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¡ Hablemos
Esther Corona Vargas, Gema Ortiz Mtz. (Compiladoras)
Amssac
Asociación
VOLUMEN 1. Contenidos
Educación y salud sexual!
Manual para profesionales
de la educación.
de
Coordinación del proyecto
Esther Corona
¡ Hablemos
de
educación y salud sexual!
Sub coordinación
Gema Ortiz
Manual para profesionales
de la educación.
Información, herramientas y recursos.
Ilustraciones
Beatriz Herrera
Corrección de estilo
Carlos Copertari
El presente documento ha sido preparado por la
Asociación Mexicana de Educación Sexual, A. C.
(AMES), y la Asociación Mexicana para la Salud
Sexual, A. C. (AMSSAC) para el Fondo de
Población de las Naciones Unidas (UNFPA), y
tiene como antecedente el manual ¡Hablemos de
salud sexual!, producido originalmente por la
Asociación Mexicana de Educación Sexual y la
Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Los autores manifiestan su agradecimiento a todas
las personas que colaboraron en esta tarea.
Diseño
Editorial Amssac S. A. de C. V.
Colaboradores
Volumen I. “Contenidos”
Sugerencias para usar este Manual.
Esther Corona.
Módulo 1. Panorámica de la sexualidad y la salud sexual.
Eusebio Rubio, Esther Corona.
Módulo 2. Educación de la sexualidad.
Leonardo Romero.
Módulo 3. Sexualidad y desarrollo humano.
Gema Ortiz.
México, D. F., septiembre de 2003
Módulo 4. Sexualidad y género.
Adriana Corona.
Módulo 5. La salud reproductiva y sus componentes.
Adriana Dávila.
Módulo 6. VIH /SIDA e infecciones de transmisión sexual.
Tirso Clemades Pérez.
Módulo 7. Diversidad sexual.
Ma. Soledad Cartagena , Renata Ortega,
Iván Arango .
Módulo 8. Violencia familiar y sexual.
Laura Martínez.
Volumen II. “Herramientas educativas”
Guía para facilitar talleres.
Esther Corona, Eva Rautenberg.
Herramientas educativas.
Gema Ortiz.
Amssac
Asociación
Asociación Mexicana
de Educación Sexual, A. C.
Fondo de población de las Naciones Unidas
Asociación Mexicana
para la Salud Sexual, A. C.
¡ Hablemos
Esther Corona Vargas, Gema Ortiz Mtz. (Compiladoras)
Amssac
Asociación
VOLUMEN 1. Contenidos
educación y salud sexual!
Manual para profesionales
de la educación.
de
!Hablemos de educación y salud sexual¡
Manual para profesionales de la educación
Volumen I
Fue terminado en Septiembre de 2003
en México, D.F.
Educación y salud sexual, una
posibilidad para todos y todas.
¡ Hablemos
de
educación y salud sexual!
Amssac
Asociación
III
Indice de contenidos
VOLUMEN I. CONTENIDOS
Presentación
I
Sugerencias para usar este manual
Objetivos
Estructura modular
1
2
Módulo 1. Panorámica de la sexualidad
Introducción
Desarrollo temático
7
8
La sexualidad: una definición, 8
¿Qué elementos integran nuestra sexualidad?, 11
Salud sexual: una propuesta ideológica, 16
La salud sexual: expresión de los derechos sexuales, 21
Referencias bibliográficas
22
Módulo 2. Educación de la sexualidad
Introducción
Desarrollo temático
25
26
Concepto de educación sexual, 26
Educación formal, informal y no formal, 28
¿La escuela y la educación sexual?, 31
La educación sexual como un derecho, 34
¿Por qué cuesta trabajo a los docentes asumir la educación sexual?, 36
Objetivos de la educación sexual escolar, 38
Perfil del educador sexual, 39
Integración de la educación sexual al currículum escolar, 41
Referencias bibliográficas
47
Módulo 3. Sexualidad y desarrollo
Introducción
Desarrollo temático
51
52
Bases del desarrollo sexual, 52
Inicio de la sexualidad, 54
Desarrollo de la sexualidad en la infancia, 55
Etapa escolar y la preadolescencia, 65
Aspectos generales de la adolescencia, 67
Adolescencia tardía / juventud, 78
La sexualidad en la vida adulta temprana, 86
La sexualidad en la mitad de la vida, 88
La sexualidad en la tercera edad, 91
Referencias bibliográficas
94
IV
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Módulo 4. Sexualidad y género
99
100
Introducción
Desarrollo temático
Entender la categoría de género, 100
La construcción social del género, 101
Construcción histórica del género en la sociedad latinoamericana, 104
El género en la vida cotidiana, 110
Los y las profesionales de la educación y el género, 111
Las nuevas masculinidades, 113
Sexualidad y género, 115
Recomendaciones para un uso no sexista del lenguaje, 116
118
Referencias bibliográficas
Módulo 5. La salud reproductiva y sus componentes
121
122
Introducción
Desarrollo temático
Concepto de salud reproductiva, 122
Antecedentes de la reproducción, 126
Higiene y autocuidado, 136
Regulación de la fecundidad, 138
Maternidad sin riesgos, 142
Fecundidad adolescente, 143
Aborto, 144
Climaterio y menopausia, 146
Infertilidad y esterilidad, 147
Cáncer, 148
Respuesta sexual humana y disfunciones sexuales, 149
152
Referencias bibliográficas
Módulo 6. VIH / SIDA e infecciones de transmisión sexual
155
156
Introducción
Desarrollo temático
Conceptos básicos sobre el VIH / SIDA, 156
Situación de la epidemia, 157
Transmisión, 159
Tratamientos, 160
El papel de la escuela en la prevención del VIH / SIDA, 167
Derechos humanos y VIH / SIDA, 168
Infecciones de transmisión sexual, 169
Referencias bibliográficas
173
Módulo 7. Diversidad sexual
177
178
Introducción
Desarrollo temático
Una persona sexualmente sana, 178
Respeto a la diversidad sexual: un desafío pendiente, 180
Orientación sexual, 186
Referencias bibliográficas
190
INDICE
Manual para profesionales de la educación
Módulo 8. Violencia familiar y sexual
Introducción
Desarrollo temático
193
194
La familia, 194
Violencia familiar, 195
Formas de violencia familiar y sus consecuencias, 197
Detección de la violencia familiar, 199
Violencia sexual, 202
Agresión sexual infantil, 205
Papel de las y los docentes, 207
Referencias bibliográficas
211
Anexos
1. Evaluación
del manual, 213
INDICE
V
VI
¡Hablemos de educación y salud sexual!
G
Notas
1
Panorámica
de la sexualidad
¡HABLEMOS DE EDUCACION Y SALUD SEXUAL!
PANORAMICA DE LA SEXUALIDAD
Panorámica
de la sexualidad
1
?
O bj e t i v o s
Los y las docentes:
Identificarán los elementos que conforman la sexualidad humana.
Analizarán la manera en que los elementos de la sexualidad se integran.
Reflexionarán sobre el significado de la sexualidad.
Reconocerán la participación de los y las profesionales de la educación en la promoción
de la salud sexual.
Introducción
Preguntas que se hacen con frecuencia
¿Qué es la sexualidad?
Es una formulación que los seres humanos
hacemos para entender y significar nuestras
experiencias y potencialidades. La OMS la
define como: (…) un aspecto central del ser
humano presente a lo largo de su vida. Abarca
al sexo, las identidades y los papeles de
género, la orientación sexual, el erotismo, el
placer, la intimidad y la reproducción. La
sexualidad se vivencia y se expresa a través de
pensamientos, fantasías, deseos, creencias,
actitudes, valores, conductas, prácticas,
papeles y relaciones interpersonales. La
sexualidad puede incluir todas estas
dimensiones, no obstante, no todas ellas se
vivencian o se expresan siempre. La
sexualidad está influida por la interacción de
factores biológicos, psicológicos, sociales,
económicos, políticos, culturales, éticos,
legales, históricos, religiosos y espirituales.
¿Cómo se puede distinguir la sexualidad
sana?
La salud sexual implica el bienestar completo
en lo que se refiere a la sexualidad. La
sexualidad saludable es la expresión de los
derechos sexuales respetados y ejercidos por
la persona y la sociedad. Un derecho no
respetado traerá por consecuencia pérdida de
la salud y una sexualidad por ende no
saludable. La sexualidad sana enriquece todos
los aspectos del ser humano.
¿Las personas que no tienen relaciones
sexuales tienen sexualidad?
Si. Aunque las relaciones sexuales o coito son
una clara expresión de la sexualidad, no son la
única. Por otro lado, las personas que no
tienen relaciones sexuales por cualquier razón
(edad, falta de pareja, decisión personal, etc.)
siguen teniendo sexualidad y expresándola en
muy diversas formas.
¿Qué son los derechos sexuales?
Son prerrogativas que los seres humanos
tenemos en razón de que somos seres
sexuales. Son inherentes a nuestra naturaleza,
inalienables y universales. Los derechos
sexuales son una condición para alcanzar la
salud sexual.
MODULO 1
7
8
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Desarrollo temático
No hay ningún ámbito de nuestro ser que provoque sentimientos más variados que el de la
sexualidad. Este documento se dirige a quienes buscamos en nosotros, en la relación con los demás
y en la vida misma, el sentido de la sexualidad humana. Es cierto que existe una gran cantidad de
interrogantes; las respuestas son, desde luego, aquellas que nos hemos contestado ante las
preguntas que la propia sexualidad y la de los otros nos plantean. No creemos haber agotado todas
las interrogantes respecto a nuestra sexualidad; si usted formula otras, uno de los objetivos
principales de este trabajo se habrá cumplido.
Los diversos componentes
de la sexualidad se integran
para conformar un complejo
sistema de significados.
Este Manual se ocupa de la sexualidad en su concepción integral; conviene, sin embargo, hacer una
revisión panorámica del significado de la sexualidad y la salud sexual.
La sexualidad: una definición
C
onsideramos a la sexualidad como una vivencia subjetiva y una manifestación social,
dentro de un contexto sociocultural concreto, del cuerpo sexuado. Es parte integral de la
vida humana y eje de su desarrollo. Se articula a través del potencial reproductivo de los
seres humanos, de las relaciones afectivas y la capacidad erótica, enmarcada siempre dentro de las
relaciones de género.
Los diversos componentes de la sexualidad se integran para conformar un complejo sistema de
significados. Una definición de la sexualidad, que resulta muy eficiente para capturar su
complejidad, se produjo como resultado de la consulta de la OMS al enunciar que:
SEXUALIDAD
ORGANIZACION MUNDIAL DE LA SALUD
Definición
La sexualidad es un aspecto central del ser humano presente a lo largo de
su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, la
orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción.
La sexualidad se vivencia y se expresa a través de pensamientos,
fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas,
papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas
estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencían o se expresan
siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores
biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales,
éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales.
Definición de trabajo del Grupo de Consulta Internacional de la
Organización Mundial de la Salud:
http://www.who.int/reproductive-health/gender/sexual_health.html#4
Esta definición tiene tres partes. La primera, enumera los componentes de la sexualidad, señalando
la calidad central que ésta posee en los seres humanos. La segunda, explicita cómo se expresa, es
decir, las manifestaciones que nos permiten estudiarla, entenderla y apreciarla. La tercera parte, es
un reconocimiento a la complejidad y multiplicidad de niveles en los que existen factores que
modulan, conforman y determinan las expresiones sexuales.
PANORAMICA DE LA SEXUALIDAD
La sexualidad: una definición
9
El contexto social
D
el concepto arriba mencionado se desprende que la sexualidad está influenciada por
factores construidos socialmente, tales como nuestros conocimientos, actitudes,
significados y prácticas. Es bien conocido el papel que las fuerzas sociales y los
desequilibrios de poder juegan como determinantes de la salud sexual de las comunidades y las
sociedades (Blanc 2001). Asimismo, existen otros factores de igual importancia que influyen sobre
ella, tales como la pobreza, la migración y la globalización. Por otra parte, no es posible entender la
sexualidad sin el conocimiento de cómo es modelada por instituciones como la familia, las iglesias,
los sistemas educativos y de salud, entre otros.
Weeks (1986), prominente historiador de la sexualidad, señala que la clase social es uno de los
principales ejes organizadores de la sexualidad. Este factor resulta de extrema importancia para los
países latinoamericanos que presentan altas tasas de población en extrema pobreza.
La pobreza se liga a la sexualidad de modos diferentes; por ejemplo, hay muchas personas que se
relacionan en situaciones que implican prácticas sexuales de explotación sólo para intentar
resolver sus situaciones económicas. Este es el caso de muchas de las trabajadoras sexuales
comerciales que existen en nuestros países.
Otro ejemplo se presenta en los denominados niños de la calle, que pueden estar especialmente
predispuestos a conductas sexuales de riesgo. Un estudio realizado por organismos no
gubernamentales en la región (Birch 1998), muestra que la transmisión de VIH/SIDA en este grupo
ocurre principalmente a través del contacto sexual y no por intercambio de
Jeringas contaminadas. La mayor parte de estos niños y niñas o jóvenes
han sido sexualmente activos desde tempranas edades,
s, han sufrido
abuso sexual o se han relacionado sexualmente con adultos o
entre ellos como un mecanismo de supervivencia económica.
ómica.
El papel de las familias es enfatizado por el Programaa de
Acción de la CIPD (United Nations, 1994), que reitera en
su párrafo 5.1 que la familia es la unidad básica de laa
sociedad. Las familias, cualquiera que sea su
u
composición y estructura, son el ámbito más amplio
en donde nuestras relaciones son más extensas a
través del tiempo, más intensivas y profundas
emocionalmente. La familia es el lugar donde el
género inicia su construcción, las identidades se
forman y los patrones de comportamiento son
observados y replicados. También es la esfera en la
que se transmiten las normas sociales y donde se
inicia el control social de la sexualidad.
Las familias están experimentado grandes cambios enn
todo el mundo, y Latinoamérica no es la excepción. Las
transformaciones demográficas y socioeconómicas,, la
rables
urbanización y la migración han generado considerables
es. Las
cambios en la composición y estructura familiares.
as familias
familias nucleares están reemplazando en número a las
umentando la
multigeneracionales y extensas. También están aumentando
cantidad de los hogares encabezados por mujeres.
Salles y Tuirán (1998), afirman que aunque en América Latina aún se puede hablar de rasgos
patriarcales, vigentes en ciertos arreglos familiares y de relaciones sociales, existe una pérdida de
importancia del poder patriarcal junto a un creciente proceso de individualización que implica la
gestación y el afianzamiento de la autonomía de los miembros que componen el grupo familiar. Los
MODULO 1
La sexualidad está
influenciada por factores
construidos socialmente,
tales como nuestros
conocimientos, actitudes,
significados y prácticas.
10
¡Hablemos de educación y salud sexual!
mismos autores señalan que “existe un retroceso de las visiones y las prácticas que reducen el
ejercicio de la sexualidad humana a las tareas de la reproducción. En la actualidad latinoamericana,
aunque pueda haber un sinnúmero de personas para quienes el ejercicio de la sexualidad se vincule
exclusivamente con la reproducción, sería inadmisible afirmar que la sexualidad se agota en las
relaciones familiares y mucho menos que se le asimile a la reproducción.”
Las familias siguen siendo
en muchos casos, las redes
principales de seguridad y
son percibidas como un
valor fundamental por los
jóvenes.
La familia también puede ser el caldo de cultivo de la violencia. Los resultados de 50 encuestas en
población abierta en diferentes partes del mundo, muestran que desde un 10% y hasta un 60% de las
mujeres entrevistadas informaron haber sufrido agresión física por parte de sus compañeros
íntimos. Estas agresiones físicas incluían todo tipo de abuso sexual y también violación. La
violencia sexual dentro del matrimonio puede tener una gran gama de consecuencias que van desde
la baja autoestima y depresión hasta consecuencias fatales como la mortalidad materna, el
homicidio y el suicidio (Heise, Ellsberg y Gotemoller, 1999).
A pesar de los cambios que se observan en las familias latinoamericanas y los efectos negativos que
puedan tener sobre la sexualidad de sus miembros, las familias siguen siendo en muchos casos, las
redes principales de seguridad y son percibidas como un valor fundamental por los y las jóvenes,
como lo demuestran los resultados en recientes encuestas mexicanas.
Las instituciones religiosas también
juegan un papel fundamental en
definir cómo se vive la sexualidad
en una sociedad específica. Las
grandes religiones, como sistemas
que contribuyen a normar la
sexualidad, influyen en mayor o
menor grado, en sus enseñanzas,
creencias y reglamentaciones sobre
la conducta sexual de los
individuos.
Esto ocurre aún en sociedades
secularizadas a través de las
estructuras culturales. En el caso de
América Latina, desde la época de
la conquista, la Iglesia Católica ha
actuado como una de las más
importantes fuerzas en el modelaje
de la sexualidad.
Aún hoy en día, las creencias de esta Iglesia en referencia a algunos temas como la diversidad
sexual, el autoerotismo, la anticoncepción, la utilización del condón han intervenido en la
definición de las políticas públicas en salud sexual y reproductiva en algunos países
latinoamericanos.
Sin embargo, a pesar de la gran influencia religiosa en muchas sociedades y del hecho que hay
muchas personas que sostienen creencias religiosas profundas, en muchas ocasiones se desarrollan
resistencias y prácticas alternativas.
Un claro ejemplo, es el extendido uso de la anticoncepción en la mayor parte de los países
latinoamericanos que, en los censos, se proclaman como católicos practicantes. De hecho, como lo
menciona Amunchástegui (2000), la moral y las prácticas parecen pertenecer a dos universos
diferentes que pueden “coexistir pacíficamente”.
El papel de otras instituciones tales como los sistemas de salud y la escuela en la construcción de la
sexualidad, serán discutidos en mayor detalle en el curso de esta obra.
PANORAMICA DE LA SEXUALIDAD
¿Qué elementos integran nuestra sexualidad?
¿Qué elementos integran nuestra
sexualidad?
Distinguiremos cuatro componentes básicos que a continuación serán analizados (Rubio, 1994).
La reproductividad
Nuestra sexualidad está íntimamente asociada con nuestra capacidad reproductiva. Preferimos
pensar en reproductividad y no en reproducción, pues lo que existe en los seres humanos es la
potencialidad. Si bien ésta no siempre se concreta en la forma de tener hijos o hijas, ya sea por
enfermedad, por decisión personal o porque no es congruente con el estilo de vida que se desarrolla,
pero la potencialidad la tenemos todos.
La reproductividad no se circunscribe al hecho biológico de engendrar o dar a luz hijos. Es una
dimensión humana mucho más compleja y sofisticada. Hay seres humanos que no se reproducen
biológicamente hablando aunque pueden ser muy exitosos como madres o padres adoptivos, y en
esa acción expresan su reproductividad. Otros seres humanos no son padres ni madres
biológicamente hablando, ni por adopción, pero se ocupan del crecimiento de otros, tanto biológica
como emocional y espiritualmente y en esa acción, también expresan su reproductividad.
La reproductividad no se limita a los eventos biológicos de la concepción, el embarazo y el parto, ya
que también tiene manifestaciones psicológicas y sociales de gran importancia.
El género
A partir de las diferencias corporales que nos hacen ser hombres o mujeres, las vivencias personales
y la interacción con los demás van conformando un determinado autoconcepto y una concepción
del mundo usualmente diferenciados en función del sexo al que se pertenece. Esta serie de ideas
dan origen al género, el segundo de los componentes que vamos a considerar. Convencionalmente
se denomina sexo a las características biológicas que constituyen las diferencias entre lo masculino
y lo femenino, y género a las diferencias y categorías que resultan de las edificaciones mentales que
a su vez son producto, sobre todo, de los procesos de construcción social.
MODULO 1
11
12
¡Hablemos de educación y salud sexual!
La co
construcción social asigna responsabilidades y
papeles específicos a hombres y mujeres en una
pape
sociedad dada. Estos papeles son influenciados por
soci
percepciones y expectativas emanadas de los
per
factores culturales, políticos, ambientales,
fa
eeconómicos, sociales y religiosos, así como la
ccostumbre, la ley, la clase, la etnicidad y los
prejuicios individuales y/o institucionales. El
género es aprendido y cambia a través del
tiempo. Algunos elementos del género, como
las condiciones laborales, se relacionan sólo
tangencialmente con la sexualidad.
Los humanos somos una especie sexuada,
cualidad de la que se deriva algo mucho más
complejo que una ventaja evolutiva. Desde los
primeros meses de vida, según los destacados
sexólogos Money y Eckhardt (1972), se
adquiere una dimensión psicológica muy
compleja llamada identidad de género o
ggenérica. La identidad genérica es un marco
referencial de ideas y conceptos que todos
re
tenemos respecto a lo que somos (en tanto
ten
hombres o mujeres), a lo que son los demás y a lo
hom
que debemos (o deberíamos) ser en función de
nuestro sexo: masculino o femenino. Estos
nues
conceptos son producto de las ideas compartidas que
conce
las soc
sociedades han desarrollado históricamente.
Por erotismo entendemos la
dimensión humana que
resulta de la potencialidad
de experimentar placer
sexual.
La intensidad de los sentimientos ante nuestra sexualidad casi siempre está asociada a otro de sus
componentes. Mencionemos palabras aisladas como: pasión, deseo, amor, amante, entrega,
posesión, compromiso, ruptura, impotencia, frigidez, fidelidad, infidelidad, satisfacción, placer,
dolor. Todas son palabras sexuales o mejor dicho, palabras con connotación sexual, que nos hablan
de los otros dos componentes de nuestra sexualidad: el erotismo y el afecto.
El erotismo
Por erotismo entendemos la dimensión humana que resulta de la potencialidad de experimentar
placer sexual. Es decir: “es la capacidad humana de experimentar las respuestas subjetivas que
evocan los fenómenos físicos percibidos como deseo sexual, excitación sexual y orgasmo y, que
por lo general, se identifican con placer sexual” OPS, WAS (2000).
Todos los seres humanos nacemos con esa potencialidad, sin embargo, no todos la desarrollan, la
viven y la gozan.
Si bien existe la potencialidad, estamos expuestos a experiencias en nuestro crecimiento que
regulan su aparición, su desarrollo, su expresión y también su disfunción; es decir, la aparición del
erotismo en una forma indeseada por nosotros o por el grupo social al que pertenecemos.
El placer sexual es una experiencia única en la vida. Si bien es cierto que la mayoría asocia la
experiencia placentera erótica con el deseo por otra persona, esto no siempre es así, especialmente
durante las etapas de nuestra vida en las que descubrimos el erotismo. Para experimentarlo
necesitamos que nuestro cuerpo esté sano; es decir, que no existan interferencias de tipo biológico
con los mecanismos fisiológicos del erotismo.
El placer erótico empieza a ser una realidad en el momento en el que nuestro cuerpo experimenta
cambios de tipo neurobioquímico, vascular, sanguíneo y muscular que son a su vez resultado de
PANORAMICA DE LA SEXUALIDAD
¿Qué elementos integran nuestra sexualidad?
13
que aceptemos las experiencias que nos resultan estimulantes. Todas las culturas otorgan a la vida
erótica un lugar importante. Siempre que un grupo humano se organiza, entre las primeras cosas
que se regulan, norman, prescriben y/o prohíben están las experiencias eróticas.
De los cambios que experimenta nuestro cuerpo se han ocupado muchos sexólogos, tanto del
pasado distante como del presente contemporáneo. La medicina actual también se ha ocupado
notablemente de entender esos cambios así como de encontrar las formas adecuadas para ayudar a
los que tienen dificultades para vivirlos. Los cambios más importantes, según el modelo de H. K.
Singer, son tres:
1. El deseo por el placer erótico.
2. La excitación al recibir la estimulación deseada (aunque a veces ésta sólo proviene de
nuestra imaginación y trae como consecuencia los cambios en nuestros genitales, que
responden en forma más bien espectacular: aparece la lubricación de la vagina y la erección
peneana).
3. En la mayoría de las ocasiones, se manifiesta la más característica de las respuestas eróticas:
el orgasmo, que se observa notablemente en los genitales pero que es sentido y ocurre de
hecho en todo el cuerpo. La mayoría de las veces el orgasmo se acompaña de un intenso
sentimiento placentero.
Como anotamos arriba, dada la importancia que los grupos humanos le conceden a la experiencia
erótica, ésta adquiere muchísimos matices y puede expresarse en gran cantidad de formas. Resulta
interesante preguntarse cuál es su finalidad; y
la respuesta más satisfactoria proviene de los
estudiosos de la biología y la
evo luc ión de l as e spe cie s (e .g.
Symons, 1979 y Wilson 1979),
quienes afirman que es una manera
muy sofisticada y desarrollada
de incrementar las posibilidades
de éxito evolucionario.
La mayoría de los animales
dependen de ciclos hormonales
par a qu e la con duc ta
reproductiva se presente.
Cuando la hembra entra en su
fase reproductiva emite señales
a los machos de su especie que
an un ci an su "m om en to de
reproductividad". Esas señales son
de varios tipos: algunas especies
emiten señales visuales; en muchas otras
la señal es química; es decir, la hembra
produce sustancias químicas que "activan" el deseo sexual del macho cuando entran en contacto
con él. Algunas de esas sustancias, llamadas feromonas, también son producidas por los seres
humanos. Sin embargo, las feromonas no han probado su eficacia como evocadoras del deseo
erótico en el ser humano. Recientemente se ha reactivado esta discusión gracias a los
descubrimientos relacionados con el aparato vemoronasal que hace factible la transmisión de
mensajes químicos por medio de otras sustancias distintas a las feromonas. De cualquier forma, si
estos descubrimientos recientes se confirman, el peso relativo de su acción es muy pequeño.
Nuestro erotismo no parece estar regulado, cuando menos en forma demostrable, por estos
mecanismos que en los seres inferiores anuncian la ovulación; es decir, el momento en el que el
apareamiento tendría mayores posibilidades de resultar en una concepción de un nuevo ser.
Por el contrario, la ovulación en el ser humano está oculta; no hay anuncios visuales, químicos
(olfativos), ni de ningún otro tipo sensorial que la anuncie, con la posible excepción de los cambios
en la viscosidad del moco cervical en la mujer. Para contrarrestar esta aparente desventaja
reproductiva, la conducta coital del macho y la hembra humanos desarrolló una independencia
notable de su ciclicidad hormonal. Liberados de sus relojes hormonales, los actos coitales
reproductivos de los dos sexos necesarios para la supervivencia de la especie podían ocurrir en
cualquier momento y no necesariamente en el momento de la ovulación.
En esas condiciones la especie correría el peligro de desaparecer pues no habría un marcador para
la conducta de la que depende la reproducción. Se necesitaba una nueva manera de que los hombres
y mujeres continuaran sus actos reproductivos. Ese nuevo incentivo fue el placer experimentado
MODULO 1
Todas las culturas otorgan
a la vida erótica un lugar
importante. Siempre que un
grupo humano se organiza,
entre las primeras cosas
que se regulan, norman,
prescriben y/o prohíben
están las experiencias
eróticas.
14
¡Hablemos de educación y salud sexual!
durante la experiencia sexual. El placer, ahora sabemos, no es solamente una experiencia de
satisfacción por hacer lo que se desea; en nuestro cerebro se liberan sustancias químicas que
curiosamente son muy parecidas a la heroína, droga poderosa que provoca adicción con una
facilidad notable a quien la introduce en su organismo. Según esta explicación, el erotismo es la
garantía biológica de que los hombres y mujeres seguirán interesados en copular elevando así las
posibilidades de éxito evolucionario.
Sobre la base biológica se construye el complejo entramado de significados y representaciones
sociales. Cuando nacemos la experiencia placentera erótica es casi sólo producto de la
estimulación físico táctil; a medida que crecemos se hace más y más dependiente de lo que significa
la realidad que percibimos. El erotismo se convierte en una experiencia que depende casi por
completo de lo que representa lo que vivimos, de lo que significa simbólicamente (o lo que creamos
en nuestra imaginación), aunque los significados precisos muchas veces son inconscientes. Los
significados se relacionan con lo que el placer mismo representa, desde luego, pero de manera muy
notable tienen que ver con el significado de ser hombres o mujeres; lo que el otro sexo significa para
nosotros, lo que el reproducirnos nos representa y, para gozo y sufrimiento de la raza humana, lo
que el otro, ser amado, deseado, odiado o humillado nos significa. Es tiempo de hablar del amor.
El vínculo afectivo
Nos queda por considerar el cuarto componente básico de nuestra sexualidad: el amor. No todos los
autores estarían de acuerdo en que el amor es una experiencia sexual. Coincidiendo con autores
como J. Money (1980), opinamos que así es, lo cual no quiere decir que todas las formas de
expresión de amor son expresiones eróticas. Posiblemente la potencialidad humana para amar
apareció en los seres humanos como un resultado de la necesidad de permanecer en el mundo: al
tiempo que nuestra evolución como especie nos fue haciendo individuos más sofisticados, más
dependientes de la experiencia para completar nuestro desarrollo, también nos volvimos más
dependientes del grupo para subsistir.
El problema de mayor relieve respecto al amor es que presenta una diversidad de experiencias, por
lo tanto no es sorprendente que muchos entiendan cosas diferentes por este término.
Por amor entendemos tanto el gozo de ver al ser querido feliz, como el dolor que experimentamos
cuando éste nos abandona por haber encontrado su felicidad con otro que no es el doliente.
umanos experimentamos se
Lo que casi todos los seres humanos
mo vínculo afectivo. Un
puede denominar mejor como
n. El primer vínculo con
vínculo es un lazo, una unión.
mos los seres humanos
alguna otra persona que tenemos
es físico, se llama cordón umbilical, lo tenemos
todos durante más o menos ocho meses de vida
ujer que nos lleva en
intrauterina y nos une a la mujer
su vientre. Este vínculo (que por cierto implica
un sentido más complejo quee sólo un cordón),
se rompe de manera bruscaa al nacer el
nuevo ser humano. Éste nacee en tales
ta el
condiciones que necesita
nos
cuidado de otros seres humanos
durante mucho tiempo o se
muere. Entre las dos personass
involucradas, usualmente laa
madre y el bebé, aparece
muy rápido otro vínculo; es
decir, otra unión, ya no sólo
física, compuesta de tejidos
y células, sino que está
PANORAMICA DE LA SEXUALIDAD
¿Qué elementos integran nuestra sexualidad?
15
integrada por respuestas afectivas evocadas por la presencia de ese otro ser humano. Lo que cada
uno de los dos involucrados siente respecto a la presencia o a la ausencia de ese otro ser humano no
de cualquier ser humano, sino de ese en especial es el hilo con el que se teje el vínculo afectivo.
Ese lazo tiene siempre dos integrantes cuando menos, lo que significa que hay un mínimo de dos
seres humanos conformándolo. En esta primera forma de vínculo, la madre experimenta respuestas
afectivas muy complejas que expresan casi todos los componentes de su persona. El vínculo por el
lado del bebé es mucho más simple, considerando lo que sabemos hoy en día del desarrollo
humano; se hace más notorio hacia los cuatro a seis meses después del nacimiento y se desarrollará
y modificará a lo largo de la infancia.
También se constituyen vínculos importantes con el padre, abuelos y otros miembros de la familia.
Posteriormente habrá lazos afectivos importantes con amistades y finalmente se establecerán
vínculos amorosos con la pareja.
Los componentes básicos en interacción
Cada uno de los componentes básicos de la sexualidad, se relacionan unos con otros para dar como
resultado la aparición de nuevos elementos de nuestra sexualidad. Si bien los componentes básicos
los podemos identificar en un número de circunstancias en nuestra vida, en general, la vivencia del
adulto de las cosas sexuales involucran a más de uno de estos componentes básicos: los adultos
vivimos estos componentes en forma integrada (Rubio, 1994).
Cuando los componentes básicos de nuestra sexualidad se integran dan lugar a dimensiones
humanas que nos hablan de esta complejidad. La orientación sexual, y la identidad sexual son
ejemplos de estas dimensiones humanas que surgen a partir de la integración de los componentes
básicos. Revisaremos brevemente estas dimensiones de la sexualidad humana.
La reproductividad
El género
ORIENTACION
SEXUAL
El erotismo
I
d
e
n
t
i
d
a
d
s
e
x
u
a
l
El vínculo afectivo
Interacción de los componentes de la sexualidad
MODULO 1
La orientación sexual y la
identidad sexual surgen de
la integración adulta de los
componentes de la
sexualidad.
16
¡Hablemos de educación y salud sexual!
La orientación sexual
Desde muy temprano en nuestro desarrollo, las vertientes del género (nuestras concepciones
personales tamizadas siempre por la interacción social del ser hombre o mujer) se integran con
nuestras vivencias eróticas y afectivas. Este es un proceso muy imperceptible, pero que para la
infancia tardía (8 a 12 años de edad) se ha completado de manera clara.
Las vivencias de atracción afectiva y erótica se organizan en función del género de la persona, que
provoca las atracciones y los deseos. Estas vivencias se organizan de manera más o menos
definitiva en lo que llamamos la orientación sexual. La orientación sexual se define entonces como
“la organización específica del erotismo y/o el vínculo emocional de un individuo en relación al
género de la pareja involucrada en la actividad sexual. La orientación sexual puede manifestarse en
forma de comportamientos, pensamientos, fantasías o deseos sexuales, o en una combinación de
estos elementos” (OPS,WAS, 2000).
La identidad sexual
La identidad sexual resulta de la integración de todos los componentes de la sexualidad
organizados para darle al individuo respuestas ante la pregunta ¿quién soy? Cuando nos hacemos
esa pregunta referida a nuestra cualidad sexual, nos respondemos con un marco interno de
referencia que integra nuestras concepciones de los elementos de nuestra sexualidad. La identidad
sexual incluye la manera como la persona se identifica como hombre o mujer, o como una
combinación de ambos, y la orientación sexual de la persona.
La identidad sexual se forma con el correr de los años y permite a un individuo formular un
concepto de sí mismo sobre la base de su sexo, género y orientación sexual y desenvolverse
socialmente conforme a la percepción que tiene de sus capacidades sexuales (OPS-WAS, 2000).
Los sistemas de valores
están siempre presentes, se
reflejan en nuestras
opiniones, sentimientos y
en la manera como
educamos.
Sexualidad y valores: una
propuesta ideológica
T
odos estos componentes de nuestra sexualidad están presentes en nuestro ser desde que
nacemos, e incluso antes. Desde luego la forma en la que están presentes no es la misma en
el niño que en el adulto, de hecho suele no ser la misma entre distintos seres humanos
adultos. ¿Cómo es que estos componentes deben desarrollarse?
La respuesta a esta pregunta requiere de una reflexión previa; se necesita un sistema de valores para
responderla.
Algunos autores consideran que no es conveniente que los que estudian y escriben sobre la
sexualidad expresen sus propios valores, ya que la definición de éstos es un asunto personal, y
nadie debe imponerlos a otros. Estamos de acuerdo con que la imposición de valores es muy
reprobable, pero no es posible siquiera extraernos de opinar sobre ellos cuando hablamos,
sentimos, escribimos, educamos o ayudamos a otros en sus problemas alrededor de la sexualidad.
Los sistemas de valores, es decir, el conjunto de cosas que pensamos que deben ser, que
consideramos que son buenas, acompañadas del conjunto de aquéllas que pensamos que no deben
ser, que son malas, están siempre presentes.
Creemos que los seres humanos tienen derecho a buscar el bienestar, y éste no puede conseguirse si
la sexualidad está problematizada. Empecemos por decir que el bienestar sexual expresado como
salud sexual es deseable para poder contar con bienestar general. Un problema sexual aparece
cuando alguna de las partes de la sexualidad se expresa en forma no deseable o cuando no
permitimos que se exprese.
PANORAMICA DE LA SEXUALIDAD
Sexualidad y valores: una propuesta ideológica
17
Es conveniente recordar que ningún acto de voluntad humana puede ponernos o quitarnos las cosas
básicas con las que nacemos, y nacemos con nuestra sexualidad potencial. Lo que sí puede ocurrir
es que otros seres humanos actúen de manera que la expresión de nuestra sexualidad se dificulte; es
decir, que se reprima nuestra sexualidad. Este es el primer valor que conviene explicitar: la plenitud
en la forma de expresión sexual.
La libertad es uno de esos valores que ha sido tan usado para defender todo tipo de banderas, que es
necesario precisar lo que queremos decir con “expresión libre de la sexualidad”. Una de las mejores
metáforas sobre la libertad se la debemos a los poetas: la de un pájaro en vuelo. Para que el ave
vuele libremente se necesita que tenga un espacio propio y que sus potencialidades de vuelo se
conviertan en acción. Una vez en el aire, el ave delimita sus espacios y reconoce los límites
infranqueables; así, aunque quiera no puede atravesar una muralla. La libertad de expresión sexual
no debería ser confundida con una satisfacción inmediata de todos los deseos, sino como la
cualidad resultante de poder buscar la satisfacción de los mismos, contando con un “espacio
propio”, al tiempo que se reconocen las limitaciones que el mundo nos presenta, especialmente
aquéllas que existen cuando nos percatamos de que no estamos solos en el mundo. La salud sexual
se adquiere cuando los cuatro componentes de la sexualidad: reproductividad, género, erotismo y
vinculación afectiva se expresan libremente con esta perspectiva.
No basta con la expresión plena y libre, hay dos condiciones más: la congruencia y la armonía.
Para que la expresión sea congruente
te se
necesita que la “dirección” en la quee se
expresan esos componentes sea
ea
compatible con otras formas de
expresión sexual y otras formas dee
expresión humana. Hay congruenciaa
cuando la expresión sexual no se
contrapone consigo misma y con
otras expresiones humanas que
pensamos son deseables. Cuando en
el erotismo, por ejemplo, hay
significados mentales que lo hacen
reprobable y determinan que la
persona sienta culpa por su
expresión, el componente biológico
del erotismo no es congruente con el
componente mental. Cuando todoss
d
los componentes de la sexualidad
funcionan en la misma dirección; es
mpo
decir, cuando su expresión en el tiempo
tiene un mismo sentido vectorial,, la
característica de la congruencia está
presente.
Para que la congruencia sea posible se requiere otra característica que por su importancia es
considerada un valor fundamental: la integridad. La integridad en sexualidad se manifiesta cuando
se ha gestado un proceso por el cual las diversas dimensiones de la sexualidad se hacen presentes
en las vivencias de la persona. Por ejemplo, es posible que el erotismo se desarrolle muy
plenamente haciendo a un sujeto (o a un grupo humano) muy diestro en las artes eróticas, pero de
poco sirve para el bienestar individual y social el ejercicio de erotismo desbordado que ignora las
implicaciones vinculares o las consecuencias de las posibilidades de reproducción. La sexualidad
debe integrarse a la complejidad del ser humano total: una sexualidad no íntegra en el individuo es
siempre un problema. Este carácter necesariamente social hace aparecer un quinto valor en nuestro
sistema: la responsabilidad.
No es posible que una vida plena y una comunidad sexualmente sana se formen con personas que
no saben o no pueden responder por las consecuencias de sus actos y omisiones en las expresiones
de sus potencialidades sexuales.
MODULO 1
Para que la expresión de la
sexualidad sea libre y
plena, requiere de ser
congruente y armónica.
18
¡Hablemos de educación y salud sexual!
El respeto y la responsabilidad son aquí los valores sociales por excelencia que hace que la vivencia
de la sexualidad sana esté siempre en función de las consecuencias previstas o posibles de la
expresión en conductas de nuestra sexualidad.
Estos valores deben estar apoyados en la equidad, la idea central que reconoce que todos los seres
humanos tenemos el mismo valor como lo señala el Principio 1 d el Programa de Acción de la
Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (1994).
La sexualidad, por lo tanto, debe ser desarrollada en forma plena, libre, congruente y armónica con
el resto de nuestras cualidades humanas. Éste es desde luego un modelo ideal de desarrollo; en un
sentido estricto es muy difícil que alguno de nosotros viva su sexualidad así. Como todos los
ideales, éste puede parecer utópico, pero las utopías nos mueven hacia ellos, y sin ideales nuestro
andar por el mundo y la vida puede hacerse insoportable.
Ahora bien, esta propuesta se deriva de un marco ideológico específico. Una ideología es una
forma de filosofía social y política en la que los elementos prácticos son tan prominentes como los
teóricos, es un sistema de ideas que intenta al mismo tiempo explicar al mundo y cambiarlo
(Maurice Cranston, 1994-2000, Encyclopædia Britannica, Inc.).
Las ideologías son, por definición, cuestionables. La definición de lo saludable en sexualidad ha
tenido, entonces, los cuestionamientos propios de las ideologías. No obstante, la diversidad
ideológica ha tenido en los últimos 200 años un foro de acuerdo global muy poderoso y eficiente: el
marco de los derechos humanos.
