Creencias sobre el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación de los docentes de Educación Primaria en México Maestro Javier Andrade Pulido Universidad Autónoma de Tlaxcala Facultad de Ciencias de la Educación Estudiante de Doctorado en Educación [email protected] Teléfono casa: 5558471301 Teléfono cel: 0445529175961 Tlaxcala, Tlaxcala, México Resumen En este ensayo se presentan los rasgos principales de una investigación que se está realizando y se enfoca en el análisis de las Creencias que los docentes de Educación Primaria en México tienen sobre el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en su quehacer dentro del aula. Aproximarse a las Creencias de estos actores educativos puede contribuir a visualizar y comprender las directrices que orientan sus conductas, y permite conocer si se convierten en componentes que ofrecen ventajas o desventajas en el proceso enseñanzaaprendizaje. La metodología empleada es mixta, y se centra en tratar de interpretar y comprender la subjetividad de los profesores que integran el universo de estudio. Debido a que el trabajo es de carácter descriptivo, interpretativo y explicativo, para la recolección de información se utiliza un cuestionario, así como la entrevista en profundidad. Si bien el tema de las Creencias del docente ha sido abordado desde diversas vertientes de la investigación educativa, en lo que se refiere a las que subyacen en torno al empleo de las TIC, los estudios aún son escasos y más en educación básica, lo cual se convierte en una fuerte motivación para llevar a buen puerto esta investigación. Palabras Clave: profesores, creencias, pensamiento, TIC, enseñanza, aprendizaje. Abstract In this paper we present the main features of an investigation being carried out and focuses on the analysis of the beliefs that teachers in primary education in Mexico have about the use of Information and Communication Technologies in their work within the classroom. Approaching the educational beliefs of these actors can help visualize and understand the guidelines that guide their behavior, and allow us to reveal whether become components that offer advantages and disadvantages in the teaching-learning process. The methodology used is mixed, and focuses on trying to interpret and understand the subjectivity of teachers that integrate the universe of study. Because the work is descriptive, interpretive and explanatory, to collect information using a questionnaire and in-depth interviews. While the issue of teachers' beliefs has been approached from several strands of educational research in regard to the underlying around the use of ICT, studies are still scarce and more on basic education, which becomes a strong motivation to make a success of this research. Keywords: teacher´s, belief, thought, TIC, instructional, learning. Introducción A lo largo de estas páginas se muestran las ideas principales que han orientado un estudio acerca de las Creencias que poseen los docentes de educación primaria sobre el uso de las TIC en la enseñanza y el aprendizaje dentro el aula. Este trabajo se inserta dentro de una línea de investigación educativa que se ha venido desarrollando desde los años setenta del siglo pasado, en este caso me refiero al paradigma denominado Pensamiento del profesor (Marcelo, 1987). Baste decir que este modelo permite llevar a cabo la interpretación de las prácticas de los profesores, que incluyen una amplia gama de juicios, expectativas, intenciones y Creencias manifestadas a través de sus conductas o acciones, por lo que se convierten en piedra angular en la interacción con los educandos y, desde luego, con su formación académica. En esta investigación se considera a las Creencias como conocimientos subjetivos, poco elaborados, generados a nivel particular por cada individuo para explicarse y justificar muchas de las decisiones y actuaciones personales y profesionales, que si bien contienen elementos racionales, no se fundamentan completamente sobre la racionalidad, en todo caso sobre los sentimientos, las experiencias y la ausencia de conocimientos específicos del tema con el que se relacionan, lo que las hace ser muy consistentes y duraderas para cada individuo Las Creencias son estructuras mentales que se adquieren desde la niñez y duran toda la vida, y se van formando a través de la experiencia. Si bien son difíciles de modificar, sí son