas, que habitan algunas áreas rurales, cabe
especular que estos porcentajes pueden ser más altos.
Los programas de desayunos escolares
La idea de proveer raciones alimenticias a los escolares, parece haber existido desde la edad media. Al
menos desde hace varios siglos se han proporcionado a
los niños de algunos países Europeos, ya sea para
remediar el hambre o para corregir deficiencias en su
nutrición.12 En el continente Americano, Rosen13
menciona que en New York se inició en 1908 un
programa de raciones escolares que tuvo como objeto
“complementar la dieta de los niños para corregir
deficiencias en su alimentación" en ese año se
estimaba que entre 60 a 70 mil niños en edad escolar
eran afectados por el hambre y la desnutrición; tal
iniciativa dio lugar a que en Chicago, Filadelfia y otras
ciudades, las autoridades iniciaran programas
semejantes. Años después, durante la depresión
económica de los años 30 en ese país, se fortalecieron
los programas alimentarios estatales para proporcionar
a los niños raciones alimenticias; estos programas
fueron el antecedente del Programa Nacional de
comidas (“lunch") escolares que se inició en 1946, con
objeto de “salvaguardar la salud y bienestar de los
niños de la nación”14
En México el antecedente de las raciones escolares
se remonta a las postrimerías de la segunda década de
este siglo, en que empezó a funcionar la "Gota de
leche". Esta organización se estructuró a semejanza de
la que funcionaba en Francia, la cual fue creada para
proveer y distribuir leche esterilizada de vaca que era
destinada a niños lactantes; ésta era distribuida en
centros de higiene infantil dispersos en la ciudad
capital. 15 La labor de estos centros fue impulsada por la
Sra. Carmen García de Portes Gil, al crear en 1929 la
Asociación Nacional de Protección a la Infancia. Tal
iniciativa fue revitalizada 30 años después, cuando la
Sra. Eva Sámano de López Mateos creó en 1959 el
Instituto Nacional de Protección de la Infancia (INPI);
esta institución tomó como programa principal,
717
Vega-Francoy col.
producir y distribuir desayunos entre los niños que
asistían a las escuelas primarias. Desde entonces, con
interés dispar entre un sexenio gubernamental a otro,
este organismo ha cambiado de nombre -primero como
Instituto Mexicano de Asistencia a la Niñez y luego
como Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de
la Familia (DIF)- y ha diversificado sus programas. No
obstante los cambios que se han hecho a los
programas, éstos se han dirigido a la asistencia de los
niños y la familia, conservando la producción y
repartición de desayunos a los escolares. En la
actualidad se reparten 554 183 raciones en 2 170
centros escolares del Distrito Federal. El DIF
proporcionaba en 1996, en todo el país, 2 600 000
desayunos dianos.16
Evaluación de los desayunos escolares
Históricamente la decisión de proporcionar alimentos a
los segmentos de la sociedad que son afectados por
circunstancias climáticas, crisis económicas o
conflictos bélicos, tiene como propósito inmediato
aliviar el hambre y prevenir la desnutrición en los
grupos más endebles de la población. El hecho de que
en los países en desarrollo la desigualdad social afecte
a una población numerosa y por razón de los recursos
económicos que generalmente son limitados en estos
países, las personas beneficiadas con los programas de
ayuda alimentaria se seleccionan entre los grupos de
población más vulnerable; entre estos programas han
cobrado notoriedad los de desayunos escolares, en
parte por ser este grupo de población fácilmente
accesible.
Si bien los adelantos en los métodos y las técnicas de
investigación han permitido en años recientes que las
conclusiones a las que llegan los estudios científicos se
aproximen cada vez más a la verdad, los avances en
cuanto a los diseños y los métodos epidemiológicos no
han sido suficientes para lograr, con mayor
certidumbre, respuestas apropiadas a los problemas de
salud. Este juicio general es aplicable a los programas
de desayunos que se dan a los niños escolares, al
problema que implica evaluar el beneficio que reciben
los niños y a la dificultad para controlar en ellos las
numerosas variables implicadas en la nutrición y el
rendimiento del escolar, ha sido difícil obtener
respuestas reproducibles, por lo que se han generado
serias controversias.
Aunque es difícil separar la bondad nutricia que
confieren a los niños los suplementos alimenticios, de
la que puede ser consecuencia indirecta de los
programas de promoción y protección de la salud, es
pertinente reiterar que el crecimiento y desarrollo está
718
supeditado a una buena nutrición y ambos atributos
son parte esencial en la salud de los niños. A pesar de
esta dificultad, como todo programa de asistencia,
precisa ser evaluado.
