Vivir con convicciones Los equipos

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08/02/2008
09:17 p.m.
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4A|EL SIGLO DE DURANGO | SÁBADO 9 DE FEBRERO DE 2008
|
EDITORIAL
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SATIRICOSAS
MANÚ DORNBIERER
Vivir con convicciones
spaña por lo visto y
leído no está tan tranquila. Su gran lección
de tránsito pacífico y amable a la democracia no está sobreviviendo a los años.
Se
le desnudan muchas
grietas y fuertes resabios
de inquisitorial franquismo
asoman aquí y allá a cargo
de aznares y rajoys. Hoy
es más que claro que la
única verdadera solución a
la Guerra Civil y a la dictadura
resultante hubiese
sido la restauración inmediata de la República. Ah,
pero el muy listo Franco
dejó una cuña
llamada
Juan Carlos de Borbón.
Desde hace algunos meses en diferentes medios, de
alguna manera se revive la
Guerra Civil española. El
film “El Laberinto del Fauno” es uno de los más bellos
ejemplos, y en TV recobran
popularidad algunas películas
nuevas y viejas sobre aquel
verdadero paso a la democracia y la luz que fue República Española, sangrientamente
aplastada por el maligno enano. Hay gente en todo el mundo que no olvida ni se siente
cómoda viviendo confortablemente sentada sobre los crímenes del pasado. Y la inicua
tontería del Rey de España en
Chile, su grosería y arrogancia
cuando pretendió callar al Presidente de Venezuela -pudo ser
cualquier otro mandatario latinoamericano y hubiese sido
igual de indignante- avivó los
recuerdos, la dignidad y la
vergüenza. Nos obliga a retomar el tema.
Hay que recordar antes
de leer la carta que reproduzco a continuación que los
republicanos españoles fueron excelentes para México a
diferencia de los actuales
E
banquerotes y empresarios
gachupas que nos saquean. Y
los mexicanos de hoy aún
avalamos al general Lázaro
Cárdenas por el asilo que
brindó a los refugiados españoles y a ellos por su obra en
este país. México reconoció
como gobierno legítimo a la
República, y gallardamente
no mantuvo relaciones oficiales con la dictadura española.
Aunque, claro , siempre hubo gente de esa que no resistió la separación de sus
raíces e iba a España y
también mucha de esa otra
menos comprensible que dice: A mí la política no me
interesa, Irak me vale gorro
y qué bueno que hubo fraude… Ésos aplaudían y disfrutaban la franquista “paz de
los sepulcros” y la desaparición de los cerebros. Pero vayamos al grano. El siguiente
documento aparecido
en
“GARA” expone la verdad
pasada y la preocupación
por el futuro moral y político de España:
Carta abierta de un republicano al príncipe Felipe en su
cuarenta cumpleaños
Jaume d’Urgell
“Aquí se emplea la palabra «presidente» para llamar
a lo que en realidad es un primer ministro o un jefe de gabinete, no un auténtico presidente, porque en el 97 por
ciento de los países presentes en la ONU los presidentes poseen funciones que
aquí usurpa tu padre.
Felipe, ¿qué se le puede
desear al hijo del cómplice
de un dictador que se asoma
a los cuarenta años? Que
tenga un poco de respeto democrático, naturalmente, como a cualquier otro autócrata armado. Eso es lo primero. En un país donde no se
puede elegir al Jefe de Estado, los dictadores militares asesinos o no-, son, ante todo: insolentes que viven del
trabajo ajeno.
Tú, como tu padre, que
siempre ha llevado a gala el
despilfarro a costa de nuestro
esfuerzo, me permitirás antes
que nada, que ignore expresamente el protocolo con el que
los de tu estirpe tratan de evadir la ignominia que les rodea,
para expresarte mi deseo de
que restituyas cuanto antes todo lo que nos habéis quitado y
te pongas a trabajar, que ya
empiezas a tener edad.
