14921530 Amecdotario de la Colonia RAFIN R. MENA Curiosidades y Anécdotas no contadas de los primeros años de la colonia en el Caribe Central All Rights Reserved 2015 Rafin R. Mena San Juan, Puerto Rico Prohibida la copia o reproducción por el método que sea, de la presente obra sin el permiso expreso por escrito del autor. Page | 2 Este es un relato encapsulado de algunas de las poco conocidas ocurrencias de la gesta y hasta cierto punto tragedia, entre el esfuerzo colonizador de España y los pueblos indígenas de la cuenca del Caribe durante los primeros años del 1492 al 1530 Se ha querido representar los hechos lo más veraces posibles, aunque en aquellas áreas de falta o ocultación de los mismos, un poco de imaginación se ha usado para suplirlos El autor Page | 3 INDICE Pags Primer Viaje 1. Los indios Blancos del Bassin Bleu.................................................................6. 2. El Hundimiento de la Nao Santa María..........................................................41 Segundo Viaje 3. 4. 5. 6. Sale la Armada.............................................................................................19. La Sorpresa de Matitinó..............................................................................29 Un Cacique Español....................................................................................61 Todo sobre los Tainos.................................................................................69 Page | 4 1492 SOBRE EL PRIMER VIAJE EXPLORATORIO DE CRISTOBAL COLÓN A LAS TIERRAS DEL CARIBE/INDIAS De este primer viaje, sobresalen tres ocurrencias que merecen ser contadas. : “La Birlada que le dio Colón a Rodrigo de Triana cuando se quedó con el premio para quien viera tierra primero. “El abarrancamiento de la Nao Santa María en los cayos de la Bahía Caracol al Este de Cabo Haitiano en Haití, el 25 de diciembre del 1492 y la construcción del nefasto Fuerte de la Natividad “ El descubrimiento de Indios blancos en un pequeño valle (Bassin Bleu) en la costa Noroeste de Haití En este viaje, cubriremos este último incidente por ser tan inesperado y tan representativo del hombre a través de las épocas, interpolando culturas y descubriendo otras tierras en forma ignota Page | 5 Los Indios Blancos del Bassin Bleu Isla de la Hispaniola 1492 Primer Viaje Colombino Derrotero Primer viaje 25 de diciembre Ruta de regreso a España Recuadro 1 13 Diciembre 25 de Diciembre Aquí se encallo la Santa Maria HAITI Indios Blancos 13 de diciembre Puerto del Principe Recuadro 2. El jueves 13 de diciembre del 1492 venían las tres carabelas del navegante genovés don Cristóbal Colón, navegando y haciendo paradas por toda la costa Nororiental de Haití. algo fatigadas de su periplo por las Bahamas, Cuba, la Bahía que llamaron el Príncipe en la costa Oeste y su bojeo por toda la banda Norte Oriental de esa tierra. (Recuadro 1.) Page | 6 El jueves 13 de diciembre de ese año, 12 días antes de que su carabela La Santa María se embarrancara al Este de Cabo Haitiano, posiblemente en los cayos frente a la Bahía del Caracol, habiendo vencido los vientos del Cabo de Cinquin frontero a la Isla de la Tortuga (Ver Recuadro 4), paró el Almirante en la costa para apresar una india que venía remando sola en una canoa.(Recuadro 2 y 3 no.6 ) Varios hombres fueron que tras de ella en el batel de una de las carabelas porque la mujer asustada se negaba a venir de gana. Luego de vestirla y de darle varias cuentecillas y cascabeles, ordenó el Almirante que la devolvieran a su pueblo. Varios hombres y de los indios de las Lucayas que los acompañaban como “lenguas” o interpretes, la llevaron de regreso. El resto de este episodio debe ser contando por el mismo Colón en su bitácora1: Volvieron los tres hombres que había enviado el Almirante con la mujer a tres horas de la noche, y no fueron con ella hasta la población, porque les pareció lejos o porque tuvieron miedo. Dijeron que otro día vendría mucha gente a los navíos, porque ya debían de estar asegurados por las nuevas que daría la mujer. El Almirante, con deseo de saber si había alguna cosa de provecho en aquella tierra, y por haber alguna lengua con aquella gente por ser la tierra tan hermosa y fértil, y tomasen gana de servir a los Reyes, determinó de tornar a enviar a la población, confiando en las nuevas que la india habría dado de los cristianos ser buena gente, para lo cual escogió nueve hombres bien aderezados de armas y aptos para semejante negocio, con los cuales fue un indio de los que traía. Estos fueron 2 a la población que estaba cuatro leguas y media al Sudeste, la cual hallaron en un grandísimo valle y vacía, porque, como sintieron ir los cristianos, todos huyeron, dejando cuanto tenían, la tierra dentro. La población era de mil casas y de más de mil hombres. El indio que llevaban los cristianos corrió tras ellos dando voces, diciendo que no hubiesen miedo, que los cristianos no eran de Cariba, mas antes eran del cielo, y que daban muchas cosas hermosas a todos los que hallaban. Tanto les impresionó lo que decía, que se aseguraron y vinieron juntos de ellos más de dos mil, y todos venían a señal de gran reverencia y amistad, los cuales estaban todos temblando hasta que mucho los aseguraron. Dijeron los cristianos que, después que ya estaban sin temor, iban todos a sus casas, y cada uno les traía de lo que tenía de comer, que es pan de niames, que son unas raíces como rábanos grandes que nacen, que siembran y nacen y plantan en todas sus tierras, y es su vida, y hacen de ellas pan y cuecen y asan y tienen sabor propio de castañas, y no hay quien no crea comiéndolas que no sean castañas. Dábanles pan y pescado y de lo que tenían. Y porque los indios que traía en el navío tenían entendido que el Almirante deseaba tener algún papagayo, parece que aquel indio que iba con los cristianos díjoles algo de esto, y así les trajeron papagayos y les daban cuanto les pedían sin querer nada por ello. Rogábanles que no se viniesen aquella noche y que les darían otras muchas cosas que tenían en la sierra. Al tiempo que toda aquella gente estaba junto con los cristianos, vieron venir una gran batalla o multitud de gente con el marido de la mujer que había el Almirante honrado y enviado, la cual traían caballera sobre sus hombros, y venían a dar gracias a los cristianos por la honra que el Almirante le había hecho y dádivas que le había dado. Dijeron los cristianos al Almirante que era toda gente más hermosa y de mejor condición que ninguna otra de las que habían hasta allí hallado; pero dice el Almirante que no sabe cómo puedan ser de mejor condición que las otras, dando a entender que todas las que habían en las otras islas hallado era de muy buena condición. Cuanto a la hermosura, dicen los cristianos que no había comparación, así en los hombres como en las mujeres, y que son blancos más que los otros, y que entre los otros vieron dos mujeres mozas tan blancas como podían ser en España. Dijeron también de la hermosura de las tierras que vieron, que ninguna comparación tienen las de Castilla las mejores en hermosura y en bondad, y el Almirante así lo veía por las que ha visto y por 1 2 Versión de Padre Bartolomé De La Casas Unas 9 millas de la Costa Page | 7 las que tenía presentes, y decíanle que las que veía ninguna comparación tenían con aquellas de aquel valle, ni la campiña de Córdoba llegaba a aquélla con tanta diferencia como tiene el día de la noche. Decían que todas aquellas tierras estaban labradas y que por medio de aquel valle pasaba un río muy ancho y grande que podía regar todas las tierras. Estaban todos los árboles verdes y llenos de fruta y las hierbas todas floridas y muy altas; los caminos muy anchos y buenos, los aires eran como en abril en Castilla, cantaba el ruiseñor y otros pajaritos como en el dicho mes en España, que dicen que era la mayor dulzura del mundo. Las noches cantaban algunos pajaritos suavemente; los grillos y ranas se oían muchas; los pescados como en España. Vieron muchos almácigos y liñáloe y algodonales; oro no hallaron, y no es maravilla que en tan poco tiempo no se halle. Tomó aquí el Almirante experiencia de qué horas era el día y la noche, y de sol a sol halló que pasaron veinte ampolletas, que son de a media hora, aunque dice que allí puede haber defecto, o porque no la vuelven presto o deja de pasar algo. Dice también que halló 3 por el cuadrante que estaba de la línea equinoccial treinta y cuatro grados . Recuadro 3. 13 de diciembre 6 Ver Recuadro 4 Se embarranca la Santa Maria Valle de los Indios Blancos Se estará peguntando el amable lector de seguro ya, quien podrán ser estos indios cuyo color, las mozas eran como el de las mujeres castellanas. (Recuadro 3) El resto de la gran multitud que acompañó al sequito del marido de la india que Colón luego de apresarla devolvió a su pueblo, eran de igual condición y por boca de los mismos hombres de Colón que era toda gente más hermosa y de mejor condición que ninguna otra de las que habían hasta allí hallado; pero dice el Almirante que no sabe cómo puedan ser de mejor condición que las otras, dando a entender que todas las que habían en las otras islas hallado era de muy buena condición. Cuanto a la hermosura, dicen los cristianos que no había comparación, así en los hombres como en las mujeres, y que son blancos más que los otros. No solo eso, sino que encontraron que su condición de desarrollo social y en términos de estructura económica incluyendo su agricultura era muy superior a la vista hasta ese momento. Estaban tan impresionados porque les decían Colón que ninguna 3 Equivale a 20ºN.72E; se embarrancó en 20ºN.75ºE Page | 8 comparación tenían con aquellas de aquel valle, ni la campiña de Córdoba llegaba a aquélla con tanta diferencia como tiene el día de la noche. En otras palabras y esto es lo curioso, estas personas, estos mal llamados indios, eran muy distintos al resto de los que habían visto en todas las otras islas, en Cuba o en los de las otras paradas que ellos habían hecho, ya en Haití cuando recién llegaron de Cuba directo a la bahía que llamaron “Del Principe” y que hasta el día de hoy, lleva ese nombre. Ni luego vieron gente como ellos en el resto del viaje, o se informa de ellos en los subsiguientes viajes como el del 1493 y posteriores. Aunque maravillado se pregunta Colón que se había quedado en la costa de esa bahía,(Ver Recuadro 3 y 4; no. 6), como podía ser eso cuando los que él ya había visto, eran de muy buena condición de facciones, de cuerpos y color—que ya los había comparado con los habitantes de las Canarias. Al describirlos, los hombres de Colón, no solo los diferenciaron por el color, sino que también por su apariencia física, como llevaban el cabello, y sus ademanes y posturas. Cuando casi la totalidad de los tainos llevaban el pelo bien corto por delante y algo ligeramente mas largo por detrás, estos otros los llevaban todo largo que les caía hasta los hombros. Solo lo caribes luego en el segundo viaje, los llevaban igual. Pero por lo minucioso de las descripciones, estos eran muy distintos a los caribes. Colón estaba muy curios e sumamente intrigado por todo aquello, y volvió a enviar su gente para que exploraran más afondo; para lo cual escogió nueve hombres bien aderezados de armas y aptos para semejante negocio, con los cuales fue un indio de los que traía. Estos fueron a la población que estaba cuatro leguas 4 y media al Sudeste, la cual hallaron en un grandísimo valle5 y vacía, porque, como sintieron ir los cristianos, todos huyeron, dejando cuanto tenían, la tierra dentro. La población era de mil casas y de más de mil hombres. El indio que llevaban los cristianos corrió tras ellos dando voces, diciendo que no hubiesen miedo, que los cristianos no eran de Cariba, mas antes eran del cielo, y que daban muchas cosas hermosas a todos los que hallaban. Tanto les impresionó lo que decía, que se aseguraron y vinieron juntos de ellos más de dos mil, y todos venían a señal de gran reverencia y amistad. Ese valle era regado por un gran rio --que analizando la topografía y derrotero que traían las carabelas bordeando la parte Nororiental de Haití tiene que ser “Ls Trois”6 que es el único gran rio capaz de regar cultivos o que existe y sale a una bahía como la que Colón describe y que ellos entraron y encontraron la india de marras. Hoy, en esa bahía está localizada Port-de-Paix en el Bassin Bleu al Norte de Dondon. No hay otros ríos en ese litoral o vestigios de los mismos que se pueda hoy evidenciar. Además, es el mismo Colón quien nos da la ubicación exacta cuando refiriéndose al sitio nos dice: Frontero de aquel puerto, como está dicho, está la isla de la Tortuga, (Ver Recuadro 4)y parece grande isla, y va la costa de ella casi como la Española, y puede haber de la una a la otra, a lo más, diez leguas; conviene a saber, desde el Cabo de Cinquin a la cabeza de la Tortuga; después la costa de ella se corre al Sur7. 4 5 6 Unas 9 millas de la Costa Número 6 en el Recuadro 4 Número 7 en el Recuadro 4 Aquí comete De Las Casas un evidente error, debido a que como él vino en el Segundo viaje, la exploración que tiene que haber hecho de estos parajes --con nombres posteriores al Primer viaje-- fue de Este a Oeste en cuyo caso, pasado el Cabo Cinquin de la Hispaniola, en efecto discurre hacia el Sur. Pero en el Primer viaje, Colón se desplaza de Oeste a Este, en cuyo caso, pasado ese cabo, no hay posibilidades de un derrotero 7 Page | 9 Se puede hacer todas clases de conjeturas sobre la procedencia o el porqué de gente o indios tan distintos a los otros. De hecho, existen varias teorías sobre interpolaciones de razas europeas en toda Norte, Centro, Sur América y el Caribe. Las mismas van desde las más arcaicas con los Chinos y sus viajes, los Vikingos y las Sagas de Eric el Rojo y subsiguientes, marineros portugueses perdidos luego de ciertas tormentas que los arrastraron hasta el Caribe y los monjes Templarios y sus viajes en la desaparecida flota de la Rochelle. Es decir que hay más de una teoría que podría explicarlos y contaba el padre Ramón Pané, fray Gerónimo que pasó con Colón a Indias en sus segundo viaje del 1493, en su “Relación acerca de las antigüedades de los indios”, que los ancianos le dijeron que ya anteriormente 11 N Tortuga Vientos N’E E O 10 S 10.Montecristi 11. Cabo Cinquin HAITI RECUADRO 4 hacía mucho tiempo, otras personas como los españoles, habían estado en estas tierras. Pané que hablaba la lengua taina, fue ilustrado a cabalidad sobre estos extranjeros hacia el Sur, a lo sumo, tal vez Este’tercio del Sur; si vienes bien despegado de la costa; cosa que no era el derrotero de Colón que venía al Sur de Tortuga. Desde allí solo se puede navegar hacia el Este hasta la punta de Samaná. De Las Casas, se mantiene bastante fiel al relato originario de Colón pero hay sitios— sobre todos los descriptivos de lugares y de marinería—donde claramente edita el texto. Page | 10 que ya habían estado en Haití antes. De hecho fue conducido a una de sus sagradas cuevas donde vio dibujada en la pared de la misma unas carabelas con sus velas cuadras. Lo que quiere decir que esos navegantes llegaron en los últimos cien o doscientos años cuando se comenzaron a usar las mismas. LOS TEMPLARIOS En mi Novela Marie Cesette8, hay un capítulo dedicado a esta gente, basado en viejos manuscritos encontrados en monasterios del Norte de Europa donde se atrincheraron algunos de los monjes Templarios luego de su persecución por el rey Luis XVI en el 1307; solo 185 años de la llegada de Colón a estas tierras. Fueron cuadras como las de la Carabelas de Colón las velas de las naos de la Flota templaría. Así que cabe la posibilidad que hayan sido marinos de esta flota los que dejaron su semilla en estas islas. Los Templarios a pesar de sus múltiples operaciones financieras siempre disponían de mucho efectivo, y sin embargo, en esa época las piezas monetarias en circulación eran muy escasas. Eso no fue impedimento para que en el siglo XII financiaran en Francia la construcción de más de setenta iglesias y ochenta catedrales, pagando los materiales y los jornales de todo tipo de obreros y trabajadores. El oro no abundaba y la plata, muy escasa en la Europa de entonces, pero se tornó bastante corriente con la entrada en escena del Temple . Algunos autores sostienen que los Templarios iban y venían de América con barcos cargados de plata9, que posteriormente concentraban en la ciudad francesa de Sours. Opinan que la flota templaria alcanzó América y estableció una ruta comercial secreta que posteriormente les pudo servir para escapar cuando la orden fue perseguida en el año 1307 como ya he dicho. Una de las pruebas de que los Templarios conocían América antes de Colón , es un sello de la Orden descubierto en los Archivos Nacionales de Francia , estampado en un documento se lee : Secretum Templi ( Secreto del Temple ) en el centro se ve un personaje teóricamente amerindio vestido con un taparrabos y un tocado de plumas similar a los indígenas americanos . Una reciente investigación de José Antonio Hurtado defiende la idea de que una flota mallorquina llegó hasta América unos 150 años antes que Colón, siguiendo la llamada “Ruta T y D”10. Esa visita americana por parte de mallorquines tenía fines 8 Esta novela trata sobre la vida de Marie Cesette Dumas la abuela Haitiana de el gran novelista Alejandro Dumas autor de los Tres Mosqueteros, El Conde de Montecristi y otras. Marie Cesette nació, se crió, y se casó –por lo menos se fue a vivir—en un poblado de Haití, durante los años embriónicos de la revolución de Toussaint L’Overture en el 1789, y durante un período de la regencia en Francia de Napoleón Bonaparte. La novela relata en varios capítulos, como los Templarios, marinos y monjes de la Flota de la Rochelle, habían fundado un pequeño villorio y como un joven francés por accidente, descubrió el sitio que quedaba en el mismo centro de la antigua Hacienda cañera de los Pelleterie , cuyo heredero Casó con Marie Cesette. 