JUICIO POR JURADOS. Importancia en el orden nacional, su

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JUICIO POR JURADOS: Importancia en el orden nacional, su
impacto jurídico- Social en tiempos actuales.
AUTORA: ERICA GABRIELA GUZMAN (*)
(*)[email protected]
PALABRAS CLAVES: JUICIO POR JURADOS -LEGISLACIÒN CONSTITUCION NACIONAL
ABSTRACT:
“En el presente ensayo se abordara el impacto de democratizar el Juicio por
jurados a nivel nacional en la sociedad de hoy. Analizado, desde dos puntos de
vista: el jurídico y el social. Sobre el instituto Juicio por Jurado, que tiene por
finalidad establecer una consciencia jurídica intentando modificar estructuras
rígidas y vetustas del actual sistema judicial, con la esperanza que redunde en
beneficio de éste y en definitiva de la sociedad argentina toda.-Se apela a un
conturbenio político transaccional, reuniendo actores políticos de la mas
diversa y hasta contradictorias élites políticas, dispuestos a conceder el
beneficio de establecer tan noble instituto, como es el juicio por jurados, que
sea capaz de revertir favorablemente la crisis existente en el complejo y actual
aparato judicial, logrando una justicia proyectiva para todos los habitantes del
pueblo argentino.
JUICIO POR JURADOS:
I) Nociones generales: Juicios por jurados. Antecedentes históricos, extranjeros
y nacionales. Análisis y crítica.
Según el autor italiano Luigi D´ORSI (Nozioni di Procedura Penali, Pág. 26) el
origen del Jurado no es conocido de un manera precisa, pues hay opiniones
que lo hacen derivar de las antiguas leyes romanas, otras que lo atribuyen a los
escandinavos y a los anglosajones. En realidad este instituto fue implementado
en Inglaterra siendo el resultado de los usos y costumbres incorporándose al
“comonn Lawn” siendo una parte esencial del mismo. Alcanza su plena
formación al principio del reinado de la Casa de Tudor, cuando la influencia del
Poder Real estuvo en su apogeo, así podemos distinguir cinco especies de
esta institución: 1) El Jury Ordinario; 2) el Jury Especial; 3) El Gran Jury; 4) el
Jury de Coroner y 5) el Jury de Expropiación.-Como consecuencia de la fuerte
política de expansión de Inglaterra en los Siglos XVII y XVIII, esta influencia fue
expandida por todas las colonias inglesas, y principalmente en el continente
norteamericano.-Es entonces en Inglaterra donde se implantó por influencias
del Derecho Francés que tuvo gran prestigio entre los Normandos dentro de las
denominadas “Inquisites”, especialmente en el Siglo IX, en relación directa a
los medios probatorios.
De esta forma nacen grupos de personas que recogían informaciones sobre
hechos delictivos y en definitiva van a Jurados receptores de todas las
informaciones necesarias tendientes al descubrimiento de la verdad, sobre
bases más amplias y humanas, que tienen como punto de partida en la Carta
Magna Inglesa de 1216 aboliéndose las Ordalías, como régimen probatorios.
En Inglaterra la evolución de este sistema se traduce inicialmente, en que el
Jurado llega a transformarse en el Juez de Pruebas, admitiéndose
posteriormente a mediados del Siglo XVI la actividad defensista. Finalmente en
el Siglo XIX se transforma este instituto en lo que actualmente se conoce.-En la
Legislación Norteamericana se admiten dos tipos de Jurado: el Pequeño
Jurado o Jurado de Juicio y el Gran Jurado o Jurado de Acusación. En el
primero está propiamente la función del “juzgamiento” y es el que arriba al
“guilty or not guilty”, condena o absolución, mientras que en el segundo se
traduce su función acusatoria. Este sistema tiene su antecedente en el Derecho
Anglosajón, posterior a la Revolución Francesa y de fuerte influencia en las
Legislaciones Europeas, en el que cualquier ciudadano puede acusar, como
paso previo a una garantía de defensa individual, siendo esta determinación
sometida al Gran Jurado o de “Acusación”.-El Gran Jurado estuvo constituido
por veintitrés miembros, abogados todos y resolvían por simple mayoría si la
acusación era procedente. En este último caso, pasaba al Pequeño Jurado que
estaba conformado por un juez unipersonal y un Jurado de doce miembros.En cambio en el Derecho Norteamericano el Jurado no sólo tiene facultades
para resolver sobre las cuestiones de hecho sino también en la aplicación del
Derecho, llegando a fundamentar los fallos.En el Derecho Francés, con fuerte influencia del Derecho Anglosajón, el jurado
fue establecido luego de la Revolución francesa por una ley dictada en
setiembre de 1791, mediante la cual se organizaron las cortes denominadas
“Assises” formadas por un presidente y tres jueces profesionales más un jurado
de doce miembros que se formaba como tribunal de enjuiciamiento únicamente
para casos de delitos graves. En 1808 se dictó el Código de Instrucción
Criminal, que tendría gran influencia en el resto del continente europeo, que al
entrar en vigencia en el año 1811 se suprime el “Gran Jurado” o “Jurado de
Acusación”.En la actualidad luego de una ley dictada en 1978 los miembros del jurado son
elegidos mediante un sistema de sorteo de listas que se confeccionan en los
municipios anualmente, dejándose de lado el sistema selectivo que había
tenido vigencia hasta entonces, y entienden sólo en los delitos de mayor
gravedad.-
El Derecho Italiano por su parte, tuvo una transformación semejante al Derecho
Francés, aunque la aparición de las cortes de “Assises” y los jurados tienen
lugar después de la Revolución d 1848 para delitos políticos y de imprenta y
posteriormente se extiende a los delitos comunes en 1859. Posteriormente con
las reformas de 1865 y 1874 se estableció un jurado de enjuiciamiento de doce
miembros con tres jueces profesionales y uno de ellos cumplía la función de
presidente. Luego de una serie de reformas al sistema, en los primeros años
del presente siglo, en el año 1931 en pleno apogeo del fascismo italiano y del
positivismo criminológico, se adopta el sistema “escabino” que consistía en un
Colegio único compuesto por dos jueces de carrera, uno de ellos oficiaba de
presidente y cinco asesores.-Actualmente el modelo escabinado italiano está
compuesto por un colegio único de dos jueces profesionales y seis populares.
