A diez años de intervención Evaluación externa del Programa Oportunidades 2008 en zonas rurales (1997-2007) Tomo I Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Evaluación externa del Programa Oportunidades 2008. A diez años de intervención en zonas rurales (1997-2007) Tomo I Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Primera edición, 2008 D.R. © Secretaría de Desarrollo Social Coordinación Nacional del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades Insurgentes Sur 1480, Colonia Barrio Actipan Delegación Benito Juárez 03230 México, D.F. Impreso y hecho en México Printed and made in Mexico ISBN Los conceptos y opiniones expresados por los autores de este documento no reflejan la postura institucional de la Coordinación Nacional del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades. Para mayor información llamar al 01 800 500 500. Este Programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos al desarrollo social, el condicionamiento electoral o político de los programas sociales constituye un delito federal que se sanciona de acuerdo a las leyes correspondientes. Ningún servidor público puede utilizar su puesto o sus recursos para promover el voto a favor o en contra de algún partido o candidato. El Programa Oportunidades es de carácter público y su otorgamiento o continuidad no depende de partidos políticos o candidatos. Tomo I Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Contenido Prefacio 9 Introducción 11 Agradecimientos 15 Capítulo I. 17 Evaluación de los efectos a diez años de Oportunidades en el desarrollo, educación y nutrición en niños entre 7 y 10 años de familias incorporadas desde el inicio del Programa Resumen ejecutivo 19 21 Análisis FODA I. Introducción 23 II. Métodos 30 III. Impactos estimados 37 IV. Discusión 44 V. Análisis FODA 51 VI. Referencias 53 VII. Anexo 57 Capítulo II. 61 Una evaluación de impacto sobre el empleo, los salarios y la movilidad ocupacional intergeneracional del Programa Oportunidades Resumen ejecutivo Análisis FODA 63 65 I. Introducción 67 II. Métodos 72 III. Resultados 84 IV. Discusión 97 V. Análisis FODA 99 VI. Referencias 101 VII. Anexos 102 Capítulo III. 125 La vida después de Oportunidades: impacto del Programa a diez años de su creación Resumen ejecutivo 127 139 Análisis FODA I. Introducción 147 II. Método 152 III. Resultados 156 IV. Discusión 177 V. Análisis FODA 183 VI. Referencias 188 VII. Anexos 190 Capítulo IV. 199 Seguimiento de adultos jóvenes en hogares incorporados desde 1998 a Oportunidades: impactos en educación y pruebas de desempeño Resumen ejecutivo 201 203 Análisis FODA I. Introducción 205 II. Métodos 211 III. Resultados 223 IV. Discusión 226 V. Análisis FODA 230 VI. Referencias 232 VII. Anexos 235 Capítulo V. 239 Comportamientos de riesgo y sus consecuencias para la salud, bienestar y probabilidad de participación laboral Resumen ejecutivo 241 245 Análisis FODA I. Introducción 247 II. Resultados 254 III. Discusión 273 IV. Análisis FODA 275 V. Referencias 276 VI. Anexo 278 Prefacio L a estrategia reciente para mejorar la seguridad pública en el país ha tenido acciones posiblemente relevantes, como aumento de penas para los culpables, operativos del Ejército en ciudades estratégicas, captura de diversas personas ligadas al crimen organizado, etcétera. Sin embargo, pareciera que invertir en investigación científica sobre este tema no ha sido prioritario. Las intensas acciones operativas del día a día han relegado a un segundo nivel de importancia –de acuerdo con lo dado a conocer por las autoridades– todo lo que tiene que ver con recabar información, analizarla y aplicar el método científico para poder tener mejores herramientas para las decisiones operativas. La información pertinente, la evaluación y la investigación permiten saber cuáles acciones tienen impacto y cuáles no. Es claro que el gasto en investigación puede ser cuantioso y no refleja resultados en el corto plazo, pero también es cierto que en el mediano y en el largo plazo se pueden lograr mejores resultados si se cuenta con mejor información y análisis sobre las política públicas. Las acciones que se llevan a cabo sin información relevante, sin análisis, sin indicadores de resultados difícilmente ofrecen el resultado esperado. Sólo lo que se mide puede mejorarse. El caso del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades ha sido un buen ejemplo de inversión en información y en análisis científicos, desde el inicio y a lo largo de su historia. La principal actividad de quienes trabajan en Oportunidades es la difícil operación diaria de un Programa que brinda servicios a 5 millones de familias en el país. Pero a pesar de esta actividad prioritaria, Oportunidades ha tenido la visión de recabar información para que ésta pueda ser analizada, tanto interna como externamente, con el fin de tomar mejores decisiones para el logro de sus objetivos. Los casi 10 años de evaluación e investigación sobre Oportunidades dan cuenta de un Programa que ha tenido logros importantes en las áreas rurales: incremento en las tasas de compleción y progresión escolar en estudiantes de secundaria y preparatoria; aumento del peso y la talla en niños menores de dos años; mejor manejo del riesgo en adolescentes y adultos jóvenes. El análisis de la información también ha mostrado que el impacto en áreas urbanas ha sido inferior que en áreas rurales; la práctica en el uso del complemento alimenticio no siempre ha sido adecuada; y la calidad de los servicios educativos y de salud es claramente deficiente. Sobre este último punto, el Gobierno Federal, y especialmente los gobiernos locales, deberían de actuar de inmediato para mejorar la calidad de los servicios de salud y la educación. El propósito de Oportunidades –que las familias en pobreza cuenten con mayores capacidades básicas– se ve limitado si la calidad de los servicios educativos y de salud no se logra mejorar. La información, la evaluación externa y la investigación científica sobre el Programa no muestran que éste carezca de retos. La investigación incluso ha sido insuficiente para mostrar los logros de largo plazo del Programa en varios rubros. Pero Oportunidades cuenta con un enorme bagaje de información, de uso interno y externo, para tomar mejores decisiones sobre su futuro. Ojalá que otros programas presupuestales y áreas gubernamentales, federales y locales, llevaran a cabo esta buena práctica. De ser así, la reducción de la pobreza, incluso de la inseguridad pública, tendrían mejores resultados. Gonzalo Hernández Licona Secretario Ejecutivo Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 10 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Introducción Oportunidades diez años después E l Programa de Desarrollo Humano Oportunidades ha representado un hito en la política social mexicana, tanto por la intención explícita de modificar la relación entre el Estado y los sectores marginados del desarrollo, como por la apertura a la evaluación rigurosa. Hacia finales de la década de los noventa, el entonces Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa) inició la instrumentación en gran escala de una política orientada a incentivar a los ciudadanos de menores recursos a invertir en el capital humano de sus hijos, buscando de esta forma contribuir a interrumpir la transmisión de la pobreza que ocurre entre generaciones. A través de transferencias en efectivo asociadas con el cumplimiento de corresponsabilidades (asistencia a la escuela y a servicios de salud preventivos, entre otras), y en el contexto de acciones concretas asociadas con una triada estratégica de componentes, México iniciaría un cambio desde una política tradicionalmente asistencialista y enfocada en el presente, a una concepción con la mira en el futuro y, por lo tanto, con menor énfasis en la pobreza actual y con un acento claro en la construcción de capacidades en las futuras generaciones de adultos. No ha sido una tarea sencilla, ni de fácil instrumentación. Es claro que un programa de esta magnitud recibe importante atención mediática y social. Oportunidades ha recibido críticas relacionadas tanto con su diseño y marco conceptual, como con su operación. El énfasis del Programa en la evaluación ha permitido ir generando evidencia para dar respuesta a las inquietudes que se generan. La evidencia sobre la persistencia de nivel socioeconómico entre generaciones soporta la necesidad de estrategias encaminadas a romper el ciclo de transmisión de la pobreza, lo que apoya la idea de enfocarse en el fortalecimiento del capital humano, que permita a los niños de hoy contar con mayores oportunidades en su vida adulta. El que las inversiones se traduzcan efectivamente en mayor capital humano, y éste a su vez en una mayor expectativa de ingreso permanente, es un aspecto central de la evaluación, que debe mostrar si estos mecanismos efectivamente operan en la práctica. La apertura a la evaluación del Programa ha estado fuertemente sustentada en el reconocimiento de la necesidad de mostrar evidencia de los resultados de Oportunidades. La confianza en el modelo propuesto llevó a sus diseñadores a promover su continuidad transexenal a partir de la evidencia de los resultados logrados. La apuesta funcionó, y los resultados positivos del Programa no sólo han sido un elemento central para su permanencia, sino que, incluso, motivaron un importante crecimiento del, ya para 2002, Programa de Desarrollo Humano Oportunidades. Pensado y diseñado para un contexto rural en 1997, el Programa fue ampliado a zonas urbanas en 2001, y para 2004 operaba ya en todos los municipios del país, atendiendo a 5 millones de familias, con transferencias para alimentación, un paquete de servicios de salud (incluyendo educación para el autocuidado de la salud) y becas escolares desde tercero de primaria hasta el último grado de la educación media superior. Tras una década de operación, los logros del Programa se han documentado ampliamente en la literatura científica, tanto en la forma de reportes de evaluación, como en artículos y libros académicos, así como en tesis de grado. Oportunidades ha servido de modelo o punto de partida para esfuerzos similares en diversos países, y los resultados de las evaluaciones se han constituido en un bien público para informar la puesta en práctica de otros esfuerzos. 12 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Los retos pendientes para el Programa y su agenda de evaluación No obstante, es claro que Oportunidades tiene aún retos pendientes. En un análisis preparado por Yaschine, Urquieta y Hernández se identificó una serie de retos agrupados en tres dimensiones (analíticos, metodológicos e institucionales).1 Desde el punto de vista analítico y tras diez años de operación del Programa, el principal reto se relaciona con la identificación de los efectos de largo plazo que permitan verificar que Oportunidades está en la ruta para alcanzar el fin último de contribuir a interrumpir la transmisión de la pobreza. Asimismo, se identificó la necesidad de evaluar la calidad de los servicios que se ofrecen a la población beneficiaria, toda vez que los efectos del Programa están mediados por las acciones concretas en los centros de salud y en las escuelas. Resulta crucial, por ello, conocer la calidad estructural y de procesos de los servicios, a través de indagar sobre las características, prácticas, mecanismos y dinámicas de los mismos, a la vez que explorar si éstas pueden dar lugar a efectos diferenciados. Por otra parte, se resaltó la necesidad de analizar los posibles efectos heterogéneos en distintos grupos de la población, en particular, enfocarse en lo que ocurre con la población de los distintos grupos étnicos que han padecido mayor exclusión social. En la dimensión metodológica, se identificó la necesidad de integrar los abordajes analíticos –cuantitativos y cualitativos– de una mejor manera para generar resultados y recomendaciones más útiles para la toma de decisiones del Programa, y de esta forma potenciar sus efectos en la población que atiende. Asimismo, se señaló la conveniencia de diseñar las herramientas que permitieran estimar los efectos ante la ausencia de un diseño experimental. Por lo que se refiere a los aspectos institucionales, surgió la necesidad de articular los trabajos orientados por la propia agenda de la evaluación externa del Programa con los lineamientos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), y con las nuevas normatividades que han fortalecido la presencia de la evaluación en la vida institucional en México. La evaluación externa 2007-2008: un primer abordaje a los retos planteados Las actividades puestas en marcha para la evaluación –cualitativa, cuantitativa, de impacto (o efectos) y de procesos– del Programa entre 2007 y 2008 buscaron afrontar los retos planteados y generar evidencia de los resultados del Programa a diez años de su creación, considerando la integración de visiones, buscando ahondar en las heterogeneidades y abordando la problemática de la calidad de los servicios. La evaluación de 2007-2008 parte de un contexto en el cual una proporción importante de los jóvenes rurales ha emigrado de sus poblados de origen, lo que representó desafíos importantes al trabajo de evaluación. Este aspecto desde los estudios cualitativos pudo ser afrontado con mayor éxito debido a la posibilidad de entrevistar a emigrantes que se encontraban temporalmente en las localidades de origen. En los estudios cuantitativos, por la naturaleza misma de la Encuesta de Evaluación de los Hogares Rurales (Encel 2007), la ausencia de estos jóvenes fue una limitación importante. Los análisis realizados serán complementados posteriormente con datos de un seguimiento a jóvenes emigrantes realizado hacia finales de 2008. Los análisis que se presentan en esta serie de libros ofrecen una primera respuesta a los retos planteados, y son producto del trabajo intensivo de un amplio grupo multidisciplinario e interinstitucional de expertos que hemos tenido la fortuna de coordinar. Nuestro interés en señalar, entender y explicar las diferencias de género y étnicas respecto de la operación y el impacto del Programa se inscribe en una perspectiva de análisis procesual y diacrónico. Es decir, nos interesa conocer los cambios que se han gestado y consolidado a lo largo del tiempo –que pueden ser atribuidos a Oportunidades–, tomando en cuenta que dichos cambios se inscribe en un escenario social también cambiante y dinámico. Las transformaciones que ocurren a lo largo de la vida de los individuos y a lo largo del tiempo familiar y doméstico han sido motivo de nuestras reflexiones y representan retos analíticos de gran importancia en toda investigación que pretenda aquilatar la compleja interrelación entre tiempo individual, tiempo familiar y tiempo social o histórico. 1 Yaschine I, Urquieta J, Hernández B. Agenda de evaluación integral del Programa Oportunidades 2007-2008. Versión final. México, 2008, mimeo. 13 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Cada libro agrupa un conjunto de documentos con un hilo conductor. El tomo I presenta los resultados en educación y trabajo de jóvenes becarios y ex becarios tanto indígenas como mestizos, así como en educación, nutrición, y desarrollo cognoscitivo de los niños pequeños y escolares que hace diez años se integraron al Programa. Asimismo, se ofrece un análisis sobre los comportamientos de riesgo y la forma en que éstos afectan los resultados en indicadores de educación, trabajo y salud. Los documentos que se presentan en este tomo permiten hacer un seguimiento de los diez años de Oportunidades en el medio rural, desde ópticas diferentes y complementarias, y abordados de una forma comprehensiva. En el tomo II se agrupan los documentos relacionados con aspectos de salud y nutrición. Se aborda la situación de la calidad de los servicios, la utilización de servicios por parte de la población beneficiaria, y los resultados de impacto en salud y nutrición. En el abordaje a la calidad de los servicios de salud se presenta una imagen de la calidad estructural y de procesos de los mismos, y las potenciales implicaciones de ésta. Asimismo, se ofrece un análisis de las trayectorias o itinerarios terapéuticos y reproductivos, en donde el lector podrá claramente ver la interrelación de factores familiares, institucionales y comunitarios en la búsqueda de atención a la salud. En el tomo III se enfrenta el reto de la calidad de los servicios educativos mostrando, por un lado, el análisis de las brechas existentes en resultados académicos en la población afiliada a Oportunidades y, por otro, el análisis de la problemática de las escuelas en las comunidades rurales mexicanas. Finalmente, el tomo IV aborda la operación y procesos del Programa, mostrando los retos que la heterogeneidad mexicana impone a la puesta en práctica de un programa tan extenso y complejo como Oportunidades. Asimismo, se incluye en este volumen un análisis del nuevo componente energético del Programa. Los autores de los 14 documentos que se presentan aceptaron gustosos un proceso intenso de revisión, llevado a cabo por pares, y con el rigor académico que un programa de esta magnitud amerita. Este proceso, además, incluyó la presentación de los análisis en un seminario con la participación de autores, revisores, y otros actores relevantes, cuyas opiniones coadyuvaron a la solidez y claridad de los análisis y de las interpretaciones formuladas. Los cuatro tomos ofrecen un conjunto de análisis que parten de la necesidad de conocer, describir y explicar los cambios que el Programa, a lo largo ya de diez años, ha buscado gestar en la vida de los hogares pobres del país. Este esfuerzo colectivo tiene el claro objetivo de fortalecer a Oportunidades a través del estudio de los aspectos, mecanismos y componentes que funcionan y cuyos resultados se observan en las evidencias recopiladas y de los que aún pueden y deben mejorar. Como toda evidencia, los frutos de este esfuerzo colectivo se constituyen, a través de estos tomos, en un bien público a disposición de todos. Stefano M. Bertozzi Coordinador del Grupo Asesor de la Evaluación Cuantitativa Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas INSP Mercedes González de la Rocha Coordinadora del Grupo Asesor de la Evaluación Cualitativa CIESAS 14 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 15 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Agradecimientos L a evaluación externa del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades 2007-2008, que hemos tenido el privilegio de coordinar, ha sido posible gracias a la provechosa confluencia de instituciones e individuos, tanto académicos como funcionarios del Programa. El financiamiento para esta evaluación provino fundamentalmente del mismo Programa. La Fundación Hewlett, a través del proyecto “La vida después de Oportunidades” (Grant 2007-1379), complementó los gastos de campo del trabajo etnográfico que alimenta los documentos cualitativos. El Banco Mundial facilitó la participación de Samuel Freije. Dentro de Oportunidades, queremos reconocer el apoyo del doctor Salvador Escobedo, Coordinador Nacional, quien nos proporcionó una valiosa retroalimentación durante todo el proceso que culmina con la publicación de estos documentos. Asimismo, la licenciada Concepción Steta, directora general de Información Geoestadística, Análisis y Evaluación, ha sido fundamental para la evaluación, tanto por su apoyo a las actividades realizadas como por sus contribuciones al análisis y planteamientos de los evaluadores externos. La participación del equipo de la Dirección de Enlace para la Evaluación Externa, a cargo de la licenciada Citlalli Hernández, ha sido fundamental para la conducción y seguimiento de las actividades involucradas en las distintas etapas del proceso. Las opiniones y comentarios recibidos desde el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval) fueron muy útiles en la fase de revisión de los trabajos. En particular, agradecemos al secretario ejecutivo del Coneval, Gonzalo Hernández Licona, y a las consejeras que aceptaron la tarea de comentar con detalle los estudios, Graciela Teruel y Graciela Freyermuth. En nuestras instituciones, el apoyo y comprensión a los tiempos de la evaluación resultó indispensable. En el Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), su directora general Virginia García, y la directora de relaciones institucionales, Alejandra Meyenberg, merecen mención especial. En el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el doctor Mario Henry Rodríguez, director general, facilitó en todo momento las actividades de la evaluación, y el director de administración y finanzas, Raúl Contreras, facilitó las actividades encomendadas al Instituto. Los integrantes de los grupos asesores de la evaluación cualitativa (Sylvia Schmelkes, Agustín Escobar Latapí, Graciela Freyermuth, Carlos Mancera, Juan Luis Sariego y Alejandro Agudo Sanchíz), y cuantitativa (Orazio Attanasio, Jere R. Behrman, Samuel Freije, Paul Gertler, Bernardo Hernández Prado, Carlos Mancera, Lynnette Neufeld, Susan W. Parker, Petra Elisabeth Todd, Manuel Urbina, Iliana Yaschine, y Evelyne Rodríguez) participaron activamente en la definición conjunta con Oportunidades de la agenda de evaluación, en el diseño conceptual, así como en la definición de los análisis. También queremos reconocer el trabajo de Iliana Yaschine, José Urquieta y Bernardo Hernández, quienes integraron el documento de la “Agenda de evaluación integral del Programa Oportunidades 2007- 2008” que permitió organizar y conjuntar en un documento único las ideas que hemos procurado reflejar en los trabajos que aquí se presentan. El papel de los revisores en esta ronda de la evaluación ha sido fundamental para la calidad de los documentos que aquí se presentan. Los académicos que colaboraron en este esfuerzo fueron: Orazio Attanasio, Ferdinando Regalia, Iliana Yaschine, Evelyn Rodríguez, Agustín Escobar, Teresa Bracho, Ívico Ahumada, Cecilia Gayet, Manuel Urbina, Ralph Gonzalez, Veronika Wirtz, Graciela Freyermuth, Paola Sesia, Rebeca Wong, Bernardo Hernández, Reynaldo Martorell, Elizabeth King, Benedicte de la Briere, Sylvia Schmelkes, Carlos Mancera, Felipe González y González, Israel Banegas y Claudia Maldonado. En este mismo proceso de revisión, el equipo del Banco Interamericano de Desarrollo, bajo la conducción de Amanda Glassman, proporcionó una importante retroalimentación a los autores, contribuyendo a enriquecer los análisis. Los equipos de antropólogos trabajaron con el oficio propio del gremio bajo la coordinación de Juan Luis Sariego en Chihuahua, de Armando Haro en Sonora, de Alejandro Agudo Sanchíz en Chiapas y de Mercedes González de la Rocha en Oaxaca. En el INSP, el equipo de campo coordinado por la licenciada Aurora Franco hizo posible la recolección de la información que alimenta los documentos cuantitativos que parten de la Encel 2007, encuesta que visitó a más de 40 mil hogares en el país. Stefano M. Bertozzi Mercedes González de la Rocha Capítulo I Evaluación de los efectos a diez años de Oportunidades en el desarrollo, educación y nutrición en niños entre 7 y 10 años de familias incorporadas desde el inicio del Programa AutorEs Jere R. Behrman, Lia Fernald, Paul Gertler, Lynnette M. Neufeld , Susan Parker* * Se enlistaron los autores por orden alfabético. El autor corresponsal es Jere R Behrman, [email protected]. Este documento se escribió como parte de la evaluación externa de Oportunidades 2007-2008 con los diversos coautores que participaron bajo contrato del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), institución que lleva a cabo la evaluación. El documento se basa en parte sustancial en Behrman y Parker (Behrman JR, Parker SW. Longer-Run Effects after almost a decade on child development, education and nutrition of exposure of infants and toddlers to Oportunidades in 1998-9: Education. Philadelphia, PA and Mexico City: University of Pennsylvania and CIDE/Spectron, mimeo), Fernald, Gertler y colaboradores1 y Neufeld y colaboradores.2 Los autores agradecen a las personas que aportaron comentarios a las versiones anteriores, incluyendo evaluadores anónimos del INSP, Oportunidades, la Secretaría de Salud y Orazio P Attanasio. Resumen ejecutivo U na interrogante fundamental para Oportunidades y, de manera más general, para las políticas públicas, es si estas últimas ayudan a romper la transmisión intergeneracional de la pobreza a través de incrementar el capital humano de los niños de hoy, para mejorar sus opciones cuando se conviertan en adultos. Históricamente, a juzgar por correlaciones intergeneracionales en logros escolares, la movilidad intergeneracional ha sido muy baja en Latinoamérica, en general, y más baja aún en México que en la mayoría de los países de la región. Existen diversas políticas que podrían disminuir la transmisión intergeneracional de la pobreza que van, inter alia, desde las intervenciones macroeconómicas, las políticas de recursos humanos, hasta las políticas laborales y de mercado de capitales. A partir de la evidencia disponible, se ha identificado un subconjunto prometedor de estas políticas constituido por estrategias encaminadas al mejoramiento de la nutrición y a la atención durante los primeros años de vida. Investigaciones previas en otros contextos indican que los primeros años de vida tienen un impacto sustancial en la educación, estado de nutrición y desarrollo de los niños y en sus opciones durante el ciclo de la vida. Evaluaciones previas del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades han reportado resultados consistentes con estas hipótesis, pero fueron el producto de un seguimiento a los infantes y niños menores de tres años expuestos al Programa durante pocos años. Este documento utiliza el experimento rural original de Oportunidades, y los datos de la Encuesta de Evaluación de los Hogares (Encel) 2007 para investigar la magnitud del impacto a diez años en indicadores de educación, nutrición y desarrollo infantil en niños menores de 36 meses que recibieron los beneficios de Oportunidades hasta por 20 meses durante la infancia temprana. Los resultados permiten estudiar si las acciones del Programa Oportunidades, relacionadas con infantes y niños menores de tres años, son consistentes con la búsqueda del objetivo central de largo plazo de mejorar la educación, la nutrición y el desarrollo de niños provenientes de familias rurales pobres y, por consiguiente, sus probables opciones económicas y bienestar en el largo plazo y en qué medida estos efectos son heterogéneos porque dependen, en diversas dimensiones, de sus antecedentes familiares. El objetivo general de este documento es proporcionar evidencia de qué tan bien está logrando Oportunidades, una década después, el objetivo principal de incrementar el capital humano de los niños pobres de zonas rurales que estuvieron expuestos al Programa durante la ventana crítica de oportunidad para desarrollo infantil, es decir, cuando tenían menos de 36 meses de edad. Los objetivos específicos y las principales interrogantes son evaluar el impacto de la exposición a Oportunidades en los primeros años de vida, cuando los niños tienen de 7 a 11 años de edad en: 1)La educación medida por la tasa de progresión de grado, grados alcanzados y habilidad notificada para leer y escribir. 2)El estado de nutrición indicado por estatura, puntaje Z de talla para la edad (HAZ), IMC (índice de masa corporal) y puntaje Z del IMC (ZIMC), probabilidad de sobrepeso (IMC> percentil 85) y anemia. 3)El desarrollo cognitivo, lingüístico y conductual de los niños usando indicadores para: • Desarrollo cognitivo y lingüístico valuado por las pruebas de la Escala Wechsler de Inteligencia (WASI, por sus siglas en inglés). 20 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 • Problemas de desarrollo conductual usando el Cuestionario de Fortalezas y Dificultades (SDQ por sus siglas en inglés). En este documento se examina, primero, la evidencia sobre movilidad intergeneracional, la efectividad de las intervenciones en los primeros años de vida en otros países en desarrollo y los resultados relevantes de análisis hechos anteriormente a Oportunidades. Más adelante, se describe la Encel 2007 básica y los datos de la Encuesta Nacional sobre Niveles de Vida de los Hogares (Ennvih) de 2002 y 2005, cuyos datos se usaron en el análisis; se describen los métodos usados para estimar el impacto de interés dentro de este contexto, y se consideran los modelos y técnicas que se utilizan. Los resultados básicos utilizan el diseño experimental original para calcular el impacto de exposición al Programa para infantes y niños menores de tres años en los datos de la Encel 2007 al comparar los efectos en aquellos infantes y niños menores de tres años del grupo de intervención temprana a principios de 1998, con los de los menores expuestos aproximadamente 20 meses después, a finales de 1999, con control para la pérdida de muestra en casos en los que éste fue diferencial para tratamientos tempranos frente a los tardíos. El análisis complementario utiliza la Ennvih así como métodos de pareamiento por puntajes de propensión para controlar la participación endógena en el Programa, que depende de variables observables que no fueron afectadas por Oportunidades. Los resultados para los tres grupos de indicadores se presentan más adelante. El análisis de la Encel 2007 muestra un impacto positivo y significativo nueve años después de la exposición a Oportunidades para niños que tenían menos de 36 meses al inicio del Programa, en la muestra de tratamiento en 1998. En particular, se reducen los problemas conductuales en aproximadamente 0.15 desviaciones estándar (DE) y mejora el desarrollo lingüístico en cerca de 0.10 DE para los niños nacidos dentro del Programa Oportunidades. Al mismo tiempo, no se encontró evidencia en la Encel 2007 de impactos en varios indicadores de capital humano en niños en edad escolar como conocimientos, estado nutricional o logro educativo. Ciertamente, desde la perspectiva de la literatura reciente la ausencia de efectos significativos en estos aspectos es sorprendente y resulta decepcionante. Además, algunos de los efectos encontrados en estudios previos para esta misma muestra de evaluación, tales como el aumento en la estatura del preescolar en un centímetro o más, no se sostienen en indicadores de nutrición en 2007, cuando los niños llegan a tener unos nueve años de edad. Es decir, el impacto sobre la desnutrición crónica parece haber desaparecido. Sin embargo, el análisis de la Ennvih muestra impactos algo más positivos, con reducciones en la prevalencia del sobrepeso y aumento en estatura y capacidad cognitiva (esta última para 2002). Esta combinación de evidencia de efectos positivos en variables limitadas, junto con la falta de evidencia de efectos significativos en la mayoría de los indicadores, genera interrogantes acerca de los mecanismos para la primera y sobre las implicaciones de las estimaciones para la segunda. Más adelante se discute la literatura relevante y los posibles mecanismos para los efectos positivos más contundentes que se encontraron; en específico, los relacionados con la reducción en los problemas conductuales y las mejoras en las capacidades verbales y lingüísticas. Se exploran las siguientes posibles limitaciones del análisis, debido a las que podría no haberse encontrado evidencia de los efectos de largo plazo: a) un período muy limitado de exposición diferencial (hasta 20 meses); b) el uso de algunas mediciones (por ejemplo, relacionadas con la inteligencia) que podrían no responder muy bien al Programa; c) sesgo generado por pérdidas en seguimiento; d) el uso de datos conductuales de la Ennvih y de las limitaciones del método de estimación para hacer comparaciones con dicha información; e) pocas observaciones sobre rutas intermedias que pudieran ser informativas, y f) problemas de inicio en la puesta en marcha del Programa que podrían haber predispuesto negativamente los efectos estimados. Posteriormente, se discuten las implicaciones para Oportunidades en términos de modificaciones al Programa y se consideran futuras investigaciones. Finalmente, se proporciona un análisis de las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (FODA) para el Programa Oportunidades en zonas rurales, a pesar del hecho de que la naturaleza de paquete del mismo dificulta identificar los costos de los componentes que ya fueron ejecutados. Algunas de las recomendaciones presentadas en el FODA incluyen nuevas variantes o adiciones a los componentes de Oportunidades que aún no se han implementado. 21 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Análisis FODA Fortalezas: Características de Oportunidades que son útiles para el logro de los objetivos del Programa Prioridad Descripción Recurso de análisis F1 Impacto significativo en logros escolares de corto y mediano plazo. Encel 1998, 2003 F2 Impacto significativo, aunque pequeño, en el crecimiento inicial infantil en análisis de corto plazo. Encel 1998, 2000 F3 Reducción significativa de problemas de conducta en análisis a mediano y largo plazo. Encel 2003, 2007 F4 Aumento inicial significativo en el desempeño lingüístico y capacidad cognitiva. F5 Buena disposición e interés del Programa Oportunidades para probar las mejoras potenciales del mismo. Encel 2007 ENNVIH 2002 Encel 1998- 2007 Debilidades: Características de Oportunidades que perjudican el logro de los objetivos del Programa D1 Sin impactos del Pprograma en el rendimiento cognitivo. Encel 2003 D2 Impactos limitados del Programa en la estatura por edad o la prevalencia de la desnutrición crónica. Encel 2007 D3 Sin impacto sostenido del Programa en la capacidad o en la mayoría de los indicadores escolares para este grupo de edad. Encel 2007, Ennvih 2005 D4 Impactos limitados del Programa en la prevalencia de anemia en la Encel, aunque con alguna evidencia en la Ennvih. Encel 2007. Ennvih 2002-5 Oportunidades: Condiciones externas que son útiles para el logro de los objetivos del Programa O1 Interés político, voluntad y compromiso para tratar de reducir la transmisión intergeneracional de la pobreza. O2 Flujo de fondos solidario y consistente para proporcionar apoyo para la evaluación del Programa. O3 Interés y apoyo para la evaluación rigurosa de Oportunidades, por parte del gobierno y de la comunidad política y científica en México y en el exterior. O4 Apoyo para vínculos potenciales con otros programas de gobierno (por ejemplo, CONAFE) para integrar programas con Oportunidades. Amenazas: Condiciones externas que podrían perjudicar los objetivos de Oportunidades A1 Gran variación en la prevalencia de la desnutrición crónica y sobrepeso/obesidad entre los estados, haciendo muy difícil desarrollar una estrategia “unitalla” en cuestiones nutricionales. A2 Prevalencia medianamente alta de anemia en niños de edad escolar, lo cual contribuye a un bajo desempeño en pruebas cognitivas y un bajo rendimiento en la escuela independientemente del grupo de intervención. A3 Prevalencia persistentemente alta de desnutrición crónica en niños de edad escolar, de manera particular en zonas indígenas remotas. A4 Muy bajo desempeño en pruebas cognitivas y lingüísticas comparadas con normas internacionales Evaluación de los efectos a 10 años de Oportunidades en el desarrollo, educación y nutrición en niños entre 7 y 10 años de familias incorporadas desde el inicio del Programa I. Introducción I nmovilidad intergeneracional y transmisión intergeneracional de la pobreza. Una interrogante fundamental en las políticas públicas radica en saber si éstas pueden ayudar a disminuir la transmisión intergeneracional de la pobreza, mediante el incremento del capital humano de los niños de hoy, sobre todo de familias pobres. La persistencia del nivel económico a lo largo de las generaciones es considerable en países desarrollados, donde existen datos relativamente apropiados para realizar estimaciones de este tipo.* Para el caso de Latinoamérica, los datos disponibles para realizar estimaciones sobre las correlaciones intergeneracionales de sueldos o ingresos por períodos prolongados son escasos. Sin embargo, las correlaciones intergeneracionales en logros educativos, que constituyen un factor determinante en los ingresos salariales, sugieren lazos fuertes intergeneracionales y, por ende, una movilidad intergeneracional limitada. Behrman, Gaviria y Székely5 estiman la movilidad escolar intergeneracional para Latinoamérica basándose en encuestas con preguntas retrospectivas sobre características de los padres y sobre el análisis de más de 100 encuestas a hogares, que abarcan dos décadas y 20 países (figura 1). Estos autores encontraron que la movilidad escolar intergeneracional es mucho menor en Latinoamérica que en los Estados Unidos de América (EUA) y que la movilidad intergeneracional es menor en México que en la mayor parte de América Latina.‡ Por lo tanto, los retos para disminuir la transmisión intergeneracional de la pobreza en México son grandes. Muchos mecanismos podrían atenuar la transmisión intergeneracional de la pobreza. Behrman, Birdsall y Székely7 analizan el impacto de las condiciones macro* Estudios previos,3,4 sugieren mayor movilidad, porque correlacionaron la información intergeneracional de ingresos anual, no en el largo plazo. ‡ Hertz y colaboradores6 calculan las tendencias en 50 años de persistencia intergeneracional de escolaridad para 42 naciones y documentan grandes diferencias regionales. Latinoamérica muestra las más altas correlaciones intergeneracionales 24 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 económicas y de las políticas educativas en la movilidad intergeneracional utilizando los datos obtenidos entre 1980 y 1996 de 28 encuestas a hogares, que cubrieron 16 países latinoamericanos. Estos autores concluyen que los logros educativos obtenidos por los padres están asociados de manera importante con la escolarización del niño, pero esa relación se debilita ante las buenas condiciones macroeconómicas (en particular el desarrollo del mercado interno), una mejoría en la educación básica y una mejor calidad de las escuelas. Su conclusión es que las políticas macro, de recursos humanos y posiblemente de otro tipo sí pueden afectar la inmovilidad y la transmisión intergeneracional de la pobreza en Latinoamérica. Evidencia de la importancia del desarrollo de la primera infancia (DPI) sobre las opciones de los niños provenientes de familias pobres en países en desarrollo. Cada vez hay más pruebas del alto grado de retorno de la inversión en los primeros años de vida de los niños, en particular desde el nacimiento hasta aproximadamente los 24 o 36 meses de edad. Engle y colaboradores8 revisaron 19 evaluaciones de intervenciones en el DPI desde 1990 que cumplían con seis criterios: “a) un ensayo controlado seleccionado de manera aleatoria o pareado con un grupo de comparación; b) intervención antes de los seis años de edad; c) efectividad o evaluaciones del programa (no pruebas de eficacia); d) evaluación del desarrollo infantil; e) que sean dirigidas a niños desfavorecidos; y f) en un país en desarrollo”. Estos cálculos sugieren que las intervenciones en el desarrollo de la primera infancia tienen un impacto significativo y sustancial sobre determinados resultados en edades preescolar y escolar (cuadro 1). Victora y colaboradores,9 con base en los datos conductuales de países en desarrollo, revisaron las asociaciones entre las medidas antropométricas de la madre y del niño, por un lado, y los resultados finales del adulto, por el otro (cuadro 2). Estos estudios no contemplan el control sobre la determinación conductual de los resultados de las medidas antropométricas de madre e hijo, así que proporcionan asociaciones, no efectos causales. Los autores concluyen que: 1) el daño sufrido en los primeros años de vida conduce a discapacidad permanente y podría también afectar a generaciones futuras; 2) su prevención probablemente aportaría importantes beneficios en materia de salud, educación y economía, y 3) las enfermedades crónicas son especialmente comunes en niños mal nutridos, quienes experimentan un rápido aumento de peso después de la infancia. También hacen énfasis en que la ventana crítica de oportunidad para tener efectos de largo plazo mediante una nutrición mejorada es a partir de la concepción hasta los 24 o 36 meses de edad, por el rápido crecimiento y la gran susceptibilidad a enfermedades infecciosas durante esas edades. Dos estudios10,11 recientes tratan sobre la intervención nutricional que el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (INCAP) hizo en Guatemala en niños que tenían de 0 a 7 años de edad entre 1969 y 1977, en el campo de la educación y en los resultados del mercado laboral cuando estos individuos llegaron a la edad adulta, de 25 a 42 años de edad, en 2002-2004. Estas estimaciones resultan más convincentes en relación con los efectos causales, porque la disponibilidad del complemento alimenticio durante las ventanas 0.7 0.6 0.5 0.4 0.3 0.2 0.1 México Fuente: Referencia 5. America Latina Estados Unidos 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 1989 1988 1987 1986 1985 0 1984 Figura 1 Correlaciones de escolarización entre generaciones en Latinoamérica y Estados Unidos País Intervención Bangladesh Cabo Verde Guinea Vietnam 2 3 4 5 (Educación, crianza, nutrición) en instituciones y el hogar Centros de aprendizaje informales con base en la comunidad Preescolar formal Preescolar operado por ONG, alimentación Incremento de los lugares de preescolar Jamaica Jamaica Turquía 7 8 9 Visitas domiciliarias por cuidadores ambulantes (salud, nutrición, crianza, generación del ingreso) Visitas domiciliarias por asistentes en salud (crianza) Diseño 3 (Institución) x 2 (capacitación de la madre): Institución = educativa, de custodia o ninguna; Capacitación de la madre : EM, NEM Filipinas 11 Hogar (programas de guardería familiar, visitas a domicilio) El cuidado infantil se centra en casa (alimentación, salud y control nutricional, educación) 0-4 años 6-72 meses 3-5 años 9-30 meses 3-36 meses 2-3 años 4-5 años para educación 0-3años para nutrición 2-6 años 3-6 años 4.5-6.5 años 3-5 años Edad del niño 0.4-1.5 0.5~1.8 Lista de control del DPI de capacidades motoras finas y gruesas lenguaje receptivo y expresivo, capacidades socioemocionales, capacidades cognitivas y capacidades de autoayuda (2) 0.45 0.8* 0.5* 0 .31 0.34 0.25 0.33; 0.66* 0.29; 0.48* 0.20-0.23 1.4 0.19-0.72 0.23 Tamaño del efecto de la medición cognitiva Capacidades motoras finas y gruesas, capacidades ligüísticas y auditivas y capacidades psicosociales (3) Prueba de vocabulario WISC-R (1) Escala de Desarrollo Mental de Griffith (2) Conocimiento de las madres y prácticas de crianza de los niños (1) Logro escolar (2) Rendimiento escolar Escala de Desarrollo Mental de Griffith (1) Conocimiento materno (2)Escala y subescalas de casa (3)Vocabulario receptivo (4) Peso/Estatura (5)Cinco conductas preventivas de salud (6) Dinámicas de fotografía y rompecabezas madre-hijo Las matrices progresivas de Raven de los 6.5 a los 8.5 años Desarrollo cognitivo (Prueba Boehm de Conceptos Básicos) a los 5 años Desarrollo cognitivo (Prueba Boehm de Conceptos Básicos) a los 5 años (1) Desarrollo cognitivo de la WPPSI-III (2) Buena disposición escolar (3) Escala de observación de juegos Pruebas de rendimiento en matemáticas y español de tercer grado Mediciones resultantes *Determinante para ESE; ** Escala=1 cobertura < 10 comunidades; 2 cobertura >10 comunidades o distritos, pero no nacional; 3 cobertura nacional. a Para sus efectos se incluyen tamaños con base en los cuadros 2 y 3 que aparecen en Engle y colaboradores.8 Fuentes: 1. Referencia 12, 2. referencia 13, 3. referencia 14, 4 referencia 14, 5. referencia 15, 6. referencia 13, 7. referencia 16, 8. referencia 16, 9. referencia 17, 10. referencia 18, 11. referencias 19 y 20. Bolivia 10 III. Programas integrales para el DPI Bangladesh 6 Grupos de padres que se reúnen semanalmente por un año; asistencia media en 12 sesiones (rango 0-42; evaluación 2 m. después de la conclusión del Programa II. Capacitación EN CRIANZA E INTERACCIÓN PADRE-HIJO Argentina 1 I. Programas fundamentados principalmente en instituciones 6,693 1,198 217 familias 130 163 329 313 877 803 208 >125,000 Tamaño de la muestra para la Evaluación 2 2 1 1 1 2 1 2 3 1 3 Escala** Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 25 Cuadro 1 Resumen del subconjunto de 11 evaluaciones sistemáticas disponibles de programas para el DPI en países en desarrollo de 1990a 26 Cuadro 2 Resumen de asociaciones seleccionadas entre las medidas antropométricas maternas y de los infantes y los resultados en adultos Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Estatura adulta 3.2 cm por 1 HAZ a la edad de 2 años 0.7-1.0 cm por 1 cm al nacer 0.5 cm por 1 cm de estatura materna Logro escolar 0.5 grados por 1 HAZ a la edad de 2 años 0.5 grados por 1 WAZ a la edad de 2 años 0.3 grados por 1 kg al nacer Ingreso laboral 8% por 1 HAZ a la edad de 2 años para hombres 8-25% por 1 HAZ a la edad de 2 años para mujeres Peso al nacer de la descendencia 208 g por 1 kg por madre al nacer 70-80 g por 1 HAZ o 1 WAZ de la madre a la edad de 2 años Fuente: Referencia 9. críticas del crecimiento infantil fue exógena a las familias de los niños, dependiendo de las fechas de nacimiento y si se encontraban en los poblados donde se asignaron complementos más nutritivos de manera aleatoria. Las estimaciones indican efectos sustanciales más de 25 años después por recibir más complementos nutritivos de los 0 a los 36 meses de edad. Se dan aumentos en un 1.2 de grados escolares completados por las mujeres, una cuarta parte de desviación estándar en comprensión de lectura normalizada y puntajes de las pruebas cognitivas no verbales para mujeres y hombres, y alrededor de 40% más en los salarios de los hombres. Los efectos por el uso de los complementos alimenticios en niños mayores a 36 meses no fueron sustanciales ni estadísticamente significativos. Investigaciones previas relacionadas con los efectos de Oportunidades en los primeros años de vida en zonas rurales. Las evaluaciones previas de del Programa son consistentes con la posibilidad de que existan efectos importantes en los primeros años de vida, pero no les han dado seguimiento a los niños por periodos tan prolongados en sus ciclos de vida como lo hace el presente estudio. Rivera y colaboradores,21 analizaron 650 niños elegibles para el Programa de entre 0 y 12 meses de edad quienes fueron medidos en 1998, al año y a los dos años.* Se informó de un mejor crecimiento (1.1 cm) en los niños más pobres y de menor edad, quienes tienen el potencial biológico de respuesta más alto. El efecto sobre la anemia, sin embargo, es menor al esperado, probablemente porque al inicio se usó hierro reducido, que no se absorbe bien, para fortificar los complementos del Programa. Behrman y Hoddinott22 consideran también el crecimiento en los primeros años de vida, basados en la muestra original completa de la evaluación e incluyendo niños un poco mayores. Sus estimaciones preferidas –efectos fijos de los niños que permiten controlar la heterogeneidad no observable que se correlaciona con el acceso a los complementos alimenticios (no todos los niños asignados para recibirlos realmente los consumieron en el periodo de implementación inicial del Programa) –indican un importante efecto positivo del Programa en niños de 12 a 36 meses–. Se observó aproximadamente 16% de aumento en el crecimiento promedio por año y menores probabilidades de desmedro.‡ Los efectos fueron un poco mayores para niños de comunidades más pobres pero cuyas madres eran alfabetas funcionales. Las consecuencias potenciales de largo plazo de estas mejoras no son triviales; simulaciones del impacto de la estatura adulta sobre la vida laboral (bajo supuestos fuertes) muestran 2.9% de aumento en los ingresos de toda la vida. * Esta submuestra abarcó 344 localidades (202 de ellas estuvieron en el grupo inicial beneficiado en 1998 y 142 eran del grupo beneficiado más tarde en 1999), un subconjunto de la muestra original completa de 506 localidades evaluadas. ‡ Oportunidades podría tener impacto en infantes y niños menores de cinco años por varias razones, incluyendo pero no limitado al impacto del complemento alimenticio. Estudios posteriores encontraron, por ejemplo, que dicho complemento se compartía al interior del hogar y a menudo no se preparó de manera apropiada o no se les suministró de forma regular a los niños a los que supuestamente estaba destinado (Bonvecchio, Pelto, Escalante, Monterrubio, Habicht, Nava y colaboradores23). Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Gertler24 también encontró una mejoría significativa en la salud de los niños en respuesta a la participación en Oportunidades. Específicamente, los niños nacidos en familias beneficiadas por el Programa desde 1998 experimentaron, en los primeros seis meses de vida, una tasa de enfermedad que fue 25.3% más baja que la de los niños del grupo control (incorporado en 2000). Los niños del grupo de intervención con edades de 0 a 35 meses de edad al inicio experimentaron una reducción de 39.5% en sus tasas de enfermedad después de 24 meses de participar en Oportunidades. Inclusive, el efecto de éste tuvo una tendencia positiva mientras más tiempo permanecieron en él, lo cual sugiere que los beneficios son acumulativos. Asimismo, este autor encontró que los niños en el grupo de intervención fueron 25.3% menos propensos a padecer anemia y crecieron aproximadamente un centímetro más durante el primer año de estar en el Programa. Behrman, Parker y Todd25 investigaron cómo el Programa afectó de manera diferencial a niños en función de la edad, y examinaron si la intervención nutricional temprana había mejorado el desempeño escolar subsecuente a partir de 2003. Sus hallazgos muestran, en el caso de los niños de menor edad, impactos importantes en la reducción de la edad de ingreso a la escuela, así como en grados escolares completados después de 5.5 años del Programa, para el caso de los niños de mayor edad. Fernald, Gertler y Neufeld1 intentaron separar los impactos de las transferencias de Oportunidades, de las corresponsabilidades (por ejemplo, la atención médica). Restringieron su análisis a niños de 4 a 6 años de edad en 2003, que estuvieron en el Programa toda su vida. Examinaron la forma en que las transferencias acumuladas por las familias durante la vida de los niños se asociaron con resultados en nutrición, salud y cognición. Detectaron que las transferencias monetarias más altas están asociadas con un mayor puntaje Z de estatura para la edad, menor prevalencia de desmedro y de sobrepeso, mejor desarrollo motor y cognitivo y un mejor desempeño en el lenguaje receptivo.* Relevancia de los objetivos de Oportunidades Un objetivo central de Oportunidades es reducir la transmisión intergeneracional de la pobreza mediante el aumento de las opciones disponibles para los niños de familias pobres mientras se hacen mayores y eventualmente se convierten en adultos.26-28,‡ La relativamente alta inmovilidad intergeneracional que se ha dado en la historia de México, como se mencionó antes, significa que éste es un reto importante. Con base en la literatura mencionada anteriormente, una estrategia prometedora consistiría en mejorar las inversiones en capital humano en los primeros años de vida de los niños de familias pobres. Es probable que dichas inversiones sean más efectivas en el caso de aquellas familias pobres que, previo al Programa, tuvieron considerables deficiencias en el desarrollo de la primera infancia. El porcentaje estimado de niños mexicanos con desmedro§ a principios del siglo XXI era de 13% justo a la mitad de los países latinoamericanos (cuadro 3). Esto sugiere que México tiene un potencial considerable para mejorar al nivel de países como Cuba, Argentina, Trinidad y Tobago, Jamaica, República Dominicana y particularmente Chile. En 1999, poco tiempo después de que inició Oportunidades, la prevalencia de desmedro en niños mexicanos menores de cinco años era un poco más alta de 17.7%.30 Este promedio nacional ocultó una gran variación por región y por grupo poblacional; la prevalencia de desmedro fue de 31.6% entre los residentes rurales y de 44.3 % entre las poblaciones indígenas rurales.30 Se han hecho mejoras significativas en el país y entre 1999 y 200631 se disminuyó la prevalencia de desmedro en cinco puntos porcentuales. Sin embargo, el desmedro continúa siendo un problema grave de salud en México, y afecta de manera desproporcionada a los pobres, a residentes de zonas rurales y de estados del sur así como a la población indígena.31 Aún existe un potencial considerable para mejorar * Su enfoque identifica los impactos causales de las transferencias monetarias asumiendo que estas transferencias no están correlacionadas con ninguna característica familiar inadvertida, como preferencias en el número y las características de los niños o capacidad innata de criar hijos. ‡ No se debe esperar que Oportunidades por sí solo logre este objetivo, porque el éxito tiende a depender del mercado laboral, de condiciones macroeconómicas y de factores de suministro de recursos humanos que están más allá del alcance del Programa.7,29 Pero se espera que las inversiones en capital humano inducidas por Oportunidades sean un importante componente en la consecución de este objetivo. § Éste es el índice comparable del desarrollo de la primera infancia del que se dispone con mayor facilidad; algunos expertos afirman que es el mejor para pronosticar los resultados posteriores en la vida (por ejemplo, Victora y colaboradores9). 27 28 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 el desarrollo de la primera infancia, posiblemente con muchos beneficios para la población rural pobre que cubre Oportunidades. Aspectos de Oportunidades que podrían afectar el desarrollo de los infantes y niños menores de tres años Transferencias monetarias a las madres: Bajo el supuesto de que toda la familia (incluyendo los niños en edad preescolar) visita periódicamente las clínicas de salud y que los niños en edad escolar asisten a la escuela, las familias beneficiarias de Oportunidades reciben transferencias monetarias cada dos meses, equivalentes en promedio al 20 o al 30% del consumo del hogar.22,* Aunque estas transferencias se reciben, primordialmente, porque los hermanos mayores asisten a la escuela, los recursos son fungibles, es decir utilizados de acuerdo a Cuadro 3 Indicadores antropométricos promedio de desnutrición para niños menores de cinco años en países de Latinoamérica y el Caribe Porcentaje de niños menores de cinco años que en 2000-2006 sufrían de: País Guatemala Bolivia Honduras Perú Ecuador Haití Nicaragua El Salvador Belice Panamá Paraguay México Venezuela Colombia Guyana Brasil Saint Lucia Uruguay Antigua y Barbuda Barbados Costa Rica Dominica Cuba Argentina Trinidad y Tobago Jamaica República Dominicana Chile Bajo pesoa Desnutrición agudaa Desnutrición crónicaa 23 8 11 8 9 17 10 10 7 8xb 5 5 5 7 14 6* 14* 5xb 10* 6* 5* 5* 4 4 6 4 5 2 1 1 1 2 5 2 1 1 1xb 1 2 4 1 11 2* 6* 1.8xb 10* 5* 2* 2* 2 1 4 4 1 49 27 25 24 23 23 20 19 18 18.2xb 14 13 13 12 11 11* 11* 10.6xb 7* 7* 6* 6* 5 4 4 3 2 1 0 1 Fuente: Base de datos global sobre desnutrición infantil de UNICEF.32,33 Se informó la última estimación disponible dentro del periodo 2000-2006. * Indica que la estimación es de Behrman JR, Skoufias E.34 Xb Indica que la estimación es de un periodo anterior a 2000. a Por debajo de menos dos DE de la media (peso por edad para bajo peso; peso por estatura para desnutrición aguda; estatura por edad para desnutrición crónica) para la población de referencia. * Rubalcava L, Teruel G, Thomas D. Women’s bargaining power and Progresa, 2002 [no publicado]. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención las necesidades puntuales de cada hogar.35 Por consiguiente, se pueden utilizar para mejorar la educación, la nutrición, y el desarrollo (por ejemplo con la compra de juguetes y libros) de los infantes y niños menores de tres años, (Becker y Tomes;3 Guo y Harris36), cuidados de salud (Strauss y Thomas37,38) y mejor nutrición.* Inclusive, entregar las transferencias monetarias a las madres podría tener efectos en la negociación en los hogares que aumenten las inversiones en los niños más de lo que lo harían los aumentos equivalentes en el ingreso provenientes de otras fuentes.40 Estudios hechos en otras poblaciones pobres han concluido que los recursos que van a las madres se dirigen en mayor medida a la salud, la nutrición y el desarrollo de los niños que los recursos entregados a los padres, y en parte por esta razón Oportunidades dirige sus recursos a las madres.37,41-46, ‡ Además, el ingreso dirigido a las madres podría disminuir la depresión y el estrés percibido en ellas –mediante un incremento de la confianza en sí mismas–, lo que a su vez mejora el cuidado, el apoyo y la crianza de sus hijos.47-48 Participación en las pláticas:§ Los participantes en Oportunidades tienen que asistir a reuniones periódicas en las que se discuten temas de salud y nutrición, entre otros. Las sesiones están a cargo de médicos y enfermeras capacitados en estos temas.49 Si estas pláticas mejoran los conocimientos y prácticas nutricionales y de salud, podrían mejorar la nutrición y la salud de los niños. La participación de las madres podría tener beneficios adicionales al proporcionar apoyo emocional durante periodos vulnerables; este apoyo podría entonces convertirse en prácticas de cuidado más receptivas y sensibles. Si bien los beneficiarios podrían ser de cualquier edad, teniendo en cuenta que los lactantes y los niños de muy corta edad corren mayores riesgos de salud y nutricionales, éstos parecen ser los beneficiarios más probables. Complementos alimenticios: El componente nutricional de Oportunidades incluye el suministro de complementos alimenticios a mujeres embarazadas y en lactancia (Nutrivida), a niños entre 6 y 23 meses de edad y a niños entre dos y cuatro años (hasta 59 meses de edad) si el personal clínico detecta señales de desnutrición (Nutrisano). Las familias reciben suficientes complementos para cada mujer y niño elegibles, para una dosis al día por todo el periodo de incorporación al Programa. Cada dosis de los complementos contiene aproximadamente 20% de los requerimientos calóricos y el 100% de los micronutrientes clave. Las mujeres beneficiarias en las zonas rurales50,51 y las urbanas52,# aceptan bien la presentación y el sabor de Nutrisano. Monitoreo del crecimiento: Un prerequisito para recibir los complementos alimenticios es la continua supervisión del crecimiento de los niños en edad preescolar. Podría ser muy beneficioso para la vigilancia del crecimiento si aumentaran las probabilidades de que los encargados de cuidar a los niños sean conscientes de los problemas nutricionales antes de que se produzca un daño a largo plazo. Componentes educativos directos del Programa Oportunidades. Un componente final importante, que posiblemente está vinculado con el tema de este documento, es el relativo a las transferencias dirigidas hacia las madres condicionadas a que los niños asistan a la escuela. Las becas podrían inducir a mayores inversiones en niños muy pequeños si los padres tuvieran visión de futuro y percibieran que existen complementariedades entre las inversiones en salud, nutrición y estimulación de los infantes y los niños menores de tres años, y su éxito posterior en educación.& Además, como se mencionó ya, podría haber efectos en la distribución del * Los estimados para la muestra rural de Oportunidades indican que un 10% de aumento en el ingreso se convierte en un aumento del 3 al 4.5% en la disponibilidad calórica, y que gran parte de este aumento se va a alimentos más ricos en micronutrientes.39 ‡ Rubalcava L, Teruel G, Thomas D. Women’s bargaining power and Progresa, 2002. (no publicado). § En 2005 las pláticas se sustituyeron por unos talleres de salud y nutrición más interactivos. No obstante, se usan las pláticas en este estudio porque las madres de los niños de este estudio asistieron a ellas cuando sus hijos eran menores de cinco años. # Las evaluaciones de los aspectos operacionales iniciales de Oportunidades indicaron dificultades en hacer que estos complementos estuvieran disponibles en cantidades suficientes.53,22 Behrman y Hoddinott22 estiman que aproximadamente el 64% de los infantes de 0 a 12 meses y el 61% de los niños de 12 a 24 meses recibieron los complementos alimenticios. Rivera y colaboradores21 estiman que 58% de los infantes consumieron el complemento de manera regular (por lo menos cuatro días a la semana). & Existe alguna evidencia de que los padres tienen visión de futuro: mejoró el avance en los dos primeros grados de escuela, aún cuando no se entregaron apoyos monetarios para estudiantes en estos grados.54 29 30 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 ingreso dentro del hogar para los infantes y niños menores de tres años que viven con hermanos mayores y son beneficiarios de los apoyos educativos. Objetivos del documento El objetivo general es investigar si Oportunidades ha incrementado el capital humano de los niños pobres de zonas rurales de 7 a 11 años de edad, mediante su exposición al Programa durante la ventana crítica de oportunidad para el crecimiento y el desarrollo infantil cuando tenían menos de tres años de edad. Los objetivos específicos y las principales interrogantes son: Evaluar, cuando los niños tienen alrededor de 7 a 11 años de edad, el impacto que tuvo su participación en Oportunidades en los primeros años de vida, sobre: 1) La educación medida por la tasa de progresión de grado, los grados alcanzados y las habilidades de lectura y escritura reportadas. 2) El estado nutricional (pasado y presente) con base en la estatura, puntaje Z de talla para la edad (HAZ), IMC (índice de masa corporal) y puntaje Z del IMC (ZIMC), probabilidad de sobrepeso (IMC> percentil 85) y anemia. 3) El desarrollo cognitivo, lingüístico y conductual de los niños usando indicadores para: a. Desarrollo cognitivo y lingüístico valuado por las pruebas de la Escala Wechsler de Inteligencia (WASI). b. Problemas de desarrollo conductual usando el Cuestionario de Fortalezas y Dificultades (SDQ) II. Métodos Descripción de los datos La Encuesta de Evaluación de los Hogares Rurales (Encel) 2007 tuvo dos fases: la fase 1 recolectó información socioeconómica, que se utilizó para los resultados de escolaridad; y, la fase 2, con información biológica que se utilizó para los resultados de desarrollo y nutrición infantil. Ambas fases incluyeron tanto las localidades originales de tratamiento temprano (marzo 1998, T1998) como las localidades de tratamiento tardío (noviembre 1999, T1999) que fueron parte del diseño original de evaluación con asignación aleatoria entre los dos grupos, excepto aquellas localidades con poblaciones muy pequeñas (menos de 20 hogares) que no fueron encuestadas en 2007. La Encel 2007 en su fase 2 se orientó sólo hacia hogares que fueron parte de la Encel 2003. La Encuesta de Características Socioeconómicas de los Hogares (Encaseh) proporciona los datos basales. Resultados en educación a partir de la Encel 2007, fase 1. La muestra incluye a todos los niños de la evaluación original que tenían entre 0 y 3 años de edad en el momento de la puesta en marcha del Programa en 1998 y de quienes se recabó información en la Encel 2007. Esta muestra incluye 272 localidades en tratamiento temprano (T1998) y 168 localidades en tratamiento tardío (T1999).* Para incluir a los bebés nacidos en 1998 se utilizó la primera ronda de evaluación de seguimiento de la Encel correspondiente a noviembre de ese año. Dado que el Programa apenas comenzó a principios de 1998, no es probable que la fertilidad se haya visto afectada para noviembre de ese mismo año. Grados escolares completados. No se incluyen preescolar ni jardín de niños. La escuela primaria incluye un máximo de seis grados, la escuela secundaria un máximo de tres años más y la educación media superior tres años más. * El número de localidades es menor en cada grupo que en las Encel previas (320 localidades para T1998, 186 para T1999), debido a que, por restricciones presupuestarias, la Encel 2007 no incluyó localidades con menos de 20 hogares. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Se limitaron también los grados escolares completados que los niños pudieran tener, con el fin de que los niños de seis años tuvieran cuando mucho un grado, los de siete años cuando mucho dos grados, etcétera. Progresión escolar a tiempo. Es igual a uno si la diferencia entre la edad y el logro del grado escolar alcanzado es inferior o igual a siete. La edad legal para entrar a la escuela es de seis años cumplidos antes del inicio del año escolar, de tal manera que muchos niños pueden quizás estar cerca de cumplir siete años al comenzar la escuela, aunque se les considere que están a tiempo.* Resultados nutricionales, cognitivos, lingüísticos y conductuales infantiles de la Encel 2007, fase 2. La muestra incluye a los niños nacidos entre marzo de 1997 hasta octubre de 1998 (el Programa inició en marzo de 1998 en las localidades en tratamiento incluidas en la muestra de evaluación).‡ Esta muestra incluye 234 localidades en tratamiento temprano (T1998) y 152 localidades en tratamiento tardío (T1999). La información nutricional recabada incluye peso y estatura.§ El peso y la estatura de pie de los niños se midió usando procedimientos antropométricos estándar.59 Cada medición se tomó dos veces y la media entre las dos fue la que se usó para el análisis. Se consideraron límites aceptables las diferencias de 0.5 kg en peso y de 3.0 mm en estatura entre mediciones; por encima de éstas, se tomaron mediciones por tercera vez. El peso se midió a los 20g más cercanos con una báscula electrónica (modelo 1582; Tanita Corp., Arlington Heights, IL, EUA). La estatura de pie (al milímetro más cercano) se midió usando un estadiómetro con capacidad de medir hasta 2 m y con una precisión de 1 mm (Schorr Industries, Glen Burney, MD, EUA.). Los puntajes Z de estatura para la edad (HAZ) y de los índices de masa corporal (IMC) por edad se basan en los nuevos estándares de referencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS).60,61 El desmedro se define como el puntaje Z de talla para la edad (HAZ, por sus siglas en inglés) más de dos desviaciones estándar por debajo de la mediana de referencia. El sobrepeso se define como el puntaje Z del IMC (ZIMC, por sus siglas en inglés) entre los percentiles 85 y 95 de la referencia de la OMS60,61 y la obesidad como mayor al percentil 95 de la referencia. El desarrollo cognitivo y lingüístico se evaluó usando la versión abreviada (WASI) de la Escala Wechsler de Inteligencia para Niños, tercera edición (WISC-III), que mide dos tipos de inteligencia: verbal y de desempeño. Los elementos de la prueba incluyen evaluación del vocabulario, diseño matricial, completar figuras y memoria de trabajo (por ejemplo, recordar cadenas de números). La WISC ha sido ampliamente usada para niños de 6 a 16 años de edad. La ventaja de utilizar esta prueba es que la muestra normativa para la WISC es grande (N=2 200) y representativa de los datos del censo de 1988 en los Estados Unidos. Además la prueba está disponible en español. Una desventaja es que está diseñado para medir el coeficiente intelectual (CI) que, en una población bien nutrida, se supone que será más estable con el tiempo que las mediciones de rendimiento.# * Las variables que no pudieron considerarse incluyen 1) la edad al comenzar la escuela primaria; 2) si alguna vez asistió al jardín de niños; y 3) la edad en la que asistió al jardín de niños. Un desafortunado patrón de omisión en la Encel 2007 llevó a los entrevistadores a omitir varias preguntas incluyendo estas tres, para niños que acuden a la escuela en la actualidad. ‡ La muestra objetivo de la Encel 2007, fase 2 incluyó a 2 988 niños, pero 96 nunca se incorporaron al programa, 385 estaban en localidades a donde no pudieron llegar los encuestadores que hacían el seguimiento y 532 no pudieron ser localizados aunque se visitó sus localidades. Eso deja a 1 975 niños de los que se tiene alguna información. Descartando las observaciones de quienes falta información de la variable dependiente, la muestra final cuenta con 1 885-7 para indicadores nutricionales y 1 514 para resultados en desarrollo cognitivo, lingüístico y conductual. § También se recogió la concentración de hemoglobina. Sin embargo, la anemia no se incluyó en este documento como un indicador de los efectos de la nutrición en los primeros años de vida de niños aproximadamente una década después usando la muestra de la Encel 2007 fase 2, porque otra evidencia sugiere que la medición de la hemoglobina está dominada por consumos mucho más recientes de hierro y otras condiciones.55,56 Estimaciones hechas con estos datos (no presentadas) confirman la falta de evidencia de un impacto significativo sobre la anemia. No obstante, claro está, la anemia en los niños estudiados sí es de interés. Por esa razón, la concentración de hemoglobina se examinó en la sangre capilar usando un fotómetro portátil (Hemocue Inc., Mission Viejo, CA, EUA). Las concentraciones de hemoglobina más allá del rango aceptable para niños de 8 a 10 años de edad (4.0 a 18.5 g/dl) se consideraron improbables y se descartaron. Dado que la altura por encima del nivel del mar se asocia con concentraciones más altas de hemoglobina en la población, la hemoglobina se ajustó al nivel del mar equivalente para todos los niños que viven en altitudes mayores a 1 000 m sobre el nivel del mar.57 La altitud de cada comunidad se obtuvo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. La anemia se definió como la concentración de hemoglobina ajustada a la altura por debajo de los puntos de corte recomendados por la OMS58 en niños de 5 a 11 años de edad (11.5 g/dl).55-58 # Pero en poblaciones de alguna manera comparables con el México rural, pruebas similares de habilidades [esto es, la Prueba de Raven62] se ven afectadas de manera significativa por la nutrición en los primeros años de vida [Behrman JR, Hoddinott J, Maluccio JA, Soler E, Behrman EL, Martorell R, et al. What determines adult skills? Impacts of pre-school, school years and post-school experiences in Guatemala. Philadelphia, PA. University of Pennsylvania, 2008 (mimeo)]. 31 32 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Los problemas de desarrollo conductual se evaluaron usando una versión adaptada del Cuestionario de Fortalezas y Dificultades (SDQ)* administrado mediante entrevistas personales con las madres, a quienes se les pidió informar del comportamiento de sus hijos. Puesto que el SDQ no se ha validado previamente con niños de bajos ingresos en el México rural, la medición se adaptó para reflejar elementos que se consideraron más apropiados para esta población. Resultados infantiles a partir de la Encuesta Nacional sobre Niveles de Vida de los Hogares 2002 y 2005 (Ennvih63): La Ennvih es un panel para diversos propósitos, multitemático, de representatividad nacional de hogares e individuos. La primera ronda (2002) incluyó más de 8 400 hogares en 150 localidades. Se entrevistó a todos los individuos mayores de 15 años y se recabó la información detallada de una amplia variedad de conductas sociales, económicas, demográficas y de salud de los individuos y sus familias. Se aplicó a todos los niños menores de 15 años un módulo sobre resultados educativos y también se aplicaron pruebas de habilidades cognitivas (las matrices progresivas de Raven y colaboradores62) a niños y adultos. Se obtuvieron mediciones antropométricas y muestras de sangre capilar para la medición de la concentración de hemoglobina de todos los individuos en el hogar. Los niños se clasifican con sobrepeso si su IMC está sobre el percentil 85 con respecto a las tablas de crecimiento por edad de la OMS. Se considera que un niño sufre anemia si su concentración de hemoglobina está por debajo de 11 g/dl para niños menores de cinco años y por debajo de 12g/dl para niños de 6 a 11 años.‡ La segunda ronda, la Ennvih-2, se llevó a cabo en 2005 con un contenido similar en la encuesta. Se hicieron grandes esfuerzos para rastrear a todos los individuos y los hogares, incluyendo aquellos que se mudaron. Las tasas de entrevistas de seguimiento fueron de aproximadamente 90%, una tasa de desmedro muy baja para una encuesta longitudinal con un lapso de tres años entre rondas. En este documento se consideraron datos de la Ennvih sólo para las zonas rurales. En la muestra rural de la Ennvih, aproximadamente 35% de los hogares se identificaron como beneficiarios de Oportunidades en la información administrativa del Programa. Se dividieron los hogares rurales de la Ennvih en tres grupos: 1) aquellos que comenzaron a recibir beneficios en 1997 o 1998; 2) aquellos que comenzaron a recibir beneficios en 2001 o después; y, 3) aquellos hogares que nunca habían recibido beneficios por parte de la Ennvih-2. Se excluyó de la muestra aquellos hogares que comenzaron a recibir beneficios en 1999 o 2000, lo que representa muy pocos hogares, ya que la incorporación al Programa se detuvo en el año previo a la elección presidencial de 2000. En el análisis empírico usando la Ennvih se aplicaron dos comparaciones: (I) entre el grupo beneficiario de 19971998 (1) contra aquellos que se convirtieron en beneficiarios en 2001 o más tarde en el grupo (2); y, (II) entre el grupo beneficiario de 1997-1998 (1) contra los del grupo (3) que nunca recibieron beneficios. Se anticipó que la comparación de los grupos beneficiados inicialmente contra los grupos beneficiados más tarde (grupo 1 contra grupo 2) es mejor ya que los hogares en los dos grupos llenan los requisitos de elegibilidad del Programa, lo que no es el caso para los hogares que no habían recibido beneficios para 2005. Enfoques metodológicos con ventajas y desventajas El objetivo principal es estimar los impactos en los resultados de niños pequeños en edad escolar al haber sido expuestos a Oportunidades cuando eran infantes o preescolares. La interrogante metodológica básica es cómo comparar niños que recibieron tratamiento (por ejemplo, que estuvieron expuestos a Oportunidades cuando tenían menos de tres años) con esos mismos niños a las mismas edades si no hubieran recibido tratamiento. Puesto que no es posible observar niños con y sin tratamiento al mismo tiempo, se utiliza la recolección de datos y procedimientos estadísticos para hacer comparaciones. * El SDQ está disponible en: www.sdqinfo.com ‡ No se han podido ajustar estos datos por altitud (a diferencia de los datos de la Encel). Si existiera una relación sistemática entre la altitud y los tres grupos que se utilizan para las comparaciones de la Ennvih, esto podría confundir las estimaciones. Por esta razón no se hacen estimaciones sobre el impacto en la anemia. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Comparaciones basadas en datos experimentales. El estándar de oro generalmente aceptado para tales comparaciones son los estudios experimentales controlados con asignación doble ciego entre intervención y control de manera aleatoria con el fin de que los receptores y otros participantes no sepan si han recibido tratamiento o placebos y en las que a ambos grupos se le da seguimiento por suficiente tiempo, para observar impactos de interés. Una fortaleza considerable de la estrategia de evaluación original en zonas rurales de Oportunidades fue el diseño experimental con asignación aleatoria al tratamiento temprano en 1998 para 326 localidades rurales con población de menos de 2 500 habitantes cada una y al tratamiento tardío (aproximadamente 20 meses más tarde) en 180 localidades rurales, ambos grupos con población de menos de 2 500 habitantes. Ésa es una fortaleza considerable porque tales comparaciones pueden dar la estimación deseada del impacto del tratamiento si el diseño experimental básicamente se mantuvo durante el período pertinente. Behrman y Todd* examinaron la aleatoriedad inicial para la muestra socioeconómica (fase 1) en términos de un gran número de características observadas en la línea basal, e informaron que la muestra estaba balanceada en la mayoría de los indicadores.