LA EXPERIENCIA DEL CAGUÁN - Otra Mirada del Conflicto

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LA EXPERIENCIA DEL CAGUÁN
Alberto Pinzón Sánchez (especial para ARGENPRESS.info)
Llamo experiencia del Caguán, aquel proceso de dialogo y negociaciones entre el gobierno
del Presidente Pastrana 1998- 2002 y las guerrillas de las Farc, realizado entre 1998 y 2002
en la zona desmilitarizada de la región Andino amazónica del río Caguán, y que como toda
experiencia humana ha dejado a ambas partes, ricas enseñazas de todo tipo.
La primera y más importante consideración que se debe hacer al iniciar su evaluación, es
tener en cuenta que el proceso actual de Transnacionalización de la economía colombiana y
profundización de la Dependencia tanto económica como política y militar del Estado
colombiano con respecto al gobierno de los Estados Unidos, se había iniciado 25 años atrás.
Además, que la actual guerra contrainsurgente se había iniciado en 1964 durante el
gobierno conservador de Guillermo Valencia, con el bombardeo contra 48 campesinos de
las regiones agrarias de Marquetalia, el Pato y el río Guayabero, mediante un plan militar
de guerra aérea y helicotrasportada llamado Laso (Latin American Security Operation)
diseñado en la embajada de los EEUU en Bogotá. Guerra contrainsurgente que, a su vez
había tenido 2 intentos serios de solución por la vía de los acuerdos que terminaron
frustrados, como fueron los procesos de 1984 con el presidente Betancur y en 1991 con el
presidente Cesar Gaviria. Era pues un tercer intento de solucionar mediante diálogos y
acuerdos lo que se ha dado en denominar el histórico conflicto social y armado de
Colombia.
Lo segundo, es ver cómo durante toda la experiencia del Caguán, los aspectos internaciones
o externos dominados por la política estadounidense, se sobrepusieron a los aspectos
internos o domésticos de Colombia, hasta llegar a sobre-determinarlos. :
El antecedente más inmediato es el gobierno liberal de Samper, quien pretendió adecuar los
excesos neoliberales y aperturistas de su antecesor Cesar Gaviria, adelantando una política
macro económica heterodoxa de neoliberalismo con rostro humano. Sin embargo, su
administración se vio envuelta desde su inicio en el conocido escándalo de la financiación
de su campaña presidencial por parte del narcotráfico, conocido como el proceso 8.000,
destapado por su adversario conservador Pastrana y utilizado hábilmente por el gobierno de
los Estados Unidos para obtener todo tipo de concesiones económicas, políticas y militares
favorables a su política exterior; sumiendo toda esa administración en una prolongada crisis
de gobernabilidad y debilidad del Poder central frente a los poderes regionales, la mayoría
ya dominados por los narco paramilitares y sus aliados en asenso, y frente a los cuales
Samper debió darles innumerables prebendas y concesiones para poder concluir su
tambaleante y condicionado gobierno. Pese a todas las concesiones obtenidas, el gobierno
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de los EEUU catalogó a Colombia como país paria, lo des certificó y le quitó la visa al
presidente Samper
El general Harold Bedoya Pizarro, ministro de defensa del gobierno Samper, comandante
del ejército y luego de las fuerzas militares, ampliamente conocido por sus vinculaciones
con la estrategia paramilitar del Estado, a nombre de sus subordinados dijo que se sentían
“deshonrados” con su presidente y le negó autoridad moral para darles ordenes, mientras
continuó profundizando el plan estratégico contrainsurgente de expansión paramilitar, y sus
aliados políticos locales y regionales de ambos partidos a quienes unos años después el
mundo conocería como los para-políticos, recibieron del gobierno todas los auxilios
presupuestales posibles para que declaran inocente al presidente Samper en el juicio
político que la Fiscalía inició ante el Congreso. Así mismo los grandes empresarios
colombianos llamados “cacaos”, condicionaron su apoyo institucional a cambio de políticas
favorables a sus respectivos negocios agrícolas ganaderos, bancarios e industriales.
Por su parte las Farc, que después del bombardeo a Casa Verde ordenado por el presidente
Cesar Gaviria, el día de la convocatoria a la asamblea constituyente de 1991, se habían
reorganizado en la región de los ríos Caguán y Yarí; aprovecharon la situación general para
iniciar una serie de ataques exitosos y copamientos a bases y puestos militares ubicados en
las selvas andino amazónicas colombianas, que fueron sobre dimensionados por los medios
de comunicación del régimen y sus intoxicadores de opinión, quienes vieron en la guerrilla
de las Farc, el fantasma de un salto militar hacia una guerra de posiciones inexistente, que
amenazaba seriamente no solo al Estado colombiano sino la seguridad hemisférica. Pero
cuyo objetivo inmediato consistía en aumentar las aprehensiones dentro de los círculos
políticos y militares gobernantes en EEUU, con el fin de justificar la preparación un plan
político militar, que respondiera a semejante amenaza. Así en las oficinas de planeación del
complejo militar industrial y financiero norteamericano, empieza a configurarse el Plan
Colombia.
Pastrana asesorado por sus tres mas importantes tecnócratas trasnacionales graduados en
Harvard, Luis Alberto Moreno ligado al BID, el diplomático Guillermo Fernández de Soto
y el ingeniero planificador Jaime Ruiz Llano, elabora una propuesta electoral para superar
el llamado narco-escándalo 8.000, la violencia y la recesión del gobierno de Samper.
Superar la inflación y reabrir los canales de financiamiento e inversión extranjera, sin
modificar el neoliberalismo establecido; centrando su promesa electoral en una pronta paz
con las Farc. En un país así, no fue difícil en 1998 su triunfo electoral frente a Horacio
Serpa, el candidato liberal ligado estrechamente al samperismo.
