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DE
CEVICO DE LA TORRE
iatiaó
H e n a
u
r o c í o 1 .a e n s e í í a i i z a
irlo
Mamora
superior,
del «Círculo de la Unión» de Cevico de la Torre
™ o n t e en propiedad de la escuela pública
de niños de Yillalobón (Falencia)
PALENCIA
ílnjj. y lib. de Abundio Zurita Menéndeí
Mayor pral., 70 y Cmtaño, 1
V
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DE
GEVICO DE LA TORRE
gon gatiaó ^ena y gamora
M a e s t r o t l e 1.a e n s e ñ a n z a
socio
honorario
superior-,
del «Círculo de la Unión» de Cevlco de la Torre
j r e g e n t e en propiedad de la escuela publica
de niños de Villalobón (Falencia)
FALENCIA
Imp. y 11b. de Abundio Zurita Menéndez
Mayor pral., 70 y Gastañe, 1
1899
Es propiedad. Queda hecho el depósito que
marca la Ley. Se considerará furtivo el ejemplar que no lleve el retrato, firma y una eontraseña del autor.
V
A MIS P A D R E S
2 n todas mis penas, en los días más tristes y
aciagos de l a vida, os he encontrado junto a m i , con
los Irazos abiertos, prodigándcme toda clase de consuelos, fflop, que todo es satisfacción p a r a mi, os pago
con lo único que tengo. "Gon l a mayor de mis alegrias
y el más ú t i l de mis trabajos.
PROLOGO
Historia es la n a r r a c i ó n de hechos y sucesos verdaderos acaecidos en el mundo, en u n a nación, en un.
pueblo, etc., (historia universal, general, particular, etcétera) y que sirven á las generaciones futuras de profundo y detenido estudio y de saludable experiencia.
L a nación, el pueblo, la familia que no tiene,
mejor dicho, que no sabe su historia, es semejante a l
individuo que desconoce su p a t r i a y sus padres, que
ignora cuándo y dónde nació; es u n ente, por decirlo
•asi, que no sabiendo de dónde viene, con dificultad
podrá decir á dónde vá.
L a invención de los signos, de los caracteres y d é l a
escritura no reconoció otra causa que la historia; p o r
ésta adquirió preponderancia tan importante la I m prenta; aserto que se afirma sabiendo que el arte de
Quttenberg se i n a u g u r ó con la historia de la religión,
con la Santa B i b l i a .
E l mundo, los estados, las provincias, los pueblos
todos, hasta las aldeas m á s insignificantes tienen, y dehiera saberse, su historia; todos debieran tenerla escrita
en preciado pergamino donde se vieran grabados con
caracteres de oro cuantos adelantos, cuantas evoluciones
Jiubiéranse efectuado en el trascurso de su vida; donde
•se guardara con sagrado respeto el nombre venerado de
•aquéllos que m á s contribuyeron á su fundación y e n g randecimiento.
Esto pensaba yo cuando era a ú n muy n i ñ o , cuando»
estudiaba la Historia de E s p a ñ a en u n Seminario; y
me e x t r a ñ a b a de que se estudiara en segunda e n s e ñ a n z a
la historia universal y la d é l a nación, y no se estudiara
siquiera en la escuela p r i m a r i a , la historia del pueblo,,
p a t r i a chica, m á s no por eso menos querida.
B i e n pronto llegué á comprender que la historia, ópor lo menos la crónica de los pueblos, no se sabía n i se
podía estudiar«por que no se había hecho, porque no seJiabía escrito, s i n duda por falta de datos en la mayoi'ia
de ellos, lo que prueba el abandono en que se vivía en l a
antigüedad.
Desde aquel momento u n a idea altamente sublime y*
regeneradora, embargó por completo m i mente; idea que
me perseguía constantemente atormentándome s i n cesar;
escribir la historia de m i querido pueblo. Inmediatamente comprendí que t a m a ñ a empresa era superior á
mis fuerzas; pero... el exceso de voluntad ¿no compensaba
en m í l a escasez de estudios y de conocimientos?; p o r
otra parte: contando (como entonces creía) con fuentes seguras en los archivos del ayuntamiento y de l a
parroquia, ¿no quedaba reducido m i trabajo a l de s i m ple orador y fiel narrador de los hechos?... H e d í a s esta»
consideraciones creí se Jmllaban vencidos cuantos obstáculos pudieran oponerse á la realización de m i p e n samiento.
Desde n i ñ o , dada m i natural curiosidad, gusté en
preguntar á los ancianos sobre el origen de algunos:
nombres; y con satisfacción i n f a n t i l oía de ellos cuento»
y consejas que me p a r e c í a n verdades, (que s i n duda lo*
eran) y que me daban alientos para seguir mis i n v e s t i gaciones.
Cuando después creí tan fácilmente realizar m i
emirresa y me hallaba dispuesto á comenzar mis tareas,
u n nuevo y triste desengaño vino á desanimarme por
completo a l saber que n i en el ayuntamiento n i en l a
parroquia existía dato alguno referente á la f u n d a c i ó n
y tiempos primitivos de Cevico de la Torre.
E n tal situación, careciendo de crónicas del Cerrato
y no existiendo en la villa datos antiguos, v i la imposibilidad material (y desistí por lo tanto) de escribir la,
historia de m i amado pueblo.
Hoy, condescendiendo á los ruegos y satisfaciendo
los deseos de muchos de mis buenos amigos, y considerando que «más vale poco que n a d a » heme decidido á
publicar este modesto «Libro de Cevico de la Torre»
cuya primera parte, qiie trata de su fundación y p r i m i tivos tiempos, se funda en la tradición. ¡ S a n t a tradición
que á manera de u n a vibración sonora se va extinguiendo poco á poco hasta perderse por completo!
U n a ligera reseña histórica desde el siglo undécimo
hasta nuestros días, con los trascendentales adelantos
científicos y mejoras establecidas en nuestro pueblo durante los últimos años, vienen á completar las p á g i n a s
de este pequeño librito.
S i con él consigo hacer a l g ú n bien á m i querido
pueblo (objeto ú n i c o que me propongo) y satisfacer, ama,do lector, tu curiosidad, á la vez que le prestas tu aprobación, habrá visto realizados todos sus deseos
E L AUTOR
EL LIBRO DE CEVICO DE LA TORRE
PRIMERA PARTE
CAPITULO I
Cuatro p a l a b r a s a c e r c a de los f ó s i l e s , monedas y
huesos hallados en Oevioo y consideraciones á,
que dan l u g a r . — E l f e u d a l i s m o . — F u n d a c i ó n y tiempos p r i m i t i v o s de Oevico de l a Torre.—Origen d©
su nombre.
H a l l á n d o s e picando en una choza, el r e c i ñ o C r i s pulo Ebolet, aparecieron el a ñ o ^895 curiosísimos
huevos fósiles, indudablemente antidiluvianos, que e l
sencillo é ignorante campesino, sin pararse á meditar
sobre la causa y origen de tan feliz hallazgo, se los
entregaba á los chicos, s e g ú n los iba sacando, p a r a
que los p e q u e ñ o s jugasen; destruyendo así objetos
tan estimados y que por sí solos c o n s t i t u í a n para e l
hombre estudioso u n completo tratado de g e o l o g í a y
la historia de toda una r e l i g i ó n .
Afortunadamente pronto c o r r i ó l a noticia p o r e l
pueblo é ilustradas personas de él recomendaron a l
— 12 —
campesino guardara los que pudiera h a l l a r en lo sucesivo. De este modo p u d i é r o n s e r e u n i r algunos
ejemplares que en u n principio se c r e y e r o n huevos
de tortuga y que d e s p u é s se ha comprobado y visto
son de á n a d e .
Cuantas consideraciones podamos hacernos de lo
que fué ó pudo haber en nuestro pueblo antes d e l
D i l u v i o son extremadamente ficticias. A q u e l u n i v e r sal y providencial cataclismo primero, y l a poderosa
y destructora acción de los siglos después, se han e m
cargado de b o r r a r cuantas s e ñ a l e s pudieran presentarse a l escrutador ojo humano, p a r a deducir y sacar
l a m á s p e q u e ñ a consecuencia; para formarse l a m á s
p e q u e ñ a , remota y nebulosa idea.
Otro hallazgo m á s moderno pero no menos curioso tuvimos el a ñ o 1887. C o n motivo de estar ahoyando
una finca de don T o m á s C o l o m a para p l a n t a r l a de
vides, se h a l l ó casi á flor de tierra, á medio metro de
profundidad, una vasija de barro conteniendo infinidad de monedas, borradas en su m a y o r parte; monedas de plata, romanas unas (de los emperadores T u l i o
Cesar, Tiberio y Calígula) y de l a d o m i n a c i ó n
á r a b e - e s p a ñ o l a otras, siendo de e x t r a ñ a r que aparecieran juntas monedas de dos razas tan diferentes; de
dos dominaciones entre las que se interponen a l gunos siglos.
P o r ú l t i m o , diremos que es en extremo curiosa, y
se presta á grandes conjeturas y reflexiones, l a c i r cunstancia de hallarse huesos humanos s u b t e r r á n e o s
en cualquiera sitio del pueblo y sus contornos. N o es
posible exponerlacausadeestacuriosa casualidad,pues
si bien puede obedecer á l a a c u m u l a c i ó n de c a d á v e r e s
— l a que las aguas del D i l u v i o produjeron en esto lugar;
es t a m b i é n posible que tales huesos procedan de los
insepultos cuerpos v í c t i m a s de alguna acción de
guerra, y cuyos despojos el tiempo se e n c a r g ó de
cubrir y l a t i e r r a de guardar. Siendo aventurado
cuanto p u d i é r a m o s decir de Cevico de l a T o r r e , antes
de l a i n s t i t u c i ó n feudal, consignamos los anteriores
descubrimientos, dejando á l a c o n s i d e r a c i ó n de los
lectores cuantas conjeturas de ellos se puedan deducir y qne con a l g ú n viso de v e r o s i m i l i t u d , todas se
pueden aceptar.
Feudalismo proviene de las palabras alemanas fee
que significa recompensa, y od bienes de fortuna; de
donde sale Feudo que quiere decir: U n a posesión conferida por u n alto señor en premio de servicios prestados y con carga de otros nuevos.
L a esencia del Feudalismo es l a u n i ó n í n t i m a
del vasallo con su. s e ñ o r , hasta l l e g a r á identificarse
con él. E l vasallo no t e n í a deberes con nadie sinó con
su señor; no r e c o n o c í a n a c i ó n n i r e y , sinó porque
reconocía r e y y n a c i ó n su s e ñ o r ; no r e c i b í a j u s t i c i a
de nadie sinó de su s e ñ o r en c u y o provecho y h o n r a
redundaba todo.
Las j e r a r q u í a s feudales formaban una cadena en
la que cada clase d e p e n d í a de l a anterior y mandaba
sobre l a que le seguía. E l o r i g e n de todo poder era
Dios, y vicario de Dios el Papa; este concedía a l emperador y a ú n á los reyes el gobierno de las cosas
temporales, r e s e r v á n d o s e para él el de las eclesiásticas. E l que confería u n feudo se llamaba S é n i o r
(señor) y el que lo r e c i b í a vasallo. E l ser vasallo en
una nación no i m p e d í a ser s e ñ o r y a ú n r e y en otra;
— U —
así vemos que el r e y de I n g l a t e r a era vasallo del de
F r a n c i a , porque poseía l a N o r m a n d í a ; éste lo era de
los monjes de kSan Dionisio porque de éstos era el
L o u v r e y otros muchos soberanos eran vasallos del
Papa.
Bajo e l r é g i m e n feudal se r o m p i ó l a unidad nacional, levantando tantos centros de sociedad y de
poder cuantos eran sus s e ñ o r e s . Cada uno de é s t o s
ocupaba u n castillo que se alzaba p o r lo c o m ú n en
l a cumbre de una colina. E n l a torre d e l castillo tremolaba una bandera que indicaba que aquel s e ñ o r
era d u e ñ o de todo el terreno desde donde dicha
bandera se d e s c u b r í a ; en torno del castillo se agelpaban m u l t i t u d de miserables casas donde v i v í a n los
campesinos ó villanos. Nadie salía á trabajar n i dejaba el trabajo hasta que lo ordenara l a campana del
Atalaya.
L o s derechos que los s e ñ o r e s t e n í a n sobre sus
vasallos llegaron á u n g r a n n ú m e r o , siendo unos de
estos criminales, otros r i d í c u l o s y todos poco acomodados al e s p í r i t u del Evangelio. E n t r e estos deben
mencionarse: E l derecho de mano muerta y el del fisco
regio.
P o r derecho de mano muerta heredaba el s e ñ o r
á toda persona servil de su feudo que m u r i e r a sin
hijos, sin testar ó de muerte repentina. E l fisco regio
h a c í a al s e ñ o r heredero de todo extranjero que
falleciera en sus posesiones.
^
G r e g o r i o V I I y A l e j a n d r o I I I l a n z a r o n excom u n i ó n contra el que usaran este derecho que con
otros muchos dieron al Feudalismo ese c a r á c t e r
f e r ó z que solo pudo suavizar la i n t e r v e n c i ó n de l a
— 15 —
Iglesia, predicando l a Iregua de Dios, p o r l a cual se
s u s p e n d í a n , desde el m i é r c o l e s p o r l a tarde hasta e l
lunes p o r l a m a ñ a n a , las feroces contiendas que
s o s t e n í a n los s e ñ o r e s .
L a consolidación del Feudalismo fué el reinado
de l a violencia y l a t i r a n í a u n i v e r s a l que pesaron
sobre l a masa general d e l pueblo c u y a ignorancia y
miseria eran t a n completas en e l siglo X , que hasta
l a nobleza l l e g ó á tener á g l o r i a no saber leer n i
escribir; justificando así el t í t u l o de siglo de hierro y
de tinieblas con que l a historia designa á este p e r í o d o .
E l Feudalismo subsistió p o r los siglos X , X I y
X I I ; y si en él hubo cosas altamente censurables,
otras fueron t a m b i é n dignas de elogio, dando origen
á los tiempos h e r ó i c o s de E u r o p a ; á las Cruzadas.
E l Feudalismo propiamente hablado y t a l como
le hemos descrito no existió en E s p a ñ a ; sin embargo,,
en Castilla y A r a g ó n se notaron bien pronto r e m i niscencias feudales, y los nobles aceptaron con bastante semejanza y m a y o r satisfacción' el nuevo,,
abusivo y despótico r é g i m e n .
E n esta é p o c a y bajo esta i n s t i t u c i ó n tiene su
origen nuestro pueblo. Casi todo el p e r í m e t r o que
hoy ocupa Cevico de l a T o r r e y su t é r m i n o era
solamente á principios del siglo X u n espesísimo
monte poblado de airosos robles, fuertes encinas y
gigantescos olmos, como l o demuestra el corpulento
ejemplar que de estos ú l t i m o s nos queda, llamado
vulgarmente l a Olma; estando solamente destinadas
p a r a terreno de s e m b r a d í o las escabrosas laderas d e l
ala norte, el á r i d o p á r a m o del mismo lado y l a s
Vertientes y vega de V a l l e de Cerrato.
— 16 —
E l noble d u e ñ o de ambas vegas, montes y p á r a m o s
antecesor sin duda de los condes de O ñ a t e , constituido
en s e ñ o r feudal, t e n í a por s ú M i t o s y vasallos á los
campesinos necesarios para l a b r a r sus tierras; y á los
guardas y pastores precisos para cuidar sus posesiones y r e b a ñ o s .
Dos versiones y conjeturas se prestan respecto a l
l u g a r ó sitio en que el S r . F e u d a l t e n í a asentado su
castillo, mientras unos creen e x i s t i ó en el cerro que
ocupa l a p a r r o q u i a de San M a r t í n , (fundándose para
ello en que allí se h a l l ó l a t o r r e del A t a l a y a ) , otros
aseguran estaba enclavado sobre e l pico llamado
Castillo, á pesar del poco d i á m e t r o que tiene de
c ú s p i d e l a referida cuesta y que tuvo que s e r v i r de
base á l a fortaleza.
E s t a creencia es sin duda alguna l a m á s v e r o s í m i l
y generalizada: pues sabido es, como hemos dicho que
los palacios ó castillos feudales ocupaban los sitios
m á s elevados, desde donde pudieran dominarse, no
sólo todo el contorno de sus dominios, sino l a m a y o r
e x t e n s i ó n posible, á fin de poder divisar y , en caso
necesario, defenderse de improvisados enemigos.
V i e n e por ú l t i m o á confirmar esta creencia e l
tradicional nombre de Castillo, y los huesos, cimientos y d e m á s vestigios que en este siglo se han e x t r a í d o
de l a referida cuesta.
S i n embargo, debemos consignar que h a y t a m b i é n
quien cree, mejor dicho supone, que este castillo
e x i s t i ó en l a cuesta aludida, pero s u b t e r r á n e o , como
otro que parece se h a l l ó en el cerro m á s bajo, situado
a l oeste de l a eminencia de que se trata.
L o que parece cierto es que en el cerro á que
— 17 —
cantes aludimos y donde se h a l l a l a iglesia p a r r o q u i a l
e x i s t i ó l a torre llamada del A t a l a y a con su conmovedora campana. S e p a r á n d o s e en ésto de l a general i z a d a costumbre de que a q u é l l a fuera parte integrante
<lel castillo, sin duda p o r l a r a z ó n que antes hemos
.apuntado, de l a escasa e x t e n s i ó n superficial que tiene
la cuesta y que i m p i d i ó que l a fortaleza reuniera todas
las condiciones de tal, careciendo así mismo de l a
clásica capilla, tan precisa en aquellos tiempos y
costumbres.
P o r esta r a z ó n se c o n s t r u y ó entre el castillo y l a
t o r r e del A t a l a y a , y á cien metros de ésta, u n a
e r m i t a dedicada á S a n M i g u e l , que sirvió á l a vez de
•capilla s e ñ o r i a l é iglesia p ú b l i c a , parte de l a c u a l
t o d a v í a subsiste como casa p a r t i c u l a r en l a calle que
l l e v a el nombre del A r c á n g e l de las batallas y c u y o
a l t a r é imagen se conservan en l a ermita de Sta. A n a .
E n torno del cerro de l a p a r r o q u i a se edificaron
las casas de los campesinos, siendo una de las p r i meras, s e g ú n t r a d i c i ó n , l a que tiene el n ú m e r o 28 de
l a antigua calle de S a n M a r t í n , h o y de D . P e d r o
Monedero.
O t r a de las casas p r i m i t i v a s , y q u i z á m á s antigua
que l a anterior, es l a que l l e v a el n ú m e r o 6 de l a
misma calle, en l a que hasta hace poco se ha podido
observar una preciosa ojiva d e l m á s p u r o gusto g ó t i •co. L á s t i m a grande que l a poca reflexión y m a l gusto
de sus d u e ñ o s h a y a n consentido que manos profanas
d e s t r u y e r a n tan antigua obra, precioso recuerdo de
los primeros habitantes de nuestro pueblo.
Hechas estas consideraciones fácil s e r á podernos
hacer una idea de l o que fué Cevico de l a T o r r e á
i
— 18 —
mediados del siglo décimo: « Tin grupo de miserablescasas en derredor de u n cerro coronado por elevada y
esbelta torre y jwesididas por u n a ermita cristiana; a l
norte y sobre elevada cumbre u n palacio con ribetes de
fortcdeza que, cual esperto y vigilante centinela, está
constantemente dispuesto á dar la voz de alarma á u n
centenar de campesinos que viven bajo el despótico y
abusivo régimen feudal, indignados profundamente
contra u n rey (Ordoño I I ) que ha dado alevosa muerte
¿i sus queridos condes, y amenazados constantemente p o r
los terribles sectarios de la Media-luna, dueños y a p o r
m á s de dos siglos del santo suelo de la patria.» T a l era
l a situación de nuestros antepasados, cuando Cevicode l a T o r r e no h a b í a pasado de l a c a t e g o r í a de
colonia feudal.
Más tarde, en el ú l t i m o tercio del siglo X , empezó l a r o t u r a c i ó n de l a vega de algunas laderas, p a r t i cularmente las de l a parte noroeste del pueblo donde
se plantaron infinidad de vides.
.
A u m e n t a d a l a población con este motivo, y v i é n dose l i b r e del y u g o sarraceno que, derrotado en S a n
Esteban de G o r m á z . Simancas, (1) M a d r i d y otros
(1) Esta batalla se dió el 6 de Agosto del año 938, y en el
privilegio de los votos refiérese que el Conde Fernán Gonzálezde Castilla, D. Eamiro 11 de León y D. García Sancho de Navarra hicieron á Santiago y al monasterio de San Millán de la
Cogulla: «Como supiese D. Ramiro era muy numeroso el ejércitoque preparaba Abderramán, escribió al Rey de Navarra y Conde
de Castilla para que le ayudaran, y reunidos los tres ejércitos,
no llegaban á la mitad del DÚmero de los moros, se prepararon
á la batalla en Simancas; viendo el número tan grande de mahometanos y conociendo era muy inferior el suyo, y por lo tantoimposible de resistir un ataque, empezó el Rey Ramiro á a c ó -
-
19 —
puntos, perseguido á l a vez p o r Bermudo 11 de L e ó n ,
el r e y de N a v a r r a y el conde de Castilla, diezmado
por una terrible peste y falto de su mejor caudillo
A l m a n z o r , tuvo que salir casi definitivamente de las
regiones castellanas y leonesas... fué preciso pensar
bardarse hasta que volviendo en sí y recordando defendía la
religión de Jesucristo tuvo confianza en Dios, y poniendo por
intercesor á Santiago Apóstol, prometió delante del Conde de
Castilla y Rey de Navarra hacer Señor de sus tierras etcétera. >
<á él fago Rey y Señor de mis tierras, de mi cuerpo é de mis
gentes, y á ellas acomiendo ele., etc.» El Rey G?rcía y el Conde
Fernán González dijeron: «Otro cuerpo santo hay en nuestra
tierra porque face Dios grandes virtudes por el San Millán de la
Cogulla, á él facemos Rey y Señor de nuestros cuerpos é de nuestras
tierras, él sea rogador al Señor del Cielo que haya merced é no haya
dolor de su cristianismo como non se pierda non cale á los nuestros
pecados.» \ino la noche fueron cada uno de ellos á sus posadas
envió el Señor del Cielo el su santo de noche á los Reyes en
visión y díjoles ansí: Varones non seades desmayados que á
buenos Santos vos á comendastes, ellos son rogadores al Señor
del Cielo por vos que os haya merced en tal que vos hagades
tal promesa; que la virtud gloriosa que Dios por ellos demostrará
no sea olvidada por vos ni por vuestra generación hasta la fin
de siglo, y valer vos há el Señor del Cielo por la rogación de estos
dos gloriosos Señores á que vos comendastes Sr. Santiago e
Sr. San Millán sacarbos há el Sr. del Cielo de la coyta del peligro
en que vos estades; otro día amaneció y salió el sol, ayuntáronse
los Reyes en uno y acordaron en la palabra que el Angel del
Cielo les dijo, y metieron en su consejo á los Obispos, é á los
Arzobispos é á los buenos barones de su tierra é hicieronles á
decir como les era venido mandato del Cielo que Dios que les
valdría, dijeron ansí las gentes: si el Señor del Cielo nos vale á
esta cuita y de este peligro en que estamos nos saca de aquí, le
prometemos que nos é nuestra generación que después de nos
vencer que le serviremos jamás hasta el fin del siglo, y seremos
sus servidores y seremos sus siervos de estos dos gloriosos
— 20 —
en construir u n templo m á s capaz que la p e q u e ñ a
ermita de San M i g u e l , y dar nombre definitivo á l a
colonia que, p o r l a feracidad de su suelo y l a bondad
de su clima, p r o m e t í a llegar pronto á figurar en el
mimero de las villas castellanas.
