ESPECIAL 9º PATRIMONIO CONGRESO NOTARIAL El panorama de la empr esa familiar «Con pactos preliquidatorios y convenios reguladores no es necesario que los cónyuges acudan a la separación de bienes» TEODORA TORRES, catedrática de Derecho Civil. «El concepto de empresa familiar no se sostiene debido a la diversidad de elementos que la componen» JOAQUIM BISBAL, catedrático de Derecho Mercantil. «Las legítimas conducen a la disgregación de la capacidad económica de la empresa, cuando no a su disolución» LORENZO PRATS, catedrático de Derecho Civil. De izda. a dcha. Jaime Agustín Justibó, notario; Joaquim Bisbal Méndez, catedrático de Derecho Mercantil; Teodora Torres García, catedrática de Dere cho Civil; Josep María Ureta Buxeda, periodista, y moderador de la Mesa; Ana Fernández-Tresguerres García, notaria; Lorenzo Prats Albentosa, catedrático de Derecho Civil, y Enric Brancós Núñez, nota rio y coordinador del debate. P. BARBADILLO El segundo debate del Congreso abordó la situación de la empresa familiar desde el punto de vista jurídico. Las ponencias corrieron a cargo de los miembros del Notariado Ana Fernández-Tresguerres y Jaime Alberto Agustín y de tres catedráticos, Lorenzo Prats, Teodora Torres y Joaquim Bisbal. La principal coincidencia entre los ponentes fue la necesidad de suprimir o atenuar las restricciones en el régimen sucesorio que impone el Código Civil a los cónyuges, con importantes efectos en este tipo de empresas. 30 Escritura Pública P ARA la catedrática de Derecho Civil, Teodora Torres, sería vital determinar el carácter ganancial de las participaciones de la empresa familiar adquiridas por los cónyugues durante su matrimonio. La Ley limita la transmisión de estos títulos cuando la sociedad de ganaciales se disuelve, ya sea por separación, fallecimiento o divorcio. Lorenzo Prats Albentosa fue más allá en el análisis de estas restricciones. Prats cuestionó la prohibición de los pactos sucesorios que establece el Código Civil. En su opinión, “el régimen de la legítima castellana conduce a la división de la capacidad económica de la empresa, cuando no a su disolución”. El familiar que recibe la empresa en herencia debe vender parte de los activos de ésta o endeudarse pa- ra pagar al resto las legítimas. En una economía “globalizada y abierta”, donde las empresas familiares se enfrentan a competidores extranjeros que disponen de producción más barata o mejor financiación, Prats sugirió una reforma del Derecho sucesorio donde se excepcione esta prohibición para contribuir a la pervivencia de las empresas españolas. Como modelo a aplicar citó la Ley 41/2003 (aprobada a instancias, entre otros grupos, del Notariado) que en atención al interés del discapacitado permite “una alteración grave del régimen de legítimas”, con dispensa de colación. Para Ana Fernández-Tresguerres la empresa familiar está sometida a una serie de rigideces que afectan a su correcto funcionamiento. Unas rigideces que la ley 7/2003 trató de enmendar” en su sistema de financiación, normal- mente no abierto a capitales públicos; en su sistema corporativo (entrada y salida de socios, órganos de gobierno, derechos individuales del socio, etcétera); y en una búsqueda de soluciones para asegurar su futuro. Además, recordó que la legislación española “perjudicaba en sí misma la propia regulación de esta singularidad subjetiva”. Sin embargo, en su opinión, “esta Ley 7/2003 introduce ‘por la puerta trasera’ algunos de los aspectos definidores de la sociedad familiar”. Incluso se habla de la posibilidad de que un reglamento regule el protocolo. Sobre qué cambiar, la notario advirtió de que el libro verde comunitario “reconoce la especificidad de la sucesión del patrimonio de las empresas”. Las reformas legales en el ámbito español podrían hacerse “si hubiera voluntad política en el legislador”. El notario Jaime Agustín Justribó recordó y valoró las ventajas que ofrece una de las grandes tradiciones catalanas: el hereu. “El heredamiento tiene una utilidad en cuanto otorga estabilidad al nombrado como sucesor o heredero contractual y en la transmisión de la empresa”. Sin embargo, su estructura es “cerrada”, pues afecta a un único sucesor y por causa de matrimonio; por tanto “es útil para la transmisión de pequeñas empresas, unifamiliares”. Ni el Código de Familia ni el Código de Sucesiones catalanes admiten que se puedan nombrar a dos o más herederos. Por último, Joaquim Bisbal, catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Barcelona, aseguró que “el concepto de empresa familiar no se sostiene” debido a la heterogeneidad de los elementos que lo componen: el tamaño de la empresa y de la familia, los intereses de los parientes, el régimen societario. En consecuencia, mezcla diversas áreas del Derecho. El aspecto distintivo principal es que la familia tiene “vocación de continuidad de control y la gestión” sobre la empresa. ✬ «La Ley 7/2003 introduce por la puerta trasera algunos de los aspectos definidores de la sociedad familiar» ANA F. TRESGUERRES, notario. «La institución del heredamiento, tal como está en la actualidad, sólo es útil para la transmisión de empresas unifamiliares» JAIME AGUSTÍN JUSTIBÓ, notario. Escritura Pública 31