GC-COFRADIA EXPIRACION

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CÁDIZ
Domingo 22 de Febrero de 2015 | DIARIO DE CÁDIZ
CUARESMA
TRIBUNA DE OPINIÓN
● Hoy se cumplen sesenta años del hermanamiento entre la Guardia Civil y la hermandad de
Expiración ● El benemérito Instituto es Hermano Mayor Honorario Perpetuo de la cofradía
Seis décadas con la Expiración
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JESÚS
NÚÑEZ
Jefe de
Operaciones de
la Guardia Civil
en Cádiz
L 22 de febrero de 1955 la
junta de gobierno de la
Muy Ilustre y Venerable
Cofradía de Penitencia del
Santísimo Cristo de la Expiración
y Nuestra Señora María Santísima
de la Victoria, establecida entonces canónicamente en la iglesia
parroquial de San Lorenzo Mártir,
acordó por unanimidad nombrar
y elegir Hermano Mayor Honorario Perpetuo, a la 237ª Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, “en la persona de su Ilmo. Sr.
Teniente Coronel Primer Jefe de
la misma, en atención a los excepcionales méritos que en ella concurren”.
Y en prueba de ello se extendió
el 4 de marzo siguiente el correspondiente título de honor que fue
firmado y rubricado por todos los
miembros de dicha junta de gobierno, siendo autorizado su
aceptación por el teniente general
Camilo Alonso Vega, director general del benemérito instituto entre el 24 de julio de 1943 y el 30 de
mayo de 1955.
Francisco Jiménez–Alfaro Gutiérrez, cura párroco de San Lorenzo y perteneciente a una familia muy vinculada a la Milicia en
general y a la Guardia Civil en particular, era el presidente nato de
dicha junta de gobierno; Pedro
Bravo Sobrado, canónigo de la catedral, el director espiritual; Luis
Arroyo Crespo, el prioste perpetuo; José Guillén Moreno, el subprioste; Julián Adrada Toledo, el
mayordomo primero; Fernando
Díaz Rubio el fiscal primero, Luis
Arroyo Díaz el secretario, Manuel
Hermida Domínguez, el fiscal segundo; Joaquín Menéndez Vega,
el mayordomo segundo y Alfonso
Solano Álvarez de Valcárcel, el secretario segundo. Los consiliarios
eran José Rodríguez Landeira,
Manuel de la Fuente Carneiro,
Joaquín Bustelo Moreno, Antonio
Llaves Villanueva, Manuel Garreta, Manuel García Mata y José
Moreno de la Torre.
Como jefe de la 237ª Comandancia estaba entonces el teniente coronel Ángel Fernández Montes de Oca, natural de Alcalá de
los Gazules y que llevaba al frente
de la misma desde el 10 de noviembre de 1952. No sólo era
buen conocedor de la provincia
por sus destinos anteriores como
teniente jefe de las Líneas de Ubri-
E
Una escolta de la Guardia Civil en el cortejo de Expiración a principios de los 60. La fotografía es de Juman.
El título de honor se
extendió el 4 de marzo
de 1955, autorizado por
Camilo Alonso
La ayuda de la Guardia
Civil sirvió para salvar a
la cofradía de su más
que probable extinción
que y Medina Sidonia, sino que
sobre todo lo era de la ciudad de
Cádiz. Había ejercido también en
ella el mando de la Línea de la capital y en especial, durante siete
años, ostentando ya el empleo de
capitán, la jefatura de la 5ª Compañía que tenía fijada su cabecera
en la misma.
La cofradía, que tras varios
años de intensa labor le fue concedido dicho título el 15 de abril
de 1944 por decreto del obispo
de la diócesis, Tomás Gutiérrez
Díez, había venido padeciendo
en los últimos tiempos una precaria situación económica hasta casi perder sus actividades en el
culto externo, limitándose prácticamente al interno.
A partir de 1954, con la inclu-
sión en la junta de gobierno de algunos hermanos que le dieron un
decisivo impulso y la valiosa ayuda del benemérito Instituto de la
Guardia Civil, se consiguió no sólo salvarla de su más que probable
extinción sino ir remontándola
hasta situarla en una destacada
posición dentro de la Semana Mayor gaditana.
Dicha ayuda lo fue en todos los
órdenes, tanto desde la activa participación de representaciones
uniformadas del Cuerpo en los actos externos de la cofradía, y muy
especialmente en los desfiles procesionales, hasta los de carácter
económico, aportándose importantes cantidades para sufragar
adquisiciones y contribuir al sostenimiento de actividades.