Los derechos humanos y los derechos
sexuales
Los derechos humanos son afirmaciones acerca de la naturaleza humana que han alcanzado el
consenso internacional. La OMS los define como: “Garantías legales universales que protegen a
los individuos y a los grupos contra las acciones que interfieren con sus libertades fundamentales y
su dignidad humana.”
PANORAMICA DE LA SEXUALIDAD
Sexualidad y valores: una propuesta ideológica
Aunque ya desde hace tiempo se ha hablado de los derechos reproductivos, estos fueron enunciados
y articulados por el Programa de Acción de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo
(1994) de la siguiente manera: los derechos reproductivos abarcan ciertos derechos humanos que ya
están reconocidos en las leyes nacionales, en los documentos internacionales sobre derechos
humanos y en otros documentos pertinentes de las Naciones Unidas aprobados por consenso. Esos
derechos se basan en el reconocimiento del derecho básico de todas las parejas e individuos a decir
libre y responsablemente el numero de hijos, el espaciamiento de los nacimientos y el intervalo
entre estos y a disponer de la información y de los medios para ello y el derecho a alcanzar el nivel
mas elevado de salud sexual y reproductiva. También incluye su derecho a adoptar decisiones
relativas a la reproducción sin sufrir discriminación, coacciones ni violencia, de conformidad con lo
establecido en los documentos de derechos humanos. En ejercicio de este derecho, las parejas y los
individuos deben tener en cuenta las necesidades de sus hijos nacidos y futuros y sus obligaciones
con la comunidad. La promoción del ejercicio responsable de esos derechos de todos deben ser la
base primordial de las políticas y programas estatales y comunitarios en la esfera de la salud
reproductiva, incluida la planificación de la familia. Como parte de este compromiso, se debe
prestar plena atención, a la promoción de relaciones de respeto mutuo e igualdad entre hombres y
mujeres, y particularmente a las necesidades de los adolescentes en materia de enseñanza y de
servicios con objeto de que puedan asumir su sexualidad de modo positivo y responsable.
Por otra parte, el concepto de los derechos sexuales ha aparecido desde hace unos 20 años. Los
derechos sexuales son derechos humanos. Su mención aparte responde a la vaguedad de su
referencia en las declaraciones de derechos humanos que han gozado de consenso internacional en
la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Los derechos sexuales no
son nuevos derechos, sino afirmaciones que vinculan los derechos humanos a la sexualidad
(Klugman, 2000).
HOS HUMANOS
DEREC
Derechos
sexuales
La Asociación Mundial de Sexología ha publicado una Declaración de Derechos Sexuales que
traduce los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos a la sexualidad. Esta
declaración contiene once afirmaciones que resumen estos derechos y se encuentra en el cuadro
anexo.
MODULO 1
19
20
¡Hablemos de educación y salud sexual!
DECLARACION DE LOS DERECHOS SEXUALES
ASOCIACION MUNDIAL DE SEXOLOGIA (WAS)
La sexualidad es una parte integral de la personalidad de todo ser humano. Su desarrollo pleno depende de la satisfacción de necesidades
humanas básicas como el deseo de contacto, intimidad, expresión emocional, placer, ternura y amor.
La sexualidad se construye a través de la interacción entre el individuo y las estructuras sociales. El desarrollo pleno de la sexualidad es
esencial para el bienestar individual, interpersonal y social.
Los derechos sexuales son derechos humanos universales basados en la libertad, dignidad e igualdad inherentes a todos los seres
humanos. Dado que la salud es un derecho humano fundamental, la salud sexual debe ser un derecho humano básico. Para asegurar el
desarrollo de una sexualidad saludable en los seres humanos y las sociedades, los derechos sexuales siguientes deben ser reconocidos,
promovidos, respetados y defendidos por todas las sociedades con todos sus medios. La salud sexual es el resultado de un ambiente que
reconoce, respeta y ejerce estos derechos sexuales:
1. El derecho a la libertad
sexual.
La libertad sexual abarca la posibilidad de la plena expresión del potencial sexual de los
individuos. Sin embargo, esto excluye toda forma de coerción, explotación y abuso sexuales en
cualquier tiempo y situación de la vida.
2. El derecho a la autonomía, Este derecho incluye la capacidad de tomar decisiones autónomas sobre la propia vida sexual
integridad y seguridad sexuales dentro del contexto de la ética personal y social. También están incluidas la capacidad de control y
disfrute de nuestros cuerpos, libres de tortura, mutilación y violencia de cualquier tipo.
del cuerpo.
3. El derecho a la privacidad
sexual.
Este involucra el derecho a las decisiones y conductas individuales realizadas en el ámbito de la
intimidad siempre y cuando no interfieran en los derechos sexuales de otros.
4. El derecho a la equidad
sexual.
Este derecho se refiere a la oposición a todas las formas de discriminación, independientemente
del sexo, género, orientación sexual, edad, raza, clase social, religión o limitación física o
emocional.
5. El derecho al placer sexual.
El placer sexual, incluyendo el autoerotismo, es fuente de bienestar físico, psicológico, intelectual
y espiritual.
6. El derecho a la expresión
sexual emocional.
La expresión sexual va más allá del placer erótico o los actos sexuales. Todo individuo tiene
derecho a expresar su sexualidad a través de la comunicación, el contacto, la expresión emocional
y el amor.
7. El derecho a la libre
asociación sexual.
Significa la posibilidad de contraer o no matrimonio, de divorciarse y de establecer otros tipos de
asociaciones sexuales responsables.
8. El derecho a la toma de
Esto abarca el derecho a decidir tener o no hijos, el número y el espacio entre cada uno, y el
decisiones reproductivas, libres derecho al acceso pleno a los métodos de regulación de la fecundidad.
y responsables.
9. El derecho a información
basada en el conocimiento
científico.
Este derecho implica que la información sexual debe ser generada a través de la investigación
científica libre y ética, así como el derecho a la difusión apropiada en todos los niveles sociales.
10. El derecho a la educación
sexual integral.
Este es un proceso que se inicia con el nacimiento y dura toda la vida y que debería involucrar a
todas las instituciones sociales.
11. El derecho a la atención de La atención de la salud sexual debe estar disponible para la prevención y el tratamiento de todos
los problemas, preocupaciones y trastornos sexuales.
la salud sexual.
LOS DERECHOS SEXUALES SON DERECHOS HUMANOS FUNDAMENTALES Y UNIVERSALES
Declaración del 13avo. Congreso Mundial de Sexología, 1997, Valencia, España, revisada y aprobada por la Asamblea General de la Asociación
Mundial de Sexología, WAS, el 26 de agosto de 1999, en el 14º Congreso Mundial de Sexología, Hong Kong, República Popular China.
PANORAMICA DE LA SEXUALIDAD
La salud sexual: expresión de los derechos sexuales
21
La salud sexual: expresión de los
derechos sexuales
L
a salud sexual consiste entonces en una sexualidad que conlleve bienestar a la vida de los
seres humanos. El bienestar esta mejor expresado en los derechos sexuales, entendidos
éstos como condiciones mínimas a las que todo ser humano tiene derecho. Puede
entenderse entonces la vinculación entre derechos sexuales y salud como la del límite debajo del
cuál el bienestar no será alcanzado, y arriba del cual se puede trabajar para mejorar los niveles de
salud sexual individual, de pareja, comunitario, nacional y de toda la humanidad.
Por estas razones, la OMS propone en sus definiciones de trabajo que la salud sexual sea entendida
como:
SALUD SEXUAL
ORGANIZACION MUNDIAL DE LA SALUD
Definición
La salud sexual es un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado a la
sexualidad, no es solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad. La salud sexual
requiere de una aproximación positiva y respetuosa a la sexualidad y a las relaciones sexuales, así
como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras, seguras, libres de coerción,
discriminación y violencia. Para el logro y el mantenimiento de la salud sexual, los derechos sexuales
de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud.
Definición de trabajo del Grupo de Consulta Internacional de la Organización Mundial de la Salud:
http://www.who.int/reproductive-health/gender/sexual_health.html#4
La salud sexual es una meta compleja y para muchos aún lejana. No obstante, es central para la
realización de nuestro potencial como seres humanos.
De las páginas anteriores surge una concepción de la sexualidad que la caracteriza como:
Universal, en el sentido de que todos somos seres sexuales.
Multifacética, expresada de muchas maneras.
Individual a la vez que social.
Construida socialmente en interacción con los fundamentos biológicos.
“Expresada positivamente, a través de relaciones consensuales, mutuamente respetuosas y
protegidas, potencia el bienestar, la salud y la calidad de vida” (TARSHI, 2001).
“Expresada negativamente a través de la violencia, la explotación o el abuso, disminuye la
dignidad y autoestima de las personas y puede tener efectos dañinos de largo plazo”
(TARSHI, 2001).
Pero sobre todo, dinámica, en constante transformación, que es sujeto de procesos educativos que
pueden ofrecer a los individuos la posibilidad de tomar decisiones libres y responsables y de
defender y ejercer sus derechos sexuales que son derechos humanos.
Por eso ¡Hablemos de salud y educación sexual!
MODULO 1
Los derechos sexuales son
valores universales que
sustentan la salud sexual.
22
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Referencias bibliográficas
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Wilson, E. O. (1979). On Human Nature.-New York: Bantam Books.
PANORAMICA DE LA SEXUALIDAD
2
Educación
de la sexualidad
¡HABLEMOS DE EDUCACION Y SALUD SEXUAL!
EDUCACION DE LA SEXUALIDAD
Educación
de la sexualidad
2
?
O bj e t i v o s
Los y las docentes:
Conocerán definiciones de educación de la sexualidad e identificarán sus similitudes.
Comprenderán la educación sexual formal e informal y construirán su propio concepto.
Comprenderán a la educación sexual como un derecho de la niñez y de la juventud, el que
debe ser parte del compromiso institucional de las escuelas.
Introducción
Preguntas que se hacen con frecuencia
¿Cuál es la diferencia entre los términos
educación sexual y educación de la
sexualidad?
las representaciones sociales de los mismos.
Es especialmente importante considerar el
papel que el género juega en este proceso.”
Algunos autores establecen una diferencia
entre los términos señalando que la educación
sexual se limita a la educación del sexo en sí,
en tanto que educación de la sexualidad alude
a la sexualidad en su conjunto.
Si atendemos a la definición de la sexualidad
previamente presentada comprenderemos que
el término educación sexual no puede referirse
a la educación del sexo, ya que este es un
conjunto de características que no son
educables, sólo la sexualidad puede ser
transformada por un proceso propositivo, por
lo tanto en este Manual usaremos como
sinónimos educación de la sexualidad y
educación sexual, conceptualizándola como:
“El proceso vital mediante el cual se
adquieren y transforman, formal e
informalmente, los conocimientos, las
actitudes y los valores respecto de la
sexualidad en todas sus manifestaciones, que
incluyen desde los aspectos biológicos y
aquellos relativos a la reproducción, hasta
todos los asociados al erotismo, la identidad y
¿La escuela debe hacer educación sexual?
Por supuesto que sí, es un deber de toda
escuela hacer educación sexual adecuada. La
educación sexual es un derecho de la niñez y
de la juventud que la escuela debe proteger y
hacer cumplir.
¿Quiénes deben asumir la educación sexual
en la escuela?
Existen varias posiciones al respecto. Aunque
algunos especialistas sugieren que la
educación sexual debe ser dada por docentes
especializados en esta materia, en este Módulo
proponemos que además de contar con
docentes o profesionales especializados en
educación sexual, ésta debe ser integrada al
currículo. Todos los docentes en cada grado y
en sus respectivas áreas académicas planearían
sus contenidos, sus objetivos y sus
metodologías para abordar la educación
sexual.
MODULO 2
25
26
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Desarrollo temático
La Directora General del Fondo de Población de las Naciones Unidas, Thoraya Obaid, emitió una
declaración, en ocasión del Día Mundial de la Población 2003, en la que expresa que:
“Los jóvenes tienen derecho a los servicios de salud reproductiva y a la información al
respecto. Los estudios han demostrado reiteradamente que la educación sobre la
sexualidad y la reproducción no acrecienta los comportamientos irresponsables. Por el
contrario, ayuda a los jóvenes a adoptar decisiones responsables y saludables.”
De esta manera se reitera la importancia que la educación sexual posee como un
prerrequisito para el logro de los grandes objetivos del desarrollo, ya reconocidos en el
Programa de Acción de la Conferencia del Cairo. Para muchos otros, esta preocupación e
interés no son nuevos. Desde la década de los años treinta del siglo pasado, América Latina
tiene una larga historia en el establecimiento de distintos tipos de programas, sin embargo,
no fue sino hasta las postrimerías del siglo que se reconoció la trascendencia y la necesidad
de que una adecuada educación sexual fuera parte de la educación general. Esto propició el
desarrollo de estrategias con materiales que alimentan una gran cantidad de acciones en la
región. Por eso es importante hoy más que nunca aclarar los términos, revisar las
definiciones, proponer modelos y evaluar procesos y resultados referentes al tema.
La educación sexual es “El
proceso vital mediante el
cual se adquieren y
transforman, formal e
informalmente, los
conocimientos, las actitudes
y los valores respecto de la
sexualidad en todas sus
manifestaciones, que
incluyen desde los aspectos
biológicos y aquellos
relativos a la reproducción,
hasta todos los asociados al
erotismo, la identidad y las
representaciones sociales
de los mismos. Es
especialmente importante
considerar el papel que el
género juega en este
proceso.”
Concepto de Educación Sexual
L
ograr una definición única y perfecta de la educación sexual no es tarea fácil, existen
diferentes definiciones, unas más complejas que otras, respecto de lo que debería ser la
educación sexual. A continuación se presentan algunas:
”La educación sexual será el conjunto de aprendizajes que permiten el buen desarrollo de las
capacidades sexuales, su coordinación con las demás facultades y la consecución de una buena
interrelación con las otras personas que resulten estimulantes por su condición sexuada y sexual,
consiguiendo altos niveles de espontaneidad y comunicación, y también de respeto y estima”
(Frederic Boix, De la represión a la psicopedagogía sexual, Barcelona, ed.: Nova Terra, col: Noves
Actituds, p. 116, 1976).
“La educación sexual, tomada en un sentido amplio, comprende todas las acciones, directas e
indirectas, deliberadas o no, conscientes o no, ejercidas sobre un individuo (a lo largo de su
desarrollo), que le permiten situarse en relación a la sexualidad en general y a su vida sexual en
particular” (M. J. García Werebe, La educación sexual en la escuela, Barcelona, Planeta, p`. 9,
1979).
“La educación sexual es la parte de la educación general que incorpora los conocimientos biopsicosociales de la sexualidad, como parte de la formación integral del educando. Su objetivo básico es
lograr la identificación e integración sexual del individuo y capacitarlo para que se cree sus propios
valores y actitudes que le permitan realizarse y vivir su sexualidad de una manera sana y positiva,
consciente y responsable dentro de su cultura, su época y su sociedad” (Equipo Multidisciplinario
del Instituto Nacional de Educación Sexual, Metodología y educación sexual, Santo Domingo,
Editor Inés, col.: Educación sexual, vol. VIII, p. 14, 1976).
“La educación sexual es un proceso que dura toda la vida y que está dirigido a adquirir información,
formar actitudes, convicciones y valores sobre la identidad, las relaciones y la intimidad. Incluye
el desarrollo sexual, la salud reproductiva, las relaciones interpersonales, el afecto, la intimidad, la
EDUCACION DE LA SEXUALIDAD
Concepto de educación sexual
27
imagen corporal y el género sexual. La educación sexual concierne a las dimensiones biológicas,
socio-culturales, sicológicas y espirituales desde el dominio cognitivo, el afectivo y el
comportamental, incluyendo las habilidades de comunicación efectiva y la toma de decisiones
responsables”( SIECUS, Guía para una educación sexual integral para la juventud hispana/latina,
p. 3, 1995).
En todos estos conceptos se observan más coincidencias que diferencias. Algunos
elementos básicos comunes son: La educación sexual obedece a una necesidad de
estructurar y potencializar el crecimiento sexual más que prevenir "los males que trae
consigo la vida sexual". La educación sexual no tiene sentido sólo por el hecho de que exista
la necesidad de reducir embarazos tempranos, SIDA o enfermedades de transmisión sexual.
Niños, niñas, jóvenes y adultos necesitamos aprender a vivir nuestra sexualidad. Como lo
planteaba ya Lester Kirkendall (1986):
“(...) la meta de la educación sexual no sería suprimir o controlar la expresión como lo era en
el pasado, sino mostrar las inmensas posibilidades de realización humana que la sexualidad
ofrece”.
La educación sexual es un proceso vital que se inicia desde que nacemos hasta que
morimos, por lo tanto deberá adaptarse a cada momento evolutivo. Ya que a cada edad le
corresponde un determinado tipo de intereses, de necesidades, conflictos y expresiones
sexuales, por lo tanto le corresponderá una determinada educación sexual. Cada edad
requiere de ciertos contenidos, implica diferentes objetivos y exige una metodología
adecuada a las capacidades psicológicas y a los estilos de aprendizaje propios de cada edad.
Ciertos tópicos son de interés y necesarios en ciertas edades, pero en otras ya no lo son.
Educar la sexualidad es mucho más que transmitir conocimientos acerca de la sexualidad.
La educación sexual implica algo más que transmisión de conocimientos acerca de la
reproducción por medio de los órganos sexuales. Educar sexualmente implica la formación
y la estructuración de valores, actitudes y sentimientos positivos frente a la sexualidad. Si
bien es cierto que dar información sexual exacta y veraz es importante, no es el único
objetivo de la educación sexual. Durante mucho tiempo y para muchas familias y escuelas
esto ha sido lo más fácil y lo más cómodo. Dar información es una cosa y formar es otra,
brindar información sexual no garantiza que los estudiantes adquieran valores y actitudes
positivas para vivir su sexualidad basada en el respeto, la responsabilidad, la autonomía, el
amor, la reciprocidad, la tolerancia, etc. Por ejemplo, que los adolescentes tengan
información sobre la reproducción y la anticoncepción no es suficiente para que desarrollen
actitudes y prácticas de paternidad y maternidad responsable.
La educación sexual en la escuela debe implicar a la persona en su totalidad, debe partir de
las vivencias, las experiencias, los conocimientos, las creencias, los temores, las
emociones, las actitudes y las características personales de los educandos (sean estudiantes,
docentes, madres y padres). Generalmente la educación sexual se ha dirigido al dominio de
lo cognitivo, descuidando los aspectos afectivos, actitudinales y comportamentales.
La educación sexual escolar se propone como un proceso sistemático e intencional, es decir
requiere de una programación y de una planeación. Como en cualquier otra área de la
educación se hace necesaria una organización anticipada de los temas a tratar, de la
metodología a implantar, de los recursos y la forma de evaluación. Por ejemplo para lograr
una comprensión integral de cómo se hacen los niños, es importante conocer las partes y las
funciones del cuerpo, apreciar y reconocer los genitales, comprender y valorar las
relaciones de pareja y el significado de las relaciones sexuales.
La educación sexual escolar que aquí planteamos propone implicar la participación activa y
comprometida de todos. Contrario a los esquemas tradicionales, la nueva educación sexual
se caracteriza por el hecho de que padres, madres, estudiantes, directivos y docentes se
hacen responsables de su propia educación sexual. Tal como lo plantea el pedagogo
brasileño Paulo Freire: "nadie educa a nadie, todos nos educamos mutuamente".
MODULO 2
Educar la sexualidad es
mucho más que transmitir
conocimientos de la
sexualidad.
28
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Educación formal, informal y no
formal
L
a educación de la sexualidad puede darse formal o informalmente. Denominamos
educación sexual informal a la que se da en forma no sistemática, como parte de la vida
cotidiana y que generalmente no tiene propósitos conscientes. Algunos ejemplos:
La forma en la que los padres o aquéllos que están cerca de un bebé viven su propia
sexualidad será trasmitida inevitablemente a la criatura, dándole a ésta una percepción de
que la sexualidad es una experiencia agradable o negativa. Un padre que se acerca al tema
de las relaciones sexuales con violencia necesariamente transmitirá el mensaje de la
asociación entre sexualidad y violencia.
La educación informal se
brinda de manera no
sistemática, como parte de
la vida cotidiana y es muy
importante por sus efectos
en la vida de las personas.
La manera en que son aceptadas o reprobadas las primeras exploraciones corporales de
niños y niñas. Si existe en la familia vergüenza ante el propio cuerpo y nunca son nombrados
los genitales, es poco probable que pueda formarse un sentimiento de aceptación del propio
cuerpo y de las sensaciones que de él provienen, elementos indispensables para una plena
salud sexual.
No dando respuesta a las primeras inquietudes infantiles respecto de las diferencias
sexuales, o bien replicando en forma parcial y prejuiciosa. Así, si se dice que los niños
tienen “algo” que “las niñas han perdido”, se estará mostrando que se percibe a la mujer sólo
en relación con el varón como un ser carente, reforzando así el modelo social de inequidad
entre los géneros.
La escandalización de los padres de familia ante el desnudo a pesar de la implícita
aceptación por ellos de los anuncios televisivos que utilizan a la sexualidad como un gancho
comercial.
La preferencia que se da a los varones para que asistan a la escuela, en tanto que a las niñas se
las orienta a quedarse en la casa para ayudar con los quehaceres domésticos.
Los profesionales de la salud que riñen a los y las adolescentes que se acercan a ellos para
pedir anticonceptivos, o los farmacéuticos que se burlan de aquellos jóvenes que acuden a
comprar condones.
En todos estos casos se está dando una educación sexual que transmite valores y actitudes negativas
y que forma o deforma la personalidad de los adolescentes. Para transformar esta educación es
necesario darle propósitos, este modo la educación sexual debe contribuir al bienestar, la
autonomía y el desarrollo de los individuos y por lo tanto es necesario que sea oportuna, veraz,
integral, libre de mitos y prejuicios, ya que en esta medida actuará como preventiva de problemas
posteriores y conducirá a la salud sexual. Conduce también a que el individuo se reconozca como
sujeto de derechos reproductivos y sexuales. Es decir, orienta a la formación del concepto de
ciudadanía.
Aller Atucha (1992), diferencia lo que es la socialización y la educación sexual. La socialización
sexual (que siempre se ha dado) implica la transmisión de valores, creencias y costumbres a través
de la familia, la escuela, los medios de comunicación y la iglesia.
Existe otro tipo de educación, la formal, que es aquélla impartida dentro del sistema escolarizado,
ya sea mediante charlas o talleres, incluidas o no dentro del currículum.
En algunos países como Colombia, forma parte obligatoria de la educación que se imparte en todas
las escuelas, y en algunos otros países existen materias como ciencias sociales y naturales que
EDUCACION DE LA SEXUALIDAD
Educación formal, informal y no formal
incluyen en sus contenidos algunos relativos a la sexualidad. Si bien es cierto que la educación que
se da en la familia y la comunidad es de fundamental importancia para el futuro de los individuos
debe destacarse el papel que se da a la educación de la sexualidad formal dentro del contexto de
nuestras sociedades cada vez más escolarizadas. Por ello exige la capacitación del personal docente
para prepararlos para ofrecer respuestas emocional y pedagógicamente apropiadas.
Se halla un tercer tipo, la educación sexual no formal, que consiste en cursos, charlas, talleres que
se dan a diferentes públicos como pueden ser adolescentes, padres, maestros y personal de la salud.
Generalmente responden a una planeación con objetivos y actividades específicos. En muchos
casos, es a través de estos cursos que el personal de la salud recibe la formación necesaria para
trabajar con la comunidad y a su vez transmite conocimientos y actitudes a la comunidad.
En resumen entenderemos la educación
sexual como:
“El proceso vital mediante el cual se adquieren y transforman, formal e informalmente, los
conocimientos, las actitudes y los valores respecto de la sexualidad en todas sus manifestaciones,
que incluyen desde los aspectos biológicos y aquellos relativos a la reproducción, hasta todos los
asociados al erotismo, la identidad y las representaciones sociales de los mismos. Es especialmente
p
p qque el ggénero jjuega
g en este pproceso.”
importante
considerar el ppapel
En otras palabras, la educación sexual es:
“(...) un proceso permanente en el cual las personas configuran y estructuran de una manera formal
e informal sus sentimientos, actitudes, normas, valores, conocimientos y comportamientos
relacionados con la sexualidad, en interacción con unos determinados métodos de educación
practicados por la familia, la escuela y el medio social en que se desarrollan ” (Romero, 1998).
MODULO 2
29
30
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Educación sexual
Proceso permanente
En el cual
Las personas configuran y estructuran
consciente e inconscientemente
Formal
Informal
Sentimientos, actitudes, valores, conocimientos y
conceptos relacionados con la sexualidad
En interacción con
Método de educación sexual
Practicado por
Familia
Escuela
Instituciones
La propuesta de realizar educación sexual en la escuela tiene como función ejercer una educación
sexual consciente, intencionada y formal. La educación sexual en la escuela es:
"(...) una formalización del aprendizaje sexual dentro de algún programa que debe explorar los
factores biológicos, emocionales, sociales, espirituales e intelectuales que comprometen a la
persona en su totalidad” (Carrera, 1982).
Partiendo de estas reflexiones se propone entender la educación sexual formal como “(...) un
proceso sistemático, intencional y permanente dirigido a promover y recrear los conocimientos,
actitudes y comportamientos necesarios para vivir la sexualidad en forma responsable, autónoma,
gratificante y constructiva, a partir de una pedagogía participativa, dialógica, experiencial y
problematizadora” (Romero 1999).
EDUCACION DE LA SEXUALIDAD
¿La escuela y la educación sexual?
Concepto de educación sexual
Educación
sexual
{
Proceso
Objetivos
Permanente
Sistemático
Intencional
Construir y recrear conocimientos
Desarrollar valores y actitudes positivas
Estimular prácticas sexuales
responsables y constructivas
Metodología
Dialógica
Participativa
Reflexiva
Problematizadora
¿La escuela y la educación sexual?
U
no de los cuestionamientos que se hacen algunos docentes, y también las madres y padres
de familia, es si la escuela debe hacer educación sexual. Este interrogante sugiere la idea
que en las escuelas no se hace educación sexual y que ellos deberían decidir si la asumen o
no, como si no la estuvieran realizando ya. Todas las escuelas hacen educación de la sexualidad, así
como también lo hacen todas las familias. Es imposible no educar la sexualidad; hagan lo que
hagan la escuela y la familia siempre están educando la sexualidad, conciente o inconscientemente,
abierta o sutilmente, explícita o implícitamente, intencionalmente o no.
Desde que se nace hasta que se muere nuestra sexualidad está
sometida a complejos y sutiles procesos
ocesos de educación,
formales o informales. La forma como
omo se estructura,
se vivencia y experimenta la sexualidad
xualidad es el
producto de todo un proceso de aprendizaje.
No cabe duda que la escuela
a como
institución social juega un papel
importante en este proceso. Las
escuelas como las familias sólo tienen
nen
dos alternativas: educan la
sexualidad para bien o la educan
n
para mal, no es posible que puedann
o quieran escoger no educar la
sexualidad. Es importante que las
escuelas tomen conciencia de esto
y del tipo de educación sexual que
realizan, que reflexionen sobre laa
forma como han estado educando laa
sexualidad y que visionen una nuevaa
forma de hacerlo.
MODULO 2
31
32
¡Hablemos de educación y salud sexual!
En ocasiones se afirma que no hemos recibido educación sexual, queriendo decir tal vez que se ha
recibido una "inadecuada” educación sexual. Lo que diferencia a unas escuelas de otras es el tipo de
educación sexual que dan a sus estudiantes, adecuada o inadecuada, completa o incompleta,
represiva o liberadora, constructiva o destructiva, preventiva o formativa, favorecedora o
desfavorecedora de la salud sexual.
El silencio es una forma de
represión por omisión, igual
de destructiva y eficaz como
la represión abierta y
directa.
Hagan lo que hagan los padres, las madres y los educadores, siempre están educando, trasmitiendo
valores (positivos o negativos) y actitudes (de rechazo o aceptación); hagan lo que hagan no pueden
dejar de influir en la conducta de los niños y adolescentes a su cargo y por lo tanto no pueden dejar
de educar.
Por ejemplo, no hablar de temas sexuales es ya una forma de educar la sexualidad, es una manera de
transmitir la idea de que la sexualidad es un tema tabú, peligroso, un tema del cual no se debe
hablar. El silencio es una forma de represión por omisión, igual de destructiva y eficaz como la
represión abierta y directa. Con este método de educación sexual se enseñan varias lecciones: “en
la escuela no se habla de sexualidad”, “algo raro, malo o misterioso tiene hablar de esto”, “si tengo
inquietudes respecto a la sexualidad será mejor resolverlas con otras personas”. El hecho de que
muchas escuelas no brinden una información sexual en forma sistemática, no indica que en ellas no
se está educando sobre la sexualidad; el llamado “currículum oculto” opera silenciosamente, a
favor o en contra de la formación sexual de los y las estudiantes.
Los comportamientos de los adultos como docentes, madres o padres de familia modelan sutil e
inconscientemente la conducta de sus hijos y estudiantes; cada una de sus conductas llevan
implícito aalgún mensaje que se graba en la
mente de los jóvenes y niños y ejerce
control sobre su comportamiento y sus
vivencias
sexuales. Por ello es
vivenc
importante
que padres, madres y
impo
educadores
sean congruentes con lo
educ
que "dicen" y "hacen", con lo que
expresan
y la forma como lo hacen
ex
(el
(e lenguaje verbal y el lenguaje
no
n verbal). Ya que el discurso
practicado respecto a la
sexualidad es mucho más
poderoso que el discurso
hablado.
Un o una estudiante que desde
los primeros años escolares ha
vivido la experiencia de hablar,
debatir, discutir, analizar y
aprender sobre la sexualidad
también
aprenderá que la
t
sexualidad
es realmente algo
s
natural
e importante en la vida del
na
ser humano, que es algo bello,
hermoso
y maravilloso. Podrá
herm
asumir
asum la sexualidad como lo que es:
algo natural
pero no porque se lo dicen,
n
sino porque
esto fue lo que concluyeron
por
como consecuencia
de las acciones de sus
con
maestros y directivos escolares.
Los siguientes ejemplos ilustran la manera silenciosa o sutil en que las escuelas hacen educación
sexual sin darse cuenta que la están realizando, y muy probablemente, sin la intención de
practicarla como la hacen:
EDUCACION DE LA SEXUALIDAD
¿La escuela y la educación sexual?
33
Hacer que niños y niñas formen filas separadas. Esto modela la diferenciación esterotipada
de género
La diferenciación de género que se hace al enseñar tejido, costura y cocina a las niñas y
mecánica, carpintería o electricidad a los varones. La maestra que pide a los varones
levantar los pupitres y a las niñas barrer y trapear. Esto reproduce la idea estereotipada de
que hay actividades propias de un sexo (sexismo) y la asociación que se hace de esto con la
feminidad o la masculinidad.
El uso de textos escolares sexistas en los cuales aparece la mujer en actividades de atención
a los hijos, en labores de menor estatus social, generalmente en oficios caseros y de
subordinación, mientras que el hombre aparece en tareas productivas o directivas, fuera de
la casa, con actividades de “mayor prestigio social” y asociadas al poder (presidente, doctor,
gerente, etc.). De esta forma se refuerza un modelo sexista e inequitativo entre hombres y
mujeres.
La escuela que aborda algunos temas sexuales hasta en los últimos grados escolares,
reforzando la idea de que la sexualidad es un tema que no se debe hablar con menores.
La respuesta escandalizadora que hace un o una docente al encontrar a un o una estudiante
haciendo un graffiti o dibujo sexual. Esto puede generar la sensación de que lo sexual es un
tema prohibido, tabú, el cual no puede o no debe ser expresado en ninguna forma ante los
demás, lo que lleva a la necesidad de hacerlo en forma subversiva, maliciosa y burlona.
Abordar la sexualidad sólo en temas de biología y anatomía desde el punto de vista genital y
reproductivo, lo cual contribuye a asociar sexualidad con genitalidad y reproducción, a
pensar la sexualidad desde una perspectiva reduccionista e ignorando otras dimensiones
como: la psicológica, la moral y la cultural.
El profesor que, aprovechando su posición, hace chistes estigmatizantes de las personas
homosexuales fortaleciendo una cultura que discrimina y denigra a las personas por su
orientación sexual y que rechaza a ciertas personas por su condición homosexual.
En conclusión es imposible no educar la
sexualidad, la escuela como institución
social no puede abstraerse de este
compromiso. La propuesta actual no es
que ahora las escuelas sí impartan
educación sexual, la propuesta es que las
escuelas revisen y cambien la forma
soterrada, silenciosa, dañina, perjudicial,
negativa y represiva como han educado la
sexualidad hasta ahora, y opten
concientemente por una forma diferente
de educar la sexualidad, que sea: abierta,
sistemática, intencionada, basada en la
verdad, a partir del diálogo y el respeto
por las diferencias, que no sólo promueva
el conocimiento intelectual de la
sexualidad sino que sugiera la
construcción autónoma de valores,
actitudes, habilidades y sentimientos
necesarios para la vivencia de una
sexualidad sana, responsable, gratificante
y constructiva.
MODULO 2
Existen múltiples formas de
enseñar lo que es la
sexualidad. Es importante
que los y las docentes se
percaten de los mensajes
que transmiten y valoren el
impacto de los mismos en
los alumnos y las alumnas.
34
¡Hablemos de educación y salud sexual!
La educación sexual como un
derecho
L
as escuelas no sólo pueden hacer educación sexual, sino que también “deben hacerla”. Es un
deber de la escuela educar la sexualidad y es un derecho de la niñez y la juventud recibirla y
tener la oportunidad de vivir espacios pedagógicos que les permitan estructurar sus propios
valores, conocimientos, actitudes y habilidades de vida para gozar de una sexualidad responsable y
constructiva. .
La educación sexual debe ser entendida como un derecho de la niñez, la juventud y la población en
general. Ya que la sexualidad es educable y forma parte del potencial humano a desarrollar en la
niñez y en la juventud. Una educación que no incluya la educación sexual, simplemente no puede
llamarse educación integral.
La educación sexual debe
ser entendida como un
derecho de la niñez, la
juventud y la población en
general.
Idealmente debería existir la legislación adecuada para que el derecho a la educación sexual sea
satisfecho y no vulnerado. Sin una voluntad política, democrática y humanista de los gobiernos
este derecho seguirá siendo maltratado
con las consecuencias lamentables y
devastadoras que esto tiene en toda la
población a nivel social, económico y de
su salud. En las sociedades sexualmente
saludables el Estado vela por desarrollar
políticas explícitas y efectivas para
favorecer la salud y la educación sexual.
Lamentablemente en muchos de nuestros
países latinoamericanos no existe una
política oficial que promueva la
educación sexual como parte de la
educación general y en los pocos países
que sí la tienen, aún falta mucho por hacer
para que esta política se convierta en
realidad.
A pesar de algunos intentos en ese sentido, la experiencia ha enseñado que los decretos
gubernamentales no son suficientes para que la educación sexual sea una realidad en las escuelas;
se hace necesaria una apropiación de la voluntad política para comprender a la educación sexual
como un derecho que es parte a su vez del derecho que tiene todo ser humano de una educación
integral.
Mientras que nuestros pueblos sufran la ausencia de una educación sexual intencional, sistemática
y permanente en su sistema educativo, no sólo se los estará sometiendo al dolor humano reflejado
en embarazos tempranos, VIH SIDA, familias disfuncionales, paternidades y maternidades
inefectivas, etc., sino que también se les estará arrebatando la posibilidad de ser un pueblo
desarrollado que goza de la realización humana.
Métodos de educación sexual
S
i bien es cierto que somos seres sexuales y afectivos no siempre nuestra sociedad lo ha
aceptado como tal. Cada sociedad tiene una propia y arbitraria manera de percibir y entender
la sexualidad así como los mecanismos para controlar la conducta sexual de sus miembros.
EDUCACION DE LA SEXUALIDAD
Métodos de educación sexual
35
Las sociedades con tradición cultural occidental, judeocristiana, machista, dicotómica y
sexofóbica, han considerado a la sexualidad como algo malo, sucio, vergonzoso, pecaminoso y
exclusivamente asociada a la función reproductiva. Toda esta concepción sexual se evidencia en
los métodos de educación sexual predominantes en la familia, la escuela y demás instituciones
sociales.
Tradicionalmente los padres, las madres y los docentes han educado la sexualidad con métodos de
educación sexual negativos, inadecuados y perjudiciales para el desarrollo. La mayor parte de los
adultos lo hacen con la convicción de que ésa es la forma adecuada y que resulta lo mejor para sus
hijos e hijas y estudiantes. Por esta razón es importante que las directivas escolares y con ellas los
docentes, y analicen las prácticas de educación sexual que han predominado hasta ahora en la
escuela. Esto requiere la creación de espacios pedagógicos que faciliten el análisis de los temores,
de las dudas, de las creencias erróneas y las actitudes negativas que subyacen en los métodos de
educación sexual.
Porque los métodos de educación sexual más usados por la escuela y la familia han sido el silencio,
el disfraz, la mentira, el engaño, el castigo, la represión, la distracción, la evasión, el aplazamiento,
el ocultamiento y la delegación, entre otros.
Todo lo que hacen los adultos en la educación de la sexualidad tiene una razón de ser, un ¿para qué?
y un ¿por qué?
El esquema siguiente describe los motivos que explican la razón de ser de los métodos de
educación sexual, tradicionalmente practicados por los adultos como docentes y como padres y
madres de familia.
Análisis de los métodos de educación sexual
EL ¿PARA QUE? Y EL ¿POR QUE? SE HACEN
¿Qué hacemos?
¿Para qué lo hacemos?
¿Por qué lo hacemos?
Mentir
Engañar
Disfrazar
Para ocultar y esconder la verdad.
Castigar
Distraer
Reprimir
Para inhibir las expresiones sexuales. Pensamos que es "malo". Suponemos
Para que no lo hagan.
que las expresiones sexuales
infantiles son "dañinas y
perjudiciales".
Evadir
Delegar
Aplazar
Para evitar el temor y la incomodidad Hablar sobre sexualidad nos produce
que nos produce hablar sobre
temor e incomodidad. Necesitamos
sexualidad.
protegernos de estos temores.
El silencio
Para ocultar y esconder la verdad.
En ocasiones para darse tiempo a
responder.
Pensamos que la sexualidad es "algo
malo", nos asusta hablar con la
verdad sobre sexualidad.
Así evitamos el temor y la
incomodidad que nos produce hablar
sobre sexualidad.
Tomado de: Leonardo Romero: “Elementos de sexualidad y educación sexual”,
Colombia, Centro de Asesoría y Consultoría.
MODULO 2
La forma como una
sociedad concibe a la
sexualidad se refleja en la
metodología educativa
empleada.
36
¡Hablemos de educación y salud sexual!
EFECTO DE LOS METODOS TRADICIONALES DE EDUCACIÓN SEXUAL
Métodos
Impacto y enseñanzas
Mentir
Engañar
Disfrazar
Aprenden que la sexualidad es mala, que no es bueno saber la verdad.
Aprenden a desconfiar de los adultos y a buscar otras fuentes de información.
Adquieren un sentido de prohibición y misterio sobre la sexualidad.
Distraer
Reprimir
Dolor y temor de ser sorprendido o sorprendida por tener conductas sexuales.
Aprenden que lo sexual es malo.
Estructuran sentimientos de culpa por las emociones y comportamientos
sexuales.
Evadir
Delegar
Aplazar
Refuerza un sentido de misterio, malicia y prohibición.
Aprenden a confiar más en otras personas para informarse acerca de la
sexualidad.
El silencio
Enseña a no hablar del tema.
Se aprende a desconfiar del padre, la madre, el docente y los adultos en
general.
Tomado de: Leonardo Romero, op. cit.
¿Por qué cuesta trabajo al
profesorado impartir educación de
la sexualidad?
A
una buena parte de los docentes y adultos en general les cuesta trabajo educar en
sexualidad en forma abierta, directa y sistemática en razón de sus actitudes. Algunos
adultos suponen que lo sexual es “algo muy especial”, que la sexualidad es como “un tema
muy delicado” y que por esta razón se requiere de “una virtud especial” para poder hacer una buena
educación sexual. No es el tema en sí lo que impide abordar adecuadamente la educación sexual,
son las actitudes, los miedos y los prejuicios interiorizados que dificultan un abordaje directo,
abierto, sincero, honesto y veraz en la formación de la sexualidad. Los docentes, al igual que el
resto de la población, con frecuencia aprendieron a ver la sexualidad como “algo malo”, como “un
tema tabú”, como “algo pecaminoso”, también ellos recibieron el mensaje de que no es adecuado
hablar sobre nuestra sexualidad. Sin darnos cuenta, interiorizamos, reproducimos y reflejamos esta
filosofía a través de los métodos tradicionales de educación sexual. Estos temores y creencias
tienen un gran peso sobre la forma como educamos la sexualidad, más de lo que podemos imaginar.