Señores... Los tres Iles'es al entraren la batalla fincaron los
hinojos en tierra; al Señor del Cielo rogaron que los obiese
merced y obiese duelo de su cristianismo, como no se perdiese...
ellos estando en oración y llorando de hinojos, ansí que los
vieron moros y cristianos abriéronse los cielos y vieron venir
dos caballeros Sr. Santiago y Sr. San Millán, caballeros en
caballos blancos, armados con armas blancas, las enjadas en las
manos, con ellos grandes compañías de Angeles, entraron entre
los haces de los moros, y de loa Españos é comenzaron á dar las
primeras heridas en los moros: envió el nuestro Sr. Cristo las
ceguedad é tal confusión entre los moros que sacaban las espadas
é las porras é las lanzas y matábanse los unos con los otros... é
diéronse á juir, los españoles ficieron en ellos de corazón y
voluntad, fueron aquellas gentes descreídas arrancadas y fueron
en pos de ellas de Simancas, fasta en aza en campo de Pegusares;
allí fué preso el rey Abderramán y fué preso su sabio que los
adujo, é fueron todos descabezados de gran cuita é gran tribulación que había en cristianos; obo grande gozo é grande alegría
y dijeron ansí: fagámosles conosancia que estos dos Santos
fueron nuestros reyes é nuestros Señores: ayuntaron todo aquel
haber que ganado en uno oro y plata, muías y caballos amos y
tiendas en otro, é ficiendo cinco partes: la quinta partieron por
medio embiaron al Sr. Santiago y la otra mitad al Sr. San
Mihán, dijeron todos ansí, prometieron tal promesa que sea
tenida por nos é por toda nuestra generación que después de no»
venga hasta la fin del mundo, y tal prometen ansí que los ricos
hayan voluntad de mandar y los pobres que los puedan mantener
cada uno tierra de lo que más se ayuda; ficieron su promesa al
Sr. Santiago y Sr. San Millán estos buenos Reyes en uno con el
Condepartieron la tierra á Sr. Santiago y á Sr. San Millán del
río Carrión hasta el río Arga y de las tierras de Araboya hasta
— 21 —
Y a fuera por l a infinidad de cepos (raices) que se
e x t r a í a n de tan extensa r o t u r a c i ó n , y a p o r las muchas
vides que en los nuevos terrenos se plantaron, y á
las que desde tiempo i n m e m o r i a l se las viene l l a m a n do cepas, lo cierto es que al p e q u e ñ o y nuevo pueblo
la mar de Vizcaya con toda Extremadura y con la tierra que es
llamada Andalucía todo lo que es poblado é lo que se poblará
fasta el día de la fin á la partida todo que dada al Sr Santiago:
comenzaron á prometer y dar sus ofrendas las villas que eran
pobladas en este tiempo, ansí como está escrito en los privilegios
originales que fueron dados é otorgados á Sr. Santiago é á señor
San Millán. Fromesia Abia FFerrera con sus villas allende el
agua é aquende del agua con sus alfoces cual pertenecen en
ocho casas un carnero; Ansaya y Vea con sus villas y con sus
alfoces que le pertenecen en cada año de cada casa sendos
cobdos de sayal; Valdivielso con todas sus villas de una y de otra
parte del agua de cada casa seudos cobdos de sayal: Sistuna, Río
de ürbel, Villadiego con todo Treviño, Castro con todas sus villas y sus alfoces que le pertenecen deber ocho casados un carnero, Santa María de Pelayo allende del agua y aquende del agua
con sus villas cual pertenecen cada casa seudos cobdos de sayal:
Melgar y Astudillo con sus villas y alfoces que le pertenece
cada casa seudos pozales de vino: Valdesalco, Valdeolmillos, con
sus villas, Keinoso con sus villas, Villa en vista, Quintana, Torquemada, Quintanilla del Mulgar de la fuba de Tariego, á susa
Falencia, Monzón con Baltanás con sus villas y todas aquellas
sobre dichas con todas aquellas y con sus alfoces cual pertenecen
de cada casa seudos arriencos de cera. Balbuena, Valencia é la
del Conde Damfort, Estuderos, Baniferio de Rivo de Arlanza,
Agosín aquestas con todas sus villas é con sus alfoces cual
pertenecen deben ocho casados dar un carnero. Burgos con sus
villas, Arlanzón arriba allende del agua y aquende del agua con
sus alfoces cual pertenecen á cada casa seudos arriencos. Benahinarrio de Olivere con sus villas de la una y de la otra parte del
agua, Santa Cruz, Lara estas sobredichas con todas sus villas con
BUS alfoces cual pertenecce ocho casados un carnero. Cérico la
— 22 —
se le empozó á llatíiar «Cepico» fdlminutivo de copo),
c u y o nombre, por el tiempo y sólo cambiando una
l e t r a ha venido t r a n s f o r m á n d o s e en Cevico. De consiguiente el nombre de nuestro pueblo proviene de
las palabras «cepa ó cepo.» S i n embargo bueno es
consignar l a opinión do algunos de que nuestro pueblo se l l a m ó en l a a n t i g ü e d a d «Cevillo.»
Mas como y a hubiera otra colonia carbonera s i tuada unas tres leguas, a l Este, y que, por l a misma
r a z ó n sin duda ostentaba el mismo nombro, fué preciso y así lo determinaron nuestros antepasados,
a ñ a d i r al nombre «Cepico ó Cevico.» el sobrenombre
de la Torre; en a t e n c i ó n á l a del A t a l a y a que coronaba aquel centenar de pobres casas. Quedando con
ésto bien diferenciado del otro pueblo que se l l a m ó y
viene l l a m á n d o s e «Cevico Navero.»
E n esta misma época, y en el sitio que hasta entonces h a b í a ocupado l a torre del A t a l a y a , se f u n d ó
l a p r i m i t i v a iglesia p a r r o q u i a l de San M a r t í n , dedicada á este Santo por llamarse así el conde que p o r
entonces era d u e ñ o de aquel s e ñ o r í o feudal.
Torrebico. Erabero estas dichas con sus villas con sus alfoces de
un cabo del agua y del otro cual pertenece cada casa sendos
arriencos {tortas de cera), Castro Verde, Castril de Obico, Díaz
con todo río de Esgueva fasta villa Teresa Torde girando con
Cervera é con todas las villas de un cabo y del otro del agua cada
casa sendas eminas de pan; etc., etc , (continúa la relación de
ofrendas de infinidad de ciudades pueblos y villas) de la H. de
Astudillo.
Como se vé en esta relación se cita á nuestro pueblo ofreciendo á Santiago y San Millán de la Cogulla seudos arriencos de
cera, prueba inequívoca de los colmenares que por aquella antiquísima época existían ya en el montuoso término de Cevico de
la Torre.—N. del A .
— 23 —
De aquel templo, que subsistió hasta el siglo X V i l
•en que en e l mismo, sitio se l e v a n t ó l a actual iglesia
parroquial, existe un libro de bautismos, ó parte de él,
«que lleva l a a n t i q u í s i m a fecha del a ñ o 1000. T a m b i é n
•de aquella iglesia, aunque m á s moderna pues data d e l
siglo X V I , es l a torre actual en sus tres tramos inferiores.
De este modo el templo de l a santa r e l i g i ó n de
C r i s t o vino á reemplazar á l a torre del d e s p ó t i c o
feudalismo; y l a conmovedora campana de la iglesia,
que con su sonido simboliza l a magestuosa y amanto
v o z del E t e r n o , b r i n d á n d o n o s á l a m e d i t a c i ó n y r e cogimiento, s u s t i t u y ó á l a otra que con su t a ñ i d o ,
dignificando el rudo mandato del tirano, hacia t e m b l a r de t e r r o r á cuantos l a escuchaban.
De aquella época databan e l cementerio antiguo
y l a ermita del Santo C r i s t o de l a A g o n í a (1) que
e x i s t i e r o n en lo alto de u n cerro á doscientos metros
a l Este del pueblo; no quedando y a m á s vestigios de
•aquellos tan santos y venerados lugares que u n d í a
recogieron los despojos de nuestros antepasados, que
l a conmovedora imagen de C r i s t o que en r e l a t i v o
buen estado se conserva en Santa A n a ; n i m á s re•cuerdo que el nombre venerado del camino que pasa
•cercano á aquellos sitios y que se l l a m a «Camino d e l
•Cristo.»
(1) Así mismo existió taijibién una ermita dedicada á San
Pelayo, en el alto de un pequeño cerro, cerca del molino de
-abajo; y también en el lugar ó término llamado «El fraile»
.hubo en anterior époci uno ó más edificios, á juzgar por lo»
escombros y vestigios que en aquel lugar se observan.
25
C A P I T U L O II
Los Templarios.—Señores de horca y cuchillo.—
Frailea de San Agustín.—Monasterio del Aguachal.
L o s caballeros Templarios, Hospitalarios y T e u t ó nicos, fueron las tres ó r d e n e s militares que, constituyendo tina m i l i c i a cristiana permanente, t u v i e r o n
origen e l a ñ o 1000 en las Cruzadas.
L o s Templarios, llamados así porque en J e r u s a l é n
v i v í a n junto al templo, fueron instituidos por B a l duino r e y de aquella ciudad, con objeto de defender
á los cristianos que iban á T i e r r a Santa; se r e g í a n p o r
reglamentos h e r ó i c o s y á l a caida del reino de J e r u salén (1187) se esparcieron p o r E u r o p a .
Acusados en F r a n c i a de i n m o r a l i d a d y sacrilegio,
ó excitada la codicia de F e l i p e el Hermoso p o r las
inmensas riquezas que poseían, fueron reducidos á
p r i s i ó n en u n mismo día (15 de Octubre de 1307) en
toda l a F r a n c i a , siendo su g r a n maestre lacobo M o l e y .
E l papa Clemente V sucesor de Benedicto X I y
jhechura del monarco francés, dió una bula en 1312
— ^ —
suprimiendo l a orden de los Templarios; entonces
F e l i p e el Hermoso d e s p l e g ó con ellos una crueldad
tan terrible que hizo m o r i r en las llamas á muchos
de ellos que, protestando de su inocencia, emplazaron,
se dice, a l R e y y a l Pontífice, á comparecer ante el
T r i b u n a l de Dios dentro de aquel mismo a ñ o , como
sí se verificó.
Cuando á l a caida del reino de J e r u s a l é n las
ó r d e n e s militares se diseminaron por el mundo, l l e g a r o n á nuestro pueblo unos cuantos caballeros y
monges Templarios que fijaron su residencia on el
l u g a r que h o y es cementerio, donde edificaron u n a
g r a n casa conventual y junto á ella una p e q u e ñ a
iglesia que t o d a v í a subsiste como ermita ó capilla d e l
Cementerio, y á l a cual trasladaron ('leí antiguo y
medio derruido castillo ó palacio feudal), l a imagen
de Nuestra S e ñ o r a . P o r esta r a z ó n se llamó y sigue
l l a m á n d o s e á l a referida capilla « e r m i t a de Santa
Palacios» como santa de los palacios que era su
imagen.
L o s Templarios, como t a m b i é n muchos caballeros
de las ó r d e n e s militares e s p a ñ o l a s , y algunos s e ñ o r e s
particulares, disfrutaron el supremo derecho cuanto
a r b i t r a r i o y absolutista p r i v i l e g i o llamado de « H o r c a
y cuchillo»; que consistía en poder perseguir, prender,
j u z g a r y sentenciar á los delincuentes, así como
nombrar verdugos y hacer c u m p l i r las sentencias,
a u n cuando éstas fueran de infamante horca. A s i
mismo estaban autorizados para usar cuchillo y
espada con que llamaban al orden, i m p o n í a n respeto
y d i r i m í a n contiendas, representando así el poder de
l a fuerza sobre l a barbarie. E l tirano, cuanto abusivo
— 27 —
absolutismo imperando en una época en que no se
conoció otro derecho que el del m á s fuerte," n i o t r a
l ó g i c a que l a de las armas.
E n el cerro que se eleva a l este de l a ermita de
S a n t a Palacios, y que t o d a v í a se le conoce con el
nombre de « C o t a r r o de l a h o r c a » se l e v a n t ó el
ignominioso madero donde se c a s t i g ó con tan t e r r i b l e
suplicio á muchos criminales, ladrones y otros malhechores; donde pagaron con sus vidas tantos' que p o r
entonces conservaban reminiscencias de los a l m o r á vides y amohades, razas t o d a v í a imperantes en E s p a ñ a pues no h a b í a n recibido el trascendental descalabro de las Navas de Tolosa.
L a e r m i t a de Santa Palacios ú n i c a que nos queda
d e l paso de los Templarios p o r nuestro pueblo, es de
p e q u e ñ a s dimensiones (75 metros cuadrados) de u n a
nave y contiene u n solo altar retablo de madera en
donde e s t á colocada l a y a referida imagen de N u e s t r a
S e ñ o r a del Palacio, p r i m e r a s i n duda que vino á este
pueblo á ocupar una p e q u e ñ a estancia del castillo
feudal, y p o r lo tanto l a m á s antigua de las i m á g e n e s
sagradas que se conservan en Cevico de l a T o r r e .
N o siendo c a p á z el convento de S a n A g u s t í n de
D u e ñ a s p a r a albergar en el siglo X I I I á tantos que
de todas partes solicitaban entrar en l a comunidad,
y a como novicios, legos ó profesos, que se v i e r o n en
l a necesidad de fundar otro convento. P a r a esto
eligieron u n l u g a r entre D u e ñ a s y Cevico situado
á cuatro k i l ó m e t r o s y medio al suroeste de este
pueblo, cercano á u n sitio en extremo remanadizo y
llamado p o r esta r a z ó n el « A g u a c h a ! » , donde edificar o n u n monasterio (del que solo se conservan algunos
— 28 —
paredones de piedra sillar en inminente ruina) que
pronto se v i ó lleno de religiosos sujetos a l P r i o r de
San A g u s t í n .
De este modo el convento del A g u a c h a l , vino á
ser como una dependencia del de Dueñas, y sus
mongas ocupados en u n principio en aquéllo que
desde S a n A g u s t í n los ordenaban v i v i e r o n atenidos á
los escasos recursos que les proporcionaban algunas
misas encargadas por los piadosos vecinos de Cevico
de l a T o r r e , y á lo que r e c o g í a por los pueblos y
caseríos cercanos el hermano limosnero.
D e s p u é s que el r é g i m e n feudal fué abolido con
todos sus despotismos, abusos y t i r a n í a s , que se
s u p r i m i ó en absoluto l a poderosa y absorbente orden
de los Templarios, y que l a vencedora C r u z p e r s i g u i ó
á l a Medialuna hasta encerrarla dentro de los muros
de Granada, los monges del A g u a c h a l ensancharon
notablemente su radio de acción.
L o s Reyes católicos por medio de una p r a g m á t i c a ,
^ " a u t o r i z a r o n á los agustinos de Cevico para r o t u r a r
los alrededores del monasterio en u n radio de cuatrocientos metros; cuyo terreno una vez roturado se
d e s t i n ó l a parte norte, ó de l a vega á terreno de pan
llevar, y l a parte sur ó del monte se p l a n t ó de vides;
dando con esto a l convento medios propios de vida,
y sus monges, aunque de l a orden y bajo l a autoridad
del Superior de San A g u s t í n de D u e ñ a s , p u d i e r o n
disfrutar de alguna independencia.
Desde entonces los frailes del A g u a c h a l fueron
los encargados de cobrar las diezmas ^n Cevico de laT o r r e , cargo que d e s e m p e ñ a r o n hasta que á mediados
del siglo X V I I I una orden superior les obligó á
— 29 —
abandonar el convento r e c o n c e n t r á n d o s e en e l de
D u e ñ a s á donde llevaron cuantos muebles y riquezas
poseían, y quedando los bienes inmuebles bajo l a
a d m i n i s t r a c i ó n del S u p e r i o r de San A g u s t í n .
Pocos a ñ o s después, abandonando t a m b i é n los
agustinos este ú l t i m o convento, se fundaron con sus
bienes varios beneficios, disfrutados los de Cevico p o r
sacerdotes del pueblo en su m a y o r í a ; y se crearon
muchos censos hasta que el Estado confiscó aquellos
bienes que, con los d e m á s del Clero, fueron vendidos
como bienes nacionales.
L o s A g u s t i n o s del A g u a c h a l , conocidos y admirados en sin n ú m e r o de v i l l a s y lugares, p o r sus
grandes virtudes y ejemplar vida, no se daban punto
de reposo: acudiendo y a a l lecho del moribundo que
necesitaba su espiritual y consolador auxilio en los
ú l t i m o s y tristes momentos de l a vida; y a accediendo
gustosos á los deseos é instancias de muchos pueblos
que, ofreciéndoles el p ú l p i t o , solicitaban su d i v i n a
palabra.
Estos monges llegaron á poseer cuantiosos bienes,
grandes riquezas, como lo atestiguan las magníficas
y espaciosas bodegas y lagares, distantes quinientos
metros a l sur de las ruinas del monasterio, que medio
cenagosas, causan a d m i r a c i ó n á cuantos las visitan,
tanto p o r su capacidad, como por las inmejorables
condiciones que r e ú n e n . E n ellas se p o d í a n elaborar,
administrar y conservar de cinco á seis m i l c á n t a r a s
de vino.
H o y solo nos queda del paso de los venerables
frailes A g u s t i n o s p o r Cevico de l a T o r r e , de su
estancia en el A g u a c h a l , una confusa y medio e s t i n -
— 30 —
g u i d a t r a d i c i ó n , las ruinas p r ó x i m a s á desaparecer
del monasterio, las cenagosas y derruidas bodegas y
lagares, y l a sagrada imagen del Santo F u n d a d o r de
l a orden de frailes menores, del italiano San F r a n cisco de A s í s , que en el siglo pasado se t r a s l a d ó del
abandonado convento á l a parroquia, donde se conserva en buen estado.
— 31 —
C A P I T U L O III
Rápida ojeada h i s t ó r i c a desde el siglo X I hasta
nuestros d í a s . — S u c e s o s que m á s pudieron afectar
é. Oevico de la Torre.
N o pudiendo seguir paso á paso l a historia de
nuestro pueblo, por l a carencia de datos concretos, (1)
como en el p r ó l o g o apuntamos, creemos necesario y
ú t i l í s i m o r e s e ñ a r en este h i g a r los principales acontecimientos de Castilla y de E s p a ñ a desde el siglo X I ,
acontecimientos que necesariamente t u v i e r o n que
influir en l a Aada de Cevico de l a T o r r e , cuyos habitantes, y a disfrutando del regocijo nacional en
sucesos faustos, ó y a tomando parte activa dando
sus hijos para las grandes guerras y conquistas.
(1) Se dice, sin prefijar la época, que en la iglesia de
Cevico hubo un incendio cuyas llamas devoraron por completo
el importante archivo que en ella existía y donde se guardaban
documentos importantísimos respecto á la fundación no sólo de
Cevico de la Torre, sino de otros muchos pueblos, particularmente de los que hoy componen el arciprestazgo.
— 32 —
v i v i e r o n sujetos á los gobiernos é instituciones político-religiosas, s e g ú n las épocas, las que c o n t r i b u y e r o n á las progresivas evoluciones de nuestro
querido pueblo.
E l a ñ o 1000, y siendo r e y de L e ó n Alfonso V el
Noble y conde de Castilla F e r n á n Glonzález, se
i n a u g u r ó y a b r i ó al culto público l a p r i m i t i v a iglesia
p a r r o q u i a l de San M a r t í n , templo consagrado a l
Santo Obispo por llamarse así el conde que p o r
entonces era d u e ñ o de aquel s e ñ o r í o feudal.
P o r muerte del conde de Castilla, que a l i r á
casarse fué asesinado á las puertas del templo, h e r e d ó
el condado su hermana D.a M a y o r quien casó á su
hijo D . Fernando con D.a Sancha de León, con cuyo
matrimonio se unieron los dos reinos y e m p e a ó l a
d i n a s t í a castellana, el a ñ o 1032.
E n este siglo se d i s t i n g u i ó tanto el noble y
valeroso castellano I). R o d r i g o D í a z de V i v a r , que
vivió a l g ú n tiempo en Falencia y en su casa fundó el
hospital de S a n L á z a r o , h o y casa de salud para
alienados. Este g r a n c a p i t á n á quien los moros, p o r
s u valor indomable apellidaron el C i d , esto es. S e ñ o r ;
y que l a suerte de vencer siempre le valió el t í t u l o
de Campeador, a d e m á s de otros muchos hechos
gloriosos y memorables, r i n d i ó á Toledo, c o n q u i s t ó á
V a l e n c i a , y antes de prestar vasallaje al r e y A l f o n so V I I le hizo j u r a r en l a iglesia de Santa G-adea de
B u r g o s , no haber tenido parte en l a muerte del r e y
D . Sancho.
D e l ú l t i m o tercio del siglo X I I data el suntuoso
palacio de los condes de O ñ a t e , sólido edificio de
piedra sillar con sus cuatro torreones circulares en
— 33 —
los á n g u l o s , y defendido en los flancos por espesa
m u r a l l a de m a n i p o s t e r í a . P a r t e de este palacio, pero
desfigurado por completo t o d a v í a subsiste; y en él
i a y una posada, una tienda, el teatro de l a v i l l a , el
C í r c u l o de la U n i ó n y varias casas particulares;
«dificio que ocupaba una e x t e n s i ó n de m á s de m i l
metros cuadrados, y que da l u g a r á pensar en l a
magnificencia de su interior con solo observar el
-derroche de pinturas y artesonados de sus techos y
maderas. L o s p r i m i t i v o s d u e ñ o s de este palacio dis
frutaron, entre otros, el derecho de a c u ñ a r moneda.
Impaciente Alfonso V I I I por vengarse de los
sarracenos, p r o c l a m ó una C r u z a d a , y coligados los
reyes cristianos de E s p a ñ a , sostuvo l a gloriosa y
memorable jornada de las Navas de Tolosa, e l a ñ o
1212, en l a que m u r i e r o n cerca de 200.000 mahometanos con pocas p é r d i d a s de los cristianos.
A principios del siglo X I I I m u r i ó en F a l e n c i a
el r e y n i ñ o E n r i q u e I á caiisa de una teja que,
estando jugando en el patio del palacio llamado de
D . Sancho, c a y ó y le hirió mortalmente en l a cabeza.
