Disponible - Congreso del Estado de Baja California

Anuncio
Diputada Gloria María Loza Galván
Presidenta de la Mesa Directiva del
Honorable Congreso del Estado
Compañeras diputadas,
Compañeros diputados
Oscar
Román
Martínez
Garza,
diputado
integrante
del
Grupo
Parlamentario del Partido Acción Nacional, con fundamento en los artículos 27
fracción I y 28 fracción I de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano
del Estado de Baja California, 110 fracción I, 112, 115 fracción 1, 116, 117,
118, 124 y demás relativos de la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado
de Baja California, someto a consideración de esta Soberanía iniciativa que
reforma el artículo 1406 del Código Civil para el Estado de Baja California, al
tenor de la siguiente:
Exposición de motivos
Tal y como lo dispone el Código Civil vigente en el Estado, el testamento
es un acto personalísimo, revocable y libre, por el cual una persona capaz
dispone de sus bienes y derechos, y declara o cumple deberes para después de
su muerte. En México no existe una cultura de prevención. El testamento
público abierto, es una magnifica herramienta que la ley le otorga al restador,
para legislar en forma diferente a lo que dispone la Ley, respecto de la forma
en que va a distribuir sus bienes, y cumplir obligaciones para después de su
muerte. Debemos olvidar la idea de que por hacer testamento está próxima
nuestra muerte, debemos más bien pensar en que es una sencilla medida de
prevención para que se cumpla fielmente nuestra voluntad cuando faltemos y
para no provocar mayores problemas y gastos a nuestras familias, protegiendo
con ello el patrimonio que hemos logrado formar durante nuestras vidas; el
testamento, obviamente, no anticipa el momento de nuestra muerte. No cabe
duda que el hombre está de paso por la vida, y al tomar conciencia de esta
limitación y en su ansia de supervivencia, le es fundamental trascender,
negocio jurídico mortis causa. El testamento es uno de los actos más
importantes en la vida de una persona y en virtud de que sólo surte sus efectos
hasta después de la muerte, el testador, en vida, puede disponer libremente de
sus bienes y celebrar todos los actos jurídicos que quiera, aún modificar
totalmente la composición de su patrimonio e inclusive quedarse con lo
necesario para vivir según sus necesidades. La propiedad de los bienes sólo se
transmite a los herederos hasta que sobrevenga la muerte del testador. Sin
embargo debe tenerse en cuenta que esa transmisión no es automática, como
equivocadamente se piensa con frecuencia, sino que es preciso llevar a cabo un
procedimiento legal que resulta más sencillo y económico que el de un
intestado. En ese orden de ideas, debemos entender que el otorgar testamento,
es uno de los actos más importantes de una persona capaz, incluso algunos
juristas han llegado a señalar que el testamento es un acto de justicia o
sentencia del testador en relación con las personas que lo rodean en lo
referente a sus bienes y derechos. Por lo tanto, el testamento no es un acto
que pueda tomarse a la ligera, sino que implica, una profunda meditación y
reflexión por parte del testador. No se puede concebir que el testador, al
momento de pasar por una oficina notarial, en ese momento se le ocurre
otorgar su testamento, y el notario inmediatamente lo va a redactar y tomar
firma, lo que llevaría a un acto totalmente irresponsable, tanto del testador
como del notario; el testamento no es, pues, un acto de arrebato o de impulso
irracional del testador. Por el contrario, cuando una persona ha tomado esa
decisión de otorgar testamento, es porque ya pasó por todo un proceso mental
de reflexión, de razonamiento y meditación, que culmina al presentarse el
testador de la oficina notarial. El notario, en ejercicio de sus funciones, escucha
y asesora al testador, e interpreta la voluntad empírica de éste, traduciéndola a
términos jurídicos; aconseja y finalmente redacta el instrumento jurídico con la
fuerza probatoria que la propia ley le concede. El artículo 1399 del Código Civil
vigente para el Estado de Baja California, el cual fue reformado por Decreto No.
64, publicado en el Periódico Oficial No. 28, de fecha 28 de junio de 2002.