Por estas razones es importante que quienes pretenden hacer educación sexual (formal e informal)
revisen y valoren críticamente sus más auténticos sentimientos y pensamientos respecto a la
sexualidad y la educación sexual. La educación de la sexualidad en las escuelas requiere que los
educadores se encuentren en un continuo proceso de autoevaluación y reestructuración de
actitudes, temores, creencias y concepciones. Las actitudes sexuales hablan, se expresan a través
de lo que somos, de lo que hacemos y sentimos con nuestra sexualidad y la de los otros. Como
señala Ariza (1991):
EDUCACION DE LA SEXUALIDAD
¿Por qué cuesta trabajo a los docentes asumir la educación sexual
37
“(...) cualquiera puede enseñar anatomía, pero no cualquiera puede dar una imagen serena y sana de
las implicaciones de la sexualidad en la vida, sin antes, colocarse a sí mismo en tela de revisión”.
El reto para la gran mayoría será superar la propia historia sexual familiar, de tal forma que se pueda
ofrecer una educación renovada y reivindicativa de nuestra sexualidad.
Otro factor que determina
el tipo de educación sexual
dete
que los adultos instrumentan
se relaciona con el nivel
ins
y la calidad de sus
su conocimientos sexuales. Si bien
es cierto que saber
sa o tener conocimientos sexuales
es importante
para hacer una adecuada
importan
educación sexual,
no lo es tanto como las
s
actitudes, creencias
y temores que median las
c
prácticas de educación de la sexualidad. En
muchas ocasiones los adultos no hablan
con sus
su hijos e hijas o estudiantes no
porque no sepan sobre el tema que les
inquieta,
sino por los temores y
inqui
supuestos
que a ellos mismos los
supu
dominan.
dom
No cabe duda que en ciertos roles y
niveles
se requiere un nivel mayor
ni
de
d información y especificidad en el
conocimiento,
como por ejemplo
c
en
e el caso de los y las docentes de
escuela.
Las investigaciones
e
muestran
que el dominio de los
m
conocimientos
sexuales permite a
c
las
l personas vivir una vida sexual
más
m libre de actitudes negativas. El
desconocimiento
de los hechos de la
d
vida sexual facilita el ejercicio de la
sexualidad fundamentada en mitos y distorsiones que pueden alterar su desempeño sexual: “Una
buena educación sexual no podrá florecer jamás del desconocimiento y la desinformación sexual.”
Es importante tener en cuenta que los conocimientos y actitudes no siempre son coherentes y
consistentes con comportamientos adecuados. Muchos adultos “saben” de la importancia que tiene
la educación sexual, sin embargo, se sienten incómodos abordando estos temas y nunca hablan con
sus hijos al respecto. Intelectualmente se reconoce la sexualidad en la infancia, pero se experimenta
temor al observarles en actividades sexuales y se practican métodos inadecuados como los
descritos anteriormente. Algunos adultos saben que decir la verdad sobre la sexualidad no conduce
a que tengan actividades sexuales, sin embargo no lo hacen.
También es importante no pretender tener actitudes abiertas y liberales que comúnmente no se
practican ni es necesario tener. Lo importante es reconocer que se tienen temores e identificar cómo
esos miedos controlan los comportamientos y así evitar que éstos dominen la educación sexual en
la escuela o la vida familiar. No es necesario ser un docente liberal para hacer una buena educación
sexual. Lo importante es comprender que existen múltiples opiniones, formas de pensar,
ideologías, creencias y actitudes relacionadas con la sexualidad, y reconocer que la propia no es
más que una de ellas. Un buen educador o buena educadora ha flexibilizando sus creencias, valores
y actitudes sexuales, sabe que la suya no es quizá la única, la verdadera y totalmente objetiva,
comprende otras posiciones, respeta las diferencias y no trata de imponer su ideología como lo más
conveniente y tampoco presiona a sus estudiantes para que lo sigan ciegamente. Una buena
educadora o buen educador comprende que su papel es formar para que los y las estudiantes
construyan autónomamente los propios valores, actitudes y principios con los cuales poder
conducir su vida sexual en un contexto de crecimiento humano.
MODULO 2
Para los y las docentes,
educar sobre la sexualidad
implica la revisión de la
propia historia sexual, pues
ésta se refleja en su actitud
hacia la sexualidad .
38
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Objetivos de la educación sexual
escolar
L
os siguientes son algunos de los objetivos generales que se proponen y sugieren, a tener en
cuenta en la educación sexual escolar:
1. Construir conocimientos básicos
relacionados con la dimensión
biológica, psicológica y social de
la sexualidad que sirvan para
tomar decisiones adecuadas y
constructivas.
La educación relativa a la
sexualidad en el ámbito
escolar tiene objetivos
claros y estrategias
determinadas para
lograrlos.
2. Modificar mitos, conceptos o
creencias erróneas producto de la
construcción social y que afectan
negativamente la salud sexual.
3. Desarrollar y también estructurar
actitudes positivas frente a la
sexualidad, el amor, el erotismo y
el afecto.
4. Favorecer la estructuración de valores y principios básicos para la vivencia de una
sexualidad libre, constructiva, autónoma y realizante.
5. Analizar, confrontar y modificar los estereotipos de género y favorecer la estructuración de
actitudes y roles de géneros basados en la equidad de los sexos.
6. Favorecer la formación de actitudes, valores y prácticas sexuales para una paternidad y
maternidad responsables.
7. Desarrollar habilidades básicas (toma de decisiones, solución de problemas, asertividad,
etc.) para la vivencia de una sexualidad responsable, gratificante, constructiva y autónoma.
8. Desarrollar actitudes, valores y habilidades que permitan visualizar y realizar un proyecto
de vida sexual constructiva y realizante.
9. Preparar para estar en capacidad de establecer vínculos afectivos constructivos, en los
cuales sea posible la expresión del amor, el afecto, la ternura y/o el erotismo y la
sensualidad.
10.Promover el desarrollo de una actitud tolerante y respetuosa de la diversidad de las
ideologías, actitudes, valores, normas y comportamientos relacionados con la vivencia de la
sexualidad.
11.Promover la conciencia del ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos basados en el
respeto, la libertad, la responsabilidad y la consideración por los demás.
12.Prevenir el desarrollo y la estructuración de problemas relacionados con la salud sexual (el
abuso sexual, la violencia sexual, los problemas familiares y de pareja, las disfunciones
sexuales, los abortos, los embarazos indeseados, las infecciones de transmisión sexual, el
VIH SIDA, etcétera).
EDUCACION DE LA SEXUALIDAD
Perfil del educador sexual
39
Perfil del educador sexual
E
l perfil del educador sexual hace referencia a las características, valores, actitudes,
condiciones, habilidades y aptitudes que se esperan de una persona que aspira a generar de
manera formal, consciente e intencional procesos de educación sexual, especialmente
dentro del contexto de la escuela y las comunidades. Aunque todos hemos sido de una u otra forma
"educadores" de la sexualidad, en este caso nos referimos a la persona que desea desempeñar el rol
de educador sexual en una forma sistemática e intencional.
El mejor recurso con que cuenta el educador sexual es él o ella misma. Por esta razón es importante
que quienes desean asumir este rol tengan en cuenta las premisas y cualidades que se esperan del
mismo para que sean objetivo permanente en su proyecto de perfeccionamiento y realización como
educador o educadora de la sexualidad.
Un educador o educadora de la sexualidad...
Está motivado o motivada e interesado o interesada por participar en procesos de educación
sexual.
Asume y acepta su propia sexualidad, reconoce el valor de la sexualidad y el papel que ésta
tiene en la vida de las personas.
Posee una madurez afectiva y emocional que lo lleva a tener una actitud positiva hacia su
propia sexualidad.
Se siente cómodo o cómoda tratando los temas sexuales.
Comprende y respeta profundamente las diferencias individuales y la variedad de estilos de
vida que pueden tener las personas para ejercer su sexualidad.
Vivencia y manifiesta en todos sus actos un compromiso con la vida, con el amor y con su
trabajo.
Identifica y reconoce sus limitaciones y fortalezas como educador sexual y como persona.
Es auténtico o auténtica, se muestra genuino o genuina, se siente cómodo o cómoda siendo
él mismo o ella misma.
Posee y se esfuerza por desarrollar habilidades de comunicación interpersonal: practica el
escuchar activamente, la empatía, la expresión de sentimientos y otras habilidades
importantes para mantener relaciones interpersonales gratificantes y eficaces.
Es creativo, renovador, evita la rutina y la repetición, le agrada variar, crear. Es capaz de
adaptar y adecuar creativamente experiencias, metodologías y técnicas a las necesidades e
intereses de los grupos con los cuales trabaja.
Se esfuerza por lograr una coherencia, congruencia y solidez entre lo que dice, sus actitudes
y lo que vive.
Vivencia lo que enseña.
Dice "no sé" con naturalidad, cuando no conoce lo suficiente sobre algo. Se preocupa por
investigar y resolver sus propias lagunas sin pensar que lo tiene que "saber todo".
MODULO 2
Las características de un
educador o una educadora
sexual pueden aprenderse y
mejorarse con experiencias
adecuadas.
40
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Posee habilidades y competencias pedagógicas básicas, se puede hacer entender con
facilidad, tiene aptitudes para enseñar.
Comprende que no hay una única y mejor forma de vivir la sexualidad.
Comprende el alto sentido de responsabilidad que tiene su papel como educador sexual.
Tiene capacidad para manejar actividades de grupo.
Cuestiona, confronta y estimula la reflexión sin juzgar, atacar, violentar, enjuiciar y
desvalorizar a los demás.
Está relativamente libre de problemas emocionales o de personalidad que invaliden el
ejercicio de su rol como educador sexual.
Promueve el respeto por las ideas y valores personales, sociales, religiosos, étnicos, morales
y humanos en general.
Se comunica afectiva y efectivamente, es capaz de hablar abiertamente, sin prejuicios, con
una actitud franca, honesta, sincera y desenvuelta.
Está en permanente y continuo proceso de clarificación y reestructuración de sus actitudes y
valores sexuales.
Se asume como un ser en permanente cambio. Comprende y estimula su propia
transformación como consecuencia de sus experiencias y su trabajo.
Comprende y tiene en cuenta la importancia que tienen los cambios sociales e históricos en
la estructuración de las actitudes, valores y comportamientos sexuales.
Se mantiene actualizado sobre la
información científica acerca de la
sexualidad, domina en forma general y
suficiente los conocimientos de la
sexualidad en todas sus dimensiones.
Crea un ambiente y un clima de
respeto, libertad, confianza, seguridad
y aceptación como parte esencial de la
dinámica de los grupos para realizar
procesos de educación.
Expresa respeto por las ideas, actitudes, valores y comportamientos sexuales de las
personas con quienes trabaja en educación sexual.
Se interesa por desarrollar en sí mismo y los demás la capacidad de autocrítica y
autoreflexión.
Evita asumir posiciones autoritarias, moralistas y dogmáticas. Se interesa por facilitar que
cada participante revise libremente sus actitudes y conocimientos a través de un proceso
reflexivo, responsable y autónomo.
Fuente: La descripción de este perfil es la integración de la visión personal del autor y el análisis de las
propuestas hechas por: Rosa Ángela Gómez en Familia y sociedad, CENPAFAL; N. Bonilla en Educación sexual,
reflexiones para educadores, y José Luis García en Educación sexual en la escuela.
Tomado de: Elementos de sexualidad y educación sexual, CAC, 1999.
EDUCACION DE LA SEXUALIDAD
Integración de la educación sexual al currículum escolar y talleres
Integración de la educación sexual
al currículum escolar y talleres
U
na estrategia importante y muy utilizada en los países que tienen programas de extensión
sobre este tema de alcance nacional, es la inclusión de la educación sexual en el currículum
y en la realización. Esto es, la planeación de las temáticas secuenciales y transversales que
se desarrollarán desde los grados preescolares hasta el último año de la secundaria o de la
educación media superior, según la estructura educativa del país. Y en cada una de las materias o
áreas académicas, como: geografía, historia, literatura, español, ciencias naturales, civismo,
democracia, filosofía, arte, música, educación vocacional (o cualquier otra área o nombre). De esta
forma la sexualidad sería abordada por todo el profesorado en cada una de sus materias, lo cual
tendría las siguientes ventajas:
La sexualidad sería vivenciada como algo natural porque es un tema del que se habla en la
escuela desde diferentes perspectivas y durante toda la vida escolar.
Los y las alumnas aprenden a abordar y comprender la sexualidad desde todas sus
dimensiones: biológica, psicológica, cultural y ética.
Se garantizaría un abordaje permanente y sistemático de la sexualidad.
La responsabilidad de la educación sexual recaería sobre todos los y las docentes.
Estos contenidos podrían ser desarrollados desde el nivel central, estatal o municipal o, en los casos
en que se haya efectuado una reforma del sector y exista una plena descentralización, podría
encargarse a un comité dentro de la escuela idealmente compuesto por miembros de la comunidad
escolar, con una elaboración explícita de los temas, los objetivos, la metodología y los recursos
específicos para cada grado y área, siempre teniendo en cuenta el momento educativo de los
estudiantes y las necesidades de cada cultura y grupo social. Tal como se describe el esquema a
cada nivel escolar, le serían pertinentes unos determinados objetivos, contenidos y metodología.
Lo importante es que la escuela tenga clara las metas finales y los objetivos de cada nivel que
contribuirían al logro de estas metas finales.
Estrategias
metodológicas
Estrategias
metodológicas
Estrategias
metodológicas
Meta 1
Objetivos
Educación
básica
Objetivos
educación
media
Objetivos
educación
media sup.,
secundaria
Meta 2
Meta n
Contenidos
Contenidos
Contenidos
MODULO 2
Conocimientos
Actitudes
Valores
Habilidades
41
42
¡Hablemos de educación y salud sexual!
A continuación se presenta un ejemplo que podría ilustrar la inclusión de contenidos en las
áreas temáticas de educación media:
SOCIALES
ARTES
GEOGRAFIA
Historia de las conquistas de
equidad de género.
Análisis de la realidad socioeconómica con la perspectiva
de Género.
Diseño de afiches relacionados
con el género y la equidad.
Análisis de la publicidad y
análisis de los estereotipos de
género en teatro, cine, etc.
Hombres y mujeres en las
diferentes culturas, regiones y
países.
Migración y género.
DEMOCRACIA Y EDUCACION
CIVICA
VOCACIONALES
Talleres vocacionales de costura
que incluya a hombres.
Taller vocacional de electricidad
que incluya a mujeres.
EQUIDAD
GENERO
SEXISMO
Los derechos sexuales y
reproductivos.
Análisis de los avances de la
Constitución y las leyes
nacionales desde la perspectiva
de género.
BIOLOGIA
ESPAÑOL O LITERATURA
MUSICA
Diferencias biológicas entre
hombres y mujeres.
Procesos reproductivos.
Significado de la maternidad y
paternidad.
Climaterio.
Análisis del lenguaje y de obras
literarias.
Redacción de cuentos y
ensayos.
Análisis del sexismo en el
folclore, por ej.: el danzón.
Análisis del sexismo en la
música internacional, por ej.: el
tango.
Producción de canciones no
sexistas.
Para lograr este enfoque de la educación sexual será necesario sensibilizar al grupo docente sobre la
importancia y la necesidad de realizar una educación sexual transversal, evaluando las condiciones
que se tienen para lograr el currículum y, especialmente, la capacitación de los facilitadores.
La sensibilización tendría como objetivo lograr una disposición a favor y más positiva del cuerpo
docente y una revisión inicial de las actitudes, temores y creencias que les impiden abordar
intencional y abiertamente la sexualidad.
La evaluación tendría como objetivo que el cuerpo docente haga un inventario de lo que tiene y no
tiene en términos de: información conceptual, metodológica y pedagógica, actitudes y valores,
materiales y recursos pedagógicos, disposición cultural y política para la educación sexual.
La capacitación tendría como objetivo resolver los vacíos y necesidades detectadas en la
evaluación con el fin de fortalecer el proceso de curricularización de la educación sexual.
Según las estructuras educativas podrían también plantearse talleres y/o actividades para el
alumnado.
EDUCACION DE LA SEXUALIDAD
Integración de la educación sexual al currículum escolar y talleres
Para construir un plan, programa o
proyecto de educación sexual escolar (PES)*
Definir la razón de ser de la educación sexual como proyecto
¿Qué sentido tiene para la escuela la educación sexual? ¿Por qué es importante? ¿Cuál es el
valor que le da la escuela a la educación sexual? ¿Qué tiene de bueno hacer educación sexual
como proyecto? ¿Cuáles son las razones por las que la escuela opta por asumir la educación
sexual? ¿Qué hechos apoyan asumir este proyecto?
Hacer la memoria histórica de la educación sexual de la
escuela
¿Cómo ha sido la educación sexual en la escuela? ¿Quiénes se han encargado de ella? ¿Qué
opinan los padres, docentes y estudiantes de la forma como han llevado la educación sexual en
la escuela y en las familias? ¿Qué enfoque tenía la educación sexual en la escuela hasta la
fecha? ¿Qué se observa en el currículum oculto y explícito respecto de la educación sexual?
¿Qué cambios y evolución se observa en el manual de convivencia respecto a la sexualidad?
¿Qué anécdotas importantes se pueden rescatar de la historia de la educación sexual de la
escuela?
Caracterizar la realidad actual
Explorar las necesidades en educación sexual, las características más importantes de la
población de padres, docentes y estudiantes; los recursos humanos con que se cuenta, las
políticas de la escuela, las fortalezas y debilidades; las concepciones y actitudes de padres,
docentes y estudiantes ante la educación sexual, los conocimientos, actitudes y prácticas
relacionados con la vivencia de la sexualidad y la educación sexual.
Marco conceptual y filosófico
¿Cómo se conciben la sexualidad y la educación sexual en la escuela? ¿Principios y filosofía
que orientará el PES? ¿Cuál será el concepto de persona, de ser humano, que fundamentará el
PES? ¿Cuál es el proyecto de ser humano y de sociedad que tiene la escuela?
Formulación de la misión y la visión del proyecto
¿Cuál es la imagen del futuro compartido respecto de la educación sexual que la escuela
tiene?: (visión) ¿Cuál es el propósito de la educación sexual en esta escuela?: (misión)
¿Cuáles son los principios y valores que regularán el PES? ¿Cuál es la visión o el sueño de la
escuela en relación con las prácticas, valores, actitudes y conocimientos sexuales?
Definir la lógica del proyecto
1. Objetivos generales y específicos.
2. Productos / resultados.
3. Actividades.
4. Medios.
Definir plan operativo
¿Cómo operará el proyecto? ¿Qué se realizará para lograr hacer realidad el PES?
Consideración de sus fases, actividades, subactividades, responsables, tiempos, recursos,
costos, etcétera.
*En los procesos de Reforma Educativa frecuentemente se usa el desarrollo de proyectos
Como un medio para empoderar a la comunidad educativa.
MODULO 2
43
44
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Evaluación y sistematización de la educación
sexual
La evaluación se considera parte fundamental del trabajo en educación sexual. Ésta debe ser
permanente y tiene como objetivo revisar los logros para ajustar y rediseñar los planes del PES. Se
recomienda sistematizar todas las experiencias, llevar unas memorias de todo lo que se realiza con
el fin de aprender de la práctica y poder documentar este proceso de aprendizaje. Es importante que
todas las experiencias anteriores sean validadas con la experiencia posterior, ya que lo que funciona
en una escuela puede ser totalmente inadecuado en otra, o sea que lo que no da valor agregado
alguno no vale la pena continuar haciéndolo. Por otra parte las nuevas generaciones traen consigo
expectativas y necesidades diferentes que hacen obsoletas las actividades que tal vez en el pasado
fueron exitosas para el logro de los mismos objetivos.
La evaluación es un proceso
crucial en cualquier
programa de educación
sexual, pues nos orienta
tanto sobre los logros
obtenidos como sobre las
necesidades que no han
sido cubiertas.
La meta de cualquier programa, plan o actividad es contribuir a la estructuración de conductas
saludables en la sexualidad, por esta razón es importante monitorear permanentemente si se han
dado estos cambios, en qué grado se han logrado y de qué manera; y no sólo sobre los
conocimientos y las actitudes, sino también en las conductas. No tiene ningún sentido saber más de
sexualidad si este saber no se traduce en una conducta de vida sexual saludable y constructiva. La
planeación de cualquier actividad y del proyecto en sí, debe prever unos mecanismos de evaluación
de los resultados, del impacto y del proceso. Se recomienda evaluar los logros de la educación
sexual con la promoción que gradúa cada año. Una estrategia de utilidad podría ser la aplicación de
cuestionarios de actitudes, comportamientos y conocimientos relacionados con la sexualidad para
observar en qué medida la educación sexual produce cambios importantes en estas dimensiones.
También podrían organizarse grupos focales para explorar en cada promoción la opinión y la
percepción respecto de la educación sexual recibida en su vida escolar.
Evaluación de la educación sexual
Evaluación
Acción
S
o
b
r
e
{
Conocimientos
Actitudes
Valores
Comportamientos
S
o
b
r
e
{
Acción
Evaluación
Es muy importante también, preguntarnos cuál es el impacto real de la educación sexual en la
conducta de las personas. ¿Se logran los objetivos propuestos? ¿Qué características tienen los
programas efectivos? La respuesta a estas preguntas no solamente orienta las acciones, da luz sobre
las políticas que deben instrumentarse y aclara las dudas de padres y madres de familia y de la
comunidad en general.
EDUCACION DE LA SEXUALIDAD
Falacias y errores respecto de la educación sexual
El UNFPA ha recogido los resultados de algunos de los estudios más importantes realizados sobre
el tema por Douglas Kirby (1997):
“La educación de la sexualidad de los niños y los jóvenes promueve
prácticas sexuales más seguras y no aumenta su actividad sexual.”
Este hallazgo está sustentado en un estudio comisionado por ONUSIDA, y publicado en octubre de
1997, que analizó 68 informes de investigación sobre educación de la sexualidad en diversos
países. En este trabajo, las principales conclusiones fueron las siguientes:
La educación de la sexualidad y prevención de VIH no fomenta el aumento de la actividad
sexual. Esto fue avalado por 65 de los 68 estudios realizados, además se consideró que los
otros tres estudios que no coincidían adolecían de limitaciones metodológicas.
Los programas de calidad ayudan a retrasar el primer coito y protegen a la juventud
sexualmente activa del VIH; al mismo tiempo, reducen el número de compañeros sexuales
y disminuyen el número de embarazos no planeados y las tasas de ITS.
La conducta sexual responsable y segura puede aprenderse.
Es mejor principiar la educación sexual antes del inicio de la actividad sexual.
El estudio, que resumió una gran cantidad de evidencias, identificó que los programas efectivos de
educación sexual comparten ciertas características:
1. Están focalizados en la reducción de las conductas sexuales de riesgo.
2. Ofrecen mensajes claros sobre objetivos conductuales.
3. Explicitan los riesgos de la actividad sexual no protegida y los métodos para evitarlos.
4. Utilizan actividades de aprendizaje para referirse a las influencias sociales y de los medios, y
para aumentar las habilidades de negociación y comunicación.
5. Estimulan la comunicación abierta sobre la sexualidad.
Además es necesario ofrecer herramientas que contribuyan al desarrollo humano del alumnado y
que los capaciten para reconocer y defender sus derechos. No basta con prevenir efectos no
deseados, se requiere promover el bienestar de los individuos y su responsabilidad como miembros
de su comunidad.
Falacias y errores respecto de la
educación sexual
F
rente a la educación sexual se han recreado mitos que durante mucho tiempo han
obstaculizado la implementación formal e intencional de procesos de educación sexual. Los
siguientes son algunas de las falacias y creencias erróneas más generalizadas en nuestro
ambiente, así como las respuestas veraces a estas proposiciones:
MODULO 2
45
46
¡Hablemos de educación y salud sexual!
FALACIAS Y ERRORES RESPECTO DE LA EDUCACION SEXUAL
Falacia o error
“La educación sexual en la
escuela puede alentar a
los niños, las niñas y los
adolescentes a tener
relaciones sexuales”.
Aclaración
Es natural que en la niñez y la adolescencia se tengan expresiones sexuales
propias de estas edades, las cuales de todas maneras estarán presentes con o
sin información sexual. Estas pueden contribuir al crecimiento si estuvieran
acompañadas de formación e información adecuadas.
“Los grupos religiosos se Es cierto que algunos sectores de diferentes religiones tienen actitudes de
oponen generalmente a la prevención frente a la educación sexual, pero esta no es la realidad de todas
las religiones. Por ejemplo, en diferentes colegios católicos se llevan procesos
educación sexual”.
serios de educación sexual, en algunos casos mejores que en los colegios
laicos.
“La mayoría de los adultos Aunque se tienen actitudes negativas, gran parte de los padres y las madres
desaprueban la educación de familia estarían interesados en que las escuelas les ayuden y los orienten
en estos temas, tanto a ellos mismos como a los propios hijos e hijas. De
sexual”.
hecho, en muchos países se han realizado encuestas que demuestran que
hasta un 90% de los padres y madres de familia quieren esta educación en
las instituciones escolares a las que asisten sus hijos.
“La educación sexual es la Está demostrado con suficientes evidencias que es la ignorancia, la
desinformación y la ausencia de una buena y adecuada educación sexual la
causa de los embarazos
que facilita el desarrollo de estas problemáticas.
tempranos y de las
enfermedades de
transmisión sexual”.
“La educación sexual en la
escuela es un intento de
sustituir la familia como
principal educadora de la
sexualidad de los niños,
niñas y adolescentes”.
Tanto la escuela como la familia hacen educación sexual. Sería apropiado que
ambas instituciones como agentes socializadores se complementaran en la
educación sexual de la niñez y la adolescencia. Hay procesos y objetivos que
le son propios a la familia y otros que por su naturaleza le pueden ser más
convenientes desarrollar educativamente a la escuela.
“La educación sexual
pretende ser un desafío
para las creencias
religiosas y culturales de
la familia”.
Si bien es cierto que la educación puede llevar a confrontar posiciones éticas
y culturales, no es objetivo de la educación sexual desafiar las tradiciones por
el solo hecho de que éstas sean así. Confrontar y analizar críticamente para
evolucionar no es dañino, esto es el motor del progreso.
“La educación sexual
pretende que “todas” las
personas tengan una
concepción liberal
respecto a la sexualidad”.
La educación sexual no pretende hacer dogmatismo con las posiciones
liberales, lo importante no es que todos piensen y tengan las mismas
posiciones, sino que desea estimular las actitudes de tolerancia y de respeto
por la diferencia.
“Enseñar a los
adolescentes sobre
anticoncepción es como
darles licencia para que
tengan sexo”.
El hecho de que una persona sepa nadar no significa que su comportamiento
en la natación se incrementará, pero sí garantiza que el día que lo desee o lo
necesite hacer estará preparado para ello con seguridad y responsabilidad. Lo
mismo sucede con la enseñanza de los métodos anticonceptivos. Los estudios
muestran que los jóvenes están iniciando la vida sexual coital sin esta
información y que esto es como darles licencia para sufrir con su sexualidad.
EDUCACION DE LA SEXUALIDAD
Referencias bibliográficas
Referencias bibliográficas
Ariza, Carlés et al. (1991). Programa integrado de pedagogía sexual en la escuela.-Madrid:
Narcea.
Barragán Medero, F. (1997). La educación sexual: Guía teórica y práctica.-Barcelona: Paidós.
Carrera, M. (1982). Sexo.-Navarra, España: Ediciones Folio.
García, Luisa. L. (1984). La educación sexual en la escuela.-Irán: Edutest.
Ministerio de Educación Sexual de Colombia (1994). Separata del Proyecto Nacional de
Educación Sexual.
Romero S., L. (1999). Elementos de sexualidad y educación sexual.-Barranquilla, Colombia:
Centro de Asesoría y Consultoría.
Romero S., L. (2003). Taller de Educación Sexual.-Barranquilla, Colombia: Centro de
Asesoría y Consultoría.
Romero S., L. (2001 2002). Taller de Planeación de Proyecto de Educación Sexual.Barranquilla, Colombia: Centro de Asesoría y Consultoría.
SIECUS (1995). Guía para una educación sexual integral para la juventud hispana/latina:
Author.
SIECUS (1988). Guía sexual moderna.-México: Gedisa.
UNAIDS (1997). Impact of HIV and sexual health education on the sexual behavior of
young people: a review update: Author.
MODULO 2
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48
¡Hablemos de educación y salud sexual!
G
Notas
3
Sexualidad y
desarrollo
¡HABLEMOS DE EDUCACION Y SALUD SEXUAL!
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
Sexualidad y
desarrollo
3
?
O bj e t i v o s
Los y las docentes:
Distinguirán las principales manifestaciones de la sexualidad durante el desarrollo,
particularmente en la niñez y la adolescencia.
Conocerán una visión integrada de la sexualidad percibiéndola como el conjunto de
procesos continuos en el que los aspectos biológicos, psicológicos y socioculturales no
constituyen dimensiones separadas sino complementarias.
Introducción
Preguntas que se hacen con frecuencia
¿Por qué es importante conocer el
desarrollo sexual?
¿Qué puedo hacer si un o una menor se
toca sus genitales en el salón de clases?
Para los y las docentes es significativo,
principalmente porque son profesionales que
conviven con los y las menores gran parte de
sus vidas, a veces, incluso más que los padres.
Esto significa que se tornan figuras a las que
sus discípulos pueden intentar imitar, que
generan afectos importantes, refuerzan valores
asociados a la sexualidad, son inevitablemente
fuente de educación sexual y poseen autoridad
para reconocer y hacer respetar los derechos
sexuales en sus grupos.
Las expresiones del erotismo son frecuentes
en los menores de edad, sin embargo, éstos
deben comprender que ciertas conductas
deben realizarse de manera privada, en un
espacio íntimo. Por lo que es necesario
explicar al menor que puede conocer su
cuerpo y saber qué siente, pero debe hacerlo
en su casa, a solas. Evite adjudicar adjetivos
calificativos como suciedad, maldad o pecado.
Asimismo, conocer sobre el desarrollo sexual
de las y los menores de edad, aminora el
frecuente temor del docente de equivocarse
ante las dudas del alumnado o el miedo de
hacer daño o crear confusión con una posible
respuesta equivocada. La angustia y el miedo
son comprensibles por las dificultades que
como sociedad hemos tenido para aceptar a la
sexualidad como una cualidad humana digna y
valiosa. Empero, estos temores pueden
liberarse y convertirse en nuestros aliados
cuanto más reflexionemos sobre la sexualidad.
¿Qué puedo hacer si un alumno o alumna
expresa sentir amor por mí?
Los primeros amores son sumamente
importantes para quien los vive. El amor hacia
los docentes expresa señales de la
construcción de la capacidad de amar. Es
recomendable explicar a los y las alumnas que
son personas valiosas, con cualidades
importantes y dignas de ser amadas, recalcar
que lo que él o ella siente es una muestra de su
capacidad de amar. Enfatice con claridad que
usted sólo siente por él o ella un aprecio como
alumno, al igual que por el resto del grupo.
MODULO 3
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52
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Desarrollo temático
Bases del desarrollo sexual
L
a sexualidad se construye a lo largo de la vida y sin lugar a dudas se manifiesta en cada etapa
de desarrollo. En este contexto, comprendemos por desarrollo sexual al estudio de los
cambios y la continuidad de las manifestaciones sexuales en diferentes etapas de la vida.
La construcción de la
sexualidad depende de una
multiplicidad de factores,
por lo que el y la docente
deben evitar las
generalizaciones y estar
abiertos a excepciones y
diferencias individuales
entre las personas.
Si bien la sexualidad es diferente en cada individuo, existen frecuentes similitudes con las que
puede construirse una secuencia cronológicamente ordenada de expresiones en la infancia, la
adolescencia y la juventud. Y al igual que en cualquier modelo de desarrollo, existirán excepciones,
variantes y diversidad de manifestaciones que el o la docente podrá apreciar en sus alumnos. Esto
no significa necesariamente una alteración en el desarrollo. Dependerá de cada caso y
circunstancia su observación y análisis, por lo que la flexibilidad es importante para comprender la
construcción de la sexualidad como un elemento altamente subjetivo de los seres humanos.
También es necesario considerar el contexto social. El desarrollo puede tener grandes variaciones
dependiendo del nivel socio económico, de los ámbitos geográficos y de la cultura específica en la
que viven las personas. Las sugerencias que se ofrecen en este Manual, siempre deben matizarse
por las condiciones y limitantes de las comunidades donde actúan las y los docentes.
Factores que intervienen en la construcción
de la sexualidad humana
La sexualidad tiene un origen multifactorial. No puede explicarse desde una sola ciencia o
filosofía, pues hacerlo presupondría dejar de lado la complejidad del individuo que la posee. El
siguiente esquema puede ofrecer un panorama general del origen de la sexualidad:
CONSTRUCCION DE LA SEXUALIDAD HUMANA
Individuo
Base biológica de las
potencialidades
sexuales:
potencialidad para ser
hombre o mujer,
vincularse,
reproducirse y sentir
placer (Rubio, 1994).
Personalidad.
Grado de salud mental.
Carga afectiva de las
principales
experiencias sexuales.
Capacidades
intelectuales y
sociales.
Recursos personales
para enfrentar la vida.
Familia
Capacidades afectivas,
educativas y
comunicativas de los
progenitores y el resto
de la familia.
Tipo de educación
sexual recibida.
Grado de coherencia
entre actitudes,
comportamientos y
palabras en la
educación sexual
familiar recibida
(formal o informal).
Grado de integración
familiar.
Salud familiar.
Relaciones
Comunidad
Calidad y duración de
las relaciones
interpersonales.
Obtención de modelos
de identificación y tipo
de modelos a imitar.
Poder del grupo para
influir en la persona.
Grado de acceso libre y
saludable a nuevos
vínculos extra
familiares.
Experiencias de amor y
desamor.
Experiencias de
amistad y con la
autoridad.
Tipo de educación
sexual escolar (formal
o informal).
Leyes y normas
sociales respecto a la
sexualidad.
Prioridades en las
políticas públicas
Servicios de salud
relacionados con la
sexualidad.
Acceso a la educación
sexual en instituciones
educativas, de salud,
medios de
comunicación.
Eficiencia legal.
Economía de la
sociedad.
Cultura
Grado de aceptación de
la cultura respecto a la
sexualidad.
Expectativas para
hombres y mujeres.
Grado de coherencia
entre percepción
cultural, familiar y
personal de la
sexualidad.
Influencias religiosas o
filosóficas en la
sexualidad.
Historia particular de
la sexualidad en la
cultura.
Grado de represión
social.
Esquema adaptado de: Factores de riesgo para la violencia sexual, OMS, 2002.
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
Bases del desarrollo sexual
Ante esta multiplicidad de factores, la postura del docente ante el grupo requiere de evitar
generalizaciones causa-efecto y ser flexible a la vivencia individual de sus alumnos respecto a su
sexualidad.
Modelo sistémico de la sexualidad humana
Una propuesta específicamente integradora de la construcción de la sexualidad humana fue
propuesta por Rubio (Rubio, 1994), quien plantea con base en el Modelo Sistémico de la
Sexualidad Humana que:
1. Nacemos con la potencialidad,
biológicamente determinada,
para vivir experiencias
relacionadas con la sexualidad:
ser hombre o mujer,
reproducirnos, vincularnos
afectivamente a los otros y
sentir placer erótico.
2. Las experiencias de ese
potencial biológico con el
medio (familia, escuela,
religión, sociedad), generan
significados y afectos de
simples a complejos en todas
las dimensiones de la
sexualidad (biopsicosociales).
3. Estos significados y afectos
van construyendo los cuatro
elementos de la sexualidad: el
género, los vínculos, el
erotismo y la reproductividad.
4. Cada uno de estos elementos
es complejo y tiene una
expresión específica y, a la
vez, se relaciona con los otros.
1. Potencialidades
biológicamente determinadas
2. Experiencias vividas que
generan significados
3. Construcción paulatina de
los elementos de la sexualidad
4. Interacción entre elementos
Integración de significados
Erotismo
Género
Reproduc
tividad
Vínculo
G
E
V
R
IDENTIDAD SEXUAL:
sexualidad construida.
Continúa aprendizaje
Construcción de la sexualidad de acuerdo a Rubio.
Según Rubio, después de la adolescencia, los significados y afectos de los cuatro elementos de la
sexualidad se integran mentalmente, construyendo la orientación sexual, la identidad sexual y un
significado más completo sobre la sexualidad, el cual tiene un nivel personal y otro grupal. El
proceso de vivir experiencias que modifican los significados continúa el resto de la vida, aunque
con menos influencia que en la infancia y la adolescencia.
El concepto de significados es elemental porque en la educación sexual la intención no es
transmitir información que deba ser “absorbida” literalmente por el o la estudiante, sino escuchada,
reflexionada y vista bajo los ojos de la propia experiencia, lo que dará como resultado la
construcción individual y única de los significados de la sexualidad. En la sexualidad madura, los
significados son coherentes con las actitudes y comportamientos sexuales.
Comprender la construcción de la sexualidad conduce a la prevención de conflictos, a la
comprensión del ser humano y al fomento de la salud sexual, y no a juzgar o discriminar a las
personas por los modos en que vivan su sexualidad o el origen de la misma.
MODULO 3
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¡Hablemos de educación y salud sexual!
Inicio de la sexualidad
E
l primer paso en la construcción de la sexualidad se fundamenta en la vida prenatal,
precisamente en el proceso por medio del cual se determina y diferencia el sexo. De acuerdo
a García (1994), este proceso incluye diversos niveles; aquellos relacionados con los
cromosomas, los genes, las hormonas y finalmente con la participación social.
Determinación y diferenciación sexual
prenatal
El proceso de diferenciación
sexual prenatal es una base
biológica importante para
el inicio de la sexualidad.
Su consolidación depende
de la aportación
cromosómica, genética y
hormonal.
Aportaciones cromosómicas
El inicio de la diferenciación sexual se origina en la fecundación, cuando se unen el óvulo y el
espermatozoide. El óvulo aporta 22 autosomas y un cromosoma sexual, el “X”. Por su parte, el
espermatozoide aporta 22 autosomas y 1 cromosoma sexual, que puede ser “X” o “Y”. Así, existe
la posibilidad de producir un individuo con dos cromosomas sexuales: “X,X” potencialmente
mujer o “X,Y” potencialmente varón. La unión cromosómica se da al azar y, no depende de la
voluntad de los miembros de la pareja. Este período sólo es el inicio, pues no es la presencia de
cromosomas sino su contenido genético lo que asegura la dirección de la diferenciación sexual.
Aportaciones genéticas
Hasta antes de las ocho semanas de gestación, los embriones masculinos y femeninos son iguales.
La tendencia natural del embrión es la diferenciación femenina. Hacia la séptima semana, los
cromosomas sexuales estimularán a la gónada primitiva (ovario y testículo que inicialmente no
están diferenciados). En el caso de la mujer, seguirá su curso natural y formará el ovario. Para los
varones, la información del cromosoma “Y” hará que la gónada se convierta en testículo.
Aportaciones hormonales
AUSENCIA DE FACTOR
INHIBIDOR MÜLLERIANO
Ovarios
GONADAS
INDIFERENCIADAS
HORMONA ANTIMÜLLERIANA
Y TESTOSTERONA
Testículos
Vejiga
Vejiga
CONDUCTOS
DE MÜLLER
Ureteros
Tubos
uterinos
Vagina
Útero
CONDUCTO
DE WOLF
Uretra
Genitales internos
La presencia principalmente de
testosterona en el embrión varón hará
que se diferencien elementos del
sistema nervioso y se produzcan el
epidídimo, el conducto deferente, la
vesícula seminal y el conducto
eyaculador. Al no existir la presencia
de testosterona en las mujeres, el
embrión sigue su curso natural,
Epidídimo desarrollando las trompas de Falopio,
el útero y el tercio superior de la
Ureteros
vagina.
Genitales externos
Los genitales externos se derivan de
órganos que inicialmente son similares
para ambos sexos, denominados tubérculos genitales. Para el varón, hacia la octava semana la
testosterona da origen al falo (pene). Los pliegues genitales se fusionan y originan la uretra peneana
y el escroto. Para la mujer, el tubérculo genital origina el clítoris. Los pliegues genitales
permanecen separados y originan labios mayores y menores. Para la semana 14, el feto ya puede ser
identificado por sus estructuras internas. Hacia la semana 20, el proceso de diferenciación y
determinación del sexo prácticamente ha sido completado.
