Banco Central de Venezuela Colección Economía y Finanzas Serie Documentos de Trabajo Algo más sobre el canal de crédito en Venezuela. Un enfoque estructural con restricciones de signo Carolina Pagliacci Ana María Chirinos Daniel Barráez [Nº 122] Septiembre, 2011 Banco Central de Venezuela, Caracas, 2011 Gerencia de Investigaciones Económicas Producción editorial Gerencia de Comunicaciones Institucionales, BCV Departamento de Publicaciones Torre Financiera, piso 14, ala sur Avenida Urdaneta, esquina de Las Carmelitas Caracas 1010 Teléfonos: 801.8075 / 8063 Fax: 536.9357 [email protected] www.bcv.org.ve Las opiniones y análisis que aparecen en la Serie Documentos de Trabajo son responsabilidad de los autores y no necesariamente coinciden con las del Banco Central de Venezuela. Se permite la reproducción parcial o total siempre que se mencione la fuente y no se modifique la información. Algo más sobre el canal de crédito en Venezuela. Un enfoque estructural con restricciones de signo* Carolina Pagliacci§, Ana María Chirinos‡, Daniel Barráez& Versión: Septiembre 2011 Resumen. ¿Cuáles son los efectos de los choques de la política monetaria sobre la actividad real? ¿El comportamiento del crédito es sólo una respuesta a los movimientos de la actividad real? (un rol pasivo para el crédito), ¿o es el crédito un determinante de la actividad real? Este trabajo pretende responder estas preguntas para el caso venezolano, identificando un VAR estructural, con la metodología de restricciones de signo. La evidencia empírica encontrada sugiere que un choque de política monetaria no tiene ninguna influencia sobre la actividad real, al menos para el período analizado. Sin embargo, los choques a la oferta de crédito dan lugar a reducciones temporales en la producción. El crédito bancario mayormente tiene un rol pasivo con respecto a la producción. Clasificación JEL: E52, C32. Palabras clave: política monetaria, canal de crédito bancario, crédito bancario, SVAR, identificación de restricción de signo. * Las opiniones expresadas en este trabajo son responsabilidad exclusiva de los autores y no comprometen los de la Directiva del Banco Central de Venezuela. § Investigador senior de la Oficina de Investigación Económica del Banco Central de Venezuela. [email protected] ‡ Analista económico de la Oficina de Investigación Económica del Banco Central de Venezuela y profesora de la Universidad Católica Andrés Bello. [email protected] & Jefe del Departamento de Modelos Económicos del Banco Central de Venezuela y profesor de la Universidad Central de Venezuela. [email protected] What else can we say about the bank lending channel in Venezuela? A sign restriction approach Abstract. What are the effects of monetary policy shocks on real activity? Is the behavior of credit only a response to the movements in real activity? or Does credit also have a responsibility in modulating real activity? This paper intends to answer these questions for Venezuela, identifying a structural VAR with the sign restriction methodology. The empirical evidence found suggests that a monetary policy shock does not have any influence on real activity, at least for the period under analysis. Nevertheless, credit supply shocks bring about reductions in real output. Bank credit mostly has a passive role with respect to output. JEL Classification: E52, C32. Key words: monetary policy, bank lending channel, bank credit, SVAR, sign restriction identification. 1. Introducción ¿Cuáles son los efectos de los choques de la política monetaria sobre la actividad real? ¿Cuál es el papel del crédito en relación con la actividad económica? Una manera de responder a este tipo de preguntas es contrastando la presencia del canal de crédito bancario en la economía. Bernanke y Gertler (1995) fueron los primeros en abordar de manera explícita este mecanismo de transmisión, aunque ya existían algunas referencias en los trabajos previos de Bernanke y Blinder (1988, 1992). Según lo presentan estos autores, la premisa básica es que, luego de un choque contractivo de política monetaria, la oferta de préstamos bancarios se reduce, por lo que la demanda agregada también lo hace. Aunque hay abundante literatura desarrollada para los Estados Unidos, la evidencia empírica para Venezuela ha dejado espacio para más debate. Por una parte, Arreaza, Ayala y Fernández (2001), utilizando restricciones de exclusión de corto plazo para identificar un VAR estructural (SVAR), y dos definiciones alternativas de la variable de la política monetaria (M1 y el crédito interno bruto del Banco Central), indican que los choques de política monetaria si generan un efecto temporal sobre la producción real. Este estudio fue realizado con datos trimestrales para el período 1989 – 2000. Por otra parte, Arreaza, Torres y Santander (2005) evalúan la presencia del canal de crédito asumiendo que el crédito en los distintos bancos responde de manera diferente a un choque de política monetaria1. Lo que encuentran es que, para el período 1997-2001, las características idiosincrásicas, como la liquidez y el tamaño, no explican un comportamiento difenciado del crédito. Sin embargo, con base en esta evidencia, también descartan la presencia del canal de crédito bancario en Venezuela, lo cual no es necesariamente el caso si seguimos estrictamente la caracterización original de Bernanke y Gertler (1995)2. En un trabajo previo, Guerra, Rodríguez y Sánchez (1996) estiman un VEC para analizar el efecto de los agregados monetarios (M1) y del crédito bancario sobre la actividad real y la inflación para el período 1985-1995. Si bien no tratan explícitamente el tema de la identificación de los choques, sostienen que las innovaciones en M1 o en el crédito bancario no tienen efecto alguno sobre la producción interna. Toda esta evidencia empírica no parece ser concluyente, al menos para 1 Desde que Kashyap y Stein (1994) dijeron que el canal de crédito bancario puede tener efectos distributivos adicionales entre los bancos, mucha evidencia empírica se ha enfocado en determinar la existencia de tales efectos diferenciales después de un choque de política monetaria. 2 Debido a que en este trabajo la variable de la política monetaria ejerce un impacto negativo sobre el crédito, una conclusión diferente podría haber sido que el canal de crédito bancario no opera asimétricamente entre los bancos, sino que reduce la oferta de crédito de los bancos de manera equivalente. el período anterior a 2001, y genera dudas sobre si los choques monetarios tienen efectos reales sobre la economía. En este trabajo contrastamos la presencia del canal de crédito para Venezuela para un período más reciente: 2004-2009. También investigamos el papel del crédito en la economía para esclarecer las preocupaciones comunes que enfrentan los hacedores de políticas en Venezuela: ¿El comportamiento del crédito no es más que una respuesta a los movimientos en la actividad real? (un rol pasivo para el crédito), ¿o el crédito también tiene una responsabilidad en determinar la actividad real? Basamos nuestro análisis en un modelo teórico estilizado que sigue el espíritu de Bernanke y Blinder (1988), pero introduce algunas modificaciones para reflejar las características específicas del arreglo monetario-cambiario venezolano. En este modelo tratamos explícitamente la existencia de tres mercados: el mercado monetario de corto plazo, el mercado de crédito y el mercado de bienes. Econométricamente, desde el trabajo pionero de Sims (1980), los modelos Vectores Auto-regresivos Estructurales (SVAR) han sido ampliamente utilizados para evaluar los mecanismos de transmisión de la política monetaria. Es por ello que estimamos un SVAR para responder las preguntas formuladas anteriormente. Sin embargo, los esquemas de identificación principalmente han estado enfocados en los diferentes usos de la descomposición de Cholesky, la cual ha mostrado dos debilidades importantes: 1) El cambio en el orden de las variables en el VAR podría llevar a realizar varias interpretaciones económicas contradictorias de los mismos datos. 