Nota Editorial y Resúmenes - Instituto Panamericano de Geografía e

Anuncio
contenido
Nota editorial
María Cristina Mineiro Scatamacchia, 3
Homenaje a Lenin Ortiz Arciniegas
Guillermo Acosta Ochoa, 5
ARTÍCULOS ORIGINALES
Elementos de las sociedades clasistas iniciales
para la enseñanza del capitalismo del siglo XX
Griselda Sarmiento Fradera, 121
El indio permitido en el estado multicultural.
Patrimonio cultural y etnofagia en la
tardomodernidad
Lidia Iris Rodríguez Rodríguez, 153
Paralelismos entre el panorama enfrentado por
los materialistas marxistas del siglo XIX y la
teoría arqueológica angloamericana actual
Robert M. Rosenswig, 173
La emergencia de las relaciones sociales de
cooperación: desarrollo teórico-metodológico
desde una etnoarqueología social de grupos
cazadores-recolectores
Ivan Briz I Godino, Myrian Álvarez,
Débora Zurro, Jorge Caro Saiz y
Adriana Lacrouts, 9
Observaciones críticas en torno a la postura
ilustrada para la antropología-etnografía
Martín Ronquillo Arvizu, 189
Situando el comunismo primitivo en el
registro arqueológico
Juan Manuel Vicent García,
Antonio Gilman, 31
La divulgación de la arqueología: una
aproximación desde el marxismo al problema
de la “puesta en valor”
Manuel Gándara V., 203
El problema de la relación sociedad naturaleza:
una contradicción dialéctica
José Alfredo Flores, 45
De la integración a la exclusión territorial en
el proceso de neolitización de la fachada
oriental de la península ibérica: poblamiento
y producción lítica
Francisco Javier Jover Maestre, 67
Las sociedades tribales durante el Neolítico
Inicial en el Mediterráneo Occidental:
procesos de expansión y consolidación
durante el VI milenio (Cal. B.C.)
Gabriel García Atiénzar, 101
Sobre el concepto de tiempo libre y la
administración de los sitios patrimoniales
Patricia Ledesma Bouchan, 229
Política académica en la producción de zonas
arqueológicas con visita pública en el Estado de
Morelos: más de un siglo de desencuentros en
la cuenta pública local
Raúl Francisco González Quezada, 247
La humanidad espectral: lógica del capital
para la cultura y el patrimonio cultural
Omar Olivo del Olmo, 261
Antropología aplicada y políticas públicas en
Milpa Alta, México
Luis Gustavo García García, 281
nota editorial
Estamos publicando este número especial del Boletín de Antropología Americana en
el año del 85 Aniversario del IPGH, asimismo aprovechamos esta oportunidad para
sincronizar la fecha con la producción de los artículos que se incluyen, los cuales
fueron presentados en el III Encuentro de Arqueología Social Ameroibérica,
celebrado en mayo de 2012 en la Escuela Nacional de Antropología e Historia en la
Ciudad de México.
El Boletín de Antropología Americana también puede ser consultado en línea a
través de las siguientes bases de datos académicas: JStor, ProQuest, Ebsco y Gale
Cengange Learning.
Maria Cristina Mineiro Scatamacchia
Presidente Comisión de Historia del IPGH
homenaje a
lenin ortiz arciniegas†
Los Encuentros de Arqueología Social Ameroibérica han intentado constituirse como
espacios de comunicación para distintos colegas e instituciones que, como dice la
Onceava Tesis, se interesan no solamente en interpretar el mundo, sino también en
transformarlo. En nuestro caso, el mundo de la disciplina arqueológica, sus
problemáticas teóricas, metodológicas y puestas en práctica han sido tratados en
diversos aspectos en anteriores reuniones celebradas en la Escuela Nacional de
Antropología e Historia (ENAH) en 2006 y 2009.
