EUROPA EUROPAEUROPA EUROPAEUROPA EUROPA EN MOVIMIENTO EL TRATADO DE LISBOA 2 EUROPA EUROPAEUROPA EUROPAEUROPA EUROPA EN MOVIMIENTO EL TRATADO DE LISBOA ÍNDICE 1. Introducción 5 2. La construcción europea a través de los Tratados 6 2.1 Antecedente del Tratado de Lisboa: la Constitución de 2004 3. El Tratado de Lisboa: principales elementos innovadores 8 9 3.1. Las Instituciones de la Unión europea 9 3.2 La iniciativa ciudadana 11 3.3 Las relaciones entre la Unión Europea y sus Estados miembros 12 3.4 La Carta de los Derechos Fundamentales 14 3.5 La acción exterior de la Unión europea 15 4. La entrada en vigor del Tratado de Lisboa: el proceso de ratificación 16 5. El papel de España en la Unión Europea 17 5.1 España inicia el proceso de ratificación del Tratado de Lisboa 17 5.2 Informe sobre la Presidencia Española de la Unión Europea en 2010 19 6. Enlaces útiles 21 7. Bibliografía 21 >>Europa se está enfrentando a nuevos retos: entre otros, la evolución demográfica, el cambio climático, la globalización de la economía... 1. INTRODUCCIÓN Europa se está enfrentando a nuevos retos: entre otros, la evolución demográfica, el cambio climático, la globalización de la economía, el abastecimiento de energía e, incluso, las nuevas amenazas para la seguridad. Sólo un esfuerzo colectivo puede permitir a los Estados miembros afrontar todos estos nuevos desafíos, que no conocen fronteras, y dar respuesta a las exigencias y a las preocupaciones de los ciudadanos. En un mundo globalizado que no deja de cambiar, la Unión Europea debe afrontar nuevas responsabilidades, actualizando su modo de proceder con instrumentos eficaces y coherentes, ya que la Unión Europea de los Veintisiete funciona en la actualidad con unas normas concebidas para 15 Estados miembros. Por ello, la Unión Europea necesita modernización y reforma. La Unión Europea se basa en el Estado de derecho. Esto significa que todas sus actividades se derivan de los Tratados, acordados voluntaria y democráticamente por todos los Estados miembros. Por ello, también la modificación de los Tratados requiere el acuerdo unánime de éstos. El Tratado de la Unión Europea contiene una disposición que posibilita la revisión de los Tratados. El artículo 48 (antiguo artículo N) establece que “el Gobierno de cualquier Estado miembro, o la Comisión, podrá presentar al Consejo proyectos de revisión de los Tratados sobre los que se funda la Unión”. En tal caso, si el Consejo, previa consulta al Parlamento Europeo y, en su caso, a la Comisión, emite una opinión favorable, el Presidente del Consejo puede convocar una Conferencia Intergubernamental. Con el término “Conferencia Intergubernamental” (CIG) se designa la negociación llevada a cabo entre los representantes de los Gobiernos de los Estados miembros, destinada a introducir modificaciones en los Tratados. Dichas conferencias desempeñan entonces un papel decisivo en el esfuerzo de integración europea. Los representantes de cada uno de los Gobiernos de los Estados miembros, a los cuales tradicionalmente se les ha unido también un representante de la Comisión, se ocupan de los trabajos preparatorios. Además, el Parlamento Europeo, a través de la presencia de observadores y de intercambios de opiniones con el Presidente del Parlamento, participa también en todos los trabajos. Este grupo informa con regularidad al Consejo de Asuntos Generales. Las decisiones finales son adoptadas por los Jefes de Estado o de Gobierno en el seno de un Consejo Europeo. La Unión Europea, durante los últimos años, ha tratado varias veces de realizar plenamente su potencial, encontrando la forma adecuada de optimizar los instrumentos con los que cuenta para reforzar su capacidad de actuación. Con sus mejoras, el Tratado de Lisboa dota a la Unión de los medios necesarios para ello. 5 2. LA CONSTRUCCIÓN EUROPEA A TRAVÉS DE LOS TRATADOS TRATADOS El punto de partida del proceso de integración europea fue la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) en 1951. Se inició, desde entonces, un período de más de cincuenta años de elaboración de Tratados europeos. Entre 1951 (Tratado CECA) y 2001 (Tratado de Niza), se firmaron dieciséis Tratados. Los Tratados constitutivos son: • Tratado de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), firmado en París en 1951. Este Tratado expiró el 23 de julio de 2002. • Tratado de la Comunidad Económica Europea (CEE) y Tratado de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom), firmados en Roma en 1957. En los últimos años, se han celebrado varias Conferencias Intergubernamentales, que han dado lugar a la firma de los siguientes Tratados: 6 • El Acta Única Europea (1986): se introducen los cambios necesarios con vistas a la realización del mercado interior para el 1 de enero de 1993; • El Tratado de Maastricht (1992): el Tratado de la Unión Europea