¡ Hablemos Esther Corona Vargas, Gema Ortiz Mtz. (Compiladoras) Amssac Asociación VOLUMEN 1. Contenidos Educación y salud sexual! Manual para profesionales de la educación. de Coordinación del proyecto Esther Corona ¡ Hablemos de educación y salud sexual! Sub coordinación Gema Ortiz Manual para profesionales de la educación. Información, herramientas y recursos. Ilustraciones Beatriz Herrera Corrección de estilo Carlos Copertari El presente documento ha sido preparado por la Asociación Mexicana de Educación Sexual, A. C. (AMES), y la Asociación Mexicana para la Salud Sexual, A. C. (AMSSAC) para el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), y tiene como antecedente el manual ¡Hablemos de salud sexual!, producido originalmente por la Asociación Mexicana de Educación Sexual y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Los autores manifiestan su agradecimiento a todas las personas que colaboraron en esta tarea. Diseño Editorial Amssac S. A. de C. V. Colaboradores Volumen I. “Contenidos” Sugerencias para usar este Manual. Esther Corona. Módulo 1. Panorámica de la sexualidad y la salud sexual. Eusebio Rubio, Esther Corona. Módulo 2. Educación de la sexualidad. Leonardo Romero. Módulo 3. Sexualidad y desarrollo humano. Gema Ortiz. México, D. F., septiembre de 2003 Módulo 4. Sexualidad y género. Adriana Corona. Módulo 5. La salud reproductiva y sus componentes. Adriana Dávila. Módulo 6. VIH /SIDA e infecciones de transmisión sexual. Tirso Clemades Pérez. Módulo 7. Diversidad sexual. Ma. Soledad Cartagena , Renata Ortega, Iván Arango . Módulo 8. Violencia familiar y sexual. Laura Martínez. Volumen II. “Herramientas educativas” Guía para facilitar talleres. Esther Corona, Eva Rautenberg. Herramientas educativas. Gema Ortiz. Amssac Asociación Asociación Mexicana de Educación Sexual, A. C. Fondo de población de las Naciones Unidas Asociación Mexicana para la Salud Sexual, A. C. ¡ Hablemos Esther Corona Vargas, Gema Ortiz Mtz. (Compiladoras) Amssac Asociación VOLUMEN 1. Contenidos educación y salud sexual! Manual para profesionales de la educación. de !Hablemos de educación y salud sexual¡ Manual para profesionales de la educación Volumen I Fue terminado en Septiembre de 2003 en México, D.F. Educación y salud sexual, una posibilidad para todos y todas. ¡ Hablemos de educación y salud sexual! Amssac Asociación III Indice de contenidos VOLUMEN I. CONTENIDOS Presentación I Sugerencias para usar este manual Objetivos Estructura modular 1 2 Módulo 1. Panorámica de la sexualidad Introducción Desarrollo temático 7 8 La sexualidad: una definición, 8 ¿Qué elementos integran nuestra sexualidad?, 11 Salud sexual: una propuesta ideológica, 16 La salud sexual: expresión de los derechos sexuales, 21 Referencias bibliográficas 22 Módulo 2. Educación de la sexualidad Introducción Desarrollo temático 25 26 Concepto de educación sexual, 26 Educación formal, informal y no formal, 28 ¿La escuela y la educación sexual?, 31 La educación sexual como un derecho, 34 ¿Por qué cuesta trabajo a los docentes asumir la educación sexual?, 36 Objetivos de la educación sexual escolar, 38 Perfil del educador sexual, 39 Integración de la educación sexual al currículum escolar, 41 Referencias bibliográficas 47 Módulo 3. Sexualidad y desarrollo Introducción Desarrollo temático 51 52 Bases del desarrollo sexual, 52 Inicio de la sexualidad, 54 Desarrollo de la sexualidad en la infancia, 55 Etapa escolar y la preadolescencia, 65 Aspectos generales de la adolescencia, 67 Adolescencia tardía / juventud, 78 La sexualidad en la vida adulta temprana, 86 La sexualidad en la mitad de la vida, 88 La sexualidad en la tercera edad, 91 Referencias bibliográficas 94 IV ¡Hablemos de educación y salud sexual! Módulo 4. Sexualidad y género 99 100 Introducción Desarrollo temático Entender la categoría de género, 100 La construcción social del género, 101 Construcción histórica del género en la sociedad latinoamericana, 104 El género en la vida cotidiana, 110 Los y las profesionales de la educación y el género, 111 Las nuevas masculinidades, 113 Sexualidad y género, 115 Recomendaciones para un uso no sexista del lenguaje, 116 118 Referencias bibliográficas Módulo 5. La salud reproductiva y sus componentes 121 122 Introducción Desarrollo temático Concepto de salud reproductiva, 122 Antecedentes de la reproducción, 126 Higiene y autocuidado, 136 Regulación de la fecundidad, 138 Maternidad sin riesgos, 142 Fecundidad adolescente, 143 Aborto, 144 Climaterio y menopausia, 146 Infertilidad y esterilidad, 147 Cáncer, 148 Respuesta sexual humana y disfunciones sexuales, 149 152 Referencias bibliográficas Módulo 6. VIH / SIDA e infecciones de transmisión sexual 155 156 Introducción Desarrollo temático Conceptos básicos sobre el VIH / SIDA, 156 Situación de la epidemia, 157 Transmisión, 159 Tratamientos, 160 El papel de la escuela en la prevención del VIH / SIDA, 167 Derechos humanos y VIH / SIDA, 168 Infecciones de transmisión sexual, 169 Referencias bibliográficas 173 Módulo 7. Diversidad sexual 177 178 Introducción Desarrollo temático Una persona sexualmente sana, 178 Respeto a la diversidad sexual: un desafío pendiente, 180 Orientación sexual, 186 Referencias bibliográficas 190 INDICE Manual para profesionales de la educación Módulo 8. Violencia familiar y sexual Introducción Desarrollo temático 193 194 La familia, 194 Violencia familiar, 195 Formas de violencia familiar y sus consecuencias, 197 Detección de la violencia familiar, 199 Violencia sexual, 202 Agresión sexual infantil, 205 Papel de las y los docentes, 207 Referencias bibliográficas 211 Anexos 1. Evaluación del manual, 213 INDICE V VI ¡Hablemos de educación y salud sexual! G Notas 1 Panorámica de la sexualidad ¡HABLEMOS DE EDUCACION Y SALUD SEXUAL! PANORAMICA DE LA SEXUALIDAD Panorámica de la sexualidad 1 ? O bj e t i v o s Los y las docentes: Identificarán los elementos que conforman la sexualidad humana. Analizarán la manera en que los elementos de la sexualidad se integran. Reflexionarán sobre el significado de la sexualidad. Reconocerán la participación de los y las profesionales de la educación en la promoción de la salud sexual. Introducción Preguntas que se hacen con frecuencia ¿Qué es la sexualidad? Es una formulación que los seres humanos hacemos para entender y significar nuestras experiencias y potencialidades. La OMS la define como: (…) un aspecto central del ser humano presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. La sexualidad se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales. ¿Cómo se puede distinguir la sexualidad sana? La salud sexual implica el bienestar completo en lo que se refiere a la sexualidad. La sexualidad saludable es la expresión de los derechos sexuales respetados y ejercidos por la persona y la sociedad. Un derecho no respetado traerá por consecuencia pérdida de la salud y una sexualidad por ende no saludable. La sexualidad sana enriquece todos los aspectos del ser humano. ¿Las personas que no tienen relaciones sexuales tienen sexualidad? Si. Aunque las relaciones sexuales o coito son una clara expresión de la sexualidad, no son la única. Por otro lado, las personas que no tienen relaciones sexuales por cualquier razón (edad, falta de pareja, decisión personal, etc.) siguen teniendo sexualidad y expresándola en muy diversas formas. ¿Qué son los derechos sexuales? Son prerrogativas que los seres humanos tenemos en razón de que somos seres sexuales. Son inherentes a nuestra naturaleza, inalienables y universales. Los derechos sexuales son una condición para alcanzar la salud sexual. MODULO 1 7 8 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Desarrollo temático No hay ningún ámbito de nuestro ser que provoque sentimientos más variados que el de la sexualidad. Este documento se dirige a quienes buscamos en nosotros, en la relación con los demás y en la vida misma, el sentido de la sexualidad humana. Es cierto que existe una gran cantidad de interrogantes; las respuestas son, desde luego, aquellas que nos hemos contestado ante las preguntas que la propia sexualidad y la de los otros nos plantean. No creemos haber agotado todas las interrogantes respecto a nuestra sexualidad; si usted formula otras, uno de los objetivos principales de este trabajo se habrá cumplido. Los diversos componentes de la sexualidad se integran para conformar un complejo sistema de significados. Este Manual se ocupa de la sexualidad en su concepción integral; conviene, sin embargo, hacer una revisión panorámica del significado de la sexualidad y la salud sexual. La sexualidad: una definición C onsideramos a la sexualidad como una vivencia subjetiva y una manifestación social, dentro de un contexto sociocultural concreto, del cuerpo sexuado. Es parte integral de la vida humana y eje de su desarrollo. Se articula a través del potencial reproductivo de los seres humanos, de las relaciones afectivas y la capacidad erótica, enmarcada siempre dentro de las relaciones de género. Los diversos componentes de la sexualidad se integran para conformar un complejo sistema de significados. Una definición de la sexualidad, que resulta muy eficiente para capturar su complejidad, se produjo como resultado de la consulta de la OMS al enunciar que: SEXUALIDAD ORGANIZACION MUNDIAL DE LA SALUD Definición La sexualidad es un aspecto central del ser humano presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. La sexualidad se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencían o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales. Definición de trabajo del Grupo de Consulta Internacional de la Organización Mundial de la Salud: http://www.who.int/reproductive-health/gender/sexual_health.html#4 Esta definición tiene tres partes. La primera, enumera los componentes de la sexualidad, señalando la calidad central que ésta posee en los seres humanos. La segunda, explicita cómo se expresa, es decir, las manifestaciones que nos permiten estudiarla, entenderla y apreciarla. La tercera parte, es un reconocimiento a la complejidad y multiplicidad de niveles en los que existen factores que modulan, conforman y determinan las expresiones sexuales. PANORAMICA DE LA SEXUALIDAD La sexualidad: una definición 9 El contexto social D el concepto arriba mencionado se desprende que la sexualidad está influenciada por factores construidos socialmente, tales como nuestros conocimientos, actitudes, significados y prácticas. Es bien conocido el papel que las fuerzas sociales y los desequilibrios de poder juegan como determinantes de la salud sexual de las comunidades y las sociedades (Blanc 2001). Asimismo, existen otros factores de igual importancia que influyen sobre ella, tales como la pobreza, la migración y la globalización. Por otra parte, no es posible entender la sexualidad sin el conocimiento de cómo es modelada por instituciones como la familia, las iglesias, los sistemas educativos y de salud, entre otros. Weeks (1986), prominente historiador de la sexualidad, señala que la clase social es uno de los principales ejes organizadores de la sexualidad. Este factor resulta de extrema importancia para los países latinoamericanos que presentan altas tasas de población en extrema pobreza. La pobreza se liga a la sexualidad de modos diferentes; por ejemplo, hay muchas personas que se relacionan en situaciones que implican prácticas sexuales de explotación sólo para intentar resolver sus situaciones económicas. Este es el caso de muchas de las trabajadoras sexuales comerciales que existen en nuestros países. Otro ejemplo se presenta en los denominados niños de la calle, que pueden estar especialmente predispuestos a conductas sexuales de riesgo. Un estudio realizado por organismos no gubernamentales en la región (Birch 1998), muestra que la transmisión de VIH/SIDA en este grupo ocurre principalmente a través del contacto sexual y no por intercambio de Jeringas contaminadas. La mayor parte de estos niños y niñas o jóvenes han sido sexualmente activos desde tempranas edades, s, han sufrido abuso sexual o se han relacionado sexualmente con adultos o entre ellos como un mecanismo de supervivencia económica. ómica. El papel de las familias es enfatizado por el Programaa de Acción de la CIPD (United Nations, 1994), que reitera en su párrafo 5.1 que la familia es la unidad básica de laa sociedad. Las familias, cualquiera que sea su u composición y estructura, son el ámbito más amplio en donde nuestras relaciones son más extensas a través del tiempo, más intensivas y profundas emocionalmente. La familia es el lugar donde el género inicia su construcción, las identidades se forman y los patrones de comportamiento son observados y replicados. También es la esfera en la que se transmiten las normas sociales y donde se inicia el control social de la sexualidad. Las familias están experimentado grandes cambios enn todo el mundo, y Latinoamérica no es la excepción. Las transformaciones demográficas y socioeconómicas,, la rables urbanización y la migración han generado considerables es. Las cambios en la composición y estructura familiares. as familias familias nucleares están reemplazando en número a las umentando la multigeneracionales y extensas. También están aumentando cantidad de los hogares encabezados por mujeres. Salles y Tuirán (1998), afirman que aunque en América Latina aún se puede hablar de rasgos patriarcales, vigentes en ciertos arreglos familiares y de relaciones sociales, existe una pérdida de importancia del poder patriarcal junto a un creciente proceso de individualización que implica la gestación y el afianzamiento de la autonomía de los miembros que componen el grupo familiar. Los MODULO 1 La sexualidad está influenciada por factores construidos socialmente, tales como nuestros conocimientos, actitudes, significados y prácticas. 10 ¡Hablemos de educación y salud sexual! mismos autores señalan que “existe un retroceso de las visiones y las prácticas que reducen el ejercicio de la sexualidad humana a las tareas de la reproducción. En la actualidad latinoamericana, aunque pueda haber un sinnúmero de personas para quienes el ejercicio de la sexualidad se vincule exclusivamente con la reproducción, sería inadmisible afirmar que la sexualidad se agota en las relaciones familiares y mucho menos que se le asimile a la reproducción.” Las familias siguen siendo en muchos casos, las redes principales de seguridad y son percibidas como un valor fundamental por los jóvenes. La familia también puede ser el caldo de cultivo de la violencia. Los resultados de 50 encuestas en población abierta en diferentes partes del mundo, muestran que desde un 10% y hasta un 60% de las mujeres entrevistadas informaron haber sufrido agresión física por parte de sus compañeros íntimos. Estas agresiones físicas incluían todo tipo de abuso sexual y también violación. La violencia sexual dentro del matrimonio puede tener una gran gama de consecuencias que van desde la baja autoestima y depresión hasta consecuencias fatales como la mortalidad materna, el homicidio y el suicidio (Heise, Ellsberg y Gotemoller, 1999). A pesar de los cambios que se observan en las familias latinoamericanas y los efectos negativos que puedan tener sobre la sexualidad de sus miembros, las familias siguen siendo en muchos casos, las redes principales de seguridad y son percibidas como un valor fundamental por los y las jóvenes, como lo demuestran los resultados en recientes encuestas mexicanas. Las instituciones religiosas también juegan un papel fundamental en definir cómo se vive la sexualidad en una sociedad específica. Las grandes religiones, como sistemas que contribuyen a normar la sexualidad, influyen en mayor o menor grado, en sus enseñanzas, creencias y reglamentaciones sobre la conducta sexual de los individuos. Esto ocurre aún en sociedades secularizadas a través de las estructuras culturales. En el caso de América Latina, desde la época de la conquista, la Iglesia Católica ha actuado como una de las más importantes fuerzas en el modelaje de la sexualidad. Aún hoy en día, las creencias de esta Iglesia en referencia a algunos temas como la diversidad sexual, el autoerotismo, la anticoncepción, la utilización del condón han intervenido en la definición de las políticas públicas en salud sexual y reproductiva en algunos países latinoamericanos. Sin embargo, a pesar de la gran influencia religiosa en muchas sociedades y del hecho que hay muchas personas que sostienen creencias religiosas profundas, en muchas ocasiones se desarrollan resistencias y prácticas alternativas. Un claro ejemplo, es el extendido uso de la anticoncepción en la mayor parte de los países latinoamericanos que, en los censos, se proclaman como católicos practicantes. De hecho, como lo menciona Amunchástegui (2000), la moral y las prácticas parecen pertenecer a dos universos diferentes que pueden “coexistir pacíficamente”. El papel de otras instituciones tales como los sistemas de salud y la escuela en la construcción de la sexualidad, serán discutidos en mayor detalle en el curso de esta obra. PANORAMICA DE LA SEXUALIDAD ¿Qué elementos integran nuestra sexualidad? ¿Qué elementos integran nuestra sexualidad? Distinguiremos cuatro componentes básicos que a continuación serán analizados (Rubio, 1994). La reproductividad Nuestra sexualidad está íntimamente asociada con nuestra capacidad reproductiva. Preferimos pensar en reproductividad y no en reproducción, pues lo que existe en los seres humanos es la potencialidad. Si bien ésta no siempre se concreta en la forma de tener hijos o hijas, ya sea por enfermedad, por decisión personal o porque no es congruente con el estilo de vida que se desarrolla, pero la potencialidad la tenemos todos. La reproductividad no se circunscribe al hecho biológico de engendrar o dar a luz hijos. Es una dimensión humana mucho más compleja y sofisticada. Hay seres humanos que no se reproducen biológicamente hablando aunque pueden ser muy exitosos como madres o padres adoptivos, y en esa acción expresan su reproductividad. Otros seres humanos no son padres ni madres biológicamente hablando, ni por adopción, pero se ocupan del crecimiento de otros, tanto biológica como emocional y espiritualmente y en esa acción, también expresan su reproductividad. La reproductividad no se limita a los eventos biológicos de la concepción, el embarazo y el parto, ya que también tiene manifestaciones psicológicas y sociales de gran importancia. El género A partir de las diferencias corporales que nos hacen ser hombres o mujeres, las vivencias personales y la interacción con los demás van conformando un determinado autoconcepto y una concepción del mundo usualmente diferenciados en función del sexo al que se pertenece. Esta serie de ideas dan origen al género, el segundo de los componentes que vamos a considerar. Convencionalmente se denomina sexo a las características biológicas que constituyen las diferencias entre lo masculino y lo femenino, y género a las diferencias y categorías que resultan de las edificaciones mentales que a su vez son producto, sobre todo, de los procesos de construcción social. MODULO 1 11 12 ¡Hablemos de educación y salud sexual! La co construcción social asigna responsabilidades y papeles específicos a hombres y mujeres en una pape sociedad dada. Estos papeles son influenciados por soci percepciones y expectativas emanadas de los per factores culturales, políticos, ambientales, fa eeconómicos, sociales y religiosos, así como la ccostumbre, la ley, la clase, la etnicidad y los prejuicios individuales y/o institucionales. El género es aprendido y cambia a través del tiempo. Algunos elementos del género, como las condiciones laborales, se relacionan sólo tangencialmente con la sexualidad. Los humanos somos una especie sexuada, cualidad de la que se deriva algo mucho más complejo que una ventaja evolutiva. Desde los primeros meses de vida, según los destacados sexólogos Money y Eckhardt (1972), se adquiere una dimensión psicológica muy compleja llamada identidad de género o ggenérica. La identidad genérica es un marco referencial de ideas y conceptos que todos re tenemos respecto a lo que somos (en tanto ten hombres o mujeres), a lo que son los demás y a lo hom que debemos (o deberíamos) ser en función de nuestro sexo: masculino o femenino. Estos nues conceptos son producto de las ideas compartidas que conce las soc sociedades han desarrollado históricamente. Por erotismo entendemos la dimensión humana que resulta de la potencialidad de experimentar placer sexual. La intensidad de los sentimientos ante nuestra sexualidad casi siempre está asociada a otro de sus componentes. Mencionemos palabras aisladas como: pasión, deseo, amor, amante, entrega, posesión, compromiso, ruptura, impotencia, frigidez, fidelidad, infidelidad, satisfacción, placer, dolor. Todas son palabras sexuales o mejor dicho, palabras con connotación sexual, que nos hablan de los otros dos componentes de nuestra sexualidad: el erotismo y el afecto. El erotismo Por erotismo entendemos la dimensión humana que resulta de la potencialidad de experimentar placer sexual. Es decir: “es la capacidad humana de experimentar las respuestas subjetivas que evocan los fenómenos físicos percibidos como deseo sexual, excitación sexual y orgasmo y, que por lo general, se identifican con placer sexual” OPS, WAS (2000). Todos los seres humanos nacemos con esa potencialidad, sin embargo, no todos la desarrollan, la viven y la gozan. Si bien existe la potencialidad, estamos expuestos a experiencias en nuestro crecimiento que regulan su aparición, su desarrollo, su expresión y también su disfunción; es decir, la aparición del erotismo en una forma indeseada por nosotros o por el grupo social al que pertenecemos. El placer sexual es una experiencia única en la vida. Si bien es cierto que la mayoría asocia la experiencia placentera erótica con el deseo por otra persona, esto no siempre es así, especialmente durante las etapas de nuestra vida en las que descubrimos el erotismo. Para experimentarlo necesitamos que nuestro cuerpo esté sano; es decir, que no existan interferencias de tipo biológico con los mecanismos fisiológicos del erotismo. El placer erótico empieza a ser una realidad en el momento en el que nuestro cuerpo experimenta cambios de tipo neurobioquímico, vascular, sanguíneo y muscular que son a su vez resultado de PANORAMICA DE LA SEXUALIDAD ¿Qué elementos integran nuestra sexualidad? 13 que aceptemos las experiencias que nos resultan estimulantes. Todas las culturas otorgan a la vida erótica un lugar importante. Siempre que un grupo humano se organiza, entre las primeras cosas que se regulan, norman, prescriben y/o prohíben están las experiencias eróticas. De los cambios que experimenta nuestro cuerpo se han ocupado muchos sexólogos, tanto del pasado distante como del presente contemporáneo. La medicina actual también se ha ocupado notablemente de entender esos cambios así como de encontrar las formas adecuadas para ayudar a los que tienen dificultades para vivirlos. Los cambios más importantes, según el modelo de H. K. Singer, son tres: 1. El deseo por el placer erótico. 2. La excitación al recibir la estimulación deseada (aunque a veces ésta sólo proviene de nuestra imaginación y trae como consecuencia los cambios en nuestros genitales, que responden en forma más bien espectacular: aparece la lubricación de la vagina y la erección peneana). 3. En la mayoría de las ocasiones, se manifiesta la más característica de las respuestas eróticas: el orgasmo, que se observa notablemente en los genitales pero que es sentido y ocurre de hecho en todo el cuerpo. La mayoría de las veces el orgasmo se acompaña de un intenso sentimiento placentero. Como anotamos arriba, dada la importancia que los grupos humanos le conceden a la experiencia erótica, ésta adquiere muchísimos matices y puede expresarse en gran cantidad de formas. Resulta interesante preguntarse cuál es su finalidad; y la respuesta más satisfactoria proviene de los estudiosos de la biología y la evo luc ión de l as e spe cie s (e .g. Symons, 1979 y Wilson 1979), quienes afirman que es una manera muy sofisticada y desarrollada de incrementar las posibilidades de éxito evolucionario. La mayoría de los animales dependen de ciclos hormonales par a qu e la con duc ta reproductiva se presente. Cuando la hembra entra en su fase reproductiva emite señales a los machos de su especie que an un ci an su "m om en to de reproductividad". Esas señales son de varios tipos: algunas especies emiten señales visuales; en muchas otras la señal es química; es decir, la hembra produce sustancias químicas que "activan" el deseo sexual del macho cuando entran en contacto con él. Algunas de esas sustancias, llamadas feromonas, también son producidas por los seres humanos. Sin embargo, las feromonas no han probado su eficacia como evocadoras del deseo erótico en el ser humano. Recientemente se ha reactivado esta discusión gracias a los descubrimientos relacionados con el aparato vemoronasal que hace factible la transmisión de mensajes químicos por medio de otras sustancias distintas a las feromonas. De cualquier forma, si estos descubrimientos recientes se confirman, el peso relativo de su acción es muy pequeño. Nuestro erotismo no parece estar regulado, cuando menos en forma demostrable, por estos mecanismos que en los seres inferiores anuncian la ovulación; es decir, el momento en el que el apareamiento tendría mayores posibilidades de resultar en una concepción de un nuevo ser. Por el contrario, la ovulación en el ser humano está oculta; no hay anuncios visuales, químicos (olfativos), ni de ningún otro tipo sensorial que la anuncie, con la posible excepción de los cambios en la viscosidad del moco cervical en la mujer. Para contrarrestar esta aparente desventaja reproductiva, la conducta coital del macho y la hembra humanos desarrolló una independencia notable de su ciclicidad hormonal. Liberados de sus relojes hormonales, los actos coitales reproductivos de los dos sexos necesarios para la supervivencia de la especie podían ocurrir en cualquier momento y no necesariamente en el momento de la ovulación. En esas condiciones la especie correría el peligro de desaparecer pues no habría un marcador para la conducta de la que depende la reproducción. Se necesitaba una nueva manera de que los hombres y mujeres continuaran sus actos reproductivos. Ese nuevo incentivo fue el placer experimentado MODULO 1 Todas las culturas otorgan a la vida erótica un lugar importante. Siempre que un grupo humano se organiza, entre las primeras cosas que se regulan, norman, prescriben y/o prohíben están las experiencias eróticas. 14 ¡Hablemos de educación y salud sexual! durante la experiencia sexual. El placer, ahora sabemos, no es solamente una experiencia de satisfacción por hacer lo que se desea; en nuestro cerebro se liberan sustancias químicas que curiosamente son muy parecidas a la heroína, droga poderosa que provoca adicción con una facilidad notable a quien la introduce en su organismo. Según esta explicación, el erotismo es la garantía biológica de que los hombres y mujeres seguirán interesados en copular elevando así las posibilidades de éxito evolucionario. Sobre la base biológica se construye el complejo entramado de significados y representaciones sociales. Cuando nacemos la experiencia placentera erótica es casi sólo producto de la estimulación físico táctil; a medida que crecemos se hace más y más dependiente de lo que significa la realidad que percibimos. El erotismo se convierte en una experiencia que depende casi por completo de lo que representa lo que vivimos, de lo que significa simbólicamente (o lo que creamos en nuestra imaginación), aunque los significados precisos muchas veces son inconscientes. Los significados se relacionan con lo que el placer mismo representa, desde luego, pero de manera muy notable tienen que ver con el significado de ser hombres o mujeres; lo que el otro sexo significa para nosotros, lo que el reproducirnos nos representa y, para gozo y sufrimiento de la raza humana, lo que el otro, ser amado, deseado, odiado o humillado nos significa. Es tiempo de hablar del amor. El vínculo afectivo Nos queda por considerar el cuarto componente básico de nuestra sexualidad: el amor. No todos los autores estarían de acuerdo en que el amor es una experiencia sexual. Coincidiendo con autores como J. Money (1980), opinamos que así es, lo cual no quiere decir que todas las formas de expresión de amor son expresiones eróticas. Posiblemente la potencialidad humana para amar apareció en los seres humanos como un resultado de la necesidad de permanecer en el mundo: al tiempo que nuestra evolución como especie nos fue haciendo individuos más sofisticados, más dependientes de la experiencia para completar nuestro desarrollo, también nos volvimos más dependientes del grupo para subsistir. El problema de mayor relieve respecto al amor es que presenta una diversidad de experiencias, por lo tanto no es sorprendente que muchos entiendan cosas diferentes por este término. Por amor entendemos tanto el gozo de ver al ser querido feliz, como el dolor que experimentamos cuando éste nos abandona por haber encontrado su felicidad con otro que no es el doliente. umanos experimentamos se Lo que casi todos los seres humanos mo vínculo afectivo. Un puede denominar mejor como n. El primer vínculo con vínculo es un lazo, una unión. mos los seres humanos alguna otra persona que tenemos es físico, se llama cordón umbilical, lo tenemos todos durante más o menos ocho meses de vida ujer que nos lleva en intrauterina y nos une a la mujer su vientre. Este vínculo (que por cierto implica un sentido más complejo quee sólo un cordón), se rompe de manera bruscaa al nacer el nuevo ser humano. Éste nacee en tales ta el condiciones que necesita nos cuidado de otros seres humanos durante mucho tiempo o se muere. Entre las dos personass involucradas, usualmente laa madre y el bebé, aparece muy rápido otro vínculo; es decir, otra unión, ya no sólo física, compuesta de tejidos y células, sino que está PANORAMICA DE LA SEXUALIDAD ¿Qué elementos integran nuestra sexualidad? 15 integrada por respuestas afectivas evocadas por la presencia de ese otro ser humano. Lo que cada uno de los dos involucrados siente respecto a la presencia o a la ausencia de ese otro ser humano no de cualquier ser humano, sino de ese en especial es el hilo con el que se teje el vínculo afectivo. Ese lazo tiene siempre dos integrantes cuando menos, lo que significa que hay un mínimo de dos seres humanos conformándolo. En esta primera forma de vínculo, la madre experimenta respuestas afectivas muy complejas que expresan casi todos los componentes de su persona. El vínculo por el lado del bebé es mucho más simple, considerando lo que sabemos hoy en día del desarrollo humano; se hace más notorio hacia los cuatro a seis meses después del nacimiento y se desarrollará y modificará a lo largo de la infancia. También se constituyen vínculos importantes con el padre, abuelos y otros miembros de la familia. Posteriormente habrá lazos afectivos importantes con amistades y finalmente se establecerán vínculos amorosos con la pareja. Los componentes básicos en interacción Cada uno de los componentes básicos de la sexualidad, se relacionan unos con otros para dar como resultado la aparición de nuevos elementos de nuestra sexualidad. Si bien los componentes básicos los podemos identificar en un número de circunstancias en nuestra vida, en general, la vivencia del adulto de las cosas sexuales involucran a más de uno de estos componentes básicos: los adultos vivimos estos componentes en forma integrada (Rubio, 1994). Cuando los componentes básicos de nuestra sexualidad se integran dan lugar a dimensiones humanas que nos hablan de esta complejidad. La orientación sexual, y la identidad sexual son ejemplos de estas dimensiones humanas que surgen a partir de la integración de los componentes básicos. Revisaremos brevemente estas dimensiones de la sexualidad humana. La reproductividad El género ORIENTACION SEXUAL El erotismo I d e n t i d a d s e x u a l El vínculo afectivo Interacción de los componentes de la sexualidad MODULO 1 La orientación sexual y la identidad sexual surgen de la integración adulta de los componentes de la sexualidad. 16 ¡Hablemos de educación y salud sexual! La orientación sexual Desde muy temprano en nuestro desarrollo, las vertientes del género (nuestras concepciones personales tamizadas siempre por la interacción social del ser hombre o mujer) se integran con nuestras vivencias eróticas y afectivas. Este es un proceso muy imperceptible, pero que para la infancia tardía (8 a 12 años de edad) se ha completado de manera clara. Las vivencias de atracción afectiva y erótica se organizan en función del género de la persona, que provoca las atracciones y los deseos. Estas vivencias se organizan de manera más o menos definitiva en lo que llamamos la orientación sexual. La orientación sexual se define entonces como “la organización específica del erotismo y/o el vínculo emocional de un individuo en relación al género de la pareja involucrada en la actividad sexual. La orientación sexual puede manifestarse en forma de comportamientos, pensamientos, fantasías o deseos sexuales, o en una combinación de estos elementos” (OPS,WAS, 2000). La identidad sexual La identidad sexual resulta de la integración de todos los componentes de la sexualidad organizados para darle al individuo respuestas ante la pregunta ¿quién soy? Cuando nos hacemos esa pregunta referida a nuestra cualidad sexual, nos respondemos con un marco interno de referencia que integra nuestras concepciones de los elementos de nuestra sexualidad. La identidad sexual incluye la manera como la persona se identifica como hombre o mujer, o como una combinación de ambos, y la orientación sexual de la persona. La identidad sexual se forma con el correr de los años y permite a un individuo formular un concepto de sí mismo sobre la base de su sexo, género y orientación sexual y desenvolverse socialmente conforme a la percepción que tiene de sus capacidades sexuales (OPS-WAS, 2000). Los sistemas de valores están siempre presentes, se reflejan en nuestras opiniones, sentimientos y en la manera como educamos. Sexualidad y valores: una propuesta ideológica T odos estos componentes de nuestra sexualidad están presentes en nuestro ser desde que nacemos, e incluso antes. Desde luego la forma en la que están presentes no es la misma en el niño que en el adulto, de hecho suele no ser la misma entre distintos seres humanos adultos. ¿Cómo es que estos componentes deben desarrollarse? La respuesta a esta pregunta requiere de una reflexión previa; se necesita un sistema de valores para responderla. Algunos autores consideran que no es conveniente que los que estudian y escriben sobre la sexualidad expresen sus propios valores, ya que la definición de éstos es un asunto personal, y nadie debe imponerlos a otros. Estamos de acuerdo con que la imposición de valores es muy reprobable, pero no es posible siquiera extraernos de opinar sobre ellos cuando hablamos, sentimos, escribimos, educamos o ayudamos a otros en sus problemas alrededor de la sexualidad. Los sistemas de valores, es decir, el conjunto de cosas que pensamos que deben ser, que consideramos que son buenas, acompañadas del conjunto de aquéllas que pensamos que no deben ser, que son malas, están siempre presentes. Creemos que los seres humanos tienen derecho a buscar el bienestar, y éste no puede conseguirse si la sexualidad está problematizada. Empecemos por decir que el bienestar sexual expresado como salud sexual es deseable para poder contar con bienestar general. Un problema sexual aparece cuando alguna de las partes de la sexualidad se expresa en forma no deseable o cuando no permitimos que se exprese. PANORAMICA DE LA SEXUALIDAD Sexualidad y valores: una propuesta ideológica 17 Es conveniente recordar que ningún acto de voluntad humana puede ponernos o quitarnos las cosas básicas con las que nacemos, y nacemos con nuestra sexualidad potencial. Lo que sí puede ocurrir es que otros seres humanos actúen de manera que la expresión de nuestra sexualidad se dificulte; es decir, que se reprima nuestra sexualidad. Este es el primer valor que conviene explicitar: la plenitud en la forma de expresión sexual. La libertad es uno de esos valores que ha sido tan usado para defender todo tipo de banderas, que es necesario precisar lo que queremos decir con “expresión libre de la sexualidad”. Una de las mejores metáforas sobre la libertad se la debemos a los poetas: la de un pájaro en vuelo. Para que el ave vuele libremente se necesita que tenga un espacio propio y que sus potencialidades de vuelo se conviertan en acción. Una vez en el aire, el ave delimita sus espacios y reconoce los límites infranqueables; así, aunque quiera no puede atravesar una muralla. La libertad de expresión sexual no debería ser confundida con una satisfacción inmediata de todos los deseos, sino como la cualidad resultante de poder buscar la satisfacción de los mismos, contando con un “espacio propio”, al tiempo que se reconocen las limitaciones que el mundo nos presenta, especialmente aquéllas que existen cuando nos percatamos de que no estamos solos en el mundo. La salud sexual se adquiere cuando los cuatro componentes de la sexualidad: reproductividad, género, erotismo y vinculación afectiva se expresan libremente con esta perspectiva. No basta con la expresión plena y libre, hay dos condiciones más: la congruencia y la armonía. Para que la expresión sea congruente te se necesita que la “dirección” en la quee se expresan esos componentes sea ea compatible con otras formas de expresión sexual y otras formas dee expresión humana. Hay congruenciaa cuando la expresión sexual no se contrapone consigo misma y con otras expresiones humanas que pensamos son deseables. Cuando en el erotismo, por ejemplo, hay significados mentales que lo hacen reprobable y determinan que la persona sienta culpa por su expresión, el componente biológico del erotismo no es congruente con el componente mental. Cuando todoss d los componentes de la sexualidad funcionan en la misma dirección; es mpo decir, cuando su expresión en el tiempo tiene un mismo sentido vectorial,, la característica de la congruencia está presente. Para que la congruencia sea posible se requiere otra característica que por su importancia es considerada un valor fundamental: la integridad. La integridad en sexualidad se manifiesta cuando se ha gestado un proceso por el cual las diversas dimensiones de la sexualidad se hacen presentes en las vivencias de la persona. Por ejemplo, es posible que el erotismo se desarrolle muy plenamente haciendo a un sujeto (o a un grupo humano) muy diestro en las artes eróticas, pero de poco sirve para el bienestar individual y social el ejercicio de erotismo desbordado que ignora las implicaciones vinculares o las consecuencias de las posibilidades de reproducción. La sexualidad debe integrarse a la complejidad del ser humano total: una sexualidad no íntegra en el individuo es siempre un problema. Este carácter necesariamente social hace aparecer un quinto valor en nuestro sistema: la responsabilidad. No es posible que una vida plena y una comunidad sexualmente sana se formen con personas que no saben o no pueden responder por las consecuencias de sus actos y omisiones en las expresiones de sus potencialidades sexuales. MODULO 1 Para que la expresión de la sexualidad sea libre y plena, requiere de ser congruente y armónica. 18 ¡Hablemos de educación y salud sexual! El respeto y la responsabilidad son aquí los valores sociales por excelencia que hace que la vivencia de la sexualidad sana esté siempre en función de las consecuencias previstas o posibles de la expresión en conductas de nuestra sexualidad. Estos valores deben estar apoyados en la equidad, la idea central que reconoce que todos los seres humanos tenemos el mismo valor como lo señala el Principio 1 d el Programa de Acción de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (1994). La sexualidad, por lo tanto, debe ser desarrollada en forma plena, libre, congruente y armónica con el resto de nuestras cualidades humanas. Éste es desde luego un modelo ideal de desarrollo; en un sentido estricto es muy difícil que alguno de nosotros viva su sexualidad así. Como todos los ideales, éste puede parecer utópico, pero las utopías nos mueven hacia ellos, y sin ideales nuestro andar por el mundo y la vida puede hacerse insoportable. Ahora bien, esta propuesta se deriva de un marco ideológico específico. Una ideología es una forma de filosofía social y política en la que los elementos prácticos son tan prominentes como los teóricos, es un sistema de ideas que intenta al mismo tiempo explicar al mundo y cambiarlo (Maurice Cranston, 1994-2000, Encyclopædia Britannica, Inc.). Las ideologías son, por definición, cuestionables. La definición de lo saludable en sexualidad ha tenido, entonces, los cuestionamientos propios de las ideologías. No obstante, la diversidad ideológica ha tenido en los últimos 200 años un foro de acuerdo global muy poderoso y eficiente: el marco de los derechos humanos. Los derechos humanos y los derechos sexuales Los derechos humanos son afirmaciones acerca de la naturaleza humana que han alcanzado el consenso internacional. La OMS los define como: “Garantías legales universales que protegen a los individuos y a los grupos contra las acciones que interfieren con sus libertades fundamentales y su dignidad humana.” PANORAMICA DE LA SEXUALIDAD Sexualidad y valores: una propuesta ideológica Aunque ya desde hace tiempo se ha hablado de los derechos reproductivos, estos fueron enunciados y articulados por el Programa de Acción de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (1994) de la siguiente manera: los derechos reproductivos abarcan ciertos derechos humanos que ya están reconocidos en las leyes nacionales, en los documentos internacionales sobre derechos humanos y en otros documentos pertinentes de las Naciones Unidas aprobados por consenso. Esos derechos se basan en el reconocimiento del derecho básico de todas las parejas e individuos a decir libre y responsablemente el numero de hijos, el espaciamiento de los nacimientos y el intervalo entre estos y a disponer de la información y de los medios para ello y el derecho a alcanzar el nivel mas elevado de salud sexual y reproductiva. También incluye su derecho a adoptar decisiones relativas a la reproducción sin sufrir discriminación, coacciones ni violencia, de conformidad con lo establecido en los documentos de derechos humanos. En ejercicio de este derecho, las parejas y los individuos deben tener en cuenta las necesidades de sus hijos nacidos y futuros y sus obligaciones con la comunidad. La promoción del ejercicio responsable de esos derechos de todos deben ser la base primordial de las políticas y programas estatales y comunitarios en la esfera de la salud reproductiva, incluida la planificación de la familia. Como parte de este compromiso, se debe prestar plena atención, a la promoción de relaciones de respeto mutuo e igualdad entre hombres y mujeres, y particularmente a las necesidades de los adolescentes en materia de enseñanza y de servicios con objeto de que puedan asumir su sexualidad de modo positivo y responsable. Por otra parte, el concepto de los derechos sexuales ha aparecido desde hace unos 20 años. Los derechos sexuales son derechos humanos. Su mención aparte responde a la vaguedad de su referencia en las declaraciones de derechos humanos que han gozado de consenso internacional en la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Los derechos sexuales no son nuevos derechos, sino afirmaciones que vinculan los derechos humanos a la sexualidad (Klugman, 2000). HOS HUMANOS DEREC Derechos sexuales La Asociación Mundial de Sexología ha publicado una Declaración de Derechos Sexuales que traduce los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos a la sexualidad. Esta declaración contiene once afirmaciones que resumen estos derechos y se encuentra en el cuadro anexo. MODULO 1 19 20 ¡Hablemos de educación y salud sexual! DECLARACION DE LOS DERECHOS SEXUALES ASOCIACION MUNDIAL DE SEXOLOGIA (WAS) La sexualidad es una parte integral de la personalidad de todo ser humano. Su desarrollo pleno depende de la satisfacción de necesidades humanas básicas como el deseo de contacto, intimidad, expresión emocional, placer, ternura y amor. La sexualidad se construye a través de la interacción entre el individuo y las estructuras sociales. El desarrollo pleno de la sexualidad es esencial para el bienestar individual, interpersonal y social. Los derechos sexuales son derechos humanos universales basados en la libertad, dignidad e igualdad inherentes a todos los seres humanos. Dado que la salud es un derecho humano fundamental, la salud sexual debe ser un derecho humano básico. Para asegurar el desarrollo de una sexualidad saludable en los seres humanos y las sociedades, los derechos sexuales siguientes deben ser reconocidos, promovidos, respetados y defendidos por todas las sociedades con todos sus medios. La salud sexual es el resultado de un ambiente que reconoce, respeta y ejerce estos derechos sexuales: 1. El derecho a la libertad sexual. La libertad sexual abarca la posibilidad de la plena expresión del potencial sexual de los individuos. Sin embargo, esto excluye toda forma de coerción, explotación y abuso sexuales en cualquier tiempo y situación de la vida. 2. El derecho a la autonomía, Este derecho incluye la capacidad de tomar decisiones autónomas sobre la propia vida sexual integridad y seguridad sexuales dentro del contexto de la ética personal y social. También están incluidas la capacidad de control y disfrute de nuestros cuerpos, libres de tortura, mutilación y violencia de cualquier tipo. del cuerpo. 