Cuadernillo ingreso 2010-TFG - IES 2

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IES Nº2 - MARIANO ACOSTA
CURSO DE INGRESO
CUADERNILLO PARA EL ASPIRANTE
PROFESORADOS
FÍSICA - LETRAS - MATEMÁTICA
TFG
TRAYECTO DE FORMACIÓN GENERAL
GOBIERNO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES
MINISTERIO DE EDUCACIÓN
INSTITUTO DE ENSEÑANZA SUPERIOR Nº 2
LA LECTURA Y LA ESCRITURA EN LOS ESTUDIOS DE NIVEL SUPERIOR 1
En la educación superior, la lectura y la escritura tienen una fuerte presencia ya
que son el medio fundamental para la transmisión y la apropiación del conocimiento.
Los estudiantes deben leer bibliografía, artículos y apuntes preparados por los profesores. Sobre ellos deben hacer resúmenes, tomar apuntes y notas escritas de las exposiciones y de los conceptos, deben responder guías de lectura, elaborar trabajos
prácticos, informes, trabajos de campo, monografías, ensayos, relatos de experiencias, proyectos, tesis, entre otros escritos.
Dado que, en el nivel superior, la escritura es requerida frecuentemente como
un modo de demostrar conocimiento y es utilizada para promover el pensamiento independiente, la indagación, la investigación y el aprendizaje, los textos privilegiados
son los textos académicos (textos expositivo-explicativos y argumentativos). Estos
textos, por su ámbito de circulación y por el rol que ocupan en la organización de los
saberes, tienen como característica partir de situaciones comunicativas que informen,
expongan y desarrollen nociones del discurso científico. Se entiende por este discurso
aquel que, en cuanto al tema, remite a conocimientos acerca de la realidad, construidos por las diversas ciencias.
En el ámbito de la educación superior se establece una comunicación docentealumno en la cual se privilegian los términos de la especialidad, porque es necesario
no sólo que los alumnos se familiaricen con conceptos específicos, sino también que
los utilicen adecuadamente. Por tal motivo, se privilegia la abundancia de definiciones
que permiten la construcción progresiva de los saberes. Este es un punto de partida
para la comprensión global de un tema propuesto, por eso lo que abunda en una primera instancia son estrategias explicativas diferentes como el ejemplo, la reformulación y la definición. En una posterior etapa y ya afianzados ciertos conocimientos sobre lo específico de la ciencia que se trate, se puede recurrir a estos saberes previos
de manera implícita como una parte de principios aceptados por la comunidad científica y abordar textos de secuencia argumentativa que crean una conceptualización racional de esa ciencia, a partir de la cual se disiente, se polemiza y se reconstruye el
conocimiento.
LOS GÉNEROS DISCURSIVOS
Cada ámbito o esfera de la actividad humana elabora tipos relativamente estables de enunciados, denominados géneros discursivos 2. Éstos son infinitos ya que
existen tantos como esferas de la actividad humana y son históricos puesto que existen, se transforman o dejan de existir de acuerdo con las transformaciones de la práctica social en que se sustentan. Los elementos constitutivos de los géneros son el tema (el objeto del discurso), la estructura (la organización interna del enunciado) y el
estilo (el modo en que se construyen los enunciados). Por lo tanto, el uso de un género determinado impone al hablante restricciones temáticas, estilísticas y composicionales, a las que debe adecuarse para lograr un uso eficaz del lenguaje.
Los géneros discursivos propios del ámbito académico son el artículo académico, el paper y el libro especializado, considerados entre los más comunes de los géneros escritos. Cierto tipo de conferencias, ponencias y comunicaciones a congresos se
destacan entre los orales, ya que tienen la particularidad de ser originalmente escritas
para ser luego leídas en voz alta. Entre los textos expositivos escritos aparecen el manual universitario, el tratado, el diccionario enciclopédico y el diccionario especializado.
1
Fuente: Cuadernillo de actividades para el aspirante a la educación superior. Dirección General de Cultura y Educación. Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. 2004
2
Bajtín, M. (1992) Estética de la creación verbal, México, S. XXI.
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MARIANO ACOSTA
Estos textos pueden ser complementados por otros como los cuadernillos y fichas que
suelen ser adaptaciones de capítulos de libros especializados o de artículos académicos preparados por los docentes responsables de los cursos.
ACTIVIDAD I
1) Lea los apartados que siguen y que refieren a los textos expositivos y a la apropiación del conocimiento.
Texto 1
Este tipo de textos [expositivo-explicativos] se organiza a partir de las relaciones lógicas que se establecen entre las unidades textuales que lo constituyen,
estructurándose con una forma que va de una premisa o problemática inicial,
pasa por un desarrollo y va a una conclusión final. Las informaciones siguen
una cadena antecedente – consecuente. No mantienen relación inmediata con
el contexto de producción sino con una serie de elementos relacionados entre
sí, que el lector debe representarse en una estructura lógica.
Aznar, E., Cross. A. y Quintana, L. (1999) Coherencia textual y lectura, Barcelona, ICE/HORSORI.
Texto 2
Apropiarse del conocimiento en cualquiera de las áreas que componen el currículo educativo supone, en gran medida, apropiarse del discurso en que se
expresa cada una de esas parcelas del saber. Esas formas de expresión, diversas y complejas, han ido tejiéndose a lo largo de la historia y están impregnadas de ese transcurrir o discurrir por el tiempo y por las diferentes visiones
del mundo, del pensamiento, que las han sustentado y a las que, a la vez,
constituyen a través de sus especiales maneras de decir. Esas formas de expresar —oralmente o por escrito— la historia, las matemáticas, las ciencias
experimentales, la literatura o la filosofía son peculiares, específicas. En parte
por ese motivo, esperamos que nuestros alumnos y nuestras alumnas sean
capaces de (re)producir o de (re)crear aquellas maneras de decir (también de
hacer y de decir cómo hacer) propias del área de que se trate.
Pocas veces, sin embargo, nos detenemos a observar el discurso como algo
que no es un simple vehículo transparente que permite ver a su través como si
no existiera. El papel fundamental que para entrar en cada uno de esos mundos desempeña el uso lingüístico es, muchas veces, obviado. Las habilidades
discursivas que exigen la comprensión y la producción de los textos característicos de cada una de las materias que componen el currículo es algo que
con demasiada frecuencia no se toma en consideración, cuando tendría que
formar parte del propio proceso de enseñanza y aprendizaje de cada área. Para dar cuenta de un experimento, para resolver un problema de matemáticas,
para comentar un texto filosófico, para exponer las causas de un determinado
hecho histórico, etc., es necesario poseer los recursos lingüístico-textuales
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(algunos comunes, pero otros diferentes para cada tipo de tarea y de materia)
que permitan asegurar el éxito del trabajo.
Miret Bernal, Inés y Amparo Tusón Valls (1996) “La lengua como instrumento
de aprendizaje”, en Textos de Didáctica de la Lengua y de la Literatura, Nº 8,
Barcelona, Graó.
Texto 3
[…] he enseñado que leer es un proceso de interacción entre lector y texto,
proceso mediante el cual el primero intenta satisfacer [obtener una información pertinente para] los objetivos que guían su lectura.
Esta afirmación tiene varias consecuencias. Implica, en primer lugar, la presencia de un lector activo que procesa y examina el texto.
Implica, además, que siempre debe existir un objetivo que guíe la lectura, o
dicho de otra forma, que siempre leemos para algo, para alcanzar alguna finalidad. El abanico de objetivos y finalidades por las que un lector se sitúa ante
un texto es amplio y variado: evadirse, llenar un tiempo de ocio y disfrutar;
buscar una información concreta; seguir una pauta o instrucciones para realizar determinada actividad [cocinar, conocer un juego normativizado]; informarse acerca de un determinado hecho [leer el periódico, leer un libro de consulta
sobre la Revolución Francesa]; confirmar o refutar un conocimiento previo;
aplicar la información obtenida de la lectura de un texto para realizar un trabajo, etc.
[…] La perspectiva que se adopta en este libro —perspectiva interactiva:
Rumelhart, 1977; Adams y Collins, 1979: Alonso y Mateos, 1985; Solé 1987b;
Colomer y Camps, 1991— asume que leer es el proceso mediante el cual se
comprende el lenguaje escrito. En esta comprensión interviene tanto el texto,
su forma y su contenido, como el lector, sus expectativas y sus conocimientos
previos. Para leer necesitamos, simultáneamente, manejar con soltura las
habilidades de descodificación y aportar al texto nuestros objetivos, ideas y
experiencias previas; necesitamos implicarnos en un proceso de predicción e
inferencia continua, que se apoya en la información que aporta el texto y en
nuestro propio bagaje, y en un proceso que permita encontrar evidencia o rechazar las predicciones e inferencias de que se hablaba.
Solé, Isabel (2002) “El reto de la lectura”, en Estrategias de lectura, Barcelona, Graó.
2) A partir de lo leído:
a. Elija dos frases que considere aportes significativos al abordaje de la lectura en
la educación superior. Fundamente la elección.
b. Explique cuáles son, a su juicio, “las dificultades que plantean la lectura y la
escritura en la educación superior”.
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MARIANO ACOSTA
RELACIONES ENTRE TEXTO Y CONTEXTO. EL PARATEXTO
La comprensión de un texto supone en sí misma una actividad de reducción de
la información que se lleva a cabo a partir de la interacción que se produce entre el
contenido de un texto y los conocimientos previos del lector. Como estos conocimientos no son los mismos en todos los lectores y como puede darse más de una lectura
razonable a un mismo texto, se recomienda a los estudiantes que comiencen por
crearse expectativas en cuanto al desarrollo del texto a partir del paratexto, ya que
esto los llevará a reconocer la información esencial.
Los elementos paratextuales son una manifestación superficial que puede ser
indicativa de la información importante, son textos subsidiarios que proporcionan información orientativa previa a la lectura (tapa, contratapa, solapas de un libro, título,
subtítulos, índice, dedicatoria, prólogo, epígrafe, entre otros) e información adicional
(notas, bibliografía, glosario, apéndice, ilustraciones, entre otros). El formato o diseño
del texto es considerado un elemento paratextual y abarca tipos de letra (negrita, bastardilla) y subrayados.
Es fundamental entender que los textos expositivos, en tanto textos portadores
de información sobre el mundo, son instrumentos al servicio del aprendizaje de nuevos
conocimientos y la construcción de su significado depende estrechamente de las palabras escritas y, por lo tanto, de la capacidad que desarrolle el lector para dejarse guiar
por las relaciones que se establecen entre sus significados.
