Nuevos tiempos para la Pediatría de Urgencias

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SOCIEDAD ESPAÑOLA DE
URGENCIAS DE PEDIATRÍA
Nuevos tiempos para la
Pediatría de Urgencias
16-18 DE ABRIL DE 2015
palacio euskalduna
Comunicaciones breves - Sesión 2
Intoxicaciones
Viernes 17 de abril de 2015, 15.00-16.30 h
Moderadores: B. Azkunaga, C. Luaces
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Comunicaciones breves
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BILBAO, 16-18 de abril de 2015
INTOXICACIONES AGUDAS EN URGENCIAS DE PEDIATRÍA: ¿QUÉ HA CAMBIADO EN LOS ÚLTIMOS 10 AÑOS? Zabala
Zapiain A1, Camara Otegui A1, Olaciregui Echenique I2, Muñoz Bernal JA2, Landa Maya JJ3, Urreta Barallobre I4. 1Médico
Residente, 2Médico Adjunto En La Unidad de Urgencias del Servicio de Pediatría, 3Jefe del Servicio de Pediatría, 4Servicio de Epidemiología Clínica. Hospital Universitario Donostia. San Sebastián.
Introducción. El observatorio toxicológico de la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP) estima en un 0,3% la
incidencia de intoxicaciones agudas en los Servicios de Urgencias de Pediatría (UP). En los últimos años se han observado cambios
tanto en los aspectos epidemiológicos como en el manejo de las mismas.
Objetivo. Comparar las características epidemiológicas, el manejo y la evolución de los casos de intoxicación aguda en menores
de 14 años atendidos en UP de un Hospital terciario en el último decenio.
Material y Método. Estudio observacional, comparativo de cohortes, mediante revisión de historias clínicas. Se recogieron
características epidemiológicas, sustancia tóxica implicada, pruebas complementarias realizadas, método de decontaminación
utilizado y evolución en menores de 14 años atendidos en UP que fueron diagnosticados de intoxicación aguda en dos periodos de
tiempo (Cohorte A: enero 2004-diciembre 2005 (n=111). Cohorte B: enero 2012-diciembre 2013 (n=129)). Se analizaron las variables
cualitativas mediante el test exacto de Fisher y Chi cuadrado de Pearson.
Resultados. La incidencia de intoxicaciones agudas fue similar en ambos periodos de tiempo (0,17% y 0,20% (p>0,5)). En ambas cohortes la proporción de niños y niñas fue similar y la mayoría de los casos ocurrió en menores de 5 años (88,29% y 80,62%)
(p>0,5). Los fármacos fueron las sustancias tóxicas más frecuentemente implicadas (54,06% y 44,96% (p>0,5)) observándose
en el tiempo una disminución de los antitérmicos (33,33% vs 18,97%, p=0,076) y un aumento de los psicofármacos (23,33% vs
29,31%, p=0,461). No hubo diferencias respecto a las intoxicaciones por productos del hogar (24,32% y 29,46%), alcohol (5,41%
y 5,43%) ni drogas (0,9% y 1,55%). Se realizó decontaminación en 36 casos (32,43%) en la cohorte A y 33 casos (25.58%) en la
cohorte B (p=0.242). El carbón activado fue el método más utilizado (55,56% y 84,85%), sin embargo, se objetivó en los últimos
años una disminución del uso del lavado gástrico como método decontaminante (44,44% vs 15,15%) (p=0,008). En la cohorte
A, 50 pacientes (45,05%) permanecieron en observación, 5 (4,5%) ingresaron en planta y 2 (1,8%) en UCIP mientras que en la
cohorte B hubo 60 (46,51%) en observación, 9 (6,98%) en planta y 2 (1,55%) en UCIP (p>0,5).
Conclusión. La incidencia de las intoxicaciones agudas atendidas en UP ha permanecido estable. Los fármacos continúan
siendo los agentes tóxicos más frecuentemente implicados observándose una disminución de los antitérmicos y un aumento
de los psicofármacos, no siendo estadísticamente significativo. El método decontaminante más utilizado sigue siendo el carbón
activado objetivándose una disminución significativa del uso del lavado gástrico. Más de la mitad de los casos continúa precisando
algún tipo de estancia hospitalaria tras la valoración inicial.
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EPIDEMIOLOGÍA DE LAS INTOXICACIONES REGISTRADAS EN LOS 6 AÑOS DEL OBSERVATORIO DE TOXICOLOGÍA. Santiago P, Bilbao N, Azkunaga B, Mintegi S, Grupo de Trabajo de Intoxicaciones de la SEUP. Servicio de Urgencias de Pediatría.
Hospital Universitario Cruces. Barakaldo.
En Octubre de 2008 se crea el Observatorio Toxicológico (OT) de la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría con el objetivo de conocer la epidemiología de las intoxicaciones en edad pediátrica. Actualmente lo constituyen 59 Servicios de Urgencias
Pediátricos (SUP).
Objetivos. Describir la epidemiología de las intoxicaciones agudas atendidas en los SUP españoles.
Metodología. Estudio descriptivo basado en un registro prospectivo de las intoxicaciones registradas en el OT entre octubre
2008 y septiembre 2014.
Resultados. En el periodo estudiado se registraron 902 intoxicaciones, 0.27% de las 339.086 consultas atendidas en los SUP.
Los grupos de tóxicos más frecuentemente implicados fueron: fármacos (469, 51,9%), productos del hogar (212, 23.5%) y
etanol (85, 9.4%).
El mecanismo de intoxicación más frecuente fue la ingesta no voluntaria (639 casos, 70.8%).
De ellos, 349 (54.6%) por fármacos (84.2% entre 1 y 4 años), sobre todo psicofármacos (80, 22.9%; benzodiazepinas 69),
paracetamol (58 16,6%) y anticatarrales (47, 13.4%) y 204 (31.9%) por productos del hogar (75% entre 1 y 3 años).