2) Si bien ortogonales, las perturbaciones son difíciles de interpretar en términos de los choques económicos significativos, pues están estrictamente relacionados a una variable específica en el sistema. Para tratar el problema de la identificación dentro de un VAR estructural, preferimos usar la metodología de restricciones de signo, una forma de esquema de identificación no paramétrica desarrollada por Faust (1998), Canova y De Nicoló (2002) y Uhlig (2005). Para identificar choques económicos estructurales, estos métodos han dejado de utilizar restricciones de exclusión para imponer características deseables en las funciones de impulso-respuesta, bien sea, basados en las nociones convencionalmente aceptadas sobre dichas respuestas o en los modelos teóricos formales, como los modelos DSGE. La implementación de este tipo de identificación en el caso venezolano ha ayudado a resolver algunas inconsistencias presentadas por la identificación de Cholesky y a identificar simultáneamente choques de oferta y demanda en cada uno de los tres mercados involucrados en el mecanismo de transmisión. Identificamos cinco choques económicos significativos: política monetaria, demanda de crédito, oferta de crédito, demanda agregada y oferta agregada. Hasta donde sabemos, este trabajo es el primero en identificar choques estructurales con la metodología de restricción de signos para la economía venezolana. La evidencia empírica encontrada sugiere que un choque de política monetaria no ejerce ninguna influencia sobre la actividad real, al menos para el período analizado. Sin embargo, los choques a la oferta de crédito generan reducciones en la producción real, dejando abierta la posibilidad de que la política monetaria pueda finalmente influir sobre la actividad real. En cuanto a la interacción entre el crédito y la actividad real, pareciera que el crédito tiene un rol principalmente pasivo; es decir, responde en la misma dirección que los cambios en la actividad real, pero si se modifica, no afecta a la producción. El presente trabajo está organizado como se muestra a continuación. Primero introducimos el modelo teórico que apoya la selección de variables utilizadas en el análisis empírico y que guía la imposición de restricciones para la identificación de choques estructurales. En la sección tres, tratamos el problema general de la estimación e identificación SVAR, y explicamos a grandes rasgos la metodología de restricciones de signo. En las secciones cuatro y cinco damos detalles de la estimación VAR en Venezuela y explicamos el esquema de identificación. En la sección seis, presentamos los resultados y abordamos algunas implicaciones de políticas. En la última sección concluimos. 2. Especificaciones del modelo teórico Esta sección describe un modelo teórico estilizado basado en el trabajo inicial de Bernanke y Blinder (1988). Sin embargo, adaptamos el modelo a las características particulares del arreglo monetario venezolano, en la cual el Banco Central establece directamente la tasa de la política monetaria. Construimos un modelo con tres mercados: el mercado de dinero a corto plazo, el mercado de créditos o préstamos, y el mercado de bienes. Los agentes económicos que participan en estos mercados son: la autoridad monetaria (el Banco Central de Venezuela), el sistema bancario, el gobierno y los hogares y empresas. Para mantener la simplicidad, los bancos sólo conservan en sus carteras dos tipos de activos remunerados: préstamos al sector privado y depósitos en el Banco Central3. La tasa de política monetaria (R) es el rendimiento pagado por el Banco Central a los bancos por los certificados de depósito (CDcb) mantenidos, y refleja explícitamente la postura de la política monetaria4. El mercado de dinero de corto plazo, o mercado interbancario, se caracteriza a través de la oferta y la demanda de reservas excedentarias (ER), las cuales son pactadas a 1 día a la tasa de interés de corto plazo, 3 En Venezuela, los bonos públicos a veces pueden representar una forma no desdeñable de activos bancarios. Sin embargo, no modelamos el mercado de bonos ya que, por lo general, éste responde a características particulares de las emisiones diferentes de la tasa de interés. 4 Esta tasa también es conocida como "tasa de absorción", pues sus niveles revelan la intencionalidad del Banco Central para drenar dinero de la economía. Para una descripción de la intencionalidad de las acciones de política monetaria en Venezuela vea Pagliacci y Ruda (2004). es decir, la tasa overnight (O)5. Asumimos que la demanda de reservas excedentarias por parte de los bancos es principalmente transaccional, en otras palabras, depende en última instancia de una variable de escala de la actividad económica (T), y está inversamente relacionada con O, el costo de pedir fondos prestados. Por otra parte, la oferta de reservas excedentarias está determinada principalmente por las decisiones del sector público: cuando el Banco Central varía la tasa de política monetaria o cuando el gobierno coloca fondos (F) de la renta petrolera en el sistema financiero6 y determina la cantidad de ventas de divisas (FX) al sector privado7. Esta última descripción implica que la curva de la oferta de ER es totalmente inelástica a la tasa overnight, reflejando el hecho de que las decisiones del sector público, y no las decisiones de préstamos de los bancos, son las principales responsables por el proceso de creación primaria de dinero. De manera distinta, Bernanke y Blinder (1992) asumen una curva de oferta totalmente elástica para justificar que las innovaciones en la tasa de corto plazo (el Federal Fund rate para el caso estadounidense) pueden ser interpretadas meramente como choques de política. En nuestro caso, este supuesto no es necesario, ya que las decisiones de política monetaria son observadas directamente en R y no en el comportamiento de la tasa a 1 día. En pocas palabras, la oferta y la demanda de reservas excedentarias pueden ser expresadas de la siguiente manera: ERd f1T, O ERs f 2 R, F, FX (1) En el mercado de créditos o préstamos, la oferta y la demanda determinan simultáneamente la cantidad de créditos otorgados por los bancos al sector privado (C) y la tasa de interés nominal cobrada por dichos préstamos o tasa activa (L). Particularmente, la demanda de créditos depende negativamente de la tasa nominal (una medida de costos financieros), y positivamente de la producción de bienes y servicios (y), como cualquier otro agregado monetario. Como los préstamos son solicitados para financiar planes de inversión o para incrementar el consumo real más allá de los límites del ingreso personal disponible, un aumento de los precios impulsan el crédito nominal de manera ascendente. Por otra parte, la oferta de crédito depende de ambos, de la tasa a la cual se otorgan los fondos a los prestatarios (L) y de la tasa de política monetaria (R). Debido a que la tasa de préstamo es nominal, la curva de oferta de créditos se desplaza hacia arriba cuando aumentan los precios para mantener el rendimiento real constante. La razón para la inclusión directa de la tasa de política 5 Este mercado es el equivalente al mercado de “non-borrowed reserves” descrito por Bernanke y Blinder (1992). 