CORRIENTE IDEALISTA Por idealismo podemos entender fundamentalmente dos cosas: un idealismo de los ideales y un idealismo de las ideas. El primero se refiere a la esfera de la praxis, abarcando tanto presupuestos éticoscomo políticos en el sentido de "situación ideal" En este último caso, el idealismo se convierte en utopismo. El idealismo de las ideas posee una índole más filosófica que el anterior, y hace referencia a toda doctrina que afirma que el sujeto (la conciencia, el "yo", la mente, o el espíritu) es el punto de partida y el origen de toda reflexión sobre el mundo. Esto quiere decir que la realidad no es conocida por sí misma y que conocer no es adecuar el pensamiento a las cosas, a lo "dado". Antes bien, es la propia realidad la que ha de inferirse de las "ideas" y representaciones que tenemos sobre ella. Es el sujeto es punto de partida de todo conocimiento, aquel que otorga sentido e, incluso, "construye" o crea la realidad. El idealismo de las ideas afecta, por lo tanto, tanto a aspectos gnoseológicos (pregunta por el conocimiento, su origen y sus límites) como metafísicos (pregunta por el "ser" de aquello que conocemos). Lo que sea el ser va a identificarse con lo que auténticamente puedo conocer de él. El ser es lo cognoscible con evidencia y se identifica con lo dado o contenido en la conciencia, aunque esto no implica necesariamente que todo idealismo reduzca el ser a un contenido de conciencia o que postule que el sujeto "construye" o produce toda realidad. Tipos generales de idealismo. 1. Si la conciencia o el sujeto se considera como algo real o como una entidad psíquica e individual, nos hallamos frente a un idealismo subjetivo o psicológico. Es la conciencia individual la dadora de ser, y éste último se reduce a lo percibido por mí. La entidad del ser es psicológica al igual que la actividad de la conciencia. Dentro del idealismo subjetivo podemos encuadrar tres corrientes: A. El idealismo del filósofo empirista G. Berkeley (1685-1753):. El ser de las "cosas" se agota en su ser percibido, es decir: identifica "ser" con "ser percibido" B. La rehabilitación por parte del empiriocriticismo del idealismo de Berkeley, representado por la filosofía de Avenarius. C. La filosofía gnoseológica de la inmanencia desarrollada desde finales del siglo XIX, cuyos máximos exponentes serían Wilhelm Schuppe, Max Kaufmann, Schubert-Soldern, Martin Keibel e incluso el propio Mach y Avenarius. 2. Tomando como criterio de distinción el tipo de conciencia, podemos considerar Otra forma de idealismo distinta a la anterior, el idealismo objetivo o lógico-trascendental, para el cual, la conciencia se concibe desde un punto de vista ideal y general, no real e individual. La conciencia no es una entidad empírica o psicológica, sino un sistema de estructuras lógicas, un sujeto general e, incluso, universal. A esta corriente pertenecen: 2 A. El idealismo trascendental de Kant (1724-1804), para el que el conocimiento es fruto de una síntesis entre lo dado al sujeto cognoscente (un material desordenado y caótico) y lo aportado o "puesto" por ese mismo sujeto en el acto de conocer: ciertos esquemas previos (formas puras a priori), a través de los cuales se organiza y estructura ese material. La universalidad y necesidad de las leyes que observamos en las matemáticas, la lógica y en la naturaleza provienen de la estructura cognoscitiva del sujeto. Es el sujeto el que impone sus leyes, no la realidad exterior. B. Actualmente se entiende por idealismo a la corriente filosófica denominada idealismo alemán, representada por Fichte (1762-1814), Schelling (775-1854) y Hegel (1770-1831) que fue continuada por otros filósofos como Schopenhauer y Bradley. Surgida como una transformación del pensamiento kantiano, el idealismo alemán sostiene que el mundo es el producto de una Idea o Razón Absoluta (infinita y universal), de carácter histórico, cuyo despliegue en el tiempo constituye lo que llamamos mundo, historia, hombre y los productos de la humanidad. C. La fenomenología de Edmund Husserl (1859-1938) también puede ser incluida en esta forma de idealismo. El yo, la conciencia, ocupa un lugar central en su doctrina y es el punto de partida de su filosofía. El yo puro se obtiene como una depuración realizada a través de la reducción trascendental. La conciencia pura no es una "realidad" o una "substancia", sino que es "pura inteligibilidad". D. Así mismo, puede considerarse perteneciente a esta clase de idealismo a la Escuela de Marburgo, de orientación neokantiana, cuyos principales representantes son Hermann Cohen (su