La Alta Velocidad Ferroviaria en España y en el mundo

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FORO DE EXPERTOS
La Alta Velocidad
Ferroviaria en España y
en el mundo
Por Oscar Martínez Álvaro
Y Pedro Barea López
Dr. Ingeniero de Caminos
MBA. Profesor Titular de Transportes (UPM)
Socio Director de Tool Alfa
Ingeniero de Caminos
Gerente de Proyectos de Tool Alfa.
España es uno de los países del mundo con
más kilómetros de red de alta velocidad ferroviaria: en la actualidad existen cerca de
2.900 kilómetros. Los últimos datos oficiales
comparables con otros países de la Unión
Internacional de Ferrocarriles (UIC) corresponden a noviembre de 2011 y en ellos se
puede apreciar que en esa fecha España
ocupaba la primera posición europea y la tercera mundial en cuanto a red en operación de
alta velocidad (Gráfico 1). Si se añaden los
tramos en construcción y los planificados,
España pasa a ocupar el segundo puesto,
sólo detrás de China.
Tal evolución de la infraestructura suele considerarse un éxito, sobre todo si se toma en
consideración que el número de pasajeros ha
pasado de 2,8 millones en 1993 (primer año
de funcionamiento completo de la línea Madrid - Sevilla) a casi 20 millones en la actualidad (sumando todos los usuarios que usan
en sus viajes algún tramo de las líneas de alta
velocidad).
Gráfico 1. Red ferroviaria de alta velocidad (noviembre 2011)
Fuente: Unión Internacional de Ferrocarriles (UIC)
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Gráfico 2. Evolución del número de viajeros en servicios ferroviarios de alta velocidad en
España. 2000 - 2010
Fuente: Ministerio de Fomento
Gráfico 3. Distribución de viajeros según productos comerciales de RENFE en la red de
alta velocidad del ADIF. Miles de viajeros en 2010
*Valor estimado como un 50% del total de viajeros de estos productos que utilizan algún tramo de la red
de alta velocidad.
Fuente: Observatorio del Ferrocarril en España y elaboración propia
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Pero, a pesar de estas cifras de aparente éxito, la relación entre el volumen de viajeros y la longitud de la red dista mucho de las cifras correspondientes de otros países (Tabla 1): el número de
viajeros dividido por longitud de red es en España del orden de la quinta parte de las de los países de menores volúmenes (y la décima de otros países). Si la comparación se realiza empleando los viajeros-kilómetro, la conclusión no es sustancialmente diferente (Tabla 2): con este indicador la productividad de la red es la mitad del de la red italiana, la tercera parte del de la red
alemana o alrededor de la quinta parte del de la red francesa.
Tabla 1. Utilización de la red de alta velocidad. Viajeros totales dividido entre longitud de
red. 2010
País
Viajeros que utilizan
servicios de alta velocidad (millones)
Longitud de red de
alta velocidad (km)
Viajeros / km de red
España
20,8
2.056
10.107
Francia
111,0
1.896
58.544
Japón
288,8
2.534
113.970
Alemania
73,7
1.285
57.354
Corea (2009)
37,5
330
113.636
Fuente: UIC y elaboración propia
Tabla 2. Utilización de la red de alta velocidad. Viajeros-kilómetro totales dividido entre
longitud de red. 2010
País
España
Viajeros-km que utilizan servicios de alta
velocidad* (millones)
11.610
Longitud de red de
alta velocidad (km)
Ratio millones viajeros-km / km de red
2.056
5,6
Francia
51.890
1.896
27,4
Japón
76.039
2.534
30,0
Alemania
23.090
1.285
18,0
Italia
11.720
923
12,7
9.937
330
30,1
Corea (2009)
*Servicios con velocidades superiores a 200 km/h
Fuente: UIC y elaboración propia
Esto es, España tiene una red de alta velocidad muy desarrollada (la mayor de Europa), pero una
demanda muy pequeña. A título ilustrativo basta decir que la mayoría de las líneas troncales
francesas de alta velocidad (Sud Est, Atlantique, etc.) tienen cada una más viajeros que toda la
red española (más de 20 millones de viajeros cada una). Y eso por no mencionar la línea Tokyo –
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Osaka, que superaba los 150 millones de
viajeros en 2008, con servicios en hora punta
cada tres minutos.
Puede pensarse, por tanto, que las inversiones españolas en alta velocidad tienen una
utilización escasa y, consiguientemente, han
ofrecido unos beneficios sociales por debajo
de los de otros países. Además, como las líneas de alta velocidad en construcción corresponden a corredores con una demanda
potencial menor que los ya existentes, y con
costes de inversión superiores, el problema
tenderá a agravarse.
Ante este panorama, sería muy deseable evaluar en la rentabilidad económico – social que
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ha tenido la inversión en la alta velocidad española, que ha sido de 51.442 millones de
euros hasta 2013. Y eso no sólo por un interés puramente académico, sino porque quizá
se esté todavía a tiempo de mejorar el enfoque de las inversiones pendientes: los presupuestos del Ministerio de Fomento para 2012
consignan una inversión de 4.188 Millones de
Euros para actuaciones en la red de alta velocidad.
En todas las circunstancias, los recursos públicos se deben orientar hacia la mayor rentabilidad económico-social. Y en momentos
de crisis profunda como la actual, la cuestión
puede ser crítica.
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