boletín noviembre - Cedem

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Infopob
Volumen I, número 9
Noviembre 2008
Boletín informativo editado mensualmente por la Biblioteca Especializada Juan Pérez de La Riva del Centro de Estudios Demográficos
(CEDEM) de la Universidad de La Habana y auspiciado por la Sociedad Cubana de Estudios de Población (SOCUESPO)
En este número
Nuevas adquisiciones
/
Noticias
Noticias
PROGRAMACIÓN DE LOS PRÓXIMOS TEMAS DE LAS SESIONES CIENTÍFICAS EN EL CEDEM
Nuevas
adquisiciones
Prospectus. Posgraduate diploma
programmes. Short courses.
Institute of Social Studies, 20092010.
Infopob/ Noviembre 2008
15 de diciembre (10:00 a.m.): Población y recursos laborales.
TALLER CIENTÍFICO: LAS TENDENCIAS DEMOGRÁFICAS Y LA SITUACIÓN ECONÓMICA DE
CUBA
El 12 de noviembre en el CEDEM se produjo un taller con el propósito de
reflexionar acerca de la relación entre las principales tendencias demográficas
de la población cubana de finales del siglo XX e inicios del XXI y el estado de la
economía del país; e incentivar la búsqueda e identificación de conexiones e
interrelaciones que permitan profundizar en la explicación de la correspondencia
que se verifica entre estas áreas de estudio.
El taller estuvo coordinado por el CEDEM, el Centro de Estudios de Economía
Cubana (CEEC), y el Instituto Nacional de Investigaciones Económicas (INIE), y
contó con la participación de representantes de otras instituciones como: el
Centro de Estudios de Migración Internacional (CEMI) de la Universidad de la
Habana, Centro de Investigación de la Economía Internacional (CIEI), el Centro
de Estudios de la Mujer (CEM), Centro de Estudios Hemisféricos sobre Estados
Unidos (CEHSEU), la Facultad de Historia y Filosofía, la Facultad de Química y la
de Economía de la Universidad de la Habana, la Facultad Latinoamericana de
Ciencias Sociales (FLACSO) y el Fondo de Población para las Naciones Unidas
(UNFPA). Participó además el Dr. Luis Montero, presidente del Consejo Científico
de la Universidad de La Habana.
El Dr. Antonio Aja Díaz abrió la sesión con una sucinta presentación de las
tendencias demográficas de la población cubana, para lo cual se sustentó en
resultados de investigaciones realizadas por el Centro de Estudios de Población
y Desarrollo (CEPDE) de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), en
documentos de diagnóstico, escenarios y propuestas de medidas y en estudios
efectuados por profesores e investigadores del CEDEM.
La precisión de la relación entre las tendencias demográficas y las
situaciones económicas resulta difícil y encierra varios problemas en su
definición. Uno de ellos es el concerniente con la temporalidad de los eventos.
Una de las cuestiones más polémicas en este sentido se refiere al momento en
que se reflejará el efecto de una crisis económica sobre el programa sociodemográfico. El segundo problema, y no menos importante, es cómo reconocer
ese impacto. Otro asunto alude a lo que se debe esperar frente a una crisis: una
relación inversa, directa o una diversidad de impactos, que pueden ser
mediados por políticas sociales compensatorias, programas, condiciones
políticas, entre otros. Para observar esa mediación, diversos autores
recomiendan incorporar en el análisis las condiciones institucionales, políticas y
de organización social.
La dinámica demográfica ocurrida en Cuba en el pasado siglo apunta que la
fecundidad ha sido la variable de mayor incidencia en el crecimiento de la
población, básicamente a partir de la década de los 70. En la medida en que se
ha ido presentando la tendencia decreciente de la fecundidad, la mortalidad ha
tomado un mayor rol algo más protagónico. Sin embargo, desde mediados de la
década de los 90, la componente emigratoria se ha ido convirtiendo en una
variable clave en el equilibrio poblacional: en el sentido de adelantar o retrasar
en el tiempo los procesos demográficos.
Anuario Estadístico en Cuba, 2007.
Oficina Nacional de Estadísticas
(ONE), 2008.
Revista de la emigración cubana.
Correo de Cuba, Año 14/ segundo
trimestre 2008.
