Diagnóstico por la infección del Papilomavirus Humano mediante métodos de biología molecular

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Universidad de Valladolid
Facultad de Medicina
Área de Microbiología
Tesis Doctoral
Diagnóstico de la infección por Papilomavirus
Humano mediante métodos de biología molecular
Marta Domínguez-Gil González
Valladolid 2008
Universidad de Valladolid
Facultad de Medicina
Departamento de Anatomía Patológica, Microbiología, Medicina
Preventiva y Salud Pública, Medicina Legal y Forense
Área de Microbiología
Tesis Doctoral
Diagnóstico de la infección por Papilomavirus
Humano mediante métodos de biología molecular
Marta Domínguez-Gil González
Valladolid 2008
RAUL ORTIZ DE LEJARAZU LEONARDO, Profesor Titular de Microbiología de
la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid,
JOSE MARIA EIROS BOUZA, Profesor Titular de Microbiología de la Facultad de
Medicina de la Universidad de Valladolid y
CRISTINA LABAYRU ECHEVARRIA, Facultativo Especialista de Área (F.E.A)
de Microbiología y Parasitología del Hospital General Yagüe de Burgos
CERTIFICAN que han dirigido y Co-dirigido el trabajo titulado “Diagnóstico
de la infección por Papilomavirus Humano mediante métodos de biología
molecular”, de la autora Dª Marta Domínguez-Gil González, y hallándose concluido
lo consideran apto para su defensa como Tesis Doctoral.
Y para que conste firman en Valladolid a
R. Ortiz de Lejarazu Leonardo
JM. Eiros Bouza
del año 2008.
C. Labayru Echevarria
A mi hermana Laura
“La ignorancia afirma o niega rotundamente; la ciencia duda”
Voltaire
Agradecimientos
Deseo agradecer el apoyo de mis padres, Alfonso y Mari Carmen, a los que admiro
profundamente, por compartir y dedicar sus vidas conmigo y por darme aliento en los
momentos difíciles. Por orientar y conducir mi formación profesional y personal. Sin su
paciencia y amor este trabajo no hubiera sido posible.
Gracias a mis hermanos Alfonso, Beatriz y Laura, por el cariño, apoyo, y ánimos
que me dieron cuando los necesitaba.
Gracias a Mari Ángeles, Mari Nieves e Itziar por su ayuda incondicional en
aquellos días en los que necesitaba “un ratito” para poder trabajar en la Tesis.
Quiero agradecer los sabios consejos de Raúl Ortiz De Lejarazu, Director de esta
Tesis, quien ha venido guiando estos últimos años mi formación, no solamente
académica, sino como persona, sin lugar a duda me ha llevado a ver en la constancia y la
dedicación una manera de conducir mi vida. Gracias por meterme en este fascinante “lío”,
por soportar con paciencia mis dudas y problemas que a lo largo de esta Tesis surgieron.
Sus palabras han sido para mi ejemplo de sabiduría y aliento ante la incertidumbre.
Agradezco a José María Eiros, Co-director de esta Tesis, su amistad, propuestas,
ideas y revisión más que cualificada. Gracias por transmitirme su entusiasmo y confianza
durante esta etapa de mi vida y por ser para mí un referente de inquietud y dedicación
profesional.
La colaboración de “Epi” y Flor, me han facilitado muchas veces esta ardua tarea,
les agradezco todo su trabajo y todos los momentos agradables que hemos compartido.
Este trabajo no pudo haberse realizado sin la formación que recibí durante cuatro
años en el Servicio de Microbiología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid.
Gracias a todos los que contribuyeron en mi formación, por sus consejos y sugerencias,
su paciencia y en muchos casos amistad. Gracias a todos los compañeros y amigos de
“Micro”, de todos ellos me he llevado los buenos recuerdos y de todos he aprendido.
Gracias a la amistad brindada, las sugerencias y contribución a este trabajo de
Beatriz Hernández, Maria Ortega, Cristina Labayru y Marisa Moreno.
Gracias, a Fran Luquero, de Medicina Preventiva, por su ayuda
“estadísticamente” significativa.
tan
Gracias a Elvira, Maria, Isabel y Esther del Centro de Gripe de la Facultad de
Medicina, por su amistad y por que siempre pusieron todo de su parte para que el trajín
diario fuese más llevadero.
Gracias a mis amigos que sin saberlo, muchas veces me han hecho superar malos
momentos, han estado desde años y años a mi lado y me han ayudado siempre
incondicionalmente.
Quiero agradecer muy especialmente a Aitor, que durante más de seis años tiene la
paciencia de apoyarme profundamente, por darme su comprensión, su cariño y amor.
Gracias por hacerme arrancar tantas veces que no tenia valor ni ganas y por hacer que me
supere cada día un poco más.
Por último quiero dar las gracias a Jorge, mi hijo, quien sin saberlo hace que el
enfrentarse a cualquier dificultad tenga razón de ser. Por su ternura y preciosa sonrisa.
Índice
Marta Domínguez-Gil González
Índice
Índice
INTRODUCCIÓN...................................................................................................
13
Introducción ............................................................................................................
14
Situación actual .......................................................................................................
15
Virus del Papiloma Humano (VPH)......................................................................
17
Características del VPH. Estructura básica del genoma ........................................
17
Clasificación de los VPH.......................................................................................
19
Mecanismo de carcinogénesis................................................................................
22
Epidemiología de la infección por VPH ................................................................
25
VPH y Cáncer..........................................................................................................
27
Cáncer de cuello uterino ........................................................................................
27
Historia natural de la infección cervical por VPH.................................................
29
VPH y otros cánceres.............................................................................................
29
Diagnóstico...............................................................................................................
31
Cribado-Citología...................................................................................................
31
Colposcopia............................................................................................................
33
Test de detección de VPH y programas de cribado ...............................................
33
Diagnóstico microbiológico del VPH por métodos moleculares...........................
34
Hibridación en solución: Captura de híbridos.................................................
35
Sistemas basados en Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR)................
37
Métodos de detección de productos amplificados...........................................
39
Métodos de detección de anticuerpos frente al VPH.......................................
41
Tratamiento .............................................................................................................
41
Tratamiento de los condilomas...............................................................................
41
Tratamiento de la infección subclínica...................................................................
44
9
Marta Domínguez-Gil González
Índice
Seguimiento..............................................................................................................
45
Vacunas frente al VPH ...........................................................................................
46
Vacunas profilácticas frente al VPH: Situación actual..........................................
47
Vacuna frente al VPH y cribado de cáncer de cuello uterino ................................
49
Vacunas terapéuticas frente al VPH.......................................................................
50
OBJETIVOS............................................................................................................
52
MATERIAL Y MÉTODOS ...................................................................................
54
Muestras procesadas y características ..................................................................
55
Técnicas utilizadas ..................................................................................................
58
Hibridación con sondas diferenciadas y con sonda única mediante
Hybrid Capture 2® (HC 2)……………………………………………………….
59
Amplificación del ADN de VPH y tipificación con enzimas de
restricción (PVHfast®)............................................................................................
63
Hibridación reversa en tira (INNO-LiPA VPH Genotyping CE®)..........................
70
®
Microarrays de VPH (Clinical Arrays Papillomavirus Humano).......................
75
Procedimientos ........................................................................................................
80
Cribado de VPH por Hibridación con sondas diferenciadas..................................
80
Cribado de VPH por Hibridación con sonda única................................................
81
Confirmación e identificación de VPH positivos en la prueba de cribado............
82
Confirmación de VPH mediante ERpcr.................................................................
82
Confirmación de VPH mediante LiPA ..................................................................
82
Confirmación de VPH mediante Microarrays.......................................................
83
Genotipado por ERpcr ...........................................................................................
83
Genotipado por LiPA.............................................................................................
83
Genotipado por Microarrays..................................................................................
84
Genotipado global de VPH ....................................................................................
84
10
Marta Domínguez-Gil González
Índice
Estudio de la concordancia para la detección de los distintos genotipos
mediante las distintas técnicas empleadas .............................................................
84
Cálculo de resultados y análisis estadística............................................................
85
RESULTADOS........................................................................................................
86
Demanda analítica de detección de VPH ..............................................................
87
Evolución de la demanda y tipos de muestras .......................................................
87
Variables de persona y procedencia clínica...........................................................
91
Cribado por Hibridación con Sondas diferenciadas............................................
97
Otros abordajes del cribado................................................................................... 111
Cribado de VPH por Hibridación con Sonda única............................................... 111
Confirmación e identificación de VPH positivos por la prueba de cribado ...... 115
Confirmación de VPH con Amplificación mediante ERpcr.................................. 115
Confirmación de VPH mediante Hibridación reversa en tira (LiPA).................... 119
Confirmación de VPH mediante Microarrays....................................................... 122
Genotipado de VPH por ERpcr............................................................................. 126
Genotipado de VPH por LIPA ............................................................................... 133
Genotipado de VPH por Microarrays.................................................................... 136
Resultados globales de genotipado de VPH........................................................... 141
Concordancia para la detección de los distintos genotipos de VPH
mediante ERpcr, LiPA y Microarrays
.......................................................... 146
Comparativo entre técnicas de confirmación y cribado...................................... 153
DISCUSIÓN ............................................................................................................ 155
Evolución de la demanda analítica de detección de VPH y tipo
de muestras/Variables de persona y de procedencia clínica ............................... 157
Cribado de VPH ...................................................................................................... 158
Cribado de VPH con técnicas basadas en PCR
164
11
Marta Domínguez-Gil González
Índice
Confirmación e identificación de VPH positivos por la prueba de cribado ...... 167
Genotipado de VPH ................................................................................................ 169
Coinfecciones de VPH............................................................................................. 174
Concordancia entre las pruebas de diagnóstico utilizadas.................................. 176
CONCLUSIONES................................................................................................... 179
ANEXOS .................................................................................................................. 183
BIBLIOGRAFÍA..................................................................................................... 186
12
Introducción
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
Introducción
La naturaleza infecciosa de las verrugas y los papilomas se conoció a principios del
siglo pasado1,2. Ciuffo (1907) estableció la naturaleza viral de estas verrugas al demostrar
su transmisión a través de filtrados acelulares1.
En los años 70 y 80 se empezaron a desarrollar análisis moleculares y se conoció la
pluralidad del virus del papiloma, la organización de su genoma y su actividad génica.
Pronto surgió la hipótesis que postulaba que algunos de los miembros que pertenecían a
la familia del Virus del Papiloma Humano (VPH) o Papilomavirus Humano tenían
implicación en el Cáncer de Cuello Uterino (CCU) humano3,4,5 .Tras conocerse nuevos
tipos de VPH en el CCU y otros cánceres ano-genitales6,7 y sus precursores8,9, la actividad
investigadora en este campo recibió un fuerte impulso.
A finales de los años 80, se postuló que la expresión génica viral de células del
CCU en estado de infección latente era una condición necesaria para el desarrollo de
propiedades de crecimiento y del fenotipo maligno de estas células10.
Al inicio de los años 90, se pudo corroborar esta hipótesis mediante estudios
epidemiológicos, demostrando que el principal factor de riesgo para el desarrollo de CCU
eran las infecciones por VPH de alto riesgo11, 12.
Actualmente, está claramente establecido que las infecciones por los VPH de alto
riesgo, especialmente el VPH 16 y el VPH 18, son la causa necesaria para el desarrollo
del cáncer de cuello uterino10, 13.
En estudios recientes se ha evidenciado la presencia de secuencias genómicas de
VPH en prácticamente el 100% de los carcinomas invasores del cérvix uterino14, en un
porcentaje casi igual de lesiones premalignas de esta localización (neoplasias
intraepiteliales cervicales, escamosas y glandulares) y en un elevado porcentaje de otras
neoplasias y lesiones premalignas del área ano-genital15 (vulva, vagina y ano). También
más recientemente se ha puesto de manifiesto su implicación en algunos cánceres no
14
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
anogenitales (cánceres de la cavidad oral, faringe y laringe16, cáncer de piel 17 y cáncer de
conjuntiva18.
La etiopatogenia de la enfermedad ha podido ser investigada en forma detallada
gracias a avances en biología celular, molecular e inmunología, que han permitido
conocer el papel del VPH en el desarrollo de lesiones premalignas y malignas del cuello
uterino y han tenido importantes implicaciones en la metodología de cribado, diagnóstico
y tratamiento de esta enfermedad19.
Las evidencias científicas sobre la asociación entre el VPH, el cáncer de cérvix y
sus lesiones precursoras son fuertes, consistentes y específicas para algunos tipos de virus
(VPH 16 y VPH 18). Los estudios moleculares y epidemiológicos que incluyen, entre
otros, métodos de hibridación del ADN viral, han hecho cada vez más veraz la relación de
causalidad20.
Situación actual
Los programas de cribado mediante tinción de Papanicolaou han demostrado
ampliamente su utilidad en la reducción de la incidencia y la mortalidad del carcinoma
invasor del cérvix uterino, dada su capacidad de detectar, no solo carcinomas escamosos
y adenocarcinomas invasores, sino también sus lesiones precursoras (CIN, del inglés
Cervical Intraepithelial Neoplasia o SIL, del inglés Squamous Intraepithelial Lesion y
adenocarcinomas in situ). La prueba de Papanicolaou21, 22 se considera específica para la
detección de las lesiones de alto grado y cáncer.
Sin embargo, a pesar de su amplia aceptación como método de cribado (screening)
de población para la detección precoz de lesiones cervicales, el empleo del Papanicolaou
tiene una sensibilidad relativamente baja, y no parece ser capaz de detectar algunas
lesiones; en un número variable de mujeres en programa de cribado se detecta un
carcinoma cervical infiltrante de novo tras una o varias citologías negativas, lo que
implica que la prueba detecta un porcentaje bajo de mujeres con displasia22.
Un meta-análisis reciente demostró que este método de cribado de cáncer tenía una
sensibilidad global de 51% y una especificidad de 98%22,23.
Aunque la prueba de Papanicolaou ha tenido una contribución trascendente en la
reducción de casos de cáncer, su sensibilidad clínica se aproxima al 60% en los mejores
15
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
casos. Por ello, no puede considerarse el método más adecuado para el cribado primario
del cáncer de cuello uterino23.
Por otro lado, la citología detecta un gran número de mujeres con alteraciones no
progresivas. Así numerosos estudios han evidenciado que la mayoría de mujeres con SIL
de bajo grado, e incluso un porcentaje importante de lesiones de alto grado, no progresan
a carcinomas invasores o incluso regresan espontáneamente. Otro problema de la
citología es su importante variabilidad ínterobservador21, 22.
Esto conlleva importantes implicaciones clínicas y ha potenciado el interés por la
incorporación de pruebas más precisas para la detección precoz de los factores de riesgo
principales asociados al cáncer de cérvix24, 25, 26, con dos objetivos básicos: en primer
lugar aumentar la sensibilidad y la especificidad en el diagnóstico de las lesiones
premalignas y malignas del cérvix uterino y, en segundo lugar determinar la capacidad
evolutiva de las lesiones intraepiteliales, discriminando las lesiones con capacidad de
progresar de las lesiones no evolutivas.
En los programas de prevención de cáncer cervicouterino de todo el mundo hay
cada vez más interés en la prueba de VPH, ya sea como complemento de los
procedimientos de cribado citológico o como prueba de cribado primario27. Las pruebas
de detección de ADN de VPH muestran una especificidad entre el 97-98% y hasta un
99% para algunos estadios, éstas revelan la presencia de ADN del virus. Los falsos
negativos de la citología convencional, se ven reducidos hasta un 1-3%. Además, el valor
predictivo negativo es extremadamente importante de manera que podemos decir que una
mujer con un Papanicolaou negativo y un test de ADN de VPH negativo, la probabilidad
de tener cáncer cervical o una lesión precursora es prácticamente nula28, 29. Esto
constituye una enorme ventaja para la mujer, que puede estar segura de que no padece la
enfermedad, para el médico porque sus métodos son efectivos y para el citopatólogo que
sabe que ese porcentaje de falsos negativos se minimiza.
En la actualidad, las pruebas para identificar el VPH han mejorado notablemente y
ofrecen buena sensibilidad, especificidad, reproducibilidad y fácil aplicabilidad. En
algunos estudios de cribado cervical llevados a cabo en varios países, la prueba de
detección del VPH fue entre un 25 y un 40% más sensible que un único test convencional
de Papanicolaou para la detección de CIN3+ 23, y entre un 10 y un 25% más sensible que
un test de citología de base líquida. En el estudio denominado “Test de VPH como
complemento al cribado rutinario”30 se ratifican los datos de otros estudios previos
presentados originalmente a la Agencia Reguladora del Medicamento (Food and Drug
16
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
Administration-FDA), para la aprobación de la combinación de pruebas de detección de
VPH y cribado con Papanicolaou en el diagnóstico de cáncer cervical femenino.
En todos estos estudios el Valor Predictivo Negativo (VPN) de la combinación de
estas pruebas fue entre 99 y 100%, indicando que las mujeres con resultados negativos en
las dos pruebas tienen un riesgo muy bajo de desarrollar CIN2, CIN3 o cáncer. Este VPN
tan alto combinando ambos test no sólo es válido para la enfermedad actual, sino que
también predice un bajo riesgo para años futuros, sustentando el fundamento racional
para espaciar algunos años el cribado28, opción facilitada por la Sociedad Americana del
Cáncer (American Cancer Society-ACS) y el Colegio Americano de Obstetricia y
Ginecología (American College of Obstetricians and Gynecologist-ACOG) de cribado
cada dos o tres años para mujeres que hayan tenido tres Papanicolaou consecutivos
negativos o normales, que resultaría en un ahorro sanitario muy importante sin merma de
la seguridad para las mujeres. La ventaja de esta propuesta frente a la clásica reside en la
seguridad proporcionada por su mayor sensibilidad como prueba única o combinada31.
Virus del Papiloma Humano (VPH)
Características del VPH. Estructura básica del genoma
Los papilomavirus humanos, pertenecen a la familia Papovaviridae, una familia
recientemente reconocida como distinta de los poliomavirus por el Comité Internacional
para la Taxonomía de los Virus (International Committe on Taxonomy of Viruses-ICTV)
32
. Estos virus están ampliamente distribuidos en la naturaleza e infectan específicamente
el epitelio escamoso de más de 20 especies diferentes de mamíferos, así como aves y
reptiles33, 34.
Constituyen un grupo de virus ADN de pequeño tamaño (45-55 nm de diámetro),
desnudos, organizados en una cápside de simetría icosaédrica compuesta por 72
capsómeros (60 hexámeros y 12 pentámeros) que rodean un ADN bicatenario35, 36
(Figura 1).
17
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
Figura 1. Estructura del Virus del Papiloma Humano (VPH) Adaptada de Digene
Corporation.
El genoma está compuesto por una doble cadena circular de ADN, cuyo tamaño
oscila entre 6.800 y 8400 pares de bases (pb). En dicho genoma se distinguen tres
regiones: la región reguladora, de unos 1000 pb (Upstream Regulatory Region-URR), no
codificante cuya función es la regulación de la replicación y la transcripción vírica, la
región temprana con los genes E1 a E7 (del inglés Early) que se transcribe al inicio del
ciclo vital del virus y que codifica proteínas necesarias para la replicación y, por último,
la región tardía con los genes L1 y L2 (del inglés Late) que codifica proteínas
estructurales de la cápside y que se expresa al final del ciclo vital (Figura 2). Los
papilomavirus están perfectamente adaptados a su tejido huésped natural, la célula
epitelial en vías de diferenciación de la piel o las mucosas, y activan la maquinaria celular
en beneficio propio37.
18
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
VPH
Figura 2. Representación esquemática del genoma del VPH, mostrando la disposición de
los genes E tempranos o no estructurales, los genes de la cápside (L1 y L2) y la región
reguladora no codificante (URR) 38
Clasificación de los VPH
Se han detectado más de 120 tipos de VPH, secuenciado completamente más de 80
tipos virales e identificado un número mayor de posibles nuevos tipos mediante la
amplificación de sus regiones subgenómicas39.
Todos los VPH son epiteliotropos y, según el epitelio que infectan, clásicamente se
han dividido en cutáneotropos y mucosotropos. Los tipos mucosos infectan
preferentemente la mucosa genital, aunque también han sido detectados en la mucosa oral
y digestiva. Los tipos cutáneos afectan normalmente a la capa córnea. A pesar de ello, las
fronteras entre las diferentes categorías no son rígidas y existen numerosas referencias de
tipos mucosos que producen infección en la piel y viceversa40.
La clasificación moderna se basa en las diferencias de las secuencias nucleotídicas
dentro de las regiones codificadoras de las proteínas E6, E7 y L132. Los VPH se clasifican
en tres niveles taxonómicos: género, especie y tipo. Los géneros diferentes comparten
menos del 60% de identidad en la secuencia de L1; las especies de un mismo género
comparten una identidad de secuencia del 60 al 70% y los tipos virales dentro de una
especie comparten del 71 al 89% de identidad de secuencia41.
19
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
Los VPH conocidos que infectan a humanos y animales forman 16 géneros que se
identifican por letras griegas (Alfa a Xi). Cinco de estos géneros se componen
exclusivamente de VPH y otros papilomavirus (VP) identificados en algunos primates, el
resto de géneros contienen tipos encontrados en mamíferos y aves41.
El género clínicamente más importante es el conocido como alfa-papilomavirus, el
cual contiene todos los VPH asociados con lesiones mucosas y genitales que emergen de
grupos originalmente llamados VPH “genitales” o “mucosos”41. Los beta-papilomavirus
incluyen todos los tipos de VPH asociados con Epidermodisplasia Verruciforme Cutánea
(EV), una enfermedad neoplásica cutánea con componente genético42. En aquellos
portadores que no están genéticamente predispuestos a la enfermedad, los VP-beta y los
VP-gamma establecen infecciones asintomáticas, en el peor de los casos producen
pequeñas lesiones cutáneas benignas. Algunos de los virus de estos dos géneros también
se han hallado asociados a cáncer de piel en individuos inmunodeprimidos43.
Numerosos estudios epidemiológicos permiten concluir que algunos tipos de VPH
anogenitales son la causa necesaria para el desarrollo de cáncer cervical44. Los VPH
anogenitales se han dividido en tres grupos: el primero está asociado con alto riesgo de
desarrollar cáncer cervical, son los VPH de Alto Riesgo (VPH AR) (16, 18, 31, 33, 35,
39, 45, 51, 52, 56, 58, 59, 68, 73 y 82); el segundo grupo está asociado con un bajo
potencial carcinogénico, son los VPH de Bajo Riesgo (VPH BR) (6, 11, 40, 42, 43, 44,
54, 61, 70, 72, 81 y CP6108). Tres tipos son considerados de probable alto riesgo (26, 53
y 66). Estos grupos epidemiológicos, también difieren entre sí en la composición
molecular de algunas oncoproteínas víricas.
La Tabla 1 resume la clasificación filogenética y epidemiológica de los tipos de
VPH anogenitales. Dentro del género alfa-papilomavirus, hay cinco especies compuestas
completamente por VPHs de bajo riesgo. Son la especie 1 (VPH 32 y 42), especie 3
(VPH 61, 62, 72, 81, 83, 84, 86, 87 y 89), especie 4 (VPH 2a, 27 y 57), especie 8 (VPH 7,
40, 43 y 91) y especie 10 (VPH 6, 11, 13, 44, 55 y 74). Sin embargo, un VPH que es sin
duda de bajo riesgo por sus asociaciones patológicas, el VPH 70, se encuentra dentro de
una especie donde predominan os VPH de alto riesgo, la especie 7. Por lo tanto, las
características filogenéticas no pueden predecir si son virus de alto o bajo riesgo, el
criterio para tal clasificación es la asociación del virus con el desarrollo de la enfermedad.
20
TABLA 1. Clasificación filogenética y epidemiológica de los tipos de VPH anogenitales.
Adaptado de (39)
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
Mecanismo de carcinogénesis
Los papilomavirus son virus con replicación intracelular, con tropismo por el
epitelio escamoso estratificado, ya que la expresión de productos necesarios para su
replicación está limitada a células epiteliales terminalmente diferenciadas. El ciclo
comienza cuando las partículas infecciosas alcanzan, a través de pequeñas roturas o
microlesiones, la capa basal del epitelio donde se unen a las células y penetran en su
interior. Se ha sugerido que, para mantener la infección, el virus debe infectar una célula
madre epitelial45.
El ciclo de replicación en el interior del epitelio puede dividirse en dos partes; en
primer lugar, el genoma viral se replica hasta un número de aproximadamente 100 copias
y durante periodos variables de tiempo mantiene este bajo número de copias en estas
células inicialmente infectadas pero que todavía son competentes y capaces de replicarse.
Las proteínas virales E1 y E2 son esenciales para esta fase de replicación basal de ADN.
Se puede especular que durante la persistencia viral, el sistema inmunológico mantiene la
infección en este estado45. En segundo lugar, una vez las células basales han sido
impelidas al compartimento suprabasal, pierden la capacidad de dividirse y, en su lugar,
ponen en marcha el programa de diferenciación terminal. Los papilomavirus se replican
en este compartimento y, para su liberación al entorno, aprovechan la desintegración de
las células epiteliales que se produce como consecuencia de su recambio natural en las
capas superficiales.
En el proceso de replicación viral resultan críticas las proteínas virales E6 y E7, las
cuales interaccionan con varias proteínas celulares. En sistemas experimentales estas
interacciones han mostrado inducir la proliferación y, eventualmente, la inmortalización y
transformación maligna en las células46. Existen diferencias entre las proteínas E6/E7 de
los tipos de VPH de alto y bajo riesgo, pero suele tratarse de diferencias de naturaleza
cuantitativa más que cualitativa47.
Hasta la fecha, las interacciones mejor caracterizadas se producen con las proteínas
pRB y p53, las cuales constituyen moléculas fundamentales en el control del ciclo celular
y que, remarcablemente, están mutadas en muchos cánceres humanos. La unión de E7 a
pRB activa el factor de trascripción E2F, que desencadena la expresión de las proteínas
necesarias para la replicación del ADN46.
En condiciones normales la fase S no programada conduciría a la apoptosis
mediada por p53; sin embargo, en las células infectadas por el VPH, este proceso se
22
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
bloquea por la proteína viral E6, que provoca la degradación proteolítica de la p5348.
Como consecuencia, se anula la dependencia del control del ciclo celular y se retrasa la
diferenciación normal de los queratinocitos45. La excepcional capacidad del VPH 16 para
persistir e inducir la progresión hacia un estado maligno puede explicarse por la
particularidad en esta fase de su ciclo vital. Como aberración de la infección vírica, la
actividad constante de las proteínas virales E6 y E7 lleva a una creciente inestabilidad
genómica, acumulación de mutaciones oncogénicas, pérdida adicional de control de
crecimiento celular, y finalmente, al desarrollo del cáncer49. Durante la progresión
tumoral, los genomas virales se integran a menudo en el cromosoma huésped, lo cual
produce un nivel constante de proteínas E6/E7 a través de la estabilización de ARNm,
mediante la influencia de estructuras modificadas de cromatina o la pérdida de regulación
negativa de la transcripción mediada por la proteína viral E2.
En la Figura 3 se observa como las células hijas de las células madre epiteliales se
dividen a lo largo de la membrana basal y luego maduran verticalmente a través del
epitelio sin volver a dividirse (parte derecha). Después de la introducción del VPH en las
células madre en la capa basal del epitelio, se produce la expresión de las proteínas
virales no estructurales. Bajo la regulación de estas proteínas, la población de células en
división se expande verticalmente, se retrasa la diferenciación de las células epiteliales y
es menos completa. Las proteínas virales se expresan secuencialmente con la
diferenciación, tal como se muestra en la figura y se producen viriones maduros sólo en
las capas más superficiales del epitelio. El número de Células Presentadoras de Antígenos
(APCs) intraepiteliales se reduce drásticamente en el epitelio infectado por el VPH.
23
Figura 3. Localización en el epitelio escamoso de las principales etapas del ciclo vital del Papilomavirus. Arquitectura de las células
epiteliales escamosas cervicales estratificadas y expresión de las proteínas del VPH después de la infección. Reproducido de (50).
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
Epidemiología de la infección por VPH
El VPH es tan frecuente en la población que, con raras excepciones, sólo las
personas que no han tenido relaciones sexuales no han estado expuestas a él. En casi
todos los casos la infección es subclínica y de corta duración. Se trata de una infección
muy frecuente, pero la mayoría de los individuos eliminan cualquier evidencia de
positividad de infección sin desarrollar ninguna manifestación clínica de la enfermedad.
Son sólo unos pocos casos de las mujeres infectadas las que van a evolucionar a cáncer de
cérvix invasivo (cáncer cervical). Un factor claramente establecido y diferenciado que
explica esta diferencia de evolución es el tipo de virus que causa la infección. Hay unos
40 tipos de virus que infectan el tracto genital, 15 tipos son de alto riesgo de desarrollo a
cáncer de cérvix, 12 tipos son de bajo riesgo y 3 de riesgo indeterminado39.
Prevalencia
En el mundo se estima una prevalencia de infección por VPH en mujeres que varía
de 2% al 44%51. Las tasas de prevalencia ajustadas por edad son más altas en los países
con mayor incidencia de cáncer cervical, como los países africanos por debajo del Sahara,
los latinoamericanos e India; las tasas más bajas se han reportado en Vietnam y en
España52. En edades de mayor actividad sexual, la prevalencia de infecciones subclínicas
por VPH puede afectar hasta un 40% de la población femenina con tasas de infección de
un 10-15% anual. El VPH 16 es el más común de todos los tipos de infección y también
es el más frecuente entre los casos de cáncer39.
La prevalencia es mayor en mujeres jóvenes y tiende a disminuir con la edad; en
América Latina se ha observado un segundo pico de infección en mujeres alrededor de la
menopausia52, que puede deberse a la reactivación de infecciones latentes o infecciones
nuevas en el periodo premenopáusico. La mayor parte de las infecciones ocurren al inicio
de la actividad sexual y suelen ser transitorias, resolviéndose, en la mayor parte de los
casos de manera espontánea. Solamente, en un 10-20% de las mujeres la infección se
cronifica, siendo éstas las que tendrán un alto riesgo de evolucionar hacia cáncer cervical.
La infección por VPH en el hombre también es frecuente. La prevalencia varía
entre un 4% y 45%, siendo la mayoría de las infecciones ocasionadas por genotipos de
alto riesgo y entre ellas el tipo 16 es el más frecuente. La prevalencia aumenta con el
número de parejas sexuales. Los hombres que tienen relaciones sexuales con prostitutas y
los homosexuales tienen prevalencias más altas53.
25
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
Incidencia
La infección se transmite manteniendo relaciones sexuales con una persona
infectada por vía vaginal, anal u oral. La primo-infección por VPH es frecuente en
jóvenes que se incorporan a una vida sexual activa. La infección es más frecuente por los
tipos oncogénicos de alto riesgo, como el 16. Estudios de cohortes, en los cuales mujeres
vírgenes son seguidas después de iniciar relaciones sexuales, han demostrado tasas
acumuladas de incidencia de más del 40%.54
Las tasas de incidencia tienden a disminuir con la edad, aunque en un estudio
realizado en mujeres colombianas se ha observado un segundo pico de infecciones
incidentes con los tipos de alto riesgo alrededor de la menopausia55.
Hasta un 70% de las mujeres sexualmente activas sufren una infección por VPH a
lo largo de su vida55. En algunos países las prostitutas constituyen la fuente de infección
más importante de VPH, por ello los hombres que mantienen relaciones sexuales con
prostitutas son consideradas personas de alto riesgo en la transmisión de la infección y de
desarrollo de cáncer cervical por sus compañeras sexuales, ya que actúan como
portadores de infección y de mantenimiento de la misma56.
Factores de riesgo de la infección
El factor de riesgo más consistente de la infección por VPH es el número de parejas
sexuales; cuánto mayor es el número de compañeros sexuales mayor es la probabilidad de
infectarse con VPH.
El tabaquismo también se ha relacionado con un aumento del riesgo de que las
lesiones provocadas por este virus evolucionen hacia cáncer.
Evolución de la infección por VPH
Solo un 10-20% de las mujeres infectadas por VPH oncogénicos evolucionan a
cáncer. Debido a que la infección por VPH es una causa necesaria pero no suficiente57, se
considera que otros factores que en asociación con el VPH modularían el riesgo de
transición desde la infección por VPH al desarrollo del cáncer de cérvix. Existen factores
de riesgo cuya influencia en la carcinogénesis ha sido valorada tales como56: la alta
paridad, anticonceptivos orales, tabaco, otras infecciones de transmisión sexual
(Chlamydia trachomatis y el virus del herpes simple tipo 2), la dieta y edad de la primoinfección (las mujeres más jóvenes tendrán peor pronóstico y evolución).
26
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
VPH y Cáncer
Cáncer de cuello uterino
Los estudios epidemiológicos o clínicos que han incorporado técnicas de biología
molecular detectan determinados tipos oncogénicos o de alto riesgo de VPH en
prácticamente el 100% de los cánceres cervicales, cuando la muestra es adecuada y la
tecnología de detección viral es de alta sensibilidad. Igualmente, el ADN viral se detecta
en la mayoría (70-90%) de las lesiones precursoras o lesiones intraepiteliales de alto
grado y, en una menor proporción (20-50%), en las lesiones de bajo grado11, 57,58. Las
lesiones de alto grado incluyen a las llamadas Neoplasias Cervicales Intraepiteliales o
CIN2 (displasia moderada) y CIN3 (displasia grave y carcinoma in situ). Las lesiones de
bajo grado incluyen los cambios citológicos o histológicos característicos de la infección
por VPH y CIN1 o displasia leve. Estas últimas lesiones contienen en su mayor parte
virus de bajo riesgo, razón por la que raramente van a progresar. Finalmente en las
clasificaciones citológicas acordadas en las reuniones de Bethesda (Anexo I) se definió
un categoría de lesiones citológicas de naturaleza incierta (ASCUS y AGUS; -US,
Undetermined Significance-; ASC: Células Escamosas Atípicas; AG: Células Glandulares
Atípicas) en las que la detección de VPH es cercana al 50%. La variabilidad en las cifras
encontradas en la bibliografía es, en gran parte, atribuible a la dificultad de reproducir el
diagnóstico citológico en programas poblacionales que incluyen múltiples lectores y
grandes volúmenes de citologías30, 59, 60, 61,62.
Los mejores estudios de casos y controles de carcinoma invasor indican riesgos
relativos (RR: factor multiplicador de la probabilidad de enfermar sobre una probabilidad
de referencia) superiores a 50 para la detección de ADN de VPH y riesgos entre 100 y
150 para los tipos 16 y 18. En algunos estudios estas cifras alcanzan valores entre los 500
y los 1.000. La proporción de casos en una población en los que el VPH esta considerado
como agente causal calculada a partir de estos estudios oscila alrededor del 90-95%. Las
asociaciones observadas entre la infección por VPH y el cáncer de cérvix son las más
fuertes de las identificadas en cancerología humana, existiendo un consentimiento
creciente en calificarlas como causa necesaria (ausencia de enfermedad en ausencia de
infección) e insuficiente (presencia de infección sin presencia de enfermedad) 44,63.