En esta ocasión, el Encuentro tuvo como sede alterna la Escuela Nacional de
Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM), además de la ENAH, en los
días 23 a 25 de mayo de 2012 y se dedicó a la memoria del colega Lenin Humberto
Ortiz Arciniegas, principal promotor de la Arqueología Social en Sudamérica. Aquí
una breve semblanza.
ivan briz i godino *
myrian álvarez **
débora zurro***
jorge caro saiz ***
adriana lacrouts ****
la emergencia de las relaciones
sociales de cooperación: desarrollo
teórico-metodológico desde una
etnoarqueología social de grupos
cazadores-recolectores
Introducción
Las diversas formas de organización e interacción social que se han desarrollado a lo
largo de nuestra trayectoria evolutiva como especie constituyen un elemento esencial
para comprender los cambios y continuidades ocurridos dentro de la historia de
diferentes sociedades humanas. Sin embargo, muchas de estas formas han quedado
fuera de los objetivos de la investigación socio-histórica, o bien han recibido un
tratamiento marginal producto, tanto del contexto socio-político en el que se
*
ICREA,
Dept. d’Arqueologia i Antropologia, Institución Milá y Fontanals-Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (IMF-CSIC), Barcelona, España, correo electrónico:
[email protected]
** Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC-CONICET), Ushuaia, Argentina, correo
electrónico: [email protected]
*** Institución Milá y Fontanals-Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IMF-CSIC), Dept.
d’Arqueologia i Antropologia, Barcelona, España, correos electrónicos: [email protected]
y [email protected]
**** Universidad de Buenos Aires, Argentina, correo electrónico: [email protected]
desarrolla la Arqueología actual, como de la capacidad (y finalidad) de la misma para
explicar y justificar las condiciones sociales existentes (Gramsci, 1967:94). Entre las
opciones sociales que no han sido analizadas en profundidad, una en concreto ha
recibido una destacable indiferencia por parte de la teoría social idealista-liberal: las
relaciones sociales de cooperación.
En este sentido, la Arqueología social posee un doble desafío, y a la vez
posibilidad de acción, en el estudio de las prácticas cooperativas humanas. Por un
lado, mediante el uso de escalas espacio-temporales amplias, puede analizar cuáles
son las condiciones de surgimiento y de transformación de las relaciones de
cooperación en distintas sociedades y en contextos ambientales e históricos diversos.
Por otro lado, puede indagar, evaluar y determinar cuál es la materialidad de la
cooperación y cuáles son los indicadores para su identificación en el registro
arqueológico.
Este trabajo se desarrolla en dos partes. En la primera, definiremos qué
entendemos por cooperación social y cuál es su importancia la arqueología de
sociedades cazadoras-recolectoras. Para ello nos focalizaremos en los procesos de
agregación social como escenario clave para el desarrollo de estas dinámicas
específicas de interacción social y en la etnoarqueología como el instrumento
metodológico adecuado para resolver esta problemática en la arqueología de grupos
cazadores-recolectores. En la segunda parte, expondremos los métodos y los
primeros resultados alcanzados en el marco de los proyectos que estamos
desarrollando en estos momentos en el canal Beagle (Tierra del Fuego, Argentina);
nos focalizaremos en el análisis del contexto arqueológico de la agregación.
El propósito general de nuestra investigación es reflexionar sobre el papel de la
cooperación social en los grupos cazadores-recolectores, explorar cuáles son las
condiciones para la emergencia de la cooperación; analizar si esta es un instrumento
social efectivo en situaciones de crisis, y determinar si es posible reconocerla desde
la Arqueología en contextos de grupos cazadores-recolectores.
juan manuel vicent garcía *
antonio gilman **
situando el comunismo primitivo en el
registro arqueológico
Engels (1980b [orig. 1884]:185) concluye su Origen de la familia, la propiedad
privada y el estado a la luz de las investigaciones de Lewis H. Morgan, citando uno
de los párrafos finales de Ancient Society:
La disolución de la sociedad se yergue amenazadora ante nosotros, como el término de
una carrera histórica cuya única meta es la riqueza, porque semejante carrera encierra
los elementos de su propia ruina. La democracia en la administración, la fraternidad en
la sociedad, la igualdad de derechos y la instrucción general, inaugurarán la próxima
etapa superior de la sociedad, para la cual laboran constantemente la experiencia, la
razón y la ciencia. Será un renacimiento de la libertad, la igualdad y la fraternidad de las
antiguas gens, pero bajo una forma superior. 1
*
**
1
Instituto de Historia, CCHS-CSIC, Madrid, España.
California State University, Northridge, Estados Unidos.