Mientras tanto en los EEUU, los más altos cargos de la segunda presidencia de Bill Clinton
(1997 - 2001), el ex jefe del comando Sur y a la fecha zar antidrogas general Barry Mc
Caffrey, junto con el jefe del comando sur general Charles Wilheim, sostenedores de una
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línea dura antinarcóticos y contrainsurgente, acordaban con la secretaria de Estado
Madeleine Albright y su subsecretario para asuntos políticos Thomas Pickering; sostener
diálogos de paz combinados con una fuerte presión militar que exigía una profunda
reingería del ejercito colombiano, lo cual se conoció en Colombia con la famosa frase suya
de “zanahoria y garrote”. Esta línea estratégica y su financiamiento fueron discutidos
ampliamente en los altos círculos políticos estadounidenses, hasta que finalmente se aprobó
mediante un acuerdo bipartidista entre demócratas y republicanos.
La primera de muchas otras visitas diplomáticas del nuevo presidente Pastrana, fue a
Washington para hablar con el presidente Clinton, y el plan de desarrollo social prometido
a los colombianos durante la campaña electoral, plasmado en un documento por el jefe de
planeación nacional Jaime Ruiz Llano, es también llevado a Washington para ser
concensuado en inglés directamente con la Sra. Albright, según el acuerdo bipartidista
estadounidense. El resultado fue la versión en ingles de 1999 titulada Plan Colombia, que
debió ser explicada a los colombianos infinidad de veces por el propio presidente Pastrana.
Posteriormente en 2001, cuando las conversaciones del Caguán estaban en su etapa
terminal, se le agregó al inicial Plan Colombia una tercera estrategia, la antiterrorista
ordenada por el nuevo presidente de los EEUU Bush. Los guerrilleros dejaron de ser narcoguerrilleros, para convertirse simplemente en terroristas.
Los contactos hechos por Pastrana durante la campaña electoral con la dirigencia de las
Farc, se concretaron en 5 acuerdos principales: Uno, desmilitarizar 5 municipios de la
región del Caguán conocida como “la zona desmilitarizada” donde instalar oficialmente
una mesa de diálogos y negociaciones de paz entre el Estado y las Farc. Dos, desarrollar los
diálogos y las negociaciones en medio de la guerra fuera de la zona desmilitarizada. Tres,
definir una agenda común de negociaciones. Cuatro, alcanzar acuerdos mínimos para un
nuevo Estado por medio de trasformaciones estructurales. Quinto, conformar una comisión
internacional facilitadora integrada por delegados de Canadá, Cuba, España, Francia, Italia,
México, Noruega, Suecia, Suiza y Venezuela
Inicialmente, el presidente Pastrana logra obtener importantes apoyos de los llamados
gremios económicos, los partidos políticos y un sector de los militares, además de generar
grandes expectativas en la comunidad internacional. Pero pronto y a medida que el tan
accidentado proceso de negociaciones se desarrolla, estos apoyos internos se convierten en
franca oposición y hasta en una división dentro del régimen gobernante.
Existen diversas cronologías periodísticas, sobre los abundantes hechos acaecidos entre el 7
de enero de 1999 día de la instalación oficial de la mesa en San Vicente y el 21 de febrero
de 2002, fecha de la terminación oficial del llamado proceso de paz del Caguán. Algunas
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por no decir la mayoría, francamente sesgadas y viciadas, muy interesadas en favorecer la
imagen del gobierno colombiano. El hecho de que no exista una cronología objetiva ni
confiable de semejante experiencia, y que aún está por hacerse, constituye una dificultad
adicional a la valoración de esta experiencia histórica.
Sin embargo en la cronología condensada que anexo al final de este análisis; lo que puede
observarse a primera vista, es una serie ininterrumpida de improvisaciones y amenazas
burdas de parte y parte, que desde un principio auguraban su fracaso. Más notorias en la
parte gubernamental encargada de la dirección del proceso. Por ejemplo, en el juego
vicioso de prorrogar nueve (9) veces la zona de distensión durante todo el proceso. Y
mientras los voceros de las Farc acusan al gobierno de ser complaciente con la expansión
por todo el país de los paramilitares y sus masacres; el gobierno y los paramilitares acusan a
las Farc de usar la zona de distensión para continuar delinquiendo y fortalecerse.
Este fue el resultado obvio, del grave error bilateral de iniciar formalmente un proceso de
paz para solucionar un conflicto social y armado tan complejo y antiguo como el de
Colombia, en un escenario llamado “negociaciones en medio de la guerra”, que dejaba
entrever además de la desconfianza mutua, una agenda oculta de ambas partes para sentarse
a negociar con la intensión de ganar tiempo y obtener en una mesa las ventajas que no
obtuvieron con las armas. La prueba de ello es que ambas partes después del fracaso, aún se
acusan mutuamente y se recriminan amargamente el haber sido “engañadas” por la
contraparte.
Pero además de las sobredeterminación de la política exterior estadounidense del Plan
Colombia y de la división interna dentro de su clase dirigente; un observador
desapasionado puede encontrar otros desaciertos en la conducción del proceso, tales como:
1- La burda y tradicional asociación entre elecciones presidenciales y proceso de paz
2- La carencia de un Tercero adecuadamente definido.
3- El desfase entre las promesas electorales plasmadas en una agenda de negociación y las
posibilidades reales de trasformaciones estructurales de la sociedad que un proceso de este
tipo demandaba. Es decir la consideración de la negociación como un pequeño asunto de
poder y no como una negociación integral de un conflicto armado, también social.
4- Los intereses económicos, políticos y militares de los llamados en Colombia “enemigos
de la paz”, quienes alimentan el conflicto o “aceitan” la maquinaria de guerra.
5- La carencia de un escenario de justicia y reparación de víctimas del conflicto.
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6- El uso de los medios de comunicación de masas como armas de guerra, en lugar de
utilizarlos para generar un clima de distensión y creación de confianza mutua entre las
partes.
7- La confusión semántica deliberada que se hizo del concepto de paz, hasta reemplazado
en el léxico oficial por el de seguridad.
8- Por ultimo la inercia de siglos de violencia política para resolver sus disputas que
tenemos la mayoría de los colombianos en la conciencia social, sintetizada en el argumento
todavía vigente de ”la razón de la fuerza”, en lugar de usar la fuerza de la razón.
