Trompeta Evangelizadora P AR A E L AÑO NU E VO Llevado sobre alas de águila ENERO / FEBRERO 2015 Contenido 3 Lo que mueve al corazón LLEVADO SOBRE ALAS DE ÁGUILA 4 Guiado maravillosamente Pie de imprenta / Editorial 10 ¿Qué tan bien te conoces? ¿Puedes interpretar correctamente el origen y la causa de tus necesidades? Seguro en las manos del omnisciente Maestro a través del desconocido y nuevo país. Página juvenil 5 5 Nuestro inmutable Señor y Maestro 12 El balón de preocupaciones 14 26 No vayas sin Jesús 26 Lealtad de Dios Padre UNA BUENA INTENCIÓN PARA EL NUEVO AÑO 6 Para quedarme allí David tomó una importante decisión para su vida. Como pedir perdón Página para mayores La belleza de la vejez Como tus días (poesía) Silencio en Dios Perfil de la Iglesia 16 Winnipeg Biografía 18 Hudson Taylor (parte 21) 20 Ser libres y quedar en libertad Informe 7 8 2 ¿Por qué el temor? 22 El traslado de nuestra imprenta Mensaje radial 25 Experiencias con Dios ¿Está la buena mano de Dios sobre nosotros? TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015 Página infantil 27 El Petirrojo 28 En tu mano están mis tiempos (poesía) Editorial PIE DE IMPRENTA Año 121 La TROMPETA EVANGELIZADORA es una escritura cristiana que se presenta clara y decididamente para la plena salvación en Cristo, la unidad de los hijos de Dios, y revelar todas las verdades de la Santa Palabra. Publicado en intereses de la Iglesia de Dios. Editor responsable: Hans-Dietrich Nimz (CA) Colaboradores: Sieghard Schulz (CA), Ron Taron (CA), Dieter Jeske (DE), Hermann Vogt (DE) Los editores se reservan el derecho de resumir o no publicar los artículos recibidos. Preguntas o sugerencias pueden ser enviadas a: [email protected] A journal of vital Christianity, published in the interest of the German Church of God by: Christian Unity Press 5195 Exchange Dr, Flint, MI 48507, U.S.A. Email: [email protected] www.evangeliumsposaune.org www.christianunitypress.com EVANGELIUMS POSAUNE is a trademark owned by Christian Unity Press in the United States and foreign countries. Printed in U.S.A. EVANGELIUMS POSAUNE (USPS 180-440) is published monthly by Christian Unity Press, 5195 Exchange Dr., Flint, MI 48507, USA. POSTMASTER: Send address changes to Christian Unity Press, 5195 Exchange Dr., Flint, MI 48507, USA La Trompeta Evangelizadora es distribuida gratuitamente. Los costos se sustentan por donaciones. Contactos y dirección en Alemania y Europa: Gemeinde Gottes Herford, 32051 Herford, Zimmerstrasse 3 Tel.: 49 - 05221/392439 E-Mail: [email protected] Kontoverbindung für die Evangeliums Posaune: Volksbank Bad Oeynhausen-Herford eG BIC: GENODEM1HFV IBAN: DE54 4949 0070 0047 7634 02 Traducido y editado al idioma castellano por miembros de la Misión de la Iglesia de Dios en Argentina. IGLESIA DE DIOS Bme. Mitre 466 3360 Oberá - Misiones - Argentina. E-mail: [email protected] www.trompetaev.com ¡Estimado lector! ¡Para el nuevo año te deseamos gracia y ricas bendiciones de Dios! Cuando Josué estaba ante un nuevo emprendimiento, el Señor le animó con las palabras: “¡Esfuérzate y sé valiente!” (Josué 1,6). Nosotros también necesitamos esta seguridad del Señor en nuestra peregrinación. Así como Josué, nosotros podemos reconocer y experimentar que Dios nos condujo como sobre alas de águilas. Que maravillosa es la metáfora divina, con la cual podemos conocer mejor el actuar y la guía de Dios. – El águila prepara primeramente su nido con palos y ramas. Después coloca plumas y pelos, pone los huevos y los incuba. En pocas semanas los pichones ya han crecido. De vez en cuando se estiran y extienden sus alas. Los águilas padres saben el tiempo y la hora que sus pichones deben abandonar el suave nido. Ellos quitan las plumas y el pelaje. Entonces es incómodo, porque el acogedor nido se ha destruido. Esa es la hora en la que el águila lleva afuera o empuja afuera a su cría volando sobre el aleteo del joven. Y cuando ve que ya no puede más, vuela por debajo de él y lo lleva sobre sus alas. Así también hizo Dios con el pueblo de Israel. Por muchos años han tenido en Egipto su suave y acogedor nido. Pero luego tenían que trabajar como esclavos. Ellos fueron plagados, golpeados, en problemas y dolor. Y así como un águila saca a su cría, Dios tuvo misericordia de su pueblo. Envió a Moisés y Aarón los sacó de Egipto y los llevó como un águila sobre sus alas. Estimado lector, también en este año ve el Señor las dificultades y los problemas, tuyos y míos. Pero el bondadoso Dios está dispuesto a ayudar. Por tanto “¡esfuérzate y sé valiente!” H. D. Nimz ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A 3 LLE VA DO SO BRE ALAS DE ÁG UIL A Guiado maravillosamente “Sabed, pues” dice David en el Salmo 4,3: “que Jehová ha escogido al piadoso para sí; Jehová oirá cuando yo a él clamare”. omo hijos de Dios sabemos que esto es muy grato: somos guiados. No estamos en la mano de un oscuro destino, que no pregunta sobre nuestras penas y alegrías. Tampoco somos pelota de juego de una casualidad ciega. Lessing dice en una de sus obras: “Casualidad es una blasfemia”. Tampoco se nos entregó una rígida ley de la naturaleza. No, todo lo que nos sucede es guiado. ¡Cómo tranquiliza y consuela al corazón este conocimiento! Son las cariñosas manos de nuestro Padre Celestial que nos guían y nos conducen. Su amoroso corazón late por nosotros. Él tiene pensamientos de paz para con nosotros, y no de sufrimiento. Es el Padre de nuestro Señor Jesucristo el que nos guía. Esta certeza nos hace dichosos y nos da el sentimiento de protección. “¿Pero es realmente cierto que todo lo grande o pequeño que sucede, es por guía de Dios?” a menudo nos preguntamos. “¿No hay en los grandes acontecimientos mundiales o en la vida individual altos y bajos? ¿No existen terribles desastres naturales, una terrible lucha por la existencia, que desvía de un planificado gobierno Divino? ¿No es el drástico sufrimiento de millares de personas, el que nos hace dudar de la guía Divina?” Si, no podemos ni queremos negar los hechos de esas cosas. Pura y racionalmente no vamos a hacer frente a estas adversidades. ¿Pero no es nuestra falta de entendimiento un evento de contraprueba de la guía de Dios? ¡No, y otra vez no! Si, muchas, demasiadas cosas del mundo y de nuestra vida no entendemos. El conocimiento y la comprensión humana son muy limitados. Pablo escribe: “Porque en parte conocemos”. Sin embargo no queremos dudar que todo lo que nos sucede es guía de Dios. Solamente el que tuvo una verdadera experiencia con el Señor Jesús, será conciente de su guía. Si C 4 TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015 miramos retrospectivamente en nuestra vida, ¿no hemos experimentado a menudo que fuimos guiados maravillosamente? ¿No miramos a menudo hacia atrás y agradecimos a Dios por su guía, que nos pareció incomprensible e incluso inaguantable? Si confiamos y creemos completamente en Dios, vamos a experimentar la guía de Dios en los acontecimientos más pequeños. Luego reconoceremos, que ningún cabello de nuestra cabeza y ningún gorrión cae del techo sin la voluntad de Dios. Quien comienza a prestar atención a la guía de Dios, reconocerá en lo pequeño y en lo grande la mano de Dios. Y cuanto más reconoceremos la maravillosa guía divina en la eternidad. Allí su consejo nos será manifiesto en cada detalle. Reconoceremos como Dios esta “sentado en el telar del tiempo y teje los hilos de los acontecimientos del mundo y de nuestra vida.” Allí serán resueltos todos los enigmas de la vida. Ante el trono de Dios reconoceremos plenamente que Dios guía maravillosamente a sus santos. Lo único importante es que nos dejemos guiar. Desde luego, es una aventura, un riesgo de fe. Pero este riesgo siempre vale la pena. ntentemos sinceramente confiar totalmente a Dios la guia de nuestra vida, entonces tendremos maravillosas experiencias. Percataremos como la vida se vuelve más fácil, más natural, más informal que hasta este momento. Experimentaremos todo con más libertad y alegría, más pacífico y sin preocupaciones. Entonces no nos preguntamos temerosos: “¿Qué será y qué nos puede suceder aún?” No, decimos entonces: “Estoy curioso por ver lo que Dios tiene reservado para mí; cómo Dios me ayudará ahora a salir de mi difícil situación”. Ya no nos preguntaremos ansiosos, que será de nosotros. No, nos dejamos sobrevenir cosas con la certeza: ¡el Señor nos guía bien! Ya no nos disgustamos si nuestro plan diario se frustra, porque sabemos que Dios tiene un mejor plan para nosotros. I Entonces las personas con las que nos cruzamos por el camino serán para don y tarea, y frente a ellas nos preguntamos: ¿Qué tiene él o qué tienes tú para decir? Ya no estaremos tristes que muchas cosas sucedieron de manera diferente de lo que pensamos o planeamos en nuestra vida, porque sabemos que todas las cosas nos ayudan a bien, si permitimos que nos sirvan para bien. Es decir, solamente si aceptamos de la fiel mano de Dios. Anna Katterfeld, la autora báltica escribe: “Si nos ponemos del lado de Dios, y dejemos que abra nuestros ojos y guie sobre las relaciones de su guía, permaneceremos quietos, asombrados del reconocimiento de que todo tiene una meta.” Cuál es nuestra meta? Nuestra meta es que lleguemos al hogar, al hogar del Padre. Allí donde no hay más sufrimiento, llanto, ni dolor, y donde Dios enjugará toda lágrima de nuestros ojos. Al logro de este objetivo se enfoca toda la guía divina. A pesar de que el camino hacia esa meta sea laborioso y espinoso, sabemos: “Tú nos guías a la meta, incluso a través de la noche”. ¿ Nuestro inmutable Señor y Maestro Con Cristo comienza una nueva cronología. Así también para cada persona, con la fe en este Jesucristo comienza un nuevo tiempo. Si le tenemos a Él, entonces tenemos una roca segura, sobre la que podemos estar parados. Él es el Señor, el todopoderoso. Mientras lo material oscila, el Señor permanece como es, y sus años no tienen fin. Por eso también puede ser nuestro refugio. “¡Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación!” Nuestra incrédula época y las personas de mentalidad terrenal de nuestros días necesitan el conocimiento de esta verdad. El Señor, que en el pasado estuvo con nosotros, también nos guiará en este nuevo año. Este pensamiento da consuelo a los creyentes. El Maestro tampoco nos dejará solos en el desconocido campo de este nuevo año, sino que nos guiará y conducirá. En Él queremos confiar, y caminaremos seguros. El balón de preocupaciones Spurgeon cuenta de las experiencias de su vida: “Yo tenía preocupaciones y deseaba poder librarme de ellas. Para ello me ayudaron dos pequeños niños que jugaban. Uno de ellos estaba en una ventana en el primer piso de una casa; el otro en la calle. Éste intentaba arrojar a su compañero de juego una pelota, pero no lo conseguía. A veces el lanzamiento era muy alto, otras muy bajo. Pero aún así, el pequeño no desistió, y finalmente consiguió un lanzamiento en el que el niño en la ventana pudo recibir el balón. Eso provocó gritos en ambos niños. Y yo me alegré con ellos. Cuando seguí mi camino, me sobrevinieron nuevamente las preocupaciones. Pero me pude oponer a ellas. ¿No tenemos nosotros también una ventana abierta sobre nosotros? ¿No hay allí también alguien dispuesto a tomar nuestro balón de preocupaciones? Y si nos pasa como al pequeño, que la pelota no llega, sino que repetidas veces cae nuevamente sobre nosotros - ¿Por qué resignarse de lanzar? ¡Tiene sentido seguir practicando! ¡Nuestro balón de preocupaciones llegará con toda seguridad! No solo porque aprendemos a lanzar mejor, sino, sobre todo porque las manos del que está arriba son más rápidas que las del niño que jugaba.” Corazón, deja tus preocupaciones, preocupaciones generan miedo y dolor y para nada aprovechan; confía en Dios, el Señor, su ayuda no te es distante, Dios no dormita. ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A 5 UN A B UEN A IN T EN CIÓN PA RA EL N UEV O AÑ O “Para quedarme allí” “Tu bondad y tu fiel amor estarán conmigo toda la vida, y entraré a la casa del Señor para quedarme allí para siempre.” (Salmos 23,6) David expresó en el conocido Salmo 23, una valiosa decisión de su vida. ¡Quedarse allí! La Biblia habla frecuentemente de la importancia del permanecer en nuestra posición respecto de Dios. De los creyentes de Jerusalén leemos el hermoso testimonio: “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones” (Hechos 2,42). De la vida de los salmistas queremos aprender dónde queremos morar: Permaneceré - ¡en Él! “¡Jehová es mi pastor; nada me faltará!” David tenía una relación personal con su Dios. Él no dijo: “El Señor es un pastor”, sino “mi pastor”. Querido lector, ¿puedes tú testificar eso también? Quien lo experimentó como Redentor, Salvador y Pastor, dirá con David: “No me falta nada, nada me faltará”. ¡En mi pastor tengo completa redención, vida, suficiencia y paz! ¡No tengo necesidad de otro pastor! ¡Tengo todo en Él! Si el salmista ya en el antiguo testamento pudo expresar esto, cuanto más nosotros que vivimos en la época nuevo testamentaria. ¡Qué bendición es estar en Él, y permanecer en él! Jesús dijo: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho” (Juan 15,7). Permaneceré - ¡Bajo la guía y providencia del pastor! El salmista había experimentado la maravillosa guía y providencia de Dios. Esto reconocemos claramente de sus expresiones: En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Quien reflexiona con devoción en estos versos, reconocerá con David, qué maravillosa es la 6 TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015 providencia y la guía de Dios en la vida, y con un corazón rebosante de agradecimiento dirá: “¡Yo me quedaré allí!” Su palabra es el alimento espiritual, para que permanezcamos sanos en el alma y crezcamos en la fe. Quien permanece bajo su guía, no se desviará del camino angosto de la vida, sino que permanecerá sobre la senda correcta - sobre el camino que lleva al destino celestial. He leído que las ovejas, en especial cuando su lana es muy larga y pesada, a veces cuando están sentadas pierden el equilibrio y caen sobre su dorso. Se dice que la oveja, en ese estado no está en condiciones de levantarse nuevamente por sí sola, necesita la ayuda del pastor. El buen pastor refresca el alma, levanta, para que no perdamos el ánimo, sino que seamos fortalecidos. Aún cuando vaya por tribulaciones, tentaciones, decepciones y algunos valles oscuros, permaneceré. El buen Pastor no me abandona, sino que está conmigo. Si nosotros nos mantenemos en él, Él permanece con nosotros. Así lo experimentó David, y así podemos y debemos experimentarlo nosotros también en este nuevo año. Permaneceré - ¡En la casa del Señor! Seguramente el salmista se refería al templo de aquella época. Era el deseo de su corazón, permanecer toda la vida en la casa del Señor, para observar los hermosos servicios a Dios y su templo. ¡Quiera ser también nuestro deseo! La Biblia habla también, que la casa de Dios es la Iglesia de Dios - columna y fundamento de la verdad. Permanezcamos en la verdad, en oración y en el servicio de su iglesia. Quien experimentó a este Pastor en su poder y su plenitud, certeramente exclamará con David: “¡Yo me quedaré allí!” Quiera su decisión, ser nuestra decisión también - para el nuevo año y para toda la vida. El Señor nos conceda esto en su gracia. Gerald Krebs, Chilliwack (CA) ¿Por qué el temor? Temor en general La mayoría de nosotros experimentamos algunos de esos temores. Existe el temor de perder la salud. Temor de perder el trabajo. Temor a la vejez. Temor a que nuestros hijos vayan por el camino equivocado. Temor a la bomba atómica. Todos deseamos tener seguridad. Salvos de la enfermedad. Visitamos al médico para un chequeo anual, para estar protegidos en los días de enfermedad solicitamos seguros y pagamos pólizas. Para estar protegidos de la soledad, somos lo más activos posible y cultivamos amistades. Pero existe un temor del cual las grandes planificaciones y trabajos no pueden protegernos: El temor al castigo del pecado, temor frente al final. Si el Maestro dijo: “¡no temáis!”, era solo un eco desde la antigüedad. Pero él sabía de la relación directa entre el pecado y el miedo. Examina tus temores ¿No es así que gran parte de las preocupaciones son consecuencia de la desobediencia a Dios? Si no te has entregado por completo a Jesucristo, no podrás tener paz interior y esperar que tus oraciones sean oídas. Si tienes temor a algo, entonces examina tu temor. ¿Por qué y de qué temes? Esta pregunta es un gran paso al camino hacia la libertad. Dios quiere darte libertad. Pero él no puede hacerlo antes de que estés dispuesto a enfrentar libremente tus temores y tener la confianza de que hay una libertad para ti. Ten en cuenta que Dios no quiere que vivamos bajo la esclavitud del temor. Ten en cuenta que la mayoría de los temores son causados por el pensamineto y la vida pecaminosa contra Dios. La fe tiene el efecto contrario. La fe alivia, fortalece, da salud y paz espiritual. Todo lo que necesites en cuanto a la fuerza interior, la fe te da. Utiliza y aprovecha lo que la fe quiere darte. Utiliza tu fe como grano de mostaza, y crecerá. Empieza a confiar en Dios en las pequeñas cosas, y lograrás grandes cosas. Si hay pecado en nuestro corazón, allí también está el temor. No tendremos confianza en Dios, si nuestro corazón nos condena. Pecado y temor Jesús vino a preparar el camino para que podamos salir del pecado. Porque el pecado es la mayor causa de temor. Cada uno debería temer de comparecer delante de Dios, si hay culpa en su corazón. El rey David escribió mucho antes de la venida de Cristo: “No temeré delante de tus ojos, porque tu estarás conmigo”. Pero ¿Cómo quieres pasar del reino de temor al reino de fe? ¿Del miedo a la confianza? Un joven dijo una vez a su pastor: “Su predicación no es eficaz para mi. Usted vino de una buena familia, yo en cambio, de una familia quebrada”. Él utilizó este dicho hasta que unas muletas fueron su apoyo. Cada vez que le salía algo mal, se justificaba con que venía de una desafortunada relación familiar. Pero cuando se entregó a Cristo, caminaba con valentía hacia adelante, mientras día a día confiaba a Dios, y tuvo éxito en todos sus esfuerzos. No tengas temor de Dios El temor desaparece cuando la presencia de Dios se hace real en nuestro corazón. Pero donde Dios se disipa en el corazón, el temor crece. Pablo escribe en 2 Timoteo 1,7: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. Así es el temor, con excepción al temor de ser castigado por el pecado, no de Dios y no de acuerdo a su voluntad. El hijo de Dios tiene acceso al gran nacimiento de fe, y la fe es capaz de dar un golpe mortal al temor. Estimado lector, puede que al inicio de este año te afecte el temor: ¿Qué me traerá el futuro? Pon tu vida con toda confianza en las manos de Jesús, síguelo y confía en él con todo tu corazón, entonces podrás decir con el escritor a los hebreos: “El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre (o Satanás)” (Hebreos 13,6). El temor invadía a las personas desde el principio de la historia de la humanidad. Es una de las mayores calamidades de la humanidad. Evidentemente Jesús preparaba un camino, por el cual sus seguidores puedan librarse de sus miedos. De lo contrario no hubiese ordenado: “¡No teman!” ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A 7 Mensaje Radial Mensaje de Salvación Friedrich Krebs, Kitchener (CA) ¿Está la buena mano de Dios sobre nosotros? “Yo, fortalecido por la mano de mi Dios sobre mí […]” (Esdras 7,28). Esdras y Nehemías fueron grandes hombres entre el pueblo de Dios, en su tiempo. A través de ellos Dios pudo hacer grandes obras. Pero ellos no se atribuyeron a sí mismos el éxito, sino que ambos testificaron reiteradamente que la “mano de Dios” estaba sobre ellos. Ellos no quitaron la honra a Dios, pues reconocieron claramente que todo lo que hacían a favor del pueblo, sucedía por la buena mano de Dios. Esdras creyó y expresó: “La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan […]” (Esdras 8,22). Esto nos da derecho a plantear la pregunta: “¿Está la buena mano de Dios sobre nosotros?” ¿Estaba sobre nosotros en los últimos años, y está todavía sobre nosotros? La bendición de Dios es la evidente característica de la buena mano de Dios sobre la vida humana. El que quiere experimentar esto, no debe llevar su vida sobre su propia mano. Siempre se puede comprobar evidentemente, por quién y por que mano está trazada nuestra pequeña vida. De los textos bíblicos mencionados, en primer lugar pienso en mi propia vida. Me acordé en que peligro estaba mi vida sobre todo en los años de mi juventud. Como los jóvenes del pueblo trataban de conseguir que participe en las lujurias mundanas y diversas trampas de maldad. Aquí y allá ya había aceptado participar solo para complacer a otros. Pero entonces un extraño malestar brotaba en mi conciencia. Allí