‡ No obstante, aun los experimentos sociales mejor diseñados y ejecutados tienen limitaciones. Primero, tener experimentos doble ciego para política social es muy difícil y no ocurrió para Oportunidades. No están claras las implicaciones de esto para los impactos estimados, porque los encargados de la implementación del Programa en las localidades de tratamiento temprano podrían tener una dedicación inusual pues saben que es un programa nuevo; lo que podría sesgar positivamente los impactos estimados del Programa. Además, a pesar de no existir un anuncio formal, aquellos en las que inicialmente no estaban cubiertas por Oportunidades pueden anticipar que lo recibirán más tarde y ajustar sus conductas antes de recibir el tratamiento, de manera que se reducirían los impactos estimados del Programa. En segundo lugar, a menudo es difícil mantener diseños experimentales iniciales durante lapsos muy largos. Para Oportunidades, como se mencionó, la exposición diferencial entre el tratamiento temprano y el tardío fue de aproximadamente 20 meses. Estudios previos de programas de DPI en Bolivia y Filipinas sugieren que los impactos aumentan según la duración de exposición al programa, pero aún podrían aumentar si ésta se extiende más allá de los 20 meses.64,65 Si existen relaciones dosis-respuesta similares para los niños de interés en el presente estudio, las estimaciones basadas en comparaciones experimentales por 20 meses, subestiman los impactos de Oportunidades. En tercer lugar, en muchos experimentos con fines de evaluación de políticas sociales podría resultar problemático identificar los impactos del Programa para aquellos que realmente son beneficiarios (“los que están en tratamiento”) de aquellos que son elegibles para beneficiarse (“los que se intenta tratar”) debido a la participación selectiva en programas por parte de los elegibles. Sin embargo, en razón de la participación casi universal en las localidades rurales pequeñas en las que comenzó el Programa, no parece ser empíricamente importante§ la distinción entre las estimaciones de “los que se intenta tratar” y “los que están en tratamiento” en las evaluaciones del impacto sobre dichas localidades. En cuarto lugar, los experimentos sólo pueden evaluar los impactos del programa en particular que se está estimando, y no variaciones contrafactuales del mismo. Bajo los supuestos necesarios para desarrollar y estimar modelos estructurales de comportamientos, este tipo de modelos se pueden utilizar para evaluar programas y políticas contrafactuales. Probablemente el ejemplo más importante del desarrollo de un modelo estructural utilizado para explorar las políticas sociales contrafactuales en el contexto de un país en desarrollo, es el estudio de Oportunidades de Todd y Wolpin# en el que estos autores consideran, por ejemplo, diferentes estructuras de transferencias monetarias condicionadas. *Behrman JR, Todd PE. Randomness in the experimental samples of PROGRESA/Education, Health and Nutrition Program). Philadelphia, PA. Univeristy of Pennsylvania. Research Report for IFRI, 1999 (mimeo). ‡ Dichas pruebas se pueden aplicar sólo a las variables observables. De manera que si bien son sugestivas con relación al éxito de la aleatorización de la muestra; en este caso lo son de manera particular porque abarcan muchas variables observables, pero no son definitivas en relación a las no observables. El estudio de Behrman y Todd (ver nota anterior) tampoco examinó el subconjunto de la muestra global de evaluación global que se usó para la muestra biomédica (fase 2). § Las tasas de participación urbana entre los hogares elegibles han sido mucho más bajas, aproximadamente la mitad.66 Por consiguiente, para el análisis del impacto en las áreas urbanas, la distinción entre las estimaciones de “los que se intenta tratar” y “los que están en tratamiento” es importante y para obtener esta última, se debe considerar lo que determine la participación en el Programa. # Todd P, Wolpin K. Using a social experiment to validate a dynamic behavioral model of child schooling and fertility: Assessing the impact of a school subsidy program in Mexico. Documento de trabajo. Universidad de Pennsylvania. 33 34 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Comparaciones basadas en estudios observacionales. Una ventaja de estos datos es que pueden estar disponibles por otras razones o como parte de bases de datos de estudios de ciencias sociales/biomédicas en general. La desventaja más importante, en comparación con los datos experimentales, es que es necesario controlar por la selección para participar en el Programa y recurrir al uso de métodos que generalmente requieren supuestos más fuertes que con los datos experimentales. Lo anterior para tratar de asegurar que las estimaciones de los efectos del programa no estén sesgados por factores correlacionados (que pueden ser no observables) que causen la participación en el programa y afecten los resultados de interés. Consideraciones sobre las comparaciones basadas en datos tanto experimentales como no experimentales. Existen varios problemas potenciales que son comunes a ambos tipos de datos. Primero, es probable que existan aspectos del período de puesta en marcha del programa que lo distinguen de la operación posterior, por ejemplo, el aprendizaje sobre la marcha tanto de aquellos que dirigen los programas como de aquellos a quienes afectan.67,68 Si los administradores del programa hicieran ajustes iniciales y sobre la marcha, por ejemplo, aquellos que reciben tratamiento tardío podrían recibir mejor tratamiento que quienes lo reciben al inicio. En el año inicial de Oportunidades, por poner un ejemplo concreto, el suministro de los complementos alimenticios para los infantes y los niños no era adecuado para cubrir a todos los beneficiarios elegibles en la muestra de evaluación. Si esos problemas de suministro inicial se corrigieron al momento en que el grupo de tratamiento tardío se incorporó al Programa,* entonces, comparar los beneficiarios de la muestra temprana respecto a los de la muestra tardía podría restar importancia a los impactos. Segundo, es posible que la pérdida selectiva de muestra en el seguimiento pudiera causar sesgos, en particular si los temas bajo investigación se relacionan con los efectos del Programa después de cierto número de años, como en el presente estudio. Tercero, y en un sentido un poco diferente, el Programa Oportunidades se constituye por un paquete de características que podría afectar los resultados infantiles que interesan en este documento, pero –sin supuestos adicionales que podrían ser bastante fuertes– no es posible identificar con confianza qué características son las responsables de los efectos observados (por ejemplo, los complementos alimenticios vs. la información obtenida en las pláticas vs. las transferencias en efectivo). Cuarto, y también en un sentido un poco diferente, está el problema de la validez externa: esto es, si las estimaciones se pueden generalizar a otros contextos. Las estimaciones de ambos tipos de datos dependen de los contextos de mercado, sociales, políticos y ambientales en los cuales se aplicó el programa y no se habrían obtenido con el mismo programa en contextos diferentes. En contraste, dichos modelos pueden utilizarse para evaluar políticas de manera contrafactual en distintos contextos de mercado y de políticas, bajo una serie de supuestos que necesitan desarrollarse y con la estimación de modelos estructurales como los discutidos anteriormente. Modelos y técnicas utilizadas Las relaciones que se estimaron son consistentes con un modelo de ciclo de vida de desarrollo infantil. En el anexo a este documento se trata con mayor detalle este tema. Estimaciones basadas en el diseño experimental original de la Encel. La estimación primaria explota el diseño experimental original mediante estimaciones de diferencias básicas entre los niños de las edades relevantes (menos de 36 meses al iniciar el Programa en 1998, aproximadamente 8 a 10 años de edad en 2007) usando la Encel 2007 para niños en tratamiento temprano (T1998) contra las muestras en tratamiento tardío (T1999), con la diferencia de aproximadamente 20 meses en su exposición al Programa. Se estimó la siguiente regresión lineal (o logit/probit si hay una variable dependiente con valores de 0 y 1): * Desafortunadamente se careció de la información para confirmar si esto ocurrió. Sin embargo, sí se investigó si algunas de las estimaciones clave se afectarían por el uso de datos del seguimiento de octubre de 1998 acerca de qué hogares recibieron los complementos alimenticios o los datos nutricionales del INSP de 1998 acerca de qué niños los recibieron. Sin embargo, por los problemas de la fusión, en ambos casos los tamaños de las muestras están reducidos casi a la mitad. Las estimaciones no indican ninguna diferencia de importancia con aquellas presentadas en este documento. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención (1)Y = α + βT + γX + u, donde Y es un vector de los resultados infantiles observados en la Encel 2007, T es una variable dicotómica con un valor de 1 si el niño estaba en el grupo de tratamiento temprano cuando tenía menos de tres años y un valor de cero si el niño estaba en el grupo de tratamiento tardío, X es un vector de los controles de línea base para aumentar la precisión de las estimaciones,* y u es un término de perturbación estocástica d para capturar eventos aleatorios tales como las condiciones ambientales o políticas que afectan los resultados en los niños, con posibles correlaciones entre las localidades (es decir, efectos aleatorios a nivel de localidad). Posible sesgo por pérdidas en la muestra durante el seguimiento. Si la pérdida de muestra entre la aleatorización inicial y la Encel 2007 estuviese relacionada de forma sistemática con que el tratamiento fue temprano o tardío, se podría sesgar la estimación de los impactos del Programa. Por lo tanto, primero se probó si las muestras de la Encel 2007 (fase 1 y fase 2) estaban balanceadas en el sentido de que las características basales observadas no diferían de manera significativa entre los niños expuestos a tratamiento temprano contra aquellos expuestos a tratamiento tardío. Si una muestra no estaba balanceada, se utilizó el pareamiento por puntaje de propensión en el que se estructuraron pares entre los grupos de tratamiento y control, lo que es válido dado el supuesto de independencia condicional de que la variable dependiente es independiente de la participación en el Programa, condicional en X (todas las variables observables del lado derecho en la relación 1, a excepción de la participación en Oportunidades).‡ Estimaciones basadas en la Ennvih. La Ennvih no tiene asignación inicial aleatoria de exposición a Oportunidades. Por consiguiente, aun en ausencia de pérdidas de muestra, es probable que incluso los mejores estimados no sean diferencias simples en la ecuación (1) entre quienes estuvieron expuestos a Oportunidades más temprano contra aquellos expuestos más tarde (o no lo habían estado sino hasta 2005). Es muy posible que existan correlaciones entre las variables no observables del lado derecho en la ecuación (1) y la exposición a Oportunidades. Esto podría ocurrir, por ejemplo, si el lanzamiento global del Programa abarcó primero a las localidades más pobres y luego se extendió a las menos pobres, como se sugiere por las diferencias significativas en los logros educativos de los padres y en la porción de población indígena entre los tres grupos de la Ennvih. Por consiguiente, se empleó el pareamiento por puntaje de propensión (PSM, por sus siglas en inglés) para controlar por las diferencias potenciales entre los grupos de la Ennvih. Como se indicó anteriormente, este método es válido si el supuesto de independencia condicional persiste; es decir, si Y es independiente de la participación en el Programa, condicional en X. Bajo este supuesto, nuevamente, condicional en X, no existirían diferencias importantes entre los grupos en tratamiento y de control en ausencia del Programa. Este supuesto se sostiene si todas las variables no observadas en el lado derecho de la ecuación (1), o no estén correlacionadas con la colocación del Programa o están perfectamente correlacionadas con las variables observadas en X. Una cuestión empírica adicional se plantea con la Ennvih porque no cuenta con información basal previa a la implantación del Programa. Por lo tanto, para el pareamiento por puntaje de propensión se emplearon sólo las variables de 2002 que tienen pocas probabilidades de haber sido alteradas por el Programa (por ejemplo, la * Estos controles provienen de los datos de la línea de base para estar seguros de que no serían afectados por el Programa. ‡ También se aplicó un método de ponderación que es similar al enfoque de pareamiento en observables. Utilizando el teorema de reducción de dimensionalidad de Rosenbaum y Rubin69 se implementó el estimador de reponderación usando como ponderación el cociente de las densidades univariadas del índice de propensión a la pérdida de muestra. Mediante este procedimiento, cada individuo observado posteriormente al inicio del Programa recibe una ponderación igual al cociente de la densidad de su probabilidad de pérdida de muestra con respecto a la distribución posterior al inicio del programa, dividida entre la densidad estimada con respecto a la distribución previa al Programa (previa a la pérdida de muestra). En efecto, este procedimiento pondera nuevamente las observaciones posteriores al inicio del Programa para tener la misma distribución de X (las variables independientes) como estaban antes de la pérdida de muestra. El supuesto clave que justifica la aplicación de este procedimiento es que dicha pérdida es aleatoria condicional en X, dentro de cada uno de los grupos.25 Mediante este procedimiento no se obtienen estimados sustancialmente diferentes de aquellos obtenidos por el método de pareamiento por puntaje de propensión descrito en el documento. Por ello, en este documento sólo se presentan las estimaciones obtenidas mediante dicho método. 35 36 Cuadro 4 Características descriptivas para resultados escolares de la Encel 2007, fase 1 (encuesta socioeconómica): niños de 0 a 3 años de edad en hogares elegibles para el Programa en 1998 Cuadro 5 Variables descriptivas para niños de 0 a 3 años en 1998, por estatus de tratamiento: Ennvih Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Tratamiento temprano (T1998) Media DE Grados escolares 4.0 Asistencia escolar 0.97 Capaz de leer y escribir Tratamiento tardío (T1999) Estadística T para diferencia significativa Media DE 1.44 4.0 1.38 0.41 0.16 0.97 0.16 0.09 0.93 0.25 0.94 0.24 1.04 Piso de tierra 0.72 0.45 0.74 0.44 3.06 Número de habitaciones 1.8 5.2 1.8 5.5 0.34 Agua 0.33 0.47 0.26 0.44 5.61 Electricidad 0.64 0.48 0.66 0.47 3.48 Logro escolar del padre (grados) 3.6 2.2 3.4 2.1 2.66 Logro escolar de la madre (grados) 3.1 2.3 3.1 2.2 0.56 El padre habla sólo lengua indígena 0.28 0.45 0.27 0.44 0.54 La madre habla sólo lengua indígena 0.29 0.45 0.28 0.45 1.3 Padre bilingüe 0.26 0.44 0.25 0.44 0.13 Madre bilingüe 0.24 0.43 0.21 0.40 3.62 Edad del padre 37 8.7 37 8.8 0.48 Edad de la madre 33 8.4 33 8.8 0.5 Indicadores educativos en 2007 Características previas al Programa en 1997 Tratamiento 1998 Tratamiento 2001 Media DE Media Escolarización (grados) 2.8 1.3 Progresión a tiempo 0.76 Capacidad cognitiva (según Raven) 10.8 Estatura (m) Sin beneficios en 2005 Estadísicas T: T1998 vs. T2001 Estadísticas T: T1998 vs. sin beneficios en 2005 DE Media DE 2.6 1.3 2.6 1.2 -2.10 -2.14 0.43 0.79 0.41 0.78 0.41 1.02 0.84 3.7 10.9 3.3 11.7 3.4 0.42 3.47 1.30 0.11 1.28 0.10 1.31 0.09 1.00 1.87 IMC 17.1 3.2 17.4 3.4 18.0 3.6 0.97 3.76 Proporción con sobrepeso 0.15 0.36 0.16 0.37 0.19 0.39 0.35 1.42 Proporción con anemia 0.10 0.30 0.16 0.37 0.15 0.36 2.23 2005 2002 1.95 Inscritos actualmente 0.82 0.38 0.86 0.35 0.87 0.34 1.13 1.60 Capacidad cognitiva (según Raven) 8.6 3.6 8.0 3.5 9.0 3.7 -1.80 1.36 Estatura (m) 1.10 0.09 1.09 0.09 1.12 0.09 -0.78 3.15 IMC 16.0 1.8 15.9 1.7 16.0 1.7 -1.16 0.12 Proporción con sobrepeso 0.16 0.37 0.11 0.31 0.17 0.38 -1.75 0.28 Proporción con anemia 0.18 0.38 0.17 0.38 0.18 0.38 -0.21 0.07 Madre 4.5 3.3 5.3 3.4 6.3 3.7 3.05 7.14 Padre 4.5 3.5 5.8 3.7 6.6 4.2 4.20 7.16 Madre 3.7 2.6 3.4 3.2 3.9 3.2 -1.58 1.25 Padre 3.5 3.2 2.8 3.4 3.1 3.5 -3.16 -2.02 Madre 0.32 0.47 0.17 0.38 0.14 0.35 -4.16 -6.01 Padre 0.31 0.46 0.19 0.40 0.11 0.32 -3.45 -7.34 Peso al nacer (g) 3219 20 3245 20 3269 19 0.90 1.76 Madre 33.5 6.6 31.6 6.3 32.1 6.0 -1.02 -3.52 Padre 37.6 8.3 36.2 7.5 36.3 6.7 -2.58 -2.81 Variables de control 2002 Escolarización (grados) Capacidad cognitiva (según Raven) Indígenas Edad (a) 37 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención edad de los padres y sus logros educativos). La combinación de la falta de asignación aleatoria a la exposición del Programa y el número limitado de características previas al Programa para las estimaciones del PSM llevan a preferir de antemano las estimaciones de la Encel, a pesar de la relativamente gran pérdida de observaciones en su seguimiento. III. Impactos estimados Educación El resumen de las estadísticas descriptivas de las variables de control en la línea basal (panel inferior de los cuadros 4 y 5) indica algunas diferencias significativas entre los grupos de comparación para la muestra socioeconómica de la fase 1 de la Encel 2007 utilizada para el análisis de la educación y para la Ennvih. Por ejemplo, los hogares de la Ennvih que recibieron beneficios más tarde aparentemente tienden a ser de una condición socioeconómica más alta con niveles significativamente más altos de logros educativos de padres y madres y es menos probable que sean indígenas. Estas diferencias podrían llevar a que las estimaciones de diferencias simples subestimen los impactos del Programa si nuestras limitadas variables de control no controlan adecuadamente por las diferencias existentes entre los grupos que se comparan. Para la muestra de la fase 1 de la Encel 2007 hubo también una pérdida de la muestra de más de 25% para niños y niñas que tenían de 0 a 3 años de edad en 1998, lo que es mayor para el grupo en tratamiento temprano por aproximadamente 4 puntos porcentuales (cuadros 6 y 7). Dado que los grupos de comparación no están balanceados ya sea para los datos de la fase 1 de la Encel 2007 o los de la Ennvih y que existe evidencia de una pérdida muestral selectiva por la condición del tratamiento en la primera, se utilizaron estimaciones de pareamiento para asegurar mejores comparaciones en las características basales observadas.* Hogares elegibles para el Programa Total de niños y niñas Con desmedro Tratamiento Control En la muestra de 2007 Total Niños Con desmedro En la muestra de 2007 Niñas Total Con desmedro En la muestra de 2007 Total 1,328 3,578 4,906 650 1,755 2,405 678 1,823 2,501 27.1% 72.9% 100% 27.0% 73.0% 100% 27.1% 72.9 100% 710 2,201 2,911 345 1,112 1,457 365 1,089 1,454 24.4% 75.6% 100% 23.7% 76.3% 100% 25.1% 74.9 100% Edad (años) en 1998 * <1 1 2 3 Tratamiento (porcentaje) 23.7 22.4 33.7 28.8 Control (porcentaje) 17.4 18.8 29 28.3 Estadística T en diferencias del grupo 2.59 1.92 2.22 0.4 Behrman, Parker y Todd70,71 notifican que sus estimados de pareamiento son robustos para cambiar el número de pares o de criterios de pareamiento. Se han explorado para este estudio diferentes números de pares y encontramos que los estimados se han visto un poco afectados, probablemente a causa de los tamaños de muestra relativamente pequeños, en particular para la Ennvih, una vez que se exigieron pares exactos en edad y tal vez en sexo. Cuadro 6 Pérdida de muestra por grupo de tratamiento en los datos de la Encel 2007, fase 1, niños de 0 a 3 años de edad en 1998, por género (N, %) Cuadro 7 Pérdida de muestra por edad en los hogares elegibles para el Programa de la Encel 2007, fase 1 38 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Resultados de la Encel 2007. Las estadísticas descriptivas de los resultados en educación infantil que investigamos no sugieren de manera general diferencias significativas entre los grupos de tratamiento temprano y tardío para la Encel 2007 (panel superior del cuadro 4). En el cuadro 8 se proporcionan los estimados por pareamiento en los que están combinados todos los niños de 0 a 36 meses al inicio del Programa en 1998. En ninguno de los tres resultados en el área educativa los estimadores muestran impactos positivos o significativos en niños de 0 a 36 meses de edad al inicio de Oportunidades por recibir los beneficios hasta 20 meses más temprano. La parte inferior del cuadro 8 proporciona estimados para aquellos nacidos con bajo peso (<2.5kg) y para infantes que tenían menos de un año a principios de noviembre de 1998 (ocho meses después del inicio del Programa). Sería más probable que los niños nacidos con bajo peso fueran receptivos a varios aspectos del Programa que se describen en otra sección del documento, pero quizá en particular a los complementos alimenticios, por su mayor vulnerabilidad que aquellos nacidos con peso normal. Aquellos que tenían menos de un año de edad a principios de noviembre de 1998 (ocho meses después de iniciado Oportunidades) eran más susceptibles a ser expuestos al Programa de manera diferencial por el tratamiento contra el grupo control por un periodo más largo durante la ventana crítica de 0 a 36 meses y en particular durante la parte más temprana y más crítica de ésta. Si bien los estimados para la submuestra de niños nacidos con bajo peso son todos positivos, ninguno es estadísticamente significativo. De manera similar, ninguno de los estimados para la submuestra de niños nacidos dentro del Programa muestra impactos estadísticamente significativos y positivos. En el cuadro 9 se proporcionan estimaciones relacionadas con las del cuadro 8, pero utilizando efectos aleatorios por localidad para las regresiones,* con tres especificaciones: 1) sólo el indicador de tratamiento, que distingue entre el tratamiento temprano (T1998) y el tratamiento tardío (T1999) (las regresiones “sin ajustar”); 2) las anteriores, más variables categóricas de género y edad y 3) las anteriores, más variables de características de los hogares y padres de la base de la Encaseh 1997. En ninguna de las especificaciones de este cuadro se encontraron impactos del Programa que fuesen significativos estadísticamente. Cuadro 8 Impacto de Oportunidades sobre indicadores educativos con los datos de la Encel 2007, fase 1, utilizando el método de pareamiento por puntaje de propensión del vecino más cercano y con pareamiento exacto con tres parejas en edad y sexo Todos los niños < = 36 meses al inicio del Programa en la muestra de evaluación Impacto Grados escolares concluídos -0.024 Intervalo de confianza -.073 p(z) 0.057 0.810 Progresión a tiempo -0.010 -0.034 0.137 0.401 Capaz de leer -0.0127 -0.0279 0.0025 0.101 Bebés nacidos dentro del Programa, infantes <1 en noviembre 1998 Impacto Intervalo de confianza p(z) Grados escolares concluídos 0.014 -0.112 0.141 0.826 Progresión a tiempo -0.015 -0.064 0.033 0.537 Capaz de leer -0.0035 -0.0526 0.0455 0.889 Intervalo de confianza p(z) Bebés con bajo peso al nacer, < = 36 meses de edad en 1998 Emparejamientos = 3 Impacto Grados escolares concluídos 0.183 -0.111 0.477 0.224 Progresión a tiempo 0.081 -0.039 0.201 0.189 Capaz de leer 0.009 0.889 0.109 0.844 * Estas regresiones están incluidas en respuesta a un evaluador anónimo para verificar la contundencia de los resultados sin efectos significativos encontrados en las estimaciones de emparejamiento. 39 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención (1) Sólo el indicador del tratamiento, que distingue entre el tratamiento original (T1998) y el tratamiento tardío o el grupo control original (T1999) (2) Además de (1), controles de edad y género .0107 (-.096, .117) p = 0.845 .015 (-.070, .100) p = 0.728 Grados escolares concluídos Progresión a tiempo Capaz de leer .0027 (-.0254, .0308) p = 0.850 -.0047 (-.0202, .0109) p = 0.557 .0048 (-.0231, .0327) p = 0.734 -.0048 (-.0202, .0107) p = 0.543 (3) Además de (2), 17 características de los hogares de la base de la Encaseh 1997 .011 (-.065, .088) p = 0.772 .0010 (-.0230, .0251) p = 0.933 Cuadro 9 Impacto de Oportunidades sobre indicadores educativos: estimación de los efectos aleatorios de la localidad con los datos de la Encel 2007, fase 1* -.0035 (-.0201, .0131) p = 0.681 *Se muestran los coeficientes de regresión de los efectos aleatorios de la comunidad, los intervalos de confianza de 95% en paréntesis y los valores-p. T1998 vs. sin recibir beneficios en 2005 2005 2002 2005-2002 2002 2005-2002 Intervalos de confianza Valores P Grados escolares concluídos Capacidad cognitiva (según Raven) Progresión de grado a tiempo -0.077 -0.270 0.116 0.433 -0.242 -0.898 0.413 0.469 -0.429 -0.119 0.034 0.274 Estatura (m) -0.008 -0.223 0.008 0.332 IMC -0.785 -1.410 -0.160 0.014 Proporción de sobrepeso* -0.075 -0.149 -0.002 0.043 Actualmente inscritos en la escuela Capacidad cognitiva (según Raven) Estatura (m) 0.023 -0.061 0.108 0.586 0.687 -0.070 1.440 0.075 -0.022 -0.033 -0.011 0.000 IMC 0.328 0.007 0.650 0.045 Proporción de sobrepeso Capacidad cognitiva (según Raven) Estatura (m) 0.041 -0.035 0.117 0.295 -0.376 0.600 -0.630 0.531 0.0140 0.001 0.027 0.035 IMC -1.050 -1.620 -0.487 0.000 Proporción de sobrepeso -0.116 -0.226 -0.006 0.039 T1998 vs. T2001 2005 Estimación del coeficiente Grados escolares concluídos Capacidad cognitiva (según Raven) Progresión de grado a tiempo Estimación del coeficiente Intervalos de confianza Valores P 0.014 -0.172 0.200 0.880 -0.012 -0.683 0.659 0.970 -0.024 -0.101 0.052 0.360 Estatura (m) 0.030 -0.150 0.021 0.747 IMC -0.208 -0.853 0.436 0.053 Proporción de sobrepeso -0.004 -0.073 0.065 0.903 Actualmente inscritos Capacidad cognitiva (según Raven) Estatura (m) -0.037 -0.109 0.044 0.404 0.832 0.071 1.590 0.032 -0.005 -0.186 0.008 0.430 IMC 0.307 -0.386 0.653 0.082 Proporción de sobrepeso Capacidad cognitiva (según Raven) Estatura (m) 0.085 0.009 0.162 0.028 -0.764 -1.860 0.334 0.173 0.008 -0.006 0.022 0.269 IMC -0.540 -1.110 0.343 0.065 Proporción de sobrepeso -0.102 -0.216 0.013 0.083 *Sobrepeso: >+1DE (equivalente a IMC 25 kg/m2 a los 19 años) en relación con las tablas de crecimiento de la OMS Cuadro 10 Impacto de Oportunidades sobre resultados educativos y nutricionales en zonas rurales usando las rondas de la Ennvih 2002 y 2005, niños de 0 a 3 años de edad en 1998, elemento afín con el pareamiento exacto con tres parejas 40 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Resultados de la Ennvih. Las estadísticas descriptivas para los resultados en educación infantil que se investigaron sugieren algunas diferencias significativas en la Ennvih (panel superior del cuadro 6), con mayor escolaridad para el grupo T1998 contra el grupo T2001 (t=2.10) y contra los que no habían recibido beneficios en 2005 (t=2.14). Sin embargo, estas comparaciones simples deben ser tomadas con reserva, porque no controlan de ninguna manera las decisiones que determinaron el tratamiento temprano contra el tardío (o ninguno). En los resultados de pareamiento basados en la comparación de los hogares T1998 contra los T2001 en el cuadro 10, ninguna variable educativa muestra impactos significativos, aunque en general son de los signos esperados y con magnitudes potencialmente razonables; quizá con una muestra mayor sería más probable que fueran significativos. Dadas las diferencias en las características de la línea basal mostradas en el cuadro 6, de manera adicional, creemos que es probable que estemos subestimando los impactos. El cuadro 10 también presenta estimaciones de impacto comparando el grupo T1998 contra los que nunca han recibido beneficios. De nuevo, esperamos que los estimadores de pareamiento subestimen los impactos dadas las probables grandes diferencias Cuadro 11 Comparación de tratamiento temprano contra tardío en los datos de la Encel 2007, fase 2 Niños en hogares de tratamiento temprano (N = 1188) Niños en hogares de tratamiento tardío (N = 787) Prueba de diferencia de medias Fecha de nacimiento (en número de días después del 1 de marzo, 1997) 292 (4.9) 297 (6.0) t = 0.63 Años de educación, jefe de familia 3.6 (0.1) 3.2 (0.2) t = 1.72+ Tamaño de la familia en 1997 6.3 (0.1) 6.3 (0.1) t = 0.01 Hectáreas de tierra de su propiedad en 1997 1.5 (0.1) 1.6 (0.2) t = 0.60 -0.4 (0.04) -0.4 (0.05) t = 1.04 Proporción familiar sexo masc. edad 0-5 0.10 (0.003) 0.10 (0.004) t = 0.27 Proporción familiar sexo masc. edad 6-17 0.22 (0.01) 0.21 (0.01) t = 1.31 Proporción familiar sexo masc. edad 18-49 0.15 (0.003) 0.15 (0.004) t = 0.21 Proporción familiar sexo masc. edad 50+ 0.03 (0.002) 0.03 (0.003) t = 0.21 Proporción familiar sexo fem. edad 0-5 0.10 (0.004) 0.10 (0.005) t = 0.49 Proporción familiar sexo fem. edad 6-17 0.20 (0.01) 0.21 (0.01) t = 1.51 Proporción familiar sexo fem. edad 18-49 0.17 (0.003) 0.17 (0.003) t = 0.06 Proporción familiar sexo fem. edad 50+ 0.03 (0.002) 0.03 (0.003) t = 0.69 Jefe de familia habla lengua indígena 43% 42% χ2 = 0.02 Piso de tierra en 1997 72% 74% χ2 = 0.77 Edad de los niños por debajo de la media 49% 51% χ2 = 0.02 Niñas 49% 50% χ2 = 0.32 Agua disponible en el hogar 33% 24% χ2 = 2.89+ Electricidad disponible en el hogar 62% 65% χ2 = 0.32 Familia tiene uno o más animales de carga 33% 32% χ2 = 0.0001 Familia tiene uno o más animales pequeños 79% 80% χ2 = 0.11 Índice de bienesb Se muestran las medias y los errores estándar. = significante a nivel de 10%, * = significante a nivel de 5%, y ** = significante a nivel de 1%. b El índice de bienes compuesto por la factorización de los componentes principales basados en la posesión de 12 bienes familiares en 1997. Los bienes incluyen refrigerador, licuadora, calentador de gas, calentador para el agua, radio, estéreo, televisión, videocasetera, lavadora, ventilador, coche y camioneta. a + 41 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención entre los grupos en ausencia del Programa. Ninguno de los impactos estimados es estadísticamente significativo aunque por lo general, pero no siempre, son positivos. Nutrición El cuadro 11 proporciona comparaciones basadas en los datos de la línea basal de la Encaseh 1997, para aquellos en la muestra de la Encel 2007, fase 2 que están en el grupo de tratamiento temprano, contra aquellos que están en el grupo de tratamiento tardío. Estas comparaciones indican que la muestra está balanceada, así que no se buscó controlar por las pérdidas muestrales para estos análisis. Resultados a partir de la Encel 2007. La media (DE) del puntaje Z de talla para la edad para todos los niños fue -1.15 (0.02). De los 1885 de quienes se disponía de su medición de estatura, 358 (19.0 %) sufrían de desmedro (puntaje Z de talla para la edad <-2DE). La media de la puntuación Z del IMC por edad (n=1 877) fue 0.15 (±0.02). Un total de 342 niños (18.2 %) fue clasificado con sobrepeso (percentil de IMC por edad > percentil 85) de los que 163 (8.7%) fueron obesos (percentil de IMC por edad >95º percentil).* Un total de 197 niños (10.5%) estaba anémico. Las estadísticas descriptivas para los resultados en nutrición infantil estudiados no sugieren en general diferencias significativas entre los niños expuestos a tratamiento temprano con respecto a los del grupo de tratamiento tardío (panel superior del cuadro 12). El cuadro 13 proporciona tres regresiones para los indicadores de nutrición: 1) con sólo el indicador de tratamiento, que distingue entre tratamiento temprano (T1998) y tratamiento tardío (T1999) (las regresiones “sin ajustar”); 2) las anteriores, más seis categorías de edad y género; y 3) las anteriores, más Niños en hogares de tratamiento temprano (N = 881) Niños en hogares de Prueba de diferencia tratamiento tardío de mediasb (N = 633) Desarrollo cognitivo, lingüístico y conductual Infantil Marcador verbal (WASI estandarizada) 100.0 (9.7) 98.6 (10.6) t = 4.50** Marcador de desempeño (WASI estandarizada) 99.7 (6.5) 100.2 (7.0) t = 0.83 -0.08 (0.05) 0.10 (0.06) t = -2.34** Puntos Z de estatura por edad -1.09 (0.05) -1.10 (0.06) t = 0.17 Puntos Z de IMC por edad -0.00 (0.04) 0.04 (0.05) t = -0.71 Estatura, cm 130.7 (0.32) 130.6 (0.41) t = 0.28 Concentración de hemoglobina (g/dl) (N = 1151, 727) 14.0 (1.48) 14.0 (1.49) t = 0.08 Anemia 119 (10.2%) 78 (10.7%) χ2 = 0.152 Desnutrición crónica (HAZ<2) 154 (17.5%) 112 (17.7%) χ2 = 0.007 Sobrepeso (IMC>850 percentil) 109 (12.4%) 95 (15.0%) χ2 = 1.73 Problemas de conducta (SDQ estandarizado) Estado nutricional infantil Se muestran las medias y errores estándar para las variables continuas; se muestra N y el porcentaje para variables dicotómicas. + = significativo a nivel de 10%, * = significativo a nivel de 5%, y** = significativo a nivel de 1%. b Utilización de pruebas-t agrupadas con el fin de diferenciar las medias para representar el muestreo de la comunidad. a * Existe una considerable variación en algunos de los indicadores nutricionales, de acuerdo con el estado de residencia. De forma más marcada, la prevalencia de retrasos en el crecimiento en Guerrero (aproximadamente el 43%) es casi el doble de la prevalencia que en Puebla e Hidalgo y Veracruz (aproximadamente el 20%) y casi cuatro veces la de San Luis Potosí, Querétaro y Michoacán (aproximadamente 10% ). Por el contrario, la prevalencia de sobrepeso y obesidad es la más baja en Guerrero (aproximadamente 11%), con poca diferencia entre los otros estados. La prevalencia de anemia no varía de forma notable por estado. Cuadro 12 Descripción de los resultados primarios sobre desarrollo cognitivo, lingüistico, conductual y el estado nutricional por grupo de tratamiento. Datos de la Encel 2007, fase 2 42 Cuadro 13 Impacto del Programa Oportunidades en el estado nutricional. Datos de la Encel 2007, fase 2* Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 (1) Sólo el indicador del tratamiento, que distingue entre el tratamiento original (T1998) y el tratamiento tardío o el grupo control original (T1999) (2) Además de (1), seis categorías de edad y género (3) Además de (2), 17 características de los hogares de la base de la Encaseh 1997 Estatura infantil (cm) 0.06 (-0.81, 0.93) p=0.892 -0.07 (-0.88, 0.74) p=0.870 -0.09 (-0.85, 0.68) p=0.820 Desnutrición crónica (HAZ) 0.0 (-0.06, 0.05) p=0.938 0.0 (-0.06, 0.05) p=0.929 0.0 (-0.05, 0.05) p=0.990 Puntos Z de IMC por edad -0.05 (-0.16, 0.06) p=0.379 -0.05 (-0.16, 0.06) p=0.359 -0.05 (-0.16, 0.05) p=0.338 Prevalencia de sobrepeso (Puntos Z de IMC por edad >85° percentil) -0.03 (-0.07, 0.02) p=0.222 -0.03 (-0.07, 0.01) p=0.197 -0.03 (-0.06, 0.01) p=0.197 *Se muestran los coeficientes de regresión de los efectos aleatorios de la comunidad, los intervalos de seguridad del 95 por ciento en paréntesis y los valores p. 17 características de hogares de la base de referencia de la Encaseh 1997. Dada la asignación experimental original y el balance en la muestra, el agregar variables de control en las regresiones (2)-(3) (las regresiones “ajustadas”) no debería afectar el impacto estimado de Oportunidades, pero están incluidas para incrementar la precisión. No se encontró impacto de Oportunidades en talla para la edad, puntaje Z de IMC para la edad o sobrepeso en los estimadores ajustados o sin ajustar. Los efectos estimados del tratamiento no se modifican de manera significativa por interacciones con el género de los niños, grado de pobreza del hogar o el peso del niño al nacer (resultados no presentados). También se evaluó si en los datos basales, la edad (0 a 6 meses o 7 meses o más) y la condición socioeconómica (el índice de pobreza dividido a la mediana de la muestra), modificaron el efecto del tratamiento (temprano tardío) en talla, puntaje Z de talla para la edad, peso e índice de masa corporal en 2007. El impacto del Programa Oportunidades que se detectó en el corto plazo en zonas rurales entre niños provenientes de las familias más pobres, que tenían seis meses de edad o menos al inicio,21 no se mantuvo en el largo plazo (cuadro 14). Aunque existe una tendencia no significativa hacia niños con una mayor estatura en el grupo de tratamiento tardío, esto no se mantiene cuando se toma en consideración la edad exacta del niño usando los puntajes Z de talla para la edad. Sin embargo, parece que Oportunidades ha sido un protector contra un mayor peso entre los niños de las familias más pobres que tenían de 0 a 6 meses de edad al inicio del Programa. Esta relación es también evidente para la masa corporal y el puntaje Z de IMC (no se muestran los resultados).* Estimaciones basadas en la Ennvih: Las estadísticas descriptivas simples del cuadro 6 indican que para la muestra T1998 y en comparación con aquellos que no estaban recibiendo el tratamiento para 2005, el IMC es significativamente menor (t=3.76). Pero, esta comparación simple no controla por lo que haya determinado el diferencial al momento de recibir el tratamiento. Para la comparación entre la muestra T1998 contra la que no estaba recibiendo tratamiento para 2005, las estimaciones por pareamiento que buscan controlar por el momento en que se recibió el tratamiento (cuadro 10), existe una asociación significativa entre la incorporación temprana al Programa y una mayor talla entre 2002 y 2005 (β=0.014 m, IC 95% 0.001-0.027, p=0.035). No existe, sin embargo, una diferencia significativa en talla en 2005 y sí una diferencia negativa y significativa en talla en 2002, lo que podría reflejar diferencias previas al Programa que permanecen aún varios años después. *Vale la pena observar otros dos resultados en el cuadro 14. Primero, los niños de las familias más pobres son más bajos de estatura y menos pesados que los niños de familias menos pobres. Este resultado no sorprende y es consistente con el conocimiento del dominio público de que una condición socioeconómica más baja es una de las causas de fondo más importantes de un consumo dietético deficiente e infecciones más frecuentes y severas, causas directas de un crecimiento infantil deficiente (UNICEF72). Lo que es más difícil de explicar es la segunda observación, de que los niños que tenían de 0 a 6 meses de edad en la línea basal, independientemente de que sus familias fueran más pobres o menos pobres, eran aproximadamente de 4 a 5 cm más altos y de 2 a 3 kg más pesados que los niños que tenían 7 o más meses de edad en la línea basal. 43 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Más pobres‡ Menos pobres Edad al inicio 0-6 m Edad al inicio +7 m Edad al inicio 0-6 m Edad al inicio +7 m Tratamiento temprano 147 184 140 210 Tratamiento tardío 100 124 90 123 Tratamiento temprano 131.7 (0.74) 127.9 (0.47) 133.5 (0.70) 128.7 (0.39) Tratamiento tardío 133.2 (0.92) 127.5 (0.54) 133.4 (0.70) 128.0 (0.62) Tratamiento temprano -1.22 (0.08) -1.29 (0.07) -1.07 (0.07) -1.13 (0.07) Tratamiento tardío -1.20 (0.09) -1.27 (0.08) -1.04 (0.08) -1.11 (0.08) Tratamiento temprano 29.4 (0.49) 27.2 (0.38) 30.6 (0.55) 27.9 (0.33) Tratamiento tardío 31.2 (0.75) 27.1 (0.51) 30.9 (0.68) 28.2 (0.59) Tratamiento temprano 16.8 (0.16) 16.6 (0.16) 17.1 (0.17) 16.8 (0.16) Tratamiento tardío 17.5 (0.27) 16.5 (0.22) 17.2 (0.27) 17.0 (0.25) Tamaño de la muestra (n) ESTATURA§ (CM) Puntos Z de estatura por edad£ Peso** (kg) Cuadro 14 Estatura, peso e IMC infantil en los datos de la Encel 2007, fase 2, por grupo de edad y estatus socioeconómico en 1997 para niños en los grupos intervención* temprana (T1998) y tardía (T1999) de Oportunidades Índice de masa corporal‡‡ *El análisis incluye sólo niños o familias elegibles para Oportunidades en 1997. Los datos son la media ajustada (error estándar). ‡ El estatus socioeconómico definido como todas las familias elegibles por debajo (más pobres) o por encima (menos pobres) de la media de la muestra, utilizando el marcador de pobreza calculado por Oportunidades basado en datos de 1997. § La estatura es significativamente más baja en los niños que tenían +7 meses de edad al inicio, independientemente del grupo socioeconómico o de tratamiento (p<0.01). No existe una tendencia significativa (0.05<p<0.10) hacia una estatura más corta en los del grupo más pobre comparado con los menos pobres, independientemente del grupo de tratamiento. No hubo efecto significativo del tratamiento en ninguno de los subgrupos de edad o socioeconómicos. £ La puntuación Z de estatura por edad (estatura individual, cm - referencia media)/desviación estándar de referencia), calculada utilizando la nueva referencia de crecimiento de la OMS.60 La puntuación Z de estatura por edad es significativamente (p<0.05) más baja entre los más pobres, sin importar la edad y el grupo de tratamiento. **El peso es significativamente más bajo en los niños que tenían +7 meses de edad al momento del inicio, independientemente del grupo socioeconómico o de tratamiento (p<0.01). Un peso significativamente más bajo (p=0.09 por interacción) en el grupo de tratamiento temprano entre los niños más pobres que tenían de 0 a 6 meses de edad al momento del inicio. ‡‡ Peso (kg)/estatura (m2). El índice de masa corporal es significativamente más bajo (p=0.10 de interacción) entre los niños del grupo de intervención temprana, provenientes de las familias más pobres y tenían de 0 a 6 meses de edad al momento del inicio. (1) Sólo el indicador del tratamiento, que distingue entre el tratamiento original (T1998) y el tratamiento tardío o el grupo control original (T1999) (2) además de (1), seis categorías de edad y género (3) Además de (2), 17 características de los hogares de la base de la Encaseh 1997 Desarrollo lingüístico (subescala WASI promediada) 2.3 (0.04, 4.57) p=0.046 2.3 (0.01, 4.52) p=0.040 2.3 (0.13, 4.56) p=0.038 Desarrollo cognitivo (subescala WASI de desempeño promediada) -0.9 (-2.88, 1.06) p=0.37 -0.89 (-2.85, 1.07) p=0.38 -0.92 (-2.87, 1.03) p=0.36 -0.15 (-0.29, -0.01) p=0.04 -0.15 (-0.28, -0.01) p=0.04 -0.16 (-0.30, -0.02) p=0.03 Desarrollo conductual(Cuestionario de fortalezas y dificultades, SDQ) *Se muestran los coeficientes de regresión de los efectos aleatorios de la comunidad, los intervalos de seguridad de 95% en paréntesis y los valores p. Existe un impacto significativo del Programa en la reducción de la anemia (β =-0.129 g/dL, IC 95% 0.2360.022, p=0.018) en la muestra T1998 frente a la muestra T2001. En ambas comparaciones (muestra T1998 contra la muestra T2001 y la muestra T1998 contra la que no estaba recibiendo los beneficios del programa para 2005) el programa muestra algunas asociaciones significativas y la reducción de la obesidad y el sobrepeso proporcional en 2005 y la reducción de la obesidad y el sobrepeso proporcional entre 2002 y 2005, los últimos consistentes con los impactos positivos del Programa en los cambios de estatura. Cuadro 15 Impacto del Programa Oportunidades en el desarrollo cognitivo, lingüístico y conductual. Datos de la Encel 2007, fase 2* 44 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Desarrollo cognitivo, lingüístico y conductual Resultados a partir de la Encel 2007. Las medias para los resultados básicos se presentan por grupo de tratamiento en el cuadro 12. Las dos pruebas que muestran diferencias significativas entre niños en hogares de tratamiento original y aquellos en hogares originales de control, fueron las medidas de problemas conductuales infantiles y de desempeño verbal y lingüístico infantil: en el seguimiento de 2007 los niños del grupo de tratamiento temprano tuvieron puntajes significativamente mejores en la escala de conducta (es decir, un número más bajo de problemas de conducta) y mejores puntajes en la subescala de lenguaje de la WASI. El cuadro 15 muestra tres regresiones para los indicadores de desarrollo cognitivo, lingüístico y conductual que son paralelos a los del cuadro 13 para indicadores nutricionales. Los impactos en las capacidades lingüísticas (β=2.3, IC 95% 0.01-4.52, p=0.04) y en los problemas de conducta (β=-0.15, IC 95% 0.28 -0.01, p=0.04) fueron significativos con la inclusión de variables indicadoras de edad y sexo, así como la inclusión de 17 covariantes a nivel de los hogares y que fueron obtenidas a partir de la Encaseh 1997. El impacto es moderadamente sustancial: de 0.10 a 0.15 DE. Los efectos estimados del tratamiento no se modificaron de manera significativa con el género de los niños, grado de pobreza de los hogares o el peso de los niños al nacer (resultados no presentados). Resultados de la Ennvih. Las comparaciones simples entre las tres muestras en el cuadro 6 indican que el desempeño promedio en la prueba de capacidad cognitiva es significativamente más alto para aquellos que no habían recibido tratamiento para 2005 en comparación con el grupo T1998. Esto podría solamente reflejar la selección en relación a quién recibió tratamiento y quién no (como efectivamente se sugiere por las estimaciones de pareamiento presentadas más adelante). En los resultados de pareamiento que controlan la selección de características observadas que determinaron el tratamiento (cuadro 10), se encontró un impacto positivo estadísticamente significativo por pertenecer al grupo T1998 contra el grupo T2001, en capacidad cognitiva en 2002 (β=0.832, IC 95% 0.071-1.590, p=0.032). Este estimado puntual es sustancial, igual a 0.23 de desviación estándar de la muestra. Sin embargo, para 2005, los resultados ya no son significativos, lo que quizá sugiere que los impactos cognitivos podrían no ser duraderos o que participar en el Programa, incluso en una fase tardía, permite a los niños “ponerse al corriente”. IV. Discusión CONTEXTUALIZACIÓN DE los resultados dentro de la literatura previa El análisis de la Encel 2007 muestra un impacto positivo significativo de Oportunidades en los niños que tenían hasta 36 meses al inicio del Programa, después de alrededor de nueve años de exposición, considerando la muestra de incorporación temprana (T1998) Esto es especialmente cierto en la reducción de problemas conductuales y el mejoramiento en las capacidades verbales y lingüísticas en alrededor de 0.10 a 0.15 desviaciones estándar para niños nacidos dentro del Programa y que tenían hasta 20 meses cubiertos adicionales de exposición con relación al grupo de incorporación tardía. Sin embargo, no se encontró evidencia en la Encel 2007 de impactos significativos en otros indicadores de capital humano para niños en edad escolar relacionados con cognición, estado nutricional y logros educativos. Desde la perspectiva de la literatura reciente, los efectos significativos (para sorpresa y decepción de todos) son pocos. Asimismo, algunos de los efectos encontrados para esta misma muestra de evaluación, tales como aumentos de un centímetro o más en la estatura de niños en edad preescolar no se mantienen en los niños mediante un mejor estado nutricional que pudo medirse nueve años más tarde, en 2007.21,22,24 Las estimaciones basadas en la Ennvih, sin embargo, muestran ganancias en estatura de alrededor de 1.4 cm entre 2002 y 2005, comparando niños que reciben los beneficios desde 1998 contra niños que no habían recibido los beneficios para 2005. Las estimaciones de la Ennvih también indican aumentos significativos en Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención capacidades cognitivas en 2002, comparando a niños que recibieron los beneficios en 1998 con aquellos que recibieron los beneficios en 2001. Los estimados de la Ennvih para nutrición y, en menor grado, capacidad cognitiva aparentemente sí difieren de los resultados de la Encel, y quizás reflejan una mayor diferencia en tiempo de exposición al Programa de tratamiento contra los dos grupos control alternos estudiados para la Ennvih y contra los datos de la Encel. Esta combinación de alguna evidencia de efectos positivos significativos junto con menos evidencia de efectos significativos más amplios plantea algunas preguntas acerca de los mecanismos para lo primero y las implicaciones de las estimaciones para lo segundo. Aquí se discute sobre la literatura relevante y los posibles mecanismos para los efectos positivos más robustos encontrados en los datos de la Encel 2007, es decir reducción de problemas conductuales y el mejoramiento del desarrollo lingüístico. En la sección “Limitaciones del estudio” se plantea por qué podría no haberse encontrado mayor evidencia de efectos a largo plazo. Reducción de problemas conductuales. Los efectos de Oportunidades en el comportamiento de los niños pueden presentarse a través de varias rutas, incluyendo una nutrición infantil mejorada, reducción del estrés económico en la familia, mayor asistencia a la escuela o la promoción de la salud mental de los padres y de las relaciones familiares.1,21,24 Evaluaciones realizadas en Estados Unidos a través de la asignación aleatoria de familias a diferentes alternativas de reformas al sistema de bienestar encontraron que los programas que incrementaron el empleo de los padres y el ingreso estaban ligados con el mejoramiento de los logros académicos de los niños en zonas urbanas, y que el complemento del ingreso por sí solo fue efectivo para aumentar el compromiso y logros en niños en edad escolar a nivel primaria.73,74 Costello, Compton, Keeler y Agnold,75 encontraron que los niños nativos americanos en la región de Great Smoky Mountain, en los Estados Unidos, cuyas familias ascendieron por encima de la línea de pobreza debido a un incremento en su ingreso gracias a los nuevos casinos, vieron reducidos sus problemas de comportamiento relacionados con la conducta, tales como conducta agresiva y adversa, pero no la ansiedad o la depresión. En el estudio de Great Smoky Mountain no se encontraron reducciones en los problemas de conducta infantil en niños cuyas familias persistieron en la pobreza o en niños de familias no pobres cuyos ingresos aumentaron. Análisis exploratorios sugieren que el aumento de la supervisión de los padres pudo haber mediado en los efectos de los aumentos de ingreso sobre los problemas de conducta de los niños. Mejoras en las habilidades lingüísticas y verbales. Los efectos de Oportunidades en las habilidades lingüísticas y verbales son consistentes con estudios recientes que sugieren que varias partes del cerebro se ven afectadas de manera diferencial por la condición socioeconómica (CSE) baja. En otras palabras, se han identificado ciertas regiones del cerebro –incluyendo la región perisilviana, implicada en el lenguaje– como las más vulnerables al agravio de la pobreza debido al tiempo de maduración de la región particular y/o los índices de crecimiento celular. Existe también evidencia cada vez mayor de que ciertas secciones del cerebro tienen mayor vulnerabilidad a los agravios de vivir con una baja CSE, aunque el conjunto de literatura que examina este asunto es relativamente pequeño.76 Por ejemplo, un pequeño estudio de casos y controles comparó jardines de niños de CSE baja y CSE mediana, usando una medición compuesta de CSE y encontró que el grupo de la CSE más alta se desempeñó significativamente mejor que el grupo de la CSE más baja en pruebas de lenguaje (vocabulario receptivo).77 En un otro estudio pequeño de casos y controles diseñado de manera similar para niños de 10 a 13 años de edad, aquellos que estaban en el grupo de la CSE más alta se desempeñaron significativamente mejor en pruebas de lenguaje, memoria de trabajo y control cognitivo.78 Un estudio más grande y más reciente usando la CSE como una variable continua en una muestra multirracial de niños de 6 a 7 años de edad mostró que la CSE representa una mayor varianza en la composición del lenguaje que otros compuestos del sistema.79 Rutas potenciales. A pesar de las bien conocidas asociaciones entre la pobreza y todos los ámbitos del desarrollo infantil, las rutas que intervienen en estas relaciones no son muy claras. Los mecanismos más convincentes son 45 46 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 los que están directa e indirectamente influenciados por los recursos financieros y están conectados a aquellos lugares donde los niños pasan más tiempo tales como sus hogares o los centros de atención infantil.36 Existen dos modelos primarios utilizados para explicar el proceso en el que intervienen las relaciones entre reducir la pobreza de las familias y mejorar los resultados en sus niños: el modelo de inversión en capital humano y el modelo de estrés familiar. El modelo de inversión en capital humano3,36,48,80,81 sostiene que las familias empobrecidas tienen menos recursos materiales y acceso limitado a mercados de capital para financiar lo que podrían parecer inversiones con altas tasas de rendimiento, por lo que sus niños crecen con menos recursos y no pueden crecer y madurar de manera apropiada o desempeñarse tan bien en términos de desarrollo cognitivo y lingüístico.82 Las inversiones de los padres que afectan el desarrollo de sus hijos incluyen entornos familiares, disponibilidad de juguetes y libros para su estimulación y la cantidad y calidad de la comida. Un importante modelo psicológico paralelo enfatiza los recursos financieros percibidos.47 Este modelo argumenta que las medidas económicas objetivas (por ejemplo, el ingreso) afectan el bienestar psicológico de los miembros de la familia, mediante sentimientos subjetivos de tensión financiera y privación. El modelo ha recibido un amplio apoyo y ha sido aplicado a la exploración de rutas por las que la pobreza influye en el bienestar83 y rendimiento infantil.48 Los posibles usos de los recursos financieros percibidos son un puente hacia otro modelo citado de manera frecuente para explicar los vínculos entre la pobreza y el desarrollo infantil. El “modelo de estrés familiar” argumenta que la pobreza afecta las formas en las que los padres supervisan a sus hijos, les proporcionan estímulo y responden a sus necesidades.84 La adversidad económica disminuye la capacidad de los padres de interactuar y socializar con los niños de maneras beneficiosas para el bienestar y la salud física y mental de los niños. Es posible que los padres tengan una limitada educación e inteligencia, ocupaciones que impliquen un bajo nivel de habilidades y poco conocimiento del desarrollo infantil y de la importancia del juego y también es posible que sufran de ansiedad o depresión. Por ejemplo, la pobreza, la pérdida del ingreso y el desempleo pueden reducir la receptividad, calidez y supervisión de los padres y aumentar prácticas disciplinarias inconsistentes y castigos severos.47,48 Los padres con bajos ingresos están menos centrados en los niños y en su crianza en lo que se refiere a interacciones con sus hijos, y presentan una actitud de rechazo e inconsistencia al momento de disciplinar a sus hijos en comparación con las familias más adineradas. Estos hallazgos han sido atribuidos, en parte, a los elevados niveles de estrés y peligro enfrentados por familias que viven en pobreza y a los limitados recursos para apoyo social otorgados a esas familias.83,85 La salud mental materna podría ser otro factor crítico que contribuya al desarrollo infantil a través de procesos familiares. Los niños de la infancia a la adolescencia con madres deprimidas tienen mayores riesgos de psicopatología que niños de madres no deprimidas.86,87 La depresión materna está vinculada con alteraciones afectivas en el infante, desempeño mental y motor disminuido y alteraciones en las relaciones con los primeros apegos.88 Los niños de hasta tres años con madres deprimidas muestran competencia social disminuida, reaccionan de manera más negativa a eventos estresantes y muestran una adquisición tardía de estrategias de autorregulación efectivas en comparación con los niños de madres no deprimidas; los hijos de madres deprimidas también están menos expuestos a un lenguaje orientado hacia los infantes que los hijos de madres no deprimidas.89 En la infancia tardía y la adolescencia, la depresión materna está ligada con mayores problemas de conducta y con una baja autoestima y competencia social. Los niños que crecen en la pobreza están bajo riesgos adicionales si sus madres están deprimidas.90 Al tiempo que esta literatura sugiere algunas razones por las que Oportunidades pudiera reducir los problemas conductuales o mejorar los resultados en áreas lingüísticas, también surgen varias preguntas. Algunas tienen que ver con saber cuáles son los mecanismos en contextos en los que Oportunidades está operando y si pueden hacerse más efectivos. Una pregunta relacionada –imposible de contestar por el diseño del presente estudio– es cómo los efectos tempranos de Oportunidades podrían estar latentes y surgir hasta después. En otras palabras, cómo es posible que un diferencial de 20 meses en la exposición al Programa pudiera manifiestarse en diferencias de conducta o lenguaje muchos años después. Otra gran pregunta es por qué las estimaciones de la Encel 2007 indican que el Programa no afectó otras dimensiones del desarrollo infantil, incluyendo otras examinadas en este estudio, a pesar del hecho de que algunos de los resultados (por ejemplo, nutrición) eran el objetivo específico. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Implicaciones para Oportunidades Sería un error concluir con base en este estudio que Oportunidades ha fallado en lograr su objetivo fundamental de reducir la transmisión intergeneracional de la pobreza por al menos tres razones. Primero, podría haber mayores impactos de Oportunidades en los primeros años de vida que no hayan sido cubiertos en este estudio –mayores en términos de otros resultados y en términos de no manifestarse hasta que los niños sean mayores, pero éstos están opacados por las limitaciones de este estudio– (véase el siguiente apartado). Segundo, lo que se evaluó en este documento con los datos de la Encel 2007 son las implicaciones del Programa Oportunidades tal como existió durante 20 meses en 1998-1999 –y con los datos de la Ennvih, las implicaciones del Programa Oportunidades tal como existió en 1998-2001–. No obstante, con base en evaluaciones previas se han realizado y continúan realizándose numerosos esfuerzos para mejorar la efectividad de Oportunidades, en particular los relacionados con componentes nutricionales en los primeros años de vida que son una parte trascendental del Programa y que podrían afectar a infantes y niños menores de tres años. Algunos ejemplos son: 1) el componente educativo nutricional fue rediseñado con base en patrones específicos del uso del complemento alimenticio así como los obstáculos y factores que favorecen su uso apropiado, como lo identifican las mismas madres;23 2) se agregó una vocal de nutrición a Oportunidades para proporcionar atención personalizada a las mujeres en la promoción de prácticas apropiadas de alimentación y el uso de los complementos alimenticios; 3) se efectuó un ensayo controlado para determinar si Nutrisano* aporta beneficios por encima y por debajo de aquellos que podrían atribuirse a su contenido de micronutrientes y si no, si otros tipos de complementos con micronutrientes que son más redituables pudieran ser mejor dirigidos al grupo de edad pretendido. Con base en los resultados de este estudio, se han realizado numerosas recomendaciones para modificaciones al componente nutricional de Oportunidades y algunas de ellas serán puestas a prueba en zonas rurales y urbanas en 2009; 4) se tomó una decisión para mejorar los talleres de educación nutricional y de salud del Programa Oportunidades y hacerlos parte más integral del componente nutricional del Programa, con un enfoque en las necesidades nutricionales de cada etapa de la vida y mensajes específicos relacionados a éstos; y 5) otra intervención potencial importante para la promoción de prácticas apropiadas de alimentación infantil, crecimiento y desarrollo infantil es la estimulación en la infancia temprana. Con respecto a este último punto, cabe mencionar que en el otoño de 2008, Oportunidades implementó un ensayo controlado para probar si la educación en la infancia temprana, como se lleva a cabo en el Programa no Escolarizado de Educación Inicial del Consejo Nacional de Fomento a la Educación (Conafe) tiene un impacto en la nutrición, salud y desarrollo infantil y de tenerlo, definir si la participación en la intervención debería ser incorporada a las corresponsabilidades requeridas por Oportunidades u ofrecidas como un beneficio adicional, con base en la participación voluntaria. Una de las fortalezas del programa de evaluación de Oportunidades, en particular relacionada con la nutrición, ha sido esta serie de esfuerzos para mejorar el Programa con base en los análisis de corto plazo. Pero eso también significa que pasarán varios años antes de que puedan evaluarse los impactos a una década de que el Programa experimenta estas evoluciones. Tercero, los medios más importantes a través de los que Oportunidades ha intentado romper con la transmisión intergeneracional de la pobreza, al menos a juzgar por la distribución de los fondos del sector público a los diferentes componentes del programa, no es a través de inversiones en infantes y niños menores de tres años. En cambio, es a través de la escolarización, de la que los análisis sugieren que probablemente ha tenido una tasa de retorno razonable.25 No obstante, tanto las estadísticas descriptivas para los niños en los que este estudio está enfocado como el análisis del impacto tienen implicaciones que están resumidas en el cuadro del análisis FODA. Las estadísticas * Nutrisano es el complemento alimenticio entregado por Oportunidades a niños de 6 a 23 meses de edad y a niños desnutridos de entre 2 y 5 años. 47 48 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 descriptivas apuntan al hecho de que cualesquiera sean los impactos que Oportunidades haya tenido, éstos no han sido suficientes para erradicar la desnutrición crónica o la anemia en niños de 7 a 11 años de edad. También han sido inadecuados para elevar los puntajes de las pruebas a niveles satisfactorios para dichos niños. La prevalencia del sobrepeso y la obesidad aun en estas poblaciones rurales jóvenes es también muy alta. Una revisión reciente del contenido del componente educativo nutricional y de salud de Oportunidades para temas relacionados con el peso y su control indica que la importancia de ambos a través del ciclo de vida no se aborda en los materiales educativos y se menciona sólo en el contexto de adultos al enfrentar enfermedades crónicas específicas. Esta perspectiva, aunque importante, está muy lejos de ser adecuada. El enfoque de etapas de la vida a la educación nutricional mencionado arriba tendrá un fuerte enfoque en la prevención y el control del sobrepeso. Se deben considerar intervenciones adicionales dirigidas específicamente a niños en edad escolar. Por ejemplo, varias intervenciones con base en las escuelas han probado su efectividad en México para aumentar los conocimientos relacionados con hábitos de alimentación y patrones de actividad saludables y podrían ser implementados en escuelas con una gran proporción de beneficiarios de Oportunidades. La prevalencia de anemia en niños en edad escolar –10%– es aún alta y limita las capacidades de aprendizaje de los afectados. Dada la tasa de prevalencia, esperamos que el complemento de hierro universal o la suplementación con múltiples micronutrientes para niños en edad escolar sea una intervención redituable. Oportunidades debería explorar la posibilidad de tamizar por anemia en las clínicas de salud a los niños en edad escolar así como distribuir y promover adecuadamente los complementos para aquellos diagnosticados como anémicos. A los seis meses de edad, los niños en la porción más vulnerable de la población de Oportunidades ya tienen deficiencias de crecimiento sustanciales. La distribución de complementos alimenticios antes de esa edad sería inapropiada si se está llevando a cabo la lactancia materna exclusiva y no contrarrestaría las posibles causas de este déficit. La erradicación de la desnutrición por micronutrientes en mujeres embarazadas, el cambio del medio ambiente para reducir el riesgo de infección temprana (por ejemplo, agua limpia e intervenciones para eliminar pisos de tierra), una promoción más intensa de la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad con prácticas apropiadas de alimentación complementaria en lo sucesivo y estimulación en la infancia temprana son intervenciones clave que deben ser consideradas por Oportunidades para enfrentar este reto. El Programa ya ha dado sus primeros pasos en esta dirección. Limitaciones del estudio El enfoque tomado en este estudio es fuerte en varios sentidos. Para el análisis básico una muestra relativamente grande fue seguida durante una década con un diferencial experimental inicial en la exposición al Programa. Si bien existe alguna evidencia de pérdida muestral selectiva en la encuesta socioeconómica de la fase 1 de la Encel 2007, la utilización de métodos econométricos de pareamiento no cambia de manera sustancial las estimaciones. Para la fase 2, con datos biológicos y a pesar de la pérdida muestral, la Encel 2007 está balanceada en relación a las características de referencia. Además de la Encel, la Ennvih proporciona algunos datos de panel de las partes rurales de una muestra representativa en el ámbito nacional. No obstante, existen limitaciones subyacentes a la evidencia restringida de efectos más amplios de Oportunidades aproximadamente una década después de que los infantes y niños menores de tres años fueron expuestos al Programa. Primero, para los datos de la Encel las estimaciones dependen de la diferencia de exposición entre los grupos de tratamiento temprano y tardío de un máximo de cerca de 20 meses –y aún menos para los niños que nacieron después del inicio del Programa en el grupo de tratamiento temprano–. Este puede no haber sido un periodo lo suficientemente largo de exposición diferencial entre el tratamiento inicial y los grupos de control. La opinión general es que la ventana para el desarrollo óptimo del niño abarca desde la concepción hasta aproximadamente los 36 meses, de los cuales se cubrió menos de la mitad. Por consiguiente, es difícil saber si es cierto que no se está mostrando casi ningún efecto a más largo plazo, o si se tiene el poder para mostrar efectos dado el corto periodo de exposición diferencial entre los grupos, o si los Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención efectos solamente serán evidentes a mayor edad de los niños. Por otro lado, varios estudios previos han podido encontrar impactos en los resultados incluyendo el crecimiento lineal preescolar, las tasas de progresión escolar y los logros escolares con exposiciones a los complementos alimenticios durante tiempos similares (por ejemplo, Behrman y Hoddinott,22 Behrman, Sengupta y Todd,54 Rivera y colaboradores,21 y Schultz91). También algunos otros estudios, tales como aquellos en Guatemala, encuentran que puede ser difícil identificar de manera exacta la ventana durante la cual la exposición es crítica, pero que el período de 18 meses que va de los 6 a los 24 meses de edad tiene un gran o más grande impacto en al menos algunos resultados a largo plazo como lo tienen los períodos un poco más largos que comienzan cuando los niños son más pequeños o continúan hasta que son un poco mayores (por ejemplo, Hoddinott,11 Maluccio y colaboradores*). Así que es posible que 20 meses sea un periodo adecuado para identificar al menos algunos efectos si es que verdaderamente existen, aunque los efectos totales del programa serían subestimados si la ventana crítica efectivamente dura más de 20 meses.‡ Segundo, algunos de los indicadores utilizados tienen sus limitaciones. Debido a la asistencia casi universal a la escuela primaria, los indicadores educativos utilizados tienen una variación relativamente pequeña entre los niños de 7 a 11 años de edad. La prueba de WASI (que se utilizó en la Encel 2007, fase 2)§ y la Raven (que se utilizó en la Ennvih 2002 y 2005) son más bien de inteligencia innata que de rendimiento y algunos afirman que estas pruebas de inteligencia no se supone que cambien para individuos en poblaciones bien alimentadas. Aunque parecería que los beneficiarios de Oportunidades díficilmente podrían considerarse una población bien nutrida, las estimaciones de los datos del INCAP rural de Guatemala indican efectos sustanciales de la nutrición preescolar en los puntajes de la Prueba de Raven en los adultos –por ejemplo, el hecho de que un niño pase de sufrir desnutrición crónica a estar bien nutrido, aumenta los puntajes de la Prueba de Raven más 0.7 de desviación estándar en relaciones que utilizan técnicas de variables instrumentales para tener control sobre el hecho de que la desnutrición crónica preescolar refleja varias decisiones de conducta–.# No obstante, podría parecer que los indicadores de logros cognitivos y quizá de otras formas de logros escolares pudieran haber dado una mejor respuesta a la intervención y haber sido tal vez más importantes para las opciones a largo plazo de los niños; más aún, las pruebas de rendimiento escolar serán cada vez más importantes en la medida en que los niños se hacen mayores. Las pruebas de WASI y de Raven –aunque son ampliamente utilizadas en el mundo en desarrollo– no se desarrollaron en dichos contextos y pueden sufrir limitaciones en términos de su validez. De esta manera, recomendamos que las pruebas de desempeño y rendimiento escolar sean incluidas en futuras evaluaciones del Programa Oportunidades y también recomendamos que futuras pruebas incluyan medidas de cognición y lenguaje que sean más sensibles al cambio. Por ejemplo, se propone la utilización de pruebas automatizadas de cognición y lenguaje que puedan registrar de manera más acertada el tiempo y la precisión de respuesta; también se propone ampliar la medición de la cognición incluyendo otros términos tales como control cognitivo y memoria de trabajo, para las que cada vez más se demuestra su relación con el estatus socioeconómico. Tercero, el potencial sesgo por pérdidas en el seguimiento puede haber influenciado las estimaciones basadas en la fase 1 de la Encel 2007, aunque la dirección de dicho sesgo no está clara. Las tasas de pérdida de muestra son altas y algo selectivas en términos de variables observables, motivo por el cual las estimaciones de pareamiento * Maluccio JA., Hoddinnott J., Behrman, J. R., Quisumbing, A., Martorell, R., Stein, A. D. The Impact of Nutrition During Early Childhood on Education among Guatemalan Adults. Agosto de 2006. Documento de Trabajo PIER No. 06-026. ‡ Las comparaciones entre el grupo de tratamiento de 1998 y el tratamiento de 2003 permite explorar los impactos de una diferencia de aproximadamente cinco años en exposición, aunque no dentro de un diseño experimental. No obstante, parecería provechoso emprender tales comparaciones, tal vez utilizando estimadores de emparejamiento, para investigar si se podrían identificar efectos más sólidos con una ventana más amplia (condicional en los supuestos necesarios para hacer tales estimaciones). Los resultados basados en los datos de 2003 indican que la exposición al complemento nutricional anterior para infantes y niños menores de tres años redujo sus edades para entrar a la escuela71 y tuvo un impacto pequeño en el estado nutricional (comparando el grupo control de 2003 con el grupo de intervención, pero no hubo diferencias en relación a nutrición entre los grupos de intervención temprana (T1998) y tardía (T1999).52 § También, a pesar del esfuerzo para adaptar la WASI al contexto cultural del ambiente de prueba, podría no haber sido suficientemente apropiado, culturalmente hablando, para detectar las diferencias entre el tratamiento temprano y tardío. # Behrman JR, Hodinott J, Maluccio JA, Soler E, Behrman EL, Martorell R, et al. What determines adult skills? Impact of preschool, school years and postschool experiences in Guatemala. Philadelphia, PA. University of Pennsylvania, 2008 (mimeo). 49 50 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 se utilizan para los resultados educativos para llevar el control de las pérdidas muestrales relacionadas a variables observables. Pero esto requiere el supuesto de que no existió pérdida muestral selectiva en no observables relevantes, así que no es una solución perfecta. Para la muestra biológica de la Encel 2007 fase 2, la pérdida muestral parece haber dejado una muestra balanceada en relación a las características basales observables, aunque podrían existir influencias debido a la naturaleza de la pérdida de muestra relacionada con no observables. Cuarto, las estimaciones que utiliza la Ennvih dependen del pareamiento de un número limitado de características observables, las cuales podrían no ser satisfactorias si existen características no observables importantes que afecten los resultados infantiles de interés y que no están altamente correlacionados con las características observables en las que tuvo lugar el pareamiento. Además, el tamaño de la prueba de beneficiarios en la Ennvih en los grupos de edad estudiados aquí es relativamente pequeño. Quinto, no se dispone de información sobre variables de ruta que puedan haber respondido al programa. En un análisis de datos longitudinales de Estados Unidos, (por ejemplo, Guo y Harris,36) se encontró que la influencia de la pobreza familiar en el desarrollo intelectual de los niños es mediada completamente por cinco factores latentes: entorno físico en el hogar (seguridad, limpieza, orden e iluminación), involucramiento de la madre con el niño (respuestas verbales al niño, hablarle al niño, usar un tono positivo para comunicarse, tener libros, revistas, cintas y discos disponibles), salud durante la infancia (número de enfermedades en la infancia, limitaciones físicas, atención médica) y salud al nacer (peso y tamaño al nacer, duración de la gestación).* Mientras que lo que nos interesa son las variables a largo plazo tales como las que hemos examinado (y por supuesto los resultados a lo largo de periodos de tiempo mucho más largos), el examen de una variedad más amplia de dichas supuestas rutas intermedias pudiera proporcionar perspectivas, incluyendo el porqué algunos impactos de corto plazo aparentemente significativos no son suficientemente persistentes como para encontrarlos en los datos de la Encel 2007. Sexto, el diseño pudo haber sesgado los resultados contra detectar impactos, si es que existen efectos en la operación relacionados con el arranque del Programa y aprendizajes sobre la marcha que permitan mejorarlo, lo que tendría un impacto más negativo en los beneficiarios tempranos que en los tardíos. Un posible ejemplo es el aparente retraso en la disponibilidad de los complementos alimenticios observado anteriormente.22 Como otro posible ejemplo, Bonvecchio y colaboradores23 notifican que inicialmente los complementos fueron compartidos dentro del hogar y con frecuencia no fueron preparados de manera apropiada o suministrados de manera suficiente y regular a los infantes a quienes estaban supuestamente dirigidos, en parte aparentemente por conocimiento inadecuado del mejor uso de los complementos entre muchos de los padres. Si los padres supieron más tarde cómo usarlos mejor, a través de sesiones de información del programa u otros medios, entonces las comparaciones del tratamiento temprano con el tratamiento después de enterarse, podrían estar sesgados a la baja. También podría haber muchos otros ejemplos (por ejemplo, Behrman y King;67 King y Behrman68). La información acerca de procesos varios para los dos grupos (por ejemplo, disponibilidad de los complementos, conocimiento sobre su mejor uso) sería explicativa de dichas posibilidades, pero no tenemos el acceso a esta información. Si existen los problemas generales de inicio, sería preferible tener comparaciones por periodos de tiempo después de que dichos problemas generales de inicio se hayan superado. * También encontraron que la estimulación cognitiva en el hogar (por ejemplo, qué tan frecuentemente se le leyó al niño) fue por mucho el factor mediador más importante. El estilo de crianza de los hijos fue segundo en importancia en su modelo mediador y el entorno físico ejerció el menor y menos consistentemente significativo efecto en el desarrollo de los niños. En otro estudio que examina de manera exhaustiva una gran variedad de mediadores, Mistry y colaboradores47 utilizan datos de representación nacional en Estados Unidos de niños que viven en un nivel de pobreza y examinan los recursos financieros percibidos, la depresión materna y la sensibilidad materna como variables mediadoras clave. Encontraron que los procesos familiares median totalmente el efecto del ingreso promedio en el estudio sobre conducta social, pero sólo media de manera parcial el efecto sobre desarrollo cognitivo/lingüístico. Dichos resultados, desde luego, son específicos del contexto y pueden o no repercutir en el contexto relevante para Oportunidades. Pero ellos de hecho parecen proporcionar algunas hipótesis que merecen exploración. 51 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Séptimo, algunos de estos componentes del programa puede que no tengan mucho efecto dada su forma inicial. Por ejemplo, como se argumentó en el Instituto Nacional de Salud Pública,92 Rivera y colaboradores,21 Levy26 y en algún otro lugar, el hierro en los complementos alimenticios iniciales no era fácilmente biodisponible.* A continuación se presentan las recomendaciones para Oportunidades basadas en este documento y material relacionado. El ordenamiento y establecimiento de prioridades de las opciones están sujetos a una considerable incertidumbre por, al menos, dos razones: primero, el alcance del presente documento es amplio, ya que abarca tres ámbitos del desarrollo infantil ampliamente definidos con un grupo de expertos, contribuyendo a cada uno de estos tres ámbitos pero con dificultades al hacer comparaciones entre los mismo. Segundo, de manera ideal se buscaría comparar entre las alternativas con base en índices o tasas de rendimiento costo-beneficio, como por ejemplo, por un diverso grupo de políticas en Lomberg.93 Pero la naturaleza de paquete del Programa Oportunidades hace muy difícil identificar los costos para componentes particulares del Programa tal y como han sido implementados. Aun si se dispusiera de información detallada de costos que permitiera la identificación de los costos de los componentes del Programa que se han implementado, algunas de las recomendaciones implican nuevas variantes o adiciones a los componentes programadle Programa Oportunidades que aún no han sido implementados y de los que, por supuesto, no se dispone de sus costos. En consecuencia, los ordenamientos en ese cuadro están sujetos de manera inevitable a considerable incertidumbre. No obstante, se espera que sugieran prioridades iniciales. V. Análisis FODA (zonas rurales) Fortalezas: Características de Oportunidades que son útiles para el logro de los objetivos del Programa Prioridad Descripción Recurso de análisis F1 Impacto significativo en logros escolares de corto y mediano plazo. Encel 1998, 2003 F2 Impacto significativo, aunque pequeño, en el crecimiento inicial infantil en análisis de corto plazo. Encel 1998, 2000 F3 Reducción significativa de problemas de conducta en análisis a mediano y largo plazo. Encel 2003, 2007 F4 Aumento inicial significativo en el desempeño lingüístico y capacidad cognitiva. Encel 2007 ENNViH 2002 F5 Buena disposición e interés del Programa Oportunidades para probar las mejoras potenciales del mismo. Encel 1998- 2007 Debilidades: Características de Oportunidades que perjudican el logro de los objetivos del Programa D1 Sin impactos del Programa en el rendimiento cognitivo. Encel 2003 D2 Impactos limitados del Programa en la estatura por edad o la prevalencia de la desnutrición crónica. Encel 2007 D3 Sin impacto sostenido del Programa en la capacidad o en la mayoría de los indicadores escolares para este grupo de edad. Encel 2007, Ennvih 2005 D4 Impactos limitados del Programa en la prevalencia de anemia en la Encel, aunque con alguna evidencia en la Ennvih. Encel 2007. Ennvih 2002-5 Oportunidades: Condiciones externas que son útiles para el logro de los objetivos del Programa O1 Interés político, voluntad y compromiso para tratar de reducir la transmisión intergeneracional de la pobreza. * Por cierto, una de las ganancias importantes de la evaluación fue el reconocimiento y la corrección de este problema. Pero esto no ocurrió a tiempo para afectar las comparaciones en este documento. 