Las intoxicaciones recreacionales 101 (11.2%) no mostraron diferencias por sexos y los agentes implicados fueron etanol 83
(82.2%), droga ilegal 9 (8.9%) e intoxicaciones mixtas 9 (8.9%).
Los errores de dosificación fueron 65 (7.2%), 32.3% de ellos <1año (de éstos 38% por antitérmicos y 14.2% por broncodilatadores, antihistamínicos y anticatarrales).
Se constataron 52 intoxicaciones (5.8%) con fines autolíticos (92.3% mujeres), 92.3% por fármacos (31 psicofármacos, principalmente benzodiacepinas); 35.4% de ellas polimedicamentosas.
Se caracterizaron por:
Lugar
Acompañante
Transporte
Contacto previo
Tratamiento previo
Síntomas
No voluntaria
Domicilio 88%
(IC 95% 85-90)
Padres 97.1%
(IC 95% 95-98)
Familiar 89.5%
(IC 95% 87-91)
30.9%
(IC 95% 27-34)
A. Primaria
14.1%
(IC 95% 11-16)
28.3%
(IC 95% 24-31)
Recreacional
No domicilio 98%
(IC 95% 95-100)
Padres 33%
(IC 95% 23-42)
Sanitario 77.7%
(IC 95% 69-85)
51.5%
(IC 95% 41-61)
Emergencias
9%
(IC 95% 3-14)
95%
(IC 95% 90-99)
Error dosis
Domicilio 89.9%
(IC 95% 82-97)
Padres 100%
Familiar 93.8%
(IC 95% 87-99)
39%
(IC 95% 27-50)
A. Primaria
4.7%
(IC 95% -0.52-9.93)
25%
(IC 95% 14-35)
Fin autolítico
Domicilio 84%
(IC 95% 73-94)
Padres 79.5%
(IC 95% 68-90)
Familiar 56.8%
(IC 95% 43-70)
52%
(IC 95% 38-65)
Emergencias
21.5%
(IC 95% 10-32)
67.3%
(IC 95% 54-80)
Se realizaron pruebas complementarias en 48,1% (83,1% en recreacionales y 63,5% en autolisis). 51.8% permanecieron al menos
unas horas hospitalizados, (68% en recreacionales y 58,3% 65.3% en autolisis), 10 (1.1%) en cuidados intensivos. Ninguno falleció.
Conclusiones. La mayoría de las intoxicaciones en edad pediátrica atendidas en los SUP se producen en niños pequeños tras
ingesta no voluntaria de fármacos, principalmente psicofármacos, en domicilio. Las intoxicaciones con fines recreacionales (que
se dan por igual en ambos sexos) y las autolíticas son las que consumen más recursos sanitarios.
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INTOXICACIÓN ETÍLICA AGUDA EN URGENCIAS PEDIÁTRICAS DE NUESTRA ÁREA. Ranera Málaga A1, Rodrigo García
R1, Bonil Martínez V1, Alcaraz Sans D2, Baena Olomí I1, Rivera Luján J1. 1Servicio de Medicina Pediátrica. Hospital de Sabadell.
Corporació Sanitària Parc Taulí. UAB. Sabadell. 2CUAP Castellar del Vallès.
Objetivos. Describir y analizar las características de los pacientes que acuden al servicio de urgencias pediátricas por intoxicación etílica aguda (IEA) con fines recreativos, las complicaciones derivadas de las mismas, las intervenciones asistenciales a nivel
hospitalario y la comorbilidad asociada.
Metodología. Estudio descriptivo mediante consulta de historias clínicas de todos los pacientes menores de 18 años que acudieron al servicio de urgencias pediátricas por IEA entre enero de 2010 y diciembre de 2014. Se excluyeron aquellas intoxicaciones
producidas de forma accidental. Se recogieron diferentes variables y se analizaron mediante el programa STATA 13.
Resultados. Se registraron un total de 238 casos de IEA durante 5 años (12 en 2010, 25 en 2011, 39 en 2012, 72 en 2013 y 90
en 2014) que representan 1,3 de cada 1000 visitas a urgencias y un 1% de las visitas de pacientes entre 14 y 18 años.
El 62.1% de las IEA se produjeron en mujeres; la edad media de las IEA en 2010 fue de 16,5 años disminuyendo progresivamente hasta 15,7 en 2014 (rango de 12 a 17 años). La mayoría de los pacientes con IEA acudieron a urgencias entre las 21 y las 4
horas y los fines de semana y el 54% se produjeron entre junio y octubre. El 79% de los pacientes fueron trasladados a urgencias
en transporte sanitario. El nivel de triaje, según el modelo andorrano, fue de 4-5 en el 67%, de 3 en el 25% y de 1-2 en el 9%
de la muestra. El tiempo medio de estancia en urgencias fue de 5,5 horas. No hubo ningún ingreso hospitalario ni complicaciones graves pero 2 pacientes presentaron hipotensión arterial, 4 hipotermia y 12 hipopotasemia leve. Se realizaron exploraciones
complementarias en 79 pacientes (92% tóxicos en orina, 51% analítica sanguínea, 9% TC craneal) con más frecuencia en el sexo
femenino. En el 43.8% de los pacientes a los que se determinaron tóxicos en orina, se detectó también consumo de otras drogas
(76% cannabis). La etanolemia fue solicitada en 40 pacientes (26.8% leves, 68.3% moderadas, 4.8% graves) siendo la media de
199 mg/dl con un rango de 61 a 337 mg/dl. Se encontró comorbilidad psiquiátrica en el 21.4% de los pacientes siendo en éstos
más habitual el consumo de otras drogas (RP 2.3, IC 95% 1.12-4.74).
Conclusiones. Parece observarse un aumento en los últimos años de las consultas a nuestro servicio de urgencias por IEA
recreativas y un descenso de la edad media.
A pesar de este aumento, la mayoría de las IEA son de poca gravedad y no requieren asistencia médica por lo que sería interesante revisar los criterios de traslado al hospital.