Ahora bien, no todo en el Caguán fueron fallas o yerros. También hubo aciertos y aspectos
positivos que deben ser valorados adecuada y positivamente, dentro de los cuales se pueden
destacar:
1 La firma oficial entre las dos partes de la Agenda Común firmada 4 meses después de
iniciada la negociación el 6 de mayo de 1999, y la visita ese mismo día de una delegación
del congreso de los EEUU a la zona de distensión.
2 La entrevista del jefe de la bolsa de New York Richard Grasso con Manuel Marulanda y
demás voceros de las Farc, en el Caguán, el 26 de junio 1999
3 La asistencia de 27 representantes de países el mundo a la mesa temática de los Pozos el
29-30 de junio de 1999.
4 El ciclo de Audiencias Públicas iniciada el 3 de diciembre de 1999 en donde participaron
más de 25.000 colombianos.
5 La tregua unilateral decretada por las Farc en diciembre de 1999
6 La gira por Europa de los voceros de las Farc y del gobierno en febrero 2000
7 La visita por parte de una comisión de compañías multinacionales a Manuel Marulanda y
demás voceros de las de las Farc, el 3 marzo de 2000.
8 El acuerdo de los Pozos del 8 de febrero 2001 para reorientar el proceso.
9 La entrega de 62 menores de 15 años militantes de las Farc, el 15 de febrero 2001
10 El intercambio y liberación de 55 militares retenidos por las Farc y 11 guerrilleros
presos el 16 de junio de 2001
11 La liberación unilateral de 242 policías y militares retenidos por las Farc el 27 de junio
2001.
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12 El informe de la comisión de Personalidades llamada por la prensa de los Notables, el 27
de septiembre de 2001, donde se hicieron una serie de recomendaciones para controlar el
asenso del paramilitarismo, disminuir la confrontación y reorientar el proceso de la
negociación en un escenario de tregua bilateral con un proceso constituyente final.
13 El acuerdo de San Francisco de la Sombra firmado el 5 de octubre de 2001 para entrar a
estudiar un posible cese de fuegos y hostilidades.
14 El papel jugado por la comisión facilitadora internacional al final del proceso, para
evitar su inminente ruptura; especialmente del asesor de la ONU James Lemoyne.
Como consecuencia inmediata de la ruptura del proceso de paz, el conflicto social y armado
de Colombia se recrudece. Las fuerzas Militares una vez reorganizadas y rearmadas bajo
los parámetros estadounidenses del Plan Colombia, inician una ofensiva general contra las
Farc y estas también recrudecen sus acciones. La estrategia Paramilitar del Estado continúa
su expansión de terror por toda la geografía del país completando su total fusión con el
narcotráfico y con los poderes políticos locales y regionales, hasta lograr la captura casi
total del aparato Estatal.
Y sobre el hastío del fracasado proceso del Caguán y del malestar de una población
castigada con la situación económica y social catastrófica, como la descrita a finales del
2001 por la asociación nacional de instituciones financieras ANIF; Álvaro Uribe Vélez, el
más claro partidario de continuar la guerra contrainsurgente del Plan Colombia hasta lograr
la derrota militar de la Insurgencia, apoyado por Pastrana y todo el partido conservador,
monta su candidatura presidencial mediática y el golpe de opinión electoral que en mayo
del 2002 lo lleva a la presidencia de Colombia. Y en agosto del mismo año, los
conservadores triunfantes forman parte esencial del bloque de gobierno prolongado de 8
años de Uribe Vélez.
Dos años antes, el 22 de noviembre del 2000 Pastrana había conformado un frente común
por la paz para apoyar el proceso de paz del Caguán y entre sus miembros más destacados
estaban los barones electorales del su partido conservador como Mario Uribe Senador
antioqueño, primo y mentor del futuro presidente Uribe Vélez, y Ciro Ramírez Senador por
Boyacá, quienes en abril del 2008, fueron condenados a prisión por la Corte Suprema de
Justicia, dentro del escándalo de la llamada narco- para- política que involucró 69
congresistas de todos los partidos políticos gobernantes. También de este frente común
formó parte el político liberal Luis Guillermo Giraldo Hurtado, negociador del gobierno
Pastrana en el Caguán, luego promotor del referendo para hacer elegir por segunda vez a
Uribe Vélez, quien igualmente fue encarcelado en junio del 2010, por corrupción, falsedad
ideológica y fraude.
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Entonces, cuando a comienzos de agosto del 2005, Uribe Vélez para devolverle los favores
recibidos, nombra a Pastrana su embajador plenipotenciario ante el Gobierno de los EEUU;
el vocero de las Farc en el Caguán Raúl Reyes, pudo decir en una entrevista concedida al
periodista sueco Dick Emanuelsson que, “el presidente Pastrana no había desarrollado ni un
solo punto de la agenda común pactada en el Caguán, para pavimentarle el camino a Uribe
Vélez”.
La política en Colombia desplazada de su ambiente natural a los medios de comunicación,
propiedad de los grupos Prisa y Planeta, dos multinacionales españolas estadounidenses
que los usaron como medios de propaganda de un gobierno totalmente sometido a sus
intereses; satanizaron la hermosa voz nativa “Caguán”, con la que los indígenas de esa
región del piedemonte amazónico del sur de Colombia, llamaron en su mito de origen a ese
río tormentoso; hasta volverla sinónimo castellano de engaño guerrillero.
¿Pero, por qué razón el gobierno de Pastrana desmilitariza y entrega a las Farc, una zona
tan grande como la del Caguán, cuando Manuel Marulanda a nombre del secretariado de
esa guerrilla, había pedido solamente la cabecera municipal de San Vicente? Era una
pregunta que se hacían asombrados muchos expertos militares y en resolución de conflictos
internacionales. Nadie sospechaba, porque era un secreto diplomático muy bien guardado
que salió a flote el 6 de diciembre de 2007, en una trifulca típica entre Uribe Vélez y
Pastrana, cuando este debió declarar públicamente que había sido una imposición del
gobierno Clinton, como una parte esencial del desarrollo del Plan Colombia.