En este sentido, la experiencia documentada en
Japón permite inferir que los desayunos escolares han
contribuido de manera substancial a la salud de los
niños. La evaluación hecha en 1973 por
Shimazono 17incluyó datos acerca del crecimiento de
los niños escolares entre 1900 y 1970; como conclusión este autor atribuyó a los desayunos escolares la
mejoría observada en la nutrición de los niños japoneses, sobre todo durante el período inmediato a la
Segunda Guerra Mundial. El crecimiento en la talla de
los escolares aumentó entre 1900 y 1939, lo que el
autor considera como signo de la mejoría en el estado
nutricio de los niños. Al iniciarse el conflicto bélico, la
ganancia en crecimiento cayó al punto inicia' de 1900,
atribuyéndolo a la suspensión de los desayunos
escolares. Una vez que se restableció el reparto de
estas raciones alimenticias, entre 1945 y 1946 los
niños gradualmente restablecieron su incremento
secular de su talla, de tal manera que en 1965 los niños
habían logrado equiparar la talla que sus padres tenían
cuando eran escolares, en 1937.
Efecto del desayuno sobre el aprendizaje
La presunción de que el desayuno contribuye favorablemente a la nutrición y al aprendizaje de los escolares, es un juicio razonablemente lógico, pero, para
los maestros de escuelas primarias, tal conjetura
constituye un juicio de verdad fundado en experiencias cotidianas. Por el carácter subjetivo de esta
apreciación la información que se da a este respecto se
juzga actualmente como dato "blando", aunque hace
poco más de 50 años, durante la depresión económica
en los Estados Unidos de América, era un criterio
usual. Así, Lininger18 valoró el efecto del programa de
reparto de leche a escuelas primarias de Filadelfia de
acuerdo a las opiniones expresadas por los maestros.
Por los cambios que apreciaron los profesores en el
rendimiento de sus alumnos, concluyeron que la leche
ejerció un efecto favorable: 45% de los niños que
tomaron leche mejoraron en su rendimiento escolar,
mientras que el cambio positivo sólo se observó en
21% de los que no tomaron este alimento.
En cierta forma este criterio aún se utiliza de manera
esporádica, aunque ahora se usan pruebas diseñadas
para medir el adelanto de los escolares en su
aprendizaje. A este respecto se ha hecho mención19 que
los desayunos permiten a los niños mejorar los
puntajes en pruebas que mide habilidades básicas para
Bol Med Hosp Infant Mex
Importancia del desayuno en la nutrición y el rendimiento del niño escolar
el lenguaje, la lectura y las matemáticas; también se
encontró que reduce el ausentismo escolar. Otro
informe describe un estudio comparativo entre niños
jamaiquinos, con desnutrición marginal, que recibían
desayunos escolares; se observó que entre los niños
que recibían el desayuno hubo una evidente mejoría en
habilidades para la solución de problemas de
aritmética, y además mejoró la asistencia a la
escuela.20
Efecto sobre las funciones cognitivas
Los hallazgos hasta ahora obtenidos, sin ser contundentes, hacen notar que silos escolares asisten a la
escuela sin haber desayunado, puede interferir con los
procesos de cognición y aprendizaje, en especial
cuando los niños se encuentran con una desnutrición
marginal. Su capacidad de atención y la memoria a
corto plazo, en sus modalidades visual y auditiva, son
las funciones que con mayor frecuencia se ven
afectadas en el ayuno. Los niños que no desayunan
registran menor velocidad de respuesta a los reactivos
de las pruebas psicométricas y cometen mayor número
de errores.21
Como consecuencia de las alteraciones en la memoria y en la atención, se ha encontrado también que
cuando los escolares están en ayuno, tienen menor
poder de discriminación visual ante estímulos
competitivos,22,23 su lenguaje fluye con lentitud y su
comprensión es limitada, en particular entre los niños
desnutridos.23 Es lógico pensar que todo esto es un
obstáculo para el aprendizaje.
Recientemente Pollitt y col.24 revisaron y analizaron
los resultados que obtuvieron en tres estudios
experimentales, todos hechos con un diseño cruzado.
En ellos trataron de probar la presunción de que si el
ayuno nocturno se prolonga por algunas horas de la
mañana, durante el tiempo destinado al trabajo escolar,
algunos aspectos del procesamiento de la información
que reciben durante su clase, se modifican
negativamente.
