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COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA
(Fuente: El Tiempo, Bogotá, 13 de noviembre de 1988, p. 10A; Expediente Penal 7583 de 1988,
Cuaderno Original N° 3, f. 305)
El Movimiento Muerte a Revolucionarios del Nordeste se permite informar a la opinión pública:
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El Movimiento Muerte a Revolucionarios del Nordeste, niega rotundamente las acusaciones
tendenciosas según las cuales fue el autor del genocidio ocurrido en el municipio de Segovia;
nuestra inocencia queda patentada con las primeras declaraciones de los sobrevivientes que antes
de ser manipulados acusaron a las FARC y al ELN de ser causantes de la masacre; en tal sentido
se pronunció también la alcaldesa del municipio RITA TOBÓN AREIZA, a quién le reconocemos
su valentía ante la denuncia inicial pero le reprochamos su actitud posteriormente al afirmar que el
acto salvaje fue perpetrado por grupos paramilitares y haya temido ratificar los nombres de las
FARC y el ELN, que son los únicos paramilitares que existen en la región.
Ante las amenazas a que ha sido cometida por sus declaraciones, el MRN conoció que la alcaldesa
RITA TOBÓN ARE1ZA, presentará carta de renuncia próximamente; él MRN hace pocos meses
sindicó a la alcaldesa de SEGOVIA de ser una de las patrocinadoras de la guerra sucia en la región
y sus declaraciones después de la barbarie acaban de demostrar que estábamos equivocados y lo
reconocemos públicamente, ya que nos dimos cuenta que la funcionaria, así cómo un alto número
de militantes de la Unión Patriótica no están de acuerdo con los asesinatos de las FARC y que han
sido asaltados en su buena fe ya que miraban a la tenebrosa organización como, un ente
reivindicador no como una pandilla de maleantes como la miran hoy y se avergüenzan de haberle
prestado un apoyo que no merecían; en tal virtud el MRN le brindará la seguridad que requiera
para que continúe en el cargo sin el temor de ser asesinada por las FARC que muy seguramente no
le perdonarán el que les haya abandonado o quitado su respaldo a la organización.
El MRN se compromete ante el pueblo del nordeste antioqueño a enfrentar y aniquilar
militarmente a los bárbaros autores materiales del genocidio de Segovia y entregar a los autores
intelectuales a las autoridades con el fin de que reconozcan el bárbaro acto y no quede ninguna
duda de quiénes son los promotores de masacres y guerra sucia en la región y en el país.
Asimismo el MRN se compromete a brindar la máxima colaboración a las comisiones de la
Procuraduría y el DAS, siempre y cuando vengan a adelantar una concienzuda investigación
tendiente a establecer verdaderos responsables y rio a montar pantomimas, en las cuales parece
que se han especializado MAZA MÁRQUEZ y SERPA URIBE como se desprende del resultado
de las investigaciones de Córdoba y Urabá.
El pueblo del nordeste antioqueño debe cerrar filas tras nuestro movimiento para castigar a los
asesinos de las FARC y el ELN, por la masacre de Segovia. Golpeando permanentemente a los
bandoleros, acabaremos con las masacres y la guerra sucia promovida por el partido comunista y
un reducto de la unión patriótica y llevada a cabo por las tenebrosas FARC, ELN, EPL, etc.
Desde las montañas del Nordeste para toda Colombia
Estado Mayor MRN; noviembre de 1988
La paz a quienes la perturban con las armas, no se logra con palomas
MRN
MOVIMIENTO MUERTE A REVOLUCIONARIOS DEL NORDESTE
(Fuente: Expediente Disciplinario N° 022–77142/1988, Cuaderno Original N° 1, ff. 233–234)
El país cada día despierta ante un genocidio de mayor magnitud al anterior, lo que permite concluir
que se trata de un plan específico cuya finalidad es, aparte del baño de sangre y el enlutamiento de
humildes hogares, crear confusión, caos, anarquía, temor, desconfianza, etc.