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Un recorrido por la caracterización de la evolución de las variables
demográficas que intervienen en el crecimiento de la población (fecundidad,
mortalidad y migraciones) descubre que la fecundidad exhibe un sensible
aumento en los primeros años de la década del 70, una disminución paulatina
posterior a 1965, que se acentúa, hasta llegar a niveles por debajo del
reemplazo poblacional hacia 1978. En los últimos 30 años se mantiene esta
tendencia. En la década de los 90 e inicios del 2000 se manifiesta una baja
fecundidad en conexión con la situación socioeconómica del país y de las
familias cubanas. Se percibe un arraigo de ideales de familia pequeña y pautas
de procreación, todavía más reducidas que estos ideales. Se produce una
creciente homogenización de su comportamiento por territorios y subgrupos de
población. Siendo visibles los mayores niveles de fecundidad en las provincias
orientales, en Pinar del Río y el municipio especial de la Isla de La Juventud.
Como resultado de esta disposición se llega a un nivel muy bajo, con una
Tasa Global de Fecundidad (TGF) de apenas 1,39 hijos por mujer en el 2006. De
ese modo, no se garantiza el reemplazo poblacional, en un contexto de
reducidas cohortes de mujeres en edad fértil, y en consecuencia, reducidas
cohortes de nacimientos, que en su tendencia son cada vez menores cada año.
En el 2006: los poco más de
111 000 nacidos vivos constituyen el valor
más bajo de los últimos sesenta años. En este sentido el envejecimiento de la
estructura por edades de la población, ha resultado en una disminución de la
población femenina en edad fértil, y sobre todo, en un envejecimiento de su
estructura por edad en las últimas décadas.
En cuanto a la mortalidad se aprecia un proceso acelerado de descenso en el
siglo XX, una fuerte homogeneización territorial del patrón de mortalidad entre
1960 y 1975, debido a la reorganización y consolidación del sistema de salud, y
un traslado del peso fundamental de las defunciones hacia la tercera edad, 60 y
más años, como un rasgo del patrón de mortalidad cubano. Entre 1988 y 1989
Cuba ya se encontraba entre aquellos países en los que la esperanza de vida de
ambos sexos sobrepasaba los 75 años, y la mortalidad infantil estaba muy
próxima a las 10 defunciones por cada mil nacidos vivos. La esperanza de vida
al nacer entre los trienios (1994 -1996) y (2005 - 2007) pasó de 74.35 a
77. 97 años y en el 2006 la tasa de mortalidad infantil descendió hasta 5,3.
Sin embargo, la relación entre esperanza de vida al nacer y desarrollo
económico social a nivel territorial, indica que no hay una correspondencia clara
entre ellos.
Algunas de las causas principales de muerte en la actualidad (70% de todas
las defunciones) se adjudican a una mayor presencia de enfermedades y causas
de muerte de tipo endógeno y crónico – degenerativo: enfermedades del
corazón, tumores malignos, enfermedades cerebro -vasculares, diabetes
mellitus y enfermedades crónicas del hígado, a la presencia de ¨enfermedades
de sociedad¨, vinculadas a modos de vida y consumo, al impacto medioambiental y del tabaquismo, a la Influenza y Neumonía, y a las enfermedades
crónicas de las vías respiratorias inferiores. Asimismo, existe una correlación de
estas con problemas de tipo higiénico – sanitarios y de calidad ambiental que
enfrenta la población cubana.
Por su parte, la migración ha tenido un evidente impacto en el crecimiento
poblacional de Cuba, pues ha estado definida en los últimos 78 años por un
saldo negativo de migración externa, relativamente estable, aunque marcado
por algunos momentos de gran agudización. El efecto acumulativo de la
migración al exterior ha impuesto una especie de retardo en el crecimiento. Esto
puede verificarse al percibir que en 1972 se hubiera arribado a los nueve
millones de habitantes en lugar de un año después, o que los 10 millones de
personas se habrían alcanzado cuatro años antes, en 1980, en vez de 1984, o la
cifra de once millones de habitantes se habría sobrepasado con una antelación
de ocho años, en 1989, y no en 1997.