El párrafo original de Morgan puede encontrarse en la página 544 de la edición española (Morgan
1987). En general hemos preferido tomar las referencias de las ediciones en español. Cuando no ha
sido posible se cita en la lengua original, incluyendo en nota a pie de página nuestra propia traducción.
josé alfredo flores *
el problema de la relación sociedad
naturaleza: una contradicción dialéctica
…la famosísima “unidad del hombre con la naturaleza” ha
consistido siempre en la industria, siendo de uno u otro modo
según el mayor o menor desarrollo de la industria en cada época,
lo mismo que la
“lucha” el hombre con la naturaleza, hasta el desarrollo de sus
fuerzas productivas sobre la base correspondiente.
Carlos Marx y Federico Engels
La ideología alemana
Introducción
En la arqueología encontramos, por lo menos, tres posiciones teóricas claramente
definidas en torno al problema de la relación sociedad naturaleza. Por un lado, se
encuentra aquella que se atiene a una postura determinista en la que la naturaleza
ocupa el papel central de dicha relación, donde los distintos grupos humanos sólo
promueven procesos adaptativos, a través del desarrollo de su cultura. Y, por otro
lado, las que dan un mayor peso a la sociedad y a su capacidad transformadora, y en
la que se no se reconoce la adaptación como un proceso fundamental. La arqueología
simbólica da un mayor peso en sus procesos interpretativos a los contenidos míticos
y simbólicos. La arqueología social fundamenta la explicación en la producción
socioeconómica, sin desconocer dichos contenidos. Es sobre la base de esta segunda
posición teórica en que se desarrolla el presente documento.
Entre las distintas perspectivas antropológicas existen dos grandes posiciones en
torno a la relación sociedad-naturaleza: monismo vs. dualismo. Posiciones que se
asumen totalmente opuestas y mutuamente excluyentes. Este trabajo discute
*
Posgrado en Geografía, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), correo
electrónico: [email protected]
brevemente los argumentos de cada una de dichas posturas y sostiene que ambas
posturas son históricamente insostenibles.
Esta presentación plantea, además, desde una perspectiva materialista histórica,
que la unidad o separación/alienación de la sociedad respecto de la naturaleza en
determinadas formaciones sociales es producto de las relaciones sociales de
producción históricamente determinadas que han entablado los seres humanos a lo
largo de su desarrollo, de las condiciones concretas en que se realiza el trabajo
productivo y el nivel de acceso a la riqueza socialmente producida. Y propone que en
la unidad o separación de la sociedad respecto de la naturaleza han operado tres
grandes negaciones dialécticas, que van desde la configuración del ser humano en ser
social hasta el capitalismo contemporáneo. Con la posibilidad teórica y práctica,
histórica finalmente, de que tenga lugar una negación cuarta entre la relación
sociedad-naturaleza y, con ello, una responsabilidad ética hacia la naturaleza, lo que
en su caso implicaría sentar hoy las condiciones sociales para que esto tenga lugar.
A la par discute la idea que opone radicalmente la naturaleza a la cultura, o más
propiamente a la actividad creadora del ser humano. Se reconoce en la naturaleza la
impronta humana y la huella de su transformación, sin sostener, la eliminación de la
naturaleza objetiva que existe independientemente del ser humano y de su actividad
transformadora. Para ello se apoya de las categorías de la dialéctica: contenido/forma
y esencia/fenómeno. En el proceso se discute el concepto tradicional de “naturaleza”
que ha visto como sinónimos los términos de naturaleza, medio, medio ambiente,
medio natural, entorno natural, medio ambiente natural, espacio natural, etc., que
como términos pudieran ser útiles y descriptivos, pero no como conceptos
explicativos. Concluye con una diferenciación categorial en relación con el contenido
material de todo proceso de transformación social y la forma socialmente derivada
resultado de dicha capacidad transformadora por parte del ser humano: naturaleza y
medio (naturaleza humanizada).
francisco javier jover maestre *
de la integración a la exclusión
territorial en el proceso de neolitización
de la fachada oriental de la península
ibérica: poblamiento y producción
lítica
Introducción
Desde hace décadas, pero especialmente desde que J. Fortea (1971, 1973, 1985)
publicara de modo detallado la revisión de la secuencia de la cueva de Cocina y de
que B. Martí presentara los resultados de la ocupación neolítica de Cova de l’Or
(Martí 1977, Martí et al. 1980), uno de los problemas centrales abordados en las
investigaciones de las tierras orientales de la península Ibérica ha sido la explicación
de los procesos de implantación de los primeros grupos agropecuarios, de clara
procedencia alóctona, y la neolitización de los últimos grupos locales con un modo
de vida cazador y recolector. Buena parte de los trabajos emprendidos desde entonces
han estado orientados a afianzar el denominado modelo dual (Fortea 1973, 1985;
Fortea y Martí 1987, Juan-Cabanilles 1984, 1985, 1990, 1992, Bernabeu et al. 1993;
Bernabeu 1996, Martí y Juan-Cabanilles 1997, 2002; Juan-Cabanilles y García
Puchol, e.p.), en el que se incluye la hipótesis sobre la progresiva neolitización de los
grupos cazadores y recolectores.