fundador), Paul Natorp y Ernst Cassirer. De todas formas, estas corrientes no agotan el sentido del idealismo. Así, Heimsoeth postula que la primera actitud idealista en la historia de la filosofía surge en el cristianismo, fundamentalmente con la figura de San Agustín (354-43), el primero que reivindica la interioridad, la intimidad como punto de partida de todo conocimiento. Para Etienne Gilson, sin embargo, el primer filósofo idealista es René Descartes (1596-1650), cuyo idealismo sólo puede ser considerado como algo provisional; un punto de partida, no de llegada, ya que, al final, defiende un realismo metafísico, garantizado por Dios, y al margen de la conciencia empírica objetiva: existe una realidad externa, la res extensa, y una res infinita o Dios. CORRIENTE EXISTENCIALISTA El Existencialismo, en su sentido más amplio, es una filosofía del siglo XX centrada en el análisis de la existencia y en la manera en que los humanos existen en el mundo. La idea es que los humanos primero existen y luego cada individuo pasa toda su vida cambiando su esencia o naturaleza. En términos más simples, el existencialismo es una filosofía con la búsqueda de sí mismo y el significado de la vida a través del libre albedrío, de elección, y de la responsabilidad personal. La creencia es que la gente está tratando de encontrar quiénes y qué son a lo largo de sus vidas, a medida que toman decisiones basadas en sus experiencias, creencias, y perspectivas. Y las decisiones personales se tornan únicas sin la necesidad de una forma objetiva de la verdad. Un existencialista cree que una persona debe estar obligada a tomar decisiones y a ser responsable, sin la ayuda de leyes, reglas étnicas, ni tradiciones. Existencialismo - Qué es, y qué no es El existencialismo toma en consideración los conceptos siguientes: El libre albedrío humano La naturaleza humana es elegida mediante las decisiones de la vida. Una persona es mejor cuando lucha contra su naturaleza individual, peleando por la vida. Las decisiones no vienen sin estrés, o sin consecuencias Hay cosas que no son racionales La responsabilidad personal y la disciplina son cruciales La sociedad es antinatural y sus religiones tradicionales y reglas seculares son arbitrarias Los deseos mundanos son inútiles El existencialismo está ampliamente definido en una variedad de conceptos y no puede haber una sola respuesta a lo que realmente es, aun así no apoya ninguna de las siguientes: La riqueza, el placer, o el honor hacen buena a la vida Los valores y estructuras sociales controlan al individuo Aceptar lo que es y eso es suficiente en la vida La ciencia puede y hará que todo sea mejor La gente es básicamente buena pero la sociedad o fuerzas externas la estropean La mentalidad de "¡Quiero hacer mi voluntad ahora!" o "¡No es culpa mía!" Existe una amplia variedad de ideologías filosóficas, religiosas y políticas que conforman el existencialismo, así que no existe ningún acuerdo universal en un conjunto arbitrario de ideales y creencias. Las políticas varían, pero cada una busca la máxima libertad individual para la gente dentro de una sociedad. Existencialismo - Impacto en la Sociedad Las ideas existencialistas surgieron en un tiempo en la sociedad cuando prevalecía una gran desesperanza, a continuación de la Gran Depresión y de la Segunda Guerra Mundial. Hubo un espíritu de optimismo en la sociedad que fue destruido por la Primera Guerra Mundial y las calamidades a mediados del siglo. Esta desesperanza ha sido articulada por filósofos existencialistas hasta bien entrados los años 70, y continúa siéndolo hasta hoy como una forma popular de pensamiento y razonamiento (con la libertad de escoger el sistema moral y estilo de vida preferido de cada quien). Un existencialista podría ser un moralista religioso, un relativista agnóstico, o un ateo amoral. Kierkegaard, un filósofo religioso, Nietzsche, un anti-cristiano, Sartre, un ateo, y Camus, un ateo, son reconocidos por sus trabajos y escritos sobre el existencialismo. Sartre se destacó por atraer la mayor atención internacional hacia el existencialismo en el siglo XX. Cada uno, básicamente concuerda en que la vida humana no está de ninguna manera completa, y no es enteramente satisfactoria debido a los sufrimientos y pérdidas que ocurren al considerar la falta de perfección, de poder, y de control que uno tiene sobre su vida. Aunque concuerdan en que la vida no es óptimamente satisfactoria, concuerdan, sin embargo, en que tiene significado. El existencialismo es un viaje y una búsqueda del verdadero yo, y del verdadero significado