cross de alcobendas

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CROSS DE ALCOBENDAS
HISTORIA
Alcobendas, ciudad dormitorio, mece su cross en la cuna del parque de
Andalucía. Incluso hay quienes dicen que el origen del nombre de esta
localidad madrileña parte del árabe Alccoba, que significa lugar de
reposo. Desde los años 60 estamos ante una localidad en constante
crecimiento gracias, sobre todo, a los numerosos trabajadores de la urbe
madrileña que pernoctan diariamente en sus múltiples casas y pisos. Para
dar fe del tremendo auge baste un dato, Alcobendas tenía en 1974 unos
veinte mil habitantes. Treinta y cinco años después son más de ciento
diez mil los que conviven en una ciudad que prácticamente ya no tiene
espacio hacia el que seguir creciendo.
Antes de que ocurriera esto, la historia de la ciudad es sumamente
compleja. La primera referencia histórica sobre Alcobendas data de los
albores del siglo XIII y es un documento escrito en latín y fechado en
Burgos el cinco de Agosto de 1208, que se conserva en el Archivo
Municipal de Segovia. La adscripción de Alcobendas al territorio de la
villa de Madrid venía confirmada por este diploma en el que el rey
Alfonso VIII hacía deslinde y fijaba los límites de los territorios de los
concejos de Madrid y Segovia como consecuencia de la comisión
otorgada a tal efecto a un alcalde real o juez llamado Minaya. Tras la
batalla de Montiel, en 1369, Enrique II el de las Mercedes donó a Pedro
González de Mendoza el señorío de Alcobendas, secesionándolo del
alfoz de Madrid junto con Barajas y Cobeña en respuesta al apoyo que la
actual capital había prestado a su hermano Pedro I El Cruel. Desde tal
año y hasta 1453 perteneció Alcobendas a la familia de los poderosos
Mendoza. En 1454, uno de esto, don Iñigo López de Mendoza, marqués
de Santillana, cambió Alcobendas por la villa de Torija a Gonzalo de
Guzmán, conde de Gelves. Éste permutaría su señorío sobre la localidad
a Diego Romero, alcalde mayor de Toledo, por la villa vallisoletana de
Valdenebro, en 1454. Y éste a su vez, haría lo propio en 1457 por la villa
toledana de Carmena a Diego Arias Dávila, contador mayor real del rey
Enrique IV. Desde entonces, y hasta la supresión de los señoríos
jurisdiccionales en el siglo XIX, Alcobendas perteneció a la familia
Arias Dávila, más adelante Condes de Puñonrostro.
En la actualidad es una urbe moderna que se resiste a ser únicamente una
ciudad dormitorio. Buen ejemplo de ello son los numerosos lugares de
esparcimiento creados en torno a ella, sobre todo parques inmensos. Y si
algún cross sabe de ellos es éste, pues su circuito ha estado ubicado ya
en tres diferentes.
El último, el definitivo, está situado en pleno corazón de Alcobendas.
Hablamos del Parque de Andalucía, ubicado en la calle que lleva el
nombre del pintor Bartolomé Esteban Murillo. Es el más grande entre
los de la localidad y cuenta con un lago espléndido justo en el centro. En
él suelen realizarse además conciertos y otras pruebas deportivas, por
ejemplo ciclistas. Es uno de los lugares favoritos para el esparcimiento
de los alcobendenses y también, como sucede hoy en día en la mayoría
de parques, es frecuentado habitualmente por quienes no tienen un
cobijo para guarecerse cuando el sol se esconde invitando a salir a la
luna. Uno de esos sintecho que estuvo durmiendo en un parque
madrileño durante casi un mes es Alemayehu Bezabeth, atleta llamado
hoy en día a ser una de las grandes figuras del atletismo español. Esta
última temporada ganó, como ya vimos, Atapuerca y también Venta de
Baños. Y su futuro parece ser aún más esplendoroso que su presente.
Su historia es la de uno de tantos emigrantes que se ven obligados a salir
de su país para buscarse un futuro mejor. Desesperados por la falta de
oportunidades, su hermano y él tomaron un día la decisión de dejar
Etiopía: “Y eso que allí no éramos una familia pobre. Mis padres son
funcionarios del gobierno y no pasamos apuros. Mi hermano mayor
corría y por eso empecé a hacerlo yo. Por eso y porque, como casi todos
los jóvenes de mi edad, sentíamos mucha admiración por
Gebresselasie” Uno, el hermano mayor, eligió Australia cuatro o cinco
años antes y el otro España: “Viendo la tele oí que en vuestro país hacía
muy buen tiempo y por eso decidí venir aquí” Bezabeh vino teniendo
claro que aquí quería ser atleta profesional, pero la realidad chocó
frontalmente con el deseo: “Llegué prácticamente sin nada y lo primero
que hice fue ir a pedir ayuda a un centro de la comunidad de Madrid.
Pero no me acogieron y tuve que dormir en la calle. Durante un mes
dormí en un parque junto a otros inmigrantes y comía a diario en los
comedores de auxilio social. Entonces pensé en volver a mi país. No
pensaba que esto fuera tan difícil. Era muy duro para mí que no había
pasado necesidades en África. No tenía amigos, casi no hablaba con
nadie y lo único que hacía era andar por la calle. Sufrí mucho y llegué a
perder cualquier esperanza” Tanto que cuentan que, un mal día, un
policía descubrió a un africano llorando desesperadamente en un banco
de un parque. Era Alemayehu que, literalmente, lloraba de hambre.
Cuando el agente le preguntó por lo que le pasaba, Bezabeth mediante
señas le dijo que no podía aguantar más sin comer. Aquel policía le pidió
que le acompañara y le compró un bocadillo. ¡Quien le iba a decir
entonces que estaba asistiendo a un futuro campeón de atletismo, que
había llegado un buen día de 2005 a España gracias a un pasaje de avión
pagado con casi todos sus ahorros!.
El caso es que Alemayehu tenía tomada la decisión de volver a su país
cuando otro buen día la providencia puso en su camino al padre Antonio
Díaz, quien por aquel entonces dirigía la Asociación Karibú, fundada
para ayudar a los inmigrantes: “Por fin un día me descubrieron varios
compatriotas y me pusieron en contacto con el Padre Antonio, una
bellísima persona gracias a la cuál ahora estoy donde estoy” Una vez
en la Asociación, Bezabeth le cuenta a todo aquel que quiere escucharle
que es atleta, y que ha venido a España a correr. El asunto llega a oídos
de Fikadu Bekele (nada que ver con el campeonísimo), otro atleta etíope
que en 1998 empezó a vivir una historia parecida a la suya. Bekele corre
para el club Bikila de Madrid que dirige Isidro López, que además de
presidente y entrenador es un segundo padre para estos atletas. Isidro
acogió en su día a Fikadu en su casa y lo mismo haría con Bezabeth.
“Fue un día de Noviembre de ese 2005. Recuerdo que Bekele me pidió
primero permiso para presentarse con Alemayehu y otro día más tarde
llegaron los dos juntos. Entonces, nadie tenía idea siquiera de si había
corrido algo en Etiopía pero, por supuesto, le acogimos como uno más y
a partir de entonces empezó a correr en España” De la mano de Fikadu,
Bezabeth empezó a correr todas aquellas populares en las que no le
exigían papeles. Una de las primeras fue la San Silvestre de Getafe.
Según cuenta Isidro “en el club estábamos preparando la Vallecana y él
se fue con Fikadu a correr por la mañana a la localidad madrileña.
Resulta que ganó y por la tarde se fue a correr la San Silvestre de
Cuenca… ¡y también la ganó! Ahí fue donde nos dimos cuenta que era
muy bueno” Isidro se enteró de la victoria de Cuenca cuando Bezabeth
apareció en el sitio que habían quedado para irse a la cena de
Nochevieja: el metro de Vallecas. “Recuerdo además que venía con
unas cajas de marisco porque en Getafe daban al ganador su peso en
langostinos. Trajo unos tres kilos que comimos luego en la cena con
toda mi familia y el resto pidió que se lo cambiaran por dinero”
Paradójicamente, el atleta que sólo unos meses antes lloró suplicando un
simple bocadillo recibía todo un lujo, langostinos, por ganar haciendo lo
que mejor sabía hacer.
Tras ganar las dos carreras en un día Bezabeth se unió al grupo de
entrenamiento del club Bikila: “A partir de ahí Fikadu se lo llevó a vivir
a Peguerinos, un pueblecito de Avila que está en lo alto de Abantos y los
Leones, a unos mil seiscientos metros de altura. Ese sitio lo elegimos en
el club para entrenar un poco en altura dentro de lo que ahí por aquí”
Una vez instalado, Bezabeth necesitó arreglar el tema del permiso para
poder seguir corriendo en nuestro país: “Fikadu vino en el 98 y su
historia no es muy diferente, por eso sabía muy bien como iba el tema de
los papeles. Al principio, Bezabeth pidió asilo político porque el permiso
de residencia no se lo daban. Bekele le fue guiando y recuerdo que
cuando le preguntaban por el día de nacimiento, igual que le pasó a
Fikadu, decía que no sabía. Por lo visto allí el día del nacimiento es el
día que les registran y a algunos, que viven en aldeas, los deben llevar
incluso cuando ya corren a registrarse (risas). Así que como para saber
su edad” Esta circunstancia obligó a Bezabeth a someterse a un examen
radiológico para determinar que, al menos, no era menor de edad. Desde
entonces su ficha oficial dice que nació en Adis Abeba el uno de Enero
de 1986 pero seguramente los datos sean incorrectos. Lo importante,
teniendo en cuenta que el examen se lo realizaron ya una vez en la
Asociación Karibú, es que la prueba determinó que era mayor de edad y
eso posibilitó que pudiera iniciar los trámites para quedarse en España.
Gracias a estos apoyos Alemayehu pudo empezar a hacer lo que
realmente quería, correr. Durante más de un año, se recorrió media
España participando en todo tipo de carreras populares, a veces dos y
tres por semana. Y como ganó bastantes, entre ellas, además de las
sansilvestres ya mencionadas, la popular de Canillejas y la prestigiosa
Jean Bouin de 2006 en la que se impuso al también nacionalizado Ayad
Lamdassen, empezó también a ganar algo de dinero: “Con lo que iba
ganando en las pruebas en las que podía participar porque no me
pedían papeles, pude empezar a vivir en un piso en Vicálvaro con otros
tres etíopes”. Sus primeras andanzas en suelo español no pasaron
desapercibidas y pronto corrió de boca en boca el rumor sobre un
africano con unas cualidades extraordinarias. Tanto que un buen día uno
de los mejores entrenadores de nuestro país, Manuel Pascua, acogió en
las pistas del INEF de Madrid a Bezabeh. El técnico quería comprobar
de primera mano cuanto había de cierto sobre aquel joven africano del
que hablaban maravillas. Lo que allí sucedió lo contó así Carlos Arribas
en el diario El País el pasado 18 de Octubre de 2007:
"A éste", decían sus colegas, "habrá que decirle cómo va la cosa, porque
parece que no se entera". "No, no", les respondía Manuel Pascua, el
entrenador. "Simplemente le vale con correr detrás y hacer lo que
vosotros". Pero no. A Alemayehu Bezabeh, el éste, no le valía con ir detrás
de Luismi Berlanas y los hermanos Esteso, sus colegas, durante la prueba
test a la que Pascua, mítico técnico de atletismo español, sometió el lunes a
sus deportistas de medio fondo. Bezabeh, nacido en Etiopía hace menos de
veintidós años -la fecha exacta ni él la conoce: oficialmente, según un
análisis radiológico practicado por especialistas de la Comunidad de
Madrid tiene más de dieciocho años-, no sólo aguantó detrás de los tres las
siete series de cuatro minutos dando vueltas a la pista del INEF en Madrid,
poco más de mil metros en cada tanda, intercaladas con descansos de dos
minutos en la que les tomaban muestras de sangre del índice para medir su
nivel de ácido láctico, síntoma de fatiga y de puesta a punto, sino que, ya
en solitario, se marcó un kilómetro más, levantando señales de admiración
entre el personal que lo observaba. "Jopé", se admiraba el médico del
Consejo Superior de Deportes que organizaba los análisis. "Después de
toda la prueba ha hecho un kilómetro en dos minutos y treinta y tres
segundos.. Es tremendo". "Y eso no es nada", ratificaba José Antonio
Bodoque, fisioterapeuta de atletas, señalando a sus enormes zapatillas. "Lo
ha hecho con unos tochos finos. Y le teníais que haber visto el domingo, en
la milla de la Ballesta. Reventó la carrera desde los primeros metros y ni
Casado, ni Higuero, los mejores españoles, pudieron hacer nada". En
pocos minutos, un mito nació en las pistas donde se entrena la crème de la
crème del atletismo español. Un mito fino, delgadísimo, piernas de fibra
sin gemelos, embutido en una camiseta negra que, muy apropiadamente
para un etíope, lucía el nombre de Bikila. "Es tremendo", dijo Pascua.
"Alemayehu me llegó en junio con una fractura de estrés en la tibia. Y se le
curó corriendo. Tiene un callo terrible. No sé cómo aguantó el dolor".
Poco más tarde el programa deportivo Informe Robinson de Canal Plus
dedicó uno de sus excepcionales reportajes a Bezabeth. En él, Manuel
Pascua volvía a referirse a aquel entrenamiento en las pistas del INEF:
“Desde luego es el atleta que yo he visto con más condiciones de base. Y
también dispuesto al sacrificio. Viene de un país en el que se juntan
varios y un día hacen veinte kilómetros a tope y al siguiente otros quince
y acaban esprintando para ver quien gana. Y no paran. Él no entiende
cuando yo le digo, por ejemplo, que hay que descansar algún día”.
Arribas tituló su artículo de El País Quiero ser español. Y es que eso es lo
segundo realmente importante que dijo Bezabeth en su primitivo
castellano. Lo primero fue “quiero correr”. El caso es que acabaría
consiguiendo ambas cosas no sin esfuerzo. Tanto lo uno como lo otro,
porque si correr le supuso dormir casi treinta días en el incómodo banco
de un parque la carta de nacionalidad tampoco fue fácil de conseguir. Al
final, gestionados ya sus asuntos por el popular manager Miguel Angel
Mostaza, Bezabeth obtuvo el preciado pasaporte por carta de naturaleza
que no es sino una vía excepcional que se solicita al Ministerio de Justicia
y que el Consejo de Ministros concede siempre y cuando existan razones
de interés público o humanitario. A esas alturas (Alemayehu recibió la
nacionalidad el cuatro de Julio de 2008) estaba ya muy claro que el atleta
podía darle muchas tardes de gloria al deporte español y, gracias a eso,
pudo estrenar la camiseta de su nuevo país y el uniforme de los atletas que
viajaron a Pekín a disputar la Olimpiada. Bezabeth no tuvo excesiva
fortuna en los Juegos pero la temporada 2008-2009 le ha consagrado
como el mejor especialista español en campo a través. Así lo atestigua el
trofeo Seoane Pampín que, por primera vez, fue a parar a sus manos el
dieciséis de Abril de 2009 y que, al estar él de viaje en Etiopía, recogió en
su lugar Isidro López, en justo reconocimiento a lo que él y su familia
hicieron para que la carrera de Alemayehu tuviera horizontes.
EL CROSS
Bezabeth sólo ha corrido una vez Alcobendas (fue sexto en 2007). Un
cross que, a diferencia de él, tiene muy claro cuando nació. Nos lo cuenta
Antonio Rodríguez, presidente de la ANOC, la Asociación Nacional de
Organizadores de Cross que se gestó en Diciembre de 1988 en Venta de
Baños y se creó un año más tarde en Madrid. Y también vicepresidente
del Club de Atletismo Popular, organizador de la prueba: “La idea del
Cross Internacional de la Constitución surgió en 1.982, tras una reunión
de la junta directiva en la que se constató la necesidad de ofrecer, a los
aficionados en general y a los vecinos de Alcobendas en particular, una
competición atlética de máximo nivel” Antonio se incorporaría cinco años
después, en 1987: “Entré porque apunté a mi hija de ocho años a hacer
atletismo. La gente que llevaba entonces el club me dijo que si les echaba
una mano y ahí empecé. Recuerdo que lo primero en lo que colaboré fue
una carrera popular en el mes de Mayo y empecé como todos, clavando
estacas y haciendo todo lo que hubiera que hacer. Después mi hija dejó
de hacer atletismo pero yo sigo en el club” Al igual que otros muchos,
Antonio ha visto durante todos esos años desfilar por Alcobendas a
algunos de los mejores atletas del mundo. Por ejemplo, los kenianos
William Sigei, John Ngugi, Zersenay Tadesse y éste último año
Gebremariam, hasta la fecha los cuatro campeones mundiales que han
disputado este cross. Una carrera que vivió sus momentos estelares en la
década de los noventa con los inolvidables duelos entre Osoro Ondoro y
Martín Fiz, que se repetirían también esos mismos años en Llodio, tal y
como vimos en el capítulo anterior. Entre los españoles cabe nuevamente
destacar al alavés, único que ha ganado desde que Alcobendas es
internacional. Fiz ganó los años 91 y 92. Por la ciudad madrileña han
desfilado también Fermín Cacho, aunque en secciones inferiores, y José
Luís González y Antonio Prieto entre otros, aunque estos últimos lo
hicieron ya los últimos años de sus respectivas carreras deportivas. En
chicas, las más destacadas fueron las palentinas Ana Isabel Alonso y
Dolores Rizo que ganaron en 1986 y 1988 respectivamente.
Dependiendo de la época en la que lo hicieran los diferentes atletas
recorrieron diversos circuitos. En los cambios ha ido influyendo
decisivamente el crecimiento demográfico de la localidad: “El circuito ha
variado mucho, ha tenido varias ubicaciones. Curiosamente el primero
estaba situado en el mismo sitio que ahora pero, en vez de ser un parque,
era un vertedero en el que había varias subidas y bajadas. Luego nos
fuimos al parque de Extremadura, que está al norte de la ciudad, y
también al parque de Navarra pero tras la expansión urbanística fue el
Ayuntamiento quien nos ofreció volver al primer emplazamiento, una vez
construido allí el parque de Andalucía”. En concreto, fue a partir del
2001 cuando los atletas regresaron a esta ubicación que delimitan las
calles Huelva y Pintor Murillo y la Avenida de Valdelaparra.
El Club de Atletismo Popular consiguió así un bellísimo circuito
permanente, único en su género porque el público se integra
perfectamente con la prueba al tratarse de un parque. Parque tan grande
que permita obtener una cuerda de algo más de tres mil metros y que
ofrece a los organizadores algo que siempre han tenido muy presente: la
dureza. Para Antonio Rodríguez “el nuestro es el circuito más duro de
cross. Se quiso desde el principio hacer un recorrido complicado porque
así entendemos nosotros esta disciplina. Siempre ha habido en la
organización la consciencia de unir dos conceptos: cross y dureza” La
opinión la corrobora otro de los organizadores, Jesús Maiz, encargado de
la preparación del propio circuito: “Prácticamente todos nuestros
circuitos han sido igual de duros. Como decía Antonio, casi hemos
pasado por todos los sitios de Alcobendas porque según crecía el
municipio nos iban desplazando. Estábamos corriendo y hacían un
parque o construían. Recuerdo con nostalgia que en las primeras
ediciones veíamos pasar incluso a los pastores con sus ovejas”
Evidentemente, como en cualquier carrera de campo a través, las cosas
han cambiado mucho en estos años en Alcobendas: “Así es, ha cambiado
todo al mismo ritmo que la sociedad. Aunque es cierto que aquello era
más romántico y que había menos medios. Empezamos a hacer las
clasificaciones con máquinas de escribir y
ahora está todo
informatizado. El control de llegada era arrancando el dorsal y
metiéndolo en un clavo, ahora hay medios electrónicos. Eso es lo que más
ha cambiado”. Pero ni siquiera el avance informático evita la posibilidad
del descalabro ocasional: “Recuerdo como anécdota una vez que yo
estaba en secretaría. Era el sábado anterior al cross y eran más o menos
las diez de la noche. Habíamos terminado tras una dura jornada con las
inscripciones y, de repente, cuando ya nos íbamos, alguien dijo: “¿Y los
dorsales? ¿Dónde están? ¡Estaban aquí y no los veo…!” Resultó que
enfrascados en nuestro trabajo no habíamos visto entrar a la señora de la
limpieza que había recogido todo lo que había encima de las mesas,
incluidos los dorsales que eran más o menos unos mil, y lo había tirado.
¡Tenías que vernos a todos los que estábamos allí rebuscando en los
contenedores para buscarlos! Al final, ¡menos mal!, aparecieron. Si no
los hubiéramos encontrado nos hubiera tocado estar toda la noche
haciéndolos de nuevo. ¡Y no quiero ni pensarlo!”
Precisamente, esa noche previa a la carrera también ha sido protagonista
en ocasiones. Como tantos otros crosses, Alcobendas tampoco se ha visto
privado de los inconvenientes climatológicos en la víspera de la carrera.
Maíz recuerda una edición “la del año 2004. Recuerdo que entrábamos
en el Parque de Andalucía por debajo de un puente para conseguir más
metros de circuito y una tromba de agua que cayó la noche anterior se
llevó por delante los diez camiones de tierra que echamos para salvar el
asfalto del puente. Quedaban unas seis horas para que empezara el cross
y nos las vimos y deseamos para encontrar arena y reponer el
desperfecto. Estuvimos casi toda la noche trabajando pero al final lo
conseguimos” Paco Barroso, presidente del club, recuerda también la
manera en la que las noches, y sus correspondientes juergas, influyeron en
las primeras ediciones: “Algún año hemos tenido que dejar todo el
circuito montado y llegar el domingo por la mañana a las siete y tener
que volver a levantarlo. Aquel circuito tenía bares de copas alrededor y
algunos chavales aprovecharon para tirarlo todo, echando por tierra
nuestro trabajo” El Club de Atletismo Popular cuenta afortunadamente
con un importante grupo humano preparado siempre para cualquier
contingencia: “Somos unos cien organizando entre gente del club y
voluntarios. En el circuito unas treinta y cinco personas, veinte en
secretaría pasando datos y otros cinco chóferes que se encargan de traer
y llevar al aeropuerto a los atletas y managers” Por supuesto también
aquí la misión de los chóferes da en Alcobendas para algunas anécdotas
jugosas: “El año 2006 una de nuestras estrellas en la carrera femenina
era la etíope Meselech Melkamu. Fuimos a buscarla al aeropuerto a la
hora que nos dijo su manager y no salió por la puerta por la que salieron
los pasajeros de ese vuelo. Esperamos una hora y nos volvimos a
Alcobendas pensando que, como ocurre en otros casos, al final no había
podido venir. Al final resultó que la habían perdido el equipaje y estaba
dentro buscando sus maletas. Cuando las encontró salió, no vio a nadie y
durmió como pudo en un banco en Barajas. A las diez de la mañana del
día siguiente nos llamó su manager diciendo que estaba allí. Fuimos a
buscarla rápido, llegó media hora antes del comienzo de su prueba y,
pese a todo, tiene tanta calidad que ganó. Lo hizo ese año 2005 y también
el siguiente”.
José Ramón García es, precisamente, el encargado de contratar los atletas
para Alcobendas y recuerda también otra anécdota que tiene mucho que
ver con Barajas: “Lo mismo que a Melkamu le pasó a una polaca de
nombre Malgorzata. Ella tuvo problemas con el visado, durmió en el
aeropuerto y al final también lo hizo bien. Además, en Madrid hubo una
época en la que se hicieron desgraciadamente populares los taxistaspiratas. Era gente que se aprovechaba de la gente, les metían en su coche
camuflado como un taxi y luego les cobraban lo que querían. En uno de
estos se subió la keniata Sally Barsosio. Menos mal que no llevaba dinero
y al percatarse de ello, el pseudo-taxista acabó devolviéndola al
aeropuerto. Gracias a aquello pudimos llevarla a la prueba y que la
ganara, creo recordar que fue la del año 95” Quien sí llevaba dinero fue
otra keniana, Vivian Cheruiot. Llevaba porque había cobrado tras la
carrera. José Ramón recuerda que “su manager nos llamó porque cuando
iba a coger el avión de vuelta a su país la robaron todo el dinero. Y no
llevaba sólo el nuestro. Venía de correr otros crosses antes en España y
la robaron todo lo que había cobrado”
En cuanto a los atletas que han desfilado por Alcobendas recuerda a
muchos: “Al principio no había managers y la contratación era a través
de las federaciones o llamando directamente a los atletas. De aquella
época recuerdo que trajimos ingleses y portugueses. Vino entre otras la
portuguesa Fernanda Ribeiro. En cuanto a hombres “el primer atleta
importante fue Antonio Leitao, que corrió aquí tras ser medalla olímpica,
en concreto bronce en los cinco mil de Los Angeles 84 y pocos días
después ganó nuestra carrera. Luego, como ya sabéis, han venido muchos
atletas buenos hasta esta última edición en la que vimos un carrerón con
varios africanos luchando hasta el último metro por la victoria, que fue
para el que poco después sería nuevo campeón del mundo de cross” Y es
que estos últimos años Alcobendas ha tenido que fijarse casi
exclusivamente en el mercado africano por la coincidencia con el
campeonato de Europa: “Está claro que a la hora de contratar eso nos
condiciona mucho, pero también tiene una parte buena y es que los
africanos, al no coincidir con ninguna otra carrera en Europa, si quieren
correr tienen que hacerlo aquí y puedes negociar a la baja su caché
económico”. Buena prueba de ello, aunque tuviera más que ver con un lío
entre managers, es la contratación el último año de Gebremariam quien,
apenas tres meses después, se alzó con el título de campeón del mundo en
Jordania. El espigado atleta africano ganó una grandísima carrera en
Alcobendas tras imponerse a Tariku Bekele en el esprint final.
El sueño de todo organizador es que, pese a traer a los mejores africanos,
la carrera se decida en los últimos metros. Cuestión que se da sólo de
cuando en cuando. Esta última edición en el Parque de Andalucía se
recordará durante años porque hasta cinco africanos anduvieron justos
durante casi todo el recorrido y entre los tres primeros, Gebre Egziabher
Gebremariam, Tariku Bekele y Mark Kiptoo, sólo hubo dos segundos en
línea de meta. A seis del primero entró Chepkor y a catorce Kidane
Tadesse. El primer español fue Alberto García, séptimo. Y trigésimo y
trigésimo primero fueron respectivamente Reyes Estévez y Antonio
Jiménez Pentinel.
LAS FIGURAS.
REYES ESTEVEZ Y PENTI
Entre los españoles que han corrido en varias ocasiones Alcobendas figuran
dos de nuestros mejores atletas, Reyes Estévez y Antonio Jiménez Pentinel.
Ambos estuvieron presentes en la cena anterior a la última edición de 2009
y Reyes recibió incluso un homenaje por parte de los organizadores que,
por supuesto, agradeció sinceramente: “Es bonito el reconocimiento.
Alcobendas me invitó desde pequeño y siempre me han tratado fenomenal.
Creo que es un cross especial, pese a no tener habitualmente barro es uno
de los más duros por el circuito rompe piernas y siempre que me inviten
seguiré viniendo”.
REYES ESTEVEZ
- Campeón de Europa al aire libre de 1500 en Budapest 1998
- Subcampeón de Europa al aire libre de 1500 en Munich 2002
- Bronce en el mundial al aire libre de 1500 en Atenas 1997
- Bronce en el mundial al aire libre de 1500 en Sevilla 1999
- Plata en el mundial de pista cubierta de 1500 en Lisboa 2001
- Bronce en el Europeo de pista cubierta de 3000 en Madrid 2005 y
bronce también en esa misma cita en los 1500
- Campeón de Europa junior de 1500 en 1993 en San Sebastián y en
1995 en Nyregyhaza
- Campeón de España de 1500 y 3000 y de cross en edad junior los
años 1994 y 1995.
Reyes Estévez nació en Cornellá de Llobregat (Barcelona) el dos de Agosto
de 1976. Fue campeón de Europa junior y doble campeón nacional junior
de cross los años 94 y 95. Y sin haber cumplido los veinte años participó
en los Juegos de Atlanta 96 en los que llegó a semifinales. Un año después
fue bronce en el mundial de Atenas tras El Guerrouj y Fermín Cacho. Al
año siguiente, 1998, fue campeón de Europa batiendo al propio Cacho.
“Aquella final fue una de las mejores carreras de mi vida. Si ganas lo
recuerdas todo con mayor ilusión pero tampoco se me olvida lo de un año
después en Sevilla. Aunque fuera bronce en aquel mundial lo fui con tres
minutos y treinta segundos en la carrera más rápida de la historia, y eso
fue también muy importante” Tras no ir a Sidney fue segundo en el
mundial de pista cubierta de Lisboa. Poco más tarde, en 2002, fue plata en
los mil quinientos del europeo de Munich en una final también inolvidable
en la que los jueces tardaron más de un cuarto de oro en decidir quien había
ganado el oro. El español o el francés Medhí Baala, que llegaron juntos a le
meta. Reyes Estévez se sincera al respecto: “Creo que al final los jueces lo
echaron a cara o cruz. Fue el mismo tiempo pero uno tenía que ganar y no
sé por qué al final le dieron a él. Viéndolo, de todas formas, con la
perspectiva que da el tiempo ves lo positivo, que fue que se habló mucho de
aquella carrera” En el 2003 sería sexto en el campeonato del mundo de
París y en los juegos olímpicos de Atenas séptimo. En el 2005 en el
campeonato de Europa de pista cubierta de Madrid logró dos medallas de
bronce tanto en mil quinientos como en tres mil. Muchos logros que según
muchos especialistas pudieron ser todavía más. La opinión que cierto día
sostuvo por ejemplo Orfeo Suárez en el diario El Mundo, es compartida por
más gente: “Estévez ganó desde el primer día que decidió correr, fuera en
la prueba que fuera, en el cross o en la pista. Lo hacía prácticamente sin
necesidad de entrenarse. Era un prodigio, un ejemplo del talento en estado
puro. Todavía hoy recibe alguna advertencia por su relajamiento, por ser
reacio al estajanovista trabajo que ha hecho de atletas menos dotados,
Fermín Cacho sin ir más lejos, ilustres campeones”
Son, como digo, muchas las personas, no sólo Orfeo, que piensan que
Reyes podía haber dado aún más de sí. Algunos compararon incluso su
talento en pleno apogeo al de los mejores especialistas africanos. ¿Qué
piensa al respecto Reyes Estévez? Su mirada cándida le delata. Suspira
antes de responder pero lo hace con seguridad y aplomo: “¿Qué si podía
dar más de lo que he dado? Cuando haces algo importante y te ven
proyección todos te exigen más. A lo mejor es cierto que he podido dar un
poco más pero las cosas son como son. Lo que he tenido que hacer lo he
hecho. Podía haber sido mejor o también peor porque podía haberme
lesionado y no haber llegado a lo que he llegado. En definitiva que estoy
conforme con todo lo que he logrado” Incluido también lo que ganó
fundamentalmente en edad junior en el campo a través: “Está claro que
tuve mis años de junior. Gané dos campeonatos de España y también tengo
en casa unas cuantas txapelas. De absoluto todo es más complicado
porque para empezar la distancia, que es mayor a lo que hago en pista, me
perjudica pero es cierto que cuando era junior, pese a la distancia, el
barro y la dureza sí que ganaba”
Reyes ha tenido siempre entrenadores que le han inculcado la importancia
del campo a través: “Está claro que lo mío es la pista pero también que el
cross es la base de todo. Tanto Gregorio Rojo como Manuel Pascua son de
la misma escuela y ambos opinan que el cross es la base. Los dos me han
enseñado que la dureza para aguantar los entrenamientos en pista te la da
el campo a través” Reyes, queda dicho, empezó a destacar muy pronto
pero aún le queda cuerda: “Ahora lo que quiero es disfrutar. Estoy
disfrutando haciendo el deporte que me gusta y aunque tenía entre ceja y
ceja la medalla olímpica de Pekín y no pudo ser, estoy decidido a seguir
adelante. Sobre mi futuro te diría que ahora mi siguiente objetivo es sacar
una medalla en dos años en el Europeo de Barcelona. Esa sería una buena
despedida”
ANTONIO JIMENEZ PENTINEL
- Campeón de Europa al aire libre de 3000 obstáculos en Munich 2002
- Oro en los 3000 de los Juegos del Mediterráneo en Túnez 2001
- Bronce en los 3000 de los Juegos del Mediterráneo Almería 2005
- Bronce en los 10 000 metros del Europeo sub 23 de Goteborg 1999
- Seis veces campeón de España de 3000 obstáculos
- Campeón de España de 3000 en pista cubierta tres años y de cross
corto en 2002
Reyes es apenas medio año mayor que el sevillano Antonio Jiménez
Pentinel. Atleta que igual que él vivió una época concreta de esplendor y
ahora lucha por cerrar brillantemente su carrera. Penti, como se le conoce
en el mundillo atlético, nació el dieciocho de Febrero de 1977 en Sevilla.
Su especialidad son los tres mil obstáculos, distancia en la que logró el
campeonato de Europa en la misma cita en la que Estévez estuvo a punto
de lograr el oro, Munich 2002. Penti ha ganado además el campeonato de
España de tres mil y el de tres mil obstáculos en más de una ocasión y el
año de Munich venció también en el nacional de cross corto. Poco antes, en
Diciembre de 2001, logró sorprendentemente el bronce en el Europeo de
campo a través en la localidad suiza de Thun. Con su característica gracia
andaluza Antonio explicó así cómo fue aquella carrera una fría mañana
suiza: “¡Que rasca que pegaba!. Me abrigué un montón, me puse el
chandal, los guantes, el gorro... y sólo un par de minutos antes de la
carrera me los quité y les pregunté a mis piernas: ¿Qué, cómo estáis hoy,
¿vais a correr? Y a la marcha, muy pronto, vi que iban bien porque me
giré y observé que Chema Martínez estaba conmigo, y eso era buena señal.
Luego se marcharon el ucraniano y el holandés y pensé: como me vaya con
ellos voy a “petar” seguro, por lo que opté con quedarme con el italiano y
al final le gané al esprint. No quiero ser presuntuoso pero es que no
preparé a conciencia el campeonato de Europa. Quizá por eso sabe mejor
aunque es cierto que cuando uno corre sin presión lo hace más a gusto”
En esa entrevista realizada por José Luis Rodríguez para el portal
carreraspopulares.com Penti confesó que no bebía alcohol pero que si
lograba medalla, un año después en Munich, el whisky correría de su
cuenta. Siete años después, con una sonrisa enorme en el rostro, nos
reconoció que por supuesto esa noche hubo alcohol: “Sobre el oro de
Munich es verdad que al final hubo whisky, primero allí con los atletas y
luego con los amigos en Sevilla. Fue una fiesta enorme, tanto una como
otra. Lo dije con la boca pequeña en aquella entrevista pero lo prometí y lo
tuve que cumplir” Y con la misma perspectiva que da el tiempo, el
sevillano vuelve a referirse a aquel sorprendente bronce de Suiza: “Del
bronce en el Europeo tengo muy buenos recuerdos. Era el primero que no
vine a Alcobendas por ir allí. Yo iba para rellenar y no me lo esperaba.
Quería ir delante para puntuar pero cuando a falta de cuatrocientos
metros vi que sólo se habían ido dos para adelante esprinté y logré el
bronce. Hacía demasiado frío, como suele hacer también en Alcobendas.
Yo digo que de Despeñaperros para arriba siempre paso frío. No estoy
acostumbrado, pero es cierto que cuando uno está bien da igual todo lo
demás” Desgraciadamente no siempre puede ser así y, tras lograr el oro
europeo en Munich, la carrera de Pentinel no fue todo lo bien que él
hubiera querido: “Después de ser campeón de Europa tuve un bajón pero
son cosas que les pasan a los atletas. Luego fui cuarto del mundo, fui a la
olimpiada de Atenas, en 2005 batí el record de España y fui al mundial, he
estado a punto de lograr otra medalla en 2006 y este ultimo año y medio
las lesiones no me han dejado rendir. Estoy saliendo y espero llegar bien
al europeo de Barcelona de 2010 y a la próxima Olimpiada porque me sigo
sintiendo joven. Me gustaría tener un diploma olímpico antes de dejarlo”
Sobre la importancia del campo a través en su trayectoria, Penti tiene claro
que “el cross para mi es muy importante. De hecho una vez, como ya te he
contado, fui tercero en el europeo y he corrido alguna vez bien los
mundiales. Adquieres una dureza muy buena y es verdad que hay algunos
más bonitos que otros, por ejemplo Alcobendas. Es especial el cross y la
organización, el grupo es encantador y eso es lo que te gusta de una
carrera. Me han tratado fenomenal, estando bien o no siempre me llaman y
encantado de disfrutar con ellos todos los años. Este último año en la cena
anterior a la carrera mi mujer no paraba de decirme: “¡Qué bien te tratan,
te tratan igual que en casa!” Con los organizadores hay muy buena
química, incluso el día anterior cuando les veo señalizando el circuito
siempre les digo en broma: “¡No, por ahí no, tirad mejor por aquí que a mi
me viene mejor…!” Penti recuerda incluso un cross en el que se despistó
calentando y esperaron a que él estuviera para dar la salida: “Así fue.
Gracias a que me conocían esperaron para empezar la carrera. Me
despisté de la hora y le dijeron al juez: “¡Espera que no está aquí Penti y
sí que ha venido porque le he visto calentar!”. Dos compañeros míos no
tuvieron tanta suerte y salieron doscientos metros más atrás que el
resto…”.
El sevillano, al igual que nos contó Higuero en Atapuerca, tiene también
muy claro qué es lo que hace especial al cross: “Lo bonito del campo a
través es la cercanía, los niños te ven calentando y te paran, se hacen
fotos, te piden autógrafos. Eso en la pista no lo hay. Te dicen los niños:
“¿Te importa que caliente contigo?” Y les ves hacerlo con orgullo a tu
lado. Y después de las carreras lo mismo. Recuerdo un año en Sevilla, en
Itálica, que acabé la carrera y veinte o treinta chavales vinieron a por mí,
a pedirme autógrafos. Acabé séptimo y a mi lado estaba el campeón del
mundo al que apenas dos o tres le hacían caso. Debió pensar que quien era
ese blanco (risas)”
EL FUTURO
Aún no sabemos hasta cuando seguirán corriendo Estévez y Penti pero
difícilmente llegarán al récord de Teresa García y Rosa Pascual. Teresa
tiene cincuenta y dos años y Rosa cuarenta y seis. Ambas son atletas
veteranas del Torrent de Valencia. Este año 2009 han corrido entre otros
los crosses de Llodio y Alcobendas, dos de los circuitos más duros de la
ANOC. Suelen llegar las últimas pero es que no corren contra los demás.
Corren contra ellas y sus propios límites. Y, al igual que los primeros, no
dejan nada en el tintero. Sufren en las cuestas como el que más y dan todo
lo que tienen. Aunque parezca lo contrario, su imagen tiene mucho que ver
también con el futuro del cross. Corren el mismo día que niños que
pudieran ser hijos o nietos suyos y lo hacen con la misma ilusión. Por el
puro placer de hacerlo: “El atletismo es esencial en nuestras vidas – dicen
al unísono - Nos hace sentirnos bien. Relacionarnos, estar con la gente
joven, es muy importante en nuestras vidas” Y su consejo es muy valioso
para los niños que se acercan a ellas: “Les decimos que lo cojan con ánimo,
que tengan ilusión, que entrenen mucho y que hagan amigos”
Para ellas, demostrado está, es también muy importante el futuro del campo
a través. Al respecto Paco Barroso, el presidente del Club de Atletismo
Popular de Alcobendas dice que “veo un buen futuro, el Ayuntamiento
apoya y esperamos que lo siga haciendo porque es la primera prueba
internacional de Alcobendas, es la única independiente de Madrid. La San
Silvestre Vallecana es desde hace unos años de Nike, la Maratón es de
otra empresa… Nosotros sólo queremos proyectar la localidad y fomentar
el deporte entre los chavales” No es tan optimista al respecto José Ramón
García: “Para mí el futuro es incierto. Es un deporte que empieza a no
estar de moda. No comparto la idea de que es un deporte de pobres pero
cuesta mucho trasladar la afición de algo tan duro a la gente joven. Suelen
optar por otros deportes menos sacrificados, pero es cierto que nosotros
tenemos el apoyo del Ayuntamiento y de un montón de gente que colabora
de forma vocacional y por ese lado está asegurado”
De momento, año tras año, gracias a ellos la cuna del Parque de Andalucía
mece los sueños de niños y mayores. Las cuestas ondulan y los músculos
suben y bajan al compás del propio esfuerzo mientras los patos, en el lago,
celebran tanta algarabía. Es fiesta, día grande en Alcobendas. Gracias al
atletismo. Gracias al cross.
Lugares de Interés [editar]
Museo CosmoCaixa de la Ciencia
Situado cerca de la parada de metro de la línea 10, Marqués de la Valdavia. En este
museo podemos encontrar numerosas actividades científicas, casi todos orientados a
la práctica y la experimentación.
Iglesia de San Pedro Apóstol
Situada en la Calle de la Iglesia, en el centro del casco urbano.
Parque de Cataluña
Un parque bastante grande, situado en la calle Marqués de la Valdavia, junto al
metro del mismo nombre. En este parque se puede encontrar: una zona cercada para
los niños, una fuente con una forma peculiar, varios bancos individuales que
comparten sitio con los de dos personas, un río con sus cascadas pequeñas (todo ello
artificial), unas mesas, un mirador de no muy grandes dimensiones, una plaza amplia
y un ambiente que intenta evocar el [[Parque Güell] de Gaudí en Barcelona.
Parque de Andalucía.
Situado en la calle de Pintor Murillo. El parque más grande de este pueblo, en donde
destaca el lago central con una gran fuente.
Jardín de la Vega.
En este jardín se encuentra la llamada 'Campana de la Paz' y varios parques para los
más pequeños junto con zonas de descanso entre los árboles.
Avenida Olímpica
En esta avenida se encuentra la fundación Pedro Ferrandiz, Hall de la Fama de la
FIBA, y banderas de todos los países donde se han albergado JJOO.
La Menina
Uno de los últimos monumentos de Alcobendas pero el más popular a día de hoy.
Situado al principio del Paseo de la Chopera, en uno de los principales accesos a la
ciudad, una menina de varios metros de altura se sitúa sobre una rotonda ajardinada
de grandes proporciones. Su autor es el escultor Manuel Valdés.
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Textos: Alberto
HISTORIA
“El
*
venablo
que nos
une”
Hace más de un millón de años llegaron los primeros pobladores a Europa. Procedían de África y
hay diferentes versiones sobre el camino que
tomaron. Unos piensan que aún no eran capaces
de construir canoas o balsas y que llegaron por la
Asia Suroccidental y la península de los Balcanes.
Otros sostienen que sí lo eran y que entraron por
el Estrecho de Gibraltar o por Italia a través de
Sicilia. Casi un millón de años después no hay discusión. Sabemos cómo vienen y cuáles son las
rutas que escogen.
Algunos de aquellos primitivos habitantes se instalaron en la Sierra de Atapuerca donde muchísimos años más tarde alguien encontró sus restos.
Y a donde tiempo después empiezan a volver africanos que también corren. Aquellos lo hacían para
cazar o para huir de los peligros. Éstos para ganar
dinero y prestigio. En medio está todo el discurrir
humano pero el bufido, la respiración acompasada, el músculo tenso o la inconfundible mueca,
son los mismos. Y también el sitio. Esa sierra burgalesa situada entre los pueblos burgaleses de
Atapuerca e Ibeas de Juarros. Esa trinchera excavada para dar paso al ferrocarril a finales del siglo
XIX que descubrió un tesoro inmenso y que se
abre ahora al visitante y al deporte. Y de paso al
africano antepasado de aquel que llegó. Y que
ahora regresa.
A aquellos africanos pioneros, cuyos primeros
restos fueron descubiertos en Atapuerca en
1994, la ciencia los agrupa bajo la denominación “Homo Antecessor”. Fueron los primeros homínidos que poblaron Europa y
Venablo significa lanza arrojadiza
*
los últimos descubrimientos conceden a los huesos encontrados una antigüedad de 1, 3 millones
de años. Sin ir más lejos, en esta última campaña
se ha encontrado en la Sima del Elefante la falange de un dedo, probablemente de un niño o de una
niña, que también corresponde a esa antigüedad y
que abre la perspectiva de que aparezcan más restos en los próximos años. En la misma parte del
yacimiento se han localizado asimismo restos de
macaco, águila pescadora, lince y ciervo, que permiten describir la zona de Atapuerca hace más de
un millón de años como un paisaje arbóreo, con
zonas abiertas y masas de agua. El “Homo
Antecessor” vivió hasta unos 800 000 años a. C. y
en la denominada cueva Gran Dolina se encontraron también restos de mamuts, osos y ciervos
gigantes. Los fósiles revelan la condición de un
Plazo de admisión:
16 de noviembre de 2009
homínido alto y robusto que caminaba ya erguido,
vivía del carroñeo y la caza. Recolectaba los frutos
silvestres de la zona y practicaba el canibalismo.
Atapuerca, que es hoy en día uno de los focos
principales en el mundo para conocer los principios de la evolución humana, se encuentra a quince kilómetros de la capital burgalesa, denominada
cabeza de Castilla. Burgos, la vieja ciudad de el
Cid, Fue fundada en 884 por Diego Porcelos bajo
el reinado de Alfonso III y tiempo después allí se
gestó el reino de Castilla que terminó liderando el
proceso de la Reconquista. Justo lo mismo que
ahora, a través del cross, y de manera pacífica,
vuelven a conseguir los africanos. Conquistar una
tierra que ya fue suya.
