Unidad dos La poesía Antigua Griega

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Unidad dos
La poesía Antigua
Griega
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Arquiloco de Paros (S. VII A.J.)
Telesicles, hombre extraordinariamente despierto tenía un hijo. Pero este hijo nacido de unos tan
deliciosos como efímeros amores con una hermosa esclava, había sido reconocido por su padre. Que
quiso fuera un hombre libre a pesar de su bastardía. El mozo se llamaba Arquíloco.
Con veinte años, buena figura, ágil, emprendedor, diestro en toda clase de ejercicios físicos
inteligente, astuto, orgulloso, violento y agresivo, Arquiloco era digno hijo de su padre. quien le predecía
un brillante porvenir de capitán de mercenarios, y acaso, más tarde de organizador de expediciones.
Arquíloco se había negado a acompañar a su padre. pero éste comprendía admirablemente estas cosas:
el muchacho tenía otros proyectos inmediatos. En efecto, Arquiloco estaba enamorado de Neobulé, hija
de un rico burgués llamado Licambo que había dado consentimiento para la boda. Arquíloco escribía
poemas de amor a su novia.
Estos poemas se han perdido y es muy de lamentar. Porque hubieran sido un- ornamento más de la
bella imagen que aquí presentamos. El joven, apuesto y brillante Arquíloco, que lleva su pobreza y su
bastardía como otros llevan la nobleza, es un mocetón alegre y entusiasta que tiende los brazos a la
felicidad porque la felicidad está a su alcance. Si ya hubieran existido psicólogos, probablemente
hubiesen observado que su arrogancia, su impaciencia. su anhelo de felicidad inmediata revelan una
herida secreta.
Neobulé no puede resistirse a él. En cuanto aparece, toma la mano que él le ofrece y lo sigue cada vez
más lejos. cada día a mayor altura. El muchacho es demasiado atrevido, demasiado exigente para un
novio, pero no se le puede negar nada. Por la noche. Neobulé suspira de dicha y de temor cuando él se
alza con la lira en la mano, en el centro de un círculo de jóvenes, viejos, pobres y ricos y recita poesías
a ella dedicadas y de las que ella suele ser la heroína.
Pero el asunto toma mal cariz. Cambiando repentinamente de opinión. Licambo se opone a la boda.
No se conocen sus razones pero bien pudieran ser que Arquíloco era demasiado aventurero, sus
costumbres demasiado libres y su moralidad excesivamente elástica, todo ello unido a que no era
indiferente a la cuantía de la dote. Cabe también en lo posible que se hubiese presentado un partido más
ventajoso.
De todos modos, Arquíloco se siente herido en su amor propio por lo menos tanto como en su amor, y
esta nueva herida reactiva las antiguas. Bastardo en una sociedad en la que conviene ser hijo de alguien y
miembro de un clan que responda por uno; pobre en una sociedad en que la fortuna es lo único que
confiere el poder y la libertad. solo en un mundo en que los débiles no tienen nunca razón. El sabe todo
eso pero no quiere agachar la cabeza, ni sufrir, ni callarse. Y entonces grita:
Yo poseo un gran arte:
El de herir cruelmente a quién me hiere.
Licambo y Neobulé se van a enterar a costa propia. Arquíloco compone poesías en las que ridiculiza al
padre. y otras en las que canta su perdido amor e insulta a la hija. que no era digna de él. Maneja las
palabras como si fueran armas, con una violencia para la inventiva y la injuria que ahora, después de
veintisiete siglos todavía sorprende y resulta molesta.
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Una revolución literaria
La mayor parte de la obra de Arquiloco se ha perdido. Filólogos y retóricas estudian los
fragmentos que se conservan. El es el primero que abandona el hexámetro y se expresa en otro tipo
de versos más cortos y libres y agrupados en formas nuevas. Se trata de una innovación notable por
su originalidad. Ahora bien, seria un error limitar a este aspecto formal la revolución poética que se
inaugura con él.
Si yo pudiese tocar le mano, de mi amiga -canta-.Le gustaba acariciar la rama de mirto y
respirar la flor de belleza de las rosas. Sobre sus hombros y sus riñones, sus cabellos se
deslizaban como una sombra.
Es bonito y sumamente idílico. Pero añade:
Con sus cabellos bañados en perfumes y su henchido seno hubiera reanimado a un viejo.
No se trata de una beldad ideal ni de un amor literario, sino de Neobulé, zagala de curvas
generosas que se sentía conmovida por el deseo que despertaba y correspondía a el.
Corneja trémula de placer, agitando las alas y echando a volar
dice Arquiloco y refiriéndose a si mismo:
una marea que oscurecía mis ojos con una espesa niebla.
sintiéndose frustrado. recuerda:
Me veo sumergido en el deseo, privado de aliento, y los dioses me punzan con atroces
dolores.
Estos poemas también los recita en público. ¡Que las gentes de Paros se enteren, que toda Grecia
se entere, que se enteren los siglos venideros! ¿Que se enteren de qué? De que un hombre llamado
Arquiloco vivió, sufrió, amó y odió. Hasta entonces, sólo los dioses y los héroes habían tenido
derecho a esa existencia difundida por el canto. En lo sucesivo, cualquier hombre que tenga algo que
decir y fuerza para decirlo, lo dirá. Arquíloco es el primer poeta, en el moderno sentido de la palabra,
.
Safo de Lesbos
Lo menos que puede decirse de ella es que tiene mala reputación aunque está fundada más que en la
historia en algunas leyendas que nacieron de las ilusiones ópticas de los libertinos. Safo no era en modo
alguno la dueña de una isla transforma da en campamento nudista para mujeres solas, sino la directora de
un centro para muchachas de buena sociedad. Esta escuela colocada bajo la advocación de Afrodita y de
las Musas y en la que profesoras y alumnas constituían una especie de cofradía religiosa, era frecuentada
por señoritas de la burguesía que deseaban prepararse para el matrimonio y para el papel que habrían de
desempeñar en sociedad.
La existencia de tal institución puede parecer extraña para aquella época. Nos encontramos, en efecto, en
los alrededores del año 600 A.J o tal vez más tarde, si admitimos como algunos críticos que Safo nació
muy a finales, del siglo VII. Por entonces, la mujer ha sufrido en casi toda Grecia lo que ciertos historiadores han llamado su «gran derrota histórica». El matriarcado de las antiguas sociedades agrícolas está
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ya muy lejos, y la mujer vive en estado de sujeción como una eterna menor de edad relegada al gineceo.
