Descargar - Memoria Chilena

Anuncio
ROBERTO BOLAÑO
esc
e
EMMA RODRIGUEZ
Hace unos meses, en una conversación
mantenida con Roberto Bolaño con motivo
de un reportaje sobre la distancia larga en
literatura, el escritor se mostraba entusiasmado con la novela en la que estaba trabajando, 2.666, una monumental obra en proceso de escritura en la que daba voz a 150
personajes y que, a partir de un hecho real,
los asesinatos de mujeres en la frontera entre México y Estados Unidos, se bifurcaba
en múltiples caminos con la intención de
atrapar toda la historia del siglo XX. La novela ha quedado inacabada. Su autor ha fallecido a los 50 años.
«El escritor tiene que ir a por todas y ser
ambicioso. El desgaste físico que supone
enfrentarse a una novela, ai menos en mi
caso, no tiene sentido si no vas dispuesto a
hacer algo nuevo>>,señalaba entonces Bolaño a esta periodista, lejos de imaginar que
la salud iba a fallarle. Ingresó en el hospital
del Valle Hebrón de Barcelona el 5 de julio,
aquejado de una enfermedad hepática que,
finalmente, no ha podido superar. Así era
él: ambicioso y desmesurado en sus aventuras literarias, discreto y algo tímido en el
trato personal.
Nacido en Santiago de Chile en 1953,Bolaño, que Se había trasladado con su familia
a México en 1968 -donde residió hasta
1972, cuando retornó a su tierra-, dejó los
estudios a los 16 años, convencido de que
todo lo que quería saber y aprender estaba
en los libros. Formó parte de una generación frustrada por el mal fin de sus ideas revolucionarias.
Obligado a abandonar Chile tras el golpe
militar de 1973, el escritor optó por fijar su
residencia en España en 1977, concretamente en Blanes (Girona), localidad en la
que pasaba los veranos porque tenía una
tienda de bisutería que abría sólo en temporada alta. Luego, a mediados de los 80 la
adoptó como residencia definitiva, encantado de pisar el escenario con el que tanto soñó el Pijoaparte de Ultimas tardes con Teresa, la novela de Juan Marsé que tanto le fascinó en su momento.
Antes, Roberto Bolaño pasó unos años
en México que fueron muy creativos y le
proporcionaron experiencias biográficas y
literarias que iban a alimentar obras como
Los detectives salvajes, una de sus novelas
más singulares, con la que obtuvo el Premio
Herralde de Novela en 1998, que contribuyó a afianzar su carrera.
En efecto, en su novela, en la que dos investigadores siguen la pista de una escritora desaparecida misteriosamente en el México revolucionario, hay mucho de literatura, de ambientes poéticos y artísticos muy
similares -salvando las distancias temporales- a los que frecuentó el escritor en sus
años mexicanos, cuando, junto a un grupo
de poetas, fundó un movimiento de van-
JULIAN MARTIN / EFE
guardia denominado infrarrealismo.
«Soy un escritor autobiográfico. Escribo
para recordar y para reírme de historias ciel
pasado, o bien para exorcizarlas y darles finales distintos)), se autorretrataba en una
entrevista concedida a EL MUNDO poco
después de obtener el galardón.
Antes de Los detectives salvajes, con la
que obtuvo también el prestigioso Premio
Rómulo Gallegos en 1999, el escritor se había dacio a conocer en España con Historia
de la literatura nazi en España (1996), una
curiosa nómina de vidas exageradas que puso tras su pista a los cazadores de talentos y
que, junto a otros títulos co.mo Estrella distante (1996) y el conjunto de relatos Llamadas telefónicas -que ganó en 1997 el premio
municipal de Santiago de Chile, el más importante en su país-, conforman una literatura original, alejada de los caminos triiiados y de la comercialidad ai uso.
Una literatura que juegaba a combinar la
realidad con la ficción, que afilaba las armas
del humor para desdramatizar lo más grave:
el amor, la muerte, el viaje, el laberinto. Una
literatura deudora de autores como Cortázar, Borges, Rulfo, Monterroso y Nicanor
Parra, a los que Bolaño siempre mencionó
como sus maestros, y en la que creyó desde
un primer momento su editor español, Jorge
Herralde, cuyo apoyo Bolaño reconocía
siempre que se le presentaba la oportunidad.
Hace menos de un mes, antes de que se
agudizase su enfermedad, Roberto Bolaño
participó en el I Encuentro de Autores Latinoamericanos en Sevilla, junto a Rodngo
Fresán, Jorge Volpi y Fernando Iwasaki,
entre otros. Allí declaró que la literatura tenía que registrar los cambios, la transitoriedad y la fragilidad de la vida. Fue eso lo que
él perseguía. Lo que le movía a encerrarse,
a ver crecer sus historias, a jugarse, siempre, el todo por el todo.
Roberto Bolaño, escritor, nació en Santiago de
Chile en 1953 y fallecióen Barcelona el 15 de julio
de 2003.
Más información en página 53
Descargar