The Salt of the Earth - Associació Cultural de Granollers

Anuncio
Associació Cultural Granollers
Divendres 6 de març / 19 i 22 hores
Diumenge 8 de març / 19 hores
Centre Cultural de Granollers
2015
The Salt of the Earth
(La sal de la tierra)
de Wim Wenders i Juliano Ribeiro Salgado
Fitxa tècnica
Guió i direcció: Wim Wenders, Juliano Ribeiro Salgado /
Fotografia: Hugo Barbier, Juliano Ribeiro Salgado
Música: Laurent Petitgand / País: França / Any: 2014
Durada: 110 minuts
Fitxa artística
Sebastião Salgado
Narradors: Wim Wenders i Juliano Ribeiro Salgado
Premi Especial del Jurat a la secció Un Certain Regard del Festival de Cannes, Premi del Jurat Ecumènic del mateix festival i
Premi del Públic al Festival de Donosti..
sinopsi. Durant els últims 40 anys, el fotògraf Sebastião Salgado ha viatjat pels cinc continents seguint els passos d’una
humanitat en constant canvi. Ha estat testimoni d’alguns dels esdeveniments més destacats de la nostra història recent:
conflictes internacionals, fams i èxodes. Ara s’ha embarcat en el descobriment de territoris verges amb flora i fauna salvatge,
i de paisatges grandiosos com a part d’un gegantí projecte fotogràfic que és un magnífic homenatge a la bellesa del nostre
planeta. Juliano, el fill de Sebastião Salgado, va estar amb ell en els seus últims viatges i ens revela la seva vida i la seva obra,
juntament amb Wim Wenders, que també és fotògraf.
ELS DIRECTORS. Wim Wenders és un dels cineastes alemanys més prestigiosos de l’actualitat. Alguns dels títols més destacats de la seva carrera són El amigo americano, París, Texas (guanyadora del Premi BAFTA al Millor Director i la Palma d’Or
al Festival de Cannes), El cielo sobre Berlín (Premi al Millor Director a Cannes), Más allá de las nubes, Buena Vista Social Club,
The Million Dollar Hotel, The Soul of a Man, Tierra de abundancia, Llamando a las puertas del cielo i Pina. Juliano Ribeiro
Salgado és un director de fotografia, guionista i director que abans d’aquesta pel·lícula ha dirigit Paris, la métisse.
ENTREVISTA AMB WIM WENDERS
¿Hace cuánto que conoce a Sebastião Salgado? ¿Le había impresionado su trabajo antes de conocerlo? Ya
hace casi 25 años que conozco a Sebastião Salgado. Hace tiempo compré dos fotos suyas que me conmovieron profundamente. Las enmarqué, y desde entonces están colgadas encima de mi escritorio. Esas fotografías me llevaron a visitar poco
después una exposición llamada “At Work”. Desde entonces, he sido un admirador incondicional del trabajo de Sebastião, a
pesar de que sólo lo conocí en persona hace cinco o seis años.
¿Cuál fue el catalizador del proyecto La sal de la tierra? Nos reunimos en su oficina de París. Me hizo visitar su estudio
y descubrí “Génesis”. Era un nuevo e interesante punto de partida de su trabajo y como siempre, un proyecto de enorme
envergadura con una extensa trayectoria. Me fascinó su compromiso con el trabajo y también su determinación. Después
volvimos a vernos y descubrimos que a ambos nos gustaba el fútbol, y empezamos a hablar de fotografía en general. Un día,
me preguntó si me interesaría acompañarle a él y a su hijo Juliano en un viaje sin una meta concreta para el que necesitaban
el punto de vista outsider.
Una vez que decidió codirigir la película con Juliano, el hijo de Sebastião Salgado, ¿tuvo que resolver muchos
problemas? ¿El enorme volumen de material o la elección de las fotografías? Aparte de las secuencias de
Juliano filmando a su padre, ¿descubrió otros materiales de archivo? Lo cierto es que el mayor problema fue la
abundancia de material. Juliano ya había acompañado a su padre en muchos viajes alrededor del mundo. Así que había horas
y horas de imágenes documentales. Yo tenía pensado acompañar a Sebastião en al menos dos ‘misiones’: al norte de Siberia y
en una expedición en globo sobrevolando Namibia. Pero tuvimos que cancelarlos porque me puse enfermo y no pude viajar.
