CONTRALORIA GENERAL DE LA REPUBLICA Bogotá

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CONTRALORIA GENERAL DE LA REPUBLICA
Bogotá, D.C. 23 diciembre del 2004
Concepto:52991
Doctor
EDUARDO ARCE CAICEDO
Coordinador Jurídico
Minercol Ltda. En Liquidación
Carrera 7 31-10
Bogotá, D.C.
ASUNTO. CONTRATOS ESTATALES.- LIQUIDACIÓN.- VIABILIDAD.- Proceso de Responsabilidad fiscal.
Respetado doctor Arce:
1.ANTECEDENTE.
Esta Oficina conoce su oficio con el cual solicita nuestro pronunciamiento a fin. De establecer la viabilidad para liquidar
los contratos estatales, cuando existe un proceso de responsabilidad fiscal en curso generado en la ejecución del objeto
contractual.
En igual forma, si la existencia de un proceso de responsabilidad fiscal constituye una justa causa para no liquidar un
contrato estatal, en el plazo consagrado en los artículos 60 de la Ley 80 de 1993 y 44 de la Ley 446 de 1998.
2. CONSIDERACIONES JURÍDICAS.
2.1. Control fiscal al contrato estatal.
De conformidad con lo establecido en el articulo 65 de la Ley 80 de 1993, el control fiscal al contrato estatal se realiza
una vez surtido el trámite de perfeccionamiento y legalización, es decir una vez, las partes se han puesto de acuerdo en
el objeto, la contraprestación y éste se eleva a escrito, lo que constituye el perfeccionamiento; la legalización se refiere a
la constitución del registro presupuestal y la aprobación de las garantías; así también se hace control a las cuentas de los
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pagos originados en el contrato y finalmente se realiza la vigilancia fiscal a la liquidación.
En este contexto, el control fiscal está establecido en la Ley 80 de 1993 a lo largo de todo el contrato estatal, una vez,
perfeccionado y legalizado el contrato se realiza el control a la etapa precontractual con el objeto de establecer si el
mismo se ajusta a lo preceptuado en el Estatuto Contractual, la Ley de Presupuesto y las normas especiales si fuere el
caso; así mismo en esta etapa de la fiscalización se puede establecer la conveniencia o inconveniencia del mismo, y de
detectarse futuros daños al patrimonio público es dable ejercer la función de advertencia, si se cuenta con los elementos
de juicio necesarios para tales efectos.
Efectuados los pagos originados en el contrato estatal, es jurídicamente viable hacer la fiscalización de las cuentas, a fin
de determinar su correspondencia con la normatividad contractual y presupuestal; además, si los dineros girados
corresponden a la cancelación por la realización del objeto contractual.
Si en este momento de la fiscalización se establecen presuntas irregularidades insaneables o irreparables a lo largo de la
ejecución del objeto contractual, lo indicado es ordenar una indagación preliminar con miras a cuantificar el daño,
establecer los presuntos responsables y el nexo de causalidad entre las dos anteriores, y si fuere procedente se abrirá el
correspondiente proceso de responsabilidad fiscal.
Finalmente se realiza la vigilancia fiscal a la liquidación del contrato, si esta se hubiere realizado, en esta etapa la
fiscalización incluye un control financiero, de gestión y de resultados fundado en la eficiencia, la equidad, la economía y
valoración de los costos ambientales.
La responsabilidad fiscal se estructura sobre tres elementos: a) un daño patrimonial al Estado; b) una conducta dolosa o
culposa atribuible a una persona que realiza gestión fiscal y; c) un nexo causal entre el daño y la conducta. Sólo en el
evento en que se reúnan éstos tres elementos puede endilgarse responsabilidad fiscal a una persona.
De los tres elementos el daño es el elemento más importante, a partir de éste se endilga la responsabilidad fiscal, si no
hay daño no puede existir responsabilidad fiscal.
En este contexto, la responsabilidad fiscal surge cuando el daño al patrimonio del Estado es producido por un agente
suyo que actúa en ejercicio de la gestión fiscal de la administración o por los particulares o entidades que manejen
fondos o bienes públicos. Para el caso de los contratos estatales en ejecución si existe la configuración del daño, es
viable la imputación de responsabilidad fiscal.
2.2. Liquidación de los contratos estatales.
De conformidad con lo establecido en el articulo 60 de la Ley 80 de 1993, los contratos estatales de tracto sucesivo o
cuyas obligaciones se prolonguen en el tiempo deben liquidarse, o aquellos que según su naturaleza así lo requieran.
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La liquidación tiene por objeto realizar los ajustes y revisiones a que haya lugar, y finalmente establecer las obligaciones
a cargo de cada una de las partes.
El Estatuto de Contratación Pública establece los mecanismos para llevar a cabo la liquidación del contrato, en este
sentido encontramos la liquidación voluntaria, que se da cuando existe acuerdo entre las partes, unilateral que procede
cuando el contratista no concurre a la liquidación de común acuerdo, o porque ésta no se intenta, o fracasa; en cuyo caso
se realiza en forma unilateral por la entidad contratante mediante acto administrativo motivado, susceptible del recurso de
reposición; y la judicial a la cual se recurre si la entidad no la ha efectuado dentro de los dos meses siguientes al
vencimiento del plazo convenido por las partes, o en su defecto al establecido por la ley, entonces se puede acudir ante
la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo.
En relación con el término para realizar la liquidación del contrato, la norma establece que la liquidación de común
acuerdo se realiza dentro el término fijado en el pliego de condiciones o términos de referencia, o en su defecto a más
tardar antes del vencimiento de los cuatro meses siguientes a la finalización del contrato o a la expedición del acto
administrativo que ordene la terminación, o a la fecha del acuerdo que la disponga.
En este orden, los contratos se liquidan según su naturaleza, y esta actuación corresponde efectuarla a la administración
por mandato legal, sin perjuicio de otras diligencias que cursen respecto al contrato estatal, por tanto la existencia de un
proceso de responsabilidad fiscal no es óbice para que se realice la liquidación del contrato estatal si se está en término
para ello, procedimiento que una vez adoptado, lo conveniente es dar cuenta del mismo al Órgano de Control Fiscal que
está adelantando el proceso, para que sea evaluado dentro de éste.
Cordialmente,
RAFAEL JOSE ESPINOSA ORTEGA
Directora Oficina Jurídica (e)
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