pregón de las fiestas patronales en honor de la

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FRANCISCO JAVIER ORTIZ RODRIGUEZ
PREGÓN DE LAS FIESTAS PATRONALES
EN HONOR
DE LA VIRGEN DE GUADITOCA
IGLESIA PARROQUIAL DE SANTA MARÍA DE LA ASUNCIÓN
GUADALCANAL 3 DE SEPTIEMBRE DE 2011
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PREGÓN DE LAS FIESTAS PATRONALES EN HONOR DE LA VIRGEN DE
GUADITOCA
GUADALCANAL 3 DE SEPTIEMBRE DE 2011
Sin saberlo, hasta sin querer, me veo una vez más delante de todos vosotros, esta vez
para hablaros, según me dicta mi corazón, de la Perla de Santa María de la Asunción, de
la Rosa de Guadalcanal, Ella, Guaditoca, la que llevamos todos dentro de nuestro
corazón.
Quiero dedicar mi Pregón a mi nieto y, cuando dentro de unos años lo lea, le ayude a
encontrar el camino hacia María de Guaditoca.
En segundo lugar, a todas las madres de Guadalcanal, en especial a mi esposa y a todas
las que sufrieron alguna pérdida de un hijo querido, sí he dicho bien: un hijo querido.
Sin olvidarme de una madre muy querida en casa, que entregó su vida a su profesión y
que no fue otra que la de ayudar a muchos enfermos, a unos en curarse y a otros en
saber llevar su enfermedad. Era nuestra gran amiga y consuelo, nunca te olvidaremos,
va por ti Mari.
Reverendo D. Juan Carlos.
Hermano Mayor y Junta de Gobierno de la Hermandad de Nuestra Patrona, la Virgen de
Guaditoca.
Autoridades.
Hermanos Mayores y Juntas de Gobierno de las distintas Hermandades y Cofradías de
Guadalcanal.
Coro Nuestra Señora de Guaditoca.
Director y Banda de Música Nuestra Señora de Guaditoca.
Juan Tomás, cofrades, capataces, costaleros, paisanos, amigos todos:
Antes de continuar quiero dar las gracias. en primer lugar. a Dios Nuestro Padre, que
me dio la vida, y al que aspiro poder llegar algún día, cuando de este mundo me lleve a
su presencia.
Gracias a Juan, mi presentador, por sus palabras dedicadas hacia mi persona,
inmerecidas, pero que las agradezco con todo mi corazón.
Gracias al Hermano Mayor de la Hermandad de Nuestra Patrona la Virgen de Guaditoca
y su Junta de Gobierno por la confianza depositada en mí.
Gracias a todas las personas que me han ayudado, en especial a mi esposa e hijos, como
queriendo colaborar conmigo en mi tarea pregonera.
Y por último, gracias a todos ustedes, que con vuestra presencia, me honran y
enorgullecen.
María de Guaditoca, Reina asunta al Cielo, concebida sin mancha de pecado original, es
dogma de fe que declara que, por una gracia especial de Dios, Ella fue preservada de
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todo pecado desde su concepción. (Bula Ineffabilis Deus, del Papa Pío IX del 8 de
Diciembre de 1854).
“…declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima
Virgen María fue preservada inmune de todo mancha de la culpa original en el primer
instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en
atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del genero humano, está revelado por
Dios y debe de ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles…”
Dice Antonio Muñoz Torrado en su libro <<El Santuario de Nuestra Señora de
Guaditoca>> que en la Peña que baña las aguas del río Guaditoca apareció la Santa
Imagen a un humilde pastor. La peña aún se conserva hoy y, sobre ella hay un sencillo
pilar, que sirve de base a una Cruz y que recuerda la singular merced de la Madre de
Dios.
Os decía hace dos años, cuando presentaba a la Pregonera Koki, que para tener hoy esta
Sagrada Imagen que nos preside y por la que estamos hoy reunidos, fue necesario que la
anterior fuera quemada y destruida, en aquellos días tristes del año 36 y muy a pesar de
muchos paisanos nuestros, que lucharon lo indecible por impedirlo. Y de nuevo os digo,
que es de justicia resaltar a una de ellas que tanto amó a la Virgen que pudo incluso
costarle la vida: era Jacoba, conocida cariñosamente como “la Jacobilla”, persona a la
que he admirado siempre por ello.
Como consecuencia de todo ésto, hizo posible que, en el año 1939, del taller de la calle
Antonio Susillo, la gubia de Antonio Illanes hiciera esta flor, esta Rosa tan hermosa que
nos preside hoy: es la Pastora, la Reina, la Madre y la Señora: ¡La Virgen de
Guaditoca!.
Y esta tarde noche nos hemos reunido de nuevo, en este lugar santo, para hablar de Ella,
de ese tesoro, sí de ese tesoro tan grande que posee Guadalcanal: está a mi izquierda,
enfrente de vosotros. Nada más que con mirarla tiembla todo mi cuerpo y mi corazón
salta de alegría: es nuestra Madre, es nuestra Pastora, es nuestra Reina, es nuestra
Señora, es nuestra Patrona, es, como no, la Virgen de Guaditoca, ¡la Reina de
Guadalcanal!.
Y en estos tiempos tan difíciles que estamos viviendo, donde nos invade una gran crisis
económica y moral y para poder sobrellevar estas dos grandes cargas y, dedicado a cada
uno de vosotros, mis palabras quieren ser en primer lugar, un consuelo para el enfermo,
una ayuda para el necesitado, un rayo de esperanza para el pecador y un canto a la vida,
a la esperanza, a la igualdad. Un canto a la alegría, a la felicidad, al amor. Un canto a la
fe y, sobre todo, mis palabras quieren ser luz y guía para, a través de Guaditoca,
encontrar el verdadero camino de Cristo. Mirad: si practicásemos la amistad, no haría
falta que existiese la justicia. Vengándose, se iguala uno al enemigo. Y si perdonamos,
se muestra uno superior a él.
Y es mi deseo, que cuando finalicen mis palabras, poder comprobar y poder ver en
cada uno de vuestros ojos esa misma alegría y felicidad que siente mi corazón, que no
es otra cosa que GUADITOCA, GUADITOCA. Si, ¡GUADITOCA!.