Los siguientes datos describen a grandes rasgos el comportamiento de la
migración internacional:
•
Saldo promedio anual negativo entre 1958 y 2004 de (− 26 100
habitantes) con la excepción de 1959.
•
1960-1962 y 1966-1970 el saldo negativo superó los 50 000
habitantes.
•
•
•
Boletín de divulgación de
resultados y noticias del trabajo
científico. Dedicado al 280
aniversario de la Universidad de
La Habana. Ministerio de
Educación Superior, 2008.
The Sylff newsletter. No. 21,
August 2008.
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1980 pérdida neta de 141 742 personas.
1994 pérdida neta de 47 844 personas.
Presencia femenina mayoritaria, saldos migratorios con predominio
femenino.
•
2001-2007: El saldo promedio anual de emigrantes al exterior fue
negativo (− 32 300).
•
Provincias con mayor participación: Ciudad de La Habana (45.6 %),
La Habana y Matanzas (7.5%, cada una).
•
Componente femenino cercano al 55%.
•
Grupos de edades con mayor presencia de emigrantes: 46,4% entre
10 y 29 años.
•
Proporción de adultos mayores entre los emigrantes es del 17, 9 %.
En el caso de las corrientes migratorias internas según períodos en la
segunda mitad del siglo XX al siglo XXI se caracterizan por:
•
1964-1969: Dispersión hacia áreas rurales.
•
1970-1989: Hacia regiones en desarrollo, y cabeceras provinciales.
•
1990-1996: Hacia Ciudad Habana.
•
1997-2007: Hacia provincias habaneras, polos económicos
emergentes y la redistribución al interior de la Franja de Base.
Un balance de las tres variables demográficas y su vínculo con el
crecimiento de la población cubana emite que:
•
En el lapso de 35 años, entre 1970 y 2005, ocurre un incremento de
más de dos millones y medio de personas ( 8 603 165 a 11 236 790).
•
Pueden distinguirse tres grandes ciclos en la evolución de la población
cubana (1970-1980; 1981-1994 y 1995-2005).
•
Década del 60: Gran incremento de la natalidad y disminución de la
mortalidad. El fuerte saldo negativo de las migraciones internacionales
disminuye el amplio crecimiento natural de la población, principalmente
entre 1959 y 1962.
•
Década del 70: Continuó el descenso tanto del crecimiento natural,
como del crecimiento total de la población. El saldo migratorio externo,
aunque con signo negativo, se redujo de forma significativa.
•
Década del 80: Comienza con un aumento de más de 59 000 personas
en 1981, segundo año censal después del triunfo de la Revolución.
•
El crecimeinto alcanza una cifra cercana a los 114 000 habitantes en su
punto máximo en 1990.
•
En algún momento del tránsito por el año 1984, la población arriba a los
10 millones de habitantes.
•
Crecimiento neto negativo de la población (− 6.2 por mil) producto de
la migración internacional de 141 742, incluidos los 130 000 del Mariel.
•
El crecimiento natural asciende a 81 193 personas (balance nacimiento
y defunciones).
•
Década del 90: Continuó el descenso sistemático de las dos modalidades
del crecimiento de la población.
•
La tasa de crecimiento neta tuvo variaciones: En 1994 desciende a 1,6
por mil habitantes; valor más bajo del indicador en el siglo XX.
•
El saldo neto negativo de la migración internacional; principal variable
que influye en los bruscos cambios que se producen en el crecimiento
total de la población en la segunda mitad de la década.
•
2000-2005: Cuba tiene la más baja tasa de crecimiento neto en
Latinoamérica, 5 por mil habitantes.
•
2006: Tasa de crecimiento poblacional es negativa, (− 0,4 por mil),
indicativo de un decrecimiento poblacional de forma absoluta.
•
2007: Disminución de la población (respecto a 2006) en 2 253
habitantes. Tasa de crecimiento poblacional negativa (− 0,2 por mil
habitantes).
•
En el orden interno, las provincias cubanas han transformado sus
patrones de crecimiento, presentando situaciones contrastantes entre la
década de los 70 y el primer lustro del tercer milenio.
•
Si bien en los 70 las provincias se clasificaban en emisoras y receptoras,
en la actualidad solo dos de ellas presentan un crecimiento neto superior
al natural, lo que ha puesto de manifiesto, además del efecto de la
migración interna, el efecto de la migración internacional.