Se acercan los tiempos en que los hombres cultos considerarán a este ser inferior indigno del amor desdoblando en cierto modo su vida afectiva. El amor griego no fue un capricho vicioso, sino la consecuencia
de una aberración social y de una Inversión espiritual. Parece ser que en algunas islas, particularmente en
Lesbos, se mantuvo durante mucho tiempo un estado social más normal y más sano y que en ellas la
mujer conservó su puesto en la vida social sin quedar únicamente reducida a las funciones de
reproducción. Para ello no siguió el camino de pretender igualarse al hombre, como en Esparta, sino el de
exaltar hasta e! máximo su feminidad .
El cometido de la escuela de Safo en Mitilene, capital de la isla, resulta de este modo bastante
simpático. Las muchachas recibían en ella lo que llamaríamos hoy una enseñanza general y profesional.
Aprendían a leer, escribir, calcular, componer y recitar versos, bailar, vestirse, decorar un interior y
comportarse en sociedad. Cabe suponer que la institución se esforzaba por mantener un estado social
amenazado formando mujeres cultas conscientes y capaces de defender e incluso de extender sus
privilegios. Safo y sus colaboradoras tenían seguramente una doctrina de combate feminista. Una vez
terminados sus estudios las alumnas se casaban; Safo mismo estaba casada y tuvo por lo menos una hija.
Compuso numerosos epitalamios para las bodas de sus antiguas alumnas. .
Todo lo cual no impide que los poemas de Safo digan con la mayor claridad lo que dicen. La mayor
parte de las obras de la poetisa son declaraciones o quejas de amor dirigidas a amigas suyas. Una
poesía como los Adioses en la que se describe con exactitud cierta intimidad física, hace difícilmente
aceptable la tesis de que se tratara de amores platónicos.
Había pues perversión, pero una perversión apenas reprobada por la moral de la época. Además, después
de veinticinco siglos y con los escasos datos ciertos que poseemos sería muy aventurado juzgar. Las
obras de Safo, poetisa maldita han sido quemadas repetidas veces y han desaparecido para siempre-en su
mayor parte, lo cual es muy de lamentar. no solamente por la historia de las costumbres y de la literatura,
sino también por la moral. Si dispusiéramos de mayor número de documentos, comprenderíamos mejor
lo que ocurría en aquella escuela para muchachas colocada bajo la protección de Afrodita y de las Musas,
en Mitilene en el siglo VI A.C. los encontraríamos en mejores condiciones para poner las cosas en su
punto.
Desde luego cualquiera de los fragmentos que se conservan de las poesías de Safo demuestra que su
autora fue una poetisa genial dotada de una personalidad fuera de lo común. Los siguientes versos no
necesitan comentario:
Muchas veces, en la lejana Sardes,
el recuerdo de la querida Arignota, ¡oh Atis!,
viene a buscamos hasta aquí, a ti y a mi.
En los tiempos en que vivíamos juntas,
tu fuiste verdaderamente una diosa para ella
y con tu canto hacías sus delicias.
Ahora. entre las mujeres de Lidia,
ella brilla como después de anochecer
brilla la luna de sonrosados rayos
entre las estrellas que se apagan a su paso.
Ella esparce la luz sobre las olas marinas
e ilumine los prados en flor.
Es la hora en que caen las bellas gotas del rocío
en que renacen la rosa, la delicada angélica
y el perfume del meliloto.
Entonces en el largo vagar de sus andanzas,
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Arignota se acuerda de la dulce Atis,
con el alma cargada de deseos y el corazón repleto de pesares.
Y desde allí, su angustiosa llamada nos invita a ir a ella.
Y la noche de sutiles oídos
intenta transmitir más allá delas olas que nos separan
aquellas palabras que nadie comprende.
aquella voz misteriosa...
y esta otra poesía:
Semejante ala manzana dulce,
roja en la punta de la rama,
en lo alto de la copa del árbol,
los cosechadores se han olvidado de ella.
Pero no, no se han olvidado:
es que no han podido alcanzarla.
Para apreciar exactamente lo que tiene de nuevo esta poesía amorosa conviene. recordar la
forma en que Hornero, Arquiloco y Mimnermo hablaban del amor, Hornero era Ingenuo;
pudibundo y convencional en la expresión, Arqulloco, violento y sincero; Mimnermo, tierno y
superficial. Safo es lúcida, y nos atreveríamos a decir que muestra tanta valentía ante las
complejidades del amor como Aquiles ante la pesada del destino y Ulises frente a los peligros del
mundo. Por primera vez afronta un ser humano los misterios y las intermitencias del corazón, los
estudia, los analiza y los expresa, sin que le arredre el sufrimiento que esto pueda llevar consigo.
Indudablemente, esta es la primera y principal característica de la poesía de Safo: la expresión
total de la pasión.
La segunda característica que notamos en toda su producción poética es la constante relación de la
vida afectiva con el espectáculo de la naturaleza.
Cuando Safo evoca lo absoluto del amor doblemente imposible se da cuenta a la vez de todo
cuanto, en el mundo de los hombres, amenaza y condena la floración afectiva que ella pretende crear y
también de su soledad, que se agiganta a cada nueva renunciación. Y entonces encuentra
correspondencias en el espectáculo de la naturaleza. Cuando Safo escribe:
Se he puesto la luna, las Pléyades también. Es la media noche, ha pasado la hora. Yo
estoy sola, aquí tendida.
no solamente pinta un cuadrito evocador del silencio y de la vida nocturna. Lo que se evoca en esos
tres versos es todo un pequeño drama. Parece que ella estaba esperando a alguien que no ha llegado.
Ha calculado el tiempo por el curso de los astros, estableciéndose así esa especie de complicidad
que han explotado los románticos de todos los tiempos. Pero el consuelo de estas correspondencias
sólo dura un instante. La soledad y el abandono anecdótico se duplican repentinamente por la
soledad y el abandono cósmicos. Safo se siente abandonada bajo el cielo mudo. Por el desvío de los
amores heréticos se llega de este modo a un valor fundamental, no solamente de la literatura sino
también del pensamiento occidental.
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Unidad tres
Lírica renacentista
barroca
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Rasgos fundamentales del renacimiento
Si tenemos en cuenta lo dicho acerca del Renacimiento italiano y luego en relación al panorama
general de la época renacentista, sin perjuicio de dejar bien claro que cada país presenta perfiles
propios, al respecto se puede no obstante, tentar la síntesis de las notas más importantes.
a) Retorno admirativo a la antigüedad. La cultura grecolatina es mirada con reverencia, sus
autores son traducidos y leídos, cuando no imitados. Es dable percibirla influencia del lenguaje de
Cicerón entre los eruditos, Teócrito y Virgilio entre los líricos como Garcilaso de la Vega y Pierre de
Ronsard. En el ámbito de la estética, los poetas leen a Aristóteles y a Horacio,
b) Desprecia par la vulgar. Se da la tendencia a asimilar el arte a lo aristocrático y se generaliza
el rechazo de Horacio por el pueblo profano.
c) Reacción
frente a la tradición. La deslumbradora visión de la cultura clásica condujo a
menudo al menosprecio de lo medieval. Ello condujo -lamentablemente en Francia e Italia, donde
se observan los extremos de esta posición- al olvido de materiales valiosísimos en la literatura y la
plástica. No ocurrió lo mismo en España e Inglaterra puesto que allí lo tradicional y lo novedoso
coexistieron armoniosamente.
d) Observación de la naturaleza. Ya habíamos señalado, al estudiar los inicios del Renacimiento,
la preocupación por la misma, y surge así el paisaje como tema poético y plástico. Precisamente
Alberto Durero (1471-1528), el célebre pintor y grabador alemán decía, valorando la naturaleza: "no
pienses hacer algo mejor de lo que Dios ha hecho". En la lírica, bastaría con citar estos versos de
Garcilaso para ver la deleitable contemplación del paisaje:
"Al pie de una alta haya, en la verdura, por donde un agua clara con sonido
atravesaba el fresco y verde prado".