*
Departamento de Prehistoria, Arqueología, Historia Antigua, Filología Griega y Filología Latina,
Universidad de Alicante, España, correo electrónico: [email protected]
gabriel garcía atiénzar *
las sociedades tribales durante el
neolítico inicial en el mediterráneo
occidental: procesos de expansión y
consolidación durante el VI milenio
(cal. b.c.)
Introducción
Los procesos sociales relacionados con el Neolítico en la cuenca mediterránea han
sido objeto de profundos análisis desde mediados del pasado siglo XX. Dentro de
estos estudios, la preocupación por la materialidad arqueológica, especialmente la
artefactual, ha centrado buena parte de los debates, conociéndose bien la evolución y
características de los distintos elementos. En las últimas tres décadas se han abierto
nuevas vías de discusión, especialmente la generada en torno al origen del Neolítico
en el Mediterráneo occidental. Esta disputa ha girado en torno a dos posturas
contrapuestas, los partidarios de procesos de expansión demográfica como
explicación para la difusión del modo de vida aldeano durante el neolítico
(Ammerman y Cavalli-Sforza 1984, Zilhao 1997, Bernabeu 2006) y a aquellos otros
que apuestan por procesos de mutación autóctona, con o sin influencia externa, en el
seno de las poblaciones mesolíticas indígenas (Vicent 1997, Hernando 1999, Cruz y
Vicent 2007). Sin ánimo de ahondar en la historiografía de esta discusión, labor que
por otra parte ya han abordado otros investigadores con anterioridad (Bernabeu 1995,
Schumacher y Weniger 1995), los modelos explicativos centrados en torno al
difusionismo/migracionismo y el autoctonismo/indigenismo han ofrecido a lo largo
de los años argumentos en favor y en contra, empleándose incluso un mismo dato
*
Área de Prehistoria, Universidad de Alicante, España, correo electrónico: [email protected]
arqueológico con lecturas diversas, hecho que ahonda en la subjetividad de la
interpretación arqueológica.
Además de los datos empleados tradicionalmente en torno a esta cuestión,
fundamentalmente de naturaleza ecofactual y artefactual, creemos que la observación
de otras unidades de observación puede resultar igualmente válida para profundizar
en el conocimiento de los ritmos y causas de la expansión neolítica por el
Mediterráneo. Para ello en este trabajo nos centraremos en los asentamientos y en su
distribución sobre el territorio en tanto entendemos que la información que estas dos
escalas de análisis puedan ofrecer estará directamente relacionada con las
características y niveles de complejidad social del grupo a observar. Empleando esta
escala de análisis lo que pretendemos es definir el sistema o sistemas de producción
que se pudieran observar a lo largo del VI milenio cal BC, intentando así señalar las
formas de apropiación de la naturaleza por el hombre (Montané 1982:194).
griselda sarmiento fradera *
elementos de las sociedades
clasistas iniciales para la enseñanza
del capitalismo del siglo xx
La enseñanza de la historia en secundaria y bachillerato durante la últimas décadas
del siglo XX pasó, en nuestro país, por cambios enfocados a superar una visión
tradicional, memorística y positivista. Dichos cambios fueron impulsados por
influencia de una rica e intensa discusión desarrollada en países como Francia,
Inglaterra y España, naciones que lograron propuestas alternativas que definieron una
enseñanza de la historia menos enfocada a los datos o a los hechos y más hacia una
historia explicativa y conceptual. Tal discusión se planteó, sobre todo, a partir de la
pedagogía y psicología educativas pero sin descuidar el aporte que desde la
investigación hacían diversas posiciones teóricas de la historia como la nouvelle
histoire de los anales, la historiografía marxista o el neopositivismo.