Se tiende a ser conservador en el manejo de estos pacientes ya que las complicaciones son infrecuentes, pero se es más
intervencionista si el paciente atendido es de sexo femenino.
Existe un importante número de pacientes que asocian consumo de otras drogas, principalmente cannabis. Un importante número de pacientes atendidos por IEA presentan antecedentes psiquiátricos y tienen más riesgo de haber consumido otras drogas.
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CONSUMO DE ALCOHOL Y OTRAS SUBSTANCIAS PSICOACTIVAS – EXPERIENCIA DE UNA URGENCIA PEDIÁTRICA.
Ferraz A, Mação P, Noronha N, Januário G, Gata L, Januário L. Servicio de Urgencias. Hospital Pediátrico. Centro Hospitalar e
Universitário de Coimbra. Portugal.
Objetivos. Los ingresos por consumo de sustancias psicoactivas (SPA) son frecuentes en los servicios de urgencias (SU). Suelen presentarse como cuadros graves y constituir el inicio de un padrón de abuso. El objetivo de este estudio fue caracterizar los
casos de consumo de SPA observados en SU.
Metodología. Estudio retrospectivo de los ingresos por consumo de SPA en un SU pediátrica, entre enero del 2012 y diciembre
del 2013. Se recogieron variables demográficas, clínicas, tipo de SPA, formas de consumo, evolución y orientación al alta. Se han
comparado 2 grupos: A (alcohol) y B (otras SPA), excluyendo del análisis comparativo los consumos mixtos. Análisis estadística
con SPSS® (p<0,05). Resultados. En 2 años del estudio hubo 105 casos (0,1% del total de ingresos), 64% del sexo masculino, con edad media de
16,5 años (13,2-18,8). El consumo de alcohol ha ocurrido en 68% (71) de los casos y el de otras SPA en 37% (39), habiendo sido
mixto en 5% (5). La SPA más frecuente fue la cannabis (31), seguido por las nuevas SPA (6). Se registró consumo recurrente en
31% de los casos. La mayoría presentaba síntomas neurológicos (51%; 24% con Glasgow ≤14) o gastrointestinales (GI) (50%). Efectuaron pruebas
complementarias 91%. La alcoholemia media fue de 1,46±0,52g/L. Han sido ingresados en la unidad de corta estancia 64% de
los casos, uno en cuidados intensivos (consumo mixto). Todos han tenido una evolución favorable y el 50% han sido encaminados
a la consulta externa. La comparación entre los dos grupos se presenta en la tabla 1. TABLA 1. Comparación entre los Grupos A y B (n=105).
Grupo A (n=66)
Grupo B (n=34)
Sexo masculino
39 (59,0%)
23 (67,6%)
p=0,404
Edad (mediana)
16,5A
16,5A
p=0,267
Síntomas
Neurológicos
Glasgow ≤14
Psiquiátricos
Cardiovasculares
Gastrointestinales
Consumo recurrente
33 (50,0%)
30 (45,5%)
17 (25,8%)
6 (9,1%)
38 (57,6%)
12 (18,2%)
18 (52,9%)
4 (11,8%)
9 (26,5%)
10 (29,4%)
12 (35,3%)
17 (50,0%)
p=0,78
p=0,001
p=0,939
p=0,009
p=0,035
p<0.001
Ingresos en planta
45 (68,2%)
17 (50,0%)
p=0,076
Referenciación a la consulta
21 (31,8%)
27 (79,4%)
p<0,001
Conclusiones. El alcohol fue responsable por la mayoría de los ingresos en urgencia visitas, pero el consumo recurrente se ha
asociado más a las otras SPA. Las alteraciones de consciencia (Glasgow ≤14) y los síntomas GI fueron más frecuentes en el consumo
aislado de alcohol, mientras que las manifestaciones cardiovasculares han predominado en aquellos que han consumido otras SPA.
La referenciación a la consulta externa fue mayor en las otras SPA, reflejando la probable tolerancia social al consumo de alcohol.
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INTOXICACIÓN POR DROGA ILEGAL EN NIÑOS DE CORTA EDAD EN SERVICIOS DE URGENCIA PEDIÁTRICOS ESPAÑOLES. Azkunaga Santibañez B1, Crespo Rupérez E2, Oliva Rodríguez-Pastor S3, Humayor Yáñez J4, Muñoz Bernal JA5,
Mangione L6, Pérez Canovas C7, Bilbao Salcines N1, Santiago García P1, Mintegi Raso S1, Grupo Trabajo Intoxicaciones SEUP,
GTI-SEUP. 1Servicio Urgencias Pediatría, H.U. Cruces. 2Urgencias de Pediatría, H. Virgen de la Salud. 3Urgencias de Pediatría, H.
Regional Universitario Carlos Haya. 4Servicio de Pediatría, H.U. Basurto. 5Urgencias de Pediatría, H.U. Donosti. 6H. Materno-Infantil
Las Palmas de Gran Canaria. 7Urgencias de Pediatría, H. Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca.
Objetivos. Analizar las intoxicaciones por droga ilegal en niños de corta edad que acuden a los Servicios de Urgencia Pediátricos
(SUP) españoles.
Métodología. Estudio descriptivo de las intoxicaciones por droga ilegal en los niños de menor edad basado en un registro
prospectivo de las intoxicaciones registradas en los 59 SUP participantes del Observatorio Toxicológico de la Sociedad Española
de Urgencias de Pediatría entre octubre de 2008 y noviembre de 2014.
Resultados. En el periodo de estudio se registraron 930 intoxicaciones. En 27 casos (2,9%) participó alguna droga ilegal, sola
en 18 casos (15 cannabis, 1 ketamina, 2 cocaína) y asociada a otras sustancias en 9, principalmente cannabis junto a etanol. Como
tóxico único, la edad fue ≥12 años en 10 casos (55,5%) y < 3años en 8 (44,4%).