3. El derecho a la privacidad sexual. Este involucra el derecho a las decisiones y conductas individuales realizadas en el ámbito de la intimidad siempre y cuando no interfieran en los derechos sexuales de otros. 4. El derecho a la equidad sexual. Este derecho se refiere a la oposición a todas las formas de discriminación, independientemente del sexo, género, orientación sexual, edad, raza, clase social, religión o limitación física o emocional. 5. El derecho al placer sexual. El placer sexual, incluyendo el autoerotismo, es fuente de bienestar físico, psicológico, intelectual y espiritual. 6. El derecho a la expresión sexual emocional. La expresión sexual va más allá del placer erótico o los actos sexuales. Todo individuo tiene derecho a expresar su sexualidad a través de la comunicación, el contacto, la expresión emocional y el amor. 7. El derecho a la libre asociación sexual. Significa la posibilidad de contraer o no matrimonio, de divorciarse y de establecer otros tipos de asociaciones sexuales responsables. 8. El derecho a la toma de Esto abarca el derecho a decidir tener o no hijos, el número y el espacio entre cada uno, y el decisiones reproductivas, libres derecho al acceso pleno a los métodos de regulación de la fecundidad. y responsables. 9. El derecho a información basada en el conocimiento científico. Este derecho implica que la información sexual debe ser generada a través de la investigación científica libre y ética, así como el derecho a la difusión apropiada en todos los niveles sociales. 10. El derecho a la educación sexual integral. Este es un proceso que se inicia con el nacimiento y dura toda la vida y que debería involucrar a todas las instituciones sociales. 11. El derecho a la atención de La atención de la salud sexual debe estar disponible para la prevención y el tratamiento de todos los problemas, preocupaciones y trastornos sexuales. la salud sexual. LOS DERECHOS SEXUALES SON DERECHOS HUMANOS FUNDAMENTALES Y UNIVERSALES Declaración del 13avo. Congreso Mundial de Sexología, 1997, Valencia, España, revisada y aprobada por la Asamblea General de la Asociación Mundial de Sexología, WAS, el 26 de agosto de 1999, en el 14º Congreso Mundial de Sexología, Hong Kong, República Popular China. PANORAMICA DE LA SEXUALIDAD La salud sexual: expresión de los derechos sexuales 21 La salud sexual: expresión de los derechos sexuales L a salud sexual consiste entonces en una sexualidad que conlleve bienestar a la vida de los seres humanos. El bienestar esta mejor expresado en los derechos sexuales, entendidos éstos como condiciones mínimas a las que todo ser humano tiene derecho. Puede entenderse entonces la vinculación entre derechos sexuales y salud como la del límite debajo del cuál el bienestar no será alcanzado, y arriba del cual se puede trabajar para mejorar los niveles de salud sexual individual, de pareja, comunitario, nacional y de toda la humanidad. Por estas razones, la OMS propone en sus definiciones de trabajo que la salud sexual sea entendida como: SALUD SEXUAL ORGANIZACION MUNDIAL DE LA SALUD Definición La salud sexual es un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado a la sexualidad, no es solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad. La salud sexual requiere de una aproximación positiva y respetuosa a la sexualidad y a las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras, seguras, libres de coerción, discriminación y violencia. Para el logro y el mantenimiento de la salud sexual, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud. Definición de trabajo del Grupo de Consulta Internacional de la Organización Mundial de la Salud: http://www.who.int/reproductive-health/gender/sexual_health.html#4 La salud sexual es una meta compleja y para muchos aún lejana. No obstante, es central para la realización de nuestro potencial como seres humanos. De las páginas anteriores surge una concepción de la sexualidad que la caracteriza como: Universal, en el sentido de que todos somos seres sexuales. Multifacética, expresada de muchas maneras. Individual a la vez que social. Construida socialmente en interacción con los fundamentos biológicos. “Expresada positivamente, a través de relaciones consensuales, mutuamente respetuosas y protegidas, potencia el bienestar, la salud y la calidad de vida” (TARSHI, 2001). “Expresada negativamente a través de la violencia, la explotación o el abuso, disminuye la dignidad y autoestima de las personas y puede tener efectos dañinos de largo plazo” (TARSHI, 2001). Pero sobre todo, dinámica, en constante transformación, que es sujeto de procesos educativos que pueden ofrecer a los individuos la posibilidad de tomar decisiones libres y responsables y de defender y ejercer sus derechos sexuales que son derechos humanos. Por eso ¡Hablemos de salud y educación sexual! MODULO 1 Los derechos sexuales son valores universales que sustentan la salud sexual. 22 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Referencias bibliográficas Asociación Mundial de Sexología. (1999). Declaración de Derechos Sexuales. Aprobada por la Asamblea General de la Asociación Mundial de Sexología, WAS, el 26 de agosto de 1999, en el 14º Congreso Mundial de Sexología.-Hong Kong, República Popular China. Http://www.worldsexology.org/english/about_sexualrights_spanish.html - Mayo 2003 Amunchástegui, A. (2000). Virginidad e iniciación sexual en México. Experiencias y significados.-México: The Population Council / Edamex. Blanc, A.K. (2001). The Effect of Power in Sexual Relationships on Sexual and Reproductive Health: An Examination of the Evidence.- The Population Council Birch, A..L. (1998). Report on the work of Casa Alianza´s Luna project. Prepared for The United Nations Committee on the Rights of the Children. Cranston, M. (2000). Encyclopædia Británica. Versión electrónica 2000.- Enciclopedia Britannica, Inc. Donn, B. & Kelley, K. (1986). Alternatives approaches in the study of sexual behavior.Hillsdale New Jersey: Lawrence Erlbaum. Heise, Lori, Ellsberg, Mary & Goetemoller, Megan. (1999). 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Grupo de Consulta Internacional sobre Salud Sexual de la Organización Mundial de la Salud. En: http://www.who.int/reproductive-health/gender/sexual_health.html#4) - Mayo 2003 Organización Panamericana de la Salud / Asociación Mundial de Sexología. (2000) Promoción de la Salud Sexual: Recomendaciones para la Acción, Actas de una Reunión de Consulta.-Guatemala. En: http://www.paho.org/Spanish/HCP/HCA/salud_sexual.pdf Mayo 2003 Rubio, A. (1994). Introducción a la sexualidad humana. En: Antología de la sexualidad humana. Tomo I.-México: CONAPO, Miguel Ángel Porrúa. Salles, V. & Tuirán, R. (1998). Cambios demográficos y socioculturales: familias contemporáneas en México. En: Schmulker, B., coordinadora: Familias y relaciones de género y transformación.-México: The Population Council / Edamex. Symons, D. (1978). The Evolution of Human Sexuality. New York. Oxford University Press United Nations (1994). TARSHI. (2001) Common Ground Sexuality.-Nueva Delhi Weeks, J. (1986). Sexuality.-London and New York: Tavistock Publications. Wilson, E. O. (1979). On Human Nature.-New York: Bantam Books. PANORAMICA DE LA SEXUALIDAD 2 Educación de la sexualidad ¡HABLEMOS DE EDUCACION Y SALUD SEXUAL! EDUCACION DE LA SEXUALIDAD Educación de la sexualidad 2 ? O bj e t i v o s Los y las docentes: Conocerán definiciones de educación de la sexualidad e identificarán sus similitudes. Comprenderán la educación sexual formal e informal y construirán su propio concepto. Comprenderán a la educación sexual como un derecho de la niñez y de la juventud, el que debe ser parte del compromiso institucional de las escuelas. Introducción Preguntas que se hacen con frecuencia ¿Cuál es la diferencia entre los términos educación sexual y educación de la sexualidad? las representaciones sociales de los mismos. Es especialmente importante considerar el papel que el género juega en este proceso.” Algunos autores establecen una diferencia entre los términos señalando que la educación sexual se limita a la educación del sexo en sí, en tanto que educación de la sexualidad alude a la sexualidad en su conjunto. Si atendemos a la definición de la sexualidad previamente presentada comprenderemos que el término educación sexual no puede referirse a la educación del sexo, ya que este es un conjunto de características que no son educables, sólo la sexualidad puede ser transformada por un proceso propositivo, por lo tanto en este Manual usaremos como sinónimos educación de la sexualidad y educación sexual, conceptualizándola como: “El proceso vital mediante el cual se adquieren y transforman, formal e informalmente, los conocimientos, las actitudes y los valores respecto de la sexualidad en todas sus manifestaciones, que incluyen desde los aspectos biológicos y aquellos relativos a la reproducción, hasta todos los asociados al erotismo, la identidad y ¿La escuela debe hacer educación sexual? Por supuesto que sí, es un deber de toda escuela hacer educación sexual adecuada. La educación sexual es un derecho de la niñez y de la juventud que la escuela debe proteger y hacer cumplir. ¿Quiénes deben asumir la educación sexual en la escuela? Existen varias posiciones al respecto. Aunque algunos especialistas sugieren que la educación sexual debe ser dada por docentes especializados en esta materia, en este Módulo proponemos que además de contar con docentes o profesionales especializados en educación sexual, ésta debe ser integrada al currículo. Todos los docentes en cada grado y en sus respectivas áreas académicas planearían sus contenidos, sus objetivos y sus metodologías para abordar la educación sexual. MODULO 2 25 26 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Desarrollo temático La Directora General del Fondo de Población de las Naciones Unidas, Thoraya Obaid, emitió una declaración, en ocasión del Día Mundial de la Población 2003, en la que expresa que: “Los jóvenes tienen derecho a los servicios de salud reproductiva y a la información al respecto. Los estudios han demostrado reiteradamente que la educación sobre la sexualidad y la reproducción no acrecienta los comportamientos irresponsables. Por el contrario, ayuda a los jóvenes a adoptar decisiones responsables y saludables.” De esta manera se reitera la importancia que la educación sexual posee como un prerrequisito para el logro de los grandes objetivos del desarrollo, ya reconocidos en el Programa de Acción de la Conferencia del Cairo. Para muchos otros, esta preocupación e interés no son nuevos. Desde la década de los años treinta del siglo pasado, América Latina tiene una larga historia en el establecimiento de distintos tipos de programas, sin embargo, no fue sino hasta las postrimerías del siglo que se reconoció la trascendencia y la necesidad de que una adecuada educación sexual fuera parte de la educación general. Esto propició el desarrollo de estrategias con materiales que alimentan una gran cantidad de acciones en la región. Por eso es importante hoy más que nunca aclarar los términos, revisar las definiciones, proponer modelos y evaluar procesos y resultados referentes al tema. La educación sexual es “El proceso vital mediante el cual se adquieren y transforman, formal e informalmente, los conocimientos, las actitudes y los valores respecto de la sexualidad en todas sus manifestaciones, que incluyen desde los aspectos biológicos y aquellos relativos a la reproducción, hasta todos los asociados al erotismo, la identidad y las representaciones sociales de los mismos. Es especialmente importante considerar el papel que el género juega en este proceso.” Concepto de Educación Sexual L ograr una definición única y perfecta de la educación sexual no es tarea fácil, existen diferentes definiciones, unas más complejas que otras, respecto de lo que debería ser la educación sexual. A continuación se presentan algunas: ”La educación sexual será el conjunto de aprendizajes que permiten el buen desarrollo de las capacidades sexuales, su coordinación con las demás facultades y la consecución de una buena interrelación con las otras personas que resulten estimulantes por su condición sexuada y sexual, consiguiendo altos niveles de espontaneidad y comunicación, y también de respeto y estima” (Frederic Boix, De la represión a la psicopedagogía sexual, Barcelona, ed.: Nova Terra, col: Noves Actituds, p. 116, 1976). “La educación sexual, tomada en un sentido amplio, comprende todas las acciones, directas e indirectas, deliberadas o no, conscientes o no, ejercidas sobre un individuo (a lo largo de su desarrollo), que le permiten situarse en relación a la sexualidad en general y a su vida sexual en particular” (M. J. García Werebe, La educación sexual en la escuela, Barcelona, Planeta, p`. 9, 1979). “La educación sexual es la parte de la educación general que incorpora los conocimientos biopsicosociales de la sexualidad, como parte de la formación integral del educando. Su objetivo básico es lograr la identificación e integración sexual del individuo y capacitarlo para que se cree sus propios valores y actitudes que le permitan realizarse y vivir su sexualidad de una manera sana y positiva, consciente y responsable dentro de su cultura, su época y su sociedad” (Equipo Multidisciplinario del Instituto Nacional de Educación Sexual, Metodología y educación sexual, Santo Domingo, Editor Inés, col.: Educación sexual, vol. VIII, p. 14, 1976). “La educación sexual es un proceso que dura toda la vida y que está dirigido a adquirir información, formar actitudes, convicciones y valores sobre la identidad, las relaciones y la intimidad. Incluye el desarrollo sexual, la salud reproductiva, las relaciones interpersonales, el afecto, la intimidad, la EDUCACION DE LA SEXUALIDAD Concepto de educación sexual 27 imagen corporal y el género sexual. La educación sexual concierne a las dimensiones biológicas, socio-culturales, sicológicas y espirituales desde el dominio cognitivo, el afectivo y el comportamental, incluyendo las habilidades de comunicación efectiva y la toma de decisiones responsables”( SIECUS, Guía para una educación sexual integral para la juventud hispana/latina, p. 3, 1995). En todos estos conceptos se observan más coincidencias que diferencias. Algunos elementos básicos comunes son: La educación sexual obedece a una necesidad de estructurar y potencializar el crecimiento sexual más que prevenir "los males que trae consigo la vida sexual". La educación sexual no tiene sentido sólo por el hecho de que exista la necesidad de reducir embarazos tempranos, SIDA o enfermedades de transmisión sexual. Niños, niñas, jóvenes y adultos necesitamos aprender a vivir nuestra sexualidad. Como lo planteaba ya Lester Kirkendall (1986): “(...) la meta de la educación sexual no sería suprimir o controlar la expresión como lo era en el pasado, sino mostrar las inmensas posibilidades de realización humana que la sexualidad ofrece”. La educación sexual es un proceso vital que se inicia desde que nacemos hasta que morimos, por lo tanto deberá adaptarse a cada momento evolutivo. Ya que a cada edad le corresponde un determinado tipo de intereses, de necesidades, conflictos y expresiones sexuales, por lo tanto le corresponderá una determinada educación sexual. Cada edad requiere de ciertos contenidos, implica diferentes objetivos y exige una metodología adecuada a las capacidades psicológicas y a los estilos de aprendizaje propios de cada edad. Ciertos tópicos son de interés y necesarios en ciertas edades, pero en otras ya no lo son. Educar la sexualidad es mucho más que transmitir conocimientos acerca de la sexualidad. La educación sexual implica algo más que transmisión de conocimientos acerca de la reproducción por medio de los órganos sexuales. Educar sexualmente implica la formación y la estructuración de valores, actitudes y sentimientos positivos frente a la sexualidad. Si bien es cierto que dar información sexual exacta y veraz es importante, no es el único objetivo de la educación sexual. Durante mucho tiempo y para muchas familias y escuelas esto ha sido lo más fácil y lo más cómodo. Dar información es una cosa y formar es otra, brindar información sexual no garantiza que los estudiantes adquieran valores y actitudes positivas para vivir su sexualidad basada en el respeto, la responsabilidad, la autonomía, el amor, la reciprocidad, la tolerancia, etc. Por ejemplo, que los adolescentes tengan información sobre la reproducción y la anticoncepción no es suficiente para que desarrollen actitudes y prácticas de paternidad y maternidad responsable. La educación sexual en la escuela debe implicar a la persona en su totalidad, debe partir de las vivencias, las experiencias, los conocimientos, las creencias, los temores, las emociones, las actitudes y las características personales de los educandos (sean estudiantes, docentes, madres y padres). Generalmente la educación sexual se ha dirigido al dominio de lo cognitivo, descuidando los aspectos afectivos, actitudinales y comportamentales. La educación sexual escolar se propone como un proceso sistemático e intencional, es decir requiere de una programación y de una planeación. Como en cualquier otra área de la educación se hace necesaria una organización anticipada de los temas a tratar, de la metodología a implantar, de los recursos y la forma de evaluación. Por ejemplo para lograr una comprensión integral de cómo se hacen los niños, es importante conocer las partes y las funciones del cuerpo, apreciar y reconocer los genitales, comprender y valorar las relaciones de pareja y el significado de las relaciones sexuales. La educación sexual escolar que aquí planteamos propone implicar la participación activa y comprometida de todos. Contrario a los esquemas tradicionales, la nueva educación sexual se caracteriza por el hecho de que padres, madres, estudiantes, directivos y docentes se hacen responsables de su propia educación sexual. Tal como lo plantea el pedagogo brasileño Paulo Freire: "nadie educa a nadie, todos nos educamos mutuamente". MODULO 2 Educar la sexualidad es mucho más que transmitir conocimientos de la sexualidad. 28 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Educación formal, informal y no formal L a educación de la sexualidad puede darse formal o informalmente. Denominamos educación sexual informal a la que se da en forma no sistemática, como parte de la vida cotidiana y que generalmente no tiene propósitos conscientes. Algunos ejemplos: La forma en la que los padres o aquéllos que están cerca de un bebé viven su propia sexualidad será trasmitida inevitablemente a la criatura, dándole a ésta una percepción de que la sexualidad es una experiencia agradable o negativa. Un padre que se acerca al tema de las relaciones sexuales con violencia necesariamente transmitirá el mensaje de la asociación entre sexualidad y violencia. La educación informal se brinda de manera no sistemática, como parte de la vida cotidiana y es muy importante por sus efectos en la vida de las personas. La manera en que son aceptadas o reprobadas las primeras exploraciones corporales de niños y niñas. Si existe en la familia vergüenza ante el propio cuerpo y nunca son nombrados los genitales, es poco probable que pueda formarse un sentimiento de aceptación del propio cuerpo y de las sensaciones que de él provienen, elementos indispensables para una plena salud sexual. No dando respuesta a las primeras inquietudes infantiles respecto de las diferencias sexuales, o bien replicando en forma parcial y prejuiciosa. Así, si se dice que los niños tienen “algo” que “las niñas han perdido”, se estará mostrando que se percibe a la mujer sólo en relación con el varón como un ser carente, reforzando así el modelo social de inequidad entre los géneros. La escandalización de los padres de familia ante el desnudo a pesar de la implícita aceptación por ellos de los anuncios televisivos que utilizan a la sexualidad como un gancho comercial. La preferencia que se da a los varones para que asistan a la escuela, en tanto que a las niñas se las orienta a quedarse en la casa para ayudar con los quehaceres domésticos. Los profesionales de la salud que riñen a los y las adolescentes que se acercan a ellos para pedir anticonceptivos, o los farmacéuticos que se burlan de aquellos jóvenes que acuden a comprar condones. En todos estos casos se está dando una educación sexual que transmite valores y actitudes negativas y que forma o deforma la personalidad de los adolescentes. Para transformar esta educación es necesario darle propósitos, este modo la educación sexual debe contribuir al bienestar, la autonomía y el desarrollo de los individuos y por lo tanto es necesario que sea oportuna, veraz, integral, libre de mitos y prejuicios, ya que en esta medida actuará como preventiva de problemas posteriores y conducirá a la salud sexual. Conduce también a que el individuo se reconozca como sujeto de derechos reproductivos y sexuales. Es decir, orienta a la formación del concepto de ciudadanía. Aller Atucha (1992), diferencia lo que es la socialización y la educación sexual. La socialización sexual (que siempre se ha dado) implica la transmisión de valores, creencias y costumbres a través de la familia, la escuela, los medios de comunicación y la iglesia. Existe otro tipo de educación, la formal, que es aquélla impartida dentro del sistema escolarizado, ya sea mediante charlas o talleres, incluidas o no dentro del currículum. En algunos países como Colombia, forma parte obligatoria de la educación que se imparte en todas las escuelas, y en algunos otros países existen materias como ciencias sociales y naturales que EDUCACION DE LA SEXUALIDAD Educación formal, informal y no formal incluyen en sus contenidos algunos relativos a la sexualidad. Si bien es cierto que la educación que se da en la familia y la comunidad es de fundamental importancia para el futuro de los individuos debe destacarse el papel que se da a la educación de la sexualidad formal dentro del contexto de nuestras sociedades cada vez más escolarizadas. Por ello exige la capacitación del personal docente para prepararlos para ofrecer respuestas emocional y pedagógicamente apropiadas. Se halla un tercer tipo, la educación sexual no formal, que consiste en cursos, charlas, talleres que se dan a diferentes públicos como pueden ser adolescentes, padres, maestros y personal de la salud. Generalmente responden a una planeación con objetivos y actividades específicos. En muchos casos, es a través de estos cursos que el personal de la salud recibe la formación necesaria para trabajar con la comunidad y a su vez transmite conocimientos y actitudes a la comunidad. En resumen entenderemos la educación sexual como: “El proceso vital mediante el cual se adquieren y transforman, formal e informalmente, los conocimientos, las actitudes y los valores respecto de la sexualidad en todas sus manifestaciones, que incluyen desde los aspectos biológicos y aquellos relativos a la reproducción, hasta todos los asociados al erotismo, la identidad y las representaciones sociales de los mismos. Es especialmente p p qque el ggénero jjuega g en este pproceso.” importante considerar el ppapel En otras palabras, la educación sexual es: “(...) un proceso permanente en el cual las personas configuran y estructuran de una manera formal e informal sus sentimientos, actitudes, normas, valores, conocimientos y comportamientos relacionados con la sexualidad, en interacción con unos determinados métodos de educación practicados por la familia, la escuela y el medio social en que se desarrollan ” (Romero, 1998). MODULO 2 29 30 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Educación sexual Proceso permanente En el cual Las personas configuran y estructuran consciente e inconscientemente Formal Informal Sentimientos, actitudes, valores, conocimientos y conceptos relacionados con la sexualidad En interacción con Método de educación sexual Practicado por Familia Escuela Instituciones La propuesta de realizar educación sexual en la escuela tiene como función ejercer una educación sexual consciente, intencionada y formal. La educación sexual en la escuela es: "(...) una formalización del aprendizaje sexual dentro de algún programa que debe explorar los factores biológicos, emocionales, sociales, espirituales e intelectuales que comprometen a la persona en su totalidad” (Carrera, 1982). Partiendo de estas reflexiones se propone entender la educación sexual formal como “(...) un proceso sistemático, intencional y permanente dirigido a promover y recrear los conocimientos, actitudes y comportamientos necesarios para vivir la sexualidad en forma responsable, autónoma, gratificante y constructiva, a partir de una pedagogía participativa, dialógica, experiencial y problematizadora” (Romero 1999). EDUCACION DE LA SEXUALIDAD ¿La escuela y la educación sexual? Concepto de educación sexual Educación sexual { Proceso Objetivos Permanente Sistemático Intencional Construir y recrear conocimientos Desarrollar valores y actitudes positivas Estimular prácticas sexuales responsables y constructivas Metodología Dialógica Participativa Reflexiva Problematizadora ¿La escuela y la educación sexual? U no de los cuestionamientos que se hacen algunos docentes, y también las madres y padres de familia, es si la escuela debe hacer educación sexual. Este interrogante sugiere la idea que en las escuelas no se hace educación sexual y que ellos deberían decidir si la asumen o no, como si no la estuvieran realizando ya. Todas las escuelas hacen educación de la sexualidad, así como también lo hacen todas las familias. Es imposible no educar la sexualidad; hagan lo que hagan la escuela y la familia siempre están educando la sexualidad, conciente o inconscientemente, abierta o sutilmente, explícita o implícitamente, intencionalmente o no. Desde que se nace hasta que se muere nuestra sexualidad está sometida a complejos y sutiles procesos ocesos de educación, formales o informales. La forma como omo se estructura, se vivencia y experimenta la sexualidad xualidad es el producto de todo un proceso de aprendizaje. No cabe duda que la escuela a como institución social juega un papel importante en este proceso. Las escuelas como las familias sólo tienen nen dos alternativas: educan la sexualidad para bien o la educan n para mal, no es posible que puedann o quieran escoger no educar la sexualidad. Es importante que las escuelas tomen conciencia de esto y del tipo de educación sexual que realizan, que reflexionen sobre laa forma como han estado educando laa sexualidad y que visionen una nuevaa forma de hacerlo. MODULO 2 31 32 ¡Hablemos de educación y salud sexual! En ocasiones se afirma que no hemos recibido educación sexual, queriendo decir tal vez que se ha recibido una "inadecuada” educación sexual. Lo que diferencia a unas escuelas de otras es el tipo de educación sexual que dan a sus estudiantes, adecuada o inadecuada, completa o incompleta, represiva o liberadora, constructiva o destructiva, preventiva o formativa, favorecedora o desfavorecedora de la salud sexual. El silencio es una forma de represión por omisión, igual de destructiva y eficaz como la represión abierta y directa. Hagan lo que hagan los padres, las madres y los educadores, siempre están educando, trasmitiendo valores (positivos o negativos) y actitudes (de rechazo o aceptación); hagan lo que hagan no pueden dejar de influir en la conducta de los niños y adolescentes a su cargo y por lo tanto no pueden dejar de educar. Por ejemplo, no hablar de temas sexuales es ya una forma de educar la sexualidad, es una manera de transmitir la idea de que la sexualidad es un tema tabú, peligroso, un tema del cual no se debe hablar. El silencio es una forma de represión por omisión, igual de destructiva y eficaz como la represión abierta y directa. Con este método de educación sexual se enseñan varias lecciones: “en la escuela no se habla de sexualidad”, “algo raro, malo o misterioso tiene hablar de esto”, “si tengo inquietudes respecto a la sexualidad será mejor resolverlas con otras personas”. El hecho de que muchas escuelas no brinden una información sexual en forma sistemática, no indica que en ellas no se está educando sobre la sexualidad; el llamado “currículum oculto” opera silenciosamente, a favor o en contra de la formación sexual de los y las estudiantes. Los comportamientos de los adultos como docentes, madres o padres de familia modelan sutil e inconscientemente la conducta de sus hijos y estudiantes; cada una de sus conductas llevan implícito aalgún mensaje que se graba en la mente de los jóvenes y niños y ejerce control sobre su comportamiento y sus vivencias sexuales. Por ello es vivenc importante que padres, madres y impo educadores sean congruentes con lo educ que "dicen" y "hacen", con lo que expresan y la forma como lo hacen ex (el (e lenguaje verbal y el lenguaje no n verbal). Ya que el discurso practicado respecto a la sexualidad es mucho más poderoso que el discurso hablado. Un o una estudiante que desde los primeros años escolares ha vivido la experiencia de hablar, debatir, discutir, analizar y aprender sobre la sexualidad también aprenderá que la t sexualidad es realmente algo s natural e importante en la vida del na ser humano, que es algo bello, hermoso y maravilloso. Podrá herm asumir asum la sexualidad como lo que es: algo natural pero no porque se lo dicen, n sino porque esto fue lo que concluyeron por como consecuencia de las acciones de sus con maestros y directivos escolares. Los siguientes ejemplos ilustran la manera silenciosa o sutil en que las escuelas hacen educación sexual sin darse cuenta que la están realizando, y muy probablemente, sin la intención de practicarla como la hacen: EDUCACION DE LA SEXUALIDAD ¿La escuela y la educación sexual? 33 Hacer que niños y niñas formen filas separadas. Esto modela la diferenciación esterotipada de género La diferenciación de género que se hace al enseñar tejido, costura y cocina a las niñas y mecánica, carpintería o electricidad a los varones. La maestra que pide a los varones levantar los pupitres y a las niñas barrer y trapear. Esto reproduce la idea estereotipada de que hay actividades propias de un sexo (sexismo) y la asociación que se hace de esto con la feminidad o la masculinidad. El uso de textos escolares sexistas en los cuales aparece la mujer en actividades de atención a los hijos, en labores de menor estatus social, generalmente en oficios caseros y de subordinación, mientras que el hombre aparece en tareas productivas o directivas, fuera de la casa, con actividades de “mayor prestigio social” y asociadas al poder (presidente, doctor, gerente, etc.). De esta forma se refuerza un modelo sexista e inequitativo entre hombres y mujeres. La escuela que aborda algunos temas sexuales hasta en los últimos grados escolares, reforzando la idea de que la sexualidad es un tema que no se debe hablar con menores. La respuesta escandalizadora que hace un o una docente al encontrar a un o una estudiante haciendo un graffiti o dibujo sexual. Esto puede generar la sensación de que lo sexual es un tema prohibido, tabú, el cual no puede o no debe ser expresado en ninguna forma ante los demás, lo que lleva a la necesidad de hacerlo en forma subversiva, maliciosa y burlona. Abordar la sexualidad sólo en temas de biología y anatomía desde el punto de vista genital y reproductivo, lo cual contribuye a asociar sexualidad con genitalidad y reproducción, a pensar la sexualidad desde una perspectiva reduccionista e ignorando otras dimensiones como: la psicológica, la moral y la cultural. El profesor que, aprovechando su posición, hace chistes estigmatizantes de las personas homosexuales fortaleciendo una cultura que discrimina y denigra a las personas por su orientación sexual y que rechaza a ciertas personas por su condición homosexual. En conclusión es imposible no educar la sexualidad, la escuela como institución social no puede abstraerse de este compromiso. La propuesta actual no es que ahora las escuelas sí impartan educación sexual, la propuesta es que las escuelas revisen y cambien la forma soterrada, silenciosa, dañina, perjudicial, negativa y represiva como han educado la sexualidad hasta ahora, y opten concientemente por una forma diferente de educar la sexualidad, que sea: abierta, sistemática, intencionada, basada en la verdad, a partir del diálogo y el respeto por las diferencias, que no sólo promueva el conocimiento intelectual de la sexualidad sino que sugiera la construcción autónoma de valores, actitudes, habilidades y sentimientos necesarios para la vivencia de una sexualidad sana, responsable, gratificante y constructiva. MODULO 2 Existen múltiples formas de enseñar lo que es la sexualidad. Es importante que los y las docentes se percaten de los mensajes que transmiten y valoren el impacto de los mismos en los alumnos y las alumnas. 34 ¡Hablemos de educación y salud sexual! La educación sexual como un derecho L as escuelas no sólo pueden hacer educación sexual, sino que también “deben hacerla”. Es un deber de la escuela educar la sexualidad y es un derecho de la niñez y la juventud recibirla y tener la oportunidad de vivir espacios pedagógicos que les permitan estructurar sus propios valores, conocimientos, actitudes y habilidades de vida para gozar de una sexualidad responsable y constructiva. . La educación sexual debe ser entendida como un derecho de la niñez, la juventud y la población en general. Ya que la sexualidad es educable y forma parte del potencial humano a desarrollar en la niñez y en la juventud. Una educación que no incluya la educación sexual, simplemente no puede llamarse educación integral. La educación sexual debe ser entendida como un derecho de la niñez, la juventud y la población en general. Idealmente debería existir la legislación adecuada para que el derecho a la educación sexual sea satisfecho y no vulnerado. Sin una voluntad política, democrática y humanista de los gobiernos este derecho seguirá siendo maltratado con las consecuencias lamentables y devastadoras que esto tiene en toda la población a nivel social, económico y de su salud. En las sociedades sexualmente saludables el Estado vela por desarrollar políticas explícitas y efectivas para favorecer la salud y la educación sexual. Lamentablemente en muchos de nuestros países latinoamericanos no existe una política oficial que promueva la educación sexual como parte de la educación general y en los pocos países que sí la tienen, aún falta mucho por hacer para que esta política se convierta en realidad. A pesar de algunos intentos en ese sentido, la experiencia ha enseñado que los decretos gubernamentales no son suficientes para que la educación sexual sea una realidad en las escuelas; se hace necesaria una apropiación de la voluntad política para comprender a la educación sexual como un derecho que es parte a su vez del derecho que tiene todo ser humano de una educación integral. Mientras que nuestros pueblos sufran la ausencia de una educación sexual intencional, sistemática y permanente en su sistema educativo, no sólo se los estará sometiendo al dolor humano reflejado en embarazos tempranos, VIH SIDA, familias disfuncionales, paternidades y maternidades inefectivas, etc., sino que también se les estará arrebatando la posibilidad de ser un pueblo desarrollado que goza de la realización humana. Métodos de educación sexual S i bien es cierto que somos seres sexuales y afectivos no siempre nuestra sociedad lo ha aceptado como tal. Cada sociedad tiene una propia y arbitraria manera de percibir y entender la sexualidad así como los mecanismos para controlar la conducta sexual de sus miembros. EDUCACION DE LA SEXUALIDAD Métodos de educación sexual 35 Las sociedades con tradición cultural occidental, judeocristiana, machista, dicotómica y sexofóbica, han considerado a la sexualidad como algo malo, sucio, vergonzoso, pecaminoso y exclusivamente asociada a la función reproductiva. Toda esta concepción sexual se evidencia en los métodos de educación sexual predominantes en la familia, la escuela y demás instituciones sociales. Tradicionalmente los padres, las madres y los docentes han educado la sexualidad con métodos de educación sexual negativos, inadecuados y perjudiciales para el desarrollo. La mayor parte de los adultos lo hacen con la convicción de que ésa es la forma adecuada y que resulta lo mejor para sus hijos e hijas y estudiantes. Por esta razón es importante que las directivas escolares y con ellas los docentes, y analicen las prácticas de educación sexual que han predominado hasta ahora en la escuela. Esto requiere la creación de espacios pedagógicos que faciliten el análisis de los temores, de las dudas, de las creencias erróneas y las actitudes negativas que subyacen en los métodos de educación sexual. Porque los métodos de educación sexual más usados por la escuela y la familia han sido el silencio, el disfraz, la mentira, el engaño, el castigo, la represión, la distracción, la evasión, el aplazamiento, el ocultamiento y la delegación, entre otros. Todo lo que hacen los adultos en la educación de la sexualidad tiene una razón de ser, un ¿para qué? y un ¿por qué? El esquema siguiente describe los motivos que explican la razón de ser de los métodos de educación sexual, tradicionalmente practicados por los adultos como docentes y como padres y madres de familia. Análisis de los métodos de educación sexual EL ¿PARA QUE? Y EL ¿POR QUE? SE HACEN ¿Qué hacemos? ¿Para qué lo hacemos? ¿Por qué lo hacemos? Mentir Engañar Disfrazar Para ocultar y esconder la verdad. Castigar Distraer Reprimir Para inhibir las expresiones sexuales. Pensamos que es "malo". Suponemos Para que no lo hagan. que las expresiones sexuales infantiles son "dañinas y perjudiciales". Evadir Delegar Aplazar Para evitar el temor y la incomodidad Hablar sobre sexualidad nos produce que nos produce hablar sobre temor e incomodidad. Necesitamos sexualidad. protegernos de estos temores. El silencio Para ocultar y esconder la verdad. En ocasiones para darse tiempo a responder. Pensamos que la sexualidad es "algo malo", nos asusta hablar con la verdad sobre sexualidad. Así evitamos el temor y la incomodidad que nos produce hablar sobre sexualidad. Tomado de: Leonardo Romero: “Elementos de sexualidad y educación sexual”, Colombia, Centro de Asesoría y Consultoría. MODULO 2 La forma como una sociedad concibe a la sexualidad se refleja en la metodología educativa empleada. 