9 Dicen que llegaban hasta Uruguay y el Paraguay, subiendo por el rio La Plata hasta las minas de plata. Es la razón porque los indios Guaranies son tan distintos al resto de las otras etnias suramericanas. ¿Coincidencia? 10 Ruta fue plasmada en un mapa; dicha ruta fue conocida y seguida 150 años después por Cristóbal Colón violando un tratado con Portugal, y contando para ello con la complicidad de los Reyes Católicos; los datos del Diario fueron falsificados por la familia Colón, con el fin de atribuirle la gloria de un descubrimiento que le correspondía a los Page | 11 comerciales y supuestamente parecen haber indicios de que es la misma ruta que había usado nada más y nada menos que los miembros de la Orden del Templo LA LEYENDA DEL PILOTO DESCONOCIDO. El profesor Juan Manzano11 por su lado pone el acento en los relatos que en el siglo XVI y XVII hicieron, respectivamente, el licenciado Baltasar Porreño12 y Gonzalo de Illescas13. Esas literaturas nos hablan de “un cierto marino, cuyo nombre hasta ahora no se sabe ni de dónde partió ni qué viaje llebava, mas que andava por el Mar Océano de Poniente…”14. El dicho marino, al parecer, se vio zarandeado en medio de su travesía por una tormenta de las legendarias, las que hunden a uno en el fondo del mar o le elevan al mundo de los dioses. Al parecer, a este hombre tuvo la segunda de esas suertes, pues fue a parar a un mundo “fuera de toda conversación y noticia de lo que los marineros savian (…), adonde vio por los ojos tierras extrañas nunca vistas ni oídas”. ¿Qué oficio desarrolló allí aquella tripulación? Nada sabemos. ¿Fueron ellos los que vieron y cataron aquellas perlas de las que Colón parecía prendado? Tal vez, pero el caso es que por muy bellas y fértiles que fueran las tierras a las que arribaron, a los hombres les gustan siempre más las suyas propias, aunque sean más yermas, de modo que un indefinido tiempo después se hicieron a la mar con la buena suerte, porque eso fue y no desgracia, que otra tormenta la tramó con ellos y llevó al anónimo explorador a la isla de Madeira, donde estaba entonces el vivillo Colón, en cuyos brazos expiró el desdichado piloto no sin antes contar cuantos secretos marítimos aquella mortal aventura le había reportado. ¿Dónde pudieron encontrar inspiración esos autores de los siglos XVI y XVII? Pues lo cierto es que ya antes que ellos otros habían deslizado pistas de interés para construir una historia de esta suerte. Por ejemplo, Gonzalo Fernández de Oviedo (Historia General y Natural de las Indias, Sevilla, 1535) legó lo siguiente a las generaciones venideras: “Quieren decir algunos que una carabela que desde España Hermanos Pinzón, y por los servicios secretos de los Católicos, para evitar que se supiera que se había violado el tratado de Alcaçovas-Toledo. TyD son iniciales también de Templum Domine, la casa templaria de Jerusalen y su signo aparece asociado a lugares templarios- aunque sí encuentra un hilo conductor entre Colón, los Reyes Católicos, Canarias y América: la orden franciscana. 11 Fue discípulo del jurista Rafael Altamira. Historiador, especializado en la figura de Cristóbal Colón y la historia del descubrimiento de América, Manzano se inició muy pronto en el americanismo y obtuvo el título de Doctor con las Notas a las Leyes de Indias de Manuel José de Ayala, publicadas en 1935. La Guerra Civil española retrasó su inminente acceso a una cátedra universitaria, a la que llegaría una vez finalizado el conflicto. 12 Baltasar Porreño (1569-1639), historiador de los Arzobispos de Toledo, 13 Gonzalo de lllescas, un gran humanista e historiador olvidado ... El doctor Gonzalo de Illescas, erudito historiador del siglo XVI, se carteó con Carlos V, corrió media Europa y llegó a influir en Cervantes en la mismísima concepción del Quijote. Desde hace más de cuatrocientos años tienen los palentinos contraída una deuda de gratitud con el doctor Gonzalo de Illescas, eldanense de nacimiento y vecindad, y uno de los más eminentes historiadores que produjo el siglo XVI 14 Poniente significa: Oeste del Atlántico Page | 12 pasaba para Inglaterra (…) le sobrevinieron tales e tan forzosos tiempos, e tan contrarios, que hobo necesidad de correr al Poniente tantos días, que reconosció una o más de las islas destas partes e Indias (…) e que después le hizo tiempo a su propósito y tornó a dar la vuelta…”Oviedo relata la muerte de toda la tripulación y añade: “dícese que, junto con esto, que este piloto era tan íntimo amigo de Cristóbal Colón (…) y en mucho secreto dio parte dello a Colom, e le rogó que hiciese una carta y asentase en aquella tierra que había visto”¿Quién era este desconocido marino? ¿De qué tierra partió? ¿Dónde le encuentra Colón? Según algunos, era andaluz y Colón se tropieza con él en Madeira; según otros, era vizcaíno y el futuro Almirante le encuentra moribundo en Cabo Verde o en Porto Santo. ¿Qué dice el hijo de Colón, Hernando, al respecto? Por supuesto, nada claro, no vaya a ser que le quiten los galones de Almirante a su padre, pero no puede soslayar en el capítulo IX de su Historia del Almirante, los relatos que se contaban sobre las hazañas de navegantes como Pedro Correa, Martín Vicente, Pedro Velasco o el portugués Vicente Díaz, todos los cuales parecen tener noticias –o al menos indicios- de islas y tierras ignotas situadas al poniente. Pero más claro es el cronista Francisco López de Gómara: “he aquí cómo se descubrieron las Indias por desdicha de quien primero las vio, pues acabó la vida sin gozar dellas”. Y a continuación explica cuanto ya sabemos a propósito de la muerte del piloto anónimo en brazos de Colón y el trasvase de conocimientos del muerto al vivo. Incluso el reconocido Bartolomé de Las Casas se hace eco del suceso y habla del desconocido descubridor, “el cual”, escribe el dominico, “en recognoscimiento de la amistad vieja o de aquellas buenas y caritativas obras, viendo que se quería morir, descubrió a Cristóbal Colón todo lo que les había acontecido y dióle los rumbos y caminos que había llevado y traído” Ahí está la prueba de la presencia de la tripulación perdida. Ellos serían, según sus cuentas, esos “hombres blancos” de los que hablaban los indios. ¿Por qué ellos?, se preguntará el lector, pues, según el criterio de los eruditos citados, porque estuvieron en esas tierras “antes que Colón, no muchos años”; es decir, no muchos años antes de que Colón y Las Casas se dejaran caer por allí. El caso es que los eminentes estudiosos proponen que aquellas gentes eran el fruto de los desahogos de la marinería perdida entre las prietas carnes de las indígenas, y para ello trata de moldear el escenario como la ocasión merece: unos hombres arrojados por un destino aterrador en medio de un mundo sin nombre; unas hembras que se pasean ofreciendo sin disimulo lo que en Europa mucho se disimulaba y más aún se tapaba; semanas de abstinencia, siempre en vísperas de la muerte…Y ocurrió lo que parece lógico, aunque no sabemos la opinión que esa lógica europea provocó en las zagalas desnudas de ropa y prejuicios católicos. Y, como conclusión tras los meses que tales gestas requieren, nacieron los hombres y mujeres blancos que se encontrara Colón en las planicies de Basin Bleu del Norte de Haití el 13 de diciembre del 1942. Por mi parte, muchos partos me parecen a mí y que muy crecida estaba la prole para ser hombres y mujeres hechos y derechos, los que por allí merodeaban teniendo en cuenta que habían pasado tal vez sólo dieciséis años del accidentado Page | 13 desembarco de la carabela sin nombre. Por ello, hay que presumir que por lo menos, estos indios blancos no son descendientes de este linaje sino que sus progenitores, vienen de una época más remota. Tal vez de ciento, algo de años como sería muy bien los tripulantes de los barcos Templarios. Y hay que destacar que la población aquella, estaba en extremo aislada de las otras etnias y que tampoco era demasiado de grande ya que estamos hablando según la crónica, de unos tres mil individuos que ya le habían informado a Pané de la visitación de hombres blancos anteriormente. En síntesis, esa es la explicación de lo ocurrido por parte del profesor Manzano. Tal vez ocurrió así, pero sigue siendo para mi enigmático si también fue cosa de accidente que pudiera acertar aquella gente a coger la ruta correcta de regreso teniendo en cuenta que nunca jamás habían estado antes allí. Otro aspecto del debate es el origen del piloto informante de Colón. López de Gómara habla de un “piloto español”, pero como bien aclara Manzano, eso no quiere decir que fuera español tal y como hoy lo entenderíamos, puesto que en aquella época el calificativo podría servir para cualquier peninsular, incluyendo los portugueses. Las crónicas no aclaran nada al respecto. Es verdad que Las Casas afirma haber oído que el buque había partido un infortunado día de Portugal, pero pudiera ser que la tripulación no fuera de allí. En 1609, mucho tiempo después por tanto, el inca Garcilaso se sacó de la manga la leyenda de que aquel piloto era de Huelva y que atendió por el nombre de Alonso Sánchez. Muchos han dado crédito a esa idea, caso de Edward Rosset en su novela Cristóbal Colón. Rumbo a Cipango, pero no hay pruebas que la confirmen ni que la desmientan. Explica el autor cuyas ideas resumimos que los descendientes de Pinzón se encargaron de que no apareciera aquella confesión en los pleitos colombinos que se librarán años después de modo que pudieran presentar a su antepasado, Martín Alonso, como el hombre que entregó a Colón el plano decisivo del descubrimiento, siniestro episodio que nos aguarda en páginas futuras. Con ello querían otorgar a su antepasado la gloria que debiera corresponder al protonauta. LOS CHINOS La cultura china fue una potencia marítima durante siglos, desde el punto de vista de la ingeniería naval, los barcos chinos del siglo III a. J.C. podían llegar muy bien a las costas de América. Se estima que se podían construir barcos de 6 a 8 metros de manga, 30 m. de eslora y de 50-60 toneladas de desplazamiento. Y esto alrededor de los años 221 a 206 a.c. Para tener un punto de comparación, es bueno recordar que la Santa María, nave capitana de Colón, medía 34 metros de eslora y desplazaba casi 100 toneladas; la Pinta, 40 toneladas, y la Niña, de apenas 18 metros de eslora, era de 50 toneladas de desplazamiento. El origen de estos viajes según la leyenda parece iniciarse en el año 458 de la era cristiana, cuando Hui Seng un monje budista de 23 o 24 años de edad se embarcó en Page | 14 un”viaje”desde la costa norte de China y aprovechando la corriente cálida ecuatorial del Océano Pacífico llegaron a Japón, posteriormente a las islas Buriles, Aleutianas y por último arribaron a las costas de California o México. El monje regreso a China en el año 499, es decir 41 años después, y dio parte de sus viajes en la corte. Habló de unas nuevas tierras, Fusang, un país exótico y tal alejado que algunos escritores lo consideraron mítico o fantasioso. Explico detalles curiosos sobre los nativos y como enseñaron el budismo a algunos de ellos y como empleaban una escritura que grababan en la corteza de la planta Fusang, un misterioso árbol que por la descripción dada bien podría tratarse de secuoya gigante, árbol capaz de vivir 1000 años. LOS VIKINGOS Erik Thorvaldsson: Eirikr Þorvaldsson), más conocido como Erik el Rojo Eirīkr hinn rauð (* 950 - 1003), vikingo, comerciante y explorador noruego de finales del siglo X. Fundó el primer asentamiento vikingo en Groenlandia. Nació en el distrito de Jæren, Rogaland, Noruega, hijo de Thorvald Asvaldsson, un exiliado por asesinato. Se ha especulado con que el apodo del Rojo posiblemente fuera por ser pelirrojo. Según cuentan las sagas islandesas, los vikingos de Islandia llegaron por primera vez a América por Groenlandia en el año 982. En aquel momento, la colonia consistía en dos asentamientos, con una población total de entre 3000 y 5000 habitantes, y al menos 400 granjas que pueden datar de esa época han sido identificadas en el sitio por los arqueólogos. Nada quita que algunos de esta gente, hubieran llegado al Caribe siguiendo poco a poco la costa de Norte América. En esa aventura los hombres hubieran tenido comercio carnal con las indígenas y hasta alguno de ellos, haberse quedado y asimilado en un grupo local. Para concluir esta breve disertación, aclaro que hay varias tesis adicionales sobre protonavegantes descubridores del nuevo mundo. Sin embargo, aquí he expuesto las que más sentido me han hecho, o son respaldadas por alguna evidencia al respecto. No deja de ser una página muy interesante en la saga del primer viaje del Almirante de la Mar Oceánica, don Cristóbal Colón. No es la única , debo de advertir, en cuanto a otras culturas y poblaciones más al Oeste aún; Centro América con sus culturas Mayas, Toltecas y Aztecas, por ejemplo, es una caja de Pandora para explorar más luego. Hasta entonces, ésta expuesta aquí, por lo menos, cubre una gente que iban en vías de ser el grupo dominante en la Hispaniola si no hubiera sido interrumpida por don Cristóbal Colón. QUÉ PODEMOS SACAR EN LIMPIO DE TODO LO EXPUESTO 1. Todavía existe la pregunta de:¿qué les pasó a estos indios luego de la conquista? No hay evidencia al respecto. 2. ¿Cómo se les denomina por los españoles? A tenor con mis averiguaciones, solo con algún fundamento y de acuerdo con el Fraile Ramón Pané, había en la Hispaniola a su llegada del 1494, otras etnias aparte de los tainos. Además, curiosamente, estas tenían su propio lenguaje. Tal es el caso por él nombrado de los ciguayos (macoriges). Para algunos, Page | 15 esta lengua es prototaina, es decir, de gente que vivía en la isla antes de la llegada de los tainos, como es el caso de los igneris. Pero no he visto estudio alguno que sostenga esta tesis. La cosa es que la lengua ciguaya también existía, y algunos de sus practicantes, también dominaban el taino, la lengua franca de toda la Hispaniola. Quiero antes de proseguir incluir aquí parte de la descripción breve que hace Pané de esta gente y su temperamento, algo distinto al de los tainos: Hallándome en la mencionada Magdalena15, fue el señor Almirante en socorro de Arteaga y de algunos cristianos asediados por sus enemigos, vasallos de un cacique principal llamado Caonabó. Entonces el señor Almirante me dijo que Macorix, provincia de la Magdalena, tenía lengua distinta de la otra, y que no era usado su idioma en toda la isla; por lo que yo, me fuese a vivir con otro cacique principal, de nombre Guarionex, señor de muchos vasallos, pues la lengua de éste se entendía por todo el país. Así, por su mandato, me fui a vivir con el dicho Guarionex. Verdad es que dije al señor Gobernador don Cristóbal Colón: "Señor, ¿cómo quiere Vuestra Señoría que yo vaya a estar con Guarionex16, no sabiendo más lengua que la de Macorix? Déme Vuestra Señoría licencia para que venga conmigo alguno de los del Nuhuirci, que después fueron cristianos, y sabían las dos lenguas”. Me lo concedió y dijo que llevase a quien quisiera. Dios, por su bondad, me dio por compañía el mejor de los indios, el más experto en la santa Fe católica; después me lo quitó; alabado sea Dios que me lo dio y luego me lo arrebató. Verdaderamente, yo lo tenía por buen hijo y hermano; era éste Guaicavanu6, que después fue cristiano y se llamó Juan. De las cosas que allí nos acontecieron, yo, pobre ermitaño, diré alguna; cómo salimos yo y Guaicavanu, fuimos a la Isabela y allí esperamos al señor Almirante hasta que volvió del socorro que dio a la Magdalena; tan pronto como llegó, nosotros nos fuimos adonde el señor Gobernador nos había mandado, en compañía de uno que se llamaba Juan de Ayala, que tuvo a su cargo una fortaleza que dicho Gobernador don Cristóbal Colón hizo fabricar, media legua del lugar donde nosotros habíamos de residir. El señor Almirante mandó a dicho Juan de Ayala que nos diese de comer de todo lo que había en la fortaleza, que es llamada la Concepción. Estuvimos con aquel cacique Guarionex casi dos años, enseñándole siempre nuestra Santa Fe y las costumbres de los cristianos. Al principio mostró buen deseo, y dio esperanza de que haría cuanto nosotros quisiésemos, y de ser cristiano, pues decía que le enseñásemos el Padrenuestro, el Ave María, el Credo y todas las otras oraciones y cosas que son propias de un cristiano. Aprendió el Pater noster, el Ave María y el Credo; lo mismo hicieron muchos de su casa; todas las mañanas decía sus oraciones y hacía que las rezasen dos veces los de su casa. Pero después se enojó y abandonó su buen propósito, por culpa de otros principales de aquel país, los cuales le reprendían porque obedecía la ley cristiana, siendo así que los cristianos eran crueles y se habían apoderado de sus tierras por la fuerza. Por esto le 15 Fortaleza española tierra adentro, aparentemente al Oeste de la Isabela Este cacique Guarionex, en extremo aguerrido, huyó luego, igual que miles de ellos a Borinquén y participó en la Batalla de Yahuecas de Adjuntas, y en la escaramuza para matar a Diego Sotomayor en Jayuya. 