Los estudios prospectivos demuestran que la infección vertical persistente por virus
de alto riesgo precede a la aparición de las CIN y es necesaria para el desarrollo,
mantenimiento y progresión de estas lesiones. Al iniciar su actividad sexual, la mujer
27
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
puede ser contagiada por un virus de alto riesgo que, en la gran mayoría de los casos, dará
lugar a una infección transitoria, haciéndose indetectable en 6-8 meses. Ocasionalmente,
la infección desarrollará una lesión CIN visible al microscopio óptico. Estas lesiones
regresan espontáneamente en la mayor parte de los casos. Cuando el virus no es
eliminado y persiste la infección por VPH de alto riesgo, la lesión precursora se mantiene
y cierto número de ellas progresarán hasta CIN3, la lesión más grave con mayores
posibilidades de progresar a cáncer invasor. Algunos autores han propuesto un paradigma
alternativo al modelo convencional de progresión neoplásica. Según esta nueva
propuesta, las lesiones CIN1 y, en gran parte, CIN2, serían manifestaciones morfológicas
autolimitadas atribuibles mayoritariamente a infecciones por VPH de bajo riesgo o de alto
riesgo transitorias. Las lesiones CIN3 y el carcinoma invasivo tendrían una historia
natural distinta atribuida a espectros mal definidos de la interacción huésped/VPH. En
ciertas circunstancias podría inducirse este tipo de lesiones directamente, si progresar a
través de estadios intermedios. La historia natural de las lesiones precursoras podría ser
redefinida a la luz de estas propuestas64.
Al contrario que los virus de bajo riesgo, que permanecen en el núcleo de la célula
infectada en situación episómica, no integrados en el genoma, los VPH de alto riesgo
ejercen su actividad oncogénica en gran parte tras integrarse en el genoma celular. Como
hemos mencionado anteriormente, el mecanismo mejor conocido de inducción neoplásica
por VPH se produciría a partir de la interacción de las proteínas virales E6 y E7 con p53 y
pRB, respectivamente, degradándolas o alterándolas funcionalmente. Esta interacción en
células proliferativas, como son las del cuello uterino y especialmente de la zona de unión
escamocilíndrica, con un epitelio inestable, impide la correcta reparación del ADN, con
mutaciones específicas, esenciales para la progresión a cáncer invasor. Ocasionalmente,
hay lesiones malignas en las que el virus no está integrado en el genoma celular,
sugiriendo la presencia de mecanismos oncogénicos múltiples.
La infección persistente por VPH oncogénicos es, por tanto, el primer requisito
para la carcinogénesis cervical, aunque son necesarios otros cofactores (ambientales o
congénitos) para la persistencia y la progresión. De entre los conocidos cabe citar las
deficiencias inmunes adquiridas (infección VIH, tratamientos inmunosupresores en
receptores de trasplante) o congénitas (respuestas inmunológicas anormales, HLA,
polimorfismos en p53 y otros mal conocidos), factores hormonales endógenos (hormonas
esteroideas) o exógenos (anticoncepción oral), otras infecciones de transmisión sexual, el
consumo de tabaco y quizás algunos componentes de la dieta39,56.
28
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
Historia natural de la infección cervical por VPH
La historia natural de la infección cervical por VPH y los cofactores implicados se
resume en la Figura 4. En general, se considera que un 80-90% de las infecciones se
resuelven espontáneamente y entre un 10-20% persisten.
Cofac tores de regresión: Virales, Genéticos y Me dioambientales
Resolución
Cofactores de
adquisición
Infección VPH
Transitoria
Epitelio
Normal
Cofactores de
Progresión: Virales
Tipos de
BAJO RIESGO
Cualquier Tipo
Condiloma
LSIL
Tipos de
ALTO RIESGO
de
Infección VPH
Persistente
HSIL
Cofactores de Progresión:
Genéticos y Medioambientales
Cofactores de invasión
Cáncer
Figura 4. Historia natural de la infección cervical por el VPH; CIN: Neoplasia
Intraepitelial; HSIL: Lesiones intraepiteliales de alto grado; LSIL: lesiones intraepiteliales
de bajo grado. Modificado de (65).
VPH y otros cánceres
Los estudios epidemiológicos disponibles indican que en los cánceres de vagina y
ano se detecta ADN del VPH en la gran mayoría de los tumores y en sus lesiones
precursoras. El 64-91% de los cánceres vaginales y el 82-100% de las neoplasias
intraepiteliales vaginales (VaIN) de grado 3 son positivas para ADN del VPH. En los
cánceres anales, se detecta ADN del VPH en el 88-94%66.
Los cánceres de vulva y pene se han asociado al VPH. Los tumores diagnosticados
en individuos jóvenes suelen caracterizarse por tipos histológicos llamados basaloides o
verruciformes; la mayoría de ellos (60-90%) son positivos para el VPH y sus lesiones
preneoplásicas también se asocian estrechamente al VPH. En los sujetos de mayor edad,
29
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
los tumores suelen ser Carcinomas espinocelulares (CEC) queratinizantes y en raras
ocasiones (menos del 10%) se asocian al VPH67.
En todos los cánceres anogenitales con presencia de VPH, el genotipo del VPH
detectado más comúnmente es el VPH 16, seguido de los VPHs 18, 31 y 33. En la
monografía de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer
(International Agency for Research on Cancer- IARC) se concluye que hay evidencias
suficientes sobre la carcinogenicidad del VPH 16 en vulva, pene (tumores basaloides y
verruciformes), vagina y ano; evidencia limitada sobre la carcinogenicidad del VPH 18 en
vulva, pene (tumores basaloides y verruciformes), vagina y ano; y evidencia limitada
sobre la carcinogenicidad de los VPH 6 y 11 en vulva, pene y ano (carcinomas
verrugosos)68.
La presencia de ADN de los tipos fuertemente asociados a cáncer de cuello uterino
es muy importante (>85%) en los tumores del canal anal. Esta localización anatómica
incluye una región de transición epitelial semejante a la observada en el cuello uterino.
Algunas comparaciones basadas en registros de tumores han estimado que la incidencia
de cáncer de canal anal en varones homosexuales es semejante a la incidencia estimada
de cáncer de cérvix en poblaciones no protegidas por programas de cribado66.
Los cánceres de vulva parecen responder a dos modelos etiológicos. El cáncer de
vulva de la mujer menor de 50 años estaría etiológicamente ligado al VPH, presentaría
morfología basaloide o verrucosa, cursaría con lesiones coexistentes de neoplasia vulvar
intraepitelial (VIN) de alto grado y presentaría los factores de riesgo epidemiológicos
característicos del cáncer cervical (promiscuidad sexual, edad joven de inicio de
relaciones sexuales, antecedentes de otras enfermedades de transmisión sexual y
antecedentes de citología anormal). El cáncer de vulva de la mujer de edad superior a los
50 años sería en una proporción importante independiente de la infección viral, estaría
asociado a mutaciones de p53 y cursaría sin coexistencia de lesiones VIN. La histología
de estos casos correspondería predominantemente al carcinoma escamoso queratinizante.
La fracción de casos de cáncer de vulva atribuible al VPH estaría entre el 30 y 70 % de
casos, con estimaciones del 50%69.
El cáncer de pene muestra marcadores virales en un 70-80% de los casos y el
cáncer de vagina en un 40-50% de los casos. Estas estimaciones están, en general,
basadas en pocos casos, con tecnología de detección viral variable y en la mayor parte de
los casos en ausencia de controles adecuados.
30
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
El VPH está también implicado en la etiología de una fracción de los casos de
cáncer de la cavidad oral y orofaringe. La evidencia es todavía poco clara, pero los
estudios más recientes sugieren que la intervención viral estaría predominantemente
focalizada en los tumores de la amígdala y del anillo de Waldeyer con poca implicación
en los tumores escamosos del resto de la cavidad oral70.
Los VPH de tropismo cutáneo están claramente implicados en las lesiones cutáneas
típicas y en los casos de cáncer de piel de los pacientes con epidermodisplasia
verruciforme (EV). Los tipos virales implicados son el VPH 5, 8, 9, 12, 14, 15, 17, 19-25.
En este modelo, las lesiones neoplásicas se desarrollan predominantemente en zonas
expuestas a la luz solar, posiblemente a consecuencia de la interacción entre la radiación
ultravioleta de la luz solar y la afectación del sistema de reparación del daño genético por
las proteínas del VPH. Los pacientes que han recibido un trasplante y los tratamientos
inmunosupresores asociados, desarrollan frecuentemente verrugas cutáneas y cánceres de
piel en los que se aíslan VPH de la familia de los identificados en las lesiones cutáneas de
los pacientes con EV. En tumores cutáneos no-melanoma, la detección de VPH es
variable y de importancia etiológica no establecida. En carcinomas basocelulares la
fracción de positividad para el VPH puede alcanzar el 70-80% y en carcinomas
escamosos puede alcanzar el 50-60%. La dificultad más importante de interpretación de
estos datos reside en la detección frecuente de los mismos marcadores en muestras de piel
normal. Posiblemente la distinción entre infecciones asociadas a neoplasia e infecciones
por VPH clínicamente irrelevantes requerirá la identificación de otros marcadores de
actividad biológica (integración, carga viral, implicaciones de genes celulares) de los que
poco sabemos hasta el momento71.
Diagnóstico
Cribado-Citología
El objetivo del cribado para la prevención del cáncer de cuello uterino es la
detección de las lesiones escamosas de alto grado (CIN2 y CIN3) el cáncer microinvasivo
y el Adenocarcinoma Endocervical in situ-AIS38 (el diagnóstico de CIN1, respuesta aguda
a la presencia del VPH, es en el 80-90% de los casos banal y no tiene impacto sobre la
mortalidad).
31
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
El test de cribado ideal debe ser fiable, sencillo, reproducible, cómodo y barato y
para conseguir reducir la mortalidad debe alcanzar una cobertura mínima y continuada
del 70% de la población.
La prevención secundaria del cáncer de cuello uterino mediante la detección precoz
de lesiones cervicales preinvasoras es fundamental para controlar la enfermedad. La
prueba de elección es la citología por la técnica de Papanicolaou, basada en el estudio de
la morfología de las células obtenidas por exfoliación del epitelio cervical.
Los programas de cribado poblacional mediante citología han demostrado ser
eficaces, ya que la incidencia y mortalidad por cáncer de cuello uterino, han disminuido
en países donde se han aplicado de forma masiva (por encima del 70-80% de la
población), sistemática y continuada72. Existen sin embargo, varios factores que pueden
condicionar la efectividad y eficiencia de estos programas de cribado, como son la
incidencia del tumor, la historia natural de la enfermedad, la sensibilidad de la citología y
las dificultades de captación de los grupos de mayor riesgo de cáncer de cuello uterino.
Las recomendaciones sobre los grupos de edad en que la mujer debe ser cribada por
citología, siguiendo las directrices de la Unión Europea, incluyen mujeres de 25 a 69
años. La edad de inicio recomendada es a los 3 años después del primer coito vaginal, o
los 25 años. La frecuencia más aceptada para la repetición de la prueba es cada 3-5 años
tras 2 exámenes anuales con resultados normales. Realizar la citología más
frecuentemente aporta escasos beneficios e incrementa notablemente los costes.
En el Anexo 1 se expone la modificación de la clasificación citológica de Bethesda,
adoptada en el año 2001, en la cual se ha reemplazado la palabra “diagnóstico” por
“interpretación” o “resultado” sugiriendo que la citología no da un diagnóstico definitivo.
El diagnóstico final, que servirá para orientar la conducta en cada caso, debe integrar los
datos clínicos y de laboratorio61.
Se ha mantenido la clasificación principal de lesiones intraepiteliales de bajo grado
(LSIL) y alto grado (HSIL). En un intento de reducir los casos con células escamosas
atípicas de significado indeterminado (ASC-US), que significaban un 5% o más de todos
los diagnósticos citológicos en algunos laboratorios, se ha eliminado la categoría de
ASCUS reactivo y estas pacientes se incluyen en la categoría negativa. Se ha añadido una
nueva categoría ASC-H, que se emplea si no se puede excluir una lesión de alto grado. El
término AGUS ha sido sustituido por “Células Glandulares Atípicas” (AGC) y se ha
incluido la categoría de “adenocarcinoma in situ endocervical” (AIS).
32
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
Colposcopia
Ante el resultado de una citología anormal debe establecerse, siempre que sea
posible, un diagnóstico de confirmación basado en el estudio histológico del tejido en el
que se originan las células anormales. Para esta finalidad la colposcopia es la técnica de
elección, ya que es un método insustituible en el protocolo de diagnóstico y tratamiento
de las lesiones intraepiteliales y del cáncer inicialmente invasivo del tracto genital inferior
(TGI)73. El diagnóstico final, siempre debe integrar la información clínica y colposcópica
junto con los resultados de laboratorio (citología, biopsia, detección del VPH, etc.).
En el cribado del cáncer de cérvix a demanda el objetivo de la colposcopia es
aumentar la sensibilidad de la citología. Se sabe desde hace mucho tiempo que el empleo
conjunto de la citología y la colposcopia tienen un VPN prácticamente del 100% para
detectar CIN2-3 o carcinoma invasivo74,75. Esta situación no es aplicable en el ámbito del
cribado poblacional.
Test de detección de VPH y programas de cribado
La detección viral ha sido propuesta y parcialmente evaluada como técnica
complementaria de diagnóstico en tres supuestos76:
1) Como método de cribado de los diagnósticos citológicos ambiguos, catalogados
como anomalías de dudosa significación (ASCUS/AGUS).
2) Como sistema alternativo de control de calidad de los programas de
citodiagnóstico.
3) Como técnica de cribado general para poblaciones seleccionadas, en particular
para poblaciones de edad media y avanzada.
4) Como técnica de cribado primario en poblaciones con escasa protección por los
programas de cribado citológico.
Algunas de las conclusiones de los estudios comunicados en 1999 y 2000 sugieren
que la detección viral es más sensible (entre un 10% y un 15% superior) que la citología
convencional o la citología experta en la detección de lesiones de alto grado en muestras
citológicas con un primer diagnóstico de ASCUS.
La detección viral (y en particular la persistencia de la infección) es un factor
necesario para la progresión y el mantenimiento de la lesión neoplásica de alto grado. La
33
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
sensibilidad de la detección viral en programas de cribado es igual o superior a la de la
citología convencional, con especificidades menores en los grupos de edad inferior a los
30 años. La toma de muestra para la detección viral admite, en algunas circunstancias, la
auto-toma por parte de la mujer. Este interesante desarrollo puede resultar determinante
en situaciones de precariedad sanitaria.
La tecnología de detección de ADN viral está estandarizada, altamente
automatizada y disponible en versión adecuada para la utilización clínica. Las principales
ventajas del sistema podrían resumirse en; menor dependencia de la calidad de la muestra
recogida, lectura objetiva y cuantitativa de resultados, facilidad de transferencia al
laboratorio clínico, automatización del proceso, elevado rendimiento por unidad de
persona/tiempo y alta reproducibilidad interlaboratorios. Las limitaciones actuales del
sistema son esencialmente, el coste y las derivaciones de la necesidad de modificación de
estándares.
La incorporación de los test virológicos representa un progreso tecnológico
considerable para los programas de cribado y prevención del cáncer. Representa además
una adecuación racional de la prevención al progreso conseguido en la comprensión de la
etiología de estos tumores y debe ser cuidadosamente considerada76.
Diagnóstico microbiológico del VPH por métodos moleculares
La detección de ADN del VPH mediante técnicas de biología molecular,
independientemente del método utilizado, se basa en la especificidad de la
complementariedad entre los ácidos nucleicos. Una secuencia de ADN tiene la capacidad
de hibridar específicamente con otros ADNs o ARNs de modo tan específico que, a una
determinada temperatura, solamente se formaran híbridos si en 100% de las bases son
complementarias. El modo de detección de estos híbridos, la composición de las sondas
de ADN y la existencia o no de amplificación de la señal marcaran las diferencias entre
las diferentes técnicas de detección. La introducción de métodos moleculares en el
diagnóstico del VPH y la caracterización de tipos y variantes han sido de gran utilidad en
el conocimiento de la infección, dadas las limitaciones derivadas de la ausencia de
sistemas de cultivo in vitro del VPH28.
Los métodos aplicados a la identificación de la infección deben ser diseñados de
forma que sean capaces de detectar con una elevada sensibilidad el mayor número de
tipos. Paralelamente, los métodos aplicados al genotipado y caracterización deben ser lo
suficientemente específicos para discriminarlos.
34
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
De manera ideal, un método para la detección de ADN de VPH debe ser capaz de
detectar e identificar la presencia de múltiples tipos de VPH. Debe además realizarse con
facilidad, con alta reproducibilidad y una elevada especificidad y sensibilidad.
La calidad, cantidad y condiciones de almacenamiento de las muestras clínicas son
factores que pueden afectar a la sensibilidad de los diferentes métodos de detección del
genoma viral de VPH. Los métodos que no requieren la extracción de los ácidos
nucleicos para su realización, como es el caso de test de captura de híbridos 2 (Hybrid
Capture® HC 2 VPH DNA Test y HC 2 High Risk DNA Test- de Digene Corporation,
EEUU), no son tan dependientes de estas variables. En la actualidad se han desarrollado
diferentes medios de transporte de muestra que conservan la integridad de las células y,
por tanto, de las proteínas, del ADN viral y del ARN. Entre ellos cabe destacar
PreserCyt® (Cytyc Corporation, EEUU) y el medio de Specimen Transport MédiumTM STM (Digene Corporation, EEUU), los cuales permiten, a partir de una misma muestra,
realizar el análisis patológico y los análisis moleculares de detección de VPH77.
Las técnicas de detección del genoma viral mediante amplificación por Reacción en
Cadena de la Polimerasa (PCR) requieren la obtención previa de los ácidos nucleicos,
ADN y/o ARN. En la actualidad, existen múltiples sistemas de extracción de ácidos
nucleicos, muchos de ellos disponibles comercialmente (QI Amp DNA kit, Qiagen,
Hilden, Germany; DNA isolation Kit, Roche Applied Science, Suiza, Wizard Genomic
DNA Purification kit, Promega, Madison, WI, USA). El método de extracción de ácidos
nucleicos es un punto crítico, ya que un bajo rendimiento del método utilizado puede
disminuir significativamente la sensibilidad de las técnicas moleculares, tanto desde el
punto de vista de la detección del VPH como del análisis de infecciones por múltiples
tipos de VPH. La comparación de los diferentes métodos de extracción aplicados al
diagnóstico de VPH es compleja debido a la variedad de protocolos y de sistemas de
amplificación descritos en la bibliografía77.
Hibridación en solución: Captura de híbridos
Este método utiliza sondas de ARN que tienen la capacidad de hibridar con el ADN
viral en solución y ser detectados mediante métodos luminiscentes78, 79. Los modernos
métodos comerciales como el denominado Hybrid Capture® 2, a diferencia de las
versiones anteriores que estaban consideradas como subóptimas, tienen una adecuada
relación entre sensibilidad y especificidad si se establecen límites de señal lumínica
adecuados.
35
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
Esta prueba en la actualidad está disponible en dos formatos. El formato HC 2 VPH
DNA Test incluye dos mezclas de sondas, una para la detección de 13 tipos de VPH de
alto riesgo (VPH 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59, 68) y otra para la detección
de 5 tipos de bajo riesgo (VPH 6, 11, 42, 43, 44). El ensayo puede realizarse con la sonda
de bajo riesgo y/o de alto riesgo. Por su parte, el formato HC 2 High Risk DNA Test
incluye sólo la mezcla de sondas para la detección de los 13 tipos de VPH de alto riesgo.
Esta metodología fue aprobada por la FDA en el año 2003 80.
La captura de híbridos tiene como ventaja adicional la posibilidad de
semicuantificar la carga viral, aunque esta cuantificación solamente indica el número de
copias virales y no puede ser corregida en función del número de células obtenidas en la
toma81. El inconveniente principal es que no permite distinguir entre los diferentes tipos
virales ni la presencia de infecciones múltiples, y varios estudios refieren
inespecificidades debidas a reacción cruzada entre las sondas de alto riesgo y ciertos tipos
virales de bajo riesgo.
De forma esquemática el principio de la técnica, incluyen los siguientes pasos79:
-
Desnaturalización de las muestras biológicas con el ADN diana.
Hibridación con mezclas de sondas ARN, dando lugar a la formación de
híbridos de ARN-ADN.
Estos híbridos son capturados por anticuerpos universales que están unidos a
la fase sólida.
Los híbridos inmovilizados reaccionan con anticuerpos conjugados con
fosfatasa alcalina, específicos para los híbridos de ADN-ARN
La reacción se detecta mediante la adición de un sustrato quimioluminiscente
y la utilización de un luminómetro. Los resultados se expresan como
Unidades Relativas de Luz (RLU) y son proporcionales a la cantidad de ADN
de VPH presente en la muestra biológica, lo que aporta una medida
semicuantitativa de la carga viral.
La sensibilidad de la técnica es de 1 picogramo (pg.) de ADN de VPH 16 clonado
por mililitro (ml.) de muestra, lo que equivale a 100.000 copias por ml de muestra ó 5.000
copias por ensayo. El límite de detección para los dieciocho tipos de VPH incluidos en las
sondas de alto y bajo riesgo según las instrucciones del fabricante varía entre 0,62-1,39
pg por ml de muestra, con un valor promedio de 1,09 equivalente a 109.000 copias82,83.
36
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
La primera generación de captura de híbridos (HC 1) detectaba un rango razonable
de tipos de VPH, de bajo y alto riesgo, pero no ofrecía buena sensibilidad y especificidad
y su manejo resultaba complicado. La segunda generación (HC 2) puede detectar un
mayor espectro de tipos virales, presenta una sensibilidad analítica diez veces mayor y es
capaz de utilizarse en grandes programas de detección precoz.
El método de determinación del VPH mediante HC 2 VPH DNA Test ha sido
utilizado ampliamente en el diagnóstico de la infección, presentando una elevada
reproducibilidad. El hecho de ser una técnica estandarizada, validada y con la posibilidad
de automatización del proceso – Rapid Capture System (Digene Corporation, EEUU)hace que sea una técnica de elección para el cribado inicial y seguimiento de pacientes84.
Sistemas basados en la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR)
La técnica de PCR es el método de amplificación de secuencias diana más
frecuentemente utilizado. En la detección y genotipado del VPH se han utilizado
diferentes diseños de sistemas de PCR que incluyen los específicos de tipo y los sistemas
denominados de amplio espectro.
Las PCR específicas de tipo utilizan cebadores que han sido diseñados para detectar
un tipo determinado de VPH; por tanto, la detección de diferentes tipos implica la
realización de múltiples reacciones de PCR. Los diseños de PCR múltiple (múltiples
cebadores específicos de tipo en una única reacción) simplifican la realización de la
técnica, pero la estandarización del método suele ser compleja.
Las PCR de amplio espectro son más utilizadas en la detección del VPH y la
mayoría están diseñados en la región L1, dado que es una de las regiones más
conservadas dentro del genoma de los VPH85, 86, 87,88. La Figura 5 muestra los más
utilizados. Existen tres diseños diferentes de cebadores consenso. En primer lugar, están
aquellos que incluyen una pareja única de cebadores, diseñados sobre una región
conservada, pero que sólo se aparean completamente con algunos tipos del VPH. Para
compensar los desapareamientos, la PCR se realiza a bajas temperaturas de anillamiento.
Los cebadores Primer General (GP) 5+/6+ son un ejemplo representativo87, 89. El segundo
tipo de cebadores consenso incorpora varias parejas de cebadores, que contienen una o
más posiciones degeneradas para compensar las variaciones intertípicas en los lugares de
secuencia a los que se unen los cebadores. Entre ellos cabe destacar el sistema
MY09/MY1185. El tercer diseño consiste en combinar una serie de parejas de cebadores
37
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
diferentes que se unen en las mismas posiciones del genoma. A menudo contienen
inosina en sus secuencias. Ejemplos de este tipo de cebadores son PGMY86 y SPF1088.
E
E2
E7
E5
L1
E1
E4
L2
Figura 5. Localización de los diferentes sistemas de cebadores utilizados en la detección
por PCR del VPH. Adaptado de (32) y (90)
Otros sistemas de PCR de amplio espectro han sido diseñados en diferentes
regiones del genoma como E1, aunque su uso no se ha generalizado en los laboratorios.
La técnica de PCR a tiempo real se ha introducido en los últimos años en el
diagnóstico molecular de VPH como herramienta para la determinación cuantitativa de la
carga viral así como para el diagnóstico de la infección 91, 92,93. La detección a tiempo real
de los productos amplificados puede llevarse a cabo mediante la utilización de moléculas
fluorescentes que se intercalan en el ADN de cadena doble como el SYBR Green o
mediante hibridación con diferentes tipos de sondas: sondas Taqman, cebadores
fluorescentes o Molecular Beacons y sondas de hidrólisis. La utilización de sondas
aumenta la especificidad de la reacción.
Tanto los sistemas de amplificación de VPH de amplio espectro como los sistemas
específicos de tipo han sido adaptados a PCR en tiempo real. La identificación de tipos de
VPH mediante esta técnica es compleja, ya que requiere la utilización de diferentes
38
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
sondas específicas. Diferentes sistemas basados en esta tecnología están o estarán
disponibles en el mercado, si bien es necesaria una validación adecuada de los mismos.
La detección del ARN viral mediante transcripción inversa (RT-PCR) es una
herramienta que puede ser de gran utilidad desde el punto de vista clínico, ya que permite
evaluar la expresión de oncogenes de VPH. La compañía “Norchip” ha desarrollado un
sistema de RT-PCR de VPH- PreTect VPH Proofer- que detecta la expresión de los
oncogenes E6/E7 de los tipos de alto riesgo más frecuentes (VPH 16, 18, 31, 33 y 45)
utilizando la tecnología de amplificación basada en la secuencia de ácidos nucleicos
(NASBA) combinada con detección a tiempo real 94,95.
Métodos de detección de los productos amplificados
Análisis de los patrones de restricción
Esta metodología, empleada clásicamente en biología molecular para la
caracterización y tipificación de diferentes patógenos, ha sido aplicada al genotipado de
VPH. El análisis de los productos amplificados por PCR se lleva a cabo mediante la
digestión de los mismos con diferentes enzimas de restricción, originando patrones
específicos para cada uno de los tipos de VPH. El protocolo descrito por Bernard HU et
al, en 199426 ha sido el más utilizado, y está basado en la digestión del fragmento
amplificado (450 pb) por el sistema de cebadores MY09/11 con siete enzimas de
restricción: Bam HI, Dde I, Hae III, Hinf I, Pst I, Rsa I y Sau3AI96.
Secuenciación directa de los productos de PCR
Existen diferentes métodos de secuenciación genómica, unos utilizan cebadores
marcados y otros dideoxinucleótidos marcados que son empleados en la detección de
secuencias. Este último es el método más ampliamente utilizado, dado que el marcaje de
un elevado número de cebadores aumenta significativamente el coste de la técnica.
Actualmente, el avance en las técnicas de biología molecular y la disponibilidad de
equipos de secuenciación automáticos, los cuales permiten el procesamiento de un
elevado numero de muestras simultáneamente, han simplificado de forma significativa la
metodología de secuenciación.
El análisis de la secuencia es una tipificación directa e inequívoca que permite
distinguir variantes y polimorfismos virales de VPH, pero no es un método adecuado para
la detección de infecciones múltiples por VPH porque sólo será detectado el genotipo
predominante97.
39
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
En los últimos años se han desarrollado sistemas basados en secuenciación que
utilizan múltiples cebadores en la reacción de secuencia, permitiendo el análisis de
infecciones múltiples de VPH. Esta metodología requiere la utilización de equipos de
detección específicos, no generalizados en la mayor parte de los laboratorios.
Hibridación de los productos de PCR
La hibridación de los productos de PCR con sondas específicas es un método
ampliamente utilizado para la detección y genotipado de VPH. Se han desarrollado
diferentes formatos de hibridación, tanto en microplaca como en tira, que facilitan su
utilización en la práctica clínica.
La mayoría de los sistemas están basados en el marcaje de los productos de PCR
con biotina durante el proceso de amplificación y la posterior hibridación con sondas
específicas.
La compañía “Roche Diagnostics” ha desarrollado Amplicor VPH DNA Test en
microplaca para la detección de trece tipos de VPH de alto riesgo. El método está basado
en la detección de un fragmento de 165 pb del gen L1, mediante hibridación con una
mezcla de sondas específicas. Debido a las características del ensayo permite la detección
del VPH, pero no el genotipado98.
La hibridación reversa en tira es el método más utilizado para el genotipado y la
detección de infecciones múltiples por VPH. En este diseño se realiza la hibridación de
los productos de PCR con múltiples sondas específicas de tipo, inmovilizadas en un
soporte sólido (tira de nitrocelulosa). Los productos de amplificación, generalmente
marcados con biotina, son desnaturalizados en condiciones alcalinas e hibridadas con
sondas específicas.
Los híbridos son posteriormente detectados mediante una reacción colorimétrica.
Las compañías “Innogenetics” y “Roche Diagnostics” han desarrollado dos sistemas
representativos de esta tecnología: INNO-LIPA VPH y Linear Array Genotyping VPH
Test, respectivamente99.
Los microarrays genéticos suponen un nuevo abordaje para la caracterización
mediante técnicas de hibridación de productos de PCR. En los últimos años se han
desarrollado diferentes sistemas basados en dicha tecnología, algunos de ellos disponibles
en el mercado como PapilloCheck (Greiner Ivonne, Alemania) y Clinical Arrays
40
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
Papillomavirus (Genomica SAU, España)100. En el Anexo 2, se representan los genotipos
de VPH detectados por los diferentes sistemas moleculares empleados.
Métodos de detección de anticuerpos frente al VPH
La serología de VPH ha progresado también de forma notable. La infección por
VPH es capaz de inducir anticuerpos circulantes y respuesta inmunitaria a nivel celular.
En términos generales, se han publicado estudios utilizando tres generaciones de tests
serológicos: 1) Tests basados en la detección de anticuerpos frente a péptidos de las
proteínas del VPH. En especial se han estudiado péptidos codificados en las regiones de
E2, E4, Ll, L2, E6 y E7 de VPH 16 y 18. Estos estudios han evaluado la presencia de
anticuerpos en series de casos y controles con relación a la detección de ADN viral en la
citología. 2) Tests basados en la detección de anticuerpos frente a las proteínas
transformantes E6 y E7 expresadas in vitro por transcripción y transducción. 3) Tests
basados en la determinación de anticuerpos frente a la cápside viral Ll y L2 desprovistas
de ADN (Virus Like Particles). Este mismo procedimiento de síntesis es el que ha
inspirado algunas de las vacunas introducidas en nuestro país.
La sensibilidad de estos tests es baja (en torno al 50-70%) comparados con la
detección de ADN mediante PCR. No obstante, utilizando tests de segunda y tercera
generación, la discriminación serológica entre casos de carcinoma invasor y controles es
relativamente satisfactoria. La detección de anticuerpos se interpreta como un marcador
de exposición persistente al VPH en mujeres normales y está en evaluación como
marcador de diseminación metastásica en pacientes con carcinoma invasor101.
Tratamiento
El tratamiento de la infección dependerá de los síntomas, el tipo de lesión, la
capacidad evolutiva de las mismas a cáncer y la ansiedad que éstas generan.
Tratamiento de los condilomas
Aunque puede existir una regresión espontánea, la tendencia generalizada es tratar
los condilomas con el objetivo de controlar la enfermedad, aliviar la ansiedad de la
paciente y mejorar su autoestima. Otro motivo de tratamiento es la posibilidad de que
contengan virus oncogénicos, aunque sea poco frecuente.
41
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
En general, en lesiones iniciales, pequeñas y poco extensas, debe efectuarse un
tratamiento médico, mientras que en lesiones antiguas, extensas y recidivantes deben
emplearse tratamientos quirúrgicos. En lesiones muy extensas y recalcitrantes puede
realizarse un tratamiento mixto, quirúrgico y médico102.
Tratamientos tópicos
Sólo para lesiones genitales externas. La Podofilotoxina al 0.5 % local dos veces al
día durante tres días consecutivos, seguido de cuatro días sin tratamiento, pudiendo
repetirse hasta cuatro ciclos (cuatro semanas), resulta eficaz en lesiones cutáneas vulvares
de extensión limitada. El riesgo de toxicidad sistémica es bajo y puede provocar irritación
local leve. Está contraindicada en lesiones mucosas y durante la gestación. La
Podofilotoxina al 0.15% en crema es eficaz en condilomas anales, pero en general,
presenta recurrencias frecuentes103.
5-Fluorouracilo (5-FU)
Es una agente citotóxico, antagonista de la pirimidina que actúa inhibiendo la
síntesis del ácido nucleico. Su uso en los genitales externos está limitado debido a la
extensa inflamación local que produce, sin embargo su uso puede ser útil en vagina y
lesiones de la zona uretral, en pautas con aplicación 1-2 veces por semana.
Ácido Tricloroacético
Es otra terapia tópica para las verrugas genitales, generalmente se aplica
directamente sobre una solución acuosa al 90%, es una terapia localmente destructiva y
por lo tanto se produce una irritación local que puede ser dolorosa, lo que limita su uso y
hace que deba ser aplicada por un facultativo. No tiene efectos sistémicos por lo que
puede se aplicado durante el embarazo.
Inmunomoduladores
Interferón
Entre las citoquinas antivirales se han utilizado en el tratamiento de los condilomas,
los interferones, éstos se han administrado de manera tópica, intralesional, subcutánea e
intramuscular con resultados variables. Comparado con placebo la terapia con interferón,
tras tratamiento con láser de CO2, no parece ser más efectiva en la recurrencia de los
mismos, lo que debido a su alto coste y potenciales efectos secundarios hace que no sea
una terapia que se recomiende en la práctica clínica rutinaria.
42
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
Imiquimod
Es una pequeña molécula perteneciente al grupo de las imidazoquinolinas que actúa
como potente modificador de la respuesta inmune, el mecanismo de acción involucra la
producción de inmunoferon-α,-β,-γ y el factor α de necrosis tumoral. Se aplica sobre las
lesiones, en forma de crema al 5%, en el momento de acostarse, tres veces por semana y
durante un periodo máximo de 16 semanas. Debe lavarse con agua y jabón al día
siguiente. Suelen desaparecer los CA tras 8-10 semanas de tratamiento o incluso antes.
Los efectos adversos son leves y bien tolerados, si bien en algún caso se ha descrito dolor
local. Al mantener un estado de inmunidad favorable, las recurrencias son menores que
con la Podofilotoxina104.