De los 8 casos registrados en <3 años, 6 fueron por cannabis y 2 por cocaína, con edades comprendidas entre 13 y 29 meses,
siendo el 50% varones. Todos fueron acompañados a los SUP por familiares directos, utilizándose transporte sanitario en el 37%.
En 6 casos refirieron contacto con sustancia y en 5 casos los padres declararon ser consumidores de la misma. En 1 casos los
padres eran consumidores pero negaron contacto. El 100% presentó síntomas neurológicos y se detectó sustancia en orina en
todos excepto en uno, cuyos padres aseguraban contacto. No se administró tratamiento farmacológico, excepto en una intoxicación por cocaína la cual recibió benzodiacepinas y propofol, y se realizó descontaminación intestinal mediante lavado gástrico y
administración de carbón activado. Todos los pacientes permanecieron en el hospital al menos durante unas horas, ingresando 3
de ellos en Unidades de Cuidados Intensivos. Todos evolucionaron favorablemente y previo al alta hospitalaria en 7 se contactó
con Servicios Sociales o Jurídicos, desconociéndose el dato en el restante.
Conclusiones. Cerca de la mitad de las intoxicaciones por droga ilegal como única sustancia detectada en los SUP españoles
sucede en niños de corta edad, principalmente por cannabis.
Aunque habitualmente la evolución clínica es favorable, con frecuencia a su llegada a los SUP están inestables y en ocasiones
la continuidad de cuidados se realiza en unidades destinadas a pacientes críticos.
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EXPOSICIÓN NO SOSPECHADA A DROGAS DE ABUSO EN NIÑOS. Manzano C, Torres F, Román L, Hernández M, García-Algar O. Unitat de Recerca Infància i Entorn (URIE). Institut Hospital del Mar d’Investigacions Mèdiques (IMIM). Barcelona.
En la última década, el consumo de drogas de abuso se ha mantenido relativamente estable, con un aumento significativo del
cánnabis y la cocaína.
Objetivo. Investigar la prevalencia de la exposición no sospechada a drogas de abuso (cocaína, cánnabis, anfetaminas, opiáceos,
MDMA) en niños que consultan en un servicio de urgencias pediátricas sin signos o síntomas sugestivos de exposición.
Metodología. Se recogieron muestras de pelo en niños entre 10 y 14 años de edad que consultaban en el servicio de urgencias
pediátricas del hospital durante 4 meses. Se llevó a cabo un cuestionario sobre consume de sustancias de abuso y una entrevista
motivacional breve con los niños. Se estudió la presencia de drogas de abuso en las muestras de pelo a través de una metodología analítica validada basada en cromatografía líquida-espectrometría de masas. Los datos se compararon con estudios previos
llevados a cabo en el mismo escenario.
Resultados. De un total de 114 muestras de pelo, se obtuvieron 15 resultados positivos (13,5%) para cualquier droga de abuso,
5 resultados positivos (4,38%) para cocaína (rango de concentración 0,8-3,97 ng/mg de pelo), y 8 resultados positivos para cánnabis
(7%) (rango de concentración 0,10-1,11 ng/mg de pelo), 1 resultado positivo para MDMA (0,8%) (0,66 ng/mg de pelo) y 1 resultado
positivo para anfetaminas (0,8%) (1,10 ng/mg de pelo).
Conclusiones. El resultado más importante de este estudio es la prevalencia elevada de la exposición pediátrica a drogas de
abuso en niños procedentes de un entorno socioeconómico bajo. Estos datos justifican la implementación de protocolos de cribado
analíticos, pautas de seguimiento y estrategias preventivas. Con el objetivo de prevenir la exposición y el consumo de drogas de
abuso en niños, recomendamos la aplicación de intervenciones de salud pública y de los servicios sociales con el fin de alertar a
los consumidores de los riesgos para los niños y para evitar el consumo en los lugares donde los adultos conviven con los niños.
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EPISODIOS REPETIDOS DE INTOXICACIÓN: ¿CONDICIONAN UN MANEJO DIFERENTE? García González E, Ferrrer Bosch
N, Martínez Sánchez L, Trenchs Sainz de la Maza V, Luaces Cubells C. Servicio Urgencias. H. Sant Joan de Déu. Barcelona.
Introducción. La prevención es un aspecto fundamental en las intoxicaciones pediátricas, especialmente cuando se detectan
episodios recurrentes.
Objetivos. Detectar la tasa de recurrencias en la consulta a urgencias por sospecha de intoxicación y determinar en que casos
el manejo incluye medidas preventivas específicas.
Valorar si la creación de un ítem específico en la historia clínica informatizada del paciente intoxicado condiciona una mayor
detección de episodios recurrentes.
Metodología.
Estudio retrospectivo, descriptivo y observacional. Se incluyen los pacientes <18 años atendidos en Urgencias por sospecha
de intoxicación durante 2 años (2013-2014), y que presentaban episodios previos. Para conocer la existencia de antecedentes de
intoxicación se revisa la historia clínica hospitalaria informatizada del Hospital y la Historia Clínica compartida del Institut Català de
la Salut. Desde enero de 2014, el formulario de la anamnesis del episodio de urgencias para el paciente intoxicado contiene ítems
específicos, uno de ellos sobre la existencia de episodios previos. Para evaluar las medidas preventivas adoptadas se analizan los
pacientes según el mecanismo de intoxicación.
Resultados. En el periodo de estudio se realizaron 731 consultas por sospecha de intoxicación (54,8% sexo femenino, 56,5%
mecanismo no intencionado) y en 66 casos (tasa de recurrencia del 9%) existían antecedentes de episodios previos (65,2% sexo
femenino, 74,2% mecanismo intencionado). En el 2014 se observa un incremento de las consultas por intoxicación con episodios
previos (12% de todas las consultas por sospecha de intoxicación vs 5,9% en 2013; p=0,004).
En 17 episodios el mecanismo fue no intencionado (82,4% (14) varones, edad mediana 3,2 años (p25-75: 2,2-9,4 años)). En
41,2% (7) de estos casos estaban implicados psicofármacos. Se cumplimentó parte de lesiones en 29,4% (5). Ningún paciente
fue derivado a Trabajo Social ni se iniciaron otras medidas preventivas específicas.