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Pero no olvidemos, que detrás de Ella está la Titular de nuestra Parroquia: Santa María
de la Asunción. Asunción, título que nos dice que María de Guaditoca subió en cuerpo y
alma a los Cielos, Ellas son María, la Madre de Dios.
Pero aún hay más: mis palabras quieren ser también una sincera confesión del amor
apasionado que siento por esta tierra, que me vio nacer. No se si habré logrado
expresarlo con las palabras adecuadas, pero sí estoy seguro de que vosotros, con el
cariño y generosidad que os caracteriza, sabréis entenderlas y suplir con creces las que a
mi me faltaron. Seguro de ello, empiezo por expresaros mi agradecimiento, al tiempo
que os pido perdonéis mis deficiencias y mis fallos.
GUADALCANAL:
Cuando vengo por la carretera, ya sea desde Sevilla, ya sea desde la vieja Extremadura,
y al pasar el puente de San Benito o la Cruz del Puerto, esa Cruz que separa Andalucía y
Extremadura, esa Cruz desde la que derrama como un gran racimo nuestro querido
pueblo de Guadalcanal y en donde mi corazón siente un gran vuelco, una gran alegría,
parece como si amaneciera, como si anteriormente se viviera en tinieblas. Y más aún,
cuando diviso la torre de la Parroquia de Santa María de la Asunción o la de Santa Ana,
no exagero si digo, que es como si se volviera a nacer. Y es que decir Guadalcanal, es
decir alegría…
Guadalcanal, ciudad milenaria, rodeada por las Sierras del Viento y del Agua y
atravesado por los ríos Sotillo y Guaditoca, que ya en la antigüedad estuvo fortificada,
y a donde se accedía por cuatro puertas: la de Llerena al norte, la de los Molinos al sur,
la del Jurado al oeste y la de Sevilla al este. Se rodeó de numerosos conventos, por ser
Tierra de Calvario, donde reinó siempre la esperanza, y donde tuvo la suerte de llegar
una Señora que le dio el don de la felicidad, de la fe, de la humildad, de la alegría y del
amor, como fue el tener una Reina a la que le puso el nombre más bello jamás soñado:
Guaditoca.
Un palio cubre Guadalcanal,
un palio de luna llena,
con bordados de luceros
y con varales de estrellas.
Guadalcanal es como un canasto,
de miel y de hierbabuena,
de claveles y lirios,
de azahares y de cera.
Es tierra de olivares
de verdes olivas.
Es el espejo de mi Andalucía,
que sufre pasiones y calla,
pero que al grito de las gargantas,
de sus cenizas renaces,
para hacerte hoy grande,
como el trigo que nace.
Eres como un río nacido en Belén,
que recorre las laderas del Monte,
entre Espinos y Robles,
para acoger a nuestra Pastora,
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¡La Virgen de Guaditoca!.
Si la fe, el amor y la esperanza son los símbolos que unen al cristiano, hoy más que
nunca, nos agarramos a ellos, sobre todo a la fe, palabra que nos dice que podemos vivir
y creer en los demás.
Paisanos: gracias a esas virtudes, llegamos a Ella y gracias a Ella podemos decir, con
todo el corazón, que Guaditoca significa “posesión de felicidad”; por lo tanto, sin Ella
no podemos ser felices. Y es que la felicidad no se alcanza sin la virtud, por lo que la
virtud es su fundamento. Guaditoca es la prueba sublime de la humildad.
Gracias Bendita, gracias Pastora de Guadalcanal, Madre, Reina, Señora y Bienhechora.
Gracias por habernos permitido llegar a Tí, para cantarte, gracias Lucero vespertino,
gracias Rosario de amanecer, gracias Paloma de la Paz, gracias Cruz y Esperanza
nuestra, gracias Amargura de Veneración, gracias Dolores de los Afligidos, gracias
Reina de la Soledad. Y como no, gracias a Ti, Guaditoca, por ser la Reina de todos los
corazones de Guadalcanal.
A Ti, Guaditoca, te rogamos, te pedimos, te imploramos, por nuestro Director
Espiritual, por Paquito para que lo guíes en su camino hacia Jesús y por todos nuestros
hermanos, especialmente por los más débiles. Por todos los aquí presentes y ausentes de
este pueblo de Guadalcanal que creen en la fe, en el amor y en la esperanza. Que
Guaditoca sea siempre nuestra guía todos los días de nuestra vida.
Guaditoca del hombre, Guaditoca de los ancianos, de los afligidos, de los enfermos, de
los desconsolados, de los que se sienten solos, de los que pasan hambre… Intercede por
nosotros.
¡Madre, se tu nuestra ayuda!.
Paisanos, amigos, mirad todos los dones que nos ha dado Ella. Vais a comprobar que
fácil es ser humilde y limpio de corazón. Ese Niño Bellotero que está a sus pies, se va a
convertir en el Salvador del género humano:
Mirad:
-Tenía 33 años y se llamaba Jesús de Nazaret, era Hijo de Ella, de nuestra Guaditoca.
-Tenía toda la vida por delante, estaba en la explosión de la juventud, amaba y
anunciaba una vida y una vida en abundancia.
-Llenó de alegría y esperanza a todos los que le rodeaban.
-Sanaba a los enfermos del cuerpo y del alma.
-Los desvalidos encontraron en Él la fuerza.
-A los desheredados les hizo partícipe del Trono de su gloria.
-Su mirada penetraba en el corazón de los pecadores para aliviarles el peso de sus
culpas.
-Miraba con cariño a hombres y mujeres de mala reputación.
-Los niños sentían por Él un atractivo especial.
-Dio de comer al hambriento, de beber al sediento.
-Llamó bienaventurados a los empobrecidos y ensalzó la grandeza de los humildes y
sencillos de corazón.
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-Sembró de vida a los que caminaban en la muerte.
-Sintió lástima y lloraba cuando a sus amigos rozó la muerte.
-Alentó la fe de los que estaban convencidos de que habría una vida mucho mejor que
ésta, en la Casa de su Padre.