factibles de cambio. Una Creencia se manifiesta en acciones, si no hay acciones, difícilmente se puede catalogar como Creencias, sería otro concepto pero no Creencia. En estrecha conexión con lo anterior, la situación que motivó esta investigación tiene que ver precisamente con las acciones que muestran cotidianamente la mayoría de los docentes durante su quehacer dentro del aula en relación con el uso que dan a las TIC, particularmente en lo que se refiere a la computadora, así como a los recursos y posibilidades que esta ofrece, pues muchos profesores en sus discursos ensalzan las virtudes y ventajas de éstos, pero al aproximarse un poco más a su quehacer es posible observar que sus conductas en el aula, se alejan bastante de lo que afirman “Creer”. Frente a esto, surgen múltiples cuestionamientos: ¿cuáles son las Creencias de los profesores de Educación Primaria en México acerca del uso de las TIC en la enseñanza?, ¿las conciben como un recurso didáctico favorable en su quehacer dentro del aula?, ¿cómo influyen sus Creencias en su práctica educativa?, ¿a qué se debe que muchos docentes dicen “Creer” en las ventajas educativas respecto al uso las TIC dentro del aula, y sus acciones cotidianas se alejan bastante de esta Creencia?, ¿por qué hay docentes que, a pesar de recibir apoyo y ayuda por parte de la SEP y la autoridad escolar, no Creen necesario, práctica y/o importante la utilización de las TIC en su labor educativa? Si bien existe una vasta literatura que aborda el asunto de las Creencias de los profesores, la cual inicia con estudios realizados, en los años setenta, en Estados Unidos y Canadá, intensificándose durante la década de los ochenta y noventa, en España, la mayoría se enfoca a las Creencias sobre aspectos tales como la enseñanza y los procesos cognitivos, la planificación de la enseñanza, evaluación, valoración y toma de decisiones, cuestiones pedagógicas, la vinculación entre la ciencia y la tecnología en la enseñanza (San Martín, 1985; Marcelo, 1987; García, 1987; Gimeno y Pérez-Gómez, 1987; Espino, 1989; Barquín, 1989; Guerra, 1990), y poco se ha dicho acerca del uso de las TIC dentro el aula. También es posible encontrar estudios sobre las Creencias del profesor en diversos niveles escolares en el contexto mexicano, pero casi todos orientados hacia asignaturas específicas como puede ser la enseñanza de la historia o de matemáticas (Elizalde, 2002; Moreno y Azcárate, 2003), así como al pensamiento activo del profesor (Figueroa, 1997), solo por citar algunos. En lo que toca al tema de las Creencias del docente en el uso de las TIC en el aula, en realidad los estudios son escasos, aunque destacan algunos realizados por Acevedo y Mannasero (2005; 2002, 2002a; 2002b; 2000) en torno de las Creencias del profesor pero en relación con la enseñanza de la asignatura de Ciencia, Tecnología y Sociedad. En estos se enfatiza en el desarrollo de actitudes favorables hacia la ciencia por parte de alumnos y profesores, y del diseño de actividades didácticas en el caso de los segundos para fomentar la alfabetización científica. Estos trabajos aportan elementos relevantes para comprender las acciones de los profesores acerca de la relación entre la Ciencia y la Tecnología, y el tipo de Creencias que subyacen en ellas, lo cual, sin lugar a dudas, nos sirve como importante punto de partida, ante la escasa información sobre nuestro objeto de estudio. Por otra parte, el trabajo que aquí se reseña es con una metodología de corte mixto, porque solo mediante este tipo de estudios es posible aproximarse a los fenómenos que son explicados a través de números e índices y a la vez requieren ser analizados como sistemas complejos interrelacionados desde el punto de vista humano. Utilizan la descripción de los hechos en la generación de conocimiento y permite entender los fenómenos del mundo, esto es, las complejas “interrelaciones de causas y consecuencias que dirigen la conducta humana, y la Creencia acerca de los tales fenómenos” (Marcelo, 1987: 166). Así entonces, la metodología mixta al contemplar tanto lo cuantitativo como lo cualitativo, permite potenciar la investigación en diversas áreas del conocimiento, pues se refiere a un estilo o modo para investigar los fenómenos sociales, basándose, sobre todo, en un paradigma humanista y holístico. Esto se lee, “tiene por objetivo la captación y la reconstrucción del significado. Su