ACTIVIDAD II
1) A partir de los elementos paratextuales de los dos textos que aparecen a continuación, anticipe: a) ¿En qué ámbito social circulan?; y b) ¿A qué género discursivo
pertenecen?
Texto 4
TRIBUNA ABIERTA: ¿EL FINAL DE LA CULTURA DEL LIBRO IMPRESO?
UNA NUEVA ETAPA DE LA ESCRITURA
Del "e-book" a la tinta electrónica, las nuevas tecnologías cuestionan el futuro del libro
tradicional. Para algunos, asistimos a una transformación radical de la experiencia de la
lectura, no necesariamente positiva o negativa. Para otros, la clave es garantizar el respeto por las obras y los derechos de sus autores.
GEMINELLO ALVI. Columnista de La Repubblica.
Para saber cómo vamos a terminar, hace falta estar al tanto de lo que sucede
hoy en los Estados Unidos. Dos o tres años después, nos pasará lo mismo a nosotros.
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Días atrás, The Washington Post analizaba las bondades de la "Book Builder", máquina que inventó un tal Harvey Ross y que permitiría imprimir, encuadernar y entregar un
libro en cualquier idioma en sólo cinco minutos.
Ross y su máquina apuestan al fin de las librerías. Su idea es más bien la de
quioscos donde un extraño híbrido de encuadernador y diariero será quien venda los
libros. Contempla, en definitiva, un retorno al pasado en el que el impresor volverá a
ser librero. Me parece que algo de razón tiene.
Si hay algo que no se dice de esta bendita economía electrónica, es que supone una combinación de avance y retroceso, que implica también una paradójica vuelta
al pasado. En el debate que se publicó en el último número de la revista Surplus, tres
especialistas italianos coincidieron en que Internet disuelve los vínculos laborales tradicionales, crea trabajos solitarios y nichos comunitarios. Esto es lo más interesante de
todo lo que está ocurriendo. La desarticulación de la economía tradicional dará lugar a
una comunidad fragmentada, y uno de esos fragmentos será el de los amantes de
libros impresos.
La industria anglófona del libro apunta en realidad a cosas muy diversas. The
Random House ya está digitalizando sus títulos, mientras que Simon & Schuster y
McGraw-Hill se disponen a hacerlo. La Encyclopaedia Britannica eliminó el plantel de
2.300 personas que conformaba su famosa estructura de venta domiciliaria. Las versiones electrónicas en CD y el Web site ya se convirtieron en su principal fuente de
ingresos. Por otra parte, en marzo, 400.000 lectores bajaron a su computadora Riding
the Bullet, la última novela de Stephen King.
Avances y retrocesos
Parece un hecho consumado: “un mundo feliz para todos gracias a Internet”.
Sin embargo, sería imprudente descuidar un aspecto de la evolución general. El disco
y la amplificación transformaron la música; la pólvora hizo lo propio con la guerra; pero
Internet cambiará de manera mucho más radical la naturaleza del libro. El libro
del futuro sólo seguirá siendo igual para unos pocos extravagantes. Para los demás,
se transformará en otra cosa, que tendrá aspectos regresivos.
Se leerán envíos y rebotes con imágenes virtuales, sonido u otras experiencias
sensoriales. Todo en una lengua empobrecida. Una suerte de libro medieval escrito
en una jerga que resuena con múltiples voces que nos distraen: dibujos animados,
juegos virtuales e historietas conforman un flujo opiáceo que se desliza por una página
continua. Uno de los especialistas que entrevistó The Washington Post parece darse
cuenta del dilema: "Será el nacimiento de una nueva etapa de la escritura o el fin de la
civilización occidental".
Nos guste o no, el lenguaje de una página escrita es más preciso que el de
una imagen. Es una única voz en la que concentrarse y mediante la cual la mente
puede enriquecerse. En 1950, el vocabulario medio de un chico estadounidense de 14
años constaba de 25.000 vocablos. En la actualidad, es de apenas 10.000. ¿No es
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MARIANO ACOSTA
acaso evidente, especialmente para muchos docentes, la creciente dificultad que tienen las nuevas generaciones para concentrarse?
Algunos consideran que todo es muy sencillo. Estamos presenciando un salto
de importancia similar al de la invención de Gutenberg, pero eso no significa necesariamente un avance: pone en peligro la lengua en aras de algo que aún resulta poco
claro e inquietante. Sólo los necios pueden dejar de ver estos riesgos.
Los libros impresos ya no le servirán a nadie. Tal vez los mejores comiencen a dedicarse al habla. Acaso en el futuro la competencia se dé entre aquellos que,
sin libros, se hayan convertido en maestros de la palabra hablada y, como héroes
homéricos, restituyan un nombre a las cosas; y aquellos que (me temo, los más) se
hayan perdido ante una pantalla de figuras y sonidos, y hayan dejado de hablar.
Alvi, Geminello (2000) "Una nueva etapa de la escritura", Buenos Aires, Clarín.
Texto 5
3 de noviembre de 2003
Primer parcial de Taller de Lectura y Escritura
Pedro González
1) ¿Cómo inciden las nuevas tecnologías de la comunicación en el lenguaje? Confronte la postura que presenta Geminello Alvi en el artículo "Una nueva etapa de la escritura", con la adoptada por Umberto Eco en "La televisión no es enemiga de los libros"3.
1) Según Geminello Alvi, las nuevas tecnologías de la comunicación constituyen un
peligro para el lenguaje dado que tienden a empobrecerla. En efecto, este autor, oponiéndose a aquellos que dan por sentado que tecnologías como Internet no traen más
que beneficios, considera que estos avances son en realidad un retroceso. La involución estaría dada por la profusión de imágenes virtuales, que, para Alvi, ya ha provocado, por ejemplo, la disminución de la cantidad de vocablos en los jóvenes estadounidenses. Esto continuaría en una progresión que llevaría a la modificación de la naturaleza del libro, en el que las imágenes virtuales se conjugarían con sonidos y otras
experiencias sensoriales, en detrimento de toda comunicación verbal.
En contraposición con este autor, Umberto Eco señala que las nuevas tecnologías
de la comunicación no sólo no implican un deterioro de la lengua, sino que, además,
han favorecido el acercamiento a lo escrito. Esto se evidencia, según Eco, en el hecho
de que hoy hay más lectores que en décadas pasadas.
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Es el texto que aparece en este cuadernillo con el número 13.
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EL ENUNCIADOR ACADÉMICO
El enunciador es quien lleva adelante el discurso colocándose en un lugar
(habla desde la autoridad del saber o desde la experiencia personal o desde el poder)
y adoptando determinados rasgos (formal e informado, informal).
El enunciatario o destinatario de un texto puede ser construido con diversos
rasgos: informado, responsable, desinformado.
El enunciador académico debe utilizar términos precisos, definir conceptos,
respetar las fuentes, fundamentar sus aserciones, respetar las normas de escritura,
demostrar que conoce el tema al que se refiere.
ACTIVIDAD III
1) Lea las dos biografías que aparecen a continuación.
Texto 6
Autobiografía
Escrita en 1968 por encargo para una publicación de Alemania Occidental.
He leído y he escrito.
Más leo que escribo, como es natural, leo mejor que escribo.
He viajado.
Preferiría que mis libros viajen más que yo.
He trabajado, trabajo, carezco de bienes materiales (excepto la vivienda que
tendré).
Una vez, por algo que escribí, gané un premio, y después otro y después...
hasta unos veinte de literatura, uno de periodismo y otro de argumentos de cine.
Una vez tuve una beca, que me dio el Gobierno de Francia, y pude estudiar algo en París.
Un tiempo quise ser abogado y no me quedé en querer serlo, estudié mucho,
aunque nunca lo suficiente.
Después quise ser periodista. Conseguí ser periodista. Persevero.
Una época anduve de corresponsal extranjero (por ejemplo, revolución de Bolivia, la que llevó al poder a René Barrientos).
Yo quería escribir para el cine.
Pero en general no soy más que un espectador de cine, y también periodista
de cine.
Una vez fui al Festival de Berlín, y otra al de Cannes, y otra a Hollywood, el día
de los Oscars, y otra... Bueno, en el Festival de Mar del Plata un año me pusieron en
el jurado internacional de la Crítica.
Soy argentino, pero no he nacido en Buenos Aires.
Nací el día de los Muertos del año 22.
Música, para mí, la de Bach y la de Beethoven. Y el "cante jondo".
Bailar no sé, nadar no sé, beber sí sé.
Coche no tengo. Prefiero la noche.
Prefiero el silencio.
di Benedetto, Antonio (1987) Páginas escogidas, Buenos Aires, Sudamericana.
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Texto 7
Antonio Di Benedetto nació en Mendoza el 2 de noviembre de 1922. Luego de cursar algunos años de abogacía, se dedicó al periodismo. El gobierno
de Francia lo becó para realizar estudios superiores en esa especialidad. Como periodista fue subdirector del diario Los Andes, y corresponsal del diario
La Prensa.
En 1953 publicó su primer libro, Mundo animal, con el que inició su brillante carrera de escritor cuya cima fue la novela Zama, acaso una de las más grandes novelas
de la literatura argentina.
Recibió numerosos premios y distinciones por su labor: el gobierno italiano lo
condecoró como caballero de la Orden de mérito en 1969; en 1971 la medalla de oro
de Alliance Française; en 1973 fue designado miembro fundador del Club de los XIII, y
un año después recibió la Beca Guggenheim.
Di Benedetto ocupa un destacado lugar en la narrativa contemporánea argentina.
Para ello lo acreditan su personalísimo estilo, su capacidad de crear personajes vivos,
su facultad inventiva, su aguda captación sensorial y su activa intencionalidad poética
de remodelador del mundo.
En Zama, alcanzó su culminación el realismo profundo del autor; fuerte, cruel, incisivo, supera las apariencias de las cosas y acoge en su seno los productos de la
más pura fantasía creadora.
En 1976, pocas horas después del golpe militar del 24 de marzo, Di Benedetto fue
secuestrado por el ejército. "Creo que nunca estaré seguro de que fui encarcelado por
algo que publiqué. Mi sufrimiento hubiese sido menor si alguna vez me hubieran dicho
qué exactamente. Pero no lo supe. Esta incertidumbre es la más horrorosas de las
torturas", diría años más tarde. Humillado, golpeado y destrozado anímicamente, fue
excarcelado el 4 de septiembre de 1977 y se exilió en los Estados Unidos, Francia y
España. Regresó definitivamente a la Argentina en 1985. Murió víctima de un derrame
cerebral el 10 de octubre de 1986 en Buenos Aires.
(Fuente: Graciela de Sola en el Diccionario de la Literatura Argentina, de Pedro Orgambide y Roberto Yahni, publicado por Sudamericana; literatura.org).