36 ¡Hablemos de educación y salud sexual! EFECTO DE LOS METODOS TRADICIONALES DE EDUCACIÓN SEXUAL Métodos Impacto y enseñanzas Mentir Engañar Disfrazar Aprenden que la sexualidad es mala, que no es bueno saber la verdad. Aprenden a desconfiar de los adultos y a buscar otras fuentes de información. Adquieren un sentido de prohibición y misterio sobre la sexualidad. Distraer Reprimir Dolor y temor de ser sorprendido o sorprendida por tener conductas sexuales. Aprenden que lo sexual es malo. Estructuran sentimientos de culpa por las emociones y comportamientos sexuales. Evadir Delegar Aplazar Refuerza un sentido de misterio, malicia y prohibición. Aprenden a confiar más en otras personas para informarse acerca de la sexualidad. El silencio Enseña a no hablar del tema. Se aprende a desconfiar del padre, la madre, el docente y los adultos en general. Tomado de: Leonardo Romero, op. cit. ¿Por qué cuesta trabajo al profesorado impartir educación de la sexualidad? A una buena parte de los docentes y adultos en general les cuesta trabajo educar en sexualidad en forma abierta, directa y sistemática en razón de sus actitudes. Algunos adultos suponen que lo sexual es “algo muy especial”, que la sexualidad es como “un tema muy delicado” y que por esta razón se requiere de “una virtud especial” para poder hacer una buena educación sexual. No es el tema en sí lo que impide abordar adecuadamente la educación sexual, son las actitudes, los miedos y los prejuicios interiorizados que dificultan un abordaje directo, abierto, sincero, honesto y veraz en la formación de la sexualidad. Los docentes, al igual que el resto de la población, con frecuencia aprendieron a ver la sexualidad como “algo malo”, como “un tema tabú”, como “algo pecaminoso”, también ellos recibieron el mensaje de que no es adecuado hablar sobre nuestra sexualidad. Sin darnos cuenta, interiorizamos, reproducimos y reflejamos esta filosofía a través de los métodos tradicionales de educación sexual. Estos temores y creencias tienen un gran peso sobre la forma como educamos la sexualidad, más de lo que podemos imaginar. Por estas razones es importante que quienes pretenden hacer educación sexual (formal e informal) revisen y valoren críticamente sus más auténticos sentimientos y pensamientos respecto a la sexualidad y la educación sexual. La educación de la sexualidad en las escuelas requiere que los educadores se encuentren en un continuo proceso de autoevaluación y reestructuración de actitudes, temores, creencias y concepciones. Las actitudes sexuales hablan, se expresan a través de lo que somos, de lo que hacemos y sentimos con nuestra sexualidad y la de los otros. Como señala Ariza (1991): EDUCACION DE LA SEXUALIDAD ¿Por qué cuesta trabajo a los docentes asumir la educación sexual 37 “(...) cualquiera puede enseñar anatomía, pero no cualquiera puede dar una imagen serena y sana de las implicaciones de la sexualidad en la vida, sin antes, colocarse a sí mismo en tela de revisión”. El reto para la gran mayoría será superar la propia historia sexual familiar, de tal forma que se pueda ofrecer una educación renovada y reivindicativa de nuestra sexualidad. Otro factor que determina el tipo de educación sexual dete que los adultos instrumentan se relaciona con el nivel ins y la calidad de sus su conocimientos sexuales. Si bien es cierto que saber sa o tener conocimientos sexuales es importante para hacer una adecuada importan educación sexual, no lo es tanto como las s actitudes, creencias y temores que median las c prácticas de educación de la sexualidad. En muchas ocasiones los adultos no hablan con sus su hijos e hijas o estudiantes no porque no sepan sobre el tema que les inquieta, sino por los temores y inqui supuestos que a ellos mismos los supu dominan. dom No cabe duda que en ciertos roles y niveles se requiere un nivel mayor ni de d información y especificidad en el conocimiento, como por ejemplo c en e el caso de los y las docentes de escuela. Las investigaciones e muestran que el dominio de los m conocimientos sexuales permite a c las l personas vivir una vida sexual más m libre de actitudes negativas. El desconocimiento de los hechos de la d vida sexual facilita el ejercicio de la sexualidad fundamentada en mitos y distorsiones que pueden alterar su desempeño sexual: “Una buena educación sexual no podrá florecer jamás del desconocimiento y la desinformación sexual.” Es importante tener en cuenta que los conocimientos y actitudes no siempre son coherentes y consistentes con comportamientos adecuados. Muchos adultos “saben” de la importancia que tiene la educación sexual, sin embargo, se sienten incómodos abordando estos temas y nunca hablan con sus hijos al respecto. Intelectualmente se reconoce la sexualidad en la infancia, pero se experimenta temor al observarles en actividades sexuales y se practican métodos inadecuados como los descritos anteriormente. Algunos adultos saben que decir la verdad sobre la sexualidad no conduce a que tengan actividades sexuales, sin embargo no lo hacen. También es importante no pretender tener actitudes abiertas y liberales que comúnmente no se practican ni es necesario tener. Lo importante es reconocer que se tienen temores e identificar cómo esos miedos controlan los comportamientos y así evitar que éstos dominen la educación sexual en la escuela o la vida familiar. No es necesario ser un docente liberal para hacer una buena educación sexual. Lo importante es comprender que existen múltiples opiniones, formas de pensar, ideologías, creencias y actitudes relacionadas con la sexualidad, y reconocer que la propia no es más que una de ellas. Un buen educador o buena educadora ha flexibilizando sus creencias, valores y actitudes sexuales, sabe que la suya no es quizá la única, la verdadera y totalmente objetiva, comprende otras posiciones, respeta las diferencias y no trata de imponer su ideología como lo más conveniente y tampoco presiona a sus estudiantes para que lo sigan ciegamente. Una buena educadora o buen educador comprende que su papel es formar para que los y las estudiantes construyan autónomamente los propios valores, actitudes y principios con los cuales poder conducir su vida sexual en un contexto de crecimiento humano. MODULO 2 Para los y las docentes, educar sobre la sexualidad implica la revisión de la propia historia sexual, pues ésta se refleja en su actitud hacia la sexualidad . 38 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Objetivos de la educación sexual escolar L os siguientes son algunos de los objetivos generales que se proponen y sugieren, a tener en cuenta en la educación sexual escolar: 1. Construir conocimientos básicos relacionados con la dimensión biológica, psicológica y social de la sexualidad que sirvan para tomar decisiones adecuadas y constructivas. La educación relativa a la sexualidad en el ámbito escolar tiene objetivos claros y estrategias determinadas para lograrlos. 2. Modificar mitos, conceptos o creencias erróneas producto de la construcción social y que afectan negativamente la salud sexual. 3. Desarrollar y también estructurar actitudes positivas frente a la sexualidad, el amor, el erotismo y el afecto. 4. Favorecer la estructuración de valores y principios básicos para la vivencia de una sexualidad libre, constructiva, autónoma y realizante. 5. Analizar, confrontar y modificar los estereotipos de género y favorecer la estructuración de actitudes y roles de géneros basados en la equidad de los sexos. 6. Favorecer la formación de actitudes, valores y prácticas sexuales para una paternidad y maternidad responsables. 7. Desarrollar habilidades básicas (toma de decisiones, solución de problemas, asertividad, etc.) para la vivencia de una sexualidad responsable, gratificante, constructiva y autónoma. 8. Desarrollar actitudes, valores y habilidades que permitan visualizar y realizar un proyecto de vida sexual constructiva y realizante. 9. Preparar para estar en capacidad de establecer vínculos afectivos constructivos, en los cuales sea posible la expresión del amor, el afecto, la ternura y/o el erotismo y la sensualidad. 10.Promover el desarrollo de una actitud tolerante y respetuosa de la diversidad de las ideologías, actitudes, valores, normas y comportamientos relacionados con la vivencia de la sexualidad. 11.Promover la conciencia del ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos basados en el respeto, la libertad, la responsabilidad y la consideración por los demás. 12.Prevenir el desarrollo y la estructuración de problemas relacionados con la salud sexual (el abuso sexual, la violencia sexual, los problemas familiares y de pareja, las disfunciones sexuales, los abortos, los embarazos indeseados, las infecciones de transmisión sexual, el VIH SIDA, etcétera). EDUCACION DE LA SEXUALIDAD Perfil del educador sexual 39 Perfil del educador sexual E l perfil del educador sexual hace referencia a las características, valores, actitudes, condiciones, habilidades y aptitudes que se esperan de una persona que aspira a generar de manera formal, consciente e intencional procesos de educación sexual, especialmente dentro del contexto de la escuela y las comunidades. Aunque todos hemos sido de una u otra forma "educadores" de la sexualidad, en este caso nos referimos a la persona que desea desempeñar el rol de educador sexual en una forma sistemática e intencional. El mejor recurso con que cuenta el educador sexual es él o ella misma. Por esta razón es importante que quienes desean asumir este rol tengan en cuenta las premisas y cualidades que se esperan del mismo para que sean objetivo permanente en su proyecto de perfeccionamiento y realización como educador o educadora de la sexualidad. Un educador o educadora de la sexualidad... Está motivado o motivada e interesado o interesada por participar en procesos de educación sexual. Asume y acepta su propia sexualidad, reconoce el valor de la sexualidad y el papel que ésta tiene en la vida de las personas. Posee una madurez afectiva y emocional que lo lleva a tener una actitud positiva hacia su propia sexualidad. Se siente cómodo o cómoda tratando los temas sexuales. Comprende y respeta profundamente las diferencias individuales y la variedad de estilos de vida que pueden tener las personas para ejercer su sexualidad. Vivencia y manifiesta en todos sus actos un compromiso con la vida, con el amor y con su trabajo. Identifica y reconoce sus limitaciones y fortalezas como educador sexual y como persona. Es auténtico o auténtica, se muestra genuino o genuina, se siente cómodo o cómoda siendo él mismo o ella misma. Posee y se esfuerza por desarrollar habilidades de comunicación interpersonal: practica el escuchar activamente, la empatía, la expresión de sentimientos y otras habilidades importantes para mantener relaciones interpersonales gratificantes y eficaces. Es creativo, renovador, evita la rutina y la repetición, le agrada variar, crear. Es capaz de adaptar y adecuar creativamente experiencias, metodologías y técnicas a las necesidades e intereses de los grupos con los cuales trabaja. Se esfuerza por lograr una coherencia, congruencia y solidez entre lo que dice, sus actitudes y lo que vive. Vivencia lo que enseña. Dice "no sé" con naturalidad, cuando no conoce lo suficiente sobre algo. Se preocupa por investigar y resolver sus propias lagunas sin pensar que lo tiene que "saber todo". MODULO 2 Las características de un educador o una educadora sexual pueden aprenderse y mejorarse con experiencias adecuadas. 40 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Posee habilidades y competencias pedagógicas básicas, se puede hacer entender con facilidad, tiene aptitudes para enseñar. Comprende que no hay una única y mejor forma de vivir la sexualidad. Comprende el alto sentido de responsabilidad que tiene su papel como educador sexual. Tiene capacidad para manejar actividades de grupo. Cuestiona, confronta y estimula la reflexión sin juzgar, atacar, violentar, enjuiciar y desvalorizar a los demás. Está relativamente libre de problemas emocionales o de personalidad que invaliden el ejercicio de su rol como educador sexual. Promueve el respeto por las ideas y valores personales, sociales, religiosos, étnicos, morales y humanos en general. Se comunica afectiva y efectivamente, es capaz de hablar abiertamente, sin prejuicios, con una actitud franca, honesta, sincera y desenvuelta. Está en permanente y continuo proceso de clarificación y reestructuración de sus actitudes y valores sexuales. Se asume como un ser en permanente cambio. Comprende y estimula su propia transformación como consecuencia de sus experiencias y su trabajo. Comprende y tiene en cuenta la importancia que tienen los cambios sociales e históricos en la estructuración de las actitudes, valores y comportamientos sexuales. Se mantiene actualizado sobre la información científica acerca de la sexualidad, domina en forma general y suficiente los conocimientos de la sexualidad en todas sus dimensiones. Crea un ambiente y un clima de respeto, libertad, confianza, seguridad y aceptación como parte esencial de la dinámica de los grupos para realizar procesos de educación. Expresa respeto por las ideas, actitudes, valores y comportamientos sexuales de las personas con quienes trabaja en educación sexual. Se interesa por desarrollar en sí mismo y los demás la capacidad de autocrítica y autoreflexión. Evita asumir posiciones autoritarias, moralistas y dogmáticas. Se interesa por facilitar que cada participante revise libremente sus actitudes y conocimientos a través de un proceso reflexivo, responsable y autónomo. Fuente: La descripción de este perfil es la integración de la visión personal del autor y el análisis de las propuestas hechas por: Rosa Ángela Gómez en Familia y sociedad, CENPAFAL; N. Bonilla en Educación sexual, reflexiones para educadores, y José Luis García en Educación sexual en la escuela. Tomado de: Elementos de sexualidad y educación sexual, CAC, 1999. EDUCACION DE LA SEXUALIDAD Integración de la educación sexual al currículum escolar y talleres Integración de la educación sexual al currículum escolar y talleres U na estrategia importante y muy utilizada en los países que tienen programas de extensión sobre este tema de alcance nacional, es la inclusión de la educación sexual en el currículum y en la realización. Esto es, la planeación de las temáticas secuenciales y transversales que se desarrollarán desde los grados preescolares hasta el último año de la secundaria o de la educación media superior, según la estructura educativa del país. Y en cada una de las materias o áreas académicas, como: geografía, historia, literatura, español, ciencias naturales, civismo, democracia, filosofía, arte, música, educación vocacional (o cualquier otra área o nombre). De esta forma la sexualidad sería abordada por todo el profesorado en cada una de sus materias, lo cual tendría las siguientes ventajas: La sexualidad sería vivenciada como algo natural porque es un tema del que se habla en la escuela desde diferentes perspectivas y durante toda la vida escolar. Los y las alumnas aprenden a abordar y comprender la sexualidad desde todas sus dimensiones: biológica, psicológica, cultural y ética. Se garantizaría un abordaje permanente y sistemático de la sexualidad. La responsabilidad de la educación sexual recaería sobre todos los y las docentes. Estos contenidos podrían ser desarrollados desde el nivel central, estatal o municipal o, en los casos en que se haya efectuado una reforma del sector y exista una plena descentralización, podría encargarse a un comité dentro de la escuela idealmente compuesto por miembros de la comunidad escolar, con una elaboración explícita de los temas, los objetivos, la metodología y los recursos específicos para cada grado y área, siempre teniendo en cuenta el momento educativo de los estudiantes y las necesidades de cada cultura y grupo social. Tal como se describe el esquema a cada nivel escolar, le serían pertinentes unos determinados objetivos, contenidos y metodología. Lo importante es que la escuela tenga clara las metas finales y los objetivos de cada nivel que contribuirían al logro de estas metas finales. Estrategias metodológicas Estrategias metodológicas Estrategias metodológicas Meta 1 Objetivos Educación básica Objetivos educación media Objetivos educación media sup., secundaria Meta 2 Meta n Contenidos Contenidos Contenidos MODULO 2 Conocimientos Actitudes Valores Habilidades 41 42 ¡Hablemos de educación y salud sexual! A continuación se presenta un ejemplo que podría ilustrar la inclusión de contenidos en las áreas temáticas de educación media: SOCIALES ARTES GEOGRAFIA Historia de las conquistas de equidad de género. Análisis de la realidad socioeconómica con la perspectiva de Género. Diseño de afiches relacionados con el género y la equidad. Análisis de la publicidad y análisis de los estereotipos de género en teatro, cine, etc. Hombres y mujeres en las diferentes culturas, regiones y países. Migración y género. DEMOCRACIA Y EDUCACION CIVICA VOCACIONALES Talleres vocacionales de costura que incluya a hombres. Taller vocacional de electricidad que incluya a mujeres. EQUIDAD GENERO SEXISMO Los derechos sexuales y reproductivos. Análisis de los avances de la Constitución y las leyes nacionales desde la perspectiva de género. BIOLOGIA ESPAÑOL O LITERATURA MUSICA Diferencias biológicas entre hombres y mujeres. Procesos reproductivos. Significado de la maternidad y paternidad. Climaterio. Análisis del lenguaje y de obras literarias. Redacción de cuentos y ensayos. Análisis del sexismo en el folclore, por ej.: el danzón. Análisis del sexismo en la música internacional, por ej.: el tango. Producción de canciones no sexistas. Para lograr este enfoque de la educación sexual será necesario sensibilizar al grupo docente sobre la importancia y la necesidad de realizar una educación sexual transversal, evaluando las condiciones que se tienen para lograr el currículum y, especialmente, la capacitación de los facilitadores. La sensibilización tendría como objetivo lograr una disposición a favor y más positiva del cuerpo docente y una revisión inicial de las actitudes, temores y creencias que les impiden abordar intencional y abiertamente la sexualidad. La evaluación tendría como objetivo que el cuerpo docente haga un inventario de lo que tiene y no tiene en términos de: información conceptual, metodológica y pedagógica, actitudes y valores, materiales y recursos pedagógicos, disposición cultural y política para la educación sexual. La capacitación tendría como objetivo resolver los vacíos y necesidades detectadas en la evaluación con el fin de fortalecer el proceso de curricularización de la educación sexual. Según las estructuras educativas podrían también plantearse talleres y/o actividades para el alumnado. EDUCACION DE LA SEXUALIDAD Integración de la educación sexual al currículum escolar y talleres Para construir un plan, programa o proyecto de educación sexual escolar (PES)* Definir la razón de ser de la educación sexual como proyecto ¿Qué sentido tiene para la escuela la educación sexual? ¿Por qué es importante? ¿Cuál es el valor que le da la escuela a la educación sexual? ¿Qué tiene de bueno hacer educación sexual como proyecto? ¿Cuáles son las razones por las que la escuela opta por asumir la educación sexual? ¿Qué hechos apoyan asumir este proyecto? Hacer la memoria histórica de la educación sexual de la escuela ¿Cómo ha sido la educación sexual en la escuela? ¿Quiénes se han encargado de ella? ¿Qué opinan los padres, docentes y estudiantes de la forma como han llevado la educación sexual en la escuela y en las familias? ¿Qué enfoque tenía la educación sexual en la escuela hasta la fecha? ¿Qué se observa en el currículum oculto y explícito respecto de la educación sexual? ¿Qué cambios y evolución se observa en el manual de convivencia respecto a la sexualidad? ¿Qué anécdotas importantes se pueden rescatar de la historia de la educación sexual de la escuela? Caracterizar la realidad actual Explorar las necesidades en educación sexual, las características más importantes de la población de padres, docentes y estudiantes; los recursos humanos con que se cuenta, las políticas de la escuela, las fortalezas y debilidades; las concepciones y actitudes de padres, docentes y estudiantes ante la educación sexual, los conocimientos, actitudes y prácticas relacionados con la vivencia de la sexualidad y la educación sexual. Marco conceptual y filosófico ¿Cómo se conciben la sexualidad y la educación sexual en la escuela? ¿Principios y filosofía que orientará el PES? ¿Cuál será el concepto de persona, de ser humano, que fundamentará el PES? ¿Cuál es el proyecto de ser humano y de sociedad que tiene la escuela? Formulación de la misión y la visión del proyecto ¿Cuál es la imagen del futuro compartido respecto de la educación sexual que la escuela tiene?: (visión) ¿Cuál es el propósito de la educación sexual en esta escuela?: (misión) ¿Cuáles son los principios y valores que regularán el PES? ¿Cuál es la visión o el sueño de la escuela en relación con las prácticas, valores, actitudes y conocimientos sexuales? Definir la lógica del proyecto 1. Objetivos generales y específicos. 2. Productos / resultados. 3. Actividades. 4. Medios. Definir plan operativo ¿Cómo operará el proyecto? ¿Qué se realizará para lograr hacer realidad el PES? Consideración de sus fases, actividades, subactividades, responsables, tiempos, recursos, costos, etcétera. *En los procesos de Reforma Educativa frecuentemente se usa el desarrollo de proyectos Como un medio para empoderar a la comunidad educativa. MODULO 2 43 44 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Evaluación y sistematización de la educación sexual La evaluación se considera parte fundamental del trabajo en educación sexual. Ésta debe ser permanente y tiene como objetivo revisar los logros para ajustar y rediseñar los planes del PES. Se recomienda sistematizar todas las experiencias, llevar unas memorias de todo lo que se realiza con el fin de aprender de la práctica y poder documentar este proceso de aprendizaje. Es importante que todas las experiencias anteriores sean validadas con la experiencia posterior, ya que lo que funciona en una escuela puede ser totalmente inadecuado en otra, o sea que lo que no da valor agregado alguno no vale la pena continuar haciéndolo. Por otra parte las nuevas generaciones traen consigo expectativas y necesidades diferentes que hacen obsoletas las actividades que tal vez en el pasado fueron exitosas para el logro de los mismos objetivos. La evaluación es un proceso crucial en cualquier programa de educación sexual, pues nos orienta tanto sobre los logros obtenidos como sobre las necesidades que no han sido cubiertas. La meta de cualquier programa, plan o actividad es contribuir a la estructuración de conductas saludables en la sexualidad, por esta razón es importante monitorear permanentemente si se han dado estos cambios, en qué grado se han logrado y de qué manera; y no sólo sobre los conocimientos y las actitudes, sino también en las conductas. No tiene ningún sentido saber más de sexualidad si este saber no se traduce en una conducta de vida sexual saludable y constructiva. La planeación de cualquier actividad y del proyecto en sí, debe prever unos mecanismos de evaluación de los resultados, del impacto y del proceso. Se recomienda evaluar los logros de la educación sexual con la promoción que gradúa cada año. Una estrategia de utilidad podría ser la aplicación de cuestionarios de actitudes, comportamientos y conocimientos relacionados con la sexualidad para observar en qué medida la educación sexual produce cambios importantes en estas dimensiones. También podrían organizarse grupos focales para explorar en cada promoción la opinión y la percepción respecto de la educación sexual recibida en su vida escolar. Evaluación de la educación sexual Evaluación Acción S o b r e { Conocimientos Actitudes Valores Comportamientos S o b r e { Acción Evaluación Es muy importante también, preguntarnos cuál es el impacto real de la educación sexual en la conducta de las personas. ¿Se logran los objetivos propuestos? ¿Qué características tienen los programas efectivos? La respuesta a estas preguntas no solamente orienta las acciones, da luz sobre las políticas que deben instrumentarse y aclara las dudas de padres y madres de familia y de la comunidad en general. EDUCACION DE LA SEXUALIDAD Falacias y errores respecto de la educación sexual El UNFPA ha recogido los resultados de algunos de los estudios más importantes realizados sobre el tema por Douglas Kirby (1997): “La educación de la sexualidad de los niños y los jóvenes promueve prácticas sexuales más seguras y no aumenta su actividad sexual.” Este hallazgo está sustentado en un estudio comisionado por ONUSIDA, y publicado en octubre de 1997, que analizó 68 informes de investigación sobre educación de la sexualidad en diversos países. En este trabajo, las principales conclusiones fueron las siguientes: La educación de la sexualidad y prevención de VIH no fomenta el aumento de la actividad sexual. Esto fue avalado por 65 de los 68 estudios realizados, además se consideró que los otros tres estudios que no coincidían adolecían de limitaciones metodológicas. Los programas de calidad ayudan a retrasar el primer coito y protegen a la juventud sexualmente activa del VIH; al mismo tiempo, reducen el número de compañeros sexuales y disminuyen el número de embarazos no planeados y las tasas de ITS. La conducta sexual responsable y segura puede aprenderse. Es mejor principiar la educación sexual antes del inicio de la actividad sexual. El estudio, que resumió una gran cantidad de evidencias, identificó que los programas efectivos de educación sexual comparten ciertas características: 1. Están focalizados en la reducción de las conductas sexuales de riesgo. 2. Ofrecen mensajes claros sobre objetivos conductuales. 3. Explicitan los riesgos de la actividad sexual no protegida y los métodos para evitarlos. 4. Utilizan actividades de aprendizaje para referirse a las influencias sociales y de los medios, y para aumentar las habilidades de negociación y comunicación. 5. Estimulan la comunicación abierta sobre la sexualidad. Además es necesario ofrecer herramientas que contribuyan al desarrollo humano del alumnado y que los capaciten para reconocer y defender sus derechos. No basta con prevenir efectos no deseados, se requiere promover el bienestar de los individuos y su responsabilidad como miembros de su comunidad. Falacias y errores respecto de la educación sexual F rente a la educación sexual se han recreado mitos que durante mucho tiempo han obstaculizado la implementación formal e intencional de procesos de educación sexual. Los siguientes son algunas de las falacias y creencias erróneas más generalizadas en nuestro ambiente, así como las respuestas veraces a estas proposiciones: MODULO 2 45 46 ¡Hablemos de educación y salud sexual! FALACIAS Y ERRORES RESPECTO DE LA EDUCACION SEXUAL Falacia o error “La educación sexual en la escuela puede alentar a los niños, las niñas y los adolescentes a tener relaciones sexuales”. Aclaración Es natural que en la niñez y la adolescencia se tengan expresiones sexuales propias de estas edades, las cuales de todas maneras estarán presentes con o sin información sexual. Estas pueden contribuir al crecimiento si estuvieran acompañadas de formación e información adecuadas. “Los grupos religiosos se Es cierto que algunos sectores de diferentes religiones tienen actitudes de oponen generalmente a la prevención frente a la educación sexual, pero esta no es la realidad de todas las religiones. Por ejemplo, en diferentes colegios católicos se llevan procesos educación sexual”. serios de educación sexual, en algunos casos mejores que en los colegios laicos. “La mayoría de los adultos Aunque se tienen actitudes negativas, gran parte de los padres y las madres desaprueban la educación de familia estarían interesados en que las escuelas les ayuden y los orienten en estos temas, tanto a ellos mismos como a los propios hijos e hijas. De sexual”. hecho, en muchos países se han realizado encuestas que demuestran que hasta un 90% de los padres y madres de familia quieren esta educación en las instituciones escolares a las que asisten sus hijos. “La educación sexual es la Está demostrado con suficientes evidencias que es la ignorancia, la desinformación y la ausencia de una buena y adecuada educación sexual la causa de los embarazos que facilita el desarrollo de estas problemáticas. tempranos y de las enfermedades de transmisión sexual”. “La educación sexual en la escuela es un intento de sustituir la familia como principal educadora de la sexualidad de los niños, niñas y adolescentes”. Tanto la escuela como la familia hacen educación sexual. Sería apropiado que ambas instituciones como agentes socializadores se complementaran en la educación sexual de la niñez y la adolescencia. Hay procesos y objetivos que le son propios a la familia y otros que por su naturaleza le pueden ser más convenientes desarrollar educativamente a la escuela. “La educación sexual pretende ser un desafío para las creencias religiosas y culturales de la familia”. Si bien es cierto que la educación puede llevar a confrontar posiciones éticas y culturales, no es objetivo de la educación sexual desafiar las tradiciones por el solo hecho de que éstas sean así. Confrontar y analizar críticamente para evolucionar no es dañino, esto es el motor del progreso. “La educación sexual pretende que “todas” las personas tengan una concepción liberal respecto a la sexualidad”. La educación sexual no pretende hacer dogmatismo con las posiciones liberales, lo importante no es que todos piensen y tengan las mismas posiciones, sino que desea estimular las actitudes de tolerancia y de respeto por la diferencia. “Enseñar a los adolescentes sobre anticoncepción es como darles licencia para que tengan sexo”. El hecho de que una persona sepa nadar no significa que su comportamiento en la natación se incrementará, pero sí garantiza que el día que lo desee o lo necesite hacer estará preparado para ello con seguridad y responsabilidad. Lo mismo sucede con la enseñanza de los métodos anticonceptivos. Los estudios muestran que los jóvenes están iniciando la vida sexual coital sin esta información y que esto es como darles licencia para sufrir con su sexualidad. EDUCACION DE LA SEXUALIDAD Referencias bibliográficas Referencias bibliográficas Ariza, Carlés et al. (1991). Programa integrado de pedagogía sexual en la escuela.-Madrid: Narcea. Barragán Medero, F. (1997). La educación sexual: Guía teórica y práctica.-Barcelona: Paidós. Carrera, M. (1982). Sexo.-Navarra, España: Ediciones Folio. García, Luisa. L. (1984). La educación sexual en la escuela.-Irán: Edutest. Ministerio de Educación Sexual de Colombia (1994). Separata del Proyecto Nacional de Educación Sexual. Romero S., L. (1999). Elementos de sexualidad y educación sexual.-Barranquilla, Colombia: Centro de Asesoría y Consultoría. Romero S., L. (2003). Taller de Educación Sexual.-Barranquilla, Colombia: Centro de Asesoría y Consultoría. Romero S., L. (2001 2002). Taller de Planeación de Proyecto de Educación Sexual.Barranquilla, Colombia: Centro de Asesoría y Consultoría. SIECUS (1995). Guía para una educación sexual integral para la juventud hispana/latina: Author. SIECUS (1988). Guía sexual moderna.-México: Gedisa. UNAIDS (1997). Impact of HIV and sexual health education on the sexual behavior of young people: a review update: Author. MODULO 2 47 48 ¡Hablemos de educación y salud sexual! G Notas 3 Sexualidad y desarrollo ¡HABLEMOS DE EDUCACION Y SALUD SEXUAL! SEXUALIDAD Y DESARROLLO Sexualidad y desarrollo 3 ? O bj e t i v o s Los y las docentes: Distinguirán las principales manifestaciones de la sexualidad durante el desarrollo, particularmente en la niñez y la adolescencia. Conocerán una visión integrada de la sexualidad percibiéndola como el conjunto de procesos continuos en el que los aspectos biológicos, psicológicos y socioculturales no constituyen dimensiones separadas sino complementarias. Introducción Preguntas que se hacen con frecuencia ¿Por qué es importante conocer el desarrollo sexual? ¿Qué puedo hacer si un o una menor se toca sus genitales en el salón de clases? Para los y las docentes es significativo, principalmente porque son profesionales que conviven con los y las menores gran parte de sus vidas, a veces, incluso más que los padres. Esto significa que se tornan figuras a las que sus discípulos pueden intentar imitar, que generan afectos importantes, refuerzan valores asociados a la sexualidad, son inevitablemente fuente de educación sexual y poseen autoridad para reconocer y hacer respetar los derechos sexuales en sus grupos. Las expresiones del erotismo son frecuentes en los menores de edad, sin embargo, éstos deben comprender que ciertas conductas deben realizarse de manera privada, en un espacio íntimo. Por lo que es necesario explicar al menor que puede conocer su cuerpo y saber qué siente, pero debe hacerlo en su casa, a solas. Evite adjudicar adjetivos calificativos como suciedad, maldad o pecado. Asimismo, conocer sobre el desarrollo sexual de las y los menores de edad, aminora el frecuente temor del docente de equivocarse ante las dudas del alumnado o el miedo de hacer daño o crear confusión con una posible respuesta equivocada. La angustia y el miedo son comprensibles por las dificultades que como sociedad hemos tenido para aceptar a la sexualidad como una cualidad humana digna y valiosa. Empero, estos temores pueden liberarse y convertirse en nuestros aliados cuanto más reflexionemos sobre la sexualidad. ¿Qué puedo hacer si un alumno o alumna expresa sentir amor por mí? Los primeros amores son sumamente importantes para quien los vive. El amor hacia los docentes expresa señales de la construcción de la capacidad de amar. Es recomendable explicar a los y las alumnas que son personas valiosas, con cualidades importantes y dignas de ser amadas, recalcar que lo que él o ella siente es una muestra de su capacidad de amar. Enfatice con claridad que usted sólo siente por él o ella un aprecio como alumno, al igual que por el resto del grupo. MODULO 3 51 52 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Desarrollo temático Bases del desarrollo sexual L a sexualidad se construye a lo largo de la vida y sin lugar a dudas se manifiesta en cada etapa de desarrollo. En este contexto, comprendemos por desarrollo sexual al estudio de los cambios y la continuidad de las manifestaciones sexuales en diferentes etapas de la vida. La construcción de la sexualidad depende de una multiplicidad de factores, por lo que el y la docente deben evitar las generalizaciones y estar abiertos a excepciones y diferencias individuales entre las personas. Si bien la sexualidad es diferente en cada individuo, existen frecuentes similitudes con las que puede construirse una secuencia cronológicamente ordenada de expresiones en la infancia, la adolescencia y la juventud. Y al igual que en cualquier modelo de desarrollo, existirán excepciones, variantes y diversidad de manifestaciones que el o la docente podrá apreciar en sus alumnos. Esto no significa necesariamente una alteración en el desarrollo. Dependerá de cada caso y circunstancia su observación y análisis, por lo que la flexibilidad es importante para comprender la construcción de la sexualidad como un elemento altamente subjetivo de los seres humanos. También es necesario considerar el contexto social. El desarrollo puede tener grandes variaciones dependiendo del nivel socio económico, de los ámbitos geográficos y de la cultura específica en la que viven las personas. Las sugerencias que se ofrecen en este Manual, siempre deben matizarse por las condiciones y limitantes de las comunidades donde actúan las y los docentes. Factores que intervienen en la construcción de la sexualidad humana La sexualidad tiene un origen multifactorial. No puede explicarse desde una sola ciencia o filosofía, pues hacerlo presupondría dejar de lado la complejidad del individuo que la posee. El siguiente esquema puede ofrecer un panorama general del origen de la sexualidad: CONSTRUCCION DE LA SEXUALIDAD HUMANA Individuo Base biológica de las potencialidades sexuales: potencialidad para ser hombre o mujer, vincularse, reproducirse y sentir placer (Rubio, 1994). Personalidad. Grado de salud mental. Carga afectiva de las principales experiencias sexuales. Capacidades intelectuales y sociales. Recursos personales para enfrentar la vida. Familia Capacidades afectivas, educativas y comunicativas de los progenitores y el resto de la familia. Tipo de educación sexual recibida. Grado de coherencia entre actitudes, comportamientos y palabras en la educación sexual familiar recibida (formal o informal). Grado de integración familiar. Salud familiar. Relaciones Comunidad Calidad y duración de las relaciones interpersonales. Obtención de modelos de identificación y tipo de modelos a imitar. Poder del grupo para influir en la persona. Grado de acceso libre y saludable a nuevos vínculos extra familiares. Experiencias de amor y desamor. Experiencias de amistad y con la autoridad. Tipo de educación sexual escolar (formal o informal). Leyes y normas sociales respecto a la sexualidad. Prioridades en las políticas públicas Servicios de salud relacionados con la sexualidad. Acceso a la educación sexual en instituciones educativas, de salud, medios de comunicación. Eficiencia legal. Economía de la sociedad. Cultura Grado de aceptación de la cultura respecto a la sexualidad. Expectativas para hombres y mujeres. Grado de coherencia entre percepción cultural, familiar y personal de la sexualidad. Influencias religiosas o filosóficas en la sexualidad. Historia particular de la sexualidad en la cultura. Grado de represión social. Esquema adaptado de: Factores de riesgo para la violencia sexual, OMS, 2002. SEXUALIDAD Y DESARROLLO Bases del desarrollo sexual Ante esta multiplicidad de factores, la postura del docente ante el grupo requiere de evitar generalizaciones causa-efecto y ser flexible a la vivencia individual de sus alumnos respecto a su sexualidad. Modelo sistémico de la sexualidad humana Una propuesta específicamente integradora de la construcción de la sexualidad humana fue propuesta por Rubio (Rubio, 1994), quien plantea con base en el Modelo Sistémico de la Sexualidad Humana que: 1. Nacemos con la potencialidad, biológicamente determinada, para vivir experiencias relacionadas con la sexualidad: ser hombre o mujer, reproducirnos, vincularnos afectivamente a los otros y sentir placer erótico. 2. Las experiencias de ese potencial biológico con el medio (familia, escuela, religión, sociedad), generan significados y afectos de simples a complejos en todas las dimensiones de la sexualidad (biopsicosociales). 3. Estos significados y afectos van construyendo los cuatro elementos de la sexualidad: el género, los vínculos, el erotismo y la reproductividad. 4. Cada uno de estos elementos es complejo y tiene una expresión específica y, a la vez, se relaciona con los otros. 1. Potencialidades biológicamente determinadas 2. Experiencias vividas que generan significados 3. Construcción paulatina de los elementos de la sexualidad 4. Interacción entre elementos Integración de significados Erotismo Género Reproduc tividad Vínculo G E V R IDENTIDAD SEXUAL: sexualidad construida. Continúa aprendizaje Construcción de la sexualidad de acuerdo a Rubio. Según Rubio, después de la adolescencia, los significados y afectos de los cuatro elementos de la sexualidad se integran mentalmente, construyendo la orientación sexual, la identidad sexual y un significado más completo sobre la sexualidad, el cual tiene un nivel personal y otro grupal. El proceso de vivir experiencias que modifican los significados continúa el resto de la vida, aunque con menos influencia que en la infancia y la adolescencia. El concepto de significados es elemental porque en la educación sexual la intención no es transmitir información que deba ser “absorbida” literalmente por el o la estudiante, sino escuchada, reflexionada y vista bajo los ojos de la propia experiencia, lo que dará como resultado la construcción individual y única de los significados de la sexualidad. En la sexualidad madura, los significados son coherentes con las actitudes y comportamientos sexuales. Comprender la construcción de la sexualidad conduce a la prevención de conflictos, a la comprensión del ser humano y al fomento de la salud sexual, y no a juzgar o discriminar a las personas por los modos en que vivan su sexualidad o el origen de la misma. MODULO 3 53 54 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Inicio de la sexualidad E l primer paso en la construcción de la sexualidad se fundamenta en la vida prenatal, precisamente en el proceso por medio del cual se determina y diferencia el sexo. De acuerdo a García (1994), este proceso incluye diversos niveles; aquellos relacionados con los cromosomas, los genes, las hormonas y finalmente con la participación social. Determinación y diferenciación sexual prenatal El proceso de diferenciación sexual prenatal es una base biológica importante para el inicio de la sexualidad. Su consolidación depende de la aportación cromosómica, genética y hormonal. Aportaciones cromosómicas El inicio de la diferenciación sexual se origina en la fecundación, cuando se unen el óvulo y el espermatozoide. El óvulo aporta 22 autosomas y un cromosoma sexual, el “X”. Por su parte, el espermatozoide aporta 22 autosomas y 1 cromosoma sexual, que puede ser “X” o “Y”. Así, existe la posibilidad de producir un individuo con dos cromosomas sexuales: “X,X” potencialmente mujer o “X,Y” potencialmente varón. La unión cromosómica se da al azar y, no depende de la voluntad de los miembros de la pareja. Este período sólo es el inicio, pues no es la presencia de cromosomas sino su contenido genético lo que asegura la dirección de la diferenciación sexual. Aportaciones genéticas Hasta antes de las ocho semanas de gestación, los embriones masculinos y femeninos son iguales. La tendencia natural del embrión es la diferenciación femenina. Hacia la séptima semana, los cromosomas sexuales estimularán a la gónada primitiva (ovario y testículo que inicialmente no están diferenciados). En el caso de la mujer, seguirá su curso natural y formará el ovario. Para los varones, la información del cromosoma “Y” hará que la gónada se convierta en testículo. Aportaciones hormonales AUSENCIA DE FACTOR INHIBIDOR MÜLLERIANO Ovarios GONADAS INDIFERENCIADAS HORMONA ANTIMÜLLERIANA Y TESTOSTERONA Testículos Vejiga Vejiga CONDUCTOS DE MÜLLER Ureteros Tubos uterinos Vagina Útero CONDUCTO DE WOLF Uretra Genitales internos La presencia principalmente de testosterona en el embrión varón hará que se diferencien elementos del sistema nervioso y se produzcan el epidídimo, el conducto deferente, la vesícula seminal y el conducto eyaculador. Al no existir la presencia de testosterona en las mujeres, el embrión sigue su curso natural, Epidídimo desarrollando las trompas de Falopio, el útero y el tercio superior de la Ureteros vagina. Genitales externos Los genitales externos se derivan de órganos que inicialmente son similares para ambos sexos, denominados tubérculos genitales. Para el varón, hacia la octava semana la testosterona da origen al falo (pene). Los pliegues genitales se fusionan y originan la uretra peneana y el escroto. Para la mujer, el tubérculo genital origina el clítoris. Los pliegues genitales permanecen separados y originan labios mayores y menores. Para la semana 14, el feto ya puede ser identificado por sus estructuras internas. Hacia la semana 20, el proceso de diferenciación y determinación del sexo prácticamente ha sido completado. NIÑA NIÑO SEXUALIDAD Y DESARROLLO Desarrollo de la sexualidad en la infancia 55 Aportación social En el momento culminante del nacimiento son principalmente los profesionales de la salud quienes otorgan al menor, básicamente por la apariencia de sus genitales externos, la categoría social de “niño” o niña”. A este evento se le denomina asignación social genérica o de sexo. Esta asignación adquiere innumerables consecuencias para la futura sexualidad del nuevo individuo. Desarrollo de la sexualidad en la infancia Todos hemos sido testigos de la existencia de la sexualidad infantil. Los menores exploran su cuerpo, hacen preguntas sobre la sexualidad, juegan a tener bebés, imitan a un sexo u otro, se enamoran a su manera, se involucran en juegos de descubrimiento sexual y repiten los papeles de mamá y papá al jugar a la familia. Cuando además esto sucede en el aula de clases, genera múltiples emociones en los y las docentes, desde ternura hasta angustia. Es natural que la sexualidad infantil cuestione y palpe nuestra propia sexualidad, nuestra propia historia y frecuentemente nuestras propias carencias de educación sexual. No obstante, cada niño tiene su propia historia, no son historias iguales, semejantes o diferentes a las nuestras, simplemente son otras historias. Tener esto en cuenta puede ayudar al docente a ser objetivo y a mejorar su capacidad de educar en sexualidad. Los primeros años Identidad de género y papel de género P or género entendemos los aspectos psicológicos, sociales y culturales que cada sociedad asigna para la ma masculinidad y femineidad. P Por su parte, la identidad de género es aquello que “define el nivel en el que cada persona se identifica como hombre o mujer o como una combinación de ambos” (OPS, WAS, 2000). John Money y Anke Erhardt (1972), han contribuido notablemente al estudio del desarrollo de la identidad y los papeles de género. Proponen que a partir de la diferenciación del sexo se abren dos vertientes: por una parte la interacción social (conducta de los otros) y por la otra, la configuración mental interna (imagen corporal). Estos dos elementos actúan sinérgicamente para crear la base de la identidad de ggénero. Ve Veamos en la siguiente tabla los principales suce sucesos que conforman el género en un inicio. MODULO 3 Inevitablemente y no obstante la antigua reticencia adulta para aceptar la sexualidad infantil, ésta se manifiesta claramente en la escuela, la familia y todas las instituciones sociales. 