A quiénes les conviene los genocidios que ocurren en el país? Al gobierno?. Su razón de ser y
finalidad suprema, es el bien común y los genocidios le son contrario; evidentemente no es al
gobierno a quien le convienen.
A las Fuerzas Armadas? Su misión constitucional entre otras, es velar por la vida, honra y bienes de
los colombianos; la izquierda y algunos medios de comunicación han pretendido involucrarlas en
las masacres, lo que se nos antoja una estupidez ya que ellas —las masacres— son empleadas como
bandera en la campaña de desprestigio que adelantan sus enemigos nacional e internacionalmente;
por lo tanto lejos de la verdad están quienes piensen que los genocidios favorecen a las Fuerzas
Armadas.
A los grupos de autodefensa? Que —como las brujas, de que los hay los hay— normalmente en la
estela de muerte aparecen integrantes de estos grupos, caso concreto, Saiza, donde muchos de sus
miembros fueron masacrados, sindicados de contrarrevolucionarios y en el caso presente, es de
suponer según las declaraciones del Ministro de Defensa, se desatará una campaña tendiente a su
aniquilamiento, por lo tanto los genocidios, tampoco favorecen a las autodefensas.
A los subversivos? Decía Lenin: “Para que se consolide el triunfo de la revolución es necesaria una
masacre rápida y violenta”. Segovia puede ser tomada como ejemplo de esta máxima del
“venerado” Lenin. Después de la masacre, con una rapidez sospechosa la Unión Patriótica y el
Partido Comunista sacan sendos comunicados en los cuales involucran a las Fuerzas Armadas en la
masacre, sin elementos de juicio para hacer tales sindicaciones, pero teniendo en cuenta el viejo
refrán: “Quien pega primero, pega dos veces”. Despliegan a nivel nacional e internacional una
campaña de desprestigio, contra el actual gobierno y sus Fuerzas Armadas, buscando así fortalecer
lo que han denominado “humanización de la guerra” que no es nada distinto a la aplicación del
derecho de gentes a los grupos extremistas y su reconocimiento internacional.
A pesar que en Segovia, sólo murió un simpatizante de la Unión Patriótica —muy seguramente no
acepto la invitación hecha por la alcaldesa a la conocida y también sospechosa reunión—, y según
las declaraciones de esta “agrupación política” en el municipio representan una inmensa mayoría, se
desprende que la masacre de Segovia no fue indiscriminada como se quiere presentar, sino
selectiva, vale decir contra los militantes de los partidos tradicionales, sin embargo los principales
cabecillas del comunismo quieren utilizar el genocidio para presentarse como víctimas del engendro
inventado por ellos y bautizado con el nombre de guerra sucia, favoreciendo de este modo sus
“propósitos de paz”, que no es otra cosa que tomarse el poder empleando todas las artimañas para
salir avante en el conflicto actual, por ello invitaron a los colombianos a la desobediencia civil. Esto
es motivo más que suficiente para declarar ilegal a la Unión Patriótica y al PCC pero en este sentido
no ha pasado nada y nada pasará.
Aprovechando la inmensa mayoría que dicen tener en Segovia, utilizaron el rumor de que el
“próximo 21 de noviembre” regresarían los grupos “paramilitares” para completar la “tarea”; éste
rumor como es apenas lógico suponer, tomó una fuerza tal, que anuló cualquier posible retaliación
contra sus miembros.
Aparte del desprestigio del gobierno y sus Fuerzas Armadas, el Partido Comunista y la Unión
Patriótica lograron la generación de una corriente de opinión en contra de las autodefensas, que son
uno de los obstáculos que se oponen a sus nefastos propósitos, como se desprende de las cándidas e
ingenuas declaraciones de Cesar Gaviria Trujillo y Manuel Guerrero Paz, de adelantar campañas de
aniquilamiento en su contra por el único delito de no dejarse asesinar de los estos sí, grupos
paramilitares FARC, EPL, ELN, etc. Por este delito han sido asesinados por los comunistas. Por
este delito el gobierno les declaró la guerra.