experimenté claramente como la 8 TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015 buena e invisible mano de Dios me puso barreras. Luego leí la Palabra de Dios: “Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la dirección de tu madre.” “Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas.” “Acuérdate de Jehová en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.” Comencé a reconocer el mejor y superior camino de la vida. Luego se me abrieron caminos que me llevaron fuera del círculo de los jóvenes del pueblo, y llegué a un lugar donde pude estar entre jóvenes temerosos de Dios. Esa fue la mano de Dios para bien sobre mí. ¡De que diversas maneras toca la buena mano de Dios la vida de las personas! Hemos leído: “Es para bien sobre todos los que le buscan […]”. Pero Dios se conecta a veces en la vida de aquellos que no lo buscan. Había, por ejemplo, un joven agricultor que volvía de la ciudad con su yunta rumbo al hogar. Se hizo de noche, y en el crepúsculo de repente vió a un hombre tirado al costado de la carretera. Su cabeza colgaba en la cuneta, que estaba llena de agua. El granjero saltó del carro y encontró un cadáver. Reconoció aquí un hombre, que por el alcoholismo cayó y se ahogó. El joven agricultor se sintió profundamente conmovido. También él vivía completamente despreocupado de Dios. Pero aquí se enfrentó a una clara consecuencia del pecado. “Si esto me ocurriera a mí, ¿Dónde pasaré la eternidad?” se preguntó. Llegó a su casa e informó a su esposa de su inquietud interna. Irónicamente se rió de él. Herido, esa misma noche fue a una taberna. En el lugar donde se sentaba, había un pequeño libro, un devocional. Lo abrió y leyó: “¡El pecado trae sufrimiento, Cristo trae alegría!” “Lo primero es cierto”, pensó, “Y lo otro también debe ser verdad”. En su alma se elevó una esperanza. Y ante el asombro de todos los presentes, volvió a su casa deprisa.Tomó la Biblia, interiormente despierto, buscó la misericordia y el perdón de Dios y decidió ser un seguidor de Jesús. Cuando su esposa notó este cambio en él, comenzó a regañarle y amenazó con dejarlo. Pero sobre la vida del jóven agricultor ya estaba la misericordiosa mano de Dios. Calladamente siguió su camino, y oró fervientemente por la salvación de su esposa. No habían transcurrido tres meses cuando ella se arrodilló bajo la mano de Dios. Queremos observar de las Sagradas Escrituras, de lo que es capaz la mano de Dios: El éxodo del pueblo de Dios de la dura esclavitud de Egipto parecía absolutamente imposible. Pero después de la salida Moisés dijo: “Tened memoria de este día, en el cual habéis salido de Egipto, de la casa de servidumbre, pues Jehová os ha sacado de aquí con mano fuerte.” Josué, que asumió la guía del pueblo después de Moisés, al principio pareciera haber sido tímido. Pero luego se armó de valor y dijo: “Todos los pueblos de la tierra conozcan que la mano de Jehová es poderosa.” Y así sucedió realmente. El joven rey Salomón oró: “Esté con nosotros Jehová nuestro Dios, como estuvo con nuestros padres, y no nos desampare ni apartes tu mano […]” Él sabía muy bien que el bienestar, la paz, la victoria y la prosperidad en el país no estaban en la mano del rey. Oh, si los gobernantes de nuestro tiempo pudieran reconocer correctamente esto y orar con Salomón: “Inclina nuestro corazón hacia ti.” David por experiencia pudo decir: “La mano del Altísimo todo lo puede cambiar” y “Tú dominas sobre todo; en tu mano están la fuerza y el poder”. Y Moisés oró: “¡Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí!” Él reconoció la importancia de esta poderosa mano. Y el Señor dijo a su pueblo: “Percibiréis lo que es, cuando retiro mi mano de ustedes.” Esto sin duda, lo pueden ver todos los que quieren verlo. Que dichosa es la persona que puede percibir que está bajo la mano de Dios. Pero que grave es para aquel, de quien esta mano fue retirada. Por lo tanto, busca a Dios y su mano de bendición, porque “La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan”. Dios los bendiga en este nuevo año, y vivamos fielmente para el Señor, para que su poderosa mano también esté sobre nosotros. ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A 9 C . W. TA YLOR - LO QUE MUE VE AL COR AZÓN ¿Qué tan bien te conoces? ¿Entiendes las verdaderas necesidades de tu alma? ¿Interpretas correctamente los síntomas de carencia, la causa de tu ansiedad? La mayoría de las veces no ayuda el ungüento ni el vendaje – la causa del problema debe ser eliminada. Recién cuando es descubierto el escondido origen del problema, pueden la luz y la vida expulsar a la oscuridad. odos desean el éxito, pero no todos son éxitosos. En todos los aspectos el éxito depende de las diferentes circunstancias y solo puede construirse sobre una base apropiada y cuidadosamente definida. Los cristianos aspiran a una vida victoriosa. Los que son llamados al servicio de Dios, desean ser personas útiles. Jesús le dijo a Marta: “Una cosa es necesaria” El éxito debe tener un principio autoritario como fundamento. Si esto se descuida o es pasado por alto, el fracaso parcial o total será la consecuencia. Muchos intentos fracasan porque su comienzo fue en el lugar equivocado. En matemáticas, debemos dominar los conceptos básicos antes de poder calcular la órbita de los planetas. En música, primero tenemos que aprender los tonos y sus relaciones antes de producir bellas armonías. En astronomía primero debemos tener experiencia y saber de nuestro pequeño planeta, antes de que podamos viajar al infinito del universo. Antes de que podamos llegar a conocer a Dios correctamente, tenemos que conocernos a nosotros mismos. Cada animal sabe instintivamente que el dolor persistente en el estómago es por hambre, e inmediatamente busca satisfacerla. Pero la persona, que T 10 TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015 no se conoce a sí misma, que no se detiene, se examina y se analiza, siente inquietud, un anhelo interior, hambre en su alma y no sabe lo que le falta. Se esfuerza por satisfacer sus deseos con los placeres del mundo, pero se satisface temporalmente y al final termina peor que antes. El hombre trata de satisfacer el hambre de su alma por todos los medios, pero no consigue ayuda, porque interpreta erróneamente su situación. Recién cuando reconoce que la razón de su inquietud es un hambre de Dios y al pan de vida, comienza a buscar correctamente la solución. Muchas mujeres tratan de satisfacer este deseo con joyas de oro, piedras preciosas y la exposición externa del mundo de la moda. Los hombres buscan distracción en los deportes, en la política, en la acumulación de riquezas, o persiguen la insensatez de esta vida. Como el alimento es el único que puede satisfacer el hambre del cuerpo, así también Dios es el único que puede saciar el hambre del alma. Recién cuando las personas se dan cuenta, que estos sentimientos son un hambre a Dios, comienzan a buscarlo. Lamentablemente para muchas personas la fe cristiana es solo una fe abstracta, a pesar de que debería ser una parte vital en la vida de cada cristia- Reconoce, que el verdadero deseo de tu corazón es la piedad. no. Una antigua sabiduría filosófica dice: “Conócete a ti mismo.” La verdadera sabiduría surge solo cuando nos ordenamos correctamente a nosotros mismos y la relación hacia las demás cosas. Parece, que siempre es necesario recordar a nuestras hermanas, modestia y sencillez en la ropa. Con frecuencia vemos a mujeres, que con su aspecto se parecen más y más al mundo. ¿Qué provocó este cambio? Es el deseo del corazón. Ellas no entienden de donde viene este deseo y como se puede saciar, creen que la inquietud del alma es un deseo a las cosas de este mundo, pero no sacian sus deseos. o hermana, los vestidos de última moda no pueden satisfacer tu deseo. Tú interpretas falsamente el grito de tu alma. No hermano, no es el éxito de tu equipo deportivo, o más posesiones lo que tu alma anhela. Ambos corazones claman a Dios. Dadles para saciar su hambre, y te sorprenderás al descubrir que perderás el interés en las cosas de este mundo. Si sientes un deseo por algo que no está en concordancia con la riqueza espiritual, entonces no has reconocido la verdadera razón de tu deseo. Hermana, si te atrae una prenda mundana, entonces tu alma tiene hambre. Dale alimento espiritual. Ponte de rodillas, come abundantemente del “pan del cielo” y bebe el “agua de vida”. ¿Sigue ahí el deseo de las cosas terrenales? ¿Ni un poco, verdad? Tu alma quería más de Dios y tú no lo sabias. uerido hermano, anhelas más atención y que tus talentos sean más alabados, entonces tienes hambre. Suministra suficientemente a tu alma con el maná del cielo. No saborees solamente, sino come hasta saciarte. Si ahora se te alaba frente a todos, N Q solo sentirás vergüenza. Tú no reconocías la verdadera razón de tu anhelo. ¿Verdad? Y tú, que aspiras ser un gran orador y defensor de la humanidad, rescatar al mundo del anzuelo; tu alma tiene mucha hambre. Necesitas mucho alimento para estar satisfecho. Pero Dios tiene más que suficiente, apresúrate a ir a la mesa. Pronto te darás cuenta, que tu deseo de prestigio desaparece y prefieres mantenerte detrás de la cruz donde ya no llamas la atención. Después de una buena comida celestial, cualquier tipo de mundanidad nos “golpeará en el estómago” y ya no podemos soportarlo, ni verlo ni olfatearlo. ¿Y tú, que siempre quieres imponer tus caprichos? Tú consideras tu juicio tan grande, que todos los hermanos lo deben aceptar y conducirse de acuerdo a ello. De lo contrario la dulzura de tu corazón se transforma en vinagre al instante. Ve y come un poco de “miel de la peña.” Vuelve recién cuando te hayas saciado. Cuando realmente estés satisfecho, te atrapará el pensamiento: “No mi voluntad, sino la tuya.” Tú necesitas a Dios. Todo lo demás son cáscaras vacías. De cascaras vacías no te saciarás. Quizás obtengas una indigestión espiritual, y al final mueras. Reconoce de inmediato lo correcto y luego “come en abundancia y sáciate.” No pongas tu alma a dieta con adornos exteriores, posesiones y reconocimientos “Comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura” (Isaías 55,2). Aprende a conocerte a ti mismo, para que sepas, que el verdadero deseo de tu corazón es la piedad, y que todos los demás deseos son sólo síntomas para obtener más de Dios. Ellos desaparecerán pronto cuando tu alma se sacie con el pan de vida. ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A 11 PÁGINA JUVENIL Cómo pedir perdón ¿Por qué pedir perdón? “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial.” (Mateo 6,14) Una cosa enseñaron muy claramente Jesús y sus apóstoles: No recibiremos perdón, si nosotros mismos no perdonamos. Y eso es muy importante, porque como somos humanos, en la convivencia surgen malentendidos. Nosotros cometemos errores, actuamos sin reflexionar y nos lastimamos mutuamente. Si, la Biblia dice que los hermanos pueden incluso pecar entre ellos. Y para que estas cosas no quiebren la comunión en una iglesia local, nos debemos perdonar mutuamente. Y eso implica que debemos pedir perdón unos a otros. Creo que los hermanos en una iglesia local frecuentemente se perdonan mutuamente sus faltas sin que uno pida al otro perdón. Debido a esta falla, a veces surgen heridas y cuando se curan permanecen las cicatrices. Estos son por ejemplo cosas tales como la confianza rota. O el temor de volver a ser tratado injustamente. El resultado es, que a pesar de que pertenecen a una iglesia local, los hermanos se esquivan. Aunque el caso fue perdonado, no ha surgido la reconciliación entre ellos. Y la reconciliación puede lograrse solo cuando uno pide al otro un sincero y genuino perdón o disculpas. Pero pedir disculpas, no es tan sencillo. Para ello hay que humillarse y admitir su culpabilidad ante el otro. En realidad, esto no debería ser un problema en la convivencia entre hermanos. Pero yo percibo, que muchos hermanos tienen un problema con eso. Y creo, que la mayoría simplemente no saben cómo hacerlo. 12 TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015 Este es el caso de un hermano mayor que durante una hora de testimonios, va al púlpito y dice algo así como: “Hermanos y hermanas, por favor perdónenme si algo no hice o dije como debía.” Por un lado es real, él se humilla ante la congregación, pero por otro lado, no es una verdadera disculpa. Esto no es claro, el problema no se nombra y no asume la responsabilidad de la culpa. Y yo estoy ahí sentado y no sé qué debo perdonarle. Para ayudarte a resolver de manera sostenible las cosas equivocadas en la convivencia, he escrito aquí cuatro elementos de una verdadera súplica de disculpas. 1. “Lo lamento...” Comienza con decir que lo sientes. Y di también que lamentas. Cuando el Espíritu de Dios te hace consciente de una falta contra tu prójimo, entonces él muestra muy claramente cuál es el problema. Así que tómalo y dilo en tu primera frase. Englobalo en una situación concreta, y considérate a ti mismo. No digas: “Siento que ayer hayas malinterpretado todo lo que he dicho.” Sino por ejemplo, de este modo: “Lamento que ayer he sido insolente y fuerte en nuestra conversación.” A veces no es claro cuál era exactamente el problema. Sientes que algo ha ido mal, pero el problema real no lo percibes. Te das cuenta que la relación con tu hermano ha cambiado, que tu hermana “tiene algo contra ti”. Entonces ponte de rodillas y pídele a Dios que te muestre lo que ha ido mal. Suplícale con genuino arrepentimiento, para que no seas hipócrita cuando dices: “lo siento”. 2. “Fue un error...” Ahora viene realmente la admisión de la culpa. Aquí tomas la responsabilidad de tu falta. Y también aquí te ayuda el Espíritu de Dios, que por lo general ya ha puesto el dedo sobre la herida antes de que pidas perdón a tu prójimo. En primer lugar pide perdón a Dios, pero luego ábrete y ve a las personas a las que has hecho daño. Este es el punto donde muchas personas fracasan. Este es el punto en el que yo mismo tengo gran dificultad una y otra vez. Aquí se define si soy realmente humilde. Si pongo al hermano o la hermana sobre mí, me doblego delante de ellos y digo, yo estaba equivocado. También aquí, debes ser lo más específico posible. Di lo que estaba mal, y por qué estaba mal. Si era un pecado, di que era un pecado. No encubras nada. Asegúrate de que en esta frase no aparezca un “pero”, de modo que retractas tu admisión de culpabilidad. Si me quedo en el ejemplo anterior, esto sonaría algo así como: “Fue un error hablar, cuando estaba molesto. La Biblia dice que si estoy enojado, debo callar. Y yo hablé. Además, en el hablar me posicioné sobre ti. He hablado desde arriba e incluso llegué a ser abusivo. Eso fue arrogante y egoísta y no estuvo bien.” 3. “En el futuro quiero...” Tu solicitud de perdón tiene poco valor si no quieres cambiar lo que estaba mal. A más tardar, cuando por tercera vez pides perdón por la misma cosa, y tu contrincante no detecta ningún esfuerzo de que quieras mejorar, tu disculpa no será creíble. Así que reflexiona lo que quieres hacer diferente en el futuro, para que no vuelva ocurrir lo mismo. Haz una oración por ello. Piensa en lo que quieres pedir a Dios para que en el futuro puedas evitar tal acción de tu parte. Di estas cosas a las personas cuando pides perdón. En nuestro ejemplo, esto significaría: “Me gustaría morderme la lengua en el futuro, cuando siento la ira creciente en mí. Y comencé a pedir a Dios que me ayude. Tomé conciencia de que todos hemos sido hechos partícipes de la misma gracia, que todos tenemos el mismo objetivo y todos queremos estar en el mismo cielo. Por eso quiero reajustar mis intereses y sensibilidades y ver las cosas en común en primer plano.” Puede haber casos donde una declaración de intenciones para el futuro no es suficiente. Si puedes conseguir de alguna manera poner las cosas en orden, debes hacerlo. Anúncialo y hazlo también. 4. “¡Por favor, perdóname!” Y ahora puedes venir a la frase de lo que realmente se trata. Tú pides al otro, que te quite la culpa y te perdone. Haz nombrado la culpa y ahora solicitas que la quiten de ti. Algunos intentan, en este punto disculparse a sí mismos. No cometas este error. Ruega conscientemente por perdón, disculpas o indulto. “Por favor, ¡perdóname!” El motivo para una disculpa Si procedes de acuerdo con estos cuatro pasos, entonces te quitas del camino un gran peligro. El peligro de la hipocresía - que pides perdón, pero en realidad no lo dices en serio. El hecho de que tú lo haces, con el fin de lograr ciertos objetivos. Pero la gente percibe de alguna manera si una disculpa es genuina o no. Para mí, el verdadero motivo para pedir perdón es el arrepentimiento. Primeramente me siento arrepentido ante Dios de lo que he hecho. Y cuando me arrepentí ante Dios por lo que hice y veo la necesidad de arreglar las cosas con las personas a las que hice daño, entonces lo hago. Y eso no es tan sencillo. A veces he cargado conmigo una cosa por meses, hasta que decidí humillarme y rogué por perdón a las personas. Esto no es sencillo. Pero lo que Dios nos da después, siempre vale la pena. Robert Witt, Gifhorn (DE) ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A 13 Página para mayores La belleza de la vejez “Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus maravillas. Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, hasta que anuncie tu poder a la posteridad, y tu potencia a todos los que han de venir” (Salmos 71, 17-18). Así como el tiempo de cosecha es más alegre que el tiempo de la siembra, así también es más feliz la vejez que la juventud, si ésta era un tiempo de siembra para el bien. Si en la juventud fue puesto un buen fundamento para la edad y la eternidad, entonces la vejez es mejor que la juventud, así como la finalización de una obra es mejor que su inicio. Como la fruta madura emociona más que la inmadura, así la vejez será más bendecida que la juventud, si está embebida y transfigurada por el amor de Cristo; como la llegada al puerto es más agradable que el viaje marítimo en sí mismo, así también la vejez más agradable que la juventud, previsto que el viaje de la vida fue guiado por Cristo en el timón desde la juventud. En el palacio real de Jerusalén, se encuentra sentado David, ya anciano. En espíritu pasan volando los días de la vida. ¡Qué imagen maravillosa observa! Al contemplar esto, exclama alegre: “¡Dios, tú me has enseñado desde mi juventud!” Toda su vida fue una escuela, en la cual Dios le preparó para la eternidad. Aquí el aprendió a huir de la maldición del mundo para alcanzar lo que está más arriba. Aquí aprendió a reconocer las asechanzas del enemigo y escapar de las peligrosas trampas del mundo. Aquí aprendió a vivir según la voluntad de Dios y prepararse para el día del encuentro con Dios. ¿No es esto bello y glorioso, cuando una persona se deja guiar por la mano y el amor de Dios toda su vida? ¿No son los recuerdos de 14 TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015 la fidelidad de Dios los que alegran los oscuros días de la vejez? Estos son privilegios de los cuales el mundo nada sabe. Sin embargo, la vejez también tiene sus peligros. Si la frescura espiritual disminuye y la fuerza de voluntad desvanece, satanás intenta duplicar el combate con la persona y lanza, como leños ardientes, dudas y preocupaciones al corazón. No debe sorprendernos, si en alguna habitación es fuerte el suspiro: “Oh Dios, no me desampares en las canas”. La gracia del pasado no es suficiente para el presente. Experiencias pasadas son lo mismo que el maná viejo que no era comestible. Para los peligros de la vejez son necesarias gracias especiales. Pero en Dios no hay escasez de gracia. El Rey de reyes no dejó a Abraham cuando era un anciano, ni a Isaac cuando estuvo ciego, ni a Jacob cuando “se apoyó sobre el extremo de su bordón”. También si otros nos ciñen como a Pedro y nos llevan donde no queremos, tampocó allí Él apartará su rostro de nosotros. La vejez tiene sus promesas especiales. La piadosa vejez es el comienzo de la marcha triunfal hacia la gloria. Ante los ojos oscuros del anciano piadoso, no se extiende un valle oscuro. Mientras pasa por el rio de la muerte, la luz radiante del otro mundo le glorifica. En vista del gran amanecer eterno, se aleja aquí de la orilla y pronto puede anclar en la costa de oro de la eternidad. “Me encuentro en el lado iluminado de mi vida,” dijo un anciano, “porque estoy cerca de la gloriosa eternidad.” Y el viejo Simeón en júbilo dijo: “Ahora Señor, despide a tu siervo en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador.” ¿No es esto una gloria indescriptible? ¿No es de envidiar tal triunfante peregrino que llega al hogar? ¡Ciertamente, la vejez de los justos tiene su belleza! TE Como tus días ¡Como tus días, así tus fuerzas! Dios ha prometido, Él las dará. Confía el hoy a Dios sin vacilar y el mañana en sus manos deposita. Te