Tomo CIX, expedido por la Honorable XVII Legislatura, señala lo siguiente: El
testador expresará de un modo claro y terminante su voluntad al notario y, en
su caso, a los testigos. El notario redactará por escrito las cláusulas del
testamento, sujetándose estrictamente a la voluntad del testador y las leerá en
voz alta para que éste manifieste si está conforme. Si lo estuviere, firmará el
testamento el testador, el notario y, en su caso, los testigos, asentándose el
lugar, año, mes, día y hora en que hubiere sido otorgado. Ahora bien, el
artículo objeto de la propuesta de reforma establece lo siguiente: Artículo
1406.- Las formalidades se practicarán acto continuo y el notario dará fe de
haberse llenado todas. Este artículo data desde que fue publicado el Código
Civil en el Periódico Oficial No. 3, de fecha 31 de enero de 1974, Sección I,
Tomo LXXXI, y a la fecha no ha sufrido reforma alguna. Este artículo no precisa
cuales son las formalidades a que se refiere, entonces debemos de establecer
con exactitud cuales son las formalidades del testamento y en que momento
comienzan o se deben de cumplir dichas formalidades. Como ya quedó
establecido con anterioridad, el notario escucha a las partes, interpreta su
voluntad, aconseja, asesora y finalmente redacta, pero no todo en un mismo
acto, pues la interpretación, asesoría y redacción, llevan al notario a un estudio
del planteamiento de la voluntad hecha por el testador, un estudio en este caso
profundo y de varias horas. Una correcta y actual interpretación del artículo
1399 es que el testamento, desde su preparación, tiene diferentes etapas y
tiempos, incluso de acuerdo con las circunstancias, veamos por qué:
La
primera parte señala que …el testador expresará de un modo claro y
terminante su voluntad al notario. La voluntad puede ser expresada de
diferentes formas, por ejemplo: de manera verbal, por escrito, por signos
inequívocos, incluso puede ser vía electrónica como en los contratos, es decir,
que el testador envíe por correo electrónico, los datos generales y sus
instrucciones preeliminares para hacer testamento (echando mano de la
tecnología); incluso uno ya elaborado. Haciendo uso y disposición de la
tecnología que el notario tiene a la mano, muchos notarios de la República
Mexicana, y mayormente los del Distrito Federal, tienen en sus páginas de
Internet, solicitudes de testamento público abierto, las cuales una vez que se
han llenado los requisitos por el futuro testador, y se reenvían al notario por
correo electrónico, y el notario hace un proyecto de testamento, devolviéndole
al posible testador para que revise el proyecto. Una vez que el testador está de
acuerdo con el proyecto, se fija día y hora para la lectura y firma. El doctor en
derecho Juan Manuel Asprón Pelayo, notario público 186 del Distrito Federal,
expositor en diversos foros en materia notarial, tanto nacionales como en el
extranjero, en su obra SUCESIONES, señala al referirse al TESTAMENTO
PUBLICO ABIERTO, que: Algunos autores señalan que este testamento es
nuncupativo, es decir, que la expresión de la voluntad del testador debe ser
oral, excepto en el caso del testador que desconozca el idioma español; en mi
opinión este testamento no es nuncupativo, ya que el testador puede expresar
en cualquier caso su voluntad por escrito, piénsese en un mudo o en una
persona temporalmente privada del habla; la ley lo único que establece es que
la voluntad debe expresarse en forma clara y terminante, más no dice que debe
expresarse oralmente. Ahora bien, veamos lo que establecen los tribunales
federales: Testamento, es suficiente para su validez que el notario público dé fe
de que el autor de la herencia, en uso de sus facultades físicas y mentales,
manifestó su voluntad de transmitir sus bienes para después de la muerte, sin
que existiera coacción alguna. De la interpretación armónica de los artículos
1360 y 1362 del Código Civil del Estado de México y sus correlativos 1512 y
1514 del Código Civil para el Distrito Federal, se desprende que el espíritu de
dichos preceptos es en el sentido de que el testador externe ante el notario
público su voluntad de testar, disponiendo de sus bienes y derechos para
después de al muerte, lo que no significa que deba dictar de manera directa al
fedatario su última voluntad o que lo haga en voz alta, sino que es suficiente
que en alguna forma la exprese y que el notario dé fe de dichas circunstancias
por lo que se debe estimar que la finalidad que persigue la ley para que el
testador transmita sus bienes a virtud del testamento, se satisface cuando el
fedatario hace constar la comparecencia de aquel, la de los testigos de
conocimiento, y certifica elaborar o redactar el documento, siguiendo las
indicaciones de su autor, anotando sus declaraciones generales y demás datos
necesarios, asentándose en las cláusulas relativas su última voluntad, sin que
exista coacción alguna, en tanto se encuentre en uso de sus facultades físicas y
mentales para hacer disposición de sus bienes para después de la muerte,
imprimiendo su huella digital, en caso de estar impedido para firmar, pero
haciéndolo a su ruego uno de los testigos en unión de los demás atestiguantes
instrumentales y autorizando así el fedatario la escritura correspondiente
SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Precedentes: Amparo directo 8186/2001. Martín Guillermo Elías Meza. 10 de
enero de 2002. Unanimidad de votos. Ponente: Gilberto Chávez Priego.