En 10 episodios el mecanismo fue recreativo (50% (5) varones, edad mediana 16,2 años (p25-75: 15,5-16,8 años)). Los tóxicos
implicados fueron etanol y el cannabis. Se cumplimentó parte de lesiones en el 40% (4) y en 50% (5) se mantuvo seguimiento en
consultas externas (Trabajo Social, Unidad de Toxicomanía o Psiquiatría).
En 39 episodios existía finalidad suicida (89.7% (35) mujeres, mediana de edad 15,3 años (p25-75: 14,7-16,4 años)). En 71,8%
(28) estaban implicados psicofármacos. Se cumplimentó parte de lesiones en 25,6% (10). Todos los pacientes fueron valorados y
seguidos en consultas externas por Psiquiatría.
En el grupo de pacientes con episodio recurrente se cumplimentó parte de lesiones con mayor frecuencia que en los pacientes
sin episodios previos (28,8% vs 18,0%; p= 0,034). El seguimiento posterior de los pacientes solo mejoró en el grupo de intoxicaciones recreativas (50% vs 9,4%; p=0,003).
Conclusiones. La tasa de recurrencia observada es considerable. El manejo de estos pacientes es aun mejorable, especialmente
en cuanto al seguimiento de los casos con episodios repetidos de intoxicación no intencionada. La creación de un ítem específico
en la historia clínica informatizada para episodios recurrentes de sospecha de intoxicación facilita su detección. El antecedente de
episodios previos aumenta la cumplimentación de parte de lesiones y mejora el seguimiento de los pacientes con intoxicaciones
recreativas.
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¿SON MÁS GRAVES LAS INTOXICACIONES AGUDAS PEDIÁTRICAS NO INTENCIONADAS ASOCIADAS A RECIPIENTES
NO ORIGINALES? Bilbao N, Santiago P, Azkunaga B, Mintegi S, Grupo de Trabajo de Intoxicaciones de la SEUP. Servico de
Urgencias de Pediatría. Hospital Universitario Cruces. Barakaldo.
Introducción y objetivo. Hábitos inadecuados a la hora de almacenar sustancias potencialmente tóxicas, como utilizar recipientes no originales, pueden facilitar las intoxicaciones agudas pediátricas no intencionadas además de asociarse con una mayor
severidad potencial, si bien hay escasos estudios que lo corroboren. El objetivo principal del estudio es analizar si las intoxicaciones
agudas pediátricas no intencionadas por sustancias almacenadas en recipientes no originales tienen una mayor severidad que el
resto. El objetivo secundario es conocer el perfil de estas intoxicaciones.
Metodología. Estudio descriptivo basado en un registro prospectivo de las intoxicaciones registradas en los 59 Servicios de
Urgencias de Pediatría (SUP) participantes del Observatorio Toxicológico de la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría entre
octubre de 2008 y septiembre de 2014. Se consideraron marcadores de severidad la realización de pruebas complementarias,
administración de tratamientos, ingreso en planta o UCIP, las secuelas y el fallecimiento.
Resultados. Durante el periodo de estudio de las 339.086 visitas a urgencias en los 59 SUP, de las cuales 902 correspondieron
a intoxicaciones. De éstas, 639 fueron por mecanismo no-intencionado, estando registrado su sistema de almacenaje en 611. De
éstos, el tóxico no estaba en su envase original en 100 (16.3%), sobre todo en intoxicaciones por productos del hogar (57/200,
28.5%) y, menos, medicamentos (31/341, 9.0%). En la tabla se comparan las características de las 200 intoxicaciones agudas no
intencionadas por productos del hogar en relación con su sistema de almacenaje:
Características de las intoxicaciones agudas no intencionadas por productos del hogar en relación con su
sistema de almacenaje.
Recipiente original (143)
Recipiente no original (57)
p
Edad
≤ 4 años (181)
140; 76.9%
42; 23.0%
<0.0001
> 4 años (18)
3; 16.6%
15; 83.3%
Cáusticos
26; 18.1%
25; 43.8%
<0.001
Pruebas complementarias
45; 31.5%
22; 38.6%
n.s.
Tratamientos
54; 37.8%
22; 38.6%
n.s.
Ingreso en planta
13; 9.1%
8; 14.0%
n.s.
Ingreso en UCIP
0
1; 1.8%
n.s.
Secuelas
0
1; 1.8%
n.s.
Fallecimiento
0
0
n.s.
En las intoxicaciones por fármacos, las asociadas a un recipiente no-original se relacionaron con mayor frecuencia con intoxicaciones polimedicamentosas (6/31, 19.3% vs 13/310, 4.2%, en los almacenados en recipiente original, p<0.005), con mayor
implicación de los psicofármacos (12/31, 38.7% vs 56/310, 18.0%, p<0.05), sin diferencias por grupos de edad.
Conclusiones. Un almacenaje en su recipiente original de diferentes productos potencialmente tóxicos (sobre todo ciertos
productos del hogar) podría evitar un importante número de consultas por intoxicaciones agudas pediátricas no intencionadas,
principalmente por encima de los 4 años. Este almacenaje no se asocia con una mayor gravedad potencial de la intoxicación.
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BILBAO, 16-18 de abril de 2015
¿ES NECESARIA SIEMPRE LA ENDOSCOPIA ANTE LA INGESTA DE CÁUSTICOS? A PROPOSITO DE NUESTRA CASUÍSTICA. López Mármol AB1, Pradas Chía J1, Núñez Adán AF2, Pino Galvez A1, Trassierra Molina D1, Gilbert Pérez JJ3. 1Pediatría,
2Servicio de Pediatría y Urgencias Pediátricas, 3Unidad de Gastroenterología Infantil. Hospital Universitario Reina Sofíía. Córdoba.
Objetivos:
– Describir las características epidemiológicas y clínicas de los pacientes con sospecha de ingesta de cáusticos.
