ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LA REPÚBLICA DE COSTA RICA DEPARTAMENTO DE SERVICIOS TÉCNICOS INFORME JURÍDICO PROYECTO DE LEY “PROYECTO DE LEY PARA LA LIBERTAD RELIGIOSA Y DE CULTO” EXPEDIENTE Nº 19.099 OFICIO ST.013-2015-J ELABORADO POR LICDA. ANA CRISTINA MIRANDA CALDERÓN ASESORA PARLAMENTARIA SUPERVISADO POR LICDA. MAYELA CHAVES VILLALOBOS JEFE DE ÁREA REVISIÓN FINAL Msc. FERNANDO CAMPOS MARTÍNEZ DIRECTOR FEBRERO, 2014 TABLA DE CONTENIDO I. RESUMEN DEL PROYECTO ........................................................................................................3 II. CONSIDERACIONES DE FONDO ...............................................................................................5 2.1. Consideraciones generales sobre la religión en Costa Rica ...................................................5 2.2.- Los derechos de libertad religiosa y libertad de culto.............................................................7 2.3.- Sobre otros derechos derivados de la libertad religiosa.........................................................9 2.4.- Limitaciones a los derechos y libertades fundamentales son materia de reserva de ley.....11 2.5.- Confesionalidad del Estado costarricense ...........................................................................16 2.6. Algunas consideraciones sobre la reforma a un Estado Laico..............................................26 III. ANÁLISIS SOBRE EL ARTICULADO ....................................................................................30 3.1-Sobre el objeto, ámbito de aplicación y del derecho de la libertad religiosa ..........................30 3.2.-Sobre la estructura de las organizaciones religiosas ............................................................44 IV. ASPECTOS DE TÉCNICA LEGISLATIVA..................................................................................68 V. ASPECTOS DE PROCEDIMIENTO ............................................................................................70 Votación ........................................................................................................................................ 70 Delegación .................................................................................................................................... 70 Consultas ...................................................................................................................................... 70 Obligatorias:.................................................................................................................................. 70 Facultativas:.................................................................................................................................. 70 VI. FUENTES .................................................................................................................................. 71 Constitucionales e Instrumentos Internacionales .........................................................................71 Leyes ............................................................................................................................................ 71 Reglamentos................................................................................................................................. 72 Jurisprudencia constitucional........................................................................................................72 Jurisprudencia administrativa .......................................................................................................73 Artículos de opinión de diferentes medios de comunicación ........................................................73 Libros ............................................................................................................................................ 74 Ensayos ........................................................................................................................................ 74 VII.- ANEXOS ................................................................................................................................... 75 Artículos de opinión publicados en los diferentes medios de Comunicación Colectiva ...............75 Diccionario de grupos religiosos ...................................................................................................84 2 INFORME JURÍDICO PROYECTO DE LEY PARA LA LIBERTAD RELIGIOSA Y DE CULTO EXP. Nº 19.099 I. RESUMEN DEL PROYECTO Esta iniciativa de ley pretende “garantizar los derechos específicos que se derivan del ejercicio de la libertad religiosa y de culto.” Para ello, persigue “desarrollar el marco legal para la operación efectiva de las organizaciones religiosas, con exclusión de la Iglesia Católica y reconocer tanto a creyentes en sus derechos individuales como a las iglesias en sus derechos colectivos, en congruencia con el ordenamiento jurídico y a la luz de los derechos humanos de asociación, libertad religiosa y libertad de culto.” Las razones que justifican la iniciativa son las siguientes: “No obstante, es de trascendencia mencionar que hasta la fecha, las organizaciones religiosas se han constituido mediante la Ley de Asociaciones, número 218, por lo que las iglesias corresponden con la figura legal de una asociación, que es religiosa por los fines que persigue. Pese a lo anterior, dicha ley no responde a las necesidades y características de las organizaciones religiosas, toda vez que constituye una limitante al desenvolvimiento de las iglesias y los creyentes. La actividad religiosa se enmarcó en el ámbito de esta ley, debido a su proliferación. Con su promulgación en el año 1939, se prohibía aplicarla a las congregaciones religiosas y también autorizar asociaciones de carácter religioso. Posteriormente, en el año 19701, este aspecto se suprimió mediante una reforma a dicha ley2. A partir de este momento y por una circunstancia meramente coyuntural, se determinó enmarcar dentro de la ley de cita, a las organizaciones religiosas. En razón de lo anterior, es necesario avocarse a la consecución de una solución legal que permita diferenciar este tipo de agrupación, de las asociaciones puras y simples y además, que desarrolle los derechos de los creyentes, derivados de la libertad religiosa y de culto, que provienen de los instrumentos internacionales en materia de derechos humanos.” El proponente indica que esta plataforma jurídica busca: 1 2 Establecer el reconocimiento estatal de la diversidad de creencias religiosas, en igualdad de condiciones ante la ley y lejos de todo tipo de discriminación por el credo religioso. Delimitar la obligación estatal de garantizar la protección de las organizaciones religiosas y del creyente como tal. Ley N° 4583 de 4 de mayo de 1970. Obsérvese la Ley de Asociaciones, N.º 218, artículo 3. 3 Puntualizar los límites al ejercicio del derecho de libertad religiosa y de culto. Definir los conceptos de organización religiosa y de ministro religioso y señala sus alcances y limitaciones. Instaurar los derechos y deberes de la libertad religiosa individual y colectiva, estas últimas mediante las organizaciones religiosas, previamente definidas. Establecer la autonomía de las organizaciones religiosas inscritas, en cuanto a organización, régimen interno, patrimonial y régimen de su personal. Indicar que las organizaciones deben inscribir sus estatutos en un Registro de Organizaciones Religiosas, creado al efecto en la Sección de Personas Jurídicas del Registro Nacional y que gozan de personalidad jurídica, con las consecuencias registrales y legales que esto implica. Crear la Dirección General de Asuntos Religiosos, perteneciente al Sistema Nacional de Promoción de la Paz Social, adscrito al Ministerio de Justicia y Paz, quien ejerce la rectoría de todos los asuntos relacionados con las organizaciones religiosas y creyentes. Regular los locales y templos de culto de las organizaciones religiosas y los creyentes y las sanciones en caso de incumplimiento. Implantar la obligación del Estado de promover y proteger el funcionamiento de las iglesias y se crean parámetros estrictos para que el cierre de iglesias sea solo una posibilidad excepcional, en estricto apego al derecho del debido proceso y la seguridad y salubridad de las demás personas.” El proyecto de ley desarrolla ese marco legal mediante 71 artículos y cinco disposiciones transitorias. La estructura de la pretendida ley está conformada por cuatro títulos, con la siguiente distribución: Título I Disposiciones Generales Capítulo I Objeto y ámbito de aplicación Capítulo II Definiciones Capítulo III Protección especial del Estado y garantías religiosas Título II Ámbito del derecho de libertad religiosa Capítulo I Derechos individuales Capítulo II Derechos colectivos Título III Organizaciones religiosas Capítulo I Autonomía de las organizaciones religiosas Capítulo II Dirección General de Asuntos Religiosos Capítulo III Registro de Organizaciones Religiosas Capítulo IV Organización Capítulo V Funcionamiento Administrativo Capítulo VI Locales y templos de culto Capítulo VII Formas especiales de organizaciones religiosas Capítulo VIII Sanciones Título IV Disposiciones Finales Capítulo Único 4 II. CONSIDERACIONES DE FONDO Consideramos conveniente en este apartado señalar algunos aspectos generales acerca de la religión en Costa Rica que fueron mencionados en un estudio auspiciado por el Programa Latinoamericano de Estudios Socio-religiosos (PROLADES); así como el analizar los criterios emitidos por la Procuraduría General de la República y la jurisprudencia de la Sala Constitucional referente a los temas de: Los derechos de libertad de culto y libertad religiosa Otros derechos derivados de la libertad religiosa Limitaciones a los derechos y libertades fundamentales que son materia de reserva legal Confesionalidad del Estado costarricense en la religión Católica, Apostólica y Romana De igual manera se incluyen algunas consideraciones realizadas en diversos medios de comunicación colectiva acerca de la necesidad de reforma hacia un Estado Laico. 2.1. Consideraciones generales sobre la religión en Costa Rica3 “La Iglesia Católica Romana es la religión dominante de Costa Rica y la religión oficial del Estado, pero el crecimiento del movimiento protestante ("los evangélicos") durante el siglo 20 -especialmente desde los años 1960s- ha creado la situación actual de "pluralismo religioso". Según una encuesta de opinión pública de la organización CID-Gallup en julio de 1999, la población católica era 74%, protestantes 16%, otras religiones 3%, y ninguna religión (o sin respuesta) 7%. … Los primeros esfuerzos de misioneros protestantes en Costa Rica ocurrieron en los 1880s entre los Antillanos de habla inglés, quienes vinieron de las Antillas Británicas del Caribe para trabajar en la construcción de un ferrocarril (1870-1890) Esta sección está tomada de HOLLAND (Clifton L.) Religión en Costa Rica, ensayo adaptado de un artículo escrito originalmente en inglés por el autor en Religions of the World: A Comprehensive Encyclopedia of Beliefs and Practices (editado por J. Gordon Melton y Martin Baumann, ABC-Clio Publishers, Santa Bárbara, California, junio de 2002. (El Dr. Holland es director del Programa Latinoamericano de Estudios Sociorreligiosos (PROLADES) y profesor de Misionología y Ciencias Sociales en la Universidad Evangélica de las Américas (UNELA), ambos en San José de Costa Rica; y él ha sido residente de Costa Rica desde el año 1972.) NOTA #2: ya hay un documento más reciente y amplio sobre Religión en Costa Rica (32 páginas, 12 de junio de 2009), escrito por su servidor, que está disponible en español en las páginas de PROLADES en el Internet: http://www.prolades.com/encyclopedia/countries/spanish/rel_costarica09spn.pdf 3 5 entre la ciudad capital de San José en el Valle Central y Puerto Limón en la costa del Caribe. Después, muchos de estos obreros se quedaron en la costa del Caribe para trabajar en el mantenimiento del ferrocarril, en agricultura (plantaciones de banano y cacao, en la pesca y en otros esfuerzos; y trajeron sus propios sistemas de creencia con ellos: myalism (una adaptación africana al cristianismo), obeah (brujería), y la religión protestante. La Sociedad Misionera Bautista de Jamaica envió su primer obrero a Costa Rica en 1887, los metodistas wesleyanas en 1894, los anglicanos en 1896, los Adventistas del Séptimo Día en 1903 y el Ejército de Salvación en 1907. Un estudio reciente sobre las iglesias protestantes en Costa Rica (realizado por PROLADES en 2000-2001) revela por lo menos 230 asociaciones de iglesias con 2.779 congregaciones locales distribuidas así: no pentecostales (752 o 27%), pentecostales (1,769 o 63,7%) y no clasificadas (258 o 9,3%). Hay por lo menos unos 3.000 pastores evangélicos en Costa Rica y más de 220 agencias evangélicas de servicio. La membresía total (mayores de 15 años de edad) de las iglesias protestantes se estimó en 283.356 y la población protestante total de Costa Rica en 600.000 a 700.000 en marzo del 2001, o entre 16% y 18% de la población nacional. Las 12 denominaciones más grandes en número de miembros son: las Asambleas de Dios (46.900), Iglesia Adventista del Séptimo Día (31.350), Iglesia de Dios del Evangelio Completo (19.000), Misión Cristiana La Rosa de Sarón (15.000), Iglesia Santidad Pentecostal (8.770), Iglesia Evangélica Cuadrangular (5.940), Asociación de Iglesias Evangélicas Centroamericanas (5.925), Iglesia Cristiana Pentecostal del Movimiento Misionero Mundial (5.000), Concilio Iglesia Evangélica Nacional (4.768), Asociación Cristiana Manantial de Vida (4.200), Asociación Misiones Transmundiales de Costa Rica (4.000) y Iglesia de Dios Pentecostal (4.000). Estas denominaciones tienen más del 60% de las congregaciones locales y de la totalidad de miembros evangélicos al nivel nacional. El tamaño promedio de las congregaciones evangélicas del país es de 102 miembros por iglesia. La Federación Alianza Evangélica Costarricense (FAEC), fundada en 1949, es una asociación fraternal de tipo ecuménica entre las iglesias y agencias de servicio evangélicas del país, y está compuesta por más de 140 organizaciones. La FAEC es miembro del Consejo Evangélico Latinoamericano (CONELA) y la Confraternidad Evangélica Mundial (WEF, World Evangelical Fellowship). Aproximadamente tres por ciento de la población son de "otras religiones", que en el contexto de Costa Rica incluye "grupos cristianos marginales" (como los Testigos de Jehová, los Mormones, Unidad, la Congregación Mita, la Voz de la Piedra Angular, Iglesia la Luz del Mundo, los Cristadelfianos, Iglesia Dios es Amor, Iglesia Universal del Reino de Dios, etc.) y "religiones no cristianos" (aproximadamente 78 grupos distintos), incluso: religiones animistas entre los indígenas (7), Baha'i (3), Judaísmo (3), Islam (2), Budismo (5), Hinduismo (por lo menos 25 grupos), religiones chinas (10), Sabiduría Antigua (6) y grupos Psíquicos y de la Nueva Era (aproximadamente 15). Además, entre los Antillanos 6 todavía se practican algo de obeah (brujería) y myalism (una religión sincrética africana-cristiana).” 2.2.- Los derechos de libertad religiosa y libertad de culto En relación con los derechos de la libertad religiosa y la libertad de culto, la Sala Constitucional consideró que es en la misma Constitución Política donde se permite el libre ejercicio de otros cultos en la República bajo la condición de que no se opongan a la moral universal, ni a las buenas costumbres. Al respecto señaló: “VII.- La libertad religiosa encierra, en su concepto genérico, un haz complejo de facultades. En este sentido, en primer lugar se refiere al plano individual, es decir, la libertad de conciencia, que debe ser considerado como un derecho público subjetivo individual, esgrimido frente al Estado, para exigirle abstención y protección de ataques de otras personas o entidades. Consiste en la posibilidad, jurídicamente garantizada, de acomodar el sujeto, su conducta religiosa y su forma de vida a lo que prescriba su propia convicción, sin ser obligado a hacer cosa contraria a ella. En segundo lugar, se refiere al plano social, la libertad de culto, que se traduce en el derecho a practicar externamente la creencia hecha propia. Además la integran la libertad de proselitismo o propaganda, la libertad de congregación o fundación, la libertad de enseñanza, el derecho de reunión y asociación y los derechos de las comunidades religiosas, etc. VIII.- La libertad de culto, en cuanto manifestación externa de la libertad religiosa, comprende el derecho a mantener lugares de culto y a practicarlo, tanto dentro de recintos como en el exterior, siempre dentro de las limitaciones establecidas por el ordenamiento, sea por norma constitucional o norma legal. En este sentido, es el mismo texto constitucional que permite el libre ejercicio en la República de otros cultos -de la religión católica-, siempre y cuando "no se opongan a la moral universal, ni a las buenas costumbres" (artículo 75).4 Diez años después (año 2003), la Sala Constitucional desarrolla el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, y aclaró aun más, la distinción existente entre la libertad religiosa y la libertad de culto, considerando que no son sinónimos, sino que esta última es un derecho fundamental reconocido en el artículo 75 de la Constitución Política para realizar prácticas religiosas externas y que, desde luego, incluye el derecho a establecer y mantener lugares para el culto. Para ello, señaló: “b.- La libertad religiosa y la libertad de culto- Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. Este derecho incluye la : Sala Constitucional. Voto N° 3173-1993 de las catorce cincuenta y siete horas del 6 de julio de 1993. Acción de Inconstitucionalidad promovida por José Manuel Ortiz Durman, contra el último párrafo del artículo 27 de la Ley Nacional de Licores, número 10 de siete de octubre de mil novecientos treinta y siete, reformada por Ley número 2940 de dieciocho de diciembre de mil novecientos sesenta y uno, que prohíbe la venta de licores los días Jueves y Viernes Santos, por considerarlo contrario a los artículos 28, 46 y 75 de la Constitución Política. 4 7 libertad de tener una religión o adoptar una filosofía de vida o cualquier convicción de su elección, así como la libertad de manifestar y propagar sus creencias individual o colectivamente, tanto en público como en privado, mediante el culto, la observancia, la práctica y la enseñanza mientras no ofendan los valores sociales, ni pongan en peligro el orden público y la dignidad de las personas. De acuerdo con la doctrina y con los convenios internacionales, libertad religiosa y libertad de culto no son sinónimos. La libertad religiosa consiste en la libertad de escoger la propia religión, así como la libertad de profesarla, ejercerla y enseñarla, comprende tanto la libertad de conciencia, como la libertad de culto. La libertad de conciencia es absoluta debido a que está fuera del alcance de la ley humana y consiste en la profesión de una fe o creencia determinada y se ubica en la esfera privada de las personas, fuera de toda regulación. Por el contrario, la libertad de culto es relativa e implica el derecho de practicar públicamente los actos y ceremonias de las religiones o creencias mediante el proselitismo, reuniones en sitios públicos o privados, expresiones callejeras, en síntesis es la manifestación externa de la libertad de conciencia, situación por la que el Estado puede regular su ejercicio en razón que puede interferir con el orden público y los derechos y libertades de terceros. La libertad de culto es un derecho fundamental reconocido en el artículo 75 de la Constitución Política, que se refiere al "libre ejercicio en la República de otros cultos además del católico, que no se opongan a la moral universal, ni a las buenas costumbres". La Convención Americana sobre Derechos Humanos además lo contempla en el artículo 12, que al referirse a la libertad de conciencia y de religión dice que este derecho implica, entre otras cosas, "la libertad de profesar y divulgar su religión o sus creencias, individual o colectivamente, tanto en público como en privado". Es decir, la libertad en materia religiosa -se expresa en creencias religiosas que a su vez se manifiestan socialmente- por lo que, deviene como cosa natural la libertad de culto, que, como suele decirse, es la libertad para realizar prácticas religiosas externas y que, desde luego, incluye el derecho a establecer y mantener lugares para el culto. Por otro lado, si la libertad de religión tiene tanto un carácter individual como colectivo, su cobertura alcanza a los derechos de asociación con fines religiosos y de reunión con los mismos fines. Conviene agregar finalmente, que la libertad de culto no es una libertad ilimitada: por el contrario, ya se mencionó que el artículo 75 de la Constitución Política subordina su ejercicio a ciertos límites cuya definición corresponde a la ley. Esta Sala en sentencia N° 4794-01 de las dieciséis horas con cuarenta y nueve minutos del cinco de junio del dos mil uno, dispuso: “...En primer lugar, debe indicarse que la libertad religiosa tiene una doble dimensión, sea una interna y otra externa. En la primera se ubica la libertad religiosa, la cual sencillamente se enuncia como el derecho a que cada sujeto escoja libremente y a lo interno de sus convicciones, la religión que desee profesar, o ninguna de ellas. En cuanto a la dimensión externa, está referida directamente a los actos materiales o de manifestación del ejercicio de la libertad religiosa, es lo que se reconoce la libertad de culto. Así, la libertad religiosa no solamente se compone del derecho íntimo del creyente de escoger o elegir el credo o religión que desea profesar, o de no adoptar ninguno, sino que también se compone del derecho o la libertad de expresarlo o manifestarlo mediante actos materiales, sea asistiendo a las celebraciones, actividades y otros, propios de cada creencia. Tal es, en resumen, el contenido esencial de la libertad religiosa....”5 5 Sala Constitucional. Voto N° 3367-2003 de las 14:54 horas del 7 de mayo de 2003. Acción de Inconstitucionalidad promovida por Jonatán Picado León, contra el artículo 20 de las “Normas 8 En relación con la existencia de límites válidos al ejercicio de la libertad de culto, la Sala Constitucional ha indicado que: “… con respecto a los derechos de terceros, que deben ser protegidos frente a las manifestaciones que puedan perturbarlos y, el ejercicio de la libertad de culto debe ser irrestricto, por lo que sólo puede ser limitado en la medida en que se respete el núcleo esencial de la libertad de culto. La Sala ha reconocido la existencia de límites válidos a su ejercicio, aludiendo al respecto que: “no es posible jurídicamente impedir a un grupo de personas que se organice del modo que a bien tenga y que practique la conducta que, desde su punto de vista, canalice mejor su culto, siempre que con tales prácticas no se menoscabe lo que la comunidad en su conjunto considera buenas costumbres. Pero tampoco es posible, siempre desde el punto de vista jurídico, que el grupo favorecido con la abstención que pesa sobre los otros llegue al punto de estorbar exageradamente en la vida de los demás, porque sería una forma de imponerles por la fuerza sus creencias religiosas, cuando es obvio que no las comparten, desde el momento que se niegan a formar parte del grupo y más bien se quejan de su comportamiento […]” (Sala Constitucional, resolución número 2007-013959 de las nueve horas y once minutos del cinco de octubre del dos mil siete, resolución número 0172-89 de las 9:45 horas del 15 de diciembre de 1989).6 De lo anterior, podemos concluir que la libertad de culto está garantizada constitucionalmente, y que no es una libertad ilimitada. Pues su ejercicio puede estar sujeto a limitaciones, sea para el resguardo de la moral universal y las buenas costumbres (artículo 75 constitucional), o para el resguardo del orden público, y derechos de terceros (artículo 28 constitucional). 2.3.- Sobre otros derechos derivados de la libertad religiosa Ahora bien, dentro del mismo concepto de libertad religiosa se desprenden otros derechos estrechamente relacionados, como son el derecho a la libertad de expresión, el cual forma parte de la libertad de información y, el derecho a la libertad de pensamiento. Veamos como lo explica la Sala Constitucional: “c.- La libertad de expresión.- La Libertad religiosa y de expresión, están estrechamente relacionadas y ambas son inherentes a la dignidad de la persona humana, de conformidad con el primer párrafo del artículo 28 de la Constitución Política: “Nadie podrá ser inquietado ni perseguido por la manifestación de sus opiniones ni por acto alguno que no infrinja la ley.”. La libertad de pensamiento es Generales para la coordinación en la administración de los Museos del Banco Central de Costa Rica”, aprobadas por la Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica en sesión N° 4702-94 del 19 de enero de 1994 y contra el artículo 2 de las “Regulaciones para el uso de la explanada de la plaza de la Cultura Museos Banco Central de Costa Rica”. 6 Sala Constitucional. Voto Nº 14175-2010, de las 14:30 horas del 25 de agosto del 2010. Acción de inconstitucionalidad promovida por la Asociación Iglesia de Dios, Peña de Horeb Pentecostés Internacional para la honra y gloria de Dios contra varios artículos del "Reglamento para el Funcionamiento Sanitario de Templos o Locales de Culto", por estimarlos contrarios a los principios de igualdad, derecho a la asociación lícita, y libertad de culto. 9 uno de los principios sobre los que descansa el régimen democrático y su limitación sólo puede realizarse por razones muy calificadas. El artículo 29 de la Constitución Política consagra la libertad de información, al disponer que “todos pueden comunicar sus pensamientos de palabra o por escrito, y publicarlos sin previa censura: pero serán responsables de los abusos que cometan en el ejercicio de ese derecho, en los casos y de modo que la ley establezca”. La libertad de expresión forma parte de la libertad de información y en un Estado de Derecho, implica una ausencia de control por parte de los poderes públicos, y de órganos administrativos al momento de ejercitar ese derecho, lo que quiere decir que no es necesaria autorización alguna para hacer publicaciones, y que no se puede ejercer la censura previa, salvo que esté de por medio la salud, la seguridad nacional, la moral y las buenas costumbres. Ahora bien, el ejercicio de la libertad de expresión no puede ser ilimitado, ya que de ser así, los medios de comunicación o cualquier sujeto de derecho, se podría prestar para propagar falsedades, difamar o promover cualquier tipo de desórdenes y escándalos. Es por ello que la libertad de opinión trae implícito un límite, que funciona como una especie de autocontrol para el ciudadano que ejercita ese derecho, en el sentido de que si comete un abuso será responsable de él, en los casos y del modo en que la ley lo establezca. De allí que existan, en nuestro ordenamiento, figuras penales como la injuria, la calumnia, la difamación, o contra a aquellos actos que perturben el orden público, las buenas costumbres que son la consecuencia de un abuso en el ejercicio del derecho de expresión debido a que se lesionan valores morales de terceras personas. d.- El derecho de información.- Este principio constitucional es importante analizarlo, por cuanto los ciudadanos también tienen el derecho de recibir informaciones sobre hechos y corrientes de pensamiento, y a partir de ello formarse sus propias opiniones. La Sala en sentencia No. 8109-98 de las catorce horas con veintiún minutos del trece de noviembre de mil novecientos noventa y ocho, dispuso: “...IV.- El Derecho de Información es aquel que permite a todas las personas recibir información suficientemente amplia sobre determinados hechos y sobre las corrientes de pensamiento y a partir de ellos escoger y formarse sus propias opiniones. Ello se logra a partir de dos vías diferentes: mediante la exposición objetiva de los hechos y por el pluralismo de las corrientes ideológicas. Asimismo, la Libertad de Expresión y de Pensamiento constituye un derecho fundamental que le permite al individuo dentro de un amplio ámbito de libertad, formular criterios personales de lo que éste considere adecuado o no, para responder a determinadas situaciones; permitiendo a la vez, poder comunicar sin censura previa, el resultado de su planteamiento ideológico. Este derecho tiene una gran trascendencia, ya que contribuye a la formación de la opinión pública, mediante los aportes intelectuales del individuo que ejerce opiniones o conceptos ya establecidos, o bien criticándolos. El ámbito de libertad es muy amplio, pues en él se comprenden todas las manifestaciones que realizan los individuos sobre política, religión, ética, técnica, ciencia, arte, economía, etc, por lo que de lo anterior se desprende que el ejercicio de la Libertad de Expresión y la Libertad de Pensamiento excluye la censura previa, ocurriendo que el control existente se da a posteriori y sobre los excesos sujetos al abuso de tales libertades, excluyéndose de tal prohibición los considerados espectáculos públicos.”7 7 Sala Constitucional. Voto N° 3367-2003 de las 14:54 horas del 7 de mayo de 2003. Acción de Inconstitucionalidad promovida por Jonatán Picado León, contra el artículo 20 de las “Normas 10 De manera que la libertad religiosa y la libertad de expresión son inherentes a la dignidad de la persona humana, -primer párrafo del artículo 28 de la Constitución Política-, y la libertad de pensamiento -artículo 29 de la Constitución Políticacomo uno de los principios sobre los que descansa el régimen democrático y su limitación sólo puede realizarse por razones muy calificadas. De forma que en nuestro Estado de Derecho no se puede ejercer la censura previa, salvo que esté de por medio la salud, la seguridad nacional, la moral y las buenas costumbres. 2.4.- Limitaciones a los derechos y libertades fundamentales son materia de reserva de ley Para el análisis del proyecto es importante mencionar los requisitos de validez para limitar los derechos fundamentales. En este sentido, la Sala Constitucional ha indicado que éstas deben estar contenidas en la Constitución Política o en el texto de la ley, cuando aquella ha autorizado al legislador para imponerlas. Además, señaló que las fuentes para imponer tales limitaciones pueden ser el derecho de terceros, y los conceptos "moral" y "orden público". Al respecto se ha referido la Sal, en el siguiente sentido: “I.- Es corrientemente aceptada la tesis de que algunos derechos subjetivos no son absolutos, en el sentido de que nacen limitados; en primer lugar, en razón de que se desarrollan dentro del marco de las reglas que regulan la convivencia social; y en segundo, en razón de que su ejercicio está sujeto a límites intrínsecos a su propia naturaleza. Estos límites se refieren al derecho en sí, es decir, a su contenido específico, de manera tal que la Constitución al consagrar una libertad pública y remitirla a la ley para su definición, lo hace para que determine sus alcances. No se trata de restringir la libertad cuyo contenido ya se encuentra definido por la propia Constitución, sino únicamente de precisar, con normas técnicas, el contenido de la libertad en cuestión. Las limitaciones se refieren al ejercicio efectivo de las libertades públicas, es decir, implican por sí mismas una disminución en la esfera jurídica del sujeto, bajo ciertas condiciones y en determinadas circunstancias. Por esta razón constituyen las fronteras del derecho, más allá de las cuáles no se está ante el legítimo ejercicio del mismo. Para que sean válidas las limitaciones a los derechos fundamentales deben estar contenidas en la propia Constitución, o en su defecto, la misma debe autorizar al legislador para a imponerlas, en determinadas condiciones. II.- Los derechos fundamentales de cada persona deben coexistir con todos y cada uno de los derechos fundamentales de los demás; por lo que en aras de la convivencia se hace necesario muchas veces un recorte en el ejercicio de esos derechos y libertades, aunque sea únicamente en la medida Generales para la coordinación en la administración de los Museos del Banco Central de Costa Rica”, aprobadas por la Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica en sesión N° 4702-94 del 19 de enero de 1994 y contra el artículo 2 de las “Regulaciones para el uso de la explanada de la plaza de la Cultura Museos Banco Central de Costa Rica”. 11 precisa y necesaria para que las otras personas los disfruten en iguales condiciones. Sin embargo, el principio de la coexistencia de las libertades públicas -el derecho de terceros- no es la única fuente justa para imponer limitaciones a éstas; los conceptos "moral", concebida como el conjunto de principios y de creencias fundamentales vigentes en la sociedad, cuya violación ofende gravemente a la generalidad de sus miembros-, y "orden público", también actúan como factores justificantes de las limitaciones de los derechos fundamentales. Se trata de conceptos jurídicos indeterminados, cuya definición es en extremo difícil. III.- No escapa a esta Sala la dificultad de precisar de modo unívoco el concepto de orden público, ni que este concepto puede ser utilizado, tanto para afirmar los derechos de la persona frente al poder público, como para justificar limitaciones en nombre de los intereses colectivos a los derechos. No se trata únicamente del mantenimiento del orden material en las calles, sino también del mantenimiento de cierto orden jurídico y moral, de manera que está constituido por un mínimo de condiciones para una vida social, conveniente y adecuada. Constituyen su fundamento la seguridad de las personas, de los bienes, la salubridad y la tranquilidad. IV.