Estos últimos se eligen mediante un sistema de sorteo en base a listas
preparatorias confeccionadas por comisiones de cada municipio, otra comisión
integrada por el Ministerio Público, el presidente del Colegio de Abogados y el
Canciller, y posteriormente se elaboran las dos listas definitivas una de primera
instancia y otra de segunda instancia.En el Derecho Germano, cabe reseñar que coexistían ambos modelos de
juicios por jurado, el popular y el escabinado. Con la influencia del Código de
Instrucción Criminal de 1808, fueron incorporándose en la legislación ideas
liberales entre ellas las de la participación popular en la justicia que emana de
la Asamblea Nacional de Frankfurt de 1848. A partir de 1877 se produce la
unificación jurídica por la Ordenanza Procesal Penal y la Ley de Organización
Judicial y se establece el juicio por jurados de estilo corte anglosajón,
conformado por un cuerpo de doce integrantes dirigidos por un tribunal de tres
jueces profesionales. Por otra parte, también existía un tribunal de escabinos
que entendían sólo en delitos de menor gravedad y que se conformaba por un
cuerpo colegiado único compuesto por un presidente y dos jueces legos.-En
1924 se suprimió el tribunal de jurados, aunque se mantuvo su designación
reduciendo el número de sus integrantes a seis con tres jueces profesionales,
se mantuvieron asimismo los tribunales de escabinos.-Durante el régimen nazi
mediante la ordenanza para la defensa del Reich de 1939, se suprimió la
participación total de los jueces legos, que luego de terminada la guerra las
leyes de unificación de 1950 volvieron a la reforma de 1924.-En la actualidad
rige en Alemania por influencia de la Primera Ley de Reforma de Procesal
Penal del año 1975 un sistema de modelo escabinado, que varía el número de
sus miembros según se trate de primera o segunda instancia, municipal o
estatal, únicamente el Tribunal Superior del Estado y la Corte Suprema Federal
Alemana están conformados íntegramente por profesionales.
La selección de los escabinos se realiza en base a dos listas preliminares, una
elaborada en ámbito municipal y otra en el distrito judicial, no se hace por
sorteo sino por votación de los dos tercios de los miembros de las respectivas
comisiones, debiendo tenerse en cuenta todos los grupos de población, edad,
sexo, oficio y posición social.En España por otra parte, el jurado popular ha tenido un fuerte arraigo, fue
creado en el año 1872 pero dejó de funcionar al poco tiempo (en 1875) cuando
empezaba esta institución a tomar forma y adherencia en el ordenamiento
jurídico de la época. Posteriormente fue restablecido en 1888 y vuelto a
suprimir en 1923, para ser reinstaurado en el año 1931, suspendiéndose su
funcionamiento en 1936. Finalmente la institución vuelve a cobrar vigencia en
el mes de noviembre de 1978, basándose en el Artículo 125° de la nueva
Constitución Española del mismo año. Cabe destacar que en la exposición de
motivos de la ley que le dio origen se expresa que: “cada período de libertad ha
significado la consagración del jurado... por el contrario, cada época de
retroceso de las libertades públicas ha eliminado o restringido
considerablemente ese instrumento de participación ciudadana, en paralelo y
como complemento a las restricciones del conjunto de sus derechos y de sus
instrumentos de participación en los asuntos públicos”.-En la actualidad este
instituto de juicio con jurados sigue vigente en los siguientes países: Estados
Unidos, Inglaterra, España, Francia, Alemania, Italia, Austria, Portugal, Bélgica,
Suecia, Dinamarca, Noruega, Suiza, Brasil, Bulgaria, Rumania, Grecia,
Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Ceilán, México, Honduras, Malta, Costa
Rica, Puerto Rico, entre otros.II) Introducción al tema. Antecedentes y Fuentes.
