Pacto Ético Electoral: contribuyendo a la institucionalización del régimen democrático I. El Pacto Ético Electoral y las reglas no formales La democracia contemporánea, definida en su acepción «procedimental», podría definirse como un sistema de reglas y derechos, que hacen posible que los ciudadanos elijan a sus gobiernos de manera periódica y a través del tiempo. Cuando eso sucede, estamos frente a una democracia institucionalizada, en la medida que los actores políticos tácitamente mantienen las «reglas del juego» de manera permanente. En el caso del Perú, la historia electoral revela —sin tomar en cuenta el período 2001-2013, que nuestras democracias no han durado más de doce años. En efecto, hasta antes del año 2001, podía afirmarse que nunca habíamos tenido tres gobiernos sucesivos y elegidos de manera democrática, pues el Estado de Derecho era abruptamente interrumpido. Estos períodos cortos de vigencia del marco jurídico constitucional, incluido el electoral, demuestra que actualmente experimentamos un proceso de institucionalización democrática. Sin embargo, dicho proceso es complejo y de largo plazo, pues no solo se requiere que los actores políticos cumplan las reglas que definen el acceso al poder político, sino que las interioricen y, sobre todo, que respeten su finalidad. En otros términos, las instituciones democráticas, como diría el politólogo Steven Levitsky, requieren no solo del cumplimiento formal de sus reglas sino el respeto de las llamadas «reglas democráticas informales»1. Estas instituciones (o reglas) informales resultan ser claves para asegurar la legitimidad de los procesos electorales. Por ejemplo, concluida una elección, se espera; por un lado, que los perdedores acepten el nuevo gobierno y le permitan gobernar; mientras, que por otro, los ganadores no utilicen el poder en contra de sus rivales políticos. Si esta regla básica es violada entonces se genera un clima político que marcaría el inicio de un período de ingobernabilidad o ruptura del régimen democrático. 1 Levitsky, Steven. «Cuando la democracia atenta contra la democracia». En: La República. Lima, 22 de enero de 2012. Por ello, aunque es importante garantizar el cumplimiento de los procedimientos formalmente establecidos, también es trascendental afianzar una cultura política que respete las normas tácitas que rigen la competencia por el poder político. Es decir, en términos coloquiales, la consolidación del sistema democrático —y sus instituciones— requiere que los actores políticos practiquen el fair play (el «juego limpio») político, tanto en periodos electorales, como no electorales. En esa perspectiva, el Jurado Nacional de Elecciones, junto con un grupo de organizaciones comprometidas con la consolidación de la democracia en nuestro país, tales como: el Foro del Acuerdo Nacional, la Asociación Civil Transparencia, la Comisión Andina de Juristas y el Instituto para el Desarrollo y la Asistencia Electoral, impulsó en el marco de las Elecciones Generales 2006, el Pacto Ético Electoral (PEE), con el objetivo de promover entre los organizaciones políticas una actuación honorable durante el desarrollo de un proceso electoral, la cual fortalezca la legitimidad de las elecciones. II. El PEE y la legitimidad de las procesos electorales Desde el año 2005, con ocasión de cada proceso electoral, el Jurado Nacional de Elecciones ha generado espacios de encuentro y diálogo entre las diversas organizaciones políticas, buscando que las mismas suscriban un «pacto de honor» que garantice el desarrollo de una campaña alturada y enfocada en el debate programático o de ideas. Todo ello, con el fin de fortalecer la legitimidad del proceso electoral y consolidar una cultura política democrática. En el Cuadro 1, se enumeran los diversos compromisos que forman parte del PEE y que fueron suscritos por las diversas organizaciones políticos que participaron en los procesos electorales celebrados entre los años 2006 y 2011. Como podemos observar todos ellos responden a una línea de acción educativa que el Jurado Nacional de Elecciones desarrolla como parte de su función normativa, fiscalizadora y de administración electoral. Así, tenemos que los cinco primeros compromisos tienen como finalidad que la competencia política se lleve a cabo en un clima de respeto mutuo, donde se destierren aquellas prácticas que fomentan la polarización o el ataque entre candidatos o simpatizantes. Los siguientes tres acuerdos, son complementarios a los anteriores, dado que procuran enfocar el debate en torno a la exposición y el cotejo de programas o ideas políticas. De la misma manera, los compromisos restantes buscan mejorar la calidad de las campañas electorales vía la transparencia y provisión de información al ciudadano. Así, datos