- Al hablar de las razones justas para imponer limitaciones a los derechos fundamentales debe hacerse obligada mención del artículo 28 constitucional; que establece los límites de las libertades públicas, de manera tal que "las acciones privadas que no sean contrarias a la moral, el orden público, ni dañen a terceros, se encuentran fuera del dominio de la ley." Estas consideraciones han sido reiteradas por esta Sala, incluso remitiéndose a antecedentes de la Corte Plena en función de tribunal constitucional. Por ejemplo, según sesión extraordinaria número 51 de las trece horas treinta minutos del veintiséis de agosto de mil novecientos ochenta y dos, cuando se dijo: "... el artículo 28 de la Constitución Política preserva tres valores fundamentales del Estado de Derecho costarricense: a.) el principio de libertad, ... ; b.) el principio de reserva de ley, ... ; y c.) el sistema de la libertad, conforme el cual las acciones privadas que no dañen la moral, el orden público o las buenas costumbres y que no perjudiquen a terceros están fuera de la acción, incluso, de la ley. Esta norma, vista como garantía implica la inexistencia de potestades reglamentarias para restringir la libertad o derechos fundamentales, y la pérdida de las legislativas para regular las acciones privadas fuera de las excepciones, de ese artículo en su párrafo 2°, el cual crea, así, una verdadera reserva constitucional" en favor del individuo, a quien garantiza su libertad frente a sus congéneres, pero, sobre todo, frente al poder público. V.- En el sentido señalado en el aparte anterior es que esta Sala ha considerado que (ver Sentencia número 3550-92, de las 16:00 horas del 24 de noviembre de 1992), para que las restricciones a la libertad sean lícitas, constitucionalmente: 12 "deben estar orientadas a satisfacer un interés público imperativo. Entre varias opciones para alcanzar ese objetivo debe escogerse aquella que restrinja en menor escala el derecho protegido ... la restricción -por otra parte- debe ser proporcionada, al interés de la justicia, y debe ajustarse estrechamente al logro objetivo." (Corte Interamericana de Derechos Humanos. Oc5/85, pgr. 46.) "En verdad, los conceptos de moral, de orden público o de la necesaria protección de los derechos de terceros, como indeterminados, autorizan una cierta flexibilidad, pero que no implican en ningún caso arbitrariedad y que está sujeta, como lo está la misma discrecionalidad, al contralor jurisdiccional; contralor que, según lo han reconocido invariablemente la jurisprudencia y la doctrina, tiene que ejercerse según criterios de racionalidad y razonabilidad (artículos 15 y 16 de la Ley General de Administración Pública); flexibilidad, o discrecionalidad, pues, que en ningún caso pueden implicar arbitrariedad." (Ver Considerando XIX de la sentencia 355092). "El orden público, la moral y los derechos de terceros deben ser interpretados y aplicados rigurosamente, sin licencias que permitan extenderlos más allá de su sentido específico; que a su vez debe verse con el principio pro libertate, el cual, junto con el principio pro homine constituye el meollo de la doctrina de los derechos humanos; según el primero, debe interpretarse extensivamente todo lo que favorezca y restrictivamente todo lo que limite la libertad; según el segundo, el derecho debe interpretarse y aplicarse siempre de la manera que más favorezca al ser humano. De acuerdo con ello, el orden público, la moral y los derechos de terceros que permiten, al menos a la ley, regular las acciones privadas, tienen que interpretarse y aplicarse de tal manera que en el primer caso, se trate de amenazas graves al orden público, entendido como la integridad y supervivencia de los elementos fundamentales del Estado; o como " ... el conjunto de principios que, por una parte, atañen a la organización del Estado y su funcionamiento, y, por otra, concurren a la protección de los derechos del ser humano y de los intereses de la comunidad, en un justo equilibrio para hacer posible la paz y el bienestar de la convivencia social" (Corte Plena, sesión extraordinaria del 26 de agosto de 1982).(Ver Considerando XX, del voto número 3550-92).” 8 Sala Constitucional. Voto N° 3173-1993 de las 14:57 horas del 6 de julio de 1993. En acción de inconstitucionalidad promovida por José Manuel Ortiz Durman, contra el último párrafo del artículo 27 de la Ley Nacional de Licores, N° 10 de 7 de octubre de 1937, reformada por Ley N° 2940 de 18 de diciembre de 1971, que prohíbe la venta de licores los días Jueves y Viernes Santos, por considerarlo contrario a los artículos 28, 46 y 75 de la Constitución Política. Y se reitera los mismos conceptos en el Voto N°10491-2001 de las 15:57 horas del 16 de octubre de 2001, en el recurso de amparo interpuesto por Jorge Isaac Vargas Hernández, a favor de Jonathan Serrano Quirós; contra el Ministro de Educación Pública y el Director del Liceo Nocturno de Pérez Zeledón. 8 13 Específicamente, la Sala Constitucional desde los inicios de su creación, ha mantenido la posibilidad de establecer limitaciones al ejercicio de la libertad de culto: “…Con todo, subsiste la preocupación de que los promoventes puedan entender que el derecho a practicar su religión en la forma que estimen conveniente no tiene límite alguno. Conviene poner de relieve que, en realidad, ello no es así. En efecto, desde el punto de vista jurídico, el ejercicio de un determinado culto religioso, para las demás personas que no participan de los actos, es una molestia propia de la vecindad, y puede verse como parte del sacrificio individual que cada uno debe aportar con el fin de aprovechar las ventajas de vivir en comunidad. Pero de ahí no resulta, para los miembros de ese grupo religioso, el derecho de hacer insoportable el ambiente para quienes se hallen en las cercanías y no formen parte de los que realizan las prácticas, porque el interés de estos últimos también debe atenderse. Referido al caso concreto, entonces, la cuestión estriba en que no es posible jurídicamente impedir a un grupo de personas que se organice del modo que a bien tenga y que practique la conducta que, desde su punto de vista, canalice mejor su culto, siempre que con tales prácticas no se menoscabe lo que la comunidad en su conjunto considera buenas costumbres. Pero tampoco es posible, siempre desde el punto de vista jurídico, que el grupo favorecido con la abstención que pesa sobre los otros llegue al punto de estorbar exageradamente en la vida de los demás, porque sería una forma de imponerles por la fuerza sus creencias religiosas, cuando es obvio que no las comparten, desde el momento que se niegan a formar parte del grupo y más bien se quejan de su comportamiento…” (Sentencia N° 0172-89 de las 9:45 horas del 15 de diciembre de 1989)9 De lo anterior, podemos concluir que el derecho de la libertad de culto, como cualquier otra libertad, no puede considerarse como un derecho irrestricto sino que está sometido a los límites establecidos en la propia Constitución Política, como son la moral, las buenas costumbres y el orden público. Ahora bien, para efectos de establecer las limitaciones a los derechos y libertades fundamentales, es de requerimiento obligatorio la manifestación de reserva legal, o sea, solamente por ley formal se puede establecer esa limitación. En este sentido, la Sala Constitucional indicó: “VI.- El régimen de los derechos y libertades fundamentales es materia de reserva de la ley. Este principio tiene rango constitucional (artículo 39 de la Constitución); rango legal, en este sentido se encuentra consagrado expresamente en la Ley General de Administración Pública -"el régimen jurídico de los derechos constitucionales estará reservado a la ley" (artículo Sala Constitucional. Voto Nº 14175-2010, de las 14:30 horas del 25 de agosto del 2010. Acción de inconstitucionalidad promovida por la Asociación Iglesia de Dios, Peña de Horeb Pentecostés Internacional para la honra y gloria de Dios contra varios artículos del "Reglamento para el Funcionamiento Sanitario de Templos o Locales de Culto", por estimarlos contrarios a los principios de igualdad, derecho a la asociación lícita, y libertad de culto. 9 14 19); "los reglamentos, circulares, instrucciones y demás disposiciones administrativas de carácter general no podrán establecer penas ni imponer exacciones, tasas, multas ni otras cargas similares" (artículo 124)-, y también tiene reconocimiento jurisprudencial, tanto constitucional como administrativa, que han declarado aplicables a la materia disciplinaria, las garantías de la legalidad penal. "Lo anterior da lugar a cuatro corolarios de la mayor importancia para la correcta consideración de la presente acción de inconstitucionalidad, a saber: "a.) En primer lugar, el principio mismo de "reserva de ley", del cual resulta que solamente mediante ley formal, emanada del Poder Legislativo por el pronunciamiento previsto en la Constitución, para la emisión de las leyes, es posible regular y, en su caso, restringir los derechos y libertades fundamentales, todo, por supuesto en la medida en que la naturaleza y régimen de éstos lo permita, y dentro de las limitaciones constitucionales aplicables-; b.) En segundo, que sólo los reglamentos ejecutivos de esas leyes pueden desarrollar los preceptos de éstas, entendiéndose que no pueden incrementar las restricciones establecidas, ni crear las no establecidas por ellas, y que deben respetar rigurosamente su "contenido esencial"-; c.) En tercero, que ni aun en los reglamentos ejecutivos, ni mucho menos en los autónomos u otras normas o actos de rango inferior, podría válidamente la ley delegar la determinación de regulaciones o restricciones que sólo ella está habilitada a imponer, de donde resulta una nueva consecuencia esencial: d.) Finalmente, que toda actividad administrativa en esta materia es necesariamente reglada, sin poder otorgarse a la Administración potestades discrecionales, porque éstas implicarían obviamente un abandono de la propia reserva de ley." (Ver sentencia número 3550-92.) La inmediata consecuencia de esto es que, si bien existe una potestad o competencia del Estado para regular las acciones privadas que sí dañen la moral o el orden público, o perjudiquen los derechos iguales o superiores de terceros; no lo es en razón de cualquier tipo de disposición estatal la que puede limitar esas acciones privadas dentro de las excepciones previstas por el artículo 28 constitucional, sino únicamente las normativas con rango de ley, excluyéndose así, expresamente los decretos o reglamentos dictados por el Poder Ejecutivo, y los reglamentos autónomos, dictados por el mismo Poder Ejecutivo o por las entidades descentralizadas, lo mismo que cualquier norma de igual o inferior jerarquía. (Ver sentencia número 1635-90 de las 17:00 horas del 14 de noviembre de 1990.)10 En consecuencia, podemos concluir que es posible y válido establecer ciertas limitaciones a los derechos fundamentales, como lo es a la libertad de culto. Conforme con la abundante jurisprudencia de la Sala Constitucional sobre el principio constitucional de reserva legal, se puede regular y restringir mediante ley formal los derechos y libertades fundamentales. 10 Ibid. 15 2.5.- Confesionalidad del Estado costarricense Es preciso aclarar que la iniciativa en análisis no toca específicamente el tema de la confesionalidad del Estado costarricense, sino más bien, la excluye de la aplicación de las regulaciones del proyecto (artículo 1 párrafo 1). Sin embargo, por la atinencia al tema, consideramos oportuno realizar un breve marco referencial acerca de la jurisprudencia constitucional y algunos criterios de la Procuraduría General de la República emitidos acerca de la religión Católica. La Procuraduría General de la República ha desarrollado el concepto de las temporalidades de la Iglesia Católica, a la luz de la confesionalidad del Estado costarricense a la religión católica, al señalar que: “El artículo 7511 de la Constitución Política establece la "confesionalidad" del Estado costarricense a la religión católica, es decir, que la religión oficial que profesa el Estado es la Católica, sin que se impida el ejercicio de otros cultos siempre que no atenten contra la moral, el orden público y las buenas costumbres. Debe tenerse en cuenta que esta disposición del constituyente, responde a una serie de situaciones históricas y sociológicas, en el tanto, la religión católica ha sido la de mayor aceptación por parte de los individuos que conforman esta Nación. En ese sentido, es fácil de comprender, la especial protección que el Estado brinda al catolicismo, ejemplo de ello lo constituye las llamadas "temporalidades de la Iglesia Católica". Las temporalidades de la Iglesia Católica se han concebido como "el conjunto global de bienes que posee esa institución sin otro sentido más que el de servirle de objeto de posesión como a una persona jurídica cualquiera."12 La Iglesia como una entidad de derecho, administra a voluntad sus bienes, con las potestades propias del dominio que sobre las cosas, en el comercio de los hombres, tiene el sujeto de derecho. La naturaleza jurídica de la Iglesia católica es controvertida, se dice que se trata de una persona moral sui generis que tiene la pretensión de lograr una armonía entre lo meramente material con lo espiritual, desde esa perspectiva , el uso que de los bienes temporales hace la iglesia, es en cumplimiento de su pretensión institucional, es decir, la "Bona temporalia" es para la Iglesia, no un concepto puramente materialista sino que configura una institución de enlace de los bienes materiales con los espirituales , donde confluyen fines, funciones y beneficios. 13 Artículo 75: La religión católica, apostólica, romana es la del Estado, el cual contribuye a su mantenimiento, sin impedir el libre ejercicio en la república de otros cultos que no se opongan a la moral universal ni a las buenas costumbres. 12 BRENES ALVAREZ (Pedro). La condición jurídica de la Iglesia Católica en Costa Rica. Universidad de Costa Rica. Tesis de grado para optar al título de Licenciado en Derecho, 1976, p. 68. 13 En ese sentido, ver BRENES ALVAREZ (Pedro). La condición jurídica de la Iglesia Católica en Costa Rica, p. 78 y stes. 11 16 En el Derecho Canónico los bienes temporales corresponden a bienes eclesiásticos. Menciona el canon 1254 que la Iglesia tiene el derecho innato de adquirir, retener y administrar bienes temporales para el logro de sus fines, estos bienes pueden ser corporales o incorporales y pertenecer a la Iglesia Universal o bien a la Sede Apostólica. 14 Dentro del ordenamiento civil, la Iglesia Católica y las temporalidades, por su especial naturaleza, no constituyen sociedades ni asociaciones civiles, sin embargo, se les reconoce como persona jurídica a través del reconocimiento universal e internacional de que goza la Iglesia. Ese reconocimiento se concreta en Costa Rica, a través de una serie de leyes y decretos que originaron la existencia de una entidad jurídica denominada "Temporalidades de la Iglesia" por medio de la cual actuará la Iglesia Católica. De esa forma, se registra por primera vez en 1901, la inscripción de un poder en el Registro Público, sección de personas bajo el asiento 15984, folio 566, tomo 12, otorgado por un delegado de la Iglesia a otro para que represente las temporalidades de la Iglesia Católica de Costa Rica. En adelante, al resto de poderes otorgados, se les registró la razón de representar a "las Temporalidades", configurándose la Temporalidad como un sujeto distinto de la Iglesia o de la Diócesis.15” 16 Además, la misma Procuraduría reitera la obligatoriedad del Estado costarricense de cooperar con la Iglesia Católica, en el siguiente sentido: “no debe interpretarse en sentido restrictivo; por el contrario, se entiende que el Estado tiene una obligación, en sentido general, de cooperar con las diferentes confesiones religiosas que profesan los habitantes del país y en forma específica con la Iglesia Católica. Debe interpretarse, no como un indicador de parcialidad de la Constitución en beneficio de una confesión religiosa determinada, sino como un indicador de una realidad sociológica, cual es la mención expresa a la confesión indiscutiblemente más arraigada y extendida en nuestro país, lo que en ningún momento implica una discriminación por parte de los poderes públicos para las demás confesiones o para los ciudadanos confesionales (Sala Constitucional, resolución número 2008-017067 de las nueve horas y cincuenta y dos minutos del catorce de noviembre de dos mil ocho. En el mismo sentido, ver las resoluciones 13421-2008 de las nueve horas y veintiocho minutos del dos de septiembre de dos mil ocho, 9768-2008 de las once horas y treinta y tres minutos del trece de junio de dos mil ocho, 5695-2008 de las trece horas y once minutos del once de abril de dos mil ocho, entre otras).”17 En ese sentido, ver Código de Derecho Canónico. Canon 1254 a 1258. En ese sentido, ver BRENES ALVAREZ (Pedro). La condición jurídica de la Iglesia Católica en Costa Rica, p. 78 y stes. 16 Procuraduría General de la República. Oficio N° OJ-076-1999 de 23 de junio de 1999, suscrito por la Lic. L. Lupita Chaves Cervantes, Procuradora Adjunta. En consulta realizada por el Pbro. Lic. Carlos Enrique Balma Alfaro, canciller - Curia Metropolitana, donde solicita criterio sobre el cobro y eventual pago de impuestos por servicios municipales, que varias municipalidades realizan a Temporalidades de la Iglesia Católica. 17 Procuraduría General de la República. Informe rendido en el expediente judicial N° 0814 15 17 Resulta de interés destacar los alcances del artículo 75 de la Constitución Política, analizado en un voto salvado, redactado por el Magistrado Adrián Vargas B, entre la confesionalidad del Estado costarricense y su carácter de sociedad democrática, republicana y pluralista, donde explica que: “El constituyente de mil novecientos cuarenta y nueve optó por establecer en el país un sistema que al mismo tiempo reconoce la libertad religiosa y el carácter oficial de la Religión Católica, Apostólica, Romana. Dispone expresamente el numeral 75: “Artículo 75.- La Religión Católica, Apostólica, Romana, es la del Estado, el cual contribuye a su mantenimiento, sin impedir el libre ejercicio en la República de otros cultos que no se opongan a la moral universal ni a las buenas costumbres.” El nuestro es, por voluntad del Poder Constituyente Originario, un Estado confesional, pero al mismo tiempo un ámbito de libertad para el pleno ejercicio de cualesquiera convicciones que no atenten contra los valores que en el propio artículo 75 se consignan. Se trata de dos principios de contenidos disímiles y de muy compleja armonización. Por un lado, la confesionalidad del Estado lleva a que la Religión Católica, Apostólica, Romana tenga una posición preponderante en los actos oficiales, así como le confiere una participación simbólica en éstos. Permite igualmente que el Estado contribuya en el mantenimiento de sus gastos, lo que no impide que contribuya en favor de otras, en la medida que la realidad fiscal lo permita y siempre que con ello no se vulnere la libertad religiosa. Lo que la confesionalidad no implica es la asunción de un Estado que deba tomar sus decisiones basado en preceptos religiosos de ninguna especie. El Estado existe por y para la sociedad civil que mediante el contrato social lo crea. Su finalidad es satisfacer los intereses y necesidades de sus habitantes, no el acatamiento de dogmas religiosos de cualquier tipo. Por su parte, la libertad religiosa, también es reconocida en el propio artículo 75 constitucional, así como en diversos instrumentos internacionales vigentes en el país (cfr. artículos 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 2 y 13 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 5º de la Convención Relativa a la Lucha Contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza, 2º y 3º de la Declaración sobre los Derechos de las Personas Pertenecientes a Minorías Nacionales o Étnicas, Religiosas y Lingüísticas, III de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, 12 y 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, 3º del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales -Protocolo de 014086-0007-CO, tramitado en la Sala Constitucional -visible a folios 79 a 101-. Donde se emitió el Voto Nº 14175-2010, de las 14:30 horas del 25 de agosto del 2010. Acción de inconstitucionalidad promovida por la Asociación Iglesia de Dios, Peña de Horeb Pentecostés Internacional para la honra y gloria de Dios contra varios artículos del "Reglamento para el Funcionamiento Sanitario de Templos o Locales de Culto", por estimarlos contrarios a los principios de igualdad, derecho a la asociación lícita, y libertad de culto. 18 San Salvador-, etc.), imponiendo al Estado un deber de abstención, según el cual debe evitar interferir en el libre disfrute de las convicciones espirituales de cada persona. Debe permitir que cada quien decida libremente si desea creer en la existencia de una deidad o si por el contrario adopta una actitud de incredulidad (agnosticismo) o de negación (ateísmo). Esto es lo que se ha dado llamar “libertad de culto”, entendida como el derecho de la persona de acoger o rechazar determinadas convicciones espirituales, sin que nadie le pueda imponer las propias, ni siquiera el Estado. Debe asimismo propiciar que cada persona que haya elegido seguir una doctrina de fe, pueda optar por la que considere verdadera (libertad religiosa, en sentido estricto), incluso si difiere de la que profesa la mayoría o de la que oficialmente adopta el Estado. Finalmente, debe permitirse el libre ejercicio de los ritos propios de cada culto (libertad de expresión religiosa), en la medida, claro, en que con ello no se vulneren otros valores de rango fundamental. Como si esta dicotomía no fuera suficientemente compleja, además la misma Constitución Política debe ser interpretada en forma sistemática, de modo que se contemple el reconocimiento de valores tales como la libertad de asociación (artículo 25), la autonomía de la voluntad (artículo 28), la libertad de expresión (29), la igualdad ante la Ley (33), etc. Por otra parte, el carácter genérico y político de las normas constitucionales imponen –al momento de interpretarlas- su concretización, es decir, la adecuación de las normas a parámetros actuales de tiempo y espacio, que definan su significado en el presente. Así, para analizar la constitucionalidad de cualquier acto a la luz del artículo 75 constitucional, es preciso tomar en consideración este delicado equilibrio entre la confesionalidad del Estado costarricense y su carácter de sociedad democrática, republicana y pluralista.” 18 De la cita anterior, se evidencia el Estado confesional promulgado por el Poder Constituyente Originario a la Religión Católica, Apostólica, Romana, así como el ámbito de libertad para el pleno ejercicio de cualesquiera convicciones que no atenten contra los valores - libertad religiosa y libertad de culto-, reconociendo valores como la libertad de asociación (art. 25 C.Pol), la autonomía de la voluntad (art. 28 C.Pol), la libertad de expresión (art. 29 C.Pol), la igualdad ante la Ley (art. 33 C.Pol)-, entre otros. Tomando en consideración esa libertad religiosa y libertad de culto, la Sala Constitucional19 externó en su momento el principio de la neutralidad religiosa del Estado en el ámbito educativo, pero posteriormente en la Resolución Nª 17322014 se modificó el criterio respecto a la existencia de ese principio. Dicho principio sustentó los argumentos del voto salvado20 del Magistrado Jinesta y la Sala Constitucional. Voto Nº 17616-2005 de las 14:44 horas del 21 de diciembre del 2005. Consulta legislativa facultativa de constitucionalidad respecto del proyecto de Ley "Declaratoria del señorío de Jesucristo sobre Costa Rica", que se tramita bajo expediente legislativo N°15483. 19 En el Voto N° 2013-2010 de las 14:54 horas del 2 de febrero de 2010. 20 Sala Constitucional. Voto Nº 1732-2014 de las 15:00 horas del 11 de febrero de 2014. Recurso de amparo contra el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial y el Poder Legislativo por la “Declaración de Consagración” realizada “al amor y protección de Dios Todopoderoso, a través de la intercesión de María nuestra Señora, la Reina de los Ángeles” el 2 de agosto de 2013, durante la realización del 18 19 Magistrada Campos, para evocar la infracción de la libertad religiosa y del principio de la neutralidad religiosa de los poderes públicos. Señalando en sus consideraciones lo siguiente: “El Magistrado Jinesta y la Magistrada Campos salvan el voto y declaran con lugar el recurso por infracción de la libertad religiosa y del principio de la neutralidad religiosa de los poderes públicos, por las razones que redacta el primero. … II.- DISCREPANCIA ESPECÍFICA CON PRESUNTA INADMISIBILIDAD DEL ASUNTO QUE SEÑALA EL VOTO DE MAYORÍA. Estimamos que el Considerando III de la redacción de la mayoría, yerra, al indicar que el presente asunto debió ser “rechazado de plano, por la elemental razón de que este Tribunal no tiene competencia para enjuiciar un acto de naturaleza religiosa (…) el acto que se impugna no es imputable a ningún órgano o funcionario del Estado costarricense, sino que es parte del rito de la misa católica. Estamos (…) ante un acto estrictamente religioso, regulado conforme a los cánones de la religión Católica, Apostólica y Romana, sobre el cual este Tribunal carece de competencia”. Desde luego que los que suscribimos el voto disidente, no juzgamos un acto religioso celebrado según un rito determinado, por cuanto, como tal, se enmarca dentro de la libertad religiosa. Lo que conocemos y resolvemos, son las expresiones, nada más y nada menos, imputables a los Presidentes de los supremos poderes y que, como hemos indicado, quebrantan palmariamente la libertad religiosa y el principio de la neutralidad religiosa. III.- ANTECEDENTE: ADMISION DEL PRINCIPIO CONSTITUCIONAL DE LA NEUTRALIDAD RELIGIOSA DE LOS PODERES PÚBLICOS. Este Tribunal Constitucional en el Voto No. 2013-2010 de las 14:54 horas del 2 de febrero de 2010, admitió, de manera explícita el principio constitucional de la neutralidad religiosa, en relación con la libertad en la materia, con lo que no puede ahora decir la mayoría que tal principio constitucional no existe. En tal sentencia, la mayoría del Tribunal, consideró lo siguiente: “Redacta el Magistrado Jinesta Lobo; y, CONSIDERANDO: (…) IV.- ESTADO CONFESIONAL Y LIBERTAD RELIGIOSA. El artículo 75 de la Constitución Política establece lo siguiente: “La Religión Católica, Apostólica, Romana, es la del Estado, el cual contribuye a su mantenimiento, sin impedir el libre ejercicio en la República de otros cultos que no se opongan a la moral universal ni a las buenas costumbres.” A partir de este precepto constitucional es posible señalar que el Estado costarricense es de carácter confesional, en cuanto se declara que un credo religioso determinado es el del Estado y éste tiene el deber de contribuir a mantenerlo. Se le concede, en contra de las más modernas tendencias del Derecho constitucional comparado, un trato diferenciado a la Religión Católica, Apostólica y Romana. Este numeral constitucional impide concluir que el Estado costarricense, como la gran mayoría de los contemporáneos, tengan un carácter aconfesional o laico. El carácter confesional del Estado se agota en acto litúrgico correspondiente a la celebración de la Virgen de los Ángeles; por considerar la conducta de las autoridades recurridas violatoria de los principios democráticos, de pluralidad y libertad de creencias. 20 tener a la Religión Católica, Apostólica y Romana como la oficial y en el deber de aquél de contribuir a su mantenimiento, lo que no excluye que el Estado mantenga relaciones de colaboración positiva con otras confesiones o congregaciones religiosas. La cláusula del Estado confesional debe ser objeto de una interpretación y aplicación restrictiva, en cuanto, ineluctablemente, impacta la libertad religiosa en su más pura expresión. Empero, la propia norma constitucional, declara que el Estado no debe impedir el libre ejercicio de otros cultos o religiones que no se opongan a la moral o las buenas costumbres, con lo que, pese a la confesionalidad, se proclama la libertad religiosa y el deber estatal de colaborar positivamente con todas aquellas congregaciones, iglesias o confesiones que surjan en el contexto social y merezcan, por una serie de circunstancias objetivas, su aceptación y reconocimiento. Esta parte del artículo 75 constitucional debe ser concordado con el ordinal 28, párrafo 1°, en tanto garantiza la libertad de conciencia, pensamiento y opinión. A la luz del artículo 75 constitucional y, sobre todo, de su segunda parte, el libre ejercicio de la religión se transforma en un valor constitucional de gran relevancia. De otra parte, la libertad de culto indicada en el artículo 75 constitucional debe encontrarse, imperativamente, subordinada a la tolerancia que es consustancial al respeto de la dignidad humana (artículo 33 constitucional) que se erige en un valor supremo del sistema de los valores de los derechos fundamentales y humanos. En suma, la Constitución de 1949, armoniza el Estado confesional con la libertad religiosa, entendida como un valor constitucional preciado y de primer orden. (…) VI.- PRINCIPIO DE LA NEUTRALIDAD RELIGIOSA DEL ESTADO EN EL ÁMBITO EDUCATIVO. A partir de la regulación separada de la religión y la educación en la norma fundamental, resulta factible inducir el principio de la neutralidad religiosa del Estado en el ámbito educativo, de acuerdo con el cual los poderes públicos deben asumir una posición aconfesional en el terreno educativo para promover y fomentar la diversidad y libertad religiosa. Tanto es así que, si bien el Estado debe supervisar y fiscalizar la educación privada, también, debe estimularla y fomentarla, con lo que pueden surgir, en ese contexto, centros de enseñanza fundados por determinadas congregaciones, iglesias o comunidades religiosas. Conforme al principio de la neutralidad religiosa, los poderes del Estado deben interpretar los conceptos constitucionales con fundamento en criterios de aplicación neutrales y que resulten válidos para todos, esto es, de manera no confesional o vinculada a una creencia religiosa en particular. La proyección de la neutralidad religiosa del Estado en la programación, desarrollo y ejecución de políticas públicas, surge de una serie de valores, principios y normas constitucionales. Así, el artículo 1° de la Constitución Política, a partir de la proclamación del Estado costarricense como una “República”, supone la consagración del principio republicano al que es consustancial la secularización de la esfera pública –a la que pertenece el sector educativo- y, por consiguiente, el respeto de la libertad religiosa y de la neutralidad confesional del Estado en esa órbita. De otra parte, el artículo 33 de la Constitución Política, además de declarar el respeto del valor constitucional de la dignidad humana, de donde dimanan los derechos fundamentales y humanos, consagra el principio y derecho a la igualdad de toda persona, independientemente, de sus convicciones, creencias y concepciones religiosas. Es menester agregar que el constituyente originario, también, estableció una sociedad democrática (artículo 1° de la Constitución) y, por consiguiente, abierta, pluralista en lo ideológico y confesional y tolerante, siendo que los poderes del Estado tienen la interdicción de promover, en el campo educativo, un solo credo religioso por aplicación directa del principio constitucional de la neutralidad religiosa. Finalmente, cabe apuntar que en la 21 Constitución de 1949 existen otras normas que marcan una clara tendencia laica y a consagrar el principio de la separación –por lo menos imperfectaentre la esfera religiosa y el ámbito político, administrativo, judicial y electoral, así, a manera de ejemplo, para ser Presidente o Vicepresidente de la República, Ministro de Gobierno, Magistrado de la Corte Suprema de Justicia o del Tribunal Supremo de Elecciones se precisa ser del estado seglar (artículos 131, inciso 2°, 142, inciso 3°, 159, inciso 3°, 100, párrafo 1°). Resulta especialmente llamativo el artículo 28, párrafo in fine, de la Constitución, al preceptuar que “No se podrá, sin embargo, hacer en forma alguna propaganda política por clérigos o seglares invocando motivos de religión o valiéndose, como medio, de creencias religiosas”, precepto constitucional que deja patente la intención del constituyente originario de separar la esfera política y administrativa de la órbita religiosa, evitando intersecciones inconvenientes que puedan frustrar el goce y ejercicio de ciertos derechos fundamentales y humanos de carácter básico. IV.