2) A partir de las lecturas realizadas:
a. Explique desde qué lugar se ubica el enunciador en cada una de ellas.
b. Identifique el género discursivo.
c. Si un texto científico–académico se caracteriza por su referencialidad y objetividad en la construcción de un saber y de un conocimiento, ¿hay indicios de
subjetividad que remitan a la construcción de un enunciador posible en ambos
textos? ¿Cuál de los dos textos se reconoce más subjetivo? ¿Por qué?
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LAS SECUENCIAS TEXTUALES
Uno de los modos de acceder con mayor facilidad a los textos escritos es observar las regularidades que aparecen en ellos. Estas regularidades han sido descriptas desde diferentes perspectivas; por ejemplo, según la situación comunicativa o el
ámbito de circulación, los textos tienen distintas propiedades por pertenecer a un género discursivo o a otro. Asimismo, los textos también han sido estudiados por las regularidades en su estructura, es decir, por su organización interna. Por ejemplo, el
lingüista J. Adam4 planteó que esta organización se relaciona con el predominio de
una secuencia textual. Según este autor, las secuencias son unidades mínimas de
composición textual: conjuntos de enunciados que se organizan de una manera particular. En función de su organización, las secuencias textuales propuestas son seis:
narrativa, descriptiva, expositivo-explicativa, argumentativa, dialogal e instruccional.
La secuencia narrativa se caracteriza por presentar una sucesión de acciones
o eventos finalizados. La secuencia narrativa predomina en el género discursivo cuento, pero también en géneros que no pertenecen a la ficción, como por ejemplo la crónica periodística o los manuales de historia.
La secuencia descriptiva se caracteriza por presentar los rasgos salientes de
un objeto, persona, paisaje o acción. Este tipo de secuencia predomina, por ejemplo,
en el género guía turística, en el que también suelen aparecer insertas secuencias
narrativas para, entre otras posibilidades, contar sucesos relacionados con el lugar
que se describe.
La secuencia expositivo-explicativa se vincula con el análisis y la síntesis de
conceptos. En este sentido, los textos en los que predomina este tipo de secuencia
responden siempre a una pregunta que puede estar formulada explícita o implícitamente. En general, en este tipo de secuencia predomina el tiempo presente del indicativo y se busca generar una ilusión de objetividad; pues la explicación se presenta como una verdad no abierta al debate. En ella no se pretende discutir, sino hacer comprender al interlocutor algo que desconoce o que no entiende. Los géneros discursivos
en los que predomina la secuencia expositivo-explicativa son, por ejemplo, la clase
teórica y la respuesta de parcial.
La secuencia argumentativa se estructura a partir de la postura que se adopta con respecto a un problema controvertido. Para convencer al interlocutor de que la
postura propia es la más adecuada, se despliega una serie de argumentos o razones
que funcionan como los pilares que la sostienen. Los géneros discursivos en los que
predomina esta secuencia son, entre otros, la nota de opinión y el ensayo.
La secuencia dialogal se caracteriza por la alternancia de voces; su estructura
es la de un diálogo y los géneros discursivos en los que predomina son, entre otros,
los guiones de cine o televisión, las obras de teatro, la conversación cotidiana y la entrevista.
4
Adam, Jean-Michel (1992) Les textes: types et prototypes, Paris, Nathan.
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En la secuencia instruccional se presentan consejos y/u órdenes. Es habitual
encontrar en ella el modo imperativo, ya que se apela a la segunda persona para que
lleve a cabo las acciones que se consideran convenientes para lograr un determinado
objetivo. Este tipo de secuencia predomina en los manuales de uso, las recetas de
cocina y los reglamentos.
Es importante señalar que hablamos de predominio de una secuencia determinada ya que a la secuencia dominante suelen subordinarse otras. Tal es el caso, por
ejemplo, de la secuencia descriptiva que se inserta en una obra de teatro (cuya secuencia dominante es dialogal) con el fin de disponer personajes y objetos en escena.
ACTIVIDAD IV
1) Lea los textos 8 a 13, que se presentan a continuación, e identifique cuál es la secuencia dominante de cada uno de ellos (narrativa, descriptiva, instruccional, dialogal, argumentativa y expositivo-explicativa). ¿Qué características le permitieron
reconocerla?
Texto 8
Al final de la Avenida de Mayo se encuentra este impactante y simbólico edificio, cuyas formas sinuosas y originales todavía sorprenden. Rematado por una enorme cúpula, el Barolo es un monumento al poeta italiano Dante Alighieri y su visión del
universo, presente en muchos detalles del Palacio.
Guía visual de Buenos Aires, Centro histórico, (2001), Buenos Aires, Clarín.
Texto 9
Etimológicamente, "paratexto" sería lo que rodea o acompaña al texto (para =
junto a, al lado de), aunque no sea evidente cuál es la frontera que separa texto de
entorno. El texto puede ser pensado como objeto de la lectura, a la que preexiste, o
como producto de ella: se lee un texto ya escrito o se construye el texto al leer. Pero
ya se considere que el texto existe para ser leído o, porque es leído, la lectura es su
razón de ser, y el paratexto contribuye a concretarla. Dispositivo pragmático, que, por
una parte, predispone —o condiciona— para la lectura y, por otra, acompaña en el
trayecto, cooperando con el lector en su trabajo de construcción —o reconstrucción—
del sentido.
Alvarado, Maite (1994) Paratexto, Buenos Aires, Oficina de Publicaciones del CBCUBA.
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Texto 10
Muy lejos de Washington, donde el presidente Obama firmó el inicio de una
nueva era para las investigaciones con células madre embrionarias, una nación 'enemiga' le saca algo de ventaja a EEUU. En Irán hace tiempo que el gobierno impulsa y
fomenta este tipo de trabajos, allí no hay vetos que abolir, aunque los científicos se
enfrentan a otro tipo de obstáculos: la falta de medios económicos y materiales.
Desde Teherán, el doctor Hamid Gourabi, presidente del Instituto Royan Medicina Reproductiva y Células Madre, uno de los centros punteros del país en este campo, responde por escrito a las preguntas de elmundo.es.
Pregunta: ¿A qué se debe la avanzada posición de Irán en este tipo de investigaciones? ¿Es una cuestión de compromiso político, presión de los científicos, inversión
económica...?
Respuesta: No es la primera vez en la historia que nuestra nación piensa en la ciencia
como un objetivo fundamental para el avance. Antes del descubrimiento del petróleo y
las políticas de colonización de los países occidentales, especialmente Reino Unido y
EEUU, nosotros ya teníamos el mismo progreso en todas las ramas de la ciencia:
desde las más básicas, a la medicina, la ingeniería... Seguro que ha oído hablar de
científicos como Avesina, Rhazes o Khayam.
Creo que los monarcas perezosos que preferían vivir plácidamente de la venta de petróleo a Occidente e importando todo lo que necesitábamos nos 'animaron' a frenar
este avance. Sin embargo, después de la revolución, y especialmente al terminar la
guerra con Irak, una de las cuestiones que se consideró importante fue tratar de compensar nuestro retraso con respecto a los países Occidentales. No es sólo algo que
afecte a las células madre, sino a todas las ramas de la ciencia, de la nanotecnología
a la energía nuclear con fines pacíficos.
Que nuestro progreso científico parezca una cuestión política tiene que ver con la
perspectiva occidental, que tiene la sensación que si imponen cualquier tipo de sanción sobre un país, éste debe quedarse sentado y sentirse derrotado. La ciencia traerá
la riqueza a nuestro país.
P: ¿Cree que los trabajos que realizan en países sin tantas restricciones legales o religiosas como en Europa o EEUU pueden ayudar a que este campo avance?
R: Nosotros también tenemos restricciones éticas para trabajar con embriones, pero
creo que nuestros líderes religiosos son mucho más realistas que los occidentales en
este sentido. ¿Qué sentido tiene proteger un embrión más pequeño que la cabeza de
un alfiler cuando en otras partes del mundo se puede matar a niños con las armas más
sofisticadas? Fomentar todos los esfuerzos posibles para el avance de la ciencia es
una obligación de toda la humanidad.
Fuente Diario El Mundo, España.
Madrid, 16.03.2009.
Texto 11
Instrucciones de encendido
1. Abra la llave de paso de gas de la red.
2. Gire la perilla superior a la posición piloto y presionándola accione el pulsador de encendido. Verifique por el visor que la llama del piloto se encuentre encendida.
3. Mantenga la perilla presionada durante 15 segundos. Si al soltarla la llama
del piloto se apaga, repita la operación.
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MARIANO ACOSTA
Texto 12
El catorce de enero de 1922, Emma Zunz, al volver de la fábrica de tejidos Tarbuch y Loewenthal, halló en el fondo del zaguán una carta, fechada en el Brasil, por la
que supo que su padre había muerto. La engañaron, a primera vista, el sello y el sobre; luego, la inquietó la letra desconocida. Nueve o diez líneas borroneadas querían
colmar la hoja;; Emma leyó que el señor Maier había ingerido por error una fuerte dosis de veronal y había fallecido el tres del corriente en el hospital de Bagé. Un compañero de pensión de su padre firmaba la noticia, un tal Fein o Fain, de Río Grande, que
no podía saber que se dirigía a la hija del muerto.
Borges, Jorge Luis (1993) "Emma Zunz", en El Aleph, Madrid, Alianza/Emecé.
Texto 13
La idea de que las imágenes reemplazarán a las palabras es vieja. Hace veinte
años se pensaba que iba a desaparecer la civilización alfabética y entraríamos en la
civilización visual. Sin embargo, hoy con la computadora volvemos a una civilización
alfabética. Creo que el problema es más complejo. Podríamos tener un mundo futuro
con una clase dirigente que maneja la computadora e Internet. Una clase media que
usa la computadora de modo pasivo, como el empleado del banco o de una aerolínea
que busca el horario de vuelo. Y un proletariado que sólo mira televisión.
Tengo que repetir algo que siempre digo: vayan por las calles, vean cuántas librerías hay, qué tamaños tienen, cuánto público reúnen. Este es el siglo en que hubo
más libros en toda la historia de la humanidad. Hace 200 años el que leía libros era
raro como un ebanista, hoy no.
En general, tenemos una proporción baja de lectores de libros respecto de la
población general. Pero hay, sin duda, muchos más lectores que hace 30 años.
Extraído y adaptado de la entrevista realizada a Umberto Eco por Jorge Halperín: "La
televisión no es enemiga de los libros", Buenos Aires, Clarín, 30 de octubre de 1998.