16 Page | 16 aconsejaban que no se ocupase más en las cosas de los cristianos, sino de concertarse y conjurarse para matarlos, porque no podían contentarlos, y habían resuelto no seguir en algún modo sus costumbres. Por esto se apartó de su buen propósito, y nosotros, viendo que se separaba y dejaba lo que le habíamos enseñado, resolvimos marchamos e ir donde se pudiese hacer más fruto, enseñando a los indios y doctrinándolos en las cosas de la santa fe. Así, que nos fuimos a otro cacique principal, que mostraba buena voluntad, diciendo que quería ser cristiano, el cual se llamaba Maviatúe. Para el 1492, en su primer viaje, los indios que Colón halló en el Basin Bleu en el Noroeste Haitiano, y que denominó como blancos, caían dentro de uno de los cinco cacicazgos de la Isla. Este cacicazgo Marién, era gobernado por el cacique Guacanagarix,17 dividido en 14 nitaínos18. Se extendía por toda la porción Noroeste, teniendo su asiento en un lugar conocido como El Guárico, cerca de la actual ciudad de Cabo Haitiano, en Haití. Este cacicazgo sostuvo una fuerte lucha contra el cacique Mairení apoyado por el cacique Caonabo jefe del cacicazgo de Maguana, por el control del espacio mítico de la diosa Madre Iermao del cacicazgo de Marién. La Madre Iermao era la diosa del cacicazgo de Marién, que significa "Cuerpo de Piedra"”. El cacicazgo abarcaba los siguientes territorios: Indios Blancos Cacicazgo Marien ¿Qué lenguaje hablaban estos indios? Posiblemente Ciguayo... según escritos del padre Ramón Pané que parece referirse a ellos. La cosa no está del todo clara. Recuadro 5 República Dominicana de hoy: Dajabón Montecristi Santiago Rodríguez Valverde parte de Puerto Plata Haití de Hoy Artibonito Departamento Centro Departamento Nordeste Departamento Noroeste Departamento Norte 17 Este cacique es quien le presta la ayuda para rescatar los aparejos, herrajes, maderámen, los equipos y vituallas de la nao Santa María cuando se embarrancó el 25 de diciembre al Este de Cabo Haitiano; justamente al frente de la sede cacical de Guacanagarix. 18 Cacicazgos menores Page | 17 Cabe la posibilidad de que fueron Nitainos19 de Guacanagarix aquellos miles de hombres que se acercaron a los españoles que Colón envió detrás de la mujer india atrapada en la bahía del Bassin Bleu, como arbitrariamente yo he denominado. Nadie lo sabrá, pero lógicamente, a solo unas escasas diez o doce millas del desastre de la Santa María, diez o doce días después, es difícil decir que puedan ser otros indios u otra de esas renombradas etnias. Me inclino a pensar que fueron los mismos y de la misma lengua. Apartados en una de las regiones más distantes. Indios que creyendo en la manifestada generosidad y buenas intenciones de la Colón y su gente, de buena gana lo ayudaron hasta que se dieron cuenta de la rapiña y verdadera alevosía de estos invasores. El desenlace del Fuerte de la Natividad es un solo muy ilustrativo ejemplo del conflicto que verdaderamente caracterizó la denominada colonización de la Isla de la Hispaniola, primer virreinato español en América. Fue el resultado lógico de unas actitudes prevalecientes a través de los casi quinientos años que duró la explotación del Caribe por los españoles. Por un lado unos invasores europeos y por el otro, una gente neolítica defendiendo lo suyo. No es difícil argumentar quien tenía la razón. La historia de Juan Ponce de León, una década después 1504, cuando fue nombrado capitán por Nicolás de Ovando, añade algo a nuestra búsqueda e investigación sobre quienes eran estos indios blancos en el Noroeste de Haiti, y que pasó con ellos durante los primeros años de la colonia. Todas las fuentes consultadas apuntan a que ellos eran aquellos que se sublevaron y fueron aplastados por los soldados capitaneados por Ponce de León, antes de que cómo recompensa, se le hiciera gobernador del Higuey en el Sureste de la Hispaniola. Sabemos sin embargo, que luego de la revuelta y como era costumbre con los ataques de los caribes, una gran porción de ellos, principalmente, mujeres y niños, huyeron a las montañas y aparentemente desaparecieron para la historia. 19 Indios principales, guerreros o dueños de tierra. Page | 18 1493 Segundo Viaje de Cristóbal Colón De este también épico viaje, hay cuantiosa tela para cortar. Muchas anécdotas y hasta fábulas. que se pueden distinguir. Es un viaje increíble que se da dentro de la mayor efervescencia y entusiasmo de la población española de entonces. Acababa de regresar Colón de su primer viaje habiendo traído consigo una gran cantidad de objetos, pájaros e indígenas y sobre todo, la promesa de inmensas riquezas que despertaron el proverbial apetito del español por el oro. Todo el mundo quiso participar y los notables, y aquellos nobles con influencia en las Cortes, no escatimaron esfuerzo para montarse y irse de paseo, aunque por decreto real, lo era de coloniaje y los viajeros tendrían que quedarse en esas descubiertas tierras. Fue un viaje de consecuencias profundas y generador de muchas y variadas controversias. Muchas de las cuales fueron producidas por lo heterogéneo de sus participantes y las vastas diferencias en calidad, rango, estatus social, y cercanía a la casa real. Entre nosotros, quinientos años después, y desde el siglo 19, es igualmente causa de mucha discrepancias. Sobre todo en el reclamo por los diferentes historiadores de por donde fue el derrotero o bojeo de la armada participante: si por el Norte o por el Sur, o que si su primera parada o aguada, fue por Guánica, Añasco, Rincón o la actual Aguada. Este trabajo que ofrezco a continuación quiere brindar por lo menos, nuevos parámetros o factores a considerar para cuando se esgrime una teoría o la otra. Page | 19 Sale la Flota Las noticias traídas por Colón al regreso de su primer viaje despertaron un gran interés en la corte y entre la gente de mar. De pronto, todo el mundo quería embarcarse a las Indias, ya fuera por espíritu guerrero, tras el término de la guerra contra los moros luego de la toma de Granada, por la codicia del oro que se presumía abundante, o por afanes evangelizadores. De toda la gente que concurrió, se seleccionaron entre 1.200 y 1.500 personas para acompañar a Colón en esta segunda expedición. Entre los viajeros iban Diego Colón, hermano menor del Almirante; Pedro Margarit, amigo personal del rey Fernando; los futuros conquistadores Alonso de Ojeda, Juan Ponce de León, Diego de Velásquez y Juan de la Cosa; el médico sevillano Diego Álvarez Chanca y Michel de Cúneo--quienes registraron las peripecias del viaje en pintorescas relaciones- y religiosos como Bernardo Boyl (antiguo secretario del rey) y Ramón Pané, considerado posteriormente el primer etnógrafo de los nativos americanos. TIPOS DE EMBARCACIONES QUE USÓ COLÓN EN ESTE 2NDO VIAJE Carabela Latina Carabela Nao El 25 de septiembre de 1493, una hora antes del amanecer, una imponente flota compuesta por 14 carabelas y 3 naos, bien provistas de víveres, pertrechos, armas, mercaderías, semillas y animales, zarpó del puerto de Cádiz rumbo a las Indias. Iban con la intención de quedarse e iniciar la explotación de las tierras recién descubiertas. La armada se dirigió inmediatamente hacia las Islas Canarias buscando Colón una línea imaginaria (Paralelo 20ºN.Meridiano 70ºO)que se usa en navegación conocida como el Paralelo o línea Equinoccial y que corre pareja hasta el trópico a la altura de las Antillas para ellos: las Indias. Para entonces el único instrumento de navegación astral era el Astrolabio que podía dar las longitudes pero no las latitudes; en otras palabras, el instrumento te decía hacia done ibas en esa línea imaginaria y si ibas a la izquierda (Sur) o derecha (Norte) de la misma, pero no en que sitio de la misma te encontrabas. Eso vino mucho después con el invento del cronómetro que te mide con exactitud en qué parte de línea te encuentras. Ya Colón --sigue Page | 20 Ruta Aproximada Page | 21 Llegada a Puerto Rico Teoría del Bojeo o Paso por el Sur Costa Este Vientos Prevalecientes Meses Noviembre, Diciembre, Enero Paralelo 20/22ºN.Meridiano 70ºO que viene buscando Colón Donde está localizado Isla Hispaniola Puerto Rico Flota al Pairo Vienen de San Martin Isla de Vieques Ruta final Banda Sur de Puerto Rico Al no poder seguir hacia el Norte Colón envía carabela Latina a Noviembre 14 llega la buscar paso, no lo encuentra Flota regresa Isla de Santa cruz Hay- hai Ruta Intencionada en pos del Meridiano 20ºN. vientos lo impiden Este trabajo está orientado a demostrar mediante prueba de técnicas náuticas, geografía de la región, y un análisis ponderado principalmente de los escritos de Dr. Diego Álvarez Chanca, médico asignado por la Corona española para acompañar a Cristóbal Colón en su segundo viaje al nuevo mundo en el 1493, que el derrotero al pasar por Puerto Rico fue por su banda Sur. Esto se debió a lo peligroso del paso por la Sonda de Vieques, los vientos prevalecientes y el sistema de velas cuadras de las carabelas Page | 22 en su primer viaje del 1492 había anotado en su bitácora que la isla de la Hispaniola y que los indios llamaban “Aití, estaba localizada en algún sitio de la longitud o paralelo 20 o 22ºNorte. Y como por boca de los indios de Haití, se había enterado que habían otras tierras al sur de la Longitud 20ºN, habitadas por los caribes, quiso encaminar su derrotero en este viaje ajustando el Astrolabo para que leyera varios grados más al Sur de la Equinoccial de las Canarias o paralelos 27°37' y 29°25' de latitud Norte, porque ellos no sabían en que Longitud o paralelo se encontraban dichas islas. Al llegar a Puerto Rico notó que corría al Norte del Paralelo 18N y que por lo tanto, corriendo hacia el Oeste al terminar la isla podría girar hacia el Noroeste y subir unos grados más hasta la Hispaniola. Por eso determinó en seguir la derrota del Sur de la Isla. En las islas Canarias se hizo escala para arreglar una de las embarcaciones y se compraron cerdos, cabros, ovejos, caballos y gallinas. A los pocos días zarpó la armada rumbo Oeste bastante al Sur de esa línea original o equinoccial. El viaje fue rápido y en veinte días ya estaban en Martinica.20 Como el propósito de este trabajo es la interpretación del paso por la isla de Puerto Rico, omitiré todo lo relacionado con el bojeo de la flota a través de las islas de las Antillas Menores y retomaremos el relato de Chanca y de otros historiadores a la altura de San Martin, isla que bautizó con ese nombre por llegar en la fecha de su onomástica. A esos efectos dice Diego Álvarez Chanca: “Luego aquel día partimos desta isla que no estaríamos alli más de seis ó siete horas, fuimos para otra tierra que paresció á ojo que estaba en el camino que habíamos de facer: llegamos noche cerca de ella. Otro día de mañana fuimos por la costa della: era muy gran tierra, aunque no era muy continua que eran más de cuarenta y tantos islones, tierramuy alta, é la más della pelada21, la cual no era ninguna ni es de las que antes ni después habemos visto. Parescia tierra dispuesta para haber en ella metales: á ésta no llegamos para saltar en tierra, salvo una carabela latina 20 Carta de Chanca: “El primero Domingo después de Todos Santos, que fué a tres días de Noviembre, cerca del alba, dijo un piloto de la nao Capitana: albricias, que tenemos tierra. Fué el alegría tan grande en la gente que era maravilla oir las gritas y placeres que todos hacían, y con mucha razón, que la gente venia ya tan fatigados de mala vida y de pasar agua, que con muchos deseos sospiraban todos por tierra. 21 Las únicas islas o archipiélago con esas características en todo el Caribe Oriental es el de la Sonda de Vieques que se extiende de Oeste a Este pasando por Culebra, Vieques, San Tomas, Tortola, San John, Norman Island, cientos de cayos, islotes, arrecifes, peñones y más al Sur Oeste la Isla de Santa Cruz o Hay Hay como la llamaban los caribes. Page | 23 llegó á un islon de éstos, en el cual hallaron ciertas casas de pescadores. Las indias que traíamos dijeron que no eran pobladas:” Dice Fernando Colón: "por violencia del tiempo surgió el jueves 14 de noviembre en una isla, en la cual mandó coger algún indio para saber donde se hallaba; y mientras el batel volvía a la armada trayendo cuatro indias y tres niños que habían preso, encontró una canoa, en que iban cuatro indios y una india22, (los cuales viendo que no podían huir bogando, se previnieron para defenderse, é hirieron á dos cristianos con las flechas, tirándolas con tanta fuerza y destreza, que la india paso de parte á parte un broquel"23. Concuerdan la relación de Fernando Colón y Chanca. El crucero al levar anclas, frente a San Martin, el doce por la mañana, hizo rumbo al noroeste en busca de la Española y vientos contrarios le obligaron a recalar el jueves 14, a medio día, a Santa Cruz, por abatimiento o caída desotavento”. Esto de “vientos contrarios” –que es la primera vez que se dice durante la subida de Martinica,24 “por abatimiento o caída de sotavento”, es de suma importancia para sostener nuestra tesis, por varias razones. Primero, porque es para ellos, algo nuevo desde que salieron de España. Que en su afán de llegar al paralelo o longitud 70N, donde sabía Colón ubicaba la Isla Española y donde había dejado la tripulación de la Santa María luego del desastre del su encallamiento, había estado navegando cada vez más al Septentrión es decir hacia el Norte, en un rumbo Noroeste. Este derrotero los fue colocando poco a poco en una posición o dirección contrapuesta en relación al viento prevaleciente para las longitudes 68N; 69N y 70N7 Los vientos aquí, todo el año pero en particular, durante el mes de noviembre, tienden a fluctuar del Norte, Nordeste y Noroeste, en un amplio arco de direcciones intermedias. Este arco como ilustraré luego en las páginas uno y nueve, impide a embarcaciones –que no tienen motor—de velas cuadras o de cuatro puños, navegar en esas direcciones. Como dice Chanca y Fernando Como dice Chanca y Fernando Colón, “los vientos contrarios le obligaron a recalar25...”por abatimiento o caída desotavento”26. Lo que están diciendo es lo mismo que: “Llegamos a un punto donde las proas de las carabelas estaban apuntando en dirección del viento y las velas se fueron desinflando hasta que ya no empujaban más a las embarcaciones, y en vez de avanzar, “abatieron” que es sinónimo de “se derrumbaron”. Y para los escépticos que aún podrán dudar, se puede decir que las carabelas encontraron un muro de 22 Incidente de Santa Cruz . Se cubrirá aparte Un broquel es un escudo pequeño, de hierro o de acero, y más comúnmente de madera, cubierto de ante y con su canto guarnecido de hierro 24 Recuento de Diego Colón según Relación del Segundo Viaje escrito por su Hermano: Fernando 25 Echar anclas 26 De donde viene el viento-- como dicen los pilotos 23 Page | 24 viento tal que solo las podría ayudar a retroceder o como ellos decían caer de sotavento. Como no tenían motor, tuvieron que detenerse. Segundo y extraordinariamente, esto ocurre en uno de los parajes más peligrosos para la navegación en particular a vela en embarcaciones sin motor imposibilitas en maniobrar a través de canales estrechos entre islas, llenas de escollos y bajos. Aún menos cuando estamos ante una escuadra de diecisiete embarcaciones no diseñadas para esas cosas. Hoy en día, las embarcaciones que vienen del Sur dan la vuelta al Norte de Anegada o entran más al Sur a través del Canal de Anegada que es todo hondo. Pasan al Norte del archipiélago y entonces pueden pegarse al paralelo o longitud 70N todo hondo y llegar hasta la Hispaniola Ese día, la flota sin saber que hacer, hizo lo correcto: recalar y enviar a una carabela Latina que puede navegar pegándose más al viento --que sus sistemas de Velas latinas sobre berga inclinadas, son de más fácil maroma de bordear a sotavento— para que investigara el paraje y buscara un canal ancho y hondo para subir dando bordos, las diecisietes carabelas y sus pesadas, lentas y torpes naos. Luego de un corto periplo donde esta carabela rodea a estas isla, se da cuenta de lo peligroso y regresa con esas noticias donde Colón. Esto lo lleva a tomar la decisión de girar hacia el Suroeste bordeando la isla de Borinquen que ya por los indios sabía que era isla para luego volver a buscar la longitud 70N pasando la costa Oeste de la isla.. Vemos como lo expresa el Dr. Chanca: “Andovimos por esta costa lo más de este día, hasta otro día en la tarde que llegamos á vista de otra isla llamada Burenquen, cuya costa corrimos todo un día: juzgábase que tenía por aquella banda treinta leguas. Esta isla es muy hermosa é muy fértil á parecer: á ésta vienen los de Caribe á conquistar, de la cual se llevan mucha gente; éstos no tienen fustas ningunas nin saben andar por mar; pero, según dicen estos Caribes que tomamos, usan arcos como ellos, é si por caso cuando los vienen á saltear los pueden prender también se los comen como los de Caribe á ellos. En un puerto desta isla estovimos dos días, donde saltó mucha gente en tierra; pero jamás podimos haber lengua, que todos se fuyeron como gente temorizada de los Caribes” En referencia al “descubrimiento” de Borinquen o Puerto Rico, eso es todo lo que dice Chanca. Anduvieron TODO UN DIA., de la única manera que esto se puede hacer en un día es con el viento no necesariamente a popa o la parte trasera de las embarcaciones, sino como saben los marinos de velas, con el viento acuartelado a la banda trasera de estribor yendo hacia el Oeste. En esta posición todas las embarcaciones van dando su máxima velocidad de casco que sumado a la corriente equinoccial –de Este a Oeste-- con sus casi cuatro nudos, suman un promedio de ocho a nueve nudos de traslación o nueve millas náuticas por hora. Totalmente posible cubrir mar afuera toda ese lado de la isla en once horas. Page | 25 También concuerda este relato con lo que venimos diciendo de los vientos prevalecientes que ese mes estaban obviamente del Noreste a Estenoreste. Este lado de Puerto Rico es tranquilo, lo que ayuda su tránsito. Esto que he expuesto aquí puede ser comprobado en la gráfica de la página dos donde explico visualmente el problema inicial con los vientos contrarios y la decisión de Colón de hacer rumbo Suroeste por la banda Sur. DÓNDE PARÓ COLÓN EN BORINQUEN ¿“Qué dice el Dr. Álvarez Chanca? Muy poco; toda esa otra metralla de teorías y locuciones sobre este o aquel otro sitio es pura fantasía o “quiero-que-seas”. Veamos: . “En un puerto