centro de estudio es lo humano, lo subjetivo y significativo, por tanto, su tarea fundamental es interpretativa y descriptiva” (Schwartz y Jacobs, 1984:75). A la luz de estos planteamientos, y en virtud de que el objetivo de este trabajo consiste en identificar y analizar las Creencias de los docentes de educación primaria sobre la utilización de las TIC en el aula, este estudio es de carácter descriptivo, interpretativo y explicativo, en el cual se utilizará un cuestionario y entrevistas en profundidad como técnicas básicas para aproximarse a las Creencias de los docentes siendo el universo de estudio en tres escuelas primarias con distinta organización que se ubican en la Zona Escolar de Iztapalapa, en la Ciudad de México donde se realiza el trabajo de campo. La razón para elegir a estos centros como parte del estudio radica en la viabilidad para obtener la información requerida, pues en primer lugar es una zona de fácil acceso, lo cual implica reducir los tiempos y costos de traslado para trabajar con los profesores. El universo de estudio contemplado en esta investigación estará integrado, de manera inicial por 50 profesores pertenecientes a tres modalidades distintas de escuelas primarias (escuela regular, de tiempo ampliado y de tiempo completo), ubicadas en el Distrito Federal. Esta selección responde a que en cada una de estas modalidades el énfasis que se hace acerca del uso de las TIC en el aula es distinto. Baste señalar que en el caso de las escuelas regulares, en la gran mayoría, los profesores titulares de cada grupo son los mismos que se encargan de trabajar sus asignaturas utilizando y apoyándose con computadoras, mientras que en las escuelas de tiempo ampliado y tiempo completo existe un docente dedicado única y exclusivamente a apoyar el proceso enseñanza-aprendizaje de los profesores, impartiendo el “Aula de Computación” en todas las asignaturas. Cabe precisar que se eligió la entrevista en profundidad debido a que mediante ella es posible captar la variedad de significados que las personas atribuyen a sus pensamientos y acciones, y como investigador solo podemos hacerlos accesibles situándonos desde el punto de vista de ellas. Asimismo, si bien es cierto que el paradigma en que se inserta este trabajo es el denominado Pensamiento del profesor, para efectos de llevar a cabo los análisis respectivos, el fundamento teórico se enriquece con otras aportaciones, entre las que destacan: la conceptualización de las Creencias que realiza Ortega y Gasset (1986), así como los tres tipos de Creencias que orientan las acciones, propuestos desde la Teoría del Comportamiento Planificado (Theory of Planned Behavior) (Reyes y Martín, 2004). Las Creencias Las Creencias como objeto de estudio han sido abordadas desde diversas disciplinas como la Antropología, la Sociología, la Psicología Social y la Filosofía, sólo por mencionar algunas. Debido a esto es posible encontrar una multiplicidad de definiciones que dan cuenta de sus características primordiales. De los antropólogos que han hecho importantes contribuciones al estudio de las Creencias, sobresalen Evans-Pritchard (1976) y Clifford Geertz (1987). Al interpretar el sistema de magia de los Azande, el primero entendió la importancia de la intervención de factores casuales, que se apartaban del orden cotidiano de las cosas, sus Creencias. Evitó etiquetar tales concepciones como falsas o irracionales, destacando que debían ser explicadas en sus propios términos. En consecuencia, evitó separar los elementos mágicos de la religión. Por otro lado, Geertz (1996) al estudiar la religión como sistema cultural, enfatizó la relevancia de las Creencias en la adaptación a entornos sociales distintos. A pesar de las aportaciones de estudios antropológicos particulares, el concepto de Creencia se daba por sentado y no había un esfuerzo significativo por definirlo. Fue la sociología europea contemporánea, la encargada de sistematizar la noción. Al respecto, Hervieu-Léger, Danièle (2005) señala que la acción de Creer se puede entender como el conjunto de convicciones, individuales y colectivas, que no se desprenden de la verificación ni de la experimentación, pero encuentran su razón de ser en el hecho de que dan sentido y coherencia a la “experiencia subjetiva de quienes las mantienen” (p.122). Desde esta perspectiva, la noción de Creer implica a la de Creencia, pues en ella