Acontecer migratorio. Centro de
Estudios de Pastoral y Asistencia
Migratoria (CEPAM), volumen 31No. 1/3, Enero/Abril, 2008.
Revista Biométrie Humaine et
Anthropologie, tome 26, no. 1-2,
2008.
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La población cubana transita hacia un acelerado proceso de
envejecimiento, que técnicamente se califica como de nivel III, al tener más del
15% de su población con edades de 60 y más años. Para el país en su conjunto
esa proporción resultó del 15,9% en el 2006 y 16,6% en el 2007. Se percibe
una presión, o sobrecarga, sobre el sistema de salud y de seguridad social
producto del aumento de las necesidades y demandas de este grupo social.
Reducción del potencial poblacional para la defensa del país, posible
compromiso de su capacidad de renovación y reemplazo, por la reducida
entrada de jóvenes, y la salida relativamente importante del personal más
experimentado y especializado.
Otras cuestiones abordadas y que complementan la descripción de las
variables demográficas tuvo que ver con la alusión a la población en edades
laborales y no laborales y su vínculo con la actividad económica. En este sentido
se observa un crecimiento de la población en edad laboral, un decrecimiento en
la edad pre laboral y un crecimiento en la post laboral. En el 2021 es probable
que ocurra un punto de variación estructural a partir del cual:
◦ Continúe disminuyendo relativamente la población en edad pre laboral.
◦ Comience el decrecimiento de la laboral.
◦ La edad post laboral mantendría su crecimiento a un ritmo mayor. En el
2014 comienza a decrecer la Población Económicamente Activa (PEA), producto
de los cambios que se operan en la estructura de edades de la población. Los
grupos de edades de mayor concentración de la PEA se localizarán en edades
cada vez mayores:
◦ 2002 (35-39 años)
◦ 2013 (40-44 años)
◦ 2026 (50-54 años)
La estructura por edades de la Población No Activa Económicamente
(PNEA), denota su mayor concentración en las edades laborales.
Aproximadamente 800 000 personas entre 15 y 39 años, mujeres y hombres
(2006). En los próximos años la PEA incrementará su magnitud en edades cada
vez mayores en todos los territorios. Ello puede ser aprovechado positivamente
para la utilización de los recursos humanos con mayor experiencia laboral.
En cuanto a la distribución espacial de la población ( 2002) se percibe un
aumento en la proporción de población residente en los niveles de mayor
jerarquía del sistema de asentamientos (capitales provinciales y municipales) y
un incremento de la proporción en los asentamientos rurales mayores, al
tiempo que en los rurales de menor tamaño y población dispersa va
reduciéndose la proporción de población en ellos agrupada. Las tasas de
crecimiento totales por niveles indican el incremento de población en las
cabeceras, en especial provinciales, en los asentamientos urbanos de base y en
los rurales concentrados, donde el comportamiento migratorio explica tales
aumentos. Un rasgo significativo en la distribución espacial es la reducción de
población de la Ciudad de La Habana, su menor peso relativo en el período y
el ascenso de las otras cabeceras que le suceden.
Las tendencias que marcan los cambios experimentados por la familia
cubana pueden esbozarse en : familias de tamaño pequeño, aumento del
número de hogares en que ambos cónyuges trabajan, aumento de parejas que
conviven sin formalizar su unión, descenso de la fecundidad y aumento del
número de hijos que nacen fuera del matrimonio, creciente inestabilidad de las
uniones que se manifiesta en rupturas conyugales o familias reconstituidas,
incremento de hogares con un solo progenitor u hogares a cargo de la mujer,
aumento de la población de edad avanzada, más hogares unipersonales, más
personas dispuestas a migrar, más familias afrontando la amenaza de la
difusión del VIH/SIDA, entre otras, maternidad tardía, cohabitación.
Igualmente, el color de la piel es una variable diferencial para los estudios
demográficos. A nivel de todo el país la población cubana en su conjunto creció
a un ritmo medio anual de 0,66%, y la población blanca se incrementó en una
proporción cercana: 0,60%. Sin embargo, la población negra experimentó un
fuerte ritmo de crecimiento negativo de − 17,34%, mientras que la mestiza
tuvo un incremento positivo promedio anual de 1,2%.