personal en la vida. CORRIENTE MATERIALISMO El Materialismo es una doctrina según la cual todo lo que existe no está determinado y se explica por algo superior y previo a lo experimentable y aprehendido empíricamente (Dios, espíritu, inteligencia del mundo, ideas), sino que está determinado en su ser sólo por algo material y en su comportamiento sólo por la causalidad eficiente. "Desde la antigua Grecia con Parménides en el 540 al 470, se definen como fundadores del materialismo a los mismos fundadores del Atomismo: Leucipo (siglo V a.C.), y Demócrito (460 – 370 a.C.)". Por ello, el materialismo es tan antiguo como la filosofía: sus exponentes del siglo XIX lo re expusieron en el lenguaje de la ciencia contemporánea y lo expresaron como una concepción del mundo que pone la materia como primer principio de toda la realidad y considera toda forma y toda energía, lo mismo que la vida y la conciencia, como derivados de la materia misma. La materia es entendida como sustancia originaria, único fundamento existencial del mundo. El materialismo "rechaza todo dualismo de materia y espíritu y lleva a la negación de Dios". La materia no ha sido creada, es eterna e infinita, su causa hay que buscarla en ella misma. Principal representante Carlos Marx. Vida. Nació en Teveris (Alemania) en 1818. De familia y confesión religiosa judía, pero perdió la fe desde muy joven cuando su padre se convirtió por motivos políticos y económicos al protestantismo, realizó sus estudios en Boon y Berlín donde se doctoró y entró en contacto con los filósofos de la izquierda Hegeliana. Con sus amigos editó una revista llamada: "La Gaceta Renana", la cual fue prohibida por el gobierno. En 1843 contrajo matrimonio y se trasladó a París donde conoció a Friederich Engels, el cual se convirtió en su gran amigo y compañero, tanto en la vida como en las obras políticas y literarias. De aquí en adelante anduvo de país en país, pues donde llegaba pronto lo expulsaban por sus ideas políticas y sociales, hasta que se establece definitivamente en Londres, donde murió en 1883. Obras. "El Capitalismo", que se publicó en tres partes en tiempos distintos: la primera división la publicó él mismo en 1867, la segunda Engels en 1885 y la tercera después de la muerte de ambos en 1895. Otras obras son: "El Manifiesto del Partido Comunista", "La Ideología Alemana", "La Sagrada Familia", "Manuscritos Económicos y Filosóficos". Pensamiento. "El pensamiento de Marx estuvo claramente influenciado por cuatro autores: Hegel, Feuerbach, Saint Simón y Prudhon". De Hegel tomó el método dialéctico pero aplicado a la materia y no al espíritu; de Feuerbach asimila el materialismo ateo; de Sanit Simón y Prudhon sus ideas económicas. Marx consideró que la dialéctica fue el mayor descubrimiento de Hegel como método en el materialismo; el progreso de la ciencia demuestra que ésta es la ley, tanto de la naturaleza como del pensamiento. "Esta dialéctica se presenta entonces en las típicas etapas de tesis, antítesis y síntesis; la aplicación más importante de estas etapas dialécticas está en la interpretación del devenir histórico como una continua lucha de clases". Marx dice que la praxis es lo mismo que la acción. Esta es la orientación final de todo el pensamiento de Marx, lo cual dice no quedarse en la mera contemplación o en la teoría. En cuanto al ateísmo nos dice Marx que "el hombre es para el hombre el ser supremo, no es Dios quien ha creado la materia, sino que es la materia, concretamente el cerebro humano, el que ha creado la idea de Dios. El hombre ha brotado del proceso evolutivo de la materia animada por un movimiento ascendente cuyo punto culminante es el cerebro humano que segrega el espíritu". No es el espíritu quien crea sino que éste entendido materialmente es el que alumbra al espíritu y a la idea; los cuales no tendrían sustento si no fuera por la fisiología cerebral. El cerebro es un producto social. El Hombre no es otra cosa que el resultado de influencias físico – fisiológicas y sociológicas que lo determinan desde fuera y hacen de él una cosa entre las cosas. El pensamiento de Marx estuvo influenciado por el socialismo y nos dice que el ser humano es el conjunto de las relaciones sociales, ya que el individuo no tiene humanidad sino sólo en y por la sociedad. El trabajo naturaliza al hombre, lo objetiviza en las cosas. Marx nos dice que "el capitalismo es una explotación del trabajador, lo cual trae como consecuencia en primer lugar, del lado del trabajador, que éste se convierta en proletario". Lo que quería Marx ante todo era una sociedad sin clases; el