se incorporan, además de los objetos ideales de la convicción (las Creencias propiamente dichas), todas las prácticas, los lenguajes, los gestos y los automatismos espontáneos en los cuales se inscriben estas Creencias. De ahí que, “el Creer es la Creencia en actos, es la Creencia vivida” (HervieuLéger, 2005:122). La propuesta sociológica de Hervieu permite entender por qué, cuando se hace referencia a los sistemas de Creencias en ellos se destaca una manera de dar sentido y coherencia a la subjetividad, y al mismo tiempo se convierten en un aspecto fundamental de la identidad, que ubica al sujeto con respecto a quién ha sido, quién es y quién aspira ser. De este modo, “la creencia es algo que forma parte de un acto consciente y que define a la persona ante sí misma y ante los demás” (Hervieu-Léger, 2005: 126), en tanto que ha suscrito determinados conceptos y nociones como verdaderos y reales. Por otra parte, desde la Psicología Social las Creencias con vistas como conceptos proposicionales que señalan el grado en que un objeto posee determinada característica y sobre las que es posible estimar acuerdo o veracidad. Se trata, por lo tanto, de elementos del sistema cognitivo que se organizan en la memoria según leyes que son independientes del referente al que pertenecen, establecen la existencia de una relación entre dos elementos, se modifican en función de la información nueva y afectan a otras Creencias (Worchel, Cooper, Goethals y Olson, 2002). En lo que corresponde al pensamiento filosófico, destacan las aportaciones de Ortega y Gasset (1986), quien entiende a las Creencias como “ideas básicas” que no surgen en un momento determinado en el hombre, sino que forman parte de él en tanto ser que existe, y se convierten en “el continente de nuestra vida”. Según este autor, las Creencias son posiciones, convicciones sobre el mundo y la realidad que se asumen de manera inconsciente, lo que significa que allí no existe un proceso de reflexión, o de razonamiento, para adoptarlas sino que se vive en ellas, se cuenta con ellas; y se confunden con la realidad misma. Con las Creencias se cuenta y se está en ellas. Así entonces, las Creencias no surgen en tal día y hora dentro de nuestra vida, son elementos contenidos en ella, por lo que “no son ideas que tenemos sino ideas que somos” (Ortega y Gasset, 1986: 67). Precisamente en esto radica su “continentalidad”, ya que las Creencias no se formulan, son parte integrante del ser, viven con él. De hecho, la existencia del hombre, su vida misma, depende de las Creencias en las cuales él se encuentre. Ese conjunto de Creencias, indican al hombre el camino a seguir, es el conjunto de las ideas que marcan una época, por lo tanto, son ciertas, tienen que ser “verdaderas”, aunque más tarde se demuestre lo contrario. En ningún momento surge alguna duda para cuestionarlas en su grado de verdad o para mostrar su falsedad. Solamente suponemos que lo que creemos es verdadero. De esta forma se asumen acríticamente las Creencias religiosas, políticas, morales etc., sin someterlas a cuestionamientos y sin dudar de su certeza. Las Creencias, por tanto, permiten explicar situaciones de la realidad, cumplen un papel relevante en la concepción y organización del mundo y, además, tienen estrecha vinculación con procesos psíquicos que acontecen en la mente de las personas, y al mismo tiempo, son un producto colectivo, social, que comparten entre sí, por lo que, además poseen un carácter subjetivo; se pueden mantener con diferentes grados de convicción; no siempre son fruto de un consenso, y no responden a criterios de verdad (Sáiz, 2002). Desde la perspectiva de la Teoría del Comportamiento Planificado (TPB de la voz inglesa Theory of Planned Behavior); extensión de la Teoría de la Acción Razonada (TRA de la voz inglesa Theory of Reasoned Action); las Creencias se constituyen como la base cognitiva de la conducta de las personas, es decir la acción humana está dirigida por tres tipos de consideraciones (Reyes y Martín: 2004: s/p): 1. Creencias sobre las probables consecuencias de la conducta en cuestión. 2. Creencias respecto de las expectativas normativas de otras personas. 