– Analizar los posibles factores de riesgo de lesiones esofágicas.
– Revisión manejo diagnóstico.
Metodología. Estudio descriptivo, transversal y retrospectivo de 61 pacientes ingresados por sospecha de ingesta de cáusticos
en la unidad de Observación de Urgencias de Pediatría de un hospital de tercer nivel entre enero de 2009 y diciembre de 2014.
Las variables objeto de estudio fueron: edad, sexo, tipo de sustancia, manifestaciones clínicas, lesiones orales, realización de
endoscopia digestiva alta (EDA), presencia en las realizadas de lesiones en mucosa esofágica y tipo de lesión según la clasificación
de Zargar.
Los datos se almacenaron y analizaron mediante el programa estadístico SPSS 17.0
Resultados. Se estudiaron un total de 61 pacientes, el 60,7% fueron varones y hasta el 75,4% fueron niños menores de 3
años. El TEP fue estable en todos los casos. Los cáusticos más frecuentes fueron lejía 42,6% y amoniaco 26,2%. En cuanto a la
clínica, vómitos en el 41% (20% de ellos fueron provocados) y sialorrea en el 47,5%. Lesiones en mucosa oral se evidenciaron
hasta en un 36,1%. De acuerdo al protocolo de sospecha de ingesta de cáusticos (SEGHNP-AEP) se realizó EDA en 41 de nuestros
pacientes (67,2%). El 34,15% del total de pacientes a los que se realizó EDA presentó lesiones en esófago, dividiéndose éstas en
grado I (71,43%), grado II (14,29%) y grado III (14,29%). En ningún caso hubo complicaciones y los sucesivos controles endoscópicos fueron normales.
Para valorar la asociación en nuestra muestra entre la presencia de lesiones orales y la afectación de la mucosa esofágica
realizamos un estudio bivariante mediante el test de la Chi obteniendo una Odds ratio (OR) de 5,3 [1.2- 23.6] siendo p=0,021. Del
mismo modo lo realizamos con la clínica presentada ante la ingesta del cáustico. En el caso de los vómitos OR= 5,1[1.3- 20.7]
siendo p=0,017. En cuanto a la sialorrea no se obtuvo significación estadística, OR=4,1 [0,7-22,1] siendo p=0,084.
Conclusiones. La ingesta de cáusticos sigue siendo un grave problema médicosocial, siendo fundamental la educación sanitaria
y la prevención, ya que la mayor incidencia se produce en niños menores de 3 años.
Los álcalis son los más frecuentemente implicados (sobre todo la lejía y el amoniaco). La clínica más frecuente son la sialorrea
y los vómitos, estos últimos en un porcentaje importante son provocados ante la ignorancia de su repercusión clínica. La presencia
de lesiones orales potencia el riesgo de presentar lesiones en esófago.
La EDA permite el diagnóstico exacto de la lesión, su extensión, pronóstico y actitud terapéutica, debiendo realizarla entre las
12-24 horas postingesta, siempre que no existan contraindicaciones Debemos realizarla salvo que se cumplan todo lo siguiente:
asintomático, ingesta accidental, no lesiones orales y productos con pH>4 o pH<12.
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BILBAO, 16-18 de abril de 2015
NEUMONÍA POR ASPIRACIÓN DE HIDROCARBUROS: ESPECTRO CLÍNICO Y MANEJO EN PEDIATRÍA. Valls M1, Ceña A1,
Geronès L2, De Paz-Vaquero B2, Lera E1, González-Peris S1. 1Urgencias de Pediatría, 2Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos.
Hospital de la Vall d’Hebron. Barcelona.
Objetivos. La neumonía lipoidea exógena es una entidad infrecuente originada por la acumulación de compuestos de naturaleza
lipídica en el parénquima pulmonar. La aspiración tras la ingesta accidental de hidrocarburos es la causa más frecuente en pediatría, aunque no todo daño pulmonar causado por cualquier tipo de hidrocarburo coincide con el sustrato patológico de neumonía
lipoidea. El objetivo de esta revisión es describir el espectro clínico de la patología, así como el manejo diagnóstico y terapéutico
inicial en el Servicio de Urgencias Pediátricas.
Metodología. Se trata de un estudio descriptivo que incluye la revisión de 6 casos de neumonía por aspiración de hidrocarburos
atendidos en un hospital terciario desde 1990 hasta la actualidad.
Resultados. Se incluyen 6 pacientes sin antecedentes patológicos relevantes, con una mediana de edad de 32 meses (rango
de 17 meses a 5 años). Fueron diagnosticados de neumonía secundaria a la broncoaspiración de varios hidrocarburos (entre ellos
aguarrás, queroseno, petróleo, insecticida a base de disolvente y aceite cosmético) tras ingesta accidental. La clínica de presentación
más frecuente fue dificultad respiratoria (en dos tercios de los pacientes), observándose vómitos también en la misma proporción
de casos. La radiografía de tórax al diagnóstico mostró alteraciones en el total de los pacientes, con una notoria variedad de patrones
destacando infiltrados intersticiales uni o bilaterales y condensaciones alveolares. Cinco de los seis casos presentaron fiebre, que
apareció de mediana 36 horas tras la broncoaspiración (rango de 4 a 48 horas). Todos los niños fueron tratados empíricamente con
antibiótico. Se empleó corticoterapia endovenosa en la mitad de pacientes. La evolución fue favorable en todos los casos, con una
mediana de estancia hospitalaria de 6,5 días (rango de 3 a 21 días). Uno de los pacientes requirió ingreso en la Unidad de Cuidados
Intensivos y ventilación mecánica invasiva. En este caso se emplearon lavados bronco-alveolares repetidos con administración de
surfactante (objetivándose macrófagos cargados de lípidos en las muestras), con buena evolución y completa resolución del cuadro.
Solo en un caso se observaron secuelas radiológicas, con presencia de neumatoceles que se resolvieron en controles posteriores.