parece que tu hoy es difícil y triste con rugido de tormentas y olas; pon tu vista en Él, quien olas y vientos aquieta, quien extiende sus brazos hacia su hijo. ¡Haz hoy con fidelidad, lo que él te confió! Hoy es el valioso tiempo de gracia. Algunos momentos desaprovechados los años no traerán jamás devuelta. ¡Permite que tu hoy sea una advertencia, entregándote por completo a tu Salvador! Quién sabe, tu Rey puede venir hoy; ¡preocúpate de estar listo para su llegada! Silencio en Dios El carácter de una persona se evalúa por sus palabras y acciones. Muchas veces no se reconoce que el alma se fortalece por estar en silencio. Sobre todo en nuestros días, donde la agitación y la prisa afecta nuestra vida cotidiana. Parece ser que el pasaje bíblico de Isaías 32,18: “Mi pueblo habitará […] en recreos de reposo” no cabe en el bullicio de hoy. Y sin embargo, es importante que no llevemos esta agitación terrenal a nuestro tiempo de silencio con Dios. “Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras de ti tus puertas” (Isaías 26, 20) nos recuerda el profeta. Y nuestro Salvador Jesucristo repitió esta advertencia en su sermón del monte. Cada persona debe tener un aposento tranquilo de este tipo, un aposento donde tenga un encuentro con Dios, donde pueda tener una comunicación con Él en oración. En el silencio, sí, en el secreto está nuestra fortaleza. Los carácteres más preciosos han crecido en el silencio. Pablo tuvo que estar en Arabia, donde, con la mirada apartada del mundo, podía recibir los mensajes por el Espíritu. Cuando apareció en público, pudo tener sublime victoria sobre todos los interrogantes polémicos, porque el conocimiento de la presencia de Dios lo ha fortalecido. “Estad quietos y conoced que yo soy Dios” (Salmo 46,10). El tabernáculo del antiguo testamento tenía tres secciones, lo que debía ser un ejemplo al pueblo de Dios sobre su posición ante Dios. Muchos se encuentran, en sentido figurado, en la primera sección, en el atrio del templo. En el lugar santo se encuentra una pequeña cifra, y muy pocos son los que atraviesan todas las barreras y llegan al lugar santísimo. Si bien, ahora éste está abierto por la sangre de Cristo para todos. Este pequeño grupo ha aprendido en el silencio a hablar “cara a cara” con Dios. Son personas que conocen el poder que les aligera todas las cargas, y sus almas están rebosantes de inmensa alegría. Si crecemos sin resistencia en la mano de Dios, entonces Él puede expresar su imagen en nuestra vida. Pero esto, en un hombre frio y duro, no puede ser de otra manera que ser quebrantado y derretido en el fuego de Dios. Solo así el Señor puede presionar su sello divino en una vida humana. El alma que se ha aquietado, que “ha acallado su alma como un niño destetado de su madre” (Salmo 131,1) sabe que Dios siempre tiene pensamientos de amor y de paz con ella. Los hijos de Dios deben tener siempre en cuenta que no solo una vez por corto tiempo, sino que constantemente deben permanecer en comunión con el Señor, si quieren tener la certeza de su presencia. Si permanecemos constantemente en silencio, en el aposento con Jesús vemos las cosas terrenales desde una perspectiva diferente. Internamente lejos del bullicio del mundo podemos vivir con Jesús, sin estorbos en medio de la confusión y el ruido diario. En medio del tumulto del mundo hemos construido un aposento, donde Dios está en comunión con el alma, la cual está plenamente acallada en Él. G.O.C. ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A 15 PE RFIL D E LA IGLE SIA Winnipeg La Iglesia de Dios en Winnipeg se inició en 1928 con reuniones hogareñas de los hermanos Leo Schultz. Sólo había unos pocos hermanos. El hermano Patzer servía con la palabra, y el Señor bendijo esta obra iniciada en fe, donde almas fueron salvas y añadidas a su iglesia. Los hermanos se alegraban de la visita de algunos pastores que llegaban aquí y ministraban la Palabra. El hermano Schwieger ministró aquí desde 1937 - 1938. La congregación creció y alquilaron durante varios años una iglesia adventista para las reuniones dominicales. En 1943 vinieron los hermanos Weyland y trabajaron hasta 1948 como pastores. En 1943 se compró el primer edificio en la avenida Tweed 414. Cuando los hermanos Weyland se trasladaron a Benton Harbor, después de un corto tiempo vinieron los hermanos Stumkat para servir a la iglesia durante varios años. Pero nos dejaron junto con algunos de los hermanos para comenzar reuniones en inglés. Pronto se llenaron los espacios con hermanos que habían perdido sus hogares debido a la guerra y emigraron a Canadá; y muchos encontraron en Winnipeg un nuevo hogar. En 1951 llegaron los hermanos Adolph Lutzer para estar al frente de la iglesia. Sirvieron aquí durante más de 16 años. En 1952 el antiguo templo, que resultó ser demasiado pequeño, fue derribado y en el mismo lugar se construyó uno nuevo. ¡Qué hito importante fue para la iglesia! La congregación crecía constantemente, por lo cual vieron la necesidad de ampliar el templo en 1965. El Señor dio gracia, bendición y éxito. Nos gustaría añadir algo aquí. Para nuestra reunión anual de encuentro juvenil, en 1955 tuvimos visita de Brasil. El hermano Salomón Weissburger fue nuestro orador invitado. Alentó a los predicadores a realizar una conferencia pastoral cada año. Debido a su ubicación central, desde 1958 la iglesia de Winnipeg fue anfitriona de la conferencia anual de pastores de la misión germana en América del Norte, a la que pertenece. La conferencia anual de pastores y la asamblea 16 TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015 de la misión germano-canadiense fue siempre un punto importante para la iglesia. La llegada de la visita de los ministros y delegados era un cambio agradable en los meses de invierno. Con el tiempo se deseó desplazar la conferencia de pastores a otro lugar con el fin de dar a otras iglesias la oportunidad. En el 2005 Edmonton hizo el comienzo y otras filiales le siguieron. Después del prolongado tiempo de servicio de los hermanos Lutzers, llegaron los hermanos F. Weiss y sirvieron a la iglesia, hasta que los hermanos Nimz en 1968 se hicieron cargo del servicio por casi cinco años, y luego obedecieron una llamada de la Iglesia de Dios en Toronto. Se dirigieron a los hermanos F. Henschel, quienes ayudaron por unos meses, hasta que los hermanos S. Raasch se hicieron cargo del trabajo en la iglesia en agosto de 1973 hasta 1984. En noviembre de 1978, la iglesia celebró su 50 aniversario. Con corazones agradecidos al Señor, y pudiendo concordar con el salmista: “Dad gracias al Señor, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia” (Salmo 118,1). El hermano G. Sonnenberg fue nuestro orador principal y el coro de la iglesia de Edmonton embelleció el día con canciones. También vale la pena mencionar la revista infantil “Espigas-Alegres”. Esta comenzó a finales de 1956 y fue emitida y enviada por el hermano G. Gutzmann hasta junio de 2012. También por el hermano A. Tuviks fueron editados y enviados durante muchos años folletos en ruso “La voz de la verdad.” Desde abril de 1968 hasta abril 2014 Winnipeg apoyó la emisión de nuestro programa radial “Mensaje de salvación”. Por escuchar la transmisión, algunas familias vinieron a nuestros cultos. En los años setenta llegaron inmigrantes de habla alemana desde Paraguay. Muchos de los visitantes vinieron a las reuniones, escucharon la Palabra de Dios, se arrepintieron y fueron bautizados bíblicamente. A medida que el número de visitantes crecía y la ubicación del templo era algo desfavorable, se llevó a cabo una elección el 15 de abril de 1981 para la compra de un terreno. La mayoría estaba a favor de comprar la propiedad sobre la avenida Concordia. En agosto de 1984, los hermanos R. Roesler se hicieron cargo del trabajo en la iglesia. En el mismo año fue construida la nueva casa pastoral. El antiguo templo fue puesto a la venta. Cuando se concretó la compra del terreno, comenzaron los preparativos para el nuevo edificio, que se inició en otoño de 1989. Muchas oraciones fueron elevadas al trono de Dios, para que Dios nos ayude a estar unidos en esta gran tarea de construir una nueva casa de Dios. Toda la construcción del edificio del templo fue entregado a un contratista. Sólo el sótano con las aulas para la escuela dominical, lo hemos concluido nosotros mismos. El Señor tendió su mano protectora sobre nosotros y nos protegió de accidentes. El 20 de mayo de 1990, el templo fue inaugurado. Para dicha ocasión vino el hermano H. D. Nimz como orador invitado con el coro de la iglesia y la banda de música de Edmonton. Todos nos sentimos bendecidos por la palabra de Dios y las presentaciones. Nos regocijamos y estábamos agradecidos por nuestra nueva casa de oración. En el verano de 1997 nos dejaron los hermanos R. Roesler y se trasladaron a Toronto. La iglesia estuvo un año entero sin predicador local. Venían pastores de otros lugares para ayudarnos. Por un lapso más largo permaneció el hermano J. Jakobsh entre nosotros, y sirvió con la palabra. Los hermanos H. Klinger respondieron al llamado de servir a la Iglesia como predicador local. Vinieron a nosotros en agosto de 1998. A principios de 1999 sentimos la necesidad de empezar una reunión en el idioma nacional. Después de mucha oración, ayuno y consultar por la voluntad de Dios, sentimos la necesidad de comenzar un servicio regular en inglés en mayo de 1999. Alrededor del 2000 vinieron los hermanos Años 1928 1937 1943 1948 1950 1951 1968 1968 1973 1973 1984 1997 1998 2007 - Pastores ruso- alemanes de Alemania y asisten hasta hoy nuestros cultos. Estamos muy contentos y agradecidos por su participación en la iglesia. Todavía un punto más en particular pudo experimentar la iglesia en 2003. Por la gracia de Dios, la iglesia celebró sus 75 años de existencia. El aniversario se celebró bajo el lema: “Lluvia de Bendiciones.” Nuestro orador invitado fue el Hermano Nimz y los hermanos Raasch y Roesler participaron con la palabra. El coro de voces y la banda instrumental de la iglesia de Edmonton y nuestro coro nos han servido con canciones y música. Además, tres “coros” del patrimonio compilados: Orquestas, coro juvenil y coros de la iglesia, donde participaron antiguos instrumentistas y cantantes de Winnipeg. Todos fuimos inmensamente bendecidos. Después de cuatro años tuvo lugar nuevamente un intercambio de pastor. En 2007 los hermanos H. Klinger obedecieron un llamado de la iglesia en