Los dos primeros experimentos incluyeron niños
norteamericanos bien nutridos y el tercero, niños
peruanos de familias de recursos económicos bajos,
con y sin desnutrición marginal. Los autores encontraron que silos escolares están en ayuno, suelen
cometer mayor número de errores en tareas de ejecución, por otro lado, tiene cierta limitación en su
poder discriminatorio y en su capacidad para asimilar
y recordar la lectura de un texto y series de palabras o
dígitos, lo que traduce menor capacidad de atención y
de memorización. En la discusión plantean como
explicación que algunos elementos del proceso de
cognición se alteran como consecuencia del estrés
Vol. 57, diciembre 2000
metabólico que ocasiona el ayuno prolongado cuyos
mecanismos homeostáticos trabajan para sostener la
concentración normal de la glucosa, lo cual parece
estar de acuerdo con lo observado en estudiantes
universitarios.25
Comentarios
Como en otras etapas de la evolución, en la del escolar
la importancia de la alimentación se puede contemplar
desde tres perspectivas: en los aspectos clínicos y
dietéticos, que permiten conocer la condición nutricia
de los niños; en la promoción de su crecimiento y
desarrollo; y, en la manera en que la alimentación
contribuye a la educación alimentaria de los escolares,
siempre y cuando sea proporcionada de acuerdo a
lineamientos dietéticos correctos.
Se ha mencionado que cuando el crecimiento corporal
ocurre dentro de las normas establecidas, éste es un
buen indicador de que los niños han recibido en su
dieta
diaria
una
cantidad
apropiada
de
macronutrimentos. Así, cuando los tres grupos de
factores: alimentación, nutrición, crecimiento y desarrollo, se integran en un sentido positivo, son una
buena parte de los componentes en los que se fundamenta el concepto de salud. De aquí la importancia
de conocer las particularidades evolutivas que caracterizan a la etapa del escolar; de esta manera se comprenderá que la demanda de nutrimientos está supeditada al incremento de la masa corpórea, que en los
escolares ocurre de manera lenta pero uniforme hasta
las primeras manifestaciones de la pubertad.
En cuanto a la forma en que la alimentación trasciende en la educación del escolar, cabe hacer notar
que es en esta etapa cuando los alimentos empiezan a
ser un instrumento más en el establecimiento de
vínculos familiares y sociales. En este mismo sentido,
por el comportamiento de los escolares frente a los
alimentos, éstos reafirman su propia identidad: sus
preferencias, sus rechazos, las variaciones de su apetito
son ya manifestaciones de su individualidad.
Así pues, la interacción del niño con otros escolares
dilata el ámbito de su convivencia social. A partir de
esta etapa no sólo son los miembros de su familia los
que participan modelando su forma de ser, sino
también influyen en él los profesores y condiscípulos.
Por otra parte, tanto por medio de los textos escolares
y por su relación amistosa con otros niños, empieza a
conocer otras formas de ser y de actuar, de ver el
mundo, y de conducirse ante diferentes circunstancias;
de esta manera el niño incorpora nuevas pautas de
comportamiento, a la vez que enriquece su
conocimiento del mundo en que vive.
Independientemente de los resultados de estudios
719
Vega-Francoy col.
que pretenden probar que hay una relación entre el
rendimiento escolar y el desayuno, es necesario
aceptar que de antemano hay cierta propensión a
suponer una asociación casual entre estos dos factores.
Es pues oportuno destacar que el rendimiento de los
escolares se juzga en meses o a lo largo de todo un
ciclo escolar, por lo que numerosas variabIes pueden
intervenir en el resultado final. Por esta razón, en años
recientes los investigadores han centrado su interés en
examinar las respuestas a reactivos de pruebas
psicométricas que miden algunos elementos del
proceso cognitivo, como: la memoria visual o la
auditiva, la capacidad para mantener la atención, la
capacidad de síntesis y de análisis, la discriminación
visual de formas, y otras funciones que eventualmente
pueden intervenir el rendimiento de los niños en sus
labores escolares.
Es pertinente recordar que la condición para que el
proceso de maduración física, mental y social ocurra
de acuerdo a las potencialidades genésicas de los
niños, es necesario que el entorno sea propicio para el
desarrollo pleno de sus capacidades, entre éstas las del
intelecto. De aquí la importancia de procurar las
condiciones óptimas para que esto ocurra.
THE IMPACT OF BREAKFAST IN NUTRITION
AND SCHOOL GAINING OF SCHOOL AGE CHILDREN
This paper emphasizes the relevance of breakfast in school-age children. It examines in a separate way the role it plays in
growth, which at this age is steady but slow. With regard to mental development of school-age children analizes the
information concerning Ihe true benefit ofbreak. fast on cognitive ability. Skipping breakfast harms the ability of children
to pay attention and it interferes with short time hearing and visual memory. Nutrition; feeding behavior; breakfast;
schools, children.
Referencias
1.
Gesell A, hg FL, Ames LB, Bullis GE. El niño de 5 a 10 años.
Buenos Aires: Editorial Paidos; 1958. p. 27-52.