- LESIÓN DE LA LIBERTAD RELIGIOSA Y DEL PRINCIPIO CONSTITUCIONAL DE LA NEUTRALIDAD RELIGIOSA DE LOS PODERES PÚBLICOS. El artículo 75 de la Constitución, por razones y contextos históricos y culturales ya modificados y superados, estableció la Religión Católica, Apostólica y Romana, como la oficial del Estado, a partir de ahí se ha desprendido que el costarricense es un estado confesional, como pocos existen en el orbe, particularmente, en algunos estados musulmanes de África y Asia. Aunque se admita, a la luz del ordinal 75 de la Constitución, la existencia de un Estado confesional y que en ciertos actos oficiales se utilice el rito de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, lo cierto es que ese mismo numeral admite la libertad religiosa y de culto, en respeto de la diversidad y pluralidad religiosa que debe ser inherente a todo Estado Constitucional de Derecho que pretenda armonizar las diversas visiones, incluso religiosas, que coexisten en una determinada organización social. No se puede desprender que la proclamación de un Estado como confesional supone la anulación de la diversidad y pluralidad religiosa, mediante la garantía de las libertades religiosas y de culto. Los representantes de los supremos poderes públicos, están particular y acusadamente llamados a respetar la libertad religiosa establecida en la Constitución, los poderes públicos son los más llamados a propiciar un ambiente de pluralidad, diversidad y tolerancia entre los distintos órdenes religiosos que coexisten en el tejido social. Precisamente, lo anterior es lo que la doctrina ha denominado el “principio de la neutralidad religiosa” que deben observar los poderes públicos, para evitar tomar partido con una confesión determinada y, sobre todo, para evitar cualquier conflicto de tipo religioso nacido de la intolerancia y la incomprensión. El principio de la neutralidad religiosa debe ser observado por los poderes públicos, tanto en un Estado confesional como aconfesional, no se trata, como lo entiende la redacción de la mayoría, de un principio inexistente en un Estado confesional. Todo Estado Constitucional de Derecho –confesional o aconfesional- tiene por uno de sus principales fines y propósitos asegurar el pluralismo –dentro del cual se encuentra el religioso-, la tolerancia y la coexistencia pacífica. En nuestro criterio, los Presidentes de los supremos poderes, fueron más allá de participar con su presencia en un simple acto litúrgico de la Iglesia Católica, Romana y Apostólica, dado que, procedieron en virtud de la investidura y “la autoridad” que se les otorgó, a consagrar la organización, funcionamiento y personal del respectivo poder de la República según las creencias de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Con esta actuación, se lesionó la libertad religiosa de todas aquellas personas que deben acudir a la organización, ejercicio de las 22 competencias y funcionarios públicos de los tres poderes de la República y que no profesan la religión Católica, Apostólica y Romana. En la sociedad costarricense contemporánea, conviven de forma pacífica y armoniosa, seguidores del protestantismo, del judaísmo, del islamismo y desde luego de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Esta última confesión ha dejado de tener una hegemonía y aunque tenga un número considerable de seguidores que la profesan, no por tal circunstancia se debe soslayar a quienes tienen otra confesión. Los habitantes de la república y ciudadanos, independientemente, de la confesión religiosa que siguen, merecen confiar plenamente en los poderes públicos y que no habrá ninguna discriminación por razón religiosa. Mal hacen los miembros de los supremos poderes, más aún, sus Presidentes, si públicamente, consagran la organización, los recursos humanos, materiales y financieros de un poder público a una confesión determinada, por cuanto, cualquier otra persona con una confesión distinta podría, de manera razonablemente fundada, considerar que sus asuntos no serán tratados con igual imparcialidad y objetividad. Los miembros de los supremos poderes y sus representantes, son los principales llamados a fomentar la libertad y pluralidad religiosa. En definitiva, el principio de la neutralidad religiosa de los poderes públicos, es un preciado instrumento para fomentar la libertad y pluralidad religiosa, en aras de la consecución de bienes y valores constitucionales inequívocos y de primer orden como la comprensión, la tolerancia y la coexistencia pacífica. Las creencias religiosas de los miembros de los supremos poderes, de sus representantes y, en general, de todo funcionario o servidor público, no están por encima de la Constitución, la que apuesta, firmemente, por la libertad religiosa y de culto y por el principio de la neutralidad religiosa de los poderes públicos, ya que éstos últimos, como tales, son organizaciones al servicio de las personas, independientemente de su credo religioso, por lo que deben crear la suficiente confianza en la imparcialidad y objetividad religiosa al momento de ejercer sus competencias y funciones.” No obstante los argumentos señalado en ese Voto Salvado, la Sala Constitucional consideró en la Resolución Nº 1732-2014 (resolución de mayoría), por un lado, que no tiene competencia para enjuiciar un acto de naturaleza religiosa, el cual es regulado mediante los cánones de la religión Católica, Apostólica y Romana; y por otro lado, que “de acuerdo con nuestro ordenamiento jurídico no es posible invocar el principio de neutralidad religiosa, toda vez que la misma Constitución, por mandato expreso, le impone al Estado optar por un determinado credo religioso: el oficial.” Procedemos a transcribir los argumentos esbozados por la Sala Constitucional por ser de enorme importancia para el análisis de esta iniciativa de ley: “III.-ASUNTO DE PREVIO Y ESPECIAL PRONUNCIAMIENTO.- Este recurso debió ser rechazado de plano, por la elemental razón de que este Tribunal no tiene competencia para enjuiciar un acto de naturaleza religiosa. En efecto, el acto que se impugna no es imputable a ningún órgano o funcionario del Estado costarricense, sino que es parte del rito de la misa católica. Estamos, pues, ante un acto estrictamente religioso, regulado conforme a los cánones de la religión Católica, Apostólica y Romano, sobre el cual este Tribunal carece de competencia. IV.- SOBRE EL FONDO.- Para una correcta y justa decisión en este asunto es necesario tener en cuenta algunas premisas que se derivan del Derecho de la 23 Constitución (valores, principios y normas). En primer lugar, no hay ninguna cláusula en ese Derecho que le imponga al Estado el deber de neutralidad religiosa; todo lo contrario, lo obliga a tener una posición favorable a la religión Católica, Apostólica y Romano. En segundo término, sí hay una cláusula en el Derecho de la Constitución que obliga al Estado a respetar el pluralismo religioso. Estamos, pues, ante un caso, de los pocos en el mundo, donde se equilibra el Estado confesional con el respeto de la libertad religiosa. En este sentido, acudiendo a una cultura y larga tradición jurídica como el constitucionalismo estadounidense, revela que: “(…) es elemental que el sentido de una ley debe, en primera instancia, ser buscado en el lenguaje con que ese acto se formó, y si las misma es claro … la única función de las Cortes es hacer cumplir de acuerdo con sus términos” o cuando el texto legal es “claro y no admite más que un solo significado el deber de interpretación no se configura y las reglas para esclarecer significados ambiguos no necesita discusión…” (Caminetti v. United States, 242 U.S. 470, 485 (1917). Adoptando como marco de referencia lo anterior, el hecho de que los máximos jerarcas de los Poderes del Estado participen en un acto religioso de la religión oficial, es conforme con el Derecho de la Constitución. Nótese que incluso en aquellos países que se han decantado por un Estado laico hay casos donde las máximas autoridades de sus Poderes participan en eventos religiosos o en actos oficiales se admite un acto de naturaleza religiosa, verbigracia: en la toma de posesión del presidente de los Estados Unidos de América ocurre que un ministro religioso invoca a Dios para que proteja a las nuevas autoridades o, en el Congreso de ese país, donde un capellán hace una oración invocando la dirección del todo Poderoso. Este tipo de actos en nada afecta el principio del pluralismo religioso. Ahora bien, el meollo de la cuestión en este asunto está en determinar si el acto de consagración que hicieron los (as) presidentes (as) de los Supremos Poderes violenta la libertad religiosa y la independencia judicial. Es lógico suponer que dada la evolución del Derecho de la Constitución en la materia que nos ocupa, si los (as) presidentes (as) de los Supremos Poderes hacen un acto de consagración a Dios de su gestión, lo normal es que lo realicen en una actividad religiosa del credo oficial; aunque ello no impide que lo puedan hacer en una actividad de otro credo religioso. Por otra parte, no encontramos cómo dicho acto de consagración en una actividad del credo oficial pueda vulnerar la libertad religiosa, pues con ello no se afecta ni la dimensión interna –libertad de conciencia-, ni la dimensión externa –libertad de culto- de ninguna persona, sea de otros credos religiosos o aquellas personas que ejercicio de esta libertad ha decidido no creer en un Ser superior o mantiene una postura agnóstica en relación con el fenómeno religioso. De acuerdo con nuestro ordenamiento jurídico no es posible invocar el principio de neutralidad religiosa, toda vez que la misma Constitución, por mandato expreso, le impone al Estado optar por un determinado credo religioso: el oficial. Por otra parte, tampoco vemos una relación de causa a efecto entre el acto de consagración de los (as) presidentes (as) de los Supremos Poderes del Estado y el derecho de todo habitante de la República a un Juez independiente, ya que, en primer término, la presidenta de la Corte Suprema de Justicia no está ejerciendo una actividad de naturaleza jurisdiccional, sino una de representación, la que en 24 nada compromete el ejercicio de la función jurisdiccional de quienes por mandato constitucional y legal la ejercen. En segundo lugar, ese acto de consagración en nada vincula a ningún Juez de la República, quienes deben ejercer la función jurisdiccional apegados al ordenamiento jurídico, lo que significa, ni más ni menos, que no pueden hacer ningún tipo de favorecimiento o discriminación a favor o en contra de los usuarios de justicia en razón de su credo religioso. Estos razonamientos también son aplicables para los funcionarios del Poder Legislativo y el Ejecutivo. Ahora bien, distinto es el hecho individual de desaprobar el texto constitucional en lo referente al Estado confesional. En esta dirección, es importante traer a colación las palabras del gran Juez de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos de América, Felix Frankfurter, quien redactó la opinión mayoritaria en caso Gobitis de 1940, cuando afirmó lo siguiente: “Quienes pertenecen a una de las minorías más perseguidas y humilladas de la historia (él era judío) no puede quedarse indiferente ante las libertades que la Constitución garantiza. Si fuesen relevantes mis ideas personales, me adheriría a la concepción general de la libertad sobre la que se basa la opinión de la mayoría del Tribunal que para mí representa el pensamiento y el comportamiento de toda una vida. Pero nosotros jueces no somos judíos, ni católicos, ni agnósticos [agregamos ni evangélicos-cristianos]. Todos, absolutamente todos, debemos a la Constitución el mismo respeto y la misma consideración, y nuestros deberes como jueces nos obligan en la misma medida… Como juez de este Tribunal no estoy legitimado para manifestar mi opinión individual sobre las distintas opciones políticas que a priori son compatibles con nuestra Constitución, esté de acuerdo con ellas o las considere completamente equivocadas”. En resumen: el Juez constitucional debe respetar el texto de la Carta Política aun y cuando no esté de acuerdo con él porque considera que no responde a la realidad debido a que, por el transcurso del tiempo, han ocurrido cambios sociales y culturales en el colectivo. Sólo el poder constituyente, en sus diversas modalidades, es el llamado a actualizar y corregir el Derecho de la Constitución (valores, principios y normas), sin que esta afirmación implique desconocer el instituto de la mutación constitucional por vía de la interpretación judicial, siempre y cuando respete el texto escrito, su esencia y finalidad, así como garantice el principio de unidad constitucional, el contenido esencial de las libertades y derechos fundamentales y no altere la distribución de competencias asignadas por el constituyente a los órganos constitucionales y de relevancia constitucional, a los entes públicos, al Estado nacional y a los gobiernos locales. Hay una excepción a lo que venimos afirmando, y es cuando estamos en presencia de principios y normas constitucionales de contenido abierto, donde, en estos supuestos, el Juez constitucional tiene un margen mayor de interpretación. Empero, aun en estos casos, el Juez debe tomar muy en cuenta que en una sociedad pluralista y democrática no es posible imponer una sola opción al colectivo, en especial a los actores políticos que gozan de legitimidad democrática, cuando el texto constitucional, dada la forma en que está redacto el principio o la norma, admite varias alternativas todas ellas compatibles con el Derecho de la Constitución.”21 21 Ibid. 25 Conforme con la jurisprudencia constitucional citada, se concluye que en nuestro ordenamiento jurídico no es posible invocar el principio de neutralidad religiosa. Antes bien, el propio texto constitucional expresa el mandato del Estado de optar por un determinado credo religioso que es el oficial, sea la religión Católica, Apostólica y Romano, entendido éste como la confesionalidad del Estado costarricense. No obstante lo anterior, esa misma disposición establece una cláusula donde se obliga al Estado a respetar el pluralismo religioso, lo cual es considerado por la Sala Constitucional como el equilibrio entre el Estado confesional y el respeto de la libertad religiosa. Adicionalmente, subraya dicha resolución, el necesario respeto a la norma constitucional, la cual debe ser guardada por el juez constitucional, señalando que “el Juez constitucional debe respetar el texto de la Carta Política aun y cuando no esté de acuerdo con él porque considera que no responde a la realidad debido a que, por el transcurso del tiempo, han ocurrido cambios sociales y culturales en el colectivo.” Finalmente expresa, que como única respuesta a un posible cambio, se remite al poder del constituyente, en sus diversas modalidades, el cual es el llamado a actualizar y corregir el Derecho de la Constitución en los ámbitos de valores, principios y normas. 2.6. Algunas consideraciones sobre la reforma a un Estado Laico Debido a la confesionalidad del Estado costarricense, y para el análisis de esta iniciativa, se hace necesario incluir algunas reflexiones que se han externado sobre la propuesta de reforma hacia un Estado Laico. Al ser éste un tema de interés nacional, en los diversos medios de comunicación colectiva se ha sostenido diversos análisis del presente proyecto de ley, por lo que esta asesoría consideró oportuno realizar un recuento general de lo discutido en los diversos paneles. Es preciso señalar que siempre al inicio de esos análisis se aborda el tema jurídico de la reforma para alcanzar un Estado Laico. En el programa de radio Nuestra Voz22, se realizó una serie de entrevistas a distintas personalidades para referirse al proyecto de ley. En principio, se refirieron al tema del Estado Laico. A continuación se resumen las opiniones emitidas de la siguiente manera: El señor Daniel Soley, Viceministro de la Presidencia, señaló que Costa Rica es el único país del continente que confiesa la religión Católica como Radio Monumental. Programa Nuestra Voz, bajo la conducción de la periodista Amelia Rueda, de 4 de agosto de 2014, referente a “Ley de la libertad religiosa abriría portillo para dar beneficios a otras iglesias. Puede ser escuchado en el sitio web: http://www.monumental.co.cr/programas/90/Nuestra-Voz 22 26 oficial del Estado,y que debe realizarse una reforma para adquirir la condición de Estado Laico. El señor Fabián Volio, especialista en Derecho Constitucional indicó que el proyecto de ley no resuelve el problema de la Constitución Política, y que regula la situación con diferentes religiones. La señora Monserrat Sagot, Socióloga, consideró que el proyecto de ley no resuelve el problema del Estado Laico, para ello debe existir una reforma constitucional. El señor Juan Luis Jiménez, Diputado, manifestó que es más importante la reforma constitucional del artículo 75. El señor Mario Redondo, Diputado, indicó la necesidad de una reforma hacia un Estado Laico. La señora Emilia Molina, Diputada, expresó el compromiso hacia un Estado Laico y un mismo trato a todas las religiones. En el programa de radio Hablando Claro23 se entrevistó al señor Jaime Ordoñez, especialista en Derecho Constitucional acerca del tema del Proyecto de Ley; para ello realizó una explicación sobre la evolución del Estado laico a confesional. A continuación se resume lo explicado: El Estado nacional de fin de siglo XIX, donde los líderes nacionales eran laicos –masones-, considerando el Estado Laico, es decir separar lo civil de lo religioso, garantizando la libertad de culto. Por ello se explica que la Constitución de 1871 era laica. Por otra parte, la Iglesia Católica tenía un gran peso en la década de los cuarenta, con los aportes de Monseñor Sanabria, Y es en año 1949 donde se modifica el artículo 75 constitucional, indicando que el Estado es católico, y permite la libertad de culto. Con esta reforma retrocedemos a Estado confesional. Es el último país de América Latina en ser Estado confesional, ni México, ni Brasil –que son países con alto grado de religiosidad- son confesionales. La reforma del artículo 75 de la Constitución Política debe avanzar al Estado Laico (civil-orden religioso). El Papa ha insistido en el Vaticano que prefiere el Estado Laico, para fortalecer los órdenes civil y religioso. La Curia de Costa Rica se oponía a la reforma del artículo 75 constitucional. En un artículo de opinión, publicado en el Diario Extra, escrito por el señor Jaime Ordónez, señala que con la iniciativa en estudio, se pasa de un Estado confesional a un Estado multiconfesional. Veamos: “En lugar de avanzar, Costa Rica retrocede. El Proyecto de Ley convocado por el presidente LG Solís y su ministro de la presidencia, el pastor luterano con licencia, Melvin Jiménez (llamado curiosa y casi irónicamente Proyecto de Ley para Libertad Religiosa y de Culto -Expediente 19.099), constituye un gravísimo paso atrás. No sólo nos haría 23 Radio Columbia. Programa Hablando Claro, bajo la conducción de la periodista Vilma Ibarra de 18 de agosto de 2014, referente a Libertad Religiosa. Puede ser escuchado en el sitio web: http://www.hablandoclarocr.com/ 27 retroceder más de 140 años en materia de secularización y modernidad política, sino que propone algo absurdo: pasar de un Estado uniconfesional a algo mucho más grave, un Estado multiconfesional. Solo su lectura causa escalofríos. Le hace a uno pensar que los viejos líderes que fundaron nuestro Estado en el siglo XIX (Carrillo, Guardia, Jesús y Ricardo Jiménez), la mayoría de ellos seculares y librepensadores, por no hablar en el siglo XX de gente como Figueres Ferrer, Oduber Quirós o Rodrigo Facio, quienes creían en la modernidad política y en la clara separación del Estado y la Iglesia, deben estar desde sus sepulcros asombrados y estupefactos. Con seguridad, no entienden cómo un país puede volverse tan parroquial y tan aldeano, retroceder tantos pasos en el curso de la historia y -sobre todo- estar hoy tan atrapado por la red de intereses de una multitud de iglesias, cultos, congregaciones y hasta oratorios de garaje, panderetas y micrófonos de altavoz que tienen mareada a nuestra clase política. Y, aparentemente, secuestrada. El texto del Proyecto tiene varias consecuencias peligrosas y claramente inconvenientes para el país.”24 En igual sentido, la periodista Vilma Ibarra publica un artículo de opinión, en el que señaló que el mencionado proyecto plantea la conversión de Costa Rica en un estado multiconfesional. Al respecto mencionó: “Para garantizar y enmarcar nuestras libertades esenciales, entre ellas la libertad de profesar o no una fe, los ticos tenemos la Carta de las Naciones Unidas, así como otra variedad de tratados internacionales que hemos adherido o promovido abiertamente como el mismísimo Pacto de Derechos Humanos (Pacto de San José) y por supuesto, la Constitución Política que nos rige, que si bien es cierto deviene en su esencia de la de 1871, también planteó en su versión de 1949 el establecimiento (a contrapelo de las ideas liberales anteriores) del estado confesional católico. Hace años se viene hablando de la necesidad de modificar el art. 75 de la Carta Magna para dar paso a un estado laico; que siga garantizando la libertad religiosa y de culto, pero que se deshaga de la añeja dependencia de la confesionalidad; algo tan en desuso que hasta el papa Francisco aconseja abandonar. Pero aquí no solo es difícil avanzar hacia la modernidad sino que por el contrario, al menor descuido, unas cuantas fuerzas ultraconservadoras intentan que la sociedad dé marcha atrás a como haya lugar. En este cortísimo periodo de extraordinarias legislativas en que el Ejecutivo tiene potestad de agenda, se convocaron 70 proyectos de ley, lo cual aunque dificulta establecer contundentemente cuáles son las prioridades del gobierno, sí envía señales sobre sus intereses. Y la nueva administración convocó el proyecto “Ley para la Libertad Religiosa y de Culto”. Amén de que ya se argumentó que la iniciativa está de algún modo viciada porque fue convocada por el ministro (Obispo) de la Presidencia que no puede deslindarse de su condición clerical (la misma que lo tiene en vilo en tanto se pronuncia la Sala IV) el proyecto propone que Costa Rica se convierta en un estado multiconfesional y propicia un paraguas estatal para algunas denominaciones religiosas. Como si esto fuera poco, no solo propone crear la Dirección de Asuntos Religiosos en el Ministerio de Justicia, sino además un Consejo Consultivo Asesor ORDÓNEZ (Jaime). “¿Financiar iglesias con nuestros impuestos?” Página abierta. Periódico Diario Extra, publicado el martes 12 de agosto de 2014. En el apartado de Anexos de este informe, se incorpora el artículo de opinión completo. 24 28 de Asuntos Religiosos lo cual, a juicio de expertos, no es sino la intromisión de algunas iglesias en la definición de políticas públicas relacionadas con los asuntos de la fe. Para terminar, otorga financiamiento estatal para esas denominaciones. Este proyecto ornitorrinco debe ser retirado de la Asamblea. El gobierno debe avanzar en el inactivo establecimiento de un acuerdo bilateral con el Vaticano, modificar el artículo 75 de la Constitución para derogar el estado confesional y las transferencias que lo acompañan, dejar al Ministerio de Salud que regule el funcionamiento de las iglesias (casas, edificios, galerones o garajes, no importa) donde operen congregaciones de fe de cualquier tipo (para eso es la libertad religiosa que ya tenemos) pero sí con mínimos estándares de higiene y salud, que fue justamente lo que pretendía hacer la Dra. María Elena López, cuando el Ministro de Presidencia se le paró en la escoba. En fin, dejar de legislar en lo que no hace falta y ponerse a trabajar como Dios manda.” 25 En otro artículo de opinión, publicado en La Prensa Libre26, se cuestiona si Costa Rica debe convertirse en Estado laico; así el diputado Mario Redondo se manifiesta a favor, y la diputada Marta Arauz, en contra. Ambos indicaron: “Mario Redondo Estoy de acuerdo, siempre y cuándo se entienda debidamente, pues para algunos el hecho de que el Estado no tenga una religión de preferencia implica que sea ateo, que saque a Dios y el pensamiento cristiano de todo ámbito de acción, lo cual no sería una tesis aceptable. Creemos que este debe ser un Estado que sin confesar una religión en particular sea uno que permita, propicie y facilite el funcionamiento de diversos cultos en el país, siempre y cuando estos no atenten contra la dignidad humana. Las personas mientras más sólidas espiritualmente, mejores ciudadanos. Cuando hablo de una ley de iglesias que regule, no estoy hablando de que se otorguen privilegios. Hablo de que no se les trate discriminatoriamente, de posibilidades para el ejercicio de su fe. Marta Arauz Mora Diputada Partido Liberación Nacional En realidad, en un país de tradición religiosa como el nuestro, tratar de cambiar la posición del Estado al respecto, en estos momentos, se puede decir es hasta peligroso. La religiosidad del pueblo costarricense le ha brindado grandes valores que el costarricense tiene que mantener siempre muy ponderados, pues son los que nos han dado la identidad, no podemos perderlos. ¡Qué miedo que por entrar a un experimento, nosotros perdamos lo más importante que tenemos como son los valores del ser costarricense! Mi posición es más ontológica, más de valor de espíritu, que es lo que considero ha sostenido al ser costarricense.” IBARRA (Vilma), Libertad religiosa. Tomado del sitio web: http://www.hablandoclarocr.com/index.php/hablando-claro/columnas-larepublica/1247-libertad-religiosa 26 La Prensa Libre, ¿Debe Costa Rica convertirse en Estado laico? Escrito por Opinión, publicado el miércoles 13 de Agosto de 2014. 25 29 Adicionalmente a las opiniones emitidas, en el apartado de “Anexos” del presente informe, se transcriben otros artículos de opinión, los cuales fueron suscitados a la luz del análisis de la presente propuesta legal. Por lo que se recomienda la lectura de los mismos, con el afán de dar mayor ilustración al tema. Considerando todos los argumentos esgrimidos, esta asesoría recomienda el análisis pausado y comedido de la reforma que se plantea en la presente iniciativa legislativa, con el objeto de respetar los principios constitucionales estudiados en el presente informe (moral universal, las buenas costumbres, el resguardo del orden público, derechos de terceros, la salud, la seguridad nacional, libertad religiosa, libertad de expresión, libertad de pensamiento, entre otros), para no vulnerar ninguna disposición de orden constitucional. III. ANÁLISIS SOBRE EL ARTICULADO En el presente apartado se realizará el análisis por ejes temáticos, de acuerdo con las consideraciones más relevantes a observar. 3.1-Sobre el objeto, ámbito de aplicación y del derecho de la libertad religiosa El artículo 1 del proyecto enmarca el objeto de la ley en “garantizar el ejercicio digno de los derechos a la libertad religiosa y de culto, incluyendo la libertad de opinión y de conciencia, y la libertad de asociación y de reunión, que goza la población costarricense”. Para el análisis de este tema, remitimos al apartado II sobre Consideraciones de fondo del presente informe, donde se realizó un estudio y análisis jurisprudencial de la Sala Constitucional, relacionado con la aplicación de éstos principios con nuestro derecho interno. Como comentarios adicionales, se retoma lo indicado en un programa de radio27, donde se realizaron manifestaciones sobre el derecho a evangelizar que enmarca el proyecto de ley. La socióloga Monserrat Sagot manifestó que es un derecho que no está negado. Por su parte, el diputado William Alvarado considera la necesidad de la regulación de religiones; por otro lado, el diputado Mario Redondo indicó que genera derechos, creencias, se practica la fe, para que no exista discriminación. Finalmente, la diputada Emilia Molina considera que debe existir el mismo trato a todas las religiones. En otro programa de radio28, el analista Jaime Ordoñez, señaló entre otros temas que la libertad de culto ya está permitida; y que el proyecto de ley es paradójico, pues entiende la religión bíblica, y desconoce la filiación religiosa de las dos terceras partes de creencias del mundo, concluyendo que la religión es un aspecto personal. Radio Monumental. Programa Nuestra Voz, bajo la conducción de la periodista Amelia Rueda de 4 de agosto de 2014, referente a “Ley de la libertad religiosa abriría portillo para dar beneficios a otras iglesias. 28 Radio Columbia. Programa Hablando Claro, bajo la conducción de la periodista Vilma Ibarra de 18 de agosto de 2014, referente a Libertad Religiosa. 27 30 El artículo 1, en la última frase del primer párrafo, enuncia como una de sus pretensiones, el establecer los parámetros para el funcionamiento de las organizaciones religiosas. Para ello, es oportuno recordar lo manifestado por la Sala Constitucional, en relación con la libertad religiosa y las exigencias de los poderes públicos: “Tal como se dijo antes, ha sido tesis de principio de este Tribunal que la libertad religiosa encierra, en su concepto genérico, un haz complejo de facultades. En el plano individual, implica la libertad de conciencia –determina en qué creo y qué no creo-. En el plano social, conlleva la libertad de culto, lo que se traduce en el derecho a practicar externamente la creencia hecha propia. Por otra parte, el contenido esencial de la libertad religiosa está integrado por el derecho al proselitismo o propaganda, la libertad de congregación o fundación, la libertad de enseñanza, el derecho de reunión y asociación y los derechos de las comunidades religiosas. La libertad de culto comprende el derecho a mantener lugares de culto y practicarlo, tanto dentro del recinto como en el exterior, siempre dentro de las limitaciones establecidas por el ordenamiento jurídico, especialmente por el Derecho de la Constitución. En la precisión de las limitaciones a esta dimensión objetiva de la libertad religiosa, se debe de tomar en cuenta la particularidad de cada comunidad religiosa, evitando que los parámetros exigibles se funden en las condiciones específicas de otras comunidades religiosas. En este sentido, la liturgia de un culto no resulta de aplicación al otro. Las posibles limitaciones deben fundarse en sus propios ritos o expresiones externas y no en los ajenos, para lo cual se hace necesario recurrir a elementos antropológicos, sociológicos y culturales. En pocas palabras, las limitaciones a la libertad de culto de un grupo religioso no pueden tener como punto de referencia los ritos, la liturgia ni las expresiones externas de otro culto. En este sentido, las limitaciones necesariamente han de tener como basamento elementos objetivos, razonables, de seguridad y salubridad, sin tomar como referencia las que correspondan a la práctica de otros grupos religiosos. Ahora bien, al potenciar la particularidad de cada grupo religioso para determinar si las limitaciones son legítimas, debe evitarse que tales exigencias dejen sin contenido material la libertad religiosa en su expresión social. La riqueza y variedad del fenómeno socio-cultural que se evidencia en las diversas opciones religiosas y cultos, exige que las regulaciones de los poderes públicos no ignoren la especificad de cada comunidad, pues de lo contrario podría vaciarse de contenido esencial la libertad religiosa. Las exigencias deben ser mínimas, únicamente fundadas en cuestiones de seguridad y salubridad, pues de lo contrario se estaría negando a un grupo de ciudadanos el derecho a expresar públicamente sus creencias. En el caso de las normas que contiene el reglamento cuya constitucionalidad se objeta, no se observan restricciones que limiten irrazonablemente la libertad religiosa, tal como se expondrá en el siguiente apartado. No se trata de disposiciones que sean desproporcionadas, irrazonables o que ignoren, arbitrariamente, las particularidades de las diversas comunidades que ejercen la libertad de culto.” 29 Sala Constitucional. Voto Nº 14175-2010, de las 14:30 horas del 25 de agosto del 2010. Acción de inconstitucionalidad promovida por la Asociación Iglesia de Dios, Peña de Horeb Pentecostés Internacional para la honra y gloria de Dios contra varios artículos del "Reglamento para el Funcionamiento Sanitario de Templos o Locales de Culto", por estimarlos contrarios a los principios de igualdad, derecho a la asociación lícita, y libertad de culto. 29 31 De forma que las regulaciones de los poderes públicos, en cuanto a las limitaciones a la libertad de culto de un grupo religioso, deben estar fundamentadas en elementos objetivos, razonables, de seguridad y salubridad. Esto no significa que la legislación propuesta pueda revertir tales aspectos, al punto de hacer nugatorio el derecho de potestad de imperio del Estado para satisfacer el interés de las organizaciones religiosas. Ahora bien, las disposiciones que se estipulan en el capítulo I “Objetivo y ámbito de aplicación” llaman a confusión y a la contradicción, puesto que en el numeral 130 se excluye de la aplicación de esta normativa a la religión católica con la frase “Esta ley no será aplicable a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana.” De seguido, en el artículo 331 pese a establecer la prohibición de discriminar por creencias religiosas, inmediatamente después, en el artículo 632 procede a excluir una serie de entidades y actividades del ámbito de la aplicación de la ley, que son consideradas religiones para otros (esoterismo, ocultismo etc.). Lo anterior, nos conduce a concluir que el proyecto en sí mismo es discriminatorio, por cuanto únicamente será de aplicación para algunas religiones o cultos, no así para todas las religiones que se encuentran en ejercicio en el país. Para efectos ilustrativos, se considera oportuno recordar los argumentos esbozados en el voto salvado del magistrado Adrián Vargas B., en la consulta legislativa facultativa de constitucionalidad respecto del proyecto de Ley "Declaratoria del señorío de Jesucristo sobre Costa Rica", donde señala: “El proyecto de ley a la luz del Derecho de la Constitución. El proyecto en consulta, en su artículo único, declara “…al Señor Jesucristo como el Señor de Costa Rica”. Con ello, el legislador pretende positivizar una realidad de carácter meramente espiritual, que los cristianos aceptamos como dogma, no Su señorío sobre el país, sino sobre el universo. ARTÍCULO 1.- Objeto. La presente ley tiene por objeto garantizar el ejercicio digno de los derechos a la libertad religiosa y de culto, incluyendo la libertad de opinión y de conciencia, y la libertad de asociación y de reunión, que goza la población costarricense, bajo el amparo del artículo 75 de la Constitución Política y de los tratados internacionales en materia de Derechos Humanos, debidamente ratificados por Costa Rica. Asimismo, pretende establecer los parámetros para el funcionamiento de las organizaciones religiosas. Esta ley no será aplicable a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. 31 ARTÍCULO 3.- Prohibición de discriminación por creencias religiosas. Se prohíbe toda acción u omisión que, directa o indirectamente, discrimine a una persona o grupo de personas por razón de sus creencias religiosas. 32 ARTÍCULO 6.- Materia excluida. Quedan fuera del ámbito de aplicación de la presente ley, las actividades y entidades cuya finalidad esté relacionada con el estudio, la práctica y experimentación de los fenómenos psíquicos o parapsicológicos, satanismo, ocultismo, panteísmo, astrología, esoterismo, chamanismo, brujería, hechicería, prácticas mágicas y supersticiosas de cualquier tipo, espiritistas u otras análogas, ajenas a la religión. Nadie podrá alegar motivos religiosos para evadir las responsabilidades y obligaciones prescritas en la Constitución Política y las leyes. 