En la primera década del siglo XXI, con el predominio del capitalismo global, la
situación es distinta ya que se ha generalizado un modelo sicopedagógico cuyo
objetivo no es el saber sino el desarrollo de competencias; la meta, actualmente: que
los alumnos sepan hacer, ejecutar, realizar procedimientos, seguir secuencias de
instrucciones. El saber es entendido como información, sin importar la posición
desde la cual se genera o su grado de abstracción, y se trata de simplificarla y
dosificarla para que pueda ser representada, recreada, expuesta y utilizada a partir de
un fin práctico.
Metas cognitivas generales como la explicación de procesos históricos o más
específicas, como las causas de la Revolución mexicana o el surgimiento de las
clases sociales, ni siquiera son contempladas ya que no tienen sentido en el contexto
social actual donde el alumno no tiene que preguntarse por qué, simplemente debe
“saber hacer lo correcto”.
*
Instituto Escuela, México, correo electrónico: [email protected]
Los que estamos convencidos de que un elemento esencial de la formación del ser
humano es el razonamiento y el pensamiento científico, debemos analizar de manera
crítica la tendencia de la educación actual y plantear alternativas. La adquisición del
conocimiento —lo sabemos aquellos que hemos estado cerca de la investigación—
no es un acto memorístico, es una actividad creativa que implica razonamiento,
manejo de información empírica, desarrollo de metodologías, análisis,
generalizaciones; en pocas palabras y desde una perspectiva educativa: una síntesis
entre el saber y el hacer, en el proceso formativo del ser.
La enseñanza de la historia, como la investigación, también es una actividad
compleja que va más allá de resumir una serie de hechos para que el alumno los
comprenda. Enseñar historia requiere del docente, en primer lugar, un conocimiento
de la disciplina, también en el ámbito teórico-metodológico; en segundo lugar, un
cercano conocimiento del educando y de sus posibilidades y capacidades de
aprendizaje; y en tercer lugar, exige creatividad para diseñar materiales, ambientes y
todo tipo de actividades que permitan al alumno aprender tanto contenidos como
destrezas y habilidades.
En la presente ponencia se seleccionarán algunos aportes teóricos de la
arqueología social para el desarrollo de una propuesta de enseñanza-aprendizaje de la
historia que recupere la importancia del razonamiento y del análisis de los procesos
sociales, como una aportación para superar las limitaciones del modelo pedagógico
neoliberal.
Generalmente, los aportes de la arqueología a la enseñanza de la historia se
circunscriben a la historia antigua, ya que se hace énfasis solamente en los
contenidos; en esta ocasión se retomará la propuesta conceptual de la arqueología
social para establecer los criterios y contenidos de un curso de historia acerca del
capitalismo del siglo XX.
lidia iris rodríguez rodríguez *
el indio permitido en el estado
multicultural. patrimonio cultural y
etnofagia en la tardomodernidad
La presentación parte del concepto de “etnofagia” del antropólogo mexicano Héctor
Díaz-Polanco que referencía el engullimiento de las comunidades étnicas por el
capitalismo tardomoderno o multicultural, a través de la exaltación cosificada de la
diversidad cultural. En éste, los “valores” del patrimonio cultural y su manejo a
través de proyectos sustentables, apelan en apariencia al desarrollo de las
comunidades con el respaldo del Estado y organismos internacionales como la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO) los cuales fomentan la participación del llamado por la socióloga boliviana
Silvia Rivera, “indio permitido”. A la par, se analiza el papel del antropólogo
etnofago, es decir, la forma de proceder de una corriente antropológica que en su
ejercicio académico reproduce la práctica de la antropología aplicada en servicio del
Estado multicultural, el cual se sostiene en una dinámica perversa, engullidora de la
diversidad cultural en pro del neoliberalismo.
*
Doctorado en Arqueología, Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), correo
electrónico: [email protected]
robert m. rosenswig *
paralelismos entre el panorama
enfrentado por los materialistas
marxistas del siglo XIX y la teoría
arqueológica
angloamericana actual
Resumen
En este artículo planteo que hay algunos paralelismos básicos entre el panorama
afrontado por los materialistas marxistas del siglo XIX y lo que con una orientación
teórica similar afrontan en el marco de la teoría arqueológica angloamericana actual.