Hamilton. En agosto de 2007 vinieron los hermanos M. Kehler y nos sirven hasta hoy. Que el Señor los bendiga y les dé mucha gracia y fuerzas en todas sus tareas. Con fe, la iglesia mira hacia el futuro. El Señor es de hecho la cabeza de la iglesia y así debe seguir siendo. Él también nos prometió permanecer con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. Matthias Frehm, Herbert Steinke 1936 Samuel Patzer † 1938 Hermano Schweiger † 1948 Hans Fritz Weyland † 1950 Otto Stumkat † 1951 Adam Flatt † 1967 Adolph Lutzer † 1968 Ferdinand Weiss † 1973 Hans-Dietrich Nimz 1973 Friedrich Henschel † 1984 Siegfried Raasch 1997 Reinhard Roesler 1998 Josef Jakobsh 2007 Harry Klinger a la fecha Martin Kehler ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A 17 EL MISIONERO EN CHINA Hudson Taylor Parte 21 os tripulantes del “Lammermuir” vieron el viaje con poco entusiasmo. Pero luego de algunos días, ese parecer cambió radicalmente. Los misioneros probaron ser de real ayuda. Si algo debía ser forjado, se hacía cargo del trabajo Nicol, el herrero escocés y lo hacía con más dedicación de la que ellos mismos lo harían. Jackson y Williamson los carpinteros, ayudaban gustosos donde había algo que arreglar. Ya que no había medico de abordo, los conocimientos quirúrgicos de Hudson Taylor eran impagables. Él compartió con la tripulación conocimientos sobre circulación sanguínea y primeros auxilios en accidentes. Así pasaban los días. Pero sucedía otra cosa con estos misioneros. Ellos parecían realmente felices. Los demás no entendían la razón. ¿Qué sería aquello que los hacía tan felices? ¿No habían elegido vivir en el extranjero? Generalmente los encontraban a la mañana, al mediodía y a la noche, reunidos en la cubierta o en un camarote cantando himnos. Siempre eran canciones de la iglesia o himnos de salvación, y justamente estos conmovieron el corazón de los tripulantes. Parecía que los misioneros amaban una en particular. El comienzo decía: “Jesús, Salvador de mi alma” y esta canción cantaban todos convencidos. Evidentemente la religión significaba algo para estas personos. Poco a poco los marineros se sintieron acercados a ellos. La conversión del segundo oficial, veinticinco días más tarde después de haber dejado el puerto de Plymouth, era para los misioneros un gran estímulo. Luego entregaron su vida al Señor dos marineros. Este fue el comienzo de un despertar entre los tripulantes. Se detuvo un tiempo. De repente los hombres mostraron interés sobre cuestiones espirituales. Entre los misioneros reinaba gran alegría. L 18 TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015 ¡Se podría cerrar el informe del viaje y solamente acotar aquí la maravillosa protección contra el naufragio en el mar de China, con la cual culminaba el viaje! Pero entonces se omitirían circunstancias, que lamentablemente tuvimos que pasar. Cuanto más cerca del Señor vive un cristiano y se quiere poner a su servicio, más dolorosas son las consecuencias si el Señor resulta decepcionado por alguna cosa. Eran solo pequeñas cosas que provocaron conflictos entre algunos misioneros. Grandes tentaciones hubieran malogrado su objetivo. Pero pequeñas observaciones, pequeñas hostilidades y celos produjeron disputas que arrastraron importantes consecuencias. Las oraciones se obstruyeron, y para dolor de todos los involucrados, la obra del Espíritu Santo se detuvo. Durante todo un mes no pudieron ganar a nadie más para Cristo. Por lo tanto algunos hombres que habían reconocido la carga de sus pecados, permanecieron indecisos y sin salvación. Esta fue una terrible experiencia. Aunque los misioneros estaban preocupados por esta situación y sabían dónde estaba el problema, resultó difícil volver a ordenarlo y mantenerlo. bviamente Hudson Taylor fue profundamente afectado por ese suceso. ¿Podría él proteger a sus colaboradores velando fielmente y evitar malos entendidos? ¿Podría volver a restaurar “la unidad en el espíritu, que es un vínculo de paz”, luego de que haya ocurrido ante Dios? “Esta mañana”, decía un registro en el diario de los comienzos de julio, “tuve una conversación con el Sr. Nicol sobre el asunto. Seil se unió y luego Williamson. Acordamos reconocer nuestras culpas juntamente y orar por más unidad y amor. Hablé con cada uno y les exhorté por la necesaria unidad interna. Nos reunimos por la noche y realmente el Señor estaba presente. Yo creo O que a todos los presentes nos dio el correcto deseo de estar unidos en amor. Pero la posibilidad de nuevas tentaciones estaba latente, y unos meses más tarde se introdujo nuevamente el espíritu de la discordia. Esta vez eran otras razones y otros misioneros, pero el resultado fue el mismo: espíritu de juzgar y peleas, pérdidas en la fuerza que obraba y las bendiciones. “Casi todos se quejaban de la falta de unidad y amor”, en su diario, el 8 de septiembre decía: “¡El Señor levante su brazo y argumente por nosotros!” Fundamental era que lo lamentaban mucho, reconocían el peligro y estaban dispuestos de arrepentirse ante Dios. Ayuno y oración llevaron nuevamente a la victoria, ya que para aquellos que se humillan ante Él, es real eso de: “…porque vendrá el enemigo como río, mas el espíritu de Jehová levantará bandera contra él.” (Isaías 59,19) Luego el enemigo cambió su táctica de lucha. Ya que no tuvo más éxito soltó el “príncipe del aire” a su grupo más salvaje sobre ellos, decididos de eliminar de cualquier modo a la naciente misión. Quince días enteros se desató una poderosa tormenta. Lanzados de un tifón a otro, fueron llevados casi al naufragio en el mar de China – sin vela, sin mástil, sin ayuda, pero con una inquebrantable esperanza en Dios. El Sr. Rudland escribió sobre ello: “Durante toda la tormenta, el Sr. Taylor estaba realmente tranquilo. Cuando el peligro alcanzó su punto máximo, las personas se negaron a seguir trabajando. El capitán nos recomendó ponernos salvavidas, sospechando que la embarcación duraría entera como máximo dos horas. Este tenía la idea de ir con un arma en mano, hacia la cubierta de proa donde la tripulación se había retira- do. Taylor se le acercó. “¡No utilice ningún tipo de fuerza!”, dijo él, “¡hasta que hayamos intentado todo!” Entonces se fue tranquilo a la cubierta y les habló a los tripulantes. Les dijo que creía que Dios los ayudaría, pero que dependía del mayor cuidado en la dirección del barco, es decir de ellos mismos. “todos nosotros ayudaremos” agregó él, “nuestra vida corre el mismo peligro que la de ustedes” En aquel instante las personas recobraron la confianza y comenzaron a trabajar con entusiasmo bajo los escombros, con los oficiales, los grumetes o muchachos de cabina, mas nuestros amigos, enseguida estaban los pilares de hierro que amenazaban con destruir la pared de la borda, nuevamente en su lugar. E n una despejada mañana de septiembre, cinco días después de la tormenta, el “Lammermuir” finalmente pasó frente a la colonización europea en Shanghái antes de anclar. El corazón de los misioneros estaba lleno de agradecimiento por la protección experimentada, que fue aún más maravillosa de lo que ellos mismo sabían. Un barco que partió enseguida tras ellos, de veintidós tripulantes, perdió dieciséis, mientras que en “Lammermuir” nadie salió lastimado gravemente o falleció. Apenas llegaron a puerto seguro, se desató otra terrible tormenta, la que el barco en su condición actual no soportaría. “Dios, el que nos llevó tan cerca de la eternidad, pero aún nos ha perdonado”, escribió uno de los misioneros, “quiera concedernos, que dediquemos completamente nuestra vida y el trabajo que tenemos por delante” “en todo el peligro no tuve ningún arrepentimiento, sino solamente encontré alegría por haberme embarcado en ese viaje.” ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A 19 Ser libres – y quedar en libertad “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres.” (Gálatas 5,1) El mensaje de la libertad en Cristo es el tema central de la Biblia. Como el ser humano ha llegado a la esclavitud de Satanás por la caída en el pecado, era el esmero de Dios revelar en su palabra el plan de redención a las personas. En el centro de esta revelación está el gran acontecimiento de salvación mediante el Hijo de Dios. Él mismo también anunció en su momento el evangelio de la maravillosa libertad: “La verdad os hará libres” (Juan 8,32). “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Vers. 36). Otros, quienes alcanzaron la posesión de libertad divina, se unieron a ella. Así el mensaje de la gracia liberadora llegó hasta nosotros. Pero ser libres no tiene sentido, si no se puede permanecer en libertad. Gracias a Dios, que el Señor previó el experimentar esta doble gracia. Por ello Pablo exhorta en nuestro texto a los gálatas y también así a nosotros hoy, a permanecer en la libertad. Libre del yugo de la ley ¿Cuál era el motivo, por el cuál Pablo dirigió a los gálatas estas palabras de exhortación? Al comienzo del segundo viaje misionero, cuando Pablo y sus colaboradores atravesaron la región de Galacia, personas de esta región también debieron haber creído en Cristo. En el tercer viaje misionero encontró allí discípulos, a los cuales fortaleció. Años más tarde, en su carta a los gálatas informa cómo trabajó en ellos (Gálatas 4,11), les predicó un evangelio divino (1,11), les presentó ante los ojos al crucificado, como si Cristo hubiera sido crucificado entre ellos mismos (3,1), y como él mismo sufrió los dolores 20 TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015 como de parto de la nueva vida por ellos (4,19). El resultado fue que ellos se alegraron de la redención (4,15). Fueron liberados a través de Cristo. ¡Qué dicha ya en la tierra! Después que Pablo y sus colaboradores se fueron de este lugar, aparecieron entre ellos maestros de la ley. Podrían haber sido los mismos que se mostraron en la iglesia de Antioquía, según Hechos 15,1. Ellos enseñaban que los nuevos cristianos convertidos también estaban obligados a cumplir con la ley de Moisés, ante todo, debían circuncidarse para ser salvos. Aparentemente aconsejaban también guardar el sábado y otros días festivos de la ley, así como también los mandamientos de la ley mosaica respecto a la comida. El anuncio de estos maestros de la ley había confundido a los gálatas y nuevamente les había puesto un yugo de esclavitud, después de que habían sido liberados. De ahí la dura reprensión de Pablo bajo la solicitud del Espíritu Santo en la carta a los