Fue entonces cuando quedó demostrada plenamente la táctica bifronte colombo
estadounidense que hemos venido explicando, encaminada por un lado a tomar aire político
y realizar la reingeniería militar urgente a las fuerzas militares colombianas golpeadas por
las tomas guerrilleras de las bases militares en el sur del país, relanzando la eterna
monserga militarista de “ahora si los vamos a derrotar” y por otro lado, mostrar que las
Farc no tenían la capacidad para dirigir una determinada zona territorial que sus victorias
militares sobredimensionadas anunciaban, y mucho menos gobernar un Estado tan
complicado como el colombiano.
Y para los casos bien previstos de que la guerrilla no aceptara convertirse en una “fuerza
erradicadora de matas de coca ” como se tenía planeado, o que los diálogos de paz
desarrollados bajo la extraña condición de dialogar en medio de la guerra fracasaran, como
en efecto sucedió; se tenía la justificación política perfecta para iniciar una intensa campaña
propagandística encaminada no solo a satanizar moralmente la guerrilla convertida en
narcoterrorista, según la doctrina Bush de la guerra antiterrorista, sino a transformar el
aborrecible delito del secuestro, en el peor delito de la humanidad, que tapara peores delitos
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de lesa humanidad y del Terrorismo de Estado cometidos en Colombia para desaparecer
más de 30 000 civiles indefensos, como los hornos crematorios, los charcos de caimanes,
las fosas comunes y los llamados Falsos Positivos, usados en Colombia por el fascismo en
su inútil guerra contrainsurgente, y que hoy una década después de la experiencia del
Caguán, pavoridos contemplamos.
Así, la clara asociación o vínculo directo existente entre la imposición del Plan Colombia y
su geoestrategia Imperial de los EEUU para la región andina, ocurrido en paralelo y
mientras se desarrollaban los diálogos y negociaciones del Caguán, sospechosamente
desapareció en los análisis serios de la situación colombiana:
Los excelentes análisis de todo tipo, que desentrañaron y disecaron minuciosamente la
mayoría de elementos contradictorios del Plan Colombia y lo caracterizaron adecuadamente
como una ley extraterritorial del Congreso de los EEUU, logrando su repudio masivo e
internacional; inexplicablemente dejó de relacionarse objetivamente con los dos fenómenos
sociales trascendentales acaecidos en Colombia mientras se desarrollaron los diálogos y
negociaciones del Caguán : Uno, la prolongada crisis económica y política de
gobernabilidad de las administraciones de Samper y de Pastrana y dos, la salida fascista a
esta crisis, mediante el asenso definitivo y captura del aparato Estatal por parte del narcoparamilitarismo, conducido y hegemonizado por Uribe Vélez con su clase social lumpenburgués en asenso, y enmarcada en el reordenamiento geoestratégico neoliberal e
imperialista en la región andino amazónica contemplado en el Plan Colombia /Iniciativa
Regional Andina.
Hoy una década después de la experiencia del Caguán, buscando síntesis que la haga
legible viene a mi memoria una imagen de la táctica viciosa que necesariamente tenía que
encaminar la experiencia del Caguán al fracaso: Es la opinión contundente dada
personalmente al director de la ONG indepaz Camilo González Posso por Alonso López
Caballero, el hijo delfín de López Michelsen, el más grande augur de la oligarquía
militarista y “gringófila” de Colombia, cuando nombrado por Pastrana en las negociaciones
del Caguán como representante del Estado, mejorando a su padre le sentenció : “Hablar sin
negociar y pararse a tiempo, para luego derrotarlos y volver a dialogar con los que queden”.
Así, la clase dirigente del Estado colombiano y sus asesores estadounidenses, persiguiendo
durante una larga y perdida década esta quimera, mitad política y mitad militar, ha llegado
a diciembre del 2010, teniendo que reconocer oficialmente la triste evidencia de que las
fuerzas militares que consumen el 5% de un PIB tan reducido como el de Colombia,
durante el año 2010 han sufrido 2.500 bajas, entre ellas 450 muertos. Cifra superior a la
registrada en 2002 cuando se presentaron 2.236 y a la del año anterior (2009) que fue de
2.320 bajas. Y que durante el mismo año, un total de 69 estructuras activas de las Farc
tuvieron acciones armadas en 184 municipios con más de 400 combates, entendido este,
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como una acción militar de choque entre dos estructuras enemigas por más de 120 minutos.
Lo cual quiere decir que las guerrillas de las Farc durante el 2010, le ocasionaron 250 bajas
entre muertos y heridos a la fuerza pública cada mes. Más de ocho víctimas por día. Una
cada tres horas. 1, 5 muertos cada día. Mientras en el mismo periodo, las fuerzas militares
dicen haber abatido positivamente 453 guerrilleros de las Farc y capturado 1. 252.
Tan desolador panorama, nos impone necesariamente tener que aceptar que después de una
trágica y perdida década de sangre y lodo, padecida por el pueblo colombiano, llegamos a
la única conclusión posible que existe para solucionar diplomática y civilizadamente, el
conflicto social y armado de Colombia: Regresar a un escenario sistémico de paz como el
esbozado por la comisión de personalidades o notables y de la cual formé parte en
septiembre del 2001, que contempla: 1- Una tregua bilateral militar como política para toda
la insurgencia colombiana, es decir tanto para las Farc como para el ELN .2-Una discusión
amplia y democrática sobre la base de la agenda común ya firmada en la aldea de la
Machaca por el Estado y las Farc en mayo del 2001, sin perjuicio de considerar otros temas
nuevos que hayan podido surgir en esta década, y 3-Una Asamblea Nacional Constituyente
refrendataria de los acuerdos sociales alcanzados.
17 de diciembre de 2010. 180º aniversario de la muerte del Libertador Simón Bolívar.
Anexo: Cronología resumida de los principales hechos del proceso de Paz del Caguán
Año 1998
El 9 de junio se realiza la primera reunión entre el candidato presidencial Andrés Pastrana y
el jefe de la las Farc Manuel Marulanda, tras una mediación del político conservador
Álvaro Leyva.