Secretario: Miguel Angel Castañeda Niebla. Continuando con el análisis e
interpretación del artículo 1399, tenemos que en su última parte se refiere a
otro tiempo diferente a la preparación del testamento, esto es cuando el
testador está conforme con el proyecto del notario; esta parte dice lo siguiente:
…las leerá en voz alta para que éste manifieste si está conforme. Si lo
estuviere, firmará el testamento el testador, el notario y, en su caso, los
testigos, asentándose el lugar, año, mes, día y hora en que hubiere sido
otorgado. Pero, ¿qué pasaría si el testador no estuviera conforme? Pues
simplemente no lo firma, se retira y se suspende el otorgamiento del
testamento. Imaginemos que cada vez el testador no esté de acuerdo con
alguna parte de la redacción de su testamento, se tenga que suspender el
otorgamiento, y cada vez que suceda esto, estaríamos ante un fenómeno de
escrituras elaboradas inútilmente por el notario, sin ser firmadas. Es por eso
que el testador ya tiene conocimiento del testamento, pues ya leyó el proyecto
presentado por el notario; el testador en ese momento todavía puede hacer
correcciones o algún cambio para que al momento de dar lectura al testamento
que obra en folios de protocolo, se firme inmediatamente después de ser leído
en voz alta por el notario; a esto se le llama unidad de contexto a la lectura y
firma del testamento, pues todo ello ocurre en la comparecencia final del
testador. Esta parte se refiere cuando el notario ya procesó la información
recibida por el testador y la plasmó en su protocolo, se da lectura al testamento
por el notario, se le explica el valor y consecuencias legales de su otorgamiento,
y finalmente se firma por el testador en presencia del notario, así como por
éste último, señalando desde luego, la hora de firma. Afortunadamente los
sistemas de cómputo que se para la elaboración de las escrituras, permiten
optimizar tiempos, ya que no es necesario que cada vez que se hacen
modificaciones a los proyectos se tengan que redactar desde el principio (como
se hacia con las máquinas de escribir), sino que a la base del documento que
ya existe en la memoria de la computadora, es a la que se le hacen los
cambios; igual sucede con el testamento. Cuando se publicó en el Periódico
Oficial del Estado de Baja California el Código Civil, es decir el 31 de enero de
1974, no existían las computadoras personales, sólo había máquinas de escribir
sin memoria o capacidad de almacenamiento de datos, es decir, el notario no
tenía la posibilidad de hacer un proyecto de testamento, para que el testador
pudiera llevárselo a casa, y meditar respecto de su otorgamiento o bien
revisarlo y hacer correcciones al mismo, pues en ese momento se rompería con
la unidad de contexto que debe de prevalecer en todo testamento público
abierto. Ahora, el notario, una vez que ha escuchado a la persona que pretende
hacer testamento, puede hacer en su sistema de cómputo, un proyecto de lo
que sería el testamento del testador, y este, puede retirarse de la oficina
notarial para revisar sí efectivamente, su voluntad se encuentra plasmada en el
proyecto, incluso, puede asesorarse con algún abogado. Este proyecto quedó
guardado en la memoria del sistema de cómputo del notario, y cuando sea
aprobado del acto jurídico del testamento; lo que no sucedía con las máquinas
de escribir. No cabe duda, en este caso, que la tecnología superó a la ley.
Nuestro Código Civil no define textualmente, cuales son las formalidades que
revisten al testamento, ni en que momento el notario debe de certificar que
inician, terminan y que el testamento se otorgó con unidad de contexto.