Al escribirte hoy, estoy felicitando a toda una generación, Felipe, la generación anterior a la mía, una generación de gente extraordinariamente formada, que sin embargo, no sabe lo que es elegir
a un presidente y que nunca
sintió extrañeza de emplear
esa palabra, «presidente», para llamar a lo que en realidad
es un primer ministro o un jefe de gabinete, pero no un auténtico presidente, porque en
el 97 por ciento de los países
presentes en la Asamblea General de las Naciones Unidas
los presidentes de verdad poseen funciones que aquí usurpa tu padre. Por ejemplo, el
mando de las Fuerzas Armadas (CE, art. 62. h).
La mayoría de los jóvenes
de hoy no tiene ni un recuerdo de aquel día en que tu padre, en nuestras Cortes, rodeado de obispos y militares
como él, juró fidelidad a las
leyes franquistas, accediendo
así a la última voluntad del
anciano genocida y obteniendo esa ostentosa y extemporánea corona, que jamás será
tan bella como una urna de
metacrilato, repleta de sobres
de papel, depositados sin mie-
do, ni límites, ni engaños. La
democracia que los amigos de
tu padre lograron destruir, no
tuvo nada que ver con el régimen que hoy vivimos, ni con
la república que hay por delante. Esta generación, sobrelleva un país privatizado y
neoliberal. Producto de siete
décadas de gobernar de espaldas a la ciudadanía, pervirtiendo por completo nuestro
derecho a participar en los
asuntos públicos. Esta prepotencia forma parte del estilo
ético de tu familia: una infamia labrada a través de siglos
de miedo, sangre, impunidad
y un desmedido afán por el dinero de los demás.
La mayoría de los españoles creció padeciendo un engaño masivo que se iba asentando, al abrigo del ruido de
sables, la desinformación y leyes que causan sonrojo entre
juristas de otros países. Tú y
yo, al igual que otros compatriotas a la fuerza, nos hicimos adultos en una sociedad
que, después de siete décadas
de contemplar cómo un militar manosea su más alta magistratura, empieza a estar
harta de todo. Hemos madurado en un país que se avergüenza de sí mismo, que se ha
acostumbrado a omitir su
nombre y sus símbolos, llenos
por siempre de ignominia y
sectarismo, después de que se
los apropiara el ex jefe de tu
padre. Y ahora tú, al revés de
los demás ciudadanos, pretendes disfrutar de un poder
que no te corresponde.
Hasta ahora, has gozado sin
trabajar, de caprichos que a los
demás, trabajando, les están
vedados. Tú, supuesto máximo
exponente de lo público, no has
dudado en optar por la sanidad
privada siempre que te ha hecho falta, y lo has hecho, por su-
puesto, con nuestro dinero.
Pero esta sociedad, que
acumula setenta años consecutivos de opresión, está empezando a tomar conciencia
de su potencial, de la fuerza
de una población de 45 millones de ciudadanos, que son
eso: ciudadanos, no súbditos,
y lo sabemos, a tu pesar. Cada vez somos más, quienes
somos conscientes de nuestra ciudadanía. Sabemos que
este potencial puede y debe
convertirse en una verdadera democracia, para poner el
Estado al servicio de quienes, por culpa de sujetos como tú, sufren la cara amarga
de la avaricia ilimitada. Es el
esfuerzo conjunto de la ciudadanía lo que puede determinar, modificar y mejorar el
destino de un país.
Tu padre siempre ha sido
un soldado franquista, y por
eso quienes compartían sus
formas y objetivos creían que
su hijo podía tener el mismo
destino... de no ser por la
eclosión del espíritu crítico en
pro de la tercera República.
Juan Carlos acaba de cumplir
setenta años... tantos como
tiempo hace que nuestro país
de países dejó de ser una democracia, para convertirse en
esto que ahora es, de la mano
de monstruos terroristas, que
vestían igual que vosotros y
tenían igual respeto por nuestro anhelo de votar en libertad, sin trampa ni Borbón.