3. Creencias sobre la presencia de factores que pueden fomentar u obstaculizar el desarrollo de una conducta. Las primeras, las Creencias conductuales, producen una actitud hacia la conducta; las Creencias normativas forma una visión subjetiva de las presiones sociales o normas subjetivas; y las terceras, Creencias de control, generan una percepción de facilidad o dificultad en la ejecución de una conducta. En combinación, estos tres constructos permiten, finalmente, la formación de una intención real que deviene en una acción, siempre en estrecha conexión con el grado en cual una persona posea las habilidades, técnicas, recursos y otros prerrequisitos necesarios para desarrollar una conducta determinada. A partir de esto, aunque un individuo posea un vasto conjunto de Creencias sobre alguna idea u objeto, únicamente cierto número de Creencias funcionan como parámetros determinantes de su actitud en un momento dado. De ahí que estas Creencias son las que estarán más accesibles en dicho momento, por lo que se denominan como “creencias accesibles” (Reyes y Martín: 2004: s/p). Si empleamos este modelo para comprender y explicar las acciones del docente dentro del espacio educativo, podemos darnos cuenta que las actitudes en su quehacer dentro del aula responden precisamente a estos criterios. En primer lugar, las Creencias sobre las probables consecuencias –ya sea positivas (ventajas) o negativas (desventajas)– de su desempeño dentro del aula. En segunda instancia, las Creencias normativas en materia educativa definidas por ciertos Organismos Internacionales, forman en el docente una visión subjetiva que ejerce presión sobre sus acciones. Como ejemplo de esto, puede ser el esfuerzo por buscar y aprovechar aquellos espacios que les brinden la oportunidad de familiarizarse con los recursos y las herramientas que su quehacer exige. Finalmente, las Creencias de control que generan en el profesor una percepción de facilidad o dificultad en el uso y aplicación de los recursos y herramientas requeridas en su labor cotidiana. Las Creencias del profesor: un campo de investigación en el ámbito educativo Es un hecho bastante conocido que en cada aula ocurren eventos que permiten desarrollar una comprensión más profunda del proceso de enseñanza-aprendizaje. El salón de clases es sobre todo un escenario en el que la interacción alumno-profesor-alumno se desarrolla entre una serie de variables que hacen de la enseñanza y el aprendizaje un acto complejo. Los docentes se relacionan con los estudiantes, los objetivos, los métodos, las actividades, los materiales, la evaluación y el contexto, de ahí que un acercamiento a la comprensión de dicha complejidad se puede lograr al abordar las Creencias y las actuaciones docentes para interpretar la realidad que ocurre en el espacio escolar. Explorar el fenómeno educativo desde las Creencias y actuaciones de los docentes, se relaciona con el nivel de subjetividad y complejidad que dicho fenómeno reviste. Esto es, la actuación del docente y su concepción del proceso de enseñanza y aprendizaje, se comprende al aproximarse en el conjunto de Creencias que sostiene en su práctica pedagógica. Los estudios acerca de las Creencias de los docentes y sus actuaciones en el salón de clase han aumentado considerablemente durante las últimas décadas. Sin duda, esta información, resulta importante para tratar de conocer la forma como los nuevos modelos educativos han impactado la práctica pedagógica en muchas aulas. Lo anterior resulta importante, ya que si se quiere lograr una reforma educacional “exitosa”, esto implica la necesidad de comprender y considerar el sistema de Creencias y actuaciones del docente, el cual debe ser visto como una persona que está aprendiendo activamente y que construye sus propias interpretaciones (Bucci, 2002 y Mae, 2004). Si se reconoce la importancia de los profesores en la enseñanza y el aprendizaje, se entiende la necesidad de que éstos hagan cambios fundamentales en su forma de enseñar y de concebir la enseñanza, pues ellos son quienes al experimentar las situaciones de enseñanza-aprendizaje, les otorgan un significado personal a través de su reflexión. Por esta razón, es preciso conocer los aspectos que operan bajo sus actuaciones visibles. Al tratar de conocer aquello que subyace a las acciones de los profesores en el aula, emergen algunos cuestionamientos sustanciales: ¿qué piensan acerca de los contenidos que enseñan?, ¿cómo Creen que se deben enseñar?, ¿cómo los enseñan?, y de manera especial, ¿qué piensan de los recursos didácticos que emplean?, ¿cómo Creen que deben usarlos?, y ¿cómo los