52 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 O2 Flujo de fondos solidario y consistente para proporcionar apoyo para la evaluación del Programa. O3 Interés y apoyo para la evaluación rigurosa del Programa Oportunidades, por parte del gobierno y de la comunidad política y científica en México y en el exterior. O4 Apoyo para vínculos potenciales con otros programas de gobierno (por ejemplo, Conafe) para integrar programas con Oportunidades. Amenazas: Condiciones externas que podrían perjudicar los objetivos del Programa Oportunidades A1 Gran variación en la prevalencia de la desnutrición crónica y sobrepeso/obesidad entre los estados, haciendo muy difícil desarrollar una estrategia “unitalla” en cuestiones nutricionales. A2 Prevalencia medianamente alta de anemia en niños de edad escolar, lo cual contribuye a un bajo desempeño en pruebas cognitivas y un bajo rendimiento en la escuela independientemente del grupo de intervención. A3 Prevalencia persistentemente alta de desnutrición crónica en niños de edad escolar, de manera particular en zonas indígenas remotas. A4 Muy bajo desempeño en pruebas cognitivas y lingüísticas comparadas con normas internacionales Recomendaciones para futuras acciones de Oportunidades Tipo de estrategia* Recomendación‡ F-O 1) Continuar con el programa Oportunidades, con un énfasis sostenido en mejorar los resultados para niños que crecen en la pobreza (Oportunidades). 2) Continuar evaluando rigurosamente el Programa Oportunidades con un énfasis en las rutas por las cuales el Programa funciona, a fin de determinar qué partes están alcanzando los objetivos de manera más efectiva y fortalecer esas áreas (Oportunidades). 3) Probar tantas mejoras potenciales al Programa como sea posible, con el fin de fortalecer el potencial y las posibilidades de Oportunidades (Oportunidades, otras entidades asociadas). D-O 1) Desarrollar un enfoque programático de estimulación en los primeros años de vida a través de modelos de prueba desarrollados por Conafe (SSA, Oportunidades). 2) Continuar probando estrategias para la suplementación de hierro con el fin de determinar el mejor método para reducir la anemia por deficiencia de hierro (Oportunidades). 3) Introducir incentivos con base en el desempeño para los estudiantes y maestros (SEP, Oportunidades). F-A 1) Fortalecer el componente nutricional del Programa (educación, supervisión y el tipo de complemento distribuido); mejorar el estatus nutricional y reducir la desnutrición de micronutrientes en los niños (SSA, Oportunidades). 2) Intensificar los esfuerzos para incrementar los beneficios de Oportunidades en zonas del país donde la desnutrición crónica y/o la anemia son particularmente altas (Oportunidades). 3) Tamizar por anemia y suplementación a niños en edad escolar, en particular en zonas del país con alta prevalencia (SSA, SEP). 4) Promover patrones saludables de alimentación y actividades en la escuela, en particular en aquellas áreas del país con alta prevalencia de sobrepeso/obesidad (SEP). D-A 1) Examinar la forma en que Oportunidades pueda abordar el tema del desempeño muy bajo en pruebas de cognición y lenguaje, de manera particular en zonas indígenas remotas. 2) Mejorar el direccionamiento del Programa para enfocarse en las familias y niños más necesitados. *Repaso de las posibilidades estratégicas para futuras acciones. ‡ Con sector responsable en paréntesis. Análisis interno Oportunidades Análisis externo Amenazas Fortalezas Debilidades Las estrategias F-O buscan las oportunidades que tengan una buena concordancia con las fortalezas de Oportunidades. Las estrategias D-O superan las debilidades para buscar las oportunidades. Las estrategias F-A identifican las formas en que Oportunidades pueda usar sus fortalezas para reducir las vulnerabilidades de amenazas externas Las estrategias D-A establecen un “plan defensivo” para prevenir las debilidades de Oportunidades de hacerlo susceptible a amenazas externas. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención VI. Referencias 1. Fernald LCH, Gertler PJ, Neufeld LM. The role of cash in conditional cash transfer programmes for child health, growth and development: an analysis of Mexico’s Oportunidades. Lancet 2008; 371(9615): 828-837. 2. Neufeld LM, García-Guerra A, Domínguez C, Fernández-Gaxiola AC. Effects of exposure to Oportunidades when children were 0-2 years old on child development, education and nutrition when children are 8-10 years old: nutrition component. Evaluación externa del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades 2007-2008. Cuernavaca, Mexico: Instituto Nacional de Salud Pública, Dirección de Epidemiología de la Nutrición, 2008. 3.Becker GS, Tomes N. Human capital and the rise and fall of families. J Labor Econ 1986: 4(3): S1-S39. 4.Behrman JR, Taubman P. Intergenerational earnings mobility in the United States: some estimates and a test of Becker’s intergenerational endowments model. 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Básicamente, aquí se describe de manera narrativa el modelo que lleva a las relaciones que son estimadas para los diferentes resultados dentro del documento. Cuando un niño se convierte en adulto, dispondrá de recursos que dependerán principalmente de su capacidad para generar ingresos, la capacidad para generar ingreso de su cónyuge (si lo tiene) y de otros miembros de la familia, y reglas en común para determinar la distribución de los recursos dentro del hogar –todo dentro de un contexto específico de mercado, parientes, servicios públicos y de red social. Estos recursos dependerán de varias características individuales, incluyendo: capacidades, tales como el funcionamiento intelectual y físico, bienes físicos y financieros, preferencias en relación a asuntos tales como de qué manera utilizan su tiempo o si les gustaría tener hijos; dones (por ejemplo, factores tales como capacidades genéticas y salud innata, género, etnicidad, raza) que podría afectar la naturaleza de los ingresos laborales locales y otras opciones de recursos; así como poder de negociación para la distribución dentro de los hogares. Los recursos de los individuos dependerán también de la comunidad local, mercado y otros factores contextuales, así como en términos estocásticos para eventos fortuitos. Oportunidades puede afectar los recursos del individuo en su vida adulta al alterar la naturaleza de las experiencias de sus primeros años de vida, entre otras cosas, y por consiguiente las inversiones en etapas previas del ciclo de vida, afectando de tal modo los bienes humanos y físicos del individuo al convertirse en adulto. Estimar estos impactos, sin embargo, constituye un reto empírico porque las inversiones hechas se realizan dentro del marco de un ciclo de vida en la presencia de no observables (tales como dones de capacidad y salud y expectativas acerca de las condiciones futuras) en etapas previas del ciclo de vida y debido a limitaciones en la mayoría de los datos disponibles (por ejemplo, representación limitada de capacidades o la no disponibilidad de información desde la concepción a la edad adulta). Dado que el interés de este documento es evaluar los impactos de Oportunidades en ventanas críticas de oportunidad para infantes y niños en edad preescolar, se consideraron cuatro etapas del ciclo de vida para los niños nacidos aproximadamente al inicio del Programa Oportunidades en zonas rurales.* Etapa 1 del ciclo de vida: la ventana crítica de oportunidad inicial de la edad preescolar que abarca desde la concepción o nacimiento hasta aproximadamente los 24-36 meses, durante la cual los componentes de Oportunidades descritos anteriormente pueden haber tenido impactos importantes por razones que se detallan previamente, con impactos diferenciales para niños elegibles en tratamiento que en comunidades control por aproximadamente 20 meses debido al diseño experimental inicial. Etapa 2 del ciclo de vida: edad preescolar posterior, durante la cual los niños pobres elegibles de las localidades en tratamiento temprano (T1998) y tardío (T1999) tuvieron una exposición idéntica a Oportunidades, pero aquellos de la muestra de tratamiento inicial T1998 pueden haber entrado en esta etapa con diferentes reservas de capital humano de la etapa 1 del ciclo de vida que los del grupo inicial de control por el diferencial de 20 meses de exposición al programa en la etapa 1 del ciclo de vida. * La delineación exacta de estas etapas del ciclo de vida en términos de edades, por supuesto, varía entre los contextos; por ejemplo, la escolaridad tiende a ser de menor duración en zonas de mayor pobreza. Las principales transiciones hacia la edad adulta también varían considerablemente. 57 58 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Etapa 3 del ciclo de vida: edad escolar, durante la cual los niños pobres elegibles de las localidades en tratamiento temprano (T1998) y tardío (T1999) tienen una exposición idéntica a Oportunidades, pero aquellos de la muestra de tratamiento inicial T1998 pueden haber entrado en esta etapa con diferentes reservas de capital humano de la etapa 2 del ciclo de vida que los del grupo inicial de control por el diferencial de 20 meses de exposición al programa en la etapa 1 del ciclo de vida, lo que los llevó a tener diferentes reservas de capital humano al comenzar la etapa 2 del ciclo de vida. Etapa 4 del ciclo de vida: edad adulta, durante la cual los niños pobres elegibles de las localidades en tratamiento temprano (T1998) y tardío (T1999) tendrán una exposición idéntica a Oportunidades, pero aquellos de la muestra de tratamiento inicial T1998 podrían entrar a esta etapa con diferentes reservas de capital humano de la etapa 3 del ciclo de vida que las que tendrán los del grupo de tratamiento tardío por el diferencial de 20 meses de exposición al Programa en la etapa 1 del ciclo de vida, lo que los llevó a tener diferentes reservas de capital humano al comienzo de la etapa 2 del ciclo de vida y por consiguiente al comienzo de la etapa 3 del ciclo de vida y al comienzo de la etapa 4 de ciclo de vida. El enfoque de este documento radica en cómo la exposición temprana a Oportunidades en la etapa 1 del ciclo de vida afecta los indicadores de capital humano aproximadamente una década más tarde durante la etapa 3 del ciclo de vida (edad escolar) como parte de las rutas de la etapa 1 del ciclo de vida (primeros años escolares) a la etapa 4 del ciclo de vida (edad adulta). Éste es el resultado de que inicialmente la familia del niño (pero cada vez más el mismo niño) decida en cada etapa del ciclo de vida sobre las inversiones en el niño que dependan en los factores familiares (F) actuales o corrientes (en esa etapa del ciclo de vida), el tratamiento (T) de Oportunidades y otros factores de la comunidad (C), dones del niño (E0), remanentes de las inversiones en reservas de capital humano de etapas anteriores (que pueden ser reemplazadas por sus determinantes), embates estocásticos (U) y valores esperados de todas estas determinantes en etapas futuras (ya que las familias toman estas decisiones en parte basándose en lo que ellos piensan que será el futuro). Por lo tanto, los indicadores de capital humano en la etapa 3 del ciclo de la vida (edad escolar) que se observan cuando el niño tiene alrededor de 9-11 años de edad en la Encel 2007 son componentes de un vector (E3), para el que un determinante de lado derecho es la exposición a Oportunidades en la etapa 1 del ciclo de vida (T1): E3 = f(T1, F1, C1, E0, F12e, F13e, F14e,C12e, C13e, C14e, T12e, T13e, T14e, T2, F2, C2, F23e, F24e, C23e, C24e, T23e, T24e, T3, F3, C3, F34e, C34e, T34e, U1, U2, U12e, U13e, U14e, U23e, U24e, U34e) (2) Esta es una relación confusa, porque son relevantes no sólo la familia presente y los determinantes de la comunidad para cada etapa del ciclo de la vida (con las etapas señaladas por el primer subíndice) pero también las determinantes futuras esperadas (señaladas por los superíndices “e” con el primer subíndice indicando la etapa del ciclo de la vida en la que las expectativas se llevaron a cabo y el segundo subíndice la etapa del ciclo de vida posterior sobre la cual se colocan las expectativas. E3 en la relación (2) es un vector con varios componentes diferentes incluyendo los resultados de interés para este documento –la tendencia de los niños a la desnutrición crónica, sobrepeso y obesidad y anemia; desarrollo cognitivo, lingüístico y conductual, la tasa de progresión de grado, grados obtenidos y la habilidad reportada para leer y escribir. Las estimaciones consistentes del impacto de T1 en la relación (2) serían muy informativas acerca del impacto de las intervenciones de Oportunidades en estas rutas de mediano plazo (desde la perspectiva de un ciclo de vida) que son interesantes cuando los niños que más o menos han vivido con Oportunidades toda su vida tenían cerca de 9-11 años de edad al momento de la muestra de la Encel 2007. Es útil mencionar de manera explícita unas pocas implicaciones del marco discutido en esta sección para las estimaciones hechas para este documento. Primero, implican que obtener el impacto total de las intervenciones en los primeros años de la etapa 1 en el dominio adulto de los recursos requiere dar seguimiento a los individuos desde el momento en que son expuestos a la intervención por muchas décadas hasta la edad madura. No es Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención usual encontrar estudios que den este tipo de seguimiento, aunque sí existen en algunos casos (por ejemplo, Guatemala; Behrman y colaboradores,* Hoddinott y colaboradores,11 y Maluccio y colaboradores‡). En el caso presente, mientras los datos de la Encel 2007 permiten investigar los impactos sobre un periodo medianamente largo de casi una década (y relativamente largo comparado con muchos otros estudios), los niños de 9 a 11 años de edad están apenas en una parte muy temprana del camino a la edad adulta. Segundo, los puntos de discusión hacia una estrategia para obtener estimaciones de los impactos de largo plazo, aún a falta de dichos datos longitudinales desde los primeros años de vida hasta la edad adulta, si las estimaciones pueden hacerse de las diversas vinculaciones entre las etapas del ciclo de la vida. Las estimaciones presentadas en este documento de los impactos de la intervención de Oportunidades durante la etapa preescolar temprana en inversiones de capital humano durante los años escolares, además de ser interesantes por sí mismas, podrían ser parte de una estrategia si pudieran combinarse en investigaciones futuras con estimaciones que vinculen esos mismos resultados E3 con resultados posteriores en la edad adulta basados en datos diferentes.§ Tercero, la relación (2) apunta hacia el hecho de que las evaluaciones sobre el impacto de Oportunidades y otros programas son específicas del contexto porque la naturaleza de los servicios de la comunidad, mercados, culturas y otros factores entran dentro de la etapa del ciclo de vida y pueden afectar de forma interactiva el impacto de los programas. En contextos diferentes, otros programas e inversiones familiares pueden compensar de manera diferencial por las limitaciones en el desarrollo del niño preescolar (por ejemplo, los programas de educación especial que son comunes en el mundo desarrollado para compensar por un menor desarrollo preescolar no son comunes en las zonas pobres de los países en desarrollo). Por lo tanto, el grado en que las estimaciones disponibles actualmente sean generalizables, constituye una pregunta empírica. Desafortunadamente, existen pocos estudios sistemáticos disponibles de programas de intervención en los primeros años de vida en países en desarrollo (Introducción). Únicamente llevando a cabo más estudios empíricos será posible saber qué tan generalizables son las estimaciones disponibles actualmente. Cuarto, para hacer inferencias confiables acerca del impacto de la exposición en los primeros años de vida a Oportunidades (u otros programas), son necesarias estimaciones “buenas” (o consistentes) de la relación (2). Sin embargo, en general, obtener estimaciones consistentes constituye un reto por las limitaciones de los datos y la necesidad de tener el control sobre comportamientos selectivos en presencia de no observables. Esto es, en una relación como la (2) existen muchas variables del lado derecho relacionadas a decisiones familiares, incluyendo características familiares y expectativas acerca de desarrollos futuros o características de la comunidad que típicamente no se observan en los datos disponibles para evaluación de los impactos del programa. Si las variables no observables son correlacionadas con la presencia o el uso del programa que se evalúa, en este caso, Oportunidades durante los primeros años de la edad preescolar de la etapa 1, entonces las estimaciones de mínimos cuadrados del impacto del programa están predispuestos porque en las estimaciones el programa representa en parte los factores correlacionados no observables. Quinto, las estimaciones que se pueden obtener del impacto de Oportunidades generalmente son estimaciones del tipo “de los que se intenta atender” del paquete completo del Programa. Sin embargo, debido a la participación casi universal en el programa de comunidades rurales pequeñas en las que el programa comenzó y que constituyen la muestra de evaluación, la diferencia entre las estimaciones de “los que se intenta tratar” y “los que están en tratamiento” para evaluaciones del impacto en estas localidades no parece ser empíricamente importante.# Sin embargo, por la naturaleza de paquete del Programa, generalmente no es posible *Behrman JR, Hoddinott J, Maluccio JA, Soler E, Behrman EL, Martorell R, et al. What determines adult skills? Impacts of pre-school, school years and post-school experiences in Guatemala. Philadelphia, PA. University of Pennsylvania, 2008 (mimeo). ‡ Maluccio, JA, Hoddinnott J, Behrman J R, Quisumbing A, Martorell, R,. Stein A D. The impact of nutrition during early childhood on education among Guatemalan adults. Agosto de 2006. Documento de Trabajo PIER No. 06-026. § Ejemplos de dicha estrategia que se fundamentan en estimaciones de los impactos de las intervenciones en los primeros años de vida en capital humano infantil en la etapa 2 del ciclo de vida se proporcionan en el estudio del programa boliviano PIDI ECD realizado por Behrman, Cheng y Todd,64 en el cual las estimaciones del estudio del impacto del programa ECD en los resultados infantiles a corto plazo basados en datos de preescolar están vinculados a estimaciones de otros estudios acerca de los impactos a mediano plazo en educación y los impactos a largo plazo en ingresos del adulto para obtener el presente valor descontado de beneficios a largo plazo y en la investigación de Behrman y Hoddinott23 del impacto de Oportunidades en el estado nutricional en los primeros años de vida que adopta una estrategia similar (aunque en ambos casos con varias suposiciones fuertes). # Por el contrario, en zonas urbanas las tasas de participación entre los hogares elegibles ha sido mucho más baja, cerca de la mitad (Leroy y colaboradores66). Por lo tanto, para el análisis del impacto en zonas urbanas, existe una diferencia importante entre las estimaciones de “los que se intenta tratar” y “los que están en tratamiento” y, para obtener esta última, la necesidad de centrarse en lo que determina la participación en el programa. 59 60 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 identificar cuál de los cinco canales que se discuten previamente es responsable por cualquier efecto significante del Programa. Se observa, por ejemplo, que el lado derecho de la relación (1) incluye no sólo el impacto de la exposición a Oportunidades en la etapa 1 del ciclo de vida (T1) pero también la exposición esperada desde la perspectiva de la etapa 1 del ciclo de vida del impacto de Oportunidades en etapas posteriores del ciclo de vida. Debido a que en 1998 Oportunidades no informó al grupo control que serían inscritos 20 meses más tarde, presumiblemente ellos tuvieron diferentes expectativas de su futura exposición a Oportunidades de las que tuvo el grupo de tratamiento inicial. En cuyo caso entonces la estimación del impacto del Programa en la etapa 1 del ciclo de vida basada en la diferencia en el tratamiento entre el grupo de tratamiento temprano y el de tratamiento tardío también es probable que refleje la diferencia en expectativas acerca del tratamiento futuro que los dos grupos probablemente tuvieron (lo que está relacionado con el punto acerca de que los padres progresistas afectados por el futuro esperen cambios en las opciones educativas aun si sus hijos no fueran elegibles para tales disposiciones por varios años. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Capítulo II Una evaluación de impacto sobre el empleo, los salarios y la movilidad ocupacional intergeneracional del Programa Oportunidades* AutorEs Eduardo Rodríguez Oreggia, Samuel Freije Rodríguez *Título en Convenio INSP-Sedesol (4 de julio de 2008): Efectos de Oportunidades en la inserción laboral de los jóvenes. 61 Resumen ejecutivo Introducción S e puede decir que el objetivo primordial del Programa Oportunidades es romper el círculo intergeneracional de pobreza, a través de mejoras en la nutrición, la salud y la educación de las familias beneficiarias. Cabe argumentar, también, que mejores condiciones de nutrición salud y educación conducirían posteriormente a mejores condiciones productivas por parte de los beneficiarios para colocarse en mejores trabajos y por tanto a su vez, incrementar el bienestar de sus hogares respectivos. Aun cuando el Programa no cuenta entre sus objetivos directos incidir en la mejora del empleo, los salarios y el tipo de ocupaciones de los beneficiarios, es difícil pensar en romper el círculo intergeneracional de pobreza sin considerar cómo los jóvenes se desempeñan en el mercado de trabajo después de tener exposición o no a los beneficios del Programa, y también de cómo lo hacen en comparación con sus padres. El contexto general de las evaluaciones 2008 se circunscribe en tratar de determinar si el diseño y operación de Oportunidades en el largo plazo han contribuido a romper el ciclo de transmisión intergeneracional de la pobreza. Dentro de este contexto general, este estudio específicamente busca determinar si para los jóvenes entre 14 y 24 años de edad hay un efecto sobre su inserción laboral, primero comparando el efecto entre aquellos jóvenes que han tenidos diferentes tiempos de exposición a los beneficios del Programa, con aquellos que no lo han tenido, y posteriormente de esos jóvenes respecto de la situación laboral que sus jefes de hogar tenían a una edad similar recientemente. Se plantean dos hipótesis principales en este análisis. En primer lugar se busca determinar si la duración de los beneficios de Oportunidades se refleja en ciertas condiciones laborales de los beneficiarios, como lo son estar ocupado y el nivel de ingresos laborales. En segundo lugar, si los beneficios del Programa han logrado incidir en la transmisión intergeneracional de pobreza al resultar los hijos de hogares beneficiados en una inserción laboral diferente a la de sus padres, medida en tener un trabajo formal, en nivel de ingresos y en ocupaciones de mayor habilidad. Métodos El presente estudio utiliza el módulo de jóvenes de 14 a 24 años de la Encel 2007 en localidades que han sido afiliadas a Oportunidades en diversos años. Este módulo cuenta con un conjunto de preguntas detalladas sobre las actividades laborales de los jóvenes, así como una serie de preguntas sobre las actividades laborales de los padres cuando el joven contaba con 15 años de edad. Posteriormente, se determina el impacto de ser beneficiario de corto (menos de tres años), mediano (3 a 6 años) o largo plazo (más de seis años) sobre los ingresos laborales mensuales de los jóvenes, así como en la probabilidad de estar ocupado en el mercado laboral. También se determina si hay un efecto de la exposición a los beneficios del Programa sobre la situación laboral de los jóvenes con respecto a la de sus padres en cuanto a nivel de ingreso laboral, empleo en trabajos formales o cubiertos con seguridad social, así como en un rango de ocupaciones mejor o menor calificadas. Resultados Un primer acercamiento sugeriría que el Programa Oportunidades pudiera tener efectos positivos sobre la inserción laboral en la medida en que incrementa la educación de los beneficiarios, porque en general individuos con mayor educación deberían tener una mayor probabilidad de empleo y mayores salarios. 64 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Primero se hace una descripción de las características laborales de los jóvenes y se compara con un conjunto similar de jóvenes en los mismos estados encuestados extraídos de la Encuesta Nacional de Ocupaciones y Empleo. De esta comparación, se sugiere que los jóvenes encuestados en localidades beneficiarias de Oportunidades y que son el objeto del estudio se encuentran en una posición menos favorable que sus similares en zonas rurales en general. Posteriormente, los resultados muestran que no se puede decir que haya un efecto adicional de cualquier tipo por parte del Programa sobre el estar ocupado en el mercado laboral. En cambio, sí se encuentra un efecto positivo adicional del Programa sobre tener mayor ingreso entre hombres beneficiarios de largo plazo si cuentan con educación primaria o secundaria. En términos de mejora de hijos respecto de los padres no se encuentra que haya algún efecto importante de Oportunidades en términos de mejora salarial, estar en trabajos formales o de ocupaciones mejor calificadas. Debe recalcarse que no se encuentran efectos adicionales. Esto quiere decir que el Programa logra sus efectos sobre el desempeño laboral de los beneficiarios, a través de la educación, la salud y la nutrición. En este sentido, tiene efectos positivos sobre la inserción laboral en la medida en que incrementa la educación de los beneficiarios, porque individuos con mayor educación tienen mayor probabilidad de empleo y mejores salarios. La ausencia de efectos adicionales significativos, de cualquier signo, indica que la educación adquirida a través de Oportunidades coloca a los beneficiarios en igualdad de condiciones ante el mercado laboral que otros jóvenes con el mismo nivel educativo en la localidad encuestada. Adicionalmente, debe señalarse que la falta de efectos “adicionales” en el tema laboral se puede deber a las siguientes circunstancias: a) a que los grupos de control son muy pequeños debido a la expansión de cobertura que ha tenido el programa posterior al diseño original de la muestra, lo que metodológicamente hace difícil poder identificar efectos, b) las personas observadas en la muestra de la Encel 2007, es decir, aquellas que no migraron, siguen viviendo en localidades de alta o muy alta marginación, por lo que sus oportunidades de empleo son bastante limitadas, y c) el Programa Oportunidades no tiene efectos directos sobre la demanda de trabajo, como por ejemplo en la creación de nuevas empresas y mejoras de infraestructura en localidades beneficiarias. Discusión Es importante señalar que la muestra utilizada corresponde sólo a jóvenes que han permanecido en las localidades beneficiarias y que aproximadamente 64% de los jóvenes que deberían haber sido encuestados ha migrado desde 2003. Esto introduce una limitación en cuanto a que este estudio no está capturando el efecto en la mayor parte de jóvenes beneficiarios, quienes probablemente están siendo ocupados en otros lugares con diferente contexto económico al de las localidades en la muestra. Los resultados de una investigación preliminar con los datos disponibles, tampoco muestran efectos adicionales del Programa sobre si los jóvenes tienden a migrar en mayor medida. Con el propósito de tener una visión más completa e integral sobre el tema laboral, que considere la alta migración de los jóvenes, en 2008 se llevó a cabo el diseño de un estudio que tiene como propósito identificar si existen diferencias en el desempeño laboral de los jóvenes que han migrado en comparación con aquellos que han permanecido en su lugar de origen, así como documentar posibles diferencias en la condición laboral de aquellos que fueron beneficiarios con aquellos que no fueron beneficiarios. En este año se concluyó la fase de levantamiento de información de dicho estudio y se tiene contemplado que para el año 2009 se cuente con los primeros resultados sobre el tema. Es importante notar, además, que Oportunidades no cuenta dentro de su diseño con mecanismos de mejora directa sobre el desempeño en el mercado de trabajo de sus beneficiarios. El impacto sobre variables laborales se puede estar dando a través de otros mecanismos para los que sí fue diseñado, como los referidos de educación y salud, que pueden mejorar la productividad de los jóvenes si las condiciones de la demanda de trabajo lo permiten. Sin embargo, también hay que recalcar que el mercado de trabajo local está afectado en parte por cuestiones que están fuera del alcance del Programa, como el desarrollo económico local y las regulaciones y políticas laborales y fiscales que sin duda afectan tanto la oferta como la demanda de trabajo y posiblemente la calidad de los trabajos. 65 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Análisis FODA Fortalezas y oportunidades Prioridad Descripción Fuente del análisis FO1 El Programa tiene efectos positivos sobre la inserción labora en la medida en que incrementa la educación de los beneficiarios, por qué en general, individuos con mayor educación tienen mayor probabilidad de empleo y mayores salarios Esta evaluación FO2 Los jóvenes beneficiarios que recibieron los apoyos por al menos 6 años, con escolaridad de primaria y secundaria, incrementaron sus salarios en 12% y 14% respectivamente, en comparación con los no beneficiarios Esta evaluación FO3 La ausencia de efectos marginales significativos de signo negativo, indica que la educación adquirida a través de Oportunidades coloca a los beneficiarios en igualdad de condiciones ante elmercado laboral que otros jóvenes con el mismo nivel educativo no beneficiarios de la misma localidad Esta evaluación Debilidades y amenazas Prioridad Descripción Fuente del análisis DA1 En el caso de las mujeres, sin embargo, el salario de las beneficiarias es menor al de las no beneficiarias, con cualquier nivel educativo, en localidades con exposición intermedia al Programa Esta evaluación DA2 No se debe interpretar la ausencia de efectos marginales estadísticamente significativos como un fallo del Programa. Muy por el contrario, Oportunidades tiene efectos positivos sobre la inserción laboral en la medida en que el Programa incrementa la educación de los beneficiarios. La ausencia de efectos adicionales se puede deber a: i) falta de demanda de trabajo en las localidades encuestadas; ii) el Programa no está diseñado para incrementar la demanda de trabajo en las localidades beneficiarias Esta evaluación DA3 La falta de efectos adicionales puede estar asociada a cuestiones metodológicas, por ejemplo, a que los grupos de control actuales son muy pequeños debido a la gran expansión de cobertura que ha tenido el Programa a partir del diseño original de la muestra (1988) Esta evaluación DA4 Aproximadamente un 64 por ciento de los jóvenes encuestados en 2003 no fueron localizados en 2007 por haber migrado. Esto introduce la limitación de que el estudio no esté capturando el efecto del Programa en la mayor parte de los jóvenes beneficiarios, quienes muy probablemente estén siendo ocupados en otros lugares con diferente contexto económico al de sus localidades de origen Esta evaluación 66 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Recomendaciones Prioridad R1 Relación Recomendación • F01, FO2 • DA1, DA2 • Continuar con los esfuerzos en materia de salud y educación, donde hay efectos positivos y que tendrán incidencia sobre mejoras en productividad laboral en futuro. • Considerar la posibilidad de integrar programas de entrenamiento específico y colocación de empleos, para jóvenes que terminen la secundaria, especialmente para las mujeres Sector responsable • Programa Oportunidades • Secretaría del Trabajo y Previsión Social conjuntamente con Oportunidades • Considerar la posibilidad de coordinar el Programa con programas de mejora de R2 DA2 actividades económicas en las localidades de forma que la demanda de trabajo se desarrolle • Desarrollo Social, Hacienda, Economía y Oportunidades. mejor. Llevar a cabo un estudio que permita documentar si existen diferencias en el desempeño laboral de los jóvenes R3 DA3, DA4 beneficiarios migrantes con respecto a los jóvenes beneficiarios no migrantes, así como entre migrantes que fueron beneficiarios en comparación de migrantes que no fueron beneficiarios Programa Oportunidades Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 67 Una evaluación de impacto sobre el empleo, los salarios y la movilidad ocupacional intergeneracional del Programa Oportunidades I. Introducción E l presente estudio se circunscribe dentro de la pregunta general de las evaluaciones 2008: ¿Podemos asegurar que el diseño y la operación del Programa, en el largo plazo, contribuye a romper el ciclo de transmisión intergeneracional de la pobreza? Este estudio busca resolver de forma específica la pregunta de si ¿logra Oportunidades afectar positivamente la inserción laboral de los jóvenes beneficiarios y esto marca una diferencia respecto de la situación de los padres? Se plantean dos hipótesis principales en este análisis. Primero se busca determinar si la exposición al tiempo de beneficios de Oportunidades se refleja en ciertas condiciones laborales de beneficiarios, como estar ocupado, y el nivel de ingresos laborales. En segundo lugar, si los beneficios del Programa han logrado incidir en la transmisión intergeneracional de pobreza al resultar los hijos de hogares beneficiados en una inserción laboral mejor a la de sus padres, medida en tener un trabajo formal, en mayores ingresos o en ocupaciones de mayor habilidad. Antecedentes Oportunidades arriba a 10 años de operación. Este momento permite auscultar, por primera vez, los resultados de largo plazo sobre las distintas variables sobre las que se ha propuesto incidir. El Programa tiene como objetivo rector: favorecer el desarrollo de las capacidades en educación, salud y nutrición de las familias beneficiarias mediante apoyos y su participación corresponsable, con el fin de contribuir a la ruptura del ciclo intergeneracional de la pobreza extrema de la población beneficiaria en dicha condición. En particular, según Levy y Rodríguez,1 Oportunidades ha tenido también una serie de objetivos más específicos. Por ejemplo: 68 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 eliminar la desnutrición, reducir la morbilidad, contribuir a que los menores completen educación básica, fomentar la corresponsabilidad y redistribuir el ingreso hacia familias pobres. En ninguno de los postulados anteriores se enuncia abiertamente que el Programa tiene como objetivo incrementar el empleo, los salarios o la movilidad ocupacional intergeneracional. Sin embargo, es fácil aducir que es a través de mejores empleos y mejores salarios que los jóvenes beneficiarios del Programa lograrán salir de la condición de pobreza que aqueja a sus familias. En otras palabras, se puede decir que Oportunidades persigue reducir la transmisión intergeneracional de la pobreza a través de mejoras en la nutrición, la salud y la educación que, a su vez, conduzcan a que los beneficiarios puedan mejorar su productividad y por lo tanto los conduzcan hacia la obtención de mejores empleos. Este estudio pretende realizar una evaluación del impacto que el Programa ha tenido sobre dos elementos: la inserción laboral de los jóvenes y la movilidad intergeneracional en el empleo. En el primer caso, se estudia si el Programa ha tenido efectos sobre la probabilidad de conseguir empleo, sobre los salarios y sobre la probabilidad de migrar entre los jóvenes beneficiarios. En el segundo caso, se analiza si Oportunidades ha afectado la movilidad en cuanto a condiciones de empleo entre padres e hijos. En ambos casos, cabe preguntarse cuál es el mecanismo a través del cual se espera que el Programa tenga efectos de dicha índole. En general, la teoría del capital humano2 es la principal justificación teórica para sostener qué mejoras en educación, salud y nutrición redundan en mejores condiciones laborales. La incidencia de estos tres aspectos sobre los resultados laborales ha sido estudiada y documentada ampliamente. A continuación, se reseñan sólo algunos de los más recientes estudios que resumen esta copiosa literatura internacional. En el caso de la educación, Card3 resume razones teóricas y evidencia empírica de los años noventa que indican que la educación explica entre 25 y 30% de la variación de ingresos laborales entre individuos. Estudios más recientes, por ejemplo Heckman, Lochman y Todd,4 y Psacharopoulos y Patrinos,5 confirman la existencia de elevadas tasas de retorno a la educación primaria, secundaria y universitaria, así como un incremento sostenido de las mismas a lo largo del tiempo en distintos países. Esta literatura confirma que un año adicional de educación incrementa los ingresos percibidos por el trabajo entre 10 y 30%, dependiendo del nivel educativo, el país y el periodo considerados. Dichas investigaciones, sin embargo, reconocen y resaltan la importancia de otros factores, como las condiciones familiares, la motivación personal y la calidad de los servicios educativos para explicar los ingresos. En este sentido, Hanushek y Wößman,6 indican que la calidad de la educación, medida en términos de conocimiento adquirido más que de nivel alcanzado, es un mejor indicador de los avances en el ingreso individual y el crecimiento económico de un país, que la mera acumulación de años de estudio. En el caso de la salud, Currie y Madrian7 revisan la literatura sobre los efectos de la falta de salud entre los niños sobre sus resultados laborales futuros. Los autores reseñan que una salud deficiente en la infancia tiene efectos sobre los resultados laborales a futuro por dos vías. Por un lado, la salud deficiente en la infancia afecta los resultados educativos del niño, lo que, como ya se indica en la literatura sobre educación, disminuirá los resultados laborales del adulto. Por otro lado, una salud deficiente en la infancia puede conducir a salud deficiente durante edad adulta, lo cual tiene también efectos negativos sobre los resultados laborales. En este sentido, los resultados reseñados por los autores indican que una salud deficiente está asociada con menores tasas de participación laboral, menor número de horas, salarios más bajos y retiro a una edad más temprana, aunque estos resultados muestran una gran dispersión según las muestras y los grupos estudiados. De manera similar, Belli y Appaix8 documentan las distintas investigaciones para países en desarrollo en las cuales se verifica el efecto favorable de las inversiones en salud infantil en términos de ganancias económicas medidas como mayores salarios futuros, menores gastos familiares en salud (y por lo tanto, mayores niveles de consumo y bienestar para todos los miembros de la familia) y menores costos sociales en medidas correctivas. Finalmente, para el caso específico de la nutrición, Behrman9 indica los efectos positivos que una mejor nutrición tiene directamente sobre la productividad de los trabajadores, y de manera indirecta sobre la escolaridad y el logro académico entre los jóvenes. Más recientemente, Thomas y Frankemberg10 han revisado las conexiones entre nutrición y prosperidad económica, medida esta última en términos de ingreso. El argumento central de la literatura es que individuos mejor nutridos tienen una menor propensión a las enfermedades y son más energéticos y alertas, todo lo cual conduce a mayor productividad en el trabajo y a mejores ingresos. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Basados en evidencia de estudios clínicos y económicos, tanto para países en desarrollo como países desarrollados, los autores reseñan que mejoras en condiciones de nutrición asociadas con acceso a calorías o hierro en la dieta incrementan la oferta laboral y están asociadas con mayores salarios. Los estudios anteriores se refieren a las variables de educación, salud y nutrición en general, y no a programas de desarrollo social en particular. En cuanto a programas en particular, aunque existen muchas de corto plazo, existen pocas evaluaciones de largo plazo. De hecho, en el ámbito mundial aún son muy pocas las existentes en cuanto a efectos sobre el mercado laboral. En particular, como ejemplo de casos recientes, se pueden mencionar las de programas de entrenamiento para desempleados en Alemania,11,12 y la de un programa de provisión de educación básica y entrenamiento en California.13,14 Para Alemania, Lecher, Miquel y Wunsch,11 evalúan el impacto que un programa de entrenamiento para desempleados tiene sobre la inserción laboral de los beneficiarios después de siete años. Estos autores encuentran que algunos programas específicos de largo plazo inciden en alrededor de un 10% en el incremento de la tasa de empleo para los beneficiarios, aunque el efecto declina con el tiempo. Fitzenberger y Volter12 estudiaron también para Alemania el impacto a largo plazo de los beneficios de un programa público de entrenamiento para que trabajadores de la antigua Alemania Democrática pudieran adecuar sus habilidades a los requerimientos laborales de la Alemania unificada. Sólo encuentran un efecto positivo sobre el trabajo para el programa relativo a proporcionar habilidades fuera del trabajo, pero para los cursos relativos a prácticas en compañías no encuentran ningún efecto ni en el mediano ni en el largo plazo del programa y sí muestran un efecto en el corto plazo, comparado con aquellos que no tomaron cursos de entrenamiento. En el caso del programa GAIN, en el estado de California (Estados Unidos), Hotz, Imbens y Klerman13,14 hacen uso de la aleatorización inicial a la que fueron sujetos los beneficiarios del programa enfocado a proveer de habilidades a desempleados tanto en corto, mediano y largo plazo. Estos autores encuentran que para el caso de la provisión de habilidades para el mercado laboral hay un efecto en el corto plazo, mientras que la provisión de entrenamiento de desarrollo de capital humano tiene un efecto en el largo plazo (7-9 años) sobre las variables de empleo anual, trimestres trabajados y salarios. Más recientemente, Maluccio y colaboradores15 hacen uso de una serie de datos excepcional que permite identificar individuos beneficiarios de un programa, 25 años después de la recepción del mismo. Los autores logran identificar efectos positivos de una intervención de suplementos nutricionales a niños guatemaltecos entre 0 y 36 meses de edad, sobre los resultados en materia de conclusión de educación primaria y secundaria, y comprensión lectora 25 años después. Esta investigación confirma la importancia y efectividad en el largo plazo de programas que mejoran la nutrición de familias desaventajadas. Con respecto al análisis entre generaciones, la transmisión intergeneracional puede entenderse como la transmisión de habilidades individuales, rasgos, comportamientos, y resultados de los padres hacia los hijos,16 lo que puede reducir la movilidad entre generaciones. Una correlación fuerte entre el ingreso de los padres y el de los hijos, o entre generaciones, indica una movilidad intergeneracional débil, lo que significaría en el contexto de este estudio que aquellos que nacen de padres pobres tienen menos posibilidades de alcanzar su potencial de ingreso, es decir, la movilidad social es baja. Los modelos de transmisión intergeneracional de desigualdades están basados principalmente en los modelos desarrollados por Becker y Tomes,2,17 y en los que existen dos mecanismos a través de los cuales se puede dar la movilidad intergeneracional: la primera es la herencia de dotaciones y la segunda es la propensión que tengan los padres a invertir en el capital humano de sus hijos. Además, existen ciertos antecedentes familiares que pueden ser determinantes durante la niñez y adolescencia y que inciden en la movilidad intergeneracional, tales como la estructura familiar, número de hijos, entre otros. Solon18 introdujo modificaciones al modelo de Becker y Tomes2,17 para considerar el papel que tiene la educación pública en la movilidad entre generaciones. En este caso, el incremento en los retornos al capital humano en conjunto con un gasto público establecen la movilidad intergeneracional, pero si aumenta la progresividad del gasto focalizado en desarrollar el capital humano de los niños, entonces aumenta la movilidad entre generaciones. Sin embargo, una serie de estudios en diversos países sobre el tema han señalado que la mayor parte de la movilidad intergeneracional no está explicada. Blanden y colaboradores19 encuentran para el Reino Unido que existe 69 70 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 un nivel limitado de movilidad social entre generaciones, al compararse con otros países, y más aún, al comparar la cohorte de 1958 y 1970 encuentran que la movilidad se ha reducido. También encuentran que, al estrecharse las relaciones entre el ingreso familiar, la participación en educación posterior a la obligatoria entre cohortes es un factor importante en la caída de movilidad entre generaciones. En otro estudio, Blanden y colaboradores20 encuentran que existe un gran peso por parte de la mejora en los logros de niveles educativos y de oportunidades para los niños de hogares pobres para mejorar la movilidad social, y sugieren que también hay que focalizarse en mejorar cuestiones no cognitivas, como la autoestima y la diligencia (application) para alcanzar mejoras en logros de movilidad social. Otros estudios, como el de Piraino,21 muestran a Italia con menor movilidad intergeneracional comparado con países como EUA y Reino Unido. Esto se derivaría de una gran regulación que reduce la entrada al mercado laboral y la movilidad entre ocupaciones. En cambio, en Canadá, de acuerdo con Fortín y Lefevbre,22 se encuentra que hay mayor movilidad intergeneracional comparada con EUA y Reino Unido, y es mayor para las cohortes más jóvenes y menor para las mujeres. Blanden23 también encuentra mayor movilidad entre generaciones en Canadá y Alemania, que en EUA y Reino Unido, donde existe mayor persistencia debido a diferencias en retornos a la educación y una gran parte se encuentra explicada. Para América Latina, Andrade y colaboradores24 analizan la movilidad intergeneracional, a través de niveles de ingresos, en Brasil, y encuentran que las restricciones crediticias juegan un papel importante en la movilidad, además de que para Brasil ésta es menor que en países desarrollados. Ferreira y Veloso25 encuentran algo similar utilizando salarios en Brasil. Behrman y colaboradores26 comparan la movilidad, a través de ocupaciones y escolaridad, en diversos países de América Latina, encontrando que los coeficientes de movilidad intergeneracional son de 0.3 para Brasil y Colombia, de 0.5 para México y 0.65 para EUA, esto es, la movilidad entre generaciones en América Latina es menor comparada con EUA, incluso entre los mismos países del continente las diferencias son grandes.* Específicamente para México, Valero y Tijerina,27 utilizando los datos de la Encuesta Nacional de Empleo Urbano 1998 miden la movilidad intergeneracional en términos de salario dado un tipo de ocupación, encontrando que en hogares de ingreso alto el efecto del ingreso del jefe de hogar empleador es mayor que el efecto en hijos con padres empleados y autoempleados. Sin embargo, sólo consideran jefes e hijos en el mismo hogar al momento de la encuesta, por lo que pueden estar capturando el efecto de casos menos exitosos, es decir, aquellos que no han podido independizarse de su hogar materno. En otro estudio, Mayer y colaboradores28 utilizan datos para México de la Encuesta Nacional de Niveles de Vida de los Hogares 2002 para analizar el desarrollo cognitivo, medido por la Prueba de Raven, y su transmisión entre generaciones. Encuentran que existen impactos significativos y de persistencia sobre el desarrollo cognitivo de los niños en hogares donde los servicios básicos no están disponibles, esto es, en pobreza extrema. Las condiciones económicas del hogar tienen un impacto sobre el desarrollo cognitivo de los niños. Esto es relevante en un contexto de análisis como el de Oportunidades, considerando que las habilidades cognitivas son determinantes en la productividad laboral cuando son adultos.29 Más aún, Heckman, Stixrud y Urzúa30 evidencian la importancia tanto de elementos cognitivos‡ y no cognitivos§ en los resultados laborales de los individuos, así como en otras cuestiones sociales tales como el uso de drogas, o la participación en actividades ilegales. Cabe señalar que hay una serie de cuestiones que es un tanto improbable de capturar en los análisis de transmisión de pobreza y sus características. Ya en el trabajo clásico de la “cultura de pobreza” en México, Oscar Lewis31 encontraba que la transmisión de capital entre generaciones de hogares pobres está afectada por las creencias, actitudes y comportamientos hacia sí mismos y que se van transmitiendo entre generaciones, por lo que aquellos que crecen * Estos coeficientes se calculan de una regresión donde la dependiente es el ingreso u ocupación del hijo, y la dependiente principal el ingreso u ocupación del padre y el coeficiente sería la elasticidad intergeneracional, donde un coeficiente de 1 sería perfecta inmovilidad y un coeficiente de 0 sería completa movilidad entre generaciones. Los coeficientes en el párrafo arriba son 1-coeficiente, es decir, el grado de movilidad de los hijos respecto de sus padres. ‡ Medidos a través de pruebas estandarizadas de razonamiento de aritmética, conocimiento de escritura, comprensión de lectura, conocimiento matemático y rapidez en descifrar claves. § Medidos como las escalas de Rotter y Rosenberg, las cuales incluyen percepción de sí mismos, autoestima, control sobre su vida y similares. 71 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención en hogares pobres no cuentan con la capacidad suficiente o no tienen la voluntad necesaria para tomar las oportunidades de salir de la condición de pobreza, haciendo muy difícil que los programas de pobreza tengan éxito. Esta teoría es controversial, sin embargo, pudiera ligarse a evidencia desarrollada en otros países utilizando investigación neurológica, donde se ha determinado que las condiciones de pobreza en la infancia inciden en un menor desarrollo neurológico,32 además de que niños que crecen en hogares pobres tienen más probabilidad de tener menos éxito en el desempeño escolar y ser menos productivos cuando entren al mercado laboral, además de adolecer de mayores problemas de salud.33 Una parte de las implicaciones son proporcionar servicios de salud y educación de alta calidad a niños en hogares pobres desde los tres años de edad, de forma que se produzcan beneficios en el largo plazo y tengan incidencia en su inserción laboral cuando sean adultos.34 Existen, pues, muy variados antecedentes teóricos y empíricos para respaldar la realización de una evaluación de impacto de largo plazo sobre el empleo, los salarios, la migración y la movilidad intergeneracional del Programa Oportunidades. Relevancia para el Programa El tema de la transmisión intergeneracional de la pobreza es central para el Programa Oportunidades, ya que el objetivo fundamental de su creación fue precisamente establecer un incentivo, a través de la transferencia de dinero a los hogares, por medio del cual se logre que las generaciones nuevas puedan crear un mayor capital humano y en un futuro tengan mejores oportunidades de crear mayores ingresos para salir del círculo generacional de pobreza. Por lo tanto, saber en qué medida los beneficiarios del Programa se están insertando en el mercado laboral es relevante para conocer si hay avances en la situación económica de los jóvenes con respecto a sus antecesores, dado también el contexto en que se desenvuelven. Acciones del Programa relacionadas Oportunidades afecta una parte de los determinantes de las condiciones laborales de un individuo. En particular, aquella referida a las condiciones de la oferta laboral, ya que individuos con mejor nutrición, salud y educación están mejor dotados para incorporarse al mercado de trabajo de manera productiva. Sin embargo, el empleo y los niveles de salario existentes en una economía en particular también dependen de la marcha de los negocios y la economía en general. Es decir, de la demanda de trabajo. El Programa no tiene un efecto directo sobre la demanda de empleo. De una manera esquemática, la figura 1 ilustra lo explicado en el párrafo anterior. El Programa Oportunidades tiene una incidencia directa sobre la educación, la salud y la nutrición (línea 1).35 Estas variables, a su vez, afectan las características de la oferta laboral en un mercado en particular (línea 2). Oportunidades tiene efectos directos sobre la educación, la salud y la nutrición. A través de estas variables, el Programa también tiene efectos indirectos sobre el empleo y los salarios. Sin embargo, la demanda laboral también afecta las condiciones de empleo y los salarios prevalecientes en el mercado (línea 5). El Programa no tiene un efecto directo sobre las condiciones de la demanda de trabajo. Puede especularse, sin embargo, que sí tiene efectos directos sobre el empleo y los salarios Salud y nutrición Oportunidades 1 2 Empleo, salarios Educación 4 3 Oferta de trabajo 5 Demanda de trabajo Figura 1 Efectos posibles de Oportunidades 72 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 (línea 3) e indirectos sobre la demanda de trabajo (línea 4) si se considera que los recursos monetarios recibidos por las familias beneficiarias pueden usarse para incentivar el gasto en las localidades beneficiarias, lo que a su vez permite más oportunidades de empleo. Este estudio se concentra en intentar identificar los efectos directos del Programa sobre el empleo y los salarios, y los efectos indirectos sobre estas variables a través de la educación. Se buscará controlar por las condiciones de la demanda de trabajo, de tal manera que se puedan aislar los efectos del Programa y no se atribuyan indebidamente resultados (favorables o desfavorables) que no le correspondan dado su diseño, su fin y su propósito, así como sus componentes. La próxima sección explica los métodos adoptados con esta finalidad. II. Métodos Datos La principal fuente de datos para este estudio es el módulo de jóvenes de la Encuesta de Evaluación de los Hogares Rurales 2007 (Encel 2007). Este módulo consiste en varios cuestionarios realizados a jóvenes entre 14 y 24 años de edad en las localidades que visita la muestra Encel 2007. Esta muestra incluye a los hogares que fueron entrevistados en las localidades visitadas en encuestas de seguimiento anteriores (Encel 1998, 2000 y 2003) y además agrega un conjunto adicional de localidades en nuevas entidades federativas. El módulo de jóvenes incluye cuestionarios relacionados con diversos tópicos, entre ellos uno referido a la inserción laboral de los jóvenes entrevistados. Este cuestionario es muy similar al utilizado en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), originalmente diseñada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) para dar seguimiento al mercado laboral mexicano. De esta manera, se obtiene en la Encel 2007 información sobre empleo, salarios y muchos otros aspectos del mercado laboral similar a la que se genera por la ENOE. En el cuadro 1 y siguientes se muestra la inserción laboral de los jóvenes entrevistados en la Encel 2007 y se compara con una submuestra de la ENOE correspondiente a jóvenes entre 14 y 24 años, en localidades rurales de las mismas 12 entidades federativas que visitó la Encel 2007. Si bien estas dos encuestas obedecen a propósitos, metodologías y marcos muestrales distintos, la comparación permite observar si la participación laboral de los jóvenes en las localidades encuestadas por la Encel (y por tanto la muestra de jóvenes beneficiarios con que se realizan distintas evaluaciones del Programa) arroja un comportamiento laboral similar o distinto al de las regiones en que se encuentran.* La tasa de actividad de la muestra Encel es de un 36.4%, menor a la observada en el tercer trimestre del 2007 con la ENOE para la misma área geográfica y el mismo grupo etario (45.5%). La tasa de desocupación, en cambio, es muy similar para ambas muestras (3.4 y 3.1%, respectivamente). Otra diferencia importante reside en la tasa de disponibilidad entre los inactivos.‡ En la muestra Encel, el porcentaje de disponibles entre los inactivos es de sólo un 0.7%, mientras que la misma asciende a 19.7% en la ENOE. Esto quiere decir que la muestra Encel no sólo tiene una menor tasa de actividad, sino una mucho menor tasa de disponibilidad. Esto implica que, en general, los jóvenes de las localidades encuestadas por la Encel están mucho menos vinculados con el mercado laboral que el promedio de jóvenes en áreas rurales. En contraposición, el porcentaje de inactivos no disponibles es mucho mayor en la Encel que en la ENOE, lo cual implica que las comunidades de la primera muestra tienen una mayor incidencia de jóvenes estudiando y/o prestando labores no remuneradas en el hogar. Si se observa exclusivamente a los jóvenes en la muestra que se encuentran ocupados, se pueden caracterizar las formas de ocupación de los mismos. El cuadro 2 muestra la distribución de los jóvenes ocupados según distintas carac- * Debido a sus diferencias técnicas, no se calculan intervalos de confianza para las diferencias observadas entre los grupos. ‡ Los disponibles son aquellas personas que no se encuentran trabajando ni buscando un trabajo en el periodo de referencia de la encuesta (es decir, personas económicamente inactivas) pero que estarán disponibles para trabajar aunque han desistido de buscar un empleo por considerar que no tienen posibilidades para encontrarlo. 73 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Encel 2007ENOE 2007(1) Total observaciones en módulo 30 942 7 493 Población económicamente activa 11 265 36.4% 3 411 45.5% Ocupada 10 877 96.6% 3 306 96.9% Desocupada 388 3.4% 105 3.1% Población económicamente inactiva Disponible No disponible No especificado 19 677 63.6% Cuadro 1 Comparativo de jóvenes 14-24 años en Encel y ENOE, PEA y PEI 4 082 54.5% 128 0.7% 806 19.7% 19 549 99.3% 3 276 80.3% 99 0.5% – – Nota: Corresponde sólo a individuos entre 14 y 24 años de edad, en áreas rurales, en las mismas 12 entidades federativas que la Encel 2007 terísticas. Allí se puede observar, en primer lugar, que la muestra Encel registra un porcentaje muy elevado de jóvenes en ocupaciones no especificadas (14.7%), lo cual puede indicar una alta precariedad de empleo o dificultad entre los encuestadores para determinar la función que ocupa el entrevistado en su empleo. La distribución por jornada laboral es muy similar entre ambas encuestas: una moda por encima de 80% en jornadas de más de 48 horas semanales. Sin embargo, hay una mayor incidencia de empleos con jornadas de menos de 48 horas entre los jóvenes de la muestra Encel (13.4% en vez de 6.8% en la ENOE). En cuanto al acceso a instituciones de salud (IMSS, ISSTE, seguros privados, etc.), los jóvenes con empleo encuestados por la Encel muestran una menor incidencia (4.6%) que los encuestados por la ENOE (11.9%). Finalmente, en cuanto al ámbito y tamaño de la unidad económica en que laboran, los ocupados de la Encel se concentran más en actividades agropecuarias que los de la ENOE. Un 46.7% de los primeros se ocupa en el ámbito agropecuario, pero sólo 35.3% de los segundos se ocupa de manera similar. Entre los empleados en actividades no agropecuarias, los encuestados de la Encel se aglutinan en micronegocios (73.3%), mientras que los de la ENOE se concentran en empresas mayores (61.2%). En resumen, al comparar a los jóvenes entrevistados en la Encel, con la muestra de la ENOE, los primeros muestran menores tasas de actividad laboral, en ocupaciones con jornadas más cortas, con menos protección de seguridad social (lo que se puede interpretar como un signo de empleo informal) y en empleos mayormente concentrados en actividades agropecuarias. Esto indica que el mercado laboral de las localidades encuestadas por la Encel muestran patrones de empleo para jóvenes distintos a los de otras localidades rurales de las mismas entidades federativas bajo estudio. Una vez conocido el contexto del mercado laboral de las localidades Encel con respecto a localidades similares en el país, se puede proceder a conocer las características de la inserción laboral para distintos grupos de jóvenes entrevistados por esta encuesta (ver en anexos las pruebas de medias). En particular, cómo se distribuye la oferta laboral de jóvenes en la Encel distinguiendo por condición indígena, por duración del Programa Oportunidades en su localidad y por la condición de beneficiario o no beneficiario. Todo esto permite una primera aproximación a los posibles efectos sobre las condiciones laborales de los beneficiarios de Oportunidades. Un 31% de los jóvenes entre 14 y 24 años entrevistados en la Encel es indígena. La comparación entre la oferta laboral de los jóvenes indígenas y los no indígenas se observa en el cuadro 3. La tasa de actividad de los jóvenes indígenas es superior a la de los no indígenas en un 4.2%. Las tasas de desempleo y de disponibilidad, en cambio, muestran una diferencia irrelevante (apenas 0.1%). El cuadro 4 muestra la distribución de los jóvenes ocupados, según condición indígena. Los jóvenes indígenas tienen un mayor porcentaje de ocupación como trabajadores no remunerados (18.8%) y en labores no especificadas (16.4%) que los no indígenas (14.4 y 13.7%, respectivamente). Este mayor porcentaje en estas funciones se produce en detrimento de los empleos subordinados y remunerados, los cuales sólo representan 54% de la ocupación total entre los indígenas (a diferencia del 62.6% entre los no indígenas). 74 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Cuadro 2 Comparativo de jóvenes 14-24 años en Encel y ENOE, características de empleo Encel 2007ENOE 2007* Total de población ocupada 10 877 3 306 Por función Trabajadores subordinados y asalariados 6 488 59.7% 2 211 Asalariados 5 373 82.8% 1 332 60.2% Con percepciones no salariales 1 104 17.0% 879 39.8% Empleadores Trabajadores por cuenta propia 162 1.5% 11 898 66.9% 0.3% 8.3% 205 6.2% Trabajadores no remunerados 1 734 15.9% 879 26.6% No especificado 1 595 14.7% 0 0.0% Por duración de la jornada Menos de 15 horas 196 1.8% 25 0.8% De 15 a 34 horas 718 6.6% 118 3.6% De 35 a 48 horas 549 5.0% 78 2.4% 9 121 83.9% 2 936 88.8% Más de 48 horas No especificado No responde 47 0.4% 81 2.5% 246 2.3% 68 2.1% 499 Por condición de acceso a instituciones de salud Con acceso 4.6% 393 11.9% 10 378 95.4% 2 913 88.1% – – Ámbito agropecuario 5 080 46.7% 1 581 35.3% Ámbito no agropecuario 5 797 53.3% 2 902 64.7% Micronegocios 4 251 73.3% 1 126 38.8% Otros establecimientos 1 546 26.7% 1 776 61.2% Sin acceso No especificado Ámbito y tamaño de la unidad económica No especificado – – – – * Corresponde sólo a individuos entre 14 y 24 años de edad, en áreas rurales, en las mismas 12 entidades federativas que la Encel 2007 En cuanto a la jornada laboral, los jóvenes indígenas muestran un mayor porcentaje de jornadas con menos de 48 horas (16.9%) que los no indígenas (11.7%). Asimismo, muestran un menor porcentaje de empleos con acceso a atención médica: 2.8% entre los indígenas, versus 5.5% entre los no indígenas. Finalmente, los jóvenes indígenas muestran un mayor porcentaje de empleo en actividades agropecuarias (53.2%) y en microempresas no agropecuarias (45.5%) que los no indígenas (cuyos porcentajes son 43.5 y 35.8%, respectivamente). Las localidades encuestadas en la Encel 2007 se pueden clasificar de acuerdo con la duración del Programa Oportunidades en ellas.* Se definen en este estudio tres tipos de localidades: aquellas en las que el Programa tiene seis años o más, localidades con más de tres pero menos de seis años y localidades con menos de tres años en el Programa. El cuadro 5 incluye la distribución de la oferta laboral por tipo de localidad en la Encel 2007. La tasa de * Dado que el programa tiene 10 años de funcionamiento, las localidades visitadas en la muestra pueden tener hasta un máximo de 10 bajo el tratamiento del Programa. 75 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Encel indígenas ENCEL no indígenas Total observaciones en módulo 9519 21423 Población económicamente activa 3742 39.3% 7523 Ocupada 3614 96.6% 7263 96.5% Desocupada 128 3.4 260 3.5% Población económicamente inactiva Disponible No disponible 5777 60.7% 13900 35.1% 64.9% 43 0.7% 85 0.6% 5734 99.3% 13815 99.4% Encel indígenas ENCEL no indígenas 2007* Total de población ocupada 3614 7263 y remunerados 1952 54.0% 4547 Asalariados 1531 78.4% 3856 84.8% Con percepciones no salariales 420 21.5% 681 15.0% Por función Trabajadores subordinados Empleadores 104 62.6% 58 1.6% Trabajadores por cuenta propia 329 9.1% 567 7.8% Trabajadores no remunerados 680 18.8% 1048 14.4% No especificado no responde 594 16.4% 997 13.7% 1.4% Por duración de la jornada Menos de 15 horas 86 2.4% 110 1.5% De 15 a 34 horas 301 8.3% 417 5.7% De 35 a 48 horas 223 6.2% 326 4.5% 2905 80.4% 6216 85.6% Más de 48 horas No especificado No responde 9 0.5% 28 0.4% 80 2.2% 166 2.3% 102 Por condición de acceso a instituciones de salud Con acceso 2.8% 397 5.5% 3512 97.2% 6866 94.5% – – Ámbito agropecuario 1921 53.2% 3159 43.5% Ámbito no agropecuario 1693 46.8% 4104 56.5% Micronegocios 1648 97.3% 2603 63.4% Otros negocios 1599 2.7% 2487 36.6% Sin acceso No especificado Cuadro 3 Comparativo de jóvenes 14-24 años en Encel y PEA y PEI, indígenas Ámbito y tamaño de la unidad económica * Corresponde sólo a individuos entre 14 y 24 años de edad, en áreas rurales, en las mismas 12 entidades federativas que la Encel 2007 Cuadro 4 Comparativo de jóvenes 14-24 años en Encel y características de empleo, indígenas 76 Cuadro 5 Comparativo de jóvenes 14-24 años en Encel, PEA y PEI, por duración de exposición al Programa Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Encel localidadesEncel localidadesEncel localidades 6 y más entre 3 y 6menos de 3 Total observaciones en módulo 24296 Ocupada 8449 96.6% 1570 95.8% 791 97.3% Desocupada 294 3.4% 68 4.2% 22 2.7% Disponible No disponible 15553 64.0% 1638 2424 40.3% 2356 8743 Población económicamente inactiva 36.0% 4062 Población económicamente activa 59.7% 813 1543 34.5% 65.5% 96 0.6% 22 0.9% 10 0.6% 15457 99.4% 2402 99.1% 1533 99.4% actividad laboral es mayor en las localidades con duración intermedia (40.3%), seguida por las de duración larga (36.0%) y duración corta (34.5%). No existen diferencias relevantes en la composición de la población inactiva entre los tres tipos de localidad, pero las tasas de desempleo lucen ligeramente superiores en las localidades con duración intermedia (4.2%) y larga (3.4%) que en las de duración corta (2.7%). El cuadro 6 muestra la distribución de los jóvenes ocupados, según el tipo de localidad en que habitan. Se observa en él que las localidades con larga duración del Programa tienen un mayor porcentaje de trabajadores por cuenta propia, no remunerados o en función no específica: 40.3%. Esto contrasta con el porcentaje de trabajadores en dichas funciones para las localidades con duración media o corta: 32.2 y 35.6%, respectivamente. Asimismo, las localidades con larga duración del Programa tienen un mayor porcentaje de jóvenes trabajando jornadas con menos de 48 horas a la semana: 14.0%, versus 12.0 y 10.0% en los otros dos tipos de localidad. Las localidades con larga duración del Programa también muestran un menor porcentaje de jóvenes ocupados con acceso a atención médica (IMSS, ISSTE, seguros privados, etc.) que los de otras localidades. Sólo 3.4% de los primeros tiene dicho acceso, en contraste con el 8.9 y 8.3% de los segundos. Además, las localidades con larga duración del Programa tienen una mayor incidencia de ocupaciones en actividades agropecuarias (49.7%) y de ocupaciones en micronegocios en actividades no agropecuarias (41.5%). El cuadro 7 y el cuadro 8 muestran las características de la oferta laboral de los jóvenes encuestados por la Encel distinguiendo entre jóvenes beneficiarios y no beneficiarios del Programa. La tasa de actividad de los beneficiarios es superior en 4.3% a la de los no beneficiarios. Las tasas de desocupación y de disponibilidad, en cambio, son prácticamente iguales entre ambos grupos. Entre población ocupada, la incidencia de trabajadores subordinados y remunerados es mayor entre los no beneficiarios que entre los beneficiarios: 62.9 y 57.5%, respectivamente. Por otro lado, los no beneficiarios también tienen una mayor incidencia de ocupados con acceso a servicios de salud y con jornadas laborales de más de 48 horas semanales. Tienen, a su vez, una menor proporción de ocupados en actividades agropecuarias (40.7 en vez de 48.5%) y en microempresas no agropecuarias (32.9 en vez de 40.9%). Finalmente, el cuadro 9 muestra el salario promedio mensual para trabajadores en las diferentes categorías que se han presentado en cuadros anteriores. En general, las diferencias salariales entre los datos de la ENOE y de la Encel son muy pequeñas: no llegan ni a 1% del salario promedio. Sin embargo, las diferencias entre grupos de la Encel son más importantes: oscilan entre 5 y 9% del salario promedio. En particular, el salario de los no indígenas es 8.8% superior al de los indígenas. Asimismo, la mensualidad de los asalariados en localidades con 3 a 6 años en el Programa, son superiores en torno a 9.0% a la de los asalariados en otras localidades. Los no beneficiarios registran un salario mensual 9.6% superior al de los beneficiarios y los no elegibles. En general, los cuadros anteriores indican que la Encel 2007 tiene una composición de la oferta laboral diferente a la de la ENOE del mismo periodo y para grupos etarios y geográficos similares, aunque se observan ingresos mensuales similares entre los asalariados de ambas muestras. Los datos de la Encel registran una menor incidencia de actividad laboral, de empleos de larga jornada, con acceso a servicios de salud y en actividades no agropecuarias. Estas diferencias pueden deberse a que las localidades visitadas por los encuestadores de la Encel son localidades, Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 77 Cuadro 6 Comparativo de jóvenes 14-24 años en Encel y características de empleo, por duración de exposición al Programa Total de población ocupada Encel localidadesEncel localidadesEncel localidades 6 y más entre 3 y 6menos de 3 8 449 1 570 791 y remunerados 4 919 1 033 500 Asalariados 4 011 81.5% 929 89.9% 412 82.4% Con percepciones no salariales 899 18.3% 101 9.8% 87 17.4% Por función Trabajadores subordinados Empleadores Trabajadores por cuenta propia 121 58.2% 1.4% 31 65.8% 2.0% 10 63.2% 1.3% 709 8.4% 121 7.7% 60 7.6% Trabajadores no remunerados 1 406 16.6% 201 12.8% 116 14.7% No especificado 1 294 15.3% 184 11.7% 105 13.3% Menos de 15 horas 167 2.0% 22 1.4% 6 0.8% De 15 a 34 horas 576 6.8% 92 5.9% 43 5.4% De 35 a 48 horas 442 5.2% 74 4.7% 30 3.8% 7 016 83.0% 1 351 86.1% 699 88.4% 5 0.1% 4 0.3% 37 4.7% 243 2.9% 27 1.7% 0 0.0% Por duración de la jornada Más de 48 horas No especificado No responde Por condición de acceso a instituciones de salud Con acceso 286 3.4% 139 8.9% 66 8.3% 8 163 96.6% 1 431 91.1% 725 91.7% – – – económica 8 449 1 570 791 Ámbito agropecuario 4 198 49.7% 518 33.0% 325 Ámbito no agropecuario 4 251 50.3% 1 052 67.0% 466 Micronegocios 3 510 82.6% 430 40.9% 278 59.7% Otros negocios 741 17.4% 622 59.1% 188 40.3% Sin acceso No especificado Ámbito y tamaño de la unidad 41.1% 589% No especificado en su mayoría, de alta marginación mientras que las de la ENOE cubren toda la variedad de localidades del área rural. Estos resultados parecen indicar que las localidades Encel tienen mercados laborales menos activos y más concentrados en actividades del sector primario. Al comparar las observaciones de la Encel según los distintos grupos que la componen se observan también algunas diferencias preliminares. Los indígenas, los beneficiarios y los habitantes de localidades donde el Programa ha operado por más de seis años, muestran una mayor incidencia de empleo agropecuario, menores salarios mensuales promedio y menor acceso a instituciones de salud a través del trabajo. Estos grupos arrojan indicaciones de tener una mayor incidencia de empleos más precarios. Los datos anteriores, sin embargo, muestran distribuciones no condicionadas de la población encuestada. Estas distribuciones, si bien comparan la composición de la muestra entre distintos grupos, no permiten identificar si un grupo en particular tiene resultados laborales sistemáticamente distintos debido a la recepción del Programa o a 78 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Cuadro 7 Comparativo de jóvenes 14-24 años en Encel y PEA y PEI, beneficiarios y no beneficiarios Encel beneficiariosencel no beneficiarios Total observaciones en módulo 23 090 7 852 Población económicamente activa 8 661 37.5% 2 604 Ocupada 8 365 96.6% 2 512 96.5% Desocupada 296 3.4% 92 3.5% Población económicamente inactiva Cuadro 8 Comparativo de jóvenes 14-24 años en Encel y características de empleo, beneficiarios y no beneficiarios Disponible No disponible 14 429 62.5% 5 248 33.2% 66.8% 96 0.7% 32 0.6% 14 333 99.3% 5 216 99.4% Encel beneficiariosencel no beneficiarios Total de población ocupada 8 365 2 512 4 813 57.5% Por función Trabajadores subordinados y remunerados Empleadores Trabajadores por cuenta propia 1 579 62.9% 145 1.7% 48 1.9% 805 10.5% 9.6% 263 Trabajadores no remunerados 1 071 12.8% 242 9.6% No especificado 1 518 18.1% 379 15.1% No responde Por duración de la jornada Menos de 15 horas 166 2.0% 30 1.2% De 15 a 34 horas 573 6.8% 145 5.8% 450 5.4% 99 3.9% 6 946 83.0% 2 175 86.6% De 35 a 48 horas Más de 48 horas No especificado 36 0.4% 11 0.4% 194 2.3% 52 2.1% 319 3.8% 180 7.2% 8 046 96.2% 2 332 92.8% – – Ámbito agropecuario 4 058 48.5% 1 022 40.7% Ámbito no agropecuario 4 307 51.5% 1 490 59.3% Micronegocios 3 424 79.5% 827 55.5% Otros negocios 883 25.8% 663 80.2% No responde Por condición de acceso a instituciones de salud Con acceso Sin acceso No especificado Ámbito y tamaño de la unidad económica 79 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención SALARIO PROMEDIO* Enoe 2007 2 614.62 Encel 2007 2 594.91 Indígenas 2 442.19 No indígenas 2 658.07 Localidad 6+ 2 542.67 Localidad 3-6 2 779.91 Localidad <3 2 664.51 Beneficiarios 2 534.90 No beneficiarios 2 778.59 No elegibles 2 599.09 Cuadro 9 Salario promedio, jóvenes de 14 a 24 años, diversos grupos * Sólo para trabajadores asalariados alguna otra característica en particular. Para poder argumentar en este sentido, se requiere comparar grupos de datos que sean iguales en todo sentido, excepto en la percepción del Programa Oportunidades, lo que permite adjudicar las diferencias en resultados a la operación del Programa. La próxima sección explica la metodología adoptada para identificar dichos impactos. Enfoque metodológico La metodología de este estudio se aplica a dos tipos de preguntas. La primera busca determinar si el Programa afecta positivamente la inserción laboral de jóvenes beneficiarios, en cuanto a su probabilidad de conseguir empleo y en cuanto a los salarios que perciben de dicho empleo. La segunda busca determinar si el Programa tiene algún efecto en cuanto al tipo de ocupación en el empleo de los jóvenes con respecto al de sus padres. Debido a que esta evaluación de efectos laborales se hace a los 10 años de iniciado el Programa, cabe hablar de una evaluación de impacto de largo plazo. Una evaluación de impacto de largo plazo puede interpretarse de dos maneras. Una manera consiste en considerar el efecto en el largo plazo entre dos o más grupos con tratamientos distintos. Una segunda manera es la comparación entre el efecto de largo plazo y el efecto de corto plazo entre dos o más grupos con tratamientos distintos. Si los tratamientos difieren en su duración, se pueden utilizar las dos interpretaciones anteriores entre grupos con distinta duración en el tratamiento (lo que llamaremos “exposición” al tratamiento). Si además se comparan los distintos tipos de tratamiento a grupos sin ningún tratamiento, tanto en el corto como en el largo plazo, se tiene una variedad de efectos de largo plazo que cabe considerar. En la figura 2 se muestra una ilustración de los distintos efectos de largo plazo que se pueden medir. El eje horizontal mide el tiempo y el eje vertical la variable resultado de interés (por ejemplo, salarios). La línea roja en el tope representa la evolución en el tiempo de la variable de interés para un grupo de personas que recibieron una larga exposición al tratamiento (por ejemplo, nueve años como beneficiario de Oportunidades). La línea negra en el medio representa la evolución en el tiempo de la variable de interés que tuvo una corta exposición al Programa (digamos, tres años como beneficiario de Oportunidades). Finalmente, la línea segmentada, en el fondo, representa a aquellos que no recibieron el tratamiento en ningún momento, aunque son hogares elegibles a ser beneficiarios. La distancia vertical entre cada una de estas líneas en distintos momentos del tiempo (en el corto y en el largo plazo) permite calcular distintos efectos de largo plazo. El efecto de largo plazo entre el tratamiento de larga exposición y el tratamiento de corta exposición es la distancia “e” menos la distancia “a” (e-a). El efecto de largo plazo entre el tratamiento de corta exposición y el grupo de control (sin tratamiento) es (f-b). Finalmente, el efecto de largo plazo entre el grupo con larga exposición y el grupo de control es [(e+f)-(a+b)]. 