Eran muy pocos años para que la calidad de vida, la verdadera calidad de vida que Él
predicaba, fuera anunciada a todos, pero así, con solo treinta y tres años, abandonado de
sus amigos y despreciado por los favorecidos por su gracia, abrazó la Cruz y se
encaminó a una muerte injusta.
Sí,… con toda la vida por delante, con el poder más grande en sus manos, como cordero
llevado al matadero, sin más quejas en sus labios: Aceptó la muerte como sacrificio al
Padre y nombrando en voz baja en el camino hasta el patíbulo del Gólgota, cada unos de
nuestros nombres. No perseguía otra cosa que la salvación del género humano.
Mirad, este Jesús que dio su vida por nosotros, que siempre nos perdona, no como
nosotros que no lo hacemos, lo tenemos muy cerca:
Os pregunto a todos, mejor dicho, nos preguntamos todos:
¿Qué hacemos nosotros?. ¿Estamos dispuestos como Él a dar nuestra vida por los
demás?.
¿Tenemos en cuenta lo que Él hizo por nosotros, o simplemente nos acordamos cuando
se nos va un ser querido, o alguien que por su edad nos llama muchísimo la atención?.
¿Pedimos perdón a quién ofendemos?, ¿ayudamos al necesitado?, ¿damos nuestra mano
al que creemos nuestro enemigo?, ¿hablamos a quien no nos habla?. Comulgamos y
seguimos siendo egoísta, insolidario, cobarde o comodón. O, ¿simplemente nos
venimos a la Iglesia, nos dirigimos al Sagrario y le decimos al Señor, “perdóname” y
nos vamos tan contentos…?.
A los políticos les digo: prometisteis o jurasteis trabajar siempre por Guadalcanal. ¿Lo
recordáis siempre?.. Recordad siempre que lo primero Guadalcanal, lo segundo
Guadalcanal, lo tercero Guadalcanal…
No hay cosa más grande que la vida, y nada ni nadie nos la puede quitar. ¿Por qué
tantas muertes de mujeres. ¿Quién es el hombre para disponer de ellas?. Piensa tú,
hombre de mala fe, que el único dueño y señor de la vida es Dios y solo Dios.
Sí a la Vida.
Si a la familia. Es en la familia donde existen y se consiguen los verdaderos valores:
diálogo, comprensión, unión, respeto, educación, cariño, amor… Padres y madres que
me escucháis, que un día delante de Dios jurasteis amaros y respetaros toda la vida, no
lo olvidéis nunca y si alguna vez por mal del demonio perdéis alguno de estos valores,
podéis recuperarlo rápidamente, si es esa vuestra intención:
Y la solución la tenemos en el mismo Guadalcanal. Y es que para ir hacia Jesús tenemos
dos caminos:
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El Sagrario que tenemos en nuestra Parroquia, el mismo que tenéis a vuestra derecha.
Es tan acogedor que solamente con traspasar su verja, siente uno la alegría en el
corazón. Ni la habitación más acogedora de nuestra casa podemos compararla con
aquel.
Mirad, os invito a que entréis en él, os sentéis un momento, aunque sea poco tiempo y
dejéis vuestra imaginación libre por un instante, recorred con vuestra mirada cada uno
de los muchos rincones que hay en él, y cuando lleguéis hacia el mismo Sagrario donde
está ese Cristo que os acabo de hablar. Él está real y presente, hablarle y veréis como Él
os escucha y, al poco tiempo, sentiréis algo muy especial en vuestro corazón, muy
difícil de explicar, pero sencillo de entender. Os lo recomiendo a todos y especialmente
a nuestra juventud, esta juventud que tanto nos necesita y a la que toda la ayuda que le
demos es poca, para que podamos verlos en unos hombres de provecho, para que tengan
todos trabajo, para que sean y se sientan todos felices y, si por mal del demonio alguno
cae en la droga, en el alcohol o en la tentación, ayudarlo a salir de ella.
Esta juventud que tiene como Patrono al gran Beato el Papa Juan Pablo II. Y en las
Jornadas de la Juventud celebradas recientemente en Madrid, el Papa Benedicto XVI les
ha dicho: <<No os avergoncéis del Señor>>. Así mismo lamentó que haya jóvenes a los
que se persigue, desprecia o discrimina por su fe en Cristo y reclamó <<un clima de
respetuosa convivencia>>. <<No paséis de largo ante el sufrimiento humano>>. En su
discurso del Vía Crucis les dijo: <<La Cruz no fue el desenlace del fracaso, sino el
modo de explicar la entrega dolorosa que llega hasta la donación de la propia vida>>.
En su despedida les ha dicho:<<hundid vuestras raíces en Jesucristo, el Salvador>>.
<<Difundir por todos los rincones del mundo la gozosa y profunda experiencia de fe
vivida en estas jornadas>>.
Por último a todos los mayores: cardenales, obispos, sacerdotes, padres… <<Cuidad a
esta juventud>>Y el otro camino, ¿Cuál es?. La tenemos delante de nosotros. Esta Maravilla que es la
mayor grandeza de Guadalcanal. ¡La Virgen de Guaditoca!. Si guapa es de Reina, más
guapa es de Pastora.
Pues bien, por todo lo dicho yo creo en mi pueblo y sobre todo en sus gentes, me lo
habéis demostrado a lo largo de todos estos años:
- Veo el amor a Guaditoca.
- Lo veo en Cáritas: Mis compañeros están volcados con la causa: El servicio de
voluntariado que hacen es digno de elogiar.
- Desde Pastoral de la Salud veo como visitan y ayudan a los enfermos.
- Cuantos de vosotros ayudáis y visitáis a nuestros mayores de la Residencia Josefa
María, para hacerles pasar un rato de alegría y felicidad.
- Compruebo como cada día hay más personas que tienen y que se interesan por poseer
la tarjeta de donante de órganos. Debemos de tener en cuenta que cuando el Señor nos
llama, nos es necesario que nos llevemos nuestros órganos. El Cielo puede esperar. En
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el Cielo no los necesitamos, pero aquí en la tierra podemos conseguir que otras personas
sigan viviendo: ¡Hazte donante de órganos!.