se negoció en dos CIG diferentes, una sobre la Unión Económica y Monetaria (UEM) y la otra sobre la Unión Política, en virtud de la cual se establecieron la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) y la cooperación en el ámbito de la Justicia y los Asuntos de Interior (JAI); >>Tratado de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), firmado en París en 1951. Este Tratado expiró el 23 de julio de 2002 • El Tratado de Amsterdam (1997): es el resultado de la CIG convocada en 1996 en Turín, que tenía como objetivo preparar la futura ampliación revisando las disposiciones del Tratado de Maastricht, cuya aplicación planteaba problemas; • El Tratado de Niza (2001): la CIG que le precedió se planteaba tratar cuestiones conocidas como los “temas pendientes de Amsterdam”, es decir: las dimensiones y la composición de la Comisión Europea, la ponderación de los votos en el Consejo de Ministros, la eventual extensión de la votación por mayoría cualificada en el Consejo y las cooperaciones reforzadas. Estos Tratados sucesivos no se limitaron a modificar el texto inicial, sino que crearon nuevos textos que se combinaron con éste. De ahí los problemas para comprender la sistemática de los Tratados y la necesidad de la existencia de versiones consolidadas. Todos estos Tratados se han modificado en varias ocasiones y, en particular, con ocasión de la adhesión de nuevos Estados miembros en 1973 (Dinamarca, Irlanda y el Reino Unido), en 1981 (Grecia), en 1986 (España y Portugal), en 1995 (Austria, Finlandia y Suecia), en 2004 (Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia y la República Checa) y en 2007 (Bulgaria y Rumania). 2.1 ANTECEDENTES DEL TRATADO DE LISBOA: LA CONSTITUCIÓN DE 2004 8 El acuerdo sobre el Tratado de Lisboa siguió al debate mantenido para la elaboración de una Constitución. El “Tratado por el que se establece una Constitución para Europa” fue adoptado por los Jefes de Estado y Gobierno en el Consejo Europeo de Bruselas en junio de 2004, y firmado en Roma el 29 de octubre de 2004. Aunque los trabajos preparatorios de la CIG 2004 se realizaron de manera inédita, ya que fueron confiados a una Convención y acompañados de un amplio debate público, el Tratado Constitucional nunca llegó a ratificarse. El Tratado Constitucional había sido concebido para consolidar cincuenta años de Tratados europeos, sustituyendo y abreviando todos los Tratados existentes por un texto único (a excepción del Tratado Euratom). Como todos los Tratados, también el Tratado Constitucional, para entrar en vigor, debía ser ratificado por todos los Estados miembros, con arreglo a sus respectivas normas constitucionales, bien mediante ratificación parlamentaria o mediante referéndum. Tras las dificultades encontradas en algunos Estados miembros para su ratificación (Francia y Países Bajos rechazaron el Tratado constitucional mediante referéndum), los Jefes de Estado o de Gobierno decidieron abrir, en el Consejo Europeo de 16 y 17 de junio de 2005, un “período de reflexión” sobre el futuro de Europa que debía permitir el inicio de un amplio debate con la ciudadanía europea. Este proceso llevó al Consejo Europeo de junio de 2006, a solicitar a la Presidencia alemana entrante en el primer semestre de 2007 que elaborase un informe sobre el camino a seguir. Tras las reuniones de trabajo entre los delegados de los veintisiete Estados miembros y la Presidencia alemana, durante el primer semestre del año, el 19 de mayo de 2007 se presentó un borrador que incluía la “esencia de la Constitución”. Finalmente, en el Consejo Europeo de los días 21 y 22 de junio, los dirigentes europeos alcanzaron un compromiso. Se acordó convocar una Conferencia Intergubernamental encargada de finalizar y adoptar ya no una Constitución, sino un tratado clásico de reforma para introducir enmiendas en los dos Tratados en vigor. Portugal, que durante el segundo semestre de 2007 ocupó la Presidencia de la Unión, recogió el testigo de la presidencia alemana y puso en marcha el mandato que la Conferencia Intergubernamental le otorgó el 26 de junio. El texto final del Tratado elaborado por la CIG fue aprobado en el Consejo Europeo informal celebrado en Lisboa los días 18 y 19 de octubre. El Tratado de Lisboa resultante fue firmado por los veintisiete Jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros el 13 de diciembre de 2007. El texto del Tratado fue calificado por el Presidente de la Eurocámara de “gran éxito para el Parlamento Europeo y una victoria para la Unión y sus ciudadanos”. 3. EL TRATADO DE LISBOA: PRINCIPALES ELEMENTOS INNOVADORES INNOVADORES El nuevo Tratado recoge, en gran parte, las aportaciones contenidas en el Tratado Constitucional, por esta razón se habla de “Constitución velada”. El nuevo texto prevé la modificación del Tratado de la Unión Europea y del Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea, y pasará a llamarse “Tratado sobre el funcionamiento de la Unión Europea”. A continuación se destacan las principales novedades aportadas por el Tratado de Lisboa. 