AP3593-2016 - Corte Suprema de Justicia

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Esta providencia es de carácter reservado. Por esta razón, sólo se
publica y divulga su extracto
RELEVANTE
RESERVA
SALA DE CASACIÓN PENAL
M. PONENTE
: SALA DE CASACIÓN PENAL
NÚMERO DE PROCESO
: 33848
NÚMERO DE PROVIDENCIA
: AP3593-2016
CLASE DE ACTUACIÓN
: ÚNICA INSTANCIA
TIPO DE PROVIDENCIA
: AUTO INTERLOCUTORIO
FECHA
: 08/06/2016
DELITOS
: Concierto para delinquir
FUENTE FORMAL
: Constitución Política de Colombia de
1991 art. 235-3 / Decreto 2244 de
2011 / Ley 600 de 2000 art. 75-7, 322
y 328 / Ley 599 de 2000 art. 340-2
TEMA: FUERO - Congresista: cesación en el ejercicio del cargo, análisis de la
relación con las funciones, alianzas entre congresistas y paramilitares, caso
en que se valora la responsabilidad frente a los crímenes atribuidos a la
organización delictiva
«Al tenor del numeral 3º del artículo 235 de la Carta Política, en concordancia
con el numeral 7º del artículo 75 de la Ley 600 de 2000, la Corte Suprema de
Justicia es la autoridad competente para la investigación y juzgamiento de los
miembros del Congreso de la República (aforados constitucionales), en los
siguientes eventos:
Primero, respecto de todas las conductas punibles que realicen o se atribuyan
a los Senadores y Representantes a la Cámara, mientras se encuentren
desempeñando la función, sin consideración al tiempo de su comisión o la
índole de delitos, propios o comunes. (Competencia por razón del fuero o
personal).
Segundo, de acuerdo con la orientación hermenéutica que hoy impera sobre
el alcance del parágrafo del artículo 235 Superior, cuando los Congresistas
hayan cesado en el ejercicio de la función legislativa, por cualquier motivo,
siempre que la conducta imputada guarde relación con las funciones
desempeñadas. (Competencia por razón de las funciones o funcional).
Frente a esta segunda situación, que es la que concierne a este asunto por
tratarse de una imputación contra un ex Congresista, necesario es recordar
que fue mediante la expedición de los autos del 1° y 15 de septiembre de 2009,
respectivamente, que la Corte adoptó la línea jurisprudencial que hoy se
reitera sobre los alcances del antedicho parágrafo 235 Superior, a través de
la cual zanjó la discusión acerca de la forma como esta jurisdicción atraía a
los citados ex funcionarios, referida a si la cesación, pérdida o renuncia a la
investidura de Congresista conllevaba a la claudicación automática del fuero,
como criterio absoluto.
Consideró en aquella oportunidad esta Colegiatura, que bajo las nuevas
directrices ya no era posible sustraer del fuero a los Congresistas que
hubiesen renunciado a su curul y por ende, de la competencia de la Corte,
cuando del cotejo de la conducta imputada con las funciones comprendidas
en tal actividad, se infiera la infracción a la Ley.
[…]
Por su parte, en el proveído del 15 de septiembre de 2009, proferido en el
radicado 27.032, la Sala estimó que, ‘cuando la infracción imputada es de
aquellas que de alguna manera pudieran dar cabida a una conclusión diversa
o dubitativa, como fruto de la valoración de la prueba, del desarrollo de la
función, de las actividades desplegadas en el ejercicio del cargo, como en los
procesos fundados en el concierto para delinquir agravado, la fijación
definitiva de la competencia, reglamentada en la Constitución, la realiza la
Corte Suprema de Justicia, como órgano máximo de la Jurisdicción
Ordinaria’.
De lo anterior se sigue, que como el propósito fundamental de las alianzas
entre políticos y paramilitares es su vinculación con las instituciones públicas
para tranzar desde allí la ilegalidad, y ante la posibilidad que en tales
contubernios se vean comprometidas las funciones deferidas por la ley a los
Congresistas, por virtud del poder de configuración legislativa se le ha
asignado a la Corte Suprema de Justicia, como máxima autoridad de la
jurisdicción ordinaria, la potestad de establecer dicho compromiso en el
proceder de tales destinatarios de la ley penal, no empece hayan cesado en el
ejercicio de sus funciones.