Supongo que, para los que
son como vosotros, ésa es la
verdadera medida del éxito:
llegar a viejo tras una vida
entera de lujo, pompa y boato, sin haber trabajado ni un
solo día. Gozando siempre a
costa de obligar a todos a profesar un credo absurdo: el de
la monarquía, o el arte del
despotismo y la usurpación de
lo público y ajeno, a través de
las armas y leyes que avergüenzan al Derecho.
Feliz aniversario, Capeto. Hazme caso: saca tus manos de nuestros asuntos públicos. No sé qué tendrá la
corona, que sea capaz de haceros perder la cabeza. ¡Salud y República!”
(*) Jaume d’Urgell ha sido condenado recientemente
por cambiar la bandera rojigualda por la enseña republicana española en un edificio
oficial en Madrid. Esta carta
está inspirada en una misiva
similar escrita por Rodríguez Zapatero.
Nota: Bravo ; Jaume
D`Urgell. Aunque no tengo
una gota de sangre española, mis tres hijos tienen la
mitad y de esa mitad la correspondiente a su abuelo
Eduardo Ugarte y Pagés connotado escritor de la Generación del 27, fundador
con García Lorca del teatro
trashumante “La Barraca”,
amigo de Picasso y de Neruda, y creador en México
con su gran concuño José
Bergamín de la editorial
“Séneca”- es una sangre absolutamente
republicana.
Por mi parte, mis compañeros de clase en el Liceo Franco Mexicano de la ciudad de
México eran hijos de refugiados, esos de los que hablaba mi madre, la escritora
franco-mexicana
Mariana
Moch, activista de la Francia Libre, en su libro “Refugiados en México”. Hoy todavía muchos amigos son
republicanos y tampoco me
han bastado para ellos las
“disculpas” de Zapatero. Así
pues… “¡salud y República”!
manoudornbierer@
gmail.com
VITRINA PÚBLICA
IVÁN SOTO HERNÁNDEZ
Los equipos
odo político que aspira a
construir una carrera
con cierto grado de visión a futuro invariablemente
le apuesta a formar equipos,
es decir, a conformar alianzas
de gente que se ubica en círculos de cercanía que se definen con base en las confianzas que el político líder tiene
en cada uno de sus colaboradores o simpatizantes.
En Durango este mismo
estilo ha sido practicado por
la clase política, especialmente la del Partido Revolucionario Institucional (PRI),
donde la experiencia de varias décadas de ejercer el oficio de la actividad pública ha
hecho escuela, de tal suerte
que la necesidad de hacer e
impulsar un equipo se ha
vuelto una necesidad.
Sin embargo, este aspecto
no sucede en todos los que
empiezan a asumir riendas
profesionales de política dentro de ese instituto político,
pues hay liderazgos emergentes o con cierto grado de trayectoria que prefieren caminar solos, o con equipos cambiantes que se acomodan con
base en las circunstancias.
T
OTRA
VISIÓN
En la oposición esto no ocurre, o
no es una constante de los actores de los partidos distintos al
PRI, pues en Durango los liderazgos en el panismo, por ejemplo, en la mayoría de los casos
son individualistas y cuando acceden a cierto grado de poder
se emborrachan de él y no comparten beneficios, pese a que su
arribo a esos espacios no fue
una obra personal, sino fruto de
un trabajo colectivo.
Mientras tanto, en el Partido del Trabajo ha sido muy
obvio que los equipos se forman y se rompen como estén
las circunstancias. En ese instituto político, al menos en
Durango, las alianzas no son
duraderas sino al contrario,
son alianzas de ocasión donde
hay mucho de lo que ocurre en
el PAN: Los que tienen poder
casi no lo reparten ni lo comparten con su gente.
En el minoritario sector
de la izquierda duranguense
lo mismo ocurre pues liderazgos que pudieran tener éxito
se quedan al margen del crecimiento o de la posibilidad
real de construir una carrera
porque nadie confía en nadie,
y cuando se asume una regiduría o una diputación es raro el que le pone colmillo a la
forma de administrar sus
emolumentos.