30 32 El Estado pretende con ello normar aspectos propios de la más pura individualidad de cada quien, imponiéndoles ilegítimamente una realidad que no es aceptada por todos. Por el contrario, Costa Rica es un país caracterizado por la pluralidad y diversidad. Además de diversos cultos cristianos, en el país conviven personas de credos judaicos, budistas, musulmanes, hindúes, etc., así como agnósticos y ateos. No puede el Estado imponer a tales personas su religión oficial, pues al hacerlo vulnera groseramente la libertad religiosa de todos aquellos que no profesan la Religión Católica, Apostólica, Romana u otro credo basado en la existencia de Jesucristo. Con esta disposición, se rompe ese delicado equilibrio entre confesionalidad y libertad; se invade un ámbito de absoluta individualidad, avasallándose uno de los principios básicos del Estado costarricense, como lo es la tolerancia hacia las formas de pensar, vivir y actuar diversas de las mayoritarias u oficiales. Por las anteriores razones, estimo que el contenido del proyecto en consulta es inconstitucional.”33 De manera que los numerales citados evidencian una discriminación abierta a la libertad religiosa, irrespetando la tolerancia hacia las formas de pensar, vivir y actuar diversas de los habitantes del país, y violentando el equilibrio entre la libertad de culto y la confesionalidad. Por lo que esta asesoría llama la atención en este sentido, y sugiere la valoración de la aplicación de este proyecto de ley en nuestro ordenamiento jurídico. Además, de ese posible vicio de inconstitucional, en el artículo 1 se debe precisar el concepto de las libertades allí señaladas (religiosa, de culto, de conciencia etc.). Asimismo recomienda esta Asesoría que se indique que el ejercicio de esas libertades se encuentra limitado por los principios constitucionales como por las disposiciones legales. El artículo 234 de la iniciativa hace referencia a la inalienabilidad de derechos humanos que se resguardan y desarrollan en la presente ley. Para efectos de determinar si el término utilizado es el adecuado, procedemos a definir el concepto de “inalienabilidad”: Sala Constitucional. Voto Nº 17616-2005 de las 14:44 horas del 21 de diciembre del 2005. Consulta legislativa facultativa de constitucionalidad respecto del proyecto de Ley "Declaratoria del señorío de Jesucristo sobre Costa Rica", que se tramita bajo expediente legislativo N°15483. 34 ARTÍCULO 2.- Inalienabilidad de derechos. Los derechos humanos resguardados y desarrollados por medio de la presente ley, no podrán ser alienados ni violentados por persona alguna, ni por decreto o reglamento emitido por el Poder Ejecutivo, o disposición administrativa de cualquier instancia del Estado, en razón del valor superior que concede el ordenamiento a estas materias. Toda regulación, interpretación o aplicación que realicen las instituciones públicas y sus funcionarios, respecto del ejercicio de los derechos humanos regulados y desarrollados en esta norma, se atendrá de manera estricta a lo aquí establecido, con motivo del principio de imperio de ley que le subyace, así como a la Constitución Política de la República y los tratados internacionales en la materia, ratificados por el país. Los funcionarios públicos que, en el ejercicio de la acción administrativa del Estado, violenten los derechos estipulados en la presente ley, se atendrán a las consecuencias legales pertinentes. 33 33 “Definición de inalienable. Este término proviene de un vocablo latino que hace referencia a algo que no se puede enajenar (es decir, cuyo dominio no se puede pasar o transmitir de un individuo a otro). Lo inalienable, por lo tanto, no puede venderse o cederse de manera legal Los derechos inalienables son aquellos considerados como fundamentales; los cuales no pueden ser legítimamente negados a una persona. Ningún gobierno o autoridad tiene competencia para negarlos, ya que forman parte de la esencia de la persona. Los derechos humanos son derechos inalienables. Este tipo de derechos, por otra parte, son irrenunciables. Ningún sujeto puede desprenderse de ellos, ni siquiera por propia voluntad. Por ejemplo: no existe la esclavitud voluntaria. Una persona no puede renunciar a su libertad y someterse de forma voluntaria a los mandatos de otro ser humano. Otros de los derechos humanos inalienables son el de la igualdad y la fraternidad. Cabe mencionar que los mismos son considerados fundamentales para el desarrollo normal de un individuo y consisten en la base ética y moral que resguarda la dignidad de las personas. Los derechos inalienables son inherentes al individuo por el solo hecho de pertenecer a la especie humana. Esto significa que la forma en la que se adquieren es involuntaria. Desde el momento en el que un individuo nace los posee y no puede desprenderse de ellos hasta el día de su muerte. Y no existe orden jurídica posible o castigo que pueda privarlo de estos derechos.”35 De lo anterior se desprende que los derechos inalienables son considerados como fundamentales para el desarrollo normal de un individuo. Estos derechos inalienables son la base ética y moral que resguarda la dignidad de las personas, y son inherentes al individuo por el solo hecho de pertenecer a la especie humana; lo que implica que se adquieren en forma involuntaria. De acuerdo con la definición de “inalienabilidad de los derechos”, y considerando los efectos de inalienabilidad que otorga el artículo 2 sobre “los derechos humanos resguardados y desarrollados por medio de la presente ley”, se hace necesario indicar las disposiciones del proyecto que desarrollan esos derechos. Observamos que en el Título II, Ámbito del derecho de libertad religiosa, y en el Título III Organizaciones religiosas, se regulan dichos derechos. Específicamente, en el Título II sobre el “ámbito del derecho de libertad religiosa” se desarrollan los derechos en dos capítulos, el primero relativo a los derechos individuales y el otro a los derechos colectivos. Veamos la enunciación de los derechos: Capítulo I Derechos individuales Artículo 17.- Ámbito. 35 Definición de inalienable. Tomado del sitio web: http://definicion.de/inalienable/ 34 Artículo 18.Artículo 19.Artículo 20.Artículo 21.Artículo 22.Artículo 23.Artículo 24.Artículo 25.- Derecho al credo. Derechos de asociación religiosa. Derechos ceremoniales. Derechos de formación doctrinal. Derechos de participación voluntaria. Derechos de educación religiosa. Derechos de asistencia y visitación religiosa. Derecho al matrimonio religioso. Capítulo II derechos colectivos Artículo 26.Artículo 27.Artículo 28.Artículo 29.Artículo 30.Artículo 31.Artículo 32.Artículo 33.- Derechos de las organizaciones religiosas. Derecho al ejercicio cultual. Derecho a locales y templos de culto. Derecho al ejercicio ministerial. Derecho al servicio voluntario. Derecho al servicio comunitario. Derecho a donaciones. Derecho a cooperar con las instituciones estatales. Igualmente, en el Título III sobre las “organizaciones religiosas” se regula el siguiente derecho: Capítulo I Autonomía de las organizaciones religiosas Artículo 34.-Derechos de autonomía y organización. De la lista de derechos desarrollados en la propuesta legal, tanto individuales, colectivos y de autonomía de las organizaciones religiosas, se desprenden una serie obligaciones por parte del Estado para el ejercicio de esos derechos, limitando las actuaciones del Poder Ejecutivo en el ámbito de los derechos mencionados, al indicar expresamente en el numeral 2 que “se atendrá de manera estricta a lo aquí establecido, con motivo del principio de imperio de ley que le subyace”. Por la concatenación de lo dispuesto en esos artículos, esta asesoría llama la atención de los señores diputados de las repercusiones que tendrá la inclusión del calificativo de inalienabilidad para los citados derechos; toda vez, que acarrea una serie de obligaciones al Estado, al establecer competencias de índole administrativa, organizativa, presupuestaria, financiera, entre otras. Finalmente en cuanto a la redacción del artículo 3, se debe agregar “salvo se trate de una limitación o restricción a la libertad religiosa fundada en disposición constitucional.” El artículo 436 de la propuesta declara de interés público la actividad realizada por las organizaciones religiosas. Para efectos de determinar los alcances de este 35 tipo de declaratoria, es oportuno señalar la relación que existe entre el interés público y el derecho administrativo. Veamos: “El interés público es el elemento teleológico del Derecho Administrativo, pues si éste es el Derecho común de la Administración, su razón de ser es organizar y disciplinar la actividad de la Administración para que se logren y satisfagan las necesidades de interés público. El interés público, como principio o como estándar jurídico, es una creación del derecho administrativo francés, formulada conceptualmente en el siglo XVIII. En ese contexto histórico e ideológico, el concepto del interés público puede considerarse como el sustituto de la noción de bien común, molesta y, por lo tanto, desechable, para el discurso secularista del Derecho Administrativo, por estar comprometida con fuertes connotaciones morales y religiosas. Las primeras formulaciones jurisprudenciales del concepto nos muestran un Consejo de Estado algo oscilante, confrontado entre dos dimensiones del interés público: una que lo concibe como un interés general que representa la agregación o suma de los intereses particulares; otra que lo relaciona con la misión o los fines encomendados al Estado, fines que deben imponerse a los intereses de los individuos y que representan la expresión de la voluntad general. Es esa última idea, la del interés público como un interés que está más allá de la voluntad de los particulares y que corresponde al patrimonio teleológico del Estado, la que finalmente se impuso. Puede afirmarse, entonces, que el interés público, como noción jurídica, es el resultado de una intervención del Derecho Administrativo que contrabandeó la idea del “bien común” desde el ámbito religioso y moral y la implantó en el discurso jurídico. 37 Además, dentro de las funciones del interés público como principio del derecho administrativo, se indica: “En ese discurso del Derecho Administrativo, el interés público cumplió y cumple una función semántica, pues las instituciones del Derecho Administrativo se explican, inmediata o mediatamente, por referencias al principio del interés público. Inclusive, las competencias de los tres órganos del gobierno pueden explicarse a partir de la tarea específica que cada uno de ellos debe realizar con relación al interés público: el Legislador, lo define; la Administración lo aplica a cada caso concreto —sin perjuicio de complementar la definición legal mediante el ejercicio de la potestad 36 ARTÍCULO 4.- Interés público. Se declara de interés público la actividad realizada por las organizaciones religiosas, orientada al mejoramiento y fortalecimiento del desarrollo humano y de los valores espirituales, morales y familiares de la sociedad costarricense. El Estado debe orientar sus acciones, programas y proyectos, hacia el fomento del fortalecimiento de la actividad religiosa y de las organizaciones religiosas, en beneficio de los ciudadanos en particular, y de Costa Rica, en general. 37 ROSA ALVES) (Esteban J.). El interés público y el asesoramiento jurídico a la administración activa. Director de Asuntos Legales del Ministerio de Defensa. Tomado del sitio web: http://www.ptn.gov.ar/ecae/primer_congreso/RosaAlves-INTERES%20PUBLICO.pdf 36 reglamentaria—; y la magistratura judicial analiza la correcta aplicación o no de la norma de acuerdo con el interés público. Al señalarse esta función semántica del interés público en el discurso del Derecho Administrativo, corresponde recordar el aporte de Héctor Jorge Escola, quien en su libro “El interés público como fundamento del Derecho Administrativo” encaró una exhaustiva revisión de las principales instituciones del Derecho Administrativo (administración pública, organización administrativa, función pública, servicios públicos, acto administrativo, contratos administrativos, actividad de fomento y coacción, el dominio público y las limitaciones a la propiedad privada, la responsabilidad del Estado, el principio de legalidad) y concluyó que todas ellas integran un sistema cuyo fundamento es el interés público. Señaló Escola que “…el verdadero fundamento del derecho administrativo es el interés público, que éste es el que da sentido y comprensión a todas sus instituciones, y el que justifica y explica la singularidad de sus principios y de sus instituciones. La importancia de esta conclusión radica en la circunstancia de que ella permite asignar al derecho administrativo un alcance y una orientación que no siempre se le había querido reconocer.”38 El interés público, asimismo, cumple una función deóntica, pues impone un condicionante ético para la actuación administrativa porque instala unos valores contrarios al poder absoluto y a la arbitrariedad. Es en este sentido que Marta Franch I Saguer, profesora de Derecho Administrativo de la Universidad Autónoma de Barcelona, en un trabajo denominado “El interés público: la ética pública del Derecho Administrativo”, comenta que una actuación administrativa ética consiste en un conjunto de normas internas y externas de organización y actuación para conseguir unos objetivos de naturaleza ética. El derecho administrativo nace para establecer normativamente una ética pública. Es en este sentido donde, tanto el Derecho Administrativo en sí mismo como los principios del derecho administrativo, muchos de ellos constitucionalizados, responden a la ética pública.39 Finalmente, el interés público constituye un presupuesto hermenéutico: aporta la atmósfera interpretativa dentro de la cual deben analizarse las situaciones y relaciones jurídicas regidas por normas y principios del derecho Administrativo. Comadira decía, en efecto, que el interés público debe ser el criterio o estándar de interpretación básico de toda relación ”41 jurídico-administrativa.40 En relación con lo expuesto, se concluye que el interés público constituye un principio indisolublemente ligado con el Derecho Administrativo, cumpliendo con una función semántica, deóntica y hermenéutica; y que la tarea de asesoramiento legal a la Administración activa constituye una instancia que actualiza y explicita la consideración del interés público en el análisis de las situaciones y relaciones jurídicas reguladas por el Derecho Administrativo. ESCOLA, Héctor Jorge, El interés público, pág. 261, Depalma, Buenos Aires, 1989. http://www.bibliojuridica.org/libros/4/1632/21.pdf 40 COMADIRA, Julio Rodolfo, Procedimientos Administrativos, pág. 239, La Ley, Buenos Aires, 2002. 41 Ibid. 38 39 37 Además se ha dicho42 que el “interés público” forma parte del conjunto de conceptos jurídicos indeterminados que existen en nuestro Derecho. Respecto a lo anterior, García de Enterría ha manifestado: “… la Ley refiere a una esfera de realidad cuyos límites no aparecen bien precisados en su enunciado, no obstante lo cual es claro que intenta delimitar un supuesto concreto… la Ley no determina con exactitud los límites de esos conceptos porque se trata de conceptos que no admiten una cuantificación o determinación rigurosas, pero en todo caso es manifiesta que se está refiriendo a un supuesto de la realidad que, no obstante la indeterminación del concepto, admite ser precisado en el momento de la aplicación…”43 En el supuesto del proyecto en estudio, la declaratoria de interés público a la actividad de las organizaciones religiosas “orientada al mejoramiento y fortalecimiento del desarrollo humano y de los valores espirituales, morales y familiares de la sociedad costarricense”, obligando al Estado a “orientar sus acciones, programas y proyectos, hacia el fomento del fortalecimiento de la actividad religiosa y de las organizaciones religiosas, en beneficio de los ciudadanos en particular, y de Costa Rica, en general”, evidencia un abuso en la aplicación del concepto de interés público, pues una declaratoria de esa índole no se puede aprovechar para afectar derechos fundamentales de modo irreversible, como son el de la moral universal, las buenas costumbres, el resguardo del orden público, derechos de terceros, la salud, la seguridad nacional, libertad religiosa, libertad de expresión, libertad de pensamiento, entre otros que fueron analizados en el apartado de consideraciones de fondo de este informe. De manera ilustrativa, se cita un ejemplo de la utilización del concepto de interés público para dar legalidad a una actuación administrativa, cuando ésta no procede. Un caso de ello es el siguiente: “Actualmente las autoridades administrativas se han respaldado en el concepto de interés público para evitar un estudio, razonamiento y análisis amplio de los asuntos de los cuales deben conocer. Con frecuencia utilizan la bandera del interés público para dar legalidad a su actuación, con el simple argumento de ‘no podemos conceder su petición porque resulta contraria al interés público’ sin más, dejando a un lado el estudio al que están obligados como autoridad. A continuación se presenta un ejemplo de lo anterior: los juzgadores utilizan el interés público argumentando que la Ley discutida o en cuestión se reputa como tal, por lo 42 PICASSO UVALLE (Nora Estefanía). La Utilización del Concepto de Interés Público en el Derecho Administrativo. Tomando del sitio web: http://www.angelesabogados.com/apps/site/files/la_utilizacin_del_concepto_de_ip_en_el_derecho_administrativo.pdf García de Enterría, Eduardo y Fernández, Tomás-Ramón. Curso de Derecho Administrativo I. 13 ed., España, Civitas. 1974/2006. (p. 463). 43 38 tanto cualquier hecho en contra de sus disposiciones afecta aquél. Lo anterior denota la falta de estudio por parte de aquellos sobre la naturaleza de la disposición en específico, ya que como ellos deben saber existen normas taxativas -tiene aplicación en contra de la voluntad del individuo- y normas dispositivas -pueden dejar de aplicarse a una situación jurídica concreta por voluntad de las partes-. Entonces ¿están las autoridades administrativas otorgando al concepto de interés público la importancia que tiene? No parece ser así. Hay que reconocer que no todas las autoridades abusan de la utilización de este concepto, el cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito se ha pronunciado al respecto, y ha establecido que: “Suspensión en el juicio de amparo para determinar si se afectan el orden público e interés social, debe sopesarse el perjuicio real y efectivo que podría sufrir la colectividad, con el que podría afectar a la parte quejosa con la ejecución del acto reclamado y el monto de la afectación de sus derechos en disputa. El artículo 124 de la Ley de Amparo condiciona la concesión de la suspensión, además de la solicitud del quejoso, en primer lugar, a que no se afecte el orden público y el interés social, y en segundo, a que sean de difícil reparación los daños y perjuicios que se le causen al agraviado con la ejecución del acto reclamado. Ahora bien, para determinar si existe esa afectación no basta que la ley en que se fundamente el acto sea de orden público e interés social, sino que debe evaluarse si su contenido, fines y consecución son contrarios a los valores y principios que inspiran el orden público, capaz de restringir derechos fundamentales de los gobernados, o si son realmente significativos para afectar el interés social. Efectivamente, las leyes, en mayor o menor medida, responden a ese interés público, sin embargo, esto no puede ser una habilitación absoluta, capaz de afectar derechos fundamentales de modo irreversible, ya que también es deseable por la sociedad que las autoridades no afecten irremediablemente derechos sustanciales de los particulares, especialmente cuando tienen el carácter de indisponibles o irreductibles como la libertad, igualdad, dignidad y los demás consagrados en el artículo 16 constitucional, por ser sus consecuencias de difícil o de imposible reparación. Así las cosas, para aplicar el criterio de orden público e interés social debe sopesarse el perjuicio que podrían sufrir las metas de interés colectivo perseguidas con los actos concretos de aplicación, con el perjuicio que podría afectar a la parte quejosa con la ejecución del acto reclamado y el monto de la afectación de sus derechos en disputa”.44 En resumen, cuando una propuesta legal establece la declaratoria de interés público a una respectiva actividad –como en este caso la declaratoria a las actividades religiosas-, los y las legisladoras deben establecer la fijación de límites, parámetros, y la metodología para que la autoridad aplique para seguir la determinación del concepto y alcances de la declaratoria de interés público. Jurisprudencia. Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito. I.4o.A. J/56 (SJF: 9ª época, T XXV, Junio de 2007, p. 986) Disponible en línea: Suprema Corte de Justicia de la Nación. <http://www2.scjn.gob.mx/ius2006/UnaTesislnkTmp.asp?nIus=172133&cPalPrm=INTERES,PUBLI CO, &cFrPrm=> Registro 172133. 44 39 En la propuesta legal en estudio, la declaratoria de interés público de la actividad de las organizaciones religiosas, obliga al Estado a “orientar sus acciones, programas y proyectos, hacia el fomento del fortalecimiento de la actividad religiosa y de las organizaciones religiosas, en beneficio de los ciudadanos en particular, y de Costa Rica, en general,” lo cual debe ser relacionado con lo estipulado en capítulo III “Protección especial del Estado y garantías religiosas”, donde se establecen las siguientes garantías religiosas: Artículo 10.Artículo 11.Artículo 12.Artículo 13.Artículo 14.Artículo 15.Artículo 16.- Garantía de derechos religiosos. Garantía del ejercicio de la actividad cultural. Garantía de tolerancia religiosa. Garantía de arraigo territorial. Garantía de objeción de conciencia religiosa. Límites. Sanción por impedir la libertad religiosa y de culto. En las disposiciones citadas se regulan las garantías religiosas, y de la lectura de las mismas se observan una serie de obligaciones impuestas al Estado, dentro de las que destacamos las siguientes: En los eventos culturales que realicen las organizaciones religiosas se le establece al Estado –tanto en el plano nacional como local- el deber de garantizar la protección de las personas, las organizaciones religiosas; facilitar todas las medidas y permisos necesarios para realizar las actividades -social y cultural- en sitios públicos, y la facultad de reconocer el evento como una actividad de interés cultural, a solicitud de parte interesada. (artículo 11) El mantener y propiciar relaciones armónicas y de común entendimiento con las organizaciones religiosas existentes en la sociedad costarricense. (Artículo 12) El garantizar el arraigo territorial de los locales o templos de culto de las organizaciones religiosas que existan al momento de la promulgación de la presente ley. La norma indica que “bajo ninguna circunstancia se clausurará un local o templo de culto, en razón de su ubicación, siempre y cuando se cumpla con lo indicado en este artículo”. Se exceptúa lo dicho cuando en el plan regulador urbano se considere necesario el traslado de la congregación a una zona distinta; se indica que “la municipalidad podrá realizar el traslado siempre y cuando indemnice oportunamente a la organización religiosa, por el valor de mercado del inmueble desalojado, previo avalúo de profesional competente.” Además, en cuanto a las regulaciones sanitarias, se indica que “no podrán alegar requisitos de carácter urbano, para otorgar o no el permiso pertinente”. (Artículo 13) 40 El derecho a la objeción de conciencia religiosa es garantizado por el Estado como un derecho fundamental. (Artículo 14) Como se observa, la determinación de la declaratoria de interés público de las actividades religiosas, conlleva alcances sumamente amplios con las garantías del ejercicio de la actividad cultural, tolerancia religiosa, arraigo territorial, objeción de consciencia religiosa, entre otras. Por lo que debe valorarse el efecto que implica en la actividad propia de Estado, lo cual puede conllevar a problemas serios de aplicación. Para citar un ejemplo, en el supuesto de la garantía de arraigo territorial, se establece una indemnización por parte de la Municipalidad a la organización religiosa que se le traslade el local o templo, totalmente diferenciada a la que se aplica en los tribunales de justicia. Lo cual representa severas repercusiones de índole procesal, administrativo y financiero para la administración. Además, la garantía de arraigo establece limitaciones en las regulaciones sanitarias, al excluir el carácter urbano como un requisito para el otorgamiento del permiso de salud. Sobre el tema de la declaratoria de interés público a las actividades religiosas, la socióloga Monserrat Sagot considera que debe ser valorado por los legisladores. Señala que se debe regular el resguardo a la salud (ruido), por lo que queda descartada la regulación propuesta porque el interés público no lo permite. Cita el caso del Ministerio de Salud, que cierra las iglesias que no cumplan con aspectos de salud, mientras que el Presidente de la República dice que no debe ser así. Además el diputado Juan Luis Jiménez señala la preocupación del artículo de declaratoria de interés público. Considera que ya existe la libertad de culto.45 Por todo lo analizado, esta Asesoría llama a una profunda reflexión sobre la necesidad o no de la declaratoria de interés público de la actividad de las organizaciones religiosas reguladas en este proyecto, ello por cuanto se evidencia un abuso en la aplicación del concepto de interés público, al afectar derechos fundamentales de modo irreversible, como son el orden público, derechos de terceros, la salud, la seguridad nacional, entre otros que fueron analizados en el apartado de consideraciones de fondo de este informe. El artículo 6 del proyecto, denominado “materia excluida” dispone al final del numeral que “nadie podrá alegar motivos religiosos para evadir responsabilidades y obligaciones prescritas en la Constitución Política y las Leyes”. Se llama la atención respecto a ese último párrafo, toda vez suprime la posibilidad de alegar la objeción de conciencia justificada en razones religiosas para no cumplir una disposición legal. 45 Radio Monumental. Programa Nuestra Voz, bajo la conducción de la periodista Amelia Rueda de 4 de agosto de 2014, referente a “Ley de la libertad religiosa abriría portillo para dar beneficios a otras iglesias. 41 El artículo 8 de la iniciativa, específicamente en el inciso a), se da un reconocimiento a las organizaciones religiosas de hecho, sin que se reconozcan condiciones o requisitos para su operación, por lo que se recomienda incluir en dicho artículo la regulación en tal sentido. En relación con el artículo 10, específicamente en el párrafo final se denota un vicio de inconstitucionalidad, por ser violatorio del artículo 75 de la Constitución Política. Lo anterior, por cuanto dispone que todas las organizaciones religiosas son iguales ante la ley en derechos y obligaciones, lo cual no es posible constitucionalmente. La Iglesia Católica tiene un privilegio constitucional por ser la religión oficial, de allí que Estado colabora con su mantenimiento, por lo que no se podría igualar en tal sentido a las demás organizaciones religiosas no contempladas en la Constitución Política. Además, tal como lo hemos reiterado, la Sala Constitucional ha mantenido el criterio de la no existencia del principio de neutralidad religiosa, de allí que no todas las organizaciones serán iguales ante la ley mientras el artículo 75 de la Constitución Política reconozca a la religión católica como la religión oficial de Costa Rica y le colabore con su mantenimiento. El artículo 13, tal como lo señalamos anteriormente, dispone que bajo ninguna circunstancia se clausure un templo en razón de su ubicación en el caso de la existencia de un plan regulador que lo impida; para lo cual la Municipalidad deberá indemnizarla. Esta disposición puede violentar la autonomía municipal de las Municipalidades (art. 169 de la C.Pol), toda vez que se les impide regular su territorio de conformidad con el Plan regulador aprobado Adicionalmente, en el Capítulo III sobre “Protección especial del Estado y garantías religiosas”, se establece una norma titulada “sanción por impedir el ejercicio de la libertad de religiosa y de culto”, veamos: “Artículo 16.- Sanción por impedir la libertad religiosa y de culto. La persona que por acción u omisión impida el ejercicio de la libertad religiosa y de culto, y los demás derechos asociados con ellas, será sancionada por el Ministerio de Justicia y Gracia con una multa de hasta tres veces el salario base mensual correspondiente al "Auxiliar administrativo 1" que aparece en la relación de puestos del Poder Judicial, de conformidad con la Ley del presupuesto ordinario de la República, aprobada en el mes de noviembre anterior a la fecha de la sanción. Tratándose de un funcionario o servidor público, la sanción podrá comprender además la destitución del cargo. Igual sanción corresponderá para la persona que por acción u omisión discrimine a otra o a un grupo de personas por razón de sus creencias religiosas. La sanción se aplica sin perjuicio de la indemnización a que hubiere lugar a favor de la persona afectada y de lo establecido por leyes penales de la República.” En esta disposición se sancionan las siguientes conductas: 42 La acción u omisión impida el ejercicio de la libertad religiosa y de culto, y los demás derechos asociados con ellas. La acción u omisión que discrimine a otra persona o a un grupo de personas por razón de sus creencias religiosas. Imponiendo dos tipos de sanciones, a saber: Multa de hasta tres veces el salario base mensual correspondiente al "Auxiliar administrativo 1". Destitución del cargo para el funcionario o servidor público. Además se establece la posibilidad de indemnización a favor de la persona afectada, remitiendo a las leyes penales. Este artículo guarda estrecha relación con el párrafo segundo del artículo 2 del proyecto de ley, cuando se enuncia que “Los funcionarios públicos que, en el ejercicio de la acción administrativa del Estado, violenten los derechos estipulados en la presente ley, se atendrán a las consecuencias legales pertinentes”, se está haciendo referencia a la sanción de destitución del cargo. Por lo que se deja planteada la inquietud de las sanciones establecidas en el artículo 16, para que sean valoradas a la luz de los principios constitucionales de proporcionalidad y razonabilidad de las sanciones, considerando como referente otras sanciones de índole administrativo. En este sentido, en el Código Penal46, específicamente en el Título VI “Delitos contra el ámbito de intimidad”, en la Sección III “Turbación de Actos Religiosos y Profanaciones” 47, se sanciona con días multa a la persona que impida o turbe una ceremonia religiosa o fúnebre. Por lo que se recomienda considerar la depuración que debe realizarse en la redacción de la norma, para que exista una adecuada técnica legislativa, determinando con claridad la conducta a sancionar, el sujeto activo y el sujeto pasivo, el procedimiento mediante el cual se determinará la falta, así como la proporcionalidad y razonabilidad de la sanción, los niveles de graduación para determinar los niveles de gravedad conforme con el marco de las conductas a sancionar, de acuerdo con el bien jurídico a tutelar. El artículo 17 referente a los derechos individuales, el legislador deberá definir lo que entiende por “inmunidad de coacción”. Respecto al artículo 24 referente a los derechos de asistencia y visitación religiosa debe quedar claro que la Caja Costarricense del Seguro Social como institución Código Penal. Ley N° 4573 del 4 de mayo de 1970 y sus reformas. “Turbación de actos de culto. Artículo 206.- Será reprimido con diez a treinta días multa el que impidiere o turbare una ceremonia religiosa o fúnebre.” 46 47 43 autónoma puede estar exenta de ello, sin perjuicio de que la Caja en ejercicio de su autonomía pueda dictar disposiciones para permitir la asistencia y visita religiosa. 3.2.-Sobre la estructura de las organizaciones religiosas Como preámbulo del tema a tratar, se retoma lo indicado en un programa de radio48 , donde se realizaron manifestaciones sobre la creación de un registro integral para la inscripción de las organizaciones religiosas. Al respecto, el Viceministro de la Presidencia, Daniel Soley, señaló que el proyecto de ley regula las iglesias, y se crea un registro integral congruente con libertad de culto. Por su parte, el analista Fabián Volio indicó que actualmente las inscripciones se realizan bajo el amparo de la Ley de Asociaciones, las cuales se inscriben en el Registro a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto y en el proyecto se cambia a Registro Público, para regularse como personas jurídicas, lo cual representa tramitar en registro público y con la propuesta se establece la regulación por parte del Estado costarricense. Asimismo, el analista Jaime Ordóñez, en otro programa de radio49, manifestó que el proyecto de ley confunde –uniconfesional a multiconfesional- al responsabilizar al Estado en aspectos administrativos y financieros. Manifestó que cuando el Estado se propone administrar, cuando son los funcionarios públicos quienes determinan quién puede ser iglesia se puede plantear una discriminación, por lo que sería inconstitucional. Concluye que el proyecto de ley es muy desafortunado, al legalizar una serie de iglesias. Antes de comentar la estructura organizativa de las organizaciones religiosas, vale la pena recordar la regulación existente en cuanto al Ministerio que rige las actividades de culto en el país, así como las disposiciones que lo rigen. La Ley Orgánica del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto50 establece en los artículos 1 y 4 las funciones que le ha sido atribuida por ley: “Artículo 1º.- El Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, en virtud de las disposiciones constitucionales y legales respectivas, tiene por función colaborar con el Presidente de la República, bajo la dirección del Ministro nombrado al efecto, en la formulación sistematizada de la política exterior del país, en la orientación de sus relaciones internacionales y en la salvaguardia de la soberanía Radio Monumental. Programa Nuestra Voz, bajo la conducción de la periodista Amelia Rueda de 4 de agosto de 2014, referente a “Ley de la libertad religiosa abriría portillo para dar beneficios a otras iglesias. 49 Radio Columbia. Programa Hablando Claro, bajo la conducción de la periodista Vilma Ibarra de 18 de agosto de 2014, referente a Libertad Religiosa. 50 Ley Orgánica del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Ley N° 3008 del 18 de julio de 1962 y sus reformas. 48 44 nacional. Es el medio por el cual el Estado realiza todas sus gestiones ante Gobiernos e Instituciones extranjeras.” “Artículo 4º.- El Poder Ejecutivo dictará un Reglamento de Tareas y Atribuciones de la Cancillería en forma detallada, conformado con lo establecido por la presente ley.” El Reglamento Tareas y Funciones Ministerio Relaciones Exteriores51 vino a desarrollar la ley en el tema que nos interesa, de la siguiente forma: “CAPITULO I Del Ministerio de Relaciones Exteriores Artículo 1º.