WAGNERIANA CASTELLANA Nº 77 AÑO 2011 TEMA 8.1: COMPOSITORES WAGNERIANOS CATALANES TÍTULO: JOAN MANÉN AUTOR: Jordi Mota Podría considerarse con justicia a Manén, como uno de los 10 compositores españoles más conocidos en todo el mundo, si no fuese porque en los últimos años ha sido completamente olvidado. Nació en Barcelona el 14 de marzo de 1883 y falleció en la misma ciudad el 26 de junio de 1971. Alcanzó rápida fama como niño prodigio interpretando al piano, a los siete años, difíciles partituras de Bach y otros autores. También destacó como compositor, lo que le permitió ser conocido en todo el mundo. Varias de sus partituras fueron editadas en Francia y Alemania. De compositor pasó a director de orquesta, aunque su mayor popularidad la alcanzó como violinista, que es como se le recuerda en la actualidad. Su ópera más famosa, “Acté” fue estrenada en Alemania en 1908 en el mítico teatro de la opera de Dresde, lugar de estreno de las más importantes partituras y donde Richard Wagner, entre otros destacados maestros, ejerció de director. La crítica fue unánime: “¿Habrá descubierto Dresde con el joven compositor barcelonés un Richard Strauss español? Si se comparan las originales y agradables melodías de Manén y por otra parte la genial contrapuntística y polifónica construcción de Strauss que de una manera fantástica y ardorosa el español también ostenta, podríamos encontrar muchos puntos de contacto, tales como la elevadísima pintura sinfónica de la orquesta, la más grande potencia dramática, la avanzada armonía, modulaciones y sonoridad”. Según decía Manén en una entrevista: “Yo fui el primer compositor español que estrenó una ópera en el extranjero. En Alemania fue “Acté” y dos o tres años más tarde volvió a representarse en Dresde”. Esta afirmación no parece ajustarse a la realidad y quizás haya que atribuir el error a la transcripción del periodista, ya que el propio Manén en su “Diccionario de Associació Wagneriana – Apartat postal 1159 – 08080 Barcelona http://www.associaciowagneriana.com [email protected] celebridades musicales” nos explica que Vicente Martín y Soler estrenó varias óperas en el extranjero. Con motivo del estreno en Berlín por Fritz Reiner de “Nova Catalonia” un crítico aseguró que después de las de Mahler era la sinfonía que más le había impresionado y Millet describía el estilo de Manén en esa obra como “procedimientos todos exuberantes de modernidad, pero que la inspiración motivada por la fe y el entusiasmo vivificado con el fuerte abrazo del canto tradicional”. También en la Filarmónica de Viena, dirigida por Weingartner, obtuvo un gran éxito su concierto Grosso “Juventus” interpretado el 23 de noviembre de 1913. La “Revista Musical Catalana” publicó en su número de diciembre un resumen de la crítica vienesa con comentarios laudatorios unánimes. Y también en la misma revista, en el número de abril de 1925, en eminente compositor Antoni Massana –wagneriano convencido y que obtuvo un gran éxito en el Liceo con su ópera “Canigó”–, describía así las Sinfonía en tres actos “Camí del sol”: La estética musical de esta, que podríamos denominar sinfonía escénica, es la de un discípulo convencido de Wagner; pero un discípulo de aquellos que yo llamo fanáticos, que van más allá del maestro. Aquella tendencia absorbente de la idea poética, que hace de la música una cosa que se ha de oír pero no se ha de escuchar, tiene en el “Camí del sol” su realización perfecta. Y esta yo diría que es la realidad característica y el mérito más grande de esta producción de Manén. La estrecha fusión y el perfecto equilibrio entre el elemento poético y el musical dan como resultado una línea firme y segura, que nunca se desvanece, que nunca divaga y que produce una impresión altamente estética”. Lástima que no se haya conservado la grabación de un concierto en el que Richard Strauss al piano acompañó las obras que interpretaba Joan Manén. “Strauss era un buen pianista –escribe Manén– no un solista, mas sí un repentista de óptima clase. Descifró mi música con admirable seguridad, en el único ensayo que hicimos. Cuando terminó el concierto me impresionaron hondamente estas palabras que ante los circundantes me dirigió: “Voilá le jeune maître!”