80 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Considerar los efectos de largo plazo de la manera anterior puede pasar desapercibida información relevante para juzgar la eficiencia de una intervención. En efecto, si fuese el caso que el impacto de una intervención en particular no varía después de un cierto momento o de una cierta dosis, entonces no tendría sentido económico tener un tratamiento después de cierto momento o después de cierta exposición al tratamiento. Si, por el contrario, los efectos de la intervención sí varían con la duración de la exposición o con el tiempo ocurrido después de la intervención, resulta importante saber cuál es el efecto adicional que se logra al extender la intervención. Nuevamente siguiendo la figura 2, el efecto a largo plazo (comparado con el corto plazo) entre el grupo de larga exposición y el grupo de corta exposición es la distancia (e-a)-(c-a)=e-c. El efecto entre el grupo de corta exposición y el grupo de control (sin tratamiento) es (f-b)-(d-b)=(f-d). Finalmente, el efecto de largo plazo entre el grupo con larga exposición y el grupo de control es [(e+f)-(a+b)]-[(c+d)-(a+b)] = (e+f)-(c+d). Nótese que la diferencia en el largo plazo entre el grupo de larga exposición y el de corta exposición (según la primera manera) es equivalente a (e-a). Pero la diferencia entre los efectos de corto y largo plazo entre estos dos grupos es (e-c). Se puede entonces descomponer el efecto de largo plazo en dos partes, una que corresponde al corto plazo (e-c) y otra que corresponde a la extensión del periodo (c-a). En efecto, (e-a)=(e-c)+(c-a). Esta descomposición, permite reconocer el impacto en distintos momentos y conocer si el impacto de una intervención dada cambia en el tiempo. Este estudio se concentra en el efecto de largo plazo (al año 2007), y no explora la diferencia entre efectos de largo y corto plazo (es decir, los cambios entre 2007 y 2003, u otro año anterior). Esto se debe a dos razones. En primer lugar, la muestra Encel 2007 considera jóvenes entre 14 y 24 años, por lo que un porcentaje importante de ellos (más de la mitad) sería menor de 14 años en 2003, por lo que su inserción laboral es muy reducida.* En segundo lugar, el momento de observación anterior (Encel 2003), incluye un número mucho menor de observaciones Figura 2 Impacto del Programa de acuerdo con su exposición en el tiempo sobre elegibles Variable resultado Grupo con larga exposición al tratamiento e c a f Grupo con corta exposición al tratamiento d Grupo sin exposición al tratamiento b Antes Después (corto plazo) Mucho después (largo plazo) Tiempo * De los jóvenes en la Encel 2007 observados para este estudio sólo un 59.7% de la muestra tendría 14 años o menos en 2003, un 81% tendría esa edad en 2000 y 95.9% en 1998. Ver distribución por edades de las observaciones utilizadas en cuadro C4, en el anexo C. 81 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención debido a que en la Encel 2007 se incorporaron nuevas localidades de otras entidades federativas. No se cuenta con información retrospectiva para estas nuevas localidades, por lo que no se tienen datos sobre la inserción laboral en 2003 de los jóvenes entrevistados en las nuevas localidades, ni tampoco información sobre sus condiciones antes de iniciarse el Programa. Ambas razones implican que el número de observaciones disponibles para evaluar el impacto laboral entre 2003 y 2007 se vería muy reducido, afectando la significación de los resultados. Basado en lo anterior, y tomando en cuenta el diseño de las distintas encuestas Encel, el mecanismo de identificación adoptado es el siguiente. Del total de jóvenes encuestados en la Encel 2007 se toman sólo aquellos para los cuales se cuenta con información retrospectiva (es decir, se excluyen aquellos que forman parte de localidades nuevas incluidas en la muestra 2007) y que, además, son elegibles para participar en Oportunidades.* Éstos, a su vez, se separan en beneficiarios y no beneficiarios. Es decir, entre aquellos que sí han recibido el Programa y aquellos que no lo han recibido.‡ Finalmente, cada observación es clasificada según la duración del Programa en la localidad en la cual habita. De esta manera se pueden comparar los resultados laborales en 2007 entre personas con tratamientos de diferente duración (corto, mediano o largo) y personas sin tratamiento. El cuadro 10 muestra la distribución de las observaciones disponibles para este estudio, luego de las restricciones impuestas sobre la muestra. Del total de observaciones disponibles para el estudio (16 601), 18% son no beneficiarios y el resto son beneficiarios.§ Cabe señalar que no se usan 8 514 observaciones correspondientes a los nuevos estados que se incluyen en la encuesta 2007 ya que no fueron seleccionados bajo ninguna forma muestral o aleatorizada, ni de aparejamiento (como ocurrió con las muestras originales y la incluida en 2003, respectivamente), además de que no es posible contar con sus características preprograma. Modelos Usando la Encel en sus distintas etapas, se pueden identificar las características del tratamiento recibido por las personas y con ello armar los grupos de comparación posibles dada la heterogeneidad de los datos existentes. Es importante notar, tal como se señaló anteriormente, que se cuenta con una muestra original derivada de la aleatorización inicial, así como del aparejamiento muestral realizado en 2003 para incluir a un nuevo grupo de control.36 Total jóvenes entrevistados Cuadro 10 Identificación de muestra comparativa 30 942 Sin información de localidad 228 Con información de localidad 30 714 Cuestionario incompleto 3 352 Cuestionario completo 27 362 Entidades federativas nuevas 8 514 No pobres (no elegibles) 2 247 Pobres (elegibles) No beneficiarios 2 994 Beneficiarios 13 607 16 601 Nota: El cuadro detallado puede consultarse en el cuadro C1, anexo C * Esto se define a través del índice de elegibilidad el cual, básicamente, define si el joven forma parte de un hogar con características que lo hacen potencial beneficiario a participar en el Programa. ‡ En la Encel 2007 los beneficiarios del Programa son todos aquellos que fueron definidos como observaciones de tratamiento en la Encel 1998, además de los que siendo controles en 1998 se incorporaron al tratamiento en 1999 y 2000. A éstos se agregan una parte de las observaciones incluidas como controles en la muestra del 2003 y que se incorporaron al tratamiento en años subsiguientes. Los no beneficiarios en el 2007 son mayoritariamente aquellas observaciones que fueron incorporadas como controles en el 2003 y aún en 2007 no han sido incorporadas como tratamientos. § La distribución de estos dos grupos según edad y según duración del Programa en la localidad se muestra en los cuadros C2 y C3 del anexo. 82 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Dado el desgaste de la muestra en el tiempo, el impacto de la migración y de otros factores, es importante reducir el problema de heterogeneidad de la muestra y que impide que se realicen comparaciones entre tratamientos y control (las muestras entre los diferentes tiempos de exposición son un tanto diferentes, así como con el control como se puede observar en las diferentes pruebas de medias presentadas en los anexos, por lo que existe heterogeneidad de tratamiento y los resultados que se obtuvieran de forma normal de comparación estarían sesgados). Idealmente, y siguiendo a Hotz, Imbens y Klerman,13,14,* se estima el efecto promedio de los tratados (ATET), el cual se asocia con que algunas localidades entraron en diferentes puntos del tiempo a recibir beneficios del Programa: at(l)=E(Yit(l)-Yit(0)|Ti=l)=E(Dit(l)|Ti=l) (1) Donde Yit representa la variable dependiente de interés (empleo asalariado, tipo de ocupación, etc.) para el individuo i, Ti=1 es una persona con tratamiento o recepción de beneficios del Programa y el término Dit(l) es la diferencia entre el resultado que obtendría una persona si hubiese recibido el tratamiento y si no lo hubiese recibido. Es posible utilizar estimadores derivados de la metodología de aparejamiento por propensión pero debido a una serie de limitaciones en los datos, se propone seguir una estrategia de “método de regresión ajustada” a través del cual se puedan explotar las variaciones de otorgamiento de beneficios a través del tiempo por localidades y entonces realizar estimaciones paramétricas como se explica a continuación.13,14 Entonces, el modelo ideal sería el siguiente: 3 3 3 3 E[Y2007|T,Z,X,M]= g(α+∑biTi+Zgz+Xdx+MlM+∑TiZbzi+∑TiXbxi+∑TiMbMi) i=1 i=1 i=1 i=1 (2) Donde: Ti corresponde a variables binarias que denotan tres tipos de tratamiento (corto, mediano y largo), Z es un vector de variables que describen al individuo, X es un vector de variables que describen al hogar, y M es un vector de variables que describen la localidad El efecto del Programa asumiendo que g() es una función lineal sería el siguiente: ∂E[Y2007|.] =bi+ZbZi+ZbXi+ZbMi i=1,2,3 (3) ∂Ti De donde se pueden contrastar, por mencionar sólo un ejemplo, las siguientes hipótesis: Formal H1:bi≠0 Coloquial El tratamiento (i=1, 2 o 3) tiene un impacto estadísticamente significativo con respecto al grupo omitido (elegibles, no beneficiarios) El tratamiento (i=1, 2 o 3) tiene un impacto estadísticamente significativo en el grupo definido por alguna H1:(bi+bXi)≠0 variable en el vector X (o en Z o en M) con respecto al grupo omitido (por ejemplo, persona en hogar indígena y con tratamiento, con respecto a persona en hogar no indígena y sin tratamiento) * Estos autores demuestran que mediante su metodología, al comparar grupos similares de tratamiento y control entre localidades, se eliminan las diferencias poblacionales ante la ausencia de cualquier tratamiento, así como los sesgos derivados de factores locales que en nuestro caso podrían ser introducidos por entrar en una localidad antes o después. También demuestran que, realizando aparejamiento por las mismas variables que también se incluyen para controlar por la heterogeneidad en la metodología en la que se basa el presente estudio, se obtienen los mismos resultados que al utilizar regresiones de dobles diferencias ajustadas, pero eliminando las condiciones restrictivas impuestas por el método de aparejamiento, y haciéndolo también a través del uso de variables observables preprograma. 83 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Como no se tiene en la actualidad información sobre la duración del tratamiento en cada persona de la muestra, se ha optado por utilizar el tiempo que tiene el Programa en cada localidad. En este sentido, se asume que la duración del tratamiento de un individuo es igual a la duración del Programa en la localidad donde vive el individuo.* Entonces el modelo propuesto, luego de suprimir algunas interacciones y manteniendo, para facilitar la notación, el supuesto de linealidad, es: 3 3 3 i=2 i=2 i=2 E[Y2007|T,Z,X,M]= α+b0T+∑jiLi+Zgz+Xdx+MlM+TZbT+∑biTLi+∑TLiZbzi+e (4) Donde T es una binaria que es 1 si la persona recibe tratamiento o no, Li es una binaria que es 1 si el hogar vive en una localidad donde el Programa llegó hace menos de tres años, entre 3 y 6, o más de 6 años (i=1, 2 ,3) En este caso, el efecto marginal de ser tratado es: 3 3 ∂E[Y2007|T,Z,X,M] =b0+∑biLi+ZbT+∑LiZbZi ∂T i=2 i=2 Formal (5) Coloquial El tratamiento (i=1) tiene un impacto estadísticamente significativo con respecto al grupo omitido (elegibles, H1:b0≠0 no-beneficiarios) H1:bi≠0 El tratamiento (i=2 o 3) tiene un impacto significativamente distinto con respecto al tratamiento corto (i=1) H1:(bZi-bZj)≠0 i≠j El tratamiento i tiene un impacto significativamente distinto al tratamiento j, en el grupo definido por Z (por ejemplo tratamiento largo para persona en hogar indígena es distinto a tratamiento mediano para persona en hogar indígena) La segunda parte del análisis de la evaluación, se enfocará más específicamente en la batería de preguntas intergeneracionales que contiene el módulo de jóvenes. De esta forma podemos construir un comparativo entre la situación laboral de los jóvenes y aquella que tenían sus jefes de hogar anteriormente cuando tenía 15 años (el entrevistado). Así, se construirán matrices de transición intergeneracionales de la forma: Padres Hijos E1 E2 E1 a b E2 c d Donde los padres serían la situación inicial y los hijos la situación final y la diagonal (a y d) denota la persistencia intergeneracional de habilidades de padres a hijos y la diagonal (b y c) representaría un indicador de movilidad laboral intergeneracional y más específicamente el término b sería un indicador de movilidad hacia arriba o positiva, y el término c un indicador de movilidad negativa, o hacia abajo. Las medias de interés capturadas en la variable E en la matriz son categorías a establecer para: nivel de ingreso de padres, contra nivel de ingreso de hijos; tipo de ocupación (menos calificada, calificada media, calificada alta); horas trabajadas; si cuenta con trabajo formal. Una vez determinadas las matrices de transición intergeneracional, de forma análoga se pretende medir el impacto que ha tenido el beneficiarse de Oportunidades y su exposición en el tiempo. * Este supuesto podría inducir un sesgo en los resultados. Aquellos individuos que reportan ser beneficiarios, pueden serlo por menos tiempo que la duración del programa en la localidad. Aquellos que reportan no ser beneficiarios al momento de la entrevista, pueden haberlo sido por algún tiempo en el pasado. En la actualidad se realizan esfuerzos en Oportunidades para emparejar la información administrativa sobre la duración y monto del apoyo recibido por un beneficiario y la información muestral en la Encel 2007. Esta información estaba disponible sólo de forma parcial para los autores al momento de realización de este estudio, ya que resta aún por emparejar un gran porcentaje de la muestra, lo que introduciría problemas mayores en el análisis a realizar. 84 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Se realizarían categorías para cada celda de las matrices de transición, de forma por ejemplo que las celdas de la matriz se ordenaran b>d>a>c la cual establece un ordenamiento entre las transiciones, esto es, la movilidad positiva es mejor valuada que la no movilidad y ésta a su vez que la movilidad negativa. De esta forma podríamos obtener las probabilidades condicionadas de movilidad entre ambas generaciones a través de un modelo probit multinomial ordenado,37 donde la variable dependiente es el ordenamiento establecido anteriormente la cual denotamos y, condicionado a una serie de características. En nuestro caso tendremos que y toma los valores {0, 1, 2}, donde el 2 indica movilidad positiva o hacia arriba, el 1 no movilidad y el 0 movilidad negativa o hacia abajo. El modelo probit multinomial ordenado37 tendría como variable dependiente el ordenamiento establecido anteriormente la cual denotamos y* y condicionado a una serie de características de forma: y*=bíXi+ei (6) ei ~ N(0,1) yi=0 si y*<=m0 =1 si m0<y*<=m1 … =J si y*<=mJ-1 Los términos m serán determinados por el modelo conjuntamente con b y e. En este caso, se tienen y se toman los valores {0, 1, 2}, donde el 2 indica movilidad positiva, el 1 no movilidad y el 0 movilidad negativa. En este caso, se tendrá 2 “corte” : m0 y m1. El conjunto de variables a incluir en la X serían las mismas del conjunto de la ecuación (4) y una serie de variables de control de características del joven y del padre. Se separarán los resultados de acuerdo con los rangos de exposición del tratamiento tal como se fijen en las variables L de la ecuación (3). De esta forma se puede saber si hay una mayor movilidad entre los beneficiarios y no beneficiarios y entre los beneficiarios de acuerdo con su exposición en el tiempo al tratamiento. III. Resultados Para todos los modelos explicados en la sección anterior, se utilizaron solamente a los jóvenes de las entidades federativas incluidos en todos los levantamientos de la Encel. Se excluyeron, por lo tanto, a aquellos entrevistados en las nuevas entidades incluidas en la Encel 2007. Esto reduce el número de observaciones disponibles, pero permite tener el índice de elegibilidad y los datos preprograma del hogar en todas las especificaciones de los modelos. La primera variable permite tomar en cuenta dentro del análisis a jóvenes comparables para ser beneficiarios y discernir entre aquellos que efectivamente lo son y aquellos que no lo han sido y que nos servirán como grupo de comparación. Los datos preprograma, a su vez, permiten controlar por la posible heterogeneidad existente entre grupos de elegibles que son beneficiarios y otros elegibles que no lo son. También permiten analizar a quienes migraron en el periodo entre el levantamiento de 2007 y el previo de 2003. Controlar por heterogeneidad en condiciones iniciales, como ya se señaló en la sección anterior, es una manera de asegurar que las diferencias en resultados laborales en 2007 no se deben a diferencias sistemáticas, no vinculadas al Programa, entre los distintos grupos examinados. Descripción de resultados principales Los cuadros que se presentan a continuación muestran los resultados principales de los impactos de acuerdo con diferentes grupos de beneficiarios y no beneficiarios, como son los efectos generales, efectos por condición de indígena, y por niveles de educación. Los cuadros que muestran los cambios marginales se calcularon sobre la media y se interpretan como el cambio que una variable en el modelo tiene sobre la probabilidad que se está estimando. Se estiman con posterioridad al cálculo del modelo de probabilidad y son diferentes a los coeficientes en dichos modelos.* * Para una exposición más formal ver Cameron y Trivedi, 2005, capítulos 14 y 15; y STATA 10, Reference manual, capítulo referido al comando, mfx y meoprobit. 85 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Los resultados de las diferentes especificaciones se pueden consultar en el anexo D de este estudio y siguiendo la integración de cambios marginales planteada en la sección de metodología para cada tipo de duración de exposición. Condición de trabajo De la muestra de jóvenes elegibles que ya no estudian hay 10 166 que están tanto en la población inactiva como en la económicamente activa, y dentro de ésta hay 5 579 jóvenes que se encuentran ocupados en el mercado laboral. Los resultados de los efectos que pudiera tener el Programa y su exposición en el tiempo se presentan el cuadro 11 a través de la aplicación de un modelo probit, donde la variable dependientes es 1 si el joven trabaja y 0 si no. Cambios marginales Variable dependiente: 1 si el joven está ocupado Todos C.M. Efecto general Hombres Z C.M. Mujeres Z C.M. Z Corto: menos de tres años -0.129 -1.183 0.042 0.339 -0.261 -1.215 Mediano: tres a seis años 0.074 0.236 -0.027 -0.076 0.227 0.439 Largo: más de seis años 0.104 0.524 0.068 0.305 0.077 0.295 Efectos para niveles educativos Primaria Corto plazo -0.148 -0.816 -0.015 -0.055 Mediano plazo 0.047 0.343 0.004 0.015 0.107 0.809 Largo plazo 0.001 0.010 0.025 0.263 -0.038 -0.439 Secundaria -0.165 -0.913 Corto plazo -0.119 -0.518 -0.070 -0.232 -0.062 -0.324 Mediano plazo 0.075 0.630 -0.004 -0.022 0.165 1.146 Largo plazo 0.062 0.688 0.064 0.581 0.021 0.222 Preparatoria Corto plazo -0.094 -0.334 0.020 0.054 -0.102 -0.295 Mediano plazo 0.073 0.348 0.065 0.188 0.131 0.509 Largo plazo 0.121 0.908 0.094 0.537 0.095 0.540 Efectos para población indígena Corto plazo -0.042 -0.140 0.105 0.245 -0.173 -0.306 Mediano plazo 0.010 0.030 -0.104 -0.256 0.191 0.335 Largo plazo 0.088 0.407 0.004 0.015 0.114 0.416 Número de observaciones 10166 5066 5100 Prob > F 0.000 0.000 0.000 R-cuadrado 0.207 0.060 0.075 Notas: Incluye características del individuo, hogar, localidad, datos preprograma 1997 y todas las interacciones. Cálculos obtenidos a través de un modelo probit. Efectos evaluados en la media de la muestra utilizada para la estimación. Errores estándar obtenidos con el método delta. CM= Cambio Marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1% Cuadro 11 Impacto de exposición al Programa sobre estar ocupado 86 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Los resultados muestran que hay un impacto positivo del Programa sobre la probabilidad de estar ocupado para todos aquellos que se encuentran en localidades con más de tres años en el Programa, pero ninguno de dichos impactos es estadísticamente significativo. Cabe señalar, como ya se comentó en las secciones anteriores, que el estar ocupado depende de factores tanto de oferta como de demanda laboral. Algunos de éstos ya están siendo capturados por las variables de características de esas localidades y las características personales y familiares de los jóvenes. En el caso de las localidades, se presentan condiciones que no necesariamente fomentan el desarrollo de actividades productivas. Por ejemplo, aproximadamente sólo el 6% de los jóvenes vive en localidades con al menos algún tipo de local de servicios financieros. Los resultados del cuadro 11 indican que, una vez que se controla por otras variables explicativas, la condición de beneficiario del Programa no produce probabilidades adicionales de obtener empleo. Es decir, el Programa afecta la probabilidad de obtener empleo sólo en la medida en que incrementa la probabilidad de tener mayor escolaridad. Obtener escolaridad adicional a través de Oportunidades no conduce a una mayor, ni menor, probabilidad de obtener empleo que la probabilidad ya inherente a dicho nivel de escolaridad. Ingresos laborales De los jóvenes ocupados y que no estudian, se cuenta con 4 138 con ingreso laboral reportado, de los cuales 3 300 han sido beneficiarios y 838 no lo han sido, si bien caen dentro de la elegibilidad para serlo. El cuadro 12 muestra los resultados de estimar el impacto del Programa en el ingreso laboral de estos jóvenes. Si bien parece haber un efecto negativo del Programa sobre el ingreso laboral mensual en la exposición al Programa de largo plazo, la significación desaparece al partir la muestra entre hombres y mujeres. Se identifica un efecto positivo y estadísticamente significativo sobre el ingreso laboral a largo plazo para hombres con educación primaria y secundaria, de 12.6 y 14.6%, respectivamente, en comparación con los no beneficiarios con el mismo nivel educativo. Se observa también un efecto positivo, aunque no significativo, de 3% adicional para jóvenes con educación preparatoria en comunidades con larga exposición al Programa. En el caso de las mujeres los efectos estadísticamente negativos son de signo negativo y sólo para aquellas en localidades con entre 3 y 6 años de exposición al Programa. Para la población indígena, todos los efectos observados son de signo negativo, pero sólo son estadísticamente significativos para el ingreso laboral de mujeres en localidades con exposición de corto plazo. Estos resultados indican que el Programa tiene algunos efectos adicionales en el salario según el nivel educativo obtenido de los beneficiarios. En el caso de los hombres con educación a nivel primario o secundario, el salario de los beneficiarios es superior al de los no beneficiarios, en todas localidades con larga exposición al Programa. En el caso de las mujeres, sin embargo, el salario de las beneficiarias es menor al de las no beneficiarias, con cualquier nivel educativo, en localidades con exposición intermedia al Programa. Migración Una de las hipótesis en las que se basa el Programa Oportunidades consiste en que al aumentar los niveles de educación, salud y nutrición de los niños y jóvenes beneficiarios, una vez que busquen integrarse al mercado de trabajo, tendrán acceso a mejores trabajos y salarios más altos. Con ello se contribuiría a romper con el ciclo intergeneracional de la pobreza en el que están inmersas las familias beneficiarias del Programa. Esta búsqueda de empleo puede implicar, en algunos casos, migración a otras localidades. Este estudio se basa exclusivamente en aquellos integrantes de la muestra de evaluación que no migraron, ya que no se siguió a los individuos o a las familias que salieron de su comunidad, como parte del esfuerzo para crear la base de datos longitudinal. Contar con información sobre los migrantes de la muestra de la Encel es muy importante para la evaluación, ya que permitirá evaluar si los impactos del Programa son parecidos o distintos para la población migrante. Considerando que en las comunidades rurales donde opera Oportunidades existe una elevada tasa de emigración y, dado este contexto, los impactos del Programa en los no migrantes podrían darnos una imagen incompleta y/o errónea 87 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Cuadro 12 Impacto de exposición al Programa sobre ingreso laboral mensual Cambios marginales Variable dependiente: log del ingreso laboral mensual Todos C.M. Efecto general Corto: menos de tres años Mediano: tres a seis años Largo: más de seis años Efectos para niveles educativos Primaria Corto plazo Mediano plazo Largo plazo Secundaria Corto plazo Mediano plazo Largo plazo Preparatoria Corto plazo Mediano plazo Largo plazo Efectos para población indígena Corto plazo Mediano plazo Largo plazo Número de observaciones Prob > F R-cuadrado -0.284 -0.325 -0.283 -0.001 -0.172 0.112 -0.125 -0.096 0.091 -0.300 -0.605 -0.047 -0.381 -0.154 -0.326 Hombres Z -1.256 -1.294 -1.782 -0.007 -2.600 1.750 -0.818 -0.981 1.362 -1.454 -2.304 -0.421 -1.694 -0.604 -2.025 4123 0.00 0.101 C.M. ** *** * *** * ** Mujeres Z -0.164 -0.104 -0.056 -0.913 -0.488 -0.339 -0.081 -0.166 0.126 -0.618 -1.703 1.982 -0.055 -0.001 0.142 -0.392 -0.008 1.872 -0.447 -0.506 0.003 -0.284 -0.015 -0.233 -2.312 -1.836 0.022 -1.543 -0.061 -1.475 2805 0.000 0.085 C.M. * ** ** *** ** -0.527 -0.710 -0.479 0.089 -0.221 -0.288 -0.272 0.028 0.082 -0.760 -0.110 -0.687 -0.376 -0.265 Z -1.296 -1.517 -1.567 0.374 -2.163 -1.347 -2.180 0.311 0.313 -2.469 -0.634 -1.751 -0.779 -0.840 1318 0.00 0.129 *** ** *** * Notas: Incluye características del individuo, hogar, localidad, datos preprograma 1997 y todas las interacciones. C.M= Cambio Marginal. Cálculos obtenidos a través de Mínimos Cuadrados Ordinarios. Errores estándar obtenidos a través del método delta * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1% de los efectos del Programa; lo que es cierto especialmente para el caso de los jóvenes. Esta pérdida de muestra es particularmente importante en el caso del presente estudio sobre la inserción laboral de los jóvenes, toda vez que basar el análisis solamente en los jóvenes no migrantes puede dar una imagen incompleta y/o errónea de los efectos de largo plazo de las intervenciones de Oportunidades. Dada la importancia de contar con esta información, en el segundo semestre de 2008 el Instituto Nacional de Salud Pública llevó a cabo un levantamiento de información que implicó buscar información en el hogar de origen, localizar y entrevistar a aquellos jóvenes que actualmente tienen entre 14 y 24 años de edad y que pertenecieron y fueron residentes de un hogar elegible para el Programa en 1997 y, además, que en la Encel 2007 se registraron como emigrantes de dicho hogar. Una vez encontrados en su hogar de destino, a los jóvenes emigrantes se les entrevistó utilizando una versión modificada del cuestionario de hogar de la Encel 2007 que se enfoca en temas socioeconómicos, de escolaridad, participación en el mercado laboral, comportamientos de riesgo e historial migratorio. Los resultados de este levantamiento de información y el análisis que muestre o sugiera la heterogeneidad de los impactos del Programa en esta población respecto a los jóvenes que no emigraron estarán disponibles a principios de 2009 por parte del mismo Programa y por tanto al momento del análisis que se presenta en este estudio no es posible obtener resultados complementarios. 88 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 En cambio, y como primera aproximación al tema, el cuadro 13 presenta los resultados del impacto sobre la probabilidad de migrar en el periodo comprendido en los dos últimos levantamientos. De los jóvenes que en 2003 tenían edad para ser capturados en la muestra 2007 de jóvenes en edades de 14 a 24 años, aproximadamente un 64% de ellos migró. Por lo tanto, con las características registradas en la muestra Encel 2003 (como variables explicativas) y la observación de si el joven se encuentra o no presente en la muestra 2007 (como variable explicada), se estima un modelo probabilístico para determinar las probabilidades de migrar entre beneficiarios del Programa. Si bien los resultados muestran un efecto positivo para aquellos que habitaban en localidades que entraron al Programa hace más de tres años, dicho efecto no es estadísticamente significativo. Tampoco hay un efecto significativo al distinguir por diversos grupos: ni por niveles educativos, ni por condición indígena, excepto al separar el análisis para hombres y mujeres, se encuentra que hay una reducción en la probabilidad de migrar para aquellos hombres y mujeres beneficiarios con educación primaria en 2003 en localidades que estuvieron desde el inicio dentro del Programa. Si bien el objetivo de este estudio no es profundizar en este aspecto migratorio, sí es relevante de forma preliminar saber que no hay evidencia de que el Programa haya incidido directamente en la migración de los jóvenes. Cabe señalar que la decisión de migrar depende de muchos otros factores que no han sido reseñados en el cuadro 13. Por ejemplo, las variables de edad y escolaridad sí mostraron significación estadística al explicar la probabilidad de migrar.* Es decir, jóvenes de mayor edad y mayor escolaridad tienen una mayor probabilidad de migrar. La no significación reseñada en el cuadro 13 indica que haber obtenido escolaridad a través del Programa no aumenta ni disminuye la probabilidad de migrar, con respecto a la probabilidad ya asociada con el hecho de tener un cierto nivel educativo. Es decir, el efecto del Programa sobre la probabilidad de migrar es idéntico al efecto de obtener cierto nivel educativo, ni más ni menos. En cuanto el Programa logra incrementar la escolaridad de los jóvenes, dicha escolaridad adicional está asociada a la probabilidad de migrar. El Programa no tiene un efecto extra (marginal) sobre esta probabilidad. Cuadro 13 Impacto de exposición al Programa sobre movilidad migratoria Efectos marginales Variable dependiente: 1 si el joven migró del hogar entre 2003 y 2007 Todos C.M. Efecto general Hombres Z C.M. Mujeres Z C.M. Z Corto: menos de tres años -0.142 -1.019 -0.171 -1.093 -0.296 -1.210 Mediano: tres a seis años 0.136 1.066 - - 0.133 0.766 Largo: más de seis años 0.099 0.965 0.034 0.227 0.094 0.683 Efectos para niveles educativos Primaria -0.611 -0.066 -0.432 Corto plazo -0.059 -0.472 Mediano plazo -0.007 -0.201 - - -0.051 -1.111 Largo plazo -0.048 -1.446 -0.073 -1.773 -0.075 -1.844** Secundaria -0.092 Corto plazo -0.079 -0.526 -0.059 -0.309 -0.149 -0.749 Mediano plazo 0.040 0.901 - - -0.033 -0.579 Largo plazo 0.017 0.433 -0.013 -0.245 -0.017 -0.337 Preparatoria -0.216 -0.493 -0.182 -0.241 Corto plazo -0.116 -0.300 Mediano plazo 0.140 1.084 - - 0.152 0.869 Largo plazo 0.126 1.208 0.031 0.201 0.144 1.030 Continúa… * En el modelo completo se incluyeron otras variables de control tales como características de los jóvenes, del hogar, de la localidad, y características del hogar previas al programa (1997). Los resultados completos y los conjuntos de variables incluidas pueden ser consultados en los anexos. 89 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención ...Continuación Efectos para población indígena Corto plazo -0.042 -0.140 0.105 0.245 -0.173 -0.306 Mediano plazo 0.010 0.030 -0.104 -0.256 0.191 0.335 Largo plazo 0.088 0.407 0.004 0.015 0.114 0.416 Número de observaciones 38000 18687 19313 Prob > F 0.000 0.000 0.000 R-cuadrado 0.113 0.124 0.109 Notas: Incluye características del individuo, localidad, datos preprograma 1997 y todas las interacciones correspondientes. Se incluye sólo a jóvenes encuestados en 2003 y su seguimiento en 2007. Las características incluidas corresponden al 2003. Errores estándar obtenidos a través del método delta. CM= Cambio Marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1% Movilidad intergeneracional Como se explicó en secciones anteriores, una primera aproximación a la medición de la movilidad intergeneracional se puede realizar a través de la comparación de matrices de transición. Se presentan en el texto solamente aquellas correspondientes al tipo de ocupación que desempeñan los jóvenes, esto es porque en cuanto a trabajos formales hay una dinámica muy grande entre trabajos e informales en primer lugar, y además, no es posible aún saber con certeza si un trabajo, formal o informal, resulta ser mejor que otro, lo cual resulta trascendente para realizar un análisis de movilidad intergeneracional.* El cuadro 14 muestra la distribución de ocupaciones entre los jóvenes beneficiarios (en columnas) por la ocupación de sus padres (en líneas) cuando el joven contaba con 15 años. Cada fila incluye el número total de observaciones en la muestra, y el porcentaje del total de la línea. De esta manera, se puede identificar el porcentaje de jóvenes en cada ocupación según el nivel de ocupación del padre.‡ Por ejemplo, en el caso de padres en la ocupación número 1 (peones y jornaleros agrícolas, además de pizcadores pero excluyendo a bomberos, fertilizadores y fumigadores agrícolas), se observa que un 68.63% de los jóvenes hombres, y un 26.88% de mujeres, tienen la misma ocupación que su padre, mientras el resto se distribuyen en las demás ocupaciones con concentraciones especiales en las ocupaciones número 2 (ayudantes de albañil, fertilizadores, bomberos y fumigadores agrícolas), número 3 (empleados en puesto de mercado, ayudantes de cocina) y número 5 (oficiales, obreros calificados y empleados en comercios y servicios formales) con 8.48, 11.40 y 8.23% para hombres, y 22.6, 15.53 y 24.09%para mujeres, respectivamente. El resto de las ocupaciones tiene menos del 2%. Sólo 0.65% de los jóvenes cuyo jefe fue peón agrícola para hombres y 5.19% en mujeres, es actualmente un profesional universitario o con ocupación similar. El cuadro 14 muestra el total de la muestra de jóvenes, en relación con el empleo que sus padres tenían cuando el joven tenía 15 años. Se puede derivar de este cuadro que un 59.1% del total de los jóvenes hombres, y un 26.9% de mujeres, tienen la misma ocupación que sus jefes de hogar (suma de las observaciones en la diagonal principal dividida entre el total de observaciones). Para cada ocupación del padre, el porcentaje de permanencia varía mucho, por ejemplo entre un 68.63% (para la ocupación 1) y un 0.0% (ocupación 7) para hombres. Las observaciones debajo de la diagonal principal, representan un 14.5% del total para hombres y 14.3% para mujeres. Es decir, 14.5% de los jóvenes hombres experimentaron una movilidad hacia ocupaciones menos calificadas que las de sus padres, mientras que en el caso de las mujeres es de 14.3%. El resto, 26.4% en hombres y 58.8% en mujeres, experimentó cambios hacia ocupaciones mejor calificadas que aquellas que tenía su jefe de hogar. *Ver por ejemplo los estudio de Maloney38 y Rodríguez-Oreggia39 sobre transición entre trabajos formales e informales, así como el argumento de Levy40 al respecto en el contexto de Oportunidades. ‡ Agradecemos especialmente a Mercedes González de la Rocha, directora de la Evaluación Cualitativa de Impacto, Largo Plazo, Zonas Rurales, 2008 por su colaboración en la definición de ocupaciones. Estas clasificaciones persiguen definir una jerarquía basada tanto en la calificación que envuelve el trabajo, así como la precariedad o la estima social que la ocupación tiene especialmente en zonas rurales. Para una descripción detallada de las ocupaciones ver el anexo B. Clasificación de Ocupaciones. Sin embargo, cabe señalar que tal clasificación está basada en un levantamiento cualitativo y limitado a una muestra muy pequeña, por lo que fue necesario llevar a cabo la clasificación de la gran mayoría de las ocupaciones incluidas en la Encel 2007 y que están basadas en la Clasificación Mexicana de Ocupaciones. Esto se hizo de acuerdo con similitud en habilidades requeridas en cada una de las ocho categorías propuestas por González de la Rocha.41 90 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Cuadro 14 Movilidad laboral por ocupaciones entre padres e hijos, mujeres y hombres MATRIZ DE TRANSICIóN DE PADRES A HIJOS POR OCUPACIONES HOMBRES NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS HIJOS 1 1 2 Nivel de ocupación de los padres 3 2 3 4 5 6 7 8 Total 3 179 393 528 85 381 19 17 30 4 632 68.63% 8.48% 11.40% 1.84% 8.23% 0.41% 0.37% 0.65% 100% 61 73 43 10 33 1 2 1 224 27.23% 32.59% 19.20% 4.46% 14.73% 0.45% 0.89% 0.45% 100% 168 90 363 20 91 1 5 6 744 22.58% 12.10% 48.79% 2.69% 12.23% 0.13% 0.67% 0.81% 100% 48 22 32 37 23 2 1 1 166 28.92% 13.25% 19.28% 22.29% 13.86% 1.20% 0.60% 0.60% 100% 163 172 106 22 161 5 4 0 633 25.75% 27.17% 16.75% 3.48% 25.43% 0.79% 0.63% 0.00% 100% 6 3 3 1 0 0 0 1 14 42.86% 21.43% 21.43% 7.14% 0.00% 0.00% 0.00% 7.14% 100% 2 2 4 0 2 1 0 0 11 18.18% 18.18% 36.36% 0.00% 18.18% 9.09% 0.00% 0.00% 100% 13 2 4 5 7 0 0 1 32 40.63% 6.25% 12.50% 15.63% 21.88% 0.00% 0.00% 3.13% 100% 3 640 757 1 083 180 698 29 29 40 6 456 56.38% 11.73% 16.78% 2.79% 10.81% 0.45% 0.45% 0.62% 100% 7 8 4 5 6 7 8 Total MATRIZ DE TRANSICIóN DE PADRES A HIJAS POR NUEVAS OCUPACIONES MUJERES NIVEL DE OCUPACIÓN DE LAS HIJAS 1 1 2 Nivel de ocupación de los padres 3 2 3 4 5 6 Total 471 396 272 25 422 36 39 91 1 752 26.88% 22.60% 15.53% 1.43% 24.09% 2.05% 2.23% 5.19% 100% 30 43 32 6 30 0 4 1 146 20.55% 29.45% 21.92% 4.11% 20.55% 0.00% 2.74% 0.68% 100% 41 74 98 7 101 5 9 7 342 11.99% 21.64% 28.65% 2.05% 29.53% 1.46% 2.63% 2.05% 100% 4 11 10 4 27 1 4 3 64 6.25% 17.19% 15.63% 6.25% 42.19% 1.56% 6.25% 4.69% 100% 33 62 78 11 89 7 6 15 301 10.96% 20.60% 25.91% 3.65% 29.57% 2.33% 1.99% 4.98% 100% 4 5 0 1 2 0 3 1 1 0 8 0.00% 12.50% 25.00% 0.00% 37.50% 12.50% 12.50% 0.00% 100% 1 2 2 0 4 0 0 0 9 11.11% 22.22% 22.22% 0.00% 44.44% 0.00% 0.00% 0.00% 100% 2 0 3 0 5 0 0 4 14 14.29% 0.00% 21.43% 0.00% 35.71% 0.00% 0.00% 28.57% 100% 582 589 497 53 681 50 63 121 2636 22.08% 22.34% 18.85% 2.01% 25.83% 1.90% 2.39% 4.59% 100% 6 7 8 Total Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención El cuadro 15 muestra las matrices de transición para jóvenes beneficiarios y no beneficiaros del Programa, respectivamente. Se puede, entonces, comparar las tasas de movilidad de los beneficiarios con los no beneficiarios. Los primeros muestran una tasa de inmovilidad (porcentaje de jóvenes que se mantienen en la misma ocupación que sus padres) de 60.4%, mientras que los segundos registran una tasa de 54.4% para el caso de los hombres, mientras que para mujeres las tasas son de 27 y 26%, respectivamente. Los beneficiarios descienden a ocupaciones de menos calificación en 13.7% mientras los no beneficiarios lo hacen en 17.4% en el caso de hombres y 13 y 17%, respectivamente, en mujeres. Por lo tanto, 25.9% de los beneficiarios ascienden a ocupaciones mejor calificadas que sus padres, mientras un 28.2% de los no beneficiarios tienen esta movilidad “hacia arriba” para los hombres, y 59 y 56% para las mujeres, respectivamente. En ambos casos, la concentración en la categoría ocupacional menos calificada es muy alta: 69.62% entre los beneficiarios y 64.42% entre los no beneficiarios para hombres. Esta concentración es baja para las mujeres al encontrarse 27.5 y 24.4%, respectivamente. Pero al observar otras ocupaciones del jefe de hogar, se observa que la movilidad hacia arriba es mayor cuanto más baja es la ocupación del padre (lo cual es necesario casi por construcción de la matriz), y cada una de estas movilidades “hacia arriba” son mayores entre los no beneficiarios que entre los beneficiarios, con la excepción de la categoría paterna número 4 (campesinos con tierras y dueños de pequeños establecimientos comerciales), donde la movilidad “hacia arriba” entre los beneficiarios es superior a la de los no beneficiarios. Otra comparación de interés se produce entre las matrices de transición para jóvenes indígenas con respecto a los no indígenas. El cuadro 16 muestra las matrices de transición ocupacional entre jóvenes y sus padres o jefe de hogar, para población indígena y no indígena. En este caso se observa que el porcentaje de inmovilidad es de 62.2% para los indígenas y 15.3% para los no indígenas hombres, y en el caso de mujeres de 33% para indígenas y 24% para no indígenas. La movilidad hacia ocupaciones menos calificadas se encuentra en un 62.2% de los indígenas hombres y 13% de mujeres, pero en 57.5% de los no indígenas hombres y 14.6% mujeres. Consecuentemente, la movilidad hacia ocupaciones más calificadas es de 27.1% entre los no indígenas hombres y 54% mujeres, y de 24.9% entre los indígenas hombres y 61% para mujeres. Estos resultados indican una menor movilidad ocupacional “hacia arriba” entre los jóvenes beneficiarios del Programa, en comparación con los no beneficiarios, y de los indígenas respecto de los no indígenas. Estos resultados, como los presentados en la sección anterior, deben tomarse con cautela porque no controlan por otras características personales, familiares o de localidad que pueden afectar la movilidad ocupacional. Tampoco controlan por la interacción de características personales, como educación alcanzada o condición indígena, y el acceso al Programa, ni toman en cuenta a aquellos que migraron a otras localidades. Con base en las matrices de transición presentadas, se procede a analizar si el Programa y su exposición en el tiempo han tenido una incidencia sobre la movilidad intergeneracional, específicamente enfocado el análisis sobre la movilidad hacia arriba, o bien, si los hijos están en una mejor posición que los padres. Los resultados se presentan en las siguientes subsecciones a través de la aplicación de un modelo probit ordenado, donde se toma el valor de 2 si el joven está laboralmente mejor que el padre (movilidad hacia arriba), de 1 si está en una situación similar (no movilidad) y de 0 si está peor (movilidad hacia abajo). Movilidad hacia arriba en ingreso laboral En el cuadro 17 se muestran los resultados para medir el efecto de que los jóvenes ocupados con ingreso laboral se muevan hacia quintiles de ingreso laboral por arriba del que tenían sus padres. Los efectos calculados no resultan ser significativos para ningún grupo, esto es, no se puede decir que el Programa tiene una incidencia sobre el que los ingresos de los jóvenes sean comparativamente mejores que los que los padres tuvieron a edad similar. 91 92 MATRIZ DE TRANSICIÓN DE PADRES A HIJOS POR OCUPACIONES BENEFICIARIOS HOMBRES NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS HIJOS 1 NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS PADRES 2 3 4 Total 1 2 3 4 5 6 7 8 2 585 296 422 61 294 14 15 26 3 713 69.62% 7.97% 11.37% 1.64% 7.92% 0.38% 0.40% 0.70% 100% 45 57 32 10 23 1 1 0 169 26.63% 33.73% 18.93% 5.92% 13.61% 0.59% 0.59% 0.00% 100% 135 70 265 13 56 1 1 6 547 24.68% 12.80% 48.45% 2.38% 10.24% 0.18% 0.18% 1.10% 100% 36 13 23 21 18 0 1 0 112 32.14% 11.61% 20.54% 18.75% 16.07% 0.00% 0.89% 0.00% 100% 125 126 80 9 102 3 2 0 447 27.96% 28.19% 17.90% 2.01% 22.82% 0.67% 0.45% 0.00% 100% 5 6 2 2 1 0 0 0 1 12 50.00% 16.67% 16.67% 8.33% 0.00% 0.00% 0.00% 8.33% 100% 2 2 0 0 1 1 0 0 6 33.33% 33.33% 0.00% 0.00% 16.67% 16.67% 0.00% 0.00% 100% 7 0 1 1 1 0 0 1 11 63.64% 0.00% 9.09% 9.09% 9.09% 0.00% 0.00% 9.09% 100% 2 941 566 825 116 495 20 20 34 5 017 58.62% 11.28% 16.44% 2.31% 9.87% 0.40% 0.40% 0.68% 100% 6 7 8 Total NO BENEFICIARIOS HOMBRES 1 1 2 3 4 5 6 7 8 Total 594 97 106 24 87 5 2 4 919 64.64% 10.55% 11.53% 2.61% 9.47% 0.54% 0.22% 0.44% 100% 16 16 11 0 10 0 1 1 55 29.09% 29.09% 20.00% 0.00% 18.18% 0.00% 1.82% 1.82% 100% 33 20 98 7 35 0 4 0 197 16.75% 10.15% 49.75% 3.55% 17.77% 0.00% 2.03% 0.00% 100% 12 9 9 16 5 2 0 1 54 22.22% 16.67% 16.67% 29.63% 9.26% 3.70% 0.00% 1.85% 100% 38 46 26 13 59 2 2 0 186 20.43% 24.73% 13.98% 6.99% 31.72% 1.08% 1.08% 0.00% 100% 0 1 1 0 0 0 0 0 2 0.00% 50.00% 50.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 100% 0 0 4 0 1 0 0 0 5 0.00% 0.00% 80.00% 0.00% 20.00% 0.00% 0.00% 0.00% 100% 6 2 3 4 6 0 0 0 21 28.57% 9.52% 14.29% 19.05% 28.57% 0.00% 0.00% 0.00% 100% 699 191 258 64 203 9 9 6 1439 48.58% 13.27% 17.93% 4.45% 14.11% 0.63% 0.63% 0.42% 2 NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS PADRES Cuadro 15 Movilidad laboral por ocupaciones entre padres e hijos, hombres y mujeres, beneficiarios y no beneficiarios de Oportunidades Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 3 4 5 6 7 8 Total 100% Continúa… 93 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención ... Continuación MATRIZ DE TRANSICIóN DE PADRES A HIJAS POR OCUPACIONES BENEFICIARIAS MUJERES NIVEL DE OCUPACIÓN DE LAS HIJAS Total 1 1 2 3 4 5 6 7 8 377 316 207 15 322 29 30 71 1367 27.58% 23.12% 15.14% 1.10% 23.56% 2.12% 2.19% 5.19% 100% 25 37 22 6 20 0 3 1 114 21.93% 32.46% 19.30% 5.26% 17.54% 0.00% 2.63% 0.88% 100% 31 44 63 5 63 5 5 7 223 13.90% 19.73% 28.25% 2.24% 28.25% 2.24% 2.24% 3.14% 100% 1 9 6 2 15 1 4 2 40 2.50% 22.50% 15.00% 5.00% 37.50% 2.50% 10.00% 5.00% 100% 26 44 50 6 54 5 2 13 200 13.00% 22.00% 25.00% 3.00% 27.00% 2.50% 1.00% 6.50% 100% 0 1 2 0 3 1 0 0 7 0.00% 14.29% 28.57% 0.00% 42.86% 14.29% 0.00% 0.00% 100% 0 1 1 0 4 0 0 0 6 0.00% 16.67% 16.67% 0.00% 66.67% 0.00% 0.00% 0.00% 100% 2 0 2 0 3 0 0 1 8 25.00% 0.00% 25.00% 0.00% 37.50% 0.00% 0.00% 12.50% 100% 462 452 353 34 484 41 44 95 1965 23.51% 23.00% 17.96% 1.73% 24.63% 2.09% 2.24% 4.83% 100% NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS PADRES 2 3 4 5 6 7 8 total NO BENEFICIARIAS MUJERES 1 1 2 3 4 5 6 7 8 TOTAL 94 80 65 10 100 7 9 20 385 24.42% 20.78% 16.88% 2.60% 25.97% 1.82% 2.34% 5.19% 100% 5 6 10 0 10 0 1 0 32 15.63% 18.75% 31.25% 0.00% 31.25% 0.00% 3.13% 0.00% 100% 10 30 35 2 38 0 4 0 119 8.40% 25.21% 29.41% 1.68% 31.93% 0.00% 3.36% 0.00% 100% 3 2 4 2 12 0 0 1 24 12.50% 8.33% 16.67% 8.33% 50.00% 0.00% 0.00% 4.17% 100% 7 18 28 5 35 2 4 2 101 6.93% 17.82% 27.72% 4.95% 34.65% 1.98% 3.96% 1.98% 100% 0 0 0 0 0 0 1 0 1 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 100% 0.00% 100% 1 1 1 0 0 0 0 0 3 33.33% 33.33% 33.33% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 100% 0 0 1 0 2 0 0 3 6 0.00% 0.00% 16.67% 0.00% 33.33% 0.00% 0.00% 50.00% 100% 120 137 144 19 197 9 19 26 671 17.88% 20.42% 21.46% 2.83% 29.36% 1.34% 2.83% 3.87% 100% NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS PADRES 2 3 4 5 6 7 8 TOTAL 94 MATRIZ DE TRANSICIóN DE PADRES A HIJOS POR OCUPACIONES INDÍGENAS HOMBRES NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS HIJOS 1 2 NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS PADRES 3 4 Total 1 2 3 4 5 6 7 8 1 210 132 167 29 126 3 6 9 1 682 71.94% 7.85% 9.93% 1.72% 7.49% 0.18% 0.36% 0.54% 100% 20 21 14 4 10 1 0 0 70 28.57% 30.00% 20.00% 5.71% 14.29% 1.43% 0.00% 0.00% 100% 54 25 71 6 18 0 0 1 175 30.86% 14.29% 40.57% 3.43% 10.29% 0.00% 0.00% 0.57% 100% 7 8 8 4 8 0 0 0 35 20.00% 22.86% 22.86% 11.43% 22.86% 0.00% 0.00% 0.00% 100% 53 46 30 5 35 2 1 0 172 30.81% 26.74% 17.44% 2.91% 20.35% 1.16% 0.58% 0.00% 100% 1 1 0 0 0 0 0 0 2 50.00% 50.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 100% 0 2 0 0 0 0 0 0 2 0.00% 100% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 100% 11 1 1 2 5 0 0 1 21 52.38% 4.76% 4.76% 9.52% 23.81% 0.00% 0.00% 4.76% 100% 1 356 236 291 50 202 6 7 11 2 159 62.81% 10.93% 13.48% 2.32% 9.36% 0.28% 0.32% 0.51% 100% 5 6 7 8 Total NO INDÍGENAS HOMBRES 1 NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS PADRES Cuadro 16 Movilidad laboral por ocupaciones entre padres e hijos, mujeres y hombres, por condición de etnicidad Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 1 2 3 4 5 6 7 8 TOTAL 1 969 261 361 56 255 16 11 21 2 950 66.75% 8.85% 12.24% 1.90% 8.64% 0.54% 0.37% 0.71% 100% 41 52 29 6 23 0 2 1 154 26.62% 33.77% 18.83% 3.90% 14.94% 0.00% 1.30% 0.65% 100% 114 65 292 14 73 1 5 5 569 20.04% 11.42% 51.32% 2.46% 12.83% 0.18% 0.88% 0.88% 100% 41 14 24 33 15 2 1 1 131 31.30% 10.69% 18.32% 25.19% 11.45% 1.53% 0.76% 0.76% 100% 110 126 76 17 126 3 3 0 461 23.86% 27.33% 16.49% 3.69% 27.33% 0.65% 0.65% 0.00% 100% 5 2 3 1 0 0 0 1 12 41.67% 16.67% 25.00% 8.33% 0.00% 0.00% 0.00% 8.33% 100% 2 0 4 0 2 1 0 0 9 22.22% 0.00% 44.44% 0.00% 22.22% 11.11% 0.00% 0.00% 100% 2 1 3 3 2 0 0 0 11 18.18% 9.09% 27.27% 27.27% 18.18% 0.00% 0.00% 0.00% 100% 2284 521 192 130 496 23 22 29 4297 53.15% 12.12% 18.43% 3.03% 11.54% 0.54% 0.51% 0.67% 100% 2 3 4 5 6 7 8 TOTAL Continúa… 95 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención ... Continuación MATRIZ DE TRANSICIóN DE PADRES A HIJAS POR OCUPACIONES INDÍGENAS MUJERES NIVEL DE OCUPACIÓN DE LAS HIJAS TOTAL 1 1 2 3 4 5 6 7 8 207 130 83 3 114 9 9 34 589 35.14% 22.07% 14.09% 0.51% 19.35% 1.53% 1.53% 5.77% 100% 14 11 9 0 6 0 1 1 42 33.33% 26.19% 21.43% 0.00% 14.29% 0.00% 2.38% 2.38% 100% 15 26 32 1 23 2 2 2 103 14.56% 25.24% 31.07% 0.97% 22.33% 1.94% 1.94% 1.94% 100% 1 3 0 1 3 0 1 1 10 10.00% 30.00% 0.00% 10.00% 30.00% 0.00% 10.00% 10.00% 100% 10 14 22 3 22 2 1 6 80 12.50% 17.50% 27.50% 3.75% 27.50% 2.50% 1.25% 7.50% 100% 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 100% 1 0 1 0 0 0 0 0 2 50.00% 0.00% 50.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 0.00% 100% 1 0 2 0 2 0 0 2 7 14.29% 0.00% 28.57% 0.00% 28.57% 0.00% 0.00% 28.57% 100% 249 184 149 8 170 13 14 46 833 29.89% 22.09% 17.89% 0.96% 20.41% 1.56% 1.68% 5.52% 100% 2 NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS PADRES 3 4 5 6 7 8 total NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS PADRES no INDÍGENAS MUJERES 1 1 2 3 4 5 6 7 8 Total 264 266 189 22 308 27 30 57 1163 22.70% 22.87% 16.25% 1.89% 26.48% 2.32% 2.58% 4.90% 100% 16 32 23 6 24 0 3 0 104 15.38% 30.77% 22.12% 5.77% 23.08% 0.00% 2.88% 0.00% 100% 26 48 66 6 78 3 7 5 239 10.88% 20.08% 27.62% 2.51% 32.64% 1.26% 2.93% 2.09% 100% 3 8 10 3 24 1 3 2 54 5.56% 14.81% 18.52% 5.56% 44.44% 1.85% 5.56% 3.70% 100% 23 48 56 8 67 5 5 9 221 10.41% 21.72% 25.34% 3.62% 30.32% 2.26% 2.26% 4.07% 100% 0 1 2 0 3 1 1 0 8 0.00% 12.50% 25.00% 0.00% 37.50% 12.50% 12.50% 0.00% 100% 0 2 1 0 4 0 0 0 7 0.00% 28.57% 14.29% 0.00% 57.14% 0.00% 0.00% 0.00% 100% 1 0 1 0 3 0 0 2 7 14.29% 0.00% 14.29% 0.00% 42.86% 0.00% 0.00% 28.57% 100% 333 405 348 45 511 37 49 75 1803 18.47% 22.46% 19.30% 2.50% 28.34% 2.05% 2.72% 4.16% 100% 2 3 4 NIVEL DE OCUPACIÓN DE LOS PADRES 5 6 7 8 total 96 Cuadro 17 Impacto de exposición al Programa sobre moverse a mejor ingreso comparativo con el jefe de hogar Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Cambios marginales Variable dependiente: movilidad hacia arriba en ingreso Todos Efecto general Corto: menos de tres años Mediano: tres a seis años Largo: más de seis años Efectos para niveles educativos Primaria Corto plazo Mediano plazo Largo plazo Secundaria Corto plazo Mediano plazo Largo plazo Preparatoria Corto plazo Mediano plazo Largo plazo Efectos para población indígena Corto plazo Mediano plazo Largo plazo Número de observaciones Prob > F R-cuadrado C.M. Z -0.002 0.025 -0.054 -0.011 0.052 -0.017 0.182 0.087 -0.037 0.143 0.127 -0.006 0.003 0.020 -0.010 -0.008 0.023 -0.053 Hombres C.M. Z -0.010 0.078 -0.030 0.171 0.127 -0.060 0.130 0.142 -0.010 0.003 0.023 -0.017 1882 0.000 0.038 Mujeres C.M. Z -0.040 0.307 0.041 -0.084 0.191 0.035 0.344 0.361 0.067 0.237 0.441 0.168 0.103 0.225 0.021 -0.133 0.309 0.044 -0.088 0.332 0.059 0.357 0.555 0.087 0.238 0.539 0.277 0.103 0.280 0.035 1297 0.000 0.033 -0.021 -0.297 -0.210 0.288 0.134 0.038 -0.016 -0.077 0.480 0.018 0.073 -0.358 0.033 0.131 -0.076 -0.214 -0.121 0.223 0.139 0.027 -0.019 -0.080 0.409 0.016 0.064 -0.211 0.029 0.098 585 0.000 0.066 Notas: Incluye características del individuo, hogar, localidad, datos preprograma 1997 y todas las interacciones. Cálculos obtenidos a través de un probit ordenado. Errores estándar obtenidos a través del método delta. C.M. = Cambio Marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%. Movilidad hacia trabajo formal A continuación en el cuadro 18, se presentan los resultados obtenidos para medir el efecto de moverse hacia arriba en términos de un trabajo formal. Se asume que se prefiere un trabajo formal a uno informal, lo cual puede ser cuestionable desde varios aspectos. Sin embargo, desde este análisis sólo se considera el término movilidad hacia trabajo formal. Sólo se encuentra un efecto positivo sobre la probabilidad de moverse hacia un trabajo formal, relativo a los padres, para hombres en el corto plazo y de alrededor de 3.4%. Para mujeres no se encuentran efectos del Programa, como tampoco para población indígena ni por grupos de educación diferenciados. Movilidad hacia arriba en tipo de ocupación El cuadro 19 presenta los resultados de que los hijos se muevan hacia ocupaciones laborales mejores que las de los padres. En este caso, sólo se presentan resultados para hombres y sus padres por dos razones. En primer lugar, la diferenciación ocupacional que se observa por géneros, especialmente en las zonas rurales, no justifica que se realicen ejercicios de movilidad entre padres e hijas o entre madres e hijos. En segundo lugar, el número de hogares con jefe de hogar madre es muy reducido, por lo que el número de observaciones entre madres e hijas no es suficiente para realizar ejercicios de movilidad. 97 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Cambios marginales Variable dependiente: movilidad hacia trabajo formal Efecto general Corto: menos de tres años Mediano: tres a seis años Largo: más de seis años Efectos para niveles educativos Primaria Corto plazo Mediano plazo Largo plazo Secundaria Corto plazo Mediano plazo Largo plazo Preparatoria Corto plazo Mediano plazo Largo plazo Efectos para población indígena Corto plazo Mediano plazo Largo plazo Número de observaciones Prob > F R-cuadrado Todos C.M. Z -0.008 -0.196 0.267 0.493 0.013 0.030 Hombres C.M. Z 0.034 2.046** 0.012 0.020 -0.006 -0.012 Mujeres C.M. Z 0.053 0.757 0.109 0.073 -0.110 -0.081 -0.004 0.225 -0.007 0.013 0.243 0.000 0.078 0.313 0.073 0.139 0.624 0.152 0.040 -0.009 -0.020 0.042 0.005 -0.018 0.138 0.117 0.081 0.224 0.200 0.142 -0.043 0.021 0.176 -0.022 0.027 0.037 0.000 0.178 0.005 0.607 0.076 0.030 -0.009 -0.001 0.050 -0.017 -0.001 0.133 0.246 -0.028 -0.007 0.451 -0.014 0.003 0.281 0.038 0.022 0.440 0.001 4123 0.000 0.066 0.067 -0.015 -0.036 0.069 0.008 -0.034 2805 0.000 0.056 -0.030 0.023 0.248 -0.015 0.030 0.041 0.000 0.276 0.088 0.190 -0.038 1318 0.000 0.121 Notas: Incluye características del individuo, hogar, localidad, datos preprograma 1997 y todas las interacciones. Cálculos obtenidos a través de un probit ordenado. Errores estándar obtenidos a través del método delta. C.M. = Cambio Marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%. Los resultados tampoco muestran un impacto del Programa sobre mejoras ocupacionales, excepto para mujeres en el corto plazo. Cabe mencionar que la actividad principal es la agricultura y alrededor de 60% de los jóvenes siguen esa misma actividad, y aunque si bien las categorías utilizadas en este estudio trataron de diferenciar mejor el tipo de actividad independientemente de si estaba en agricultura u otro sector, no es posible encontrar mejoras ocupacionales respecto de los padres. IV. Discusión Contextualización de los resultados Es importante señalar que si bien algunos resultados pudieran cambiar al introducir una nueva variable que mida exactamente la duración del tratamiento en los beneficiarios, no se esperaría que hubiera grandes variaciones debido a que el contexto local no presenta una dinámica en generación de empleos de mejor calidad. La muestra también se encuentra limitada al ser solamente para hogares pobres en localidades rurales cubiertas por el Programa y por tanto su generalización a otros ámbitos de aplicación del Programa es también limitada. Más aún, al haber un gran número de jóvenes que ya no se encontraban presentes en el levantamiento 2007, el contexto es aplicable sólo a los jóvenes que permanecían en sus localidades en ese periodo. Cuadro 18 Impacto de exposición al Programa sobre moverse a un trabajo formal comparativo con el jefe de hogar 98 Cuadro 19 Impacto de Exposición al Programa sobre moverse a una ocupación laboral más calificada. Comparativo con el jefe de hogar Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Cambios marginales Variable dependiente: movilidad hacia arriba en tipo de ocupación Todos Efecto general Corto: menos de tres años Mediano: tres a seis años Largo: más de seis años Efectos para niveles educativos Primaria Corto plazo Mediano plazo Largo plazo Secundaria Corto plazo Mediano plazo Largo plazo Preparatoria Corto plazo Mediano plazo Largo plazo Efectos para población indígena Corto plazo Mediano plazo Largo plazo Número de observaciones Prob > F R-cuadrado Hombres C.M. Z 0.080 0.130 0.256 -0.006 0.018 0.116 0.100 0.116 0.148 - 0.571 0.176 0.399 Mujeres C.M. Z 0.090 0.044 0.191 - 0.011 0.029 0.108 -0.078 -0.044 -0.043 -0.094 -0.015 -0.029 - 0.301 0.307 0.760 0.207 0.182 0.176 C.M. Z 2.006** -0.046 0.091 - 0.343 -0.052 0.151 -0.077 -0.150 0.039 - 0.319 0.284 0.353 - - -0.008 0.029 0.277 0.221 0.203 0.311 3584 0.000 0.058 0.136 0.186 0.321 -0.123 -0.085 -0.098 -0.150 -0.028 -0.058 2439 0.000 0.033 -0.056 -0.234 0.063 - 1145 0.000 0.082 Notas: Incluye características del individuo, hogar, localidad, datos preprograma 1997 y todas las interacciones. Cálculos obtenidos a través de un probit ordenado. Errores estándar obtenidos a través del método delta. C.M. = Cambio Marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%. Implicaciones para el Programa Por el diseño mismo del Programa no se podría inferir que se debe tener un efecto sobre cuestiones laborales de forma directa, sino sólo a través de forma indirecta al mejorar los niveles de educación y de salud, y de esa forma pudiera incidir en mejorar la productividad de los beneficiarios y por ende en obtener mejores trabajos. Por tanto, pudiera resultar benéfico si el Programa consiguiera ligarse a otros programas de mejora local de la actividad económica, de otra forma, las deficiencias de la demanda laboral en las localidades entrevistadas puede ser una limitante para el mejor desarrollo de actividades laborales de los beneficiarios. Limitaciones del estudio Los resultados se encuentran limitados en varios aspectos. En primer lugar, no se cuenta todavía con datos que indiquen la duración de la exposición al Programa para cada individuo encuestado en la muestra, ya este ejercicio apenas se está desarrollando por parte del Programa Oportunidades y será completado pronto. Esto conduce a usar variables aproximadas para determinar la extensión del tratamiento. Segundo, y quizá más importante, el módulo 99 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención de jóvenes 2007 comprende sólo a los jóvenes que se encuentran en las localidades donde el Programa entró a ofrecer los beneficios, sin existir un seguimiento de aquellos que pudieron haber migrado hacia otras área de mayor desarrollo económico y donde cabe la posibilidad de que tuvieran un mejor desempeño laboral comparado con aquellos que permanecen en las mismas localidades. Por lo tanto, los resultados se circunscriben únicamente a jóvenes que permanecen en localidades marginadas. Podría suponerse que aquellos que han emigrado de estas localidades hacia otras áreas con condiciones productivas más desarrolladas tengan un mejor desempeño laboral que de no haber tenido el Programa y por ello podría tenerse un efecto positivo; sin embargo, de los datos disponibles para esta evaluación no es posible saberlo. Otro aspecto que limita el análisis son las comparaciones intergeneracionales. Idealmente, se haría una comparación sólida si se contara con información propia sobre los padres en una edad en la que ya se encuentre consolidado en el mercado laboral, quizá arriba de los 30 años de edad, y a los hijos cerca de esa misma edad. Sin embargo, los datos de la encuesta son para jóvenes entre 14 y 24 años y los datos sobre los padres provienen de preguntar directamente a los hijos sobre las actividades de los padres cuando el hijo tenía 15 años, es decir, existe un desfase en términos de comparabilidad intergeneracional en la muestra, lo cual podría haberse resuelto parcialmente preguntando por las actividades del padre a la misma edad que se levanta el módulo para el joven, esto es, hay limitaciones en cuanto al ciclo de vida que no se pueden capturar del todo en el análisis. Una limitación adicional proviene de la comparación intergeneracional en términos de ingreso laboral, ya que ésta se está realizando con los hogares de la muestra Encel y que son hogares pobres en localidades marginadas de muy baja productividad. Por lo tanto, los resultados sólo son aplicables en ese contexto. Algo similar sucede en cuanto a tener trabajo formal o informal, ya que dada la gran movilidad existente entre estos tipos de trabajos asociados con tener acceso a seguridad social por el trabajo.39 Cabe señalar que al hacer la comparación intergeneracional en estos tipos de trabajo, se está suponiendo que el tener un trabajo formal es preferido a tener un trabajo informal. Si bien, esto no es cierto en cuanto a que pudieran existir determinadas preferencias no observadas en cuanto a tener un trabajo informal sobre uno formal,42 tampoco se puede decir que el tener un trabajo formal hoy garantiza tener acceso en el futuro a una pensión u otros beneficios, derivados de cotizar por un trabajo, dada la movilidad laboral. V. Análisis FODA Fortalezas y oportunidades Prioridad Descripción Fuente del análisis FO1 El Programa tiene efectos positivos sobre la inserción laboral en la medida en que se incrementa la educación de los beneficiarios, porque en general, individuos con mayor educación tienen mayor probabilidad de empleo y mayores salarios Esta evaluación FO2 Los jóvenes beneficiarios que recibieron los apoyos por al menos 6 años, con escolaridad de primaria y secundaria, incrementaron sus salarios en 12% y 14% respectivamente, en comparación con los no beneficiarios Esta evaluación FO3 La ausencia de efectos marginales significativos de signo negativo, indica que la educación adquirida a través de Oportunidades coloca a los beneficiarios en igualdad de condiciones ante el mercado laboral que otros jóvenes con el mismo nivel educativo no beneficiarios de la misma localidad Esta evaluación 100 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Debilidades y amenazas Prioridad Descripción Fuente del análisis DA1 En el caso de las mujeres, sin embargo, el salario de las beneficiarias es menor al de las no beneficiarias, con cualquier nivel educativo, en localidades con exposición intermedia al Programa Esta evaluación DA2 No se debe interpretar la ausencia de efectos marginales estadísticamente significativos como un fallo del Programa. Muy por el contrario, Oportunidades tiene efectos positivos sobre la inserción laboral en la medida en que el Programa incrementa la educación de los beneficiarios. La ausencia de efectos adicionales se puede deber a: i) falta de demanda de Esta evaluación trabajo en las localidades encuestadas; ii) el Programa no está diseñado para incrementar la demanda de trabajo en las localidades beneficiarias DA3 La falta de efectos adicionales puede estar asociada a cuestiones metodológicas, por ejemplo, a que los grupos de control actuales son muy pequeños debido a la gran expansión de cobertura que ha tenido el Programa a partir del diseño original de la muestra (1988) Esta evaluación DA4 Aproximadamente un 64 por ciento de los jóvenes encuestados en 2003 no fueron localizados en 2007 por haber migrado. Esto introduce la limitación de que el estudio no esté capturando el efecto del Programa en la mayor parte de los jóvenes beneficiarios, quienes muy probablemente estén siendo ocupados en otros lugares con diferente contexto económico al de sus localidades de origen Esta evaluación Recomendaciones Prioridad R1 Relación Recomendación • F01, FO2 • DA1, DA2 • Continuar con los esfuerzos en materia de salud y educación, donde hay efectos conocidos y que tendrán incidencia sobre mejoras en productividad laboral en futuro. • Considerar la posibilidad de integrar programas de entrenamiento específico y colocación de empleos, para jóvenes que terminen la secundaria, especialmente para las mujeres Sector responsable • Programa Oportunidades • Secretaría del Trabajo y Previsión Social conjuntamente con Oportunidades • Considerar la posibilidad de coordinar el Programa con programas de mejora de R2 DA2 actividades económicas en las localidades de forma que la demanda de trabajo se desarrolle • Desarrollo Social, Hacienda, Economía y Oportunidades. mejor. Llevar a cabo un estudio que permita documentar si existen diferencias en el desempeño laboral de los jóvenes R3 DA3, DA4 beneficiarios migrantes con respecto a los jóvenes beneficiarios no migrantes, así como entre migrantes que fueron beneficiarios en comparación de migrantes que no fueron beneficiarios Programa Oportunidades Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención VI. Referencias 1. Levy S, Rodríguez E. Sin Herencia de Pobreza. El programa Progresa-Oportunidades de México. Banco Interamericano de Desarrollo-Editorial Planeta, 2005. 2.Becker G, Tomes N. An equilibrium theory of the distribution of income and intergenerational mobility. J Polit Econ 1979;87:1153-1189. 3. Card D. The Causal Effect of Education on Earnings. En Ashenfelter O, Card D, eds. Handbook of Labor Economics 1999;3:181-1863. 4. Heckman JJ, Lochman JL, Todd PE. Earnings Functions and Rates of Return. Human Capital 2008;2:1-31. 5. Psacharopoulos G, Patrinos HE. 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Informe Compilatorio. Cuernavaca, México: Instituto Nacional de Salud Pública, 2006. 36. Parker S, Teruel G. Randomization and social program evaluation: The case of Progresa. Annals of American Academy 2005;599:199-219. 37. Cameron AC, Trivedi PK. Microeconometrics. Cambridge: Cambridge University Press, 2005. 38. Maloney WF. Informality revisited. World Dev 2004;32(7):1159-1178. 39.Rodríguez-Oreggia E. The informal sector in Mexico: Characteristics and dynamics. Social Perspectives 2007;9(1):89-156. 40. Levy S. Productividad, crecimiento y pobreza en México: ¿Qué sigue después de Progresa-Oportunidades? Washington: BID, 2007. 41. González de la Rocha M. Evaluación cualitativa de impacto de largo plazo del Programa Oportunidades en Zonas Rurales, 2008. Guadalajara: CIESAS, septiembre 2008, mimeo. 42. Maloney WF. Informality revisited. World Development 2004; 32(7):1159-1178. 101 102 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 VII. Anexos A. Nota metodológica El análisis de este estudio se basa principalmente en el módulo laboral, cuestionario de jóvenes, levantado en 2007 para jóvenes comprendidos entre 14 y 24 años. Sin embargo, no es posible utilizar toda la muestra del módulo, ya que se levantaron dos cuestionarios, una versión larga que incluye todas las preguntas, y una versión corta, por razones de logística. Para el cuestionario corto, empero, no se cuenta con la información sobre educación del joven ni sobre las características laborales, de búsqueda de empleo o actividad, por lo que este conjunto presenta missing values en esas variables específicas. Construcción de variables Ingreso laboral por hora. Esta variable se construye integrando todos los conceptos por ingreso derivados de una prestación laboral y dividiendo entre el número de horas. Los conceptos para ingresos laborales son actividades agrícolas y ganaderas, actividades de autoempleo y empleados. Se integró con el ingreso monetario, autoconsumo y pago en especie, siempre y cuando se trate del trabajo principal. En el caso de tener un trabajo secundario no se distingue el tipo de ingreso monetario o especie, ni autoconsumo, por lo que se integra el total. Se eliminaron alrededor de cuatro observaciones que tenían un ingreso laboral extremadamente alto tanto para la localidad como para un hogar en esa zona y se derivaba de probablemente algún error de captura en el concepto de pago por pieza. En algunos casos de pago por pieza no se manifestaba la periodicidad de los pagos o bien el número de piezas del pago, por lo que tampoco se pudieron tomar en cuenta (alrededor de cien observaciones). Finalmente, se integraron de forma que se obtuviera el promedio mensual. Para las horas se integró el desglose por día que se incluye en el cuestionario y de igual forma se hizo el cálculo mensual (multiplicado por cuatro). El ingreso integrado se dividió entre las horas integradas y se obtiene de esta forma el ingreso laboral por hora. Ocupado. Esta variable se calcula si el individuo manifiesta haber trabajado la semana anterior al menos 1 hora para realizar una actividad que le proporciona ingresos o ayudar en las tierras o negocio familiar de otra persona, o si la razón principal por la que no trabajó la semana anterior fue una huelga o paro laboral, paro técnico, suspensión temporal de sus funciones pero asalariadas, asistencia a cursos de capacitación o que en este periodo que no trabajó sí recibió ingresos; o si en este periodo no recibió ingresos pero que ya se haya reincorporado a su trabajo. Desocupados. Si la razón por la cual no trabajó la semana pasada es que va a comenzar un negocio o trabajo nuevo, o que aunque no tenga negocio, actividades por su cuenta ni empleo y que haya buscado trabajo de alguna forma o haya podido comenzar un negocio por cuenta propia y los preparativos no hayan durado más de un mes. O bien que en la semana anterior que no trabajó no haya recibido ingresos y que haya buscado trabajo en alguna de sus múltiples formas. Trabajo formal. Para aquellos individuos ocupados, el tener cobertura de seguridad social (en sus múltiples formas) por el trabajo. Para la parte intergeneracional se toman en cuenta las desviaciones entre las variables anteriores entre padres e hijos, además de las categorías de ocupaciones. B. Clasificación de ocupaciones Tomado, con permiso de la autora, de: González-de la Rocha M. Evaluación cualitativa de impacto de largo plazo del Programa Oportunidades en Zonas Rurales, 2008. Guadalajara: CIESAS, septiembre 2008, mimeo. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Se decidió no aplicar una escala universal o internacional a los empleos de los jóvenes ex becarios y no ex becarios, sino analizar los empleos desempeñados en la actualidad, para arribar gradualmente a una clasificación jerárquica de los mismos. La clasificación se basa en información sobre la ocupación, con qué regularidad se realiza, prestaciones (en caso de negocios urbanos) y el negocio en el que se inscribe. Un problema serio fue que algunos jóvenes migrantes cortan definitivamente sus relaciones con la familia de origen. Por esta razón, se carece de información de cinco migrantes que partieron a Estados Unidos. Dadas las circunstancias en que se dejó de tener contacto con uno de ellos, es muy probable que haya muerto durante el cruce de la frontera. De los otros cuatro se sabe que viven, pero no sus ocupaciones, porque han perdido contacto o no quieren compartir esa información con sus padres. No es probable que los padres hayan escondido información. Cuando los padres saben y el empleo es mejor que los de la localidad, están orgullosos y lo comparten con gusto, además de que los estudios de caso se completaron a lo largo de varios días o semanas y siempre se llegó a un nivel apreciable de confianza con los informantes. La jerarquía se basa fundamentalmente en la calificación, que es lo que Oportunidades busca crear a través de su acción. Sin embargo, la clasificación que otorgamos a cada empleo varía según la precariedad-seguridad y la formalidad o informalidad de la unidad económica en la que se inscribe. Así, quien ayuda a vender cenas en una casa recibe una calificación inferior a una mesera en un restaurante establecido, por ejemplo. La clasificación es intencionalmente “fina” en los niveles bajos y medios de la escala ocupacional, con el objetivo de discernir pequeñas diferencias entre ex becarios y no ex becarios que surgen de familias campesinas pobres y jornaleras. Su intención es retomar el sentido que dan los informantes a estas ocupaciones. En primer lugar, la ocupación tradicional rural manual menos calificada es, y sigue siendo, la de peón o jornalero agrícola. Junto con los peones ubicamos a los pizcadores, pero distinguimos ocupaciones relacionadas que implican habilidades específicas: bomberos agrícolas, fertilizadores y fumigadores, quienes tienen mayor reconocimiento y mayor salario. En un segundo nivel colocamos a los ayudantes de albañiles, los ya mencionados bomberos, fertilizadores y fumigadores, a quienes ayudan sin salario en la venta de comida elaborada en casa, a las empleadas domésticas y a un señor de mediana edad que trabaja unas pocas horas al día en una tienda, haciendo mandados (un escalón debajo de otras personas con la misma función, pero que tienen empleos más estables y de tiempo completo). En un tercer nivel están los empleados de puestos en mercados, los ayudantes de cocina en establecimientos, los jardineros en negocios familiares (en Estados Unidos), costureras, empleados de tortillería, niñeras y obreros no calificados. Un empleado de granja también aparece aquí, un escalón arriba de los fertilizadores, porque su empleo es regular. El núcleo del cuarto nivel está compuesto por campesinos en tierras propias y empleados en comercios informales con salario. Pero también incluye a las personas que venden cenas u otros alimentos que ellas mismas preparan, propietarios de tiendas en su casa, vendedoras de cosméticos a domicilio, taladores y matanceros. El quinto nivel consta de oficiales (albañiles, mecánicos, joyeros), obreros calificados y empleados en comercios y servicios formales con prestaciones. El sexto nivel consta de maestros albañiles, contratistas de plomería y otros servicios, encargados de comercios con empleados y supervisores de trabajadores. En este nivel cuentan el dominio de habilidades significativas y la capacidad de controlar el trabajo de otros y de llevar contabilidad básica. El séptimo consta fundamentalmente de dueños de negocios establecidos (sólo hay negocios pequeños) y personas que desempeñan profesiones técnicas (maestros). El octavo nivel corresponde a profesionales. No existe un noveno nivel. No hay funcionarios de alto nivel ni directores de negocios formales, como es de esperarse. Es posible que algunos de los contratistas de jardinería ubicados en niveles más bajos empleen ocasionalmente a más de cinco personas, pero no consideramos esos negocios como formales, aunque podría redituar mucho en Estados Unidos. Cabe señalar que esta clasificación está basada en el levantamiento de la evaluación cualitativa sobre una muestra pequeña de entrevistados. La base Encel 2007 contiene la Clasificación Mexicana de Ocupaciones, por lo que el nivel de desagregación es muy amplio. Basados en las categorías de De la Rocha, se buscó colocar a cada tipo de ocupación en las categorías similares, llegando al agregado de los ocho tipos de categorías que se presentan. 