E l a ñ o 1252 m u r i ó en S e v i l l a el m a g n á n i m o y
virtuoso r e y F e r n a n d o I I I á quien p o r sus virtudes
venera l a iglesia como Santo. Este siglo termina con
e l hecho h e r ó i c o de Gruzmán el Bueno, que en T a r i f a
c o n s i n t i ó que le degollaran u n hijo antes de entregar
l a plaza al enemigo.
E l siglo X I V e m p e z ó con el reinado de F e r nando I V , el E m p l a z a d o , c u y a t r á g i c a muerte impres i o n ó vivamente á cuantos llegaron á conocer sus
detalles; terminado con el no menos impresionable de
D . Pedro I. cuyos c r í m e n e s , que le valieron el dictado
— 34 —
de C r u e l , aterraron de tal modo á sus s ú b d i t o s queno salieron del temor hasta después de l a famosa
acción de M o n t i e l (1369) en que l a prudencia y d o n a ciones de E n r i q u e TI. el Bastardo, l l e v a r o n l a t r a n quilidad al á n i m o de todos. E n 1313 y 1338 se
celebraron cortes en l a ciudad de Falencia.
E l d í a 1.° de N o v i e m b r e de 1450 se sintió en toda
l a r e g i ó n u n imponente terremoto que a t e r r ó sobremanera á los habitantes de estos pueblos, p a r t i c u l a r mente á D u e ñ a s donde se sintió el fenómeno con
m a y o r intensidad, y c u y a iglesia se r e s i n t i ó grandemente sufriendo d a ñ o s de importancia.
E l a ñ o 1453 fué decapitado en V a l l a d o l i d el
hombre que por tantos a ñ o s h a b í a gobernado á Cast i l l a , el condestable D . A l v a r o de L u n a ; y en 1474
o c u p ó el trono de Castilla Isabel I quien, casándose
con I). F e r n a n d o de A r a g ó n , u n i ó las dos coronas.
Durante l a m o n a r q u í a de los reyes católicos sec o n q u i s t ó el reino de Grrana¿a, ú l t i m o baluarte délos sarracenos en nuestra p e n í n s u l a , e l de N á p o l e s
donde tanto se distingiiió e l g r a n C a p i t á n Gronzalode Córdoba, y gracias á l a iniciativa y generosidad
de l a m a g n á n i m a reina Isabel se descubrieron las
A m é r i c a s por el insigne g e n o v é s C r i s t ó b a l Colón
quien, d e s p u é s de muerta su protectora l a reina,,
falleció en V a l l a d o l i d , v í c t i m a de la i n g r a t i t u d , de l a
envidia y del hambre... ¡Triste destino de los grandes
hombres!
Los reyes Católicos establecieron el t r i b u n a l de
l a I n q u i s i c i ó n que en Cevico estuvo representado p o r
e l C o r r e g i d o r , el P á r r o c o y el A b a d de los Agustinos;
del A g u a c h a l ; i n s t i t u c i ó n que si en su tiempo pudo-
— 35 —
cohonestarse, dió en los siglos sucesivos motivos para
que l a o p i n i ó n l a juzgase de terrible; y por ú l t i m o ,
o r g a n i z a r o n l a m o n a r q u í a , pues conociendo que l a
grandeza, con su ilimitado poder en los s e ñ o r í o s
feudales que poseía, era u n o b s t á c u l o para centralizar
y v i g o r i z a r el poder real, l a desposeyeron de muchas
prerrogativas, atrayendo á los nobles á l a corte é
incorporando á l a c o r ó n a l o s maestrazgos de Santiago,
A l c á n t a r a y C a l a t r a v a . E n esta época y con este
motivo, el S r . Conde dió muchas de sus haciendas en
propiedad á los vecinos de Cevico p o r una m ó d i c a
cantidad de censo p e r p é t u o , censo que algunos siguen
t o d a v í a pagando a l S r . Conde de O ñ a t e , ó sus
descendientes.
E l a ñ o 1523 el E m p e r a d o r Carlos V c e l e b r ó cortes
en Falencia para pedir subsidios con que continuar
l a g u e r r a con F r a n c i a , m a s í a s exorbitantes peticiones
que este monarca hizo á los procuradores de las
provincias, para allegar recursos con que poder i r á
coronarse emperador de A l e m a n i a , i r r i t a r o n de t a l
modo á las ciudades castellanas que, u n i é n d o s e bajo
e l nombre de comunidades, reconocieron por regente
á D.a J u a n a l a L o c a , madre del E m p e r a d o r , y reunier o n tropas con que sostener sus inmunidades, al
mando de los capitanes P a d i l l a , B r a v o y Maldonado.
D e s p u é s de varios y sangrientos choques entre
imperiales y comuneros, fueron éstos derrotados en
los campos de V i l l a l a r y sus capitanes prisioneros y
decapitados a l siguiente d í a en l a plaza p ú b l i c a d e l
pueblo. E l emperador Carlos I , de E s p a ñ a y V de
A l e m a n i a m u r i ó retirado en e l monasterio de Y u s t e
e l a ñ o 1548.
— 36 —
/
E n este siglo ü i v o l u g a r l a milagrosa a p a r i c i ó n
de Nuestra S e ñ o r a de Easedo que se venera en su
popular ermita del monte, de c u y a d e s c r i p c i ó n nos
ocuparemos m á s adelante; y en l a misma é p o c a se
edificó l a torre de l a iglesia actual, torre que p o r su
solidéz y buena c o n s t r u c c i ó n q u e d ó en pié al demoler
al siglo siguiente l a iglesia para edificar l a actual, y
á cuyo templo está adosada.
E n el reinado de F e l i p e I I se dieron y ganaron l a
c é l e b r e batalla de San Q u i n t í n , (10 A g o s t o 1557,) en
l a que los franceses perdieron 10.000 combatientes
entre muertos y prisioneros; y l a no menos memorable batalla n a v a l de Lepanto (7 J u l i o 1571) en l a
que p e r d i ó el turco 200 naves y 25.000 hombres,
r e s c a t á n d o s e m á s de 30.000 cristianos cautivos. E n
tan gloriosa jornada peleó el i n m o r t a l escritor M i g u e l
de Cervantes Saavedra, quedando manco de l a mano
izquierda.
F e l i p e I I i n c o r p o r ó P o r t u g a l á Castilla y a g r e g ó
á E s p a ñ a las islas F i l i p i n a s , muriendo pobremente en
l a m á s reducida estancia del E s c o r i a l el a ñ o 1598.
A principios del siglo X V I I y reinando F e l i p e I I I ,
se edificó en el mismo sitio que l a p r i m i t i v a y adof sada á l a torre de aquélla, l a nueva y m á s c a p á z
iglesia p a r r o q u i a l de San M a r t í n ; e m p l e á n d o s e en su
c o n s t r u c c i ó n l a piedra y materiales del castillo feudal,
y de l a casa conventual de los Templarios. E n aquel
tiempo se d e c r e t ó l a t o t a l e x p u l s i ó n de los moriscos
que, en n ú m e r o de 900.000, fueron arrojados á los
países africanos, con c u y o impolítico hecho se arrancaron innumerables brazos á l a a g r i c u l t u r a quedando
y e r m a una considerable parte de E s p a ñ a .
— 37 —
Desde entonces, y p o r l a indolencia de sus reyes,
e m p e z ó l a decadencia nacional, p e r d i é n d o s e los P a í ses Bajos, el Milanesado, P o r t u g a l y otros muchos
reinos; quedando reducidos nuestros dominios á sola
E s p a ñ a é Indias; imperando solamente en l a corte l a
i n t r i g a y eLfavoritismo, y sujeta l a nación, en tiempo
de Carlos I I , a l fanatismo y e g o í s t a s miras del J e s u í t a N i t h a r , inquisidor general, é inspirador del p u silánime r e y y de l a reina D.*1 M a r i a n a .
Las artes, ciencias y l i t e r a t u r a , en el m a y o r decaimiento, los campos yermos, los e s p í r i t u s enervados
y l a s u p e r s t i c i ó n m á s crasa, c o n t r i b u í a n á enlutar
m á s y m á s el lastimoso cuadro de l a c a d a v é r i c a E s paña.
E n e l siglo X V I I I , que e m p e z ó con e l reinado de
Felipe V , p r i m e r r e y de l a casa de B o r b ó n , se fundó
la ermita de Santa A n a . Debido a l aumento de población que t o m ó l a v i l l a en este siglo, y dadas las
especiales condiciones que p o r su elevada s i t u a c i ó n
r e u n í a l a parroquia, causando dificultades para asist i r á ella, particularmente á los ancianos que no po-^
d í a n subir una costosa y l a r g a pendiente ó las ochenta y tantas gradas de su escalinata; se edificó en sitio
llano y casi en el centro del pueblo una bonita y c ó moda iglesia dedicada á Santa A n a , y d e s t i n á n d o l a á
ser a y u d a de l a p a r r o q u i a como sigue siendo en l a
actualidad.
. E n el reinado de F e r n a n d o V I se crearon los p ó sitos y se establecieron los montes de piedad, y el
ano 1759 i n a u g u r ó su reinado Carlos I I I con grandes
medidas económicas; se r e p a r t i e r o n terrenos b a l d í o s
y se p r o p o r c i o n ó t r i g o á los labradores p e r d o n á n d o "
— 38 —
les los atrasos en las contribuciones. Este r e y d e c r e t ó
en 17B7 l a total e x p u l s i ó n de los j e s u í t a s de E s p a ñ a ,
cuya orden fué dada con tal sigilo que aquéllos no
supieron nada hasta que fueron arrestados en sus
conventos y embarcados para Italia.
Siglo X I X . E l a ñ o 1801 nuestro gobierno i m p u l sado por el francés d e c l a r ó l a g u e r r a á P o r t u g a l , entrando en E s p a ñ a 25.(XX) franceses al mando de
L e c l r c , c u ñ a d o de N a p o l e ó n .
E n 1808 l a fiebre amarilla afligía por p r i m e r a vez
nuestras provincias meridionales, y e l 21 de Octubre
del mismo a ñ o se p e r d i ó nuestra marina en T r a f a l g a r
donde perdieron su vida los gloriosos h é r o e s C h u r r u ca, G r a v i n a y otros muchos que vertieron su sangre
en aquel día de e x e c r a c i ó n .
E l 19 de M a r z o de 1808 ciñó l a corona de E s p a ñ a
Fernando V I I , el 24 hizo su entrada en M a d r i d y el
10 de A b r i l salió, llamado por N a p o l e ó n , con dirección á B a y o n a á donde l l e g ó el día 20, o b l i g á n d o l e el
emperador francés á abdicar todos sus derechos á l a
corona de E s p a ñ a .
Ocupada l a p e n í n s u l a p o r ejércitos franceses, y
prisioneros en B a y o n a Carlos I V y F e r n a n d o V I I ,
no pudo sufrir m á s el valeroso ptieblo de M a d r i d el
y u g o que se le i m p o n í a , y se a r r o j ó i n t r é p i d o e l d í a
2 de M a y o sobre el invasor; d i s t i n g u i é n d o s e entre
otros muchos h é r o e s , aun mujeres, los oficiales de artillería D . L u i s Daoiz y D . Pedro V e l a r d e , como así
mismo el c a p i t á n R u í z ; cuyos nombres p e r m a n e c e r á n
indelebles en l a H i s t o r i a . Resentido el francés de su
enorme p é r d i d a , t r a t ó de v e n g a r l a con inaudita alevosía, fusilando aquella noche á m á s de ciento cua-
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renta personas. A t e n t a d o tan horroroso produjo l a
libertad é independencia de E s p a ñ a , y todos, hombres
y mujeres, ancianos y n i ñ o s , se prepararon y j u r a r o n
arrojar de su seno a l inicuo usurpador de los tronos.
Innumerables son los grandes hechos que realizar o n los españoles en los cinco a ñ o s que d u r ó l a guer r a de l a independencia, y no cabiendo en las r e d u c i -das p á g i n a s de este libro, diremos ú n i c a m e n t e que
d e s p u é s de m á s de 480 acciones de g u e r r a campal, las
vencedoras en todo el mundo, á g u i l a s imperiales,
traspasaban derrotadas el P i r i n e o , quedando sepultados en el suelo i b é r i c o cerca de 400.000 de sus soldados.
E l 19 de M a r z o de 1812 se p r o m u l g ó en Cádiz l a
C o n s t i t u c i ó n ; y el mismo a ñ o se p a d e c i ó en toda E s p a ñ a una terrible hambre, l l e g á n d o s e á pagar l a fanega de t r i g o á m á s de trescientos reales y las dos
libras de pan á 14 reales, c u y a horrorosa escasez
d i e z m ó á innumerables familias.
E n medio, de tan angustiosa s i t u a c i ó n se c o m e t i ó
^•en nuestro pueblo u n v a n d i l i c o é inhumano acto p o r
u n individuo de las salvajes hordas de Bonaparte.
« A l g ú n tiempo h a c í a que u n considerable n ú m e r o de
-soldados imperiales ocupaban Cevico de l a T o r r e terminando con los pocos comestibles que quedaban e n
l a v i l l a . E n una pobre cocina de l a casa de u n c a r p i n tero, u n soldado f r a n c é s se hallaba guisando u n a »
j u d í a s para él y otro c o m p a ñ e r o de alojamiento; á u n
lado una escuálida j o v e n de unos 14 a ñ o s y un d é b i l
n i ñ o hermano suyo, que apenas contaba tres de edad,
m i r a b a n ansiosos aquel p a r a ellos manjar, que su p a d r e tenía escondido y que l a sagacidad del f r a n c é s l o s
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h a b í a arrebatado. De pronto el n i ñ o , p r o r r n m i n e n d o
en lastimero llanto, pide á su hermana unas pocas deaquellas alubias, y conociendo el francés por los gestos y las miradas los deseos de l a criatura, l a coge
y . . . (la p l u m a se resiste á escribir t a m a ñ o salvajismo)'
l a arroja en medio de l a lumbre. U n desesperado g r i to de l a h o r r o r i z a d a hermana fué contenido p o r la
presencia de un hombre que, d á n d o s e inmediatamente cuenta de l a situación, cogió a l n i ñ o y d á n d o s e l e a
l a atribulada muchacha á l a vez que una significativ a seña l a m a n d ó salir y c e r r ó l a puerta, quedándosesolo con e l soldado que i m p á v i d o probaba las judías^.
Entonces el px-ovidencial salvador, que no era otroque el desgraciado padre de aquellas criaturas, cogiendo una herramienta de su oficio (la garlopa) e m p e z ó á dar con ella tan terribles golpes a l francés que
indudablemente hubiera terminado con él, si los v e cinos, acudiendo á los gritos de socorro que daba su
hija y entrando en l a cocina, no hubieran i m p e d i d o
que se realizara las m á s justa de las venganzas:... que
se espiara el m á s inhumano de los c r í m e n e s .
Enterado el jefe de l a fuerza (que vivía cerca) d e l
acto salvaje de su subordinado, le a r r e s t ó en el caíabozo de l a v i l l a , que le sirvió de c á r c e l y hospital, y
d e c l a r ó estar exento de prestar m á s alojamiento a l
honrado y valeroso padre que no fué otro que G r e gorio L ó p e z , padre del n i ñ o tan providencialmente
salvado R u p e r t o L ó p e z y de l a muchacha que presenció tan horroroso atentado Grregoria L ó p e z , abuela
paterna del autor de este libro; verificándose el v a n dálico hecho en l a casa n ú m . 14 de l a calle de las.
D a m a s y h a l l á n d o s e alojado el jefe francés en l a casa
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de enfrente, propiedad y vivienda de D . Francisco
Monedero.
Otras niuchas h a z a ñ a s nada cultas y en extremo
inhumanas, como el quedar sueltas las cubas de vino
d e s p u é s de sacar lo que necesitaban, r e a l i z a r o n en
nuestro pueblo, los soldados del pérfido invasor; pero
como ennumerarlas todas sería pasar los limites que
nos hemos propuesto dar á este l i b r o , diremos s i guiendo l a H i s t o r i a que el a ñ o 1818 se apoderaron los
Estados U n i d o s de nuestras posesiones de las F l o r i das. E n 1820 j u r ó el r e y ante las cortes l a C o n s t i t u ción que fué nuevamente abolida el 1823.
E l 21 de M a r z o de 1829 u n horroroso terremoto
q u e d ó á Orihuola y otros pueblos do V a l e n c i a y M u r cia arruinados casi del todo; tanto en los edificios
como en l a p é r d i d a de habitantes, cosechas y ganados. E l 11 de N o v i e m b r e de este a ñ o contrajo su
cuarto matrimonio Fernando V I I con D.a M a r í a
Cristina; el 10 de Octubre del siguiente (1830) n a c i ó
l a s e r e n í s i m a princesa D.a M a r í a Isabel L u i s a y e l
29 de Septiembre de 1833 m u r i ó e l r e y , quedando
D.a M a r í a Cristina de regente del reino, durante l a
menor edad de l a infanta Isabel.
Inmediatamente los partidarios del infante don
Carlos, hermano-del r e y , dieron el g r i t o de r e b e l i ó n ;
y desde aquel momento e m p e z ó l a funestísima guer r a c i v i l de los siete a ñ o s que a r r u i n ó l a E s p a ñ a sembrando el luto y desolación p o r todas partes.
E l 8 de M a r z o de 1836 se suprimieron todos los
monasterios y conventos de institutos regulares y
ó r d e n e s militares; quedando sus bienes incorporados
a l Estado, con el nombre de bienes nacionales y con
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los que se enriquecieron unos cuantos sin mejoraf en
nada l a precaria situación financiera de la P a t r i a .
E l 12 de Octubre de 1840 l a reina abdicó l a regencia en el duque do la V i c t o r i a ; el 8 de N o v i e m b r e
de 1843 fué declarada m a y o r de edad Isabel Í I que á
los dos días p r e s t ó juramento en manos del presidente del Senado.
E l d í a 3 de F e b r e r o de 1844 se sublevaron A l i cante y Cartagena y el 28 de M a r z o se c r e ó el benem é r i t o cuerpo d é l a ( i u a r d i a C i v i l .
E l 16 de J u n i o de 1846 el Sacro Colegio eligió
p a r a ocupar l a silla de San Pedro al Cardenal Mastai
P e r r e t i , quien t o m ó el nombre de P í o I X en el p o n tificado.
E l 19 de M a y o de 1850 d e s e m b a r c ó en l a isla de
C u b a l a p r i m e r a e x p e d i c i ó n p i r á t i c a filibustera que
fué combatida por u n p u ñ a d o de valientes y en e l
mes de N o v i e m b r e do este a ñ o se a b r i ó al servicio
p ú b l i c o el camino de hierro de M a d r i d á A r a n j u e z ,
p r i m e r o en E s p a ñ a .
E n 1865 o c u r r i s r o n en M a d r i d los tristes sucesos
de l a c é l e b r e noche de San D a n i e l en que se hizo fuego sobre indefensa y pacífica muchedumbre; y en
1866, la escuadra e s p a ñ o l a a l mando de M é n d e z
N ú ñ e z b o m b a r d e ó á V a l p a r a í s o y sostuvo en el
Callao u n combate en que nuestros marinos e m u l a r o n
las glorias de C h u r r u c a y C r a v i n a .
L o s sucesos siguientes, como c o n t e m p o r á n e o s y
conocidos de todos, no pueden n i deben entrar en
esta obra que completaremos con r e s e ñ a r los adelantos y mejoras que en los ú l t i m o s a ñ o s se han i n troducido en Cevico de l a T o r r e .
43
C A P I T U L O IV
Iglesia parroquial de San Martín.—Su descripción.—
Ligera r e s e ñ a de la ayuda parroquia Santa Ana y
de la ermita de Nuestra S e ñ o r a del Rasado.
L a iglesia p a r r o q u i a l de S a n M a r t í n que h o y existe en Cevico de l a T o r r e fué fundada en el p r i m e r
tercio del siglo X V I I siendo r e y de E s p a ñ a F e l i p e I I I
apellidado el Piadoso, y m á s á p r o p ó s i t o para habitar
en una celda, que para sentarse en u n trono.
Edificado este templo en el mismo sitio que l a
p r i m i t i v a iglesia p a r r o q u i a l por no r e u n i r é s t a condiciones da solidez y capacidad, claro está que para
l a c o n s t r u c c i ó n de él, a d e m á s de l a s u b v e n c i ó n del
Monarca, de l a s u s c r i p c i ó n del Obispo y de las i m portantes cantidades con que c o n t r i b u y e r o n los
A g u s t i n o s y el Clero parroquial, se hubieron de r e u n i r todas las e n e r g í a s del creyente y siempre generoso pueblo de Cevico para que resultara una obra que,
si no ostenta los primores, agujas y c r e s t e r í a s d e l
arte g ó t i c o , n i las filigranas, columnas y arcos del
a r á b i g o , r e ú n e en cambio condiciones inmejorables de
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solidez y capacidad; pndiendo decirse que d e s p u é s d«
cerca de tres siglos que se edificó, no falta n i una de
sus blancas y bien colocadas piedras.
E l templo: E s de estilo romano toscano, cuyo per í m e t r o , exceptuando l a s a c r i s t í a y l a torre es de
setecientos metros cuadrados y forma una p u e r t a de
arco de medio punto, símbolo de l a puerta del Cielo
c u y a llave es la Iglesia Católica. E s t á edificado en su
exterior con fina piedra sillería y revestido en lo que
forma el medio punto (cuyo interior corresponde a l
presbitexúo) de gruesos estribos. Este templo se h a l l a
situado (como hemos dicho) en e l cerro que en l a ant i g ü e d a d o c u p ó l a torre del A t a l a y a , cuyo cerro tiene m á s de 60 piés de elevación.
F r e n t e á l a puerta principal, guarnecida p o r u n
esbelto y saliente p ó r t i c o que, formando arco en su
interior, remata en un bonito c a r t a b ó n , se extiende
l a espaciosa y bonita escalinata de piedra que cuenta
con m á s de 80 p e l d a ñ o s y defendida por elevadas
murallas laterales que terminan frente á l a fachada
de l a iglesia, en una vistosa y prolongada barbacana.
E l interior, que tiene de superficie 750 metros
cuadrados y una a l t u r a de 68 piés, consta de una sola
y espaciosa nave sostenida por cinco grandes arcos
apoyados en diez gruesas y elevadas columnas, salientes cuatro metros de los respectivos lienzos laterales y unidas á é s t o s por espesos muros. De los capiteles de las columnas arranca una moldeada cornisa
que recorre horizontalmente todo el templo.
D a n acceso á él dos anchurosas y correspondientes puertas en sus costados N o r t e y S u r ; en éste y á
u n a a l t u r a de 14 metros se abren cinco grandes v e n -
— ib —
t á ñ a l e s de medio punto que, dando paso á l a l u z ,
hacen c l a r í s i m a la espaciosa nave, y frente á estos
h a y otros tantos huecos iguales, tapiados á l a vez y
con l a misma obra con que se c o n s t r u y ó el templo, y
hechos ú n i c a m e n t e para que éste reuniera las condiciones s i m é t r i c a s propias de toda buena c o n s t r u c c i ó n .