desta isla estovimos dos días, donde saltó mucha gente en tierra; pero jamás podimos haber lengua, que todos se fuyeron como gente temorizada de los Caribes” No dice nada más el buen médico; sin embargo se pueden hacer ciertas deducciones en base a conocimiento de las características de la navegación por la banda Sur en particular en su punta más Suroeste, es decir el área de cabo Rojo, sus morillos, y escollos costeros y lo entrado que era ya el día o debo de decir el atardecer. En el Equinoccio de Invierno el Sol se pone casi un poco después de la seis o a las 19+horas. Así que si navegaron por todo un día quiere decir que al llegar a Cabo Rojo estaban viendo el atardecer.27 Por desconocer más adelante que pudiera haber, podemos presumir que se pudo acercar a tierra enviando una Carabela latina rápida y estas le tienen que haber dicho que había mar hondo hacia casi llegando a tierra. Ahora lo crucial es saber que podían hacer todas aquellas embarcaciones con el viento que en ese litoral se acomoda en la tarde de una dirección Noreste variando a Este. Este viento es muy bueno porque todas las embarcaciones pueden seguir dando le mejor velocidad de casco y aún mejorando el bordo a largo. Si uno tira una línea imaginaria desde mar afuera del Cabo Rojo hacia tierra con ajuste para el viento, esta línea te saca justamente frente a la actual Añasco donde los montes Canta Gallo, Gordo y el Pichón, frente a Cabo Vigía, rinden ese pedazo de bahía abierta en casi un lago sin olas. Perfecto para una flota de velas cuadras pegarse bastante a tierra, descansar y aprovisionarse de agua, ya que en las inmediaciones sale un caudaloso rio el Grande de Añasco 27 Como dice Pedro Mártir deAnglería, por alta mar por temor á los escollos. Por lo tanto, lógico es suponer que la armada corrió el sur de Boriquén, lo más alejada posible de tierra, y al notar frente a la punta Parquera el oleaje más grueso, que le acusaba la peligrosa costa de los Morrillos de Cabo rojo, se echara más afuera aún, recurvando después,y volviendo su rumbo al norte en busca del fuerte de Navidad en la Española, constante aspiración de Colon Page | 26 El mar es tan tranquilo en dicho sitio que la flota se estuvo allí por dos días. Con el pasar de los años este paraje se siguió utilizando para las embarcaciones que bajaban a Indias, sobre todo, aquellas que venían con destino al Santo Domingo que se fundó en el Sur de la Hispaniola luego que el poblado de la Isabela en el Norte fue abandonado. Muchas de estas embarcaciones usaban el derrotero del Sur como este del segundo viaje porque era el más corto desde las Canarias. Paraban allí para hacer “aguada”, luego en la Mona para adquirir pan de casabe y luego proseguían por el Sur hasta Santo Domingo. El ASUNTO DE LA AGUADA Posiblemente el dato de más controversia en esto del segundo viaje y “descubrimiento” de Borinquén. Es necesario decir antes de adentrarnos en el tema que el término “aguada”, no es exclusivo de sitio o isla alguna, sino que se usaba indistintamente por todos los navegantes refiriéndose al sitio donde se recalaba para tomar agua y que podía ser en varios sitios dependiendo el tiempo. En todas las relaciones que si hicieron durante el segundo y posteriores viajes, por ejemplo, se dice que luego del pasaje entre la canarias y las Antillas, se hacía “aguada” en Matininó (Martinica). En cuanto a Puerto Rico, hay tantas opiniones como historiadores del tema. Algunas son más lógicas que otras y algunas descabelladas y fantasiosas, como es el caso de que fue en la Bahía de Guánica. Otros dicen que Guayanilla, Boquerón en Cabo Rojo, la actual Aguada y finalmente en la recalada del actual Añasco. Esta última teoría tiene la ventaja de que en viajes posteriores y como parte de la colonización de Puerto Rico, se utiliza esta región, que tiene buenas fuentes de agua, como el primer asentamiento de la antigua San Germán. Es posible que esta sea, pero tal parece que se hicieron más de una parada para tomar agua sobre todo por la cantidad de animales que venían en los barcos y el poco espacio en realidad para almacenarla. EL ASUNTO DE LA AGUADA INTERPRETADO AL PASAR ELTIEMPO Diego Álvarez Chanca fue el médico de la flota, que Colón conducía en su segundo viaje a las Indias. La carta, dirigida por Álvarez Chanca al Cabildo de Sevilla, fue copiada por Fernández Navarrete de un códice (páginas 17 a la 31) de mediados del siglo XVI que poseía la Real Academia Española de la Historia. Durante la segunda mitad del Siglo XIX, y principalmente acercándose el año del cuatricentenario de su descubrimiento (1893), en Puerto Rico se suscitaron varias controversias sobre la ruta de llegada, fecha de tal evento y principalmente del lugar del desembarco. Entre los que participaron de estos debates, además de Coll y Toste, estaban los doctores Agustín Stahl Stamm y Zeno Gandía, los historiadores Page | 27 Salvador Brau y José Julián Acosta, el General de la Armada Patricio Montojo, los escritores Mariano Abril y Manuel María Sama y el Presbítero José Nazario y Cancel, párroco de Guayanilla. Todos ellos utilizaron la carta de Álvarez Chanca y a todos les servía como base para sus alegaciones. Coll y Toste, Montojo y Salvador Brau, defendían la teoría de Aguada como el lugar elegido por Colón para el desembarco. Zeno Gandía, Mariano Abril y sobre todo el Presbítero Nazario en su libro "Guayanilla y la historia de Puerto Rico" (Ponce, 1892) aseguraban que lo fue por Guayanilla. Manuel María Sama y José Julián Acosta se decantaban por Mayagüez, acercándose la fecha del cuatricentenario (19 de noviembre de 1893) . Antes de terminar, quiero brindar en estas páginas, una ilustración de cómo navegaban las embarcaciones utilizadas por Colón en este épico segundo viaje. Servirá también para demostrar el predicamento y difícil situación encontrada por él, al llegar al Norte de Santa Cruz y al Sur de Vieques en relación a los vientos descritos por los relatores como de Sotavento como es demostrado en la página 2. ESQUEMA DE NAVEGACIÓN A VELA CUADRA Dirección Viento Velas Cuadras pueden navegar bien en todos los cuadrantes Verdes Velas cuadras no pueden navegar cuando el viento viene de cualquier dirección del cuadrante rojo Page | 28 La Sorpresa de Matitinó Horripilante sorpresa se llevó el Gran Almirante de la Mar Oceánica, Don Cristóbal Colón y sus acompañantes en el 1493 cuando en su segundo viaje llegó a las Antillas Menores: “el gusto por la carne humana que tenían una buena parte de los aborígenes o <indios>: los ,caribes> de aquellas islas”. Ya hacía mucho tiempo que en Europa no se hacía tal cosa y desde los tiempos del conflicto entre el cromañón y el neandertal, cerca de 50,000 años antes, no se oía que esto ocurriera. El europeo se había olvidado de esta abominable práctica; por lo que cuando se bajaron de sus naves en la Dominica, y encontraron chuletones de hombres colgando en boucan28 de los arcones de los bohíos y un cuello hirviendo en una cazuela de barro, quedaron espeluznados sin medida. Luego, al cruzar de una isla a la otra, se fueron percatando que aunque aquello se había originado como un ritual de venganza contra los enemigos en sus guerras, para entonces, ya era una práctica común entre ellos. En cada isla que descubrieron hallaron la triste evidencia de la antropofagia: huesos de diferentes partes del cuerpo, a los cuales se le había cortado la carne, cientos de cráneos, colgados de los arcones de los bohíos, y hasta piernas y brazos ahumados que todavía estaban calientes y grandes basureros donde se habían amontonado los huesos descartados. En innumerables de veces se encontraron con Canoas—como los indios llamaban a sus embarcaciones—que traían cautivos para engordarlos y luego comerlos. A los que cautivaban jóvenes, le cortaban sus partes íntimas para convertirlos en una forma de capones de engorde. Como eran sodomitas a estos muchachos los usaban como mujeres y cuando ya crecían, los mataban y sencillamente se los comían. 28 Ahumados y ligeramente salados y secados Page | 29 A través de sus intérpretes, fue elaborándose por los españoles entonces, un cuadro más claro y profundamente triste, de cómo, contra quién y porqué de esto. Según ellos mismos admitían, la razón por la que comenzaron a degustar carne humana, se debió a la exogamia. Es decir por la aversión que tenían como regla general, al sexo con sus propios parientes o en la misma familia. Aunque también, había pequeñas islas que el padre se acostaba con las hijas, el tío con sus sobrinas hasta las madres con los hijos29. Pero estos eran casos muy escasos, y la mayoría del Indio Caribe lo tenía prohibido hasta con pena de muerte. Este taboo decían ellos, los llevaban a asaltar otras islas para buscar mujeres en pos diversidad genética. El método utilizado invariablemente era el de matar a los hombre en cada isla y llevarse sus mujeres. Los asesinados eran descuartizados y comidos y los sobrevivientes, eran llevados a sus islas para luego hacer fiesta con ellos. De esta suerte despoblaron muchas islas que luego eran usadas para excursiones de caza, pesca y el cultivo de la yuca. Los animales salvajes como leones, chimpancés, etc., hacen lo mismo pero para imponer su genética. Ya para el 1493, los caribes habían exterminado a los Igneris en todas las Antillas menores y estaban en vías de afectar decisivamente a los Tainos en las Mayores. Ambas etnias eran pacificas y habían llegado a las islas mucho antes que ellos; estableciéndose y formando pueblos pacíficos de colectores, agricultores y pescadores. Según refieren los cronistas, solo en la parte Nordeste de la Hispaniola, en la bahía de Samaná existía un enclave Caribe de consideración, tan hostil, guerreo y peligroso como los caribes -- los Ciguayos-- en el resto de la Antillas menores. No obstante, en Puerto Rico y Cuba, con excepción de poquitísimos bolsillones, no había asentamientos considerables de ellos. Hasta entonces, los Tainos habían podido, a pesar de muchas bajas y perdida de mujeres, mantenerlos a raya. De hecho, contrario al resto de las Antillas mayores, fue Puerto Rico, el frente de guerra común donde se le ofreció resistencia seria a los Caribes, en su paso hacia el Oeste. 29 Esto no debe de extrañar ya que en Puerto Rico, esto todavía acontece Page | 30 Debido a esta práctica de matar a los varones y raptar a las mujeres, al llegar la escuadra española, una lengua era la que hablaban los hombres y otra las mujeres y los niños. De tal magnitud era este planificado genocidio y apañar a las mujeres, que en algunas de las Islas, sobre todo donde había un gran asentamiento, un hombre Caribe, llegaba a tener hasta 50 mujeres, que no solo eran esclavizadas, sino que las usaban sexualmente. A parte de estas, el hombre tenía sus otras esposas nativas de sus islas, que aunque eran libres, no eran mejor que animales de carga. Tenían estos aborígenes otra nefasta y cruelísima costumbre: a los niños que les nacían a las tainas esclavas, los dejaban crecer un poco si eran varones y luego se los comían. A las hijas las dejaban vivir para que luego les sirvieran y usarlas sexualmente como esclavas también. Solamente consideraban familia a los hijos e hijas que tenían con mujeres caribes de su estirpe étnica. A estos respetaban dentro de ciertos límites, pero nunca se los comían. El hombre Caribe se pasaba el día tendido en la hamaca holgazaneando con los otros hombre en una casa comunal que ellos llaman el Carbet. El resto del día, iba el de pesca o caza un rato, pero enseguida regresaba a sus esclavas y mujeres para ser aseado y alimentado. Pero era allí donde se planificaba todo y de allí salían para sus incursiones de caza de hombres, y guerras con sus enemigos al Sur, que ellos llamaban los arguages30. También era allí donde cogían sus proverbiales borracheras ya que eran adictos al uicú, que es una bebida o fermentación tipo cerveza, elaborada con harina de yuca. Esta bebida está difundida por toda la amazonia de donde procede, e inclusive los tainos de las Antillas Mayores la favorecían. Es la mujer caribe quien la produce totalmente porque es ella y sus esclavas tainas quienes plantan la yuca, la guaya, la seca luego escupiendo sobre ella en un envase donde se deja fermentar. Yo la probé cuando vivía en Venezuela y tengo que admitir que me agradó. 30 Estos eran indios de lo que hoy es Trinidad, Tobago y las costas de las Guayanas que eran igual que ellos de salvajes y antropófagos. Page | 31 Tampoco tenían los caribes, a diferencia del taino, un concepto de justicia o quien la impartiera, ya que no existía entre ellos un cacique propiamente dicho, con plena autoridad como entre otras etnias antillanas. Los que dirigían en tiempos de guerra eran ciertos individuos que por experiencia y bravura demostrada, se le seleccionaba en el savin o asamblea de hombres que se celebraba en Carbet para esa excursión en particular. Ciertas islas, tenían a unas mujeres que fungían como una especie de reina, pero su autoridad era en extremo limitada31.. Esta es la razón porque el Caribe cuando se cansaba o se ponía vieja una de sus mujeres, sencillamente la mataba dándole en la cabeza con la macana. No había nadie quien lo reprendiera o ajusticiara. Muchas veces, iba el hombre a la casa de los padres y la vituperaba, entonces los padres decían, “hiciste bien”, y le ofrecían otra de sus hijas. Cosa extraña, entre los caribes: era cosa imperdonable comerse a una mujer— cualquiera que fuera-- y lo encontraban en extremo desagradable. Las indias de la etnia guarao en el Delta Macuto de Venezuela, hasta hace unos años, tenían la costumbre de ser ellas por el contrario quienes elegían a sus esposos por ser a diferencia, una sociedad matriarcal, pero cuando se cansaban, o tenían problemas, los llevaban al conuco en la curiara32, como todos los días para trabajar la yuca, y por el camino le daban con la pala del remos por la cabeza y lo ahogaban en el rio. Hoy, claro está, es práctica prohibida, por lo menos oficialmente. Pero sé de un caso que se me contó en uno de mis vuelos a Tucupita, pueblo frontero con la selva del macuto, y los asentamientos guaraos; que un joven español llegó hasta una de sus villas y maravillado con la aparente pacifica y regalada primitiva vida indígena, quiso 31 Este es el famoso caso contado en “Los Capones de la Reina”; por varios de los acompañantes de Colón en el 1493. En dicho relato se habla sobre esta canoa que encontraron en la costa de Santa Cruz donde venían varias mujeres, hombres y esclavos algunos que habían sido capados y sus miembros cercenados hasta el ombligo. Admitido por ellos que la idea era engordarlos de esta manera y luego comerlos. Una de las mujeres ostentaba mucha autoridad y comandaba al resto hasta que fueron apresados 32 Canoa pequeña para dos o tres personas. Page | 32 quedarse a vivir entre ellos y comenzó un negocio de venta en el extranjero de objetos guaraos. No sabía que entre esta gente es la mujer quien escogía al marido. Al cabo de un año, le gustó una indiecita de catorce años que le cuidaba su casa y por meloso y atrevido la sedujo, o ella se dejó y la embarazó. La madre que era viuda, vino a verlo y le informó que lo elegía como esposo y se podía quedar con las dos. Le pareció muy acomodaticia la situación y asintió. Bueno pues la guarao vieja, reclamó la primera noche sus “derechos matrimoniales”; cosa que desde un principio fueron insatisfactorios para la mujer; y pasó que luego en uno de los viajes de los tres a pescar, que solamente ella y su hija regresaron, dando noticias que el muchacho se había caído al agua y se había ahogado. Vinieron los padres desde España y luego de una exhaustiva investigación, se descubrió su cadáver en uno de los caños del rio con su cráneo triturado. Cuando fueron a apresar a las dos mujeres, estas habían desaparecido en la jungla con el hijo y por más que se trató, nunca se pudieron encontrar. La única “forma de justicia” entre estos salvajes, si se puede llamar así, es que aún después de años de haber sido agraviado alguno de ellos, en una de las borracheras con uicú, estando todos en un savin dentro del Carbet y todos ebrios, se levantaba cuidadosamente y le pegaba un macanazo en la cabeza matando a sus agraviante. Luego de eso, se volvía a sentar y aquí no ha pasado nada. Se suponía entre ellos, que lo había hecho con razón. Tienen aún otras malísimas costumbres homicidas: al llegar sus padres a la ancianidad, que era longeva de 90 y cien años; eran sus propios hijos quienes los mataban a macanazos para que no sufrieran como viejos y decían: “ellos mismos nos los pidieron porque eran muy desgraciados”. El indio Caribe es oriundo de la cuenca amazónica; allí donde hasta el día de hoy se han difundido y desarrollado infinidad de sub-etnias y pueblos indígenas; más los Page | 33 que descendiendo por el Amazonas y el Orinoco, llegaron hasta las costas Atlánticas y de ahí a su islas como los igneris y tainos, muchísimo antes que ellos. El Caribe lo cuenta, claro a su manera, y cada isla o grupo, de diferentes formas. La realidad es que al igual que todo el pueblo amerindio o autóctono, proceden de Asia cuando luego de la última etapa glacial, hace más de 25,000 años, pasaron por el Estrecho de Bering a tierras Norteamericanas. Pueblo en extremo aguerrido, extremadamente primitivo y salvaje en comportamiento social y general. El hombre es más alto y muchísimo más corpulento que el taino. Esto posiblemente por la concentración de proteínas en el gran consumo de carne humana, moluscos y cangrejos que era su dieta. Sus facciones, tal vez por sus costumbres salvajes y crueles, habían tomado un aspecto de animal feroz que acentuaba con la pintura negra y blanca que se aplicaban en la cara. Tenían el pelo suelto como las mujeres—a diferencia del taino que lo tenía corto-- con un cerquillo en la