estado queda suprimido o mejor se suprime así mismo por una debilitación progresiva y la administración de las cosas sustituyen al gobierno de los hombres. Con el comunismo hallamos de nuevo el humanismo real que engloba y absorbe el humanismo teórico que había sido obtenido ya desde antes al suprimir toda religión. CORRIENTE RACIONALISTA En filosofía, bajo la denominación de "racionalismo" (del lat. ratio= razón entendimiento) se comprenden las convicciones y teorías que opinan que por medio de la razón se puede entender suficientemente la realidad y, en consecuencia, obrar "razonablemente". El racionalismo se opone al empirismo (en el plano del conocimiento), al irracionalismo (en el plano del uso de la razón) y al utilitarismo y el hedonismo (en el plano de la ética). Va también contra toda religión revelada que, como se sabe, ve la fuente del conocimiento no en la razón, sino en la revelación. K. Popper ha introducido la distinción entre racionalismo "clásico" y racionalismo "crítico" (cf. La sociedad abierta y sus enemigos, 1944). EL RACIONALISMO EN LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. Las primeras manifestaciones del racionalismo occidental se advierten ya en la filosofía griega, en los presocráticos. Sin embargo, el racionalismo clásico no comienza a desarrollarse hasta Sócrates, que distingue rigurosamente entre saber auténtico, mera opinión y creencia. El conocimiento auténtico se distingue de la mera opinión porque está motivado. Su verdad está asegurada con pruebas. Según Aristóteles, se da auténtico conocimiento cuando se conocen las causas por las que algo es como es. Distingue él entre conocimiento mediato (las conclusiones lógicas deducidas de supuestos primeros) y saber inmediato (conocimiento de la verdad de los primeros principios). El ejemplo clásico de semejante ideal de conocimiento lo representa la geometría euclidiana, donde de las proposiciones supremas (axiomas o postulados) se deducen lógicamente todas las demás proposiciones. Todas las proposiciones de ese sistema se presentan seguras de su verdad: las primeras por el conocimiento inmediato, las restantes por deducción lógica. Aristóteles con su concepción dejó su impronta en la alta escolástica medieval (cf. Tomás de Aquino), y su influjo puede rastrearse hasta la Edad Moderna. Pero el problema básico es y sigue siendo el conocimiento inmediato de las verdades primeras. El racionalismo de la Edad Moderna intenta encontrar una respuesta. De acuerdo con esto, presenta dos formas: como intelectualismo (Descartes, Pascal, Spinoza) y empirismo (Bacon, Locke, Berkeley). El intelectualismo se designa comúnmente también racionalismo. Para él intelectualismo, la fuente del conocimiento inmediato es la intuición intelectual; en cambio, para el empirismo lo es la experiencia. Kant intenta una síntesis de intelectualismo y empirismo, sustituyendo el realismo anterior por el idealismo trascendental, que se basa en la interpelación trascendental: la cuestión de las condiciones de posibilidad del conocimiento. La certeza del conocimiento dice relación, según Kant, no a una realidad exterior, sino a las formas de la experiencia, que están determinadas por las estructuras de la facultad de conocer. Sin embargo, la solución kantiana ha tropezado con la crítica de la ciencia moderna, motivada por idos "descubrimientos": primero, el descubrimiento de geómetras no euclidianas y, segundo, por la formulación de una física no newtoniana (Einstein). Del ideal del racionalismo clásico (certeza del conocimiento) se aparta el racionalismo crítico tal como lo estableció K. Popper en los años treinta (cf. Lógica de la investigación). La exigencia de un conocimiento seguro como lo muestra Popper- es irrealizable. Por eso el racionalismo crítico renuncia a ese ideal y propugna un falibilismo consecuente: no existe ningún conocimiento absolutamente cierto, porque el hombre puede siempre equivocarse en la solución de sus problemas cognoscitivos. La certeza del conocimiento no coincide con la aspiración a la verdad. El ideal cognoscitivo de Popper se caracteriza por la tenaz aspiración a un conocimiento del contenido que en realidad sólo posee el status de presunción. En este sentido. Todo saber es "hipotético", lo que no ha de conducir al relativismo, ya que el conflicto de las teorías permite por lo menos un saber aproximativo. Por eso hay que someter a comprobación las teorías y hay que criticarlas. Así pues, en lugar de la- exigencia de fundamentación tenemos en el racionalismo crítico la exigencia del análisis crítico... Por tanto, en