L a torre, levantada al Oeste del templo y adosad a á él, ocupa una superficie rectangular de 25 metros cuadrados y una altura de 125 pies, que con los
que tiene e l cerro donde está asentada, l a d á n u n a
considerable é imponente elevación. Consta de dos
cuerpos: el primero le componen los tres tramos i n feriores y data del siglo X V I , (un siglo anterior á l a
iglesia). E l segundo cuerpo, formado por el l i l t i m o
tramo, se c o n s t r u y ó en el siglo X V I I I ; es u n rect á n g u l o cuyos lados tienen cuatro metros de l o n g i t u d
p o r seis de altura. E n cada una de sus caras presenta
una bonita fachada de blanca y dócil piedra franco,
con tres columnas dóricas, una en el centro y otra á
cada extremo; en los intermedios se abren g r a n des ventanas de medio punto donde e s t á n las campanas.
Este bonito templete (desde donde se divisa el
m á s vasto y variado panorama, teniendo á l a v i l l a á
sus pies y á vista de p á j a r o , contemplando los v a r i a dos matices y colores que le ofrece l a extensa vega
que allá á lo lejos c r u z a magestuosa locomotora, y
observando sobre sí el elevado pico del castillo, y l a
cuesta m á s alta a ú n de l a cueva grande,) está cubierto p o r u n a r t í s t i c o tejado de p i z a r r a en cuyo centro
se eleva l a esbelta y airosa l i n t e r n a que sostiene l a
campana del reloj, sobre l a que se levanta u n bonito
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capitel que sirve de base á l a veleta, c r u z y p a r a r r a yos. U n a sólida escalera de piedra adosada á l a torre
y en espiral, facilita l a ascensión hasta el tercer
tramo, continuando una de madera y en l a misma
forma el cuarto y ú l t i m o de tan soberbia obra.
L a sacristía, e x t e r i o r á l a iglesia con l a que se
comunica interiormente, es u n edificio rectangular
( t a m b i é n de piedra sillería) de seis metros de l o n g i t u d y diez de a l t u r a por cada lado. E l i n t e r i o r forma
u n r e c t á n g u l o de veinticinco metros cuadrados, y
t e r m i n a p o r una bonita y moldeada media naranja
octogonal; dos rasgadas ventanas en sus lados saliente y poniente, dan á l a sacristía clara y extensa luzr
necesaria para poder admirar las obras de njérito que
h a y en ella.
E n el ala norte se halla colocada l a a r t í s t i c a caj o n e r í a de nogal, sobre c u y a pulimentada meseta se
levanta u n respaldar de medio metro de a l t u r a c o r o nado por una p e q u e ñ a y c o r r i d a balaustrada. E n sus
grandes cajones se guardan completos ternos, ropas y
ornamentos sagrados, muchos de g r a n v a l o r y a l gunos de indiscutible m é r i t o a r t í s t i c o .
L o s cuadros que adornan esta agradable estancia
son todos notables, llamando en p r i m e r t é r m i n o l a
a t e n c i ó n del visitante, el grandioso lienzo colocado
sobre l a cajonería que representa al Salvador, de p i é ,
en t a m a ñ o n a t u r a l y con el h á b i t o talar. L a e x p r e s i ó n
dulce y afable, á l a vez que majestuosa, del D i v i n o
R o s t r o , el colorido y naturalidad del cuerpo y ropa
demuestran, hasta á los m á s profanos, el g r a n m é r i t o
de este cuadro, que es sin duda una de las principales
j o y a s existentes en l a parroquia.
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Son t a m b i é n notables los cuatro lienzos que, en
a r t í s t i c o s marcos dorados, adornan los á n g u l o s y representan los cuatro Evangelistas con sus atributos;
por ú l t i m o : no hemos de pasar en silencio el notable
y p o r t á t i l Crucifijo escultural que preside tan agradable recinto. Grandes espejos, una mesa de nogal en
e l centro y otros cuadros completan el adorno de
esta sacristía.
L o s altares. E l altar m a y o r ó principal, tan antiguo como l a iglesia, ocupa casi toda l a pared ó lienzo
que en el plano semeja el medio punto; ocupa una ext e n s i ó n de m á s de seis metros y su a l t u r a de 56 p i é s
l a componen tres cuerpos: el p r i m e r o ó m á s inferior,
comprende el zócalo y mesa de altar sobre l a que se
levanta el T a b e r n á c u l o con su g i r a t o r i o cascarón; á
sus lados h a y dos grandes cuadros a l óleo que representan el del lado del E v a n g e l i o l a Santa Cena, y el
de l a E p í s t o l a l a muerte de l a V i r g e n , representada
p o r una simbólica sombra. E n el cuerpo central, en
c u y o s extremos é intermedios h a y cuatro grandes y
aisladas columnas corintias extriadas, descuella en el
centro l a imagen ecuestre de S a n M a r t í n , representando aquel acto caritativo que le llenó de g l o r i a y santidad; y á sus lados, iguales en t a m a ñ o á los c b l p r i m e r cuerpo, los cuadros de l a R e s u r r e c c i ó n de Jesiis
y A s u n c i ó n de M a r í a . E l cuerpo superior, contiene
en su centro, en escultura, l a escena m á s culminante
del Calvario, l a muerte de J e s ú s prosenciada p o r su
S a n t í s i m a M a d r e y l a arrepentida Magdalena; á sus
lados, cuadros iguales á los de los otros cuerpos representan l a venida del E s p í r i t u Santo y l a coronación gloriosa de M a r í a S a n t í s i m a , terminando este
— 48 —
grandioso retablo con el busto, en el centro, del P a dre E t e r n o sosteniendo el mundo; y la virtudes cardinales, con sus atributos, sentadas y en grupos de
dos en dos, á los lados, l e v a n t á n d o s e á cada extremo
dos monumentales y a r t í s t i c o s florones.
Los sagrados Corazones de J e s ú s y de M a r í a ,
colocados sobre bonito pedestal y tallados en c a r t ó n piedra, adornan los lados del T a b e r n á c u l o , y una
a r t í s t i c a balaustrada de hierro, que a b r i é n d o s e en l a
escalera central termina en los respectivos p ú l p i t o s
del E v a n g e l i o y de l a E p í s t o l a , separa el presbiterio
d e l resto del templo.
Los altares c o n t e m p o r á n e o s al anterior son los de
Muestra S r a , del Rosario, del Nacimiento, de las
A n i m a s y del Santo Cristo de las A g u a s , Estos altares, que se encuentran bastante deteriorados, forman
frontispicios de dos cuerpos desiguales; sobresaliendo
en los inferiores grandes columnas estriadas unas,
en espiral otras y algunas salomónicas adornadas
con follaje; siendo de g r a n m é r i t o a r t í s t i c o el cuadro
del Nacimiento, en su altar, el de San M a r t í n en el
de las A n i m a s , y las tablas g ó t i c a s del altar del R o sario, Son t a m b i é n dignos de mencionarse el c h u r r i gueresco retablo de Nuestra S e ñ o r a l a Blanca, c u y o
m é r i t o desmerece algo por estar tan recargado de
labores; e l moderno de l a P u r í s i m a y el de J e s ú s
N a z a r e n o hecho por el astorgano escultor D . I g n a cio Blanco, casado en Cevico. E n este altar se h a l l a
l a mejor y m á s notable imagen de l a parroquia, J e s ú s
Nazareno, c u y o rostro conmueve y admira á propios
y e x t r a ñ o s , á entendidos y profanos, haciendo i m p e recedera l a memoria del malogrado artista que si no
-
49 —
l a hizo, d o t ó p o r lo menos á l a v i l l a de una v e r d a d e r a
j o y a de arte.
,
Este altar se ha reformado recientemente para
colocar en él l a a r t í s t i c a u r n a é imagen yacente d e l
Hecce-Homo que, con l a de l a Soledad y las de los
Sagrados Corazones, forma l a colección de i m á g e n e s
sagradas con que enriqueció l a iglesia el malogrado
párroco D . Felipe N . Revilla.
A l r e s e ñ a r los altares p e r m í t a s e n o s dedicar unaa
l í n e a s á describir ligeramente el grandioso m o n u mento que para Semana Santa tiene l a parroquia;
o b r a p i c t ó r i c a de g r a n m é r i t o hecha en V a l l a d o l i d
<en el siglo X V I I .
Consiste en u n f r o n t ó n de cerca de seis metros de
l o n g i t u d p o r dieciocho de altura; en su centro so
abre u n monumental arco de medio punto que d á
acceso a l Santuario a l que se llega mediante u n a art í s t i c a y espaciosa g r a d e r í a , custodiada por dos sayones. E n el f r o n t ó n , formado p o r ocho grandes bastidores, se ven, á los lados del arco y en su tramo
inferior, dos escenas de l a calle de l a A m a r g u r a ;
sobre cada una de éstas suben dos columnas s i m u l a n do m á r m o l y que parecen sostener una anchurosa
cornisa que corre por cima del arco. Sobre esta cornisa, y en su parte central se halla el grandioso
cuadro de «La O r a c i ó n del H u e r t o , terminando t a n
vistosa fachada en c a r t a b ó n , en cuyos extremos laterales se hallan representadas l a Esperanza y l a
C a r i d a d ; una gigantesca e s t á t u a de l a fé corona t a n
agradable conjunto.
E l santuario, que mide seis metros
cuadradosr
4
— 50 —
e s t á formado por cuatro grandes lienzos; los l a t e r a les representan, en t a m a ñ o natural, las conmovedoras
escenas de los azotes y c o r o n a c i ó n de espinas; el de
frente, compuesto como los de los lados de dos b a s t i dores, y dejando u n hueco para l a hornacina central,
representa u n elegante y a r t í s t i c o trono; por ú l t i m o :
en e l lienzo superior ó del techo, grupos de á n g e l e s
y sonrosadas nubes semejan l a pacífica m a n s i ó n de
la gloria.
Este monumento, se dice, que para honra de los
artistas que lo ejecutaron, y recreo de los h a b i t a n tes de l a antigua corte de Castilla, una vez t e r minado estuvo expuesto por espacio de tres días en
el arco que en V a l l a d o l i d h a b í a á l a entrada de l a
calle de Santiago, y desde donde le trajeron á l a
parroquia.
E l coro, estancia espaciosa que cuenta con una
buena sillería de nogal, u n notable y tallado facistol
de l a misma madera, y un g r a n ó r g a n o aunque algo
deteriorado, sin duda p o r la acción del tiempo, está
situado frente a l altar mayor, á una altura de m á s de
seis metros, sostenido por u n sólido y abierto arco
de piedra y defendido por u n fuerte y balaustrado
antepecho de madera.
E s t a parroquia cuenta, a d e m á s de las ropas, i m á genes y cuadros que hemos mencionado, con otras
muchas joyas entre las que merecen citarse: un p r e cioso v i r i l de oro y otro de p l a t a sobredorado, buenos
y varios cálices y copones, una caja de azabache con
incrustaciones de plata que hace las veces de sagrario
e n el monumento, u n Crucifijo de márfil, el antiguo
— 51 —
y recamado p a ñ o del palio y l a c r u z p a r r o q u i a l toda
de plata que pesa m á s de 18 kilogramos, y en l a que,
a d e m á s de las columnitas, bolinches y chapiteles,
e s t á n perfectamente modelados en alto relieve y sobredorados u n g r a n Crucifijo, San M a r t i n , los doce
apóstoles, los cuatro evangelistas y otros santos padres
de l a Iglesia.
A y u d a parroquia Santa A n a . Este templo edificado en el siglo X V I I I , comprende u n p e r í m e t r o de
m á s de doscientos metros cuadrados y f o r m a una
c r u z latina. A l e x t e r i o r presenta una fachada p i r a m i d a l en e s p a d a ñ a de tres cuerpos; en el central y
sobre l a puerta de entrada h a y u n nicho coa l a i m a gen, en piedra, de Santa A n a educando á su inmaculada H i j a , y en el superior se h a l l a l a campana dentro
de u n bonito arco de medio punto, sobre el cual,
y á un lado de l a veleta, l l a m a l a a t e n c i ó n u n v o l u minoso promontorio de sarmientos formado p o r l a
previsora c i g ü e ñ a que todos los a ñ o s con su pareja
nos visita.
E n el i n t e r i o r es de a d m i r a r el precioso y a r t í s t i co óvalo que c i e r r a el crucero y que t e r m i n a una
bonita l i n t e r n a exagonal que, dejando paso á l a l u z
p o r sus seis rasgadas ventanas, i l u m i n a abundantemente l a rotonda, crucero y resto del templo; p r i n c i palmente el altar m a y o r , precioso retablo estilo
churrigueresco con cuatro esbeltas columnas corintias entre las que se h a l l a n en sus hornacinas las
i m á g e n e s de Santa A n a en e l centro y San J o a q u í n
y San J o s é en los extremos. L a s capillas laterales
contienen los bien dorados retablos de San M i g u e l y
San A n t o n i o ; retablos que entre los dos formaban el
— 52 —
que existió en l a antigua y feudal ermita de San M i guel. S o n t a m b i é n dignos de mencionarse el altar del
Santo Cristo de l a A g o n í a ; retablo hecho por el bisabuelo del autor de este l i b r o Q-regorio L ó p e z , para
colocar en él l a sagrada imagen de l a antigua y
a r r u i n a d a e r m i t a del Cristo, y e l moderno de Nuest r a S e ñ o r a de l a A s u n c i ó n , hecho con su imagen p o r
e l escultor Ignacio Blanco.
E n esta ermita, como ayuda de parroquia que es,
se celebra M i s a diaria y se administran los Santos
Sacramentos, contando con una buena y a r t í s t i c a
p i l a bautismal.
E r m i t a de Nuestra Señora del Basedo. E s t a e r m i t a
situada sobre u n cerro de m á s de 200 piés de elevación y llamada vulgarmente del Monte, fué fundada
en el siglo X V I con motivo de haberse aparecido ó
hallado su imagen en el hueco de un roble y en e l
mismo sitio en que se encuentra. Ocupa u n p e r í m e t r o
de m á s de 28 metros cuadrados y contiene u n dorado
altar donde sobresalen cuatro columnas salomónicas
adornadas de follaje y racimos; entre estas y en e l
centro se abre l a bonita y calada hornacina de medio
punto, donde e s t á colocada l a sagrada imagen, t a l l a da en piedra jaspe, y que por una tan antigua como
de m a l gusto costumbre, se cubre con postizas y como
es natural, m a l sentadas ropas; á los lados, dos l i e n zos representan las i m á g e n e s de San B l a s y Santa
Cecilia. Este a l t a r se h a l l a separado, á una distancia
de tres metros, del resto de l a ermita por una bonita
verja de madera; cuyo espacio que forma el presbiter i o se encuentra profusamente adornado de l á m p a ras, tapices y cuadros. E n l a sacristía se admiran
— 53 —
cinco tablas g ó t i c a s qne representan los misterios de
l a E n c a r n a c i ó n , Visitación, P r e s e n t a c i ó n en el templo. Circuncisión y A d o r a c i ó n de los magos.
U n g r a n salón, cocina y otras dependencias form a n el conjunto de este edificio (1) tan venerado p o r
los c e v i q u e ñ o s y tan concurrido, especialmente el d í a
de l a fiesta que se celebra el martes de l e t a n í a s .
(1) E n el que, entre otras importautes mejoras como son:
la apertura de dos grandes ventanales góticos y arreglo del
pavimento de la ermita, la pintura y empapelado del salón,
etc., etc., se ha sustituido el antiguo y ruinoso pórtico por otro
de piedra que forma un agradable templete abierto por nueve
arcos de medio punto, tres en cada costado y tres al frente.
55
SEGUNDA PARTE
CAPITULO V
S i t u a c i ó n , limites, e x t e n s i ó n y p o b l a c i ó n de Cevioo
de la Torre —Orografía ó Hidrografía.—Agricultura, Industria y Comercio.—Clima, terreno y
producciones.
Cevico de la T o r r e se h a l l a situado entre los 42
grados l a t i t u d norte y uno del meridiano de M a d r i d .
P e r t e n e c i ó al antiguo reino de Castilla y h o y forma
parte de l a provincia de Falencia, de c u y a capital
dista 23 k i l ó m e t r o s ; corresponde a l partido j u d i c i a l
de Saltanas y es l a m á s floreciente y una de las m á s
Importantes villas del valle de Cerrato. P o r esta r a z ó n
se desprende que se halla asentado entre los elevados
•cerros y estrechas vegas que forman el tan extenso
-como quebrado terreno de esta r e g i ó n .
L i m i t a al N . con H o n t o r i a de Cerrato; al N . E . con
V a l l e de Cerrato; al E . con Y e r t a b i l l o y C a s t r i l l o de
Onielo; a l S. E , con A l b a de Cerrato; a l S. con
Cubillas y P o b l a c i ó n de Cerrato; al S. O. con V a l e r i a
l a Buena; a l O. con Dnefias y N . O. con Tariego.
Cevico de l a T o r r e ocupa, con su t é r m i n o , una»
— 56 —
e x t e n s i ó n superficial de cei-ca de sesenta k i l ó m e t r o s
cuadrados; repartidos entre l a población, sembradíos,,
•viñedo y monte.
S u población, s e g ú n el censo general de 1897, es
de 1.114 varones y 1.124 hembras que hacen u n t o t a l
de 2.238 habitantes; con u n movimiento en el últimoa ñ o , de 93 nacimientos, 129 defunciones y K) m a t r i monios; c u y a notable diferencia entre los nacimientos
y defunciones fué debida á l a m o r t í f e r a y contagiosa
enfermedad del s a r a m p i ó n que tanto a t a c ó á los n i ñ o s .
L a población urbana la componen 36 manzanas de
casas que forman 28 calles y cinco grandes plazas;
a d e m á s comprende tres grandes barrios de chozas
viviendas y grandes bodegas y lagares para elaborar,
encerrar y conservar el vino. E s t a p o b l a c i ó n en
conjunto comprende los edificios y solares siguientes:
t iglesia p a r r o q u i a l , 3 ermitas, 1 casa a y u n t a m i e n to, 2 casas y escuelas p ú b l i c a s de p r i m e r a ens e ñ a n z a , 1 matadero, 1 teatro, 1 casino, 442 casas
habitables, 107 chozas viviendas, 149 bodegas p a r a
encerrar el vino, 102 lagares p a r a elaborarlo,
114 corrales independientes, 15 cercados, 17 p a jares, 10 huertos, 6 paneras p a r a trigo, 24 casetas
e n las eras, 34 colmenares, 25 palomares,
1
f á b r i c a de aguardientes en grande escala, 5 h o r nachas de idem con alquitaras, 1 taller de t r i l l o s y
m á q u i n a s aventadoras, 3 fraguas de h e r r e r í a , 7
cuartos para industria, 2 molinos harineros, (1 m o t o r
de l a fábrica de l u z eléctrica) y 1 horno p a r a teja,
l a d r i l l o y baldosa. C u y a riqueza urbana está a m i l l a d a en 18.784 pesetas, pagando por ella a l tesoro l a
c u o t a anual de pesetas 3.287.
— 57 —
Orografía. E s t a l a forman tres elevadas cuestas
que corren de este á oeste, ramificaciones sin duda de
l a c o r d i l l e r a I b é r i c a . L a p r i m e r a de a q u é l l a s , en c u y a
falda se h a l l a situada l a v i l l a , termina en e l cerro
llamado C o t a r r o de l a H o r c a , á unos 500 metros del
pueblo. L a segunda, que corre paralela y a l sur de
l a anterior, formando con aquella una espaciosa vega,
se corta á una distancia de dos leguas a l suroeste del
pueblo, entro D u e ñ a s y V a l o r i a l a Buena; y l a tercera, que hasta l a t e r m i n a c i ó n de l a primera, forma
<;on ella l a vega de V a l l e de Cerrato, viene á m o r i r
á una distancia de siete k i l ó m e t r o s entre Tariego y
Dueñas.
H i d r o g r a f í a . Cevico de l a T o r r e e s t á b a ñ a d o en
p r i m e r t é r m i n o por el a r r o y o Maderano que nace en
Cevico Navero y desagua en el P i s u e r g a en D u e ñ a s ,
d e s p u é s de recorrer m á s de 2 5 k i l ó m e t r o s ; afluye á este,
y m u y cerca de l a v i l l a , otro a r r o y o m á s inferior por
su caudal y recorrido llamado de V a l l e de C e r r a t o .
A l llegar á este punto no debemos pasar en silencio
el a b u n d a n t í s i m o manantial que tiene Cevico, conocido con el nombre de Puente de lavar; manantial
notable y digno de mencionarse m á s por l a calidad
de sus aguas que p o r l a g r a n abundancia de ellas, las
que, entre otros componentes, tienen g r a n cantidad
de ácido sulfuroso; habiendo curado á muchos enfermos, particularmente las afecciones del e s t ó m a g o .
¡ C u á n t o s manantiales con menos motivos y en peores
condiciones se e s t á n explotando convirtiendo el r a u d a l
de sus aguas en torrentes de oro!
Agricultura, I n d u s t r i a y Comercio. L a a g r i c u l t u r a
e n Cevico de l a T o r r e , á pesar de su quebrado y
— 58 —
montuoso terreno, so encuentra en extremo atendida,
pudiendo decirse que no se halla un metro do t i e r r a
sin cultivar; lo que prueba el amor al trabajo de sus
hijos y el conocimiento que tienen de que tan i m p o r tante ramo es l a base y el sostenimiento de l a sociedad.
L a m a y o r parte de su terreno l a b r a n t í o está p l a n tado de vides que, dada su naturaleza, terreno y
clima, se c u l t i v a n ú n i c a m e n t e por el brazo del hombre,
para cuyas labores cuenta Cevico entre sus hijos, con
m á s de quinientos braceros, obreros que hacen r a y a
doquiera que van p o r lo que son estimados en todas
partes.
P a r a c u l t i v a r el terreno s e m b r a d í o existen sin
embargo m á s de setenta yuntas de labor. P o r ú l t i m o
consignaremos que su riqueza r ú s t i c a y pecuaria
e s t á amillarada en 131.152 pesetas; por l a que satisface al tesoro 20.326 pesetas de cuota anual.
L a industria, desatendida algxin tanto hasta a q u í ,
p o r ser u n pueblo puramente a g r í c o l a , ha tomado
mayores proporciones y nuevos rumbos en los ú l t i m o s
a ñ o s . D a d a l a situación aislada de Cevico de l a T o r r e ,
y falto de grandes vías de comunicación, puede
decirse que l a industria en nuestro pueblo se halla
á l a a l t u r a relativamente de los grandes centros y
poblaciones; figura en p r i m e r l u g a r una f á b r i c a de
aguardientes y alcoholes en grande escala, otra idem
de l u z eléctrica, dos molinos harineros, uno idem de
chocolates, dos grandes y bien surtidas farmacias-laboratorios químicos, cinco fábricas de aguardientes
con alquitaras, tres confiterías y p a s t e l e r í a s , seis
p a n a d e r í a s , cuatro c a r n e c e r í a s , u n g r a n t a l l e r de
modas dirigido p o r u n inteligente modisto, tres t a -
-
59 —
lleres de s a s t r e r í a , diez y seis idem de z a p a t e r í a , dos
idem de g u a r n i c i o n e r í a , uno idem de b o t e r í a y dos
idem de h o j a l a t e r í a . H a y a d e m á s u n g r a n t a l l e r
de c o n s t r u c c i ó n de t r i l l o s y m á q u i n a s aventadoras,
tres idem de c a r r e t e r í a , tres idem de c a r p i n t e r í a
y c u b e r í a y tres de h e r r e r í a ; por ú l t i m o se fabrica
t a m b i é n g r a n cantidad de queso y alguna cera,
p a g á n d o s e a l tesoro por l a industria del pueblo 2127
pesetas.