6 Estos fondos también constituyen una forma pura de creación de dinero. 7 En condiciones normales, las ventas de dividas son determinadas por el Banco Central, pero durante los controles cambiarios, estas ventas son establecidas por una rama del Poder Ejecutivo (Cadivi). En todo caso, las ventas de divisas reducen la cantidad de reservas internacionales y constituye una forma de esterilización del dinero. monetaria en la curva de la oferta es que, al aumentar R, aumenta el costo de oportunidad de los fondos disponibles por los bancos, lo cual se traduce en un desplazamiento hacia adentro de la curva de oferta de crédito. Dicho esto, las ecuaciones para el mercado crediticio viene dadas por: C d f3 L, y, P C f4 s L, R, P (2) La relación entre depósitos y oferta de créditos es explícitamente reconocida cuando se toma en consideración la siguiente restricción bancaria: D RR ER R C s L, R CD cb R (3) donde D representa los depósitos de los clientes en los bancos y RR son las reservas requeridas, las cuales son determinadas como una proporción de depósitos. Esta restricción muestra que, dada una cantidad de depósitos, movimientos en la tasa de política monetaria o en la tasa activa necesariamente modificarán la cantidad de fondos asignados entre los diferentes activos de los bancos. Asimismo, si operara una reducción de los depósitos, los bancos estarían restringidos a reducir las cantidades de uno o de todos los tipos de activos. En este contexto, un ajuste contractivo de la política monetaria (un incremento en R) estimula a los bancos a dejar a un lado más fondos (depósitos) en el Banco Central, lo que representa, entre otras cosas, una reducción de la oferta de fondos en el mercado de corto plazo. Esta reasignación de fondos genera una caída en las reservas excedentarias y un incremento en la tasa de interés a 1 día. Sin embargo, el elemento clave de este mecanismo de transmisión es que el aumento de R también representa un aumento en el costo de oportunidad de los fondos bancarios, lo que se traduce en un desplazamiento hacia la izquierda de la curva de oferta de crédito. Esto replica la lógica general del canal de crédito bancario propuesta por Bernanke y Blinder (1988, 1992) y Bernanke y Gertler (1995)8. Según explican estos autores, dada la naturaleza contractual de los préstamos bancarios, la reducción efectiva en las cantidades podría tener lugar más tarde, cuando el final de los 8 Inicialmente, Bernanke y Blinder (1988) asumen que la reducción de la oferta de crédito es causada por una caída en los depósitos y por la falta de sustituibilidad de los depósitos por otras fuentes de fondos. Bernanke y Gertler (1995) reconocen que, dada una demanda de títulos de las operaciones de mercado abierto del Banco Central con pendiente ascendente, los movimientos de R implican un cambio en los rendimiento (relativo) de los fondos que modifican directamente la oferta de crédito de los bancos. Empíricamente, es verosímil que ambos mecanismos estén operando ante un impulso monetario contractivo. compromisos adquiridos les permita a los bancos volver a balancear sus carteras en detrimento de los préstamos. Nótese también que la reducción de las reservas excedentarias luego de un choque monetario contractivo, puede ser interpretado como un reflejo y no como un factor causal del mecanismo de propagación de un choque monetario, ya que en nuestro modelo, la caída en la oferta de crédito está más asociada al aumento del costo de oportunidad de los fondos (aumento en R) más que a la reducción de reservas excedentarias (ER). De hecho, la reducción de reservas podría ser simplemente temporal, y esto no generaría cambios sustanciales en las implicaciones del modelo. Debido a que una política monetaria contractiva conduce a una reducción en la oferta de préstamos, el mercado crediticio se ajusta con un aumento de la tasa activa y con un eventual declive en la cantidad agregada de crédito. Ambas variables moderan la demanda de bienes y servicios por parte de los prestatarios, bien sea por la reducción efectiva que opera en la cantidad de créditos otorgados a las empresas y hogares, o por el aumento en la tasa de interés, la cual al afectar los flujos de caja y la posición financiera en las hojas de balance de los prestatarios afecta sus decisiones de gasto9. Esta descripción del mecanismo de transmisión implica que cambios en las condiciones del mercado crediticio tendrán un impacto sobre la demanda agregada de la economía. Describiremos ahora el mercado de bienes. Tal como generalmente se asume, el consumo y la inversión real agregados responden negativamente a la tasa de interés real (activa), lo que hace que la curva IS tenga una pendiente descendente. La demanda agregada de bienes y servicios también tiene una pendiente negativa respecto al nivel agregado de precios, debido a que un incremento exógeno de los precios aumenta la tasa nominal activa más que proporcionalmente, impulsando la tasa de interés real y reduciendo la cantidad real de crédito, ambos de los cuales reducen el consumo y la inversión real10. Considerando la alta dependencia de la economía venezolana a los movimientos inesperados en los precios del petróleo, la demanda agregada está también positivamente relacionada con éstos (OP), principalmente a través del impacto que dichos precios tienen sobre el gasto del gobierno y sobre las transferencias a las familias. Como ya se dijo, los cambios en las condiciones del mercado crediticio también afectarán a la demanda agregada. En cuanto a la oferta agregada, suponemos que esta reacciona a los choques nominales en el corto plazo. La oferta también se ve fuertemente afectada por el 9 Esta diferencia entre los dos mecanismos de transmisión, desde el mercado crediticio al mercado de bienes, se refiere al diverso énfasis que hacen el canal de crédito bancario propiamente dicho y el canal de hoja de balance. Nuestro objetivo no es discriminar qué variables exactamente desencadenan los movimientos en la demanda agregada, sino determinar si la demanda agregada responde a las modificaciones de las condiciones en el mercado de crédito. 10 Para que se produzca un incremento en la tasa nominal activa más que proporcional al aumento en los precios, debemos asumir que la autoridad monetaria también reacciona aumentando la tasa de interés monetaria nominal R. comportamiento del tipo de cambio nominal (E), cuyo aumento empuja los costos de producción hacia arriba. En síntesis, las ecuaciones estructurales para el mercado de bienes son las siguientes: y d f5 P, OP, C or L y s f 6 P, E (4) La siguiente sección cubre la representación estadística del modelo descrito anteriormente. 