56 ¡Hablemos de educación y salud sexual! CONSTRUCCION DEL GENERO EN LOS PRIMEROS AÑOS Suceso frecuente La manera como se integra paulatinamente el desarrollo en sus diversas esferas: psicomotriz, cognitiva, de personalidad, físico, y otras, tienen que ver con la construcción del género y del resto de los componentes de la sexualidad humana. Expresión 1. Maternaje y paternaje iniciales La calidad de afecto y contacto percibido en los primeros meses forman la base de la autoestima, ayudan al menor a identificarse como un individuo independiente de mamá y a sentirse aceptado. Cada niño o niña tiene una capacidad biológicamente determinada para aceptar, demandar o rechazar este afecto. La madre es importante por ser indispensable y principal fuente de satisfacción de necesidades, aunque también lo son otras personas, como el padre y otros cuidadores. 2. Respuesta social Usualmente desde el nacimiento la conducta de padres, familiares y personas cercanas al bebé es diferente si el menor es hombre a si es mujer, iniciándose así el moldeamiento del individuo. Otros ejemplos de trato diferenciado son la utilización de pronombres diferentes, declinaciones específicas o bien formas idiomáticas para referirse a y acerca de la o el bebé. Estos son de mayor trascendencia en vista de que contribuirán a la formación del binomio lenguaje-pensamiento. También se le dará a la niña o al niño un nombre, ya que lo que no tiene nombre no existe. Y es práctica casi universal el que se empleen nombres específicos tanto para hombres como para mujeres (Corona, 1994). 3. Desarrollo psicomotriz El desarrollo del menor le permite explorar con mayor facilidad el mundo. La percepción de sus movimientos, sus primeros pasos, su reflejo en los espejos, entre otros, favorecen la construcción de una imagen mental interna de cómo es él o ella. 4. Núcleo de la identidad de género Según Money (1974), a partir de los 18 meses se forma el núcleo de la identidad de género. Consiste en que el menor puede, a partir de aspectos superficiales como la ropa o la imagen global de otras niñas o niños (por ejemplo en fotografías), catalogarse como niño o niña e identificar a otros niños o niñas. 5. Diferenciación corporal y autoimagen El conocimiento y observación de otros menores implica frecuentemente juegos relacionados con la integración de las diferencias corporales. Entre ellas, intentar orinar como lo hace el sexo diferente al suyo, explorar muñecos, desear ver los genitales de otros niños y bebés o querer mirar los de los adultos y preguntar constantemente si ellos tienen determinados genitales o no. Esta comparación ayuda al menor a integrar sus genitales a su cuerpo nuevamente en una imagen mental (una fotografía interna de cómo es su cuerpo). Esta imagen se va asociando cada vez con mayor intensidad a su ser de niño o de niña, ayudándole a definirse como tal. 6. Imitación de roles de género Los menores imitan lo que observan a su alrededor. Si bien pueden jugar a imitar a ambos padres o a figuras de ambos sexos y esto no les causa ningún conflicto en esta edad, es cada vez más notable cómo las niñas imitan las actividades de la madre o las mujeres, y los niños las del padre y otros hombres. Puede verse a los menores jugar a la casita, el niño pidiendo el periódico y la niña haciendo de comer o las niñas intentando ponerse zapatos de tacón y el niño colocándose sombreros. Así como se han realizado investigaciones que demuestran esta claridad de imitación de roles, hay otros estudios con los que los niños sin tener un modelo claro a imitar ejercen actividades o conductas típicamente consideradas masculinas o femeninas. Recordemos que la sexualidad es multifactorial. 7. Exploración de Antes de entrar a la primaria los menores exploran ambos roles aún a sabiendas de que no es “cosa de niños” o “de niñas”. Lo hacen a manera de juego y exploración. Todos roles aprendemos algo de los hombres y algo de las mujeres. Tampoco es molesto o incómodo en los primeros años explorar estos roles ni suele ser cuestionado el sexo del menor (entre niños) por hacer tal o cual conducta. Un mismo menor puede jugar a ser un bebé, un papá, una abuela y la hermana en un mismo juego. Esto no significa que el menor presente un problema en la construcción de su identidad de género. SEXUALIDAD Y DESARROLLO Los primeros años 57 CONSTRUCCION DEL GENERO EN LOS PRIMEROS AÑOS Continuación... Suceso frecuente Expresión 8. Pertenencia de Alrededor de los cuatro años de edad casi todos los menores pueden decir con claridad que son de uno u otro sexo. Difícilmente se equivocarán cuando se les llama “niñas a género esta fila, niños a ésta otra”. No obstante, pueden seguirse definiendo como niños o niñas porque usan tales ropas, o aspectos externos como el cabello, aretes, collares, pendientes, etc. Mientras más avanza la edad, pueden incluir otros aspectos como los genitales o agruparse en lo que consideran de su sexo. Por ejemplo: “a los niños nos gusta jugar con carritos, a las niñas con muñecas”. 9. Padres: principales figuras de identificación La identificación va más allá de la repetición o imitación de lo observado (Papalia, et al., 2002). Tiene que ver con las primeras personas como las que el menor “quisiera ser” o creer que “es como ellos”. Las figuras con las que los menores se identifican son principalmente los padres en un inicio y aquellas personas que admiran o estiman. Algunos niños y niñas también se identifican con personas que temen u odian. Es decir, la identificación está relacionada con los afectos intensos. En este momento el menor no cuestiona si la persona “ideal” hace las cosas correctamente o no, ni prevee consecuencias al ser de tal manera, simplemente considera a determinada persona importante por alguna razón y quisiera ser igual a él o ella por eso. De esta manera, refuerzan nuevamente el ser como los “niños/hombres” o las “niñas/mujeres”. 10. Influencia de otras figuras de identificación A partir de que los niños y las niñas entran al sistema preescolar, otras figuras se tornan importantes para ellos. Considerando el tiempo que pasan en estas instituciones, es fácil comprender que el menor genere afectos hacia otras personas que le ayudarán a tener un panorama más amplio de cómo quiere ser, por lo menos en esa edad. De modo que puede ocurrir que los menores deseen ser como su amigo “el fuerte”, su amiga “la bonita”, su maestra “buena”, etc. De hecho muchos niños desean ser maestras o doctores por eso. 11. Influencia de la aprobación y la desaprobación La búsqueda de afecto, seguridad y aprobación pueden influir notoriamente en cómo un menor construye y expresa su género. De modo que a las elecciones innatas de los menores se las moldea con frases estereotipadas como: “los niños no lloran”, “una buena niña siempre está limpia, no juega en la tierra”, “estoy orgullosa de ti, porque tú sí eres fuerte”, o en peores circunstancias aún: “si sigues haciendo esto te dejaré de querer”, “a ver si con estos golpes se te quita lo grosera” entre otras múltiples herramientas que utilizamos los adultos, que hacen que el menor prefiera una o tal conducta, incluso sin darse cuenta. En este sentido, los y las docentes tienen una importantísima función: aceptar y respetar a cada menor tal como es y permitirle explorar qué quiere hacer, cómo lo desea hacer y si se siente bien con ello. 12. Construcción de valores La plataforma moral de los niños forma sus bases en la etapa preescolar. De esta manera, principalmente por lo que vean, perciban y escuchen de los adultos, adjudicarán valores a una conducta o expresión de género. Con frecuencia la cultura asigna valores positivos diferentes a lo que hacen los hombres y un menor valor a lo que hacen las mujeres. Es indispensable que desde la etapa preescolar se oriente al menor a cuestionar y tomar una postura, por lo que piensa o cree y no solamente porque así lo decimos los adultos, considerando que tanto hombres como mujeres, y sus actividades, tienen el mismo valor. 13. Bases de la personalidad A la par de los enormes pasos de maduración psicomotriz, neurológica y cognitiva, se conforman las bases de la personalidad. Se estructura paulatinamente una forma de ser, pensar y actuar que empieza a tener coherencia o uniformidad. La personalidad va más allá de la sexualidad y moldea la forma en que un individuo integra y expresa tanto el género como otras dimensiones de la sexualidad. Por ello, el grado de salud mental con que cuente un menor influirá también en la conformación de la identidad de género. MODULO 3 La construcción del género recibe diversas aportaciones sociales, entre las que destacan la participación de figuras adultas importantes para el menor. Por eso, el y la docente tienen la oportunidad de promover roles de género equitativos. 58 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Violencia en la infancia y la niñez Es urgente que la y el docente detecten, prevengan y denuncien en sus posibilidades todas las formas de abuso hacia los niños y las niñas. La Convención de los Derechos del Niño establece en su Artículo 19: “Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo” (UNICEF, 1990).A pesar de este compromiso persisten constantes violaciones a esta Convención. cálcu indican que la cantidad de niños que sufren abuso severo en la “Los cálculos región, incluyendo el abandono, es de 6 millones, y que 800,000 niños muer cada año como resultado del abuso de sus padres. Las encuestas de mueren pob población existentes revelaron que el abuso serio contra los niños es igual o mayor que el abuso similar contra las mujeres”(Larrain, Vega y D Delgado, 1997). P su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2002), Por e estimó que en el año 2000, 57,000 niños menores de 15 años murieron p homicidio. Las tasas de muerte por maltrato para niños de 0 a 4 por a años es el doble que para menores de 5 a 14 años. Además, en el 2002, d acuerdo con el Reporte Mundial de Violencia y Salud de la misma de or organización, el 8% de los niños varones y el 25% de las mujeres me menores de 18 años han sido víctimas de abuso sexual de algún tipo. t Por todo ello, la educación para la equidad requiere de aportaciones globales en la educación, tanto para brindar herramientas a las niñas como a los niños y a las y los adultos responsables de los mismos, incluidos los docentes. Imagen corporal. Exploraciones La imagen corporal es una representación mental de nuestro cuerpo y apariencia externa. Esta imagen se forma a través del contacto con otras personas, de la percepción de movimientos, de la comparación de nuestro cuerpo con el de otros e incluso de nuestra experiencia personal de contacto con nuestra piel. De acuerdo a múltiples factores, con un papel preponderante de la autoestima, la autoimagen puede o no corresponder a la imagen real, que todos a nuestro alrededor observan. Por ejemplo, una persona con una autoimagen distorsionada, puede verse completamente obesa siendo que está en el límite inferior de peso saludable. De la misma forma, una persona con una autoimagen incompleta, puede percibir su cuerpo sin genitales. La educación restrictiva y culpígena hacia los genitales y hacia la aceptación de un cuerpo sexuado, como aquella inducida con comentarios como “¡no te toques ahí, criatura sucia!” o la educación que explica las partes del cuerpo y excluye los genitales, forman en los menores una imagen incompleta de sí mismos (Freud, 1973). Los genitales se convierten en áreas negadas, ocultas, de las cuales no se puede hablar. La repercusión es que tampoco podrá cuidarse, amarse, respetarse lo que no se conoce, y más aún lo que se niega o rechaza. Una imagen corporal realista, completa y saludable incluye el cuerpo sexuado, el respeto al mismo, el poder conocer las funciones de cada parte de nuestro cuerpo, sus necesidades, sus sensaciones y su higiene. Para educar sobre el cuerpo, es importante incluir todas las partes del mismo (genitales externos para preescolares es suficiente). Y ya que la autoimagen por construir es la de un menor, de ninguna manera es necesario que los padres u otros adultos enseñen sus propios genitales para que los SEXUALIDAD Y DESARROLLO Los primeros años 59 menores los integren y comprendan. El apoyo con imágenes incluso caricaturescas de niños y niñas puede ser un apoyo didáctico adecuado (Educa Sallent, 1998; Ortiz, 2001), y a partir de estas imágenes pueden hacerse preguntas como: “¿Qué parte de tu cuerpo te gusta más? ¿Cómo se llama cada parte del cuerpo? ¿Cómo puedes cuidar cada parte de tu cuerpo? ¿Cómo es el cuerpo de las niñas? ¿Y el de los niños?”, y preguntas semejantes, de modo que los menores expresen sus ideas y puedan asimilar sin prejuicios el valor de su cuerpo sexuado. Si el cuerpo se aprende a ver con respeto amor y naturalidad desde la infancia, será más fácil promover su cuidado y valoración para el resto de los años. También es importante en el campo de la docencia flexibilizar los modelos ideales de belleza, favorecer el respeto a las diferencias, resaltar las bondades y beneficios del cuerpo, tanto en general como sus distintas partes, sexuales o no, independientemente de su color, forma y tamaño. Ya en los menores de edad se observan signos de discriminación por los rasgos externos, por lo que el papel de los maestros y las maestras debe ser un ejemplo de respeto, valoración y aceptación del cuerpo humano. Vínculos y relaciones La sexualidad adquiere significados principalmente a través de los vínculos con nuestros semejantes. En la infancia, son los vínculos los que ayudan al menor a definirse, a diferenciarse, a construir su autoestima y conocer el mundo. Es por medio de nuestras relaciones que satisfacemos la mayoría de las necesidades humanas, desde las básicas de sobrevivencia, hasta el amor, la aprobación, la seguridad y protección, la educación y el desarrollo, la pertenencia a un grupo, el compartir y trascender. Al igual que en otros componentes de la sexualidad, en los primeros años los estímulos y el afecto recibido por el bebé serán pautas de construcción de su capacidad vinculativa. Aprenden que son queridos, que existen como individuos y son seres a quienes se desea acercar y amar. Cuando los adultos tienen serias restricciones en este sentido, el menor puede entender un mensaje parecido a “¿qué está mal en mí?, ¿por qué no me quiere?”. De modo que la educación de respeto al cuerpo no puede excluir las muestras de afecto y ternura que tanto nutren la autoestima de las niñas y los niños. Según Méndez (1994), en los primeros años de vida es frecuente que los menores deseen casarse con su progenitor, de cualquier sexo, y pueden desear ser novios de parientes y amigos. El amor por las personas puede generar en los adultos confusión al interpretar sólo eróticamente estas expresiones, que no hablan sino de la conformación de la capacidad de amar. Paulatinamente, los menores aprenderán a diferenciar las expresiones de amor hacia diversas relaciones. Los niños y las niñas pueden tener su primer amigo verdadero alrededor de los cinco años (Papalia, 1992), y presentar síntomas como los que vivimos los adultos en el enamoramiento, pueden querer llevar flores, atender y cuidar a su “novio” o “novia”, pensar y hablar todo el tiempo de la persona MODULO 3 60 ¡Hablemos de educación y salud sexual! querida, y vivir realmente un duelo doloroso cuando pierden vínculos significativos, desde mascotas hasta familiares. En la educación sexual deben considerarse las distintas etapas y capacidades para vincularse de los y las menores de acuerdo a su edad, para ofrecer una metodología que realmente pueda brindar herramientas y aprendizaje a los alumnos y las alumnas. Una de las manifestaciones de la capacidad para relacionarse se refleja en el tipo de juego de los menores. Esta habilidad atraviesa desde etapas en donde cada menor juegaa en forma solitaria, sin considerar la presencia de otros, seguido de la r) observación pasiva (sin participar) de otros menores; posteriormente ell juego independiente que considera la presencia momentánea de los otros, el juego de actividades paralelas, en donde varios menores pueden jugar a una misma actividad a pesar de no tener contacto entre ellos todo el tiempo, el juego asociativo, que integra comunicación y actividadess claras sobre un mismo tema o go proyecto concreto, hasta el juego rma cooperativo y organizado en forma enor complementaria, en donde cada menor t y puede hacer actividades diferentes organizarse por una meta común. En este tipo de juego el menor respeta y crea reglas para la convivencia, existe un líder o varios y forman un grupo (varios años más tarde). El divorcio de los padres suele ser una pérdida afectiva de inmensa dimensión en la infancia. En este sentido Macías (1994), recomienda que los padres lleven un proceso saludable de separación dejando claro siempre que: 1. Los menores no son culpables de la separación a pesar de “portarse mal”. 2. Los menores no pueden hacer nada por reunir a la pareja. 3. Explicar a los menores que ambos padres invariablemente los aman y los seguirán amando. 4. Permitir a los niños y las niñas expresar sus sentimientos respecto al divorcio. 5. Generar el menor número de cambios posibles en sus rutinas de vida, y explicar objetiva y claramente las razones del divorcio. Por otra parte, es recomendable que los y las profesionales de la educación promuevan el fortalecimiento de la comunicación y los lazos familiares en sus posibilidades, especialmente la comunicación relacionada con qué es y qué no es una amistad o una muestra de amor (de gran importancia, por ejemplo, para la prevención del abuso sexual), ya que los menores en esta edad deberán aprender a diferenciar una amistad de una relación abusiva y construir paulatinamente sus valores prioritarios en los vínculos. Las bases de la comunicación saludable, clara y respetuosa, pueden favorecerse desde los primeros años. Los menores requieren poder confiar en sus padres y otros adultos y saber que pueden hablar sobre sus experiencias y sentimientos sin temor a ser regañados o cuestionados (Ortiz, 2002). A su vez, los y las educadoras son un vínculo complejo para los niños y las niñas. Representan a la vez a la autoridad, una fuente importante de reconocimiento, un modelo de moldeamiento de conducta, generan afectos importantes, y son a la vez figuras de identificación y de imitación. Un posible beneficio de las y los educadores es que a la vez de ser figuras tan significativas, tienen, a diferencia de los padres, mayor posibilidad de ser objetivos en la percepción de los menores. El que los docentes expresen su percepción objetiva del menor puede favorecer para que los padres tengan SEXUALIDAD Y DESARROLLO Los primeros años 61 una impresión de otra persona sobre cómo vive el menor, cómo se relaciona y aprende a vivir en sociedad y quizá puedan darse cuenta de necesidades que antes ellos no habían detectado. En estos casos, el y la docente deben tener cuidado en observar al menor y “describir” su comportamiento evitando emitir juicios valorativos sobre éste, cuando se intente transmitir a un padre alguna conducta sexual que considera necesaria a evaluar. Primeras curiosidades y la participación de los y las docentes Los niños tienen múltiples curiosidades relacionadas con la sexualidad, y las expresan (mientras no son reprimidos) con naturalidad, como parte normal de su desarrollo. Cuando un menor hace obvia una curiosidad, ya sea a manera de pregunta o mediante una conducta, es siempre conveniente que los docentes respondan a su inquietud. El silencio, el rechazo, el intento de desvío de la pregunta por medio de la distracción o respuestas semejantes a “¿quién te dijo eso?”, “¡un niño de tu edad no debe preguntar eso!”, inhiben claramente la comunicación y la confianza del menor para pronunciar sus dudas, forzándolos a que estas dudas sean “despejadas” de acuerdo a su fantasía, a los medios de comunicación y a las interpretaciones populares frecuentemente erróneas de la realidad, por lo menos para la mayoría de los niños que no son educados en sus familias. A continuación se presenta una tabla que resume las curiosidades esperables más frecuentes que los niños expresan y se añaden algunas sugerencias generales que orienten a los docentes y adultos al responder. LA PARTICIPACION DE LA Y EL DOCENTE ANTE LAS PRIMERAS CURIOSIDADES Expresión frecuente de la curiosidad y... Algunas sugerencias para la participación del personal educativo Autoerotismo: toca su cuerpo e identifica sensaciones agradables Los menores suelen tocar su cuerpo tanto para conocerlo como para sentir placer a cualquier edad. Pueden hacerlo delante de otras personas, en el salón de clases, especialmente mientras observan películas o se sienten relajados. Es habitual que los niños se acaricien directamente los genitales, mientras que las niñas suelen frotar su cuerpo encima de objetos o muebles. Si bien el autoerotismo tiene múltiples beneficios y es saludable, es aconsejable que los menores comprendan que pueden tocar su cuerpo, saber cómo siente y conocerlo, pero que en la mayoría de nuestras culturas ese es un acto privado, es como ir al baño, algo íntimo, que pueden realizar solamente ellos en su cuerpo. Por lo que no pueden hacerlo en sitios públicos, sino en un lugar a solas, en donde se sientan seguros. Existen diferencias entre el autoerotismo, fuente de placer, y el frotamiento compulsivo, difícil de detener, que invade otras actividades de los menores tales como el jugar. Más que al placer, la manipulación compulsiva parece estar asociada a angustia, llanto, ansiedad y deseos de orinar. Esta forma de manipulación puede ser un síntoma de otros conflictos, sexuales o no, que el niño presenta, por lo que es recomendable evaluar al menor. Exploración de genitales: buscan los genitales y el ano en muñecos, personas y en su propio cuerpo Repetidamente los niños y las niñas gozan al observar o palpar los genitales de sus muñecos, animales y otras personas incluyendo adultos. En este sentido, cuando se intenta hacer con animales u otras personas, puede hacerse referencia a que cada quien es dueño de su cuerpo y por lo tanto no podemos explorar el cuerpo de otras personas, sino sólo el nuestro. Si el o la menor explora con muñecos puede explicarse, apoyándose con un material didáctico infantil, sobre las funciones de esas partes del cuerpo, su cuidado e higiene. MODULO 3 Las respuestas a las curiosidades sexuales infantiles requieren de la participación consciente de los y las docentes para promover valores claros respecto de la sexualidad desde un inicio, ya que el silencio o la negación de los mismos, inevitablemente transmiten valores y significados a los y las menores. 62 ¡Hablemos de educación y salud sexual! LA PARTICIPACION DE LA Y EL DOCENTE ANTE LAS PRIMERAS CURIOSIDADES Continuación... Expresión frecuente de la curiosidad y... Algunas sugerencias para la participación del personal educativo Juegos sexuales: tocamientos o exposición de genitales y otras partes del cuerpo, besos y caricias entre niños de edad semejante De manera ideal, la participación de los y las docentes ante las curiosidades y expresiones de la sexualidad infantil deben ser coherentes con las de los padres y las madres de familia, de manera que el menor reciba una educación clara y consistente. Descubrir a los niños en el cuarto de baño escolar, en un armario o detrás de un árbol jugando a enseñar su cuerpo, a besarse o tocarse partes del cuerpo, es común en los primeros años. Para que este evento se considere un juego es necesario que no exista diferencia de edad, capacidades intelectuales y experiencias entre los participantes y que además no exista ninguna medida de coerción o presión para participar. De lo contrario, pasaría de ser un juego sexual a una experiencia de abuso sexual. Preguntas como “¿a qué juegan?”, “¿y cómo se siente eso?”, seguido de la aprobación de las sensaciones placenteras y la sugerencia de explorar en forma personal y privada suelen ser suficientes para que la curiosidad genere un aprendizaje saludable. Si se considera necesario, puede explicarse que algunas formas de acariciarse sólo las hacen los adultos, y que cuando ellos sean adultos también las podrán realizar. Exploración del cuerpo adulto: interés en tocar senos o genitales de adultos Si este interés aparece esporádicamente, puede explicarse al menor que los senos o los genitales son partes íntimas, que no podemos tocar las partes íntimas del cuerpo de otra persona sin su permiso, que no nos agradaría que esa persona, él o ella, los tocase de nuevo. Puede incluirse alguna actividad donde el menor entienda qué partes tolera el adulto que le toquen, como los hombros, la cabeza, el pie o el brazo, etc., y ayudarle a definir cuáles partes de su cuerpo pueden tocar otras personas y cuáles partes no le agradaría que otros tocaran, y no debe permitirlo independientemente de quién sea la persona que lo haga. Debe evitarse dar permiso automático a ciertas personas para hacerlo por ser parientes del menor; cada persona tiene su espacio íntimo necesario para el acercamiento con los otros. Desnudez frente a otras personas Los niños pueden aparecer repentinamente sin ropa frente a nosotros, tanto como en una actitud de espera de respuesta como ignorándonos. Cuando esto sucede en el ámbito escolar, podemos hacer alguna referencia como: “El cuerpo de los niños y de las niñas es bonito, y podemos sentirnos orgullosos de tener nuestro cuerpo. Sin embargo, en esta institución todos debemos estar vestidos porque no es nuestra casa y una regla de esta escuela es que estemos vestidos.” En el hogar existen diversas normas, hay familias en las que se usa poca ropa y otras familias en las que los cuerpos se cubren más. También dependerá del entorno geográfico y climático de los menores. Preguntas sobre el nacimiento de los niños y las niñas Cuando los menores hacen referencia a curiosidades sobre el nacimiento, es recomendable devolverles la pregunta para saber cuál es su duda particular, como: “¿tú cómo crees que naciste?”, “¿cómo crees que te hicieron tus papás?”, “¿a qué te refieres con esa pregunta...?” Por lo regular, para niños preescolares es suficiente explicar (si la pregunta lo requiere) que los padres se acarician con amor, que ésta es una forma especial como los adultos expresan que se quieren y se gustan, unen sus cuerpos lo más posible y, si ellos así lo deciden, pueden tener un bebé. Posteriormente puede explicarse, preferentemente apoyados en ilustraciones adecuadas para la edad, sobre cómo crece el bebé dentro de la madre, la participación del padre en los cuidados, la planeación del nombre, recalcando la importancia de que el menor haya nacido y el bienestar de su presencia para la familia y la comunidad (Ortiz, 2001). Si se necesita explicar a mayor profundidad las relaciones sexuales, es importante incluir que la madre y el padre deciden colocar el pene de papá en la vagina de mamá. Esta explicación requerirá que los menores conozcan antes las partes del cuerpo y las células sexuales. Existen materiales para profundizar sobre esto que suelen utilizarse para menores de entre 8 y 10 años (Alastair, 1998; Mayle, 1999). SEXUALIDAD Y DESARROLLO Los primeros años 63 LA PARTICIPACION DE LA Y EL DOCENTE ANTE LAS PRIMERAS CURIOSIDADES Continuación... Expresión frecuente de la curiosidad y... Algunas sugerencias para la participación del personal educativo Observación: interés por observar a otras personas desnudas Numerosos niños y niñas se asoman cuando les es posible, incluso abriendo una puerta, para observar a otros niños o a adultos mientras están en el baño o cambiándose de ropa. Ante esta curiosidad, puede explicarse al niño que no deseamos ser vistos sin ropa por él o ella, pues para nosotros es algo privado. Puede darse un espacio a su curiosidad aclarando al menor que disfrutamos conociendo nuestro cuerpo de otras formas e incluir imágenes de materiales para niños en donde podamos explicar las diferencias del cuerpo de los niños, los adolescentes y los adultos (MADES); hablar sobre los cambios que suceden cuando se crece y preguntar al menor cómo cree que será su cuerpo cuando crezca. También puede sugerirse al menor que él o ella observen su cuerpo frente a un espejo en su casa y así podrán conocerlo, cuidarlo y quererlo. Puede incluso invitarse al grupo a pensar formas de cuidar el cuerpo, como aplicarle crema, aceite, limpiarlo con suavidad o las que ellos improvisen. Preguntas sobre por qué las personas se unen o casan Figuras de plastilina o masa, muñecos, personajes iluminados, pueden ser una maniobra divertida para construir una historia de por qué las personas nos relacionamos, sentimos afecto y nos comprometemos en un proyecto de vida. En esta historia que usted como docente puede inventar junto con los menores, es importante resaltar: El proceso del conocimiento mutuo, el descubrimiento y aceptación de las diferencias entre dos personas, el nacimiento de afectos intensos y la admiración por el otro, el deseo de compartir y comprometerse, la decisión de ambos miembros de la pareja, el esfuerzo continuo para la construcción y mantenimiento de la pareja, la presencia de pequeños conflictos que se resuelven mediante la comunicación y respeto. Es recomendable que se hable de la “pareja” en general, y explicar que ésta puede ser de hombremujer, mujer-mujer u hombre-hombre, y explicar que la pareja puede expresar sus compromisos casándose o viviendo juntos aunque no se casen. Ya que el divorcio es un evento frecuente, si se considera necesario para el grupo puede abordarse el tema. No obstante, los menores que viven el proceso de separación de sus padres necesitan usualmente terapia. Preguntas sobre las diferencias entre niños y niñas Los menores juegan a orinar como lo hace el sexo diferente al suyo, imitan numerosas actitudes, posturas e incluso ocasionalmente se visten como el otro sexo en el proceso de reafirmarse e identificarse con ser niños o niñas. Preguntan constantemente por qué los niños tienen pene y las niñas vulva. Es recomendable recalcar que es bueno que haya niños y niñas y explicar que tanto el cuerpo de las niñas y los niños es valioso e importante. Los elementos que nos hacen diferentes a los niños o las niñas son la forma de los genitales y que uno siente que es niño y otro siente que es niña. Puede también preguntarse al menor: “¿qué te agrada a ti de ser niña o niño?” o “¿qué pasaría si sólo hubiera niñas en el mundo?”, “¿o sólo niños?” y expresar que a usted le parecen importantes las niñas y los niños. También puede apoyarse en materiales para ello (Ortiz, 2001). Interés en casarse o tener hijos de amigos, hermanos, y padres En los primeros años, la intensidad de los afectos se generaliza y consiguen igualarse el amor amistoso con el amor paternal y el amor de pareja. Todos ellos se expresan en el deseo lógico de permanecer el mayor tiempo posible con sus seres queridos y admirados; esto se logra en nuestras culturas por medio del matrimonio y la familia. De modo que este deseo no significa para un menor lo mismo que para los adultos. Es aconsejable rescatar y valorar la capacidad del menor de sentir afectos por otras personas, y aclarar que no puede casarse o tener hijos con personas de su familia, pero que en el futuro encontrará alguien más que lo quiera como ella o él se merece. En el caso de los padres es importante manifestar que ellos ya tienen una pareja, su madre o padre, y que lo quieren como un hijo o una hija y no como a un novio o una novia. MODULO 3 Además de las sugerencias que en este Manual se ofrecen, cada docente incorporará a su participación sus propios valores, conocimientos y creencias y sus efectos. 64 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Desarrollo del erotismo El desarrollo saludable contempla el que un o una menor toque su cuerpo para conocerlo y sentir placer. Esto no significa que si un menor no ha sido descubierto tocándose, debamos preocuparnos o requiera de atenciónn especial. “El niño aparece capacitado para la vida erótica (...) Aún en la más temprana infancia, el estímulo de distintos lugares de la epidermis (zonas erógenas), la acción de ciertos instintos biológicos y la excitación concomitante a muchos estados afectivos engendran cierta magnitud de placer, innegablemente sexual (...), esto es conocido con el nombre de autoerotismo” (Freud, 1972, ed. 1997). La respuesta sexual humana (deseo, excitación, orgasmo) “se refiere a una serie de procesos fisiológicos que tienen como objetivo principal responder a ciertos estímulos con la potencialidad de desencadenar un orgasmo” (Rubio, Revuelta, 1994). Los estímulos que pueden desencadenar una respuesta erótica pueden provenir de la estimulación táctil en la zona genital y alrededores o son percibidos por los órganos de los sentidos o la fantasía. El E desarrollo del erotismo en los menores no es la excepción a esta me comprensión de la respuesta sexual. com Los bebés aprenden a diferenciar sensaciones por medio de los sensa estímulos estímu recibidos, lo que a la vez les hace sentirse queridos y dignos de ser se tocados. A su vez, el tocar el cuerpo ayuda a construir una imagen positiva del c mismo. Cuanto más avanza el desarrollo C psicomotriz, los menores pueden psicomo estimular estimula por sus propios medios zonas del cuerpo que aprenden a identificar cue como placenteras. Se ha encontrado en p algunos alguno estudios cómo los bebés que viven con familias más saludables suelen tocar más su cuerpo que suel aquellos abandonados o en aq orfanatos (Spitz, 1969, ed. 2001). o Cerca de la cuarta parte de los menores tocan sus genitales abiertamente (Méndez 1994). El autoerotismo suele considerarse un aspecto positivo del desarrollo erótico, que ayuda a consolidar la imagen corporal, aumenta la comprensión sobre las sensaciones del cuerpo y acrecienta la sensación de sentirse querido y apreciado con un determinado cuerpo. Sin embargo, en nuestra cultura suele asociarse este acto a ideas de maldad, suciedad y pecado, que repercuten nocivamente en el desarrollo erótico por lo que deben evitarse estas reacciones calificadoras en el ámbito escolar. En muchas sociedades es común que los menores duerman en el cuarto o la cama de los padres. Se calcula que alrededor del 75% de los menores de cinco años duermen con sus padres (Haffner, 1999). En este sentido es recomendable sugerir, siempre que sea posible, límites para la privacidad en los hogares. Incluso en familias humildes debe intentar algún tipo de separación entre los niños y los adultos, por ejemplo con telas, cartones, periódico u otros recursos. Los padres tienen lógicamente una vida erótica que realizan con frecuencia frente o muy cerca de los menores. Y a pesar de creer que ellos siempre duermen, esto no es así, los menores se dan cuenta de la actividad sexual adulta lo que no es recomendable para su desarrollo sexual. De igual forma, de los cinco a los siete años es una edad adecuada para que los menores se hagan responsables de la limpieza de su cuerpo y se bañen solos y aprendan sobre las responsabilidades y la higiene de su persona. SEXUALIDAD Y DESARROLLO La etapa escolar y la preadolescencia 65 La etapa escolar y la preadolescencia L a etapa escolar y hasta los diez años permite a los niños y las niñas contrastar el espacio familiar con el resto del mundo. Ofrece nuevas pautas de aprendizaje y proporciona el desarrollo de habilidades para socializar e integrarse a una cultura determinada; en ella se adquieren nuevas estrategias para enfrentar conflictos y se desdoblan las capacidades intelectuales. Los menores tienen que salir del “cascarón de oro” para enfrentarse a nuevas crisis, nuevas formas de adaptación, luchar por el reconocimiento, el amor, el cuidado, la seguridad, pero ahora con los otros. De esta manera, aprende a competir, adquiere nuevos modelos de identificación, y su mundo se abre a un panorama más amplio de posibilidades. Conducta sexual A partir de la etapa escolar las manifestaciones de la sexualidad pueden cambiar bruscamente, la niña que antes gozaba de caminar desnuda ahora solicita privacidad, el niño que tocaba su cuerpo frente al grupo ahora busca un lugar privado para hacerlo. Los divertidos juegos en que se intercalaban roles de mujer y hombre y donde el juego entre niños y niñas era compatible van tornándose cada vez menos flexibles, ahora desean diferenciarse, agruparse por sexo, y ya no les resulta agradable jugar a ser del sexo diferente al propio. Las preguntas que realizan se vuelven más complejas, toleran y comprenden mayor cantidad de información, tienen más fuentes de referencia e indagación, distinguen con mayor claridad un juego exploratorio del abusivo, desean que se conserve en secreto su amor por un compañero de clases o por su maestro o maestra, adquieren su propio lenguaje para hablar de sexualidad, tienen claramente identificados a sus “mejores amigos” y cuestionan incesantemente. Con relación al género, el proceso de adopción del rol de género durará desde las etapas preescolares hasta la pubertad adoptando modelos a seguir más complejos. Ya no sólo se elige como quién se quiere ser, se actúa en el rol “preferido” durante años, se practica una forma de ser niño o niña, más por identificación con un sexo y por pertenecer a un grupo determinado que por cuestionamiento del rol en sí. Por otro lado, después de los siete años la conducta autoerótica (masturbación) suele ser privada y aumentar en frecuencia. Hacia el final de la niñez la mayoría de las niñas y los niños, mediante juegos o en sus primeras experiencias de descubrimiento y “amor” han besado, y muchos de ellos han tenido experiencias de caricias y tienen claridad sobre cuál sexo les atrae más (Méndez, 1994). Es frecuente encontrar personas que recuerdan haber identificado con claridad su orientación sexual alrededor de los siete años. Orientación sexual definida como la atracción erótica, afectiva y romántica hacia una persona del mismo sexo (homosexual), hacia el sexo diferente al propio (heterosexual) o hacia ambos sexos (bisexual) (Haffner, 1999). El respeto a la orientación sexual es un tema que debe ser incluido desde los primeros años de vida. Es frecuente que en la instituciones educativas algunos niños varones sean devaluados, humillados y maltratados por otros niños por el simple hecho de ser considerados homosexuales, incluso sólo por ser catalogados como “femeninos” por sus compañeros. De esta manera se convierten en menores relegados, al resto de los niños se les obstaculiza o hasta prohíbe juntarse con ellos y en ocasiones son ridiculizados frente al grupo. El papel firme y claro del profesional docente para establecer el respeto a la diversidad podría ser, para esos menores denigrados, la primera señal de justicia y amor respecto a su orientación sexual y a su dignidad como seres humanos. Como hemos mencionado, el 8% de los niños y el 25% de las niñas son víctimas de abuso sexual en la infancia (OMS, 2002). En la consulta realizada por esta organización internacional sobre la prevención del abuso sexual infantil, se definió al mismo como: MODULO 3 Usualmente a partir de los 7 u 8 años de edad, se presentan cambios importantes en la expresión de la sexualidad infantil, principalmente como resultado del desarrollo cognitivo y psicológico en general. 