RESUMEN Y ANALISIS CRÍTICO: “LA REVOLUCIÓN CAPITALISTA EN EL PERÚ” Jaime de Althaus Guarderas I. INFORMACIÓN SOBRE EL AUTOR: Jaime de Althaus Guarderas nació en Lima, Perú, el año de 1950. Estudió antropología en la Pontificia Universidad Católica del Perú donde se graduó de Magíster. Entre 1976 y 1980 laboró en la Unidad de investigaciones el Instituto Nacional de Planificación. Entre 1980 y 1985 trabajó en la Presidencia del Consejo de Ministros del gobierno del Perú y fue fundador y presidente del Instituto Nacional de Fomento Municipal. Entre 1985 y 1987 se dedicó a la investigación en el Instituto Alberto Ulloa, En 1987 fue contratado como Jefe de Editorial del diario Expreso, hasta 1992, cuando fue nombrado subdirector de ese diario, cargo que ocupó hasta 1998. Desde el año 2000 es director y conductor del programa de televisión “La Hora N”, un programa de análisis político, económico y cultural de “Canal N”, un canal de noticias por cable. Y es columnista semanal en el diario “El Comercio”. Libros publicados: 1985: La Viabilidad de América Latina, Instituto Alberto Ulloa, Lima. Coautores: Manuel Ulloa y Jorge Morelli 1986: La realidad de las Municipalidades en el Perú, Fundación Ebert, Lima. 1987: Desarrollo hacia Adentro y Anemia Regional en el Perú, Fundación Bustamante, Lima 2007: La revolución capitalista en el Perú, Fondo de Cultura Económica, Lima. 2010: La promesa de la democracia, Editorial Planeta, Lima. II. RESUMEN DEL LIBRO Capítulo I: la redistribución económica y territorial de los privilegios El Perú en la década de 1970 se desarrolló en una ideología que nos llevó a la hiperinflación y descapitalización. La ideología llegó antes que el mercado. Velasco cortó el proceso de capitalización de las pequeñas “oligarquías”, pero con ello decapitó el proceso de acumulación de capital, convirtiéndose en una prioridad en la década de 1990. Con las reformas económicas de 1990 reconstruir los procesos de acumulación de capital pero suprimiendo los privilegios rentistas, que desviaban ingresos de la sociedad a favor de sectores urbano-industriales y burocráticos protegidos. La reforma liberal debía ser, redistributiva e inclusiva. Se produjo una reforma comercial que transformó la estructura industrial, que redujo la brecha centralista y la desigualdad urbano-rural. El populismo agrícola afectó la producción, ya que se despojó a los campesinos andinos de sus mercados. El efecto más importante de la abolición de los privilegios rentistas y de la implantación de una economía mas libre fue la ruptura del sistema estamental. Los nuevos grupos económicos que surgieron a partir de la década de 1990 procedieron de las clases populares, de sectores rurales andinos en particular. Sin embargo, en la batalla ideológica quedó la sensación de que las reformas habían sido anti laborales, porque afectaron el poder político de las dirigencias sindicales y porque desapareció la estabilidad absoluta en el trabajo. 1 Así mismo, las reformas constitucionales de 1990 lograron que el capital regresara al agro, generándose lo que hoy se conoce como una revolución agroexportadora, recuperándose más de la mitad de las grandes haciendas azucareras. La titulización de tierras fueron reformas redistributivas y palanca para procesos de acumulación popular. Así mismo, la privatización de empresas públicas fueron mecanismos para relanzar la inversión. Y la privatización del sistema de pensiones también es considerada como un mecanismo de redistribución. El contraste mas notable entre el modelo abierto y exportador y la anterior estrategia de industrialización por sustitución de importaciones, radica en que el nuevo modelo irriga las economías regionales, generándose un desarrollo “hacia adentro”. Se advierte mayores ingresos en provincias como consecuencia de la reestructuración del aparato productivo, y una expansión de centros comerciales y retail en las principales ciudades del interior. Capítulo II: la reducción de la desigualdad y la democratización del capital, el crédito, las telecomunicaciones y el consumo La apertura de la económica a partir de la década de 1990 generó una redistribución social de las rentas, reduciendo la brecha de la desigualdad entre niveles socioeconómicos y permitiendo acceso de segmentos crecientes de la población a mejores niveles de consumo y de calidad de vida. Se mide el desarrollo al advertir la reducción de la pobreza en zonas conectadas al mercado. Así mismo se genera un efecto positivo con la titulación de la propiedad, profundización de los sistemas bancarios y seguros, revolución del microcrédito, el mercado de seguros, el sistema de pensiones, bolsa, fondos mutuos, telecomunicaciones, sector eléctrico. De tal suerte que quien excluye e impide el acceso de los pobres al capital ya la riqueza no es el mercado, sino por el contrario, el Estado, con su ineficacia redistributiva y social y su costosa regulación laboral, cargas impositivas y trámites inexplicables, que obligan a los pobres a la clandestinidad económica o a emigrar a espacios mas libres. Capítulo III: la clase media emergente La redistribución social de las rentas de las que antes se apropiaban sectores protegidos con