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EL CROSS
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Todo por
y para el atleta
Los yacimientos de Atapuerca, cuna de la evolución humana en Europa, fueron declarados
Patrimonio de la Humanidad el 30 de Noviembre
de 2000. Ese día definitivamente la zona se ganó,
gracias al pasado, un futuro para siempre. El turismo arqueológico garantiza la vida en un lugar lleno
de vida. Para celebrarlo, el alcalde del pueblo,
Fernando Gómez, ideó realizar una serie de actividades que conmemoraran la efeméride: “Nosotros
tenemos el orgullo de englobar nuestro entorno
sobre dos referentes que son Patrimonio de la
Humanidad, los yacimientos y el Camino de
Santiago, que transita también por nuestro pueblo.
Un buen día, hace apenas seis años, se nos ocurrió que una prueba de atletismo sería perfecta
para celebrar esa nueva distinción que nos había
concedido la UNESCO. Hablamos con la
Diputación y, a través de su Instituto del Deporte y
la Juventud, empezó a tomar cuerpo y forma
nuestro cross”.
Los primeros años la prueba congregó únicamente a corredores de la comunidad castellano leonesa pero, a partir del tercero, fueron llegando a
Atapuerca algunos de los mejores atletas del
mundo: “lo que no hemos cambiado, ni cambiaremos, es la fecha. Queremos que sea en
Noviembre y aunque el día exacto lo ubica la
Federación creo que nunca saldremos de este
mes y seremos, por tanto el primer gran cross de
la temporada”. La prueba atlética no es además la
única manera de conmemorar el aniversario: “A
finales de Noviembre convocamos cada año una
marcha hacia los yacimientos. Se realiza a pie y lo
que hacemos es invitar al público a que vea los
descubrimientos y pueda caminar
hasta la zona, algo que habitualmente no se puede hacer al tener
que atravesar terreno militar”.
Y así fue. El Ayuntamiento de
Atapuerca unió su iniciativa al
esfuerzo de los responsables del
órgano deportivo de la Diputación
de Burgos, encabezados por su
director, Marcos Moral Cano, por
Miguel Ángel de los Mozos, principal organizador de la prueba y el
Presidente de la
Diputación de
Burgos, D.
Vicente
Orden Vigara.
M a r c o s
recuerda que
“un buen día
vino el alcalde
de Atapuerca y nos
planteó la idea. A nosotros nos encantó porque
suponía una continuidad con el
resto de carreras que hacemos. Llevamos treinta
años en el mundo del deporte como servicio de
deportes. Promocionamos el deporte base y organizamos más de veinte crosses escolares cada
año. Nosotros iniciamos por ejemplo el cross de la
Constitución en Aranda, hasta que se consideró
que al ser una localidad de más de veinte mil habitantes la competencia debía ser exclusiva del
Ayuntamiento. Así lo hicimos los primeros años en
Atapuerca y después, al plantearse como algo
más importante aprovechamos la infraestructura
que tenemos por ejemplo para la Vuelta ciclista a
Burgos, el ciclocross o los rallyes que organizamos”. Con el transcurrir de los años, Atapuerca ha
conseguido reunir a algunos de los mejores especialistas del mundo pero la raíz no ha cambiado ni
cambiará: “Somos, y seremos, un cross que
apuesta decididamente por la base. Este año
2008 hemos tenido 2800 inscritos y el apoyo a los
jóvenes es nuestra razón de ser” En el mismo
sentido se manifiestan Miguel Ángel y Vicente
Orden Vigara: ”Lo más importante para nosotros,
aparte de la difusión de la Sierra de Atapuerca,
son los niños. Tan importante como tener a los
mejores atletas es tener cada año a unos 2000
niños. Nosotros por ejemplo becamos cada año a
todos los deportistas burgaleses que empiezan a
destacar en sus modalidades deportivas. Esa es
nuestra filosofía y la aplicamos cada año también
al cross”. Precisamente la afluencia de niños es lo
único común a todas las ediciones de Atapuerca.
A partir de la tercera edición tienen además varios
espejos cercanos a los que asomarse para ver su
evolución. El reflejo de los africanos, de Juan
Carlos Higuero, Marta Domínguez y tantos otros
devuelve una sonrisa de afirmación al niño que
empieza a dar sus primeros pasos. Al niño arropado por tantos otros niños y niñas en cada una de
las categorías. Unos 200 nada menos en cada una
de ellas corriendo alrededor de un circuito hecho
de la nada, en medio de una campa inmensa
cubierta de hierba. “Estamos – explica el alcalde
Fernando Gómez – encarados ante la Sierra de
Atapuerca, en las faldas del pueblo. El camino de
Santiago pasa a escasos cincuenta metros de aquí
y el circuito
entra también
en el parque
arqueológico
construido para recrear la vida de aquellos primeros habitantes. Y al lado de 16 hectáreas de
humedal recuperadas medioambientalmente”.
El paso por el parque arqueológico es, sin duda, el
nexo que une pasado y futuro. En él se recrea la
vida prehistórica en la sierra a través de un itinerario. Se visualizan escenas y se participa en talleres didácticos y actividades dentro y fuera de las
estructuras construidas. Se puede practicar pintura rupestre o tiro con arco, talla de silex, tejidos y
teñidos, modelado de cerámica, prácticas de
excavación o curtido de pieles entre otras actividades. Ver pasar a los atletas junto a las cabañas de
piedra y paja o al lado de la reproducción del
“Homo Antecessor” que entierra a un congénere
dota de un encanto especial a Atapuerca. Tanto
que, tal y como recuerdan Miguel Ángel de los
Mozos y Vicente Orden Vigara, sobre todo los primeros años “algunos de los corredores se nos
quedaban parados al pasar junto a la escultura del
antiguo homínido. Obviamente no eran los primeros de cada categoría pero a partir del cincuenta o
el sesenta eran muchos los que se paraban sorprendidos ante la imagen. Sobre todo porque
hasta que no estás encima no lo ves. Primero
pasas las cabañas y a la vuelta de una empalizada aparecen los dos homínidos”.
Con el tiempo el cross ha ido creciendo y han conseguido habilitar una puerta extraordinaria de entra-
da y una de salida al parque para los atletas. En la
primera edición aquello aún no se había logrado y
dio lugar a otra anécdota que ahora Miguel Ángel
de los Mozos y Vicente Orden Vigara recuerdan con
cariño: “En efecto, tuvo lugar el primer año. Si queríamos entrar en el parque no había otra solución
que hacerlo por la misma puerta por la que entran
los visitantes. Además, los domingos es día de visita. Lo que hicimos fue proteger la entrada con colchonetas pero, aún así, la visión de los atletas
entrando por la misma puerta que los turistas será
uno de los recuerdos imborrables de nuestro cross.
¡Sólo nos faltó cobrarles entrada también a
ellos…!”
Atapuerca sólo ha cumplido cinco ediciones pero
ha conseguido situarse ya en el segundo puesto
entre los crosses organizados en España. Aspiran
aún a tener un circuito permanente pero han conseguido ya cosas importantes. El burgalés es un
cross a campo abierto. De un montón de atletas y
un montón de padres, familiares y amigos que se
concentran justo en el centro. Animando a los
suyos. Esperando a los niños con el abrigo en la
mano. Arropados por los casi 70 voluntarios que
rodean el circuito. Como dice Miguel Angel: “Otra
de las cosas bonitas es que casi la mitad del pueblo de Atapuerca colabora en la organización de
manera activa. Pertenecen a una asociación del
pueblo y se vuelcan con nosotros. Son sólo 150
habitantes y este año hemos tenido a 70 con su
chaleco y su cometido”
Los voluntarios, igual que los espectadores, han
podido gozar estos tres últimos años con la presencia de algunos de los mejores atletas de
España y del mundo. A medida que ha ido aumentando el presupuesto la organización ha podido
crecer también en la talla de los atletas. Siempre
basándose en tres grandes líneas maestras como
nos cuentan Vicente Orden Vigara y Miguel Angel:
“Traer a los mejores atletas del mundo, a los mejores españoles y también a los que denominamos la
gran clase media del atletismo español. Intentamos
traer a lo mejor del atletismo nacional contando a
los desgraciadamente pocos atletas mediáticos
que hay, pero también queremos traer a los treinta o cuarenta primeros del campeonato de España.
Y a estos ponerlos a competir con los mejores del
TINTIVa.O
NUEVOroDssIS
de Atapuerc
del VI C
mundo, entre aquellos africanos a los que tengamos acceso” Como en la mayoría de crosses
Atapuerca cuenta también con su símbolo especial
para el ganador y la ganadora en categoría absoluta. En este caso es un palo enorme, de más de tres
metros en algunos casos, denominado venablo.
Elemento común a las carreras de aquellos primeros que lo hacían para cazar y a estos últimos que
lo hacen para ganar: “Queríamos tener un símbolo
que nos representara y el venablo es precisamente el símbolo que más se identifica con el Homo
Antecessor que habitó en Atapuerca. Es un arma,
una lanza con plumas que utilizaban para cazar
animales. Si os fijáis también el cartel es también
un Homo Antecessor con su venablo en la mano”
Ese venablo que, sueña la organización y toda la
provincia burgalesa, algún día agarre Juan Carlos
Higuero. La gran bandera del cross de Atapuerca:
Juan Carlos es el atleta más importante en la historia del deporte burgalés. Así lo avalan sus resultados”. Para nosotros es nuestro estandarte, nuestro abanderado. Por eso y porque salió de las competiciones que organizamos en la Diputación.
Llevamos 29 años organizándolo y él salió de ahí.
Luego además participó también en los campamentos de verano de la Escuela del Deporte.
Concedido por Correos y Telégrafos,
funcionará del 8 de octubre hasta el día
8 de noviembre un matasellos especial,
de la modalidad 'rodillo parlante' alusivo
al VI Cross de Atapuerca, en disputa
el 8 de noviembre. Todos los correos que
salgan de Burgos entre esa fecha aparecerán
con el distintivo del VI Cross de Atapuerca.
Diputación
Provincial
de Burgos
VI Cross de Atapuerca
Fecha: 08/11/2009
Hora
10:30 CADETE FEMENINO
Lugar: Parque Arqueológico de Atapuerca (Burgos)
10:40 CADETE MASCULINO
Categoría: Internacional
10:50 INFANTIL FEMENINO
11:00 INFANTIL MASCULI
NO
Organiza: Diputación Provincial de Burgos
www.idjdiputacionburgos.com
11:10 ALEVIN FEMENINO
horario
www.crossatapuerca.com
Categoría
11:20 ALEVIN MASCULINO
11:30 BENJAMIN FEMENINO
11:40 BENJAMIN MASCULI
NO
11:50 VETERANAS
Vueltas
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2.950
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97-98
2.010
1 “A” + 1 “B”
99-00
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1 “A”
99-00
1.275
2001-02-03-04 800
2001-02-03-04 800
1 “B”
1 “A”
1 “A”
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2.700
1 “A” + 1 “C”
93-94
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1 “A” + 2 “C”
93-94
4.475
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4.825
1 “B” + 2 “C”
90-91-92
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1 “B” + 2 “C”
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90 y anter.
6.250
1 “A” + 3 “C”
6.250
1 “A” + 3 “C”
13:20 VETERANOS MASC
ULINO (CON POPULAR) 74
y anter.
Nota: el horario puede ser modificado, según nos confirmen la hora de transmisión por Teledeporte.
Consultar: www.crossatapuerca.com - www.idjdiputacionburgos.com
historial
circuito
11:50 JUVENIL FEMENINO
(CON VETERANAS)
12:05 JUNIOR MASCULINO
12:05 JUVENIL MASCULINO
(CON JUNIOR)
12:25 SENIOR /PROMESA
/ FEMENINO
12:25 JUNIOR FEMENINO
(CON SENIOR)
12:50 SENIOR/PROMESA/M
ASCULINO
13:20 POPULAR MASCULI
NO
Año nacimiento Distancia
(m)
95-96
1.660
2
Año
2004
2005
2006
2007
2008
Ganadores (Promesa Senior Femenino y Promesa Senior Masculino)
Nieves Zarza (Vitoria) y Antonio Núñez (Fila Internacional)
Sara Valderas (Carreofour Bezana) e Isaac Viciosa (Parquesol)
Marta Domínguez (Nike) y Hichan Chat (Asefican Piélagos)
Simret Sultán (Nike Eritrea) y Elijh Chelimo (Kenia)
Margaret Muriuki (Kenia) y Bezabeth Alemayehu (Bikila)
pista. Un enamorado del atletismo y un niño grande apasionado por atrapar cada uno de los retos
del camino. Desde el último al primero. El de
aquella gélida matinal arandina: “¿Qué recuerdo
de aquel día? Pues eso, que hacía mucho frío. Y
también que para mí aquel primer cross fue como
un paraíso. Yo prácticamente no salía de mi barrio
y aunque la carrera era en mi pueblo verme allí
junto a tantos atletas de otras provincias fue lo
máximo. ¡Y encima gané! Y eso para mí fue como
ganar un campeonato del mundo. La felicidad fue
tremenda y, en efecto, aquel día empezó todo…”
Desde entonces Juan Carlos ha sido, y es, uno de
los grandes dominadores del medio fondo en
España. En una tierra de gran tradición que incluyo a algunos de los mejores de la historia.
LA FIGURA
JUAN CARLOS
HIGUERO
“Espero ganar
algún día en Atapuerca”
Agosto de 1978
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Bronce en el mun
dial de pista cubi
erta de
Valencia 2008.
Campeón Europa
1500 m. en pist
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Birmingham 2007
.
Dos veces subcam
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2003 y 2005.
Dos veces campe
ón de la Copa de
Europa 2002
y 2005.
Diez veces campe
ón de España de
1500 m.
4º en la Olimpiad
a de Pekín 2008
.
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BIOGRAFiA Y P
A
LMAReS
Nació en Aranda
el 3 de
Juan Carlos Higuero es como lo ves. No ha cambiado nada. Le miras a los ojos y sigue conservando la mirada pura y limpia del chaval de diez años
al que un buen día su hermano José Félix levantó
de la cama para disputar su primer cross. Fue en
Aranda, en su pueblo:
- “¡Vamos Juan Carlos que no llegamos!” – le dijo
José Félix.
- “Déjame un poco más…” – suplicó Juan Carlos,
a quien siempre le gustó mucho dormir.
Al final llegaron y sin tiempo para calentar Juan
Carlos se puso el dorsal y ganó. Esa fría mañana
de Diciembre en el circuito de La Virgen de las
Viñas nació una estrella. Un atleta que maduraría
en el campo a través y recogería los frutos en la
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Aquel niño corría pero, a la vez, aprendía. Higuero
se considera un romántico de este deporte y
desde el principio le sedujo mirarse en otros espejos y admirar a aquellos que eran lo que él quería
ser en el futuro: “De cuando era pequeño recuerdo por ejemplo a Domingos Castro, que solía
ganar muchos crosses. Y entre los españoles a
José Luis González, a Antonio Serrano a Fermín
Cacho, que también corrió algunos” La imagen de
los más grandes fue la inspiración que guió por el
camino del triunfo los primeros pasos de Higuero
que, de pequeño, no se cansó de ganar. Cada vez
que disputaba uno de los muchos crosses que se
organizaban en la provincia de Burgos era para
ganarlo. “El cross es para cualquier atleta su inicio, es la raíz de cualquier adolescente para dar el
paso a otras disciplinas. Hay mucha tradición en
toda España y en Burgos también. De pequeño
corrí muchos y es cierto que gané todos los que se
organizaban entre colegios” Y hasta en categoría
junior fue medalla de bronce en el Europeo de
campo a través: “Recuerdo que fue en Bélgica y
que para mí fue una sorpresa. Nunca imaginé que
podría ganar una medalla en el cross y aquel día
lo logré. Además es especial porque yo aún entrenaba en Aranda, en mi pueblo, y allí lo preparé”.
Por todo, para Juan Carlos Higuero correr al aire
libre, sobre barro, hierba o tierra siempre resulta
especial: “No tiene nada que ver con la pista. El
terreno, para empezar, lo cambia todo. Te enfrentas al albero, a la tierra, a la hierba o al barro y eso
lo cambia todo. La pista es más técnica porque ahí
lo que pisas es siempre lo mismo. Varía también la
distancia según el cross y premia sobre todo la
resistencia. La pista es para gente más técnica”.
Higuero no quiere olvidar además el encanto del
campo a través. El contacto personal con los aficionados y el resto de atletas. En el circuito de
cross todo se estrecha y se hace más humano: ”El
cross sobre todo tiene el encanto de la cercanía.
Allí puedes tocar al atleta. El espectador está muy
cercano, puede estar con él cuando acaba la
carrera. En la pista es todo como más restringido.
Eso es lo que para mí hace especial sobre todo el
cross” Y más especial aún si se celebra en su
casa, como es el caso del Cross de Atapuerca que
ha contado con Higuero estos últimos años y que
seguirá contando, seguro, en el futuro: ”Atapuerca
se está convirtiendo en uno de los atractivos del
cross en España. A pesar de tener sólo cinco años
ya es una realidad y han conseguido ser los
segundos en el ránking. Tienen un nivel muy
importante. Recuerdo que las dos primeras temporadas fueron para gente de la comunidad pero
a medida que han aumentado el presupuesto se
han hecho muy grandes. Creo que va a estar
incluso muy pronto cerca de Itálica”. Higuero valora además que es llano y eso a corredores de sus
características les viene muy bien. Eso y que además, al ser el primero de la temporada, no es un
cross excesivamente largo: “La pista de hierba nos
gusta. Sobre todo a los españoles porque podemos correr a un ritmo importante. Y también la
distancia. Creo además que será muy importante
que consigan dejar el circuito permanente. A
Atapuerca se le conoce mucho por los yacimientos pero el cross va a ayudar todavía más a su
conocimiento”. Tan especial que Juan Carlos
espera algún día levantar los brazos en ganador
en Atapuerca: “Estoy convencido que algún año lo
prepararé. Aún hoy estoy muy centrado en el
1500 m. pero son ocho kilómetros y en unos años
seguro que, gracias también a que es llano, podré
plantar cara a los africanos. Me gustaría poner mi
nombre en Atapuerca y ganarlo algún día”.
Precisamente sobre el poderío de los atletas africanos Juan Carlos sostiene la misma teoría que
muchos: son humanos pero en el campo a través
no lo parecen: “Nunca se puede decir la palabra
imposible en ningún ámbito, pero sin duda son los
grandes dominadores. Cada año sale alguno
nuevo que complementa a los que ya están. Viven
en altura, saben sufrir más que nosotros y en el
cross son prácticamente inalcanzables. No creo
que con el tiempo las distancias se acorten. Serán
siempre los dominadores. Hay que esperar un día
en el que ellos fallen y tú estés muy bien para
alcanzarlos” Ojalá ese día llegue. Y para Juan
Carlos Higuero sea en Atapuerca.
FUTURO
“LA
SONRISA QUE
CABE EN EL CAMPO”
La Organización
correrá con los gastos
de alojamiento
(noche del sábado al domingo)
El tiempo dirá si cabe esa ansiada victoria de Higuero en el palmarés
de Atapuerca. De momento, lo que parece seguro es que el año que
viene el circuito puede ser para siempre. Según Marcos “El tema del
circuito permanente lo ha planteado el ayuntamiento y ha hablado ya
con el presidente de la Diputación. Sería fácil, habría que marcarle que
es fácil, luego pasar una moto niveladora para dejarlo como una
alfombra, que es fácil por el drenaje que tiene”. El alcalde de
Atapuerca añade que “las condiciones son únicas para tener ese circuito permanente. No sé si con ello lograremos ser los primeros pero
queremos estar entre los primeros crosses de España. Además el
futuro centro de recepción de visitantes para los yacimientos estará
enclavado a sólo 50 metros del circuito. Nosotros podremos utilizar las
oficinas para el cross y la idea es ubicar ahí las futuras duchas para
los atletas”. Y es que Atapuerca camina firme en pos de un mejor futuro para los atletas que visiten su cross cada año. Miguel Angel de los
Mozos dice que “la mejora del cross en general debe pasar por
y manutención
(cena del sábado y desayuno
del domingo)
para los corredores
de las categorías
JUNIOR y JUVENIL,
tanto masculino como
femenino, que:
✔
Hayan quedado entre los
cinco primeros en el
Campeonato de España
Absoluto de Cross 2008 y
✔
Hayan quedado entre
los tres primeros en el
Ranking 2008 de:
●
aumentar la calidad en todos los aspectos tomando como principal
protagonista a quien lo es, el atleta. El debe sentirse cómodo y debemos darle todo para que así lo sienta. Facilidades para ayudarles en el
transporte, duchas en el circuito… Esto es muy duro y sacrificado y
los organizadores debemos velar por la calidad a la hora de organizar”.
El deporte, indudablemente, es de los deportistas y entre ellos la conciencia es que la pista, como decía Higuero, es ideal para comenzar la
temporada de cross. Ideal para los grandes y también para los niños
que acaban de correr y, mientras descansan las piernas, preparan los
ojos para ver a sus ídolos. Los ven primero y después los tocan. Y sonríen. Y esa sonrisa asegura el futuro.
Acaban de terminar las carreras y Atapuerca se despide hasta el año
que viene. La postal de ida y vuelta que regresará entonces es la imagen de un enjambre de niños rodeando a alguien. Es Marta
Domínguez, que no para de hacerse fotos y firmar autógrafos. Una
niña le dice: “¡Quiero ser como tú!”. Y ella, que un día también quiso
ser como alguien, le sonríe. A esa sonrisa nos referimos. Esa es la sonrisa que garantiza el futuro de Atapuerca. Un futuro que construyó un
buen día el pasado.
●
JUVENIL:
3.000 mts.
5.000 mts.
2.000 mts.
3.000 mts.
lisos,
lisos,
lisos y
obstáculos.
JÚNIOR:
3.000 mts. lisos,
5.000 mts. lisos,
10.000 mts. lisos y
3.000 mts. obstáculos.
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Cross de Elgoibar
HISTORIA Elgoibar es la tradición. Es el barro. Son las cuestas. Es el cross en estado
puro. Elgoibar son años y años viendo correr a los mejores del mundo.
Amasando leyendas y uniendo pasiones. Y es también uno de los pocos sitios
en los que el aficionado sigue pagando por verlos. Elgoibar, tras casi setenta
años de campo a través, es historia viva de atletismo y cross. Tanto que casi se
junta con el origen mismo de las carreras que tuvieron su raíz en Gran Bretaña
a principios del siglo XIX.
La primera prueba de la que se tiene constancia se disputó en el Colegio
Shrewbury de Gales en 1831. La iniciativa fue secundada por otros colegios y
desembocó en el primer campeonato nacional de campo a través que tuvo
lugar el dieciocho de Noviembre de 1876 en Burckhurt Hill, cerca de Londres.
De Gran Bretaña, el cross saltó a Francia donde tuvo lugar la primera carrera
internacional en 1898. Fueron casi quince kilómetros y sirvió para enfrentar a
ingleses y franceses. La carrera tuvo gran resonancia y fue el germen del
Cross de las Naciones cuya primera edición tuvo lugar el veintiocho de Marzo
de 1903 en la ciudad escocesa de Hamilton, donde sólo participaron
Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda. Cuatro años más tarde se sumó Francia
que tuvo el honor de ser el primer país no británico en ganar la prueba gracias
al marsellés Jean Bouin, que se impuso los años 1911, 1912 y 1913. Bouin fue
plata en los cinco mil de los Juegos Olímpicos de Estocolmo del año 12 y
desde 1920 la carrera en ruta más antigua de España, que se celebra en
Barcelona, lleva su nombre.
Al oficioso campeonato del mundo se fueron uniendo más países: Bélgica lo
hizo en 1923 y España en 1929, junto a Italia, Suiza y Luxemburgo. En
nuestro país el origen de lo que es hoy el atletismo se remonta también al siglo
XIX. Entonces empiezan a popularizarse las carreras pedestres que, en
Cataluña, Aragón y País Vasco, nacieron como desafíos entre jóvenes. Uno de
los primeros en alzarse a la popularidad fue Chistavín de Berbegal gracias al
duelo que le ganó al italiano Achilles Bargossi el veintidós de Octubre de
1882. El reto consistía en dar vueltas a la plaza de toros de Zaragoza donde el
italiano, considerado el primer andarín del mundo y acostumbrado a ganar
fácilmente, prometió nada menos que quinientas pesetas a quien completara
más giros que él al redondel. Bargossi pagó cara su osadía y el vencedor,
Chistavín de Berbegal, fue incluso recibido por el rey de la época después de
vencer en aquella prueba.
Antes de que España se incorporara al Cross de las Naciones tuvieron lugar
también diferentes campeonatos internacionales. El primero del que se tiene
noticia tuvo lugar el treinta y uno de Julio de 1914 en la localidad vasca de
Alza. Fue organizado por la Sociedad Jolastokieta y participaron también
atletas franceses. En la segunda quincena del mes de Diciembre de ese mismo
año tuvo lugar la Olimpiada Vasca, que organizó el club deportivo Bilbao. En
estos encuentros atléticos se consiguieron algunas marcas que los miembros
de la Asociación Española de Estadísticos de Atletismo consideraron las
primeras plusmarcas de este deporte en nuestro país. Sólo dos años más tarde
nació la Federación Atlética Donostiarra, que luego sería la Federación
Atlética de Guipúzcoa y ese mismo 1916 fue testigo del primer campeonato
nacional de campo a través ganado en Madrid por el catalán Pere Prat. Con
excepción de los vascos Errauzquin, Domínguez, Andía, Pena, Palma y
Oyarbide y los castellanos Ramos y Cami, fueron los atletas catalanes quienes
dominaron todas las primeras ediciones del campeonato. Al menos hasta la
llegada de los legendarios Antonio Amorós, Francisco Aritmendi, único
español como ya contamos que ganó el Cross de las Naciones, o Mariano
Haro.
Sólo un año después de la disputa por primera vez del nacional de cross
empezaron a celebrarse también los Campeonatos de España de pista. El
primero tuvo lugar en 1917 en Atocha, en San Sebastián, y una de las grandes
apariciones fue la de un joven de apenas diecisiete años y natural de Elgoibar.
Se llamaba Juan Muguerza y ganó las carreras de mil quinientos y cinco mil.
Su dominio fue tan abrumador que repitió sus títulos los años siguientes en
Madrid, Barcelona, de nuevo San Sebastián y Vigo. Muguerza fue campeón
en ambas disciplinas los cuatro siguientes años con la única excepción del
cinco mil de 1920 en el que fue batido por Diodoro Pons. No contento con
esto ganó también el nacional de ochocientos los años 1918 y 1921 y ese
mismo año también el de ciento diez metros vallas. El elgoibarrés, toda una
institución en su época, logró doce títulos individuales nacionales en apenas
cinco años. Fue además campeón de España de relevos con Guipuzcoa y logró
el triunfo en la primera Behobia-San Sebastián disputada en 1919. Un año más
tarde, teniendo apenas veinte, Muguerza representó a España en los Juegos
Olímpicos de Amberes donde corrió los mil quinientos y los cinco mil. La
lástima es que su excepcional carrera se vio abruptamente quebrada dos años
más tarde cuando tuvo obligatoriamente que acudir como soldado de
reemplazo a la guerra africana del Rif.
Resultó entonces que unos años antes Francia había cedido a España la
administración de un cinco por ciento del territorio marroquí, unos veinte mil
kilómetros cuadrados, que incluían esa región montañosa llamada del Rif. En
su ocupación, las tropas españolas, encontraron varios férreos focos de
rebelión. La guerra fue sangrienta y hubo muchos soldados muertos, lo que
obligó a reclutar por la fuerza a más jóvenes españoles. Uno de ellos, en pleno
éxtasis de su carrera deportiva, fue el joven Muguerza que a su regreso de la
contienda africana ya no volvió a competir a alto nivel. Las malditas guerras
fueron una constante en la vida de aquella época y también en la de nuestro
protagonista que falleció durante la Guerra Civil española, víctima de un
bombardeo que tuvo lugar en 1937 cerca de Munguía.
Apenas seis años más tarde, en su memoria, un pequeño grupo de aficionados
al atletismo, reunidos en torno al Club Deportivo Elgoibar, impulsaron el
nacimiento del Cross Memorial Juan Muguerza.
Elgoibar, cuna de este espléndido atleta, permanece asentada en el valle del río
Deva y fue fundada el año 1346. En origen, el rey se reservó la explotación de
los minerales y la producción de las ferrerías de la zona. Precisamente, la
proliferación de éstas hizo que llegaran a tener un fuero propio, el Fuero de la
Ferrería, embrión de la gran industria de hoy en día en torno a la cuál se
aglutina una de las localidades con mayor densidad demográfica del País
Vasco, casi trescientos habitantes por kilómetro cuadrado.
Muchos de ellos son habituales año tras año a la cita del Memorial Juan
Muguerza. Un cross que durante sus primeros años tuvo carácter únicamente
regional y se celebró en pleno mes de Agosto, durante las fiestas de San
Bartolomé. El primer ganador, en el año 43, fue Prudencio Ayerra del CD San
Fernando. Entonces era una especie de carrera pedestre por sendas entre
caseríos. No fue hasta los años cincuenta cuando la prueba se trasladó al
campo de fútbol de Lerún y sus inmediaciones. En esa década, concretamente
en 1958, fundó sus locales la Sociedad Egotoki que se hizo cargo de la
organización del cross a partir de 1963 bajo la dirección de José Gurrutxaga,
admirable atleta que aún hace dos años, en 2007, consiguió alzarse con los
títulos de campeón de España de veteranos de cien y doscientos metros en la
categoría de veteranos. Tenía ochenta y cinco años y sumó, con estas dos,
treinta y cinco medallas en campeonatos nacionales, casi todas ellas de oro.
Gurrutxaga, presente también en Elgóibar en la última edición del cross, la de
este 2009, firmó en Águilas (Murcia) 19´´30 en los cien metros y 43´´44 en
los doscientos. Logros que tienen aún más mérito teniendo en cuenta que poco
tiempo antes le fue colocada una prótesis biológica en una válvula del
corazón. Gurrutxaga fue testigo directo de los mejores años del cross de
Elgóibar. Y junto a él, otro histórico, Fermín Arrese que aún hoy colabora con
la organización y, entre otras cosas, como un espléndido guiño a todo lo
pasado, es el encargado de hacer sonar la campana para avisar a los atletas de
su último paso por meta. Arrese recuerda con agrado aquellos años: “Las
veinte primeras ediciones, aunque en el año 50 no hubo cross, las ganaron
siempre atletas nacionales pero el primer año que organizó Egotoki, el 63,
vino ya Mamo Wolde que es otra institución en Elgoibar. Fue todo un
espectáculo. Sobre todo a la gente le impactaba lo de los africanos a los que
veían por primera vez. Su forma de correr era increíble. Y eso que el circuito
era durísimo. Algunos se quejaban pero a Elgoibar todo el mundo vuelve
porque se trata muy bien a los atletas. Ese 1963 fue el primero de los triunfos
de Mamo Wolde que, como curiosidad, uno de los años tuvo que correr, y
ganar, con las zapatillas de una atleta, Belén Azpeitia porque no tenía las
suyas. Belén que tiene además el récord de victorias en mujeres con cinco
consecutivas. Segundo, detrás de Wolde, fue su compatriota Tsegarie Mariam
y los dos repitieron, en idénticas posiciones, un año después. ¡Pero es que ese
1964 el podio lo completó nada menos que el gran Abebe Bikila! Yo creo que
se le hicieron demasiado cortos los apenas nueve kilómetros del recorrido.
Recuerdo que dos años más tarde volvió para ganar la primera edición de la
maratón de Zarauz que se disputó con un tiempo horrible. Casi tanto como el
que tuvimos en Elgoibar en 1981. Una nevada tremenda que empezó la noche
anterior a eso de las doce y obligó a suspenderlo todo pese a que los atletas
estaban ya allí” Bikila inauguró ese año la tradición de grandísimos atletas
con un enorme palmarés pero que no pudieron ganar Elgoibar. Arrese
recuerda también “a Ngugi. Aquí vino siendo ya campeón mundial pero casi
no pudo ni acabar la carrera. Fue una gran decepción porque esperábamos
que ganara fácil. Y más recientemente tampoco pudo ganar Gebresselasie. Le
ganó su compatriota Fita Bayesa”. Sobre esta última efeméride, que tuvo
lugar en 1993, mucha gente sospecha que lo que pasó es que Gebre, como
ocurrió en otras pruebas, respetó los galones de la entonces gran figura del
atletismo etíope. Tradición esta que siempre se cumplió entre los atletas de
este país africano desde el principio, que fue Bikila. Aquella edición del 64
dejó tanto impacto en Elgoibar que una representación de los organizadores
viajó a Munich en 1972 para ver la Olimpiada y entregar al etíope la insignia
de oro de la Sociedad Egotoki. Fue uno de los últimos reconocimientos al gran
atleta que falleció sólo un año después y al que se dedicó un homenaje
póstumo en la edición del cross elgoibarrés de 1974 que tuvo como vencedor a
Jouko Kuha. El finlandés sucedió en el palmarés al legendario Mariano Haro a
quienes vieron correr in situ la inolvidable final de Munich algunos
componentes de Egotoki. “Mariano – dice Arrese – fue muy importante para
Elgoibar. Nadie ganó tantas veces como él, nada menos que cinco, y toda la
colonia palentina que vivía en el País Vasco iba siempre a verle. Incluso,
venían muchos con él desde allí. Ya era famoso antes de lo de Munich pero, a
partir de entonces, fue una locura”
LA FIGURA I:
MARIANO HARO - Cuarto en la final olímpica de los 10 000 de Munich 1972 con 27´ 48´´ 14 y
sexto en la misma final cuatro años más tarde en Montreal 76
- Subcampeón del mundo de cross en 1973, 74 y 75
- 27 veces campeón de España. Sólo de cross lo fue los años 1962, 63, 68, 69,
71, 72, 73, 74, 75, 76 y 77. También lo fue de 3000 metros obstáculos, 5000,
10 000 y gran fondo.
- Bronce en el Cross de las Naciones junior de cross de Nantes de 1961
Y es que no era para menos. Por primera vez en la historia un atleta español
dominó nada menos que una final olímpica. Mariano llegó a liderar aquel
trepidante diez mil y la medalla se le escapó, más o menos como a Domingos
la de Seúl, únicamente en los últimos metros. Igual que los tres oros
mundiales que perdió en cross: “No es que yo fuera lento – nos dice con sorna
Mariano – es que en esas ocasiones siempre hubo alguien que fue un poco
más rápido que yo” Más veloz debido a sus condiciones naturales o, como en
el caso de Lasse Viren, gracias a ayudas artificiales externas. Fue el propio
entrenador del atleta finlandés, Haikkola, quien en 2005 confesó que Viren
corrió con la sangre cambiada: “Tanto en la final de Munich como en
Montreal Lasse corrió con un hematocrito próximo al ochenta por ciento”
denunció el técnico. Al respecto Mariano dice que “a mí ya me extrañó
entonces porque siempre que corríamos en su país yo le ganaba. De diez
veces le podía en ocho y a él le costaba muchísimo bajar de quince minutos en
el cinco mil. Luego, con esas ayudas, hacía 13´ 16´´. Ese día de Munich él
“voló”. Nosotros en cambio ni habíamos oído hablar de todo aquello. En
España casi ni existía la medicina deportiva. Como mucho oíamos que algún
extranjero tomaba anfetaminas. Luego he leído que eso de la sangre lo habían
hecho antes con aviadores o soldados para resistir más tiempo en la guerra.
¿Y que qué siento ahora? Pues me da pena y rabia todo aquello. No es de
recibo que la medalla fuera para un tramposo en vez de para un hombre
honrado que entrenaba tres veces al día. Eso es lo que no se puede consentir.
Por eso yo soy partidario de que el que haga trampas no vuelva a competir”
A Mariano le sale de dentro lo que dice. Habla con el mismo nervio con el que
corría. Todavía es pura raza y aún conserva el hocico que afiló corriendo en el
campo. Y ese aire de pillo de cuando jugaba con los otros niños al escondite.
Les decía que dejasen el bocadillo en la repisa de alguna ventana y echaba a
correr con tan preciado botín. ¡Por supuesto no le cogía ninguno!
Mariano empezó tarde en el atletismo pero llevaba ya tiempo corriendo. Iban
él y su perro, Tony. Entre los dos cercaban a las liebres o apresaban las
perdices que abatía su padre. Otras veces corría solo los casi quince
kilómetros que hay de su pueblo, Becerril de Campos, hasta Palencia. Lo
hacía enfadado porque su madre no había querido llevarle en tren.
Mariano nació por circunstancias en Valladolid pero su pueblo es Becerril.
Allí se crió y desde allí saltó del dorado eterno de los campos al azul bendito
de la gloria. Eran otros tiempos y España no estaba acostumbrada al éxito.
Más bien todo lo contrario. Por eso, Haro es culpable de la afición de muchos
de los que vinieron detrás y su nombre permanece en la memoria de todos. Su
fama fue tal que recibió el Ya de Oro que distinguía al mejor deportista del
momento el mismo año que Paco Fernández Ochoa ganó la medalla de oro en
los Juegos de Sapporo. Y aún hoy tres localidades que nada tienen que ver con
él, Alhama de Murcia, Madridejos y Priego de Córdoba lucen su nombre en
una de sus calles. Igual que el campo de fútbol y el polideportivo del equipo
de su pueblo, el CD Becerril.
Mariano empezó a forjar su leyenda en el Cross de las Naciones celebrado en
1961 en Nantes. Como ya hemos contado, allí se estrenó la categoría junior y
el palentino fue medalla de bronce: “Allí Antonio Amorós fue segundo en
senior. “El galgo de Caudete”, como le llamaban, fue el que me dijo que tenía
un gran porvenir en el atletismo. El fue uno de mis referentes, igual que
Tomás Barris, José Molins o Carlos Pérez” Un año más tarde Mariano se
impuso ya en el campeonato nacional de cross iniciando una irrepetible serie
de once triunfos, siete de ellos consecutivos: “El primer título fue en
Santander. Ya entonces tenía claro que a mí me gustaba más el cross que la
pista. Tenía una tesis: campeón de campo a través sólo hay uno. En el tartán
hay más: puedes ser campeón de cinco mil pero ese mismo día hay un
campeón de longitud, otro de cien metros… Además el cross me venía mejor.
Cuanto más duro, más se adecuaba a mis características” Y tanto le fue que
estuvo a punto de ganar tres mundiales en diferentes años. El primero, el que
más cerca tuvo, en la localidad belga de Warengen: “Allí me ganó Paivarinta
por apenas metro y medio. Fue una pena pero aún así la plata fue ya un éxito,
igual que un año después en Monza y dos más tarde en Marruecos” Mariano
no ganó el oro pero se ganó el cariño de los aficionados, y también de los
respectivos monarcas de aquellos países. “Recuerdo que en Bélgica iba
también en el equipo Miguel Maiz que llevaba una placa departe del
Ayuntamiento de Zarauz para los reyes de Bélgica, Balduino y Fabiola como
agradecimiento porque ellos veraneaban en esta localidad guipuzcoana. El
caso es que, llegado el momento, Maiz no se atrevió a dársela y fui yo quien
se la entregué. Fueron tan amables como el Príncipe de Marruecos, el que
ahora es rey, que nos recibió cuando el Mundial de Rabat y con el que
también hice amistad” Su carisma fue tal que llegó a ser, tiempo después,
entrenador del propio Príncipe Felipe cuando éste, en su juventud, tuvo varios
educadores para completar su formación en todos los ámbitos. Para entonces,
el palentino había dejado ya su impronta en Elgoibar donde aún hoy, como
decía Arrese, ostenta el récord de victorias, con nada menos que cinco, los
años 71, 73, 76, 77 y 78. Sin embargo, también a él le costó ganar en Lerún.
La primera vez que acudió, en 1968, sólo pudo ser segundo detrás del inglés
Fowler. La segunda, dos años más tarde, fue tercero tras Wolde y el escocés
Lakie Stewart, que ganó en 1969 con Haro segundo. Por fin en 1971 se
impuso al inglés Mike Tagg, entrando en meta con el dorsal número dos ante
un gentío impresionante. Mariano, y las figuras de la época, arrastraban un
montón de gente que pagaba religiosamente su entrada. Aún hoy, Elgoibar es
uno de los escasos sitios en los que se paga por ver el cross. Pese a eso ni
Mariano ni los demás atletas cobraban dinero alguno por correr. Entonces, en
el principio de los tiempos, sólo había premios para los primeros. El ganador
escogía entre los productos donados por las empresas y así sucesivamente los
que le seguían. Y lo hacían entre lavadoras, motos Vespas, escopetas,
máquinas de coser, relojes o televisores. “Eran otros tiempos y no había
dinero. Ahora nadie se pega por una nevera o una lavadora pero entonces sí.
Recuerdo por ejemplo los dos relojes Longines de oro que me llevé tras ganar
en Lasarte. Y que fue allí donde me planté empezar a pedir cobrar. Lasarte y
Elgoibar se corrían consecutivos y, mientras los segundos acabaron
entendiendo que había que pagar, los primeros fueron más duros. A Lasarte
yo llevaba mucha gente y se cobraba también entrada. Un año me acababa
de casar y dije que me tenían que compensar porque yo a ellos no les costaba
nada. En cambio sí pagaban por ejemplo el viaje y la estancia a los que
venían de fuera de España. El caso es que les dije que o me daban la
televisión como fijo por correr o quince mil pesetas. Dijeron que ni una cosa
ni otra, yo dije que no corría y el tema fue casi asunto de estado. Entonces
escribía en Marca Pedro Escamilla y lo que él decía “iba a misa”. El caso es
que me criticó duramente diciendo que aquello era profesionalismo y que no
debían pagarme. Intervino hasta Solís, el ministro de Educación y Descanso y
el presidente de la Federación me obligó a correr. Al final llevé un parte
médico diciendo que no podía correr y me fui a hacerlo en el cross de Aguilar
de Campoó” A corto plazo la guerra que Mariano inició no dio frutos pero no
tardó en darlos. Poco después, Elgoibar, como él decía, empezó a pagar a los
atletas: “Allí llegué a cobrar hasta sesenta mil pesetas de fijo cuando el
sueldo medio de un obrero eran unas veinte mil. El año que me las dieron me
fui directo a Andorra. Allí llené el maletero de gasolina y cambié las ruedas y
los focos del coche. En Elgoibar siempre me han tratado muy bien. Me
encantaban las angulas y me decían: “Ya sabes, si ganas hoy te damos
angulas”. Aunque luego siempre me las daban. Me acuerdo de Arrese, que
era hermano del alcalde, y que no hace mucho estuvo en Becerril de
excursión con gente de su pueblo y vino a verme. El cariño, está claro, es
mutuo. Y eso que el circuito era durísimo. La mitad era urbano y la otra de
asfalto con lo que no sabías qué calzado ponerte. Se pasaba incluso por
dentro de una fábrica de fundición que creo que se llamaba de San Pedro. Me
acuerdo de algún año en el que pasábamos por allí y estaban los de
mantenimiento arreglando cosas. Y luego entrabas en el campo de fútbol que
siempre estaba intransitable, lo pisaban las primeras categorías y luego
estaba muy embarrado” Precisamente una fotografía hecha por un periodista a
la entrada del estadio de Lerún sirvió para que Mariano siguiera probando en
sus carnes que aún los deportistas no tenían el suficiente poder para
beneficiarse de la publicidad que hacían gratis a otros. ¡Cómo han cambiado
también en esto los tiempos!:“Recuerdo que había una rampa, un obstáculo
que sirvió para poner un gran anuncio de unas cervezas llamadas León. A mí
entonces todo el mundo me conocía como “el león de Becerril” y un avispado
distribuidor de bebidas de Palencia cogió esa foto y la puso en su negocio
para vender más cervezas de esa marca. Por supuesto, a cambio no me daba
nada. Total que ni corto ni perezoso me fui a verle y le dije que quería algo a
cambio. Recuerdo que le dije que me comprara un seiscientos. El me dijo que
nones y que lo más que me podía dar era un bolígrafo y yo le dije (risas)
“¿para qué quiero un bolígrafo si no sé escribir?” Mariano no ganó mucho
dinero con el atletismo. Fue, en muchos aspectos, un adelantado a su tiempo al
que ni siquiera dejaron acercarse a las únicas pruebas en las que se ganaban
cantidades importantes: “Tuve varias ofertas para correr en plazas de toros
del País Vasco. Entonces, gracias a las apuestas, se movía mucho dinero y a
mí llegaron a ofrecerme doscientas mil pesetas por correr a puerta cerrada
para que nadie me acusara de profesionalismo. Hubiera sido sólo para ocho
o diez personas que hubieran apostado al respecto pero a mi entrenador,
Gerardo Cisneros, el asunto no le gustó. Y no lo hice. Sólo corrí una vez en
una plaza y porque fue a beneficio de un cuñado mío que vivía en Andoain, en
San Sebastián. Estaba enfermo y necesitaba un dinero. Fue un diez mil en el
que yo corrí contra tres, dos españoles y un francés, todos ellos atletas
internacionales. Entonces el récord de cinco kilómetros en plazas de toros era
del navarro Chiquito de Arruiz, para muchos el mejor korrikalari de todos los
tiempos pero que, como participaba en estas pruebas estaba considerado
profesional y no podía correr pruebas de la Federación. Chiquito tenía como
record quince minutos y cinco segundos. Yo pasé en veinte segundos menos y
al final les saqué una vuelta a cada atleta. Terminé con 29´ 52´´ y en la plaza
de Tolosa la gente alucinaba porque no habían visto nunca algo así. Creo que
aún tengo ese récord aunque años después Martín Fiz corrió y se quedó a un
solo segundo. Podía haber ganado mucho dinero con todo aquello pero con el
tema del profesionalismo me fastidiaron”. Asunto este que, a los ojos de las
nuevas generaciones, ha de parecer ridículo. Resultaba entonces que los
deportistas debían ser amateurs e incluso a los Juegos Olímpicos no podían
asistir quienes cobraran dinero. El asunto derivó en una hipocresía
insostenible y, poco a poco, incluso los atletas empezaron a ver parte del
dinero que generaban.