66 ¡Hablemos de educación y salud sexual! La prevención de todas las formas de violencia, y del abuso sexual en particular debe ser abordada en la educación escolar desde los primeros años de vida, e incluir a toda la comunidad educativa. “La involucración del niño o niña en una actividad sexual que no comprende plenamente, para la que no puede otorgar un consentimiento informado o para la que no está preparado en cuanto a su desarrollo y para la que no puede dar su consentimiento o que viola las leyes o tabúes sociales. El abuso sexual infantil se evidencia por una actividad entre un niño o niña y un adulto u otro menor que por su edad o desarrollo se encuentra en una relación de responsabilidad, confianza o poder. La intención de la actividad es gratificar o satisfacer las necesidades de otra persona.. Esto puede incluir (pero no está limitado a ello), la coerción o inducción para que un niño o niña (o más de uno) se involucre en cualquier actividad sexual ilegal, como el uso explotador de menores en actuaciones o materiales pornográficos” (OMS, 1999). El abuso sexual infantil tiene múltiples repercusiones nocivas para los niños y las niñas. Inicialmente, los menores tienen sentimientos de culpa, vergüenza, asco, hostilidad, miedo, intensa conducta autoerótica, se aíslan, desconfían de otras personas y presentan síntomas de depresión y ansiedad (López, 1999). Asimismo, de acuerdo a Stevens (2001) y otras investigaciones, los menores que durante la infancia son víctimas de abuso sexual presentan consecuencias a largo plazo, observables en su adolescencia y en la vida adulta: CONSECUENCIAS DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL EN PERSONAS QUE AHORA SON ADOLESCENTES O ADULTAS Violación Otros tipos de abuso sexual Embarazo no deseado, el aborto, la enfermedad inflamatoria pélvica, diversas enfermedades mentales, infertilidad, Infecciones de transmisión sexual (ITS), trastorno de estrés postraumático, disfunciones sexuales (encontradas con una frecuencia hasta de un 69%), suicidio (9 veces más probable que en las personas que no han sido víctimas de violación) y muerte. Problemas ginecológicos, ITS, VIH y SIDA, experiencias sexuales tempranas, embarazo precoz, infertilidad, coito no protegido, embarazos no planeados y/o no deseados, conductas de riesgo, compañeros sexuales múltiples, abuso de sustancias tóxicas, depresión, trastornos producidos por la ansiedad, reactivación de la conducta con otras personas, suicidio y muerte. La prevención de todas las formas de violencia y del abuso sexual en particular debe ser abordada en la educación escolar desde los primeros años de vida, e incluir tanto a los menores como a sus padres y al personal docente y administrativo. No por ser un tema delicado deberá abordarse con rigidez y seriedad extrema o dramatismo, en estos años los menores y el tema requieren de acciones educativas lúdicas que permitan abordarlo sin generar un temor exagerado y abriendo posibilidades para identificar, detener y prevenir el abuso sexual (Ortiz, 2001). Con respecto a la reproducción, cerca de los ocho años el niño y la niña pueden hacer preguntas más precisas sobre la participación del padre en el embarazo. Después de esta edad el menor comprende con claridad las generalidades de las relaciones sexuales y el embarazo, aunque si no cuenta con suficiente información, entonces es posible que presente dudas sobre si el embarazo puede darse con un beso, por ejemplo. También la reproductividad muestra señales en la capacidad de los menores de cuidar, ayudar, proteger, llamar la atención con otros objetos y personas, especialmente mascotas, juguetes y niños más pequeños que ellos, como un reflejo de la construcción de sus capacidades para ser padres o madres. En estos juegos suelen repetirse con claridad los patrones de cómo perciben a sus padres. Los últimos años de la infancia y la niñez terminan con la aparición de la primera menstruación y la primera eyaculación que capacitan para la reproducción. Estos son temas de intenso interés, curiosidad y preocupación para los menores, así como las infecciones de transmisión sexual, las relaciones sexuales y el amor, por lo que es necesario preparar a los menores en forma adecuada siempre dentro de un contexto global de salud y desarrollo que los habilite a tomar sus propias decisiones planeadas, aprender a negociar una relación, mejorar las capacidades de comunicación, tomando en cuenta el nivel de desarrollo alcanzado y la construcción de valores, fortalecer la autoestima, entre otros. SEXUALIDAD Y DESARROLLO Aspectos generales de la adolescencia 67 Compañeros y compañeras En los primeros años de la etapa escolar los menores suelen agruparse con niños de características similares a las de ellos, como la edad, el sexo, el estatus socioeconómico y las áreas de vivienda. Estos grupos tienen funciones que permiten al menor el incremento de sus habilidades sociales, brindan la oportunidad para poner a prueba determinados valores y para adoptar nuevas formas de actuar en las experiencias cotidianas, refuerzan la formación del concepto que tienen de sí mismos, satisfacen las necesidades de diversión, de compatibilidad de intereses e ideas, y logran cierto grado de pertenencia grupal lo que les brinda mayor “valor”, mismo que ahora ya no depende sólo de sus padres. La popularidad de un menor en el grupo, basada en diversos aspectos y habilidades adquiridas principalmente en la familia, tienen el poder de elevar la autoestima de los niños y las niñas de manera importante. No obstante, cuando en lugar de ésta aparece el rechazo abierto, los menores pueden presentar baja autoestima, problemas emocionales y de comportamiento con su grupo. La impopularidad suele asociarse con mayor frecuencia al abuso en diferentes dimensiones y a la agresión, de igual manera los niños no populares suelen tener dificultades en el desarrollo de destrezas atléticas y baja autoestima (Papalia, et. al, 2003). Desgraciadamente, a veces el rechazo del grupo infantil es reforzado por los padres y los docentes. Aún en la actualidad hay menores que por ser considerados “femeninos” por otros niños, son rechazados por las madres de éstos, quienes impiden a sus hijos relacionarse con el menor cuestionado; y por los maestros, que callan cuando observan el abierto rechazo y la discriminación. De igual manera sucede con aquellos menores que tienen problemas de comportamiento, que han sido víctimas de abuso, con dificultades de aprendizaje o con alteraciones corporales, entre otros. Si bien no sucede siempre, su mínima presencia representa una injusticia muy dolorosa que afectará al menor, como afectaría a cualquier individuo. En estos años escolares la amistad implica ya cierto nivel de compromiso y una relación positiva de “te doy, me das”. Aunque el fin de la amistad tiende a beneficiar los aspectos individuales y particulares y no al grupo en general. Asimismo, la capacidad para la intimidad y la estabilidad en la amistad paulatinamente se construyen e incrementan. Aspectos generales de la adolescencia F ísicamente, la adolescencia se inicia con la pubertad, alrededor de los 12 o 13 años, y termina a los 19 o 20 años en la edad adulta. Intelectualmente, la adolescencia es el período en el que los individuos son capaces de formular hipótesis o proposiciones, y pueden probarlas y hacer evaluaciones racionales sobre las mismas. El pensamiento formal de los adolescentes y adultos tiende a ser deductivo, racional y sistémico. Emocionalmente, es la etapa en la que el individuo aprende a controlar y dirigir sus impulsos sexuales, a establecer su propio rol sexual y a crear relaciones maduras. La segunda década de su vida incluye la independencia emocional de sus padres y el establecimiento de una clara jerarquía de valores. La separación física de los padres y la independencia económica marcan la transición a la edad adulta (Enciclopedia Británica, 2000). La adolescencia se considera una etapa evolutiva específica del crecimiento y el desarrollo del ser humano con valor en sí misma. La Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud han convenido en que el período de la adolescencia se define como el lapso de la vida comprendido entre los 10 y los 19 años, y la juventud como el intervalo entre los 15 y 24, y se utiliza el término personas MODULO 3 El rechazo a niños y niñas, propiciado por la incapacidad de respetar las diferencias, provocará serios daños a la autoestima y a las posibilidades de crecimiento emocional . 68 ¡Hablemos de educación y salud sexual! jóvenes para incluir a ambos grupos (OMS, 1995). Con frecuencia se destacan los aspectos conflictivos de la adolescencia, sin embargo, muchas de sus manifestaciones son signos positivos del desarrollo. De hecho algunas investigaciones han encontrado que solamente alrededor de un cuarto de los adolescentes presentan realmente intensidad conflictiva y rebeldía que comúnmente se asocian a esta etapa del desarrollo (Wendkos, Papalia, 1998). No es posible catalogar a los jóvenes como un grupo homogéneo, de hecho son un grupo muy heterogéneo. Sus experiencias varían ampliamente de acuerdo con su contexto cultural, el género y su estatus sociocultural, pero existen similitudes entre ellos en cuanto a autoimagen, actitudes y capacidad para enfrentar las circunstancias (Papalia, et. al, 2003). Durante un período mayor o menor de tiempo el o la adolescente experimentará transformaciones radicales que lo llevarán a restructurar su imagen corporal, su concepto de sí mismo, y que le permitirán o no conformar una nueva identidad y avanzar en la tarea de desarrollo para convertirse en un ente autónomo con capacidad de intimidad. Una gran proporción de la población latinoamericana atraviesa esta fase. Para el año 2000, en América Latina y el Caribe, los jóvenes entre 10 y 24 años representaban al 30% de la población, 155 millones, y los adolescentes entre 10 y 19 años el 20%, divididos en forma igualitaria entre hombres y mujeres (CEPAL, 2000, en Shutt-Aine, Maddaleno, 2003). Para el profesional de la educación es muy importante entenderlos y prepararlos oportunamente para poder confrontar esta etapa de la mejor manera posible. Asimismo, en América Latina y el Caribe, los niveles de educación en las personas jóvenes han mejorado. Según la UNESCO, en estas áreas las tasas de analfabetismo eran sólo del 12% en el año 1999. Su incidencia se presenta en general en las áreas rurales y sobre las mujeres. Aunque en los países de esas dos regiones la mayoría de las mujeres presentan niveles de estudios de secundaria similares a los hombres (excepto en Bolivia, Perú y Guatemala donde los varones tienen un nivel más alto) (Alan Guttmacher Institute, 1998). No obstante, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo, cada vez es más difícil insertarse en el mercado laboral, especialmente para aquellos que provienen de familias de sectores bajos. Pese a que se ha producido un aumento del número de mujeres en la fuerza laboral, en el área rural trabajan más del doble de hombres que de mujeres. Estos datos son importantes porque el bajo rendimiento escolar, el abuso de sustancias tóxicas y la pobreza son factores altamente relacionados con las relaciones abusivas, con enfermedades como el ITS y VIH Sida, el embarazo no deseado, el no control de la fertilidad y el sexo ejercido sin protección (Jessor, 1998, Buvinic, 1998, en: Shutt-Aine, op. cit.) El paso de la adolescencia a la adultez no está claramente determinado sino que se ve cristalizado paulatinamente en diversos aspectos. Podemos decir que la adolescencia ha terminado cuando se cumplen los siguientes parámetros: Establecimiento de la capacidad de pensamiento abstracto. Establecimiento de la identidad. La persona sabe quién es. Autonomía e independencia económica y emocional de la familia. Establecimiento de un sistema personal de valores. Capacidad para mantener relaciones duraderas y para unir el amor sexual con la ternura y el afecto. Es indiscutible que estos logros del desarrollo aparecen a edades distintas y no siempre todos coexisten. Por otra parte, existen personas que nunca obtienen estos parámetros y que permanecen indefinidamente en un estado de crónica adolescencia temprana. SEXUALIDAD Y DESARROLLO Adolescencia temprana 69 Adolescencia temprana Pubertad. Cambios físicos La pubertad marca el fin de la niñez y el inicio de la adolescencia. No obstante, adolescencia y pubertad no son sinónimos. En tanto que la pubertad es un evento biológico, la adolescencia es básicamente un fenómeno psicosocial. La pubertad se manifiesta como resultado de una serie de mensajes provenientes del hipotálamo y dirigidos hacia la hipófisis, “directora y coordinadora” de todas las glándulas de secreción interna, a través de las hormonas. Estos cambios, que se traducirán en las características sexuales primarias (maduración de los órganos relacionados principalmente con la reproducción) y las secundarias (señales fisiológicas de crecimiento y madurez sexual que no involucran a los órganos sexuales) tienen su origen en el nacimiento y por lo regular se presentan con cierto orden en los niños y niñas. Usualmente, las niñas inician los procesos de cambio entre los 8 y los 16 años y requieren de un promedio de 4 años para completar la madurez. En los niños el proceso se inicia entre los 10 y los 16 años y requiere de hasta 7 años más para completarse. Aunque el desarrollo puberal puede presentarse en un rango amplio de edades, la presencia de cuando menos algunos cambios indican que el mecanismo se ha iniciado. Existen casos, en los que a pesar de la edad (alrededor de 15 años para las mujeres y 17 para los varones), los niños no manifiestan o dan indicación de este desarrollo. En esos casos es conveniente canalizarlos a un especialista para descartar problemas genéticos u hormonales. Las y los púberes experimentan preocupación por su desarrollo corporal y su nueva apariencia. Se comparan entre sí con profundos sentimientos de frustración y malestar en aquellos en los que el proceso es más lento o demasiado rápido en contraste con sus iguales. En este rubro, es importante asegurarles que tarde o temprano su desarrollo será completo y que en general están sanos, ayudarles a apreciar su cuerpo y percibir los cambios como un proceso natural. Aún en la actualidad hay menores que desconocen que tendrán que enfrentar este proceso de maduración y algunos viven con angustia la posible llegada de este momento. Estudios recientes (Mexfam, 1999), muestran que cerca de un tercio de los púberes ignoran que el inicio de la menstruación indica la capacidad para reproducirse y cerca de la mitad ignora que la primera eyaculación significa la capacidad de embarazar. Los hombres suelen tener su primera eyaculación durante los “sueños” o “emisiones nocturnas”, o mediante el autoerotismo. Algunos viven con preocupación sobre qué hacer incluso con las sábanas cuando no han tenido educación al respecto, o pueden llegar a pensar que se han orinado o que algo malo le ha sucedido a su cuerpo. Por su parte, a lo largo de los años, para las mujeres se ha generado una serie de errores de información sobre qué hacer cuando se menstrúa; existe miedo MODULO 3 En ocasiones los adultos nos olvidamos del gran significado que este proceso tiene para los y las menores. Es importante dar un espacio en el aula escolar para hablar sobre esto. 70 ¡Hablemos de educación y salud sexual! anticipado al dolor, por razones lógicas pueden vivir una sorpresa sumamente desagradable ante el primer sangrado, limitan sus actividades, temen que otros se den cuenta de su nueva situación y desconocen los hábitos higiénicos a seguir si no han recibido la educación oportuna. La vivencia de la primera eyaculación o menstruación puede ser un evento deseado, esperado y recibido en óptimas condiciones, con respeto y valoración si los menores reciben educación sexual adecuada. Suponer que un púber sabe “todo de sexualidad”, porque así él o ella lo menciona, suele ser un error tanto de los padres de familia como de las y los educadores. Por lo que hacer preguntas sobre los temas específicos puede dar un panorama real de las necesidades educativas de los menores. Indudablemente la educación relacionada con este tema del desarrollo sexual debe incluirse antes de los ocho años, y no después de que sucedan las primeras manifestaciones de menstruación o eyaculación. Considerar los modelos de desarrollo y las características generales propias de cada edad puede ayudar a los y las docentes a comprender que, usualmente las respuestas y comportamientos de los y las alumnas son mas una manifestación de su crecimiento y no una reacción personal hacia ellos. Aspectos psicológicos generales Un aspecto central en el desarrollo psicológico del adolescente es la búsqueda de su identidad. Según Erikson (en: Papalia et al., 2003), en esta etapa se inicia la crisis de identidad versus confusión de identidad. Esto significa que el adolescente busca desarrollar un sentido coherente de sí mismo, con una participación útil y valiosa para la sociedad. Para lograrlo, debe utilizar ordenada y calculadamente sus habilidades, necesidades, intereses y deseos de manera que éstos puedan ser alcanzados en la realidad de su contexto social. No obstante, estos logros son paulatinos, no se resuelven a plenitud de un momento a otro y pueden presentarse rasgos inconclusos aún en la vida adulta. Durante la preadolescencia los niños adquieren habilidades en su cultura para enfrentar con éxito diversos acontecimientos; en la adolescencia se buscan los caminos para utilizar y desplegar estas destrezas. Logros consecuentes de la identidad son el producto de un conjunto de valores que se eligen concientemente, la adopción de una ideología, de una religión, de un movimiento político o la pertenencia a un grupo. Asimismo, implica la lealtad, la fidelidad y la fe hacia las personas con quienes se tienen lazos amistosos, amorosos y de toda índole, como una ampliación de la capacidad de confiar. En los primeros años esta crisis de crecimiento adquiere un tono ascendente y, para su resolución, el adolescente requiere que la familia, la escuela y la sociedad en general le brinden las oportunidades para practicar, aprender, obtener reconocimiento y elevar su autoestima de manera que le posibilite conocerse, incluyendo la esfera sexual, para que pueda tomar decisiones planeadas y evaluar las posibilidades de progreso y se evite el estancamiento en la construcción de la identidad. El estancamiento puede reflejarse, por ejemplo en el rápido cambio de pareja, en las conductas riesgosas o en el embarazo precoz sin planeación o sin compromiso. Bajo esta perspectiva parece lógico que una persona que no ha conseguido completar estos logros, tampoco pueda hacer aterrizar sus habilidades y hallar claridad en la planeación futura hacia su sexualidad. Respecto al desarrollo moral, conforme a la opinión de Kolhberg (en: ibid.,), en la niñez tardía el seguimiento de las normas depende del grado en que se evita el castigo. En la primera fase de la adolescencia, entre los 10 y los 13 años, aparece la moralidad convencional donde las normas se han interiorizado hasta cierto punto y los adolescentes pueden decidir si una acción es buena o no, aisladamente, aunque todavía el respeto a las reglas se rige por el interés de agradar a los demás y tratar de obtener su aprobación. De aquí surge que la influencia de los grupos y principales figuras de autoridad sean importantes en el comportamiento de la y el adolescente temprano. De acuerdo con Piaget en esta etapa los jóvenes entran al nivel más alto de desarrollo cognitivo: es el período de las operaciones formales donde se logra la capacidad para el pensamiento abstracto. Éste suele ocurrir después de los doce años de edad, y brinda al adolescente la oportunidad para manejar la información de manera diferente. Ahora no sólo elaboran ideas y resuelven conflictos a partir del presente sino que pueden anticipar sucesos y consecuencias, con base a lo que podría ser verdad imaginan varias posibilidades, demuestran sus hipótesis y formulan nuevas teorías. SEXUALIDAD Y DESARROLLO Adolescencia temprana 71 En los primeros años de la adolescencia esta madurez cognitiva muestra aún deficiencias por estar en un proceso de maduración. Al respecto, Elkind (en: ibid.), señala algunos de los rasgos de inmadurez en el pensamiento de la primera fase de la adolescencia: Encontrar fallas en las figuras de autoridad: sienten la necesidad de expresar los defectos de los adultos que antes idealizaban. Tendencia a discutir: construyen la realidad desde su punto de vista y practican habilidades mentales. Indecisión: la conciencia sobre las múltiples opciones de un evento los lleva a confundirse y dificulta las decisiones. Hipocresía aparente: en el proceso de integrar y defender ideales, no diferencian entre ideal y realidad, y pueden actuar de manera contraria a la que predican. Autoconciencia: resultado del pensamiento egocentrista, el adolescente considera que otros piensan lo mismo que él o que todos están observándolo y opinando sobre él. Suposición de invulnerabilidad: el adolescente se siente una persona única en el mundo, lo que el vive no puede vivirlo nadie más y lo que le sucede a otros no le sucederá a él o ella. Según Elkind, en estos rasgos del pensamiento subyace gran parte del comportamiento destructivo y arriesgado de la adolescencia temprana, incluyendo la vida sexual. Por ejemplo, el autor explica por qué un adolescente podría no utilizar un método anticonceptivo o preventivo de infecciones de transmisión sexual, pues “¡eso a mí nunca me sucederá!” No obstante, los cambios cognitivos abren la posibilidad de añadir nuevas formas de educar en sexualidad, aumentan la posibilidad de diálogo, reflexión y análisis, se pueden integrar conceptos más complejos y en múltiples dimensiones y en alguna medida puede anticiparse el futuro de acuerdo a las acciones que se realizan, al planearse la vida sexual. Cambios en la autoimagen En la adolescencia temprana es frecuente observar un gran desaliño y poco cuidado en el arreglo personal. Pueden inclusive preferir ropa rota y sucia aunque tengan posibilidad de acceso a otro tipo de prendas. Las niñas suelen usar ropa muy poco ceñida, que encubre el crecimiento de sus pechos. Pareciera como que al ignorar aparentemente a su cuerpo pudieran ocultar o suprimir su percepción de que están entrando a otra etapa de su vida. Esto es percibido con gran ambivalencia. Por un lado, existe entusiasmo y alegría por crecer y obtener la independencia; por el otro, el temor a dejar la protegida etapa de la infancia. También es habitual observar a los adolescentes pasar largas horas ante el espejo contemplando su propia imagen como si ésta les fuera desconocida, y es que de hecho en ese momento lo que contemplan es a otra persona. Internamente, deben lograr sustituir su imagen corporal infantil y sin desarrollo por otra cambiante a cada momento en la que poco pueden hacer por controlar esos cambios, por ello, pierden dentro de sí la imagen mental de su tamaño y de su fuerza. El crecimiento ha sido tan repentino que no han podido reconocer sus nuevas dimensiones. La nueva autoimagen que integra los cambios corporales producto de la pubertad tiene importantes repercusiones psicológicas para los menores. En 1992 Juszczak y Sadler (en: Shutt-Aine, op. Cit.), encontraron que tanto para las mujeres que maduran tempranamente como para los hombres que maduran tardíamente el riesgo de depresión es mayor, así como el abuso de sustancias tóxicas, y tienen menos habilidades para enfrentar los problemas difíciles. Para el caso de las mujeres además hay un mayor riesgo de iniciar las relaciones sexuales a temprana edad. MODULO 3 Es necesario considerar la manera de pensar de los y las adolescentes y jóvenes al educar en sexualidad. Si perciben imposiciones sin alternativas ni oportunidad de discusión y reflexión, seguramente la información proporcionada disminuirá notoriamente su valor. 72 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Los y las adolescentes se identifican como parte de un grupo particular y expresan esa identidad colectiva también por medio de su imagen. Por ejemplo por medio de la vestimenta, el uso de ciertos colores específicos, así como su música y lenguaje, tipo de baile y artistas preferidos. Los estereotipos culturales, y específicamente aquellos acuerdos sociales sobre los roles asignados a los hombres y las mujeres adolescentes, intervienen en la manera como éstos dirán al mundo a cuál grupo y a qué estatus social pertenecen. En la búsqueda de modelos de identificación, los medios de comunicación adquieren cada vez un papel más importante. Los modelos ideales de belleza promovidos en la actualidad se manifiestan en forma de dietas severas y control no saludable sobre el peso y la talla corporal. En algunos estudios (Haffner, 1999), se ha encontrado que el 39% de los adolescentes tempranos han estado a dieta en algún momento. Los trastornos de la alimentación son cada vez más frecuentes en este grupo de edad y ponen en riesgo la salud. Por ello, nuevamente es importante que los y las docentes promuevan el reconocimiento, la aceptación y la valoración de los alumnos y alumnas más que por su figura estilizada, o fortalecida, por la salud que reflejan, motivando el ejercicio físico y la buena alimentación como un ideal de belleza en la adolescencia. La familia sigue siendo el núcleo social más valioso en la primera adolescencia. Relación con los padres y la familia La familia sigue siendo el núcleo social más valioso en la primera adolescencia, aun cuando la búsqueda de la propia identidad guíe a los adolescentes a “separarse” de ésta. Ahora la familia es un modelo de contraste, en donde se evaluarán y criticarán tan abiertamente como sea posible, las formas de convivencia, las diferencias de trato, los valores y las reglas familiares. Los adolescentes critican mordazmente a sus padres, los tachan de anticuados, de incongruentes, y la comunicación verbal se dificulta. Estas críticas pueden darse directamente o a través de un callado resentimiento. Este proceso permite que otros modelos de identificación se vigoricen. La interacción con los padres se torna, en muchos casos, ambivalente (sentimientos opuestos hacia una misma persona o evento), impulsiva, intensa y agresiva, con cambios constantes del estado de ánimo que desconciertan, y una fluctuación entre intensa alegría y amor o pesimismo y rechazo. Existen razones que explican por qué los padres se sienten tan amenazados durante la adolescencia de sus hijos. Entre ellas, está el que ciertos padres no han resuelto sus propios conflictos de la adolescencia. Así, la adolescencia de sus hijos les genera recuerdos y reviven conflictos de ellos cuando a su vez fueron jóvenes. Otra razón de peso en la reactivación de los conflictos familiares estriba en que en una sociedad como la nuestra que hace culto a la “juventud”, admitir que los hijos crecen implica necesariamente reconocer que ellos, sus padres, envejecen. No obstante, todos estos momentos de crisis no son permanentes ni aparecen a cada momento de la vida familiar. Estudios realizados muestran que las y los adolescentes finalmente conservan en un alto grado los valores y creencias familiares y muchos de ellos tienen buenas relaciones con sus padres (Papalia, et al., 2003). ¿Cuál es la diferencia entre las familias conflictivas en la adolescencia y aquellas familias que igualmente presentan crisis pero las resuelven de manera más eficiente y con menos fricción y agresión? Seguramente la respuesta a esta interrogante tiene múltiples variables. Una substancial que se ha estudiado es el grado de cercanía y contacto afectivo que los adolescentes tienen con sus padres y el tipo de autoridad que se maneja en la familia. En 1999, Blum (en: Shutt-Aine, op. cit.) encontró que el tener relaciones significativas con los padres y/o con una figura adulta, así como el contar con una familia extendida, son factores altamente protectores en la juventud. A su vez, Gottlieb (1998, en: ibid.), ha demostrado en sus investigaciones que los padres que adoptan un estilo “autoritario-democrático” con límites adecuados y firmes que a su vez son manejados con afecto y equidad, en donde se reconocen las habilidades de los hijos y se tiende a reforzar la confianza y el autocontrol, favorecen las habilidades para enfrentar la vida. Por el contrario, los padres autocráticos o sobreprotectores diminuyen la autoestima de sus hijos, impiden su desarrollo y la adquisición de habilidades para la vida. Existen actualmente provechosos materiales que pueden orientar a padres y docentes sobre la autoridad-democrática, que podrían ser revisados en los talleres para padres (Lyford-Pike, 1997; Herbert, 1992; Pick, 1999). SEXUALIDAD Y DESARROLLO Adolescencia temprana 73 No obstante la gran importancia de la familia y en especial los padres, existen carencias importantes respecto a la educación sexual en este ambiente. Prácticamente en toda Latinoamérica los padres hablan poco de sexualidad con sus hijos. La escuela y los amigos son fuentes de educación o información sexual más frecuentes que los padres. Es impo importante promover la participación de los padres dentro y fuera de la escuela. No por el hecho de que en la adolescencia de sus hij los padres se muestren más accesibles a que ellos reciban hijos e educación sexual debemos excluirlos de la misma. Los padres siguen y seguirán siendo figuras de autoridad, fuentes de afecto, reforzadores y promotores de valores, constructores de la autoestima y del progreso de sus hijos. Cuando los docentes logran incluir a los padres de familia en la educación sexual de los adolescentes, ayudan a formar una orientación poderosa, lógica y coherente que d definitivamente tendrá más peso en la construcción de la sal sexual que los medios de comunicación u otro medio de salud inform información. Pues unen, en un mismo esfuerzo, a los padres y maestros y amistades de él o la adolescente, sus principales fuentes de contacto personal, constituyendo compromisos multidimensionales. Así, la salud sexual ya no es sólo responsabilidad del adolescente, sino también de su entorno, proporcionando al menor un alto nivel de confianza y seguridad y fortificando sus “habilidades para la vida”. La OMS (1998),define a éstas como: “la habilidad que admite tener una conducta positiva y adaptativa que permite a los individuos enfrentar de manera efectiva las demandas y retos de la vida diaria”. Relaciones interpersonales con los amigos y el grupo de pares Fuera de la familia, el grupo de amigos o pares proporciona al adolescente inseguro, temeroso y solitario una “identidad colectiva”. Esta identidad hace que se separe el “mundo de los adultos” del “mundo de los jóvenes”. Al separase de los padres, el y la joven buscan otras figuras significativas que llenen su vacío emocional: otros adultos que no son sus padres, así como su grupo de compañeros y amigos. Con estos adultos, que pueden ser cercanos, establecen vínculos afectivos intensos con una comunicación abierta de relativa igualdad. Los amigos llenan de una manera especial el vacío y la soledad que deja el alejamiento de la familia en búsqueda de la propia identidad. Tienen funciones muy importantes, que a veces los padres desconocen. Si bien es cierto que desde la infancia los hijos ya tienen amigos, es durante la adolescencia cuando éstos juegan un papel trascendental. El grupo de amigos da a la y el adolescente sentido de pertenencia, diluye su inseguridad individual ya que brinda la confianza de una alianza, estableciendo niveles de fortaleza. Podríamos parafrasearlo de la siguiente manera: “solo, estoy perdido, juntos, somos fuertes”. Es un hecho que en los grupos se pierde mucho de la conciencia individual. Todos hemos sido testigos de actos vandálicos de grupos de jóvenes, escondidos tras el anonimato que les proporciona “la pandilla”, actos que nunca se hubieran perpetrado si hubiesen estado solos. Los grupos pueden ayudar a un menor a cubrir carencias vividas en la infancia y a su vez ejercen presión sobre los y las adolescentes. La postura de los adolescentes ante estas influencias pueden ser variadas. Desde aquellos que no permiten que sus pares les dirijan o sugieran una conducta, a otros que adoptan la conducta unificando su forma de actuar. Las adolescentes mujeres son más susceptibles a la presión de sus pares que los varones, especialmente aquellas que cuentan con MODULO 3 Es fundamental que los y las docentes intenten incluir a los padres y madres de familia en la educación sexual integral, pues esto beneficiará enormemente a los programas educativos y su impacto en los y las menores. 74 ¡Hablemos de educación y salud sexual! La amistad y los primeros amores son eventos que pueden marcar a un o una adolescente para el resto de sus vidas. El y la docente pueden promover vínculos saludables en esta etapa. escasas habilidades sociales y poca confianza en sí mismas (Feldman y Elliot, 1990, en: ShuttAine, op. cit). A veces las presiones van en contra de su educación o buen juicio, pero su necesidad de ser aceptado es tan imperiosa que admitirán situaciones incluso cuando puedan ser dañinas o autodestructivas. Así, muchas veces el inicio de las relaciones sexuales, la negativa al uso de anticonceptivos o preservativos, la accesibilidad a relaciones bajo coerción, el tener varias parejas o actividades como fumar o consumir drogas, pueden hallarse influenciadas por la presión del grupo de pares, aun cuando el o la joven no se sientan listos para llevarlas a cabo por propia iniciativa. Aunque ya tienen interés en los individuos del otro sexo, todavía no existe la confianza suficiente como para interactuar con ellos. Si bien pueden compartir actividades específicas, está presente el temor del acercamiento y prefieren mantener una distancia razonable. Por ello, generalmente los grupos de amigos son del mismo sexo y suelen desarrollar una amistad íntima, profunda y especial con algún miembro del grupo. Cuando esta amistad se ve amenazada por la presencia de un tercero, pueden vivirse celos intensos y el temor a perder la amistad en forma parecida a como sucede en el noviazgo. Cuando los padres critican al amigo o amiga elegidos por el o la adolescente, éste necesita defenderlo porque en el fondo la crítica es para él que “no supo elegir bien a sus amigos”, cuestionando su capacidad para hacerlo y, por otro lado, ya que el o la amiga es realmente un espejo de sí mismo, la crítica significa para quien la recibe “lo que dices de él lo dices de mí”. Por todo esto, es recomendable incluir en la educación sexual a grupos de amigos, así los docentes pueden intervenir en el cuestionamiento y reflexión sobre los valores que sustentan la amistad, el concepto mismo de amor y amistad y la conformación de un ideal saludable de relaciones interpersonales en la adolescencia. Reiteradamente en los primeros años de la adolescencia surge el enamoramiento hacia personas imposibles de alcanzar, como un artista de cine, una cantante o inclusive hacia adultos que están cerca de ellos pero con los cuales no existe la más remota posibilidad de reciprocidad, como es el caso de un maestro o el padre o la madre de algún amigo. Este tipo de amor se explica porque existe la necesidad de establecer un vínculo amoroso con una persona real, que ya tiene rostro, pero simultáneamente existe el temor de ser rechazado o de no poseer los atributos que lo hagan atractivo ante el ser amado. Así, esta relación platónica florece exclusivamente en el mundo de la fantasía. El amor platónico en esta edad se presenta como un sustituto y medio de aproximación al enamoramiento, incluye fantasías increíbles sobre el futuro idealizado de una pareja y es a la vez un reflejo de la construcción de la capacidad de amar. No obstante, alrededor de un tercio de los adolescentes tempranos han tenido novio o novia. El amor adolescente se encuentra fuertemente influenciado desde la infancia por los estereotipos del “amor ideal” en el cual “todo se soporta y se perdona” y “todo se puede cambiar por amor”. Estos ideales lejos de ayudar a los menores a desarrollar herramientas efectivas para construir una relación de pareja, favorecen la violencia, el temor a perder el amor, y la negación o postergación de conflictos que deben resolverse en cualquier relación. El enamoramiento en esta etapa de la vida es intenso, y las pérdidas afectivas relacionadas con esta experiencia deben ser consideradas como serias. Especialmente en adolescentes con baja autoestima, en los que las repercusiones pueden ser demoledoras si no se les ayuda a ver un panorama positivo para el futuro. SEXUALIDAD Y DESARROLLO Adolescencia temprana 75 Conducta sexual La práctica sexual más frecuente en la temprana adolescencia es el autoerotismo (la masturbación). No obstante, tanto los padres como los mismos adolescentes se preocupan sobre cuáles pueden ser los efectos del autoerotismo. Es importante que los docentes aclaren estas interrogantes. No sólo no existen estudios que demuestren que el autoerotismo sea perjudicial en el ámbito físico o psicológico, sino que ayuda (Sanz, 1990) a integrar una autoimagen adecuada, a apreciar y valorar el cuerpo y conocer sus sensaciones, aparte de ser una medida preparatoria para el encuentro con otro. De la misma manera, se hacen preguntas referentes a la frecuencia “adecuada”. Los límites para considerar el autoerotismo excesivo se definen cuando éste interfiere o impide la realización de actividades cotidianas, como ir a la escuela, a una reunión o inclusive dormir. Por otra parte, aquellos adolescentes que tienen su primer coito durante la adolescencia, lo experimentan uno o dos años después de la menarquia o de la espermarquia (Haffner, 1995). En América Latina y el Caribe el promedio de edad para el primer coito generalmente se sitúa en la siguiente etapa de la adolescencia. Los casos en que las mujeres tienen su primer coito antes de los quince años suelen verse relacionados con el abuso sexual y el matrimonio forzado. Aunque en países como Haití, el inicio sexual puede ser común entre los 10 y los 12 años (Shutt-Aine, op. cit.). Así como la actividad autoerótica es preparatoria para el erotismo en pareja, los y las adolescentes tempranos imaginan a las personas por las que sienten atracción, practican darles besos, abrazos, caricias o tener relaciones sexuales con ellas, incluyéndolas en sus fantasías que tienen la función de estructurar un ideal erótico. Es usual encontrar juegos eróticos en esta edad, tanto entre adolescentes de sexo diferente como del mismo sexo, sin que ello necesariamente signifique una expresión homosexual. Entre hombres son comunes los juegos y las competencias relacionadas con el tamaño del pene y la eyaculación, a veces acompañados de caricias. Para esta edad, hombres y mujeres tienen claridad sobre quién les atrae sexualmente y con quién quisieran vincularse. Sin embargo, es posible que menores homosexuales influenciados por la presión social no expresen su orientación inmediatamente e incluso tengan novios o novias del sexo diferente al suyo para ser aceptados y evitar conflictos producto de la ignorancia y el rechazo social. Alrededor de 1 de cada 10 personas tienen una orientación homosexual y sufren daños importantes a su autoestima por la ausencia de apoyo social a su dignidad y a sus derechos. La mayoría de los adolescentes tempranos manifiestan que han besado a otra persona y alrededor de un tercio que han tenido experiencias de caricias (Méndez, 1994). Los adolescentes tempranos son altamente vulnerables a la agresión sexual. No obstante, falsas ideas como que el abuso sexual sólo ocurre con niñas, o información distorsionada en los y las adolescentes como pensar que el abuso sexual solamente sucede cuando se da una violación, o sólo le ocurre a cierto tipo de mujeres, no hacen sino incrementar la vulnerabilidad de este sector de adolescentes a la agresión sexual. López (1999), señala que la mayor frecuencia de abuso sexual se presenta entre los 12 y los 15 años. Por último, es habitual que los y las adolescentes tempranos expresen su curiosidad sexual observando películas y revistas. En este sentido es aconsejable aclararles que la vida erótica suele ser más afectuosa, menos intensa y diversificada que lo que puede observarse en estos productos, además de propiciar información adecuada para la edad en materiales serios, que ofrezcan al menor un equilibrio en la construcción de su ideal erótico y estético. El embarazo es un tema de interés para los y las adolescentes y los docentes tienen una gran tarea por realizar en este sentido. Los errores de información respecto al tema ponen en alto riesgo de embarazo no planeado a este grupo de edad. MODULO 3 El autoerotismo ayuda a integrar una autoimagen adecuada, a apreciar y valorar el cuerpo y conocer sus sensaciones, aparte de ser una medida preparatoria (y segura) para el encuentro futuro con otra persona. 