El 14 de junio las Farc anuncian su disposición al dialogo con Pastrana, y dos días después
el aún candidato presidencial anuncia su voluntad de despejar varios municipios para iniciar
un proceso de paz con las Farc.
El 7 de agosto en su discurso de posesión como presidente de Colombia Pastrana reitera su
disposición para dialogar con las Farc y le 14 de Octubre por resolución establece la zona
de distensión en los municipios de Mesetas, La Uribe, La Macarena, Villahermosa y San
Vicente del Caguán, con fecha de expiración el 7 de febrero de 1999. Reconoce el estatus
político a las Farc y pide suspensión de las ordenes de captura contra Raúl Reyes, Joaquín
Gómez y Fabián Ramírez designados por las Farc como sus voceros.
El 7 de noviembre, las Farc solicitan el retiro de los 130 militares del batallón cazadores de
San Vicente del Caguán para iniciar las conversaciones.
El 13 de noviembre por orden presidencial los militares se retiran en medio de roces y
protestas de los altos mandos de las fuerzas militares, y el comisionado de paz Víctor
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Gumersindo Ricardo debe declarar públicamente que no reconocerá estatus de beligerancia
a las Farc.
El 25 de noviembre el presidente Pastrana pide a las Farc un alto al fuego para las
festividades navideñas. Dos días después estas responden proponiendo un canje de militares
retenidos en su poder, por guerrilleros encarcelados.
El 6 de diciembre Carlos Castaño el jefe de los paramilitares acoge la idea presidencial de
la Tregua y extiende públicamente la propuesta a todos los llamados actores del conflicto
armado colombiano.
El 14 de diciembre el comisionado de Paz Ricardo y el jefe de las Farc Manuel Marulanda
acuerdan iniciar las conversaciones el próximo 7 de enero de 1999.
El 15 de diciembre se reúnen secretamente en Costa Rica, en la residencia de Álvaro
Leyva, el director del Departamento de Estado para asuntos Andinos de los EEUU Philip
Chicola, con el comisionado de paz de Colombia Ricardo y el vocero de las Farc Raúl
Reyes, para tratar el tema del narcotráfico y los intereses de los EEUU durante el proceso
de Paz que se abre en Colombia.
El 26 de diciembre de 1998 las Farc comienzan a ejercer control sobre la zona de
distensión.
Año 1999
El 7 de enero, el presidente Pastrana instala oficialmente en San Vicente del Caguán la
mesa de negociación en un escenario caracterizado por los medios de comunicación como
“negociación en medio de la guerra”. El jefe de las Farc Manuel Marulanda no asiste a la
ceremonia por razones de seguridad delegando en el vocero Joaquín Gómez la lectura de su
discurso de instalación de la mesa. La gran prensa caricaturiza el hecho como “la silla
vacía” y la revista Semana dice que “es un vaticinio de lo que vendrá más adelante para el
proceso de paz instalado”.
El 19 de enero, 11 días después de instalada la mesa de negociaciones, tras una serie de
masacres realizadas por los paramilitares, las Farc anuncian la “congelación” de las
conversaciones hasta tanto que no se conozcan los informes oficiales sobre la lucha contra
los paramilitares, sin embargo el 25 de enero, el vocero Raúl Reyes se reúne con María
Emma Mejía y Nicanor Reyes enviados como representantes por el gobierno de Pastrana y
acuerdan continuar trabajando en una solución política del conflicto y en una adecuada
explotación de los recursos naturales con programas productivos.
El 5 de febrero, el presidente Pastrana autoriza oficialmente la ampliación por 90 días de la
zona de distensión. Ese día en rueda de prensa el vocero Raúl Reyes dice que las Farc
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consideran a lo militares retenidos como “prisioneros de guerra” y pide muestras de la
voluntad presidencial para combatir a los paramilitares.
El 3 de marzo, se encuentran en el estado venezolano de Apure, frontera colombo
venezolana, los cadáveres de los ciudadanos estadounidenses Ingrid Washinawatok,
Laheenae Gae y Terence Freitas. 7 días después las Farc reconocen su captura el 25 de
febrero anterior en Cubará Boyacá, junto con su muerte, comprometiéndose a castigar a los
responsables según sus normas internas. El proceso de negociaciones entra en crisis, sin
embargo el 6 de marzo los tres voceros de las Farc se reúnen con el subsecretario general
de las Naciones Unidas, el delegado de la ONU para América latina y África, el
representante de la UNDCP en Colombia, y el alto comisionado para la paz Gumersindo
Ricardo, para tratar el tema de la sustitución de cultivos ilícitos.
El 3 de abril ambas partes piden crear una comisión de acompañamiento Internacional para
el proceso de paz, mientras los paramilitares acusan públicamente a las Farc de estar
aprovechando la zona de distensión para fortalecerse.
El 8 de abril los voceros de las FARC y el comisionado de paz Ricardo se reúnen para tratar
la crisis de los diálogos y el 18 de abril ante el estancamiento del proceso, el presidente
Pastrana condiciona la prórroga de la zona al reinicio del proceso de negociación.
El 20 de abril el gobierno Pastrana y las Farc reanudan las conversaciones y los miembros
de la mesa de negociación, presentan el borrador de la agenda única.
El 2 de mayo, el presidente Pastrana en un intento por reactivar el proceso viaja a la zona
de distensión para reunirse con Marulanda y se logra firmar el acuerdo de Caquetania.
Cuatro días después se reanuda el proceso de paz.
El 6 de Mayo 1999, el gobierno Pastrana y las Farc, publican firmada por los representantes
del Estado Víctor Gumersindo Ricardo, Fabio Valencia Cossio, María Emma Mejía,
Nicanor Restrepo, Rodolfo Espinosa Meola y los voceros de las Farc Raúl Reyes, Joaquín
Gómez y Fabián Ramírez; la Agenda Común por el Cambio hacia una Nueva Colombia de
12 puntos, y el presidente Pastrana anuncia una veeduría internacional para los diálogos de
paz. Una comisión del Congreso de los EEUU visita la Zona de distensión.