Terapias destructivas/ escisionales
Criocoagulación
Consiste en el enfriamiento de los condilomas causando una necrosis celular
epidérmica. Se han descrito eficacias del 77% con recurrencias de un 30%. Aunque
requiere equipamiento especial, es una opción barata y segura, y casi de primera elección
en el tratamiento de la mayoría de los condilomas.
Cirugía
La cirugía, puede estar indicada en lesiones aisladas, exofíticas o en casos de
grandes masas condilomatosas.
Electrocoagulación
Es una técnica que utiliza un electro-bisturí convencional, con anestesia local,
puede ser útil en lesiones aisladas y pediculadas.
Asa de diatermia
Combina electrocoagulación y fulguración. Está fundamentalmente indicada en las
lesiones de cérvix uterino, pero su aplicación puede ser también en el área anogenital.
Láser
Utiliza un emisor de rayos láser que produce una emisión de fotones al excitar
moléculas de CO2. Ésta gran emisión de energía por unidad de superficie le confiere un
alto poder destructor.
43
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
Tratamiento de la infección subclínica
La conducta terapéutica ante las lesiones intraepiteliales depende de su diagnóstico,
que a menudo debe integrar los resultados de citología, colposcopia, biopsias y análisis
del ADN de VPH, además de la información clínica. La mayor exactitud diagnóstica y el
mejor conocimiento de dichas lesiones han motivado los cambios experimentados en el
tratamiento. En las últimas décadas se ha pasado de la cirugía agresiva, como la
amputación cervical o histerectomía, a un tratamiento selectivo que contempla desde la
conducta expectante al tratamiento lesional más conservador105.
El objetivo final del tratamiento es la eliminación de la neoplasia intraepitelial para
evitar su progresión a carcinoma invasivo. Por ello, y de acuerdo con su historia natural,
hay consenso respecto al tratamiento de todas las pacientes con HSIL-CIN2-3. Por el
contrario, el tratamiento de todas las pacientes con LSIL-CIN1, la mayoría infecciones
transitorias por el VPH, supone un sobretratamiento injustificado.
El desarrollo, en los años setenta, de la crioterapia, en los ochenta del láser de CO2
y, actualmente desde los noventa, de asa diatérmica ha desplazado totalmente la
conización con bisturí y la histerectomía, hasta entonces técnicas de elección en el
tratamiento de la CIN.
Los tratamientos destructivos (vaporización con láser, crioterapia electrocoagulación) sólo tienen alguna indicación en el condiloma cervical o en la CIN1-2, siempre
que se cumplan las siguientes condiciones: lesión pequeña totalmente visible, confirmada
en un examen colposcópico valorable, y con ausencia de lesión endocervical verificada
mediante legrado o citología con cepillado, y asegurando su seguimiento. Con estos
criterios, los resultados son similares con cualquiera de las técnicas, con tasas de curación
del 90-96%. En lesiones extensas o de alto grado (CIN2-3), los resultados son peores con
crioterapia y electrocoagulación, con tasas de curación del 40 y el 60%, respectivamente,
por lo que no deben utilizarse, mientras que la vaporización con láser consigue curaciones
por encima del 90-95%.
El tratamiento escisional es de elección en las mujeres con CIN2-CIN3 y
actualmente se realiza con preferencia mediante asa diatérmica con anestesia local y de
forma ambulatoria. Hay muy pocas indicaciones para realizar una conización clásica con
bisturí en quirófano. El tratamiento escisional permite el estudio histológico exhaustivo y
diagnostica un carcinoma oculto inicialmente invasivo en aproximadamente un 1% de los
casos.
44
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
Seguimiento
El control de las pacientes tratadas por CIN2-3 tiene como objetivo el diagnóstico
precoz de una posible persistencia o recidiva, con el fin de retratarla y evitar que progrese
a cáncer.
Tras una conización con asa por CIN2-3 se estima que entre el 5 y el 30 % de los
casos presentan una enfermedad residual o recurrente. El cáncer puede aparecer tras un
intervalo variable después del tratamiento de la CIN, tanto si se usaron técnicas
destructivas como de exéresis. Una paciente tratada por CIN tiene un riesgo mayor de
desarrollar cáncer invasivo que una mujer que no ha tenido CIN. A los 8 años después de
tratar la CIN, el riesgo de cáncer invasivo es 5 veces mayor que el de la población
general. La histerectomía total no excluye del riesgo de recidiva en la cúpula vaginal,
incluso a largo plazo.
Algunos factores se han asociado a una mayor riesgo de persistencia o recurrencia
lesional: tamaño de la lesión, la afección de los márgenes quirúrgicos, la edad, el estado
inmunológico y la persistencia de la infección por el VPH postratamiento. Algunos
autores han sugerido que la carga viral elevada antes del tratamiento puede ser predictiva
de persistencia o recurrencia lesional.
Los protocolos de seguimiento aceptados incluyen la citología o la combinación de
citología y colposcopia cada 4-6 meses hasta tener 3 valoraciones consecutivas negativas.
Después de recomienda el seguimiento anual. Sin embargo, la citología presenta una tasa
de falsos negativos que limita su eficacia en el control de la curaron, Además, algún
estudio sugiere que la citología pierde sensibilidad tras el tratamiento.
Actualmente, las pruebas para la identificación del ADN-VPH de alto riesgo
también se han incorporado al seguimiento de estas pacientes. La determinación del
ADN-VPH, no antes de los 6 meses del tratamiento, muestra una excelente sensibilidad
para la detección de lesión residual.
Si la citología y el test de ADN de VPH son negativos a partir de los 6 meses del
tratamiento el riesgo de persistencia lesional es prácticamente nulo. La recidiva, en caso
de que se produzca, es probable que se deba a una nueva reinfección. Si el test de ADN
de VPH es negativo, el nuevo control se puede realizar al año. La incorporación des test
permite obviar la repetición innecesaria de citologías y retornar antes a las mujeres al
programa de cribado.
45
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
Si los márgenes de la pieza de conización están libres de lesión, se realizará a los 6
meses postratamiento, pero si están afectados, se adelantará a los 3 meses. Se practicará
una citología, una colposcopia y eventuales biopsias. Si la colposcopia no es valorable o
los márgenes están afectados, se incluirá un estudio endocervical. El análisis de ADN de
VPH se realizará a partir de los 6 meses. Con todos los resultados negativos, y tras
realizar una citología anual durante 2 años, se puede remitir a la paciente al programa de
cribado habitual.
En las mujeres con ADN de VPH positivo con citología y colposcopia negativas se
repetirá la citología y el test ADN de VPH a los 6 meses. Si ambas pruebas son negativas,
se remitirá de nuevo a la paciente al programa de cribado, y si cualquiera de ellas es
positiva se realizará colposcopia. En presencia de LSIL en la citología y/o colposcopiabiopsia de CIN1, con estudio endocervical negativo, se planteará un tratamiento
escisional o destructivo. Si la citología es de HSIL y/o la colposcopia ≥CIN2 y/o el
estudio endocervical es positivo, se indicará una reconización. La histerectomía tiene
unas indicaciones muy limitadas, sólo en casos con afección de 2 o 3 márgenes en
mujeres sin deseo gestacional o si por circunstancias locales (atrofia o estenosis) es
imposible su control. Asimismo, se indicará una histerectomía cuando haya otra
enfermedad asociada. En cualquier caso, precio a la histerectomía, se debe valorar
exhaustivamente la vagina para descartar VaIN.
Vacunas frente al VPH
En julio de 2006, la Agencia Reguladora del Medicamento (Food and Drug
Administration-FDA) y el Comité Asesor para la inmunización y vacunación (Advisory
Committe on Immunization Practices-ACIP) de los Centros para el Control de
Enfermedades (Center for Disease Control and Prevention-CDC) aprobaron y regularon
la utilización de la primera vacuna contra el cáncer de cuello uterino, conteniendo
antígenos de cuatro tipos del VPH. La Agencia Europea de Regulación de Medicamentos
(European Agency for the Evaluation of Medicinal Products- EMEA) ha expresado una
opinión favorable sobre el producto y ya está autorizada en los estados miembros. La
EMEA también ha evaluado y ya está disponible una segunda vacuna bivalente diseñada
para la prevención del cáncer de cuello uterino106.
46
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
Vacunas profilácticas frente al VPH: Situación actual
Hay dos vacunas en fase inmediata de aplicación clínica. Ambas están elaboradas
con Virus-Like Particles (VLP) del fragmento L1 de la cápside del VPH, inmunogénico,
no oncogénico:
La primera vacuna (Gardasil®, desarrollada y comercializada por Merck Reaserch
Laboratories y en Europa por Sanofi Pasteur MSD), incluye VLPs de los tipos 6, 11, 16 y
18. Utiliza una sal de aluminio como adyuvante. El esquema de vacunación recomendado
tras el desarrollo clínico incluye tres dosis intramusculares a los 0, 2 y 6 meses.
El programa de desarrollo clínico de Gardasil® incluyó mas de 27.000 voluntarios
(adolescentes entre 9 y 15 años de edad y mujeres de 16 a 26 años) en 33 países. La
eficacia de Gardasil® fue evaluada en 4 ensayos clínicos de Fase II y III, que incluyeron
un total de 20.541 mujeres de 16 a 26 años de edad reclutadas y vacunadas sin cribado
previo para la presencia de infección por VPH107.
Los resultados publicados108, 109, describen, a los cinco años de seguimiento, una
eficacia mantenida del 96% (IC95%: 84%-100%) frente a la infección persistente de VPH,
una protección del 100% frente a CIN 1 y una eficacia del 100% (IC95%: 12%-100%)
frente a CIN 2-3 con confirmación histológica. Este parámetro fue definido por las
agencias reguladoras internacionales (FDA, OMS, EMEA) como único marcador clínico
subrogado del cáncer cervical y por tanto requisito imprescindible para autorizar la
indicación de la vacuna en la prevención del cáncer de cuello uterino110.
Recientemente se ha comunicado111, con un seguimiento de 18 meses, una
protección del 100% (IC95%: 56%-100%) frente a VIN 2-3, VaIN 2-3 y verrugas genitales.
Asimismo, se han presentado datos prometedores de reactividad cruzada de
Gardasil®112 para los tipos VPH 45, 31, 52 y 58 del VPH filogenéticamente próximos a
los cubiertos por la vacuna.
Actualmente se están realizando estudios para demostrar que Gardasil® previene la
enfermedad causada por dichos tipos de VPH. También están en marcha estudios de
eficacia en varones adultos y en poblaciones especiales (pacientes inmunodeprimidos,
portadores de VIH), así como de administración concomitante con otras vacunas. Los
resultados de los estudios de inmunogenicidad de la vacuna tetravalente también
demuestran que la respuesta inmunitaria de niños y niñas de 9 a 15 años es
significativamente superior a la de las mujeres adultas jóvenes (16 a 23 años) 113.
47
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
Un subgrupo de mujeres vacunadas que recibió una dosis de Gardasil® cinco años
después de la vacunación, mostró una rápida e intensa respuesta anamnésica que excedía
el nivel de anticuerpos observados un mes después de la vacunación inicial114. Esta
observación indica la presencia de memoria inmunológica y permite anticipar que la
capacidad protectora de la vacuna será de duración muy prolongada.
La evidencia científica tan sólida ha hecho posible que la FDA aprobara la
comercialización de la vacuna tetravalente Gardasil® en Junio de 2006 y que el ACIP de
los CDC115, 116, recomendara administración rutinaria de tres dosis de esta vacuna a niñas
de 11-12 años, ampliando la recomendación de licencia al período entre 9 y 26 años. En
dicho documento se precisa que la vacuna debe ser administrada antes del comienzo de
las relaciones sexuales, pero que las mujeres sexualmente activas también deberían
vacunarse. También la OMS ha publicado unas directrices para la implementación de la
vacunación en los diferentes países117.
En Europa, el Comité de Expertos de la EMEA ha emitido con fecha del 27 de
Julio de 2006 107 una opinión positiva del Gardasil®. Dicha recomendación positiva
recoge las indicaciones de prevención de CCU (escamoso y glandular), CIN 2-3, VIN 2-3
y verrugas genitales. Además reconoce la efectividad en VaIN 2-3 y CIN 1, y resalta la
relación entre prevención de cáncer del cuello uterino y CIN 2-3. Este grupo de expertos
recomienda implementar la vacunación en ambos sexos.
El 20 de Septiembre de 2006, Gardasil® ha sido aprobado por la Comisión
Europea107 y la vacuna ya está disponible en trece países de la Unión Europea.
La segunda vacuna (Cervarix®, desarrollada y comercializada por
GlaxoSmithKline), incluye VLPs de los tipos 16 y 18. Utiliza como adyuvante AS04, una
sal compuesta de aluminio y MPL, un lipopolisacárido, al que se ha atribuido un
incremento de la respuesta inmunogénica118. La pauta de vacunación recomendada
incluye tres dosis intramusculares a los 0, 1 y 6 meses. Los resultados en fase III119
publicados describen, a los 5.5 años de seguimiento, una eficacia del 100% (95% IC, 30100) frente a la infección persistente de VPH y una protección del 100% (95% IC, 42100) frente a CIN.
La vacuna bivalente VPH 16/VPH 18 ha mostrado resultados preliminares
sugiriendo protección cruzada frente a infección para los genotipos VPH 31 (54,5% de
eficacia) y VPH 45 (94.2% de eficacia) del VPH119.
48
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
El seguimiento de estas cohortes (5.5 años) ha permitido establecer que la
inmunogenicidad provocada por la vacuna se sitúa muy por encima de la producida por la
infección natural, con niveles estables por el momento, pero no es posible predecir hoy,
con la información disponible, si será necesario administrar dosis de recuerdo120 Estudios
de proyección matemática, testados con otras vacunas ya comercializadas, sitúan la
duración de la respuesta sobre los 15 años121.
Estas vacunas son estrictamente profilácticas: las mujeres positivas para algún VPH
pueden ser vacunadas, no siendo necesario cribado previo a la vacunación. Los datos
disponibles describen que el curso de su presencia viral no está modificado por la vacuna,
aunque se ha detectado, en estas mujeres, que la vacuna genera un incremento de su tasa
de anticuerpos122. La eficacia en hombres no ha sido evaluada y se desconoce el grado de
protección que la vacuna pueda ofrecerles o su capacidad de alterar la transmisibilidad del
VPH.
Vacuna frente al VPH y cribado de cáncer de cuello uterino.
La vacunación no eliminará la necesidad de continuar con el cribado poblacional.
Los protocolos habituales deberán mantenerse en aquellas poblaciones no vacunadas.
Pero el hecho de que una fracción de cánceres de cuello de útero (≈30%) está producida
por tipos no incluidos en la vacuna obliga a que se deba seguir protegiendo con el cribado
a las mujeres vacunadas. Será necesario hacer un trabajo de adecuación de las políticas de
cribado en las poblaciones vacunadas, que probablemente podrán iniciarlo más tarde (3035 años) y con intervalos entre controles más largos (5 años) 123.
Además, en poblaciones vacunadas, con tasas bajas previsibles de resultados
cervicales citológicos anormales y prevalencias igualmente bajas de lesiones precursoras,
la citología, con problemas de sensibilidad124, no tendría el perfil adecuado para ser usada
como test de cribado en primera línea. Es probable que el mejor test inicial de cribado
pueda ser la determinación de ADN del VPH, muy sensible125, con la citología en
segundo nivel en la selección de conducta de los casos VPH positivos y la colposcopia en
tercero, recibiendo los casos con citología positiva. Esta estrategia está siendo evaluada
en la actualidad126. Según la evidencia descrita y resumida en los apartados anteriores, y
asumiendo que el objetivo final de la vacunación es la prevención primaria de la
patología VPH dependiente, fundamentalmente el cáncer de cuello uterino, pero también
el de ano, vulva, vagina y probablemente pene y orofaringe, y además, para la vacuna
tetravalente, las verrugas genitales y la papilomatosis respiratoria recurrente, el Grupo de
49
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
Consenso sobre vacunas profilácticas frente al VPH ha establecido las siguientes
recomendaciones127:
−
−
−
−
La vacunación debe ser prioritaria en niñas con edades comprendidas entre los 9
y 14 años con objetivo de cobertura universal.
El segundo objetivo debería ser la prolongación de edad de vacunación a mujeres
hasta los 26 años.
Como tercer objetivo debería considerarse recomendar la vacunación a niños de
entre 9 y 13 años, teniendo muy presente que su eficacia no está demostrada,
aunque si su inmunogenicidad y que la vacunación a niños es coste/eficaz solo en
el caso de no conseguir la cobertura descrita en niñas121.
Las políticas de cribado de cáncer de cuello uterino aplicadas a las poblaciones
vacunadas deben ser, una vez reordenadas y redefinidas, mantenidas.
Vacunas terapéuticas frente a VPH
El desarrollo de las vacunas terapéuticas frente a VPH, se ha llevado a cabo de
forma mucho más lenta que el de las vacunas profilácticas128, 129, 130, 131, 132,133. En un futuro
próximo podrían suponer una nueva estrategia en el tratamiento del cáncer cervical. El
objetivo sería erradicar o reducir el número de células infectadas por el virus134, 135.
Las vacunas terapéuticas frente a VPH están constituidas por péptidos homólogos a
determinadas proteínas virales, E6 y E7136, 137. El péptido E7 origina inmunidad celular
protectora frente a las displasias cervicales, previene crecimiento tumoral en modelos
animales e induce respuesta anticuerpo-específica en el cáncer cervical en estadios
iniciales138.
Estas vacunas podrían ser aplicadas en aquellas pacientes en las que se hayan
diagnosticado displasias, cánceres invasivos de cuello uterino, o como tratamiento
adyuvante en recidivas o metástasis. El ensayo clínico de Berzosky et al, estudia la
eficacia terapéutica de la vacuna humana recombinante de virus VPH 16 y 18 E6 y E7,
cuando se aplica en pacientes con carcinoma de cuello uterino recurrente o avanzado. La
interpretación de los resultados es dificultosa, debido a que son pacientes que reciben
también otros tratamientos139.
Una de las principales limitaciones de las vacunas terapéuticas es que actúan con
distinta efectividad según el polimorfismo HLA que tenga el huésped, lo que supondría
que en determinados pacientes vacunados no fuera tan eficaz. Además, en pacientes con
50
Marta Domínguez-Gil González
Introducción
enfermedad avanzada existe una disminución de la respuesta inmunológica, por lo que la
eficacia de la inmunoterapia estaría limitada140.
Los ensayos clínicos preliminares de vacunación terapéutica tratan de demostrar
similar eficacia con respecto a los tratamientos actuales141. Probablemente la combinación
de vacunas terapéuticas y otras terapias frente al cáncer de cuello uterino, como
antivirales e inmunomoduladores, serán las opciones más a tener en cuenta en un futuro
próximo142.
51
Objetivos
Marta Domínguez-Gil González
Objetivos
Objetivos
En este estudio se han propuesto los siguientes objetivos específicos:
Conocer la evolución en el tiempo, de la demanda clínica de detección de
VPH y los resultados obtenidos en el diagnóstico de VPH.
Describir las características operacionales de las técnicas virológicas
diagnósticas de la infección por VPH incluidas en el actual protocolo
diagnóstico.
Evaluar la eficacia de las pruebas de diagnóstico empleadas para la
confirmación diagnóstica de casos clínicos de VPH en la práctica clínica.
Comparar los diferentes métodos para la detección del VPH, tres
protocolos basados en PCR y otro de hibridación, en muestras clínicas y
evaluar su utilización en la práctica clínica.
Conocer la prevalencia de infección por VPH en nuestra población y
evaluar los genotipos de VPH más frecuentes en nuestro medio.
Proponer el mejor protocolo de diagnóstico de VPH.
53
Material y métodos
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
Muestras procesadas y características
En este trabajo, entre los años 1996 a 2006, se han procesado para detección de
VPH; 4375 muestras genitales o de otra localización, correspondientes a 3978 pacientes,
recibidas en el Servicio de Microbiología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid
(HCUV).
Para el presente estudio se recogieron muestras de exudados de diferentes zonas del
tracto ano-genital. La toma de la muestras se realizó en zonas con lesión (condilomas,
diferentes grados de displasia CIN 1, 2, 3) y/o en zonas sospechosas de infección.
La recogida y conservación de las muestras, se hizo dependiendo del periodo de
tiempo estudiado. Durante los años 1996 a 2006 se utilizaron muestras cervicouterinas
recogidas en HC Cervical Sampler (Figura 6) (Digene Corporation, EEUU), compuesto
por un escobillón cervical de Digene y medio de transporte de muestra (Specimen
Transport Médium, STM, Digene Corporation, EEUU).
Figura 6. HC Cervical Sampler (Digene Corporation, EEUU), compuesto por un
escobillón cervical Digene y medio de transporte de muestra (Specimen Transport
Médium, STM, Digene Corporation, EEUU).
55
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
Entre los años 2000 a 2004 también se utilizaron muestras recogidas con torundas
de algodón o alginato estériles libres de medio de cultivo o medio de transporte (Figura
7), especialmente para evitar posibles inhibiciones en la reacción de amplificación del
ADN.
Figura 7. Torunda o hisopo de alginato estéril sin medio de cultivo ni transporte,
empleada en la toma de muestras de frotis cervicouterino.
Y en el último trimestre del año 2006 se utilizaron muestras recogidas con un
dispositivo tipo cepillo, y colocadas en solución PreservCyt, de Cytyc (Figura 8). El
dispositivo utilizado se desechaba tras la toma de la muestra.
Figura 8. PreserCyt® (Cytic Corporation, EEUU) Medio de transporte. Permite a partir
de una misma muestra, realizar el análisis patológico y los análisis moleculares de
detección de VPH.
56
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
Las muestras recogidas con DNA PapTM Cervical Sampler, se congelaron a -20ºC
hasta el momento de su procesamiento al igual que aquellas que fueron recogidas con
torundas de algodón o alginato estériles. Las muestras en solución PreservCyty se
conservaron a 4ºC hasta su procesamiento.
Todas las muestras para el estudio de VPH fueron remitidas a la Sección de
Virología del Servicio de Microbiología del HCUV. Dichas muestras adjuntaban una
ficha de datos personales y clínicos realizada en nuestro laboratorio, completada por el
medico solicitante del estudio de detección de VPH.
57
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
Se analizó la evolución anual del número de peticiones de detección de VPH al
HCUV durante los once años que abarca el estudio. También, se estudió el tipo de
muestra que era remitida para su posterior análisis: Frotis de cérvix uterino, frotis
uretrales, exudados uretrales, biopsias, frotis de mucosa oral y líquido prostático.
También se definieron variables de persona y la procedencia clínica de las muestras.
Para determinar la evolución anual del número de peticiones de detección de VPH
al HCUV durante los once años que abarca el estudio se calculó el total de
determinaciones realizadas desde 1996 a 2006, y se determinó la media de
determinaciones mensuales y diarias.
Se dividió en tres periodos distintos, un primer periodo que abarca de 1996 a 2001,
un segundo periodo de 2001 a 2004 y por último un tercer periodo de 2004 a 2006, para
determinar la existencia o no de incremento anual en el número de determinaciones.
La clasificación etaria de los pacientes se realizó en cinco grupos: menores de 25
años, de 25 a 34, de 35 a 44, de 45 a 54 y mayores de 54 años. La edad media de las
pacientes fue de 36.3 años (DE: 40.3; mediana: 35). Se estudió la distribución de
peticiones para detección de VPH en función de la edad y el sexo del paciente.
La procedencia de las muestras fue muy variada; la mayor parte de las mismas
procedían de Atención Ginecológica del Servicio Territorial de Sanidad de Valladolid y
del HCUV, aunque también se recibieron muestras del Hospital Universitario “del Río
Hortega” de Valladolid, de Centros de Salud de Área Sanitaria que abarca el HCUV, de la
Asociación Castellano-Leonesa de Ayuda al Drogodependiente (ACLAD), del Hospital
de Medina del Campo y del Servicio Territorial de Sanidad de Ávila.
Técnicas utilizadas
Se utilizaron hasta cinco técnicas distintas, en función del momento en el que se
realizó el estudio. En la Figura 9 se representa el cronograma de la utilización de las
distintas técnicas empleadas, así en el año 1996 se inició el diagnóstico de VPH
utilizando la tecnología basada en la Captura de Híbrido o Hybrid Capture 1 (HC 1)
(Digene Corporation, EEUU), la cual fue sustituida, aproximadamente en junio de 1998,
por HC 2. La técnica HC 2 sigue utilizándose en la actualidad y no ha sido reemplazada
por ninguna otra a lo largo de estos años. En el año 2000, se introdujo la PCR mediante
digestión con enzimas de restricción (ERpcr) (VPH fast, Genomica), como técnica de
58
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
confirmación y genotipado de los VPH positivos por HC 2. Esta ERpcr dejó de utilizarse
a principios del año 2005. Simultáneamente, en los años 2002 y 2003, empezaron a
utilizarse las técnicas de LiPA y Microarrays, respectivamente, como técnicas de
confirmación y genotipado, ambas se siguen utilizando en la actualidad.
Figura 9. Cronograma de la utilización de las distintas técnicas para el cribado,
confirmación y genotipado del VPH, empleadas en el HCUV durante el periodo 19962006.
HC: Captura de Híbridos; ERpcr: PCR con digestión mediante enzimas de restricción.
Hibridación con sondas diferenciadas y con sonda única mediante Hybrid
Capture 2 (HC 2)
En 4375 muestras se realizó un ensayo de hibridación de ácidos nucleicos para la
detección del ADN del VPH, con la técnica Hybrid Capture (HC), como cribado
primario. Esta técnica permite detectar ADN de VPH asociados a moderado-alto riesgo
de transformación celular, VPH de bajo riesgo y VPH de ambos grupos. Durante el año
1996 y hasta junio de 1998 se utilizó la tecnología HC 1, y a partir de junio de ese mismo
año se comenzó con HC 2, la cual sigue utilizándose actualmente. En la siguiente tabla se
exponen las diferencias entre la primera y la segunda versión de esta técnica (Tabla 2).
59
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
TABLA 2. Características diferenciales de las técnicas Hybrid Capture® (HC 1 y HC
2): Hybrid Capture (HC) VPH DNA Assay (Digene Corporation, EEUU)
HC 1(distribuido en EU hasta
HC 2
2004)
Tipos virales:
Bajo riesgo
Alto riesgo
6, 11, 42, 43, 44
16, 18, 31, 33, 35, 45, 51, 52, 56
6, 11, 42, 43, 44
16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56,
58, 59, 68
Hibridación
Microtubos en Baño María
Captura
Sustrato de
detección:
Microtubos de Captura
Lumiphos 530
Microplacas de 96 pocillos en
Microplate Heater
Microplaca de Captura
CDP-Star with Emerald II
Volumen
muestra en el
ensayo:
150µl de muestra desnaturalizada
de Cervical Sampler
Biopsias
Lectura:
Luminómetro DCR-1, tubo a tubo
Software
Variabilidad
calibradores
(%CV)
PC/NC
Límite de
detección (punto
de corte = cut
off)
Agitación
Marcado CE
Controles de
Calidad (QC)
NO
<30%
Capacidad
60 test
BR y AR: 24 muestras X 2
AR: 51 muestras
75µl de muestra desnaturalizada de
Cervical Sampler
Biopsias
4ml de ThinPrep
2.8 ml de SurePath
Luminómetro DML2000, placa
completa
Versión 2 (DMS2)
NC: 25%
Cal HR/Cal LR: 15%
>1.5
10pg/ml
>2
1pg/ml (aprox. 5000
genomas/ensayo)
Thermolyne
NO
No incluidos
Rotary Shaker I
SI
Incluidos en el kit de reactivos: 1
QC LR (5pg/ml DNA) y 1 QC HR
(5pg/ml DNA)
96 test
BR y AR: 40 muestras X 2
AR: 88 muestras
HC: Captura de Híbridos.
En 362 muestras elegidas aleatoriamente, que habían sido procesadas previamente
por HC 2 con sondas diferenciadas, se realizó la técnica de captura de híbridos pero
utilizando una sonda única compuesta por una mezcla de las dos sondas de detección.
Mediante esta técnica no se diferencia entre VPH de moderado-alto o bajo riesgo de
60
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
transformación celular, la técnica clasifica los resultados de VPH como detección de
ADN positiva o negativa.
Este ensayo se basa en la hibridación con sondas de ARN complementarias de la
secuencia genómica de 13 tipos de VPH de alto riesgo oncogénico (16, 18, 31, 33, 35, 39,
45, 51, 52, 56, 58, 59 y 68) y otra para la detección de cinco tipos de bajo riesgo (6, 11,
42, 43, 44). Las células cervicales se lisan en solución para liberar el ADN, el cual se
desnaturalizó, y luego se incubaron con sondas de ARN en unas condiciones estrictas que
permiten la formación del híbrido ARN-ADN. La estructura tridimensional específica de
este híbrido la reconoce y captura un anticuerpo conjugado con fosfatasa alcalina que está
ligado a las paredes de un pozo de microplaca. Los híbridos inmovilizados se detectaron
mediante adición de un sustrato que reacciona con la fosfatasa alcalina y produce fotones.
La luz emitida se mide en un luminómetro y se expresa como unidad relativa de luz
(RLU).
La prueba de determinación del VPH mediante HC 2 VPH DNA Test, se realizó a
partir de muestras cervicouterinas recogidas en HC Cervical Sampler (Digene
Corporation, EEUU), compuesto por un escobillón cervical Digene y medio de transporte
de muestra (Specimen Transport Médium, STM, Digene Corporation, EEUU).
Se añadió a las muestras, calibradores y a los controles el reactivo de
desnaturalización; una solución diluida de hidróxido de sodio (NaOH). El volumen
necesario del reactivo de desnaturalización es equivalente a la mitad del volumen de la
muestra (500 µl a las muestras cervicouterinas, 500 µl a los calibradores y control
positivo y 1000 µl al control negativo). Se incubaron los tubos en un baño a 65 ± 2ºC
durante 45 minutos.
Método de cóctel de sondas combinadas
Las muestras una vez desnaturalizadas se mezclaron en vortex® durante 5 segundos
y se añadieron 75 µl de cada control, calibrador o muestras a los pocillos de la microplaca
de hibridación. Se incubó durante 10 minutos a 25ºC. Se añadió 25 µl de cóctel de sondas
combinadas a los pocillos de la microplaca de hibridación.
Para la preparación del cóctel de sondas combinadas se prepararon las mezclas de
sondas de VPH de bajo y alto riesgo y se añadió el contenido de la mezcla de la sonda de
VPH de bajo riesgo diluida al tubo de la mezcla de la sonda de VPH de alto riesgo
diluida. Se mezclaron agitando en vortex® durante 5 segundos.
61
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
Para la preparación de la mezcla de sonda de VPH de bajo riesgo (preparada a
partir de la sonda de VPH de bajo riesgo (sonda de ARN de VPH 6/11/42/42/44 en
solución tampón) y los diluyentes de la sonda (solución tampón con 0.5 % p/v de azida
sódica), se centrifugó el vial de la sonda de VPH de bajo riesgo. La cantidad de mezcla de
la sonda que se necesita y la cantidad de diluyente de sonda necesario se calcula en
función del número de test:
Nº test
volumen diluyente de sonda
volumen de la sonda
48
2.0 ml
80.0 µl
24
1.0 ml
40.0 µl
Se añadió la sonda de VPH de bajo riesgo al diluyente de sonda. Se agitó en
vortex® durante 5 segundos para mezclar bien. La mezcla de la sonda de VPH de alto
riesgo se prepara igual que la de bajo riesgo pero utilizando la sonda de VPH de alto
riesgo (sonda de ARN de VPH 16/18/31/33/35/39/45/51/52/56/58/59/68 en solución
tampón).
Método de dos sondas
La muestras una vez desnaturalizadas se mezclaron en vortex durante 5 segundos y
se añadieron 75 µl a los pocillos LR (bajo riesgo) y 75 µl a los pocillos HR (alto riesgo)
de la microplaca. Se incubó durante 10 minutos a 25ºC y se añadió 25 µl de mezcla de las
sonda de VPH de bajo riesgo a los pocillos LR de la microplaca y 25 µl de mezcla de la
sonda de VPH de alto riesgo a los pocillos HR de la microplaca.
Se cubrió la microplaca con una tapa y se agitó en el agitador rotatorio I del sistema
Hybrid capture a 1100 rpm durante 3 minutos. Cuando todos los pocillos presentaban una
coloración amarilla significaba que se había producido la hibridación, en aquellos que no
se había producido cambio de color se añadió 25 µl más de la sonda que correspondiese y
se incubó a 65ºC durante una hora en el incubador de placas I.
Para realizar la captura de híbridos, se traspasó el contenido de cada pocillo de la
placa de hibridación al pocillo correspondiente en la microplaca de captura, recubierta
con anticuerpos de híbridos anti-ARN: ADN. Se cubrió la placa con un sellador de
placas. Se agitó en al agitador rotatorio I a 1100 rpm a 25 ºC durante una hora y
transcurrido este tiempo, se decantó y secó la microplaca de captura.
62
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
Posteriormente, para realizar la detección de los híbridos se añadió 75 µl del
reactivo de detección 1 (anticuerpos conjugados con fosfatasa alcalina contra los híbridos
de ARN: ADN en solución con azida sódica) a cada pocillo de la microplaca de captura.
Se cubrió esta con sellador de placas y se incubó a 25ºC durante 30-45 minutos. Se
procedió al lavado de la placa con un lavador automático de placas I (con tampón de
lavado).
A continuación se añadió 75 µl del reactivo de detección 2; CDP-Star con
Emerald II (sustrato quimioluminiscente) a cada pocillo de la microplaca de captura y se
incubó a 25 ºC durante 15-30 minutos.
Finalmente se procedió a la lectura de la microplaca de captura en el luminómetro
de microplacas Digene 2000 (DML 2000) después de los 15 minutos de incubación. El
software DHCS V.2 calcula automáticamente los criterios de verificación y los verifica
como válidos o no válidos.
Una determinación de RLU igual o superior al valor de corte indica la presencia de
secuencias de ADN de VPH en la muestra. Una determinación de RLU inferior al valor
de corte indica la ausencia de secuencias de ADN de VPH ensayadas o bien, la presencia
de niveles de ADN de VPH inferiores al límite de detección del ensayo.
La sensibilidad de la técnica es de 1 picogramo (pg.) de ADN de VPH 16 clonado
por ml de muestra, lo que equivale a 100.000 copias por ml de muestra ó 5000 copias por
ensayo. El límite de detección para los distintos tipos de VPH incluidos en las sondas de
alto y bajo riesgo según las instrucciones del fabricante varía entre 0.62-1.39 pg por ml de
muestra, con un valor promedio de 1.09 equivalente a 109.000 copias.