El materialismo histórico de Marx y Engels, por una parte, se opuso fuertemente a las
implicaciones reaccionarias de los economistas políticos (Smith, Ricardo, etc.) como
no son suficientemente explicativas sobre la influencia de la contingencia histórica o
los intereses políticos en su teoría evolucionista de la eficiencia y maximización. Por
otra parte, Marx y Engels discutieron con vehemencia en contra de la ontología
idealista de los Jóvenes Hegelianos que, mientras compartían agendas programáticas
similares, adoptaron el romanticismo germánico que ponía la causalidad última del
cambio cultural en las mentes de los actores humanos y no en sus intereses
económicos. La teoría arqueológica de inicios del siglo XXI presenta opciones
teóricas sorprendentemente similares. El materialista histórico moderno afronta, por
un lado, a los seleccionistas y a los ecologistas culturales que presentan análisis
materialistas y económicos del cambio cultural que no explican con suficiencia la
eventualidad histórica o los intereses económicos en sus modelos económicos. Por
otro lado, los neo-marxistas posmodernos comparten muchas de las aspiraciones
*
Universidad en Albany (SUNY), Departamento de Antropología, Estados Unidos, correo electrónico:
[email protected]
políticas de los marxistas materialistas pero, debido a su ontología idealista, no
explican con suficiencia la adaptación ecológica y la organización económica al
estructurar el cambio evolutivo. En ambos casos, el materialista histórico queda en
contraposición a académicos cuya propuesta de análisis económico falla en explicar
con suficiencia la historia y los intereses políticos, y también otros académicos cuya
interpretación política falla en explicar con suficiencia la realidad económica básica.
martín ronquillo arvizu *
observaciones críticas en torno
a la postura ilustrada para la
antropología-etnografía
Los datos específicos que se contienen en los informes etnográficos
no pueden ser limitados, en caso alguno, a la descripción
puramente
científica, por cuanto la tarea a que nos llevan nuestros trabajos no
ha de ser otra que la de hacer comprensibles otras formas de vida.
James Clifford
El presente trabajo pretende buscar la respuesta que le dan a la pregunta ¿qué es
ilustración?, primero filósofos y luego filósofos sociales o científicos sociales. A esta
pregunta nosotros le añadimos: ¿cuál es la repercusión de la ilustración en la
etnografía? Para dar una respuesta hacemos brevemente una especie de rastreo a ella,
cabe aclarar que este ejercicio es producto del curso Problemas filosóficos de la
antropología que impartió el profesor Jesús Trinidad Carrasco en la Escuela
Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Así mismo señalamos que este ejercicio
es un intento de criticar el concepto de ilustración, pero no renunciar a él sino, por el
contrario, pensamos en la integración de éste al lenguaje y a la actuación del
antropólogo-etnógrafo.
Tradicionalmente cuando se enseña antropología, se hace desde una cierta
perspectiva, generalmente se habla de autores y clásicos que pensaron al hombre en
sociedad o se opta por darle importancia a conceptos, tales como: organización
social, instituciones sociales, cultura social, sistemas sociales, sistemas de cargos,
sistemas políticos, sistemas de parentesco, sistemas educativos, identidad, etcétera.
Sin embargo, en otras tradiciones de pensamiento, refieren a la sociedad y al
*
Licenciado en Antropología Social (ENAH), maestro rural en la Sierra de la Baja Tarahumara.
conjunto del comportamiento social desde un hecho social o de un acontecimiento
que ha marcado la estructura social moderna.
En este trabajo se considerará que la enseñanza de la antropología puede partir de
lo que se conoce como el pensamiento moderno, que se caracteriza por ser una forma
de pensamiento racional que se expresa en una manera de reflexionar sobre las
relaciones del hombre con el mundo, entre las cosas y entre los hombres, en este
pensamiento se da una ruptura con el orden instaurado en la idea de Dios como
centro y como ordenador del mundo, apareciendo un nuevo tipo de hombre y un
nuevo tipo de sociedad que se rige por medio de leyes y estatutos impuestos y
creados por el propio hombre.