Llama la atención el hecho de que la población blanca es relativamente
más envejecida en cada recuento censal y tiene al menos dos años más de
esperanza de vida al nacer. Peculiaridad que presenta la población negra en el
2002 cuya proporción de menores de 15 años resulta particularmente baja, y
tiene valores cercanos a 60 años y más. De ahí la importancia de estudiar el
comportamiento demográfico de la población por color de la piel.
En general, un resumen cualitativo de la caracterización demográfica de
Cuba (2007) revela que existe:
•
Crecimiento poblacional bajo.
•
Bajos niveles de fecundidad.
•
Bajos niveles de mortalidad.
◦ Baja mortalidad infantil.
◦ Elevada esperanza de vida.
•
Saldo migratorio externo negativo.
•
Población en proceso de envejecimiento.
•
Relativa homogenización de los indicadores por provincias.
•
Elevada urbanización.
Suplemento jóvenes. Crecer en
las ciudades. Estado de la
población mundial. UNFPA, 2007.
Suplemento jóvenes. Jóvenes en
movimiento. Estado de la
población mundial. UNFPA, 2006.
Infopob/ Noviembre 2008
INTERVENCIONES
Esteban Morales Domínguez (CEHSEU): Planteó la dificultad de la política
social cubana al no considerar el color de la piel como variable de distinción
social. ¿Cómo es posible no tener en cuenta esa variable para análisis sociales?
Si no consideramos el color de la piel en los análisis demográficos, estamos
obviando 500 años de historia. Se hace necesario atender nuestras diferencias
para revertirlas. ¿Cómo medir la riqueza, la pobreza, los avances sociales? La
política social cubana debe tener en cuenta el factor color de la piel, para eso
nosotros debemos suministrarles el análisis. Se debe contar con la influencia de
factores históricos, culturales que tienen un impacto en esta cuestión. Lo
importante es erradicar la diferencias para lo cual hay que olvidar los
estereotipos raciales y prejuicios. Se debe hacer un análisis objetivo de los
grupos que componen la sociedad. ¿En qué medida la población no blanca
accede a las posibilidades otorgadas por la Revolución?
En los anuarios se observa cuánto ha avanzado el país socialmente. No
podemos tratar a la población cubana de una manera homogénea porque no lo
es. El grado de subjetividad de esta variable es muy serio. No somos iguales
tenemos circunstancias diferentes, partimos de contextos diferentes. Las
motivaciones para trabajar no son las mismas para blancos y negros. La crisis
puso de manifiesto que los grupos raciales no blancos son los que más
problemas tenían. De ahí que la política social deba tener en cuenta el color de
la piel y para eso hay que darlo a conocer. La verdadera obra de la Revolución
no está en que todos somos iguales sino en que los que están por debajo han
logrado un equilibrio.
Luis Montero (CC-UH): Advirtió que la cifra de desempleo es preocupante y es
partidario de no publicarla. Esta no concuerda con lo que se ve en las calles. En
los estudios actuales sobre el ámbito laboral se omite el análisis de consumo
que demuestra una extraordinaria deformidad en la economía familiar, pues
faltan oportunidades de consumo (vale señalar que es diferente de sociedad de
consumo, o del consumismo). Es claro que en nuestra sociedad se torna más
importante el objeto que el trabajo, y prejuiciados por no hablar de consumismo
en Cuba se obvia el análisis de consumo.
José Luis Martin (CEDEM): Coincide con Esteban Morales en que hay que
mover las ideas en cuanto a la construcción de los datos. La vida moderna se ha
ido por delante de los mecanismos de medición que existen. Hace falta crear
sistemas de debate público sobre el tema del trabajo pues para poder construir
una realidad hay que conocerla. Se hace necesario que las empresas puedan
definir mejor sus niveles para lo cual deben tener objeto de trabajo claro,
condiciones de trabajo y relaciones. Igualmente, se debe atender también el
valor simbólico del salario que representa la complejidad del trabajo.