La razón de ello, tiene que ver, más allá de la concesión de un privilegio de
carácter personal por el lugar que ocuparon tales ex funcionarios en la escala
de jerarquía de servidores públicos, con otros valores más importantes, como
la protección de la función a ellos encomendada , dado que en el cumplimiento
de su misión institucional en beneficio del interés general, han podido
lesionar o poner en grave peligro el bien jurídico de la seguridad pública y por
tanto, la investigación y juzgamiento de dichos justiciables corresponde con
exclusividad a esta Colegiatura, de conformidad con el pluricitado parágrafo
del artículo 235 Superior.
Fue así como, en aplicación de la entonces remozada interpretación del
referido parágrafo, el acá implicado fue condenado por esta Corporación en
condición de aforado constitucional por el delito de asociación para delinquir,
al demostrarse que no obstante haber renunciado al cargo de Senador el 27
de marzo de 2007 (para cuando la Sala abdicó la competencia), preexistía la
susodicha relación entre función y delito y por ende, la Corte hubo de recobrar
el conocimiento de la causa a partir del día 15 de septiembre de 2009 .
Acorde con lo anterior, no cabe duda a la Sala que dicho criterio hermenéutico
ha de seguirse aplicando en este asunto, puesto que, al igual que aconteció
con la potestad de investigar los nexos del imputado y la agrupación con la
que tranzó la democracia para reelegirse Senador en el período 2002-2006,
acá lo es frente a su probable injerencia en los delitos que hubieren podido
tener origen en esos mismos acuerdos, lo que, se insiste, es una tarea que
debe efectuar esta Corporación prorrogando su condición foral, en punto a
dilucidar una posible conexión entre aquéllos (imputado, organización,
función y delitos), en todos sus aspectos, vale decir, subjetivos y materiales,
a la luz de las normas que regulan el concurso de personas en la comisión de
la conducta punible (artículo 28 y ss. del Código Penal sobre autoría y
participación)».
AUTO INHIBITORIO - Procedencia / CONCIERTO PARA DELINQUIR Agravado: con fines de paramilitarismo, alianzas con políticos,
responsabilidad penal por los delitos cometidos por la organización
/ APARATO ORGANIZADO DE PODER - Autoría mediata: elementos, casos
de congresistas asociados con paramilitares
«La investigación previa, de acuerdo con el artículo 322 de la Ley 600 de 2000,
tiene por finalidad establecer (i) si la conducta denunciada ha tenido
ocurrencia, (ii) si está definida en la ley como punible, (iii) si se ha actuado al
amparo de una causal de ausencia de responsabilidad, (iv) si se cumplen los
requisitos de procesabilidad de la acción penal, y (v) quiénes son los autores
o partícipes de la conducta punible.
Por su parte, el artículo 327 del mismo ordenamiento dispone que no
procederá la apertura de instrucción cuando de la prueba recaudada en la
investigación previa aparezca (i) que la conducta no ha existido, (ii) que es
atípica, (iii) que la acción penal no puede iniciarse o proseguirse, o (iv) que
está demostrada una causal de ausencia de responsabilidad.
[…]
A juicio de la Sala que dispuso la compulsa de copias, el imputado AC y en
general, los políticos que fueron hallados responsables de aliarse con las
organizaciones paramilitares para obtener representación legislativa, también
pudieron estar patrocinando los crímenes conexos como homicidios,
masacres, secuestros, desplazamientos, debiendo en tal caso responder por
ellos, según se dijo, ya no en calidad de coautores o inductores sino bajo la
forma de intervención de la autoría mediata, en igualdad de condiciones a los
comandantes, directores de los bloques, frentes o unidades que presidieron
la asociación criminal, al indicarse que:
‘(…) Entonces, de acuerdo con la opinión de la Sala, el aforado hacía parte de
una estructura criminal integrada por un número plural de personas
articuladas de manera jerárquica y subordinada a una organización criminal,
quienes mediante división de tareas y concurrencia de aportes (los cuales
pueden consistir en órdenes en secuencia y descendentes) realizan conductas
punibles, fenómeno que es factible comprenderlo a través de la metáfora de
la cadena, motivo por el cual también debe responder penalmente por el
conjunto de crímenes que se le atribuyen a los comandantes o jefes de los
bloques, frentes o unidades que hacían parte de la asociación criminal’.