Por todo ello, sois ustedes y solo ustedes el corazón de este pueblo de Guadalcanal, que
lo hace porque ama al Señor y a su Madre Guaditoca.
Guadalcanal, tierra de Calvario:
Es como un gran espejo,
de súplicas y de rezos,
de lágrimas y sentimientos.
¡Donde se hace sentirse
cómo si se estuviese en el Cielo!.
Y que decir de los que están con Ella en el Cielo: María Ramos (en Guadalcanal hay
gente que veneramos a Guaditoca bajo la advocación de Chiquinquirá. Existe un
pequeño cuadro con su Imagen, agradecería enormemente que se colocara de nuevo en
su sitio. Gracias). Y que decir de la hermana Josefa María, de Rafalita Rincón (que
historia más bonita tiene esta paisana, ya buscaremos un día para contarla). Fray Rafael
de Guadalcanal (Rafalito Calado. El también firmó la adhesión a la coronación). Y que
decir de todos los costaleros que junto con el capataz Pelito forman una gran cuadrilla
en el Cielo. Y pregoneros que pregonan las Glorias de María de Guaditoca. Y tantos y
tantos otros que gracias a Dios esta lista es interminable.
Guadalcanal es un rico manantial de fe y de amor y además es una inspiración
constante para conseguir que todo su arte se convierta en un rizo hacia el Hijo de Dios.
Es por lo que donde en esta tierra de Calvario, se vive y se siente, como ningún otro
lugar en el mundo, a la Virgen María.
Pero no se me han olvidado, quiero hablaros a todos vosotros de mi admiración,
respeto, amor y cariño hacia dos personas que han dejado una profunda huella en los
corazones de todos nosotros y que hoy son auténticos Santos en el Cielo:
“El Creador vino a salvarnos con su sangre”. “¿Qué hacéis ahí mirando ese sudario
de Jesús sobre el sepulcro?”. “Cristo ha resucitado, id y anunciadlo a todas las gentes,
pues ahí es donde radica nuestra fe: en la Resurrección de Cristo. Si no hubiera
resucitado, inútil sería nuestra fe”.
Estas frases firmadas y publicadas por el que fue nuestro Pastor, Párroco, Confesor,
Amigo y Director Espiritual, el Padre Eduardo, en las Revistas de Semana Santa de los
años 2.006 y 2.007, expresan la bondad, humildad, entrega y cariño de un hombre hacia
todo el pueblo de Guadalcanal y, sobretodo, su gran sacrificio hacia los más
necesitados, en especial hacia tantos y tantos emigrantes que consiguió traerse desde el
otro extremo del océano para que tuvieran un mundo mejor.
Fundó Cáritas Parroquial junto con el padre Ramón. Tu humildad y bondad eran más
grande que tu corazón.
Tu vida fue un ejemplo a seguir, eres el camino que nos llevas a Dios y que la Virgen
María, bajo la advocación de Guaditoca, a la que tanto amaste y que con tanta ansiedad
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esperabas la llegada de cada final del mes de Abril para tenerla en tu Parroquia, sea tu
gran gozo en el Cielo.
Recuerdo un día, cuando hablábamos en la sacristía y comentábamos el estado de
salud del otro Santo que te acompaña en el Cielo, que sería muy difícil que para la
Semana Santa del 2.008 estuviera ya entre nosotros: Y he ahí que te fuiste antes para
esperarlo y guiarlo hacia los pies del Señor y su Madre. Esa Señora, bajo la advocación
de Guaditoca, a la que tanta veces le pusiste ese encaje para ensalzar aún más su
belleza: Juan Antonio “Morringuita” como cariñosamente los llamábamos todos. Nos
enseñó como se ama y como se siente todo lo que hacía con sus manos.
Fue camarero de la Imagen de la Virgen en la tierra, y hoy es aún más grande, es el
camarero de la Virgen en el Cielo.
Quién te vestía
en la tierra de María,
hoy te viste, allá en el cielo
porque así Tú lo querías.
Juan Antonio, que desde su anhelo,
aquí por Ti se desvivía,
hoy eterno es su consuelo,
Cielo y tierra, tierra y cielo,
Virgen Santa, Mi Reina y Pastora
¡Madre de Guaditoca!
¡Que Ella sea siempre vuestro gozo y alegría en el Cielo!.
Desde hace muchos años tengo una gran ilusión, que nuestra Pastora y Reina sea
Coronada Canónicamente.
Doy fe que esta Imagen Bendita de Nuestra Señora de Guaditoca es además milagrosa.
Muchos de vosotros podíais acercaros a este lugar donde yo estoy y podéis contar
muchos favores y, por qué no, milagros recibidos por Ella:
Una madre de Guadalcanal, cayó muy enferma, la familia temía lo peor. Pero la fe y el
amor que esa Madre tenía hacia la Virgen de Guaditoca, obró el milagro. Cuenta que
ella vio a la Virgen a los pies de su cama y que a partir de ese instante fue mejorando
día a día y hoy la vemos por las calles de Guadalcanal totalmente curada. Habrá quien
diga que es fantasía, pero los que creemos en María, sabemos que es verdad.
Mirad, corría el año 1953, era final del mes de Abril. Guadalcanal se preparaba para
vivir la Romería de esta Pastora. En una casa, como en tantas otras, la noche anterior se
preparaba la merienda: tortilla, gazpacho, algún choricillo y un buen vino tinto. En esa
casa vivía un matrimonio y tres hijos (dos niñas y un niño). La madre tenía promesa,
por un favor recibido de la Virgen.
A la mañana siguiente y descalza, cogió de la mano a su hija mayor y se encaminó a la
Parroquia de Santa María de la Asunción, desde donde salía la Imagen camino de la
Ermita. Hizo todo el recorrido andando y descalza. Hasta aquí todo normal. Esto lo
hemos visto a muchas paisanas nuestras.
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El marido detrás, con un borriquillo y a donde había montado a los otros dos hijos, a
cada uno de los lados del serón.
Cuando llegaron a la Ermita, la madre se dirigió a donde estaba su marido, cogió al niño
de la mano y se dirigió a la entrada. Cuando llegó a la puerta, cayó de rodilla, el niño en
ese instante quiso soltarse de la mano de su madre, sentía vergüenza, ella no lo permitió.