Si a estos razonamientos le aplicamos la vieja pero siempre vigente frase de Santo Tomás de
Aquino: “El fin es lo que da la razón a un obrar”, flotan inmediatamente las siguientes preguntas:
¿QUIÉN GANÓ CON LA MASACRE DE SEGOVIA?
En río revuelto, ganancias de pescadores.
¿QUIÉNES PESCARON EN EL GENOCIDIO?
¿EL GOBIERNO?
¿LAS FUERZAS ARMADAS?
¿LAS AUTODEFENSAS?
¿EL COMUNISMO?
Saque sus propias conclusiones y verá claro que en Segovia se ejecutó un plan maquiavélicamente
elaborado y también sabría quien elaboró ese plan y quien lo ejecutó.
Es mejor sacar la castaña con mano ajena.
Desde la montañas del Nordeste para toda Colombia
Estado Mayor MRN, noviembre de 1988
La paz a quienes la perturban con las armas, no se logra con palomas.
MRN
MOVIMIENTO MUERTE A REVOLUCIONARIOS DEL NORDESTE
(Fuente: Expediente Disciplinario N° 022–77142/1988, Cuaderno Original N° 1, ff. 235–239)
Colombianos de bien, esta carta obedece a un análisis sobre los hechos desastrosos y repudiables
acaecidos en el municipio antioqueño de Segovia, el 11 de noviembre de 1.988.
Primero nuestro sentido de condolencia dirigido a todas aquellas personas que perdieron a sus seres
queridos, ya que como colombianos de bien, amantes de nuestras tradiciones y principios morales,
compartimos ese inmenso dolor, ante la irreparable pérdida de unos compatriotas.
Todos los colombianos deben empezar por identificar qué es el comunismo. —El comunismo es
intrínsecamente perverso—, como prueba fehaciente nos indica que recurre a todas las formas de
lucha, con tal de lograr el poder, siendo sus héroes quienes apunten contra sus padres y hermanos.
De lo anterior citamos el siguiente ejemplo: un niño llamado Pavlia Morozov, —héroe de la joven
generación soviética— se convirtió en ejemplo para la juventud soviética, ya que la perversidad del
comunismo lo llevó a traicionar a sus propios padres, informando a los cabecillas terroristas que
ellos se negaban a entregar sus granjas y tierras a las cooperativas agrícolas soviéticas, o sea a
propiedad de unas solas manos, —Capitalismo absoluto—; y así esos padres fueron asesinados a
fuego lento en una plaza pública, para escarmiento de quienes se opusieran al régimen y ante la
mirada estupefacta de los que antes lucharon por reformas agrarias y la dictadura del proletariado.
Así pues, qué podemos esperar de unos criminales terroristas al mando de Carlos Enrique Cardona
Henao quien es el mismo Braulio Herrera, autor de semejante genocidio?
El caso de Segovia, estaba fríamente planeado desde La Uribe, cuando el mismo Jacobo Arenas, le
decía a Braulio Herrera que había la necesidad de buscar otras formas para la guerra civil, ya que
los paros, movilizaciones y otros actos de protesta eran muy bien controlados por la Fuerza del
Orden. Cambiando la táctica terrorista el gobierno tambalearía, —mordería el anzuelo—; ante las
pretensiones de la guerrilla armada, consistente en:
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Continuar con el desprestigio de las Fuerzas Armadas.
Buscar el aniquilamiento de los Contras del Magdalena Medio.
Misión especial encomendada por el Estado Mayor de las FARC–UP, al terrorista Carlos
Enrique Cardona Henao o Braulio Herrera.
Lograr el encarcelamiento del Alcalde de Puerto Boyacá y luego asesinarlo, pues han agotado
todos los medios.
Buscar la destitución de quienes se resistan ante sus crímenes en el gobierno.
Buscar la desestabilización total, incitando al pueblo colombiano a la lucha popular, ya que no
lo han logrado por medio de paros, huelgas, etc.