gálatas. Lo que los apóstoles vivieron en los primeros tiempos, se experimenta aun hoy todavía. También en nuestros tiempos surgen maestros, que probablemente reconocen a Jesús y su liberadora obra de salvación, pero enseñan, como los falsos maestros, que también ciertas leyes del Antiguo Testamento deben ser cumplidas. ¿Qué diría Pablo hoy por ello? No debería decir también: “¡No estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud!” Sino “¡Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres!” ¿No debería ser eso determinante para ancianos y jóvenes? Si es la inspirada palabra de Dios. ¡También tú debes y puedes gozar de esta maravillosa libertad hasta el fin de tus días! Libre de la esclavitud del pecado Aparte del yugo de la ley, es de gran importancia que no nos dejemos atrapar otra vez en la esclavitud del pecado, después de que fuimos liberados de ella. Observemos con completa lógica mediante las siguientes situaciones tomadas de la vida: • De qué le serviría a un convicto ser liberado de la cárcel, si sabe que como libre no podrá vivir en libertad. ¿De qúe le sirve la libertad por poco tiempo? • ¿De qué le sirve al ciervo liberarse de la trampa en la que había caído, solamente para caer en otra? • ¿De qué le sirve al pez escaparse de la red del pescador, para ser atrapado de todos modos en la siguiente hora? • ¿De qué sirve decir con el salmista: “Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores; se rompió el lazo, y escapamos nosotros” (Salmos 124,7), si el ave de todos modos pronto es capturado otra vez? • Sí, ¿de qué nos sirve a nosotros el haber oído el maravilloso mensaje de la libertad a través de Cristo y haber experimentado la redención, si pronto, mediante un acto pecaminoso, caemos nuevamente bajo el cautiverio de Satanás? ¿Debió Jesús haber dado su vida, para trasladarnos a un miserable servicio a Dios? ¿Es el servir a Dios entonces sólo un caer y levantarse? ¿Se podría hablar realmente de una alegría en el servir a Dios? (Pero en la Palabra de Dios dice: “¡Servid a Jehová con alegría!”) No, gracias a Dios, que nos trajo una posibilidad de ser liberados y poder permanecer libres por medio de Cristo. Ya en el umbral de la época del Nuevo Testamento prorrumpe Zacarías en una alabanza con los ojos puestos en el venidero plan de salvación mediante Cristo: “Bendito el Señor Dios […], que, librados de nuestros enemigos, sin temor le serviríamos en santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días” (Lucas 1,68+74 y 75). ¡Observemos más de cerca esta declaración! Podemos ser liberados de la mano de nuestros enemigos, incluso de la mano del mayor enemigo, del enemigo de nuestra alma. ¿Para qué somos librados? Para servir a Dios. ¿Cuándo y por cuánto tiempo? Para toda la vida. No recién en el cielo, sino aquí en la tierra. ¿Cómo debemos servir a Dios? Primero, sin temor. Sí, si somos salvos y permanecemos vestidos con la protección divina, no necesitamos vivir continuamente con miedo a caer. Podemos más bien alabar diariamente y con alegría a Dios por la victoria que él nos da. En segundo lugar, nuestro servir a Dios debe ser en santidad y justicia, que agrada a Dios. Son características de un hijo de Dios, llevar una vida triunfante. Dios hizo todo para nosotros, para que podamos ser libres y permanecer en libertad, nosotros también debemos hacer todo para llegar a la posesión de esta valiosa condición y permanecer en ella. ¡No todo nos cae de arriba por sí solo! Tenemos que procurar con total seriedad la libertad en Cristo. Asimismo tenemos que preservar la obtenida libertad de nuestra alma. Por ello nuestro texto nos exhorta: “¡Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres!” También tú debes y puedes gozar de esta maravillosa libertad hasta el fin de tus días. R. Roesler, Toronto (CA) ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A 21 IN FO RME El traslado de nuestra imprenta La historia de “Christian Unity Press” – El traslado de nuestra imprenta a Flint, Michigan, EE.UU. ¿Es necesario que tengamos una imprenta? ¿Se justifica el gasto de publicar literaturas? ¿Cuál es en realidad nuestra intención con el material impreso? Preguntas así y similares son planteadas con frecuencia. ¿Y cómo podemos responderlas de la mejor manera? En la edición de noviembre de 2014 de la Trompeta Evangelizadora, encontré en un anuncio de defunciones (Hna. Elma Endrigkat) la respuesta a las mencionadas preguntas. Allí leí: “Dios guió que ustedes enviaran la Trompeta Evangelizadora a una conocida alemana de Vancouver. Cuando leyó en ella, se inquietó mucho por el estado de su alma. Ella reconoció que se convirtió a Dios mediante la lectura de la Trompeta Evangelizadora.” Ejemplos similares no son una peculiaridad y son el motivo para la publicación de literaturas guiadoras. Cuando aconteció el movimiento de la reforma, alrededor del año 1880, fue el versículo de Isaías 27,13 el que condujo a publicar una hoja con literatura cristiana bajo el título de “Gospel Trumpet” (Trompeta Evangelizadora) en Rome City, Indiana. El profeta dice: “Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta, y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a Jehová en el monte santo, en Jerusalén”. La primera edición apareció el 1° de Enero de 1881. La difusión de escritos tenía en aquel entonces un rol importante. El objetivo era traer entre las personas las nuevamente reconocidas verdades de la Palabra de Dios. ¿Por qué escritos adicionales a la Biblia? ¿No alcanzaba con la Biblia? - Existían diferentes inter- 22 TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015 pretaciones de la Escritura; se leía en ella, lo que no era la intención de la Escritura, como por ejemplo, el bautismo de niños, el mantener el sábado, negación de la existencia del infierno, el sueño del alma, el tener que pecar, etc. Los escritos no deben reemplazar a la Palabra de Dios, sino afirmarla. La imprenta fue trasladada en varias ocasiones en los primeros cinco años, hasta que en 1886, en Grand Junction, Michigan, encontró un lugar perdurable. Los pioneros de la Iglesia de Dios aprovecharon cada oportunidad para anunciar el evangelio. Se hacía en ambos idiomas, alemán e inglés (D. S. Warner era bilingüe). Para ellos, no se trataba del idioma, sino del mensaje. Mediante la inmigración proveniente de Alemania aumentó la necesidad de escritos en idioma alemán, pero especialmente por una publicación alemana de la “”Gospel Trumpet” (Trompeta Evangelizadora). El 1° de enero de 1895 apareció entonces la primera “Evangeliums Posaune” alemana, elaborada por el hno. F. I. Hahn, quien era pastor en Milwaukee, Wisconsin. Precio de venta U$S 1,00. Se publicaron 8.000 ejemplares, de los cuales 3.000 estaban pedidos. La EP dio un impulso a la misión alemana. Al congreso anual en Anderson, Indiana, venían tantas personas de habla alemana, que tuvo que ser levantada una carpa separada para los alemanes. Eso condujo a que en 1897, cierta cantidad de pastores sintieran que debían trabajar separadamente entre los alemanes. La imprenta se utilizaba para ambos grupos de idiomas. En 1906 fue traslada a Anderson, Indiana, y continuó imprimiendo escritos en ambos idiomas. En El edificio nuevo aquel entonces surgían por todos lados iglesias alemanas, lo que trajo consigo una demanda de escritos en alemán. Así fueron impresos, por ejemplo en 1903, en los primeros tres meses, 113.000 tratados, así como en 1907, un himnario en alemán “Evangeliums Klänge” (Sonidos del Evangelio). La EP se volvió vía de conducción de la verdad y unió a los hermanos alemanes, que muchas veces se encontraban solitarios. En una Carta del Lector decía: “Vivimos lejos de cualquier iglesia. Leemos la Biblia y la Trompeta. La Trompeta es nuestro pastor.” La cantidad de lectores aumentaba cada vez más, de modo que en diciembre de 1909 fueron impresos 31.900 ejemplares. La Primera Guerra Mundial trajo consigo un cambio radical. No solo surgió una tendencia antialemana, sino que cortó el apoyo financiero proveniente de Europa. ¿Se debía cerrar el sector alemán y trasladarlo a Alemania? Se decidió no hacerlo. En la Conferencia de Pastores en Anderson (1919) se tomó la decisión de fundar una imprenta alemana separada, bajo el nombre de “Gospel Truth Company”. El nombre fue cambiado en 1920, nadie sabe por qué, a “Christian Unity Press”. En 1928, la imprenta de Anderson fue trasladada a York, Nebraska. Aquí no sólo se imprimió material de lectura en alemán, sino que la imprenta se transformó en la central de la obra alemana en EE.UU. En un gran lote fueron construidos, a través de los años, un nuevo edificio de imprenta, una iglesia y viviendas para los trabajadores. Por muchos años, fueron periódicamente impresos solamente escritos en el idioma alemán, como por ejemplo, la Trompeta Evangelizadora, Mensajero de misión (Missionsbote), cuadernillos de lecciones, tratados, libros de enseñanza, himnarios, etc. En años posteriores fueron impresos escritos en inglés, como por ejemplo, “Foundation of Faith” y un himnario “Worship Hymnal”. Hoy la imprenta es bilingüe. Y también hoy como en el principio, no se trata del idioma, sino del mensaje. Lo obra alemana en York y en EE.UU. menguó con los años. Los hermanos más ancianos fallecieron y la gente joven se inclinó hacia el idioma del país, de modo que ya no hay más cultos en York. Una y otra vez se expresó la idea, si no sería de importancia para la obra trasladar la imprenta a un lugar en donde hubiera una congregación. La decisión se tomó en 2013 en la Conferencia de Pastores en Steinbach, Manitoba, Canadá, y ahora se hizo realidad. En noviembre de 2014 pudimos comprar con la ayuda de Dios, un edificio con 25 años de antigüedad con una ubicación favorable en Flint, Michigan, a un precio razonable de U$S 227.000. Se encuentra en una zona industrial y tiene una ubicación céntrica, cerca del correo, UPS, Federal Express y el aeropuerto en Flint (3 km). La nueva imprenta se halla a unos 5 km de la iglesia en Swartz Creek. El edificio tiene una superficie total de 5.000 pies2 (Aproximadamente 465 metros cuadrados) y está compuesto de dos secciones del mismo tamaño. El sector de adelante está compuesto de oficinas, una sala de conferencias y dos baños. La prevista imprenta deberá ser instalada en este sector delantero, porque las oficinas están equipadas con aire acondicionado. El cambio de ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A 23 Oficina e imprenta