E l comercio que, como l a industria, está en relación con l a situación de los pueblos, no puede ser
m u y floreciente en el nuestro teniendo en cuenta que
se halla á 23 k i l ó m e t r o s de l a capital, con un coche
diario á ella, y falto en absoluto de buenas v í a s de
c o m u n i c a c i ó n , pues l a carretera, ú n i c a que tiene y
que l a une á l a capital, no es l o suficiente p a r a acrecentar el comercio de una población, m á x i m e teniendo en cuenta que dicha carretera no e s t á terminada,
faltando el ú l t i m o trozo que l a u n i r í a en E s g u e v i l l a s
á las de V a l l a d o l i d . S i n embargo, Cevico de l a T o r r e
sostiene u n g r a n comercio exterior, n a t u r a l y propio
con sus buenos vinos y aguardientes, así como en
trigos, lanas, miel etc.; é interiormente cuenta con
comercios de telas, quincalla, f e r r e t e r í a , ultramarinos
y muchas y bien surtidas t i e n d a s - a b a c e r í a s .
E l clima de Cevico de l a T o r r e es templado en
general, particularmente en l a v i l l a que se encuentra
resguardada de los aires del norte, p o r l a cuesta l l a mada de l a Cueva grande; sin embargo en i n v i e r n o
se dejan sentir grandemente los rigores de u n intenso
frío, efecto sin duda á nuestra p r o x i m i d a d con las
cordilleras P i r e n á i c a v C á n t a b r o - A s t ú r i c a .
— 60 —
E l terreno, quebrado en general, es m á s arcilloso
y c a l c á r e o que silíceo; sin embargo en las vegas
p r e d o m i n a n las tierras arcillo-arenosas, y en la&
laderas y p á r a m o s abundan las arenas-calcáreas y
arcillo-ferruginosas; existiendo t a m b i é n en algunos
sitios las cuarzoso-cascajosas.
Las producciones de nuestro pueblo en a ñ o s
normales son aproximadamente: 150.000 c á n t a r a s de
vino; 16.000 fanegas de trigo; 8.000 de cebada y
4.500 de centeno y avena. A d e m á s se producen
legumbres, anís, patatas, etc.; viniendo á completar
l a riqueza y producciones de l a v i l l a abundantes y
finas lanas, ricos quesos y exquisita miel.
Asciende l a subasta de consumos á l a importante
cantidad de 23.050 pesetas, idem de l a c o r r e d u r í a del
vino á 2.000 pesetas, y l a del matadero piiblieo á
475 pesetas.
T a l es, á grandes rasgos, cuanto podemos decir á
l o que se nos pide en el e p í g r a f e del c a p í t u l o .
•-ígacs*-"'
61
C A P I T U L O VI
Adelantos científicos.—Industrias modernas y
joras establecidas en los ú l t i m o s a ñ o s .
me-
Cevico de l a T o r r e , amante siempre del trabajo
y de l a i l u s t r a c i ó n de los pueblos, no p o d í a pasar
desapercibido y sin ser arrastrado por l a envolvente
y r á p i d a marcha del progreso, por los crecientes
vuelos que en el siglo X I X , particularmente en los
ú l t i m o s a ñ o s , han tomado las ciencias y las artes,
ensanchando y reforzando l a base de l a civilización
humana y justificando aquel pensamiento del i n m o r t a l
é insigne Balmes: « E l mundo marcha y ay de aquél
que intente detenerlo, que será aplastado.» A s í vemos
que u n a ñ o inicia y realiza l a t r a í d a de aguas potables
á l a p o b l a c i ó n por medio de los exactos principios
de l a I n g e n i e r í a y de "las inmutables leyes de l a
F í s i c a , y otro emprende el trascendental beneficio de
e n s e ñ o r e a r s e con l a l u z producida p o r ese poderoso
fluido llamado E l e c t r i c i d a d , fluido que lo v á absorbiendo todo; dando l a vida a l curar sin n ú m e r o de
enfermedades, l a muerte a l menor contacto con ella,
— 62 —
La l u z , el calor, el frío, el movimiento, l a fuerza, etc.;
ayudando, en fin, a l hombre para que arranque á l a
naturaleza los m ú l t i p l e s y sorprendentes secretos de
que está llena, y que son tesoros allí escondidos p o r
Dios y destinados p o r E l á premiar el trabajo y los
desvelos de l a humanidad. F l u i d o que Cevico y a
conocía por los timbres eléctricos que con anterior i d a d funcionaban en el C í r c u l o de l a U n i ó n , y que
ú l t i m a m e n t e ha tenido ocasión de admirar en los
grandes inventos del escocés B e l l y del norteamericano Edison: el Teléfono y el F o n ó g r a f o .
L a fábrica de l u z eléctrica de Cevico de l a T o r r e ,
como adelanto científico é industria moderna es l a
p r i m e r a que debe figurar en este c a p í t u l o .
E l motor, el h i d r á u l i c o y l a m á q u i n a dinamo
se han instalado en e l molino denominado de abajo
p o r l a c o m p a ñ í a «La E l e c t r a de Castilla» de l a que
es gerente D . J e s ú s Rubio Coloma, hijo de Cevico.
L a m á q u i n a , construida p o r Planas, F l a q u e r y C.a de
Barcelona-Gerona y montada el 20 de Febrero del
corriente a ñ o por e l ingeniero a l e m á n D . F e r n a n d o
Dorhis, es de corriente alterna sistema Sanz y C o m p a ñ í a c u y a potencia es de 45 á 50 caballos de fuerza
y de 1000 revoluciones por minuto, con una fuerza en
l a corriente alterna de 5.000 volts y de 110 en l a
continua.
Situada como hemos dicho en el molino de abajo,,
y sobre el a r r o y o Maderano, d á l a l u z á D u e ñ a s y
Cevico, de cuyas poblaciones dista 9 y 5 k i l ó m e t r o s
respectivamente. Se i n a u g u r ó el primero de M a r z o
de este a ñ o 1899 con trescientas luces ó l á m p a r a s de
10 bujías; quedando introducida en Cevico tan ú t i l y
— 6B —
progresiva mejora que justifica la fama de ser u n
pueblo amante del progreso y civilización.
Otra de las industrias que ¡proporcionan vida,
riqueza é importancia á l a v i l l a es l a de fabricación
de aguardientes, á cuyo frente figura l a g r a n fábrica
de D . P r ó c u l o H e r r e r o Ibarlucea, montada hace pocos
a ñ o s con arreglo á los ú l t i m o s adelantos en esta clase
de industria. Situada a l este del pueblo, entre los
caminos de D u e ñ a s y V a l l a d o l i d , ocupa con sus dependencias una e x t e n s i ó n superficial de m á s de 300 metros
cuadrados; y en ella se queman miles de arrobas de
orujo y de c á n t a r a s de vino y se refinan cientos de
litros dé aguardiente al día.
E x i s t e n a d e m á s cinco fábricas con alquitaras que
c o n t r i b u y e n á que esta industria se haga en Cevico
en grande escala, y con el respectivo comercio de ella
den al pueblo una considerable riqueza.
Otra de las industrias introducidas y desarrolladas
en nuestro pueblo, en los ú l t i m o s años, es l a de l a
confitería y p a s t e l e r í a , de l a que h a y tres establecimientos tan bien montados como surtidos; debiendo
hacer especial m e n c i ó n del de D . Atanasio R i g u e r a ;
c u y a casa cuenta con u n g r a n molino de choeolate,
movido p o r malacate y en l a que se elabora toda
clase de cera con l a m a y o r perfección.
P o r ú l t i m o , y pasando p o r alto los establecimientos ó industrias citados en e l c a p í t u l o anterior, debemos mencionar el taller de t r i l l o s y m á q u i n a s
aventadoras de D . J u l i á n M e n a R o d r i g o ; en c u y o
taller, que ocupa una e x t e n s i ó n de 200 metros cuadrados con l a fragua, a l m a c é n y patios, se han
construido cerca de 2.000 trillos y 68 m á q u i n a s
— 64 —
aventadoras desdo ol aílo 1890 aquéllos y desde e l
1896 éstas.
D e s p u é s de l a f á b r i c a de l u z eléctrica que tiene
el t r i p l e c a r á c t e r de adelanto científico, i n d u s t r i a
moderna y mejora establecida en los ú l t i m o s a ñ o s
consignaremos como t a l l a carretera que partiendo
de l a de M a d r i d á Santander en Calabazanos une á
nuestro pueblo con Falencia de c u y a capital dista 23
k i l ó m e t r o s . Carretera que, construida por los a ñ o s
78 al 80, aparte de los beneficios que reporta toda
buena v í a de comunicación, p r o p o r c i o n ó á Cevico
otras mejoras como son las fuentes y el coche diario
á l a capital.
Fuentes del m u r a l l ó n . E l caballo de batalla, e l
problema expuesto siempre y pendiente de r e s o l u c i ó n
en todos los tiempos y p o r todos los habitantes de
Cevico de l a T o r r e ha sido el de proporcionarse
aguas potables, elemento tan necesario á l a v i d a y
tan escaso y deficiente siempre en nuestro pueblo;
donde se r o g ó con vino cuando el sediento pasajero
solicitó u n poco de agua.
Haco unos años, y debido á los desmontes que
hubieron de hacerse al construir l a carretera de
Calabazanos á Esguevillas, a p a r e c i ó entre los k i l ó metros 10 y 11 y en el sitio llamado el M u r a l l ó n , u n
manantial tan abundante y con aguas de tan buena
calidad que todos sin distinción acogieron aquel beneficio como venido del Cielo y con l a a l e g r í a que
era de sirponer. E l A y u n t a m i e n t o , digno representante despueblo, fiel i n t é r p r e t e de sus sentimientos y
a c é r r i m o defensor de sus intereses, d e t e r m i n ó el a ñ o
- -65 —
1894 emprender l a obra m á s trascendental de Cevico
-de l a T o r r e en el trascurso de su vida, traer á l a v i l l a
las deseadas aguas del M u r a l l ó n . Inmediatamente l a
celosa c o r p o r a c i ó n municipal m a n d ó hacer y estudiar
el proyecto a l ayudante de Obras p ú b l i c a s D . S a t u r nino Hoyos, de V a l l a d o l i d , y , aprobado p o r el ingeniero jefe de l a provincia S r . S á n c h e z , dieron p r i n cipio las obras por el contratista D . F é l i x Sancho de
Peñafiel el 10 de J u l i o de 1894; costando 39.900
pesetas.
Se hizo l a r e c e p c i ó n provisional el 30 de N o v i e m b r e de 1895 y l a definitiva el 15 de Septiembre del
96, en c u y o día v i o Cevico realizadas sus mayores
aspiraciones y satisfechos los j u s t í s i m o s deseos de
todos los siglos, disfrutando de tan buenas como
abundantes aguas ( í ) que le dan l a salud, riqueza y
embellecimiento.
L a fuente, cerrada por u n p e q u e ñ o f r o n t ó n de
sillería y á l a que se entra p o r una puerta de medio
punto, dista del pueblo m á s de tres k i l ó m e t r o s y l a
t u b e r í a parte de barro y parte de hierro tiene de
l o n g i t u d cuatro k i l ó m e t r o s hasta el depósito situado
cerca de l a plaza de San M i g u e l dividido en dos
compartimientos con una capacidad de m á s de 24.000
l i t r o s de agua. E n el pueblo h a y tres a r t í s t i c a s
fuentes de hierro con llave de p r e s i ó n situadas en las
plazas de l a Olma, de Santa A n a y de San M i g u e l .
(1)
Hace cerca de un año que la pertinaz y prolongada
seqnía privó á mi amado pueblo de tan vital beneficio ¡Quiera
Dios que pronto abundantes y benéficas lluvias, dando jn^o
á la tierra, llenen nuestras fuentes y hagan reverdecer nuestros
•campos! (N. del A . )
' — 66 —
E l coche diario á Falencia es un beneficio ó m e j o r a que se ha disfrutado en Cevico muchos añosen algunos con competencia; h o y solamente corre
uno á cargo de su propio d u e ñ o F e l i p e Zamora,,
h a c i é n d o s e e l viaje de ida y vuelta por el módicoprecio de 2 pesetas.
E l a ñ o 1888, y siendo alcalde D . T o m á s Coloma,,
se d o t ó á Cevico de l a T o r r e de u n edificio p a r a
escuelas p ú b l i c a s de 1.a e n s e ñ a n z a , y de otro destinado
á matadero p ú b l i c o . E l p r i m e r o donde e s t á n instaladas las escuelas de n i ñ o s y de p á r v u l o s con las
correspondientes casas para los profesores se edificópor el contratista D. V a l e n t í n F e r n á n d e z y bajo l a
d i r e c c i ó n de D . J o s é Benedicto haciéndose l a entrega,
definitiva de las obras que costaron 16.900 pesetas el
4 de M a r z o de 1889. G r u p o levantado en el l u g a r
que ocupó el antiguo matadero, y cuyas escuelas, sin
l l e g a r á ser modelos, r e ú n e n algunas condiciones
higiénicas y pedagógicas.
E l Matadero situado cerca del puente de la,
P a r r e r a y en l a margen del Maderano, consta de u n
solo cuerpo y nave de piedra y l a d r i l l o , edificio bastante capáz y suficiente para el objeto á que se
destina. F u é contratista de l a obra D . L u c i o Nieto de
esta v i l l a , y director D . J o s é Benedicto; costó 4.823
pesetas. E l Matadero está subastado este a ñ o en 475
pesetas.
Otra de las mejoras introducidas en nuestro pueblo
durante los ú l t i m o s a ñ o s , aunque de c a r á c t e r part i c u l a r y sin haber t o d a v í a empezado á p r o d u c i r
sus benéficos resultados, p o r hallarse pendiente de
i n a u g u r a c i ó n , es l a del asilo de los pobres fundadopor el hijo de Cevico D . Pedro Monedero M a r t í n .
— 67 —
E l edificio construido el a ñ o 1890 p o r el contratista de las obras S r . Cabo y bajo l a d i r e c c i ó n del
c e v i q u e ñ o D . Modesto Coloma está situado a l este del
pueblo y su fachada p r i n c i p a l corresponde á l a
carretera de Falencia, embelleciendo notablemente
aquella entrada de l a v i l l a . E n sus dos pisos (entresuelo y principal) de que consta, se hallan los
grandes salones dormitorios de los asilados, habitaciones del A d m i n i s t r a d o r , C a p e l l á n y d e m á s servidumbre, botica, cocinas, g a l e r í a s y una a r t í s t i c a cap i l l a en el centro del edificio y sobre e l sepulcro
del fundador.
P a r a t e r m i n a r diremos que las obras han costado
cerca de 80.000 pesetas y que el terreno cercado, que
mide una e x t e n s i ó n de m á s de 600 metros cuadrados,
fué cedido gratuitamente p a r a este objeto por don
Pablo Salas.
P o r ú l t i m o : á las importantes mejoras que hemos
r e s e ñ a d o , debemos a ñ a d i r e l arreglo de aceras y
calles del pueblo, particularmente de l a del A r r a b a l
que, enriquecida ú l t i m a m e n t e con el amplio y bonito
edificio (grupo de casas-bodegas y lagares), que e s t á
edificando D . J o s é Nieto, es indudablemente l a m á s
amplia vía, l a entrada y avenida m á s preciosa que
tiene l a v i l l a .
L a c o n s t r u c c i ó n del p ó r t i c o de l a ermita del
monte, el arreglo y ensanche de los puentes del
A r r a b a l , M a t a m a z y Bebedero, y l a p l a n t a c i ó n de
arbolado en las carreteras y caminos, etc.; t e r m i n a n
l a serie de mejoras que l a c a p i t a l del Cerrato (como
vulgarmente y con justicia se l a llama) ha experimentado en los ú l t i m o s a ñ o s del siglo X I X y que hacen
— 68 —
á Oevico de l a T o r r e una de las villas de m á s a t r a c t i vos de l a provincia de Falencia y de l a r e g i ó n castellana.
U n a mejora i m p o r t a n t í s i m a se echa de menos
en nuestro pueblo, mejora^que a u m e n t a r í a notablemente los ingresos del M u n i c i p i o y d a r í a riqueza ó
importancia á l a v i l l a . U n mercado semanal.
Estudien el asunto, con l a d e t e n c i ó n que requiere,
e l A y u n t a m i e n t o , comercio y f uerzas vivas de l a
población, y v e r á n como, dando alguna ventaja a l
forastero, y no saliendo el t r i g u e r o á comprar, n i el
comerciante á vender á los pueblos limítrofes, es m á s
fácil de lo que parece l a r e a l i z a c i ó n de tan importante
mejora.
L a ocasión es m u y c r í t i c a y oportuna: i n a u g u rarse el mercado de Cevico de l a T o r r e , á l a vez que
empieza el siglo X X .
(59
C A P I T U L O VII
Sociedades benéficas, instructivas y de recreo.—
Escuelas públicas de 1 .a e n s e ñ a n z a .
Cevico de la T o r r e , de suyo sociable y benéfico,
no p o d í a menos de contagiarle con el e s p í r i t u m o r a l
y regenerador de las cajas de ahorros y sociedades
caritativas, que en los ú l t i m o s a ñ o s del siglo X I X h a
embargado el mundo y se h a apoderado de todas
las clases de l a sociedad; especialmente de l a tan sufrida, como honrada y m e r i t í s i m a clase obrera.
E l a ñ o 1882, y debido á l a iniciativa de D . B o n i facio M e r i n o , se f u n d ó en nuestro pueblo l a p r i m e r a
sociedad benéfico-económica de obreros titulada «La
C a r i d a d » . Sociedad débil como todas en u n p r m c i p i o
y que h o y cuenta con cerca de 70 socios, con u n buen
l o c a l propio y m á s de 3.000 pesetas de fondos.
V i e n d o los buenos resultados y los beneficios que
esta sociedad reportaba á los asociados en p a r t i c u l a r
y á l a v i l l a en general, el a ñ o 1896 aparecieron otras
dos semejantes tituladas: L a Caridad Agrícola de
Obreros l a una y Sociedad de Socorros Mutuos de Obreros l a otra; éstas como l a primera, tienen locales
propios y u n buen remanente de fondos en reserva.
— 70 —
Estas asociaciones producen excelentes y positivos
resultados bajo los puntos de vista moral, económico
y social; pues aparte de los dolores que m i t i g a n y de
las l á g r i m a s que enjugan, en ellas aprende el obrero
á ser sociable, á formar y constituir c o r p o r a c i ó n y á
conocer y respetar puestos y cargos.
P o r ellas comprede las ventajas del ahorro y los
milagros de l a economía; pues v é cómo, sin sentir, se
puede tener, no sólo u n consolador y suficiente remedio cuando l a enfermedad ó l a desgracia les i m p o sibilita para el trabajo, sinó que t a m b i é n los auxilios
de l a medicina y de l a farmacia; y lo que es m á s a ú n
los sufragios de l a Iglesia cuando sorprendidos p o r l a
parca muerte pasan de esta v i d a á l a otra.
L a s sociedades benéficas de Cevico de l a T o r r e ,
p o r sus fines, p o r l a regularidad de sus funciones y
p o r el orden que se observa en ellas, pudieran s e r v i r
de ejemplo y modelo á otras sociedades é instituciones m á s elevadas que h a y en l a g r a n sociedad u n i versal.
P a r a que estas sociedades llenaran el objeto que
se han propuesto, para que esa g r a n masa de obreros
disfrutara todas las ventajas de las asociaciones filant r ó p i c a s modernas, ú n i c a m e n t e falta una escuela de
artes y oficios que siendo i n s t r u c t i v a en los d í a s
laborables se c o n v i r t i e r a en recreativa los días festivos. U n a escuela, u n centro parecido á l a P r o p a ganda Católica de Palencia, donde se e n s e ñ a r a deleitando y donde el obrero, insensiblemente y con
gusto, fuera sustituyendo l a sociedad por l a taberna,
l a escuela p o r el cotarro. C o n u n poco de i n t e r é s y
de voluntad por parte de todos p o d r í a realizarse t a n
— 71 —
m o r a l y filantrópica obra que sería tanto m á s p l a u s i ble en esta época t a n sedienta de r e g e n e r a c i ó n .
Como sociedades instructivas y de recreo que en
•estos a ñ o s han florecido en nuestro pueblo, merece
mencionarse en p r i m e r l u g a r l a selecta sociedad
' d r a m á t i c a del teatro titulada « F l o r del V a l l e » , que
y a por medio de sus socios ó p o r c o m p a ñ í a s forasteras
nos han honrado y entretenido poniendo en escena
y a conmovedores y t r á g i c o s dramas, y a l í r i c a s y
•apasionadas zarzuelas, y a sociables comedias de costumbres, ó y a o b s e q u i á n d o n o s con elegantes y d i v e r tidos bailes.
E l Teatro, situado en l a p l a n t a baja del palacio de
los condes de O ñ a t e , ocupa con el escenario una extens i ó n de m á s de 90 metros cuadrados. L a sala de espect á c u l o s se compone de p l a n t a baja (butacas y plateas)
y p r i n c i p a l (galería y tertulia), con m á s de trescientas
localidades y adornada é i l u m i n a d a p o r una a r t í s t i c a
a r a ñ a central, E l escenario, separado de l a sala p o r
u n elegante y dórico arco proscenio, mide 16 metros
•cuadrados y cuenta con una completa y bien p i n t a d a
d e c o r a c i ó n de sala, cárcel, bosque y calle y u n p r e cioso t e l ó n de boca pintado a l óleo, donde campea,
•en medio de u n elegante parterre y frente á un.
grandioso teatro, l a e s t á t u a de l a comedia.
Como sociedades de recreo ocupa l u g a r preferente
«1 selecto y a r i s t ó c r a t a «Círculo de l a U n i ó n » fundado
« l a ñ o 1885 y que cuenta con 60 socios fundadores,
13 numerarios temporeros y 1 honorario.
E s t a sociedad ocupa en el piso p r i n c i p a l d e l
palacio del conde de O ñ a t e , u n amplio l o c a l compuesto
d e salón casino y sala de lectura. E l salón casino.
— 72 —
mide 72 metros cuadrados p o r 6 de altura, y el elegante mobiliario le componen grandes portiers, mesas
de m a r m o l y de juego, elegantes y mullidos divanes
y taburetes forrados de terciopelo carmesí, juegos de
l á m p a r a s e l é c t r i c a s y de p e t r ó l e o , u n reloj y u n
armario l i b r e r í a de nogal donde se hallan obras tan
recomendables como l a H i s t o r i a U n i v e r s a l de C é s a r
C a n t ú , l a de E s p a ñ a (edición ilustrada) de Lafuente,
E l Quijote, el Diccionario de l a L e n g u a , l a n o v í s i m a
H i s t o r i a c o n t e m p o r á n e a de E u r o p a , de Castelar, y
otras muchas obras científicas de utilidad y de recreo.