103 104 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 C. Identificación de los grupos para el análisis y variables explicativas incluidas Cuadro C1 Identificación de muestras de tratamiento y control TOTAL JÓVENES 30942 ENTREVISTADOS Sin información de localidad 228 Con información de localidad 30714 Cuestionario incompleto 30942 3352 27362 Cuestionario completo Sin índice (estados nuevos) 30714 8514 No pobres (no elegibles) 2247 Pobres (elegibles) 16601 27362 No beneficiarios 22994 13607 Beneficiarios Inactivos 7808 5799 Activos Desocupados 1636 1358 220 5579 Ocupados 61 1297 Sin ingreso reportado 1788 366 Con ingreso reportado 3791 931 93 Sí estudian 6435 491 No estudian 10166 3300 Total no estudian 838 4138 Cuadro C2 Desagregación de la muestra Encel Antigüedad de la localidad en Oportunidades Individuos en hogares elegibles Total Beneficiarios No beneficiarios Años Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje 0 197 1.19% 59 0.43% 138 4.61% 1 620 3.73% 525 3.86% 95 3.17% 2 282 1.70% 221 1.62% 61 2.04% 3 1791 10.79% 1314 9.66% 477 15.93 4 37 0.22% 34 0.25 3 0.10% 5 12 0.07% 10 0.07% 2 0.07% 6 44 0.27% 32 0.24% 12 0.40% 8 5401 32.53% 4625 33.99% 776 25.92% 9 8170 49.21% 6744 49.56% 1426 47.63% 10 47 0.28% 43 0.32% 4 0.13% Total 16601 100.00% 13607 100.00% 2994 100.00% 105 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Individuos por grupo de antigüedad al Programa Oportunidades Antigüedad de la comunidad afiliada a Oportunidades en hogares elegibles Total Beneficiarios En localidades de: Frecuencia Menos de 3 años en el Programa 1 099 6.62% Entre 3 y 6 años en el Programa 1 884 11.35% Más de seis años en el Programa 13 618 82.03% Total 16 601 100.00% Porcentaje Frecuencia No beneficiarios Porcentaje Frecuencia 805 5.92% 294 9.82% 1 390 10.22% 494 16.50% 11 412 83.87% 2 206 73.68% 13 607 100.00% 2 994 100.00% Porcentaje Frecuencia de edades de las observaciones de la muestra Total individuos en Hogar Menos de tres años Entre 3 y 6 años Más de seis años hogares elegibles oportunidades en el programa en el programa en el programa 14 3 111 2 640 133 266 2 241 15 2 748 2 286 150 218 1 918 16 2 459 2 073 118 208 1 747 17 1 995 1 633 97 178 1 358 18 1 545 1 294 77 145 1 072 19 1 159 933 57 97 779 20 997 800 53 63 684 21 847 654 40 72 542 22 659 496 30 56 410 23 586 446 27 46 373 24 487 346 23 41 282 25 8 6 - - 6 TOTAL 16601 13607 805 1390 11412 Edad Grupo (vector) Variables L Tipo de localidad por duración del Programa • Menos de tres años • De 3 a 6 años • Más de 6 años Características individuales • Primaria • Secundaria • Preparatoria • Profesional • Hombre • Indígena Características del hogar • Menores de 8 años en hogar • Otro miembro ocupado • Otro miembro ocupado formal • Tasa de dependencia demográfica Características del hogar preprograma 1997 • Índice de hacinamiento • Piso de tierra • Jefe con seguridad social • Jefe sin escolaridad • Baño sin agua • No estufa gas Características de localidad • Agua corriente • Luz eléctrica • Drenaje • Teléfonos particulares • Servicios financieros • Kínder • Primaria • Clínica IMSS • Salario promedio hombres • Horas promedio hombres Z X M Descripción Cuadro C3 Desagregación de la muestra Encel Cuadro C5 Variables explicativas incluidas en los modelos Cuadro C4 Desagregación de la muestra Encel 106 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 D. Estimaciones completas Cuadro D1 Impacto de exposición al Programa sobre estar ocupado Cambios marginales Variable dependiente: 1 si el joven está ocupado 1 2 C.M. Efecto general Z 3 C.M. Z 4 C.M. Z 5 C.M. Z C.M. Z Corto: menos de tres años -0.091 -2.777 *** -0.085 -2.335 *** -0.074 -1.732 * -0.149 -1.397 -0.129 -1.183 Mediano: tres a seis años 0.024 0.201 0.028 0.252 0.030 0.269 0.075 0.240 0.074 0.236 Largo: más de seis años 0.054 1.039 0.045 0.806 0.046 0.846 0.106 0.533 0.104 0.524 Efectos para niveles educativos Primaria Corto plazo - - - - - - -0.163 -0.921 -0.148 -0.816 Mediano plazo - - - - - - 0.040 0.279 0.047 0.343 Largo plazo - - - - - - 0.003 0.034 0.001 0.010 Secundaria Corto plazo - - - - - - -0.137 -0.592 -0.119 -0.518 Mediano plazo - - - - - - 0.072 0.593 0.075 0.630 Largo plazo - - - - - - 0.061 0.673 0.062 0.688 Preparatoria Corto plazo - - - - - - -0.113 -0.417 -0.094 -0.334 Mediano plazo - - - - - - 0.066 0.312 0.073 0.348 Largo plazo - - - - - - 0.115 0.856 0.121 0.908 Efectos para población indígena Corto plazo - - - - - - -0.066 -0.218 -0.042 -0.140 Mediano plazo - - - - - - 0.008 0.023 0.010 0.030 Largo plazo - - - - - - 0.087 0.399 0.088 0.407 Controles incluidos indicadores de tipo de localidad por duración del Programa Sí Sí Sí Sí Sí características de la persona Sí Sí Sí Sí Sí características del hogar No Sí No Sí Sí características de la localidad No No Sí Sí Sí datos preprograma 1997 No No No No Sí Número de observaciones 10166 10166 10166 10166 10166 Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 R-cuadrado 0.172 0.201 0.204 0.206 0.207 Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1% 107 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Cambios marginales Variable dependiente: 1 si el joven está ocupado 1 2 C.M. Efecto general Z 3 4 5 C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z Corto: menos de tres años 0.028 0.374 0.019 0.257 0.025 0.349 0.048 0.366 0.042 0.339 Mediano: tres a seis años 0.034 0.222 0.022 0.133 0.025 0.154 -0.026 -0.076 -0.027 -0.076 Largo: más de seis años 0.043 0.644 0.035 0.496 0.037 0.538 0.067 0.296 0.068 0.305 Efectos para niveles educativos Primaria Corto plazo - - - - - - -0.007 -0.025 -0.015 -0.055 Mediano plazo - - - - - - 0.003 0.013 0.004 0.015 Largo plazo - - - - - - 0.028 0.293 0.025 0.263 Secundaria Corto plazo - - - - - - -0.051 -0.163 -0.070 -0.232 Mediano plazo - - - - - - 0.003 0.017 -0.004 -0.022 Largo plazo - - - - - - 0.068 0.624 0.064 0.581 Preparatoria Corto plazo - - - - - - 0.042 0.112 0.020 0.054 Mediano plazo - - - - - - 0.072 0.211 0.065 0.188 Largo plazo - - - - - - 0.101 0.587 0.094 0.537 Efectos para población indígena Corto plazo - - - - - - 0.109 0.242 0.105 0.245 Mediano plazo - - - - - - -0.097 -0.245 -0.104 -0.256 Largo plazo - - - - - - 0.004 0.015 0.004 0.015 Controles incluidos indicadores de tipo de localidad por duración del Programa Sí Sí Sí Sí Sí características de la persona Sí Sí Sí Sí Sí características del hogar No Sí No Sí Sí características de la localidad No No Sí Sí Sí datos preprograma 1997 No No No No Sí Número de observaciones 5065 5065 5065 5065 5065 Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 R-cuadrado 0.027 0.052 0.056 0.058 0.060 Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1% Cuadro D2 Impacto de exposición al Programa sobre estar ocupado. Hombres 108 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Cuadro D3 Impacto de exposición al Programa sobre estar ocupado. Mujeres Cambios marginales Variable dependiente: 1 si el joven está ocupado 1 2 C.M. Efecto general Z 3 C.M. Z 4 C.M. Z 5 C.M. Z C.M. Z Corto: menos de tres años -0.184 -3.400 *** -0.159 -3.429 *** -0.146 -2.845 *** -0.333 -1.583* -0.261 -1.215* Mediano: tres a seis años 0.012 0.100 0.035 0.309 0.030 0.257 0.211 0.398 0.227 0.439 Largo: más de seis años 0.026 0.410 0.023 0.343 0.026 0.383 0.063 0.244 0.077 0.295 Efectos para niveles educativos Primaria Corto plazo - - - - - - -0.198 -1.141 -0.165 Mediano plazo - - - - - - 0.103 0.716 0.107 0.809 Largo plazo - - - - - - -0.049 -0.563 -0.038 -0.439 Secundaria -0.913 Corto plazo - - - - - - -0.095 -0.483 -0.062 -0.324 Mediano plazo - - - - - - 0.171 1.125 0.165 1.146 Largo plazo - - - - - - 0.005 0.048 0.021 0.222 Preparatoria Corto plazo - - - - - - -0.162 -0.480 -0.102 -0.295 Mediano plazo - - - - - - 0.116 0.463 0.131 0.509 Largo plazo - - - - - - 0.066 0.373 0.095 0.540 Efectos para población indígena Corto plazo - - - - - - -0.261 -0.450 -0.173 -0.306 Mediano plazo - - - - - - 0.166 0.286 0.191 0.335 Largo plazo - - - - - - 0.090 0.328 0.114 0.416 Controles incluidos indicadores de tipo de localidad por duración del programa Sí Sí Sí Sí Sí características de la persona Sí Sí Sí Sí Sí características del hogar No Sí No Sí Sí características de la localidad No No Sí Sí Sí datos preprograma 1997 No No No No Sí Número de observaciones 5101 5101 5101 5101 5101 Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 R-cuadrado 0.016 0.059 0.065 0.067 0.075 Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1% 109 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Cambios marginales Variable dependiente: log ingreso laboral mensual jóvenes (todos) 1 2 C.M. Efecto general Corto: menos de tres años -0.219 Mediano: tres a seis años Largo: más de seis años Z 3 C.M. Z 4 C.M. Z 5 C.M. Z C.M. -1.571 -0.284 -1.256 Z -3.099 *** -0.204 -2.584 *** -0.215 -2.632 *** -0.348 -0.174 -3.554 *** -0.170 -3.415 *** -0.170 -3.417 *** -0.321 -1.244 -0.325 -1.294 0.051 1.348 0.050 1.307 0.053 1.357 -0.301 -1.904** -0.283 -1.782 * Efectos para niveles educativos Primaria Corto plazo - - - - - - -0.048 -0.269 -0.001 -0.007 Mediano plazo - - - - - - -0.194 -2.869 -0.172 -2.600 *** - - - - - - 0.094 1.472 0.112 1.750 Largo plazo Secundaria * Corto plazo - - - - - - -0.187 -1.197 -0.125 -0.818 Mediano plazo - - - - - - -0.112 -1.157 -0.096 -0.981 Largo plazo - - - - - - 0.074 1.118 0.091 1.362 Preparatoria Corto plazo - - - - - - -0.355 -1.774* -0.300 -1.454 Mediano plazo - - - - - - -0.603 -2.226*** -0.605 -2.304 *** Largo plazo - - - - - - -0.066 -0.586 -0.047 -0.421 Efectos para población indígena Corto plazo - - - - - - -0.445 -2.044** -0.381 -1.694 * Mediano plazo - - - - - - -0.158 -0.595 -0.154 -0.604 Largo plazo - - - - - - -0.351 -2.176** -0.326 -2.025 ** Controles incluidos indicadores de tipo de localidad por duración del Programa Sí Sí Sí Sí Sí características de la persona Sí Sí Sí Sí Sí características del hogar No Sí No Sí Sí características de la localidad No No Sí Sí Sí datos preprograma 1997 No No No No Sí Número de observaciones 4123 4123 4123 4123 4123 Prob > F 0.000 0.000 0.000 . . R-cuadrado 0.083 0.084 0.089 0.095 0.101 Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1% Cuadro D4 Impacto de exposición al Programa sobre ingreso laboral 110 Cuadro D5 Impacto de exposición al Programa sobre ingreso laboral. Hombres Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Cambios marginales Variable dependiente: log ingreso laboral mensual jóvenes (hombres) 1 2 C.M. Efecto general Z 3 4 C.M. Z C.M. Z C.M. -0.185 -2.036** -0.241 -1.416 Corto: menos de tres años -0.203 -2.362*** -0.190 -2.018** Mediano: tres a seis años -0.101 -1.777* -0.102 -1.815** -0.094 -1.667* -0.107 Largo: más de seis años 0.042 0.858 0.043 0.881 0.046 0.929 5 Z C.M. Z -0.164 -0.913 -0.509 -0.104 -0.488 -0.081 -0.495 -0.056 -0.339 Efectos para niveles educativos Primaria Corto plazo - - - - - - -0.115 -0.939 -0.081 -0.618 Mediano plazo - - - - - - -0.174 -1.857 ** -0.166 -1.703 * Largo plazo - - - - - - 0.118 1.868 ** 0.126 1.982 ** Secundaria Corto plazo - - - - - - -0.111 -0.866 -0.055 -0.392 Mediano plazo - - - - - - -0.006 -0.081 -0.001 -0.008 Largo plazo - - - - - - 0.129 1.689 * 0.142 1.872 ** *** -0.447 -2.312 *** Preparatoria Corto plazo - - - - - - -0.504 -2.634 Mediano plazo - - - - - - -0.482 -1.699 * -0.506 -1.836 ** Largo plazo - - - - - - -0.011 -0.070 0.003 0.022 Efectos para población indígena Corto plazo - - - - - - -0.347 -1.975 ** -0.284 -1.543 Mediano plazo - - - - - - -0.018 -0.074 -0.015 -0.061 Largo plazo - - - - - - -0.260 -1.637 * -0.233 -1.475 Controles incluidos indicadores de tipo de localidad por duración del Programa Sí Sí Sí Sí Sí características de la persona Sí Sí Sí Sí Sí características del hogar No Sí No Sí Sí características de la localidad No No Sí Sí Sí datos preprograma 1997 No No No No Sí Número de observaciones 2805 2805 2805 2805 2805 Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 R-cuadrado 0.063 0.064 0.071 0.078 0.085 Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1% 111 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Cambios marginales Variable dependiente: log ingreso laboral jóvenes (mujeres) 1 2 C.M. Efecto general Corto: menos de tres años -0.179 Mediano: tres a seis años Largo: más de seis años Z 3 C.M. Z 4 C.M. Z 5 C.M. Z C.M. Z -1.413 -0.166 -1.221 -0.200 -1.285 -0.583 -1.433 -0.527 -1.296 -0.287 -3.491 *** -0.265 -3.069 *** -0.268 -3.281 *** -0.686 -1.457 -0.710 -1.517 0.075 1.074 0.064 0.902 0.076 1.069 -0.484 -1.642 * -0.479 -1.567 Efectos para niveles educativos Primaria Corto plazo - - - - - - 0.011 0.046 0.089 0.374 Mediano plazo - - - - - - -0.257 -2.552 *** -0.221 -2.163 ** - - - - - - - - - - Largo plazo Secundaria Corto plazo - - - - - - -0.366 -1.691 * -0.288 -1.347 Mediano plazo - - - - - - -0.290 -2.280 ** -0.272 -2.180 ** - - - - - - -0.092 -1.035 0.028 0.311 Largo plazo Preparatoria Corto plazo - - - - - - 0.013 0.059 0.082 0.313 Mediano plazo - - - - - - -0.670 -2.150 ** -0.760 -2.469 *** Largo plazo - - - - - - -0.201 -1.196 -0.110 -0.634 Efectos para población indígena Corto plazo - - - - - - -0.796 -2.029 ** -0.687 -1.751 * Mediano plazo - - - - - - -0.362 -0.745 -0.376 -0.779 Largo plazo - - - - - - -0.288 -0.929 -0.265 -0.840 Controles incluidos indicadores de tipo de localidad por duración del Programa Sí Sí Sí Sí Sí características de la persona Sí Sí Sí Sí Sí características del hogar características de la localidad datos preprograma 1997 No Sí No Sí Sí No No Sí Sí Sí No No No No Sí Número de observaciones 1318 1318 1318 1318 1318 Prob > F 0.000 0.000 0.000 . . R-cuadrado 0.087 0.092 0.103 0.118 0.129 Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1% Cuadro D6 Impacto de exposición al Programa sobre ingreso laboral. Mujeres 112 Cuadro D7 Impacto de exposición al Programa sobre moverse a mejor ingreso laboral. Comparativo con jefe de hogar Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Cambios marginales Variable dependiente: movilidad hacia arriba ingreso (todos) 1 2 C.M. Efecto general Z 3 C.M. Z 4 C.M. Z C.M. Z Corto: menos de tres años 0.015 0.162 0.050 0.500 0.010 0.036 -0.002 Mediano: tres a seis años 0.082 0.219 0.084 0.185 0.024 0.022 0.025 -0.008 0.023 Largo: más de seis años 0.054 0.132 0.051 0.116 -0.054 -0.043 -0.054 -0.053 Efectos para niveles educativos Primaria Corto plazo - - - - 0.004 0.003 -0.011 Mediano plazo - - - - 0.048 0.077 0.052 0.078 Largo plazo - - - - -0.004 -0.007 -0.017 -0.030 0.171 Secundaria -0.010 Corto plazo - - - - 0.203 0.167 0.182 Mediano plazo - - - - 0.091 0.140 0.087 0.127 Largo plazo - - - - -0.023 -0.032 -0.037 -0.060 0.130 Preparatoria Corto plazo - - - - 0.221 0.202 0.143 Mediano plazo - - - - 0.151 0.177 0.127 0.142 Largo plazo - - - - 0.038 0.071 -0.006 -0.010 0.003 Efectos para población indígena Corto plazo - - - - 0.003 0.002 0.003 Mediano plazo - - - - 0.026 0.033 0.020 0.023 Largo plazo - - - - -0.002 -0.003 -0.010 -0.017 Controles incluidos indicadores de tipo de localidad por duración del Programa Sí Sí Sí Sí características de la persona Sí No Sí Sí características del hogar No Sí Sí Sí características de la localidad No Sí Sí Sí datos preprograma 1997 No No No Sí Número de observaciones 1882 1882 1882 1882 Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000 R-cuadrado 0.022 0.028 0.032 0.038 Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%. 113 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Cambios marginales Variable dependiente: movilidad hacia arriba ingreso (hombres) 1 2 C.M. Efecto general Z 3 C.M. Z 4 C.M. Z C.M. Z Corto: menos de tres años 0.072 0.583 0.117 0.907 0.015 0.053 -0.040 -0.133 Mediano: tres a seis años 0.221 0.493 0.215 0.451 0.305 0.313 0.307 0.309 Largo: más de seis años 0.047 0.100 0.038 0.058 0.035 0.034 0.041 0.044 Efectos para niveles educativos Primaria Corto plazo - - - - -0.058 -0.058 -0.084 Mediano plazo - - - - 0.178 0.338 0.191 0.332 Largo plazo - - - - 0.041 0.070 0.035 0.059 Secundaria -0.088 Corto plazo - - - - 0.406 0.368 0.344 0.357 Mediano plazo - - - - 0.371 0.619 0.361 0.555 - - - - 0.078 0.091 0.067 0.087 Largo plazo Preparatoria Corto plazo - - - - 0.327 0.335 0.237 0.238 Mediano plazo - - - - 0.452 0.587 0.441 0.539 Largo plazo - 0.194 0.348 0.168 0.277 - - - Efectos para población indígena Corto plazo - - - - 0.124 0.126 0.103 0.103 Mediano plazo - - - 0.220 0.286 0.225 0.280 - Largo plazo - - - - 0.015 0.027 0.021 0.035 Controles incluidos indicadores de tipo de localidad por duración del Programa características de la persona Sí Sí Sí Sí Sí No Sí Sí características del hogar No Sí Sí Sí características de la localidad No Sí Sí Sí datos preprograma 1997 No No No Sí Número de observaciones 1297 1297 1297 1297 Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000 R-cuadrado 0.014 0.022 0.026 0.033 Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%. Cuadro D8 Impacto de exposición al Programa sobre moverse a mejor ingreso laboral. Comparativo con jefe de hogar. Hombres 114 Cuadro D9 Impacto de exposición al Programa sobre moverse a mejor ingreso laboral. Comparativo con jefe de hogar. Mujeres Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Cambios marginales Variable dependiente: movilidad hacia arriba en ingreso (mujeres) 1 2 C.M. Efecto general Z 3 C.M. Z 4 C.M. Z C.M. Z Corto: menos de tres años 0.036 0.458 0.060 0.629 0.147 0.365 -0.021 -0.076 Mediano: tres a seis años -0.070 -0.103 -0.044 -0.055 -0.215 -0.060 -0.297 -0.214 Largo: más de seis años 0.074 0.113 0.063 0.082 -0.244 -0.026 -0.210 -0.121 Efectos para niveles educativos Primaria Corto plazo - - - - 0.267 0.264 0.288 0.223 Mediano plazo - - - - 0.319 0.191 0.134 0.139 Largo plazo - - - - 0.087 0.082 - - Secundaria Corto plazo - - - - -0.008 -0.002 0.038 0.027 Mediano plazo - - - - 0.152 0.125 -0.016 -0.019 - - - - -0.075 -0.021 -0.077 -0.080 Largo plazo Preparatoria Corto plazo - - - - 0.510 0.235 0.480 0.409 Mediano plazo - - - - - - 0.018 0.016 Largo plazo - - - - 0.019 0.018 0.073 0.064 Efectos para población indígena Corto plazo - - - - -0.167 -0.046 -0.358 -0.211 Mediano plazo - - - - 0.127 0.067 0.033 0.029 Largo plazo - - - - 0.091 0.020 0.131 0.098 Controles incluidos indicadores de tipo de localidad por duración del Programa características de la persona Sí Sí Sí Sí Sí No Sí Sí características del hogar No Sí Sí Sí características de la localidad No Sí Sí Sí datos preprograma 1997 No No No Sí Número de observaciones 585 585 585 585 Prob > F 0.002 0.000 0.000 0.000 R-cuadrado 0.024 0.039 0.055 0.066 Notas: C.M. = Cambio Marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%. 115 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Cambios marginales Variable dependiente: movilidad hacia trabajo formal (todos) 1 2 3 4 C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z Corto: menos de tres años 0.012 0.413 0.017 0.670 -0.011 -0.251 -0.008 -0.196 Mediano: tres a seis años 0.012 0.034 0.010 0.027 0.282 0.510 0.267 0.493 Largo: más de seis años 0.009 0.033 0.008 0.025 0.015 0.032 0.013 0.030 -0.007 Efecto general Efectos para niveles educativos Primaria Corto plazo - - - - -0.008 -0.014 -0.004 Mediano plazo - - - - 0.238 0.460 0.225 0.451 Largo plazo - - - - -0.006 -0.014 -0.007 -0.014 Secundaria Corto plazo - - - - 0.008 0.014 0.013 0.022 Mediano plazo - - - - 0.256 0.479 0.243 0.440 Largo plazo - - - - 0.001 0.001 0.000 0.001 Preparatoria Corto plazo - - - - 0.070 0.122 0.078 0.139 Mediano plazo - - - - 0.323 0.632 0.313 0.624 Largo plazo - - - - 0.070 0.167 0.073 0.152 Corto plazo - - - - 0.002 0.004 0.003 0.005 Mediano plazo - - - - 0.297 0.673 0.281 0.607 Largo plazo - - - - 0.039 0.092 0.038 Efectos para población indígena Controles incluidos indicadores de tipo de localidad por duración del Programa 0.076 Sí Sí Sí Sí características de la persona Sí No Sí Sí características del hogar No Sí Sí Sí características de la localidad No Sí Sí Sí datos preprograma 1997 No No No Sí Número de observaciones 4123 4123 4123 4123 Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000 R-cuadrado 0.034 0.050 0.060 0.066 Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%. Cuadro D10 Impacto de exposición al Programa sobre moverse a trabajo formal. Comparativo con jefe de hogar 116 Cuadro D11 Impacto de exposición al Programa sobre moverse a trabajo formal. Comparativo con jefe de hogar. Hombres Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Cambios marginales Variable dependiente: movilidad hacia trabajo formal (hombres) 1 2 C.M. Efecto general Corto: menos de tres años Z 0.040 Z 3.090 3 C.M. 0.040 3.485 4 C.M. Z 0.035 C.M. 2.090 ** Z 0.034 2.046 ** Mediano: tres a seis años 0.004 0.013 0.005 0.011 0.012 0.022 0.012 0.020 Largo: más de seis años -0.024 -0.086 -0.030 -0.068 -0.006 -0.012 -0.006 -0.012 Efectos para niveles educativos Primaria Corto plazo - - - - 0.041 0.076 0.040 0.067 Mediano plazo - - - - -0.010 -0.020 -0.009 -0.015 Largo plazo - - - - -0.020 -0.038 -0.020 -0.036 Secundaria Corto plazo - - - - 0.045 0.083 0.042 0.069 Mediano plazo - - - - 0.006 0.012 0.005 0.008 Largo plazo - - - - -0.017 -0.033 -0.018 -0.034 Preparatoria Corto plazo - - - - 0.147 0.266 0.138 0.224 Mediano plazo - - - - 0.123 0.237 0.117 0.200 Largo plazo - - - - 0.087 0.163 0.081 0.142 Efectos para población indígena Corto plazo - - - - 0.031 0.060 0.030 0.050 Mediano plazo - - - - -0.008 -0.019 -0.009 -0.017 Largo plazo - - - - 0.000 -0.001 -0.001 -0.001 Controles incluidos indicadores de tipo de localidad por duración del Programa Sí Sí Sí Sí características de la persona Sí No Sí Sí características del hogar características de la localidad datos preprograma 1997 No Sí Sí Sí No Sí Sí Sí No No No Sí Número de observaciones 2805 2805 2805 2805 Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000 R-cuadrado 0.027 0.044 0.053 0.056 Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%. 117 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Cambios marginales Variable dependiente: movilidad hacia trabajo formal (mujeres) 1 2 3 4 C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z Corto: menos de tres años -0.060 -0.976 -0.056 -0.885 0.050 0.639 0.053 0.757 Mediano: tres a seis años 0.067 0.128 0.062 0.119 0.125 0.079 0.109 0.073 Largo: más de seis años 0.002 0.003 0.006 0.012 -0.095 -0.065 -0.110 -0.081 Efecto general Efectos para niveles educativos Primaria Corto plazo - - - - -0.052 -0.034 -0.043 -0.030 Mediano plazo - - - - 0.022 0.023 0.021 0.023 Largo plazo - - - - 0.197 0.315 0.176 0.248 Secundaria Corto plazo - - - - -0.036 -0.023 -0.022 -0.015 Mediano plazo - - - - 0.040 0.046 0.027 0.030 Largo plazo - - - - 0.056 0.070 0.037 0.041 0.000 Preparatoria Corto plazo - - - - -0.011 -0.007 0.000 Mediano plazo - - - - - - - - Largo plazo - - - - 0.203 0.355 0.178 0.276 0.088 Efectos para población indígena Corto plazo - - - - 0.127 0.080 0.133 Mediano plazo - - - - 0.254 0.192 0.246 0.190 Largo plazo - - - - -0.015 -0.024 -0.028 -0.038 Controles incluidos indicadores de tipo de localidad por duración del Programa Sí Sí Sí Sí características de la persona Sí No Sí Sí características del hogar No Sí Sí Sí características de la localidad No Sí Sí Sí datos preprograma 1997 No No No Sí Número de observaciones 1318 1318 1318 1318 Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000 R-cuadrado 0.060 0.086 0.101 0.121 Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%. Cuadro D12 Impacto de exposición al Programa sobre moverse a trabajo formal. Comparativo con jefe de hogar. Mujeres 118 Cuadro D13 Impacto de exposición al Programa sobre moverse hacia ocupación laboral más calificada. Comparativo con jefe de hogar Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Cambios marginales Variable dependiente: movilidad hacia ocupación laboraL más calificada (todos) 1 2 3 4 C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Corto: menos de tres años 0.063 1.047 0.064 1.003 0.114 0.854 0.080 0.571 Mediano: tres a seis años 0.037 0.146 0.038 0.115 0.133 0.185 0.130 0.176 Largo: más de seis años 0.039 0.150 0.038 0.109 0.269 0.410 0.256 0.399 Efecto general Z Efectos para niveles educativos Primaria Corto plazo - - - - 0.004 0.005 -0.006 -0.008 Mediano plazo - - - - 0.021 0.035 0.018 0.029 Largo plazo - - - - 0.117 0.287 0.116 0.277 Secundaria Corto plazo - - - - 0.128 0.179 0.100 0.136 Mediano plazo - - - - 0.115 0.195 0.116 0.186 Largo plazo - - - - 0.151 0.339 0.148 0.321 Preparatoria Corto plazo - - - - - - - - Mediano plazo - - - - - - - - Largo plazo - - - - - - - - Corto plazo - - - - 0.255 0.361 0.221 0.301 Mediano plazo - - - - 0.214 0.338 0.203 0.307 Largo plazo - - - - 0.327 0.850 0.311 0.760 Efectos para población indígena Controles incluidos indicadores de tipo de localidad por duración del Programa Sí Sí Sí Sí características de la persona Sí No Sí Sí características del hogar No Sí Sí Sí características de la localidad No Sí Sí Sí datos preprograma 1997 No No No Sí Número de observaciones 3584 3584 3584 3584 Prob > F 0.000 0.000 0.000 0.000 R-cuadrado 0.045 0.049 0.053 0.058 Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%. 119 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Cambios marginales Variable dependiente: movilidad hacia ocupación laboral más calificada (hombres) 1 2 3 4 C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Z Efecto general Corto: menos de tres años 0.021 0.294 0.018 0.240 0.050 0.438 0.011 0.090 Mediano: tres a seis años 0.027 0.092 0.024 0.060 0.058 0.096 0.029 0.044 Largo: más de seis años -0.001 -0.004 -0.006 -0.014 0.127 0.236 0.108 0.191 Efectos para niveles educativos Primaria Corto plazo -0.062 -0.102 -0.078 -0.123 Mediano plazo -0.047 -0.096 -0.044 -0.085 Largo plazo -0.042 -0.104 -0.043 -0.098 Secundaria Corto plazo -0.056 -0.094 -0.094 -0.150 Mediano plazo -0.015 -0.032 -0.015 -0.028 Largo plazo -0.026 -0.057 -0.029 -0.058 Preparatoria Corto plazo Mediano plazo Largo plazo Efectos para población indígena Corto plazo 0.231 0.383 0.207 0.319 Mediano plazo 0.210 0.353 0.182 0.284 Largo plazo 0.191 0.433 0.176 0.353 Controles incluidos indicadores de tipo de localidad por duración del Programa Sí Sí Sí características de la persona Sí No Sí características del hogar No Sí Sí características de la localidad No Sí Sí datos preprograma 1997 No No No Número de observaciones 2439 2439 2439 Prob > F 0.000 0.000 0.000 R-cuadrado 0.016 0.023 0.027 Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%. Sí Sí Sí Sí Sí 2439 0.000 0.033 Cuadro D14 Impacto de exposición al Programa sobre moverse hacia ocupación laboral más calificada. Comparativo con jefe de hogar. Hombres 120 Cuadro D15 Impacto de exposición al Programa sobre moverse hacia ocupación laboral más calificada. Comparativo con jefe de hogar. Mujeres Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Cambios marginales Variable dependiente: movilidad hacia ocupación más calificada (mujeres) 1 2 3 C.M. Z C.M. Z C.M. Z C.M. Efecto general Corto: menos de tres años 0.089 1.020 0.112 1.311 0.385 2.466 *** 0.343 Mediano: tres a seis años 0.065 0.127 0.056 0.061 -0.048 -0.017 -0.052 Largo: más de seis años 0.123 0.245 0.137 0.134 0.152 0.021 0.151 Efectos para niveles educativos Primaria Corto plazo -0.051 -0.011 -0.077 Mediano plazo -0.155 -0.201 -0.150 Largo plazo 0.032 0.012 0.039 Secundaria Corto plazo Mediano plazo Largo plazo Preparatoria Corto plazo Mediano plazo Largo plazo Efectos para población indígena Corto plazo Mediano plazo Largo plazo Controles incluidos indicadores de tipo de localidad por duración del Programa Sí Sí Sí características de la persona Sí No Sí características del hogar No Sí Sí características de la localidad No Sí Sí datos preprograma 1997 No No No Número de observaciones 1145 1145 1145 Prob > F 0.000 0.000 0.000 R-cuadrado 0.060 0.070 0.075 Notas: C.M. = Cambio marginal. * = Significancia al 10%, ** = Significancia al 5%, *** = Significancia al 1%. 4 Z 2.006 -0.046 0.091 ** - - -0.056 -0.234 0.063 - Sí Sí Sí Sí Sí 1145 0.000 0.082 121 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención E. diferencias de medias entre beneficiarios y no beneficiarios en la muestra encel Variables No beneficiarios Beneficiarios Oportunidades Ha: diff != 0 Oportunidades Media Desv. Est. Pr(|T| > |t|) Obs. Media Desv. Est. Obs. Años escolaridad 13 526 7.8578 2.5234 3094 7.2527 2.7742 0.0000 Sin Instrucción 13 526 0.0221 0.1470 3094 0.0391 0.1939 0.0000 Primaria 13 526 0.2850 0.4514 3094 0.3930 0.4885 0.0000 Secundaria 13 526 0.5222 0.4995 3094 0.4396 0.4964 0.0000 Preparatoria 13 526 0.1627 0.3691 3094 0.1189 0.3238 0.0000 Profesional 13 526 0.0080 0.0890 3094 0.0094 0.0964 0.4410 Con escolaridad 13 999 0.9662 0.1807 3413 0.9065 0.2911 0.0000 Sin escolaridad 13 999 0.0338 0.1807 3413 0.0935 0.2911 0.0000 Analfabetas 13 999 0.0499 0.2177 3413 0.0797 0.2709 0.0000 No analfabetas 13 999 0.9501 0.2177 3413 0.9203 0.2709 0.0000 Ocupados 13 999 0.3960 0.4891 3413 0.3876 0.4873 0.3684 Desocupados 13 999 0.0157 0.1244 3413 0.0179 0.1325 0.3698 PEA 13 999 0.4117 0.4922 3413 0.4055 0.4911 0.5067 PNEA 13 999 0.5883 0.4922 3413 0.5945 0.4911 0.5067 Transferencias por programas sociales en becas (incluyendo Oportunidades) 4 615 477.89 314.45 343 464.16 289.02 0.4330 Ingreso laboral monetario empleo principal 3 541 2 528.34 2 027.87 898 2 695.19 3 040.40 0.0492 154 1 527.65 5 329.40 39 1 444.97 3 472.53 0.9268 Ingreso laboral monetario y no monetario empleo principal 3 639 2 524.90 2 288.61 919 2 694.92 3 110.15 0.0630 Ingreso laboral monetario y no monetario empleo secundario 430 3 374.07 3 878.63 113 3 914.74 5 808.16 0.2401 Ingreso laboral total, empleo principal y secundario 3 772 2 820.51 2 763.37 946 3 085.62 3 860.96 0.0157 Ingreso total del individuo (laboral todos los empleos más becas) 8 027 1 600.15 2 246.74 1259 2 444.96 3 537.21 0.0000 5 523 143.08 81.09 1319 151.46 82.51 0.0008 564 142.56 92.29 147 148.26 97.63 0.5103 Horas promedio trabajadas por mes, empleo primario y secundario 5 524 157.61 97.89 1319 167.98 100.90 0.0006 Ingreso monetario laboral promedio por hora, empleo principal 3 471 23.70 52.47 885 23.90 47.61 0.9185 150 14.44 32.09 37 12.32 21.24 0.7030 Ingreso laboral monetario y no monetario promedio por hora, empleo principal 3 567 23.67 52.32 905 23.88 47.26 0.9147 Ingreso laboral monetario y no monetario promedio por hora, empleo secundario 401 27.83 43.27 108 34.92 70.25 0.1931 3 705 23.23 51.59 934 24.03 47.97 0.6668 Ingreso laboral no monetario empleo principal Horas promedio trabajadas por mes, empleo principal Horas promedio trabajadas por mes, empleo secundario Ingreso no monetario laboral promedio por hora, empleo principal Ingreso laboral total promedio por hora, empleo principal y secundario Nota: Se consideran solamente individuos elegibles a ser beneficiarios de Oportunidades con datos del módulo de jóvenes, Encel 2007 Cuadro E1 Pruebas de medias en muestra Encel 122 Cuadro E2 Pruebas de medias en muestra Encel Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Variables Más de seis años Obs. Media De 3 a 6 años Desv. Est. Ha: diff != 0 Obs. Media Desv. Est. Pr(|T| > |t|) Años escolaridad 11 311 7.9204 2.4791 1366 7.6428 2.5887 0.0001 Sin Instrucción 11 311 0.0217 0.1456 1366 0.0198 0.1392 0.6481 Primaria 11 311 0.2712 0.4446 1366 0.3258 0.4688 0.0000 Secundaria 11 311 0.5363 0.4987 1366 0.4963 0.5002 0.0052 Preparatoria 11 311 0.1631 0.3695 1366 0.1501 0.3573 0.2162 Profesional 11 311 0.0078 0.0879 1366 0.0081 0.0894 0.9139 Con escolaridad 11 660 0.9701 0.1704 1443 0.9466 0.2248 0.0000 Sin escolaridad 11 660 0.0299 0.1704 1443 0.0534 0.2248 0.0000 Analfabetas 11 660 0.0475 0.2127 1443 0.0464 0.2105 0.8552 No analfabetas 11 660 0.9525 0.2127 1443 0.9536 0.2105 0.8552 Ocupados 11 660 0.3964 0.4892 1443 0.4269 0.4948 0.0257 Desocupados 11 660 0.0160 0.1253 1443 0.0194 0.1380 0.3291 PEA 11 660 0.4123 0.4923 1443 0.4463 0.4973 0.0136 PNEA 11 660 0.5877 0.4923 1443 0.5537 0.4973 0.0136 Transferencias por programas sociales en becas (incluyendo Oportunidades) 3 846 483.25 329.01 471 443.71 237.28 0.0115 Ingreso laboral monetario empleo principal 2 895 2 516.67 2 041.76 457 2 527.41 1518.59 0.9142 136 1 576.40 5 658.47 12 1 209.83 1152.85 0.8236 Ingreso laboral monetario y no monetario empleo principal 2 981 2 515.99 2 351.87 463 2 526.01 1551.17 0.9293 Ingreso laboral monetario y no monetario empleo secundario 360 3 425.91 4 064.61 56 3 049.00 2557.62 0.5013 Ingreso laboral total, empleo principal y secundario 3 098 2 819.07 2 847.29 474 2 827.61 2083.73 0.9500 Ingreso total del individuo (laboral todos los empleos más becas) 6 649 1 593.03 2 287.85 899 1 723.33 1942.54 0.1031 4 603 141.99 81.08 619 148.07 81.44 0.0802 475 142.42 92.81 68 153.74 91.58 0.3465 Horas promedio trabajadas por mes, empleo primario y secundario 4 604 156.66 98.30 619 164.96 99.44 0.0488 Ingreso monetario laboral promedio por hora, empleo principal 2 836 24.23 55.48 448 21.83 40.49 0.3793 133 14.76 33.82 12 13.02 13.92 0.8606 Ingreso laboral monetario y no monetario promedio por hora, empleo principal 2 921 24.20 55.30 454 21.89 40.29 0.3922 Ingreso laboral monetario y no monetario promedio por hora, empleo secundario 334 27.83 45.59 55 27.38 30.98 0.9438 3 042 23.78 54.52 466 21.14 39.51 0.3150 Ingreso laboral no monetario empleo principal Horas promedio trabajadas por mes, empleo principal Horas promedio trabajadas por mes, empleo secundario Ingreso no monetario laboral promedio por hora, empleo principal Ingreso laboral total promedio por hora, empleo principal y secundario Nota: Se consideran solamente individuos elegibles a ser beneficiarios de Oportunidades con datos del módulo de jóvenes Encel 2007 123 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Variables Más de seis años Obs. Media Menos de tres años Desv. Est. Ha: diff != 0 Obs. Media Desv. Est. Pr(|T| > |t|) Años escolaridad 11 311 7.9204 2.4791 800 7.2713 2.8724 0.0000 Sin Instrucción 11 311 0.0217 0.1456 800 0.0325 0.1774 0.0452 Primaria 11 311 0.2712 0.4446 800 0.4175 0.4935 0.0000 Secundaria 11 311 0.5363 0.4987 800 0.3775 0.4851 0.0000 Preparatoria 11 311 0.1631 0.3695 800 0.1638 0.3703 0.9626 Profesional 11 311 0.0078 0.0879 800 0.0088 0.0932 0.7638 Con escolaridad 11 660 0.9701 0.1704 847 0.9445 0.2291 0.0000 Sin escolaridad 11 660 0.0299 0.1704 847 0.0555 0.2291 0.0000 Analfabetas 11 660 0.0475 0.2127 847 0.0897 0.2860 0.0000 No analfabetas 11 660 0.9525 0.2127 847 0.9103 0.2860 0.0000 Ocupados 11 660 0.3964 0.4892 847 0.3424 0.4748 0.0019 Desocupados 11 660 0.0160 0.1253 847 0.0047 0.0686 0.0099 PEA 11 660 0.4123 0.4923 847 0.3471 0.4763 0.0002 PNEA 11 660 0.5877 0.4923 847 0.6529 0.4763 0.0002 Transferencias por programas sociales en becas (incluyendo Oportunidades) 3 846 483.25 329.01 272 460.55 207.19 0.2618 Ingreso laboral monetario empleo principal 2 895 2 516.67 2 041.76 183 2 682.82 2 788.33 0.2978 136 1 576.40 5 658.47 6 1 058.33 1 061.33 0.8236 Ingreso laboral monetario y no monetario empleo principal 2 981 2 515.99 2 351.87 189 2 631.25 2 763.72 0.5182 Ingreso laboral monetario y no monetario empleo secundario 360 3 425.91 4 064.61 13 3 352.31 3 605.58 0.9487 Ingreso laboral total, empleo principal y secundario 3 098 2 819.07 2 847.29 194 2 788.08 2 886.55 0.8832 Ingreso total del individuo (laboral todos los empleos más becas) 6 649 1 593.03 2 287.85 448 1 486.96 2 229.40 0.3414 Horas promedio trabajadas por mes, empleo principal 4 603 141.99 81.08 285 148.96 79.48 0.1586 Horas promedio trabajadas por mes, empleo secundario 475 142.42 92.81 20 108.60 78.87 0.1091 Horas promedio trabajadas por mes, empleo primario y secundario 4 604 156.66 98.30 285 156.59 87.56 0.9905 Ingreso monetario laboral promedio por hora, empleo principal 2 836 24.23 55.48 181 20.03 21.86 0.3108 133 14.76 33.82 5 9.51 6.54 0.7300 Ingreso laboral monetario y no monetario promedio por hora, empleo principal 2 921 24.20 55.30 186 19.75 21.65 0.2748 Ingreso laboral monetario y no monetario promedio por hora, empleo secundario 334 27.83 45.59 11 30.00 21.67 0.8756 3 042 23.78 54.52 191 19.69 21.35 0.3031 Ingreso laboral no monetario empleo principal Ingreso no monetario laboral promedio por hora, empleo principal Ingreso laboral total promedio por hora, empleo principal y secundario Nota: Se consideran solamente individuos elegibles a ser beneficiarios de Oportunidades con datos del módulo de jóvenes Encel 2007 Cuadro E3 Pruebas de medias en muestra Encel 124 Cuadro E4 Pruebas de medias en muestra Encel Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Variables De 3 a 6 años Obs. Media Menos de tres años Desv. Est. Obs. Media Ha: diff != 0 Desv. Est. Pr(|T| > |t|) Años escolaridad 1 366 7.6428 2.5887 800 7.2713 2.8724 0.0020 Sin Instrucción 1 366 0.0198 0.1392 800 0.0325 0.1774 0.0642 Primaria 1 366 0.3258 0.4688 800 0.4175 0.4935 0.0000 Secundaria 1 366 0.4963 0.5002 800 0.3775 0.4851 0.0000 Preparatoria 1 366 0.1501 0.3573 800 0.1638 0.3703 0.3964 Profesional 1 366 0.0081 0.0894 800 0.0088 0.0932 0.8631 Con escolaridad 1 443 0.9466 0.2248 847 0.9445 0.2291 0.8280 Sin escolaridad 1 443 0.0534 0.2248 847 0.0555 0.2291 0.8280 Analfabetas 1 443 0.0464 0.2105 847 0.0897 0.2860 0.0000 No analfabetas 1 443 0.9536 0.2105 847 0.9103 0.2860 0.0000 Ocupados 1 443 0.4269 0.4948 847 0.3424 0.4748 0.0001 Desocupados 1 443 0.0194 0.1380 847 0.0047 0.0686 0.0038 PEA 1 443 0.4463 0.4973 847 0.3471 0.4763 0.0000 PNEA 1 443 0.5537 0.4973 847 0.6529 0.4763 0.0000 Transferencias por programas sociales en becas (incluyendo Oportunidades) 471 443.71 237.28 272 460.55 207.19 0.3297 Ingreso laboral monetario empleo principal 457 2 527.41 1 518.59 183 2 682.82 2 788.33 0.3666 12 1 209.83 1 152.85 6 1 058.33 1 061.33 0.7911 Ingreso laboral monetario y no monetario empleo principal 463 2 526.01 1 551.17 189 2 631.25 2 763.72 0.5382 Ingreso laboral monetario y no monetario empleo secundario 56 3 049.00 2 557.62 13 3 352.31 3 605.58 0.7236 Ingreso laboral total, empleo principal y secundario 474 2 827.61 2 083.73 194 2 788.08 2 886.55 0.8432 Ingreso total del individuo (laboral todos los empleos más becas) 899 1 723.33 1 942.54 448 1 486.96 2 229.40 0.0456 Horas promedio trabajadas por mes, empleo principal 619 148.07 81.44 285 148.96 79.48 0.8772 Horas promedio trabajadas por mes, empleo secundario 68 153.74 91.58 20 108.60 78.87 0.0491 Horas promedio trabajadas por mes, empleo primario y secundario 619 164.96 99.44 285 156.59 87.56 0.2226 Ingreso monetario laboral promedio por hora, empleo principal 448 21.83 40.49 181 20.03 21.86 0.5716 Ingreso no monetario laboral promedio por hora, empleo principal 12 13.02 13.92 5 9.51 6.54 0.6018 Ingreso laboral monetario y no monetario promedio por hora, empleo principal 454 21.89 40.29 186 19.75 21.65 0.4937 Ingreso laboral monetario y no monetario promedio por hora, empleo secundario 55 27.38 30.98 11 30.00 21.67 0.7908 466 21.14 39.51 191 19.69 21.35 0.6332 Ingreso laboral no monetario empleo principal Ingreso laboral total promedio por hora, empleo principal y secundario Nota: Se consideran solamente individuos elegibles a ser beneficiarios de Oportunidades con datos del módulo de jóvenes Encel 2007 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Capítulo III La vida después de Oportunidades: impacto del Programa a diez años de su creación Autora Mercedes González de la Rocha* Con la colaboración de: Paloma Paredes Bañuelos y Gabriela Sánchez López‡ * Mercedes González de la Rocha es Profesora-Investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, en su unidad occidente. Directora de la Evaluación Cualitativa Externa del Programa Oportunidades, con Agustín Escobar, de 1999 a 2005 y directora de las evaluaciones cualitativas de 2006 a 2008. ‡ Paloma Paredes Bañuelos es investigadora de la Evaluación Cualitativa de Impacto del Programa Oportunidades, 2008. Gabriela Sánchez López es investigadora de la Evaluación Cualitativa de Impacto del Programa Oportunidades, 2008, y autora del Documento Técnico de Salud (Volumen XXXX). 125 Resumen ejecutivo Preguntas y objetivos del análisis E l objetivo central del presente documento técnico es conocer el impacto en las ocupaciones, el tipo de inserción laboral de los ex becarios del Programa Oportunidades y los cambios en los patrones de fecundidad. Por impacto, se entiende cualquier modificación en las condiciones de vida de los grupos domésticos beneficiarios que puede ser directa o indirectamente asociada al Programa. La hipótesis central que guió la búsqueda es que el Programa Oportunidades incide directamente en la prolongación de las trayectorias educativas. Los mayores logros en escolaridad se relacionan con un abanico relativamente más amplio de opciones laborales (dentro o fuera de las microrregiones estudiadas) y también con patrones de nupcialidad y fecundidad distintos a los de generaciones previas. Si la realidad analizada apoya esta hipótesis, será posible afirmar que el Programa Oportunidades está contribuyendo a la ruptura de la transmisión intergeneracional de la pobreza. Este proceso de transmisión de la pobreza de una generación a otra está caracterizado por la deserción escolar temprana, el trabajo precoz en actividades de subsistencia o en empleos que ofrecen muy escasos salarios y oportunidades muy reducidas para la obtención de los satisfactores de necesidades básicas. La transmisión intergeneracional de la pobreza incluye la unión y el embarazo tempranos y todo este conjunto de elementos conduce a la creación de hogares o grupos doméstico-familiares del mismo perfil que los hogares de origen. Por lo tanto, el análisis aquí realizado se propone 1) entender los procesos que llevan al impacto de Oportunidades en las trayectorias e inserción laboral de los becarios y ex becarios de más larga exposición al Programa que existen hoy en día, los que en 1997-1998, al momento en el que sus hogares de origen fueron incorporados en calidad de beneficiarios, se encontraban cursando el tercero o cuarto año de primaria e iniciaron su trayectoria como becarios. Específicamente interesa conocer si a los becarios y ex becarios les caracteriza una mayor escolaridad, uniones más tardías, menor fecundidad y ocupaciones menos tradicionales y mejor remuneradas que las ocupaciones realizadas por los nunca becarios (y que formaban parte de hogares semejantes en 1998, cuando los beneficiarios fueron incorporados al Programa); 2) ofrecer una reflexión sobre la relación que existe entre la calidad de los servicios de salud y educación en la población“pionera” de Oportunidades y los impactos. Este estudio lleva los resultados de los estudios etnográficos sobre calidad de los servicios a un nivel de análisis distinto al realizado en los documentos analíticos regionales (entregados previamente a Oportunidades como insumo preliminar), en el que se aborda la calidad del servicio (acumulado a lo largo de la vida) en las capacidades observadas de los individuos (su capacidad para el trabajo, por ejemplo); y 3) describir y explicar impactos heterogéneos en población indígena y no indígena respecto de sus logros en escolaridad, en la postergación de la unión y el nacimiento del primer hijo y respecto de sus logros ocupacionales. Método Se eligieron doce microrregiones rurales étnicamente diversas en cuatro estados del país (dos del noroeste, Sonora y Chihuahua, y dos del sur, Oaxaca y Chiapas) para estudiar tanto hogares indígenas como no indígenas o mestizos, beneficiarios de larga exposición integrados en la primera fase de incorporación del Programa Oportunidades 128 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 (Progresa) y hogares semejantes nunca incorporados (no beneficiarios). En esas doce microrregiones (tres en cada estado) se realizó trabajo etnográfico de campo, y se incluyeron observaciones directas en los centros proveedores de servicios (escuelas, clínicas, centros y casas de salud), sitios laborales, eventos públicos (entregas de apoyos, asambleas ejidales y municipales, días de mercado) y viviendas. Se hicieron entrevistas a los jefes de los CAR (Centros de Atención y Registro) y a los promotores de Oportunidades, vocales del Programa, médicos y enfermeras, maestros y directores de escuela, autoridades y líderes locales. Se diseñó una muestra analítica de cuatro tipos de hogares: beneficiarios indígenas y mestizos y no beneficiarios indígenas y mestizos para contar con información sobre 16 grupos domésticos en cada microrregión (cuatro de cada uno de los subtipos) y de esa manera, contar con 48 grupos domésticos en cada escenario (formado por las tres microrregiones de cada estado). Esto daría un total de 192 estudios de caso de hogares de los distintos subtipos. A través de un conjunto de entrevistas abiertas y estructuradas a miembros de cada hogar (y no una sola entrevista), observación participante y otras técnicas de recolección cruzada de información, instrumentadas a lo largo del periodo del trabajo de campo (14 semanas) se construyeron estudios de caso para conformar dicha muestra analítica. La muestra analítica teórica estuvo integrada de la manera que aparece en el cuadro 1. Cuadro 1 Muestra analítica teórica de hogares EStatus Oportunidades Etnicidad Chiapas Chihuahua Oaxaca Sonora TOTAL Beneficiarios Indígenas 12 12 12 12 48 Beneficiarios Mestizos 12 12 12 12 48 No beneficiarios Indígenas 12 12 12 12 48 No beneficiarios Mestizos 12 12 12 12 48 48 48 48 48 192 TOTAL La selección de los hogares beneficiarios y no beneficiarios se realizó de acuerdo con un criterio importante para contar con individuos de larga exposición al Programa en la generación de los hijos (hogares que, en 1998 cuando fueron incorporados, tuvieran por lo menos a un niño o una niña cursando entre tercero y cuarto año de primaria) y con sus pares –de la misma edad y condiciones socioeconómicas– que nunca hubieran recibido los apoyos. Se optó, asimismo, por elegir los hogares en distintos momentos o etapas de su ciclo doméstico, de manera que se procuró que la mitad de los hogares de cada subtipo tuviese hijos primogénitos, y la otra mitad hijos ultimogénitos de dichas edades (grados escolares) al momento de su incorporación. Ello con la finalidad de poner a prueba la hipótesis de los privilegios que los hijos ultimogénitos tienen, respecto de los primogénitos, quienes frecuentemente salen de la escuela para dedicarse al trabajo, y con la finalidad de contar con hogares en el presente etnográfico con distintas características sociodemográficas en donde fuera posible observar variedad de itinerarios terapéuticos, de prácticas de autocuidado a la salud y de atención (padecimientos crónico-degenerativos, en los casos más añejos, o cuidados prenatales e infantiles en el caso de los hogares más jóvenes). Las microrregiones estudiadas son escenarios étnicamente diversos, en donde indígenas y mestizos están en aparente igualdad de condiciones respecto de su acceso potencial a los servicios. Aunque la muestra analítica siempre fue una guía fundamental en la selección de los hogares para la realización de estudios de caso, y de hecho fue instrumentada al 100% en las microrregiones de Chihuahua y casi al 100% en las de Sonora, tuvo que readecuarse en Oaxaca y Chiapas porque en algunas microrregiones de estos estados la población no indígena existente está formada por maestros y familias de un perfil socioeconómico distinto al buscado (no pobres). En esos casos, se eligieron hogares para la categoría no indígena en donde la madre es no indígena (aunque casada con un indígena oriundo de la microrregión), dado el importante papel de la madre en la socialización de la prole. Igualmente, debido a la muy alta cobertura del Programa en los estados del Sur (Chiapas y Oaxaca) hubo problemas en la ubicación de hogares no beneficiarios del perfil socioeconómico objeto del estudio (no se encontraron casos de pobres no beneficiarios). En esos casos no se cubrió la cuota de los hogares no beneficiarios y se optó por maximizar la diferencia de la variable exposición al Programa con hogares beneficiarios que fueron incorporados al final de 2007 y sólo habían recibido los apoyos de un bimestre en el momento del trabajo de campo (cuadro 2). 129 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención EStatus Oportunidades Etnicidad Chiapas Chihuahua Oaxaca Sonora TOTAL Beneficiarios Indígenas 24 12 11 13 60 Beneficiarios Mestizos 8 12 10 14 44 No beneficiarios Indígenas 7 12 14 11 44 No beneficiarios Mestizos 6 12 7 10 35 45 48 42 48 183 TOTAL En las microrregiones estudiadas en Oaxaca y Chiapas fue donde mayores dificultades se encontraron para la ubicación de hogares idóneos para la muestra analítica por la confluencia, como se mencionó anteriormente, de dos factores: la alta concentración de población indígena (son municipios más puramente indígenas que los del norte) y la muy elevada cobertura del Programa Oportunidades. Se construyó una base de datos con la información de todos los estudios de caso de hogares beneficiarios y no beneficiarios de las doce microrregiones estudiadas en los cuatro estados. Se privilegió el análisis de los no becarios y de los becarios y ex becarios (hijos beneficiarios) de ambos sexos que tienen entre 15 y 25 años por ser esta cohorte la que más interesa para el estudio del largo plazo (la de mayor exposición al Programa como becarios e hijos de titulares beneficiarias). Resultados Estructuras de oportunidades Las investigaciones etnográficas en las que se basa este análisis arrojaron suficiente evidencia para afirmar que las regiones rurales habitadas por una alta proporción de población indígena constituyen escenarios cuyas características dificultan la operación del Programa Oportunidades. Son zonas generalmente alejadas y dotadas de muy precaria infraestructura, en las que casi ningún profesional de fuera de ellas quiere vivir y ejercer su profesión. Por lo tanto, los servicios de salud y educación son prestados por médicos y maestros que ven su estancia en estas comunidades pobres como algo temporal, que tienen que resistir con la finalidad de lograr mejores puestos en lugares que ofrecen más comodidades y prestigio. Los análisis revelaron que las poblaciones indígenas enfrentan muchas más dificultades que las mestizas para mantenerse en el Programa Oportunidades en calidad de beneficiarios y que, adicionalmente, la calidad de los servicios de salud y educación, lejos de ser óptima, es indiscutiblemente deficiente.1-4 No obstante lo anterior, y aún con los problemas de cobertura detectados en la Sierra Tarahumara entre localidades rarámuri y pima, que contrasta con la adecuada o muy amplia cobertura en las microrregiones sonorenses, oaxaqueñas y chiapanecas, la presencia y operación del Programa Oportunidades en el México rural ha marcado un hito en la historia de las localidades y en las vidas de las familias y de los jóvenes que han recibido los apoyos a través de las becas. No se puede entender el impacto que un programa social como Oportunidades tiene en el bienestar y en las capacidades de los individuos y familias para desempeñarse en el mundo laboral si no se toma en cuenta la dinámica de las estructuras de oportunidades (entendidas como el conjunto de opciones u oportunidades de empleo y de acceso a bienes y servicios al que las personas tienen acceso). Se ofrece un breve panorama de las estructuras de oportunidades a través de una descripción sintética que privilegia los empleos que se encuentran en las microrregiones de estudio y los servicios de salud y educación a los que los habitantes –incluidos los ex becarios de Oportunidades– pueden acceder. El recurso más importante de las familias pobres es la fuerza de trabajo de sus miembros y la transformación de dicho recurso en un activo real para el bienestar depende, por un lado, de los mercados laborales a los que se tiene acceso y, por otro, de las capacidades construidas a lo largo de la vida en términos de salud (es necesario estar saludable para trabajar) y de capacitación para el trabajo. Esto quiere decir que los cambios en las economías de los hogares y las posibilidades reales que los individuos tienen de obtener salud, educación y trabajo están moldeadas por el entorno social, económico y político que estructura las oportunidades (de obtener un empleo, de tener una buena o mala cosecha, de ser atendido y curado por un médico en caso de enfermedad, etc.). Se habla de estructuras Cuadro 2 Composición final de la muestra analítica de hogares 130 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 de oportunidades porque las opciones reales que las personas tienen para obtener servicios y realizar actividades económicas (de donde se obtiene el sustento) no están distribuidas al azar sino que, por el contrario, están colocadas y definidas por un conjunto de factores de orden social, económico y político.5-8 Existen patrones, por ejemplo, que interrelacionan el acceso al empleo público con el acceso a ciertos bienes y a ciertos servicios (de cierta calidad). Otros, en cambio, interrelacionan el empleo informal urbano con el (no) acceso a servicios públicos de salud y otros más que unen la economía de subsistencia de los hogares indígenas campesinos con el acceso a Unidades Médicas Rurales y a escuelas unitarias o planteles de educación indígena como los descritos en los documentos analíticos etnográficos.1-4 El acceso privilegiado de unos a servicios de calidad y el acceso de los otros a escuelas y clínicas de deficiente desempeño no son resultado del azar sino que forman parte del desarrollo de nuestra sociedad, marcada aún (y posiblemente cada vez más) por iniquidades construidas socialmente. El Estado, además del mercado, juega un papel importante en la estructuración de las oportunidades. El Programa Oportunidades ha intervenido en las relaciones entre los individuos (y familias) y las estructuras de oportunidades, no únicamente a través del incremento de recursos monetarios en manos de las familias beneficiarias, lo que les posibilita acceder a un abanico más amplio de bienes y servicios sino, también, a través del aumento sin precedentes de la demanda de servicios públicos a través del condicionamiento de apoyos o transferencias al uso (regular y frecuente) de los servicios de salud y educación. En teoría, las familias que están incorporadas al Programa Oportunidades, en calidad de beneficiarias, tienen acceso –regular y frecuente– a los servicios de salud y educación pero, a diez años de operación, ni las escuelas ni los centros de salud han logrado ajustarse con calidad a dicho aumento en la demanda de sus servicios. Las microrregiones estudiadas son distintas entre sí. Las opciones laborales locales son relativamente más abundantes en las microrregiones del norte (especialmente en Sonora), y ello sin considerar las actividades ligadas al narcotráfico (tema que no se aborda en la investigación). Existen oportunidades de empleo en la agricultura comercial en Sonora y en el vecino estado de Sinaloa. Sin embargo, dentro del mismo estado de Sonora, la microrregión guarijía comparte muchas de las características de las microrregiones en la Sierra Tarahumara; entre otras, el relativo aislamiento social que el entorno serrano promueve, la agricultura de subsistencia en un territorio poco apto para ésta que produce escasas y pobres cosechas y, sobre todo, el estrecho abanico de opciones de trabajo remunerado. En las microrregiones sonorenses yaqui y mayo, en cambio, se encuentra oferta de empleos en la industria maquiladora, en los servicios ligados a la agricultura y en la industria de la construcción en la capital del estado y otras ciudades en crecimiento. Los rarámuri enfrentan una muy escasa oferta de empleos y son muchos los que se van a la capital del estado de Chihuahua a trabajar en la industria de la construcción (los varones) y el servicio doméstico (las mujeres). Las microrregiones sureñas son mucho más precarias que las microrregiones sonorenses (mayo y yaqui) con respecto al empleo. Esto parece estar relacionado con la muy escasa emigración hacia fuera de la región que se constata en Sonora y que contrasta con los nutridos flujos migratorios hacia fuera de los escenarios de estudio de Chiapas y Oaxaca, tanto hacia destinos nacionales como a los Estados Unidos. En los cuatro escenarios de investigación se encontró que la agricultura de subsistencia es una actividad en franca decadencia. Los análisis realizados por el Coneval plantean que el cambio en los ingresos de los hogares rurales se debe a la cada vez más frecuente venta del trabajo –a cambio de un salario– y a las transferencias en efectivo del Programa Oportunidades. Los materiales etnográficos con los que se cuenta apoyan esta idea. En contextos caracterizados por una crisis de la agricultura de subsistencia, los apoyos de Oportunidades y el trabajo asalariado (como jornaleros agrícolas o mediante empleos urbanos dentro o fuera del país) constituyen los pilares de la sobrevivencia de los pobres rurales, indígenas y mestizos. En este contexto, no sorprende que los jóvenes ex becarios y no becarios que han alcanzado niveles escolares altos (preparatoria o al menos secundaria terminada), tengan que abandonar estas regiones. Este imperativo es aún más claro entre los indígenas. Una parte importante de los jóvenes mestizos puede tener acceso a los pequeños negocios que ya existen, porque sus familias o conocidos de confianza son los propietarios. Pero para los indígenas las únicas alternativas significativas son la emigración permanente o el regreso a sus comunidades o a otras parecidas como agentes de desarrollo del Estado: maestros, promotores educativos y de salud o extensionistas agrícolas. Los pocos que permanecen en sus pueblos de origen muestran un comprensible poco éxito laboral; vuelven a las ocupaciones tradicionales en la agricultura de subsistencia y los jornales agrícolas. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Los jóvenes más escolarizados en todas las microrregiones estudiadas, pero sobre todo en Chiapas y en Oaxaca, son los que se suman a las huestes de emigrantes laborales. Los jóvenes –tanto ex becarios como nunca beneficiarios– que no lograron alargar sus trayectorias educativas son los que se encuentran con más frecuencia en sus pueblos y rancherías. Los más escolarizados son los que se van a vivir y trabajar a los Estados Unidos, les siguen los que emigran a las ciudades y a los “polos de desarrollo” (turístico) al interior del país y los menos escolarizados –los que truncaron sus trayectorias educativas durante la primaria o en los primeros años de la secundaria– son los que se quedan a residir y trabajar en sus lugares de origen. Las rutas, los destinos y las ocupaciones de los que se van han seguido claramente las estructuras de sobra conocidas en la literatura sobre migraciones. Son los familiares, en primer lugar, algunos mentores, asociaciones caritativas y otros conocidos, los que han animado a estos jóvenes a partir, les han brindado hospedaje, y les han ayudado a conseguir empleos. Por lo tanto, los destinos han estado determinados por estas redes preexistentes. Pero es importante señalar que, en muchos sentidos, estos son nuevos migrantes (con un perfil distinto a los que los han precedido). Por lo tanto, las redes existentes no responden a las características de los nuevos flujos. Muchos migrantes oaxaqueños relativamente exitosos laboran con sus parientes en negocios informales o muy familiares en la ciudad de México y en los Estados Unidos. Aunque sus habilidades escolares son bienvenidas, no son los empleos que les pueden brindar los beneficios que corresponden a su escolaridad. Aunque la dinámica nacional del empleo no es buena, hay cierto optimismo en el sentido de que algunos de los primeros migrantes con nivel bachillerato o universitario (que en algunos casos ya tienen mejores empleos) servirán como cabeza de playa o como puente hacia mejores redes para los jóvenes que sigan sus pasos. Pero este proceso está por verse. Al panorama desalentador de los mercados laborales se suma el tema de la provisión (y calidad) de los servicios de educación y salud. El listado de planteles educativos y de centros de atención a la salud que se incluye en la descripción sintética de las estructuras de oportunidades brinda una imagen de relativa cobertura. Sin embargo, existen graves deficiencias en todas las microrregiones estudiadas respecto de la provisión de estos servicios, y aunque es posible distinguir diferencias importantes, las etnografías muestran un panorama generalizado de marcadas carencias y fallas en la calidad. Los habitantes de las doce microrregiones de los cuatro estados del país tienen, efectivamente, acceso a escuelas de todos los niveles básicos (desde preescolar hasta secundaria, en menor medida en la microrregión pima y en la guarijía) y a planteles de Educación Media Superior (EMS) en las cabeceras municipales y otros pueblos relativamente grandes. Además, estas microrregiones están dentro de los anillos de cobertura de clínicas de primer nivel y, de modo similar a lo que sucede con las preparatorias en el caso de la educación, existen hospitales de segundo nivel en ciudades pequeñas, no tan cercanas como los pueblos donde hay planteles de EMS. Algunas microrregiones están más desprovistas de servicios que otras, como es el caso de la pima en el territorio fronterizo entre Chihuahua y Sonora y la guarijía en este último estado. Pero en las demás, existe una cobertura de servicios relativamente adecuada. Ello no quiere decir, sin embargo, que dichos servicios sean de calidad. Las etnografías realizadas, que incluyeron la denominada etnografía del aula y etnografía de la consulta además de entrevistas a maestros, médicos y enfermeras y estudios de caso de distintos tipos de hogares, obtuvieron evidencias sobre los problemas que merman la calidad de la atención: infraestructura insuficiente y en mal estado, carencias de personal, inasistencia de médicos y maestros, materiales limitados tanto en los planteles educativos como en las clínicas y centros de salud. Hay muchas localidades, especialmente en la Tarahumara y en la microrregión pima, que no cuentan ni con escuelas ni con centros de atención a la salud. Como es sabido, tener acceso a servicios de salud y educación es un requisito para ser incorporado al Programa Oportunidades para que los beneficiarios puedan cumplir con las corresponsabilidades. Por eso el trabajo de campo se hizo en localidades con estas características y no en regiones mucho más apartadas en donde no hay ni escuelas ni clínicas a muchos kilómetros a la redonda. Pero incluso en las localidades que cuentan con el privilegio de tener escuelas o centros de atención a la salud, la cobertura de los servicios no garantiza que las necesidades de educación y de cuidados médicos estén siendo atendidas.* En ésta y en otras evaluaciones se ha visto que el mayor impacto del Programa Oportunidades (logros educativos de los niños y jóvenes, ingresos de los hogares, capacidades para mejorar la vivienda y otras modificaciones en las * Los documentos técnicos de salud y educación ofrecen análisis detallados sobre la calidad de estos servicios.9,10 131 132 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 condiciones de bienestar) se da en escenarios domésticos en donde confluyen factores ventajosos: capacidad de los padres y madres de generar ingresos a los que se suman los apoyos monetarios del Programa, salud de los miembros del hogar (ausencia de enfermedad de los proveedores económicos y de los propios niños y jóvenes), remesas de miembros que han emigrado, corta distancia a los centros de provisión de los servicios educativos y de salud, entre otros. A esos contextos domésticos los hemos llamado escenarios de acumulación de ventajas, en los que la salud constituye un requisito indispensable para poder trabajar y estudiar. En cambio, se ha documentado que los episodios de enfermedad merman las economías familiares por los gastos en los que se incurre en los procesos de búsqueda de atención privada (ante la escasa resolución de las clínicas y los centros de salud públicos) y porque frecuentemente incapacitan a los individuos para el trabajo.7,9,11 Por ello, es pertinente plantear que los escenarios de acumulación de ventajas incluyen factores extradomésticos (además de otros de naturaleza doméstica y familiar) entre los que aparece la capacidad de resolución de los centros de atención a la salud y la provisión de servicios educativos de calidad. Análisis Se contrastan los logros educativos de los jóvenes becarios y ex becarios (hijos beneficiarios) con los de sus padres y los de sus pares no beneficiarios, y se comparan los logros ocupacionales de los individuos beneficiarios, hombres y mujeres que forman parte de la generación de hijos, con los jóvenes de la generación de los hijos que nunca recibieron los apoyos del Programa (sus pares). La base de datos incluye las siguientes variables tanto de los padres como de los hijos y otros miembros que tenían, al momento del estudio, entre 15 y 25 años: entidad de la República, región, pueblo, número de hogar, sexo, nombre de pila, edad, parentesco (si es padre o madre, hijo o hija, u otro de la generación de los hijos) estatus en el Programa, etnicidad, lengua, lugar de residencia, estado civil, escolaridad (en años que corresponden al nivel máximo alcanzado: 0= analfabeta o nunca fue a la escuela, 1= primero de primaria, 6= primaria completa; 9=secundaria; 12= bachillerato, etc.), ocupación principal, ocupación secundaria, descripción detallada de las ocupaciones, edad al momento del primer parto (para el caso de las mujeres). La base de datos de la muestra analítica basada en la cohorte de jóvenes de mayor impacto potencial en educación y ocupación consta de 793 individuos (498 indígenas y 295 mestizos; 469 beneficiarios y 324 no beneficiarios) que pertenecen a 183 hogares, con un promedio de 4.33 miembros por hogar. Esta base de datos no incluye a todos los miembros de los hogares. Incluye únicamente a los padres y los hijos (u otros miembros de la generación de los hijos) en la cohorte que en el momento del estudio tenía entre 15 y 25 años y que, por lo tanto, tenía entre 5 y 15 años en 1998. Sus hermanos mayores y menores y otras personas residentes en el hogar que no pertenezcan a la cohorte objetivo fueron excluidos de la base de datos (cuadro 3). Cuadro 3 Individuos en la base de datos Base de datos: individuos que la conforman Etnicidad Indígena Mestizos Estado Beneficiario No Beneficiario TOTAL Chiapas 110 51 161 Chihuahua 50 55 105 Oaxaca 54 56 110 Sonora 70 52 122 284 214 498 Chiapas 33 25 58 Chihuahua 46 15 61 Oaxaca 47 25 72 59 45 104 Total Sonora 185 110 295 Gran total 469 324 793 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Resultados de impacto Los resultados de impacto que aquí se presentan son cifras (promedios) que provienen del análisis de la base de datos en su conjunto, es decir, promedios para todos los estados y microrregiones estudiadas. Ello, si bien vela las diferencias que de hecho existen no sólo entre los estados sino de una microrregión a otra, constituye un ejercicio digno de tomarse en cuenta para obtener un panorama relativamente más general del impacto del Programa Oportunidades en microrregiones como las aquí analizadas: caracterizadas por la coexistencia de grupos étnicos distintos, rurales, con altos grados de rezago social y con población beneficiaria de larga exposición al Programa Oportunidades. Impacto en educación El análisis muestra impacto muy notable en la escolaridad de los individuos expuestos al Programa Oportunidades en calidad de becarios. El mayor incremento se ha dado entre los indígenas y especialmente entre las mujeres indígenas: las jóvenes indígenas que son o fueron becarias son las que ostentan las trayectorias escolares más largas y los niveles más altos de escolaridad. La brecha generacional en escolaridad ha aumentado en todos los casos, pero el mayor impacto se da entre los indígenas y dicho impacto es aún mayor entre las madres y las hijas. Al poner en operación el Programa Oportunidades en las comunidades rurales marginadas, se incrementó la movilidad escolar intergeneracional en dos años más. Es decir, se pasó de un avance de tres años a otro de cinco años. Por movilidad escolar intergeneracional se entiende el incremento o ascenso en niveles de escolaridad alcanzados por los hijos respecto de sus padres. El análisis de la generación de los padres mostró la existencia de dos tipos de desigualdades: étnica y de género. En la generación de los hijos, la brecha de género se ha invertido y la étnica se ha cerrado en el caso de los hombres (aún ligeramente a favor de los hombres mestizos vs. hombres indígenas) pero se ha invertido a favor de las indígenas (las hijas indígenas beneficiarias alcanzan niveles de escolaridad más altos que las hijas mestizas). Todo esto quiere decir que el Programa Oportunidades ha contribuido a disminuir la desigualdad de género y la desigualdad étnica. Este resultado subestima el impacto escolar final del Programa Oportunidades porque una fracción importante de los becarios y ex becarios aún estudia (el 26.6% de los hombres indígenas, el 28% de las mujeres indígenas, el 22.9% de los hombres mestizos y casi el 33% de las mujeres mestizas) y, por lo tanto, los logros escolares serán mayores en promedio. Es menester aclarar que los logros educativos se refieren a niveles de escolaridad alcanzados, es decir, de años y niveles cursados y no de acumulación de conocimientos como parte de procesos de aprendizaje y construcción de capital humano. Aunque el Programa Oportunidades reduce la brecha étnica en lo que respecta a niveles de escolaridad a través de la asistencia y permanencia en la escuela (que se traduce en la reducción y en algunos casos inversión de las brechas étnica y de género en niveles de escolaridad), no tiene incidencia en la calidad de la educación que los becarios obtienen y existen grandes diferencias entre las primarias unitarias y bilingües rurales y las telesecundarias a las que los niños y jóvenes de las microrregiones estudiadas tienen acceso (caracterizadas por graves deficiencias de infraestructura, calidad de la enseñanza, ausentismo de los maestros) y las primarias no bilingües y las secundarias técnicas ubicadas en cabeceras municipales o pueblos de mayor tamaño. El incumplimiento de los programas de estudio y de obligaciones y funciones en las escuelas resta posibilidades de impacto al Programa Oportunidades en su tarea de construcción de capacidades mediante la prolongación de las trayectorias escolares.10 El impacto en la escolaridad de los becarios de larga exposición al Programa Oportunidades está moldeado por un conjunto de factores entre los que destacan: 1) la mayor o menor cobertura de servicios educativos (la cercanía a las escuelas de los distintos niveles afecta muy positivamente la escolaridad, especialmente de las mujeres); 2) la calidad y pertinencia cultural de la educación; 3) la capacidad de los padres de fungir como proveedores económicos y generar ingresos (la muerte del padre o del principal proveedor es un factor en contra de la escolaridad de los becarios); 4) la existencia de activos productivos y de ingresos monetarios (por ejemplo, remesas de hermanos mayores que han emigrado) facilita el pago del transporte, particularmente en el caso de los jóvenes estudiantes de preparatoria quienes frecuentemente se tienen que trasladar a las localidades que cuentan con estos planteles; 5) la 133 134 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 posición de los individuos en el ciclo reproductivo del hogar (ser ultimogénito o de la camada de ultimogénitos del hogar es un factor que conduce a mayor logro en escolaridad); 6) ausencia de enfermedad y, 7) sexo del individuo (ser mujer, dadas las distintas obligaciones que hombres y mujeres tienen en la economía doméstica y el hecho de que las mujeres adolescentes no son vistas como generadoras de ingresos para el hogar, es un factor que favorece los logros en escolaridad). Impacto en fecundidad No se puede hablar fácilmente del cambio en el promedio de edad a la cual las mujeres tienen su primer hijo porque la mayoría de las hijas no ha sido aún madre. Sin embargo, el análisis muestra que una fracción importante (26.3%) de las hijas indígenas ex becarias ya tuvo su primer hijo, pero la proporción de aquellas –igualmente indígenas beneficiarias– que todavía no han tenido hijos es mayor (73.7%). Entre las indígenas no beneficiarias, en cambio, el porcentaje de las que ya son madres es mayor (32.4%) que el de las beneficiarias y, por lo tanto, la fracción de las que aún no han iniciado su ciclo reproductivo es menor entre las no beneficiarias (cuando se las compara con sus pares –mujeres indígenas– beneficiarias, 67.6%). Por otra parte, las mujeres mestizas beneficiarias y no beneficiarias de la generación de las hijas que ya iniciaron su ciclo reproductivo representan una fracción mayor al compararlas con las indígenas en la misma situación, pero en el caso de las mestizas, la fracción de las que ya iniciaron su ciclo reproductivo es mayor entre beneficiarias que entre las nunca beneficiarias: 42.3% de las mestizas beneficiarias ya es madre mientras que entre las mestizas no beneficiarias el porcentaje de las madres es de 35.7 (57.7% de las mestizas beneficiarias aún no es madre, mientras que la fracción se eleva a 64.3% entre las mestizas no beneficiarias). El análisis indica un patrón coherente. El impacto en fecundidad es mayor entre las indígenas que entre las mestizas, lo que coincide con el mayor impacto en educación entre las primeras. El alargamiento de la trayectoria educativa incide en (o está asociado a) la postergación del inicio del ciclo reproductivo. La etapa de la adolescencia en la Tarahumara (y en general en los contextos rurales con alta presencia de población indígena como los estudiados) es muy corta tanto entre los mestizos como entre los indígenas, y sólo se ha logrado prolongar en algunas regiones en la medida en que la escolarización de niños y jóvenes se ha expandido e institucionalizado. Es también significativo que la unión temprana (que constituye un patrón de nupcialidad extendido y enraizado en la tradición y en la cultura) y el inicio del ciclo reproductivo no se están transformando de manera significativa porque la unión a temprana edad y el inicio del ciclo reproductivo no constituyen obstáculos para continuar las trayectorias educativas.4 Algunas mujeres de la base de datos de esta generación (tres) continúan sus estudios a pesar de haber entablado su primera unión y de ser ya madres. A éstas, sin duda muy pocas, se suman otras que no entraron a la base de datos pero que el estudio etnográfico realizado en la Sierra Tarahumara reportó. A pesar de haber tenido un hijo, ellas están recurriendo a distintas estrategias, y a la ayuda de sus padres, para continuar con sus carreras educativas. En otras palabras, el simple dato de la edad a la que tuvieron su primer hijo no indica que estén imitando el patrón de sus madres. Sin duda, una proporción importante de ex becarias de todas las regiones estudiadas, típicamente las menos escolarizadas, ya se encuentra en uniones tradicionales con campesinos, jornaleros y otros hombres de su pueblo o de pueblos vecinos. Sin embargo, la gran cantidad de jóvenes que no ha tenido hijos en el momento del estudio hace posible concluir que la edad promedio de las becarias al tener su primer hijo será considerablemente mayor que la correspondiente a la generación de sus madres (quienes tuvieron su primer hijo a una edad promedio de 19 años). Existen otros factores que explican el embarazo a edades tempranas. Uno de ellos, que se considera crucial, es el relativo poco éxito que las políticas de control natal han tenido en este grupo de edad (mujeres adolescentes), que contrasta con el uso más extendido de diversos métodos anticonceptivos por parte de mujeres entre los 30 y los 40 años de edad. Las trayectorias reproductivas evidencian que prácticamente ninguna mujer en edad reproductiva de la muestra analítica (tanto en la generación de madres como de hijas) se somete a prácticas de anticoncepción antes de tener el primer hijo. El uso de estas medidas tiene lugar para espaciar los periodos intergenésicos, pero no para postergar el primer embarazo. Por otra parte, los talleres que se imparten a los jóvenes como parte del Nuevo Modelo de Atención a la salud no proveen de información suficiente, precisa y eficaz sobre las ventajas y las medidas Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención para evitar el embarazo temprano (o el contagio del VIH/SIDA). Más bien, esos grupos de jóvenes son los espacios de encuentro y, muchas veces, de creación de nuevas parejas, donde se maneja información errónea tanto sobre la anticoncepción como sobre la transmisión del VIH. Impacto en ocupación Uno de los impactos más notables del Programa Oportunidades es el de los individuos de la generación de hijos (e hijas) que declaran el estudio como su principal ocupación. Justamente uno de los objetivos del Programa ha sido la postergación de la edad de ingreso al mercado de trabajo mediante el alargamiento de las trayectorias educativas. Oportunidades no desea que los jóvenes de 15 años estén empleados o realizando actividades productivas en la tierra familiar. Eso es lo que busca evitar. Por ello, nos referimos al alto porcentaje de hijos e hijas (becarios y ex becarios) que declaran el estudio como su ocupación principal como un impacto digno de tomarse en cuenta para que el Programa continúe enfocando sus esfuerzos al logro de éste y otros objetivos a fin de extenderlos más. Entre los jóvenes de ambos sexos expuestos al Programa hay un porcentaje importante de individuos que no ha dado por terminada su trayectoria educativa, particularmente entre los indígenas, hombres (26.6%) y mujeres (28%), y entre las mujeres mestizas (32.7%). En este grupo de jóvenes de 15 a 25 años que aún se encuentran estudiando sorprende muy favorablemente el número de ellos que actualmente cursa estudios universitarios, particularmente de mujeres, tanto indígenas como mestizas. De un total de 205 ex becarios (sin tomar en cuenta a los actualmente becarios), 15.60% aún estudia y 8.29% de