- El Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, tiene por función colaborar con el Presidente de la República, bajo la dirección del Ministro nombrado al efecto, en la formulación sistematizada de la política exterior del país, en la orientación de sus relaciones internacionales y en la defensa diplomática de la soberanía nacional. Ejerce la administración internacional no contenciosa y la representación del Estado costarricense en el exterior y es el órgano por el cual este realiza todas sus gestiones ante gobiernos e instituciones extranjeras. Asume también la Cartera de Culto. Artículo 2º.- En materia de Culto, son funciones del Ministerio: a) Representar al Estado en sus relaciones con la Iglesia Católica, Apostólica, Romana, y las demás confesiones. b) Promover la armonía entre las autoridades civiles y eclesiásticas. c) Incluir en su presupuesto las sumas destinadas a contribuir al mantenimiento de la Iglesia Católica, Apostólica, Romana, de conformidad con el artículo 75 de la Constitución Política. d) Proteger el libre ejercicio del culto católico y de cualquier otro que no se oponga a la moral universal y a las buenas costumbres. e) Reglamentar el status jurídico de las entidades religiosas, sin afectar su autonomía, su organización interna y los derechos que les competen para el libre ejercicio de sus actividades. f) Tramitar las exenciones y franquicias concedidas por ley a las entidades religiosas. g) Participar en los actos religiosos y ceremonias a que sea invitado por la Iglesia Católica, Apostólica, Romana, de conformidad con las prácticas establecidas y las reglamentaciones existentes en materia de protocolo y ceremonial del Estado. h) Las demás que le atribuyan las leyes y reglamentos. (…) CAPITULO VII De la Dirección de Protocolo y Ceremonial del Estado Artículo 19.- Corresponde a la Dirección del Protocolo y Ceremonial del Estado todo cuanto se refiere al Derecho Diplomático y a la aplicación de las reglas usuales del Protocolo, así como a las inmunidades y privilegios diplomáticos y al Reglamento Tareas y Funciones Ministerio Relaciones Exteriores. Decreto Ejecutivo N°19561 del 9 de marzo de 1990. 51 45 control y autorización de las exenciones aduaneras para los diplomáticos, cónsules, miembros de las misiones internacionales acreditadas en Costa Rica, para el culto católico, las asociaciones religiosas en general, fundaciones privadas o públicas que se establezcan en el país con fines culturales, científicos, de bienestar social o en favor de programas para el desarrollo económico, y para los diplomáticos costarricenses que regresan al país al terminar sus funciones. CAPITULO VIII Del Director … Artículo 26.- Son funciones de la Sección de Franquicias: a) Recibir, estudiar y tramitar las franquicias solicitadas por los miembros de los cuerpos diplomáticos, consultar y por las misiones internacionales, sobre la base de los convenios y las leyes, y de la reciprocidad que debe existir en la materia. b) Tramitar y decidir sobre la internación de los vehículos, menaje de casa y objetos personales de los diplomáticos costarricenses que terminan sus funciones en el exterior, con la correcta aplicación de las leyes y reglamentos atinentes a esa materia y específicamente, la ley Nº 3530-65, y sus reformas, y el correspondiente reglamento emitido por la Contraloría General de la República. c) Recibir, estudiar y tramitar las franquicias solicitadas por las Diócesis nacionales para el culto católico, así como por las Asociaciones religiosas, de conformidad con la ley Nº 5466 del 17 de diciembre de 1973; y las fundaciones privadas o públicas que se establezcan en el país con fines culturales, científicos, de bienestar social o en favor de programas para el desarrollo económico sin propósito de lucro, según ley Nº 5219 del 14 de junio de 1973. d) Someter las franquicias, una vez estudiadas y registradas, al Director o al Director Adjunto para su aprobación y firma, antes de la aprobación final que deberá dar el superior jerárquico del Ministerio. e) Llevar el registro y control de todas y cada una de las mercancías, automóviles, implementos eléctricos, menajes de casa, licores, combustibles, alimentos y cualquier objeto importado con exoneración de impuestos por cada miembro de las misiones y pro las misiones mismas, de conformidad con los incisos a), b) y c) del presente artículo. f) Tramitar la salida de efectos personales y las solicitudes de ventas de vehículos diplomáticos, consulares o de misión internacional, en aplicación de los Convenios Internacionales y de las leyes especiales que regulan la materia, y preparar las notas correspondientes para la firma. g) Someter a la Dirección, para su aprobación y firma, las fórmulas de solicitud de las placas que deben identificar los vehículos diplomáticos, consulares y de las misiones internacionales, una vez estudiadas. h) Estudiar y tramitar todas las gestiones que se presenten en relación con privilegio e inmunidades establecidas por las Convenciones Internacionales.”52 De las anteriores disposiciones, se resume que en nuestra legislación el Ministerio rector competente para los temas de culto es el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, que tiene como función representar al Estado en sus relaciones con las distintas confesiones religiosas, además de establecer el status jurídico de las entidades religiosas, sin afectar su autonomía, su organización interna y los derechos que les competen para el libre ejercicio de sus actividades. 52 El destacado no es del original. 46 Asimismo, ese Ministerio actualmente es el encargado de tramitar las exenciones y franquicias concedidas por ley a las entidades religiosas y de otorgar la autorización de las exenciones aduaneras para las asociaciones religiosas en general; así como recibir, estudiar y tramitar las franquicias solicitadas por las asociaciones religiosas, conforme con la ley Nº 5466 del 17 de diciembre de 197353 . La propuesta de ley, en el Título III “Organizaciones Religiosas” establece la rectoría y estructura para las organizaciones religiosas, la cual es completamente distinta a la vigente. El artículo 34 regula la autonomía de las organizaciones religiosas indicando: “Artículo 34.- Derechos de autonomía y organización. Las organizaciones religiosas inscritas, tendrán plena autonomía y podrán establecer sus propias normas de organización, régimen interno, régimen patrimonial y régimen de su personal, de conformidad con la presente ley y el ordenamiento jurídico vigente. En tales normas, así como en las que regulen las instituciones u órganos creados para la realización de sus fines, podrán incluir cláusulas de salvaguarda de su identidad religiosa y carácter propio, así como del debido respeto a sus creencias, doctrinas y principios religiosos. Dichas cláusulas deberán ser respetadas por el Estado y por todos los habitantes del país, de modo que no podrá constreñírseles a actuar en contra de ellas. Las organizaciones religiosas podrán crear asociaciones, fundaciones e instituciones sin fines de lucro, con arreglo a las disposiciones del Revisado el SINALEVI se constata que la ley no es vigente. Para efectos ilustrativos se transcribe la ley. Exonera impuestos organizaciones religiosas. Ley Nº 5466. La presente norma ha sido DEROGADA TÁCITAMENTE EN SU TOTALIDAD por la Ley Reguladora de Exoneraciones Vigentes, Derogatorias y Excepciones. Ley N° 7293 de 31de marzo de 1992. “Artículo 1º- Autorícese a las organizaciones religiosas reconocidas por el Estado, a importar libre de derechos de aduana, los materiales didácticos e implementos para labor social o religiosa, que serán concedidas por el Ministerio de Hacienda, previa recomendación del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Artículo 2º.- Asimismo, exonerase de toda clase de impuestos, presentes o futuros, los artículos específicamente destinados al culto religioso de la Iglesia Católica y demás iglesias reconocidas por el Estado, de acuerdo con la reglamentación que dicte el Poder Ejecutivo. Los artículos destinados al culto religioso que se importen gozarán de este beneficio, sólo en el caso de que no se produzcan en el país. Las exoneraciones respectivas las otorgará el Ministerio de Hacienda, a solicitud de las correspondientes diócesis o, en su caso, de las autoridades superiores de la iglesia respectiva, y en el caso de artículos importados con la condición de que la importación sea efectuada por asociaciones cooperativas o de índole parecido, formadas por las personas e instituciones que utilicen esos artículos. (Así adicionado por el artículo 1º de la Ley Nº 5762 de 13 de agosto de 1975, corriendo la numeración del articulado restante). Artículo 3º- Las propiedades que pertenezcan a las iglesias y organizaciones religiosas, que se dediquen al culto o servicio social, estarán exentas del pago del impuesto territorial. Artículo 4º- Deróguese cualquier disposición legal que se oponga a la presente ley. Artículo 5º- El Poder Ejecutivo reglamentar la presente ley, dentro de los noventa días siguientes a la vigencia de la misma. Artículo 6°- Rige a partir de su publicación.” 53 47 ordenamiento jurídico general, con la finalidad de alcanzar los fines propuestos. No obstante, las organizaciones religiosas, como consecuencia de sus fines sociales, podrán otorgar servicios de asistencia social y comunitaria, sin necesidad de ampararse en otra figura jurídica determinada y gozarán de todos los derechos que, como tales, les asiste, de conformidad con el artículo 31 de la presente ley.” Esta norma declara el derecho de la autonomía plena -en organización, régimen interno, régimen patrimonial y régimen de su personal- a las organizaciones religiosas, indicando además que será “de conformidad con la presente ley”. Con esta última frase, se está obligando al Estado a cumplir con todas las obligaciones administrativas, presupuestarias, financieras, que anteriormente se ha comentado en este informe, por lo que se llama la atención en la valoración de la reforma propuesta. Respecto a la inclusión de cláusulas de salvaguarda de la identidad religiosa y carácter propio, y específicamente en que éstas “deberán ser respetadas por el Estado y por todos los habitantes del país, de modo que no podrá constreñírseles a actuar en contra de ellas”, se le está imponiendo una nueva obligación al Estado. Ello evidencia nuevamente la vulneración de la potestad de imperio de éste, al no poderle contrariar esas cláusulas de salvaguarda de la identidad religiosa, considerando si éstas van en contra de principios relativos a la salud, seguridad, orden público, entre otros derechos fundamentales. En relación con la facultad que se le otorga a las organizaciones religiosas de crear asociaciones, fundaciones e instituciones sin fines de lucro “con arreglo a las disposiciones del ordenamiento jurídico general”, es menester retomar lo establecido en la Ley de Asociaciones54, específicamente en el Capítulo V “Formas especiales de asociación”, donde se faculta a la declaratoria de utilidad pública a las asociaciones, federaciones o confederaciones cuya actividad sea útil para los intereses del Estado y llenen una necesidad social, con la posibilidad de gozar con franquicias, concesiones administrativas y económicas para cumplir sus fines. Sobre el particular se reguló lo siguiente: “Artículo 30.- Pueden constituirse asociaciones formadas por la reunión de dos o más asociaciones con personería jurídica. En los casos anteriores, la nueva entidad adquirirá personería jurídica independiente de la personería de las entidades que la componen. Esta forma de asociaciones se distinguirá con los términos de "federación", "liga" o "unión", que deberán insertar en su nombre y que las asociaciones simples no podrán usar. Las asociaciones federales pueden, a su vez, constituir en las mismas condiciones una nueva forma de asociación que llevará forzosamente el nombre de "confederación", término que se reserva exclusivamente para esta clase de entidades. 54 Ley de Asociaciones y sus reformas. Ley N° 218 del 8 de agosto de 1939. 48 Artículo 31.- Las formalidades para la formación de esas federaciones y confederaciones serán las mismas que las determinadas en esta ley para las asociaciones y serán los estatutos de esas nuevas entidades los que determinarán la relación de unas con respecto a las otras. Articulo 32.- Las asociaciones simples, federadas o confederadas, cuyo desarrollo o actividad sean particularmente útiles para los intereses del Estado y llenen una necesidad social, podrán ser declaradas de utilidad pública cuando lo soliciten al (*) Ministerio de Justicia y Paz y este lo estime conveniente. Para alcanzar este beneficio, las asociaciones deberán tener tres años de inscritas como mínimo y operar legalmente al servicio de la comunidad. Las asociaciones reconocidas como de utilidad pública podrán gozar de las franquicias y concesiones administrativas y económicas que, para cumplir con sus fines, el Poder Ejecutivo les otorgue. En cualquier momento, el (*) Ministerio de Justicia y Paz revocará este beneficio, si desaparecen los motivos por los cuales fue concedido. Este Ministerio llevará los controles de las asociaciones declaradas de utilidad pública y les exigirá informes anuales. (Así reformado por el artículo 67 de la Ley Integral para la Persona Adulta Mayor, N° 7935 del 25 de octubre de 1999) (*)(Modificada su denominación por el artículo 3° de la ley N° 8771 del 14 de setiembre de 2009)” El último párrafo de la norma en análisis, se faculta a las organizaciones religiosas “otorgar servicios de asistencia social y comunitaria, sin necesidad de ampararse en otra figura jurídica determinada y gozarán de todos los derechos que, como tales, les asiste, de conformidad con el artículo 31 de la presente ley.” El artículo 31 de referencia, faculta la creación de asociaciones, fundaciones e instituciones sin fines de lucro, las cuales podrán gozar del derecho al servicio comunitario, el cual se entiende de la siguiente forma: “Artículo 31.- Derecho al servicio comunitario. En razón de su carácter no lucrativo, las organizaciones religiosas serán consideradas como entidades de interés público para el servicio comunitario, para lo cual el Estado promoverá todas las acciones y políticas necesarias para dotarlas del estatus legal oportuno para el ejercicio de este tipo de servicio, en atención a los requisitos razonables y proporcionales que las autoridades administrativas estimen pertinentes. Con base en lo anterior, las organizaciones religiosas podrán tener y dirigir sus propios centros de restauración de adictos, comedores públicos, entre otros, realizar actividades de educación, beneficencia y asistencia social y comunitaria, que permitan poner en práctica los preceptos de orden moral, desde el punto de vista social, de la organización religiosa, realizar actividades de asistencia social y de proyección social y cultural hacia las comunidades, y gozar del apoyo de las instituciones públicas para su realización, siempre y cuando se lleven a cabo de conformidad con la legislación vigente.” Con lo descrito, se evidencia el otorgamiento a las organizaciones religiosas de una función directa para otorgar servicios de asistencia social y comunitaria a las 49 asociaciones, fundaciones e instituciones sin fines de lucro, ello sin remitir a un procedimiento ante la Administración Pública para garantizar su debido otorgamiento, sustrayendo una función propia del Estado. Además de la coordinación que debe llevar ésta para el correcto involucramiento con las instituciones públicas encomendadas a velar, desarrollar y ejecutar los fines de servicios de asistencia social y comunitaria; concretándose en el trabajo de los centros de restauración de adictos, comedores públicos, así como la realización de actividades de educación55, beneficencia y asistencia social y comunitaria. Además, la iniciativa de ley crea una estructura estatal para las organizaciones religiosas, a partir del Capítulo II “Dirección General de Asuntos Religiosos” del proyecto de ley. Los órganos que se crean son: Dirección General de Asuntos Religiosos56. Consejo Consultivo Asesor de Asuntos Religiosos57. 55 “Artículo 23.- Derechos de educación religiosa. Toda persona tiene derecho a elegir para sí y para los menores y personas con alguna discapacidad, bajo su dependencia, en calidad de curador o tutor, dentro y fuera del ámbito escolar, la educación religiosa que esté de acuerdo con sus propias convicciones. En el evento de que una institución educativa contenga dentro de su currículo una materia relacionada con la religión, cualquiera que esta sea, el padre, madre de familia, curador o tutor, según corresponda, hará valer este derecho con su sola indicación escrita, sin que se le exija ningún tipo de requisito adicional.” Para efectos de referencia, actualmente en la Ley Orgánica del Personal Docente (Ley N° 48 del 15 de agosto de 1920), en el inciso 6) del artículo 72 se prohíbe a los maestros: “6)-Dirigir ataques contra las creencias religiosas de sus discípulos o de las familias de éstos.” 56 “Artículo 35.- Dirección General de Asuntos Religiosos. La Dirección General de Asuntos Religiosos, perteneciente al Sistema Nacional de Promoción de la Paz Social, adscrito al Ministerio de Justicia y Paz y con cargo a su presupuesto institucional, es la dependencia que ejercerá la rectoría de todos los asuntos relacionados con las organizaciones religiosas y con los creyentes en la práctica de su fe, y que por su naturaleza no se encuentren bajo el amparo de otras instituciones públicas. Asimismo, velará por la correcta aplicación de la presente ley. Estará a cargo de una dirección, conformada por un director quien será su titular y un subdirector que suplirá al director en sus ausencias temporales. Esta entidad fungirá como el nexo entre el Estado y las organizaciones religiosas, con el fin velar por el ejercicio de los derechos propios de estas entidades y de los ciudadanos que, en el ejercicio de su fe, tienen relación con ellas.” 57 “Artículo 37.- Consejo Consultivo Asesor de Asuntos Religiosos. El Consejo Consultivo Asesor de Asuntos Religiosos, es un organismo compuesto por representantes de las organizaciones religiosas del país, cuya función principal será la de coadyuvar y asesorar la labor de la Dirección General de Asuntos Religiosos. Sus resoluciones, recomendaciones e informes no son vinculantes para la Dirección. Tal consejo estará integrado por siete miembros, los cuales serán nombrados por periodos de cuatro años, pudiendo ser reelectos por periodos iguales, así: cuatro designados por la federación colectiva interconfesional cristiana de mayor arraigo y representatividad en el país, que agrupe la mayor cantidad de organizaciones religiosas; dos de las demás confesiones cristianas no agrupadas en la anterior y; uno de los otros credos religiosos no cristianos. Para la definición de estos tres últimos representantes, la Dirección General de Asuntos Religiosos determinará el procedimiento para su designación. El Consejo será presidido por uno de sus integrantes que será nombrado en su seno por un plazo de un año, pudiendo reelegirse sucesivamente. El Director General de Asuntos Religiosos, deberá asistir a las reuniones del Consejo creado por este artículo y tendrá derecho a voz.” 50 Registro de organizaciones religiosas58 Con la propuesta de creación de la Dirección General de Asuntos Religiosos, se establece el cambio de rectoría del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, al Ministerio de Justicia y Paz, derogándose tácitamente la función otorgada a aquel. En el artículo 35 se establece que la Dirección “pertenecerá al Sistema Nacional de Promoción de la Paz Social, adscrito al Ministerio de Justicia y Paz, con cargo a su presupuesto institucional”, a la cual se le asigna la función de ser “el nexo entre el Estado y las organizaciones religiosas”. El inciso p) de ese artículo establece como una de las funciones de la Dirección General de Asuntos Religiosos la de realizar la declaratoria de idoneidad para recibir recursos públicos, pero dicha declaratoria no está clara ya que en el texto del proyecto no se menciona dicha declaratoria o los supuestos en que se otorgarían esos recursos. Además, el artículo 40 se refiere a la inscripción de las organizaciones religiosas en el Registro de Organizaciones Religiosas del Registro Nacional, cuando lo correcto es que sea conteste con el artículo 39 del proyecto, que establece que el registro creado se encuentra adscrito al Registro de Personas Jurídicas del Registro Nacional, como dependencia del Ministerio de Justicia y Paz. En el artículo 42 respecto a los requisitos para la constitución de toda organización religiosa, se omite hacer referencia a la publicación del edicto, el cual es necesario por cuanto el artículo 46 establece que el nombre de la organización será propiedad exclusiva, de allí que debe darse la publicación para que cualquier persona perjudicada pueda oponerse. Por otro lado, el artículo 58 regula aspectos relacionados con los libros legales por lo que se recomienda incluir en lo que consistirá la legalización, que puede ser la asignación de un número de legalización por parte del Registro de Organizaciones Religiosas. En la legislación vigente, además de lo analizado en la Ley y Reglamento del 58 “Artículo 39.- Registro de organizaciones religiosas. Toda organización religiosa debe constituirse mediante un ordenamiento jurídico básico que rija sus actividades y que se denominará “Estatuto”. Para que una organización religiosa ejerza lícitamente sus actividades, debe inscribirse y permanecer inscrita ante el Registro de Organizaciones Religiosas que se crea mediante esta ley, el cual queda bajo la dependencia del Registro de Personas Jurídicas del Registro Nacional. El Registro estará formado por los documentos digitalizados de los estatutos, sus reformas y de las personerías de los órganos directivos de cada organización religiosa, además, de los índices y libros que se consideren necesarios. Esos sistemas podrán variarse por otros más eficientes, para el mejor servicio y la mayor seguridad de las inscripciones.” 51 Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, la Ley de Asociaciones regula los elementos y el procedimiento para constituir una asociación, así como el control administrativo que ejerce el Poder Ejecutivo a las asociaciones, de la siguiente forma: “Artículo 4º.- El control administrativo de las asociaciones corresponde al Poder Ejecutivo, quien es el encargado de autorizar la creación de asociaciones nacionales y la incorporación de las extranjeras; de fiscalizar las actividades de las mismas y de disolver las que persigan fines ilícitos o lesionen la moral o el orden público, todo de acuerdo con lo dispuesto por esta ley. Artículo 5º.-Toda asociación debe constituirse mediante un ordenamiento básico que rija sus actividades y que se denominará "Estatutos". Para que una asociación ejerza lícitamente sus actividades debe estar inscrita en el Registro de Asociaciones que al efecto llevará el Ministerio de Gobernación y que forma parte del Registro Nacional. La personería jurídica de la asociación así como la de sus representantes se adquiere con su inscripción. El Registro estará formado por la colección de los documentos originales de los Estatutos, sus reformas y de las personerías de sus órganos directivos, de cada asociación, además de los índices, libros y ficheros que se consideren necesarios. Esos sistemas podrán variarse por otros más eficientes para el mejor servicio y la mayor seguridad de las inscripciones. A cada documento original de constitución de una asociación debe agregarse, para su inscripción, timbre fiscal por valor de cien colones.” (Así reformado por el artículo 1° de la ley N° 6020 del 3 de enero de 1977) En contraste con la legislación anterior, en la propuesta de ley, en el Capítulo III “Registro de Organizaciones Religiosas” se regula en los artículos 39 Registro de organizaciones religiosas –ya citado-, artículo 40 Personalidad jurídica59 y el artículo 41 Consecuencias de la inscripción60. En resumen, el Registro de Organizaciones Religiosas será una dependencia del Registro de Personas Jurídicas del Registro Nacional -artículo 39 y 70 inciso b) del proyecto-, encargado de la inscripción de las asociaciones religiosas, con un compromiso económico presupuestario por parte del Estado, lo que debe ser valorado por los y las legisladoras, el establecer mayores incrementos al erario público, sin otorgar ni señalar una fuente real de financiamiento para esta nueva “Artículo 40.- Personalidad jurídica. Las organizaciones religiosas y sus representantes legales gozarán de personalidad jurídica de derecho privado, una vez inscritas en el correspondiente Registro de Organizaciones Religiosas del Registro Nacional, adscrito al Ministerio de Justicia y Paz.” 60 “Artículo 41.- Consecuencias de la inscripción. Mientras no se haya inscrito la organización, ni las resoluciones, ni los pactos, ni los documentos sociales producirán efecto legal alguno en perjuicio de terceros, y los miembros fundadores, en aquellos en que intervinieren, responderán ante terceros por las obligaciones que en tales circunstancias se contrajeren, en nombre de la organización. Una vez inscrita la organización, esta responde de los actos ejecutados por sus órganos, en el ejercicio de las funciones propias que le estén encomendadas.” La cual se comentará en el apartado de Técnica Legislativa de este informe. 59 52 estructura organizacional61, nuevas atribuciones de política pública, de índole administrativa, financiera, en otros compromisos para satisfacer conforme al proyecto de ley la actividad de las organizaciones religiosas. En razón de la valoración del respeto que se debe guardar en el equilibrio presupuestario- financiero entre las políticas públicas y el costo presupuestario de las mismas, deberá el legislador señalar la fuente de financiamiento para la creación de esa nueva estructura, de lo contario, el proyecto puede eventualmente presentar problemas de constitucionalidad por violación al principio de equilibrio presupuestario consagrado en el artículo 179 de la Constitución Política. Además, se llama la atención en cuanto a la naturaleza jurídica que se establece en el artículo 40, en éste se le otorga a las organizaciones religiosas y sus representantes legales la personalidad jurídica de derecho privado. Sin embargo, a lo largo del proyecto de ley se regula con todos los derechos y atribuciones62 de Dirección General de Asuntos Religiosos, Consejo Consultivo Asesor de Asuntos Religiosos, Registro de organizaciones religiosas. 62 “Artículo 36.- Atribuciones. El Poder Ejecutivo reglamentará el funcionamiento de esta Dirección, considerando, cuando menos, las siguientes facultades: a) Orientar a las diversas instituciones gubernamentales que tienen o llegaren a tener algún vínculo con las organizaciones religiosas y resuelvan lo atinente a materias de interés de estas organizaciones y de los creyentes, de tal manera que funja como enlace institucional entre ambos. b) Ejercer una labor de coadyuvancia y cooperación en la formación y fortalecimiento de las organizaciones religiosas existentes en el país, así como las que se creen en el futuro. c) Asesorar al gobierno en los temas específicos relacionados con el ejercicio de la libertad religiosa, así como los derechos individuales y colectivos derivados de estas. d) Mantener y promover relaciones con organismos y entes internacionales preocupados por el ejercicio de los derechos a la libertad religiosa, libertad de opinión y de conciencia, y libertad de asociación y de reunión, y por su financiamiento. e) Levantar, a solicitud de los ciudadanos interesados, un registro de feriados religiosos, al tenor del artículo 148 del Código de Trabajo; f) Fungir en la mediación, ejecución e intervención en todos los asuntos atinentes al respeto de los derechos derivados de la presente ley. g) Velar para que los reglamentos y decretos que emita el Poder Ejecutivo, que correspondan con ordenanzas relativas a la naturaleza y funcionamiento de las organizaciones religiosas, se enmarquen dentro de los estrictos límites de la presente ley. h) Establecer los requerimientos necesarios a fin de que el derecho de asistencia y visitación religiosa se desarrolle de conformidad con la legislación vigente. i) Ejecutar los programas, proyectos y acciones correspondientes con la política de Estado en materia religiosa, según lo establecido en esta ley. j) Promover, de oficio o a instancia de alguna de las organizaciones interesadas, la realización de cursos de capacitación, talleres, foros, campañas publicitarias, con el fin de impulsar la cultura del respeto por la libertad religiosa. k) Otorgar visto bueno como condición para inscribir una organización religiosa. l) Llevar un listado de organizaciones religiosas con personalidad jurídica vigente y levantar estadísticas de las organizaciones religiosas inscritas en el Registro de Organizaciones Religiosas. m) Promover la libertad religiosa, impulsar la paz social y los valores cívicos, sociales y familiares. n) Fungir como mediador en los convenios de cooperación que realicen las organizaciones religiosas con autoridades estatales, municipales e internacionales, entre otras. o) Coadyuvar en las gestiones administrativas que deben realizarse para la celebración de actos religiosos de culto público, fuera de los templos y procurar su realización. 61 53 órgano administrativo, y posteriormente se desarrollan normas de derecho privado63 muy similares a las adoptadas en la Ley de Asociaciones. Lo anterior evidencia una confusión en el giro privado versus público que se desea otorgar a las organizaciones religiosas, por lo que deberá ser valorado. Para efectos ilustrativos, se menciona una de las atribuciones que se le designan a la Dirección de Organizaciones Religiosas, la de “e) Levantar, a solicitud de los ciudadanos interesados, un registro de feriados religiosos, al tenor del artículo 148 del Código de Trabajo”. La anterior disposición tiene estrecha relación con los derechos ceremoniales64, derechos de asistencia y visitación religiosa65 y derecho p) Orientar y coadyuvar a las organizaciones religiosas en los trámites que deben realizarse para obtener la declaratoria de idoneidad para percibir recursos públicos. q) Llevar un registro de ministros religiosos acreditados como tales por sus organizaciones respectivas, asignándoles un número de identificación ministerial y, a solicitud del interesado, expedirá una credencial en la que indicará el nombre del ministro, la organización religiosa que lo acredita y su vigencia. Queda facultada, también, la organización religiosa para expedir sus propias credenciales y, en tal caso, deberá indicar dicho número de identificación ministerial en la credencial que emita. r) Coordinar las acciones pertinentes, a fin de velar por el respeto del derecho de asistencia y visitación religiosa que se brinde en centros de salud, adaptación social, asilos, centros de restauración y afines, entre otros. s) Promover el conocimiento de las actividades ministeriales que las organizaciones religiosas llevan a cabo en el ámbito social y comunal, así como crear campañas que promuevan la libertad religiosa. t) Apoyar, cuando sea procedente, las gestiones que realicen los misioneros extranjeros que deseen prestar sus servicios en el país, en los trámites ante la Dirección General de Migración y Extranjería, o sus dependencias. u) Velar por la correcta aplicación de la presente ley y de la legislación vigente, que versa sobre aspectos relacionados con la libertad religiosa, libertad de opinión y de conciencia, libertad de asociación y de reunión, especialmente, en materia educativa, tributaria, laboral y registral. v) Cualesquiera otros que se considere necesario asignar.” “Artículo 38.- Organización y atribuciones del Consejo Consultivo Asesor de Asuntos Religiosos. El Consejo Consultivo Asesor de Asuntos Religiosos, podrá emitir resoluciones y recomendaciones, las cuales se tomarán por mayoría absoluta de votos. Sus atribuciones, serán: a) Analizar la política del Estado en materia de libertad religiosa. b) Desarrollar propuestas e informes de política pública, en materia de libertad religiosa y de culto. c) Asesorar a la Dirección General de Asuntos Religiosos, en el ejercicio de sus funciones. d) Recibir, para su conocimiento, un informe de labores anual, de la Dirección indicada. e) Velar por el cumplimiento de la presente ley.” 63 Ver el Capítulo IV Organización, donde se regula: Requisitos de constitución -artículo 42-, Contenido de los estatutos -artículo 43-, Alcances del Estatuto -artículo 44-, Reformas parciales o totales de los estatutos -artículo 45-, Nombre de la organización religiosa -artículo 46-, Órganos esenciales de la organización -artículo 47-, Representación legal -artículo 48-, Causales de extinción -artículo 49-, Consecuencias de la extinción -artículo 50-, Órgano competente para decretar la disolución -artículo 51-, Disolución -artículo 52-, Disolución decretada por el Poder Ejecutivo -artículo 53-, Filiales religiosas -artículo 54-, Transformación de organizaciones religiosas -artículo 55- y Organizaciones religiosas extranjeras -artículo 56-. Así como el Capítulo V Funcionamiento Administrativo, el Capítulo VII Formas especiales de organizaciones religiosas, entre otros 64 “Artículo 20.- Derechos ceremoniales. Toda persona tiene derecho a practicar los actos de culto y recibir asistencia religiosa de su propia confesión, de conformidad con el artículo 24 de esta ley, y a conmemorar las festividades propias de la confesión religiosa de la que se trate. Asimismo, tiene derecho a celebrar sus ceremonias religiosas, sean matrimoniales, 54 al ejercicio cultural66 que se otorgan en el proyecto de ley. Las implicaciones laborales que conlleva el otorgamiento de estos derechos son de índole de política pública, administrativa, presupuestario –sector público y privado. De manera que dicha atribución debe ser valorada cuidadosamente. Para efectos ilustrativos sobre el problema citado, a continuación se presenta un cuadro comparativo entre el artículo 26 de la Ley de Asociaciones y el artículo 59 del proyecto de ley donde regula los derechos y deberes patrimoniales, destacando en negrita lo nuevo y en letra tachada lo que se elimina. Veamos: Ley de Asociaciones67 Artículo 26.Las asociaciones pueden adquirir toda clase de bienes, celebrar contratos de cualquier índole y realizar operaciones lícitas de todo tipo, encaminadas a la consecución de sus fines. Las donaciones, subvenciones, transferencias de bienes muebles e inmuebles u otros aportes económicos del Estado o sus instituciones, deberán Proyecto de Ley Artículo 59.