El hambre en el centro del universo. Si en la Edad Media el ser humano tendía
permanentemente hacia Dios y éste aparecía como la columna vertebral de todas sus obras, a partir de
los prolegómenos del Renacimiento y con mayor fuerza en la plenitud del mismo, podríamos decir
que hay un repliegue sobre si mismo. Al teocentrismo, sigue un antropocentrismo. La peripecia
humana en todos sus matices, hasta en los más ínfimos detalles de la cotidianidad se coloca en primer
plano; incluso se inician los estudios de psicología, lo que denota claramente la importancia que se
concede al hombre en todos sus planos y, si se quiere, la creciente investigación científica no es otra
cosa que el testimonio de la confianza en la razón y sus logros. En fin, se impone la concepción
felizmente sintetizada por los italianos en la frase "el hombre universal"
e)
La razón. Como lógica consecuencia de lo anterior, la inteligencia se libera de todo
dogmatismo y se lanza pensar e Investigar en todos los campos. El pensamiento
filosófico y el científico cobran mayor consistencia. Pero el ejercicio crítico de la razón alcanza
otras zonas como la lingüística y la filología.
f)
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La Poesía Lírica Renacentista Española
Durante los primeros años del siglo XVI se puede apreciar en la poesía española una
evolución y un enriquecimiento. Se adoptan, aparte de la poesía tradicional española -romances,
villancicos, etc.- nuevos metros, ajenos a la proverbial forma española, nuevos enfoques y
tratamientos de los temas habituales y se incluyen otros que enriquecen el mundo renacentista. La
métrica sufre este cambio e incluye el verso endecasílabo -de origen italiano- y el soneto,
fundamentalmente, se toma como forma expresiva esencial para el poeta.
Estas formas poéticas sufrieron un rechazo largo tiempo mantenido, hasta que son asimiladas
y adoptadas por la poesía nacional. Pero no sólo estas formas son las esenciales en el nuevo estilo,
sino también se da una renovación en el contenido. La tradición grecolatina, que se incorpora al
pensamiento y a la cultura, provoca la inclusión de temas "paganos", ritmos y armonías hasta
entonces no utilizados poéticamente, un nuevo vocabulario y una nueva expresión metafórica.
Tanto los temas corno las formas que los contienen son traídos a la Península por medio del
contacto cultural y político que se establece entre Italia y España. Surge la poesía bucólica o
pastoril y la mitológica, pero, sobre todo, el poeta aspira a expresar sus sentimientos íntimos, sus
penas amorosas y el lánguido desmayo espiritual que dicha pasión le suscita. Así, toda la
tradición del amor cortes, unida a la concepción neoplatónica del amor y la belleza, surgen como
pilares de toda una escuela poética y de una concepción del mundo fundamentalmente amorosa.
Es el individualismo en el sufrimiento amoroso la base de esta concepción.
Por otra parte existe, debido también a la idea neoplatónica de las relaciones amorosas, una serie de
poetas místicos que proyectarán estos conceptos en un plano metafísico, en quienes la unión amorosa,
y el sufrimiento que provoca la no realización de esta pasión, será la unión del alma con Dios: el amor
y la entrega entre el Divino Esposo y la esposa.
Ambas concepciones poéticas están enmarcadas en la naturaleza, es ésta su atmósfera y su ámbito.
Esto se debe a que el Renacimiento exalta el papel de la naturaleza, por una parte, gracias a la idea de
los antiguos quienes pensaban que nada mejor que el campo, la soledad y el silencio para la
tranquilidad espiritual y para el desarrollo de las facultades humanas -Virgilio - y Horacio son los
poetas esenciales de esta idea que torna en el siglo xvi para recrear la naturaleza y hacerla parte de la
propia vida interior- ríos, selvas, montes son los atributos indispensables de esta manera de expresión y
de pensamiento. La otra forma es la que ve en la naturaleza un reflejo de la belleza y del amor de la
Divinidad en la Creación. Serán los elementos constitutivos de ella -campos, montes, anímales- el
camino que conduzca hacia el Amado a esta alma enamorada y dispuesta a la entrega plena y absoluta;
serán esos mismos elementos las formas de comparación poética que el artista emplee para comunicar
su experiencia..
La lírica del Renacimiento español es una recreación de las formas ideas y asuntos latinos, griegos
e italianos. Los poetas que implantan esta moda son Boscán y Garcilaso, pero es este último el que le
otorga la definitiva carta de realeza dentro de la poesía de la época.
Las influencias comunes serán Petrarca, Ausias March, Castiglione con su teoría del perfecto
caballero, en quien el amor terreno asciende a un plano espiritual neoplatónico de la belleza y el amor
humanos.
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La vida dinámica de Garcilaso de la Vega
Quizá sin percatarse de ello, el propio Garcilaso de la Vega(¿1502-1536) fue el caballero
cortesano, auténtico y ejemplar, cuyo modelo divulgara en lengua española su amigo Boscán,
«príncipe de los poetas españoles». fue también el primero en cantar el amor sin trovadurismos
alambicados, con total sinceridad y sentimiento poético puro y conmovedor. A mayor
abundamiento, el idioma castellano «llegó con él a su máxima flexibilidad y capacidad de
expresión», en opinión de Dámaso Alonso.
Su breve existencia fue dinámica y accidentada. Como puede comprobarse en este esquema
biográfico y cronológico:
1502. (?)
nace en Toledo, de familia ilustre. - Queda huérfano
de padre y se educa esmeradamente en la corte. – Aprende
latín y griego, italiano y francés, música y esgrima..
1519.
Comienzos de la amistad entre Garcilaso y Boscán.
1524.
Contrae matrimonio con Doña Elena de Zúñiga. dama de
Doña Leonor, hermana de Carlos V. y forma parte del séquito de ésta. - Primeras
composiciones poéticas.
1527.
Amor petrarquesco hacia Isabel Freyre («Elisa»). Dama portuguesa del séquito imperial.