ellos se encuentra actualmente cursando estudios universitarios. Una pequeña fracción de los ex becarios (2%) la conforman jóvenes que fungen como instructores de Conafe (con bachillerato terminado) por lo que es probable que se sumen al grupo de universitarios en el futuro cercano. Aunque aún son pocos los universitarios al considerar el alto número de ex becarios, este pequeño número es muy alentador. La gran mayoría, sin embargo, se queda en los niveles de secundaria o preparatoria pero resulta significativo que aún sin recibir ya los apoyos de Oportunidades estos jóvenes permanezcan estudiando. Se construyó una jerarquía o escala ocupacional para el análisis de los logros ocupacionales de los hijos e hijas ex becarios y los nunca beneficiarios con base en los empleos que hoy desempeñan. La clasificación se basa en información sobre la ocupación, la regularidad con la que se realiza, prestaciones (en caso de negocios urbanos), y el negocio en el que se inscribe. La jerarquía se basa fundamentalmente en la calificación, que es lo que el Programa Oportunidades busca crear a través de sus acciones. Sin embargo, la clasificación que se otorga a cada empleo varía según la precariedad o seguridad y la formalidad o informalidad de la unidad económica en la que se inscribe. La clasificación es intencionalmente“fina” en los niveles bajos y medios de la escala ocupacional, con el objeto de discernir pequeñas diferencias entre ex becarios y no ex becarios que surgen de familias campesinas pobres y jornaleras. Su intención es retomar el sentido que dan los informantes a estas ocupaciones. Como el dibujo anexo indica, la jerarquía ocupacional consta de ocho peldaños: 1) peones o jornaleros agrícolas en donde se ha ubicado a los pizcadores; 2) empleadas domésticas y ayudantes de albañiles, fertilizadores, fumigadores y bomberos agrícolas quienes tienen un mayor reconocimiento, mayor salario y requieren al menos saber leer y escribir para discernir instrucciones para el manejo de los químicos y de la maquinaria que usan; 3) empleados en puestos en mercados, ayudantes de cocina en establecimientos, jardineros en negocios familiares en Estados Unidos, costureras, empleados de tortillería, niñeras, y obreros no calificados. Un empleado de granja también aparece aquí, un escalón arriba de los fertilizadores, porque su empleo es más regular; 4) campesinos con tierras propias y empleados en comercios informales con salario. Pero también incluye a las personas que venden alimentos que ellas mismas preparan, propietarios de tiendas en su casa, vendedoras de cosméticos a domicilio, taladores y matanceros. Vale aclarar que se decidió incluir a los campesinos con tierras propias en este nivel porque son propietarios de sus medios de producción. Dado el empobrecimiento de las tierras y las cada vez más frecuentes sequías, inundaciones y otro tipo de catástrofes“naturales” (en realidad, producto de la mano del hombre), la producción agrícola es crecientemente menos redituable; 5) oficiales (albañiles, mecánicos, joyeros), obreros calificados y empleados en comercios y servicios formales con prestaciones; 6) maestros albañiles, contratistas de plomería y otros servicios, encargados de comercios con empleados y supervisores de trabajadores. En este nivel cuentan el dominio de habilidades significativas y la capacidad de controlar el trabajo de 135 136 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 otros y de llevar contabilidad básica; 7) dueños de negocios establecidos (sólo hay negocios pequeños), y personas que desempeñan profesiones técnicas (maestros); 8) profesionales (figura 1). Con estas categorías se construyeron estratos ocupacionales. Se agregaron las categorías del 1 al 3 para conformar el primer estrato o el peldaño más bajo de las ocupaciones. Se agregaron las categorías 4 y 5 para construir el estrato medio. Por último, se agregaron las categorías 6 y 7. Esta agregación respondió a la necesidad de facilitar el análisis de una base de datos que, a pesar de contar con más de 700 individuos (enorme para el manejo antropológico) sigue siendo una base muy pequeña para el análisis estadístico. El análisis arrojó los siguientes resultados: la población indígena de esta generación (hijos e hijas) que no ha sido expuesta al Programa Oportunidades se concentra en el peldaño más bajo de la jerarquía ocupacional, con una notable presencia de hombres no beneficiarios (83.6% de los hombres indígenas no beneficiarios y el 80.7% de las mujeres indígenas no beneficiarias caen en este estrato ocupacional), mientras que la población indígena expuesta al Programa en este mismo estrato, si bien sigue siendo mayoritaria, es menor, especialmente en el caso de las mujeres beneficiarias (57.1 y 46.4% de los hombres y mujeres indígenas beneficiarios respectivamente). Es posible que el cambio ocupacional se esté concentrando en el estrato medio (categorías 4 y 5), con una presencia significativa de hombres y mujeres indígenas beneficiarios, con especial presencia de mujeres (35.8 y 39.2% de los hombres y mujeres beneficiarios, vs. 14 y 15.4% de los hombres y mujeres no beneficiarios respectivamente). Por último, son también mujeres indígenas beneficiarias las que tienen mayor peso en el estrato más alto (categorías 6 y 7), poco más de catorce de cada 100 mujeres beneficiarias (y poco más de 7 por cada 100 hombres beneficiarios, vs. apenas 3.8 y 2.3% de mujeres y hombres no beneficiarios). En sí misma podría parecer una presencia muy reducida, pero al comparar a las mujeres beneficiarias con sus pares no beneficiarias se aprecia que la diferencia es muy significativa a favor de las primeras. Los hijos e hijas mestizos tienen un comportamiento distinto y menos claro. En primer lugar, los hombres, independientemente de su estatus en el Programa, se concentran en el estrato más bajo, pero las fracciones de mujeres beneficiarias de los estratos dos y tres son notables, no así las de los hombres beneficiarios, quienes son los que tienen mayor nivel de escolaridad cuando se analizan los ocho tipos de individuos (por etnicidad, sexo, y exposición al Programa). Podría pensarse que, en el caso de los varones mestizos, la escolaridad influye menos en los logros ocupacionales que en el caso de las mujeres. A pesar de los esfuerzos del Programa Oportunidades, dadas las escasas opciones laborales y las muy precarias estructuras de oportunidades locales, no se ha producido el impacto ocupacional que se esperaría. En las regiones en las que ya está constituido un flujo migratorio internacional, los ex becarios buscan alternativas de empleo en los Figura 1 Jerarquía ocupacional 8 7 66 5 Profesionales Técnicos, dueños de negocios Dominio de habilidades significativas, capacidad de controlar el trabajo de otros y de llevar contabilidad básica Oficiales (albañiles, mecánicos, joyeros), obreros calificados y empleados en comercios y servicios formales con prestaciones Campesinos en tierras propias y empleados en comercios informales con salario, 44 vendedores de alimentos, prop. de tiendas en casa, vendedoras de cosméticos a domicilio, taladores y matanceros 33 2 1 Empleados de puestos en los mercados, ayudantes de cocina en establecimientos, jardineros en negocios familiares (EU), costureras, empleados de tortillería, niñeras y obreros no calificados, empleados de granja Ayudantes de albañiles, bomberos, fertilizadores, fumigadores, ayudantes sin salario de venta de comida en casa, empleadas domésticas, mandaderos Peones agrícolas, pizcadores Maestros albañiles, otros servicios, encargados de comercios con empleados y supervisores de trabajadores, contratistas de plomería Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Estados Unidos. Sin embargo, los candidatos a emigrar al vecino país del norte postergan unos años la salida como emigrantes, como resultado de su permanencia más prolongada en la escuela. Los factores asociados al cambio ascendente en la jerarquía ocupacional son semejantes a los de los logros en la escolaridad (puesto que ambos están asociados) si bien el orden no es el mismo. Ya no es tan determinante contar con un padre o una madre saludables que funjan como proveedores económicos, aunque esos factores influyen en el paso de los individuos por la escuela. Entre los factores asociados a los logros o cambios ocupacionales sobresale la importancia de la posición que los individuos ocupan en el ciclo reproductivo del hogar de origen (primogénitos vs. ultimogénitos). Mientras que los primeros suelen incorporarse de manera más temprana al trabajo al interior de las economías campesinas familiares (el trabajo en la milpa), los segundos postergan el inicio de su vida laboral. Es decir, la participación productiva de los individuos –especialmente los varones– y la edad a la que se adoptan obligaciones económicas están fuertemente moldeadas por la ubicación en el ciclo doméstico. Los más jóvenes suelen iniciar su vida laboral a edades más tardías y, mientras lo hacen, asisten a la escuela y aumentan sus niveles de escolaridad. La participación temprana en la economía doméstica campesina no suele ser una ocupación temporal desde la que se pueda acceder, sin mayores obstáculos, a otras categorías ocupacionales más tarde en la vida. Más bien, quienes a los 14 años (o antes) dejan la escuela para convertirse en proveedores o coproveedores económicos de sus hogares de origen a través de la inversión de su fuerza de trabajo en la producción de subsistencia o en el trabajo agrícola remunerado (jornaleros) permanecen en esa categoría, no reingresan a los planteles educativos, se casan a edades tempranas y adquieren responsabilidades económicas temprano en la vida para el sostén de sus propios hogares de procreación. Por otra parte, la existencia de redes familiares en las que se encuentran individuos con experiencia en otras ocupaciones –normalmente mediante la emigración a otras regiones, a ciudades en crecimiento o hacia los Estados Unidos– forma parte de las historias de los jóvenes que han logrado acceder a ocupaciones distintas a las que encontrarían en sus lugares de origen. Los muchachos que, desde la mazateca, han emigrado a la ciudad de México, lo han hecho sostenidos por cadenas de otros lugareños, sus paisanos y parientes, que habían emigrado años antes; lo mismo sucede con los jóvenes chiapanecos que están emigrando a Playa del Carmen y a otras regiones turísticas, o con los muchachos de ambos sexos rarámuri que han emigrado como estudiantes universitarios a la ciudad de Chihuahua y al mismo tiempo desempeñan una ocupación remunerada. Ya en la ciudad han desempeñado ocupaciones en los servicios, en el comercio, en las manufacturas, haciendo uso no sólo de sus redes sociales, sino también de las habilidades adquiridas en la escuela. Si bien la educación que se recibe en los planteles educativos no es de la calidad que se espera de acuerdo a los distintos niveles y grados, es un hecho que saber leer y escribir, hacer cuentas y estar familiarizado con técnicas de cómputo (aunque básicas) constituyen habilidades que les han abierto algunas puertas a los ex becarios, especialmente a los más escolarizados, para desempeñar ocupaciones a las que no tendrían acceso en sus lugares de origen y sin las habilidades mencionadas. Discusión, conclusiones y recomendaciones Es evidente que el Programa Oportunidades, a diez años de operación, ha tenido un impacto muy notable en 1) los logros educativos, 2) la postergación de la fecundidad, y 3) la ubicación mayoritaria de los ex becarios (cuando se les compara con los nunca beneficiarios) en los estratos medios y altos de la jerarquía ocupacional, especialmente en el caso de los hombres y las mujeres indígenas y en el de las mujeres mestizas. Los niveles de escolaridad alcanzados por los becarios, y el hecho de que más de un cuarto de los hijos e hijas de la base de datos, construida con los padres y su descendencia de entre 15 y 25 años, declare el estudio como su principal ocupación, son en sí mismos resultados extremadamente positivos que tienen que tomarse en cuenta para que el gobierno federal siga encauzando recursos y los esfuerzos del Programa Oportunidades en este tipo de acciones. El análisis de la información recopilada con extremo cuidado por cuatro equipos de antropólogos en cuatro distintos estados del país mediante técnicas etnográficas y a la luz de una estrategia metodológica rigurosa muestra que el Programa ha contribuido a dos procesos de cambio social de extraordinario valor para una sociedad como la mexicana: ha favorecido la disminución de la desigualdad en su vertiente étnica y en su dimensión de género, 137 138 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 al menos en lo que respecta al acceso a la educación y a posiciones relativamente altas (o medias) de la jerarquía ocupacional. La brecha de género en escolaridad alcanzada se ha invertido entre los indígenas de la generación de los hijos e hijas, y son las mujeres las que tienen un diferencial a su favor. La brecha étnica en escolaridad, que en México tiene una historia que data de la conquista a favor de los mestizos o no indígenas, se ha cerrado significativamente hasta casi desaparecer entre la población masculina expuesta al Programa Oportunidades y se ha invertido en el caso de las mujeres a favor de las indígenas, no así entre la población no beneficiaria. Entre los nunca expuestos al Programa, sigue existiendo desigualdad étnica (hombres indígenas vs. hombres mestizos; mujeres indígenas vs. mujeres mestizas, a favor siempre de los mestizos) y en menor medida de género (entre hombres y mujeres mestizos) en los niveles educativos alcanzados. La conclusión principal es que el Programa Oportunidades tiene muchas razones para no cesar en sus acciones de apoyo a las familias pobres de este país. El análisis aquí expuesto brinda resultados muy positivos sobre los logros alcanzados. Ello no obsta para decir que aún hay un largo camino por recorrer. El Programa debe mejorar sus mecanismos de operación para que la población indígena esté mejor atendida y no sufra bajas por razones burocráticas, y también para que los niños y jóvenes que asisten a la escuela (cumplen con su corresponsabilidad) continúen recibiendo sus becas. Son muchas las historias de jóvenes que perdieron la beca por razones que nunca comprendieron ni ellos ni sus padres. El paso de la secundaria a la preparatoria sigue siendo un cuello de botella, normalmente por motivos económicos, por lo que las modificaciones en curso de la plataforma de Jóvenes con Oportunidades son muy apropiadas, pero su instrumentación tiene que ser cuidadosamente vigilada para que sea efectiva. El paso de la preparatoria a la universidad es aún más complicado y de no ser por apoyos de redes familiares o de otro tipo (Conafe y otros programas de becas), muchos de los que ahora son los casos más exitosos del Programa no estarían cursando una carrera universitaria. Por ello, sugerimos que el componente de Jóvenes con Oportunidades (JO) se convierta en un verdadero estímulo y en una herramienta eficaz para facilitar ese paso. La principal amenaza para alcanzar el objetivo central del Programa Oportunidades (la ruptura del ciclo de transmisión intergeneracional de la pobreza) es la escasez del empleo en las microrregiones de estudio, debido a mercados de trabajo muy poco desarrollados y dinámicos. Como hemos dicho, no es una sorpresa que los jóvenes ex becarios y no becarios que han alcanzado niveles escolares sin precedentes ya hayan abandonado estas regiones. En cambio, los que permanecen en sus pueblos de origen tienen poco éxito laboral, lo cual es comprensible dada la oferta tan escasa de empleos. Ahí se desempeñan en ocupaciones tradicionales en la agricultura de subsistencia y en los jornales agrícolas. En las cuatro microrregiones estudiadas, la generación de los padres es una basada localmente mientras que la de los hijos está caracterizada por el éxodo. Al menos la mitad de los jóvenes ex becarios en las microrregiones de Chiapas y Oaxaca ya no se encuentran en sus localidades de origen. Los parientes o algún otro miembro de la red familiar son quienes brindan hospedaje y ayudan al recién llegado a conseguir un empleo. Aunque muchos se encuentran empleados en negocios informales, frecuentemente familiares, las habilidades adquiridas en la escuela (leer y escribir, hacer cuentas) les han ayudado. Los logros aquí expuestos se magnificarían si a los esfuerzos del Programa Oportunidades se sumaran en la misma medida, en términos de compromiso social y político, de adeudo y responsabilidad con el país, los sectores salud y educación. Si a los niveles escolares alcanzados por los beneficiarios (becarios y ex becarios) se sumara calidad en los procesos de enseñanza-aprendizaje, los beneficios para millones de niños y jóvenes serían muy superiores. Si al número de becarios y ex becarios exitosos en cuanto a sus niveles de escolaridad se añadieran las filas de los muchos que desertan a raíz de un evento de enfermedad en sus hogares, no resuelto por la escasa resolución de los servicios que prestan las Unidades Médicas Rurales, se hablaría de una política social exitosa. Por el momento, sin embargo, sólo es posible decir que el Programa Oportunidades ha logrado impactos inesperados y muy positivos en el mundo rural, en general, y en el mundo rural indígena en particular. Y aunque el Programa Oportunidades ha contribuido –como lo atestigua este análisis– a las acciones que son necesarias para el abatimiento de la transmisión intergeneracional de la pobreza, ese proceso sólo será posible en tanto que las distintas instancias del sector público tomen medidas para la creación de más y mejores empleos y en la provisión de servicios de mayor calidad en salud y educación. 139 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Análisis FODA Fortalezas y Oportunidades prioridad descripción Recomendación Fortaleza y Oportunidad El análisis muestra impacto muy notable en los niveles de escolaridad de los individuos expuestos al Programa Oportunidades en calidad de becarios. El Programa debe asegurar que sus acciones permitan mantener o mejorar este impacto. Se sugiere que el componente de JO (Jóvenes con Oportunidades) se agilice de manera que se convierta en un estímulo para todos los becarios actuales. Continúa existiendo mucha desinformación al respecto de JO y los trámites son de tal complejidad que son pocos los que realmente acceden a los beneficios. FO2 El mayor incremento se ha dado entre los indígenas y especialmente entre las mujeres indígenas. La misma recomendación aplica aquí, pero además es importante señalar que las becas diferenciales han sido cruciales en la actual mayor valoración (por parte de los padres) de la educación de niñas y jóvenes. Mantener dicho diferencial y procurar que los beneficios de JO sean igualmente accesibles a jóvenes de ambos sexos. FO3 Al poner en operación el Programa Oportunidades en las comunidades rurales marginadas, se incrementó la movilidad escolar intergeneracional en dos años más. Es decir, se pasó de un avance de tres años a otro de cinco años. FO4 En la generación de los hijos, la brecha de género se ha invertido y la étnica se ha cerrado en el caso de los hombres (aún ligeramente a favor de los hombres mestizos vs. hombres indígenas) pero se ha invertido a favor de las indígenas (las hijas indígenas beneficiarias alcanzan niveles de escolaridad más altos que las hijas mestizas). Todo esto quiere decir que el Programa Oportunidades ha contribuido a disminuir la desigualdad de género y la desigualdad étnica. FO5 La distancia que separa a la escuela de los domicilios es un factor que incide sobre todo en la asistencia y permanencia de las mujeres en la escuela (cuando la distancia es corta). Existen algunas iniciativas municipales muy positivas, en Sonora, de proporcionar autobuses para transportar a los alumnos desde las localidades hasta el centro escolar (frecuentemente en un pueblo grande o cabecera municipal). Los albergues han sido una institución (factor que favorece la escolaridad) que sin “acercar la escuela a la casa”, de hecho “acerca la casa (alojamiento) a la escuela”. FO1 Estas iniciativas —que los municipios proporcionen transporte para los alumnos, particularmente de secundaria y preparatoria que son los niveles de menor cobertura— deberían multiplicarse porque favorecen que los niños y jóvenes estudien, en especial las mujeres. Los albergues indígenas deben permanecer (incluso abrir más) especialmente en las regiones caracterizadas por asentamientos poblacionales dispersos. 140 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 FO6 La existencia de programas y becas como Pronabes y Conafe aparecen en las trayectorias de los jóvenes más exitosos (con trayectorias escolares más largas y deseos de cursar estudios universitarios). Para estos jóvenes, que provienen de hogares de muy escasos recursos, este tipo de becas es de extremo valor. Continuar y expandir programas tipo Pronabes y Conafe. DEBILIDADES Y AmenazaS DA1 Para la construcción real de capacidades es necesario contar con servicios de educación de mayor calidad (donde haya menos carencias de infraestructura, los maestros asistan a dar clases, estén mejor capacitados y se impartan contenidos de formas más pertinentes al medio indígena). Tal como se imparte la educación en estas microrregiones, los procesos de construcción de capacidades son limitados De responsabilidad del sector educación (SEP e instancias estatales): es urgente mejorar la formación de maestros y los contenidos educativos de los programas de enseñanza (y formas de impartirlos). Apremiante también es lograr que el ausentismo de los maestros sea sustituido por asistencia cotidiana y responsable con la tarea de educar a las siguientes generaciones. DA2 Uno de los factores que explican el alargamiento de las trayectorias educativas de los becarios de Oportunidades es la corta distancia entre la escuela y la casa (facilita enormemente la asistencia en general, y la asistencia femenina a la escuela). Mientras que la cobertura de la educación primaria es muy amplia, va disminuyendo a medida que aumenta el nivel educativo, de manera que hacen falta escuelas secundarias y, sobre todo, preparatorias. De responsabilidad del sector educación (SEP e instancias estatales): Utilizar la infraestructura de las escuelas primarias “despobladas” como escuelas secundarias y preparatorias a las que naturalmente habrá que dotar de profesorado y materiales didácticos correspondientes a los niveles educativos. O bien (si no se quisiera o pudiera hacer lo anterior) procurar una cobertura más amplia de los servicios educativos secundarios y de educación media superior a través de la instalación de nuevos planteles. DA3 El paso de la preparatoria a la universidad es extremadamente complicado (un “cuello de botella”) debido a los costos de alojamiento y la manutención en las ciudades en donde las universidades están asentadas, los traslados del pueblo a la ciudad, el transporte urbano, los costos de los materiales, del examen de admisión, etc. De no ser por los apoyos familiares y, en muchos casos de los apoyos de Conafe y otros programas de becas, muchos de los que ahora son los casos más exitosos del Programa no estarían cursando una carrera universitaria. La evidencia con la que se cuenta muestra que el componente Patrimonial Jóvenes con Oportunidades, ahora Jóvenes con Oportunidades, no ha sido muy efectivo. Son más los jóvenes que no pueden cobrarlo que los que sí. Se sugiere que el componente Jóvenes con Oportunidades se convierta en un verdadero estímulo y en una herramienta real para facilitar ese paso. 141 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención prioridad DA4 descripción Recomendación La enfermedad al interior de los hogares pobres, ya sea del padre o de la madre, y naturalmente del niño (a) o joven estudiante, es un factor que atenta contra el logro de los objetivos del Programa (respecto de la construcción de capacidades: la enfermedad del principal proveedor o de la madre, aunada a la escasa resolución de los centros proveedores de servicios de salud, lleva con mucha frecuencia a la deserción escolar). De responsabilidad del sector salud: Aumentar el número de médicos en las clínicas rurales. Evitar que las clínicas rurales se queden sin médico por temporadas largas o cortas. Continuar con las políticas de prevención. Mejorar el abasto de medicamentos y los equipos de diagnóstico de los pacientes (baumanómetros, equipos de medición de azúcar en sangre). Diseñar y promover dietas de acuerdo a los productos que están al alcance de la población rural y realizar una campaña masiva de comunicación contra el consumo de los alimentos no nutritivos y nocivos para la salud (no sólo tabaco y alcohol, sino productos “chatarra”). FORTALEZA Y OPORTUNIDAD FO7 La mayoría de las hijas no han sido aún madres. Sin embargo, el análisis muestra que una fracción importante (26.3%) de las hijas indígenas ex becarias ya tuvo su primer hijo, pero la proporción de aquellasigualmente indígenas beneficiarias- que todavía no han tenido hijos es mayor (73.7%). n/a FO8 La evidencia con la que se cuenta, especialmente la que proviene de la Sierra Tarahumara, muestra que para las jóvenes indígenas el nacimiento del primer hijo no implica dejar de estudiar, posiblemente para conservar las becas que otorga el Programa Oportunidades (por la importancia que este ingreso tiene en las economías familiares). Aunque en la Sierra Tarahumara no encontramos que las escuelas no permitan la asistencia de las estudiantes embarazadas (en otros contextos no de esta evaluación sino de evaluaciones anteriores sí se ha visto), la práctica de continuar estudiando (a pesar de ser ya madre) es una que se debe promover y, por lo tanto, es muy positivo que las escuelas tengan una política flexible (admitir a las jóvenes embarazadas) puesto que parir un hijo no incapacita a las mujeres para continuar sus trayectorias escolares. Debilidad DA5 Las mujeres mestizas beneficiarias y no beneficiarias de la generación de las hijas que ya iniciaron su ciclo reproductivo representan una fracción mayor al compararlas con las indígenas en la misma situación, pero en el caso de las mestizas, la fracción de las que ya iniciaron su ciclo reproductivo es mayor entre beneficiarias que entre las nunca beneficiarias: 42.3% de las mestizas beneficiarias ya es madre mientras que entre las mestizas no beneficiarias el porcentaje de las madres es de 35.7 (57.7% de las mestizas beneficiarias aún no es madre, mientras que la fracción se eleva a 64.3% entre las mestizas no beneficiarias). Promover, en los talleres de auto-cuidado de la salud para los jóvenes, la conveniencia de posponer el inicio del ciclo reproductivo. Los talleres deben ser impartidos por personal capacitado que brinde información amplia y precisa sobre las implicaciones de ser madre-padre a temprana edad y sobre los métodos de anticoncepción (sin dejar lagunas de información, ofreciendo información adecuada y precisa y sin dejar que los jóvenes se “auto-capaciten”). Promover, ante las autoridades del Sector Salud, la oferta de métodos anticonceptivos a la población en general, y a los jóvenes en particular. 142 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 DA6 Los talleres que se imparten a los jóvenes como parte del Nuevo Modelo de Atención a la salud no proveen información suficiente y precisa, ni de manera eficaz, sobre los cuidados que los jóvenes tendrían que tener para evitar el embarazo temprano o el contagio del VIH-SIDA, u otras enfermedades de transmisión sexual. Quienes imparten estos talleres suelen ausentarse (o no presentarse) y dejar a los jóvenes solos de manera que ellos se “auto-capacitan”. El resultado es el manejo insuficiente de información y el arribo a conclusiones incluso erróneas sobre las enfermedades, las vías de transmisión y los cuidados preventivos. Los talleres deben ser impartidos por personal capacitado que brinde información amplia y precisa sobre las implicaciones de ser madre-padre a temprana edad y sobre los métodos de anticoncepción (sin dejar lagunas de información, ofreciendo información adecuada y precisa, y sin dejar que los jóvenes se “auto-capaciten). Promover, ante las autoridades del sector salud, la oferta de métodos anticonceptivos a la población en general, y a los jóvenes en particular. Amenaza DA7 El uso de anticonceptivos es inexistente entre las adolescentes. Nunca se emplean antes de tener al primer hijo. DA8 La posición de los individuos en el ciclo reproductivo del hogar de origen influye en la postergación de la unión y del ciclo reproductivo propio (hogar de procreación). La evidencia de Chiapas mostró que los becarios y ex becarios ultimogénitos, quienes gozan del privilegio de no soportar o ayudar a soportar la carga familiar del hogar de origen, permanecen más tiempo en la escuela y postergan, más que los primogénitos, la unión y el ciclo reproductivo. En cambio, los hermanos mayores suelen interrumpir sus carreras escolares para iniciar su rol de proveedores económicos a temprana edad y ello se asocia a la unión temprana. Es necesario que el sector salud haga mayores esfuerzos (con estrategias efectivas) para promover el uso de métodos anticonceptivos entre los jóvenes. Éstos son utilizados por mujeres adultas, cuando ya no quieren tener más hijos, pero no por jóvenes y nunca antes de tener al primer hijo. 143 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención prioridad descripción recomendación FORTALEZAS FO9 Una de las fortalezas más notables del Programa Oportunidades es el de los individuos de la generación de hijos (e hijas) que declaran el estudio como su principal ocupación: más de un cuarto de los jóvenes entre 15 y 25 años se dedican, como ocupación principal, a estudiar, especialmente entre las mujeres mestizas y entre tanto hombres como mujeres indígenas. Eso significa que, por un lado, el impacto del Programa Oportunidades en los niveles de escolaridad alcanzados será muy pronto mayor del que aquí se ha visto y, por el otro, es probable que con esas credenciales escolares puedan acceder a mejores ocupaciones que las que hubieran tenido de no alargar sus trayectorias escolares. FO10 La población indígena de la generación (hijos e hijas) que no ha sido expuesta al Programa Oportunidades se concentra en el peldaño más bajo de la jerarquía ocupacional, con una notable presencia de hombres no beneficiarios, mientras que la población indígena expuesta al Programa en este mismo estrato, si bien sigue siendo mayoritaria, es menor, especialmente en el caso de las mujeres beneficiarias. FO11 El estrato ocupacional medio (categorías 4 y 5) tiene una presencia significativa de hombres y mujeres indígenas beneficiarios, con especial presencia de mujeres. Son también mujeres indígenas beneficiarias las que tienen mayor peso en el estrato más alto (categorías 6 y 7), poco más de catorce de cada 100 mujeres beneficiarias. En sí mismo podría parecer una presencia muy reducida, pero al comparar a las mujeres beneficiarias con sus pares no beneficiarias se aprecia que la diferencia es muy significativa a favor de las primeras. n/a 144 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 oPORTUNIDADES FO12 Existe un conjunto amplio de subsidios y apoyos a la agricultura (que asciende a 120 mil millones de pesos). Los productores agrícolas de estas regiones ni conocen ni se benefician de la mayor parte de estos apoyos. Sólo PROCAMPO tiene cierta cobertura, pero limitada. La CDI también ha encauzado algunos programas productivos. Estos recursos y la afiliación clara a los programas sociales (con trámites más ágiles; supervisión del uso de los recursos y evaluación de los programas) pueden convertirse en una oportunidad para incrementar el impacto del Programa Oportunidades en el ámbito del trabajo y las ocupaciones de sus ex becarios. De responsabilidad de la política pública en su conjunto: Dar a conocer a la población la existencia de recursos y programas productivos. Dar a conocer los mecanismos de afiliación de manera clara y abierta (asegurando que llegue a las localidades rurales como las aquí estudiadas-contextos interétnicos). Agilizar los trámites. Evaluar el impacto de estos programas para mejorar su diseño y operación. FO13 Llama la atención el escaso aprovechamiento, desde el punto de vista del desarrollo del país, de la oportunidad que significan cientos de miles de jóvenes indígenas o campesinos, la mayoría bilingües, que conocen a fondo estas comunidades, que gracias a los apoyos de Oportunidades han elevado considerablemente sus niveles de escolaridad y que deben partir de sus lugares de origen para hacer algo positivo con sus vidas. Existe la oportunidad, no para el Programa Oportunidades únicamente sino para el gobierno federal en su conjunto de convertirlos en agentes de desarrollo si se canaliza una mayor parte de los subsidios ya existentes a proyectos de mejoría económica en las comunidades que prometan viabilidad. Incorporar a una parte de los jóvenes ex becarios bilingües, conocedores de sus regiones y con altos niveles de escolaridad a los proyectos y programas productivos: convertirlos en agentes de desarrollo canalizando una mayor parte de los subsidios ya existentes a proyectos de mejoría económica de estas regiones campesinas. Amenazas DA9 Los mercados de trabajo son muy poco dinámicos y ofrecen muy escasas opciones laborales a los jóvenes egresados del Programa, por lo que tienen que emigrar de sus lugares y regiones de origen en calidad de emigrantes laborales. Referencias 1. Agudo Sanchiz A. Documento analítico del estudio etnográfico de Chiapas, Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, Largo plazo, Zonas rurales, 2008, Numeral 3. México: CIESAS, 2008. 2. González de la Rocha M, Paredes P, Sánchez López G. Documento analítico del estudio etnográfico de Oaxaca, Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, Largo plazo, Zonas rurales, 2008, Numeral 3. México: CIESAS, 2008. 3. Haro A, et al. Documento analítico del estudio etnográfico de Sonora, Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, Largo plazo, Zonas rurales, 2008, Numeral 3. México: CIESAS, 2008. 4. Sariego JL, et al. Documento analítico: Estudio etnográfico en Chihuahua, Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, Largo Plazo, Zonas rurales, 2008, Numeral 3. México: CIESAS, 2008. 5. Moser C. Confronting Crisis: A Comparative Study of Household Responses to Poverty and Vulnerability in Four Poor Urban Communities, Environmentally Sustainable Development Studies and Monographs Series No. 8. Washington, DC: World Bank, 1996. 6. Katzman R. (coord.) Activos y Estructuras de Oportunidades. Estudios sobre las raíces de la vulnerabilidad social en Uruguay. Montevideo: CEPAL/ PNUD, 1999. 7. González de la Rocha M. (coord.) Procesos domésticos y vulnerabilidad: perspectivas antropológicas de los hogares con Oportunidades, México: Publicaciones de la Casa Chata, 2006. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 8. González de la Rocha M. Private Adjustments: household responses to the erosion of work, United Nations Development Programme, UNDP Conference paper series, Vol. 6. UNDP, 2000. 9. Sánchez López G. Documento técnico sobre salud, Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, Largo plazo, Zonas rurales, 2008, Numeral 10. México: CIESAS, 2008. 10. Agudo A. Documento técnico sobre educación, Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, Largo plazo, Zonas rurales, 2008, Numeral 11. México: CIESAS, 2008. 11. Sánchez López G. Salud, en: González de la Rocha M, Paredes P, Sánchez López G. Documento analítico del estudio etnográfico de Oaxaca, Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, Largo plazo, Zonas rurales, 2008, Numeral 3. México: CIESAS, 2008. 145 La vida después de Oportunidades: impacto del Programa a diez años de su creación I. Introducción E ste documento técnico sobre el tema de trabajo hace énfasis en el impacto del Programa Oportunidades sobre las trayectorias e inserción laboral de los becarios y ex becarios. Por impacto, se entiende aquí “cualquier modificación en las condiciones de vida de los grupos domésticos beneficiarios que puede ser directa o indirectamente asociada al Programa”.1 De acuerdo con la hipótesis, las modificaciones en las condiciones de vida de los hogares beneficiarios no son homogéneas y dependen de un conjunto de factores (domésticos, sociodemográficos y comunitarios) entre los que destacan –para los fines de este análisis– la adscripción étnica y la exposición de largo plazo al Programa Oportunidades. A medida que se alarga el periodo de exposición, los grupos domésticos beneficiarios tienen más posibilidades de acumular impactos positivos (mayor educación, salud, nutrición) de manera que es posible hablar de un gradiente de impacto. Dicha hipótesis fue formulada de la siguiente manera: El impacto del Programa Oportunidades se acerca a los niveles más altos del gradiente en los hogares de más largo periodo de exposición y, por lo tanto, el impacto es más mesurado en los hogares de más reciente incorporación. En los primeros podemos esperar un aumento significativo de los ingresos domésticos a través de la suma de transferencias …una mayor capacidad de mejorar la alimentación y de aprovechar los servicios de salud (con todo y las limitaciones de los centros de salud) y, en tercer lugar, el alargamiento de las trayectorias escolares de los niños y jóvenes. La naturaleza acumulativa de la incorporación al Programa se manifiesta tanto en los cambios buscados explícita y directamente por el Programa (educación, salud y alimentación) como en otras áreas de la vida doméstica (capacidad de compra y de mantenimiento de relaciones sociales).2 148 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 El mayor impacto en dicho gradiente es, en teoría, el logro del objetivo principal del Programa: la ruptura del círculo intergeneracional de transmisión de la pobreza (que los niños y jóvenes no abandonen la escuela para que, en el futuro, puedan llegar a la vida adulta con buena salud y credenciales y capacidades suficientes para obtener de su trabajo la satisfacción de sus necesidades y puedan construir vidas distintas –con ocupaciones seguramente diferentes– a las de sus padres y madres y las de sus abuelos). Esta situación contrasta con el extremo opuesto del gradiente, en el que las transferencias se emplean para apuntalar las estrategias de sobreviviencia inmediata, y los niños y jóvenes viven en riesgo de abandonar la escuela, ingresar precozmente al trabajo productivo y, en un momento u otro, ser dados de baja del Programa junto con sus familias. Uno de los objetivos de la evaluación cualitativa fue, precisamente, averiguar si el Programa ha incidido en la capacidad de desempeño vital y laboral de ex becarios indígenas y no indígenas, comparados con individuos semejantes a los ex becarios pero que no contaron con los apoyos de Oportunidades. De acuerdo con las hipótesis manejadas, el mayor impacto en términos de logros ocupacionales (entendidos como el paso hacia niveles más altos en la jerarquía ocupacional respecto de los nunca beneficiarios) lo encontraremos entre la población mestiza de mayor exposición al Programa y el menor entre los indígenas nunca beneficiarios. Para comprender los logros laborales, sin embargo, es preciso iniciar por el análisis de los niveles educativos alcanzados porque, al menos teóricamente, los niveles más altos de escolaridad posibilitan a los individuos realizar ocupaciones no manuales en empleos mejor remunerados y con mayores prestaciones sociales que las ocupaciones tradicionales en los contextos rurales (agricultura de subsistencia o trabajo remunerado como jornaleros agrícolas). Resulta necesario aclarar que por logro educativo se entiende toda superación, en el nivel máximo de escolaridad alcanzado, de los individuos beneficiarios respecto de sus padres y madres y respecto de sus pares nunca beneficiarios.* Se ofrece en segundo término una reflexión sobre los cambios en la fecundidad y, por último, se presentará el análisis de los logros ocupacionales.‡ El análisis contenido en este texto se inscribe en un proyecto de investigación más amplio en el marco de la evaluación cualitativa de impacto de largo plazo del Programa Oportunidades en localidades rurales cuyos primeros resultados se encuentran en el conjunto de documentos analíticos convenidos con el Programa Oportunidades.4-7 Dicha investigación incluyó preguntas, objetivos e hipótesis específicos a los temas de cobertura y operación e impacto a largo plazo en educación, salud e inserción laboral de los miembros de la generación de ex becarios. Para efecto de las búsquedas, se partió de la hipótesis que plantea que, en contextos rurales donde coinciden poblaciones de distinta afiliación étnica (contextos interétnicos), el Programa Oportunidades tiene un menor impacto entre los grupos domésticos u hogares indígenas que entre los hogares mestizos o no indígenas respecto de la ruptura del proceso de transmisión intergeneracional de la pobreza. Este efecto diferencial, según las nociones de partida, está relacionado con una serie de factores: desigual cobertura del Programa, baja calidad y reducida extensión de los servicios de salud y educación, falta de compatibilidad o pertinencia cultural de los servicios y su reducido grado de adaptación a las formas y los patrones de la organización social indígena. Por último, como un factor que puede explicar el impacto diferencial, se propuso la precariedad e inestabilidad de los mercados laborales que, si bien afecta también a la población no indígena, es un hecho que las poblaciones indígenas han sufrido mayor exclusión laboral y han estado más al margen de los procesos –casi desaparecidos– de movilidad social y ocupacional. Las brechas * Se contrastarán los niveles de escolaridad de los individuos –hombres y mujeres de ambas generaciones– de manera que se podrá apreciar si los hijos e hijas han superado los niveles de sus padres y madres respectivamente, y si ello varía con la exposición al Programa Oportunidades. Así, el análisis puede mostrar la existencia o no de cambios generacionales (en términos de logros educativos), cambios diferenciales de acuerdo a la adscripción étnica y según el estatus de los individuos respecto del Programa Oportunidades (beneficiarios y no beneficiarios). El análisis sobre los logros ocupacionales se realizó constrastando las ocupaciones de los miembros de la generación de los hijos-hombres y mujeres-beneficiarios, con los no beneficiarios. No se realiza, por lo tanto, un contraste intergeneracional de las ocupaciones. ‡ Análisis sociodemográficos han mostrado que los cambios en la fecundidad son el producto de la interrelación de varios factores entre los que se encuentran la escolaridad y el trabajo remunerado. Las mujeres urbanas son las que han protagonizado los cambios más notorios respecto de su fecundidad. A medida que se eleva la escolaridad y se incrementa la participación femenina en el mercado de trabajo, las tasas de fecundidad disminuyen (el primer parto se posterga y se alargan los periodos intergenésicos). La postergación del inicio del ciclo reproductivo tiene una enorme influencia en el desempeño ocupacional de las mujeres.3 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención que existen entre las poblaciones indígena y no indígena en indicadores de salud (perfiles epidemiológicos y mortalidad materno-infantil), de educación (diferenciales en calidad de la enseñanza, pruebas Enlace, eficiencia terminal, deserción escolar) y en los indicadores socioeconómicos (niveles de ingreso más bajos y oportunidades de empleo más precarias, uniones precoces, ciclos reproductivos más largos entre las mujeres indígenas) están ampliamente documentadas en la bibliografía especializada, en los reportes de las agencias de desarrollo y de los organismos internacionales. Los Documentos analíticos de estos estudios etnográficos y los diagnósticos que precedieron el trabajo de campo discuten las diferencias de contexto, relaciones interétnicas, cobertura del Programa y calidad de los servicios para explicar las brechas que aún existen entre los pueblos indígenas y los mestizos.4-11 Estas brechas apuntan, en general, a una mayor vulnerabilidad frente a los riesgos que el entorno de pobreza, característico del medio rural e indígena, impone a sus habitantes. Esta investigación etnográfica ha dado cuenta de la heterogeneidad y diversidad de los escenarios analizados en cuatro estados del país (Chihuahua y Sonora, en el noroeste de la República, y Chiapas y Oaxaca en el sur) no sólo respecto de las condiciones geográficas y conflictos de distinto tipo, sino también, sobre todo, en relación al entorno económico, el acceso al empleo y las opciones migratorias. Todos los escenarios de este estudio, sin embargo, tienen en común que los apoyos o transferencias condicionadas del Programa Oportunidades se han convertido no en una más, sino en la fuente de ingresos más importante de las economías domésticas rurales, incluso para aquellos hogares que cuentan con remesas nacionales o internacionales por medio de la emigración, más esporádicas que las transferencias del Programa. La regularidad de las entregas de apoyos brinda seguridad y certeza para las familias que viven en contextos agrícolas empobrecidos que ofrecen muy pocas opciones para la obtención del sustento. Los hallazgos sobre la cobertura del Programa muestran un panorama heterogéneo. Mientras Sariego y su equipo encontraron ciertos problemas de cobertura en la Sierra Tarahumara, que se manifiestan en la existencia de localidades de alto y muy alto grado de rezago social que nunca han gozado de los beneficios del Programa o localidades en donde la cobertura es insuficiente,7 los equipos de investigación en Chiapas y Oaxaca mostraron que el Programa ostenta una cobertura extremadamente amplia, tanto así que fue difícil encontrar, en las microrregiones estudiadas en esos estados, suficientes casos de hogares no beneficiarios pobres que pudieran ser incluidos en la muestra analítica4,5 (ver apartado metodológico, infra, para una explicación de la muestra analítica). En el tema de la operación, por otra parte, sí se encontraron muchas regularidades y semejanzas entre los escenarios estudiados en los cuatro estados. Se enfatiza la sobrecarga laboral que sufren los CAR (Centros de Atención y Registro) y, por lo tanto, también los promotores y los Recco (Responsables de Capacitación a Comités de Promoción Comunitaria), que conduce a una generalizada escasez de tiempo en las rutinas laborales de estos operadores para brindar explicaciones y solucionar problemas in situ. A la sobrecarga de trabajo de los promotores se añade el hecho de que tanto para las beneficiarias mestizas, pero sobre todo para las indígenas, y más aún para las monolingües en lengua indígena o con un pobre dominio del español, los trámites resultan en extremo complicados para dar de baja a algún miembro que ha emigrado o ha muerto, o para dar de alta a nuevos miembros del grupo doméstico (o simplemente para entender en qué consiste el apoyo Jóvenes con Oportunidades, el proceso de recertificación, el EDA –Esquema Diferenciado de Apoyos–, etc.). Los resultados del análisis comparativo sobre cobertura y operación en los cuatro estados estudiados pueden encontrarse en el Documento técnico elaborado por Sariego.26 Los análisis de materiales que provienen de los cuatro escenarios de investigación sobre la calidad de los servicios de salud, encontraron factores estructurales que ayudan a explicar tanto los perfiles epidemiológicos como la falta de adherencia terapéutica que es común encontrar en los contextos rurales, especialmente entre los indígenas. Dicho de otra forma, existen factores estructurales que obstaculizan el impacto que el Programa Oportunidades puede tener sobre la salud de los beneficiarios y que dependen de las acciones y la organización del sector salud. Los problemas de abasto de medicamentos, las actividades sindicales de los médicos y enfermeras en su búsqueda por mejores condiciones de trabajo, la deficiente infraestructura de las Unidades Médicas Rurales, entre otros problemas (que pueden consultarse en los documentos analíticos ya citados), forman parte de la cotidianeidad de los centros proveedores de servicios públicos de salud. En la Sierra Tarahumara, Sariego y su equipo tuvieron la oportunidad de contrastar los centros públicos de atención a la salud con algunos privados –dedicados a resolver los problemas de salud que los servicios públicos no solucionan de manera efectiva– y encontraron que los segundos poseen un 149 150 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 modelo de atención mucho más pertinente y compatible con la cultura local (y la epidemiología serrana).* Pero los autores de los distintos documentos analíticos también coinciden en señalar que las consultas que se ofrecen en las clínicas rurales del sector salud en estos contextos interétnicos son, con contadas y honrosas excepciones, de muy corta duración, muchas veces sin auscultación, sin explicaciones sobre el diagnóstico y sobre el tratamiento a seguir y, en muchas ocasiones –documentadas– sin los procedimientos mínimos adecuados de cualquier consulta médica. La frecuente falta de instrumentos (como estetoscopio, baumanómetro, o tiras reactivas para la medición de niveles de azúcar) y el escaso personal médico que brinda el servicio hacen de la consulta un procedimiento burocrático que no incide, porque no puede incidir de la manera en la que se proporciona, en la curación o tratamiento adecuado de los enfermos. En muchos casos, además, el personal médico de los centros de salud (y los equipos de salud que visitan las localidades de su hinterland)‡ asumen actitudes paternalistas hacia los usuarios o pacientes y, en ocasiones, poco respetuosas de sus prácticas y creencias e incluso racistas y discriminatorias. En términos de prevención y del Nuevo Modelo de Atención a la salud, se encontraron también coincidencias: aunque efectivamente se está trabajando en la instrumentación de dicho Nuevo Modelo (se intenta realizar talleres en vez de pláticas de salud, se pretende promover la participación de las beneficiarias en lugar de actitudes más pasivas, se divide –en algunos lugares, no en todos– a las beneficiarias en grupos de edad para tratar temas específicos a su etapa vital), en la práctica se observa que los responsables de la instrumentación de este modelo, que fomenta la prevención, adolecen de falta de capacitación en metodologías apropiadas y de sensibilización hacia las culturas locales (que implica un mayor respeto a los saberes y prácticas locales o, lo que es lo mismo, a la cultura de los usuarios). El análisis realizado sobre las trayectorias reproductivas e itinerarios terapéuticos que provienen del estudio etnográfico de Oaxaca, por otra parte, mostró que la solución de los problemas de salud, tanto de indígenas como de mestizos, sobrepasa el ámbito local e incluye el uso de servicios de atención a la salud, públicos y privados, que se encuentran en las pequeñas, medianas e incluso en las grandes ciudades (como el Distrito Federal), no sin un costo considerable para las economías de estas familias pobres. Esto es posible gracias a las redes migratorias de las que forman parte muchos habitantes rurales e implica problemas de seguimiento (de interconsultas) por la inexistencia de un sistema común de registro de expedientes y respecto de la certificación del cumplimiento de corresponsabilidades. No es ocioso decir, además, que los estudios para llegar a un diagnóstico (pruebas de laboratorio, rayos X, y otro tipo de análisis), los viajes en búsqueda de atención a la salud, los gastos en comida fuera de casa y en medicinas llevan a desembolsos que ninguna familia pobre es capaz de resistir sin endeudamientos de por medio, sin procesos de descapitalización o de pérdida de activos (venta de tierra, de ganado, de aperos de labranza, etc.), y sin el apoyo económico de hijos u otros parientes (especialmente los emigrantes a las ciudades en las que se busca la atención médica). Estos y otros temas fundamentales para entender la calidad de los servicios de salud y el impacto de los componentes de salud en la vida de los beneficiarios indígenas y no indígenas fueron abordados en el Documento analítico del estudio etnográfico en Oaxaca12 y constituyen el tema central del análisis comparativo (con los materiales de los cuatro estudios etnográficos) del Documento técnico de salud elaborado por Sánchez López.13 La calidad de los servicios de educación formó parte también de lo investigado, y aquí también se encontraron patrones semejantes. En primer lugar, se documentó que el Programa Oportunidades ha contribuido a alargar significativamente las trayectorias educativas de los becarios, tanto indígenas como mestizos. Por otra parte, y no es un logro menor, se ha alcanzado una mayor valoración de la escolaridad (y de la educación, en términos más generales) de las mujeres. Tanto los padres como las madres, sobre todo las segundas, indígenas y no indígenas, manejan la noción de que la escuela es importante también para las niñas y jóvenes como un instrumento de independencia (“no sabemos qué tipo de hombre les va a tocar”) y de capacitación para la obtención de ocupaciones * Dos de los escenarios estudiados en la Sierra Tarahumara son casos hasta cierto punto atípicos porque son las sedes de hospitales privados. En Norogachi, un hospital bien equipado manejado por una orden religiosa católica, y en Samachique, un hospital atendido por médicos generales y doctores con diferentes especialidades, también manejado por una organización religiosa, en este caso protestante. ‡ Por hinterland se entiende el territorio que recibe la influencia de un centro, en este caso se refiere a las localidades bajo la jurisdicción de un centro de salud que son visitadas por los equipos de salud en tareas normalmente encaminadas al saneamiento básico, vacunación, etc., que son de la responsabilidad de dicho centro de salud. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención distintas a las que ellas tradicionalmente han realizado. Se cuenta con evidencias que indican que la valoración de la educación de las mujeres, por parte de los padres, es por un lado nueva (las madres suelen contrastar su posición con las de sus propios padres, quienes no veían razones para invertir en la asistencia de las niñas y mujeres jóvenes en la escuela, pues finalmente se van a casar)* y, por el otro, es en gran medida producto de las becas diferenciales a favor de las mujeres. El número de mujeres indígenas ex becarias del Programa Oportunidades que aún siguen estudiando es sorprendente (respecto de las hipótesis) y muy positivo (respecto de los objetivos del Programa).‡ De hecho, en Chiapas y en Oaxaca son más las mujeres indígenas que siguen estudiando que las mestizas en la misma situación. Sin embargo, en lo tocante al incremento o refuerzo del proceso de construcción de capacidades, el impacto sería mayor si la educación que imparten las escuelas primarias y secundarias fuera cultural y regionalmente más pertinente y, sobre todo, que los contenidos educativos y los procesos de enseñanza-aprendizaje gozaran de mayor calidad (ponderada mediante el número de días que los maestros acuden a brindar el servicio, infraestructura escolar adecuada o con deficiencias, existencia o no de materiales didácticos, capacitación de los maestros, etc.).§ El Documento técnico de educación brinda un análisis comparativo de la calidad del servicio y de los factores que están asociados a mayores y menores impactos.14 El último tema que concierne al presente estudio es el que conduce a la pregunta central de este documento técnico: el impacto en las ocupaciones, el tipo de inserción laboral de los ex becarios del Programa Oportunidades y los cambios en los patrones de fecundidad (vistos a través de la edad de las mujeres al momento de su primer parto). La hipótesis central que guió esta búsqueda es que el Programa Oportunidades incide directamente –aunque de manera diferencial entre poblaciones indígenas y no indígenas– en la prolongación de las trayectorias educativas. Los mayores logros en escolaridad se relacionan con un abanico relativamente más amplio de opciones laborales (dentro o fuera de las microrregiones estudiadas) y, también, con patrones de nupcialidad y fecundidad distintos a los de generaciones previas. Si la realidad analizada apoya esta hipótesis, será posible afirmar que el Programa Oportunidades está contribuyendo a la ruptura de la transmisión intergeneracional de la pobreza y que dicho impacto es mayor entre la población no indígena de larga exposición al Programa. El proceso de transmisión intergeneracional de la pobreza está caracterizado por la deserción escolar temprana, el trabajo precoz en actividades de subsistencia o en empleos que ofrecen muy escasos salarios y oportunidades muy reducidas para la obtención de los satisfactores de necesidades básicas. Este proceso incluye la unión y el embarazo tempranos y todo este conjunto de elementos conduce a la creación de hogares o grupos doméstico-familiares del mismo perfil que los hogares de origen. La exposición de largo plazo al Programa (vs. la no exposición), por un lado, y la adscripción étnica (indígena-no indígena) constituyen las dos variables de mayor interés en el análisis. Los objetivos de este análisis son tres: • Entender, al enfocar el análisis en los sujetos con mayor exposición potencial al Programa –los ahora jóvenes que iniciaron su trayectoria como becarios en 1998 cuando cursaban el tercero o cuarto año de primaria–, los procesos que llevan al impacto “final” de Oportunidades en el grupo considerado como de mayor impacto potencial por tener la máxima exposición: mayor escolaridad, uniones más tardías, menor fecundidad y mejores ocupaciones en un plazo de 10 años.# * Es posible, por supuesto, encontrar todavía la noción de que el gasto en la escolarización de las hijas no tendrá ningún tipo de recompensa, puesto que el destino de las mujeres es, finalmente, el matrimonio. Pero estas ideas, que aún sostienen muchos padres, parecen estar en creciente desuso. Es cada vez más frecuente escuchar, de boca de los padres y madres de familia, que las mujeres tienen que estudiar para ser capaces de, por un lado, ser un poco más independientes –si acaso se casan con un borracho desobligado– a modo de estrategia de protección para el futuro y, por el otro, para obtener mayores recompensas laborales y económicas que las que sus madres lograron tener. ‡ El 28% de las ex becarias indígenas aún estudia; una fracción semejante, aunque menor (26.6%) de los varones indígenas son todavía estudiantes. § En los cuatro estados y en todas las microrregiones estudiadas, se encontró que los planteles de educación media superior contrastan muy positivamente con las primarias y las secundarias: tienen menos carencias de infraestructura y materiales, cuentan con profesores más calificados y, sobre todo, los maestros –por razones quizás relacionadas con la no adscripción al sindicato– asisten regular y responsablemente a impartir sus clases. # Al menos teóricamente, el grupo de mayor impacto potencial no es el aquí analizado sino los individuos que fueron gestados en el seno de un hogar ya incorporado a Oportunidades, cuyas madres recibieron la atención prenatal y ellos mismos se beneficiaron, desde embriones, del paquete completo de apoyos del Programa (atención a la salud de sus madres embarazadas, cuidados postnatales, estimulación temprana, alimentación y complementos nutricionales, becas escolares a lo largo de toda la trayectoria escolar, etc.). Sin embargo, para conocer el mayor impacto potencial será necesario esperar al menos diez años más. En esta evaluación se tomó la decisión de analizar a los niños que en 1997-1998 empezaron a recibir las becas del Programa cuando cursaban entre el tercero y cuarto año de primaria porque el objetivo es conocer el impacto en la escolaridad y en el desempeño laboral. 151 152 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 • Ofrecer una reflexión sobre la relación que existe entre la calidad de los servicios en la población “pionera” de Oportunidades y los impactos. Dado que los documentos analíticos de los estudios etnográficos llevaron a cabo la tarea de describir y analizar la calidad de los servicios, y dado que existen dos documentos técnicos que abordan la calidad de los servicios de salud y educación, el trabajo aquí se limita a llevar los resultados de los estudios etnográficos a un nivel de análisis distinto, en el que se aborda la calidad del servicio (acumulado a lo largo de la vida) en las capacidades observadas de los individuos en su vida adulta (relativamente hablando, pues aún son muy jóvenes), tanto respecto a sus prácticas laborales como en las pautas o patrones de establecimiento de nuevos hogares (por ejemplo, los casos de jóvenes ex becarios que, debido a problemas de salud no diagnosticados con precisión y por lo tanto no tratados con eficacia, son incapaces de dedicarse plenamente al trabajo o aquellos otros que han gozado de buena salud y se benefician actualmente de sus facultades físicas para su desempeño laboral). • Describir y explicar impactos heterogéneos en población indígena y no indígena respecto de sus logros en escolaridad, en la postergación de la unión y el nacimiento del primer hijo y respecto de sus logros ocupacionales. II. Método Las preguntas de investigación llevaron a diseñar una estrategia metodológica que aquí se retoma de manera sucinta. Se eligieron tres microrregiones étnicamente diversas en cada uno de los cuatro estados estudiados para estudiar tanto hogares indígenas como no indígenas o mestizos,* de naturaleza rural (localidades con menos de 2 500 habitantes), de la primera fase de incorporación del Programa Oportunidades (hogares de larga exposición al Programa) pero, al mismo tiempo, donde hubiera la posibilidad de encontrar hogares igualmente pobres que los beneficiarios pero que nunca hubieran sido incorporados al Programa. En total, se realizó trabajo de campo etnográfico en doce microrregiones del país en los estados de Chihuahua, Sonora, Chiapas y Oaxaca. Se dio prioridad al trabajo etnográfico de campo, y se incluyeron observaciones directas en los centros proveedores de servicios (escuelas, clínicas, centros y casas de salud), sitios laborales, eventos públicos (entregas de apoyos, asambleas ejidales y municipales, días de mercado) y viviendas. Se hicieron entrevistas a los jefes de los CAR y a los promotores de Oportunidades, vocales del Programa, médicos y enfermeras, maestros y directores de escuela, autoridades y líderes locales. Se diseñó una muestra analítica de cuatro tipos de hogares: beneficiarios indígenas y mestizos y no beneficiarios indígenas y mestizos para contar con información sobre 16 grupos domésticos en cada microrregión (cuatro de cada uno de los subtipos) y, de esa manera, contar con 48 grupos domésticos en cada escenario (formado por las tres microrregiones de cada estado). Ello daría un total de 192 estudios de caso de hogares de los distintos subtipos. A través de un conjunto de entrevistas abiertas y estructuradas a miembros de cada hogar (y no una sola entrevista), observación participante y otras técnicas de recolección cruzada de información, instrumentadas a lo largo del periodo del trabajo de campo (14 semanas) se construyeron estudios de caso para conformar dicha muestra analítica. La muestra analítica teórica estuvo integrada de la manera que se muestra en el cuadro 1. * La etnicidad es un concepto relacional que alude a la conjugación de varios rasgos. La autoidentificación como indígena respecto de otros y ser identificado como indígena por el no indígena es uno de crucial importancia. El uso de lenguas mesoamericanas, indígenas, las costumbres o formas de vida con un fuerte componente ceremonial como núcleo de la vida y las relaciones sociales y, aunque en desuso, el tipo de vestimenta son los elementos para definir la afiliación indígena. El INEGI, para sus propósitos de conteo de población, utiliza la lengua como criterio que define la etnicidad. Los hablantes de lengua indígena son considerados indígenas y los hogares habitados por hablantes de lenguas indígenas son considerados como hogares indígenas. Para la selección de las microrregiones de estudio se revisó el Conteo 2005 que indicó los lugares idóneos para encontrar tanto hogares indígenas como no indígenas. La muestra analítica que guió la selección de los hogares, como se verá más adelante, está compuesta por hogares indígenas y no indígenas, beneficiarios y no beneficiarios. Los hogares indígenas se seleccionaron de acuerdo a un conjunto de criterios entre los que destacan la lengua y, sobre todo, la autoidentificación como indígena, de manera que los hogares indígenas de la muestra son aquellos en los que sus miembros son hablantes de lengua indígena y que, además, se consideran miembros de uno de los grupos étnicos estudiados (tarahumara, pima, yaqui, guarijío, mayo, chol, tojolabal, tzotzil, mazateco, mixe, chinanteco o mixteco). Vale aclarar que en el caso de los pima, en donde se ha dado un proceso de desaparición de la lengua, ser o no hablante de la lengua pima no pudo ser un criterio de selección. Sin embargo, los pima tienen una arraigada identidad étnica. En la microrregión pima, por lo tanto, los hogares indígenas se seleccionaron con el criterio de la autoidentificación como indígena, miembro o no de dicho grupo étnico. 153 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención EStatus Oportunidades Etnicidad Chiapas Chihuahua Oaxaca Sonora TOTAL Beneficiarios Indígenas 12 12 12 12 48 Beneficiarios Mestizos 12 12 12 12 48 No beneficiarios Indígenas 12 12 12 12 48 No beneficiarios Mestizos 12 12 12 12 48 48 48 48 48 192 TOTAL La selección de los hogares beneficiarios se realizó de acuerdo con criterios rigurosos: 1) Los hogares seleccionados debían ser de la primera fase de incorporación realizada por (Progresa) Oportunidades. 2) Para contar con individuos de larga exposición al Programa en la generación de los hijos, se seleccionaron hogares que, en 1998 cuando fueron incorporados, tuvieran por lo menos a un niño cursando entre tercero y cuarto año de primaria. 3) Los hogares indígenas debían conformar la mitad de los casos de beneficiarios, y el otro 50% debía ser de hogares mestizos o no indígenas. 4) Se optó, asimismo, por elegir los hogares en distintos momentos o etapas de su ciclo doméstico, de manera que se procuró que la mitad de los hogares de cada subtipo tuviese hijos primogénitos, y la otra mitad hijos ultimogénitos de dichas edades (entre tercero y cuarto año de primaria) al momento de su incorporación. Ello con la finalidad de poner a prueba la hipótesis de los privilegios que los hijos ultimogénitos tienen respecto de los primogénitos, quienes frecuentemente salen de la escuela para dedicarse al trabajo, y con la finalidad de contar con hogares en el presente etnográfico con distintas características sociodemográficas en donde fuera posible observar variedad de itinerarios terapéuticos, de prácticas de autocuidado a la salud y de atención (padecimientos crónico-degenerativos, en los casos más añejos, cuidados prenatales e infantiles en el caso de los hogares más jóvenes). Con la finalidad de contar con casos de contraste con los beneficiarios, se seleccionaron hogares no beneficiarios siguiendo, de igual manera, criterios rigurosos: 1) Se privilegió la situación de no incorporación, es decir, que los hogares seleccionados como no beneficiarios nunca hubieran sido incorporados al Programa Oportunidades. En los casos en los que ello no fuera posible, se eligieron hogares de muy reciente incorporación (2007 como máximo) o que fueron beneficiarios por muy poco tiempo (dados de baja al año o máximo al año y medio de su incorporación). 2) Los hogares no beneficiarios debían cumplir con las características del pareo, es decir, que se buscaron los casos más semejantes a los beneficiarios seleccionados para la muestra, no en el momento actual sino en el momento en el que los hogares beneficiarios fueron incorporados al Programa (1998). La técnica del pareo, entonces, nos llevó a considerar a los hogares no beneficiarios según su adscripción étnica, su residencia (en la cabecera municipal o rancherías periféricas), sus condiciones socioeconómicas (acceso a tierra y nivel de educación de los jefes del hogar), tamaño del hogar, la mitad de ellos con hijo primogénito en los grados escolares de interés en 1998 y la otra mitad con alguno de los ultimogénitos en esos niveles escolares. De esa manera, la muestra garantiza contar en el presente etnográfico con jóvenes de larga exposición al Programa y con sus pares –de la misma edad y condiciones socioeconómicas– que nunca recibieron los apoyos. No es ocioso insistir en que el punto de partida de ambos grupos es similar, de manera que las diferencias actuales en escolaridad, fecundidad y ocupación forman parte del impacto del Programa Oportunidades. La estrategia metodológica en su conjunto responde a las necesidades de esta investigación. Las preguntas e hipótesis que se formulan parten del conocimiento acumulado sobre los cambios en el bienestar (y la vulnerabilidad) que el Programa Oportunidades puede llegar a gestar en contextos rurales interétnicos. La muestra analítica garantiza la inclusión de tipos de casos diferentes con el fin de comprender las variaciones posibles y postular relaciones entre Cuadro 1 Muestra analítica teórica de hogares 154 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 factores y procesos de carácter general. Los casos contienen la máxima variación posible de las variables (etnicidad y exposición al Programa Oportunidades) con el fin de generalizar los resultados a la población de interés, en este caso el impacto del Programa Oportunidades en el mundo rural interétnico caracterizado por altos niveles de marginación y rezago social.* Las microrregiones estudiadas son de alto y muy alto rezago social (con algunas excepciones que el Coneval ha clasificado como de rezago medio, como el caso del municipio Santiago Jamiltepec en Oaxaca, y dos microrregiones estudiadas en Sonora). Se trata de escenarios étnicamente diversos, en donde indígenas y mestizos están en aparente igualdad de condiciones respecto de su potencial acceso a los servicios. Aunque la muestra analítica siempre fue una guía fundamental en la selección de los hogares para la realización de estudios de caso, y de hecho fue instrumentada al 100% en las microrregiones de Chihuahua y casi al 100 porciento en las de Sonora, fue necesario readecuarla –en Oaxaca y Chiapas– conforme a lo que la realidad ofrecía. Por ejemplo, en algunos casos, la población no indígena efectivamente existía, pero no todos los hogares no indígenas eran comparables con los beneficiarios (por ser maestros o realizar otras ocupaciones con niveles de ingresos superiores). Tal fue el caso de la microrregión mazateca en el estado de Oaxaca, en donde se intentó subsanar este obstáculo al incluir hogares en donde la madre es no indígena (aunque casada con un mazateco), dado el importante papel de la madre en la socialización de la prole.‡ En el municipio de Tumbalá, en Chiapas, se enfrentó el mismo problema, en donde se optó por seleccionar los hogares respecto de la variable lingüística para cubrir tanto monolingües en lengua indígena como bilingües. Otro problema fue el encontrado en las microrregiones con muy alta cobertura del Programa en cuanto a la ubicación de hogares no beneficiarios (problema encontrado en la microrregión mazateca en Oaxaca y en Chiapas).§ En esos casos no se cubrió la cuota de los hogares no beneficiarios (porque no existen pobres no beneficiarios) y se optó por maximizar la diferencia de la variable exposición al Programa con hogares que apenas, al final de 2007, habían sido incorporados (y sólo habían recibido los apoyos de un bimestre en el momento del trabajo de campo) (cuadro 2). Cuadro 2 Composición final de la muestra analítica de hogares EStatus Oportunidades Etnicidad Chiapas Chihuahua Oaxaca Sonora TOTAL Beneficiarios Indígenas 24 12 11 13 60 Beneficiarios Mestizos 8 12 10 14 44 No beneficiarios Indígenas 7 12 14 11 44 No beneficiarios Mestizos 6 12 7 10 35 45 48 42 48 183 TOTAL Como puede verse, son los estados del sur, Oaxaca y Chiapas, donde mayores dificultades se encontraron para la ubicación de hogares idóneos para el estudio debido fundamentalmente a dos factores: la alta concentración de población indígena (son municipios más puramente indígenas que los del norte) y la muy elevada cobertura del Programa Oportunidades. Base de datos para el análisis de impacto Se construyó una base de datos con la información de todos los estudios de caso de hogares beneficiarios y no beneficiarios de las doce microrregiones estudiadas en los cuatro estados. Se privilegió el análisis de los no becarios y de los becarios y ex becarios (hijos beneficiarios) de ambos sexos que tienen entre 15 y 25 años, por ser esta cohorte la *Véase Cortés, Escobar y González de la Rocha15 para una reflexión epistemológica de las posibilidades de generalización de este tipo de aproximaciones a la realidad. ‡ Efectivamente, los hijos de las parejas mixtas, de padre indígena y madre no indígena, no sólo no hablan la lengua local sino que incluyen en sus referentes a la ciudad o la región no indígena de donde proviene la madre. § En el municipio de Tumbalá, en Chiapas, fue imposible encontrar hogares no indígenas no beneficiarios ya que la población mestiza es prácticamente inexistente y la cobertura del Programa Oportunidades es más extensa que en los municipios de Las Margaritas y San Cristóbal, en donde se pudo completar la muestra en 100 y 82%, respectivamente (16 hogares en Las Margaritas, la mitad indígenas y la mitad mestizos, con un número balanceado de hogares beneficiarios y no beneficiarios). 155 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención que más interesa para el estudio de largo plazo (la de mayor exposición al Programa, como becarios e hijos de titulares beneficiarias). Se trata de un análisis que contrasta los logros educativos de los jóvenes becarios y ex becarios (hijos beneficiarios) con los de sus padres y madres y con los de sus pares no beneficiarios (ya sea porque sus hogares nunca han sido incorporados al Programa o porque nunca gozaron de la beca de Progresa-Oportunidades aunque los hogares a los que pertenecen sean beneficiarios). Igualmente, se contrastan los logros ocupacionales de los jóvenes becarios y ex becarios y los de sus contrapartes nunca beneficiarios de las mismas edades y orígenes socioeconómicos. La base de datos incluye las siguientes variables tanto de los padres de ambos sexos como de los hijos y otros miembros que tenían, al momento del estudio, entre 15 y 25 años: entidad de la República, región, pueblo, número de hogar, sexo, nombre de pila, edad, parentesco (si es padre o madre, hijo o hija, u otro), estatus en el Programa, etnicidad, lengua, lugar de residencia, estado civil, escolaridad,* ocupación principal, ocupación secundaria, descripción detallada de las ocupaciones, edad al momento del primer parto (en el caso de las mujeres). La base de datos (cuadro 3) de la muestra analítica basada en la cohorte de jóvenes de mayor impacto potencial en educación y ocupación consta de 791 individuos (496 indígenas y 295 mestizos) que pertenecen a 183 hogares, con un promedio de 4.13 miembros por hogar, sin contar a los hijos u otros miembros menores de 15 y mayores de 25 años. Esta base de datos no incluye a todos los miembros de los hogares, sino únicamente a los padres y los hijos (u otros miembros de la generación de los hijos) en la cohorte que en el momento del estudio tenía entre 15 y 25 años y que, por lo tanto, tenía entre 5 y 15 años en 1998. Sus hermanos mayores y menores y otras personas residentes en el hogar que no pertenezcan a la cohorte objetivo fueron excluidos de la base de datos.‡ Base de datos: individuos que la conforman Etnicidad Indígenas Beneficiario No Beneficiario TOTAL Chiapas Estado 110 51 161 Chihuahua 50 55 105 Oaxaca 54 56 110 Sonora 68 52 120 282 214 496 Chiapas 33 25 58 Chihuahua 46 15 61 Oaxaca 47 25 72 Sonora 59 45 104 Total 185 110 295 Gran total 467 324 791 Relación de parentesco Padres de ambos sexos Hijos e hijas 193 121 314 448 Total Mestizos 256 192 Otros 18 11 29 Total 467 324 791 * El dato de la escolaridad se consignó en años que corresponden al nivel máximo alcanzado: 0= analfabeta o nunca fue a la escuela, 1= primero de primaria, 6= primaria completa; 9=secundaria; 12= bachillerato, etc. ‡ Los estudios de caso de hogares indígenas y mestizos, beneficiarios y no beneficiarios (la mitad de cada tipo con un hijo primogénito cursando entre el tercero y cuarto de primaria en 1998 y la otra mitad con un hijo de la camada de los hijos menores, de preferencia el ultimogénito, en ese grado escolar en dicho año) cuentan con información detallada sobre todos los miembros del hogar, independientemente de su edad, abuelos de edad avanzada, padres, madres, hijos e hijas de todas las edades y otros miembros (parientes o no). Sin embargo, para efectos del análisis aquí realizado se construyó una base de datos con la información de todos aquellos miembros del hogar –jóvenes, hijos u otros miembros– en el rango de edad ya mencionado (entre 15 y 25 años) para contrastar a los beneficiarios y no beneficiarios entre sí y con sus padres y madres, cuando de niveles de escolaridad se trata, y para comparar ex becarios (hijos) o beneficiarios y no beneficiarios cuando lo que interesa es averiguar las diferencias en las ocupaciones que actualmente desempeñan. Cuadro 3 Base de datos 156 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Con esta base de datos se procedió a un análisis (estadística descriptiva) para indagar los niveles de escolaridad alcanzados por todos los individuos (padres, madres, hijos, hijas) y, de esa manera, conocer las brechas por generación, por género, por etnicidad y por estatus en el Programa.