Es decir, en el carril priista
es donde hay mayor claridad
de que se requiere formar
equipos desde las filas juveniles y avanzar así para poder aspirar a ocupar el poder con cuadros suficientes y de cierta
preparación para que acompañen al líder en el avance de la
construcción de su carrera.
Aunque si se cosechan éxitos colectivos y existe una visión más amplia de lo que se
puede lograr, es posible vislumbrar no solamente una, sino
un número más amplio de carreras individuales alternas
dentro de un proyecto común
de mucho mayor alcance.
Eso hay que reconocerle
al actual gobernador de Durango, Ismael Hernández
Deras, quien ha permitido
crecer gente en varias categorías de edad para garantizar, según lo afirma su gente,
que mantendrán de su lado el
Gobierno Estatal durante
tres sexenios al menos.
FUERZAS
BÁSICAS
Pero a pesar de que esta visión está sumamente probada
con casos de éxito desde hace
muchos años en el priismo duranguense, son evidentes algunos casos de total miopía
política que todavía se ubican
en las fuerzas básicas del PRI
de Durango, donde hay jóvenes que ya tienen trayectoria
semiprofesional o profesional
que piensan seguir con individualidades.
Un claro ejemplo se ubica
en el ámbito estudiantil. Y es
que, es un secreto a voces que
las dos organizaciones juveniles más importantes del estado: La Federación Estudiantil
Universitaria de Durango
(FEUD) y la Federación de
Estudiantes Técnicos del Estado (FETED) son semilleros de
liderazgos y son casi un sector
más dentro del tricolor.
Así, vemos a un Manuel
Herrera que ha sabido construir un equipo que le permite
a él ser diputado local y a su sucesor en la FEUD, Esteban Villegas, ser diputado con licencia y dirigir ahora la CNOP. A
ellos se suman otros cuadros de
gente que los sigue desde sus
respectivos liderazgos del
alumnado de la FCA y de la
Facultad de Medicina, respectivamente.
Sin embargo, el dirigente
actual de la FEUD, Gabriel
Montes Escalier, es el ejemplo
claro de todo lo contrario a lo
que dictan los cánones del político priista, pues poco después
de cumplir su primer año de
gestión como líder estudiantil
universitario se quedó prácticamente sin gente de confianza
en la Federación.
En este caso como en muchos otros, el problema del
desdibujamiento de una carrera política próspera se fundamenta en el individualismo
y la falta de visión de futuro,
en la inmediatez, la improvisación y la poca o nula disposición para compartir con su
gente los éxitos y los beneficios que concede el poder.
En la FETED que dirige
Rodrigo Victorino, en cambio,
pareciera que hay un poco
más de visión de lo que se
busca y lo que es factible lograr, pese a que el camino para que Gabriel Montes crezca
en política está mucho más
allanado que el del propio Victorino, pero el universitario
no sabe ni dónde está parado
ni cuál es la dimensión que
adquiere al dirigir la FEUD,
mientras el técnico le ha
puesto más colmillo, aunque
de manera rústica, con desatinos y sin rienda.
La necesidad de formar
equipos es básica si se aspira
a crecer en política. Ello requiere que quienes son cabeza de grupo tengan una visión más profesional de lo
BARRÓN
que buscan para justificar
que son los líderes de todo un
proyecto. Sin embargo, en
las Fuerzas Básicas del PRI
hay varios casos que ni por la
cabeza les pasa la importancia y la enorme oportunidad
que tienen frente a sí.
El ejemplo claro lo tienen
los priistas, los panistas, petistas, perredistas y todos los que
intentan hacer política en el
personaje que hoy gobierna
Durango, cuya carrera en cier-
tos destellos pareciera similar
a la de Manuel Herrera, aunque éste llegó algunos años tarde a su debut.
Tiempo es lo que sobra para ver si surgen otros grupos
que incursionen en política con
el nivel y la visión mínima que
esta actividad requiere.
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