3.1 LAS INSTITUCIONES DE LA UNIÓN EUROPEA El Tratado de Lisboa, aunque no cambie la estructura institucional de la Unión, introduce algunos elementos nuevos con el objetivo de crear una Europa más eficaz, coherente y transparente. Las Instituciones de la Unión Europea son siete: el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo, El Consejo, la Comisión Europea, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Tribunal de Cuentas. A) El Parlamento Europeo El Parlamento Europeo es la institución representativa de los ciudadanos de los Estados miembros. Es elegido por sufragio universal directo para un periodo de cinco años. Uno tras otro, los Tratados han ido otorgando más poderes al Parlamento Europeo. En concreto el Tratado de Lisboa incrementa sus competencias en los siguientes ámbitos: • legislativo: se amplía el procedimiento de codecisión, el Parlamento Europeo legislará con el Consejo en igualdad de condiciones en determinadas materias, entre ellas la inmigración legal, la cooperación judicial penal (Eurojust), la cooperación policial (Europol), o algunas disposiciones 9 • de la política comercial o agrícola. Este procedimiento pasará a llamarse procedimiento legislativo ordinario. Consecuentemente, el Parlamento deberá aprobar también todos los acuerdos internacionales suscritos en aquellos asuntos que correspondan al procedimiento legislativo ordinario. presupuestario: a partir del Tratado de Lisboa el presupuesto de la Unión deberá ser aprobado obligatoriamente por el Parlamento. Además, se suprime la distinción entre los gastos obligatorios y no obligatorios, así que el Parlamento deberá fijar todos los gastos de manera conjunta con el Consejo. De esta manera se reequilibra el peso de las dos instituciones en la aprobación del presupuesto de la Unión. en equipo”, de 18 meses de duración, debería mantener todas las obligaciones actuales del País Miembro que ostente la Presidencia de la UE. La Presidencia se ostentaría por un Equipo de los Países Miembros, es decir, una Triada basada en un modelo “grande+medio+pequeño País Miembro”, con una posible consideración de lógica geográfica e histórica. La Presidencia debería llevarse conjuntamente por los tres países de la triada, pero cada seis meses uno de ellos seria el “primus inter pares”. C) El Consejo de la Unión Europea >>El Tratado de Lisboa modifica también la composición del Parlamento que no podrá tener más de 751 diputados (750 más el Presidente) El Tratado de Lisboa modifica también la composición del Parlamento que no podrá tener más de 751 diputados (750 más el Presidente). En lo que concierne al reparto de escaños entre los Estados miembros, esto se efectuará según un principio de proporcionalidad regresiva, lo que significa que los diputados de los países más poblados representarán a más ciudadanos que los de los menos poblados. Por otra parte, ningún Estado miembro podrá tener menos de 6 diputados ni más de 96. B) El Consejo Europeo La función del Consejo Europeo es de impulso político. El Tratado de Lisboa, aunque no le atribuye nuevas competencias, crea una nueva figura: el Presidente del Consejo Europeo, nombrado por éste para dos años y medio y cuya misión principal será garantizar la preparación del Consejo y la continuidad de su labor y favorecer el consenso. El cargo de Presidente del Consejo Europeo no es compatible con otros cargos nacionales. 10 Además, se prevé una reforma interna de la Presidencia del Consejo para establecer una Presidencia rotativa basada en los principios de la “Presidencia en equipo”. Tal “Presidencia El Consejo de la Unión Europea representa a los Gobiernos de los Estados miembros y ejerce funciones legislativas y presupuestarias compartidas con el Parlamento Europeo. Además el Consejo desarrolla una función fundamental en la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) y en la coordinación de las políticas económicas. La novedad principal introducida por el Tratado de Lisboa se refiere al proceso de decisión. El Consejo decide por mayoría cualificada, salvo en los casos en que los Tratados establezcan otro procedimiento, como el voto por unanimidad. En la práctica, a partir de la entrada en vigor del nuevo Tratado de reforma, el voto por mayoría cualificada se ampliará a numerosos ámbitos (inmigración o cultura por ejemplo). Por otro lado, para aumentar la transparencia y la eficacia, se introducirá en 2014 la votación por doble mayoría de Estados (55%) y población (65%), que refleja la doble legitimidad de la Unión. Este nuevo método se completará con un mecanismo similar al llamado Compromiso de Loannina1: cuando haya un número reducido de Estados miembros (cercano a la minoría de bloqueo) que se oponga a una decisión, podrá manifestarlo y el Consejo deberá hacer cuanto esté en su mano para conseguir una solución satisfactoria para ambas partes en un plazo razonable. el ámbito de intervención del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en temas de cooperación en materia penal y cooperación policial y, además, introduce algunas modificaciones de procedimiento. 