Revelarse al poder J onathan y Brian eran dos hermanos mellizos que habían quedado huérfanos al poco tiempo de su nacimiento, ya que sus padres murieron en un accidente automovilístico. Siendo que ninguno de sus familiares, los cuales tenían un buen pasar económico, se querían hacer cargo de ellos, es más, una de sus tías, una madrugada, los dejó abandonados en la puerta de una iglesia. Al llegar el día siguiente, el cura escuchó el llanto de un niño, al abrir la puerta se encontró dos hermosos bebés, el padre llamó a la monja que con mucha prisa se acercó y con sus brazos tomó a ambas criaturas, diciéndole al padre: – ¡Dios nos ha enviado dos nuevos monaguillos! Ellos, al pasar los años fueron creciendo y empezaron a preguntar por sus padres, el cura al no tener otra respuesta les contó la verdad, que habían sido abandonados en la puerta de la parroquia, entonces fue La Iglesia la que los crió de la mejor manera posible, el poder pastoral les inculcó el sometimiento y la obediencia a esa institución omnipresente en todo el mundo, a ser tiernas y obedientes ovejitas o podrían terminar mal, como ser en una cárcel, un manicomio o un centro de drogadicción. Al cumplir los quince años decidieron ir a buscar su propia verdad, porque vieron y se enteraron cosas que se contradecía con lo que predicaban, prepararon sus cosas y se marcharon sin decir nada a nadie. Empezaron a vagar por las calles de la gran ciudad. Andaban arriba de los trenes y colectivos pidiendo monedas para comer, Jonathan y Brian hicieron un grupo de amigos, que les enseñó los lugares, días y horas en dónde podrían recolectar más monedas. A la semana se hicieron amigos de un tal Chori, con quién pasaban todos los días juntos, compartían lo que conseguían y empezaron a fumar marihuana y tomar vino, Chori invitó a sus amigos: 1 – Vamos para mi casa que no hay nadie, allá nos vamos a poder quedar – Jonathan le preguntó: – ¿A dónde vamos? – Chori le contestó: – A Villa Fiorito – Brian lo miró y le expresó: – Bueno, vamos. Y emprendieron un viaje hacia el sur del conurbano bonaerense; al llegar a dicho barrio, se encontraron con una casita de chapa y cartón, muy humilde, que se levantaba en el medio de la villa. Muy sorprendido Brian le indicó a Jonathan: – ¿Ahora qué vamos hacer hermano? – Jonathan, algo confuso le respondió a su hermano: – Acostáte a dormir, mañana veremos lo qué podemos hacer. Que descanses. Mientras tanto el Chori se quedó despierto toda la noche. Al llegar el nuevo día, el dueño de la casa, que no había podido dormir bien, los despertó con unos mates dulces: – Bueno amiguitos…, acá tengo un porrito para el desayuno de campeones, vamos a fumarlo –ellos le contestaron muy contentos: – Uhhh!!!, joya, dale, dale… pero después nos va a dar un hambre bárbaro y no tenemos nada para comer – Chori llamó a Jonathan: – Vení, mirá lo que tengo – luego levantó el roñoso colchón en el cual había pasado la noche, debajo del mismo se encontraban dos hermosos revólveres: uno era un veintidós largo y un treintaidós con cachas de marfil. Jonathan lo miró muy serio y le preguntó: – ¿Qué querés hacer con eso, Chori? – a lo cual les preguntó: – ¿Te animás a robar? – ¿Vos decís, loco? – Si, amigo, háganme la segunda. Acá en la villa todos roban ¿o no? – Brian entró a ver de qué estaban hablando, y vio a su hermano con un arma de fuego en la mano, y le preguntó: – ¿Qué hacés con eso, boludo? – Nada aguantá acá que ahora vengo –repuso Jonathan. – No, decime a dónde vas, que yo me voy con vos. – Mirá Brian que vamos a ir a robar. 2 – No importa hermano, yo quiero ir. De última que pase lo que pase. – Bueno, dejálo que nos acompañe – dijo Chori los tres partieron hacía Banfield. Al llegar pasaron por una gran casa y Joni les dijo: – Ahí sale un auto, vamos a llevarnos este. – Pero como hacemos… ninguno sabe manejar. – No importa lo llevamos al dueño también. Mientras el auto iba marcha atrás, ellos lo atracaron y desenfundaron sus armas, se lo llevaron como rehén sacándoles todas sus pertenencias; al llegar a la villa, lo soltaron y se metieron corriendo por los pasillos con el botín. Los tres estaban contentos y se repartieron la plata y las demás cosas, se fueron a comprar algo de comer y unas birras para festejar, Brian y Jonathan empezaron a drogarse sin parar, ahora los tres serían compañeros y andaban juntos para todos lados, siguieron robando hasta que se les acabó la suerte y fueron arrestados. El destino fue ir a parar al instituto de menores, “El Roca”, en Capital Federal dónde al pasar los años, la mamá del Chori pudo sacarlo. Jonathan y Brian fueron a parar a un hogar de huérfanos del Estado ya que no tenían familia y menos a alguien que se hiciera cargo de ellos, estuvieron unos días y se escaparon; se fueron a buscar a su amigo Chori, que era como un hermano, al llegar a Villa Fiorito empezaron a caminar hasta llegar a la casa, llamaron y salió la madre, Jonathan le dijo: – Hola señora, ¿cómo anda tanto tiempo? ¿no se acuerda de nosotros? – ella los miró. – ¿Cómo andan hijos, entren. ¿Cuándo salieron? – Brian le respondió: – La verdad nos escapamos doña. Para qué le voy a mentir. ¿Está el Chori? – Sí, está durmiendo, ahora lo llamo pero ojo con ustedes, que cuando están juntos es para cagada. Se sentaron en el comedor, al pasar los minutos se levantó Chori: – Por fin amigo, tanto vas a dormir – al verlos se emocionó mucho y se abrazaron. – ¿Cómo andan? ¡Tanto tiempo! 