ORDEN DESISTIMIENTO - Junta de Castilla y León

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Expte.: 101/2015
ORDEN DEL CONSEJERO DE SANIDAD, DE 18 DE JUNIO DE 2015, POR LA QUE SE
ACUERDA DESISTIR DEL PROCEDIMIENTO ABIERTO PARA LA CONTRATACIÓN DEL
SERVICIO DE DIAGNÓSTICO CITOLÓGICO, DENTRO DEL MARCO DE DESARROLLO
DEL PROGRAMA DE PREVENCIÓN Y DETECCIÓN PRECOZ DE CÁNCER DE CUELLO
DE ÚTERO
ANTECENTES DE HECHO
PRIMERO.- Mediante Orden del Consejero de Sanidad, de 9 de abril de 2015, se acordó
iniciar expediente para la contratación, mediante procedimiento abierto, del servicio de
diagnóstico citológico dentro del marco de desarrollo del programa de prevención y
detección precoz de cáncer de cuello de útero, con un presupuesto total de 412.500,00 €
(exento de IVA, de acuerdo con lo establecido en el artículo 20.1.3 de la Ley 37/1992, de 28
de diciembre, del Impuesto sobre el Valor Añadido), con un plazo de ejecución de un año,
con cargo a la aplicación presupuestaria 05.02.313B01.64900.0, y con la siguiente
distribución por anualidades:
ANUALIDAD
UNIDADES
ESTIMADAS
2015
2016
TOTAL
32.000
43.000
75.000
IMPORTE
UNITARIO (SIN
IVA)
5,50 €
5,50 €
5,50 €
IMPORTE
TOTAL (exento
de IVA)
176.000,00 €
236.500,00 €
412.500,00 €
SEGUNDO.- Tras ser informado por la Asesoría Jurídica de la Consejería de Sanidad el
Pliego de Cláusulas Administrativas Particulares con fecha 6 de mayo de 2015, y fiscalizado
de conformidad por la Intervención Delegada con fecha 15 de mayo de 2015, el Consejero
de Sanidad, con fecha 19 de mayo de 2015, aprobó el expediente de contratación, el Pliego
de Cláusulas Administrativas Particulares, el Pliego de Prescripciones Técnicas y el gasto,
acordando asimismo la apertura del procedimiento de adjudicación mediante procedimiento
abierto, de acuerdo con lo establecido en los artículos 138.2 y 157 del TRLCSP.
TERCERO.- La licitación fue anunciada en el BOCYL, BOE y DOUE con fechas 26 de julio,
27 de julio y 21 de julio de 2015, respectivamente, finalizando el plazo de presentación de
proposiciones el 18 de junio de 2015.
CUARTO.- La cláusula 2.5.2.d) del Pliego de Cláusulas Administrativas Particulares
establece que los licitadores deberán presentar dentro del sobre de documentación general
los documentos indicados en el apartado 13 del Cuadro de Características de dicho pliego,
que acrediten la solvencia económica o financiera y técnica o profesional o la clasificación
requerida.
Al respecto de esto, el citado apartado 13 del Cuadro de Características dispone:
"13.1. Servicios que no requieren la clasificación de las empresas:
13.1.1. Solvencia económica y financiera: Medios de acreditación y condiciones mínimas:
Declaración sobre el volumen global de negocios y, en su caso, sobre el volumen de
negocios en el ámbito de actividades correspondientes al objeto del contrato, referido como
máximo a los tres últimos ejercicios disponibles en función de la fecha de creación o de
inicio de las actividades del empresario, en la medida de que disponga de dicho volumen de
negocios. A estos efectos la empresa deberá acreditar una cifra de negocios anual, igual o
superior al presupuesto de licitación en, al menos, uno de los últimos tres ejercicios
anteriores, en el ámbito de actividades correspondientes al objeto del contrato.