el antiguo modelo, la titulación de la propiedad, expansión del microcrédito, la privatización de servicios, dieron oportunidad a amplios sectores populares urbanos, que pese a los costos de la formalidad laboral y empresarial, empezaron a protagonizar un movimiento de ascenso social y económico notorio. El resultado ha sido un incremento relativo de la llamada clase media, pero no de la tradicional, sino de la clase media emergente, situado en conos, principalmente en Lima Norte y Este. Capítulo IV: la revolución agroindustrial de la costa Con las reformas económicas de la década de 1990 ha reingresado el capital a las empresas agrarias (sean las antiguas azucareras o los nuevos modelos agroexportadores), reimplantando el orden, el trabajo, la tecnología y la acumulación económica. Después de la reforma agraria, donde se destruyó los derechos de propiedad y se reemplazó a las empresas agrarias por sistemas cooperativos que desalentaban el trabajo y fomentaban la sustracción de bienes de la empresa, se generó una descapitalización de este sector. El ingreso del capital y de la sociedad anónima a estos sectores económicos produjo un desarrollo de la agroindustria. Si bien la propiedad colectiva proporciona la seguridad para la impunidad, pero no genera un incentivo para trabajar en función del resultado colectivo. El capital social ha quedado irremediablemente dañado luego de la reforma agraria. La consecuencia lamentable es la escasa o nula capacidad de los parceleros para la asociación entre ellos. No es fácil convertir al campesino en empresario. El proceso de revolución agroexportador ha sacado a las principales ciudades de la costa del estado de languidez económica en que se encontraban. En la mayor parte de ellas el empleo ha crecido a 2 tasas mayores que en Lima y hay departamentos como Ica, donde la pobreza se ha reducido sustancialmente. Capítulo V: ¿la ley de la selva? El principio organizador y civilizador del capital ha empezado a ingresar a áreas crecientes de la economía de la selva, poniendo orden donde no había y reemplazando al Estado. Existe una inversión del Grupo Romero en Palma del Espino en la Región San Martín, así como desarrollo del sector cafetalero exportador que introduce mejoras tecnológicas y empresariales incluso en pequeños agricultores, que han logrado expandir el único sector cooperativo de servicios exitoso en el Perú. Así mismo, el sistema de concesiones forestales sostenibles basados en derechos de propiedad sobre extensiones relativamente grandes, que provoca azuzadas por los intereses usufructuarios del sistema predatorio anterior, y las comunidades nativas, que quieren incorporarse en sus propios términos al mercado y a las exportaciones de madera. Capítulo VI: la reintegración de la sierra La reintegración de la sierra implica un entendimiento especial entre los propietarios de las tierras (comunidades campesinas) y grandes inversionistas, segmentos de la sociedad que están tradicionalmente alejados entre sí. Pero que de tener éxito tendría un poder integrador muy grande. Esto es lo que la incipiente revolución capitalista está empezando a producirse en la sierra: integración que se genera en diversos sectores, tales como la minería moderna, la industria de lácteos, la ganadería de alpaca, el sector artesano y cultivos andinos, y muy importante, el sector turístico. Capítulo VII: ¿Desnacionalización de la economía? Los empresarios emergentes y el nuevo empresario Con las reformas económicas de la década de 1990, se dejó de lado los modelos intervencionistas o estatales empresariales; por otro lado, la concentración del poder en estructuras de propiedad se afiató en un grupos extranjeros y oligopolizados. Si bien inicialmente el modelo advertíoa un deslazamiento de grupos nacionales y el incremento de grupos extranjeros. En realidad el nuevo modelo solo sinceró lo que se estaba ocultando. Lo cierto es que con este modelo económico también surgen cuando menos 8 grupos nacinales importantes nuevos (Wong, Rodriguez, Añaños, Belmont, Flores, Dyer y Huancaruna). Así mismo, se generaron 4 cambios importantes en la estructura económica peruana: - De estos 8 grupos nuevos, por lo menos cinco se han internacionalizado. - De estos 8 grupos, cinco provienen de clases sociales populares y cuatro de sectores rurales andinos. - Se produjo un cambio cultural en el empresariado en su conjunto, y también en los empresarios criollos. Y es que antes de este nuevo modelo, los empresarios se habían condicionado a la obtención de ventajas o preferencias estatales antes que en el aumento de la productividad, pero el cambio de modelo trajo consigo un cambio revolucionario en las actitudes de los empresarios, lo que recuperó la innovación y emprendimiento. - Por primera vez en la historia del Perú, se ha conquistado la independencia financiera, gracias a los fondos de pensiones, ahorro nacional que financia proyectos y obras que, junto a la recaudación tributaria, permite que el país no se endeude y que la deuda externa haya caído hasta niveles irrelevantes. Capítulo VIII: el mito del neo mercantilismo Si bien el modelo económico impuesto en 1990 ha llevado a concentrar el poder en una