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LOS TEXTOS EXPOSITIVO-EXPLICATIVOS Y LOS TEXTOS ARGUMENTATIVOS: DOS POLOS DE
UN CONTINUUM
De las secuencias que hemos visto (narrativa, descriptiva, dialogal, instruccional, expositivo-explicativa y argumentativa), las dos últimas son las que se privilegian
en el ámbito académico, pues son las secuencias dominantes en la mayor parte de los
textos que se leen y producen en los estudios superiores.
Esto no quiere decir que haya un límite claro entre ellas sino que cada texto
tiende hacia lo expositivo-explicativo o hacia lo argumentativo, pero puede tener algunos elementos asociados a la otra secuencia. Se trata de extremos a los que se acercan los textos según el contexto de circulación, la finalidad, el tipo de problemática
abordada, etcétera.
Para contrastar estos dos polos, pueden señalarse cinco ejes que los diferencian:
1.
2.
3.
4.
5.
la forma de abordar los conceptos y los fenómenos
el modo en que se presenta el enunciador (la voz hablante)
el modo en que se construye el destinatario previsto
la finalidad
la inclusión de enunciados de otros enunciadores, es decir, de otras voces
En los textos con secuencia expositivo-explicativa dominante se comunica un
saber que se presenta como algo dado, es decir, como algo no controvertido. Es por
eso que el enunciador, la voz hablante, prácticamente no exhibe rasgos de subjetividad. Asimismo, se prevé un destinatario con menos conocimientos sobre aquello que
el enunciador expone y/o explica. Por lo tanto, el objetivo de estos textos es informar y
aclarar conceptos nuevos o complejos a fin de equiparar los saberes entre los interlocutores.
En el caso de los textos que tienden a lo argumentativo, la problemática de la
que se parte se considera controvertida, discutible. Es por eso que los conceptos se
van construyendo a lo largo del discurso, como respuesta al problema planteado. Al
adoptar una postura frente al problema controvertido, el enunciador manifiesta su punto de vista y su subjetividad y, a su vez, prevé un destinatario que puede compartir los
mismos conocimientos, pero no necesariamente la misma postura.
Además de las diferencias señaladas en cuanto a la forma de abordar los conceptos y los fenómenos, la construcción del hablante y del destinatario y la finalidad,
los textos que tienden al polo expositivo-explicativo y al polo argumentativo también se
distinguen por el modo en que se incluye la palabra de otros. Así, en los textos que
tienden al polo expositivo-explicativo, se intenta facilitar la comprensión de un conocimiento que se supone importante y, por eso, el discurso citado, es decir, la voz incluida, se delimita claramente del discurso citante. Asimismo, en estos casos, la palabra
del otro no se utiliza de modo polémico (es decir, no se la presenta para discutirla o
refutarla), sino que se la presenta en tanto voz autorizada en el tema que se explica o
como voz responsable de aquello que se expone. En el polo argumentativo, en cambio, al presentarse la palabra ajena desde una perspectiva que es propia, suele producirse una contaminación de voces. Por otra parte, en las argumentaciones no sólo se
presentan citas para validar las afirmaciones propias apoyándose en la autoridad de
otro (que conforman las citas de autoridad), sino que a veces también se incluye la voz
del adversario para tomar distancia con respecto a lo afirmado o para contradecirlo
(esto constituye la cita refutativa).
15
MARIANO ACOSTA
LA POLIFONÍA
El sujeto hablante no es fuente ni dueño de su discurso sino que su habla hace
circular ideologías, creencias, valores, representaciones que lo desbordan. Su habla
es más un mosaico de citas en conflicto que un supuesto discurso homogéneo porque
el sujeto, como afirma Voloshinov, es una intersección de voces y está saturado de lo
social. 5
Hay casos en los cuales el enunciador puede hacer referencias ambiguas, dar
la palabra a otro, o bien dejar oír voces ajenas en el interior de su propio discurso. Esta posibilidad de hacer circular voces en el interior del discurso propio es lo que Bajtín
ha denominado polifonía (poli muchas; fono voces). Por lo tanto, los textos polifónicos
son aquellos en los que además de la voz del emisor se incorporan otras voces, es
decir, se recuperan en su texto los enunciados de otros emisores. De esa manera
pueden ser reconocibles e identificables distintas voces dentro del discurso y el locutor
—que es el que habla, el que escribe— suele dar existencia a unos enunciadores cuyos puntos de vista y actitudes él organiza.
Según Bajtín6 todo enunciado debe ser analizado como respuesta a enunciados anteriores de una esfera dada de circulación y de producción de textos (científica,
literaria, periodística, etc.) a los que confirma, refuta, amplía, los toma en cuenta de
alguna manera para argumentar o explicar un tema. Así el discurso ajeno se incluye
en el propio discurso en forma explícita a través de citas, por ejemplo, pero, además,
en todo enunciado podemos descubrir una serie de enunciados ajenos, semiocultos o
implícitos.
ACTIVIDAD V
1) Ahora lea el siguiente texto y caracterícelo en función de su secuencia dominante.
Para ello:
a. Señale cuál es el problema tratado y si se presenta una postura personal sobre
él.
b. Caracterice al enunciador. ¿Manifiesta su subjetividad? ¿De qué modo?
c. Caracterice al destinatario previsto por el texto respecto de los conocimientos
que posee sobre el tema, su postura, etc.
d. Identifique si aparecen otros enunciadores diferentes del principal.
Texto 14
LA CIENCIA, SU MÉTODO Y SU FILOSOFÍA
Mario Bunge
1. Introducción
Mientras los animales inferiores sólo están en el mundo, el hombre trata de entenderlo; y sobre la base de su inteligencia imperfecta pero perfectible, del mundo, el
hombre intenta enseñorearse de él para hacerlo más confortable. En este proceso,
construye un mundo artificial: ese creciente cuerpo de ideas llamado “ciencia”, que
puede caracterizarse como conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por
consiguiente falible. Por medio de la investigación científica, el hombre ha alcanzado
5
6
Voloshinov, V. (1992) El marxismo y la filosofía del lenguaje. Madrid, Alianza.
Bajtín, M. (1993) Problemas de la poética de Dostoievski. Buenos Aires, FCE.
16
INSTITUTO DE ENSEÑANZA SUPERIOR Nº 2
una reconstrucción conceptual del mundo que es cada vez más amplia, profunda y
exacta.
Un mundo le es dado al hombre; su gloria no es soportar o despreciar este
mundo, sino enriquecerlo construyendo otros universos. Amasa y remoldea la naturaleza sometiéndola a sus propias necesidades animales y espirituales, así como a sus
sueños: crea así el mundo de los artefactos y el mundo de la cultura. La ciencia como
actividad —como investigación— pertenece a la vida social; en cuanto se la aplica al
mejoramiento de nuestro medio natural y artificial, a la invención y manufactura de
bienes materiales y culturales, la ciencia se convierte en tecnología. Sin embargo, la
ciencia se nos aparece como la más deslumbrante y asombrosa de las estrellas de la
cultura cuando la consideramos como un bien en sí mismo, esto es como una actividad productora de nuevas ideas (investigación científica). Tratemos de caracterizar el
conocimiento y la investigación científicos tal como se los conoce en la actualidad.
2. Ciencia formal y ciencia fáctica
No toda la investigación científica procura el conocimiento objetivo. Así, la lógica y la matemática —esto es, los diversos sistemas de lógica formal y los diferentes
capítulos de la matemática pura— son racionales, sistemáticos y verificables, pero no
son objetivos; no nos dan informaciones acerca de la realidad: simplemente, no se
ocupan de los hechos. La lógica y la matemática tratan de entes ideales; estos entes,
tanto los abstractos como los interpretados, sólo existen en la mente humana. A los
lógicos y matemáticos no se les da objetos de estudio: ellos construyen sus propios
objetos. Es verdad que a menudo lo hacen por abstracción de objetos reales (naturales y sociales); más aún, el trabajo del lógico o del matemático satisface a menudo las
necesidades del naturalista, del sociólogo o del tecnólogo, y es por esto que la sociedad los tolera y, ahora, hasta los estimula. Pero la materia prima que emplean los lógicos y los matemáticos no es fáctica sino ideal.
Por ejemplo, el concepto de número abstracto nació, sin duda, de la coordinación (correspondencia biunívoca) de conjuntos de objetos materiales, tales como dedos, por una parte, y guijarros, por la otra; pero no por esto aquel concepto se reduce
a esta operación manual, ni a los signos que se emplean para representarlo. Los números no existen fuera de nuestros cerebros, y aún allí dentro existen al nivel conceptual, y no al nivel fisiológico. Los objetos materiales son numerables siempre que sean
discontinuos; pero no son números; tampoco son números puros (abstractos) sus cualidades o relaciones. En el mundo real encontramos 3 libros, en el mundo de la ficción
construimos 3 platos voladores. ¿Pero quién vio jamás un 3, un simple 3?
La lógica y la matemática, por ocuparse de inventar entes formales y de establecer relaciones entre ellos, se llaman a menudo ciencias formales, precisamente
porque sus objetos no son cosas ni procesos, sino, para emplear el lenguaje pictórico,
formas en las que se puede verter un surtido ilimitado de contenidos, tanto fácticos
como empíricos. Esto es, podemos establecer correspondencias entre esas formas (u
objetos formales), por una parte, y cosas y procesos pertenecientes a cualquier nivel
de la realidad por la otra. Así es como la física, la química, la fisiología, la psicología, la
economía, y las demás ciencias recurren a la matemática, empleándola como herramienta para realizar la más precisa reconstrucción de las complejas relaciones que se
encuentran entre los hechos y entre los diversos aspectos de los hechos; dichas ciencias no identifican las formas ideales con los objetos concretos, sino que interpretan
las primeras en términos de hechos y de experiencias (o, lo que es equivalente, formalizan enunciados fácticos).
Lo mismo vale para la lógica formal: algunas de sus partes —en particular, pero
no exclusivamente, la lógica proposicional bivalente— pueden hacerse corresponder a
17
MARIANO ACOSTA
aquellas entidades psíquicas que llamamos pensamientos. Semejante aplicación de
las ciencias de la forma pura a la inteligencia del mundo de los hechos, se efectúa
asignando diferentes interpretaciones a los objetos formales. Estas interpretaciones
son, dentro de ciertos límites, arbitrarias; vale decir, se justifican por el éxito, la conveniencia o la ignorancia. En otras palabras el significado fáctico o empírico que se les
asigna a los objetos formales no es una propiedad intrínseca de los mismos. De esta
manera, las ciencias formales jamás entran en conflicto con la realidad. Esto explica la
paradoja de que, siendo formales, se “aplican” a la realidad: en rigor no se aplican,
sino que se emplean en la vida cotidiana y en las ciencias fácticas a condición de que
se les superpongan reglas de correspondencia adecuada. En suma, la lógica y la matemática establecen contacto con la realidad a través del puente del lenguaje, tanto el
ordinario como el científico.