76 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Género y adolescencia temprana Los estereotipos de género tienen gran influencia en la construcción de la sexualidad adolescente. En numerosos países de Latinoamérica aún persiste una expectativa social de virginidad y castidad en la mujer antes del matrimonio. La Encuesta Nacional de Juventud 2000, realizada en México por el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ, 2001) y otras organizaciones, mostró que la razón esgrimida por la que el 40% de las mujeres todavía no habían tenido relaciones sexuales era “mantenerse virgen hasta el matrimonio”. Esta razón abarcó sólo al 5.8% de los hombres en las mismas circunstancias. Las expectativas sociales sobre el comportamiento sexual de hombres y mujeres puede generar violencia y obstaculizar una educación sexual integral. Por su parte, el FNUAP (1998), señala que “en muchas regiones del mundo donde se asigna un alto valor social a la virginidad, se obliga a las niñas a contraer matrimonio cuando tienen corta edad, y a menudo se las casa con hombres mayores. A su vez señala cómo, en América Latina y el Caribe, doce países aún tienen en vigor leyes que posibilitan que quien perpetre una violación evite ser encarcelado si contrae matrimonio con la mujer a la que ha violado. Incluso en casos de violación por una pandilla, en la medida en que uno de los atacantes ofrezca matrimonio (que a menudo la mujer acepta, a instancias de su familia) todos los culpables de la violación quedan exentos de castigo. La expectativa de la virginidad genera violencia y obstaculiza una educación sexual integral al limitar la información referente al uso de anticonceptivos, dando además lugar a conductas de riesgo respecto al VIH/SIDA, especialmente al incrementarse la práctica del coito anal no protegido. Al respecto, Patz, Mazín y Zacarías (1999), señalan que la mayoría de las mujeres que han sido infectadas por el VIH sólo han mantenido relaciones sexuales con su esposo o la pareja estable, por lo que consideran importante que se respete el derecho de la mujer al conocimiento, pues éste es fundamental para tomar decisiones con conocimiento de causa y aplicar medidas apropiadas para protegerse y prevenir la infección por el VIH. De la misma manera, sugieren que los profesionales que facilitan la educación sexual deben alentar a las mujeres a pedir a su pareja que la acompañe a los servicios de salud para discutir sobre temas de salud sexual. Por otro lado, el prototipo de mujer pasiva ideal (a la que no se educa en sexualidad integral), hace a las adolescentes más susceptibles de agresión sexual, al no contar con una formación que les brinde herramientas para decidir y establecer límites adecuados en los encuentros sexuales con sus parejas. Como resultado, alrededor del 50% de las adolescentes ejercen su primera relación sexual con algún tipo de coerción (Family Health International, 1997). Al respecto, Patz y sus colaboradores (1999), resaltan la necesidad de promover el derecho que tiene la mujer a expresar su sexualidad de la forma que lo considere aceptable. Tiene el derecho de ponerse de acuerdo con su pareja y a negarse a tener relaciones sexuales si él no respeta sus derechos y sus decisiones. Los mismos estereotipos de género y la disminuida conciencia sobre los mismos, pueden hacer que los padres, los maestros y en general los adultos, traten de manera muy diferente a hombres y mujeres adolescentes. A menudo se considera que las jóvenes deben ser “más cuidadas” que los varones por los “mayores riesgos” que enfrentan. En numerosos casos ellas ven así más coartada su libertad. A un lado de esta adolescente en riesgo se encuentra un varón también adolescente, incitado y presionado por el estereotipo masculino general de la sociedad a tener varias parejas sexuales e iniciar su vida sexual a temprana edad. Lundgren (2000), señala las dimensiones comunes de la sexualidad masculina en América Latina. Estas dimensiones, que se muestran en la siguiente tabla, reflejan ideas generalizadas con relación al hombre que la sociedad promueve y que favorecen la violencia sexual, es decir, las expectativas sociales sobre los hombres. Observe si alguna de las siguientes dimensiones se manifiesta con frecuencia en su grupo de alumnos y alumnas, sus familias y en la estructura educativa en general. Ver nuestra realidad es un primer paso para poder cambiarla. SEXUALIDAD Y DESARROLLO Adolescencia temprana 77 LA VIOLENCIA Y LA INFLUENCIA DE LA SOCIEDAD Expectativas sociales La sexualidad masculina con frecuencia puede ser vivida como incontrolable y agresiva. Los hombres agresivos pueden no darse cuenta de que lo son, al percibir su conducta como esperada por la sociedad. Asimismo, la violencia puede ser experimentada como incontrolable al formar parte del contrato social. Por ejemplo, las expectativas del hombre hacia una forma de participación de la mujer (como soportar todo) como resultado de la manutención. Tradicionalmente el machismo se organiza alrededor de una jerarquía social previa que establece la pasividad en las mujeres y la actividad en los hombres. Los hombres deben ser siempre activos sexualmente y las mujeres pasivas, sin expresar sus deseos. Se espera que el deseo sexual masculino esté separado del afecto y las emociones. Los hombres viven un intenso malestar por no poder responder sexualmente a pesar de su ansiedad, del desinterés o los conflictos de pareja. Se espera que los hombres tengan experiencia sexual. La masculinidad de los hombres puede verse cuestionada si a cierta edad éstos no han tenido ya relaciones sexuales, mientras que se espera que las mujeres sean castas. Quizá, bajo el efecto de esta presión, aún el 10% de los adolescentes mexicanos inicia su vida sexual con una trabajadora sexual. Se espera que los hombres dominen a las mujeres y son ridiculizados si no lo hacen. Se justifica que los hombres sean celosos, posesivos y reaccionen violentamente ante la infidelidad. Es frecuente que los celos sean percibidos como parte de las expresiones de amor. Se espera que los hombres tomen riesgos. Esto puede inducir a los hombres a tener vida erótica no segura o protegida. El machismo enfatiza la visión de las mujeres como objetos sexuales. En algunas culturas se continúa pensando que las mujeres no tienen los mismos derechos sexuales que los hombres, mientras puede verse como legítimo que los hombres al no controlarse vean a las mujeres como objetos sexuales. Adaptado de Lundgren, 2000. Como se puede observar, estas influencias sociales citadas por Lundgren y fundamentadas por los hallazgos de varios investigadores como Parker, Gilmore, Marsiglio, Shepard, Barker, Mundigo y Lowenstein, notoriamente pueden engendrar la violencia entre los géneros. Otras influencias importantes sobre la sexualidad de los hombres y las mujeres adolescentes son los estereotipos que por la edad son depositados por nuestras culturas sobre los mismos. La idea popular de que las y los adolescentes son buscadores de situaciones sexuales riesgosas que viven sólo en el presente, aunada al error de algunos adultos que consideran que los y las adolescentes son naturalmente promiscuos y por lo tanto si se les brinda información sobre sexualidad serán sexualmente más activos, más que ayudar a fortalecer la capacidad de tomar decisiones y ejercer una sexualidad saludable, de acuerdo a lo que se quiere ser siendo hombre o mujer, provoca que se eviten los temas educativos sobre la sexualidad protegida y sin riesgos (Rivers y Aggleton, 1998). De esta manera, el hombre y la mujer como sociedad construyen y reafirman, basados en el abuso del poder, patrones de violencia que se mantienen y reproducen. Por ello, el profesional de la educación, debe dejar claras las necesidades de equidad y respeto entre los géneros, entre niños y adultos, entre adolescentes y ancianos y cualquier otra variedad de relación independientemente de la edad, la religión, el sexo, la posición económica o la actividad que realicen los y las estudiantes. MODULO 3 Los varones también viven las consecuencias de las inequidades sociales. 78 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Adolescencia tardía / Juventud L a adolescencia tardía se inicia en las mujeres alrededor de los 14 o 15 años y en los varones después de los 16 y 17 años. Si bien esta etapa abarca una amplia gama de cambios y logros en general, “se caracteriza por la mayor autonomía e independencia del adolescente, por los cambios emocionales menos marcados, menor ambivalencia y egocentrismo (disminuye el sentimiento de que toda gira alrededor de ellos). Se establecen con mayor claridad las normas y valores propios y se observa mayor control de sus impulsos. Se define con mayor claridad su identidad. Es una edad de toma de decisiones cruciales para su vida” (Papalia, 1998). Es posible reconocer en un joven o una joven rasgos de la adolescencia temprana y tardía simultáneamente. En la adolescencia tardía / juventud, se presentan cambios en el desarrollo cognitivo que brindan herramientas sólidas para la construcción y planeación del presente y del futuro. Cambios en el pensamiento y la autoimagen Según Piaget, los factores neurológicos y del ambiente dan lugar a la madurez cognitiva. El rendimiento escolar mejora y con frecuencia aparecen intereses intelectuales. Al establecerse la capacidad plena de pensamiento abstracto se hacen presentes el razonamiento y la argumentación como reflejo de las adquisiciones de esta etapa de operaciones formales, pues ello implica el razonamiento hipotético deductivo donde puede pensarse en términos de posibilidades, manejar con flexibilidad los problemas y capacidad para demostrar en la realidad sus ideas respecto a diversas dimensiones de la vida. Más allá de Piaget, autores como Moshman (1998), Labouvie-Vief (1990) y Sinnott (1998), (en: Papalia, et. al., 2003), han ampliado las características del pensamiento maduro, que puede obtenerse desde los últimos años de la juventud o durante el resto de la vida. Este nivel de pensamiento es llamado posformal y se caracteriza por estar basado en la intuición, la emoción y la lógica para ayudar a las personas a enfrentar un mundo caótico en apariencia, para aplicar el fruto de la experiencia a situaciones ambiguas y por la capacidad de enfrentar la incertidumbre, la incoherencia, la contradicción, la imperfección y el compromiso; es un pensamiento relativista, que no sólo ve el blanco y el negro, sino también los tonos grises. Respecto al desarrollo moral que señala Kolhberg, ahora el adolescente pasará al nivel de moralidad posconvencional llamado también de principios morales autónomos. En una primera fase, los adolescentes piensan en términos racionales, valoran la voluntad de la mayoría y consideran el bienestar de la sociedad en general. A finales de este período se actúa de acuerdo a lo que es correcto, independientemente de la opinión de los demás, se rigen por patrones internos y saben que se sentirían mal si no actuaran de una u otra forma. Por todo ello, las cuestiones filosóficas, religiosas, sociales y políticas son discutidas con apasionamiento e idealismo. En esta edad los y las adolescentes se identifican con el dolor humano y protestan por la injusticia y la explotación. Son altruistas, defensores de las llamadas “causas perdidas” y en sus discusiones tratan de arreglar el mundo criticando los errores de la “sociedad adulta” corrupta e ineficiente. Existe un intenso deseo de encontrar su lugar en la sociedad y de pensar en el futuro tanto profesional como afectivo. En este período, las aspiraciones vocacionales adquieren gran importancia en el pensamiento adolescente. Según Ginzberg (1982, en: ibid.), en la adolescencia tardía se da el período “realista” de la elección de carrera profesional (a diferencia de los períodos “fantasioso” de la infancia y el “tentativo” de la adolescencia temprana), en el cual, una vez equilibrados los intereses, valores y habilidades, se seleccionan las futuras ocupaciones con base en el carácter equitativo de los mismos. Sin embargo, adolescentes de familias con escasos recursos económicos, o con ausencia de ambos padres o poco vinculadas al estudio, son factores que aumentan la posibilidad de deserción escolar. SEXUALIDAD Y DESARROLLO Adolescencia tardía / juventud 79 En América Latina y el Caribe el nivel promedio de estudios de la mayoría de los y las jóvenes es limitado y la mayoría de ellos requieren buscar oportunidades laborales aunque muchos de ellos quisieran seguir estudiando (IMJ, 2000). La edad, la falta de estudios profesionales y las inadecuadas condiciones político-sociales y económicas de los países de esas regiones los colocan en trabajos mal remunerados que no favorecen su desarrollo y su calidad de vida, y esto repercute directamente en la salud sexual. De esta manera la elección profesional se ve truncada por una realidad de pobreza y limitaciones siendo tan sólo una fantasía para muchos adolescentes la expectativa de poder ser médico, maestra, ingeniero o abogada “cuando sea mayor”, a pesar de contar con la capacidad mental y las habilidades para ello. Por suerte este panorama no es igual para toda la población, por lo que cuando existen incluso mínimas oportunidades de estudio, los docentes, la familia y la sociedad en general deben incrementar sus acciones para motivar a los jóvenes a continuar su educación formal. Respecto a la autoimagen los y las adolescentes tardíos con frecuencia han aprendido que su cuerpo es fuente de placer y de orgullo: ya no lo ocultan, ahora lo exhiben vanidosos de sus formas. La mayor parte de los jóvenes urbanos siente la necesidad de incorporar la moda dentro de su guardarropa. Como muestra del avance de su identidad genérica, definen ahora con claridad sus gustos de arreglo personal, se identifican con precisión como cierto tipo de hombre o de mujer y buscan ser coherentes en la expresión de esa identidad. En general los y las jóvenes cuentan con buena salud y esto favorece una autoimagen positiva. No obstante, ello depende en gran medida de los hábitos de cuidado a la salud física, aspecto necesario a promover como ideales de salud y belleza adolescente, en contraste con los modelos promovidos por la mercadotecnia actual. Algunos factores que pueden deteriorar la salud adolescente son la nutrición, en donde los problemas de obesidad, anemia, anorexia y bulimia son cada vez más frecuentes, el tabaquismo y el alcoholismo, el consumo y abuso de drogas, las infecciones de transmisión sexual, las consecuencias del aborto inducido en condiciones inadecuadas, los conflictos relacionados con la menstruación y la infertilidad entre otros. La actividad física especialmente atlética favorece enormemente el desarrollo saludable y la autoestima, y previene de daños posteriores a la salud. Relación con los padres y la familia En esta etapa existe un cambio notable en la relación con los padres. Aunque subsiste la crítica, ésta se vuelve más objetiva y realista. Ya no tratan de oponerse tan sólo porque algo fue dicho por sus padres, sino que reflexionan sobre dichas observaciones. El conflicto dependencia-independencia empieza a resolverse. Paulatinamente toman decisiones y se responsabilizan de sí mismos. Según diversas investigaciones, en los países de habla inglesa el 24% de los jóvenes afirma que sus madres “entienden poco sus problemas” y el 32% de sus padres igual (OMS, OPS, 2000, en: ShuttAine, op.cit.). A los adolescentes varones les gustaría comunicarse más sobre sexo con sus padres. Indican que la información que reciben les llega demasiado tarde, que está llena de mitos y tabúes, es demasiado prohibitiva y no explora temas como la intimidad o el placer (Aguirre y Güel, 2002). De acuerdo a SIECUS (2002), las principales fuentes de educación sexual en la adolescencia son, en orden de importancia por su frecuencia: 1. Los medios de comunicación 2. La escuela 3. Los pares del adolescente 4. El hogar MODULO 3 Las estadísticas demuestran que es necesario reforzar la comunicación entre padres e hijos, tanto en áreas afectivas en general como con relación a la sexualidad. La promoción de esta comunicación debe iniciarse desde temprana edad y continuarse durante los años de crecimiento. 80 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Sin embargo, los padres son la figura que más influye en las decisiones relacionadas con el sexo, seguidos de los amigos (National campaing to prevent teen pregnancy, 2001). De igual forma, la Encuesta Nacional de Juventud (IMJ, 2000), aplicada a más de 54,000 familias en México, encontró que los jóvenes hablan mínimamente de sus sentimientos y de su sexualidad con sus madres, y especialmente la comunicación con los padres en las mismas áreas se muestra más deteriorada todavía. De igual forma, se encontró que las personas en quienes los jóvenes más confían, además de los padres en orden de importancia, son los médicos, los maestros y los sacerdotes. De modo que es primordial reflexionar sobre la trascendencia que los docentes tienen como importantes figuras a quienes se les cree y en quienes se confían como promotores de la salud sexual. Con el aprendizaje de habilidades sociales se adquiere confianza y seguridad personal para relacionarse y a la vez el grupo de pares brinda al adolescente tardío una fuente importante de apoyo emocional. Relaciones interpersonales con el grupo de pares El grupo de amigos sigue teniendo valor, pero ahora es mixto y menos exclusivo. El grupo de pares brinda al adolescente una fuente importante de apoyo emocional, empatizan con personas que viven cambios corporales, personales y familiares semejantes a los suyos, juntos desafían a la autoridad y buscan consejos entre sus amistades. Cuentan así (en óptimas condiciones sociales), con fuentes de comprensión, simpatía, afecto y guía moral, un espacio para experimentar y aprender sobre su entorno, viven relaciones más igualitarias que las familiares, se relacionan mejor incluso con sus hermanos y otros familiares y adultos externos. Con el aprendizaje de habilidades sociales se adquiere confianza y seguridad personal para relacionarse. El antecedente del amor romántico y después erótico es el amor que se siente hacia uno o varios amigos. Esto significa que en el establecimiento de amistades se aprende a ganarse la estimación y el afecto de alguien que no es de la propia familia, y a apreciar las cualidades y a tolerar los defectos del otro. Quien no ha aprendido a amar a un amigo difícilmente podrá amar a un compañero o cónyuge. La diferencia entre un tipo de amor y el otro es que al segundo se agregan los deseos sexuales y la manifestación erótica. Usualmente las amistades y los grupos de adolescentes se conforman por jóvenes similares, y sus características se refuerzan para parecerse cada vez más. Usualmente los padres creen que un grupo de amistades puede ser nocivo para el menor, y en o ocasiones así lo es, sin embargo, es im importante que los padres y los ma maestros observen con cuidado al men ya que comúnmente comparten menor caract características entre sí, es decir, si un adolesce adolescente se une a un grupo que d consume drogas es altamente probable que ta comparta también conflictos emocionales lo de su grupo, por lo que esto es semejantes a los “¡nec una señal de “¡necesito ayuda!”. Hacia finales de la juventud las personas tienen amistades claramente definidas, con capacidad de d lealtad y diversidad de temas de compromiso, de intimidad, de mom comunicación. Para este momento han acumulado una serie de experiencias de crecimiento que los unirán en muchos casos para incluyend posteriormente a sus nuevas el resto de sus vidas, incluyendo familias. SEXUALIDAD Y DESARROLLO Adolescencia tardía / juventud 81 La conducta sexual en la adolescencia tardía Indudablemente las experiencias vividas en esta etapa de la vida enriquecen y promueven el desarrollo integral. Algunas de ellas son maravillosas, intensas y llenas de aprendizaje y descubrimiento, y quizá reúnen los recuerdos más gratos del crecimiento de muchas personas. En otras ocasiones, son dolorosas o difíciles de manejar. La identidad de género se consolida, la orientación sexual está definida, se cuenta con elementos para interactuar profundamente con el otro y los cuerpos han madurado para la reproducción. Cuando los adolescentes han tenido un desarrollo saludable, también viven experiencias enriquecedoras y de gran aprendizaje en la esfera sexual. En la adolescencia tardía se conoce la experiencia del compartir con otro, se aterrizan las fantasías a la realidad, se siente en todo el cuerpo la atracción ante esa persona especial, se vive la sexualidad intensamente y a cada momento. Ahora el placer empieza a vivirse de manera más integral, adquiriendo tonos adultos. El autoerotismo sigue siendo una conducta frecuente aunque no con la misma asiduidad que en la adolescencia temprana. En términos ideales, ahora se vive sin culpa, de acuerdo a la curiosidad y los deseos sexuales, implica fantasías, favorece el reconocimiento de todas las partes del cuerpo, incluso incrementa la posibilidad de identificar algunas infecciones de transmisión sexual. Las caricias intensas en las parejas ayudan también a los menores a identificar sus respuestas corporales y afectivas con un “otro” y preparan para la actividad coital, que en muchos casos sucede. La edad promedio de inicio de las relaciones sexuales (para aquellos adolescentes que se inician) se calcula alrededor de los 15 años para los hombres y 17 para las mujeres. La Encuesta Joven 99 (Mexfam, et al., 1999), señala que en la adolescencia temprana alrededor del 3% de los adolescentes han iniciado su vida sexual coital, y hacia los siguientes 4 años el porcentaje aumenta a alrededor del 20% para los hombres y 10% para las mujeres. Asimismo, Shutt-Aine y Maddaleno (2003), mencionan que para los 20 años, alrededor de la mitad de los jóvenes han tenido relaciones sexuales. Es decir, las relaciones sexuales se incrementan conforme avanza la edad, como es de esperarse. El amor y la pareja de la y el adolescente tardío Para este momento de la vida, el amor ya no es necesariamente en “espejo”, es decir, no se busca una copia al carbón sino que se busca la complementación de sí mismo encarnado en otra persona, que en nuestras sociedades es preferentemente del otro género. Una vez integrada la identidad es posible arriesgarse a relaciones de intimidad, es decir, relaciones donde el individuo puede presentarse tal como es, sin máscaras y superada la inseguridad. El adolescente tardío coloca su amor cada vez más en una persona cercana y alcanzable. De acuerdo a los interesantes hallazgos de la Encuesta Nacional de Juventud 2000 (IMJ, 2000), hasta los 19 años alrededor del 75% de los adolescentes han tenido novio y más de la mitad se han enamorado. Los principales temas de conversación de los novios son su relación de pareja y sus sentimientos, y la principal razón del noviazgo es contar con alguien a quien amar y con quien compartir sus sentimientos tanto para hombres como para mujeres. Asimismo, se encontró que de los jóvenes encuestados que se unieron o se casaron, alrededor de la mitad lo hicieron entre los 15 y los 19 años. Respecto a las razones para unirse o casarse, el amor sobresale como la principal. El 60 % de los jóvenes se casan por amor. Otras razones fueron decidir que era el momento apropiado, 17%; el deseo de formar una familia propia, 11%; y por embarazo el 4.9%. Llama la atención que los MODULO 3 En términos ideales, el autoerotismo en la juventud favorece el reconocimiento de todas las partes del cuerpo e incluso incrementa la posibilidad de identificar algunas infecciones de transmisión sexual. 82 ¡Hablemos de educación y salud sexual! jóvenes en pareja tengan actividades diversas, como ir a la iglesia, ir de paseo o ver televisión, pero alrededor de la mitad nunca salen juntos como pareja con sus amigos. Si bien no contamos con suficiente información para comparar estos datos específicos con el resto de la población Latinoamericana, sobresale en los resultados un factor poco considerado en la educación sexual, que seguramente permea todas las culturas occidentales: el poder del enamoramiento. El impacto del enamoramiento en las parejas jóvenes debe ser considerado especialmente cuando se intenta retrasar el inicio de las relaciones sexuales tempranas y sin protección, promover el uso del condón y la capacidad para negociar en la pareja ante cierta situación sexual y la planeación de la vida sexual en general. El enamoramiento puede llevar a un adolescente (e incluso a los adultos) a decidir sólo con el corazón, a no ver las consecuencias a mediano y corto plazo de las acciones realizadas y a “entregar todo por amor” y, en los casos de personas con más carencias afectivas, a dar lo que sea necesario para no perder a ese ser amado ciegamente. Si bien el “amor” es un elemento deseable en las uniones de pareja, el amor maduro implica una decisión consciente de compromiso, involucra el conocimiento real de la pareja, la negociación de las discrepancias, la posibilidad de compatibilidad entre expectativas de vida, que a su vez son explícitas, entre otras. Por ello, los adolescentes requieren de espacios donde puedan hablar sobre su futuro, planear y decidir sobre el mismo, así como espacios privados donde puedan conocer realmente a sus parejas. El amor adolescente ha sido tema de innumerables obras artísticas: literarias, pictóricas, musicales, etc. Nadie puede quedar indiferente ante la separación de los amantes, quizá porque todos, en algún momento de nuestra vida, hemos sufrido ese dolor desgarrador. Es de las cenizas de este primer amor, del aprendizaje obtenido durante su duración, de donde el o la joven salen fortalecidos en busca de otros compañeros que aminoren el dolor. Atracción sexual A finales de la adolescencia la orientación sexual, cualquiera que ésta sea, está perfectamente definida se exprese o no abiertamente. Ciertamente este es un tema que los y las docentes exploran poco; sin embargo, es de gran importancia. Por ejemplo, la vivencia aislada y reprimida de un adolescente homosexual es una experiencia injusta y dañina. Existen grupos que ayudan a los adolescentes y a sus padres a aceptar, aclarar y respetar la orientación sexual en un ambiente saludable. Los primeros grupos donde cualquier orientación (la homosexual, heterosexual o bisexual), debería ser respetada y apoyada, son la familia y la escuela, las principales fuentes de educación integral de los y las menores. SEXUALIDAD Y DESARROLLO Adolescencia tardía / juventud 83 Conflictos de la sexualidad juvenil La sexualidad es una hermosa característica humana cuando se vive en las situaciones y los momentos adecuados; es fuente de salud, de desarrollo y de crecimiento humano. Sin embargo, una multitud de factores pueden darle un giro diferente y tornarla en conflictiva y riesgos para la salud. La siguiente tabla muestra algunas de las preocupaciones actuales sobre la salud sexual de los y las jóvenes de América Latina y el Caribe (o del mundo, cuando el lugar es especificado): SEXUALIDAD JUVENIL Preocupaciones y conflictos Solamente el 30% de los jóvenes del Caribe se preocupa por el embarazo, y el 26% utiliza anticonceptivos en forma constante (OMS, OPS, 2000).* En México, sólo alrededor de un tercio de los jóvenes que tienen vida sexual activa utilizan el condón (IMJ, 2000). Las tasas de fecundidad están por encima del 50 por 1000 en la mayoría de los países centroamericanos. La fertilidad en mujeres de 15 a 19 años ha disminuido en algunos países, aunque en otros como la República Dominicana, Jamaica y Belice, llegan al 100 por 1000 (Guzmán y colab., 2000).* Entre el 21 al 30% de los embarazos en México, Colombia, Brasil, República Dominicana, Chile y Perú terminan en aborto. En Chile y Argentina, donde el aborto está prohibido, más de una tercera parte de las muertes de madres adolescentes son consecuencia directa de prácticas de aborto inseguro (Allan Guttmacher Institute, 1994).* Entre el 35 al 52% de los embarazos adolescentes en la región no fueron planificados (UNFPA, 1997).* En el mundo, 10 mujeres adolescentes viven un aborto inseguro cada minuto (UNFPA).*** En el mundo, de los jóvenes activos sexualmente solo el 17% utiliza anticonceptivos. (UNFPA)*** El riesgo de morir por complicaciones del aborto es 25 veces mayor en menores de 15 años y 2 veces mayor para mujeres entre los 15 y 19 años, que en aquellas madres de más de veinte años (UNFPA).*** Al menos 1 de cada 10 abortos en el mundo ocurre en mujeres de 15 a 19 años. Más de 4.4 millones de adolescentes abortan cada año. El 40% de ellas lo hacen en condiciones inseguras (UNFPA).*** El número de defunciones de adultos y niños por enfermedades sexuales durante el año 2002 fue de 60,000 para América Latina y 42,000 para el Caribe (ONUSIDA, 2002). El número de nuevos casos de infección por el VIH en adultos y niños en el 2002 es de 150,000 para América Latina y 60,000 para el Caribe (ONUSIDA, 2002). En el mundo, alrededor de la mitad de todas las infecciones nuevas de VIH se producen en personas de entre 15 y 24 años (ONUSIDA, OMS, OPS, 2001).* Cada año, el 15% de los adolescentes adquieren una infección de transmisión sexual (UNFPA, 1997).* El Banco Mundial estimó que anualmente 9 millones de años de vida saludable se pierden en el mundo por concepto de violaciones y violencia doméstica, cifra mayor al total de mujeres víctimas de todos los tipo de cáncer (Banco Mundial, 1993).** La mayoría de los estudios demuestran que entre un 30 y un 75% de las mujeres de las dos regiones sufren algún tipo de violencia. En la mayoría de los casos éste es cometido por sus propias parejas (Buvinic, Morrison, Shifter, 1999). * Citado en: Shutt-Aine, Maddaleno, 2003; ** citado en: Buvinic, Morrison, Shifter, 1999; *** citado en: UNFPA. MODULO 3 La sexualidad juvenil presenta conflictos que en gran medida podrían evitarse, prevenirse o solucionarse por medio de una educación sexual adecuada. Naturalmente, esta educación deberá iniciar antes de que se presenten los problemas. 84 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Como puede observarse la educación sexual tiene mucho por hacer en la adolescencia y evidentemente antes de la adolescencia. Los y las adolescentes cuentan con capacidades sociales, personales e intelectuales para adquirir habilidades y poder tomar decisiones, negociar, comunicarse adecuadamente, cambiar sus conductas y actitudes y adquirir un manejo adecuado de su sexualidad. Pero, como vimos en los factores que influyen en la construcción de la sexualidad, no pueden hacerlo solos ya que el panorama es positivo sólo si todos participamos; hay aspectos en los que ha habido avances, lo cual habla de que es posible. Los adolescentes necesitan de los adultos, de los padres, los docentes, los médicos, los comunicólogos, los legisladores, los religiosos y de todo el ambiente que les crea y rodea de coherencia, respeto, educación, compromiso, afecto y orientación. Los docentes, en este caso, no pueden negarse a una impresionante realidad que día a día causa dolor, enfermedad y muerte. Género y adolescencia tardía Los programas de educación sexual adecuados tienen cuidado especial de brindar conocimientos y herramientas sólidas tanto a los hombres y como a las mujeres. Hemos visto ya en las diferentes estadísticas presentadas a lo largo del módulo, diferencias entre hombres y mujeres en donde, en general, se observa una clara desventaja hacia la mujer. La misma educación sexual también es diferente para los hombres que para las mujeres. Todavía existen grupos en donde la presión social relacionada con la maternidad limita a la mujer en sus posibilidades de independencia, especialmente para aquellas mujeres que no comparten ese ideal. Por su parte, las opciones para los hombres se dirigen a la posibilidad de ser económicamente productivos, agresivos, determinados y responsables, ya que el hombre se enfrenta a un mundo de exigencias. De modo que si la situación económica lo permite, la mejor opción social para el hombre adulto será definitivamente el estudio y, de no ser así, el trabajo remunerado. Por otro lado, los hombres suelen involucrarse más en actividades físicamente agresivas y esto se relaciona, por ejemplo, con una mayor morbilidad por accidentes que para el caso de las mujeres. En el terreno sexual, no significa los mismo que un hombre haya tenido varias parejas sexuales a que lo mismo haya sucedido en la mujer; en los hombres la virginidad a finales de la juventud puede ser motivo de rechazo y burla y, por esto, suelen iniciarse con una trabajadora sexual para aprender, mientras que, en muchos medios, para las mujeres la virginidad aumentará su “valor”. El estereotipo marca y exige que las mujeres tienen la obligación primordial de la educación de los hijos y los hombres de la manutención, y ambos fallan como “hombre” o “mujer” si no cumplen con estas expectativas. Las mujeres no deben expresar sus deseos sexuales y los hombres deben satisfacerlas, las mujeres deben casarse ante un embarazo para preservar su dignidad y los hombres deben hacerlo para cumplir y hacerse cargo “como hombres”. La sexualidad impacta directamente en la salud y en la calidad de vida de los individuos, repercute en el desarrollo educativo, económico y socio cultural tanto para los hombres como para las mujeres. Y todos ellos al estar siendo presionados a actuar de formas no saludables, por pertenecer a uno u otro sexo, limitan o hasta pierden sus oportunidades de vida. Hombres y mujeres de cualquier edad tienen derechos sexuales, desean superarse, quieren tener una adecuada calidad de vida y la mayoría desea una familia e hijos, y su esperanza realmente es ser felices en este mundo, con amor, con comunicación y con respeto. Ambos desean crecer y poseen el potencial para hacerlo. En este ideal, los y las docentes pueden participar y deben hacerlo, ayudando así a formar sociedades más equitativas, saludables y constructivas. Terminación de la adolescencia La terminación de la adolescencia, se refleja también en la salud sexual de los jóvenes. Al respecto, el Consejo de Educación e Información sobre Sexualidad de Estados Unidos (SIECUS), ha integrado la siguiente serie de comportamientos para definir la madurez en el adulto sexualmente sano, que: SEXUALIDAD Y DESARROLLO Adolescencia tardía / juventud 85 COMPORTAMIENTO DE LA PERSONA ADULTA SEXUALMENTE SANA (SIECUS) Un individuo adulto sexualmente sano: Valora su propio cuerpo. Busca información sobre la reproducción según sea necesario. Afirma que el desarrollo del ser humano comprende el desarrollo sexual, el cual puede no incluir la reproducción o la experiencia sexual genital. Interactúa con ambos géneros de una manera respetuosa y adecuada. Afirma su orientación sexual y respeta la orientación sexual de los demás. Expresa su amor e intimidad en forma apropiada. Establece y mantiene relaciones significativas. Evita toda relación basada en la explotación y la manipulación. Toma decisiones con conocimiento de causa respecto a opciones de familia y estilos de vida. Muestra destrezas que mejoran las relaciones personales. Se identifica y vive de acuerdo con sus propios valores. Es responsable de sus propios actos. Practica una eficaz toma de decisiones. Se comunica de manera eficiente con su familia, sus compañeros y su pareja. Disfruta y expresa su sexualidad durante el transcurso de su vida. Expresa su sexualidad de manera congruente con sus propios valores. Es capaz de reconocer los comportamientos sexuales que realzan la vida y los que son perjudiciales para sí mismo o para los demás. Expresa su sexualidad a la vez que respeta los derechos de los demás. Busca información nueva que le permita mejorar su sexualidad. Utiliza métodos anticonceptivos de manera eficaz a fin de evitar embarazos no deseados. Evita el abuso sexual. Busca atención prenatal oportuna. Evita contraer o transferir infecciones de transmisión sexual, ente otras el VIH. Practica comportamientos que promueven la salud, tales como revisiones médicas regulares, autoexámenes de los testículos o de los senos, e identificación oportuna de posibles problemas. Muestra tolerancia hacia personas con diferentes valores y modos de vida sexuales. Ejerce sus responsabilidades democráticas con el objeto de tener influencia en la legislación relativa a los asuntos sexuales. Evalúa la repercusión de los mensajes familiares, culturales, religiosos, de los medios de comunicación y de la sociedad en los pensamientos, sentimientos, valores y comportamientos personales relacionados con la sexualidad. Promueve los derechos de todas las personas a tener acceso a una información fidedigna acerca de la sexualidad. Evita los comportamientos que conllevan prejuicio e intolerancia. Rechaza los estereotipos respecto de la sexualidad de las diversas poblaciones. La sexualidad ni termina ni se inicia en la adolescencia. Es un proceso continuo de construcción de significados y experiencias. Por eso, si bien el objetivo del presente Manual es que los y las docentes cuenten con información y herramientas confiables para educar a los y las adolescentes, se presenta a continuación un breve panorama de la sexualidad después de la adolescencia. MODULO 3 Una buena idea al educar en sexualidad es que los y las docentes reflexionen sobre sus propia sexualidad. No sólo los y las adolescentes tienen metas por lograr. 86 ¡Hablemos de educación y salud sexual! La sexualidad en la vida adulta temprana D La elección vocacional es una de las decisiones más importantes para los próximos años. En la actualidad cada vez más mujeres se involucran en el estudio y en actividades laborales, pero este ha sido un camino difícil de lograr. esde el final de la adolescencia hasta cuando los individuos ingresan a la mitad de su vida, alrededor de los cuarenta años, se considera como edad adulta temprana. Los adultos jóvenes se preparan ahora para construir las bases de su futuro de manera independiente, es una época de gran actividad en la que se eligen los rumbos de la vida y cómo andar en ellos. Se toman decisiones sobre múltiples aspectos. Ahora las metas son específicas y la base de la personalidad ha sido construida. No obstante, todos los factores del desarrollo continúan engendrando posibilidades de crecimiento. El género en la adultez temprana La identidad de género, en la que se define una idea clara de quién se es como mujer u hombre, qué roles se desean adoptar o construir, la forma de vestir y actuar de acuerdo al propio estilo de expresar la masculinidad y feminidad, la autoimagen y el grado en que ésta concuerda con la percepción interna de ser mujer u hombre, está claramente definida en la adultez. La autoimagen se ve favorecida con los cuerpos que suelen ser más fuertes, bien conformados y saludables y su consolidación depende más del propio ideal de cada hombre o mujer que del exterior. Se cuenta con mayor independencia y libertad de realizar acciones que comprometan los propios ideales. La elección vocacional es una de las decisiones más importantes para los próximos años. En la actualidad cada vez más mujeres se involucran en el estudio y en actividades laborales, pero este ha sido un camino difícil de lograr. Es de todos conocida la injustificada diferencia de oportunidades de trabajo y de remuneración económica entre hombres y mujeres. Aunado a esto, si la mujer desea desempeñarse en el ámbito laboral, tendrá que vivir un doble rol de madre y trabajadora. En este sentido es tarea de los y las docentes nuevamente el promover tratos justos y responsables dentro de la familia, las instituciones y la sociedad en general. El erotismo en la adultez temprana La mayoría de las personas adultas han tenido experiencias eróticas ya sea en soledad o en compañía. En su expresión saludable, las personas experimentan un crecimiento en su desarrollo erótico, con mayor capacidad de intimar, viven sin culpas o prejuicios la respuesta sexual humana, conocen su cuerpo y cómo siente, pueden hablar sobre las relaciones sexuales sin conflictos, hacer acuerdos y explicitar sus deseos. Comprenden la diferencia entre fantasía y realidad, son responsables del cuidado de su cuerpo y apoyan el cuidado de su pareja, pueden tener conductas autoeróticas y relaciones sexuales, utilizan una variedad de posiciones sexuales que identifican como preferidas, pueden pedir caricias específicas y negarse a las no deseadas y convierten al encuentro erótico en un momento de crecimiento personal. No todos los adultos tempranos viven la sexualidad en esta forma ideal. En esta etapa de la vida erótica pueden presentarse las disfunciones sexuales o disfunciones de la vida erótica, es decir, problemas relacionados con el deseo sexual, con la capacidad para excitarse y tener orgasmos, dolor durante las relaciones sexuales, imposibilidad de relajar la vagina para permitir una penetración o angustia extrema que dificulta el intento de la relación sexual. Si bien no siempre sucede así, la mayoría de estos problemas en los primeros años de la adultez tienen que ver más con factores psicológicos y de aprendizaje que con deficiencias fisiológicas o alteraciones anatómicas. La angustia y la depresión son trastornos frecuentes asociados a las disfunciones sexuales. En las mujeres, los síndromes más frecuentes son la dificultad para tener orgasmos y la disminución del deseo sexual. En los hombres, la dificultad para controlar la eyaculación y para lograr la erección. SEXUALIDAD Y DESARROLLO La sexualidad en la vida adulta temprana 87 Además, la edad más frecuente de consulta para los problemas sexuales se sitúa entre los 26 y los 40 años (Ortiz, Velazco, Rubio, 1999). Mientras más avanza la edad, la posibilidad de encontrar factores orgánicos en las disfunciones sexuales aumenta considerablemente. Los vínculos afectivos en la adultez temprana De acuerdo a Erikson la y el adulto jjoven están listos ppara fusionar su identidad con la identidad de otros. Se encuentran con disposición ón para establecer una relación cercana na e íntima con otra persona, y están n dispuestos a correr el riesgo de laa entrega temporal en situaciones de intensa exigencia emocional, como el acto sexual. Comparten la confianza y pueden regular ciclos de trabajo, procreación y recreación, realizar acciones en común con el fin de proteger a su familia o los intereses comunes. De esta manera la presencia de la unión comprometida en pareja es un elemento común de las mujeres y los hombres adultos. En nuestra cultura, las personas unen sus vidas principalmente por medio del matrimonio. La predicción en el éxito del matrimonio o la unión de parejaa tiene múltiples factores. Algunos os teóricos de la terapia familiar sugieren que la capacidad para comunicarse en la pareja es un elemento crucial para el desarrollo de la relación. Las parejas también pueden disolverse cuando no se presenta la evolución del enamoramiento hacia el amor. En la vida marital las personas empiezan realmente a darse cuenta de quién es su pareja, a verla de forma más real; en este proceso, el enamoramiento, que puede durar varios años, desaparece. Vendrá entonces una etapa de desilusión, seguida de conflicto y tensión. Si la pareja cuenta con suficientes recursos personales y afecto, llegarán a la etapa de negociación. Entonces aparece el amor adulto real, que se caracteriza porque la idealización inicial es substituida por un conocimiento real de la otra persona. Asimismo, el amor real requiere de una decisión consciente y racional. Sólo así puede esperarse que una relación de pareja constituya la base de un proyecto de vida a largo plazo. Según diversos autores, el amor real implica el conocimiento, cuidado y respeto de la persona amada, y la disposición para el crecimiento y disfrute de la individualidad de cada uno. Aunque es muy difícil desarrollar este estilo de amor, es deseable que cuando tenemos una relación de pareja nos esforcemos en ampliar nuestras capacidades psicológicas para poder amar en forma adulta y real. Los adultos se comprometen también en relaciones amistosas que demandan sacrificios y compromisos personales. La amistad sigue siendo siempre importante a lo largo de la vida. MODULO 3 En la vida marital las personas empiezan realmente a darse cuenta de quién es su pareja, a verla de forma más real; en este proceso, el enamoramiento, que puede durar varios años, desaparece para dar cabida al amor adulto real. 88 ¡Hablemos de educación y salud sexual! La reproductividad en la adultez temprana La temprana edad adulta representa el momento en el que la mayoría de las personas viven el nacimiento del primer hijo. El hecho de que la pareja pase de tener una relación íntima a incluir a otra persona, desvalida y dependiente de ellos, cambia sus vidas. Algunas parejas viven este evento como un ajuste deseable y se sienten mejor integradas y complementadas. Tanto el padre como la madre necesitan participar en el cuidado y la educación de sus hijos e hijas desde los primeros momentos. En general, en este momento de la vida las parejas incrementan el nivel de satisfacción matrimonial o de pareja con el nacimiento del primer bebé. Para otras los hijos representan una crisis que trastorna la relación. La respuesta dependerá en mucho de los acuerdos explícitos que haya realizado la pareja al respecto, la edad, la situación económica, el grado de planeación de la reproductividad, entre otros. Además de la inmensa alegría y el deleite que puede representar la llegada de una hija o un hijo, su cuidado exige una cantidad de energía y tiempo, idealmente, de ambos miembros de la pareja. En nuestra cultura, usualmente las mujeres se ven presionadas a detener su crecimiento profesional o laboral, pues la mayor responsabilidad en la crianza de los hijos sigue siendo de ellas. Los padres y madres que se prepararon para la paternidad y maternidad viven los cambios de hábitos y ajustes de la pareja con mayor tolerancia y disfrute que aquellos que no lo hicieron. Tanto hombres como mujeres deben intervenir en la educación de sus hijos y en las aportaciones económicas al respecto. Es necesario continuar la sensibilización de ambas partes de la pareja en la educación familiar, pues los hijos necesitan de ambas figuras de afecto y autoridad. Por otro lado, nuevos conflictos a resolver ocuparán el espacio de comunicación de la pareja, por ejemplo, la educación de la progenie en donde las habilidades de negociación de la pareja son determinantes para obtener soluciones o generar conflictos. Ambos miembros de la relación necesitan delimitar los espacios que dedicarán a la atención de los hijos y a la continuación del proceso de consolidación de la pareja, pues tienen el riesgo de volcarse hacia los hijos, y hacer de éstos el único sentido de su vida. La vida erótica e íntima puede declinar o hasta desaparecer, y los espacios en que no se habla de los hijos se vuelven inexistentes. En este sentido es primordial que las parejas (y como individuos), fomenten el respeto de sus espacios íntimos, desde cerrar la puerta de su habitación, hasta la planeación de actividades que puedan disfrutar para sí mismos de modo que la relación continúe y esté fortalecida cuando los hijos crezcan y se vayan. Hay personas que toman la decisión de no tener hijos. Inclinan su vida a actividades productivas y de distintos niveles de crecimiento y, a pesar de no tenerlos, pueden desarrollar sus capacidades creativas cuidando, educando, dirigiendo a otros y dando a los demás, al crear y realizar actividades de trascendencia personal, al ofrecer su ternura y cuidados y su energía a la construcción de otra variedad de proyectos de vida. Finalmente, es indispensable respetar y comprender la vivencia de hombres y mujeres homosexuales que han constituido una pareja estable, que desearían vivir la experiencia de la paternidad y no lo han logrado pues en nuestra sociedad es aún un proceso muy difícil de alcanzar. Ya que ellos también pueden ejercer su paternidad y maternidad con otros medios de trascendencia y tienen derecho a una paternidad y maternidad responsables como cualquier otro individuo. La sexualidad en la mitad de la vida E ntre los 40 y los 65 años los individuos atraviesan la vida media. Según Erikson, de generatividad en oposición al estancamiento. Generatividad entendida como la preocupación por establecer y guiar a la generación siguiente. Peck (en: Papalia, 1992), por su lado, propuso cuatro tipos de acuerdo psicológico para el ajuste en la mitad de vida: SEXUALIDAD Y DESARROLLO La sexualidad en la vida mitad de la vida 89 1. Valoración del conocimiento en oposición a la valoración del poder. 