el racionalismo crítico no se abandona la búsqueda de la verdad en el sentido de búsqueda de un conocimiento del contenido, ya que, a diferencia de Kant, se adhiere al "realismo": El racionalismo crítico se opone también a la tendencia del empirismo a afirmar la pura experiencia, que, según su concepción, no existe. La experiencia está ya siempre "empapada de teoría". CORRIENTE POSITIVISTA Consiste en no admitir como válidos científicamente otros conocimientos, sino los que proceden de la experiencia, rechazando, por tanto, toda noción a priori y todo concepto universal y absoluto. El hecho es la única realidad científica, y la experiencia y la inducción, los métodos exclusivos de la ciencia. Por su lado negativo, el positivismo es negación de todo ideal, de los principios absolutos y necesarios de la razón, es decir, de la metafísica. El positivismo es una mutilación de la inteligencia humana, que hace posible, no sólo, la metafísica, sino la ciencia misma. Esta, sin los principios ideales, queda reducida a una nomenclatura de hechos, y la ciencia es una colección de experiencias, sino la idea general, la ley que interpreta la experiencia y la traspasa. Considerado como sistema religioso, el positivismo es el culto de la humanidad como ser total y simple o singular. Pasando un poco a la parte de la evolución del positivismo podemos decir que fue utilizado por primera vez por el filósofo y matemático francés del siglo Auguste Comte (XIX), pero algunos de los conceptos positivistas se remontan al filósofo británico David Hume, al filósofo francés SaintSimón, y al filósofo alemán Immanuel Kant. Comte eligió la palabra positivismo sobre la base de que señalaba la realidad y tendencia constructiva que él reclamó para el aspecto teórico de la doctrina. En general, se interesó por la reorganización de la vida social para el bien de la humanidad a través del conocimiento científico, y por esta vía, del control de las fuerzas naturales. Los dos componentes principales del positivismo, la filosofía y el Gobierno (o programa de conducta individual y social), fueron más tarde unificados por Comte en un todo bajo la concepción de una religión, en la cual la humanidad era el objeto de culto. Numerosos discípulos de Comte rechazaron, no obstante, aceptar este desarrollo religioso de su pensamiento, porque parecía contradecir la filosofía positivista original. Muchas de las doctrinas de Comte fueron más tarde adaptadas y desarrolladas por los filósofos sociales británicos John Stuart Mill y Herbert Spencer así como por el filósofo y físico austriaco Ernst Mach. Comte, Augusto (1798-1857). Filósofo positivista francés, y uno de los pioneros de la sociología. Nació en Montpellier el 19 de enero de 1798. Desde muy temprana edad rechazó el catolicismo tradicional y también las doctrinas monárquicas. Logró ingresar en la Escuela Politécnica de París desde 1814 hasta 1816, pero fue expulsado por haber participado en una revuelta estudiantil. Durante algunos años fue secretario particular del teórico socialista Claude Henri de Rouvroy, conde de Saint-Simón, cuya influencia quedaría reflejada en algunas de sus obras. Los últimos años del pensador francés quedaron marcados por la alienación mental, las crisis de locura en las que se asumía durante prolongados intervalos de tiempo. Murió en París el 5 de septiembre de 1857. Para dar una respuesta a la revolución científica, política e industrial de su tiempo, Comte ofrecía una reorganización intelectual, moral y política del orden social. Adoptar una actitud científica era la clave, así lo pensaba, de cualquier reconstrucción. Afirmaba que del estudio empírico del proceso histórico, en especial de la progresión de diversas ciencias interrelacionadas, se desprendía una ley que denominó de los tres estadios y que rige el desarrollo de la humanidad. Analizó estos estadios en su voluminosa obra Curso de filosofía positiva (6 vols., 1830-1842). Dada la naturaleza de la mente humana, decía, cada una de las ciencias o ramas del saber debe pasar por "tres estadios teoréticos diferentes: el teológico o estadio ficticio; el metafísico o estadio abstracto; y por último, el científico o positivo". En el estadio teológico los acontecimientos se explican de un modo muy elemental apelando a la voluntad de los dioses o de un dios. En el estadio metafísico los fenómenos se explican invocando categorías filosóficas abstractas. El último estadio de esta evolución, el científico o positivo, se empeña en explicar todos los hechos mediante la aclaración material de las causas. Toda la atención debe