Poco a poco fue caminando de rodillas hasta el altar. Cuando llegó ante Ella, miró a la
cara de la Virgen y en voz baja le dijo: Madre, te doy las gracias por esa hija que te has
llevado junto a Ti, gracias por los casi 9 años que hemos disfrutado de ella, sé muy bien
que te la tenías que llevar.
Pero también te doy las gracias por este mi hijo, por haberlo protegido, por haber
intercedido a tu Hijo Jesús para que se pusiera bueno, para que podamos seguir
disfrutando de él. Gracias Madre, dáselas también a tu Hijo.
Esa niña era mi hermana Agnola, esa madre es mi madre, la misma que me enseñó el
bendito. Y ese niño soy yo.
Hace unos años tuve un problemilla de salud. Ello me llevó a que me hicieran un
chequeo, para que me entendáis, un cateterismo. Para llevarlo a cabo no me dejaron
nada puesto, solo una sábana cubría parte de mi cuerpo. Mi mano izquierda permaneció
todo el tiempo cerrada, como ahora. El médico me preguntó varias veces qué tenía en la
misma, yo le contestaba: que nada, entonces ¡abre la mano!. La misma permaneció
cerrada todo el tiempo.
Cuando terminaron, me dijo, ¿ me puedes enseñar ahora qué tienes en la mano?. La abrí
y le enseñé una medalla que se habría desprendido de un pisa corbata y desde entonces
la llevo siempre en mi monedero. El médico me la pidió y le dije que se la diera a mi
esposa y que le dijera que me había protegido.
Amo a María, amo a Guaditoca y pido para Ella esa corona y siempre la pediré.
Guaditoca, Madre, Pastora y Reina nuestra,
eres la esperanza de todo Guadalcanal,
desde el Espíritu Santo al Palacio,
desde San Francisco al Coso.
Y si Cristo es la luz de Guadalcanal,
Tú eres el reflejo del alma.
¡Sé Tú, nuestra mediadora!,
Guaditoca del alma!.
Os invito a una gran historia, una historia que vengo pregonando, es como un sueño,
pero del que estoy seguro que pronto, muy pronto podemos hacerlo realidad: Puede ser
un día como hoy, del año… no importa cual: Faltan cinco días para la Festividad de la
Virgen.
Guadalcanal está de fiesta, va a vivir uno de los mayores acontecimientos de su ya
dilatada historia: la Coronación Canónica de la Imagen más querida, la que es Pastora,
Madre, Reina y Señora, su Patrona la Virgen de Guaditoca.
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Y esa alegría se plasma:
En el tallista por tallar la canastilla,
En el orfebre por hacerte tú corona,
En el bordador por bordar tu pañuelo,
En el escultor por esculpir tus manos,
En el camarero por vestir a la Señora,
En el florista por adornar la canastilla,
En el cerero por encender tus velas,
En los costaleros por llevarte,
En el capataz por mover tú paso,
En el contraguía por asiduo a la manigueta,
En el aguaó por saciar la sed del costalero,
En el monaguillo por esparcir el incienso,
En la banda por tocar tú marcha,
En las mujeres por llevar sus mantillas.
Para tal acontecimiento y, ante la gran cantidad de personas, imposible ubicarlas a
todas en la Iglesia de Santa María de la Asunción, se ha elegido para la celebración de la
Coronación uno de los lugares más emblemáticos de Guadalcanal: El Paseo del Palacio,
que si ya de por si cualquier día del año está hermoso, ese día lo está aún más, ya que a
las rosas de sus jardines, se han unido de árbol a árbol guirnaldas de flores de nardos,
claveles, margaritas, mejoranas…
Se ha levantado en la parte trasera del Ayuntamiento un gran dosel con cortinaje de
terciopelo rojo y, adosado a él, se ha montado un altar con los respiraderos de plata del
paso de la Virgen de la Paz, los candeleros de la Virgen de los Dolores, las jarras de la
Virgen de la Amargura, los faldones de la Virgen de la Cruz, los angelitos de la Virgen
de la Soledad y las cuentas del Rosario de la Virgen del Rosario y de la Palma. En el
centro del altar se ha dejado un gran hueco donde irá el paso con la Imagen sin corona
de la Señora.
A la derecha está el Coro Nuestra Señora de Guaditoca que va a realizar el canto del
Pontifical.
¡Qué arte tiene el Coro
Para cantarle a su Guaditoca!
En la Ermita de Pastora,
Le canta Guaditoca a verte vengo:
Traigo la garganta seca
y los pies tos doloríos,
Mi camisa que era blanca
Y hasta el color ha perdio,
Pero merece la pena
Pa ve tu cara Pastora.
En los caminos le canta por verla a Ella:
Por verla a Ella se engalana el Cielo,
Ya los caminos se visten de primavera,
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Soñando con Ella que es la Pastora más bella,
Soñando con Ella el pueblo entero espera.
En su Capilla de Reina:
Señora, eres pa mi via consuelo,
En mi llanto gozo y alabanza
Y Tú vas velando por tos los romeros
De noche y de día
Y que con tu gracia bendices
Las almas que por Tí porfían.
A la izquierda, la Asociación Musical Nuestra Señora de Guaditoca.
¡Qué arte tiene la banda
pa toca en su tierra!
Cuando sus notas se convierten
en lluvias de pétalos blancos
De rosas, de clavellinas perfumadas,
De jazmín, de amapola y de margarita,
De heliotropos y de jacintos,
Caídos desde lo más alto del Cielo.
Entre jara, tomillo y romero
A la que es Madre, Reina, Señora y Pastora:
Nuestra Patrona Guaditoca
Con Guaditoca Coronada.
¡Qué arte tiene el Coro y la Banda!
¡Dios mío: qué arte!
¡Pero qué arte!.
Y en la parte más alta del dosel irá escrito:
¡Dios te Salve, María
Llena eres de gracia!.