manuel gándara v. *
la divulgación de la arqueología: una
aproximación desde el marxismo al
problema de la “puesta en valor”
Introducción: el concepto de “puesta en valor” y sus problemas
En la literatura hispana de la conservación patrimonial es frecuente encontrar el
término “puesta en valor”. En ocasiones se le añade el adjetivo “turístico”, para
clarificar lo que normalmente es su intención (véase, por ejemplo, Palacios e Hidalgo
2009). En México, su uso se generalizó desde cuando menos finales de la década de
los años sesenta y se emplea sin mayor conflicto por parte de los especialistas en el
tema. Recientemente oí a un funcionario del Instituto Nacional de Antropología e
Historia (INAH) vanagloriarse de que estaba a punto de “poner en valor” un sitio del
noroeste del país, mismo que ha estado abierto al público por cuando menos un par
de años pero que no se inauguraría “oficialmente” aún, por retrasos en la obra del
museo de sitio. El comentario muestra varios de los problemas con el concepto: a)
parecería que el patrimonio no tiene valor, sino que se le concede valor cuando se
realizan ciertas acciones; b) éstas son, casi siempre, el desarrollo de una
infraestructura de servicios, tan modesta como una taquilla, sanitarios y un
estacionamiento o hasta un museo de sitio; c) el sitio “entra en valor” cuando esas
acciones las sanciona, además, un político de la burocracia oficial; y d) El ritual
respectivo puede realizarse ¡sin que el sitio se inaugure oficialmente, aunque
estuviera ya abierto a la visita!
*
Posgrado en Museología, Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía
(ENCRYM)/INAH, México, correo electrónico: gandarav@cablevisión.net.mx
patricia ledesma bouchan *
sobre el concepto de tiempo libre y la
administración de los sitios
patrimoniales
La mirada de Gregorio se dirigió después hacia la ventana y el
tiempo lluvioso —se oían caer gotas de lluvia sobre la chapa del
alféizar de la ventana— lo ponía muy melancólico. “¿Qué pasaría
—pensó—
si durmiese un poco más y olvidase todas las chifladuras?”
Franz Kafka
La metamorfosis
Hagamos un ejercicio de conciencia. Cerremos por un momento los ojos e
imaginemos un espacio patrimonial; puede ser un museo, un sitio arqueológico o uno
histórico. Ahora démosle vida y pensemos que hay visitantes en él ¿Cuántos son?
¿Unos pocos o una multitud? ¿Qué están haciendo? ¿Observan con reverencia los
objetos, copian en sus cuadernos todas las cédulas del lugar, platican entre ellos? ¿Se
sienten cómodos pensando que es posible jugar en un sitio arqueológico, o
imaginando la risa de un grupo de adolescentes dentro de un museo?
De las respuestas que demos a este tipo de interrogantes se podrán tener pistas
sobre la ideología detrás de nuestras acciones como responsables de la
administración de los sitios patrimoniales y entrega de la cuenta pública de la labor
científica arqueológica.
*
Jefatura de la Licenciatura en Arqueología, Escuela Nacional de Antropología e Historia
(ENAH)-Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), correo electrónico:
[email protected]
raúl francisco gonzález quezada *
política académica en la producción de
zonas arqueológicas con visita pública
en el estado de morelos: más de un
siglo de desencuentros en la cuenta
pública local
Until lions have their own historians,
histories of the hunt will glorify the hunter.
Proverbio africano
Cuando la Arqueología se encuentra subsumida institucionalmente a la hegemonía
política de los estados-nacionales, se desarrolla ineludiblemente la premura por
someter total o parcialmente los proyectos arqueológicos a los procesos últimos de la
cuenta pública. Los poderes políticos en funciones requieren del ritual público donde
se afirma la ejecución del poder y se pretende la legitimidad histórica; no importa el
tipo de ejercicio del poder político, si se encuentra en una democracia o en un
totalitarismo, en todo caso se pretende la exposición pública del cumplimiento de la
representación política. La cuenta pública en este sentido, es el momento en que se
socializan los efectos últimos de las nociones históricas alcanzadas a través de la
investigación o incluso de la simulación en algunos casos; efecto de estrategias
científicas o de meras falsificaciones deliberadas la cuenta pública se mantiene en
una tensa relación entre la obligatoria pretensión de verdad y la presión política de
*
Centro Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Morelos.
abordar situaciones problemáticas y temas prioritarios para la agenda política en
funciones, o incluso para mantener en el olvido o en el silencio los elementos
indignos de la misma.
omar olivo del olmo *
la humanidad espectral: lógica
del capital para la cultura y
el patrimonio cultural
Resumen a modo de introducción
En la presente ponencia realizamos un breve análisis crítico sobre el papel que juega
la cultura, y en específico, el fenómeno social del Patrimonio Cultural desde la lógica
del capitalismo tardomoderno. Para entender el nuevo desplazamiento del mercado
hacia la cultura, necesariamente debe ponerse en relación, como eje-pivote, al
denominado Patrimonio Cultural (efectivamente material), pues es este elemento,
parte esencial del nuevo juego de relaciones que se revuelve en claro-oscuros cada
vez más sofisticados, y bajo mecanismos infraestructurales paradójicos que en la
actualidad se hacen mucho más visibles.
