ABSTRACT INTERACCIÓN ENTRE PERSONAJES Y GÉNEROS DENTRO DE LA NOVELA EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA La novela, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra, se caracteriza como la primera novela moderna por la mezcla de géneros dentro de los personajes principales, don Quijote y Sancho Panza. Como consecuencia de esa mezcla, se crea una perspectiva típica que indica que toda la acción genérica se centra alrededor de don Quijote, y que es él el único personaje que entra a múltiple géneros. Sin embargo esa perspectiva no es siempre cierta. Esta tesis busca estudiar el caso de Sansón Carrasco, Cardenio, Dorotea, Grisóstomo, Marcela, y el cautivo Ruy Pérez, quienes logran entrar a múltiples géneros, al igual que señala si los personajes logran dominar uno o todos los géneros que representan. También se busca demostrar cómo los personajes que logran dominar el género que representan también logran ese control de la acción en donde ellos dictan el desarrollo del drama. Cuando se pierde ese control se busca identificar quién es el que controla la acción, que no todo el tiempo es don Quijote, sino que el drama se logra manipular a través de uno de los personajes de elenco. De tal manera que crea una perspectiva indicando que la acción se mantiene dentro de los parámetros del género usando otras voces a la del autor. Cervantes usa esta estrategia para poder crear un juego de géneros y personajes, así creando la primera novela moderna. Julio Mondragón December 2011 INTERACCIÓN ENTRE PERSONAJES Y GÉNEROS DENTRO DE LA NOVELA EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA by Julio Mondragón A thesis submitted in partial fulfillment of the requirements for the degree of Master of Arts in Spanish in the College of Arts and Humanities California State University, Fresno December 2011 APPROVED For the Department of Modern and Classical Languages and Literatures: We, the undersigned, certify that the thesis of the following student meets the required standards of scholarship, format, and style of the university and the student's graduate degree program for the awarding of the master's degree. Julio Mondragón Thesis Author Ted Bergman (Chair) Modern and Classical Languages and Literatures Debbie Ávila Modern and Classical Languages and Literatures Gloria Medina-Sancho Modern and Classical Languages and Literatures For the University Graduate Committee: Dean, Division of Graduate Studies AUTHORIZATION FOR REPRODUCTION OF MASTER’S THESIS X I grant permission for the reproduction of this thesis in part or in its entirety without further authorization from me, on the condition that the person or agency requesting reproduction absorbs the cost and provides proper acknowledgment of authorship. Permission to reproduce this thesis in part or in its entirety must be obtained from me. Signature of thesis author: ACKNOWLEDGMENTS Quisiera tomar esta oportunidad para agradecer a un grupo de personas que han hecho posible esta tesis. Quiero darle las gracias al Dr. Ted Bergman quien me ha guiado desde el principio para desarrollar mis ideas con las innumerables conversaciones y revisiones de cada capítulo. También quiero agradecerle a la Dra. Debbie Ávila y la Dra. Gloria Medina-Sancho por aceptar ser parte de este trabajo y tomarse el tiempo de revisarlo; al igual que al resto de los profesores del departamento de Español de la universidad estatal de Fresno, quienes a través de sus clases lograron inspirarme a continuar mi camino a una educación superior. También quiero agradecerle a mi familia, quienes han sido el pilar de mi vida y quienes me han mantenido motivados durante toda mi educación; gracias a sus grandes esfuerzos y sacrificios lograron proveerme con la oportunidad de cumplir todas mis metas. Gracias a mi mamá, Bernaldina Hernández, por hacer nuestra educación su prioridad al trabajar dos trabajos para poder mantenernos en la escuela y todavía tomarse el tiempo de estar en las reuniones con los maestros. A mis hermanos: Lidia, Alicia, Miguel, Sandra, Dora y Luis, les agradezco eternamente por todo lo que han hecho por mí, toda su ayuda y todo su apoyo durante toda mi vida ha creado una deuda, la cual nunca terminaré de pagar pero espero que este trabajo sea una pequeña recompensa de todos sus sacrificios. Finalmente, gracias a Dios, ya que sin Él en mi vida, no hubiera podido lograr nada. TABLE OF CONTENTS Page CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN ........................................................................... 1 CAPÍTULO 2: SANSÓN CARRASCO, EL ESTUDIANTE-ACTOR ................... 8 CAPÍTULO 3: LA HISTORIA DE DOROTEA-DON FERNANDO Y CARDENIO-LUSCINDA ........................................................................... 23 CAPÍTULO 4: LA VIDA NO TAN PASTORIL DE MARCELA Y GRISÓSTOMO ........................................................................................... 36 CAPÍTULO 5: RUY PÉREZ, DE SOLDADO A CAUTIVO ............................... 50 OBRAS CITADAS ................................................................................................ 64 CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN La novela, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra, generalmente es caracterizada como la primera novela moderna por la mezcla de géneros representada por los personajes principales, don Quijote y Sancho Panza. Como consecuencia de esa mezcla, se crea una perspectiva típica que indica que toda la acción genérica se centra alrededor de don Quijote, y que es él el único personaje que entra a múltiple géneros. Sin embargo esa perspectiva no es siempre cierta ya que existen personajes que logran incorporar más de un género a sus historias, como el caso de Sansón Carrasco, Cardenio, Dorotea, Grisóstomo, Marcela, y el cautivo Ruy Pérez, quienes comienzan dentro de un género pero con el transcurso de su historia comienzan a salir de su género primario y entrar a uno nuevo, aunque, no todos logran dominar el género que representan. Por lo tanto, este análisis señala a qué géneros logran entrar estos personajes y cuáles de esos géneros son los que logran dominar, al igual que simultáneamente demuestra que el personaje logra dominar la acción mientras mantiene el dominio del género, lo que centra la acción genérica a su alrededor. Mientras que al perder ese dominio sobre el género, también pierden el control de la acción y por lo tanto alguien más es el que toma el control para mantenerla dentro de los parámetros del género. Sansón Carrasco se convierte en unos de los personajes más importantes en la segunda parte de la novela, ya que es él quien cambia la estructura de la segunda parte para evitar las mismas fallas que sufrió la primera parte de la novela. El hecho de que este personaje sea bachiller lo coloca en una situación muy privilegiada ya que tiene la ventaja de haber leído la primera parte de la novela publicada en 1605, al igual que las críticas que ha recibido. Por eso, la 2 primera vez que este personaje aparece en la novela, lo primero que hace es intentar resolver las dudas que quedaron de la primera parte, mientras que también se ocupa de apuntar cómo los críticos no aprueban las digresiones que aparecen, como el caso de la novela “El curioso impertinente,” por el hecho de no aportar nada a la macrohistoria. Por lo tanto sus acciones lo colocan dentro del género de la crítica literaria. Al igual que su dominio sobre el género se evidencia al mostrar esa preocupación de aclarar cualquier confusión sobre la primera parte de la novela y al exponer las críticas que la novela había recibido. Ese dominio lo mantiene en control de la acción, ya que es él quien hace las preguntas y comentarios a los personajes principales, lo que significa que es él quien lleva la dirección de la acción. Al igual que su influencia en la estructura de la segunda parte demuestra su dominio sobre el género, ya que como consecuencia de su indicaciones sobre las críticas que las digresiones han recibido, hace que el autor se aleje de cualquier digresión en la segunda parte y sólo aparezcan aventuras en donde los personajes principales juegan un papel, sin importar qué tan pequeño sea. Sin embargo, con el transcurso de la novela, el bachiller demuestra una gran preocupación por curar a don Quijote y hacerlo regresar a su casa. Es esa preocupación lo que lo lleva a salir del género de crítico literario y entrar al género teatral, en el cual asume diferentes personajes de caballero andante para impulsar a don Quijote a un enfrentamiento para poderlo vencer y obligarlo a dejar sus andanzas. Aunque comienza dominando el género teatral, su dependencia de don Quijote para desarrollar la acción lo lleva a perder ese control, ya que quiere dominar a este personaje, pero al no comprender la complejidad del mundo de don Quijote, Sansón se pierde al querer entrar a ese mundo y pierde control del género. Por lo tanto es ahí en donde don Quijote toma el control de la acción, ya que es él quien decide no matarlo cuando derrota al Caballero del Bosque, al igual que es él 3 quien acepta los términos de la pelea y deja sus andanzas cuando es derrotado en las playas de Barcelona por el Caballero de la Blanca Luna. Dorotea y Cardenio son otros personajes que logran entrar a más de un género. La historia de estos personajes es única por el hecho de que existen dos narradores contando la misma historia sin repetir ninguno de los detalles. Esto se debe a las múltiples interrupciones que existen en la narración de ambos personajes. Sus historias revelan cómo fueron traicionados por sus amores, don Fernando y Luscinda, lo que hace que se ubique dentro del género de la novela sentimental en la cual la narración sirve como técnica para exponer el engaño de don Fernando a Dorotea y el abandono de Luscinda a Cardenio. Este último es el primero que narra su parte de la historia, y aunque no sea tan obvio su dominio sobre el género, ya que unos críticos sugieren que su flaqueza física se refleja en su habilidad como narrador y por lo tanto no se le debe creer, él logra dominar el género ya que logra mantener control sobre su narración. Ese control se demuestra en dos ocasiones, primero en el momento que pone sus reglas sobre cómo se va a conducir su narración y luego en el momento que don Quijote lo quiere alejar de su narración para comenzar una discusión sobre los caballeros andantes, lo que causa que pierda la razón y ponga pausa a su narración, solamente para terminarla en otra ocasión, así demostrando su dominio sobre su narración y controlando la acción porque no pierde el enfoque de su historia aunque existan interrupciones. El personaje también demuestra el domino sobre el género al incorporar dos de los elementos más importantes de la novela sentimental, lo epistolar y la poesía, lo cual se evidencia cuando Sancho encuentra su maletín en la Sierra Morena que contiene las cartas y poemas que le escribió a Luscinda cuando supo que esta lo dejaba por don Fernando. Esas cartas influencian al mismo Quijote, ya que este al ver lo que Cardenio había hecho decide escribir su 4 propia carta para Dulcinea. Dorotea también logra dominar este género por su fuerte personalidad y determinación, lo que hace su dominio más evidente que el de Cardenio. Ella, al igual que Cardenio, sufre interrupciones durante su narración. Sin embargo, ella maneja esas interrupciones de una manera más pasiva, en que sólo se ocupa de responder las preguntas que se le hacen de la forma más breve posible para regresar a su narración sin desviarse. Al terminar de contar su historia, el cura y el barbero le piden a Dorotea que los asista en ejecutar un plan para poder hacer que don Quijote regrese a casa. El plan consiste en que ella haga el papel de la princesa Micomicona, lo que la obliga a salir de su género primario y entrar al género teatral, el cual logra dominar al tomar un papel que ella no crea pero lo modifica a su manera y lo representa de una forma creíble. Finalmente al llegar a la venta, la historia de Cardenio y Dorotea se completa, ya que llega don Fernando y Luscinda a esa misma venta. En esta ocasión, el drama se mantiene dentro de los parámetros de género del teatro, ya que el desenlace se convierte en una escena teatral en donde la comedia de enredo sirve como subgénero para desarrollar la acción. Aquí, Dorotea mantiene su dominio sobre el género teatral, ya que es ella quien logra desenredar la escena a través de sus súplicas hacia don Fernando para que le restablezca su honor. A diferencia, Cardenio no logra obtener ese dominio del género, ya que deja que Dorotea maneje toda la acción y sea ella quien resuelva su situación, entonces al final el regresa con Luscinda, pero sólo porque Dorotea así lo dicta con su acción. La historia de Marcela y Grisóstomo se diferencia a las dos anteriores por el hecho de que estos dos personajes no logran entrar a múltiples géneros. Sin embargo, el análisis de sus historias es igual de importante para borrar la idea típica de que estos dos personajes pertenecen completamente al género pastoril. Dicho género se caracteriza por la libertad y la simpleza de vida que los pastores 5 viven, algo que Marcela quiere imitar pero no lo consigue, ya que su belleza se ha convertido en su maldición porque todos los hombres que la ven se enamoran de ella. Ella huye a la Sierra Morena para poder escapar de los hombres que la siguen, sin embargo eso no funciona ya que ellos simplemente se disfrazan de pastores para seguirla, lo que la mantiene huyendo constantemente. Uno de esos hombres que se enamora de ella y que la sigue es Grisóstomo, quien también se viste de pastor con el propósito de encontrarla y enamorarla. Sin embargo, muere de desamor al no ser correspondido, lo que crea un gran espectáculo en su entierro con una variedad de asistentes que abarcan más de un género. Entre los asistentes a su entierro se encuentran su mejor amigo, otros estudiantes vestidos de pastores, unos cabreros, don Quijote y Sancho, quienes tratan de darle un entierro pastoril pero no lo logran por el hecho de que no todos los presentes representaban al género pastoril, lo cual demuestra que Grisóstomo era un pastor falso al no poder entrar completamente al género por no encontrarse en un ambiente pastoril, ni haber ningún otro pastor verdadero quien le complemente su vida pastoril. Aunque el personaje no logre entrar al género, sí logra incorporar y dominar unos de los elementos del género, la poesía. Inspirado por el rechazo de Marcela, éste escribe varios poemas para denunciar la crueldad de esa mujer. Son esos poemas que inmortalizan la fama de ella, los que nunca la dejará encontrar paz ni libertad, ya que tendrá que vivir huyendo constantemente de los hombres que la persiguen. Es por eso que los dos son pastores falsos, porque no tienen libertad ni paz en sus vidas, lo que hace que la historia se ubique dentro del género teatral, en el cual lo pastoril sirve de pretexto para crear la acción. Finalmente, con Ruy Pérez se regresa a un personaje que logra entrar a dos géneros diferentes durante su narración. Lo destacado de su narración es que logra entrar a dos géneros totalmente opuestos en el espectro del individualismo. Al 6 principio de su narración se encuentra en el género de la autobiografía de soldado, el cual se caracteriza por la falta de desarrollo del sujeto, en que el narrador deja cualquier descripción que le pertenezca al autor y se enfoca en