En su época, Haro rechazó también ofertas para ir a entrenar a universidades
americanas. En este caso por propia voluntad, ya que prefirió siempre el calor
del hogar y la compañía de los suyos para seguir entrenando. Tanto que corrió
siempre con el equipo de su tierra, el Educación y Descanso de Palencia:
“Fuimos algo así como lo que es el Athlétic de Bilbao de fútbol. Todos los que
corríamos éramos de Palencia y logramos cosas increíbles. Fuimos cuatro
veces campeones de España y dos de Europa. Y pudimos ser tres pero
corriendo en Palencia, en La Balastera, mi hermano Pepe se cayó y al final,
en la puntuación global, nos ganaron los portugueses, que tenían a Carlos
Lopes” Mariano se codeó con los mejores de su época, incluidos los africanos
que empezaban a copar ya los primeros puestos en todas las pruebas:
“Recuerdo entre los primeros a Kipchoge Kenio con el que corrí la San
Silvestre de Sao Paulo del 64. Él venía de ser quinto en los Juegos de Tokyo y
luego fue campeón olímpico de mil quinientos en México y oro en los tres mil
obstáculos cuatro años más tarde en Munich. Fue el precursor entre los
keniatas. Y por supuesto Wolde o Yifter, que fue plata en la final alemana en
la que yo fui cuarto. Ahora es el “boom” de los africanos pero entonces ya
estaban por aquí y con algunos incluso hice amistad. Recuerdo que una vez
después de correr en Elgoibar me traje a Becerril a Wolde y a los etíopes que
venían con él. Les llevé a comer chuletillas de lechazo y se chupaban los
dedos (risas)”
Mariano fue grande pero hay quien piensa que podía haberlo sido todavía más
si su dedicación hubiera sido más plena. Al respecto, y entendiendo que los
extremos no son buenos y la virtud suele residir en el medio, ahí van dos
anécdotas que nos llevan a los dos puntos más distantes. La primera es de
Santiago de la Parte, otro gran atleta palentino que recuerda que antes de un
cross en el País Vasco “Mariano se empeñó un día, víspera de correr en el
País Vasco, en jugar una partida de cartas con otros tres. Se apostaron unos
lechazos. Era ya noche cerrada y yo esperaba apoyado en el respaldo de una
silla a que terminaran, pero no acababan. Yo le decía: “¡Vamos Mariano que
mañana hay que correr!” Y él a lo suyo… Después de un rato terminó la
partida, me levanté y le dije: “¡Por fin… vámonos!” Y él se levantó como un
resorte y me dijo: “¿Cómo que vámonos? Ahora habrá que ir a comer los
lechazos…” Ahí me mató. En efecto fuimos pero al día siguiente se levantó
puntual, corrió y ganó. Mariano era así” La del otro polo es del propio Haro
que cuenta que, en vísperas, de más de una carrera importante se concentraba
en un monasterio que está cerca de Medina de Rioseco y se llama de la Santa
Espina: “Allí comía, entrenaba y dormía. Nada más. Me ejercitaba como un
ermitaño. Uno de los días recuerdo que, no sé por qué, llegué tarde a comer y
allí con la puntualidad son muy escrupulosos. El caso es que entreabrí la
puerta y estaban todos los monjes sentados, menos uno que estaba
bendiciendo la mesa, aunque yo no lo sabía. El caso es que entré y lo primero
que escuché fue: “Gracias Señor…” Y ahí yo, como soy (risas), le interrumpí
y le dije: “No, no por mí no se preocupen, sigan comiendo…” ¡Claro! No
veas la mirada que me echaron todos. Para cuando me di cuenta que lo de
Señor no iba por mí estaba ya muerto de vergüenza (más risas)”
Cierto día Mariano dejó el atletismo y casi enseguida lo cambió por el bastón
de mando del Ayuntamiento de su pueblo en el que estuvo nada menos que
veinticuatro años. Ya no corre pero todos los días anda una barbaridad porque
sigue cazando y ahora pesca. Y sino coge caracoles y busca setas. Y siempre
tiene un hueco para recordar aquellos tiempos y enseñar a quienes quieran los
trofeos que aún guarda en casa. Entre ellos más de una medalla de bronce con
la efigie de un loro. Recuerdos de sus triunfos en Elgoibar.
El loro de las medallas de Mariano tiene nombre propio, Anbolo, y es toda una
institución en el cross elgoibarrés. Tanto que, en la última edición, el locutor
de la prueba se refirió a él diciendo que “Anbolo no era una persona, pero
casi…” Hablaba en pasado porque el loro había fallecido apenas cuatro meses
antes y, en su memoria, pidió un aplauso que resonó durante varios segundos
como si, en efecto, del recuerdo a una persona se tratara. Anbolo tenía más de
cincuenta años y llegó a Elgoibar desde Guinea de la mano de un trabajador de
Sigma, Juan Legarza. Pronto se convirtió en el símbolo de la Sociedad
Egotoki cuyos locales sociales se inauguraron en 1958 y en los que estuvo
siempre la jaula de Anbolo. Dentro cuando hacía mal tiempo y fuera, en el
balcón que da a la calle San Francisco, cuando la climatología lo permitía. El
loro compartió mesa y mantel con Bikila, Haro, Wolde o Gebresselasie entre
otros muchos. Fermín Arrese recuerda que “Paul Tergat que fue también
cinco veces campeón del mundo y que ganó aquí en 1999, lo adoraba. Todos
los atletas reían con él. Sobre todo cuando de repente echaba a hablar y
repetía las cosas que oía como “¡Aúpa Elgoibar!” o “¿Ya has pagao,
borracho, cabrón?” Anbolo caló tanto que mucha gente conocía a Egotoki
como la sociedad del lorito. Y hasta después de su muerte mereció casi una
página entera en El Diario Vasco. Aitor Zabala, periodista, tituló su crónica
así: Cuando un loro es una institución popular. Y en ella refleja que “el hueco
que ha dejado la marcha de esta ave es grande… tanto que la Sociedad
Egotoki engalanó con un crespón negro la jaula en la que durante tantos años
vivió Ambolo”. Los componentes de la Sociedad pensaron comprar otro loro
pero al final decidieron disecar a Anbolo que hoy en día sigue en su jaula de
Egotoki que desde 2001 ya no organiza la prueba, pero el local de la Sociedad,
cuyas paredes siguen aún sosteniendo fotos históricas, continúa siendo lugar
de peregrinaje obligado para los amantes del cross. En esas imágenes está aún
el testimonio de los nada menos que nueve campeones olímpicos que han
pasado hasta la fecha por Elgoibar, que ha visto correr a atletas de más de
treinta países diferentes.
Ese año 2001 fue crítico para Elgoibar. Un joven aficionado, llamado Zigor
Díez, recuerda que “entonces yo tenía veinte años. Mi padre, desde pequeño,
me llevó siempre al cross y recuerdo que cuando acabó aquella edición, de
repente, el locutor dijo que probablemente ese era el último año del Cross
Juan Muguerza de Elgoibar. Fue muy fuerte enterarnos así de la desaparición
y, por supuesto, ¿quién me iba a decir a mí entonces que poco después estaría
organizándolo yo?” Resultó que, tras el adiós de Egotoki, el Ayuntamiento
trató por todos los medios de darle continuidad a la prueba y acabó ofreciendo
la organización al Mintxeta Atletismo Taldea, club que se fundó en 1994 y
que está radicado en las instalaciones deportivas de Mintxeta, donde se corre
el cross desde el año 93. Zigor es hijo de José Luis, presidente del club, y gran
aficionado también al atletismo: “Hace poco hicimos un DVD con imágenes
de anteriores ediciones y, para sorpresa mía, aparezco casualmente en una de
ellas junto a Ngugi. Yo tendría unos siete años y recuerdo que mi padre me
llevaba siempre a Lerún. El es de Mendaro, que está a seis kilómetros, y me
cuenta que entonces venía andando a ver a los atletas” José Luis ya estaba en
el club cuando el Ayuntamiento les ofreció organizar el cross: “En Egotoki
estaban ya cansados y necesitaban un relevo. Mi padre se había incorporado
a la directiva del club porque mi hermano Borja corría, llegó a ser campeón
infantil de Guipuzcoa. El presidente entonces era Antton Azpiazu y al final se
decidió que había que dar el paso, pero siempre con el apoyo del
Ayuntamiento. Poco después Antton decidió dejarlo por motivos profesionales
y en 2006 me propusieron a mí como director del cross. El club tiene como
dos “patas”, una de ellas dedicada al atletismo en general y otra destinada a
preparar el cross” Esta es la que dirige Zigor que apenas tiene veintiocho
años y supone un soplo de aire fresco necesario en todas las organizaciones,
como ya vimos en el caso de Sonseca y como siguen necesitando en Llodio.
Gracias al Mintxeta Atletismo Taldea el cross de Elgoibar gozó de
continuidad en todos los sentidos, incluido el de la enorme participación de
atletas. Sólo dos años después de hacerse cargo de la organización lograron
ser el primer cross en España el que tomó parte el gran Kenenisa Bekele.
“Con él se cumplieron sesenta años de la carrera. Fue impresionante todo lo
que rodeó su participación. Ver como había, por ejemplo, hasta cámaras de
televisión grabándole el día anterior mientras entrenaba, era algo nunca visto
aquí. Ganó, por supuesto con autoridad, y se fue muy satisfecho del trato
recibido” Bekele se interpuso además en el camino del keniata Abraham
Chebii, que había ganado los dos años anteriores, 2001 y 2002, y que volvió a
ganar un año después de Bekele, en 2004. Chebii se situó de esa forma
tercero en el simbólico podio que encabeza Haro con cinco victorias, seguido
por Wolde con cuatro. En mujeres el récord, como decíamos antes, es de
Belén Azpeitia que ganó desde 1972 las cinco primeras ediciones femeninas
pero además Elgoibar ha visto ganar también a espléndidas atletas como Ana
Isabel Alonso, Julia Vaquero, Helen Kimaiyo o Florence Kiplagat que ganó la
última edición de 2009 y apenas tres meses después consiguió en Jordania el
título de campeona del mundo. Idéntico galardón que, en categoría junior,
consiguió Ayele Abshero, el joven etíope que también ganó la última carrera
en Elgoibar donde últimamente los organizadores se están especializando en
hacer debutar en España a los mejores jóvenes valores africanos: “Nos ha
pasado con Abshero este año y nos pasó también el pasado con Leonard
Komon. Aquello fue casi casual, resultó que Moses Mosop, que es el que
queríamos, no pudo salir por una guerra en Kenia y nos hablaron a cambio
de un tal Komon. Dijimos que sí y poco después fue subcampeón del mundo.
Este último año conseguimos traer a los dos, Komon y Mosop pero les
sorprendió Abshero” El etíope, en una mañana espléndida de tiempo, entró en
vencedor en la pista de atletismo que circunda el campo de fútbol, ante un
gentío alborozado que llenaba las gradas tras haber pagado su entrada.
Elgoibar seguía creciendo y, como dijo en la alocución de la víspera el alcalde
Alfredo Etxeberría consiguió que el cross “siga siendo el escaparate de
nuestra localidad al mundo” Previamente, en un acto simbólico, varios niños
del Mintxeta A.T. escoltaron, bien ataviados con cuadernos y bolis, la subida
de los atletas por las escaleras del Ayuntamiento donde siempre tiene lugar la
presentación. Justo después de ver bailar un tradicional aurresku en su honor
ante una plaza abarrotada de gente.
Y es que Elgoibar entero se vuelca en la organización del cross. Buena prueba
es otra escalera, en este caso de hierro, confeccionada por los actuales
organizadores para bordear el circuito y no tener que molestar a los atletas a la
hora de cruzarlo. Los enormes brazos férreos del armazón los ayudaron a
colocar los componentes del equipo de fútbol de Elgoibar que, ese día, estaban
entrenando en el campo de Mintxeta. La escalera engalana aún más un circuito
duro y bello por el que deberán pasar aún los mejores atletas del futuro. De
traerlos se encargará Zigor quien, gracias también a su edad, ha trabado ya una
gran amistad con algunos de los mejores atletas nacionales, caso de Higuero o
de Chema Martínez.
LA FIGURA II:
CHEMA MARTÍNEZ - Medalla de oro en los 10 000 del Europeo de Munich 2002 con 27´ 47´´
65
- Medalla de plata en los 10 000 del Europeo de Goteborg 2006
- Campeón de España de 10 000 en 2004 y 2005
- Campeón de España de cross en 2002 y subcampeón en 1997 y 2003
-
Ganador Maratón de Madrid en 2008
José Manuel “Chema” Martínez nació en Madrid el veintidós de Octubre de
1971. De carácter alegre y jovial tiene muy claro que su deporte necesita
venderse. Y predica con el ejemplo. Extrovertido y atento, da gusto tratar con
él. Tiene fama, bien ganada, de darlo todo en cada carrera independientemente
de cuál sea su estado de forma y eso le ha posibilitado un enorme cartel entre
todos los organizadores. Pero es que además, como decíamos, es uno de los
pocos atletas mediáticos en un deporte muy necesitado de ellos.
Fue, por ejemplo, el único representante del atletismo en la última edición del
reto planteado para luchar contra la malaria entre amigos de Rafa Nadal y
amigos de Iker Casillas, enfrentados en varias disciplinas deportivas: “Son
cosas - nos dice Chema - que la gente ve y en las que hay que estar. Después
de aquello la gente me veía entrenar y me decían: “¡Chema, el fútbol no
¿eh?!” Que se hable de atletismo es bueno. En el tema del marketing tenemos
mucho que mejorar. Es difícil competir con el fútbol, el baloncesto o el tenis.
Es complicado. Se hacen cosas para estar cerca de ellos, pero con buenos
profesionales y buenas ideas se puede vender todavía mejor este deporte.
Tenemos una gran baza que es que a la gente de la calle les gusta y se están
aficionando a correr. En la medida que haya más gente que lo venda creo que
esto puede ir a más” En el pasado Chema consiguió además que se hablara de
su deporte cuando corrió los dos últimos kilómetros de la San Silvestre
Vallecana junto al popular futbolista Robinho que, por aquel entonces, jugaba
en el Real Madrid: “Terminamos en el campo del Rayo y la verdad es que me
sorprendió gratamente la forma física de Robinho. Iba mosqueado porque no
acababa de ver el estadio pero al final se animó y hubo que apretar y todo” Y
más resonancia tuvo aún la carrera de Chema contra un autobús urbano de
Madrid, el de la línea veintisiete de la Empresa Municipal de Transportes.
Tanto que hasta no sentó bien que el atleta le ganara a la máquina. Sigfrido
Herráez, responsable municipal de tráfico, dijo que “fue un día malo para el
tráfico porque además había comenzado ya el curso escolar. No obstante –
añadió – no hay que perder de vista el transporte a pie. Se pueden hacer
trayectos de forma barata, cómoda e incluso más rápida” Y es que Chema le
sacó tres minutos al autobús y consiguió que por un día todo el mundo hablara
de atletismo: “Aquello lo hicimos en 2002 y fue algo que la Federación me
pidió para promocionar la Copa del mundo de atletismo. La carrera fue entre
el puente de Eduardo Dato y Atocha. Hubo un montón de televisiones. Yo ya
era campeón de Europa pero para muchos fui conocido, a partir de entonces,
como “el que ganó al autobús” Me llamaron de todos los sitios, incluso de
Estados Unidos. Cuando llegó el autobús yo ya me había bebido el champán y
todo. Creo que al conductor le echaron (risas) Es broma…” Ahí no acabaron
las aventuras extra atléticas de Chema que, cuatro años más tarde, se enroló
en una apadrinada por el diario Marca para acompañar al montañero Juan
Oiarzabal a la cima del Aconcagua. Junto a él acudieron otros deportistas
como la exregatista Theresa Zabell, el gimnasta Gervasio de Ferr, Martín Fiz,
el exfutbolista Amavisca o el exciclista Escartín: “Sin duda aquel fue uno de
los mayores retos de mi vida. Yo conseguí subir pero fue muy duro por la
altitud y el frío. A partir sobre todo de seis mil metros fue brutal. El día del
ataque a cumbre fue terrible pero lo conseguí y pudimos disfrutar de unos
diez minutos en la cima con un buen tiempo. Logramos subir Martín Fiz,
Escartín y yo de entre los deportistas que íbamos” Aquello fue en Enero y
unos meses más tarde Chema consiguió el subcampeonato de Europa en
Goteborg: “No sé si aquello tuvo beneficios en mi cuerpo pero sí me acuerdo,
como anécdota, que estando a unos cinco mil ochocientos metros en el
Aconcagua Juanito Oiarzabal me decía: “¡Venga, corre ahora si puedes!”
Esos días, lógicamente, no pudo pero para entonces Chema Martínez había
corrido ya mucho, tanto en asfalto como sobre el tartán o el campo a través:
“Para mí en España hay una tradición importante de atletas porque hay un
gran circuito. Debemos ser conscientes de ello. Ahora la gente dice que por
qué no hay jóvenes que salgan. Pues para ello hay que cuidar lo que tenemos,
por ejemplo este circuito ANOC” Sobre todo por la carga inherente de dureza
que hay que hay que reconocerle al campo a través: “Está claro, el cross es la
fuerza, la resistencia. Te aporta la dureza necesaria para luego afrontar los
objetivos que te propongas. Tanto que a mi venir ahora del maratón al cross
me cuesta porque es una superficie diferente con rampas, cambios de
terreno… No hay, eso sí, comparación con la pista. Yo soy un atleta de pista.
Mi prueba ha sido el diez mil. Me gusta correr en todas las superficies pero
como la sensación de correr rápido en el tartán no hay nada para mí” Aún
así, Chema es fijo en muchos de los crosses del circuito español. Sobre todo,
como decía antes, porque nunca defrauda. Por eso es siempre de los más
esperados, desde sus primeras incursiones: “Hace poco recordaba con Zigor
que en mi primera carrera en Elgoibar estaba en el Diadora, o sea que hace
muchos años, tiene que ser el 97. Entonces tenía hasta pelo (risas). Aquel año
gané a Martín Fiz siendo todavía muy joven y fue uno de mis primeros
recuerdos en el cross” Chema entresaca otro de unos años después: “Uno de
los años que hice podio allí gané a Chebi, un pez gordo, hice un carrerón…
Luego él se acordó de mí cuando en un meeting gané a Bekele, fue en París en
2003 y el tío se acordaba de mí. Son de los que si les ganas se acuerdan y
afortunadamente, aunque los hay muy buenos, tengo muchos keniatas que se
acuerdan. Además, te respetan si les ganas. Y de Elgoibar recuerdo también
una manta muy bonita. Fue un día que hizo mucho frío. Alguien me la puso,
fui al control antidoping y me gustó tanto que se la pedí y me la regalaron.
Aún la tengo en casa” Chema ha corrido prácticamente en todos los crosses
pero sus mejores recuerdos rondan Elgoibar, Venta de Baños y Sevilla: “En
Venta de Baños hice segundo uno de los dos años que ganó Isaac Viciosa.
Aquello fue para mí un despegue a nivel emocional. Supuso un antes y un
después. Estuve escapado y si no es por lo mucho que anduvo Isaac esa
mañana, hubiera ganado” Algo parecido le pasó a Chema en Elgoibar con
Silesi Sihine, otro de los grandes. Y por supuesto no olvida el año que en
Venta de Baños logró codearse con el mismísimo Bekele: “Bueno, bueno, eso
de codearnos (risas)… Lo que sí es cierto es que me pasó con él algo que
jamás me había pasado ni me ha vuelto a pasar: que un atleta me anime a ir
más rápido. La gente estaba conmigo y él, aunque no llegó en buena forma,
era muy superior. El caso es que al final hasta él se animó y empezó a
decirme: “¡Go Martínez, go!”Y a la vez me hacía gestos para que fuera más
rápido. Ya te digo que él iba super cómodo y yo al revés, con el gancho. Pero
bueno, valoro mucho que se hubiera podido ir desde el primer metro y, en
cambio, hicimos casi toda la carrera juntos. Es algo que, ya te digo, no me ha
vuelto a pasar en la vida” Y aún así, los datos de la organización de Venta de
Baños dicen que Chema corrió ese año más rápido que Sihine, que ganó el año
anterior en un circuito idéntico. Poco antes de aquella carrera Chema recuerda
el encuentro con Bekele en Marca: “Fuimos los dos más Tete de la Osa. Poco
antes había sido la Olimpiada de Atenas y yo le dije: “Yo también corrí esa
final olímpica que ganaste, ¡pero claro! tú no me viste. Yo a ti sí. Y se reía.”
Recuerdo que hizo la última vuelta en cincuenta y un segundos. ¡Fue
bestial...! Yo quedé noveno. Eso mismo me pasó en Sevilla con Gebre y
Tergat. Yo les decía que les había visto y que habíamos estado en las mismas
carreras. Fue gracioso también cuando en Marca le pregunté a Bekele que
cuánto entrenaba. Me fue diciendo lo que hacía cada día y al final le dije:
“¡Joder, yo hago lo mismo. Y se lo digo a mi mujer y no me cree…! (risas)”
Así es Chema. Pura espontaneidad. Un atleta que ha ganado mucho pero
merecería haber ganado todavía más. Por dedicación y esfuerzo y por todo lo
que le aporta al atletismo español. Su última genialidad tuvo lugar en la última
edición de Elgoibar cuando los periodistas le abordaron nada más llegar a
meta detrás de varios corredores, el primero de ellos el junior Ayele Abshero:
“Este podría ser mi hijo” – fue lo primero que dijo mientras recuperaba el
resuello – “Y es que es así – nos añade - Cada vez hay más nivel de africanos
y hay tanta explosión de gente insultantemente joven que todo es cada vez más
difícil. Cada año son más buenos, hay más y son más jóvenes”
EL FUTURO
Precisamente de los jóvenes es el futuro. Chema, al contrario que muchos, es
optimista con respecto al porvenir del atletismo: “¡Claro que lo soy! Cada
vez, como te decía antes, hay más gente de más de treinta años que corre, que
se apunta a carreras populares. Esa gente son aficionados, potenciales
consumidores de todo lo que es atletismo. La idea es saberles vender el
producto pero están preparados para comprarlo, para consumirlo” Y una de
las mejores maneras de hacerlo está claro cuál es: “Hoy en día, hay que
hablar claro, la gran lacra del cross es la televisión. No entiendo que no se
vuelquen más. Es un deporte que gusta. Antes, cuando lo ponían los domingos
a las dos por la segunda cadena todo el mundo lo veía, eran grandes
audiencias. Ese día podía ser el programa más visto. Se trata de saber vender
eso mismo en la actualidad y de cara al futuro”
Vivimos, es cierto, en la era del consumo y lo que no sale en televisión es
como si no existiera. Pero también somos lo que fuimos. Y la tradición tiene
mucho peso. En Elgóibar el amor por el atletismo se transmite de padres a
hijos y cada edición del cross es una fiesta. Igual que Zigor bajó un día a
Lerún de la mano de su padre, hoy siguen subiendo otros muchos a Mintxeta.
Daba gusto ver el estadio lleno en la última edición. Y a la charanga
poniéndole aires de festival al circuito. Y todo el mundo pagando su entrada.
Justa manera de devolverle al cross todo lo que nos ofrece. Y justa forma de
contribuir al sostenimiento de esa tradición hecha deporte.
TURISMO
Monumentos
Hay muchos monumentos en Elgóibar, desde construcciones prehistóricas
hasta edificios recientes. Entre los montes Karakate e Irukurutzeta, en la
cordal que los une, está la denominada por Barandiarán como ruta de los
dólmenes, donde hay un buen número de dólmenes y túmulos.
Elgóibar conserva el trazado urbano medieval con dos calles paralelas y una
tercera que las atraviesa y plazas a ambos lados de las mismas.
La Plaza de los Fueros constituye un espléndido espacio barroco formado por
la casa consistorial, la iglesia parroquial de San Bartolomé, la casa Arriola,
porticada, que la cierra por su parte sur, el frontón y el puente Txankakua, que
realizaba la función de acceso principal a la villa. En las obras de reforma de
esta plaza se hallaron los restos de la Torre Olaso, que han sido marcados en
el pavimento.
Destacamos en detalle los siguientes edificios;
•
Restos de la iglesia y monasterio de Olaso, de lo que en otros tiempos
fue monasterio y parroquia de San Bartolomé solo queda el pórtico de
entrada a la iglesia. Estas construcciones se demolieron en 1777 y se
convirtieron en cementerio. El pórtico es un buen ejemplar del gótico y
fue construido en 1459 por Martín Sancho (según consta en una
inscripción). Tiene una imagen de la Virgen y figuras de los apóstoles.
•
Iglesia parroquial de San Bartolomé, del siglo XVIII, con portada
barroca en la que destaca la torre que fue diseñada por Ibero. En su
interior el retablo mayor es una buena pieza neoclásica, obra del artista
italiano Justiniani.
•
Casa consistorial, barroca del siglo XVIII (se realizó entre los años
1724 y 1737), es un gran edificio porticado, de dos alturas; en el piso
noble destaca el balcón principal, con sendos balcones a cada lado. En
un frontón sobre el balcón principal se colocan los escudos. Es de
destacar la rejería de hierro forjado.
•
Casa Torre de los Alzola, del siglo XV, con un magnífico escudo
esquinero, ha sido utilizada para diferentes fines. En ella se reunió el
pueblo después del incendio de 1560 para acordar la reedificación. En
1822 se fortificó. Ha sufrido varias transformaciones. En la actualidad
acoge la Casa de Cultura.
•
Ermita de San Pedro, en el barrio rural de San Pedro. Con elementos
de los siglos XV y XVI, la torre es del año 1700, reconstruida después
de que fuera destruida por un rayo.
•
Ermita de San Roque, de sencilla factura, cuenta con una sencilla
portada gótica.
•
Ermita de San Lorenzo, de construcción sencilla, tiene pinturas del
siglo XV. La vecina torre de Iriarte data el siglo XVIII.
•
Zabale Torre, es una casa torre rural, hoy caserío, buen exponente de
la arquitectura militar de la baja edad media.
•
Caserío Zabale-Torre, en el barrio de San Antolín, de planta cuadrada,
con tejado a dos aguas, altura de tres plantas y desván. Con muros de
mampostería y sillarejo con los remates de sillería, conserva elementos
originales del siglo XVI.
En Alzola, además del antiguo balneario del siglo XIX, encontramos el
Palacio de Andonaegi, del siglo XVI, la casa de Albizkua, la de Aurretxe y
Zelaieta. El puente es de buena factura.
CROSS DE FUENSALIDA HISTORIA Desde luego, si Bikila hubiera nacido en Fuensalida no hubiera corrido
descalzo. Es más, hubiera tenido para elegir entre zapatos y zapatillas para
todos los gustos. Y a buen precio. Pero eran otros tiempos. Y no era
Fuensalida.
Era, en concreto, 1960 y él había viajado desde Etiopía a Roma para correr
la maratón de los Juegos Olímpicos. Para correr, y para ganar, porque
Abebe Bikila se convirtió en el primer africano en ganar una medalla en
unas Olimpiadas y, para mayor asombro, lo hizo corriendo descalzo los
más de cuarenta y dos kilómetros que transcurrieron de noche, para evitar
las altas temperaturas, por la Vía Appia romana. La llegada del etíope
arropado por las antorchas de los guardias italianos, al Arco de Triunfo de
Constantino firmando un tiempo de dos horas, quince minutos y dieciséis
segundos es una de las estampas más famosas en la historia del atletismo.
El africano se presentó en Roma siendo un auténtico desconocido para
todos aunque ya había ganado dos maratones anteriormente en su país.
Eran otros tiempos para todo. Incluido el calzado. Bikila empezó a correr
en su tierra sin zapatillas y cuando en Roma el patrocinador del equipo
etíope le presentó varios pares no acabó de encontrarse cómodo con
ninguno. Por todo, decidió correr descalzo. Y aprovechó la tesitura para
engrandecer aún más su gesta cuando comentó nada más llegar a meta que
“quería que el mundo supiera que mi país, Etiopía, siempre ha ganado con
determinación y heroísmo” Y es que una suerte de justicia poética hizo que
el triunfo de Bikila tuviera como majestuoso marco el histórico arco desde
el que veinticinco años antes partieron las tropas comandadas por
Mussolini antes de conquistar el país natal del atleta. Incluso, su ataque
final coincidió con el paso por el llamado obelisco de Axum, monumento
etíope expoliado por el frente italiano durante aquella guerra. No es extraño
que, a partir de entonces, fuera todo un héroe para sus paisanos. Más aún
cuando, cuatro años más tarde, repitió triunfo en los Juegos Olímpicos de
Tokio con una marca de dos horas, doce minutos y once segundos. Sólo
seis semanas antes había sido operado de apendicitis pero demostró su
clase ganando, esta vez sí con zapatillas, por las calles de la ciudad nipona.
Pese a empezar muy tarde en el atletismo, Bikila se convirtió en el primer
atleta capaz de ganar dos oros en maratón en dos Juegos seguidos. Cinco
años más tarde, en 1969, sufrió un aparatoso accidente de tráfico por la
noche y nadie fue capaz de encontrarlo, tendido en el suelo, hasta la
mañana siguiente. Bikila quedó paralítico y en silla de ruedas asistió a los
Juegos Olímpicos de Munich de 1972. Jamás superó las secuelas y falleció
cuando sólo tenía cuarenta y un años sin poder recoger la Orden Olímpica
que le fue concedida, a título póstumo, en 1984.
Bikila (flor naciente en lenguaje amárico) fue el primero entre los etíopes.
A él le siguieron Mamo Wolde o Yifter y, más recientemente,
Gebresselasie o Bekele entre otros grandísimos atletas. Ninguno de ellos, ni
que decir tiene, corrió descalzo como él. Y menos mal, sobre todo para los
fabricantes de calzado, muchos de los cuáles se agrupan en España en torno
a una bella y pequeña localidad toledana, Fuensalida, que también ha visto
estos años correr a algunos de los mejores atletas del mundo, entre ellos
naturalmente los etíopes y, eso sí, siempre perfectamente calzados.
Fuensalida tiene su origen en una pequeña alquería (casa de labor con finca
agrícola), donde vivían los mozárabes encargados del cultivo de las tierras
de los alrededores. En torno a aquellas casas se fueron edificando otras de
un modo paulatino hasta formar una aldea con una iglesia y una sinagoga.
El término Fuensalida" es un compuesto de fuente que deriva del latín
fonte, manantial que brota de la tierra, y de salida del verbo salir, del latín
salire, saltar. Es muy probable que el sentido del topónimo sea manantial
del que brotaba agua en abundancia, aunque desde hace medio siglo lo que
de verdad brota en la localidad es el resultado de un montón de fábricas y
negocios: el calzado. Fue alrededor de los años sesenta cuando empezaron
a tomar forma pequeños talleres familiares que fueron creciendo hasta
llegar a la merecida fama actual. Hace unos quince años Ricardo Méndez y
José María Gil de la Universidad Complutense de Madrid escribieron un
estudio relativo a la innovación en la pequeña empresa y los sistemas
productivos locales. En él ponían como ejemplo el caso de Fuensalida:
“La provincia de Toledo es sin duda uno de los mejores exponentes de
espacios de industrialización rural, densa, difusa y compleja… Lo peculiar
de Fuensalida radica en la fuerte especialización que presenta en la
industria del calzado, con más de la mitad de los establecimientos totales y
el ochenta por ciento del empleo de la localidad. Hasta mediados de los
sesenta sólo existían algunos pequeños talleres artesanales que
tradicionalmente fabricaban albarcas y borceguíes o remendaban calzado
y que, apoyándose en la expansión del mercado interno experimentada,
iniciaron un proceso de reconversión hacia formas de producción más
mecanizadas y en serie. Las primeras empresas pioneras datan de 1968 y,
a partir de ahí, muchas iniciativas empresariales correspondieron a
antiguos asalariados de otras empresas que buscaron crear su propio
negocio. En la actualidad la industria del calzado y conexas forman un
subsistema constituido por cerca de un centenar de empresas”
En Fuensalida existe además un Centro Tecnológico del calzado y también
una Asociación Provincial de Industriales del Calzado de Toledo cuya sede
está allí. El ochenta por ciento de industrias del calzado de la provincia
toledana están en esta localidad en la que las tiendas abren también los
domingos, incluido el del cross, a primeros del mes de Enero de cada año.
EL CROSS La historia del “cross del calzado” arranca años antes de 1987 pero hasta
entonces su alcance era únicamente regional. A partir de ese año se hace
cargo de la organización Santiago Merchán, que llega a Fuensalida como
director de la Caja de Toledo. Merchán se incorpora al grupo de trabajo y
decide darle un impulso a la carrera para promocionar la industria del
calzado a través del cross: “Se estaba haciendo un cross provincial
pequeño. Yo llegué de director de Caja Toledo, que ahora es Caja Castilla
la Mancha, y empecé a ayudar a quienes estaban que sobre todo se
quejaban de lo difícil que era conseguir dinero para la carrera. Empecé
echando una mano y gracias a lo que conseguimos de las empresas del
calzado conseguimos que el cross fuera incluso televisado. A partir de ahí
conseguimos lanzar la imagen de Fuensalida al mundo entero. Un buen
día me dijeron que me hiciera yo cargo del cross… ¡y hasta hoy!”
Merchán se vinculó al campo a través para echar una mano pero también
porque sus raíces están muy ligadas al atletismo: “Antes de todo esto yo fui
atleta. Mi entrenador era Martín Velasco, que luego tuvo a José Luís
González. Yo fui uno de sus primeros corredores”.
En 1987, en concreto el diecisiete de Enero, Televisión Española
retransmitió por primera vez el cross de Fuensalida. Gran parte de culpa,
como en otros crosses, la tuvo precisamente la presencia de José Luis
González, cuya localidad de nacimiento es una población cercana a
Fuensalida. Ese año González, como ya vimos en Quintanar, fue plata en el
mundial de Roma pero no pudo imponerse en un cross en el que ganaron
Constantino Esparcia y Manuela Machado. El presupuesto inicial fueron
unos seis millones de pesetas. Ahora estará en torno a los doce y el año que
más fueron estuvo en torno a los quince. Durante todos estos años por
Fuensalida han pasado atletas del fuste de John Ngugi, Osoro Ondoro, Paul
Tergat, Fita Bayesa, Wolku Bikila, el propio José Luis González, Fermín
Cacho, Abel Antón, Martín Fiz, Carmen Valero o Julia Vaquero entre
otros. John Ngugi fue cuatro veces campeón del mundo y es el único que
corrió Fuensalida después de serlo. Tergat fue tercero en el 95 y luego ganó
su primer mundial. Algo parecido a lo que pasó con Tadesse, que ganó en
2007 y poco después, aunque fuera por abandono, acabó con la hegemonía
de Bekele en el mundial. Y lo mismo ocurrió con Mourhit, el nacionalizado
belga, que no ganó Fuensalida en el 2000 pero luego fue doble campeón
del mundo. Como dice Merchán “una vez que ganaban el mundial ya no
podíamos contratarlos, por eso había que hilar fino e intentarlo antes de
que lo fueran”.
Capítulo aparte merecen los portugueses, que suman nada menos que once
triunfos totales, y cuyo peso específico es muy grande en Fuensalida. Rosa
Motta, Albertina Dias, Conceicao Ferreira, Fernanda Ribeiro, Manuela y
Albertina Machado o más recientemente Inés Monteiro en mujeres. Y
Paulo Guerra o los hermanos Castro en hombres han dejado su imborrable
huella en la localidad toledana. Y algunos, más que eso: los hermanos
Castro, Domingos y Dionisios, tienen incluso una avenida en Fuensalida.
Como explica Merchán “aquello fue cosa del alcalde, Alejandro González,
y ocurrió tras la edición del año 1989. Domingos hizo primero y su
hermano segundo. El alcalde “se calentó” y en público dijo que se
merecían una calle. En principio yo no me enteré de nada. Estaba
recogiendo y pagando a los mánagers antes de ir a la comida de después
de la carrera cuando, de repente, me llama José María García, el locutor
más famoso en aquel tiempo, para entrar en su programa de radio y me
suelta lo de la calle. Yo le dije que no sabía nada, que sería cosa del
alcalde y que le llamara. Y así fue. García le entrevistó y ahí no le quedó
más remedio que tirar para adelante. El caso es que, desde entonces, una
de las calles de Fuensalida, la que va desde la Choza de Canales hasta el
Polideportivo, se llama Avenida de los deportes Hermanos Castro”
Domingos ganó nada menos que cuatro veces Fuensalida. Lo de la calle fue
tras su segunda victoria consecutiva. Para entonces, Merchán era para ellos
algo más que el organizador de Fuensalida. Era también su representante:
“En aquella época sólo había un manager, Miguel Ángel Mostaza, que
empezó con José Luís González. El fue quien me presentó a los Castro.
Recuerdo que fue en Alcobendas. Los hermanos Castro me empezaron a
gustar viendo crosses televisados. Yo vi que ganaban y quise llevarlos a
Fuensalida. Siempre hacían primero y segundo. Recuerdo que los contraté
para la segunda edición nuestra. Y allí también quedaron primero y
segundo. En principio hablé con ellos sólo para llevarles a correr a
Fuensalida pero nació una buena relación y muy pronto, en el año 89 y en
el transcurso de un cross en Orense, Domingos me pidió que fuera su
representante” Actualmente Merchán sigue siendo mánager de muchos
atletas, la mayoría de ellos portugueses: “Gracias a los hermanos Castro
se estrechó mi relación con el resto de atletas de aquel país, tanto chicos
como chicas. Los Castro, Eduardo Enriques, Paulo Guerra, Inés Monteiro,
las atletas del Sporting Club de Braga y del Maratona… Muchos han
pasado, y pasan actualmente, por mis manos”
A esta gran lista de atletas hay que unir otros, no tan conocidos por el
público general, pero que son también orgullo de Fuensalida donde el cross
ha logrado que salgan atletas naturales de allí como Víctor Eloy Alvarez y
Marcos Jesús Bautista. Victor corrió en 2008 el Europeo como sub 23 en
Toro. Marcos sigue también corriendo. “Esto – apuntilla Merchán - es
también importante para una villa de apenas once mil habitantes” Seguro
que el sueño de ambos sería lograr algún día ganar el cross de su pueblo y
llevarse a casa el preciado trofeo. Un galardón cuya forma ha cambiado, y
bastante, con los años: “Al principio se daban jarrones enormes de
cerámica talaverana, luego una escultura que era una zapatilla, que valía
unas doscientas cincuenta mil pesetas y que era diseño exclusivo del
escultor Ignacio Ibarra. Actualmente, al primero se le da una zapatilla
dorada, al segundo plateada y al tercero de bronce”.
Ibarra es un joven escultor que nació en Almería en 1968. Cursó estudios
en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de su ciudad natal y
un buen día Manuel Zapardiel, representante de calzado de Fuensalida,
tuvo la idea de la zapatilla y se la encargó a él. “Fueron tres años los que se
entregó ese premio y todavía tenemos el molde, que es el mismo aunque no
de tanto valor como la propia zapatilla. Una de las cuáles – comenta
orgulloso Santiago – la tengo yo en mi casa. Fue el año que ganó el
keniata Wilson Onwoyo, el año 91. Recuerdo que fue un gran triunfo
porque se impuso a Ngugi, que no consiguió ganar aquí. Una semana más
tarde se disputó el cross de Elgoibar. Onwoyo no regresó a su país y, tras
reconocerme en el cross vasco, me regaló la zapatilla. A cambio, recuerdo
que le di diez mil pesetas, aunque él no me pidió nada. Pese a su gran
valor, él se quitaba un muerto de encima porque pesaba mucho y esas
cosas, en su país, no tenían ningún valor”. Por supuesto, aquella no es la
única anécdota destacable después de tantos años. Merchán sonríe mientras
recuerda algunas y entresaca una curiosa: “Cuando un cross nace tienes
alrededor un montón de voluntarios que en muchos casos no entienden de
atletismo. En todos los crosses, como ya habéis visto, la labor de muchos
es ir a los aeropuertos a recoger a los atletas que vienen de fuera. Un año
encargué a uno de esos voluntarios ir a por los hermanos Castro en un
coche. Sólo tenía que recogerles a ellos. Ese año era el que vino también
John Ngugi. Yo estaba en el hotel y recuerdo que me llamó Miguel Ángel
Mostaza para decir que Ngugi, la gran figura aquel año, no había podido
salir de Kenia y que no iba a poder venir. El caso es que el voluntario del
coche había oído que venía algún negro bueno y, tras recibir la llamada de
Mostaza, con mi consiguiente cabreo por la ausencia del keniata, me llega
el tío y me dice que los hermanos Castro tampoco están en el aeropuerto.
“¿Pero qué me dices?” – le dije con un enfado monumental. “No viene
Ngugi, estos tampoco… ¿pero estás seguro porque nadie me ha llamado
para decir que no venían?” Y es cuando él, con toda la tranquilidad del
mundo, me suelta que no, que en ese avión no venía ningún negro. Que
había dado un montón de vueltas y no había visto a ninguno (risas). En su
ignorancia creía que los Castro eran negros, al relacionar ser bueno con
ese color de piel, y se los había dejado allí… Y en el aeropuerto estuvieron
más de dos horas esperando a que los trajéramos a Fuensalida (más
risas)”
LA FIGURA: DOMINGOS CASTRO - Subcampeón del mundo de 5000 al aire libre de 1987 en Roma
- Bronce en el mundial de 5000 metros en Tokio 1991
- Subcampeón de Europa de cross en 1994
-
Ganó la maratón de París en 1995 y la de Rótterdam en 1999
Domingos Castro, naturalmente, no era negro. Pero para el atletismo como
si lo fuera porque durante años fue el único blanco capaz de plantarles cara.
Nacido en Fermentoes-Guimaraes el veintidós de Noviembre de 1963
Domingos destacó sobre todo en cross aunque también tiene buenos
resultados en pista. Fue plata en el cinco mil de los mundiales de Roma de
1987 con 13´ 27´´ 59 y no ganó el bronce en los juegos de Seúl por apenas
treinta y seis centésimas. Fue en el cinco mil e hizo 13´ 16´´ 09 en una
carrera ganada precisamente por John Ngugi. En campo a través sus
mejores resultados fueron el subcampeonato europeo en 1994 y la séptima
plaza en el mundial del 90 en Aix Les Bains. Pero sobre todo pasará a la
historia por sus innumerables victorias en algunos de los mejores crosses
del mundo, los españoles. Históricos fueron por ejemplo sus triunfos en
Fuensalida y Venta de Baños en el año 93. En la localidad toledana se
impuso a Kipyego Kororia, que el año anterior fue segundo en Itálica y en
la palentina venció a Paul Bitok, que había sido subcampeón olímpico de
cinco mil, un año antes en Barcelona.
Años antes había conseguido poner también su nombre en el
impresionante palmarés sevillano tras ganar al etíope Bulbula en Itálica.
Domingos ganó nada menos que cuatro veces Fuensalida y otras cuatro
Venta de Baños. Y en todas dejó su impronta de gran atleta y también de
gran persona. Menudito, moreno y siempre risueño. Domingos firmaba
todos los autógrafos del mundo y no dudaba en parar el calentamiento para
atender a quien fuera. Históricas son sus poses con el lechazo habitual en
Venta de Baños y sus sonrisas, repartidas a diestro y siniestro, son otra de
las señas de identidad del circuito español de campo a través.
Santiago Merchán tiene mil anécdotas al lado de Domingos pero sonríe al
relatar una que resultó inevitable: “Una vez que comenzó nuestra relación
los dos hermanos hacían siempre noche los domingos en Fuensalida.
Corrieran donde corrieran acababan conmigo y desde allí, el lunes por la
mañana, les llevaba a Madrid a coger el avión. Recuerdo una de las veces
que Domingos ganó en Venta de Baños y le tocó pasar el control
antidoping. Tardó más de dos horas y bebió tanto que, una vez pasado, a
los pocos kilómetros ya de vuelta a mí casa hubo que hacer otra parada en
una gasolinera para que desalojara. Y tan “apretado” iba que no le dio
tiempo a llegar al servicio del bar. Se bajó los pantalones y empezó a
hacerlo en la rueda de un trailer que estaba apostado entre nosotros y la
cafetería. Tras él, contagiados, salimos su hermano Dionisio, Eduardo
Henriques – otro atleta – y yo mismo. Y los cuatro nos pusimos a hacerlo
en el costado del camión… con tan mala suerte que no vimos que el
conductor estaba sentado al volante y a punto de arrancar. Lo hizo y nos
dejó a todos con las vergüenzas al aire frente a la gente que, asombrada,
miraba desde la cristalera de la cafetería de enfrente. Fue tremendo
(risas). Nos subimos los pantalones a toda prisa y, sobre todo ellos,
corrieron más rápido hacia el coche que en el propio cross. Yo
naturalmente llegué el último (más risas)” Domingos recuerda también
aquella anécdota junto a su hermano Santiago, como él le llama: “Así es.