2. Socialización en oposición a la sexualización de las relaciones humanas. 3. Flexibilidad emocional en oposición al empobrecimiento emocional. 4. Flexibilidad mental en oposición a la rigidez mental. La mitad de la vida suele percibirse como lo mejor de la existencia en múltiples aspectos. No obstante, en nuestra cultura se subestima la importante, activa e intensa vivencia de la sexualidad especialmente después de los cincuenta años. Aunque es quizás una de las etapas de mayor calidad y profundidad al respecto. El género en la mitad de la vida Los y las personas adultas de mediana edad suelen tener una gran claridad respecto al significado de ser mujer u hombre. Sin embargo, muchos fenómenos que corresponden a esta etapa pueden conducir a un replanteamiento de la manera en que se ha vivido hasta ese momento. En la mitad de la vida las personas reconocen los cambios en su cuerpo, con arrugas, piel menos lisa y firme que en otras etapas, aparece en el espejo un cuerpo menos fuerte, que se cansa y tiene que ser considerado al elegir la frecuencia e intensidad de las actividades de esfuerzo físico. Hombres y mujeres de ciertas clases sociales suelen aumentar los cuidados de su cuerpo e imagen aunque con un sentido y objetivos distintos a aquellos de la juventud. La capacidad intelectual sigue desarrollándose , y pueden aprenderse con facilidad nuevas ideas y destrezas si así se desea. Cuando no se ha logrado valorar lo construido, buscarán cada vez con mayor insistencia no perder su juventud. El erotismo en la mitad de la vida La vida erótica en la vida media puede ser, para el caso de las parejas que dejaron a un lado su relación por dedicarse exclusivamente al cuidado de los hijos, rutinaria y ausente. O en forma ideal, el olvido de la prisa y la urgente necesidad de satisfacer y el decline de la necesidad de ser el o la mejor amante. Ahora hay mayor flexibilidad, deseos de intimar y compartir, sin temor a perderse o necesidad de controlar. La vida erótica se torna intensa, cuidadosa del otro o la otra, permite la propia satisfacción y cuida mas no exige la satisfacción del otro. Evidentemente, elementos como la diversidad, la búsqueda, la reconquista de la propia pareja y la fantasía siguen siendo importantes y necesarios para alimentar el encuentro erótico. Existen muchas falacias referentes al erotismo en esta etapa de la vida. Algunas de ellas relacionadas con la sexualidad femenina, asocian la menopausia al cese de la vida erótica. En realidad, puede ser todo lo contrario, además de la experiencia y el conocimiento del propio cuerpo y del encuentro con otra persona ahora la mujer puede tener una vida erótica sin preocupaciones sobre el embarazo y sin períodos menstruales. No obstante, quizá estos errores sean también promovidos por la frecuencia con que por efecto de la ausencia de estrógenos, la mujer puede presentar depresión, disminución del deseo sexual y dolor en las relaciones sexuales. Todos estos efectos pueden ser eliminados con un adecuado tratamiento. La mujer y el hombre de edad media tienen derecho a expresar sus deseos sexuales y experimentarlos tan libre y responsablemente como en otras edades. En el caso de los hombres suelen también haber ideas erróneas a este respecto. Es frecuente escuchar a hombres que se preocupan porque ya no tienen una segunda erección después de haber tenido relaciones sexuales, tan pronto como solía ocurrirles previamente. Incluso en que ahora tardan un poco más de tiempo en obtener una erección inicial o necesitan mayor estimulación para mantenerla. Esto es resultado normal de los cambios propios de la edad. Lo cual no significa que la satisfacción y el placer obtenidos tengan que disminuir. Algunos hombres tienen disminución en la MODULO 3 Ideas erróneas respecto a la sexualidad en la mitad de la vida sugieren el cese de la vida erótica. El y la docente deben desmitificar estas falacias. 90 ¡Hablemos de educación y salud sexual! producción de testosterona y esto puede disminuir su deseo sexual por lo que, cuando esto ha sido comprobado por medio de estudios de laboratorio, la atención de un endocrinólogo puede regular esta situación. Mientras más se acercan las personas a los 65 años, mayor es la probabilidad de presentar enfermedades como la hipertensión arterial o la diabetes que, entre otras, alteran notablemente la función sexual. Cuando los hijos se van, se espera el logro de la reafirmación de la pareja como tal, con un sentido propio independiente de los hijos y a su vez el mantenimiento de ligas familiares tanto de la familia nuclear como extendida. Para que esto suceda, es necesario que la pareja haya cuidado sus propios espacios y crecimiento en épocas anteriores. La vinculación afectiva en la mitad de la vida Según Macías (1994), las familias de los adultos de la mitad de la vida atraviesan varias etapas. Mientras los hijos se convierten en adultos, su tarea consiste en lograr un equilibrio entre libertad y responsabilidad y el establecimiento de cuidados de la pareja. Posteriormente, atravesarán el período de preparación de la separación de los hijos, cuando éstos maduran y construyen sus propias familias, hasta llegar al período del “nido vacío” en el que se espera el logro de la reafirmación de la pareja como tal, con un sentido propio independiente de los hijos y a su vez el mantenimiento de ligas familiares tanto de la familia nuclear como extendida. Para algunos individuos es un momento de libertad, de cese de presiones y responsabilidades. Ahora pueden hacer juntos actividades que habían esperado compartir, emprender o terminar. La pareja se replantea su futuro como tal, ambos satisfechos de sus labores realizadas en la educación de los hijos, con independencia y mejor sustento económico que en otras etapas. Sin embargo, la separación de los hijos puede también hacer obvia la ausencia de relación de pareja y entonces precipitar una separación que no se había dado precisamente por la presencia de aquéllos. El divorcio es un proceso complejo que claramente puede darse en otras etapas de las relaciones de pareja o familias. Macías, señala que en estos casos es necesario propiciar formas para liberarse del pasado, tanto de los rencores como de las culpas, que si no son resueltos concluirán en la separación real, y enfatizar en un enfoque hacia el futuro y la reparación. En nuestra cultura las mujeres separadas o divorciadas son también estigmatizadas, incluso los hijos pueden expresar abiertamente el rechazo a que éstas reanuden su vida de pareja con otra persona. Hombres y mujeres son libres de buscar e intentar relacionarse en forma saludable y reconstruir su vida amorosa. Las amistades siguen siendo importantes en esta edad. Pérdidas de amistades y parientes por la muerte de los mismos aceleran el temor a quedarse solos o a perder a su pareja y a la vez se preparan para la aceptación de la muerte como inevitable. La reproductividad en la mitad de la vida La vida media representa para la mujer el cese de su capacidad de reproducirse, sin embargo los hombres continúan su capacidad de fertilizar. Ahora las capacidades de paternaje y maternaje son expresadas en la creación y otros medios de trascendencia. No obstante, en nuestra cultura es frecuente que la ahora “abuela” se ocupe de ayudar en el cuidado de sus nietos. Esto puede ser vivido con alivio para aquellas personas solitarias y sin actividades organizadas para el resto de su vida, casi como una segunda oportunidad. Los abuelos suelen dar y expresar a sus nietos afectos y experiencias que antes no pudieron por tener otras ocupaciones u otras responsabilidades con sus hijos, además de mantenerse en contacto constante con la familia y de alguna forma recibir más atención y compañía. En otras ocasiones se vive de forma desagradable cuando la cantidad de tiempo y cuidados dedicados al menor son prácticamente iguales a como fue con sus hijos, e impide el desarrollo de otras actividades que esperaban hacer en el resto de la vida. SEXUALIDAD Y DESARROLLO La sexualidad en la tercera edad 91 La sexualidad en la tercera edad* L a tercera edad es un período normal del desarrollo, y como tal presenta satisfacciones y conflictos. Quizá los mayores problemas que muestra este grupo de edad son las desventajas económicas y políticas que consideran su participación en forma limitada. A diferencia de otras culturas, en las que los ancianos son considerados sabios y son incluidos en importantes actividades, en nuestra cultura es una población frecuentemente discriminada y devaluada. Tales actitudes son observables tanto en menores como en adultos como un ciclo difícil de romper. Seguramente este factor contribuye a que las personas de la tercera edad limiten también su sexualidad. El envejecimiento saludable es posible. Según la teoría de la actividad, mientras más activas permanezcan las personas, más satisfactoriamente envejecerán. Sin embargo, estas actividades son producto de una reconstrucción social en donde las personas mayores dejan de valorarse específicamente por su nivel de productividad, adoptando valores más humanos al evaluarse y sustituir este valor por el reconocimiento del saber, del compartir, del tolerar y sentir. Los valores humanos incluyen el considerar que la sexualidad se manifiesta desde la vida prenatal hasta la muerte. La sexualidad de las personas ancianas debe ser respetada y valorada como en cada edad anterior. El género en la tercera edad De acuerdo a Erikson, las personas ancianas atraviesan ya sea por un período de integración o de desesperación. La integración constituye la culminación triunfante de otras crisis de la vida. Implica el amor y la aceptación de la vida que se ha vivido sin pesares por lo que pudo haber sido o por lo que debería haberse hecho en forma distinta. Implica la aceptación de los propios progenitores como personas que hicieron lo mejor que pudieron, haciéndose merecedores de nuestro amor, y la aceptación de la cercanía de la propia muerte como fin inevitable de la existencia. Quien no logra esta integración se encuentra desesperado por el corto tiempo que le queda como para intentar comenzar otra vida y buscar caminos alternativos hacia la integración. De igual forma, esta integración contempla la autoimagen, los roles que como hombre o mujer cumplen en la actualidad, con sus limitantes y satisfacciones, y el cuidado y la aceptación de un cuerpo posiblemente enfermo y con menor habilidad que en otras épocas de la vida. El bienestar del cuerpo ya no es el eje de la felicidad de la vida, ahora lo son la relación con los otros y las actividades que no los lleven a depender en extremo de la salud. Cuando hombres y mujeres han vivido los roles estereotipados de género, encuentran desventajas en esta etapa de la vida. Muchos ancianos son pobres por primera vez en su vida, pues su rendimiento corporal no les permite seguir trabajando como lo hacían anteriormente. Por su parte, las mujeres incrementan aún más su dependencia y continúan con las labores domésticas diarias, cuidando de sus nietos en una tarea interminable y cada vez más difícil de realizar. El erotismo en la tercera edad Durante la senectud, el erotismo continúa desempeñando un papel importante. El envejecimiento produce algunos cambios en la sexualidad como una mayor lentitud y menor intensidad en la respuesta sexual. Estos cambios no impiden que la vida erótica se manifieste, aunque la actitud de la persona añosa contribuye notoriamente a una posición activa o no ante este elemento de la sexualidad. * Actualmente también se utiliza el término “adultos mayores” para denominar a esta etapa de la vida. MODULO 3 El envejecimiento saludable es posible y en esta posibilidad están incluidas las dimensiones de la sexualidad. Es necesario el reconocimiento de la sexualidad como un derecho de las personas de la tercera edad. 92 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Las actividades sexuales disminuyen en frecuencia y cantidad al paso de los años. Se ha encontrado (Krassoievitch, 1994), que alrededor del 30% de las personas de la tercera edad conservan una actividad sexual regular y en la mayoría persiste el interés sexual. Una dificultad frecuente para ellos es la ausencia de una pareja sexual. Mas cuando existe, no es el patrón joven y adulto de relaciones sexuales el que se pretende, sino que cobra mayor importancia la cercanía e intimidad corporal en el encuentro con la otra persona. Por razones naturales la respuesta sexual en hombres y mujeres ancianos cambia. No obstante, la intensidad del encuentro íntimo puede tener una excelente calidad que quizá algunos jóvenes y adultos desearían lograr. Para el hombre, disminuyen las respuestas como la erección del pezón, hay un menor enrojecimiento facial y una menor contracción muscular, los testículos se elevan menos que en edades anteriores, la erección requiere de más tiempo y estimulación para lograrse y es frecuente la disminución de la misma antes de la eyaculación, especialmente si el acto sexual es tardado. En general la erección puede durar en promedio 7 minutos, y el máximo momento de erección se presenta justo antes de la eyaculación. A su vez, ésta emerge con menor fuerza seguida de una rápida flacidez del pene. Para la mujer, la hinchazón de senos, pezones y enrojecimiento de algunas partes del cuerpo va disminuyendo. Por efecto de los cambios hormonales, las paredes de la vagina se adelgazan por lo que algunas posiciones ocasionan irritación. La vulva y la vagina tienen cada vez menor elasticidad. Se disminuye también el número e intensidad de las contracciones vaginales al momento del orgasmo. Es claro que aunque más avance en edad la persona anciana no hay razón alguna para eliminar la vida erótica, como una dimensión deseable y asequible. Además, las personas de la tercera edad podrían haber aprendido ampliamente sobre su sexualidad y pueden incorporar diferentes alternativas de caricias y nuevos acercamientos altamente satisfactorios que de hecho son recomendables en las dos etapas anteriores. Los vínculos afectivos en la tercera edad La pareja en la vejez tiene varias tareas a realizar (Zumaya, 1994): el afrontamiento de las pérdidas probablemente de la pareja, de amigos y parientes, el cierre del hogar familiar o la adaptación de este hogar a la vejez y al retiro. Con la prolongación de la esperanza de vida, también se ha extendido la expectativa matrimonial para aquellas parejas que logran mantenerse. Muchas parejas que forman parte de relaciones con problemas, han logrado superar sus diferencias y obtener una relación mutuamente satisfactoria. Uno de los elementos más valorados en esta edad es en sí la compañía y la posibilidad de expresar abiertamente su propia compañía. El amor, el respeto y el compartir intereses comunes parecen ser elementos necesarios para la continuación de la relación de pareja. No obstante, muchos hombres y mujeres no logran esta integración final por el hecho de que alguno de los miembros de la pareja fallece. La pérdida de la pareja puede relacionarse con una soledad intensa y con depresión, especialmente en aquellos ancianos que no tienen cercanía con otros familiares. Para este momento, el grado en que la vida tenga sentido propio por diversos proyectos y actividades a realizar es un factor que influirá notoriamente en el ajuste a las pérdidas. El SEXUALIDAD Y DESARROLLO La sexualidad en la tercera edad 93 matrimonio en la tercera edad suele ser un factor positivo. Algunos estudios han encontrado que el matrimonio en esta etapa de la vida da a los hombres la percepción de compañía y a las mujeres mayor seguridad. No obstante, las mujeres suelen tener mayor dificultad para encontrar en esta edad una pareja afectiva y sexual. En estos momentos, las nuevas y antiguas amistades son fuente de compañía, comprensión, empatía y desarrollo. También la enfermedad de uno o ambos miembros de la pareja puede afectar el estado de ánimo de ambos y repercutir en la satisfacción y bienestar general. Pero fuentes alternativas de convivencia social suelen aportar elementos positivos a cómo se vive esta etapa de la vida. Frecuentemente podemos observar cómo algunos grupos de ancianos animados y con deseo de seguir descubriendo y aprendiendo de la vida organizan excursiones y visitas culturales disfrutando al máximo la experiencia. La familia vuelve a ser como en la infancia una fuente principal de bienestar y sobrevivencia, tanto desde lo afectivo como en la aportación o supervisión de la satisfacción de las necesidades básicas, éstas últimas especialmente con ancianos gravemente enfermos. Algunos autores consideran la actitud de la sociedad en general el principal problema de la tercera edad, especialmente en aquellas culturas donde se minimiza a los ancianos, y se ignora la gran riqueza que estas personas tienen para brindar a los más jóvenes. La reproductividad en la tercera edad Si bien la capacidad biológica de reproducirse ha terminado desde la etapa anterior. Ahora los abuelos expresan sus cuidados, ternura, consejos y hasta regaños a sus nietos e hijos. La medida en que trascenderán será determinada tanto por su descendencia como por sus acciones e intervenciones en la vida social. Los ancianos suelen necesitar dar y recibir. En esta etapa de la vida pareciera que los papeles se hubieran invertido y algunas funciones elementales de cuidado se espera que vengan ahora de parte de los hijos. En general en esta etapa hay una mejor relación con ellos aunque en gran parte ésta depende de la dinámica familiar que antecedió. Como podemos apreciar, los y las docentes tienen, por su formación profesional, por su lugar en la comunidad, por la confianza que depositamos en ellos, por sus habilidades y por la responsabilidad de promover los derechos humanos, una larga tarea por realizar respecto a la educación sexual: en cada grado escolar, en cada ciclo escolar, en cada aula y ante cada niño o niña, hombre o mujer, que MODULO 3 La familia saludable es durante toda la vida una fuente importante de apoyo emocional, seguridad y estabilidad. 94 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Referencias bibliográficas intenta obtener recursos para aprender a vivir. Alastair, S. (1998). ¿Cómo se hacen los niños?, Gran Bretaña: Usborne Publishing Ltd. Buvinic, M., A. Morrison y M. Shifter (1999). La violencia en América Latina y el Caribe: un marco de referencia para la acción.-Washington: Banco Interamericano de Desarrollo. 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II.-México: Miguel Ángel Porrúa-CONAPO. MODULO 3 95 96 ¡Hablemos de educación y salud sexual! G Notas 4 Sexualidad y género ¡HABLEMOS DE EDUCACION Y SALUD SEXUAL! SEXUALIDAD Y GENERO Sexualidad y género 4 ? O bj e t i v o s Las y los docentes: Contarán con herramientas para contribuir al logro del Objetivo de Desarrollo del Milenio No 3. Promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer. Identificarán oportunidades para aplicar la dimensión del género en su trabajo cotidiano. Introducción Preguntas que se hacen con frecuencia ¿Qué es el género? Es un sistema o red de creencias, actitudes, valores, formas de comportamiento y maneras de ver al mundo que se aprenden desde el nacimiento, a través de la familia y en general de la sociedad, y que son diferentes de acuerdo con la “etiqueta” que se nos ponga al nacer: de hombre o mujer. En casi todas las sociedades se les da diferente valoración a los hombres y a las mujeres, siendo, por lo general, éstas devaluadas y aquéllos sobrevaluados. Esto hace que las relaciones entre los hombres y las mujeres no sean equitativas, que se vean envueltas por las manifestaciones de poder y se expresen múltiples desigualdades en todos los ámbitos de la vida. ¿Qué instituciones sociales intervienen en la construcción del género? Las instituciones sociales a través de las cuales se aprende el género son múltiples: la familia, la escuela, las Iglesias, los medios masivos de comunicación, por mencionar sólo algunas. La familia juega un papel central en el aprendizaje de género. También en la escuela se dan múltiples procesos propiciados por los docentes que contribuyen a la construcción de la identidad genérica. ¿Qué es una perspectiva de género? Es tomar conciencia de las diferencias que tienen los hombres y las mujeres, en lo social, lo político y lo educativo, así como en sus concepciones del mundo y la vida; observar cómo las políticas o los programas tienen efectos diferentes sobre los hombres y las mujeres, y que esta visión se refleje e integre en todos los ámbitos profesionales, académicos y personales de la vida cotidiana. ¿Cómo se integra la perspectiva de género a la práctica cotidiana en la educación? Es importante que los profesionales de la educación tomen en cuenta las diferencias genéricas para la realización de todas sus tareas. Evitando el sexismo dentro y fuera del aula, dando igualdad de oportunidades a niñas y niños en la participación en las clases, ceremonias y juegos. MODULO 4 99 100 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Desarrollo temático Entender la categoría de género L a irrupción del género es relativamente nueva, a pesar de que se oye hablar mucho de este término resulta todavía confuso para muchas personas. Es necesario aclarar el concepto, ya que en nuestro idioma tiene varias acepciones y se presta a confusión. En los últimos veinte años el término “género” ha sido usado frecuentemente por el movimiento de mujeres, inv investigadores e incluso políticos, y uno de los problemas del concepto es que se ha utilizado co como sinónimo de “mujeres”. En ocasiones, cuando se habla de políticas estatales que tienen qu que ver con incluir a las mujeres se hace referencia a “perspectiva de género”; sin embargo, la eexpresión es mucho más amplia, no solamente se refiere a las mujeres sino también a los hhombres. o Es conveniente diferenciar sexo de género. El concepto de sexo durante mucho tiempo consideró a las características biológicas (del varón o la mujer) como el relativo al comportamiento masculino o femenino. Hoy se entiende el término “sexo” como referente de los componentes biológicos de mujer o varón, que todo individuo tiene al nacer, y “género” como los aspectos psicológicos, sociales y culturales que cada sociedad asigna ppara la feminidad y la masculinidad. Como lo señala la O Organización Panamericana de la Salud (2000) “el sexo se rrefiere al conjunto de características biológicas que definen el eespectro de los seres humanos como hembras y machos”. El sexo tiene que ver con las características biológicas del hombre y la mujer, y el género con los aspectos psicológicos y socioculturales asociados a la masculinidad y la feminidad. El concepto de género tiene una historia reciente; ha sido gracias a alg algunos estudios pioneros de la antropología y la sexología que se com comprendió mejor la acción que ejerce la sociedad en el comp comportamiento y la vida de los seres humanos. Por ejemplo, las investigaciones comparativas entre adolescentes de las Islas de los Mares del Sur y de Estados Unidos que realizó la antropóloga Margaret Mead a mediados del siglo XX, revelaron que es la sociedad la que enseñaa te a sus miembros a comportarse como hombres y mujeres y que este comportamiento cambia de acuerdo con la época y el lugar en que se vive. El género no es algo natural, no nacemos con él. El género es una característica socialmente construida; esto quiere decir que la acción de la sociedad es definitiva para el aprendizaje y desarrollo de los seres humanos. Las definiciones del concepto de género varían de acuerdo con las diferentes ciencias y corrientes teóricas que las acuñan; no obstante, todas están de acuerdo en que el género se construye socialmente a partir del nacimiento del individuo, aunque algunos investigadores plantean que el género se inicia desde el desarrollo prenatal. La división genérica incluye elementos psicológicos, sociales y culturales que cambian según las épocas y lugares, lo que le da una gran mutabilidad. Durante los últimos años el concepto de género ha avanzado al grado de convertirse en una herramienta teórica de análisis social; así por ejemplo, ha servido para que las estadísticas se presenten segregando los datos por sexo, lo que antes no se realizaba. También ha permitido observar cómo el lenguaje aparentemente inclusivo de hombres y mujeres (al decir “los hombres”) en realidad excluye a éstas. Es, por lo tanto, un concepto que permite explicar las diferencias y desigualdades entre las mujeres y los hombres. SEXUALIDAD Y GENERO La construcción social del género 101 Este nuevo concepto se ha nutrido de ciencias como la sexología, la psicología y la antropología, aunque también el movimiento de liberación de las mujeres (feminismo) ha sido fundamental para buscar la explicación sobre las diferencias entre los géneros al lograr sacar a la luz pública un problema social que en la época de los años sesenta hizo crisis: la subordinación de las mujeres. El concepto de género es un concepto complejo que se relaciona con otros conceptos y por ello se dice que es relacional; esto quiere decir que para el análisis social se tienen que tomar en cuenta factores como la clase social, la etnia, o el grupo de edad, para obtener una idea aproximadamente integral de la conformación de un individuo y de sus relaciones sociales. Como ejemplo de cómo se relacionan el género y la clase social, las primeras investigaciones, realizadas en 1972 por Ann Oakley (1972), registraron que los niños y niñas de la clase obrera americana aprendían antes los papeles de género que las niñas de clase media. También su estudio señaló que la clase obrera tenía concepciones sobre el género más rígidas y estereotipadas que la clase media, que permitían mayor libertad a las mujeres para acoplarse a sus papeles de género. El conocimiento acerca del origen de las desigualdades no garantiza que se lleven a cabo acciones para evitarlas. Para entender realmente cómo se originan y qué efecto tienen sobre la vida de los individuos se utiliza la denominada perspectiva de género, que puede definirse como la inclusión en todos los ámbitos de la vida (por ejemplo, los académicos, los políticos, los religiosos, etc.) de una visión que toma en cuenta las características específicas que tiene el género y cómo éste se expresa en la sociedad y en la historia. Esta óptica permite proponer opciones de equidad en las relaciones entre los géneros. Sin embargo, mucho de lo que se ha dicho sobre la categoría de género carece de líneas de acción o propuestas organizativas basadas en la comunidad; es decir, no se pasa automáticamente de la reflexión a la acción. La construcción social del género E n todas las sociedades existen instituciones y mecanismos a través de los cuales se trasmite la cultura (Riquer, 2000). Este proceso de socialización abarca muchos elementos como son el lenguaje, la cosmovisión, las reglas morales, las religiones y el género, por mencionar algunos de ellos. Las relaciones de género son determinantes en la vida de los individuos, y es por ello que se plantea que son “un componente esencial en la trama sociocultural de una sociedad. Desde una edad muy temprana se socializa a los niños y las niñas para que adopten los ideales concretos de la masculinidad y la feminidad” (Anderson et al., 2002). Desde el momento del nacimiento en que inicia un proceso de socialización, a todos los seres humanos se les asigna uno u otro género. Esta asignación genérica es realizada por el médico, la partera o la familia a través de la observación de los órganos sexuales externos. Así, a partir de una característica biológica se define una característica cultural que afectará a la persona durante el resto de la vida, ya que a partir de ahí comienza un trato diferencial y a través de éste el aprendizaje de género. Se puede decir que el género es la primera asignación en la vida que determina muchos otros aspectos de la existencia de los individuos, como son la identidad genérica, los papeles de género, la orientación hacia el trabajo y otras más. Como se ha mencionado con anterioridad la familia es para los seres humanos la primera fuente de aprendizaje, de modo que una vez que se ha dado la asignación genérica, el trato de la familia con el recién nacido tomará características propias para el género asignado. Estas características corresponden a las pautas que la sociedad ha marcado para el comportamiento de hombre o mujer, y se las llama roles o papeles de género, aunque también se las conoce como papeles o roles sexuales; así, por ejemplo, en la mayor parte de las sociedades occidentales, si la recién nacida es niña se le pondrá ropita de color rosa y se le hablará con dulzura; la bebé será cargada con suavidad y le corresponderá un nombre catalogado como femenino. En cambio si es varón usará ropa de color azul, se le hablará en un tono más categórico, se mencionará que es fuerte y su nombre será MODULO 4 Reconocer la inequidad de género no es suficiente para evitarlas. Es necesario además tener una perspectiva global de la vida de las mujeres y los hombres. 102 ¡Hablemos de educación y salud sexual! masculino. En estas sociedades se caracteriza generalmente a las mujeres como personas débiles, dependientes y pasivas, en tanto que algunas de las particularidades asignadas a los hombres son la fortaleza, la agresividad y la actividad. Ambos bebés, niño y niña, aprenderán también la valoración desigual que la sociedad confiere a los géneros: lo masculino altamente valorado y lo femenino devaluado. Incluso esta diferencia de valor, como muchas otras asociadas al género, quedarán registradas como algo natural y exclusivo de la diferencia sexual y casi nunca reconocidas como una construcción social. Las formas en que son transmitidos los valores de género son tanto conscientes como inconscientes. El lenguaje, las acciones de la vida cotidiana, la ropa, el trabajo, las relaciones familiares, les dan a las niñas y los niños los elementos para comportarse de acuerdo con el género asignado y para elaborar su autoimagen.Si la valoración que se da a los géneros es desigual, en el caso de ser mujer se crece también con una autoimagen devaluada. Todos y todas participamos en la construcción del género infantil y adolescente ya sea de manera consciente o no. El género se construye a través de los juegos, los cuentos infantiles y los juguetes, así como de todo aquello que rodea a los pequeños. El análisis de cuentos infantiles deja ver que en muchas de las historias clásicas los personajes femeninos que son el estereotipo de la bondad, son pasivos y sin iniciativa evidente, en cambio los personajes masculinos son activos, agresivos y propositivos; además de que a las mujeres se les plantea el matrimonio como el objetivo final en la vida. Así tenemos, por ejemplo, los conocidos cuentos de Blanca Nieves, La Cenicienta y La Bella Durmiente, donde los personajes centrales son mujeres jóvenes que se encuentran en problemas, pero finalmente todas son rescatadas por un “príncipe” que decide casarse con ellas y resuelve todos los conflictos de éstas. No casualmente, los tres cuentos terminan con la conocida frase “se casaron y fueron felices para siempre”. En este sentido, es notable el esfuerzo que se está realizando en muchos países, incluyendo los latinoamericanos, para modificar la literatura infantil con el objeto de incidir y transformar las relaciones desiguales de género. Elementos sociales que intervienen en la construcción del género La familia Durante toda la niñez y la adolescencia la familia tendrá un papel preponderante en la enseñanza del género, aunque no sólo a través de las observaciones y el trato directo con los familiares; también las niñas y los niños por su parte aprenden a través de la observación de las relaciones de género que desarrollan los adultos entre sí. Estas relaciones pueden ser más o menos equitativas y se expresan en diferentes formas de la vida cotidiana ante la presencia de los pequeños. Un ejemplo es la división del trabajo entre la madre y el padre; si el padre comparte o no el cuidado de los hijos o realiza algunas tareas del hogar; si la madre se dedica exclusivamente al trabajo de la casa o si trabaja afuera y además realiza ella sola cuando regresa el trabajo doméstico. Las responsabilidades que se dan a los hijos también son importantes; si las hijas sirven la mesa a sus hermanos varones, si sólo ellas ayudan con el trabajo doméstico o si éste es repartido entre todos los miembros de la familia en forma equitativa. SEXUALIDAD Y GENERO La construcción social del género 103 Las libertades que tienen unos y otras para salir con amigos o fiestas es otro punto de desigualdad; se considera que los hombres sólo por el hecho de serlo deben tener más libertad para salir y aprender así su papel en el mundo, de igual forma que el lugar de las mujeres es la casa ya que afuera corren peligro. En algunos sectores de la población hasta la alimentación es diferente para hombres y mujeres; las madres e hijas llegan a tener grados de desnutrición mayores pues la “mejor comida” es cedida a los hombres, bajo el argumento de que la necesitan “porque ellos trabajan” o “serán el pilar de una familia”. Otro aspecto importante se da en la toma de decisiones en el interior de la familia; si las decisiones importantes que afectan a todos los miembros de la familia son tomadas sólo por el padre o si éstas son discutidas y analizadas por ambos, el padre y la madre, tomando en cuenta a los demás miembros de la familia. La escuela La escuela es otra de las instituciones a través de las cuales se forma y se consolida el aprendizaje del género; tanto los conocimientos que se adquieren en las aulas como en la interacción entre la profesora y el profesor, con los alumnos y éstos entre sí, llevan el sello social del género. Esta transmisión de conocimientos se da en muchos casos de forma no planeada, inconsciente; podemos encontrarlos de manera implícita en los juegos y rondas de los preescolares, en las actividades propuestas por los libros de texto, en los comentarios de maestros y de maestras, en las labores asignadas a niños y niñas. Se llega al extremo de que objetos escolares como los lápices, los estuches, los cuadernos etc., sean catalogados como de niña o de niño de acuerdo con sus ilustraciones, formas y colores. En estudios realizados en Europa y Estados Unidos y otros, más escasos, en América Latina, se ha comprobado que los docentes tratan de manera diferencial a chicos y chicas; en general los profesores o profesoras prefieren a las “niñas modelo” porque son más pasivas, obedientes, tranquilas y no generan problemas en el salón de clases. Esto hace que las alumnas que tienen dicho comportamiento obtengan mejores calificaciones; no obstante, a largo plazo es más perjudicial ya que las chicas ponen mayor atención en agradar a su maestra o maestro y obtener buenas calificaciones que en adquirir conocimientos, lo que se vuelve secundario. De igual manera, a quienes no son tan estudiosas, pero tienen actitudes sensatas y tranquilas, el profesional docente las sigue apreciando. De estas actitudes las muchachas sacan en conclusión que el éxito no es primordial en la vida y que el fracaso en este caso en la escuela no lleva al rechazo. En el caso de los varones, los maestros tienen más expectativas y les brindan mayor apoyo; a los muchachos brillantes los prefieren por sobre todos los alumnos; en cambio aquellos que tienen bajo rendimiento son considerados en el más bajo nivel. Como ejemplos de algunos de estos hallazgos tenemos que maestros y maestras de educación básica tratan de manera diferente a niños y a niñas. Dentro de esta diferencia puede destacarse que las maestras, en concreto, prestan más atención a los niños que a las niñas; disciplinan de manera distinta a unos y a otras, y en la interacción con el grupo ponen en juego estereotipos de género referidos a las características tanto intelectuales como emocionales de cada sexo. Profesoras y profesores, se siguen refiriendo al grupo con el término genérico de “niños” (Riquer, 2000). MODULO 4 Es necesario que los y las docentes observen detenidamente sus actitudes ante los grupos y busquen detectar si se están reforzando roles inequitativos de género. 