describir lo que está pasando a su alrededor. Esto apunta a una narración colectiva, ya que todo lo que el autor escribe afecta a todo un país, por lo tanto en este tipo de autobiografías el narrador no se convierte en un héroe, sino en un reportero/historiador, quien describe eventos que cambiaron el rumbo de la historia. De tal manera que se aleja del “yo” narrativo y sólo describe lo que le pasa a la mayoría. Por lo tanto, es evidente el dominio de Pérez ante el género, ya que su narración se enfoca en señalar eventos de la guerra que afectan a todo un país. Ese dominio se mantiene al convertirse en un cautivo ya que todavía se preocupa en denunciar los castigos que los otros cautivos recibían, mientras que en ningún momento narra algo que sólo le afecte a él, ni muestra ningún sentimiento propio. Sin embargo, con el transcurso de su cautiverio, se comienza a ver un cambio gradual en su narración, en que se pasa de una descripción sobre lo que pasaba con los otros cautivos a una descripción individualista al sólo enfocarse en los planes de su escape de los baños de Argel. Esa transición hace que se aleje del género de la autobiografía y comience entrar a la novela bizantina, con la novela morisca como subgénero. A diferencia del primer género, Pérez no puede dominar el segundo, ya que los dos son totalmente opuestos, porque el primero se olvida del desarrollo del sujeto y solo se enfoca sobre lo que está pasando en su mundo exterior, mientras que este último requiere un héroe individualista que sobresalga sobre todos los demás, lo que justifica su falta de dominio de este segundo género, ya que nunca desarrolla una identidad propia durante la primera parte de su narración. Por lo tanto es en ese momento que Cervantes toma el control de la acción para poder mantenerla entre los parámetros del género, ya que 7 nadie en esta historia pertenece al género. A continuación se analizan más a fondo las historias de estos personajes y se revela cómo es que logran incorporar los diferentes géneros. CAPÍTULO 2: SANSÓN CARRASCO, EL ESTUDIANTEACTOR El bachiller Sansón Carrasco es uno de los personajes más importantes de la segunda parte de la novela, quien gracias a su posición como estudiante tiene conocimiento sobre todas las aventuras que pasaron Don Quijote y Sancho Panza durante la primera parte del libro. El hecho de que sea bachiller le da conocimiento sobre la literatura, lo que permite entender varios de los géneros que aparecen en la novela. Al igual que le da conocimiento sobre las críticas que ha recibido la primera parte de la obra y le permite entrar al género de la crítica literaria por haberlo estudiado en la universidad de Salamanca. Entonces él se convierte en una compilación de las críticas contemporáneas que ha recibido la primera parte del libro. Esas críticas apuntadas por Sansón al principio hacen que cambie la estructura de la segunda parte para evitar esas mismas fallas que los críticos apuntan. No obstante lo que comienza siendo su punto más fuerte, que es el del conocimiento de los géneros que presenta la novela, termina siendo su gran debilidad, porque al querer curar a Don Quijote de su locura entra al género del teatro, en donde la parodia sirve como subgénero, y se pierde al no entender la complejidad que significa ese mundo. También después de ser derrotado por primera vez como Caballero del Bosque, deja que el género lo domine por esa nueva visión de venganza que ha tomado. Como tal él mismo se pierde en ese personaje ficticio de caballero andante que ha creado y como consecuencia no se ve un desarrollo en el sujeto por haber tomado otro papel y haber abandonado su propia identidad. Por lo tanto, mientras que durante el transcurso de la novela logra entrar a dos géneros, el de la crítica literaria y el teatro, solo logra dominar por completo al primero pero al entrar al teatro, aunque lo comienza dominando, después la locura de Don Quijote lo domina y lo hace perderse dentro del género. 9 Cuando el personaje aparece por primera vez en la novela se evidencia como Sansón es un admirador del personaje de Don Quijote por el hecho de haber leído la primera parte de la novela. Entonces este se convierte como en un tipo de celebridad para el bachiller, quien muestra su emoción al tener enfrente a un personaje cuyas aventuras ha leído a través de una novela. El hecho de que haya leído la primera parte de la novela le da conocimiento sobre las aventuras de los personajes y como los personajes principales se han desarrollado, al igual que lo expone a las fallas de la novela. Esto lleva a la conclusión que también ha leído críticas sobre la novela, mientras que al señalar dichas fallas, lo convierte en un crítico literario. Se evidencia como se convierte en una compilación de las críticas contemporáneas sobre la primera parte publicada en 1605. En donde señala como la integración de la novela del “Curioso Impertinente” fue unas de las “tachas” que los críticos ponen a la historia. Esta “tacha” afectan la novela por el hecho de no caber dentro de la macrohistoria (Cervantes Saavedra, Don Quijote 63; II ch. 3)1. Ese rasgo es lo que lo convierte en un crítico, o lector con capacidad crítica, cuyo trabajo se duplica por el gran éxito de la primera parte del libro, quien junto con Sancho y Don Quijote hacen un análisis del libro, “de sus aciertos, con ejemplos específicos, concretos; postura próxima, pero más vivida, a la de un moderno comentario de texto” (Mayo 131). Lo cual implica que su análisis es profundo y concreto porque da pasajes específicos, al igual que tiene a los protagonistas de la novela enfrente para poder resolver cualquier duda sobre la información que no se incluye dentro de la primera parte y también poder exponer la crítica que recibe y cuál fue la recepción del libro. No obstante Cervantes sí estaba consciente de los 1 Todas las citas sobre la novela del Quijote que aparecen a lo largo de la tesis son extraídas de la edición de Luis Andrés Murillo publicada 1978. 10 riesgos de incorporar estas novelas intercaladas. Él sabía que las digresiones no iban a caer bien con todos sus lectores, esa idea se evidencia en su obra El Coloquio de los Perros en donde Berganza le indica a Cipión sobre su preocupación por incluir digresiones en la historia de su vida y Cipión le responde “Sigue tu historia, y no te desvíes del camino carretero con impertinentes digresiones, y así, por larga que sea, la acabaras presto” (39). Esta cita señala que las digresiones sólo alargan una historia y no aporta nada a la acción, lo que puede perjudicar la obra porque el lector lo puede percibir como muy larga y el punto primordial de la novela se puede perder con tantas digresiones. Igualmente evidencia que el autor estaba consciente de los riesgos que las digresiones tienen en la macro historia. El hecho de que Sansón indica las fallas de la novela al principio de la segunda parte de la novela tendrá una gran influencia en el resto de las aventuras de los personajes principales, al igual que expone el conocimiento que Cervantes tiene sobre esas críticas. Por lo tanto puede omitir digresiones como la de “El Curioso Impertinente” en la segunda parte. Estas omisiones sirven para poder crear una novela con un ritmo más fluido sin las interrupciones de aventuras en la que Don Quijote y Sancho no estén directamente involucrados, que cambiará el modelo de la segunda parte de la novela por el hecho de que el autor quiere evitar las mismas críticas. Como tal en la segunda parte se ve como se evitan las digresiones y hasta en las aventuras o historias que no son comenzadas por los dos personajes principales hay una intervención directa de ellos. Por ejemplo, cuando Maese Pedro monta su obra teatral de títeres (I ch. 26), Don Quijote deja de ser sólo un espectador e interviene directamente al entrar en la acción al figurarse que los títeres eran personas reales. Igualmente en las bodas de Camacho (II ch. 20 y 21), se ve nuevamente la intervención de los dos personajes principales aunque en 11 el principio eran solamente espectadores. Por lo tanto se puede ver como la crítica de Sansón afecta directamente el modelo de la segunda parte de la novela. Como consecuencia se va a ver una intervención directa de los personajes en todas las acciones de la novela. Sin embargo la crítica no solamente va dirigida hacia la primera parte del libro, sino que Sansón también hace una crítica sobre las continuaciones de las novelas, especialmente sobre una posible segunda parte de la novela de Cervantes. Cuando Don Quijote le pregunta a Sansón sobre esta posibilidad, este responde que sí, pero luego dice que hay críticos que dicen: “Nunca segundas partes fueron buenas”, y otros: “De las cosas de don Quijote bastan las escritas” (68; I ch. 4). Esta cita apunta la existencia de críticos quienes han notado que las continuaciones de las novelas nunca son tan buenas como las originales y que se pierde ese elemento que hizo la primera parte de la novela una buena obra. Luego al señalar que hay críticos que apuntan que sobre las cosas de don Quijote bastan las escritas, está sugiriendo que ya no se puede decir nada nuevo en la segunda y crear algo innovador como fue el caso de la primera parte. Entonces las críticas hacen referencia al hecho de que el autor no tiene material para poder crear una segunda parte. En la edición del Quijote publicada en 1833, en donde Don Diego Clemencín incluye sus comentarios al pie de la página, este nos indica como esta frase sobre las segundas partes que no son buenas, pueden hacer referencia a la censura que sufrían algunos libros de entretenimientos que incluyan dos partes. El crítico también apunta a que puede ser el caso del pícaro Guzmán de Alfarache o tal vez puede referirse a alguna de las comedias de Lope en donde solían haber segundas partes. Finalmente sugiere que también pudo haberse referido a otras obras posteriores a la edad de Cervantes en donde sus autores no pudieron poner el grado de celebridad que le pusieron a la primera parte (76). 12 Aparte de las críticas sobre las continuaciones de las novelas, Sansón también hace una crítica hacia sobre los poetas y los historiadores. Cuando don Quijote le pide que le componga un verso con motivo de su despedida con Dulcinea del Toboso, Sansón responde “que puesto que él no era de los famosos poetas que había en España, que decían que no eran sino tres y medio…” (72; I, ch. 4) indicando que los poetas en España no eran tan buenos por el hecho de no poder crear poesía buena, ni hacerse famosos por sus obras, que solamente había tres y medio. Lo dicho por Sansón creó una gran especulación sobre quiénes son esos tres y medios poetas a los que se refiere, pero no se han podido confirmar los nombres, aunque según Don Diego Clemencín esos tres poetas pueden referirse a D. Alonso de Ercilla, Juan Rufo Jurado de Córdoba y el capitán Cristóbal de Virués, basándose en el hecho de que en la biblioteca de Don Quijote, el cura dijo que los tres libros escritos por estos autores eran los mejores que la lengua castellana tenía, mientras el medio poeta se refería a Cervantes mismo (82)2. Lo importante de esa cita es que muestra la opinión que el personaje tiene sobre los poetas y por el hecho de ser bachiller tuvo que estudiar mucha poesía y muchos poetas durante sus estudios, lo que significa que tiene un conocimiento amplio sobre la poesía de España durante esos tiempos. Él mismo también hace una referencia sobre los poetas e historiadores al indicar: “el poeta puede contar o cantar las cosas, no como fueron, sino como debían ser; y el historiador las ha de escribir, no como debían ser, sino como fueron, sin añadir ni quitar a la verdad cosa alguna” (61; II ch. 3). Algo que se puede ver como una referencia directa a lo que dice Alonso López Pinciano a finales del siglo XVI, quien indica 2 Aquí nuevamente se está usando la edición de la novela del Quijote publicada en 1833 y los nombres de los tres poetas aparecen en las notas escritas por Don Diego Clemencín. 13 El blanco adonde tiran las saetas es muy pequeño, y lo que no es blanco es tan grande como todo el mundo; así la verdad está en un punto y la mentira en todo lo que no es este punto de verdad… que el historiador va atado a la sola verdad, y el poeta, como antes se dijo, puede ir por acá y por acullá universal y libremente… (153) Esta cita señala cómo ambos, Sansón y Pinciano hacen referencia a como el poeta puede crear mientras se mantenga dentro de los parámetros de la verosimilitud, entretanto que el historiador solamente tiene que contar los hechos tales como ocurrieron sin quitar añadir detalle alguno. Aquí se alude al hecho de que Sansón ha estudiado al Pinciano y tiene conocimiento sobre su teoría. Al hacer esta distinción, Sansón hace referencia entre la realidad y la ficción. Está indicando el aspecto de la ficción en la escritura por el hecho de que no todo lo que se cuenta en la poesía es verdad, sino se escriben cosas diferentes para poder proyectar como han de haber pasados los eventos sin tener que confirmar que en realidad paso así, mientras sea verosímil. Mientras que el historiador tiene que asegurarse que todo lo que escriba sea cierto sin preocuparse por la verosimilitud, indicando que todas las aventuras que pasaron don Quijote y Sancho Panza fueron ciertas por el hecho de haber sido escritas por un historiador, aunque no parezcan verosímil. Sin embargo al mismo tiempo que hace la crítica sobre la primera parte de la novela, Sansón también busca justificar las fallas de la novela al indicar: Como las obras impresas se miran despacio, fácilmente se ven sus faltas, y tanto más se escudriñan cuanto es mayor la fama del que las compuso. Los hombres famosos por sus ingenios, los grandes poetas, los ilustres historiadores, siempre, o las más veces, son envidiados de aquellos que tienen por gusto y por particular 14 entretenimiento juzgar los escritos ajenos, sin haber dado algunos propios a la luz del mundo. (65; II ch. 3) Con esto el bachiller está justificando el hecho de que por ser obras impresas, las noveles se pueden analizar muy profundamente y extraer todas las fallas que contiene. Al igual que también hace una crítica contra los críticos porque indica que ellos obtienen su entretenimiento al criticar otras obras mientras que ellos mismo nunca han escrito una. Desde el principio se puede ver la influencia que el personaje va a tener y su importancia en la novela, desde resolver preguntas que la primera parte de la novela dejó, hasta el cambio de la estructura de la segunda parte de la novela para evitar las fallas de la primera parte. Otro aspecto importante del personaje es su afán de curar a don Quijote, cuyas intenciones todavía siguen en debate entre muchos críticos. Mientras que unos sugieren que las intenciones son solamente de curarlo, otros debaten el hecho de que la envidia por la fama obtenida de primera parte de la novela lo llevó a crear su objetivo de hacerlo regresar a su casa para que dejara sus aventuras. Cualquiera que fuera su motivo, el bachiller lo quería curar y para eso tenía que formular un plan. Aunque sus intenciones eran que el caballero se quedara en su casa, el consejo de que saliera una tercera vez en busca de aventuras no fue porque se haya dado por vencido y se haya resignado a que no tenía cura, sino que era parte de su plan: cuando el bachiller Sansón Carrasco aconsejó a don Quijote que volviese a proseguir sus dejadas caballerías, fue por haber entrado primero en bureo con el Cura y el Barbero sobre qué medio se podría tomar para reducir a don Quijote a que se estuviese en su casa quieto y sosegado, sin que le alborotasen sus mal buscadas aventuras; de cuyo consejo salió, por voto común de todos y parecer particular de 15 Carrasco, que dejasen salir a don Quijote, pues el detenerle parecía imposible, y que Sansón le saliese al camino como caballero andante, y trabase batalla con él, pues no faltaría sobre qué, y le venciese. (146; II ch. 15) Eso evidencia que su plan consiste en que va a usar la misma enfermedad para poderlo curar. Para poder ejecutar su plan, el bachiller se ve obligado a abandonar su papel como estudiante y tomar el papel de un caballero andante. Por consecuencia ahora crea un género teatral en donde tiene que tomar el papel de un personaje que incluye disfraz para no ser reconocido. Mientras que el disfraz se convierte en un medio para engañar los sentidos, se usa como un recurso para ocultar la identidad verdadera y poder fingir alguien que no es para poder confundir al interlocutor, tema que fue uno de los favoritos del barroco (Moreto y Magro 64). Mas no sólo basta con tenerlo, sino que también tiene que hacer uso de la actuación para poder atraer la atención de don Quijote y de esa manera poder confrontarlo. Entonces Sansón crea la escena y le da dirección la cual finalmente resultara en la batalla, lo que lo convierte en un tipo de director que va actuando la escena sin un guión. Básicamente tiene una idea del resultado que quiere obtener y tiene que hacer improvisación en su actuación para poder obtener su objetivo. Sin embargo para poder llegar hasta ese punto primero tiene que convencer a don Quijote que lo que tiene enfrente es algo verdadero. Se puede ver como durante la acción del capítulo XII, ya convertido en el Caballero de los Espejos o el Caballero del Bosque crea la escena, desde un espacio que la teoría del drama califica de latente, y desde el cual es posible ver y oír sin ser visto ni oído. Por su parte Sansón Carrasco… construye verbalmente, para don Quijote y los lectores, el escenario teatral en el que le interesa que se desarrolle la acción. 