Merchán fue mi manager, después mi amigo y luego mi hermano. Nunca
olvidaré todo lo que trabajó en todos los momentos para que mi carrera
fuera lo mejor posible. Ni a él ni a toda su familia. Nunca olvidaré a la
afición española y tanto Dionisios como yo llevamos en el corazón el
apoyo y el cariño de todo el pueblo español hacia nosotros. Fueron años
inolvidables e irrepetibles” La mayoría, como queda ya demostrado,
ligados a Fuensalida que es, nos dice Domingos “mi casa, mi pueblo y mi
familia. Guardo mucho cariño de todas mis victorias pero sí te digo que
cuando corría en Fuensalida me sentía mejor incluso que en Portugal. Era
como una prolongación de mi propia patria” Y para dar constancia de ello
quedará para siempre ese nombre en esa calle. Hecho que recuerda también
con todo el cariño el propio Domingos: “Ese fue uno de los momentos más
importantes de mi carrera. Fue el reconocimiento a una trayectoria
brillante y una satisfacción inesperada para mi hermano y para mí.
Aquello representa aún hoy en día una medalla de oro que no hay dinero
que pague. Desde aquí quiero volver a dar las gracias a todo el pueblo de
Fuensalida por aquello tan especial” Otra de las medallas intangibles que
luce Domingos en su historial es la de ser uno de los pocos blancos capaces
de plantar cara a los africanos: “No me gustaría olvidarme a ninguno.
Empecé a ganarlos desde 1985. Recuerdo sobre todo a Ngugi, Tergat, Paul
Koech, Kalid Skah, Gebresselasie, Ondoro y muchos otros. Fueron duelos
inolvidables que pertenecen aún en el recuerdo de mucha gente y, por
supuesto, en el mío” Varios de esos duelos pertenecen a la historia de otras
dos carreras muy importantes en la carrera de Domingos: Venta de Baños y
Sevilla. En la localidad venteña “viví también episodios muy bonitos.
Recuerdo los corderos que me daban. Y también que cuando gané la
tercera edición el organizador me dijo que no me invitaba más para que no
batiera el record de victorias de Santiago de la Parte. Pero para ganar
nuevamente a los africanos volvió a invitarme dos años después y otra vez
volví a ganar batiendo todos los récords de victorias allí con cuatro
totales” En cuanto a Sevilla, el portugués dice que “Itálica es para mi uno
de los mejores crosses del mundo, siendo algunos años incluso el mejor.
En mi época creo que fui el atleta que más veces corrí allí y siempre fui
tratado como un rey, desde los organizadores, hasta el público, los
periodistas, todos…” Al respecto recuerda una víspera de carrera: “Fue de
las primeras. Antes de todas las carreras mi alimentación era pasta y
pescado. Esa noche en ese hotel sevillano no tenían pasta. Santiago les
avisó y fueron tan amables que me trajeron pasta. No sé de donde la
sacaron pero al final pude cenarla” Especialmente positiva fue, al
respecto, la temporada 88-89. Domingos, después de haber sido cuarto en
la final olímpica de cinco mil en Seúl, final que llegó a dominar dentro ya
del último kilómetro, ganó Venta de Baños y luego Fuensalida y se
presentó en línea de salida en Itálica donde, el año anterior, había ganado
Paul Kipkoech. El portugués no sólo ganó el cross sevillano sino que batió
en diecinueve segundos el tiempo del africano.
Domingos Castro se hizo así, a golpe de victoria, un nombre en la historia
del cross mundial. Disciplina que fue más decisiva en su carrera que la
propia pista: “Es cierto, fue a través del cross que me hice un nombre en el
atletismo. Era una de las pruebas que más me gustaba correr. Sobre todo
recuerdo cómo me trataban en España. Gané muchos crosses en una época
de mucho nivel. Y había mucha gente que me quería mucho. Tengo un
cariño especial por el público español que siempre esperaba que fuera
capaz de plantar cara a los africanos. En justa correspondencia yo daba
todo lo que podía” Domingos Castro es el inolvidable pasado. Ojalá en el
futuro, también de Fuensalida, entren muchos como él. Aunque será difícil.
EL FUTURO El primero en desearlo es el propio Merchán, que no acaba de verlo claro:
“El futuro es oscuro. Hace falta más dinero. Las empresas deben
implicarse más. Sabemos que hay crisis. Necesitamos una televisión, a la
que no haya que pagar, que lo difunda a nivel nacional o al menos a nivel
regional. Igual que apuestan por otras cosas como los toros que lo hagan
por esto. Al menos esto pasa en mi comunidad. Y con más razón porque lo
nuestro no es sólo espectáculo. Fomentamos que los niños y niñas puedan
hacer deporte y esto es algo que las instituciones públicas deben contribuir
a que se conserve. España es el paraíso del cross mundial y Castilla la
Mancha es el paraíso del cross nacional. Fuensalida, Quintanar,
Sonseca… Aquí hay un calendario regional como no lo hay en ninguna
otra autonomía, pero no se corresponde con el apoyo que nos ofrecen. En
nuestro caso además es complicado que en fechas navideñas los niños
vengan a disputar un deporte tan duro. Por eso cuanto más atletismo sean
capaces de ver los pequeños a través de la televisión más animados
estarán para querer correr”
Y es que parece mentira que las instituciones y la televisión pública no
sean capaces de volcarse con los organizadores de crosses. Vivimos la era
del boom de las carreras populares. Cada fin de semana, miles de españoles
madrugan para disfrutar de su pasatiempo favorito y es algo digno de
alabanza. Pero a la vez, entre Noviembre y mediados de Enero, el campo a
través posibilita eso mismo y además algo aún más importante: cobijar en
sus carreras a cientos de niños y niñas, contribuyendo de manera decisiva a
su educación. Para llevarlo a cabo necesitan del apoyo decidido de las
instituciones que, de esa forma, dignificarían su dinero al sumarse al
mensaje saludable que el atletismo ofrece. Sólo así, crosses como
Fuensalida podrán seguir respirando, haciendo labor y haciendo historia.
Poniéndole calzado a unos pies de barro que necesitan del apoyo para
solidificarse y hacerse de todavía más fuertes.
HISTORIA
HISTORIA
Itálica
EL CROSS
s”
o, que no llega
“Corre Trajan
- Circuito
- Horario
- Historial
LA FIGURA
no
Antonio Serra
INTERES
INFORMACION DEy manifestaciones
- Fiestas
culturales
r
- Cómo llega
staurantes
re
y
- Hoteles
próximos
o Calleja
Textos: Albert
Santiponce
Itálica
En el comienzo de la Ruta de la Plata,
a siete kilómetros de Sevilla, se
encuentra Santiponce. Un pueblo
antiguo que, gracias a su ubicación
cercana al Guadalquivir, ha conseguido conservar un carácter rural que le
diferencia de otras poblaciones limítrofes atrapadas por el expansionismo de la capital.
Su historia, su importante legado cultural, junto con el sosiego de sus
calles y la hospitalidad de sus habitantes hacen de Santiponce un destino
capaz de satisfacer las inquietudes
de todo amante del descanso, la historia y el arte.
HISTORIA
Desde su fundación, Santiponce estuvo situado a
orillas del Guadalquivir, donde hoy se localiza el
Estadio Olímpico de la Cartuja. Por su proximidad al río padecía frecuentes riadas, y en una de
ellas, acaecida en 1603 quedó sepultado para
siempre. Los vecinos supervivientes buscaron la
protección de los monjes del Monasterio San
Isidoro del Campo, quienes les cedieron tierras
más altas para la construcción de sus casas, edificándose el nuevo Santiponce casi en su totalidad
sobre las ruinas de la ciudad romana de Itálica.
monedas y la exportación de vino, trigo y aceite.
En ella nacieron y se educaron los emperadores
Marco Ulpio Trajano y su sucesor Publio Aelio
Adriano.
En Itálica se pueden distinguir dos zonas: la
Vetus Urbs (ciudad vieja), que se encuentra bajo
el casco urbano de Santiponce y la Nova Urbs
(ciudad nueva) creada por Adriano en el siglo II
como ampliación de la existente. En la Vetus Urbs
se puede contemplar las Termas Menores que
datan de la época fundacional de la ciudad y el
Teatro Romano, construido en época de
Augusto (siglo I a.c), en él fueron halladas estatuas de magnífica factura como las de la Diosa
Venus, Diana Cazadora o Mercurio. En la Nova
Urbs se contemplan las Termas Mayores, edificio destinado a centro de ocio , el Traianeum ,
templo dedicado al emperador Trajano, las
Casas Romanas, viviendas decoradas con gran
variedad de mosaicos; destacando la casa de los
Pájaros, la del Planetario y la de la Exedra. Y el
Anfiteatro, uno de los mayores del Imperio
Romano, con capacidad para veinticinco mil
espectadores.
El Monasterio San Isidoro del Campo, declarado Monumento Histórico Artístico en 1872, fue
fundado por Alonso Pérez de Guzmán “Guzmán el
Bueno” en el 1298 para que le sirviera de panteón. Su nombre viene dado por el vínculo que San
Isidoro tuvo con el lugar. Su historia está impregnada de importantes acontecimientos religiosos y
artísticos. En él, durante el siglo XVI, surgió uno de
los primeros focos reformistas en España, cuyos
principales propagandistas tuvieron que huir a
Centroeuropa huyendo de la Inquisición. Entre
ellos se encontraba Casiodoro de Reina, traductor de la primera Biblia al castellano, conocida
como la “Biblia del Oso”. Del patrimonio artístico
que atesora, sobresale el retablo que Martínez
Montañés esculpiera, en el que destacan los
relieves del Nacimiento y la Adoración de los
Pastores. También son notables las imágenes de
San Jerónimo penitente y la de San Isidoro.
Una vez asentado el pueblo en su enclave actual,
en el año 1691 los monjes consiguen que Carlos
II conceda un privilegio real para organizar una
feria franca a celebrar todos los primeros de octubre, con el propósito de activar la economía del
municipio.
Clausro del
Monasterio de San
Isidro del Campo
MONUMENTOS
La ciudad romana de Itálica fue fundada en el
206 a.c por Publio Cornelio Escipión “El Africano”
en plena guerra contra Cartago, siendo la primera
ciudad de la Hispania romana. Su gran esplendor
data del reinado de Augusto que le dio categoría
de municipio. En el siglo I inició la acuñación de
Anfiteatro romano de Itálica
EL CROSS .
“Corre,Trajano,
que no llegas”
Sevilla es el súmmum. Con el debido respeto a los
demás, y ellos lo saben, no hay un cross en España, y
probablemente tampoco en el mundo, que pueda presumir del palmarés y la participación de Itálica. En nuestro
país hay crosses más antiguos, pero desde que en 1982
los andaluces se pusieron en marcha, el listón no ha
parado de coger altura. Incluso el arranque fue a lo grande. Otros crosses, de ello da fe este mismo libro, crecen
desde abajo y las primeras ediciones son modestas. En
Sevilla no. Allí la Diputación gastó dos millones y medio
de pesetas de la época, más de cien autocares de casi
cien pueblos acudieron a la llamada y casi diez mil aficionados, desde infantiles a veteranos, corrieron por primera vez en Santiponce. Desde entonces y hasta ahora atletas de la talla de Mamede, Kipkoech, Castro, Ondoro,
Bayesa, Sigei, Guerra, Gebreselassie, Tergat, Kamathi o
Bekele entre otros han engrandecido la prueba con sus
triunfos aunque, como dice uno de los organizadores,
Juan Jaldón “a Sevilla hay que medirla, más que por sus
triunfos, por sus podios porque hay años que el segundo
o el tercero es campeón olímpico o del mundo”.
Sevilla es tan enorme que tiene hasta libros propios. El
primero lo editaron coincidiendo con el vigésimo aniversario y el segundo, que es aún más joya, cinco años más
tarde. Aunque, gracias a la mediación del profesor Miguel
Angel Monjas, tuve la oportunidad de conocer a Jaldón y
Leo Chaves. De conversar pausadamente con José
Manuel Díaz y de empaparme de “italicismo” la última
edición en el “río dorado”, como él muy bien calificó la
pista del albero sevillano, lo que sigue a continuación
contiene múltiples referencias a esa biblia del cross de
Itálica que es la publicación que editó la Diputación de
Sevilla y que, al alimón, escribieron Javier Delgado y
Gerardo Prieto y cuya lectura recomiendo encarecidamente a todos los amantes del atletismo.
La primera de esas citas remonta a otra publicación titulada Memorias de Adriano, publicada en 1951 y escrita
por la belga Marguerite Yourcenar. En ella, el que fuera
emperador romano aúna por primera vez dos conceptos
vitales en nuestra historia: Itálica y el atletismo. Lo hace,
ya enfermo y viejo, recordando episodios de cuando era
joven: “…la carrera, aun la más breve, me sería hoy tan
imposible como a una estatua, a un César de piedra, pero
recuerdo mis carreras de niño, en las resecas colinas de
Itálica, el juego que se juega con uno mismo y en el cual
se llega al límite del agotamiento, seguro de que el perfecto corazón y los intactos pulmones restablecerán el
equilibrio. De cualquier atleta que se adiestra para la
carrera del estadio alcanzo una incomprensión que la
inteligencia sola no me daría”. Adriano nació, y corrió, allí
donde más de dos mil años después los emperadores del
atletismo siguen asombrando al resto de los humanos.
Itálica, primera ciudad romana fundada fuera del territorio italiano, nació el año 206 antes de Cristo. Apiano,
escritor griego del siglo II, menciona en su obra titulada
“Historia romana” este asentamiento en suelo hispano: “A
partir de este momento, poco antes de la Olimpiada ciento cuarenta y cuatro, comenzaron a enviar anualmente a
los pueblos de Iberia conquistados pretores en calidad de
gobernadores para mantener la paz... y Escipión estableció a los soldados heridos en una ciudad que llamó Itálica.
Patria de Trajano y Adriano, quienes más tarde fueron
emperadores romanos”.
Escipión el Africano, llamado así porque fue el único
general romano que derrotó al cartaginés Aníbal, fundó
una ciudad que, en origen, fue un campamento militar
dedicado a curar a los soldados dañados. Sin embargo, el
asentamiento situado junto al cerro de San Antonio crecería hasta convertirse en una importante urbe en la que
nacerían dos futuros emperadores, Trajano y Adriano.
Este último gobernó el imperio desde el año 117 al 138
después de Cristo. Y lo hizo bajo el signo de la pax romana, es decir, paz a cambio de renunciar a seguir conquistando, aunque durante su reinado el Imperio alcanzó la
mayor extensión territorial de su historia antes de su
caída. Después, cuenta la historia, Itálica fue asentamiento visigodo y uno de sus reyes, Leovigildo, restauró sus
murallas. Y aún llegó viva a la época musulmana constituyendo hoy en día una auténtica reliquia arquitectónica
en la que se pueden ver los restos del anfiteatro, que
tenía capacidad para unas veinticinco mil personas sentadas según su clase social, parte del enlosado de las
vías y los cimientos de los pilares, partes de las murallas,
de lo que podía ser una escuela, de varias viviendas y
también de las dos termas, las menores -situadas en la
ciudad vieja- y las mayores -que están en la ciudad nueva
coincidiendo con lo que es, desde hace años, el sitio de
salida y llegada del cross que lleva el nombre de la ciudad-.
EL CROSS
Adriano pasó a la historia como el tercero de los cinco
emperadores buenos, término que acuñó en primer lugar
Maquiavelo y que sirvió para encumbrar el período más
feliz del Imperio romano. Sin embargo, el mundo del atletismo conoce sobre todo su maldición. Vocablo que
empezó a usarse cuando uno tras otro, alguno de los
mejores atletas del mundo, veían imposible la posibilidad
de hacerse con una tercera victoria en el cross de Itálica.
Repasando la historia no parece exagerado el conjuro
porque nada menos que ocho atletas, seis hombres y dos
mujeres, tuvieron en la mano la posibilidad del triplete
pero no lo consiguieron.
El primero en sufrir en sus carnes el poderoso influjo del
emperador fue el portugués Fernando Mamede que ganó
la primera edición internacional, la tercera que tuvo lugar
en 1984, el mismo año en el que batió la plusmarca
mundial de diez mil, y repitió triunfo un año después.
Sobre su participación dejó un bello testimonio en el
mencionado libro que conmemoró los primeros veinticinco años del cross sevillano: “En el reconocimiento del
terreno, en el circuito de Santiponce, quedé deslumbrado
por la belleza del entorno de la competición, que pasa por
lo que queda de la antigua ciudad romana. Me acuerdo
de estar concentrado en la carrera, pero también un poco
distraído con lo que veía en cada vuelta: un pasaje diferente, que hace que ésta sea una competición única en
el mundo”. En su segunda victoria, Mamede se impuso a
los jovencitos hermanos Castro y a Tim Hutchings que
venía de ser subcampeón del mundo de cross tras Carlos
Lopes. Un año después, en cambio, no pudo pasar del
sexto puesto. La organización iba creciendo y ese año
1987 logró juntar al vigente campeón del mundo, John
Ngugi, que repetiría ese año, y a su compatriota Paul
Kipkoech, que sería segundo tras él ese mes de Marzo
y de cuya forma podían hablar bien en Elgoibar
donde se impuso también días antes. Kipkoech
aventajó en la meta en ocho segundos a
José Manuel Abascal y dejó sin triplete a
Mamede pero, dos años después,
sufriría en sus propias carnes la
misma maldición. El keniata, convertido ya en campeón del mundo
de diez mil, se impuso en 1988
en un podio de lujo que completaron Ngugi y Domingos
Castro, pero tampoco pudo
ganar por tercera vez. Según
se supo después, padecía ya
algunos síntomas de la malaria
que acabaría con su vida en
1995. Por eso, en el 89 sólo
pudo ser cuadragésimo segundo
en Itálica.
El siguiente maldito fue Osoro Ondoro para quien el cross
sevillano significó su puerta de entrada a la élite mundial.
Tanto que en el tejado de su casa puede verse el nombre
de Sevilla como recuerdo a las dos victorias, de 1990 y
1991, que tanto significaron en su carrera. El keniata no
compareció un año más tarde pero sí lo hizo en 1993 dispuesto a ser el primero en inscribir tres veces su nombre
en el palmarés andaluz. Sin embargo, fue uno más entre
quienes pasaron a la historia por todo lo contrario. Ondoro
sólo pudo ser tercero tras Fita Bayesa y un jovencito llamado Haile Gebreselassie, que comparecía por primera
vez en Itálica y que dicen, aunque él nunca lo refrendó,
respeto como en Elgoibar, también en la capital hispalense los galones de la figura etíope del momento. Ya sin
Bayesa, Gebre se impuso en el inundado albero en el que
se convirtió la pista en 1996, interponiéndose en el camino del siguiente maldito, el portugués Paulo Guerra, que
ganó Sevilla los años 95 y 97.
Un año más tarde, comenzó el reinado de Paul Tergat. El
quíntuple campeón del mundo ganó también dos años en
la capital andaluza pero en 1997, pese a ganar también
el mundial, sólo pudo ser tercero tras Guerra y el británico John Brown. El fabuloso keniano, doble campeón olímpico, tuvo aún otra opción de lograr el triplete pero en el
año 2000 la maldición tomó el nombre de un compatriota suyo, Charles Kamathi, que a su vez se convirtió en el
siguiente maldito. El menudo keniano batió a Tergat por
dos segundos apenas año y medio antes de pasar a la
historia, en el mundial de Edmonton, como el hombre que
acabó con nueve años de imbatibilidad de Gebreselassie
en los diez kilómetros. Kamathi repitió en 2001 ganando
al campeón europeo Sergei Lebed y opositó también al
trono de Adriano, pero sólo pudo ser tercero en 2002 tras
Chebii y el etíope Mezgebu.
A estas alturas, lo de la maldición de Adriano había pasado ya de mera anécdota a historia con mayúsculas.
Incluso en mujeres también pasó. Catherine McKiernan,
la primera campeona de Europa y cuatro veces subcampeona del mundo, y Merima Denboba, también subcampeona del mundo, lograron dos triunfos cada una pero no
pudieron con el tercero. La etíope, nacida en la misma
región de Arshi que Bekele, ganó Itálica los mismos dos
años que Kenenisa, 2003 y 2004, y a diferencia del campeonísimo sí compareció en 2005 dispuesta a terminar
con la maldición. Año tras año, la organización ponía en
el camino a las mejores del mundo y aquella vez fueron
Edith Masai, triple campeona del mundo de cross corto
por aquel entonces y Werknesh Kidane, que había ganado el cross largo del mundial de 2003 y que ese año ganó
también en Sevilla, quienes cerraron la puerta de la gloria a Denboba.
que es ganar en Sevilla, en el considerado mundial oficioso. Y no sólo por la talla de los deportistas, también por la
manera de correr. Chema Martínez acuñó un año la
famosa frase que define a la perfección cómo se sale en
Itálica: “Es como una estampida de búfalos”. Y el portugués Paulo Guerra no pudo describir mejor su primera
sensación tras debutar en el albero sevillano: “Íbamos tan
rápido que pude sentir el sabor de la sangre en mi garganta”. La dureza es enorme en Sevilla, desde el principio. Y desde los orígenes.
Pese a su tremenda categoría, seis hombres y dos mujeres tuvieron al alcance de su mano el tercer plato hispa-
“Cuando Felipe del Valle descubrió que había que hacer
un cross en Itálica lo hizo, en primer lugar, por transportarnos al anfiteatro donde los romanos hacían sus juegos
paléstricos o deportivos”, relata un miembro de la organización en el libro que conmemoró los XX años del Cross
Internacional de Itálica explicando la génesis de este
acontecimiento deportivo, puesto en marcha y tutelado
por el Área de Juventud y Deportes de la Diputación de
Sevilla en 1982. Felipe fue el primer director del cross. El
lense, pero no pudieron llevárselo a casa. Adriano no se
conformaba con cualquiera y sólo se quitó el laurel de su
cabeza para reverenciar al atleta que poseía el antídoto
contra su maldición, nada menos que el mejor fondista de
todos los tiempos, Kenenisa Bekele. El etíope fue el invitado estelar a la enorme fiesta del vigésimo quinto aniversario y, al terminar, brindó por el término de una era. Por
fin un atleta conseguía ganar tres veces en Itálica. Eso sí,
Adriano no descansa y acto seguido ha servido el
siguiente capítulo: Moses Kipsiro, que en 2009 se proclamó subcampeón del mundo de cross en Jordania, ha
ganado en 2008 y 2009, las dos veces in extremis casi
con necesidad de fotofinish. En 2008 entró en 31´ 01´´
junto a Zersenay Tadesse y en 2009 con Tariku Bekele en
30´ 37´´, otra vez los dos en el mismo segundo. De esta
forma el ugandés se une a la larga lista de quienes poseen dos victorias. Aún no sabemos si igualará a Bekele con
tres, pero cualquier atleta puede dar fe de lo complicado
servicio de Deportes daba sus primeros pasos y a Del
Valle, que estudió INEF en Madrid, se le ocurrió la idea un
fin de semana del Verano del 82. Da fe de ello su compañero de entrenamientos, Enrique Marco, director técnico del área de deportes de Diputación: “Fue en la playa
de Rota, estábamos entrenando fuerte y, entre serie y
serie, oigo a Felipe que dice: “Enrique, tenemos que hacer
un cross” Yo no pude ni responderle porque me faltaba el
oxígeno pero al terminar de entrenar lanzó de nuevo el
desafío”. A partir de ahí, se trataba de buscar sitio y
Marco recuerda que “surgieron los nombres de los
Pinares de Oromana y de Villamanrique pero Felipe quería hacerlo cerca de la capital. Y fue él quien, ante la sorpresa de todos porque no sabíamos de las posibilidades
del lugar para albergar un cross, sugirió Itálica”. Nada
menos que cien autocares de casi todos los ciento un
pueblos de la provincia sevillana abordaron Santiponce
aquella mañana del diecinueve de Diciembre de 1982. Al
día siguiente Diario 16 tituló: Corre, Trajano, que no llegas. Y en el pie de una foto que representaba la serpiente multicolor de atletas escribieron: Itálica fue ayer una
conmoción de piernas, una rapidísima visita turística. ¡Y
tanto! Porque hubo casi diez mil participantes que desbordaron la más optimista de las previsiones. Finalmente,
todas las carreras pudieron terminar pero fue tarea de
chinos. Sobre todo dar las salidas porque, a todo lo que
supone organizar algo por primera vez con tantísima
gente se unió, sin que mediara invitación alguna, el tío
del tambor. Javier Ojeda, testigo de aquel día, borda el
relato de la anécdota en el libro del XX aniversario: “Aquel
energúmeno con el que nos encontramos no redoblaba el
tambor, había algo parecido a mamporrearlo… aquello
fue un calvario continuo para nuestros oídos… Este
señor, treintañero, recortaíto, fortote y apretado de molleras, debió levantarse con toda tranquilidad, notó mucha
afluencia de público en el pueblo, creyó que se celebraba alguna fiesta y ni corto ni perezoso se fue a buscar un
tambor… Con él, se puso en la misma línea de salida y
cada vez que anunciábamos: “¡Corredores, a sus puestos!”, él de forma instintiva comenzaba a golpear el tambor desenfrenadamente y sin control creando confusión y
salidas nulas… Había chavales que como desconocían lo
que era una salida nula salían como cabras y era imposible pararlos. Total… carreras, gritos a la caza y capturas
de chavales. Al final, con muchísimos apuros, logramos
dar todas las salidas y plantarnos en las dos de la tarde
en la prueba principal. Ahí, mandamos al aporreador del
tambor a lo más alto de una de las lomas, aunque todavía desde allí le oíamos…”. Pero ahí no acabó todo,
Ojeda cuenta también que “lo mejor es que cuando él ya
no estaba y no teníamos ningún tipo de presión hubo
también salida nula en la carrera senior. Los más de dos
mil atletas salieron antes de tiempo pero Felipe me dijo:
“Al carajo, no los pares, que ahora no podemos echar la
culpa al tío del tambor”.
Felipe del Valle, alma pater del cross sevillano y cuyo
nombre, a título póstumo porque falleció en un desgraciado accidente de tráfico en 1995, exhibe con orgullo el
estadio deportivo del término municipal sevillano de La
Rinconada, lo dejó en 1990 porque se fue a trabajar para
la Expo sevillana del 92 y le sustituyó Leo Chaves que
estuvo hasta 1999. Ese año tomó el relevo Juan Jaldón a
quien suplió José Manuel Díaz en 2005. Para todos, sin
excepción, el cross de Itálica es uno de sus mayores
orgullos. La siguiente anécdota es de Leo, pero podría ser
de cualquiera de los otros: “En aquel entonces yo siempre solía ir con la camisa por fuera y unos pantalones caídos, pero para mi primer cross mi compañera me aconsejó que al menos fuera con chaqueta. Fue ella quien me
compró una verde que ya no me quité en ninguno de los
crosses. Itálica cambió mi vida pero yo no cambié de chaqueta. Aún la tengo en el armario, allí está desde 2001,
año en el que hice lo único que no había hecho en veinte años, correr la carrera popular”. Tampoco ha cambiado el símbolo, el trofeo que se entrega a los galardones,
el plato con la efigie del atleta romano. Jaldón explica que
“al principio pensamos en una ánfora pero el diseño del
plato, el mosaico y el atleta eran perfectos. La Diputación
le compró el horno a la Escuela Taller de Cerámica de
Blanco White y allí se empezaron a fabricar aunque al
principio los hicieron de cristal”. Trofeo que, todos los
años menos uno, se ha entregado en el podio, con la
solemnidad que requiere el momento. Esa excepción nos
remonta a un año inolvidable en Sevilla, 1996. Para
empezar a ilustrar lo sucedido, el libro del vigésimo quinto aniversario, recoge el testimonio del ganador aquella
temporada, Haile Gebreselassie: “Mi estilo de correr está
muy lejos de ser idóneo para el cross. Odio el frío, y más
que nada detesto el barro… Como Sevilla está en el sur
de España y hace mucho mejor tiempo en invierno que en
el resto de Europa, mi manager Jos Hermens y Pilar
Martínez me convencieron de que el Cross de Itálica era
la carrera perfecta para que compitiera en aquel momento… El circuito me venía bien para mis condiciones,
seco, con algunas subidas y bajadas. Y rápido, perfecto
para mi estilo. Pero el 1996, el recorrido se convirtió ¡en
un río! Lo mejor de todo es que yo ya había renunciado al
cross, quería concentrarme en la pista y le había dicho a
todo el mundo que no iba a correr cross. Pero ya que mis
entrenamientos iban tan bien y en Sevilla siempre hace
buen tiempo, decidí que Itálica sería la excepción. Al llegar observé un tiempo un poco distinto que en años anteriores y enseguida empezó a diluviar. Me acuerdo que
después de empezar y de correr por el anfiteatro, teníamos que girar a la derecha, y allí el terreno ¡estaba totalmente empapado, parecía un gran lago!”. Tanto llovió, y
tan inundado estaba el circuito, que Leo Chaves recuerda como recorrió el circuito junto al delegado de la IAAF
para decidir si se corría o no porque el fantasma de la
suspensión revoloteó como nunca por Itálica: “Me acuerdo que fue José Manuel Abascal quien dijo que había que
en el que ganó los diez crosses que corrió antes, entre
ellos los dos del mundial de Dublín. Y tras Itálica ganó
otros cuatro, entre ellos los dos del campeonato del
mundo de Laussana.
correr: “Con lo que cobramos tenemos que hacerlo”- dijo.
Y al final así fue, aunque lo negativo fue que las carreras
de los más pequeños no se pudieron disputar. Recuerdo
aún las lágrimas de más de un niño…”. José Manuel
Díaz recuerda que “hubo un enorme vendaval de viento y
agua y desapareció todo. En efecto, sólo se corrieron las
seniors y hubo que cambiar la salida. No había megafonía y se decía todo con megáfonos de mano. El lago se
desbordó y hubo que ponerle balizas para que los atletas
no se metieran y se ahogaran. Hubo un charco en el que
se puso moqueta, en las termas moras, y los atletas la
hundieron y metían hasta la rodilla cada vez que pasaban.
Fue algo tremendo”. Aquel no fue el único año que el lago
de Itálica fue protagonista. Miguel Ángel Monjas, hombre
tremendamente vinculado a la organización del cross,
recuerda con humor lo que sucedió en la edición del 89:
“Resulta que entonces había unos patos de una raza que
estaba protegida. Era además su época de celo y hubo
que vallarles para que nadie les molestara, mientras hacían lo que tenían que hacer… Para colmo, no sé cómo,
se perdieron dos patos y hubo que pagárselos a
Patrimonio Nacional. Creo recordar que a razón de cien
mil pesetas cada pato”.
Con todo lo que llovió fue aún más un año más tarde, en
1997. Sin embargo, la infraestructura había mejorado
debido a la experiencia anterior, y se pudieron disputar
todas las categorías, aunque más de un espectáculo fue
dantesco. Juan Jaldón dice que “encontramos nada
menos que cuarenta y siete zapatillas bajo el barro tras
aquel cross del 97. Desde la diputación enviamos treinta
y ocho pares a los niños que nos lo solicitaron. Recuerdo
a uno que a pocos metros de la meta iba a ser segundo
en su categoría. Perdió las zapatillas y se entretuvo en
meter las manos en el barro y dar con el calzado. Para
entonces le habían pasado más de veinte. Cuando llegué
le pregunté por qué no había seguido hasta la meta y me
respondió: “¡Cualquiera se presenta en casa sin la zapatilla. Mi madre me cruje a palos!”.
El caso es que Gebreselassie aún recuerda aquel húmedo triunfo como uno de los sucesos más extraordinarios
que le han sucedido. Ganar en esas condiciones agrandó
aún más la leyenda del que, durante años, fue el fondista más grande de la historia. A principios de la década del
2000 todos pensábamos que tardaríamos muchísimos
años en ver correr a alguien que se acercara a su nivel.
Sin embargo, estaba a punto de aparecer otro grande, su
paisano Kenenisa Bekele. Ambos, como ya hemos comprobado, tienen en común también al manager, el holandés Jos Hermens que demostró toda su sapiencia en la
presentación del cross de Itálica de 2003: “Los dos son
unos superdotados. Gebre corre de puntillas y Bekele
apoya toda la planta, lo cuál es mejor para el fondo. Creo
que acabará batiendo todos los records de Gebre”. Su
vaticinio tiene aún más mérito teniendo en cuenta cuando lo dijo. Bekele ganó esa edición por delante de
Zersenay Tadesse y repitió un año después, en un 2004
Bekele tardó tres años en volver a correr en Sevilla. José
Manuel Díaz, que ya estaba al frente de la dirección,
recuerda que “teníamos claro que queríamos a Kenenisa
y, con la gente de Ibermeeting, nos propusimos tener
también al resto de campeones del mundo en activo, pero
cuando contactamos por ejemplo con Gebreselassie y
Tergat nos hicieron saber que estaban encantados de volver a correr con nosotros pero no querían medirse al
“monstruo”. No querían competir con Bekele. Al ser atletas en activo, pero de otras distancias, la solución la propusieron ellos mismos, “correr en la popular”, así como
colaborar en cuantas actividades quisiéramos. La idea,
que fue un acontecimiento único en el mundo, nos entusiasmó tanto que se la propusimos a otras grandes figuras como Fernando Mamede, Domingos Castro, Paulo
Guerra, Osoro Ondoro, Antonio Serrano, Merima
Denboba… y por parte de todos la aceptación fue unánime”. Por eso, aquella bendita mañana de enero la fiesta
fue completa y, por una vez, la carrera popular rivalizó en
interés con la senior. José Manuel sigue recordando
aquellos inolvidables días: “Cuando presentamos el libro
"XXV Aniversario del Cross" en la Diputación de Sevilla,
estuvieron todos los ilustres anteriormente señalados
sentados a la mesa, ¡y qué mesa!.. Creo que será muy
difícil volver a reunir a todos estos atletas para compartir
las sensaciones vividas durante la participación en Itálica,
tanta historia del atletismo mundial, y ya no solo por sus
méritos deportivos, sino por la calidad humana que atesoran. ¡Imagínate qué plantel en la Popular, cosa que
nadie creía cuando lo pensamos! Recuerdo que el día de
la prueba, yo estaba en la línea de salida y cuando salieron todos aquellos monstruos de la carpa de los servicios
médicos, donde se habían cambiado, no puedes imaginar
las caras de los atletas populares cuando los vieron. Sólo
te digo que todavía hoy se me ponen los vellos de punta
al recordarlo”. El colofón de aquella inolvidable matinal
sevillana fue que Bekele quebrara la famosa maldición:
“Cuando pensamos en él, evidentemente era para ver si
el mejor corredor de la actualidad, era capaz de romper
la famosa maldición de Adriano, ¿Qué mejor momento de
la historia del Cross para romper la maldita maldición? Y
por supuesto ¿quién mejor que Bekele para inscribir su
nombre como el primer atleta ganador de tres ediciones
de Itálica? Aquí cuesta ganar, sino que se lo pregunten a
su hermano, que también es muy bueno pero al que le
está costando mucho. Por cierto que con él tuvimos un
detalle que agradeció mucho al entregarle una tarta el
año que el cross coincidió con su cumpleaños, que fue
también ese 2007”.
Los africanos, los mejores, han sido y seguirán siendo
grandes protagonistas del cross sevillano, pero también
los españoles. Por ejemplo, José Manuel Abascal quien,
pese a su condición de medio fondista, logró un excelente podio en Itálica o uno de los atletas que más participaciones suma, Antonio Serrano.
circuito
XXVIII Cross Inter nacional de Itálica
Año Ganadores (Promesa Senior Masculino y Promesa Senior Femenino)
1982 José Alonso (nacional) y María de la O Flores
1983 Juan Barón (nacional) y Antonia Alvarez
1984 Fernando Mamede y Wendy Harris
Fecha: 17/01/2010
Lugar: Santiponce
(Sevilla)
Categoría: IAAF
Organiza:
Diputación de Sevilla
(Área de Juventud,
Fomento de la Actividad
Física y Deportes)
www.crossinternacionaldeitalica.es
Hora
9:30
horario
9:45
1987 Paul Kipkoech y Beatriz Bergoños JR
1988 Paul Kipcoech y Mercedes Villalar JR
1989 Domingos Castro
1990 Osoro Ondoro
1991 Osoro Ondoro y Andrea Wallace
1992 Kalid Skah y Ellen Kimayo
1993 Fita Bayesa y Catherine Mckiernan
historial
Avda. Menéndez Pelayo, 32.
41071 SEVILLA
1985 Fernando Mamede y Antonia Alvarez
1994 William Sigei y Elena Romanova
1995 Paulo Guerra y Catherine Mckiernan
1996 Haile Gebreselassie y Anne Marie Sandell
1997 Paulo Guerra y Elena Fidatov
1998 Paul Tergat y Jackeline Maranga
Categoría
ALEVIN FEMENINO
ALEVIN MASCULINO
10:05 INFANTIL FEMENINO
10:20 INFANTIL MASCULI
NO
10:40 CADETE FEMENINO
11:00 CADETE MASCULINO
11:30 JUVENIL/JÚNIOR FEM
ENINO
12:00 INTERNACIONAL FEM
ENINO
12:30 CROSS POPULAR AB
SOLUTOS
12:30 VETERANOS
13:30 JUVENIL/JÚNIOR MA
SCULINO
14:00 INTERNACIONAL MA
SCULINO
Año nacimiento Distancia
(m)
Vueltas
99-00
1.700
1 “B”
99-00
2.400
1 “A”
97-98
1.700
1 “B”
97-98
3.300
2 “B”
95-96
2.400
1 “A”
95-96
4.500
2 “A”
91-94
4.000
1 “B” + 1 “A”
8.000
3 “A” + 1 “B”
90-75
6.600
1 “B” + 2 “C”
74 y anter.
6.600
1 “B” + 2 “C”
91-94
6.600
3 “A”
10.800 5 “A”
1999 Paul Tergat y Sara Ouaziz
2000 Charles Kamathi y Gete Wami
2001 Charles Kamathi y Paula Radcliffe
2002 Abraham Chebii y Monica Rosa
2003 Kenenisa Bekele y Merima Demboba
2004 Kenenisa Bekele y Merima Demboba
2005 Madegu Tarefe Zewbie y Werknesh Kidane
2006 Abbebe Dinkesa y Bezunesh Bekele
2007 Kenenisa Bekele y Burika Gelete
2008 Moses Kipsiro y Priscah Jeplenting
2009 Moses Kipsiro y Florence Kiplagat
LA FIGURA
Antonio
SERRANO
“Sufro más ahora
de entrenador”
BIOGRAFiA Y P
ALMARES
Campeón del M
undo Universitario
de cross en
Bolonia 1988
Subcampeón de
l Mundo Univers
itario de cross en
Poznan 1990
Medalla de bron
ce en el Europeo
de Cross en
Anwich. (Inglater
ra) en 1994
4º en el Cto. del
Mundo de media
maratón en Belfo
Dos veces campe
rt. (Francia)-199
ón de España en
5
el Cto. nacional
93 y Ciudad Real
de cross por club
-95
es en Vigo8 veces mundial
ista de cross
2 veces olímpico
: Seúl-88 y Barc
elona-92
Antonio Serrano nació en La Solana (Ciudad Real) el ocho de
Marzo de 1965. Durante muchos años fue uno de los más
habituales en todos los crosses españoles. Prueba de ello es
que nadie más que él ha pasado de las diez participaciones en
Itálica, Venta de Baños y Fuensalida juntos.
La otra gran peculiaridad de su carrera es que durante muchas
temporadas alternó su condición de atleta con la de entrenador, disciplina a la que se empezó a aplicar con apenas veinticuatro años. “Yo creo que es un aspecto puramente vocacional. Es cierto que alterné mis mejores años de corredor con
mis primeros como entrenador, pero creo que me ha ido bien”.
Esa vocación, en efecto, ha dado frutos muy importantes tanto
en la pista como fuera de ella porque Antonio está casado con
una de las primeras atletas que tuvo, Natalia Azpiazu, que fue
en su época entre otras cosas subcampeona de España de mil
quinientos. “Empecé en efecto con Natalia, que me aportó
muchas cosas sobre el medio fondo que luego apliqué yo por
ejemplo con Higuero. Y antes con Rodrigo Gavela, que fue
maratoniano en Barcelona y que me enseñó cómo comportarme ante la maratón”. Además, los conocimientos de Serrano
asesoran ahora entre otros muchos a Juan Carlos Higuero,
Chema Martínez, De La Ossa, Diana Martín, Sonia Bejarano o
Alesandra Aguilar. Lo más curioso del tema es que a Antonio,
en más de una ocasión, le ha tocado medirse o coincidir en
campeonatos con sus propios pupilos: “Bueno, para mí por
razones obvias fue importante coincidir con Natalia en el mundial de cross de Durham del 95 donde además logré mi mejor
clasificación, décimo noveno. Con Rodrigo coincidí en los
Juegos de Barcelona, él en maratón y yo en mil quinientos pero
también es cierto que competí contra algunos. Por ejemplo,
recuerdo correr con Higuero en el 99 en el cross de Itálica. Fue
curioso porque entré justo un puesto por delante de él”.
Sevilla es, por supuesto, uno de los crosses adorados por
Serrano, donde ostenta el récord de participaciones y donde su
mejor resultado fue la sexta plaza del 91: “Posiblemente la
capital hispalense tenga el mejor cross del mundo. Fui sexto,
en efecto, una vez y noveno tres años seguidos, del 93 al 95.
Incluso el año de mi debut se me dio bien. Era 1988, ganó
Domingos Castro, y fue muy curioso porque yo entonces corría
muy valiente. No me conocían muchos pero salí con los africanos, incluso durante un par de kilómetros fui unos metros
delante de ellos. Aquello dio lugar además a una anécdota, y
es que Gregorio Parra, que retransmitía, no me conocía y en
Televisión Española tuvieron un montón de llamadas porque
primero dijo que era un colombiano, luego un inglés y hasta me
confundió con, otro compañero, con José Manuel Albentosa.
Tanto llamaron, sobre todo de mi pueblo, que cada vez que volvió a retransmitir una carrera mía me llamaba siempre “el
manchego de La Solana”. Cuando alguna vez hablo con él aún
me lo recuerda”. Antonio corrió aquel cross para el Club de
atletismo La Madre del Cordero, de San Pablo de los Montes
de Toledo.
Aquella fue la primera vez. La última tiene también su gracia…
“y por varias razones. La primera porque la noche anterior se
me atragantó un trozo de carne en la cena y estuve cinco horas
en urgencias hasta que me lo sacaron. Fui para correr la popular el año del vigésimo quinto aniversario, el de Gebre y Tergat.
Recuerdo que entró por delante de mí Merima Denboba, porque corrimos juntos hombres y mujeres, y desde entonces ya
no he vuelto a competir...” (risas).
Serrano, como decimos, se prodigó mucho en el cross y tiene
recuerdos para todos: “Además de a Sevilla le tengo también
un cariño muy especial, por ejemplo a Venta de Baños. Allí
gané el año de mi debut en Sevilla, el 88. Quedé segundo tras
el portugués José Regalo y fue muy especial porque aún no era
muy conocido. Siete años más tarde pude ganar. Venía de
correr la maratón de Fukuoka y gané entre otros a John Brown,
campeón de Europa o a Alejandro Gómez, que venía de ser
plata en el Europeo. También fue inolvidable la edición de
1998, y no fue precisamente por la carrera sino por que esa
misma tarde me contó mi madre, a la cual llamé para decirle
que todo había ido bien en el cross (no había móviles como
ahora y el contacto no era tan inmediato), que me había tocado el gordo de la lotería junto a mis dos amigos íntimos que
compartían décimo conmigo. Lo curioso es que cuando mi
madre me veía por televisión ya lo sabía y no podía contármelo. Dice que pasó unos nervios tremendos…” Aquella de Venta
de Baños fue una de las inolvidables victorias de Serrano.