La Corte, en efecto, planteó la tesis de la autoría mediata por dominio de la
voluntad en aparatos organizados de poder, a través de la cual, al margen del
compromiso penal de los autores y partícipes conocidos, lo que busca es
desvelar e imputar el resultado del injusto a todos aquellos protagonistas que
sin haber tenido vinculación directa en el acto criminal ni con el proceder de
los ejecutores que se prestaron a sus fines, detentaron las riendas de los
acontecimientos, impartiendo o transmitiendo órdenes en forma descendente
desde la cúpula o posiciones intermedias -por cadena de mando a modo del
autor detrás del autor- , sin consideración o ignorando la identidad del grupo
armado operativo (gatilleros), con quienes por virtud de su posición
subordinada, queda reducida o anulada toda posibilidad de contacto, lo que
de ordinario favorece la impunidad de aquéllos que maniobraron los hilos del
poder desde sitios estratégicos e inaccesibles, escudados en el anonimato,
vale decir, desde el escritorio .
La filosofía del funcionamiento interno de las empresas criminales o por
organización (macro delincuencia), es comparable con los sistemas de
producción en serie de las compañías manufactureras , en donde la
planificación y el cumplimiento de las tareas (división del trabajo), se articula
de manera jerarquizada desde la central de mando (oficina principal), por los
directores o coordinadores (hombres de atrás que comparten el dominio de la
organización), quienes se limitan a impartir las órdenes desde arriba sin
contemplar el debate ni el aporte de opiniones de los encargados de ejecutar
la labor, los que si bien, gozan de amplio margen para gestionar sus propios
destinos (actuar con responsabilidad a su manera, dejando atrás el mando
individual y autoritario de aquéllos), resultan irrelevantes para el designio
empresarial, por considerarlos piezas fungibles .
Por manera que, no resulta difícil concluir de lo anterior, que el campo de
aplicación de la autoría mediata queda reducido al crimen organizado, en
donde interactúan múltiples protagonistas en cumplimiento de roles
diferenciados y por ende, la imputación delictual no solo debe recaer sobre
los ejecutores y determinadores del hecho conocidos, sino también sobre los
cuadros directivos que tuvieron el control de la organización, quienes también
deberán responder a título de autores mediatos, dado que, como se dijo, no
incidieron en el hecho ni en el acto de los ejecutores, empero para la doctrina
de tal fenómeno criminal, autor no solo es quien ejecuta el punible sino
también quien tiene el control de su acaecer, y se le denomina mediato porque
no lo realiza por sí mismo sino a través de otro, al que utiliza como
instrumento con plena capacidad de responsabilidad.
Sin embargo, en el marco de un derecho penal de acto que repudia cualquier
concepción naturalista del delito, sea cual fuere la categoría jurídica que se
elija o que brinde una mejor explicación sobre la forma de intervención de
personas en la conducta punible (autoría o participación de que tratan los
artículos 29 y 30 del Código Penal, respectivamente), la investigación criminal
debe ceñirse a los estrictos parámetros de comprobación de que trata el
artículo 9º Ibídem, los cuales prescriben que para estimar si una conducta es
punible, ‘se requiere que sea típica, antijurídica y culpable’, en tanto que, ‘la
causalidad por sí sola no basta para la imputación jurídica del resultado’.
Acorde con el citado principio orientador de la legislación penal colombiana y
de la mayoría de los Estados demo liberales, que en hora buena recogieron el
anacrónico sistema de responsabilidad objetiva, todo supuesto de imputación
debe estar precedido, primero: de la constatación de que la conducta del autor
haya sido la causa o condición determinante del resultado lesivo ocasionado
(imputación objetiva a partir del nexo causal entre acción y resultado), y en
segundo lugar, que ese resultado coincida con la intención y finalidad
perseguida por aquél dentro del ámbito de protección de la norma a los daños
directos o inmediatos , (el propósito del autor de quebrantar lo que la norma
pretende evitar, como la muerte, el secuestro, la desaparición, etc.), así como
la modalidad de conducta, la forma de intervención en el hecho, los
presupuestos de culpabilidad, etc. (imputación subjetiva), deducidos de los
medios de prueba militantes en el proceso.
La situación así planteada, implica, en definitiva, que no es posible derivar de
los acuerdos de voluntad a quien fue hallado responsable de promover un
grupo armado al margen de la ley para recibir apoyo electoral, fines diversos
a los señalados en el inciso segundo del artículo 340 del Código Penal, puesto
que por esa vía se podría llegar a arrogarle insólitas consecuencias jurídicas
en aplicación de una responsabilidad objetiva, al colegir de allí, sin base
probatoria alguna y merced a la simple formulación discursiva o conceptual
de la preceptiva sobre la autoría mediata, hipotéticos acuerdos, v.gr., para la
ejecución de delitos atribuibles única y exclusivamente a los directivos de la
organización, en los términos atrás señalados, circunstancia que si bien
puede ser jurídicamente posible, deberá determinarse en cada caso concreto.