El jurado cobró una fuerte atracción entre los liberales del Río de la Plata en los
albores del Siglo XIX, desde que toma una fuerte influencia en la cultura de
nuestro país el denominado “principio de soberanía popular”, mediante el cual
el pueblo tomaba protagonismo directo y decisivo tanto en la elección de sus
gobernantes de los poderes ejecutivo y legislativo, como así también debía
cumplir un rol fundamental en el funcionamiento de la administración de
justicia. Este fue el fundamento que adoptaron los proyectos previos que se
elaboraron con miras a la Asamblea General Constituyente de 1813, donde se
propuso el sistema de enjuiciamiento por jurados.Este precepto va ser luego sustentado en la Constitución Unitaria de 1819 y
plasmado en su Artículo 114° que prescribía: “Es del interés y del derecho de
todos los miembros del Estado el ser juzgados por jueces los más libres,
independientes e imparciales, que sea dado a la condición de las cosas
humanas. El Cuerpo Legislativo cuidará de preparar y poner en planta el
establecimiento del juicio por jurados, en cuanto lo permitan las
circunstancias”.-
Posteriormente el Artículo 164° de la Constitución del año 1826 reproduce
textualmente el citado Artículo 114°, sin que se registre debate alguno en las
respectivas actas de las Asambleas Constituyentes en relación al juicio por
jurado entre los constituyentes.En la Constitución de 1853 se estableció, que correspondía al Poder Legislativo
la implementación de la Institución del Jurado (Artículo 102°).Cabe reseñar que la principal fuente ideológica que ha tenido nuestra
Constitución y en especial en cuanto se refiere al jurado, no ha sido otra que la
Constitución de los Estados Unidos cuyo Artículo 3°, Sección 2°, Inciso 3°
establece: “El juicio de todos los crímenes, excepto en caso de acusación
contra funcionarios públicos se hará por jurados; y los juicios tendrán lugar en
el Estado donde dicho crimen se había cometido; pero cuando no se hubiese
cometido en ningún Estado el juicio se seguirá en el paraje o parajes que el
Congreso haya designado por la ley”.-En tal sentido el Artículo 5° de las
Enmiendas de la Constitución americana dispone: “Nadie estará obligado a
responder por crimen capital, o de otro modo infamante, sin por denuncia o
acusación, ante un gran jurado....”. Por su parte el Artículo 6° del mismo cuerpo
establece: “En todas las causas criminales el acusado gozará del derecho a un
juicio público, y pronto, por un jurado imparcial del estado y distrito donde el
crimen haya sido cometido.”.Podemos apreciar entonces, que la Constitución consagra el deseo de la
vigencia del jurado en el país, tanto que el Artículo 24° de la del año 1853,
ratificado con la reforma de 1860, impone al Congreso de la Nación el
establecimiento del instituto, es así que el antiguo Artículo 102° (actual 118°)
ordenaba en definitiva que todos los juicios ordinarios se terminen por Jurados
cuanto la institución se establezca en la República.Actualmente con la última reforma de la Carta Magna en 1994 se ha mantenido
inalterable el Artículo 24° que expresa: “El Congreso promoverá la reforma de
la actual legislación en todos sus ramos, y el establecimiento del Juicio por
Jurados”. Asimismo por su parte el Artículo 75° Inc. 12 entre las atribuciones
que tiene el Congreso de la Nación está la de implementar el Juicio por Jurado,
y finalmente el Artículo 118° prescribe que: “Todos los juicios criminales
ordinarios, los que no se deriven del despacho de acusación concedido en la
Cámara de Diputados se terminarán por jurados, luego que se establezca en la
República esta institución. La actuación de estos juicios se hará en la misma
provincia donde se hubiera cometido el delito...”.Otra de las fuentes de ideología que ha tenido gran arraigo ha sido la
Constitución de Cádiz de 1812, que en su Artículo 307° expresaba: “Si con el
tiempo creyeren las cortes que conviene haya distinción entre los jueces del
hecho y del derecho, la establecerán en forma que juzguen conducente”.-
III) Desarrollo del tópico legislativo y Proyectos legislativos presentados:
La Constitución Nacional expresa que está facultado al Poder Legislativo el
establecimiento del Juicio por Jurados (Arts. 24 y 75 Inc. 12) y que para los
casos de juicios criminales ordinarios se terminarán por jurados una vez
instaurado en el país el sistema, haciéndose estos juicios en las mismas
provincias donde se hubiere cometido el delito (Art. 118).Desde el punto de vista dogmático Soler opinaba que el Artículo 24° de la Carta
Magna de 1853, consagra una “norma jurídica imperfecta”, vale decir una
simple aspiración o expresión de deseos, ya que hasta tanto no se cumpla no
ocasiona consecuencia jurídica alguna (Ob. citada, Pág. 180). En igual sentido
lo era la vieja disposición del Artículo 102° del mismo cuerpo, puesto que
carecía de sanción, lo mismo ocurre con el articulado que lo prevé
actualmente.-Cabe reseñar que la jurisprudencia de la Corte Suprema ha
establecido que: “Lo dispuesto por el Art. 102 de la Constitución Nacional
tiende a salvaguardar la jurisdicción de los tribunales locales, en consonancia
con el Art. 67 Inc. 11.(a) Asimismo ha expresado que: “Los artículos 24, 67 y
102 de la Constitución Nacional no han impuesto al Congreso el deber de
proceder inmediatamente al establecimiento del juicio por jurado, al igual que lo
primero no lo impuesto términos perentorios para la reforma de la legislación en
todos sus ramos” Este mandato constitucional tiene su fundamento en nuestra
organización política institucional, la que está basada en la Soberanía
Popular.(b) Es al pueblo a quien se le confiere la aplicación del sistema
representativo, quien tiene la atribución de elegir a sus representantes en el
Poder Legislativo y Ejecutivo, es también al mismo pueblo a quien se le debe
dar intervención directa en la administración de Justicia, siendo el Jurado el
medio más idóneo y el único órgano institucional que permite hacer realidad
aquello.El sistema republicano de gobierno implica soberanía popular, éste está
establecido en el Artículo 1° de nuestra Carta Fundamental que luego se
disemina en todo su articulado, en tal sentido el Artículo 33° establece: “Las
declaraciones, derechos y garantías que enumera la Constitución, no serán
entendidos como negación de otros derechos y garantías no enumerados: pero
que nacen del principio de soberanía del pueblo y de la forma republicana de
gobierno”.