Para el estudio de dichas relaciones entre el mercado, la cultura y el patrimonio
cultural, tomaremos las dos dimensiones que el capitalismo ha dado a este último.
Primero nos detendremos en el análisis de los llamados a la “inversión” cultural,
que no es otra cosa que las nuevas formas de explotación capitalista desde la
diversidad cultural, bajo el denominado “patrimonio intangible” dimensión
netamente idealista y enajenante de la producción cultural del hombre,
pensamiento promovido por organismos como la UNESCO, mismos que afirman
trabajar en conjunto con el Banco Mundial, para el aprovechamiento de los ahora
llamados “activos culturales”; que ayudarán al desarrollo de la nueva “economía
del patrimonio cultural” (UNESCO 2 de mayo de 2011). Aquí, ponemos
en movimiento la vieja tesis de Marx que decía que: en el capitalismo todo lo
sólido se evapora en el aire (Marx 2009), aunque puede ir más allá, pues en la
mercantilización de la cultura, la doble fetichización de la producción cultural de
*
Doctorado en arqueología, Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), correo
electrónico: [email protected]
las comunidades actuales vuelve, ya no cosa-objeto, si no espectros a sus
creadores; es decir, los virtualiza (copyright, logos), como resultado de una de las
características del capitalismo tardomoderno, que es precisamente la
mercantilización de nuestra experiencia misma (Zizek 2007). La cuestión es que, la
lógica de un capital que tiene la necesidad brutal de encontrar mercados, como bien
lo señalara Marx, hace que: “por todas partes anide, en todas partes construye, por
doquier establece relaciones” (Marx 2009). Y ahora, 150 años después, el
capitalismo global, apela a las esencias nacionales para inscribirlas en la
universalidad del mercado, es decir, ahora apela a los modos de vida de sus
habitantes, pues se han vuelto parte misma de los intereses hegemónicos (Zizek
2001).
Por otro lado, se hacen llamados a la privatización del cimiento histórico material
de la cultura de la humanidad. En su atrofiado desarrollo, el capitalista busca la mejor
manera de “gestionar” sus reiteradas crisis, y ahora apela a la propiedad del
Patrimonio Cultural material de naciones que cuentan con bastos bienes de este tipo.
Naciones que, por supuesto, en su mayoría reclaman por ley la propiedad pública e
inalienable de los mismos. Aquí, tocaremos algunos ejemplos que se están tornando
paradigmáticos, como el actual caso de Grecia, en donde una deuda privada pasa a
ser pública, para que después se le pida en garantía “gestionaría” sus bienes
patrimoniales antes públicos, y que ahora posiblemente sean privatizados (si esto
parece contradictorio, entonces apelemos a la lógica del capital), pues en este país
(como en muchos otros), hasta la llamada “democracia” ha sucumbido por el
mercado.
Palabras clave: patrimonio cultural, cultura, capitalismo, mercado, UNESCO,
globalización.
antropología aplicada y políticas
públicas en milpa alta, méxico
Introducción
La presente investigación gira en torno al conflicto social entre originarios y
avecindados de Milpa Alta y como afecta la aplicación de la política pública en dicha
demarcación.
“La Antropología aplicada y el diseño de políticas públicas”, es el mejor resumen
de dicha propuesta debido a la incuestionable mejora de resultados obtenidos cuando
sus conceptos y metodología, así como la diagnosis anticipada, son incorporados
como parte de la planeación previa a la implementación de programas y proyectos
institucionales, pero sobre todo a la identificación de factores socio-culturales que
inciden en la generación de tensiones sociales al interior de una comunidad dada.
El diccionario de la disciplina define la Antropología aplicada como “el uso que
se le da a la antropología más allá de los habituales intereses académicos de
investigar y enseñar, para resolver problemas prácticos proporcionando información,
creando directrices o emprendiendo la acción directa”. 2
2
Bartfield, Thomas (ed.), Diccionario de Antropología, Siglo XXI editores, México, 2007, p. 23.
Descargar