frente y una rajadura en el centro. Cada isla o grupo lo peinaba algo distinto y todos llevaban plumas de papagayos o flamingos multicolores encertadas en la parte trasera de los mismos. Eran grandes y certeros flecheros incluyendo sus mujeres, ya que desde muy niños comenzaban a ejercitarse en este arte. Sus arcos eran de siete pies de largos y sus flechas aún más largas. Como no tenían hierro, ponían al final de las mismas puntas de hechas con hueso humano, el espinazo cerrado de la raya marina o un pedazo de concha afilada. La punta era invariablemente envenenada con sumo de manzanillo, un arbusto costero que produce una como pequeña manzana verde sumamente venenosa, de las cuales aún quedan en nuestra Isla de Culebra. Usaban también de una macana chata sumamente densa y pesada de madera de ausubo o guayacán, que en sus manos era un arma letal. En el combate con los tainos u otros pueblos, un golpe de macana en cualquier parte del cuerpo sobre todo en la cabeza ponía al oponente fuera de combate. Page | 34 Cosa curiosa: la naturaleza ha dotado a todos los animales de rapiña o depredadores, de ese semblante de fiereza y adelantada crueldad. Lo vemos en los Leones, tigres, lobos, tiburones y en las aves, en las águilas, halcones y hasta en los insectos; etc. Tal parece que dentro del sistema de evolución, existe en los genes, el cromosoma, el ADN, una “directriz”, o mecanismo tal que a esta característica de supervivencia la castiga con un aspecto desagradable, repugnante y que de antemano pone a la defensiva a la posible víctima. Por el contrario, premia y compensa al pacifico e inocente, con una semblante agradable y atractivo. Esto lo vemos en los perros domésticos, en los periquitos, canarios, en los delfines, y en algunos monos pacíficos. Pero en los humanos que piensan y pueden variar comportamiento, les ha dotado de la habilidad de acentuar esas características por selección natural; lo que produce entonces un semblante especialmente amenazante. En esto, no somos como tantas otras cosas, distintos a los animales. Asi era el Caribe, a través de los años, había adquirido y acentuado esa característica facial de animal depredador agresivo y hostil; y el taino el de animal pacifico y agradable. Cuenta el Dr., Chanca que los que aprendieron junto con la notoria cacica de Santa Cruz, eran de tal feroz semblante, que infundían temor aun a ellos mismos y que después de ser apresados mantenían la misma actitud violenta, agresiva y desafiante. Tanto así que a la primera oportunidad, fueron enviados a España donde eran exhibidos como animales. Aún allá, aquellos que posteriormente eran enviado como esclavos o para ser convertidos a cristianos junto con otros tainos, mantenían la misma actitud, y agresividad contra todo el mundo. Su forma preferida de guerrear o venir de cacería, era la emboscada. Se llegaban lo más sigilosamente posible hasta el poblado que quería atacar y esperaban hasta el Page | 35 amanecer. Pero si algún perro ladraba o eran descubiertos, se volvían a sus escondites en islas comarcanas hasta otra ocasión. Inexplicablemente demostraban esta cobarde actitud, tal vez por querer minimizar sus bajas y usar al máximo la sorpresa. En realidad los tainos quedaban paralizados ante el ataque de los caribes que vivian prácticamente de la carne que les proveían los hombres y de las mujeres que raptaban. Les tenían un miedo espantoso, y un odio profundo; a tal extremo de que como se daba el caso, con algún cacique taino valeroso, y los habían varios, si por suerte mataba a un caribe, allí mismo se los comía a dentelladas. Ya para los tiempos de Colón, existían en Borinquén caciques sumamente aguerridos que muy bien podían contrarrestar los ataques del caribe y hasta derrotarlos; sobre todos los del área Suroeste de la Isla, como Agueybaná. Es este el caso por el cual, un pueblo descrito por el Almirante como tan pacifico e ignorante del manejo de armas, cuatro o cinco años después, enfrenta a los españoles de Sotomayor en Guánica y los aniquila, cansado de sus atropellos y abusos. No pudo haber estado más equivocado, aunque según la Probanza de Juan González Ponce de León, uno de los pocos sobrevivientes de la masacre, los había advertido. Es la historia de este hombre, digno de ser contada, y de hecho la contaremos en otra ocasión. Era dos cosas distintas las guerras y las salidas para la cacería de hombres y rapto de mujeres para el Caribe. La guerra por ejemplo, comenzaba invariablemente con un gran caramento o discurso tipo arenga que venía a hacer una de las viejas viudas del grupo. Ésta se llegaba donde estaban bebiendo los hombres y comenzaba quejarse de todo lo que tal o más cual pueblo les había hecho desde los tiempos más remotos. Poco a poco esto iba contribuyendo a la exaltación de los ánimos hasta llegar a un estado de frenesí donde todo el pueblo, mujeres, niños y ancianos comenzaban a aullar y gritar. Desde ese momento durante toda esa madrugada se planificaba y se elegía al capitán de guerra, la fecha de partida y se preparaba lo necesario para la incursión, la cual siempre era acompañada por mujeres caribes que les servían y acicalaban durante la misma. La cacería de Page | 36 hombres era muy distinta ya que no dependía de este sistema sino que consistía en un sencillo convenio periódico entre algunos de ellos, o todos los hombres de la villa, de salir en buen tiempo, en sus grandes canoas de 50 remeros a buscar carne humana, cosa que les fascinaba hacer. Fueron estas incursiones con las que se encontraron la flota de Colón en el 1493 y luego en 1504, según cuenta en su famosa Probanza, González Ponce de León, sobrino del Adelantado, cuando encontraba a estas canoas en altamar entre las islas de Puerto Rico y Hispaniola, luego de la “pacificación.” Ya el taino para entonces, enemigo del español abusador e explotador, iniciaba un éxodo de indios hacia el Este33 a través de Vieques. Contaba que eran tan rápidas y tan diestro en su manejo que no había forma de aprenderlos con los carabelones que se usaban para perseguirlos. Decía y esto lo entenderán los que tenga algo de conocimientos de navegación a vela, que tan pronto ellos se les acercaban, giraban la canoa hacia barlovento, obligándolos a tener que girar o dar bordo contrario, cayendo por ende en otra dirección y así sucesivamente lo que hacían con gran gritería y mofa una y otra vez. Hay un dato curiosísimo también, que yo he encontrado intrigante por haberlo descubierto, como ya contaré, en otros pueblos indígenas, sobre todo entre los mesoamericanos y es el siguiente. Según el padre Juan Boytón, Jesuita francés en su “Relación del Establecimiento de los Franceses después de Año 1635 en la Isla de la Martinica”; los caribes decían que Maboia el diablo en el que ellos creían, que les golpeaba a veces y hasta matar algunos, era quien tenía poder sobre ellos y los inclinaba a hacer sus cosas como guerras y comer carne humana. Que los perseguía constantemente pero cuando estaban cerca de un cura o una cruz, ya no tenía tanto poder, más bien huía. Confesaban que la señal de la Cruz lo hacía huir también. Dicen que algunos brujos 33 Este es un dato poco conocido en la colonización de Puerto Rico e incluido en la Probanza mencionada. Cuenta que hubo un período durante el cual los tainos lograron una cierta tregua con los caribes y entonces comenzaron a escapar por la banda Este área del Daguao, en inmensas canoas que obviamente tenían escondidas o eran provistas por los caribes y que tenían 59 remeros e iban llenas de mujeres, niños y toda clase de objetos y comestibles. Hubo un éxodo bastante considerable que explica la desaparición tan rápida del taino de Puerto Rico, a diferencia de lo que muchos historiadores de la “tradición del Archivo de Indias”, creían que se debió a la explotación y enfermedades. Pero ya es tiempo de reescribir nuestra historia como realmente fue en base a los últimos descubrimientos arqueológicos. Este es otro tema. Page | 37 caribes tenían especial comunicación con él y que podían predecir cosas venideras. Una vieja salvaje Caribe le dijo a un francés conocido de él que dentro de días llegaría un barco de Francia y así fue. Que en Dominica en una cueva hay una serpiente muy grande y que se puede hacer muy chica que tiene en su frente algo como una piedra muy brillante. A mí me pareció significativo esto ya que en Tenochtitlan, capital del “adelantado” imperio Azteca, miles de millas de distancia, su principal deidad era Huitzilopochtli asombrosamente similar en morfología a Maboia; tenía igual pretensiones y exigencias de sangre y sacrificio humano. Otro dato curioso que contrapesa lo antedicho, es que verán en las ilustraciones que se han insertado en este artículo relacionadas con la antropofagia, invariablemente un extraño personaje cuyo aspecto no es indígena, más bien europeo en actitud de reprensión de lo que los caribes están haciendo. Este personaje es ciertamente un misterio y algo que tiene que haber impactado mucho al que luego de presenciar el evento, plasmó en un lienzo o en papel lo visto. Aquí pretenderemos indicar a esta persona con una flecha roja. Tiene que haber sido asombroso a los españoles encontrarse con un hombre blanco de aluengas barbas entre los caribes y tolerado por ellos. ¿Quién es, y cuando pudo haber llegado allí?, no lo sabemos pero podemos especular y con esto termino mi disertación. Existe entre los pueblos mesoamericanos, una leyenda que podría explicarlo; se trata de Quetzalcóatl. Un mítico personaje obviamente europeo que llegó a Centroamérica, mucho antes que Colón, contribuyó mucho en el conocimiento de estos pueblos, se regresó al Este y les prometió que regresaría algún día. Esta leyenda obviamente hacer referencia a una interpolación europea en el nuevo Mundo. Estas pueden responder a varias vertientes como la desaparición de la Flota Templaria, los viajes de San Brendan, o cualquier otro náufrago de antes del medieveo. En resumidas cuentas pueden ver otras tantas Page | 38 posibilidades en “Los que Llegaron antes que Colón” en www.hispanomagno.com, en la Sección ‘En Esta Edición”. Fuentes Consultadas "Diario de a bordo". fotocopias de los originales de Vtr 6 y 7 de la Biblioteca Nacional. Alvar Manuel. "Diario del Descubrimiento". Ediciones del Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria.. Las Palmas de Gran Canaria. 1976. Edición fascimil y paleográfica. 2 Volúmenes. Colón, Hernándo. "Historia del Almirante". Historia 16, Madrid, 1984 Edición: 3ª. de las Casas Fray Bartolomé. "Historia de las Indias". Fondo de Cultura económica. Mexico 1965. 2ª Edición. Llull, Raimon. "Arbre de Sciencia, Obres de Ramon Llull". Palma de Mallorca 1926. Tomo XIII. Muro Orejón. Antonio. "Pleitos Colombinos". Escuela de estudios Hispanoamericanos, Sevilla, 1984 Edición: 1. 5 Volúmenes. Cortesao, A. "Historia da cartografía portuguesa". Junta de Investigadores de Ultramar. Coimbra 1970. Heers Jacques. "Cristóbal Colón.". Fondo de Cultura Económica., México., 1994 Edición: 1ª, 1ª reimpresión. Morison, Samuel Eliot. "Admiral of the Ocean Sea". Little, Brown & company. 1954. 1ª, 7ª reimpresión. Obregón, Mauricio. "Colón en el mar de los Caribes". Uniandes. Bogotá 1992. 2ª Edición. Peck, Douglas T. "Reconstruction and analysis of the 1492 Columbu´s log".Conference. Society of History of Discoveries, Fort Laudendale, 1988 Pickeering, Keith. "The First Voyage Of Columbus".Maine University 1991. Pickeering, Keith. "The navigational Mysteries an Fraudulent Longitudes of Cristopher Columbus". Conferencia 1997 . Rey Pastor, Julio. "La Cartografía mallorquina". Investigacones Científicas, Madrid, 1960 Edición: 1ª Consejo Superior de Moya Pons, Frank / Periodiódico El Caribe, Jueves 30 de octubre del 2008: ”Caribes caníbales” Page | 39 Cardenas Ruiz,Manuel. “Crónicas Francesas de los Indios Caribes” Recopilación, traducción y Notas . Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe. San Juan, Puerto Rico, Edición del 2004. Page | 40 El Encallamiento de la Santa María 25 de diciembre 1492 Una verdadera tragedia fue para Colón la pérdida de su barco insignia y desde donde él dirigía su expedición. Un error imperdonable del piloto designado esa noche mientras navegaban plácidamente con viento leve terral con una mar tranquila. Ya pasada la aventura del descubrimiento de los “indios” blancos del Bassin Bleu un poco más al Oeste. Todas las tripulaciones sabían que más adelante, había grandes bajos, arrecifes e islotes. El día anterior se había enviado un batel para que explorara esa costa y ya habían dicho lo que habían visto. Por tanto fue inexcusable tal tragedia. Acababan de pasar el Cabo Haitiano (Punta Santa) y se aproximaban a las cayerias y arrecifes de la bahía del Caracol. Pero dejemos que el mismo Almirante, nos cuente como pasó. Martes, 25 de diciembre, día de Navidad Navegando con poco viento el día de ayer desde la mar de Santo Tomé hasta la Punta Santa, sobre la cual a una legua estuvo así hasta pasado Page | 41 el primer cuarto, que serían a las once horas de la noche, acordó echarse a dormir, porque había dos días y una noche que no había dormido. Como fuese calma, el marinero que gobernaba la nao acordó irse a dormir, y dejó el gobernario a un mozo grumete, lo que mucho siempre había el Almirante prohibido en todo el viaje, que hubiese visto o que hubiese calma: conviene a saber, que no dejasen gobernar a los grumetes. El Almirante estaba seguro de bancos y de peñas, porque el domingo, cuando envió las barcas a aquel rey, habían pasado al Este de la dicha Punta Santa bien tres leguas y media, y habían visto los marineros toda la costa y los bajos que hay desde la dicha Punta Santa al Este bien tres leguas, y vieron por dónde se podía pasar, lo que todo este viaje no hizo. Quiso Nuestro Señor que a las doce horas de la noche, como habían visto acostar y reposar el Almirante y veían que era calma muerta y la mar como en una escudilla, todos se acostaron a dormir, y quedó el gobernalle en la mano de aquel muchacho, y las aguas que corrían llevaron la nao sobre uno de aquellos bancos. Los cuales, puesto que fuese de noche, sonaban que de una grande legua se oyeran y vieran, y fue sobre él tan mansamente que casi no se sentía. El mozo, que sintió el gobernalle y oyó el sonido de la mar, dio voces, a las cuales salió el Almirante y fue tan presto que aún ninguno había sentido que estuviesen encallados. Luego el maestre de la nao, cuya era la guardia, salió; y díjoles el Almirante a él y a los otros que halasen el batel que traían por popa y tomasen un anda y la echasen por popa, y él con otros muchos saltaron en el batel, y pensaba el Almirante que hacían lo que les había mandado. Ellos no curaron sino de huir a la carabela, que estaba a barlovento media legua. La carabela Page | 42 no los quiso recibir haciéndolo virtuosamente, y por esto volvieron a la nao; pero primero fue a ella la barca de la carabela. Cuando el Almirante vio que se huían y que era su gente, y las aguas menguaban y estaba ya la nao la mar de través, no viendo otro medio, mandó cortar el mástil y alijar de la nao todo cuanto pudieron para ver si podían sacarla; y como todavía las aguas menguasen no se pudo remediar, y tomó lado hacia la mar traviesa, puesto que la mar era poco o nada, y entonces se abrieron los conventos y no la nao. El Almirante fue a la carabela para poner en cobro la gente de la nao en la carabela y, como ventase ya vientecillo de la tierra y también aún quedaba mucho de la noche, ni supiesen cuánto duraban los bancos, temporejó a la corda hasta que fue de día, y luego fue a la nao por de dentro de la restinga del banco. Primero había enviado el batel a tierra con Diego de Arana, de Córdoba, alguacil de la Armada, y Pedro Gutiérrez, repostero de la Casa Real,a hacer saber al rey que los había enviado a convidar y rogar el sábado que se fuese con los navíos a su puerto, el cual tenía su villa adelante obra de una legua y media del dicho banco; el cual como lo supo dicen que lloró, y envió toda su gente de la villa con canoas muy grandes y muchas a descargar todo lo de la nao. Y así se hizo y se descargó todo lo de las cubiertas en muy breve espacio: tanto fue el grande aviamiento y diligencia que aquel rey dio. Y él con su persona, con hermanos y parientes, estaban poniendo diligencia, así en la nao como en la guarda de lo que se sacaba a tierra, para que todo estuviese a muy buen recaudo. De cuando en cuando enviaba uno de sus parientes al Almirante llorando a lo consolar, diciendo que no recibiese pena ni enojo, que él le daría cuanto tuviese. Certifica el Almirante a los Reyes que en ninguna parte de Castilla tan buen recaudo en todas las cosas se pudiera poner sin faltar una agujeta. Mandólo poner todo junto con las casas entretanto que se vaciaban algunas cosas que quería dar, donde se pusiese y guardase todo. Mandó poner hombres armados en rededor de todo, que velasen toda la noche. «El, con todo el pueblo, lloraban; tanto -dice el Almirante-, son gente de amor y sin codicia y convenibles para toda cosa, que certifico a Vuestras Altezas que en el mundo creo que no hay mejor gente ni mejor tierra: ellos aman a sus prójimos como a sí mismos, y tienen un habla la más dulce del mundo y mansa, y siempre con risa. Ellos andan desnudos, hombres y mujeres, como sus madres los parieron. Mas, crean Vuestras Altezas que entre sí tienen costumbres muy buenas, y el rey muy maravilloso estado, de una cierta manera tan continente que es placer de verlo todo, y la memoria que tienen, y todo quieren ver, y preguntan qué es y para qué.» Todo esto dice el Almirante. Page | 43 Miércoles, 26 de diciembre Hoy, al salir del sol, vino el rey de aquella tierra que estaba en aquel lugar a la carabela Niña, donde estaba el Almirante, y casi llorando le dijo que no tuviese pena, que él le daría