1528.
Garcilaso deposita en manos de Boscán la mayor parte de
su obra poética. para que la revise y conserve.
1534.
Garcilaso asalta temerariamente el fortín de Muy, cerca de Fréjus: es herido de
muerte y trasladado a Niza.. Fallece a los pocos días asistido por su amigo Francisco
de Borja, duque de Gandia.
En su breve e intensa vida destacan dos vectores principales: un delicado apasionamiento y
un valor rayano en la temeridad. Era un personaje hacia quien no era posible concebir otros
sentimientos que el de una sincera simpatía y un atractivo personal irresistible. De costumbres
apacibles de trato intimo sosegado, amable y llano, de ingenio agudo y colosal talento, sociable
y excelente amigo, era «el mas hermoso y gallardo de cuantos componían la corte del
emperador» como revela uno de sus biógrafos. Un joven poeta de espléndida vitalidad. cuya
vida y cuya obra quedaron truncadas de! modo más inesperado.
Garcilaso. el primero de los liricos españoles modernos, tuvo una muerte de carácter épico.
Como los héroes de los antiguos cantares de gesta. Su ajetreado vivir y su labor literaria
constituyen más que un contraste, una antítesis sorprendente por que jamás se vislumbra fragor
de lucha en sus composiciones poéticas.
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Intimismo y evasión garcilasista
Con frecuencia, se ha aludido a una especie de doble personalidad en Garcilaso, una externa y
otra interna; pero sutilizando aún más en cuanto a esta última, se ha profundizado también con
objeto de hallarle un nuevo desdoblamiento espiritual. Concretamente, en el caso dela primera de
sus Egloglas la de Salicio y Nemoroso. Con todo, en el análisis psicológico de su obra literaria
podrá llegarse muy lejos. Pero siempre el poeta es más sincero y transparente que sus predecesores.
De modo un tanto simplista. podríamos observar en esta labor poética dos elementos fundamentales
intimismo y evasión .
Anticipándose en tres siglos al egocentrismo romántico y en su proyección externa, podemos
vislumbrar en el «yo» de Garcilaso un exquisito e idealizado sentido de la Naturaleza. un
sentimiento delicado del amor, y un dolor silencioso acogido casi siempre con melancólico
fatalismo, en que juegan a menudo papel preponderante los conflictos planteados entre la razón y
la pasión. Hasta comienzos del siglo xix no podrán hallarse expresadas estas líricas vivencias con
la misma brillantez y parecida sinceridad.
El amor y el bucolismo determinan la mayor parte de la obra garcilasista. Esta Fórmula pastoril
grata a los líricos griegos y romanos de la que se abusará más tarde en las novelas pastoriles del
siglo de Oro, ya había permitido a Boscán disfrazar algunos de sus personajes. Las figuras
femeninas parecen más evidentes: la duquesa de Alba se convierte en «Camila» y Doña Isabel
Freyre en «Elisa». Esta última fue quizá el gran amor de Garcilaso, porque éste jamás alude a su
esposa en sus versos. Isabel también había rechazado el amor del poeta portuqués Saade Miranda.
Para Garcílaso fue un amor irreal y distante, según unos y más real y humano, según otros.
Conviene ahora concretar más todavía ese desdoblamiento anímico al que se aludió antes con
referencia a la primera Egloga: al decir de Carayón y Baruzi al dolor de “Salício» el enamorado
que no es correspondido se une el de «Nemoroso», el amante que llora a su amada muerta.
El bucolismo de Garcilaso no es tan artificioso como el de los paisajes de tapiz que, más
tarde, crearán poetas y novelistas posteriores.
Por lo demás, muerte, desdén y ausencia de la persona amada son los elementos sentimentales
negativos que más torturan el alma del príncipe de los líricos. Un poeta cargado de intimismo y de
ansias de evasión, en cuya obra no aparece el menor reflejo de su dinámico vivir. Y que posee la
gracia esencial de decir las cosas más sencillas con la mayor elegancia.
La obra del poeta
Reducida a esquema numérico, está pronto contada: tres églogas, dos elegías, una epístola, cinco
odas o canciones, treinta y ocho sonetos y algunas composiciones menores. Escribió bastante más,
pero se ha perdido y aun lo que se conservase debe al cuidado de Boscán y de su esposa. El príncipe
de los poetas españoles no consiguió en vida ver impreso ni uno solo de sus versos.
La primera égloga, la más conocida -Salicío y Nemoroso-,está dedicada al virrey de
Nápoles, don Pedro de Toledo, a quien consagra sus primeras estrofas. Luego, en perfecta
simetría de unidad de tiempo, encierra el debate entre ambos pastores, cortesanos y atildados.
También podemos observar una reiteración final del verso en algunas estrofas que nos recuerda
asimismo a Teócrito y a otros poetas de la época helenistica: «salid sin duelo, lágrimas, corriendo ...»
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En la segunda de sus églogas se centra casi la mitad de toda la producción poética de Garcilaso.
Es la más extensa de sus producciones y contiene fragmentos épicos y dramáticos que sintetizan las
facultades que este gran lirico poseía, y que bien hubiera podido desarrollar de haber vivido hasta
edad avanzada. Además de las épicas alegorías alusivas a la familia de los duques de Alba, que
repetirá en la elegía 1.
El paisaje de un Toledo delicadamente idealizado aparece en la tercera égloga, la de Tirreno y
Alcino, dedicada a doña María Osario Pimentel, esposa del virrey don Pedro, según opina Keniston.
Esta composición. Y quizá la égloga anterior fueron probablemente las últimas obras que escribió el
poeta. En tal caso, su «adiós a la vida» seria también el postrer saludo a la tierra toledana. donde
naciera:
Cerca del Tajo, en soledad amena, de verdes sauces hay una espesura toda de
hiedra revestida y llena, que por el tronco va hasta el altura, y asi la teje arriba
y encadena. que el sol no halla paso a la verdura; el agua baña el prado, con
sonido, alegrando la vista y el oído. Con tanta mansedumbre el cristalino Tajo
en aquella parte caminaba, que pudieran los ojos el camino determinar apenas
que llevaba.
La Canción V es la más conocida de las composiciones de Garcilaso: la dedicada A la flor de
Gnido, bellísima dama de este barrio de Nápoles llamada Violante Sanseverino, de quien se
enamorara su amigo Mario Galeota. Una obra de encargo que se cita en todos los textos y antologías y
cuyo primer verso -«si de mi baja lira»- dio nombre a una estrofa fundamental en la preceptiva poética
española. Jamás pudo imaginar el príncipe de los liricos hispanos que esta canción llegara a influir
tanto en la poesía nacional Y que un fray Luis de León y un san Juan de la Cruz adoptaran su forma
para sus más elevadas composiciones. Precisamente originaria de un vate, como Garcilaso, que es el
único poeta de la Edad de Oro española que no escribió un solo verso de asunto religioso. Como señala
Juan L. Alborg no entraba la poesía religiosa dentro de su temperamento.