Equiparable a la de Elgoibar hace justo veinte años: “Elgoibar
es posiblemente el cross en donde más he disfrutado en una
carrera. Hace veinte años que conseguí un triunfo muy especial en un circuito que está en la historia del cross español. Y
hasta ahora no ha habido ningún compatriota que haya vuelto
a ganar allí. Es un cross con una tradición enorme donde ha
pasado todo lo mejor del atletismo mundial. Se puede decir
que hay un pueblo de diez mil habitantes que se vuelca en la
organización y ese día es mágico. Aún de cuando en cuando
les enseño a mis atletas el video del triunfo y se me ponen los
pelos de punta. Era un desconocido y fue mi primera gran victoria. Es la que mejor recuerdo, iba en el grupo de cabeza, en
el kilómetro cinco me puse a tirar y descolgué a todos, me fui
cien metros por delante y, aunque Ezequiel Canario me achuchó, logré ganar”. Y en su recuerdo no podían faltar los crosses de su tierra castellano manchega: “En Quintanar fue donde
corrí por primera vez de senior y me medí a los que eran mis
ídolos, como por ejemplo Constantino Esparcia. Luego en
Fuensalida he corrido más de diez veces. Recuerdo una edición
en la que cayó una gran nevada en Madrid y casi no pude ir
por la mañana a correr por como estaba la carretera. Llegué
apenas cuarenta minutos antes del comienzo y todo el circuito
estaba blanco, fue una odisea correr sin saber donde pisabas,
pero fue algo inolvidable. Igual que las victorias en Sonseca, el
único en el que gané dos veces y con doce años de diferencia,
la primera en el 87 y la segunda en el 99. En el primero gané
a Alejandro Gómez y en el segundo nada menos que a De la
Ossa. Yo era muy joven y recuerdo además con cariño que mi
madre logró vender cincuenta de los sesenta y cinco kilos de
mazapanes que me dieron como premio. Ese dinero me ayudó
con los gastos que tenía en Madrid donde vivía en un piso con
otros estudiantes ya que estudiaba Educación Física en el INEF
de Madrid”. Y por último, Serrano recuerda que en Alcobendas,
en 1989, “me dieron por primera vez un fijo de salida. Se
puede decir que a partir de ahí pude ser profesional de este
deporte. Otro recuerdo muy importante fue en la edición de
1994, ya que al ser el primer español me seleccionaron para ir
al Campeonato de Europa y en éste conseguí un bronce que
guardo con mucho cariño, ya que fue la primera medalla masculina en estos campeonatos”. Muchos de los éxitos de
Antonio llegaron en el campo a través pero si vemos con perspectiva su carrera observaremos que estamos ante un corredor completo, tanto en pista, como en campo a través y ruta:
“Yo me considero un atleta regular en cross y en pista, pero es
cierto que estuve en ocho mundiales de campo a través. El
cross era especial para mí porque no había un reloj por medio
y lo que hacía era aguantar lo mejor posible en cabeza con los
mejores del mundo”.
Por último, compara sus actividades como atleta y como técnico: “Sufro más ahora de entrenador, me pongo nervioso porque hasta el final a veces no sabes el resultado. Eso sí, disfruto mucho”. Disfruta Antonio, y también sus atletas. Al menos,
a tenor de los resultados y es que si el manchego fue un gran
fondista ahora como técnico está siendo aún mejor. Por sus
manos pasan, como decíamos antes, muchos de los mejores
especialistas del atletismo español y, dada su edad, aún tiene
tiempo para seguir amasando campeones. Lo hará siempre
desde la humanidad y el respeto. Y desde el amor de alguien
que devuelve ahora con creces todo lo que el atletismo le
enseñó desde niño.
FUTURO
“I TÁLICA
ES EL MEJOR
CROSS DEL MUNDO.
Y LO MEJOR ES QUE
QUIERE SEGUIR SIÉNDOLO”
Inflables para los niños, globos aerostáticos, arcos enormes, castillos de juegos… La mañana del cross sevillano
es un crisol de colores y razas. Mientras unos corren, los
más pequeños juegan y los demás también se divierten
viendo a los más grandes, a los africanos voladores.
Itálica es una bendición para el atletismo. Un soplo de aire
fresco que derribó la puerta del éxito desde el primer día.
Por eso el futuro parece tan cierto como el espléndido pasado. Como dice José Manuel Díaz “nuestro anhelo sigue
siendo crecer y poder seguir trayendo a la elite mundial a
Sevilla. Tenemos apoyos y creo que vamos a seguir consiguiéndolo”. Itálica es el mejor cross del mundo. Y lo mejor
es que quiere seguir siéndolo.
fiestas y manifestaciones
culturales
Como principal fiesta popular hay que
mencionar la Feria
Local, que se celebra
Hotel An
en la primera semana
fiteatro
Romano
Avda. Extre
de
octubre.
(***)
madura, 13
.
C.P : 41970
Día festivo es el 7 de
Santiponce
(Sevilla).
Teléfono : 9
octubre, día de la
55996704
39 habitaci
ones climati
patrona del municipio, Nuestra Señora del Rosario,
zadas con tv
Abierto todo
y baño.
el año.
que sale en procesión por las calles del pueblo. Otras
fiestas de renombre que deben ser citadas: La Semana
Santa, en la que el Miércoles Santo hace estación de
penitencia Ntro. Padre Jesús Nazareno y Ntra. Señora del
Rosario excelentes muestras del barroco sevillano, y las Cruces de Mayo, de gran arraigo popular.
Entre las manifestaciones culturales de interés, hay que destacar el Ciclo de Música
Antigua y Clásica, en el Monasterio San Isidoro del Campo durante el mes de
noviembre. El Vía Crucis de Itálica, en el mes de febrero, que recorre gran parte del
recinto arqueológico; Y finalmente, El Festival Europeo de Teatro Grecolatino, con
representaciones de autores clásicos que se celebra en el Teatro Romano en el mes
de Abril.
Donde dor
mir
Donde comer
Existe una gran oferta gastronómica en Santiponce,
concentrada sobre todo en los alrededores de la ciudad
romana. Así tenemos el Ventorrillo Canario (con
especialidad en carnes a la brasa y papas arrugás con
mojo picón), la Gran Venta Itálica (conejos, perdices y arroz a
la cazuela), el Horno de Gregorio (carne a la brasa), La Caseta de
Antonio (paellas, pescados y mariscos) y el Restaurante Los Mosaicos.
t VENTORRILLO CANARIO
Avda. Extremadura, 13. (Santiponce - Sevilla)
Teléfono: 955996700
Especialidad: carne a la brasa con mojo picón
GRAN VENTA ITÁLICA u
Avda. Extremadura, 11. (Santiponce - Sevilla)
coMo llegar
t LA CASETA DE ANTONIO
Avda. Rocío Vega, 10. (Santiponce - Sevilla)
Teléfono: 955996306
Especialidad: Arroces, pescados y mariscos
HORNO DE GREGORIO u
Avda. Extremadura, 69. (Santiponce - Sevilla)
Teléfono: 955997405
Especialidad: carne a la brasa con mojo picón
t EL BARRANCO
Av de Extremadura 52, (Santiponce - Sevilla)
Informacion
OFICINA DE INFORMACIÓN TURÍSTICA
C/ La Feria, s/n. C.P. 41970 Santiponce (Sevilla).
Tfno : 955 998 028.
Horario:
De Martes a Domingo
de 09:00 a 14:00 h.
CASA VENANCIO
Teléfono: 955996706
Especialidad: arroz con perdiz, conejo o pollo
www.anoc.es
www.crossinternacionaldeitalica.es
QUINTANAR DE LA ORDEN
CROSS DEL VINO, EL QUESO Y EL CHOCOLATE
(Día 16 de noviembre)
HISTORIA Y DATOS TURÍSTICOS
QUINTANAR DE LA ORDEN
Población española de la provincia de Toledo en la comarca natural de La Mancha.
QUINTANAR EN EL CAMINO DE LA ORDEN DE SANTIAGO
Una de las rutas que aconsejamos al visitante que llega a Quintanar se convierte en rememoración,
semblanza de antiguos tiempos y voluntades, cuando la fe se dotaba de intención política y en torno a
aquélla se administraba la convivencia. Nuestra ruta, descubre al visitante los testimonios de la
pertenencia de Quintanar a la Orden de los Caballeros de Santiago, congregación militar y religiosa a la
vez, que tomó por misión la custodia de los lugares y los caminos que la renombrada reconquista ganaba
para la fe cristiana. De aquellos gobiernos guarda Quintanar de la Orden –su nombre nos vale de
clarísimo ejemplo– vestigios dignos de conocerse, ahora que los caminos ofrecen una templada serenidad
al viajero de nuestro milenio reciente.
El primer testimonio que se sugiere disfrutar es la Ermita de la Virgen de la Piedad. Los jardines de su
plaza ocultan que antiguamente los ocuparon corrales y callejones sin salida. Hacia finales del siglo xv
todo lo aledaño al edificio religioso era barrio judío; y la que hoy el visitante aprecia como ermita
cristiana, entonces era la original sinagoga de aquellos antiguos vecinos. Los visitadores de la Orden de
Santiago pronto anotan en sus Visitas que la sinagoga se convierte en ermita de Santa María de la Piedad,
apenas unos años después de la expulsión de los judíos. En aquella época inicial la Orden ejerció su tutela
sobre la gestión de los cofrades locales, que paulatinamente ensancharon la pequeña sinagoga hasta
convertirla en la ermita que hoy se visita. Se admira en ella su campanario cuadrangular y, rematándola,
el capitel, coronado por una cruz. El tránsito hacia la Iglesia Parroquial lleva por la calle La Virgen hacia
la de Reina Amalia, donde pronto sorprende al viajero una edificación formidable conocida en la villa por
su recia compostura:
La “Casa de Piedra”. Como a todo palacio ilustre, en éste no faltan los sillares bien parejos, el portalón
centenario, el balcón de señera forja y los blasones que rememoran insignes ascendentes. La “casa de
piedra” se construyó en el siglo XVII por Don Pedro de Rada, cuya familia reaparece en la historia de
Quintanar durante los siglos siguientes, con su halo de influencia y una inconclusa pretensión de
hidalguía. El viajero descubre la casa-palacio de los Rada con un esplendor perenne. El viejo barrio judío
se pobló a través de los siglos con gente nueva y las calles próximas nada recuerdan ya de su origen. La
“casa de piedra” emerge sobradamente guarnecida de faroles y enrejados, entre la calle de La Piedad y el
callejón del Sol, al que aconsejamos que el visitante se asome siquiera un instante y suponga, en la
estrecha pendiente, la estrecha vida que antaño llevaron los pobladores judíos.
Cerca queda, atravesando el callejón de Agustín Ramírez la Iglesia de Santiago de la Espada, evidencia
máxima de nuestra participación en la Orden de Santiago, que si impuso largamente su norma reguladora
en el antiguo Quintanar, no menos honda huella marcó en la fe de los quitanareños posteriores. Aquí poco
evita recordarnos a los Caballeros de Santiago. En la rejería de entrada, en los herrajes de los canceles, en
la crucería de las bóvedas aparece de continuo la cruz en forma de espada que los Caballeros de Santiago
tomaron por blasón. Que el visitante pisa tierras santiaguistas queda evidente en los detalles de esta obra
principal que es la Iglesia. Conózcala despacio pues su silencio es extraño a nuestro tiempo, tan
apresurado en todo. Al Apóstol Santiago, por si cabía aún la duda, tiene la parroquia por patrono. Una
imagen del apóstol, en su variante más caballeresca, sobre un flamante equino blanco, exhibe el pendón
con la cruz de sinople en forma de espada. En la rejería de entrada, en los herrajes de los canceles, en la
crucería de las bóvedas aparecen de continuo los blasones que la Orden defendió en su arrojo
conquistador y, años y siglos después, como símbolo de su labor administrativa.
De camino al Hospital de la Concepción se cruza la “plaza de los carros” –de Miguel Echegaray para el
callejero oficial–, cuyo moderno bullicio automovilístico revive el ajetreo de los antiguos arrieros que en
la plaza se reunían hace más de un siglo. De esta plaza arranca la calle de la Concepción, con un similar
despliegue de tráfico y comercio. Si el visitante la pasea, sobre la mitad destaca una estrecha fachada
medianera con modernas edificaciones, revestida de piedra y con un pórtico de medio punto. Ha llegado a
la Capilla y Hospital de la Concepción (La Ermitilla). La Orden de Santiago procuró que en todas las
poblaciones hubiera un hospital para pobres, mendicantes, transeúntes y enfermos. Los visitadores de la
Orden ampararon la construcción de este lugar dedicado a la beneficencia local. Aprecie el visitante en la
fachada dos escudos ovales. En ambos figura la cruz de Santiago acotada por dos veneras simétricas.
Puede parecer insólita la presencia de este símbolo, celebérrima insignia de los peregrinos de Santiago.
Pero a estas alturas de paseo, el visitante de Quintanar conoce de sobra de qué trata la inesperada concha
de piedra: de nuestra pertenencia, en el nombre de la Villa se recuerda, a la Orden de los Caballeros de
Santiago
PERSONAJES Y LEYENDAS DEL ANTIGUO QUINTANAR
Si bien no se espera, hablaremos aquí al viajero de literatura, de Cervantes y de las sugerencias de la
ficción. Pruébese a seguir leyendo pues se cumplirá más abajo el propósito.
Si el visitante se sitúa en nuestra plaza de San Sebastián, inicio de esta ruta de literarias sugerencias, y
mira a la ermita del santo que da nombre a la plaza, el viajero verá a su izquierda el preámbulo de una
calle y una pendiente. La calle del Carmen se empina remontando promontorios, relieves surcados por
arroyos prehistóricos que hoy ocupa nuestro barrio más singular: el Toledillo. Aquel asentamiento
musulmán se ubicó en estas elevaciones hasta que lo sustituyeron, o relegaron, pobladores cristianos
venidos de Toledo. Se explica, pues, el citado nombre. Quien lo desee imagine en esta plaza la
convivencia de entonces, un capítulo difícil en el que se compartían las exigencias de la fe y las razones
de la historia.
Desde la plaza, hacia la derecha atravesando la calle Santa Lucía, se sale a la calle Yedra, nombre que nos
recuerda un más húmedo paraje. Pronto en esta calle, el callejón de Filibús asoma con su porción de
secreto y su íntima estrechez. Aquí el paseo se encuentra con la evocación de un personaje, prueba del
pasado musulmán de nuestra villa. El dicho Filibús, habitó en estas callejuelas tras su llegada desde las
Alpujarras granadinas, aún niño. Lo que la historia no sepa decirle al viajero, de nuevo lo recrea la ficción
literaria. Se cuenta que este Filibús, luego de llegar obligadamente, se hizo reconocer y apreciar como
honrado alarife, y que tuvo, en 1590 –la concreción es digna de mérito–, una hija, Zaida, cuya vida,
imaginémosla cierta, no obstante se nos transforma en leyenda. Conviene al viajero leer y caminar lo que
sigue.
Al terminar la calle Yedra cruza una travesía estrecha en la que se reparten a ambos lados apretadas
viviendas que evocan una antigua convivencia alborotada. Hoy es pasaje tranquilo. La calle guarda algo
de suspiro y mucho de calma. El que la transita se siente observado y quizá recele. No hay motivo. La
proximidad del vecino se aparta prudente hasta que se le solicita el saludo. El nombre de la calle ha
evocado durante siglos un fragmento de ficción amable: el Pozo de la perla.
La hija de Filibús, Zaida, hermoseaba la calle con su juventud y su gracia singulares. En los detalles de la
leyenda se eleva su belleza y la admiración de los contemporáneos, incluido, entre los cristianos, un tal
Francisco Martínez que después capitaneó en Flandes. Como en cabal leyenda, a ésta no le faltan las
pasiones desveladas junto al brocal de un pozo, ni las confidencias de amor en secreto, ni la
irreconciliable condición de los enamorados, ni la despedida abrupta, en este caso por forzosa expulsión
de la bella musulmana, que antes de partir vertió en el pozo una limpísima lágrima. Imaginamos que el
viajero descubre ya en qué se transformó aquella prueba de sentimiento.
Si la calle del Pozo de la perla refiere un imaginario prodigio, la calle del Carmen, a la que aquélla
conduce, nos devuelve la realidad común y su ajetreo, el desvelo cotidiano y la vida tangible. Sólo cabe
descender la pendiente, hacia la izquierda, y descubrir paulatinamente reducidas casas y callejones que se
asoman como afluentes de la calle principal. En estas estrechas vías se abren solares habitados por
múltiples vecinos, ciudadanos que en su vivir comparten el patio y el número postal. Aquí el viajero
recorre la prueba de cómo se formó un antiquísimo núcleo urbano: como cauces de arroyo,
acomodándose al terreno según crecía el número de pobladores. De la imaginación del visitante depende
traspasar los tiempos y sentirse junto a aquellos musulmanes y cristianos de siglos atrás, tan próximos y
distantes a la vez. Nos consta a los de la villa que, cuando el barrio ya era Toledillo, por él anduvo el
debidamente afamado Cervantes. Y al parecer acá vino con gana y reiteración pues nos dedicó dos
menciones gloriosas en el Quijote y colocó en su Persiles uno de nuestros hidalgos, Antonio de
Villaseñor, a cuyos lances y aventuras dio literaria pervivencia Don Miguel. Se sabe que el escritor se
hospedó en Quintanar repetidas veces, que trató con quintanareños de la época, conociéndolos
largamente, como demuestra la vida del hidalgo Villaseñor, que, repleta de avatares ciertos, se transfiguró
en ficción y entretenimiento de lectores por el prodigio de la literatura.
Ya al final de la calle del Carmen nos encontramos con la plaza de España, rincón pintoresco y
típicamente manchego, que conserva su viejo pozo encalado. Existen otros pozos similares en distintas
zonas de Quintanar: en la plaza de San Sebastián se encuentra el pozo de la cadena, con abrevadero para
el ganado, igualmente en la pradera de San Isidro y calle del Pozo de la Perla
QUINTANAR DE LA ORDEN Y MIGUEL DE CERVANTES
Menciones en “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”:
Primera salida, capítulo IV, en la que se topa con el criado Andresillo y Juan Haldudo el rico, vecino del
Quintanar:
—Mire vuestra merced, señor, lo que dice —dijo el muchacho—, que este mi amo no es caballero, ni ha
recebido orden de caballería alguna, que es Juan Haldudo el rico, el vecino del Quintanar.
Último capítulo: “De cómo Don Quijote cayó malo y del testamento que hizo y su muerte”. Se cita a un
“ganadero del Quintanar” al que habían comprado dos perros, Barcino y Butrón para el pastoral ejercicio
de Don Quijote:
-Estos, creyendo que la pesadumbre de verse vencido y de no ver cumplido su deseo en la libertad y
desencanto de Dulcinea le tenía de aquella suerte, por todas las vías posibles procuraban alegrarle,
diciéndole el bachiller que se animase y levantase para comenzar su pastoral ejercicio, para el cual tenía
ya compuesta una écloga, que mal año para cuantas Sanazaro había compuesto , y que ya tenía comprados
de su propio dinero dos famosos perros para guardar el ganado, el uno llamado Barcino y el otro Butrón,
que se los había vendido un ganadero del Quintanar. Pero no por esto dejaba don Quijote sus tristezas.
Menciones en “Los Trabajos de Persiles y Sigismunda”:
Novela póstuma de Cervantes de estilo bizantino que relata, en cuatro libros, cómo Periandro y
Auristela viajan desde las tierras septentrionales de Noruega o Finlandia hasta Roma, donde revelan su
verdadera identidad de enamorados y prometidos y su verdadero nombre de Persiles y Sigismunda,
para recibir cristiano matrimonio. Ya en el primer libro aparece un personaje, Antonio de Villaseñor,
natural de Quintanar, que los acompañará a lo largo de todo el viaje y peripecias. En el tercer libro se
cuenta cómo llegaron hasta Quintanar y lo que allí les sucedió.
“No quiso Periandro que entrasen en Toledo, porque así se lo pidió Antonio el padre, a
quien aguijaba el deseo que tenía de ver a su patria y a sus padres, que no estaban lejos…”
A lo que añadió Antonio el padre:
“, dejando la ciudad a mano derecha, guardando para otro tiempo el
verla, nos vamos a Ocaña, y desde allí al Quintanar de la Orden, que es mi patria”.
OTRAS RUTAS PARA VISITAR
Los rincones de nuestra devoción
Ermita de Santa Ana
Rollo o Picota
Ermita de San Antón
Ermita de San Sebastián
Ermita de la Virgen
Ermita de San Juan
Ermita de la Virgen de la Piedad
Ermita de San Isidro
Convento de las Madres Trinitarias
Convento de los Padres Franciscanos
Mercaderes, Trajinantes y Mesoneros. Un recorrido por el centro comercial y social de Quintanar
Ayuntamiento
Pza. de los Carros (Pza. de Miguel Echegaray)
Teatro Garcilaso
Calle Grande
Paseo de Juan Carlos I
Parque y Colegio de Colón
Pza. de Toros
PATRIMONIO NATURAL
Pradera de San Isidro: Vegetación compuesta en su gran mayoría por chopos. Reciente plantación de
pinos.
Monte: considerado monte bajo, con predominio de vegetación mediterránea (matorral, encinas,
carrascas). Destaca la encina de doña Elena, con más de 500 años.
PATRIMONIO ETNOLÓGICO:
Museo de la Virgen (mantos, joyas, donaciones y otras pertenencias de la mayordomía)
GASTRONOMÍA:
Es generalmente fuerte, pesada y muy condimentada. No se conoce ningún plato autóctono pero sí platos
muy tradicionales como las gachas, las migas, la caldereta de cordero, el arroz campero, las rosquillas
fritas, las flores, las hojuelas, las torrijas, los hornazos, los mantecados, los rosquillos de anís, etc. Pero de
todos nuestros productos merecen especial atención el queso y el vino.
ARTESANÍA
Dulces y bordados
Convento de las Madres Trinitarias
Ctra. Puebla de Almoradiel S/N
925 180 109
Tonelería
José Villacañas e Hijo
Reina Amalia, 56
(toneles en madera)
Forja
Diego Ortiz
Santa Teresa de Jesús, 14
925 180 476
(romanas, cucharas, tijeras para el fuego)
Carros y Galeras
Félix Mora
Los Ángeles, 19
925 180 899
José Esquinas Bustos
Sevilla, 3
925 181 473
Cerámica
Juan Manuel Romero “El Gato”
Ctra. Madrid-Alicante, Km. 121
925 180 899
(jarrones, platos y escudos heráldicos)
Hojalatería
Leo Villaseñor
Villamayor, 31
619 472 918
(aceiteras, medidas de líquidos, etc.)
FIESTAS PATRONALES, FECHA Y ACTOS
14 al 20 de agosto - Feria y Fiestas en honor a la Patrona la Virgen de La Piedad
2º fin de semana de septiembre - Santísimo Cristo de Gracia – Patrón de Quintanar – Procesión y verbena
EVENTOS TURÍSTICOS Y FECHA
17 de enero: San Antón. Si no cae en fin de semana, la festividad se celebra el fin de semana anterior, el
sábado con verbena, hoguera y bailes regionales y el domingo con procesión y bendición de animales en
la ermita del santo. Resulta curiosa porque acuden multitud de personas con todo tipo de animales.
20 de enero: San Sebastián. Si no cae en fin de semana, la festividad se celebra el fin de semana
posterior, el sábado con verbena, hoguera y concurso de gachas y el domingo con procesión del santo.
Febrero-marzo: Carnavales. Fiesta infantil, concurso de máscaras y disfraces en la carpa habilitada por
el ayuntamiento, desfile de comparsas y entierro de la sardina con sardinas asadas para los dolientes y
demás personas que acuden al mismo.
Marzo: Concurso de Tapas
Marzo-abril: Semana Santa de Interés Regional. A destacar la Procesión de las Carracas
15 de mayo: San Isidro Labrador – Romería en la pradera del santo y desfile de carrozas el día 14
Junio: Concentración de SEAT 600 Rocinante y Rucio
24 de junio: San Juan – Fiesta de Moros y Cristianos. Si no cae en fin de semana se celebra el fin de
semana anterior, con verbena, desfiles de moros y cristianos y concierto de la Banda Municipal.
Junio-julio: Festival Internacional de Música La Mancha. Música culta (antigua, clásica y
contemporánea). Los conciertos tienen lugar los jueves, viernes, sábados y domingos desde el último fin
de semana de junio o primero de julio hasta el 20 de julio aproximadamente
24 de julio: Santiago Apóstol, patrón de la parroquia. Procesión y verbena
25 de julio: San Joaquín y Santa Ana. Procesión y verbena el fin de semana más próximo a la
festividad
Agosto: Rally de coches antiguos Don Quijote y Sancho
14 al 20 de agosto – Feria y fiestas en honor a la patrona
Septiembre: Encuentro de Artistas Espacio-Arte “El Dorado” Música, teatro, pintura, fotografía, y
conferencias en torno al arte contemporáneo.
Información turística de Quintanar de la Orden: www.caminodelaordendesantiago.net
www.aytoquintanar.org
DÓNDE COMER
Restaurante Quintanar
Restaurante Costablanca
Restaurante San Isidro
Restaurante Granero
Restaurante Aldonza
Restaurante El Almirez
Restaurante El Manchego
Restaurante Ana y María
Restaurante Santa Marta
Restaurante Castellano
Restaurante Polideportivo
Restaurante San Francisco
DÓNDE DORMIR
Hotel Restaurante San Isidro
Ctra. Madrid-Alicante
925 180 092
Hotel Residencia Mirasol
San Fernando, 110
925 180 283
Hostal Restaurante Aldonza
Ctra. Madrid-Alicante, Km. 120
925 181 542
Hotel Restaurante Santa Marta
Valencia, 62
925 180 350
Hotel Restaurante Castellano
Valencia, 71
925 180 050
Hostal Restaurante San Francisco
San Francisco, 24
925 180 937
HISTORIA
“Soy un caballero de la Mancha y es mi oficio y mi ejercicio andar por el
mundo enderezando entuertos y deshaciendo agravios”. Así habla, por
boca de la pluma del insigne Miguel de Cervantes, el ingenioso hidalgo
Don Quijote. Personaje creado en 1605 cuyas andanzas constituyen una de
las obras cumbres de la literatura universal. Su aventura es una de las más
traducidas a otros idiomas y ha permitido que gentes de todos los países del
mundo sean capaces de ubicar a La Mancha en el globo terráqueo. En el
corazón de esta vasta región se sitúa Quintanar, que tuvo mucho que ver en
el primero de los agravios que intentó deshacer El Quijote. Cervantes situó
la acción en el capítulo IV. El caballero andante observa a un hombre
azotando a su criado y corre a liberarlo creyendo que el castigador era uno
de esos personajes de libros de aventuras que perturbaron su cerebro. El
lacayo, de nombre Andresillo, implora así a don Quijote:
“Mire vuestra merced, señor, lo que dice – dijo el muchacho - que este mi
amo no es caballero, ni ha recibido orden de caballería alguna, que es
Juan Haldudo el rico, vecino de Quintanar…”
Y aún en el último capítulo, en el que Don Quijote hace testamento y
muere, se cita a un vecino de Quintanar al que había comprado dos perros:
“… por todas las vías posibles procuraban alegrarle, diciéndole al
bachiller que se animase y levantase para comenzar su pastoral ejercicio,
para el cuál tenía ya compuesta una écloga, que mal año para cuantas
Sanazaro había compuesto, y que ya tenía comprados de su propio dinero
dos famosos perros para guardar el ganado, el uno llamado Barcino y el
otro Butrón, que se los había vendido un ganadero de Quintanar. Pero no
por esto dejaba don Quijote sus tristezas”
Cervantes también alude a la localidad manchega en su novela póstuma,
Los trabajos de Persiles y Sigismunda. En ella los dos enamorados viajan
desde tierras septentrionales hasta Roma donde reciben cristiano
matrimonio. En el primer libro aparece ya un personaje, Antonio de
Villaseñor, natural de Quintanar, que los acompaña a lo largo del viaje y en
el tercero se cuenta cómo llegaron a la localidad:
“No quiso Periandro que entrasen en Toledo porque así se lo pidió
Antonio el padre, a quien aguijaba el deseo que tenía de ver a su patria y a
sus padres, que no estaban lejos… A lo que añadió Antonio el padre:
“dejando la ciudad a mano derecho, guardando para otro tiempo el verla,
nos vamos a Ocaña y desde allí a Quintanar de la Orden, que es mi
patria”
Mucho antes de sentir los pasos de Rocinante y los de los dos enamorados,
este trozo de tierra manchega se llamó Quintanar de la Encina. Allí
habitaron los celtíberos y posteriormente los lusitanos antes de atacar
Segóbriga. Su nombre procede del latín quintana que significa casa de
labranza o también plaza de los campamentos romanos donde se vendían
víveres. El apellido se cambió a de la Orden cuando la población, tras la
Reconquista, pasó a la llamada Orden de Santiago. Alfonso XI le dio la
Carta de Privilegio en 1318 y Don Fadrique, su hijo bastardo, le otorgó los
Fueros en 1344 y fundó el llamado Común de la Mancha nombrando a
Quintanar su capital.
A sólo nueve kilómetros de esta localidad se encuentra El Toboso, pueblo
donde la hermosa Dulcinea vivía ajena a la locura que en Don Quijote
causaba su belleza. Hoy en día está allí situado el Museo Cervantino donde,
entre otras cosas, se pueden contemplar las numerosas ediciones que de la
famosa novela existen. En cualquiera de ellas encontraremos la curiosa
manera en la que fue armado caballero el ingenioso hidalgo. Quintanar luce
con orgullo la llamada Venta del Quijote donde cuenta la leyenda que veló
sus armas antes de echarse a recorrer el mundo. Allí empezó la historia de
éste corredor de fondo que se alimentaba, entre otras cosas, con queso y
vino de la zona. Muchos años más tarde otros caballeros, también andantes,
recorren como él La Mancha y los ganadores se llevan a casa ese mismo
queso
y
ese
mismo
vino.
EL CROSS
La historia empezó a gestarse en 1978 en el Instituto de Enseñanza Media
de Quintanar. Manolo Goya, bien considerado padre de este cross estuvo
entre los profesores que idearon la carrera. Años más tarde, cuando el
Ayuntamiento asumió la organización, lo vio desde su puesto de alcalde
entre 1991 y 1995 y en la actualidad figura como coordinador de la carrera
al lado de los actuales responsables del consistorio quintanareño. Estamos,
sin duda, ante otro loco romántico, en este caso del atletismo. Hombre
bonachón y amable que ha hecho todo lo posible, y más, porque Quintanar
siga teniendo cross, y de los grandes. Como Don Quijote, derribó gigantes
y fue fiel perseguidor de una ilusión que no tiene límites.
De una carrera cuya denominación ha cambiado a lo largo de los años y
que empezó llamándose “Cross Escolar Manchego”. Goya nos recuerda
que “nació sobre todo para que nuestros niños y niñas hicieran deporte. Y
esa sigue siendo después de muchos años la gran razón de ser del cross.
Recuerdo que los primeros los corrieron sólo chicos y chicas de las cinco
provincias que entonces conformaban la llamada Castilla La Nueva” Hace
apenas treinta años de aquello pero, para según qué cosas, parece que
hiciera cientos. Una de las ediciones del diario Marca de aquella época
recogió las dificultades que tenían las niñas para que sus padres les
permitieran correr en Quintanar con pantalón corto. El actual alcalde,
Javier Úbeda, recuerda que “todas corrían en chándal, con su pantalón
largo, y no podían hacerlo igual que los chicos. Es cierto que parece que
hablemos de hace mil años y no hace tanto” Javier recuerda bien aquellos
inicios porque él mismo participó en las primeras ediciones nada menos
que como Boy Scout: “Me acuerdo que nos llamaron a unos cuantos para
participar como voluntarios. Nuestro cometido era delimitar el recorrido e
impedir que la gente cruzara el circuito molestando a los atletas” Aquel
primer recorrido que recuerda el alcalde delimitaba el Instituto de
enseñanza y hoy en día ya no existe, al estar urbanizada toda esa zona.
El primer ganador senior fue Pablo Martínez Córcoles, de Albacete y
tomaron parte unos tres mil participantes en el total de categorías. Así
transcurrieron las tres primeras ediciones. La cuarta ya fue organizada por
el Club Atletismo Manchego, fundado en 1981. Sus dirigentes fueron
responsables de la prueba hasta 1989. Los dos años siguientes no hubo
cross y en 1991 entró definitivamente el Ayuntamiento como organizador
principal aunque apoyado, como siempre, por la gente del club de atletismo
y los voluntarios que hacen posible cada año el cross. Entre ellos Quintanar
cuenta con el apoyo inestimable de la Guardia Civil y la Policía Local. Y
sobre todo con la impagable ayuda de las familias que acogen la noche
anterior a la carrera a un montón de atletas llegados de fuera de la provincia
toledana.
El circuito ANOC es probablemente la única manifestación deportiva capaz
de congregar a los mejores especialistas del mundo en localidades
modestas que, en más de un caso, no tienen capacidad hotelera para acoger
a los atletas. Este es el germen de la brillante idea puesta en marcha por
algunos organizadores y que aún, hoy en día, sigue desarrollándose, la
acogida. Esta feliz iniciativa, que ha estrechado además lazos de amistad
entre familias enteras y chicos y chicas de otras regiones, tuvo su bautismo
en Quintanar en 1983. Sólo un año más tarde fueron más de doscientos los
acogidos en casas de la localidad y el récord a nivel general está en los casi
cuatrocientos del año 86. A título particular nadie ha conseguido batir la
gesta de la familia de Francisco Ortiz, conocido en la comarca como
“Calero”. Francisco y su mujer tienen catorce hijos y, aún así, no dudaron
un año en dar cobijo bajo su techo a ocho atletas llegados de fuera. Como
dice con gracia el alcalde “pensaron que donde comen dieciséis bien
pueden comer y dormir veintidós”. Además, para incentivar este tema la
organización estableció un premio que consistía en un viaje a Mallorca con
los gastos pagados al ganador del sorteo entre todos los que acogían. En
1996, por ejemplo, el diario Marca se hizo eco de tan entrañable ligazón
bajo el título La familia y uno más, y relataba el caso concreto de la familia
que ese año ganó el concurso: “… la familia Guzmán Blanco, matrimonio
con dos hijos, acogió el pasado año a seis atletas de Cieza. Tenían seis
veces más probabilidades que los que acogían sólo a uno para que les
tocara el viaje, y les correspondió un viaje de una semana a Mallorca,
concretamente en Magaluf. Desde allí hablaron con los seis niños de entre
diez y doce años y les prometieron que volverían a acogerlos en sucesivos
años”.
Además de por este curioso sorteo Quintanar tiene fama porque los
ganadores deben hacer un hueco importante en sus maletas para llevarse a
casa un montón de kilos de comida y bebida. Al principio fueron los que
pesara el atleta ganador en chocolate. Después, además de chocolate era
vino y últimamente los vencedores pasan por la báscula para recoger su
peso en vino y en queso manchego.
El pionero de esta iniciativa fue el propietario de la fábrica Chocolates
Nieto, radicada en Quintanar. “Por aquel entonces – recuerda con nostalgia
el actual alcalde – la merienda de todos los niños de la comarca era una
onza de chocolate metida entre pan. Y tanto chicos como mayores
recordamos aún el slogan de aquella fábrica pionera: “Si quiere que me
quede quieto, deme Chocolate Nieto”. En aquellos años la localidad
manchega era uno de los focos chocolateros más importantes en nuestro
país: “Hace cincuenta años Quintanar tuvo ocho fábricas de chocolate. No
hay una sola vaca en muchos kilómetros a la redonda pero una familia
fundó la primera y el resto fue cosa de los empleados que iban
marchándose de aquella. Recuerdo que traían el chocolate importado de
Guinea y a partir de ahí estructuraban las fábricas” En la actualidad la
pujanza del chocolate ya no es tan importante en la zona y por eso el
premio se cambió al vino y al queso.
Afortunadamente, eso sí, para los patrocinadores que entregan estos
curiosos premios los atletas son bastante livianos con respecto a la media
habitual del resto de mortales. En 2005, por ejemplo, la keniana Isabela
Ochichi, situó la báscula en apenas cuarenta y cuatro kilos. Y ese mismo
año el eritreo Zersenay Tadesse, que dos años después acabó en el mundial
de cross con cinco años de hegemonía del gran Bekele, pesó solamente
cincuenta y cinco. Y es que a lo largo de veintiocho ediciones por
Quintanar han pasado algunos de los mejores atletas del mundo.
Empezando por el gran Francisco Aritmendi, atleta natural de Málaga del
Fresno (Guadalajara) y único español que ganó un Cross de las Naciones.
En concreto en 1964, en Irlanda. Aritmendi participó en Quintanar los años
1983 y 1984, con casi sesenta años, en la categoría de veteranos. Y eso que
en su infancia, cuenta su biografía, le diagnosticaron una hernia doble por
la que pronosticaron a sus padres que viviría muy poco ya que esa
enfermedad, según el doctor, no tenía remedio. Al final, por lo que se ve, el
atleta tuvo bastante más porvenir que el médico que hizo el diagnóstico.
Además, en categoría senior por Quintanar han pasado medallistas
europeos como Domingos Castro, Marta Domínguez y Paolo Guerra. O
mundiales y olímpicos como Gete Wami, Fernanda Ribeiro y Paul Koech,
que ganó en 1997. El keniata ganó ese mismo año también Alcobendas,
Elgóibar y Amorebieta y un año más tarde se proclamó campeón mundial
de media maratón. Koech pesó cincuenta y nueve kilos en la famosa
báscula de Quintanar y Marca tituló al día siguiente su crónica Como vino
para chocolate.
Pero, sin duda, de entre la pléyade de grandes atletas que han corrido esta
prestigiosa prueba hay cuatro que merecen un aparte. El primero es un
corredor local, Roberto Parra, que ganó en 1985 y 1986 en categorías
inferiores y que desde 2008 es el nuevo director general de deportes de la
Junta de Castilla la Mancha. Esta última edición fue un placer escucharle
comentando la prueba por televisión convertido ya en máximo responsable
a nivel deportivo del gobierno castellano manchego. El segundo es uno de
los mejores atletas de todos los tiempos: Haile Gebreselassie, que ganó en
el año 94 y que suma nada menos que veinticinco récords del mundo,
incluido el estratosférico último de maratón en Berlín. Como veíamos en el
primer capítulo, muchas voces han opinado, y opinarán, sobre el por qué
del dominio abrumador de los africanos en el atletismo. Haile lo tiene
claro. Así se lo explicó en El País a Carlos Arribas en una entrevista
fechada en Almería en Enero de 2005:”En las carreras de fondo
necesitamos altitud. Hay que ir a Etiopía, al lugar en el que me entreno, el
bosque de Entoto, a tres mil metros sobre el nivel del mar, para
comprenderlo. Aquello es perfecto para el fondo. Además, en donde
vivimos, hay que hacerlo todo a pie, ir a cualquier sitio, a la escuela o a
donde vayas. Hay que andar o correr porque no hay medios de transporte.
Y todo eso lo tenemos que hacer una y otra vez, cada día. Yo, por ejemplo,
empecé a correr a los tres años. Me he pasado corriendo los últimos
treinta años de mi vida Recorría diez kilómetros para ir a la escuela y
otros diez para volver. Con los libros en el brazo, balanceando siempre el
brazo derecho. Además no tuve zapatos hasta los catorce años. Eran
caminos llenos de piedras y por eso empecé a correr de puntillas, para no
hacerme daño”
Los aficionados de Quintanar pudieron adivinar aún aquella mágica
mañana de Noviembre el gesto del “Gebre” niño que corría veinte
kilómetros cada día para ir a la escuela. Hay quienes dicen que en su
carrera se observa todavía el ademán del brazo pegado al cuerpo para
sujetar los libros que, cada mañana, debía llevar al lejano colegio. Haile es
dos veces campeón olímpico y dicen quienes le conocen que es tan grande
en la pista, el asfalto o el barro como fuera. Eso y que es un niño embutido
en un cuerpo de atleta grande. Y para muestra, un botón: El Emperador,
como le llaman en su país, aguardaba en la cámara de llamadas el
comienzo de la maratón berlinesa en la que pulverizó el récord mundial
convirtiéndose en el primer hombre capaz de bajar de las dos horas y cuatro
minutos. A su lado, la tensión se reflejaba en el resto de competidores. Él,
en cambio, lucía su típica sonrisa mientras jugaba con la hija de su mánager
a juegos de niños. Quizá ese sea uno de sus secretos. Él, al menos, tiene
muy claro que “lo más difícil no es el cuerpo, es la mente. Si eres viejo
mentalmente tengas la edad que tengas, eres viejo”. Lo dijo tras batir el
récord mundial de maratón con treinta y cinco años y su legado quedará
como enseñanza para el atletismo, y para la vida.
Gebreselassie llegó a Quintanar ese 1994 tras proclamarse campeón del
mundo de diez mil y haber batido el récord de cinco mil. Y ganó el cross
internacional castellano manchego por delante de Paolo Guerra quien, sólo
una semana más tarde se proclamó campeón de Europa de campo a través.
Todos los que vieron aquella carrera la recuerdan hoy en día. Incluido por
supuesto Manolo Goya: “Para nosotros fue impresionante ver correr a
Gebreselassie. Además, la historia de su contratación fue curiosa. Su
manager nos contó que quería hacer dos carreras en España, Quintanar e
Itálica, y que su caché no era muy disparatado. El problema es que
nosotros teníamos el presupuesto cerrado pero, por supuesto, lo vimos
como lo que era, una oportunidad única. Yo estaba de alcalde y recuerdo
que conseguimos bajar del millón seiscientas mil pesetas que pedía al
principio hasta el millón cuatrocientas mil. Eso, más el viaje suyo y el de
su mánager. Era dinero, pero creo que fue el mejor invertido porque
recuerdo que su triunfo lo recogió toda la prensa española y parte de la
internacional. Nos llamaron de Francia, de Italia, de Alemania, de un
montón de sitios” Tal fue el calado del paso del etíope por La Mancha que
durante varias ediciones posteriores Antonio Zaragoza, encargado de la
revista del cross, siguió informando puntualmente de todo lo que, año tras
año, iba consiguiendo Gebreselassie. Por ejemplo de aquella famosa final
de la Olimpiada de Sidney 2000 que, aún hoy, recuerda el etíope como la
carrera más importante de su vida: “Fue un momento muy especial.
Inolvidable. Nunca lo podré olvidar. Doscientos metros en veinticuatro
segundos, el esprint con Tergat… Fue todo lucha y gracias a Dios, gané.
No pude ni andar, ni ponerme zapatos durante tres o cuatro días. No sólo
tenía ampollas, también tenía la lesión del tendón de Aquiles, que por poco
me impide participar en los Juegos, y de la que me operé después”
Desgraciadamente, no todos los años en Quintanar fueron tan
esplendorosos como aquel rotundo 94. Al principio de su historia hubo
años en los que hubo que recabar incluso apoyos “vecinos” para que el
cross continuara adelante. Goya recuerda que “en los años 80 hubo hasta
Ayuntamientos de Madrid que nos echaron una mano importante. Caso de
Getafe, Móstoles, Leganés, Alcorcón, Alcalá de henares, Torrejón,
Alcobendas o San Sebastián de los Reyes. Sin ellos, sin su ayuda
económica, no hubiera sido posible hacer algunas ediciones”
Hubo años incluso que no pudieron ni siquiera celebrarse las carreras. Por
ejemplo, entre que cesó de organizarlo el club de atletismo y que el
Ayuntamiento se responsabilizó de la prueba hubo dos años, 91 y 92, que
no hubo cross. Y tampoco en 1996. Siempre por desavenencias políticas
que al final acaba lamentando la historia de la prueba. Lo mismo que en los
años que van del 2000 al 2003 que sólo hubo dinero para que la prueba
regresara a su origen regional. Desde ese año, eso sí, no ha dejado de crecer
en todos los sentidos, profesional y humano. Baste decir que por primera
vez en 2008 hubo carreras específicas para discapacitados intelectuales
gracias al concierto firmado con el Consejo Superior de Deportes.
Quintanar es el cross más antiguo de Castilla La Mancha y uno de los más
importantes en una tierra famosa por la gran cantidad de pruebas de campo
a través. A lo largo de sus casi treinta años de vida los atletas,
organizadores y aficionados han conocido hasta cinco circuitos diferentes,
incluido el actual situado a tres kilómetros de la localidad en el
denominado Alto Losar. Este trazado, habitual desde le novena edición,
circunda la pista polideportiva que lleva el nombre de Fred Galiana,
famoso boxeador natural de Quintanar. Curiosa historia la de este hombre
cuyo nombre real era Exuperancio, pero tras ganar en París el campeonato
europeo de 1955 la afición francesa empezó a apodarle Frederic Galiana, y
con ese nombre se quedó. Poco después retuvo la corona continental en
Costa de Marfil y más tarde voló a Argentina donde, a parte de ganar todos
los combates que disputó, inició su carrera como cantante en la radio.
Además, trabajó también como actor de teatro y rodó dos películas:
“Escuela de periodismo” y “Es mi hombre”. Y también hizo sus pinitos
como cantaor de flamenco hasta fallecer el pasado año 2005.
En la pista que lleva su nombre, la organización del cross ha puesto
siempre mucho esmero en respetar la libertad de los atletas. Para ello, se
construyó un puente elevado que permitiera a los aficionados atravesar el
circuito sin molestar a los protagonistas. La pasarela es hoy en día una
potente estructura metálica a prueba del paso de un montón de personas
pero, como recuerda, el alcalde no siempre fue así: “El primer puente era
una especie de estructura hecha con andamios. Tras hacerla nos
percatamos de su fragilidad y tuvimos que poner dos guardias civiles a
cada lado para que la gente pasara únicamente de uno en uno y no se
cayera nadie. ¡Menos mal que nos aguantó toda la carrera!”
El tercer y el cuarto atleta de quienes hablábamos anteriormente son dos
hombres que han dejado una huella indeleble en la memoria de los
componentes de la familia de este cross: Juan Carlos de la Ossa, que nació
cerquita, en Tarancón y José Luis González, el toledano de Villaluenga de
la Sagra, de quien recuerda con especial cariño una anécdota Manolo Goya:
“José Luis ganó dos años nuestro cross, pero lo que la gente no sabe es
que un año vino a lo que le pudiéramos dar. Entonces era uno de los más
grandes y creo que su caché rondaba el millón ciento cincuenta mil
pesetas. Nosotros teníamos problemas y recuerdo que me dijo que se
conformaba con lo que tuviéramos. Fue un detalle importante que yo no
olvidaré”.