3.2 LA INICIATIVA CIUDADANA Para incrementar la transparencia en el Consejo, el Tratado de Lisboa establece también que todos los debates y deliberaciones en materia legislativa serán públicos, así que tanto los Parlamentos nacionales como los ciudadanos podrán conocer directamente las decisiones tomadas por los miembros del Consejo de cada Estado miembro. D) La Comisión Europea La misión principal de la Comisión Europea es fomentar el interés general europeo. Las modificaciones aportadas por el Tratado de Lisboa conciernen su composición. En lugar de los actuales 27 Comisarios, a partir de 2014 habrá un número de Comisarios igual a dos tercios del número de Estados miembros (18 en la UE de los 27), que se regirá por un principio de rotación igual entre los Estados miembros. El Consejo Europeo podrá modificar por unanimidad el número de Comisarios. Otra novedad importante es que el Tratado de Lisboa introduce una relación directa entre los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo y la elección del candidato a la Presidencia de la Comisión. E) Otras instituciones: El Banco Central Europeo y el Tribunal de Cuentas Respecto al Banco Central Europeo (BCE) y al Tribunal de Cuentas, el Tratado de Lisboa no introduce cambios significativos. Las disposiciones del nuevo Tratado de Reforma amplían >>Un grupo de al menos un millón de ciudadanos, nacionales de varios Estados miembros, podrán sugerir a la Comisión que presente una propuesta en los ámbitos de competencia de la Unión El Tratado de Lisboa desarrolla la democracia participativa con nuevos mecanismos de interacción entre los ciudadanos y las instituciones, como la Iniciativa Ciudadana. En virtud de este nuevo derecho, un grupo de al menos un millón de ciudadanos, nacionales de varios Estados miembros, podrán sugerir a la Comisión que presente una propuesta en los ámbitos de competencia de la Unión. Las normas prácticas 1. El Compromiso de Loánnina deriva su nombre de una reunión informal de ministros de Asuntos Exteriores en Loánnina, Grecia, el 29 de marzo de 1994. Entre las decisiones tomadas en esta reunión, figura una decisión del Consejo sobre la cuestión específica del voto por mayoría cualificada. El compromiso alcanzado prevé que si unos miembros del Consejo que representen entre 23 (límite antiguo de la minoría de bloqueo) y 26 votos (nuevo límite) indican su intención de oponerse a la toma de una decisión en el Consejo por mayoría cualificada, el Consejo hará todo lo que esté en su poder para alcanzar, en un plazo razonable, una solución satisfactoria que pueda ser aprobada por un mínimo de 68 votos sobre 87. 11 para alcanzar los objetivos de los Tratados. Es decir, que la intensidad de la acción debe guardar proporción con la finalidad que se persigue. La Unión, entonces, cuando tiene a su disposición varios modos de intervención, debe seleccionar el que, a igual eficacia, deja más libertad a los Estados miembros y a los particulares. del ejercicio de la Iniciativa Ciudadana, se precisarán en un acto legislativo una vez haya entrado en vigor el nuevo Tratado. En el Tratado de Lisboa, destaca también la importancia de las Consultas y del Diálogo con las asociaciones, la sociedad civil, los interlocutores sociales, las comunidades religiosas y las organizaciones no confesionales. 3.3 LAS RELACIONES ENTRE LA UNIÓN EUROPEA Y SUS ESTADOS MIEMBROS Una de las grandes innovaciones del Tratado de Lisboa se refiere al control de la subsidiariedad. A partir del nuevo Tratado, si un Parlamento nacional considera que una propuesta no se ajusta a este principio, podrá exponer sus razones y reiniciar un procedimiento que se desenvolverá en dos tiempos: • El Tratado de Lisboa define las relaciones entre los Estados miembros y la Unión Europea determinando, en cada ámbito de actividad, quién debe actuar: la Unión o los Estados miembros. • El ejercicio de las competencias de la Unión Europea está regulada por los dos principios siguientes: • 12 • principio de subsidiaridad: según este principio la Unión debe intervenir sólo cuando su acción sea más eficaz que una intervención a nivel nacional, regional o local. Este principio no es aplicable a sus ámbitos de competencia exclusiva, principio de proporcionalidad: en virtud del cual, la acción de las instituciones debe limitarse a lo necesario si una tercera parte de los Parlamentos nacionales consi- dera que la