Todos los casos revisados quedaron asintomáticos al alta hospitalaria.
Conclusiones. Por su baja frecuencia y su variabilidad e inespecificidad de presentación clínica, la neumonía por aspiración de
hidrocarburos requiere un alto grado de sospecha diagnóstica, basada en la anamnesis y pruebas radiológicas compatibles. No existen
protocolos consensuados sobre el manejo terapéutico, aplicándose fundamentalmente medidas de soporte. El uso de corticoides
y antibióticos es controvertido según la literatura existente pero frecuente en la práctica clínica. En los casos graves en los que
se objetiva un sustrato patológico de neumonía lipoidea, la evidencia disponible empieza a apuntar que el lavado bronco-alveolar
puede tener un papel importante en el tratamiento, en consonancia con la evolución del paciente más grave de nuestra revisión.
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BILBAO, 16-18 de abril de 2015
INTOXICACIÓN PEDIÁTRICA POR MONÓXIDO DE CARBONO EN NUESTRO ENTORNO: GRAVEDAD A CORTO Y MEDIO
PLAZO. Martínez Sánchez L, Alonso Gardón A, Trenchs Sainz de la Maza V, Luaces Cubells C. Servicio Urgencias. H. Sant
Joan de Déu. Barcelona. Introducción. La intoxicación por monóxido de carbono (ICO) es la principal causa de muerte infantil por intoxicación en nuestro medio. El Síndrome Neurológico Tardío (SNT) se considera la forma más frecuente de morbilidad por ICO en el adulto, pero su
incidencia no está bien definida en niños.
Objetivos:
– Describir las características epidemiológicas de la ICO en nuestro medio.
– Evaluar la gravedad de los pacientes pediátricos con ICO a corto y medio plazo, determinando la incidencia del SNT.
– Determinar el posible papel de la oxigenoterapia hiperbárica en la evolución de estos pacientes.
Metodología:
Estudio retrospectivo, descriptivo y observacional que incluye a pacientes < 18 años atendidos en un hospital de tercer nivel
(servicio de Urgencias y/o UCI-P) por sospecha de ICO.
Se seleccionó, de todos los pacientes a los que se les solicitó carboxihemoglobina durante los años 2004-2014, aquellos que
cumplían criterios de ICO. Es criterio de ICO la presencia de dos o más de los siguientes:
1. Historia de exposición a CO
2. Niveles de carboxihemoglobina >2% (>5% en fumadores)
3. Sintomatología sugestiva
4. Otros afectos de ICO tras la misma exposición
La sintomatología se clasificó en leve (cefalea, náuseas/vómitos, debilidad,…) y grave (alteración o pérdida de conciencia,
convulsión, ataxia, dolor torácico…)
La evolución se evaluó mediante la revisión de la historia clínica hospitalaria (curso clínico y control en 6 semanas por neurólogo),
historia clínica del centro de medicina hiperbárica (curso clínico y control en 1 mes de los pacientes que recibieron oxigenoterapia
hiperbárica) y de la Historia Clínica Compartida del Institut Català de la Salut (control por el pediatra).
Resultados. Entre 2004 y 2014 se atendió a 61 pacientes con ICO. El 63,9% fueron de sexo femenino, edad mediana 8,4 años
(p25-75: 4,2 – 13,4). El 57,4% tuvieron lugar en invierno. La fuente de CO más frecuente fue el incendio (31,1%) seguida de los
sistemas de calefacción de agua (23,0%). En el 80,3% había más de una persona afectada. La distribución según la existencia de
síntomas fue: 24,6% asintomáticos, 39,3% síntomas leves, 36,1% síntomas graves. A mayor gravedad de la sintomatología, más
elevados fueron los niveles de carboxihemoglobina (mediana 2,1 vs 5,7 vs 11,7% respectivamente, p<0,001). Todos los pacientes
recibieron oxígeno a máxima concentración posible y 18 (29,5%) oxígeno hiperbárico. De los pacientes que recibieron oxígeno hiperbárico, 1 sufrió barotrauma ótico (5,6%) y 3 vómitos (16,7%). El 16,4% de todos los pacientes precisó ingreso (3,3% en UCI-P).
Un paciente con inhalación de humo de incendio falleció en las primeras 6 horas. La evolución a corto plazo de los 60 pacientes
restantes fue buena y en ninguno se detectó SNT en los controles posteriores.
Conclusiones. La ICO, dentro del síndrome por inhalación de humo de incendio, sigue siendo causa de mortalidad infantil en
nuestro medio. El pronóstico a medio plazo de esta intoxicación es bueno, pues no se ha detectado SNT en ningún paciente. Dada
la ausencia de casos de SNT, no podemos valorar la utilidad de la oxigenoterapia hiperbárica para prevenirlo pero si se detectan
efectos secundarios.
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BILBAO, 16-18 de abril de 2015
¿SON ÚTILES LAS TÉCNICAS DE CRIBADO DE TÓXICOS EN ORINA SOLICITADAS DESDE URGENCIAS? Ferrer Bosch N,
García González E, Martínez Sánchez L, Trenchs Sainz de la Maza V, Luaces Cubells C. Servicio Urgencias. H. Sant Joan de
Déu. Barcelona.
Introducción. Las técnicas de detección de tóxicos en orina disponibles en urgencias son técnicas utilizadas con frecuencia
pese a que tienen importantes limitaciones y su uso puede dar lugar a errores de interpretación.
Objetivo. Conocer el motivo de realización, justificación y fiabilidad de los cribados de tóxicos en orina.