3. Modelo estadístico e identificación Según el trabajo pionero de Sims (1980), los modelos SVAR son una manera natural de resumir la información contenida en datos y de conducir experimentos económicos cruciales, como la evaluación del impacto de cambios inesperados en la política monetaria11. Comenzando con una representación estructural de los datos, podemos expresar un SVAR(q) como: 1Z t 1Z t 1 ... q Z t q X t ut donde Zt ut ~ 0, (5) Xt es el vector de es el vector de m variables endógenas, variables predeterminadas y ut es el vector de errores estructurales con matriz de covarianza diagonal. Debido a su naturaleza ortogonal, estos errores generalmente son interpretados como choques interpretables económicamente que afectan diversas variables endógenas contemporáneamente a través de una matriz de coeficientes 1 . Como los VAR de forma reducida son más fáciles de estimar que los SVAR, siempre podemos re-expresar el modelo anterior en un VAR (q): Z t A1 Z t 1 ... Aq Z t q CX t et donde et ~ 0, (6) et son los errores de la forma reducida, los cuales son combinaciones lineales de los errores estructurales, et ut , tal que ' . Nótese también que Aq q , lo que implica que para valores dados de los parámetros de forma reducida ( A1 Aq and ), una conjetura de B automáticamente permite estimar un conjunto de valores 11 Ver Christiano, Eichenbaum y Evans (1999) par una discusión más detallada relacionada con el rol que han jugado los VAR en el entendimiento de los choques de política monetaria. para los parámetros estructurales del modelo12. El problema con la recuperación de los parámetros estructurales a través de este procedimiento es que pueden existir muchos conjuntos de valores que tienen la misma representación en forma reducida, es decir, que satisfacen las ecuaciones implícitas en ' y Aq q . La tarea de estimar un conjunto único de parámetros estructurales que sigan el proceso de generación de los datos es lo que se conoce como la identificación exacta de un SVAR. Rubio, Waggoner y Zha (2008) han replanteado el problema de la identificación de los SVAR en términos de la escogencia de matrices ortogonales de rotación de las matrices de parámetros estructurales, de manera de desarrollar condiciones suficientes para la identificación global (y no local) de estos sistemas. Asimismo, estos autores han desarrollado algoritmos eficientes para estimación de parámetros estructurales en muestras pequeñas, tanto para los modelos sobre-identificados como para los modelos exactamente identificados13. Una manera tradicional de identificar exactamente un SVAR es imponiendo restricciones de exclusión (iguales a cero) a los coeficientes de la matriz B, es decir, a las asociaciones contemporáneas entre perturbaciones estructurales (de las variables endógenas). La condición de orden necesaria que debe cumplirse es que, al menos los parámetros m(m -1)/ 2 de B sean considerados iguales a cero o, más generalmente, iguales a una constante. El método más común de restricciones de exclusión utilizado en la literatura es la descomposición de Cholesky, la cual reescribe la matriz de covarianza de las residuos reducidos como P P ' , donde P es una matriz triangular inferior. En este caso, P contiene la información de B Ω1/2, por lo que permite recuperar también los valores correspondientes a las matrices . Nótese que un ordenamiento específico de las variables en el sistema es responsable por la ubicación de las restricciones cero impuestas. Existen dos dificultades típicas asociadas a la identificación de Cholesky. La primera es que, aunque ortogonales, estos errores son difíciles de interpretar en términos de los choques económicos relevantes. Esto se debe a que cada error ortogonal estimado está estrictamente relacionado a una variable y, por tanto, puede ser difícil asociarlo, por ejemplo, con choques de demanda o de oferta. El segundo problema es que el ordenamiento de variables seleccionadas para realizar el ejercicio de identificación podría no ser el único que tiene una implicación económica razonable. Esto hace que el ejercicio de identificación no sea robusto ante cambios en los criterios de los investigadores y podría potencialmente llevar a diferentes interpretaciones económicas conflictivas de los mismos datos. En el contexto de la identificación de un choque de política monetaria para Estados Unidos, Christiano y Eichenbaum (1992) abordaban el impacto de diferentes esquemas de identificación para analizar el efecto de 12 Generalmente se asume que B tiene todos los valores de la diagonal principal iguales a uno. 13 Para entender bien lo que implica la identificación global de los SVAR, referirse a Rubio, Waggoner y Zha (2008). liquidez de un choque de política monetaria. Más recientemente, Canova y Pina (1999) concluyeron que, en general, los esquemas de restricciones de exclusión caracterizan pobremente el proceso de generación de datos, ya que fuerzan la imposición de demasiadas correlaciones contemporáneas nulas entre las variables. También dicen que estas restricciones de exclusión no recuperan las características teóricas de las perturbaciones monetarias. Este tipo de críticas propiciaron el desarrollo de una rama de literatura que ha estado realizando un tipo de identificación no paramétrica denominada de restricciones de signo. Faust (1998), Canova y De Nicoló (2002) y Uhlig (2005) han desarrollado separadamente diferentes formas de implementar la identificación por restricciones de signo. En general, para identificar choques económicos estructurales interpretables, este método ha pasado de imponer restricciones a la matriz B a imponer características deseables sobre las funciones de impulso-respuestas, bien sea, basándose en las nociones convencionalmente aceptadas o en los modelos teóricos como los modelos DSGE14. Para entender el espíritu general de esta técnica, se comienza con las impulso-respuestas de un SVAR(q), llamadas Rh , de orden m m , con r el elemento típico ij , donde h denota el período de tiempo en el cual se evalúa la función. Por construcción, la columna j de la matriz Rh contiene las respuestas de todas las variables en el sistema al choque th th ortogonal j , mientras que la fila i contiene las respuestas de la variable th i a todos los choques ortogonales, en el horizonte h. th Teóricamente, la matriz de impulso-respuestas en el horizonte h puede expresarse de la siguiente manera: Rh h 1 1 2 donde 1 m 0 (7) 2 0 q 0 , además de contener información m 0 sobre los parámetros estructurales, es también la matriz auto-regresiva de la representación companion form estimada a partir del VAR reducido. La identificación por restricciones de signo involucra la selección de un conjunto de valores de parámetros estructurales, es decir ( 1 q , and ), de manera que rij , para algún h dado, satisfaga ciertas condiciones, pero sin imponer restricciones cero en la matriz B. Debido a que estas impulso-respuestas son no lineales en los parámetros, 14 Para una revisión crítica sobre la aplicación de las restricciones de signo, ver Fry y Pagan (2009). podría haber varios conjuntos de valores de parámetros estructurales que satisfagan dichas restricciones. Por definición, esto hace que cualquier SVAR identificado con restricciones de signo sea sobre-identificado. Para aclarar este punto, utilicemos el concepto de matrices de rotación utilizado por Rubio, Waggoner y Zha (2008). Supongamos que ˆ , ˆ y una comenzamos con valores estimados de los parámetros que satisface ˆ Vˆ Vˆ ' y las restricciones de signo ˆ h 1Vˆ . Como siempre impuestas a la matriz de impulso-respuestas Rˆ h hay una matriz ortogonal