Citemos entonces las siguientes fuentes del derecho: El doctor en derecho Juan
Manuel Asprón Pelayo, Notario Público 186 del Distrito Federal, expositor en
diversos foros en materia notarial, tanto nacionales como en el extranjero, en
su obra sucesiones, textualmente señala: El testamento público abierto se
otorgará en un solo acto, el cual comenzará con la lectura del testamento y
terminará con la firma del mismo, por lo cual las entrevistas previas y la
redacción del testamento no deben realizarse necesariamente en el mismo
acto. Además, este criterio de que las formalidades inician con la lectura del
testamento y concluyen con la firma del mismo, es un criterio actualizado,
debidamente aprobado y aceptado nacionalmente por el gremio notarial,
concretamente por la Asociación Nacional del Notariado Mexicano, Asociación
Civil. El doctor en derecho Othón Pérez Fernández del Castillo, ex presidente de
la Asociación Nacional del Notariado Mexicano, A. C., ex presidente de la Barra
Nacional de Abogados, Rector de la Universidad de Estudios de Posgrado en
Derecho, y autor de diversos textos en materia notarial, en su conferencia de
fecha 7 de junio del 2003, denominada Diversos aspectos del Testamento
Público Abierto, dictada dentro del curso de actualización notarial que
promueve dicha asociación, textualmente expresó, en referencia a los actos
previos al otorgamiento del testamento público abierto: En realidad los actos
previos consisten, efectivamente, en una entrevista del Testador con el Notario,
para que aquel le exponga como es que quiere disponer de sus bienes para
después de su muerte. En esta entrevista no se requiere mayor requisito que la
presencia e identificación del Testador, no tiene que demostrar propiedad
alguna de sus bienes, sino únicamente acudir y señalar como se redactará su
Testamento. Una vez elaborado el proyecto por el Notario y aprobado por el
testador, se concerta fecha para la firma. Entonces, que debemos de entender
por formalidades de los testamentos: 1.- Por su forma, debe de constar por
escrito. 2.- Se debe de dar lectura en voz alta por el notario. 3.- Se debe de
manifestar el consentimiento del testador, otorgándolo con su firma, asentando
la hora, el lugar y el día. 4.- El notario debe de dar fe de la capacidad legal del
testador, en el momento del otorgamiento. 5.- El notario debe de dar fe de que
se cubrieron las formalidades sin interrupción alguna, es el acto continuo o
unidad de contexto. 6.- El notario debe de firmar el instrumento. Pensemos en
una persona que quiere otorgar su testamento, y que para tales efectos ocurre
con el notario. El notario la entrevista, la escucha, la asesora y finalmente le
entrega un proyecto de los que podría ser su testamento. El potencial testador
toma el proyecto y no regresa; o bien regresa semanas o meses después,
autorizando
el proyecto, o bien señalando algunos cambios o con una idea
totalmente distinta. A esto no se le puede llamar formalidades del testamento,
ni se puede considerar como el consentimiento de la voluntad de un testador, y
además rompería con la unidad de contexto. Hasta aquí todavía no hay
testamento formalmente, solo proyectos. El proyecto de testamento que el
notario va elaborando con cada entrevista con el testador, se va enriqueciendo
y mejorando con la información proporcionada por éste último, hasta que
finalmente el testador manifiesta su conformidad con el proyecto; ahora sí se
procede a dar cumplimiento a las formalidades previstas por la ley, pasando a
protocolo lo que en un principio fue el proyecto, a lo que finalmente es el
testamento. Aquí es donde precisamente, inician las formalidades, con la
lectura del testamento, y concluyen con la firma del testador. Para esto el
notario ya certificó la capacidad legal del otorgante, y de que no hubo
interrupción alguna. Imaginemos pues, un testamento de diez, quince,
dieciocho o más horas de duración, donde no hay oportunidad de interrumpirlo
por alguna necesidad del testador o del notario, esto para cuidar lo relativo al
acto continuo o unidad de contexto, o bien que el testador no pudiera tener
error, o derecho a equivocarse y rectificar. No sería práctico ni mucho menos
aconsejable. Debemos de cuidar todos los aspectos que lleven al otorgamiento
