San Valentín - 14 de febrero amor –poesía Desmayarse, atreverse, estar furioso, áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso; no hallar fuera del bien centro y reposo, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso; huir el rostro al claro desengaño, beber veneno por licor süave, olvidar el provecho, amar el daño; creer que un cielo en un infierno cabe, dar la vida y el alma a un desengaño; esto es amor, quien lo probó lo sabe. Lope de Vega Soñé que tú me llevabas por una blanca vereda, en medio del campo verde, hacia el azul de las sierras, hacia los montes azules, una mañana serena. Sentí tu mano en la mía, tu mano de compañera, tuvoz de niña en mi oído como una campana nueva, como una campana virgen de un alma de primavera. ¡Eran tu voz y tu mano, en sueños, tan verdaderas!... Vive, esperanza: ¡quién sabe lo que se traga la tierra! ME BASTA ASÍ Si yo fuese Dios y tuviese el secreto, haría un ser exacto a tí; lo probaría (a la manera de los panaderos cuando prueban el pan, es decir: con la boca), y si ese sabor fuese igual al tuyo, o sea tu mismo olor, y tu manera de sonreir, y de guardar silencio, y de estrechar mi mano estrictamente, y de besarnos sin hacernos daño - de esto sí estoy seguro: pongo tanta atención cuando te beso-; entonces, si yo fuese Dios, podría repetirte y repetirte, siempre la misma y siempre diferente, sin cansarme jamás del juego idéntico, sin desdeñar tampoco la que fuiste por la que ibas a ser dentro de nada; ya no sé si me explico, pero quiero aclarar que si yo fuese Dios, haría lo posible por ser Ángel González para quererte tal como te quiero, para aguardar con calma a que te crees tú misma cada día, a que sorprendas todas las mañanas la luz recién nacida con tu propia luz, y corras la cortina impalpable que separa el sueño de la vida, resucitándome con tu palabra, Lázaro alegre, yo, mojado todavía de sombras y pereza, sorprendido y absorto en la contemplación de todo aquello que, en opinión de mí mismo, recuperas y salvas, mueves, dejas abandonado cuando -luego- callas... (Escucho tu silencio, Oigo constelaciones: existes. Creo en ti. Eres. Me basta.) Antonio Machado Ángel González CASTILLO D’AMOR CANCIÓN DEL ESPOSO SOLDADO He poblado tu vientre de amor y sementera, he prolongado el eco de sangre a que respondo y espero sobre el surco como el arado espera: he llegado hasta el fondo. ................. Ya me parece que eres un cristal delicado, temo que te me rompas al más leve tropiezo, y a reforzar tus venas con mi piel de soldado fuera como el cerezo. Espejo de mi carne, sustento de mis alas, te doy vida en la muerte que me dan y no tomo. Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas, ansiado por el plomo. ..................... Cuando junto a los campos de combate te [piensa mi frente que no enfría ni aplaca tu figura, te acercas hacia mí como una boca inmensa de hambrienta dentadura. Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera; aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo, y defiendo tu vientre de pobre que me espera, y defiendo tu hijo. Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado, envuelto en un clamor de victoria y guitarras, y dejaré a tu puerta mi vida de soldado sin colmillos ni garras. Miguel Hernández Hame tan bien defendido, señora, vuestra memoria de mudança, que jamás nunca ha podido alcançar de mi victoria olvidança; porqu’estáis apoderada vos de toda mi firmeza en tal son, que no puede ser tomada a fuerça mi fortaleza ni a traición ................ Jorge Manrique A CLORI Sentir de una pasión viva y ardiente todo el afán, zozobra y agonía; vivir sin premio un día y otro día, dudar, sufrir, llorar eternamente; amar a quien no ama, a quien no siente, a quien no corresponde ni desvía; persuadir a quien cree y desconfía, rogar a quién otorga y se arrepiente; luchar contra un poder justo y terrible, ve aquí mi situación, esta es mi suerte: y ¿aun pretendes ¡cruel!, que esté contento? Melchor Gaspar de Jovellanos AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE Cerrar podrá mis ojos la postrera sombra que me llevare el blanco día, y podrá desatar esta alma mía hora, a su afán ansioso lisonjera. Mas no de esotra parte en la ribera dejará la memoria en donde ardía; nadar sabe mi alma la agua fría, y perder el respeto a ley severa. Alma a quien todo un Dios prisión ha sido, venas que humor a tanto fuego han dado, médulas que han gloriosamente ardido, su cuerpo dejarán, no su cuidado; serán ceniza, pero tendrá sentido; polvo serán, más polvo enamorado. Francisco de Quevedo Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró. Yo voy por un camino; ella por otro; pero al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún:”¿Por qué callé aquel día?” Y ella dirá: “¿Por qué no lloré yo?” Gustavo Adolfo Bécquer Yo voy soñando caminos de la tarde. ¡Las colinas doradas, los verdes pinos, las polvorientas encinas!... ¿Adónde el camino irá? Yo voy cantando viajero a lo largo del sendero... -La tarde callendo está-. “En el corazón tenía “la espina de una pasión; “logré arrancármela un día: “ya no siento el corazón.” Y todo el campo un momento se queda, mudo y sombrío, meditando: Suena el viento en los álamos del río. La tarde más se obscurece; y el camino que serpea y dábilmente blanquea, se enturbia y desaparece. Mi cantar vuelve a plañir: “Aguda espina dorada, “quién te pudiera sentir “en el corazón clavada”. Antonio Machado ...¡Ah! ¿No es cierto, ángel de amor, que en esta apartada orilla más pura la luna brilla y se respira mejor? Esta aura que vaga, llena de los sencillos olores de las campesinas flores que brota esa orilla amena; esa agua limpia y serena que atraviesa sin temor la barca del pescador que espera cantando el día, ¿no es cierto, paloma mía, que están respirando amor?... José Zorrila: Don Juan Tenorio