centrarse en averiguar cómo se producen los fenómenos con la intención de llegar a generalizaciones sujetas a su vez a verificaciones observacionales y comprobables. La obra de Comte es considerada como la expresión clásica de la actitud positivista, es decir, la actitud de quien afirma que tan sólo las ciencias empíricas son la adecuada fuente de conocimiento. Cada uno de estos estadios, afirmaba Comte, tiene su correlato en determinadas actitudes políticas. El estadio teológico tiene su reflejo en esas nociones que hablan del Derecho divino de los reyes. El estadio metafísico incluye algunos conceptos tales como el contrato social, la igualdad de las personas o la soberanía popular. El estadio positivo se caracteriza por el análisis científico o "sociológico" (término acuñado por Comte) de la organización política. Bastante crítico con los procedimientos democráticos, Comte anhelaba una sociedad estable gobernada por una minoría de doctos que empleara métodos de la ciencia para resolver los problemas humanos y para imponer las nuevas condiciones sociales. Aunque rechazaba la creencia en un ser transcendente, reconocía Comte el valor de la religión, pues contribuía a la estabilidad social. En su obra Sistema de Política Positiva (1851-1854; 1875-1877), propone una religión de la humanidad que estimulara una benéfica conducta social. La mayor relevancia de Comte, sin embargo, se deriva de su influencia en el desarrollo del positivismo. La Ley de los tres Estados. Según Comte, los conocimientos pasan por tres estados teóricos distintos, tanto en el individuo como en la especie humana. La ley de los tres estados, fundamento de la filosofía positiva, es, a la vez, una teoría del conocimiento y una filosofía de la historia. Estos tres estados se llaman: Teológico. Metafísico. Positivo. Estado Teológico: Es ficticio, provisional y preparatorio. En él, la mente busca las causas y los principios de las cosas, lo más profundo, lejano e inasequible. Hay en él tres fases distintas: Fetichismo: en que se personifican las cosas y se les atribuye un poder mágico o divino. Politeísmo: en que la animación es retirada de las cosas materiales para trasladarla a una serie de divinidades, cada una de las cuales presenta un grupo de poderes: las aguas, los ríos, los bosques, etc. Monoteísmo: la fase superior, en que todos esos poderes divinos quedan reunidos y concentrados en uno llamado Dios. En este estado, predomina la imaginación, y corresponde a la infancia de la humanidad. Es también, la disposición primaria de la mente, en la que se vuelve a caer en todas las épocas, y solo una lenta evolución puede hacer que el espíritu humano de aparte de esta concepción para pasar a otra. El papel histórico del estado teológico es irremplazable. Estado Metafísico: O estado abstracto, es esencialmente crítico, y de transición, Es una etapa intermedia entre el estado teológico y el positivo. En el se siguen buscando los conocimientos absolutos. La metafísica intenta explicar la naturaleza de los seres, su esencia, sus causas. Pero para ello no recurren a agentes sobrenaturales, sino a entidades abstractas que le confieren su nombre de ontología. Las ideas de principio, causa, sustancia, esencia, designan algo distinto de las cosas, si bien inherente a ellas, más próximo a ellas; la mente que se lanzaba tras lo lejano, se va acercando paso a paso a las cosas, y así como en el estado anterior que los poderes se resumían en el concepto de Dios, aquí es la naturaleza, la gran entidad general que lo sustituye; pero esta unidad es más débil, tanto mental como socialmente, y el carácter del estado metafísico, es sobre todo crítico y negativo, de preparación del paso al estado positivo; una especie de crisis de pubertad en el espíritu humano, antes de llegar a la adultez. Estado Positivo: Es real, es definitivo. En él la imaginación queda subordinada a la observación. La mente humana se atiene a las cosas. El positivismo busca sólo hechos y sus leyes. No causas ni principios de las esencias o sustancias. Todo esto es inaccesible. El positivismo se atiene a lo positivo, a lo que está puesto o dado: es la filosofía del dato. La mente, en un largo retroceso, se detiene a al fin ante las cosas. Renuncia a lo que es vano intentar conocer, y busca sólo las leyes de los fenómenos. EL POSITIVISMO Y LA FILOSOFIA. Es aparentemente, una reflexión sobre la ciencia. Después de agotadas éstas, no queda un objeto independiente para la filosofía, sino ellas mismas; la filosofía se convierte en teoría de la ciencia. Así, la ciencia positiva adquiere unidad