Q que satisface Q Q ' y que conserva ˆ Vˆ Q Q ' Vˆ ' Vˆ Vˆ ' , si las restricciones de las impulso-respuestas se siguen matriz ortogonal Vˆ satisfaciendo, entonces el modelo estará sobreidentificado. Es decir, existe más de un conjunto de parámetros estructurales que satisface las ecuaciones de la forma reducida y satisfacen las restricciones impuestas. Esto se debe a que la matriz Q es una matriz de rotación de Vˆ , y que para cada Q hay un nuevo conjunto de parámetros estructurales que ˆ h 1 Vˆ Q 15. Por provee impulso-respuestas distintas a través de Rˆ h tanto, para calibrar el nivel de incertidumbre en los parámetros estructurales del modelo, parece ser necesario proporcionar varias matrices de rotación que satisfagan las restricciones impuestas en las impulso-respuestas16. Rubio, Waggoner y Zha (2008) ofrecen un algoritmo eficiente para hallar matrices de rotación apropiadas para identificar modelos SVAR con restricciones de signo17. En este trabajo implementamos una versión de este algoritmo. Debido a que el proceso de identificación por restricciones de signo debe ser llevado a cabo a través de un proceso de búsqueda de matrices de rotación apropiadas, comenzando, por ejemplo, con una descomposición de Cholesky de P P ' , es importante explicar la diferencia que existe entre los choques puramente ortogonales y los estructurales (identificados). Para ello, consideremos un vector de 15 Dada rotada cada 16 Fry ̂ Vˆ R ̂ y cualquier descomposición ortogonal que provee valores para la matriz ̂ Vˆ , para cada Q y para también se obtienen valores para la matriz ̂q ̂1 2 , dada hay una matriz simultáneamente, y por ̂ . y Pagan (2009) se refiere a esta incertidumbre como incertidumbre de identificación y la diferencian de la incertidumbre de muestreo que generalmente está presente en los procedimientos de bootstrapping dentro del marco de estimación clásico. Nosotros sostenemos que en lugar de lidiar con dos tipos de incertidumbres, lo que en realidad tenemos son dos procedimientos distintos, desde el punto de visto operativo, para evaluar incertidumbre de parámetros. La cuestión sobre qué tipo de procedimiento se emplea dependerá exclusivamente del hecho de si el SVAR es identificado de manera exacta o si es sobreestimado. Cuando el SVAR es identificado exactamente y la estimación directa sólo ofrece un sólo conjunto de parámetros estructurales, se debe emplear la incertidumbre de muestreo. 17 En este algoritmo, la matriz de rotación Q es una matriz ortogonal distribuida uniformemente, obtenida de la descomposición QR de una matriz normal aleatoria. columna q j de dimensión m de la matriz ortogonal Q, que por definición satisface: q j ' q j 1 (tiene longitud unitaria) y qi ' q j 0 i j (es ortogonal a los otros vectores de la matriz). El vector de respuestas del th sistema en el horizonte h al choque estructural j viene dado por: ~ Chol R h h 1 P q j Rh qj (8) es la matriz de impulso-respuestas que viene de la donde R h th descomposición de Cholesky. Debido a que la respuesta de la variable i th al choque estructural j puede ser expresada como una combinación lineal de las respuestas de tal variable a todos los choques ortogonales incluidos en P , digamos ~ ri j rimChol q mj , entonces podemos Chol m establecer que el choque estructural identificado (con restricciones de signo) es también una combinación lineal de los choques ortogonales de Cholesky. Nótese que la incertidumbre relacionada con un choque estructural, es decir, su varianza, puede ser caracterizada por las propiedades de los diferentes vectores q j que cumplieron con las respuestas esperadas para una ortogonalización dada de los residuos de la forma reducida. El choque estructural jth es también ortogonal al resto de los choques estructurales, debido a que la ortogonalidad de los vectores qi i j . En general, existen muchas variaciones en la manera en que se aplican las restricciones de signo. Dependiendo de la naturaleza del choque que el investigador esté tratando de identificar, la evaluación de las impulso~ respuestas se hace al momento del impacto del choque R 0 o para varios períodos después del impacto R 1, R 2 ... . Además, hay diferencias en el número de restricciones que los investigadores imponen ~ (el número de elementos de R que se establecen para satisfacer ciertos umbrales). En este aspecto, algunos autores tratan de ser minimalistas en las restricciones que imponen y dejan que muchas variables se muevan libremente (Uhlig 2005), mientras que otros imponen tantas restricciones como sea posible para identificar el máximo número de choques estructurales (Canova y De Nicoló 2002). La lógica del esquema de restricciones al final dependerá del objetivo que se persiga en la investigación. Finalmente, también está la cuestión irresoluta de si el investigador debería procurar la identificación de un choque o de todos los choques. Sin embargo, lo que parece estar claro hasta ahora es que cuando se trata de identificar varios choques estructurales, la identificación debe ser lograda simultáneamente para preservar la ortogonalidad entre dichos choques. ~ ~ 4. Datos y estimación de VAR En este trabajo emprendemos la estimación de un VAR de forma reducida utilizando las cantidades y precios correspondientes a los tres mercados descritos en el modelo teórico estilizado como variables endógenas: la tasa de política monetaria (R), la tasa de interés de los préstamos interbancarios(O), el valor de la cartera nominal de créditos bancarios para el sector privado (C)18, la tasa de interés activa nominal (L), el índice de precios al consumidor (P) y el índice del valor real de bienes y servicios no petroleros producidos en la economía (y). Todas las variables son expresadas en logaritmos, con excepción de las tasas de interés, las cuales son expresadas en puntos porcentuales. No incluimos las reservas excedentarias (ER) como una variable endógena del VAR, ya que su nivel no respondió de manera significativa a ninguno de los choques en el sistema. Sin embargo, incluimos ER como una variable exógena para controlar su efecto sobre el resto de las variables. Trabajamos con datos mensuales y el período de muestra va desde enero de 2004 hasta diciembre de 2009 (72 observaciones). Seleccionamos este período por su homogeneidad: en el arreglo monetario la variable de política monetaria es establecida directamente por el Banco Central, y a lo largo del período hay un control de cambio que se caracteriza por ventas racionadas de divisas y precios de divisas fijos para las transacciones de cuenta corriente. Para asegurar la especificación apropiada del sistema, también incluimos siete variables exógenas: el logaritmo de las reservas bancarias excedentes (ER), el logaritmo de los precios del petróleo de la cesta venezolana(OP), la creación de dinero fiscal (F), que se define como el flujo neto de dinero que el sector público deposita en el sistema financiero19, el logaritmo del tipo de cambio nominal no-oficial (E), medido en unidades de moneda local por divisa (Bs/$)20, y la relación entre las ventas de divisas del Banco Central y las reservas internacionales (FX/RIN). Adicionalmente, para controlar el efecto de las ventas de notas estructuradas (al sistema financiero) y de bonos (a hogares y empresas) denominados en US dólares por parte del gobierno, utilizamos dos variables ficticias, las cuales asumen el valor 1 cada vez que tienen lugar estas ventas21. 