16 En realidad, Sansón se sabe escuchado y observado, e interpreta su papel lo suficientemente bien como para que por el momento todos creamos en sus palabras. (Maestro, Sancho Panza Y Sansón Carrasco 142) Como resultado el actor Sansón manipula su alrededores para poder crear un escenario en donde el controla el rumbo de la escena y poder cumplir su objetivo. Aunque para poder ser un buen actor, se tiene que estudiar y entender el personaje que va a interpretar para efectuar una representación creíble. El hecho de que tenga conocimiento sobre los caballeros andantes y sus creencias le permite poder desarrollar su papel para que don Quijote y Sancho crean en ese personaje y no se den cuenta de que en realidad es el bachiller quien viene disfrazado. Así el disfraz se convierte tan importante como la misma actuación, porque le permite esconder su verdadera identidad, que incluye a su escudero, a quien Sancho conocía por ser su vecino, Tome Cecial. Quien no se dio cuenta de que era él por usar una nariz falsa para poder encubrir su cara. También el género teatral le permite entrar a la poesía a Sansón, quien muestra su conocimiento sobre este género cuando don Quijote le pide que le escribiera unos versos para Dulcinea en donde las primera letra de cada verso, leyeran: dulcinea del toboso, a lo que el bachiller responde que: No dejaría de componer los tales metros, aunque hallaba una dificultad grande en su composición, a causa que las letras que contenían el nombre eran diecisiete; y que si hacía cuatro castellanas de a cuatro versos, sobraba una letra; y si de a cinco, a quien llaman décimas o redondillas, faltaban tres letras; pero, con todo eso, procuraría embeber una letra lo mejor que pudiese, de manera, que 17 en las cuatro castellanas se incluyese el nombre de Dulcinea del Toboso. (72; II ch. 4) Aquí se demuestra su conocimiento sobre las reglas de los versos en la poesía. Dicha habilidad también la demuestra durante su actuación como el Caballero del Bosque, que al tratar de atraer la atención del otro caballero recita un soneto. Por lo tanto se ve ese control de Sansón sobre la escena durante el comienzo, pero durante la pelea pierde la dirección y todo se sale del guión. La escena no tuvo el final que había escrito por el hecho de haber sido derrotado por su contrincante y como tal todos sus planes se derrumbaron. Ya derrotado se cae la escenografía y al levantarle la máscara, el vencedor junto a su escudero se dan cuenta de que los personajes eran Sansón y Tome Cecial, es entonces solamente con la luz del día y la falta de máscara que se descubre quienes son los dos actores. Después de su derrota el bachiller tenía que buscar la manera de poder enfrentar a Don Quijote nuevamente para poder vengar su derrota, lo que lo lleva a inventar un nuevo personaje. Entonces ahora usa otro vestuario para no ser reconocido como Sansón o como el Caballero de los Espejos, cuyos personajes ya eran conocidos por el Caballero de la Triste Figura, lo que lo lleva a crear al Caballero de la Blanca Luna. En esta ocasión los dos caballeros, se enfrentan en las playas de Barcelona y nuevamente con el uso de la actuación, el de la Blanca Luna puede hacer creer al otro caballero que estaba frente a una nueva aventura. Al poner en duda la belleza de su dama Dulcinea del Toboso, Sansón logra que el Caballero de la Triste Figura acepte su reto, con la condición de que si es derrotado tiene que regresar a su casa y dejar sus andanzas. Aquí nuevamente el bachiller tiene su propio guión y logra manipular a su contrincante a que lo siga. Tiene la ventaja de saber que un caballero no puede negar un reto si se pone es cuestión la belleza de su dama y muchos menos don Quijote, quien ha creado una 18 imagen de belleza perfecta de Dulcinea en su mente. Por lo tanto se puede ver como el Sansón ha estudiado la situación y como un buen actor ha logrado hacer su personaje creíble ante los protagonistas junto con los espectadores que están para presenciar la pelea. Esta vez todo sale como previsto y logra derrotar a su oponente, el de la triste figura, quien por no ser un actor toma el reto como verdadero y se ve forzado a aceptar las condiciones de la pelea, menos el admitir que hay una dama más bella que Dulcinea. Aquí se puede ver la diferencia entre don Quijote y Sansón, porque cuando el Caballero del Bosque es derrotado, este solo tiene que abandonar el personaje y crear uno nuevo. Mientras que el otro sí ha tomado el género de los libros de caballerías como su persona porque ha aceptado su derrota y las condiciones que fueron impuestas. Aunque no ha muerto físicamente como los héroes en los libros, su ego como caballero andante si murió por lo tanto no puede inventar otro personaje para entrar nuevamente al género. Durante su monte de escena el bachiller hace uso de la mimesis, cuyo concepto tiene conocimiento por haberlo estudiado en la universidad. Refiriéndonos al concepto de mimesis podemos analizarlo dentro de la teoría que nos presenta la poética de Aristóteles, en donde el autor presenta, entre otras cosas, como se debe representar al hombre dentro de la comedia y dentro de la tragedia. En el ensayo, Aristóteles nos indica como la tragedia busca representar al hombre como algo más alto (moralmente) de la realidad, mientras que en la comedia, el hombre se representa como algo más bajo (moralmente) (Aristóteles 15). Consecuentemente, se puede argumentar que este concepto representa un problema para el bachiller porque el género de los libros de caballería cae dentro de la tragedia, entonces para poder entrar a ese género tendría que representar al hombre como algo más alto. Sin embargo, don Quijote no entra dentro de la tragedia ni la comedia, sino que entra a la parodia. La cual no siempre fue 19 considerada como un género que cabía dentro de la teoría aristotélica, porque si el arte busca la imitación de una acción o la naturaleza entonces la parodia no abarca esos parámetros por el hecho de imitar otro artefacto, y su forma burlesca no entra dentro la esencia de la mimesis (Sklodowska 2). No obstante el género siguió evolucionando. Ya para el siglo XVII, la parodia abarcaba cuatro significados según Henryk Markiewicz; el uso cómico de un fragmento de literatura seria por medio de una recontextualización; la reelaboración de un obra seria con el fin satírico extraliterario; cualquier imitación de un texto preexistente, inclusive sin intención cómica; la reelaboración de un texto serio en otra obra seria, aunque con un contenido diferente. (Sklodowska 3) Esa influencia se refleja en el crítico francés Gérard Genette, quien indica que si la poética aristotélica denomina a la tragedia como una acción alta y la comedia como una baja, la parodia y la epopeya reflejan una acción alto-y-baja en forma narrativa (Sklodowska 4). Como resultado don Quijote cae dentro de la parodia. Por consiguiente aquí la parodia se convierte en un subgénero del género teatral que Sansón usa para intentar curarlo. La burla, que es uno de los rasgos de la parodia, se evidencia dentro de su discurso entre los dos caballeros en donde el del Bosque le cuenta al de la triste figura sobre su dama, Casildea de Vandalia, y las aventuras que le pide que le cumpla. Le indica como su dama le pide que “fuese a desafiar a aquella famosa gigante de Sevilla llamada la Giralda” o cuando lo manda que fuera a tomar el peso de piedras de los Toros de Guisando (135; II ch. 14). Dichas hazañas son semejantes a las aventuras de don Quijote con la de los molinos de vientos en donde piensa que eran gigantes. Esto demuestra como el bachiller ya está entrando al mundo de don Quijote al inventar estas aventuras. La diferencia entre el 20 Caballero de la Triste Figura y el Caballero de los Espejos es el designio de imitatio Aristotélico que existe en ellos (Reguera 82). Los dos caballeros buscan imitar a un tipo de literatura, pero a diferencia de don Quijote, Sansón lo hace de una manera consciente. Según Riley, [don Quijote] “es un caso extremo en que la emulación heroica se convierte en locura […] porque escoge héroes fabulosos e inalcanzables como modelos […y] porque su imitación intenta ser, cosa imposible, literal y total” (Reguera 82). Es esa representación consciente lo que convierte a Sansón en un actor mientras que el otro nunca se convierte en uno, sino que se transforma y se convierte en otra persona. Al sólo ser un actor, él tiene la habilidad de tomar otra identidad que le permite tomar el papel de otro caballero andante. Por consecuencia el hecho de que Sansón solo sea un actor le permite entrar y salir de géneros con más facilidad porque cuando está actuando sólo lo está representado por un periodo temporal en donde se abandona cuando deja de actuar. Aunque en el caso de don Quijote, porque no es un actor sino que esa es su verdadera personalidad, el género que está representando es peramente para él. Esto significa qué mientras el bachiller esté actuando y sea derrotado, puede salir, crear otro personaje y entrar nuevamente, mientras que don Quijote al ser derrotado no puede entrar otra vez al género porque él no está desarrollando ese papel conscientemente. Sin embargo ese constante abandono de identidad propia de Sansón para poder entrar a otro género causa que nunca se logre desarrollar como sujeto en la novela. Según René Descartes, las experiencias son las que hacen al sujeto lo que indica que con el transcurso del tiempo el sujeto va adquiriendo experiencias que le ayudan desarrollar su identidad. Para el filósofo el concepto del “yo” no puede existir en la ausencia de la experiencia o el consciente, lo que es mismo que el pensamiento (Strawson 338). Por lo tanto al momento en que la abandona es el 21 momento de que deja de experimentar y no existe un desarrollo en el sujeto, por la falta de experiencia que le pertenezca a él. Como consecuencia las experiencias que vive no aportan a su identidad verdadera, sino que sólo sirven para continuar desarrollando un personaje temporal, que luego se pierde al salir de personaje y en el momento que crea otro personaje tiene que comenzar otra nueva. Igualmente, el hecho de no tener una personalidad permanente causa un desentendimiento con el mundo de don Quijote porque se preocupa más por desarrollar su personaje que entender lo que está pasando a su alrededor. Según Américo Castro, Carrasco falla en comprender la complejidad del proyecto de don Quijote en donde el proyecto se refiere a sus ideales y lo que sus aventuras representan (Mariscal 180). Esa falta de entendimiento de complejidad es lo que impide a Sansón entrar al género teatral. Se puede ver como con el transcurso de la novela, Sansón va perdiendo su identidad propia, lo que lo lleva a perder el control cuando entra al género del teatro. Al principio el género del crítico literario le pertenece por el hecho de ser un bachiller y tener la habilidad de crear una crítica literaria, luego ese control se pierde cuando se incorpora al género teatral. Esa pérdida de control se da porque depende mucho de los otros actores a los que no puede controlar o dirigir, lo cual se evidencia en el primer enfrentamiento contra Caballero de la Triste Figura, que el final no fue como él lo escribió y fue derrotado. Esa derrota lo lleva a un momento de locura en donde crea un nuevo objetivo, que es la venganza por la humillación que pasó. Igualmente al tomar el papel de los caballeros andante renuncia a su identidad porque el conscientemente toma ese papel. Por lo tanto se puede ver esa gran diferencia entre los dos, en donde el bachiller solamente se convierte en un actor, pero se pierde en el papel que desarrollaba al perder su objetivo principal, mientras que para don Quijote, su personaje no es algo 22 temporal ni consiente, sino que es su realidad. Una realidad compleja que no todos pueden entender, especialmente el bachiller, quien se pierde al querer entrar y no darse cuenta de la complejidad de ese mudo. CAPÍTULO 3: LA HISTORIA DE DOROTEA-DON FERNANDO Y CARDENIO-LUSCINDA La historia de desamor que sufren tanto Cardenio como Dorotea a manos de Luscinda y Don Fernando, respectivamente, se convierte en una de las narraciones más grandes que aparecen en la primera parte de la novela. Esto se debe a que la historia contiene más de un narrador. Sin embargo, nunca hay repeticiones por el hecho de que las varias interrupciones que ocurren no permiten que un narrador complete la historia, haciendo posible que Dorotea narre la historia después de Cardenio sin repetir detalles, en la cual el contenido de la historia es lo que la coloca dentro del género de la novela sentimental en donde la narración sirve como técnica para exponerla. Dicha narración muestra cómo Dorotea mantiene control sobre el género por su carácter fuerte y decisivo. Igualmente Cardenio mantiene ese control aunque no sea tan obvio por su débil personalidad, timidez y hasta cobardía. Sin embargo, con un análisis profundo al personaje se puede ver cómo nunca se sale del género porque aun con interrupciones durante su narración logra terminarla, al igual que tiene influencia en las acciones que Don Quijote hace en la Sierra Morena. Luego, al ir rumbo hacia la venta, el cura y el barbero le piden a Dorotea que los asista en ejecutar un