A-(Fallos: t. 284.p.100 -Rev. LA LEY, t. 149, p.285).
B-(Fallos: t. 115.p.92; t. 208.p. 21, 225 - Rev. LA LEY, t. 47,p. 3; t. 48, p.
159).-
No obstante al texto escrito de la Constitución, no debemos olvidarnos que
Juan Bautista Alberdi, aquel gran jurista visionario, al redactar su proyecto de
Constitución proponía para el Artículo 2°: “ El Gobierno de la República es
democrático, representativo y federal”., haciendo hincapié en la expresión
“democracia” en lugar de “república”, que si bien prosperó en el texto definitivo
esta última, la fuente inspiradora constante ha sido la primera, que se va a
acentuar más con la reforma de 1994.-Empero, no ha podido establecerse en
nuestra forma de Gobierno, el principio rector del sistema republicano, vale
decir la participación directa, sin exclusiones del ciudadano en la “res pública”,
toda vez que puede elegir a sus autoridades libremente, mediante un sistema
electoral determinado, que puede dictar leyes a través de sus representantes
legislativos, pero le sigue estando vedado absolutamente su participación en la
administración de justicia soslayándose de esta manera sus derechos y
desnaturalizándose un auténtico sentido de libertad. De esta manera el pueblo
gobierna a través de sus representantes, elige a los mismos quienes por sus
aptitudes técnicas, capacidad, idoneidad e independencia van a ejercer las
funciones correspondientes en el Poder Legislativo y en el Poder Ejecutivo,
pero el Poder Judicial sigue siendo para el ciudadano común un ámbito
totalmente desconocido
Proyecto de Juicio por Jurados populares para los delitos de corrupción:
El Senado y la Cámara de Diputados, reunidos en Congreso, sancionan con
fuerza de
LEY
Establecimiento del juicio por jurados populares para casos de corrupción.
Artículo 1º: Serán juzgados por jurados populares los delitos previstos en el
Titulo XI -Delitos contra la Administración Pública- capítulos VI, VII, VIII, IX y IX
bis, del Código Penal de la Nación.
Artículo 2°: La dirección del juicio estará a cargo de un juez profesional.
Artículo 3° - El tribunal deberá estar compuesto de doce (12) jurados titulares y
seis (6) suplentes.
Artículo 4° - Los requisitos para ser jurados son:
a) Ser mayor de dieciocho años.
b) Ser persona capaz conforme el Código Civil;
c) Domicilio en el lugar asiento del tribunal con por lo menos dos años de
antelación a la fecha del juicio;
d) Aptitud física y psíquica para el desempeño del cargo.
Artículo 5°.- Incompatibilidades. No podrán cumplir funciones como jurado:
a) El presidente y vicepresidente de la Nación, los gobernadores y
vicegobernadores de las provincias.
b) Intendentes y concejales; jefe y vicejefe de gobierno y legisladores de la
ciudad de Buenos aires.
c) El jefe de Gabinete de Ministros, los ministros, secretarios y subsecretarios
de los Poderes Ejecutivos de la Nación, de las provincias y de la ciudad de
Buenos Aires.
d) Los legisladores y funcionarios de los Poderes Legislativos de la Nación y de
las provincias.
e) Los magistrados y funcionarios del Poder Judicial y del Ministerio Público de
la Nación, de las provincias y de la ciudad de Buenos Aires.
f) Los integrantes de las fuerzas armadas y seguridad nacional y provinciales,
en actividad.
g) Los abogados, escribanos y procuradores matriculados.
h) Los ministros de un culto religioso reconocido por ley.
i) El Presidente y los vocales de la Auditoria General de la Nación, el Defensor
del Pueblo de la Nación, de las provincias y de la ciudad de Buenos Aires.