Para lograr lo anterior cuentan con el apoyo de Serpa Uribe, Procurador General de la República al
servicio de la subversión armada, —Comandante estratégico de las FARC–UP—; Guillermo Plazas
Alcid, —Ministro de Injusticia, Parlamentario de las FARC-UP, ex-embajador en la URSS—;
Miguel Maza Márquez (enlace Gobierno–Subversión y asesor del gremio político que busca el
acomodamiento en el nuevo régimen Comunista, al afirmar que todos los cambios son necesarios).
La masacre fue dirigida por el terrorista Carlos Enrique Cardona o Braulio Herrera, cabecilla del
Frente Común de las FARC del Magdalena Medio, el cual cuenta con terroristas altamente
entrenados y tiene como misión aniquilar LOS CONTRAS del Magdalena Medio, —Pacificador
Pablo Murillo en la época del terror, 1816—; por los daños que han causado a las cuadrillas y la
labor de desarrollo que están adelantando en una vasta zona del Magdalena Medio, antes dominio
de las FARC.
En el momento de la masacre la Alcaldesa según sus propias declaraciones, se encontraba reunida
con “varias personas”, —miembros e integrantes políticos de las FARC–UP—, en “Su despacho”,
—no hubo un sólo tiro contra el Palacio Municipal—, —página 12A, El Tiempo, Martes 15 de
noviembre de 1988—; cerca de allí en un teatro, se realizaba una reunión de mineros sindicalistas,
demás integrantes de las FARC–UP —página 12A, El Tiempo, Martes 15 de noviembre de 1988—,
lo cual indica que estaban guarecidos en esos dos lugares, ratificando la existencia del plan para el
genocidio y es más, por qué los maleantes no atacaron directamente esos dos núcleos citados por la
alcaldesa si la guerra de los CONTRAS es de exterminio a los comunistas? Es muy palpable la
razón para que ningún miembro de las FARC–UP cayera dentro de los asesinados, pues
“Guerrillero no mata guerrillero”, según el lema de los terroristas. La complicidad de la alcaldesa
salió a flote en el momento que se dirigió a la opinión pública, para en forma “mágica” atribuir el
hecho, a los CONTRAS, sin previa investigación, sólo indicando que era parte del plan. En la
actualidad y complicada por su misma complicidad, insta a la población a ratificar la farsa, con
declaraciones obviamente falsas y para hacerse una mártir de la opresión, —falacia del
comunismo—; ya estará en la clandestinidad haciendo compañía a su amante y camarada Braulio
Herrera.
La acción tenía que hacerse cerca al cuartel de la Policía, a sabiendas que ante inminentes ataques
de la subversión armada, la fuerza pública lo que hace es ejecutar una acción defensiva del cuartel.
Con esto lograrían luego desprestigiar las Fuerzas Armadas.
Los terroristas tenían que movilizarse en vehículos camperos, —idea de Braulio Herrera—, para dar
la impresión a las gentes que no conocían el plan, que se trataba de los CONTRAS, he ahí otra
razón para que la alcaldesa se adelantara a declarar.
Los Comunistas inmediatamente manifestaron que las FARC no tienen fusiles R15, dejando ver las
clases de armas que premeditaron para la masacre y que sí tienen, sólo basta recordar cuándo por
TV, el terrorista Raúl Reyes se atribuyó en nombre de las FARC, el vil asesinato de nuestro héroe
insigne de la democracia Pablo Guarín.
De las pretensiones hasta ahora han logrado las siguientes:
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El Ministro de Gobierno Cesar Gaviria Trujillo, anunció la revisión del Estatuto para la Defensa
de la Democracia y expresa: “Hay indicios que hacen presumir el que la hipótesis más probable
es que haya sido un grupo paramilitar” —página 8A, El Tiempo, 16 de noviembre de 1988—,
lo que indica que la reforma favorecerá a la subversión y estará proyectada al aniquilamiento de
los CONTRAS.
