LA PEQUEÑA BURGUESIA Y EL PARTIDO LA PEQUEÑA BURGUESIA, UNA CLASE TRANSITORIA Como se sabe, la burguesía es la clase social poseedora, dueña de los medios de producción y por ende, la arrebatadora de la plusvalía generada por los trabajadores. Aquí estriba, precisamente, la riqueza de esta clase parasitaria: Cada día más rica con el esfuerzo, con el sudor y sufrimiento del proletariado. Junto a la burguesía, existe otra clase social formada por los pequeños propietarios, la pequeña burguesía; sector éste que por su propia situación, aspira subir al escalón superior, a formar parte de la primera. Para lograrlo, utiliza todos los mecanismos que tiene a su alcance. Sin embargo y pese a su empeño, se da cuenta que muy pocos de sus integrantes, en comparación con su inmenso número, logran ese objetivo. La burguesía termina siempre por diluir sus esfuerzos y someterla a una condición precaria, con una inestabilidad económica que la lleva a pensar en otro tipo de salida a su situación cercana a la del proletariado. En otras palabras, la pequeña burguesía es una clase social especial, transitoria, situada entre la burguesía y el proletariado, y por ende, en peligro constante de proletarizarse. La pequeña burguesía, en su transitoriedad, tiene un doble carácter: por su aspecto positivo y revolucionario, en su gran mayoría, se deja influir por el proletariado políticamente, en el terreno de organización e incluso en el ideológico, está por una revolución democrática y puede unirse y luchar por alcanzarla, es susceptible de seguir en el futuro el camino del socialismo al lado del proletariado; mas, en cuanto a su aspecto negativo y atrasado, no solo posee debilidades ajenas al proletariado, sino que también, cuando se ve privada de la dirección del proletariado, suele caer bajo la influencia de la burguesía liberal y aun de la gran burguesía, quedando cautiva de éstas. MANERA DE PENSAR DE LA PEQUEÑA BURGUESIA La manera de pensar de la pequeña burguesía se manifiesta, en el fondo, en su subjetivismo y unilateralidad al abordar los problemas: en vez de partir de una apreciación objetiva, completa, de la correlación de las fuerzas de clase, los elementos pequeño burgueses toman por realidades sus deseos subjetivos, sus impresiones y palabras hueras, toman uno solo de sus aspectos por la totalidad de ellos, lo parcial por el todo, un árbol por el bosque. Como están apartados del proceso práctico de producción tienden a caracterizarse por su dogmatismo puesto que solo tienen conocimientos librescos y no prácticos. En cuanto a aquellos elementos pequeño burgueses que están ligados a la producción, a pesar de que poseen ciertos conocimientos prácticos, su manera de pensar tiene tendencias a volverse empírica, lo que se debe a las limitaciones producidas por la estrechez de miras, por la dispersión, el aislamiento y el carácter conservador del pequeño productor. LAS TENDENCIAS POLITICAS DEL PEQUEÑO BURGUES El pequeño burgués tiende generalmente, en el terreno político, a vacilar entre la izquierda y la derecha debido a su modo de vida y al subjetivismo y unilateralidad de su manera de pensar, resultante del primero. Muchos típicos revolucionarios pequeño burgueses anhelan una rápida victoria de la revolución que cambie radicalmente su presente situación: por consiguiente, carecen de la paciencia que exige el esfuerzo prolongado de la lucha revolucionaria, están vivamente interesados en frases y consignas revolucionarias “izquierdistas” y, en sus sentimientos y sus actos, caen con facilidad en el sectarismo de puertas cerradas y en el aventurerismo. Precisamente el reflejo de tales tendencias pequeño burguesas en el Partido, trae consigo todos los errores de las líneas “izquierdistas” en el problema relacionado a las tareas de la revolución, a las bases revolucionarias, a la orientación táctica y a la línea militar. Pero en otras circunstancias, el mismo grupo u otro sector de revolucionarios pequeño burgueses pueden caer en el pesimismo y la desesperación, y expresar estados de ánimo y puntos de vista derechistas, pisando los talones a la burguesía. Hablando en general, los errores “izquierdistas” surgen con mayor facilidad en los períodos de rompimiento entre la burguesía y el proletariado; y los errores derechistas, cuando se establece una alianza entre las dos clases. Y tanto las tendencias “izquierdistas” como las derechistas son perjudiciales a la revolución y favorecen sólo a la contrarrevolución. El aspecto negativo de la ideología pequeño burguesa