Prepa -14. Presentado por: Silvestre Alejandro Pérez Gutiérrez

Prepa -14.
Presentado por:
Silvestre Alejandro Pérez Gutiérrez.
Ética y economía: ¿integradas o yuxtapuestas?
Autores: María Isabel Encinar, José Luis Cendejas y Félix Fernando Muñoz.
¿Qué tipo de relación hay entre ética y economía?
Resumen:
Desde la Nueva Economía del Bienestar y la Teoría de la Elección Social han surgido
un conjunto de problemas fronterizos entre la Teoría Económica y la Ética cuyo intento
de solución ha generado una literatura conocida como «sobre ética y economía» El
desarrollo analítico de conceptos como utilidad, preferencias o bienestar y las
nociones como meta-preferencias, agencia o compromiso entroncan directamente en
la dimensión ética que toda Teoría del Valor presupone. En lo relativo a la Teoría de la
Elección, racionalidad, elección consistente y auto-interés impiden una acomodación
de comportamientos como el altruismo, u otros cuyos resultados no repercuten
directamente en el agente. La dificultad percibida para integrar armónicamente los
aspectos éticos de la acción en la Teoría Económica estándar permite calificar,
actualmente, la relación entre Economía y Ética como de mera yuxtaposición.
Aspectos filosóficos:
Los antecedentes de la conexión teórica entre Ética y Economía se remontan al
menos hasta Aristóteles, quien concibe la Economía como parte de la Filosofía
práctica junto con la Política y la Ética. Al comienzo de su Ética a Nicómaco,
Aristóteles pone en relación la economía con los fines humanos, refiriéndose al interés
de ésta por el aumento de la riqueza. Considera la política como el arte principal, que
debe utilizar «al resto de las ciencias», incluyendo la economía, dado que establece lo
que tenemos y no tenemos que hacer por lo que el fin debe ser lo bueno para el
hombre. Surgen un conjunto de problemas cuyo intento de solución ha conformado un
corpus de resultados teóricos fronterizos entre la Teoría Económica y la Ética, estas
teorías son: La Teoría del Valor, es el desarrollo analítico de conceptos clásicos como
utilidad, preferencias o bienestar, y la Teoría de la Elección se refiere, la identificación
de racionalidad, elección consistente y auto-interés.
Soluciones:
El debate sobre ética y economía vigente es resultado de un quehacer analítico
consistente en poner sistemáticamente ética y economía juntas: las anomalías
señaladas desde la teoría convencional que alientan, a su vez, la existencia misma del
debate y de la literatura resultante sirven para certificar la presencia de cuestiones
éticas en los procesos de valoración y elección, sin embargo, no hay en dicha teoría la
provisión de una base analítica suficientemente coherente como para integrar
conductas basadas en motivaciones no egoístas.
Conclusión:
Sin embargo tomando como punto de partida el conjunto de elecciones observables,
no es posible, desde la teoría convencional, reconstruir un esquema de valoraciones
desde el cual el agente racional, en el sentido económico, articule sus decisiones.
Surgen así dos alternativas explicativas. O se trata de un esquema de valoración
tautológico (todo lo que se elige se valora como la mejor alternativa y la mejor
alternativa es la que se elige efectivamente) o bien resulta un esquema generador de
elecciones anómalas (irracionales o inconsistentes desde el punto de vista de la
racionalidad económica convencional: altruismo, filantropía, etc.).
Este es el contexto en el que hemos mostrado que el estado de la actual relación entre
ética y economía es de mera yuxtaposición.