Amplificación del ADN de VPH y tipificación con enzimas de restricción
(PVHfast®)
En 477 muestras se utilizó amplificación mediante PCR y posterior digestión con
enzimas de restricción (ERpcr) (PVHfast® Pharmagen S.A), a partir de muestras
previamente procesadas por HC 2, con dos sondas diferenciadas.
El VPH se detecta amplificando una región del ADN del virus de unos 450pb
dentro de la región L1 del marco de lectura (ORF) del mismo, siendo esta una región
altamente conservada entre los VPH, aunque presenta un patrón de restricción
característico para cada tipo de virus.
63
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
Para tipar los diferentes VPH, se digiere el ADN amplificado anteriormente con
enzimas de restricción.
Las enzimas de restricción cortan en puntos específicos la secuencia de ADN. Si
separamos estos fragmentos por su tamaño en gel de agarosa, cada tipo de virus
presentará un patrón de bandas característico.
La extracción del ADN de VPH se llevó a cabo a partir de las torundas utilizadas
para la toma de la muestra de exudados de distintas zonas del tracto ano-genital.
Cuando se iba a tardar más de 7-15 días en procesar las muestras, la alternativa para
un buen funcionamiento de la técnica era el siguiente procedimiento:
-
Se añadió 1,5 ml de Suero Salino fisiológico (NaCl 0,95) al tubo que contenía la
muestra.
-
Se agitó en vortex® durante 1 minuto.
-
Se decantó el sobrenadante en un tubo estéril de 1,5 ml. Se incluyó con cada serie
de muestras un control negativo, constituido por un tubo con 1 ml de suero salino
y se procesó igual que el resto de las muestras.
-
Se centrifugaron durante 10 minutos en una microcentrífuga a 12.000 rpm.
-
Mientras se centrifugaban las muestras, se descongelaban los tubos necesarios,
según el número de muestras, de Solución de Digestión 2.0 y de Proteinasa K
(nunca se usaron temperaturas superiores a 37ºC para la descongelación).
-
Se retiró el sobrenadante y se congeló el precipitado (“pellet”) hasta el
procesamiento posterior de la muestra para la extracción del ADN.
-
Se añadió 1,5 ml de suero salino (cloruro sódico 0,9%) al tubo que contenía la
torunda y se agitó en el vortex durante 1 minuto.
-
La suspensión celular obtenida al vortear, se decantó en un tubo Eppendorf de 1,5
ml y se centrifugó durante 10 minutos en microcentrífuga a la máxima velocidad.
-
Se desechó el sobrenadante con ayuda de una micropipeta con cuidado de no
arrastrar el precipitado de células o “pellet” y resuspender e precipitado en 50 µl
de solución de digestión y 50 µl de proteinasa K.
(Se incluyó un control negativo para cada serie de muestras, constituido por 1 ml
de suero salino y fue procesado igual que el resto de las muestras)
64
Marta Domínguez-Gil González
-
Material y métodos
Se incubaron los tubos que contenían el precipitado celular con la solución de
digestión y la proteinasa K a 55-60ºC durante 2-3 horas.
Los tubos se pusieron a hervir a 100ºC durante 10 minutos para inactivar la
proteinasa K.
Se centrifugó en microcentrífuga durante 10 minutos a la máxima velocidad y se
pasó el sobrenadante (ADN) a un tubo limpio para evitar contaminación del “pellet”. De
este sobrenadante se cogió un alícuota de 5 µl para le reacción de amplificación, y es
resto se guardó a -20ºC. Una vez que se extrajo el ADN se pasó a realizar la reacción de
amplificación:
Los tubos de reacción se han de mantener congelados a -20ºC y contienen la
mezcla de reacción; constituida por la enzima Taq polimerasa, iniciadores para la síntesis
del ADN, nucleótidos trifosfato, cloruro de magnesio y tampón; todos ellos elementos
necesarios para que se produzca la amplificación.
Se descongelaron tanto tubos de reacción como muestras procesadas durante unos
segundos a 37ºC y se guardaron en hielo. Se añadieron 5 µl del ADN extraído de las
muestras a cada tubo de amplificación.
Los tubos que contienen la mezcla de reacción deben ser mantenidos en hielo hasta
que son introducidos en el termociclador, con el fin de evitar amplificaciones
inespecíficas.
Estos tubos contienen un plásmido modificado que sirve como control interno de la
reacción de amplificación, ya que se amplifica con los mismos cebadores que el VPH
produciendo una banda a 1200pb. Además, el control interno presenta una diana para el
enzima RsaI produciendo dos fragmentos de 550 y 650 pb, por lo que también es útil para
monitorizar la digestión con los enzimas de restricción y la electroforesis. En cada
reacción de amplificación se utilizaron dos tipos de controles:
-
Controles externos. Un control negativo procesado igual que el resto de las
muestras (solución salina) y un control positivo (un ADN de VPH conocido) para
comprobar que la banda obtenida en el gel de electroforesis corresponde con la
banda del ADN del VPH.
-
Control Interno de la reacción de amplificación.
65
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
El termociclador utilizado fue Mastercycler Personal (Eppendorf®) que se
programó del modo siguiente:
Nº de ciclos
Temperatura (ºC)
Tiempo (minutos)
1
94
4
35
94
48
72
72
0.5
1.5
2
10
1
Se programa 4ºC continuo hasta la recogida de los tubos para procesarlos.
Después de la amplificación se visualiza el producto amplificado mediante una
electroforesis en gel de agarosa de baja resolución al 2%: para ello se utilizó agarosa
Sigma A-6013 de tipo I y como tampón de electroforesis TBE (Tris-Borato-EDTA).
El gel resultó teñido con bromuro de etidio (BrEt) de una concentración de 10
mg/ml, para un gel de 100ml. Se añadió BrEt al buffer de electroforesis en una
proporción de 10 µl por 500 ml de TBE.
-
Se cogieron 10 µl del producto amplificado y el resto del contenido del tubo se
guardó a 4ºC para el genotipado del virus (en el caso de que las muestras sean
positivas).
-
Se añadieron 2 µl de solución de carga (Azul de bromofenol), que actúa como
colorante para marcar el frente de avance de la electroforesis, a los 10 µl de
muestra.
-
Dicha mezcla se cargó en el gel (correr la electroforesis a 8 V para un gel de 10
cm. de largo)
Una muestra será positiva para la presencia de VPH cuando aparezca una banda de
450pb correspondiente al genoma de VPH y además una banda de 1200pb
correspondiente al control interno de amplificación. En muestras con un elevado número
de copias de virus no se detectará esta banda correspondiente al control interno, ya que el
amplificado de VPH compite con el del control interno. Una muestra será negativa para la
presencia de VPH cuando aparezca solamente una banda de 1200pb correspondiente al
66
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
control interno. La reacción de amplificación de una muestra estará inhibida cuando no
aparezca ninguna banda. La reacción de amplificación estará contaminada si en el control
negativo aparece la banda de 450pb correspondiente al genoma del VPH.
En los casos en los que la reacción de amplificación se inhibía, se realizó una nueva
extracción a partir de la torunda inicial diluyéndola con solución salina. Si la reacción
seguía inhibiéndose se pidió una nueva muestra.
Las muestras que resultaron positivas fueron tipadas por digestión con enzimas de
restricción.
-
Se utilizaron la enzima 1 (RsaI) y la enzima 2 que se mantuvieron almacenadas a
-20ºC. Antes de añadirlas al tubo, se centrifugaron durante unos segundos.
-
Se añadió 1 µl de RsaI a los amplificados positivos resuspendiendo con la
micropipeta. De aquí se pasaron 20 µl de la solución a otros tubos, a los que se
les añadió 1 µl de la enzima 2 resuspendiendo de nuevo con la micropipeta (este
segundo tubo contiene las dos enzimas).
-
Se incubaron todos los tubos en una estufa a 37ºC durante 2 horas.
-
Tras esta incubación, se procedió a la visualización de los resultados en un gel de
agarosa de alta resolución.
La detección del producto amplificado se realizó en agarosa de alta resolución, para
ello, previamente se preparó el tampón para la electroforesis TBE 1x y a continuación se
preparó el gel de agarosa de alta resolución al 2,5%.
-
Se pesaron 1,25 gr. de dicha agarosa y se añadió a 50 ml de tampón TBE 1x, a
continuación se fundió la agarosa hasta su completa disolución.
-
Se dejó que se enfriara durante unos minutos y se le añadió 1µl de BrEt.
-
Los extremos de la bandeja de electroforesis se cerraron con cinta adhesiva. A
continuación se colocó el peine para modelar los pocillos. Sobre esta base
preparada se vertió la agarosa. Después se esperó de 15 a 30 minutos a que
solidificara y se mantuvo a 4ºC durante 30 minutos para asegurar su consistencia.
-
Se rellenó la cubeta de electroforesis con TBE 1x añadiendo 10 µl de BrEt por
cada 500 ml de tampón y se colocó el gel dentro de la misma.
67
Marta Domínguez-Gil González
-
Material y métodos
Se cargó el marcador de peso molecular phiX174/Hae III (Promega) en el primer
pocillo y en el resto de los pocillos se cargaron 15µl de cada muestra. Tanto a las
muestras como a los marcadores se les añadieron 3µl de solución de carga (azul
de bromofenol). Por último se añadió el marcador de peso molecular VIII en el
último pocillo que presenta bandas de 114, 900, 692, 501, 489, 404, 320, 242,
190, 147, 124, 110, 67, 37, 34, 26 y 19pb. Después de llevar a cabo la
electroforesis se visualizó el gel en un transiluminador de luz ultravioleta y se
tomó la fotografía.
Al haber incubado el amplificado de una muestra positiva para VPH con la enzima
1 y con la enzima 1+2, la banda de 450pb se digiere originando un patrón de bandas
distinto según el tipo de VPH que se identifican observando los patrones de restricción
establecidos que se muestran en la Tabla 3. Además del patrón de bandas del virus
aparecen dos bandas de 550 y 650pb correspondientes a la digestión de la banda de
1200pb, del control interno (Figura 10).
M
M
Figura 10. Ejemplo de un gel de agarosa en la que se muestran los genotipos de VPH
encontrados en tres muestras de cérvix uterino, donde M representa el marcador de peso
molecular; la muestra número 13 corresponde a un VPH genotipo 58, la muestra 14 es un
VPH 18 y la muestra 18 es un VPH 31.
68
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
TABLA 3. Patrones de restricción para la enzima 1 y la enzima 1+ enzima 2 de los
distintos genotipos de VPH que afectan mucosas. No se indican las bandas de 550 y
650 pb del control interno.
GENOTIPOS DE VPH
ENZIMA 1
ENZIMA 2
VPH 6
161,149,72,67
149,94,72,67,67
VPH 11
216,135,72,26
216,85,70,50,26,2
VPH 13
175,135,73,72
175,73,67,62,6
VPH 16
310,72,70
310,72,70
VPH 18
135,125,85,72,38
125,112,85,72,38
VPH 30
449
291,108,50
VPH 31
380,72
213,167,70,2
VPH 33
236,102,72,39
209,77,72,39,27
VPH 34
186,161,96,15
146,96,88,65,40
VPH 35
177,161,72,42
177,135,72,42
VPH 39
260,123,72
210,72,64,59
VPH 40
365,90
297,90,68
VPH 42
242,135,72
242,108,72,27
VPH 43
338,72,45
330,72,45,8
VPH 45
338,72,45
274,72,50,45
VPH 51
380,72
290,90,72
VPH 52
449
357,92
VPH 53
449
206,158,85
VPH 54
138,125,117,72
125,117,88,72
VPH 55
165,161,72,57
112,83,82,72,46
VPH 56
310,72,49,18
257,72,50,49,18
VPH 57
449
211,142,50,46
VPH 58
306,111,32
256,101,50,32
VPH 59
452
298,152,2
VPH 61
185,180,72,18
185,180,72,18
VPH 62
359,72,18
249,110,72,18
VPH 64
186,161,72,39
146,87,72,65,39
VPH 66
449
291,158
VPH 67
310,72,67
240,72,67,50,20
VPH 68
260,85,72,38
260,85,72,38
VPH 69
365,72,18
365,72,18
Inespecífica ADN genómico
450 aprox. (400)
235,147,85
Modificado de (32)
69
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
Hibridación reversa en tira (INNO-LiPA VPH Genotyping CE®)
En 404 muestras se comparó el resultado obtenido por HC 2 con dos sondas
diferenciadas frente a los resultados obtenidos con una técnica de hibridación reversa en
tira (Inno-Lipa VPH Genotyping CE®, Innogenetics).
Es un ensayo de sondas en tira para uso diagnóstico in vitro, diseñado para la
identificación de 16 genotipos distintos del VPH mediante la detección de secuencias
específicas de la región L1 del genoma de VPH.
Para realizar la extracción y amplificación a partir de raspados cervicales, en primer
lugar se prepararon las alícuotas del Master Mix para la PCR
Para preparar 30 tubos de PCR se añadieron los siguientes reactivos:
Reactivos
H2O (pura)
Vol.(ul)-1 tubo Vol. (ul) – 30 tubos Concentración final
19.7
591
-
PCR buffer (10x)
5
150
-
dNTP (10 mM cada uno)
1
30
-
MgCl2 (25mM)*
4
120
2mM
Primers SPF10
10
300
-
Taq Hot Stara (5U/ul)
0.3
9
1.5U
Total
40
1200
Vol. Reacción 50
Se vorteó el mix y se prepararon alícuotas de en 30 tubos de PCR que
posteriormente se congelaron a -20ºC en un ambiente libre de productos amplificados.
Para la extracción del ADN vírico de VPH a partir de muestras cervicales (muestras
procesadas previamente por Digene), se procedió en primer lugar a la purificación del
ADN vírico mediante columnas (Wizard ® SV Genomic DNA Purification System,
Promega).
Se preparó previamente la solución de lavado (añadiendo al reactivo Wizard® SV
Wash Solution, 312 ml de etanol 95%).
70
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
Preparación de las muestras:
-
Transferimos un volumen de muestra que contenga aproximadamente 5x106
células a un tubo eppendorf® de 1,5 ml; que equivale a 250 µl de muestra.
-
Montamos las columnas; una por muestras y en cada una se añadió 150 µl de
Solución tampón de lisis (Wizard SV Lysis buffer), mezclando con micropipeta.
-
Se centrifugó a 13000 rpm durante 3 minutos. El líquido que quedaba en el tubo
de recogida se descartó.
-
Se añadió a cada columna 650 µl de Solución de lavado y se volvió a centrifugar
a 13000 rpm durante 1 minuto, descartando nuevamente el líquido depositado en
tubo de recogida. Este lavado se repitió cuatro veces.
-
Para secar la matriz de adhesión, en la que estaba retenido el ADN se volvió a
centrifugar a 13000 rpm durante 2 minutos, pero esta vez sin la solución de
lavado.
-
La parte superior de la columna en la que estaba contenida la matriz de adhesión
se colocó en un tubo estéril de 1,5 ml. El tubo de recogida que completaba la
columna se descartó.
-
Se añadió 200 µl de Nuclease-free-Water a cada uno de los tubos y se dejó
incubar a temperatura ambiente dos minutos.
-
Posteriormente, se centrifugó la minicolumna insertada en el tubo de elusión a
13000 rpm durante 1 minuto. Tras esta operación la minicolumna se descartó,
conservando el tubo de elución.
-
El ADN purificado se conservó a -20ºC hasta el momento de su procesamiento.
Una vez purificado el ADN se procedió a su amplificación para ello se preparó la
PCR Master Mix Master Mix; constituida por:
PCR nucleotide Mix: N x 1 µl
Primers: N x 10 µl
Mgcl2: N x 4 µl
PCR Buffer II 10X: N x 5 µl
Ampli Taq Gold: N x 0,3 µl
Agua estéril: N x 19,7 µl
71
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
Siendo N= Número de muestras + Control Negativo + 1
Se dispensó 40 µl de la PCR a tubos estériles de 0,2 (un tubo por cada muestra a
procesar y otro para el control negativo).
-
En cada tubo se añadió 10 µl del ADN purificado, añadiendo 10 µl de agua
estéril al tubo correspondiente al control negativo.
Se metieron las muestras en el Termociclador, programado según este protocolo:
Nº de ciclos
Temperatura (ºC)
Tiempo
1
94
9 min.
35
94
48
72
72
30 seg.
45 seg.
45 seg.
5 min.
1
Se mantuvo a 4ºC continuo hasta el momento de procesamiento de las muestras
Se programaron 9 minutos a 94ºC para la activación de la Amplitaq Gold
polimerasa, y 40 ciclos, incluyendo:
30 segundos a 94ºC de desnaturalización
45 segundos a 52ºC de annealing
45 segundos a 72ºC de extensión
Por último se programó 5 minutos a 72ºC para la extensión final, y se mantuvo a
finalmente a 4ºC hasta el momento de la retirada de los tubos
Posteriormente, se llevó a cabo la desnaturalización del ADN; a partir de este paso,
todas las reacciones se llevaron a cabo en el aparato INNO LIPA
-
Una vez terminada la amplificación se tomó la bandeja en la que se dispusieron
las tiras de nitrocelulosa.
-
En el extremo de cada canal de la bandeja se añadió 10 µl de Solución de
desnaturalización (SD).
72
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
-
Se añadió sobre la gota de SD, 10µl del ADN amplificado (una muestra en cada
uno de los canales)
-
Se colocó una tira de nitrocelulosa por muestra, cuidando de que la tira no tocase
la muestra con la SD.
-
Se colocó la bandeja en el aparato INNO LIPA y a partir de aquí el proceso fue
automático
En la Figura 11 se muestra la posición de las distintas sondas de oligonucleótidos
en las tiras de INNO-LiPA VPH Genotyping CE®. Una banda se consideró positiva si
aparecía una banda de color morado o marrón al final del ensayo.
Figura 11. Ubicación de las sondas específicas de una tira de INNO-LiPA VPH
Genotyping CE®. En la parte superior de la tira hay una línea roja para su orientación
-
La primera banda después de la línea roja es la banda de control de conjugado
que controla la adición de solución de conjugado y de solución de sustrato
durante el procedimiento de detección. Debe ser siempre positiva y tener
aproximadamente la misma intensidad en cada tira de un mismo ensayo.
-
Una muestra se considera VPH positiva si al menos una de las bandas específicas
de tipo o una de las bandas de control de VPH es positiva.
-
Se incluyó siempre un control de ensayo positivo: el control de amplificación
positivo incluido en el kit de amplificación INNO-LiPA VPH Genotyping CE®.
-
El control positivo contiene VPH6 y debe reaccionar en las siguientes bandas:
control de conjugado, control 1 de VPH y banda 1 (VPH6).
-
Se incluyó siempre un control de ensayo negativo; debe ser preferiblemente una
muestra negativa procesada simultáneamente con las muestras estudiadas en la
extracción de ADN y en la etapa de PCR.
73
Marta Domínguez-Gil González
-
Material y métodos
Si se obtenía una banda positiva para el control negativo en el ensayo LiPA, se
descartó todo el ensayo y se repitió el procedimiento completo.
Todas las bandas claramente visibles se clasificaron utilizando la tarjeta de lectura
de INNO-LiPA VPH Genotyping CE®
Los patrones de bandas deben compararse con el diagrama de interpretación de
INNO-LiPA VPH Genotyping CE® suministrado con el kit. Este diagrama marca las
bandas positivas (filas) para los distintos tipos de VPH (columnas) con una “X”.
Diagrama de interpretación de INNO LiPA Genotyping CE®
Aquellas muestras para las que el patrón de bandas obtenido no podía asignarse a
ningún patrón de genotipo, o aquellas que no tenían bandas específicas de tipo (bandas 117), pero al menos tenían una banda de control positiva de VPH, se clasificaron como
VPH positivas, pero de genotipo no identificable (VPH X). Cuando había reactividad en
todas las bandas de sonda, se consideró como no interpretable (Figura 12).
74
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
Figura 12. Genotipificación de VPH en muestras de cérvix uterino evaluadas mediante
hibridación reversa en tira: tira 1: VPH 16/18/35/45; tira 2 VPH 16/18/45/58; tira 3 VPH
31/33/44; tira 4 VPH 16; tira 5 VPH 16/18/31/45; tira 6 VPH 16/18; tira 7 VPH X y tira 8
VPH 18
Genotipado de VPH mediante identificación genómica para diagnóstico in
vitro, mediante Clinical Arrays
 papilomavirus humano
En 355 muestras se utilizó microarrays (Clinical Arrays Papillomavirus®,
Genomica) a partir de muestras previamente procesadas por HC 2, con dos sondas
diferenciadas.
La detección se lleva a cabo mediante la amplificación de un fragmento de unos
450 pb dentro de la región L1 del virus. La detección del producto amplificado se lleva a
75
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
cabo mediante una nueva plataforma tecnológica basada en microarrays de baja
densidad.
En primer lugar, se procedió a la extracción del ADN, para ello se comenzó con la
preparación de la muestra, en función de si se trataba de un frotis realizado con un hisopo
sin medio de transporte o bien de una suspensión.
Frotis:
-
Se añadió 1,5 ml de suero salino (cloruro sódico 0,9%) al tubo que contenía la
torunda y se agitó en vortex® durante 1 minuto.
-
Se decantó el sobrenadante en un tubo de 1,5 ml estéril. En cada serie se incluyó
un control negativo, constituido por un tubo con 1 ml de suero salino y se procesó
igual que el resto de las muestras.
-
Las muestras y el control negativo se centrifugaron durante 10 minutos en una
microcentrífuga a 12.000 rpm y se retiró con una micropipeta los restos de
líquido, cuidando de no llevarse el precipitado.
-
Se resuspendieron en 180 µl de Solución T1 y se transfirió a un tubo estéril de
1,5 ml.
Suspensiones celulares:
-
Se agitó la muestra invirtiendo varias veces el vial en el que está contenida y se
pasó 1 ml a un tubo estéril de microcentrífuga de 1,5 ml. En cada serie se incluyó
un control negativo, constituido por un tubo con 1 ml de suero salino y se procesó
igual que el resto de las muestras.
-
Se centrifugaron las muestras durante 10 minutos en una microcentrífuga a
12.000 rpm y se retiró con una micropipeta los restos de líquido, cuidando de no
llevarse el precipitado.
-
Se resuspendió el precipitado con 1 ml de agua destilada estéril.
-
Se centrifugaron las muestras durante 10 minutos en una microcentrífuga a
12.000 rpm y se retiró con una micropipeta los restos de líquido, cuidando de no
llevarse el precipitado
76
Marta Domínguez-Gil González
-
Material y métodos
Se resuspendieron en 180 µl de Solución T1 y se transfirió a un tubo estéril de
1,5 ml.
A partir de este paso, todas las muestras fueron tratadas de la misma manera, de
acuerdo con el siguiente protocolo:
-
Se añadió 25 µl de la solución de Proteinasa K y se mezcló en vortex.
-
Se incubó a 56 ºC (1-3 horas) en un termobloque (Thermomixer comfort®,
Eppendorf) con agitación, para que la muestra se lisara completamente.
-
Se añadió 200 µl de Solución B3 a cada muestra y se mezcló en vortex e incubó a
70ºC durante 10 minutos.
-
Se añadió 210 µl de etanol 96% a cada muestra y se agitó en vortex®.
-
Se preparó una columna de purificación por muestra y se colocó en un tubo de
recogida de 2 ml. Las muestras se añadieron y se centrifugaron durante 1 minuto
a 12.000 rpm. Si el líquido no había atravesado completamente la membrana, se
volvía a centrifugar. Y se descartó el fluido filtrado.
-
Se añadió 500 µl de la Solución BW a la columna y se centrifugó a 12.000 rpm
durante 1 minuto, para posteriormente descartar el fluido filtrado.
-
Se añadió 600 µl de Solución B5 a la columna y se centrifugó a 12.000 rpm
durante 1 minuto y se descartó el fluido filtrado.
-
La columna se reinsertó en el tubo de recogida y se centrifugó a 12000 rpm
durante 1 minuto para eliminar los restos de la solución B5.
-
Finalmente, se colocó en un tubo limpio de microcentrífuga de 1,5 ml y se
procedió a eluir el ADN con 100 µl de la Solución BE (previamente calentada a
70ºC), y se incubó esta solución en la columna a temperatura ambiente durante 1
minuto. Posteriormente, se centrifugó a 12000 rpm durante 1 minuto.
-
Se recuperó el filtrado en un tubo de microcentrífuga de 1,5 ml. Se utilizaron 5 µl
para la reacción de amplificación y el resto se congeló a -20ºC.
77
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
A continuación se realizó la reacción de amplificación:
-
Se descongeló un tubo de reacción por cada muestra y se mantuvieron en hielo.
-
Se añadió 5 µl del ADN extraído de las muestras a los tubos de reacción y se
resuspendió varias veces con la micropipeta. Se dejaron los tubos en hielo.
-
Se programó el termociclador de la siguiente manera:
Nº de ciclos
Temperatura (ºC)
Tiempo (minutos)
1
95
9
45
94
55
72
0.5
1
1.5
1
72
8
Se mantuvo al terminar 20 ºC continuo hasta la recogida de los tubos
-
Cuando el bloque había sobrepasado los 90 ºC (para minimizar las posibles
amplificaciones inespecíficas) se colocaron los tubos de reacción en el
termociclador y se arrancó el programa.
Finalmente, para la visualización del producto amplificado:
-
Se colocan los tubos amplificados en el termociclador a 95ºC durante 10 minutos
para la desnaturalización.
-
Se añadieron 300 µl de tampón de lavado diluido, preparada con 3 ml del tampón
y 27 ml de agua destilada, a cada tubo AT (un tubo de ensayo tipo eppendorf que
contiene en la parte inferior un microarray de baja densidad). Con este paso se
lograba tener los tubos AT limpios antes de añadir la muestra.
-
Una vez desnaturalizados los productos de PCR, se añadió 100 µl de la solución
de hibridación a cada tubo AT.
-
Añadir 5 µl de producto de PCR desnaturalizado al tubo AT, resuspendiendo
varias veces.
78
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
-
Se incubó en termobloque 1 hora a 55 ºC, agitando a 550 rpm.
-
Se desechó la solución de hibridación mediante una bomba de vacío.
-
Se añadió 300 µl de tampón de lavado diluido a cada tubo AT invirtiendo cada
uno 5-10 veces y se desechó la solución de lavado mediante vacío.
-
Se preparó la solución de conjugado diluida: 100 µl de diluyente de conjugado
con 0.75 µl de conjugado por cada tubo AT. Se añadió a cada tubo 100 µl de esta
solución y se incubó durante 15 minutos a 30 ºC, agitando a 550 rpm.
-
Se desechó la solución del tubo AT a vacío.
-
Añadimos 300 µl de la solución de lavado a cada tubo AT invirtiendo 5-10 veces
y se volvió a desechar esta solución mediante vació.
-
Finalmente, se realiza un último lavado añadiendo 300 µl de solución de lavado a
cada tubo invirtiendo de 5-10 veces y desechar mediante vació.
-
Para proceder al revelado se añadió 100 µl de solución de revelado a cada tubo
AT e incubar 10 minutos a 25 ºC en el termobloque sin agitación.
Una vez añadida la solución de revelado, se esperó 10 minutos y comenzó la
lectura, directamente con la solución de revelado, en el equipo de lectura (lector de tubos
AT; fabricado por CLONDIAG Chip Tecnologies GmbH para uso con los kits de
diagnóstico in vitro de GENOMICA).
El procesamiento de los datos obtenidos a partir de cada uno de los análisis, se
realiza de forma automática. El equipo de lectura y análisis presenta un informe en el que
se indican los resultados.
El Software que utiliza es específico para CLINICAL ARRAYS® Papillomavirus
Humano, fabricado por CLONDIAG Chip Tecnologies GMBH, instalado y listo para su
uso. En la pantalla del equipo aparece una tabla de tres columnas, en la columna de la
izquierda aparecen los genotipos de VPH, en la de centro, positivo o negativo para cada
genotipo de virus y en la de la derecha aparecerá la conformidad de los controles de ADN
y de amplificación. En la Figura 13 se muestra una imagen del resultado del informe
obtenido mediante microarrays y un Array tube utilizado para llevar a cabo esta reacción.
79
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
Figura 13. Imagen del Genotipo VPH 16 detectado mediante microarrays e imagen de
un Array Tube (AT) en el que se puede apreciar en la parte inferior un microarray de baja
densidad .
Procedimientos
Cribado de VPH por Hibridación con sondas diferenciadas
Mediante hibridación de ácidos nucleicos para la detección del ADN de VPH, por
la técnica Hybrid Capture® (HC) con dos sondas diferenciadas; se analizaron 4375
muestras, entre los años 1996 a 2006. Durante el año 1996 y hasta junio de 1998 se utilizó
la tecnológica HC 1, y a partir de junio de ese mismo año se comenzó con HC 2.
Se estudió el porcentaje de positividad de VPH entre 1996-2006 y se determinó la
relación existente entre el número de determinaciones de VPH y el número de resultados
positivos. Se analizó la Razón de prevalencias (RP) de las muestras positivas para
determinar si existían diferencias significativas respecto al número de muestras positivas
y ver si existía tendencia lineal del número de resultados positivos para VPH durante los
once años que abarcaba el estudio.
También se estudio la RP de los diferentes grupos etarios y en función de la edad
del paciente en los que se detectó VPH, para ver si existían diferencias significativas y si
80
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
existía o no tendencia lineal entre el número de VPH positivos y la edad y el sexo del
paciente.
La distribución de resultados de acuerdo con los hallazgos obtenidos del VPH
asociados a riesgo de transformación celular, permitió obtener tres tipos de resultados
para VPH. Unos que presentaban positividad en la prueba de hibridación con sonda
correspondiente a los VPH asociados a moderado-alto riesgo de transformación celular,
otros en los que se detectó únicamente VPH de bajo riesgo y finalmente, un tercer grupo
en el que se detectó simultáneamente VPH de moderado-alto riesgo y VPH de bajo
riesgo. Se estudió la evolución anual de resultados positivos en función del tipo de VPH
detectado: VPH de alto riesgo oncogénico (VPH AR), VPH de bajo riesgo (BR) o ambos
grupos (VPH AR y BR), para determinar si existía incremento anual y observar la
evolución temporal de los mismos.
Se consideraron por una parte las muestras en las que se detectó ADN de VPH
AR, ya fuese solo o acompañado de VPH de BR y por otra parte las muestras en las que
se detectó ADN de VPH BR Se relacionó el resultado obtenido en el diagnóstico de VPH
en función del riesgo de transformación celular, según la edad del paciente.
Cribado de VPH por Hibridación con sonda única
En 362 muestras elegidas aleatoriamente, que fueron procesadas previamente por la
técnica de captura de híbridos (HC) con sondas diferenciadas, se realizó HC pero
utilizando una sonda única compuesta por una mezcla de las dos sondas de detección.
Mediante esta técnica no se diferencia entre VPH AR o BR de transformación celular, la
técnica clasifica los resultados de VPH como detección de ADN positiva o negativa. Se
compararon los resultados de detección de VPH al utilizar sondas diferenciadas y sonda
única, para ver si existían discordancias de resultados entre las muestras analizadas.
Las discordancias observadas al utilizar ambas técnicas se estudiaron
posteriormente, se analizaron las reactividades obtenidas en la detección de VPH y se
analizaron por otras técnicas de detección y genotipado (Microarrays y LiPA).
81
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
Confirmación e identificación de VPH positivos en la prueba de cribado
Confirmación de VPH mediante amplificación por PCR y posterior digestión
con enzimas de restricción
En 504 muestras se utilizó amplificación mediante PCR y posterior digestión con
enzimas de restricción (ERpcr) (PVHfast® Pharmagen S.A), a partir de muestras
previamente procesadas por HC 2, con dos sondas diferenciadas. Se comparó los
resultados al analizar las muestras por ambos tipos de técnicas y se calculó la sensibilidad
y especificidad de PCR, así como los VPP y VPN.
También se analizaron los resultados obtenidos por HC 2 y los obtenidos por
ERpcr, comparando aquellos en los que por HC 2 el resultado había sido VPH de AR, o
BR o ambos grupos. Se calculó la sensibilidad, especificidad, el VPP, el VPN, así como
la prevalencia y las razones de verosimilitud positiva y negativa de la ERpcr para detectar
VPH de AR, de BR y mixtas.
Confirmación de VPH mediante Hibridación reversa en tira (Inno-LiPA VPH
Genotyping CE®)
En 413 muestras se comparó el resultado obtenido por HC 2 con dos sondas
diferenciadas frente a los resultados obtenidos con una técnica de hibridación reversa en
tira (Inno-Lipa VPH Genotyping CE®, Innogenetics). Se analizaron los valores de
sensibilidad y especificidad, valores predictivos positivo y negativo (VPP y VPN) de la
técnica LiPA como técnica de cribado.
También se analizaron los resultados obtenidos por HC 2 y los obtenidos por LiPA,
comparando aquellos en los que por HC 2 el resultado había sido VPH AR, o BR o
ambos grupos. Se calculó la sensibilidad, especificidad, el VPP, el VPN, así como la
prevalencia y las razones de verosimilitud positiva y negativa del LiPA para detectar
VPH AR, BR y mixtas.
82
Marta Domínguez-Gil González
Confirmación de
Papillomavirus®)
Material y métodos
VPH
mediante
Microarrays
(Clinical
Arrays
En 377 muestras se utilizó Microarrays (Clinical Arrays Papillomavirus®,
Genomica) a partir de muestras previamente procesadas por HC 2, con dos sondas
diferenciadas. Se comparó los resultados al analizar las muestras por ambos tipos de
técnicas y se calculó la sensibilidad y especificidad de los Microarrays, así como los VPP
y VPN.
También se analizaron los resultados obtenidos por HC 2 y los obtenidos por
Microarrays, comparando aquellos en los que por HC 2 el resultado había sido VPH AR,
o BR o ambos grupos. Se calculó la sensibilidad, especificidad, el VPP, el VPN, así como
la prevalencia y las razones de verosimilitud positiva y negativa de los Microarrays, para
detectar VPH AR, BR y mixtas.
Genotipado de VPH por amplificación con PCR y posterior digestión con
enzimas de restricción
En las 236 muestras en las que se detectó ADN de VPH mediante ERpcr se
procedió a determinar el genotipo de VPH mediante el empleo de enzimas de restricción.
Se estudiaron los genotipos de VPH que se detectaban con mayor frecuencia al emplear
esta técnica de detección y genotipado, y la evolución anual de los genotipos de VPH
detectados. También se analizaron la coinfecciones por más de un genotipo de VPH que
se detectaron por esta ERpcr.
Genotipado de VPH por LiPA
En las 207 muestras en las que se detectó ADN de VPH mediante LiPA se procedió
a determinar el genotipo de VPH. Se estudiaron los genotipos de VPH que se detectaban
con mayor frecuencia al emplear esta técnica de detección y genotipado, y la evolución
anual de los genotipos de VPH detectados. También se analizaron la coinfecciones por
más de un genotipo de VPH que se detectaron por LiPA.