propuesta no se ajusta al principio de subsidiariedad, la Comisión deberá reexaminarla y podrá decidir mantenerla, modificarla o retirarla; si una mayoría de los Parlamentos nacionales comparte esa opinión, pero aun así la Comisión decide mantener su propuesta, se iniciará un procedimiento específico: la Comisión deberá exponer sus motivos y el Parlamento Europeo y el Consejo decidirán si el procedimiento legislativo sigue adelante o no. De esta forma, el Tratado de Lisboa reconoce y potencia las funciones de los Parlamentos nacionales, que aunque no son instituciones de la Unión, desempeñan una labor importante en su funcionamiento. Una nueva disposición establece cla- ramente los derechos y obligaciones de los Parlamentos nacionales dentro de la Unión en cuanto a su información, el control de la subsidiariedad, los mecanismos de evaluación en el Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia o la revisión de los Tratados. El Tratado de Lisboa introduce una Clasificación General de las Competencias en tres categorías: • Competencias Exclusivas: Se trata de los ámbitos en los que la Unión tiene plena capacidad legislativa, es la única que puede actuar, quedando excluida cualquier actuación de los Estados miembros Los Estados solo pueden ejercer dos funciones respecto de estas competencias: > una función normativa si tienen la autorización de la Unión o > una función de aplicación de actos de la Unión. • Competencias Compartidas: Se trata de los ámbitos en los que tanto la Unión como los Estados miembros pueden legislar, siempre de acuerdo con el principio de subsidiariedad: la Comunidad tiene que justificar que es necesario actuar desde el nivel comunitario, que es más eficaz y que se encuentra ante un problema supranacional. El campo de las competencias >>El Tratado de Lisboa reconoce y potencia las funciones de los Parlamentos nacionales, que aunque no son instituciones de la Unión, desempeñan una labor importante en su funcionamiento tanto en el orden interno como en el internacional, salvo si la Unión lo autoriza. Se trata de ámbitos limitados: > la unión aduanera; > las normas de competencia necesarias para el funcionamiento del mercado interior; > la política monetaria de los Estados miembros cuya moneda es el euro; > la conservación de los recursos biológicos marinos dentro de la política pesquera común; > la política comercial común. Éste es el mayor nivel de atribución de competencias de la Unión. En esas materias la Unión tiene atribuida la función de legislar y de adoptar actos jurídicamente vinculantes. compartidas se instrumenta casi siempre en los Tratados mediante la Directiva, si bien no excluye otros instrumentos normativos. La mayoría de los ámbitos están incluidos en esta categoría y son: > el mercado interior; > determinados aspectos de la política social; > la cohesión económica, social y territorial; > la agricultura y la pesca, con exclusión de la conservación de los recursos biológicos marinos; > el medio ambiente; > la protección de los consumidores; > los transportes; > las redes transeuropeas; > la energía; > el espacio de libertad, seguridad y justicia; > los objetivos comunes de seguridad en materia de salud pública. 13 >>Los valores fundamentales proclamados por el Tratado son: Dignidad Humana, Libertad, Democracia, Igualdad, Estado de Derecho y Respeto de los Derechos Humanos Asimismo, la Unión, sin perjuicio de que los Estados miembros lleven a cabo sus propias políticas al respecto, puede aplicar programas de: > investigación; > desarrollo tecnológico; > política espacial; > ayuda humanitaria y cooperación al desarrollo. La Unión establece también las grandes orientaciones generales de la política económica, las políticas de empleo y las políticas sociales, mientras que los Estados coordinan sus acciones en este marco. • Competencias Complementarias: Están referidas a ámbitos en los que la competencia legislativa corresponde a los Estados Miembros y la Unión dispondrá de competencia para llevar a cabo acciones con el fin de apoyar, coordinar o complementar la acción de los Estados miembros. Los ámbitos de estas acciones serán, en su finalidad europea: > la protección y mejora de la salud humana; > la industria; > la cultura; > el turismo; > la educación, la formación profesional, la juventud y el deporte; > la protección civil; > la cooperación administrativa. Sólo un nuevo Tratado de Reforma puede modificar una atribución competencial a la Unión. 14 Por otro lado, el Tratado de Lisboa introduce por primera vez una cláusula de retirada voluntaria, mediante la que reconoce a los Estados miembros la posibilidad explícita de retirarse de la Unión en cualquier momento. Esto significa que los Estados miembros, después de ingresar en la Unión Europea, permanecen en ella por voluntad propia. 