referidos a la trayectoria del candidato o el financiamiento de las campañas políticas, forman parte del nuevo marco informativo que el ciudadano toma en cuenta para el ejercicio de su derecho al sufragio, elevando así la calidad de su participación política. Cuadro Nro.1: Compromisos que forman parte del PEE Compromisos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 Propaganda electoral: este acuerdo garantizó que las actividades que forman parte de la estrategia de campaña de cada organización política se realicen en el período establecido por ley y respetando la dignidad de los candidatos participantes. Neutralidad: este acuerdo buscó que los funcionares o servidores públicos pertenecientes a alguna organización política, y contratados bajo cualquiera de las modalidades existentes en la legislación peruana, se conduzcan de acuerdo al principio de neutralidad. Pacto de no agresión: este compromiso tuvo el fin de desarrollar un proceso electoral alturado y libre de insultos y agresiones. Así, se evitó que la campaña electoral esté basada en ataques a la vida privada o familiar de los candidatos. Respeto a los resultados electorales: mediante este acuerdo las organizaciones políticas se comprometieron a respetar la legitimidad de los resultados electorales. Comportamiento tolerante: a través de este compromiso las diversas organizaciones políticas resolvieron promover entre sus líderes o militantes una actitud tolerante hacia los competidores, evitando así que el clima político se polarice. Presentación de Planes de Gobierno: este acuerdo procuró que todas las organizaciones políticas participantes presenten un documento en el cual detallen y sustenten los lineamientos políticos y principales actos de administración en las diversas materias y áreas de competencia del órgano al que postula, así como los plazos de ejecución y posibles fuentes de financiamiento. Registro de Promesas Electorales: este acuerdo fue viabilizado a través del registro físico o electrónico de las diversas ofertas electorales propuestas por los candidatos en el transcurso de la campaña electoral. Este formato, que fue expuesto públicamente a través de la página web del JNE, tuvo como propósito consolidar en un solo documento la información central de los planes de gobierno. Debates electorales: a través de este acuerdo las organizaciones políticas se comprometieron a sustentar sus planes y programas de gobierno de manera conjunta, en un acto público, con el objetivo de brindar a la ciudadanía información útil para el ejercicio pleno de su derecho al sufragio. Hoja de vida de los candidatos: a través de este compromiso todos los candidatos expusieron de manera pública sus datos personales, académicos, laborales, políticos, entre otros. Cuentas claras: mediante este compromiso, los partidos y organizaciones políticas manifestaron su decisión a favor de la transparencia de la información, presentando la proyección de sus gastos de campaña e identificando sus fuentes de financiamiento. Campaña «Ciudad Limpia»: por intermedio de este este compromiso las organizaciones políticas acordaron retirar su propaganda electoral después de las elecciones, contando con la participación de municipalidades e instituciones Líneas de acción (objetivos) Fomentan una conducta honorable de las organizaciones políticas durante el proceso electoral (respeto a las «normas informales», el «juego limpio»). Enfocan el desarrollo de la campaña en el debate programático o de ideas. Mejoran la calidad de la campaña electoral en la medida que brinda mayor información al ciudadano y evitan que estos aspectos formen parte central de la misma. Promueve una cultura cívica y de respeto a las normas establecidas. adherentes al PEE, para lograr así recuperar el ornato de la ciudad. Cabe indicar que, aunque el retiro de la publicidad está dispuesto en la ley, dicha medida no siempre es realizada por las organizaciones políticas (Artículo 193° de la Ley N.° 26859, Ley Orgánica de Elecciones). III. El PEE: logros y agenda pendiente A partir de las diversas experiencias donde el PEE fue suscrito (ver Cuadro 2) podemos enumerar cuatro importantes logros o resultados: 1. El PEE contribuyó a la generación de consensos políticos La suscripción del PEE permitió que las organizaciones políticas generaran consensos durante el proceso electoral. Esta experiencia en muchos casos sirvió como un referente para el desarrollo de consensos políticos poselectorales en favor de la ciudadanía. 2. El PEE promovió el fortalecimiento institucional La suscripción de los compromisos asumidos por las diferentes organizaciones políticas en torno a realizar una campaña alturada y centrada en la exposición de planes de gobierno, mejoró la representación política y fortaleció a las elecciones como mecanismo de selección de gobernantes. 