En frente, todo el pueblo de Guadalcanal, que espera con todo su amor que su Patrona
sea coronada:
Previamente, la noche anterior se había vivido otro gran acontecimiento, se le había
entregado el bastón de mando por el Ayuntamiento de Guadalcanal, al haber sido
nombrada Alcaldesa perpetua de Guadalcanal.
Por fin es Coronada la que:
Es morena y de largos tirabuzones.
Tiene un lunar en su carrillo izquierdo.
Es un primor y es triunfo,
Es canción y es júbilo desbordado,
Es alegría y es belleza,
Es gloria y es fuente luminosa,
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Es vida y es dulzura,
Es encanto y es ternura,
Es sonrisa y es luz,
Es faro y es guía,
Es Virgen del Bendito
Y así tu pueblo te aclama,
Cuando paseas por sus calles,
Que hasta el amanecer levantas;
Los lirios y los claveles,
Los tulipanes de Holanda,
En tu paso languidecen
Cuando contemplan tu cara,
Que Tú eres entre las flores,
La más pura y delicada…
Que en Santa María eres nardo;
Azucena en Concepción;
Orquídea en San Sebastián;
Alhelíes en San Vicente;
Fresia en Santa Ana;
Flor de geranio en el Convento;
Hortensia en Sevilla;
Lirio por Plaza de España;
Gladiolo en Muñoz Torrado;
Y en Mesones, mejorana:
Ya por Juan Carlos primero
Eres cual rosa temprana;
Cintia por Antonio Porras
Y por Guaditoca dalia;
¡Y gardenia por Machado!
¡Y begonia por Ayala!
¡Y en Costalero y Granillo
Clavellina perfumada!.
¡Y jazmín por Herrería!
¡Y azahar por Santa Clara!
¡Por Juan Campos margarita!
¡Por Constitución, fragancia
de heliotropos y jacintos!
¡Y en Palacios, flor de Pascua!...
¡Viva tu nombre, Guaditoca!
¡Viva tu nombre y tu cara!,
Esa cara tan bonita
que las flores envidian,
cuando cada otoño y primavera
paseas el día de tu romería
entre Guadalcanal y tu Ermita.
Y ante tan bellos actos, no hay palabras para expresarlos, solo el corazón del
guadalcanalense puede expresar hacia su Madre Soberana sus sentimientos:
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No es preciso que te alabe
Bella perla de Guadalcanal,
Porque todo el mundo sabe
que de frente y de perfil
más buena Pastora no cabe,
Estrella de la mañana,
Morena de juncal
Y de Gracia Mariana
Y es verdad, Madre nuestra.
Y es verdad, Pastora nuestra.
Y es verdad, Soberana nuestra.
Y es verdad, Guaditoca nuestra.
Y es verdad…
Y bien lo sabemos todos,
Que aunque todo parezca un sueño
Ha llegado el momento,
Que todo lo anteriormente soñado,
Se convierta en verdadera historia cierta.
Así que, pueblo de Guadalcanal, paisanos, Hermandades, entidades, asociaciones,
corporaciones, cofrades, nazarenos, costaleros, capataces, industrias, bares,
comercios…, todos unidos como una piña, pidamos para la que es PASTORA,
MADRE, REINA, SEÑORA Y PATRONA DE GUADALCANAL: SU
CORONACIÓN
¿Quién mejor que Tú, Señora,
Puedes transmitir al pueblo
Esas ansias que te asesora
la pasión de este gran sueño?
Tú, que fuiste redentora
De la Cruz del Padre nuestro,
Tú, que en tan amarga hora
Creíste en ese sueño
Cuando tu pueblo a sus pies
Clama por la misma boca:
¡Coronemos con gran fe
A la Virgen Guaditoca!.
Cuando tu pueblo se esmera
En llevar casi en volandas
Por estas Sierra Señora
A su Pastora del alma.
¿Qué puedo yo hoy decir
Que el corazón no presienta
Cuando todo este sentir
Es tu luz la que alienta?.
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Quiero en esta hora ser
Vocación para este ruego,
Que tu gracia me haga ver
La luz que brilla en tu seno.
Responsabilidad al tener
La suerte que no merezco,
Pues Guadalcanal con fe
Da plenitud a este sueño.
Rimas que se hacen querer,
Sueño que provoca versos,
La voz que se crispa al nacer
Cuando brota el sentimiento.
Guadalcanal con pasión
Con pasión de gran devota
pondrá corona en tu sien,
¡VIRGEN DE GUADITOCA!.
Os decía anteriormente que para llegar a Jesús, tenemos dos caminos. Y para llegar a
Ella, ¿qué camino tenemos?:
La historia nos cuenta que la Virgen se apareció a Santo Domingo en el siglo XII,
mostrándole una bella guirnalda de rosas, que simboliza el Rosario y pidiéndole que se
rezara. Tal como se reza hoy se hizo en el siglo XV.
Os recomiendo el rezo del Santo Rosario en familia. Así nos lo dice el Beato Juan
XXIII en su Encíclica Grata Recordatorio del 26-9-56 y el Beato Juan Pablo II en su
Encíclica Redemptoris Mater.
Hasta cinco veces diez rezo el Avemaría,
son los cincos Misterios del Santo Rosario,
las cuentas que nunca deben faltar en una casa.
El lunes y el jueves: Misterios Gozosos.
Martes y viernes: Dolorosos.
Miércoles, sábados y domingos: Gloriosos.
Y como final: La letanía
¡Es el rezo en familia
del Santo Rosario
a la Virgen María!.
Tres fechas van a en marcar a nuestra Madre:
El año 2014 se cumple el 75 Aniversario de la imagen de esta Perla de Guadalcanal.
El 2013, el 150 Aniversario de Constitución como Hermandad, así como de sus
primeras Reglas.
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El 2012 se cumple el 375 Aniversario de la primera venida a Guadalcanal de la Imagen,
concretamente el 19 de Abril de 1637 se celebró un Cabildo donde se acordó que la
Imagen se trajera al pueblo para celebrar rogativas y, que hiciera noche en el Convento
y al día siguiente de Reina, se llevara a la Parroquia de Santa María.
La Hermandad para conmemorar tal acontecimiento, a lo largo del año que viene va a
celebrar diversos actos. Os adelanto que algunos van a gustar y bastante.