Infopob/ Noviembre 2008
Lázaro Peña (CIEI): Sería interesante abordar el contexto desde el cual se
están analizando los problemas de la población cubana. ¿Hay realmente una
economía cubana?, ¿cuáles son las prioridades del país para definir la economía?
La definición del contexto se devela como un elemento esencial para abordar la
relación población-desarrollo en Cuba. Plantea dudas con respecto a si la
economía cubana se mueve en un sentido sistémico. Explica que más bien se
sustenta en una serie de políticas que se suceden. Por lo tanto, los números
pueden ser utilizados para decir cualquier cosa. Las cifras no dicen nada por lo
que no se pueden manejar para reformular la realidad de la sociedad.
Primeramente se debe fundamentar un sistema económico. Hay que asumir el
contexto para poder accionar.
Juan E. Molina (CEDEM): Coincide con la forma en que se ha conducido el
taller. En estas instancias es preciso hacer propuestas concretas para revertir en
alguna medida los problemas sociales que se advierten en la realidad cubana.
Desde las ciencias sociales ¿qué propuestas se pueden hacer para solucionar
estos problemas?
Taylí López (CEDEM): En medio del envejecimiento de la población se hace
necesario el incremento de la productividad. A lo largo de todo el país la PNEA
está constituida por mujeres. Se deben adoptar estrategias que impliquen con
más insistencia a la mujer al trabajo. Para ello se debe pensar en la creación de
opciones de apoyo en cuanto al cuidado de niños y ancianos, así como técnicas
para el aumento de la fecundidad. Es oportuno conjugar armónicamente
estrategias que incrementen la tasa de natalidad y la incorporación al trabajo.
Luisa Íñiguez (CESBH): Desde cualquier punto de vista hay que ver la
macroeconomía. Hay que buscar estas estadísticas. En Cuba existe una
impresionante diferenciación territorial. Solo se hacen homogéneos algunos
indicadores. Por lo que se percibe una necesidad de cambios en la
macroeconomía. Se precisa buscar un punto más totalitario para mirar la Cuba
real.
María Elena Benítez (CEDEM): En una sociedad como la que vivimos lo más
valioso son los recursos humanos. El tema del cambio de la estructura etaria va
por el aumento de la fecundidad que transita primeramente por las condiciones
antes del embarazo. Deben tenerse en cuenta los tres mecanismos para
estimular el crecimiento de la población; la fecundidad, en la que influyen
factores biológicos y socioeconómicos; la mortalidad y las migraciones, que se
desarrollan por componentes socioeconómicos. El reto lo constituye: ¿cómo
lograr que nuestra estructura etaria cambie?
Consuelo Martín (CEMI): Debemos hacer nuestro rol de científicos sociales
para articular estas ideas desde la reflexión intelectual y analizarlas en otros
niveles de debates. Se hace importante incorporar en estos estudios las
percepciones subjetivas. Propuso tratar el asunto de las migraciones con otro
término que no fuera “contención” porque esto no es lo que se pretende por la
imposibilidad del hecho, mejor sería “reorganización”. Señaló que las diferentes
aristas del problema toman cuerpo en la familia cubana, de ahí la relevancia de
su tratamiento.
Juan Carlos Albizu-Campos (CEDEM): No existen poblaciones envejecidas
con una elevada fecundidad. Es partidario de estimular la fecundidad, como una
ayuda a la familia, pero por la experiencia que han tenido otros países más
desarrollados que Cuba, no se ha logrado. Es preciso dar más importancia a la
productividad del trabajo. Existen gran cantidad de personas que no se quieren
emplear porque el trabajo se desvalorizó. En la actualidad se involucran muchos
recursos en políticas sociales que no están respaldadas por una economía. El
problema está no en reducir la diferencia sino en conocerla para no crear
desigualdades. De ahí la importancia de recuperar la visión del trabajo que en
estos momentos no es la primera fuente de satisfacción de las necesidades. La
desvalorización del trabajo es el primer freno a la incorporación al trabajo de los
desempleados. Para lograr la estructura de apoyo al envejecimiento poblacional
hay que aumentar la productividad del trabajo.