NIÑA
NIÑO
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
Desarrollo de la sexualidad en la infancia
55
Aportación social
En el momento culminante del nacimiento son principalmente los profesionales de la salud quienes
otorgan al menor, básicamente por la apariencia de sus genitales externos, la categoría social de
“niño” o niña”. A este evento se le denomina asignación social genérica o de sexo. Esta asignación
adquiere innumerables consecuencias para la futura sexualidad del nuevo individuo.
Desarrollo de la sexualidad en la infancia
Todos hemos sido testigos de la existencia de la sexualidad infantil. Los menores exploran su
cuerpo, hacen preguntas sobre la sexualidad, juegan a tener bebés, imitan a un sexo u otro, se
enamoran a su manera, se involucran en juegos de descubrimiento sexual y repiten los papeles de
mamá y papá al jugar a la familia. Cuando además esto sucede en el aula de clases, genera múltiples
emociones en los y las docentes, desde ternura hasta angustia. Es natural que la sexualidad infantil
cuestione y palpe nuestra propia sexualidad, nuestra propia historia y frecuentemente nuestras
propias carencias de educación sexual. No obstante, cada niño tiene su propia historia, no son
historias iguales, semejantes o diferentes a las nuestras, simplemente son otras historias. Tener esto
en cuenta puede ayudar al docente a ser objetivo y a mejorar su capacidad de educar en sexualidad.
Los primeros años
Identidad de género y papel de género
P
or género entendemos los aspectos
psicológicos, sociales y culturales que
cada sociedad asigna para la
ma
masculinidad y femineidad.
P
Por su parte, la identidad de género es
aquello que “define el nivel en el que
cada persona se identifica como hombre
o mujer o como una combinación de
ambos” (OPS, WAS, 2000).
John Money y Anke Erhardt (1972),
han contribuido notablemente al
estudio del desarrollo de la identidad y
los papeles de género. Proponen que a
partir de la diferenciación del sexo se
abren dos vertientes: por una parte la
interacción social (conducta de los
otros) y por la otra, la configuración
mental interna (imagen corporal). Estos
dos elementos actúan sinérgicamente
para crear la base de la identidad de
ggénero.
Ve
Veamos en la siguiente tabla los principales
suce
sucesos que conforman el género en un inicio.
MODULO 3
Inevitablemente y no
obstante la antigua
reticencia adulta para
aceptar la sexualidad
infantil, ésta se manifiesta
claramente en la escuela, la
familia y todas las
instituciones sociales.
56
¡Hablemos de educación y salud sexual!
CONSTRUCCION DEL GENERO
EN LOS PRIMEROS AÑOS
Suceso frecuente
La manera como se integra
paulatinamente el
desarrollo en sus diversas
esferas: psicomotriz,
cognitiva, de personalidad,
físico, y otras, tienen que
ver con la construcción del
género y del resto de los
componentes de la
sexualidad humana.
Expresión
1. Maternaje y
paternaje
iniciales
La calidad de afecto y contacto percibido en los primeros meses forman la base de la
autoestima, ayudan al menor a identificarse como un individuo independiente de mamá y
a sentirse aceptado. Cada niño o niña tiene una capacidad biológicamente determinada
para aceptar, demandar o rechazar este afecto. La madre es importante por ser
indispensable y principal fuente de satisfacción de necesidades, aunque también lo son
otras personas, como el padre y otros cuidadores.
2. Respuesta
social
Usualmente desde el nacimiento la conducta de padres, familiares y personas cercanas al
bebé es diferente si el menor es hombre a si es mujer, iniciándose así el moldeamiento
del individuo. Otros ejemplos de trato diferenciado son la utilización de pronombres
diferentes, declinaciones específicas o bien formas idiomáticas para referirse a y acerca
de la o el bebé. Estos son de mayor trascendencia en vista de que contribuirán a la
formación del binomio lenguaje-pensamiento. También se le dará a la niña o al niño un
nombre, ya que lo que no tiene nombre no existe. Y es práctica casi universal el que se
empleen nombres específicos tanto para hombres como para mujeres (Corona, 1994).
3. Desarrollo
psicomotriz
El desarrollo del menor le permite explorar con mayor facilidad el mundo. La percepción
de sus movimientos, sus primeros pasos, su reflejo en los espejos, entre otros, favorecen
la construcción de una imagen mental interna de cómo es él o ella.
4. Núcleo de la
identidad de
género
Según Money (1974), a partir de los 18 meses se forma el núcleo de la identidad de
género. Consiste en que el menor puede, a partir de aspectos superficiales como la ropa
o la imagen global de otras niñas o niños (por ejemplo en fotografías), catalogarse como
niño o niña e identificar a otros niños o niñas.
5. Diferenciación
corporal y
autoimagen
El conocimiento y observación de otros menores implica frecuentemente juegos
relacionados con la integración de las diferencias corporales. Entre ellas, intentar orinar
como lo hace el sexo diferente al suyo, explorar muñecos, desear ver los genitales de
otros niños y bebés o querer mirar los de los adultos y preguntar constantemente si ellos
tienen determinados genitales o no. Esta comparación ayuda al menor a integrar sus
genitales a su cuerpo nuevamente en una imagen mental (una fotografía interna de
cómo es su cuerpo). Esta imagen se va asociando cada vez con mayor intensidad a su ser
de niño o de niña, ayudándole a definirse como tal.
6. Imitación de
roles de
género
Los menores imitan lo que observan a su alrededor. Si bien pueden jugar a imitar a
ambos padres o a figuras de ambos sexos y esto no les causa ningún conflicto en esta
edad, es cada vez más notable cómo las niñas imitan las actividades de la madre o las
mujeres, y los niños las del padre y otros hombres. Puede verse a los menores jugar a la
casita, el niño pidiendo el periódico y la niña haciendo de comer o las niñas intentando
ponerse zapatos de tacón y el niño colocándose sombreros. Así como se han realizado
investigaciones que demuestran esta claridad de imitación de roles, hay otros estudios
con los que los niños sin tener un modelo claro a imitar ejercen actividades o conductas
típicamente consideradas masculinas o femeninas. Recordemos que la sexualidad es
multifactorial.
7. Exploración de Antes de entrar a la primaria los menores exploran ambos roles aún a sabiendas de que
no es “cosa de niños” o “de niñas”. Lo hacen a manera de juego y exploración. Todos
roles
aprendemos algo de los hombres y algo de las mujeres. Tampoco es molesto o incómodo
en los primeros años explorar estos roles ni suele ser cuestionado el sexo del menor
(entre niños) por hacer tal o cual conducta. Un mismo menor puede jugar a ser un bebé,
un papá, una abuela y la hermana en un mismo juego. Esto no significa que el menor
presente un problema en la construcción de su identidad de género.
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
Los primeros años
57
CONSTRUCCION DEL GENERO EN LOS PRIMEROS AÑOS
Continuación...
Suceso frecuente
Expresión
8. Pertenencia de Alrededor de los cuatro años de edad casi todos los menores pueden decir con claridad
que son de uno u otro sexo. Difícilmente se equivocarán cuando se les llama “niñas a
género
esta fila, niños a ésta otra”. No obstante, pueden seguirse definiendo como niños o niñas
porque usan tales ropas, o aspectos externos como el cabello, aretes, collares,
pendientes, etc. Mientras más avanza la edad, pueden incluir otros aspectos como los
genitales o agruparse en lo que consideran de su sexo. Por ejemplo: “a los niños nos
gusta jugar con carritos, a las niñas con muñecas”.
9. Padres:
principales
figuras de
identificación
La identificación va más allá de la repetición o imitación de lo observado (Papalia, et al.,
2002). Tiene que ver con las primeras personas como las que el menor “quisiera ser” o
creer que “es como ellos”. Las figuras con las que los menores se identifican son
principalmente los padres en un inicio y aquellas personas que admiran o estiman.
Algunos niños y niñas también se identifican con personas que temen u odian. Es decir, la
identificación está relacionada con los afectos intensos. En este momento el menor no
cuestiona si la persona “ideal” hace las cosas correctamente o no, ni prevee
consecuencias al ser de tal manera, simplemente considera a determinada persona
importante por alguna razón y quisiera ser igual a él o ella por eso. De esta manera,
refuerzan nuevamente el ser como los “niños/hombres” o las “niñas/mujeres”.
10. Influencia de
otras figuras
de
identificación
A partir de que los niños y las niñas entran al sistema preescolar, otras figuras se tornan
importantes para ellos. Considerando el tiempo que pasan en estas instituciones, es fácil
comprender que el menor genere afectos hacia otras personas que le ayudarán a tener un
panorama más amplio de cómo quiere ser, por lo menos en esa edad. De modo que puede
ocurrir que los menores deseen ser como su amigo “el fuerte”, su amiga “la bonita”, su
maestra “buena”, etc. De hecho muchos niños desean ser maestras o doctores por eso.
11. Influencia de
la aprobación
y la
desaprobación
La búsqueda de afecto, seguridad y aprobación pueden influir notoriamente en cómo un
menor construye y expresa su género. De modo que a las elecciones innatas de los
menores se las moldea con frases estereotipadas como: “los niños no lloran”, “una
buena niña siempre está limpia, no juega en la tierra”, “estoy orgullosa de ti, porque tú
sí eres fuerte”, o en peores circunstancias aún: “si sigues haciendo esto te dejaré de
querer”, “a ver si con estos golpes se te quita lo grosera” entre otras múltiples
herramientas que utilizamos los adultos, que hacen que el menor prefiera una o tal
conducta, incluso sin darse cuenta. En este sentido, los y las docentes tienen una
importantísima función: aceptar y respetar a cada menor tal como es y permitirle
explorar qué quiere hacer, cómo lo desea hacer y si se siente bien con ello.
12. Construcción
de valores
La plataforma moral de los niños forma sus bases en la etapa preescolar. De esta manera,
principalmente por lo que vean, perciban y escuchen de los adultos, adjudicarán valores
a una conducta o expresión de género. Con frecuencia la cultura asigna valores positivos
diferentes a lo que hacen los hombres y un menor valor a lo que hacen las mujeres. Es
indispensable que desde la etapa preescolar se oriente al menor a cuestionar y tomar
una postura, por lo que piensa o cree y no solamente porque así lo decimos los adultos,
considerando que tanto hombres como mujeres, y sus actividades, tienen el mismo valor.
13. Bases de la
personalidad
A la par de los enormes pasos de maduración psicomotriz, neurológica y cognitiva, se
conforman las bases de la personalidad. Se estructura paulatinamente una forma de ser,
pensar y actuar que empieza a tener coherencia o uniformidad. La personalidad va más
allá de la sexualidad y moldea la forma en que un individuo integra y expresa tanto el
género como otras dimensiones de la sexualidad. Por ello, el grado de salud mental con
que cuente un menor influirá también en la conformación de la identidad de género.
MODULO 3
La construcción del género
recibe diversas aportaciones
sociales, entre las que
destacan la participación de
figuras adultas importantes
para el menor. Por eso, el y
la docente tienen la
oportunidad de promover
roles de género equitativos.
58
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Violencia en la infancia y la niñez
Es urgente que la y el
docente detecten,
prevengan y denuncien en
sus posibilidades todas las
formas de abuso hacia los
niños y las niñas.
La Convención de los Derechos del Niño establece en su Artículo 19: “Los Estados Partes
adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para
proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente,
malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia
de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo”
(UNICEF, 1990).A pesar de este compromiso persisten constantes violaciones a esta Convención.
cálcu indican que la cantidad de niños que sufren abuso severo en la
“Los cálculos
región, incluyendo el abandono, es de 6 millones, y que 800,000 niños
muer cada año como resultado del abuso de sus padres. Las encuestas de
mueren
pob
población
existentes revelaron que el abuso serio contra los niños es igual
o mayor que el abuso similar contra las mujeres”(Larrain, Vega y
D
Delgado,
1997).
P su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2002),
Por
e
estimó
que en el año 2000, 57,000 niños menores de 15 años murieron
p homicidio. Las tasas de muerte por maltrato para niños de 0 a 4
por
a
años
es el doble que para menores de 5 a 14 años. Además, en el 2002,
d acuerdo con el Reporte Mundial de Violencia y Salud de la misma
de
or
organización,
el 8% de los niños varones y el 25% de las mujeres
me
menores
de 18 años han sido víctimas de abuso sexual de algún tipo.
t
Por todo
ello, la educación para la equidad requiere de aportaciones
globales en la educación, tanto para brindar herramientas a las niñas como a
los niños y a las y los adultos responsables de los mismos, incluidos los docentes.
Imagen corporal. Exploraciones
La imagen corporal es una representación mental de nuestro cuerpo y apariencia externa. Esta
imagen se forma a través del contacto con otras personas, de la percepción de movimientos, de la
comparación de nuestro cuerpo con el de otros e incluso de nuestra experiencia personal de
contacto con nuestra piel.
De acuerdo a múltiples factores, con un papel preponderante de la autoestima, la autoimagen puede
o no corresponder a la imagen real, que todos a nuestro alrededor observan. Por ejemplo, una
persona con una autoimagen distorsionada, puede verse completamente obesa siendo que está en el
límite inferior de peso saludable. De la misma forma, una persona con una autoimagen incompleta,
puede percibir su cuerpo sin genitales.
La educación restrictiva y culpígena hacia los genitales y hacia la aceptación de un cuerpo sexuado,
como aquella inducida con comentarios como “¡no te toques ahí, criatura sucia!” o la educación
que explica las partes del cuerpo y excluye los genitales, forman en los menores una imagen
incompleta de sí mismos (Freud, 1973). Los genitales se convierten en áreas negadas, ocultas, de
las cuales no se puede hablar. La repercusión es que tampoco podrá cuidarse, amarse, respetarse lo
que no se conoce, y más aún lo que se niega o rechaza.
Una imagen corporal realista, completa y saludable incluye el cuerpo sexuado, el respeto al mismo,
el poder conocer las funciones de cada parte de nuestro cuerpo, sus necesidades, sus sensaciones y
su higiene.
Para educar sobre el cuerpo, es importante incluir todas las partes del mismo (genitales externos
para preescolares es suficiente). Y ya que la autoimagen por construir es la de un menor, de ninguna
manera es necesario que los padres u otros adultos enseñen sus propios genitales para que los
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
Los primeros años
59
menores los integren y comprendan. El
apoyo con imágenes incluso
caricaturescas de niños y niñas puede ser
un apoyo didáctico adecuado (Educa
Sallent, 1998; Ortiz, 2001), y a partir de
estas imágenes pueden hacerse
preguntas como: “¿Qué parte de tu
cuerpo te gusta más? ¿Cómo se llama
cada parte del cuerpo? ¿Cómo puedes
cuidar cada parte de tu cuerpo? ¿Cómo
es el cuerpo de las niñas? ¿Y el de los
niños?”, y preguntas semejantes, de
modo que los menores expresen sus
ideas y puedan asimilar sin prejuicios el
valor de su cuerpo sexuado.
Si el cuerpo se aprende a
ver con respeto amor y
naturalidad desde la
infancia, será más fácil
promover su cuidado y
valoración para el resto de
los años.
También es importante en el campo de la
docencia flexibilizar los modelos
ideales de belleza, favorecer el respeto a
las diferencias, resaltar las bondades y
beneficios del cuerpo, tanto en general
como sus distintas partes, sexuales o no,
independientemente de su color, forma
y tamaño. Ya en los menores de edad se
observan signos de discriminación por
los rasgos externos, por lo que el papel
de los maestros y las maestras debe ser
un ejemplo de respeto, valoración y
aceptación del cuerpo humano.
Vínculos y relaciones
La sexualidad adquiere significados principalmente a través de los vínculos con nuestros
semejantes. En la infancia, son los vínculos los que ayudan al menor a definirse, a diferenciarse, a
construir su autoestima y conocer el mundo. Es por medio de nuestras relaciones que satisfacemos
la mayoría de las necesidades humanas, desde las básicas de sobrevivencia, hasta el amor, la
aprobación, la seguridad y protección, la educación y el desarrollo, la pertenencia a un grupo, el
compartir y trascender.
Al igual que en otros componentes de la sexualidad, en los primeros años los estímulos y el afecto
recibido por el bebé serán pautas de construcción de su capacidad vinculativa. Aprenden que son
queridos, que existen como individuos y son seres a quienes se desea acercar y amar. Cuando los
adultos tienen serias restricciones en este sentido, el menor puede entender un mensaje parecido a
“¿qué está mal en mí?, ¿por qué no me quiere?”. De modo que la educación de respeto al cuerpo no
puede excluir las muestras de afecto y ternura que tanto nutren la autoestima de las niñas y los
niños.
Según Méndez (1994), en los primeros años de vida es frecuente que los menores deseen casarse
con su progenitor, de cualquier sexo, y pueden desear ser novios de parientes y amigos. El amor por
las personas puede generar en los adultos confusión al interpretar sólo eróticamente estas
expresiones, que no hablan sino de la conformación de la capacidad de amar. Paulatinamente, los
menores aprenderán a diferenciar las expresiones de amor hacia diversas relaciones.
Los niños y las niñas pueden tener su primer amigo verdadero alrededor de los cinco años (Papalia,
1992), y presentar síntomas como los que vivimos los adultos en el enamoramiento, pueden querer
llevar flores, atender y cuidar a su “novio” o “novia”, pensar y hablar todo el tiempo de la persona
MODULO 3
60
¡Hablemos de educación y salud sexual!
querida, y vivir realmente un duelo doloroso cuando pierden vínculos significativos, desde
mascotas hasta familiares.
En la educación sexual
deben considerarse las
distintas etapas y
capacidades para vincularse
de los y las menores de
acuerdo a su edad, para
ofrecer una metodología
que realmente pueda
brindar herramientas y
aprendizaje a los alumnos y
las alumnas.
Una de las manifestaciones de la capacidad para relacionarse se refleja en el tipo de juego de los
menores. Esta habilidad atraviesa desde
etapas en donde cada menor juegaa en
forma solitaria, sin considerar la
presencia de otros, seguido de la
r)
observación pasiva (sin participar)
de otros menores; posteriormente ell
juego independiente que considera
la presencia momentánea de los
otros, el juego de actividades
paralelas, en donde varios
menores pueden jugar a una
misma actividad a pesar de no
tener contacto entre ellos todo el
tiempo, el juego asociativo, que
integra comunicación y actividadess
claras sobre un mismo tema o
go
proyecto concreto, hasta el juego
rma
cooperativo y organizado en forma
enor
complementaria, en donde cada menor
t y
puede hacer actividades diferentes
organizarse por una meta común. En este tipo de juego el menor respeta y crea reglas para la
convivencia, existe un líder o varios y forman un grupo (varios años más tarde).
El divorcio de los padres suele ser una pérdida afectiva de inmensa dimensión en la infancia. En
este sentido Macías (1994), recomienda que los padres lleven un proceso saludable de separación
dejando claro siempre que:
1. Los menores no son culpables de la separación a pesar de “portarse mal”.
2. Los menores no pueden hacer nada por reunir a la pareja.
3. Explicar a los menores que ambos padres invariablemente los aman y los seguirán amando.
4. Permitir a los niños y las niñas expresar sus sentimientos respecto al divorcio.
5. Generar el menor número de cambios posibles en sus rutinas de vida, y explicar objetiva y
claramente las razones del divorcio.
Por otra parte, es recomendable que los y las profesionales de la educación promuevan el
fortalecimiento de la comunicación y los lazos familiares en sus posibilidades, especialmente la
comunicación relacionada con qué es y qué no es una amistad o una muestra de amor (de gran
importancia, por ejemplo, para la prevención del abuso sexual), ya que los menores en esta edad
deberán aprender a diferenciar una amistad de una relación abusiva y construir paulatinamente sus
valores prioritarios en los vínculos. Las bases de la comunicación saludable, clara y respetuosa,
pueden favorecerse desde los primeros años. Los menores requieren poder confiar en sus padres y
otros adultos y saber que pueden hablar sobre sus experiencias y sentimientos sin temor a ser
regañados o cuestionados (Ortiz, 2002).
A su vez, los y las educadoras son un vínculo complejo para los niños y las niñas. Representan a la
vez a la autoridad, una fuente importante de reconocimiento, un modelo de moldeamiento de
conducta, generan afectos importantes, y son a la vez figuras de identificación y de imitación. Un
posible beneficio de las y los educadores es que a la vez de ser figuras tan significativas, tienen, a
diferencia de los padres, mayor posibilidad de ser objetivos en la percepción de los menores. El que
los docentes expresen su percepción objetiva del menor puede favorecer para que los padres tengan
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
Los primeros años
61
una impresión de otra persona sobre cómo vive el menor, cómo se relaciona y aprende a vivir en
sociedad y quizá puedan darse cuenta de necesidades que antes ellos no habían detectado. En estos
casos, el y la docente deben tener cuidado en observar al menor y “describir” su comportamiento
evitando emitir juicios valorativos sobre éste, cuando se intente transmitir a un padre alguna
conducta sexual que considera necesaria a evaluar.
Primeras curiosidades y la participación de
los y las docentes
Los niños tienen múltiples curiosidades relacionadas con la sexualidad, y las expresan (mientras no
son reprimidos) con naturalidad, como parte normal de su desarrollo.
Cuando un menor hace obvia una curiosidad, ya sea a manera de pregunta o mediante una
conducta, es siempre conveniente que los docentes respondan a su inquietud. El silencio, el
rechazo, el intento de desvío de la pregunta por medio de la distracción o respuestas semejantes a
“¿quién te dijo eso?”, “¡un niño de tu edad no debe preguntar eso!”, inhiben claramente la
comunicación y la confianza del menor para pronunciar sus dudas, forzándolos a que estas dudas
sean “despejadas” de acuerdo a su fantasía, a los medios de comunicación y a las interpretaciones
populares frecuentemente erróneas de la realidad, por lo menos para la mayoría de los niños que no
son educados en sus familias. A continuación se presenta una tabla que resume las curiosidades
esperables más frecuentes que los niños expresan y se añaden algunas sugerencias generales que
orienten a los docentes y adultos al responder.
LA PARTICIPACION DE LA Y EL DOCENTE
ANTE LAS PRIMERAS CURIOSIDADES
Expresión frecuente de la curiosidad y...
Algunas sugerencias para la participación del personal educativo
Autoerotismo: toca su cuerpo e identifica sensaciones agradables
Los menores suelen tocar su cuerpo tanto para conocerlo como para sentir placer a cualquier edad.
Pueden hacerlo delante de otras personas, en el salón de clases, especialmente mientras observan
películas o se sienten relajados. Es habitual que los niños se acaricien directamente los genitales,
mientras que las niñas suelen frotar su cuerpo encima de objetos o muebles. Si bien el
autoerotismo tiene múltiples beneficios y es saludable, es aconsejable que los menores
comprendan que pueden tocar su cuerpo, saber cómo siente y conocerlo, pero que en la mayoría de
nuestras culturas ese es un acto privado, es como ir al baño, algo íntimo, que pueden realizar
solamente ellos en su cuerpo. Por lo que no pueden hacerlo en sitios públicos, sino en un lugar a
solas, en donde se sientan seguros. Existen diferencias entre el autoerotismo, fuente de placer, y el
frotamiento compulsivo, difícil de detener, que invade otras actividades de los menores tales como
el jugar. Más que al placer, la manipulación compulsiva parece estar asociada a angustia, llanto,
ansiedad y deseos de orinar. Esta forma de manipulación puede ser un síntoma de otros conflictos,
sexuales o no, que el niño presenta, por lo que es recomendable evaluar al menor.
Exploración de genitales: buscan los genitales y el ano en muñecos, personas y en su
propio cuerpo
Repetidamente los niños y las niñas gozan al observar o palpar los genitales de sus muñecos,
animales y otras personas incluyendo adultos. En este sentido, cuando se intenta hacer con
animales u otras personas, puede hacerse referencia a que cada quien es dueño de su cuerpo y por
lo tanto no podemos explorar el cuerpo de otras personas, sino sólo el nuestro. Si el o la menor
explora con muñecos puede explicarse, apoyándose con un material didáctico infantil, sobre las
funciones de esas partes del cuerpo, su cuidado e higiene.
MODULO 3
Las respuestas a las
curiosidades sexuales
infantiles requieren de la
participación consciente de
los y las docentes para
promover valores claros
respecto de la sexualidad
desde un inicio, ya que el
silencio o la negación de los
mismos, inevitablemente
transmiten valores y
significados a los y las
menores.
62
¡Hablemos de educación y salud sexual!
LA PARTICIPACION DE LA Y EL DOCENTE ANTE LAS PRIMERAS CURIOSIDADES
Continuación...
Expresión frecuente de la curiosidad y...
Algunas sugerencias para la participación del personal educativo
Juegos sexuales: tocamientos o exposición de genitales y otras partes del cuerpo, besos y
caricias entre niños de edad semejante
De manera ideal, la
participación de los y las
docentes ante las
curiosidades y expresiones
de la sexualidad infantil
deben ser coherentes con
las de los padres y las
madres de familia, de
manera que el menor reciba
una educación clara y
consistente.
Descubrir a los niños en el cuarto de baño escolar, en un armario o detrás de un árbol jugando a
enseñar su cuerpo, a besarse o tocarse partes del cuerpo, es común en los primeros años. Para que
este evento se considere un juego es necesario que no exista diferencia de edad, capacidades
intelectuales y experiencias entre los participantes y que además no exista ninguna medida de
coerción o presión para participar. De lo contrario, pasaría de ser un juego sexual a una
experiencia de abuso sexual. Preguntas como “¿a qué juegan?”, “¿y cómo se siente eso?”, seguido
de la aprobación de las sensaciones placenteras y la sugerencia de explorar en forma personal y
privada suelen ser suficientes para que la curiosidad genere un aprendizaje saludable. Si se
considera necesario, puede explicarse que algunas formas de acariciarse sólo las hacen los
adultos, y que cuando ellos sean adultos también las podrán realizar.
Exploración del cuerpo adulto: interés en tocar senos o genitales de adultos
Si este interés aparece esporádicamente, puede explicarse al menor que los senos o los genitales
son partes íntimas, que no podemos tocar las partes íntimas del cuerpo de otra persona sin su
permiso, que no nos agradaría que esa persona, él o ella, los tocase de nuevo. Puede incluirse
alguna actividad donde el menor entienda qué partes tolera el adulto que le toquen, como los
hombros, la cabeza, el pie o el brazo, etc., y ayudarle a definir cuáles partes de su cuerpo pueden
tocar otras personas y cuáles partes no le agradaría que otros tocaran, y no debe permitirlo
independientemente de quién sea la persona que lo haga. Debe evitarse dar permiso automático a
ciertas personas para hacerlo por ser parientes del menor; cada persona tiene su espacio íntimo
necesario para el acercamiento con los otros.
Desnudez frente a otras personas
Los niños pueden aparecer repentinamente sin ropa frente a nosotros, tanto como en una actitud
de espera de respuesta como ignorándonos. Cuando esto sucede en el ámbito escolar, podemos
hacer alguna referencia como: “El cuerpo de los niños y de las niñas es bonito, y podemos
sentirnos orgullosos de tener nuestro cuerpo. Sin embargo, en esta institución todos debemos estar
vestidos porque no es nuestra casa y una regla de esta escuela es que estemos vestidos.” En el
hogar existen diversas normas, hay familias en las que se usa poca ropa y otras familias en las que
los cuerpos se cubren más. También dependerá del entorno geográfico y climático de los menores.
Preguntas sobre el nacimiento de los niños y las niñas
Cuando los menores hacen referencia a curiosidades sobre el nacimiento, es recomendable
devolverles la pregunta para saber cuál es su duda particular, como: “¿tú cómo crees que
naciste?”, “¿cómo crees que te hicieron tus papás?”, “¿a qué te refieres con esa pregunta...?” Por
lo regular, para niños preescolares es suficiente explicar (si la pregunta lo requiere) que los padres
se acarician con amor, que ésta es una forma especial como los adultos expresan que se quieren y
se gustan, unen sus cuerpos lo más posible y, si ellos así lo deciden, pueden tener un bebé.
Posteriormente puede explicarse, preferentemente apoyados en ilustraciones adecuadas para la
edad, sobre cómo crece el bebé dentro de la madre, la participación del padre en los cuidados, la
planeación del nombre, recalcando la importancia de que el menor haya nacido y el bienestar de
su presencia para la familia y la comunidad (Ortiz, 2001). Si se necesita explicar a mayor
profundidad las relaciones sexuales, es importante incluir que la madre y el padre deciden colocar
el pene de papá en la vagina de mamá. Esta explicación requerirá que los menores conozcan antes
las partes del cuerpo y las células sexuales. Existen materiales para profundizar sobre esto que
suelen utilizarse para menores de entre 8 y 10 años (Alastair, 1998; Mayle, 1999).
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
Los primeros años
63
LA PARTICIPACION DE LA Y EL DOCENTE ANTE LAS PRIMERAS CURIOSIDADES
Continuación...
Expresión frecuente de la curiosidad y...
Algunas sugerencias para la participación del personal educativo
Observación: interés por observar a otras personas desnudas
Numerosos niños y niñas se asoman cuando les es posible, incluso abriendo una puerta, para
observar a otros niños o a adultos mientras están en el baño o cambiándose de ropa. Ante esta
curiosidad, puede explicarse al niño que no deseamos ser vistos sin ropa por él o ella, pues para
nosotros es algo privado. Puede darse un espacio a su curiosidad aclarando al menor que
disfrutamos conociendo nuestro cuerpo de otras formas e incluir imágenes de materiales para
niños en donde podamos explicar las diferencias del cuerpo de los niños, los adolescentes y los
adultos (MADES); hablar sobre los cambios que suceden cuando se crece y preguntar al menor
cómo cree que será su cuerpo cuando crezca. También puede sugerirse al menor que él o ella
observen su cuerpo frente a un espejo en su casa y así podrán conocerlo, cuidarlo y quererlo.
Puede incluso invitarse al grupo a pensar formas de cuidar el cuerpo, como aplicarle crema,
aceite, limpiarlo con suavidad o las que ellos improvisen.
Preguntas sobre por qué las personas se unen o casan
Figuras de plastilina o masa, muñecos, personajes iluminados, pueden ser una maniobra divertida
para construir una historia de por qué las personas nos relacionamos, sentimos afecto y nos
comprometemos en un proyecto de vida. En esta historia que usted como docente puede inventar
junto con los menores, es importante resaltar: El proceso del conocimiento mutuo, el
descubrimiento y aceptación de las diferencias entre dos personas, el nacimiento de afectos
intensos y la admiración por el otro, el deseo de compartir y comprometerse, la decisión de ambos
miembros de la pareja, el esfuerzo continuo para la construcción y mantenimiento de la pareja, la
presencia de pequeños conflictos que se resuelven mediante la comunicación y respeto.
Es recomendable que se hable de la “pareja” en general, y explicar que ésta puede ser de hombremujer, mujer-mujer u hombre-hombre, y explicar que la pareja puede expresar sus compromisos
casándose o viviendo juntos aunque no se casen. Ya que el divorcio es un evento frecuente, si se
considera necesario para el grupo puede abordarse el tema. No obstante, los menores que viven el
proceso de separación de sus padres necesitan usualmente terapia.
Preguntas sobre las diferencias entre niños y niñas
Los menores juegan a orinar como lo hace el sexo diferente al suyo, imitan numerosas actitudes,
posturas e incluso ocasionalmente se visten como el otro sexo en el proceso de reafirmarse e
identificarse con ser niños o niñas. Preguntan constantemente por qué los niños tienen pene y las
niñas vulva. Es recomendable recalcar que es bueno que haya niños y niñas y explicar que tanto el
cuerpo de las niñas y los niños es valioso e importante. Los elementos que nos hacen diferentes a
los niños o las niñas son la forma de los genitales y que uno siente que es niño y otro siente que es
niña. Puede también preguntarse al menor: “¿qué te agrada a ti de ser niña o niño?” o “¿qué
pasaría si sólo hubiera niñas en el mundo?”, “¿o sólo niños?” y expresar que a usted le parecen
importantes las niñas y los niños. También puede apoyarse en materiales para ello (Ortiz, 2001).
Interés en casarse o tener hijos de amigos, hermanos, y padres
En los primeros años, la intensidad de los afectos se generaliza y consiguen igualarse el amor
amistoso con el amor paternal y el amor de pareja. Todos ellos se expresan en el deseo lógico de
permanecer el mayor tiempo posible con sus seres queridos y admirados; esto se logra en nuestras
culturas por medio del matrimonio y la familia. De modo que este deseo no significa para un
menor lo mismo que para los adultos. Es aconsejable rescatar y valorar la capacidad del menor de
sentir afectos por otras personas, y aclarar que no puede casarse o tener hijos con personas de su
familia, pero que en el futuro encontrará alguien más que lo quiera como ella o él se merece. En
el caso de los padres es importante manifestar que ellos ya tienen una pareja, su madre o padre, y
que lo quieren como un hijo o una hija y no como a un novio o una novia.
MODULO 3
Además de las sugerencias
que en este Manual se
ofrecen, cada docente
incorporará a su
participación sus propios
valores, conocimientos y
creencias y sus efectos.
64
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Desarrollo del erotismo
El desarrollo saludable
contempla el que un o una
menor toque su cuerpo para
conocerlo y sentir placer.
Esto no significa que si un
menor no ha sido
descubierto tocándose,
debamos preocuparnos
o requiera de atenciónn
especial.
“El niño aparece capacitado para la vida erótica (...) Aún en la más temprana infancia, el estímulo
de distintos lugares de la epidermis (zonas erógenas), la acción de ciertos instintos biológicos y la
excitación concomitante a muchos estados afectivos engendran cierta magnitud de placer,
innegablemente sexual (...), esto es conocido con el nombre de autoerotismo” (Freud, 1972, ed.
1997).
La respuesta sexual humana (deseo, excitación, orgasmo) “se refiere a una serie de procesos
fisiológicos que tienen como objetivo principal responder a ciertos estímulos con la potencialidad
de desencadenar un orgasmo” (Rubio, Revuelta, 1994). Los estímulos que pueden desencadenar
una respuesta erótica pueden provenir de la estimulación táctil en la zona genital y alrededores o
son percibidos por los órganos de los sentidos o la fantasía.
El
E desarrollo del erotismo en los
menores
no es la excepción a esta
me
comprensión
de la respuesta sexual.
com
Los bebés aprenden a diferenciar
sensaciones
por medio de los
sensa
estímulos
estímu recibidos, lo que a la vez les
hace sentirse
queridos y dignos de ser
se
tocados. A su vez, el tocar el cuerpo
ayuda a construir
una imagen positiva del
c
mismo. Cuanto
más avanza el desarrollo
C
psicomotriz,
los menores pueden
psicomo
estimular
estimula por sus propios medios zonas
del cuerpo
que aprenden a identificar
cue
como placenteras.
Se ha encontrado en
p
algunos
alguno estudios cómo los bebés que
viven con familias más saludables
suelen
tocar más su cuerpo que
suel
aquellos
abandonados o en
aq
orfanatos
(Spitz, 1969, ed. 2001).
o
Cerca de la cuarta parte de los menores tocan sus genitales abiertamente (Méndez 1994). El
autoerotismo suele considerarse un aspecto positivo del desarrollo erótico, que ayuda a consolidar
la imagen corporal, aumenta la comprensión sobre las sensaciones del cuerpo y acrecienta la
sensación de sentirse querido y apreciado con un determinado cuerpo. Sin embargo, en nuestra
cultura suele asociarse este acto a ideas de maldad, suciedad y pecado, que repercuten nocivamente
en el desarrollo erótico por lo que deben evitarse estas reacciones calificadoras en el ámbito
escolar.
En muchas sociedades es común que los menores duerman en el cuarto o la cama de los padres. Se
calcula que alrededor del 75% de los menores de cinco años duermen con sus padres (Haffner,
1999). En este sentido es recomendable sugerir, siempre que sea posible, límites para la privacidad
en los hogares. Incluso en familias humildes debe intentar algún tipo de separación entre los niños y
los adultos, por ejemplo con telas, cartones, periódico u otros recursos.
Los padres tienen lógicamente una vida erótica que realizan con frecuencia frente o muy cerca de
los menores. Y a pesar de creer que ellos siempre duermen, esto no es así, los menores se dan cuenta
de la actividad sexual adulta lo que no es recomendable para su desarrollo sexual.
De igual forma, de los cinco a los siete años es una edad adecuada para que los menores se hagan
responsables de la limpieza de su cuerpo y se bañen solos y aprendan sobre las responsabilidades y
la higiene de su persona.
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
La etapa escolar y la preadolescencia
65
La etapa escolar y la
preadolescencia
L
a etapa escolar y hasta los diez años permite a los niños y las niñas contrastar el espacio
familiar con el resto del mundo. Ofrece nuevas pautas de aprendizaje y proporciona el
desarrollo de habilidades para socializar e integrarse a una cultura determinada; en ella se
adquieren nuevas estrategias para enfrentar conflictos y se desdoblan las capacidades intelectuales.
Los menores tienen que salir del “cascarón de oro” para enfrentarse a nuevas crisis, nuevas formas
de adaptación, luchar por el reconocimiento, el amor, el cuidado, la seguridad, pero ahora con los
otros. De esta manera, aprende a competir, adquiere nuevos modelos de identificación, y su mundo
se abre a un panorama más amplio de posibilidades.
Conducta sexual
A partir de la etapa escolar las manifestaciones de la sexualidad pueden cambiar bruscamente, la
niña que antes gozaba de caminar desnuda ahora solicita privacidad, el niño que tocaba su cuerpo
frente al grupo ahora busca un lugar privado para hacerlo. Los divertidos juegos en que se
intercalaban roles de mujer y hombre y donde el juego entre niños y niñas era compatible van
tornándose cada vez menos flexibles, ahora desean diferenciarse, agruparse por sexo, y ya no les
resulta agradable jugar a ser del sexo diferente al propio. Las preguntas que realizan se vuelven más
complejas, toleran y comprenden mayor cantidad de información, tienen más fuentes de referencia
e indagación, distinguen con mayor claridad un juego exploratorio del abusivo, desean que se
conserve en secreto su amor por un compañero de clases o por su maestro o maestra, adquieren su
propio lenguaje para hablar de sexualidad, tienen claramente identificados a sus “mejores amigos”
y cuestionan incesantemente.
Con relación al género, el proceso de adopción del rol de género durará desde las etapas
preescolares hasta la pubertad adoptando modelos a seguir más complejos. Ya no sólo se elige
como quién se quiere ser, se actúa en el rol “preferido” durante años, se practica una forma de ser
niño o niña, más por identificación con un sexo y por pertenecer a un grupo determinado que por
cuestionamiento del rol en sí.
Por otro lado, después de los siete años la conducta autoerótica (masturbación) suele ser privada y
aumentar en frecuencia. Hacia el final de la niñez la mayoría de las niñas y los niños, mediante
juegos o en sus primeras experiencias de descubrimiento y “amor” han besado, y muchos de ellos
han tenido experiencias de caricias y tienen claridad sobre cuál sexo les atrae más (Méndez, 1994).
Es frecuente encontrar personas que recuerdan haber identificado con claridad su orientación
sexual alrededor de los siete años. Orientación sexual definida como la atracción erótica, afectiva y
romántica hacia una persona del mismo sexo (homosexual), hacia el sexo diferente al propio
(heterosexual) o hacia ambos sexos (bisexual) (Haffner, 1999). El respeto a la orientación sexual es
un tema que debe ser incluido desde los primeros años de vida. Es frecuente que en la instituciones
educativas algunos niños varones sean devaluados, humillados y maltratados por otros niños por el
simple hecho de ser considerados homosexuales, incluso sólo por ser catalogados como
“femeninos” por sus compañeros. De esta manera se convierten en menores relegados, al resto de
los niños se les obstaculiza o hasta prohíbe juntarse con ellos y en ocasiones son ridiculizados
frente al grupo. El papel firme y claro del profesional docente para establecer el respeto a la
diversidad podría ser, para esos menores denigrados, la primera señal de justicia y amor respecto a
su orientación sexual y a su dignidad como seres humanos.
Como hemos mencionado, el 8% de los niños y el 25% de las niñas son víctimas de abuso sexual en
la infancia (OMS, 2002). En la consulta realizada por esta organización internacional sobre la
prevención del abuso sexual infantil, se definió al mismo como:
MODULO 3
Usualmente a partir de los 7
u 8 años de edad, se
presentan cambios
importantes en la expresión
de la sexualidad infantil,
principalmente como
resultado del desarrollo
cognitivo y psicológico en
general.