* El análisis para contrastar los logros ocupacionales de becarios y ex becarios con los de los nunca beneficiarios –así como el de los cambios en la fecundidad de las hijas– parte de esta misma base de datos. Los resultados son materia del siguiente apartado, una vez descritas las estructuras de oportunidades en las que los sujetos de estudio están inmersos. III. Resultados Estructuras de Oportunidades En los documentos analíticos de las cuatro investigaciones etnográficas se mostró que las regiones rurales habitadas por una alta proporción de población indígena constituyen escenarios cuyas características dificultan la operación del Programa Oportunidades. Aunque con una variación importante, en general son zonas alejadas y dotadas de muy precaria infraestructura, en las que casi ningún profesional de fuera de ellas quiere vivir y ejercer su profesión. Por lo tanto, los servicios de salud y educación son prestados por médicos y maestros que ven su estancia en estas comunidades pobres como un asunto temporal, que tienen que resistir con la finalidad de lograr mejores puestos en lugares que ofrecen más comodidades y prestigio. Los análisis realizados en los documentos analíticos, además, revelaron que las poblaciones indígenas enfrentan muchas más dificultades que las mestizas para mantenerse en el Programa Oportunidades en calidad de beneficiarios y que, adicionalmente, la calidad de los servicios de salud y educación, lejos de ser óptima, es indiscutiblemente deficiente.4-7 No obstante lo anterior, y aún con los problemas de cobertura detectados en la Sierra Tarahumara entre localidades rarámuri y pima, que contrasta con la adecuada o muy amplia cobertura en las microrregiones sonorenses, oaxaqueñas y chiapanecas, es claro que la presencia y operación del Programa Oportunidades en el México rural ha marcado un hito en la historia de las localidades y en las vidas de las familias y de los jóvenes que han recibido los apoyos a través de las becas. En las zonas rurales del país como las aquí estudiadas, ha habido un aumento real en los ingresos de los hogares de 1992 a 2006, (cuadro 4) aunque este proceso sea poco evidente al ojo etnográfico. Este lapso de doce años tiene, como elemento fundamental para este análisis, la puesta en marcha del Programa Oportunidades (en ese momento * Es necesario precisar lo siguiente: en la categoría beneficiarios (hijos e hijas) se encuentran tanto los actuales becarios como los ex becarios. En la categoría no beneficiarios incluimos a los hijos e hijas que nunca tuvieron la beca, independientemente de que sus madres sean titulares del Programa. En este análisis se considera el estatus en el Programa como una variable fiel a la historia del individuo y no a la del hogar porque hemos constatado, en esta y en otras evaluaciones, que al menos en el campo de la escolaridad, son quienes reciben las becas los que claramente tienen el estímulo –y la presión de los padres– por asistir y permanecer en la escuela. Sariego y colaboradores.7 afirman que las becas de los hermanos ultimogénitos constituyen, en ciertos casos en la Tarahumara, el mecanismo de apoyo a través del cual los primogénitos se ven liberados de la carga económica familiar y, por lo tanto, pueden alargar ellos mismos sus trayectorias educativas. Sin duda, análisis más específicos, con otro tipo de información y bases de datos más amplias podrán en el futuro calcular “el efecto del paquete amplio del programa”, y la relación entre salud y nutrición con escolaridad y trabajo. Aquí se considera beneficiario (para efectos del análisis de escolaridad, fecundidad y ocupación) a quienes recibieron becas de Oportunidades (becarios y ex becarios) mientras que tanto sus hermanos que nunca recibieron becas como los jóvenes de hogares nunca beneficiarios se consideran como “no beneficiarios” aunque ello se traduzca en dificultades técnicas y teóricas. El hecho de que existan jóvenes que nunca tuvieron la beca en el seno de hogares beneficiarios se debe, en la mayoría de las veces, a que su posición en el ciclo doméstico no favoreció ser incluido en el Programa –ya había pasado por la escuela cuando el hogar fue incorporado– mientras que algunos de sus hermanos (los menores) sí sean o hayan sido becarios. También hay casos en la categoría de hijos beneficiarios que provienen de un hogar no incorporado al Programa. Éstos son mucho más reducidos y corresponden a individuos que gozaron de las becas de Oportunidades durante el tiempo, por ejemplo, en que vivieron con abuelas –ellas, a diferencia de sus madres, sí beneficiarias, o de algún otro pariente beneficiario y después se reincorporaron al hogar de sus padres. Podría argumentarse que los no becarios que viven en hogares que sí son beneficiarios (cuyas madres reciben los apoyos del Programa y sus hermanos reciben becas) también gozan, de manera indirecta, de los beneficios de formar parte de un hogar beneficiario. Este “efecto del paquete del Programa” no puede ponderarse con la información con que se cuenta (no fue parte de los objetivos de esta investigación) y, por otra parte, considerar a quienes nunca recibieron la beca como beneficiarios –en la misma medida que los becarios y ex becarios– por el hecho de formar parte de un hogar beneficiario tampoco es una solución a este problema de índole teórico y metodológico. Queda pendiente el análisis del impacto controlando el número de años en los que los estudiantes mantuvieron su beca. En este análisis, todos aquellos que alguna vez fueron becarios, por corto o largo tiempo, están en la misma categoría de beneficiarios (el hecho de que los hogares hayan permanecido durante diez años como beneficiarios no garantiza que los individuos de la generación de los hijos hayan mantenido la beca por ese mismo lapso de tiempo; de hecho, no se encontró ningún caso así). 157 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención aún llamado Progresa) en 1997. Es decir, nueve de los 12 años en los que se ha dado este proceso corresponden a la llegada y expansión del Programa Oportunidades en el México rural. Según el Coneval, este cambio real positivo (a pesar del descenso de los ingresos provenientes de la producción y los negocios propios) resulta de: 1) mayor masa salarial y 2) aumento en transferencias gubernamentales (donde Oportunidades juega el papel principal). El aumento de las remesas (y de la emigración), en términos relativos, es muy grande, pero su contribución absoluta es pequeña, aunque se sabe que algunos hogares dependen mucho de ellas.16 La mayor masa salarial a su vez es producto de más horas trabajadas por parte de los miembros del hogar (aparentemente las mujeres), y un pequeño aumento real de las remuneraciones. Este último puede estar relacionado con la mayor producción agrícola nacional, que demanda mayor fuerza de trabajo, y con la emigración del campo, que reduce la cantidad de trabajadores disponibles. Sin embargo, cabe suponer que estos mayores salarios y oportunidades salariales se distribuyen desigualmente en el territorio, y que los municipios más marginados del país (tales como los aquí estudiados) no se benefician mucho de ellos. Otros análisis muestran que en un plazo aún más corto (2000-2006), el aumento en la masa salarial es todavía mayor que el aumento en las transferencias de cualquier fuente.17 Esto seguramente es consecuencia de que en el año 2000 una buena parte de los hogares rurales pobres ya recibía Progresa y Procampo, por lo que el aumento más reciente en estas transferencias tiene menor importancia. Cambio neto real en los ingresos de los hogares rurales, 1992-2006 (percentiles 1-28) Fuente Cambio relativo (%) Cambio absoluto ($) 1. Trabajo asalariado 54.5 65.86 2. Ingreso negocio propio -24.4 -22.43 3. Transferencias 335.7 75.65 3.1 Remesas 405.5 17.12 3.2 Otras transferencias 319.6 58.53 3.2.1 Oportunidades - 47.58 3.2.2 Procampo - 8.45 13.6 2.50 4. Producción propia 3.2.3 Otras -71.4 -38.35 5. Pago en especie -74.6 -1.72 6. Renta imputada 16.2 8.79 7. Regalos 195.3 -4.85 Total neto per cápita 24.2 82.96 Fuente: Tabulación Coneval de la ENIGH Aquí se ofrece un breve panorama de las estructuras de oportunidades. Se privilegia la atención a los mercados laborales a los que tienen acceso los residentes de las microrregiones, puesto que la gama de servicios de salud y educación ofrecidos y la calidad de los mismos son motivo de los análisis realizados por Agudo14 y Sánchez López,13 responsables de los Documentos técnicos de salud y educación. La descripción se ha construido a la luz del enfoque que plantea que el recurso más importante de las familias pobres es la fuerza de trabajo de sus miembros y que, además, convertir dicho recurso en un activo real para el bienestar depende, por un lado, de los mercados laborales a los que se tiene acceso y por otro, de las capacidades construidas a lo largo de la vida en términos del acceso a la salud (es necesario estar saludable para trabajar) y de la capacitación para el trabajo. Ahora bien, la construcción de capacidades es un proceso sensible a los efectos del ciclo doméstico, de manera que el acceso a los recursos (para la alimentación, el acceso a servicios de salud y educación) está moldeado por la posición de los individuos en su calidad de primogénitos o ultimogénitos (ser el primero o segundo de los hijos contrasta de manera desfavorable con las oportunidades que tienen los hijos –hermanos– menores). Esto quiere decir que los cambios en las economías de los hogares y las posibilidades reales que los individuos tienen de obtener salud, educación y trabajo están moldeadas por el entorno doméstico, social, económico y político que estructura las oportunidades (de obtener un empleo, de tener una buena o mala cosecha, de ser atendido y curado por un médico en caso de enfermedad, de poder permanecer en la escuela, etc.). Se habla de estructura de Cuadro 4 Aumento real en los ingresos de los hogares de 1992 a 2006 158 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 oportunidades porque las opciones reales que las personas tienen para obtener servicios y realizar actividades económicas (de donde se obtiene el sustento) no están distribuidas al azar sino que, por el contrario, están colocadas y definidas por un conjunto de factores de orden social, económico y político.2,18,19 Existen patrones, por ejemplo, que interrelacionan el acceso al empleo público con el acceso a ciertos bienes y a ciertos servicios (de cierta calidad). Otros, en cambio, interrelacionan el empleo informal urbano con el (no) acceso a servicios públicos de salud y otros más unen la economía de subsistencia de los hogares campesinos con el acceso a Unidades Médicas Rurales y a escuelas de educación indígena como las descritas en los Documentos analíticos etnográficos. El acceso privilegiado de unos a servicios de calidad y el acceso de los otros a escuelas y clínicas de deficiente desempeño no son resultado del azar, sino que forman parte del desarrollo histórico de nuestra sociedad, de la estructura social marcada aún (y posiblemente cada vez más) por inequidades construidas socialmente. El Estado, además del mercado, juega un papel importante en la estructuración de las oportunidades. El Programa Oportunidades ha intervenido en las relaciones entre los individuos (y familias) y las estructuras de oportunidades, no únicamente a través del incremento de recursos monetarios en manos de las familias beneficiarias, sino también a través del aumento sin precedentes de la demanda de servicios públicos a través del condicionamiento de apoyos o transferencias al uso (regular y frecuente) de los servicios de salud y educación. En teoría, las familias que están incorporadas al Programa Oportunidades, en calidad de beneficiarias, tienen acceso –regular y frecuente– a los servicios de salud y educación y, a diez años de operación, ni las escuelas ni los centros de salud han logrado ajustarse con calidad a dicho aumento en la demanda de sus servicios. La descripción de los mercados laborales de las microrregiones estudiadas se hará –de manera sucinta– en un cuadro que sintetiza las características de cada microrregión estudiada y contiene, al mismo tiempo, anotaciones respecto de la gama de servicios de salud y educación. Las fuentes de donde proviene la información son Sariego et al.,7 Haro et al.,6 Agudo4 y González de la Rocha et al.,5 documentos que han sido entregados al Programa Oportunidades. Del análisis del contenido de dicho cuadro sintético es posible extraer un conjunto de reflexiones que surjen del análisis comparativo respecto de las estructuras de oportunidades de las microrregiones del estudio. Las opciones laborales locales son relativamente más abundantes en dos microrregiones de Sonora, y ello sin considerar las actividades ligadas al narcotráfico que han proliferado en este y en el vecino estado de Chihuahua.* En Sonora, particularmente en las microrregiones yaqui y mayo, existen oportunidades de empleo en la agricultura comercial tanto en el propio estado como en la vecina Sinaloa, en la industria maquiladora, en los servicios ligados a la agricultura y en la industria de la construcción en la capital del estado y otras ciudades en crecimiento. En cambio, la microrregión guarijía (Sonora), la pima, la tarahumara y las microrregiones de los estados del sur son mucho más precarias con respecto al empleo y, de hecho, la muy escasa migración hacia fuera de la región que se constata en Sonora (y hasta cierto punto en Chihuahua) contrasta con los nutridos flujos migratorios hacia fuera de los escenarios de estudio de Chiapas y Oaxaca, tanto hacia destinos nacionales como a los Estados Unidos. Es también un hecho que la agricultura de subsistencia es, en general, una actividad en franca decadencia. En la Sierra Tarahumara, los suelos están claramente erosionados a raíz de la tala inmoderada de los bosques (además de las constantes sequías). La capa de tierra en ese territorio es tan delgada y pobre que produce mazorcas de escasos 15 centímetros en cantidades que no alcanzan para el consumo de todo el año de una familia. Las montañas de la mazateca, donde se encuentra una de las microrregiones de estudio en Oaxaca, sufren también una avanzada erosión que se combina con temporales de lluvias cada año más caprichosos. La escasez de créditos, la muy elevada dependencia de costosos fertilizantes y, en general, el abandono en el que se ha dejado a la producción agrícola campesina, han hecho del trabajo asalariado una fuente de ingresos cada vez más importante para las economías familiares. El cambio en los ingresos de los hogares rurales, efectivamente, parece deberse a la cada vez más frecuente venta del trabajo –a cambio de un salario– y a las transferencias en efectivo del Programa Oportunidades. * El extendido cultivo y comercialización de marihuana (y otros productos ilícitos) constituyen una opción real de trabajo asalariado en estas microrregiones norteñas, ocupaciones sobre las que, por obvias razones, no se proporcionan detalles. Baste decir que los recursos que surgen de estas actividades son considerables y alimentan desde negocios dedicados a la provisión de servicios (hoteles, gasolineras, restaurantes, agencias de venta de automóviles) hasta las actividades recreativas y educativas (festivales escolares, bailes de las localidades, bandas de música, etc.). • La economía de la microrregión gira en torno a la explotación forestal; ésta es la única fuente de ingresos vía salario. Hay un aserradero ejidal que funciona sólo durante la época de secas, de enero-febrero a agosto-septiembre. Da empleo a 110 hombres de los 500 ejidatarios (quienes son oficialmente los dueños). El salario oscila entre 80 y 110 pesos por día en sus muy distintos puestos de trabajo (ver descripción detallada de estas actividades en la versión preliminar de este mismo texto). Las utilidades (escasas) se reparten entre los 500 ejidatarios una vez por año. • Comercio: en donde se auto-emplean algunas familias, sobre todo mestizas, y dan empleos ocasionales a niños y jóvenes como cargadores y ayudantes. El comercio es una actividad que se ha beneficiado de la cercanía de esta localidad a la carretera que atraviesa la Sierra Tarahumara. • Empleos eventuales en la construcción de carreteras y otras obras sobre todo de naturaleza pública, con salarios que oscilan entre los 75 y los 110 pesos por día. • Empleadas domésticas o niñeras (mujeres indígenas en casas de mestizos), o lavado de ropa ajena • Algunas familias venden leña o alguno de sus miembros vende su fuerza de trabajo como jornalero agrícola. • A diferencia de lo encontrado en la microrregión pima, en Samachique no hay migración laboral. • Agricultura de subsistencia en el marco de la unidad familiar. Servicios educativos • Dos preescolares (uno indígena y otro mestizo) • Una escuela primaria • Una secundaria • Un bachillerato (Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos del estado de Chihuahua; este centro también provee el servicio de primaria y secundaria abierta). • Un albergue escolar de la CDI que atiende a 53 niños de primaria y a 4 de preescolar. • Un albergue para estudiantes de secundaria que opera a partir de 2001, financiado por la Fundación del Empresariado de Chihuahua. Los dos albergues ofrecen hospedaje y alimentación a niños y niñas de localidades indígenas que carecen de escuela, alejadas de Samachique. Maycoba: • Dos Preescolares (uno exclusivo para niños pimas) • Dos primarias • Una secundaria Yepachi: • Jardín de niños • Una escuela primaria federal • Una escuela albergue nivel primario para niños indígenas • Una tele secundaria • Un tele bachillerato • Un albergue escolar para estudiantes de bachillerato que proceden de localidades cercanas (incluida Maycoba) * Arellano A. Yepachi. Trabajo, empleo y nuevas uniones: ex becarios. Documento de trabajo: reporte de ocupaciones en Yepachi-Maycoba. 2008, Mimeo. RARÁMURI PIMA Samachique (Guachochi, Chihuahua) Economía y mercados laborales • Cultivo de granos básicos (maíz, frijol) y papa. • Horticultura de traspatio generalizada a la que se le añade la crianza de ganado vacuno para consumo familiar. Producción de manzana en pequeña escala. • Explotación forestal: existen tres aserraderos que emplean a aproximadamente 20 personas, cuyos oficios requieren capacitación que se adquiere en el proceso productivo. • El rancho familiar constituye la unidad de producción y la participación de todos los miembros del hogar es vista como una obligación; niños y jóvenes trabajan en esta economía campesina al igual que adultos: “O cabe pensarlo como el sitio que resguarda la seguridad de la familia”.* • Cinco carboneras atendidas por familias completas (el trabajo de los niños es en estos lugares frecuente). • Emigración laboral (ante las escasas opciones locales) de hombres y mujeres que se van a trabajar a la pizca de tomate, uva, manzana, cereza, chile y nuez en los estados de Chihuahua, Sonora y Sinaloa. MicroRregión Yepachi (Temósachi, Chihuahua) -Maycoba (Yécora, Sonora) Servicios de salud La población de la microrregión es atendida por auxiliares de salud quienes tienen que concentrar sus esfuerzos en las patologías que las autoridades estatales consideran prioritarias (EDA, IRA, diabetes, hipertensión, campañas de vacunación) sin brindar atención a todo un conjunto de padecimientos registrados en los itinerarios terapéuticos de los hogares estudiados: múltiples casos de tuberculosis, herpes zoster, desnutrición, alcoholismo, drogadicción, varicela, viruela, sarampión, accidentes, fracturas y heridas. • Clínica IMSS-Oportunidades con infraestructura básica de atención a la salud; atendida por un pasante de medicina, una enfermera auxiliar y una sustituta. Cuenta con cuatro asistentes rurales que fungen como promotoras voluntarias y 17 promotoras de salud que visitan localidades de los alrededores. El desabasto de medicamentos es una constante y el pasante de medicina se ausenta con frecuencia. Por lo tanto, la atención está en manos de las enfermeras, quienes se ven obligadas a canalizar los casos complicados al Hospital Misión Tarahumara o a otros hospitales (de Creel o Guachochi). No existe un intérprete entre el personal médico y los pacientes indígenas. • Hospital Misión Tarahumara, en operación desde el año 2000. Manejado con personal y fondos de misioneros bautistas. Infraestructura hospitalaria (laboratorio, quirófano, tres salas de hospitalización, servicios de pediatría, atención dental, farmacia, ambulancia aérea y albergue que brinda hospedaje a los familiares de los enfermos indígenas. La población indígena recibe atención gratuita, no así la población mestiza (que tiene que pagar). Se trabaja con un modelo de atención que busca adaptarse a las condiciones culturales de la región: cuenta con una intérprete rarámuri y una partera, también rarámuri, quien atiende a las mujeres que no quieren parir en la sala de expulsión o ser atendidas por un médico varón no rarámuri. Maycoba: • Centro de salud dependiente del gobierno del estado de Sonora, atendido por una auxiliar rural. Cada dos años llega un pasante de medicina a trabajar durante un año, por lo que a su retiro pasa otro año sin la presencia de un profesional de la salud. Desde junio de 2007 no ha habido médico alguno que atienda a la población; la atención recae en la auxiliar de salud. El desabasto de agua potable incide claramente en la epidemiología local, pues los habitantes se abastecen de una pila que carece de supervisión y mantenimiento, nutrida por el agua contaminada de arroyos sucios. Durante 2007 fallecieron dos niños pimas de Maycoba debido a infecciones derivadas del consumo de agua. Yepachi: • UMR (IMSS) sin médico de planta; ocasionalmente atendida por un pasante (quien permanece entre una semana y un mes), largos periodos sin atención médica profesional Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 159 Cuadro 5 Mercados laborales en las microrregiones • Renta de tierras agrícolas ejidales a empresarios (yoris o mestizos) particulares. A cambio, los ejidatarios reciben entre 2 500 y 3 000 pesos por hectárea al año. Ello es el resultado del escaso acceso al crédito para la producción, los altos costos de la producción agrícola, problemas de comercialización, escasez de agua y elevados costos de la infraestructura requerida para llevar agua a los campos de cultivos (se trata de un territorio casi desértico). • Empleo en maquilas (tanto hombres como mujeres), campos y empacadoras de Empalme, Guaymas y el Valle del Yaqui. • Ganado vacuno, cabras y borregos. • Pesca (en menor medida) • Manufactura de artesanías (aunque es escasa y sólo algunas personas realizan esta actividad) • Producción de carbón y leña • Albañilería y producción de adobe • Elaboración casera de tortillas y otras viandas para la venta (mujeres) • Bordados y costura de prendas de vestir (mujeres) • Cultivo y venta de nopales • Venta de cerveza en expendios caseros Huirivis (Guaymas, Sonora) YAQUI RARÁMURI • Notable escasez de empleo (al igual que en las otras dos microrregiones). • Agricultura de subsistencia (maíz, frijol, avena, papa, zacate, calabaza y chícharo). Las familias que tienen acceso a agua también cultivan hortalizas como parte de la economía de traspatio (al igual que la crianza de un par de vacas, o chivas y cerdos, gallinas o guajolotes). • Existe un aserradero ejidal que funciona de manera semejante a los de las otras microrregiones, pero la explotación forestal es aquí menos importante dado que los bosques se han reducido considerablemente por la tala inmoderada. El aserradero sólo ofrece algunos empleos temporales entre los ejidatarios. • El comercio es más limitado que en Samachique porque Norogachi está mucho más lejos de la carretera. • Emigración laboral en la pizca de la manzana o nuez, o bien en la industria de la construcción en Cuauhtémoc, Chihuahua u otras ciudades. Las mujeres también se van a estas ciudades como empleadas domésticas. • En mucha menor medida, emigración laboral a los Estados Unidos. Norogachi (Guachochi, Chihuahua) ...Continuación • Un preescolar • Escuela primaria • Escuela secundaria • Un plantel CBTA en Vícam, que ofrece carreras técnicas • Un CECYTES, en Pótam. • Las escuelas primaria y secundaria están caracterizadas por falta de personal (en la primaria local hay sólo dos maestros y uno de ellos falta mucho) y ausentismo del personal docente. • Un preescolar • Una primaria federal • Un albergue escolar (CDI) • Un complejo educativo administrado por la Misión Católica que cuenta con el apoyo de fundaciones empresariales. Dicho complejo ofrece educación primaria y albergue para niños y niñas (sobre todo indígenas) de la región. • Una secundaria • Un telebachillerato • Una UMR IMSS-Oportunidades en Norogachi, atendida por un pasante de medicina que se ausenta con frecuencia y dos auxiliares. • Una UMR IMSS-Oportunidades en la localidad Ciénega de Norogachi, atendida por un médico titulado desde hace siete años y una auxiliar médica. Ambas unidades impulsan prácticas encaminadas al saneamiento (construcción y uso de letrinas, quema de basura, descacharrización, promoción de uso de agua hervida), se encargan de identificar casos de desnutrición y vigilar el estado nutricional de menores de cinco años, mujeres embarazadas y ancianos. En estas unidades se subregistran casos de desnutrición, tuberculosis y complicaciones en el parto. El médico de Norogachi no se hace responsable de estas últimas porque no tiene el equipo quirúrgico necesario. Desabasto de medicamentos. • Clínica San Carlos (que opera desde hace 47 años) localizada en Norogachi y manejada por religiosas católicas con recursos externos de un patronato de la ciudad de Chihuahua. Cuenta con infraestructura hospitalaria (camas, laboratorio, rayos X, ambulancia), dos médicas quienes coordinan a 18 personas que forman parte del personal de atención hospitalaria, laboratorista, técnico de rayos X, chofer de ambulancia, intérprete rarámuri, personal de limpieza y encargados de cocina. Ofrece consultas además de hospitalización, farmacia, pabellones pediátricos y salas de expulsión. Promotora de salud y una red de dispensarios en la zona. • Recién inaugurado Centro de Recuperación Nutricional y Albergue Materno, del DIF estatal y los Servicios Estatales de Salud • Casa de salud atendida por una promotora de salud (carece de electricidad pero tiene una cama, una mesa de exploración, báscula, baumanómetro y estetoscopio). Los medicamentos que se administran se limitan a calmantes mientras los pacientes son referidos a la unidad de Pótam (a 10 kms. de distancia). Capacidad limitada de atención y resolución tanto en la casa de salud como en la UMR de Pótam. • Los habitantes de Huirivis prefieren ir al Centro de Salud de Vícam porque perciben que los atienden mejor. Es común que la gente se queje de que los medicamentos no están en existencia y tienen que comprarlos en Farmacias Similares. • No existen mecanismos efectivos de referencia y contrarreferencia ni al interior de un mismo sistema de salud. 160 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 • Principal actividad económica (legal): ganadería, que se desarrolla en ranchos con entre 30 y 200 cabezas. Dentro de esta actividad, lo más redituable es la crianza de becerros para exportación a Estados Unidos • Empleos de comercio (seis tiendas, tres de ellas de autoservicio) que ofrecen, aunque de manera limitada, empleos. • Empleos en los servicios: Dos salas de estética, una papelería, un taller de lavado y reparación de autos, una llantera, una carnicería y un hotel con servicio de restaurante. • Tierra de propiedad privada; la mayor parte de los hogares cuenta con tierra cultivable, en promedio entre una y dos hectáreas. Las pocas familias que no tienen tierra agrícola trabajan las de algún familiar • Agricultura de subsistencia (maíz, frijol y, en la zona baja, caña de azúcar para la elaboración de panela o piloncillo. • Empleo agrícola (jornaleros); el jornal corresponde a 50 pesos diarios (30 menos que en las microrregiones del norte) • Empleos (hombres) en la industria de la construcción en obras públicas o privadas, con salarios de entre 70 y 100 pesos diarios; esta es la actividad laboral mejor remunerada de la microrregión • Empleos y auto-empleos en los servicios (un pequeño hotel, múltiples arrendadoras de habitaciones ofrecidas en alquiler a los maestros foráneos, fondas y pequeños restaurantes, lavado y planchado de ropa, niñeras (que cuidan a los hijos de las maestras) y empleadas domésticas. Las mujeres que se emplean en estos servicios reciben un salario de entre 30 y 80 pesos diarios. • Empleados de mostrador en el poco desarrollado sector comercial (farmacia, ciber-cafés, papelería, cabina telefónica). En general, hay pocas opciones fuera de la agricultura • Jugosa emigración laboral sobre todo a la Ciudad de México y en mucho menor medida a los Estados Unidos San Bernardo (Alamos, Sonora) Distintas localidades del municipio Mazatlán Villa de Flores, Oaxaca (Cabecera, Aguacatitla, San Simón, El Progreso, El Corral) MAZATECA GUARIJÍO MAYO • Alquiler de tierras ejidales a empresarios agrícolas • Los ejidatarios, al rentar sus tierras, trabajan como jornaleros agrícolas • Cultivo de hortalizas en huertos familiares • Crianza de animales (cerdo, caballo, chivos y borregos) como parte de la economía de traspatio • Los empleos fuera de la agricultura son escasos y poco diversos (cinco empleos en la recolección de basura, otros jóvenes trabajan en la venta de tortillas) • Venta de cenas durante los fines de semana (mujeres) La Bocana (Etchojoa, Sonora) ...Continuación En el municipio existen: • Dos Primarias comunitarias indígenas • 16 Primarias indígenas federalizadas • 30 Primarias regulares federaliadas • 11 Telesecundarias • Una secundaria técnica industrial (en la cabecera) • Un bachillerato (en todo el municipio) en El Corral y un telebachillerato en la comunidad de La Igualeja. Ausentismo de profesores, sobre todo debido a los múltiples días en que tienen reuniones sindicales y obligaciones de marchas en Oaxaca y otras ciudades y pueblos de Oaxaca. • Tres escuelas primarias (dos de ellas con escaso alumnado); una de ellas con un solo profesor • En todo el municipio hay tres preescolares (ninguno de ellos en San Bernardo) y una única secundaria técnica (que tampoco se localiza en San Bernardo) por lo que esta microrregión está caracterizada por la muy escasa cobertura de servicios educativos. • Un preescolar • Escuela primaria • Una tele-secundaria • Los jóvenes que desean estudiar preparatoria han de ir a Huatabampo (donde hay un CONALEP y COBACH), a Etchojoa (COBACH), o a Basconcobe o Citivaro (donde existen CBTA) • Ausentismo de profesores • En todo el municipio hay ocho centros de salud de primer nivel, cuatro de ellos son UMR que dependen del IMSS-Oportunidades ubicadas en dos de las localidades estudiadas y en otras dos que no fueron parte del estudio. Los cuatro restantes dependen de la SSA y están localizados en la cabecera (uno de ellos) y en tres localidades más (que no fueron estudiadas). • Hospital de Campo IMSS-Oportunidades No. 43, ubicado en Huautla de Jiménez (a dos horas de la cabecera municipal de Mazatlán Villa de Flores) proporciona atención de segundo nivel • Casas de salud en cada una de las localidades del municipio atendidas por una auxiliar de salud cuyo servicio, en términos estrictos, no es efectivo. • Los habitantes de la microrregión buscan atención médica fuera del municipio, particularmente en la Ciudad de México, aprovechando contactos y recursos de los emigrantes laborales. • Un centro de salud (SSA) atendido por un pasante de medicina y dos enfermeras con experiencia (una de ellas con 29 años de servicio como enfermera; habla la lengua y funge como intérprete). El centro de salud cuenta con nebulizador e instrumental básico para consultas (estetoscopio, baumanómetro y material para la medición de azúcar en sangre). Abasto suficiente de medicamentos para problemas de hipertensión, colesterol, diabetes). El galeno usa su propio automóvil para surtir medicamentos. • La población se queja de ausentismo del médico y de actitudes prepotentes por parte de las enfermeras • Cuando los pacientes requieren servicios más especializados son referidos a Navojoa (atención de segundo nivel) • Centro de salud (SSA-Sonora) atendido por un pasante de medicina, una enfermera y una intendente cuyo pago no está cubierto por la SS sino por contribuciones de titulares de Oportunidades. • En la cabecera existe un Hospital General de la SSA-Sonora y una Unidad Médica Familiar del IMSS. Se observó que debido al escaso poder resolutivo de estas unidades, muchos habitantes de esta serranía buscan atención en Navojoa, Obregón y Hermosillo. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 161 Municipio Santiago Jamiltepec, Oaxaca Localidades: Santa Elena Comaltepec (mixteca) y El Charco Nduayoo (mestiza y afro-mestiza) MIXES, MAZATECOS, CHINANTECOS Municipio San Juan Cotzocón Localidades: Nuevo Cerro Mojarra y Jaltepec de Candayoc ...Continuación • Principales actividades: agricultura y ganadería • En Jaltepec, producción de café en pequeña escala y producción de cítricos; ambos cultivos para la venta. Cría y engorda de ganado vacuno (pocas familias realizan esta última actividad). • El sustento de la economía campesina es el cultivo de maíz y frijol para el consumo familiar, la recolección de frutas y la economía de traspatio sin fines de comercialización. • En Mojarra, además de las actividades anteriores, la producción de limón es a mayor escala y existe una empacadora de limón que da empleo temporal a jóvenes y adultos, hombres y mujeres. El limón que ahí se empaca es de exportación. También existe producción de sandía y producción de naranjas. • A diferencia de Jaltepec, la ganadería lechera en Cerro Mojarra es la segunda fuente de ingreso de las familias de la localidad. Venden la leche a la compañía Nestlé (cuatro pesos por litro). • En ambas localidades, el comercio local (abarrotes, farmacia y caseta telefónica) ofrecen empleo limitado. • Empleos temporales como jornaleros agrícolas (hombres) y las mujeres se emplean como empleadas domésticas en casas de profesores. • La emigración con fines laborales es importante, sobre todo a Monterrey, Oaxaca, Cancún, Distrito Federal, Mérida, y hacia destinos en los Estados Unidos (Illinois, Indiana, Wisconsin, Virginia y en menor medida Nueva York), desde Jaltepec en donde al menos un miembro de cada hogar ha emigrado. Desde Cerro Mojarra hay flujos nutridos de emigrantes a los Estados Unidos, especialmente a Indianápolis. • Producción agrícola y ganadera (en pequeña escala), de autoconsumo. Maíz, frijol y pasto para el ganado son los cultivos más importantes. • Trabajo asalariado como jornaleros agrícolas (tanto hombres como mujeres) especialmente en las plantaciones de frutos tropicales (papaya) y de ajonjolí y limón. Los jornales varían entre 100 y 120 pesos diarios. • En El Charco Nduayoo, además de las actividades anteriores, también se dedican a la pesca. • En ambas localidades: cría de animales de traspatio (cerdos y aves de corral). • La participación de los niños en el trabajo asalariado y de subsistencia ha disminuido notablemente a raíz de la crisis de plantaciones agrícolas-a partir del Huracán Paulina- y de la insistencia del Programa Oportunidades (y la influencia de las becas en la permanencia en la escuela). • Emigración laboral, nacional e internacional, es un fenómeno muy familiar para los habitantes de este municipio. Desde Comaltepec se van principalmente a Oaxaca, Acapulco y Distrito Federal. Las mujeres se emplean en el servicio doméstico con ingresos bajos y remesas poco significativas. Desde El Charco Nduayoo se van sobre todo a Guerrero, Pinotepa Nacional pero, sobre todo, a Estados Unidos. Los hombres que emigran al vecino país se emplean en la jardinería, construcción y en restaurantes como lavaplatos y asistentes de cocina. Las mujeres, quienes también participan de la emigración internacional, se emplean en fábricas y como niñeras. Las remesas en El Charco son muy significativas en las economías familiares. Los jóvenes de ambas localidades que quieren estudiar la EMS deben trasladarse a la cabecera municipal en donde existen dos tipos de bachillerato: bachillerato tecnológico (CECYTE) y una preparatoria por cooperación llamada “Preparatoria Martin Luther King”. También en la cabecera hay dos secundarias técnicas que representan una mejor opción que las secundarias que existen en las localidades pero pocas familias están dispuestas o tienen los medios para afrontar los costos de transporte cuando los jóvenes están en ese nivel escolar. Los estudiantes de EMS no tienen opciones locales y deben destinar 20 pesos diarios para trasladarse entre sus domicilios y la cabecera (y de regreso). • En la cabecera se encuentra la Universidad Pedagógica Nacional • En Pinotepa Nacional (a 40 minutos en automóvil) un centro universitario privado y algunas opciones de estudios técnicos y comerciales por las que algunos jóvenes de El Charco Nduayoo optan. • Para estudiar en la Universidad Pública los jóvenes deben ir a la ciudad de Oaxaca, a 10 horas de ambas localidades, y ello depende de la existencia de redes familiares para proveer hospedaje, o de recursos y/o becas para sufragar los gastos. El Charco Nduayoo: • Preescolar • Escuela de educación inicial • Escuela primaria pública federal (educación formal) • Módulo de la Secundaria Técnica de San José Río Verde instalado hace tres años. Comaltepec: • Casa de salud (desmantelada y desprovista de medicamentos y materiales de curación) atendida por una Auxiliar de salud que sólo sabe administrar analgésicos y carece de la más básica capacitación. Comaltepec: • Preescolar • Escuela de educación inicial • Escuela primaria bilingüe (creada hace 30 años) • Secundaria técnica Los profesores dejan de dar clases con frecuencia debido a sus obligaciones sindicales En ambas localidades: • La población es atendida en el Hospital Rural IMSS-Oportunidades (No. 45) que ofrece atención de primer y segundo nivel y, en caso de requerir atención más especializada, los pacientes son referidos a establecimientos de salud en Pinotepa Nacional. Se observó saturación y sobrecarga de trabajo. Los pacientes tienen que esperar largas horas para ser atendidos. • A ambas localidades va la Unidad Móvil de salud que teóricamente ofrece varios servicios médicos (odontología, nutrición y salud reproductiva) pero que en la práctica son visitas de supervisión de tareas comunitarias de saneamiento y, también, las tareas implicadas en la instrumentación de los talleres o pláticas de salud. • En la cabecera hay dos clínicas particulares y varios consultorios privados de médicos generales que ofrecen sus servicios a la población de todo el municipio (la cual acude a estos consultorios ante la falta de resolución de muchos padecimientos en el hospital). Actitudes de discriminación y malos tratos hacia los usuarios. El Charco Nduayoo: • Casa de salud con mejor abasto de medicamentos y atendida por una Auxiliar de salud que sí cuenta con capacitación y experiencia. En Jaltepec: • Unidad de salud con núcleo básico (SSA) a cargo de una médico titulada sin ningún auxiliar de enfermería. Equipo humano y material insuficiente. Abasto de medicamentos insuficiente (las personas entrevistadas tienen que comprar los medicamentos en farmacias privadas). En Cerro Mojarra: • No cuena sino con una casa de salud atendida por una asistente rural. Los pobladores han de acudir a: • Clínica de San Felipe Zihualtepec (atención básica) atendida por un médico titulado y una enfermera y en caso de atención más especializada son referidos al Hospital General de María Lombardo de Caso (al igual que los pobladores de Jaltepec). El hospital se encuentra a aproximadamente 10 minutos en transporte privado (taxi, automóvil) pero el transporte público no es eficiente y el recorrido puede durar hasta una hora y media. En Jaltepec: • Preescolar • Primaria • Secundaria • Bachillerato Integral Comunitario (coordinado por el Colegio Superior para la Educación Integral y el Instituto Estatal de la Educación Pública de Oaxaca) con estudiantes de Jaltepec (92%) y localidades circunvecinas (8%) • Albergue comunitario (CDI) • Universidad Indígena Interculural que ofrece dos licenciaturas (Administración y desarrollo sustentable y Comunicación para el desarrollo social), ambas con duración de ocho semestres. Cuenta con 47 alumnos de distintos lugares de la región. Este plantel cuenta con el apoyo del Sistema Jesuita Universitario. 162 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 • Agricultura de subsistencia en tierras ejidales. • No hay fuentes de empleos remunerados fuera de la emigración • Flujos nutridos de emigrantes laborales a los Estados Unidos, principalmente a Florida, y más recientemente a destinos nacionales como Playa del Carmen y Cancún (en Quintana Roo). En Estados Unidos trabajan en la agricultura como jornaleros, y en Quintana Roo en el sector de la construcción y en los servicios. • En localidades rurales mestizas próximas a la cabecera municipal y a Comitán existen algunas opciones de empleo remunerado en talleres mecánicos y tiendas departamentales. • Agricultura de subsistencia (producción de maíz) pero de peor calidad por las condiciones del suelo y del clima. • Producción de café para la venta • Emigración laboral regional a Cancún (Quintana Roo), Campeche, Tabasco y Yucatán, donde los hombres se emplean en la construcción o en servicios ligados al turismo. Municipio Las Margaritas, Chiapas Localidades: Saltillo (indígena tojolabal) y Bello Paisaje (mestiza) Municipio de Tumbalá Localidades: Alvaro Obregón Loma, Alvaro Obregón Planada, El Porvenir y Emiliano Zapata, todas indígenas CHOL TOJOLABAL TOTZIL • Agricultura de subsistencia • Comercio en pequeño de frutas, hortalizas y borregos (la cabecera municipal es un importante centro proveedor de servicios dinamizado por el turismo y la concentración de población por lo que las localidades, muy próximas a la cabecera, encuentran ahí opciones de empleo en la albañilería, hoteles y restaurantes, empleos de mostrador en tiendas o como empleados domésticos. También en la cabecera realizan la mayor parte de sus transacciones comerciales). • Muy escasa emigración a Estados Unidos. Municipio de San Cristóbal de las Casas, Chiapas El Aguaje, Corazón de María Y San Isidro ...Continuación • Escuela primaria bilingüe en Zapata • En Alvaro Obregón Planada (mejor comunicada con la cabecera) hay primaria, secundaria y preparatoria Bello Paisaje: • Escuela primaria rural federal unitaria (no cuentan con secundaria: las familias mestizas de esta localidad envían a sus hijos a la secundaria de Las Margaritas, mejor vista por ser un poblado mayoritariamente mestizo; algunos se inscriben en la secundaria de Saltillo pero tienen que pagar 100 pesos de inscripción, pago del que están exentos los habitantes de Saltillo). Saltillo: • Escuela primaria bilingüe • Secundaria Técnica (a la que acuden también estudiantes de la localidad mestiza, Bello Paisaje) • Mayor cobertura de servicios educativos que en las microrregiones del norte del país, lo que ha propiciado el número elevado de mujeres en los planteles educativos. • Primarias • Secundarias en las localidades indígenas, mientras que en la localidad mestiza sólo hay escuela primaria (atendida por un solo maestro). Los jóvenes mestizos deben ir a la telesecundaria de Corazón de María. • En El Porvenir, Clínica IMSS que atiende también a la población de Alvaro Obregón. Desabasto de medicamentos y no hay doctor. Por ello, los habitantes prefieren ir a Tumbalá para recibir atención médica privada (el personal de la clínica de la cabecera se niega a atender a la gente de Obregón por estar éstas fuera de su jurisdicción). • En Emiliano Zapata hay un centro de salud del IMSS-Oportunidades sin médico, atendido sólo por un enfermero y una auxiliar de enfermería quien realiza su servicio social. Bello Paisaje carece de centro de salud y sus habitantes son derechohabientes de la clínica del IMSS-Oportunidades de Saltillo aunque en casos de emergencias médicas prefieren ir a la cabecera municipal (Las Margaritas) o a la ciudad de Comitán. Saltillo: • Clínica del IMSS-Oportunidades (fundada en 1991) En El Aguaje (localidad totzil): • Centro de salud (SSA) con mejor equipo que el que existe en la casa de salud de la localidad mestiza; cuenta con mesa de exploraciones ginecológicas y báscula. En San Isidro (localidad mestiza): • Casa de salud que es una covacha de tablas destinada al almacenamiento de materiales; se usa para consultas cada 10 o 15 días y las exploraciones ginecológicas se realizan en la escuela primaria. Corazón de María: es zona sanitaria Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 163 164 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 En contextos caracterizados por una agricultura de subsistencia crítica, los apoyos de Oportunidades y el trabajo asalariado (como jornaleros agrícolas o mediante empleos urbanos dentro o fuera del país) constituyen los pilares de la sobrevivencia de los pobres rurales, indígenas y mestizos. Los jóvenes más escolarizados en todas las microrregiones estudiadas, pero sobre todo en Chiapas y en Oaxaca, son los que se suman a las huestes de migrantes laborales. Los jóvenes –tanto ex becarios como nunca beneficiarios– que no lograron alargar sus trayectorias educativas son los que se encuentran con más frecuencia en sus pueblos y rancherías. De hecho, el seguimiento etnográfico que el equipo de investigación de Oaxaca realizó a todos los ex becarios (según el padrón de Oportunidades) de las dos localidades estudiadas en el municipio de Santiago Jamiltepec (Santa Elena Comaltepec y El Charco Nduayoo) mostró que los más escolarizados son los que se van a vivir y trabajar a los Estados Unidos, les siguen los que emigran a las ciudades al interior del país (Oaxaca, ciudad de México, Monterrey) y los menos escolarizados –los que truncaron sus trayectorias educativas durante la primaria o en los primeros años de la secundaria– son los que se quedan a residir y trabajar en sus lugares de origen.5 En cuanto a los servicios, el listado de planteles educativos y de centros de atención a la salud brinda una imagen de relativa cobertura. Algunas microrregiones están más desprovistas de servicios que otras, como es el caso de la región pima en el territorio fronterizo entre Chihuahua y Sonora. Pero en las demás, existe una cobertura de servicios relativamente adecuada. Los habitantes de las doce microrregiones de los cuatro estados del país tienen, efectivamente, acceso a escuelas de todos los niveles básicos (desde preescolar hasta secundaria) y a planteles de Educación Media Superior en las cabeceras municipales y otros pueblos relativamente grandes. Además, estas microrregiones están dentro de los anillos de cobertura de clínicas de primer nivel y, de modo similar a lo que sucede con las preparatorias en el caso de la educación, existen hospitales de segundo nivel en pequeñas ciudades, esas no tan cercanas como los pueblos donde hay planteles de EMS.* Ello no quiere decir, sin embargo, que dichos servicios sean de calidad. Los documentos analíticos de cada estudio etnográfico han mostrado los problemas que merman la calidad de la atención: infraestructura insuficiente y en mal estado, carencia de personal, inasistencia de médicos y maestros, materiales limitados tanto en los planteles educativos como en las clínicas y centros de salud. Se encontraron graves deficiencias en todas las microrregiones estudiadas respecto de la calidad en la provisión de estos servicios. Aunque es posible distinguir algunos casos de clínicas y escuelas que se desvían del patrón, las etnografías muestran un panorama generalizado de marcadas carencias y fallas en la calidad.4-7 Hay muchas localidades, especialmente en la Tarahumara y en la microrregión pima, que no cuentan ni con escuelas ni con centros de atención a la salud. Como es sabido, tener acceso a servicios de salud y educación es un requisito para ser incorporado al Programa Oportunidades para que los beneficiarios puedan cumplir con las corresponsabilidades. Por eso el trabajo de campo se realizó en localidades con estas características y no en regiones mucho más apartadas en donde no hay ni escuelas ni clínicas a muchos kilómetros a la redonda. Pero incluso en las localidades con el privilegio de tener escuelas o centros de atención a la salud, la cobertura de los servicios no garantiza que las necesidades de educación y de cuidados médicos estén siendo atendidas.‡ En esta y en otras evaluaciones se ha visto que el mayor impacto del Programa Oportunidades (respecto de los logros educativos de los niños y jóvenes, por lo menos, pero también respecto de los ingresos de los hogares, las capacidades para mejorar la vivienda y otras modificaciones en las condiciones del bienestar) se da en escenarios domésticos en donde confluyen factores ventajosos: capacidad de los padres y madres de generar ingresos a los que se suman los apoyos monetarios del Programa, salud de los miembros del hogar o ausencia de enfermedad en los proveedores económicos y en los propios niños y jóvenes, remesas de miembros que han emigrado, corta distancia a los centros de provisión de los servicios educativos y de salud, entre otros. A esos contextos domésticos se les ha denominado escenarios de acumulación de ventajas, en los que la salud constituye un requisito indispensable para poder trabajar y estudiar. En cambio, se ha documentado que los episodios de enfermedad merman las economías *Ya hemos dicho que Norogachi y Samachique, en la Tarahumara, constituyen casos atípicos por la presencia de hospitales privados dotados con excelente infraestructura y personal especializado, en donde además hay personal que habla rarámuri, lo que influye positivamente en la relación con los pacientes. ‡ Los documentos técnicos de salud y educación ofrecen análisis y reflexiones sobre la calidad de los servicios.13,14 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención familiares por los gastos en los que se incurre en los procesos de búsqueda de atención privada (ante la escasa resolución de las clínicas y los centros de salud públicos) y porque frecuentemente incapacitan a los individuos para el trabajo.2,12,13 Por ello, es pertinente plantear que los escenarios de acumulación de ventajas incluyen factores extradomésticos (además de otros de naturaleza doméstica y familiar) entre los que aparece la capacidad de resolución de los centros de atención a la salud y la existencia de escuelas que brinden servicios de calidad, cultural y lingüísticamente pertinentes.* Impacto del Programa Oportunidades En este apartado se ofrece un panorama general de los niveles de escolaridad alcanzados así como de los empleos y ocupaciones en las microrregiones estudiadas. Se analizan las ocupaciones, la inserción laboral y la edad de las ex becarias al momento de tener su primer hijo y sus contrapartes no beneficiarios (hermanos que no contaron con los apoyos del Programa o hijos de los hogares no beneficiarios). Las preguntas que guiaron el análisis son: ¿la exposición prolongada de los hijos de los hogares incoporados tempranamente al Programa cambia las opciones de los jóvenes en términos de su desempeño ocupacional, o forzosamente se mantienen en las ocupaciones tradicionales (jornaleros agrícolas, campesinos)? Si bien no se analiza el acto de elegir entre una ocupación u otra, se considera que si los jóvenes incursionan en ocupaciones distintas a las que son comúnmente desempeñadas por los hombres y mujeres de la localidad que no estuvieron expuestos al Programa Oportunidades, podemos hablar de una ampliación de las opciones ocupacionales. ¿Son sus uniones más tardías que las de sus pares no beneficiarios y las de sus padres? Se esperaría encontrar, de acuerdo a las hipótesis formuladas al inicio de la investigación y con base en los análisis realizados hasta el momento a nivel regional (en los documentos analíticos de los estudios etnográficos en Chiapas, Chihuahua, Oaxaca y Sonora) y con el aquí realizado, que el Programa Oportunidades ha contribuido a prolongar las trayectorias educativas, ha coadyuvado a la postergación de la inserción de los ex becarios al mercado laboral y de la primera unión y el primer embarazo. Se espera contar con evidencias para afirmar, además, que los jóvenes no expuestos a Oportunidades tienden a replicar el patrón tradicional y que el impacto del Programa es menor entre la población indígena. Con base en la descripción de las estructuras de Oportunidades podemos esperar que, debido a las escasas opciones económicas locales, los ex becarios del Programa Oportunidades –pero también muchos que nunca recibieron dichos apoyos– buscan alternativas de empleo fuera de sus localidades, en ciudades al interior de los estados o en otras regiones del país o de los Estados Unidos. Interesa conocer y entender los factores que obstaculizan el impacto en estas tres dimensiones de la vida de los ex becarios: la educativa, la laboral y la de fecundidad o creación de nuevos hogares. Como hipótesis, la evaluación cualitativa planteó que los hogares consolidados y envejecidos, en donde existen problemas de salud importantes (diabetes, hipertensión y otras enfermedades crónico-degenerativas) son escenarios que conducen (en mayor medida que otros arreglos domésticos) a la participación de niños y jóvenes en la economía del hogar (labores domésticas y trabajo agrícola) lo que repercute en la interrupción de las trayectorias escolares de los menores. También se consideró que las redes sociales son un importante factor que determina las mayores posibilidades de escolarización e inserción laboral de las que disponen los jóvenes cuyos hogares de origen fueron incorporados al Programa Oportunidades en 1998 (ayuda de parientes y amigos, posibilidades locales de trabajo asalariado o contactos para emigrar, presencia de escuelas más allá del nivel primaria o cercanía a centros urbanos donde existan dichas escuelas). Más aún, se planteó * Quizás sea aventurado y hasta arriesgado citar aquí el caso contrastante de los jóvenes de Norogachi y Samachique, por un lado, y los de la microrregión pima en Yapachi-Maycoba, por el otro. Los primeros son más exitosos respecto de sus niveles educativos (hay universitarios y de nivel preparatoria). Es decir, los casos “exitosos” provienen de las localidades del municipio de Guachochi, que son hasta cierto punto atípicas por contar con sendos hospitales privados, mejor adaptados a las condiciones locales (culturales, lingüísticas) que las UMR y otros centros públicos de atención a la salud, que cuentan con una mejor infraestructura, personal más capacitado (con médicos especialistas, técnicos de laboratorio y de rayos X) y atención durante las 24 horas, los 365 días del año. En cambio, en la microrregión pima –en donde los centros de salud no cuentan con médico y carecen de abasto suficiente y pertinente de medicamentos– no se encontraron jóvenes de este perfil. Sin llegar a plantear que hay una relación directa y unidireccional, se puede afirmar que vivir en una localidad en donde existen servicios de salud con capacidad de resolución influye en el bienestar de los individuos y en la capacidad de las familias para destinar recursos a la educación formal de los hijos. 165 166 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 que la disponibilidad de recursos propios (ingresos por trabajo asalariado o por remesas de parientes emigrados, existencia de cultivos y ganado, etc.) posibilita el mantenimiento de los jóvenes en la educación secundaria y media superior incluso después de la retirada de apoyos en aquellos hogares dados de baja del Programa Oportunidades. Impacto en educación El análisis muestra impacto muy notable en la escolaridad de los individuos –en la generación de hijos– expuestos al Programa Oportunidades en calidad de becarios.* Por otra parte, es sorprendente (por contrariar las hipótesis) que el mayor incremento se ha dado entre los indígenas. Más aún, las hijas indígenas son las que muestran el mayor impacto (trayectorias escolares más largas y niveles de escolaridad más altos). Todo esto significa que el mayor impacto en términos de la ampliación de la brecha generacional se da entre los indígenas y dicho impacto es aún mayor entre las madres y las hijas. Todo esto quiere decir que el Programa Oportunidades ha contribuido a disminuir la desigualdad de género y la desigualdad étnica, respecto a la escolaridad. Obsérvense, en primer lugar, los niveles de escolaridad alcanzados por los hijos de ambos sexos comparados con los de sus padres y madres (cuadro 6). Cuadro 6 Diferencial de escolaridad Niveles y años de escolaridad en las dos generaciones: beneficiarios y no beneficiarios Beneficiarios No beneficiarios Padres (ambos sexos) Generaciones 4.35 (193) 4.12 (121) Hijos (ambos sexos) 9.58 (256) 7.34 (192) 8.0 (18) 7.73 (11) Otros (adoptivos y otros miembros de la generación hijos) El análisis de la muestra analítica amplia que incluye las doce microrregiones, centrado en la cohorte de mayor impacto potencial del Programa Oportunidades muestra que: En las comunidades más rurales, marginadas y con fuerte presencia indígena del país que cuentan con escuela primaria y algún tipo de acceso a clínicas de salud, la movilidad escolar ascendente (el incremento en años de escolaridad que muestra la generación de los hijos respecto de sus padres), sin programas de transferencias, es de 3 años en una generación. Esto excluye, naturalmente, a las comunidades donde no existe tal acceso, y a las comunidades menos rurales y urbanas, donde estos servicios existen desde hace muchos años y los niveles escolares de los padres ya eran superiores.‡ Al poner en operación el Programa Oportunidades en esas comunidades rurales marginadas, se incrementó la movilidad escolar intergeneracional en dos años más. Es decir, se pasó de un avance de tres años a otro de cinco años. Este resultado subestima el impacto escolar final del Programa Oportunidades porque una fracción importante de los ex becarios aún estudia, y sus logros escolares serán mayores en promedio (véase infra). Una fracción no despreciable de los ex becarios (8.29%) cursa actualmente estudios universitarios (antropología, ingenierías, derecho, odontología, entre otras carreras). Esta evaluación, sin embargo, se propuso analizar este impacto en hombres y mujeres y en grupos indígenas y no indígenas, para especificar si el impacto es diferencial, y cuáles son los factores y mecanismos, programáticos y de servicios, que inciden en el resultado. El cuadro 7 avanza un paso en esta dirección, y se refiere a los niveles escolares de padres e hijos según género. * Se trata de años de escolaridad cursados (completados). ‡ Las escuelas primarias en las regiones oaxaqueñas y chiapanecas fueron creadas hace por lo menos treinta años (durante la década de los setenta) y las secundarias y preparatorias son de más reciente creación (especialmente las segundas; de hecho, el nivel en el que se puede hablar propiamente de subcobertura es el bachillerato o preparatoria). En las ciudades y pueblos grandes la presencia de escuelas primarias, secundarias y preparatorias es mucho más añeja. 167 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Cuadro 7 Escolaridad por sexo Niveles de escolaridad por sexo: padres e hijos, beneficiarios y no beneficiarios Beneficiarios No beneficiarios Padres Generación 4.45 (94) 4.04 (49) Madres 4.26 (99) 4.17 (72) Hijos 9.78 (128) 7.38 (96) Hijas 9.40 (127) 7.31 (96) El avance promedio de la escolaridad, según este cuadro, es prácticamente el mismo entre hombres y mujeres. En otras palabras, si no se controla por etnicidad, el impacto entre hombres y mujeres es el mismo. Sin embargo, como puede observarse en el cuadro 8, los padres indígenas muestran un nivel escolar claramente inferior al de los mestizos* o no indígenas. Escolaridad por etnicidad: Brecha étnica en la generación de padres y madres Padres Padres Madres Madres indígenas Mestizos indígenas Mestizas Beneficiarios 3.77 (60) 5.67 (34) 3.39 (56) 5.40 (43) No beneficiarios 3.51 (35) 5.36 (14) 3.84 (43) 4.67 (29) La brecha étnica disminuye entre los hombres de la generación de los hijos que han estado expuestos al Programa Oportunidades. Es decir, mientras que en la generación de los padres hay una diferencia de casi dos años de escolaridad a favor de los varones mestizos, y de casi año y medio a favor de las madres mestizas cuando se les compara con los varones y mujeres indígenas respectivamente, en la generación de los hijos dicha brecha se ha cerrado –en el caso de los hijos beneficiarios– para alcanzar sólo 0.41 años a favor de los mestizos y, al mismo tiempo, se mantiene firme entre los hijos no expuestos al Programa (2.26 años a favor de los mestizos varones en la categoría de no beneficiarios, lo que significa que la brecha étnica, de hecho, ha aumentado entre la población masculina no beneficiaria). En el caso de las mujeres de la generación de hijos la brecha étnica se invierte a favor de las indígenas cuando éstas han estado expuestas a Oportunidades: 0.82 años a favor de las indígenas, mientras que la brecha étnica se mantiene firme entre las hijas que no han recibido los apoyos del Programa (aunque ligeramente menor que en la generación de las madres) con una diferencia de 1.68 años a favor de las mestizas (cuadro 9). Respecto de la brecha de género en la generación de los hijos que han estado expuestos al Programa, es posible afirmar que ésta se ha invertido en favor de las mujeres indígenas con una diferencia ligera, pero existente, mientras que sigue siendo notable en el caso de los mestizos. Entre la población no expuesta al Programa de esta generación es significativo que la brecha tradicional de género (a favor de los hombres) también se invierte ligeramente entre los indígenas y disminuye notablemente entre los mestizos. Como afirmó una mujer titular mestiza de San Bernardo (Alamos, Sonora), madre de una joven bachiller, “hay muchos hombres que dicen que ora sí no va a haber viejas pa’ la casa porque a todas las chamacas les da por ponerse en la escuela, dicen que por el dinero que les dan y que por eso ellos tienen que sacar más lana, porque si no, no los van a querer las muchachas. Yo digo que está bien que les den, ahora hay muchas mujercitas estudiando… antes no iban no porque no quisieran sino porque no querían ponerlas en la escuela los papás, les decían, pa’ qué si te vas a casar, mejor métete a la cocina de una vez”.‡ * Aunque existen variaciones, la palabra “mestizo” se usa en México para referirse a la población no indígena de zonas indígenas. Se usa en este sentido en este texto. ‡ Estudio de caso de hogar mestizo no beneficiario, San Bernardo (Alamos, Sonora), zona guarijía, realizado por María del Carmen Bojórquez. Cuadro 8 Escolaridad por etnicidad 168 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Cuadro 9 Disminución de la brecha étnica Escolaridad por etnicidad: Desaparición de brecha étnica en generación de hijos en hogares beneficiarios del Programa Oportunidades Hijos Hijos Hijas Hijas Indígenas Mestizos Indígenas Mestizas Beneficiarios 9.63 (80) 10.04 (48) 9.73 (75) 8.91 (52) No beneficiarios 6.48 (58) 8.74 (38) 6.82 (68) 8.50 (28) Al hablar aquí de niveles de escolaridad y de logros educativos, se habla de años y niveles cursados. Ello no significa, necesariamente, que los individuos –becarios, ex becarios o nunca beneficiarios– de hecho hayan acumulado conocimientos como parte de un proceso de aprendizaje y construcción de capital humano. Agudo14 ha mostrado que aunque el Programa Oportunidades reduce la brecha étnica en lo que respecta a asistencia y permanencia en la escuela (que se traduce en la reducción y en algunos casos inversión de la brecha en niveles de escolaridad), las diferencias entre los centros de educación se mantienen. Así, las primarias unitarias y bilingües rurales y las telesecundarias están caracterizadas por mayores y más graves deficiencias (respecto de la infraestructura, calidad de la enseñanza, ausentismo de los maestros) que las primarias no bilingües y las secundarias técnicas ubicadas en cabeceras municipales o pueblos de mayor tamaño. El resultado del análisis llevó al autor del Documento técnico de educación a afirmar que el incumplimiento de los programas de estudio y de obligaciones y funciones en las escuelas resta posibilidades de impacto al Programa Oportunidades en su tarea de construcción de capacidades mediante la prolongación de las trayectorias escolares.14 Es claro que esta panorámica del impacto en la escolaridad de los becarios de larga exposición al Programa Oportunidades en realidad está conformada por mosaicos distintos. No sólo los estados son distintos sino las microrregiones al interior de dichos estados también lo son. Los mayores logros en escolaridad –incluyendo el cierre de la brecha étnica y de género– se dan en Oaxaca y en Chiapas, en donde existe mayor y mejor cobertura del Programa y se trata de contextos con una cobertura también alta de servicios educativos. Contar con escuelas de nivel secundaria y bachillerato en la localidad en que se habita es un factor extremadamente importante para el alargamiento de las trayectorias educativas. Las gráficas realizadas con información del padrón de ex becarios de los municipios que se estudiaron en Oaxaca que corresponden a distintas cohortes de exposición (que iniciaron su carrera de becarios en distintos años y grados escolares) exponen con claridad que los jóvenes de ambos sexos de Jaltepec de Candayoc (región mixe), pero en especial las mujeres, alcanzan niveles de escolaridad más altos en calidad de becarios, algo que no sucede en la misma medida en las otras localidades del mismo y de otros municipios (anexo C). Hay que recordar que Jaltepec es un caso especial en donde, sin siquiera ser cabecera municipal, existen servicios educativos desde preescolar hasta el nivel universitario (el Centro de Estudios Ayuuk de la Universidad Indígena Intercultural que depende del CEA-UIA en donde el Sistema de Universidades Jesuitas participa de manera directa). Con mayor moderación pero en la misma línea, Norogachi y Samachique, en el municipio de Guachochi en la Tarahumara, cuentan con planteles escolares desde preescolar hasta bachillerato, lo que ha influido en el hecho de que gran parte de los jóvenes rarámuri que estudian actualmente una carrera universitaria provienen de esa zona. En cambio, la microrregión pima, mucho más desprovista de servicios educativos (y de salud) es el escenario chihuahuense en donde, de los tres estudiados, las trayectorias escolares son más cortas. También en Sonora se encontraron relativamente altas proporciones de indígenas universitarios, la mayoría de la microrregión mayo y la guarijía, en cuyos casos cursaron la preparatoria fuera de la localidad pero dentro de la microrregión y emigraron a las ciudades de Hermosillo o Ciudad Obregón para ingresar a la universidad. Es verdad que no todos estos jóvenes logran terminar sus estudios universitarios. Martín, un joven ex becario yaqui habitante de Huirivis, por ejemplo, terminó la preparatoria y se fue a Ciudad Obregón a estudiar la licenciatura en biología. Sin embargo, sólo estudió un semestre y dejó los estudios para ponerse a trabajar pues “se le hizo muy pesado porque le quedaba lejos y le dio lástima su mamá porque ella era la única que sostenía la casa; prefirió trabajar para ayudar a su mamá”. El transporte entre Huirivis y la escuela le costaba cincuenta pesos diarios. Los casos de niños y jóvenes que se ven forzados a truncar sus trayectorias escolares, que en realidad siguen siendo la gran mayoría, ayudan a entender los factores que están asociados a la interrupción de la trayectoria escolar y a la repetición Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención del patrón conformado por deserción, baja escolaridad y ocupación precoz en actividades tradicionales que es parte de la transmisión intergeneracional de la pobreza. El caso de Emilio, un joven de un pueblo mazateco, ilumina algunos factores que explican este proceso. Emilio, a sus 19 años, becario durante casi cuatro años del Programa Oportunidades (desde que cursaba el cuarto de primaria en 1999, uno de los sujetos potenciales de larga exposición), desertó de la escuela cuando cursaba el primer año de secundaria. Desde los ocho años participa en el trabajo agrícola como jornalero pues su familia nunca tuvo tierra propia. Es el penúltimo hijo de un matrimonio, sin embargo no ha probado las mieles de no ser el primogénito. Como único varón que quedó después de la muerte prematura de su hermano (cuya enfermedad nunca fue esclarecida por los médicos locales) y la de su padre alcohólico, ha tenido que asumir responsabilidades económicas con lo único que tiene, su fuerza de trabajo que vende “en lo que caiga”, a veces como jornalero agrícola en la pizca de café, a veces como peón de construcción en alguna obra pública de su ranchería o de los pueblos circundantes. En este caso confluyen varios factores: la ausencia de activos productivos, el alcoholismo y muerte prematura del padre, el alcoholismo de la madre, quien labora sobria o ebria en la pizca de café a cambio de 80 pesos por día de trabajo, el monolingüismo y analfabetismo de la madre a la que incapacitaron para recuperar la beca perdida de una hija a pesar de que continuaba estudiando y, por último, el desencanto que Emilio experimentó en la escuela de la que salió por voluntad propia. Resulta interesante, sin embargo, que las hermanas de Emilio, quienes provienen del mismo escenario y aunque una de ellas también perdió la beca al terminar la secundaria (que nunca pudieron recuperar), lograron mantenerse en la escuela y salir de este escenario de acumulación de desventajas. Una de ellas, la mayor, terminó la EMS en la ciudad de México con la ayuda de un tío (apoyo económico y fuente de contactos), lugar en el que aún reside y donde trabaja como supervisora de calidad en un taller de costura en donde tiene Seguro Social y prestaciones de ley, gracias a lo cual pidió un préstamo para comprar la casa en la que vive con su novio en Chimalhuacán. La otra, que es la menor de todos los hermanos de esta familia, es becaria, estudia primero de secundaria y al menos en sus planes está estudiar el bachillerato para conseguir un empleo en una ciudad. Son las mujeres, mucho más que los hombres, las que parecen aprovechar más los apoyos y oportunidades para experimentar cambios en su condición y al menos en este caso el género –con la ayuda material y afectiva de un tío– mitiga las desventajas o el efecto de la primogenitura. Aunque el género incide aún claramente sobre la importancia que los padres otorgan a la escolaridad (y sobre los permisos que dan a sus hijas para estudiar secundaria o preparatoria), porque la adolescencia –al término de la escuela primaria– se asocia con riesgo (que se acentúa cuando la escuela no está en la localidad), a favor de las mujeres está el hecho de que las hijas adolescentes son menos valiosas como trabajadoras para su familia. Por ello, la presencia de los planteles educativos en la localidad (o a una distancia razonable) conduce a una mayor presencia de las niñas y jóvenes en la escuela y a una menor presencia de varones. Estos sí son vistos como valiosos proveedores económicos desde temprana edad (la inserción de los varones al trabajo puede suceder desde los 13 años, y es un hecho que la gran mayoría ya desempeñan actividades económicas iguales a las de los adultos) porque ya reciben el pago de un jornalero adulto. Lo único más o menos equivalente en el caso de las niñas es el trabajo como empleadas domésticas, pero es mucho menos frecuente. Las mujeres, a partir de la secundaria, parecen recuperar el terreno perdido en su propio corte adolescencia-secundaria cuando logran superar los obstáculos al nivel doméstico (la idea de riesgo que los padres quieren evitar). La revisión de los estudios de caso de los cuatro escenarios de investigación permite afirmar, con bastante certeza, que existe un conjunto de factores que explican los logros educativos: 1) ser beneficiario (contar con la beca de Oportunidades); 2) presencia de escuelas en la localidad; 3) ser ultimogénito o de la camada de ultimogénitos del hogar; 4) ausencia de enfermedad en el hogar; 5) capacidad de los padres para fungir como proveedores económicos (la muerte del padre o principal proveedor es un factor en contra); 6) existencia de activos y recursos en el hogar que faciliten el pago de los costos de la educación (transporte, fotocopias, renta de equipo de cómputo, etc.); 7) contar con redes sociales (parientes que apoyan económicamente y con información sobre planteles educativos en otras localidades incluidas las ciudades y brindan alojamiento) y, 8) ser mujer. La diferencia entre los primogénitos y los ultimogénitos encontrada en otras investigaciones sigue vigente. Los primogénitos, desde muy temprano en su historia vital, tienen que asumir responsabilidades económicas (más aún si la familia aún no ha sido incorporada al Programa). Los mayores no alcanzan los niveles escolares que alcanzan los más jóvenes. Ante situaciones de enfermedad de los padres, especialmente cuando la enfermedad incapacita para el trabajo, las becas otorgadas por Oportunidades no consiguen mantener a los hijos en la escuela ante la pérdida del principal proveedor. 169 170 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Impacto en fecundidad El Programa Oportunidades se propone postergar las uniones de estos jóvenes como parte de un cambio en los patrones reproductivos que reduzca la fecundidad, alargue las carreras escolares y elimine la visión de los hijos como fuerza de trabajo desde la infancia. No se puede hablar fácilmente del cambio en el promedio de edad a la que las mujeres tienen su primer hijo porque la mayoría de las hijas (que actualmente tienen entre 15 y 25 años) no ha sido aún madre. Sin embargo, el análisis muestra que una fracción importante (26.3%) de las hijas indígenas ex becarias ya tuvo su primer hijo, pero la proporción de aquellas –igualmente indígenas beneficiarias– que todavía no han tenido hijos es mayor (73.7%). Entre las indígenas no beneficiarias, en cambio, el porcentaje de las que ya son madres es mayor (32.4%) que el de las beneficiarias y, por lo tanto, el porcentaje de las que aún no han iniciado su ciclo reproductivo es menor cuando se les compara con sus pares –mujeres indígenas– beneficiarias (67.6%). Por otra parte, las mujeres mestizas beneficiarias y no beneficiarias de la generación de las hijas que ya iniciaron su ciclo reproductivo representan una fracción mayor al compararlas con las indígenas en la misma situación, pero en el caso de las mestizas beneficiarias es más elevada la fracción de las que ya son madres, cuando se les compara con las mestizas que nunca recibieron apoyos del Programa: 42.3% de las mestizas beneficiarias ya es madre mientras que entre las mestizas no beneficiarias el porcentaje de las madres es de 35.7 (57.7% de las mestizas beneficiarias aún no es madre, mientras que la fracción se eleva a 64.3% entre las mestizas no beneficiarias). El análisis indica, entonces, que el impacto en fecundidad es mayor entre las indígenas que entre las mestizas. Mientras que la exposición al Programa Oportunidades (alargamiento de la trayectoria educativa y el impacto que ello tiene en la postergación del inicio del ciclo reproductivo) tiene un impacto bastante notable entre las indígenas, entre las mestizas parece no existir. De hecho, tal parece que las mestizas no expuestas al Programa son quienes están postergando, más que las beneficiarias, el inicio de su ciclo reproductivo.* El análisis indica un patrón coherente. El impacto en fecundidad es mayor entre las indígenas que entre las mestizas, lo que coincide con el mayor impacto en educación entre las primeras. El alargamiento de la trayectoria educativa incide en (o está asociado a) la postergación del inicio del ciclo reproductivo (cuadro 10). Es también significativo que entre las mujeres indígenas de la generación de las hijas, el nacimiento del primer hijo no implica dejar de estudiar. Algunas mujeres de esta generación (al menos tres dentro de esta base de datos) continúan sus estudios a pesar de haber entablado su primera unión y ser ya madres. Ellas están recurriendo a distintas estrategias para, a pesar de haber tenido un hijo y gracias a la ayuda de sus padres, continuar con sus carreras educativas. En otras palabras, el simple dato de la edad a la que tuvieron su primer hijo no indica que estén imitando el patrón de sus madres. Sin duda, una proporción importante de ex becarias, típicamente las menos escolarizadas, ya se encuentra en uniones tradicionales con campesinos, jornaleros y otros hombres de su pueblo o de pueblos vecinos. Pero la gran cantidad de mujeres que estudia, con o sin hijos, nos mueve a pensar que ellas no establecerán uniones iguales a las de la generación anterior. Esto, naturalmente, no significa que dejen de ser pobres, si las economías locales no mejoran. A pesar de todas las anteriores advertencias, la gran cantidad de jóvenes que no ha tenido hijos en el momento del estudio hace posible concluir que la edad promedio tanto de las becarias como de las no becarias al nacimiento de su primer hijo, será considerablemente mayor que la correspondiente a la generación de sus madres.