plan para poder hacer que don Quijote regrese a casa. Esto la obliga a salir de su género y entrar al teatro al tener que desarrollar un personaje inventado por el cura y el barbero. Dorotea logra demostrar ese control sobre el género teatral al desarrollar el personaje de la princesa Micomicona en donde toma un personaje que no fue inventado por ella y lo manipula para hacerlo suyo. Finalmente, con el reencuentro de los cuatro personajes, (Dorotea, Don Fernando, Cardenio y Luscinda) el género teatral se mantiene cómo en el principal, con la comedia de enredo como subgénero, por su desenlace feliz, ya que este tipo de finales no puede suceder dentro de las novelas 24 sentimentales. En esta ocasión Dorotea mantiene control mientras que Cardenio demuestra que al salir de su género principal pierde ese control y ya no puede dominar el nuevo. Como consecuencia, él, don Fernando y Luscinda se convierten en un elenco de reparto para el desarrollo y el desenlace de la historia. Al principio se nos informa sobre la existencia de Cardenio por parte de un cabrero, lo cual indica que ya ha narrado su historia, al igual que el contenido de su narración expone como decidió irse a refugiar dentro de la Sierra Morena para alejarse de cualquier contacto con la civilización. El personaje toma esta decisión después haber sido traicionado por Luscinda, tragedia que lo ubica dentro del de la novela sentimental, género que se caracteriza por el uso de las cartas y poesía, literatura que aparecen dentro del maletín de Cardenio, encontrado por Sancho, reafirmando su dominio sobre el género. El contenido del maletín llega a tener influencia en don Quijote, la cual es señalada por Theresa Rosenhagen al indicar, La poesía y la prosa de Cardenio son catalizadores para que don Quijote pueda negociar una vez más el significado y la identidad. En efecto, para no ser menos que otro <<caballero>>, don Quijote también va a escribir una carta a la hermosa Dulcinea. (189) Esta cita expone cómo el caballero, al ver lo que Cardenio ha hecho, intenta imitar la acción, demostrando la influencia que este último tiene sobre don Quijote. Igualmente las cartas son de suma importancia para demostrar el dominio sobre el género, al ser estas un componente importante del género principal, importancia que se demuestra en la novela Cárcel de amor, de Diego de San Pedro, la cual se convierte en la novela sentimental por excelencia y en donde lo epistolar se convierte en el motor de la acción. Similarmente la importancia de ese elemento se demuestra en la obra Processo de cartas de amores de Juan de Segura que se publicó en 1548, la cual consiste en cuarenta y cinco cartas, y es considerada por 25 historiadores literarios como la primera novela epistolar. Ese rasgo es lo que ha causado que muchos hispanistas la usen como una manifestación tardía de la novela sentimental, así demostrando relación entre las cartas y la novela sentimental. Las cartas también permiten una función inmediata al autor dentro de la misma obra porque es este quien sirve de mediador entre los dos enamorados. Dicha función permite que deje plasmada su huella dentro de la narración (Brownlee 23). Aquí se describe la gran importancia de lo epistolar dentro de este género, porque son las cartas que le permiten al autor acercarse más al lector y tener un impacto más inmediato dentro de su literatura. Igualmente este elemento permite que los enamorados profesen sus sentimientos trágicos al mundo, sentimientos que entran dentro del género. En el caso de Cardenio y Luscinda lo epistolar igualmente se convierte en el motor de la acción porque fue por este medio que ella le dio saber lo que estaba pasando entre ella y don Fernando y las razones que tenía para despreciar su amor. Como respuesta Cardenio le escribe una carta pero nunca logra entregársela porque todavía la mantiene con él en su maletín al entrar a la Sierra Morena. También se muestra cómo hace uso de la poesía para poder mostrar sus sentimientos, escribe sonetos expresando su desdicha y su deseo de morir. Por ejemplo, al final de su soneto “O le falta al amor conocimiento” escribe: “Presto habré de morir, que es lo más cierto; / Que al mal de quien la causa no se sabe/ Milagro es acertar la medicina” (Cervantes Saavedra, Don Quijote 282; I ch. 23). Esta estrofa señala cómo nadie sabe por lo que está pasando y por lo tanto no hay remedio que lo puede curar, lo cual se puede interpretar como una herida mortal en donde no existe una cura porque sin su amor él ya no quiere vivir. Esta expresión demuestra su control sobre el género poético porque logra proyectar sus 26 sentimientos al igual que influye en el mismo Quijote, quien al ver esos poemas le da la idea de expresar sus propios sentimientos. Finalmente don Quijote y Sancho llegan con Cardenio, quien desde el principio se muestra como una persona tímida y cerrada por el estado en que se encuentra, dicho estado que lleva al autor a nombrarlo como “el Roto de la mala figura” describiendo la flaqueza de persona (290; I ch. 23). Es esa apariencia que ha creado un debate entre los mismos críticos, en donde unos lo ponen como un narrador no digno de confianza. Uno de esos críticos es Sister Marie Thomas, la cual indica que existen varias inconsistencias dentro de su narración, que uno puede decir que “su historia es tan rota como su figura ‘el Roto de la mala figura,’” (305), pero este crítico falla en apuntar en dónde existen esas inconsistencias. Igualmente Robert L. Hathaway lo condena al preguntarse del por qué tantas deslumbrantes inconsistencias, y dada la debilidad de su propósito o hasta la repugnancia de sus movimientos sumisos, por qué hay que sentir simpatía como Cardenio cree que se la merece (5). Nuevamente aquí el crítico falla en apuntar esas inconsistencias al igual que se puede ver como ambos se enfocan mucho en su debilidad física y su cobardía como personaje, pero eso no dicta la autoridad de un narrador. Durante su primer encuentro con Cardenio, don Quijote muestra su respeto por esta persona de quien no conoce nada aparte de lo que le ha escuchado de otras personas. Refiriéndose al art de l’inexprimé, que es el hecho de que los sentimientos hondos y sinceros muchas veces carecen palabra, el crítico Alan S. Trueblood indica como ese encuentro inicial entre ambos, don Quijote y Cardenio, se convierte en una escena en donde el silencio es una muestra de una simpatía íntima entre “las dos tristes figuras patológicas” como si ya se conocieran desde antes (50), de tal manera exponiendo como don Quijote se pone al mismo nivel 27 que este nuevo personaje y como tal no muestra ningún dominio sobre él al igual que exhibe una fascinación sobre su vida por la insistencia de conocer su historia. Antes de que él pueda contar su historia, muestra dominio sobre el género de la narración al indicar sus reglas para poder hacerla: Si gustáis, señores, que os diga en breves razones la inmensidad de mis desventuras, habeisme de prometer de que con ninguna pregunta, ni otra cosa, no interrumpiereis el hilo de mi triste historia; porque en el punto que lo hagáis, en ese se quedara lo que fuere contado… Esta prevención que hago es que querría pasar brevemente por el cuento de mis desgracias; que el tráelas a la memoria no me sirve de otra cosa que añadir otra de nuevo, y mientras menos me preguntaredes, mas presto acabare yo de decillas, puesto que no dejare por contar cosa alguna que sea de importancia para no satisfacer del todo a vuestro deseo. (292; I ch. 24) El hecho de que tenga la autoridad para establecer sus propias reglas expone su dominio sobre la narrativa, ya que él indica cómo se va a contar la historia, la cual es una narración de su propia vida, así que sólo va a contar lo que él crea que es necesario. Al igual que mientras esté narrando no habrá nadie más que pueda hablar, así demostrando su deseo de que no haya interrupciones para poder crear una narración más fluida así tomando el mando de la narración y llevándola en la dirección deseada. Momentos después de que comenzara su narración don Quijote escucha el nombre de Amadís de Gaula, al indicarse como Luscinda es aficionada a los libros de caballerías, lo que lo lleva a interrumpir la narración. Este acto irrita al de la Rota Figura y como consecuencia entra en una discusión con el Caballero de la Triste Figura, que termina en un momento de locura de Cardenio, 28 quien ataca a sus oyentes como resultado. Aun con esta reacción, se muestra el dominio que el narrador tiene sobre el género que está representando por el hecho de que don Quijote quería encajarlo en una conversación sobre los libros de caballerías, dicho género que él no representa ni domina. Entonces en vez de entrar en una discusión sobre ese tema, pierde la razón y huye después de atacarlos. Finalmente Cardenio logra terminar su narración ante el cura y un grupo de personas quienes lo acompañaban. El hecho de que pueda terminar su historia demuestra que la interrupción de don Quijote no puso fin definitivo a su narración. Por su dominio de la técnica narrativa y la influencia que tiene en don Quijote, al querer imitarlo en escribir una carta, se demuestra como Cardenio controla el género de la novela sentimental. Aunque Cardenio haya podido completar su narración, la interrupción de don Quijote no permite que el lector se entere de todos los detalles de la historia. Dichos detalles se revelan con una nueva narradora, Dorotea, la hermosa labradora quien fue deshonrada y abandonada por don Fernando. Cuando el cura, el barbero, Cardenio y Sancho la encuentran, esta va vestida de varón. Usa el disfraz para poder esconder su género femenino y salir en busca de don Fernando para recuperar su honra. Eso es una de las grandes diferencias entre Cardenio y Dorotea, que mientras él se resigna a la pérdida de su amor y solo le queda refugiarse en la Sierra Morena para morir de desamor, ella sale a buscar a quien la deshonró para que le cumpla, lo cual revela su personalidad fuerte. Después de que el cura, el barbero, Cardenio y Sancho se dan cuenta de que esta persona vestida de varón es en realidad una bella mujer, estos le piden que le cuenten las razones de sus desgracias. Es aquí en donde ella comienza su narración y la forma en que la conduce es lo que la hace “un modelo de narradora tradicional: fija su historia en el mapa de Andalucía, todos los personajes tienen nombre propio, no 29 omite detalle de valor, ni aun en el deshonroso momento en que perdió su virginidad” (Avalle-Arce, las novelas y sus narradores 50). Esas características exponen su gran control y dominio sobre la narración, porque no necesita imponer reglas para que se pueda escuchar como en el caso de Cardenio. También se puede ver cómo su narración es tan exacta como sincera, en donde no se le escapa ningún detalle sin importar que tan vergonzoso pueda ser, la cual incluye la pérdida de su virginidad con don Fernando, y cómo fue que trataron de abusar de ella en dos ocasiones después de su salida en busca de su hombre. Sin embargo dicha narración no se queda sin interrupciones, que en este caso son por parte de Cardenio, quien al escuchar que se llamaba Dorotea le despertó la curiosidad y se imaginaba que la debía de conocer de algún lugar, lo cual indica que estos dos personajes narran la misma historia pero no se conocen y no se dan cuenta de la relación que hay entre ellos dos. No es hasta que Dorotea nombra a Luscinda que ocurre el momento anagnórisis cuando se descubre que ambos están narrando la misma historia, y ya después Cardenio comienza a interrumpir la narración con preguntas para la narradora En este caso, Dorotea maneja las interrupciones muy diferentes a la forma de Cardenio, porque cada vez que este la interrumpía ella solamente se ocupa de responderle amablemente y luego proseguía con su narración. No es hasta que termina su narración cuando se ocupa de investigar quién era este personaje que parecía saber mucho sobre su historia, lo que demuestra la gran diferencia entre el manejo de la narración de los dos personajes. Por un lado Cardenio tiene que establecer sus reglas para poder narrar su historia y al momento de que esas reglas se rompen su narración también se rompe, mientras que Dorotea demuestra su domino de una forma más pasiva en donde permite interrupciones, pero no se desvía de su narración sino que sólo mantiene esas 30 interrupciones a un mínimo y prosigue su historia sin desviarse. A pesar de que los estilos sean diferentes los dos narradores muestran su dominio sobre el género de la novela sentimental al lograr narrar su historia sin dejar que alguien más los desvíe o las haga salir del género. Esa diferencia de personalidades coloca a ambos personajes dentro de diferentes parámetros verosímiles, en donde sus aventuras reflejan sus personalidades. Esto se relaciona a lo que Aristóteles escribió en su Poética, en donde indica cómo es que el poeta debe de conducir su obra. El filósofo indica lo siguiente: Y a partir de lo dicho es evidente también que no es obra de un poeta el decir lo que ha sucedido, sino que podría suceder, y lo que es posible según lo que es verosímil o necesario… y por eso la poesía es más filosófica y noble que la historia, pues la poesía dice más bien las cosas generales y la historia las particulares. Y lo general es exponer que a tal o cual hombre le ocurre decir o hacer según lo que es verosímil o necesario tales o cuales cosas… y si llega un momento en que sus temas sean cosas ya ocurridas, no será menos poeta, pues nada impide que algunas de las cosas que han ocurrido sean verosímiles, según lo cual aquel es el poeta de estos hechos. (Fernández Panzano 87) Aquí Aristóteles hace referencia de cómo el poeta tiene que contar las cosas dentro de los parámetros de lo verosímil. Lo dicho por el filósofo hace que los parámetros no sean algo concreto, sino que se convierte en un concepto que cae dentro de la misma obra. Esto significa que va cambiar dependiendo de la obra por el hecho de que el autor les da personalidad a los personajes y estos adoptan los parámetros en donde la verosimilitud cae, significando que no son fijos, sino 31 que son ajustados a los personajes. Al analizar a ambos personajes, se puede ver cómo caen en diferentes parámetros de verosimilitud. Es decir Cardenio puede hacer cosas que serían verosímiles para él pero no para Dorotea y viceversa. Por ejemplo, vemos como él es presentado como cobarde y de carácter muy débil por el hecho de haber dejado ir a Luscinda sin luchar por ella, mientras que Dorotea se muestra con una personalidad fuerte por haber salido a recuperar su honra. Por eso, si él hubiera indicado dentro de su narración que la razón que se encuentra dentro de la Sierra Morena es para buscar a Fernando y vencerlo para estar con su amor nuevamente, esto sería inverosímil, porque su personaje se ha creado dentro de una personalidad débil en donde no tiene el valor de luchar por nadie. Mientras que Dorotea, al contar que ha salido a buscar el hombre que le robó su honra y lo va a obligar que le cumpla, se mantiene dentro de sus parámetros de verosimilitud porque ella es una mujer de carácter fuerte aunque durante en el siglo XVI no existían muchos personajes femeninos que mostraran esta personalidad. Por lo tanto los parámetros de verosimilitud caen dentro de los personajes mismos y cómo se desarrollan, comprobando que estos no son fijos y tiene que ajustarse al personaje. Después de que