13.1.2. Solvencia técnica: Medios de acreditación y condiciones mínimas:
Deberá acreditarse mediante un mínimo de 30.000 diagnósticos citológicos realizados en
los tres últimos años. Los servicios o trabajos efectuados se acreditarán mediante
certificados expedidos o visados por el órgano competente, cuando el destinatario sea una
entidad del sector público o, cuando el destinatario sea un sujeto privado, mediante un
certificado expedido por éste o, a falta de este certificado, mediante una declaración del
empresario", indicándose a continuación en el apartado 13.2:
"13.2. Servicios que requieren la clasificación de las empresas ( según el art. 25 del
TRLCAP en relación con la D.T. Cuarta del TRLCSP):
13.2.1. Clasificación Empresarial :
Grupo/s
Subgrupo/s
Categoría/s"
De conformidad con esto, el Pliego de Cláusulas Administrativas Particulares no establece
en el apartado 13.2 de su Cuadro de Características ninguna clasificación empresarial a
aportar por los licitadores para acreditar su solvencia, sino, simplemente, los requisitos de
solvencia económica y financiera y técnica o profesional especificados en los apartados
13.1.1 y 13.1.2
QUINTO.- A tenor de lo anteriormente expuesto, el Secretario General de la Consejería de
Sanidad ha propuesto con fecha 17 de junio de 2015 el desistimiento del citado expediente
de contratación.
SEXTO.- La Asesoría Jurídica de la Consejería de Sanidad ha informado favorablemente la
propuesta de desistimiento.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- En virtud de lo establecido en el artículo 78 de la Ley 3/2001, de 3 de julio, del
Gobierno y de la Administración de la Comunidad de Castilla y León, el Consejero de
Sanidad es el órgano competente para acordar el desistimiento de este expediente de
contratación.
SEGUNDO.- El artículo 62 del TRLCSP establece que “para celebrar contratos con el sector
público los empresarios deberán acreditar estar en posesión de las condiciones mínimas de
solvencia económica y financiera y profesional o técnica que se determinen por el órgano de
contratación. Este requisito será sustituido por el de la clasificación, cuando ésta sea
exigible conforme a lo dispuesto en esta Ley”.
TERCERO.- La regulación contenida en el texto refundido de la Ley de Contratos del Sector
Publico, aprobado por Real Decreto Legislativo 3/2011, de 14 de noviembre, sobre la forma
de acreditar la solvencia económica y financiera, y la exigencia y efectos de la clasificación,
ha sido modificada por la Ley 25/2013, de 27 de diciembre, de impulso de la factura
electrónica y creación del registro contable de facturas en el Sector Publico (en adelante Ley
25/2013), mediante la Disposición final tercera, apartados tres, cuatro y ocho. En concreto
se han modificado los artículos 65, 76, 77 y 78 y la Disposición transitoria cuarta, y se ha
introducido un nuevo artículo 79 bis.
Concretamente, establece el artículo 65 del TRLCSP, tras la redacción dada por el Real
Decreto Legislativo 3/2011 de 14 de noviembre:
“1. La clasificación de los empresarios como contratistas de obras o como contratistas de
servicios de las Administraciones Públicas será exigible y surtirá efectos para la acreditación
de su solvencia para contratar en los siguientes casos y términos:
a) Para los contratos de obras…
b) Para los contratos de servicios no será exigible la clasificación del empresario. En el
anuncio de licitación o en la invitación a participar en el procedimiento y en los pliegos del
contrato se establecerán los criterios y requisitos mínimos de solvencia económica y
financiera y de solvencia técnica o profesional tanto en los términos establecidos en los
artículos 75 y 78 de la Ley como en términos de grupo o subgrupo de clasificación y de
categoría mínima exigible, siempre que el objeto del contrato esté incluido en el ámbito de
clasificación de alguno de los grupos o subgrupos de clasificación vigentes, atendiendo para
ello al código CPV del contrato. En tales casos, el empresario podrá acreditar su solvencia
indistintamente mediante su clasificación en el grupo o subgrupo de clasificación
correspondiente al contrato o bien acreditando el cumplimiento de los requisitos específicos
de solvencia exigidos en el anuncio de licitación o en la invitación a participar en el
procedimiento y detallados en los pliegos del contrato. En defecto de estos, la acreditación
de la solvencia se efectuará con los requisitos y por los medios que reglamentariamente se
establezcan en función de la naturaleza, objeto y valor estimado del contrato, medios y
requisitos que tendrán carácter supletorio respecto de los que en su caso figuren en los
pliegos”.