Tenemos así una primera gran división de las ciencias, en formales (o ideales)
y fácticas (o materiales). Esta ramificación preliminar tiene en cuenta el objeto o tema
de las respectivas disciplinas; también da cuenta de la diferencia de especie entre los
enunciados que se proponen establecer las ciencias formales y las fácticas: mientras
los enunciados formales consisten en relaciones entre signos, los enunciados de las
ciencias fácticas se refieren, en su mayoría, a entes extracientíficos: a sucesos y procesos. Nuestra división también tiene en cuenta el método por el cual se ponen a
prueba los enunciados verificables: mientras las ciencias formales se contentan con la
lógica para demostrar rigurosamente sus teoremas (los que, sin embargo, pudieron
haber sido adivinados por inducción común o de otras maneras), las ciencias fácticas
necesitan más que la lógica formal: para confirmar sus conjeturas necesitan de la observación y/o experimento. En otras palabras, las ciencias fácticas tienen que mirar las
cosas, y, siempre que les sea posible, deben procurar cambiarlas deliberadamente
para intentar descubrir en qué medida sus hipótesis se adecuan a los hechos.
Cuando se demuestra un teorema lógico o matemático no se recurre a la experiencia: el conjunto de postulados, definiciones, reglas de formación de las expresiones
dotadas de significado, y reglas de inferencia deductiva —en suma, la base de la teoría dada—, es necesaria y suficiente para ese propósito. La demostración de los teoremas no es sino una deducción: es una operación confinada a la esfera teórica, aun
cuando a veces los teoremas mismos (no sus demostraciones) sean sugeridos en alguna esfera extramatemática y aun cuando su prueba (pero no su primer descubrimiento) pueda realizarse con ayuda de calculadoras electrónicas. Por ejemplo, cualquier demostración rigurosa del teorema de Pitágoras prescinde de las mediciones, y
emplea figuras sólo como ayuda psicológica al proceso deductivo: que el teorema de
Pitágoras haya sido el resultado de un largo proceso de inducción conectado a operaciones prácticas de mediciones de tierras, es objeto de la historia, la sociología y la
psicología del conocimiento.
La matemática y la lógica son, en suma, ciencias deductivas. El proceso constructivo, en que la experiencia desempeña un gran papel de sugerencias, se limita a la
formación de los puntos de partida (axiomas). En matemática la verdad consiste, por
esto, en la coherencia del enunciado dado con un sistema de ideas admitido previamente: por esto, la verdad matemática no es absoluta sino relativa a ese sistema, en el
sentido de que una proposición que es válida en una teoría puede dejar de ser lógicamente verdadera en otra teoría. (Por ejemplo, en el sistema de aritmética que empleamos para contar las horas del día, vale la proposición de 24 + 1 = 1). Más aún las
teorías matemáticas abstractas, esto es, que contienen términos no interpretados (signos a los que no se atribuye un significado fijo, y que por lo tanto pueden adquirir distintos significados) pueden desarrollarse sin poner atención al problema de la verdad.
Considérese el siguiente axioma de cierta teoría abstracta (no interpretada):
"Existe por lo menos un x tal que es P". Se puede dar un número ilimitado de interpretaciones (modelos) de este axioma, dándose a x y P otros tantos significados. Si deci18
INSTITUTO DE ENSEÑANZA SUPERIOR Nº 2
mos que S designa punto, obtenemos un modelo geométrico dado: si adoptamos la
convención de que L designa número, obtenemos un cierto modelo aritmético, y así
sucesivamente. En cuanto "llenamos" la forma vacía con un contenido específico (pero
todavía matemático), obtenemos un sistema de entes lógicos que tienen el privilegio
de ser verdaderos o falsos dentro del sistema dado de proposiciones: a partir de ahí
tenemos que habérnoslas con el problema de la verdad matemática. Aún así tan sólo
las conclusiones (teoremas) tendrán que ser verdaderas: los axiomas mismos pueden
elegirse a voluntad. La batalla se habrá ganado si se respeta la coherencia lógica esto
es, si no se violan las leyes del sistema de lógica que se ha convenido en usar.
En las ciencias fácticas, la situación es enteramente diferente. En primer lugar,
ellas no emplean símbolos vacíos (variables lógicas) sino tan sólo símbolos interpretados; por ejemplo, no involucran expresiones tales como 'x es P', que no son verdaderas ni falsas. En segundo lugar, la racionalidad —esto es, la coherencia con un sistema de ideas aceptado previamente— es necesaria pero no suficiente para los enunciados fácticos; en particular, la sumisión a algún sistema de lógica es necesaria pero
no es una garantía de que se obtenga la verdad. Además de la racionalidad, exigimos
de los enunciados de las ciencias fácticas que sean verificables en la experiencia, sea
indirectamente (en el caso de las hipótesis generales), sea directamente (en el caso
de las consecuencias singulares de las hipótesis). Únicamente después que haya pasado las pruebas de la verificación empírica podrá considerarse que un enunciado es
adecuado a su objeto, o sea, que es verdadero, y aún así hasta nueva orden. Por eso
es que el conocimiento fáctico verificable se llama a menudo ciencia empírica.
En resumidas cuentas, la coherencia es necesaria pero no suficiente en el
campo de las ciencias de hechos: para anunciar que un enunciado es (probablemente)
verdadero se requieren datos empíricos (proposiciones acerca de observaciones o
experimentos). En última instancia, sólo la experiencia puede decirnos si una hipótesis
relativa a cierto grupo de hechos materiales es adecuada o no. El mejor fundamento
de esta regla metodológica que acabamos de enunciar es que la experiencia le ha
enseñado a la humanidad que el conocimiento de hecho no es convencional, que si se
busca la comprensión y el control de los hechos debe partirse de la experiencia. Pero
la experiencia no garantizará que la hipótesis en cuestión sea la única verdadera: sólo
nos dirá que es probablemente adecuada, sin excluir por ello la posibilidad de que un
estudio ulterior pueda dar mejores aproximaciones en la reconstrucción conceptual del
trozo de realidad escogido. El conocimiento fáctico, aunque racional, es esencialmente
probable; dicho de otro modo: la inferencia científica es una red de inferencias deductivas (demostrativas) y probables (inconcluyentes).
Las ciencias formales demuestran o prueban; las ciencias fácticas verifican
(confirman o disconfirman) hipótesis que en su mayoría son provisionales. La demostración es completa y final; la verificación es incompleta y por eso temporaria. La naturaleza misma del método científico impide la confirmación final de las hipótesis fácticas. En efecto los científicos no sólo procuran acumular elementos de prueba de sus
suposiciones multiplicando el número de casos en que ellas se cumplen; también tratan de obtener casos desfavorables a sus hipótesis, fundándose en el principio lógico
de que una sola conclusión que no concuerde con los hechos tiene más peso que mil
confirmaciones. Por ello, mientras las teorías formales pueden ser llevadas a un estado de perfección (o estancamiento), los sistemas relativos a los hechos son esencialmente defectuosos: cumplen, pues, la condición necesaria para ser perfectibles. En
consecuencia, si el estudio de las ciencias formales vigoriza el hábito del rigor, el estudio de las ciencias fácticas puede inducirnos a considerar el mundo como inagotable,
y al hombre como una empresa inconclusa e interminable.
19
MARIANO ACOSTA
NORMATIVA ORTOGRÁFICA 7
§ 1.
INFORMACIONES PARA EL USO DE B
1.
B + consonante
Antes de cualquier consonante, se escribe B (excepto ovni, por originarse en la sigla de ‘objeto volador no identificado’). Ejemplos: abnegado, objeto, brazo.
No hay ninguna palabra en español que se escriba con bb, ya que después de b, siempre se
escribe v. Ejemplos: obvio, subversivo.
2.
MB
Después de M se escribe B (nunca con v). Ejemplos: sombra, tambor, zumbido.
3.
BU / BUR / BUS
Las palabras que comienzan con las sílabas BU-, BUR- y BUS- se
escriben con B (excepto vudú). Ejemplos: budín, burbuja, buscar.
4.
CUB / TAB /
TURB
Después de las sílabas CU-, TA- y TUR-, se escribe B (nunca v).
Ejemplos: cúbico, tábano, turbulento.
5.
BI / BIS
Las palabras que comienzan con el prefijo BI- o BIS-, que significa
‘dos’ o ‘doble’, se escriben con B (nunca con v). Ejemplos: bimestre,
bisectriz, bicolor.
Las palabras bisnieto y bizcocho también pueden escribirse biznieto y biscocho. Lo mismo
sucede con pesuña o pezuña.
6.
BILIDAD
Las palabras terminadas en -BILIDAD y todos sus vocablos afines se
escriben con B (excepto civilidad, movilidad y sus compuestos).
Ejemplos: divisibilidad, probabilidad, visibilidad.
7.
BEBER / CABER / HABER...
Los verbos beber, caber, deber, haber, saber, sorber y sus compuestos siempre se escriben con B. Ejemplos: embeber/embebí,
absorber/absorbía, deber/deberé.
BOCA / BIEN
Las palabras boca, bien, sílaba y todos sus derivados se escriben
SÍLABA
con B. Ejemplos: bocado, bienhechor, silabeo.
Las palabras abonar, bien, bueno, bonificar y bonito, a pesar de que puedan parecer muy
diferentes, provienen de un mismo vocablo latino: “bonus”. Por tal motivo, todas ellas, al igual
que sus derivados (abono, bonachón, bonificación, etc.), se escriben con B.
8.
9.
BUNDO/A
Las palabras terminadas en -BUNDO o -BUNDA se escriben con B.
Ejemplos: abunda, meditabundo, nauseabundas.
10.
BIR / BUIR
Los verbos terminados en -BIR y -BUIR, y sus afines se escriben con
B (excepto hervir, servir, vivir y sus compuestos). Ejemplos: apercibir, contribuir, escribir, retribuir.
11.
ABA
Las terminaciones del pretérito imperfecto del modo Indicativo de los
verbos de la primera conjugación (terminados en -AR) y del verbo IR
se escriben con B (nunca con v). Ejemplos: contar/contaba, soñar/soñábamos, ir/iban.
§ 2.
12.
7
INFORMACIONES PARA EL USO DE V
NV
Después de N se escribe V (nunca con b). Ejemplos: convertir, envase, invierno.
Fuente: El nuevo desafío de la ortografía. Buenos Aires, Aique Grupo Editor. 2008.