66
¡Hablemos de educación y salud sexual!
La prevención de todas las
formas de violencia, y del
abuso sexual en particular
debe ser abordada en la
educación escolar desde los
primeros años de vida, e
incluir a toda la comunidad
educativa.
“La involucración del niño o niña en una actividad sexual que no comprende plenamente, para la
que no puede otorgar un consentimiento informado o para la que no está preparado en cuanto a su
desarrollo y para la que no puede dar su consentimiento o que viola las leyes o tabúes sociales. El
abuso sexual infantil se evidencia por una actividad entre un niño o niña y un adulto u otro menor
que por su edad o desarrollo se encuentra en una relación de responsabilidad, confianza o poder. La
intención de la actividad es gratificar o satisfacer las necesidades de otra persona.. Esto puede
incluir (pero no está limitado a ello), la coerción o inducción para que un niño o niña (o más de uno)
se involucre en cualquier actividad sexual ilegal, como el uso explotador de menores en
actuaciones o materiales pornográficos” (OMS, 1999).
El abuso sexual infantil tiene múltiples repercusiones nocivas para los niños y las niñas.
Inicialmente, los menores tienen sentimientos de culpa, vergüenza, asco, hostilidad, miedo,
intensa conducta autoerótica, se aíslan, desconfían de otras personas y presentan síntomas de
depresión y ansiedad (López, 1999). Asimismo, de acuerdo a Stevens (2001) y otras
investigaciones, los menores que durante la infancia son víctimas de abuso sexual presentan
consecuencias a largo plazo, observables en su adolescencia y en la vida adulta:
CONSECUENCIAS DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL
EN PERSONAS QUE AHORA SON ADOLESCENTES O ADULTAS
Violación
Otros tipos de abuso sexual
Embarazo no deseado, el aborto, la enfermedad
inflamatoria pélvica, diversas enfermedades
mentales, infertilidad, Infecciones de
transmisión sexual (ITS), trastorno de estrés
postraumático, disfunciones sexuales
(encontradas con una frecuencia hasta de un
69%), suicidio (9 veces más probable que en las
personas que no han sido víctimas de violación)
y muerte.
Problemas ginecológicos, ITS, VIH y SIDA,
experiencias sexuales tempranas, embarazo
precoz, infertilidad, coito no protegido,
embarazos no planeados y/o no deseados,
conductas de riesgo, compañeros sexuales
múltiples, abuso de sustancias tóxicas,
depresión, trastornos producidos por la
ansiedad, reactivación de la conducta con otras
personas, suicidio y muerte.
La prevención de todas las formas de violencia y del abuso sexual en particular debe ser abordada
en la educación escolar desde los primeros años de vida, e incluir tanto a los menores como a sus
padres y al personal docente y administrativo. No por ser un tema delicado deberá abordarse con
rigidez y seriedad extrema o dramatismo, en estos años los menores y el tema requieren de acciones
educativas lúdicas que permitan abordarlo sin generar un temor exagerado y abriendo
posibilidades para identificar, detener y prevenir el abuso sexual (Ortiz, 2001).
Con respecto a la reproducción, cerca de los ocho años el niño y la niña pueden hacer preguntas más
precisas sobre la participación del padre en el embarazo. Después de esta edad el menor comprende
con claridad las generalidades de las relaciones sexuales y el embarazo, aunque si no cuenta con
suficiente información, entonces es posible que presente dudas sobre si el embarazo puede darse
con un beso, por ejemplo. También la reproductividad muestra señales en la capacidad de los
menores de cuidar, ayudar, proteger, llamar la atención con otros objetos y personas, especialmente
mascotas, juguetes y niños más pequeños que ellos, como un reflejo de la construcción de sus
capacidades para ser padres o madres. En estos juegos suelen repetirse con claridad los patrones de
cómo perciben a sus padres.
Los últimos años de la infancia y la niñez terminan con la aparición de la primera menstruación y la
primera eyaculación que capacitan para la reproducción. Estos son temas de intenso interés,
curiosidad y preocupación para los menores, así como las infecciones de transmisión sexual, las
relaciones sexuales y el amor, por lo que es necesario preparar a los menores en forma adecuada
siempre dentro de un contexto global de salud y desarrollo que los habilite a tomar sus propias
decisiones planeadas, aprender a negociar una relación, mejorar las capacidades de comunicación,
tomando en cuenta el nivel de desarrollo alcanzado y la construcción de valores, fortalecer la
autoestima, entre otros.
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
Aspectos generales de la adolescencia
67
Compañeros y compañeras
En los primeros años de la etapa escolar los menores suelen agruparse con niños de características
similares a las de ellos, como la edad, el sexo, el estatus socioeconómico y las áreas de vivienda.
Estos grupos tienen funciones que permiten al menor el incremento de sus habilidades sociales,
brindan la oportunidad para poner a prueba determinados valores y para adoptar nuevas formas de
actuar en las experiencias cotidianas, refuerzan la formación del concepto que tienen de sí mismos,
satisfacen las necesidades de diversión, de compatibilidad de intereses e ideas, y logran cierto
grado de pertenencia grupal lo que les brinda mayor “valor”, mismo que ahora ya no depende sólo
de sus padres.
La popularidad de un menor en el grupo, basada en diversos aspectos y habilidades adquiridas
principalmente en la familia, tienen el poder de elevar la autoestima de los niños y las niñas de
manera importante. No obstante, cuando en lugar de ésta aparece el rechazo abierto, los menores
pueden presentar baja autoestima, problemas emocionales y de comportamiento con su grupo. La
impopularidad suele asociarse con mayor frecuencia al abuso en diferentes dimensiones y a la
agresión, de igual manera los niños no populares suelen tener dificultades en el desarrollo de
destrezas atléticas y baja autoestima (Papalia, et. al, 2003).
Desgraciadamente, a veces el rechazo del grupo infantil es reforzado por los padres y los docentes.
Aún en la actualidad hay menores que por ser considerados “femeninos” por otros niños, son
rechazados por las madres de éstos, quienes impiden a sus hijos relacionarse con el menor
cuestionado; y por los maestros, que callan cuando observan el abierto rechazo y la discriminación.
De igual manera sucede con aquellos menores que tienen problemas de comportamiento, que han
sido víctimas de abuso, con dificultades de aprendizaje o con alteraciones corporales, entre otros.
Si bien no sucede siempre, su mínima presencia representa una injusticia muy dolorosa que
afectará al menor, como afectaría a cualquier individuo.
En estos años escolares la amistad implica ya cierto nivel de compromiso y una relación positiva de
“te doy, me das”. Aunque el fin de la amistad tiende a beneficiar los aspectos individuales y
particulares y no al grupo en general. Asimismo, la capacidad para la intimidad y la estabilidad en la
amistad paulatinamente se construyen e incrementan.
Aspectos generales de la
adolescencia
F
ísicamente, la adolescencia se inicia con la pubertad, alrededor de los 12 o 13 años, y termina
a los 19 o 20 años en la edad adulta. Intelectualmente, la adolescencia es el período en el que
los individuos son capaces de formular hipótesis o proposiciones, y pueden probarlas y
hacer evaluaciones racionales sobre las mismas. El pensamiento formal de los adolescentes y
adultos tiende a ser deductivo, racional y sistémico. Emocionalmente, es la etapa en la que el
individuo aprende a controlar y dirigir sus impulsos sexuales, a establecer su propio rol sexual y a
crear relaciones maduras. La segunda década de su vida incluye la independencia emocional de sus
padres y el establecimiento de una clara jerarquía de valores. La separación física de los padres y la
independencia económica marcan la transición a la edad adulta (Enciclopedia Británica, 2000).
La adolescencia se considera una etapa evolutiva específica del crecimiento y el desarrollo del ser
humano con valor en sí misma.
La Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud han convenido
en que el período de la adolescencia se define como el lapso de la vida comprendido entre los 10 y
los 19 años, y la juventud como el intervalo entre los 15 y 24, y se utiliza el término personas
MODULO 3
El rechazo a niños y niñas,
propiciado por la
incapacidad de respetar las
diferencias, provocará
serios daños a la
autoestima y a las
posibilidades de
crecimiento emocional .
68
¡Hablemos de educación y salud sexual!
jóvenes para incluir a ambos grupos (OMS, 1995). Con frecuencia se destacan los aspectos
conflictivos de la adolescencia, sin embargo, muchas de sus manifestaciones son signos positivos
del desarrollo. De hecho algunas investigaciones han encontrado que solamente alrededor de un
cuarto de los adolescentes presentan realmente intensidad conflictiva y rebeldía que comúnmente
se asocian a esta etapa del desarrollo (Wendkos, Papalia, 1998).
No es posible catalogar a los jóvenes como un grupo homogéneo, de hecho son un grupo muy
heterogéneo. Sus experiencias varían ampliamente de acuerdo con su contexto cultural, el género y
su estatus sociocultural, pero existen similitudes entre ellos en cuanto a autoimagen, actitudes y
capacidad para enfrentar las circunstancias (Papalia, et. al, 2003).
Durante un período mayor o menor de tiempo el o la adolescente experimentará transformaciones
radicales que lo llevarán a restructurar su imagen corporal, su concepto de sí mismo, y que le
permitirán o no conformar una nueva identidad y avanzar en la tarea de desarrollo para convertirse
en un ente autónomo con capacidad de intimidad.
Una gran proporción de la población latinoamericana atraviesa esta fase. Para el año 2000, en
América Latina y el Caribe, los jóvenes entre 10 y 24 años representaban al 30% de la población,
155 millones, y los adolescentes entre 10 y 19 años el 20%, divididos en forma igualitaria entre
hombres y mujeres (CEPAL, 2000, en Shutt-Aine, Maddaleno, 2003). Para el profesional de la
educación es muy importante entenderlos y prepararlos oportunamente para poder confrontar esta
etapa de la mejor manera posible.
Asimismo, en América Latina y el Caribe, los niveles de educación en las personas jóvenes han
mejorado. Según la UNESCO, en estas áreas las tasas de analfabetismo eran sólo del 12% en el año
1999. Su incidencia se presenta en general en las áreas rurales y sobre las mujeres. Aunque en los
países de esas dos regiones la mayoría de las mujeres presentan niveles de estudios de secundaria
similares a los hombres (excepto en Bolivia, Perú y Guatemala donde los varones tienen un nivel
más alto) (Alan Guttmacher Institute, 1998). No obstante, según datos del Banco Interamericano
de Desarrollo, cada vez es más difícil insertarse en el mercado laboral, especialmente para aquellos
que provienen de familias de sectores bajos. Pese a que se ha producido un aumento del número de
mujeres en la fuerza laboral, en el área rural trabajan más del doble de hombres que de mujeres.
Estos datos son importantes porque el bajo rendimiento escolar, el abuso de sustancias tóxicas y la
pobreza son factores altamente relacionados con las relaciones abusivas, con enfermedades como
el ITS y VIH Sida, el embarazo no deseado, el no control de la fertilidad y el sexo ejercido sin
protección (Jessor, 1998, Buvinic, 1998, en: Shutt-Aine, op. cit.)
El paso de la adolescencia a la adultez no está claramente determinado sino que se ve cristalizado
paulatinamente en diversos aspectos. Podemos decir que la adolescencia ha terminado cuando se
cumplen los siguientes parámetros:
Establecimiento de la capacidad de pensamiento abstracto.
Establecimiento de la identidad. La persona sabe quién es.
Autonomía e independencia económica y emocional de la familia.
Establecimiento de un sistema personal de valores.
Capacidad para mantener relaciones duraderas y para unir el amor sexual con la ternura y el
afecto.
Es indiscutible que estos logros del desarrollo aparecen a edades distintas y no siempre todos
coexisten.
Por otra parte, existen personas que nunca obtienen estos parámetros y que permanecen
indefinidamente en un estado de crónica adolescencia temprana.
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
Adolescencia temprana
69
Adolescencia temprana
Pubertad. Cambios físicos
La pubertad marca el fin de la niñez y el inicio de la adolescencia. No obstante, adolescencia y
pubertad no son sinónimos. En tanto que la pubertad es un evento biológico, la adolescencia es
básicamente un fenómeno psicosocial.
La pubertad se manifiesta como resultado de una serie de mensajes provenientes del hipotálamo y
dirigidos hacia la hipófisis, “directora y coordinadora” de todas las glándulas de secreción interna,
a través de las hormonas. Estos cambios, que se traducirán en las características sexuales primarias
(maduración de los órganos relacionados principalmente con la reproducción) y las secundarias
(señales fisiológicas de crecimiento y madurez sexual que no involucran a los órganos sexuales)
tienen su origen en el nacimiento y por lo regular se presentan con cierto orden en los niños y niñas.
Usualmente, las niñas inician los procesos de cambio entre los 8 y los 16 años y requieren de un
promedio de 4 años para completar la madurez. En los niños el proceso se inicia entre los 10 y los 16
años y requiere de hasta 7 años más para completarse.
Aunque el desarrollo puberal puede presentarse en un rango amplio de edades, la presencia de
cuando menos algunos cambios indican que el mecanismo se ha iniciado. Existen casos, en los que
a pesar de la edad (alrededor de 15 años para las mujeres y 17 para los varones), los niños no
manifiestan o dan indicación de este desarrollo. En esos casos es conveniente canalizarlos a un
especialista para descartar problemas genéticos u hormonales.
Las y los púberes experimentan
preocupación por su desarrollo corporal y
su nueva apariencia. Se comparan entre sí
con profundos sentimientos de
frustración y malestar en aquellos en los
que el proceso es más lento o demasiado
rápido en contraste con sus iguales. En
este rubro, es importante asegurarles que
tarde o temprano su desarrollo será
completo y que en general están sanos,
ayudarles a apreciar su cuerpo y percibir
los cambios como un proceso natural.
Aún en la actualidad hay menores que
desconocen que tendrán que enfrentar
este proceso de maduración y algunos
viven con angustia la posible llegada de
este momento. Estudios recientes
(Mexfam, 1999), muestran que cerca de
un tercio de los púberes ignoran que el
inicio de la menstruación indica la
capacidad para reproducirse y cerca de la
mitad ignora que la primera eyaculación
significa la capacidad de embarazar.
Los hombres suelen tener su primera eyaculación durante los “sueños” o “emisiones nocturnas”, o
mediante el autoerotismo. Algunos viven con preocupación sobre qué hacer incluso con las
sábanas cuando no han tenido educación al respecto, o pueden llegar a pensar que se han orinado o
que algo malo le ha sucedido a su cuerpo. Por su parte, a lo largo de los años, para las mujeres se ha
generado una serie de errores de información sobre qué hacer cuando se menstrúa; existe miedo
MODULO 3
En ocasiones los adultos nos
olvidamos del gran
significado que este proceso
tiene para los y las
menores. Es importante dar
un espacio en el aula
escolar para hablar sobre
esto.
70
¡Hablemos de educación y salud sexual!
anticipado al dolor, por razones lógicas pueden vivir una sorpresa sumamente desagradable ante el
primer sangrado, limitan sus actividades, temen que otros se den cuenta de su nueva situación y
desconocen los hábitos higiénicos a seguir si no han recibido la educación oportuna.
La vivencia de la primera eyaculación o menstruación puede ser un evento deseado, esperado y
recibido en óptimas condiciones, con respeto y valoración si los menores reciben educación sexual
adecuada. Suponer que un púber sabe “todo de sexualidad”, porque así él o ella lo menciona, suele
ser un error tanto de los padres de familia como de las y los educadores. Por lo que hacer preguntas
sobre los temas específicos puede dar un panorama real de las necesidades educativas de los
menores. Indudablemente la educación relacionada con este tema del desarrollo sexual debe
incluirse antes de los ocho años, y no después de que sucedan las primeras manifestaciones de
menstruación o eyaculación.
Considerar los modelos de
desarrollo y las
características generales
propias de cada edad puede
ayudar a los y las docentes
a comprender que,
usualmente las respuestas y
comportamientos de los y
las alumnas son mas una
manifestación de su
crecimiento y no una
reacción personal hacia
ellos.
Aspectos psicológicos generales
Un aspecto central en el desarrollo psicológico del adolescente es la búsqueda de su identidad.
Según Erikson (en: Papalia et al., 2003), en esta etapa se inicia la crisis de identidad versus
confusión de identidad. Esto significa que el adolescente busca desarrollar un sentido coherente de
sí mismo, con una participación útil y valiosa para la sociedad. Para lograrlo, debe utilizar ordenada
y calculadamente sus habilidades, necesidades, intereses y deseos de manera que éstos puedan ser
alcanzados en la realidad de su contexto social. No obstante, estos logros son paulatinos, no se
resuelven a plenitud de un momento a otro y pueden presentarse rasgos inconclusos aún en la vida
adulta.
Durante la preadolescencia los niños adquieren habilidades en su cultura para enfrentar con éxito
diversos acontecimientos; en la adolescencia se buscan los caminos para utilizar y desplegar estas
destrezas. Logros consecuentes de la identidad son el producto de un conjunto de valores que se
eligen concientemente, la adopción de una ideología, de una religión, de un movimiento político o
la pertenencia a un grupo. Asimismo, implica la lealtad, la fidelidad y la fe hacia las personas con
quienes se tienen lazos amistosos, amorosos y de toda índole, como una ampliación de la capacidad
de confiar.
En los primeros años esta crisis de crecimiento adquiere un tono ascendente y, para su resolución, el
adolescente requiere que la familia, la escuela y la sociedad en general le brinden las oportunidades
para practicar, aprender, obtener reconocimiento y elevar su autoestima de manera que le posibilite
conocerse, incluyendo la esfera sexual, para que pueda tomar decisiones planeadas y evaluar las
posibilidades de progreso y se evite el estancamiento en la construcción de la identidad. El
estancamiento puede reflejarse, por ejemplo en el rápido cambio de pareja, en las conductas
riesgosas o en el embarazo precoz sin planeación o sin compromiso. Bajo esta perspectiva parece
lógico que una persona que no ha conseguido completar estos logros, tampoco pueda hacer
aterrizar sus habilidades y hallar claridad en la planeación futura hacia su sexualidad.
Respecto al desarrollo moral, conforme a la opinión de Kolhberg (en: ibid.,), en la niñez tardía el
seguimiento de las normas depende del grado en que se evita el castigo. En la primera fase de la
adolescencia, entre los 10 y los 13 años, aparece la moralidad convencional donde las normas se
han interiorizado hasta cierto punto y los adolescentes pueden decidir si una acción es buena o no,
aisladamente, aunque todavía el respeto a las reglas se rige por el interés de agradar a los demás y
tratar de obtener su aprobación. De aquí surge que la influencia de los grupos y principales figuras
de autoridad sean importantes en el comportamiento de la y el adolescente temprano.
De acuerdo con Piaget en esta etapa los jóvenes entran al nivel más alto de desarrollo cognitivo: es
el período de las operaciones formales donde se logra la capacidad para el pensamiento abstracto.
Éste suele ocurrir después de los doce años de edad, y brinda al adolescente la oportunidad para
manejar la información de manera diferente. Ahora no sólo elaboran ideas y resuelven conflictos a
partir del presente sino que pueden anticipar sucesos y consecuencias, con base a lo que podría ser
verdad imaginan varias posibilidades, demuestran sus hipótesis y formulan nuevas teorías.
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
Adolescencia temprana
71
En los primeros años de la adolescencia esta madurez cognitiva muestra aún deficiencias por estar
en un proceso de maduración. Al respecto, Elkind (en: ibid.), señala algunos de los rasgos de
inmadurez en el pensamiento de la primera fase de la adolescencia:
Encontrar fallas en las figuras de autoridad: sienten la necesidad de expresar los defectos de
los adultos que antes idealizaban.
Tendencia a discutir: construyen la realidad desde su punto de vista y practican habilidades
mentales.
Indecisión: la conciencia sobre las múltiples opciones de un evento los lleva a confundirse y
dificulta las decisiones.
Hipocresía aparente: en el proceso de integrar y defender ideales, no diferencian entre ideal
y realidad, y pueden actuar de manera contraria a la que predican.
Autoconciencia: resultado del pensamiento egocentrista, el adolescente considera que otros
piensan lo mismo que él o que todos están observándolo y opinando sobre él.
Suposición de invulnerabilidad: el adolescente se siente una persona única en el mundo, lo
que el vive no puede vivirlo nadie más y lo que le sucede a otros no le sucederá a él o ella.
Según Elkind, en estos rasgos del pensamiento subyace gran parte del comportamiento destructivo
y arriesgado de la adolescencia temprana, incluyendo la vida sexual. Por ejemplo, el autor explica
por qué un adolescente podría no utilizar un método anticonceptivo o preventivo de infecciones de
transmisión sexual, pues “¡eso a mí nunca me sucederá!”
No obstante, los cambios cognitivos abren la posibilidad de añadir nuevas formas de educar en
sexualidad, aumentan la posibilidad de diálogo, reflexión y análisis, se pueden integrar conceptos
más complejos y en múltiples dimensiones y en alguna medida puede anticiparse el futuro de
acuerdo a las acciones que se realizan, al planearse la vida sexual.
Cambios en la autoimagen
En la adolescencia temprana es frecuente observar un gran desaliño y poco cuidado en el arreglo
personal. Pueden inclusive preferir ropa rota y sucia aunque tengan posibilidad de acceso a otro
tipo de prendas. Las niñas suelen usar ropa muy poco ceñida, que encubre el crecimiento de sus
pechos. Pareciera como que al ignorar aparentemente a su cuerpo pudieran ocultar o suprimir su
percepción de que están entrando a otra etapa de su vida. Esto es percibido con gran ambivalencia.
Por un lado, existe entusiasmo y alegría por crecer y obtener la independencia; por el otro, el temor
a dejar la protegida etapa de la infancia.
También es habitual observar a los adolescentes pasar largas horas ante el espejo contemplando su
propia imagen como si ésta les fuera desconocida, y es que de hecho en ese momento lo que
contemplan es a otra persona. Internamente, deben lograr sustituir su imagen corporal infantil y sin
desarrollo por otra cambiante a cada momento en la que poco pueden hacer por controlar esos
cambios, por ello, pierden dentro de sí la imagen mental de su tamaño y de su fuerza. El crecimiento
ha sido tan repentino que no han podido reconocer sus nuevas dimensiones.
La nueva autoimagen que integra los cambios corporales producto de la pubertad tiene importantes
repercusiones psicológicas para los menores. En 1992 Juszczak y Sadler (en: Shutt-Aine, op. Cit.),
encontraron que tanto para las mujeres que maduran tempranamente como para los hombres que
maduran tardíamente el riesgo de depresión es mayor, así como el abuso de sustancias tóxicas, y
tienen menos habilidades para enfrentar los problemas difíciles. Para el caso de las mujeres además
hay un mayor riesgo de iniciar las relaciones sexuales a temprana edad.
MODULO 3
Es necesario considerar la
manera de pensar de los y
las adolescentes y jóvenes
al educar en sexualidad. Si
perciben imposiciones sin
alternativas ni oportunidad
de discusión y reflexión,
seguramente la información
proporcionada disminuirá
notoriamente su valor.
72
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Los y las adolescentes se identifican como parte de un grupo particular y expresan esa identidad
colectiva también por medio de su imagen. Por ejemplo por medio de la vestimenta, el uso de
ciertos colores específicos, así como su música y lenguaje, tipo de baile y artistas preferidos. Los
estereotipos culturales, y específicamente aquellos acuerdos sociales sobre los roles asignados a
los hombres y las mujeres adolescentes, intervienen en la manera como éstos dirán al mundo a cuál
grupo y a qué estatus social pertenecen.
En la búsqueda de modelos de identificación, los medios de comunicación adquieren cada vez un
papel más importante. Los modelos ideales de belleza promovidos en la actualidad se manifiestan
en forma de dietas severas y control no saludable sobre el peso y la talla corporal. En algunos
estudios (Haffner, 1999), se ha encontrado que el 39% de los adolescentes tempranos han estado a
dieta en algún momento. Los trastornos de la alimentación son cada vez más frecuentes en este
grupo de edad y ponen en riesgo la salud. Por ello, nuevamente es importante que los y las docentes
promuevan el reconocimiento, la aceptación y la valoración de los alumnos y alumnas más que por
su figura estilizada, o fortalecida, por la salud que reflejan, motivando el ejercicio físico y la buena
alimentación como un ideal de belleza en la adolescencia.
La familia sigue siendo el
núcleo social más valioso
en la primera adolescencia.
Relación con los padres y la familia
La familia sigue siendo el núcleo social más valioso en la primera adolescencia, aun cuando la
búsqueda de la propia identidad guíe a los adolescentes a “separarse” de ésta. Ahora la familia es un
modelo de contraste, en donde se evaluarán y criticarán tan abiertamente como sea posible, las
formas de convivencia, las diferencias de trato, los valores y las reglas familiares. Los adolescentes
critican mordazmente a sus padres, los tachan de anticuados, de incongruentes, y la comunicación
verbal se dificulta. Estas críticas pueden darse directamente o a través de un callado resentimiento.
Este proceso permite que otros modelos de identificación se vigoricen. La interacción con los
padres se torna, en muchos casos, ambivalente (sentimientos opuestos hacia una misma persona o
evento), impulsiva, intensa y agresiva, con cambios constantes del estado de ánimo que
desconciertan, y una fluctuación entre intensa alegría y amor o pesimismo y rechazo.
Existen razones que explican por qué los padres se sienten tan amenazados durante la adolescencia
de sus hijos. Entre ellas, está el que ciertos padres no han resuelto sus propios conflictos de la
adolescencia. Así, la adolescencia de sus hijos les genera recuerdos y reviven conflictos de ellos
cuando a su vez fueron jóvenes. Otra razón de peso en la reactivación de los conflictos familiares
estriba en que en una sociedad como la nuestra que hace culto a la “juventud”, admitir que los hijos
crecen implica necesariamente reconocer que ellos, sus padres, envejecen.
No obstante, todos estos momentos de crisis no son permanentes ni aparecen a cada momento de la
vida familiar. Estudios realizados muestran que las y los adolescentes finalmente conservan en un
alto grado los valores y creencias familiares y muchos de ellos tienen buenas relaciones con sus
padres (Papalia, et al., 2003). ¿Cuál es la diferencia entre las familias conflictivas en la
adolescencia y aquellas familias que igualmente presentan crisis pero las resuelven de manera más
eficiente y con menos fricción y agresión? Seguramente la respuesta a esta interrogante tiene
múltiples variables. Una substancial que se ha estudiado es el grado de cercanía y contacto afectivo
que los adolescentes tienen con sus padres y el tipo de autoridad que se maneja en la familia. En
1999, Blum (en: Shutt-Aine, op. cit.) encontró que el tener relaciones significativas con los padres
y/o con una figura adulta, así como el contar con una familia extendida, son factores altamente
protectores en la juventud. A su vez, Gottlieb (1998, en: ibid.), ha demostrado en sus
investigaciones que los padres que adoptan un estilo “autoritario-democrático” con límites
adecuados y firmes que a su vez son manejados con afecto y equidad, en donde se reconocen las
habilidades de los hijos y se tiende a reforzar la confianza y el autocontrol, favorecen las
habilidades para enfrentar la vida. Por el contrario, los padres autocráticos o sobreprotectores
diminuyen la autoestima de sus hijos, impiden su desarrollo y la adquisición de habilidades para la
vida. Existen actualmente provechosos materiales que pueden orientar a padres y docentes sobre la
autoridad-democrática, que podrían ser revisados en los talleres para padres (Lyford-Pike, 1997;
Herbert, 1992; Pick, 1999).
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
Adolescencia temprana
73
No obstante la gran importancia de la familia y en especial los padres, existen carencias
importantes respecto a la educación sexual en este ambiente. Prácticamente en toda Latinoamérica
los padres hablan poco de sexualidad con sus hijos. La escuela y los amigos son fuentes de
educación o información sexual más frecuentes que los padres.
Es impo
importante promover la participación de los padres dentro y fuera
de la escuela. No por el hecho de que en la adolescencia de sus
hij los padres se muestren más accesibles a que ellos reciban
hijos
e
educación
sexual debemos excluirlos de la misma. Los
padres siguen y seguirán siendo figuras de autoridad,
fuentes de afecto, reforzadores y promotores de valores,
constructores de la autoestima y del progreso de sus hijos.
Cuando los docentes logran incluir a los padres de familia
en la educación sexual de los adolescentes, ayudan a formar
una orientación poderosa, lógica y coherente que
d
definitivamente
tendrá más peso en la construcción de la
sal sexual que los medios de comunicación u otro medio de
salud
inform
información.
Pues unen, en un mismo esfuerzo, a los padres y
maestros y amistades de él o la adolescente, sus principales fuentes de
contacto personal, constituyendo compromisos multidimensionales. Así, la salud sexual ya no es
sólo responsabilidad del adolescente, sino también de su entorno, proporcionando al menor un alto
nivel de confianza y seguridad y fortificando sus “habilidades para la vida”. La OMS (1998),define
a éstas como: “la habilidad que admite tener una conducta positiva y adaptativa que permite a los
individuos enfrentar de manera efectiva las demandas y retos de la vida diaria”.
Relaciones interpersonales con los amigos y
el grupo de pares
Fuera de la familia, el grupo de amigos o pares proporciona al adolescente inseguro, temeroso y
solitario una “identidad colectiva”. Esta identidad hace que se separe el “mundo de los adultos” del
“mundo de los jóvenes”.
Al separase de los padres, el y la joven buscan otras figuras significativas que llenen su vacío
emocional: otros adultos que no son sus padres, así como su grupo de compañeros y amigos. Con
estos adultos, que pueden ser cercanos, establecen vínculos afectivos intensos con una
comunicación abierta de relativa igualdad.
Los amigos llenan de una manera especial el vacío y la soledad que deja el alejamiento de la familia
en búsqueda de la propia identidad. Tienen funciones muy importantes, que a veces los padres
desconocen. Si bien es cierto que desde la infancia los hijos ya tienen amigos, es durante la
adolescencia cuando éstos juegan un papel trascendental.
El grupo de amigos da a la y el adolescente sentido de pertenencia, diluye su inseguridad individual
ya que brinda la confianza de una alianza, estableciendo niveles de fortaleza. Podríamos
parafrasearlo de la siguiente manera: “solo, estoy perdido, juntos, somos fuertes”. Es un hecho que
en los grupos se pierde mucho de la conciencia individual. Todos hemos sido testigos de actos
vandálicos de grupos de jóvenes, escondidos tras el anonimato que les proporciona “la pandilla”,
actos que nunca se hubieran perpetrado si hubiesen estado solos.
Los grupos pueden ayudar a un menor a cubrir carencias vividas en la infancia y a su vez ejercen
presión sobre los y las adolescentes. La postura de los adolescentes ante estas influencias pueden
ser variadas. Desde aquellos que no permiten que sus pares les dirijan o sugieran una conducta, a
otros que adoptan la conducta unificando su forma de actuar. Las adolescentes mujeres son más
susceptibles a la presión de sus pares que los varones, especialmente aquellas que cuentan con
MODULO 3
Es fundamental que los y las
docentes intenten incluir a
los padres y madres de
familia en la educación
sexual integral, pues esto
beneficiará enormemente a
los programas educativos y
su impacto en los y las
menores.
74
¡Hablemos de educación y salud sexual!
La amistad y los primeros
amores son eventos que
pueden marcar a un o una
adolescente para el resto de
sus vidas. El y la docente
pueden promover vínculos
saludables en esta etapa.
escasas habilidades sociales y poca confianza en sí mismas (Feldman y Elliot, 1990, en: ShuttAine, op. cit). A veces las presiones van en contra de su educación o buen juicio, pero su necesidad
de ser aceptado es tan imperiosa que admitirán situaciones incluso cuando puedan ser dañinas o
autodestructivas. Así, muchas veces el inicio de las relaciones sexuales, la negativa al uso de
anticonceptivos o preservativos, la accesibilidad a relaciones bajo coerción, el tener varias parejas
o actividades como fumar o consumir drogas, pueden hallarse influenciadas por la presión del
grupo de pares, aun cuando el o la joven no se sientan listos para llevarlas a cabo por propia
iniciativa.
Aunque ya tienen interés en los individuos del otro sexo, todavía no existe la confianza suficiente
como para interactuar con ellos. Si bien pueden compartir actividades específicas, está presente el
temor del acercamiento y prefieren mantener una distancia razonable. Por ello, generalmente los
grupos de amigos son del mismo sexo y suelen desarrollar una amistad íntima, profunda y especial
con algún miembro del grupo. Cuando esta amistad se ve amenazada por la presencia de un tercero,
pueden vivirse celos intensos y el temor a perder la amistad en forma parecida a como sucede en el
noviazgo.
Cuando los padres critican al amigo o amiga elegidos por el o la adolescente, éste necesita
defenderlo porque en el fondo la crítica es para él que “no supo elegir bien a sus amigos”,
cuestionando su capacidad para hacerlo y, por otro lado, ya que el o la amiga es realmente un espejo
de sí mismo, la crítica significa para quien la recibe “lo que dices de él lo dices de mí”.
Por todo esto, es recomendable incluir en la educación
sexual a grupos de amigos, así los docentes pueden
intervenir en el cuestionamiento y reflexión sobre los
valores que sustentan la amistad, el concepto mismo de
amor y amistad y la conformación de un ideal saludable de
relaciones interpersonales en la adolescencia.
Reiteradamente en los primeros años de la adolescencia
surge el enamoramiento hacia personas imposibles de
alcanzar, como un artista de cine, una cantante o inclusive
hacia adultos que están cerca de ellos pero con los cuales
no existe la más remota posibilidad de reciprocidad, como
es el caso de un maestro o el padre o la madre de algún
amigo. Este tipo de amor se explica porque existe la
necesidad de establecer un vínculo amoroso con una
persona real, que ya tiene rostro, pero simultáneamente
existe el temor de ser rechazado o de no poseer los
atributos que lo hagan atractivo ante el ser amado. Así,
esta relación platónica florece exclusivamente en el
mundo de la fantasía. El amor platónico en esta edad se
presenta como un sustituto y medio de aproximación al
enamoramiento, incluye fantasías increíbles sobre el
futuro idealizado de una pareja y es a la vez un reflejo de la
construcción de la capacidad de amar. No obstante, alrededor de un tercio de los adolescentes
tempranos han tenido novio o novia.
El amor adolescente se encuentra fuertemente influenciado desde la infancia por los estereotipos
del “amor ideal” en el cual “todo se soporta y se perdona” y “todo se puede cambiar por amor”.
Estos ideales lejos de ayudar a los menores a desarrollar herramientas efectivas para construir una
relación de pareja, favorecen la violencia, el temor a perder el amor, y la negación o postergación de
conflictos que deben resolverse en cualquier relación.
El enamoramiento en esta etapa de la vida es intenso, y las pérdidas afectivas relacionadas con esta
experiencia deben ser consideradas como serias. Especialmente en adolescentes con baja
autoestima, en los que las repercusiones pueden ser demoledoras si no se les ayuda a ver un
panorama positivo para el futuro.
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
Adolescencia temprana
75
Conducta sexual
La práctica sexual más frecuente en la temprana adolescencia es el autoerotismo (la masturbación).
No obstante, tanto los padres como los mismos adolescentes se preocupan sobre cuáles pueden ser
los efectos del autoerotismo. Es importante que los docentes aclaren estas interrogantes.
No sólo no existen estudios que demuestren que el autoerotismo sea perjudicial en el ámbito físico
o psicológico, sino que ayuda (Sanz, 1990) a integrar una autoimagen adecuada, a apreciar y
valorar el cuerpo y conocer sus sensaciones, aparte de ser una medida preparatoria para el
encuentro con otro. De la misma manera, se hacen preguntas referentes a la frecuencia “adecuada”.
Los límites para considerar el autoerotismo excesivo se definen cuando éste interfiere o impide la
realización de actividades cotidianas, como ir a la escuela, a una reunión o inclusive dormir.
Por otra parte, aquellos adolescentes que tienen su primer coito durante la adolescencia, lo
experimentan uno o dos años después de la menarquia o de la espermarquia (Haffner, 1995). En
América Latina y el Caribe el promedio de edad para el primer coito generalmente se sitúa en la
siguiente etapa de la adolescencia.
Los casos en que las mujeres tienen su primer coito antes de los quince años suelen verse
relacionados con el abuso sexual y el matrimonio forzado. Aunque en países como Haití, el inicio
sexual puede ser común entre los 10 y los 12 años (Shutt-Aine, op. cit.).
Así como la actividad autoerótica es preparatoria para el erotismo en pareja, los y las adolescentes
tempranos imaginan a las personas por las que sienten atracción, practican darles besos, abrazos,
caricias o tener relaciones sexuales con ellas, incluyéndolas en sus fantasías que tienen la función
de estructurar un ideal erótico. Es usual encontrar juegos eróticos en esta edad, tanto entre
adolescentes de sexo diferente como del mismo sexo, sin que ello necesariamente signifique una
expresión homosexual. Entre hombres son comunes los juegos y las competencias relacionadas
con el tamaño del pene y la eyaculación, a veces acompañados de caricias.
Para esta edad, hombres y mujeres tienen claridad sobre quién les atrae sexualmente y con quién
quisieran vincularse. Sin embargo, es posible que menores homosexuales influenciados por la
presión social no expresen su orientación inmediatamente e incluso tengan novios o novias del
sexo diferente al suyo para ser aceptados y evitar conflictos producto de la ignorancia y el rechazo
social. Alrededor de 1 de cada 10 personas tienen una orientación homosexual y sufren daños
importantes a su autoestima por la ausencia de apoyo social a su dignidad y a sus derechos.
La mayoría de los adolescentes tempranos manifiestan que han besado a otra persona y alrededor
de un tercio que han tenido experiencias de caricias (Méndez, 1994).
Los adolescentes tempranos son altamente vulnerables a la agresión sexual. No obstante, falsas
ideas como que el abuso sexual sólo ocurre con niñas, o información distorsionada en los y las
adolescentes como pensar que el abuso sexual solamente sucede cuando se da una violación, o sólo
le ocurre a cierto tipo de mujeres, no hacen sino incrementar la vulnerabilidad de este sector de
adolescentes a la agresión sexual. López (1999), señala que la mayor frecuencia de abuso sexual se
presenta entre los 12 y los 15 años.
Por último, es habitual que los y las adolescentes tempranos expresen su curiosidad sexual
observando películas y revistas. En este sentido es aconsejable aclararles que la vida erótica suele
ser más afectuosa, menos intensa y diversificada que lo que puede observarse en estos productos,
además de propiciar información adecuada para la edad en materiales serios, que ofrezcan al menor
un equilibrio en la construcción de su ideal erótico y estético.
El embarazo es un tema de interés para los y las adolescentes y los docentes tienen una gran tarea
por realizar en este sentido. Los errores de información respecto al tema ponen en alto riesgo de
embarazo no planeado a este grupo de edad.
MODULO 3
El autoerotismo ayuda a
integrar una autoimagen
adecuada, a apreciar y
valorar el cuerpo y conocer
sus sensaciones, aparte de
ser una medida
preparatoria (y segura) para
el encuentro futuro con otra
persona.
76
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Género y adolescencia temprana
Los estereotipos de género tienen gran influencia en la construcción de la sexualidad adolescente.
En numerosos países de Latinoamérica aún persiste una expectativa social de virginidad y castidad
en la mujer antes del matrimonio. La Encuesta Nacional de Juventud 2000, realizada en México
por el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ, 2001) y otras organizaciones, mostró que la razón
esgrimida por la que el 40% de las mujeres todavía no habían tenido relaciones sexuales era
“mantenerse virgen hasta el matrimonio”. Esta razón abarcó sólo al 5.8% de los hombres en las
mismas circunstancias.
Las expectativas sociales
sobre el comportamiento
sexual de hombres y
mujeres puede generar
violencia y obstaculizar una
educación sexual integral.
Por su parte, el FNUAP (1998), señala que “en muchas regiones del mundo donde se asigna un alto
valor social a la virginidad, se obliga a las niñas a contraer matrimonio cuando tienen corta edad, y a
menudo se las casa con hombres mayores. A su vez señala cómo, en América Latina y el Caribe,
doce países aún tienen en vigor leyes que posibilitan que quien perpetre una violación evite ser
encarcelado si contrae matrimonio con la mujer a la que ha violado. Incluso en casos de violación
por una pandilla, en la medida en que uno de los atacantes ofrezca matrimonio (que a menudo la
mujer acepta, a instancias de su familia) todos los culpables de la violación quedan exentos de
castigo.