Artículo 6°.- Inhabilidades. Se encuentran inhabilitados para desempeñarse
como miembros del jurado:
a) Los fallidos por el tiempo que dure su inhabilitación por tal causa y no hayan
sido rehabilitados.b) Los imputados en causa penal contra quienes se haya dictado auto de
procesamiento o de elevación a juicio.
c) Los condenados a una pena privativa de libertad, hasta después de agotada
la pena y los condenados a pena de inhabilitación absoluta o especial para
ejercer cargos públicos, mientras no sean rehabilitados.
Artículo 7º.- Registro de jurados. La Cámara Nacional Electoral elaborará
anualmente el registro de ciudadanos que cumplan los requisitos previstos en
el artículo 4° y que no tengan las incompatibilidades e inhabilidades previstas
en los artículos 5º y 6º, separados por la provincia en la cual residen.
Artículo 8°. - Una vez recibidas las actuaciones del juicio por el tribunal
competente el juez que dirigirá el proceso designará por sorteo y en forma de
audiencia pública, con presencia de las partes, los jurados para integrar el
tribunal citando inicialmente a treinta y seis personas.
Artículo 9°. – AUDIENCIA DE JURADOS: Las personas sorteadas serán
citadas por cédula personal con treinta (30) días de anticipación a la fecha
prevista para el juicio a , debiendo la citación hacer expresa mención de las
sanciones previstas para el caso de inasistencia injustificada. La lista de
jurados será notificada a las partes con 10 días de anticipación a la audiencia
de jurados a fin de que puedan ejercer su derecho de recusación.Artículo 10. - En la fecha de la citación el secretario verificará los datos
personales, domicilio, los requisitos previstos por la ley así como las
inhabilidades e incompatibilidades establecidas en esta ley para el desempeño
del cargo, informando a los mismos respecto de la naturaleza y función del
cargo a desempeñar.
En esta audiencia se convocará a las partes y se procederá a analizar los
antecedentes de cada jurado convocado, quienes deberán responder de viva
voz
las
preguntas
bajo
juramento
de
decir
verdad.
Artículo 11: El ciudadano seleccionado para jurado podrá excusarse de su
participación en el juicio por causa de fuerza mayor, imposibilidad material o
física o haber desempeñado el cargo de jurado en dos oportunidades en el
mismo
año
calendario.
Artículo 12. - Las partes podrán recusar sin expresión de causa hasta dos
jurados comunicando tal decisión al Juez que dirige el proceso, quien deberá
hacer
lugar
a
los
pedidos
en
la
misma
audiencia.
Artículo 13: Las personas seleccionadas como jurados podrán ser recusadas
por las partes por cualquier impedimento que pudiera afectar su imparcialidad o
que
justifique
su
apartamiento.
Todas las excusaciones y recusaciones serán resueltas por el Juez en la
audiencia de jurados prevista en el artículo 9° de la presente Ley.
Si se tomara conocimiento de una causal de recusación con posterioridad al
inicio del debate y hasta la emisión del veredicto, deberá plantearse
inmediatamente y será resuelta por el Juez. En caso de hacer lugar, se
integrará
el
miembro
suplente
que
siga
en
la
lista.
Artículo 14: Finalizada la audiencia, el Juez interviniente procederá a sortear,
entre los miembros que no hubieren sido recusados ni se hubiesen excusado, a
los doce miembros titulares y a los seis miembros suplentes.
Artículo 15: Los jurados, una vez firme su designación, deberán informar al
tribunal los cambios de domicilio así como toda otra circunstancia presente o
sobreviniente que los inhabilite para integrar el tribunal por cualquier causa de
las
previstas
en
este
ordenamiento.
Artículo 16: La función de jurado es una carga pública y su desempeño será
resarcido económicamente por el Estado nacional que abonará un estipendio
diario indemnizatorio, en función al tiempo que demore la resolución del juicio,
calculado con base a la cantidad de días que se le prive al jurado de su trabajo
y que será determinado en la reglamentación definitiva de la presente ley.
Artículo 17: INMUNIDADES. A partir de su incorporación al juicio, ningún jurado
titular o suplente podrá ser molestado en el desempeño de su función, ni
privado de su libertad, salvo el caso de flagrante delito o cuando exista orden
emanada de juez competente en razón de haberse dictado en su contra auto
de prisión preventiva. Ante estos últimos supuestos, se procederá conforme lo
previsto
para
el
caso
de
recusación
con
causa.
Artículo 18.- Una vez abierto el debate, las partes, comenzando por el fiscal y
los otros acusadores, presentarán el caso al jurado, explicando lo que
pretenden
probar.
Toda la prueba deberá ser producida durante la audiencia y no se admitirá
ninguna pretensión de hacer valer la realizada fuera de la audiencia, salvo que
existiese una imposibilidad de hecho para su reproducción, en cuyo caso el
juez podrá autorizar la incorporación de los actos definitivos y de imposible
reproducción, que se hubiesen practicado con control de las partes y de
conformidad con los recaudos formales exigidos por la ley.
Artículo 19: Constituido el tribunal el día y hora indicado los jurados titulares y
los suplentes convocados se incorporarán en la oportunidad prevista para el
juicio, prestando juramento solemne ante el juez. Inmediatamente se cederá la
palabra al fiscal y al querellante para que expliquen el hecho del juicio y las
pruebas que producirán para fundamentar la acusación. Luego se invitará al
defensor
a
que
explique
las
líneas
de
su
defensa.
