¿Un congreso nuevo? La legislatura que comienza tras el 20

Anuncio
¿Un congreso nuevo?
Xavier Coller, Pablo Domínguez, Manuel Portillo y Emilio Rodríguez
son miembros del grupo e investigación Democracia y Autonomías: Sociedad y Política (DASP) de
la Universidad Pablo de Olavide.
Han colaborado: Sofía Álvarez, Álvaro Canalejo, Irene Gómez, José Oropesa, Alejandro Peinado,
Carmen Pérez, Ismael Sánchez, Manuel Sola y Andrés Vázquez, todos de la Universidad Pablo de
Olavide.
La legislatura que comienza tras el 20-D traerá cambios importantes en el Congreso de los
Diputados además de la aparición de dos partidos nuevos, la desaparición o reconversión
de otros, y la disminución de algunos. Aun así, el número de partidos con representación
(16) es similar al de la legislatura pasada (17), sin contar con los integrados en el paraguas
de Podemos (Compromís, En Comú y En Marea). Pero lo que varía es el perfil social del
parlamento. Asumiendo que los diputados elegidos tomen posesión de su escaño, el
Congreso de los Diputados será así: hay más mujeres aunque la mayoría son varones, son
un poco más jóvenes, obtienen un escaño donde nacen, los docenes y profesionales de las
leyes pierden su hegemonía, pero crecen los parlamentarios sin profesión y aumenta el
número de titulados universitarios y de inexpertos en política.
Género. En esta undécima legislatura las mujeres ocupan más escaños que en
ninguna otra: el 39,4%. Se trata de un hito histórico si se compara con el 6% de las dos
primeras legislaturas. La evolución de la presencia de diputadas ha sido progresiva y ha
ocurrido también en las autonomías, generalmente con un impulso ligeramente mayor entre
partidos de izquierda y de mayor tamaño. En esta legislatura, el partido que
proporcionalmente incorpora más mujeres es Podemos (49%) seguido del PSOE (46%), al
margen de Bildu y Coalición Canaria (con sus dos y una representantes) y de Unidad
Popular con una diputada (50%). Democracia i Llibertat (37.5%), PP (36%) ERC (33%), y
Ciudadanos (20%) son los partidos menos proclives a incorporar mujeres en sus
delegaciones parlamentarias. Sorprende el 17% de diputadas en el PNV porque
habitualmente el nacionalismo vasco suele ubicar a más mujeres en los parlamentos. En
términos de género, el Congreso de los Diputados está más próximo a la sociedad que
nunca, aunque aún le queda un pequeño trecho por recorrer para alcanzar el 50% de
mujeres. Lo que habrá que ver es si las mujeres en el Congreso se visibilizan también en
puestos de poder parlamentario.
Edad. La edad media de los diputados es prácticamente la misma (47.4) que la de la
sociedad que vota (48, según el censo de 2011). Los parlamentarios son más jóvenes por
término medio que en la legislatura anterior (49), en parte por los diputados noveles, que
entran con casi tres años menos (44.4). Esta legislatura se parece más a la de principios de
los 80, con edades medias de alrededor de 43 años. Las diputadas son más jóvenes que los
varones y entran por primera vez más también con menos edad. La edad media más baja se
encuentra en Podemos (39.9) y la más alta en el PP (51.3).
Procedencia. A diferencia de lo que ocurre en las cámaras autonómicas, el Congreso
no se cierra a la población que no ha nacido en la provincia por la que ha sido elegida.
Mientras en las autonomías un 85% de diputados ha nacido en la comunidad por la que
obtiene un escaño, en el Congreso la proporción es del 70%, una de las más bajas de la
historia. Se puede interpretar el dato como un mayor grado de “cunerismo”, dados los
movimientos en la confección de listas para acomodar a candidatos con poco arraigo en la
provincia. No es de extrañar, entonces, que los emergentes, Ciudadanos (66%) y Podemos
(57%), y ERC (56%), sean los partidos con menos nativos de la provincia. En este sentido,
el Congreso también vuelve a cifras de comienzos de los 80.
Estudios. Las credenciales educativas de los parlamentarios no han dejado de
aumentar desde 1977 (89% de diputados con título universitario). La legislatura que
empieza es la que agrupa a más titulados universitarios de la historia (95%), casi diez
puntos por encima de las autonomías. Tradicionalmente, los diputados/as de partidos
conservadores muestran credenciales educativas superiores, aunque esta faceta del perfil de
los parlamentarios se ha matizado: los diputados de DiL y ERC tienen todos titulación
universitaria, en el PP son el 99% y en el PSOE 96%. Ciudadanos tiene un 93% de
egresados universitarios mientras que Podemos (88%) y PNV (83%) ocupan una posición
más discreta. De entre las características que se pueden estudiar de manera sistemática,
esta es la que más diferencia a los parlamentarios de la sociedad: solo un 19% de españoles
ha terminado la universidad según el censo de 2011.
Profesión. Es habitual encontrarse a parlamentarios con profesiones liberales que
requieran formación universitaria, especialmente si provienen del campo de las leyes. En la
legislatura que comienza tendremos un 22% de ellos, el grupo más nutrido junto a los
docentes (16%). Se trata de las dos profesiones más habituales, aunque han perdido peso a
lo largo de los años (54% en el 77). Son las profesiones de la palabra y la argumentación,
como la política. Su presencia menguante no hace sino apuntar a una mayor diversidad
profesional en la elite política. Pero el fenómeno más curioso es el de los parlamentarios
sin profesión o, al menos, sin profesión declarada, que ya son el 19% (PP 26% y PSOE
23%). Los trabajadores por cuenta ajena han pasado a ser un grupo marginal (1.5%, pero
fueron un 8% en las primeras legislaturas), aunque se mantienen los propietarios y
directivos, que siguen siendo un 6% de los parlamentarios.
Experiencia. Un hecho remarcable es que, a diferencia de las legislaturas anteriores,
en esta se ha producido una renovación intensa. Un 62% de sus señorías pisará el Congreso
por vez primera (alrededor del 50% en cada legislatura). El partido que más se renueva es
el PSOE (50% de noveles) y el que menos es el PP (39%). Podemos y Ciudadanos solo
tienen un parlamentario que repite (Joan Baldoví y Toni Cantó, respectivamente). Sin
ánimo de pronosticar nada, parece que la juventud y la inexperiencia (habitualmente
asociadas) tienen un efecto negativo sobre la capacidad de consensuar entre rivales. Esta
legislatura será conflictiva: será difícil que los partidos lleguen a consensos básicos; en
parte por la fragmentación, en parte porque ahora hay cuatro partidos en liza que se
reparten más del 90% de los escaños, y en parte porque se ha ido perdiendo la noción de
que para gobernar (y estar en la oposición) es necesario hablar y acordar con los rivales,
especialmente sobre aspectos de interés general, lo que implica responsabilidad y
pragmatismo.
Descargar