cuanto tenía, y que había dado a los cristianos que estaban en tierra dos muy grandes casas, y que más les daría si fuesen menester, y cuantas canoas pudiesen cargar y descargar la nao, y poner en tierra cuanta gente quisiese; y que así lo había hecho ayer, sin que tomase una migaja de pan ni otra cosa alguna; «tanto -dice el Almirante- son fieles y sin codicia de lo ajeno»; y así era sobre todos aquel rey virtuoso. En tanto que el Almirante estaba hablando con él, vino otra canoa de otro lugar que traía ciertos pedazos de oro, los cuales quería dar por un cascabel, porque otra cosa tanto no deseaban como cascabeles. Que aún no llega la canoa a bordo cuando llamaban y mostraban los pedazos de oro, diciendo chuq chuq por cascabeles, que están en puntos de se tornar locos por ellos. Después de haber visto esto, y partiéndose estas canoas que eran de los otros lugares, llamaron al Almirante y le rogaron que les mandase guardar un cascabel hasta otro día, porque él traería cuatro pedazos de oro tan grandes como la mano. Holgó el Almirante de oír esto, y después un marinero que venía de tierra dijo al Almirante que era cosa de maravilla las piezas de oro que los cristianos que estaban en tierra rescataban por no nada; por una agujeta daban pedazos que serían más de dos castellanos, y que entonces no era nada al respecto de lo que sería dende a un mes. El rey se holgó mucho con ver al Almirante alegre, y entendió que deseaba mucho oro, y díjole por señas que él sabía cerca de allí donde había de ello muy mucho en grande suma, y que estuviese de buen corazón, que él le daría cuanto oro quisiese; y de ello dice que le daba razón, y en especial que lo había en Cipango, a que ellos llamaban Cibao, en tanto grado que ellos no le tienen en nada, y que él lo traería allí, aunque también en aquella isla Española, a quien llaman Bohío, y en aquella provincia Caribata lo había mucho más. El rey comió en la carabela con el Almirante, y después salió con él en tierra, donde hizo al Almirante mucha honra y le dio colación de dos o tres maneras de ajes y con camarones y caza y otras viandas que ellos tenían, y de su pan que llamaban cazabí; dende lo llevó a ver unas verduras de árboles junto a las casas, y andaban con él bien mil personas, todos desnudos. El señor ya traía camisa y guantes que el Almirante le había dado, y por los guantes hizo mayor fiesta que por cosa de las que le dio. En su comer, con su honestidad y hermosa manera de limpieza, se mostraba bien ser de linaje. Después de haber comido, que tardó buen rato estar a la mesa, trajeron ciertas hierbas con que se fregó mucho las manos; creyó el Almirante que lo hacía para Page | 44 ablandarlas, y diéronle aguamanos. Después que acabaron de comer, llevó a la playa al Almirante, y el Almirante envió por un arco turquesco y un manojo de flechas, y el Almirante hizo tirar a un hombre de su compañía, que sabía de ello, y el señor, como no sepa qué sean armas, porque no las tienen ni las usan, le pareció gran cosa; aunque dice que el comienzo fue sobre el habla de los Caniba, que ellos llaman caribes, que los vienen a tomar, y traen arcos y flechas sin hierro, que en todas aquellas tierras no había memoria de él ni de otro metal, salvo de oro y cobre, aunque cobre no había visto sino poco el Almirante. El Almirante le dijo por señas que los Reyes de Castilla mandarían destruir a los caribes y que a todos se los mandarían traer las manos atadas. Mandó el Almirante tirar una lombarda y una espingarda, y viendo el efecto que su fuerza hacían y lo que penetraban, quedó maravillado. Y cuando su gente oyó los tiros cayeron todos en tierra. Trajeron al Almirante una gran carátula que tenía grandes pedazos de oro en las orejas y en los ojos y en otras partes, la cual le dio con otras joyas de oro que el mismo rey había puesto al Almirante en la cabeza y al pescuezo; y a otros cristianos que con él estaban dio también muchas. El Almirante recibió mucho placer y consolación de estas cosas que veía, y se le templó la angustia y pena que había recibido y tenía de la pérdida de la nao, y conoció que Nuestro Señor había hecho encallar allí la nao porque hiciese allí asiento. «Y a esto -dice él- vinieron tantas cosas a la mano, que verdaderamente no fue aquél desastre, salvo gran ventura. Porque es cierto -dice él- que si yo no encallara, que yo fuera de largo sin surgir en este lugar, porque él está metido acá dentro en una grande bahía y en ella dos o tres restingas de bajas, ni este viaje dejara aquí gente, ni aunque yo quisiera dejarla no les pudiera dar tan buen aviamento ni tantos pertrechos ni tantos mantenimientos ni aderezos para fortaleza. Y bien es verdad que mucha gente de ésta que va aquí me habían rogado y hecho rogar que les quisiera dar licencia para quedarse. Ahora tengo ordenado de hacer una torre y fortaleza, todo muy bien, y una grande cava, no porque crea que haya esto menester por esta gente, porque tengo dicho que con esta gente que yo traigo Page | 45 sojuzgaría toda esta isla, la cual creo que es mayor que Portugal, y más gente al doble, mas son desnudos y sin armas y muy cobardes fuera de remedio. Mas es razón que se haga esta torre y se esté como se ha de estar, estando tan lejos de Vuestras Altezas, y porque conozcan el ingenio de la gente de Vuestras Altezas y lo que pueden hacer, porque con amor y temor le obedezcan; y así tendrán tablas para hacer todas las fortalezas de ellas y mantenimientos de pan y vino para más de un año y simientes para sembrar y la barca de la nao y un calafate y un carpintero y un lombardero y un tonelero y muchos entre ellos hombres que desean mucho, por servicio de Vuestras Altezas y me hacer placer, de saber de la mina donde se coge el oro. Así que todo es venido mucho a pelo para que se haga este comienzo; y sobre todo que, cuando encalló la nao fue tan paso que casi no se sintió ni había ola ni viento.» Todo esto dice el Almirante. Y añade más para mostrar que fue gran ventura y determinada voluntad de Dios que la nao allí encallase porque dejase allí gente, que si no fuera por la traición del maestre y de la gente, que eran todos o los más de su tierra, de no querer echar el anda por popa para sacar la nao, como el Almirante los mandaba, la nao se salvara, y así no pudiera saberse la tierra, dice él, como se supo aquellos días que allí estuvo, y adelante por los que allí entendía dejar, porque él iba siempre con intención de descubrir y no parar en parte más de un día si no era por falta de los vientos, porque la nao dice que era muy pesada y no para el oficio de descubrir. Y llevar tal nao dice que causaron los de Palos, que no cumplieron con el Rey y la Reina lo que le habían prometido: dar navíos convenientes para aquella jornada, y no lo hicieron. Concluye el Almirante diciendo que de todo lo que en la nao había no se perdió una agujeta, ni tabla ni clavo, porque ella quedó sana como cuando partió, salvo que se cortó y rajó algo para sacar la vasija y todas las mercaderías, y pusiéronlas todas en tierra y bien guardadas, como está dicho; y dice que espera en Dios que a la vuelta que él entendía hacer de Castilla, había de hallar un tonel de oro que habrían rescatado los que había de dejar y que habrían hallado la mina del oro y la especiería, y aquello en tanta cantidad que los Reyes antes de tres años emprendiesen y aderezasen para ir a conquistar la Casa Santa, «que así -dice él- protesté a Vuestras Altezas que toda la ganancia de esta mi empresa se gastase en la conquista de Jerusalén, y Vuestras Altezas se rieron y dijeron que les placía, y que sin esto tenían aquella gana». Palabras del Almirante. Jueves, 27 de diciembre En saliendo el sol, vino a la carabela el rey de aquella tierra, y dijo al Almirante que había enviado por oro y que lo quería cubrir todo de oro antes que se fuese, antes le rogaba que no se fuese; y comieron con el Almirante el rey y un hermano suyo y otro pariente muy privado, los cuales dos le dijeron que querían ir a Castilla con él. Estando en esto, vinieron ciertos indios con nuevas cómo la carabela Pinta estaba en un río al cabo de aquella isla; luego envió el cacique allá una canoa, y en ella el Almirante un marinero, porque amaba tanto al Almirante que era maravilla. Ya entendía el Almirante con cuánta prisa podía por despacharse para la vuelta de Castilla. Page | 46 Para dar orden y prisa en el acabar de hacer la fortaleza y en la gente que en ella había de quedar, salió el Almirante en tierra y parecióle que el rey le había visto cuando iba en la barca; el cual se entró presto en su casa disimulando, y envió a un su hermano que recibiese al Almirante y llevólo a una de las casas que tenía dadas a la gente del Almirante, la cual era la mayor y mejor de aquella villa. En ella le tenían aparejado un estrado de camisas de palma, donde le hicieron asentar. Después el hermano envió un escudero suyo a decir al rey que el Almirante estaba allí, como que el rey no sabía que era venido, puesto que el Almirante creía que lo disimulaba por hacerle mucha más honra. Como el escudero se lo dijo, dio el cacique dice que a correr para el Almirante, y púsole al pescuezo una gran plasta de oro que traía en la mano. Estuvo allí con él hasta la tarde, deliberando lo que había de hacer. Sábado, 29 de diciembre En saliendo el sol, vino a la carabela un sobrino del rey muy mozo y de buen entendimiento y buenos hígados (como dice el Almirante); y como siempre trabajase por saber adónde se cogía el oro, preguntaba a cada uno, porque por señas ya entendía algo, y así aquel mancebo le dijo que a cuatro jornadas había una isla al Este que se llama Guarionex, y otras que se llamaban Mocorix y Mayonic y Fuma y Cibao y Coroay, en las cuales había infinito oro, los cuales nombres escribió el Almirante; y supo esto que le había dicho un hermano del rey, y riñó con él, según el Almirante entendió. También otras veces había el Almirante entendido que el rey trabajaba porque no entendiese dónde nacía y se cogía el oro, porque no lo fuese a rescatar o comprar a otra parte. «Mas es tanto y en tantos lugares y en esta misma isla Española -dice el Almirante-, que es maravilla.» Siendo ya de Page | 47 noche le envió el rey una gran carátula de oro, y envióle a pedir un bacín para mandar hacer otro, y así se lo envió. Domingo, 30 de diciembre Salió el Almirante a comer a tierra, y llegó a tiempo que habían venido cinco reyes sujetos a aqueste que se llamaba Guacanagarí, todos con sus coronas, representando muy buen estado, que dice el Almirante a los Reyes que Sus Altezas hubieran placer de ver la manera de ellos. En llegando en tierra, el rey vino a recibir al Almirante, y lo llevó de brazos a la misma casa de ayer, donde tenía un estrado y sillas en que asentó al Almirante; y luego se quitó la corona de la cabeza y se la puso al Almirante, y el Almirante se quitó del pescuezo un collar de buenos alaqueques y cuentas muy hermosas de muy lindos colores, que parecía muy bien en toda parte, y se lo puso a él, y se desnudó un capuz de fina grana, que aquel día se había vestido, y se lo vistió, y envió por unos borceguíes de color que le hizo calzar, y le puso en el dedo un grande anillo de plata, porque habían dicho que vieron una sortija de plata a un marinero y que había hecho mucho por ella. Quedó muy alegre y muy contento, y dos de aquellos reyes que estaban con él vinieron adonde el Almirante estaba con él y trajeron al Almirante dos grandes plastas de oro, cada uno la suya. Y estando así vino un indio diciendo que había dos días que dejara la carabela Pinta al Este en un puerto. Tornóse el Almirante a la carabela, y Vicente Yáñez, capitán de ella, afirmó que había visto ruibarbo y que lo había en la isla Amiga, que está a la entrada de la mar de Santo Tomé, que estaba seis leguas de allí, y que había conocido los ramos y raíz. Dicen que el ruibarbo echa unos ramitos fuera de tierra y unos frutos que parecen moras verdes casi secas, y el palillo que está cerca de la raíz es tan amarillo y tan fino como la mejor color que puede ser para pintar, y debajo de la tierra hace la raíz como una grande pera. Lunes, 31 de diciembre Aqueste día se ocupó en mandar tomar agua y leña para la partida a España por dar noticia presto a los Reyes para que enviasen navíos que descubriesen lo que quedaba por descubrir, porque ya «el negocio parecía tan grande y de tanto tomo que es maravilla», dijo el Almirante. Y dice que no quisiera partirse hasta que hubiere visto toda aquella tierra que iba hacia el Este y andaría toda por la costa, por saber también dice que el tránsito de Castilla a ella, para traer ganados y otras cosas. Mas, como hubiese quedado con un solo navío, no le parecía razonable cosa Page | 48 ponerse a los peligros que le pudieran ocurrir descubriendo. Y quejábase que todo aquel mal e inconveniente haberse apartado de él la carabela Pinta. Martes, 1 de enero de 1493 A media noche despachó la barca que fuese a la isleta Amiga para traer el ruibarbo. Volvió a vísperas con un serón de ello; no trajeron más porque no llevaron azada para cavar: aquello llevó por muestra a los Reyes. El rey de aquella tierra dice que había enviado muchas canoas por oro. Vino la canoa que fue a saber de la Pinta y el marinero y no la hallaron. Dijo aquel marinero que a veinte leguas de allí habían visto un rey que traía en la cabeza dos grandes plastas de oro, y luego que los indios de la canoa le hablaron se las quitó, y vio también mucho oro a otras personas. Creyó el Almirante que el rey Guacanagarí debía de haber prohibido a todos que no vendiesen oro a los cristianos, porque pasase todo por su mano. Mas él había sabido los lugares, como dije anteayer, donde lo había en tanta cantidad que no lo tenían en precio. También la especiería que, como dice el Almirante, es mucha y más vale que pimiento y manegueta. Dejaba encomendados a los que allí quería dejar que hubiesen cuanta pudiesen. Después del disgusto con Pinzón y su huida en la carabela Pinta y regresado este, partió Colón de regreso a España. Page | 49 Donde está los Restos de la Santa María Al transcurrir de los años, la historia se olvida por completo de este incidente y sobre todo, de donde ubica precisamente los restos de la nao Santa María. Tuvo que transcurrir quinientos años por encima de las ocupaciones españolas de Haití, luego la francesa colonial y finalmente la actual de la República de Haití para que se retomara el tema. Desde el 2003 hasta el 2014, se han llevado sondeos iniciales del presunto sitio del hundimiento con el hallazgo por el arqueólogo marino Barry Clifford en el 2014, de los restos de la nao. Naturalmente, un grupo de técnicos de UNESCO, también han investigado el sitio y dichos restos y argumentan que los mismos corresponden a una embarcación de más reciente hundimiento. Para muchos, sin embargo, tanto el sitio como los restos, corresponden a la Nao Santa María. A continuación un collage de fotos de la expedición de Barry Clifford en los arrecifes de la bahía del Caracol al Este de Cabo Haitiano y mapa del sitio del hundimiento. Page | 50 Restos de la Nao Santa María Page | 51 Un Caso Insólito -Gonzalo Aroca-- Cacique Español Entre todas las ocurrencias y anécdotas de la colonia en esos primeros años, se destaca sin lugar a dudas una en particular. No solo por su novedad y particularidad sino por su significado como caso humano aislado de la vertiente central de la colonización española. Para muchos, con un contenido de mayores valores y trascendencia histórica que la misma llamada conquista de México por Hernán Cortés, en cuyo entorno se desarrolla. Veamos de que se trata: UN CACIQUE ESPAÑOL Gonzalo Aroca 1510 Page | 52 Introducción La epopeya del descubrimiento del Nuevo Mundo a partir del 1492 con el primer viaje de Cristóbal Colón y los posteriores que se dieron por los que le siguieron, --igualmente los precolombinos,-produjeron increíble relatos. Muchos de las cuales se han perdido para la Historia, comentado poco, o por estar enterrados por así decirlo, en los pergaminos, informes y memoriales en los anales del Archivo de Indias en Sevilla España. Otros, tal vez los más, por estar perdidos en las polvorientas cajas donde se guardaban los papeles oficiales de los virreinatos de Indias. Como es el caso de individuos sin relevancia para los primeros relatores y glosadores oficiales de la colonia, pero de inmenso interés para nosotros por su valor personal y relevancia criolla. Me viene a la mente antes de entrar en el caso de este relato, el caso de Juan González Ponce de León y Alvar Núñez Cabeza de Vaca, que merecen confeccionemos páginas particulares para cada uno de ellos. Pero ninguna como el de Gonzalo Guerrero o Aroca. “Aroca” es la historia verídica de un soldado español cuyo barco naufragó al Sur de Jamaica durante las primeras décadas del siglo 16. En el batel de la Carabela, fue a parar junto con otros compañeros, a las costas de Yucatán en la provincia conocida hoy como Quintana Roo. Los indios de la comarca34 los apresaron, sacrificaron a varios, y a dos de ellos metieron en una jaula para luego sacrificar y comérselos ya que eran caníbales. Gonzalo Aroca su verdadero nombre, logra escapar con Gerónimo de Aguilar, religiosos, quien luego sirve de interprete Herman Cortés, en la toma de Techocttitlan . Por años, y antes que llegara la expedición de Cortés a tierra mexicanas para su conquista, vive y se transcultura, finalmente pasando de esclavo de los mayas, hasta convertirse en Cacique y general de sus guerras. Le enseña a sus huestes, la forma de la guerra europea, y una forma de combate en falange muy exitosa, ganándole gran prestigio y la mano de una princesa maya. De esta suerte, combate luego, a varias expediciones española, antes y después de las conquistas de Cortés. No es hasta casi a la mitad del siglo 16 durante la batalla de la Bahía de Caballos en Honduras, que es muerto de un disparo de ballesta y rematado con tiro de arcabuz. 