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MÍSTICA ESPAÑOLA
Historia y fundamentos del misticismo
La entrega amorosa que el alma realiza con la Divinidad tiene razones históricas y culturales que
desembocan .en el gran movimiento místico que tiene como escenario a la España de Felipe II. La
historia de una concepción mística española hunde sus raíces en la Edad Media, pero es hasta el
Renacimiento cuando encuentra la atmósfera propicia para su desarrollo. La exaltación religiosa
debida a las guerras religiosas, a la labor del Concilio de Trento y al movimiento español
contrarreformista, la atmósfera de vitalidad productiva y la recreación del pasado grecolatino, son
los factores culturales y ambientales que se respiran y viven cotidianamente. Gracias a todo este contexto es que el movimiento místico puede crecer y engrandecer al español de la época.
La ascética contribuyó a fortalecer el espíritu por medio de la voluntad, del autoanálisis y de una
vida esencialmente cristiana, estos factores son la base que los místicos adoptaron como punto de
partida para su individual e íntima aventura espiritual; la búsqueda y entrega de todo el ser a su
Creador mediante el amor. Esta especial forma de eros se concibe como una relación entre el alma y
Dios, es por esto que el neoplatonismo de la época proporciona la teoría, el concepto y el método que
la inquietud intelectual y ernotiva necesitaban para la aventura amorosa.
Platón decía, en su teoría del amor, que cuando se admira la belleza concreta de un cuerpo se pasa a
la admiración de los demás cuerpos bellos y de ahí se sigue hasta la añoranza de la fuente divina de toda
hermosura. El hombre comienza amando a un cuerpo bello, de pronto se da cuenta que esa hermosura
que él admira está también en la de otro. Así primero admira y ama a uno solo y posteriormente llegará a
la admiración y al amor de todos los demás. Al tiempo que esto ocurre, reconocerá como más digna de
veneración la belleza del alma que la del cuerpo y amará a un alma bella, aunque el cuerpo que la
contenga no lo sea. La belleza del alma es virtud, por lo tanto lo bueno es hermoso; esta belleza no es sino
el reflejo de la belleza de Dios y su total conocimiento significa alcanzar el sentimiento de la divinidad.
Mientras más se parezca el alma humana a la divina, tanto más será la semejanza con Dios. Se llega a la
entrega absoluta por medio de la admiración y del amor.
Así, pues, la mística es el conocimiento de Dios en la vida terrena; todos aquellos que pasaron por esta
experiencia nos la comunicarán con sus diferencias individuales en la gran literatura mística del siglo
xvi.
El lenguaje de esta literatura ha sido un problema ampliamente debatido: hay quienes ven en ella
un erotismo disfrazado, una sensualidad inhibida, etc. En realidad este idioma es absolutamente
humano; reproduce o toma como forma para su íntima aventura las vías de expresión del amor
terreno, sensual. El místico sufre una especial experiencia suprasensorial, fuera de lo terreno v
cotidiano y. no podrá sino recurrir a un medio común y comprensible, como lo es el idioma de los
hombres. A esta razón se unen otros, como en la liga del lenguaje místico con El Cantar de los
Cantares, de Salomón, libro bíblico que se toma como ejemplo y fuente literaria para la expresión
de la ya citada experiencia. El libro de Salomón es el diálogo entre la esposa y el Esposo que se
comunican su amorosa pasión, hasta llegar a la unión esto representa simbólicamente las
relaciones de la Iglesia con DIOS o también, la idea antigua que ve en el eros terreno un símbolo
de la relación cósmica del alma con el Creador.
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Los tres grados de la mística son:
1 Purgatio que es la purificación del alma y el alejamiento del pecado a través de la oración,
meditación y mortificación corporal o espiritual.
2 llluminatio es la ascensión del alma al verdadero conocimiento de la belleza y bondad divinas.
Es darse cuenta de la presencia de Dios.
3 Unió consiste en el estado de abandono del alma a Dios .
Estos tres momentos son los mismos, aunque cada autor haga subdivisiones: en Santa Teresa se
encuentran divididos en siete moradas, para San Juan consisten en diez gradas. etc. Por último, comunes a
todo místico son las características del movimiento: amor, realismo y activismo y tendencia didáctica.
Toda obra, acción o decisión está basada en el amor a Dios; no es la espada, ni la cruz, con la que
combaten, sino con su desmedido amor. El realismo y activismo se refieren al gran carácter practico y
positivo que poseen como individuos y al profundo conocimiento de la realidad. Por último ellos quieren
salvar almas y ponerlas al servicio del Señor; esto lo logran enseñando dando conocimientos a su
prójimo, ya sea con sermones en plazas y caminos públicos; ya con el ejemplo,
Todo lo anterior se vive, en mayor o menor grado, por San Juan de la Cruz
SAN JUAN DE LA CRUZ (1542-1591). La poesía de Juan Yepes y Álvarez, Juan de la Cruz en
la vida religiosa, es desconcertante; lo es porque existe un choque entre la serenidad de la forma y la
estremecida entrega amorosa del espíritu a la unidad con Dios.
Su' idioma está en total armonía con los cánones estéticos del Renacimiento; es limpio, sin
rebuscamientos, lleno de una gran serenidad -la que exaltan los poetas dela épocas- y la belleza. La
naturaleza, lo bucólico, es para él algo metafísico pues Dios dejó su huella, su presencia en ella; así
alcanzando y siguiéndola se alcanza a Dios.
Así, podemos encontrar en la obra poética mayor de San Juan -Noche Oscura del Alma,
Cántico espiritual. Llama de Amor Viva- los grados de la experiencia mística.
En la primera obra el alma se aparta de la tierra-y vive sólo para la fe, como una luz suave
experimenta la purificación: purgatorio. El alma se inflama del amor divino. El Cántico Espiritual
sería el 2° grado - illuminatio-el alma, desprendida de las cosas mundanas, asciende a Dios y
empieza para el místico la unión y el matrimonio espiritual.
Por último, Llama de Amor Viva es el completo abandono en el Amado y su intima
comunicación con Dios.
.Es una obra de evasión absoluta de la realidad, de total e intensa vibración espiritual. La realidad
que cuenta es la íntima, la subjetiva y con ésta él vive en un mundo de realeza espiritual. Su obra es
breve v aparte de los poemas mencionados existen poemas a lo divino y poesías sueltas, "pero es la
obra de un poeta mayor. En San Juan se llevan a la culminación, a la sublimación, y se agotan las
posibilidades del fervor religioso y artístico unidos que produjeron el misticismo español. La literatura
religiosa, pasa después a su declinación, subsiste pero como un eco de la grandeza pasada.