3 – Acá andamos, nos mandaron a un hogar y nos tomamos el palo. Qué íbamos hacer. Ahí había banda de paqueros, y vos ¿qué onda? – Yo, todo bien, anoche me pegué una re gira y hace un rato me acosté – Brian le dijo: – Dale, arrancá uno de esos que te dan risa, que estamos re caretas. – Si pero vamos al transa a comprar que no tengo más. – ¿Vos tenés plata, Negro? – Si…para un par tengo. Al instante se fueron los tres muy rápido, pegaron porro y a la vuelta se venían fumando uno, al rato ya estaban todos re locos, Jonathan acotó: Negro… ¿no tenés un fierro así vamos a laburar? Si tengo, pero ahora no dá, es muy de día, aparte anda toda la gorra, vamos a esperar que se haga de noche y salimos a dar una vuelta. Ahora vamos a comer algo a casa – Brian dijo: Dale que yo tengo una lija que no veo, amigo. Al pasar las horas, la noche se iba acercando cada vez más, en un momento Chori trajo tres armas, esta vez tomaron una cada uno se fueron al centro de Lomas de Zamora, así empezaron a caminar todos separados. Luego de caminar una hora, tratando de no levantar ninguna sospecha, Jonathan vio que de una chalet, salía marcha atrás una Ford Ranger, al hacerles señas, corrieron hacia ella, luego sacaron sus armas y redujeron a la familia metiéndolos a todos para dentro, pero lo qué no sé dieron cuenta, fue que de la casa de enfrente, los había visto un vecino y de inmediato llamaron a la policía, mientras ellos seguían adentro se montó un gran operativo; cuando quisieron salir, la manzana estaba rodeada por los efectivos de la comisaría 1º de Lomas, se pusieron como locos y los empezaron a golpear a todos, pero eso sería en vano, pues después de una hora de negociación, se tuvieron que entregar a la justicia, inmediatamente fueron derivados a la comisaría 1º de Lomas, pero su estadía en dicha dependencia, sería muy corta, pues a la brevedad comenzó para ellos lo que sería un verdadero viaje por el infierno, al ser trasladados en reiteradas oportunidades, por las diferentes Unidades de la provincia, acumulando odio y dolor, que se manifestaba 4 en sus conductas al engrosarse su legajo con innumerables partes de mala conducta, lo que provocaba, que su destino estaba marcado a sangre y fuego, al ser incluidos dentro del poder que tiene el Estado para con individuos tan irracionales cómo ellos, y a través de las instituciones carcelarias, poder ser controlados y vigilados de una forma más eficiente. Pasaron cuatro años comiendo el rancho inmundo de la Unidad 7 del Chaco. Chori murió asesinado de varias puñaladas tras una feroz reyerta entre internos, pasando a engrosar la larga lista que Leviatán tiene preparada para sus ovejitas descarriadas. Echo que produjo que la mente de Joni y Brian se iluminara por completo luego de que el cadáver de su compañero de andanzas, fuese entregado a su pobre madre; y fue así que estando los hermanos cumpliendo el parte de dicha pelea, en los fríos buzones de castigo, decidieron que de esa manera bastante ignominiosa, no iban a poder nunca ser alguien en esta vida, y si no hacían algo para cambiar su destino, la muerte –la reina de toda posibilidad– los encontraría en cualquier lugar, como le sucedió a su gran amigo Chori. Sus vidas fueron cambiando de a poco. Los partes por mala conducta, cada vez fueron menos, y su concepto mejoró notablemente… ….y fue así que un día se encontraron en la Unidad nº 5 de Rawson donde sus amigos, El Mono y La Zuricata, se encontraban de limpieza en un pabellón de “autogestión”, siendo que en el mismo funciona un taller de títeres, Los hermanos vieron una oportunidad de poder revelarse en contra del opresor sistema que gobierna a los que están privados de su libertad, porque ellos tenían muchas cosas que demostrar, sus amigos sin pensarlo los pidieron de inmediato e inmediatamente se pusieron a trabajar. En un tiempo corto hicieron una exitosa obra de títeres, a Joni y Brian se los veía muy comprometidos, mostrando al sistema opresor que observaba con asombro el cambio de vida de dos sujetos que escaparon de las balas que la sociedad les había reservado… FIN MAXIMILIANO TRAMONTINI 5 6