ambos personajes terminan de narrar su historia, el cura y el barbero crean un plan para hacer que don Quijote regrese a su casa. Buscan usar su misma locura para curarlo. El plan consiste en usar a Dorotea para que se vista de una princesa y haga creer a don Quijote que sus servicios de caballero andante se necesitan, lo cual requiere que éste no comience ninguna aventura hasta que la princesa necesite de sus servicios. Esta acción crea una escena teatral en donde los disfraces y la narración nuevamente se convierten en un elemento importante para poder convencerlo de que lo que se le está diciendo es verdadero. Con este papel que tiene que desarrollar, Dorotea muestra su fuerte personalidad y 32 su habilidad de dominar los géneros que se le presenten. Refiriendo a este personaje, María Carmen Marín Pina señala como: Gracias a su afición, Dorotea no sólo interpreta de forma convincente la historia de la princesa Micomicona trazada por el cura y el barbero, sino que de alguna manera la rescribe. El cura le brinda el armazón de la aventura… y ella la reviste con la onomástica, con nuevos personajes y motivos caballerescos. (320) De tal manera, se evidencia como se le ha presentado un personaje que tiene que representar con un guión a seguir, que a diferencia de otros personajes como Sansón Carrasco y su papel de caballero andante durante la segunda parte del libro, ella no fue la que escribió ni tiene total control de la escena. Sin embargo, ella logra tomar ese personaje y llevarlo más allá al añadir líneas y manipularlo en la manera que ella deseaba sin importarle demasiado de seguir el guión. Esto demuestra su fortaleza como actriz, al tener la habilidad de tomar un personaje que no fue creado por ella y manipularlo a su gusto. De tal manera que les quita el control al cura y al barbero porque aunque son ellos los que escriben el guión, Dorotea lo cambia y lo hace suyo. Finalmente, regresando a la historia de Dorotea y Cardenio, aun con la narración de ambos personajes y conociéndose todos los detalles que los han llevado hasta esa instancia, la historia todavía se mantiene incompleta por el hecho de que nadie sabe sobre el paradero de don Fernando y Luscinda. El desenlace de esta historia llega a desarrollarse en la venta de Juan Palomeque dentro de una escena teatral. En esta ocasión toda la acción comienza como un misterio, desde la misma llegada de Fernando y Luscinda hasta la instancia cuando los cuatro están frente unos a los otros. Por causa de todo ese misterio y enredo entre los enamorados, la escena entra al género de comedia de enredo, que tiene como uno 33 de sus elementos al personaje engañoso, el cual en este caso es protagonizado por don Fernando quien a base de mentiras logra separar a Cardenio de Luscinda el tiempo suficiente para poderla hacer su mujer. También como la escena se desarrolla dentro de la venta de Palomeque, José Manuel Martín Morán le da el nombre de “un venteatro de Palomeque” basándose en la idea de que es una escena teatral dentro de la venta (Reguera 146). Antes de que don Fernando y Luscinda entren a la venta, la escena es introducida por el ventero quien cuenta lo que sucede afuera a los demás personajes quienes no pueden ver lo que pasa. Ya con la entrada de estos dos personajes a la venta, el disfraz y la ausencia de comunicación verbal contribuyen a dilatar el “lance imprevisto” (Torres 133). El uso del disfraz y lo confusión que crea, es el motor de la comedia de enredo. Después llega el momento en donde todos se quitan la máscara y revelan sus verdaderas identidades, durante este momento el narrador indica como “callaban todos y mirábanse todos: Dorotea a don Fernando, don Fernando a Cardenio, Cardenio a Luscinda y Luscinda a Cardenio” (449; I ch. 36). Con el momento de anagnórisis, la tensión crece en la escena y se planta en un estado de incertidumbre porque nadie sabe lo que va a pasar después del enredo que la historia ha creado. La tensión que el silencio crea es quebrada por Luscinda, quien es la primera en hablar al decirle a su acompañante: “Dejadme, Señor don Fernando, por lo que debéis a ser quien sois, ya que por otro respeto no lo hagáis; dejadme llegar al muro de quien yo soy yedra; al arrimo de quien no me han podido apartar vuestras importunaciones, vuestras amenazas, vuestras promesas ni vuestras dádivas” (449; I ch. 36). Esto evidencia que es llevada en contra de su voluntad. Después Dorotea es la que toma el control de la situación y dirigiéndose a don Fernando hace un discurso indicando cómo fue que la deshonró y qué tiene que hacer para restaurar su honra, acto que le autoriza poder, algo que las mujeres del siglo XVI 34 nunca tenían, o era algo muy fuera de lo normal. Al momento de suplicarle a don Fernando que la aceptara como su mujer enfrente de todos en la venta, ella restablece su honor y su estatus civil (Nadeau 85). Ese discurso muestra el gran control que tiene dentro de un escenario porque no tuvo miedo de tomar el mando de la situación frente a tantos hombres, comprobando su gran valentía. La decisión de don Fernando de tomarla nuevamente como esposa afecta directamente a Luscinda y Cardenio porque ahora ellos pueden estar juntos sin más impedimento. Aunque el silencio de este último durante la escena demuestra su gran falta de presencia en el escenario al dejar que Dorotea fuera la que desenredara la escena. Por lo tanto ella se convierte en el personaje principal dentro de esta obra, mientras que los demás se convierten en un elenco de reparto para que la escena se pueda desarrollar y dejar que vaya en la dirección en que Dorotea la maneje. Al mismo tiempo expone el firme dominio que tiene dentro del género teatral aunque no sea el género en el que comienza. Mientras que Cardenio falla en demostrar cualquier tipo de dominio sobre ese género y depende de Dorotea para que tome la dirección de la acción y mantener el drama dentro de los parámetros del género teatral. Con la aparición de estos nuevos personajes dentro de la novela, se crean varios momentos de incertidumbre por las numerosas interrupciones que existen en la narrativa, que obligan la existencia de dos narradores para poder completar la historia. Esto convierte a la narración en una técnica dentro del género de la novela sentimental para poder exponer la historia y los eventos que llevaron a estos personajes a la circunstancia en las que se encuentran, la cual ambos, Cardenio y Dorotea, logran dominar, demostrando su control ante el género. Aun con el debate sobre la flaqueza del personaje de este último y sobre si tiene la habilidad de poder dominar al género, él muestra su dominio. Después Dorotea 35 logra entrar y dominar el género teatral con su personaje de la princesa Micomicona en donde toma un personaje que no fue creado por ella y lo modifica para hacerlo suyo. Finalmente con la aparición de don Fernando y Luscinda en la venta, la historia de Cardenio y Dorotea se puede completar, lo cual se hace dentro del género teatral, en donde la comedia de enredo sirve como subgénero. En esta ocasión Dorotea demuestra su dominio sobre el género al tomar el mando de la acción y con su poder de convencimiento logra desenredar el drama y dar ese final feliz a la obra, cuyo elemento pertenece a la comedia de enredo, mientras que ahora Cardenio demuestra su falta de control y permite que el género lo domine al dejar todo en las manos de Dorotea, esperando que fuera ella la que resolviera su problema. CAPÍTULO 4: LA VIDA NO TAN PASTORIL DE MARCELA Y GRISÓSTOMO El género pastoril se caracteriza por la simpleza, en donde los pastores se alejan de todo lo material para vivir una vida serena en donde el amor es la inspiración para que el héroe (hombre) pueda crear bellos poemas, pero para poder estar en ese ambiente el sujeto tiene que alejarse de cualquier distracción del mundo exterior. Desafortunadamente para Marcela y Grisóstomo, ninguno de los dos pudo obtener esa vida simple pese a que ambos trataron de imitarla. Sus historias son de un final trágico, las cuales se da a conocer por parte de un cabrero, quien llega a dar noticia sobre la muerte de Grisóstomo a los otros cabreros quienes se encontraban con don Quijote. La narración del cabrero indica que Marcela nació de una familia rica y heredó una gran fortuna con el fallecimiento de sus padres. Desde temprana edad mostraba indicios de querer una vida simple, alejada de los hombres y cualquier admirador. Un día, buscando la libertad decide dejar todo y escapar hacia la Sierra Morena, alejándose de toda civilización y cualquier propuesta amorosa que se le pueda hacer en el futuro. Al igual, Grisóstomo era de familia rica, quien después de sus estudios en la universidad de Salamanca, regresa a casa y cuando mira por primera vez a Marcela, queda completamente enamorado de ella. Luego al enterarse que su interés amoroso había escapado buscando refugio lejos de la ciudad, este decide vestirse de Pastor y seguirla con el propósito de conquistarla, pero al no ser correspondido, este muere de desamor. Estos detalles son los que hacen que esta historia se categorice como una historia pastoril, porque Marcela se convierte en pastora para poder escapar de los hombres que la pretenden y Grisóstomo se convierte en pastor para seguir a Marcela. Sin embargo el género pastoril sólo sirve de cobija de la historia porque ninguno de los personajes pertenece realmente al género por el ambiente 37 en que nacieron y por estar rodeados de pastores falsos que sólo buscan lo mismo que Grisóstomo. Por lo tanto, en vez de encontrarse en un mundo pastoril, viven en una obra teatral en donde logran integrar elementos pastoriles pero nunca logran una asimilación completa a ese mundo por el hecho de no existir a sus alrededores ese ambiente. Aunque nunca logran entrar completamente a ese mundo pastoril, se puede ver cómo Grisóstomo sí domina la poesía, elemento mayor del género pastoril. Como tal se convierte en un ser híbrido al género, que por una parte pertenece a lo pastoril por vivir entre la poesía, a la vez que no puede entrar completamente al género porque el ambiente en el que nace le crea limitaciones. Mientras que Marcela, aunque posee el elemento de la vida simple en el campo, no logra ese dominio sobre el género porque nunca logra esa vida simple y serena al tener que estar huyendo de los hombres y teniendo que defender constantemente su inocencia antes lo que la acusan de cruel. Es por eso que ambos personajes nunca logran pertenecer por completo al género, sino que sólo logran poseer ciertos elementos pastoriles. La decisión de Marcela de dejar todo para evitar lo inevitable, que era el matrimonio, es algo similar a lo que Don Quijote está haciendo al seguir su meta de convertirse en caballero andante. Ambos personajes logran romper con los límites impuestos por la sociedad que les impide seguir por el camino que desean, en donde a don Quijote se le pone la etiqueta de loco porque busca ejercer una profesión que ya no existe, mientras que a Marcela la juzgan como cruel por rechazar todos los hombres. Su ambición de escapar ese destino (el matrimonio) es lo que la lleva a refugiarse en el género pastoril para poder escapar los límites de la sociedad y encontrar libertad, elementos que puede encontrar dentro del género. Sin embargo el hecho de que viene de familia rica le impone límites que le previene pertenecer completamente al género. Es por eso que nunca podría 38 lograr pertenecer por completo al mundo pastoril aunque logre abandonar todo lo material de su vida y busca el refugio en el campo. Al igual que Marcela, Grisóstomo también nace dentro de una familia rica, lo que significa que nace fuera de ese mundo pastoril y como tal no tiene todos los elementos para poder convertirse en un pastor verdadero. Por lo tanto se puede ver cómo ambos personajes son pastores falsos por usar el género para cumplir objetivos personales. Sin embargo Grisóstomo logra una asimilación parcial al mundo pastoril al incorporar la poesía, uno de los elementos del género. Como ninguno de los dos personajes logra entrar completamente al mundo pastoril, sus vidas se pueden comparar a la de Don Quijote en el hecho de que toman un papel de un personaje rodeado de un mundo que no les pertenece como es el de caballero andante. Igualmente se ve este fenómeno con Marcela y Grisóstomo, en donde ambos toman un papel de personaje pastoril pero nunca entran por completo al género, por el hecho de que Marcela sólo vive huyendo de los hombres, mientras que Grisóstomo se rodea de otros actores que también hacen el papel de pastores. Esto se evidencia con Ambrosio, su mejor amigo y con los otros estudiantes que también se visten de pastores, así creando una escena teatral en donde se elaboran personajes del mundo pastoril. Escena en la cual según el crítico Robert Ter Horst he [Grisóstomo] reverts to the classicizing role in life and in art, for he and his friend Ambrosio assume the dress of shepherds, while Grisóstomo adopts the golden-mouthed diction of Virgil’s Bucolics. This then is a reconversion, an ambiguous artistic apostasy, the most important feature of which is play-acting, role-playing, theatricality. (117) 39 Con esto el crítico indica cómo fue que estos dos personajes crean unos personajes ficticios del mundo pastoril, cambian sus vidas por el arte e incorporan la vida bucólica para poder seguir y tratar de conquistar a una mujer. Después de que el cabrero describe todo lo que pertenece a esta historia de desamor, el enfoque se pasa al entierro; en donde se crea un gran espectáculo en la narración al indicarse el recorrido que los personajes tuvieron que hacer para llegar hasta la tumba del difunto. Entre los personajes que hicieron el recorrido se encuentran Ambrosio, el mejor amigo del difunto, unos estudiantes vestidos de pastores, Sancho Panza, don Quijote y unos cabreros, quienes presencian como aparece Marcela e interrumpe el entierro para hacer su discurso de autodefensa. Este entierro ha creado un gran debate, y existen unos críticos que ven la muerte de Grisóstomo como una muerte natural y tal vez de nostalgia. Sin embargo Américo Castro fue uno de los primeros críticos quien conduce un análisis más profundo de “La canción desesperada” del estudiante-poeta Grisóstomo y propone que su muerte fue un suicidio por no aguantar más el rechazo de Marcela. Mientras que Juan Bautista Avalle-Arce indica que “Las pruebas, tales cuales las presenta Cervantes, son tan fuertes en un sentido como en otro: allí se nos dan todos los elementos de juicio para dictaminar que Grisóstomo murió suicida o de muerte natural” (La novela pastoril española 251). Por lo tanto no se puede llegar a una conclusión concreta de la causa de su muerte, pero lo que es seguro es qué murió por el rechazo de Marcela. En lo que constituye a la muerte y sus ceremonias, existen varias semejanzas entre las ceremonias del entierro de Grisóstomo a esas ceremonias en memoria del poeta Meliso en la novela pastoril La Galatea del mismo autor, Cervantes. Esas semejanzas fueron observadas por Herman Iventosch en su ensayo “Cervantes and Courtly Love” en donde expresa su asombro con las 40 similitudes que existen entre los dos ritos de muerte bucólicas de las dos novelas. Se puede ver cómo desde el principio ambos poetas son alagados con descripciones de su personalidad, como en el caso de Meliso cuando Telesio indica en tanto que en nuestras riberas hubiere pastores y en nuestras