se caracteriza, de acuerdo con las vicisitudes de las circunstancias, por sus vacilaciones entre la izquierda y la derecha, tendencias extremistas, fanfarronería y deshonestidad política. Todo esto es el reflejo, en la ideología, de la inestabilidad económica de la pequeña burguesía. LA PEQUEÑA BURGUESIA Y LA ORGANIZACIÓN Debido a las limitaciones de su modo de vida y manera de pensar, características de la pequeña burguesía en general, y especialmente debido al medio social atrasado y descentralizado, con su encasillamiento patriarcal y gremial, la pequeña burguesía tiende, en cuestiones de organización, hacia el individualismo y el sectarismo que las separan de las masas. Estas tendencias, cuando se reflejan en el Partido, toman la forma de una línea de organización errónea de la línea “izquierdista”, como precisamente se ha mencionado. Tales tendencias no se orientan a servir con espíritu de sacrificio al Partido y al pueblo, sino a utilizar las fuerzas del Partido y del pueblo en detrimento de los intereses del Partido y del pueblo y con fines personales y sectarios: son por tanto incompatibles con el principio del Partido de estrechar sus lazos con las masas, con el centralismo democrático del Partido y con la disciplina del Partido. Estas tendencias, al minar las relaciones del Partido con las masas y su unidad interna, adoptan formas variadas como son el burocratismo, el despotismo patriarcal, el abuso de castigos, autoritarismo, heroísmo individualista, semianarquismo, liberalismo, ultraderechismo, insubordinación, gremialismo, localismo “montaraz”, favoritismo para con paisanos y condiscípulos, luchas de bandería, y maniobras truhanescas. En conclusión, éstos son los aspectos de la ideología pequeño burguesa. El subjetivismo en la ideología, las desviaciones “izquierdistas” y derechistas en la orientación política y el sectarismo en las cuestiones de organización, son netas manifestaciones antimarxistas-leninistas y antiproletarias de la ideología pequeño burguesa, se concreten o no en una línea y dominen o no la dirección del Partido. Es absolutamente necesario, en interés del Partido y del pueblo, analizar la ideología pequeño burguesa en el Partido y superarla por medio de la educación, impulsando así a sus portadores a proletarializarse. EL PARTIDO EN CAJAMARCA Si observamos con detenimiento la composición del Partido en Cajamarca -y me atrevo a pensar que a nivel del Perú se da el mismo fenómeno-, constataremos que está básicamente constituido por maestros, estudiantes, campesinos, pequeños propietarios y elementos de otros sectores del pueblo. Todos, pertenecientes a la pequeña burguesía y por lo mismo, cargados de las lacras de ésta que le imprimen al Partido un comportamiento anárquico, burocrático, sectario que lo llevan a tomar decisiones (o no tomarlas) totalmente al margen de los intereses del Partido y del pueblo. Esta situación es tan antigua que pese a los años transcurridos y al cambio de dirigencias que se han dado, no tiene cuando arreglarse. Al contrario, el comportamiento que se observa en los diferentes sectores donde tenemos presencia, confirma nuestra extracción pequeño burguesa y por lo mismo, muestra en forma por demás evidente nuestros errores. ¿Cuáles son las consecuencias que estamos observando? La desorganización, el liberalismo, la anarquía, la lucha de banderías, actitudes deshonestas, entre otras anomalías que deberían combatirse para enderezar el rumbo y dejar de ser un remedo de Partido Marxista Leninista. ¿Qué nos hace falta para ello? En primer término, proletarizarnos. Y esto sólo se logra mediante la educación en el Marxismo Leninismo. En segundo lugar, es imperativo atraer a nuestras filas a auténticos miembros del proletariado, única garantía para transitar por un camino revolucionario y no desligarnos de las masas. Si ello es así, deberíamos poner manos a la obra. El Partido y el pueblo, así lo reclaman. NOTA: Este pequeño trabajo ha sido elaborado en base a un documento sobre la historia del Partido Comunista Chino escrito por Mao Tse Tung que lo expongo, porque lo creo necesario. Si algunos camaradas (o todos) tienen críticas al respecto, ruego hacérmelas conocer, puesto que mi intención, no es otra que contribuir a la buena marcha de nuestro Partido. Por lo demás, no niego la existencia en nuestras filas de militantes que han asumido el Marxismo Leninismo y están cambiando su conciencia de clase. Cajamarca, setiembre de 2009. MARIO ESTRADA PEREZ Militante del PC del P - Patria Roja