La expectativa de la virginidad genera violencia y obstaculiza una educación sexual integral al
limitar la información referente al uso de anticonceptivos, dando además lugar a conductas de
riesgo respecto al VIH/SIDA, especialmente al incrementarse la práctica del coito anal no
protegido. Al respecto, Patz, Mazín y Zacarías (1999), señalan que la mayoría de las mujeres que
han sido infectadas por el VIH sólo han mantenido relaciones sexuales con su esposo o la pareja
estable, por lo que consideran importante que se respete el derecho de la mujer al conocimiento,
pues éste es fundamental para tomar decisiones con conocimiento de causa y aplicar medidas
apropiadas para protegerse y prevenir la infección por el VIH. De la misma manera, sugieren que
los profesionales que facilitan la educación sexual deben alentar a las mujeres a pedir a su pareja
que la acompañe a los servicios de salud para discutir sobre temas de salud sexual.
Por otro lado, el prototipo de mujer pasiva ideal (a la que no se educa en sexualidad integral), hace a
las adolescentes más susceptibles de agresión sexual, al no contar con una formación que les brinde
herramientas para decidir y establecer límites adecuados en los encuentros sexuales con sus
parejas. Como resultado, alrededor del 50% de las adolescentes ejercen su primera relación sexual
con algún tipo de coerción (Family Health International, 1997). Al respecto, Patz y sus
colaboradores (1999), resaltan la necesidad de promover el derecho que tiene la mujer a expresar su
sexualidad de la forma que lo considere aceptable. Tiene el derecho de ponerse de acuerdo con su
pareja y a negarse a tener relaciones sexuales si él no respeta sus derechos y sus decisiones.
Los mismos estereotipos de género y la disminuida conciencia sobre los mismos, pueden hacer que
los padres, los maestros y en general los adultos, traten de manera muy diferente a hombres y
mujeres adolescentes. A menudo se considera que las jóvenes deben ser “más cuidadas” que los
varones por los “mayores riesgos” que enfrentan. En numerosos casos ellas ven así más coartada su
libertad.
A un lado de esta adolescente en riesgo se encuentra un varón también adolescente, incitado y
presionado por el estereotipo masculino general de la sociedad a tener varias parejas sexuales e
iniciar su vida sexual a temprana edad. Lundgren (2000), señala las dimensiones comunes de la
sexualidad masculina en América Latina.
Estas dimensiones, que se muestran en la siguiente tabla, reflejan ideas generalizadas con relación
al hombre que la sociedad promueve y que favorecen la violencia sexual, es decir, las expectativas
sociales sobre los hombres.
Observe si alguna de las siguientes dimensiones se manifiesta con frecuencia en su grupo de
alumnos y alumnas, sus familias y en la estructura educativa en general. Ver nuestra realidad es un
primer paso para poder cambiarla.
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
Adolescencia temprana
77
LA VIOLENCIA Y LA INFLUENCIA
DE LA SOCIEDAD
Expectativas sociales
La sexualidad masculina con frecuencia puede ser vivida como incontrolable y agresiva. Los
hombres agresivos pueden no darse cuenta de que lo son, al percibir su conducta como
esperada por la sociedad.
Asimismo, la violencia puede ser experimentada como incontrolable al formar parte del
contrato social. Por ejemplo, las expectativas del hombre hacia una forma de participación de
la mujer (como soportar todo) como resultado de la manutención.
Tradicionalmente el machismo se organiza alrededor de una jerarquía social previa que
establece la pasividad en las mujeres y la actividad en los hombres. Los hombres deben ser
siempre activos sexualmente y las mujeres pasivas, sin expresar sus deseos.
Se espera que el deseo sexual masculino esté separado del afecto y las emociones. Los
hombres viven un intenso malestar por no poder responder sexualmente a pesar de su
ansiedad, del desinterés o los conflictos de pareja.
Se espera que los hombres tengan experiencia sexual. La masculinidad de los hombres puede
verse cuestionada si a cierta edad éstos no han tenido ya relaciones sexuales, mientras que se
espera que las mujeres sean castas. Quizá, bajo el efecto de esta presión, aún el 10% de los
adolescentes mexicanos inicia su vida sexual con una trabajadora sexual.
Se espera que los hombres dominen a las mujeres y son ridiculizados si no lo hacen. Se justifica
que los hombres sean celosos, posesivos y reaccionen violentamente ante la infidelidad. Es
frecuente que los celos sean percibidos como parte de las expresiones de amor.
Se espera que los hombres tomen riesgos. Esto puede inducir a los hombres a tener vida
erótica no segura o protegida.
El machismo enfatiza la visión de las mujeres como objetos sexuales. En algunas culturas se
continúa pensando que las mujeres no tienen los mismos derechos sexuales que los hombres,
mientras puede verse como legítimo que los hombres al no controlarse vean a las mujeres
como objetos sexuales.
Adaptado de Lundgren, 2000.
Como se puede observar, estas influencias sociales citadas por Lundgren y fundamentadas por los
hallazgos de varios investigadores como Parker, Gilmore, Marsiglio, Shepard, Barker, Mundigo y
Lowenstein, notoriamente pueden engendrar la violencia entre los géneros.
Otras influencias importantes sobre la sexualidad de los hombres y las mujeres adolescentes son
los estereotipos que por la edad son depositados por nuestras culturas sobre los mismos. La idea
popular de que las y los adolescentes son buscadores de situaciones sexuales riesgosas que viven
sólo en el presente, aunada al error de algunos adultos que consideran que los y las adolescentes son
naturalmente promiscuos y por lo tanto si se les brinda información sobre sexualidad serán
sexualmente más activos, más que ayudar a fortalecer la capacidad de tomar decisiones y ejercer
una sexualidad saludable, de acuerdo a lo que se quiere ser siendo hombre o mujer, provoca que se
eviten los temas educativos sobre la sexualidad protegida y sin riesgos (Rivers y Aggleton, 1998).
De esta manera, el hombre y la mujer como sociedad construyen y reafirman, basados en el abuso
del poder, patrones de violencia que se mantienen y reproducen. Por ello, el profesional de la
educación, debe dejar claras las necesidades de equidad y respeto entre los géneros, entre niños y
adultos, entre adolescentes y ancianos y cualquier otra variedad de relación independientemente de
la edad, la religión, el sexo, la posición económica o la actividad que realicen los y las estudiantes.
MODULO 3
Los varones también viven
las consecuencias de las
inequidades sociales.
78
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Adolescencia tardía / Juventud
L
a adolescencia tardía se inicia en las mujeres alrededor de los 14 o 15 años y en los varones
después de los 16 y 17 años. Si bien esta etapa abarca una amplia gama de cambios y logros
en general, “se caracteriza por la mayor autonomía e independencia del adolescente, por los
cambios emocionales menos marcados, menor ambivalencia y egocentrismo (disminuye el
sentimiento de que toda gira alrededor de ellos). Se establecen con mayor claridad las normas y
valores propios y se observa mayor control de sus impulsos. Se define con mayor claridad su
identidad. Es una edad de toma de decisiones cruciales para su vida” (Papalia, 1998). Es posible
reconocer en un joven o una joven rasgos de la adolescencia temprana y tardía simultáneamente.
En la adolescencia tardía /
juventud, se presentan
cambios en el desarrollo
cognitivo que brindan
herramientas sólidas para
la construcción y planeación
del presente y del futuro.
Cambios en el pensamiento y la autoimagen
Según Piaget, los factores neurológicos y del ambiente dan lugar a la madurez cognitiva. El
rendimiento escolar mejora y con frecuencia aparecen intereses intelectuales. Al establecerse la
capacidad plena de pensamiento abstracto se hacen presentes el razonamiento y la argumentación
como reflejo de las adquisiciones de esta etapa de operaciones formales, pues ello implica el
razonamiento hipotético deductivo donde puede pensarse en términos de posibilidades, manejar
con flexibilidad los problemas y capacidad para demostrar en la realidad sus ideas respecto a
diversas dimensiones de la vida.
Más allá de Piaget, autores como Moshman (1998), Labouvie-Vief (1990) y Sinnott (1998), (en:
Papalia, et. al., 2003), han ampliado las características del pensamiento maduro, que puede
obtenerse desde los últimos años de la juventud o durante el resto de la vida.
Este nivel de pensamiento es llamado posformal y se caracteriza por estar basado en la intuición, la
emoción y la lógica para ayudar a las personas a enfrentar un mundo caótico en apariencia, para
aplicar el fruto de la experiencia a situaciones ambiguas y por la capacidad de enfrentar la
incertidumbre, la incoherencia, la contradicción, la imperfección y el compromiso; es un
pensamiento relativista, que no sólo ve el blanco y el negro, sino también los tonos grises.
Respecto al desarrollo moral que señala Kolhberg, ahora el adolescente pasará al nivel de
moralidad posconvencional llamado también de principios morales autónomos. En una primera
fase, los adolescentes piensan en términos racionales, valoran la voluntad de la mayoría y
consideran el bienestar de la sociedad en general. A finales de este período se actúa de acuerdo a lo
que es correcto, independientemente de la opinión de los demás, se rigen por patrones internos y
saben que se sentirían mal si no actuaran de una u otra forma. Por todo ello, las cuestiones
filosóficas, religiosas, sociales y políticas son discutidas con apasionamiento e idealismo.
En esta edad los y las adolescentes se identifican con el dolor humano y protestan por la injusticia y
la explotación. Son altruistas, defensores de las llamadas “causas perdidas” y en sus discusiones
tratan de arreglar el mundo criticando los errores de la “sociedad adulta” corrupta e ineficiente.
Existe un intenso deseo de encontrar su lugar en la sociedad y de pensar en el futuro tanto
profesional como afectivo.
En este período, las aspiraciones vocacionales adquieren gran importancia en el pensamiento
adolescente. Según Ginzberg (1982, en: ibid.), en la adolescencia tardía se da el período “realista”
de la elección de carrera profesional (a diferencia de los períodos “fantasioso” de la infancia y el
“tentativo” de la adolescencia temprana), en el cual, una vez equilibrados los intereses, valores y
habilidades, se seleccionan las futuras ocupaciones con base en el carácter equitativo de los
mismos. Sin embargo, adolescentes de familias con escasos recursos económicos, o con ausencia
de ambos padres o poco vinculadas al estudio, son factores que aumentan la posibilidad de
deserción escolar.
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
Adolescencia tardía / juventud
79
En América Latina y el Caribe el nivel promedio de estudios de la mayoría de los y las jóvenes es
limitado y la mayoría de ellos requieren buscar oportunidades laborales aunque muchos de ellos
quisieran seguir estudiando (IMJ, 2000). La edad, la falta de estudios profesionales y las
inadecuadas condiciones político-sociales y económicas de los países de esas regiones los colocan
en trabajos mal remunerados que no favorecen su desarrollo y su calidad de vida, y esto repercute
directamente en la salud sexual. De esta manera la elección profesional se ve truncada por una
realidad de pobreza y limitaciones siendo tan sólo una fantasía para muchos adolescentes la
expectativa de poder ser médico, maestra, ingeniero o abogada “cuando sea mayor”, a pesar de
contar con la capacidad mental y las habilidades para ello. Por suerte este panorama no es igual para
toda la población, por lo que cuando existen incluso mínimas oportunidades de estudio, los
docentes, la familia y la sociedad en general deben incrementar sus acciones para motivar a los
jóvenes a continuar su educación formal.
Respecto a la autoimagen los y las adolescentes tardíos con frecuencia han aprendido que su cuerpo
es fuente de placer y de orgullo: ya no lo ocultan, ahora lo exhiben vanidosos de sus formas. La
mayor parte de los jóvenes urbanos siente la necesidad de incorporar la moda dentro de su
guardarropa. Como muestra del avance de su identidad genérica, definen ahora con claridad sus
gustos de arreglo personal, se identifican con precisión como cierto tipo de hombre o de mujer y
buscan ser coherentes en la expresión de esa identidad.
En general los y las jóvenes cuentan con buena salud y esto favorece una autoimagen positiva. No
obstante, ello depende en gran medida de los hábitos de cuidado a la salud física, aspecto necesario
a promover como ideales de salud y belleza adolescente, en contraste con los modelos promovidos
por la mercadotecnia actual. Algunos factores que pueden deteriorar la salud adolescente son la
nutrición, en donde los problemas de obesidad, anemia, anorexia y bulimia son cada vez más
frecuentes, el tabaquismo y el alcoholismo, el consumo y abuso de drogas, las infecciones de
transmisión sexual, las consecuencias del aborto inducido en condiciones inadecuadas, los
conflictos relacionados con la menstruación y la infertilidad entre otros. La actividad física
especialmente atlética favorece enormemente el desarrollo saludable y la autoestima, y previene de
daños posteriores a la salud.
Relación con los padres y la familia
En esta etapa existe un cambio notable en la relación con los padres. Aunque subsiste la crítica, ésta
se vuelve más objetiva y realista. Ya no tratan de oponerse tan sólo porque algo fue dicho por sus
padres, sino que reflexionan sobre dichas observaciones. El conflicto dependencia-independencia
empieza a resolverse. Paulatinamente toman decisiones y se responsabilizan de sí mismos.
Según diversas investigaciones, en los países de habla inglesa el 24% de los jóvenes afirma que sus
madres “entienden poco sus problemas” y el 32% de sus padres igual (OMS, OPS, 2000, en: ShuttAine, op.cit.). A los adolescentes varones les gustaría comunicarse más sobre sexo con sus padres.
Indican que la información que reciben les llega demasiado tarde, que está llena de mitos y tabúes,
es demasiado prohibitiva y no explora temas como la intimidad o el placer (Aguirre y Güel, 2002).
De acuerdo a SIECUS (2002), las principales fuentes de educación sexual en la adolescencia son,
en orden de importancia por su frecuencia:
1. Los medios de comunicación
2. La escuela
3. Los pares del adolescente
4. El hogar
MODULO 3
Las estadísticas demuestran
que es necesario reforzar la
comunicación entre padres
e hijos, tanto en áreas
afectivas en general como
con relación a la
sexualidad. La promoción de
esta comunicación debe
iniciarse desde temprana
edad y continuarse durante
los años de crecimiento.
80
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Sin embargo, los padres son la figura que más influye en las decisiones relacionadas con el sexo,
seguidos de los amigos (National campaing to prevent teen pregnancy, 2001). De igual forma, la
Encuesta Nacional de Juventud (IMJ, 2000), aplicada a más de 54,000 familias en México,
encontró que los jóvenes hablan mínimamente de sus sentimientos y de su sexualidad con sus
madres, y especialmente la comunicación con los padres en las mismas áreas se muestra más
deteriorada todavía. De igual forma, se encontró que las personas en quienes los jóvenes más
confían, además de los padres en orden de importancia, son los médicos, los maestros y los
sacerdotes. De modo que es primordial reflexionar sobre la trascendencia que los docentes tienen
como importantes figuras a quienes se les cree y en quienes se confían como promotores de la salud
sexual.
Con el aprendizaje de
habilidades sociales se
adquiere confianza y
seguridad personal para
relacionarse y a la vez el
grupo de pares brinda al
adolescente tardío una
fuente importante de apoyo
emocional.
Relaciones interpersonales con el grupo de
pares
El grupo de amigos sigue teniendo valor, pero ahora es mixto y menos exclusivo. El grupo de pares
brinda al adolescente una fuente importante de apoyo emocional, empatizan con personas que
viven cambios corporales, personales y familiares semejantes a los suyos, juntos desafían a la
autoridad y buscan consejos entre sus amistades. Cuentan así (en óptimas condiciones sociales),
con fuentes de comprensión, simpatía, afecto y guía moral, un espacio para experimentar y
aprender sobre su entorno, viven relaciones más igualitarias que las familiares, se relacionan mejor
incluso con sus hermanos y otros familiares y adultos externos.
Con el aprendizaje de habilidades sociales se adquiere confianza y seguridad personal para
relacionarse. El antecedente del amor romántico y después erótico es el amor que se siente hacia
uno o varios amigos. Esto significa que en el establecimiento de amistades se aprende a ganarse la
estimación y el afecto de alguien que no es de la propia familia, y a apreciar las cualidades y a
tolerar los defectos del otro. Quien no ha aprendido a amar a un amigo difícilmente podrá amar a un
compañero o cónyuge. La diferencia entre un tipo de amor y el otro es que al segundo se agregan los
deseos sexuales y la manifestación erótica.
Usualmente las amistades y los grupos de adolescentes se conforman por jóvenes similares, y sus
características se refuerzan para
parecerse cada vez más.
Usualmente los padres creen que
un grupo de amistades puede ser
nocivo para el menor, y en
o
ocasiones
así lo es, sin embargo, es
im
importante
que los padres y los
ma
maestros
observen con cuidado al
men ya que comúnmente comparten
menor
caract
características
entre sí, es decir, si un
adolesce
adolescente
se une a un grupo que
d
consume drogas
es altamente probable que
ta
comparta también
conflictos emocionales
lo de su grupo, por lo que esto es
semejantes a los
“¡nec
una señal de “¡necesito
ayuda!”.
Hacia finales de la juventud las personas tienen
amistades claramente definidas, con capacidad de
d lealtad y diversidad de temas de
compromiso, de intimidad, de
mom
comunicación. Para este momento
han acumulado una serie de
experiencias de crecimiento que los unirán en muchos casos para
incluyend posteriormente a sus nuevas
el resto de sus vidas, incluyendo
familias.
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
Adolescencia tardía / juventud
81
La conducta sexual en la adolescencia tardía
Indudablemente las experiencias vividas en esta etapa de la vida enriquecen y promueven el
desarrollo integral. Algunas de ellas son maravillosas, intensas y llenas de aprendizaje y
descubrimiento, y quizá reúnen los recuerdos más gratos del crecimiento de muchas personas. En
otras ocasiones, son dolorosas o difíciles de manejar.
La identidad de género se consolida, la orientación sexual está definida, se cuenta con elementos
para interactuar profundamente con el otro y los cuerpos han madurado para la reproducción.
Cuando los adolescentes han tenido un desarrollo saludable, también viven experiencias
enriquecedoras y de gran aprendizaje en la esfera sexual. En la adolescencia tardía se conoce la
experiencia del compartir con otro, se aterrizan las fantasías a la realidad, se siente en todo el
cuerpo la atracción ante esa persona especial, se vive la sexualidad intensamente y a cada
momento.
Ahora el placer empieza a vivirse de manera más integral, adquiriendo tonos adultos. El
autoerotismo sigue siendo una conducta frecuente aunque no con la misma asiduidad que en la
adolescencia temprana. En términos ideales, ahora se vive sin culpa, de acuerdo a la curiosidad y
los deseos sexuales, implica fantasías, favorece el reconocimiento de todas las partes del cuerpo,
incluso incrementa la posibilidad de identificar algunas infecciones de transmisión sexual.
Las caricias intensas en las parejas ayudan también a los menores a identificar sus respuestas
corporales y afectivas con un “otro” y preparan para la actividad coital, que en muchos casos
sucede. La edad promedio de inicio de las relaciones sexuales (para aquellos adolescentes que se
inician) se calcula alrededor de los 15 años para los hombres y 17 para las mujeres. La Encuesta
Joven 99 (Mexfam, et al., 1999), señala que en la adolescencia temprana alrededor del 3% de los
adolescentes han iniciado su vida sexual coital, y hacia los siguientes 4 años el porcentaje aumenta
a alrededor del 20% para los hombres y 10% para las mujeres. Asimismo, Shutt-Aine y Maddaleno
(2003), mencionan que para los 20 años, alrededor de la mitad de los jóvenes han tenido relaciones
sexuales. Es decir, las relaciones sexuales se incrementan conforme avanza la edad, como es de
esperarse.
El amor y la pareja de la y el adolescente
tardío
Para este momento de la vida, el amor ya no es necesariamente en “espejo”, es decir, no se busca
una copia al carbón sino que se busca la complementación de sí mismo encarnado en otra persona,
que en nuestras sociedades es preferentemente del otro género. Una vez integrada la identidad es
posible arriesgarse a relaciones de intimidad, es decir, relaciones donde el individuo puede
presentarse tal como es, sin máscaras y superada la inseguridad. El adolescente tardío coloca su
amor cada vez más en una persona cercana y alcanzable.
De acuerdo a los interesantes hallazgos de la Encuesta Nacional de Juventud 2000 (IMJ, 2000),
hasta los 19 años alrededor del 75% de los adolescentes han tenido novio y más de la mitad se han
enamorado. Los principales temas de conversación de los novios son su relación de pareja y sus
sentimientos, y la principal razón del noviazgo es contar con alguien a quien amar y con quien
compartir sus sentimientos tanto para hombres como para mujeres. Asimismo, se encontró que de
los jóvenes encuestados que se unieron o se casaron, alrededor de la mitad lo hicieron entre los 15 y
los 19 años.
Respecto a las razones para unirse o casarse, el amor sobresale como la principal. El 60 % de los
jóvenes se casan por amor. Otras razones fueron decidir que era el momento apropiado, 17%; el
deseo de formar una familia propia, 11%; y por embarazo el 4.9%. Llama la atención que los
MODULO 3
En términos ideales, el
autoerotismo en la juventud
favorece el reconocimiento
de todas las partes del
cuerpo e incluso incrementa
la posibilidad de identificar
algunas infecciones de
transmisión sexual.
82
¡Hablemos de educación y salud sexual!
jóvenes en pareja tengan actividades diversas, como ir a la iglesia, ir de paseo o ver televisión, pero
alrededor de la mitad nunca salen juntos como pareja con sus amigos. Si bien no contamos con
suficiente información para comparar estos datos específicos con el resto de la población
Latinoamericana, sobresale en los resultados un factor poco considerado en la educación sexual,
que seguramente permea todas las culturas occidentales: el poder del enamoramiento. El impacto
del enamoramiento en las parejas jóvenes debe ser considerado especialmente cuando se intenta
retrasar el inicio de las relaciones sexuales tempranas y sin protección, promover el uso del condón
y la capacidad para negociar en la pareja ante cierta situación sexual y la planeación de la vida
sexual en general. El enamoramiento puede llevar a un adolescente (e incluso a los adultos) a
decidir sólo con el corazón, a no ver las consecuencias a mediano y corto plazo de las acciones
realizadas y a “entregar todo por amor” y, en los casos de personas con más carencias afectivas, a
dar lo que sea necesario para no perder a ese ser amado ciegamente.
Si bien el “amor” es un elemento deseable en las uniones de pareja, el amor maduro implica una
decisión consciente de compromiso, involucra el conocimiento real de la pareja, la negociación de
las discrepancias, la posibilidad de compatibilidad entre expectativas de vida, que a su vez son
explícitas, entre otras. Por ello, los adolescentes requieren de espacios donde puedan hablar sobre
su futuro, planear y decidir sobre el mismo, así como espacios privados donde puedan conocer
realmente a sus parejas.
El amor adolescente ha sido tema de innumerables obras artísticas: literarias, pictóricas, musicales,
etc. Nadie puede quedar indiferente ante la separación de los amantes, quizá porque todos, en algún
momento de nuestra vida, hemos sufrido ese dolor desgarrador. Es de las cenizas de este primer
amor, del aprendizaje obtenido durante su duración, de donde el o la joven salen fortalecidos en
busca de otros compañeros que aminoren el dolor.
Atracción sexual
A finales de la adolescencia la orientación sexual, cualquiera que ésta sea, está perfectamente
definida se exprese o no abiertamente.
Ciertamente este es un tema que los y las docentes exploran poco; sin embargo, es de gran
importancia. Por ejemplo, la vivencia aislada y reprimida de un adolescente homosexual es una
experiencia injusta y dañina.
Existen grupos que ayudan a los adolescentes y a sus padres a aceptar, aclarar y respetar la
orientación sexual en un ambiente saludable. Los primeros grupos donde cualquier orientación (la
homosexual, heterosexual o bisexual), debería ser respetada y apoyada, son la familia y la escuela,
las principales fuentes de educación integral de los y las menores.
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
Adolescencia tardía / juventud
83
Conflictos de la sexualidad juvenil
La sexualidad es una hermosa característica humana cuando se vive en las situaciones y los
momentos adecuados; es fuente de salud, de desarrollo y de crecimiento humano. Sin embargo, una
multitud de factores pueden darle un giro diferente y tornarla en conflictiva y riesgos para la salud.
La siguiente tabla muestra algunas de las preocupaciones actuales sobre la salud sexual de los y las
jóvenes de América Latina y el Caribe (o del mundo, cuando el lugar es especificado):
SEXUALIDAD
JUVENIL
Preocupaciones y conflictos
Solamente el 30% de los jóvenes del Caribe se preocupa por el embarazo, y el 26% utiliza
anticonceptivos en forma constante (OMS, OPS, 2000).*
En México, sólo alrededor de un tercio de los jóvenes que tienen vida sexual activa utilizan el
condón (IMJ, 2000).
Las tasas de fecundidad están por encima del 50 por 1000 en la mayoría de los países
centroamericanos. La fertilidad en mujeres de 15 a 19 años ha disminuido en algunos países,
aunque en otros como la República Dominicana, Jamaica y Belice, llegan al 100 por 1000
(Guzmán y colab., 2000).*
Entre el 21 al 30% de los embarazos en México, Colombia, Brasil, República Dominicana, Chile y
Perú terminan en aborto. En Chile y Argentina, donde el aborto está prohibido, más de una tercera
parte de las muertes de madres adolescentes son consecuencia directa de prácticas de aborto
inseguro (Allan Guttmacher Institute, 1994).*
Entre el 35 al 52% de los embarazos adolescentes en la región no fueron planificados (UNFPA,
1997).*
En el mundo, 10 mujeres adolescentes viven un aborto inseguro cada minuto (UNFPA).***
En el mundo, de los jóvenes activos sexualmente solo el 17% utiliza anticonceptivos. (UNFPA)***
El riesgo de morir por complicaciones del aborto es 25 veces mayor en menores de 15 años y 2 veces
mayor para mujeres entre los 15 y 19 años, que en aquellas madres de más de veinte años
(UNFPA).***
Al menos 1 de cada 10 abortos en el mundo ocurre en mujeres de 15 a 19 años. Más de 4.4 millones
de adolescentes abortan cada año. El 40% de ellas lo hacen en condiciones inseguras (UNFPA).***
El número de defunciones de adultos y niños por enfermedades sexuales durante el año 2002 fue
de 60,000 para América Latina y 42,000 para el Caribe (ONUSIDA, 2002).
El número de nuevos casos de infección por el VIH en adultos y niños en el 2002 es de 150,000 para
América Latina y 60,000 para el Caribe (ONUSIDA, 2002).
En el mundo, alrededor de la mitad de todas las infecciones nuevas de VIH se producen en personas
de entre 15 y 24 años (ONUSIDA, OMS, OPS, 2001).*
Cada año, el 15% de los adolescentes adquieren una infección de transmisión sexual (UNFPA,
1997).*
El Banco Mundial estimó que anualmente 9 millones de años de vida saludable se pierden en el
mundo por concepto de violaciones y violencia doméstica, cifra mayor al total de mujeres víctimas
de todos los tipo de cáncer (Banco Mundial, 1993).**
La mayoría de los estudios demuestran que entre un 30 y un 75% de las mujeres de las dos regiones
sufren algún tipo de violencia. En la mayoría de los casos éste es cometido por sus propias parejas
(Buvinic, Morrison, Shifter, 1999).
* Citado en: Shutt-Aine, Maddaleno, 2003; ** citado en: Buvinic, Morrison, Shifter, 1999; *** citado en: UNFPA.
MODULO 3
La sexualidad juvenil
presenta conflictos que en
gran medida podrían
evitarse, prevenirse o
solucionarse por medio de
una educación sexual
adecuada. Naturalmente,
esta educación deberá
iniciar antes de que se
presenten los problemas.
84
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Como puede observarse la educación sexual tiene mucho por hacer en la adolescencia y
evidentemente antes de la adolescencia. Los y las adolescentes cuentan con capacidades sociales,
personales e intelectuales para adquirir habilidades y poder tomar decisiones, negociar,
comunicarse adecuadamente, cambiar sus conductas y actitudes y adquirir un manejo adecuado de
su sexualidad. Pero, como vimos en los factores que influyen en la construcción de la sexualidad,
no pueden hacerlo solos ya que el panorama es positivo sólo si todos participamos; hay aspectos en
los que ha habido avances, lo cual habla de que es posible. Los adolescentes necesitan de los
adultos, de los padres, los docentes, los médicos, los comunicólogos, los legisladores, los
religiosos y de todo el ambiente que les crea y rodea de coherencia, respeto, educación,
compromiso, afecto y orientación. Los docentes, en este caso, no pueden negarse a una
impresionante realidad que día a día causa dolor, enfermedad y muerte.
Género y adolescencia tardía
Los programas de educación
sexual adecuados tienen
cuidado especial de brindar
conocimientos y
herramientas sólidas tanto
a los hombres y como a las
mujeres.
Hemos visto ya en las diferentes estadísticas presentadas a lo largo del módulo, diferencias entre
hombres y mujeres en donde, en general, se observa una clara desventaja hacia la mujer.
La misma educación sexual también es diferente para los hombres que para las mujeres. Todavía
existen grupos en donde la presión social relacionada con la maternidad limita a la mujer en sus
posibilidades de independencia, especialmente para aquellas mujeres que no comparten ese ideal.
Por su parte, las opciones para los hombres se dirigen a la posibilidad de ser económicamente
productivos, agresivos, determinados y responsables, ya que el hombre se enfrenta a un mundo de
exigencias. De modo que si la situación económica lo permite, la mejor opción social para el
hombre adulto será definitivamente el estudio y, de no ser así, el trabajo remunerado. Por otro lado,
los hombres suelen involucrarse más en actividades físicamente agresivas y esto se relaciona, por
ejemplo, con una mayor morbilidad por accidentes que para el caso de las mujeres.
En el terreno sexual, no significa los mismo que un hombre haya tenido varias parejas sexuales a
que lo mismo haya sucedido en la mujer; en los hombres la virginidad a finales de la juventud puede
ser motivo de rechazo y burla y, por esto, suelen iniciarse con una trabajadora sexual para aprender,
mientras que, en muchos medios, para las mujeres la virginidad aumentará su “valor”. El
estereotipo marca y exige que las mujeres tienen la obligación primordial de la educación de los
hijos y los hombres de la manutención, y ambos fallan como “hombre” o “mujer” si no cumplen
con estas expectativas. Las mujeres no deben expresar sus deseos sexuales y los hombres deben
satisfacerlas, las mujeres deben casarse ante un embarazo para preservar su dignidad y los hombres
deben hacerlo para cumplir y hacerse cargo “como hombres”.
La sexualidad impacta directamente en la salud y en la calidad de vida de los individuos, repercute
en el desarrollo educativo, económico y socio cultural tanto para los hombres como para las
mujeres. Y todos ellos al estar siendo presionados a actuar de formas no saludables, por pertenecer
a uno u otro sexo, limitan o hasta pierden sus oportunidades de vida.
Hombres y mujeres de cualquier edad tienen derechos sexuales, desean superarse, quieren tener
una adecuada calidad de vida y la mayoría desea una familia e hijos, y su esperanza realmente es ser
felices en este mundo, con amor, con comunicación y con respeto. Ambos desean crecer y poseen el
potencial para hacerlo. En este ideal, los y las docentes pueden participar y deben hacerlo,
ayudando así a formar sociedades más equitativas, saludables y constructivas.
Terminación de la adolescencia
La terminación de la adolescencia, se refleja también en la salud sexual de los jóvenes. Al respecto,
el Consejo de Educación e Información sobre Sexualidad de Estados Unidos (SIECUS), ha
integrado la siguiente serie de comportamientos para definir la madurez en el adulto sexualmente
sano, que:
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
Adolescencia tardía / juventud
85
COMPORTAMIENTO DE LA PERSONA ADULTA SEXUALMENTE SANA
(SIECUS)
Un individuo adulto sexualmente sano:
Valora su propio cuerpo.
Busca información sobre la reproducción según sea necesario.
Afirma que el desarrollo del ser humano comprende el desarrollo sexual, el cual puede no incluir la
reproducción o la experiencia sexual genital.
Interactúa con ambos géneros de una manera respetuosa y adecuada.
Afirma su orientación sexual y respeta la orientación sexual de los demás.
Expresa su amor e intimidad en forma apropiada.
Establece y mantiene relaciones significativas.
Evita toda relación basada en la explotación y la manipulación.
Toma decisiones con conocimiento de causa respecto a opciones de familia y estilos de vida.
Muestra destrezas que mejoran las relaciones personales.
Se identifica y vive de acuerdo con sus propios valores.
Es responsable de sus propios actos.
Practica una eficaz toma de decisiones.
Se comunica de manera eficiente con su familia, sus compañeros y su pareja.
Disfruta y expresa su sexualidad durante el transcurso de su vida.
Expresa su sexualidad de manera congruente con sus propios valores.
Es capaz de reconocer los comportamientos sexuales que realzan la vida y los que son perjudiciales
para sí mismo o para los demás.
Expresa su sexualidad a la vez que respeta los derechos de los demás.
Busca información nueva que le permita mejorar su sexualidad.
Utiliza métodos anticonceptivos de manera eficaz a fin de evitar embarazos no deseados.
Evita el abuso sexual.
Busca atención prenatal oportuna.
Evita contraer o transferir infecciones de transmisión sexual, ente otras el VIH.
Practica comportamientos que promueven la salud, tales como revisiones médicas regulares,
autoexámenes de los testículos o de los senos, e identificación oportuna de posibles problemas.
Muestra tolerancia hacia personas con diferentes valores y modos de vida sexuales.
Ejerce sus responsabilidades democráticas con el objeto de tener influencia en la legislación
relativa a los asuntos sexuales.
Evalúa la repercusión de los mensajes familiares, culturales, religiosos, de los medios de
comunicación y de la sociedad en los pensamientos, sentimientos, valores y comportamientos
personales relacionados con la sexualidad.
Promueve los derechos de todas las personas a tener acceso a una información fidedigna acerca de
la sexualidad.
Evita los comportamientos que conllevan prejuicio e intolerancia.
Rechaza los estereotipos respecto de la sexualidad de las diversas poblaciones.
La sexualidad ni termina ni se inicia en la adolescencia. Es un proceso continuo de construcción de
significados y experiencias. Por eso, si bien el objetivo del presente Manual es que los y las
docentes cuenten con información y herramientas confiables para educar a los y las adolescentes,
se presenta a continuación un breve panorama de la sexualidad después de la adolescencia.
MODULO 3
Una buena idea al educar
en sexualidad es que los y
las docentes reflexionen
sobre sus propia sexualidad.
No sólo los y las
adolescentes tienen metas
por lograr.
86
¡Hablemos de educación y salud sexual!
La sexualidad en la vida adulta
temprana
D
La elección vocacional es
una de las decisiones más
importantes para los
próximos años. En la
actualidad cada vez más
mujeres se involucran en el
estudio y en actividades
laborales, pero este ha sido
un camino difícil de lograr.
esde el final de la adolescencia hasta cuando los individuos ingresan a la mitad de su vida,
alrededor de los cuarenta años, se considera como edad adulta temprana. Los adultos
jóvenes se preparan ahora para construir las bases de su futuro de manera independiente,
es una época de gran actividad en la que se eligen los rumbos de la vida y cómo andar en ellos. Se
toman decisiones sobre múltiples aspectos. Ahora las metas son específicas y la base de la
personalidad ha sido construida. No obstante, todos los factores del desarrollo continúan
engendrando posibilidades de crecimiento.
El género en la adultez temprana
La identidad de género, en la que se define una idea clara de quién se es como mujer u hombre, qué
roles se desean adoptar o construir, la forma de vestir y actuar de acuerdo al propio estilo de
expresar la masculinidad y feminidad, la autoimagen y el grado en que ésta concuerda con la
percepción interna de ser mujer u hombre, está claramente definida en la adultez. La autoimagen se
ve favorecida con los cuerpos que suelen ser más fuertes, bien conformados y saludables y su
consolidación depende más del propio ideal de cada hombre o mujer que del exterior. Se cuenta con
mayor independencia y libertad de realizar acciones que comprometan los propios ideales.
La elección vocacional es una de las decisiones más importantes para los próximos años. En la
actualidad cada vez más mujeres se involucran en el estudio y en actividades laborales, pero este ha
sido un camino difícil de lograr. Es de todos conocida la injustificada diferencia de oportunidades
de trabajo y de remuneración económica entre hombres y mujeres. Aunado a esto, si la mujer desea
desempeñarse en el ámbito laboral, tendrá que vivir un doble rol de madre y trabajadora. En este
sentido es tarea de los y las docentes nuevamente el promover tratos justos y responsables dentro de
la familia, las instituciones y la sociedad en general.
El erotismo en la adultez temprana
La mayoría de las personas adultas han tenido experiencias eróticas ya sea en soledad o en
compañía. En su expresión saludable, las personas experimentan un crecimiento en su desarrollo
erótico, con mayor capacidad de intimar, viven sin culpas o prejuicios la respuesta sexual humana,
conocen su cuerpo y cómo siente, pueden hablar sobre las relaciones sexuales sin conflictos, hacer
acuerdos y explicitar sus deseos. Comprenden la diferencia entre fantasía y realidad, son
responsables del cuidado de su cuerpo y apoyan el cuidado de su pareja, pueden tener conductas
autoeróticas y relaciones sexuales, utilizan una variedad de posiciones sexuales que identifican
como preferidas, pueden pedir caricias específicas y negarse a las no deseadas y convierten al
encuentro erótico en un momento de crecimiento personal.
No todos los adultos tempranos viven la sexualidad en esta forma ideal. En esta etapa de la vida
erótica pueden presentarse las disfunciones sexuales o disfunciones de la vida erótica, es decir,
problemas relacionados con el deseo sexual, con la capacidad para excitarse y tener orgasmos,
dolor durante las relaciones sexuales, imposibilidad de relajar la vagina para permitir una
penetración o angustia extrema que dificulta el intento de la relación sexual. Si bien no siempre
sucede así, la mayoría de estos problemas en los primeros años de la adultez tienen que ver más con
factores psicológicos y de aprendizaje que con deficiencias fisiológicas o alteraciones anatómicas.
La angustia y la depresión son trastornos frecuentes asociados a las disfunciones sexuales. En las
mujeres, los síndromes más frecuentes son la dificultad para tener orgasmos y la disminución del
deseo sexual. En los hombres, la dificultad para controlar la eyaculación y para lograr la erección.
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
La sexualidad en la vida adulta temprana
87
Además, la edad más frecuente de consulta para los problemas sexuales se sitúa entre los 26 y los 40
años (Ortiz, Velazco, Rubio, 1999). Mientras más avanza la edad, la posibilidad de encontrar
factores orgánicos en las disfunciones sexuales aumenta considerablemente.
Los vínculos afectivos en la adultez
temprana
De acuerdo a Erikson la y el adulto jjoven están listos ppara fusionar su identidad con la identidad de
otros. Se encuentran con disposición
ón
para establecer una relación cercana
na
e íntima con otra persona, y están
n
dispuestos a correr el riesgo de laa
entrega temporal en situaciones de
intensa exigencia emocional,
como el acto sexual. Comparten la
confianza y pueden regular ciclos
de trabajo, procreación y
recreación, realizar acciones en
común con el fin de proteger a su
familia o los intereses comunes.
De esta manera la presencia de la
unión comprometida en pareja
es un elemento común de las
mujeres y los hombres adultos.
En nuestra cultura, las personas
unen sus vidas principalmente
por medio del matrimonio. La
predicción en el éxito del
matrimonio o la unión de parejaa
tiene múltiples factores. Algunos
os
teóricos de la terapia familiar
sugieren que la capacidad para comunicarse en la pareja es un elemento crucial para el desarrollo de
la relación.
Las parejas también pueden disolverse cuando no se presenta la evolución del enamoramiento
hacia el amor.
En la vida marital las personas empiezan realmente a darse cuenta de quién es su pareja, a verla de
forma más real; en este proceso, el enamoramiento, que puede durar varios años, desaparece.
Vendrá entonces una etapa de desilusión, seguida de conflicto y tensión. Si la pareja cuenta con
suficientes recursos personales y afecto, llegarán a la etapa de negociación. Entonces aparece el
amor adulto real, que se caracteriza porque la idealización inicial es substituida por un
conocimiento real de la otra persona. Asimismo, el amor real requiere de una decisión consciente y
racional. Sólo así puede esperarse que una relación de pareja constituya la base de un proyecto de
vida a largo plazo.
Según diversos autores, el amor real implica el conocimiento, cuidado y respeto de la persona
amada, y la disposición para el crecimiento y disfrute de la individualidad de cada uno. Aunque es
muy difícil desarrollar este estilo de amor, es deseable que cuando tenemos una relación de pareja
nos esforcemos en ampliar nuestras capacidades psicológicas para poder amar en forma adulta y
real.
Los adultos se comprometen también en relaciones amistosas que demandan sacrificios y
compromisos personales. La amistad sigue siendo siempre importante a lo largo de la vida.