A su vez la cofradía tuvo dentro
de los altos mandos de la Guardia
Civil a una serie de valedores excepcionales, destacando entre todos ellos el teniente general
Eduardo Saenz de Buruaga y Polanco, director general entre el 8
de febrero de 1957 y el 23 de abril
de 1959. En varias ocasiones se
desplazó expresamente desde
Madrid para asistir a los actos procesionales y se convirtió, junto a
su esposa Eloisa Requejo, en profundo devoto de la bendita y milagrosa titular María Santísima de
la Victoria.
La presencia de piquetes de la
Guardia Civil escoltando al Santísimo Cristo de la Expiración y a
María Santísima de la Victoria,
siempre estuvo acompañada de
una nutrida representación de
cuadros de mandos de la Comandancia de Cádiz así como en determinadas ocasiones de diferentes directores y subdirectores generales del benemérito Instituto.
También, cuando las circunstancias lo permitieron, los desfiles
procesionales fueron acompañados de fuerza a caballo y banda de
tambores y cornetas, tanto de la
propia Comandancia cuando
existía aquella, como del Colegio
de Guardias Jóvenes de Valdemoro, con su correspondiente escuadra de gastadores.
La cofradía, en cuyo escudo oficial figura el emblema de la Guardia Civil y que siempre se ha sentido orgullosa de su presencia como Hermano Mayor Honorario
Perpetuo, quiso en correspondencia a los favores recibidos, donar
una enseña nacional a la 237ª Comandancia con ocasión de la
inauguración del acuartelamiento de San Severiano, acaecida el
31 de agosto de 1958.
Así, casi un mes después, 25 de
septiembre, se elevó la correspondiente solicitud de autorización al
director general del Cuerpo.
Aceptada la misma, la solemne ceremonia de entrega se llevó a ca-
bo en el patio de armas de dicha
casa–cuartel el siguiente Domingo de Resurrección, 29 de marzo.
Presidió los actos, en representación del director general, el general de brigada Roger Oliete Navarro, jefe de la 1ª Zona de la
Guardia Civil, con cabecera en Sevilla y que años atrás había sido
también jefe de la Comandancia
de Cádiz. Era también hermano
mayor honorario y fue acompañado de su esposa Isabel Sánchez de
Alva y Merencio, fallecida el pasado 30 de junio, a los 93 años de
edad y que siempre se supo ganar
el cariño de todos los que tuvimos
la suerte de conocerla y tratarla.
El jefe de la Comandancia era,
tras el ascenso a coronel de Fernández Montes de Oca el 22 de junio de 1955, el teniente coronel
José Vivancos Crespo, natural de
Chipiona, quien se había hecho
cargo del mando de la misma el 7
de julio siguiente.
La ceremonia de entrega de la
enseña nacional se realizó ante
numerosas autoridades civiles y
militares de la ciudad, así como de
la propia Guardia Civil, destacando los coroneles Miguel Morales
de Lafuente, jefe de estado mayor
de la dirección general y Buenaventura del Portal Cano, jefe del
37º Tercio con cabecera en Málaga y del que dependía la Comandancia de Cádiz, así como el teniente coronel Juan Salom Sánchez, jefe de la 337ª Comandancia
de Algeciras.
También asistió toda la junta de
gobierno y los hermanos mayores
y priostes del resto de cofradías de
Cádiz, siendo la madrina de la
bandera María Teresa de la Cruz
Gurri, presidenta de la junta de
camareras de la Virgen de la Victoria y cotitular de la Cofradía de
la Expiración, a quien la Guardia
Civil le regaló una medalla de oro
en cuyas caras llevaba grabadas
las imágenes de la Virgen del Pilar, patrona del Cuerpo, y el escudo de dicha cofradía.
Hoy se cumplen sesenta años de
ese hermanamiento que sigue en
pleno vigor, tal y como lo siguen
acreditando el actual jefe de la Comandancia de Cádiz, coronel Alfonso Rodríguez Castillo, y el hermano mayor Vicente Rodríguez
Fernández, dándose además la feliz circunstancia de que el capellán castrense de aquélla, es el director espiritual de ésta, César
Sarmiento González. Todo ello
con un emocionado recuerdo a
quien durante tantos años fuera
su hermano mayor, Manuel Montero Gómez, verdadero devoto de
la Guardia Civil, fallecido el pasado 25 de diciembre a los 60 años
de edad.
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