83
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
Genotipado de VPH por Microarrays
En las 188 muestras en las que se detectó ADN de VPH mediante Microarrays se
procedió a determinar el genotipo de VPH. Se estudiaron los genotipos de VPH que se
detectaban con mayor frecuencia al emplear esta técnica de detección y genotipado, y la
evolución anual de los genotipos de VPH detectados. También se analizaron la
coinfecciones por más de un genotipo de VPH que se detectaron por Microarrays.
Genotipado GLOBAL de VPH
En total se genotiparon 436 muestras, en las que se detectó ADN de VPH mediante
cualquiera de las tres técnicas empleadas (ERpcr, LiPA y/o Microarrays). Se estudiaron
los genotipos de VPH que se detectaban con mayor frecuencia al emplear las distintas
técnicas de detección y genotipado, y la evolución anual de los genotipos de VPH
detectados. También se analizaron la coinfecciones por más de un genotipo de VPH que
se detectaron por alguna de las técnicas empleadas.
Concordancia para la detección de los distintos genotipos de VPH mediante
LiPA, Microarrays y Erpcr
Se realizó el calculo de concordancia, para las distintas técnicas, para poder
expresar el porcentaje de acuerdo que existía entre ellas y determinar en que medida hubo
coincidencia en la clasificación entre las técnicas de detección en relación al total de VPH
genotipados.
Para poder cuantificar el grado de acuerdo, una vez eliminada la parte que puede
atribuirse al azar, se procedió a determinar el Índice Kappa (Concordancia no debida al
azar). Se consideró que un valor de Kappa podía considerarse como indicador de una
concordancia aceptable, si era mayor o igual a 0.4 y excelente si era superior a 0.75.
Cuando el valor de Kappa alcanzaba su máximo valor, suponía una total coincidencia
entre las técnicas y por tanto el acuerdo observado era del 100%.
Se estudió la concordancia observada y los índices Kappa (con sus valores máximo
y mínimo; Ikm e IkM: valores teóricos extremos que podría tomar el índice Kappa
teniendo en cuenta el número de test realizados y la prevalencia observada) para la
detección de los genotipos de VPH detectados con mayor frecuencia (VPH 16, VPH 6,
84
Marta Domínguez-Gil González
Material y métodos
VPH 11, VPH 18, VPH 31, VPH 42, VPH 51, VPH 53 y VPH 58). Se consideró la
concordancia observada como el porcentaje de resultados en los que las dos pruebas
coinciden.
Se analizó la concordancia observada entre LiPA y Microarrays para los distintos
genotipos de VPH detectados con mayor frecuencia, la concordancia entre LiPA y ERpcr,
y entre ERpcr y Microarrays, y finalmente la concordancia entre las tres técnicas de
detección y genotipado empleadas en este estudio.
Calculo de resultados y análisis estadístico
Para el almacenamiento de los datos y el cálculo de frecuencias de las distintas
variables se utilizó la hoja de cálculo Microsoft Excel 97. El cálculo de los intervalos de
confianza y de la significación estadística al comparar proporciones mediante cuadrado y
el cálculo de los valores de sensibilidad, especificidad, valores predictivos y razones de
verosimilitud, así como sus intervalos de confianza se realizó mediante el programa
estadístico SPSS para Windows versión 12.
85
Resultados
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
Demanda analítica de detección de VPH
Evolución de la demanda y tipos de muestras
En este trabajo, entre los años 1996 a 2006, se han procesado para detección de
VPH; 4375 muestras genitales o de otra localización, correspondientes a 3978 pacientes,
recibidas en el Laboratorio de Virología del HCUV.
La evolución anual del número de peticiones para detección de VPH al HCUV,
durante los once años que abarca el estudio, se muestra en la Figura 14. El total de 4375
determinaciones realizadas desde 1996 a 2006, supone una media de 397.7
determinaciones por año, 33.1 determinaciones mensuales y 1.1 por día, durante el
periodo global de 11 años.
La gráfica muestra un incremento constante distribuido en tres periodos distintos.
Un primer periodo que abarca los años 1996 a 2001, un segundo periodo de 2001 a 2004
y por último un tercer periodo de 2004 a 2006. Desde 1996 a 2001 la demanda sube desde
3 a 528 peticiones anuales, lo que supone un incremento anual de 109.3 muestras
(p<0.001), con una bondad de ajuste del 98,4%, posteriormente oscila entre 528 y 425
durante los años 2001 a 2004, lo que supone un incremento anual (decremento) de -34.4
muestras (p=0.06) y una bondad de ajuste de 83.4%. Finalmente, en los últimos años del
estudio pasa de 425 a 799 muestras al año, suponiendo un incremento anual de 187
muestras (p=0.08) y una bondad de ajuste de 96.7%.
87
Figura 14. Evolución anual de peticiones para detección de VPH.
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
Al analizar el tipo de muestra que fue remitida para su posterior análisis se observó
la presencia de diferentes modalidades de muestras. La mayor parte correspondieron a
muestras genitales, siendo la mayoría de frotis de cérvix uterino: 4307 (98.4%,
IC95%:98.0%-97.9%). También se analizaron otros tipos de muestras, aunque en mucha
menor proporción, como frotis uretrales (1.1%), exudados uretrales (0.3%), biopsias
(0.1%), frotis de mucosa oral (0.02%) y líquido prostático (0.02%). En la Tabla 4 se
reflejan los porcentajes de los distintos tipos de muestras analizadas para el diagnóstico
de VPH, durante los años de estudio.
Al analizar las muestras de frotis de cérvix uterino (FCU) remitidas para la
detección de VPH se observó que entre los años 1996 a 2001 la demanda sube de 3 a 522,
lo que supone un incremento de 107.7 muestras de FCU al año (p<0.001) con una bondad
de ajuste del 98.5%. Entre 2001 a 2004, pasa de 522 a 416, siendo el incremento anual
(decremento) de -33.0 muestras (p=0.05) con una bondad de ajuste de 85.2%. Finalmente,
entre 2004 a 2006, las muestras de FCU recibidas pasaron de 416 a 787, suponiendo un
incremento anual de 185.5 muestras de FCU (p=0.09).
Respecto a las muestras uretrales (frotis y exudados) remitidas para la detección de
VPH, incluyendo todo el periodo de estudio se observó un incremento anual de 1.17
muestras (p<0.001) con una bondad de ajuste de 82.9% y al analizar los otros tipos de
muestras (biopsias, frotis oral y líquido prostático) solamente supuso un incremento anual
de 0.13 muestras (p=0.117) con una bondad de ajuste de 16.7
89
TABLA 4. Distribución anual de tipos de muestras analizadas para detección de VPH.
AÑO
N
F Cx
%
F Ur
%
Ex Ur
%
OTRAS
%
1996
3
3
100
0
0
0
0
0
0
1997
90
90
100
0
0
0
0
0
0
1998
211
210
99.5
1
0.5
0
0
0
0
1999
287
283
98.6
3
1.0
1
0.3
0
0
2000
465
457
98.3
6
1.3
2
0.4
0
0
2001
528
522
98.9
2
0.4
2
0.4
2
0.4
2002
506
500
98.8
3
0.6
1
0.2
2
0.4
2003
491
482
98.2
3
0.6
5
1.0
1
0.2
2004
425
416
97.8
7
1.6
1
0.2
1
0.2
2005
570
557
97.7
11
1.9
0
0
2
0.4
2006
799
787
98.5
11
1.4
1
0.1
0
0
TOTAL
4375
4307
98.4
47
1.1
13
0.3
8
0.2
*FCx: Frotis Cérvix Uterino; FUr: Frotis Uretral; ExUr: Exudado Uretral; Otras: Biopsia, Frotis Oral y Líquido Prostático
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
Variables de persona y procedencia clínica
La distribución de los pacientes por grupos de edad aparece representada en la
Figura 15. La clasificación etaria de estos pacientes se realizó en cinco grupos: menores
de 25 años, de 25-34 años, 35-44 años, 45-54 años y mayores de 54 años. Al analizar los
volantes de petición se observó que en 3266 (74.7%) de las mismas figuraba la edad del
paciente, mientras que en 1109 peticiones (25.3%) no se dispuso de esta información. Se
obtuvo una media de edad de 36.3 años (DE: 40.3; mediana: 35), para las muestras
analizadas con edad reseñada en el volante.
La distribución de las peticiones realizadas en función del sexo del paciente mostró
un porcentaje mucho mayor de muestras pertenecientes a mujeres que a varones. La
distribución anual de peticiones de detección de VPH en función del sexo se representa
en la Figura 16. Un total de 4313 de las peticiones correspondían a mujeres, y 62
peticiones a varones, 98.6% (IC95%:98.2-99.1) y 1.4% (IC95%:1.0-1.9),
respectivamente.
Al analizar la distribución de muestras procedentes de mujeres se observó que en el
primer periodo (1996-2001) suponía un incremento anual de 108.0 muestras (p<0.001)
con una bondad de ajuste del 98.5%, en el segundo periodo (2001-2004) supuso un
incremento anual de -34.0 muestras (p=0.05) y una bondad de ajuste del 85.7%), y por
último en el tercer periodo que abarcaba de 2004 a 2006, se observó un incremento anual
de 185.0 muestras de mujeres (p=0.09) y una bondad de ajuste de 96.1%.
Respecto a las muestras procedente de varones, y analizando todo el periodo que
abarca el estudio (1996-2006), el incremento anual de muestras para detección de VPH,
únicamente fue de 1.25 muestras (p<0.001), y una bondad de ajuste de 81.6%.
91
Figura 15. Distribución etaria de peticiones para detección de VPH
900
800
700
600
500
400
300
200
100
0
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
MUJERES
3
90
210
283
457
524
502
483
417
557
787
HOMBRES
0
0
1
4
8
4
4
8
8
13
12
Figura 16. Evolución anual de peticiones para detección de VPH en función del sexo.
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
La distribución anual de muestras analizadas en función de su procedencia queda
reflejada en la Tabla 5. Las mismas se agruparon en siete categorías, de mayor a menor
cantidad de muestras. En primer lugar las muestras procedentes de Atención
Ginecológica del Servicio Territorial de Sanidad de Valladolid (AGSTS), a continuación
las del Hospital Clínico Universitario de Valladolid (HCUV), después aquellas
procedentes del Hospital Universitario del Río Hortega (HURH), de Centros de Salud del
Área Sanitaria que abarca el HCUV (CS), de la Asociación Castellano Leonesa de Ayuda
al Drogodependiente (ACLAD), del Hospital de Medina del Campo (HMC) y del
Servicio Territorial de Sanidad de Ávila (SA). En función de la procedencia de las
muestras el porcentaje de peticiones de diagnóstico de VPH se distribuyó de la siguiente
manera: 28.8% AGSTS, 28.7% HUCV, 22.2% HURH, 10.3% CS, 7.0% ACLAD, 1.7%
HMC y 1.3% SA.
La evolución de peticiones para detección de VPH según la procedencia es distinta
en las muestras procedentes de los tres hospitales de Valladolid (Figura 17) y las de
procedencia extrahospitalaria (Figura 18). Las muestras procedentes del HCUV muestran
un paralelismo con la evolución general anual de la Figura 11, observándose un
incremento paulatino en las muestras procedentes del HRH que siguen en los últimos tres
años a las del HCUV. En las muestras de procedencia extrahospitalaria se observa la
desaparición de muestras procedentes de AGSTS en el 2004 y el paulatino incremento de
demanda analítica de CS desde dicho año hasta el 2006.
94
TABLA 5. Distribución anual de muestras analizadas para detección de VPH en función de su procedencia
96
97
98
99
00
01
02
03
04
05
06
TOTAL
%
Procedencia
AGSTS
-
39
136
146
208
256
249
223
1
1
-
1259
28.8
HCUV
3
45
63
102
149
140
116
143
135
147
211
1254
28.7
HURH
-
-
4
24
29
42
63
55
152
249
355
973
22.2
CS
-
6
8
15
34
31
17
29
65
109
137
451
10.3
ACLAD
-
-
-
-
42
41
37
31
61
36
60
308
7.0
HMC
-
-
-
-
-
-
-
-
10
28
36
74
1.7
SA
-
-
-
-
3
18
24
10
1
-
-
56
1.3
TOTAL
3
90
211
287
465
528
506
491
425
570
799
4375
100.0%
Año
VPH: Virus del Papiloma Humano; AGSTS: Atención Ginecológica del Servicio Territorial de Sanidad de Valladolid; HCUV: Hospital Clínico Universitario de Valladolid;
HURH: Hospital Universitario del Río Hortega; CS: Centros de Salud del Área Sanitaria que abarca el HCUV; ACLAD: Asociación Castellano Leonesa de Ayuda al
Drogodependiente; HMC: Hospital de Medina del Campo; SA: Servicio Territorial de Sanidad de Ávila.
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
400
350
300
250
200
150
100
50
0
1996
1998
2000
HCUV
2002
HURH
2004
2006
HMC
Figura 17. Evolución anual de peticiones para detección de VPH (Procedencia
Hospitalaria).
HUCV: Hospital Clínico Universitario de Valladolid; HURH: Hospital Universitario del “Río Hortega”;
HMC: Hospital de Medina del Campo (Valladolid)
300
250
200
150
100
50
0
1996
1998
2000
CS
AGSTS
2002
SA
2004
2006
ACLAD
Figura 18. Evolución anual de peticiones para detección de VPH (Procedencia
Extrahospitalaria).
CS: Centros de Salud del Área Sanitaria que abarca el HCUV; AGSTS: Atención Ginecológica del Servicio
Territorial de Sanidad de Valladolid; SA: Servicio Territorial de Sanidad de Ávila; ACLAD: Asociación
Castellano Leonesa de Ayuda al Drogodependiente.
96
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
Cribado de VPH por Hibridación con sondas diferenciadas
De las 4375 muestras analizadas, mediante hibridación de ácidos nucleicos para la
detección del ADN de VPH, por la técnica Hybrid Capture® (HC) con dos sondas
diferenciadas; en total 1815 (41.5%; IC95%:38.3-44.7) muestras fueron positivas para
algún VPH y 2560 (58.5%; IC95%:55.3-61.7) fueron negativas.
Los resultados globales de la detección de VPH por el método de cribado (HC), se
resumen en la Tabla 6 y Figura 19. En la Tabla 6 se recogen los porcentajes de
positividad de detección de VPH de las muestras analizadas. La relación entre el número
de determinaciones de VPH y el número de resultados positivos se refleja en la Figura
19. Se obtuvieron 1815 resultados positivos para VPH, lo que supone una media de 165
resultados de VPH positivos por año.
97
TABLA 6. Porcentajes de positividad en muestras clínicas analizadas frente a VPH entre 1996-2006.
AÑO
N
NEGATIVAS
%
POSITIVAS
%
1996
3
2
66.7
1
33.3
1997
90
48
53.3
42
46.7
1998
211
123
58.3
88
41.7
1999
287
155
54.0
132
46.0
2000
465
254
54.6
211
45.4
2001
528
309
58.5
219
41.5
2002
506
329
65.0
177
35.0
2003
491
322
65.6
169
34.4
2004
425
271
63.8
154
36.2
2005
570
336
59.0
234
41.1
2006
799
411
51.4
388
48.6
TOTAL
4375
2560
58.5
1815
41.5
N: Número de peticiones para detección de VPH
900
800
700
600
500
48.6%
400
300
45.4%
41.5%
35.0%
200
34.4%
46.0%
46.6%
100
36.2%
41.1%
%
41.7%
33.3%
0
1996
1997
1998
1999
2000
2001
Nº de peticiones
2002
2003
2004
Nº de muestras positivas
Figura 19. Relación entre el número de determinaciones de VPH y el número de resultados positivos.
2005
2006
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
Al analizar la razón de prevalencias (RP) de muestras positivas (excluido el año
1996) se obtuvieron los siguientes resultados (Tabla 7):
TABLA 7. Razón de prevalencias e IC
durante 1997-2006.
95%
de las muestras positivas para VPH
AÑO
Prevalencia
RP
1997
0.4667 (46.7%)
1.0000
1998
0.4171 (41.7%)
0.8937 0.6806-1.1736
1999
0.4599 (45.9%)
0.9856 0.7645-1.2705
2000
0.4538 (45.4%)
0.9724 0.7631-1.2390
2001
0.4148 (41.5%)
0.8888 0.6971-1.1333
2002
0.3498 (34.9%) 0.7496 0.5833-0.9632
2003
0.3442 (34.4%) 0.7376 0.5731-0.9493
2004
0.3624 (36.2%)
0.7765 0.6021-1.0013
2005
0.4105 (41.1%)
0.8797 0.6908-1.1203
2006
0.4856 (48.6%)
1.0406 0.8250-1.3124
IC 95%
RP: Razón de prevalencias; IC: Intervalo de confianza
Únicamente se observaron diferencias estadísticamente significativas en los años
2002 y 2003, mientras que en el resto de los años que abarca el estudio no existen
diferencias significativas respecto al número de muestras positivas. Al analizar la
tendencia lineal del número de muestras positivas durante los once años que abarca el
estudio se obtuvo una p=0.6418, por lo que no hay tendencia lineal del número de
resultados positivos para VPH, tal y como puede observarse en la gráfica (Figura 20).
100
100
90
Porcentaje positivos
Porcentaje negativos
Lineal (Porcentaje positivos)
80
y = -0,0327x + 59,305
2
R = 0,0004
70
Muestras
60
50
40
30
20
10
0
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Año
Figura 20. Representación de la tendencia de las muestras positivas para VPH durante los años de estudio (1996-2006).
2006
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
En la Tabla 8 se presentan la proporción de resultados positivos por grupos de
edad. Al analizar los resultados positivos para detección de VPH en función de la edad
del paciente se detectó ADN de VPH en 229 muestras del grupo etario menores de 25
años, lo que supone un 50.6% de diagnósticos positivos. En el grupo de 25 a 34 años, se
detectó ADN de VPH en 522 muestras, lo que supone un 47.7 % de diagnósticos
positivos. En los grupos etarios 35-44 años y 45-54 años, se detectó ADN de VPH en 413
y 195 muestras, lo que supone un 40.9 y un 37.2% de diagnóstico de VPH,
respectivamente. Por último, en las pacientes mayores de 54 años se detectó ADN de
VPH en 81 muestras, suponiendo un 43.8% de diagnóstico de VPH dentro del grupo
etario (Figura 21).
102
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
TABLA 8. Resultados positivos para VPH en función de la edad del paciente.
GRUPO
Nº PETICIONES
Nº POSITIVAS
% de diagnóstico de
ETARIO
(%)
VPH
VPH del grupo etario
<25 años
453 (13.9%)
229
50.6
25-34 años
1095 (33.5%)
522
47.7
35-44 años
1009 (30.9%)
413
40.9
45-54 años
524 (16.0%)
195
37.2
>54 años
185 (5.7%)
81
43.8
TOTAL
3266 (100.0%)
1440
60
50,6
50
47,7
40,9
40
37,2
43,8
30
20
10
0
<25 años
25-34
35-44
45-54
>54 años
Figura 21. Porcentaje de diagnóstico de VPH para los distintos grupos etarios
103
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
Al estudiar la razón de prevalencias (RP) de los diferentes grupos etarios se
obtuvieron los siguientes datos (Tabla 9):
TABLA 9. Razón de prevalencias en los grupos etarios de detección de VPH.
Grupo etario Prevalencia % de positivos
RP
IC 95%
-
<25 años
0.5055
50.6
1.0000
25-34 años
0.4767
47.7
0.9430 0.8446-1.0529
35-44 años
0.4093
40.9
0.8097 0.7200-0.9106
45-54 años
0.3721
37.2
0.7361 0.6376-0.8500
>54 años
0.4378
43.8
0.8661 0.7184-1.0442
RP: Razón de prevalencia; IC: Intervalo de confianza
Únicamente existen diferencias estadísticamente significativas en los grupos etarios
de 35-44 años y 45-54 años. La prueba de homogeneidad entre niveles tuvo p<0,001 y en
la prueba de tendencia lineal p<0,001, mostrando que existe tendencia lineal, ya que a
medida que aumenta la edad de la paciente el porcentaje de positivos es menor.
Al analizar la evolución anual de resultados positivos para detección de VPH en
función del sexo del paciente se observó que en 1788 muestras (40.9%, IC95%:37.6-44.2)
pertenecientes a mujeres se detectaba ADN de VPH, frente las 27 muestras (0.6%,
IC95%:0.4-0.8) pertenecientes a varones (Figura 22).
104
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
MUJERES
1
42
88
132
206
217
174
166
150
230
382
HOMBRES
0
0
0
0
5
2
3
3
4
4
6
Figura 22. Evolución anual de la positividad de VPH en función del sexo del paciente
La distribución de resultados de acuerdo con los hallazgos obtenidos del VPH
asociados a riesgo de transformación celular, permitió obtener tres tipos de resultados para
VPH. Unos que presentaban positividad en la prueba de hibridación con sonda
correspondiente a los VPH asociados a alto riesgo de transformación celular, otros en los que
se detectó únicamente VPH de bajo riesgo y finalmente, un tercer grupo en el que se detectó
simultáneamente VPH de alto riesgo y VPH de bajo riesgo.
En la Tabla 10 se presenta la evolución anual de resultados positivos en función
del tipo de VPH detectado: alto riesgo (AR), bajo riesgo (BR) o ambos grupos (AR y
BR). Para los VPH de AR se observó un incremento anual de -0.89 % (p=0.106 y una
bondad de ajuste de 20,5%), para los VPH de BR el incremento anual fue de 0,92%
(p=0.01 y una bondad de ajuste de 52.0%) y finalmente para los que se detectaron ambos
tipos de VPH, el incremento anual fue de -0.02% (p: 0.97 y una bondad de ajuste de 0%,
lo que supone que no existen variaciones significativas). La evolución temporal de los
porcentajes de VPH de alto riesgo se muestra en la Figura 23
Se obtuvieron 1313 muestras en las que se detectó ADN de VPH de alto riesgo de
transformación celular, lo que equivale a un 72.3 % (IC95%:58.9-85.7) del total de
105
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
muestras positivas para VPH. En 205 muestras se detectó ADN de VPH de bajo riesgo, lo
que supone un 11.3% (IC95%:6.7-15.9) de las positivas y en 297 muestras se detectó la
presencia de ADN de VPH de ambos grupos (AR y BR), lo que supone un 16.4%
(IC95%:12.4-20.4) de las muestras positivas para VPH (Figura 24. Por lo que se podía
confirmar que en 1610 (88.7%) muestras se detectó ADN de VPH de AR, si se tienen en
cuenta, tanto aquellas en las que únicamente se detecta ADN de VPH de AR como
aquellas en las que VPH de AR aparece acompañado de VPH de BR.
En la Figura 25 se muestran los resultados obtenidos en el diagnóstico de VPH en
función del riesgo de transformación celular, según la edad del paciente.
En el análisis de la tendencia de la distribución de resultados de cribado de VPH en
función de la edad del paciente, se pudo observar que la detección de VPH de AR supone
un incremento anual de 7.2% (p<0,001 y bondad de ajuste de 100%) al aumentar la edad
del paciente. Respecto a los VPH de BR se observa un incremento de -2,04% (p<0,001 y
bondad de ajuste de 100%) al aumentar la edad del paciente. Para las infecciones mixtas
se observó un incremento anual de -5,17% (p<0,001 y bondad de ajuste de 98,4%) al
aumentar la edad del paciente. En la Figura 26 se representa la relación entre el
porcentaje de VPH de AR al aumentar la edad del paciente y el porcentaje de VPH
positivos en función de la edad.
106
TABLA 10. Distribución de VPH positivos en función del riesgo de transformación celular (Hibridación, con sondas diferenciadas)
AÑO
POSITIVAS
%
AR
%
BR
%
AR
%
AR Totales
%
1996
1
33.3
0
0
1
33.3
0
0
0
0
1997
42
46.7
32
76.2
4
9.5
6
14.3
38
90.5
1998
88
41.7
74
84.1
6
6.8
8
9.1
82
93.2
1999
132
46.0
95
72.0
11
8.3
26
19.7
121
91.7
2000
211
45.4
143
67.7
10
4.7
58
27.5
201
95.3
2001
219
41.4
171
78.1
19
8.7
29
13.2
200
91.3
2002
177
35.0
130
73.4
25
14.1
22
12.4
152
85.9
2003
169
34.6
126
74.6
18
10.7
25
14.8
151
89.3
2004
154
36.3
107
69.5
24
15.6
23
14.9
130
84.4
2005
234
41.1
171
73.1
34
14.5
29
12.4
200
85.5
2006
388
48.3
264
68.0
53
13.7
71
18.3
335
86.3
TOTAL
1815
41.5
1313
72.3
205
11.3
297
16.4
1610
88.7
AR: VPH de Alto riesgo oncogénico; BR: VPH de Bajo Riesgo oncogénico
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
1996
1997
1998
1999
VPH AR
2000
2001
VPH BR
2002
2003
VPH BR y AR
Figura 23. Evolución temporal de los porcentajes de VPH de alto riesgo y bajo riesgo.
VPH AR: VPH de Alto riesgo oncogénico; VPH BR: VPH de Bajo riesgo oncogénico.
2004
2005
2006
Figura 24. Distribución porcentual de tipos de VPH en función del riesgo de transformación celular.
VPH AR: VPH de Alto riesgo oncogénico; VPH BR: VPH de Bajo riesgo oncogénico
Porcentaje de muestras
100%
1
90%
0,9
80%
0,8
70%
0,7
60%
0,6
50%
0,5
40%
0,4
30%
0,3
20%
0,2
10%
0,1
0%
0
<25 años
25-34
35-44
45-54
>55 años
Grupo de Edad
<25 años
25-34 años
35-44 años
45-54 años
>54 años
Mixtas
53
82
49
20
0
Bajo Riesgo
27
70
37
13
4
Alto Riesgo
149
370
327
162
77
Figura 25. Distribución de resultados de cribado de VPH y la edad del paciente
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
100
90
80
70
% de VPH
AR con la
edad
60
50
40
30
% de VPH
con la edad
20
10
0
<25 años
25-34
35-44
45-54
>54
% de VPH AR con la
edad
65,1
70,9
79,2
83,1
95,1
% de VPH con la edad
50,6
47,7
40,9
37,2
43,8
Figura 26. Relación entre el porcentaje de VPH AR y el porcentaje de VPH en función
de la edad del paciente. VPH AR: VPH de Alto riesgo oncogénico.
Otros abordajes del cribado
Cribado de VPH por Hibridación con sonda única
En 362 muestras elegidas aleatoriamente, procesadas previamente por la técnica de
captura de híbridos (HC) con sondas diferenciadas, se realizó HC utilizando una sonda
única compuesta por una mezcla de las dos sondas de detección. La técnica clasifica los
resultados de VPH como detección de ADN positiva o negativa, sin diferenciar entre
VPH de alto o bajo riesgo de transformación celular. Al utilizar sondas diferenciadas 180
(49.7%) muestras fueron positivas y 182 negativas (50.3%), mientras que al utilizar una
sonda única se obtuvieron 167 muestras positivas (46.1%) para VPH y 195 negativas
(53.9%). En la Figura 27 se muestran los resultados conjuntos de detección de VPH al
utilizar sondas diferenciadas y sonda única en las mismas muestras. De las 362 muestras,
la concordancia en ambos ensayos se reconoció en 345/362 muestras (95.3%).
Al analizar los resultados obtenidos por ambos tipos de técnicas se observó que
existía discordancia de resultados en 17 (4.7 %) de las muestras analizadas. Así en dos
111
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
muestras en las que la hibridación con sondas diferenciadas el resultado fue negativo,
resultó positiva al utilizar sonda única. En 15 muestras cuyo resultado había sido positivo
mediante el empleo de sondas diferenciadas, resultaron negativas al utilizar sonda única
(Tabla 11). Al analizar los resultados de la Tabla 11, se obtiene una sensibilidad de
91,7% (IC95%: 87.4-96.0) al utilizar sonda única, y 98,9% (IC95%: 97.1-100.0) de
especificidad. El VPP fue de 98.8% y el VPN del 92.3%. La prevalencia fue de 49.7%
(IC95%: 44.4-55.0) y las razones de verosimilitud positiva y negativa fueron de 83.4 y 0.1,
respectivamente.
Las discordancias entre ambas técnicas se estudiaron posteriormente y al analizarse
por otro tipo de técnicas, de detección y genotipado, para confirmar se obtuvieron
distintos resultados, que se analizan a continuación (Tabla 12).
112
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
195
SONDA ÚNICA
167
NEGATIVA
POSITIVA
SONDAS
DIFERENCIADAS
182
0
100
180
200
300
400
N: 362 muestras
Figura 27. Resultados de VPH en muestras analizadas mediante sondas diferenciadas o
sonda única.
TABLA 11. Diagnóstico de VPH por hibridación utilizando diferente patrón de
sondas.
Sondas
Sondas
Diferenciadas
diferenciadas
POSITIVO
NEGATIVO
Sonda única POS
165
2
167
Sonda única NEG
15
180
195
180
182
362
113
TABLA 12. Reactividades obtenidas en la detección de VPH con dos sondas diferenciadas y con sonda única (Resultados
discordantes)
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
Muestras
Sonda Única
Ratio
SONDA AR
Ratio
SONDA BR
Ratio
03/54621
03/55374
03/57595
03/58234
03/58635
04/00030
04/01985
04/07391
04/14426
04/32262
04/32848
04/33816
06/39395
06/42962
06/43259
06/46095
06/48667
NEG
NEG
NEG
NEG
NEG
NEG
NEG
NEG
NEG
NEG
NEG
POS
NEG
NEG
NEG
POS
NEG
0.40
0.33
0.52
0.24
0.79
0.60
0.49
0.57
0.51
0.46
0.22
1.03
0.35
0.54
0.57
64.23
0.56
POS
POS
NEG
POS
NEG
NEG
NEG
NEG
POS
POS
NEG
NEG
NEG
POS
NEG
NEG
NEG
4.6
1.65
0.96
514.37
0.96
0.81
0.67
0.44
1.57
1.17
0.52
0.53
0.53
1.17
0.54
0.84
0.52
POS
NEG
POS
NEG
POS
POS
POS
POS
NEG
NEG
POS
NEG
POS
NEG
POS
NEG
POS
1.85
0.29
1.34
0.29
139.56
1.14
2.03
1.85
0.36
0.54
1.33
0.51
1.51
0.51
1.33
0.51
1.51
CONFIRMACION Y GENOTIPADO
MA
LiPA
POS (VPH 16)
POS (VPH 16)
NEG
NEG
NEG
NEG
POS(VPH 16)
NEG
POS (VPH 6)
NEG
NEG
NEG
POS (VPH 6)
POS (VPH 6, 11)
NEG
NEG
NEG
NEG
NEG
NEG
NEG
NEG
NEG
NEG
NEG
NEG
NEG
NEG
NEG
NEG
Inh
NEG
NEG
NEG
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
En 15 de las muestras discrepantes, se observó que el resultado era negativo al
utilizar sonda única, mientras que al utilizar sondas diferenciadas el resultado fue
positivo. Estas muestras fueron evaluadas por otras técnicas, consideradas de
confirmación y genotipado y el resultado fue; dos muestras positivas (por Microarrays y
LiPA), 11 muestras negativas por ambas técnicas y dos cuyo resultado fue positivo por
Microarrays y negativo por LiPA.
En dos muestras en las que el resultado había sido positivo al utilizar sonda única y
negativo al utilizar sondas diferenciadas se confirmó que el resultado fue negativo por las
dos técnicas de confirmación en una de ellas y en la otra, al utilizar Microarrays el
resultado fue de PCR inhibida y al utilizar LiPA negativa
Confirmación e identificación de VPH positivos por la prueba de
cribado
De las 1815 muestras positivas por HC 2 se realizó confirmación por alguna de las
técnicas en 630 (34.7%) muestras. De esas 630 muestras positivas en la técnica de
cribado se lograron confirmar por una, dos o las tres técnicas (ERpcr, LiPA y
Microarrays) 410 muestras (65.1%).
Confirmación de VPH con Amplificación mediante PCR y posterior digestión
con enzimas de restricción (ERpcr)
En 504 muestras se utilizó amplificación mediante PCR y posterior digestión con
enzimas de restricción (ERpcr) (PVHfastPharmagen S.A), a partir de muestras
previamente procesadas por HC 2, con dos sondas diferenciadas. De las 504 muestras
procesadas por ambas técnicas, 450 (89.3%) fueron positivas por HC 2, de las cuales
pudieron confirmarse como positivas, mediante esta PCR, 225 muestras (50.0%) (Tabla
13). De las 504 muestras, la concordancia en ambos ensayos se reconoció en 268/504
muestras (53.2%).
115
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
TABLA 13. Distribución de resultados al comparar HC 2 con PCR y posterior
digestión con enzimas de restricción (ERpcr)
HC 2
POSITIVO
HC 2
NEGATIVO
ERpcr POSITIVA
225
11
236
ERpcr NEGATIVA
225
43
268
(No amplifican: 23)
(No amplifican: 3)
450
54
504
Nivel de confianza: 95%
Al analizar los resultados de la Tabla 13, se obtiene una sensibilidad de 50%
(IC95%: 45.3-54.7) de la ERpcr, y 79.6% (IC95%: 68.0-91.3) de especificidad. El VPP fue
de 95.3% y el VPN del 16.0%. La prevalencia fue de 89.3% (IC95%: 86.5-92.1) y las
razones de verosimilitud positiva y negativa fueron de 2.45 y 0.63, respectivamente.
En 351 (78.0%) muestras en las que la Sonda B (VPH AR) había resultado positiva,
únicamente se detectó ADN de VPH en 185 (52.7%) y no de detectó en 166 (47.3%)
mediante ERpcr (Tabla 14).
En 36 (8%) muestras en las que la Sonda A (VPH BR) fue positiva, únicamente se
detectó ADN de VPH en 8 (22.2%) y en 28 (77.8%) fue negativa (Tabla 15).
En 63 (14%) muestras, ambas sondas fueron positivas (VPH AR y BR), únicamente
se detectó ADN de VPH en 32 (50.8%) y en 31 (49.2%) no se detectó ADN de VPH
mediante ERpcr (Tabla 16).
En 414 muestras (92%) se detectó ADN de VPH de AR (sólo y acompañado de
BR), es decir se consideraban los VPH de AR y los VPH mixtas, en las que también
aparecía VPH de AR pero acompañado de VPH de BR. Se detectó ADN de VPH
mediante ERpcr en 217 (52.4%) muestras y no se detectó en 197 (47.6%) (Tabla 17).