Artículo 20: El Juez le explicará al jurado las normas que rigen la deliberación,
le entregará una copia de ellas por escrito y les informará sobre su deber de
pronunciar el veredicto en sesión secreta y continua. Luego les impartirá las
instrucciones. Les explicará los puntos controvertidos del caso, las cuestiones
esenciales a decidir y las disposiciones legales aplicables al caso, expresando
su significado y alcance en forma sencilla y clara. Inmediatamente después, los
jurados pasarán a deliberar en sesión secreta y continua en la que únicamente
deberán estar la totalidad de sus miembros titulares. Está vedado el ingreso a
cualquier otra persona, bajo pena de nulidad. Una vez que los jurados titulares
comenzaron la deliberación, los jurados suplentes quedarán desvinculados del
juicio y podrán retirarse. Si durante la deliberación los integrantes del jurado
tuviesen dudas sobre el alcance de las instrucciones, en cualquiera de sus
aspectos, lo harán saber al juez por escrito y se repetirá el procedimiento
previsto en el segundo párrafo del artículo anterior para su posterior aclaración.
Los jurados elegirán su presidente, bajo cuya dirección analizarán los hechos.
Artículo 21: El veredicto deberá versar, respecto de cada hecho y cada
acusado, sobre las cuestiones siguientes: ¿Está probado o no el hecho en que
se sustenta la acusación? ¿Es culpable o no es culpable el acusado? El
veredicto de culpabilidad requerirá como mínimo de ocho votos. En los casos
en que no se alcance lo exigido, el veredicto será de no culpabilidad.
Artículo 22: Los miembros del jurado tendrán obligación de denunciar ante el
juez por escrito, a través del presidente, sobre cualquier tipo de presiones,
influencias o inducciones externas que hubiesen recibido para emitir su voto en
un sentido determinado. Si las circunstancias del caso así lo requieran, de
oficio o a pedido de parte, el Tribunal podrá disponer que los miembros
integrantes del Jurado y los suplentes no mantengan contacto con terceros ni
con medios de comunicación masivos durante todo el desarrollo del juicio,
disponiendo -en su caso- el alojamiento en lugares adecuados a cargo del
Estado
Nacional.
Artículo 23: Cuando se haya logrado el veredicto, el jurado será convocado de
inmediato a la sala de la audiencia, a fin de que su presidente dé lectura a lo
resuelto. De acuerdo al veredicto, se declarará, en nombre del pueblo, culpable
o no culpable al o a los imputados. Con el pronunciamiento del veredicto
finalizará la intervención de los jurados. La sentencia a la que se arribe deberá
expresar como fundamento de la misma el veredicto de culpabilidad al que se
haya arribado transcribiéndose el mismo así como la cantidad de votos que
obtuvo.
Artículo 24°- Serán aplicables las reglas del recurso de casación y constituirán
motivos para su interposición:Los previstos en el procedimiento para los casos
en que no se aplicara el juicio por jurados; La inobservancia o errónea
aplicación de las reglas referidas a la constitución del jurado; La arbitrariedad
de la decisión que hubiera rechazado medidas de prueba, de modo que se
hubiera cercenado el derecho de defensa en juicio; Cuando fuera cuestionables
las instrucciones dadas al jurado en tanto las mismas pudieran haber
condicionado su decisión; Por arbitrariedad manifiesta del veredicto, en tanto
careciera de absoluta logicidad; lo que conllevará la declaración de nulidad de
la sentencia por parte del Tribunal de Casación, que mandará a realizar
nuevamente la audiencia de debate, ante un nuevo tribunal y sorteo de un
nuevo
jurado.
Artículo 25 APLICACIÓN SUPLETORIA. Serán aplicables las normas previstas
para el juicio común, en cuanto sean compatibles y a falta de reglas
particulares
previstas
para
el
juicio
por
jurados.
Artículo
26°:
Comuníquese
al
Poder
Ejecutivo
Nacional.
FUNDAMENTOS
A través del presente proyecto de ley, procuramos avanzar en la independencia
judicial del poder político de turno, imponiendo la obligación de que los
funcionarios imputados por hechos de corrupción sean juzgados por jurados
populares.
En el año 1997, la República Argentina ratificó la Convención Interamericana
contra la Corrupción, afirmando que: la corrupción socava la legitimidad de las
instituciones públicas, atenta contra la sociedad, el orden moral y la justicia, así
como contra el desarrollo integral de los pueblo. Asimismo, el artículo III.11 de
la Convención dispone que los Estados parte se comprometan a incorporar
mecanismos para estimular la participación de la sociedad civil y de las
organizaciones no gubernamentales en los esfuerzos destinados a prevenir la
corrupción.