de un instrumento público, jurídicamente posible, y que logre su objetivo de ser
cumplido para después de la muerte del testador. El testamento es un acto
jurídico unilateral de la voluntad del testador. Veamos lo que dispone la
doctrina: El maestro Froylán Bañuelos Sánchez, en su obra fundamentos del
derecho notarial, textualmente señala: El acto notarial demanda dos momentos
de existencia distinta; una previa, privada, de preparación, y otra, final, pública,
de ejecución. Estos dos aspectos del proceso instrumental, que ponen en juego
los elementos intrínsecos y extrínsecos que trasunta todo negocio jurídico y aún
toda declaración unilateral de voluntad, culminan con la sanción de la escritura
pública, que es la suma y síntesis de la voluntad anímica solemnizada a través
de la unidad del acto. Ello es evidentemente y de ahí la necesidad de entrar en
mayores detalles, y de ahí que baste y sobre con decir que: 1) Tocante al
aspecto preparatorio, aunque no lo mencionen las normas sustantivas, es de
fatal necesidad y empleo, porque si cualquiera que se disponga a realizar un
trabajo echa mano a medios de acción, tanto más se justifica que el escribano
como perito profesional, apele a los recursos intelectuales y legales para
modelar el acto o contrato postulado, lo cual, por lo demás, no tiene nada de
extraordinario, ya que si bien se mira es una consecuencia lógica de deberes
derivados de la relación que se establece entre postulantes de la fe pública y
escribano interviniente: y 2) Referente al aspecto ejecutorio, al cual se llega
tras la conglobación de diversos elementos, es de estricto derecho, toda vez
que sin el ejercicio de ellos no hay integración del acto, no hay plasmación
jurídica de las voluntades contractuales no hay acto formal, no hay instrumento
público. Por todo ello, y por entrañar el cumplimiento uniforme del
otorgamiento sin que resistencia o repugnancia alguna ni obstáculos motiven el
disloque natural del tiempo que media entre el asentir y el firmar, la unidad del
acto debe juzgarse una afirmación teórica, y por tanto, ser mirada con sutileza
y ejecución con todo el respeto que merece el intercambio del proceso notarial.
Lo relativo al acto continuo y a la unidad de contexto, quiere decir que entre la
lectura y la firma del testamento, no hubo interrupción alguna, que nada
distrajo la atención del testador, que nadie ni nada perturbó la voluntad del
testador y el otorgamiento del testamento, incluso que el notario nunca perdió
de vista al testador. Que se otorgó en un solo acto, desde la lectura que s
cuando inicia la formalidad, hasta su firma. El maestro Froylán Bañuelos
Sánchez, en su obra fundamentos del derecho notarial, textualmente señala: En
definitiva, la unidad del acto presupone un contenido orgánico e integral y un
acto en que los requisitos se cumplen en forma conglobada, sucesiva y
continuadamente, sin interrupciones, desde la lectura hasta la sanción del
instrumento. En la obra de las sucesiones, del maestro José Arce y Cervantes,
actualizada por el doctor Javier Arce Gargollo, señala también refiriéndose al
acto continuo o unidad de contexto del testamento público abierto: Esta unidad
de acto que existía para otros documentos notariales ya no se exige si no para
el testamento y, de acuerdo con lo expresado por la Academia Matritense del
Notariado, consiste en que en un solo acto, y sin más interrupción que la que
pueda ser motivada por un accidente pasajero, estando presentes el testador,
el notario, y en su caso los testigos, se verifiquen la lectura del testamento en
alta voz, la expresión de la voluntad del testador, mediante su conformidad con
el documento leído, la firma por el repetido testador, si sabe y puede, y por los
testigos. Como se aprecia también de la doctrina, la unidad de contexto o acto
continuo de las formalidades, siempre inicia con la lectura del testamento, la
conformidad del testador con el instrumento leído,
y finaliza con el
otorgamiento o forma del mismo. Las formalidades nunca inician con los actos
previos. Los actos previos los podemos identificar como aquellos actos que
realizan el testador y el notario antes de la lectura del testamento, como lo son
las entrevistas entre ambos, los proyectos y sus modificaciones hasta aquí no
existe
formalidad
alguna.