34 De estirpe caribe como muchos casos de colonias pequeña e estos antropófagos a través de las islas y costas del Caribe. Page | 53 Estaba vestido y pintado, todo su cuerpo tatuado, sus y orejas horadadas a la usanza del guerrero maya. Dirían luego, las crónicas históricas, que en efecto se trataba de un apátrida, renegado; en fin un desgraciado ex soldado español. Sin embargo, su verdadera historia, mostrada aquí, es totalmente distinta a la contada por los “conquistadores”. Este relato les presenta a ustedes queridos lectores, al verdadero Gonzalo Aroca; como hombre cabal, con unos perfiles de mayor relevancia, mayor contenido humano y significado para la epopeya que fue la renombrada “Conquista de Hernán Cortés” de tierras mexicanas. Es Gonzalo Aroca el exponente en esta otra historia humana, de los valores que más nos redimen bajo adversas circunstancias. A la larga, como le dijera a Gerónimo de Aguilar: “yo defiendo a mi familia, mis tierras y a mis amigos... vosotros venís a saquear, violar y matar... esta es mi tierra y este mi hogar”. El Yucatán de Gonzalo Aroca Mundo Maya Page | 54 De Gonzalo Aroca, protagonista de esta relato, muy poco se sabe; o de su infancia, salvo que nació en Palos en la octava década del siglo XV, es decir, era un poco más joven que Vicente Yáñez Pinzón cuando éste fue como capitán de la carabela Niña en la expedición colombina, por lo que su juventud estaría plena de las muchas historias y aventuras que circulaban en el puerto Palermo sobre las nuevas tierras y mares recién hallados. Sin embargo, su destino, en principio, no parecía encaminarle en esa dirección, sino más bien en la contraria. Fue más soldado que marino y aparece como arcabucero en la conquista de Granada, en una campaña que culmina el 2 de enero de 1492, cuando las tropas de los Reyes Católicos, comandadas por Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, rinden al rey Boabdil de Granada y ponen fin a ocho siglos de poder islámico en la Península Ibérica, acontecimiento que fue muy celebrado por la cristiandad en toda Europa. Como arcabucero siguió al Gran Capitán a Nápoles, donde España inicia su influencia en Europa y sus ejércitos van conformando las unidades que luego llegarían a ser los famosos tercios españoles, una experiencia que luego sería muy importante en la vida de Gonzalo Guerrero. Probablemente, en alguna de sus estancias en Palos, debió convencerse de que tenía más posibilidades de hacer fortuna en tierras americanas que en las italianas, donde el esfuerzo de los soldados era cobrado por los señores de la tierra o sus capitanes, no por ellos. Page | 55 En 1508, difuntos ya la reina Isabel y Cristóbal Colón, Fernando el Católico decidió recuperar parte del poder político que había cedido a los Colón en las Capitulaciones de Santa Fe (17 de abril de 1492), pues su gobierno había generado muchas revueltas y enfrentamientos, y, al mismo tiempo, acelerar la exploración y conquista de Tierra Firme eludiendo el pretendido monopolio colombino e invitando a tal aventura a todo aquel que tuviera recursos o coraje para hacerlo, impaciente la Corona porque América, lejos de las promesas colombinas, no sólo no era una fuente de riquezas, sino una empresa que requería importantes gastos. Fueron creadas dos nuevas gobernaciones en las tierras comprendidas entre el cabo de la Vela (Colombia) y el cabo Gracias a Dios, (en la frontera entre Honduras y Nicaragua). Se fijó el golfo de Urabá como límite de ambas gobernaciones: Nueva Andalucía al este, gobernada por Alonso de Ojeda, y Veragua al oeste, gobernada por Diego de Nicuesa. En 1510, o antes, Gonzalo Guerrero fue con Diego de Nicuesa a América, viéndose allí inmerso en las fratricidas luchas por el poder entre los capitanes españoles. Ojeda y Nicuesa tramitaron cédulas de posesión de Tierra Firme, y, por perseguir la fortuna en el mismo negocio, eran rivales; se odiaban a muerte. Se disputaban los límites de sus pretendidos feudos y, sobre todo, las fértiles tierras que rodeaban el Golfo de Urabá y, aunque ninguno de ellos tuviera asegurado su nombramiento, discutían sobre mapas sus arriesgados y ambiciosos proyectos. Muchos de sus hombres pensaban que, cualquier día, uno de los dos amanecería muerto. Mientras enviaban al rey cartas repletas de promesas de nuevas y ricas tierras, y de peticiones de nombramientos regios para gobernarlas, proseguían frenéticos sus exploraciones, ya que los indios morían en las plantaciones de caña, y había que sustituirlos por nuevos esclavos a los que cada vez había que capturar más lejos, pues los que conocían a los blancos huían al verlos llegar. Fueron años de desorden, en los que una desmedida ambición provocó, en contra de las leyes españolas, crímenes y abusos contra los indígenas y demenciales luchas de todos contra todos. En esta despiadada situación, pronto comenzó a destacar Vasco Núñez de Balboa, quien se embarcó en la expedición comandada por el bachiller y Alcalde Mayor de Nueva Andalucía Martín Fernández de Enciso que salió a socorrer al gobernador Alonso de Ojeda. Ojeda junto con setenta hombres, había fundado el poblado de San Sebastián de Urabá en Nueva Andalucía, lugar donde después se levantaría la ciudad de Cartagena de Indias. No obstante, la proximidad de numerosos indígenas belicosos que usaban armas venenosas, con las cuales Page | 56 hirieron en una pierna a Ojeda, decidió al gobernador a volver a La Española, dejando la ciudad a cargo de Francisco Pizarro, que en ese momento no era más que un valiente soldado en espera de que llegara la expedición de Enciso. Vasco Núñez de Balboa, merced a su buena fortuna y a su temeraria decisión, logró encontrar el Mar del Sur. Por fin se tenía constancia de que había otro océano tras de América y, por tanto, se podía volver a intentar la vieja idea de Cristóbal Colón de llegar a Oriente navegando hacia Occidente. Núñez de Balboa funda Santa María de la Antigua del Darién, en septiembre de 1510, de la que se autoproclamó alcalde y repartió los cargos del cabildo entre sus hombres, entre ellos a su capitán Valdivia, al que hizo regidor. Sólo necesitaba que las autoridades españolas legitimaran lo que había conseguido por la fuerza de las armas, para lo cual siempre ayudaba enviarles como regalo una muestra, lo más cuantiosa posible, de las riquezas de la zona que se proyectaba conquistar: Vasco Núñez deliberó que tornase Valdivia para hacer saber al Almirante y jueces de las nuevas de la otra mar y riquezas della, que del hijo Comogre y de los demás habían sabido, y la grande esperanza que de ser ciertas tenían, pidiéndole que lo escribiesen al rey por que enviasen mil hombres para proseguir aquel camino... Enviaron con el dicho Valdivia 300 marcos de oro, que son 15.000 castellanos o pesos de oro, para que enviasen al rey los oficiales de esta isla, que le habían cabido de su quinto.35 Con Juan de Valdivia, capitán de Núñez de Balboa, enemigo de Nicuesa, va desde Darién a la isla Fernandina, Santo Domingo, como oficial a cargo de esclavos y tripulación de la nao Santa María de Barca, armada en Almería. Pretende ver a Diego de Almagro en La Española y presentarle recomendación de Nicuesa para ser oficial en el galeón San Pelayo de Antequera. Parten de Darién el 15 de agosto de 151136, con buen tiempo. Pero, al amanecer del tercer día de navegación, se desató una gran tormenta. Peces 35 Bartolomé de las Casas, Historia de la destrucción de las Indias, tomo II, capítulo 42, página 576 Page | 57 voladores saltaron a la cubierta de la nave, lo que fue considerado un mal presagio. Vientos huracanados desgarraban velas y rompían mástiles, mientras olas gigantescas barrían la cubierta. El barco era presa de los desquiciados elementos que lo arrastraban vertiginosamente por un océano despiadado. De pronto, un choque brutal y la nave se estrella. Habían naufragado en los bajos de las Víboras o de los Alacranes, frente a la isla de Jamaica: ... (Y) atajó Dios los pasos a Valdivia, y a los demás dio a entender (...) las obras que hacía de ser dignas de todo fuego eterno, porque embarcando (...) se hundió con su oro y con sus nuevas en unos bajos (...) que se llaman las Víboras.37 Sólo una veintena de personas: dieciocho hombres y dos damas, consiguen por el momento salvar sus vidas en un pequeño batel. Sin agua ni alimentos, agotados después de la terrible lucha contra la tormenta y el naufragio. El sol los martiriza; la sed es insoportable. Saben que si beben el agua del mar morirán y los tiburones que rodean la embarcación, siguiéndoles como buitres, tendrán su festín. Desesperados, beben sus propios orines y los ajenos. Cuando uno muere, sus compañeros de viaje, cual trágica y amarga comunión, beben su sangre y comen su carne. De la veintena que subió al batel, únicamente llegan ocho a la costa de Yucatán. Tienen un primer contacto con los Cocomes38, que se mostraron bastante agresivos. Gerónimo de Aguilar39, fue la principal fuente de esta historia, ya que fue el único superviviente junto a Gonzalo Guerrero, pero, a diferencia de éste, regresó y narró la aventura: ...(Aguilar) dixo que saltando de la barca los que quedaron vivos, toparon luego con indios, uno de los cuales con una macana hendió la cabeza a uno de los Tormenta Arrecife las Víboras 36 A la deriva Es que este es uno de los meses de tormentas./huracanes en el Caribe 37 Bartolomé de las Casas, Descubrimiento del Mar Pacífico, (tomado de Clásicos Jackson, volumen XXVII, Historiadores de Indias), página 55. 38 Caníbales de la etnia caribe Gerónimo o Jerónimo de Aguilar nació en Écija (Sevilla) en 1489, murió en Nueva España en 1531. Algunas fuentes lo citan como subdiácono y otras como fraile. Conquistador español. Llegó a América con Juan de Valdivia; fue hecho prisionero por los mayas del Yucatán entre 1511 y 1519, año en que fue rescatado por Hernán Cortés, a quien sirvió de intérprete en la lengua maya y con el que participó en la conquista de México. 39 Page | 58 nuestros, cuyo nombre calló; y que yendo aturdido, apretándose con las dos manos la cabeza, se metió en una espesura do topó con una mujer, la cual, apretándole la cabeza, le dexó sano, con una señal tan honda que cabía la mano en ella. Quedó como tonto; nunca quiso estar en poblado, y de noche venía por la comida a las casas de los indios, los cuales no le hacían mal, porque tenían entendido que sus dioses le habían curado, pareciéndoles que herida tan espantosa no podía curarse sino por mano de alguno de sus dioses. Holgábanse con él, porque era gracioso y sin perjuicio vivió en esta vida tres años hasta que murió.40 Ante los amenazadores gestos de los indios, el capitán Valdivia desenvainó su espada para defenderse e hirió a uno de ellos. Fue la señal que desató la violencia. Los Cocomes sacrificaron a cuatro, entre ellos a Valdivia, y se los comieron. A los cuatro restantes los metieron en unas pequeñas jaulas, hechas con ramas y de forma cúbica, para engordarlos y degustarlos en otro próximo y macabro festín en su poblado. Pero, afortunadamente, la certeza del cruel destino que les deparaban sus captores les dio fuerzas para escapar. Llegan a la tribu de los Tutul xiúes, enemiga de los Cocomes, en la Ciudad-Estado de Maní, a la que pertenecía Xaman Há donde el cacique Taxmar los entrega como esclavos a Teohom, su sacerdote, quien, con duros trabajos y malos tratos, acaba con la vida de todos por extenuación, excepto con Gonzalo y Gerónimo. Aguilar explica bien cuál era su trabajo, que debió ser, en principio, muy similar al de Gonzalo Guerrero: ...Traer a cuestas la leña, agua y pescado, y estos trabajos sufríalos Aguilar con alegre rostro por asegurar la vida, que tan amada es. Naturalmente estaba tan subjecto y obedescía con tanta humildad, que no sólo con presteza hacía lo que su señor le mandaba, pero lo que cualquier indio por pequeño que fuese, tanto, que aunque estuviese comiendo, si le mandaban algo, dexaba de comer por hacer el mandado...y en cavar los maizales. No obstante, pronto vemos como la actitud de los dos supervivientes se va diferenciando. Gerónimo de Aguilar, deja entre líneas muy patente que, mientras 40 Cervantes de Salazar, Francisco, Crónica de la Nueva España, libro I, Cap. XXII. Page | 59 Gonzalo Guerrero se iba aculturando, él se mantuvo fiel a su cultura y su religión, a veces con mucho sacrificio: ...Y porque es malo de conoscer el corazón del hombre y el cacique era sabio y deseaba ocupar a Aguilar, como después hizo, en cosas de mucho tomo, viendo que vivía tan castamente que aun los ojos no alzaba a las mujeres, procuró tentarle muchas veces, en especial una vez que le envió de noche a pescar a la mar, dándole por compañera una india muy hermosa, de edad de catorce años, la cual había sido industriada del señor para que provocase y atraxese a su amor a Aguilar; dióle una hamaca en que ambos durmiesen. Llegados a la costa, esperando tiempo para entrar a pescar, que había de ser antes que amanesciese, colgando la hamaca de dos árboles, la india se echó en ella y llamó a Aguilar para que durmiesen juntos; él fue tan sufrido, modesto y templado, que haciendo cerca del agua lumbre, se acostó sobre el arena; la india unas veces lo llamaba, otras le decía que no era hombre, porque quería más estar al frío que abrazado y abrigado con ella; él, aunque estuvo vacilando, muchas veces, al cabo se determinó de vencer a su sensualidad y cumplir lo que a Dios había prometido, que era de no llegar a mujer infiel, por que le librase del captiverio en que estaba. Muy probablemente, Gonzalo Guerrero no fue un esclavo tan dócil, por lo que recibiría muchos más golpes, ni tan casto como el fraile, de lo cual le sobrevendría finalmente el mal que Aguilar preveía, que el amor a una indígena, los hijos que ésta le diera y la creación, en definitiva, de una familia le apartaran de su cultura y de su religión. En eso se diferencian ambos, mientras siguen pareciéndose en la realización de los más duros y penosos trabajos que, tanto el uno como el otro, pensaban que acabarían costándoles la vida. Compadecido Taxmar de los duros trabajos que realizaban sus esclavos, y enterado que los dos únicos supervivientes estaban al borde de la muerte, los reclama. También es verdad que han participado en algunos enfrentamientos con con los enemigos de la tribu, en los cuales han destacado por sus dotes para la astucia y la estrategia, prácticamente desconocida entre los indios, para quienes su peculiar guerra florida era casi un deporte, donde premiaban el juego limpio. Así que, sobre todo, los quiere como consejeros de guerra. Gonzalo les enseña diferentes formas de ataque y defensa, diversas formaciones en cuadros y columnas, y también cómo no todos los combatientes tienen que pelear al mismo tiempo, sino relevándose las líneas para alternar combate y descanso, a fin de no agotarse antes que los enemigos. Además, formó una rudimentaria y peculiar falange macedónica, suficiente para derrotar a los Cocomes, con lo que alcanzó un gran prestigio. Page | 60 Como una de sus pertenencias más preciadas, Taxmar regala a Guerrero al sabio jefe Na Chan Can, cacique de los cheles en la ciudad de Ichpaatún, al Norte de la Bahía de Chetumal, quien, a su vez, lo regala a su Nacom (jefe de guerreros) Balam. Parece que entre ambos soldados surgió un buen entendimiento y mutuo respeto. Balam cuidaba de no agotar ni humillar a Guerrero, hasta que un día, al atravesar un río, Balam fue atacado por un caimán y Gonzalo Guerrero, en vez de aprovechar la oportunidad para escapar, se revuelve y mata al caimán, salvando la vida de su amo, quien, agradecido, le otorga la libertad. Como guerrero y hombre libre de su tribu, participa con gran éxito en varias expediciones guerreras. Se acultura, se deja hacer las mutilaciones y tatuajes rituales que son propios a su rango. Sus victorias se suceden y asciende hasta Nacom al casarse con la princesa Zazil Há, también llamada Ix Chel Can, hija de Na Chan Can. Consiente que a sus propios hijos les aplanen la frente con una tablilla, de la cual pendía una bolita que se colocaba entre los ojos de los niños para que los cruzaran y acabaran siendo bizcos, lo cual era un signo de belleza para los mayas. También sufre los rituales de mutilación, por los cuales los guerreros demuestran su desprecio al dolor y la muerte. Su aculturación e integración en el pueblo que lo había adoptado fue tan grande que, incluso, su primogénita, Ixmo, fue sacrificada en Chichén Itzá, para acabar con una plaga de langostas. En 1519, desembarca una expedición de Hernán Cortés en la Isla de Cozumel, quienes se enteraron que dos españoles vivían en esa ínsula y enviaron mensajeros para ofrecer rescatarlos. Según narra Diego López de Cogolludo en su obra Historia de Yucatán: Con el buen tratamiento del general Hernando Cortés, con no hacer los españoles daño alguno á los Page | 61 indios, se acabaron de asegurar todos los de la Isla, y traían buena provisión de bastimentos para el ejército. (...) Desta familiar comunicación con los indios, dice el cronista Herrera resultó que algunos dieron á entender que cerca de aquella Isla en Tierra firme de Yucatán había hombres semejantes á los españoles con barbas, y que no eran naturales deste reino, con que tuvo ocasión Hernando Cortés de buscarlos. Bernal Diaz del Castillo En cambio, Bernal Díaz del Castillo41 asigna otra causa, y dice: Que como hubiese oído el general a los soldados que vinieron con Francisco Hernández de Córdova, que los indios les decían Castilan, Castilan, señalando al oriente, que llamó al mismo Bernal Díaz y a un vizcaíno llamado Martín Ramos, y les preguntó, que si era como se decía; y respondiéndole que sí, dijo el general, que presumía haber españoles en Yucatán, y sería bueno hacer diligencia entre los indios. Mandó el general llamar á los caciques, y por lengua del indio Melchor (que ya sabía algún poco de la castellana, y la de Cozumel (Cuzamil) es la misma que la de Yucatán) se les preguntó si tenían noticia de ellos. Todos en una conformidad respondieron, que habían conocido unos españoles en esta tierra, y daban señas dellos, diciendo que unos caciques los tenían por esclavos, y que los indios mercaderes de aquella Isla los habían hablado pocos días había, que estarían de distancia la tierra adentro, andadura y camino de dos soles. 