Así que empecé a centrarme en su trabajo fotográfico, y grabamos varias entrevistas en París. Pero a medida que descubría
su trabajo tenía más preguntas. Y por supuesto, tuve acceso a una ingente cantidad de imágenes de archivo.
¿Dónde se desarrollaron las entrevistas a Sebastião Salgado? ¿Y qué criterio siguieron para elegir las fotografías? En las primeras entrevistas aparecía delante de la cámara. Pero a medida que nuestras conversaciones avanzaron
tuve la impresión de que debía ‘desaparecer’. Tenía que dejarle todo el espacio a Sebastião y, por encima de todo, a las fotografías. Había que dejar que el trabajo hablara por sí mismo. Así que se me ocurrió adoptar el enfoque de un director utilizando una especie de cuarto oscuro: Sebastião estaba delante de una pantalla, mirando las fotografías, mientras contestaba
a mis preguntas sobre las mismas. La cámara estaba detrás de la pantalla, filmando sus fotografías —por decirlo de alguna
forma— gracias a un espejo semitransparente. De esta forma miraba sus fotografías al mismo tiempo que al espectador. Me
pareció que era el escenario más íntimo para que el público oyera cómo se expresaba al mismo tiempo que descubrían su
trabajo. Cortamos casi todas las entrevistas ‘tradicionales’ de las que sólo quedan algunos trozos. Pero se convirtió en un
gran escenario preparatorio de nuestras sesiones en el ‘cuarto oscuro’.
CRÍTICA
Alejado de la ficción desde el descalabro, en 2008, de Palermo Shooting (aunque presto a volver a ella con Every Thing Will
Be Fine), Wim Wenders completa su fructífera cura en el documental con una propuesta más convencional que Pin’, pero
que acaba siendo igualmente subyugante. Se acerca a la fotografía de Salgado tratando de transmitir la fascinación que a él
le producen las imágenes que el fotógrafo tomó de las minas de Sierra Pelada, entre el inferno y la epopeya. Luego recorre
otros proyectos. Y lo hace en colaboración con el propio hijo, y ayudante, de Salgado, Juliano Ribeiro, lo que conforma una
mirada complementaria. Wenders, afortunadamente, no trata de imponer su propio arte sobre el de Salgado: respeta, mima
las imágenes originales y las hace dialogar con su autor. Y crea su propio relato, se integra en el viaje en busca de la dignidad
humana del fotógrafo, en el horror y en la belleza de este mundo, a veces con reminiscencias de Herzog, otras con una rendición ante la belleza y la potencia del paisaje, el humano y el terrenal. Una cautivadora conversación en imágenes. Ricardo
Aldarondo / Fotogramas
Salgado extrae una verdad y un realismo que hacen daño, un lirismo tenebroso, el alma de lo que fotografía. Pero también
existe el Salgado que se asombra de gozo al descubrir civilizaciones desconocidas que parecen vivir en armonía con su existencia, que después de observar con ocho ojos al intruso que se ha acercado a ellos saben que les va a respetar, que esas
fotografías no les van a robar el espíritu. Y descubres con hilaridad tribus amazónicas, cristianas y piadosas que mantienen el
ritual fijo, hombres y mujeres, de ponerse hasta arriba de alcohol todos los fines de semana. Y otra tribu mexicana de indios
que en vez de andar, corren. Por algo será. Y está el Salgado que hace una oda a la naturaleza en el grandioso Génesis. El que
viaja al Ártico y a geografías deshabitadas por el hombre para retratar con paciencia infinita reuniones de leones marinos,
pingüinos, ballenas que se dejan acariciar sin relación con Moby Dick. Es el Salgado que replanta la naturaleza en una finca
amazónica devastada por la sequía para que resucite la vida. Hay muchos momentos que crean emoción y te remueven en
este admirable documental sobre un hombre digno y un artista grande. También la necesidad de volver a observar esas fotografías que forman un universo intransferible. Carlos Boyero / El País
PROPERES SESSIONS
Dimarts Singulars. Dimarts 10 de març / 20 hores: Mommy (2014), de Xavier Dolan
13 i 15 de març: A Most Wanted Man (El hombre más buscado, 2014), d’Anton Corbijn
20 i 22 de març: The Disappearance of Eleanor Rigby (La desaparición de Eleanor Rigby, 2014), de Ned Benson
Associació Cultural Granollers
Almogàvers, 5
08401 Granollers
T93 861 55 98
F93 844 30 28
[email protected]
www.acgranollers.cat
@ACGranollers
AC Granollers
En conveni amb:
Descargar