E s t a sociedad disfruta hace a ñ o s l a notable mejora
de los timbres eléctricos y cuenta para l a i n f o r m a c i ó n
d i a r i a de sus socios con los periódicos «El I m p a r c i a l » ,
« E l N o r t e de Castilla», « E l D i a r i o P a l e n t i n o » , « E l
D í a de Falencia» y «La C r ó n i c a de vinos y c e r e a l e s » ;
y para d i s t r a c c i ó n y recreo, con juegos de A j e d r é z ^
Damas, D o m i n ó y Baraja.
E n p r ó de la cultura, m o r a l i d a d é i l u s t r a c i ó n de
sus socios tenemos el gusto de consignar a q u í que en
e l «Círculo de lá Uijión» de Cevico de l a T o r r e no se
permite en absoluto j u g a r á los prohibidos; y que
sociedades como éstas h o n r a n y ponen m u y alto el
nombre del pueblo donde existen.
Con otra sociedad de recreo cuenta Cevico de la
T o r r e . Sociedad titulada «Círculo A g r í c o l a » fundada
«1 25 de F e b r e r o de 1896 con 75 socios fundadores y
17 numerarios. Ocupa u n local de l a casa de D . J o s é
M e t o , en el sitio m á s c é n t r i c o del pueblo, p l a z a de l a
C o n s t i t u c i ó n , y su mobiliario, aunque m á s modesto
que el del «Círculo de l a U n i ó n » llena cumplidamente
« 1 objeto á que se le destina.
— 73 —
Como l a anterior, esta sociedad, tiene p e r i ó dicos de i n f o r m a c i ó n y variados juegos legales y
recreativos.
Escuelas públicas de primera e n s e ñ a n z a . Ocioso
s e r á decir en este l i b r o , destinado á u n pueblo tan
culto y amante de l a e n s e ñ a n z a y educación de sus
hijos, l a inmensa y excepcional trascendencia m o r a l
y material que en l a sociedad humana tiene l a p r i m e r a educación, base de l a civilización, progreso y
engrandecimiento de los pueblos. N a v e segura del
hombre en el proceloso mar de las pasiones; b r ú j u l a
que le marca el derrotero que ha de seguir p a r a
l l e n a r debida y cumplidamente su santa misión en l a
t i e r r a ; y faro luminoso que le g u í a á seguro y eterno
puerto de salvación, ú n i c o fin para que ha sido
creado.
P e r m í t a s e n o s citar a q u í los primeros y ú l t i m o s
versos de una composición i n é d i t a del laureado y
c o n t e m p o r á n e o poeta D . M a n u e l del Palacio; versos
que creemos son de a l g u n a u t i l i d a d en estas circunstancias tan tristes p a r a l a P a t r i a , en que viene á
l a vida « E l L i b r o de Cevico de l a T o r r e » .
LA ESCUELA
L o dijo u n sabio y lo c a n t ó u n poeta
de quien nunca m o r i r á e l renombre
s u p r i m i d l a i n s t r u c c i ó n que lo completa
y h a b r é i s en breve suprimido a l hombre.
•—74 —
Y en justo premio de su afán constante
si á los Maestros p r o t e c c i ó n se debe;
que no vuelvan á ser u n solo instante
los m á r t i r e s del siglo diez y nueve.
M . DEL PALACIO.
Versos que, en pocas palabras, encierran pensamientos grandes; y en los que está plena y claramente
demostrada,la resolución del g r a n problema expuesto
en E s p a ñ a desde l a terrible c a t á s t r o f e de Santiago de
Cuba. L a r e g e n e r a c i ó n nacional. S i . . . L a s naciones,
mejor dicho las razas no se regeneran en u n día, en
una hora; tan ardua empresa se puede iniciar y
comenzar inmediatamente, pero necesita de algunos
a ñ o s para su completa r e a l i z a c i ó n . E s preciso que, si
queremos l a verdadera r e g e n e r a c i ó n de l a P a t r i a , tan
noble, tan abnegada, tan digna, tan valerosa y t a n
grande de pasados siglos, pensemos y fijemos los
ojos en esos m i l l a r e s de n i ñ o s que, en locales insanos
y en extremo a n t i - h i g i é n i c o s , reciben los primeros
principios y reglas sociables y científicas. F i j é m o n o s
sí, en esa j u v e n t u d que balbucea en los primeros
rudimentos del saber; en esa j u v e n t u d que ha de ser
l a E s p a ñ a del siglo X X , y en l a que acaso se esconda
l a futura idea que, removiendo los cimientos d e l
mundo, llene de inmarcesible y eterna gloria á nuestra
querida P a t r i a .
F i j é m o n o s t a m b i é n en esa clase m e r i t í s i m a que
con sus lecciones alumbra l a r a z ó n de nuestros hijos;
y hagamos todos porque desaparezca el ignominioso
b o r r ó n de los treinta y tantos millones de reales que
se deben al Magisterio e s p a ñ o l o de p r i m e r a ense-
— 75 —
ñ a n z a ; y de este modo: regenerando á los p e q u e ñ o s
llegaremos á conseguir l a ansiada r e g e n e r a c i ó n nacional.
C o m p r e n d i é n d o l o así nuestro querido pueblo,
sostiene, con los correspondientes y buenos locales y
casas para los profesores tres escuelas p ú b l i c a s (de
p á r v u l o s , n i ñ o s y n i ñ a s ) en cuyo sostenimiento
invierte 4.587í50 pesetas anuales, y á cuyo frente se
h a l l a n los competentes é ilustrados maestros d o ñ a
A g a p i t a R o s m u n d a M a r t í n e z , D.a D o m i n g a V á z q u e z
y D . Sandalio P é r e z A r i a s .
Con el m a y o r placer hacemos constar, p a r a h o n r a
y satisfacción de l a v i l l a en general y de su M u n i c i p i o ,
e n particular, que Cevico de l a T o r r e no solamente
tiene pagado cuanto le corresponde p o r i n s t r u c c i ó n
p ú b l i c a , sinó que es de los primeros pueblos de l a
provincia, en ingresar trimestralmente tan sagradas
obligaciones. Terminaremos el presente capitulo
dedicando una palabra y u n aplauso á l a escuela
p a r t i c u l a r de n i ñ o s que d i r i g e el vecino D . A n g e l
B a r r a s a : que imposibilitado p a r a e l trabajo corporal,
y con firme vocación se h a dedicado á l a penosa tarea
de l a e n s e ñ a n z a , donde á fuerza de trabajo y constanc i a l o g r a conseguir algunos resultados. Trabaja
cuanto puede; es lo ú n i c o que se puede p e d i r a l
hombre. Tiene vocación p o r l a e n s e ñ a n z a y quiere
á sus discípulos y á los maestros por lo que le damos
l a enhorabuena, las gracias y nos felicitamos de
ello.
77 —
C A P I T U L O VIH
Estudio crítico de Oevioo de la Torre bajo sus
diferentes aspectos religioso, político y social.—
Carácter de sus habitantes.
T a m a ñ a y atrevida empresa; ardua tarea es p a r a
Nosotros este c a p í t u l o c u y o extenso campo no po-demos abarcar y c u y o asunto, en extremo delicado,
no d e b i é r a m o s tocar á no h a b é r s e l o prometido á
nuestros lectores cuando ofrecimos p u b l i c a r este
modestísimo libro.
E l e p í g r a f e p o r si solo deja v e r claramente que,
p a r a plumas mejor cortadas que l a nuestra, p a r a
otros con mayores conocimientos y mejores condiciones c r í t i c a s y sociológicas que nosotros, a ú n
s e r í a pesado su desarrollo; así que no sabemos como
empezar, n i debemos en manera alguna hacerlo, sin
antes p e d i r á nuestros queridos convecinos y amables
lectores nos dispensen el atrevimiento, debido, sin
duda á nuestra ignorancia, que hemos tenido al
determinarnos á ello.
D e s p u é s del anterior p r e á m b u l o nos s e r á dable
poder entrar de lleno en materia, exponiendo: que
Cevico de l a T o r r e es eminentemente religioso, sinceramente p o l í t i c o y altamente social.
— 78 —
E s eminentemente religioso; sí. P a r a convencerse
de ello basta con ver sus iglesias, materialmente
llenas de feligreses, durante los oficios divinos en los
d í a s festivos; con ojear l a lista del cumplimiento
pascual, contar el n ú m e r o de cofradías, las funciones
religiosas que se celebran, l a devoción que se tiene á
muchos Santos y e l esmero con que se cuidan las
i m á g e n e s , etc., etc.
E n Cevico se celebra misa m a y o r cantada (con
ó r g a n o cuando l a L i t u r g i a lo permite) todos los d í a s
d e l a ñ o ; v í s p e r a s cantadas y rosario todos los domingos y días festivos, y solemnes las v í s p e r a s y d í a s
que l a E p a c t a señala de p r i m e r a clase. H a y ó se reza
a s í mismo e l rosario todos los días del mes de M a y o
(con flores) de Octubre y de l a Cuaresma.
E x i s t e n las cofradías ó sociedades religiosas de e l
S a n t í s i m o , de Nuestra S e ñ o r a del Rasedo ó del
Monte, de las A n i m a s , del Sagrado C o r a z ó n de J e s ú s ,
y Apostolado de l a Oración, de Nuestra S e ñ o r a l a
Blanca, de l a P u r í s i m a Concepción y de San J o s é ;
c e l e b r á n d o s e solemnes funciones, a d e m á s de las generales en días de precepto, los días de San M a r t í n , (11
y 12 de Noviembre); el martes de l e t a n í a s en l a
e r m i t a del Monte; el 8 de Diciembre l a función de l a
P u r í s i m a ; el patrocinio de San J o s é , tercer domingo
d e s p u é s de Pascua de R e s u r r e c c i ó n ; dos funciones a l
a ñ o al C o r a z ó n de J e s ú s ; una á Nuestra S e ñ o r a l a
B l a n c a y el día de Santa A n a en su ermita.
E s m u y posible, casi seguro, que en el pueblo no
h a y a uno siquiera de sus habitantes que deje de
c u m p l i r por l a Pascua e l santo precepto que l a
Iglesia nos impone.
- 79 —
P a r a comprender y poder calcular el e s p í r i t u
religioso de Cevico de l a T o r r e , es preciso v e r las
procesiones en que débiles criaturas, i'obustos j ó v e n e s
y encanecidos ancianos, despojándose de las ropas que
m á s los impedimentan, colócanse frente á su santo
(como ellos dicen) y comienzan á danzar con aquella
fé tan p u r a y aquella v o l u n t a d tan libre, hasta que
b a ñ a d o s en sudor y rendidos de fatiga, dando u n
frenétice «viva» á l a sagrada imagen, se quedan
completamente llenos de religiosa satisfacción.
E s necesario estudiar la fé que los c e v i q u e ñ o s
tenemos y l a v e n e r a c i ó n que rendimos á l a imagen
de Nuestra S e ñ o r a del Easedo. A ella nos encomendamos en todas nuestras tribulaciones y peligros; á
ella acudimos en todas nuestras necesidades y á ella
ofrecemos nuestras a l e g r í a s , goces y satisfacciones.
P o r ú l t i m o diremos, con l a sinceridad y convinción del que ha estudiadado p o r m á s de 20 a ñ o s el
c a r á c t e r religioso de Cevico de l a T o r r e , que e l
m a y o r insulto, l a m a y o r ofensa que se pudiera hacer
á cualquiera de sus hijos s e r í a el decirles que no
eran religiosos; que no eran católicos.
Cevico de l a T o r r e es sinceramente político. N o
nos ha de costar g r a n trabajo e l poder probar este
aserto. Nuestro pueblo, durante el ú l t i m o tercio del
siglo actual ha sufrido las trasformaciones, ha pasado
p o r las vicisitudes de l a p o l í t i c a europea p a r t i c u l a r mente de l a e s p a ñ o l a . Cevico de l a T o r r e ha sido uno
de los pueblos que, por su sinceridad política, ha
sufrido las tristes consecuencias del especial modo de
hacerse y comprenderse esta en las poblaciones
p e q u e ñ a s , escarmentando, como suele decirse, en
cabeza propia.
— 80 —
E x p l o t a n d o l a sinceridad p o l í t i c a de Cevico se
l o g r ó colocar al pueblo en una situación tristemente
excepcional, en la (pie, por pertenecer á diferente
bando político, no se hablaban los hijos con los padres,
se insultaban y v e n í a n á las manos unos hermanos
con otros; y si esto pasaba entre personas unidas p o r
los v í n c u l o s de l a sangre, ¿qué s u c e d e r í a entre los
ajenos y m á s si estos acaudillaban algunos de los
diferentes bandos?...
Triste es recordarlo; triste es consignarlo con
letras de molde, pero es l a verdad y como t a l debe
figurar en «El L i b r o de Cevico de l a T o r r e » para que,
si nosotros escarmentamos en cabeza propia, aprendan
y escarmienten nuestros hijos en l a ajena.
P o r l a malhadada política fueron muchos de
nuestros queridos convecinos á l a cárcel, por l a política perdieron algunos l a vida, muchos los intereses
y todos l a tranquilidad. Torrentes de oro salieron en
pocos a ñ o s de tan sufrido pueblo, llegando á hacerse
tristemente célebre una frase que, en cierta ocasión y
con motivo de i r los de Cevico á prestar d e c l a r a c i ó n
a l juzgado, contestaron los de B a l t a n á s , a l o i r quejarse del m a l camino que h a b í a : «Con el dinero que
gasta Cevico en el juzgado de i n s t r u c c i ó n podía hacer
hasta B a l t a n á s una carretera de plata.»
Afortunadamente, y debido á l a sinceridad p o l í tica de nuestro pueblo, pasó aquella turbulenta y triste
é p o c a y con el d e s e n g a ñ o vino á Cevico l a ansiada
tranquilidad. L o s partidos políticos se debilitaron,
faltos de fé perdieron las pocas fuerzas y e n e r g í a s
que los quedaban y u n i é n d o s e todos sus individuos
formaron u n solo partido. E l g r a n partido del pueblo.
— 81 —
Quiera Dios que Cevico de La T o r r e , nuestro
amado pueblo, j a m á s conozca otro y si alguna vez,
queridos convecinos, tenéis necesidad de dar vuestros
sufragios á individuos que representen opuestas
ideas políticas, usad de vuestra sinceridad electoral,
i d á dar vuestro voto; mas si el d í a anterior comisteis
juntos, a l siguiente, d e s p u é s de l a elección, comed y
•dormid en c o m p a ñ í a y no os a c o r d é i s m á s que de
vuestro pueblo, de vuestros intereses, y de vuestro
bienestar y e l de vuestros hijos.
E n cambio, y debido á l a p o l í t i c a , nuestro pueblo
h a tenido casi siempre u n hijo que le represente en
l a Comisión p r o v i n c i a l y muchas veces en Cortes;
llegando en una ocasión á ser á l a vez de Cevico de
l a T o r r e el Senador de l a provincia, el Diputado á
Cortes del distrito y e l Presidente de l a D i p u t a c i ó n
p r o v i n c i a l . H o y son de nuestro pueblo el Senador de
l a provincia, anciano y respetable S r . D . Fernando
Monedero y el j o v e n y batallador diputado p r o v i n c i a l D . P r ó c u l o H e r r e r o Ibarlucea.
Cevico de l a T o r r e es altamente social. N o dehemos nosotros probar esta afirmación p o r ser, como
suele decirse, de l a casa. L a modestia nos lo impide
y por nosotros deben hacerlo los buenos y no menos
sociables pueblos circunvecinos, por ser ellos quien
m á s de cerca nos conocen; como así mismo los ilustres
y distinguidos h u é s p e d e s que en muchas ocasiones
han visitado este hidalgo y hospitalario pueblo.
E m p e r o creemos que nuestro objeto e s t á plenamente
conseguido con saber que en u n pueblo que no l l e g a
á 3.0(X) almas existen m á s de doce nutridas sociedades
religiosas, benéficas, de i l u s t r a c i ó n y de recreo.
— 82
VA c a r á c t e r do los habitantes de Cevico do l a
T o r r e es el c a r á c t e r del castellano viejo, mejor dicho'
el c a r á c t e r propio y natural del C e r r a t e ñ o , qne tiene
c o n a q n é l alguna aunque p e q u e ñ a diferencia.
D u r o a l p r i m e r golpe de vista, se convierte inmediatamente que se le trata, en s i m p á t i c o y en e x t r e m o
agradable. E s noble, franco, sincero, generoso, compasivo y extremadamente p a t r i ó t i c o . E n el c e v i q u e ñ a
no se busquen afectaciones, h i p r o c r e s í a s ó ridiculeces,,
todo en él es seriedad y c o r a z ó n .
C a r á c t e r extremadamente p a t r i ó t i c o , como lo h a
probado en las recientes desgracias que afligieron á
E s p a ñ a . S i con gusto y entusiasmo despidió á sus
hijos cuando los v i ó marchar á las guerras coloniales
que sosteníamos; con amor y compasión los recibió a l
v o l v e r aquéllos (no todos) enfermos y tristes, en cuyos
semblantes se veía l a amargura de l a humillación, sin
haber tenido el placer de l a pelea. V e n í a n humillados,
no vencidos... Día grande para Cevico de l a T o r r e el
25 de A b r i l de 1898 en que u n sacerdote, p r o c l a mando las glorias de E s p a ñ a y l a triste y c r í t i c a
s i t u a c i ó n en que se hallaba entonces, expone con las
l á g r i m a s en los ojos y l a sinceridad en el c o r a z ó n que
e s t á dispuesto á vender sus ropas para dar á l a p a t r i a
u n fusil, y ese pueblo digno de t a l p á r r o c o se arroja
á l a calle en postulante manifestación p a t r i ó t i c a y r e cauda en pocas horas m á s de 3.500 pesetas, en medio
de escenas t a n conmovedoras como las que ofrecía e l
mendigo dando los pocos c é n t i m o s que por Dios h a b í a
pedido y obtenido, y mientras esto sucedía en Cevico,..
a l l á lejos, en Orán, u n hijo del pueblo, Toribio C a l zada L ó p e z , daba á l a madre patria 10.000 pesetas.
— 83 —
Pueblo querido: cuando así te veo l á g r i m a s
afluyen á mis ojos y considero lo que h a r í a s en
aquellos primeros a ñ o s del siglo, cuando viste hollado
el sagrado suelo de l a p a t r i a p o r l a inmunda planta
del extranjero y seriamente amenazada t u l i b e r t a d é
independencia. Pueblos así necesitan poco para regenerarse.
Debido á l a hospitalidad y d e m á s buenas condiciones del c a r á c t e r c e v i q u e ñ o , podemos decir, sin
temor de equivocarnos, que: el que visita una vez tan
hidalgo pueblo, lleva de él una g r a t í s i m a i m p r e s i ó n
y el deseo de repetir l a visita. Muchas de estas le h a n
honrado sobremanera, pues ha tenido (sin c a r á c t e r
oficial, las de obispos, generales, gobernadores, d i p u tados, etc., etc. Visitas que, aparte de ser repetidas
muchas de ellas, se ha conocido siempre que las
ilustres personalidades que t u v i e r o n t a l honor, salier o n y quedaron satisfechas, fueron agradecidos á u n
pueblo que, sinó los h o s p e d ó cual m e r e c í a n , los dió
cuanto t e n í a : su c o r a z ó n y su pobreza.
-
85 —
TERCERA PARTE
c a p i t u l o
m
Liseras nociones de H e r á l d i c a . — A n t i g u a s familias
ilustres de nuestro pueblo y blasones que ostentan.
—Hijos de Oevico de la Torre adornados de t í t u l o s
de nobleza, a c a d é m i c o s y científicos.—Autoridades
locales.
H e r á l d i c a es l a ciencia del blasón p o r l a c u a l se
e x p l i c a n y describen los escudos de armas, de linajes,
ciudades y personas. B l a s ó n procede de l a p a l a b r a
alemana Blasen, blasonar, hacer o s t e n t a c i ó n , sonar él
cuerno. Cuando u n caballero se presentaba en el
torneo, e l heraldo sonaba el cuerno y proclamaba e l
escudo d e l mantenedor de l a l i z a y sus armas que
s e r v í a n p a r a reconocer a l jefe en u n combate. H a y en
h e r á l d i c a siete colores (cinco esmaltes y dos metales).
U n escudo comprende nueve puntos ó posiciones de
las figuras; l a parte superior se l l a m a jefe y l a inferior
p u n t a ; los lados se denominan diestro y siniestro. E s
simple cuando presenta u n solo esmalte ó color, y
compuesto, llamado t a m b i é n partido, cuando presenta
varios esmaltes. L a s líneas de división se l l a m a n
particiones; combinadas é s t a s se tiene el acuartelado,
e l de aspa de S a n A n d r é s y e l jironado.
— 86 —
De estas particiones han salido las piezas ó figuras
de p r i m e r orden; en los atributos de las piezas, distintas figuras recargan el escudo y lo cubren p o r
entero ó en parte. L a s piezas del escudo son animales,
estrellas, árboles, etc., que se dividen en figuras
naturales, artificiales y q u i m é r i c a s .
E l sol se l l a m a en su gloria, levante, poniente y
eclipsado. E l león e s t á rampante, apoyado sobre las
patas posteriores; pasante, en a d e m á n de andar; de
muestra, cuando está echado sobre el vientre; contorneado, si está vuelto á l a siniestra del escudo;
naciente, si parece salir de o t r a pieza del escudo y
solo presenta l a cabeza; coronado, cuando tiene u n a
corona sobre l a cabeza; moneé, sin garras n i lengua;
p o r ú l t i m o , se llama t a m b i é n hendido, dragonado,
monstruoso, decapitado, etc. E l león en los escudos
e s t á siempre de perfil, y si no tiene melena se l l a m a
leona; cuando dos leones se m i r a n se llaman afrontados; respaldados cuando no. L o s á r b o l e s en los
escudos son ecotados cuando solo presenta el tronco
que tiene m u ñ o n e s de ramas cortadas; escamondados
y arrancados.
E l á g u i l a generalmente está de frente, las alas
desplegadas (explayadas), l a cabeza mirando á u n
lado, en c u y o caso se l l a m a contorneada; cuando
tiene dos cabezas, bicéfala: cuando e s t á n reunidas
aguiluchos; cuando carecen de pico y de pies, teniendo
el vuelo bajo y en cierto n ú m e r o , se llaman aleriones.
L a m i r l e t a es u n pajarito de perfil con las alas
cerradas, sin pico n i pies.
L a pieza p r i n c i p a l de las armas es el escudo; las
accesorias son el timbre, insignia que se coloca sobre
— 87 —
« I escudo de armas para d i s t i n g u i r los grados de
nobleza: tales corno l a t i a r a papal, el capelo de los
-cardenales, las cruces, las coronas y los cascos. E l
pahellón es el manto de a r m i ñ o que envuelve e l
escudo de armas. L o s tenantes, figuras de hombres,
de ángeles, etc., que parecen sostener el escudo,
pueden ser reemplazados p o r soportes, animales ó
seres q u i m é r i c o s . L a divisa, es una figura e m b l e m á t i c a
•con a l g ú n lema ó sentencia breve; está inscrita sobre
xma banderola ó listel debajo del escudo.