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Huérfano de padre y con una madre sin recursos, caso parecido al de fray Luis de Granada, pudo
sin embargo cursa estudios universitarios en Salamanca (1564-1567). En 1568 se encuentra en
Medina con la madre Teresa de Ávila, esta circunstancia decide sus destinos: la reforma
carmelitana en la rama masculina. Pero no fue tarea fácil: tras la fundación del primer convento, el
de Duruelo, arrecian las persecuciones y en 1577, un grupo de frailes «mitigados» con gente armada
asaltan como facinerosos su celda, se llevan preso a san Juan y le encierran en Toledo en una
mazmorra sin luz ni ventilación, donde le maltratan y casi matan de hambre. Escapa a los nueve
meses hacia Almodóvar, ocupa, luego algunos cargos relevantes y, después de breve confinamiento
en Peñuela, se retira a Ubeda donde fallece nueve años más tarde que santa Teresa.
Las cuatro obras fundamentales de Juan de la Cruz, verdaderas columnas de la literatura
mística española, son el Cántico espiritual.se inspira en el Cantar de los Cantares, vertido en
lira garcilasista, simbolizando aquí en la esposa el alma que busca a su esposo que es Cristo. Y
corno en la bucólica salomónica, ella se dirige a unos pastores -tapiz de fondo- para hacerles
confidencia de sus ansias de amor divino.
OSCURA NOCHE.
En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura¡,
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada;
a escuras y segura
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada;
en la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardia.
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Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del medio dia
adonde me esperaba
quien yo bien me sabia,
en parte donde nadie parecia,
¡Oh noche que guiaste¡
¡oh noche amable más que la alborada;
¡oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
alli quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.
El aire del almena,
Cuando yo sus cabellos esparcia,
con su mano serena en mi cuello heria,
ytodos mis sentidos suspendia,
Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado
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EL BARROCO
Es el estilo artístico del siglo XVII y con el cual el genio español llega a su apogeo abarca toda la centuria.
Se ha señalado como origen de este movimiento la Contrarreforma y el Concilio de Trento. Por ello, el Barroco
fue más importante en aquellos países donde la Reforma no triunfó, entre ellos España.
La palabra barroco tiene dos posibles orígenes: del francés baroco, nombre de un silogismo; del
portugués barroco, "perla irregular". En el origen de este estilo, el término barroco tenía un sentido
despectivo y se usaba para señalar ya fuera un pensamiento confuso, o un arte deforme y complicado
que se oponía al equilibrio y claridad del arte renacentista. A partir del siglo XIX, el término barroco
se utilizó para designar, de un modo general, el arte y la cultura del siglo XVII.
Origen
Surge durante los reinados de Felipe 111, Felipe IV y Carlos ll, bajo cuyos reinados se consuma la
decadencia española. En ese siglo se produjo una grave crisis interna causada, en primer lugar, por la
ruina económica del país, en segundo lugar, por las luchas sociales de la burguesía (frenada en su
expansión por el clero y la nobleza), más el descontento de.la población agobiada por la miseria; y en
tercer lugar, por las interminables guerras en que se vio envuelta España.
En el terreno ideológico, España se convirtió -desde la segunda mitad del siglo XVI- en la defensora
de la ortodoxia cristiana frente a la reforma luterana, y para ello organizó la Contrarreforma,
movimiento destinado a proteger la pureza de la fe ya fortalecer la religiosidad de los españoles. A ello
se dedicaron poetas, pintores, escultores y eclesiásticos. De hecho el Barroco se convirtió en un medio
propagandístico de la fe, por lo cual se ha dicho que éste es el arte de la Contrarreforma.
Características
En contraste con el espíritu del Renacimiento (confianza en el hombre, entusiasmo, interés en la
naturaleza, heroísmo, deseos de vivir), el Barroco se caracteriza por la idea de desengaño y un terrible
pesimismo. Esta actitud se manifiesta en sus temas típicos:
•
•
•
•
El mundo carece de valor
La vida es contradicción y lucha
La fugacidad de las cosas humanas
La vida como un sueño o una mentira
•
Todo esto refleja una profunda desvalorización del ser humano. Junto a esta sombría imagen del
hombre y de la vida el Barroco ofrece otra cara: la suntuosidad. El Barroco-como puede observarse en
las iglesias de la época- es un arte recargado de adornos, lleno de contrastes (en la pintura predominó la
técnica de! claroscuro), dinámico y desmesurado, en oposición a la serenidad y armonía del arte
renacentista.
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El Barroco en la literatura
En la literatura española, el Barroco se manifestó en dos estilos literarios: el culteranismo y el
conceptismo. Ambos tienen en común romper con el equilibrio entre forma y contenido .
. El culteranismo, creado por don Luis de Góngora, da más importancia a la forma; se dice poco, pero
en un lenguaje rico, caracterizado por el uso de:
•
Vocabulario selecto. Uso de palabras cultas, extrañas, tomadas de otras lenguas latinísmos,
helenismos, italianismos, neologismos, etc. (canora, turba, cerúleo conticinio, dimidiaba,
próvida). '
•
Hipérbaton. Imitación de la sintaxis latina para destruir el orden lógico de la oración española; por
ejemplo, separar el adjetivo del sustantivo: "víbora de vapores espantosa"; anteponer el adjetivo
sistemáticamente; "si siempre verde rama/la dulce ardiente llama"; poner el verbo al final de la
oración: "Que así el humano pecho/a ardor divino estrecho/viene. "
•
Elipsis. Omisión de palabras (artículos, verbos, sustantivos, etc.) que el lector debe
identificar, por ejemplo en la Fábula de Polifemo y Galatea, Góngora inicia la descripción del ciclope omitiendo su nombre: "Un monte era de miembros eminentes/este
que, de Neptuno hijo fiero ..."
•
Adjetivación abundante. Constante uso de adjetivos, como" ... río caudaloso! que en
fama claro, en ondas cristalino! tosca guirnalda de robusto pino! ciñe tu frente, tu
cabello undoso, "
•
Gran cantidad de metáforas. Nombres poéticos dados a objetos reales: los culteranos
omiten el nombre real, dando únicamente la imagen. Así, un cuadro es "engaño
colorido"; una mesa, un "pino cuadrado".
•
Alusiones mitológicas. Referencias a la mitología, historia y geografía clásica. Un águila
es "De Júpiter el ave generosa"; "el árbol de Minerva" es el olivo.
•
Perífrasis. Rodeo de palabras para referirse a algo o a alguien; por ejemplo, refiriéndose
al rey de España, un poeta escribe: "Altísimo Señor, Monarca hispano ... "
•
Antítesis o contraste. Se oponen contrarios, como al describir Góngora la piel de Galatea
dice que era "púrpura nevada o nieve empurpurada" .