- Derechos y deberes patrimoniales. Las organizaciones religiosas podrán adquirir toda clase de bienes, celebrar contratos de cualquier índole y realizar operaciones lícitas de todo tipo, encaminadas a la consecución de sus fines. Para hacerse acreedor de este beneficio, la organización debe estar inscrita en el Registro de Organizaciones bautismales, funerarias, y de cualquier otro tipo, de acuerdo con su confesión religiosa, y a recibir sepultura digna, sin discriminación por motivos religiosos, de conformidad con sus propias creencias. Estos ritos se ajustarán a los límites de seguridad y salubridad establecidos al efecto por el ordenamiento jurídico vigente.” (El destacado no es del original) 65 “Artículo 24.- Derechos de asistencia y visitación religiosa. Queda garantizado el derecho de asistencia y visitación religiosa para toda persona que así lo requiera o necesite, en cualquier centro hospitalario, nosocomio, centro penitenciario, centro de atención institucional, centro de restauración, asilo, casa de huéspedes, o afines, públicos o privados. Para la aplicación real y efectiva de estos derechos, los poderes públicos adoptarán las medidas necesarias para facilitar la asistencia y visitación religiosa en los respectivos establecimientos, sin mayor dilación. Quien imparta la asistencia y visitación religiosa, deberá sujetarse a los lineamientos reglamentarios que el Poder Ejecutivo, sus instituciones o sus dependencias se sirvan emitir al efecto, en estricto apego a lo señalado en esta ley, y la inexistencia de los mismos, no será jamás motivo para impedir la asistencia o visitación religiosa. En todo caso, será requisito indispensable para brindar asistencia y visitación religiosa, que la organización que la acredita, sea individual, plural, federada o federada colectiva, inscriba a tal persona ante el registro que al efecto llevará la Dirección General de Asuntos Religiosos en el Ministerio de Justicia y Paz y, en ese tanto, goce de la credencial respectiva.” (El destacado no es del original) 66 “Artículo 27.- Derecho al ejercicio cultural. Toda organización religiosa tiene derecho a que se respeten sus características religiosas específicas y a definir sus propios horarios y días de reunión para los servicios religiosos, de conformidad con el ordenamiento jurídico, así como a divulgar y propagar su propio credo, y a escribir, publicar, recibir y usar libremente sus libros, audios, videos y publicaciones de cualquier clase o tipo, sobre cuestiones religiosas, y a comunicarse y mantener relaciones con sus propios fieles, y con otras organizaciones religiosas. No se podrá obligar a ninguna organización religiosa a que deje de celebrar sus reuniones, guardar su días de culto o ejercer sus actividades culturales, con motivo de alguna argumentación que no sea estrictamente para garantizar la seguridad y la salubridad que le asiste a todos los ciudadanos de la República.” (El destacado no es del original) 67 Ley de Asociaciones y sus reformas. Ley N° 218 del 8 de agosto de 1939. 55 ser fiscalizados por la Contraloría General de la República y debidamente liquidados por la Asociación beneficiaria ante el ente contralor, según los fines previstos y los principios de la sana administración. De no presentarse las liquidaciones correspondientes dentro del mes siguiente al cierre del año fiscal, el ente contralor lo informará de oficio a la administración activa respectiva y a la vez, la asociación que incumpla quedará imposibilitada para percibir fondos del Estado o sus instituciones, hasta que satisfaga la información requerida. Religiosas y lo recibido debe destinarse en la consecución de sus fines. Se autoriza a las instituciones del Estado a realizar donaciones en numerario o en especie, a favor de las organizaciones religiosas, tanto para alcanzar sus fines estrictamente religiosos, como para sus labores de asistencia social y comunal. En el evento de que una organización religiosa reciba recursos o donaciones de instituciones del Estado, se atendrá a las regulaciones y a la rendición de cuentas que establezca la Contraloría General de la República y las (Así reformado por el artículo único de la ley instituciones pertinentes, conforme a la N° 8007 del 4 de julio de 2000) ley. En el anterior cuadro, se muestra la disminución de los deberes patrimoniales que tendrán las organizaciones religiosas con respecto a la fiscalización por parte de la Contraloría General de la República, por lo que se llama la atención en ese sentido. En relación con el tema de las donaciones a las organizaciones religiosas y la cooperación con las instituciones estatales, el proyecto de ley las considera como “derechos” descritos en los numerales 32 y 33. Veamos: ARTÍCULO 32.- Derecho a donaciones. Las organizaciones religiosas tendrán derecho a recibir diezmos, ofrendas, donaciones, legados, herencias y contribuciones públicas o privadas, para su sostenimiento, y organizar colectas entre sus fieles o la comunidad en general. También, podrán obtener donaciones de personas físicas y jurídicas, nacionales o extranjeras, para el mantenimiento del culto y para los servicios de asistencia social que presten, sin fines de lucro. ARTÍCULO 33.- Derecho a cooperar con las instituciones estatales. Por su carácter de entidades de interés público, de conformidad con lo establecido en el artículo 4 de la presente ley, las organizaciones religiosas podrán establecer relaciones de cooperación con autoridades estatales, para la realización conjunta de tareas educativas, culturales, benéficas, de apoyo social, recreativas, sanitarias y otras, a favor de la comunidad, y de las personas en particular. Sobre este particular, se ha comentado68 que el presente proyecto de ley abriría un portillo para dar beneficios a otras iglesias. Así, la socióloga Monserrat Sagot Radio Monumental. Programa Nuestra Voz, bajo la conducción de la periodista Amelia Rueda de 4 de agosto de 2014, referente a “Ley de la libertad religiosa abriría portillo para dar beneficios 68 56 considera que el proyecto extiende privilegios de la iglesia Católica a otras denominaciones evangélicas. Añade que repartir recursos públicos a otras iglesias no es posible en un Estado moderno. Por su parte, manifestó no estar de acuerdo en equiparar a otras iglesias con la católica. Está preocupada por el déficit fiscal, y el aumento de privilegios a otros grupos, con las exoneraciones y donaciones, no ayudaría a mejorar el déficit fiscal. Por otro lado, el diputado William Alvarado señala la necesidad de analizar detenidamente lo de las donaciones de los artículos 32 y 33. El diputado Mario Redondo considera que no se trata de establecer privilegios. Adicionalmente, el analista Jaime Ordoñez69 apuntó que el proyecto de ley confunde –uniconfesional a multiconfesional- al responsabilizar al Estado en aspectos administrativos y financieros. Considerando las anteriores opiniones, es oportuno retomar el tema de exoneraciones y donaciones a la religión católica el cual el constituyente amparó en el artículo 75 constitucional, donde declara la confesionalidad del Estado costarricense en la religión católica. Esta confesionalidad conlleva a la obligación del Estado a contribuir con el mantenimiento de sus gastos, situación que la Sala Constitucional ha desarrollado en su jurisprudencia, indicando: “IX.- El artículo 75 de la Constitución dispone que el Estado debe contribuir al "mantenimiento" de la religión Católica, esta norma constitucional no puede interpretarse en sentido restrictivo; por el contrario, se entiende que el Estado tiene una obligación, en sentido general, de cooperar con las diferentes confesiones religiosas que profesan los habitantes del país y en forma específica con la Iglesia Católica. Esta obligación constitucional consiste en posibilitar la formación religiosa en los centros docentes públicos, en la creación necesaria para su desarrollo y no concretamente en la asistencia de financiamiento económico. Con esto, la norma suprema considera de interés general la satisfacción de las necesidades religiosas, pese a la existencia de personas que no participen de ellas. Además, debe interpretarse, no como un indicador de parcialidad de la Constitución en beneficio de una confesión religiosa determinada, sino como un indicador de una realidad sociológica, cual es la mención expresa a la confesión indiscutiblemente más arraigada y extendida en nuestro país, lo que en ningún momento implica una discriminación por parte de los poderes públicos para las demás confesiones o para los ciudadanos aconfesionales.”70 Observando la obligación constitucional del Estado de contribuir con el mantenimiento de la Iglesia Católica, a manera ilustrativa, a continuación se presenta un listado de leyes que realizó la Procuraduría en el año 1999, las cuales están encaminadas al resguardo de las temporalidades de la Iglesia: a otras iglesias. 69 Radio Columbia. Programa Hablando Claro, bajo la conducción de la periodista Vilma Ibarra de 18 de agosto de 2014, referente a Libertad Religiosa. 70 Sala Constitucional. Voto N° 3173-1993. Op. cit. 57 “Se han dictado diversas leyes por la Asamblea Legislativa, relacionadas con las temporalidades de la Iglesia para regular ventas, traspasos, donaciones e inscripciones en el Registro Público, a modo de ilustración: - Ley N° 3516 de 23 de junio de 1963, sobre la venta de Inmueble a Temporalidades de la Iglesia. - Ley N° 3747 de 16 de Agosto de 1966, la cual autoriza adquirir un lote a Temporalidades de la Arquidiócesis de San José. - Ley N° 4028 de 23 diciembre de 1967, que exonera la importación de un copón a Temporalidades de la Iglesia de Alajuela. - Ley N° 4345 de 24 de junio de 1969, sobre la inscripción Iglesia Soledad a temporalidades de la Iglesia. - Ley N° 4406 de 29 de Agosto de 1969, donación del Poder Ejecutivo de un inmueble a temporalidades de la Iglesia. - Ley 4555 de 15 de Abril de 1970. Traspasa inmueble a Temporalidades de la iglesia - Ley N° 4568 de 29 de Abril de 1970. Donación inmueble a Temporalidades de la iglesia - Ley N° 5309 de 7 de Agosto de 1973 .Traspaso inmueble a Temporalidades de la iglesia - Ley N° 6568 de 23 de Abril de 1981, donación Inmueble Asociación Cristo Obrero a Temporalidades de la Iglesia. - Ley N° 7877 de 27 de mayo de 1999, recientemente publicada en la Gaceta del 15 de junio de 1999. Autorización a la municipalidad de Goicoechea para segregar un terreno de su propiedad y donarlo a las Temporalidades de la Arquidiócesis de San José.” 71 En el supuesto de exoneración del pago de impuestos de la Iglesia Católica en relación con las otras religiones, la Sala Constitucional señaló que: “En el caso concreto, las normas impugnadas establecen dos categorías distintas: los bienes de la Iglesia Católica y los de las otras organizaciones religiosas existentes en el país. Para las primeras, el pago del impuesto sobre bienes inmuebles les fue eximido en forma absoluta; para las segundas en cambio, la exención es parcial, ocurre únicamente respecto de los bienes inmuebles destinados a culto. La diferenciación hecha en las referidas normas no es contraria al Derecho de la Constitución, en vista de que el mismo constituyente reguló en forma diferenciada a ambas categorías, dándole a la Iglesia Católica el carácter de religión oficial del Estado, mientras que a los demás credos les confirió un ámbito de actuación en el marco de las libertades de culto y religiosa. La exención parcial dada por el legislador formal fue un acto aprobado en uso de sus potestades discrecionales como una forma de facilitar el ejercicio de las libertades citadas, sin que pueda afirmarse que le está exigido dar una exención total a los bienes inmuebles de todas las organizaciones religiosas existentes en el país, sin importar su oficialidad y representatividad. Así las cosas, en cuanto a este extremo, la presente acción debe ser rechazada por el fondo, como en efecto se hace.” 72 Procuraduría General de la República. Oficio N° OJ-076-1999 de 23 de junio de 1999. Op. cit. Sala Constitucional. Voto Nº 11532-2000 de las 14:56 horas del 21 de diciembre del 2000. En acción de inconstitucionalidad promovida por la Asociación Cristiana de Comunicaciones, contra el 71 72 58 En consecuencia, la diferenciación hecha en las referidas normas no es contraria al Derecho de la Constitución, en vista de que el mismo constituyente reguló en forma diferenciada a ambas categorías, dándole a la Iglesia Católica el carácter de religión oficial del Estado, mientras que a los demás credos les confirió un ámbito de actuación en el marco de las libertades de culto y religiosa. En el marco de exoneraciones de los tributos para las temporalidades de la Iglesia, la Procuraduría realizó un listado de leyes en el año 1999, donde indicó: “Sobre la exoneración de los tributos a las temporalidades, se registran distintas leyes y reglamentos a través de la historia: - Ley N° 5466 de 17 de Diciembre de 1973 y .Ley 5762 de 13 de Agosto de 1975, derogadas por la ley de Exoneraciones N° 7293. - Ley N° 5762 del 13 de agosto de 1975, Adición a la Ley No.5466, derogada por Ley No.7293. - Ley N° 698573 de 18 de Abril de 1985, según se verá, derogada tácitamente por la ley de Exoneraciones No.7293, solamente en cuanto a la exoneración de impuestos nacionales. - Ley N° 7509 de 9 de Mayo de 1995, " Ley del Impuesto sobre Bienes Inmuebles " que en el artículo 4 inciso g) establece, la exoneración de los bienes de la Iglesia, del pago del impuesto territorial. Normativa vigente. - Decreto N° 4802 de 18 de Abril de 1975 Reglamento de Exoneración de impuestos a Organizaciones religiosas, derogado por el Decreto 9141 del 13 de setiembre de 1978. - Decreto N° 9141 de 13 de Setiembre de 1978, Reglamento de la ley 5466 de 17 de diciembre de 1973, quedó sin vigencia al derogarse la ley que reglamenta, etc..” 74 Observando lo anterior, y considerando que el proyecto de ley declara como derechos para las organizaciones religiosas tanto la donación como la cooperación de las instituciones estatales -otorgando alcances de interés público en tareas educativas, culturales, benéficas, de apoyo social, recreativas, sanitarias, entre otras-, se concluye que el proyecto de ley pretende otorgar una serie de beneficios de carácter económico a favor de las organizaciones religiosas, lo cual debe ser valorado por los y las legisladoras para efectos de no quebrantar el equilibrio financiero entre las políticas públicas y el costo del gasto público. inciso g) del artículo 4 de la Ley de Impuesto sobre Bienes Inmuebles, N°7509 de 9 de mayo de 1995, en especial la frase "…pero solo los que se dediquen al culto…" y contra el inciso g) del artículo 5 del Reglamento a la Ley de Impuesto sobre Bienes Inmuebles, Decreto Ejecutivo N° 27601–H, de 12 de enero de 1999. 73 El artículo 1 de esta ley, contempla la exoneración de impuestos y tasas nacionales y municipales, por lo que debe entenderse que la derogación no operó para la tasas nacionales y municipales, por ser la tasa un tributo distinto al impuesto, por ende lo que afectó a este artículo fue una derogación parcial. 74 Procuraduría General de la República. Oficio N° OJ-076-1999 de 23 de junio de 1999. Op. cit. 59 Adicionalmente, en el tema del traspaso de bienes de las organizaciones religiosas que se extingan, el proyecto de ley regula en el artículo 50 la forma en cómo se distribuirá. Veamos: “Artículo 50.- Consecuencias de la extinción. Al extinguirse la organización religiosa, los bienes de esta se traspasarán en la forma que indiquen los estatutos, de conformidad con el artículo 43 inciso l). Si estos no hubieren establecido nada al respecto, se distribuirán de acuerdo con el siguiente orden de prelación: a) En caso de que pertenezcan a una organización plural, federada o federada colectiva, se traspasarán a alguna de sus afiliadas, según sea el caso, siempre y cuando se encuentren debidamente inscritas en el Registro de Organizaciones Religiosas del Registro Nacional. b) A otra organización homóloga en creencias, profesión de fe y principios, que reclame para sí tales bienes. c) En el caso de organizaciones de arraigo cristiano evangélico, a la Federación Alianza Evangélica Costarricense. d) A una organización de bienestar social. En tal caso, o si así se hubiere estatuido, se pedirá al juez civil competente del domicilio de la organización, el nombramiento de uno a tres liquidadores que devengarán en conjunto un honorario que no exceda del 5% del producto neto de los bienes inventariados.” Como se observa, el traspaso de bienes en primera instancia será conforme lo establezcan los estatutos de la organización religiosa75 en forma expresa, en su defecto, se indica claramente el orden de priorización para dicho traspaso de bienes. De forma que se plantea tal regulación para la valoración del caso. Además, en el inciso d) del artículo 70 del proyecto de ley, donde realiza modificaciones a otras leyes, se establece la no sujeción al impuesto de venta a las actividades religiosas, en el siguiente sentido: d) El inciso b) del artículo 3 de la Ley de Impuesto sobre la Renta, N° 7092 de 21 de abril de 1988, y sus reformas. El texto dirá: “Artículo 3.- Entidades no sujetas al impuesto: […] b) Los partidos políticos y las organizaciones religiosas, cualquiera que sea su credo, por los ingresos que obtengan para el mantenimiento del culto y por los servicios de asistencia social que presten, sin fines de lucro. […]” Articulo 43.- Contenido de los estatutos. Los estatutos de toda organización religiosa deben expresar: … l) En caso de extinción, indicación de cómo y a quién se traspasarán sus bienes, de conformidad con lo establecido en el artículo 50 de esta ley.” 75 60 Por lo tanto, se modifica de la ley la palabra “instituciones” por “organizaciones”, manteniendo el beneficio fiscal de no sujeción al pago del impuesto sobre la renta, por lo que se deja en evidencia para su respectiva valoración. Tómese en cuenta, que con el cambio de nombre a “organizaciones”, entonces la exoneración se referirá únicamente a las inscritas en el Registro de Personas, no así, las inscritas bajo la Ley de Asociaciones. En relación con el tema de locales y templos de culto, regulado en el Capítulo VI del proyecto de ley, se establece lo siguiente: “ARTÍCULO 60.- Apertura de local o templo. Las organizaciones religiosas pueden tener templos y locales de culto propios o abrir los que sean necesarios para sus reuniones, en el cumplimiento de sus fines, de conformidad con lo establecido en la presente ley. Para abrir un templo o local de culto, las organizaciones religiosas se ajustarán a las regulaciones que al efecto defina la ley, el Poder Ejecutivo y las municipalidades. No obstante lo anterior, para el caso de las organizaciones religiosas existentes a la entrada en vigencia de esta ley, en cuanto el funcionamiento de sus locales de culto o templos, se aplicará lo establecido en el artículo 62 de la presente ley y el 34 de la Constitución Política. ARTÍCULO 61.- Deberes del Estado. En apego al principio de interés público de la actividad de las organizaciones religiosas, el Estado facilitará, garantizará y protegerá la apertura y el funcionamiento de los locales destinados al culto. Corresponde con el Ministerio de Salud, reglamentar lo atinente al funcionamiento de los templos o locales de culto, asegurando que ante una problemática relacionada con contaminación sónica en el templo o local de culto, prevalecerá la clausura del foco específico de contaminación y no del inmueble en general, de modo que se garantice el derecho a la práctica del culto público en ese inmueble. En atención al principio del debido proceso y los principios de razonabilidad y proporcionalidad, según lo estipulado en esta ley, el cierre de un local de culto será la medida de último recurso que tiene la administración para hacer cumplir lo establecido en este artículo. ARTÍCULO 62.- Trámites asociados. El Estado, por medio de sus instituciones, promoverá y facilitará tanto el otorgamiento de los permisos de funcionamiento, como de los permisos para el uso de suelo y ubicación de los inmuebles, el visado, la ubicación y demás trámites que sean necesarios para la práctica de la fe en un local determinado. En los cantones donde no exista plan regulador, ninguna institución estatal podrá solicitar, como requisito, el uso de suelo, y bastará su demostración mediante declaración jurada de la ubicación del templo o local de culto, para suplir tal requisito. Asimismo, todas aquellas edificaciones, templos o locales de culto, que demuestren tener más de diez años de funcionamiento a la promulgación de la presente ley, conservarán su derecho de ubicación y, consecuentemente, deberá dotársele el respectivo permiso de uso de suelo, así como el permiso de salud. Este último, una vez comprobado que el inmueble reúne las condiciones de infraestructura, salud y seguridad necesarias para desarrollar las actividades de culto. Asimismo, el Estado promoverá procesos de 61 formación y capacitación en materia de salud y seguridad de los locales y templos destinados al culto. ARTÍCULO 63.- Uso adecuado de los locales de culto. Cuando exista una denuncia de que en aquel recinto se lleven a cabo actos ilícitos, atentados contra la moral o las buenas costumbres, la salud, la seguridad de los miembros o en perjuicio de terceros o bien se realicen actividades sin el cumplimiento previo de los requisitos señalados por esta ley, la autoridad competente emplazará a la organización involucrada y a los terceros, si los hubiere y, en estricto cumplimiento del derecho al debido proceso, una vez comprobada la situación anómala, aplicará las medidas correspondientes a efecto de corregir la situación. En caso de que la organización injustificadamente no tomara las medidas impuestas por la autoridad competente, podrá ordenarse el cierre del local. Asimismo, se aplicará la pena de multa establecida en el artículo 67, in fine, de esta ley, a los miembros del Consejo Ministerial Ejecutivo que incurrieren en la conducta allí sancionada.” Estos artículos hacen caso omiso de las potestades asignadas al Ministerio de Salud. A la luz de lo anterior, es oportuno recordar los deberes del Estado en materia de salud que ha indicado la Sala Constitucional, donde se indicó: “VI.- Sobre los deberes del Estado en relación con la salud.- Tal como lo ha reiterado esta Sala, a partir de una interpretación extensiva y garantista del artículo 21 de la Constitución Política, se ha desarrollado una amplia doctrina relacionada con el derecho fundamental a la salud. Es así como la Constitución exige al Estado hacer uso de todas sus recursos con el objeto de velar porque cada uno de sus habitantes sea protegido en su integridad física y mental. Lo anterior obliga por un lado a omitir la realización de cualquier actividad lesiva de la salud humana, así como evitar efectuar aquellas razonablemente riesgosas o implementar todas las medidas de mitigación necesarias. Asimismo, debe el Estado hacer uso de sus potestades de policía para evitar que las actividades de otros entes públicos, así como de particulares, afecten la salud de las personas en los mismos términos señalados. No obstante, en tratándose de un derecho complejo para cuya satisfacción no bastan la abstención y la adopción de medidas de evitación y atenuación del impacto sanitario, el Estado requiere asumir una actitud proactiva, suministrando los servicios y bienes necesarios para garantizar la salud de sus habitantes. Se trata, pues, de un típico derecho de carácter prestacional, para cuyo cumplimiento el Estado debe dotarse de una infraestructura que le permita actuar en favor de la salud humana mediante la profilaxis y la adecuada atención de las enfermedades que se produzcan. Para cumplir con los anteriores deberes, el ordenamiento costarricense ha diseñado un complejo sistema de competencias públicas, entre las que se encuentran las amplias potestades del Ministerio de Salud para la prevención y resguardo de la salud pública. En este caso, la Ley General de Salud, autoriza al Ministerio de Salud para establecer los requisitos y las condiciones sanitarias de las distintas actividades que 62 puedan tener una incidencia en la salud de las personas, a tomar las medidas sanitarias correspondientes e imponer las sanciones, dado que no solo tiene el deber de hacer cumplir la Ley General de Salud sino el de proteger la salud pública, pues los derechos a la salud y a un ambiente sano y libre de contaminación -al menos por debajo de los límites tolerables para el ser humano- son derechos fundamentales irrenunciables y en cuya violación no se puede legítimamente consentir. Así que, el Ministerio de Salud, a la luz de las competencias que el Ordenamiento Jurídico le ha encomendado, debe tomar las medidas correspondientes para velar por la salud pública de toda la población. Bajo ese mandato, se le ha reconocido la potestad de dictar medidas de carácter general o particular en el cumplimiento de su misión. Así las cosas, dentro de las atribuciones y jurisdicciones asignadas, puede ordenar y tomar las medidas especiales que establece la Ley General de Salud, para evitar el riesgo o daño a la salud de las personas o que éstos se difundan o se agraven, cuando se trate de actividades que puedan tener una incidencia en la salud de las personas, tal como sería, las actividades religiosas.”76 La Sala concluyó que el Reglamento para el funcionamiento sanitario de templos o locales de culto” al ser un reglamento ejecutivo que desarrolla los contenidos de la Ley General de Salud -protección de la salud de las personas y a la regulación de actividades que puedan influir o afectar la salud de las personas- las limitaciones contenidas en el reglamento tienen sustento en la Ley General de Salud, de tal forma que los deberes del Estado como los trámites asociados al mismo deben guardar el respeto a esos principios de protección a la salud. El artículo 61 del proyecto al establecer que ante la contaminación sónica de un templo o culto el ministerio de salud no podrá realizar el cierre del establecimiento, viene a contradecir lo establecido en materia de salud. El artículo 62 en cuanto a la regulación de trámites asociados y referido al otorgamiento del permiso de funcionamiento, establece la excepción de las organizaciones religiosas de cumplir con todos los trámites (permisos para el uso de suelo, ubicación de los inmuebles, el visado, la ubicación y demás trámites), cuando no exista un plan regulador, y en su lugar se establece como requisito una declaración jurada para demostrar la ubicación del templo o local de culto, para otorgarle dicho permiso de funcionamiento. Además, el proyecto establece el derecho de conservar la ubicación de las edificaciones, templos o locales de culto, que demuestren tener más de diez años de funcionamiento otorgándole el permiso de uso de suelo y el permiso de salud. Estos derechos y requisitos deberán ser valorados por los señores Diputados, no solo por los posibles roces de constitucionalidad que se presenten por violar la autonomía municipal, sino también porque se le eliminan para el caso concreto las facultades al Ministerio Sala Constitucional. Voto Nº 14175-2010, de las 14:30 horas del 25 de agosto del 2010. Acción de inconstitucionalidad promovida por la Asociación Iglesia de Dios, Peña de Horeb Pentecostés Internacional para la honra y gloria de Dios contra varios artículos del "Reglamento para el Funcionamiento Sanitario de Templos o Locales de Culto", por estimarlos contrarios a los principios de igualdad, derecho a la asociación lícita, y libertad de culto. 76 63 de Salud respecto al tema del control del funcionamiento de los locales y la potestad de dictar medidas de carácter general o particular para velar por la salud pública de toda la población La disposición contemplada en el artículo 63 puede resultar eventualmente inconstitucional ya que se pretende limitar la actuación policial o judicial cuando exista una denuncia por mal uso de un local o de un acto ilícito que se cometa en un centro de culto. El artículo 66 del proyecto establece la declaratoria de utilidad pública de las organizaciones religiosas con únicamente cumplir el requisito de tener tres años de estar inscritas, operar legalmente en la comunidad y que su actividad sea útil para los intereses del Estado y haya demostrado aportes significativos en el crecimiento y transformación espiritual, moral, ética, cultural y social en la comunidad; Con dicha declaratoria podrán gozar de franquicias y concesiones administrativas otorgadas por el Poder Ejecutivo. Al respecto, el proyecto no establece el procedimiento para la declaratoria de utilidad pública ni las razones que se considerarán para determinar que una actividad es útil para los intereses del Estado y mucho menos señala la autoridad competente para conferir tal declaratoria. Asimismo se recomienda a los señores diputados valorar si los requisitos allí señalados están apegados al principio de razonabilidad y proporcionalidad.. El Capítulo VIII de Sanciones, establece una serie de sanciones para una estructura de organización que no es propia de todas las organizaciones religiosas, pues no todas tienen un Consejo Ministerial Ejecutivo, sino únicamente lo tienen las organizaciones evangélicas; de allí que pareciera desprenderse que esta ley es de aplicación para esa organización religiosa, produciendo así una discriminación entre ellas. Además, el hecho de que se le encargue al Ministerio de Justicia y Paz la realización del procedimientos sancionatorio implica un aumento en los gastos del presupuesto y el aumento del recurso humano de ese Ministerio, sin que se señale la forma en que se cubrirán esos gastos, lo cual resulta violatorio del artículo 176 y 179 de la Constitución Política. Igual sucede en el caso del artículo 70 inciso b) que reforma el artículo 3 inciso c) de la Ley Orgánica del Ministerio de Justicia para incluir dentro de ese Ministerio a la Dirección de Asuntos Religiosos, sin que se establezca la fuente de financiamiento necesaria para sufragar esos gastos. En cuanto al Transitorio I debe corregirse el nombre del Registro Público por “Registro Nacional”, asimismo, en el párrafo segundo de ese artículo debe cambiarse el nombre de “Registro Público de la Propiedad” por “Registro Inmobiliario”. 64 Además, esta disposición transitoria es contraria a la competencia especializada delegada en cada registro que conforma el Registro Nacional, la cual prohíbe registrar un documento en una Dirección que opere con otra especialidad. Lo procedente sería que una vez practicada la inscripción del documento en que consta la transformación, éste sea presentado ante los diarios de los diversos registros. El Transitorio III exonera de nuevos pagos por concepto de tasas o aranceles de inscripción adicionales a los ya cancelados cuando las asociaciones civiles se transformen en organizaciones religiosas y hayan manifestado que tienen bienes muebles o inmuebles en proceso de inscripción o los tengan en litigio , lo cual contraviene alguna normativa registral, como lo es la Ley N.º7978, que establece el pago de tasa para la realización de la modificación del nombre de una persona jurídica. CONCLUSIONES: La iniciativa de ley presenta varios vicios de constitucionalidad que fueron explicados en el desarrollo del informe. La violación a lo dispuesto en el artículo 75 de la Constitución Política es uno de los yerros más sobresalientes del proyecto de ley al desaplicar el principio de “no neutralidad religiosa” y desconocer la confesionalidad que otorgó el Constituyente de 1949 a la Iglesia Católica. Igualmente, el proyecto hace una discriminación entre las demás religiones existentes en el país y trata de imponerles una misma estructura organizacional, invadiendo su autonomía como entidades de derecho privado, contraviendo así el principio de igualdad. Finalmente, se presenta una violación al principio de equilibrio presupuestario (artículo 176 y 179 de la Constitución Política), al no señalar los ingresos que cubrirán los gastos ocasionados con la nueva estructura administrativa que se crea en el Ministerio de Justicia y Gracia. Se evidencia en nuestra legislación el Estado confesional promulgado por el Poder Constituyente Originario a la Religión Católica, Apostólica, Romana. Así como el ámbito de libertad para el pleno ejercicio de cualesquiera convicciones que no atenten contra los valores de libertad religiosa y libertad de culto; reconociendo valores como la libertad de asociación -artículo 25 constitucional-, la autonomía de la voluntad -artículo 28 constitucional-, la libertad de expresión artículo 29 constitucional-, la igualdad ante la Ley -artículo 33 constitucional-, entre otros. Se dispone que todas las organizaciones religiosas son iguales ante la ley en derechos y obligaciones -artículo 10 del proyecto-, lo cual no es posible constitucionalmente, por ser violatorio del artículo 75 de la Constitución Política, al ser la Iglesia Católica la religión oficial tiene un privilegio constitucional. 