20
INSTITUTO DE ENSEÑANZA SUPERIOR Nº 2
13.
ADV / OLV
Después de los grupos AD- y OL-, siempre se escribe V (nunca b).
Ejemplos: adverso, olvidadizo, solventar.
14.
CLAV / EQUIV
Los grupos CLAV y EQUIV se escriben con V (nunca con b). Ejemplos: esclavo, equivalente, desclavar.
15.
VICE
El prefijo VICE- (significa ‘que hace las veces’ o ‘tiene la autoridad de
la persona o cosa nombrada’) se escribe con V (nunca con b). Ejemplos: vicedirector, vicerrector, vicegobernador.
Las palabras virrey (vice + rey) y vizconde (vice + conde) también tienen el prefijo vice-,
aunque aparece abreviado. No olvidemos que el prefijo vice- siempre se escribe con c (y no,
con s).
16.
ÍVORO/A
Las terminaciones -ÍVORO o -ÍVORA, cuando significan ‘que se alimenta de’ o ‘que devora’, se escriben siempre con V. Ejemplos: carnívora, herbívoro, omnívoro.
17.
DIV
Después de la sílaba inicial DI-, se escribe V (excepto dibujo y sus
afines). Ejemplos: diversión, divulgar, divergente.
18.
LLAV / LLEV
LLOV / LLUV
Después de las sílabas iniciales LLA-, LLE-, LLO- y LLU-, se escribe
V. Ejemplos: llave, llevado, llover, lluvia.
19.
VIVO
Todas las palabras que tienen alguna afinidad con vivo se escriben
con V (excepto el elemento compositivo bio, que significa ‘vida’: biografía, microbio, etcétera). Ejemplos: vivos, vivisección, vivir, vivíparo, vivificante, vivienda.
20.
IVO/A
Los adjetivos terminados en -IVO o -IVA y sus afines se escriben con
V (nunca con b). Ejemplos: ofensivo, agresiva.
21.
EVA / EVE
EVI / EVO
Las palabras que comienzan con EVA-, EVE-, EVI- y EVO- se escriben con V (excepto ébano y sus afines). Ejemplos: evasión, evento,
evitar, evocar.
ANDUVE
TUVIMOS...
Los tiempos del pretérito de los verbos andar, estar, tener, y sus
compuestos (retener, desandar, etc.), y los tiempos del presente del
verbo ir se escriben con V. Ejemplos: andar/anduvo, estar/estuve,
ir/vamos.
Se llaman "tiempos del pretérito" al pretérito perfecto simple (tuve), pretérito imperfecto del
Subjuntivo (tuviera/tuviese) y futuro imperfecto del Subjuntivo (tuviere). Los "tiempos del
presente" son el presente del Indicativo (voy), del Subjuntivo (vaya) y el Imperativo (ve tú).
22.
§ 3.
23.
INFORMACIONES PARA EL USO DE C
CITO/A
Las terminaciones diminutivas -CICO, -CITO y -CILLO se escriben
con C (excepto en aquellas palabras que tengan una s en la sílaba
final –casa/casita–). Ejemplos: balancita, cantorcito, avecilla.
Las palabras que en singular terminan con Z, al pasar al plural o al
hacer sus afines, la cambian por C antes de e o i. Ejemplos: perdices, lapicero, pecera.
Son muy pocas las palabras que, en castellano, llevan z delante de la e o de la i: neozelandés, zeta, zigzag, zipizape, zen.
Muchas palabras que antes se escribían con z inicial (zigoto, zinc, zíngaro, zenit) ahora se
escriben, preferentemente, con c (cigoto, cinc, cíngaro, cenit).
24.
Z→C
21
MARIANO ACOSTA
25.
ICE / ÍCITO
Las palabras esdrújulas terminadas en -ICE o -ÍCITO, y sus vocablos
afines, se escriben con C. Ejemplos: vértice, índice, ilícito, explícito.
26.
CIÓN
La terminación -CIÓN se escribe con C cuando la palabra tiene un
vocablo afín terminado en -DO/-DOR o -TO/-TOR. Ejemplos: orador/oración, promotor/promoción, adscripto/adscripción.
27.
CCIÓN
UNCIÓN
Las terminaciones -CCIÓN y -UNCIÓN, y sus afines, se escriben con
C. Ejemplos: acción, asunción, lección.
28.
ICIDA / ICIDIO
Las palabras terminadas en -ICIDA (‘que mata’) e -ICIDIO (‘muerte
violenta’) se escriben con C. Ejemplos: insecticida, homicidio, raticida.
29.
ACIA / ACIO
Las palabras terminadas en -ACIA, -ACIO, -ICIA, -ICIE, -ICIO y sus
ICIA / ICIE / ICIO afines se escriben con C (excepto antonomasia, Asia, eutanasia,
gimnasia, idiosincrasia, potasio y las conjugaciones del verbo lisiar:
lisia, lisie, lisio). Ejemplos: eficacia, despacio, primicia, superficie,
beneficio.
Las palabras terminadas en -ANCIA, y sus afines, se escriben con C
(excepto ansia y sus derivados). Ejemplos: elegancia, arrogancia,
vagancia.
La terminación -mancia (significa ‘adivinación’ o ‘práctica de predecir’) acepta doble acentuación; por lo tanto, se puede decir y escribir cartomancia o cartomancía (‘adivinación mediante
las cartas’); quiromancia o quiromancía (‘por las líneas de la mano’), etcétera.
30.
ANCIA
CENCIA
CIENCIA
Las terminaciones -CENCIA, -CIENCIA y sus afines se escriben con
C (excepto ausencia, presencia, esencia y sus afines). Ejemplos:
docencia, insuficiencia, paciencia.
Las palabras conciencia y subconciencia también aceptan escribirse con sc: consciencia y
subconsciencia. Sin embargo, inconsciencia por ahora sólo sigue aceptando esta forma.
(Confiamos en que pronto la Academia normalice tal situación).
Los adjetivos, en cambio, sólo se escriben con sc: consciente, subconsciente e inconsciente.
31.
Los verbos terminados en -CER, -CIR, -CIAR y sus afines se escriben con C (excepto: ser, coser –la ropa–, asir, toser, corcusir –coser
mal–, ansiar, lisiar, extasiar y anestesiar). Ejemplos: parecer, deducir, acariciar.
Tal como la regla lo indica, los afines a los verbos terminados en –CER,–-CIR y –CIAR también se escriben con c. Especialmente los terminados en -CIMIENTO: de nacer, nacimiento;
de lucir, lucimiento; de agradecer, agradecimiento; etcétera.
32.
§ 4.
33.
CER / CIR
CIAR
INFORMACIONES PARA EL USO DE S
OSO/A
La terminación superlativa -ÍSIMO/-ÍSIMA se escribe con S. Ejemplos: hermosísimo, curiosísima, oscurísimo.
Algunos superlativos se forman con una terminación arcaica, poco usual (-érrimo): celebérrimo (‘muy célebre’), nigérrimo (‘muy negro’), paupérrimo (‘muy pobre’). Actualmente, también
se construyen superlativos agregando ciertos prefijos: superlimpio, refeo.
Otros superlativos se expresan a través de una palabra diferente: sumo (‘muy alto’), ínfimo
(‘muy bajo’), óptimo (‘muy bueno’), pésimo (‘muy malo’), máximo (‘muy grande’), mínimo (‘muy
pequeño’). Son los llamados superlativos léxicos.
34.
22
ÍSIMO/A
Los adjetivos terminados en -OSO/-OSA se escriben con S. Ejemplos: lujoso, hermosa, furiosa.
INSTITUTO DE ENSEÑANZA SUPERIOR Nº 2
El pronombre SE, ya sea proclítico o enclítico, siempre se escribe con
S. Ejemplos: atreverse, se fugó, mirándose.
El pronombre SE puede escribirse antes del verbo (posición proclítica): se cayó, o después
del verbo (posición enclítica): cayose. En este último caso, se escribe todo junto, como si
fuese una sola palabra, y se tilda de acuerdo con las reglas generales de tildación.
35.
SE
La terminación numeral -ÉSIMO se escribe con S (excepto décimo y
sus compuestos). Ejemplos: vigésimo, octogésimo, trigésimo.
Los compuestos de décimo aceptados por la Academia son: undécimo (y no "decimoprimero"), duodécimo (y no "decimosegundo"), decimotercero, decimocuarto y así sucesivamente hasta decimonoveno o decimonono.
36.
ÉSIMO
Las palabras terminadas en -ERSO o -ERSA, y sus afines, se escriben con S. Ejemplos: adversa, verso, persa.
Observemos que la regla habla de las palabras terminadas en -ERSO o -ERSA, y no en
-UERSO o -UERSA; por ello, almuerzo, fuerza y otras se escriben con z.
37.
ERSO/A
38.
ES
Los gentilicios terminados en -ÉS se escriben siempre con S. Ejemplos: nepalés, libanés, portugués.
Los gentilicios son aquellos vocablos que expresan la nacionalidad o la procedencia.
39.
SIBLE / SIVO
Los adjetivos terminados en -SIBLE o -SIVO y sus vocablos afines se
escriben con S (excepto los derivados de los verbos terminados en CER/-CIR, como invencible, y los vocablos apacible, irascible, nocivo
y lascivo). Ejemplos: divisible, televisivo, agresivo.
40.
SION
La terminación -SIÓN se escribe con S cuando la palabra tiene un
vocablo afín terminado en -SO, -SOR, -SIBLE o -SIVO. Ejemplos:
confuso/confusión, extensible/extensión, agresivo/agresión.
§ 5.
INFORMACIONES PARA EL USO DE Z
41.
AZO / AZA
Las palabras terminadas en -AZO, que expresan golpe, y las terminadas en -AZO o -AZA, cuando son aumentativas, se escriben con
Z. Ejemplos: botellazo, flechazo, manaza.
42.
AZ
Los adjetivos agudos terminados en -AZ se escriben con Z (excepto
demás). Ejemplos: audaz, mordaz, voraz.
43.
ANZA
Los sustantivos terminados en -ANZA se escriben con Z (excepto
gansa). Ejemplos: cobranza, mudanza, crianza.
44.
ZAL
La terminación -ZAL, cuando alude a ‘un terreno lleno de’, se escribe
con Z. Ejemplos: maizal, lodazal, pastizal.
El sufijo -ZUELO/-ZUELA se escribe con Z (excepto cuando, en la
sílaba final de la palabra, hay una s: mocoso/mocosuelo). Ejemplos:
portezuela, ladronzuelo, jovenzuela.