Metodología. Estudio retrospectivo, descriptivo y observacional que incluye a pacientes menores de 18 años atendidos en
el servicio de urgencias de un hospital de tercer nivel durante el año 2014 y a los que se solicitó cribado de tóxicos en orina. La
muestra se seleccionó a partir de la revisión de las solicitudes de la técnica al Laboratorio en Tiempo Real. Se definieron los motivos
que justificaban esta prueba (siempre que su resultado pudiera modificar el manejo del paciente) y se clasificaron en: 1) presencia
de clínica cardiológica, neurológica o psiquiátrica con anamnesis no congruente o sospecha de tóxico desconocido, 2) pacientes
en coma en el contexto de una intoxicación etílica si no puede descartarse el consumo de otros tóxicos y 3) menores de 10 años
con sospecha de contacto con droga de abuso. Los pacientes en los que se solicitó detección de tóxicos sin motivo justificado
se clasificaron en: 1) pacientes con anamnesis y clínica congruentes y 2) pacientes asintomáticos o con clínica no sugestiva de
tóxicos detectables.
Resultados. Durante el periodo de estudio se solicitó cribado de tóxicos en orina a 161 pacientes atendidos en Urgencias. El
61.5% de los pacientes fueron mujeres, la edad mediana de 15,07 años, (p25 13,34 - p75 16,23) y en el 52.2% existía un contexto
de intoxicación aguda (pacientes con motivo de consulta o diagnóstico final relacionado con tóxicos). Se consideró indicada la detección de tóxicos en el 41% (66) con la siguiente distribución según el motivo que lo justificaba: presencia de clínica cardiológica,
neurológica o psiquiátrica con anamnesis no congruente o sospecha de tóxico desconocido: 54 (81,8% de los justificados) y pacientes
en coma en el contexto de una intoxicación etílica si no puede descartar el consumo de otros tóxicos: 12 (18,1%). El motivo más
frecuente por el que se consideró la prueba no justificada fue la congruencia entre la anamnesis y la clínica (54 pacientes, 56,8%
de los no justificados) por lo que el resultado no aportó información adicional para el manejo del paciente.
En el 26,7% de los casos se detectó algún tóxico. La muestra fue remitida al laboratorio toxicológico de referencia en 2 casos
y en ninguno se confirmó el resultado (falso positivo para cannabis y para anfetaminas).
Conclusiones. La mayor parte de los cribados de tóxicos solicitados no están justificados, pues su resultado no modifica el
manejo del paciente. Además, pese a que el resultado de estas técnicas es poco fiable, es poco frecuente que se solicite su
confirmación. El uso del cribado de tóxicos debería restringirse a casos concretos y seguirse de un estudio toxicológico específico
que aporte un resultado concluyente.
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BILBAO, 16-18 de abril de 2015
MONITORIZACIÓN DE LA ATENCIÓN AL PACIENTE INTOXICADO MEDIANTE INDICADORES DE CALIDAD. Martínez Sánchez L, Trenchs Sainz de la Maza V, García González E, Ferrer Bosch N, Luaces Cubells C. Servicio Urgencias. H. Sant Joan
de Déu. Barcelona.
Introducción. En el año 2012 se evaluaron, en el Servicio de Urgencias de un hospital de tercer nivel, los 20 indicadores de
calidad (IC) en intoxicaciones pediátricas creados por el Grupo de Trabajo de Intoxicaciones de SEUP. Fueron valorables 17 IC y, de
estos, 6 no alcanzaron el estándar. Esto motivó el desarrollo de acciones de mejora.
Objetivo. Valorar el impacto de las medidas de mejora aplicadas, mediante la monitorización de los IC.
Metodología. Las acciones de mejora aplicadas, a partir de enero de 2013, fueron la creación de campos específicos en la
historia clínica informatizada del paciente intoxicado y la introducción de una lista de comprobación o checklist.
Se evalúa el resultado actual de los IC mediante 2 métodos.
– IC de proceso y resultado. evaluación en la muestra de pacientes < 18 años que consultaron durante el año 2014 en el Servicio
de Urgencias de un hospital de tercer nivel por sospecha de intoxicación. Se establece un mínimo de 5 casos para poder evaluar
cada IC (excepto el IC centinela, cuyo resultado debe ser siempre 0%).
– IC de estructura: evaluación mediante la consulta sobre recursos disponibles a Farmacia, Laboratorio y Urgencias.
Se compara el resultado actual de los 20 IC con el obtenido en el año 2012.
Resultados. Actualmente son valorables 18 IC y, de estos, 13 alcanzan el estándar. La evolución de los 6 IC que no alcanzaban
el estándar en 2012 ha sido la siguiente:
– En 1 IC (administración de carbón activado antes de 2 h de la ingesta) se ha alcanzado el estándar.
– En 2 IC el resultado ha mejorado de manera estadísticamente significativa:
- Comunicación judicial de los casos de intoxicación que pueden encubrir delito (44,2% vs 19,2%, p=0,036), especialmente
en los casos de intoxicación con fin suicida (44,2% vs 4,5%, p=0,001).
- Registro del conjunto mínimo de datos del paciente intoxicado (19,2% vs 1,9%, p<0,001). Ha mejorado de manera significativa el registro de: tóxico implicado-dosis-vía (98,8% vs 92,4%, p=0,006), tiempo de evolución (98,2% vs 91,2%, p=0,003),
medidas previas (100% vs 73,8%, p<0,001), frecuencia cardíaca (85,0% vs 72,3%, p=0,002), frecuencia respiratoria (25,1%
vs 6,9%, p<0,001), tensión arterial (74,8% vs 64,7%, p=0,026) y temperatura (83,2% vs 61,4%, p<0,001).
– En 3 IC (atención en los primeros 15’ de la llegada; descontaminación digestiva en los primeros 20’ de la llegada y realización
de electrocardiograma a pacientes intoxicados con sustancias cardiotóxicas) el resultado ha sido similar o con una discreta
mejora respecto al previo, muy cercano al estándar en el último caso.
Ninguno de los IC que cumplían el estándar en 2012 ha sufrido cambios significativos.
Conclusiones. La introducción de medidas de mejora ha permitido mejorar la calidad de la asistencia al paciente pediátrico
intoxicado. Es preciso diseñar y aplicar nuevas estrategias para mejorar los resultados actuales, especialmente en relación a la
demora en el tiempo de atención y descontaminación de estos pacientes.
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