Juan Carlos Alfonso (CEPDE-ONE): La gran complejidad que tiene nuestro
país es la interrelación población-desarrollo. Un análisis conceptual debe
basarse en dicha interrelación. El problema no radica en que no existan datos e
informaciones. Es necesario tratar de pasar del proceso de diagnóstico, de
pronóstico al propositivo. Hay mucha información recogida que la dirección del
país conoce.
Marisol Alfonso (CEDEM): Es partidaria del uso de indicadores agregados,
pero siempre que se contextualicen. Se deben tener en cuenta otras variables
que ubiquen a Cuba con países no solo de Europa. Se pueden usar las
comparaciones pero sin generalizar y tomando en consideración las diferencias.
Por otro lado debemos integrar más el tema demográfico con el económico.
Blanca Morejón (CEDEM): Se debe atender más la productividad del trabajo y
retomar el estudio de la economía política.
Omar Everleny Pérez (CEEC): Es evidente que las autoridades cubanas
conocen estos problemas. Es preciso dar más importancia al factor tiempo, las
autoridades cubanas piensan que el tiempo es infinito. Siempre se han
trabajado las urgencias, se hacen las cosas y se toman las decisiones movidas
por urgencias, por lo que se requiere acortar el tiempo de espera para
solucionar los problemas.
Anicia García (CEEC): Desde los 80 se habla del modelo económico y sus
insuficiencias. Tenemos propósitos legítimos a nuestro proyecto e indicadores
sociales comparables con países desarrollados. Sin embargo, la economía
presenta importantes deformaciones que no respaldan estos índices. Estamos
en un momento de mucha decisión por lo que propiciar espacios de reflexión es
de marcada significación. Considera que sí existe una economía en el país.
Antonio Aja Díaz (CEDEM): La política tiene su espacio y las ciencias también.
Los científicos que estudian la sociedad no son una amenaza para esta sino una
fortaleza. Intentamos hacer ciencia por lo tanto no hay que preocuparse por la
discrepancias siempre que aporten al desarrollo de visiones y nuevas
perspectivas. La política y la ciencia tienen su papel en la sociedad, hay que
entender el papel de cada cual, no se puede aspirar a que ambas confluyan todo
el tiempo. Desde la ciencia hay que plantear todas las cuestiones y la
heterogeneidad de miradas y problemáticas que abarcan la realidad cubana. En
este sentido se encamina el trabajo del CEDEM, en aras de llevar a cabo su
encargo social. Así, tendremos otros talleres sobre el tema que logren una
mayor relación entre ambas cuestiones.
DEMOGRAFÍA DE LA ESTRUCTURA ETARIA
El 26 de noviembre se efectuó en el CEDEM una sesión para presentar un nuevo
enfoque de las cuestiones demográficas que ocupan a muchos de los estudiosos
de temas de población en la actualidad.
Básicamente con miembros del CEDEM la sesión, sin presentar elementos
conclusivos, resultó ser una apertura a nuevos horizontes de análisis, siendo
para los presentes una coyuntura para reconocer y atender la necesidad de
aprehender las nuevas miradas a problemas demográficos, utilizando tal vez de
estas, lo que pudiera adecuarse a las condiciones cubanas.
La Dra. Sonia Catasús introdujo el tema al referirse a La estructura por
edades de la población. El caso cubano.
Cuba es un país desarrollado demográficamente. Presenta una muy
avanzada transición demográfica, con muy bajos valores de fecundidad y
mortalidad y altos niveles de urbanización, concentración poblacional y
envejecimiento.
En la medida que transcurre la transición demográfica, va aumentando la
población en edad activa en comparación con los dependientes de mayor y
menor edad. Ello crea por única vez una oportunidad de crecimiento que puede
aprovecharse si los países han efectuado las inversiones apropiadas, no sólo en
los servicios de planificación de la familia, sino también en la salud y educación
en general, mejores opciones para las mujeres, así como propicia oportunidades
de empleo para la nueva y mejor fuerza laboral.
Los efectos de la transición demográfica difieren para los diversos grupos de
población (importancia de la información y del apoyo específico). En las familias
más pequeñas: se traduce al cabo de una generación en potencial de
crecimiento económico a nivel macro en forma de numeroso grupo de personas
en edad activa que mantienen a cantidades relativamente menores de
dependientes, ancianos y niños.