65 De acuerdo con nuestro ordenamiento jurídico no es posible invocar el principio de neutralidad religiosa, toda vez que la misma Constitución, por mandato expreso, le impone al Estado optar por un determinado credo religioso: el oficial, sea la religión Católica, Apostólica y Romano; entendiendo éste como la confesionalidad del Estado costarricense. En nuestro sistema jurídico, se establece una cláusula constitucional donde se obliga al Estado a respetar el pluralismo religioso, lo cual es considerado por la Sala Constitucional como el equilibrio entre el Estado confesional y el respeto de la libertad religiosa. Para un eventual cambio, se remite al poder del constituyente, en sus diversas modalidades, el cual es el llamado a actualizar y corregir el Derecho de la Constitución en los ámbitos de valores, principios y normas. Los principios constitucionales de moral universal, las buenas costumbres, el resguardo del orden público, derechos de terceros, la salud, la seguridad nacional, libertad religiosa, libertad de expresión, libertad de pensamiento, entre otros), deben ser respetados en nuestro ordenamiento jurídico. El proyecto en estudio es discriminatorio, al no aplicar para todas las religiones o cultos que se encuentran en ejercicio en el país de la aplicación de la ley propuesta. Evidencia una discriminación abierta a la libertad religiosa, irrespetando la tolerancia hacia las formas de pensar, vivir y actuar diversas de los habitantes del país, y violentando el equilibrio entre la libertad de culto y la confesionalidad. La declaratoria de interés público a la actividad de las organizaciones religiosas evidencia un abuso en la aplicación del concepto de interés público, puesto que una declaratoria de esa índole no puede aprovechar para afectar derechos fundamentales de modo irreversible, como son el de la moral universal, las buenas costumbres, el resguardo del orden público, derechos de terceros, la salud, la seguridad nacional, libertad religiosa, libertad de expresión, libertad de pensamiento, entre otros. La determinación de la declaratoria de interés público de las actividades religiosas, conlleva alcances sumamente amplios con las garantías del ejercicio de la actividad cultural, tolerancia religiosa, arraigo territorial, objeción de consciencia religiosa, entre otras; lo cual puede conllevar a problemas serios de aplicación. En relación con la clausura de templos -el artículo 13 del proyecto-, dispone que bajo ninguna circunstancia se clausure un templo en razón de su ubicación en el caso de la existencia de un plan regulador que lo impida; para lo cual la Municipalidad deberá indemnizarla. Esta disposición violenta la autonomía municipal de las Municipalidades -artículo 169 constitucional-, al impedir regular 66 su territorio de conformidad con el Plan regulador aprobado por su propio gobierno local. La rectoría para los temas de culto es, según lo dispone nuestra legislación vigente el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, el cual tiene como función representar al Estado en sus relaciones con las distintas confesiones religiosas, establecer el status jurídico de las entidades religiosas, sin afectar su autonomía, su organización interna y los derechos que les competen para el libre ejercicio de sus actividades. Sin embargo, la propuesta legal establece una rectoría y estructura para las organizaciones religiosas completamente distinta a la vigente, al crear una Dirección General de Asuntos Religiosos, adscrita al Ministerio de Justicia y Paz, derogándose tácitamente la función otorgada al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, y consecuentemente produciendo una desaplicación y problema de operatividad de las normas. Se regula la declaratoria de autonomía de las organizaciones religiosas -artículo 34 propuesta legal- como una autonomía plena -en organización, régimen interno, régimen patrimonial y régimen de su personal-. De manera que se está obligando al Estado a cumplir con todas las obligaciones administrativas, presupuestarias, financieras que la propuesta de ley contempla. Se crea un Registro de Organizaciones Religiosas, dependencia del Registro de Personas Jurídicas del Registro Nacional -artículo 39 y 70 inciso b) del proyecto-, encargado de la inscripción de las asociaciones religiosas, con un compromiso económico presupuestario por parte del Estado, al establecer mayores incrementos al erario público, sin otorgar ni señalar una fuente real de financiamiento para esta nueva estructura organizacional, nuevas atribuciones de política pública, de índole administrativa, financiera, en otros compromisos para satisfacer la actividad de las organizaciones religiosas. Irrespetando el principio de equilibrio presupuestario - artículo 179 constitucional- que resguarda el equilibrio financiero entre las políticas públicas y el costo presupuestario de las mismas. Se disminuyen los deberes patrimoniales que tendrán las organizaciones religiosas con respecto a la fiscalización por parte de la Contraloría General de la República, violentando los deberes y atribuciones de la Contraloría General de la República -artículo 184 constitucional-. En relación con el tema de las donaciones y la cooperación con las instituciones estatales de las organizaciones religiosas -numerales 32 y 33 del proyecto de leyse declaran como derechos, otorgando alcances de interés público en tareas educativas, culturales, benéficas, de apoyo social, recreativas, sanitarias, entre otras-; estableciendo una serie de beneficios de carácter económico a favor de las organizaciones religiosas, lo que eventualmente podría violentar el equilibrio financiero entre las políticas públicas y el costo del gasto público. En el tema de locales y templos de culto -artículos 60 al 63 del proyecto de ley- se hace caso omiso de las potestades asignadas al Ministerio de Salud, en cuanto al 67 funcionamiento sanitario de templos o locales de culto, vulnerando los principios constitucionales de protección a la salud. Limitaciones en la actuación policial o judicial cuando exista una denuncia por mal uso de un local o de un acto ilícito que se cometa en un centro de culto artículo 63 del proyecto- lo cual puede vulnerar el principio constitucional de seguridad pública. IV. ASPECTOS DE TÉCNICA LEGISLATIVA En relación con el título de la ley se ha indicado que: “8. El texto debe ser introducido por un título general que precise el objeto de la ley. 9. El título debe ser breve, concreto y reflejar objetivamente el contenido de la ley. 10. Debe evitarse dar a una ley un título ya asignado a otra ley anterior que continúa en vigor. 11. El título de la ley es el que el cuerpo legislativo aprueba al momento de su sanción; los títulos puestos por publicaciones, oficiales o no, no reemplazan el título oficial de la ley. El primer acercamiento que tiene el lector al texto de la ley es, precisamente, el título de la ley. Por ese motivo es importante que la ley tenga un título que le dé suficiente información acerca de qué trata. Por otra parte, es necesario señalar que muchas veces al publicarse el texto legal se le adiciona un título o nombre; ese nombre o título sólo será el nombre o título de la ley si fue así aprobado por el cuerpo legislativo.”77 Observando las anteriores reglas, el título del proyecto de ley puede llamar a confusión. Pues como hemos desarrollado a lo largo de este informe, la libertad religiosa y la libertad de culto ya está permitida en nuestro ordenamiento jurídico. En su lugar, lo que se desarrolla en todo el texto del proyecto de ley, es una regulación de las organizaciones religiosas bíblicas, según la definición que plantean en el articulado, por lo que debe valorarse la denominación de la propuesta legal a la luz de las reglas de técnica legislativa. En términos generales, en toda la propuesta legal, se sugiere tomar en consideración algunos elementos de la técnica legislativa, para una mejor redacción del texto normativa. Veamos: “el técnico legislativo debe lograr la elaboración de un texto normativo correcto, que cumpla con los requisitos antes reseñados. Citando nuevamente a Ubertone: ¿Cómo tiene que ser el texto normativo correcto? En nuestra opinión, el texto normativo correcto tiene que ser: PRECISO, CLARO y CONCISO. PÉREZ BOURBON (Héctor). Manual de Técnica Legislativa. - 1a ed. - Buenos Aires: Konrad Adenauer Stiftung, 2007, pág. 36. 77 68 ¿Qué significa cada uno de esos términos cuando los usamos con relación a un texto normativo? “Preciso” significa que el texto normativo debe transmitir un mensaje indudable. Si al leer el texto normativo nos empezamos a preguntar si se refiere a todos los perros o solamente a los perros que no están vacunados, ese texto deja dudas y por lo tanto no es preciso. Cuantas más dudas haya, menos preciso es el texto. “Claro” significa que el texto normativo debe ser fácil de comprender. Si para entender un texto normativo de diez artículos tenemos que pasarnos un mes estudiándolo, ese texto normativo no es claro. “Conciso” significa breve, en el sentido de que no es más extenso de lo necesario. [...] [...] en nuestra opinión, la jerarquía de estas tres cualidades del texto normativo es la siguiente: 1. Precisión 2. Claridad 3. Concisión El texto normativo debe ser, por sobre todo, lo más preciso posible. Y conviene que esa precisión vaya acompañada por claridad y concisión78.” 79 Adicionalmente, se recomienda una mayor rigurosidad de las reglas de la estructura, redacción, dinámica y lógica de la propuesta legal. En el siguiente sentido: “Algunas aclaraciones para la utilización de estas reglas. Las reglas en sí fueron agrupadas en cuatro módulos: estructura del dispositivo normativo, redacción normativa, dinámica legislativa y lógica de los sistemas normativos. Cada uno de ellos apunta a un aspecto específico en la correcta formulación de un texto legal. El objeto de la estructura es hacer fácilmente accesible el conocimiento del contenido de la ley y de las normas en ella contenidas. Una buena estructura permite construir un índice de la ley, mediante el cual el usuario, sea profesional o no, puede encontrar rápidamente la norma o el grupo de normas que necesita. La redacción, por su parte, tiende a asegurar que el texto de la ley será interpretado del mismo modo por todos aquéllos que deban utilizarlo. La dinámica legislativa apunta a asegurar la correcta inserción en el orden jurídico de las normas contenidas en la ley que estamos elaborando. La sanción de una nueva ley implicará, necesariamente, una adecuación en el orden jurídico vigente a ese momento: deberán modificarse o derogarse otras normas. Un correcto manejo de las reglas referidas a la dinámica legislativa permite una mayor certeza en cuanto a cuáles son las normas que mantienen su vigencia y cuáles las que la han perdido. Finalmente, las reglas referidas a la lógica de los sistemas normativos procuran evitar las lagunas, contradicciones y redundancias en el orden jurídico. Estos cuatro pilares de la técnica legislativa (estructura, redacción, dinámica y lógica), no obstante, si bien pueden analizarse y estudiarse por separado, confluyen todos ellos al momento de tener que redactar un texto normativo. Ello hace que no sea sencillo, en algunos casos, encontrar la ubicación correcta de las reglas que se plantean. En efecto, podrá apreciarse que algunas de ellas 78 79 Ubertone, Fermín P., op. cit. Ibid, pág. 24. 69 vinculadas, por ejemplo, a redacción, tienen decisiva influencia en la estructura o en la dinámica. Por tal motivo, se ha tratado de señalar, en cada caso, qué otras reglas deben consultarse80”.81 V. ASPECTOS DE PROCEDIMIENTO Votación Esta iniciativa legislativa requiere para su aprobación de la mayoría absoluta de los votos presentes, conforme lo señala el artículo 119 de la Constitución Política. Delegación Este proyecto NO puede ser delegado para su aprobación en una Comisión con Potestad Legislativa Plena, en virtud de que se enmarca dentro de las excepciones que establece el párrafo tercero del artículo 124 constitucional al establecerse una serie de exoneraciones de impuestos (art. 66 párrafo final, 70 inciso d) entre otros, del proyecto de ley). Consultas Obligatorias: Municipalidades del país (abordan temas de planes reguladores, permisos de suelo etc, arts. 13, 28, 61 y 62) Instituciones autónomas Caja Costarricense de Seguro Social (tema de asistencia religiosa) Facultativas: Conferencia Episcopal de Costa Rica Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto Ministerio de Gobernación, Policía y Seguridad Pública Ministerio de Educación Pública Ministerio de Salud Ministerio de Hacienda Ministerio de Obras Públicas y Transportes Ministerio de Justicia y Paz Sistema Nacional de Promoción de la Paz Social Ministerio de Trabajo y Seguridad Social Registro Civil Defensoría de los Habitantes 80 Estas aclaraciones han sido extraídas, de modo prácticamente textual, de Reglas Prácticas de Técnica Legislativa, de Héctor Pérez Bourbon y otros, pp. 21 y 22. 81 Ibid, pág. 33. 70 Dirección General de Migración y Extranjería Registro Nacional Dirección Nacional de Notariado Federación Alianza Evangélica Costarricense Contraloría General de la República Dirección de Tributación Procuraduría General de la República Representaciones de las distintas religiones82 VI. FUENTES83 Constitucionales e Instrumentos Internacionales Constitución Política de la República de Costa Rica, del 19 de noviembre de 1949. Declaración Universal de Derechos Humanos. Ley Nº 4534 de 23 de febrero de 1970. Convención sobre los Derechos De Niño. Ley Nº 7184 del 18 de julio de 1990. Ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño. Decreto Ejecutivo N.° 19871 del 14/08/1990. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Ley Nº 4229 - B del 11 de diciembre de 1968. Convención Americana Sobre Derechos Humanos. Ley N° 4534 del 23 de febrero de 1970. Leyes Código Penal. Ley N° 4573 del 4 de mayo de 1970 y sus reformas. Ley Orgánica del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Ley N° 3008 del 18 de julio de 1962 y sus reformas. Ley de Asociaciones y sus reformas. Ley N° 218 del 8 de agosto de 1939. Ley Orgánica del Personal Docente. Ley N° 48 del 15 de agosto de 1920. Ley de Impuesto sobre la Renta, N° 7092 de 21 de abril de 1988, y sus reformas. En este sentido ver Directorio que se sugiere, en el apartado de Anexos de este informe. Información suministrada por el Lic. Juan Conejo Trejos, Asesor del Área de Investigación y Gestión Documental. 82 83 71 Reglamentos Reglamento Tareas y Funciones Ministerio Relaciones Exteriores. Decreto Ejecutivo N° 19561 del 9 de marzo de 1990. Jurisprudencia constitucional Sala Constitucional. Voto N°723-1990 de las 8:45 horas del 28 de junio de 1990 en recurso de amparo interpuesto por el Sr. Rodolfo Sáenz Salas presidente de la Asociación Cristiana de las Asambleas de Dios en Costa Rica, contra el Ministerio de Salud. Sala Constitucional. Voto N° 3173-1993 de las 14:57 horas del 6 de julio de 1993. Acción de Inconstitucionalidad promovida por José Manuel Ortiz Durman, contra el último párrafo del artículo 27 de la Ley Nacional de Licores, número 10 de siete de octubre de mil novecientos treinta y siete, reformada por Ley número 2940 de dieciocho de diciembre de mil novecientos sesenta y uno, que prohíbe la venta de licores los días Jueves y Viernes Santos, por considerarlo contrario a los artículos 28, 46 y 75 de la Constitución Política. Sala Constitucional. Voto Nº 11532 -2000 de las 14:56 horas del 21 de diciembre del 2000. En acción de inconstitucionalidad promovida por la Asociación Cristiana de Comunicaciones, contra el inciso g) del artículo 4 de la Ley de Impuesto sobre Bienes Inmuebles, N° 7509 de 9 de mayo de 1995, en especial la frase "…pero solo los que se dediquen al culto…" y contra el inciso g) del artículo 5 del Reglamento a la Ley de Impuesto sobre Bienes Inmuebles, Decreto Ejecutivo N° 27601–H, de 12 de enero de 1999. Sala Constitucional. Voto N°10491-2001 de las 15:57 horas del 16 de octubre de 2001, en el recurso de amparo interpuesto por Jorge Isaac Vargas Hernández, a favor de Jonathan Serrano Quirós; contra el Ministro de Educación Pública y el Director del Liceo Nocturno de Pérez Zeledón. Sala Constitucional. Voto N° 3367-2003 de las 14:54 horas del 7 de mayo de 2003. Acción de Inconstitucionalidad promovida por Jonatán Picado León, contra el artículo 20 de las “Normas Generales para la coordinación en la administración de los Museos del Banco Central de Costa Rica”, aprobadas por la Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica en sesión No. 4702-94 del 19 de enero de 1994 y contra el artículo 2 de las “Regulaciones para el uso de la explanada de la plaza de la Cultura Museos Banco Central de Costa Rica”. Sala Constitucional. Voto Nº diciembre del 2005. Sala Constitucional. Voto Nº 14175-2010, de las 14:30 horas del 25 de agosto del 2010. Acción de inconstitucionalidad promovida por la Asociación 17616-2005 de las 14:44 horas del 21 de 72 Iglesia de Dios, Peña de Horeb Pentecostés Internacional para la honra y gloria de Dios contra varios artículos del "Reglamento para el Funcionamiento Sanitario de Templos o Locales de Culto", por estimarlos contrarios a los principios de igualdad, derecho a la asociación lícita, y libertad de culto. Sala Constitucional. Voto Nº 1732-2014 de las 15:00 horas del 11 de febrero de 2014. Recurso de amparo contra el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial y el Poder Legislativo por la “Declaración de Consagración” realizada “al amor y protección de Dios Todopoderoso, a través de la intercesión de María nuestra Señora, la Reina de los Ángeles” el 2 de agosto de 2013, durante la realización del acto litúrgico correspondiente a la celebración de la Virgen de los Ángeles; por considerar la conducta de las autoridades recurridas violatoria de los principios democráticos, de pluralidad y libertad de creencias. Jurisprudencia administrativa Procuraduría General de la República. Oficio N° OJ-076-1999 de 23 de junio de 1999, suscrito por la Lic. L. Lupita Chaves Cervantes, Procuradora Adjunta. En consulta realizada por el Pbro. Lic. Carlos Enrique Balma Alfaro, canciller Curia Metropolitana, donde solicita criterio sobre el cobro y eventual pago de impuestos por servicios municipales, que varias municipalidades realizan a Temporalidades de la Iglesia Católica. ROSA ALVES) (Esteban J.). El interés público y el asesoramiento jurídico a la administración activa. Director de Asuntos Legales del Ministerio de Defensa. Tomado del sitio web: http://www.ptn.gov.ar/ecae/primer_congreso/RosaAlvesINTERES%20PUBLICO.pdf PICASSO UVALLE (Nora Estefanía). La Utilización del Concepto de Interés Público en el Derecho Administrativo. Tomando del sitio web: http://www.angelesabogados.com/apps/site/files/la_utilizacin_del_concepto_de _ip_en_el_derecho_administrativo.pdf Artículos de opinión de diferentes medios de comunicación Periódico Diario Extra “¿Financiar iglesias con nuestros impuestos?” Jaime Ordónez. Página abierta, publicado el martes 12 de agosto de 2014. Diario Extra. ¿Adiós a dios? Editorial, publicado en la edición del martes 12 de agosto de 2014. Programa Nuestra Voz, bajo la conducción de la periodista Amelia Rueda de 4 de agosto de 2014, referente a “Ley de la libertad religiosa abriría portillo para dar beneficios a otras iglesias. Escuchar en el sitio web: http://www.monumental.co.cr/programas/90/Nuestra-Voz 73 Programa Hablando Claro, bajo la conducción de la periodista Vilma Ibarra de 18 de agosto de 2014, referente a Libertad Religiosa. Escuchar en el sitio web: http://www.hablandoclarocr.com/ La República.Net. Nacionales. “Estado laico con Dios” fue blanco de protestas, Fabiola Vargas, publicado el jueves 14 de agosto de 2014. Diario Extra. ¿Hacia un Estado laico o una piñata religiosa con el Estado? Por: Edvan Córdova Vega* / [email protected]., publicado el 23 de agosto de 2014. Diario Extra. “Libertad religiosa no tiene relación con Estado laico”. Diputado Fabricio Alvarado rechaza críticas. Luis Zárate [email protected], publicación de viernes 8 de agosto de 2014. Diario Extra. Diez mitos fantásticos sobre el proyecto de ley de libertad religiosa y de culto en Costa Rica. Por: Fabricio Alvarado, periodista y diputado de Restauración Nacional. Publicada en la edición de jueves 28 de Agosto del 2014. Libros PÉREZ BOURBON (Héctor). Manual de Técnica Legislativa. - 1a ed. Buenos Aires: Konrad Adenauer Stiftung, 2007. Ensayos HOLLAND (Clifton L.) Religión en Costa Rica, ensayo adaptado de un artículo escrito originalmente en inglés por el autor en Religions of the World: A Comprehensive Encyclopedia of Beliefs and Practices (editado por J. Gordon Melton y Martin Baumann, ABC-Clio Publishers, Santa Bárbara, California, junio de 2002. (El Dr. Holland es director del Programa Latinoamericano de Estudios Sociorreligiosos (PROLADES) y profesor de Misionología y Ciencias Sociales en la Universidad Evangélica de las Américas (UNELA), ambos en San José de Costa Rica; y él ha sido residente de Costa Rica desde el año 1972.) 74 VII.- ANEXOS Artículos de opinión publicados en los diferentes medios de Comunicación Colectiva Diez mitos fantásticos sobre el proyecto de ley de libertad religiosa y de culto en Costa Rica. Por: Fabricio Alvarado84 “En los últimos días, se ha desatado una discusión en torno del Proyecto de Ley de Libertad Religiosa y de Culto (Nº 19.099) que presentó y promueve Restauración Nacional en la corriente legislativa, luego de varios años de análisis sesudo y reflexión con importantes actores de la sociedad civil. El proyecto ha sido objeto de las más variadas y fantásticas opiniones, aún equivocadas o sesgadas, al punto de acusarnos de retrógradas o oscurantistas medievales, en los medios de comunicación masivos y virtuales. Algunas noticias y otras tantas redes sociales han venido haciendo eco de una serie de mitos curiosos, con todo y sus héroes y villanos, que merecen ser desmentidos con argumentos de peso. Veamos. Mito uno. El proyecto está directamente asociado con la famosa discusión del Estado Laico, el cual o queremos impulsar o desacreditar. Falso. El proyecto nada tiene que ver con este confuso debate, que va desde el laicismo radical hasta el Estado aconfesional, y muchas veces se insinúa que queremos una suerte de Estado “pluriconfesional evangélico”. ¡Nada más absurdo! Lo que sí es claro es que este tema no es bandera de Restauración Nacional, ni promueve nada relacionado con ello. Mito 2. Es innecesario porque no hay nada que regular, ya que todo ya está regulado. Falso. Lo que regula actualmente las confesiones no católicas es una ley de asociaciones que nada tiene que ver con esas organizaciones. Con este proyecto, más bien, traemos regulación y orden a las iglesias, que por ahora están encajonadas en esa anticuada ley que se creó para otra cosa. Mito 3. Se buscan una serie de beneficios para las iglesias, de tal manera que el erario público financie, bromas aparte, hasta el salario de los ministros religiosos. No solo falso, sino mal intencionado. Ofenden nuestra inteligencia quienes creen y promueven este tipo de fábulas. ¿En qué cabeza cabe que nosotros vamos a presentar un proyecto para crear beneficios económicos para las organizaciones religiosas, con cargo al presupuesto nacional, en las circunstancias actuales? ¡De ninguna manera! Este proyecto busca únicamente garantizar el derecho humano a la libertad religiosa de los costarricenses que profesan una fe distinta de la oficial; a la vez que regula y ordena algo que debe ser regulado y ordenado para beneficio de los creyentes y la sociedad, en general. El sostenimiento económico de las iglesias sigue en manos de las donaciones voluntarias de los fieles, como ha sido hasta el día de hoy. Más bien, debe decirse que las iglesias evangélicas, por ejemplo, contribuyen con el Estado por medio de comedores para los menesterosos, o bien albergues para los niños o los desamparados en situaciones de catástrofe, entre otros aspectos. Mito 4. Se omitirán los permisos de uso de suelo y funcionamiento sanitario de las iglesias, por ser declaradas de interés público. Falso. ¡Todo lo contrario! El proyecto ordena y regula a las organizaciones religiosas para que, conforme a derecho, con la garantía del debido proceso, se aseguren los permisos pertinentes de uso de suelo, así como de funcionamiento sanitario, para poder operar. Diario Extra. Diez mitos fantásticos sobre el proyecto de ley de libertad religiosa y de culto en Costa Rica. Por: Fabricio Alvarado, periodista y diputado de Restauración Nacional. Publicada en la edición de jueves 28 de Agosto del 2014. 84 75 Mito 5. Se promoverá la contaminación sónica y los escándalos en perjuicio de los vecinos. Falso. El proyecto obliga a las organizaciones religiosas a resolver los problemas de ruido en beneficio de la salud pública de las comunidades, como ya lo hace el reglamento sanitario de funcionamiento actual y le autoriza para clausurar cualquier fuente de contaminación sónica, aún si ello no implica el cierre de los templos. De esta forma, el proyecto garantiza el derecho a la salud de los vecinos, a la vez que protege el derecho a la libertad religiosa de los creyentes. Mito 6. Se crea una burocracia gravosa para atender los presuntos beneficios que le trae la ley. Falso. Lo que se crea es una Dirección de Organizaciones Religiosas en el Ministerio de Justicia y Gracia, como una unidad administrativa muy pequeña, para que coadyuve en las labores del Estado para promover la liberad religiosa de las confesiones no católicas en Costa Rica –que reúnen como a un millón de personas, aproximadamente-, y no para transferir recursos financieros a las iglesias como maliciosamente se insinúa y tergiversa. Mito 7. Se permite que las clases de religión se conviertan en cultos a favor de las iglesias no católicas y se obliga a las escuelas a contratar maestros de todas las confesiones para atender a los estudiantes de estos sectores. Falso y absurdo. No se autoriza semejante fantasía, sino que se resguarda el derecho de los estudiantes a no asistir a clases de religión que no sea la propia, por medio del consentimiento parental, como ocurre hoy día. Mito 8. El proyecto va dirigido sólo a los evangélicos. Falso. Otra vez insultan nuestra inteligencia, pues es obvio que la iniciativa resguarda la libertad religiosa y de culto de todas las confesiones religiosas no católicas, como corresponde en la lógica de protección y promoción de los derechos humanos. Mito 9. El gobierno convocó a extraordinarias el proyecto por compadrazgo religioso o político. ¡Por favor! Yo soy un diputado de oposición y ni siquiera formé parte del bloque oficialista que actualmente controla el parlamento. Está claro que el gobierno lo convoca, a solicitud nuestra, porque cree en el respeto a los derechos humanos de todos los costarricenses. No es el gobierno, desde luego, el que promueve el proyecto, somos nosotros, la fracción proponente, con el concurso de legisladores de otras latitudes políticas. Mito 10 y final (por ahora). Extiende los presuntos privilegios de la iglesia católica a las evangélicas. ¡Qué disparate! Tan absurdo como se oye. Este proyecto no tiene nada que ver con la iglesia católica, no establece privilegios y beneficios como ya lo dijimos y no crea ningún lazo con el Estado desde el punto de vista confesional. A estos mitopromotores se les olvida que tener la potestad de recibir donaciones públicas y privadas es un derecho que ya tienen todas las asociaciones de la sociedad civil, como las fundaciones de apoyo social, las asociaciones de desarrollo comunal o las entidades deportivas, por ejemplo, lo cual no implica, desde luego, trasladar los beneficios que recibe la iglesia oficial a todas las demás. Finalmente, las increíbles fábulas que algunos agentes y grupos promueven sobre el proyecto de ley, obedece a una posición política muy clara, que patrocina cierta agenda parlamentaria que no es afín con los valores y principios de la inmensa mayoría de los costarricenses y que, comúnmente, presentan más fundamentalismo que el más recalcitrante inquisidor. Dejémonos de cuentos, dejemos de andar asustando chiquitos; hablemos con la verdad y estudiemos el proyecto. Promovamos los verdaderos derechos humanos de primera generación en Costa Rica. Hagamos patria.” Libertad religiosa, Por Vilma Ibarra, Periodista85 85 Programa Hablando Claro, bajo la conducción de la periodista Vilma Ibarra de 18 de agosto de 76 Para garantizar y enmarcar nuestras libertades esenciales, entre ellas la libertad de profesar o no una fe, los ticos tenemos la Carta de las Naciones Unidas, así como otra variedad de tratados internacionales que hemos adherido o promovido abiertamente como el mismísimo Pacto de Derechos Humanos (Pacto de San José) y por supuesto, la Constitución Política que nos rige, que si bien es cierto deviene en su esencia de la de 1871, también planteó en su versión de 1949 el establecimiento (a contrapelo de las ideas liberales anteriores) del estado confesional católico. Hace años se viene hablando de la necesidad de modificar el art. 75 de la Carta Magna para dar paso a un estado laico; que siga garantizando la libertad religiosa y de culto, pero que se deshaga de la añeja dependencia de la confesionalidad; algo tan en desuso que hasta el papa Francisco aconseja abandonar. Pero aquí no solo es difícil avanzar hacia la modernidad sino que por el contrario, al menor descuido, unas cuantas fuerzas ultraconservadoras intentan que la sociedad dé marcha atrás a como haya lugar. En este cortísimo periodo de extraordinarias legislativas en que el Ejecutivo tiene potestad de agenda, se convocaron 70 proyectos de ley, lo cual aunque dificulta establecer contundentemente cuáles son las prioridades del gobierno, sí envía señales sobre sus intereses. Y la nueva administración convocó el proyecto “Ley para la Libertad Religiosa y de Culto”. Amén de que ya se argumentó que la iniciativa está de algún modo viciada porque fue convocada por el ministro (Obispo) de la Presidencia que no puede deslindarse de su condición clerical (la misma que lo tiene en vilo en tanto se pronuncia la Sala IV) el proyecto propone que Costa Rica se convierta en un estado multiconfesional y propicia un paraguas estatal para algunas denominaciones religiosas. Como si esto fuera poco, no solo propone crear la Dirección de Asuntos Religiosos en el Ministerio de Justicia, sino además un Consejo Consultivo Asesor de Asuntos Religiosos lo cual, a juicio de expertos, no es sino la intromisión de algunas iglesias en la definición de políticas públicas relacionadas con los asuntos de la fe. Para terminar, otorga financiamiento estatal para esas denominaciones. Este proyecto ornitorrinco debe ser retirado de la Asamblea. El gobierno debe avanzar en el inactivo establecimiento de un acuerdo bilateral con el Vaticano, modificar el artículo 75 de la Constitución para derogar el estado confesional y las transferencias que lo acompañan, dejar al Ministerio de Salud que regule el funcionamiento de las iglesias (casas, edificios, galerones o garajes, no importa) donde operen congregaciones de fe de cualquier tipo (para eso es la libertad religiosa que ya tenemos) pero sí con mínimos estándares de higiene y salud, que fue justamente lo que pretendía hacer la Dra. María Elena López, cuando el Ministro de Presidencia se le paró en la escoba. En fin, dejar de legislar en lo que no hace falta y ponerse a trabajar como Dios manda.” “Estado laico con Dios” fue blanco de protestas. Por Fabiola Vargas, [email protected] 86 Manifestantes se reunieron en las afueras del condominio donde vive el Presidente Políticas conservadoras molestan a colectivos progresistas La convocatoria del proyecto de ley de libertades religiosas en las sesiones en que el Poder Ejecutivo impone su agenda, generó que unas 60 personas mostraran su 2014, referente a Libertad Religiosa. Escuchar en el sitio web: http://www.hablandoclarocr.com/ 86 La República.Net. Nacionales. “Estado laico con Dios” fue blanco de protestas, Fabiola Vargas, publicado el jueves 14 de agosto de 2014. 77 descontento y exigieran cuentas a Luis Guillermo Solís, justo en las afueras del condominio donde vive, en Barrio Escalante. Los grupos le reclaman al Presidente ceder ante el conservadurismo, al manifestar que el país debe virar hacia un “Estado laico con Dios”. Esto, sumado a las negociaciones paralelas con el Vaticano, molesta a los colectivos del Movimiento por un Estado Laico y el grupo Invisibles, quienes organizaron el evento. El otorgamiento de privilegios fiscales y donaciones a la Iglesia católica, figuran entre las disconformidades. “Tomaste mis impuestos en curas y pastores”, gritó uno de los manifestantes. Poner un freno a la propuesta de Melvin Jiménez, ministro de la Presidencia y obispo luterano, es el objetivo de la actividad. La aprobación de esta iniciativa podría abrir un portillo para que, en lugar de pasar a un Estado laico, el país sea un Estado multiconfesional, según interpretaciones de los asistentes a la manifestación. Lo grupos aseguraron que esperaban una respuesta pronta del gobierno, pero que no tenían agendada una reunión posterior a la protesta, aunque sí prepararon un comunicado con la explicación de sus alegatos. Por su parte, la situación generó la molestia del Presidente, quien aseguró que para extender propuestas está la Casa Presidencial y no su residencia. La Fuerza Pública se encontraba supervisando la entrada y salida en Villa Fontana, condominio donde reside Solís. Hasta el cierre de edición, no se presentó ninguna anomalía o situación violenta. ¿Hacia un Estado laico o una piñata religiosa con el Estado?. Edvan Córdova Vega* / [email protected] “La iniciativa 19.099, que busca, pasar de un Estado Confesional, a uno donde se promuevan y extiendan los privilegios desde el Estado “a todas las religiones” -excepto las que excluye su artículo 6- traiciona el espíritu de la laicidad, cuyo mínimo es separar por completo a las iglesias.... En los últimos días, la convocatoria y omisión, de varias iniciativas de ley por parte del Ejecutivo, al periodo de sesiones extraordinarias, en lo particular la inclusión del Proyecto 19.099, titulado “Ley para la Libertad Religiosa y de Culto” y la exclusión del Proyecto 17.900 de “Ley sobre Fecundación In Vitro y Transferencia Embrionaria” con el que nuestro país cumpliría una sentencia internacional, han generado un importante debate, que se divide entre quienes, antes opuestos, a privilegios exclusivos de la “Religión 87 Diario Extra. ¿Hacia un Estado laico o una piñata religiosa con el Estado? Por: Edvan Córdova Vega* / [email protected]., publicado el 23 de agosto de 2014. 