Juan Ignacio Cirac - Agenda Ciudadana de Ciencia e Innovación

Anuncio
IGNACIO CIRAC
Juan Ignacio Cirac (Manresa, 1965) se licenció en Física Teórica en la Universidad
Complutense de Madrid en 1988 y obtuvo el doctorado en 1991, especializándose
en Óptica e Información Cuánticas. Desde 2001, es miembro de la Sociedad Max
Planck y director del Instituto Max Planck de Óptica Cuántica (Garching, Alemania).
Anteriormente, fue profesor titular de Física Aplicada en la Universidad de Castilla
- La Mancha (1991 - 1996). Esta dedicación la compaginó con la de investigador
asociado en el laboratorio de Astrofísica de la Universidad de Colorado (1992-1993)
y, en octubre de 1996, se incorporó a la Universidad de Innsbruck (Austria) para
dirigir el Departamento de Física Teórica. Además, ha llevado a cabo investigaciones
en universidades como Harvard, Hamburgo, California (Santa Barbara), Oxford,
Hannover, Bristol y París, así como en el Centro de Estudios Nucleares de Saclay,
la École Normale Superieur (París) y el Instituto Tecnológico de Massachusetts
(MIT).
Es editor y fundador de Quantum Information and Computation y editor asociado de
la Revista Española de Física y del Review of Modern Physics. Además, es miembro
de las Juntas Asesoras del ITAMP de la Universidad de Harvard, del Centre of
Quantum Technology de Singapur y del Centro de Ciencias de Benasque. También
forma parte del Panel de Revisión del Canadian Institute for Advanced Research,
del Comité Visitante xQIT del MIT y del Consejo Rector del CSIC.
Entre los numerosos premios con que ha sido galardonado destacan la Medalla
Benjamin Franklin 2010, el Premio BBVA Fronteras del Conocimiento 2009, el
Premio de Investigación Carl Zeiss 2009, el Premio Nacional Blas Cabrera de 2007
y el Príncipe de Asturias en Investigación Científica 2006.
Además, ha obtenido el Premio de las Artes y las Ciencias de la Junta de Castilla
- La Mancha (2009), el de Catedrático Distinguido del Perimeter Institute (2009), el
de Académico de Honor de la Academia de Ciencias de la Región de Murcia (2007),
un Doctor Honoris Causa de la Universidad Politécnica de Cataluña (2007) y un
Doctor Honoris Causa de la Universidad de Castilla - La Mancha (2005). Asimismo,
es Profesor Invitado Distinguido del Instituto de Ciencias Fotónicas (2003), miembro
correspondiente de las Academias de Ciencias de Austria (2003) y de España
(2002), Medalla de la Real Sociedad De Física Española (2001) y Premio Nacional
a Investigadores Noveles de la misma institución (1992)
LA APORTACIÓN
El siglo XXI ya ha comenzado a dar a luz a nuevas ramas de la Ciencia. Una de
ellas es la Información Cuántica. Podría parecer un tipo de investigación exótica
si no estuviera ya ampliamente asentada. Podemos decir que se trata de una
disciplina del siglo XXI, que surge de la fusión de la física cuántica (que explica
el comportamiento de la materia a nivel atómico y subatómico) y de la teoría de
la información (que describe el procesado de datos). En concreto, se trata de una
parte de la Física que estudia el mundo más diminuto: los fotones, los átomos,
las moléculas…etc. A esa escala, las partículas se comportan de una manera
extraordinaria, muchas veces de manera que desafía nuestra intuición de cómo es
la realidad. Es un mundo donde las cosas pueden estar en dos sitios a la vez y en
el que, cada vez que miramos, alteramos lo que vemos.
Desde principios del siglo XX sabemos que el mundo microscópico no se rige por
las mismas leyes que el mundo macroscópico, sin que nadie haya podido conciliar
las explicaciones para uno y para otro. Actualmente, personas como Juan Ignacio
Cirac se dedican a explorar cuáles son esas propiedades y qué utilidad pueden tener
para nosotros. Con sólo 45 años, este científico ya ha sido ampliamente reconocido
por su liderazgo mundial en esta disciplina, por haber participado en su propuesta
y desarrollo y haber producido algunas de las ideas más innovadoras, tanto en esta
especialidad, como en la de la teoría cuántica de la luz y la física atómica.
El mundo microscópico no se rige por las mismas leye
s
que el mundo macroscópico. De momento, nadie
ha
podido conciliar las explicaciones para uno y para otro
.
Algunas personas como Juan Ignacio Cirac se dedican
a explorar cuáles son las propiedades del mun
do
microscópico, el campo de la cuántica, y además buscan
qué utilidad pueden tener para nosotros.