2.
Organización Mundial de la Salud (OMS). Medición del efecto
nutricional de programas de suplementación alimentaria a grupos
vulnerables (WHO/FAP/79.1). Ginebra: OMS; 1980. p. 27-52.
3.
Committee on Nutrition, AAP. Pediatric Nutrition Handbook. 48 ed.
Elk Grove Village, 111: American Academy of Pediatrics; 1998. p.
648.
4.
Frisch RE, Rose E, Revelle R. The height and weight at
the time of adolescent growth spur in heigh and weight
and relationship to menarche. Hum Biol 1971; 1: 14059,
5.
Vega-Franco L, Argándara ML. La televisión y su influencia en la
selección que los niños hacen de los alimentos, bebidas y golosinas.
Bol Med Hosp Infant Mex
1983; 40: 46-56.
6.
Morgan KJ, Zabik ME, Leville GA. The role of breakfast in
nutrient intake of 5 to 12 years oíd chudren. Am J Clin Nutr 1981;
34:1418-27.
7.
American Dietetic Association. Child nutrition and health
campaingn. Rearch highlights. 1999.
8.
Hana 5, Vermeech J, Gale 5. The national evaluation of food
nutrition programs: program impact of dietary intake. Am J Clin
Nutr 1984; 40: 390-413.
9.
Nicklas TA, Bao W, Webber LS, Berenson GS. Breakfast
comsumption effects adequacy of total dary intake in children. J
Am Diet Assoc 1993; 93: 886-91.
10. Nicklas TA, O'Neil C, Berenson GS. Nutrient contribution of
breakfast, secular trends, and role of ready to eat cereala: a review
of data from Bogalusa Hearth Study. Am J Clin Nutr 1998; 67 Supí:
757S-63S.
720
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
Plazas M. Nutrición del prescolar y el escolar. En:
Casanueva E, Kaufer M, Pérez-Lizaur AB, Arroyo P, editores.
Nutriologla médica. México: Editorial Médica Panamericana; 1995.
p. 49-69.
Tarján R. Evaluation of school feeding programa in sorne European
countries. Nutrition and technology of food for humans. Bibliotheca
Nutritio et Dieta No. l8. Basilea:
5. Karger; 1973. p. 280-8.
Rosen G. A history of poublic health. Baltimore: The Johns
Hopkins University Press; 1993. p. 344-5.
American Dietetic Association. Position of the American Dietetic
Association: chud and adolescent food and nutrition programs (in
effect until December 31, 2001).
Avila CI, Frenk 5. Apuntes para la historia de la pediatría en
México desde la Independencia hasta nuestros días. En: Avila CI,
Frenk 5, Padrón PF, Rodríguez PM, editores. Historia de la
Pediatría Mexicana. México: Fondo de Cultura Económica; 1998. p.
333-57.
Anónimo. Desayunos DIF. Tradición que se renueva. México:
Cuadernos de Nutrición; 1996. p. 41-2.
Shimazono N. Evaluation of school feeding programa in Japan.
Bibliotheca Nutritio et Diet NI' 18. Basilea: S
Karger; 1973. p. 267-79.
Lininger FF. Relation of the use of rnilk to the physical and
scholastic progress of undernourished school children. Am J Public
Health 1933; 33: 555-60.
Meyers AF, Sampson AE, Weitzman M, Rogera BL- Keyne H.
School breakfast programa and school performance. -Am J Dis
Child 1989; 143: 1234-9.
Powell C, Granthan-McGregor SM, Elaton M. An evaluation of
giving the Jamaican goverment school meal to a class of children.
Hum Nutr Clin Nutr 1983; 37C:
381-8.
Bol Med Hosp Infant Mex
Importancia del desayuno en la nutrición y el rendimiento del niño escolar
21.
22.
23.
Pollitt E. Mathews R. Breakfast and cognition: an integrative
summary. Am J Clin Nutr 1998; 67 Supí:
8045-135.
Simeon DT, Grantham MS. Effects on missing breakfast on the
cognitive functions of children of differing nutritional status. Am J
Clin Nutr 1989; 49: 646-53.
Simeon DT. School feeding in Jamaica: a review of its evaluation.
Am J Clin Nutr 1998; 67 Supí: 790S-4S.
Vol. 57, diciembre 2000
24.
25.
Pollitt E, Cueto S, Jacoby ER. Fasting and cognition in well
and under nourished 8chool children a review of three
experimental studies. -Am J Clin Nutr 1998; 67 Supí: 779S84S.
Benton D. Parker PY. Breakfast, blood glucose, and
cognition. Am J Clin Nutr 1998; 67 Supí: 7725-85.
721
Descargar