estructura de propiedad mucho mas extranjerizada y oligopolizada, sin contrapesos sociales o políticos, ello ha facilitado que el Estado sea capturado por los mencionados grupos de poder económico, que logran orientar las decisiones públicas a su favor, otorgándose exoneraciones y otros beneficios tributarios o 3 permitiéndoseles cobraras mas de lo debido por los servicios públicos, obteniendo ganancias rentistas a costa del resto de la sociedad. Uno de los supuestos lo constituye las exoneraciones tributarias al gran capital minero y a las ganancias de capital en la bolsa, depósitos bancarios y seguros de vida, exoneraciones que benefician a los ricos y a las grandes empresas; sin embargo, esto fue un incentivo a las inversiones antes que una ventaja irrazonada, que ha generado grandes recursos y que ha producido el efecto adverso, es decir la presión fiscal había sido buena y el Estado no era capaz de gastarla en su totalidad. En cuanto al impuesto a la renta, ante un gran sector informal, el Estado solo fiscaliza las empresas formales, generándose un acoso estructural latente, que puede devenir en un circulo vicioso desacumulador. En el caso de la empresa Telefónica, se hace mención a un pobre retorno sobre la inversión de esta empresa al adquirir la compañía en un proceso de privatización; mas aún cuando han influido los cambios en la economía, en la tecnología y en el entorno regulatorio y competitivo. Capítulo IX: la vía autoritaria y los bastiones de resistencia del modelo populista La revolución capitalista encontró resistencia en los beneficiarios del orden populista anterior, aunque dicha resistencia estuviera muy debilitada por el colapso del orden estatista y proteccionista. El principal factor disolvente de cualquier resistencia fue la propia crisis, la hiperinflación. Fue el aviso de la crisis lo que hizo posible la reforma. Los propios partidos políticos, identificados con el antiguo orden, habían quedado anulados y profundamente desacreditaros. Los sectores beneficiados de las reformas – los informales, los consumidores, regiones del interior, padres de familia, niños, comunidades, pacientes de salud, etc-, a diferencia de los grupos organizados como los sindicatos, no podían agruparse ni defender sus intereses. Existirían 02 grupos sociales que Mancur Olson tipificó como: los relativamente reducidos, y los grupos incluyentes. Acumulación versus redistribución (1990-2007): para retomar el proceso de acumulación, debía desmontarse los privilegios rentistas que impedían el desarrollo. Sin embargo, debían postergarse el consumo y la redistribución para favorecer la inversión y la acumulación del capital. Se dijeron: “acumulamos aceleradamente en esta generación para empezar a redistribuir en la siguiente o subsiguiente”. En el Perú, que requería recuperar tasas importantes de acumulación de capital luego de décadas de descapitalización, ocurrió lo mismo: la desigualdad se redujo desde un comienzo, pero por razones distintas. Cuando la economía empezó a recuperarse lentamente a partir del 2001 con tasas de crecimiento mediocres los primeros años, lo que tardó dos años mas en empezar a crecer fue la inversión privada. El gobierno de Toledo privilegió la redistribución burocrática – mas impuestos y remuneraciones – sobre la acumulación. Pese a ello, la economía creció 5 años seguidos debido al aliento de precios internacionales. Luego el dilema del gobierno de García estuvo por la necesidad de volver a priorizar la acumulación frente a la redistribución, sabiendo que no hay crecimiento acelerado y duradero sin acumulación de capital. III. ANALISIS Y CONCLUSIONES 1. Los cambios del modelo económico iniciadas en la década de 1990 ha acortado las distancias entre los grupos o clases sociales. 4 2. Esta reforma consistió en la volición y redistribución de privilegios rentistas, que generó un aparato productivo más descentralizado e integrado, que ha acortado la brecha entre Lima y las provincias. 3. La reforma se produjo en 03 sentidos: (i) se retiró beneficios rentistas a grupos altos y medios para redistribuirlos, (ii) se redujo las distancias regionales y sociales, y (iii) se rompió la estructura económica estamental. 4. Contrariamente al mito que la apertura de la economía y la liberalización ha conducido a la desindustrialización, han aparecido nuevos grupos económicos, y se ha generado un crecimiento primario exportador y una agroindustria calificada como “revolución agroexportadora”. 5. La apertura económica generó una demanda externa que puso en valor el interior del país y las capacidades intrínsecas de los peruanos, y una economía mucho mas inclusiva. 6. Se ha cambiado la cultura empresarial, prefiriendo el criterio de mayor producción frente a la ventaja estatal. 7. La propia recuperación económica vino desde adentro, generándose una sociedad mas integrada. 8. Por su parte subsiste una ideología clasista que refuerza el síndrome de la imagen del bien limitado, que lleva a los gremios laborales a presionar por niveles de protección cada vez mas excluyentes. 9. El que falla en su misión integradora no es el mercado, sino el Estado, que ha sido ineficaz en su misión redistributiva. 5