18 La cartera de créditos incluye créditos al consumo (tarjetas de crédito, vehículos), créditos hipotecarios y créditos para sectores productivos (comerciales, turismo y actividad agrícola). 19 En este contexto, el sector público se refiere a la compañía petrolera nacional (Petróleos de Venezuela-PDVSA. S.A), un banco de desarrollo público (BANDES) y al gobierno central. 20 Debido a que para toda la muestra hay un control de cambio, utilizamos el tipo de cambio del mercado no-oficial (o paralelo) en lugar del tipo de cambio oficial. Como esta variable refleja el precio de mercado de las divisas, pensamos que se relaciona más adecuadamente con el comportamiento del índice de precios al consumidor. 21 Estas ventas de notas y de bonos afectan al crédito y al mercado interbancario, ya que, aunque son emitidos en dólares estadounidenses, son adquiridos en moneda nacional (Bs). Estos instrumentos financieros son especialmente importantes para el Cuatro variables endógenas (C ,L, P e y) fueron encontradas de orden I(1), mientras las otras dos (R y O) fueron encontradas I(0) de acuerdo con las pruebas estándar de raíz unitaria. Debido a que todas las variables I(1) fueron cointegradas22, y una representación VECM siempre puede ser re-expresada como una representación VAR (Canova 2007), estimamos la forma reducida del VAR en niveles, en lugar de diferencias, a través de OLS. Adicionalmente, revisamos que todas los residuos fueran estacionarios y que la estimación del sistema fuera dinámicamente estable. La estructura de rezagos fue seleccionada utilizando los criterios de información de Schwarz y Hannan-Quinn, los cuales indicaron que la mejor especificación correspondió a un VAR(1). Una vez culminado el proceso de estimación, identificamos cinco choques estructurales utilizando la metodología de restricción de signo, y la implementación sugerida por Rubio, Waggoner y Zha (2008). Debido a que la identificación de estos errores estructurales exige comenzar con un conjunto de perturbaciones ortogonalizadas, aplicamos la descomposición de Cholesky a la matriz de covarianza de los residuos reducidos. 5. Esquema de identificación con restricciones de signo El objetivo más común de la literatura en cuanto a la evaluación de la política monetaria es identificar adecuadamente las perturbaciones monetarias exógenas, las cuales representan los choques inesperados a dicha política. En este trabajo, no sólo estamos interesados en determinar si el choque de política monetaria tiene efectos reales sobre la economía, sino también en cuál es el papel del crédito en relación a la producción. Debido a este doble objetivo, utilizamos la metodología de restricciones de signo para identificar cinco tipos de choques: política monetaria, demanda de crédito, oferta de crédito, demanda agregada y oferta agregada. Identificamos estos cinco choques de manera de incluir las perturbaciones inherentes a cada uno de los mercados involucrados en el mecanismo de transmisión. También hacemos una distinción entre choques de demanda y de oferta agregada, ya que queremos entender si cualquier fluctuación real produce el mismo efecto sobre el mercado de crédito. Todos los choques son identificados simultáneamente para asegurar su ortogonalidad. Eickmeier et al. (2009) en su análisis de Alemania y de la Eurozona, adoptan un enfoque similar al nuestro y evalúan el efecto de tres choques (política monetaria, demanda y oferta agregada) sobre el crédito real y la actividad utilizando la metodología de restricciones de signo. Sin embargo, nuestro trabajo difiere del anterior en las variables período de la muestra porque representan una forma de adquirir dólares baratos en el contexto de un control cambiario. 22 Mediante el uso de la prueba Johansen no pudimos rechazar la hipótesis nula de que como máximo hay un vector de cointegración. empleadas, la cantidad de choques identificados, las restricciones impuestas (particularmente para el choque de la política monetaria), y las justificaciones teóricas utilizadas. Además, la implementación de la metodología de restricción de signo sigue más de cerca el procedimiento operativo empleado por Canova y De NIcoló (2002). La lógica general de nuestro esquema de identificación es imponer un número mínimo de restricciones necesarias para alcanzar una identificación satisfactoria, es decir, obtener un comportamiento suficientemente diferenciado de las variables en términos de las impulsorespuestas23. En este proceso de diferenciación, el comportamiento de la tasa de interés activa y de los precios agregados ha sido crucial. También hemos sido muy cuidadosos al no imponer restricciones sobre las variables cuyo comportamiento queremos evaluar. Por ejemplo, similar a lo hecho por Uhlig (2005), no aplicamos una restricción a la respuesta de la actividad real o del crédito cuando identificamos el choque de la política monetaria, ya que el objetivo, en este caso, es evaluar el impacto sobre estas variables24. Adicionalmente, cuando identificamos los choques de oferta y demanda en el mercado crediticio, no imponemos restricciones sobre la actividad real; o cuando identificamos los choques de oferta y demanda en el mercado de bienes, tampoco restringimos el comportamiento de los préstamos. Las restricciones de signo impuestas sobre las impulso-respuestas para cada choque se resumen en el siguiente cuadro: Cuadro 1. Restricciones sobre las impulso-respuestas de las variables R O L C y P Choque contractivo de política monetaria - - - Choque contractivo de demanda de crédito - - - - Choque contractivo de oferta de crédito - - - - Choque contractivo de demanda agregada - - - Choque contractivo de oferta agregada - - - - Todas las restricciones son impuestas para seis períodos, excepto para el 23 Fry y Pagan (2009) hacen énfasis en que cuando se utilizan restricciones de signo, no es suficiente con que las restricciones impuestas sean suficientemente distintas para los diversos choques, sino también que la respuesta de las variables no restringidas sea diversa. Sin embargo, esta condición sólo se expresa cualitativamente y su aplicación depende del criterio de la investigación. 24 Este tipo de enfoque para la identificación se define en Uhlig (2005) como “agnóstico”. choque de política monetaria, que sólo se define para el período de impacto del choque. Esto se hace para permitir observar perturbaciones de la oferta y la demanda que sean suficientemente duraderas en el tiempo para inducir las reacciones esperadas sobre las otras variables. De hecho, este supuesto parece muy verosímil si consideramos que, por ejemplo, una recesión es formalmente reconocida después de seis meses de caída continua en la actividad real. Para la identificación del choque de la política monetaria, inicialmente impusimos restricciones únicamente sobre la tasa de política y sobre la tasa de overnight (R y O), pero como resultado, los precios aumentaron para algunas realizaciones del choque25. Esto probablemente sucedió debido a que el esquema de identificación fue incapaz de distinguir entre choques de política monetaria y, por ejemplo, choques de la balanza de pagos en los cuales las tasas de interés y los precios aumentaron simultáneamente. Por tanto, forzamos a los precios a bajar, pero sólo en el impacto del choque. Para la identificación de la demanda y la oferta de crédito, sólo restringimos el comportamiento de cantidades y precios en este mercado para seis períodos consecutivos. Comparando la estrategia de identificación para el choque de demanda agregada y para el choque de oferta agregada, puede notarse que sólo en el primero se restringe la tasa activa. Esto se debe a que una caída en el nivel de precios debido a un choque contractivo de demanda agregada podría causar un declive en la demanda nominal de crédito o un aumento en la oferta nominal de crédito, por lo que ambos movimientos deberían reducir las tasas activas (aunque el efecto sobre las cantidades no estaría claro). Por tanto, en este caso, la tasa activa puede ser forzada a caer. Sin embargo, para el caso de un choque contractivo de oferta agregada, el incremento en los precios debería reducir la oferta de crédito, mientras que la caída en la actividad real debería reducir la demanda de crédito, presionando la tasa activa en direcciones opuestas. En este caso, no parece apropiado restringir el comportamiento de la tasa y es mejor evaluar su libre respuesta. 