MODULO 3
En la vida marital las
personas empiezan
realmente a darse cuenta
de quién es su pareja, a
verla de forma más real; en
este proceso, el
enamoramiento, que puede
durar varios años,
desaparece para dar cabida
al amor adulto real.
88
¡Hablemos de educación y salud sexual!
La reproductividad en la adultez temprana
La temprana edad adulta representa el momento en el que la mayoría de las personas viven el
nacimiento del primer hijo. El hecho de que la pareja pase de tener una relación íntima a incluir a
otra persona, desvalida y dependiente de ellos, cambia sus vidas. Algunas parejas viven este evento
como un ajuste deseable y se sienten mejor integradas y complementadas.
Tanto el padre como la
madre necesitan participar
en el cuidado y la educación
de sus hijos e hijas desde
los primeros momentos.
En general, en este momento de la vida las parejas incrementan el nivel de satisfacción matrimonial
o de pareja con el nacimiento del primer bebé. Para otras los hijos representan una crisis que
trastorna la relación. La respuesta dependerá en mucho de los acuerdos explícitos que haya
realizado la pareja al respecto, la edad, la situación económica, el grado de planeación de la
reproductividad, entre otros.
Además de la inmensa alegría y el deleite que puede representar la llegada de una hija o un hijo, su
cuidado exige una cantidad de energía y tiempo, idealmente, de ambos miembros de la pareja. En
nuestra cultura, usualmente las mujeres se ven presionadas a detener su crecimiento profesional o
laboral, pues la mayor responsabilidad en la crianza de los hijos sigue siendo de ellas. Los padres y
madres que se prepararon para la paternidad y maternidad viven los cambios de hábitos y ajustes de
la pareja con mayor tolerancia y disfrute que aquellos que no lo hicieron.
Tanto hombres como mujeres deben intervenir en la educación de sus hijos y en las aportaciones
económicas al respecto. Es necesario continuar la sensibilización de ambas partes de la pareja en la
educación familiar, pues los hijos necesitan de ambas figuras de afecto y autoridad. Por otro lado,
nuevos conflictos a resolver ocuparán el espacio de comunicación de la pareja, por ejemplo, la
educación de la progenie en donde las habilidades de negociación de la pareja son determinantes
para obtener soluciones o generar conflictos.
Ambos miembros de la relación necesitan delimitar los espacios que dedicarán a la atención de los
hijos y a la continuación del proceso de consolidación de la pareja, pues tienen el riesgo de volcarse
hacia los hijos, y hacer de éstos el único sentido de su vida. La vida erótica e íntima puede declinar o
hasta desaparecer, y los espacios en que no se habla de los hijos se vuelven inexistentes. En este
sentido es primordial que las parejas (y como individuos), fomenten el respeto de sus espacios
íntimos, desde cerrar la puerta de su habitación, hasta la planeación de actividades que puedan
disfrutar para sí mismos de modo que la relación continúe y esté fortalecida cuando los hijos
crezcan y se vayan.
Hay personas que toman la decisión de no tener hijos. Inclinan su vida a actividades productivas y
de distintos niveles de crecimiento y, a pesar de no tenerlos, pueden desarrollar sus capacidades
creativas cuidando, educando, dirigiendo a otros y dando a los demás, al crear y realizar actividades
de trascendencia personal, al ofrecer su ternura y cuidados y su energía a la construcción de otra
variedad de proyectos de vida. Finalmente, es indispensable respetar y comprender la vivencia de
hombres y mujeres homosexuales que han constituido una pareja estable, que desearían vivir la
experiencia de la paternidad y no lo han logrado pues en nuestra sociedad es aún un proceso muy
difícil de alcanzar. Ya que ellos también pueden ejercer su paternidad y maternidad con otros
medios de trascendencia y tienen derecho a una paternidad y maternidad responsables como
cualquier otro individuo.
La sexualidad en la mitad de la vida
E
ntre los 40 y los 65 años los individuos atraviesan la vida media. Según Erikson, de
generatividad en oposición al estancamiento. Generatividad entendida como la
preocupación por establecer y guiar a la generación siguiente. Peck (en: Papalia, 1992), por
su lado, propuso cuatro tipos de acuerdo psicológico para el ajuste en la mitad de vida:
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
La sexualidad en la vida mitad de la vida
89
1. Valoración del conocimiento en oposición a la valoración del poder.
2. Socialización en oposición a la sexualización de las relaciones humanas.
3. Flexibilidad emocional en oposición al empobrecimiento emocional.
4. Flexibilidad mental en oposición a la rigidez mental.
La mitad de la vida suele percibirse como lo mejor de la existencia en múltiples aspectos. No
obstante, en nuestra cultura se subestima la importante, activa e intensa vivencia de la sexualidad
especialmente después de los cincuenta años. Aunque es quizás una de las etapas de mayor calidad
y profundidad al respecto.
El género en la mitad de la vida
Los y las personas adultas de mediana edad suelen tener una gran claridad respecto al significado
de ser mujer u hombre. Sin embargo, muchos fenómenos que corresponden a esta etapa pueden
conducir a un replanteamiento de la manera en que se ha vivido hasta ese momento. En la mitad de
la vida las personas reconocen los cambios en su cuerpo, con arrugas, piel menos lisa y firme que en
otras etapas, aparece en el espejo un cuerpo menos fuerte, que se cansa y tiene que ser considerado
al elegir la frecuencia e intensidad de las actividades de esfuerzo físico. Hombres y mujeres de
ciertas clases sociales suelen aumentar los cuidados de su cuerpo e imagen aunque con un sentido y
objetivos distintos a aquellos de la juventud. La capacidad intelectual sigue desarrollándose , y
pueden aprenderse con facilidad nuevas ideas y destrezas si así se desea. Cuando no se ha logrado
valorar lo construido, buscarán cada vez con mayor insistencia no perder su juventud.
El erotismo en la mitad de la vida
La vida erótica en la vida media puede ser, para el caso de las parejas que dejaron a un lado su
relación por dedicarse exclusivamente al cuidado de los hijos, rutinaria y ausente. O en forma ideal,
el olvido de la prisa y la urgente necesidad de satisfacer y el decline de la necesidad de ser el o la
mejor amante. Ahora hay mayor flexibilidad, deseos de intimar y compartir, sin temor a perderse o
necesidad de controlar. La vida erótica se torna intensa, cuidadosa del otro o la otra, permite la
propia satisfacción y cuida mas no exige la satisfacción del otro. Evidentemente, elementos como
la diversidad, la búsqueda, la reconquista de la propia pareja y la fantasía siguen siendo importantes
y necesarios para alimentar el encuentro erótico.
Existen muchas falacias referentes al erotismo en esta etapa de la vida. Algunas de ellas
relacionadas con la sexualidad femenina, asocian la menopausia al cese de la vida erótica. En
realidad, puede ser todo lo contrario, además de la experiencia y el conocimiento del propio cuerpo
y del encuentro con otra persona ahora la mujer puede tener una vida erótica sin preocupaciones
sobre el embarazo y sin períodos menstruales. No obstante, quizá estos errores sean también
promovidos por la frecuencia con que por efecto de la ausencia de estrógenos, la mujer puede
presentar depresión, disminución del deseo sexual y dolor en las relaciones sexuales. Todos estos
efectos pueden ser eliminados con un adecuado tratamiento. La mujer y el hombre de edad media
tienen derecho a expresar sus deseos sexuales y experimentarlos tan libre y responsablemente
como en otras edades.
En el caso de los hombres suelen también haber ideas erróneas a este respecto. Es frecuente
escuchar a hombres que se preocupan porque ya no tienen una segunda erección después de haber
tenido relaciones sexuales, tan pronto como solía ocurrirles previamente. Incluso en que ahora
tardan un poco más de tiempo en obtener una erección inicial o necesitan mayor estimulación para
mantenerla. Esto es resultado normal de los cambios propios de la edad. Lo cual no significa que la
satisfacción y el placer obtenidos tengan que disminuir. Algunos hombres tienen disminución en la
MODULO 3
Ideas erróneas respecto a la
sexualidad en la mitad de la
vida sugieren el cese de la
vida erótica. El y la docente
deben desmitificar estas
falacias.
90
¡Hablemos de educación y salud sexual!
producción de testosterona y esto puede disminuir su deseo sexual por lo que, cuando esto ha sido
comprobado por medio de estudios de laboratorio, la atención de un endocrinólogo puede regular
esta situación.
Mientras más se acercan las personas a los 65 años, mayor es la probabilidad de presentar
enfermedades como la hipertensión arterial o la diabetes que, entre otras, alteran notablemente la
función sexual.
Cuando los hijos se van, se
espera el logro de la
reafirmación de la pareja
como tal, con un sentido
propio independiente de los
hijos y a su vez el
mantenimiento de ligas
familiares tanto de la
familia nuclear como
extendida. Para que esto
suceda, es necesario que la
pareja haya cuidado sus
propios espacios y
crecimiento en épocas
anteriores.
La vinculación afectiva en la mitad de la
vida
Según Macías (1994), las familias de los adultos de la mitad de la vida atraviesan varias etapas.
Mientras los hijos se convierten en adultos, su tarea consiste en lograr un equilibrio entre libertad y
responsabilidad y el establecimiento de cuidados de la pareja.
Posteriormente, atravesarán el período de preparación de la separación de los hijos, cuando éstos
maduran y construyen sus propias familias, hasta llegar al período del “nido vacío” en el que se
espera el logro de la reafirmación de la pareja como tal, con un sentido propio independiente de los
hijos y a su vez el mantenimiento de ligas familiares tanto de la familia nuclear como extendida.
Para algunos individuos es un momento de libertad, de cese de presiones y responsabilidades.
Ahora pueden hacer juntos actividades que habían esperado compartir, emprender o terminar. La
pareja se replantea su futuro como tal, ambos satisfechos de sus labores realizadas en la educación
de los hijos, con independencia y mejor sustento económico que en otras etapas.
Sin embargo, la separación de los hijos puede también hacer obvia la ausencia de relación de pareja
y entonces precipitar una separación que no se había dado precisamente por la presencia de
aquéllos. El divorcio es un proceso complejo que claramente puede darse en otras etapas de las
relaciones de pareja o familias. Macías, señala que en estos casos es necesario propiciar formas
para liberarse del pasado, tanto de los rencores como de las culpas, que si no son resueltos
concluirán en la separación real, y enfatizar en un enfoque hacia el futuro y la reparación. En
nuestra cultura las mujeres separadas o divorciadas son también estigmatizadas, incluso los hijos
pueden expresar abiertamente el rechazo a que éstas reanuden su vida de pareja con otra persona.
Hombres y mujeres son libres de buscar e intentar relacionarse en forma saludable y reconstruir su
vida amorosa.
Las amistades siguen siendo importantes en esta edad. Pérdidas de amistades y parientes por la
muerte de los mismos aceleran el temor a quedarse solos o a perder a su pareja y a la vez se preparan
para la aceptación de la muerte como inevitable.
La reproductividad en la mitad de la vida
La vida media representa para la mujer el cese de su capacidad de reproducirse, sin embargo los
hombres continúan su capacidad de fertilizar. Ahora las capacidades de paternaje y maternaje son
expresadas en la creación y otros medios de trascendencia. No obstante, en nuestra cultura es
frecuente que la ahora “abuela” se ocupe de ayudar en el cuidado de sus nietos.
Esto puede ser vivido con alivio para aquellas personas solitarias y sin actividades organizadas
para el resto de su vida, casi como una segunda oportunidad. Los abuelos suelen dar y expresar a
sus nietos afectos y experiencias que antes no pudieron por tener otras ocupaciones u otras
responsabilidades con sus hijos, además de mantenerse en contacto constante con la familia y de
alguna forma recibir más atención y compañía. En otras ocasiones se vive de forma desagradable
cuando la cantidad de tiempo y cuidados dedicados al menor son prácticamente iguales a como fue
con sus hijos, e impide el desarrollo de otras actividades que esperaban hacer en el resto de la vida.
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
La sexualidad en la tercera edad
91
La sexualidad en la tercera edad*
L
a tercera edad es un período normal del desarrollo, y como tal presenta satisfacciones y
conflictos. Quizá los mayores problemas que muestra este grupo de edad son las
desventajas económicas y políticas que consideran su participación en forma limitada. A
diferencia de otras culturas, en las que los ancianos son considerados sabios y son incluidos en
importantes actividades, en nuestra cultura es una población frecuentemente discriminada y
devaluada. Tales actitudes son observables tanto en menores como en adultos como un ciclo difícil
de romper. Seguramente este factor contribuye a que las personas de la tercera edad limiten
también su sexualidad.
El envejecimiento saludable es posible. Según la teoría de la actividad, mientras más activas
permanezcan las personas, más satisfactoriamente envejecerán. Sin embargo, estas actividades son
producto de una reconstrucción social en donde las personas mayores dejan de valorarse
específicamente por su nivel de productividad, adoptando valores más humanos al evaluarse y
sustituir este valor por el reconocimiento del saber, del compartir, del tolerar y sentir. Los valores
humanos incluyen el considerar que la sexualidad se manifiesta desde la vida prenatal hasta la
muerte. La sexualidad de las personas ancianas debe ser respetada y valorada como en cada edad
anterior.
El género en la tercera edad
De acuerdo a Erikson, las personas ancianas atraviesan ya sea por un período de integración o de
desesperación. La integración constituye la culminación triunfante de otras crisis de la vida.
Implica el amor y la aceptación de la vida que se ha vivido sin pesares por lo que pudo haber sido o
por lo que debería haberse hecho en forma distinta. Implica la aceptación de los propios
progenitores como personas que hicieron lo mejor que pudieron, haciéndose merecedores de
nuestro amor, y la aceptación de la cercanía de la propia muerte como fin inevitable de la existencia.
Quien no logra esta integración se encuentra desesperado por el corto tiempo que le queda como
para intentar comenzar otra vida y buscar caminos alternativos hacia la integración.
De igual forma, esta integración contempla la autoimagen, los roles que como hombre o mujer
cumplen en la actualidad, con sus limitantes y satisfacciones, y el cuidado y la aceptación de un
cuerpo posiblemente enfermo y con menor habilidad que en otras épocas de la vida. El bienestar del
cuerpo ya no es el eje de la felicidad de la vida, ahora lo son la relación con los otros y las
actividades que no los lleven a depender en extremo de la salud.
Cuando hombres y mujeres han vivido los roles estereotipados de género, encuentran desventajas
en esta etapa de la vida. Muchos ancianos son pobres por primera vez en su vida, pues su
rendimiento corporal no les permite seguir trabajando como lo hacían anteriormente. Por su parte,
las mujeres incrementan aún más su dependencia y continúan con las labores domésticas diarias,
cuidando de sus nietos en una tarea interminable y cada vez más difícil de realizar.
El erotismo en la tercera edad
Durante la senectud, el erotismo continúa desempeñando un papel importante. El envejecimiento
produce algunos cambios en la sexualidad como una mayor lentitud y menor intensidad en la
respuesta sexual. Estos cambios no impiden que la vida erótica se manifieste, aunque la actitud de
la persona añosa contribuye notoriamente a una posición activa o no ante este elemento de la
sexualidad.
* Actualmente también se utiliza el término “adultos mayores”
para denominar a esta etapa de la vida.
MODULO 3
El envejecimiento saludable
es posible y en esta
posibilidad están incluidas
las dimensiones de la
sexualidad. Es necesario el
reconocimiento de la
sexualidad como un derecho
de las personas de la
tercera edad.
92
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Las actividades sexuales disminuyen en frecuencia y cantidad al paso de los años. Se ha encontrado
(Krassoievitch, 1994), que alrededor del 30% de las personas de la tercera edad conservan una
actividad sexual regular y en la mayoría persiste el interés sexual. Una dificultad frecuente para
ellos es la ausencia de una pareja sexual. Mas cuando existe, no es el patrón joven y adulto de
relaciones sexuales el que se pretende, sino que cobra mayor importancia la cercanía e intimidad
corporal en el encuentro con la otra persona.
Por razones naturales la
respuesta sexual en
hombres y mujeres ancianos
cambia. No obstante, la
intensidad del encuentro
íntimo puede tener una
excelente calidad que quizá
algunos jóvenes y adultos
desearían lograr.
Para el hombre, disminuyen las respuestas como la erección del pezón, hay un menor
enrojecimiento facial y una menor contracción muscular, los testículos se elevan menos que en
edades anteriores, la erección requiere de más tiempo y estimulación para lograrse y es frecuente la
disminución de la misma antes de la eyaculación, especialmente si el acto sexual es tardado. En
general la erección puede durar en promedio 7 minutos, y el máximo momento de erección se
presenta justo antes de la eyaculación. A su vez, ésta emerge con menor fuerza seguida de una
rápida flacidez del pene.
Para la mujer, la hinchazón de senos, pezones y enrojecimiento de algunas partes del cuerpo va
disminuyendo. Por efecto de los
cambios hormonales, las paredes de la
vagina se adelgazan por lo que algunas
posiciones ocasionan irritación. La
vulva y la vagina tienen cada vez menor
elasticidad. Se disminuye también el
número e intensidad de las
contracciones vaginales al momento del
orgasmo.
Es claro que aunque más avance en edad
la persona anciana no hay razón alguna
para eliminar la vida erótica, como una
dimensión deseable y asequible.
Además, las personas de la tercera edad
podrían haber aprendido ampliamente
sobre su sexualidad y pueden incorporar
diferentes alternativas de caricias y
nuevos acercamientos altamente
satisfactorios que de hecho son recomendables en las dos etapas anteriores.
Los vínculos afectivos en la tercera edad
La pareja en la vejez tiene varias tareas a realizar (Zumaya, 1994): el afrontamiento de las pérdidas
probablemente de la pareja, de amigos y parientes, el cierre del hogar familiar o la adaptación de
este hogar a la vejez y al retiro.
Con la prolongación de la esperanza de vida, también se ha extendido la expectativa matrimonial
para aquellas parejas que logran mantenerse. Muchas parejas que forman parte de relaciones con
problemas, han logrado superar sus diferencias y obtener una relación mutuamente satisfactoria.
Uno de los elementos más valorados en esta edad es en sí la compañía y la posibilidad de expresar
abiertamente su propia compañía. El amor, el respeto y el compartir intereses comunes parecen ser
elementos necesarios para la continuación de la relación de pareja.
No obstante, muchos hombres y mujeres no logran esta integración final por el hecho de que alguno
de los miembros de la pareja fallece. La pérdida de la pareja puede relacionarse con una soledad
intensa y con depresión, especialmente en aquellos ancianos que no tienen cercanía con otros
familiares. Para este momento, el grado en que la vida tenga sentido propio por diversos proyectos
y actividades a realizar es un factor que influirá notoriamente en el ajuste a las pérdidas. El
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
La sexualidad en la tercera edad
93
matrimonio en la tercera edad suele ser un factor positivo. Algunos estudios han encontrado que el
matrimonio en esta etapa de la vida da a los hombres la percepción de compañía y a las mujeres
mayor seguridad. No obstante, las mujeres suelen tener mayor dificultad para encontrar en esta
edad una pareja afectiva y sexual. En estos momentos, las nuevas y antiguas amistades son fuente
de compañía, comprensión, empatía y desarrollo.
También la enfermedad de uno o ambos miembros de la pareja puede afectar el estado de ánimo de
ambos y repercutir en la satisfacción y bienestar general. Pero fuentes alternativas de convivencia
social suelen aportar elementos positivos a cómo se vive esta etapa de la vida. Frecuentemente
podemos observar cómo algunos grupos de ancianos animados y con deseo de seguir descubriendo
y aprendiendo de la vida organizan excursiones y visitas culturales disfrutando al máximo la
experiencia.
La familia vuelve a ser como en la infancia una fuente principal de bienestar y sobrevivencia, tanto
desde lo afectivo como en la aportación o supervisión de la satisfacción de las necesidades básicas,
éstas últimas especialmente con ancianos gravemente enfermos. Algunos autores consideran la
actitud de la sociedad en general el principal problema de la tercera edad, especialmente en
aquellas culturas donde se minimiza a los ancianos, y se ignora la gran riqueza que estas personas
tienen para brindar a los más jóvenes.
La reproductividad en la tercera edad
Si bien la capacidad biológica de reproducirse ha terminado desde la etapa anterior. Ahora los
abuelos expresan sus cuidados, ternura, consejos y hasta regaños a sus nietos e hijos. La medida en
que trascenderán será determinada tanto por su descendencia como por sus acciones e
intervenciones en la vida social.
Los ancianos suelen necesitar dar y recibir. En esta etapa de la vida pareciera que los papeles se
hubieran invertido y algunas funciones elementales de cuidado se espera que vengan ahora de
parte de los hijos. En general en esta etapa hay una mejor relación con ellos aunque en gran
parte ésta depende de la dinámica familiar que antecedió.
Como podemos apreciar, los y las docentes tienen, por su formación profesional, por su lugar en la
comunidad, por la confianza que depositamos en ellos, por sus habilidades y por la responsabilidad
de promover los derechos humanos, una larga tarea por realizar respecto a la educación sexual: en
cada grado escolar, en cada ciclo escolar, en cada aula y ante cada niño o niña, hombre o mujer, que
MODULO 3
La familia saludable es
durante toda la vida una
fuente importante de apoyo
emocional, seguridad y
estabilidad.
94
¡Hablemos de educación y salud sexual!
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MODULO 3
95
96
¡Hablemos de educación y salud sexual!
G
Notas
4
Sexualidad y
género
¡HABLEMOS DE EDUCACION Y SALUD SEXUAL!
SEXUALIDAD Y GENERO
Sexualidad y
género
4
?
O bj e t i v o s
Las y los docentes:
Contarán con herramientas para contribuir al logro del Objetivo de Desarrollo del Milenio
No 3. Promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer.
Identificarán oportunidades para aplicar la dimensión del género en su trabajo cotidiano.
Introducción
Preguntas que se hacen con frecuencia
¿Qué es el género?
Es un sistema o red de creencias, actitudes,
valores, formas de comportamiento y maneras
de ver al mundo que se aprenden desde el
nacimiento, a través de la familia y en general
de la sociedad, y que son diferentes de
acuerdo con la “etiqueta” que se nos ponga al
nacer: de hombre o mujer. En casi todas las
sociedades se les da diferente valoración a los
hombres y a las mujeres, siendo, por lo
general, éstas devaluadas y aquéllos
sobrevaluados. Esto hace que las relaciones
entre los hombres y las mujeres no sean
equitativas, que se vean envueltas por las
manifestaciones de poder y se expresen
múltiples desigualdades en todos los ámbitos
de la vida.
¿Qué instituciones sociales intervienen en la
construcción del género?
Las instituciones sociales a través de las
cuales se aprende el género son múltiples: la
familia, la escuela, las Iglesias, los medios
masivos de comunicación, por mencionar sólo
algunas. La familia juega un papel central en
el aprendizaje de género. También en la
escuela se dan múltiples procesos propiciados
por los docentes que contribuyen a la
construcción de la identidad genérica.
¿Qué es una perspectiva de género?
Es tomar conciencia de las diferencias que
tienen los hombres y las mujeres, en lo social,
lo político y lo educativo, así como en sus
concepciones del mundo y la vida; observar
cómo las políticas o los programas tienen
efectos diferentes sobre los hombres y las
mujeres, y que esta visión se refleje e integre
en todos los ámbitos profesionales,
académicos y personales de la vida cotidiana.
¿Cómo se integra la perspectiva de género a
la práctica cotidiana en la educación?
Es importante que los profesionales de la
educación tomen en cuenta las diferencias
genéricas para la realización de todas sus
tareas. Evitando el sexismo dentro y fuera del
aula, dando igualdad de oportunidades a niñas
y niños en la participación en las clases,
ceremonias y juegos.
MODULO 4
99
100
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Desarrollo temático
Entender la categoría de género
L
a irrupción del género es relativamente nueva, a pesar de que se oye hablar mucho de este
término resulta todavía confuso para muchas personas. Es necesario aclarar el concepto, ya
que en nuestro idioma tiene varias acepciones y se presta a confusión. En los últimos veinte
años el término “género” ha sido usado frecuentemente por el movimiento de mujeres,
inv
investigadores e incluso políticos, y uno de los problemas del concepto es que se ha utilizado
co
como sinónimo de “mujeres”. En ocasiones, cuando se habla de políticas estatales que tienen
qu
que ver con incluir a las mujeres se hace referencia a “perspectiva de género”; sin embargo, la
eexpresión es mucho más amplia, no solamente se refiere a las mujeres sino también a los
hhombres.
o
Es conveniente diferenciar sexo de género. El concepto de sexo
durante mucho tiempo consideró a las características biológicas
(del varón o la mujer) como el relativo al comportamiento
masculino o femenino. Hoy se entiende el término “sexo” como
referente de los componentes biológicos de mujer o varón, que
todo individuo tiene al nacer, y “género” como los aspectos
psicológicos, sociales y culturales que cada sociedad asigna
ppara la feminidad y la masculinidad. Como lo señala la
O
Organización Panamericana de la Salud (2000) “el sexo se
rrefiere al conjunto de características biológicas que definen el
eespectro de los seres humanos como hembras y machos”.
El sexo tiene que ver con las
características biológicas
del hombre y la mujer, y el
género con los aspectos
psicológicos y
socioculturales asociados a
la masculinidad y la
feminidad.
El concepto de género tiene una historia reciente; ha sido gracias a
alg
algunos estudios pioneros de la antropología y la sexología que se
com
comprendió mejor la acción que ejerce la sociedad en el
comp
comportamiento y la vida de los seres humanos. Por ejemplo, las
investigaciones comparativas entre adolescentes de las Islas de los
Mares del Sur y de Estados Unidos que realizó la antropóloga Margaret
Mead a mediados del siglo XX, revelaron que es la sociedad la que enseñaa
te
a sus miembros a comportarse como hombres y mujeres y que este
comportamiento cambia de acuerdo con la época y el lugar en que se vive.
El género no es algo natural, no nacemos con él. El género es una característica socialmente
construida; esto quiere decir que la acción de la sociedad es definitiva para el aprendizaje y
desarrollo de los seres humanos.
Las definiciones del concepto de género varían de acuerdo con las diferentes ciencias y corrientes
teóricas que las acuñan; no obstante, todas están de acuerdo en que el género se construye
socialmente a partir del nacimiento del individuo, aunque algunos investigadores plantean que el
género se inicia desde el desarrollo prenatal. La división genérica incluye elementos psicológicos,
sociales y culturales que cambian según las épocas y lugares, lo que le da una gran mutabilidad.
Durante los últimos años el concepto de género ha avanzado al grado de convertirse en una
herramienta teórica de análisis social; así por ejemplo, ha servido para que las estadísticas se
presenten segregando los datos por sexo, lo que antes no se realizaba. También ha permitido
observar cómo el lenguaje aparentemente inclusivo de hombres y mujeres (al decir “los hombres”)
en realidad excluye a éstas. Es, por lo tanto, un concepto que permite explicar las diferencias y
desigualdades entre las mujeres y los hombres.
SEXUALIDAD Y GENERO
La construcción social del género
101
Este nuevo concepto se ha nutrido de ciencias como la sexología, la psicología y la antropología,
aunque también el movimiento de liberación de las mujeres (feminismo) ha sido fundamental para
buscar la explicación sobre las diferencias entre los géneros al lograr sacar a la luz pública un
problema social que en la época de los años sesenta hizo crisis: la subordinación de las mujeres.
El concepto de género es un concepto complejo que se relaciona con otros conceptos y por ello se
dice que es relacional; esto quiere decir que para el análisis social se tienen que tomar en cuenta
factores como la clase social, la etnia, o el grupo de edad, para obtener una idea aproximadamente
integral de la conformación de un individuo y de sus relaciones sociales. Como ejemplo de cómo se
relacionan el género y la clase social, las primeras investigaciones, realizadas en 1972 por Ann
Oakley (1972), registraron que los niños y niñas de la clase obrera americana aprendían antes los
papeles de género que las niñas de clase media. También su estudio señaló que la clase obrera tenía
concepciones sobre el género más rígidas y estereotipadas que la clase media, que permitían mayor
libertad a las mujeres para acoplarse a sus papeles de género.
El conocimiento acerca del origen de las desigualdades no garantiza que se lleven a cabo acciones
para evitarlas. Para entender realmente cómo se originan y qué efecto tienen sobre la vida de los
individuos se utiliza la denominada perspectiva de género, que puede definirse como la inclusión
en todos los ámbitos de la vida (por ejemplo, los académicos, los políticos, los religiosos, etc.) de
una visión que toma en cuenta las características específicas que tiene el género y cómo éste se
expresa en la sociedad y en la historia. Esta óptica permite proponer opciones de equidad en las
relaciones entre los géneros. Sin embargo, mucho de lo que se ha dicho sobre la categoría de género
carece de líneas de acción o propuestas organizativas basadas en la comunidad; es decir, no se pasa
automáticamente de la reflexión a la acción.
La construcción social del género
E
n todas las sociedades existen instituciones y mecanismos a través de los cuales se trasmite
la cultura (Riquer, 2000). Este proceso de socialización abarca muchos elementos como son
el lenguaje, la cosmovisión, las reglas morales, las religiones y el género, por mencionar
algunos de ellos.
Las relaciones de género son determinantes en la vida de los individuos, y es por ello que se plantea
que son “un componente esencial en la trama sociocultural de una sociedad. Desde una edad muy
temprana se socializa a los niños y las niñas para que adopten los ideales concretos de la
masculinidad y la feminidad” (Anderson et al., 2002).
Desde el momento del nacimiento en que inicia un proceso de socialización, a todos los seres
humanos se les asigna uno u otro género. Esta asignación genérica es realizada por el médico, la
partera o la familia a través de la observación de los órganos sexuales externos. Así, a partir de una
característica biológica se define una característica cultural que afectará a la persona durante el
resto de la vida, ya que a partir de ahí comienza un trato diferencial y a través de éste el aprendizaje
de género. Se puede decir que el género es la primera asignación en la vida que determina muchos
otros aspectos de la existencia de los individuos, como son la identidad genérica, los papeles de
género, la orientación hacia el trabajo y otras más.
Como se ha mencionado con anterioridad la familia es para los seres humanos la primera fuente de
aprendizaje, de modo que una vez que se ha dado la asignación genérica, el trato de la familia con el
recién nacido tomará características propias para el género asignado. Estas características
corresponden a las pautas que la sociedad ha marcado para el comportamiento de hombre o mujer,
y se las llama roles o papeles de género, aunque también se las conoce como papeles o roles
sexuales; así, por ejemplo, en la mayor parte de las sociedades occidentales, si la recién nacida es
niña se le pondrá ropita de color rosa y se le hablará con dulzura; la bebé será cargada con suavidad
y le corresponderá un nombre catalogado como femenino. En cambio si es varón usará ropa de
color azul, se le hablará en un tono más categórico, se mencionará que es fuerte y su nombre será
MODULO 4
Reconocer la inequidad de
género no es suficiente para
evitarlas. Es necesario
además tener una
perspectiva global de la
vida de las mujeres y los
hombres.
102
¡Hablemos de educación y salud sexual!
masculino. En estas sociedades se caracteriza generalmente a las mujeres como personas débiles,
dependientes y pasivas, en tanto que algunas de las particularidades asignadas a los hombres son la
fortaleza, la agresividad y la actividad.
Ambos bebés, niño y niña, aprenderán también la valoración desigual que la sociedad confiere a los
géneros: lo masculino altamente valorado y lo femenino devaluado. Incluso esta diferencia de
valor, como muchas otras asociadas al género, quedarán registradas como algo natural y exclusivo
de la diferencia sexual y casi nunca reconocidas como una construcción social.
Las formas en que son transmitidos los valores de género son tanto
conscientes como inconscientes. El lenguaje, las acciones de la vida
cotidiana, la ropa, el trabajo, las relaciones familiares, les dan a las niñas y
los niños los elementos para comportarse de acuerdo con el género asignado
y para elaborar su autoimagen.Si la valoración que se da a los géneros es
desigual, en el caso de ser mujer se crece también con una autoimagen
devaluada.
Todos y todas participamos
en la construcción del
género infantil y
adolescente ya sea de
manera consciente o no.
El género se construye a través de los juegos, los cuentos infantiles y los
juguetes, así como de todo aquello que rodea a los pequeños. El análisis de
cuentos infantiles deja ver que en muchas de las historias clásicas los
personajes femeninos que son el estereotipo de la bondad, son pasivos y sin
iniciativa evidente, en cambio los personajes masculinos son activos, agresivos
y propositivos; además de que a las mujeres se les plantea el matrimonio como el
objetivo final en la vida. Así tenemos, por ejemplo, los conocidos cuentos de
Blanca Nieves, La Cenicienta y La Bella Durmiente, donde los personajes
centrales son mujeres jóvenes que se encuentran en problemas, pero finalmente
todas son rescatadas por un “príncipe” que
decide casarse con ellas y resuelve todos los
conflictos de éstas. No casualmente, los tres
cuentos terminan con la conocida frase “se casaron
y fueron felices para siempre”. En este sentido, es
notable el esfuerzo que se está realizando en
muchos países, incluyendo los latinoamericanos,
para modificar la literatura infantil con el objeto de
incidir y transformar las relaciones desiguales de
género.
Elementos sociales que
intervienen en la construcción del género
La familia
Durante toda la niñez y la adolescencia la familia tendrá un papel preponderante en la enseñanza
del género, aunque no sólo a través de las observaciones y el trato directo con los familiares;
también las niñas y los niños por su parte aprenden a través de la observación de las relaciones de
género que desarrollan los adultos entre sí. Estas relaciones pueden ser más o menos equitativas y
se expresan en diferentes formas de la vida cotidiana ante la presencia de los pequeños.
Un ejemplo es la división del trabajo entre la madre y el padre; si el padre comparte o no el cuidado
de los hijos o realiza algunas tareas del hogar; si la madre se dedica exclusivamente al trabajo de la
casa o si trabaja afuera y además realiza ella sola cuando regresa el trabajo doméstico. Las
responsabilidades que se dan a los hijos también son importantes; si las hijas sirven la mesa a sus
hermanos varones, si sólo ellas ayudan con el trabajo doméstico o si éste es repartido entre todos los
miembros de la familia en forma equitativa.
SEXUALIDAD Y GENERO
La construcción social del género
103
Las libertades que tienen unos y otras para salir con amigos o fiestas es otro punto de desigualdad;
se considera que los hombres sólo por el hecho de serlo deben tener más libertad para salir y
aprender así su papel en el mundo, de igual forma que el lugar de las mujeres es la casa ya que afuera
corren peligro. En algunos sectores de la población hasta la alimentación es diferente para hombres
y mujeres; las madres e hijas llegan a tener grados de desnutrición mayores pues la “mejor comida”
es cedida a los hombres, bajo el argumento de que la necesitan “porque ellos trabajan” o “serán el
pilar de una familia”.
Otro aspecto importante se da en la toma de decisiones en el interior de la familia; si las decisiones
importantes que afectan a todos los miembros de la familia son tomadas sólo por el padre o si éstas
son discutidas y analizadas por ambos, el padre y la madre, tomando en cuenta a los demás
miembros de la familia.
La escuela
La escuela es otra de las instituciones a través de las cuales se forma y se consolida el aprendizaje
del género; tanto los conocimientos que se adquieren en las aulas como en la interacción entre la
profesora y el profesor, con los
alumnos y éstos entre sí, llevan el
sello social del género. Esta
transmisión de conocimientos se da
en muchos casos de forma no
planeada, inconsciente; podemos
encontrarlos de manera implícita en
los juegos y rondas de los
preescolares, en las actividades
propuestas por los libros de texto,
en los comentarios de maestros y de
maestras, en las labores asignadas a
niños y niñas. Se llega al extremo
de que objetos escolares como los
lápices, los estuches, los cuadernos
etc., sean catalogados como de niña
o de niño de acuerdo con sus
ilustraciones, formas y colores.
En estudios realizados en Europa y Estados Unidos y otros, más escasos, en América Latina, se ha
comprobado que los docentes tratan de manera diferencial a chicos y chicas; en general los
profesores o profesoras prefieren a las “niñas modelo” porque son más pasivas, obedientes,
tranquilas y no generan problemas en el salón de clases. Esto hace que las alumnas que tienen dicho
comportamiento obtengan mejores calificaciones; no obstante, a largo plazo es más perjudicial ya
que las chicas ponen mayor atención en agradar a su maestra o maestro y obtener buenas
calificaciones que en adquirir conocimientos, lo que se vuelve secundario. De igual manera, a
quienes no son tan estudiosas, pero tienen actitudes sensatas y tranquilas, el profesional docente las
sigue apreciando. De estas actitudes las muchachas sacan en conclusión que el éxito no es
primordial en la vida y que el fracaso en este caso en la escuela no lleva al rechazo.
En el caso de los varones, los maestros tienen más expectativas y les brindan mayor apoyo; a los
muchachos brillantes los prefieren por sobre todos los alumnos; en cambio aquellos que tienen bajo
rendimiento son considerados en el más bajo nivel.
Como ejemplos de algunos de estos hallazgos tenemos que maestros y maestras de educación
básica tratan de manera diferente a niños y a niñas. Dentro de esta diferencia puede destacarse que
las maestras, en concreto, prestan más atención a los niños que a las niñas; disciplinan de manera
distinta a unos y a otras, y en la interacción con el grupo ponen en juego estereotipos de género
referidos a las características tanto intelectuales como emocionales de cada sexo. Profesoras y
profesores, se siguen refiriendo al grupo con el término genérico de “niños” (Riquer, 2000).
MODULO 4
Es necesario que los y las
docentes observen
detenidamente sus
actitudes ante los grupos y
busquen detectar si se están
reforzando roles
inequitativos de género.
104
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Los medios masivos de comunicación
Los medios de comunicación
son poderosos transmisores
de información. Los y las
docentes pueden incluir en
sus programas el análisis de
los mismos de manera que
los mensajes saludables
sean incorporados y
aquellos basados en errores
de información sean
descartados.
Los medios masivos de comunicación tienen un papel preponderante en la transmisión y
conformación de valores de género, principalmente la televisión, que a través de su mayor impacto
y alcance contribuye a mantener la división de género, ya que un porcentaje muy alto de la
población tiene acceso a ella. Es bien sabido que desde edades muy tempranas los niños son
asiduos espectadores.
La programación que se transmite por la televisión, desde los comerciales, las películas, los dibujos
animados, las telenovelas, los concursos en general, etc., llevan el mensaje de la sociedad para
mantener y fomentar los papeles de género.
También la prensa escrita y sobre todo las revistas
tienen una gran importancia en la transmisión del
género; existen para todas las edades, para hombres,
mujeres, para jóvenes, incluso para niños y niñas;
también las hay para los diversos sectores sociales y
algunas son leídas por mujeres de diferentes estratos
sociales y edades como las fotonovelas y las novelas
rosas; algunas dan consejos de cómo conquistar al sexo
opuesto, consejos de belleza para las mujeres y chismes
de los artistas de moda. A través de estos consejos las
jóvenes moldean su identidad de género, se identifican
con los artistas de moda y tratan de cumplir con el
estereotipo que manejan estas revistas. También hay
una gran variedad de revistas específicas para los
hombres, entre las que se encuentran las de físicoculturismo, política, deportes, autos y las
pornográficas.
actores so
os f Medios ciales
r
t
O
Escuela
Familia
Género
Diversas instituciones sociales influyen en la
construcción del género.
Construcción del género en la
sociedad latinoamericana. El caso
de México. Visión histórica
Los antecedentes prehispánicos
La América precolombina estaba poblada por una gran variedad de culturas, desde los complejos
mayas, incas y aztecas hasta los grupos menos desarrollados como las tribus nómadas de los más
diversos puntos de la vasta geografía de estas regiones.
La mayoría de estos pueblos (los grupos amazónicos, los belicosos pueblos caribeños y muchos
otros) se habían organizado desde sus más remotos orígenes con base en la división sexual del
trabajo; esto quiere decir que los hombres realizaban una serie de tareas como cazar, sembrar
(aunque se ha demostrado que las descubridoras de la agricultura fueron las mujeres), defender al
grupo de los posibles agresores, etc. Por otra parte las mujeres se encargaban de cuidar a los hijos,
producir alfarería, preparar los alimentos, hilar y tejer entre otras. Estas actividades podían tener
alguna variante de sociedad a sociedad, pero lo importante es la generalización de la división
sexual y que ambas labores eran indispensables para la supervivencia de la comunidad.
Sin embargo, la relación entre los hombres y mujeres no era equitativa en la mayor parte de las
sociedades. Por lo general estas culturas daban mayor valor a lo masculino y devaluaban lo
SEXUALIDAD Y GENERO
Construcción del género en la sociedad Latinoamericana
105
femenino; el poder político-social estaba en manos de los hombres, por ello se dice que estas
sociedades eran patriarcales.