116
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
TABLA 14. Distribución de resultados al comparar HC 2 con PCR y posterior
digestión con enzimas de restricción (VPH AR)
HC 2
HC 2
VPH AR
VPH AR
POSITIVO
NEGATIVO
ERpcr POSITIVA
178
7
185
ERpcr NEGATIVA
173
47
220
(No amplifican: 20)
(No amplifican: 3)
351
54
405
Nivel de confianza: 95%
Al analizar los resultados de la Tabla 14, se obtiene una sensibilidad de 50.7%
(IC95%:45.3-56.1) de la ERpcr para detectar VPH AR, y 87.0% (IC95%:77.2-96.9) de
especificidad. El VPP fue de 96.2% y el VPN del 21.4%. La prevalencia fue de 86.7%
(IC95%: 83.2-90.1) y las razones de verosimilitud positiva y negativa fueron de 3.9 y 0.6,
respectivamente.
TABLA 15. Distribución de resultados al comparar HC 2 con PCR y posterior
digestión con enzimas de restricción (VPH BR)
HC 2
HC 2
VPH BR
VPH BR
POSITIVO
NEGATIVO
ERpcr POSITIVA
7
4
11
ERpcr NEGATIVA
29
50
79
(No amplifican:2)
(No amplifican: 3)
36
54
90
Nivel de confianza: 95%
117
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
Al analizar los resultados de la Tabla 15, se obtiene una sensibilidad de 19.4%
(IC95%: 5.1-33.8) de la ERpcr para detectar VPH de BR, y 92.6% (IC95%:84.7-100) de
especificidad. El VPP fue de 63.4% y el VPN del 63.3%. La prevalencia fue de 40%
(IC95%: 29.3-50.7) y las razones de verosimilitud positiva y negativa fueron de 2.63 y 0.9,
respectivamente.
TABLA 16. Distribución de resultados al comparar HC 2 con PCR y posterior
digestión con enzimas de restricción (VPH AR y BR)
HC 2
HC 2
VPH AR y BR
VPH AR y BR
POSITIVO
NEGATIVO
ERpcr POSITIVA
0
0
0
ERpcr NEGATIVA
63
54
117
(No amplifican: 1)
(No amplifican: 3)
63
54
117
Nivel de confianza: 95%
Al analizar los resultados de la Tabla 16, se obtiene una sensibilidad de 0% de la
ERpcr para detectar infecciones mixtas (VPH AR y BR), y 100% de especificidad. El
VPP fue 0% y el VPN del 30.5%.
TABLA 17. Distribución de resultados al comparar HC 2 con PCR y posterior
digestión con enzimas de restricción (VPH AR totales)
HC 2
HC 2
VPH AR totales
VPH AR totales
POSITIVO
NEGATIVO
ERpcr POSITIVA
203
7
210
ERpcr NEGATIVA
211
47
258
414
54
468
Nivel de confianza: 95%
118
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
Al analizar los resultados de la Tabla 17, se obtiene una sensibilidad de 49%
(IC95%: 44.1-54.0) de la ERpcr para detectar infecciones por VPH de ALTO RIESGO
(VPH AR y AR+BR), y 87.0% (IC95%:77.2-96.9) de especificidad. El VPP fue de 96.7%
y el VPN del 18.2%. La prevalencia fue de 88.5% (IC95%: 85.5-91.5) y las razones de
verosimilitud positiva y negativa fueron de 3.8 y 0.6, respectivamente.
Confirmación de VPH mediante Hibridación reversa en tira. Muestras
procesadas por HC 2 y LiPA
En 413 muestras se utilizó una hibridación reversa en tira (Inno-Lipa VPH
Genotyping CE®, Innogenetics), a partir de muestras previamente procesadas por HC 2,
con dos sondas diferenciadas. De las 413 muestras procesadas por ambas técnicas, 243
(58.8%) fueron positivas por HC 2, de las cuales se pudieron confirmar mediante LiPA
como positivas, 195 muestras (80.2%) (Tabla 18). De las 413 muestras, la concordancia
en ambos ensayos se reconoció en 353/413 muestras (85.5%).
TABLA 18. Distribución de resultados al comparar HC 2 y LiPA
HC 2
HC 2
POSITIVO
NEGATIVO
LiPA POSITIVO
195
12
207
LiPA NEGATIVO
48
158
206
243
170
413
Nivel de confianza: 95%
Al analizar los resultados de la Tabla 18, se obtiene una sensibilidad de 80.2%
(IC95%:75.0-85.5) del LiPA, y 92.9% (IC95%:88.0-97.1) de especificidad. El VPP fue de
94.2% y el VPN del 76.7%. La prevalencia fue de 58.8% (IC95%: 54.0-63.7) y las razones
de verosimilitud positiva y negativa fueron de 11.4 y 0.2, respectivamente.
En 173 muestras en las que la Sonda B (VPH AR) había resultado positiva, se
detectó ADN de VPH en 112 (64.7%) y no de detectó en 61(35.3%) mediante LiPA
(Tabla 19).
119
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
En 31 muestras en las que la Sonda A (VPH BR) fue positiva, únicamente se
detectó ADN de VPH en 10 (32.3%) y en 21 (67.7%) fue negativa (Tabla 20).
En 39 muestras, ambas sondas fueron positivas (VPH AR y BR), únicamente se
detectó ADN de VPH en 15 (38.5%) y en 24 (61.5%) no se detectó ADN de VPH
mediante LiPA (Tabla 21).
En 212 muestras se detectó ADN de VPH de AR (solo y acompañado de BR), es
decir se consideraban los VPH de MAR y los VPH mixtas, en las que también aparecía
VPH de AR pero acompañado de VPH de BR. Se detectó ADN de VPH mediante LiPA
en 163 (76.9%) muestras y no se detectó en 49(23.1%) (Tabla 22).
TABLA 19. Distribución de resultados al comparar HC 2 y LiPA (VPH AR).
HC 2
HC 2
AR POSITIVO
AR NEGATIVO
LiPA POSITIVO
112
5
117
LiPA NEGATIVO
61
165
226
173
170
343
Nivel de confianza: 95%
Al analizar los resultados de la Tabla 19, se obtiene una sensibilidad de 64.7%
(IC95%: 57.3-72.2) del LiPA para detectar VPH AR, y 97.1% (IC95%:94.2-99.9) de
especificidad. El VPP fue de 95.7% y el VPN del 73.0%. La prevalencia fue de 50.4%
(IC95%: 45.0-55.9) y las razones de verosimilitud positiva y negativa fueron de 22 y 0.4,
respectivamente.
Al comparar los resultados en los que por HC 2 había sido VPH de BR y el
resultado obtenido por hibridación reversa en tira o LiPA se obtuvieron los siguientes
datos (Tabla 20).
120
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
TABLA 20. Distribución de resultados al comparar HC 2 y LiPA (VPH BR)
HC 2
BR POSITIVO
HC 2
BR NEGATIVO
LiPA POSITIVO
10
4
14
LiPA NEGATIVO
21
166
187
31
170
201
Nivel de confianza: 95%
Al analizar los resultados de la Tabla 20, se obtiene una sensibilidad de 32.3%
(IC95%: 14.2-50.3) del LiPA para detectar VPH BR, y 97.7% (IC95%:95.1-100.0) de
especificidad. El VPP fue de 71.4% y el VPN del 88.7%. La prevalencia fue de 15.4%
(IC95%: 10.2-20.7) y las razones de verosimilitud positiva y negativa fueron de 13.7 y 0.7,
respectivamente.
Al comparar los resultados en los que por HC 2 había sido positivo para ambos
tipos de sonda (VPH AR y VPH-BR) y el resultado obtenido por hibridación reversa en
tira o LiPA se obtuvieron los siguientes datos (Tabla 21).
TABLA 21. Distribución de resultados al comparar HC 2 y LiPA (VPH AR y BR)
HC 2
HC 2
AR y BR
AR y BR
POSITIVO
NEGATIVO
(AR y BR)
LiPA POSITIVO
15
1
16
LiPA NEGATIVO
24
169
193
39
170
209
Nivel de confianza: 95%
121
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
Al analizar los resultados de la Tabla 21, se obtiene una sensibilidad de 38.5%
(IC95%: 21.9-55.0) del LiPA para detectar infecciones mixtas (AR y BR), y 99.4% (IC95%:
98.0-100.0) de especificidad. El VPP fue de 93.8% y el VPN del 87.6%. La prevalencia
fue de 18.7% (IC95%: 13.1-24.2) y las razones de verosimilitud positiva y negativa fueron
de 65.4 y 0.6, respectivamente.
TABLA 22. Distribución de resultados al comparar HC 2 y LiPA (VPH AR totales)
HC 2
HC 2
AR totales
AR totales
POSITIVO
NEGATIVO
LiPA POSITIVO
163
8
171
LiPA NEGATIVO
49
162
211
212
170
382
Nivel de confianza: 95%
Al analizar los resultados de la Tabla 22, se obtiene una sensibilidad de 76.9%
(IC95%: 71.0-82.8) del LiPA para detectar infecciones por VPH de ALTO RIESGO, y
95.3% (IC95%: 91.8-98.8) de especificidad. El VPP fue de 95.3% y el VPN del 76.8%. La
prevalencia fue de 55.5% (IC95%: 50.4-60.6) y las razones de verosimilitud positiva y
negativa fueron de 16.3 y 0.24, respectivamente.
Confirmación de VPH mediante Microarrays
En 377 muestras se utilizó Microarrays (Clinical Arrays® Papillomavirus,
Genomica), a partir de muestras previamente procesadas por HC 2, con dos sondas
diferenciadas. De las 377 muestras procesadas por ambas técnicas, 203 (53.5%) fueron
positivas por HC 2 y se confirmaron como positivas utilizando Microarrays, 176
muestras (86.7%) (Tabla 23). De las 377 muestras, la concordancia en ambos ensayos se
reconoció en 338/377 muestras (89.7%).
122
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
TABLA 23. Distribución de resultados al comparar HC 2 y Microarrays
Microarrays
HC 2
HC 2
POSITIVO
NEGATIVO
176
12
188
27
162
189
203
174
377
POSITIVO
Microarrays
NEGATIVO
Nivel de confianza: 95%
Al analizar los resultados de la Tabla 23, se obtiene una sensibilidad de 86.7%
(IC95%: 81.8-91.6) de los Microarrays, y 93.1% (IC95%: 89.1-97.2) de especificidad. El
VPP fue de 93.6% y el VPN del 85.7%. La prevalencia fue de 53.9% (IC95%: 48.7-59.0) y
las razones de verosimilitud positiva y negativa fueron de 12.6 y 0.1, respectivamente.
En 138 muestras en las que la Sonda B (VPH AR) había resultado positiva, se
detectó ADN de VPH en 103 (76.6%) y no de detectó en 35 (25.4%) (Tabla 24).
En 32 muestras en las que la Sonda A (VPH BR) fue positiva, se detectó ADN de
VPH en 14(43.8%) y en 18 (56.3%) fue negativa (Tabla 25).
En 33 muestras en ambas sondas fueron positivas (VPH AR y BR), se detectó ADN
de VPH en 21 (63.6%) y en 12 (36.4%) fue negativa (Tabla 26).
En 171 muestras se detectó ADN de VPH AR, tanto solo como acompañado de
VPH BR (AR totales), se detectó ADN de VPH mediante Microarrays en 149 muestras
(87.1%) y no se detectó en 22 (12.9 %) (Tabla 27).
123
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
TABLA 24. Distribución de resultados al comparar HC 2 y Microarrays (VPH AR)
Microarrays
HC 2
HC 2
VPH AR
VPH AR
POSITIVO
NEGATIVO
103
3
106
35
171
206
138
174
312
POSITIVO
Microarrays
NEGATIVO
Nivel de confianza: 95%
Al analizar los resultados de la Tabla 24, se obtiene una sensibilidad de 74.6%
(IC95%: 67.0-82.3) de los Microarrays para detectar VPH de AR, y 98.3% (IC95%: 96.1100.0) de especificidad. El VPP fue de 97.2% y el VPN del 83.0%. La prevalencia fue de
44.2% (IC95%: 38.6-49.9) y las razones de verosimilitud positiva y negativa fueron de 43.3
y 0.3, respectivamente.
TABLA 25. Distribución de resultados al comparar HC 2 y Microarrays (VPH BR)
Microarrays
HC 2
HC 2
VPH BR
VPH BR
POSITIVO
NEGATIVO
14
9
23
18
165
183
32
174
206
POSITIVO
Microarrays
NEGATIVO
Nivel de confianza: 95%
124
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
Al analizar los resultados de la Tabla 25, se obtiene una sensibilidad de 43.8%
(IC95%: 25.0-62.5) de los Microarrays para detectar VPH de BR, y 94.8% (IC95%: 91.398.4) de especificidad. El VPP fue de 60.9% y el VPN del 90.2%. La prevalencia fue de
15.5% (IC95%: 10.3-20.7) y las razones de verosimilitud positiva y negativa fueron de 8.5
y 0.6, respectivamente.
TABLA 26. Distribución de resultados al comparar HC 2 y Microarrays (VPH AR y
BR)
Microarrays
HC 2
HC 2
VPH AR y BR
VPH AR y BR
POSITIVO
NEGATIVO
21
0
21
12
174
186
33
174
207
POSITIVO
Microarrays
NEGATIVO
Nivel de confianza: 95%
Al analizar los resultados de la Tabla 26, se obtiene una sensibilidad de 63.6%
(IC95%: 45.7-81.6) de los Microarrays para detectar infecciones mixtas (VPH AR y BR),
y 100.0% (IC95%:99.7-100.0) de especificidad. El VPP fue de 100.0% y el VPN del
93.6%. La prevalencia fue de 15.9% (IC95%: 10.7-21.2) y la razón de verosimilitud
negativa fue 0.4.
125
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
TABLA 27. Distribución de resultados al comparar HC 2 y Microarrays (VPH AR
totales)
Microarrays
HC 2
HC 2
VPH AR totales
VPH AR totales
POSITIVO
NEGATIVO
149
3
152
22
171
193
171
174
345
POSITIVO
Microarrays
NEGATIVO
Nivel de confianza: 95%
Al analizar los resultados de la Tabla 27, se obtiene una sensibilidad de 87.1%
(IC95%: 81.8-92.5 de los Microarrays para detectar VPH AR totales, y 98.3% (IC95%:96.1100.0) de especificidad. El VPP fue de 98.0% y el VPN del 88.6%. La prevalencia fue de
49.6% (IC95%: 44.1-55.0) y las razones de verosimilitud positiva y negativa fueron de 50.5
y 0.1, respectivamente.
Genotipado de VPH por amplificación con PCR y posterior digestión con
enzimas de restricción (ERpcr)
En total se genotiparon por ERpcr las 236 muestras en las que se había detectado
ADN de VPH. Un 95.3% fueron infecciones por un único genotipo de VPH, mientras que
un 4.7% fueron coinfecciones.
Al analizar los VPH detectados por ERpcr, se observó que los genotipos más
frecuentes fueron: VPH 16 (39.8%); VPH X (no tipable) (11.9%); VPH 53 (10.2%); VPH
31 (8.9%); VPH 58 (8.5%); VPH 6 (5.1%); VPH 33 (4.7%); VPH 18 (3.0%) y el VPH 70
(3.0%) (Tabla 28). En la Figura 28 se observan los genotipos de VPH más
frecuentemente detectados por ERpcr.
126
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
TABLA 28. Genotipos de VPH detectados mediante PCR y posterior
digestión con enzimas de restricción.
Genotipo de VPH
1º
2º
3º
4º
5º
6º
7º
8º
9º
10º
11º
12º
13º
14º
15º
16º
17º
18º
19º
20º
21º
VPH 16
VPH X
VPH 53**
VPH 31
VPH 58
VPH 6
VPH 33
VPH 18
VPH 70
VPH 66**/59
VPH 52
VPH 57
VPH 11
VPH 51
VPH 40
VPH 42
VPH 43
VPH 62
VPH MM7
VPH MM8
VPH 82
N
N
En infecciones por
un solo tipo de VPH
En
coinfecciones
TOTAL
%
85
26
21
20
20
12
9
7
7
2
3
3
2
2
1
1
1
1
1
1
-
9
2
3
1
2
3
1
1
94
28
24
21
20
12
11
7
7
5
4
3
2
2
1
1
1
1
1
1
1
39.8
11.9
10.2
8.9
8.5
5.1
4.7
3.0
3.0
2.1
1.7
1.3
0.8
0.8
0.4
0.4
0.4
0.4
0.4
0.4
0.4
* En negrita los genotipos de VPH de riesgo oncogénico elevado. ** Probable alto riesgo oncogénico
127
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
VPH 16
VPH X
VPH 53
VPH 31
VPH 58
VPH 6
VPH 33
VPH 18 VPH 70
VPH
66/59
Figura 28. Genotipos de VPH más frecuentes detectados por amplificación con PCR y digestión por enzimas de restricción*
*Otros VPH que se detectaron con menor frecuencia: VPH 52, VPH 57, VPH 11, VPH 51, VPH 40, VPH 42, VPH 43, VPH 62, MM7, MM8 y VPH 82
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
En la Figura 29 se muestra la evolución anual de los genotipos de VPH más
frecuentemente detectados por ERpcr. Las coinfecciones detectadas en el mismo periodo
de tiempo estudiado mediante esta técnica de PCR fueron 11, lo que supone un 4.7% de
las muestras. En la Figura 30 se representan las coinfecciones por genotipos de VPH
detectadas mediante ERpcr
El VPH 16 fue el más frecuentemente detectado en las coinfecciones, detectándose
en nueve muestras, seguido del VPH 53, VPH66/59 que se detectaron en tres muestras
cada uno de ellos.
129
100%
80%
60%
40%
20%
0%
2000
2001
2002
2003
2004
TOTAL
6
5
4
3
0
0
12
58
5
8
1
6
0
20
31
5
10
4
1
1
21
53
4
4
5
11
0
24
X
6
4
8
10
0
28
16
20
24
23
15
12
94
Figura 29. Distribución anual de los genotipos de VPH más frecuentes detectados mediante PCR y digestión con enzimas de restricción.
2,5
2
1,5
1
0,5
0
VPH 16+53
VPH
16+66/59
VPH 16+82 VPH 16+62 VPH 16+X VPH 16+33
VPH
16+31+53
VPH
33+66/59
Figura 30. Genotipos de VPH detectados en coinfecciones por PCR y digestión por enzimas de restricción
VPH 52+X
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
Genotipado de VPH por LiPA
En las 207 muestras en las que se detectó ADN de VPH mediante LiPA se procedió
a determinar el genotipo de VPH mediante esta técnica. Un 43.5% fueron infecciones por
un único genotipo de VPH, mientras que el 56.5% fueron coinfecciones.
Al analizar los VPH detectados por LiPA, se observó que los genotipos más
frecuentes fueron: VPH 16 (39.6 %); VPH 51 (20.8%); VPH 53 (16.9%); VPH 6
(13.0%); VPH 11 (13.0%) y VPH 58 (12.1%) (Tabla 29). En la Figura 31 se observa la
distribución de los genotipos de VPH más frecuentemente detectados por LiPA
TABLA 29. Genotipos de VPH detectados mediante LiPA
Genotipo de VPH
1º
2º
3º
4º
5º
6º
7º
8º
9º
10º
11º
12º
13º
14º
15º
16º
17º
18º
19º
20º
21º
22º
23º
VPH 16
VPH 51
VPH 53**
VPH 11
VPH 6
VPH 58
VPH 52
VPH 66**
VPH 18
VPH 31
VPH 56
VPH 39
VPH 40
VPH 33
VPH 68
VPH X
VPH 70
VPH 74
VPH 42
VPH 35
VPH 45
VPH 44
VPH 69
N
N
En infecciones por
TOTAL %
En coinfecciones
un solo genotipo de VPH
26
56
82
39.6
3
41
44
21.3
8
27
35
16.9
8
19
27
13.0
6
21
27
13.0
4
22
26
12.6
2
23
25
12.1
2
23
25
12.1
5
17
22
10.6
2
17
19
9.2
2
8
10
4.8
4
5
9
4.3
2
7
9
4.3
8
8
3.9
1
6
7
3.4
6
6
2.9
4
2
6
2.9
5
5
2.4
2
3
5
2.4
2
2
4
1.9
1
3
4
1.9
2
2
1.0
1
1
0.5
* En negrita los genotipos de VPH de riesgo oncogénico elevado. ** Probable alto riesgo oncogénico
132
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
VPH 16
VPH 51
VPH 53
VPH 11
VPH 6
VPH 58
VPH 52
Figura 31. Genotipos de VPH más frecuentes detectados por LiPA*
*Otros VPH detectados con menor frecuencia: VPH56, 39, 40, 33, 68, X, 70, 74, 42, 35, 45, 44 y 69
VPH 66
VPH 18
VPH 31
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
En la Figura 32 se muestra la evolución anual de los genotipos de VPH más
frecuentemente detectados por LiPA. Las coinfecciones detectadas en el mismo periodo
de tiempo estudiado mediante LiPA fueron 117 (56,5%). En la Figura 33 se representan
las coinfecciones por genotipos de VPH más frecuentemente detectadas por LiPA. Al
analizar las coinfecciones detectadas por LiPA, se observó que la mayor parte de las
mismas eran por dos genotipos de VPH: 74 (63.2%), por tres genotipos de VPH: 24
(20.5%), por cuatro: 7 (6.0%) y más de cuatro genotipos de VPH en 12 (10.3%)
El VPH 16 fue el más frecuentemente detectado en coinfecciones, detectándose en
56 ocasiones, seguido del VPH 51, que se detectó en 41 ocasiones, el VPH 53 en 27
ocasiones y el VPH 52 y 66 que se detectaron en 23 ocasiones cada uno de ellos.
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
2002
58
6
2
11
2003
2004
2006
TOTAL
19
2
5
26
12
3
10
27
19
4
4
27
53
1
28
1
5
35
51
2
27
7
8
44
16
5
55
16
6
82
Figura 32. Distribución anual de los genotipos de VPH más frecuentemente detectados
mediante LiPA
134
8
7
6
5
4
3
2
1
0
VPH 16+18
VPH 16+58
VPH 16+52
VPH 16+66
VPH 16+51
VPH 16+53
Figura 33. Coinfecciones por genotipos de VPH más frecuentes detectadas por LiPA
VPH 11+53
VPH 51+53
VPH 16+58+66
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
Genotipado de VPH por Microarrays
En 188 muestras en las que se detectó ADN de VPH mediante Microarrays se
procedió a determinar el genotipo de VPH mediante esta técnica. Un 46.8% fueron
infecciones por un único genotipo de VPH, mientras que el 53.2% fueron coinfecciones.
Al analizar los VPH detectados por Microarrays, se observó que los genotipos más
frecuentes fueron: VPH 16 (44.7%); VPH 6 (21.3%); VPH 53 (14.9%); VPH 51 (11.7%);
VPH 58 (10.6%); VPH 11 (8.5%); VPH 66 (8.5%) y VPH 18 (6.4%) (Tabla 30). En la
Figura 34 se observa la distribución de los genotipos de VPH más frecuentemente
detectados por Microarrays.
TABLA 30. Genotipos de VPH detectados mediante Microarrays
Genotipo de VPH
1º
2º
3º
4º
5º
6º
7º
8º
9º
10º
11º
12º
13º
14º
15º
16º
17º
18º
19º
20º
21º
22º
23º
24º
25º
26º
VPH 16
VPH 6
VPH 53**
VPH 51
VPH 58
VPH 11
VPH 66**
VPH 18
VPH 52
VPH 33
VPH 39
VPH 70
VPH 31
VPH 42
VPH 68
VPH 45
VPH 81
VPH 71
VPH 26**
VPH 35
VPH 85
VPH 56
VPH 40
VPH 73
VPH 82
VPH 69
N
En infecciones por
un solo genotipo de VPH
28
13
12
2
7
2
1
3
1
2
3
4
2
3
2
1
1
-
N
En coinfecciones
TOTAL
%
56
27
16
20
13
14
15
9
10
6
4
2
3
2
4
1
2
3
3
1
2
2
1
1
1
1
84
40
28
22
20
16
16
12
11
8
7
6
5
5
4
3
3
3
3
2
2
2
1
1
1
1
44.7
21.3
14.9
11.7
10.6
8.5
8.5
6.4
5.9
4.3
3.7
3.2
2.7
2.7
2.1
1.6
1.6
1.6
1.6
1.1
1.1
1.1
0.5
0.5
0.5
0.5
* En negrita los genotipos de VPH de riesgo oncogénico elevado. ** Probable alto riesgo oncogénico
136
50
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
VPH 16
VPH 6
VPH 53
VPH 51
VPH 58
VPH 11
VPH 66
Figura 34. Distribución de los genotipos de VPH más frecuentes detectados por Microarrays*
*Otros genotipos de VPH detectados con menor frecuencia: VPH 52, 33, 39, 70, 31, 42, 68, 45, 81, 71, 26, 35, 85, 56, 40, 73, 82 y 69
VPH 18
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
En la Figura 35 se muestra la evolución anual de los genotipos de VPH más
frecuentemente detectados por Microarrays. Las coinfecciones detectadas en el mismo
periodo de tiempo estudiado mediante Microarrays fueron 100 (53.2%). En la Figura 36
se representan las coinfecciones detectadas. Al analizar las coinfecciones detectadas por
Microarrays, se observó que la mayor parte de las mismas eran por dos genotipos de
VPH: 84 (84.0%), por tres genotipos de VPH: 12 (12.0%), por cuatro: 2 (2.0%) y más de
cuatro genotipos de VPH en 2 (2.0%).
El VPH 16 fue el más frecuentemente detectado en coinfecciones, detectándose en
56 ocasiones, seguido del VPH 6, que se detectó en 27 ocasiones, el VPH 51 en 20
ocasiones y los genotipos VPH 53 y 66, que se detectaron en 16 y 15 ocasiones,
respectivamente.
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
2003
2004
10
2
66
9
2
1
4
16
11
10
1
5
16
58
13
1
6
20
51
18
2
1
22
53
22
3
3
28
6
5
2
26
7
40
16
49
10
19
6
84
18
1
2005
2006
TOTAL
12
Figura 35. Distribución anual de los genotipos más frecuentes de VPH detectados
mediante Microarrays
138
16
14
12
10
8
6
4
2
0
VPH 6,16
VPH 16,51
VPH 16,58
VPH 16,66
VPH 11,16
VPH 16,18
VPH 16,52
Figura 36. Genotipos de VPH más frecuentes detectados por Microarrays en coinfecciones
VPH 16,53
VPH 18,51
VPH 51,53
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
En la Tabla 31 se presentan las coinfecciones detectadas (por dos, tres, cuatro o
más de cuatro genotipos de VPH) por las distintas técnicas basadas en PCR empleadas en
el genotipado de VPH (Figura 37).
La técnica LiPA fue la que detectó mayor número de coinfecciones, en total 117. El
LiPA igualmente fue la que detectó el mayor número de genotipos distintos en una misma
reacción, detectándose en un 10.3% de las ocasiones más de cuatro genotipos de VPH
distintos. La ERpcr no detectó en ninguna ocasión más de tres genotipos de VPH
distintos, solo detectó coinfecciones por 2 y 3 genotipos distintos de VPH. Tanto LiPA
como Microarrays detectaron coinfecciones por múltiples genotipos de VPH (incluso
más de 4 genotipos). Los Microarrays detectaron con mayor frecuencia coinfecciones por
dos genotipos de VPH (84%) que la ERpcr (63.6%) y el LiPA (63.2%).
TABLA 31. Coinfecciones detectadas por dos, tres, cuatro o más de cuatro genotipos
distintos de VPH, para las distintas técnicas empleadas en el genotipado
Técnica
2 genotipos
VPH
3 genotipos
VPH
4 genotipos
VPH
Más de 4
genotipos
de VPH
Erpcr
7
(63,6%)
4
(36,4%)
__
__
LiPA
74
(63,2%)
24
(20,5%)
7
(6%)
12
(10,3%)
Microarrays
84
(84%)
12
(12%)
2
(2%)
2
(2%)
140
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
Microarrays
LiPA
ERpcr
0
20
40
2 genotipos VPH
4 genotipos VPH
60
80
100
3 genotipos VPH
>4 genotipos VPH
Figura 37. Coinfecciones detectadas por dos, tres, cuatro o más de cuatro genotipos
distintos de VPH, para las distintas técnicas empleadas en el genotipado
Resultados globales del genotipado de VPH
En total se genotiparon 436 muestras, previamente procesadas por HC 2 con sondas
diferenciadas, por alguna de las tres técnicas del estudio (PCR con digestión por enzimas
de restricción, LiPA y/o Microarrays). En 270 muestras (61.9%) solo se detectó un
genotipo de VPH, mientras que 166 muestras (38.1%) fueron coinfecciones por más de
un genotipo de VPH.
Al identificar los VPH detectados, se observó que los genotipos más frecuentes
fueron: VPH 16 (26.7%); VPH 6(10.0%); VPH 53 (7.6%); VPH 58 (7.1%); VPH 51
(6.3%); VPH 31 (5.3%); VPH 66 (4.8%) y VPH X (no tipable) (4.8%) (Tabla 32). En la
Figura 38 se observa la distribución de los genotipos de VPH más frecuentemente
detectados por alguna de las técnicas empleadas.
141
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
TABLA 32. Genotipos de VPH detectados mediante distintas técnicas
Genotipo de
VPH
1º
2º
3º
4º
5º
6º
7º
8º
9º
10º
11º
12º
13º
14º
15º
16º
17º
18º
19º
20º
21º
22º
23º
24º
25º
26º
27º
28º
29º
30º
VPH 16
VPH 6
VPH 53**
VPH 58
VPH 51
VPH 31
VPH 66**
VPH X
VPH 11
VPH 52
VPH 18
VPH 33
VPH 70
VPH 39
VPH 56
VPH 68
VPH 42
VPH 35
VPH 82
VPH 59
VPH 40
VPH 45
VPH 57
VPH 81
VPH 62
VPH 71
VPH 85
VPH 43
VPH MM7
VPH MM8
N
En infecciones por
un solo genotipo de
VPH
92
26
20
20
5
22
2
18
7
5
9
8
11
4
2
1
4
2
2
2
3
1
1
1
1
1
N
En
coinfecciones
TOTAL
%
85
40
31
27
38
13
30
14
22
21
16
9
3
8
6
6
2
3
5
5
2
1
2
1
2
2
-
177
66
51
47
43
35
32
32
29
26
25
17
14
12
8
7
6
5
5
5
4
3
3
3
2
2
2
1
1
1
26.7
10.0
7.7
7.1
6.5
5.3
4.8
4.8
4.4
3.9
3.8
2.6
2.1
1.8
1.2
1.1
0.9
0.8
0.8
0.8
0.6
0.5
0.5
0.5
0.3
0.3
0.3
0.2
0.2
0.2
*En negrita los genotipos de VPH de riesgo oncogénico elevado. ** Probable alto riesgo oncogénico
142
30
25
20
15
10
5
0
VPH 16 VPH 6
VPH 53 VPH 58 VPH 51 VPH 31 VPH 66 VPH X
Figura 38. Tipos de VPH más frecuentes detectados por distintas técnicas*
*Otros genotipos de VPH detectados con menor frecuencia: VPH 11, 52, 18,3 3, 70, 39, 56, 68, 42, 35, 82
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
En la Figura 39 se muestra la evolución anual de los genotipos de VPH más
frecuentemente detectados por las distintas técnicas. Las coinfecciones detectadas en el
mismo periodo de tiempo fueron 166 (38.1%). En la Figura 40 se representan las
coinfecciones detectadas. Al analizar las coinfecciones detectadas por las distintas
técnicas empleadas, se observó que la mayor parte de las mismas eran por dos genotipos
de VPH: 105 (63.3.0%), por tres genotipos de VPH: 46 (27.2%), por cuatro: 12 (7.2%) y
más de cuatro genotipos de VPH en 3 (1.8%).
El VPH 16 fue el más frecuentemente detectado en coinfecciones, detectándose en
85 ocasiones, seguido del VPH 6, que se detectó en 40 ocasiones, el VPH 51 en 37
ocasiones y los genotipos VPH 53 y 66, que se detectaron en 30 ocasiones, cada uno de
ellos.
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
51
-
-
2
25
8
2
6
TOTAL
43
58
4
8
1
20
1
5
8
47
53
4
4
6
28
-
3
6
51
6
5
4
5
10
3
27
12
66
16
20
24
27
59
19
19
9
177
Figura 39. Distribución anual de los genotipos más frecuentes de VPH detectados
mediante distintas técnicas.
144
16
14
12
10
8
6
4
2
0
VPH 6,16
VPH 16,52
VPH 16,18
VPH 16,58
VPH 16,66
VPH 16,53
VPH 11,16
Figura 40. Genotipos de VPH más frecuentes detectados por distintas técnicas en coinfecciones.
VPH 16,51
VPH 18,51
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
Concordancia para la detección de los distintos genotipos de VPH mediante
LiPA, Microarrays y ERpcr
Se realizó el cálculo de la concordancia, para las distintas técnicas, para poder
expresar el porcentaje de acuerdo que existía entre ellas y determinar en qué medida hubo
coincidencia en la clasificación entre las técnicas de detección en relación al total de VPH
genotipados.
Para poder cuantificar el grado de acuerdo, una vez eliminada la parte que puede
atribuirse solamente al azar, se procedió a determinar el índice Kappa. Se consideró que
un valor de Kappa podía considerarse como indicador de una concordancia aceptable, si
era mayor o igual a 0,4 y excelente si era superior a 0,75. Cuando el valor de Kappa
alcanzaba su máximo valor, suponía una total coincidencia entre las técnicas y por tanto
el acuerdo observado era del 100%.
En la Tabla 33 se representan la concordancia observada y los índices Kappa (con
sus valores máximos y mínimos) para la detección de los genotipos de VPH detectados
con mayor frecuencia (VPH 16, 6, 11, 18, 31, 42, 51, 53 y 58).
146
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
TABLA 33. Índices Kappa para la detección de los genotipos más frecuentes de VPH
mediante LiPA, Microarrays y ERpcr.
a.
b.
CO = Concordancia observada; EE = Error estándar; IKm = Índice de Kappa mínimo; IKM = Índice de
Kappa máximo.
p-valor bajo la hipótesis nula de igualdad de índices Kappa entre pruebas
147
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
Al analizar la concordancia entre LiPA y Microarrays (Figura 41) para los
distintos genotipos de VPH detectados con mayor frecuencia, se pudo observar que para
los genotipos 16, 11, 18 51 53 y 58 la concordancia entre ambas técnicas era excelente.
Sin embargo la concordancia había sido sólo aceptable para los genotipos 6 y 31, entre
LiPA y Microarrays. Únicamente, se dió un valor de Kappa máximo para el VPH
genotipo 42, lo que suponía que existía una total coincidencia entre LiPA y Microarrays
en la detección del VPH 42 y por tanto el acuerdo observado entre ambas técnicas era del
100% cuando el genotipo detectado era el 42.