El 26 de Mayo en horas de la tarde, 14 altos oficiales de las fuerzas militares de Colombia,
junto con el ministro de defensa Rodrigo Lloreda, renuncian a sus cargos en protesta por la
zona de distensión y el manejo que se le está dando al proceso de paz.
El presidente Pastrana logra controlar la crisis militar y el 7 de junio prorroga una vez la
zona de distensión, hasta el 7 de diciembre.
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El 18 de junio, las Farc congelan el diálogo por estar en desacuerdo con el gobierno del
presidente Pastrana acerca de la creación de una comisión de verificación que reciba
denuncias de la comunidad sobre violaciones en la zona desmilitarizada de los Derechos
Humanos, porque estos son responsabilidad del Estado .El gobierno retira la propuesta ante
el anuncio de las Farc.
El 22 de junio la Fiscalía General de la Nación suspende temporalmente las órdenes de
captura contra los voceros de las Farc Raúl Reyes, Fabián Ramírez y Joaquín Gómez
El 26 de Junio en San Vicente del Caguán, ambas partes se reúnen con Richard Grasso,
presidente de la Bolsa de Valores de Nueva York, el Vicepresidente Halan Murvary, James
Esposito y el ministro de hacienda de Colombia Juan Camilo Restrepo. En la reunión se
hace una exposición sobre las políticas del gobierno Pastrana. Posteriormente se presentan
como representantes del Estado para las negociaciones de paz, al senador Fabio Valencia
Cossio, Juan Gabriel Uribe y el empresario Pedro Gómez Barrero.
Los días 29 y 30 de junio, diplomáticos de 27 gobiernos de países del mundo asisten en la
población de los Pozos a la Mesa Temática sobre sustitución de cultivos ilícitos,
eliminación del narcotráfico y el Plan Colombia. Los asistentes se comprometen a apoyar
política y económicamente el eventual proceso de paz.
El 20 de septiembre el presidente Pastrana anuncia que su gobierno y las Farc habían
acordado la constitución de tres comisiones, una de ellas de carácter internacional para la
verificación del proceso de paz.
El 16 de octubre los voceros de las Farc y el alto comisionado para la paz Ricardo, se
reúnen en La Macarena y formalizan un acuerdo para instalar la mesa de negociación a
partir del 25 de octubre siguiente en el municipio de la Uribe.
El 24 de octubre representantes del gobierno Pastrana y los voceros de las Farc instalan en
La Uribe la mesa de negociación. También los responsables de los comités temáticos
encargados del seguimiento y discusión de la Agenda Común. Sin embargo, el mismo día
el vocero Raúl Reyes dice que si el gobierno del presidente Pastrana obedece a las
presiones del congreso norteamericano para acabar con la zona de distensión, las Farc
romperán las negociaciones de paz
El 18 de noviembre las Farc reiteran que no aceptan una comisión internacional supervisora
del proceso de diálogo.
El 4 de diciembre se trasmite por la televisión nacional la primera audiencia pública en la
población de Los Pozos. El Comisionado de paz Ricardo explica que básicamente se
buscaba informar a los colombianos cómo será el proceso de paz con participación activa
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del pueblo, presentando iniciativas para realizar reformas políticas, económicas y sociales
que lleven a un acuerdo de paz entre el gobierno y las Farc.
El 6 de diciembre las Farc emiten un comunicado a la opinión pública anunciando una
tregua unilateral de un mes con motivo de la época de Navidad, que se inicia del 15 de
diciembre. El 7 de diciembre, el presidente Pastrana vuelve a prorrogar la zona de
distensión hasta el 7 de junio de 2000.
Año 2000
El 29 de enero el gobierno Pastrana y las Farc reinauguran las negociaciones de paz. Dos
días después los integrantes de la mesa de negociación inician una gira de 33 días por
varios países Europeos que incluye Suecia, Noruega, Italia, El Vaticano, Suiza, España y
Francia
El 3 de marzo varios ejecutivos de multinacionales entre ellos Jim Kinsey se reunen en la
zona de distensión con Manuel Marulanda y los voceros de las Farc. Y los consejeros del
gobierno Jaime Ruiz y Mauricio Cárdenas explican a las Farc el Plan Colombia.
Simultáneamente Carlos Castaño, jefe del grupo paramilitar de las Autodefensas Unidad de
Colombia, en un amplio despliegue periodístico muestra su cara por primera vez. Acepta la
participación suya y de su organización en hechos atroces de terror y dice que su guerra
contra insurgente es financiada por el narcotráfico. Además Castaño propone que su
organización también sea incluida en los diálogos de paz que el gobierno del presidente
Pastrana y las Farc que se llevaban a cabo en la zona de distensión. A raíz de estas
declaraciones se acuña en Colombia el termino “narco-paramilitarismo.
El 26 de abril el presidente Pastrana acepta la renuncia al comisionado de paz Gumersindo
Ricardo y en su lugar nombra su secretario privado Camilo Gómez.
El 29 de abril en un acto ampliamente publicitado, toda la dirigencia de las Farc anuncian
desde la zona de distensión, el lanzamiento de su brazo político clandestino llamado
Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia.
El 16 de mayo, es secuestrada la campesina Ana Elvia Cortés en el departamento de
Boyacá y aparece con un collar bomba en el cuello que al ser desactivado por la policía
explota. El comandante de la policía Rosso Serrano y el presidente responsabilizan a las
Farc. El gobierno suspende el proceso de paz que entra en otra crisis. Posteriormente el
gobierno debe reconocer que no fueron las Farc las responsables de este acto horrendo y el
proceso se reactiva con la prorroga de la zona de distensión, hasta el próximo 7 de
diciembre del 2000.
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El 25 de mayo la comandancia de las Farc recopila y publica 4 leyes: La 01 para la reforma
agraria, la 02 del impuesto del 10% a las empresas con más de un millón de dólares, la 03 o
ley anticorrupción y la cuarta los tribunales de justicia popular.
El 12 de junio una comitiva conformada por el vocero Raúl Reyes el representante del
gobierno Fabio Valencia Cossio viajan a España para asistir al "Seminario Internacional
Sobre el Proceso de Paz Colombiano" , al cual también asiste Antonio García en
representación del Ejercito de Liberación Nacional (ELN).