LAS FIGURAS:
JOSÉ LUIS GONZÁLEZ
- Subcampeón del mundo de 1500 al aire libre en Roma 1987
- Subcampeón del mundo en pista cubierta de 1500 en París 1985
- Subcampeón del mundo de pista cubierta de 3000 en Budapest
en 1988
- Tres veces campeón de Europa de 1500 en pista cubierta: en
Milán en 1982, en El Pireo en 1985 y en Madrid un año más
tarde.
- Campeón de Europa de 3000 en pista cubierta en Lievin 1987
- Bronce en el Europeo de Génova de 3000 también bajo techo en
1992.
- Cuatro veces campeón de España de 1500, una de 5000 y dos de
campo a través.
José Luis González nació en Villaluenga de la Sagra, provincia de Toledo,
el ocho de Diciembre de 1957. Con sólo diecinueve años obtuvo ya su
primer título de campeón de España de mil quinientos y cuatro años más
tarde llegó a las semifinales de los Juegos Olímpicos de Moscú. Antes, en
edad junior, había conseguido ya una plata en el mundial y un bronce en los
tres mil del Europeo celebrado en Atenas. Estamos, sin duda, ante uno de
los grandes talentos del medio fondo nacional en toda su historia. Un atleta
que coincidió con algunos de los mejores especialistas de todos los tiempos
y, aún así, brilló con luz propia a nivel de logros y, sobre todo, de marcas.
El toledano participó por ejemplo de forma activa en la inolvidable carrera
de Julio de 1985 en Niza en la que Aouita y Cram se convirtieron en los
primeros hombres en bajar de los tres minutos y medio en el mil
quinientos. González se quedó a las puertas, firmando unos excepcionales
3´ 30´´ 92, que se convertirían en su mejor marca de siempre. Además, fue
el primer español en ostentar un récord mundial. Fue el de los mil
quinientos bajo techo y lo batió el uno de Marzo del 86 en Oviedo. Hasta
entonces, la mejor marca estaba en poder del irlandés Eamonn Coghlan con
3´ 35´´ 8. González hizo, en la capital asturiana, una marca de 3´ 36´´ 03
quedándose muy cerca del récord. Sin embargo poco tiempo después el
récord de Coghlan fue anulado por problemas burocráticos y la marca del
toledano pasó a ser oficialmente el récord mundial. Aún hoy, posee
también la mejor marca española de la milla con 3´ 47´´ 79, logrados en
Oslo 1985, en lo que constituye el récord nacional más antiguo.
A González le cabe además el honor de ser el primer atleta no marchador
en lograr una medalla en unos mundiales de pista para España. Fue en
Roma 87 donde únicamente el somalí Abdi Bile corrió más que él. El tercer
cajón del podio fue para el norteamericano Jim Spivey.
Estamos pues, sin duda, ante uno de los atletas más grandes que ha dado
nuestro país. Formó parte, como queda demostrado, de la élite del medio
fondo mundial en su época dorada y su palmarés, ya de por sí brillante,
pudo haber sido aún mejor de haber tenido un poco más de suerte en la alta
competición. A partir de González además los atletas españoles empezaron
a cobrar lo que su esfuerzo merecía y su repercusión mediática fue tan
importante que, como iremos viendo, más de un cross debe el debut de la
televisión en su carrera a la presencia del toledano.
Tras colgar las zapatillas fue comentarista, precisamente, en Televisión
Española y aún hoy siente, y no puede disimularlo, que el mundo que rodea
al atletismo no ha sido del todo justo con él. Si le sirve de consuelo, para
quienes crecimos viéndole correr, el toledano sí aparece en la memoria
como uno de los más grandes de la historia. Y seguro que así le recuerdan
también en Quintanar, donde el afecto es mutuo: “A ese cross – nos cuenta
José Luís - le tengo mucho aprecio, es de mi tierra y, cada vez que corrí, la
gente se volcó conmigo. También es mutuo el cariño a Manolo Goya.
Aprecio sus palabras con respecto a aquel 1988 en el que no cobré mi
caché pero pienso que cualquiera hubiera hecho lo mismo que yo y es lo
menos que podía hacer por esa gente” Con especial cariño lógicamente
recuerda González sus dos triunfos allí: “Corrí tres veces y una recuerdo
que no pude terminar. A mí me pillaba muy pronto en mi preparación y
siempre había gente de nivel, como por ejemplo el portugués Leitao. Lo
bueno que tenía, y sigue teniendo, es que es un trazado casi enteramente
llano. Resulta fácil correr allí. Tengo buenos recuerdos y también malos
porque Quintanar fue mi última carrera. Tenía treinta y cinco años y mis
problemas en los tendones rotulianos me estaban destrozando. Recuerdo
que me operé un mes más tarde y ya no volví a competir. Allí puse fin a
veintidós años de carrera.” José Luis recuerda con nostalgia aquel pasado
glorioso y todo lo que significó el campo a través en su brillante carrera:
“Los atletas de mi época, y creo que es algo que en la actualidad se ha
perdido, teníamos un gran conocimiento sobre todo lo que habíamos
dejado atrás. Yo recuerdo perfectamente mi admiración por los Mariano
Haro, Alvarez Salgado, Ruiz Bernal, Maiz, Aguilar o Gaitán entre los
españoles.… Y por supuesto también a los extranjeros. Me acuerdo de
correr en Lasarte ante veintisiete mil espectadores y que la gente te
parara por las calles. Yo me aficioné al atletismo por toda esa gente.
Mariano Haro era, por ejemplo, un ídolo. Me acuerdo de estar en la
selección junior. Era ver entrar a Mariano con ese chándal de punto que
había entonces, y que aún hoy recuerdo, y se te ponían los pelos de punta.
Gracias a ellos prendió una semilla que luego continuamos otros tantos”
Por aquel entonces, González sabía ya lo que era ser campeón de España y
plata en un mundial de cross: “Sí, el nacional lo conseguí en el Monte
Valonsadero, en Soria, con catorce años y luego llegó la plata en el
mundial junior, el mismo año que ganó Carmen Valero y que Haro volvió
a ser segundo. Todo eso me permitió estar ya batiéndome el cobre en las
grandes carreras con apenas veinte años. Sólo uno más tarde fui décimo
quinto en un mundial absoluto. Recuerdo que Gerardo Cisneros, uno de los
grandes entrenadores de mi época, siempre me decía que yo valía una
medalla en un mundial pero, claro, para ello tenía que dedicar todo el año
a preparar ese campeonato y entonces el cross no tenía, por parte de la
Federación, ni el reconocimiento ni la importancia que merecía. A mí me
sirvió de mucho, tanto que fue sólo tras la plata en el mundial junior
cuando me convencí de que podía valer para esto”
Eran otros tiempos y González lo recuerda sobre todo a la hora de
rememorar sus entrenamientos: “Yo hasta los veinticinco años no hice
doble sesión. Y ahora los jóvenes empiezan desde más pequeños. Además,
se cuidan más las temporadas, se mira mucho más donde correr y donde
no. Yo me acuerdo, por ejemplo, de doblar en una misma época cross y
pista cubierta. A lo mejor la misma semana era campeón de España de
pista cubierta y subcampeón nacional de cross, detrás de Esparcia o de
Antonio Prieto” Aún compaginándolo con las pruebas bajo techo,
González tiene muy claro todo lo que da el campo a través: “Sin duda es la
sala de máquinas del Invierno que te permite llegar a la estación de
Verano en el momento óptimo. El cross era un trabajo magnífico. Mi
entrenamiento habitual era rodar una hora en el campo. No fui un hombre
de hacer muchas series en pista. Seguía los métodos de los australianos
combinados con los británicos y los finlandeses, pero siempre sobre el
campo. Es más, te diré que para mí ojalá no hubiera habido tartán. Para
mis condiciones lo óptimo era la hierba. Ahí es donde mejor me movía”
González recuerda Quintanar pero en su memoria caben también momentos
inolvidables en otros crosses: “Me acuerdo, por ejemplo, de las carreras
en la Casa de Campo que, desgraciadamente, se han perdido. De Venta de
Baños donde corrí un montón de años y, sobre todo, de los crosses del País
Vasco y también de Itálica. No pude ganar allí pero a Sevilla le tengo
mucho aprecio. Tengo que decir además que, aunque no era la idea inicial,
yo gané buen dinero con el cross” Y es que el toledano cree firmemente
que, en su época, se generó el tejido del que ahora se alimentan las mejores
carreras de campo a través de España: “Junto a algunos compañeros
empezamos a concienciar a los organizadores de la necesidad de ganar
algo. Yo puse mi humilde granito de arena en ello y de eso se han
beneficiado otros” Y de quienes corrieron junto a él campo a través
recuerda con especial cariño a Antonio Prieto: “Teníamos una gran
selección de cross. Y destacaba por supuesto el segoviano. Creo que
Antonio ha sido de los mejores corredores de su época en el mundo del
cross. Con veinticuatro o veinticinco años yo me fui desviando a la pista.
Entrenaba más en términos de calidad, pero veía a Prieto mantener ritmos
increíbles, que no tienen nada que envidiar a los de los atletas de ahora”
Precisamente para los actuales es su último legado: “Como te decía antes
creo que es importante que lean, y sepan de donde vienen. Se puede ganar
igual en la pista pero es fundamental saber quienes vinieron antes que
ellos”
Uno de esos atletas actuales de los que habla González es Juan Carlos de la
Ossa, el gran especialista del cross actualmente en España.
JUAN CARLOS DE LA OSSA
- Bronce en los 10 000 del campeonato de Europa al aire libre en
Goteborg 2006
- Subcampeón de Europa de cross en Edimburgo 2003, Heringsdorf
2004 y Legnano 2006
- Campeón de España de cross en 2004, 2005, 2006, 2007 y 2008
- Campeón de España de 10 000 en 2006
Juan Carlos de la Ossa, Tete como le llama todo el mundo, es un atleta
entrañable que vino al mundo un veinticinco de Noviembre de 1976 en
Tarancón, provincia de Cuenca. Heredero de los Amorós, Haro o Prieto, es
de los pocos fondistas europeos que no ceja en el empeño de dar algún día
caza a los africanos. Como sus antecesores es también un corredor menudo,
pesa cuarenta y seis kilos cuando está en plena forma, que se hace querer
enseguida. Tanto que pese a ser de la vecina provincia de Cuenca, en
Quintanar le sienten como uno más de la familia: “Es cierto, me siento un
atleta de casa y muy querido. Cada vez que voy a Quintanar así lo siento.
Desde el 2003 he corrido todas las ediciones menos la de este año por una
lesión”. De la Ossa ganó además la edición de 2003, la última del cross a
nivel regional: “Me llamaron y me dijeron que iba a ser internacional pero
luego me contaron que por problemas políticos iba a ser sólo de carácter
regional. Aún así fue muy especial correrlo porque vivo a apenas cuarenta
kilómetros de allí. Y ganarlo todavía más. Recuerdo que estaba también
Chema Martínez que sabéis todos que es bastante gracioso (risas). Me
acuerdo que, aquella vez, cuando gané hizo la broma de calcar para que
pesara más en la báscula y me dieran más vino y chocolate. Yo pesaba
unos cuarenta y siete y, gracias al empujón de Chema, la balanza dio más
de sesenta. Y me los dieron. Creo que era chocolate y vino. Al final hasta
uno de los organizadores ayudó a empujar para que pesara más dando
continuidad a la broma” Pero como en casi todos los casos no son sólo
recuerdos buenos. Los hay también malos: “En 2007 me caí en la primera
curva, llegaron los que pesan más que yo y con los codazos nos caímos dos
o tres, hasta un chaval se rompió un brazo. Fue muy duro, me hice daño en
la espalda y el glúteo y aún así seguí y acabé séptimo. Ya me estaba
resintiendo de la lesión que me acabo de operar y fue muy duro levantarme
y, pese a los dolores, tener que seguir corriendo. Llegué por la gente que
me estaba animando, igual en otro me hubiera retirado pero en Quintanar
la gente se vuelca conmigo. Incluso mi familia y mis amigos suelen ir. Este
año, por ejemplo, ellos han ido pero yo he tenido que verlo por televisión
porque aún andaba con muletas. Me ha dado bastante pena, la verdad.”
Igual que en el caso de González fue la plata en el mundial junior, en el de
Tete fue crucial disputar Quintanar desde muy pequeño: “Es un cross
donde hay mucha afición y mucho nivel. Recuerdo correrlo de pequeño,
desde los diez años y le decía a mi padre: “¡Papá, yo creo que este cross
no lo gano en la vida!” Quedaba el veinte o el treinta y no veía forma de
estar delante. Recuerdo también a Roberto Parra y en senior a los
hermanos Castro o a mi actual entrenador Antonio Serrano… ¡había un
nivelazo! Y luego lo gané de senior y aquella victoria, como te decía, fue
muy importante para mí” Hablar de De la Ossa es, sin duda, hablar del
mejor especialista español de la época constituyendo en sí mismo una
excepción al resto de nuestros atletas: “El cross para mí es la prueba reina.
Para la mayoría es la pista, pero para mi no. Siendo de la Mancha correr
por caminos o por barro es lo habitual y me vuelco más en el cross. Es
muy especial, he sido campeón de España, subcampeón de Europa tres
veces… Lo más bonito y lo que más preparo es el campo a través. Te
encanta que la gente se vuelque contigo y esté tan cerca. Que haya subidas
bajadas, buen tiempo, lluvia… ¡Vamos, que es lo mío!” Seguro que en el
futuro de Quintanar cabe también un ya recuperado Juan Carlos de la Ossa
que, en la entrega de los premios Seoane Pampín de 2009 en las
instalaciones del RACE de Madrid, confirmó totalmente su
restablecimiento y su vuelta al primer plano.
FUTURO
El futuro de Quintanar lo asegura un alcalde, el actual, sentado la víspera
del cross en la misma mesa en la que el resto de organizadores reciben a los
entrenadores de los clubes que vienen a formalizar la inscripción y recoger
los dorsales de los corredores. No es normal que el máximo rector de un
municipio se implique así, pero en Quintanar siguen teniendo muy presente
que, justamente por lo contrario, hubo tres años de sequía. “Costó mucho
volver – dice Manolo Goya – tras el 2003 y recuperar la categoría que
habíamos perdido. Por eso nuestro futuro tiene que guiarnos por la misma
línea que ahora” En ese futuro caben por supuesto las empresas de la
región y del municipio que se identifican y apoyan la prueba. Y, cómo no,
los voluntarios, los alumnos del Instituto Infante don Fadrique, los
integrantes del club Atletismo Manchego y los trabajadores del propio
Ayuntamiento. Cabe Quintanar entero para seguir demostrando que el
camino abierto por El Quijote no es un camino baldío. Que la ilusión abate
molinos y destruye gigantes. Y que merece la pena seguir apostando por el
cross.
CROSS DE SORIA HISTORIA: Asterix y Obelix, la historia imaginada por Goscinny y Uderzo, fue real en
España. En el cómic es una aldea situada al noroeste de la Galia. En
nuestro caso, una ciudad ubicada cerca de lo que hoy es la capital de Soria.
En ambas situaciones se trata de ciudadanos, cercados por el Imperio
romano, intentando soportar su asedio aunque el final, ya se sabe, fue muy
distinto para unos y otros. “¡Lástima! - dirían los belos si pudieran – no
haber dado nosotros también con la pócima mágica”
“Estamos en el año 50 antes de Jesucristo. Toda la Galia esta ocupada por
los romanos… ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles galos
resiste todavía y siempre al invasor”. Así empiezan, inexcusablemente,
todas las historias protagonizadas por el astuto y sagaz Asterix y por
Obelix, el bonachón repartidor de menhires. Y así, como sigue, se escribió
la historia del asedio, en este caso real, a Numancia: corría el año 154 antes
de Cristo. El imperio romano dominaba casi por completo Iberia. Casi
porque una ciudad íbera llamada Segreda se atrevió a desafiar su poder. La
tribu celtíbera de los belos, que habitaba esta localidad, amplió las murallas
de contención y con ello desafió los acuerdos existentes hasta ese momento
con el Senado. Roma les persiguió y sólo una ciudad ofreció cobijo a los
insurrectos: Numancia.
A partir de ese momento los numantinos ofrecieron una resistencia sin
parangón y soportaron varios asedios durante veinte largos años hasta que
en el 133 antes de Cristo Publio Cornelio Escipión acabó sojuzgando a los
rebeldes. La historia cuenta que por aquel entonces eran cuatro mil los
soldados celtíberos, más sus mujeres e hijos, quienes resistían tras las
murallas el cerco al que les sometían nada menos que sesenta mil
legionarios romanos.
Numancia es, pues, el nombre con que se conoce la ciudad, arévaca
primero y luego romana, situada sobre el cerro de La Muela de Garray que
fue testigo ya de asentamientos humanos desde el tercer milenio antes de
Cristo hasta el siglo VI. Se encuentra entre los valles de los ríos Duero y
Merdancho, que le sirven de barrera natural, dejando únicamente el norte y
noreste abiertos a la planicie. Aquella primitiva ciudad está a sólo seis
kilómetros de la actual capital soriana y hasta el equipo de fútbol pasea por
la elite del balompié español el nombre primigenio de la localidad que, con
tanto orgullo, resistió a las tropas romanas. Aunque poca gente lo sabe, el
propio CD Numancia jugó durante varios años sus partidos en Garray, el
sitio exacto donde se ubicó la primigenia urbe, cuando el equipo militaba
en la Tercera División.
Muchísimos años después de aquella tardía invasión consumada, otro
grupo de italianos, descendientes de aquellos romanos que dominaron el
mundo, intenta tumbar año tras año la resistencia numantina. Pero de
momento no pueden. Son los deportistas, los atletas de la selección italiana
que, desde hace unas temporadas, visitan Soria intentando triunfar como
triunfaron finalmente sus paisanos. Esta vez el asedio es sin arietes,
catapultas ni rampas de tierra. Sino con nervios, músculos y piernas. Y no
es una guerra, sino una fiesta. Quizá la única coincidencia entre aquellos y
éstos sea el nombre que dieron los guerreros al arma, a la tortuga griega,
que utilizaron para rellenar los fosos de las fortalezas. Al artefacto lo
llamaron “musculus”. Como los de los atletas.
Además, ahora no se trata de someter a una ciudad, sino de ganar una
carrera. El escenario es también mucho más paradisíaco que aquella
primitiva ciudad celtíbera. No es aquella Numancia, ni es tampoco como el
célebre Antonio Machado describió el paisaje soriano. Valonsadero, donde
se disputa el cross, es todo lo contrario a las “colinas plateadas, grises
alcores, cárdenas roquedas, oscuros encinares, ariscos pedregales o
calvas sierras” del paisaje machadiano. Valonsadero es la Soria verde y
dorada. Una dehesa de jugosos pastos, abrigos de roca y robledales que se
extienden desde el río Duero hasta la sierra de Cabrejas. Es el monte de los
sorianos en el que todos andan y corren. Lo hacen los niños tras las
primeras comuniones celebradas en los restaurantes campestres. Lo hacen
los toros por San Juan en las célebres fiestas y lo hacen los atletas, también
todos los años, cuando Noviembre empieza a desembocar en Diciembre.
Valonsadero, espacio natural de casi tres mil hectáreas, fue cuna de
ganaderías bravas desde el siglo XVI hasta principios del XX. Entonces se
hicieron célebres las romerías para escoger los toros que se lidiarían en las
fiestas de San Juan. Desaparecieron las ganaderías y los astados empezaron
a traerse de fuera pero, paradójicamente, la fiesta aumentó su importancia.
En la actualidad son dos los días en los que las familias sorianas acuden a
celebrar a la dehesa. Y el súmmum de la feria es la denominada Saca, en la
que los doce toros elegidos son llevados corriendo monte abajo hasta la
capital. A Valonsadero el Verano le trae fiestas, la Primavera explosiones y
el Invierno estampidas de atletas. En el monte hay rocas, alamedas,
rebollos y setas pero también piernas, músculos, esfuerzos y nervios.
El altozano soriano es además un campo idílico para la carrera. Allí se
fragua la bravura de las reses y, también corriendo, allí han forjado, y
forjan su futuro, algunos de los mejores atletas de España y del mundo
entero. Valonsadero vio, por ejemplo, sufrir antes de triunfar a dos
oriundos de pro, Abel Antón y Fermín Cacho. El monte fue el primero en
adivinar las increíbles cualidades de dos de nuestros deportistas más
grandes. Abel lo fue sobre todo en la más larga y mítica de las distancias, la
maratón. Natural del pueblecito soriano de Ojuel, ganó cinco de las ocho
maratones que disputó, entre ellas las correspondientes a dos mundiales, el
de Atenas 97 y el de Sevilla 99. La historia cuenta que tras acabar su
jornada laboral en una fábrica de embutidos el soriano iniciaba sus sesiones
de entrenamiento. En muchas de ellas coincidía con Fermín Cacho, con
quien compartía entrenador, el también soriano Enrique Pascual. Cacho,
natural de Ágreda, tiene el mejor palmarés de un atleta español en toda la
historia. Campeón olímpico en los mil quinientos de Barcelona, tuvo aún
arrestos para ser plata en la misma distancia cuatro años más tarde en
Atlanta 96. Cacho posee aún hoy el récord europeo de la distancia con unos
magníficos 3´ 28´´ 95 y logró además dos platas en sendos campeonatos
del mundo. Y un oro y otra plata en dos europeos.
Valonsadero, Cacho y Antón son, sin duda, tres de los grandes culpables
del auge del atletismo en Soria. Y aunque él primero se prodigó sólo en el
cross en categorías inferiores, Abe1 llegó a correr la edición soriana de
1998, que ganó el keniata Laban Kipkemboi. Él entró en cuarta posición.
EL CROSS Dice la archiconocida coplilla sanjuanera que “el tomillo y el romero
perfuman Valonsadero”, pero es el olor a sudor el que cobra protagonismo
a finales del mes de Noviembre, gracias a la iniciativa que en su día
pusieron en práctica Miguel Ángel Pérez y Adolfo Caballero. Como
presidente y director técnico, respectivamente, de la Delegación Soriana de
Atletismo ya estaban cansados de que los niños que querían emular a los
Cacho, Antón y compañía tuvieran que desplazarse a otras provincias para
poder demostrar sus cualidades en una prueba de campo a través. "Hay que
acabar con esto de una vez por todas. “¿Por qué no organizamos aquí un
cross de promoción?", le dijo Miguel Ángel a Adolfo. Corría el año 1994
y, a toda prisa, se puso en marcha en el Monte Valonsadero el primer Cross
Ciudad de Soria en el que finalmente participarían seiscientos veintiséis
atletas de todas las edades y en el que lograría la victoria absoluta en la
prueba femenina la keniata Sally Barsosio, quien, apenas unos meses antes,
había ganado la medalla de bronce en los diez mil metros del Campeonato
del Mundo en Stuttgart. En chicos, la primera victoria fue para el marroquí
Tijani Rahmanui.
Adolfo recuerda que “en la delegación provincial veíamos que todos los
fines de semana teníamos que ir con los chicos fuera a competir, aquí lo
único que había eran los campeonatos escolares. Por eso hicimos un cross
exclusivo para la base, hasta juveniles. Empezamos con novecientas mil
pesetas y ya con la colaboración de todas las instituciones. Gustó y a
partir de ahí fuimos para arriba” Los comienzos no fueron fáciles. Tanto
que los primeros años los organizadores tuvieron que hacer de todo…
¡incluso de vaqueros! Lo recuerda Adolfo Caballero abriendo así el
capítulo de anécdotas que jalonan tantos años de experiencia: “En el
monte, como ya sabéis, hay un montón de vacas y toros. Al principio el
circuito no estaba vallado y, poco antes de las carreras, nos tocaba hacer
de vaqueros y apartar las reses para que pudieran correr los chicos. Era
todo un cuadro, algunos niños hasta se asustaban pero al final
conseguimos despejar el circuito” Caballero no olvida además otro año en
el que los animales dejaron el circuito perdido la noche anterior a la disputa
de la carrera: “Cuál fue nuestra sorpresa cuando el día antes, al ir a
prepararlo todo, vimos que el circuito estaba lleno de las boñigas de los
toros y las vacas, que debían llevar varios días justo en esa zona haciendo
sus necesidades. No había tiempo material para quitarlo todo porque se
nos hacía de noche y dijimos que nos levantaríamos pronto por la mañana
para adecentar aquello. ¡Figuraos el panorama y lo que nos esperaba al
día siguiente tempranito! Menos mal que esa noche cayó una buena
nevada y cuando fuimos estaba todo tapado. Así lo dejamos y así se corrió.
Lo único que luego hubo que oír después a las madres de muchos atletas:
“¡Cómo huelen las zapatillas de mi hijo! ¿De qué será?” - se preguntaban
sin poder explicárselo (risas)”.
Como escribe nuestro compañero Felixo Chamarro, que hace las veces de
jefe de prensa del cross, “las bases ya se habían sentado y lo ocurrido en
aquella modesta primera edición marcaría el devenir de la que ahora es una
de las pruebas de campo a través más prestigiosas de cuantas se celebran en
España. Disponer de un paraje tan bello como el Monte Valonsadero, tan
espectacular como verde, con nieve o sin ella, con el Pico Frentes como
silencioso testigo de excepción de lo que aquí ocurre, es un activo de un
valor incalculable, alrededor del que se ha forjado el crecimiento del ahora
denominado Campo a Través Internacional de Soria”.
Aparecería después la televisión y la cita daría un nuevo salto cualitativo
que culminaría, en lo que a consolidación se refiere, en su octava edición,
la celebrada en 2001. Fue el año en el que vencieron en el Monte
Valonsadero los keniatas Tom Nyariki y Rose Cheruiyot. El Cross de Soria
acumuló entonces tres mil sesenta y cinco históricos puntos y superó al de
Llodio y al de Itálica en la clasificación que elabora la Real Federación
Española de Atletismo. Aquello ya fueron palabras mayores. Se disponía
de un circuito de lujo, se contaba con el apoyo de las instituciones y con el
trabajo incansable de un sinfín de personas, y los resultados se plasmaban
de una forma sobradamente satisfactoria, tanto que hace sólo cuatro años se
alcanzó la categoría IAAF (distinción con la que cuentan sólo los dos
primeros crosses del circuito español):“Lo de la categoría IAAF fue un
poco casualidad – explica Adolfo - Estábamos muy próximos con Llodio
en la puntuación de la Federación española y hace tres años tuvimos la
opción de traer a la selección de China y a la italiana. Pudimos hacerlo
porque vinieron a entrenar a nuestro país y las trajimos mucho más
baratas de lo que hubiera supuesto ir ex profeso a por ellas. Además se
juntó que, entre lo que trajimos, luego Tadesse fue segundo en el mundial
de 2005 y tercero Abdallah y, en chicas, Werknesh Kidane se proclamó
subcampeona del mundo. Eso nos subió mucho la puntuación” Soria fue el
único cross capaz de traer a la selección femenina china al completo: “Lo
de las chinas impactó mucho. Nos enteramos que querían venir a entrenar
a España y eso hizo posible que pudiéramos contratarlas a un precio
menor que si hubiéramos ido de manera explícita a por ellas. Fue toda la
selección femenina y llamó mucho la atención entre el público verlas a
ellas corriendo. Además, lo hicieron muy bien en la carrera”. Y, como
comentábamos al principio, también los italianos son últimamente asiduos
a Soria: “Ellos vienen porque Silvano Dancy, responsable italiano de
fondo, se puso en contacto a través de Luis Miguel Landa, el seleccionador
español. Querían correr en España un cross parecido al que luego
encontrarían en el Europeo y por eso vinieron. Llevan tres ediciones
viniendo, tanto en chicas como en chicos, y parece que están a gusto
porque siempre repiten y, esperamos que lo hagan también en el futuro.”
Y es que, desde hace unos años, todo aquel atleta que se prepara para
representar a España en el Campeonato de Europa sabe que debe pasar
antes por el Monte Valonsadero. La Federación establece la composición
del equipo en base, entre otros, a los crosses de Soria y Llodio. Entre otras
cosas por eso, si se repasa el palmarés de la carrera soriana se puede
contemplar que en la relación de corredores figuran los mejores
especialistas en el Campo a Través y que casi todos los años los ganadores
son, principalmente africanos. La única excepción corre a cargo del
jiennense Manuel Pancorbo, quien en la segunda edición logró una
excelente victoria, igual que en ese mismo año hizo la palentina Ana Isabel
Alonso en la prueba absoluta femenina. Entre los vencedores de Soria
figuran atletas de la importancia del eritreo Zersenay Tadesse que rompió
la hegemonía keniata en 2004. Y es que los atletas naturales de Kenia han
sido los grandes dominadores en Soria. Esta última edición hubo triplete en
la categoría femenina y doblete en la masculina con el subcampeón del
mundo de cross Leonard Komon al frente. Otros compatriotas suyos que
ganaron fueron Tom Nyariki, Charles Kamathi o Benjamín Limo. En
mujeres cabe destacar a Rose Cheruiyot, a Merima Demboba o a Werknesh
Kidane entre las vencedoras africanas y, sobre todo, entre las españolas a
Jacqueline Martín, única ganadora hasta la fecha en dos ocasiones
diferentes, en los años 1996 y 1997. La barcelonesa ha estado presente
además en todas las ediciones del cross menos en dos y, en casi todas, entró
entre las diez primeras. Por ese motivo, la Delegación Soriana de Atletismo
rindió hace unos años un cariñoso homenaje a la atleta del F.C. Barcelona.
JACQUELINE MARTIN. - Campeona de España de cross en 2001 en O Burgo
- Campeona de España cross corto en 2004 en Santiago de Compostela y en
2005 en Toro
- Atleta más regular y premio Seoane Pampín de la temporada ANOC de
cross 2007/2008.
Nació en 1974 en Barcelona. Es grande, tanto que no hay una atleta más
alta que ella. Pero también lo es como atleta. Jacqueline Martín es una de
las estampas típicas del campo a través español. El Invierno del cross es
también una camiseta enorme, azulgrana, y una cabeza alta que sobresale
por encima de todas las demás. Su semblante serio delata el esfuerzo. Un
esfuerzo extra en su caso porque pesa más, pero agradecido y generoso,
como ella. Jacqueline da siempre todo lo que tiene, y cuando acaba sonríe.
Su sonrisa es también de las más grandes entre nuestras atletas.
Nuestra protagonista, queda dicho, es catalana pero desde hace siete años
reside en Ávila donde se casó y tuvo su, hasta la fecha, único hijo al que
puso por nombre Carlos: “Precisamente la maternidad fue el único motivo
que me impidió acudir a mi cita habitual en Soria. He estado en todas las
ediciones menos en esa de 2006, y menos en la primera” La segunda
edición fue, pues, la primera de Jacqueline: “Recuerdo mucho aquella vez.
Me llamó Miguel Angel Mostaza, mi manager, y me dijo: “Vas a ir a
correr un cross tranquilo, está al principio de la temporada y se trata de
que vayas cogiendo fondo. Nada más”. Y recuerdo que luego resultó que la
selección para el Europeo salía de allí y estaban todas las buenas. O sea
que de tranquilo nada… Me acuerdo que ganó Ana Isabel Alonso, estaba
también Julia Vaquero… Participaban las cinco primeras en el
campeonato de Europa y yo quedé sexta. Es de las pocas veces que Soria
no fue talismán para mí. Recuerdo también que esa mañana nevó y el frío
fue terrible. Fueron unas condiciones horribles” Hasta con nieve, o quizá
más, ese circuito de Valonsadero es hermoso. Y el circuito de la dehesa
drena tan bien que hasta en esas condiciones es un recorrido idóneo, sobre
todo para las condiciones de las atletas como Jacqueline: “El circuito allí
siempre ha sido el mismo. Para mis características es ideal. El césped no
se embarra aunque llueva. Es más, aunque haya charcos pisas bien y el
suelo es firme. Y tiene también esa ligera pendiente casi al final que va
haciendo daño y que a mi me beneficia porque en los descensos me muevo
muy bien. Lo importante para mi es que mis tobillos pisen firme y en Soria
lo logro. Es una carrera ideal, la mires por donde la mires. Incluso, desde
primera hora de la mañana, cuando abres la ventana del hotel y ves ese
paisaje paradisíaco…” Soria, como dice Jacqueline, es su circuito
talismán: ”He venido no estando en plenas condiciones, con problemas
físicos y, no me digas por qué, pero siempre me ha salido bien. Gané dos
años seguidos, 95 y 96. El primero que gané, me llamó Mostaza y dije que
no quería ir, que estaba mal y que prefería esperar a otros crosses. Él me
convenció y al final gané. Se me acercó y me dijo: “¿Qué? ¡Menos mal que
no estabas bien eh!” Gané incluso a las africanas y fue bonito sobre todo
por inesperado. El segundo año sí venía bien preparada aunque tampoco
me imaginaba volver a ganar”. Hasta ocho veces Jacqueline fue la primera
española en línea de meta. Y el tener tantas cosas que devolverle a la
organización supone un aliento extra: “Soria siempre va a estar ahí para
mí, iré siempre que quieran porque para mí supone muchas cosas. El cross
además ha ido evolucionando paralelo a mi carrera. Debuté siendo
promesa y he visto empezar al cross con menos gente y menos presupuesto.
Y cada año he ido viendo como iba creciendo, hasta llegar a tener la
etiqueta IAAF. Pienso en su evolución y también en la mía. Yo, como
decías antes, vivo desde hace siete años en Ávila y Soria me recuerda
mucho a esa ciudad. Además, está al principio de la temporada. Puedo
correr antes algún cross pero para mí es como si empezara todos los años
en Soria” Y tanto, y tan mutuo, es el aprecio que la Delegación Soriana
acabó, como contábamos, haciéndole un homenaje a Jacqueline tras su
décima participación: “Es cierto. Me hicieron un homenaje por competir
en casi todas las ediciones. Fue en el hotel, la noche anterior, con varios
atletas compañeros míos. Me entregaron una placa y unas flores. Por
cierto al día siguiente es una de las pocas veces que no corrí bien. Supongo
que no tenga nada que ver con el homenaje (risas) En serio, nunca me
habían hecho algo así y cuando me retire lo guardaré como algo muy
especial”. Jacqueline enfoca ese cariño sobre Adolfo Caballero, el máximo
responsable de la organización: “Adolfo es una persona maravillosa.
Después de tantos años se crea un vínculo especial. Con otras carreras vas
alternando, unos años vas y otros no. Pero Soria es diferente. Hay otros
crosses a los que también tengo mucho cariño pero Valonsadero es
especial. Los atletas además, y creo que es justo que lo digamos, tenemos
mucho que agradecer a los organizadores, porque sin ellos no habría
carreras” Jacqueline es además una de las habituales del campo a través.
Es atleta más de Invierno que de Verano, y tiene su explicación: “El cross
para mí es muy especial. Soy una atleta de cross. Mis mayores logros
siempre han estado en esta disciplina. Creo que es porque exige menos que
piense. Ahí corro delante y ya está. Con los ritmos del cross haría grandes
marcas en la pista. En la pista es todo más matemático: tienes que saber y
pensar a cuánto vas cada kilómetro, a cuánto hacer cada vuelta… En el
cross pienso menos y voy más a por todas. Y me va mejor” Y tanto es así
que estamos ante la atleta más prolífica de España, y puede que del mundo,
de campo a través: “Planifico la temporada más en función del cross que
de la pista. En Septiembre empiezo a entrenar. He llegado a hacer cuatro
crosses en Noviembre, tres en Diciembre y cuatro en Enero. Más luego el
campeonato de España individual y de clubes. Algún año he hecho incluso
alguno más. Y tiene su explicación, en Ávila entreno sola. Por eso con mi
entrenador llegué a la idea de cambiar un día de hacer series por competir
en un cross. Así me sirve también como entrenamiento” Soria es el cross
predilecto de Jacqueline pero no el único: “Itálica también me encanta. Me
gusta porque la fecha es idónea. Para mí es una especie de control del
Invierno. También es un circuito que me viene muy bien, es rapidísimo. Se
sufre porque se sale a un ritmo mayor que en cualquier otro cross, incluso
que en un campeonato de España, y eso también me vale. La sensación allí
me sirve de test sobre todo para lo que viene después. Por ejemplo para el
nacional de clubes que viene enseguida” Y tantos crosses corre a lo largo
del año que es normal que alguna vez ocurra algún imprevisto: “Contarlo
ahora resulta gracioso pero lo pasé mal. Resulta que en este último
mundial, en Edimburgo, hubo problemas con nuestro equipaje. Tenía dos
pares de zapatillas y, en el avión, me perdieron las de clavos. Un junior
que corría antes que yo me dejó unas suyas. Yo estaba en la cámara de
llamadas y había un montón de barro, con lo que no podía ir a la salida.
Las demás estaban ya allí y justo mi marido me pasó las zapatillas en el
último momento, y pude correr”. Y correrá, seguro, hasta que las fuerzas le
respeten. Y será, seguro, parte del futuro de Soria.
EL FUTURO Un futuro que quiere ver más claro Adolfo Caballero. Y nunca mejor dicho
lo de ver: “Todo pasa por televisión, si la tenemos hay más anunciantes y
eso hace posible mantener el nivel. Necesitamos el apoyo de la imagen
para seguir creciendo. Si no mejoramos eso, se ingresa menos por
publicidad y lo tendremos muy complicado. Televisión nos supone ahora
pagarle un dinero importante y, a cambio, no hay una retransmisión en
directo que compense ese gasto. Sin esto, y con la crisis que hay lo tenemos
muy difícil” Y un futuro que, sin embargo, alientan imágenes como la de la
última edición. José Manuel Abascal, el cántabro que fue la primera
medalla olímpica en pista del atletismo español, estuvo en Soria. Sigue
vinculado a su deporte como entrenador pero estuvo en Valonsadero como
papá. Y con esa sonrisa de satisfacción que tienen sólo los padres
orgullosos repartía la buena nueva entre los conocidos: “¡Mirad, mirad a
ver quien ha ganado en la categoría infantil!” Había ganado su hijo, el hijo
del mítico Abascal, llamado Samuel que ahora, aunque no lo diga, confía
en ganar algún día en categoría senior. Y en traer otra medalla olímpica a
España. Como la de papá o mejor.
TURISMO Cercana a Soria, en término municipal de Garray, se encuentran los restos
de la ciudad de Numancia. Hasta la fecha, los restos más antiguos allí
encontrados datan del Bronce Medio y de la primera Edad del Hierro.
En el monte Valonsadero se han encontrado pinturas rupestres con
representaciones esquemáticas de figuras humanas, de animales y plantas, y
que parecen haber sido realizadas por los habitantes de estos parajes entre
los años 3.000 y 2.000 a. de C.
Figuras humanas y de animales, escenas de caza, de recolección, de
antiguos cultos… Las pinturas rupestres del Valonsadero requieren de
cierta imaginación, ya que son del tipo esquemático. Todos los motivos
que se representan en estos abrigos están pintados en rojo y son de pequeño
tamaño. Se trata de una pintura narrativa, casi una escritura en imágenes.
Visitas libres/ centro de interpretación: Tel:975234136
Numancia (Garray):Ciudad arévaca de Numancia, instalada sobre un
promontorio rocoso. Se enfrenta al poder de Roma, en las Guerras
celtibéricas. Después de 20 años de guerra, Publio Cornelio Escisión El
Africano sitía Numancia y tras mucho tiempo de resistencia de los
numantinos, la conquista.
Visitas: 975180712.
Aula Arqueológica: Del cerco de Numancia. Se ofrece información
pormenorizada sobre las características del asedio de la ciudad arévaca.
Visitas: 975221482.
Villa Romana de Cuevas de Soria: En la segunda década del siglo XX
fue descubierta en Cuevas de Soria una villa romana, una lujosa casa de
campo en la que habitaba un señor hispano-romano con sus siervos. El 6 de
Junio de 1931 fue declarada Monumento histórico-Artístico
Teléfonos de interés:
Ayuntamiento: 975234100
Diputación Provincial: 975101010
Policía Municipal: 092/ 975211862
Taxis: 975221718
Información Turística: 975212052
Monumentos de Soria
Plaza Mayor.
San Nicolás.
San Juan de Rabanera.
Concatedral de San Pedro.
San Saturio.
San Juan de Duero.
Palacio de los Condes de Gormaz.
Palacio de los Ríos y Salcedo.
Nuestra Señora del Espino.
Ermita del Mirón.
Castillo.
Museo Numantino.
Santo Domingo.
Fiestas de Soria
Fiestas de San Juan.
Soldadesca de Iruecha
Pinochada de Vinuesa.
Bajada de Jesús el Nazareno.
Semana Santa de El Burgo de Osma.
La Barrosa de Abéjar.
Toro Jubilo de Medinaceli.
Jornadas de la Matanza.
Fiestas de San Saturio
En las Fiestas de San Juan destacan las Jornadas de:
El Catapán.
Lavalenguas.
La Compra.
La Saca.
Los Toros.
Las Calderas.
Las Bailas.
Gastronomía
Mandan en esta tierra las materias primas cárnicas y tanto el cordero como
el lechazo, el cabrito y el cerdo son protagonistas principales de la
gastronomía de esta tierra soriana, además de la chacinería hecha arte.
A recomendar: Morcilla soriana, migas de pastor, caldereta de cordero o de
toro, ajo carretero. Hay que tener en cuenta que estos son platos
representativos
de
una
provincia
de
crudos
inviernos.
También es territorio de truchas, frecuentes en ríos de montaña como
Ucero, Abíón y Lobos. Para chuparse los dedos, los cangrejos de río, los
escabeches, fundamentalmente, de caza; sopa de setas con cardo y trufas
negras
y
niscalos
a
la
cazuela.
No hay que olvidarse de la mantequilla de Soria y el queso de allí. Todo
ello bien rociado con vino de Origen Ribera del Duero, elaborado en
Castillejo de Robledo, San Esteban de Gormaz o Tierras de Gormaz.
Apunte: Receta Migas pastoriles
Ingredientes: Pan del día anterior, panceta adobada, ajo y sal.
Elaboración: Trocear el pan fino; echar en un recipiente; añadir unas gotas
de agua, según se vayan echando las migas y tapar con un paño húmedo
durante un rato. Cortar la panceta en trozos pequeños y freír hasta hacer
torreznillos.
Con un poco de aceite dorar los ajos en láminas; añadir el pan y no dejar de
mover hasta que esté bien hecho (Bastante rato). Una vez hechas las migas,
añadir los torreznillos y unas uvas.
Hoteles:
Hotel Alfonso VIII
c/Alfonso VIII, 10
Hotel Valonsadero
Monte Valonsadero s/n
Real Posada de la Mesta
Molinos de Duero
Parador Nacional de Soria
Parque del Castillo s/n
Hotel li Virrey
c/Mayor 4
Hotel Ciudad de Soria
Zaragoza s/n
Hotel Los Robles Roche
Carretera
Hotel Mesón Leonor
Paseo del Mirón s/n
Restaurantes:
Restaurante Casa Garrido
Vicente Tutor, 8
Restaurante Cabaña Real de Carreteros
Casarejos
Restaurante Molino de los Ojos
San Esteban de Gormaz
Restaurante Castroviejo
Nicolás Asenjo 12
Restaurante Celtiberia
C/Tras la Iglesia s/n Garray
CROSS DE VENTA DE BAÑOS HISTORIA Bekele y el tren. Venta de Baños ha tenido muchos carteles a lo largo de la
historia de su cross. En más de uno el pueblo luce con orgullo a la mejor atleta
española de la historia, Marta Domínguez, que empezó a correr en la localidad
y nació al deporte en ella. Sin embargo, el más representativo de todos es
aquel que pintó en primer plano al gran Kenenisa corriendo al lado de una
locomotora. Los organizadores unieron así dos emblemas: los raíles del medio
de comunicación que dio origen al pueblo y las piernas del mejor fondista que
haya dado la tierra.
Conocida en tiempos como el andén de Europa, Venta de Baños fue naciendo
en torno a las vías del tren. Su origen es una venta, cuyas ruinas aún existen,
que en tiempos de Fernando VI se construyó cerca de Baños de Cerrato,
localidad muy próxima que guarda una de las mayores joyas arquitectónicas
de España, la basílica visigótica de San Juan. (Precisamente el trofeo que se da
al ganador del cross, además del típico lechazo, es la réplica de una de las
ventanas originales del templo)
El caso es que cuando se creó la red de Carreteras se construyó la venta de
Baños en uno de los tramos de la vía que unió Valladolid y Burgos desde
1756. Casi cien años más tarde, en 1845, surgió como población Venta de
Baños y hasta dentro de otros cien no tuvo Ayuntamiento propio. Como
refleja el historiador local, José María González, en su libro Historia de Baños
de Cerrato y Venta de Baños “hasta 1977 la denominación exacta era
Ayuntamiento de Baños de Cerrato, capitalidad Venta de Baños” Luego llegó
el tren y, a partir de su llegada, se fue articulando un pueblo. El nudo unía
Madrid con el Norte y el Noroeste de nuestra península y era punto de
encuentro de ferroviarios, soldados, ganaderos, agricultores, vendimiadores y
hasta futbolistas. En Venta de Baños y su comarca aún hay muchos
aficionados al Athlétic de Bilbao. El culpable también es el tren porque
cuando aún los equipos viajaban en ferrocarril hacia el lugar donde jugaban
sus partidos era habitual que el equipo bilbaíno hiciera parada en la localidad
ventabañense que, a principios de los 80, aún conservaba una plantilla
ferroviaria cercana a las ochocientas personas. Incluso todavía se conserva,
aunque ya está en desuso, una casona enorme que servía para alojar a los
trabajadores de RENFE entre turno y turno. La localidad era un constante
bullir de pasajeros y personal ferroviario. Hoy en día, tras una profunda
reconversión, son bastantes menos. Aún así el arraigo sigue siendo grande.