Las
formalidades,
como
ya
se
mencionó
anteriormente, son la lectura en voz alta del testamento ya en protocolo del
notario, que sea por escrito, que se de fe de la capacidad del testador y de que
manifestó su conformidad con el mismo, estampando su firma o huella digital,
etc. Ya no hay lugar a dudas o interpretaciones, en cuanto a que se le conoce
como actos previos al otorgamiento del testamento; formalidades y cuando
empiezan y terminan éstas. Algunos Estados de la República Mexicana ya han
adoptado éste criterio moderno y actualizado en sus respectivos Códigos
Civiles, han despejado cualquier duda o interpretación a la ley, y han
incorporado éste concepto textualmente, en el sentido que las formalidades
inician precisamente con la lectura del testamento, esto, con la intención para
dar pie a que se elabore y redacte un testamento con responsabilidad, donde el
testador incluso pueda llevarse un proyecto de testamento y consultarlo con su
abogado, para de esta forma no otorgar testamentos con cláusulas que los
pueden convertir en testamentos inoficiosos, o con cláusulas que se tengan por
no puestas o que provoquen la nulidad del propio testamento. Con la finalidad
de redundar más en el beneficio de nuestra propuesta, es conveniente señalar
lo siguiente: El Código Civil del Estado de Nuevo León en su artículo 1416,
textualmente señala: Artículo 1416.- Las formalidades expresadas en este
capítulo se practicarán en un solo acto que comenzará con la lectura del
testamento y el notario dará fe de haberse llenado aquellas. El Código Civil del
Estado de Querétaro en su artículo 1396, textualmente señala: Artículo 1396.Las formalidades expresadas en este capítulo se practicarán en un solo acto
que comenzará con la lectura del testamento y el notario dará fe de haberse
llenado aquellas. El Código Civil del Estado de Guanajuato en su artículo 2774,
textualmente señala:
Artículo 2774.- Las formalidades expresadas en este
capítulo se practicarán en un solo acto que comenzará con la lectura del
testamento y el notario dará fe de haberse llenado aquella. El Código Civil del
Estado de Sonora en su artículo 1595, textualmente señala: Artículo 1595.- Las
formalidades expresadas en este capítulo, se practicarán en un solo acto que
comenzará con la lectura del testamento y el notario dará fe de haberse llenado
aquellas. El Código Civil Federal en su artículo 1519, textualmente señala:
Artículo 1519.- Las formalidades expresadas en este capítulo se practicarán en
un solo acto que comenzará con la lectura del testamento y el notario dará fe
de haberse llenado aquellas. El Código Civil para el Distrito Federal en su
artículo 1519, textualmente señala: Artículo 1519.- Las formalidades expresadas
en este capítulo se practicarán en un solo acto que comenzará con la lectura
del testamento y el notario dará fe de haberse llenado aquellas. Esto es así,
porque no se puede computar para la unidad de contexto del testamento o acto
continuo, todas las entrevistas que el notario tenga con el testador. Si las
entrevistas con el testador se dan en varios días, pues se rompe con la unidad
de contexto. Como se puede apreciar, la reforma propuesta ya muchos Estados
de la República Mexicana han incorporado este concepto moderno y actualizado
sus artículos respectivos de su Código Civil, y Baja California no debe de quedar
rezagado en esta materia.
Con la reforma propuesta al artículo 1406 del Código Civil para el Estado
de Baja California, para quedar como sigue: Las formalidades expresadas en
este capítulo se practicarán en un solo acto que comenzará con la lectura del
testamento y el notario dará fe de haberse llenado aquellas, se agilizará el
procedimiento para otorgar testamento público abierto, echando mano de los
recursos tecnológicos
que el notario tiene. Igualmente de esta manera, se
podrán atender a un mayor número de personas que quieran otorgar su
testamento público abierto, coadyuvando el Notario Público de Baja California,
con la campaña que a nivel nacional promueve la Secretaría de Gobernación y
que se denomina, Septiembre mes del testamento, en la cual se exhorta a la
población a otorga éste instrumento jurídico, que le dará a la familia
continuidad patrimonial de los bienes, quedando más gente beneficiada, con la
seguridad jurídica que el Estado debe de proporcionar por conducto de los
notarios.
En suma de lo antes expuesto me permito someter a esta Honorable
Asamblea la Iniciativa que reforma el artículo 1406 del Código Civil para el
Estado de Baja California, para quedar como sigue:
Artículo 1406.- Las formalidades expresadas en este capítulo se
practicarán en un solo acto que comenzará con la lectura del testamento y el
notario dará fe de haberse llenado aquellas.
Artículos Transitorios:
Único.- La presente reforma entrará en vigencia al día siguiente de su
publicación en el Periódico Oficial del Estado de Baja California.
Dado en el Salón de Sesiones Licenciado Benito Juárez García del
Honorable Congreso del Estado de Baja California a los veintinueve días del mes
de noviembre del dos mil siete.
Atentamente
Por una Patria ordenada y generosa y
una vida mejor y más digna para todos
Diputado Oscar Román Martínez Garza
Descargar