El 20 de junio ambas partes anuncian un intercambio mutuo de propuestas para lograr un
cese de hostilidades. Actúa como representante del gobierno Luis Guillermo Giraldo quien
se reúne en Caracas con Raúl Reyes y el ministro de exteriores Venezolano José Vicente
Rangel.
E 17 de julio las fuerzas militares de Colombia revelaron un informe en el que destacan
que, desde el inicio de la zona de distensión las Farc habían realizado 45 grandes acciones
armadas, contra 24 municipios periféricos a la zona, obligando el l retiro de la policía
nacional de 10 poblaciones.
Desde septiembre y hasta diciembre, las Farc realizan un paro armado en el departamento
del Putumayo, en protesta por el componente militar del Plan Colombia.
El 26 de octubre el gobierno y las Farc reanudan las conversaciones creando un comité
encargado de aclarar los hechos del secuestro de un avión de Satena realizad el anterior 8
de septiembre, por el preso Arnubio Ramos.
El 7 de noviembre termina el primer ciclo de audiencias públicas y el 14 de noviembre las
Farc anuncian la congelación indefinida hasta tanto el gobierno Pastrana no muestre
resultados positivos en la lucha contra los paramilitares y sus masacres. El 22 de noviembre
Pastrana crea un frente común por la paz, formado por Mario Uribe, Horacio Serpa, Ciro
Ramírez, Antonio Navarro, Samuel Moreno, Luis Guillermo Giraldo y Luis Fernando
Alarcón.
El 6 de diciembre Pastrana una vez más prorroga por 55 días la zona de distensión
Año 2001
El 4 de enero de 2001, el gobierno pide a las Farc aclarar si tienen responsabilidad en el
asesinato del parlamentario Diego Turbay Cote, su madre y cinco personas más, ocurrido el
anterior 29 de diciembre de 2000.
El 14 de enero el vocero Raúl Reyes anuncia la liberación unilateral de policías y militares
como un gesto para fortalecer la mesa. El 17 de enero Manuel Marulanda pide la prórroga
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indefinida de la zona de distensión y resultados concretos en el combate oficial a los
paramilitares para avanzar en los diálogos.
El 23 de enero, el ejército de Colombia moviliza 2500 soldados en Puerto Rico Meta, hacia
los límites de la zona de distensión, El 31 de enero el presidente Pastrana prorroga la zona
desmilitarizada hasta el 4 fe febrero, pero el 3 de febrero vuelve a ampliar el plazo de la
zona hasta el 9 de febrero del 2001.
El 8 y 9 de febrero se reúnen en la localidad de los Pozos, Pastrana y Marulanda para tratar
sobre el intercambio bilateral de prisioneros, la lucha contra los paramilitares, el plan
Colombia y para evaluar, a la fecha, los resultados de todo el proceso de negociaciones.
Tras la reunión, las partes acordaron crear el 'Comité de vigilancia', un comité con
portavoces de las dos partes en la mesa de diálogo que estudie los hechos que afectan la
sostenibilidad de los diálogos y asegure la no interrupción de éstos. También se acuerda
invitar a un grupo de países amigos y organismos internacionales para que visiten
Colombia y apoyen el proceso de conversaciones de paz.
El 12 de febrero, Jorge Briceño conocido como el Mono Jojoy anuncia que las Farc sacarán
a los menores de 15 años de las filas de la organización guerrillera y 3 días después,
entregan al gobierno Pastrana 62 menores de 15 años que la organización armada mantenía
como combatientes.
El 5 de abrillas partes crean la comisión de acompañamiento a la Mesa de dialogo y
negociación, también llamada facilitadora, conformada por delegados de 26 países y
delegados del secretario de las naciones unidad Kofi Annan, de la Unión Europea y la
Iglesia Católica.
El 11 de mayo la mesa de diálogo y negociación, conforma una comisión de
Personalidades, también llamada de los notables, con los nombres de Vladimiro Naranjo,
Ana Mercedes Gómez, Carlos Lozano y Alberto Pinzón Sánchez, con el propósito de
formular recomendaciones para acabar con los paramilitares y disminuir la intensidad del
conflicto. La comisión de los notables entrega su informe el 27 de septiembre de 2001. En
el informe los notables recomendaron entre otras cosas la necesidad de cambiar el esquema
de negociación, empezando por seis meses de cese al fuego bilateral durante el cual se
analizaría y discutiría la agenda para la paz con miras a conformar un escenario
constituyente. .
EL 2 de junio las partes firman el primer acuerdo humanitario para la liberación de policías
y soldados en poder de las Farc y la excarcelación de guerrilleros por el gobierno. El 16 de
junio, las Farc liberan un total de 55 miembros del ejército y la policía nacional que tenía en
su poder y el gobierno por su parte excarcela a once (11) guerrilleros presos.
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Posteriormente, el 27 de junio las Farc anunciaron la liberación unilateral masiva de 242
militares prisioneros como segunda fase del acuerdo de liberaciones.
22 de Julio. La asociación de instituciones financieras (ANIF) publica lo que califica “un
balance negro de los tres años del gobierno Pastrana”, donde señala que en los últimos tres
años la pobreza e indigencia de los colombianos aumentó, la inversión privada cayó, el
desempleo se disparó, el país se endeudó mas con los banqueros internacionales, se
desplomó el comportamiento económico y la inversión extranjera se redujo, y en términos
reales el ingreso y consumo de la gente se deterioró significativamente, y que a pesar del
proceso de negociación de la paz la inseguridad y la violencia crecieron.
El 5 de octubre de 2001 las partes firman el Acuerdo de San Francisco de la Sombra, cuyo
punto principal fue el compromiso de estudiar cuanto antes un alto al fuego y de
hostilidades y el 7 de octubre, Pastrana anuncia otra prórroga de la zona desmilitarizada por
100 días mas, hasta el 2 de enero del 2002.