78 Oficial del Estado”, hoy exigen la ampliación de estos para sus asociaciones religiosas y quienes, por el otro, piden que el Estado proteja las libertades de creencias dentro de la esfera de la vida personal de la ciudadanía, sin que estas permeen las decisiones relacionadas con asuntos públicos y bien común, o deban ser costeadas por el Estado. Esto se da en un marco histórico de larga data, con un Estado Confesional, que no ha logrado dar respuesta a las demandas sociales, sino que ha establecido jerarquías y exclusiones por acción u omisión, en ese sentido, la insatisfacción de múltiples sujetos de derecho que hoy se encuentran desprovistos de garantías y protecciones, lleva a que el Presidente de la República ya tenga a las puertas de su casa una manifestación social, que se apropia de una herramienta comunicativa (selfies) sobre-utilizada por él desde que era candidato y de su discurso para señalar contradicciones y exigir el cumplimiento de acciones, so pena de ser repudiado. La iniciativa 19.099, que busca, pasar de un Estado Confesional, a uno donde se promuevan y extiendan los privilegios desde el Estado “a todas las religiones” -excepto las que excluye su artículo 6- traiciona el espíritu de la laicidad, cuyo mínimo es separar por completo a las iglesias -cualesquiera que estas sean- del Estado, no el de convertir a este último -garante de los bienes públicos- en promotor de intereses privados, impulsando las agendas particulares de las iglesias, permitiendo que lo usen como plataforma política o dejando de formular políticas públicas, solo porque así lo exigen las jerarquías de estos aparatos clericales y sus verdades reveladas. Este proyecto, defendido, con el argumento de que ampliaría la libertad de credo -la cual cuenta con el máximo resguardo al poseer rango constitucional-, no solo no busca ampliar tal, sino que podría incurrir en un vicio de inconstitucionalidad, por reducirla de su marco actual, ya que como deja claro su artículo 6 -de evidente inspiración cristiano céntrica y violencia colonial- se excluyen prácticas espirituales que escapan a la visión cristiana, equiparando las creencias de los pueblos indígenas o hinduistas como el chamanismo o panteísmo a supersticiones, lo cual constituye una violación del Estado al Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas de la OIT; al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; y otros instrumentos internacionales. Como presidente constitucional, hoy, Luis Guillermo Solís debería confesar ante poblaciones indígenas, judíos, ateos, agnósticos, hinduistas, madres solteras, divorciados, homosexuales, lesbianas y el plural pueblo costarricense que se ha equivocado seriamente en pensamiento, palabra, obra y omisión. Que el convocar este proyecto a extraordinarias mina cualquier senda a un Estado laico e incluso se traduce en un retroceso a la condición actual, que gira hacia posturas que no buscan conciliar posiciones, sino imponer creencias. La materialización en ley de una iniciativa como esta, iría en beneficio del interés privado por encima del público, que ha llevado a las concentraciones de riqueza y de privilegios que hoy padecemos, en contra de la libertad y vida buena para todas las personas. Desde la Colonia las jerarquías religiosas ligadas al Estado ocupan los lugares de privilegio con las élites políticas, hoy las otras denominaciones cristianas, quienes históricamente se han opuesto a estos privilegios, ya no los cuestionan, porque encontraron la forma de que estos se extiendan a ellas. Hoy el Ejecutivo posibilita que se profundice un régimen que no solo no reconoce experiencias vitales distintas, sino que hace como que no existieran, es decir condena a la invisibilidad a miles de ciudadanos, reduciéndoles a lo que el filósofo político italiano Giorgio Agamben llama Zoe, mera existencia física, desprovista de derechos, lo que no reconoce ni celebra la humanidad de millones de costarricenses que viven de maneras distintas: mujeres que crían familias solas, ciudadanos que creen en Jesús o dudan de su existencia; quienes cargan rosarios y quienes se arrodillan hacia La Meca; quienes aman 79 a su mismo sexo, contrario o a ninguno. Es precisamente el Estado laico, quien se opone a la pretensión de hacer del derecho y la política, un instrumento de sometimiento e imposición, para promover una sola moral, estilo de vida, única concepción de la persona y cultura.” *Estudiante universitario ¿Financiar iglesias con nuestros impuestos?. Jaime Ordóñez, [email protected] “Solo su lectura causa escalofríos. Le hace a uno pensar que los viejos líderes que fundaron nuestro Estado en el siglo XIX (Carrillo, Guardia, Jesús y Ricardo Jiménez), la mayoría de ellos seculares y librepensadores, por no hablar en el siglo XX de gente como Figueres Ferrer, Oduber Quirós o Rodrigo Facio, quienes creían en la modernidad política y en la clara separación del Estado y la Iglesia, deben estar desde sus sepulcros asombrados y estupefactos. En lugar de avanzar, Costa Rica retrocede. El Proyecto de Ley convocado por el presidente LG Solís y su ministro de la presidencia, el pastor luterano con licencia, Melvin Jiménez (llamado curiosa y casi irónicamente Proyecto de Ley para Libertad Religiosa y de Culto -Expediente 19.099), constituye un gravísimo paso atrás. No sólo nos haría retroceder más de 140 años en materia de secularización y modernidad política, sino que propone algo absurdo: pasar de un Estado uniconfesional a algo mucho más grave, un Estado multiconfesional. Solo su lectura causa escalofríos. Le hace a uno pensar que los viejos líderes que fundaron nuestro Estado en el siglo XIX (Carrillo, Guardia, Jesús y Ricardo Jiménez), la mayoría de ellos seculares y librepensadores, por no hablar en el siglo XX de gente como Figueres Ferrer, Oduber Quirós o Rodrigo Facio, quienes creían en la modernidad política y en la clara separación del Estado y la Iglesia, deben estar desde sus sepulcros asombrados y estupefactos. Con seguridad, no entienden cómo un país puede volverse tan parroquial y tan aldeano, retroceder tantos pasos en el curso de la historia y -sobre todo- estar hoy tan atrapado por la red de intereses de una multitud de iglesias, cultos, congregaciones y hasta oratorios de garaje, panderetas y micrófonos de altavoz que tienen mareada a nuestra clase política. Y, aparentemente, secuestrada. El texto del Proyecto tiene varias consecuencias peligrosas y claramente inconvenientes para el país. Las expongo de seguido: http://www.asamblea.go.cr/Centro_de_Informacion/Consultas_SIL/Pginas/Detalle%20Pro yectos%20de%20Ley.aspx?Numero_Proyecto=19099 Privilegios económicos para las iglesias a costa del fisco. Primeramente, su normativa permite extender las donaciones y transferencias directas de dinero, así como privilegios y exenciones tributarias y fiscales del Estado hacia otra serie de iglesias del país, incluidas las luteranas, evangélicas, cristianas, protestantes, ortodoxas (siempre y cuando sean aprobadas por una Oficina en un ministerio, que desde luego será controlada políticamente). Es difícil imaginar algo más regresivo y ominoso. Es decir, además de la Iglesia Católica, ahora vamos a financiar con nuestros impuestos todas las otras iglesias. Costa Rica es el único Estado confesional que queda en América Latina y ello se traduce en la obligación constitucional de brindar una serie de privilegios y exoneraciones a la Iglesia Católica, además de transferirle fondos directos. El Ejecutivo transfiere parte de su presupuesto gubernamental hacia las arcas de la Iglesia Católica, amparado en el artículo 75 de la Constitución Política. De acuerdo con los datos del Presupuesto Nacional 2007- 2014, la administración Arias transfirió ¢386,6 millones a la 88 Periódico Diario Extra “¿Financiar iglesias con nuestros impuestos?” Jaime Ordónez. Página abierta, publicado el martes 12 de agosto de 2014. 80 Iglesia Católica. Estas trasferencias subieron dramáticamente durante la administración Chinchilla, quien desde su primer año de mandato fue nombrada “hija predilecta de la Virgen María”. El último gobierno otorgó ¢940 millones en transferencia al clero católico. Es decir, un incremento del 143%. A estas transferencias directas se suman los subsidios a los colegios católicos, los dineros que gira el Estado para la administración de proyectos de ayuda social, los presupuestos del Ministerio de Cultura para restauración de templos, así como las distintas formas de exenciones y prebendas fiscales. Sumado todo esto, fácilmente se puede llegar a la asombrosa suma de ¢ 1.500 millones de colones. Y si la Administración Chinchilla subió esas transferencias a ¢940 millones, ¿a cuánto más subirán esos prepuestos en la administración Solís si, además, pretende trasladarle fondos a otra serie de iglesias? ¿A ¢1.500 o 2.000 millones? Y lo gravísimo del caso es que será con dinero público, con nuestros impuestos. Por no hablar de la gravedad del hecho, ya ventilado por la prensa, de que sea el propio ministro de la Presidencia quien busque impulsar un Proyecto que en forma directa beneficiará a su propia congregación religiosa. Una normativa autoritaria y politizada. Pero los problemas no terminan allí. El Proyecto busca que el Estado cree una nueva estructura gubernamental desde el Ministerio de Justicia que se “encargará” de los asuntos religiosos (Dirección General de Asuntos Religiosos) y obligaría al Gobierno a financiar y facilitar el funcionamiento de los centros de oración y la enseñanza de la religión en los centros educativos, proponiendo renovar automáticamente los permisos de salud a los templos con más de 10 años de funcionamiento. La inferencia de esa normativa es peligrosa y ominosa: no sólo nos transformaríamos en la práctica en un estado multi-confesional, sino además sería una nueva estructura gubernamental la que definiría cuáles religiones son “aprobadas” y susceptibles de recibir los nuevos beneficios, financiados con nuestros impuestos (Artículo 36, inciso q) del Proyecto). En síntesis: los beneficios a los religiosos definidos con mano política. ¿Dirección General de Asuntos Religiosos? ¿Y no es que la religión es un asunto privado, del alma, del fuero interno de las personas, que no debería ser regulado por el Estado? En dos palabras, burócratas definiendo quiénes representan a Dios y quiénes no, y quiénes reciben los favores de los presupuestos públicos. Regresión medieval y autoritarismo, que recuerda el “imprimatur” de la Inquisición, ahora teñido de burocracia y favores políticos. Asombrosamente, este peligroso Proyecto se convoca en un momento en que el mismo Poder Ejecutivo negocia con el Vaticano un acuerdo (Concordato) con el cual se garantizaría que Costa Rica deje de ser un Estado confesional católico. Una contradicción asombrosa del propio gobierno. El propio Papa Bergoglio ha dicho públicamente que es conveniente que los Estados políticos sean laicos, y que la separación entre Estado y la Iglesia más bien fortalece ambos órdenes. En lugar de hacer la reforma del artículo 75 de la Constitución Política, como el PAC había prometido en campaña, el Poder Ejecutivo se desdice -al igual que en otros temas como la Refinería china y Ruta 32- y presenta en su lugar un Proyecto de ley que no sólo no avanza en esa materia, sino que es regresivo y reparte favores políticos y financieros no solo a una, sino que a múltiples iglesias. ¿Y proyectos esenciales como el de FIV (Fecundación in Vitro) requerido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos o el Proyecto de Ley de Sociedades de Convivencia? Brillan por su ausencia. Ni siquiera fueron convocados a Sesiones Extraordinarias. Tal parece que no son del agrado de los nuevos promotores del Medioevo…” 81 ¿Adiós a dios? Editorial89 La polémica por la constitución de un Estado laico es un tema de nunca acabar, sobre todo si tomamos en cuenta que cada costarricense tiene su opinión al respecto. Pero ¿qué significa esto? Costa Rica es de los pocos países donde la Carta Magna lo define como una nación católica, de manera que esta es la religión oficial. A esto se le conoce como Estado confesional. No obstante, para el momento en que esta normativa se creó la realidad nacional era muy distinta a lo que es hoy día. La mayoría de los ticos profesaba esta religión y gran parte de las decisiones de gobierno se tomaba con base en los preceptos cristianos. Un ejemplo de ello era el sistema educativo, donde la Iglesia opinaba sobre los temas que se impartirían en las lecciones para que fueran acorde a los principios que se deseaba inculcar en niños y jóvenes. Desde el punto de vista de los derechos civiles, aún en la actualidad el sacerdote tiene fe pública, de manera que si usted se casa por la iglesia no necesitará realizar ningún trámite en el Registro Civil. Lo que busca la transformación a un Estado laico es precisamente romper estas diferencias que se mantienen hoy día entre el católico y el resto de credos que se profesan en el país, y poco a poco van a tomar mayor fuerza entre sus fieles. Esto implica que el Estado deberá ser neutral respecto a la religión que legalmente apoyará, dándoles el mismo peso a todas. No podrá otorgar privilegios a ninguna en particular, tampoco podrá permitir que influyan sobre la política nacional. Es importante tener claro que en un Estado laico la libertad religiosa y de culto tiene su máxima expresión, y aunque en el país no está prohibido profesar ningún credo, las distorsiones a nivel jurídico obligan a este o futuros gobiernos a dar este paso en la búsqueda de la igualdad religiosa, sin que se presente ningún tipo de discriminación. Para lograrlo es necesario que los padres de la patria tomen la decisión de modificar el artículo 75 de la Constitución Política. Incluso hasta el propio papa Francisco se encuentra de acuerdo con la reforma para dar mayor apertura y tolerancia. ¿Entonces qué es lo que detiene a nuestros legisladores? ¿Será que en medio de esta discusión hay un temor al cambio o simplemente es que como pasa muchas veces no se comprende lo que viene detrás de esta discusión? A Dios no debemos sacarlo de nuestra vida, ni social, ni política, de manera que no debería ser mal visto mantener las pequeñas capillas en las dependencias de gobierno o permitir su utilización como templos evangélicos. De esta manera el proyecto que en este momento tienen en sus manos los diputados lo que vendría a generar es que desde el Ministerio de Justicia se tomen en cuenta los temas sobre asuntos religiosos, donde se cuente con un registro de las iglesias y templos que existen en el país para facilitarles su funcionamiento, independientemente de la religión. Otro cambio que plantea es que en los centros educativos se impartan doctrinas religiosas distintas a la católica, según las creencias que se desee profesar, y darles la oportunidad a los alumnos que se encuentran en escuelas o colegios estatales a recibir lecciones de la religión que profesan. El tema no es sencillo, pero ya es hora de que los legisladores le entren de lleno a la discusión y se tomen medidas al respecto.” 89 Diario Extra. ¿Adiós a dios? Editorial, publicado en la edición del martes 12 de agosto de 2014. 82 “Libertad religiosa no tiene relación con Estado laico”. Diputado Fabricio Alvarado rechaza críticas. Luis Zárate Alvarado, [email protected] “Ese expediente fue convocado por el Poder Ejecutivo para la agenda de sesiones extraordinarias de la Asamblea Legislativa y lo que pretende es organizar y regular las actividades de las iglesias no católicas en el país. Ese es el argumento de este diputado. Fabricio Alvarado defendió el proyecto para la libertad de culto y descartó que se relacione con el Estado laico. El proyecto 19.099, Ley para la Libertad Religiosa y de Culto, nada tendría que ver con la discusión sobre el Estado laico, de esta manera el legislador Fabricio Alvarado sale al paso de las críticas que esa iniciativa recibió durante esta semana. Ese expediente fue convocado por el Poder Ejecutivo para la agenda de sesiones extraordinarias de la Asamblea Legislativa y lo que pretende es organizar y regular las actividades de las iglesias no católicas en el país. Ese es el argumento de este diputado. Respecto al asunto del Estado laico no tendría nada que ver con este tema, pues “algunos medios han dicho que el proyecto aleja al país de la posibilidad de un Estado laico, otros han dicho que más bien lo acerca. Ni lo uno ni lo otro, no hay ninguna relación con el tema”. ¿DE QUÉ TRATA EL PROYECTO? El 19.099 es un proyecto que tiene más de cuatro años de estar preparándose, nació gracias al Partido Restauración Nacional (PRN), divisa política con elementos de tipo cristianos evangélicos. Es herencia del exdiputado Carlos Avendaño y su sucesor Fabricio Alvarado es el principal defensor. “Básicamente lo que hace es regular las actividades en general de las iglesias no católicas del país, actualmente están normadas gracias a una ley de asociaciones que es muy antigua y se creó para regular las congregaciones, y lo que se pretende es crear un nuevo orden jurídico para que las iglesias, que hoy se inscriben como asociaciones, se puedan enlistar ante el Registro Público como organizaciones religiosas”, detalló. Se establece la creación de una dirección de organizaciones religiosas, la cual será una dependencia del Ministerio de Justicia, que se encargará de hacer un inventario de dichas organizaciones. Incluso se pretende crear un registro de ministros religiosos. NADA QUE VER CON ESTADO LAICO En cuanto a la relación que se le atribuye a este proyecto con la discusión respecto al Estado laico, o sea que la religión católica no sea la oficial del gobierno, este diputado no encuentra vínculo alguno. Alvarado calificó este conflicto como un “mito”, “Restauración Nacional no ha propuesto ni promueve ningún tema referente al Estado laico, eso es una discusión aparte porque tiene que ver con el papel de la Iglesia Católica con el gobierno y aquí no se menciona o incluye a los católicos”. Recordó que en ninguna parte de la propuesta se pretende reformar el artículo 75 de la Constitución Política, el cual establece la fe católica como la oficial del Estado. “El texto tiene años de estar trabajándose, en este momento el proyecto está en la Comisión de Administración y Gobierno en el Parlamento y se envió a consulta en varias instituciones, alrededor de 40”, comentó el legislador. Diario Extra. “Libertad religiosa no tiene relación con Estado laico”. Diputado Fabricio Alvarado rechaza críticas. Luis Zárate [email protected], publicación de viernes 8 de agosto de 2014. 90 83 DIARIO EXTRA le preguntó a Alvarado si esta iniciativa implicaría que el Estado tenga muchos dogmas adscritos y respondió: “No, porque no ubica a las religiones como oficiales. El punto es organizarlas en el marco de una ley de libertad de culto y lo que quiere es un orden”. LAS DONACIONES Otro punto caliente del proyecto 19.099 es la posibilidad de que los templos cuenten con la posibilidad de recibir donaciones, tanto de personas jurídicas como físicas, nacionales o extranjeras, al menos así se establece en el artículo 32. Argumentó que esas contribuciones se justifican en el tanto que las iglesias no cuentan con actividades lucrativas y se mantienen con ofrendas y diezmos, a lo que respondió que eso se justifica por el trabajo social que dichas organizaciones realizan, lo que facilita las contribuciones. Finalmente, esta iniciativa cuenta con el respaldo de otros partidos cristianos como Renovación Costarricense. El legislador Abelino Esquivel enfatizó en que las iglesias evangélicas no tienen una ley que las regule. “En la Asamblea es necesario definir una legislación para establecer procedimientos de funcionamiento que beneficien la convivencia de todos”, declaró. Agregó que algunos sectores tratan de confundir a la opinión pública con la convocatoria de este proyecto.” Diccionario de grupos religiosos Con el objeto de realizar las consultas a las diferentes agrupaciones religiosos, para otorgar la participación a todos los grupos de interés involucrados en el tema. Se sugiere tomar como base el Directorio de Grupos Religiosos en Costa Rica 201291, el cual organizó las direcciones en cinco secciones, a saber: SECCIÓN I: TRADICIÓN CATÓLICA OCCIDENTAL SECCIÓN II: TRADICIÓN ORTODOXA ORIENTAL SECCIÓN III: MOVIMIENTO PROTESTANTE SECCIÓN IV: GRUPOS CRISTIANOS MARGINALES SECCION V: GRUPOS RELIGIOSOS NO CRISTIANOS A continuación se indica la conformación de las distintas secciones. Veamos: SECCIÓN I: TRADICIÓN CATÓLICA OCCIDENTAL 1. 1 Iglesia Católica Romana (ICR): la religión oficial del Estado 1.1.4 Órdenes religiosas de la Iglesia Católica Romana en Costa Rica: 1.1.4.1 Conferencia de Religiosos y Religiosas de Costa Rica (CONFRECOR) 1.1.4.2 Órdenes religiosas femeninas: 1.1.4.3 Órdenes religiosas masculinas: 1.1.5 Movimiento Carismático Católico Nacional 1.2 Iglesias Católicas Occidentales independientes del Vaticano, no papal 1.2.1 Iglesia Católica Ecuménica de Cristo 91 Última revisión al 4 de diciembre de 2012 por Clifton L. Holland de PROLADES. 84 1.2.2 Iglesia Comunidad de Comunidades Nuestra Señora de Guadalupe 1.2.3 Iglesia Católica Apostólica Reunida, Diócesis de América Central, Panamá y las Antillas 1.2.4 Iglesia Católica Apostólica Libre Iberoamericana (ICALIA) 1.2.5 El Santuario de la Asociación de la Mujer Vestida del Sol (Grecia) o de "La Reina y Señora de todo lo Creado" SECCIÓN II: TRADICIÓN ORTODOXA ORIENTAL 2.1 Iglesia Ortodoxa Rusa en el Exilio – “Russian Orthodox Church Outside Russia” (ROCOR), en comunión con el Patriarca Kirill de Rusia y ligada al Gobierno Moscovita. Misión Ortodoxa Rusa de Nuestra Señora de Protección 2.2 La Verdadera Iglesia Ortodoxa Rusa de las Catacumbas (IPC) 2.3 Santa Misión Ortodoxa Griega San Juan Crisóstomo en Centroamérica, del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla 2.4 La Iglesia Ortodoxa Oriental Hispana + Iglesia Ortodoxa en España, Portugal e Iberoamérica, Metrópolis Ortodoxa Autónoma de Europa Occidental y las Américas. 2.5 Arquidiócesis Ortodoxa Autocéfala de Costa Rica - Rito Bizantino 2.6 Iglesia Ortodoxa de Costa Rica - Rito Bizantino Asociación Iglesia Misionera Apostólica Ortodoxa de Costa Rica SECCIÓN III: MOVIMIENTO PROTESTANTE Véase el último informe de PROLADES sobre el número de asociaciones de iglesias del movimiento protestante en Costa Rica, que incluye una lista de unas 183 asociaciones de iglesias (denominaciones e iglesias independientes) y unas 230 agencias de servicio al nivel nacional: Directorio del Movimiento Protestante en Costa Rica, 2001. Hubo, por lo menos, unas 2.780 congregaciones (iglesias y misiones) evangélicas en Costa Rica en 2000. Se estima el tamaño de la población protestante de Costa Rica para abril de 2009 en 20-22% de la población total del país con base en encuestas de Demoscopía (noviembre del 2001) y CIDGallup (abril de 2009). Véase El Estudio Sociorreligioso de Costa Rica (de enero de 2002) que se encuentra en: http://www.prolades.com/costarica/!primero.htm PROLADES tiene más información disponible sobre el movimiento protestante en Costa Rica en: http://www.prolades.com/cra/regions/cam/cri/diversity_cri.htm SECCIÓN IV: GRUPOS CRISTIANOS MARGINALES 4.1 Asociación Espiritual Unidad de Costa Rica (“Unity School of Christianity”) 4.2 Science of Mind Reading Group 4.3 Congregación MITA 4.4 Iglesia Pueblo de Amós 4.5 Los Cristadelfianos 4.6 Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Tiempos (Mormones) 4.7 Ministerio Internacional Creciendo en Gracia 4.8 Iglesia Dios es Amor 85 4.9 Iglesia Luz del Mundo (Iglesia de Dios Vivo, Columna y Apoyo de la Verdad, La Luz del Mundo 4.10 Iglesia Universal del Reino de Dios / Oración Fuerte al Espíritu Santo (Asociación del Espíritu Santo del Reino de Dios) 4.11 Los Niños de Dios / La Familia de Amor 4.12 Los Testigos de Jehová 4.13 Movimiento de Zacarías liderado por “el profeta” Zacarías Pérez Pérez, quien fundó la Asociación de Iglesias Roca del Pedernal 4.14 Unitarios-Universalistas 4.15 La Voz de la Piedra Angular SECCION V: GRUPOS RELIGIOSOS NO CRISTIANOS 5.1 La Fe Baha’i (Bahá’u’llah = el prometido de todos los pueblos, el profeta del movimiento moderno quien vivía de 1817-1892), fundada en la Persia (ahora, Iraq) 5.1.1 Asamblea Espiritual Nacional Baha’i 5.1.2 Centro de Información Baha’i 5.1.3 Instituto Baha’i Charles Wolcott 5.2 Religiones Chinos y Tibetanos (Animismo, Taoísmo, Confucianismo, Budismo, etc.) 5.2.1 Asociación Budista de Lutolandia 5.2.2 Asociación Cultural Tibetano-Costarricense y Centro de Dharma Tibetano “Tierra del Buda Compasivo de los mil ojos" 5.2.3 Grupo Budista de Cartago 5.2.4 Centros culturales Chinos: 5.2.4.1 Asociación China de Costa Rica 5.2.4.2 Asociación China de Limón 5.2.4.3 Asociación Chung Wah Chino 5.2.4.4 Asociación de Residentes de Taiwán en Costa Rica 5.2.4.5 Centro Cultural Chino Costarricense 5.2.5 Centro Creativo (Meditación Dinámica Osho) 5.2.6 Centro de Retiros Escondidas 5.2.7 Templo Tao de la Nube Blanca 5.2.8 T’ai Chi Ch’uan 5.2.9 Sociedad Taoista T'ai Chi 5.2.10 Dekyitling Comunidad Dzogchen Internacional (sede en Arcidosso, Tuscany, Italia) 5.3 Religiones Japonesas 5.3.1 Asociación Mokichi Okada (MAO) de Costa Rica 5.3.2 Casa Zen de Costa Rica (Sensei Sunyana Graef) 5.3.3 Soka Gakkai Internacional de Costa Rica 5.4 Judaísmo 5.4.1 Sinagoga Shaarei Sión (Ortodoxa, fundada en 1955); 5.4.2 Congregación Beit Menachem y Chabad Labavitch (Ortodoxa) 5.4.3 Congregación B’nei Israel 5.4.4 Centro Cultural Hebreo 86 5.4.5 Kabbalah – Keshet Holistic Studies Institute (afiliada a la “Walking Stick Foundation”) 5.4.6 Congregación de Judíos Mesiánicos 5.5 Hinduismo, Jainismo, Sikhismo y Sant Mat (religiones antiguas de la India y los credos modernos similares) 5.5.1 Asociación Hindú-Costarricense (Gopinath Gaudiya Math Internacional Srila Sarasvati Prabhupada Guadiya Math) 5.5.2 Asociación Superior de Cultura Hindú 5.5.3 Comuna Pacha Mama (“Madre Tierra”) Centro de Información Krishnamurti (“filosofía de Jiddu Krishnamurti”)5.5.5 Centro (Asociación) Madhva Gaudiya Internacional (tradición de Gaudiya Vaishnava – Swami Bhakti Vidagdha Bhagavan Maharaja) 5.5.6 Culto de Madre Ammachi (“Madre Santa de Amor y Compasión - Holy Mother of Love andCompassion” con sede internacional en Kerala, India; conocido como AMMA); Swami Ramakrishnananda, discípulo de Mataji Amritanandamayi5.5.7 Hare Krishna (Sociedad Internacional de la Conciencia Krishna, conocido como ISKCON) 5.5.8 Instituto para la Promoción de la Salud (NOTA: al nivel internacional, Sanación Pranic (“Pranic Healing”) fue fundada por el Grand Master Choa Kok Sui como una versión moderna de un sistema vieja china de sanación natural(“no-touch natural healing system”) que se utiliza para limpiar y empoderar el cuerpo humano: el grupo en Costa Rica está afiliada al Centro Chopra de Bienestar [“Chopra Center for Well Being” en La Jolla, California, EUA], fundado por el guru de la Nueva Era, el Dr. Deepa Chopra) 5.5.9 Misión Vaisnava (“World Vaisnava Association” = culto a Sri Krishna), Shankarshana Das Brahmacari 5.5.10 Asociación Sri Sathya Sai Baba de Costa Rica (“International Sri Sathya Sai Organization” fundada por Bhagavan Sri Sathya Sai Baba en Puttaparthy, Anantapur, India en 1940) 5.5.11 Asociación Ciencias del Alma – Meditación Osho - Sant Mat ( Sonido Interno y Luz Interna de Dios) 5.5.12 Centro de Meditación Osho, terapeuta Jivan Madita 5.6 Yoga (una variación del Hinduismo) 5.6.1 Asociación Indo-Costarricense de Ayurveda y Yoga 5.6.2 Asociación Meditación de la Maestra Ching Hai (Taiwan: Shabd Yoga, Tradición de Sant Mat) 5.6.3 Centro Cultural Bhaktivedanda 5.6.4 Centro Nueva Yoga de Ananda Marga en Barrio Otoya 5.6.5 Escuela Yoga de Moravia 5.6.6 Escuela Yoga de San Pedro 5.6.7 Escuela Yoga AHIMSA 5.6.8 Gnana Yoga, AMHA Costa Rica 5.6.9 Instituto Holístico Gaia 5.6.10 Instituto Sankalpa en Londres, cerca de Quepos, en la región Pacífico Central 5.6.11 Instituto Sat Yoga en Escazú 5.6.12 Instituto Yoga de Nosara / Nosara Yoga Institute 87 5.6.13 Jardín de Yoga Kapoli 5.6.14 Kasasana Yoga 5.6.15 Kripalu Yoga en Escazú 5.6.16 Krama Yoga en Escazú 5.6.17 Meditación Raja Yoga, Asociación Espiritual Brahma Kumaris 5.6.18 Namasté Ashtanga Yoga Studio 5.6.19 Panacea de la Montaña Retreat Center 5.6.20 Sound Body Yoga 5.6.21 Troy McPeak = “Peak Beings”, instructor de Yoga y Tai Chi 5.6.22 Yoga con Bari Devaya Levin (filosofía Ayurveda, Kripalu-Devaya Yoga) 5.7 Islam (Musulmanes o Mahometanismo): seguidores del Profeta Mahoma (Mohammed) que usan el libro sagrado del Corán (fundada en Arabia Saudita, siglo 7, d.C.). 5.7.1 Asociación Cultural Islámica de Costa Rica (ACICR). 5.7.2 Subud Costa Rica 5.8 Tradicionales animistas de las tribus Indígenas (animismo, espiritismo, chamanismo, curanderismo y brujería) 5.8.1 Los Borucas 5.8.2 Los Bribrís 5.8.3 Los Cabécares 5.8.4 Los Chorotegas 5.8.5 Los Guaymíes 5.8.6 Los Huétares 5.8.7 Los Malekus (Guatuso, provincia de Alajuela) Nota: La Asociación Tekra Nacional Indígena esta asociación representa la mayoría de los grupos Indígenas de Costa Rica. 5.9 Tradiciones animistas o espiritistas entre los Antillanos (Afro-Caribeños) en la costa del Caribe y San José 5.9.1 Entre los Antillanos hay gente que practica Santería, Vudú (Voodoo, Vodou), Myalism-Obeah, Zion Revivalism, Pocomania, etc. 5.9.2 También, existe el fenómeno del Rastafarianismo en Costa Rica, especialmente en la costa del Caribe; pero una variedad existe también en San José, que se llama Boboshanti 5.10 Tradiciones animistas o espiritistas entre los Ticos Hispanizados 5.10.1 La ciudad de Escazú es conocida como “la ciudad de las brujas” 5.10.2 También, la ciudad de Paraíso de Cartago es conocida como “la ciudad de las brujas”. 5.10.3 Brujería general en Costa Rica; casi todas las aldeas tienen su bruja o brujo (“consejeros espirituales”), donde la gente viene a pedir consultas, conseguir recetas mágicas, obtener su número de suerte, etc. 5.11 Tradición de la Sabiduría Antigua: magia ceremonial, órdenes ocultos, paganismo y satanismo 5.11.1 Gran Logia de Costa Rica de Antiguos, Libres y Aceptados Masones (Francmasonería) 5.11.2 Asociación Gran Fraternidad Universal, Misión de la Orden de Acuarios del Dr. Serge Raynaud de la Ferriere (fundada en Venezuela en 1948) 88 5.11.3 Centro Cultural Rosacruz AMORC Sibo - Asociación Fraternidad Antigua y Místico Rosacruz (“Ancient & Mystical Order of the Rosae Crucis = AMORC”) 5.11.4 Asociación Hermandad Rosacruz (“Brotherhood of the Rosae VíaFraternitas Rosae Vía”) 5.11.5 Asociación Movimiento Gnóstico Universal (fundado por “Samael Aun Weor” en 1952) 5.11.6 Asociación Gnóstica Internacional de Antropología 5.11.7 Grupo Gnóstico de San José 5.11.8 Instituto Cultural de Estudios Gnósticos de Costa Rica 5.11.9 Centro Alquimia 5.11.10 Corpus Hermeticum (“Hellenistic Gnosticism”) 5.11.11 Asociación Cultural Nueva Acrópolis 5.11.12 Camino de Desenvolvimiento Espiritual (conocido como Cafh), fundado en Costa Rica en 1974 como afiliado de la misma organización en Buenos Aires, Argentina (fundada por el italiano Santiago Bovisio en 1937 y conocida como Sagrada Orden de los Caballeros Americanos del Fuego hasta 1962) 5.11.13 Grupos Satánicos: (1) En un reporte en el periódico La Nación (16 de enero de 1999) la policía confirmó la existencia de una “secta satánica” compuesta de unos 30 jóvenes quienes practicaban ritos satánicos en los barrios al sur de San José: principalmente en Alajuelita, Tejarcillos y Hatillo 6 y en áreas montañosas cercanas. La policía arrestó varios miembros de este grupo por el delito de robar huesos de los muertos de un cementerio de Alajuelita en enero -- se robaron huesos de unas 100 tumbas. Estos restos humanos fueron usados por estos jóvenes en ritos satánicos en los cerros entre Alajuelita y Escazú. Los miembros de esta secta usaban camisetas negras (Tshirts) con el símbolo de una cruz boca abajo, escuchaban música “heavy-metal” y leían literatura con referencias satánicas. Se conocía la existencia de este grupo desde 1992, según las autoridades: satanismo-rock (2) Otros artículos sobre satanismo en Costa Rica: http://www.aldia.co.cr/ad_ee/2006/septiembre/27/nacionales840257.html http://www.diarioextra.com/2006/octubre/31/sucesos01.php http://www.noticiacristiana.com/news/newDetails.php?click_id=0&idnew=7938 (3) La Hermandad de Renovación -- Como Verdadera y Única Iglesia de Satanás – está estructurado en la actualidad en una sola orden, la Orden del Señor de la Oscuridad (Satanás), fundada el 1 de enero de 2008, y en el Rito Operativo por el Conservador Elizard en San José, Costa Rica, con su Lema: “Creedme, porque YO SOY el verdadero Camino a la eternidad”; email: [email protected] 5.11.14 Wicca 5.11.15 Sociedad Asatru de Costa Rica, fundada en Costa Rica en julio de 2010, está conformada por siete kindreds diferentes, cuyos nombres son (en orden de fundación) Kindred de los Dragones, Kindred de los Nibelungos, Kindred Irminsul, Kindred Draufnirfolk, Kindred Einherjar, Hermandad Guerrera de Wotan y Clan de los Lobos Blancos; es una hermandad pagana, seguidores del Asatru, una antigua religión politeísta vikinga; se fundó con la intención de lograr unir a algunos paganos Asatru que ya creían en los dioses nórdicos y seguían las 9 nobles virtudes como sus normas para vivir la vida 89 5.12 Tradiciones Espiritualistas-Psíquicas-Nueva Era 5.12.1 Hay numerosos metafísicos, psíquicos, clarividentes y astrólogos quienes publican anuncios en los periódicos de San José 5.12.2 Santos Populares - Culto al Dr. Ricardo Moreno Cañas 5.12.3 Espiritismo kardeciano 5.12.4 Asociación de Familias para la Paz Mundial, Movimiento de Familias Verdaderas 5.12.5 Bioenergética (“la medicina del siglo XXI, manos que curan” fundado por el Dr. Alexander Lowen en EUA—International Institute for Bioenergetic Analysis) 5.12.6 Control Mental Silva (con sede internacional en la Ciudad de México, conocido también como “El Método Silva de Superación Personal” - Silva Mind Control – Asociación Latinoamericana de Desarrollo Humano, S.C.) 5.12.7 Curso Método Silva de Control Mental 5.12.8 Instituto Tecnológico de Dianética (vinculado al L. Ron Hubbard, fundador de la Iglesia de Cienciología [“Church of Scientology”] en Los Ángeles, California, USA) 5.12.9 Sociedad Antroposófica (fundada por Rudolf Steiner, con sede internacional en Suiza) 5.12.10 Sociedad Teosófica (“The Theosophical Society” con sede internacional en Sdyar, Chennai, Madras, India 600020) 5.12.11 ECKANKAR, El Viaje del Alma (fundado por Paul Twitchel in San Francisco, California, en 1965) 5.12.12 La Divina Revelación Alfa y Omega, Sede de Costa Rica 5.12.13 Terapeutas de Reiki: Sandra Ribas 5.12.14 La Religión Raeliana en Costa Rica es una rama de la Religión Raeliana Internacional con sede en Francia; ellos creen en la comunicación con los extraterrestres 5.12.15 Omega Blue Spirit Retreat (salud integral de tipo Nueva Era - New Age) 5.12.16 Grupo de Luz y Transformación, Espiritualidad con Jolman Trujillo 5.13 Otras Tradiciones – Humanismo, Agnosticismo y Ateismo 5.13.1 Siloismo (fundado por Mario Rodríguez Cobo = “Silo” en Buenos Aires, Argentina) 90