El sufijo -ZUELO es diminutivo en la mayoría de los casos; sin embargo, en mujerzuela (‘mujer de mala vida’) adquiere un matiz despectivo.
45.
ZUELO/A
Los sustantivos abstractos terminados en -EZ o -EZA se escriben con
Z. Ejemplos: vejez, belleza, timidez.
Los sustantivos abstractos son aquellos que expresan cualidades o acciones. Por lo general,
suelen construirse a partir de adjetivos o de verbos a los cuales se les agregan ciertos sufijos.
46.
EZ / EZA
23
MARIANO ACOSTA
47.
IZO
Los adjetivos terminados en -IZO se escriben, en su mayoría, con Z.
Ejemplos: postizo, mellizo, olvidadizo.
Petizo también acepta ser escrito con s: petiso.
Observemos que la regla dice en su mayoría, pues hay algunos adjetivos de uso frecuente
que se escriben con s; por ejemplo: liso, conciso, sumiso, remiso, preciso.
48.
ACER / ECER
OCER / UCIR
§ 6.
La conjugación de los verbos terminados en -ACER, -ECER, -OCER
y -UCIR agregan una Z delante de la c radical, siempre que esta
represente un sonido fuerte. Ejemplos: nacer/nazca, crecer/crezcan,
conocer/conozcamos, reducir/reduzco.
INFORMACIONES PARA EL USO DE G
49.
GEN
El grupo GEN se escribe con G (excepto ajenjo, ajeno, berenjena,
comején, jengibre y jején). Ejemplos: urgencia, vigencia, gentil.
50.
GIO / GIA
Las palabras que terminan en -GIO o -GIA (o -GÍA) se escriben, por
lo general, con G (excepto bujía, herejía, apoplejía, hemiplejia o
hemiplejía, crujía y algunas otras). Ejemplos: magia, colegio, cirugía.
51.
GEO
LOGÍA
El prefijo GEO- (‘tierra’ o ‘la Tierra’) y el sufijo -LOGÍA (‘estudio’)
siempre se escriben con G. Ejemplos: antropología, sociología, biología.
Recordemos que el prefijo es un elemento compositivo que se coloca al principio de la palabra, mientras que el sufijo se coloca al final.
52.
GÉSIMO
GÉNITO...
Las terminaciones -GÉSIMO, -GENARIO y -GÉNITO se escriben con
G. Ejemplos: cuadragésimo, octogenario, unigénito.
Los verbos terminados en -GER o -GIR se escriben con G (excepto
crujir, brujir, grujir, tejer y sus compuestos). Ejemplos: encoger, proteger, elegir.
Los verbos terminados en -GER o -GIR, al conjugarse, cambian la G por J delante de la A o
de la O, para mantener el sonido fuerte (corrijo, dirijas, etc.); pero mantienen la G delante de
la E o de la I (corriges, elegimos, etcétera).
53.
§ 7.
54.
GER / GIR
INFORMACIONES PARA EL USO DE J
JERO / JERÍA
Los sustantivos y adjetivos terminados en -JERO, -JERA y -JERÍA, y
sus afines, se escriben con J (excepto ligero/ligera y sus afines).
Ejemplos: agujero, tijera, relojería.
La terminación -AJE se escribe con J (excepto enálage y ambages).
Ejemplos: plumaje, ultraje, traje.
Las palabras garaje o balotaje no son excepciones; por lo tanto, en nuestro idioma, deberíamos escribirlas y pronunciarlas con J. Recordemos que garage y ballottage son extranjerismos.
55.
AJE
DIJE...
TRAJIMOS...
Las conjugaciones de los tiempos de pretérito de los verbos terminados en -DECIR, -DUCIR y -TRAER se escriben con J. Ejemplos:
maldecir/maldije, producir/produjiste, sustraer/sustrajeron.
Recordemos que los llamados "tiempos de pretérito" comprenden el pretérito perfecto simple
del modo Indicativo (traje), el pretérito imperfecto del Subjuntivo (trajera o trajese) y el futuro
imperfecto del Subjuntivo (trajere).
56.
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§ 8.
INFORMACIONES PARA EL USO DE H
Las palabras que comienzan con el grupo UM- seguido de vocal, y
sus afines, se escriben con H. Ejemplos: húmedo, humano, humo.
Si el grupo inicial UM- no está seguido de vocal, la regla no se cumple; por ello, palabras como umbral, umbrío o umbilical se escriben sin h inicial.
57.
HUM + vocal
HIA / HIE
Las palabras que comienzan con los diptongos IA-, IE-, UE- y UI- se
HUE / HUI
escriben siempre con H. Ejemplos: hiato, deshielo, hueso, huida.
Si bien sabemos que la letra h no representa ningún sonido, su presencia ante estos diptongos podría estar sugiriendo la articulación inicial de un fonema consonántico. Prueba de ello
serían las palabras hierro, huemul, hiedra o hierba, que también aceptan ser escritas fierro,
güemul, yedra o yerba.
Algunas palabras afines a otras que comienzan con diptongo mantienen la h, aunque comiencen con una sola vocal; por ejemplo: herbáceo o herbicida (de hierba), herrero o herrería (de
hierro), hortaliza u hortelano (de huerta). Otras, en cambio, al perder el diptongo inicial, se
escriben sin h; por ejemplo: ovíparo u ovalado (de huevo), osamenta u osario (de hueso),
orfanato u orfandad (de huérfano).
Por el contrario, una palabra como oler, que se escribe sin h, al conjugarse y convertir la o en
diptongo, agrega la h inicial, respondiendo a la regla: yo huelo, ellos huelen, etcétera.
58.
59.
§ 9.
60.
HECTO / HEXA
HOMO...
Los prefijos HECTO- (‘cien’), HEXA- (‘seis’), HEPTA- (‘siete’),
HIDRO- (‘agua’), HIPO- (‘caballo’ o ‘bajo’), HELIO- (‘Sol’), HEMA(‘sangre’), HEMI- (‘medio’), HIPER- (‘abundante’) y HOMO- (‘igual’)
se escriben con H. Ejemplos: hectogramo, hexágono, heptasílabo,
hematoma, homologar.
INFORMACIONES PARA EL USO DE R / RR
R o RR
El sonido fuerte /ř/ se representa con la letra R cuando aparece al
principio de la palabra o después de una consonante. Cuando está
entre vocales, siempre se escribe con RR, incluso en las voces compuestas. Ejemplos: rojo, pelirrojo, irrompible.
§ 10. INFORMACIONES PARA EL USO DE MB/MP Y NV/NF
61.
MB / MP
NV / NF
Antes de B y P, siempre se escribe M (nunca N); y antes de V y F, se
escribe siempre N (nunca M). Ejemplos: embutido, empleo, invencible, inflexible.
§ 11. USO DE MN/NM/NN
62.
No existen reglas que determinen cuándo un vocablo se escribe con mn, nm o nn. Lo
mejor es prestar atención en el momento de escribirlas y, ante la duda, consultar el diccionario.
Las palabras mnemónico, mnemotecnia y mnemotécnico (todas referidas a la memoria)
pueden escribirse sin la m inicial: nemónico, nemotecnia y nemotécnico. Lo mismo sucede con somnámbulo, que puede escribirse sonámbulo. La palabra somnolencia también puede escribirse sin la m, pero en ese caso, la n se cambia por ñ: soñolencia.
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§ 12. INFORMACIONES PARA EL USO DE LL/Y
63.
ILLO / ILLA
Las palabras terminadas en -ILLA, -ILLO y sus afines se escriben
con LL. Ejemplos: bolilla, cepillo, carilla.
64.
UYO / UYA
Los verbos que terminan en -UIR agregan en su conjugación, antes
de a, e u o, la letra Y. Ejemplos: atribuir/atribuyen, huir/huyo, concluir/concluyamos.
§ 13. INFORMACIONES PARA EL USO DE X
65.
EX / EXTRA
66.
EXA / EXE / EXI
EXO / EXU
67.
SEX
Los prefijos EX- (‘que fue’, ‘hacia fuera’ o ‘fuera de’) y EXTRA- (‘fuera de’) se escriben con X. Ejemplos: exponer, excarcelar, extracurricular.
Las palabras que comienzan con EXA-, EXE-, EXI-, EXO- y EXU- se
escriben con X (excepto eccema o eczema). Ejemplos: exagerado,
execrable, exitoso, éxodo, exultante.
Algunas palabras, de pronunciación semejante, agregan una c después de la x ante e o i; por
ejemplo: excelente, excitar, etcétera.
Las palabras que comienzan con SEX- se escriben con X (excepto
sección y sus afines). Ejemplos: sexto, sexo, séxtuplo.
INFORMACIONES PARA EL USO DE TILDE
1.
ACENTO
DIACRÍTICO
Algunas palabras llevan tilde para diferenciar funciones o significados: aún/aun, dé/de, él/el, más/mas, mí/mi, sé/se, sí/si, sólo/solo,
té/te, tú/tu, éste-ése-aquél/este-ese-aquel.
2.
ACENTO
ENFÁTICO
Los pronombres cómo, cuál, cuándo, cómo, dónde, por qué y quién,
cuando interrogan o exclaman directa o indirectamente, llevan tilde.
3.
TILDE EN
HIATO
Cuando se encuentra un vocal abierta (a, e, o) junto a una cerrada (i,
u) y la cerrada se pronuncia con mayor intensidad, se la debe tildar
para indicar la inexistencia del diptongo o triptongo.
4.
MONOSÍLABOS Por regla general, las palabras con una sola sílaba no deben tildarse.
5.
AGUDAS
Las palabras acentuadas en su última sílaba, por regla general, se
tildan cuando terminan en –n, –s o vocal.
6.
GRAVES
Las palabras acentuadas en su penúltima sílaba, por regla general,
se tildan cuando terminan en consonante distinta de –n o –s, precedidas de vocal.
7.
ESDRÚJÚLAS
Las palabras acentuadas en su antepenúltima sílaba se tildan siempre.
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8.
SOBRESDRÚJULAS Las palabras acentuadas antes de su antepenúltima sílaba se
tildan siempre.
9.
PALABRAS
COMPUESTAS
Cuando dos o más palabras se unen en un término compuesto, la
única que conserva el acento, y la tilde que le corresponda, es la
última. (Cuando los vocablos no se fusionan y quedan separados con guion,
la regla no se cumple.)
10.
ADVERBIOS
EN –MENTE
Los adverbios terminados en –mente conservan la tilde del adjetivo
que los originó.
INFORMACIONES PARA EL USO DE SIGNOS
§ 1.
INFORMACIONES PARA EL USO DEL PUNTO
El punto se emplea cuando lo que queremos expresar ya tiene sentido completo y se
pasa a exponer una nueva idea. Dicho de otro modo: el punto se emplea al terminar
una oración. (Es la mayor pausa señalada por la ortografía).