El 17 de octubre, las Farc en protesta por los controles militares que se realizan en la zona
de distensión se levantan de la mesa de negociación. La Unión Europea emite un
comunicado el 7 de diciembre amenaza a las Farc con suspender las visas y permisos de
permanencia a sus voceros en Europa si el proceso de diálogos se rompe.
El 24 de diciembre el comisionado de paz, Camilo Gómez viaja a la zona de distensión a
reunirse con los voceros de las Farc y continuar los diálogos.
Año 2002
El 3 de enero, después de casi tres meses de suspensión y crisis en la negociación, ambas
partes vuelven a reunirse, sin lograr acuerdos. Pastrana da a las Farc un plazo de 48 horas
para salir de la zona.
El 8 de enero, las partes vuelven a reunirse sin lograr ningún avance después de
recriminaciones mutuas, y el día siguiente el comisionado de paz del gobierno Pastrana da
por terminado el proceso de diálogos. Las Farc dan a conocer el siguiente comunicado:
“8 de Enero de 2002
El Estado Mayor Central de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército
del Pueblo, manifiesta:
Los cambios unilaterales frente a las garantías que le dan sustento a la Zona
Desmilitarizada anunciados en la alocución presidencial el pasado 7 de octubre, son el
principal obstáculo del proceso, y mientras no se revisen será imposible avanzar, como es el
deseo de la mayoría de los colombianos.
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En el transcurso de los tres meses de parálisis del proceso las FARC-EP han presentado
diversas propuestas que no han sido tenidas en cuenta por parte del Gobierno Nacional. Por
el contrario ha extremado las medidas anunciadas, que lo único que generan es
incomodidad y alteración de la vida normal de los pobladores como consecuencia del
control exagerado al ingreso de remesas, medicinas, mercancías y la libre movilización.
Asimismo, hemos escuchado por boca de los representantes del Gobierno y los Altos
Mandos militares la afirmación de que no están dispuestos a negociar ninguna de las
medidas anunciadas por el Presidente en su alocución.
Cabe deducir que lo que se busca con el cambio unilateral de las medidas sobre el
funcionamiento de la Zona es enredar el proceso en el debate de los mecanismos y
procedimientos, para impedir que se aborde en la Mesa la discusión de los temas políticos,
económicos y sociales que preocupan al común de los colombianos, tales como la reforma
del régimen político, el desempleo, la salud, la vivienda, la educación, la redistribución del
ingreso, las reformas pensional y laboral, entre otros.
Mientras el Régimen persista en la idea de unos diálogos limitados a pactar únicamente las
condiciones de rendición de la insurgencia, va a ser muy difícil adelantar el proceso. La
solución política del conflicto social y armado en nuestro país pasa por la realización de
cambios profundos en el sistema económico, y en el régimen político y social que eviten
que Colombia caiga por el despeñadero como ocurrió en Argentina.
Manifestamos nuestra disposición de continuar buscando salidas a la actual situación.
Dentro del espíritu que nos anima, el Comandante Manuel Marulanda el día de hoy ha
enviado una carta al señor Presidente, con una propuesta dirigida a buscar salidas al actual
estancamiento.
Estamos seguros que el señor Presidente sabrá tomar la decisión más conveniente para el
país el próximo 20 de enero.
Estado mayor Central de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Enero 8 de
2002”
El 9 de enero James Lemoyne, representante de Naciones Unidas en Colombia, inicia una
carrera contra el tiempo tratando de evitar la ruptura definitiva del proceso. El 10 de enero,
el presidente Pastrana le concede un plazo de 48 horas para que realice una misión
mediadora que permita rescatar el proceso.
El presidente Pastrana después de reunirse con el frente común por la paz, informa
públicamente que su decisión de mantener controles militares en la zona de distensión y
afirma que no son negociables los retenes militares, los sobre vuelos de aeronaves, la
revisión de remesas y la autorización de la entrada de extranjeros, y pide al pueblo
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colombiano confiar en las fuerzas militares colombianas. Tras una serie de reuniones con
varios diplomáticos y embajadores de lo países facilitadores, el 12 de enero Lemoyne
informa que,”parece inevitable una incursión del ejercito a la llamada zona de distensión”.
El 14 de enero llega al Caguán la comisión de países facilitadores con una propuesta a
ambas partes para evitar el rompimiento definitivo Finalmente en horas de la tarde ambas
partes, gobierno y Farc, emiten un comunicado conjunto agradeciendo a los países
facilitadores, al asesor especial del secretario general de las Naciones Unidas, al Nuncio
Apostólico y al presidente de la conferencia episcopal por la gestión de facilitación
adelantada, que permitió sacar adelante el reinicio del proceso de paz. Asimismo informan
el reinicio de las discusiones hasta el próximo 20 de enero, contando con la presencia de
dos delegados del grupo de países facilitadores y del asesor especial de la ONU.
Entre el 19 y 20 de enero las partes logran un acuerdo sobre un cronograma presentado por
las Farc, para tratar de lograr una tregua antes del 7 de abril.
El 20 de febrero de 2002 un comando de las Farc secuestra un avión de la aerolínea Aires
procedente de la ciudad de Neiva y fuerza un aterrizaje en medio de la carretera que lleva al
l municipio de El Hobo. El comando de las Farc libera los pasajeros pero se lleva
secuestrado al senador Jorge Eduardo Gechem. Después de lo ocurrido, el presidente
Pastrana pone fin a los diálogos de paz.: Emite resoluciones que terminan oficialmente el
proceso de paz con las Farc, les retira el estatus político concedido y los cataloga como
terroristas. Reactiva las órdenes de captura contra todos los miembros de las Farc, termina
la policía cívica que funcionó en la zona desmilitarizada, y ordena a las fuerzas militares
bombardear y retomar militarmente la llamada zona de distensión.
El 21 de febrero de 2002, El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan rechaza
el rompimiento del proceso de paz entre el gobierno Pastrana y las Farc y reitera sus buenos
oficios si las partes lo piden.
El gobierno del presidente Bush, la Unión Europea, los países del llamado grupo de Río y
la OEA, apoyaron la decisión del gobierno Pastrana de terminar el proceso de paz en
Colombia.
APS/ 17. 12.2010
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