De allí que, en estricta legalidad, resulte perentorio que la investigación
determine probatoriamente la pertenencia del justiciable a una organización
delictiva (con pleno conocimiento de sus motivaciones y finalidades), jerarquía
y dominio sobre la fuente de riesgo (capacidad de control de su voluntad),
posibilidad de impartir o transmitir órdenes a los ejecutores para la comisión
de crímenes, los punibles a imputar -concretos y particulares-, su íntima
conexión con el mismo -material y subjetiva-, y para efectos de la competencia
en esta Colegiatura, su efectiva vinculación con las funciones del cargo, tal
cual se hizo en la decisión que motivó la compulsa de copias.
Bajo tales presupuestos, procede la Sala a examinar si de los medios de
prueba incorporados a la actuación, el ex funcionario investigado pudo haber
actuado, más allá de su comprobada condición de aliado político del Bloque
Norte de autodefensa, como un eslabón más en la cadena de mando,
impartiendo o trasfiriendo órdenes para la realización del conjunto de
crímenes a ellos atribuidos, con el compromiso de sus atribuciones
parlamentarias, bajo los postulados de la teoría de la autoría mediata con
instrumento responsable, y en los tres eventos revelados en último momento
por algunos desmovilizados, su existencia y la probable intervención de aquél,
ahí sí, en condición de presunto partícipe (determinador).
Previamente a hacer cualquier consideración al respecto, debe advertir la
Corte lo equívoco que resulta adscribir los delitos por los que se procede en
este asunto, exclusivamente a los denominados de ‘lesa humanidad’, puesto
que de llegarse a comprobar la intervención del ex Senador en los mismos, a
título de autor mediato, debería responder por ellos en igualdad de
condiciones con los demás intervinientes, según hayan sido o sean definidos
como ordinarios, de lesa humanidad o contrarios al Derecho Internacional
Humanitario.
Así entonces, entrando en materia, pese a que el compendio procesal refleja
con meridiana claridad las causas que llevaron a la fusión de algunos frentes
paramilitares a la estructura del […], su organigrama y georeferenciación en
la región de […], merced a las aserciones de sus principales protagonistas y a
propósito de un estudio publicado por el observatorio de derechos humanos
de la Vicepresidencia de la República , al margen del apoyo paramilitar
brindado al imputado AC para acceder al cargo de Senador en el período
2002-2006, no se avizora una sola evidencia que permita deducir su
pertenencia a la jerarquía superior de la citada organización delictiva, dominio
de su voluntad decisoria, capacidad para impartir o transmitir órdenes frente
a la generalidad de los crímenes a ellos atribuidos , como tampoco respecto
de los homicidios que la Sala ordenó documentar en esta actuación.
[…]
Queda claro que el ex funcionario implicado no hizo parte del estamento
militar ni político del […] de autodefensa, y que no concurren en él los
propósitos y motivaciones para perpetrar los actos de crueldad a ellos
atribuidos, como tampoco injerencia alguna en los homicidios que la Corte
dispuso investigar en la sentencia de condena que motivó el inició de esta
indagación , circunstancias que por supuesto, también relevan a la
Corporación de examinar la posible vinculación con las funciones
congresuales deferidas a aquél durante el período constitucional 2002-2006,
en el que se le evidenciaron nexos con la indicada organización delictiva».
CONCIERTO PARA DELINQUIR - Agravado: con fines de paramilitarismo,
alianzas con políticos, unidad de acción / CONCIERTO PARA DELINQUIR Delito permanente
«Debe precisar la Sala, que al no existir evidencia demostrativa sobre el
particular, simplemente quedaría por discurrir en el terreno de la hipótesis,
que de ser cierta la información de que el implicado participó de reuniones en
diferentes unidades de tiempo y lugar, durante el lapso en que se le
comprobaron alianzas con el Bloque […] para obtener apoyo electoral -período
[…], por cuyo motivo fue investigado y hallado responsable del delito descrito
en el inciso segundo del artículo 340 del Código Penal, tales actividades
corresponderían a una reiteración de actos para el cumplimiento del mismo
objetivo, carentes de facticidad propia para conferirles tipicidad autónoma,
por considerárseles como una unidad jurídica de acción.