E l escudo toma distintas formas y nombres, entre
otros se distinguen el P e n d ó n , Adarga, Pelta, S a u m i ta, Oval, Losange, Sesgado y T r i a n g u l a r . E l escudo
Saumita, que forma un c u a d r i l á t e r o de siete partes
d e largo por ocho de alto, redondeado en los á n g u l o s
inferiores y terminado en p u n t a á l a m i t a d de su
base, es el escudo o r d i n a r i o . E l Losange ú Oval es e l
•que m á s comunmente usaban y usan las damas
nobles.
Tales son los rudimentos de l a lengua h e r á l d i c a ,
que un eminente publicista ha calificado «la m á s rica,
l a m á s difícil de todas; una lengua rigurosa y m a g n í fica.»
Las familias m á s ilustres, antiguas y nobles de
nuestro pueblo, d e s p u é s de l a del conde y s e ñ o r de
Cevico de l a T o r r e , fueron y son, entre otras, las de
los A g u i r r e s , Monederos, Salas y Nietos, familias
que en antiguos pergaminos guardan las preciadas
requisitorias de su nobleza, y donde ostentan en escudos h e r á l d i c a s , sus prerrogativas, t í t u l o s y blasones.
Tres son los escudos que repx-esentan l a nobleza y
p r i v i l e g i o s del s e ñ o r de Cevico de l a T o r r e , conde d©
O ñ a t e . U n escudo Saumita acuartelado, con fondo
gules (rojo) y adornado con dos castillos y dos leones,,
(escudo general de E s p a ñ a ) ; otro de l a misma f o r m a
y fondo, sembrado de monedas blancas que atestigua
e l p r i v i l e g i o que, como otros muchos señores, tuvo>
aquel noble, de poder a c u ñ a r moneda en su señorío,y por ú l t i m o : encima del arco gótico que sirve de
entrada p r i n c i p a l a l palacio, se vé otro escudo de
forma y esmalte i g u a l á los anteriores, partido en
banda y que, con los otros, completa y demuestra los
muchos y variados t í t u l o s de nobleza con que estaba
adornado aquel s e ñ o r que bajo su p r o t e c c i ó n y poder
se fundó y a c r e c e n t ó nuestro amado pueblo.
E l escudo de los A g u i r r e s , labrado en piedra, se
v é en l a fachada de l a casa n ú m e r o 14 de l a calle del
Mercado, propiedad h o y de D . V í c t o r A l b a . E s de
forma Saumita, partido y l l e v a p o r timbre casco
entero, cerrado y empenachado. E n el lado d i e s t r a
u n a z o r r a y u n á r b o l escamondado simbolizan l a
astucia y sagacidad que se r e c o n o c í a en sus s e ñ o r e s :
d u e ñ o s y conocedores de terrenos, como el nuestro,,
montuosos. E n el lado siniestro se v é l a c r u z de
C a l a t r a v a , y en los á n g u l o s que forman sus brazos,
cuatro conchas denotan que su d u e ñ o , comendador ó
caballero de aquella m i l i t a r orden e s p a ñ o l a ó a l g u n o
de sus ascendientes, se h a l l a r o n en l a batalla m á s
memorable del principio de l a reconquista, en l a
c é l e b r e batalla de Clavijo (844).
E l escudo de los Monederos es de forma saumita^
partido, con casco entero, cerrado y empenachadoE n el lado diestro lleva una leona rampante, y m á s
a r r i b a , sobre fondo rojo, una estrella; en el siniestro
— 89 —
u n león rampante y coronado se halla afrontado á l a
leona del lado diestro. Sabido es que el león s i m b o l i za l a fuerza y l a nobleza y cuando es coronado representa t a m b i é n l a majestad. Cualidades que se
hubieron de reconocer notablemente en los Monederos de nuestro pueblo para concederles poder usar
t a l distintivo en sus escudos. L a estrella, que, s e g ú n
algunos tratadistas de h e r á l d i c a , significa b a s t a r d í a ,
las m á s de las veces significa fortuna y buena suerte;
aunque a q u í bien pudiera denotar que alguno de sus
individuos perteneciera á l a orden de c a b a l l e r í a de l a
E s t r e l l a que el r e y J u a n i n s t i t u y ó en F r a n c i a , ó á l a
orden de l a E s t r e l l a polar, t a m b i é n de c a b a l l e r í a que
Federico I i n s t i t u y ó en Suecia en 1760.
Este escudo labrado en piedra y perfectamente
conservado, se halla sobre l a puerta de l a casa de
D . Fernando Monedero, h o y p r i m e r representante de
tan noble é ilustre familia.
E l escudo de los Salas, labrado en piedra, adorna
l a fachada de l a casa n ú m e r o 3, de l a moderna calle
de S a n M a r t í n , propiedad de D . P r ó c u l o H e r r e r o ,
descendiente de tan ilustre familia. E s de forma o v a l
cerrado p o r una banda sembrada de ñ o r e s de L i s ,
con casco entero, empenachado, y en su centro campea u n león rampante coronado, colgando de l a base
de su punta l a G r a n C r u z de S a n Fernando.
Habiendo y a manifestado, (al r e s e ñ a r el escudo
de los Monederos) lo que generalmente representa e l
l e ó n coronado en los escudos h e r á l d i c o s , y que en é s t o
constituye l a pieza p r i n c i p a l , pasaremos á t r a t a r de
l a F l o r de L i s que l l e v a en su banda c i r c u l a r .
Tres son las ó r d e n e s de c a b a l l e r í a que ostentan
este signo y llevan el nombre de « F l o r de L i s » . L a
— 90 —
p r i m e r a l a i n s t i t u y ó el R e y de N a v a r r a D . G a r c í a el
a ñ o 1018; l a segunda el P a p a Paulo I I I en 1598, y l a
tercera fué creada por L u i s X V I T I de F r a n c i a el a ñ o
1816. A una de estas ó r d e n e s de caballería, probablemente á l a instituíila por el R e y de N a v a r r a , p o r ser
genuinamente e s p a ñ o l a p e r t e n e c i ó uno de los Salas
de Cevico de l a T o r r e , dando con ésto renombre y
nobleza á su pueblo, familia y apellido.
P o r ú l t i m o , l a C r u z de S a n Fernando, que cuelga
d e l escudo de los Salas, denota que t a m b i é n pertenec i e r o n á l a orden m i l i t a r instituida por las Cortes esp a ñ o l a s de 1811 durante l a cautividad de F e r n a n do V I I en Valencey; y prueba que aquéllos no
permanecieron ociosos n i presenciaron i m p á v i d o s l a
g r a n epopeya de l a independencia española; puesto
que aquella Orden y aquella C r u z se destinaron á
premiar servicios heróicos y eminentes, a d j u d i c á n dose sólo (particularmente entonces) en v i r t u d de
escrupuloso juicio contradictorio.
E l escudo h e r á l d i c o de los Nietos de Cevico de l a
T o r r e , que labrado en piedra embellece l a casa d e l
p r i m e r representante h o y de tan ilustre familia d o n
J o s é Nieto, en l a calle del A r r a b a l , es de l a misma
forma y presenta los mismos atributos ó piezas que
el de los Salas; por lo tanto queda dicho para é s t e
cuanto expusimos a l t r a t a r de aquél.
Como complemento a l LIBKO DE CEVICO DE LA TOERE, particularmente á lo que llevamos expuesto en
este c a p í t u l o , cual es: poner de relieve presentar
cuantos t í t u l o s y nombres ennoblezcan y manifiesten
l a importancia de nuestro pueblo; y l a c u l t u r a , i l u s t r a c i ó n y abolengo de sus hijos, nos permitimos (con.
— 91 —
s u venia) estampar en estas p á g i n a s los nombres de
a q u é l l o s que, nacidos en l a c e r r a t e ñ a v i l l a , hijos ó
c ó n y u g e s de c e v i q u e ñ o s ó vecinos de l a misma, dan
realce, honor y g l o r i a al pueblo por el cual y p a r a e l
cual escribimos este m o d e s t í s i m o l i b r o .
E x c m a . Sra. D.a E d u v i g i s S á n z Monedero, V i z condesa de Villandrando; E x c m a . S r a . D.a Dolores
M a r t í n G i l , viuda de Monedero, E x c m o . S r . D . F e r nando Monedero, Senador del reino y exdiputado;
Sres. D . A n t o n i o y D . Santiago Monedero M a r t í n ,
abogados; S r . D . Santos Cuadros de Medina, P r e s i dente de l a D i p u t a c i ó n p r o v i n c i a l (casado con l a señ o r i t a de Salas;) D . P r ó c u l o H e r r e r o Ibarlucea, abogado y diputado p r o v i n c i a l ; D . J o s é Nieto M o z o ,
abogado y exdiputado; D . Isidoro Coloma Quevedo,
J u e z de i n s t r u c c i ó n en Tordesillas, abogado y p e r i o dista; D . Eusebio Inojal, abogado y notario en E s guevillas; D . E m i l i o A g u i r r e , abogado; D . P a b l o
Salas Quevedo, abogado; D . M a n u e l Z a m o r a , abogado y p r o c u r a d o r de los Tribunales en V a l l a d o l i d ; don
J u l i á n A l b a Moratinos, abogado; D . M a r i a n o Trejo
R o d r í g u e z , abogado; D . A b e l a r d o R o d r í g u e z Salas,
abogado bu B a l t a n á s ; D . J e s ú s R u b i o Coloma, abogado; F r a y Vicente Z a m o r a F e r n á n d e z y F r a y Mateo
A t i e n z a Mrmtoya, Padres Franciscanos repatriados
de Filipinas; L i c d o . D . J a c i n t o C a b e z ó n y Ramos,
p á r r o c o de Villalobón; D . Bonifacio A l o n s o E s p i n o ,
sacerdote en Gijón; D . Grumersindo Blanco L ó p e z ,
p á r r o c o en V e l l i z a ; D . Vicente L ó p e z H e r r e r a , cape^
Uán del H o s p i t a l de E s g u e v a (Valladolid;) D . T i b u r cio Calzada Cantera, c a p e l l á n del ejército; D . P e d r o
Z a n R u i p é r e z , p á r r o c o en L a Salceda; D . V i c t o r i a n o
— 92 —
Calzada, ecónomo en V i l l a v i u d a s ; D . Pablo L ó p e z
Monedero, coadjutor en Dueñas; D . A n g e l Gallego
M u ñ o z , p r e s b í t e r o en A m é r i c a ; D . E m i l i o S á n z T r e jo, subdiácono; D . Modesto Coloma Palenzuela, maestro de obras, agrimensor y jefe de vía y obras del
f e r r o c a r r i l de V a l l a d o l i d á Eioseco; D . M i g u e l S á n z
Trejo, f a r m a c é u t i c o y presidente del C í r c u l o de la
U n i ó n ; D . P e d r o C h a c ó n Que vedo, f a r m a c é u t i c o , don
M a r t í n R o d r í g u e z , f a r m a c é u t i c o en Cevico Navero;
D . M a r t í n C h a c ó n Chacón, f a r m a c é u t i c o en P a l e n zuela; D . A n d r é s S á n z , f a r m a c é u t i c o en Tariego;
D . J o s é Chato P é r e z , médico en V i l l a c o , D . Gaspar
M e r i n o , m é d i c o en Soto de Cerrato; D . Octavio O r d u ñ a Ovejero, médico en San M a r t í n de V a l v e n í ;
D . Mariano Chato P é r e z , médico; D . T o m á s L ó p e z
E, ey, médico en Cevico y casado con l a s e ñ o r a de
Cuervo; D . Segundo Pablo Escribano, médico en
Cevico y casado con l a s e ñ o r a de A l b a ; D , Pedro P a dillo, médico en Cevico Navero y casado con l a s e ñ o r i t a Chacón; D . D a r í o Nieto, médico militar; D.a V i c r i a C a r r i ó n Rivas, maestra de l.3, e n s e ñ a n z a en
Mazariegos; D.a L u c i a C a r r i ó n Rivas, maestro de
l.8, e n s e ñ a n z a en Itero de l a V e g a ; D.a Demetria A l b a
Quevedo, maestra de i n s t r u c c i ó n p r i m a r i a en H o r n i llos de Cerrato; D.a D o m i n g a V á z q u e z , de Z a m o r a
maestra de i n s t r u c c i ó n p r i m a r i a en Cevico; D.a P i l a r
U r i b e de l a C a l , de Mena, maestra en Cubillas de
Cerrato; D . Leopoldo Calleja, maestro de 1.a enseñ a n z a en Pinzales; D . R u p e r t o Medina A l o n s o , maestro de Portugalete; D . A r t u r o B a r r a s a B u g e d o ,
maestro en Oteros de Boedo; D . A n t o n i o Seco Zamo*
r a , D . Cesáreo Z a m o r a ; D . F e l i p e A l b a Quevedo y
— 93 —
D . Basilio Barrasa, Bugedo, profesores de i n s t r u c c i ó n
p r i m a r i a ; D . M a t í a s Mena y Zamora, maestro de
V i l l a l o b ó n ; D . Mariano M e r i n o A l b a , veterinario;
D . Nicolás Corada, veterinario en H é r m e d e s , don
J u l i á n Ocasar, veterinario en V i l l a c o , D . P a u l i n o
M a r t í n e z , veterinario en Cevico y casado con l a señ o r a de Cuervo; D . Isidro Ortega, c a p i t á n retirado;
D . Francisco M o z o , p r i m e r teniente repatriado de
Cuba; D . Daniel P é r e z , segundo teniente repatriado;
D . Nicolás Poncio, jefe de E s t a c i ó n ; D . V í c t o r Bujedo,
Salas, oficial 1.° de t e l é g r a f o s . Deben figurar asi
mismo en esta r e l a c i ó n los estudiantes D . P r ó c u l o
M a r t í n e z Cuervo y D . Francisco R u i p é r e z R i o v e l l o ,
teólogos; D . Sofero Lobete Duque, D . F i d e l M a r t í nez C u e r v o y D . Santiago Coloma A l b a , estudiantes
de Medicina; D . M a r t í n Puertas C h a c ó n y D . A d o l fo Escribano A l b a , estudiantes de F a r m a c i a , etc., etc.
P o r ú l t i m o , consignaremos gustosos y con o r g u l l o , los nombres de a q u é l l o s tan dignos representantes (en l a actualidad) de Cevico de l a T o r r e , D . V í c t o r
A l b a M e r i n o , A l c a l d e constitucional; D . F e l i p e R u i z
Mozo, J u e z municipal; D . J o a q u í n A b a d A r a g ó n ,
P á r r o c o D . J u l i á n A l b a Moratinos, Secretario del
A y u n t a m i e n t o , y D . C r u z Puertas, Secretario del
J u z g a d o y Registro c i v i l .
95
CAPITULO X
Aspecto general de la villa exterior é interiormente.
—Costumbres y funciones populares.
L a v i l l a de Cevico de l a T o r r e presenta m u y
varios y distintos aspectos exteriores s e g ú n l a parte
ó sitio desde donde se l a m i r e y observe. C i r c u i d a ,
casi por completo, de elevadas y p r ó x i m a s cuestas,
se l a puede observar perfectamente y á vista de p á j a r o desde las preeminencias del Castillo y de l a
C u e v a grande; nos permite contemplarla de perfil
desde sus costados levante y poniente (camino de
V e r t a b i l l o y A l b a p o r u n lado, y de Falencia y D u e ñ a s por el otro) y su vista es m á s completa y agradable desde l a vertiente del camino de Cabillas ó desde
l a ermita del Monte. Desde estos puntos se divisa u n
delicioso y extenso penorama, d e s t a c á n d o s e en el cent r o de tan vistoso cuadro el pueblo de Cevico de l a
T o r r e , semejando con sus m ú l t i p l e s y a p i ñ a d a s casas,
una apretada y a r t í s t i c a p i ñ a exijo mango le forma l a magestuosa y amplia mole de l a iglesia
— 96 —
p a r r a q u i a l que. con su elevada y airosa torre, se levanta en el centro de la v i l l a ; á sus extremos ó parte
m á s ancha campean y llaman l a atención, tanto
p o r su agradable conjunto y colorido, como p o r sus
gigantescas proporciones, dos edificios modernos que
son: el de l a i z q u i e r d a ó del O. E . , el nuevo asilo de
San Pedro y Santa J u l i a n a , fundado recientemente
p o r el malogrado capitalista don Pedro Monedero
M a r t í n ; y el de l a derecha ó del E . el moderno y
á m p l i o edificio vinícola de D . J o s é Nieto Mozo, edificio que bajo l a d i r e c c i ó n é iniciativa de su d u e ñ o reune el t r i p l e c a r á c t e r de suntuoso palacio, a r t í s t i c o
hotel y granja a g r í c o l a . L o s tres populosos barrios de
chozas y l a extensa barriada de bodegas y lagares,
cual vaporosas y gruesas nubes, parecen envolver á
\ l a v i l l a ; y á sus pie3, cual r e p t i l que se esconde en
l a maleza, serpentea entre vistoso arbolado el a r r o y o
Maderano, como queriendo roer los cimientos de Cev i c o . Digno marco de este cuadro le forman a l N . el
azulado espacio que cercano horizonte l i m i t a con los
escalonados cerros de el Cotarro de l a H o r c a , el Cast i l l o y l a Cueva grande; a l S. l a vistosa vega l i m i t a d a
p o r el oscura verdor de u n tan dilatado como lozano
v i ñ e d o ; al E . como avanzada y e s t r a t é g i c a fortaleza,
se divisa C a s t r i l l o de Onielo (pequeño campamento de
úñelo) a n t i q u í s i m o pueblo, de cuyas murallas t o d a v í a
conserva p e q u e ñ o s trozos y u n sólido arco de entrada, y en donde se admira su iglesia construida en
diferentes épocas y con distintos ó r d e n e s , pues mientras l a puerta y centro de l a fachada del poniente
es de c o n s t r u c c i ó n romana, l a puerta p r i n c i p a l ó del
s u r es g ó t i c a , el ábside de precioso estilo ojival y l a
— 97 —
t o r r e de giisto romano toscano; a l oeste, y formando
pendant con el anterior, se contempla l a h i s t ó r i c a é
importante v i l l a de D u e ñ a s , hermanada siempre con
devico, pues y a en el a ñ o 911 el abad Obeco benedictino de S a n Isidro de D u e ñ a s , t e n í a el derecho de administrar el batitismo en Cevico de l a T o r r e , derecho
•que dió á l a comunidad el r e y de L e ó n D . G a r c í a .
D u e ñ a s conserva entre otras construcciones y obras
de m é r i t o l a hermosa p a r r o q u i a de Santa M a r í a , obra
del siglo X I I I , con restos románico-ojivales, y en
donde son de admirar l a rica sillería del coro, u n
precioso retablo g ó t i c o en su altar mayor, los sepul« r o s de los V á z q u e z de A c u ñ a , condes de B u e n d í a ,
e t c é t e r a , etc. D u e ñ a s , donde los L a r a s y los Cerdas
se aliaron en 1300 contra l a regencia, que en 1534
sirvió de retiro á D.a J u a n a de Castro, mujer de don
Pedro, estancia de los R e y e s Católicos, donde nació
D.a Isabel de P o r t u g a l , c e l e b r ó su matrimonio don
Fernando V , y donde se f u n d ó l a « S a n t a H e r m a n d a d
de Castilla», debió ser l a p r i m i t i v a « E l d a n a » que
Tolomeo cita en este t e r r i t o r i o .
P a r a podernos formar u n a idea del aspecto inter i o r de l a v i l l a consideraremos su p e r í m e t r o como
un elipse cuyos l í m i t e s forman las calles de San M i guel, P a r r a s y carretera de c i r c u n v a l a c i ó n y c u y o
eje central ó m a y o r le constituyen l a calle del T i n t o ,
plazas de las Tercias y de l a Olma, calle del M e r cado, p l a z a de Santa A n a y calle de D . P e d r o M o nedero.
E n t r a n d o por l a p r i m e r a de éstas, ó sea p o r l a del
T i n t o , calle que no tiene m á s que una acera de casas
pues l a otra es de bodegas y lagares, se llega m u y
.
— 98 —
p r o n t o á l a espaciosa y llana plaza de las Tercias--donde se hallan formando esquina con l a calle de San
M i g u e l , las nuevas casas de los s e ñ o r e s M a r t í n e z y
V é l e z , edificadas en el mismo sitio y sobre los c i m i e n tos de lo que fueron lagares y paneras del Clero,,
donde se acumulaban los granos y vinos de los diezmos; frente á estas casas se levanta l a elegante v i v i e n d a que fué de D . J o a q u í n Monedero, en c u y a
fachada se ven molduras y cornisas dóricas. E n esta
p l a z a afluyen, a d e m á s de las calles que hemos citado
d e l T i n t o y de S a n M i g u e l , l a carretera, l a calle deles H e r r e r o s y l a á m p l i a calle y avenida del A r r a b a l r
l a calle m á s espaciosa de l a v i l l a , con m u y bueñascasas, (algunas de dos pisos), á m p l i a s aceras y dondese encuentra l a casa solariega con el timbre h e r á l d i c o '
de los Nietos frente al moderno edificio vinícola de
D . J o s é Nieto M o z o .
Siguiendo l a l í n e a que nos hemos trazado para r e s e ñ a r el pueblo, de l a plaza de las Tercias se pasa á l a
de l a Olma, plaza i r r e g u l a r con una p e q u e ñ a rampa 6
vertiente, en cuyo centro se levanta jigantesco el c o r pulento olmo, anterior á l a fundación de l a villa; en el
lado norte de l a p l a z a se observa aunque deteriorado»
y desfigurado por completo, el vasto palacio de los
condes de O ñ a t e donde se encuentra e l lindo teatroy el elegante «Círculo de l a U n i ó n » . De esta p l a z a
p a r t e n las calles de las F l o r e s y del Mercado; esta ú l t i m a , espaciosa y recta, empieza con l a casa solariega
de los A g u i r r e s y en su promedio se abren l a calle del a Tercia vieja al norte y l a calle N u e v a a l sur, formando en el cruce l a p e q u e ñ a plaza de l a C o n s t i t u c i ó n donde so halla la casa A y u n t a m i e n t o , antiguo
ediftcio de tapial que no r e ú n e n i medianas condiciones para el objeto á que se le destina. Siguiendo l a
dirección de l a calle del M e r c a d o , se entra á poco
m á s de sesenta metros, en l a plazuela de Santa A n a ,
donde se encuentra en p r i m e r l u g a r l a ermita de este
nombre, y con l a que empieza l a ámplia, recta y l i m pia calle de S a n M a r t í n (antigua del U s o ) , una de las
mejores de l a v i l l a , en l a que se encuentra l a casa
solariega y timbre h e r á l d i c o de los Salas, l a casa rect o r a l y en cuyo extremo opuesto se h a l l a el edificio
que por tantos a ñ o s sirvió de p ó s i t o á l a v i l l a y h o y
tiene el doble destino de escuela p ú b l i c a de n i ñ a s y
casa para l a profesora; este edificio dió nombre
á l a calle transversal que p o r allí cruza, denominada del P ó s i t o , donde e x i s t i ó el antiguo hospital
de Cevico.