EL CIENTÍFICO
Juan Ignacio Cirac nació en Manresa en 1965. Se licenció en Física Teórica en
la Universidad Complutense de Madrid y se doctoró con una especialidad cuyo
nombre aún nos resulta exótico: Óptica e Información Cuántica. Hoy en día dirige
el instituto Max Planck de Óptica Cuántica, en Garching (Alemania), la institución
más prestigiosa del mundo de su especialidad. Químicos, informáticos, físicos
y matemáticos trabajando juntos para intentar saber cómo funciona el mundo y
cambiar la manera en que vivimos en él.
La trayectoria de Cirac demuestra que el debate entre si hay que invertir más en
ciencia básica o aplicada no lleva muy lejos: ambas deben ir de la mano. Los trabajos
que ha realizado hasta el momento parten de los laberintos teóricos de la mecánica
cuántica y llegan hasta las transferencias bancarias internacionales. Su nombre
comienza a sonar como candidato al Nobel, pero sigue siendo una persona muy
accesible y abierta a explicar en qué consiste lo que hace y cuál es la importancia
que puede tener para la sociedad.
Doctor en Óptica e Información Cuántica, Cirac dirige
el instituto Max Planck de Óptica Cuántica en Garching
(Alemania), la institución más prestigiosa del mundo
de su especialidad y donde se trabaja para saber
cómo funciona el mundo y cambiar la manera en que
vivimos en él.
Los numerosos e importantes premios que ya ha recibido por su carrera y su
contribución a la ciencia nos hablan no sólo de la calidad de su trabajo, sino también
de la importancia que tiene para la humanidad en el siglo XXI. Buceando en las
(aparentemente) fantásticas propiedades de la materia y ligando sus descubrimientos
con las ideas más innovadoras provenientes de la Teoría de la Información, nos
habla de que, tal vez, nuestras más modernas tecnologías serán algún día como
un martillo de piedra comparado con un láser. Es pionero de un campo que
seguramente cambie la manera en que funciona el mundo en que vivimos. Pero,
sobre todo, es una persona normal que intenta trabajar en cosas que pueden ser
útiles para la sociedad.
LAS IMPLICACIONES
Las investigaciones que desarrollan Cirac y sus colegas de profesión nos hablan de
teleportación, criptología y universos paralelos. Entre las afirmaciones sorprendentes
que podemos escuchar de su boca está que la realidad que existe fuera de ti no
está definida hasta que tú tienes conciencia de ella. No se trata de teorías místicas,
ni siquiera de especulaciones filosóficas...etc. Se trata de la materia, la información
y sus sorprendentes propiedades en la escala más pequeña. Los descubrimientos
que salgan de ese laboratorio de Física nos permitirán entender mejor quiénes
somos, de dónde venimos y, tal vez, a dónde vamos.
lando nuevos sistemas
Cirac y su equipo están desarrol
la mecánica cuántica
en
os
sad
ba
n
ció
uta
mp
co
de
ia a esta escala. Sus
y los efectos que sufre la mater
lugar a ordenadores
investigaciones podrían dar
de realizar cálculos
de tercera generación capaces
predicción del clima,
la
ían
itir
rm
pe
e
qu
les
ab
gin
ma
ini
as o, quizás, el de la
el estudio de las corrientes marin
mente humana.
Partiendo de sus desarrollos teóricos, Cirac ha desarrollado nuevos sistemas de
computación (basados en la mecánica cuántica y los efectos que sufre la materia a
esta escala) que podrían dar lugar a ordenadores de una potencia casi inimaginable.
Los llamados ordenadores cuánticos revolucionarán el mundo de la información,
desde Internet a la banca. Si estos investigadores logran llevar a la práctica lo que
ya tienen desarrollado sobre el papel, los ordenadores de nueva generación podrían
afrontar cálculos realmente complejos y completamente inasequibles a nuestras
máquinas, como la predicción del clima, el estudio de las corrientes marinas o,
quién sabe, el de la mente humana.
Entre las aplicaciones de la información cuántica que ya podemos ver, se encuentra
la posibilidad de desarrollar sistemas de codificación de datos muchísimo más
seguros: Estos sistemas ya están en el mercado, y es posible que comiencen a
implantarse en breve, ya que hacen que la transmisión de datos sea absolutamente
inviolable. Aprovechando una de las curiosas propiedades de la luz, y en concreto
de los fotones, pueden saber si alguien ha interrumpido en un haz de fibra óptica,
anulando la transmisión. Por tanto, los hackers lo tienen muy mal de aquí en
adelante, ya que no podrán asaltar las “autopistas” de la información, si no sólo los
equipos. Esto supone un ahorro de miles de millones en seguridad informática y un
alivio para gobiernos, bancos y ciudadanos. Y esto se deriva ¡sólo de una propiedad
de una partícula! Lo que se consiga al desvelar y comprender las reglas de todas
las partículas elementales del Universo, no podemos ahora ni imaginarlo.
Descargar