y conciencia de sí propia. Pero la filosofía, claro es, desaparece; y esto es lo que ocurre con el movimiento positivo del siglo XIX, que tiene muy poco que ver con la filosofía. Pero en Comte mismo no es así. Aparte de lo que cree hacer hay lo que efectivamente hace. Y hemos visto que: Es una filosofía de la historia (la ley de los tres estados). Una teoría metafísica de la realidad, entendida con caracteres tan originales y tan nuevos como el ser social, histórica y relativa. Una disciplina filosófica entera, la ciencia de la sociedad; hasta el punto de que la sociología, en manos de los sociólogos posteriores, no ha llegado nunca a la profundidad de visión que alcanzó en su fundador. Este es, en definitiva, el aspecto más verdadero e interesante del positivismo, el que hace que sea realmente, a despecho de todas las apariencias y aun de todos los positivistas, filosofía. EL SENTIDO DEL POSITIVISMO. Esta ciencia positiva es una disciplina de modestia; y esta es su virtud. El saber positivo se atiene humildemente a las cosas; se queda ante ellas, sin intervenir, sin saltar por encima para lanzarse a falaces juegos de ideas; ya no pide causas, sino sólo leyes. Y gracias a esta austeridad logra esas leyes; y las posee con precisión y con certeza. Una y otra vez vuelve Comte, del modo más explícito, al problema de la historia, y la reclama como dominio propio de la filosofía positiva. En esta relación se da el carácter histórico de esta filosofía, que puede explicar el pasado entero. CORRIENTE PRAGMATISTA Movimiento filosófico desarrollado especialmente en Estados Unidos e Inglaterra, pero con repercusión y desarrollo parcial en otros países. El pragmatismo consiste en reducir "lo verdadero a lo útil" negando el conocimiento teórico en diversos grados; para los más radicales sólo es verdadero aquello que conduce al éxito individual, mientras que para otros, sólo es verdadero cuando se haya verificado con los hechos. "El intelecto es dado al hombre, no para investigar y conocer la verdad, sino para poder orientarse en la realidad. El conocimiento humano recibe su sentido y su valor de este su destino práctico. Su verdad consiste en la congruencia de los pensamientos con los fines prácticos del hombre, en que aquellos resulten útiles y provechosos para la conducta práctica de éste." En general, para las diversas formas de pragmatismo, la verdad radica en la utilidad y en el éxito, por lo tanto, todo conocimiento es práctico si sirve para algo, si es posible de realizar. PRINCIPAL REPRESÉNTATE El fundador del pragmatismo es el filósofo norteamericano William James, del cual procede el mismo nombre "Pragmatismo". La frecuentación de los medios académicos alemanes, el estudio de los sistemas de Kant, de Fichte y de Hegel constituyen datos puramente objetivos en la formación de James. Otro precursor del pragmatismo fue Federico Nietzsche, quien dice: "la verdad no es un valor teórico, sino también una expresión para designar la utilidad." Y según él, sirve para designar el poderío. Esbozos de pragmatismo podemos ver de manera indirecta y en los comienzos de la filosofía, en los sofistas, quienes con interés de educar o de instruir a la gente, lo hacían esperando una remuneración, y para ello empleaban la palabra. Los sofistas enseñan un saber de cara a la vida pública: educan para hacer política en el ágora, para hacer triunfar su opinión en las discusiones, para defenderse en los juicios. La función del conocimiento es buscar el éxito en la vida política, y por esto, tiene pues, un sentido pragmático. Uno de los principales representantes de esta teoría es: William James. a. Vida. Nació el 11 de enero de 1842 en Nueva York. Realizó parte de sus estudios en Norteamérica. Dio consistencia al pragmatismo; fue fisiólogo, sicólogo y de grandes dotes artísticas, profundamente religioso. En 1865 ingresa a la Escuela de Medicina de Harvard, y durante un curso académico intenso, se deja absorber por sus estudios, aunque ya sabe que la medicina no constituye su verdadera vocación. Se gradúa como médico en 1869 pero no puede ejercer; preso de fantasías de suicidio y de un pánico fóbico, permanece recluido en casa de su padre, negándose a salir de allí. En 1907 aparece el pragmatismo y en 1910 muere en New Hampshire el 26 de agosto. b. Obras. Sus principales son: La voluntad de creer, Variedades de la experiencia religiosa, El pragmatismo, Ensayo sobre empirismo radical, entre otras. c. Pensamiento. 