El conceptismo, aunque más simple en la forma (vocabulario castizo y sintaxis clara) es
profundo en las ideas o conceptos -de ahí el nombre-. Su creador fue don Francisco de Quevedo y
Villegas, y su aspiración: decir mucho en pocas palabras, usadas con dos o más significados. Lo
bueno, si breve, dos veces bueno" dijo una vez el escritor conceptista Baltasar Gracián.
Por distintos caminos ambas escuelas llegaron a la misma dificultad. En el caso del culteranismo,
por el vocabulario, la complicación sintáctica y la enorme erudición de los autores en el caso del
conceptismo, la dificultad radica en los significados ocultos de las palabras y del texto general.
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SOR JUANA INES DE LA CRUZ
Llamada la Décima Musa, Sor Juana Inés de la
Cruz fue una mujer admirable y gloria de las letras
mexicanas. Nació en una época en que era difícil
aceptar a la mujer en el mundo intelectual. A pesar de
esto, su personalidad brilla con fulgores de
inteligencia, de ternura y de sentido del humor.
El siglo XVII hispanoamericano es un siglo evasivo; se
oculta pertinazmente a las miradas de los historiadores; a
pesar de ello, Sor Juana es el personaje más fascinante y
enigmático no sólo de este siglo, sino de toda la trayectoria
de las letras mexicanas. Es síntesis y convergencia de todos los aspectos de la vida colonial, la que
gracias a ella podemos desentrañar.
Vida
Su verdadero nombre era Juana de Asbaje y Ramírez de Santillana. Nació el 12 de
noviembre de 1651 en San Miguel Nepantla, al pie de los volcanes. A los tres años, ya en
Amecameca convenció a la preceptora de sus hermanas mayores para que la enseñara a leer y
escribir. Su abuelo tenía una pequeña biblioteca, donde Juana pudo satisfacer la curiosidad
intelectual que la dominaba.
Entre los seis y los siete años se empeñó en pedir a su madre que la disfrazara de hombre para
que pudiera ser admitida en la Universidad. Obviamente, no logró tan ingenua petición por lo que,
con tenacidad de autodidacta, estudió en antologías clásicas y en libros de ciencia, Aprendió latín
en tan solo veinte lecciones con el bachiller Martín de Olivas
Bonita, inteligente y con muchos conocimientos, llegó por medio de un tío suyo a la corte de
virreina doña Leonor Carretto, marquesa de Mancera. Allí encontró la protección paternal del virrey,
amistades, fiestas y, ante todo, acceso a los libros. Contaba ella misma que al imponerse el estudio de
alguna cosa, se fijaba para aprenderla un plazo determinado; si cuando el plazo se cumplía no había
logrado su pleno conocimiento, se cortaba el cabello, pues no le parecía razón que "estuviese vestida de
cabellos, cabeza que estaba tan desnuda de noticias, que era más apetecible adorno"
Es muy posible que por aquel entonces se enamorara. Su poesía amorosa es tan intensa y perfecta,
que parte de la experiencia. Sin embargo, según Alfonso Reyes y otros críticos literarios, no pasa de ser
un mero ejercicio poético.
Juana deslumbró a la Corte, cuando el virrey la hizo examinar públicamente por cuarenta sabios de
la Universidad; estudiaba con tal afán y devoción, que le sobreviene entonces una crisis psicológica, la
que, a su vez, la empuja a buscar el camino de la verdad, y la hace tomar esta determinación.
Ingresó primero en el monasterio de las Carmelitas Descalzas y unos meses después, entró en el
convento de San Jerónimo, donde hizo los votos definitivos. La vida en el convento no fue tan apacible
como ella esperaba: le sobraba poco tiempo de sus tareas religiosas, el mismo que a sus compañeras,
que solían importunarla. Sin embargo, pudo dedicarse al estudio -su aspiración era el conocimiento de
la teología-, a "leer y más leer, estudiar y más estudiar, sin más maestro que los mismos libros". En su
celda reunió una amplia biblioteca, instrumentos musicales y aparatos científicos.
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Sabemos que tuvo contacto con los sabios más destacados de su tiempo, como el matemático Don
Carlos de Sígiienza y Góngora, quien posiblemente la inició en el conocimiento de las ciencias.
En 1687 escribió la Crisis de mi sermón, refutando un escrito del jesuita portugués Antonio
Vieyra. A pesar de que el obispo de Puebla, Manuel Fernández de Santa Cruz, la publicó con el
título de Carta atenagórica- propia de Atenea- aconsejó a la autora no dedicarse tanto a los estudios
profanos, cuanto a la salvación de su alma. Esta severa amonestación, aunada a los conflictos
internos, hizo que Sor Juana renunciara a sus estudios, se deshiciera de su biblioteca y se consagrara
a una última etapa de silencio y mortificación. Durante la peste que azotó a la capital, a fines del
siglo XVII, Sor Juana, al cuidar de los enfermos, fue contagiada y murió el 17 de abril de 1695.
Fue sepultada en la iglesia del convento de San Jerónimo y la oración fúnebre estuvo a cargo
de su muy querido amigo, Siguenza y Góngora. Como era costumbre en los conventos, a los diez
años los restos de Sor Juana pasaron al osario común.
Como ninguno en su época, su espíritu rebelde había intentado liberarse. Toda su vida fue para ella
eso: una lucha por alcanzar la libertad. "No hay nada más libre que el entendimiento humano"; y bajo
esta premisa básica levantó su ideal: ser sabía para ser libre.
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Obra
Sor Juana lnés de la Cruz, llamada la Decima Musa, escribió poesía en casi todos los metros y
estrofas. Es una de las glorias de la literatura mexicana.
Sor Juana escribió poesía, teatro y prosa; según ella confiesa, lo único que hizo por gusto fue el
Sueño o Primero sueño. El primer volumen de sus obras fue publicado en Madrid en 1689; después
hubo un segundo y tercer volúmenes. De su obra en prosa se han perdido varias: Summulas, El
equilibrio moral, y un tratado de música: El caracol.
Obra poética
En la producción literaria de Sor Juana destaca su poesía. Tenía una gran facilidad para escribir
en verso, ella misma nos dice:
Si es malo yo no lo sé sé que nací tan poeta, que
azotada, como Ovidio, sueñan en metro mis quejas.
La poesía de Sor Juana está considerada como una de las mejores de su época. Tal vez esto no sea un
elogio, si tomamos en cuenta la situación de la poesía en su tiempo: imitación servil, falta absoluta de
originalidad de los poetas novohispanos que se limitan a seguir, o bien la escuela italiana de Garcilaso,
o el culteranismo de Góngora. En ese ambiente-formal e inexpresivo surge la poesía de Sor Juana, que
si por una parte es cortesana y de compromiso, por otra llega a la altura de los modelos culteranos. En
todo caso, su poesía es imprescindible para conocería, pues en ella aparece velada, huidiza,
prometedora, haciendo confesiones, jugando con el lector, y dejándole en la incertidumbre.