Además 2012 va a ser un año grande en Guadalcanal, ya que además va a coincidir con
los actos que celebrará la Hermandad del Santo Entierro y Nuestra Señora de la Soledad
con motivo del 75 Aniversario de la Imagen de la Soledad.
Es por lo que me vais a permitir que os hable de la misma María, pero bajo la
advocación de Soledad. El próximo 26 de Marzo de 2012 se cumple el 75 Aniversario
de la Imagen. La Hermandad del Santo Entierro y Nuestra Señora de la Soledad ha
programado para tal evento diversos actos conmemorativos.
Vaya pues para Ella, mi pequeño homenaje:
Me hace un encargo un amigo,
Por Dios, no lo puedo olvidar.
Unos versos te pido
Para mi Virgen de la Soledad.
Bendita Tú, Madre mía,
Por tener un viejo capataz
Que te pasea por las calles,
Con sus hijos al costal,
Entre otros costaleros,
Un Viernes Santo,
Por el pueblo de Guadalcanal.
¿Qué homenaje se celebra,
Amigo, para alabar?
El setenta y cinco aniversario
De la Virgen de la Soledad.
De un 37 anual,
Por la mañana, la Virgen
Bendita de la Soledad,
Llegó del taller de Andés
A este pueblo ejemplar.
Aquí los llevas amigo,
Para tí, y para tu nieto,
Bendita tú, Madre mía,
Por siempre en tu Soledad.
Guadalcanal sueña y llora,
La serranía se emociona
Al ver a su Madre pasar,
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Virgen que de pena implora
Madre que sueña y llora,
Virgen de la Soledad.
La Reina de la tarde noche,
Viernes Santo pasional.
Guadalcanal a sus pies
Bajo un enorme costal
Te pasea por sus calles
Elevando a tu Hermandad
A los Cielos que la Gloria
Junto a Dios potenciará.
Pasa un año y viene otro
Y siempre seguimos soñando
Como dijo el capataz:
¡Qué guapa vas Soledad!.
Pasito a pasito, nos vamos acercando a Ella, a la que todos añoramos, ansiamos,
deseamos y es Ella. Estamos a final del mes de Abril. Nos hemos puesto en camino: es
la Romería de Abril, vamos por Ella.
Pero antes, vivamos, sintamos lo que nos dicta el corazón y es ir a por Ella. Es en el
camino donde el romero se hace hermano con el hermano, donde todo el amor y
sentimiento es solo Ella y solo Ella.
¡Y el guadalcanalense ha cogido el tomillo, la jara y el romero que bordea toda la orilla
del camino y los va echando sobre él, formando una larga alfombra a lo largo de todo el
camino, para que cuando llegue la tarde, Ella pueda venir hacia el pueblo en medio de
ese denso frondor y aroma!.
Camino de Guaditoca
Va el romero,
Para traerse a la Señora
Hacia su pueblo.
¡Con jara, tomillo y romero
Forma una alfombra por el sendero.
Hasta siete paradas hace
Para cantar la Salve,
A la que es Reina y Pastora!
¡Y de nombre Guaditoca!.
Hemos llegado al final del camino, estamos delante de la Ermita. ¡Qué alegría tan
grande haber podido hacer el camino. Estamos delante de Ella, que alegría poderla
amarla, sentirla, gozarla
¡Dios te salve Guaditoca
Pastora, Madre y Señora!.
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Hemos venido por Tí, para llevarte con nosotros al pueblo, para tenerte mucho más
cerca, para poderte ver todos los días. Pero antes tengo muchas cosas que decirte y
preguntarte:
Me vas a permitir subir hacia el camarín para poder estar más cerca de Tí. Ya estoy
aquí, como es mi deseo, junto a Tí:
Madre, Guaditoca, Reina de Guadalcanal, que puedo yo decirte, si ya te dijeron las
cosas más bellas de que es capaz el hombre; como cantarte Madre, si la noche de
Guadalcanal la rompieron ya mil rezos, ni el canto de las aves, ni los versos de los
mejores poetas sonaron mejor que aquellos. Y que decir de lo que dijeron de Tí todos
los pregoneros de Guadalcanal.
Sé Tu Madre, nuestra guía hacia el Cielo.
Cuando la Cuaresma se duerme,
Cuando las primeras gotas de rocío
Empiezan a despertar,
También despierta Guadalcanal
Para recibir a su Pastora.
Todas las flores del mundo
Guadalcanal te regala,
Que quisieran que tu baldaquino
a un vergel se asemejara;
rosas, claveles, gladiolos…
¡solo la amapola falta!
¡La amapola… flor silvestre
Y humilde, que Dios nos manda
Cada año en primavera
A los trigales de España.
¡La amapola!, que el sombrero
De otra Virgen engalana,
Virgen que es Reina y Pastora
(qué señorío y qué gracia)
Ella vive como Tú, allá en su Ermita,
En la marisma huelvana
Blanca Paloma la dicen
Sus hijos cuando la aclaman,
Pero los nombres, Señora,
Nunca las esencias cambian:
Soledad, Cruz, Rosario
Paz, Dolores, Amargura…
¿Qué importancia tiene un nombre?
¡Ninguna, Virgen del alma!
¡Si allí te llamas Rocío,
Aquí Guaditoca te llamas!
Y eres… ¡la Madre de Dios,
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Por donde quiera que vayas!.
Gracias, bendita Madre Guaditoca, por habernos permitido llegar hasta Tí para cantarte.
Gracias Lucero vespertino, Estrella Matutina, Rosa mística, Casa de Oro, Vida, Dulzura
y Esperanza nuestra; Salve Madre, razón de nuestra fe y causa de nuestra alegría. Tanto
te quiero Madre, que a mis hijos he tratado de enseñarles ese amor y esa fe y es enorme
mi alegría que ellos sean parte de tu cuadrilla de costaleros.
¡Quién pudiera capataz,
Llevar por calle Mesones
A esa Rosa Virginal,
Reina de los corazones
De todo Guadalcanal!.