104 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Los medios masivos de comunicación Los medios de comunicación son poderosos transmisores de información. Los y las docentes pueden incluir en sus programas el análisis de los mismos de manera que los mensajes saludables sean incorporados y aquellos basados en errores de información sean descartados. Los medios masivos de comunicación tienen un papel preponderante en la transmisión y conformación de valores de género, principalmente la televisión, que a través de su mayor impacto y alcance contribuye a mantener la división de género, ya que un porcentaje muy alto de la población tiene acceso a ella. Es bien sabido que desde edades muy tempranas los niños son asiduos espectadores. La programación que se transmite por la televisión, desde los comerciales, las películas, los dibujos animados, las telenovelas, los concursos en general, etc., llevan el mensaje de la sociedad para mantener y fomentar los papeles de género. También la prensa escrita y sobre todo las revistas tienen una gran importancia en la transmisión del género; existen para todas las edades, para hombres, mujeres, para jóvenes, incluso para niños y niñas; también las hay para los diversos sectores sociales y algunas son leídas por mujeres de diferentes estratos sociales y edades como las fotonovelas y las novelas rosas; algunas dan consejos de cómo conquistar al sexo opuesto, consejos de belleza para las mujeres y chismes de los artistas de moda. A través de estos consejos las jóvenes moldean su identidad de género, se identifican con los artistas de moda y tratan de cumplir con el estereotipo que manejan estas revistas. También hay una gran variedad de revistas específicas para los hombres, entre las que se encuentran las de físicoculturismo, política, deportes, autos y las pornográficas. actores so os f Medios ciales r t O Escuela Familia Género Diversas instituciones sociales influyen en la construcción del género. Construcción del género en la sociedad latinoamericana. El caso de México. Visión histórica Los antecedentes prehispánicos La América precolombina estaba poblada por una gran variedad de culturas, desde los complejos mayas, incas y aztecas hasta los grupos menos desarrollados como las tribus nómadas de los más diversos puntos de la vasta geografía de estas regiones. La mayoría de estos pueblos (los grupos amazónicos, los belicosos pueblos caribeños y muchos otros) se habían organizado desde sus más remotos orígenes con base en la división sexual del trabajo; esto quiere decir que los hombres realizaban una serie de tareas como cazar, sembrar (aunque se ha demostrado que las descubridoras de la agricultura fueron las mujeres), defender al grupo de los posibles agresores, etc. Por otra parte las mujeres se encargaban de cuidar a los hijos, producir alfarería, preparar los alimentos, hilar y tejer entre otras. Estas actividades podían tener alguna variante de sociedad a sociedad, pero lo importante es la generalización de la división sexual y que ambas labores eran indispensables para la supervivencia de la comunidad. Sin embargo, la relación entre los hombres y mujeres no era equitativa en la mayor parte de las sociedades. Por lo general estas culturas daban mayor valor a lo masculino y devaluaban lo SEXUALIDAD Y GENERO Construcción del género en la sociedad Latinoamericana 105 femenino; el poder político-social estaba en manos de los hombres, por ello se dice que estas sociedades eran patriarcales. En el caso de México, en la región conocida como Mesoamérica se concentraron culturas muy complejas. Una de las características importantes de la región es que todas las culturas compartían rasgos comunes; eran sociedades con una organización social complicada que también habían partido de la división sexual del trabajo, por lo cual la primera diferencia, aunque no era la única entre los miembros de éstas, era la diferencia genérica. Pero debe reconocerse que existían otras disparidades, como estratos sociales, grupos de edad, etc., que le ofrecían al individuo posibilidad de ascenso o descenso social, aunque la diferencia genérica no podía cambiar. La sociedad mexica es la mejor conocida, ya que a la llegada de los españoles era el pueblo que dominaba toda la meseta central de México. Con ellos fue la confrontación principal de la conquista y también sobre quienes más escribieron los conquistadores: soldados y clérigos. Para los aztecas la división sexual del trabajo fue la base de su organización, con una estructura patriarcal y una división genérica muy rígida y desigual para las mujeres. Hombres y mujeres realizaban sus actividades de manera separada; los niños y las niñas eran criados juntos por sus madres hasta una corta edad, después los niños eran incorporados por el padre a las labores agrícolas o al oficio al cual éste se dedicaba. Cuando los varones cumplían entre 10 y 15 años, tenían ya la edad propicia para asistir al temploescuela para guerreros del calpulli (barrio) en el caso de los macehuales (gente común, del pueblo) o a la escuela para administradores o sacerdotes en el caso de los pillis (nobles). Las niñas eran enseñadas por la madre a realizar las tareas propias del hogar: tejer, hilar, preparar alimentos, realizar la limpieza, entre otras. También aprendían algunos oficios familiares como la orfebrería o el arte plumario, muy apreciado por estos pueblos. Las escuelas, tanto para la nobleza como para el pueblo, eran generalmente para los hombres; las mujeres acudían al templo-escuela solamente en el caso de haber sido prometidas a los dioses en el momento de su nacimiento. Estas jóvenes ingresaban al templo entre los 11 y 15 años; eran cuidadas por mujeres mayores conocidas como amas, la vida en el templo resultaba difícil ya que la disciplina era muy rígida, cualquier falta era castigada muy duramente. Su trabajo consistía en preparar alimentos, hilar y tejer mantas y ropa para los dioses y sacerdotes, mantener limpios los templos y evitar que el fuego de los incensarios se apagase. Se levantaban cuando aún no había amanecido y se acostaban ya entrada la noche. Aprendían a orar y llevar una vida de silencio y recogimiento. Aunque para los hombres la disciplina no era muy diferente, la escuela de guerreros ofrecía la posibilidad de ascenso social: riqueza, honor y mujeres. Aquí los jóvenes aprendían el oficio de la guerra, el servicio público y la instrucción religiosa. Los jóvenes de uno u otro sexo no tenían casi contacto unos con otros. A las mujeres se les recomendaba no hablar con extraños, ni siquiera mirarlos. Las jóvenes nobles salían a la calle acompañadas de las amas, quienes se encargaban de cuidarlas. MODULO 4 En diversas sociedades de Latinoamérica podemos encontrar diferencias en las actividades, trato y derechos de los hombres y las mujeres. Es importante reconocer nuestra historia para comprender sus consecuencias en las relaciones actuales entre hombres y mujeres. 106 ¡Hablemos de educación y salud sexual! La sexualidad era controlada a través de las leyes, la religión, y las costumbres morales; la virginidad y la abstención sexual prematrimonial eran exigidas a los jóvenes, tanto hombres como mujeres, aunque para éstas eran cualidades indispensables. Uno de los instrumentos para convencer a las jóvenes de no pensar en “las cosas sexuales” eran los consejos (discursos especiales que los padres daban a las hijas), a quienes pedían obediencia a padres y maridos, recato, servicio y desinterés en las cosas mundanas, así como fidelidad para el esposo. Era durante la vida matrimonial que el sexo podía disfrutarse, siempre de manera medida, equilibrada. El amor romántico no existía, como tampoco existía la elección de pareja; esta decisión era familiar y por iniciativa de la familia del hombre. El adulterio era severamente castigado con la muerte. También otras manifestaciones de la sexualidad como la homosexualidad o el trasvestismo se castigaban de la misma manera. Los nobles podían practicar la poligamia, que era considerada como un nivel superior de la monogamia. En síntesis, la sociedad azteca, a través de todas sus instituciones como la familia, la escuela y la religión, enseñaba a sus integrantes los papeles de género que debían seguir desde el nacimiento. Estos papeles solían ser muy rígidos; la educación de hombres y mujeres se realizaba por separado; otros comportamientos como la homosexualidad, el trasvestismo, el adulterio o el aborto no eran tolerados y se castigaba severamente cualquier transgresión. La Conquista y la Colonia La conquista española y portuguesa fue un proceso violento: masacres, tortura, muerte y sobre todo la imposición de nuevas formas de vida, religión y moral. Nuestros antepasados tuvieron que enfrentarse al doloroso fin de su mundo y adaptarse a las nuevas condiciones incorporando a su vida cotidiana las nuevas reglas que les permitieran sobrevivir en este nuevo mundo adverso. El abuso del poder en todos sus niveles crea desigualdades entre los miembros de una sociedad. España había comenzado su proceso de reunificación unos cuantos años antes del descubrimiento de América. Esto implicaba la conquista territorial, la unidad religiosa y la formación de una nación, en la cual se compartieran el idioma, la religión, las leyes y la forma de ver el mundo. Para lograr dicha unidad los árabes y judíos fueron expulsados de España. La sociedad española todavía conservaba, entre otras cosas, algunas marcadas características feudales, sobre todo en la tenencia de la tierra y las leyes imperantes. La influencia y el poder de la Iglesia católica se consolidaron y se expandieron a través de instituciones como la Santa Inquisición. La intolerancia religiosa obligó a huir a todos aquellos que no profesaban el catolicismo. De esta manera, para las colonias españolas y portuguesas se importaron del viejo mundo los sistemas económicos, los sistemas jurídicos, la religión, las formas de vida y las reglas éticas y morales. La imposición de éstas le dio a Latinoamérica una base común que una vez mezclada con las características geográficas, étnicas y culturales de cada región, le imprimió un sello propio a cada lugar. Para la gente de la vieja Europa, América significó una tierra nueva llena de oportunidades y riquezas, éstas, a veces más imaginadas que reales; para los perseguidos de la Ley de Dios o de los hombres, un lugar para esconderse y empezar de nuevo, y para todos un lugar en donde simplemente ser europeo daba ventajas y posición social. Migraron al nuevo mundo campesinos, SEXUALIDAD Y GENERO Construcción del género en la sociedad Latinoamericana 107 artesanos, soldados, frailes, madres, esposas, hijas, monjas, prostitutas y delincuentes; aunque también y a pesar de estar prohibido, judíos y conversos, además, se trajeron una gran cantidad de esclavos africanos. Todos estos, conjuntamente con los indígenas americanos fueron la base de la mezcla racial y cultural de Latinoamérica. En la sociedad colonial las mujeres eran legalmente tratadas como menores de edad; bajo el pretexto de considerarlas seres débiles a quienes se debía proteger. El poder político, económico, la autoridad familiar y legal, estaban en manos de los hombres; esta era por lo tanto, al igual que la azteca, una sociedad patriarcal. En casi toda América Latina la sociedad colonial se encontraba dividida en múltiples estratos sociales; las conductas de hombres y mujeres variaban de acuerdo con el sector social al cual se pertenecía; algunas leyes eran las mismas para todos, aunque también existía una legislación especial supuestamente “proteccionista” para ciertos grupos como los indios. La Iglesia Católica ejercía un rígido control sobre la moralidad y las costumbres de la sociedad, llegando a tener mucho más control que las mismas autoridades civiles. De esta manera, la sexualidad solamente debía ser ejercida dentro del matrimonio y con el único fin de la procreación. Los ideales para los roles o papeles de género mostraban a una mujer sumisa, obediente del padre y el marido, que se encargaba con eficiencia de las labores del hogar, alejada de los placeres sexuales, devota cristiana y entregada por entero al cuidado de su familia la cual estaba por encima de todo, inclusive de sí misma. Los hombres en cambio eran seres sexuales cuyos placeres no podían, dada su naturaleza, evitar. Debían ser buenos proveedores para su familia, representarla legalmente y saber enfrentar con fortaleza cualquier amenaza; ser buenos cristianos, temerosos de Dios. Pero los ideales y la realidad eran cosas bien distintas; en un mundo nuevo en donde se encontraban mezcladas razas, ideas viejas y nuevas, difícilmente se podía construir un mundo ideal; y las transgresiones a las leyes de Dios o de los hombres eran cotidianas. Los archivos judiciales que nos legaron se encuentran llenos de juicios contra gente de todas las razas o etnias, estratos sociales y géneros, que al no poder cumplir “los ideales” caían en prácticas prohibidas. Dentro de las prácticas prohibidas estaban la bigamia, la unión libre, el adulterio, la prostitución, la homosexualidad, es decir todas aquellas prácticas que amenazaran al matrimonio y la familia, ya que el matrimonio era la única forma legal de ejercer la sexualidad; incluso dentro de éste, era guiada, controlada y normada por la Iglesia católica. La prostitución era una práctica tolerada; se justificaba aduciendo que se aceptaba para proteger la honra de las mujeres doncellas y las buenas costumbres dentro del matrimonio; estaba reglamentada y confinada a ciertas zonas de las ciudades. Desde los primeros tiempos de la Colonia se establecieron casas de prostitución con el permiso de los Reyes Católicos. Grupos de mujeres españolas fueron traídas al nuevo mundo con este fin, aunque la prostitución no sólo era ejercida por las españolas; también la practicaban las indias, mestizas y negras. MODULO 4 Las religiones y filosofías determinan en múltiples ocasiones el actuar de las personas respecto a su sexualidad. Negar su presencia e influencia evita el acercamiento real a las personas y limita su comprens 108 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Respecto a la educación, las mujeres y muchos de los individuos pertenecientes a los estratos sociales más bajos se tenían que conformar con aprender cuando mucho las primeras letras; las mujeres de clase media o privilegiada podían asistir a las escuelas llamadas “amigas”, pero los estudios superiores les estaban prohibidos. A pesar de que la tendencia general era que las mujeres casadas sólo se dedicaran al hogar, para la gran mayoría de ellas esto fue imposible; las campesinas compartían con sus esposos el trabajo agrícola, otras se dedicaban a la venta de artesanías o alimentos, algunas se empleaban en los comercios; la fuerza de trabajo femenina siempre estuvo presente, aunque no tuviera reconocimiento social. La Colonia duró tres siglos en nuestra América. Se puede decir que fue una sociedad muy dinámica y cambiante, donde las transgresiones a la norma buscaron cauces por donde expresarse y se realizó una síntesis cultural entre las sociedades precolombinas y las sociedades europeas y negras que llegaron al continente. Sin embargo, las relaciones de género que existían eran casi todas patriarcales y desiguales: el género femenino era considerado inferior. Hacia la vida independiente El siglo XIX trajo para América Latina los aires libertarios que se habían iniciado a fines del siglo XVIII en Francia y Estados Unidos. Casi todos los países del área lograron su independencia de las metrópolis, comenzando la búsqueda de un camino propio. Las ideas básicas que imperaban en América Latina eran la conformación nacional y la modernización de los países. Las jóvenes naciones necesitaban hombres y mujeres nuevos que hicieran frente a los retos de la modernización. Las fábricas requerían obreros que independientemente de su género participaran en la producción. Mujeres con cierta educación que pudieran orientar y educar a sus hijos; que fueran “los ángeles del hogar” al que el “guerrero” regresa a descansar. El matrimonio y la familia siguieron siendo la base de la sociedad; los modelos ideales se modificaron levemente y se siguió viviendo en la contradicción de no cumplir los “ideales". La educación femenina siguió siendo solamente para las mujeres de clase privilegiada, para quienes era fundamentalmente un adorno, ya que ésta consistía básicamente en prepararlas para ser buenas esposas y poder llevar la administración del hogar. Hacia fines del siglo XIX, en el caso de México, la apertura de nuevas fábricas de tabaco y textiles proporcionaron fuentes de trabajo a las mujeres, lo que trajo consigo un cambio en las relaciones de género; las duras condiciones de vida obligaron a los hombres a aceptar el trabajo de las mujeres. Aunque cabe aclarar que éstas nunca estuvieron ausentes de la fuerza laboral.En esta época se funda la primera escuela Normal para señoritas y las mujeres de clase media comienzan a ingresar al trabajo de oficina. Surgen las primeras organizaciones y grupos de mujeres como “La Siempreviva” en Yucatán y la primera publicación escrita exclusivamente por mujeres: “Las Hijas del Anáhuac”. Estas organizaciones y sus publicaciones se orientan a la necesidad de dar educación a las mujeres, incluyendo temas tan atrevidos para la época como la instrucción sexual, con el fin de elevar la salud de la población. En el caso de Chile, las mujeres lucharon desde 1833 por el derecho al voto; después de innumerables discusiones en las cámaras se llegó en 1884 a una negativa expresada en el artículo 40 de su constitución. La lucha por el voto femenino estuvo ligada a la lucha por el derecho a la educación y fue hasta 1877 que las mujeres pudieron ingresar a la Universidad y en 1893 al Instituto Pedagógico. En el Cono Sur, Argentina, Chile y Uruguay, surgen a finales del siglo XIX las fábricas textiles y son justamente las mujeres las que ingresan a esta fuente de trabajo; las ocupaciones femeninas según refieren los censos, se centraban en las áreas de costura, tejido e hilado. SEXUALIDAD Y GENERO Construcción del género en la sociedad Latinoamericana 109 El siglo XX En casi toda América Latina la situación de las mujeres continuó siendo la misma; sin embargo, en las tres primeras décadas surgen incontables movimientos de lucha por la obtención de los derechos de las mujeres, casi siempre ligados a mujeres de clase media o alta que habían tenido acceso a la educación. En el caso de Perú, durante la época de los años veinte la influencia del movimiento sufragista internacional logró la unidad de todos los grupos; algunos de ellos formaron organizaciones como el de las socialistas “Evolución Femenina”. A pesar de todas estas luchas las mujeres peruanas lograron el voto hasta 1955. La influencia del movimiento sufragista también se dejo sentir en Chile; las mujeres comenzaron a organizarse en 1910, fundaron la Federación Femenina Panamericana, paulatinamente se fueron integrando al trabajo sindical y formaron también sus propias organizaciones; las mujeres chilenas obtuvieron el derecho al voto en 1947. En el caso de México, el nuevo siglo se inicia entre múltiples estallidos sociales, precursores de la revolución de 1910. La lucha revolucionaria trastoca todo incluyendo las relaciones entre los géneros; las familias se separan, algunos se integran a la lucha revolucionaria y otros huyen; el país se sumerge en el caos durante diez años. Muchas mujeres participan activamente en la lucha, desde sus puestos de soldaderas, generales, espías, correos, etc.; las necesidades del momento las obligan a tomar sus propias decisiones, a viajar o vivir solas y a muchas otras cosas que antes no solían hacer. Una vez terminada la lucha armada se inicia una etapa de reconstrucción; las mujeres participan vigorosamente, creando organizaciones políticas y sociales, realizando congresos, donde se discuten por primera vez los derechos de las mujeres. Para los años cuarenta el país comienza a crecer y desarrollarse; las mujeres seguían sin tener derechos políticos y vuelve a manejarse la imagen de la mujer como esposa y madre; este papel de género es reforzado a través del cine y la radio, y a pesar de que muchas mujeres jóvenes trabajan en oficinas y fábricas se espera que una vez casadas se retiren del trabajo. Es, en México, hasta 1953 que las mujeres obtienen el derecho al voto, y es a finales de esa década cuando los primeros síntomas de malestar social se dejan sentir. Será hasta el final de los años sesenta y en la década de los setenta cuando las mujeres vuelvan a organizarse para luchar por sus derechos, inicialmente en pequeños núcleos de mujeres universitarias. Cabe mencionar que en esa última década la matrícula de mujeres en la educación superior había aumentado considerablemente; el movimiento de mujeres se fue extendiendo hasta permear a todos los niveles de la población. Mujeres de los sectores populares conformaron un movimiento amplio para luchar por distintas demandas, algunas de género y otras sociales. Los últimos treinta años del siglo significaron muchos cambios en las relaciones de género, los descubrimientos médicos para regular la fecundidad impactaron en la vida social, se abrió la posibilidad de controlar la reproducción y con ello una mayor libertad sexual para las mujeres, quienes irrumpieron en la educación superior y en el mercado de trabajo; el porcentaje de ingreso en la educación básica se equilibra y logra tener un 50% de cada género (aproximadamente), la sociedad flexibiliza los estereotipos de género. MODULO 4 La educación fue un elemento crucial en la búsqueda de la justicia hacia la mujer. La tarea de los y las docentes ha sido y seguirá siendo un medio invaluable para el crecimiento de cada ser humano y de las sociedades. 110 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Sin embargo aún falta mucho para lograr la equidad entre los géneros, sobre todo en las áreas de acceso al poder político. El género en la vida cotidiana V ivimos en una sociedad donde la división de los géneros es muy notoria, ya que los papeles o roles de género se encuentran claramente diferenciados. Podemos encontrar diariamente múltiples expresiones de esta división y de su desigualdad; los contrastes se muestran en todos los ámbitos de la vida. Todavía en la actualidad las oportunidades educativas son limitadas para muchas mujeres. Esto repercute directamente en la calidad de vida, la productividad y la economía de ellas, de sus hijos y sus familias. Los y las docentes deben hacer su mayor esfuerzo por promover la continuación de los estudios de hombres y mujeres. Todavía es muy común la idea de que el hombre debe ser el proveedor del hogar, la autoridad, el tomador de decisiones, en tanto que las mujeres por el contrario deben ser protegidas y sostenidas económicamente por los varones. Con respecto a la educación, sabemos que es un derecho que puede ser ejercido por hombres y mujeres por igual; no obstante, en este aspecto se han encontrado un sinnúmero de desigualdades. Algunas de ellas se originan en el interior de las familias al impulsar a los varones a continuar estudios superiores, mientras que a las mujeres se las estimula a estudiar carreras cortas, como el comercio o la enfermería, ya que se parte de considerar que es inútil pagar carreras universitarias que las jóvenes una vez casadas no ejercerán. Esta es una de las razones por las cuales las estadísticas generales de ingreso de mujeres a la educación superior son todavía mucho menores que el ingreso de los varones. Sin embargo, el género al igual que la sociedad no son estáticos; en los últimos diez años se han presentado cambios como se demuestra en algunos estudios recientes sobre cómo los hombres viven su masculinidad, hay una mayor conciencia de la necesidad de justicia y equidad para las mujeres, así como el acceso a los recursos, la erradicación de la violencia de género y la transformación del aparato legal que permita contar con leyes realmente equitativas. La mujer y el trabajo El ingreso de las mujeres a la fuerza laboral ha ido aumentando en el transcurso de los años; aunque todavía no alcanza las mismas proporciones que la de los hombres. La fuerza laboral femenina tiene características especiales, como la de no mantener permanencia en el empleo. Esto se debe al ciclo de vida de las mujeres; como en esta sociedad son ellas las que se encargan del cuidado de los hijos, muchas mujeres se separan del empleo durante los primeros años de vida de sus hijos y después regresan al trabajo. Otro factor que influye es la necesidad de las mujeres de contar con horarios más cortos o comprimidos para tener tiempo de atender las múltiples necesidades de su familia. En Latinoamérica es común que las mujeres realicen la llamada “doble jornada”, que consiste en realizar el trabajo doméstico además del trabajo remunerado fuera del hogar, donde las tareas domésticas no son consideradas como trabajo. Por supuesto que las cosas no siempre han sido así; es bajo el capitalismo que las actividades productivas y del hogar se encuentran separadas, a causa del tipo de organización que impone la industria moderna. Esta separación produjo la idea de que las mujeres deben estar en la casa. Pero como el tipo de trabajo que se realiza en un hogar no recibe ninguna remuneración ni produce valores económicos monetarios visibles, aunque el trabajo sea útil y necesario se ve devaluado. De manera que es muy común que cuando se le pregunta a una ama de casa si trabaja, la respuesta sea no. Los empleos también están divididos por género. Las mujeres ocupan empleos que son una extensión de su trabajo en el hogar, así las tenemos presente en su mayoría en el llamado sector de SEXUALIDAD Y GENERO Los y las profesionales de la educación y el género 111 servicios, como: secretarias, meseras, afanadoras, enfermeras, maestras de preescolar y primaria, limpieza, etc. Lo mismo sucede con las carreras universitarias consideradas “femeninas”, como pedagogía, filosofía, psicología, etc., las que en efecto, son mayoritariamente cursadas por mujeres. Las mujeres aceptan trabajos con horarios cortos y de menor salario. A causa de que son ellas las que realizan el cuidado de niños pequeños y/o enfermos, los trámites urgentes, etc., se ven obligadas con frecuencia a faltar a su trabajo. Además, su sueldo se ve sólo como complementario. Tales problemas han llevado a que las mujeres tengan fama de no tomar en serio el trabajo remunerado, de poner a la familia en primer lugar y de percibir a su propio salario como un complemento secundario en el ingreso familiar. Además, estos son los argumentos que muchos patrones utilizan para contratar preferentemente a hombres y explotar bajo condiciones inferiores de trabajo a las mujeres. Los y las profesionales de la educación y el género Profesor, profesora, ha observado usted y se ha preguntado: ¿Por qué durante los recesos es común ver a los niños varones jugando a la pelota en el patio y a las niñas sólo charlando? ¿Por qué más niños que niñas ingresan a la educación media aun cuando las niñas obtienen mejores calificaciones en la escuela primaria? ¿Por qué hay más competencias y equipos deportivos para los hombres que para las mujeres? ¿Por qué las niñas colaboran más cuando se trata de hacer la limpieza del aula? ¿Por qué en el salón de clase casi siempre las niñas son más dedicadas y los niños más inquietos? ¿Por qué en las clases de educación física se separa a las niñas de los niños? ¿Por qué aún hay escuelas primarias que no permiten que las niñas usen pantalones? América Latina sigue siendo una región en donde persisten patrones culturales que se relacionan con el cómo la familia asigna los recursos económicos para la educación; en este punto todavía existen iniquidades de género, por ejemplo los niños varones cuentan con más apoyo familiar para estudiar y superarse, mientras que se considera inútil invertir en la educación de las niñas porque se tiende a creer que tarde o temprano tendrán que abandonar la escuela, ya sea porque se tienen que integrar a las labores del hogar, sustituir a la madre en la crianza de sus hermanos o incorporarse al trabajo productivo para ayudar en el sostenimiento del hogar. Esta es una de las razones por las cuales al ir subiendo en el nivel educativo más mujeres que hombres quedan fuera del sistema escolar. Esto se recrudece en las áreas rurales, urbano marginales e indígenas en donde las familias privilegian el acceso escolar de los varones. La discriminación dentro y fuera del aula hacia las mujeres sigue siendo una realidad, aunque generalmente no se tiene conciencia de cómo ocurre, algunos docentes siguen transmitiendo los valores aprendidos en casa y confirmados por la sociedad. MODULO 4 Incluir la perspectiva de género en la educación no es una tarea sencilla. Tiene múltiples niveles de intervención, algunos de ellos están en manos de los educadores y las educadoras. Intente reflexionar sobre cómo puede iniciar su aportación para una sociedad más equitativa. 112 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Sin embargo, hay varios elementos del quehacer educativo en los que interviene la visión que del género tienen el sistema escolar y los docentes mismos. Entre ellos se encuentran el currículo y los métodos y materiales incluyendo los libros de texto. También debe tomarse en cuenta la infraestructura de la escuela y de las aulas para que respondan a las necesidades tanto de las niñas como de los niños. . El potencial transformador de los profesionales de la educación es fundamental para lograr cambios hacia la justicia y la equidad de género; una de las materias más importantes dentro de la currícula educativa es la del lenguaje, el castellano en nuestro caso, ya que su importancia radica en que está íntimamente ligado al pensamiento, reflejando la cultura, los prejuicios y la forma de ver el mundo de cada individuo. Como bien se sabe, en español el género masculino incluye al femenino: decimos nosotros cuando en el grupo hay hombres y mujeres; y nosotras cuando sólo hay mujeres. La palabra hombre se usa como genérico en expresiones como “el hombre es un ser racional” (Ávila, 1993). . Pero el lenguaje es una materia viva que cambia a lo largo de los años, por ello es importante comenzar a cambiar el genérico “hombre” por el de “humanidad” o “seres humanos”, o también se puede usar “hombres y mujeres”; esta propuesta no es solamente por el aspecto formal sino por el impacto que tiene sobre el pensamiento del individuo. Muchos psicólogos ya han señalado la importancia del acto de “nombrar” y de “tener un nombre propio” para que el individuo pueda obtener independencia, seguridad y a la vez sentirse incluido en la sociedad. Todas las personas involucradas en el sistema educativo deben participar en el cambio hacia la equidad. Al iniciar sus propios cambios, usted promoverá que otros también lo hagan, formando así un grupo fuerte con una influencia paulatinamente mayor. Al final de este módulo se encuentran algunas recomendaciones para el uso no sexista del lenguaje. Al respecto, los investigadores educativos Dorr y Sierra (1998), proponen las siguientes medidas concretas: SUGERENCIAS PARA EVITAR EL SEXISMO EN LA EDUCACION ACCIONES CONCRETAS “1. Promover para ambos grupos la formación de talleres de revisión de la práctica educativa escolar y familiar; talleres de recuperación de la historia personal de género; talleres de aclaración de los valores realmente femeninos y masculinos, en contraste con los pseudo valores. 2. Descubrir y corregir desigualdades en las políticas y las prácticas de contratación, sueldos, permisos por maternidad y por paternidad, elaborar criterios explícitos de valoración y de evaluación de la docencia y de las tareas de investigación. 3. Promover la participación de los hombres como maestros en todos los niveles escolares, lo que supone mejorar la valoración social y económica del maestro de primaria. 4. Elaborar textos no androcéntricos y presionar para una revisión de los textos desde la perspectiva de género. 5. Apoyar a las personas que están interesadas en promover la cultura de género y permitir con apertura los cuestionamientos que ayuden a desentrañar en los planes de estudio, en los programas curriculares, en los ámbitos de trabajo para los futuros y las futuras profesionistas, las reglas invisibles que continúan perpetuando una educación rígida, conformista y que inmoviliza el crecimiento de las personas.” SEXUALIDAD Y GENERO Las nuevas masculinidades 113 Las nuevas masculinidades C omo hemos mencionado anteriormente, la categoría de género es relacional y actualmente no puede entenderse sin un breve análisis de lo que les ocurre a los hombres en nuestras sociedades. Como lo señala el Informe sobre la Población Mundial del UNFPA( 2000): “La desigualdad de género menoscaba la plenitud individual de las personas y frena el desarrollo de los países y la evolución de las sociedades, en detrimento tanto de las mujeres como de los hombres.” Según lo discutido en las secciones anteriores parecería que las actuales relaciones entre los géneros oprimen sólo a las mujeres; sin embargo, algunos datos nos muestran que los hombres padecen algunos problemas que podríamos suponer asociados a su rol de género. Así, en los países desarrollados y en muchos en desarrollo la expectativa de vida de los varones es inferior a la de las mujeres, en algunos casos hasta en ocho años. Wilson Osorio (2000), caracteriza las circunstancias desfavorables que los varones enfrentan, de la siguiente manera: “Son también los varones los que ocupan, con mayor frecuencia, puestos de trabajo en las cárceles, los hospitales, el ejército, los manicomios, los cementerios y otros puestos similares. A la silla eléctrica van en mayor cantidad, sufren mayor número de accidentes, chocan más veces los carros, en, casi padecen condenas judiciales más largas, son los que asisten, exclusivamente, a las guerras y sufren más episodios de todo stas tipo de violencia como víctimas o como protagonistas agresores (...) En números redondos, y aunque se argumente nte a veces lo contrario, el mayor número de infectados con on SIDA son varones. La edad de jubilación siempre ha sidoo más alta para los hombres. Para los varones hay menorr cantidad de programas asistenciales, hay menor insistencia en campañas de educación para la salud y el autocuidado. Hay menor consideración, afecto, solidaridad y ternura. Y le sobran las exigencias por doquier.” Este conjunto de “riesgos de Género” puede estar asociadoo a la necesidad cultural de actuar siempre como seres es omnipotentes, agresivos e intrépidos. De cierta época a la fecha algunos grupos de varones en diferentes países han adoptado una actitud reflexiva y se han planteado un nuevo uevo modelo de masculinidad que rompa con los roles tradicionalmente establecidos. Un integrante de la sociedad sexológica española Al Garaia (2002), señala que “Es importante reflexionar acerca de cómo esta estructura social y cultural en la que vivimos hombres y mujeres nos está afectando a unos y a otras, tanto en la vivencia de los niveles o espacios privados de la vida como en los espacios públicos de la misma. En caso contrario, estaríamos contando una historia incompleta y, por lo tanto, injusta. Es hora de que los hombres hablemos y denunciemos también cómo esta estructura de poder que nos impregna nos está oprimiendo como colectivo de hombres y nos está dificultando, cuando no impidiendo, la posibilidad de conseguir una vivencia plena de la vida, al igual que a nuestras compañeras mujeres.” MODULO 4 “La desigualdad de género menoscaba la plenitud individual de las personas y frena el desarrollo de los países y la evolución de las sociedades, en detrimento tanto de las mujeres como de los hombres” (UNFPA, 2000). 114 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Si los hombres obtienen grandes ganancias de la posición de poder que actualmente ocupan, cabe preguntarse ¿Qué ventajas o ganancias obtendrían con los nuevos parámetros de masculinidad? Destacamos las siguientes: 1. No tener que ocultar las emociones y sentimientos bajo la falsa premisa de ser un “hombre de verdad”. 2. Participar activamente en la crianza de los hijos e hijas. 3. No tener que demostrar constantemente que se es el mejor, incluso al poner en peligro la propia integridad física y psicológica. 4. Construir un modelo de relación familiar y social no basado en el ejercicio del poder, sino en el compartir dicho poder. 5. Aceptación por parte del mundo masculino de lo diferente. REIVINDICACIONES DE LAS NUEVAS MASCULINIDADES LO QUE TODO HOMBRE PUEDE APRENDER Los hombres son seres humanos valiosos, mas no son seres superdotados insensibles a la realidad de la vida. Disminuir las presiones y expectativas sobre los mismos es un requisito indispensable para el logro de la salud sexual. Hay que aprender a liberarse del peso del poder. Decir "no sé" o "no soy capaz", es un acto liberador. No tenemos que hacernos cargo de todo en la calle y en la casa. No tenemos que dar protección y seguridad todas las veces. Hay que defender el derecho a ser inútiles, débiles y cobardes. La ternura y el cariño no están reñidos con la hombría. Hay que aprender otras formas de ser padre, hijo, esposo, compañero y amante. Hay que descargarse del rol total de proveedor. Hay que aprender a admitir los miedos. No tenemos por qué convivir con el síndrome de “héroes”. Hay que incorporarle a nuestros comportamientos cierta dosis de las características que se han estereotipado como "femeninas". Se puede pasar mucho tiempo en la casa y realizando asuntos propios de lo que se considera “trabajo doméstico”. Es posible tocarse más el cuerpo entre hombres y luchar contra el fantasma de la homofobia. No hay por qué estar dando pruebas de hombría constantemente. El "siempre listos" de los scouts no tiene por qué ser la divisa rotunda de los encuentros y escarceos con las mujeres. En las emergencias y los desastres, los hombres también deben ser socorridos junto con las mujeres, los ancianos y los niños. Tomado de: Flexibilización masculina, conferencia dictada por J. Wilson Osorio en el Grupo Biogénesis, 2000. SEXUALIDAD Y GENERO Sexualidad y género Sexualidad y género. Distinciones, articulaciones e interacciones entre sexualidad y género L a sexualidad y el género son dos construcciones sociales íntimamente relacionadas, que en muchas ocasiones se han confundido una con otra a causa de su parentesco tan cercano. Sin embargo, cada una tiene su campo y su dinámica propia, así como sus políticas particulares. La sexualidad y el género tienen un mismo origen: el cuerpo sexuado de los seres humanos; es a partir de éste que la sociedad levanta las construcciones sociales que le son características a cada una. El campo de la sexualidad se refiere a la manera en que la cultura marca las pautas para vivir los deseos y los placeres eróticos, mientras que el área del género el modo de vivir como hombre o mujer. La influencia que ejercen la una en el otro es fundamental; el deseo y el placer erótico cambian dependiendo de si se vive como hombre o como mujer. Ni la sexualidad ni el género son los mismos siempre; esto quiere decir que las prácticas que la sociedad construye son históricamente determinadas, o sea que cambian a través del tiempo, del espacio o de la cultura. El ser hombre o mujer en Colombia, Perú o México puede ser radicalmente diferente a serlo en países como Irán, Irak o Arabia Saudita, o en la Edad Media o en África, o en la época prehistórica. Tanto la sexualidad como el género son estructuras que pueden ser transformadas; a pesar de estar reglamentadas por el Estado y la sociedad en todas las épocas y en todas las partes del planeta, los seres humanos han promovido y luchado para lograr cambios en las conductas y en las políticas de sexo o género; estas políticas son la expresión en la sociedad de la reglamentación hecha por el Estado de la sexualidad y el género. Un ejemplo muy difundido es el caso del cambio en la ley que prohibía a los homosexuales ingresar en el ejército estadounidense; allí la ley fue cambiada y hoy se tolera su ingreso aunque hay muchos sectores del ejército y de la población que aún se oponen. Otro de los aspectos donde la sexualidad y el género se entrecruzan es en las políticas sexuales, que se desarrollan y aplican de manera diferencial y jerárquica de acuerdo con el género, como es el caso de muchas sociedades patriarcales que controlan la sexualidad femenina o que permiten dos morales sexuales, una para cada género. Como en muchas de nuestras sociedades latinoamericanas donde se impulsa a los hombres a iniciarse sexualmente en forma temprana y a tener gran número de parejas sexuales que aseguren su experiencia, mientras que a las mujeres se les pide o se las condiciona para que conserven su virginidad hasta el matrimonio; aunque esto es cada día menos tomado en cuenta por las mujeres jóvenes. Con estos ejemplos podemos observar cómo a través de la sexualidad y el género se establecen dos formas distintas de opresión hacia las mujeres. El género, no obstante, abarca otros aspectos de la vida como son el trabajo, la vida cotidiana, la política, entre otros. A continuación se están las principales diferencias entre sexualidad y género: El género es un término cultural que alude a la clasificación social entre masculino y femenino. El sexo se refiere a las diferencias biológicas entre varón y hembra: las visibles de los órganos genitales y las relativas a la procreación. El género es la categoría donde se agrupan todos los aspectos psicológicos, sociales y culturales de la feminidad y la masculinidad. La sexualidad se refiere a la manera en que la cultura marca las pautas para vivir los deseos y placeres eróticos. MODULO 4 115 116 ¡Hablemos de educación y salud sexual! La inequidad de género también se expresa en la vida sexual de los individuos; el machismo es un claro ejemplo ya que los hombres, para reforzar su sexualidad masculina, someten a las mujeres y algunos llegan a la violencia física. Por otro lado, las mujeres tradicionales suelen tener actitudes pasivas, porque socialmente es mal visto que ellas tomen iniciativas. Como hemos visto son muchos los aspectos en los que la sexualidad y el género se entrelazan y llevan la desigualdad hasta los rincones más íntimos y privados de la vida cotidiana. Es aquí donde la toma de conciencia representa una parte del camino hacia el cambio, ya que a través de ésta podemos comenzar a transformar nuestras conductas. Es muy importante en el análisis de las conductas, las actitudes, lo permitido y lo prohibido, lo valorado y lo negado en la búsqueda del placer sexual, no olvidar el contexto social. Recomendaciones para un uso no sexista en el lenguaje USO NO SEXISTA DEL LENGUAJE LA UTILIZACION DE SUSTANTIVOS “HOMBRE” Y “HOMBRES” CON UN SENTIDO UNIVERSAL O GENERICO Forma no sexista Forma sexista El uso de un lenguaje no sexista necesita acompañarse de conductas, actitudes y normas escolares coherentes al mismo. >Los hombres y las mujeres, la humanidad, los El hombre seres humanos Los niños >Las niñas y los niños Los derechos del hombre >Los derechos humanos, los derechos de las personas El cuerpo del hombre >El cuerpo humano La inteligencia del hombre >La inteligencia humana El trabajo del hombre >El trabajo de hombres y mujeres, el trabajo humano La evolución del hombre >La evolución de la especie humana El hombre de la calle >La gente de la calle La presencia del hombre >La presencia del ser humano A la medida del hombre >A la medida de la humanidad o del ser humano CUANDO SE UTILIZA A LOS HOMBRES COMO GRUPO PRINCIPAL Y SE AÑADE A LAS MUJERES COMO GRUPO DEPENDIENTE O DE PROPIEDAD DE LOS HOMBRES Los nómadas se trasladaban con sus enseres, mujeres, ancianos y niños de un lugar a otro >Los grupos nómadas se trasladaban con sus enseres de un lugar a otro SEXUALIDAD Y GENERO Recomendaciones para un uso no sexista del lenguaje USO NO SEXISTA DEL LENGUAJE Continuación... EL USO DEL MASCULINO PLURAL PARA AMBOS GENEROS Forma no sexista Forma sexista Los niños >Los niños y las niñas Los jóvenes >La juventud, las y los jóvenes Los ancianos >Los ancianos y las ancianas Los alumnos >Los alumnos y las alumnas, el alumnado EL USO DE “SEÑOR” O “SEÑORA”, INDEPENDIENTEMENTE DEL ESTADO CIVIL Asistió el Sr. Jiménez acompañado de la señora Andrade y la señorita Suárez > Asistieron las señoras Andrade y Suárez y el señor Jiménez Sra. Adela Crespo Gutiérrez de Pérez o Sra. Adela de Pérez > Sra. Adela Crespo Gutiérrez Sr. Jorge Díaz y Sra. > Sra. Martha González y Sr. Jorge Díaz Sr. Díaz y Sra. > Sra. González y Sr. Díaz o matrimonio GonzálezDíaz EL USO DEL MASCULINO PARA PROFESIONES Y OFICIOS Elsa Pérez, médico o secretario > Elsa Pérez, médica o secretaria Jefe de Estado, director de orquesta, embajador, gobernador, alcalde > Jefa de Estado, directora de orquesta, embajadora, gobernadora, alcaldesa Las limpiadoras > El personal de limpieza Los médicos y las enfermeras > Los médicos y las médicas, los enfermeros y las enfermeras Ingeniero de minas > Ingeniera de minas Fuente: Folleto de Instituto Nacional de las Mujeres. México. MODULO 4 117 118 ¡Hablemos de educación y salud sexual! Referencias bibliográficas Anderson H, Marcovici y Taylor. (2002). El UNGASS, género y la vulnerabilidad de la mujer a la VIH/SIDA enAmérica Latina y el Caribe.-Washington: OPS/OMS, p. 4. Al, G. (2002). Grupos de hombres y patriarcado: ¿nuevas masculinidades y nuevos valores?.Granada. Ávila, r. (1993). 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