CUARTO.- La Ley 25/2013 demora la entrada en vigor de la reforma, pues el apartado ocho
de la Disposición final tercera, modifica la Disposición transitoria cuarta del TRLCSP que
queda redactada en los siguientes términos: «Disposición transitoria cuarta. Determinación
de los casos en que es exigible la clasificación de las empresas y de los requisitos mínimos
de solvencia. El apartado 1 del artículo 65, en cuanto delimita el ámbito de aplicación y de
exigibilidad de la clasificación previa, entrará en vigor conforme a lo que se establezca en
las normas reglamentarias de desarrollo de esta Ley por las que se definan los grupos,
subgrupos y categorías en que se clasificarán los contratos de obras y los contratos de
servicios, continuando vigente, hasta entonces, el párrafo primero del apartado 1 del artículo
25 del Texto Refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas. La nueva
redacción que la Ley de Impulso de la Factura Electrónica y creación del Registro Contable
de Facturas en el Sector Público da a los artículos 75, 76, 77 y 78 del texto refundido de la
Ley de Contratos del Sector Público y el artículo 79. bis de dicho texto refundido entrarán en
vigor conforme a lo que se establezca en las normas reglamentarias de desarrollo de esta
Ley por las que se definan los requisitos, criterios y medios de acreditación que con carácter
supletorio se establezcan para los distintos tipos de contratos. No obstante lo anterior, no
será exigible la clasificación en los contratos de obras cuyo valor estimado sea inferior a
500.000 euros ni en los contratos de servicios cuyo valor estimado sea inferior a 200.000
euros».
Parece claro que se condiciona la efectividad de la supresión de la exigencia de
clasificación como requisito obligatorio para los contratos de servicios a la regulación de los
grupos, subgrupos y categorías en las que se clasificarán estos contratos.
Por lo tanto, actualmente, en tanto no exista un desarrollo reglamentario de la norma, la
clasificación como regla general es exigible en aquellos contratos de servicios cuyo valor
estimado supere los 200.000 euros. La excepción la constituye aquellos contratos a los que
hace referencia el párrafo primero del apartado 1 del artículo 25 del texto refundido de la
Ley de Contratos de las Administraciones Públicas (TRLCAP), que establece.
“Para contratar con las Administraciones públicas la ejecución de contratos de obras o de
contratos de servicios a los que se refiere el artículo 196.3, en ambos casos por
presupuesto igual o superior a 20.000.000 de pesetas (120.202,42 euros), será requisito
indispensable que el empresario haya obtenido previamente la correspondiente
clasificación. Se exceptúan de este requisito los contratos comprendidos en las categorías 6
y 21 del artículo 206 y, de los comprendidos en la categoría 26 del mismo artículo, los
contratos que tengan por objeto la creación e interpretación artística y literaria y los de
espectáculos.” (Art. 25.1 TRLCAP).
Debe señalarse que el importe actualmente vigente a partir del cual es exigible clasificación
en los contratos de servicios es de 200.000 euros de valor estimado, y no el de 120.202,42
euros de presupuesto, al que hace referencia el artículo 25.1. del TRLCAP, dado que, a
pesar de que la disposición transitoria cuarta del TRLCSP en su primer párrafo
efectivamente se remite al artículo 25.1. del TRLCAP, en su tercer párrafo aclara:
“No obstante lo anterior, no será exigible la clasificación en los contratos de obras cuyo valor
estimado sea inferior a 500.000 euros ni en los contratos de servicios cuyo valor estimado
sea inferior a 200.000 euros.”
De conformidad con lo anteriormente expuesto, y dada la cuantía del presupuesto del
contrato, el Pliego de Cláusulas Administrativas Particulares debía haber exigido la
clasificación empresarial correspondiente para acreditar la solvencia de los licitadores que
pretendieran presentar proposición en el citado procedimiento abierto. No obstante, en vez
de exigir dicha clasificación empresarial se les exigió la acreditación de dicha solvencia por
los medios y con los requisitos especificados en los puntos 13.1.1 y 13.1.2 del Cuadro de
Características del PCAP.
QUINTO.- Establece el artículo 155 del Real Decreto Legislativo 3/2011, de 14 de
noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Contratos del Sector
Público, "la renuncia a la celebración del contrato o el desistimiento del procedimiento sólo
podrán acordarse por el órgano de contratación antes de la adjudicación. En ambos casos
se compensará a los candidatos o licitadores por los gastos en que hubiesen incurrido, en la
forma prevista en el anuncio o en el pliego, o de acuerdo con los principios generales que
rigen la responsabilidad de la Administración.