usan? El interés en el docente se debe a que las decisiones que toma están relacionadas con un sistema propio de Creencias que le permite afrontar las múltiples situaciones que involucra el desempeño de su trabajo. Y en cierto modo, y hasta cierto punto, el cambio o la innovación educativa significan necesariamente, un cambio en sus Creencias. Desde luego que una mayor comprensión del sistema de Creencias del docente contribuye significativamente a mejorar la efectividad educativa, ya que los sistemas de Creencias son dinámicos en su naturaleza, debido a ello sufren cambios y re-estructuraciones, particularmente a medida que los individuos evalúan la relación de sus Creencias con sus experiencias. En este sentido, los docentes que están mejor informados acerca de la naturaleza de la enseñanzaaprendizaje son capaces de evaluar su crecimiento profesional, y especialmente aquellos aspectos de sus actuaciones pedagógicas que necesitan cambiar, pues como bien señala Prieto (2008), “el éxito o fracaso de las innovaciones educativas depende, en gran parte, de la forma en que los diferentes actores educativos interpretan, redefinen, filtran y dan forma a los cambios propuestos” (p. 125). Por esto, la manera en que tales procesos se llevan a cabo, depende de lo que los docentes piensan, sienten y hacen, y de sus concepciones acerca de las diferentes dimensiones de lo educativo. De este modo, no cabe la menor duda de que los procesos de innovación implican la existencia e implementación de estrategias que articulen cambios tanto en el ámbito objetivo como subjetivo. El primero se refiere a las prácticas que son objeto de transformación como pueden ser los objetivos, contenidos de enseñanza, estrategias metodológicas, materiales curriculares, enfoques y prácticas de evaluación. Mientras que el segundo, el subjetivo, supone el cambio de las Creencias de los actores, desde las cuales interpretan y adaptan las innovaciones. A la luz de estas ideas, cuando el docente reflexiona acerca de su rol en la enseñanza y el aprendizaje no solo toma conciencia de sus Creencias y actuaciones, sino que además ello implica la necesidad de asumir su responsabilidad en ambas cuestiones. En el caso particular del contexto mexicano, la implementación y uso de las Tecnologías de la Comunicación y la Información (TIC), ¿hasta qué punto y de qué forma dicha toma de conciencia por parte del profesor se hace evidente a través de las acciones que caracterizan su práctica cotidiana dentro del aula? Las Creencias del docente acerca de las TIC. De acuerdo con la revisión de la literatura, los estudios acerca de las Creencias de los profesores sobre el uso de las TIC son verdaderamente escasos, y lo son aún más en el contexto mexicano. Algunos de los que se lograron identificar fueron los de Acevedo, Vázquez, Manassero y Acevedo (2005; 2003; 2002; 2002a; 2002b; 2000) realizados en España, en los que se plantea el problema que suponen los diversos significados que los docentes y alumnos asignan a la Tecnología y sus conexiones con la Ciencia. Estos trabajos se insertan dentro del marco que promueve el movimiento educativo Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS) para la alfabetización científica y tecnológica de todas las personas, el cual parte de la necesidad de contextualizar la enseñanza de las Ciencias afrontando la Tecnología. Cabe mencionar que CTS es el lema que caracteriza a un amplio movimiento mundial que desde hace más de dos décadas ha influido en la enseñanza de la Ciencia contemporánea. Esta tendencia tiene la finalidad de contribuir a mejorar la alfabetización Científica y Tecnológica de todas las personas. Concretamente, su objetivo es propiciar la participación democrática de la ciudadanía en la evaluación y toma de decisiones respecto a asuntos científicos y tecnológicos de interés social Debido a que sus tres componentes son la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad, en estos trabajos, se enfatiza en la necesidad de aclarar los conceptos de estos tres elementos, ya que a menudo la utilización de estos vocablos en el lenguaje habitual puede hacer Creer que se sabe lo que significan, porque se puede hablar de ellos y hacerse entender en una conversación que no sea muy profunda. Sin embargo, la realidad dentro de las aulas da cuenta de las problemáticas que existen acerca del significado de conceptos como la Tecnología, lo