. Que uno tan grande dijera tal cosa de uno tan pequeño como yo era...” Associació Wagneriana – Apartat postal 1159 – 08080 Barcelona http://www.associaciowagneriana.com [email protected] Joan Manén, como toda la generación de compositores nacidos inmediatamente después de la muerte de Wagner, fue un gran admirador del maestro y logró, por lo que parece, encontrar un camino nuevo, aprendiendo del maestro de Bayreuth pero sin copiarle. Sin embargo, cuando poco antes de morir, el 5 de mayo de 1970 fue entrevistado en “La Vanguardia”, a la pregunta de si se consideraba un compositor de línea germánica, contestó: “No, no, no. Es falso. La mía es música ibérica cien por cien”. Manén compuso varias óperas: “Acté”, “Giovanna di Napoli”, “Der Fackeltanz”, “Nerón y Acté”, “Soledad”, “Don Juan”... Lógicamente fue autor de varias obras para violín, entre ellas cuatro conciertos y las endiabladamente difíciles “Variaciones sobre un tema de Tartini”. También escribió conciertos para violoncello, piano, oboe y flauta. Otras obras suyas son la sinfonía “Juventus” y “Camí del sol”, sinfonía para teatro con un prólogo, tres jornadas y epílogo. También realizó transcripciones sobre diversos autores e incluso – según refiere la Enciclopedia Espasa– terminó de instrumentar el primer movimiento para un supuesto segundo concierto para violín de Beethoven que descubrió en Viena. Su último gran proyecto fue el conocido como “Auditorio Manén” que tenía que reunir lo mejor de cada teatro, incluído el de Bayreuth. Toda la experiencia acumulada por Manén en sus giras de conciertos, estudiando cada teatro pensando en su futuro auditorio, tenían que dar resultado. En la página 14 del libro “100 Years of Wagner in Catalonia”, puede verse una fotografía realizada más o menos el año 2000, donde puede verse la estructura abandonada del proyectado “Auditorio Manén”. “No sabe cuánta ilusión tenía puesta en la construcción de un verdadero Teatro de Ópera para Barcelona –dice Manén en una entrevista–. Invertí mientras pude. Hasta veinte millones (de pesetas). Pero Castro le robó todo lo que tenía a mi mujer y entonces ya no fue posible seguir. Balañá padre compró el Auditorio, pero desgraciadamente murió y su hijo no piensa lo mismo”. Las instituciones, como se dice ahora, no quisieron saber nada y ahí quedó la ruina abandonada. Ni siquiera las palabras del entonces Ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne recomendándolo como sede del Teatro Nacional, sirvieron para nada. En el año 2009-2010 se derribó la estructura antigua y ahora han empezado a construir otro edificio. El Auditori Manén se hallaba en la calle Associació Wagneriana – Apartat postal 1159 – 08080 Barcelona http://www.associaciowagneriana.com [email protected] Balmes esquina calle Castanyer, bajando por Balmes a la izquierda y en la esquina de abajo. También su producción literaria fue considerable, pues además de los tres tomos de memorias, publicó varios libros: “Relatos de un violinista” (Madrid 1964); “Variaciones sin tema” (Barcelona 1955); “El violín” (Barcelona 1958) y el ya mencionado “Diccionario de celebridades musicales” que no llegó a terminar aunque fue editado en Barcelona en 1978 y terminado por Manuel Valls. Manén, además de un excelente compositor y un prestigioso virtuoso del violín fue, quizás antes que nada, un gran agente y representante de sí mismo que dedicó una buena parte de su vida a lo que hoy llamaríamos “el marketing”. Joan Manén tiene el currículum más impresionante que puede ofrecer un compositor de cualquier país. En los últimos años han surgido diversas iniciativas privadas para revitalizar y dar a conocer algunas de sus obras pero, por evidentes cuestiones de presupuesto, todo se limita de momento a música de cámara. Catalunya, que tiene en su historia un elenco de prestigiosos compositores de gran categoría, no ha logrado que ninguno de ellos haya salido del olvido y en vez de intentar recuperar a los acreditados compositores ya fallecidos, se prefiere invertir en nuevas y efímeras composiciones que no tienen futuro, lo cual se percibe el mismo día de su estreno. Hay varios compositores con los que podría empezar el renacer del mundo musical catalán, pero entre ellos quizás Manén es el que gozó de mayor fama y del que se conserva más información histórica, aunque la recuperación de sus partituras, sería un primer y admirable objetivo para consolidar el recuerdo de este músico singular. 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