almas no faltare el conocimiento de lo que se debe a la bondad y valor de Meliso…en tanto que la vida me durare, no dejaré de acordaros a su tiempo la obligación en que os tiene puestos la habilidad, cortesía y virtud del sin par Meliso. (306) Mientras que en don Quijote, Ambrosio refiriéndose a su amigo Grisóstomo en su entierro indica Ése es el cuerpo de Grisóstomo, que fue único en el ingenio, solo en la cortesía, extremo en la gentileza, fénix en la amistad, magnífico sin tasa, grave sin presunción, alegre sin bajeza, y, finalmente, primero en todo lo que es ser bueno, y sin segundo en todo lo que fue ser desdichado. (Cervantes Saavedra, Don Quijote179; I ch. 13) Esto expone como ambos personajes eran queridos por sus virtudes como personas, lo que refleja un elemento de la vida pastoril. La popularidad de los dos difuntos se manifiesta en la asistencia de cada una de sus respectivas sepulturas, lo cual en el caso de Meliso se indica que asistieron varios pastores y pastoras, expresando el gran cariño que la gente siente por él. Igualmente en el entierro de Grisóstomo se puede ver el impacto que este tuvo entre pastores, cabreros y estudiantes por igual, se describe como estos personajes hicieron un gran recorrido para llegar al sitio en donde el difunto deseo ser sepultado. Se describe como en ambos casos los asistentes llevaban vestimenta para representar el luto que le aguardaban a cada difunto; en el caso de 41 las ceremonias de Meliso en La Galatea, se nos describe cómo los asistentes “Salieron, pues, todos juntos de la aldea, fuera de la cual hallaron a Telesio con otros muchos pastores que le acompañaban, todos vestidos y adornados de manera que bien mostraban que para triste y lamentable negocio habían sido juntados” (311), haciendo referencia a una vestimenta negra. Mientras que en el caso del entierro de Grisóstomo se describe como “Y no hubieron andado un cuarto de legua, cuando, al cruzar de una senda, vieron venir hacia ellos hasta seis pastores, vestidos con pellicos negros y coronadas las cabezas con guirnaldas de ciprés y de amarga adelfa. Traía cada uno un grueso bastón de acebo en la mano” (177; I ch. 13). Nuevamente aparece lo negro. Aquí la vestimenta es muy importante para representar el luto que se le tiene al difunto, tal como no los indica Bruno M. Damiani: La descripción del ropaje… anticipan el de dramatismo fúnebre… dejándose aquí constancia de que lo de vestirse de negro es señal de luto era costumbre bien arraigada durante el siglo XVI: lo cual, según el testimonio de Baudry, abad de Bourguil, se remontaba al siglo XII, cuando las gentes de la Península Ibérica se distinguían por la peculiar novedad de enlutarse con ropa negra por sus parientes fenecidos. (39) Es aquí la importancia del vestuario para asistir a la ceremonia fúnebre y demostrar el luto que se tiene por el difunto. Igualmente llegando a la tumba se describe como todos los que asistieron a la sepultura se pararon alrededor del cuerpo “Y así los que esto miraban, como los que abrían la sepultura, y todos los demás que allí había, guardaban un maravilloso silencio” (178; I ch. 13), demostrando el respecto que sentían por él. 42 No obstante esto también demuestra que no todos los asistentes a este entierro estaban ahí por el mismo motivo. Había unos que estaban ahí con sentimientos de tristeza como su mejor amigo Ambrosio, luego se encontraban otros en plan de mostrar su respecto por el hecho de que se podían relacionar con la situación de Grisóstomo al de querer a la misma mujer, quienes en este caso eran los estudiantes que andaban vestidos de pastores, y finalmente habían esos que solo estaban ahí por curiosidad como era el caso de Don Quijote y los cabreros. Esto demuestra que ninguno de los presentes cabe dentro del género pastoril y aunque los cabreros pertenezcan a la vida bucólica no entran al género pastoril por los rasgos vulgares de su vocabulario. Lo cual se evidencia cuando el cabrero Pedro se encuentra narrando la historia de Grisóstomo y Marcela y las múltiples interrupciones que Don Quijote tiene que hacer para corregir su vocabulario. Este concepto de haber muchas personas en un mismo lugar pero con motivos diferentes se puede relacionar a la teoría de “estética de recepción” en donde su mayor exponente, Robert Jauss nos indica como la misma experiencia de la persona influye en la interpretación de esta en la literatura y como “las obras de arte únicamente existen dentro del marco configurado por su recepción, es decir, por las interpretaciones que de ellas se han hecho a lo largo de la historia” (9). Con estas palabras el crítico nos indica que no solamente las experiencias durante la vida del sujeto afectan su recepción de una obra en las personas, sino que también el periodo en el que viven y lo que está pasando en el mundo en ese momento afectara esa interpretación. Por consiguiente podemos hacer la próxima conexión entre el entierro de Grisóstomo y la teoría de Jauss, como anteriormente indicado, los presente en el entierro tienen diferentes motivos para estar presente. Eso se debe al hecho de que cada uno de los presentes tuvo diferente relación con el difunto, mientras unos los conocían íntimamente, como Ambrosio, otros lo 43 conocían superficialmente como era el caso de los otros pastores estudiantes, y finalmente otros sólo conocieron su fama y su legado como los cabreros y don Quijote. Como tal cada uno tiene su motivo para estar ahí y cada uno tuvo una diferente reacción a su muerte. Por lo tanto se justifica la falta de tristeza por parte de Marcela, quien no muestra ese sentimiento porque ella no lo conocía personalmente y por lo tanto sería inverosímil que ella llegara con luto. Tal como también sería inverosímil que don Quijote y los cabreros llegaran de luto a un entierro en donde no conocía a la persona y sólo asistieran por curiosidad. Es por eso que este entierro no se puede ver como puro al género, como apunta Díez Fernández que indica que El ambiente pastoril de la historia de Grisóstomo y Marcela no parece <<puro>>, pues se mezclan los cabreros y los pastores disfrazados de pastores por la decisión de Marcela de ser pastora. Creer que todos quedan cobijados bajo el manto de los pastoril supone romper ese principio de diferenciación cervantina que quiebra sutilmente la poética pastoril. (135) Es por eso que aquí, ya con el entierro, aunque traten de imitar un entierro como se llevaría dentro de género pastoril, se salen un poco del género y se crea una situación híbrida de lo pastoril y de la realidad, en donde se convierte en una escena teatral. Esto se debe al hecho de que actúan un entierro que no es puramente pastoril en donde hay personajes de otros géneros como son los cabreros, Don Quijote y los mismos estudiantes, que sus disfraces de pastores crea más esa escena teatral. Se puede ver como el vestuario de los estudiantes sirven para tratar de crear ese ambiente de lo pastoril pero por el hecho de que nadie de los asistentes son pastores verdaderos, no se conducen ningún rito ceremonial de un entierro pastoril 44 como se pueden ver en otras ceremonias fúnebre pastoriles. Como en el caso de las ceremonias que se conducen para conmemorar la muerte de Meliso en La Galatea. En las escenas ceremoniales a Meliso se puede ver como usando ramas Hicieron dellas una funesta guirnalda con que coronaron sus blancas y veneradas sienes, guiados de Telesio, llegaron a la sepultura, donde lo primero que Telesio hizo fue inclinar las rodillas y besar la dura piedra del sepulcro. Hicieron todos lo mesmo, y algunos hubo que, tiernos con la memoria de Meliso, dejaban regado con lágrimas el blanco mármol que besaban. Hecho esto, mandó Telesio encender el sacro fuego, y en un momento, alrededor de la sepultura, se hicieron muchas, aunque pequeñas, hogueras, en las cuales solas ramas de ciprés se quemaban; y el venerable Telesio, con graves y sosegados pasos, comenzó a rodear la pira y a echar en todos los ardientes fuegos alguna cantidad de sacro y oloroso incienso, diciendo cada vez que lo esparcía alguna breve y devota oración, a rogar por el alma de Meliso encaminada, al fin de la cual levantaba la tremante voz, y todos los circunstantes, con triste y piadoso acento. (315) Aquí se muestran todos los rituales que se actúan en una celebración fúnebre en el género pastoril en el que todos los presentan participan, mientras que en el caso de las ceremonias de Grisóstomo no se ve ningún ritual religioso. Esto se debe al hecho de que solo fue un entierro simple por ser conducido por personas que no tienen el conocimiento para conducir una ceremonia de entierro. La razón que el entierro no fue conducido por un religioso fue porque los “abades” (los cristianos del pueblo) se reúsan a cumplir con los deseos de Grisóstomo que dejo en su testamento porque cosas escritas ahí no son de “gentiles” (162; I ch. 12). Es por 45 eso que no se le da un entierro cristiano, ni tampoco un entierro pastoril, porque los que están presentes, aunque hayan estudiado dicho género en la literatura, no logran recrear un entierro pastoril como se ve en La Galatea. Lo cual lleva a la conclusión que no entienden completamente el género aunque lo hayan estudiado o quizás están improvisando como lo hizo Sansón Carrasco durante su presentación como el Caballero del Bosque. Así se reafirma el hecho de que Grisóstomo sea un pastor falso, quien aunque logra asimilar elementos del mundo pastoril después de convertirse en pastor, nunca logra integrarse completamente al género. Esto pone en evidencia que Grisóstomo estaba rodeado de pastores falsos y por lo tanto nunca podría lograr una asimilación completa al género porque el ambiente no se lo permite. Es aquí en donde se evidencia lo teatral, en donde con el mismo entierro los actores tratan de recrear un fúnebre pastoril; la vestimenta sirve para crear una representación más cerca al género pero la falta de conocimiento del género no les permite continuar con la acción por no saber qué hacer cuando el cuerpo está a punto de ser enterrado. Sin embargo uno de los elementos pastoriles que Grisóstomo logra incorporar y dominar por el hecho de haberlo estudiado, es el de la poesía. En donde la desdicha de amar a una mujer que no le corresponde sirve de inspiración. Con la descripción de la vida y muerte de Grisóstomo se puede ver como este personaje siempre está rodeado de la literatura. Lo cual se ve primero durante su vida por ser estudiante y como tal estudió los poetas del canon de ese tiempo como es el caso de Homero y Virgilio. Aunque no se diga explícitamente cuales fueron los poetas que estudió, los nombres se pueden deducir con análisis de otro estudiante que aparece en la segunda parte de la novela, don Lorenzo, hijo del Caballero del Verde Gabán, quien indica como su hijo 46 Todo el día se la pasa si dijo bien o mal Homero en tal verso de la Iliada; si Marcial anduvo deshonesto, o no, en tal epigrama; si se han de entender de una o otra tales y tales versos de Virgilio. En fin, todas sus conversaciones son con los libros de los referidos poetas, y con los de Horacio, Persio, Juvenal y Tibulo; que de los modernos romancistas (el que escribe y habla en lengua romance) no hace mucha cuenta… (154; II ch. 16) Por lo tanto se puede ver cómo los estudiantes de esta época estudiaban intensamente la literatura y tenían gran conocimiento de los poetas y literarios del canon, lo que le ayuda a Grisóstomo a escribir sus poemas porque este ya tenía conocimiento de la estructura que la poesía debía de tener. Ya después de muerto la literatura también se hace parte de Grisóstomo por el hecho de que durante su entierro se indica como “alrededor dél tenía en las mesmas andas algunos libros y muchos papeles, abiertos y cerrados” (178; I ch. 13). Cosa que se hizo por deseo del difunto quien indica su testamento como debe ser enterrado. Dicho testamento también indica el lugar en donde desea ser enterrado, algo que sus amigos también desean cumplir, esto se evidencia cuando uno de los estudiantes indica: “Mirá bien, Ambrosio, si es este el lugar que Grisóstomo dijo, ya que queréis que tan puntualmente se cumpla lo que dejo mandado en su testamento” (178; I ch. 13). Mas no todo lo que deja escrito en su testamento se cumple como fue pedido ya que Grisóstomo deseaba que todos los poemas que le compuso a Marcela fueran entregados al fuego, algo contradictorio por el hecho de que él deseaba que la fama de Marcela se eternizara para que todos supieran de su crueldad. Esto influye a Ambrosio a dejar que Vivaldo tome unos papeles y los salvara del fuego, porque no hay mejor manera de eternizar a una persona que por parte de la literatura ya que esta dura para siempre. 47 Los papeles que logra salvar Vivaldo, son los del poema “La Canción de Grisóstomo”, en donde el poeta-estudiante escribe sus últimos sentimientos sobre Marcela y en donde pone fin a su vida poética. Se puede ver como al principio la voz poética alude a que va a dejar que el mismo infierno hable a través de él para poder escribir precisamente sus sentimientos por ella. Comienza usando imágenes y sonidos de animales para comparar su tristeza y con el transcurso del poema se encuentran los celos que este sentía, pero no eran celos de que ella estaba con otro, sino que eran celos de que no la tenía. El poema termina con el mensaje de que ya no puede vivir así y mejor prefiere morir, que su muerte es como un triunfo para Marcela ya que según él, ella lo celebrará. Cuando Vivaldo termina de leer el poema, se puede ver la intercalación de otro género, que en este caso es el de la crítica literaria, que se ve cuando Vivaldo le pregunta a Ambrosio del hecho de que en el poema Grisóstomo se quejaba de celos, sospechas y de ausencia, porque esto no concordaba con lo que había escuchado sobre la historia de los dos personajes. Ambrosio como alguien que había estado con el autor, Grisóstomo, durante todos los momentos hasta su muerte indica: cuando este desdichado escribió esta canción estaba ausente de Marcela, de quien él se había ausentado por su voluntad, por ver si usaba con él la ausencia de sus ordinarios fueros; y como al enamorado ausente no hay cosa que no le fatigue ni temor que no le dé alcance, así le fatigaban a Grisóstomo los celos imaginados y las sospechas temidas como si fueran verdaderas. (184; I ch. 14) Por lo tanto aquí se da una razón para defender la credibilidad de lo que está escrito ya que el autor no lo puede hacer. 