Tal ha sido el criterio de la Sala en casos análogos a este , al enfatizar que por
ser la vocación de permanencia un elemento consustancial al delito de
concierto para delinquir agravado, las diversas expresiones del acuerdo de
voluntad en su iter criminis, apenas permiten develar el ánimo del justiciable
de permanecer en el propósito delictivo, sin que se las pueda considerar como
acciones encaminadas a infringir varias veces la misma disposición legal y
tener que ser investigadas y falladas separadamente o en la modalidad de
concurso de delitos, so pena de transgredir los principios de non bis in ídem
y de cosa juzgada.
[…]
Así entonces, atendiendo a la naturaleza de las conductas sub examine, el
propósito perseguido por el autor y los rasgos distintivos del injusto en
cuestión, las diversas actividades que pudo haber realizado el implicado como
afecto a la causa del susodicho grupo armado ilegal, quedan subsumidas o
constituyen expresiones propias de la modalidad agravada de la asociación
delictiva a que se refiere el inciso 2º del artículo 340 del Código Penal, cuyo
nivel de lesividad al bien jurídico tutelado está determinado por la entidad del
aporte y no por la reiteración de acciones, al punto que de llegarse a conferir
tipicidad autónoma a cada una de ellas, se caería en el absurdo de tener que
adelantar tantas investigaciones y producir tantas condenas contra una
misma persona como en reuniones hubiere participado, cuando el designio
de la concertación criminal fue uno solo».
PRUEBA - Las disposiciones del Decreto 2244 de 2011 (por el que se
adicionan funciones al Centro de Memoria Histórica), no tienen eficacia
probatoria en el proceso penal ordinario
«Adviértase en primer lugar, que con independencia de que mediante el
Decreto 2244 de 2011, el Gobierno Nacional haya contemplado algunas
medidas complementarias tendientes a facilitar la reconstrucción de la verdad
histórica en el trámite de la Ley 975 de 2005, dando lugar a una relativa
flexibilidad para demostrar, como medida excepcional no judicial, los hechos
confesados por los postulados en esa jurisdicción, dichas disposiciones no
tienen eficacia probatoria en el proceso penal ordinario, y menos para dar por
cierto hechos respecto de los cuales no hay prueba sobre su existencia
material y objetiva y de contera, que pueden llevar a comprometer la
responsabilidad de terceras personas, a título de autores o partícipes».
AUTO INHIBITORIO - El sujeto no cometió la conducta / AUTO
INHIBITORIO - Inexistencia del hecho
«En atención a que los hechos del proceso penal solo pueden ser resueltos por
la lógica de las pruebas, de donde se determinó en primer lugar, no hubo
intervención del imputado a ningún título en los crímenes que se atribuyen o
puedan atribuir al Bloque […] de las autodefensas durante el período […] en
que fungió como Senador, y en segundo lugar, que las conductas que se le
imputaron tardíamente en condición de partícipe, no tuvieron existencia
material, la Sala se inhibirá de abrir formal investigación y en su lugar,
archivará el expediente, sin perjuicio de que posteriormente se disponga su
apertura, en el evento de que aparecieren nuevas pruebas que lo justifiquen,
en tanto que, esta decisión no hace tránsito a cosa juzgada material, como lo
indica el artículo 328 de la Ley 600 de 2000».
JURISPRUDENCIA RELACIONADA:
Rad: 31653 | Fecha: 01/09/2009 | Tema: FUERO - Congresista: cesación en
el ejercicio del cargo, análisis de la relación con las funciones, alianzas entre
congresistas y paramilitares, caso en que se valora la responsabilidad frente
a los crímenes atribuidos a la organización delictiva
Rad: 27032 | Fecha: 15/09/2009 | Tema: FUERO - Congresista: cesación en
el ejercicio del cargo, análisis de la relación con las funciones, alianzas entre
congresistas y paramilitares, caso en que se valora la responsabilidad frente
a los crímenes atribuidos a la organización delictiva
Rad: 26942 | Fecha: 25/11/2008 | Tema: CONCIERTO PARA DELINQUIR Agravado: con fines de paramilitarismo, alianzas con políticos, unidad de
acción / CONCIERTO PARA DELINQUIR – Delito permanente
Rad: 45625 | Fecha: 17/06/2015 | Tema: CONCIERTO PARA DELINQUIR Agravado: con fines de paramilitarismo, alianzas con políticos, unidad de
acción / CONCIERTO PARA DELINQUIR – Delito permanente
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