6. Resultados empíricos e implicaciones de políticas En esta sección hablamos de las impulso-respuestas obtenidas de la aplicación de la identificación por restricciones de signo. La incertidumbre en los parámetros estructurales del modelo se refleja mostrando como bandas los percentiles 16avo y 84avo de las diversas impulso-respuestas, obtenidas con base a 478 valores de Qs aceptados 25 Debe recordarse que el procedimiento de identificación por restricción de signo implica la simulación del impacto de los giros aceptados de qj, cada uno de los cuales corresponde a una realización particular del choque identificado. que satisfacen las restricciones impuestas (de un total de 830.000 candidatos evaluados). La banda central de las impulso-respuestas corresponde a la mediana del choque identificado. En el caso del choque de política monetaria contractiva (gráfico 1), la tasa de interés del mercado de corto plazo (O) aumenta inmediatamente después del choque, pero mantiene niveles significativamente más altos durante menos de tres meses. En el mercado crediticio, la tasa activa aumenta su nivel temporalmente, pero sólo durante algunos meses después del choque. Ninguna de las variables de cantidades, el crédito nominal y la actividad real, muestran una modificación significativa. Esto indica que un choque de política monetaria no ejerce ninguna influencia sobre la actividad real, bien sea porque el impulso monetario no es suficientemente fuerte y duradero o porque la tasa activa no tiene una respuesta significativa a las modificaciones de la tasa de política (R). La posible falta de respuesta de la tasa activa podría atribuirse al uso progresivamente menor de los CDs del Banco Central por parte del sistema financiero, lo que ha hecho que la tasa de política sea irrelevante para determinar el costo de oportunidad real de los fondos bancarios disponibles. Este comportamiento del sistema financiero puede explicarse por las desalentadoras tasas y las condiciones de plazo que el Banco Central ha estado imponiendo lentamente a los CDs a lo largo del periodo analizado26. Estas condiciones también podrían haber debilitado la capacidad del instrumento de política monetaria para resolver el exceso o la escasez de liquidez en el mercado de corto plazo y para influenciar a la tasa de interés overnight, la cual a su vez se relaciona con la tasa activa. Para verificar la robustez del resultado para el choque de política monetaria y para verificar la importancia de la tasa de interés interbancaria en el mecanismo de transmisión del impulso monetario, primero imponemos choques mayores sólo para la tasa de política, y luego choques mayores para ambas tasas simultáneamente, la de política y la interbancaria. Encontramos que, sólo para choques suficientemente grandes en ambas tasas, la tasa activa comienza a aumentar, iniciando la caída en la demanda agregada y en la actividad real, cuatro meses después del choque. Este ejercicio sugiere que la política monetaria podría tener efectos reales si fuese realmente capaz de afectar la tasa de interés a 1 día y la tasa activa en la dirección deseada. Los datos escasos que apoyan la existencia de grandes sorpresas monetarias, también indican que la política monetaria no ha sido activa durante el período de la muestra, lo que también explica la interrupción de su transmisión a la demanda agregada. En el contexto 26 Al comienzo de la muestra, la mayoría de los CDs del Banco Central era de corto plazo (14 días) y pagaban dividendos de 30%. Al final de la muestra, los CDs eran exclusivamente instrumentos de largo plazo (entre 56 y 91 días) con un rendimiento del 6%. de un control de cambio, la recuperación de la efectividad de la política monetaria requeriría al menos hacer las ventas de divisas consistente con las condiciones monetarias apropiadas y mejorar la efectividad del instrumento de política del Banco Central (CDs) mediante el ajuste de sus tasas y condiciones de plazos. Otra característica del ejercicio de robustez anterior es que el aumento de la tasa activa y la consecuente caída en la actividad real ocurren mucho más temprano que la caída en el crédito agregado. Esto nos lleva a inferir que la tardanza en la respuesta del crédito agregado a un choque de política se debe a la existencia de compromisos de crédito ya adquiridos, los cuales crean una especie de stickiness del crédito. Además, esto implica que la inicial reducción de la demanda agregada pudiera estar más directamente relacionada a un deterioro de la posición activa neta de los prestatarios o al efecto de liquidez (contractivo) que pudiera tener lugar. En el mercado crediticio, los choques contractivos de demanda y oferta (gráficas 2 y 3) tienen en común la caída en la cantidad de créditos bancarios. De manera distinta a los choques de demanda de crédito, luego de tres períodos, los choques de oferta generan una pequeña reducción (aunque estadísticamente significativa) en la producción real. La respuesta asimétrica de la producción a los choques de demanda y oferta de crédito probablemente ocurra debido a que sólo los choques de oferta impulsan las tasas de interés y los préstamos en la dirección adecuada para controlar la demanda agregada. Para determinar si la modificación en la demanda agregada fue iniciada debida a los movimientos en la tasa activa o a los movimientos en el crédito, impusimos movimientos unilaterales sobre cada una de estas variables. Los resultados indican que ninguno de estos movimientos por sí solo tiene éxito en modificar la demanda agregada, a menos que éstos sean extremadamente grandes. Con base en la evidencia anterior, es importante destacar que la imposición de pisos obligatorios al monto de préstamos otorgados por el sistema financiero no parece ser una medida efectiva para estimular la actividad económica. Esto se debe a que un aumento unilateral en el crédito no parece causar un aumento en la producción interna y sólo una ampliación voluntaria de la oferta del crédito bancario podría finalmente aumentar la demanda agregada interna y la actividad en el corto plazo. En esta línea de razonamiento, los hacedores de políticas podrían buscar mecanismos heterodoxos o persuasivos para inducir expansiones voluntarias del crédito bancario. Sin embargo, el asegurar la existencia de proyectos de inversión por el lado de la demanda no sería