48 En la mitad del entierro de Grisóstomo aparece Marcela, aunque no lo hace para rendir luto, sino que toma esta oportunidad, ya que todos esos quienes la siguen están presentes en un mismo lugar, para poder dar su discurso en donde defiende su derecho de ser libre sin tenerle que corresponder a nadie solamente porque se le quiere. Este discurso es considerado como una auto-defensa de la pastora y por lo tanto no cabe en el género pastoril por el hecho de que “sirve para romper con la tradicional cadena de amores pastoriles” (Díez Fernández 135). Lo cual significa que ella solo quiere libertad, aunque nunca la obtendrá porque siempre será perseguida por pretendientes. Al igual que nunca la tendrá porque ha encontrado una fama permanente con “la Canción de Grisóstomo,” por lo tanto siempre será reconocida como una persona cruel y nunca encontrará la paz y serenidad de la cual gozan los pastores. La etiqueta de cruel se debe a su ideología, la cual es similar a la de Gelasia de la novela La Galatea, en donde ambas mujeres son percibidas así por el hecho de que ellas sólo buscan la libertad y se niegan perderla por causa de un hombre. Marcela tiene que constantemente defender su libertad y en su discurso indica como Dios fue el que le dio su belleza y como tal es un don de él, por lo tanto ella no tiene obligación de amar a alguien solo por ser amada. Aunque esto demuestre su personalidad fuerte, también expone como no cabe dentro del género pastoril, al vivir en una realidad en donde su belleza se ha convertido en su maldición y como tal siempre será perseguida. La historia de Marcela y Grisóstomo se convierte en una historia única dentro de la novela, por el hecho de que los dos personajes principales aparecen muy poco pero se sabe mucho sobre sus vidas por la fama que su historia ha obtenido. Esta historia es muy comúnmente categorizada dentro del género pastoril porque logra incorporar elementos de este género. Uno de esos elementos es la poesía de Grisóstomo, quien por ser estudiante y haber la estudiado tiene 49 conocimiento sobre este género, lo que le permite poder escribir poemas exponiendo sus sentimientos hacia Marcela. Aunque la mayoría de sus poemas se hayan perdido en el fuego, como él lo pidió que se hiciera, uno se logra salvar, “La Canción de Grisóstomo” el cual expone la estructura de sus poemas y sus últimos sentimientos antes de morir. Sin embargo ambos personajes contienen varios límites que no los dejan entrar por completo al género, como el hecho de haber nacido en un ambiente fuera del género pastoril, por lo tanto no tienen esa experiencia de vivir una vida simple en el campo. Al igual que la razones del por qué decidieron convertirse en pastores se convierte en otro obstáculo, por una parte Marcela lo hace para escapar el acoso de sus pretendientes mientras que Grisóstomo al ser uno de esos pretendientes lo hace para seguirla y estar cerca de ella. Es por eso que estos personajes se convierten en unos pastores falsos y como tal, en vez de vivir dentro del género pastoril, viven dentro del género teatral por el hecho de actuar como pastores. Aun con lograr incorporar elementos del género en su vida, ninguno de los dos personajes logran dominarlo porque nunca logran entrar por completo a ese mundo, al igual que la fama obtenida por el poema de Grisóstomo, nunca dejara vivir en paz a Marcela. Por lo tanto los dos son pastores falsos, en donde el género pastoril sólo sirve de cobija para dar una estructura a la historia ya que ambos viven una realidad que no les permite entrar al género. CAPÍTULO 5: RUY PÉREZ, DE SOLDADO A CAUTIVO La historia de Ruy Pérez consiste en una narración en donde no hay interacción con otros personajes dentro de la novela para crear el drama, demostrando que su historia ya está completa al llegar a la venta. La narración revela cómo se convierte en soldado, luego en cautivo hasta que finalmente logra escapar de los baños de Argel junto a Zoraida, una católica conversa hija de un moro rico, y otros cautivos. Por la forma en que la narración se desarrolla, la historia pertenece a dos géneros principales, una autobiografía de un soldado y después dentro de la novela bizantina. La autobiografía de un soldado del siglo XVI se caracteriza por su enfoque en describir los sufrimientos generales de los soldados, dejando aparte los sufrimientos propios, caracterizando al género como una denuncia colectiva en la cual exponían los sufrimientos físicos y sicológicos que sufrían la mayoría de soldados durante la guerra y el cautiverio. Eso es lo que Ruy Pérez logra demostrar en su narración, se preocupa en dar datos de la guerra y luego de ser capturado, se ocupa de exponer los sufrimientos y castigos que sufrían muchos de los cautivos sin ocuparse de exponer sus propios sentimientos así exponiendo su dominio sobre el género. Después de que es llevado a los baños de Argel, como cautivo de los turcos, empieza a ver una transición de género gradual porque deja de vivir una vida de soldado al no dar ningún dato histórico sobre la guerra ni hablar sobre lo que está pasando con los otros cautivos y comienza a enfocarse en sí mismo. Es por eso que la segunda parte de su narración comienza a entrar al género de la novela bizantina, con la novela morisca como subgénero, por el lugar en donde toma la acción (el norte de África) y el recorrido que tienen que pasar por el mediterráneo para obtener su libertad. Como consecuencia de su dominio sobre la autobiografía de soldado, no logra 51 dominar este segundo género por el hecho de no haberse desarrollado como sujeto durante la primera parte de su narración, ni haber creado una identidad propia. Este elemento hace difícil que Ruy Pérez domine el género por no tener la habilidad de mostrarse como el héroe él mismo ni proyectar sus sentimientos, por lo tanto aquí es en donde Cervantes domina el género y le da el rumbo al drama para poder mantenerla dentro del género. Ruy Pérez comienza su narración indicando cómo se convirtió en soldado para servirle al rey, en donde usa muy pocas palabras para describir su vida como soldado y su ascendencia hacia capitán de la infantería, a lo que solo indica que subió por su buena suerte, más que sus merecimientos (Cervantes Saavedra, Don Quijote 477; I ch. 39). Esa falta de descripción de su vida personal evidencia la falta de emoción interna que el soldado expone, lo cual es un rasgo de las autobiografías de los soldados escritas durante el siglo XVI y XVII en donde los “escritores no presentan un autorretrato explícito de su interioridad, ni ponen atención en el desarrollo de su propio psicología… la preocupación literaria de estos autores consiste solo en narrar los eventos del mundo exterior” (Dabaco 46). Esta cita evidencia cómo el autor solo se preocupa de contar cosas que pasan a su alrededor pero nunca demuestra un desarrollo sentimental. Tal fue el caso con la autobiografía de Alonso de Contreras, quien escribe la gran parte durante 1630 y luego añade dos partes breves en 1633 y la segunda en 1641. Su obra, Vida del Capitán Alonso de Contreras, indica cómo escapa de su casa a la edad de catorce años para ir a Nápoles, después vive en un constante cruce del Mediterráneo, primero como marinero y luego como capitán de uno de los barcos de la orden de Malta. Luego regresa a España en donde sirve a la armada española pero se va a Moncayo por su disgusto con Felipe III, de donde fue exiliado por las autoridades que lo acusaron de ser el rey de los moriscos, hasta que logra regresar y demostrar 52 su inocencia. Finalmente una serie de aventuras lo llevan a Portugal, Flandes, Nápoles, Puerto Rico de nuevo al norte de África y a España, en donde vive una vida llena de victorias y derrotas, traición, amor y aventuras de todo tipo (Levisi 103). Aunque la historia de Contreras es fascinante, durante toda la narración el autor no nos dice nada sobre sí mismo o su mundo interior (104). Esto se debe al hecho de que los soldados están más preocupados por describir lo que está pasando durante la guerra. Los autores también muestran una preocupación por dar fechas y eventos históricos, dándole más credibilidad a su escritura y al mismo tiempo presenta una cronología sobre los eventos históricos sucedidos. Ruy Pérez representa su narración similar a la de Contreras, en donde solamente señala brevemente los eventos que pasa durante su vida como soldado, preocupándose más por dar detalles sobre lo que estaba pasando a su alrededor. Durante su narración, Pérez cuenta cómo al salir de su casa fue a Génova y luego a Milán en donde se hizo soldado, después decidió seguir al duque de Alba quien pasaba por Flandes. Con las muertes de los condes de Eguemón y de Hornos fue un alférez de un capitán de Guadalajara llamado Diego de Urbina y al poco tiempo que llega a Flandes, “se tuvo nuevas de la liga que la Santidad del Papa Pio Quinto,… había hecho con Venecia y con España, contra el enemigo común, que es el Turco; el cual, en aquel mesmo tiempo, había ganado con su armada la famosa isla de Chipre, que estaba debajo del dominio del veneciano” (476; I ch. 39). Esta cita demuestra su preocupación por presentar eventos que cambiarán el rumbo de la historia que indican lo que está pasando con él, apuntando a una narración colectiva. Su bibliografía indica cómo vive en constante movimiento, nunca hay consistencias en su vida y por lo tanto no hay un sentido de familia porque nunca existe estabilidad en su vida, al igual que Contreras. Durante su narración, él sólo menciona lugares y nombres de personajes militares, los cuales 53 son lapsos de su vida que duraron varios meses pero él sólo indica que va de un lugar a otro y la razón por qué lo hace, lo que muestra su falta de preocupación por describir las experiencias que pasa en esos lugares. Además no indica si logra hacer amistades o si extraña a su familia. Al final de su narración menciona que pasaron veintidós años que salió de su casa y durante todo ese tiempo sólo escribió unas pocas cartas, señalando su falta de motivación de dar a saber a su familia sobre lo que él estaba pasando. Su preocupación está en mencionar eventos históricos, lo cual se evidencia cuando menciona cómo el Papa Pío Quinto había logrado formar una alianza entre Venecia y España, contra los turcos, evento que afecta el rumbo de la historia. Por lo tanto, se puede ver cómo el narrador está más preocupado por exponer detalles sobre eventos que afectan a todo un país y no cae en la tentación de narrar sobre aventuras que lo coloquen a él como el héroe, demostrando su dominio sobre el género. Su narración también incluye su vida como cautivo, en la cual describe su captura y cómo pasa de amo en amo hasta finalmente llegar a uno de los baños de Argel. Es en este momento que comienza a dar más detalles sobre fechas y lo que estaba pasando a su alrededor, diferenciándose de su descripción al principio en donde su descripción es breve y solo nombra los lugares en donde se encuentra pero no daba fechas. Al comenzar su cautiverio, Ruy Pérez menciona cómo el Gran Turco Selim fue hecho general de la mar, porque aunque los turcos habían perdido la batalla contra los cristianos, él hizo su trabajo y deber. Luego indica: “Halléme el segundo año, que fue el de setenta y dos, en Navarino, bogando en la capitana de los tres fanales” (478; I ch. 39) es cuando comienza a dar fechas y descripciones más profundas de lo que hacía durante su estancia en esos lugares. También su descripción expone lo aterrador que eran las vidas de los cautivos durante este periodo, los cuales eran constantemente torturados, mientras que el 54 obtener la libertad era muy difícil. Una de las formas que el cautivo podía obtener su libertad era convirtiéndose al Islam y renunciar al cristianismo (Garcés 165). Otra forma era el escapar, algo que era muy peligroso por las diferentes tribus que cazaban a fugitivos para obtener una recompensa, mientras que los animales salvajes aumentaban ese peligro aún más (Garcés 40). Finalmente, un cautivo podía obtener su libertad a través de que pagaran por su libertad, de este modo unos fueron liberados porque la familia tenía los fondos para pagar mientras que en otros casos, como el de Cervantes, sacerdotes trinitarios redentoristas pagaban para rescatarlos (Terán y Romero 26). Esta última opción era solamente al azar y la mayoría de los cautivos no corrían con la suerte de ser rescatados, por lo tanto la mayoría solo tenían la opción de intentar escapar o convertirse al Islam. Cervantes tiene mucho conocimiento sobre el cautiverio por el hecho de que él mismo fue un cautivo, convirtiendo la narración de Pérez en algo muy propio para el autor. Muchos críticos ya han notado cómo el autor logra plasmar su huella dentro de la misma narración. Luis Andrés Murillo indica que Cervantes proyecta lo que pudo haber sido su destino como un cautivo de Lepanto llevado en cadenas a Constantinopla en la figura de Ruy Pérez (163). En su narración, Ruy Pérez hace referencia sobre Cervantes cuando indica Solo libró bien con él un soldado español llamado tal de Saavedra, el cual, con haber hecho cosas que quedarán en la memoria de aquellas gentes por muchos años, y todas por alcanzar libertad, jamás le dio palo, ni se lo mandó dar, ni le dijo mala palabra; y por la menor cosa de muchos que hizo temíamos todos que había de ser empalado, y así lo temió él más de una vez. (486; I ch. 40) Esta cita habla de un Cervantes que no sufrió ningún castigo durante su cautiverio, sin embargo Michael McGaha indica que Cervantes intenta escaparse de Argel en 55 cuatro ocasiones. Durante una de esas ocasiones busca a un moro para que le ayudara a huir y los llevara a Orán a él y a algunos cristianos, dicho moro los deja en el camino, lo que los obliga a regresar a Argel, en donde Cervantes fue castigado, al igual que causa que de ahí en adelante estuviera con más cadenas, más guardia y encerramiento (541). Ruy Pérez hace un gran esfuerzo para indicar el resentimiento que los cautivos tenían en contra de sus amos por los maltratos y torturas que estos le proporcionaban. Ese resentimiento se evidencia cuando el narrador indica: Era tan cruel el hijo de Barbarroja, y trataba tan mal a sus cautivos, que, así como los que venían al remo vieron que la galera Loba les iba entrando y que los alcanzaba, soltaron todos a un tiempo los remos, y asieron de su capitán, que estaba sobre el estanterol gritando que bogasen aprisa, y pasándole de banco en banco, de popa a proa, le dieron bocados, que a poco más que pasó del árbol ya había pasado su ánima al infierno: tal era, cómo he dicho, la crueldad con que los trataba y el odio que ellos le tenían. (479; I ch. 39) Aquí se puede ver un gran sentido de odio de los cautivos contra sus amos al no importarles arriesgar sus vidas para tratar de obtener su libertad, al igual que muestra la crueldad de los turcos. Ya prisionero en los baños de Argel, Ruy Pérez indica que hay diferentes clases de cautivos. Están los cautivos de almacén o cautivos de consejos, los cuales sirven a la ciudad en obras públicas entre otras cosas y estos cautivos tienen muy difícil la oportunidad de obtener su libertad. Luego están los cautivos del rey y también los cautivos de algunos particulares, que prefieren mantenerlos en estos baños para que estén seguros y no escapen. Estos dos últimos tipos de cautivos pueden ser rescatados y como tal no salen a 56 trabajar con la demás “chusma,” pero cuando se tardan en rescatarlos entonces los mandan a trabajar para que urjan a sus rescatistas que paguen más pronto, trabajos que incluyen el ir a juntar leña con los demás. Según el narrador, una de las cosas que lo fatigaban eran el hambre y la desnudez constante que pasaban, pero lo que más les fatigaba era ver y escuchar testimonios de los castigos que otros cautivos sufrían a manos de sus amos. Cosas que incluían, la horca de unos, empalabas a otros, y desorejar a otros entre otras cosas. Esos castigos se producían por cualquier cosa que hicieran los cautivos, sin importar que tan pequeña fueran, nuevamente demostrando la crueldad de los turcos (486; I ch. 40). Para el narrador era importante incluir esos detalles aunque no le hubiera sucedido a él mismo, siente que es su deber exponer eso al mundo exterior para que el resto del país se percatara de los sufrimientos que los cautivos pasaban, lo cual era uno de los rasgos del género. El enfoque del narrador está en dar información y detalles