Actualmente en Argentina existen pocas condenas por los delitos de
corrupción, finalizando las causas por prescripción o por absolución. En el
informe final del Mecanismo de Seguimiento de la implementación de la
Convención Americana contra la Corrupción, aprobado en la sesión del 21 de
Marzo de 2013 se afirma que: “El Comité, teniendo en cuenta que de la
información estadística antes aludida se desprende que el número de casos
relativos a los delitos a los que se refiere la misma que terminaron por
prescripción (63 en total) es proporcionalmente muy superior al número de
casos que terminaron por sentencia (1 en total), le formulará una
recomendación al Estado analizado a fin de que considere efectuar un análisis
de las posibles causas de esto, en orden a adoptar las medidas correctivas
pertinentes”. En muchas ocasiones sucede que existen jueces que deciden
archivar las causas, o simplemente dejar transcurrir el tiempo a efectos de
lograr su prescripción. Por esta razón es que consideramos necesario modificar
el sistema de juzgamiento de este tipo de delitos, a fin de eliminar las presiones
sobre los jueces e involucrar aún más al pueblo en la participación del poder
judicial.
En el mismo sentido se pronunció el Diputado Ritondo en su proyecto de Juicio
por Jurados (Exptes. N° 2418-D-2004 y 1403-d-2006), al expresar que: Los
doctores Hendler y Cavallero en su obra Justicia y participación puntualizan los
varios e importantes argumentos a favor de esta solución y que básicamente
podríamos enunciar como: a) Democratización del Poder Judicial. b)
Acercamiento de la justicia penal a la realidad social. c) Descorporativización
de la justicia penal.
Es indudable sin profundizar mucho en los temas indicados precedentemente
que tanto la democratización del Poder Judicial como el acceso al público a las
decisiones de culpabilidad o inocencia que este sistema trae aparejado son
determinantes de un nuevo tipo de justicia penal en la que la participación
ciudadana tanto en el análisis como en la decisión serán los futuros pilares de
una Justicia más sana, más participativa, mucho más transparente y con
decisiones públicas y cristalinas tanto en su adopción como en su ejecución.
Transparencia Internacional ha alertado a la Argentina sobre la influencia del
poder político sobre los jueces y recomendó que el poder judicial debe estar
libre de influencias políticas (http://www.transparency.org/country#ARG).
En el presente proyecto proponemos eliminar la dependencia y las presiones
políticas que pueden existir sobre los jueces al momento de juzgar a las más
altas esferas del poder, delegando dicha tarea en un cuerpo colegiado de doce
jurados, que gozarán de las debidas garantías para poder actuar con total y
absoluta
independencia.
Además, creemos que con este proyecto se avanza en la concientización de la
ciudadanía en cuanto a sus responsabilidades cívicas. Hoy en día el ciudadano
está cada día más comprometido y se hace necesario hacerlo partícipe de la
toma de decisiones para ampliar la base democrática de nuestra sociedad.
Sin duda que este proyecto avanza en la democratización de la justicia,
acercando al ciudadano común a la justicia, otorgándole un marco de
participación y decisión. A su vez, el proyecto otorga mayor legitimidad tanto a
las condenas como a las absoluciones que se produzcan. Actualmente, la
ciudadanía desconfía de las pocas investigaciones que se realizan en materia
de corrupción y de las absoluciones, quitándoles todo tipo de legitimidad a los
jueces
actuantes.
Cabe recordar que la Presidenta de la Nación ha sido investigada por
enriquecimiento ilícito, y su causa finalizó con un sobreseimiento tanto hacia
ella como al ex presidente Néstor Kirchner. De esta manera el Juez Oyarbide
consideró que el enriquecimiento sideral no ha sido ilegal y concluyó la
investigación. (http://www.perfil.com/contenidos/2009/12/21/noticia_0017.html)
Asimismo el propio Vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, está siendo
investigado en la causa nº 1302/12 caratulada “Boudou, Amado y otros
s/negociaciones incompatibles con la función pública y otros”, investigación que
ha hecho renunciar –entre otros- al Ex Procurador General de la Nación
Esteban
Righi.
Recientemente, el Juez Casanello denunció que le aflojaron la rueda del auto
(http://www.lanacion.com.ar/1595115-el-juez-sebastian-casanello-queinvestiga-a-baez-denuncio-que-le-aflojaron-la-rueda-del-auto),
hecho
posiblemente relacionado con la investigación del empresario Lázaro Báez.
Los casos mencionados son sólo ejemplos de las relaciones existentes entre
jueces y las más altas esferas de poder, lo que trae como consecuencia directa
el no juzgamiento de estos delitos, razón por la cual se hace necesario un
profundo
cambio
en
el
sistema
jurídico.
Por lo expuesto, solicitamos el tratamiento y aprobación del proyecto de ley que
ha sido puesto en consideración.
Quedarían abarcados los delitos contra la Administración Pública: cohecho y
tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, negociaciones
incompatibles con el ejercicio de funciones públicas, exacciones ilegales y
enriquecimiento
ilícito
de
funcionarios
y
empleados
IV) Tópicos Sociales: Habiéndose mencionado anteriormente el proyecto de ley
presentado, sobre juicio por jurados; con respecto a los delitos contra la
administración pública: Cohecho y tráfico de influencias, malversación de
caudales públicos, exacciones ilegales y enriquecimiento ilícito de funcionarios
y empleados, toca un tema fundamental de la sociedad: Dónde están y que rol
cumplen los pobres, en la democratización de la justicia? Es justamente la
ubicación de los pobres en la democratización de la justicia lo que ha marcado
con mayor rigor, la desfiguración de la democracia y del estado social de
derecho democrático y participativo. Los pobres, no son mas que un discurso
retórico, un comodín hacia esa hibridación del estado, pero sumamente
importante, ya que representan el anhelado capital político-electoral, de los
políticos de nuevo cuño o del nuevo empresarismo electoral ya que son su
mas valiosa “materia prima”.