Como dice la alcaldesa, Consolación Pablos “yo soy biznieta, nieta e hija de
ferroviarios y en el mismo caso hay muchos otros vecinos. Todos tenemos una
relación más que afectiva con el tren”
Si en el mundo del atletismo hay, hoy en día, alguien que pueda asemejarse a
lo que significa el tren o, más exactamente, la locomotora que tira del grupo
ese es Kenenisa Bekele que, siempre que corre, es el primero. El único que
sólo tiene el horizonte ante sus ojos porque los demás van detrás, intentando
aguantarle. Así ocurrió en Venta de Baños ese glorioso día de Diciembre de
2004. Sólo un año antes viéndole correr en Sevilla, Juan Carlos Higuero dijo:
“Bekele es como el AVE, quien pueda que lo siga” También en la víspera un
diario sevillano repitió comparación para hablar sobre las posibilidades
españolas antes de aquella edición: “La Armada está lista para subirse al tren
Bekele”, fue el título. Eso sí, poco tino tuvo porque el etíope se paseó ante
todos, incluidos los nuestros. Tanto que a resultas de su exhibición entre las
ruinas de Itálica Javier Delgado, co autor del libro sobre los XXV años del
cross sevillano escribió lo siguiente: “Kenenisa puso un ritmo alto desde el
inicio. Todo aquel que decidía subirse al tren “Bekele” sabía que iba a
sufrir… (Sólo algunos) fueron los valientes que compraron billetes para el
vagón delantero, donde la locomotora iba aumentando la temperatura de la
caldera… En la tercera vuelta la misma táctica hasta que Kamathi, el único
que aguantaba dijo: “¡Me bajo de este tren, chaval!”.
Bekele ganó ese año y viendo su exhibición estuvo en Sevilla el entonces
concejal de deportes del Ayuntamiento de Venta de Baños, Miguel Alfambra,
actual jefe de prensa de la ANOC: “Me fui a Sevilla después de que en nuestro
cross, el año 2003, ganara Sihine, seguido de Tadesse. Yo acababa de
empezar en esto y Carlos Gordillo me dijo: “Si quieres aprender, vete a
Sevilla” Me fui dos días antes y recuerdo que allí estaban para correr Bekele,
Kipchoge y Gebremariam entre otros. Me acuerdo que hasta tres veces fui en
el mismo coche que Bekele, uno de los que pone la organización para ir al
circuito. Dos veces para entrenar y otra el día de la carrera. Entonces, pese a
su juventud, ya era el número uno. Era una monovolumen amplía y el
conductor, un sevillano, me ponía a mí delante porque decía que a ellos no les
entendía nada. Detrás había otras dos filas de asientos y en la última iban
agolpados varios africanos. En la del medio iba solo Bekele. Los demás le
respetaban y, sin que él lo exigiera, le dejaban ir cómodamente sentado en el
medio”
Alfambra ve Sevilla y sólo soñando contempla la posibilidad de llevar a
Bekele a Venta de Baños. El etíope apenas sí tenía veintiún años pero ya se
cotizaba muy alto: “Para nosotros era un sueño poder contar con él. Nosotros
queríamos repetir con Sihine y Tadesse y traer otra figura, por ejemplo
Gebremariam. En esto, Hermes, el manager de Bekele tuvo un problema con
Bruselas, que coincide en fechas con nosotros, y nos acabó ofreciendo al
etíope en un precio increíble. Entonces cobraba unos sesenta mil dólares y a
nosotros nos dijo que por treinta y cinco mil venía. Lo hablé con Gordillo y
pensamos que no podíamos, hasta que hicimos la conversión a euros. Resultó
que eran unos veintitrés mil y, haciendo un esfuerzo, conseguimos traerle.
Recuerdo como anécdota que, después de la carrera, le pagamos en dinero
contante y sonante: entre billetes de cincuenta y cien euros. Se lo dimos al
manager y se lo llevó en una bolsa… Lo contó, eso sí, antes de llevárselo…”
Pero la felicidad no fue completa: “El único problema es que si queríamos
que corriera Bekele tenía que hacerlo él sólo. Sin ninguna figura más. Él aún
no estaba en forma y esa fue la condición que puso Hermes” La cuestión
tomó vuelo alentada por otros managers y creó un dilema de dimensiones
brutales. Hasta de periódicos alemanes llamaron a los organizadores de Venta
de Baños para que hablaran sobre el veto a otros atletas, especialmente a
Zersenay Tadesse: “Era el año de más dinero nuestro para contratar y
hubiéramos podido traer a los dos. Es más, llegamos a frotarnos las manos
pensando en el carrerón que teníamos pero la condición era inquebrantable.
¡Y no veas para decirle a Tadesse que no después de haberle dicho que sí! Su
manager, Julia García, llegó a decirnos que si venía gratis a correr no nos
podríamos negar. Y nosotros que no, que ni gratis le dábamos dorsal porque,
claro, si venía Tadesse no venía Bekele. Al final, después de muchas riñas
Julia nos dijo que le había colocado en Bruselas y se acabó el problema.
Luego conseguimos que Marca, a través de Ibermeeting, pagara una parte del
dinero que costó traer a Bekele. Pagó su viaje y algo más y, a cambio,
concertó una entrevista en exclusiva en la que estuvieron también Chema
Martínez y De la Ossa. (Es ésta la entrevista a la que hizo referencia Chema
en el capítulo anterior). Allí nos encontramos, en el periódico y Bekele se
acordaba de mí, de Sevilla. Luego le traje en mi coche, en la Scenic, a Venta
de Baños, junto con otro concejal, Alberto Barayón. Venía con otro manager
holandés que sólo hablaba alemán, o sea que nos entendíamos por señas.
Recuerdo que nos preguntó por las obras de Madrid que se estaba
preparando para por si acaso le daban la Olimpiada de 2012. Nos dijo que
qué pasaba, que por qué había tantas obras y cuando se lo dijimos, nos contó
que él, en los Juegos de 2012, correría ya maratón”. Entre los pocos tramos
que entonces estaban sin obras en Madrid estaba el paso por La Castellana a la
altura del Santiago Bernabeu, ante el que Bekele – recuerda Alfambra – puso
un gesto de estupor importante: “No se me olvida la cara que se le quedó
cuando pasamos por el estadio. No sabía lo que era y no entendía lo que yo le
decía: “Un estadio de fútbol…”, pero cuando le dije Beckham asintió y puso
una cara de asombro tremenda. Luego, a la salida de Madrid se quedó
dormido pero cuando llegamos a Venta de Baños, al hotel, me dijo que quería
ir a ver el circuito. ¡Bekele es un tipo increíble! Estaba todo el rato riéndose,
era simpático, majo, sencillo… Yo iba indicándole por donde iba el recorrido.
Le decía por aquí, por aquí… Y al final le debió divertir y camino del hotel
repetía riéndose: “por aquí, por aquí…” Recuerdo también que yo llevaba mi
máquina de fotos y él, pese a que estaba entrenando, se paraba cada vez que
yo me la llevaba a la cara. Le dije: “¿qué haces?” Y me decía: “Para la foto”
¡Increíble, el atleta más grande del mundo paraba de entrenar para que le
hiciera fotos…!” Bekele no le pidió la cámara a Miguel pero antes de volver a
su país compró una, pero de vídeo, que desgraciadamente no tuvo el uso que
él deseó: “Recuerdo que aprovechó ese viaje a España para comprarse una
cámara de vídeo. La quería para grabar su boda que era pocos meses
después, pero que no pudo ser…” En efecto, no fue porque apenas dos
semanas después de ganar en Venta de Baños, la novia de Kenenisa falleció
súbitamente mientras ambos entrenaban juntos. La tragedia tuvo lugar el tres
de Enero de 2005, justo dos semanas después de vencer brillantemente en
Venta de Baños por delante de Chema Martínez, al que sacó dieciocho
segundos en meta, y Tete de la Ossa. Alam Techale, de diecisiete años, había
ganado ya el mundial juvenil de mil quinientos y apuntaba a altas cotas pero
ese fatídico día se desplomó mientras entrenaba con Kenenisa en Ararat, una
zona montañosa próxima a la ciudad de Adis Abeba. Bekele trasladó en coche
a su prometida hacia un hospital pero en el trayecto falleció. Ambos iban a
casarse apenas cuatro meses después. Alam, desgraciadamente, no pudo ver
como su prometido ampliaba hasta límites insospechados un palmarés que aún
seguirá creciendo con los años y que, de momento, se detiene en los dos oros
conseguidos en el último mundial de Berlín 2009, repitiendo la gesta del año
anterior en los Juegos de Pekín.
LA FIGURA I: KENENISA BEKELE - Oro en los 10 000 metros de los Juegos Olímpicos de Atenas 04
- Oro en los 5000 metros de los Juegos Olímpicos de Pekín 08
- Oro en los 10 000 metros de los Juegos Olímpicos de Pekín 08
- Plata en los 5000 metros de los Juegos Olímpicos de Atenas 04
- Oro en el Mundial de París 2003 en 10 000 metros
- Oro en el Mundial de Helsinky 2005 en 10 000 metros
- Oro en el Mundial de Osaka 2007 en 10 000 metros
- Oro en el Mundial de Belín 2009 en 5 000 y 10 000 metros.
- Oro en el Mundial bajo techo de Moscú 2006 en 3000 metros
- Bronce en el Mundial de Paris 2003 en 5000 metros
- Oro en el mundial junior de cross de Ostende 2001
- Once veces campeón del mundo de cross
Kenenisa Bekele nació el trece de Junio de 1982 en Bekoji, aldea de la
provincia de Arsi, en Etiopía, en plenas tierras altas, las mismas en las que
nació entre otros Gebreselassie. Actualmente ostenta las plusmarcas
mundiales de cinco mil y diez mil. En 2001 con dieciocho años fue campeón
mundial junior de cross y segundo tras Enock Koech, también en Ostende, en
el cross corto en categoría absoluta. La exhibición fue de tal magnitud que
sacó más de medio minuto al siguiente junior en la línea de meta. Un año
después ganó en Dublín los dos mundiales, el largo y el corto. Hizo doblete
también los años siguientes (Lausana 2003, Bruselas 2004, Saint Etienne 2005
y Fukuoka 2006) Dos años más tarde también ganó en Edimburgo donde ya
sólo se disputó una modalidad.
Con apenas dieciocho años empezó a competir también en reuniones atléticas
en Europa y se consagró en París 2003 ganando el oro en diez mil y la plata en
cinco mil. En los distancia larga ganó al mismísimo Gebreselassie y entró
tercero otro etíope, Silesi Sihine, completando el primer triplete de aquel país
en unos mundiales. Un año más tarde, en 2004, batió los récords mundiales de
las dos distancias en apenas ocho días. El 31 de Mayo en Hengelo batió el de
cinco mil y el 8 de junio en Ostrava hizo lo propio con el de diez mil. Bekele
arrebató así los dos récords a Gebreselassie que los tenía desde 1998. Gebre
además nunca pudo lograr un título en cross. Fue subcampeón del mundo
junior y, en categoría absoluta, su mejor puesto fue un tercero en el año 94.
En Atenas 2004, Bekele se propuso igualar el récord de Lasse Viren quien, en
1976, ganó las finales olímpicas de cinco mil y diez mil. Ganó la primera a
Sihine y Tadesse pero en el cinco mil se topó con Hicham El Guerrouj al que
no consiguió despegar y que se impuso al final gracias a su mejor sprint.
En 2005, pese a la desgracia ya comentada del fallecimiento de su novia,
Bekele repitió doblete en el mundial de marzo en Saint Ettiene y meses más
tarde ganó el mundial de diez mil de Helsinky por delante de Sihine y Moses
Mosop. Un año más tarde, en 2006 se convirtió en el primer atleta campeón
del mundo y olímpico en las tres superficies: el campo a través, el tartán y la
pista cubierta. Poco antes igualó los mundiales de cross de los kenianos John
Ngugi y Paul Tergat, que ganaron cinco años aunque en el caso de Bekele
eran dos triunfos por año al existir las modalidades de cross corto y largo.
Bekele habló de ellos nada más ganar en Fukuoka: "Estos dos atletas tuvieron
mucho mérito porque se enfrentaron a grandes competidores, por lo que estoy
satisfecho de haberles igualado. Además, en mi caso, ha sido especialmente
difícil competir en dos carreras en dos días, pero lo hice feliz por mí y por mi
país". Además, sorprendió diciendo que no volvería a correr cross (cuestión
que incumpliría un año más tarde): "No puedo conseguir nada más. Creo que
no voy a volver a competir en los Mundiales de cross nunca más. No quiero
que nadie piense que no correré el año que viene porque la sede es Kenia.
Llevo disputando esta prueba los últimos seis años y ha llegado el momento
de levantar el pie y dejar sitio a mis jóvenes compatriotas. También es el
momento de fijarme otros objetivos, principalmente centrarme en los grandes
campeonatos, como los Mundiales y los Juegos Olímpicos" Y quizá Kenenisa
se arrepintió de no haber llevado a cabo su promesa porque en 2007 hincó por
primera, y única, vez la rodilla en el mundial de cross celebrado en Mombasa.
Bekele ni siquiera terminó extenuado por el alto ritmo impuesto por Zersenay
Tadesse y el sofocante calor. Meses más tarde repitió triunfo en los diez mil
del mundial celebrado en Osaka, de nuevo por delante de Sihine.
En 2008 se tomó la revancha de Atenas y logró ganar los oros en sus dos
distancias. Apenas hubo cinco días entre ambas finales pero Bekele batió el
récord olímpico en ambas pruebas. En la de diez mil se repitieron los rivales
de Atenas y Gebreselassie terminó sexto. Ese día Kenenisa le igualó a dos
títulos olímpicos. “Es irónico - dijo Gebreselassie, campeón olímpico en
Atlanta y Sidney, nada más terminar -: "Yo me hice atleta para convertirme en
una leyenda como Zatopek o Bikila. Y Bekele, para superarme a mí, para ser
más grande aún. Y el ejemplo de Bekele, a su vez, me ha servido para tratar
yo de ser mejor aún en el maratón...".
Este 2009 una lesión le ha privado de participar en la temporada de cross pero
está listo ya para la campaña de verano. Mientras preparaba la misma, y
gracias a la mediación de Gerardo Prieto, tuvo la gentileza de atendernos. En
primer lugar Kenenisa nos dejó claro que sigue acordándose de Venta de
Baños: “I enjoyed Venta de Banos very much. I have won!” (Me divertí
mucho en Venta de Baños. Y también gané) Bekele recuerda además con
especial cariño el cross de Itálica donde tiene el récord de victorias y confía en
volver para hacer aún más grande su palmarés: “I have some very kind
memories about Italica, I enjoyed it very much, now I hope to be invited
again because I like to run in Sevilla, the Spanish people like sports and
know what they are talking about”(Tengo algunos recuerdos muy
agradables de Itálica. Me divertí mucho, ahora espero que me inviten de
nuevo porque me gusta correr en Sevilla. Los españoles aman los deportes y
saben de lo que hablan) Pedimos a Bekele que nos haga una comparación
entre la pista y el cross, exactamente igual que han hecho otras grandes figuras
para este mismo libro. Eso sí, a diferencia del resto para él no hay diferencias.
Se mueve igual de bien en todos los terrenos. Lo dice hablando y lo demuestra
corriendo: “XC is important for my sport career, almost like track. I enjoy
running both xc and track very much, I even like road race very much.
My running style fits all terrain” (El cross es importante en mi carrera, casi
tanto como la pista. Me divierto corriendo ambas mucho e incluso también me
gusta correr en asfalto. Mi estilo de correr encaja en cualquier terreno)
Ahondando en el tema quisimos saber cómo prepara Kenenisa la temporada:
“I train almost the whole year in the country side. During the rain period
in aug/sep, I run in the mud. Most of my training is in the country side, so
it is natural for me to do XC” (Entreno casi todo el año campo a través.
Durante el periodo de lluvias en agosto y septiembre corro sobre barro. La
mayor parte de mi entrenamiento es en campo a través, por eso para mí
correr cross es algo natural) Por último, le preguntamos sobre los dos
extremos, el principio y el fin. Primero cómo y por qué empezó a correr: “I
started to run through school. A teacher discovered that I had talent and
he said to me that I should go running and do competitions. Also because
of Haile Gebrselassie. When I was still a little boy and I saw Haile run, I
wanted to run myself. (Empezé a correr en la escuela. Un profesor descubrió
que tenía talento y me dijo que debería entrenar y competir. Y también por
Haile Gebreselassie. Era aún pequeño y le ví correr. Y quería correr como él)
Y, por ultimo, sobre el final. Sobre si terminará corriendo maratón y cómo le
gustaría que le recordáramos cuando acabara su carrera: “Yes, especially
because I can run well on all surfaces, xc and track. I hope in 10 years it
will make me the most versatile long distance runner ever” (Sí, sobre todo
porque puedo correr bien en todas las superficies, cross y pista. Espero que
esto me convierta dentro de diez años en el corredor de larga distancia más
versátil de la historia)
EL CROSS Para que Kenenisa llegara a Venta de Baños antes transcurrieron otras
veinticuatro ediciones del cross. Como harían tres años más tarde en Itálica los
venteños lograron traer, para sus bodas de plata, al mejor atleta de la historia.
Antes, otros grandes como Domingos Castro en cuatro ocasiones, Sileshi
Sihine e Isaac Viciosa, en dos ocasiones o Sergei Lebed, Marta Domínguez y
José Luis González entre otros lograron también inscribir su nombre en el
palmarés ventabañense. Libro de honor que inauguró otro atleta internacional
de la casa, Santiago de la Parte, que se impuso en las tres primeras ediciones y
que fue, como decía Mariano, otro de los integrantes de aquel inolvidable
Educación y Descanso de Palencia que consiguió dos campeonatos europeos
de cross. De la Parte tuvo además durante seis años el récord de España de
maratón que batió en Tokio en febrero del 84 con una marca de dos horas
once minutos y diez segundos. “Venta de Baños – dice Santiago - me trae
grandísimos recuerdos. Gané las tres primeras ediciones y estoy orgulloso de
ello porque me considero un atleta más del pueblo en el que comencé como
deportista. Eso sí, si nos hubieran dicho entonces que la prueba iba a llegar
donde ha llegado, no nos lo hubiéramos creído” Santiago contribuyó con sus
victorias como atleta a ese crecimiento, pero también lo hace desde hace años
como entrenador y desde hace menos como comisario de la Federación para
supervisar el circuito de Venta de Baños. Entre los muchos pupilos que ha
asesorado está otra de las grandes de la historia de nuestro atletismo, la
también palentina Ana Isabel Alonso que tiene aún el récord femenino de
victorias con tres, las de los años 80, 86 y 87, que fue siete veces campeona de
España de cross, una de cinco mil y media maratón, dos de maratón y cuatro
de diez mil, y que, como su entrenador también tuvo la mejor marca española
de maratón, en su caso con unos espléndidas dos horas veintiséis minutos y
cincuenta y un segundos firmadas un buen día de Octubre de 1995 en San
Sebastián.
Ana también se siente “orgullosa de haber ganado en las tres ocasiones.
Venta de Baños hace posible cada año que nuestra provincia se conozca un
poco más fuera de nuestras fronteras y eso es importante” Y es que, en
efecto, la localidad ferroviaria es uno de los escaparates al mundo del prolífico
atletismo palentino. Quizá sea esta la única prueba en la que han ganado hasta
cuatro atletas de la provincia diferentes: De la Parte, Ana Isabel, Marta
Domínguez – que lo ha ganado en todas las categorías – e Isaac Viciosa. Y
correrlo, lo han corrido más. Ahí está por ejemplo el caso de otro atleta
internacional, Cándido Alario, que corrió catorce ediciones de la prueba y
desde hace años es un uno de los pilares en la organización de la carrera,
aportando su sapiencia al servicio deportivo del Ayuntamiento. O el de su
primo Javier quien, por ejemplo, en la edición de 1986 fue capaz de batir en el
esprint por la sexta plaza al mismísimo Carlos Lopes, en una carrera que ganó
José Luis González. El portugués, que como ya hemos refrendando ganó dos
veces el mundial de cross (en 1976 en Gales y en 1984 en Nueva Jersey) y que
fue campeón olímpico de maratón en Los Angeles, tras haber sido
subcampeón de diez mil en los Juegos de Montreal 76.
En todos los atletas, especialmente en los palentinos, ha calado muy hondo el
cross ventabañense. Y para suscribirlo, Isaac Viciosa escribió una historia
preciosa, coincidiendo con su retirada, para el libro La ruta del campo a
través: “En 1987, fecha de mi primera participación, comenzó entre nosotros,
la carrera y yo, un pulso personal. Yo lucharía por vencerla o ella me
vencería a mí. Los primeros años la carrera me derrotó muy duramente,
golpeándome una y otra vez. Luchaba con mis músculos y ella con el barro, el
frío, los saltos… Si quería vencerla tenía que ser listo y atacarla por sorpresa
cuando el terreno estuviese de mi parte. Y por fin logré derrotarla. Ella tenía
diecisiete años, yo veintisiete. Un año después volví a ganar pero, a partir de
ahí, la carrera siguió creciendo en prestigio y edad mientras el tiempo corría
en mi contra. De nuevo, me derrotó una y otra vez con las mismas armas de
siempre, el barro, el frío, los saltos… La carrera crecía y yo menguaba.
Desde ahora paso el testigo a otros. Que sean ellos quienes luchen contra la
carrera en Venta de Baños”
Una carrera que, queda ya reseñado, se inició con el arranque de la década de
los 80 bajo la denominación “cross de Navidad” y de la que es orgulloso
“padre” Carlos González Gordillo, director técnico del Patronato Municipal,
órgano deportivo dependiente del Ayuntamiento. Carlos debutó en el cargo
coincidiendo con la cuarta edición pero nos cuenta como fueron los orígenes
del cross: “Entonces estaba como alcalde Javier Hernández y su concejal de
deportes era Eduardo Fernández, que era ferroviario y había nacido en León
pero, por razones de trabajo, había venido a Venta de Baños. Javier tenía
muy claro que había que hacer cosas para fomentar la promoción deportiva y
me contó que una vez, paseando con Eduardo, por fuera de lo que es el
Polideportivo Municipal, se les ocurrió la idea. Entonces había un programa
del Consejo Superior de Deportes que se llamaba Centro de Promoción y
Práctica Deportiva. Y adscritos a él, en Venta de Baños, había dos vecinos del
pueblo, Miguel Ángel Lozoya y Sotero Fernández Pinilla, que es a los que
Javier trasladó su idea de hacer un cross. Esto en la parte, digamos,
organizativa. En lo que se refiere a la deportiva, Javier conocía mucho a
Santiago de la Parte, a quien le comentó también la idea. Santiago, a su vez,
se lo trasladó a su entrenador, Gerardo Cisneros. Y Gerardo, que tenía
entonces un peso específico tremendo en el atletismo español, es quien tomó
la idea y la desarrolló” Gerardo, entrenador también entre otros de Mariano
Haro, consiguió para esa primera edición traer equipos de selecciones de
provincias de la región y la prueba constituyó todo un éxito. Tanto que, para la
segunda, se propusieron hacer el cross con carácter nacional: “Era entre
Gerardo y Santiago que iban trayendo a la gente de otras provincias. Pronto,
se enteraron que llamando a la Federación Inglesa, se podía traer un equipo
de allí y lo trajeron para la tercera edición. Después llegaron los portugueses
y, ya en la cuarta edición, se trajo a José Luis González, cuyo reclamo fue
suficiente para que por primera vez nos televisaran el cross a nivel nacional,
aunque él tuvo que esperar a su tercera participación, en 1986, para ganar en
Venta de Baños” El toledano, cuyo caché en aquella época rondaba el millón
y medio de pesetas de la época, y que fue de los primeros que empezaron a
cobrar por correr: “Recuerdo – sigue Gordillo - que, con los ingleses, en la
tercera edición, vino Steve Harris que pocos días después ganó la San
Silvestre de Madrid. Entonces, los atletas aún no cobraban. Se llamaba a las
federaciones y se les pagaban únicamente el viaje y la estancia. Poco después,
recuerdo haber tenido que llamar también al consulado búlgaro en España
para traer atletas de aquel país. Y eso por no hablar de los españoles. Aún no
había managers y era labor de “chinos” contratar a los atletas. Había que
hablar con los entrenadores, localizar sus teléfonos, que por supuesto aún no
eran móviles…”
Desde entonces, han sido varios los concejales que han pasado por el
Ayuntamiento hasta llegar al actual, Alberto López, y muchos los sufrimientos
para lograr un presupuesto que facultara sacar el cross adelante. Quizá la más
agónica de todas las ediciones fue la del 95, en la que TVE decidió no ir a
Venta de Baños y todo fue mucho más complicado a nivel económico.
Quienes prácticamente tampoco se han perdido ninguna edición son dos
componentes que son santo y seña de la prueba: el barro y el frío. La
organización ha apostado siempre por volver al origen del cross y el resto lo
ha puesto siempre el clima extremo de la tierra castellana cuando Diciembre
entra en el pórtico de las fiestas navideñas. Tanto que una de las Peñas que
colaboran con la organización, La Ferroviaria, se encarga todos los años de
hacer y repartir un caldo especial “contra el frío”. Mientras otras dos, BB y
Gato Negro, prestan su apoyo en otros aspectos.
De esta forma, todo Venta de Baños engrandece el paso de los atletas que
desafían temperaturas bajo cero impulsados por el aplauso de los abrigados
vecinos. Especialmente, en las gradas del viejo Polideportivo Municipal, que
incluye el campo de fútbol y una, aún más vieja, pista de atletismo de ceniza.
Ahí, como dice Gordillo “siempre el circuito ha tenido su salida y llegada
pero ha cambiado mucho, sobre todo porque las edificaciones iban obligando
a modificarlo. De cualquier manera, siempre hemos intentado buscar
obstáculos naturales y, donde no los había, inventábamos otros. Como esta
última edición en la que hicimos uno con troncos que queremos que se quede
para siempre y al que pusimos el nombre de Marta Domínguez, en honor a su
trayectoria y a su última distancia, los tres mil obstáculos”.
Todas estas connotaciones hacen de Venta de Baños un cross duro.
Especialmente, para los africanos que no están acostumbrados al frío. William
Koech, Bayesa, Mekonnen, Korir, Sihine, Bekele, Dinkesa o Tola Tadesse sí
ganaron, pero más de uno hincó la rodilla ante atletas teóricamente inferiores,
como ocurrió en 1997 en la inesperada y brillante victoria de Isaac Viciosa.
Un año más tarde, buscando siempre innovar, la organización se planteó dar
un giro a la contratación. Gordillo dice que se les ocurrió “hacer una carrera
de europeos, que también ganó Isaac. Nuestra idea siempre ha sido que
hubiera espectáculo, que el cross no empezara y acabara siempre igual, o sea
con un africano que se escapa y llega solo. Eso de traer sólo europeos
también lo hicimos en la carrera femenina” El caso es que muy a pesar de los
organizadores, y debido al siempre exagerado poder de los medios de
comunicación, la carrera de 2005 fue quizá la más polémica de la historia de
Venta de Baños. Ese año no corrió ningún atleta negro. Sólo hubo un africano,
el argelino Saidi Sief. El resto eran europeos. Al respecto, Carlos señala que
“se sacó todo de contexto. Nuestro único propósito era hacer una carrera
espectacular aprovechando que Alberto García acababa de ser el fin de
semana anterior subcampeón de Europa en Tilburg. Tuvimos también al
portugués Fernando Silva y a Chema Martínez y a Juan Carlos de la Ossa,
que hicieron un carrerón” El caso es que a más de uno le salió de ojo la no
presencia de los etíopes o los keniatas que estaban, como todas las
temporadas, dominando los otros crosses y el asunto tuvo mucho eco. Tanto
que el diario El Mundo dedicó una doble página al asunto. En ellas, el
periodista Luis Fernando López tituló Un cross para blancos y habló sobre un
choque de colores, y algo más. Añadiendo textualmente que “Venta de Baños
se olvida de los dominadores de todas las pruebas relevantes disputadas hasta
la fecha y alimenta así un círculo vicioso que atrae asuntos tan graves como
el del racismo o la disputa entre el poder y la justicia” El caso es que la veda
estaba abierta y no tardaron en llegar más cazadores dispuestos a cercar a la
pieza. Gordillo recuerda que “me llamaron de varios sitos en España y hasta
el corresponsal del periódico alemán “Frankfurter Allgemeine”, creo que se
llamaba. Por supuesto a todos les dije que nuestra idea no tenía ninguna
connotación extraña. Y la gran prueba era que, ese mismo año, trajimos para
la carrera femenina a la etíope Gelete Burika, que era la vigente campeona
del mundo junior, que era negra, y que ganó nuestra prueba”.
Ese afán del que habla Gordillo por intentar convertir la carrera en espectáculo
empieza desde el momento en el que se plantea la contratación de los atletas:
“Partimos, evidentemente, primero del dinero, después contratamos a los
españoles que podamos y, a partir de ahí, intentamos rodearlos de los
mejores. Pero siempre intentando hacer algo que, quienes han organizado ya
sus pruebas, no hayan hecho. Hacer algo diferente. Este último año 2008, que
ganó Bezabeth, trajimos por ejemplo a la selección española del Europeo
entera, como algo que nos diferenció de otras carreras. Y podemos hacer esas
cosas distintas gracias a nuestra independencia con respecto a los managers.
Nosotros cogemos atletas de todos siempre según nuestro planteamiento de
carrera” Todo esto por lo que respecta a la categoría élite, porque Venta de
Baños guarda también dinero, y cada vez más, para la base: “Tenemos muy
claro que la promoción deportiva es muy importante. Pegamos por ejemplo la
carrera de los benjamines a los seniors para que vaya prendiendo en ellos la
afición. En Venta de Baños esto siempre fue importante, pero aún más desde
que bajamos a setecientos cincuenta atletas inscritos en 2003. Ahora, cinco
años después, hemos conseguido doblar el número gracias sobre todo a los
incentivos económicos. Pagamos, por ejemplo, el viaje a todos los clubes de
la región castellano leonesa, y luego hay además premios, individuales y
colectivos. Además, a nivel de horario nos hemos adecuado a ellos,
retrasando en la medida de lo posible el comienzo de las primeras pruebas
para que les de tiempo a llegar. Empezar a las diez y media nos ha permitido
volver a traer gente de La Robla, que está en la provincia de León, bastante
lejos de nosotros. Estos vinieron a las primeras ediciones pero eran otros
tiempos y ahora hay que compensar el cambio con los incentivos”
Como factor también diferenciador, el cross de Venta de Baños no es sólo un
día de carrera sino todo un fin de semana. Desde hace unos años la mañana del
sábado se dedica a la disputa de la carrera popular y la tarde se realiza un acto
en el salón de actos llamado de La Briquetera que siempre es distinto, pero
que tiene como elemento aglutinador al cross. El primer año, el 2003, se habló
sobre la situación del atletismo español en una charla que contó con la
presencia de Miguel Ángel Monjas, representando al sector de clubes; Juan
Jaldón, al de organizadores; Marta Domínguez, al de atletas y Santiago
Segurola, al de periodistas, entre otros invitados. Un año más tarde se
consiguió reunir, coincidiendo con el vigésimo quinto aniversario, a todos los
ganadores españoles del cross, más Domingos Castro. El siguiente, 2005,
sirvió para homenajear a Isaac Viciosa en su despedida. Aquello fue una
especie de Sorpresa, Sorpresa con atletas y amigos como Manuel Pancorbo,
Anacleto Jiménez o Teodoro Cuñado apareciendo detrás de un biombo para
sorpresa del atleta palentino.
2006, el año siguiente a la polémica por la no contratación de atletas negros,
puso precisamente sobre la mesa el por qué del dominio de los africanos y la
conveniencia de traerlos o no a correr los crosses españoles. En la mesa
estuvieron, entre otros, Carlos Toro, periodista de El Mundo; Luis de Carlos,
vicepresidente de la RFEA y Federico Rosa, manager entre otros muchos de
Paul Tergat. 2007 se dedicó a la construcción del próximo museo del
Ferrocarril en Venta de Baños y, en la última edición celebrada hasta la fecha,
resultó emocionante ver a muchos de los alumnos de la escuela que lleva su
nombre haciéndole preguntas a Marta Domínguez, que repartió respuestas,
regalos y sonrisas por igual.
Con respecto a la popular, que se cambió para hacerla más vistosa y evitar la
aglomeración en la carrera senior del domingo, Alfambra señala que “se hizo
mientras yo fui concejal pero eso es lo de menos. Lo importante es que al final
se ha convertido en una fiesta de todos los vecinos con padres, abuelos y
niños corriendo o andando. Hay dos circuitos, uno más grande y otro más
pequeño para que la gente elija según sus posibilidades. Se reparten caldos,
zumos, se les da una camiseta con el número correspondiente a la edición y a
los que ganan entre los veteranos que vienen a disputar un jamón, un queso y
un lomo. El primer año hubo ya setecientas y ahora se anda ya en torno a los
mil participantes”
Muchos regalos para los participantes que, sin embargo, no tienen opción a
llevarse el más emblemático de cuantos se reparten en Venta de Baños, el
lechazo que se entrega al ganador y a al ganadora de las pruebas de élite.
El cordero, que es una de las suculencias de la tierra, se da desde el origen de
la prueba y tiene unas características especiales que hacen de él un auténtico
manjar. En esta zona hay dos razas de cordero: churra y merina. Esta última
sólo da lana. La churra en cambio es sobre todo de carne. Y para que esté lo
mejor posible el lechazo tiene que proceder de oveja churra, tener sólo entre
veinte días y un mes de vida y haber sido amamantado por la madre. Por eso
se le denomina lechal o lechazo (por la leche materna). Suele pesar entre diez
y doce kilos que se quedan en la mitad al hablar de su peso en canal. Y vivito
y coleando lo entrega siempre el alcalde de turno al ganador del cross. Como
es de suponer han sido muchas las caras de sorpresa de atletas llegados de
muy lejos a la hora de recibir el trofeo. Algunos no lo han querido pero otros,
como la keniata Susan Sirma, que ganó en 1991, se pusieron tan contentos que
se lo quisieron llevar. Susan lo metió con ella en la habitación del hotel y
quiso llevarlo en el avión, pero lógicamente no la dejaron.
La vinculación lechazo – cross de Venta de Baños llegó a su punto culminante
en 2006 cuando los dos regalos tuvieron nombre, y casi apellido. Fue gracias a
la historia escrita por el propio Miguel Alfambra en la revista que se entrega
con motivo de cada cross. En ella habla sobre Querubín y Serafín, los corderos
que se entregaron en la edición de 2005 e inventa una fábula sobre una
hipotética vuelta del lechazo a su cuna, que tituló Días de pastos y recuerdos:
“…llevaba toda la tarde adormilado por el calor, rumiando los mielgos de la
orilla del reguerillo que cruzaba la tierra, cuando oyó un ruido muy extraño y
nada familiar. Se quedó quieto, esperando al otro lado de la finca, hasta que
el vehículo aparcó al lado de la valla, se asustó un poco, y sintió una gran
alegría cuando oyó la voz familiar que tanto le tranquilizaba:
--¡Querubín, Querubín! ¡Ven bonito!
Se acercó al trote a la vez que lanzaba unos balidos de alegría que hizo
sonreír a María y Alberto mientras que la otra persona que les acompañaba
ponía una cara como de no entender nada. Al llegar donde María, esta le
acaricio con suavidad la nariz, como hacía siempre, mientras tanto, el otro
señor le miraba y solo acertó a decir:
--¡Así que este es Querubín! El famoso Querubín ¡Mira que dar un lechazo de
premio! Estos de Venta de Baños están majaras. ¡Alberto García gana el
Cross de Venta de Baños y de regalo un lechazo llamado Querubín!
--Esa es la costumbre de allí, dijo Alberto, y no veas que cariño le tiene
María, desde que se vieron parecen madre e hijo. Hasta el resto de los
animales le miman. Blanco, el perro le cedió su sitio de dormir, y en la finca
campa a sus anchas, ningún bicho se mete con él, además es que es muy
tranquilo.
Querubín no entendía muy bien lo que estaban diciendo, solo quería seguir
disfrutando de las caricias de María, a la que le insistía una y otra vez para
que no dejara de acariciarle. La persona que había llegado con Alberto y
María sacó unos aparatos extraños, se acercó a él, mientras María le
tranquilizaba.
--¿Cuánto tiempo pensabais tenerle sin esquilar? ¡Se va a ahogar! ¿Y dices
que hasta que se muera de viejo?
María solo asintió con la cabeza, no dijo nada, sin dejar de acariciarle y
decirle cosas cariñosas. Querubín se inquietó al principio, pero María le
tranquilizó, y él se dejó hacer. Empezó a notar un gran alivio, a medida que el
señor extraño le iba pasando una máquina, que hacía un ruido raro, hasta
que empezó a notar frescor. Le gustaba, estaba en la gloria.
Estaba con María, desde que le recogió aquel día, aquel mal día en el que le
separaron de su madre, no entendió nada, le ataron las patitas, le
zarandearon de un sitio a otro, le subieron en alto, pasó de mano en mano,
hasta que María le recogió, le abrazó y empezó a acariciarlo.
Desde el principio le gustó María, sus manos, sus palabras, su olor. Aquel
extraño viaje, hasta la finca que ahora era su casa, con Blanco.
Desde que María le cogió el vivía una vida feliz, muy feliz. Querubín emitió
un beeee, suave y ella sonrió.
Solamente de vez en cuando en sus recuerdos aparece la figura de su madre, y
la de su querido hermano Serafín, que fue con él en el viaje. De vez en cuando
se preguntaba ¿Qué habrá sido de él…?”
El cordero, como premio al mejor, es de las pocas cosas que no han cambiado
en Venta de Baños. En tantos años es normal que haya cosas que tengan poco
que ver. Carlos González Gordillo lo tiene claro: “Antes era todo voluntarista,
ya sea por los concejales y por los que participaban. Ahora es todo
profesional, en el más estricto sentido del término. A eso hay que añadir que
en Venta de Baños esto nunca lo ha hecho gente relacionada con el atletismo.
Eso siempre le ha dado un carácter ciertamente extraño y que nos diferencia
del resto. Otros crosses los organizan clubes de atletismo y donde no es así,
por ejemplo en Burgos, está De los Mozos, un ex atleta, al frente. En nosotros
nadie venía del atletismo. Eso tiene una parte buena y una parte mala. La
buena es que no hemos estado nunca atados a nada y eso te da una absoluta
independencia a la hora de plantear cualquier clase de carrera. La mala
quizá es que no mantenemos relaciones con ningún club, y eso en el atletismo
aún es importante”. Tanto como todo lo que supone para Venta de Baños la
figura de Marta Domínguez, la mejor atleta española de todos los tiempos, que
nació en la capital palentina pero empezó a correr en la localidad ferroviaria.
Gordillo se emociona al recordar que “a Marta la conozco desde que ella
tenía nueve años. Desde entonces la he seguido y ha ganado en todas las
categorías. Además de esto, siempre ha tenido una relación extraordinaria
con toda la gente del Patronato. Y se ha portado lo mejor que ha podido. Es
más, yo creo que no nos ha dado más porque no se lo hemos pedido.
Recuerdo que cuando empezó a ser alguien en el mundo del atletismo, en
categoría junior siendo ella ya campeona de Europa y subcampeona del
mundo, y aún sabiendo que otros atletas de su edad cobraban ella me decía
que no le diera nada. Por eso, me acuerdo que un año le regalamos un equipo
de sonido para el primer coche que tuvo, un Golf. Era uno de esos aparatos
que tenían su disquetera para meter CDs y que se guardaba en el capó.
Marta, indudablemente, es santo y seña de lo que es el cross de Venta de
Baños”
LA FIGURA II MARTA DOMINGUEZ - Campeona del mundo de 3000 obstáculos en Berlín 2009
- Subcampeona del mundo de 5000 en Edmonton 2001
- Subcampeona del mundo de 5000 en París 2003
- Campeona de Europa de 5000 en Munich 2002
- Campeona de Europa de 5000 en Goteborg 2006
- Campeona de Europa de cross en Toro 2007
- Bronce en los 5000 del Europeo de Budapest 1998
- Subcampeona del mundo de 3000 en pista cubierta en Birmingham 03
- Campeona de Europa de pista cubierta en Viena 2002
- Bronce en los Europeos de pista cubierta de Estocolmo 96, Valencia 98 y
Gante 2000
- Campeona de Europa junior de 1500 en Lisboa 93 y subcampeona del
mundo junior también en 1500 en San Sebastián 94
- Campeona de España de 1500, 3000, 5000, 10 000 y cross.
Marta Domínguez nació en la clínica de la Cruz Roja de Palencia el tres de
Noviembre de 1975. “De pequeña dicen que era llorona y que tenía mal
genio. Que era muy cabezona y cuando se me metía algo en la cabeza no
paraba hasta conseguirlo. Ahora tengo muy claro que ese carácter es el que
me ha hecho ganar todo lo que he ganado. De pequeña había atletas
compañeras mías tan buenas o mejores que yo, pero al final esa constancia y
ese genio han hecho que yo tirara para adelante” Nuestra campeona empezó
a correr ocho años más tarde, en 1983. Antes jugaba al fútbol en la capital con
otros chicos y con su hermana Nuria. El tío de esos chicos, César Calleja,
dirigía la escuela municipal de Venta de Baños y Nuria, año y medio mayor
que Marta, terminó apuntándose. “Recuerdo que entonces yo me moría de
ganas porque a mí también me lo dijeran. Pero debieron verme muy pequeña
y tardaron un año en apuntarme” Y sus padres dieron el permiso pese al aviso
de una tía que conocía bien el carácter ganador de la futura campeona:
“Cuando se enteró que iba a correr llamó a su hermana, a mi madre, y le
dijo: “¡No dejes que se apunte Marta porque la primera vez que pierda se va
a echar a llorar y va a formar una tragedia!”