Inmediatamente que se pasa de la plazuela de
Santa A n a empieza l a calle de D . Pedro Monedero
(antigua de San M a r t í n ) , desde l a estrecha calle de
R i o yo que con dirección a l sur se dirige hasta l a del
P ó s i t o y Parras. A las pocas casas de su acera derecha parte con dirección al norte l a calle de las D a mas, á l a vez que l a á m p l i a rampa y escalinata que
l l e g a hasta el cerro en que se asienta l a p a r r o q u i a ,
presentando una bella prespectiva al contemplar
desde l a calle el conjunto de las ochenta y dos g r a das de piedra que h a y hasta l a puerta del templo.
C o n t i n ú a l a calle en cuyo promedio está l a solariega
casa de los Monederos, y frente á ella, h a y otra que
indicamos en las primeras p á g i n a s de este libro, propiedad de Polonio Barrasa; casa que se dice fué l a
p r i m e r a ó de las primeras que se levantaron al p i é
— 100 —
del cerro de l a torre del A t a l a y a , y que sirvió de
morada al guarda m a y o r del s e ñ o r i a l monte feudal,
que entonces (siglo I X ) eran aquellos sitios.
Cien metros m á s adelante afluyen las calles de las
P a r r a s (carretera) y la de S a n M i g u e l , en ésta se encuentra l a casa-cuartel de l a g u a r d i a c i v i l ; termina l a
amplia y hermosa v i a que venimos r e s e ñ a n d o en los
caminos de V a l l a d o l i d y D u e ñ a s y en l a carretera de
Falencia, hermoseando esta parte de l a v i l l a el m a g n í fico edificio del A s i l o de los pobres. L a s calles y plazas
que en p r i m e r l u g a r y con l a mente hemos recorrido
al escribir estas p á g i n a s constituyen l a arteria p r i n c i p a l de l a población, y en ellas e s t á el núcleo del
comercio y son las m á s animadas de l a v i l l a ; estas y
otras muchas se h a l l a n dotadas de anchas y buenas
aceras que, unido á l a buena decoración y balconaje
de sus fachadas y á los hilos e l é c t r i c o s que cual serpentinas las recorren y cruzan, dan á l a v i l l a u n aspecto i n t e r i o r propio de las grandes poblaciones
modernas.
Costumbres y fttnciones populares: Como población de Castilla l a V i e j a las costumbres generales son
las de la r e g i ó n . L a s diversiones p ú b l i c a s y generales
consisten en el juego de pelota, en el de bolos y las
danzas ó bailes del t a m b o r i l y l a dulzaina los d í a s
festivos, pero nuestro objeto al t i t u l a r el e p í g r a f e
del c a p í t u l o ha sido e l de r e s e ñ a r aunque ligeramente en estas p á g i n a s las principales costumbres l o cales y propias de Cevico de l a T o r r e , p a r a lo
cual y que nuestra r e l a c i ó n resulte, sinó completa,
a l menos ordenada, iremos r e c o r r i é n d o l a s s e g ú n los
d í a s ó épocas en que se practican.
- - 101 —
E l día primero del a ñ o y del mes de Enero, d u rante l a misa m a y o r se leen desde el p ú l p i t o de l a
parroquia los nacimientos, defunciones y m a t r i m o nios acaecidos en el a ñ o anterior.
E n la noche del día 5, v í s p e r a de los Santos R e yes, cuadrillas ó comparsas de j ó v e n e s , provistos de
instrumentos musicales y de vistosos farolillos, recor r e n las calles cantando á las puertas de las casas
principales, l a canción que l l a m a n L o s Reyes, l e t r a y
m ú s i c a a n t i q u í s i m a y p r o p i a de l a localidad. A l
siguiente d í a postulan por las casas donde l a noche
anterior cantaron, recogiendo y aceptando lo que
buenamente les dan.
E l 17 de este mes, d í a de S a n A n t o n i o A b a d , los
chiquillos de l a escuela, sobre engalanadas cabalgaduras, recorren las calles de l a v i l l a y suelen i r
t a m b i é n á dar unas vueltas p o r los pueblos l i m í trofes.
F e b r e r o , fiestas del C a r n a v a l con las generales y
clásicas mascaradas y disfraces; algunos a ñ o s se han
organizado comparsas musicales que han amenizado
notablemente l a fiesta, y que recorriendo otros v i l l a s
han llamado l a atención, tanto p o r l a uniformidad de
sus vistosos trajes como por las escogidas, selectas y
bien tocadas piezas que han ejecutado. E l M i é r c o l e s
de Ceniza comparsas de ceniceros recorren las calles
durante las primeras horas de l a m a ñ a n a , arrojando
ceniza sobre los t r a n s e ú n t e s , y poniendo perdidos de
t a l sustancia á los t í m i d o s que h u y e n ó á los valientes
que se oponen; lo mejor y m á s cómodo es no salir á
la calle durante esas horas, y si se hace evitar el
encuentro con los ceniceros. D e s p u é s de misa y en l a
— 102 —
pla/.a de l a Olma, se realiza l a fiesta de los hanaskizos;
d i s t r a c c i ó n nada c u l t a y mal vista por cuantos poseen
oferta educación, c u y a costumbre consiste en prepararse los j ó v e n e s de sendas cestas sardineras y golpear
con ellas á los j ó v e n e s t a m b i é n , que no l a tienen;
éstos p r o c u r a n a r r a n c á r s e l a á a q u é l l o s con lo que
resulta una descomunal batalla de banastazos ó
cestazos, que t e r m i n a cuando aquellas armas se han
destruido en su m a y o r parte. Afortunadamente tan
antigua como censurable costumbre v á decayendo
mucho y e s t á p r ó x i m a á desaparecer p o r completo y
para siempre. E n los Carnavales se hacen en Cevico
las rosquillas que en l a m a y o r í a de los pueblos hacen
por Pascuas, con las que las j ó v e n e s y mocillas
obsequian á sus bailadores ó novios, correspondiendo
así á los regalos de almendras que de éstos reciben
por L e t a n í a s y San M a r t í n .
Cuaresma: época del juego de bolos p a r a las
mujeres; de v i g i l i a , ayuno, recogimiento y m e d i t a c i ó n
p a r a todos.
Pascuas de R e s u r r e c c i ó n : con el enmudecimiento
de las carracas empieza el alegre sonido de las
volantes campanas, y el elemento joven p a r t i c u l a r mente el. bello sexo luce sus mejores galas. E n algunas
calles se ven, a l amanecer el día de Pascua, monigotes
colgados de cuerdas que á respetable a l t u r a atraviesan l a calle, colocándoles repletas bolsas en l a
mano, parodiando así en pantomima el suicidio del
traidor discípulo J u d a s Iscariote.
Martes de L e t a n í a s : p r o c e s i ó n rogativa á l a p o p u l a r
ermita del Monte; (de l a r o m e r í a y fiesta trataremos
en otro lugar.)
— 103 —
E n los días del S a n t í s i m o Corpus C r i s t i y Octava,
vistosa y uniforme danza infantil ameniza las p r o cesiones y solemnes funciones sagradas de estos días.
L a danza de Cevico de l a T o r r e obtuvo el p r i m e r
premio en el certamen celebrado en Falencia e l
-año 1896 con m o t i v ó de las ferias y fiestas de Septiembre.
E n las noches de Santiago y A s u n c i ó n de N u e s t r a
; S e ñ o r a se encienden por las calles luminosas hogueras
y. se improvisan nocturnos bailes al aire libre, que l a
j u v e n t u d recorre, dando á l a v i l l a u n aspecto en.
extremo agradable, y una a n i m a c i ó n e x t r a o r d i n a r i a
hasta las altas horas de l a noche.
Durante el mes de Septiembre é p o c a de l a m a d u r a c i ó n de l a uva, es costumbre de i r en familia, ó en
•cuadrilla los j ó v e n e s , á merendar á las v i ñ a s , donde
« e ven alegres escenas que atestiguan l a vida, h u m o r
y. sencillez de los ceviqueuos.
D í a de coger la gente se l l a m a al que antecede a l
«comienzo de l a vendimia. L a j u n t a de vinateros
.acuerda, con anterioridad en v o t a c i ó n general, el d í a
e n que se ha de empezar l a recolección, s e ñ a l a n d o e l
anterior para proveerse de gente con que realizar l a
vendimia, mandando los correspondientes edictos
-anunciadores á los pueblos l i m í t r o f e s . E s t e d í a es, e l
m á s alegre, animado y c a r a c t e r í s t i c o de Cevico de l a
TiOrre; dado el considerable v i ñ e d o que h a y en
nuestro t é r m i n o , y conociéndose sobradamente en
toda l a comarca y fuera de ella, el elevado precio
•qvie alcanzan los jornales y l a sana y abundante
a l i m e n t a c i ó n que se d á á los vendimiadores,, acuden
anillares de éstos de casi todas las regiones del n o r t e
— 104 —
de E s p a ñ a ; viéndose astorganos (con el clásico traje
del maragato), pasiegos, burgaleses, campesinos y
r r a t e ñ o s , etc.
L a espaciosa p l a z a de l a Olma es el centro de l a
a n i m a c i ó n , y donde acude e l m a y o r n ú c l e o de gente;
a q u é l l o es una feria donde se compran y se venden
ganados, objetos, juguetes, herramientas, comidas y
e l trabajo personal del hombre, de l a mujer y de los
chicos.,. E n un lado una punta de corderos espera
t r a n q u i l l a que uno á uno los v a y a n sacando p a r a e l
sacrificio; en otro, u n bullicioso grupo de personas de
diferentes sexos y edades esperan alegres alrededor
de una hirviente cazuela de buen oliente y confortable guisado; aquí, casi u n centenar de obreros
cercan á u n propietario para que los ajuste p r o curando sacar uno ó dos reales m á s de los que e l
vinatero les ofrece; allí otro v i t i c u l t o r ajusta u n carro
ó una carreta de bueyes; en fin: todo es tumulto,
voces, algazara, alegría... p o r todas partes se oyen
voces parecidas á ésta: «quién me compra, que me
vendo-», hasta que avanzado el día se v á retirando la
gente en casa de sus amos á dejar l a ropa y á descansar, hasta l a m a ñ a n a siguiente que l a campana
avisa de que comienza l a vendimia; y antes de que
el alba anuncie l a p r o x i m i d a d del astro del día, el
r u i d o de los carros y el cantar de los vendimiadores,
inaugura el turbulento y agitado p e r í o d o de ocho ó
m á s días que dura l a animada vendimia en Cevico de
la Torre.
E l e m p e ñ o ó votifuera, cantidad m a y o r ó menorr
que los mozos exigen a l forastero que se casa con
a l g u n a joven del pueblo, completan el conjunto de-
— 105 —
las principales costumbres populares que se observan
en nuestro querido pueblo.
Las funciones que se celebran en i a v i l l a , a d e m á s
de las generales que s e ñ a l a y manda l a Iglesia
Católica, merecen citarse las populares fiestas de San
M a r t í n y de L e t a n í a s .
L a fiesta de S a n M a r t í n se celebra el d í a que l a
Iglesia reza á este Santo Obispo 11 de N o v i e m b r e . E l
alegre volteo de campanas y las solemnes v í s p e r a s
que se cantan el d í a 10 de aquel mes anuncian a l
c e v i q u e ñ o que se a p r o x i m a l a fiesta de su Santo
P a t r ó n ; al toque de oraciones de este d í a l a alegre y
popular dulzaina, recorre las calles de l a v i l l a , como
igualmente a l amanecer del siguiente tocando bonitos pasa-calles que despiertan á los habitantes de
Cevico, cuyas calles se animan notablemente desde
las primeras horas, en p a r t i c u l a r l a calle del M e r c a d o
y plazuela de Santa A n a , donde e s t á n las c a r n e c e r í a s ,
puestos de v e r d u r a y de fresco. A las nueve de l a
m a ñ a n a el volteo de campanas l l a m a á los fieles á los
actos religiosos (procesión y M i s a solemnes); inmediatamente los j ó v e n e s del pueblo precedidos de l a
dulzaina a c o m p a ñ a n hasta l a Iglesia a l P á r r o c o ,
predicador y autoridades y á poco rato comienza l a
procesión, en l a que como costumbi*e del país, danzan
a l son de l a dulzaina los mozos, viéndose algunos de
respetable edad y nuichos chicas danzando con
religioso afán delante de l a imagen ecuestre de S a n
Martín.
Terminada l a p r o c e s i ó n que recorre las calles de
D . Pedro Monedero, plazuela de Santa A n a , del
Mercado, C o n s t i t u c i ó n , Olma, Plores, Damas y R a m -
. <R •
— 106—
hla do l a Iglesia, da principio ol santo sacrificio de
l a Misa cantada con orquesta y s e r m ó n . E n esta función se lian cantado siempre notables Misas de los
mejores maestros y muchos a ñ o s han dejado o i r sus
voces notables cantantes (tenores de fama, coristas de
nota y sochantres de nombradla.) P o r l a tarde y desp u é s de las v í s p e r a s d á principio el popular y clásico
baile de dulzaina hasta el anochecer y d e s p u é s de
cenar abre sus puertas el teatro donde se representan
escogidas funciones, unas veces por c o m p a ñ í a s forasteras, y otras por los ilustrados y buenos aficionados
de l a población, en esta noche como en las restantes
de l a función suele haber muchos y bien ordenados
bailes donde se divierte el elemento joven propio y
extraño.
A l siguiente día se celebran en l a p a r r o q u i a solemnes honras en sufragio de las benditas á n i m a s
del P u r g a t o r i o ; d e s p u é s de l a función religiosa y p o r
l a tarde animado baile de dulzaina en l a p l a z a de l a
O l m a y por l a noche función de teatro y bailes.
A l siguiente, tercero d í a de l a función. M i s a solemne, teatro y bailes como los anteriores y t e r m i nando l a serie de fiestas con subir y v i s i t a r el elemento joven, el santuario de l a V i r g e n d e l Rasedo
(vulgo del Monte) donde los j ó v e n e s de ambos sexos
comen en cuadrillas y pasan el d í a bailando y d i v e r t i é n d o s e hasta l a caida de l a tarde que vajan á t e r m i nar l a fiesta con unos cuantos bailes en l a plaza de l a
Olma.
L a función de L e t a n í a s que-se celebra el martes
consiste el subir en p r o c e s i ó n (rogativa) á l a e r m i t a
del Monte, donde-se celebran dos Misas una de. r o g a r
— 107 —
t i v a y otra solorano con s e r m ó n en honor de N u e s t r a
S e ñ o r a del Rasedo; d e s p u é s y por aquellas elevadas
llanuras sale l a Sagrada Imagen en p r o c e s i ó n , i m p r o v i s á n d o s e inmediatamente l a consabida danza.
A esta función r o m e r í a acuden todos los hijos do
Cevico excepto a q u é l l o s que se lo impide l a edad, e l
luto ú ocupaciones perentorias, pues sabido es de
sobra e l fervoroso y antiguo culto que Cevico de l a
T o r r e rinde á esta V i r g e n . P o r l a noche y como en
l a función de San M a r t í n , suele haber f u n c i ó n do
teatro y bailes y esta fiesta t e r m i n a e l d í a de l a
Ascensión.
Terminaremos este c a p í t u l o consignando u n a
nota en extremo satisfactoria, que denota l a i l u s t r a c i ó n , moralidad, honradez y morigeradas c o s t u m bres de los hijos y habitantes de Cevico de l a T o r r e ,
t a l es l a de que en este pueblo apenas se r e g i s t r a n
c r í m e n e s y robos; pues de los primeros sólo h a habido
uno en l a mitad de este siglo, c r i m e n cometido p o r
una desesperada c r i a t u r a en l a persona de su madrastra, y c u y o autor, honrado y bueno antes de perpet r a r el delito, observa intachable conducta d e s p u é s de
espiarle; de los segundos, es nulo e l l a t r o c i n i o que en
muchos a ñ o s se h a cometido en tan hidalgo como
honrado pueblo de Cevico de l a T o r r e .
EPILOGO
« E n t r e nosotros todo está bien.» Se dice cuando
« n familia alguien ha cometido una p e q u e ñ a falta, ó
se quiere que cada cual obre con l i b e r t a d . E s o espero
d i g á i s vosotros, queridos convecinos, al t e r m i n a r da
leer « E l L i b r o de Cevico de l a T o r r e » ; insípido fruto,
escuálido engendro de m i pobre inteligencia. ¿ P u e s
qué, sino familia y querida, formamos los i n d i v i d u o s
unidos por el sagrado v í n c u l o que representa el pueblo?.... Confiado en esta creencia escribí este l i b r o p o r
vosotros y para vosotros, a d v i r t i é n d o o s desde luego
no veáis en él m é r i t o alguno, pues no lo tiene. E s u n
p e q u e ñ o trabajo que os dedico y que no ha tenido
otro m ó v i l que el amor que profeso á m i querido é
i n o l v i d a b l e pueblo, quien desde luego no me debe
nada; pues si por él t r a b a j é , en el mismo trabajo h a l l é
t a n grande satisfacción que p a g ó con creces mis
-desvelos.
P o r lo tanto, pueblo querido, te ruego encarecidamente admitas este l i b r o que como p e q u e ñ a p r u e b a
-de c a r i ñ o te ofrece el i l l t i m o de tus hijos.
MENA
INDICE
Páginas
PEÓLOGO.
PRIMERA
PARTE
CAPÍTULO I.—Cuatro palabras acerca de los
fósiles, monedas y huesos hallados en Cevico y consideraciones á que dan lugar.-—
E l Feudalismo.—Fundación y tiempos primitivos de Cevico de la Torre.—Origen de
su nombre
.
CAPÍTULO II.—LOS Templarios.—Señbres de
horca y cuchillo.—Frailes de San Agustín.
—Monasterio del Aguachal
CAPÍTULO III.—Rápida ojeada histórica desde
el siglo X I hasta nuestros días.-—Sucesos
que más pudieron afectar á Cevico de la
Torre.
CAPÍTULO IV.—Iglesia parroquial de San
Martín.—Su descripción.—Ligera reseña de
la ayuda parroquia de Santa Ana y de la
ermita de Nuestra Señora del Rasedo. . .
SEGUNDA PARTE
CAPÍTULO V.—Situación, limites, extensión y
población de Cevico de la Torre.—Orografía
é Hidrografía.—Agricultura, Industria y
Comercio.—Clima, terreno y producciones.
CAPÍTULO VI.—Adelantos científicos.—Industrias modernas y mejoras establecidas en
los últimos años
11
25
31
48
55
61
CAPÍTULO VII.—Sociedades benéficas, instructivas y de recreo.—Escuelas públicas
de 1.a enseñanza
CAPÍTULO VIII.—Estudio crítico de Cevico
de la Torre bajo sus diferentes aspectos
religioso, político y social.—Carácter de
sus habitantes
TEECEEA
69
77
PAETE
CAPÍTULO IX.—Ligeras nociones de Heráldica.—Antiguas familias ilustres de nuestro
pueblo y blasones que ostentan.—Hijos de
Cevico de la Torre adornados de títulos de
nobleza, académicos y científicos.—Autoridades locales
CAPÍTULO X.—Aspecto general de la villa
exterior ó interiormente.—Costumbres y
funciones populares.
. . . . . . . .
EPÍLOGO
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109
HECCIÓN ANUNCIADORA
Trillos y máquinas aventadoras
DE
JULIÁN M E N A R O D R I G O
Trabajos en toda clase de e b a n i s t e r í a , c a r p i n t e r í a
y c u b e r í a . T r i l l o Destructor, c o m b i n a c i ó n de sierra
y pedernal, especialidad de l a casa.
Taller de Carretería y Herrería
DE
JUAN CALZADA Y H E R M A N O
Solidez y perfeeeión.—Plaza de las Tercias
GRAN T A L L E R D E MODAS
PAEA 8EÑOEA Y CABAIÍLKKO
dirigido por el inteligente modisto
FORTUNATO MEDINA
Se viste con el m a y o r gusto, esmero, perfección
y elegancia, s e g ú n los ú l t i m o s figurines de P a r í s y
L o n d r e s . — P l a z a de l a Olma, soportales.
T A L L E R D E CALDERERIA
de
ALVARO PARAISO Y HERMANO
C A L L E D E RIOYO
Z A P A T E R O . — C A L L E DEL ARRABAL
GUARNICIONERO.—CALLE DEL A R R A B A L
CASIMIRO 2¡AH
ZAPATERO, HORNERO Y CORTADOR
C A L L E
DEL MERCADO
Gran taller de Z a p a t e r í a
DE
MTOffiO ZftMORñ RUíPÉREZ
CALLE
NUEVA
FELIPE RU1PÉREZ
Zapatero.—Calle de D. Pedro Monedero
ALVARO VIÑAS
Calle de O. Pedro Monedero
GRAN
SASTRERÍA
DE
ESPECIALIDAD EN CHALECOS - CALLE DE SAN MARTIN
GRAN fALLE'R DE CARRETERÍA
DE
Calle del Tinto.—Antigua posada
Gran comercio de ultramarinos y quincalla
de
JUAN
MUÑOZ
Plaza de la Olma.—La Cilla
COMERCIO DE TEJIDOS
DE
CALLE
DEL MEECADO
COMERCIO D E T E J I D O S
DE
JUAN
P U E R T A S JULIÁN
Calle del Ulereado. — Soportales
CONFITERÍA Y PASTELERÍA
de
R I C A R D O ^ SORDO
P L A Z A D E L A CONSTITUCIÓN
COMERCIO DE ULTRAMARINOS
de
Piasa de la Constitaeión.—Soportales
Comercio de tejidos y ropas hechas
de
CALLE DEL MERCADO
GRAN CONFITERIA
eTaboración de chocolate y venta de cera
DE
ATANASIO
RIGUERA
PLAZUELA DE SANTA ANA
PRACTICANTE Y ESPECIALISTA EN CASOS PROFESIONALES
C A L L E L)E D O N P E D R O
EzEQUIEL
B A R B E R O
Y
MONEDERO
SANZ
P E L U Q U E R O
Calle de San Martin
FARMACIA
de
DON MIGUEL M TREJO
CALLE
DE SAN MARTIN
POSADA DEL CENTRO
de
MARIANOJJALLEGO
Plaza de la Olma
TOMAS PORTILLO CEPEDA
AGRIMENSOR
30 AÑOS PRÁCTICO EN AFOROS Y MEDICIONES
TIENDA
ABACERÍA
de
MARIAN0_MER1N0
Calle de Don Pedro Monedero
FARMACIA
de
D. P E D R O CHACÓN
PLAZA
DE
SANTA
ANA
GRAN CONFITERIA Y PASÍELERÍA
Calle del Mercado
CARNECERIA
de
TEODORO
REBOLLO
E S M E R O , LIMPIEZA Y E X A C T I T U D
Plazuela de Santa Ana
VINOS TINTOS
de
r i á i d » i i i á un
500 á 600 c á n t a r o s de vino todos los a ñ o s en su
bodega de l a C a r r e r a , nave central. P u r e z a y color
garantizados, nunca se pasan.
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