3.4 LA CARTA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES El Tratado de Lisboa contiene progresos importantes en materia de derechos fundamentales. Los valores fundamentales proclamados por el Tratado son: Dignidad Humana, Libertad, Democracia, Igualdad, Estado de Derecho y Respeto de los Derechos Humanos. De hecho, el Respeto de los Derechos Humanos es un criterio imprescindible para la adhesión de nuevos Estados miembros. Una de las novedades importantes introducidas por el Tratado de Lisboa es el valor jurídicamente vinculante que se le atribuye a la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE, proclamada solemnemente por el Consejo Europeo de Niza el 7 de diciembre de 2000. La Carta de los Derechos Fundamentales de la UE enuncia todos los Derechos Fundamentales en seis capítulos: Dignidad, Libertades, Igualdad, Solidaridad, Ciudadanía y Justicia. También proclama otros derechos, llamados de “nueva generación”: protección de datos, bioética y derecho a una buena administración. La Carta se refiere además a los derechos sociales en las empresas, como el derecho a la información y consulta de los trabajadores o el derecho de negociación y acción colectiva (incluida la huelga). Aunque no se incorpore la Carta en el Tratado de Lisboa, se le reconoce el mismo valor jurídico de los Tratados. Con la aplicación de la Carta, la Unión se dota de un catálogo de derechos civiles, políticos, económicos y sociales, vinculantes tanto para los Estados miembros (a excepción del Reino Unido y Polonia), como para sus instituciones, a la hora de aplicar la legislación europea. Además, el Tratado de Lisboa prevé la adhesión formal de la Unión Europea al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales. 3.5 LA ACCIÓN EXTERIOR DE LA UNIÓN EUROPEA El Tratado de Lisboa introduce novedades importantes para la Acción Exterior, con el objetivo de aumentar la coherencia y la claridad de la actuación de la Unión. Una de las principales innovaciones institucionales del Tratado de Lisboa es la creación de la figura del Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Por otro lado, según el Tratado de Lisboa, el máximo responsable de la Política Exterior de la UE, podría asumir una doble función, como Vicepresidente de la Comisión Europea, por una parte, y como Alto Representante de la UE y Secretario del Consejo, por otra. De todas formas, el Acuerdo deja abierta la posibilidad de que exista un período transitorio. De esta forma, el Alto Representante asumiría sus funciones en la Comisión sólo después de las nuevas elecciones europeas en el verano de 2009, a pesar de que el Tratado entre en vigor en enero de 2009. >>El Alto Representante tendrá una doble competencia: será a la vez representante del Consejo para la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) y Vicepresidente de Relaciones Exteriores de la Comisión El Tratado, además, concede personalidad jurídica única a la Unión Europea, que en adelante podrá celebrar Acuerdos internacionales y participar en organizaciones internacionales, actuando con entidad propia en nombre de la Unión. Javier Solana, Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad El Alto Representante tendrá una doble competencia: será a la vez representante del Consejo para la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) y Vicepresidente de Relaciones Exteriores de la Comisión. En calidad de responsable de la Política Exterior y la Política Común de Seguridad y de Defensa Común, presidirá la formación de Asuntos Exteriores del Consejo. Además representará a la Unión en la escena internacional en asuntos relacionados con la PESC y estará asistido por un Servicio Europeo de Acción Exterior, compuesto por funcionarios del Consejo, la Comisión y los servicios diplomáticos nacionales. Además de definir el papel de la Unión Europea en el mundo, el Tratado de Lisboa se ocupa de la Política Común de Seguridad y Defensa, integrándola en la Política Exterior y de Seguridad Común. Se introduce una “cláusula de solidaridad”, que prevé la actuación conjunta de la Unión y los Estados miembros si un Estado miembro es objeto de un ataque terrorista. El nuevo Tratado de Reforma, establece también una base jurídica específica para la Ayuda Humanitaria y abre la puerta a la creación de un Cuerpo Voluntario Europeo de Ayuda Humanitaria. 