Escribió en casi todos los metros y estrofas, destacan los sonetos, romances, silvas, décimas,
redondillas, villancicos, endechas, liras, quintillas, octavas y glosas.
Por los temas que trata, su poesía se clasifica en:
• Poesía amorosa: mucho se ha discutido sobre si el tema del amor del que habla Sor Juana es real o
imaginario, lo que sí es claro es que ella lo presenta como una vivencia desdichada por la ausencia y la
duda, y que no puede analizarse racionalmente, sino conocerse por sus manifestaciones: los celos. Entre
los mejores están los romances "Discurre con, ingenuidad ingeniosa sobre la pasión de los celos"; "En
que describe racionalmente los efectos irracionales del amor"; las liras como "Amado dueño mío"; los
sonetos como "Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba", y los llamados de "encontradas
correspondencías", como en "Que no me quiera Fabio" y "Al que ingrato me deja, busco amante";
• Poesía religiosa: manifiesta sus sentimientos religiosos y de amor a Dios, pero sin llegar a la
intensidad lírica de su poesía amorosa; un ejemplo es el romance que empieza" Traigo conmigo un
cuidado" .
Para las festividades religiosas escribió villancicos, estribillos, ensaladas, jácaras y tocotínes; éstos
eran una especie de canto y danza popular mexicanos, y estaban escritos total o parcialmente en náhuat
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Poesía cortesana: Obviamente no es lo mejor de su lírica; es más bien poesía de compromiso,
escrita para celebrar santos, cumpleaños o nacimientos; la llegada o salida de un virrey; la muerte
de algún personaje, etc.
• Poesía
satírica: en ella muestra su sentido del humor, aun a costa suya.
• Poesía
filosófico-moral: el tema filosófico-moral es constante en toda su obra
aun más en su poesía, cargada de reflexiones sobre la Vida humana, su brevedad, los
sinsabores que acarrea el conocimiento, la vanidad humana, etc
Dentro de este grupo se encuentra el Primero sueño, poema largo escrito en silvas (estrofa
formada por un número indeterminado de heptasílabos y endecasílabos, mezclados al gusto del poeta
y con rima según el sedeo de éste) Siguiendo el estilo de las Soledades de Góngora, se aprecian todos
los elementos culteranos. Es un poema complejo también por su tema.
Debemos al interés de Sor Juana por las expresiones de arte popular —ya lo vimos en«caso de los
tocotines-, el haber introducido, por primera vez en América, el habla de los negros en la poesía.
Obra en prosa
Su obra en prosa fue escasa, sin embargo son importantísimos dos textos:
• Crisis de un sermón. Escrito teológico en donde analiza y refuta los puntos de vista del sacerdote
portugués Antonio Vieyra. En él Sor Juana prueba, con grandes conocimientos de teología, la
debilidad de los argumentos del jesuita. Esta obra agradó al Obispo de Puebla, quien se encargó de
publicarla con el nombre de Carta atenagórica o propia de Atenea. Perola audacia de la monja
causó malestar entre las autoridades eclesiásticas, quienes, a través del Obispo, le recomendaron
olvidarse de los asuntos mundanos y atender más a los religiosos. Sor Juana meditó lo que contestaría
y finalmente escribió la que seria su última obra, la Respuesta a Sor Filotea de la Cruz.
' Respuesta a Sor Filotea de la Cruz (Sor Filotea de la Cruz era el seudónimo del Obispo de Puebla)
es una hermosa autobiografía. En ella da cuenta del amor que tenía por las letras desde que era pequeña,
de la curiosidad insaciable que la llevó a estudiar para "ignorar menos", de los obstáculos que tuvo que
vencer para llevar a cabo sus propósitos, de la vida en el convento -con sus múltiples inconvenientes-, y
finalmente plantea el derecho de las mujeres al estudio, para ello recuerda una gran cantidad de mujeres
ilustradas. En el fondo, Sor Juana se rebela contra la amonestación del Obispo y defiende su derecho a
estudiar, a investigar lo humano y lo divino, ya disentir. El estilo de Sor Juana es erudito y preciso, pero
también irónico y vehemente. La Respuesta a Sor Filotea de la Cruz es una obra extraña para su tiempo
en el que predominaban la poesía y el teatro ..
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Obra dramática
Su teatro puede dividirse en profano y religioso. El primero está formado por dos comedias de estilo
barroco que siguen a Calderón de la Barca, Los empeños de una casa y Amor es más laberinto. Esta
última obra es de tema mitológico, fue escrita en colaboración con su primo Juan de Guevara (autor del
segundo acto) y publicada en 1689.
Los empeños de una casa (1683) es su mejor comedia; contiene todos los elementos del teatro
español de la época: una intriga compleja (dos parejas que se aman y rehuyen), equívocos, escenas a
oscuras, disfraces, criados graciosos y doncellas confidentes. Entre los personajes se destaca doña
Leonor, en quien hay rasgos autobiográficos:
Sor Juana escribió varios autos sacramentales , que forman parte de su teatro relígioso. Este género
dramático se remonta a la Edad Media. En los Siglos de Oro, Lope de Vega escribió vanos, pero fue
Calderón de la Barca quien lo llevó a la perfección. Los autos sacramentales eran obras en un acto,
escritas en verso y con personajes alegóricos(la naturaleza humana, la idolatría, la soberbia, el
pecado, etc.) en las que se desarrollaban temas religiosos -generalmente el de la salvación del hombre
por Cristo"' y que terminaban con la exaltación de la Eucaristía.
Los autos sacramentales más importantes de Sor Juana son El mártir del sacramento, El cetro de
José y El divino Narciso, basado en el mito clásico de Narciso y la ninfa Eco, que Sor Juana
interpreta con sentido cristiano: Narciso-Cristo se enamora de la Naturaleza Humana (hecha a
imagen y semejanza suya) y por salvarla, muere, dejando como recuerdo la Eucaristía.
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EJERCICIO
A) LEE ATENTAMENTE LOS SIGUIENTES SONETOS DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ
Al que ingrato me deja, busco amante y
Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba
B) REALIZA EN HOJAS EN BLANCO Y EN EQUIPO DE 4 INTEGRANTES LOS SIGUIENTES
PASOS
1.- Elementos de forma:
1 Medida de los versos
2 Ritmo de los versos
3 Rima de los versos
4 Recursos poéticos ( Encabalgamientos y pausas )
5 Figuras literarias con ejemplos
6 Nombre de la composición poética
2.- Elementos de fondo:
1 Idea de la estrofa 1
2 Idea de la estrofa 2
3 Idea de la estrofa 3
4 Idea de la estrofa 4
5 Idea general del poema
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