cual se complejiza aún más cuando se pretende acceder a las Creencias de los profesores sobre el uso de la misma, pues la falta de claridad en relación a este concepto, influye en la práctica para asumir de verdad las finalidades educativas más importantes que propugna el movimiento CTS para la enseñanza en entornos digitales. Desde la perspectiva de Acevedo et. al (2003), las Creencias del profesorado y los estudiantes acerca del uso de la Tecnología son generalmente poco adecuadas, pues se considera sinónimo de la ciencia aplicada. Debido a esto, concluyen, las Creencias que prevalecen entre los profesores y alumnos sobre la Tecnología y su uso, son las siguientes: La Tecnología es Ciencia aplicada La Tecnología se describe como procesos, instrumentos y artefactos La Tecnología es una forma de resolver problemas prácticos. El avance de la Ciencia conduce a Nuevas Tecnologías. El conocimiento básico del uso de la Tecnología es el manejo del equipo de cómputo y otros aparatos novedosos. Por otra parte, en algunos estudios realizados desde la Teoría del Comportamiento Planificado (Bañuelos, 1999), es posible encontrar que las Creencias accesibles de los profesores frente a las TIC se orientan hacia cuatro rubros concretos. En el primero de ellos, que se refiere a adoptar las TIC en el aula, los profesores consideran que mediante éstas es posible preparar a los alumnos para el futuro, al mismo tiempo, se les expone a nuevas tecnologías, lo cual facilita mantener su interés en la clase, aunque también los hace dependiente de las mismas. La actitud de los profesores hacia las TIC es el segundo rubro, y a este respecto los docentes opinan que mejora la eficiencia de su trabajo, haciéndoles le vida más conveniente, en tanto que les permite ahorrar tiempo. A pesar de esto, no dejan de reconocer que también afectan el comportamiento de las personas. En lo que corresponde al tercero, al uso de redes de cómputo, de acuerdo con el trabajo de Bañuelos (1999), los profesores piensan que esto permite el trabajo grupal y rompe las barreras culturales, aunque a la par no existe capacitación que fomente y facilite su empleo, por lo que hay ciertas restricciones para acceder a ellas. En lo que respecta al cuarto, al uso de las computadoras, los profesores piensan que esto resulta agradable y permite conseguir ascensos laborales, aunque también consideran que suele resultar frustrante y costoso. A manera de conclusión. En definitiva, la imperiosa necesidad de desarrollar nuevas formas de enseñanza acordes con las exigencias de la Sociedad del Conocimiento también precisa que se tomen en cuenta las condiciones específicas de los contextos locales en que las Tecnologías de la Información y de la Comunicación se imponen, pues esto influye en las Creencias y percepciones de los diversos actores escolares, pero de forma particular en las del profesorado, cuyas acciones e intervenciones pedagógicas resultan fundamentales para el eficaz desarrollo y pertinente concreción de las reformas educativas. Asimismo, la tendencia educativa actual obliga a los docentes a adherirse, pero sobre todo a hacer suyos los criterios acerca del uso óptimo de las TIC en su práctica cotidiana dentro del aula, pues solo de esta forma se puede garantizar al alumnado una formación sólida, que responda a los requerimientos que día con día prioriza el contexto mundial. Así, para que la utilización de las TIC redunde en un proceso de enseñanza y aprendizaje de calidad, es urgente que los docentes consideren en verdad importante tal aspecto, pues solo de este modo, sus acciones se podrán orientar hacia la búsqueda de nuevos y creativos métodos de enseñanza y aprendizaje que contribuyan a hacer de los alumnos sujetos que aprehenden significativamente. En otras palabras, las Creencias de los docentes acerca del uso de las TIC en las acciones propias de su labor formativa son un factor determinante para la llevar a buen puerto los objetivos de cualquier reforma educativa. Bibiografía Acevedo, José Antonio; Vázquez, Ángel; Mannasero, María Antonieta y Acevedo, Pilar. (2005). Aplicación de una nueva metodología para evaluar las creencias del profesorado sobre tecnología y su relación con la ciencia. Educación Química. 16. 372-382. Acevedo, José Antonio; Vázquez, Ángel; Mannasero, María Antonieta y Acevedo, P. (2003). 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