una dificultad menor a superar, ya que la simple provisión de préstamos para el consumo podría estimular la actividad económica a costa del aumento futuro en la morosidad de dichos créditos. En el mercado de bienes, la ocurrencia de un choque de demanda agregada (gráfica 4) causa, a la vez, una reducción de la tasa activa y del crédito bancario, reflejando un desplazamiento hacia la izquierda de la curva de demanda de crédito. Esta reducción en la cantidad de crédito es la respuesta estándar que también experimentaría cualquier agregado monetario, lo que apoya la noción generalmente aceptada de que el crédito responde de manera pasiva a la actividad real. Sin embargo, la también predecible reducción en la tasa activa no es muy grande y desaparece después de unos seis meses. Por otra parte, cuando la caída en la actividad económica se debe a un choque de la oferta agregada (gráfica 5), también ocurre una contracción instantánea del crédito. Debido a que la tasa activa también aumenta al impacto del choque, podemos inferir que no sólo hay un desplazamiento hacia adentro de la curva de demanda de crédito, sino también un desplazamiento a la izquierda de la curva de oferta de crédito. Este cambio de la curva de oferta de crédito es consistente con la idea de que las instituciones financieras incrementan las tasas nominales para compensar el efecto del incremento de precios sobre los rendimientos reales. Como los choques de la oferta agregada contractiva inducen una reducción endógena de la oferta crediticia bancaria, la moderación automática de la demanda agregada que se produce minimiza el aumento de precios, pero amplifica la caída en la actividad económica. Por tanto, incluso para una autoridad monetaria muy conservadora, no es aconsejable responder aplicando una política monetaria más contractiva cuando los aumentos en los niveles de precio son causados por choques en la oferta agregada. Inclusive, podría implementarse una política monetaria contracíclica para minimizar la volatilidad de la producción. Sin embargo, en este caso es importante evaluar cuán adecuado es el uso de otro instrumento de política que sea consistente con el manejo de la tasa de interés y que amortigüe los vaivenes en el mercado crediticio. Desde el punto de vista del largo plazo, pareciera que este resultado indica que las condiciones que propician un crecimiento sostenible desde el lado de la oferta son también las condiciones que sincronizarán la oferta de crédito con la expansión de la producción interna. Gráfico 1. Choque contractivo de política monetaria R P O 1 3 0.01 0.8 0.008 2 0.6 0.4 0.006 0.004 1 0.2 0.002 0 0 0 -0.2 -0.002 -1 -0.4 -0.6 -0.004 -0.006 -2 -0.8 -0.008 -1 6 12 18 -3 24 6 12 L 18 -0.01 24 5 10 C 1 15 20 15 20 y 0.03 0.04 0.8 0.03 0.02 0.6 0.02 0.4 0.01 0.01 0.2 0 0 0 -0.2 -0.01 -0.01 -0.4 -0.02 -0.6 -0.02 -0.03 -0.8 -1 6 12 18 -0.03 24 5 10 15 -0.04 20 5 10 Gráfico 2. Choque contractivo de demanda de crédito C L 0.03 1 0.8 0.02 0.6 0.4 0.01 0.2 0 -0 -0.2 -0.01 -0.4 -0.6 -0.02 -0.8 -1 6 12 y 18 -0.03 24 P 0.04 0.01 0.03 0.008 18 24 R O 1 0.8 2 0.004 0.01 12 3 0.006 0.02 0.6 0.4 1 0.2 0.002 0 0 -0.01 -0.002 -0.2 -1 -0.4 -0.6 -0.006 -0.03 -0 0 -0.004 -0.02 -0.04 6 -2 -0.8 -0.008 6 12 18 24 -0.01 6 12 18 24 -3 -1 6 12 18 24 1 7 13 19 24 Gráfico 3. Choque contractivo de oferta de crédito L C 1 0.03 0.8 0.02 0.6 0.4 0.01 0.2 -0 0 -0.2 -0.01 -0.4 -0.6 -0.02 -0.8 -1 6 12 18 -0.03 24 6 18 24 O P y R 3 0.01 0.04 12 1 0.008 0.03 0.8 2 0.006 0.02 0.004 0.01 0.002 0 0 0.6 0.4 1 0.2 0 -0 -0.002 -0.01 -0.2 -1 -0.004 -0.02 -0.006 -0.03 -0.008 -0.04 -0.01 6 12 18 24 -0.4 -0.6 -2 -0.8 -3 6 12 18 6 24 12 18 -1 24 6 12 18 Gráfico 4. Choque contractivo de demanda agregada y P L 0.04 0.01 1 0.03 0.008 0.8 0.006 0.6 0.004 0.4 0.01 0.002 0.2 0 0 0 -0.01 -0.002 -0.2 -0.004 -0.4 -0.006 -0.6 -0.03 -0.008 -0.8 -0.04 -0.01 0.02 -0.02 6 12 18 24 6 C 12 18 24 -1 6 3 0.02 2 0.01 1 0 0 18 24 18 24 R O 0.03 12 1 0.8 0.6 0.4 0.2 -0 -0.2 -0.01 -1 -0.02 -2 -0.03 -3 -0.4 -0.6 -0.8 6 12 18 24 6 12 18 24 -1 6 12 24 Gráfica 5. Choque contractivo de oferta agregada y P 0.04 0.01 0.03 0.008 0.02 0.006 0.004 0.01 0.002 0 0 -0.01 -0.002 -0.02 -0.004 -0.006 -0.03 -0.008 -0.04 6 12 L 18 -0.01 24 12 0.03 3 0.02 2 0.01 1 0 0 24 1 0.8 0.8 0.6 0.4 0.6 0.4 0.2 0.2 -0 -0 -0.2 -0.2 -0.4 -0.6 -0.01 -1 -0.02 -2 -0.03 24 -3 -0.4 -0.6 -0.8 -0.8 -1 18 R O C 1 6 6 12 18 6 12 18 24 -1 6 12 18 24 6 7. Conclusiones La evidencia empírica indica que un choque de política monetaria no ejerce ninguna influencia sobre la actividad real. Sin embargo, los choques contractivos en la oferta de crédito, que aumentan la tasa activa y reducen la cantidad de créditos otorgados, generan un declive pequeño pero estadísticamente significativo sobre la producción real. Estos dos hallazgos podrían sugerir que impulsos monetarios contractivos de larga duración y suficientemente fuertes podrían terminar por afectar la actividad real. Esto sucedería en la medida en que el impulso monetario pueda también influenciar a la tasa de interés en el mercado de dinero de corto plazo (mercado interbancario). Desde una perspectiva de política económica, se aconseja revisar las condiciones del instrumento de política monetaria y del control de cambio para ofrecer el panorama básico necesario para hacer que la política monetaria sea efectiva. En cuanto a la interacción entre el crédito y la producción real, encontramos que los cambios en la actividad real ponen en marcha un ajuste inmediato del crédito en la misma dirección. Sin embargo, las modificaciones unilaterales de la cantidad de crédito otorgado por el sistema financiero no parecen tener ningún efecto sobre la demanda agregada. Por tanto, parecería que el crédito bancario tiene un papel principalmente pasivo con respecto a la producción, similar a lo que infirieron Bernanke y Gertler (1995) a partir de la evidencia empírica para 12 18 24 los Estados Unidos. Debido a que únicamente los choques en la oferta de crédito tienen un impacto sobre la actividad real, parece importante entender cuáles factores causan la aparición de este tipo de choques. Debido a que por definición los choques no se explican por ninguna de las variables contenidas en VAR (son no-anticipados), es probable que las expectativas de los bancos, especialmente sobre el desempeño económico futuro, sean un factor determinante en la provisión de préstamos. Otros factores relacionados con la gestión de la hoja de balance de los bancos y la exposición a diversos tipos de riesgos podrían también ser relevantes para explicar la provisión de créditos. Estos temas deben ser discutidos en investigaciones futuras. Referencias · Arreaza A, Ayala N, Fernández M. 2001. Mecanismos de transmisión de política monetaria en Venezuela. Series Documentos de trabajo N° 34, Banco Central de Venezuela. · Arreaza A, Torres E, Santander E. 2005. The Bank lending channel in Venezuela: Evidence from bank level data. Series Documentos de trabajo N° 67, Banco Central de Venezuela. · Bernanke B, Blinder A. 1988. Credit, money and aggregate demand. The American Economic Review, 78, pp. 435-439. · ––––––– 1992. The federal funds rates and the channel of monetary policy transmission. American Economic Review, 82, pp. 901-921. · Bernanke B, Gertler M. 1995. Inside the black box: The credit channel of monetary policy transmission. 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