En el caso de México, en la región conocida como
Mesoamérica se concentraron culturas muy
complejas. Una de las características
importantes de la región es que todas las
culturas compartían rasgos comunes; eran
sociedades con una organización social
complicada que también habían partido
de la división sexual del trabajo, por lo
cual la primera diferencia, aunque no
era la única entre los miembros de
éstas, era la diferencia genérica. Pero
debe reconocerse que existían otras
disparidades, como estratos sociales,
grupos de edad, etc., que le ofrecían al
individuo posibilidad de ascenso o
descenso social, aunque la diferencia
genérica no podía cambiar.
La sociedad mexica es la mejor conocida, ya
que a la llegada de los españoles era el pueblo
que dominaba toda la meseta central de México.
Con ellos fue la confrontación principal de la conquista y
también sobre quienes más escribieron los conquistadores: soldados y clérigos.
Para los aztecas la división sexual del trabajo fue la base de su organización, con una estructura
patriarcal y una división genérica muy rígida y desigual para las mujeres. Hombres y mujeres
realizaban sus actividades de manera separada; los niños y las niñas eran criados juntos por sus
madres hasta una corta edad, después los niños eran incorporados por el padre a las labores
agrícolas o al oficio al cual éste se dedicaba.
Cuando los varones cumplían entre 10 y 15 años, tenían ya la edad propicia para asistir al temploescuela para guerreros del calpulli (barrio) en el caso de los macehuales (gente común, del pueblo)
o a la escuela para administradores o sacerdotes en el caso de los pillis (nobles). Las niñas eran
enseñadas por la madre a realizar las tareas propias del hogar: tejer, hilar, preparar alimentos,
realizar la limpieza, entre otras. También aprendían algunos oficios familiares como la orfebrería o
el arte plumario, muy apreciado por estos pueblos.
Las escuelas, tanto para la nobleza como para el pueblo, eran generalmente para los hombres; las
mujeres acudían al templo-escuela solamente en el caso de haber sido prometidas a los dioses en el
momento de su nacimiento. Estas jóvenes ingresaban al templo entre los 11 y 15 años; eran
cuidadas por mujeres mayores conocidas como amas, la vida en el templo resultaba difícil ya que la
disciplina era muy rígida, cualquier falta era castigada muy duramente. Su trabajo consistía en
preparar alimentos, hilar y tejer mantas y ropa para los dioses y sacerdotes, mantener limpios los
templos y evitar que el fuego de los incensarios se apagase. Se levantaban cuando aún no había
amanecido y se acostaban ya entrada la noche. Aprendían a orar y llevar una vida de silencio y
recogimiento.
Aunque para los hombres la disciplina no era muy diferente, la escuela de guerreros ofrecía la
posibilidad de ascenso social: riqueza, honor y mujeres. Aquí los jóvenes aprendían el oficio de la
guerra, el servicio público y la instrucción religiosa.
Los jóvenes de uno u otro sexo no tenían casi contacto unos con otros. A las mujeres se les
recomendaba no hablar con extraños, ni siquiera mirarlos. Las jóvenes nobles salían a la calle
acompañadas de las amas, quienes se encargaban de cuidarlas.
MODULO 4
En diversas sociedades de
Latinoamérica podemos
encontrar diferencias en las
actividades, trato y derechos
de los hombres y las
mujeres. Es importante
reconocer nuestra historia
para comprender sus
consecuencias en las
relaciones actuales entre
hombres y mujeres.
106
¡Hablemos de educación y salud sexual!
La sexualidad era controlada a través de las leyes, la religión, y las costumbres morales; la
virginidad y la abstención sexual prematrimonial eran exigidas a los jóvenes, tanto hombres como
mujeres, aunque para éstas eran cualidades indispensables. Uno de los instrumentos para
convencer a las jóvenes de no pensar en “las cosas sexuales” eran los consejos (discursos
especiales que los padres daban a las hijas), a quienes pedían obediencia a padres y maridos, recato,
servicio y desinterés en las cosas mundanas, así como fidelidad para el esposo.
Era durante la vida matrimonial que el sexo podía disfrutarse, siempre de manera medida,
equilibrada. El amor romántico no existía, como tampoco existía la elección de pareja; esta
decisión era familiar y por iniciativa de la familia del hombre.
El adulterio era severamente castigado con la muerte. También otras manifestaciones de la
sexualidad como la homosexualidad o el trasvestismo se castigaban de la misma manera. Los
nobles podían practicar la poligamia, que era considerada como un nivel superior de la
monogamia.
En síntesis, la sociedad azteca, a través
de todas sus instituciones como la
familia, la escuela y la religión,
enseñaba a sus integrantes los papeles
de género que debían seguir desde el
nacimiento. Estos papeles solían ser
muy rígidos; la educación de hombres
y mujeres se realizaba por separado;
otros comportamientos como la
homosexualidad, el trasvestismo, el
adulterio o el aborto no eran tolerados
y se castigaba severamente cualquier
transgresión.
La Conquista y la Colonia
La conquista española y portuguesa fue un proceso violento: masacres, tortura, muerte y sobre todo
la imposición de nuevas formas de vida, religión y moral. Nuestros antepasados tuvieron que
enfrentarse al doloroso fin de su mundo y adaptarse a las nuevas condiciones incorporando a su
vida cotidiana las nuevas reglas que les permitieran sobrevivir en este nuevo mundo adverso.
El abuso del poder en todos
sus niveles crea
desigualdades entre los
miembros de una sociedad.
España había comenzado su proceso de reunificación unos cuantos años antes del descubrimiento
de América. Esto implicaba la conquista territorial, la unidad religiosa y la formación de una
nación, en la cual se compartieran el idioma, la religión, las leyes y la forma de ver el mundo. Para
lograr dicha unidad los árabes y judíos fueron expulsados de España. La sociedad española todavía
conservaba, entre otras cosas, algunas marcadas características feudales, sobre todo en la tenencia
de la tierra y las leyes imperantes. La influencia y el poder de la Iglesia católica se consolidaron y se
expandieron a través de instituciones como la Santa Inquisición. La intolerancia religiosa obligó a
huir a todos aquellos que no profesaban el catolicismo.
De esta manera, para las colonias españolas y portuguesas se importaron del viejo mundo los
sistemas económicos, los sistemas jurídicos, la religión, las formas de vida y las reglas éticas y
morales. La imposición de éstas le dio a Latinoamérica una base común que una vez mezclada con
las características geográficas, étnicas y culturales de cada región, le imprimió un sello propio a
cada lugar.
Para la gente de la vieja Europa, América significó una tierra nueva llena de oportunidades y
riquezas, éstas, a veces más imaginadas que reales; para los perseguidos de la Ley de Dios o de los
hombres, un lugar para esconderse y empezar de nuevo, y para todos un lugar en donde
simplemente ser europeo daba ventajas y posición social. Migraron al nuevo mundo campesinos,
SEXUALIDAD Y GENERO
Construcción del género en la sociedad Latinoamericana
107
artesanos, soldados, frailes, madres, esposas, hijas, monjas, prostitutas y delincuentes; aunque
también y a pesar de estar prohibido, judíos y conversos, además, se trajeron una gran cantidad de
esclavos africanos. Todos estos, conjuntamente con los indígenas americanos fueron la base de la
mezcla racial y cultural de Latinoamérica.
En la sociedad colonial las mujeres eran legalmente tratadas como menores de edad; bajo el
pretexto de considerarlas seres débiles a quienes se debía proteger. El poder político, económico, la
autoridad familiar y legal, estaban en manos de los hombres; esta era por lo tanto, al igual que la
azteca, una sociedad patriarcal.
En casi toda América Latina la sociedad colonial se encontraba dividida en múltiples estratos
sociales; las conductas de hombres y mujeres variaban de acuerdo con el sector social al cual se
pertenecía; algunas leyes eran las mismas para todos, aunque también existía una legislación
especial supuestamente “proteccionista” para ciertos grupos como los indios.
La Iglesia Católica ejercía un rígido
control sobre la moralidad y las
costumbres de la sociedad, llegando a
tener mucho más control que las mismas
autoridades civiles. De esta manera, la
sexualidad solamente debía ser ejercida
dentro del matrimonio y con el único fin
de la procreación.
Los ideales para los roles o papeles de
género mostraban a una mujer sumisa,
obediente del padre y el marido, que se
encargaba con eficiencia de las labores
del hogar, alejada de los placeres
sexuales, devota cristiana y entregada
por entero al cuidado de su familia la cual
estaba por encima de todo, inclusive de sí
misma. Los hombres en cambio eran
seres sexuales cuyos placeres no podían,
dada su naturaleza, evitar. Debían ser
buenos proveedores para su familia,
representarla legalmente y saber
enfrentar con fortaleza cualquier
amenaza; ser buenos cristianos,
temerosos de Dios.
Pero los ideales y la realidad eran cosas bien distintas; en un mundo nuevo en donde se encontraban
mezcladas razas, ideas viejas y nuevas, difícilmente se podía construir un mundo ideal; y las
transgresiones a las leyes de Dios o de los hombres eran cotidianas. Los archivos judiciales que nos
legaron se encuentran llenos de juicios contra gente de todas las razas o etnias, estratos sociales y
géneros, que al no poder cumplir “los ideales” caían en prácticas prohibidas.
Dentro de las prácticas prohibidas estaban la bigamia, la unión libre, el adulterio, la prostitución, la
homosexualidad, es decir todas aquellas prácticas que amenazaran al matrimonio y la familia, ya
que el matrimonio era la única forma legal de ejercer la sexualidad; incluso dentro de éste, era
guiada, controlada y normada por la Iglesia católica.
La prostitución era una práctica tolerada; se justificaba aduciendo que se aceptaba para proteger la
honra de las mujeres doncellas y las buenas costumbres dentro del matrimonio; estaba
reglamentada y confinada a ciertas zonas de las ciudades. Desde los primeros tiempos de la Colonia
se establecieron casas de prostitución con el permiso de los Reyes Católicos. Grupos de mujeres
españolas fueron traídas al nuevo mundo con este fin, aunque la prostitución no sólo era ejercida
por las españolas; también la practicaban las indias, mestizas y negras.
MODULO 4
Las religiones y filosofías
determinan en múltiples
ocasiones el actuar de las
personas respecto a su
sexualidad. Negar su
presencia e influencia evita
el acercamiento real a las
personas y limita su
comprens
108
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Respecto a la educación, las mujeres y muchos de los individuos pertenecientes a los estratos
sociales más bajos se tenían que conformar con aprender cuando mucho las primeras letras; las
mujeres de clase media o privilegiada podían asistir a las escuelas llamadas “amigas”, pero los
estudios superiores les estaban prohibidos.
A pesar de que la tendencia general era que las mujeres casadas sólo se dedicaran al hogar, para la
gran mayoría de ellas esto fue imposible; las campesinas compartían con sus esposos el trabajo
agrícola, otras se dedicaban a la venta de artesanías o alimentos, algunas se empleaban en los
comercios; la fuerza de trabajo femenina siempre estuvo presente, aunque no tuviera
reconocimiento social.
La Colonia duró tres siglos en nuestra América. Se puede decir que fue una sociedad muy dinámica
y cambiante, donde las transgresiones a la norma buscaron cauces por donde expresarse y se realizó
una síntesis cultural entre las sociedades precolombinas y las sociedades europeas y negras que
llegaron al continente. Sin embargo, las relaciones de género que existían eran casi todas
patriarcales y desiguales: el género femenino era considerado inferior.
Hacia la vida independiente
El siglo XIX trajo para América Latina los aires libertarios que se habían iniciado a fines del siglo
XVIII en Francia y Estados Unidos. Casi todos los países del área lograron su independencia de las
metrópolis, comenzando la búsqueda de un camino propio.
Las ideas básicas que imperaban en América Latina eran la conformación nacional y la
modernización de los países. Las jóvenes naciones necesitaban hombres y mujeres nuevos que
hicieran frente a los retos de la modernización. Las fábricas requerían obreros que
independientemente de su género participaran en la producción. Mujeres con cierta educación que
pudieran orientar y educar a sus hijos; que fueran “los ángeles del hogar” al que el “guerrero”
regresa a descansar.
El matrimonio y la familia siguieron siendo la base de la sociedad; los modelos ideales se
modificaron levemente y se siguió viviendo en la contradicción de no cumplir los “ideales". La
educación femenina siguió siendo solamente para las mujeres de clase privilegiada, para quienes
era fundamentalmente un adorno, ya que ésta consistía básicamente en prepararlas para ser buenas
esposas y poder llevar la administración del hogar.
Hacia fines del siglo XIX, en el caso de México, la apertura de nuevas fábricas de tabaco y textiles
proporcionaron fuentes de trabajo a las mujeres, lo que trajo consigo un cambio en las relaciones de
género; las duras condiciones de vida obligaron a los hombres a aceptar el trabajo de las mujeres.
Aunque cabe aclarar que éstas nunca estuvieron ausentes de la fuerza laboral.En esta época se
funda la primera escuela Normal para señoritas y las mujeres de clase media comienzan a ingresar
al trabajo de oficina. Surgen las primeras organizaciones y grupos de mujeres como “La
Siempreviva” en Yucatán y la primera publicación escrita exclusivamente por mujeres: “Las Hijas
del Anáhuac”. Estas organizaciones y sus publicaciones se orientan a la necesidad de dar educación
a las mujeres, incluyendo temas tan atrevidos para la época como la instrucción sexual, con el fin de
elevar la salud de la población.
En el caso de Chile, las mujeres lucharon desde 1833 por el derecho al voto; después de
innumerables discusiones en las cámaras se llegó en 1884 a una negativa expresada en el artículo
40 de su constitución. La lucha por el voto femenino estuvo ligada a la lucha por el derecho a la
educación y fue hasta 1877 que las mujeres pudieron ingresar a la Universidad y en 1893 al
Instituto Pedagógico.
En el Cono Sur, Argentina, Chile y Uruguay, surgen a finales del siglo XIX las fábricas textiles y
son justamente las mujeres las que ingresan a esta fuente de trabajo; las ocupaciones femeninas
según refieren los censos, se centraban en las áreas de costura, tejido e hilado.
SEXUALIDAD Y GENERO
Construcción del género en la sociedad Latinoamericana
109
El siglo XX
En casi toda América Latina la situación de las mujeres continuó siendo la misma; sin embargo, en
las tres primeras décadas surgen incontables movimientos de lucha por la obtención de los
derechos de las mujeres, casi siempre ligados a mujeres de clase media o alta que habían tenido
acceso a la educación.
En el caso de Perú, durante la época de los años veinte la influencia del movimiento sufragista
internacional logró la unidad de todos los grupos; algunos de ellos formaron organizaciones como
el de las socialistas “Evolución Femenina”. A pesar de todas estas luchas las mujeres peruanas
lograron el voto hasta 1955.
La influencia del movimiento sufragista también se dejo sentir en Chile; las mujeres comenzaron a
organizarse en 1910, fundaron la Federación Femenina Panamericana, paulatinamente se fueron
integrando al trabajo sindical y formaron también sus propias organizaciones; las mujeres chilenas
obtuvieron el derecho al voto en 1947.
En el caso de México, el nuevo siglo se inicia entre múltiples estallidos sociales, precursores de la
revolución de 1910. La lucha revolucionaria trastoca todo incluyendo las relaciones entre los
géneros; las familias se separan, algunos se integran a la lucha revolucionaria y otros huyen; el país
se sumerge en el caos durante diez años. Muchas mujeres participan activamente en la lucha, desde
sus puestos de soldaderas, generales, espías, correos, etc.; las necesidades del momento las obligan
a tomar sus propias decisiones, a viajar o vivir solas y a muchas otras cosas que antes no solían
hacer.
Una vez terminada la lucha armada se inicia una etapa de reconstrucción; las mujeres participan
vigorosamente, creando organizaciones políticas y sociales, realizando congresos, donde se
discuten por primera vez los derechos de las mujeres.
Para los años cuarenta el país comienza a crecer y desarrollarse; las mujeres seguían sin tener
derechos políticos y vuelve a manejarse la imagen de la mujer como esposa y madre; este papel de
género es reforzado a través del cine y la radio, y a pesar de que muchas mujeres jóvenes trabajan en
oficinas y fábricas se espera que una vez casadas se retiren del trabajo.
Es, en México, hasta 1953 que las mujeres obtienen el derecho al voto, y es a finales de esa década
cuando los primeros síntomas de malestar social se dejan sentir. Será hasta el final de los años
sesenta y en la década de los setenta cuando las mujeres vuelvan a organizarse para luchar por sus
derechos, inicialmente en pequeños núcleos de mujeres universitarias. Cabe mencionar que en esa
última década la matrícula de mujeres en la educación superior había aumentado
considerablemente; el movimiento de mujeres se
fue extendiendo hasta permear a todos los niveles
de la población. Mujeres de los sectores populares
conformaron un movimiento amplio para luchar
por distintas demandas, algunas de género y otras
sociales.
Los últimos treinta años del siglo significaron
muchos cambios en las relaciones de género, los
descubrimientos médicos para regular la
fecundidad impactaron en la vida social, se abrió
la posibilidad de controlar la reproducción y con
ello una mayor libertad sexual para las mujeres,
quienes irrumpieron en la educación superior y en
el mercado de trabajo; el porcentaje de ingreso en
la educación básica se equilibra y logra tener un
50% de cada género (aproximadamente), la
sociedad flexibiliza los estereotipos de género.
MODULO 4
La educación fue un
elemento crucial en la
búsqueda de la justicia
hacia la mujer. La tarea de
los y las docentes ha sido y
seguirá siendo un medio
invaluable para el
crecimiento de cada ser
humano y de las
sociedades.
110
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Sin embargo aún falta mucho para lograr la equidad entre los géneros, sobre todo en las áreas de
acceso al poder político.
El género en la vida cotidiana
V
ivimos en una sociedad donde la división de los géneros es muy notoria, ya que los papeles
o roles de género se encuentran claramente diferenciados. Podemos encontrar diariamente
múltiples expresiones de esta división y de su desigualdad; los contrastes se muestran en
todos los ámbitos de la vida.
Todavía en la actualidad las
oportunidades educativas
son limitadas para muchas
mujeres. Esto repercute
directamente en la calidad
de vida, la productividad y
la economía de ellas, de sus
hijos y sus familias. Los y
las docentes deben hacer su
mayor esfuerzo por
promover la continuación
de los estudios de hombres
y mujeres.
Todavía es muy común la idea de que el hombre debe ser el proveedor del hogar, la autoridad, el
tomador de decisiones, en tanto que las mujeres por el contrario deben ser protegidas y sostenidas
económicamente por los varones.
Con respecto a la educación, sabemos que es un derecho que puede ser ejercido por hombres y
mujeres por igual; no obstante, en este aspecto se han encontrado un sinnúmero de desigualdades.
Algunas de ellas se originan en el interior de las familias al impulsar a los varones a continuar
estudios superiores, mientras que a las mujeres se las estimula a estudiar carreras cortas, como el
comercio o la enfermería, ya que se parte de considerar que es inútil pagar carreras universitarias
que las jóvenes una vez casadas no ejercerán. Esta es una de las razones por las cuales las
estadísticas generales de ingreso de mujeres a la educación superior son todavía mucho menores
que el ingreso de los varones.
Sin embargo, el género al igual que la sociedad no son estáticos; en los últimos diez años se han
presentado cambios como se demuestra en algunos estudios recientes sobre cómo los hombres
viven su masculinidad, hay una mayor conciencia de la necesidad de justicia y equidad para las
mujeres, así como el acceso a los recursos, la erradicación de la violencia de género y la
transformación del aparato legal que permita contar con leyes realmente equitativas.
La mujer y el trabajo
El ingreso de las mujeres a la fuerza laboral ha ido aumentando en el transcurso de los años; aunque
todavía no alcanza las mismas proporciones que la de los hombres.
La fuerza laboral femenina tiene características especiales, como la de no mantener permanencia
en el empleo. Esto se debe al ciclo de vida de las mujeres; como en esta sociedad son ellas las que se
encargan del cuidado de los hijos, muchas mujeres se separan del empleo durante los primeros años
de vida de sus hijos y después regresan al trabajo. Otro factor que influye es la necesidad de las
mujeres de contar con horarios más cortos o comprimidos para tener tiempo de atender las
múltiples necesidades de su familia.
En Latinoamérica es común que las mujeres realicen la llamada “doble jornada”, que consiste en
realizar el trabajo doméstico además del trabajo remunerado fuera del hogar, donde las tareas
domésticas no son consideradas como trabajo. Por supuesto que las cosas no siempre han sido así;
es bajo el capitalismo que las actividades productivas y del hogar se encuentran separadas, a causa
del tipo de organización que impone la industria moderna. Esta separación produjo la idea de que
las mujeres deben estar en la casa. Pero como el tipo de trabajo que se realiza en un hogar no recibe
ninguna remuneración ni produce valores económicos monetarios visibles, aunque el trabajo sea
útil y necesario se ve devaluado. De manera que es muy común que cuando se le pregunta a una ama
de casa si trabaja, la respuesta sea no.
Los empleos también están divididos por género. Las mujeres ocupan empleos que son una
extensión de su trabajo en el hogar, así las tenemos presente en su mayoría en el llamado sector de
SEXUALIDAD Y GENERO
Los y las profesionales de la educación y el género
111
servicios, como: secretarias, meseras, afanadoras, enfermeras, maestras de preescolar y primaria,
limpieza, etc. Lo mismo sucede con las carreras universitarias consideradas “femeninas”, como
pedagogía, filosofía, psicología, etc., las que en efecto, son mayoritariamente cursadas por
mujeres.
Las mujeres aceptan trabajos con horarios cortos y de menor salario. A causa de que son ellas las
que realizan el cuidado de niños pequeños y/o enfermos, los trámites urgentes, etc., se ven
obligadas con frecuencia a faltar a su trabajo. Además, su sueldo se ve sólo como complementario.
Tales problemas han llevado a que las mujeres tengan fama de no tomar en serio el trabajo
remunerado, de poner a la familia en primer lugar y de percibir a su propio salario como un
complemento secundario en el ingreso familiar. Además, estos son los argumentos que muchos
patrones utilizan para contratar preferentemente a hombres y explotar bajo condiciones inferiores
de trabajo a las mujeres.
Los y las profesionales de la
educación y el género
Profesor, profesora, ha observado usted y se ha preguntado:
¿Por qué durante los recesos es común ver a los niños varones jugando a la pelota en el patio
y a las niñas sólo charlando?
¿Por qué más niños que niñas ingresan a la educación media aun cuando las niñas obtienen
mejores calificaciones en la escuela primaria?
¿Por qué hay más competencias y equipos deportivos para los hombres que para las
mujeres?
¿Por qué las niñas colaboran más cuando se trata de hacer la limpieza del aula?
¿Por qué en el salón de clase casi siempre las niñas son más dedicadas y los niños más
inquietos?
¿Por qué en las clases de educación física se separa a las niñas de los niños?
¿Por qué aún hay escuelas primarias que no permiten que las niñas usen pantalones?
América Latina sigue siendo una región en donde persisten patrones culturales que se relacionan
con el cómo la familia asigna los recursos económicos para la educación; en este punto todavía
existen iniquidades de género, por ejemplo los niños varones cuentan con más apoyo familiar para
estudiar y superarse, mientras que se considera inútil invertir en la educación de las niñas porque se
tiende a creer que tarde o temprano tendrán que abandonar la escuela, ya sea porque se tienen que
integrar a las labores del hogar, sustituir a la madre en la crianza de sus hermanos o incorporarse al
trabajo productivo para ayudar en el sostenimiento del hogar.
Esta es una de las razones por las cuales al ir subiendo en el nivel educativo más mujeres que
hombres quedan fuera del sistema escolar. Esto se recrudece en las áreas rurales, urbano
marginales e indígenas en donde las familias privilegian el acceso escolar de los varones.
La discriminación dentro y fuera del aula hacia las mujeres sigue siendo una realidad, aunque
generalmente no se tiene conciencia de cómo ocurre, algunos docentes siguen transmitiendo los
valores aprendidos en casa y confirmados por la sociedad.
MODULO 4
Incluir la perspectiva de
género en la educación no
es una tarea sencilla. Tiene
múltiples niveles de
intervención, algunos de
ellos están en manos de los
educadores y las
educadoras. Intente
reflexionar sobre cómo
puede iniciar su aportación
para una sociedad más
equitativa.
112
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Sin embargo, hay varios elementos del quehacer educativo en los que interviene la visión que del
género tienen el sistema escolar y los docentes mismos. Entre ellos se encuentran el currículo y los
métodos y materiales incluyendo los libros de texto.
También debe tomarse en cuenta la infraestructura de la escuela y de las aulas para que respondan a
las necesidades tanto de las niñas como de los niños.
.
El potencial transformador de los profesionales de la educación es fundamental para lograr
cambios hacia la justicia y la equidad de género; una de las materias más importantes dentro de la
currícula educativa es la del lenguaje, el castellano en nuestro caso, ya que su importancia radica en
que está íntimamente ligado al pensamiento, reflejando la cultura, los prejuicios y la forma de ver el
mundo de cada individuo.
Como bien se sabe, en español el género masculino incluye al femenino: decimos nosotros cuando
en el grupo hay hombres y mujeres; y nosotras cuando sólo hay mujeres. La palabra hombre se usa
como genérico en expresiones como “el hombre es un ser racional” (Ávila, 1993).
.
Pero el lenguaje es una materia viva que cambia a lo largo de los años, por ello es importante
comenzar a cambiar el genérico “hombre” por el de “humanidad” o “seres humanos”, o también se
puede usar “hombres y mujeres”; esta propuesta no es solamente por el aspecto formal sino por el
impacto que tiene sobre el pensamiento del individuo. Muchos psicólogos ya han señalado la
importancia del acto de “nombrar” y de “tener un nombre propio” para que el individuo pueda
obtener independencia, seguridad y a la vez sentirse incluido en la sociedad.
Todas las personas
involucradas en el sistema
educativo deben participar
en el cambio hacia la
equidad. Al iniciar sus
propios cambios, usted
promoverá que otros
también lo hagan,
formando así un grupo
fuerte con una influencia
paulatinamente mayor.
Al final de este módulo se encuentran algunas recomendaciones para el uso no sexista del lenguaje.
Al respecto, los investigadores educativos Dorr y Sierra (1998), proponen las siguientes medidas
concretas:
SUGERENCIAS PARA EVITAR EL SEXISMO
EN LA EDUCACION
ACCIONES CONCRETAS
“1. Promover para ambos grupos la formación de talleres de revisión de la práctica educativa
escolar y familiar; talleres de recuperación de la historia personal de género; talleres de
aclaración de los valores realmente femeninos y masculinos, en contraste con los pseudo
valores.
2. Descubrir y corregir desigualdades en las políticas y las prácticas de contratación, sueldos,
permisos por maternidad y por paternidad, elaborar criterios explícitos de valoración y de
evaluación de la docencia y de las tareas de investigación.
3. Promover la participación de los hombres como maestros en todos los niveles escolares, lo
que supone mejorar la valoración social y económica del maestro de primaria.
4. Elaborar textos no androcéntricos y presionar para una revisión de los textos desde la
perspectiva de género.
5. Apoyar a las personas que están interesadas en promover la cultura de género y permitir con
apertura los cuestionamientos que ayuden a desentrañar en los planes de estudio, en los
programas curriculares, en los ámbitos de trabajo para los futuros y las futuras
profesionistas, las reglas invisibles que continúan perpetuando una educación rígida,
conformista y que inmoviliza el crecimiento de las personas.”
SEXUALIDAD Y GENERO
Las nuevas masculinidades
113
Las nuevas masculinidades
C
omo hemos mencionado anteriormente, la categoría de género es relacional y actualmente
no puede entenderse sin un breve análisis de lo que les ocurre a los hombres en nuestras
sociedades.
Como lo señala el Informe sobre la Población Mundial del UNFPA( 2000):
“La desigualdad de género menoscaba la plenitud individual de las personas y frena el desarrollo
de los países y la evolución de las sociedades, en detrimento tanto de las mujeres como de los
hombres.”
Según lo discutido en las secciones anteriores parecería que las actuales relaciones entre los
géneros oprimen sólo a las mujeres; sin embargo, algunos datos nos muestran que los hombres
padecen algunos problemas que podríamos suponer asociados a su rol de género. Así, en los países
desarrollados y en muchos en desarrollo la expectativa de vida de los varones es inferior a la de las
mujeres, en algunos casos hasta en ocho años. Wilson Osorio (2000), caracteriza las circunstancias
desfavorables que los varones enfrentan, de la siguiente manera:
“Son también los varones los que ocupan, con mayor frecuencia, puestos de trabajo en las cárceles,
los hospitales, el ejército, los manicomios, los cementerios y otros puestos similares. A la silla
eléctrica van en mayor cantidad, sufren mayor número de accidentes, chocan más veces los carros,
en, casi
padecen condenas judiciales más largas, son los que asisten,
exclusivamente, a las guerras y sufren más episodios de todo
stas
tipo de violencia como víctimas o como protagonistas
agresores (...) En números redondos, y aunque se argumente
nte
a veces lo contrario, el mayor número de infectados con
on
SIDA son varones. La edad de jubilación siempre ha sidoo
más alta para los hombres. Para los varones hay menorr
cantidad de programas asistenciales, hay menor
insistencia en campañas de educación para la salud y el
autocuidado. Hay menor consideración, afecto,
solidaridad y ternura. Y le sobran las exigencias por
doquier.”
Este conjunto de “riesgos de Género” puede estar asociadoo
a la necesidad cultural de actuar siempre como seres
es
omnipotentes, agresivos e intrépidos. De cierta época a la
fecha algunos grupos de varones en diferentes países han
adoptado una actitud reflexiva y se han planteado un nuevo
uevo
modelo de masculinidad que rompa con los roles
tradicionalmente establecidos.
Un integrante de la sociedad sexológica española Al Garaia (2002), señala que “Es importante
reflexionar acerca de cómo esta estructura social y cultural en la que vivimos hombres y mujeres
nos está afectando a unos y a otras, tanto en la vivencia de los niveles o espacios privados de la vida
como en los espacios públicos de la misma. En caso contrario, estaríamos contando una historia
incompleta y, por lo tanto, injusta. Es hora de que los hombres hablemos y denunciemos también
cómo esta estructura de poder que nos impregna nos está oprimiendo como colectivo de hombres y
nos está dificultando, cuando no impidiendo, la posibilidad de conseguir una vivencia plena de la
vida, al igual que a nuestras compañeras mujeres.”
MODULO 4
“La desigualdad de
género menoscaba la
plenitud individual de las
personas y frena el
desarrollo de los países y
la evolución de las
sociedades, en
detrimento tanto de las
mujeres como de los
hombres” (UNFPA, 2000).
114
¡Hablemos de educación y salud sexual!
Si los hombres obtienen grandes ganancias de la posición de poder que actualmente ocupan, cabe
preguntarse ¿Qué ventajas o ganancias obtendrían con los nuevos parámetros de masculinidad?
Destacamos las siguientes:
1. No tener que ocultar las emociones y sentimientos bajo la falsa premisa de ser un “hombre
de verdad”.
2. Participar activamente en la crianza de los hijos e hijas.
3. No tener que demostrar constantemente que se es el mejor, incluso al poner en peligro la
propia integridad física y psicológica.
4. Construir un modelo de relación familiar y social no basado en el ejercicio del poder, sino en
el compartir dicho poder.
5. Aceptación por parte del mundo masculino de lo diferente.
REIVINDICACIONES
DE LAS NUEVAS MASCULINIDADES
LO QUE TODO HOMBRE PUEDE APRENDER
Los hombres son seres
humanos valiosos, mas no
son seres superdotados
insensibles a la realidad de
la vida. Disminuir las
presiones y expectativas
sobre los mismos es un
requisito indispensable
para el logro de la salud
sexual.
Hay que aprender a liberarse del peso del poder.
Decir "no sé" o "no soy capaz", es un acto liberador.
No tenemos que hacernos cargo de todo en la calle y en la casa.
No tenemos que dar protección y seguridad todas las veces.
Hay que defender el derecho a ser inútiles, débiles y cobardes.
La ternura y el cariño no están reñidos con la hombría.
Hay que aprender otras formas de ser padre, hijo, esposo, compañero y amante.
Hay que descargarse del rol total de proveedor.
Hay que aprender a admitir los miedos.
No tenemos por qué convivir con el síndrome de “héroes”.
Hay que incorporarle a nuestros comportamientos cierta dosis de las características que se
han estereotipado como "femeninas".
Se puede pasar mucho tiempo en la casa y realizando asuntos propios de lo que se considera
“trabajo doméstico”.
Es posible tocarse más el cuerpo entre hombres y luchar contra el fantasma de la homofobia.
No hay por qué estar dando pruebas de hombría constantemente.
El "siempre listos" de los scouts no tiene por qué ser la divisa rotunda de los encuentros y
escarceos con las mujeres.
En las emergencias y los desastres, los hombres también deben ser socorridos junto con las
mujeres, los ancianos y los niños.
Tomado de: Flexibilización masculina, conferencia dictada por J. Wilson Osorio en el Grupo Biogénesis, 2000.
SEXUALIDAD Y GENERO
Sexualidad y género
Sexualidad y género. Distinciones,
articulaciones e interacciones entre
sexualidad y género
L
a sexualidad y el género son dos construcciones sociales íntimamente relacionadas, que en
muchas ocasiones se han confundido una con otra a causa de su parentesco tan cercano. Sin
embargo, cada una tiene su campo y su dinámica propia, así como sus políticas particulares.
La sexualidad y el género tienen un mismo origen: el cuerpo sexuado de los seres humanos; es a
partir de éste que la sociedad levanta las construcciones sociales que le son características a cada
una. El campo de la sexualidad se refiere a la manera en que la cultura marca las pautas para vivir
los deseos y los placeres eróticos, mientras que el área del género el modo de vivir como hombre o
mujer. La influencia que ejercen la una en el otro es fundamental; el deseo y el placer erótico
cambian dependiendo de si se vive como hombre o como mujer.
Ni la sexualidad ni el género son los mismos siempre; esto quiere decir que las prácticas que la
sociedad construye son históricamente determinadas, o sea que cambian a través del tiempo, del
espacio o de la cultura. El ser hombre o mujer en Colombia, Perú o México puede ser radicalmente
diferente a serlo en países como Irán, Irak o Arabia Saudita, o en la Edad Media o en África, o en la
época prehistórica.
Tanto la sexualidad como el género son estructuras que pueden ser transformadas; a pesar de estar
reglamentadas por el Estado y la sociedad en todas las épocas y en todas las partes del planeta, los
seres humanos han promovido y luchado para lograr cambios en las conductas y en las políticas de
sexo o género; estas políticas son la expresión en la sociedad de la reglamentación hecha por el
Estado de la sexualidad y el género. Un ejemplo muy difundido es el caso del cambio en la ley que
prohibía a los homosexuales ingresar en el ejército estadounidense; allí la ley fue cambiada y hoy se
tolera su ingreso aunque hay muchos sectores del ejército y de la población que aún se oponen.
Otro de los aspectos donde la sexualidad y el género se entrecruzan es en las políticas sexuales, que
se desarrollan y aplican de manera diferencial y jerárquica de acuerdo con el género, como es el
caso de muchas sociedades patriarcales que controlan la sexualidad femenina o que permiten dos
morales sexuales, una para cada género. Como en muchas de nuestras sociedades latinoamericanas
donde se impulsa a los hombres a iniciarse sexualmente en forma temprana y a tener gran número
de parejas sexuales que aseguren su experiencia, mientras que a las mujeres se les pide o se las
condiciona para que conserven su virginidad hasta el matrimonio; aunque esto es cada día menos
tomado en cuenta por las mujeres jóvenes. Con estos ejemplos podemos observar cómo a través de
la sexualidad y el género se establecen dos formas distintas de opresión hacia las mujeres.
El género, no obstante, abarca otros aspectos de la vida como son el trabajo, la vida cotidiana, la
política, entre otros. A continuación se están las principales diferencias entre sexualidad y género:
El género es un término cultural que alude a la clasificación social entre masculino y
femenino.
El sexo se refiere a las diferencias biológicas entre varón y hembra: las visibles de los
órganos genitales y las relativas a la procreación.
El género es la categoría donde se agrupan todos los aspectos psicológicos, sociales y
culturales de la feminidad y la masculinidad.
La sexualidad se refiere a la manera en que la cultura marca las pautas para vivir los deseos y
placeres eróticos.
MODULO 4
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¡Hablemos de educación y salud sexual!
La inequidad de género también se expresa en la vida sexual de los individuos; el machismo es un
claro ejemplo ya que los hombres, para reforzar su sexualidad masculina, someten a las mujeres y
algunos llegan a la violencia física. Por otro lado, las mujeres tradicionales suelen tener actitudes
pasivas, porque socialmente es mal visto que ellas tomen iniciativas.
Como hemos visto son muchos los aspectos en los que la sexualidad y el género se entrelazan y
llevan la desigualdad hasta los rincones más íntimos y privados de la vida cotidiana. Es aquí donde
la toma de conciencia representa una parte del camino hacia el cambio, ya que a través de ésta
podemos comenzar a transformar nuestras conductas. Es muy importante en el análisis de las
conductas, las actitudes, lo permitido y lo prohibido, lo valorado y lo negado en la búsqueda del
placer sexual, no olvidar el contexto social.
Recomendaciones para un uso no
sexista en el lenguaje
USO NO SEXISTA
DEL LENGUAJE
LA UTILIZACION DE SUSTANTIVOS “HOMBRE” Y “HOMBRES”
CON UN SENTIDO UNIVERSAL O GENERICO
Forma no sexista
Forma sexista
El uso de un lenguaje no
sexista necesita
acompañarse de conductas,
actitudes y normas
escolares coherentes al
mismo.
>Los hombres y las mujeres, la humanidad, los
El hombre
seres humanos
Los niños
>Las niñas y los niños
Los derechos del hombre
>Los derechos humanos, los derechos de las
personas
El cuerpo del hombre
>El cuerpo humano
La inteligencia del hombre
>La inteligencia humana
El trabajo del hombre
>El trabajo de hombres y mujeres, el trabajo
humano
La evolución del hombre
>La evolución de la especie humana
El hombre de la calle
>La gente de la calle
La presencia del hombre
>La presencia del ser humano
A la medida del hombre
>A la medida de la humanidad o del ser humano
CUANDO SE UTILIZA A LOS HOMBRES COMO GRUPO PRINCIPAL Y SE AÑADE A LAS MUJERES COMO
GRUPO DEPENDIENTE O DE PROPIEDAD DE LOS HOMBRES
Los nómadas se trasladaban con sus enseres,
mujeres, ancianos y niños de un lugar a otro
>Los grupos nómadas se trasladaban con sus
enseres de un lugar a otro
SEXUALIDAD Y GENERO
Recomendaciones para un uso no sexista del lenguaje
USO NO SEXISTA DEL LENGUAJE
Continuación...
EL USO DEL MASCULINO PLURAL PARA AMBOS GENEROS
Forma no sexista
Forma sexista
Los niños
>Los niños y las niñas
Los jóvenes
>La juventud, las y los jóvenes
Los ancianos
>Los ancianos y las ancianas
Los alumnos
>Los alumnos y las alumnas, el alumnado
EL USO DE “SEÑOR” O “SEÑORA”, INDEPENDIENTEMENTE DEL ESTADO CIVIL
Asistió el Sr. Jiménez acompañado de la señora
Andrade y la señorita Suárez
> Asistieron las señoras Andrade y Suárez y el
señor Jiménez
Sra. Adela Crespo Gutiérrez de Pérez o Sra. Adela
de Pérez
> Sra. Adela Crespo Gutiérrez
Sr. Jorge Díaz y Sra.
> Sra. Martha González y Sr. Jorge Díaz
Sr. Díaz y Sra.
> Sra. González y Sr. Díaz o matrimonio GonzálezDíaz
EL USO DEL MASCULINO PARA PROFESIONES Y OFICIOS
Elsa Pérez, médico o secretario
> Elsa Pérez, médica o secretaria
Jefe de Estado, director de orquesta, embajador,
gobernador, alcalde
> Jefa de Estado, directora de orquesta,
embajadora, gobernadora, alcaldesa
Las limpiadoras
> El personal de limpieza
Los médicos y las enfermeras
> Los médicos y las médicas, los enfermeros y
las enfermeras
Ingeniero de minas
> Ingeniera de minas
Fuente: Folleto de Instituto Nacional de las Mujeres. México.
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¡Hablemos de educación y salud sexual!
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