Se llama punto y seguido a aquel que se emplea cuando el texto sigue en el mismo renglón
o en el siguiente, pero sin dejar un espacio inicial en blanco (sangría). Permite separar los
enunciados de un mismo párrafo.
Se llama punto y aparte a aquel que se emplea para separar los párrafos, cuando el texto
sigue en el renglón siguiente, tras dejar una sangría.
El punto final es aquel que da por finalizado un texto.
1.
El punto también se utiliza después de las abreviaturas. Ejemplos: El Excmo. Sr. Presidente, Dr. J. Pérez, arribó a la Cdad. de Bs. As.
La abreviatura es la representación gráfica de una palabra mediante la supresión de letras
finales o centrales. Conviene diferenciarla de la sigla (palabra formada por el conjunto de las
letras iniciales de una expresión) y del símbolo (abreviación de carácter científico o técnico),
ya que éstos no suelen llevar punto.
2.
§ 2.
3.
INFORMACIONES PARA EL USO DE LA MAYÚSCULA
La primera palabra de una oración debe escribirse siempre con letra inicial mayúscula.
Todo nombre propio se escribe con letra inicial mayúscula. Ejemplos: Río de la Plata,
Federico García Lorca.
Las mayúsculas de las letras dobles ch, ll y qu deben escribirse Ch, Ll y Qu.
Los nombres de las estaciones del año, los días y los meses se escriben con minúscula inicial
(excepto cuando están al comienzo de una oración y cuando se refieren a las fechas patrias:
25 de Mayo, 9 de Julio, etcétera).
4.
5.
Los sustantivos y adjetivos que conforman el nombre de instituciones, organismos, partidos políticos, títulos de publicaciones, etc., se escriben con mayúscula inicial. Ejemplos: Biblioteca Nacional, Museo de Bellas Artes.
Los atributos divinos, los nombres de festividades religiosas o civiles, de divinidades o
de libros sagrados y todas aquellas palabras que equivalgan a un nombre propio se
escriben con letra inicial mayúscula. Ejemplos: Todopoderoso, Biblia, Edad Media, Día
de la Independencia.
Los tratamientos, cuando están abreviados, se escriben con mayúscula inicial: Sra., Ud., Dr.,
etc. Cuando se escribe toda la palabra, es preferible hacerlo con minúscula: señora, usted,
doctor, entre otros.
6.
27
MARIANO ACOSTA
§ 3.
INFORMACIONES PARA EL USO DE LA COMA
La coma se utiliza para aislar el vocativo del resto de la oración. Ejemplo: No entiendo,
seño, qué es lo que hay que hacer.
Si el vocativo aparece al principio o al final del enunciado, basta con colocar una sola coma
para separarlo así del resto de la oración. Si aparece en el interior, se escribe entre dos comas.
7.
En las enumeraciones, debemos colocar una coma, excepto ante una conjunción (por
ejemplo y, o, ni). Ejemplo: La luna, las estrellas, ese rocío helado y el profundo azul de
la noche.
La conjunción y se cambia por e cuando la palabra que sigue comienza con i o hi (español e
inglés, padres e hijos), siempre que no forme diptongo (agua y hielo).
La conjunción o se cambia por u siempre que la palabra siguiente comience con o u ho (frase
u oración, moscas u hormigas).
8.
9.
Para separar los elementos de una oración compuesta (sobre todo si no son muy breves), se suele colocar una coma. Especialmente, ante las conjunciones aunque, pero,
sino, etcétera. Ejemplo: La reunión fue realmente extraordinaria, aunque hubo algunos
que dijeron que hubiese sido mucho mejor si hubiera habido un poco de buena música.
Cuando se interrumpe momentáneamente un relato para hacer alguna aclaración o ampliar un detalle, debemos colocar una coma. Ejemplo: Este fin de semana, según dijeron
en la radio, no habrá espectáculos públicos.
Algunas estructuras suelen denominarse proposiciones adjetivas.
Las que van entre comas se llaman explicativas, precisamente, porque añaden una información a lo que se acaba de decir. Ejemplo: Los alumnos de la escuela, que participaron del
torneo, se manifestaron conformes.
Las otras estructuras se denominan especificativas porque limitan la referencia de lo dicho.
Ejemplo: Los alumnos de la escuela que participaron del torneo se manifestaron conformes.
10.
11.
Las expresiones en cambio, en fin, en primer lugar, en tal caso, es decir, esto es, no
obstante, o sea, por consiguiente, por lo tanto, por último, sin embargo y toda otra
equivalente se separan del resto del enunciado mediante una coma. Ejemplo: Hoy es un
lindo día, es decir, más lindo de lo que suponía.
Cuando se altera el orden regular de las partes que conforman una oración, anteponiendo lo que debería ir después, se suele colocar una coma. Ejemplo: Para el día de su
cumpleaños, todos sus amigos le tienen preparada una hermosa sorpresa.
El orden regular de una oración suele ser SUJETO + VERBO + OBJETO + COMPLEMENTOS.
También se separan con coma los términos invertidos del nombre completo de una persona o
de los elementos que integran una lista (bibliografía, índice, etcétera): VYGOTSKY, L: Pensamiento y lenguaje; LIMPIEZA, artículos de
12.
13.
14.
§ 4.
15.
28
Las aposiciones siempre van entre comas. Ejemplo: El país donde nací, la Argentina,
es sin duda el más hermoso.
Cuando se omite un verbo, en su lugar, se debe colocar una coma. Ejemplo: En el cielo, las estrellas.
INFORMACIONES PARA EL USO DEL PUNTO Y COMA
Para separar los elementos de una oración compuesta, cuando son muy extensos o ya
tienen coma en su interior, se suele colocar un punto y coma. Ejemplos: El docente
habla, explica y señala; los alumnos, mientras tanto, miran y atienden desde sus bancos.
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16.
§ 5.
Delante de las locuciones por consiguiente, por lo tanto, sin embargo, pero, aunque,
etc., se suele colocar un punto y coma, cuando los períodos tienen cierta longitud.
Ejemplo: Los libros que pudimos conseguir en la biblioteca nos permitirán realizar el
trabajo que nos pidieron la semana pasada; por lo tanto, no creo que tardemos mucho
más en terminarlo.
INFORMACIONES PARA EL USO DE LOS DOS PUNTOS
17.
Cuando se formula un enunciado e inmediatamente se lo explica, ejemplifica o comprueba, se deben separar ambos miembros mediante los dos puntos. Ejemplo: Pensemos en un tema que a todos nos interese: la solidaridad, por ejemplo.
18.
Cuando se citan palabras textuales, se deben colocar dos puntos antes del primer vocablo de la cita. Ejemplo: Alguien afirmó: "Las ideas no se matan".
Después de las frases con que se encabezan las cartas, se colocan dos puntos.
Ejemplo: De mi mayor consideración:
Tanto en las citas textuales como en los encabezados de cartas y documentos, después de
los dos puntos, se suele escribir la primera palabra con inicial mayúscula.
19.
§ 6.
20.
INFORMACIONES PARA EL USO DE LOS PUNTOS SUSPENSIVOS
Para dejar un enunciado en suspenso, sorprender al lector con una salida inesperada o
para expresar temor o duda, se emplean los puntos suspensivos. Ejemplo: El problema fue... No quiero hablar más del asunto.
Cuando se transcribe literalmente un texto omitiendo alguna parte, dicha omisión se
indica mediante los puntos suspensivos. Ejemplo: "Caminante... se hace camino al
andar".
En algunos casos, estos puntos suspensivos suelen encerrarse entre paréntesis o entre
corchetes. Ejemplo: Caminante (...) se hace camino al andar; Caminante [...] se hace camino
al andar.
21.
§ 7.
INFORMACIONES PARA EL USO DE LOS SIGNOS DE INTERROGACIÓN Y EXCLAMACIÓN
Los signos de interrogación y de exclamación se colocan al principio y al final de
todo período interrogativo o exclamativo. Ejemplo: Si ella viene, ¡qué fiesta que nos vamos a hacer!; pero si no viene, ¿qué quiere que haga?
Estos signos se deben colocar donde empieza la pregunta o el sentido admirativo, aunque no
coincida con el comienzo de la oración.
22.
§ 8.
23.
INFORMACIONES PARA EL USO DE LOS PARÉNTESIS Y DE LAS RAYAS
Cuando se interrumpe un enunciado con una aclaración —especialmente si es extensa o
si se la siente poco conectada con lo que se está diciendo—, dicha aclaración se separa
del resto mediante los paréntesis o las rayas. Ejemplo: Cuando los niños (frutos de esta
sociedad, a la espera de un futuro más venturoso) preguntan a los adultos, estos deberían —entre otras tantas obligaciones propias de su función de adultos— responderles en
forma clara y con toda sinceridad.
29
MARIANO ACOSTA
24.
§ 9.
Para señalar el comienzo de cada una de las intervenciones de una conversación sin
mencionar el nombre de la persona, se utiliza la raya. También se la emplea para introducir o encerrar los comentarios del narrador. Ejemplo:
La maestra pasa por el baño y ve a un alumno con un hilo sobre la pileta.
—Carlos, ¿qué estás haciendo?
—¿No ve que estoy pescando? —responde el alumno muy serio.
—Que yo sepa, nadie pesca en la pileta del baño —insiste la docente—. Y mucho menos,
descalzo.
—Yo, sí.
—¿Y qué se supone que pescarás?
—¡Un buen resfrío!
INFORMACIONES PARA EL USO DE LAS COMILLAS
Para destacar una o más palabras, una cita textual o la transcripción de palabras ajenas,
se utilizan las comillas. Ejemplo: Mi coche es una “prolongación” de mis pies.
Las comillas pueden ser dobles (" ") o simples (' '). Se suelen utilizar estas últimas cuando se
quiere aclarar el significado de una palabra, o bien, cuando se desea destacar una palabra
dentro de un texto ya entrecomillado. Ejemplos: “Tiznar” significa ‘manchar con hollín o algún
material semejante’. El padre pensó: “Si le sigue dando la 'lata', no creo que lo logre”.
Las comillas también suelen utilizarse para encerrar el pensamiento de algún personaje; a
diferencia de la raya de diálogo, que anuncia las intervenciones propiamente dichas.
25.
§ 10. INFORMACIONES PARA EL USO DEL GUION
26.
30
Para separar en sílabas una palabra, especialmente cuando no cabe en el renglón en que
se está escribiendo y se debe cortar el vocablo para pasar al renglón siguiente, se utiliza
el guion.
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