3. El PEE mejoró las condiciones para la gobernabilidad democrática En la medida que las organizaciones políticas se comprometieron a llevar una campaña libre de agresiones y acatar los resultados electorales, la organización vencedora contó con legitimidad de origen y un campo político donde primó el consenso. 4. El PEE facilitó el ejercicio pleno de la ciudadanía Los debates electorales, así como la información de los candidatos, permitieron que los ciudadanos emitan un voto informado, mejorando así la calidad de su participación política. Por último, quedan algunos desafíos que se deben tener en cuenta para continuar alcanzando los objetivos del PEE: 1. Tomando en cuenta sus efectos positivos se requiere continuar afianzando en los próximos procesos electorales, la aplicación del PEE en todos los niveles tanto distritales, provinciales, regionales y nacionales, así como en consultas populares, revocatorias y demás procesos electorales. 2. Sin embargo, en contextos de conflictividad electoral, donde los efectos del PEE son limitados, se necesita que éste sea llevado a cabo de manera paralela o complementaria a otras acciones o mecanismos de intervención institucional. 3. Por lo expuesto, resulta ineludible intensificar la presencia del JNE a través de talleres y charlas de educación cívica electoral, en zonas no solo urbanas sino también rurales, en épocas electorales y no electorales. 4. Asimismo, como una forma de completar el acompañamiento educativo a las organizaciones políticas, se requiere crear un programa de formación potenciales líderes sociales o políticos a través del PEE, el cual se encargue de brindar asistencia técnica en derechos políticos, constitución de organizaciones políticas, entre otros. De esa manera, el PEE, como instrumento cívico educativo, continuará aportando a la institucionalización democrática del país, a través de la interiorización de prácticas cívicas que promueven el consenso, el diálogo y el respeto mutuo entre los diversos actores políticos. Cuadro Nro.2: Compromisos y logros del PEE, según proceso electoral (2006-2011) Proceso electoral Compromisos asumidos por las Organizaciones Políticas Elecciones Generales 2006 Propaganda electoral Neutralidad Hoja de vida de los candidatos Presentación del Plan de Gobierno – Registro de promesas Campaña “ciudad limpia” Logros alcanzados Elecciones Regionales 2006 y la Elección municipal provincial de Lima Elecciones Municipales y Nuevas Elecciones Municipales 2007 Pacto de no agresión Debate de ideas y planes de gobierno Campaña «ciudad limpia» Propaganda electoral Neutralidad Hoja de vida de los candidatos Presentación del plan de Gobierno – Registro de Fue suscrito por 27 organizaciones políticas. Se adhirieron más de 300 instituciones u organizaciones de la sociedad civil. Se implementó un sistema de solución de controversias (Tribunal de Honor). La presentación la hoja de vida de los candidatos y los planes de gobierno, propuestos por el PEE como un compromiso de honor, fueron formalmente incorporadas como requisitos en la legislación electoral (Ley N.° 28624, del 18 de noviembre de 2005 y Ley N.° 28711, del 18 de abril de 2006). Fue suscrito por 223 de las 238 organizaciones políticas que participaron en las elecciones regionales y en la provincia de Lima. Se realizaron 24 debates entre los candidatos (23 en igual número de regiones del país y 1 en la provincia de Lima). Se adhirieron 144 instituciones u organizaciones de la sociedad civil. Se aprobó el manual de fiscalización para la declaración jurada de hoja de vida de los candidatos inscritos. Fue suscrito por 78 organizaciones políticas. Consulta Popular de Revocatoria 2008 Consulta Popular de Revocatoria 2009 Elecciones Generales 2011 promesas Campaña «ciudad limpia» Pacto de no agresión Respeto a los resultados electorales Comportamiento tolerante Pacto de no agresión Respeto a los resultados electorales Debate electoral Campaña «ciudad limpia» Candidatos transparentes Presentación de Planes de Gobierno Cuentas claras Campaña sin agresiones Debate electoral Fue suscrito por 225 de las 242 organizaciones políticas que participaron en la contienda electoral. Fue suscrito por 175 organizaciones políticas. Fue suscrito por 26 organizaciones políticas. Se contó con 905 aliados públicos y privados a nivel nacional (Pacto Social). Se implementó un sistema de solución de controversias (Tribunal de Honor). Fuente: Pacto Ético Electoral – Elecciones Municipales Complementarias y Elecciones Municipales 2007 . Lima: JNE; Pacto Ético Electoral. Una nueva forma de hacer política. Lima: JNE, y Memoria 2010-2011. Proyecto Voto Informado. Lima: JNE. ----------------------------------