15 RATIFICACIÓN 4. LA ENTRADA EN VIGOR DEL TRATADO DE LISBOA: EL PROCESO DE RATIFICACIÓN Según lo establecido en su Artículo 6, los Estados miembros se fijan como objetivo, una vez ratificado el Tratado, su entrada en vigor el 1 de enero de 2009, para que pueda aplicarse antes de las elecciones al Parlamento Europeo de junio de ese año. Entre tanto, el actual Tratado de Niza, que entró en vigor en 2003, seguirá rigiendo para las actividades de la UE hasta que todos los países de la Unión hayan finalizado el proceso de ratificación del nuevo Tratado de reforma. Tras la firma del Tratado de Lisboa el 13 de diciembre de 2007, éste debe ser ratificado por cada uno de los 27 Estados miembros. Cada uno de ellos, de acuerdo con sus normas constitucionales, elige su propio método de ratificación, bien mediante ratificación parlamentaria, bien mediante referéndum. La mayoría de los Estados miembros han adoptado la vía parlamentaria de ratificación del Tratado, salvo Irlanda, que ha elegido someterlo a referéndum. El proceso de ratificación se inició el 17 de diciembre de 2007 con la aprobación del texto por parte de la Asamblea Nacional de Hungría. 16 >>La mayoría de los Estados miembros han adoptado la vía parlamentaria de ratificación del Tratado, salvo Irlanda, que ha elegido someterlo a referéndum ESPAÑA 5. EL PAPEL DE ESPAÑA EN LA UNIÓN EUROPEA Tras el ingreso de España en la Comunidad Europea en 1986, muchas de las iniciativas y de las acciones llevadas a cabo en la Unión Europea, han tenido un protagonismo español. Además, en las distintas instituciones europeas, en los organismos consultivos y en otras agencias especializadas, ha tenido lugar la incorporación formal de españoles “ya que” además de los miembros españoles de la Comisión y de los diputados del Parlamento Europeo, han sido españoles tres de los Presidentes del Parlamento Europeo y varios de sus Vicepresidentes. Ha habido españoles igualmente al frente del Tribunal de Justicia o del Tribunal de Cuentas, y es español también el Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad. Con el Acuerdo alcanzado en Lisboa, según las aportaciones del nuevo Tratado de Reforma, España es el país que más gana con respecto al número de eurodiputados, recuperando 4 de los 14 eurodiputados que se perdieron en el Tratado de Niza de 2000. 5.1 ESPAÑA INICIA EL PROCESO DE RATIFICACIÓN DEL TRATADO DE LISBOA Para comprender la posición de España, y sobre todo de los españoles, frente al proceso de integración europea, es útil analizar el importante resultado del referéndum sobre el Tratado Constitucional. El 20 de febrero de 2005, con un 42,43% de participantes en la consulta, el 76,73% de los votantes se pronunciaba a favor, mientras que el 17,24% se manifestaba en contra. El resultado positivo del referéndum español, después del resultado negativo francés y neerlandés, tuvo una importancia fundamental para impedir que el texto constitucional fuera abandonado y posibilitar que el proceso de construcción europea siguiera adelante. A diferencia del Tratado Constitucional, el Tratado de Lisboa, por su condición de Tratado de Reforma, ya no necesita un referéndum, sino que puede ser ratificado sólo a través de un procedimiento parlamentario. >>España es el país que más gana con respecto al número de eurodiputados, recuperando 4 de los 14 eurodiputados que se perdieron en el Tratado de Niza de 2000 17 El Gobierno inició el proceso de ratificación del Tratado de Lisboa el 30 de abril de 2008, con la aprobación por parte del Consejo de Ministros de la remisión a las Cortes Generales del Proyecto de Ley Orgánica por la que se autoriza la ratificación por España del Tratado de Lisboa. En el Artículo 1, se autoriza la ratificación por parte de España del Tratado de Lisboa, firmado en la capital de la República de Portugal el 13 diciembre de 2007, por el cual se modifican el Tratado de la Unión Europea y el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea,. En el Artículo 2, y de acuerdo a lo dispuesto en el párrafo segundo del Artículo 10 de la Constitución española y en el apartado 8 del Artículo 1 del Tratado de Lisboa, se dispone que las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce se interpretarán también de conformidad con lo dispuesto en la Carta de los Derechos Fundamentales de 7 de diciembre de 2000, adoptada el 12 de diciembre de 2007 en Estrasburgo, cuyo texto íntegro reproduce. Con la inclusión de esta norma se quiere resaltar que, según el Tratado de Lisboa, la Unión reconoce los derechos, libertades y principios enunciados en la Carta de los Derechos Fundamentales de 7 de diciembre de 2000, que tendrá el mismo valor jurídico que los Tratados. En el Proyecto de Ley se reproduce, pues, el texto íntegro de la Carta, por razones de transparencia y proximidad al ciudadano. En el momento en que este documento es redactado, el Pleno del Congreso de los Diputados ha aprobado el Proyecto de Ley Orgánica por el que se autoriza la ratificación por España del Tratado de Lisboa. 