Al analizar la concordancia entre LiPA y ERpcr (Figura 42) para los distintos
genotipos de VPH detectados con mayor frecuencia, se pudo observar que solamente para
los VPH 16, 31, 53 y 58 la concordancia entre ambas técnicas era aceptable. La
concordancia no era aceptable para los genotipos 11 y 18, entre LiPA y ERpcr. No existía
total coincidencia entre LiPA y ERpcr para ninguno de los genotipos de VPH y por tanto
el acuerdo observado entre ambas técnicas en ningún caso fue del 100%. En tres
genotipos de VPH (VPH 6, 42 y 51) el grado de acuerdo observado entre LiPA y ERpcr
se pudo atribuir enteramente al azar.
Al analizar la concordancia entre Microarrays y ERpcr (Figura 43) para los
distintos genotipos de VPH detectados con mayor frecuencia, se pudo observar que
solamente para los VPH 16, 31, 53 y 58 la concordancia entre ambas técnicas era
aceptable. La concordancia no era aceptable para los genotipos 11 y 18, entre
Microarrays y ERpcr. No existía total coincidencia entre Microarrays y ERpcr para
ninguno de los genotipos de VPH por tanto el acuerdo observado entre ambas técnicas en
ningún caso fue del 100%. En tres genotipos de VPH (VPH 6, 42 y 51) el grado de
acuerdo observado entre LiPA y ERpcr se pudo atribuir enteramente al azar.
148
1,200
1,000
0,800
0,600
0,400
0,200
0,000
VPH 42
VPH 16
VPH 18
VPH 53
VPH 58
VPH 51
VPH 11
Figura 41. Índices Kappa para los genotipos de VPH más frecuentes entre LiPA y Microarrays
VPH 6
VPH 31
0,700
0,600
0,500
0,400
0,300
0,200
0,100
0,000
VPH 31
VPH 53
VPH 58
VPH 16
VPH 11
VPH 18
VPH 6
Figura 43. Índices Kappa para los genotipos de VPH más frecuentes entre Microarrays y Erpcr.
VPH 42
VPH 51
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
Al analizar la concordancia entre las tres técnicas (Figura 44) para los distintos
genotipos de VPH detectados con mayor frecuencia, se pudo observar que solamente para
los VPH 16, 18, y 53 la concordancia entre las técnicas era excelente. La concordancia
era aceptable para los genotipos 11, 31 y 58, entre las tres técnicas. No existía total
coincidencia entre las tres para ninguno de los genotipos de VPH, por tanto el acuerdo
observado entre ellas en ningún caso fue del 100%. En tres genotipos de VPH (VPH 6, 42
y 51) el grado de acuerdo observado entre LiPA, Microarrays y ERpcr se pudo atribuir
enteramente al azar.
151
0,900
0,800
0,700
0,600
0,500
0,400
0,300
0,200
0,100
0,000
VPH 16
VPH 53
VPH 18
VPH 58
VPH 11
VPH 31
VPH 42
VPH 51
VPH 6
Figura 44. Índices Kappa para los genotipos de VPH más frecuentes entre las tres técnicas, LiPA, Microarrays y ERpcr (Global).
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
Comparativo entre técnicas: HC 2, ERpcr, LiPA y Microarrays
En una muestra deliberadamente sesgada, en aras a la oportunidad de aplicación de
las técnicas, los resultados obtenidos por las cuatro técnicas utilizadas en 113 se
obtuvieron los resultados que se muestran en la Figura 45. En estas 113 muestras
genitales se analizó la concordancia entre los resultados obtenidos por HC 2, ERpcr,
LiPA y Microarrays. Los resultados obtenidos por HC 2 se distribuyeron como sigue:
15% de las muestras fueron negativas y 96 (85%) fueron positivas para detección de
VPH: 81 VPH AR (84.4%); 8 VPH BR (8.3%) y 7 en las que se detectó VPH AR y BR
(mixtas) (7.3%).
Estas 96 muestras positivas por HC 2 se procesaron por las otras tres técnicas para
ver la concordancia que existía entre ellas. Mediante ERpcr se detectó la presencia de
ADN de VPH en 48 de las muestras analizadas (N=96), es decir, se confirmaron un 50%
de las muestras. Mediante Microarrays se detectó la presencia de ADN de VPH en 94 de
las muestras analizadas, es decir, se confirmaron un 97.9% de las muestras. Mediante
LiPA se detectó la presencia de ADN de VPH en 93 de las muestras analizadas, es decir,
se confirmaron un 96.9% de las muestras positivas por HC 2.
El 43.2% de los VPH de AR no se detectaron por ERpcr, el 1.2% no se detectaron
por Microarrays y un 2.5% no se detectaron por LiPA (N=81).
El 87.5% de los VPH de BR no se detectaron por ERpcr, el 12.5% no se detectaron
por LiPA y un 12.5% tampoco se detectaron por Microarrays (N=8).
El 85.7% de los VPH positivos para ambos grupos de VPH (AR y BR) no fueron
detectados por ERpcr, sin embargo, tanto LiPA como por Microarrays detectaron el
100% de las infecciones mixtas (VPH AR y BR) (N=7).
Mediante ERpcr se detectaron tres coinfecciones, mientras que con LiPA se
detectaron 59 coinfecciones y con Microarrays 43. El VPH 16 fue el VPH más
frecuentemente identificado, apareciendo en 18 ocasiones mediante ERpcr, y en 52 (16 en
infecciones únicas y 36 en coinfecciones) y 51 (22 en infecciones únicas y 29 en
coinfecciones) ocasiones mediante LiPA y Microarrays, respectivamente.
153
Marta Domínguez-Gil González
Resultados
90
80
70
60
50
L iP A
40
M ic ro a rr a y s
30
20
ER pcr
10
HC 2
VPH AR
V PH BR
VPH AR +BR
HC 2
81
8
7
E R pcr
46
1
1
M ic ro a r ra y s
80
7
7
L iP A
79
7
7
HC 2
ERpcr
M ic r o a r r a y s
0
L iP A
Figura 45. Distribución de resultados al comparar HC 2, ERpcr, LiPA y Microarrays.
154
Discusión
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
Se acepta como evidencia científica que prácticamente todos los casos de cáncer de
cuello de útero están relacionados con una infección persistente por determinados
genotipos de VPH10,13,20. El cribado sistemático de muestras endocervicales mediante
estudio citológico (Tinción de Papanicolaou) ha disminuido la incidencia de cáncer en
aquellos países en los que estos métodos se realizan de forma sistemática21,22. Aunque la
prueba de Papanicolaou ha tenido una contribución trascendente en la reducción de los
casos de cáncer, su sensibilidad clínica se aproxima al 60% en los mejores casos, en
función de las muestras poblacionales estudiadas. Por ello no puede ser considerada como
el método más adecuado para el cribado primario del cáncer de cuello uterino21,22,23.
El desarrollo y empleo de las modernas técnicas moleculares ha contribuido a
conseguir niveles de sensibilidad excelentes en la detección de ADN de VPH superando
al Papanicolaou. De este modo, la infección puede ser diagnosticada en mejores
condiciones que antes, anticipando las posibles consecuencias que podrían ser detectadas
mediante posteriores análisis citológicos o histológicos24,25,26.
La consolidación de las técnicas moleculares en microbiología, y su
estandarización, ha conducido a su empleo como herramienta diagnóstica habitual. Ante
la demanda de este tipo de pruebas, las compañías de diagnóstico han generado
numerosos equipos, muchos de ellos poco contrastados o sin estar validados por las
principales instituciones sanitarias.143
Existen numerosas técnicas de cribado que van a seguir proliferando en los
próximos años, pero sólo algunas han sido validadas por instituciones oficiales. Por ello
es extraordinariamente importante la valoración de técnicas que se precisan aplicar para
el diagnóstico rutinario de VPH y el rendimiento que podemos esperar los microbiólogos
y clínicos de ellas, así como las dificultades microbiológicas derivadas de la
interpretación clínica de los hallazgos que necesariamente producirán cambios en los
patrones de diagnóstico y el cribado de las mujeres en relación con la prevención del
cáncer de cérvix.
Por todo lo expuesto, podría decirse que el diagnóstico de VPH va a constituir la
herramienta para la prevención y el control del cáncer de cérvix más importante en los
próximos años27.
Se puede apuntar, por tanto, que resulta más racional realizar un cribado para
detectar el virus y confirmar el daño citológico con Papanicolaou en mujeres infectadas.
El valor predictivo negativo de ambas técnicas conjuntas es del 100% y, teniendo en
156
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
cuenta el tiempo medio necesario para que una infección evolucione y provoque lesiones
tumorales, permite diferir el siguiente control, en al menos tres a cinco años23,28.
Evolución de la demanda analítica de detección de VPH y tipo de
muestras /Variables de persona y de procedencia clínica
El presente trabajo constituye, hasta donde conocemos, una de las primeras
aproximaciones diagnósticas realizadas en España y una de las que abarca más número de
años y muestras analizadas, ya que entre los años 1996 a 2006, se han procesado para
detección de VPH; 4375 muestras, correspondientes a 3978 pacientes. Podemos afirmar
que este estudio, en cierto modo, es representativo de la población de la provincia de
Valladolid, y los datos obtenidos del mismo, son un reflejo de las características de la
población de Valladolid, ya que es el único centro de la provincia en donde se realiza la
detección de VPH.
En la curva de evolución que se observa en este trabajo se distinguen tres fases
claramente diferenciadas; una primera de implementación de la técnica con un aumento
progresivo y gradual hasta el año 2001, una fase más o menos estacionaria hasta el año
2004, probablemente fruto de la falta de información nueva sobre el VPH, y a partir de
2004 un incremento muy notable debido a las expectativas curativas y preventivas que
han despertado la elaboración de las nuevas vacunas.
El total de 4375 determinaciones realizadas desde 1996 a 2006, supone una media
global de solicitudes de 398 muestras al año, sobrepasando en la actualidad las 1000
muestras anuales (1163 en 2007).
La detección de VPH, se ha realizado fundamentalmente en muestras genitales,
siendo la mayoría de ellas, frotis de cérvix uterino. Esto es debido, a que la mayoría de las
técnicas empleadas para la detección y genotipado de VPH, están validadas para su
empleo con muestras de frotis de cérvix uterino, y en el presente estudio se da un claro
predominio de esta modalidad de muestra frente a otras (exudados uretrales, biopsia…)
que supone en conjunto un 98.4%, y que experimenta mínimas variaciones en el conjunto
de años de este trabajo.
Resulta lógico por tanto que la mayor proporción de pacientes en los que se realizó
detección de VPH fueran mujeres, con una edad media de 36.3 años (mediana: 35; DE:
157
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
40.3). El grupo etario con mayor demanda analítica de VPH fue el de mujeres de 25-34
años (33.5%), seguido del grupo de 35-44 años (30.9%).
Aunque en los últimos años ha habido un ligerísimo incremento de solicitud de
detección de VPH en varones (con un incremento anual de 1.3 muestras), sigue siendo
muy inferior la demanda de detección de VPH en el varón, ello es consecuencia de la
menor sensibilidad de las técnicas en varones y la falta de validación de los tests en el
mercado para su empleo en aquellos144. El mayor porcentaje de solicitud de detección de
VPH, corresponde a mujeres con un 98.6% del total de las peticiones, frente al 1.4% de
muestras que correspondían a varones. Como veremos más adelante el porcentaje global
de detección de VPH en mujeres fue del 41%, y por el contrario en hombre fue muy
inferior respecto a las mujeres, detectándose VPH en únicamente un 0.6%, coincidiendo
con lo publicado en algunos estudios145,146.
Entre los años 1996 a 2004, la mayoría de las muestras procesadas procedían de
Atención Ginecológica del Servicio Territorial de Sanidad de Valladolid (AGSTS). Desde
2004 no se recibieron muestras de esta localización, por motivos de deslocalización
sanitaria y actualmente, la mayoría de las peticiones de detección de VPH proceden de los
dos grandes centros hospitalarios de Valladolid; el Hospital Clínico Universitario y el
Hospital Universitario Río Hortega; aunque en los últimos años han ido incrementándose
las solicitudes por parte de los distintos Centros de Salud de Valladolid y de la
Asociación Castellano Leonesa de Ayuda al Drogodependiente (ACLAD), de tal manera
que algo más de las tres cuartas partes de las peticiones proceden de los dos grandes
hospitales y el resto de demanda, de otros centros.
Se puede concluir que la demanda de detección de papilomavirus por parte del área
Oeste y área Este de Valladolid, se cifra en torno a las 900 muestras anuales, siendo el
perfil tipo de la misma, mujer de 36 años de edad que acude por primera vez al Servicio
de Microbiología, derivada de la atención ambulatoria u hospitalaria ginecológica.
Cribado de VPH
El cribado de VPH constituye hoy día la técnica más eficaz para los programas de
prevención de cáncer de cérvix. Cuando los resultados obtenidos en dicho cribado son
negativos y la citología lo es también, se pueden retrasar las visitas siguientes de las
mujeres hasta cinco años28. La mayoría de los cribados de VPH tienen como objetivo
158
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
principal la detección de los genotipos más frecuentemente involucrados en la
carcinogénesis o en los procesos de transformación celular147.
Un método de cribado ideal de VPH debería por tanto ser capaz de detectar
cualquier tipo de VPH que estuviera asociado a riesgo de desarrollo de lesiones
carcinomatosas y al mismo tiempo debería ser una técnica de ejecución lo más sencilla
posible, reproductible y con un alto valor predictivo negativo. Estas características
conforman las propiedades de una técnica robusta148.
La detección del VPH se reconoce en la actualidad como instrumento importante
para la disminución de la incidencia y mortalidad del cáncer de cuello uterino. Muchos
grupos evalúan la posibilidad de emplear técnicas moleculares para la detección del VPH
como herramienta en el cribado primario del cáncer cervical y la atención de las pacientes
con diagnóstico de ASCUS y lesiones de bajo grado. Las técnicas empleadas en estos
trabajos, son muy distintas149,150,151. A pesar de ello, lo que resulta importante es que las
mismas tengan una gran sensibilidad y especificidad para la detección del VPH.
Las técnicas deben tener la sensibilidad y especificidad necesarias, además de una
buena reproducibilidad, para considerarlas óptimas y aplicarlas en la detección del VPH
en la práctica clínica. La posibilidad de reducir el porcentaje de falsos negativos de
citología en el primer cribado de la población y la incorporación de una prueba molecular
de VPH son algunas de las razones para evaluar estas pruebas.
En el presente trabajo la mayoría del cribado, se ha realizado con la técnica HC 2,
que a lo largo del tiempo, desde su aparición en 1998, ha sufrido ligeras modificaciones.
Esta técnica de detección de VPH a partir de muestras genitales, preferentemente de
mujeres, remitidas por los servicios de ginecología, ha ofrecido un altísimo rendimiento
diagnóstico, ya que empleada en la modalidad de dos sondas ha ofrecido un rendimiento
diagnóstico superior al 40% de resultados positivos sobre el total de muestras analizadas.
La técnica de captura de híbridos utilizada desde que se implementó en nuestro
hospital la detección de VPH, ha generado un porcentaje global de detecciones positivas
de un 41.5%. Estos porcentajes han sido muy similares a los obtenidos en otros estudios
de nuestro país152,153, dado que la captura de híbridos ha mostrado tener una buena
fiabilidad tanto en lo referente a la reproducibilidad de la técnica como en lo referente a
su rendimiento clínico154 . Se puede concluir que el cribado de VPH a lo largo de once
años de estudio en la población atendida por los Hospitales de Valladolid, proporciona
uno de los rendimientos más altos de las técnicas microbiológicas de diagnóstico, con una
rentabilidad próxima al 40%. Podríamos decir, por tanto, que entre la analítica del
159
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
laboratorio de Microbiología, la detección de VPH, es la técnica que ofrece un
rendimiento mayor de diagnóstico (40%), ya que no hay ninguna otra en la que el
porcentaje de positividad sea tan elevado.
A pesar de la variación de la carga de trabajo específica de este análisis no se
observa una tendencia lineal en un sentido decreciente o ascendiente del número de
resultados positivos para VPH a lo largo del estudio de evolución. La demanda analítica
aumenta, pero el porcentaje de positividad sufre mínimas variaciones a lo largo de estos
once años de estudio apreciándose una tendencia estable en el porcentaje de hallazgos.
Únicamente, se observaron diferencias significativas entre los años 2002 y 2003, en los
que se sitúa de forma más marcada el estancamiento de peticiones, mientras que en el
resto de los años que abarca el estudio no existen diferencias significativas respecto a
número de muestras positivas, existiendo un paralelismo marcado entre peticiones y
hallazgo de VPH. Estos hechos parecen demostrar que la demanda de VPH por parte de
los clínicos sigue unos patrones constantes.
A este respecto, cabe mencionar, la enorme discrepancia entre los datos publicados
por las diferentes series en los últimos años. Ello obedece a la distinta modelización,
diseño, grupo poblacional, metodología, entre otros, de los trabajos realizados. El rango
de la prevalencia en población general a nivel mundial, de la infección por VPH varía
entre el 2 y 44%51, rango en el que influye la edad de la población estudiada, la
sensibilidad de los ensayos moleculares utilizados para la detección del ADN viral, la
procedencia de la población estudiada, los objetivos del estudio, el ámbito de realización,
entre otros. En el presente estudio los resultados demuestran la consistencia y
verosimilitud de la muestra hospitalaria estudiada, lo cual permite afirmar que los
resultados obtenidos aquí pueden ser extrapolables a otras muestras procedentes de
pacientes ginecológicos.
Se puede concluir que el diagnóstico de VPH por cribado mediante Captura de
Híbridos (HC 2) ofrece una de las mayores rentabilidades diagnósticas del laboratorio de
microbiología. La rentabilidad media ha sido cercana al 40%, sin oscilaciones a lo largo
de once años de uso de dicha técnica sobre muestras de procedencia mayoritariamente
ginecológicas.
La prevalencia de detección de VPH está asociada a la edad, generalmente, la
prevalencia es más alta en las edades inmediatas al inicio de las relaciones sexuales y
responde al patrón de comportamiento sexual de la comunidad. En las poblaciones en las
que el número de compañeros sexuales distintos y ocasionales es elevado, la prevalencia
160
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
puede ser elevada, del 30-40% en los grupos de menores de 25 años44. Este primer pico
de prevalencia va seguido de una disminución muy notable, de modo que en las edades
intermedias (25-40 años) la detección viral se estabiliza en niveles del 3-10%. Esta
fracción prevalente se interpreta como medida indirecta del grupo de mujeres portadoras
crónicas de la infección viral y del grupo de alto riesgo para la progresión neoplásica. En
algunas poblaciones se ha observado un segundo pico de prevalencia en las mujeres
posmenopáusicas, cuya interpretación es todavía objeto de investigación.
En este trabajo, la prevalencia de la infección por VPH es alta y creciente en
mujeres jóvenes sexualmente activas hasta los 25 años, luego disminuye con la edad, para
finalmente alcanzar un segundo pico de prevalencia después de los 55 años155.
A pesar de que los grupos etarios con mayor demanda de detección de VPH son 2534 años y 35-44 años; el mayor porcentaje de diagnóstico de VPH se concentró en el
grupo de menos de 25 años, en el que un 50.6% de las muestras resultaron positivas en el
cribado de VPH. Se observa que a medida que aumenta la edad del paciente el porcentaje
de diagnóstico de VPH va disminuyendo; es decir que existe una tendencia lineal
decreciente con la edad, exactamente igual a lo que sucede en los cribados de población
general pero con porcentajes logarítmicamente superiores en las muestras de procedencia
clínica.
En nuestro país, el porcentaje de la población objeto de estudio se sitúa en rangos
similares a lo descrito en otros estudios con poblaciones semejantes20,156. Como en estos
estudios, los grupos de edad más joven son donde hay más casos de positividad y se
correlacionan con factores de riesgo ya conocidos como la paridad, el número de
embarazos y el número de compañeros sexuales.
El porcentaje de positividad para VPH fue significativamente mayor en mujeres
que en varones, con un 40.9% y un 0.6%, respectivamente; aspecto a tener en cuenta ya
que la técnica de HC 2 no ha sido validada para muestras uretrales. La sensibilidad en
varones es inferior y prueba de ello es que todas las muestras proceden de servicios
clínicos, bien de individuos con factores de riesgo de ETS o parejas de mujeres con VPH.
En este estudio, la técnica de cribado se ha realizado mayoritariamente empleando
dos sondas distintas de hibridación. La distribución de VPH positivos en función del
riesgo de transformación celular fue mayoritariamente a favor de los VPH de alto riesgo
de transformación celular (VPH AR), ya que se detectó en una proporción mucho mayor
(88.7%) el VPH AR que el VPH de bajo riesgo de transformación celular (VPH BR); con
un 11.3%.
161
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
Al analizar la tendencia de la distribución de resultados de cribado de VPH AR en
función de la edad del paciente, se pudo observar que la detección de VPH AR aumenta
con la edad del paciente, aunque el porcentaje de VPH disminuye con la edad, por lo que
se demuestra que aunque la frecuencia de hallazgo de VPH disminuye con el incremento
etario, la probabilidad de diagnosticar un VPH de AR aumenta.
Podemos señalar por tanto que el porcentaje de detección de VPH a partir de
muestras ginecológicas, ofrece un perfil similar al descrito en trabajos de cribado de
población general, aunque con frecuencias logarítmicamente mayores. Cabe apuntar que
se observa una mayor frecuencia de detección de VPH en mujeres menores de 25 años y
decreciendo dicha cifra con el aumento de la edad; si bien la probabilidad de encontrar
VPH relacionadas con carcinogénesis aumenta con la edad de los pacientes.
Como veremos más adelante, en el apartado correspondiente a la confirmación, la
técnica de HC 2 ha sido capaz de detectar papilomavirus para los que no está validada,
probablemente debido a que utiliza sondas degeneradas que son capaces de hibridar con
VPH que no están incluidas específicamente.
El cribado debe reunir características máximas de sencillez y aplicabilidad, junto
con una sensibilidad máxima. No conocemos trabajos disponibles en los índices
habituales bibliométricos, que hayan comparado la detección de VPH mediante HC 2 con
el uso de dos sondas (de AR y BR) por separado frente a la detección utilizando una
mezcla de ambas sondas. Por ello en este estudio se ensayó en una muestra reducida (362
muestras) el cribado utilizando una única sonda que clasificaba a las muestras como
positivas o negativas, sin diferenciar entre VPH AR o VPH BR. Al comparar los
resultados obtenidos con esta modalidad y la HC 2 con sondas diferenciadas como
estándar de oro, se pudo observar que la sensibilidad al utilizar sonda única era de 91.7%
y la especificidad de 98.9%.
Cabría esperar que al usar una mezcla de ambas sondas, tuviéramos los mismos
resultados que con el empleo de las sondas AR y BR utilizadas de forma separada. Sin
embargo los resultados obtenidos permiten apreciar como en 17 muestras existen
discrepancias. Al analizarse las discordancias entre ambas técnicas, se observó que 15
muestras fueron negativas al utilizar sonda única y sin embargo con sondas diferenciadas
fueron positivas, y otras dos muestras fueron positivas al utilizar sonda única y fueron
negativas al emplear sondas diferenciadas.
Al estudiar estas discordancias por otras técnicas como LiPA y Microarrays se
confirmaron como positivas únicamente cuatro muestras, precisamente aquellas en las
162
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
que el ratio de HC 2 con sonda doble fue elevado, y de las dos que habían sido positivas
por la mezcla de las dos sondas, no se pudo confirmar ninguna de ellas. Los resultados
obtenidos en este ensayo de 362 muestras en las que se pudo aplicar estas dos formas de
cribado, una con dos sondas (1 por AR y otra por BR) y otra mezclando ambas, después
de las correcciones y ajustes mencionados más arriba, parecen apuntar a una ligera
pérdida de sensibilidad.
Como se ha señalado anteriormente, parece no existir bibliografía sobre el cribado
de VPH comparando el empleo de HC 2 con sonda única, y con sondas diferenciadas, ni
de las posibles discrepancias entre utilizar una u otra modalidad de la técnica, pero en
función de nuestros resultados, cabría la posibilidad de plantearnos si el umbral de
positividad de la técnica es demasiado bajo para considerar una muestra positiva para
VPH, ya que en este estudio, se observa que solo unas pocas muestras, en las que la
reactividad era próxima al umbral, no se confirmaron al emplearse otras técnicas.
Según algunos estudios, la exactitud de la captura de híbridos depende del valor de
corte usado como umbral de detección positiva. Al aumentar el umbral positivo del test,
disminuyen la sensibilidad y el valor predictivo negativo (VPN), y aumentan la
especificidad y el valor predictivo positivo (VPP)125. Con un nivel de corte de 1 URL,
equivalente a 1 pg/ml de ADN del VPH (umbral de positividad aconsejado por el
laboratorio que lo comercializa), el HC 2 tiene una sensibilidad del 85-100% y un VPN
del 100% en la mayoría de los trabajos publicados157,158.
Parece recomendable, que en aquellas muestras con resultado próximo a 1 unidad
del ratio de positividad se empleen otras técnicas de confirmación, o se reclame nueva
muestra, para evitar los falsos positivos.
Con la sonda única (mezcla de sondas en una única sonda) hubo cuatro muestras
que no se detectaron y sin embargo fueron positivas por HC 2 con las sondas AR y BR
diferenciadas, confirmadas posteriormente por LiPA o Microarrays. La aplicación del
cribado con una sonda única reduce la sensibilidad de la técnica aunque mejora la
relación coste-eficacia, debido a la reducción de costes y tiempo de análisis.
A tenor de lo expuesto parece que la técnica de HC 2 utilizada en sonda doble,
puede dar algunos resultados falsos positivos, sobre todo en muestras próximas al umbral
de la prueba. Por otra parte, parece claro que el uso de la técnica en la modalidad de una
única sonda (mezcla de las dos; AR y BR) deja escapar cuatro casos positivos de VPH,
dos de ellos de BR (VPH 6 y VPH 11) y dos de AR (VPH 16).
163
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
El uso del cribado mediante hibridación con sonda única (mezcla de sonda de alto
riesgo y bajo riesgo en una única sonda) permitiría una mejora del coste/efectividad de la
técnica, con una ligera disminución de la sensibilidad. Lo que restringiría su uso en el
cribado de determinadas poblaciones. La concordancia obtenida es la máxima con
respecto a otras técnicas (95.3%).
Cribado de VPH con técnicas basadas en PCR
En los últimos seis años, han aparecido diversas técnicas de detección de VPH,
basadas en la PCR, que ofrecen la posibilidad de detectar y tipar un número limitado de
VPH en la misma reacción. Esta detección está dirigida de manera preferente hacia los
que entrañan riesgo de transformación celular. Los métodos de PCR basados en la
amplificación de ADN de VPH poseen una alta sensibilidad para la detección del virus en
muestras cervicogenitales159. Estos ensayos presentan el problema de la posible
contaminación con producto amplificado, por lo que deben realizarse en laboratorios
especializados, y se deben utilizar los que estén validados.
La técnica de detección LiPA, es una de estas técnicas que ofrecen la posibilidad de
detectar y tipar VPH en la misma reacción, es decir realiza cribado y genotipado en una
misma reacción. Los resultados obtenidos en el estudio de las 413 muestras en las que se
aplicó las dos formas de cribado (una HC 2 con dos sondas diferenciadas y LiPA) parecen
apuntar a una pérdida de sensibilidad del LiPA (80.2%) y una especificidad del 92.9%
respecto a HC 2. Los resultados obtenidos permiten apreciar como en 60 muestras existen
discrepancias. Al analizarse las discordancias entre ambas técnicas, en 48 muestras se
observó que fueron negativas al utilizar LiPA y sin embargo con HC 2 con sondas
diferenciadas fueron positivas, y otras 12 (2.9%) fueron positivas al utilizar LiPA y
negativas al realizarse HC 2 con sondas diferenciadas. Estos datos de discordancia han
sido referidos en distintos estudios al emplear técnicas moleculares de detección frente a
VPH160.
De las 48 muestras en las que HC 2 había resultado positivo y el LiPA negativo,
únicamente se pudo realizar Microarrays en 20, de las cuales; solo seis muestras se
confirmaron como positivas al utilizarse Microarrays (dos coinfecciones por VPH 39 y
VPH 68, una por VPH 6 y VPH 53, un VPH 16, un VPH 6 y un VPH 31).
164
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
Es necesario señalar como el genotipo 53 no está incluido en el cóctel de sondas de
HC 2 y sin embargo es detectado por dicha técnica debido al uso de sondas degeneradas.
Este aspecto ha sido señalado para los de bajo riesgo, ya que el HC 2 tiene un cierto grado
de reactividad cruzada con tipos de VPH BR no representados en la sonda161, y otros
autores han apuntado la posibilidad de que las mujeres con cifras cercanas al nivel de
corte (1-2 URL) tienen un bajo riesgo de desarrollar HSIL162.
Por el contrario, al estudiar las discordancias, positivas por LiPA y negativas por
HC 2, por la técnica de Microarrays, se confirmaron como positivas seis muestras, de las
12 en las que LiPA era positivo y el HC 2 negativo, cuatro de ellas de Bajo riesgo (tres
VPH 70 y un tipo 40) y dos de probable Alto riesgo (VPH 53). Se observa como los
falsos negativos de HC 2 son frente a genotipos que no están incluidos en la mezcla de
sondas para hibridación.
Estos resultados apuntan a que el test de HC 2 detecta con muy buena sensibilidad
los VPH para los que esta validado y en ocasiones, pero no siempre otros tipos no
incluidos fundamentalmente el 53.
Estos resultados obtenidos hacen decrecer el VPN del LiPA y no demuestran una
mayor superioridad para el cribado, sin embargo si facilitan en una única reacción el
genotipado. La concordancia entre la prueba validada por la FDA y el LiPA fue del
85.5%. Las técnicas de cribado deben tener un alto VPN aun a expensas de dar falsos
positivos.
Parece claro que el uso de la técnica LiPA deja escapar varios casos positivos de
VPH, pero al introducir otra técnica de PCR (Microarrays) se comprueba que HC 2
también parece no diagnosticar seis casos de VPH, aunque de genotipos no incluidos en
dicho test.
Los resultados obtenidos en el estudio de las 377 muestras en las que aplicó las dos
formas de cribado, una HC 2 con dos sondas diferenciadas y la otra Microarrays, parecen
apuntar a una pérdida de sensibilidad de los Microarrays (86.7%) y una especificidad del
93,1%, valores ligeramente superiores a la técnica LiPA. Los resultados obtenidos
permiten apreciar como en 39 muestras existen discrepancias. Al analizarse las
discordancias entre ambas técnicas, en 27 muestras se observó que fueron negativas al
utilizar Microarrays y sin embargo con HC 2 con sondas diferenciadas fueron positivas, y
otras 12 fueron positivas al utilizar microarrays y negativas al realizarse HC 2 con sondas
diferenciadas, siendo la correlación entre ambas técnicas del 89.7%
165
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
Al estudiar estas discordancias por otra técnica de PCR (LiPA), en 8 muestras en
las que HC 2 había resultado negativo y Microarrays positivo, se confirmaron como
positivas seis muestras, (tres VPH tipo 70, dos VPH tipo 53 y un VPH tipo 40). Las otras
dos muestras, fueron negativas cuando se realizó LiPA.
De la misma forma 23 muestras en las que HC 2 había resultado positivo y
Microarrays negativo, 14 muestras resultaron también negativas por LiPA, y nueve
muestras se confirmaron como positivas al utilizarse LiPA (cuatro coinfecciones por los
VPH tipos 6+40+51+53, VPH 6+16+58, VPH 16+58, y VPH 16+45 y dos VPH tipo X,
un VPH 51, un VPH 31 y un VPH 6). Llama la atención en este comparativo la presencia
de coinfecciones detectadas por la técnica de LiPA
Las técnicas de cribado deben tener un alto valor predictivo negativo aunque sea a
expensas de falsos positivos. No existe ninguna técnica que permita detectar el 100% de
los VPH en una determinada muestra poblacional, por ello el uso de una técnica de
cribado muy sensible y otra a continuación de identificación y confirmación de los
positivos permite diseñar un algoritmo de diagnóstico de VPH suficientemente robusto.
Del análisis de los resultados obtenidos por las técnicas basadas en PCR
(Microarrays y LiPA) se deduce que la correlación con HC 2 es superior para
microarrays, a continuación LiPA y después la ERpcr, aunque ninguna de las tres
técnicas fue capaz de detectar todos los papilomavirus que pueden estar presentes.
En el cribado, HC 2 detectó a más mujeres positivas que las técnicas de PCR. Estas
diferencias fueron menores respecto a los Microarrays (203 contra 188), que con LiPA
(243 contra 207). Las correlaciones fueron similares aunque ligeramente superiores para
Microarrays. Las sondas de HC 2 pueden suscitar reacciones cruzadas con otros tipos que
no están presentes en las técnicas de PCR y que corresponden a tipos de bajo riesgo. Sin
embargo, como ha quedado demostrado, la detección de dichos VPH no siempre se
produce. Estas muestras pueden considerarse como "falsos positivos" para HC 2. Por otro
lado, las discordancias que se obtienen entre técnicas de PCR pueden obedecer a fallos en
la amplificación de la PCR por delecciones o cambios en la secuencia viral que afectan el
resultado final de la PCR. Aspectos que se discutirán en el apartado siguiente de la
discusión.
En conclusión, la técnica de cribado que parece cumplir mejor las expectativas de
detección de VPH asociados a cáncer es la Captura de Híbridos (HC2), que en algunos
casos permite además, la detección de genotipos no incluidos en el test.
166
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
Las técnicas de cribado basadas en la PCR ofrecen correlaciones similares con HC
2, única técnica validada por la FDA, con ligera superioridad de Microarrays respecto a
LiPA y mucho menor para la ERpcr. Aunque ninguna de las tres técnicas es capaz de
diagnosticar todas las muestras VPH positivas en una población determinada.
Todas las técnicas de detección ensayadas, tanto genéricas como específicas para
determinados genotipos de VPH, tienen falsos negativos incluso con genotipos asociados
a alto riesgo de transformación. El uso combinado de técnicas podría solventar ese
problema.
Confirmación e identificación de VPH positivos por la prueba de
cribado
Un porcentaje significativo de muestras positivas en la prueba de cribado (HC 2
con sondas diferenciadas) se sometieron posteriormente a procedimientos de
confirmación por distintas técnicas. De un total de 630 muestras positivas por HC 2, se
han confirmado en 410 (65.1%) de las mismas, por alguna o varias de las otras técnicas
(ERpcr, LiPA y Microarrays).