Infopob/ Noviembre 2008
Esta oportunidad o dividendo demográfico se presenta por única vez, y por
un tiempo limitado. Se abre a medida que van disminuyendo las cantidades de
hijos de más corta edad debido a las menores tasas de fecundidad, y se cierra
cuando comienza a crecer rápidamente la proporción de personas de más edad.
El Dr. Lorenzo Herrera aludió a Los dividendos demográficos y la transición
demográfica, basándose en el modelo propuesto por Mason acerca de los
dividendos demográficos.
El primer dividendo demográfico (Mason, 2005) se define por los cambios
en la estructura por edad de la población que influyen en la proporción de
personas en edades laborales.
El segundo dividendo demográfico (Mason, 2005) son los cambios
previsibles en la población en edad de retiro que induce a individuos, empresas
y/o gobiernos a la acumulación de capital.
Todos los países en el mundo han experimentado o experimentarán un
aumento en la proporción de la población en edades laborales. Dicho aumento
es transitorio, resultando que después la proporción mencionada no será mayor
que la que había antes de ese incremento. La relación entre variables
económicas y demográficas no es determinista: depende en gran medida de las
políticas.
Con un incremento previsible de la población dependiente anciana, el
consumo en el futuro solo puede mantenerse a través de la acumulación de
riquezas, pues los cambios en la estructura por edad tienen importantes
implicaciones en la actuación macroeconómica. El primer dividendo es
intrínsecamente transitorio. En algún momento este dividendo se hace negativo.
La intensidad del primer dividendo depende del tiempo. A mayor longitud
temporal, menor intensidad y viceversa. El segundo dividendo va a depender
fundamentalmente de la población en edad de retiro, la productividad del
trabajo y de la previsión en cuanto a la acumulación de riquezas para garantizar
el consumo. Los resultados están basados en el ingreso per cápita, el cual
muchas veces no es un indicador confiable. Los resultados tanto del primer
dividendo como del segundo dependen fuertemente de las políticas públicas
(empleo-desempleo, oportunidades de estudio, salud pública, pensiones,
inversiones, etc).
En general puede concluirse que el modelo de Mason está basado en
ejemplos muy estilizados de crecimiento económico por lo que puede ser
cuestionable, aunque puede resultar interesante el análisis de algunos puntos y
su consideración en futuras investigaciones que se realicen en el campo de la
demografía.
INTERVENCIONES
Contactos
Yolanda Morejón (Directora de la
biblioteca)
[email protected]
Yalemi Barceló (Editora)
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Infopob/ Noviembre 2008
Juan Molina (CEDEM): Se trata de un tema interesante. Cuando se analiza la
cuestión por provincias se da una situación muy particular, relucen diferencias
en cada región (Oriental, Central, Occidental). Se debe enfatizar en la
productividad del trabajo, atender más el papel de la tecnología.
Arnoldo Oliveros (CEDEM): Es un enfoque atrayente aunque hay que tener
cuidado, porque se ejemplifica con países que han desarrollado diferentes
economías. También la influencia del contexto y de las políticas generadas debe
tenerse en cuenta. Las particularidades de cada territorio pueden resultar
contradictorias para el modelo.
Juan Carlos Albizu-Campos (CEDEM): El modelo se basa en el fenómeno de
los “tigres asiáticos” y establece fórmulas que generalizan. Supone un
crecimiento estable de la población económicamente activa y un crecimiento de
la economía. No nos alerta sobre una recaída. Es criticable pues se deben
considerar las diferencias regionales, y la heterogeneidad de los dividendos,
pues este pasa por varias lecturas que el material no toma en cuenta.
Sonia Catasús (CEDEM): Nos estamos concretando a las cuestiones
demográficas. Es importante examinar otros enfoques, debemos prepararnos
para asumir los dividendos, de ahí el valor informativo de la sesión científica.
Marisol Alfonso (CEDEM): Se trata de una sesión de capacitación. Los
ejercicios se aplican a Asia porque es el mejor ejemplo, sin embargo, no se
pueden utilizar con países de mucha diversidad regional. Aunque se analizan
indicadores sintéticos se pueden tener en cuenta incorporándoles más
elementos. Se debe buscar indicadores que integren la relación poblacióndesarrollo.
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