El Ministro de la Defensa, fue categórico en manifestar a todos sus subalternos que “El Ejército,
la Armada, la Fuerza Aérea, la Policía y las Agencias de Seguridad del Estado, son las únicas
que pueden portar y emplear las armas de la República” —se recomienda leer todo el párrafo—;
indicando con esto que ningún ciudadano de bien tiene derecho a defenderse, a sabiendas que la
fuerza pública no está en condiciones de preservar la vida, honra y bienes de todos los
colombianos y que el comunismo nunca será sincero en sus planteamientos. También incluye
que “la justicia privada y similares, debe ser implacablemente perseguida, neutralizada o
desintegrada y sus miembros considerados y tratados como lo que son: delincuentes” —página
8A, El Tiempo, 17 de noviembre de 1988, mensaje de Guerrero Paz—. Consecuente con lo
anterior, el Ministro mordió el anzuelo y se propone a aniquilar sus verdaderos aliados en la
lucha contra el comunismo, LOS CONTRAS.
También es parte del plan el comunicado del Partido Comunista, difundido por El Tiempo, página
8A, Jueves 17 de noviembre de 1988, el cual fue elaborado antes de la pavorosa masacre, ya que
sólo ellos sabían que sería pavorosa, donde piden “que salga del gobierno Gaviria, Londoño y
Guerrero Paz, responsables por acción y por omisión de éste suceso cruento”. La premura para
publicar el comunicado no les dio tiempo de excluir a Gaviria y Guerrero Paz, los que se están
prestando para el logro de sus pretensiones.
En la misma declaración hacen alarde de que el hecho fue realizado por “Cuadrillas de bandidos
que operan en el Magdalena Medio y Puerto Boyacá”, ratificando el ANIQUILAMIENTO DE LOS
CONTRAS y lo más triste, poner a las Fuerzas Armadas en medio de tres fuegos, —política,
terroristas y contras—, para poderlos destruir.
Agregan, “Es más que evidente la complicidad en este plan asesino de los comandantes de la
Policía de Segovia y del batallón Bomboná quienes trataron de camuflar la realidad y hacerse a una
coartada con la leyenda que se trataba de un ataque guerrillero”. Indican que. conocían muy bien la
acción defensiva de la policía y que lograrían el desprestigio de las Fuerzas Armadas. Y, que
sentimentalistas son —que perversos son—, al agregar “impunemente se pasearon por la población
matando a discreción a hombres, mujeres, niños y ancianos”, pero en ninguna parte del comunicado
dicen que a miembros de la UP, pero si ya tenía clara y definida su misión el “honorable terrorista”
Doctor Braulio Herrera? —por autoridad popular—; también indican “frente a la violencia fascista
y al militarismo, organizar la resistencia popular y la defensa colectiva”, con esto instan a la
desestabilización total, pues por otros medios no lograron generalizar la guerra.
Fuera del aniquilamiento a los CONTRAS y el comprometimiento de las Fuerzas Armadas ante los
tres enemigos que la asedian y el desprestigio a que la someten, el hecho también lo plantean como
una respuesta de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, a la valerosa y decidida acción de un
grupo de contra–revolucionarios en la cual liberaron a un Mayor y un Sargento de la Defensa Civil
que se constituyo en una franca bofetada para la satrapía Comunista. Todo estaba premeditado hasta
al último detalle: aproximación, genocidio, declaraciones de la Alcaldesa, Jaramillo, Serpa y demás
caterva de la UP y la última fase del “plan” dirigida por el “honorable” parlamentario la cumple la
camarilla marxista autodenominada “Comisión del Alto Gobierno”, que va a hacer una “exhaustiva
investigación” cuyas conclusiones sacarán primero, a saber:
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El genocidio fue perpetrado por un grupo paramilitar, apoyado por el narcotráfico y dirigido
desde Puerto Boyacá.
La Policía y el Ejército eran conocedores de los hechos con anterioridad y por eso no actuaron.
Se invocarán los preceptos constitucionales para culpar a la Fuerza del Orden por omisión. —
Argumento que jamás ha sido esgrimido en defensa de las gentes de bien, contra los aleves
ataques de la guerrilla—.
¡Canallas!, a quién pretenden engañar?
Desde las montañas del Nordeste para toda Colombia
Estado Mayor MRN, noviembre de 1988
La paz a quienes la perturban con las armas, no se logra con palomas.
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