La confirmación se ha realizado siempre con técnicas basadas en la PCR que han
evolucionado en el tiempo. En un principio se utilizó, como ha sido expuesto en material
y métodos, una PCR con posterior digestión mediante enzimas de restricción (ERpcr),
que fue retirada años después del mercado. Con aquella técnica se obtuvieron porcentajes
de confirmación muy bajos (50%). La baja sensibilidad se confirma claramente, ya que al
comparar el resultado obtenido por HC 2 con sondas diferenciadas y el obtenido al
utilizar ERpcr, solo un 50% de las muestras positivas por HC 2 fueron confirmadas. Hubo
un número significativo de muestras (26 muestras), que no amplificaban con esta PCR,
debido a factores que desconocemos pero en los que se ha apuntado una baja sensibilidad
amplificación para determinados genotipos e inhibiciones de la amplificación.
Al analizar los resultados obtenidos por esta técnica de identificación en función
del riesgo de transformación celular se vió que la sensibilidad para detectar VPH era en
general baja, pero especialmente baja para confirmar las infecciones por VPH de BR, con
una sensibilidad del 19.4%. Además, no demostró ser una buena técnica para detectar
infecciones mixtas, detectando en contadas ocasiones coinfecciones por VPH de AR y de
BR, aunque si detectó coinfecciones de distintos tipos de AR o de distintos tipos de BR
pero nunca simultáneamente.
167
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
En 2003, la confirmación por ERpcr, fue retirada del mercado por parte del propio
fabricante, que la sustituyó por otra técnica.
La confirmación e identificación por una metodología basada en LiPA, permite un
mayor porcentaje de muestras confirmadas, cercano al 80%. Esta técnica ofrece una
sensibilidad mayor que la PCR y digestión mediante enzimas de restricción, para
confirmar e identificar VPH, con una sensibilidad del 80.2% y especificidad del 92.9%.
Algunos estudios refieren concordancias entre HC 2 y LiPA del 88%160.
Este método, aparecido en 2002, se continua validando en estudios que además
utilizan primers tradicionales como MY09/11163 e incluso en comparación con la captura
de híbridos164, usando distintos tipos de muestras, y tanto en raspados cervicales165,166
como en biopsias de cuello uterino167,168,169, ha demostrado tener una elevada sensibilidad
para detectar la presencia de ADN de VPH, aunque inferior a HC 2.
Las características operacionales de la técnica al analizar los resultados en función
del riesgo de transformación celular demuestran que la sensibilidad para detectar VPH
era mejor y diferente a la observada con la ERpcr, detectando también de manera más
eficiente los VPH de AR. La técnica LiPA ofreció una sensibilidad del 64.7% para
detectar VPH de AR debido a que algunas infecciones detectadas como AR por HC 2, al
utilizar LiPA, eran identificadas como VPH de BR. Las coinfecciones por distintos tipos
de VPH son un tema de actualidad. En algunas ocasiones alguno de los genotipos
implicados puede tener una mayor representación final tras la amplificación. Por ello solo
la aplicación de técnicas como secuenciación permitirá resolver esas discrepancias.
La confirmación e identificación por una metodología basada en Microarrays,
demostró el mayor porcentaje de muestras confirmadas (86.7%). Esta técnica ofrece así
mismo una especificidad mayor que la PCR con digestión por enzimas de restricción y
que el LiPA, para detectar VPH, (93.1% frente a 79.6% y 92.9%).
Al analizar los resultados en función del riesgo de transformación celular se vió que
la sensibilidad para confirmar la presencia de VPH era buena, pero detectaba mejor los
VPH de AR. La técnica de Microarrays, ofreció una sensibilidad del 74.6% para detectar
VPH de AR debido al igual que LiPA a la detección exclusiva de genotipos de VPH de
BR que habían sido detectados como AR en HC 2. Este hecho similar a lo que ocurre con
la técnica de LiPA sucedió en menos ocasiones que con la ERpcr y con el LiPA. A tenor
de los resultados obtenidos la ERpcr demostró un perfil de sensibilidad y especificidad
mucho menor que las otras dos técnicas de PCR.
168
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
De las técnicas de confirmación/identificación ensayadas, la que está basada en
microarrays presenta los mejores resultados, seguida por la técnica de LiPA y con un
porcentaje de confirmación excesivamente bajo la de ERpcr. Dichos porcentajes oscilan
entre cerca de un 90% a un 50%.
En general las tres técnicas de confirmación/identificación detectan mejor las
infecciones por genotipos de VPH asociados a alto riesgo que los de bajo riesgo,
probablemente el diseño específico para los de alto riesgo es la causa principal.
Genotipado de VPH
El genotipado de VPH permite identificar de forma más precisa aquellos genotipos
que la literatura científica ha asociado con más frecuencia a riesgo de cáncer. Este aspecto
es importante en el seguimiento clínico de pacientes ginecológicas con distintos grados de
anomalía citológica y especialmente importante, a raíz del desarrollo de programas de
vacunación170.
Los resultados del genotipado deben tener en cuenta la distinta sensibilidad de las
técnicas para la detección de los distintos genotipos de VPH. Como se ha comentado
anteriormente, las técnicas que identifican VPH están basadas en distintas modalidades de
PCR y ofrecen resultados similares. Las pruebas de genotipado candidatas deberían ser
compatibles con las pruebas actuales clínicamente validadas que detectan VPHs
oncogénicos de forma genérica, en términos de sensibilidad y especificidad170.
En este estudio se han podido realizar técnicas de identificación a una tercera parte
de las muestras positivas por cribado, lográndose una identificación en el 65% de todos
los casos. Este porcentaje inferior al 100% se debe a que la técnica de ERpcr no
amplificaba correctamente una importante proporción las muestras y su rendimiento de
identificación fue el más bajo de todas las empleadas.
Estos resultados han evolucionado a lo largo del estudio en función de la técnica
empleada. Las primeras técnicas de identificación mostraron una sensibilidad muy baja e
inaceptable para algunos genotipos lo que pone de manifiesto la trascendencia en la
elección de uno u otro tipo de test.
De los resultados de la identificación se pueden obtener dos tipos de información
distintas, la existencia y prevalencia de los genotipos más frecuentes y la presencia de
169
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
coinfecciones. La identificación es importante por que permitirá en el seguimiento,
verificar cual de los genotipos es el que persiste.
Según uno de los estudios más citados y amplios39, el VPH 16 es el más común en
todos los países, aproximadamente 58.9%; (43.9-72.4). El VPH 18 es el segundo más
frecuente (15%) aunque en España y Colombia es menor (3.7 y 4.4%, respectivamente), y
mayor en Filipinas (27.9%). El tercero más común, según estos autores, es el VPH 45
(5.9%), tiene muy baja prevalencia en España y Colombia (0.8 y 0.6%, respectivamente),
y la mayor prevalencia en Filipinas (15.7%). Los VPH 31 y 35 son más comunes en
Latino América que en otros países. El VPH 52 tiene su mayor prevalencia en Perú
(8.6%).
La proporción y el orden de prevalencia varían ligeramente dependiendo de la
prueba de identificación que se utilice. Mediante la prueba de identificación más antigua
(ERpcr) el genotipo de VPH que se detectó con mayor frecuencia de forma global fue el
VPH 16 (39.8%), coincidiendo con lo descrito en la bibliografía39, aunque con un
porcentaje inferior. Sin embargo, la mayoría de los estudios coinciden en señalar que el
VPH 18 es también de los más frecuentes, y en el presente estudio al utilizar esta ERpcr,
el segundo genotipo más frecuentemente detectado fue el VPH X (no tipable) (11.9%), el
tercero el VPH 53 (10.2%), el cuarto el VPH 31(8.9%), el quinto el VPH 58 (8.5%), el
sexto el VPH 6 (5.1%), el séptimo el VPH 33 (4.7%) y ya en octavo lugar el VPH tipo 18
(3.0%). Estos porcentajes no suman 100% debido a que algunos de los VPH se
encuentran en forma de coinfección.
En otro estudio español, utilizando esta ERpcr, los resultados fueron similares a los
obtenidos en el presente estudio, detectando genotipos de VPH no identificados en un
porcentaje ligeramente superior al 6% y obtuvieron la mayor prevalencia por genotipos
VPH 16(30%), en segundo lugar el VPH 53 (9.3%) y en tercer lugar el VPH 58 (8.5%)171.
El genotipo de VPH que se detectó con mayor frecuencia mediante la técnica LiPA,
fue el VPH 16 (39.6%), un porcentaje similar al obtenido por ERpcr. Sin embargo; al
utilizar LiPA, el segundo genotipo más frecuentemente detectado fue el VPH 51 (21.3%),
que por la más antigua de las técnicas aparecía en decimocuarto lugar, el tercero el VPH
53 (16.9%), el cuarto el VPH 11 (13.0%), y el quinto el VPH 6 (13%). El VPH 18 se
detectó en el noveno lugar con un 10.6% respecto al total de muestras identificadas por
esta técnica. Como se puede comprobar este orden es diferente al obtenido mediante el
uso de la técnica de ERpcr, aunque si bien, el conjunto de muestras no fuera el mismo, si
170
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
procedían del mismo área sanitaria por lo que las variables de sesgos quedan
minimizadas.
Al igual que con las otras dos técnicas anteriores, el genotipo de VPH que se
detectó con mayor frecuencia mediante Microarrays, fue el VPH 16 (44.7%), pero con
esta técnica el siguiente en frecuencia fue el VPH 6 (21.3%), el tercero el VPH 53
(14.9%), el cuarto el VPH 51 (11.7%) y el quinto el VPH 58 (10.6%). El VPH 18 se
detectó en octava posición con un 6.4%.
Debido a la variación de las técnicas para identificar, los que podríamos denominar
genotipos más minoritarios; el porcentaje global de prevalencia individual de los VPH
detectados, se ve influenciado por las técnicas usadas. Sin embargo, al corresponder a
números de muestras semejantes procedentes del mismo tipo de población, es probable
que el uso de distintas técnicas se traduzca en un efecto corrector.
Del apartado de identificación global de este estudio se pueden extraer distintas
conclusiones. En primer lugar que el VPH 16 es el más frecuente con porcentajes que
oscilan entre el 26.7% y el 44.7%. El segundo hecho demostrable es que el orden de
frecuencia depende de forma importante de la técnica empleada. Todas reconocen e
identifican el VPH 16, sin embargo a tenor de los resultados obtenidos algunas de ellas
parecen identificar mejor a los genotipos minoritarios o mucosos.
En la actualidad se ha concedido bastante importancia a algunos de los genotipos
minoritarios en relación con VPH 16. Así los genotipos 18, 31 y 45 relacionados también
con el cáncer escamoso de cérvix y el adenocarcinoma aparecen en primeros lugares en
estudios de muchos de los países en los que se han analizado la prevalencia en población
general.
En este estudio el porcentaje de VPH 16 alcanza el 26%, cifra similar a la de otros
artículos publicados en España65,153,172, siendo el más frecuente con cualquiera de las
técnicas empleadas y parecen relativamente frecuentes otros que originan infecciones
cutaneomucosas no transformantes (VPH 11 y 6).
Como se ha demostrado en este estudio, el VPH 18 no es el segundo genotipo más
frecuente tras el VPH 16. Ninguna de las técnicas empleadas lo ha situado en segunda
posición y en el cómputo global aparece en undécima posición aunque con alguna de las
técnicas está en 8º-9º lugar.
Aunque el presente estudio no constituye en sí mismo un trabajo diseñado para
conocer la prevalencia de genotipos de VPH, los datos de positividad constantemente
171
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
obtenidos en el cribado, así como la procedencia de las muestras hacen muy probable que
los genotipos hallados constituyen una imagen en espejo algo desdibujada de lo que
ocurre en la población general. Es de destacar como los genotipos 53, 58 y 51 son los que
en el global comparten los primeros órdenes de frecuencia tras el VPH 16 y el 6.
En otros estudios realizados en España han obtenido en primer lugar el VPH 6,
seguido del VPH 16, VPH 58, VPH 11 y en quinto lugar tanto el VPH 18 como el 53 152.
Sin embargo, otros autores españoles próximos a nuestro medio sanitario173, obtuvieron
en primer lugar el VPH 16, seguido del VPH 53 y el VPH 58.
La asociación entre algunos genotipos de VPH de alto riesgo y el cáncer de cérvix
está bien establecida. En el 99.7% de los cánceres de cérvix, existe ADN de VPH, siendo
el más frecuente el VPH 16174. En este estudio hemos obtenido datos similares con
respecto a los VPH de alto riesgo oncogénico, concretamente para el VPH 16, no así para
el VPH 18, habiendo detectado 177 VPH del genotipo 16, pero pueden tener relación
directa con el cáncer de cérvix, pues la presencia de ADN de VPH de alto riesgo
oncogénico identifica tanto a las mujeres con cáncer cervicouterino como a las que corren
especial riesgo de padecerlo y serán objeto de especial vigilancia152.
Podemos concluir que el VPH 16 es el más frecuentemente detectado en muestras
de procedencia mayoritariamente ginecológica, independientemente de la técnica de
identificación empleada. Los porcentajes obtenidos con los distintos ensayos realizados
oscilan entre el 27 y el 45%.
El orden de frecuencia de los VPH minoritarios depende de forma importante de las
técnicas empleadas. Aunque todas reconocen de manera muy fiable el genotipo 16,
parecen existir discrepancias importantes en la fiabilidad de identificación de los restantes
genotipos.
Por otra parte, el genotipo 53 no se incluye en ninguna de las vacunas y en el
presente estudio se puede observar que en los resultados globales del genotipado es el
tercero en frecuencia, tras el VPH 16 y el VPH 6. Es interesante señalar que este
genotipo, es muy prevalente también en otros estudios de nuestro país175, y no se
encuentra entre los prevalentes en los estudios realizados en mujeres con cáncer de
cérvix, siendo clasificado como probablemente de alto riesgo. Es necesario estudiar la
importancia epidemiológica de este genotipo por su posible repercusión en los programas
y diseño de futuras vacunas.
172
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
Otro aspecto a tener en cuenta es la prevalencia del genotipo 45, ya que de los
quince genotipos de VPH causantes de carcinoma cervicouterino, este es el comunicado
como tercero en frecuencia. El VPH 16 es el más frecuente, seguido del 18 y del 45. Al
primero se le atribuyen un 50 por ciento de los casos, mientras que el segundo y el tercero
son causantes de un 20 y un 10 por ciento de los carcinomas respectivamente176. Las
vacunas desarrolladas contra el VPH, y ya comercializadas en España, protegen frente a
los genotipos 16 y 18 y por otro lado, al 16, 18, 6 y 11. Algunos estudios clínicos han
observado que, aunque no se incluían estos genotipos específicamente, si existía
protección frente a los tipos 45 y 31. Se ha demostrado en un estudio que la vacunación
con una proteína modificada del VPH 16 puede proteger no sólo frente a este genotipo,
sino también frente a otros176. En el presente estudio, el genotipo 45 se halló en muy
pocos casos, únicamente en un 0.5% de las muestras genotipadas, ocupando la posición
vigesimosegunda respecto al orden de frecuencia global de genotipos. El genotipo 31 sin
embargo, ocupó el sexto lugar en orden de frecuencia. Por ello es importante seguir
investigando la importancia epidemiológica de otros genotipos de VPH no incluidos en
las vacunas, para poder determinar su implicación y repercusión futuras sobre lesiones
precancerosas y cancerosas.
La técnica de HC 2 no incluye los genotipos, VPH 40, VPH 53, VPH 62, VPH 66,
VPH 70 y VPH 81, sin embargo en este trabajo se demuestra que aunque no están
específicamente reseñados en el coctel de genotipos, por el fabricante, se han identificado
30 VPH de dichos genotipos (18 VPH 53, 7 VPH 70, dos VPH 66, un VPH 40, un VPH
62 y un VPH 81) sobre el total de muestras cribadas por la técnica HC 2 y ensayadas por
técnicas de identificación/confirmación, hecho que ya ha sido indicado en algún
estudio177.
Una de las ventajas del genotipado es su capacidad para ofrecer un plus de
rendimiento del cribado de VPH, mediante la identificación de aquellas mujeres con
detección de VPH que están afectadas por un VPH oncogénico o de naturaleza
persistente170. Si no se introduce el genotipado completo en el cribado, surge la pregunta
importante sobre la frecuencia en que una mujer positiva repetidamente por VPHs
oncogénicos (con o sin detección independiente de los VPH 16 y 18) tiene una infección
oncogénica por el mismo genotipo que persiste.
A medida que sucesivas cohortes de mujeres vayan recibiendo la vacuna contra el
VPH, el cribado periódico mediante el uso de pruebas de detección del VPH será útil para
monitorizar la duración de la protección otorgada por la vacuna a la población o la
existencia de casos refractarios a la vacunación.
173
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
Según vamos asistiendo al reemplazo del uso de la citología convencional por el
uso de la prueba de detección de VPH como prueba de cribado primario, el genotipado
podrá mostrar su utilidad para la clasificación de las mujeres positivas en función de su
riesgo de desarrollar una lesión precancerosa o cáncer, y dependerá el manejo clínico más
apropiado.
Coinfecciones de VPH
En pacientes diagnosticadas de cáncer cervical de útero, según uno de los estudios
más referenciados en los últimos años39, un 91.9% tuvieron infección por un solo
genotipo de VPH, y el 8.1% tuvieron coinfecciones por múltiples tipos. Cuando se realizó
el genotipado a partir de controles sanos, el porcentaje de infecciones por un solo
genotipo de VPH fue del 86.1%, y por múltiples genotipos en un 13.9 %. El rango de
prevalencia de la infección múltiple por VPH en cuello uterino es bastante amplio,
pudiendo encontrarse entre el 0%178, hasta más del 50%179. Esta variación podría estar
influenciada por diversos factores, entre los que no podemos dejar de mencionar a las
características epidemiológicas de los grupos clínicos así como la metodología utilizada
para la detección del ADN viral. Es posible, que la verdadera prevalencia de las
infecciones múltiples haya sido subestimada, principalmente en estudios
epidemiológicos, debido al uso de metodologías moleculares con baja sensibilidad para
detectar ciertos tipos de VPH. Esta hipótesis, que compartimos, fue investigada hace
pocos años39,180..
En el presente estudio la mayoría de las muestras genotipadas por ERpcr fueron por
un solo genotipo (95.3%) y únicamente en un 4.7% de las muestras, se detectó más de un
genotipo de VPH. Al igual que otros estudios en España171, donde obtuvieron porcentajes
de coinfección por ERpcr próximos al 6%. En teoría esta PCR podría haber sido la ideal
ya que su diseño posibilitaba la identificación de cualquier genotipo, mientras que las
otras técnicas están condicionadas por las sondas que se incluyen bien en las tiras del
LiPA o en los Microarrays. Al emplear ERpcr las coinfecciones lo fueron por dos
genotipos de VPH (63.6%) o por tres genotipos de VPH (36.4%) exclusivamente.
Sin embargo, el LiPA identificó más coinfecciones que la ERpcr. De las 207
muestras genotipadas por esta técnica, un 56.5% fueron coinfecciones y un 43.5% fueron
infecciones por un solo genotipo. Por lo que esta técnica parece que detecta mejor que la
ERpcr las coinfecciones, debido probablemente a la mayor sensibilidad exhibida y
174
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
demostrada a lo largo del estudio. Al emplear la técnica LiPA, las coinfecciones fueron
por dos genotipos de VPH en un 63.2% de los casos, por tres genotipos un 20.5%, por
cuatro genotipos un 6% y por más de cuatro genotipos distintos en un 10.3% de los casos.
Los resultados de identificación obtenidos por Microarrays son semejantes a los de
LiPA y muestran que un 46.8% fueron infecciones por un único genotipo de VPH,
mientras que el 53.2% fueron coinfecciones, resultados bastante similares en proporción a
los ofrecidos por LiPA. Al igual que el LiPA, esta técnica detecta bastante bien las
coinfecciones por diferentes genotipos de VPH. Sin embargo, al emplear Microarrays, las
coinfecciones fueron mayoritariamente por dos genotipos de VPH (84.0%), siendo las
que se identificaron por tres y cuatro genotipos; un 12 y un 2%, respectivamente, y más
de cuatro un 2%. Estos resultados ofrecen diferencias respecto a los obtenidos por la
técnica LiPA, siendo menores las coinfecciones múltiples (tres o más genotipos) a pesar
de que incluye más genotipos que el LiPA (25 detectados por LiPA frente a los 35
genotipos que detecta microarrays).
Las distintas modalidades de identificación de VPH muestran diferentes
capacidades para detectar coinfecciones. La técnica más antigua (ERpcr) es la que
diagnostica menos coinfecciones y la de LiPA la que detecta más.
Los resultados globales del genotipado e identificación de VPH en muestras de
procedencia mayoritariamente ginecológicas, muestran que las coinfecciones son más
frecuentes que las infecciones por un solo genotipo, siendo la más frecuente las del VPH
16 con otros de alto riesgo.
En este estudio al analizar los resultados globales del genotipado de VPH, se
obtuvieron un 38.1% de coinfecciones por más de un genotipo de VPH, la mayor parte de
las mismas eran por dos genotipos de VPH (63.3%), por tres genotipos (27.2%), por
cuatro genotipos (7.2%) y por más de cuatro genotipos (1.8%).
En algunos estudios realizados en nuestro país152 tenían porcentajes de infecciones
mixtas próximas al 3%, siendo la mayor parte de las mismas por dos genotipos
(aproximadamente 67%). De las infecciones mixtas el más frecuente de los VPH de AR
fue el VPH 16 y el VPH 6 de los de BR, tras estos fueron el VPH 51, 53 y 66. Las
coinfecciones mas frecuentes obtenidas en el presente trabajo fueron las producidas por lo
genotipos VPH 6 y 16, detectándose en quince ocasiones, seguida de VPH 16 y 52 (siete
ocasiones), VPH 16 y 18 (seis ocasiones), VPH 16 y 58 (seis ocasiones), VPH 16 y 66
(seis ocasiones), VPH 16 y 53 (cinco ocasiones), VPH 16 y 11(cuatro ocasiones), VPH 16
y 51(cuatro ocasiones) y VPH 18 y 51 (tres ocasiones). En otros estudios39, la coinfección
175
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
más frecuente fue la producida por los genotipos VPH 16 y 18, seguida de VPH 16 y33,
VPH 18 y 45, VPH 16 y 31, VPH 18 y 33, etc.
En el presente estudio, ha sido más frecuente la presencia de coinfecciones que la
detección de un solo genotipo de VPH. La importancia clínica de las infecciones
múltiples todavía no está bien definida, aunque estudios preliminares indican que un alto
porcentaje de las lesiones de alto grado posee infecciones múltiples en comparación con
las lesiones de bajo grado167. En muestras de carcinoma, la prevalencia de la infección
múltiple es menor, lo que podría explicarse si se considera la hipótesis clonal de la
carcinogénesis cervical. En este sentido, las infecciones múltiples podrían reflejar una
mayor tolerancia inmunológica a la infección por VPH, con la acumulación consecuente
de infecciones.
Desde este punto de vista, las infecciones múltiples pueden representar un
marcador de persistencia de la infección, lo cual han demostrado algunos estudios como
un posible factor de progresión de la lesión181.
La coinfección de varios genotipos virales formando entre si variadas
combinaciones fue un hallazgo sorprendente en este estudio. Llama la atención la
marcada presencia del VPH 53, VPH 58 y VPH 51, solos o en coinfecciones con el VPH
16, hallazgo relevante por ser genotipos de alto riesgo oncogénico. Finalmente, no
podemos descartar la posibilidad de sobreestimar la prevalencia de la infección múltiple
sobre todo cuando usamos métodos de amplificación tan sensibles, por lo que es
conveniente realizar mas estudios de índole comparativa en nuestro medio para
estandarizar estas técnicas moleculares en la detección y tipificación de ADN de VPH.
En el conjunto de coinfecciones detectadas, la mayoría lo son por dos genotipos,
con un 63% de los casos, por tres genotipos un 27% y por más de tres un 10%.
Concordancia entre pruebas de diagnóstico utilizadas
Al analizarse la concordancia observada para detectar los distintos genotipos de
VPH, entre las distintas técnicas se comprobó que entre LiPA y Microarrays la
concordancia era excelente para detectar el VPH 42, muy buena para detectar VPH 16, 18
y 53 y aceptable para detectar VPH 6 y 31. Entre LiPA y ERpcr, la concordancia fue
bastante peor. Únicamente fue aceptable, para los VPH 16, 31, 53 y 58. Finalmente, la
176
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
concordancia entre Microarrays y LiPA, únicamente fue aceptable, para los VPH 16, 31,
53 y 58.
Al compararse las tres técnicas, la concordancia entre ellas fue excelente para
detectar los genotipos 16, 18 y 53, y aceptable para detectar el VPH 11, 31 y 58. Estos
resultados parecen demostrar de forma indirecta, como el interés en el diseño de métodos
moleculares de detección esta influenciado por la literatura previa existente, focalizando
las capacidades de identificación y detección de determinados genotipos frente a otros.
Se debe destacar que la detección del VPH está reconocida como un instrumento
útil para la disminución de la incidencia y mortalidad del cáncer de cuello uterino.
Numerosos estudios149,150,151,182,183 evalúan la posibilidad de emplear distintas técnicas
moleculares para la detección del VPH como herramienta en el cribado primario del
cáncer cervical y la atención a los pacientes con diagnóstico de ASCUS y lesiones de bajo
grado. Pese a ello, es importante que las técnicas aplicadas tengan una gran sensibilidad y
especificidad para la detección de VPH.
La captura de híbridos (HC 2) es una técnica que puede aplicarse con facilidad en
los laboratorios, ya que no requiere instalaciones especiales como personal con amplia
experiencia en técnicas moleculares, aunque puede tener un cierto grado de reacciones
cruzadas con otros genotipos de bajo riesgo oncogénico, los denominados falsos
positivos184. Por el momento, la técnica no permite conocer el genotipo específico de
VPH, lo que en un futuro puede ser un factor limitante con la paulatina implantación de la
vacuna contra VPH 6, 11, 16 y 18 181.
Las técnicas basadas en PCR permiten conocer el genotipo específico y las
infecciones múltiples, lo que posibilita el seguimiento particular de la persistencia de la
infección y el riesgo probable. Sin embargo, tiene desventajas, como la necesidad de
contar con espacios adecuados y personal con experiencia para minimizar los riesgos
inherentes a las técnicas de amplificación. Estos factores limitan su incorporación en
muchos laboratorios. Por lo tanto, es necesario focalizar los esfuerzos en el desarrollo de
un método rápido, fácil, sensible y específico para identificar genotipos de alto riesgo
oncogénico de VPH; más aún, debe tener una aplicación a gran escala y costo moderado
para que todas las mujeres tengan acceso a él172.
Las técnicas de identificación que ofrecen más coinfecciones, por 2 ó más
genotipos de VPH, son las de más reciente aparición. El aumento de la sensibilidad de
estas técnicas respecto a las PCR antiguas, ha sido seguramente una de las causas de estos
hallazgos, como ha sucedido en el presente estudio.
177
Marta Domínguez-Gil González
Discusión
Los porcentajes de coinfecciones obtenidos con las dos técnicas aparecidas más
recientemente son similares. El VPH más frecuentemente identificado siempre es el VPH
16, por cualquiera de las técnicas, sin embargo el orden siguiente es diferente según la
técnica empleada; aunque se debe tener en cuenta que solo en 113 muestras se pudieron
realizar las tres técnicas de identificación.
A pesar de las limitaciones inherentes a este tipo de estudios, podemos concluir que
los datos obtenidos indican que si bien existe una razonable concordancia entre la captura
de híbridos (HC 2), Microarrays y LiPA, el uso de un solo ensayo en estudios de
prevalencia tal vez no refleje la tasa real de infección por determinados genotipos de
VPH, por ello la combinación de dos técnicas, una de cribado y otra de identificación
aumentaría la sensibilidad sin merma de la especificidad.
178
Conclusiones
Marta Domínguez-Gil González
Conclusiones
Conclusiones
1ª.
La demanda de detección de papilomavirus por parte del área Oeste y área Este
de Valladolid, se cifra en torno a las 900 muestras anuales, siendo el perfil tipo
de la misma, mujer de 36 años de edad que acude por primera vez al Servicio
de Microbiología, derivada de la atención ambulatoria u hospitalaria
ginecológica.
2ª.
El diagnóstico de VPH por cribado mediante Captura de Híbridos (HC 2)
ofrece una de las mayores rentabilidades diagnósticas del laboratorio de
microbiología. La rentabilidad media ha sido cercana al 40%, sin oscilaciones a
lo largo de once años de uso de dicha técnica sobre muestras de procedencia
mayoritariamente ginecológicas.
3ª.
El porcentaje de detección de VPH a partir de muestras ginecológicas, ofrece
un perfil similar al descrito en trabajos de cribado de población general, aunque
con frecuencias logarítmicamente mayores. Observándose una mayor
frecuencia de detección de VPH en mujeres menores de 25 años y decreciendo
dicha cifra con el aumento de la edad; si bien la probabilidad de encontrar VPH
relacionados con carcinogénesis aumenta con la edad de los pacientes.
4ª.
El uso del cribado mediante hibridación con sonda única (mezcla de sonda de
alto riesgo y bajo riesgo en una única sonda) permitiría una mejora del
coste/efectividad de la técnica, con una ligera disminución de la sensibilidad, lo
que restringiría su uso en el cribado de determinadas poblaciones.
5ª.
La técnica de cribado que parece cumplir mejor las expectativas de detección
de VPH asociados a cáncer es la Captura de Híbridos (HC 2), que en algunos
casos permite además la detección de genotipos no incluidos en el test.
180
Marta Domínguez-Gil González
Conclusiones
6ª.
Las técnicas de cribado basadas en la PCR ofrecen correlaciones similares con
HC 2, única técnica validada por la FDA, con ligera superioridad de
Microarrays respecto a LiPA y mucho menor para la ERpcr. Aunque ninguna
de las tres técnicas es capaz de diagnosticar todas las muestras VPH positivas
en una población determinada.
7ª.
De las técnicas de confirmación/identificación ensayadas, la que está basada en
microarrays presenta mejores resultados, seguida por la técnica de LiPA y con
un porcentaje de confirmación excesivamente bajo la de ERpcr. Dichos
porcentajes oscilan entre cerca de un 90% a un 50%.
8ª.
En general las tres técnicas de confirmación/identificación detectan mejor las
infecciones por genotipos de VPH asociados a alto riesgo que los de bajo
riesgo, probablemente el diseño específico para los de alto riesgo es la causa
principal.
9ª.
El VPH 16 es el más frecuentemente detectado en muestras de procedencia
mayoritariamente ginecológica, independientemente de la técnica de
identificación empleada. Los porcentajes obtenidos con los distintos ensayos
realizados oscilan entre el 27 y el 45%.
10ª. El orden de frecuencia de los VPH minoritarios depende de forma importante
de las técnicas empleadas. Aunque todas reconocen de manera muy fiable el
genotipo 16, parece existir discrepancias importantes en la fiabilidad de
identificación de los restantes genotipos.
11ª. Las distintas modalidades de identificación de VPH muestran diferentes
capacidades para detectar coinfecciones. La técnica más antigua (ERpcr) es la
que diagnostica menos coinfecciones y la de LiPA la que detecta más.
181
Marta Domínguez-Gil González
Conclusiones
12ª. Los resultados globales del genotipado e identificación de VPH en muestras de
procedencia mayoritariamente ginecológicas, muestran que las coinfecciones
son más frecuentes que las infecciones por un solo genotipo, siendo la más
frecuente las del VPH 16 con otros de alto riesgo.
13ª. En el conjunto de coinfecciones detectadas, la mayoría lo son por dos genotipos
con un 63%, por tres genotipos un 27% y por más de tres genotipos un 10 %.
14ª. A pesar de las limitaciones inherentes a este tipo de estudios, podemos concluir
que los datos obtenidos indican que si bien existe una razonable concordancia
entre la Captura de Híbridos (HC 2), Microarrays y LiPA, el uso de un solo
ensayo en estudios de prevalencia tal vez no refleje la tasa real de infección por
determinados genotipos de VPH, por ello la combinación de dos técnicas, una
de cribado y otra de identificación aumentaría la sensibilidad sin merma de la
especificidad.
182
Anexos
Marta Domínguez-Gil González
Anexos
Anexo 1. Clasificación citológica, Bethesda 2001.
Idoneidad de la muestra
Satisfactoria para evaluación (señalar la presencia o ausencia de células endocervicales o
metaplásicas)
Insatisfactoria para valoración (especificar el motivo)
Muestra rechazada o no procesada (especificar el motivo)
Muestra procesada y examinada, pero insatisfactoria para valoración de
anormalidades epiteliales debido a… (especificar el motivo)
Categorización general (opcional)
Negativa para lesión intraepitelial o malignidad
Células epiteliales anormales
Otras
Interpretación/resultado
Negativa para lesión intraepitelial o malignidad
Organismos
Trichomonas vaginalis
Hongos morfológicamente compatibles con Candida
Flora sugestiva de vaginosis bacteriana
Bacterias morfológicamente compatibles con Actinomyces
Cambios celulares compatibles con virus del herpes simple
Otros hallazgos no neoplásicos (opcional)
Cambios celulares reactivos asociados a inflamación (incluye reparación típica),
Radiación,
Dispositivo intrauterino
Células glandulares posthisterectomía
Atrofia
Células epiteliales anormales
Células escamosas
Células escamosas atípicas (ASC)
de significado indeterminado (ASC-US);
no puede excluir lesion escamosa intraepitelial de alto grado (ASC-H)
Lesión escamosa intraepiteliales de bajo grado (LSIL)
incluye: cambios por virus del papiloma humano/displasia
leve/neoplasia cervical intraepitelial (CIN 1)
Lesión escamosa intraepitelial de alto grado (HSIL)
Incluye: cambios por displasia moderada y grave, carcinoma in situ;
CIN 2 y CIN 3
Carcinoma escamoso
Células glandulares
Células glandulares atípicas (AGC) (especificar Endocervical, endometrial o sin
especificar)
Células glandulares atípicas, posible neoplasia (AGC-N) (especificar
Endocervical o sin especificar)
Adenocarcinoma “in situ” Endocervical (AIS)
Adenocarcinoma
Otros
Células endometriales normales en mujer =40 años
LECTURA AUTOMATIZADA Y TÉCNICAS AUXILIARES
(Incluir si precisa)
NOTAS DIDACTICAS Y SUGERENCIAS (Opcional)
184
Marta Domínguez-Gil González
Anexos
Anexo 2. Genotipos de VPH detectados por diferentes sistemas moleculares.
GENOTIPOS
DE VPH
ALTO RIESGO
16
18
31
33
35
39
45
51
52
56
58
59
68
73
82
PROBLABLE
ALTO RIESGO
26
53
66
BAJO RIESGO
6
11
40
42
43
44
54
61
70
72
74
81[CP8304]
89
HC2
ERpcr
LIPA
Microarrays
X
X
X
X
X
X
X
X
X
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X
X
X
X
X
X
X
HC: Captura de Híbridos; ERpcr: Amplificación mediante PCR y posterior digestión con
enzimas de restricción.
185
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