18 >>A diferencia del Tratado Constitucional, el Tratado de Lisboa, por su condición de Tratado de Reforma, ya no necesita un referéndum, sino que puede ser ratificado sólo a través de un procedimiento parlamentario 5.2 INFORME SOBRE LA PRESIDENCIA ESPAÑOLA DE LA UNIÓN EUROPEA EN 2010 El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación ha presentado al Consejo de Ministros un Informe que marca las líneas generales de la Presidencia española de la Unión Europea en el primer semestre de 2010. España asumirá por cuarta vez la Presidencia del Consejo de la Unión Europea en un momento en el que confluyen tres nuevos elementos: • • • Una Unión de veintisiete Estados miembros, frente a doce o quince de las anteriores. Un nuevo marco institucional: un Parlamento Europeo recién elegido en 2009, con poderes muy reforzados y una nueva Comisión. Un nuevo marco institucional, con la entrada en vigor prevista en 2009 del Tratado de Lisboa, que introduce importantes cambios que afectarán a la Presidencia española de la Unión Europea. España inaugurará el sistema de Presidencias en equipo de dieciocho meses, seguida de Bélgica y Hungría. En colaboración con estos dos Países, el Gobierno ya ha empezado los trabajos preparatorios de la futura Presidencia, que incluyen el desarrollo de los aspectos organizativos y logísticos, los relativos a la definición de objetivos y contenidos y a establecer los equipos encargados de su coordinación, desarrollo y ejecución. El contenido del Programa de la Presidencia española debe tener en cuenta: • los objetivos específicos a impulsar en el semestre, • los objetivos comunes a las tres Presidencias en equipo, y • los compromisos que marcarán el calendario político y legislativo de la Unión. Los ámbitos comunes de actuación que destacan por importancia son: • • • • • Desarrollar las nuevas políticas del Tratado de Lisboa, afianzando el liderazgo europeo en la respuesta global al cambio climático y al desafío energético, a la vez que se consigue un mercado energético integrado e interconectado. Utilizar los nuevos instrumentos del Tratado de Lisboa para que Europa pueda hablar con voz propia en el mundo. Consolidar una Unión más segura para sus ciudadanos, afrontando conjuntamente el reto de la inmigración y construyendo un espacio compartido de cooperación judicial y policial. Seguir trabajando por un mercado interior más integrado, revitalizando la estrategia de Lisboa. Examinar y debatir las conclusiones del informe de Grupo de Reflexión sobre el futuro de Europa.2 España, además de las sesiones regulares de las formaciones del Consejo de Ministros, organizará también diferentes reuniones informales de Ministros en el territorio nacional, y reuniones y Cumbres internacionales, como la Cumbre Unión EuropeaAmérica Latina y Caribe. 2. La función del “Grupo de Reflexión sobre el futuro de Europa” es anticipar y plantear respuestas a los retos que la Unión Europea afrontará en el horizonte de los años 20202030. El grupo deberá diseñar posibles políticas comunitarias en materia económica y social, medio ambiente, estabilidad global, inmigración, energía, cambio climático, crimen organizado y terrorismo. El mandato del Grupo de Expertos excluye expresamente “cuestiones institucionales”. El grupo estará compuesto por un máximo de nueve personalidades de la UE seleccionadas en función de sus méritos y a propuesta del Presidente. La composición definitiva del grupo se cerrará en el segundo semestre de 2008, durante el periodo de Presidencia francesa de la UE, y responderá a cierto equilibrio territorial, ya que con nueve miembros no podrán tener representación directa de todos los Estados miembros. 19 20 6. ENLACES ÚTILES La Comisión ha puesto en marcha una página web sobre el nuevo Tratado que explica de manera sencilla y accesible las innovaciones políticas y las reformas institucionales que contiene. Esta página web ofrece información fácil de leer en las veintitrés lenguas oficiales de la UE. También figuran respuestas a las preguntas más frecuentes, así como fichas informativas en las que se explican por cada tema los principales cambios que supone el Tratado. Para visitar la nueva página web de la Comisión sobre el Tratado de Lisboa: www.europa.eu/lisbon_treaty 7. BIBLIOGRAFÍA • Francisco Aldecoa Luzarraga y Mercedes Guinea Llorente, Documento de trabajo Nº 9/2008 “El rescate sustancial de la Constitución Europea a través del Tratado de Lisboa: la salida del laberinto”. • José Martín y Pérez de Nanclares, “Estudio Preliminar”. • www.europa.eu/lisbon_treaty • www.realinstitutoelcano.org • www.la-moncloa.es • www.hablamosdeeuropa.es 21 Este documento ha sido elaborado por el Centro de Documentación Europea de la Universidad de Sevilla, en el marco del Plan de Formación de los Empleados Públicos de Andalucía en Materia Comunitaria, FORMANUE, promovido por la Consejería de la Presidencia de la Junta de Andalucía a través de la Secretaría General de Acción Exterior, con la cofinanciación del Fondo Social Europeo. Diseño gráfico y maquetación: María Sabater| www.mariasabater.com Fotografía: Antonio Pérez | www.photobubbles.es Impresión: Escandón Impresores S.A. 23 Colaboran: Financiado por: