PERIÓDICO SATÍRICO DE COSTUMBRES. EL USURERO.

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Iir
NUM. 6
LUNES 10 DE MAYO.
MADUID.
El m o
PERIÓDICO
SATÍRICO
pnecioA DK svflrRiciow.
•
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I
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DE COSTUMBRES.
POMTOS DE soscnicioiv.
•
•
Madrid
Un mes
•* F*''!
En Mndrid en la administración, calle de Lope do VrProvincias.. Dos meses
10 id. ' ga, núm. 26, y oii las librerías de Monicr y Cuesta.
Eslc periódico sale lodos los lunes desde ol dia 1." de ¡
En provincias por medio de libranza sobro correos ú
abril.
1 '"^'or del ¡ulminislrador ó sellos de franqnoo.
EL USURERO.
sobre tan preciosos objetos; en Italia ó en Inglaterra, y aun en Francia , no logi'ariais conmover el
desdeñoso gesto de un judio al proponerle en emNo conozco un símbolo mas caracteríslicn, iiua peño una nación. El usurero alli es un personaje
personificación mas brillante, un retrato mas grá- importante; las personas mas notables visitan su
lico del siglo XIX con sus magníficas miserias, sus casa para proponerle los altos negocios , y los esorgullosos vicios y sus locas aspiraciones, que la tranjeros solicitan ardientemente la entrada en sus
cédula de empeños. En la vida del hombre mas galerías para admirar cuanto de mas precioso y vacélebre como en la del mas oscuro, en la del men- riado producen ambos hemisferios, hacinado en ellas
digo como en la del magnate, pueden formar la pá- deso'-dcnadamente, pero representando sin embargina mas interesante estas elocuentísimas y fatídicas go el gran panorama social. El cicemn», siempre
palabras que todos conocemos: « Las alhajns que se raido y necesitado, os dice importantemente al oido
ogpiemn al fóHo..... Cfueduii empeñadas por seis después de haberos marcado con su insípida garrumeses impmrngnMes: pusadn esle termino, se en- lería las bellezas de la gran basílica, aun os queda,
liemle que el dueíio renuncia á ellas, y se procede- cxccllcnzn , otra maravilla que ver, la casa de un
rá á su venia sin la inicrvencion judicial.)) Estas judío. Y en efecto, el hombre que quiera abarcar
frases sencillas y lacónicas representan alegórica- de una sola ojeada la historia íntima de este gran
mente el gran poema del siglo. ¡La usura!.. Este siglo, penetrar en su corazón, comprender su espíes el horrible cáncer que oculta bajo sus deslumbra- ritu y meditar sobre sus grandes desastres, necesita
doras fiestas y alegrías esta buena sociedad que corre visitar la casa de un usurero. El judío, ese coloso
grave riesgo de quedarse un dia en cueros. El usu- de los tiempos modernos, sentado inmortaimente
rero es el único rey del mundo , cuyo trono respe- sobre su viejo sillón y tratando todos los dias con
tan las mas hondas revoluciones. El usurero, encar- los reyes y los mendigos, escribe con una mano en
nación augusta del oro, con su raida y asquerosa su libro de apuntes la historia de la humanidad;
gorra de visera , sus anteojos verdes, su grasicnta mientras recoge con la otra esa multitud creciente
levita, su arrugada cara, su voz misteriosa y su de objetos en que cada hombre va entregando la
cuerpo contrahecho, es el ídolo poderoso ante quien imagen de un sentimiento querido en cambio de unas
se humillan hoy todas las grandezas de la tierra. cuantas monedas. Yo he tenido la fortuna de hallar
Este tipo no se conoce todavía en nuestro pais; nues- un amigo mió que ha estado en varias casas de estras necesidades son tan mezquinas como nuestra tas de Italia y Fi-ancia, y el cual me llevó un dia A
existencia, y basta para satisfacerlas la caja del mi- la tienda do uno de nuestros mas decentes prestaserable prestamista que hace sus empeños al módico mistas y me hizo ver cosas maravillosas, Yes, me
rédito de 250 por lOí) y al largo plazo de un año. dijo, esas blancas y delicadas l)londas algo ajadas
Si os ocurre empeñar la herencia que habéis de re- por el uso y que empiezan ya á amarillear enfermicibir cuando muera vuestro padre; si en el furor de zamente por falta de aire y de luz? Míralas bien:
una orgía quei'cis desprenderos de vuestro título de con ellas cubria sus deliciosos, blancos y torneados
duque, no eivonlrareis quien os de un maravedí hombros la encantadora Heraclia , aquella chica de
9.
fascinadores ojos y provocativos ademanes que vi- que es lo único que me ha tocado á mi en el remos aparecer un dia brillantemente en el centro de parto, aqui los tiene V.: seis reales me da un penuestra aristocracia, regir durante un mes el cetro luquero por ellos; pero como son de un negro tan
del lujo y de la moda, concentrar en sí todos los hermoso, yo he creido que bien valdrían dos peseescándalos y aventuras de aquella época, y des- tas.—Saqué un duro del bolsillo, le puse en sus
aparecer en seguida sin dejar mas rastro de su lu- groseras manos, y él me entregó en cambio una
minosa carrera que las cicatrices de cuatro ó cinco magnífica trenza de cabellos negros. No quise saduelos. Tuno sabrás la causa del nacimiento ni la de ber mas sobre el cadáver por temor de desvanecer
la muerte de aquel magnifico meteoro; yo las he las mil historias que surgieron en mi imaginación
aprendido estudiando esas blondas, que son el hie- al guardarme sus ricos despojos. Pasados algunos
roglífico mas elocuente de su borrascosa historia. meses vine á esta misma casa y pregunté quién haEllas deslumhraron sus incautos ojos y la arranca- bla traido estas blondas.—Una joven, me contestó
ron al seno de su honrada familia cuando vivia en el prestamista, que no vendrá ya á redimirlas.—
Málaga y vestía aquel gracioso jubón que tan lin- Pues qué, ha muerto? le pregunté curiosamente.
damente hacia resaltar los delicados contornos de —Si señor, murió de hambre en su guardilla alsuflexiblecuerpo, y aquella pomposa y ardiente saya gunos dias después de haberlas empeñado, y en la
de percal con que cautivó la lascivia del viejo mar- vecindad se murmuraba que habia sido una gran
ques de
que fue el primero que la hizo trocar señora.—Tomé entonces las blondas en mis manos,
su virtud por esas blondas y un vestido de seda. las examiné bien, y ellas me hicieron recordar á
Entonces se llamaba Amparo, y sus ramilletes eran pocos instantes los deliciosos hombros de la encanbuscados con ardor y pagados exhorbitantementc por tadora Heraclia. Yes ese elegante frac de botón
todos los dandys de Málaga. Cádiz la vio pocos dias dorado...—No sigáis, le dije yo interrumpiéndole;
después radiante y seductora al lado de un poderoso estoy ya convencido de que sabéis leer en estos obinglés, que en el furor de su delirio cometió una no- jetos sin vida la historia de sus dueños, y temo que
che la imprudencia de entregarle su cartera. Al dia os enconti-eis por ahi alguna prenda de la mujer
siguiente ella partió para Sevilla, y el valeroso in que mas he amado en este mundo. Ademas estoy
glés, al despertar solo en su cama, se suicidó dig- muy conmovido con la historia que acabais'de connamente bebiéndose diez botellas de rom seguidas. tarme. Pues bien, otro dia os probaré que la hisDos dias paró en la famosa i^evilla, y en ellos un toria actual de la humanidad está escrita á grandes
poeta romántico de los muchos que abundan en las rasgos en las casas de los usureros. Hay fraques que
riberas del Bétis, y que se enamoró de ella al verla abarcan y personifican todo un reinado.
salir del vapor Trajano aérea y brillante como una
0 . DE P.
ninfa, la escribió doce poemas y dos mil sonetos con
estrampote; pero al verla salir después para la corte sin merecerla siquiera un saludo, trató de suicidarse dramáticamente, y no pudo realizarlo por caRETRATOS.
recer de los ocho maravedises que cuestan diez carreras de fósforos. En los treinta dias que duró su
imperio en Madrid destruyó diez fortunas, arruinó
DON OALCULION PESADILLA.
á dos banqueros, originó diez duelos y se enamoraron de ella platónicamente los estudiantes, todo un
Una de las mañanas de la semana anterior se
curso de filosofía. Desapareció... el círculo aristo- ocupaba el que hoy tiene el honor de dirigirte la
crático comentó de mil modos su repentina ausen- palabra, lector carísimo, en preparar todos los adcia , y las mujeres bonitas consiguieron en solo dos minículos necesarios para dar principio á sus tareas
noches que todos los dandys confesasen los defectos daguerreolipicas. El dia se presentaba sereno y desde Heraclia y que prometiesen olvidarla. Pocos pejado , y todo me hacia presagiar gran afluencia
dias después me paseaba yo por los alrededores de de personas á mi gabinete, atraídas por el deseo de
la puerta de Toledo, y paré la atención por casua- conocer mi nuevo método para retratar, que conlidad cu un ataúd tosco y desvencijado que sobre siste... Pero trasladaré aqui el anuncio que hice pusus hombros llevaban indolentemente cuatro hom- blicar dos (lias antes en el Diario:
bres raidos y andr-ajosos que entreteniendo iban su
trabajo con los groseros chistes que le ocurrían á
RETRATOS AL DAGUERRKOTIPO.
uno lie ellos sobro el ligero peso del cadáver. Me
MKTono SLAVO-CHI.NO.
acerqué al chistoso y le pregunté si sabia de (juién
ei'a el cadáver que conduelan en una caja tan mi«El acreditado, entendido y consumado profesor
serable.—Si señor, me contestó alegremente, es ))D. N
acaba de abrir un salón verdaderamenuna joven que ha muerto de hambre y de lepra en ))te regio, calle de
número
cuarto 6.°,
una guardilla. Si V. quiere comprar sus cabellos, j "donde por un precio fabuloso, con una prontitud
«sorprendente (% de segundo), con un esmero es«tupendo y un horroroso parecido, se hacen toda
Melase de retratos, para todo género de personas, á
«cualquier hora del dia ó de la noche, y en cnal«quiera especie de placa, marfil, papel, cartulina,
«lienzo, tabla ó piedra, inclusa la berroqueña. Las
«personas que gusten honrarle con su confianza, etc.
»!\ola. La inconcebible baratura del método
«SLAVO-C'HINO pone los retratos al alcance de las
«clases menos acomodadas. Por esta razón, y de«seoso el profesor de hacer un bien á la humani«dad, advierte que su establecimiento estará abier»to, no solo para las personas, sino también pa»ra los cocheros, aguadores, mozos de cordel,
«etc., etc.»
Pues como iba diciendo, dábame buena prisa á
poner en orden los complicadísimos accesorios de
mi aparato, lisongeándome con la esperanza de un
buen lucro, cuando se presentó mi ayudante Perico
anunciándome la llegada de D. Calculion Pesadilla.
—Está bien, contesté; que pase al saton: voy en
seguida.
En otras circunstancias no rae hubiera sido muy
grata la visita de aquel personaje, porque á pesar
de su indisputable mérito como hombre de saber y
de erudición, adolecía de una falta que degeneraba
en sobra, y era la de eternizarse disertando pausada y gravemente sobre mil cosas diversas, de
aplicación mas ó menos inmediata al asunto principal de la conversación. Hombre, como dejo indicado , de vastos conocimientos en casi todos los ramos del saber, dotado de una envidiable memoria,
investigador, estudioso y de algo mas que mediano
talento, hubiera podido pasar 1). Calculion por una
verdadera notabilidad literaria sin la maldita afición
á los datos estadísticos y cálculos matemáticos que
le dominaba hacia algún tiempo y llegaba á rayar
en una monomanía de difícil curación.
Pero ninguna de estas consideraciones se ocurrió á mi pensamiento al anunciarme Perico la visita
del mencionado sugeto, porque supuse que el único
motivo que le traia á mi casa era el de retratarse;
y esto, lejos de disgustarme, me proporcionaba
ocasión para poner de manifiesto ante los ojos de un
hombre instruido los adelantos y mejoras introducidas en mi apáralo pictórico.
—Bien venido, Sr. D. Calculion, dije entrando
en la sala y tendiendo la mano á mi presunto modelo ; ya era tiempo de que se dejara V. ver por
estos umbrales.
—Amigo, estoy tan ocupado que no tengo tiempo para nada, y como no me gusta hacer visitas
de médico...
—Es decir, que hoy ha robado V. algunos momentos á sus graves tareas para venir á...
—•Exactamente: ya no podia resistir al deseo de
ver A V. para darle cuenta do mis trabajos, que en
verdad están bastante adelantados. ¡Admírese usted! Ya estoy en la 23." combinación.
—^¡Cómo! ¿Ahora se ha dedicado V. á la química?
—I No, hombre, por Dios! ¿Cree V. que pueda
poner yo mi atención en eso? La química es una
ciencia de mez(jiiiiias proporciones, es un cuarto
obscuro en que no se pueden dar (uati'o pasos sin
tropezaren las paredes... El gran pensamiento que
me domina, el que absorbe toda mi atención, es
mas vasto. Figúrese Y. que me propongo averiguar
con toda certeza en qué época debe verificarse el fin
del mundo.
—Ja, ja, ja...
—No se ria V., que Dios mediante, dentro de
un par de años le presentaré á V. los datos en que
habrá de fundarse mi cálculo, y estoy seguro de
que se persuadirá de su exactitud.
—Pero, D. Calculion, ¿se propone V. llegar á
ese resultado por medio de combinaciones numéricas?
—¿Y qué duda admite? Si señor. Tenemos un
punto de partida para la resolución del problema;
sabemos que todos los hombres que hayan habitado el globo, habrán de reunirse en el mismo dia de
la destrucción del mundo en el sitio llamado Valle
de Josafal, que no puede ser otro que el que nos
describen todos los geógrafos, entre ellos el célebre...
—Bien, pero todo eso ¿qué tiene que ver c<Jn los
númpos ?
—Chist... No hay que precipitarse. Por medio
de los números averiguaré yo con bastante api'oximacion: i." las leguas cuadradas del valle: 2." los
hombres que pueden caber en su recinto, dando á
cada «no dos pies cuadrados de terreno: 5." los
hombres que han vivido en el mundo desde su creación hasta la fecha y los que existen en la actualidad : 4."el espacio que unos y otros pueden ocupar ..
—Si, sí, estoy convencido... Ya me enseñará
V. sus trabajos cuando estén en sazón... Y si á usted le parece, podemos dar principio á nuestra operación antes de que empiece á venir gente.
—¡Es posible! ¿Seria "V- tan condescendiente
que me ayudara en mis cálculos?
—No, si no digo eso, sino que esta es la hora
mas á propósito para retratarse.
—i Aaah I
—Supongo que habrá Y. venido con ese objeto.
—No me he acordado de semejante cosa.
—¿Es decir que no quiere Y. estrenar mi nuevo
mecanismo?
—^Muchas gracias. Tengo aversión á los retratos , porque también respecto de la materia he hedió algunas observaciones, y aqui debo tener un
borrador... [regislrnndo una desmesurada cartera). Este es; escuche Y. De cada 100 personas
que se retratan, 50 spn mujeres y f)0 hombres..,
—Exactamente lo mismo habia yo calculado.
en los polos, y aqui tiene V. refutada la flamante
—Aguarde Y., santo varón, que no es esto to- teoría de todos los geólogos que pretendían espücar
do. De las 50 mujeres
este fenómeno por la fuerza centrifuga...
4*2 son viejas. Estas no se retratan al daguerreo—Sí, sí; tiene razón el alemán... Y ahora que
tipo, porque dicen que el parecido no es exacto, recuerdo, Sr. D. Calculion, ¿á qué altura se eny lo bacenen miniatura ó al óleo, previniendo al cuentra el proyecto de que me habló V. hace algún
artista que tenga en cuenta que acaban de salir tiempo? ¿No pensaba V. fundar un periódico?
de una larga enfermedad, que llegan de un viaje
—Es cierto; un periódico de estadística, que en
molesto, etc., etc.
verdad buena falta nos hace. Solo espero realizar
4 son jóvenes de 18 á 20 años , que se retratan á aquellos créditos de que ya tiene Y. noticia, para
hurtadillas de la mamá, yo no se con (jué objeto, tirar los prospectos. Diré á Y. algo del plan que me
pero ellas lo sabrán.
propongo seguir en su redacción.
T) son solteras de mas de 25 años, que se retra- —No se moleste Y.; cuando llegue el caso de la
ían yo no se para qué ni ellas tampoco.
publicación...
1 es joven, soltera, hermosa, elegante y obse—No importa: es para que vea Y. lo mucho que
quiada, que se retrata por vanidad.
promete mi empresa. El periódico llevará por título
—Me parece, Sr. D. Calculion, que ese cálculo... El Ciilculisla; saldrá dos veces á la semana y cada
—Es exactísimo... Respecto de los hombres
número contendrá la lectura de la 774." parte de
18 son amigos del retratista, que los reproduce un tomo en folio; es decir, la 4.257,82(5." parte
de la materia contenida en todos los libros de la Bigratis para esponerlos al publico.
blioteca Nacional, lo cual equivale á la cienmillo13 amantes próximos á maridos.
nésima...
10 simples amantes.
—Basta, basta, por Dios, Sr. D. Calculion.
6 amantes simples.
—1 Qué 1 ¿Le parece á Y. aventurado mi cálculo?
5 simples ni mas ni menos.
—Yeo que no podemos ponernos de acuerdo: us- Pues sepa Y. que es exactísimo, y voy á convencerle de ello...
ted lo mira todo á través de los nümeros.
—No hay necesidad: estoy plenamente conven—Porque la esperiencia me ha hecho conocer
que solo en ellos se encuentra la verdad. Los ade- cido.
—Suponiendo que cada número tenga cuatro
lantos progresivos en las ciencias podrán llegar á
demostrarnos que son falsos los principios y axio- hojas...
—Ah ! Cuatro hojas! Exactamente lo mismo que
mas reconocidos hasta hoy como incontestables;
pero ¿llegará jamás el entendimiento humano en su yo habia creído. Estamos en un todo conformes...
mayor grado de perfección á repudiar esta verdad Y, dígame Y., hace mucho que no va Y. á Chamaritmética: 3 + 2 = 5 ? jOh! Los nümeros guardan berí?
el secreto de los mas recónditos misterios...
—Tendrá por consiguiente ocho páginas...
—Si... yo estoy también en lo mismo: los nú—Porque era el paseo favorito de Y., y... Esmeros... es claro, soa... Porque yo siempre he tubo Y. anoche en el Circo?
creído que los números eran... ¿pues qué duda
—Y calculando que cada página contenga tres
tiene?... Y á propósito, ¿qué noticias corren columnas, y cada columna ochenta y tres líneas, y
por alii?
cada linea treinta y nueve letras, resultará... Qué
—Hombre, sí: hace pocos dias he leido en un es eso? Se pone Y. malo?
—No es nada... un vahído... tengo la cabeza
periódico alemán una cosa que me ha llamado la
tan débil...Ya se pasó.
atención; es una noticia de suma trascendencia.
—Yaya, me alegro, porque al pronto crei que
—Mucho me alegro, porqué deseo saber algo de
aquel pais. La política de Alemania va complicán- era un ataque de nervios. Tome Y. un polvo: esto
no le vendrá mal.
dose mas cada dia.
—Gracias.
—Habrá V. oido hablar del célebre Chrisneiders.
—De qué estábamos hablando ?
—Creo que es uno de los miembros de la Dieta.
—Del paseo de Chamberí, que le gusta á Y. tan—No señor: es un sabio, aunque poco conocido,
g ólogo y matemático, que acaba de dar á luz una to. Hace Y. bien en preferirle al Prado porque...
—Quiá! si no hablábamos de eso... Ya me acuerobra en seis tomos, fruto de 18 años de trabajo, y
en la que prueba de una manera incontestable que do : estábamos calculando...
—Ah, sí, tiene Y. razón, pero...
la tierra aumenta progresivamente de tamaño, y
—Calculando las letras que...
que es hoy mucho mayor que en tiempo de Moisés.
—Yo soy de la misma opinión<.. ¿Y jio dice na—Sr. D. Calculion , si le fuera á Y. indiferente
da ese periódico de la crisis?...
nos ocupai'iamos de otra cosa; de política... de mo—Hay mas todavía: Chrisneiders dice que este das... del tiempo. Qué dia tan hermoso hace!...
—Si señor, y por cierto que lo estraño.
oreoimiento del globo se verifica en el ecuador y no
—No señor; este catálogo comprende las obras
—Por qué razón?
que faltan en dicho local.
—Porque en el transcurso de 50 años no se ha
—¡ Cómo 1 ¡ todas esas!... No puede ser.
verificado una cosa igual. Justamente debo tener
—Yaya si puede ser.
en la cartera (desplegando varios papelotes)... «0(*—Parece mentira... Yico, La-Serna,Yevnmont,
servucioiies mcleorológicas y ikisUudes almonferi- Domínguez, Byron , Lamartiniere, Donoso Cortés,
cas de...-,) Este es. Pues bien, escuche Y. Afio de Humbolt, Thiers, Zorrilla... y otros mil y mil que
iÜ-n, mes de abrd, din 21): nublado, viento fuer- veo aqui. ¿Quiere Y. hacerme un favor?
te. Año de 1823 , id. id., lluvia. Año de 1824,
—Diga Y.
id. id., nublado. Año de 1825, id. id., [rio. Año
—Puesto que Y. se pinta solo para echar cálcude 182Ü...
los, ¿quiere Y. hacer uno imra averiguar en qué
—Sí, sí, tiene Y. razón. Creo firmemente que consiste que esas obras no existan en la Biblioteca
el dia 2i) de abril de 1852 no se parece en lo mas Nacional?
mínimo á ningún dia de ningún mes de ningún año.
—Si me pidiera Y. una cosa reahzable... pero
—Es para quo vea Y. cuan útiles son los dalos esta... francamente , escede á mis fuerzas.
y comparaciones estadísticas. Oh! pues si estuviéramos mas despacio! Si yo le leyera á Y. algunas
No se crea que terminó aíjui nuestra conversade las notas que tengo en esta cartera!... Por los ción. El presunto fundador <lc PJí Calculista no saepígrafes puede V. juzgar. Noticia comparativa de lió de mi casa hasta que me hizo salir de mis casitodas las publicaciones periódicas de Europa desde llas, y tuve que despedirle poco cortesmenlo.—Al
1045 liasla /tues da 1851.» Parece increible el re- fin, esclamé, ya me lia dejado ese hombre... ¡Pero
sultado de este cálculo. Basto decir ¡1 Y. que si se en qué situación! Llena la cabeza de números y el
reunieran en una sola hoja todos los periódicos pu- corazón de rabia y deseos de venganza... ¿Y en
blicados en dicho tiempo, so podría hacer un cucu- quién me vengaré? Necesito dar desahogo á mi córucho donde se envolvieran cómodamente el sol, la lera... [Perico! grité con voz atronadora; pero mi
tierra y la luna, y aun sobraría papel para hacer ayudante se hallaba fuera de casa por fortuna suya.
un sombrero al planeta Saturno...—nEslado de Entonces me ocurrió la diabólica idea de hacer palas defunciones ocurridas en España durante la m- gar á los lectores de EL NUKVO DAGUERRtOTiPO las
Víisioit del cólera-morbo en 1854... fíesú¡nen: fa- culpas de D. Calculion, trasladando á las columnas
llecieron en loda la Península 275 personas y me- de aquel periódico el sabrosísimo diálogo que ocadia por hora...—Este cálculo se refiere á la Bi- sionó mi mal humor... Después me ha pesado, peblioteca Nacional. ¿Guáato tiempo oree Y. que in- ro ya era tarde.
vertiría un hombre- en leer todos los volúmenes que I Solo me resta encargaros, lectores pacientísiencierra?
mos, que si en algo apreciáis vuestra tranquilidad,
—Unos veinte años.
no os suscribáis á Kl Calculista, caso de que llegue
—Ja, ja... Serian necesarios 10,958 años; y á publicarle mi antípoda D. Calculion PesadiUa.
FERNANDO MARTIN REDONDO.
eso suponiendo que la Biblioteca no estuviese cerrada en cada año quince días para esterar, quince
para desesterar, días de fiesta, días festivos, días
de holganza, días de huelga, etc.
LAS FlSOíiOMlASÜE UNA TOMASA
—Pues mire Y. , me ocurre ahora otro cálculo
mas positivo, y es que aun cuando estuviera consó
tantemente abierta la Biblioteca, no podrían leerse
todos sus mamotretos ni eu 10,958 siglos.
LOS CAMBIOS DE LA FREGATRIZ (1^.
—Hombre, ese es un desatino. Veamos los datos en que funda Y. su cálculo.
IT.
—En el dato sencillísimo de que no todos los liBt A ñ i l e <fe CauaU.
bros de la Biblioteca Nacional so pueden leer, porcino ya sabo V. que esta prohibido leer novelas, y
(Conlinuacioii del romance anterior).
comedias, y folletines, y obras reservadas , y obras
Decia que van y vienen,
encuadeinadas con lujo, y...
gruñonas
y desconlenlas,
—Ba, ba, yo creí que iba V. á decir otra colas que por mas empujones
sa...—Aqui veo otra nota relativa al mismo estaen aquella cuba no enlran.
blecimiento : es una lista de todos los libros que...
—I Ave María Purísima! Y quiere Y. leerme esc
Y inicnlras esto sucede,
inmenso catálogo, ese índice... i Por piedad, don
de tales puertas ü fuera ,
Calculion! ¿Qué me importa conocer por sus nom( I ) Véanse los iiiimiTü.s
bres los libros que existen en la Biblioteca?
6
el camaranchón se arde
por dentro de aquellas puertas.
y al descompasado son
de una engrudada vihuela,
mal parada y bien trasteada
en la guardilla trastera:
Que solo tiene un borden,
anudado á la tercera,
para sonar como quinto,
y otras tres rozadas cuerdas.
Sujetas á unas orquillas,
que por clavijas perjeña,
de unos rabos de cuchara
hábil la mano barbera;
Aquellas gentes se encienden,
brincan, saltan, bailotean,
y se pisan y se estrujan,
se codean y se aprietan.
Y porque todo alli baile
y se estremezca y se mueva,
caen al suelo Átala y Chactas,
baila santa Genoveva;
Estela tiembla en su clavo,
y el nabajero de suela,
finge al chocar las nabajas,
redobles de castañuelas.
Y aguí, lector, que impaciente
6 cierta Tomasa esperas,
te diré que vino al baile
y baila que se las pela:
Y que la jota, el jaleo,
valencianas y manchegas,
las borda con tanta sal
que abre una roncha & cualquiera.
Y que un cabo del resguardo
al verla tan retrechera
con tanto aquel y salero
la trocara por la Hacienda.
Mas, Tomasa, desdeñosa,
que en estancarse no piensa,
por no hacer fraude á sus propios
al cabo envia á otra puerta.
Y que un sargento andaluz,
por su movision de piernas,
ofrece é la chica enganche
si ella le (la la licencia.
Pero Tomasa pasiva
ruborosa le contesta:
asi tubia usté soluta
como tiene usté gineta.
Por último, que es un sastre,
á quien Tomasa da tela
y con quien toma medidas,
para cuando Dios lo quiera.
Y un jueves que irá á lavar
de su poner ciertas prendas,
aclararán el asunto
que bajo una losa queda.
Y todo asi se convino
mientras Pclana puntea
unas seguidillas que hablan
en la su harpada vihuela.
Pero esto se quede aquí,
porque el barbero no entienda,
que hay corazones tan crudos
en pechos de cocineras.
Y entre bailes y jaleos
amoríos, cuchicheos,
y requiebros mil y mil,
desmayándose el candil,
iban dándole mareos.
Y aquel cuadro antes tan vivo,
bullicioso y espresivo,
á oscuras, por fin, quedó,
y li tientas también voló
cada mochuelo á su olivo.
{Se continuará.)
TRAS DE CUERNOS PENITENCIA.
LGTHILU.
Si después de días cien
que por querer á Inés bella
mal que le pese á tu estrella
haces el oso muy bien,
por otro te deja Inés
á la luna de Valencia...
Eso es
tras de cuernos penitencia.
Si te casas y tu esposa
con ellas ó sin razones
(por no decir otra cosa)
.se pone los pantalones
antes que se pase un mes,
y lo sufres con paciencia,
Eso es
tras de cuernos penitencia.
Si por evitar se maten
quizá á separar te metes
dos prógimos que se baten,
y un par coges de cachetes,
si no ya de puntapiés,
que hay muy poca diferencia,
Eso es
tras de cuernos penitencia.
Si se pronuncia D. Juan
por el único deseo
de que le den un empleo,
y luego (si se le dan)
no le dura medio mes
que asi plugo á su escelencia,..
Eso es
tras de cuernos penitencia.
Si por puras aprensiones
A un doctor buscas profundo,
que con sus purgas y nnciones
le despacha al otro mundo
y hay que pagarle después
honorarios de su ciencia,
Eso es
tras de cuernos penitencia.
Si después de hacer un drama
en tres jornadas ó cuatro,
solo por adquirir fama
gratis lo das al teatro,
y el público con los pies
lo saluda sin clemencia,
Eso es
tras de cuernos penitencia.
Si en una tertulia estás
y á Ruperta fea y vieja,
de compromiso no mas
la eliges por tu pareja
y ella á otra dice después
ya ves... por condescendencia..Eso es
Tras de cuernos penitencia.
Y en fin, querido lector,
si como no es maravilla
porque estás de mal humor
dijeres que en mi letrilla
no hay ni cabeza ni pies,
que es mala por escelencia,
También es
tras de cuernos penitencia.
L . RAMOS
Tengo en mi casa una lila,
que cuido iniiclio y la riego,
y que accediendo á mi ruego,
me dio una tarde C... amila.
A. pesar de su verdor,
su savia y su lozanía,
voy notando cada día,
ponerse mustia la flor.
A comprender ya no llego
lo que esta flor de mi quiere;
«i la riego se me muere,
s« muere si no la riego.
No regar, juro á Camila,
la lila que ella me dio,
por si causa fuere yo,
de lo mustio de la lila.
Tu también, ingrato Ajuor,
tal inconsecuencia ofreces,
Á mas riego, menos creces,
cual si fueras lila flor.
Y es triste y sabida cosa,
que mas fortuna se niega,
al que mas ruega ó mas riega,
á la lila ó á la hermosa.
M. R.
EPIGRAMAS.
i Voy á fumar 1 \ traerae fuego!
dijo Diego á Luisa bella,
que contestó con despego,
llame Y. á la doncella,
que yo no lo soy, D. Di^o.
En ima escondida villa
dó jamás se oyó el sonido
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de la müsica, un marido
inventó una trompetilla.
Be cuerno la fabricó,
y el pueblo, al ver tal proeza,
señalando á su cabeza
decia: ; de ahi la sacó 1
J. Y.
Mandó un médico á llamar
para herrar á una muleta.
al herrador Baltasar,
y dióle media peseta.
Y al ver este la ruindad
del doctor tan estremada,
«gracias diz, no cobro nada
á los de mi facultad.»
L.
RAMOS.
«Guarda el lleco y su fruto, y no blasones
»do que eres generoso, con engaños
«diciendo no reparas en los daños.
«De tu culpa no esperes el perdón,
«pues no le admito la restitución
«si la tierra no traes que le llevaste
«sobre la esteva, cuando lo labraste.«
Ui.piANo SECABRA BALMASEDA.
EPITAFIOS.
I.
Descansa aqni un buen marido:
su mujer tanto le amaba ,
que no abandonó su tumba.
—Temió que resucitara.
II.
Yace aqui un autor modesto,
no fue francés, por supuesto.
III.
CUENTO.
Llegaron á una villa las misiones
y como es natural, hubo sermones.
Es el caso, que habiendo prciücadn,
era de todos el mayor pecado
el hurto, para cuya remisión
es necesaria la restitución.
Uno de los oyentes (panadero)
viendo tan encendido al misionero
salióse de la iglesia, y en seguida
se encaminó á su casa de corrida.
A los pocos momentos al buen padre,
agarrado á cinco hijos y su madre,
se le via sudar la gota negra,
corriendo hacia la casa de su suegra.
Llegó por fin, j haciéndola el presente,
la dijo asi, llorando amargamente.«Tomad, señora, (yo quiero salvarme)
))la hija que os robé para casarme.
oAdcmas os entrego cinco hijos
»quo con trabajos grandes y prolijos
«libertar he podido de su enteco.
»Hacod cuenta que os he robado un lloco
»y que, merced al misionero astuto,
«labrado os lo devuelvo y con el fruto
«que ha Iraido durante siete años,
))sin reparar en muchos grandes daños
«que ocasionó á mi casa su labranza.»
Tomábalo la vieja como á chanza;
mas siendo |ior su yerno convencida
de que hablaba verdad, dijo: «en mi vida
«incompletas vi hacer restituciones.
Éste ya cadáver yerto
viviría todavía
si el pobre no h ibíera muerto.
IV.
Aqui un domador reposa,
que se murió de pesar,
porque no pudo domar
en sois años á su esposa.
V.
El cura de Santa Olalla
duerme en esta tumba fría
—Bien necesita dormir
quien tuvo tantas vigilias.
VI.
Descansa aqui una señora
de la conciencia mas negra,
lenguaraz, murmuradora
—i Jesús! 1 sí será mi suegi-a!
F.
MAHTIIN RBDOMH).
ADYERTENCIA.
Nuestros snscritores no estrañarán el retraso
que pudieran sufrir en los siguientes números,
del cual se les indemnizará oportunamente con
algunas mejoras que esta empresa trata de hai ccr y que se avisarán oportunamente.
MADRID.—1852.—Imprenta de L. Gnicía, calle do Lnpp de Vog.i, núm.2C.
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IDIGIOHSS ÍOFÜlAIUiS
da loa libro* aatlcnos y modado* maa laidos an Europa, enriqnecldat oon proftaslon da grabados.
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PUILIMD* . l U O
L« DIRECCIÓN
DE DON «NQU
FERNtHDEZ
DE LOS
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DEL PACHA DE JERDSALEN
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EDICIÓN ILUSTRADA CON 6 GRABADOS,
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PARA LOS NO SUSCRIT0RE8 4 R8.
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