Sólo podrá renunciarse a la celebración del contrato por razones de interés público
debidamente justificadas en el expediente. En este caso, no podrá promoverse una nueva
licitación de su objeto en tanto subsistan las razones alegadas para fundamentar la
renuncia.
El desistimiento del procedimiento deberá estar fundado en una infracción no subsanable de
las normas de preparación del contrato o de las reguladoras del procedimiento de
adjudicación, debiendo justificarse en el expediente la concurrencia de la causa. El
desistimiento no impedirá la iniciación inmediata de un nuevo procedimiento de licitación".
Esta infracción de las normas de preparación y adjudicación del contrato puede apreciarse
en los pliegos de contratación, entre otros actos que integran el procedimiento de licitación.
En la medida en que la decisión de desistir de un contrato puede afectar, como es el caso, a
los licitadores, la Ley exige el cumplimiento de los requisitos mencionados que deben ser
interpretados de manera restrictiva. El desistimiento regulado en el TRLCSP es una
alternativa de revisión de la actuación administrativa específica, en relación con los medios
generales previstos en la Ley para la revisión de los actos administrativos como la
declaración de lesividad prevista en el artículo 103 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre,
de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo
Común. Es por ello que, concurriendo dichas circunstancias, la Administración puede
desistir del contrato sin necesidad de acudir a dichos medios de revisión de los actos
administrativos, en beneficio de la eficacia de la actuación administrativa, pues no tendría
sentido continuar un procedimiento de licitación que infrinja la Ley, ni tampoco demorar en
exceso la revisión de la actuación ilegal. Todo ello, claro está, siempre que no se
comprometan derechos adquiridos, como sucedería si se hubiera producido la adjudicación
del contrato.
En este caso, la no exigencia de la clasificación empresarial correspondiente, para la
acreditación de la debida solvencia económica y financiera y técnica o profesional, estaría
infringiendo lo establecido al respecto en la Disposición Transitoria Cuarta del TRLCSP y en
el artículo 25.1 del TRLCAP.
Como bien es sabido, la aprobación de los Pliegos de Cláusulas Administrativas
Particulares forma parte de la preparación de los contratos, de suerte que, como señala el
artículo 115.1 TRLCSP, deben aprobarse “siempre antes de la licitación del contrato o, de
no existir ésta, antes de su adjudicación”. De hecho, en los artículos 127, 131 y 133
TRLCSP se alude, expresamente, a los Pliegos de Cláusulas Administrativas Particulares
como actuaciones preparatorias de los distintos contratos típicos.
En virtud de lo anteriormente expuesto, a propuesta del Secretario General y a tenor de las
competencias que me atribuye el artículo 78 de la Ley 3/2001, de 3 de julio, del Gobierno y
de la Administración de la Comunidad de Castilla y León,
DISPONGO
El desistimiento del expediente para la contratación, mediante procedimiento abierto, del
servicio de diagnóstico citológico dentro del marco de desarrollo del programa de
prevención y detección precoz de cáncer de cuello de útero, con un presupuesto total de
412.500,00 € (exento de IVA, de acuerdo con lo establecido en el artículo 20.1.3 de la Ley
37/1992, de 28 de diciembre, del Impuesto sobre el Valor Añadido), por no haberse exigido
en el Pliego de Cláusulas Administrativas Particulares la clasificación empresarial
correspondiente.
Contra esta Orden, que pone fin a la vía administrativa de conformidad con lo establecido en
el artículo 61.1.b) de la Ley 3/2001, de 3 de julio, del Gobierno y de la Administración de la
Comunidad de Castilla y León, podrá interponerse recurso contencioso-administrativo ante
el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, Sala de lo Contencioso-Administrativo de
Valladolid, en el plazo de dos meses contados desde el siguiente al de su notificación, de
acuerdo con lo previsto en los artículos 8.3, 14.1 y 46, respectivamente, de la Ley 29/1998,
de 13 de julio, Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-administrativa.
Igualmente, con carácter previo y potestativo, podrá interponerse recurso de reposición ante
el Consejero de Sanidad, a tenor de lo dispuesto en los artículos 61.2 de la citada Ley
3/2001, de 3 de julio, y 116 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de
las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, modificada por
Ley 4/1999, de 13 de enero, en el plazo de un mes computado desde el día siguiente al de
su notificación.
Valladolid, 18 de junio de 2015.- EL CONSEJERO DE SANIDAD
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