temperatura daña a estas complejas máquinas. El sector de atrás del edificio es un gran depósito, que está provisto de una rampa de carga. Asociado a esta mudanza está también previsto un cambio a un proceso de impresión digital. La vieja impresora Heidelberg tiene más de 40 años, y el proceso de impresión fue superado por una nueva tecnología. En todas las decisiones, Dios ayudó maravillosamente y abrió las puertas, de modo que las viejas máquinas pudieron ser oportunamente vendidas. Por el momento tenemos previsto comprar una impresora digital (alrededor de U$S 80.000-90.000). La máquina es capaz de preparar todo hasta el producto final. Mientras escribo este informe, 10 o más hermanos de Seminole, Texas, están de camino (14 horas de viaje con auto), para ayudar en York con la mudanza, es decir, empacar. En cualquier momento, en un futuro cercano, se deberá realizar la mudanza. También se mudará desde York a Flint el hno. Dieter Heinze, responsable de los trabajos y la editorial. Los hermanos Kurt Heinze, que durante años estuvieron fielmente al frente de la misma, pasarán sus últimos años en York. Depósito 24 TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015 Durante el tiempo de la mudanza y el tiempo de las instalaciones de las máquinas, realizaremos la impresión de la EP en otro lugar, de modo que el envío no se vea afectado. (Esperamos que ustedes, estimados lectores, sepan comprender que hemos fusionado por primera vez los números de Enero y Febrero de 2015.) Pedimos por sus oraciones. Quien quiera ayudar financieramente, también puede hacerlo. En un himno dice tan acertadamente: “Hagamos lo que podemos, pocos son los días aún […]”. Con la ayuda de Dios queremos continuar transmitiendo a través del material impreso las buenas nuevas. ¿Te preguntas si puedes ayudar? Quizás conoces a alguien para quien puedas solicitar la “Trompeta Evangelizadora” “Evangeliums Posaune” o la “Foundation of Faith”. ¿Por qué no? Todos los envíos serán solicitados a la nueva dirección: Christian Unity Press 5195 Exchange Drive Flint, MI 48507-2941, USA Harry Semenjuk Experiencias con Dios “Engrandécete, oh Jehová, en tu poder; Cantaremos y alabaremos tu poderío.” (Salmos 21,13) Queridos hermanos en el Señor, para gloria de Dios, quiero testificar del poder que tiene la sincera oración de sus hijos. Dios permitió que mi vida estuviera en peligro a causa de una sepsis. Pero estamos muy agradecidos a nuestro creador Todopoderoso, de cómo estuvo a nuestro lado durante este tiempo. La enfermedad comenzó con fiebre, que sobrepasó 40° C en el lapso de una semana. Cuando los antifebriles no surtían más efecto fuimos al hospital. Allí mi estado empeoró, al punto que ya no reaccionaba y tenía una saturación de oxígeno del 30%. Fue por gracia de Dios que mi esposa me encontró a tiempo, y esto no generó secuelas neurológicas. En realidad, ella pensaba visitarme una hora más tarde. Luego de este acontecimiento pasé a terapia intensiva. Una tomografía computada mostró un absceso en el cuello. Como este absceso comprimía una vena cerca de su entrada al cerebro – un accidente cerebrovascular era inminente. Más tarde, los médicos diagnosticaron neumonía bilateral. Como la infección progresó, los gérmenes ingresaron al sistema circulatorio y causaron una infección generalizada. Y así fui inducido a coma farmacológico. Me operaron el absceso y resecaron parte de la vena afectada. Yo continuaba conectado al respirador mecánico, por lo que también se acumuló agua en mi cuerpo, entre otros en los pulmones, pero gracias a Dios, esto se resolvió con medicación. En total recibí 4 unidades de sangre. Al séptimo día desperté del coma. Me mantuvieron 3 días más en terapia intensiva. Mi estado de salud mejoró rápidamente, y luego de una semana pude dejar el hospital. Tan rápidamente puede cambiar la vida. Que bien si estamos lavados por la valiosa sangre redentora de Cristo, y con corazón alegre podemos ir a su encuentro. En el tiempo en el que estuve en coma no pude elevar ninguna oración, y dependía de la ayuda de otros. También para mis familiares, este tiempo de incertidumbre era una pesada prueba. Leemos en la palabra de Dios: “Dios nos pone una carga, pero nos ayuda a sobrellevarla” Esta promesa la pudimos experimentar de manera maravillosa. A Dios sea la honra por ello. Además de la grandiosa gracia y misericordia de Dios, estaban las muchas oraciones de los hermanos de diversas congregaciones locales, que me mantuvieron con vida. Dios pudo haber dado fin a mi vida, pero fue tan fervientemente implorado por mí, que Dios mantuvo su promesa y escuchó las oraciones de los justos. Cuando estuve en coma, algunos hermanos también ayunaron e imploraron por mí. Solo un día más tarde, abrí los ojos. También por ello, solo a Dios sea dada la gloria. Testimonios de personas, que no tienen un ancla en Dios, testifican de dudas, desamparo y desconsuelo. Una experiencia especial para mí, fue vivir el lazo de amor entre los hermanos. Como estuvieron ustedes a mi lado con ayuno, oraciones, consejos y ayuda. ¡Qué alegre fue el volver a vernos! Quiera Dios recompensarles ricamente este amor. Con corazón agradecido los saluda vuestro hermano en el Señor Frank Venohr, Hamm (DE) ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A 25 LLE VA DO SO BRE ALAS DE ÁG UIL A No vayas sin Jesús Aquí en Suiza existen muchos glaciares. Estos son campos de hielo en las altas montañas, a menudo con profundas y peligrosas hendiduras. Mi padre, mi hermano y mi cuñado realizaron una vez una caminata glaciar. Como mi cuñado conocía esa zona, no necesitaban un guía de montañas. Los glaciares pueden tener hendiduras totalmente traicioneras, de hasta 30 metros de profundidad. Con una reciente nevada estas hendiduras pueden estar tapadas y ser invisibles. Cuando el grupo caminó apenas una hora escucharon un llamado de auxilio. Al seguir ese llamado, vieron que alguien cayó en una de esas grietas. Había también otras dos personas al lado de la abertura, las cuales no podían hacer nada. Como mi cuñado sabía el procedimiento, sacaron con mi hermano a aquella persona de la brecha. Todo duró aproximadamente quince minutos. Por el intenso frío en los glaciares, la persona estaba exhausta. Quien no conoce, no debería ir nunca a los glaciares sin un guía. ¿No es esto un ejemplo para nosotros, seres humanos? La tierra con sus deseos y placeres se asemeja a un glaciar. Cuántos quieren caminar en esta vida sin el guía Jesucristo. No tarda mucho y el hombre cae en una hendidura de pecado. Y de allí no puede salir solo. Tiene que venir el Salvador para rescatarlo. Jesús dice: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” No podemos hacer absolutamente nada sin Jesús. Lealtad de Dios Padre En invierno de 1816/17, cuando los productos alimenticios estaban a un precio tan elevado, que las personas pobres casi no lo podían comprar, el piadoso tejedor Andreas Hiller de Walldorf en Wuttemberg se encontraba en gran necesidad. En una ocasión estaba triste delante de su gran Biblia, que provenía de un difunto marinero, y había llegado legalmente a sus manos. Justamente leía el Salmo 23, que comienza con las palabras: “Jehová es mi pastor; nada me faltará.” Pero Hiller pensativo en las ollas y los cuencos vacíos, también en el billetera vacía y en el apetito de sus hijos, maneaba su cabeza con respecto a esa promesa. Pero siguió leyendo 26 TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015 hasta llegar al tercer versículo: “Confortará mi alma […]” Aquí culminaba la página. Hiller da vuelta la hoja. Pero la continuidad no coincidía con lo que había leído recientemente. Verificó y vio que dos hojas estaban pegadas. Cuando la cortó con cuidado, encontró para su sorpresa un fino papel con la cifra 50 en las dos esquinas, impresas con desconocidas palabras. Después de consultar resultó ser un legítimo billete inglés, con el valor de 50 libras, en aquel entonces el valor de mil marcos alemanes. El resto de la historia es fácil de adivinar. La familia del tejedor no dejaba de agradecer profundamente. P Á G I NA I NFA NT I L El Petirrojo E n un apartadero del ferrocarril, estaba durante un largo tiempo un vagón de carga. Esperaba ser reparado. Era primavera y un petirrojo vino del sur buscando un lugar donde pudiera hacer su nido. De casualidad voló por al lado del vagón y vio una esquína que coincidía exactamente con su necesidad. Laborioso comenzó a realizar su nido. Pronto había cinco huevos azules dentro del mismo. Mientras tanto habían empezado con la reparación, pero la hembra petirrojo no se inmutó. Su tarea ahora era incubar sus huevos. Los trabajadores casi no la veían - solo de vez en cuando mientras abandonaba el nido para buscarse comida. Con el tiempo, cinco pichones hambrientos eclosionaron de los huevos. La madre ahora tenía que buscar alimento de la mañana hasta la noche. Una mañana parecía que los pichones perderían a su madre, dado que la reparación del vagón había terminado. Éste fue enganchado a una locomotora y ambos se alejaron. ¿El destino?, una distante ciudad marítima Pero la petirrojo no abandonó a sus crías. ¡Ella volaba detrás - unos cien quilómetros voló tras el vagón! n trabajador del ferrocarril se dio cuenta del triste destino de esta familia de pájaros. Tuvo pena y le comentó al jefe. Este ordenó detener el vagón en un apartadero, hasta que los pichones pudieran volar. El tenía otros vagones a su disposición. Ahora la petirrojo podía cuidar tranquila de su familia. Si un pájaro se preocupa tanto por sus pichones, (y los trabajadores del tren por una familia de pajaritos) ¡Cuánto más se preocupa nuestro Dios por sus hijos! Si, el prometió: “No te dejaré, ni te desampararé” (Hebreos 13,5) Dios tiene cuidado de ti porque te ama. U ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A 27 “En tu mano están mis tiempos.” (Salmo 31,15) Años de vida se escurrieron como la corriente, según el consejo divino. Giras, Señor de los tiempos, solo una página en el libro de la vida. El tiempo está en tus manos. ¡Ayúdanos a completarlo fiel y sagaz! Y cuando darás vuelta la hoja, que ninguna página quede en blanco. Escríbelo tú con escritura sagrada, lo que nuestro corazón aquí no comprende, Deja que la fe triunfe en nosotros, la cual en tenebrosidad con nosotros está. Como será y querrá culminar el año, solamente tú sabes con perfección mi camino. Tú tienes mis tiempos en tus manos, por ello, déjame refugiarme en ti. AÑO 121