Marta cuenta que en el Simca 1200 de César llegaron a ir hasta doce chiquillos
a entrenar, agachados por si aparecía la Guardia Civil. Entrenaban durante la
semana en la pista de ceniza del Polideportivo y los domingos que no había
prueba, subían un poco más allá, a Tariego, un pueblo que está a pocos
kilómetros de Venta de Baños donde muy poco después la pequeña Marta
ganaría su primera carrera, el cross de la localidad en categoría benjamín:
“Fue una sorpresa porque las dos mejores de la escuela eran las hermanas
Lajo. Estaba todo preparado para que las gemelas, que eran un año mayores
que yo y eran entonces las grandes dominadoras, ganaran. Recuerdo que
eran dos vueltas a la pista de atletismo y que terminé muy triste. Todas las
niñas nos llevábamos muy bien y yo sentí como que había roto sus planes y
los de toda la familia que les esperaban en meta” Esa misma temporada
Marta volvió a casa con más de un jersey y varias bolsas de mazapanes tras
ganar también el cross de Sonseca al que, como ya vimos, acudió en todas las
categorías: “Recuerdo que un año allí César, el entrenador, me dijo que
tuviera cuidado porque todo se iba a decidir en la última curva y que podía
haber codazos. Y tanto empeño le puse, y tanto caso le hice, (risas) que casi
tiro a otra niña de un codazo en ese último recodo. Tras ganar se vino a por
mí y me dijo: “Ten cuidado, Marta, porque si pegas tan fuerte te pueden
descalificar” Su siguiente victoria volvió a ser en Venta de Baños, ya en
categoría alevín: “De aquella recuerdo que, quizá para motivarme, César me
dijo que tenía que ganar porque había visto los trofeos y la copa para las
alevines era enorme. Gané y me dieron una muy pequeña… Me acuerdo que
corrí más hacia él, a pedirle explicaciones por lo que me había dicho, que lo
que corrí en la propia carrera” Entonces, Marta solía correr con una cinta, no
rosa, sino naranja, verde y blanca… “¡bastante colorida sí! Llevaba también
muñequeras y medias altas. Lo hacía para protegerme del frío pero al final
me quedé sólo con la cinta de la cabeza” Cinta que pronto mudó de color y se
convirtió en la emblemática y talismán cinta rosa que ya no dejó nunca. Cinta
que, contrariamente a lo que piensa mucha gente, no fue un regalo directo de
ningún familiar: “La historia exacta es que por mi cumpleaños mis tíos me
fueron a comprar un chubasquero a una tienda de deportes que hay en
Palencia que se llama Deportes Julio. Allí tenían por costumbre regalar algo
con cada compra y les dieron una cinta rosa. Mi famosa cinta rosa que hasta
mi madre tenía que tener cuidado cuando lavaba para que no se diera de sí”
Y ya con ella, y con una cicatriz que le acompañará de por vida, Marta fue
encadenando, triunfo tras triunfo en todas las categorías de Venta de Baños
hasta llegar al colofón que supuso la victoria en la categoría senior del año
2007. La cicatriz se la hicieron en Castellón, en la disputa del campeonato de
España cadete de cross: “Recuerdo que iba como campeona regional y que el
circuito, que estaba en un campo de golf, me gustó mucho pero apenas
llevábamos medio kilómetro cuando alguien me hirió con los clavos de su
zapatilla en la pierna. Recuerdo que, aún sangrando, seguí hasta el final y
acabé quinta. Luego tuvieron que coserme veintidós puntos en la parte
posterior del muslo derecho. Me lo hizo una enfermera que se veía que era
novata y la cicatriz fue tremenda. A mis padres les dije por teléfono que eran
sólo ocho puntos para que no se asustaran pero llegué cojeando a Palencia y
estuve casi una semana sin poder correr” Los puntos no fueron óbice para
que Marta lograra su primer título al aire libre en los nacionales disputados en
Barcelona. Allí escuchó de boca de su rival algo que muchas otras han
pensado pero no se han atrevido a decir. “Me lo dijo Nuria Fernández, que
hizo segunda y que es una gran amiga. Siempre que recordamos aquella
carrera que se decidió en el último esprint me dice: “Aquel día me ganaste
por narices, porque tuviste más que yo”
Y por eso, por narices, por talento, por dedicación y trabajo Marta tiene hoy el
mejor palmarés de la historia del atletismo en España. En él, como decíamos,
hay también un hueco muy especial para la victoria del 2007 en Venta de
Baños: “Fue muy especial. Venía de haber empezado la temporada ganando
en Quintanar y después vencí en el Europeo en Toro. Ese año empecé antes a
entrenar porque venía de una lesión y por eso también Venta de Baños me
pilló mejor preparada que nunca. La recta final, con mis paisanos
aplaudiendo a rabiar, es una de las imágenes que nunca olvidaré” Así fue. El
polideportivo vibró como nunca viendo a Marta imponerse en la última vuelta
a la húngara Aniko Kalovics y a la portuguesa Inés Monteiro. La palentina
cerraba así el círculo que abrió su propio nacimiento al atletismo. Y en su
pueblo, como ella dice: “He corrido nada menos que veinticuatro ediciones
de Venta de Baños, desde que era una niña. Esta es mi casa y este es mi
pueblo. Desde luego no imagino un mes de Diciembre sin correr allí. Venta de
Baños se merece todo lo que yo pueda darle” Prueba fehaciente de ese amor
es el último cartel del cross en el que aparece un primer plano actual de Marta
y sobre él una niña que luce con orgullo un trofeo. Es ella misma cuando ganó
de benjamín. En el principio del círculo recién cerrado y que contiene
tantísimos éxitos. Algunos más esperados que otros. Uno de los más
inesperados, quizá por ser de los primeros, fue el subcampeonato del mundo
junior de Lisboa: “Yo solía volver a casa en tren y aquella vez, no recuerdo
por qué, mi padre no pudo ir a la estación a recogerme. El caso es que
cuando llegué a casa nos abrió un señor que se parecía a él, pero que no
tenía bigote. Yo nunca había visto así a mi padre y me asusté. Le pregunté
incluso si le pasaba algo y él me dijo que se lo había jugado con mi tío a que
yo no lograba ninguna medalla” Más inesperada, esta vez por ella misma, fue
su primera medalla internacional en categoría absoluta. Marta tenía apenas
veinte años y pugnaba por un sitio en la Olimpiada de Atlanta. Ese Invierno de
1996 acudió a disputar los tres mil del Europeo de Estocolmo donde disputó la
primera de las dos semifinales: “No me encontré bien y quedé quinta. Sólo se
clasificaban las cuatro primeras y estaba eliminada” Sin embargo, poco
después un responsable del equipo español acudió a decirle que los jueces
habían descalificado a la rusa Pantyukhova por haber invadido antes de
tiempo la calle libre. Marta se fue a dormir pensando en la final del día
siguiente pero, más a o menos, a eso de las doce volvieron a llamarla. “Me
dijeron que los rusos habían apelado ese fallo y que habían ganado. Recuerdo
que estaba en la habitación con María Abel y que la dije: “Mañana no corro
la final” Y enseguida hicimos planes para ver la ciudad por la mañana y
encontrar una tele en un bar para ver la final de mil quinientos en la que
competía Mayte Zúñiga. Menos mal que no encontramos ninguna televisión y
volvimos a mediodía al estadio para ver la final allí porque nada más entrar,
uno de los médicos del equipo me dijo: “¡Marta! ¿Dónde estabas? Llevan los
entrenadores buscándote un buen rato. Tienen algo importante que decirte”
Ese alguien fue Luís de Carlos, vicepresidente de la Federación, que le dijo
que se diera prisa en ir a comer porque habían vuelto a readmitirla en la final y
tenía que correr a las cinco. “Al final, por un defecto de forma a la hora de
comunicar el fallo, decidieron que tanto la rusa como yo corriéramos la final.
¡Y pensar que de haber encontrado una televisión que diera el atletismo no
hubiera corrido aquella final…!” Menos mal porque Marta no se conformó
con estar sólo en aquellos tres mil de su primera medalla. La carrera no salió
tan rápida como la semifinal y eso dio opciones a la palentina que fue tercera
tras la portuguesa Fernanda Ribeiro y la sueca Sara Wedlund.
Desde entonces Marta ha sumado nada menos que otras diez medallas a nivel
internacional, incluidas todas las competiciones relevantes menos los Juegos
Olímpicos donde ese destino, en el que ella tanto cree, le ha sido adverso.
Enfermedades, lesiones, vallas malditas como la última de Pekín o la falta de
un aviso a tiempo han impedido que brille en las Olimpiadas. El infortunio
empezó en Atlanta apenas unos meses después de haber agotado toda su suerte
en Estocolmo: “Allí corrí mil quinientos. Había series, éramos doce y nos
clasificábamos seis. Eso era todo lo que yo sabía. Nadie me dijo que había
otros tres puestos por tiempos. En la última vuelta vi imposible coger a la
sexta y me dejé ir, mientras los comentaristas de televisión no se explicaban
por qué yo no iba más fuerte. Al final resulta que quedé novena y de mi serie
se clasificaron ocho. Me quedé fuera por veinticinco centésimas. Cuando me
enteré me agarré un cabreo tremendo” Cuatro años más tarde un virus que
pudo haber cogido debido al aire acondicionado que le transportó a Sidney, le
impidió brillar en la ciudad australiana. En 2004 una lesión le dejó sin ir a
Atenas y en Pekín, en su estreno al más alto nivel en los tres mil obstáculos,
tropezó en un obstáculo cuando iba camino de la medalla de bronce: “No sé si
la hubiera conseguido porque estaba muy cara, pero fue una pena. Se juntó
todo, el destino, la mala suerte, el que llevaba pocas pruebas con vallas… Por
eso ahora estoy haciendo mucha técnica para llegar mejor preparada al
mundial de Berlín de Agosto de 2009” Y mejor no pudo preparar la cita
porque, una vez en tierras alemanas, Marta se convirtió en la única atleta
europea en ganar una prueba, los tres mil obstáculos. Venta de Baños fue
precisamente la primera localidad en tributar a su atleta un homenaje
multitudinario. En plenas fiestas de Santa Rosa la plaza del Ayuntamiento se
quedó pequeña para aplaudir a la atleta que portó con orgullo la dorada
medalla berlinesa. Poco tiempo después, el 1 de Octubre, la Asociación
Continental de Atletismo (AEA) la distinguía como mejor atleta de Europa. Al
respecto Marta dice que “aquello fue la guinda a un año inolvidable. Otro
sueño cumplido. Suena muy bien lo de mejor atleta de Europa, y más si
tenemos en cuenta que por detrás han quedado Blanca Vlasic, la mejor
saltadora de altura y Yelena Isinbayeva, que pocos días antes había ganado el
Príncipe de Asturias”
Y sobre si intentará llegar a Londres 2012 para quitarse la espina Marta dice
que “si hubiera ganado medalla en Pekín probablemente me hubiera retirado.
En cuanto no lo hice empecé a pensar en Londres. No sé si llegaré porque hay
que ir año a año y necesitaré un descanso, pero lo voy a intentar. Y sobre todo
el oro de Berlín me hace tener más ganas de poder llegar a las Olimpiadas”
Y a poco que se lo proponga, como todo en su vida, Marta también lo
conseguirá.
EL FUTURO Londres es el futuro a largo plazo de Marta. El del cross de Venta de Baños lo
ve así Carlos González Gordillo: “Pienso que lo mejor que podemos decir es
que es una prueba consolidada. El nivel económico variará y habrá años
mejores y peores, como hasta ahora, pero ahí está. Como te decía antes
nosotros tenemos muy claro que la base es importante. Por eso, nos hemos
propuesto intentar darles de comer a todos los que vengan. Dependerá de la
economía y no sé si será un bocadillo a cada uno, un catering o lo que sea. Yo
espero poder sentarles a todos a comer después de correr. Y también
queremos ampliar a comunidades limítrofes a la nuestra las ayudas para
sufragar sus viajes”. En cuanto al futuro del cross en general añade que “las
pruebas se van a mantener siempre y cuando las personas que están detrás
quieran seguir. Supongo que habrá algunas que llevan muchos años y se van
cansando. Por eso, tengo claro que en estos tiempos que corren o te
profesionalizas o el futuro es muy negro. Creo que es el camino que hemos
tomado en la ANOC y por ahí deben ir las cosas”.
Y si tienes la fortuna de tener alguien como Marta que, además de correr, hace
todo lo que está en sus manos para promocionar su deporte pues miel sobre
hojuelas. En la última edición ella dirigió el calentamiento de la carrera
popular y cuando el domingo por la noche se retiró a descansar seguro que le
dolía más el brazo de firmar autógrafos que las piernas de perseguir atletas.
Como ha hecho siempre, y como contó Paco Disla en Yecla, la palentina
firmó todas las fotos, gorras y camisetas que le pidieron. Marta es presente
pero así demuestra que a ella también le importa el futuro de su deporte.
CROSS DE YECLA
HISTORIA
En Yecla no hay pistolas. Allí, para detener al juez que no quería esperar a
Prieto, Paco Caballero se las hubiera visto con un tiraor de los pies a la
cabeza que, ataviado con el traje típico, sacude su arcabuz para saludar la
salida de cada una de las pruebas del cross. Entonces, el estruendo se
confunde con el humo y el bufido de los atletas que emprenden su camino
aturdidos por el ruido. Es la tradición. Y la tradición en Yecla es ley.
Cuenta la historia que durante el reinado de Felipe IV, los franceses
invadieron parte de Cataluña. El monarca acudió a sus fieles para sofocar el
intento y entre ellos sesenta y un yeclanos atendieron su llamada. Al frente
estaba el capitán Martín Soriano Zaplana. Todos juntos marcharon a
Vinaroz el diecisiete de julio de 1642 y se acuartelaron en la ermita castillo
de San Sebastián. Tras medio año de estancia y de lucha, regresaron a sus
hogares sin ninguna baja. Su hondo sentimiento religioso les impulsó a
subir al santuario del Castillo para dar gracias a la Virgen. Un año después
la historia se convirtió en tradición y así empezó la fiesta que conmemora
esa batalla sin sangre.
Tres siglos y medio más tarde los arcabuces siguen sonando pacíficamente
para rendir tributo a aquellos paisanos. Lo han hecho siempre, incluso
durante la prohibición de quince años en el uso de la pólvora ordenada por
el monarca Carlos III. Yecla entero suplicó unánimemente una exención y
el veinticinco de Septiembre de 1786 el propio rey dictó una Real Provisión
que aseguró el futuro de la famosa fiesta yeclana que alborota a toda la
comarca los primeros días del mes de Diciembre.
Fiesta que tiene un elemento característico: el tiraor, que integrado en las
respectivas escuadras, cumple una función decisiva en los actos. Entre
ellos, los más destacados son, los días seis y siete de Diciembre, el beso a
la bandera, la alborá, la bajada de la imagen de la Patrona desde el
santuario del castillo a la Basílica de la Purísima y la ofrenda de flores. El
día ocho es el más importante de la fiesta con la Procesión por las calles de
la ciudad y los tradicionales castillicos o fuegos artificiales. Nueve días
después se efectúa la subida de la imagen a la ermita del Castillo y se
verifica el cambio de insignias (bastón y bandera) entre los Mayordomos
salientes y entrantes de cada escuadra o agrupación. Además, elementos
como el juego de la bandera y el acto del beneplácito confieren a esta
fiesta una peculiaridad e impronta muy característica, uniendo tradición e
historia. Sin embargo, por mucho que contemos las fiestas de Yecla, como
bien escribió Miguel Ortuño, hay que vivirlas: “Hay que estar en ellas.
Hay que ver la airosa armonía del Juego de la Bandera, y oír el estampido
de las arcas cerradas, y contemplar la policromía - rosa, blanco, azul- de
los pajes, y saborear la obligada gastronomía de cada fecha (gachasmigas,
gazpachos, pelotas de relleno, colación, libricos, mistela, etc.) Y observar
los mínimos detalles de un rígido ritual con pátina de siglos. Y sentir la fe
de un Pueblo que sube cada sábado, desde 1870, a rezar la Felicitación
Sabatina,
para
mantener
despierto
el
fervor
mariano.
Estas fiestas son, en resumen, un precioso tesoro de fe, de belleza y de
historia, con una definida y acusada originalidad. Yecla es consciente de
esta singularidad más que tricentenaria y, por ello, acoge en Diciembre a
miles de visitantes. Ninguno queda defraudado”.
Y alrededor de la fiesta se articuló el cross como manifestación deportiva
que además sirviera para airear por el mundo, cuál humeante disparo, los
festejos del día de la Virgen. En Yecla se corre habitualmente el segundo
fin de semana de Diciembre. Uno antes, el día de la Inmaculada, el día
grande, tiene lugar la proclamación de los clavarios, que son mayordomos
un año más tarde. La procesión vespertina incluye a unos quinientos
tiradores procedentes de las diferentes escuadras o agrupaciones de la
localidad. Ese día el sonido de sus potentes arcabuces retumba por entre las
neoclásicas calles de la ciudad murciana y especialmente emotiva y
estruendosa es la entrada triunfal a la Basílica.
Este último año 2008 la fiesta y el cross estuvieron más unidos que nunca
debido a que la procesión se pospuso una semana y ambas coincidieron el
mismo domingo: se corrió por la mañana y se disparó por la tarde.
Sin duda fue uno de los días más felices en la historia de la Escuadra
Virgen del Castillo fundada en 1979 y artífice del cross de Yecla donde
actualmente hay otras trece agrupaciones como ella que, además de
preparar con esmero durante todo el año su activa presencia en las fiestas
de la Virgen, realizan otra serie de actividades. Una de estas fue la
organización de esta carrera hace exactamente veintiséis años. Su
presidente de entonces es ahora el concejal de deportes del Ayuntamiento,
Juan Palau que, por supuesto, continúa ligado a la escuadra, y nos cuenta
como nació el cross: “Pues resultó que algunos de los componentes de la
agrupación tenían hijos corriendo en el club de atletismo de Yecla. De ahí
surgió la idea de hacer una carrera que, con el tiempo, ha servido para
difundir aún más nuestras fiestas. Fueron en concreto Francisco Juan
Martínez y Pascual López quienes me dijeron a mi lo de hacer el cross
Recuerdo que todo se fraguó en las reuniones que manteníamos en un local
de la calle Iberia, que era la sede del club de atletismo. Fue curioso y
bonito porque lo hicimos para que corrieran los chavales pero enseguida
se implicó todo el mundo y, desde el principio, también los hombres y las
mujeres de la escuadra corrieron el cross. Aquello aún se sigue haciendo.
No por supuesto el día de la carrera pero todos los años, unos quince días
antes de las fiestas, nos juntamos y corremos nuestros metros
acompañados por los hijos y los nietos. Después, eso sí, almorzamos todos
juntos”
Las escuadras son a Yecla lo que las peñas de amigos a otros pueblos de
nuestra geografía. Una excusa, un enlace para fortalecer la amistad entre
hombres y mujeres. En la localidad murciana si cabe es todo un poco más
serio. Cada tres años se cambia de presidente, éste forma su directiva y se
sortea lo que llaman un cabo de escuadra. ¡Y hasta himno tienen algunas!
Este que sigue es de la agrupación que fundó el cross:
Himno de la escuadra Virgen del Castillo
Autor letra: Alfonso Hernández Cutillas
Autor música: Juan J. Ruiz Molina
Noble Escuadra,
cantar quiero en tu honor
aquel día feliz de inmenso brillo,
cuando juntos subimos al Castillo
con disparos de arcabuz y con fervor.
Y allí postrados,
¡pedimos tu favor!,
con muestras de fe y gesto sencillo ser arcabuceros
de la Virgen del Castillo,
y el lema:
¡La nobleza y el valor!.
¡Disparando sus bravos arcabuces!.
y al paso marcial de esta canción,
desfilan las escuadras, ¡las mejores!,
envueltas entre aplausos y clamores
de esta fiesta de lejana tradición.
Arcabuceros de la Virgen del Castillo...
¡Arcabuceros valientes de María!.
Nuestro canto es amor y es poesía Nuestro lema: la nobleza y el valor.
Lucero de blanco brillo,
eres Reina y Capitana
de esta escuadra tuya, ¡tan yeclana!...
¡Madre nuestra del Castillo!.
Yecla son las fiestas de la Virgen pero, lógicamente, también más cosas. En
la localidad murciana conviven más de cuatrocientas empresas de muebles,
que constituyen un sector básico en la economía yeclana. En el mes de
Abril se celebra su famosa Feria del Mueble, que tiene repercusión
internacional. Yecla también tiene una Denominación de Origen propia de
vino, Vinos de Yecla, que ha adquirido una gran reputación gracias a la
unión de antiguas cepas de siempre con uvas nuevas y de moda. Y es que
en esta zona de transición entre la Meseta y el Levante español siempre
tuvo preponderancia la agricultura. Fue en la segunda mitad del siglo XIX
cuando la actividad vitivinícola experimentó un creciente auge y ese fue el
origen de la industria maderera que empezaron a practicar los viejos
artesanos toneleros y los carpinteros. En principio, para envejecer el vino
pero, a partir de la década de los sesenta, derivando sus artes a la
fabricación de todo tipo de muebles.
Y de la misma manera que del vino se pasó al mueble, se pasó en Yecla de
las carreras de caballos a las humanas. Antiguamente por San Antón se
daban tres vueltas a una Iglesia llevando en procesión al Santo y, a
continuación, se celebraban disputas ecuestres de gran espectacularidad.
Desde hace casi una treintena de años son los mejores corredores del
mundo, a pie y sin caballo, quienes disputan su supremacía en esta bella
localidad murciana. “Al principio lógicamente – sigue relatando Juan Palau
– aún no venían los mejores. Los primeros años no pasamos de unos
doscientos cincuenta participantes en todas las categorías pero, ya
entonces, teníamos claro que queríamos crecer” Pascual López, Francisco
Juan Martínez y Miguel Sánchez, otro de los componentes de la escuadra
fundadora del cross, se suman al recuerdo de aquellos primeros años. “No
todo fueron facilidades. Hubo años difíciles, por ejemplo el de la séptima
edición. Entonces, estuvimos a punto de desaparecer porque entre tanta
gente que había en la agrupación no todos teníamos las mismas ideas. El
cross cada vez era más grande, había que recaudar dinero para los gastos
y, en fin, había que dedicarle un tiempo al que no todo el mundo estaba
dispuesto. El caso es que quince días antes de la fecha el cross no se iba a
hacer. Pero nos reunimos quienes estamos aquí y decidimos tirar para
adelante. Fue una locura, recuerdo que yo tenía direcciones de unos cien
clubes de España y fuimos escribiendo las cartas a mano por las noches
para mandarlas. Tuvimos al final cuatrocientos atletas y fue muy
importante que se pudiera seguir haciendo” Pero las dificultades no se
acabaron ahí: “Ese año además, a eso de las siete de la mañana del día del
cross, no estaba hecho el circuito. Entonces era en la zona llamada “El
Ciruelo” porque había allí un ciruelo blanco de flores, precioso. Era un
terreno sin cultivar y a las siete tuvimos que ir con un tractorista para
hacer deprisa y corriendo el circuito. Había estado además lloviendo toda
la noche y el barro nos llegaba a la rodilla. Uno le iba marcando el
camino al tractor y otros componentes de la escuadra iban poniendo las
estacas para delimitarlo. Mientras, algunas de nuestras señoras, lloviendo
y al aire libre iban haciendo las inscripciones. ¡Fue un milagro que
aquello saliera! Pero salió…” Y es que no sólo a los escuadristas le debe
gran parte de su historia el cross de Yecla. También a las señoras: “Ellas
siempre han ayudado. No sólo ese año. Más de una vez nos ha pasado que,
con todo hecho, el viento nos ha tirado parte del montaje del circuito y
hemos tenido que recomponerlo. Y ellas siempre estuvieron a nuestro lado
aportando su granito de arena” En la escuadra no olvidan aquella séptima
edición pero tampoco la primera: “Aquella vez fue especial por sí misma
pero lo ha sido aún más con el correr de los años porque podemos decir,
con orgullo, que en categoría juvenil ganó Mónica Pont, que luego fue
campeona de España de maratón y en categoría alevín la que es ahora
concejala del Ayuntamiento de un pueblo cercano a Yecla, Caudete” Y si
hablamos de personalidades, en la localidad murciana, no olvidan el año
que todo un obispo estuvo dando los trofeos a los ganadores: “Fue, en
concreto, el obispo de la diócesis de Cartagena, que ahora está en
Zaragoza, Javier Azagra. Fue gracioso porque fuimos a una entrevista
sobre el cross a Tele Murcia y coincidió que, en el mismo programa, por
otro motivo, le estaban entrevistando a él. Al acabar, y antes de entrar
nosotros, coincidimos, nos preguntó que de dónde éramos y al decirle que
de Yecla dijo: “¡Hombre, de Yecla, pues allí iré yo a dar misa el mismo día
que hacéis vosotros la carrera!” Y ahí, ni cortos ni perezosos, y con un
punto importante de osadía, le invitamos a que repartiera los trofeos. Pero,
muy a nuestro pesar, mal día escogimos para invitar al señor obispo. Esa
mañana llovió a mares y para dar los trofeos tuvimos que meternos deprisa
y corriendo en el pabellón de la Feria de Muebles. Antes nos calamos
todos incluido, por supuesto, el señor obispo”
Yecla, demostrado está, es un sitio donde se rinde culto a las tradiciones.
Otra de ellas, siempre muy bien recibida por los atletas, es invitar a comer
después de correr a los de la prueba senior a una suculenta paella. “Casi
todos suelen quedarse, aunque siempre hay alguno con prisas que se tiene
que ir antes de tiempo. Los que más lo saborean suelen ser los extranjeros.
Aquí aún recordamos como comía paella la etíope Merima Denboba. Dio
espectáculo corriendo, pero casi más comiendo después el arroz. Además
ganó nada menos que cuatro años. ¡Quien sabe, igual repitió en Yecla
sobre todo por la paella!” Pudo ser por aquello pero, aunque ellos no lo
digan, en este cross muchos repiten por el excelente trato humano que se
les dispensa. Cada año, la noche antes del cross, los atletas cenan juntos en
una mesa. Al lado, todos los componentes de la escuadra, sus mujeres y sus
hijos, comparten otra mesa y otro mantel, ataviados con sus mejores galas.
Unos preparan fuerzas para lo que les espera la mañana siguiente, otros
festejan aquello que llevan todo el año esperando. Tienen objetivos
diferentes, están allí por cosas distintas pero hay un momento mágico que
los une, y los envuelve. Un instante único, que rinde tributo y pleitesía. Y
que llena de orgullo a quienes amamos este bello deporte. Tiene lugar
cuando los atletas acaban de cenar y se levantan, todos juntos, para ir a
descansar a su hotel. Los componentes de la escuadra aún comen, pero
interrumpen su fiesta, para levantarse y ovacionar largamente a los atletas
que aún no han corrido, pero que duermen mejor en Yecla después de ser
reconocidos.
Desde hace catorce años la escuadra ya no organiza el cross. La prueba
levantó tanto el vuelo que se escapó al control absoluto de los ilusionados
pioneros. Al rescate acudió el Ayuntamiento, con Paco Disla, el
coordinador deportivo, a la cabeza. “Este último año – nos cuenta Paco - el
presupuesto se ha ido a unos sesenta y cinco mil euros y el año pasado,
que celebramos el vigésimo quinto aniversario se nos fue aún más allá”
Aunque, por supuesto, la tradición sigue muy presente, como corrobora el
propio Paco: “Así es. Los miembros de la escuadra siguen prestando su
inestimable ayuda y seguimos con la tradición de celebrar el cross cuando
la Virgen está en el pueblo, algo que ocurre sólo los nueve días que
comprenden su salida y regreso al santuario. La fecha, a efectos atléticos,
no es muy buena porque suele coincidir con el Europeo de cross y la
participación se resiente, pero la escuadra considera imprescindible que
no se cambie la fecha y así lo hacemos” Igual que jamás se cambiará la
figura del arcabucero que da la salida por la tradicional del juez de salida
de otros crosses. Ni siquiera pese a los sustos. Paco Disla recuerda
sonriente aquella anécdota de 1996 cuando vinieron los primeros africanos
a correr. Nadie les había hablado sobre la tradición “y no se atrevieron a
salir. Recuerdo que eran tanzanos y al oír el estruendo del arcabuz se
quedaron parados como si acabaran de disparar a un león o les hubieran
disparado a ellos mismos. Fue tan grande el susto que uno de ellos,
Benedict Ako, que luego ganó, se quedó tan paralizado que yo
personalmente tuve que saltar la valla que bordea el circuito y empujarle
para que empezara a correr. Si no es por el empujón, yo creo que ni corre
aquel día.” Claro que, una vez acostumbrados, le cogieron el aire a la
carrera y para Tanzania se fueron también las tres siguientes ediciones.
Lo que tampoco ha cambiado, pese a la variación en la organización de
Yecla, es el espíritu con el que nació la carrera. Mucho menos al hacerse
cargo de la organización el Ayuntamiento: “Nuestro objetivo es la
promoción del deporte. Por eso a la hora de contratar buscamos atletas
que los más pequeños conozcan, caso por ejemplo de Marta Domínguez o
Alberto García. Nosotros no buscamos corredores para que nos den puntos
y estar más o menos arriba en el ranking. Queremos referentes y hay años
que traemos españoles que son más caros que los africanos de nivel
incluso” En este espíritu tiene mucho que ver el carisma a nivel deportivo
del atleta conocido pero también el personal, el humano: “Te puedo decir
que, por mi trabajo, he conocido deportistas de diferentes disciplinas pero
ninguno como el atleta. Pese a ser famosos están contigo como uno más. Y
con la gente, que es aún más importante, todavía más. Siempre pongo
como ejemplo a Marta Domínguez. El primer año que vino aquí llevaba
como dos horas firmando autógrafos y se me ocurrió decirle: “Marta, si te
tienes que ir no te preocupes…” Ella me miró muy seria y me dijo: “Como
si tengo que estar dos horas más, Paco. Estaré hasta que se vaya el último
niño” Esto no tiene precio y explica un poco mejor el espíritu del que antes
te hablaba”
Además de Marta, Yecla ha visto correr a atletas de gran nivel. Aún
recuerdan con agrado el año 2002 en el que ganó Fabián Roncero, que
luego logró el bronce en el campeonato de Europa de cross pese a perder
una zapatilla nada más salir. “Fabián había ganado ya nuestro cross en
2000 pero ese año no hubo tanto nivel como dos años más tarde. Su
victoria tuvo mucho mérito y fue preludio de lo que ocurrió en el Europeo
en el que, de no ocurrirle lo de la zapatilla, pudo haber optado incluso al
oro” Ese año hubo nivel, pero nunca en Yecla como el año pasado, el de
las bodas de plata: “Así es. Tuvimos nada menos que ocho que fueron
medallistas en el Europeo anterior, entre ellos el ucraniano Sergey Lebid
que, lógicamente, ganó. El año pasado fue una de las pocas pruebas que
corrió después del Europeo que se había celebrado una semana antes en
Toro” Lebid, que prestigió el año pasado Yecla con su victoria, es un caso
único en la historia del atletismo mundial. Prácticamente, como ya
comentamos en este libro, aparece sólo de cara al Europeo de cross y lo
prepara de manera tan concienzuda que hace que, uniéndolo a su gran
talento natural, lo haya ganado ya en nada menos que ocho ocasiones, las
siete últimas de manera consecutiva. Es el absoluto dominador de esta
prueba, los continentales de campo a través, que nacieron en 1994 como
respuesta al creciente dominio de los africanos en el mundial. Fue en 1991,
tras el mundial de Amberes, cuando empezó a tomar cuerpo la idea que fue
definitiva tras el Congreso de la Asociación Europea de Atletismo
celebrado en Octubre de 1992 en Praga.
Casi desde entonces Lebid, nacido el quince de Julio de 1975, domina
aplastantemente los europeos pese a la creciente llegada de atletas de
origen africano. Y es curioso porque, pese a tanto poder en esta carrera,
apenas ha brillado en otros conciertos. Lebid sólo posee otra medalla más
de valor, la de bronce en la final de los cinco mil de los Europeos de 2002
de Munich. Carrera en la que consiguió el oro Alberto García con una
marca de trece minutos y treinta y ocho segundos. Alberto que es un atleta
muy especial en Yecla porque siempre que ha podido ha corrido allí. Y en
la última edición consiguió incluso imponerse.
LA FIGURA
ALBERTO GARCÍA
- Campeón de Europa de 5000 en Munich 2002
- Medalla de plata en los 3000 del mundial de pista cubierta de
Birmingham en 2003
- Medalla de bronce en los 3000 del mundial de pista cubierta en
Lisboa 2001
- Campeón de Europa de 3000 en pista cubierta en Viena 2002
- Bronce en los 3000 del europeo de pista cubierta de Valencia en
1998
- Subcampeón de Europa de cross en Tilburg 2005
- Ganador de la Copa de Europa de clubes los años 2002 y 2003
Alberto García Fernández nació en Madrid el veintidós de Febrero de 1970
y su carrera es una de las más prolíficas en la historia del atletismo español.
Además de sus títulos, batió los récords europeos de tres mil y cinco mil en
pista cubierta y hubo un momento en el que pareció incluso poder codearse
con los más poderosos africanos. Sin embargo, no todo fueron tardes de
vino y rosas. En Marzo de 2003 dio positivo en un control previo al
mundial de Lausana y estuvo dos años privado de competir. Cumplida la
pena regresó, y a sus treinta y siete años aún es capaz de brindarnos
victorias tan épicas como la última en Yecla, una mañana fría de nieve pero
cálida de sentimientos porque el circuito murciano vio, primero, como
Marta Domínguez vengaba la medalla perdida en Pekín ante Eunice
Yepkorir y como Alberto destrozaba las aspiraciones del gran favorito, el
eritreo Kidane Tadesse, en la cuesta de la penúltima vuelta. “No me
esperaba ganar, y menos así de cómodamente – contó Alberto refugiado
aún por la manta nada más llegar a meta. A su lado, Tadesse y Menjo,
ateridos por el frío, parecían dos cervatillos asustados por la inesperada
última nevada del Invierno - Sabía que estaba bien pero la semana pasada
Tadesse me sacó en Alcobendas nada menos que treinta segundos. Hoy la
climatología ha influido a mi favor ya que a ellos este frío les influye
mucho. Yo, si te soy sincero, contaba con quedar tercero tras Tadesse y
Menjo pero he apretado en la subida y para mí ganar aquí, que llevo
muchos años compitiendo, es un orgullo. Con treinta y siete años ganar
delante de gente de mucho nivel me da mucha confianza para seguir
trabajando. Y en cuanto al tremendo frió añade que “pensamos que venir a
Murcia es venir a un clima favorable pero no siempre es así. Pero esto es
el cross, correr con todas las climatologías y en todos los terrenos”.
Muchos años han pasado desde que el joven Alberto García cambiara el
balón de fútbol por las zapatillas de clavos: “Jugaba al fútbol como
cualquier niño de mi edad. Me gustaba mucho el deporte y también
montaba en bici. Un día en mi barrio, en Vallecas, hicieron una carrera y
la gané sin haber entrenado nunca. Entonces, un amigo mío me dijo que
fuera a las escuelas del club de Atletismo Airtel y ahí empezó todo. El
atletismo es un deporte que engancha pronto y lo prefiero al fútbol porque,
al ser individual lo que consigues es fruto de tú trabajo y eso a mí, al
menos, me parece más gratificante” Alberto es además un ejemplo para
quienes piensan que una enfermedad como la alergia es un freno: “Yo
descubrí que lo soy hace más de diez años y eso, que puede parecer un
inconveniente, es un motivo más para esforzarme y superarme cada día. En
ningún caso es un obstáculo, tengo asma bronquial y en Primavera me
cuesta más pero no es un freno. Ya te digo que todo lo contrario” Y lo
demuestran sus éxitos, y sobre todo su gran longevidad: “Para eso no hay
más secreto que cuidarse. Entrenar mucho, descansar y cuidarse. Y al
final, el trabajo da sus frutos. Aunque también es cierto que a mí las
lesiones me han respetado mucho. En eso he tenido suerte” A Alberto, por
modesto, se le olvida un detalle más también importante: la humildad de la
que hace gala, a la hora de correr y también a la hora de rememorar. Para
él, el triunfo más recordado no es ninguna de las medallas de europeos o
mundiales: “Sin duda, uno de los que más recuerdo fue mi primer triunfo
en la San Silvestre Vallecana. Aún no era un atleta muy conocido y ganar
en mi barrio, delante de mi gente a tanto atleta ya consagrado fue algo
inolvidable. Jamás olvidaré cuando entré en el campo del Rayo Vallecano
y las gradas estallaron de júbilo. No se me olvidará en la vida”. Como
tampoco podrá olvidar la medalla de oro que consiguió en los cinco mil del
Europeo de Munich de 2002. Ni la plata, luchando codo con codo con el
mismísimo Gebreselassie, del mundial bajo techo de Birmingham un año
después. Ese mismo arranque de temporada fue podio en el cross de Itálica,
detrás nada menos que de Bekele y Tadesse. Lástima que, poco después,
ocurriera lo del dóping. Al respecto, Alberto negó siempre haberse dopado
y rechazó la tesis de que fue a gracias a aquello que llegó a codearse con
los africanos. El madrileño no olvidará jamás tampoco esos dos años en el
exilio. Pese al mazazo siguió entrenando y nada más regresar volvió a los
éxitos. El primero, la medalla de plata en el Europeo de campo a través de
Tilburg en 2005: “El cross, está claro, es una preparación para las
carreras de pista cubierta y al aire libre, pero desde que hay Europeo de
cross los españoles hemos cambiado un poco la preparación,
adelantándola para intentar poder ir y hacer un buen papel allí. Así lo hice
yo en 2005 cuando logré ser subcampeón europeo. Esa es una medalla a la
que tengo mucho cariño. Primero fue Lebid y fue otra gran carrera mía en
cross. Como la de dos años antes en Itálica, en Sevilla. ¡Menudo podio
aquel año! Primero fue Bekele, segundo Tadesse y tercero yo. Hacía
mucho que un español no subía al podio, creo que desde Abascal, y
aquella fue la mejor carrera de cross de mi vida” Alberto ha ganado
también otros crosses, como Venta de Baños en 2005 o Valladolid en 2007.
Y guarda muy buenos recuerdos de las carreras de campo a través, no sólo
por las victorias: “Una de las cosas más bonitas del cross es que todos
somos muy amigos, desayunamos juntos la mañana de la carrera pero
luego dan el disparo y somos rivales a muerte. Es bonito que fuera de la
pista seamos incluso amigos, luego damos el espectáculo, que gane el que
pueda y, al acabar, otra vez amigos Desayunamos también con los
africanos, que son superiores genéticamente pero además nosotros
tenemos una carrera larga porque es nuestro trabajo. Ellos suelen durar
menos, tres cuatro años y luego sale otro. Es otra filosofía diferente porque
además ellos corren para escapar del hambre. Pero también es importante
decir que no todos son superiores, sólo los mejores nos ganan a nosotros
gracias a una larga historia de selección natural que aquí no hay”
Sobre el cross que nos ocupa, Alberto se deshace en elogios hacia ellos:
“En Yecla siempre nos tratan muy bien. Algunos hemos visto nacer la
carrera que al principio era sólo a nivel regional. Luego contactaron con
Pepillo (José Alonso Valero) mi manager, y fueron trayendo gente de nivel.
Siempre que puedo vengo y le tengo mucho aprecio. Se siente el calor del
público, la escuadra nos acoge con mucho cariño y nos sentimos como en
casa. Hay además muchos atletas en categorías inferiores y eso es muy
importante, fundamental para nuestro deporte. Recuerdo, entre otras
cosas, la paellada de después de la prueba como un momento muy bonito.
Y el detalle de la cena de levantarse y aplaudirnos es también precioso.
Todos los años es la misma gente la que nos recibe y nos conocen. No
todos los días nos pasan las cosas que en Yecla. Por eso, le deseo en el
futuro muchos años de bonanza y éxito”.
FUTURO
Precisamente, al hablar sobre ese futuro, Paco Disla tuerce el gesto: “Sí,
porque nos están comiendo las carreras populares. Para un municipio
hacerlas es más fácil que hacer un cross. Hace quince años en Murcia
había quince crosses, ahora hay cuatro. El resto son carreras populares en
las que los atletas pagan por correr. Esos son además clientes potenciales
de marcas de ropa o productos que se venden y tienen que ver con el
atletismo. Espero, pese a esto, que las administraciones públicas no
pierdan de vista que el futuro es el cross, que es el verdadero semillero del
atletismo. En las populares no corren niños. Aquí sí. Sólo en Yecla tuvimos
seiscientos corriendo este último año. Y ahí reside el futuro”
Paco lo afirma con la misma determinación de yeclano que impulsó al
insigne escritor natural de Monóvar, José Augusto Trinidad Martínez,
Azorín, a escribir así sobre los paisanos de la tierra de su padre: “Yo amo a
Yecla, a este buen pueblo de labriegos. Los veo amar, amar la tierra. Y
tienen una fe enorme, la fe de los antiguos místicos. Esta es la vieja
España, legendaria, heróica”.
TURISMO
FIESTAS DE LA VIRGEN
Las Fiestas de Yecla, comienzan el 5 de diciembre con el llamado Acto del
Beneplácito, en el que el Presidente de la Asociación de Mayordomos pide
permiso a la primera autoridad municipal para que den comienzo las
Fiestas. Por la tarde, "alabarderos" y "tamboreros" invitan al vecindario a
sumarse a la fiesta. El día 6 por la mañana se celebra una Misa de Pajes,
desarrollándose por la tarde el acto del Beso de la Bandera de toda la
soldadesca que integra la Compañía Martín Soriano Zaplana.
El Día de la Bajada, se inicia con la Alborada, en el atrio de la Basílica de
la Purísima para a continuación encaminarse, disparándose siempre los
arcabuces, hasta el Santuario del Castillo, desde el que proceden al traslado
de la Patrona de Yecla hasta su Basílica. En el recorrido, el Mayordomo
juega la Bandera ante la Virgen, a la salida del Santuario, en el llamado
Paso de la Bandera y a la entrada la Basílica, mientras que los arcabuces,
sin
interrupción,
intensifican
sus
disparos.
Ese mismo día, por la tarde, las diferentes escuadras proceden al acto de la
Ofrenda de Flores, tras un recorrido por las calles céntricas de la ciudad.
El día 8 de diciembre, día grande de estas Fiestas, el nombramiento de
"clavarios" y el desfile de la soldadesca, da paso a la Procesión con la
imagen de la Patrona, en la que el Mayordomo repite el mismo ritual con la
Bandera, a la salida y especialmente a la entrada de la Virgen a la Basílica,
en medio de un estruendo ensordecedor de todos los arcabuces disparando.
Por último, a los nueve días como mínimo, en el domingo siguiente, con el
mismo orden, protocolo y ceremonial observado en la Bajada se procede a
la
Subida
de
la
Virgen
a
su
Santuario.
Todos los integrantes del cortejo, visten el uniforme reglamentario que
consta de un sombrero negro, tipo apuntado, que penden cuatro bolas y con
los picos en columna, llevando en lana negra con solapas en triángulo y
paño vuelto. El pantalón y corbata de lazo es del mismo color y la camisa,
blanca. También portan, anudado al costado izquierdo un fajín de raso azul
cielo,
rematado
con
borlas
celestes.
El arma reglamentaria para realizar las salvas con pólvora es el arcabuz,
con una boquilla de latón con forma de copa abierta y culata de madera en
forma trapezoidal y caras planas, al que se adjunta el frasco o cantimplora
de la pólvora. Las Ordenanzas que rigen el festejo restringen los disparos
de pólvora a los actos oficiales programados.
EL SANTUARIO DEL CASTILLO
El Santuario del Castillo es un edificio del último tercio del siglo
XIX sufriendo varias modificaciones a lo largo de su historia. Se
trata de una construcción de planta rectangular de una sola y amplia
nave, dividida en tres tramos. La nave únicamente desarrolla
bóveda de cañón en cada uno de sus tramos, abriendo espacios para
las capillas laterales y presbítero.
En la parte superior de la fachada se halla una imagen pétrea de la Virgen. En los
colaterales sendas torres gemelas de planta cuadrada flanquean el pórtico y en sus
cuerpos superiores se encuentran los cuerpos de campanas. Ambas torres están
culminadas por unas esculturas de 1.951 que representan, en la derecha, El
Corazón de María y en el contrario El Corazón de Jesús.
El camino de acceso al Santuario se puede encontrar una serie de "Pasos" del Vía
Crucis que ostenta paneles cerámicos de azulejería valenciana de gran aceptación
y devoción popular.
En el presbiterio destaca la presencia del camarín adosado, obra de Justo Millán
Espinosa del año 1.886, que está decorado por el pintor Juan Albert Selva. Dentro
del Camarín se encuentra la imagen de la patrona de Yecla, talla del escultor
alcoyano Miguel Torregrosa Alonso del año 1.941. Y también hay que resaltar el
Trono sobre el que se reside La Virgen de la Purísima y los ángeles del mismo que
fueron elaborados por el escultor valenciano Francisco Teruel, en el año 1.952.
Además en este espacio del templo se halla el Retablo Mayor neobarroco y
clasicista a la vez, obra de los hermanos Lorente, realizada en 1.977.
Del lado del Evangelio, en la tercera crujía, se abre la Capilla del Santísimo Cristo
del Sepulcro, de planta octogonal, sobre la cual se encuentra una cúpula
semiesférica y data del año 1956. La imagen representa al Cristo yaciente, obra de
Miguel Torregrosa, realizada en 1941 y la urna tallada, que protege la imagen, es
un proyecto del yeclano José Villanueva terminado en 1942.
EL CASTILLO DE YECLA
El Castillo de Yecla tiene origen en época de dominación
musulmana, entre los periodos califal o taifa, entre los siglos X
y XI, perteneciendo al Oriente de Al-Andalus. Es en estas
fecha cuando se produce el verdadero asentamiento en el
núcleo urbano actual, con el topónimo de "YAKKA", lo que
derivará posteriormente en el actual nombre de nuestra ciudad: "YECLA". La
función principal que desempeñaba este "hisn" o fortaleza era la de punto
estratégico en vías de comunicación que unían el interior de la península con las
costas sureñas del Mediterráneo español y en un principio cubrir las necesidades
defensivas de los habitantes de la comarca.
El Castillo de Yecla, está situado en la cima de un cerro, con una altitud que varia
entre los 745 y 752 m. Entre los restos conservados se diferencian dos técnicas de
construcción, la más antigua de "tabiya"; es decir utiliza tapial de cal, arena y
piedras, sobre basamento de mampostería en las zonas más irregulares. La
segunda técnica más reciente se caracteriza por utiliza piedras menudas trabadas
con yeso rojo sin depurar.
La planta es aproximadamente triangular y el acceso actual se efectúa por la cara
norte a través de una escalera de piedra, existiendo una entrada anterior por la
zona noreste cerca del aljibe. El grosor de las murallas del recinto es de 1, 30 m,
mientras que los muros de las estancias interiores son de 90 cm.
Las torres más antiguas están colocadas en los vértices del recinto, en las Caras
Este, Oeste y Sur, a las que se suman dos torres más, de piedra y yeso, situadas
una al noreste, junto a aljibe y la otra al Sudoeste. En una reconstrucción
hipotética, se le dota de unas murallas de 5 m. de altura y algo más en las torres y
las almenas se incorporarían a mitad del s. XIV.
Asociado al "hisn" o castillo queda el poblado madina, situada en la cara sureste
del cerro. Contaba con una cerca o muralla que protegía el caserío. Las
excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el lugar han puesto al descubierto
diez casas o edificios que siguen el modelo típicamente hispano-andalusí: patio
central sobre el que se organizan el resto de estancias (cuatro a cinco). En el caso
de Yecla, todas ellas contaban con una planta superior a la que se accedía por un
tramo de escaleras situadas en el patio. Se observa en un cierto ordenamiento
urbano con calles y adarves que van separando cada una de las casas, contando
además con infraestructuras sanitarias que permitían la evacuación de aguas
residuales y suministro de agua potable. A las afueras del poblado si sitúa la
"maqbara" o cementerio islámico.
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