Bajo el banderín de que “los dineros públicos son sagrados y destinados a
servir al bien común, a la utilidad general, identificados y destinados a redimir
a los sectores menos favorecidos, de una ciudad, de una región o de un país, a
través de la pomposamente denominada, inversión social, a través de la cual
llega a esos sectores: infraestructura de servicios públicos domiciliarios,
Internet, vías, asfalto y cemento , escuelas, servicios primarios de salud ,
espacios públicos, mejoramiento de viviendas, becas, acceso directo y gratuito
a la universidad, presupuesto participativo, suministrar raciones alimentarias,
pero por cada vez que se multiplican estos delitos contra la administración
pública, donde sólo son mediatizados periodísticamente y reproducen mas
pobreza, por el no-pago de los servicios públicos, desescolarizaciòn, inflación,
incremento del numero de jóvenes desempleados, de nivel técnico, tecnológico
y profesional, el abandono total de los mayores adultos, con cero políticas
asistenciales para ellos, con una clase media, prácticamente en extinción. El
proyecto de juicio por jurados para los delitos de corrupción pública, sería un
paliativo, en este marco actual de nuestra república, para dejar de reproducir y
mantener inalteradas, las mencionadas condiciones de relevo cíclico, siendo el
discurso de la democratización de la justicia, asegure una nueva dictadura
contra el proletariado, manteniéndolo rehén, con el “suficiente teflón”, de
naturaleza democrática, para emitir los suficientes votos y sufragio, en
elecciones libres.
Pero sin ninguna solución al saqueo de los bienes nacionales y del dinero
público, destinados para tales fines, y justamente que el discurso de la
democratización de la justicia, no sea para afianzar la parafernalia disponible,
a través de foros, asambleas barriales y numerosos elementos y de toda red
mediática disponible, a través de la cual (ejemplos mediatizados: Caso Ángeles
Rawson, (Bs. As), la condena de la Sra. María Isabel Martino, por homicidio
calificado por el vínculo, hecho acaecido en la ciudad de Córdoba, Capital por
jurados escabinos), falseando la prestación de servicios, o la producción de
bienes, a cargo del estado, dejan de ser fines constitucionales y legales,
deberes funcionales, para convertirlos en imagen, a través de la cual, se envía
el mensaje, respecto que su ejecución, mas que ser un instrumento del propio
estado, pasa a ser una un servicio mesiánico, carismático y personal de tipo
redentor del gobernante de turno, y de su programa político de gobierno., con
el único fin de asegurarse, la reelección o la elección del previamente escogido
conductor.
V) Conclusión.
La implementación del juicio por jurados concluirá por integrar a la sociedad al
sistema judicial, siendo su deber el despertar su confianza e interés en la
Justicia y en los órganos institucionales encargados de administrarla, logrando
un acercamiento de la propia justicia a la realidad social.Sólo con una administración de Justicia que llene las necesidades actuales, se
puede imponer un medio de control ciudadano que lo da únicamente el jurado,
la forma de reclutamiento y capacitación de los propios jueces y su formación,
la redistribución y desburocratización interminable de los juzgados, la dotación
del personal judicial y administrativo estatal y la canalización del presupuesto,
para entidades que beneficien dicho proceso, no deja de ser factores
fundamentales que requiere hoy en día el sistema judicial, cuando la sociedad
necesita y reclama un sistema penal ágil, eficaz de raíces democráticas,
resolviendo los verdaderos problemas de fondo.Sería una respuesta concreta a la sociedad argentina frente al fracaso
significativo del actual sistema que languidece día a día. Es una respuesta,
que significa un mejoramiento del sistema judicial, lavar literalmente su imagen
de colores políticos cuestionables
frente a la misma sociedad,
descorporizándolo. Devolviéndole la independencia al poder judicial, respecto
de los poderes políticos de turno-Atacando el germen viral del corporativismo
del propio sistema sobre la carrera judicial, mediante una propuesta seria y
participativa, y con igualdad de oportunidades para cualquier aspirante al
sistema.
Si hay un remedio para el sistema llegará de la mano del jurado, que como se
expresara anteriormente, es un necesidad de la carta magna nacional su
instauración, , su legítima participación en la administración de la misma, y a su
vez ésta estará al servicio del hombre por los hombres, con la esperanza de
ser la solución al divorcio hoy existente entre la sociedad y la Justicia.-Sin
perjuicio a los intentos de su implementación, que en su totalidad han sido
modelos escabinados, el cambio tiene que ser radical y contundente, pudiendo
ser un jurado clásico una salida necesaria, integrada por: un juez y doce
miembros legos quienes deben ser elegidos por comisiones especiales por
cada circunscripción judicial del país.-
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