sobre los sufrimientos de los cautivos, lo que causa que nunca se enfoque en sus victorias de soldado. Esto demuestra su dominio del género, por resistir el deseo de exagerar la narración para mostrarse él como el héroe. Aunque por consecuencia de mantenerse dentro de los parámetros del género, nunca se ve un desarrollo en el sujeto, cómo un narrador de primera persona lo hubiera hecho dentro de otro género literario, mientras que al mismo tiempo pierde la oportunidad de exponer su identidad. Esa falta de desarrollo causa que este género se diferencie de cualquier otro género autobiográfico, porque los géneros íntimos, que incluyen a la autobiografía y las memorias, constituyen un gran aporte cuando se trata de observar ese desarrollo del sujeto (Porrúa 9), así demostrando esa diferencia entre las autobiografías de soldados y las demás, ya que esta se caracterizan por esa falta individualismo y se enfoca más en mostrar una narración colectiva. Por lo tanto el 57 sujeto nunca logra desarrollar una identidad, sino que sólo sirve de testigo, esto causa esa contradicción, porque las autobiografías son uno de los géneros que más aportan a la formación del sujeto por el hecho de mostrar a un individuo que se enfoca en sí mismo. Después de mantener su enfoque en denunciar los sufrimientos de los cautivos, Ruy Pérez comienza a hacer un cambio gradual de una narración colectiva a una individual en donde lo narrado pertenece a su mundo interior y comienza a dejar de describir lo que los demás cautivos sufren. Ese individualismo se empieza a ver cuando comienza a dar detalles sobre cómo logra escapar. Este indica cómo Zoraida, la hija de su amo, busca su ayuda para escapar de su casa, ya que ella era cristiana conversa en tierras de moros y buscaba escapar a tierra de cristianos. Esto convierte su caso en uno particular por el hecho de que esa no era una de las opciones anteriormente mencionadas que los cautivos tenían de obtener su libertad, causando que esta acción no parezca verosímil, ya que las probabilidades de que eso pasara eran muy escasas. Sin embargo, en este caso la verosimilitud no es la prioridad del narrador, ya que en este punto, aunque comienza a dar indicios de que comienza a salir a salir del género, todavía se encuentra narrando dentro del género de la autobiografía de soldado, convirtiéndose en un historiador al estar narrando eventos históricos. Cuando se refiere a la verosimilitud dentro de la narración, hay diferencia entre un poeta y un historiador, las cuales se apuntan en el episodio de Sansón Carrasco de esta tesis cuando Alonso López Pinciano señala que, El blanco adonde tiran las saetas es muy pequeño, y lo que no es blanco es tan grande como todo el mundo; así la verdad está en un punto y la mentira en todo lo que no es esté punto de verdad… que el historiador va atado a la 58 sola verdad, y el poeta, cómo antes se dijo, puede ir por acá y por acullá universal y libremente… (153) Esta cita demuestra cómo el cautivo no tiene que preocuparse de mantener su narración dentro de los parámetros de la verosimilitud, sino que su enfoque está en contar las cosas tales cómo pasaron, quitándole la libertad de cambiar eventos para mantener su narración verosímil. No obstante, esa transición a una narración más individualista los comienza a alejar del genero gradualmente, ya que no se ve una narración colectiva constante, sino que ahora comienza a mezclar eventos que solo le afectan a él hasta que finalmente todo el enfoque pasa a él, olvidándose de describir lo que sucedía a su alrededor. Por lo tanto su narración se aleja de la autobiografía de un soldado y comienza entrar al género de la novela bizantina. Existen varios elementos que la colocan dentro de este género, uno de ellos es el lugar en que se encuentran. El estar situados en el norte de África crea una situación en donde tienen que cruzar el mediterráneo para poder llegar a tierras cristianas, lo que permite una odisea por mar en donde existen obstáculos que tienen que sobre pasar para poder llegar a España. Por consiguiente, el lugar, tal como indica López García, cabe dentro del género por ser considerado por varios autores como un lugar exótico, en donde el oriente y el Norte de África se convierten en una constante dentro de la literatura española. Este critico también indica que, varios siglos de permanencia de la religión islámica, la conquista y posesión más o menos agitada, más o menos permanente de diversas ciudades en el sur del litoral mediterráneo, la piratería berberisca que asolaba las riberas españolas, la cercanía de las costas africanas y la relación continua entre uno y otro lado del Estrecho lo han hecho posible. (17) 59 Estos elementos convierten estas tierras en lugares exóticos en donde se crea un panorama de acción al momento de tener que escapar del cautiverio. Sin embargo la acción no se puede considerar totalmente del género de la novela bizantina, ya que el género indica que la pareja que está predestinada a estar junta no pertenece al mundo donde se encuentran. Por lo tanto tiene que hacer un viaje para poder llegar a ese mundo que les pertenece, en donde el amor correspondido es el que guía el rumbo de la pareja enamorada para poder superar los obstáculos (Pavel 48), mientras que la narración revela que el cautivo y Zoraida no son enamorados, sino que ellos buscan la libertad. Por una parte, el cautivo buscaba su libertad del cautiverio mientras que Zoraida buscaba ejercer su amor a Lela Marién, (la Virgen María) algo que no podía hacer mientras permanecía en tierras de moros. Cómo consecuencia, sus motivos para escapar no caben dentro de los parámetros del género, y es por eso que aquí entran elementos del género de la novela morisca, por contener esa colaboración idealizada de personajes de distintas religiones. Esto se evidencia con Zoraida, quien es una mora ayudando a Ruy Pérez, un cristiano, para ambos obtener su libertad, al igual que existe esa colaboración entre Ruy Pérez y un renegado de Murcia, quien traduce las cartas que Zoraida-María le había escrito a Pérez, lo cual fue uno de los primeros obstáculos que Pérez y Zoraida tuvieron que sobrepasar, la barrera del lenguaje. Con ese elemento de la novela morisca y con los de la novela bizantina anteriormente mencionados se comienza a ver una narración híbrida, en donde al principio parece que la novela morisca va a ser el género dominante por el hecho de contener drama similar a la obra, Historia del Abencerraje y la Hermosa Jarifa, la novela morisca por excelencia de un autor anónimo del siglo XVI. La novela cuenta cómo los cristianos han capturado a un moro, Abencerraje Abindarráez, y lo ponen en cautiverio en donde se enamora de una princesa cristiana, lo que los 60 obliga a tener que pasar por varios obstáculos para poder estar juntos, pero con la ayuda de moros y cristianos por igual logran finalmente estar unidos. En esta novela se demuestra esa colaboración idealizada entre moros y cristianos, pero a diferencia de la narración del cautivo Ruy Pérez, el cautivo en esta novela logra fascinar a sus captores con su muestra de valentía, lealtad y generosidad, todo esto hace que reciba un tratamiento muy favorable de sus captores, lo que muestra un “cautiverio feliz” en que el cautivo no sufre, mientras que recibe todos los tratamientos a su favor (Voigt 186). Por lo tanto no se puede comparar totalmente a la narración de Ruy Pérez, porque aunque este último no sufrió muchos de los traumas que otros cautivos sufrieron, no tuvo ese “cautiverio feliz” al tener que presenciar muchos de los castigos del cautiverio. La falta de cercanía entre las dos historias, evidencia que no pertenece completamente a este género, ya que el único elemento de la novela morisca es esa colaboración idealizada entre estos personajes de diferentes religiones. Convirtiendo a la novela bizantina en el género principal, en donde la novela morisca sirve como subgénero para ayudar a desarrollar la acción. Ya establecido el género principal, se puede analizar al contenido de la narración para determinar si el cautivo logra dominar este segundo género. Refiriéndose a su plan de escape, Pérez indica, “Entramos luego en consejo con el renegado, en qué orden se tendría para sacar a la mora y venirnos todos a tierra de cristianos…” (492; I 40). A primera vista, se cree que ambos, Ruy Pérez y el renegado, tuvieron la misma parte en la planificación. Sin embargo, un análisis de la interacción entre el renegado, Ruy Pérez y los demás cautivos sobre el plan, revela que es el renegado quien toma el papel de líder, al ser este quien planea todo y toma todas las decisiones. Ese liderazgo se demuestra durante la conversación sobre cuál el cautivo saldría primero para ayudar a rescatar al resto, a 61 lo se apunta que “cada uno se ofreció a querer ser el rescatado, y prometió de ir y volver con toda puntualidad, y también yo me ofrecí a lo mismo; a todo lo cual se opuso el renegado, diciendo que en ninguna manera consentiría que ninguno saliese de libertad hasta que fuesen todos juntos” (492; I ch. 40). Esta cita demuestra cómo Ruy Pérez se pone al nivel de todos los demás cautivos al momento de él mismo ofrecerse como voluntario, mientras que el renegado muestra su liderazgo al indicar cómo va a ser ejecutado el plan, algo al que todos los cautivos obedecen, incluyendo Ruy Pérez. Después, ya en libertad, los cautivos se muestran inseguros sobre qué hacer a continuación, dudamos si sería mejor ir primero por Zoraida, o rendir primero a los moros bagarinos que bogaban el remo en la barca… estando en esta duda, llegó a nosotros nuestro renegado diciéndonos que en qué nos deteníamos, que ya era hora,… Dijímosle en lo que reparábamos, y él dijo que lo que más importaba era rendir primero el bajel... (501; I ch. 41) Aquí nuevamente se muestra lo indeciso que es y su inseguridad al momento de ejecutar una acción repentina, lo que demuestra su falta de dominio del género de la novela bizantina, porque no se convierte en el héroe que la novela requiere sino que depende de otro personaje para que guíe la acción. Esa falta de dominio se debe al hecho de que los elementos que conforman la novela bizantina son diferentes a eso que conforman la autobiografía de soldado. Por una parte, este último género se caracteriza por la falta de desarrollo del sujeto, mientras que la novela bizantina se caracteriza por la individualidad que se requiere del sujeto, en donde el héroe tiene que tomar todas las decisiones él mismo y sobresalir por encima de todos los demás, colocando a ambos géneros en extremos opuestos, ya que uno se caracteriza por la exaltación del “yo” mientras que el otro busca una 62 narración colectiva en donde el “yo” es inexistente. Por lo tanto la falta de dominio sobre el género de la novela bizantina por parte del cautivo tiene sentido, porque es muy difícil que un personaje pueda abarcar ambos extremos, entonces es aquí en donde Cervantes, a través del renegado, toma el control de la acción para llevarla dentro del género ya que ninguno de los personajes dentro de esta narración, caben dentro del género de la novela bizantina. Al principio de la narración, Ruy Pérez pertenece al género de la autobiografía de soldado, dicho género que logra dominar por la forma que conduce su narración, en donde se ocupa de dar detalles sobre los eventos de la guerra sin preocuparse por desarrollar el “yo” narrativo. Ya después de convertirse en cautivo sigue esa narración colectiva por su preocupación de denunciar los castigos que los demás cautivos recibían, nuevamente sin demostrar ningún sentimiento propio, lo que deja al lector en la duda sobre los castigos que él recibe. Sin embargo, con el transcurso de su narración durante el cautiverio se comienza a ver un cambio de enfoque en donde deja de hablar de los demás cautivos y sólo se enfoca en eventos que le afectan a él, lo que se ve cuando comienza a narrar sobre cómo se da su escape. Ese cambio de enfoque lo obliga a salir del género de la bibliografía de soldado y entrar a la novela bizantina en donde la novela morisca se convierte en un subgénero. Al entrar a este nuevo género, el cautivo pierde el control, ya que no es él quien le da dirección a la acción, sino que en este caso es Cervantes quien toma el control y a través del renegado, logra dar dirección al drama para poder completar la historia. La pérdida de control es comprensible por el hecho de que estos dos géneros representan extremos diferentes del “yo” narrativo, porque mientras uno se enfoca en desarrollar el sujeto, el otro busca eliminar el “yo” y crear una narración colectiva en donde se expresan eventos que afectan a la historia. También, se 63 puede ver cómo Cervantes deja implantada su huella en la historia de Ruy Pérez, primero por el hecho de escribir sobre el cautiverio, algo que él vivió. Por lo tanto, se puede llegar a la conclusión de que no toda la acción genérica se centra alrededor de don Quijote, mientras que al mismo tiempo se revela la existencia de personajes que logran entrar a más de un género. El análisis demuestra cómo todos los personajes logran dominar al género con el que comienzan, sin embargo, sólo Dorotea logra dominar los dos géneros que representa, mientras que Sansón Carrasco, Cardenio y Ruy Pérez no logran incorporar todos los elementos del segundo género. Significando que sólo Dorotea logra mantener dominio total del drama que la rodea, entretanto que los otros tres personajes, al salir de su género primario dependen de alguien más para que puedan guiar la acción y mantenerla dentro del género en el que se encuentran. Como en el caso de Sansón, este depende de don Quijote para que le ayude a continuar la acción, ya que si este último no reaccionara a las provocaciones de Sansón, la historia llegaría a una parada repentina, mientras que Cardenio depende de Dorotea para que sea ésta quien se haga cargo de controlar el drama. A diferencia de la historias del resto de los personajes, la historia de Grisóstomo y Marcela sólo les permite entrar dentro del género pastoril, en donde la perspectiva típica es que los dos personajes se convierten en pastores. Sin embargo el análisis revela que ninguno de los dos personajes logra dominar al género, sino que sólo dominan ciertos elementos, lo que los convierte en pastores falsos, y la historia se ubica dentro del género teatral, en donde lo pastoril se convierte en el motor de la acción. Finalmente Ruy Pérez depende de Cervantes para que mantenga su historia dentro de los parámetros de la novela bizantina, por el hecho de no tener la habilidad de convertirse en un personaje individualista. OBRAS CITADAS OBRAS CITADAS Aristóteles. Poética. Trans. Eduardo Sinnot. Buenos Aires: Colihue, 2009. Print Avalle-Arce, Juan Bautista. La novela pastoril española. Madrid: Ediciones Istmo, 1974. Print. ---. Las novelas y sus narradores. Alcala de henares, Madrid: Centro de Estudios Cervantinos, 2006. Print. Brownlee, Marina Scordilis. “Medusa’s Gaze and the Cononicity of Discourse: Segura’s processo.” Studies on the Spanish Sentimental Romance : (1440 – 1550) : Redefining a Genre. Ed. Joseph J Gwara. London Tamesis, 1997. 21 -36. Print. Cervantes Saavedra, Miguel de. El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Ed. Luis Andrés Murillo. Madrid: Castalia, 1978. Print. ---. La Galatea. Barcelona: Linkgua, 2009. Print. ---. El coloquio de los perros. 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