41 Bernal Díaz del Castillo (1492 a 1498, fecha de nacimiento es incierta, – 1584) fue un Conquistador español, quien participó como conquistador en la Conquista de México y fue gobernador de Guatemala donde popularmente se le atribuye la autoría de la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España. Se dice que empezó la redacción más de 30 años después de los eventos y con más de 84 años de edad, más tarde revisada y expandida en respuesta a la publicación del capellán de Cortés (Francisco López de Gómara), quien Díaz del Castillo lo consideraba grandemente impreciso y que no reconocía los esfuerzos que llevaron los soldados comunes durante la invasión de México. Page | 62 No cabría en la cabeza del capitán Hernán Cortés, ni de ningún otro cristiano, que los españoles no quisieran ser rescatados. Además, teniendo en cuenta los objetivos de la expedición, debió percatarse de la enorme ventaja que sería contar con un par de castellanos que hablasen el idioma de aquellas tierras. Por tanto, decidió contactar con ellos enviándoles sendas misivas en las que les exhortaba a unirse a su expedición y le marcaba el punto de encuentro: Grande fue el alegría de los españoles con esta nueva, y así les dijo el general a los caciques que con cartas, que les daría para ellos se los enviasen a buscar. A los que señalaron los caciques para ir, halagó y dio unas camisas y cuentas, prometiendo darles más cuando volviesen. Los caciques dijeron al general, enviase con los mensageros rescate para dar a los amos, cuyos esclavos eran, para que los dejasen venir, y así se les dio de todo género de cuentas y otras cosas, y se dispusieron los dos navíos menores con veinte ballesteros y escopeteros, por su capitán Diego de Ordaz. Dióles orden el general que estuviesen en la costa de Punta de Cotóch (c'otoch) aguardando ocho días con el navío mayor, y que con el menor se le viniese a dar cuenta de lo que hacían. Dispúsose todo, y la carta que el general Cortés dio á los indios, para que llevasen á los españoles, decía así: "Señores y hermanos, aquí en Cozumél (Cuzamil) he sabido, que estáis en poder de un cacique detenidos. Yo os pido por merced, que luego es vengáis aquí á Cozumél (Cuzamil), que para ello envío un navío con soldados, si los hubiéredes menester, y rescate para dar a esos indios con quien estáis, y lleva el navío de plaza ocho días para os aguardar. Veníos con toda brevedad: de mí seréis bien mirados, y aprovechados. Yo quedo aquí en esta isla con quinientos soldados y once navíos. En ellos voy mediante Dios la vía de un pueblo que se dice Tabasco ó Potonchán (Chakan Poton) Page | 63 Los indios que llevaron la carta del general Hernando Cortés, dentro de dos días la dieron á un español, que se llamaba Gerónimo de Aguilar. Dicen algunos, que no se atrevieron á dársela á él, sino á su amo, y que receló mucho le quisiese dar licencia para irse, y que así con mucha humildad puso todo el negocio en la voluntad de su amo; medio con que hasta entónces se había conservado, y que con esto no solo le dio licencia, pero que hizo le acompañasen algunos indios, y le rogó solicitase para él la amistad de los de su nación, porque deseaba tenerla con hombres tan valerosos. Pero Bernal Díaz afirma, que al Gerónimo de Aguilar se dio la carta y rescates, y que habiéndola leído se holgó mucho (bien se deja entender el grado en que seria) y que fue á su amo con ella, y los rescates para que le diese la licencia, la cual luego dio para que se fuese donde tuviese gusto. Gerónimo Aguilar habida licencia de su amo, fue en busca de otro compañero suyo llamado Gonzalo Guerrero. y le enseñó la carta, y dijo lo que pasaba. Dice Bernal Díaz del Castillo en su crónica Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España que a fray Gerónimo de Aguilar le: ...respondió el Guerrero: "Hermano Aguilar, yo soy casado y tengo tres hijos. Tienenme por cacique y capitán, cuando hay guerras, la cara tengo labrada, y horadadas las orejas que dirán de mi esos españoles, si me ven ir de este modo? Idos vos con Dios, que ya veis que estos mis hijitos son bonitos, y dadme por vida vuestra de esas cuentas verdes que traeis, para darles, y diré, que mis hermanos me las envían de mi tierra. La mujer con quien el Guerrero estaba casado, que entendió la plática del Gerónimo de Aguilar, enojada con él dijo: Mirad con lo que viene este esclavo á llamar á mi marido, y que se fuese en mala hora, y no cuidase de más. Hizo de nuevo instancia Aguilar con el Guerrero, para que se fuese con él: diciéndole, que se acordase era cristiano y que por una india no perdiese el alma, que si por la mujer y hijos lo hacían que los llevase consigo, si tanto sentía el dejarlos. No aprovechó tan santa amonestación, para que el Gonzalo Guerrero (que era marinero, y natural de Palos) fuese con Gerónimo de Aguilar, que viéndole resuelto en quedarse, se fue con los dos indios de Cozumél (Cuzamil) al parage, donde quedó el navío. Page | 64 Aguilar aceptó, en tanto que Gonzalo Guerrero prefirió permanecer junto a los mayas. Andrés de Tapia fue el primer español que reconoció y abrazó en Cozumel a Jerónimo de Aguilar, el náufrago de la flota de Nicuesa que habría de servir como intérprete de la lengua maya. Cortés lo mandó junto con otros dos soldados a recibir unas canoas con indios. Pero uno de los que por su aspecto creían indios se identificó pronunciando con dificultades en castellano la frase "Dios y Santamaría e Sevilla".Tal es la versión de Díaz del Castillo. Cervantes de Salazar también señala a Tapia como el primero que identificó al que habría de ser intérprete junto con Marina, pero cambia las primeras palabras castellanas: [...] y volviendo el rostro a los nuestros, les dixo en castellano: «Señores, ¿sois españoles?» Otros dicen que dixo: «Señores, ¿sois cristianos?» Respondiéronle que sí, se alegró en tanta manera que lloraba de placer, [...] Andrés de Tapia, atajándole la plática, llegándose a él lo abrazó amorosamente y dio la mano para que se levantase; abrazáronle los demás, y así se vino con los indios compañeros, hablando con Andrés de Tapia, dándole cuenta cómo se había perdido, hasta que llegó do estaba el Capitán. Gonzalo Guerrero por su lado, rechaza regresar con varias expediciones cristianas, y apoya la expulsión de Grijalva, Francisco Hernández de Córdoba (1517) y Cortés (1518). Durante los años siguientes, los españoles estimaron que Guerrero se dedicó a entrenar a los mayas para defender su territorio, pues cuando Francisco de Montejo, en mayo de 1527, cruza el Atlántico con 380 soldados en cuatro navíos, encontró serias dificultades para conquistar Yucatán. Combate a los conquistadores Montejo (padre e hijo) y a su capitán Dávila. Instruye a sus guerreros para que no teman a los caballos y armas de fuego, aconsejando siempre no dar tregua ni fiarse de los blancos, intentando salvar ese paraíso, hoy Parque Natural, de Champotón. En julio de 1531, el capitán Dávila partió con una fuerza hacia el sitio que hoy es Chetumal, donde suponían que vivía Guerrero y existían minas de oro; sin embargo encontró un lugar en abandono y pese a que más adelante toma a algunos mayas prisioneros, lo engañan diciéndole que Gonzalo Guerrero había muerto de forma natural, por lo que Dávila remite informes a Montejo en Campeche sobre el supuesto fallecimiento. En realidad, muere en 1536 cuando se enfrentaba a las Page | 65 tropas del capitán Lorenzo de Godoy para ayudar, con cincuenta canoas, a Çiçumba, cacique de Ticamaya (Honduras), en el valle inferior del Río Ulúa. Su agonía no fue muy prolongada. Una flecha de ballesta se clavó justo en su ombligo y le atravesó hasta el costado. Luego, ironías de la vida, un disparo de arcabuz remató al que fuera arcabucero. Sus hombres le sacaron del campo de batalla y le escondieron detrás de unas palmeras. Todos sabían que había llegado su hora, así que ninguno intentó extraerle la flecha por no aumentar su sufrimiento o acelerar su fin. Sólo pidió a sus más allegados que cuidaran de sus hijos y, al resto de sus hombres, más de un millar, que siguieran combatiendo. Pero el combate fue encarnizado. Tuvieron que replegarse y el cadáver de Guerrero quedó en campo enemigo. Algunos españoles afirmaron luego haberlo visto: tatuado y vestido como un indio, pero barbado como un cristiano. Durante la noche, algunos de sus hombres rescataron su cuerpo y, como postrero homenaje, lo lanzaron al río Ulúa, para que la corriente le llevara hasta el Océano de donde vino. El final de Gonzalo Guerrero en Puerto de Caballos, Honduras, queda relatado en la carta del Gobernador de Honduras, Andrés de Cerezeda, del día siguiente a la batalla, el 14 de agosto de 1536: Y arcabuceros y otras personas combatiendo la entrada o salida del albarrada al río y en la proa de la canoa una pica de artillería, que con lo uno y lo otro hizo tanto daño a los indios hasta que ellos, de su voluntad, se vinieron a dar a la obidiencia y servicio de vuestra majestad. Dijo el cacique Cicimba como, antes que se diesen, con un tiro de arcabuz se había muerto un cristiano español que se llamaba Gonzalo Aroza que es el que andaba entre los indios en la provincia de Yucatán veinte años ha y más, que es éste el que dicen que destruyó al adelantado Montejo. Y como lo de allá se despobló de cristianos, vino a ayudar a los de acá con una flota de 50 canoas para matar a los que aquí estábamos antes de la venida del adelantado [...] Y andaba este español, que fue muerto defunto, labrado el cuerpo y en hábito de indio. Archivo General de Indias, Sevilla, Sección Gobierno, Audiencia de Guatemala, legajo nº 39, Remez nº 6. Page | 66 Gonzalo Guerrero fue durante siglos un personaje maldito, un traidor, un renegado, un apóstata. El hombre que combatió a sus compatriotas, que renegó de su patria, de su cultura, de su sangre y, lo que era en la época muchísimo peor, abjuró de su fe y negó a Cristo. Entre una nebulosa mítica o legendaria, los cronistas, informados por Jerónimo de Aguilar, lo presentan como un ser extraño, raro e inquietante. No olvidemos que Aguilar, probablemente subdiácono, ya establece en sus relatos una comparación de su proceder contrario al de Guerrero. Él se mantuvo, con gran esfuerzo, casto y fiel a su rey y a su Dios, en cambio Gonzalo Guerrero había caído en la tentación de tomar mujer, formar una familia, mezclar su sangre con la de sus captores. Fue eso lo que, según Aguilar, le perdió, llevándole, poco a poco, a abrazar la cultura y los dioses de su nueva familia. Tal vez de su única familia, o de la única familia que recordaba y amaba, después de tantos años de guerras y desventuras por medio mundo. Las cosas cambiaron tras la independencia de México. Entonces, curiosamente, muchos mexicanos, algunos probablemente descendientes de conquistadores españoles y ahora libertadores, comenzaron a sentir una verdadera pasión por la cultura maya que combatieron sus antepasados. Y entre los mayas, un nombre que simbolizaba la lucha contra la potencia colonial e imperialista, que simbolizaba la lucha por la libertad: Gonzalo Guerrero. De ahí en adelante, se nos presenta en una odisea digna de ser revivida y ser contada, aunque sea en forma de Novela42. En la cual, Gonzalo, se nos da, y nos habla de cosas, que fueron dejadas al margen de todas las crónicas del descubrimiento. Algunas, que arrojarán una luz un poco más diáfana sobre la tragedia de este hombre. Lo veremos frente a Hernán Cortés y sus generales, delante de los Adelantados mandados por el Soberano a conquistar a Yucatán, después de la conquista de Technoctlitlan. Lo oiremos contando su historia; su juventud como un niño, un pastor y labriego en su villa de España; como soldado en la conquista de Granada, y como Tercio en las guerras del Mediterráneo. Oirán de sus quejas contra el sistema imperante, el cruel episodio como galeote. En fin, verán que lo formó o deformó, y le impartió su personalidad bélica. Pero también veremos cómo Gonzalo refiere un sentimiento que arraizó poco a poco en la conciencia del americano, del criollo que pasó a ser el heredero de ese “nuevo mundo”. Verán a un Gonzalo padre, esposo, fiel, leal y protector de los suyos. Verán a un hombre muy distinto de aquellos otros, que con rara excepción, se allegaron a las nuevas tierras motivados por todo lo espurio, y ajeno a lo que luego quisieron contar. Verán una historia de la “Conquista” desde otro punto de vista. 42 La Novela se intitula: “Aroca” y puede ser adquirida en Amazon Page | 67 Estatua de Gonzalo Aroca en Quintana Roo Yucatán Page | 68 TODO SOBRE LOS TAINOS DE PUERTO RICO Page | 69 Page | 70 QUIENES ERAN LOS TAINOS Raza Asiática Neolítica “Aruaca-Amazónica” Según Cristóbal Colón: “Bien proporcionados sus cuerpos; algunos tan Claros de Piel Que parecieran Hijos de Castilla, Pacíficos , no conocen de Armas o tienen necesidad de ellas”. Diario de Navegación Primer Viaje 1492) Page | 71 Cacicazgos de Puerto Rico Cacicazgos Republica Dominicana Page | 72 COMO VIVIAN LOS TAINOS El Juego de la Pelota Como pasatiempo Comunitario Page | 73 El Batey de Caguana en Puerto Rico Page | 74 Guayaban la yuca para hacer casabe Page | 75 Cocinaban el Casabe sobre el buren Sus Utensilios de Cocina eran Muy Sencillos: La Vasija de barro, El Guayo y el Burén Vivian en Chozas que llamaban: bohíos Page | 76 Dormían en Hamacas Tejidas d algodón Page | 77 De Donde llegaron los tainos El Taino al igual que casi todas las otras etnias precolombinas, llegó al Continente Americano desde Asia, a través del Estrecho de Bering hace 20,000 años, durante la última Etapa Glacial. Luego fueron regándose por todo el continente. Al Caribe llegaron de la región del Rio Arauca—de ahí su denominación como: “Aruacas”—bajando poco a poco por el Orinoco y navegando de isla en isla hasta Puerto Rio y la Hispaniola. Así que es una Page | 78 etnia muy antigua de las cuales ya en Asia no queda ninguna por estar ya interpoladas por otras. De que parte de Suramérica llegaron Venezuela Y de Ahí Page | 79 Cómo llegaron Sabían de Navegación Page | 80 De acuerdo con Juan González Ponce de León, sobrino de Don Juan Ponce de León, había canoas de más de cien indios remeros que hacían muy difícil capturarlos. Page | 81 Page | 82 El Cacique lo era Todo Cómo era su Estructura social Page | 83 Arriba el Cacique Nitaino Bohique Naboria El Cacique El Cacique era una posición hereditaria o ganada por alguna proeza especial. A diferencia del resto, eran polígamos con varia esposas generalmente para cimentar alianzas entre cacicazgos o yucayeques. Un cacique principal, regía sobre caciques o lugartenientes encargados de dirigir los yucayeques secundarios. En la gran mayoría de los casos, cada cacicazgo se encontraba enmarcado por barreras geográficas que le servían de "fronteras". Éstas podían ser ríos, cadenas de montañas, bosques u otros sistemas naturales. El Nitaino El Nitaino era el noble, quien asistía al Cacique, eran los artesanos, los guerreros armados; servían de jueces cuando el Cacique no se entrometía. Supuestamente eran de mejor sangre que los naborías a quienes supervisaban. El Bohique Bohique era el curandero, consejero del Cacique y tenía el conocimiento de las plantas medicinales. . Vivían bajo un estricto código de ética que permitía que los parientes de sus pacientes tuvieran la última palabra. Si el paciente moría y los parientes Page | 84 pensaban que el bohique no había dado su mejor esfuerzo estos podían castigarlo y hasta matarlo. El Naboria El Naboria era el labrador, la fuerza obrera de la comunidad quien sembraba, cosechaba y procesaba la yuca para producir el pan de casabe o casabi como ellos lo llamaban. Cómo eran sus comunidades Page | 85 Page | 86 Page | 87 Cual era la dieta del taino Pan de Yuca o Casabe La Jaiba y el juei Gjuineo y Platano Page | 88 El Pescado Cocinado a la Barbacoa Page | 89 Casaban la Jutia La Iguana Gallina de Palo El Juey El Carucho Page | 90 Su Agricultura Estaba basada en: El Maiz La Yuca El Tabaco Page | 91 Frutas que Cultivaban Guayaba Guanabana Cacao Batata Anon \ Mamey Ñame Tayote Page | 92 Utensilios de labranza La Coa Page | 93 Armas de guerra Instrumentos musicales El Güiro, Maraca, Atambor Page | 94 Utileria Arte Litico Page | 95 SUS DIOSES Divinidades Taínas Yocahú-guamá – Dios principal Su nombre significa “Señor de la Yuca” También se le conoce como Yocahú Bagua Maorocotí ; Atabex – Diosa madre: mujer serpiente, madre del dios supremo Yocahú. También conocida como Atabeira; Guabancex –diosa asociada con las aguas y los vientos de las tormentas; Boinayel – Dios de la lluvia, gemelo de Márohu.; Márohu – Dios del buen tiempo, gemelo de Boinayel.; Mahuatiatihuel – Dios de la arborada o de la región del amanecer.; Juracán – Dios maligno que provocaba las tormentas. Los huracanes y tormentas se consideraban representativos del espíritu malo. La cohíba y el bohique La Page | 96 El Brujo Bohique fumaba o inhalaba El Tabaco por Su nariz paras Inducir Estado alucigénico Page | 97 Como enterraban a sus muertos Page | 98 Aruacos de hoy en dia Page | 99 El Areyto Baile comunal mediante el Cual, la tribu danzaba en torno al cacique o bohique quien contaba eventos de guerra, historia de la Comunidad o hechos heroicos Page | 100 Page | 101