1) La religión. Para James las ciencias sólo se convierten en verdades cuando son útiles, por consiguiente, la utilidad debe ser la medicina de la ciencia: "La utilidad para James no se reduce a la satisfacción de las necesidades materiales del ser humano, sino a todo cuanto sirva para el desarrollo del hombre en la sociedad; en este sentido la creencia práctica, por ejemplo el amor y la simpatía, logra efectos sociales eficaces en el aspecto moral, como también la Religión será verdadera función de sus resultados." No existe realidad absoluta; las cosas verdaderas se van construyendo con la elaboración humana a base de un núcleo incognoscible: "Este fenomenismo se mitiga diciendo que si un mundo real trae consecuencias prácticas para la vida, tendrá significado... La distinción de bueno o malo no proviene del objeto, sino de sentimientos conscientes de las reacciones viscerales. La religión debe admitirse por su valor pragmático; el fenómeno religioso, tiene su explicación en el subconsciente, que es una personalidad educada en la penumbra y que actúa sin ser percibida por la experiencia." De esta manera se explica que el individuo quiere librarse se una inquietud recurriendo a un ser superior a quien debe reverencia; para James, los valores religiosos no son un saber demostrable si son sumamente prácticos. "El hombre puramente intelectual y teorético está expuesto al error en toda encrucijada, se decide de este modo o del otro." Asimismo, la religión pertenece al dominio privado e interior del hombre, cuya esencia es el sentimiento y la acción, por lo cual, el objeto de la religión no es un objeto exterior e intelectual, sino subjetivo, ordenado a la acción. 2) Sicología. James tratará de estructurar una conciencia a la que considera como distinta del puro orden físico. "No existe, la conciencia dividida en trozos o estados, sino que es una continuidad sicológica. Si la conciencia no es reductible a los hechos fisiológicos, existe, no obstante, una íntima relación entre aquélla y estos, a través del cerebro y el sistema nervioso." 3) Teísmo. El teísmo o "espiritualismo" dice que la mente no solo atestigua y anota los hechos, sino que también actúa y opera con ellos, es decir, que el mundo es guiado, no por sus elementos inferiores sino por los superiores. "La materia es grosera, tosca, rastrera; el espíritu es puro, elevado, noble; y puesto que está en consonancia con la dignidad de Universo conceder la primacía a lo que parece superior, debe afirmarse el espíritu como principio directivo." ACTUALIDAD DEL PENSAMIENTO El hombre a lo largo de la historia ha aprendido a desarrollar sus habilidades cognoscitivas en el descubrimiento de muchas ciencias que en nuestro tiempo sin valoradas y estudiadas en diferentes centros de educación, tanto media como superior. Es un hecho reconocible y fácil de observar que en la mayoría de las universidades, las personas eligen carreras que, además de brindarles nuevos y amplios conocimientos, lo hacen con miras a obtener de ellas una utilidad, donde al ejercerla, puedan tener un alto status social y, por consiguiente, un beneficio económico. El pragmatismo tiene de este modo, gran influencia en nuestra actualidad, puesto que ha sido el hombre quien durante un largo proceso de elaboración de conocimientos, comienza a encontrar un "sentido práctico" de este producto (saber). De este modo, podemos decir que en un sentido positivo, gracias al pragmatismo, nos hemos dado cuenta que el hombre, ocupando el centro del mundo que lo rodea, transforma las cosas, las trasciende, y mediante un proceso de relación hombre-ambiente como lo presenta Dewey reconstruye y transforma los elementos que "ya están" en algo que a él le favorezca, le sean benéficos. Además, hay que reconocer, que nuestra sociedad en cuanto estamento en vía de progreso, requiere hombres prácticos que promuevan obras que sean en bien, tanto del individuo como de la sociedad, que sea el hombre el que produce y se auto superé y no sea desplazado o reemplazado por una máquina; aunque no debemos dudar que nuestra sociedad también requiere hombres teóricos inteligentes, que mantengan en su fluidez de pensamiento, lógico y práctico, un deseo de llevar al pueblo en la conservación de su cultura. Referencias bibliográficas http://www.profesorenlinea.cl/universalhistoria/pensamientohbreevoluc/pragmatis mo.htm http://romero04.blogspot.com/ http://www.mercaba.org/DicTF/TF_racionalismo.htm http://www.monografias.com/trabajos17/marxismo-historicismo/marxismohistoricismo.shtml http://www.monografias.com/trabajos2/sintefilos/sintefilos.shtml http://filosofia.idoneos.com/index.php/350148 http://www.allaboutphilosophy.org/spanish/existencialismo.htm