Caro y Buzón le cantan a la Virgen Macarena y yo le canto a mi Reina y Pastora:
Madre Guaditoca, todo Guadalcanal te añora. El guadalcanlense quiere expresarte su
gran amor y desea verte cada vez más guapa y no para de mirarte:
¡No sé cuando estás más guapa
Nuestra Patrona Guaditoca!
Si de Pastora en su Ermita
O de Reina en la Parroquia.
Si cuando te viste el Migue
O cuando lo hacía el Morringuita.
Poniéndote el manto celeste para la capilla,
El blanco de brocado para el mes de Mayo,
El rojo para la Novena
O el de azul y oro de Carreras
Para besarte la mano.
¡No sé cuando estás más guapa
Nuestra Patrona Guaditoca!
Si con la saya roja, verde o gualda
O con la saya de color blanco.
Si con la saya de Carreras
que te regaló el Coro
O con la saya rosa y plata
que te bordó el Migue,
O la de celeste y oro
Que bordó junto con Jesús,
Para lucirlas en tu paso.
¡No sé cuando estás más guapa
Nuestra Patrona Guaditoca!
Si con el paso azul y oro
O con tu paso de Reina.
Si con el toldo de caoba
O tu baldaquino de plata,
Que brilla más que el lucero del alba.
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¡No sé cuando estás más guapa
Nuestra Patrona Guaditoca!
Si con la toca bordada en oro,
O con la toca de plata.
Si con la mantilla blanca,
O con la mantilla tostada.
Si con encajes de bolillos,
O con la tira bordada.
Sin con el tocado de hilo blanco de Alfredo,
O con el encaje de plata.
Si con el cíngulo de oro
O con la cotilla de plata,
Si con fajín de general
Aunque no estuvo en la guerra.
¡No sé cuando estás más guapa
Nuestra Patrona Guaditoca!
Si con la corona de Villarreal de oro
O con la corona del Seco de oro.
Si con la corona de plata
De Manuel de los Ríos.
O con la medalla de oro
Que te impuso el Ayuntamiento.
Si con el sombrero de flores
Que luces en tu cabeza
Como Reina y Pastora que eres,
O con el jardín de flores
Que cubre tu paso,
Claveles, gladiolos o azucenas,
Blancas como tu manto.
O con las velas encendidas
Para alumbrarte tu cara.
¡No sé cuando estás más guapa
Nuestra Patrona Guaditoca!.
Si en primavera o en otoño
Si en los días de tu romería
O en tus procesiones de Reina.
Si en la bajada o en la subida,
O en el Corpus o en la Feria.
¡No sé cuando estás más guapa
Nuestra Patrona Guaditoca!.
Si cuando te llevaban las cuadrillas
De Dolores, Borriquita,
Vera Cruz o Soledad.
O con tu cuadrilla de hermanos,
Con Rafael y Javier de capataz.
Si cuando tu banda toca
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La marcha Reina,
O Guaditoca Coronada.
O si cuando el coro canta
Tu Salve Rociera,
O cuando Gema te canta el Ave María.
¡No sé cuando estás más guapa
Nuestra Patrona Guaditoca!.
Si con el Rosario en la mano,
O con el Niño Bellotero a tus pies.
Si en la Ermita o en la Capilla,
Si en el Convento o en la Velá,
O en el mes de las flores,
Si con el trono de terciopelo rojo
en el besamanos del 15 de Agosto,
o con tu peana de plata.
Si en la Novena, o en tu paso.
O cuando te rezamos
La Salve en la Función de la Novena.
¡No sé cuando estás más guapa
Nuestra Patrona Guaditoca
Vestida de Pastora!
Si en la Cruz del Aceite,
O en la Cruz de la Varita.
Si en la Cruz de la Hormiga
O en la Cruz de Buenavista.
Si en la Cruz de la Venta
O en la Cruz del Puerto.
Si en la Cruz de tu Aparición,
Cuando te rezamos la Salve,
O cuando me acuesto y te rezo el Bendito.
¿Y cómo es su nombre?:
es Estrella Sublime,
es Salud de los enfermos,
es Gracia sevillana.
es calle del Cielo,
es flor de los jardines,
es cristal de sus fuentes,
es manantial del pilar de la Cava,
es sangre de su vida,
es rosa de su espina,
es torrente de la fuente de Santa Ana,
es faro,
es guía,
es copla de cantares,
es arroyo de la fuente del Coso,
es agua pura de la fuente de la Plaza,
es pureza en la Erilla,
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es corazón en Tres Picos,
es alhelíes del Cotorrillo.
es todo unido como una rosa.
No hay otro palio más bello
Que el azul celeste de Guadalcanal.
Palio sostenido por doce espadañas:
Santa María y Guaditoca,
San Francisco y Santa Ana,
Caridad y Concepción,
Espíritu Santo y El Cristo,
San Sebastián y Santa Clara,
San Benito y Milagros.
Como doce varales de oro
Que llevaras en tu paso.
Y esta Patrona nuestra
Vuelve loca a Guadalcanal.
Y con Guadalcanal a toda la Sierra
Todo es amor y locura sin fronteras.
Y no hay una sola criatura
Que no quiera a su Reina.
Por eso a Tí, Blanca Paloma,
Tallada en jardín de brisas,
Con las gubias celestiales
Del amor y la sonrisa,
Te hicieron Soberana,
De un pueblo blanco y hermoso,
Te coronaron de estrellas,
Te proclamaron bendita,
Te bajaron los Ángeles
Para dejarte en Guadalcanal.
Por eso Reinas habrá,
Pero como Tú, Guaditoca
¡Ninguna!.
Vamos llegando al final, solo espero que esa misma alegría y felicidad que siente mi
corazón, haberla podido llevar a cada uno de vuestros corazones y, que no es otra cosa
que GUADITOCA, GUADITOCA. Si, ¡GUADITOCA!.
Paisanos, amigos todos, Jesús nos espera en el Sagrario. Su Madre, la Reina de
Guadalcanal, la que nos une a todos, la Virgen de Guaditoca, nos aguarda a todos
nosotros. Acudamos junto a Ella, y que esta puerta gloriosa de Santa María de la
Asunción, permanezca siempre abierta de par en par, para alegría y gloria de todos los
hijos de Guadalcanal
HE DICHO.
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