‡ * Este comportamiento anómalo de las mestizas tendrá que ser puesto a prueba en estudios más amplios —estadísticos— con bases de datos que incluyan a un mayor número de mujeres mestizas expuestas y no expuestas al Programa Oportunidades. ‡ La edad promedio a la que las mujeres de la generación de las madres tuvieron a su primer hijo es de casi 19 años (18.98) con muy poca variación entre las distintas regiones (o estados) estudiados: las madres oaxaqueñas son las más precoces (18.47 años al momento del primer parto) y las de Chiapas las que más postergaron el nacimiento de su primer hijo (19.64 años). Las mujeres de la generación de las madres en Chihuahua y en Sonora iniciaron su ciclo reproductivo prácticamente a la misma edad (18.95 y 18.93 años respectivamente). 171 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Porcentaje de mujeres entre 15 y 25 años que aún no son madres, por estatus en el Programa, generación de hijas Estatus Programa Etnicidad Porcentaje Beneficiaria Indígena 73.7 No beneficiaria Indígena 67.6 Beneficiaria Mestiza 57.7 No beneficiaria Mestiza 64.3 Cuadro 10 Retraso en fecundidad Existen factores y procesos que están relacionados con el embarazo a edades tempranas. En la Tarahumara, Sariego y sus colaboradores concluyeron que “En el medio serrano, tanto entre mestizos como entre indígenas, el periodo de la adolescencia resulta muy corto y sólo se ha logrado prolongar en algunas regiones en la medida en que la escolarización de niños y jóvenes se ha expandido e institucionalizado. En diferentes grados, este proceso ha tenido lugar en las tres zonas de estudio, en buena medida porque en ellas se concentra, –como en pocas partes de la Tarahumara– una oferta educativa relativamente diversificada que va desde la educación preescolar hasta el nivel bachillerato”.7 Al mismo tiempo, los autores de ese estudio advierten que las prácticas matrimoniales de la población de la Sierra Tarahumara no se están transformando de manera significativa por varias razones: en primer lugar, porque la gran mayoría de esta población vive en ranchos y rancherías –distintos a los estudiados– en donde no hay acceso a la escuela y, en segundo lugar, porque en estos contextos culturales la unión temprana (que constituye un patrón de nupcialidad extendido y enraizado en la tradición) y el inicio del ciclo reproductivo no constituyen obstáculos para continuar las trayectorias educativas. Otros factores intervienen en el hecho de que aún muchas mujeres son madres a edad temprana. Uno de ellos, considerado aquí como crucial, es el relativo poco éxito que las políticas de control natal han tenido en este grupo de edad (mujeres adolescentes), que contrasta con el uso de diversos métodos anticonceptivos en mujeres entre los 30 y los 40 años de edad –ése sí bastante extendido–. Las trayectorias reproductivas estudiadas por el equipo de Oaxaca, por ejemplo, dejaron en evidencia que prácticamente ninguna mujer en edad reproductiva de la muestra analítica (tanto en la generación de madres como de hijas) se somete a prácticas de anticoncepción antes de tener el primer hijo. El uso de estas medidas tiene lugar para espaciar los periodos intergenésicos, pero no para postergar el primer embarazo. Por otra parte, como se pudo constatar en muchos de los sitios de investigación, los talleres que se imparten a los jóvenes como parte del Nuevo Modelo de Atención a la salud no proveen de información suficiente y precisa, ni de manera eficaz, sobre los cuidados que los jóvenes deberían tener para evitar el embarazo temprano (o el contagio del VIH/SIDA). Más bien, esos grupos de jóvenes son los espacios de encuentro y, muchas veces, de creación de nuevas parejas. Muchas madres en los pueblos estudiados, no sin cierta ironía y con un dejo de picardía comentan que los grupos CARA (Centro de Atención Rural al Adolescente) logran justo lo contrario que buscan y acaban por promover la unión y el embarazo tempranos.* La posición de los individuos en el ciclo doméstico también influye. En Chiapas y en Oaxaca, el grado de distanciamiento del patrón tradicional tiende a darse sobre todo entre becarios y ex becarios ultimogénitos quienes, como se ha visto, gozan de los privilegios de no soportar o ayudar a soportar la carga familiar. Los hermanos mayores suelen interrumpir sus trayectorias escolares para iniciar con el rol de proveedores económicos a temprana edad y ello se asocia a la unión temprana. Por lo tanto, el éxito combinado de trayectoria escolar larga y postergación de la unión y el primer embarazo (fenómenos asociados) se da en escenarios domésticos y comunitarios que, como plantea Agudo,4 permiten ciertas capacidades combinadas: el deseo de estudiar secundaria y preparatoria aunado a la existencia de centros educativos de dichos niveles en la localidad o cerca de ella; la existencia de redes sociales, *Vale aclarar que la postura de la autora no necesariamente concuerda con el contenido de estos comentarios. De hecho, considera que se deben promover estos talleres pero que éstos deben convertirse en espacios en donde fluya información completa y adecuada. Los talleres observados en Oaxaca no son atendidos ni impartidos por un profesional de la salud, y los jóvenes se autocapacitan con la información que ellos, por sus propios medios, son capaces de conseguir, dejando muchas lagunas de información e incluso con un manejo de información errónea (véase González de la Rocha, Paredes y Sánchez, 2008),5 172 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 apoyos o ingresos adicionales que ayuden a solventar gastos derivados de la educación media superior y superior, y la posición como ultimogénito en el ciclo reproductivo del hogar de origen. En cambio, en escenarios domésticos y comunitarios en donde no se da la feliz coincidencia o combinación de estos factores, que en otros textos se han denominado escenarios de acumulación de desventajas (enfermedad, aislamiento social o inexistencia de redes) se observa la participación de niños y jóvenes en la economía del hogar (labores domésticas y trabajo agrícola) que repercute en la interrupción de las trayectorias escolares de los menores y conduce a la unión y fecundidad tempranas. Mujeres primogénitas que forman parte de estos escenarios en las microrregiones estudiadas en Chiapas tuvieron su primer hijo a los 18-19 años, no mucho más tarde que sus madres. Impacto en ocupación Desde el diseño de esta evaluación, se planteó que el impacto ocupacional de largo plazo del Programa, a diez años de que los primeros becarios entraran al Programa en tercero o cuarto de primaria, no podría ser espectacular. Esto se debe al estado del mercado de trabajo nacional, que, aunque ha tenido algunos años buenos (1996-2000, 2004 y 2007), ha debido enfrentar el rezago acumulado de 26 años de crisis, inestabilidad y lento crecimiento, con la consecuente expansión de los empleos informales y precarios, sobre todo en los niveles medios y bajos del mercado de trabajo. A esto debe añadirse que el desempeño económico de los estados estudiados es desigual. Particularmente los estados del sur del país, Oaxaca y Chiapas, se encuentran en los peldaños más bajos a nivel nacional en términos de sus contribuciones al PIB nacional. La contribución de Oaxaca y Chiapas a la economía nacional ha descendido, en el caso de Oaxaca, de 1.67% del PIB nacional en 1993 a 1.57% en 2006 y, en el caso de Chiapas, de 1.79 a 1.62% en el mismo periodo.20 La población de estos dos estados equivale a 7.5% del total nacional, con una contribución a la variación del PIB nacional extremadamente reducida (0.05 en ambos casos). Su mercado de trabajo por lo mismo es particularmente poco dinámico, lo que ocasiona que una parte significativa de los oaxaqueños y chiapanecos sale de su estado para encontrar un mejor futuro. En contraste, mientras que la población de Chihuahua y Sonora en su conjunto es más de dos millones de personas menor a la suma de la población de Oaxaca y Chiapas (la población conjunta de Chihuahua y Sonora equivale a 5.4% del total nacional), las contribuciones de estos estados norteños al PIB nacional son sustancialmente más elevadas (0.22 y 0.24 respectivamente). A diferencia de los estados del sur, la contribución de Chihuahua y Sonora a la economía del país ha aumentado de 3.92% del PIB nacional en 1993 a 4.55% en 2006 en el caso de Chihuahua, y de 2.63 a 2.85% en el de Sonora. Los extremos parecen ser, por un lado, Chihuahua, con una tasa de crecimiento anual de 2005 a 2006 de 4.27% y Oaxaca, con un desempeño económico realmente pobre, exhibiendo una tasa de crecimiento de sólo 1.75% en el mismo periodo.20 Estos datos, que forman parte del contexto en el que se inscriben las microrregiones de estudio, ofrecen un panorama amplio sobre los estados (figura 1). En su calidad de datos agregados a nivel estatal, sin Figura 1 PIB de los estados estudiados 5.59 5.08 4.57 4.06 3.55 3.03 2.52 2.01 1.50 0.99 0.48 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 Chiapas Chihuahua Unidades: Participación porcentual Fuente: INEGI. Sistema de Cuentas Nacionales de México Oaxaca Sonora 173 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención embargo, esconden las diferencias internas entre las distintas microrregiones. A pesar de ello, la información recopilada en campo indica que los mercados laborales de estos estados norteños son mucho más dinámicos (especialmente en las microrregiones sonorenses) que los de Chiapas y Oaxaca. Por lo mismo, en los escenarios estudiados en Sonora y Chihuahua existe muy poca emigración hacia fuera de los límites estatales y cuando la hay, se trata de migración laboral dentro de los perímetros de las dinámicas regionales (incluida Sinaloa). Estudio como principal ocupación Antes de entrar en materia de análisis de las categorías ocupacionales de los individuos de la muestra que de hecho desempeñan actividades económicas –remuneradas o no– se presenta aquí uno de los impactos más notables del Programa Oportunidades, el de los individuos de la generación de hijos (e hijas) que declaran el estudio como su principal ocupación. Justamente uno de los objetivos del Programa ha sido la postergación de la edad de ingreso al mercado de trabajo mediante el alargamiento de las trayectorias educativas.* Oportunidades no desea que los jóvenes de 15 años estén empleados o realizando actividades productivas en la tierra familiar. Eso es lo que busca evitar. Por ello, nos referimos al alto porcentaje (ver infra) de hijos e hijas que declaran el estudio como su ocupación principal como un impacto digno de tomar en cuenta para que el Programa continúe enfocando sus esfuerzos al logro de éste y otros objetivos. El siguiente cuadro muestra que un porcentaje mucho mayor de jóvenes expuestos al Programa no ha dado por terminada su trayectoria educativa, particularmente entre los indígenas, hombres y mujeres, y entre las mujeres mestizas. De este grupo de jóvenes de entre 15 y 25 años que aún se encuentran estudiando sorprende muy favorablemente que 8.29% de los ex becarios cursan actualmente estudios universitarios, particularmente mujeres, tanto indígenas como mestizas. Jóvenes de 15 a 25 años que declaran el estudio como su principal ocupación, por sexo y estatus en el Programa (porcentajes) Estatus Programa Sexo Etnicidad Porcentaje Beneficiarios Hombres Indígenas 26.6 No beneficiarios Hombres Indígenas 12.1 Beneficiarios Hombres Mestizos 22.9 No beneficiarios Hombres Mestizos 23.7 Beneficiarios Mujeres Indígenas 28.0 No beneficiarios Mujeres Indígenas 7.4 Beneficiarios Mujeres Mestizas 32.7 No beneficiarios Mujeres Mestizas 10.7 Construcción de una escala ocupacional Se tomó la decisión de no aplicar una escala universal o internacional a los empleos de los jóvenes ex becarios o no, sino por el contrario, analizar los empleos que hoy desempeñan para arribar gradualmente a una clasificación jerárquica de los mismos. La clasificación se basa en información sobre la ocupación (basada en la calificación que se requiere para desempeñarla), con qué regularidad se realiza, prestaciones (en caso de negocios urbanos), y el negocio en el que se inscribe. Un problema serio fue que algunos jóvenes emigrantes cortan definitivamente sus relaciones con la familia de origen. Por esta razón, carecemos de información de cinco emigrantes de las microrregiones oaxaqueñas que partieron a Estados Unidos.‡ * Los padres, madres e hijos primogénitos que no recibieron los apoyos del Programa Oportunidades dejaron la escuela para iniciar su vida laboral a edades que oscilan entre los 8 y los 14 años. ‡ Felizmente, se cuenta con la información de todos los individuos de la base de datos —aun de los emigrantes laborales— de Chiapas, Chihuahua y Sonora. Cuadro 11 Estudio como principal ocupación 174 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Se tomó la decisión de basar la clasificación o jerarquía ocupacional en la calificación, porque es lo que el Programa Oportunidades busca crear a través de su acción. Sin embargo, la clasificación otorgada a cada empleo también está influida por la precariedad o seguridad y la formalidad o informalidad de la unidad económica en la que se inscribe. Así, quien ayuda a vender alimentos en una casa recibe una calificación inferior a una mesera en un restaurante establecido, por ejemplo. La clasificación es intencionalmente “fina” en los niveles bajos y medios de la escala ocupacional, con el objeto de discernir pequeñas diferencias entre ex becarios y no ex becarios que surgen de familias campesinas pobres y jornaleras. Su intención es retomar el sentido que dan los informantes a estas ocupaciones (figura 2). En primer lugar, la ocupación tradicional rural manual menos calificada es, y sigue siendo, la de peón o jornalero agrícola. Junto con los peones se ubica a los pizcadores, pero se distinguen ocupaciones relacionadas que implican habilidades específicas: bomberos agrícolas, fertilizadores y fumigadores, quienes tienen un mayor reconocimiento y mayor salario (y requieren al menos saber leer y escribir para ser capaces de discernir instrucciones para el manejo de los químicos y de la maquinaria que usan). En un segundo nivel se colocó a los ayudantes de albañiles, los ya mencionados bomberos, fertilizadores y fumigadores, a quienes ayudan sin salario en la venta de comida elaborada en casa, a las empleadas domésticas, y a empleados de tiendas que trabajan pocas horas al día haciendo mandados (un escalón debajo de otras personas con la misma función, pero que tienen empleos más estables y de tiempo completo). En un tercer nivel están los empleados de puestos en mercados, los ayudantes de cocina en establecimientos, los jardineros en negocios familiares (en Estados Unidos), costureras, empleados de tortillería, niñeras, y obreros no calificados. Los empleados de granja también aparecen aquí, un escalón arriba de los fertilizadores, porque su empleo es regular. El núcleo del cuarto nivel está compuesto por campesinos en tierras propias y empleados en comercios informales con salario. Pero también incluye a las personas que venden alimentos que ellas mismas preparan, propietarios de tiendas en su casa, vendedoras de cosméticos a domicilio, taladores y matanceros. Vale aclarar que decidimos ubicar Figura 2 Jerarquía ocupacional 8 7 6 5 Profesionales Técnicos, dueños de negocios Dominio de habilidades significativas, capacidad de controlar el trabajo de otros y de llevar contabilidad básica Oficiales (albañiles, mecánicos, joyeros), obreros calificados y empleados en comercios y servicios formales con prestaciones Campesinos en tierras propias y empleados en comercios informales con salario, 4 vendedores de alimentos, prop. de tiendas en casa, vendedoras de cosméticos a domicilio, taladores y matanceros 3 2 1 Empleados de puestos en los mercados, ayudantes de cocina en establecimientos, jardines, en negocios familiares (EU), costureras, empleados de tortillería, niñeras y obreros no calificados, empleado de granja Ayudantes de albañiles, bomberos, fertilizadores, fumigadores, ayudantes sin salario de venta de comida en casa, empleadas domésticas, mandaderos Peones agrícolas, pizcadores Maestros albañiles, otros servicios, encargados de comercios con empleados y supervisores de trabajadores, contratistas de plomería Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención a los campesinos con tierras propias en este nivel porque son propietarios de sus medios de producción. Dado el empobrecimiento de las tierras y las cada vez más frecuentes sequías, inundaciones y otro tipo de catástrofes “naturales” (en realidad, producto de la mano del hombre), la producción agrícola es crecientemente menos redituable. El quinto nivel consta de oficiales (albañiles, mecánicos, joyeros), obreros calificados y empleados en comercios y servicios formales con prestaciones. El sexto nivel consta de maestros albañiles, contratistas de plomería y otros servicios, encargados de comercios con empleados y supervisores de trabajadores. En este nivel cuentan el dominio de habilidades significativas y la capacidad de controlar el trabajo de otros y de llevar contabilidad básica. El séptimo consta fundamentalmente de dueños de negocios establecidos (sólo hay negocios pequeños), y personas que desempeñan profesiones técnicas (maestros). El octavo nivel corresponde a profesionales que aún no existen pero dada la presencia de ex becarios en la universidad, existirán en el futuro próximo. No existe un noveno nivel. No hay funcionarios de alto nivel ni directores de negocios formales, como es de esperar. Es posible que algunos de los contratistas de jardinería ubicados en niveles más bajos empleen ocasionalmente a más de cinco personas, pero no se consideran esos negocios como formales, aunque podría redituar mucho en Estados Unidos. Con las categorías ocupacionales anteriormente descritas se construyeron estratos ocupacionales. En primer lugar, se agregaron las categorías 1 a 3 (peones agrícolas, pizcadores, fumigadores, fertilizadores, ayudantes de albañil, ayudantes en la venta de comida, empleadas domésticas, empleados de puestos en mercados, jardineros, empleados de tortillerías, niñeras y obreros no calificados) para conformar el primer estrato o el peldaño más bajo de las ocupaciones. En segundo lugar, se agregaron las categorías 4 y 5 (campesinos con tierras propias, empleados en comercios informales con salario, vendedoras de comida que ellas mismas preparan, propietarios de tiendas en su casa, albañiles, mecánicos y joyeros) para construir el estrato medio. Por último, se agregaron las categorías 6 y 7: maestros albañiles, contratistas de plomería, encargados de comercios con empleados, supervisores de trabajadores, dueños de negocios establecidos y personas que desempeñan profesiones técnicas (maestros) en el peldaño más elevado de las ocupaciones.* Esta agregación respondió a la necesidad de facilitar el análisis de una base de datos que, a pesar de contar con más de 700 individuos (enorme para el manejo antropológico) sigue siendo una base muy pequeña para el análisis estadístico. Es necesario recordar en este punto que, de acuerdo con el enfoque aquí empleado, la fuerza de trabajo es el recurso más importante de los individuos/grupos domésticos en dos distintos sentidos: por un lado, todos los hogares lo tienen y en ocasiones es el único recurso abundante que poseen y, por el otro, el trabajo remunerado (a través de la venta de la fuerza de trabajo mediante un empleo) es la fuente predominante o exclusiva de ingresos monetarios de la mayoría de los hogares. Más aún, “…en el proceso dinámico de encadenamiento de activos, el empleo ocupa un lugar estratégico en la medida que …es el eslabón predominante más próximo al nivel de vida –ingresos– en el sentido de encadenamiento ‘hacia delante’, pero a la vez es el eslabón que lo relaciona ‘hacia atrás’ a los tipos de capital humano y social”.21 En otras palabras, el empleo y las ocupaciones están asociados al acceso a distintos niveles de bienestar, no sólo porque las distintas ocupaciones y los estratos ocupacionales se ubican en distintos horizontes (o niveles) de remuneración sino porque vinculan a los individuos con el acceso diferenciado a los sistemas de seguridad social, a los servicios de salud y educación y a otros bienes asociados con el bienestar (como las redes sociales). * En el universo de estudio no existen casos de ocupados en el octavo y en el noveno nivel, por lo que no fue necesario construir un estrato (el más alto) con dichas categorías. 175 176 Cuadro 12 Ocupación laboral, indígenas Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Ocupación de hijos e hijas indígenas: porcentajes de ocupados por estratos o grupos de categorías ocupacionales Hombres Hombres NO Mujeres Mujeres NO Beneficiarios Beneficiarios Beneficiarias Beneficiarias 1-3 57.1 83.6 46.4 80.7 4-5 35.8 14.0 39.2 15.4 6-7 7.2 2.3 14.3 3.8 Estrato ocupacional Nota: Sólo los ocupados (sólo incluye estudiantes cuando éstos declaran una ocupación regular) El cuadro 12 muestra que la población indígena de esta generación (hijos e hijas) que no ha sido expuesta al Programa Oportunidades se concentra en el peldaño más bajo de la jerarquía ocupacional, con una notable presencia de hombres no beneficiarios, mientras que la población expuesta al Programa en este mismo estrato, si bien mayoritaria, es menor, especialmente en el caso de las mujeres beneficiarias. Es posible que el cambio ocupacional se esté concentrando en el estrato medio (categorías 4 y 5), con una presencia significativa de hombres y mujeres beneficiarios, con especial presencia de mujeres. Por último, son también mujeres beneficiarias las que tienen mayor peso en el estrato más alto (categorías 6 y 7), poco más de catorce de cada 100 mujeres beneficiarias. En sí mismo podría parecer una presencia muy reducida, pero al comparar a las mujeres beneficiarias con sus pares no beneficiarias se aprecia que la diferencia es muy significativa a favor de las primeras. Cuadro 13 Ocupación laboral, mestizos Ocupaciones de hijos e hijas mestizos: porcentajes de ocupados por estratos o grupos de categorías ocupacionales Hombres Hombres NO Mujeres Mujeres NO Beneficiarios beneficiarios Beneficiarias Beneficiarias 1-3 74.0 72.0 50.0 50.0 4-5 22.2 16.0 31.25 50.0 6-7 3.7 12.0 18.75 0 Estrato ocupacional Nota: Sólo los ocupados (sólo incluye estudiantes cuando éstos declaran una ocupación regular) Los hijos e hijas mestizos tienen un comportamiento distinto y menos claro. En primer lugar, los hombres, independientemente de su estatus en el Programa se concentran en el estrato más bajo, pero las fracciones de mujeres beneficiarias de los estratos dos y tres son notables, no así las de los hombres beneficiarios (cuadro 13). A pesar de los esfuerzos del Programa Oportunidades, dadas las escasas opciones laborales y las muy precarias estructuras de oportunidades locales, no se ha producido aún el impacto ocupacional que se esperaría, lo que continuará mientras no se reanimen las economías regionales con la muy necesaria creación de empleos. En las regiones en las que ya está constituido un flujo migratorio internacional, los ex becarios buscan alternativas de empleo en los Estados Unidos. Sin embargo, los candidatos a emigrar al vecino país del norte postergan unos años la salida como emigrantes, como resultado de su permanencia más prolongada en la escuela.* Los factores asociados al cambio ascendente en la jerarquía ocupacional son semejantes a los de los logros en la escolaridad, puesto que ambos están asociados (menos en el caso de los hombres mestizos), aunque el orden no es el mismo. Ya no es tan determinante contar con un padre o una madre saludables que funjan como proveedores económicos, aunque esos factores están sin duda presentes en el paso de los individuos por la escuela (al igual que los otros factores mencionados con anterioridad, cuando se analizaron los logros en la escolaridad). En primer lugar, sobresale la importancia de la posición que los individuos ocupan en el ciclo reproductivo del hogar de origen * Mientras que los padres y los hermanos nunca expuestos al Programa se han ido a los Estados Unidos a edades muy tempranas (alrededor de los 14 o 15 años), los ex becarios que han alargado sus trayectorias educativas lo hacen posteriormente (al terminar la EMS, alrededor de 18-19 años). Esto no quiere decir que todos los ex becarios posterguen su partida, sino que ya no todos, y especialmente los que deciden estudiar por más tiempo, se van a temprana edad. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención (primogénitos vs. ultimogénitos). Mientras que los primeros suelen incorporarse de manera más temprana al trabajo al interior de las economías campesinas familiares (el trabajo en la milpa), los segundos postergan el inicio de su vida laboral. Es decir, la participación productiva de los individuos –especialmente los varones– y la edad a la que se adoptan obligaciones económicas están fuertemente moldeadas por la ubicación en el ciclo doméstico. Los más jóvenes suelen iniciar su vida laboral a edades más tardías y, mientras lo hacen, asisten a la escuela y aumentan sus niveles de escolaridad. La participación temprana en la economía doméstica campesina no suele ser una ocupación temporal desde la que se pueda acceder, sin mayores obstáculos, a otras categorías ocupacionales más tarde en la vida. Más bien, quienes a los 14 años (o antes) dejan la escuela para convertirse en proveedores o coproveedores económicos de sus hogares de origen a través de la inversión de su fuerza de trabajo en la producción de subsistencia o en el trabajo agrícola remunerado (jornaleros), permanecen en esa categoría, no reingresan a los planteles educativos, se casan a edades tempranas y adquieren responsabilidades económicas temprano en la vida para el sostén de sus propios hogares de procreación. Por otra parte, la existencia de redes familiares en las que se encuentran sujetos con experiencia en otras ocupaciones –normalmente mediante la emigración a otras regiones, a ciudades en crecimiento o hacia los Estados Unidos– forman parte de las historias de los jóvenes que han logrado acceder a ocupaciones distintas a las que encontrarían en sus lugares de origen. Los muchachos que, desde la mazateca, han emigrado a la Ciudad de México, lo han hecho sostenidos por cadenas de otros lugareños, sus paisanos y parientes, que habían emigrado años antes. Ya en la ciudad han desempeñado ocupaciones en los servicios, en el comercio, en las manufacturas, haciendo uso no sólo de sus redes sociales, sino también de las habilidades adquiridas en la escuela. Si bien la educación que se recibe en los planteles educativos no es de la calidad que se esperaría de acuerdo a los distintos niveles y grados, es un hecho que saber leer y escribir, hacer cuentas y estar familiarizado con técnicas de cómputo (aunque básicas) constituyen habilidades que les han abierto algunas puertas a los ex becarios, especialmente a los más escolarizados, para desempeñar ocupaciones a las que no tendrían acceso en sus lugares de origen y sin las habilidades mencionadas. IV. Discusión Factores, instituciones y procesos Aquí se exponen de manera concisa los principales factores y procesos de orden doméstico familiar, del contexto comunitario, regional y étnico que intervienen en los cambios antes expuestos. A ello le sigue una reflexión/discusión en torno a las fortalezas/oportunidades, debilidades/amenazas que el Programa Oportunidades debiera considerar para encauzar sus acciones hacia el logro de sus objetivos. Es conveniente resaltar que las fortalezas y las debilidades son entendidas como propias del funcionamiento del Programa Oportunidades (de acuerdo con sus reglas de operación y sus objetivos) y las oportunidades y amenazas se ubican en ámbitos externos a la operación del Programa y, por lo tanto, dependen de la acción, organización y funcionamiento de instituciones y sectores del gobierno (federal, estatal y municipal) en las que Oportunidades no puede incidir más que en una dinámica de interlocución que lleve a una óptima colaboración con otras instancias de gobierno, encaminada a elevar el bienestar de las familias más necesitadas. Contexto comunitario, regional, étnico y migratorio El Programa Progresa-Oportunidades decidió iniciar su cobertura en los municipios más pobres y marginados del país, que son también municipios marcadamente indígenas. En estas localidades, y con frecuencia en estos municipios, no existen mercados de trabajo propiamente dichos, más allá de ciertas oportunidades limitadas en la agricultura. Los pequeños comercios, hoteles y negocios de servicios agrícolas ofrecen muy pocas oportunidades, salvo para las familias de los propietarios, y en todo caso son también negocios muy pequeños. Un problema que rebasa el ámbito de acción del Programa, y a los sectores de salud y educación, es que del conjunto muy amplio de subsidios a la agricultura (que totalizan más de 120 mil millones de pesos) los productores agrícolas de estas regiones ni conocen 177 178 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 ni se benefician de la mayor parte. Sólo Procampo tiene cierta cobertura, pero incluso este programa tiene en estas comunidades una cobertura limitada por varias razones. También hay algunos (aunque menos) beneficiarios de programas productivos, algunos de los cuales han sido encauzados por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI). Hay resistencia de los productores mismos a registrarse en Procampo; los mecanismos de afiliación son desconocidos, salvo cuando hay un poco frecuente operativo de inscripción; y los trámites anuales son poco ágiles, de tal manera que los subsidios siguen siendo poco oportunos. Es posible que el gran cambio histórico en estas regiones vaya en dirección del estancamiento o la disminución del empleo agrícola. Sin embargo, es posible que su agricultura pueda ser más productiva, y que se genere más empleo y disminuya la pobreza, si se racionalizan y se dan a conocer otros apoyos federales a esta actividad. En las microrregiones de Sonora se encontró una mayor oferta de empleos en maquiladoras y en grandes campos agrícolas donde hay seguridad social (ISSSTE e INFONAVIT) que parecen ser aún mieles del pasado durante el auge de la revolución verde. Esta situación de relativa bonanza coincide con la casi nula emigración a los Estados Unidos. Sólo se conoció el caso de dos mujeres que se fueron al vecino país del norte por motivos morales (son lesbianas y buscaban un lugar con menores restricciones/presiones sociales a su orientación sexual) y no por motivos económicos. Pero en el resto de las microrregiones la situación que domina es la escasez del empleo debido a mercados de trabajo muy poco desarrollados y dinámicos. En este contexto, no sorprende que los jóvenes ex becarios y no becarios que han alcanzado niveles escolares sin precedentes, tengan que abandonar estas regiones. Este imperativo es aún más claro entre los indígenas. Una parte importante de los jóvenes mestizos puede tener acceso a los pequeños negocios que ya existen, porque sus familias o conocidos de confianza son los propietarios. Pero para los indígenas las únicas alternativas significativas son la emigración permanente o el regreso a sus comunidades o a otras parecidas como agentes de desarrollo del Estado: maestros, promotores educativos y de salud, extensionistas agrícolas. Los pocos que permanecen en sus pueblos de origen muestran un comprensible poco éxito laboral. Vuelven a las ocupaciones tradicionales en la agricultura de subsistencia y a los jornales agrícolas. Los estudios basados en las evaluaciones22-24,* han tendido a mostrar que, en sus primeros años, el programa fomentó la no migración de los jóvenes.‡ Pero es posible que, a 10 años de distancia, la emigración de los “graduados” del programa sea el mejor mecanismo a su disposición para permitirles hacer realidad las promesas que acompañan una mayor educación. No es sólo una coincidencia que, en las cuatro microrregiones estudiadas, la generación de los padres es una basada localmente mientras que la de los hijos está caracterizada por el éxodo. Al menos la mitad de los jóvenes ex becarios en las microrregiones de Chiapas y Oaxaca ya no se encuentran en sus localidades de origen. Llama la atención el escaso aprovechamiento, desde el punto de vista del desarrollo del país, de la oportunidad que significan cientos de miles de jóvenes indígenas o campesinos, la mayoría bilingües, que conocen a fondo estas comunidades y que deben partir para hacer algo positivo con sus vidas. Existe la oportunidad, no para el Programa Oportunidades sino para el gobierno federal, de convertirlos en agentes de desarrollo si se canaliza una mayor parte de los subsidios ya existentes a proyectos de mejoría económica en las comunidades que prometan viabilidad. Las rutas, los destinos y las ocupaciones de los migrantes han seguido claramente las estructuras de sobra conocidas en la literatura sobre migraciones. Son los familiares, en primer lugar, algunos mentores, asociaciones caritativas y otros conocidos, los que han animado a estos jóvenes a partir, les han brindado hospedaje, y les han ayudado a conseguir empleos. Por lo tanto, los destinos han estado determinados por estas redes preexistentes. Pero es importante señalar que en muchos sentidos, estos son nuevos migrantes. Por lo tanto las redes existentes no responden a las características de los nuevos flujos. Muchos migrantes oaxaqueños relativamente exitosos laboran con sus parientes en negocios informales o muy familiares en México y Estados Unidos. Aunque sus habilidades escolares son bienvenidas, no son los empleos que les pueden brindar los beneficios que corresponden a su escolaridad. Aunque la dinámica nacional del empleo no es buena, hay cierto optimismo en el sentido de que algunos de los primeros migrantes con nivel bachillerato *Badillo Bautista C. (en proceso) “Evaluating the Direct and Indirect Effects of a Conditional Cash Transfer Program: The case of Progresa,” tesis de doctorado, University of Essex. ‡ Los estudios difieren en cuanto a la migración de los padres. Según Martínez, a niveles bajos de subsidio el Programa fomenta su partida, y a niveles más altos su permanencia; según Angelucci, el Programa estimula la emigración adulta; según Stecklov y colaboradores y Badillo, el Programa disminuye claramente la emigración en conjunto. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención o universitario (que en algunos casos ya tienen mejores empleos) servirán como cabeza de playa o como puente hacia mejores redes para los jóvenes que sigan sus pasos. Pero este proceso está por verse. Género y familia El género incide todavía claramente sobre la importancia que otorgan los padres a la escolaridad, aunque hay avances notables en este sentido en gran medida gracias a las becas diferenciales de Oportunidades, pero hay varios factores que pueden modificar la actitud y el apoyo prestados a una niña o joven para seguir estudiando. En primer lugar, parece haber un corte entre las mujeres al terminar la escuela primaria. Este es un corte que relaciona adolescencia con riesgo, y con el aumento de la distancia de la casa a la escuela. Los padres desean “proteger” a su hija, y entonces se decide convenientemente que mejor ayude en la casa y que no estudie más. Estos casos son visibles en las historias, pero parecen estar disminuyendo. En esta evaluación, Agudo4 ha relatado algunas estrategias de las becarias para contrarrestar estas presiones. Con todo, la presencia de los planteles educativos en la localidad (o a una distancia razonable) conduce a una mayor presencia de las niñas y jóvenes en la escuela. El segundo corte afecta a los varones en mayor medida: ocurre a la edad en que ellos ya reciben el pago de un jornalero adulto, o cuando creen que pueden obtener un empleo manual poco calificado en Estados Unidos. Puede suceder desde los 13 años, pero es más común que ocurra a los 14-15. Este es precisamente el paso que el Programa Oportunidades busca retrasar. Obtener un mal empleo de pago completo como adulto es casi necesariamente el antecedente de una pobre independencia económica, unión prematura, y reproducción de la pobreza. Lo único equivalente en el caso de las niñas es el trabajo como empleadas domésticas, pero es mucho menos frecuente. Las hijas son menos valiosas como trabajadoras para su familia en esta edad aunque hay excepciones, en lugares de agricultura comercial, o cerca de ciudades donde hay mucha demanda de trabajadoras domésticas. Por esta razón, todo indica que en este segundo corte los que llevan la peor parte son los varones, y por eso a partir de la secundaria las mujeres parecen recuperar el terreno perdido en su propio corte adolescencia-secundaria. Algunos estudios derivados de estas evaluaciones25 han mostrado que en ciertos casos los padres han adoptado esta escolaridad diferencial que favorece a las mujeres en sus estrategias de largo plazo. Según Zavala,25 los ingresos precoces de los varones ayudan a los padres en su etapa de consolidación del ciclo doméstico, pero los padres mantienen la inversión en la escolaridad de las hijas y se benefician de un retorno de los mayores ingresos de ellas, que llegan cuando estos ya están entrando a la vejez. Sería una estrategia familiar de “recuperación en relevos”. La familia marca definitivamente las posibilidades escolares de los hijos. Hay por lo menos dos influencias que saltaron a la vista en esta evaluación. En primer lugar, la evaluación confirmó que los primogénitos alcanzan niveles de escolaridad mucho más bajos que los menores o ultimogénitos, debido sobre todo a la deserción escolar para dedicarse al trabajo en la parcela familiar o en un empleo remunerado. Los hermanos mayores llegan a la adolescencia en momentos difíciles para la economía doméstica, cuando todos sus hermanos menores significan una carga, y se les presiona para abandonar la escuela y aportar a la familia. En segundo lugar la estructura y composición del hogar son también determinantes. La presencia de ambos padres en el hogar (y que estén saludables y aptos para el trabajo) es un factor a favor de la escolaridad. La ausencia de uno es ambigua, porque puede acarrear remesas que mejoren las posibilidades de estudio, pero también puede significar mayores presiones económicas. La ausencia de ambos padres, en los hogares “dona” o de “reloj de arena”, definitivamente es un factor en contra de la escolaridad. Aunque los abuelos perciban remesas, ponen poco interés en la escolaridad de los nietos, y tal vez sienten que las remesas son inseguras, por lo que fomentan el abandono escolar para que los nietos aporten al hogar cuanto antes. La existencia de hermanos mayores que envían remesas, por último, es un factor que claramente favorece la escolaridad. Escuela El acceso es sin duda un factor que está presente en las trayectorias exitosas de los ex becarios y las dificultades de acceso a la escuela aparecen, en cambio, en las historias menos luminosas. La distancia que separa la escuela de los 179 180 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 domicilios es un factor que incide sobre todo en las mujeres, precisamente por los temores de que algo negativo les pase a las niñas y jovencitas en el trayecto. Hay iniciativas municipales, como las encontradas en las microrregiones de Sonora, en las que se proporciona un autobús para transportar a los alumnos, que deberían multiplicarse porque, sin duda alguna, ello favorece enormemente el que todos los niños y jóvenes estudien, especialmente los del sexo femenino. Los albergues indígenas han sido un factor que, sin “acercar la escuela a la casa” de hecho “acerca la casa a la escuela”, como se puede ver en casi todas las doce microrregiones estudiadas (particularmente en la Tarahumara, caracterizada por asentamientos poblacionales sumamente dispersos). Se encontraron, asimismo, innumerables historias de familias en las que se relató que el grupo doméstico en su conjunto se mudó de localidad para estar cerca de los planteles educativos. Por otra parte, hay una serie de estrategias familiares: uso de redes de parentesco real o ficticio (compadrazgo), venta de activos familiares y otros mecanismos que se operan para enviar a los hijos a las escuelas (y localidades) en donde se cree que encontrarán un servicio de mejor calidad. Lo anterior nos lleva a afirmar que no se trata solamente de acceso físico sino, también, de acceso a escuelas de calidad. A este respecto no se cuenta con suficiente evidencia empírica,* pero es un hecho que las historias de ex becarios más exitosos incluyen la búsqueda de escuelas que a los ojos de los padres son mejores que otras, quizás más accesibles en cuanto a distancia. Al hablar aquí de escuelas de calidad se hace referencia a factores mínimos de operación de la escuela para que los jóvenes (especialmente de nivel secundaria) no se desanimen: que los maestros asistan a impartir sus clases, que atraigan el interés de los muchachos y que tengan recursos suficientes (materiales didácticos, computadoras en funcionamiento, acceso a Internet, contenidos educativos y formas de enseñanza que atraigan y no que desalienten). La existencia de programas y becas como Pronabes y Conafe aparecen en las trayectorias de los ex becarios exitosos. Para estos jóvenes, que provienen de grupos domésticos de muy escasos recursos, este tipo de becas es de extremo valor. Por otra parte, la existencia de un mentor (un pariente exitoso que aparece como modelo ante el joven y que además proporciona apoyo económico, un maestro que se vuelve guía) es también un factor que aparece en las historias de ex becarios exitosos. Por último, llegar a la educación media superior es un estímulo para continuar. Esto parece tan obvio que hasta trivial resulta, pero no lo es tanto. En todos los escenarios de investigación se observó que los colegios de bachilleres y en general casi todas las preparatorias gozan de más recursos, mejor infraestructura y profesores más y mejor formados y ello, aunado a otros factores, anima a los jóvenes a continuar en su educación. Las escuelas secundarias, además de estar muy mal dotadas de recursos materiales y de personal, enfrentan a un alumnado que pasa por un momento crucial de la adolescencia que, en estos contextos rurales, aparece sin antecedentes previos y con un ímpetu de consumo que tampoco tiene antecedentes en las microrregiones estudiadas. Las historias de jóvenes que desertaron de la escuela incluyen frecuentemente un ingrediente al que debemos prestar atención. Cuando estos jóvenes dicen que “no les gustaba la escuela” o bien que “no le gustó estudiar y prefirió trabajar”, denotan el desencanto del que hablan Schmelkes y sus colaboradores.11 cuando plantean que la escuela –especialmente en estos contextos rurales indígenas– no tiene la capacidad de retener a los estudiantes en términos de interés. Es justamente durante la adolescencia –al fin de la primaria y al inicio de la secundaria– cuando aparece este desencanto por la escuela que aparentemente está relacionado con los factores escolares de los que habla Schmelkes (ausencia de pertinencia cultural, infraestructura y materiales didácticos insuficientes y poco adaptados a las culturas indígenas) y también con las implicaciones de esta adolescencia emergente y los deseos de consumo (de cosméticos, ropa, música, etc.) para cuya satisfacción el trabajo –aunque en actividades que ofrecen baja remuneración– resulta más atractivo y con más beneficios. Cuando estos jóvenes son los primogénitos, la urgencia de trabajar se incrementa debido a las presiones de la economía del hogar. El uso de drogas y alcohol es un determinante en la interrupción de las trayectorias laborales de los varones. * No por falta de búsqueda sino por la virtual inexistencia de planteles de calidad, especialmente en los niveles primaria y secundaria. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Impacto Es evidente que el Programa Oportunidades, a diez años de operación, ha tenido un impacto muy notable en 1) los logros educativos, 2) la postergación de la fecundidad, y 3) los aún incipientes, pero existentes logros ocupacionales de los individuos que ingresaron en calidad de becarios cuando sus hogares de origen fueron incorporados al Programa en 1998. Los niveles de escolaridad alcanzados por los becarios, y el hecho de que más de un cuarto de los hijos e hijas de la base de datos (construida con los padres y su descendencia de entre 15 y 25 años) declare el estudio como su principal ocupación, son en sí mismos resultados extremadamente positivos que tienen que tomarse en cuenta para que el gobierno federal siga encauzando sus recursos y los esfuerzos del Programa Oportunidades en este tipo de acciones. El Programa Oportunidades ha contribuido a dos procesos de cambio social de extraordinario valor para una sociedad como la mexicana: el análisis de la información recopilada con extremo cuidado por cuatro equipos de antropólogos en cuatro distintos estados del país mediante técnicas etnográficas y a la luz de una estrategia metodológica rigurosa muestra que el Programa ha favorecido la disminución de la desigualdad en los niveles de escolaridad en su vertiente étnica y en su dimensión de género. La brecha de género en escolaridad alcanzada se ha invertido entre los indígenas de la generación de los hijos e hijas y son las mujeres las que tienen un diferencial a su favor. La brecha étnica, que en México tiene una historia que data de la conquista a favor de los mestizos o no indígenas, se ha cerrado significativamente hasta casi desaparecer entre la población masculina expuesta al Programa Oportunidades y se ha invertido en el caso de las mujeres a favor de las indígenas, no así entre la población no beneficiaria. Entre los nunca expuestos al Programa, sigue existiendo desigualdad étnica (hombres indígenas vs. hombres mestizos; mujeres indígenas vs. mujeres mestizas, a favor siempre de los mestizos) y en menor medida de género (entre hombres y mujeres mestizos) en los niveles educativos alcanzados. Este optimista hallazgo debe ser matizado. Los logros educativos aquí planteados se refieren a niveles de escolaridad alcanzados, es decir, a años y niveles cursados y no a acumulación de conocimientos como parte de procesos de aprendizaje y construcción de capital humano. Aunque es un hecho que el Programa Oportunidades ha contribuido a reducir la brecha étnica y a invertir la de género en lo que respecta a niveles de escolaridad a través de la asistencia y permanencia en la escuela, no tiene incidencia en la calidad de la educación que los becarios obtienen. Los estudios etnográficos han puesto en evidencia las grandes diferencias entre las primarias unitarias y bilingües rurales y las telesecundarias a las que los niños y jóvenes de las microrregiones estudiadas tienen acceso (caracterizadas por graves deficiencias de infraestructura, calidad de la enseñanza, ausentismo de los maestros) y las primarias no bilingües y las secundarias técnicas ubicadas en cabeceras municipales o pueblos de mayor tamaño. El incumplimiento de los programas de estudio y de obligaciones y funciones en las escuelas resta posibilidades de impacto al Programa Oportunidades en su tarea de construcción de capacidades mediante la prolongación de las trayectorias escolares.14 El impacto en la escolaridad de los becarios de larga exposición al Programa Oportunidades está moldeado por un conjunto de factores entre los que destacan: 1) la mayor o menor cobertura de servicios educativos (la cercanía a las escuelas de los distintos niveles afecta muy positivamente la escolaridad, especialmente de las mujeres); 2) la calidad y pertinencia cultural de la educación; 3) la capacidad de los padres de fungir como proveedores económicos y generar ingresos (la muerte del padre o del principal proveedor es un factor en contra de la escolaridad de los becarios); 4) la existencia de activos productivos y de ingresos monetarios (por ejemplo, remesas de hermanos mayores que han emigrado) facilita el pago del transporte, particularmente en el caso de los jóvenes estudiantes de preparatoria, quienes frecuentemente se tienen que trasladar a las localidades que cuentan con estos planteles; 5) la posición de los individuos en el ciclo reproductivo del hogar (ser ultimogénito o de la camada de ultimogénitos del hogar es un factor que conduce a mayor logro en escolaridad); 6) ausencia de enfermedad y, 7) sexo del individuo (ser mujer, dadas las distintas obligaciones que hombres y mujeres tienen en la economía doméstica y el hecho de que las mujeres adolescentes no son vistas como generadoras de ingresos para el hogar, es un factor que favorece los logros en escolaridad). Los cambios intergeneracionales en la fecundidad, vistos aquí a través de la edad de las mujeres al momento de su primer parto, han tenido lugar con y sin Programa Oportunidades de por medio (tanto las mujeres ex becarias 181 182 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 como las nunca beneficiarias han postergado el inicio de su ciclo reproductivo). Es posible afirmar, sin embargo, que el Programa potencia dicho cambio. Es un hecho, no obstante, que el sector salud tiene que redoblar esfuerzos para que los jóvenes de este país tengan acceso a métodos anticonceptivos (y los acepten). Las historias reproductivas nos han mostrado que las mujeres empiezan a usar métodos anticonceptivos una vez que ya son madres y con el objetivo de espaciar los periodos intergenésicos, pero nunca para postergar el inicio del ciclo reproductivo. El análisis aquí realizado muestra que los hombres y mujeres de la generación de los hijos que estuvieron expuestos al Programa Oportunidades están mejor posicionados en la jerarquía ocupacional que los nunca beneficiarios. Es necesario, además, decir que estos jóvenes están probablemente jugando el papel de pioneros en los nichos o estratos ocupacionales en los que se encuentran, por lo que es posible que en el futuro funjan como modelos y enlaces para sus hermanos y paisanos más jóvenes. Es decir, en su calidad de pioneros enfrentan obstáculos para su movilidad porque las cohortes previas no contaban con los niveles de escolaridad requeridos para los empleos en estratos más altos de la jerarquía ocupacional (las redes sociales hacia empleos más formales y no manuales, credencializados, aún no existen). Por lo pronto, aunque el análisis de las ocupaciones desempeñadas por los hijos e hijas de hogares beneficiarios y no beneficiarios muestra que los jóvenes expuestos al Programa de hecho desempeñan tareas que requieren ciertas habilidades aritméticas, mecánicas o de cómputo (meseras, empleadas de tiendas, limpiadores de máquinas en Estados Unidos, supervisora de obreras, etc.), la gran mayoría realiza ocupaciones que ofrecen poca seguridad (empleos informales). A pesar de los esfuerzos del Programa Oportunidades, dadas las escasas opciones laborales y las muy precarias estructuras de oportunidades locales, no se ha producido el impacto ocupacional que se esperaría. Una de las amenazas más claras al logro del objetivo central del Programa es, precisamente, la escasez de empleos regulares que brinden seguridad a los trabajadores. En las regiones en las que ya está constituido un flujo migratorio nacional o internacional, los ex becarios buscan alternativas de empleo en la ciudad de México, Cancún, Playa del Carmen, Oaxaca, Mérida, Chihuahua, Hermosillo o los Estados Unidos. Y aunque los candidatos a emigrar al vecino país del norte o a las ciudades mexicanas postergan la salida como emigrantes, ésta es tan perentoria en el futuro próximo como forzosa. Las microrregiones, si bien se quedan con un saldo neto positivo (con el incremento de la escolaridad de todos los beneficiarios), ven marcharse a los más escolarizados. A pesar de lo anterior, la conclusión principal es que el Programa Oportunidades tiene muchas razones para no cesar en sus acciones de apoyar a las familias pobres de este país. El análisis aquí expuesto brinda resultados muy positivos sobre los logros alcanzados, principalmente en cuanto a la escolaridad, pero también en el campo de la fecundidad y de la inserción ocupacional. Ello no obsta para decir que aún hay un largo camino por recorrer. El Programa debe mejorar sus mecanismos de operación para que la población indígena esté mejor atendida y no sufra bajas por razones burocráticas, y también para que los niños y jóvenes que asisten a la escuela (cumplen con su corresponsabilidad) continúen recibiendo sus becas. Son muchas las historias de jóvenes que perdieron la beca por razones que nunca comprendieron ni ellos ni sus padres. El paso de la secundaria a la preparatoria sigue siendo un cuello de botella, normalmente por motivos económicos, por lo que las modificaciones en curso del componente Jóvenes con Oportunidades son muy oportunas, pero su instrumentación tiene que ser cuidadosamente vigilada (para que sea efectiva). El paso de la preparatoria a la universidad es aún más complicado y de no ser por apoyos de redes familiares o de otro tipo (Conafe y otros programas de becas), muchos de los que ahora son los casos más exitosos del Programa no estarían cursando una carrera universitaria. Por ello, sugerimos que la Plataforma Jóvenes con Oportunidades se convierta en un verdadero estímulo y en una herramienta para facilitar ese paso. Los logros aquí expuestos se magnificarían si a los esfuerzos del Programa Oportunidades se sumaran, en la misma medida en términos de compromiso social y político, de adeudo y responsabilidad con el país, los sectores salud y educación. Si a los niveles escolares alcanzados por los beneficiarios (becarios y ex becarios) se sumara calidad en los procesos de enseñanza-aprendizaje, los beneficios para millones de niños y jóvenes serían muy superiores. Si al número de becarios y ex becarios exitosos en cuanto a sus niveles de escolaridad se añadieran las filas de los muchos que desertan a raíz de un evento de enfermedad en sus hogares, no resuelto por la escasa resolución de los servicios que imparten las Unidades Médicas Rurales, se hablaría de una política social exitosa. Por el momento, sin 183 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención embargo, sólo se puede decir que el Programa Oportunidades ha logrado impactos inesperados y muy positivos en el mundo rural indígena. Y aunque el Programa Oportunidades ha contribuido –como lo atestigua este análisis– a las acciones que son necesarias para el abatimiento de la transmisión intergeneracional de la pobreza, ese proceso sólo será posible en la medida en que las distintas instancias del sector público tomen medidas para la creación de más y mejores empleos y en la provisión de servicios de mayor calidad de salud y educación. V. Análisis FODA Fortalezas y oportunidades prioridad descripción Recomendación Fortalezas y Oportunidades El análisis muestra impacto muy notable en los niveles de escolaridad de los individuos expuestos al Programa Oportunidades en calidad de becarios. El Programa debe asegurar que sus acciones permitan mantener o mejorar este impacto. Se sugiere que el componente de JO (Jóvenes con Oportunidades) se agilice de manera que se convierta en un estímulo para todos los becarios actuales. Continúa existiendo mucha desinformación al respecto de JO y los trámites son de tal complejidad que son pocos los que realmente acceden a los beneficios. FO2 El mayor incremento se ha dado entre los indígenas y especialmente entre las mujeres indígenas. La misma recomendación aplica aquí, pero además es importante señalar que las becas diferenciales han sido cruciales en la actual mayor valoración (por parte de los padres) de la educación de niñas y jóvenes. Mantener dicho diferencial y procurar que los beneficios de JO sean igualmente accesibles a jóvenes de ambos sexos. FO3 Al poner en operación el Programa Oportunidades en las comunidades rurales marginadas, se incrementó la movilidad escolar intergeneracional en dos años más. Es decir, se pasó de un avance de tres años a otro de cinco años. FO4 En la generación de los hijos, la brecha de género se ha invertido y la étnica se ha cerrado en el caso de los hombres (aún ligeramente a favor de los hombres mestizos vs. hombres indígenas) pero se ha invertido a favor de las indígenas (las hijas indígenas beneficiarias alcanzan niveles de escolaridad más altos que las hijas mestizas). Todo esto quiere decir que el Programa Oportunidades ha contribuido a disminuir la desigualdad de género y la desigualdad étnica. FO1 184 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 FO5 La distancia que separa a la escuela de los domicilios es un factor que incide sobre todo en la asistencia y permanencia de las mujeres en la escuela (cuando la distancia es corta). Existen algunas iniciativas municipales muy positivas, en Sonora, de proporcionar autobuses para transportar a los alumnos desde las localidades hasta el centro escolar (frecuentemente en un pueblo grande o cabecera municipal). Los albergues han sido una institución (factor que favorece la escolaridad) que sin “acercar la escuela a la casa”, de hecho “acerca la casa (alojamiento) a la escuela”. Estas iniciativas-que los municipios proporcionen transporte para los alumnos, particularmente de secundaria y preparatoria, que son los niveles de menor cobertura), deberían multiplicarse porque favorecen que los niños y jóvenes estudien, en especial las mujeres. Los albergues indígenas deben permanecer (incluso abrir más) especialmente en las regiones caracterizadas por asentamientos poblacionales dispersos. FO6 La existencia de programas y becas como Pronabes y Conafe aparecen en las trayectorias de los jóvenes más exitosos (con trayectorias escolares más largas y deseos de cursar estudios universitarios). Para estos jóvenes, que provienen de hogares de muy escasos recursos, este tipo de becas es de extremo valor. Continuar y expandir programas tipo Pronabes y Conafe. DEbilidades y Amenazas DA1 Para la construcción real de capacidades es necesario contar con servicios de educación de mayor calidad (donde haya menos carencias de infraestructura, los maestros asistan a dar clases, estén mejor capacitados y se impartan contenidos de formas más pertinentes al medio indígena). Tal como se imparte la educación en estas microrregiones, los procesos de construcción de capacidades son limitados De responsabilidad del sector educación (SEP e instancias estatales): es urgente mejorar la formación de maestros y los contenidos educativos de los programas de enseñanza (y formas de impartirlos). Apremiante también es lograr que el ausentismo de los maestros sea sustituido por asistencia cotidiana y responsable con la tarea de educar a las siguientes generaciones. DA2 Uno de los factores que explican el alargamiento de las trayectorias educativas de los becarios de Oportunidades es la corta distancia entre la escuela y la casa (facilita enormemente la asistencia en general, y la asistencia femenina a la escuela). Mientras que la cobertura de la educación primaria es muy amplia, va disminuyendo a medida que aumenta el nivel educativo, de manera que hacen falta escuelas secundarias y, sobre todo, preparatorias. De responsabilidad del sector educación (SEP e instancias estatales): utilizar la infraestructura de las escuelas primarias “despobladas” como escuelas secundarias y preparatorias a las que naturalmente habrá que dotar de profesorado y materiales didácticos correspondientes a los niveles educativos. O bien (si no se quisiera o pudiera hacer lo anterior) procurar una cobertura más amplia de los servicios educativos secundarios y de educación media superior a través de la instalación de nuevos planteles. DA3 El paso de la preparatoria a la universidad es extremadamente complicado (un “cuello de botella”) debido a los costos de alojamiento y la manutención en las ciudades en donde las universidades están asentadas, los traslados del pueblo a la ciudad, el transporte urbano, los costos de los materiales, del examen de admisión, etc. De no ser por los apoyos familiares y, en muchos casos de los apoyos de Conafe y otros programas de becas, muchos de los que ahora son los casos más exitosos del Programa no estarían cursando una carrera universitaria. La evidencia con la que se cuenta muestra que el componente PJO, ahora JO, no ha sido muy efectivo. Son más los jóvenes que no pueden cobrarlo que los que sí. Se sugiere que el componente Jóvenes con Oportunidades se convierta en un verdadero estímulo y en una herramienta real para facilitar ese paso. 185 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención DA4 La enfermedad al interior de los hogares pobres, ya sea del padre o de la madre, y naturalmente del niño (a) o joven estudiante, es un factor que atenta contra el logro de los objetivos del Programa (respecto de la construcción de capacidades: la enfermedad del principal proveedor o de la madre, aunada a la escasa resolución de los centros proveedores de servicios de salud, lleva con mucha frecuencia a la deserción escolar). De responsabilidad del sector salud: Aumentar el número de médicos en las clínicas rurales. Evitar que las clínicas rurales se queden sin médico por temporadas largas o cortas. Continuar con las políticas de prevención. Mejorar el abasto de medicamentos y los equipos de diagnóstico de los pacientes (baumanómetros, equipos de medición de azúcar en sangre). Diseñar y promover dietas de acuerdo a los productos que están al alcance de la población rural y realizar una campaña masiva de comunicación contra el consumo de los alimentos no nutritivos y nocivos para la salud (no sólo tabaco y alcohol, sino productos “chatarra”). Fortalezas y Oportunidades FO7 La mayoría de las hijas no han sido aún madres. Sin embargo, el análisis muestra que una fracción importante (26.3%) de las hijas indígenas ex-becarias ya tuvo su primer hijo, pero la proporción de aquellasigualmente indígenas beneficiarias- que todavía no han tenido hijos es mayor (73.7%). n/a FO8 La evidencia con la que se cuenta, especialmente la que proviene de la Sierra Tarahumara, muestra que para las jóvenes indígenas el nacimiento del primer hijo no implica dejar de estudiar, posiblemente para conservar las becas que otorga el Programa Oportunidades (por la importancia que este ingreso tiene en las economías familiares). Aunque en la Sierra Tarahumara no encontramos que las escuelas no permitan la asistencia de las estudiantes embarazadas (en otros contextos no de esta evaluación sino de evaluaciones anteriores sí se ha visto), la práctica de continuar estudiando (a pesar de ser ya madre) es una que se debe promover y, por lo tanto, es muy positivo que las escuelas tengan una política flexible (admitir a las jóvenes embarazadas) puesto que parir un hijo no incapacita a las mujeres para continuar sus trayectorias escolares. Debilidades y amenazas DA5 Las mujeres mestizas beneficiarias y no beneficiarias de la generación de las hijas que ya iniciaron su ciclo reproductivo representan una fracción mayor al compararlas con las indígenas en la misma situación, pero en el caso de las mestizas, la fracción de las que ya iniciaron su ciclo reproductivo es mayor entre beneficiarias que entre las nunca beneficiarias: 42.3% de las mestizas beneficiarias ya es madre mientras que entre las mestizas no beneficiarias el porcentaje de las madres es de 35.7 (57.7% de las mestizas beneficiarias aún no es madre, mientras que la fracción se eleva a 64.3% entre las mestizas no beneficiarias). Promover, en los talleres de autocuidado de la salud para los jóvenes, la conveniencia de posponer el inicio del ciclo reproductivo. Los talleres deben ser impartidos por personal capacitado que brinde información amplia y precisa sobre las implicaciones de ser madre-padre a temprana edad y sobre los métodos de anticoncepción (sin dejar lagunas de información, ofreciendo información adecuada y precisa y sin dejar que los jóvenes se “autocapaciten”). Promover, ante las autoridades del sector salud, la oferta de métodos anticonceptivos a la población en general, y a los jóvenes en particular. 186 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 DA6 Los talleres que se imparten a los jóvenes como parte del Nuevo Modelo de Atención a la salud no proveen información suficiente y precisa, ni de manera eficaz, sobre los cuidados que los jóvenes tendrían que tener para evitar el embarazo temprano o el contagio del VIH-SIDA, u otras enfermedades de transmisión sexual. Quienes imparten estos talleres suelen ausentarse (o no presentarse) y dejar a los jóvenes solos de manera que ellos se “auto-capacitan”. El resultado es el manejo insuficiente de información y el arribo a conclusiones incluso erróneas sobre las enfermedades, las vías de transmisión y los cuidados preventivos. Los talleres deben ser impartidos por personal capacitado que brinde información amplia y precisa sobre las implicaciones de ser madre-padre a temprana edad y sobre los métodos de anticoncepción (sin dejar lagunas de información, ofreciendo información adecuada y precisa, y sin dejar que los jóvenes se “auto-capaciten”). Promover, ante las autoridades del sector salud, la oferta de métodos anticonceptivos a la población en general, y a los jóvenes en particular. DA7 El uso de anticonceptivos inexistente entre las adolescentes. Nunca se emplean antes de tener al primer hijo. Es necesario que el sector salud haga mayores esfuerzos (con estrategias efectivas) para promover el uso de métodos anticonceptivos entre los jóvenes. Éstos son utilizados por mujeres adultas, cuando ya no quieren tener más hijos, pero no por jóvenes y nunca antes de tener al primer hijo. DA8 La posición de los individuos en el ciclo reproductivo del hogar de origen influye en la postergación de la unión y del ciclo reproductivo propio (hogar de procreación). La evidencia de Chiapas mostró que los becarios y ex-becarios ultimogénitos, quienes gozan del privilegio de no soportar o ayudar a soportar la carga familiar del hogar de origen, permanecen más tiempo en la escuela y postergan, más que los primogénitos, la unión y el ciclo reproductivo. En cambio, los hermanos mayores suelen interrumpir sus carreras escolares para iniciar su rol de proveedores económicos a temprana edad y ello se asocia a la unión temprana. 187 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención prioridad DESCRIPCIóN Recomendación Fortalezas y oportunidades FO9 Una de las fortalezas más notables del Programa Oportunidades es el de los individuos de la generación de hijos (e hijas) que declaran el estudio como su principal ocupación: más de un cuarto de los jóvenes entre 15 y 25 años se dedican, como ocupación principal, a estudiar, especialmente entre las mujeres mestizas y entre tanto hombres como mujeres indígenas. Eso significa que, por un lado, el impacto del Programa Oportunidades en los niveles de escolaridad alcanzados será muy pronto mayor del que aquí se ha visto y, por el otro, es probable que con esas credenciales escolares puedan acceder a mejores ocupaciones que las que hubieran tenido de no alargar sus trayectorias escolares. FO10 La población indígena de la generación (hijos e hijas) que no ha sido expuesta al Programa Oportunidades se concentra en el peldaño más bajo de la jerarquía ocupacional, con una notable presencia de hombres no beneficiarios, mientras que la población indígena expuesta al Programa en este mismo estrato, si bien sigue siendo mayoritaria, es menor, especialmente en el caso de las mujeres beneficiarias. FO11 El estrato ocupacional medio (categorías 4 y 5) tiene una presencia significativa de hombres y mujeres indígenas beneficiarios, con especial presencia de mujeres. Son también mujeres indígenas beneficiarias las que tienen mayor peso en el estrato más alto (categorías 6 y 7), poco más de catorce de cada 100 mujeres beneficiarias. En sí mismo podría parecer una presencia muy reducida, pero al comparar a las mujeres beneficiarias con sus pares no beneficiarias se aprecia que la diferencia es muy significativa a favor de las primeras. n/a 188 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 fortalezas y Oportunidades FO12 Existe un conjunto amplio de subsidios y apoyos a la agricultura (que asciende a 120 mil millones de pesos). Los productores agrícolas de estas regiones ni conocen ni se benefician de la mayor parte de estos apoyos. Sólo PROCAMPO tiene cierta cobertura, pero limitada. La CDI también ha encauzado algunos programas productivos. Estos recursos y la afiliación clara a los programas sociales (con trámites más ágiles; supervisión del uso de los recursos y evaluación de los programas) pueden convertirse en una oportunidad para incrementar el impacto del Programa Oportunidades en el ámbito del trabajo y las ocupaciones de sus ex-becarios. De responsabilidad de la política pública en su conjunto: Dar a conocer a la población la existencia de recursos y programas productivos. Dar a conocer los mecanismos de afiliación de manera clara y abierta (asegurando que llegue a las localidades rurales como las aquí estudiadas-contextos interétnicos). Agilizar los trámites. Evaluar el impacto de estos programas para mejorar su diseño y operación. FO13 Llama la atención el escaso aprovechamiento, desde el punto de vista del desarrollo del país, de la oportunidad que significan cientos de miles de jóvenes indígenas o campesinos, la mayoría bilingües, que conocen a fondo estas comunidades, que gracias a los apoyos de Oportunidades han elevado considerablemente sus niveles de escolaridad y que deben partir de sus lugares de origen para hacer algo positivo con sus vidas. Existe la oportunidad, no para el Programa Oportunidades únicamente sino para el gobierno federal en su conjunto de convertirlos en agentes de desarrollo si se canaliza una mayor parte de los subsidios ya existentes a proyectos de mejoría económica en las comunidades que prometan viabilidad. Incorporar a una parte de los jóvenes ex-becarios bilingües, conocedores de sus regiones y con altos niveles de escolaridad a los proyectos y programas productivos: convertirlos en agentes de desarrollo canalizando una mayor parte de los subsidios ya existentes a proyectos de mejoría económica de estas regiones campesinas. debilidades y Amenazas DA9 Los mercados de trabajo son muy poco dinámicos y ofrecen muy escasas opciones laborales a los jóvenes egresados del Programa, por lo que tienen que emigrar de sus lugares y regiones de origen en calidad de emigrantes laborales. VI. Referencias 1. González de la Rocha M, Agudo Sanchíz A. Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, Largo Plazo, Zonas Rurales, 2008, propuesta de investigación. México: CIESAS, 2008. 2. González de la Rocha M. (coord.) Procesos domésticos y vulnerabilidad: perspectivas antropológicas de los hogares con Oportunidades. México: Publicaciones de la Casa Chata, 2006. 3. García B, de Oliveira O. 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Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 8. Embriz A, Ruiz L, Ramírez S, Ayala ML, Diagnóstico de empleo y actividades productivas desde una perspectiva multicultural. Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades. Largo Plazo. Zonas Rurales, 2007-2008. México: CIESAS, 2007. 9. González de la Rocha M, Albertos A, Cajigal L. Diagnóstico sobre familias estudiadas en comunidades indígenas en las evaluaciones cualitativas 20002004 y sus relaciones con las instituciones. Vol. II, Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades. Largo Plazo. Zonas Rurales, 20072008. México: CIESAS, 2007. 10. Haro A, Zepeda B, Restor M, Figueroa JL. Diagnóstico de salud desde una perspectiva multicultural. Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades. Largo Plazo. Zonas Rurales, 2007-2008. México: CIESAS, 2007. 11. Schmelkes S, Aguila G, Rodríguez J, Magaña RE. Diagnóstico sobre educación desde una perspectiva multicultural. Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades. Largo Plazo. Zonas Rurales, 2007-2008. México: CIESAS, 2007. 12. Sánchez López G. Salud, en: González de la Rocha M, Paredes P, Sánchez López G. Documento analítico del estudio etnográfico de Oaxaca, Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, Largo plazo, Zonas rurales, 2008, Numeral 3. México: CIESAS, 2008. 13. Sánchez López G. Documento técnico sobre salud, Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, Largo plazo, Zonas rurales, 2008, Numeral 10. México: CIESAS, 2008. 14. Agudo A. Documento técnico sobre educación. Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades. Largo plazo. Zonas rurales, 2008, Numeral 11. México: CIESAS, 2008. 15. Cortés F, Escobar A, González de la Rocha M. Método científico y política social. A propósito de las evaluaciones cualitativas de programas sociales. México: El Colegio de México, 2008. 16. Escobar A. Can migration foster development in Mexico? 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Anexos A: geográfico Figura A1 Regiones estudiadas en el estado de Sonora Fuente: Sariego26 Figura A2 Municipios de la Sierra Tarahumara: Alta (Cumbre) y Baja (Barrancas) Fuente: Sariego26 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 191 Figura A3 Regiones estudiadas en el estado de Chiapas Fuente: Sariego26 Figura A4 Regiones estudiadas en el estado de Oaxaca 192 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 B: metodológico Estrategia metodológica Selección de los escenarios de investigación en Chihuahua, Sonora, Chiapas y Oaxaca: En primer lugar, se seleccionaron municipios en los que, según los datos del Conteo de Población 2005, incluyeran tanto población indígena como no indígena y donde, según la información del Programa Oportunidades (padrón de beneficiarios), hubiera localidades con beneficiarios de larga exposición, es decir, que hubieran sido incorporadas a Oportunidades en 1997-1998 (Progresa). En cada municipio se estudiarían hogares de tantas localidades como fuera necesario para completar la muestra analítica de hogares (beneficiarios y no beneficiarios, indígenas y no indígenas). A este conjunto de localidades en donde se llevó a cabo la investigación se les denomina microrregiones. En cada estado del estudio, Chihuahua, Sonora, Chiapas y Oaxaca, se incluyeron tres microrregiones. Las microrregiones seleccionadas son: Chihuahua: a) Yepachi (Temósachi, Chihuahua)/Maycoba (Yécora, Sonora); b) Samachique (Guachochi); y c) Norogachi (Guachochi). Sonora: a) distintas localidades del municipio de Guaymas, en el valle del Yaqui; b) localidades del municipio de Etchojoa, valle del Mayo; y c) microrregión guarijía en el municipio de Álamos. Chiapas: a) localidades del municipio de San Cristóbal de las Casas (El Aguaje, Corazón de María y San Isidro); b) Municipio Las Margaritas (Saltillo, Bello Paisaje); y c) localidades del Municipio de Tumbalá (Álvaro Obregón Loma, Álvaro Obregón Planada, El Porvenir y Emiliano Zapata). Oaxaca: a) Varias localidades del municipio Mazatlán Villa de Flores (la cabecera del mismo nombre, El Progreso, Almolonga, El Corral, San Simón Coyoltepec y Piedra Ancha); b) Municipio de San Juan Cotzocón, en donde se estudiaron dos localidades, Nuevo Cerro Mojarra y Jaltepec de Candayoc; y c) Municipio de Santiago Jamiltepec, en la Costa Chica, con dos localidades, una mayoritariamente indígena: Santa Elena Comaltepec, y la otra –El Charco Nduayoo– mestiza y afro-mestiza. Cuadro B1 Muestra analítica teórica para la selección de los hogares de estudio en cada microrregión Muestra analítica primaria (para cada una de las microrregiones) Indígenas beneficiarios (n=4) No indígenas beneficiarios (n=4) Indígenas no beneficiarios (n=4) No indígenas beneficiarios (n=4) La idea fundamental detrás del diseño de esta muestra es la de maximizar la diferencia de las variables intervinientes: a) Etnicidad: hogares indígenas (hablantes de lengua indígena y que se ven y son vistos por los demás como indígenas) y hogares mestizos (monolingües en español y que se ven y son vistos por los demás como no indígenas). b)Incorporación al Programa Oportunidades: hogares beneficiarios de largo plazo (incorporados a Oportunidades en 1998) y hogares no beneficiarios (nunca beneficiarios). De cada uno de los dos subtipos de hogares beneficiarios de la muestra analítica (cuatro indígenas beneficiarios y cuatro no indígenas beneficiarios) para cada microrregión, debían seleccionarse dos hogares que al momento de su incorporación al Programa tuvieran al menos un niño o una niña primogénito(a), o que formara parte del grupo de los hijos más grandes, cursando entre tercero y cuarto de primaria en 1998, año de incorporación. Los otros dos hogares de esos dos subtipos de beneficiarios debían seleccionarse por tener niños de entre los más pequeños –los ultimogénitos– cursando dichos grados de primaria al momento de la incorporación. Ello para contar con hogares 193 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención beneficiarios de largo plazo que se encontraban en distintas etapas de su ciclo doméstico al momento de su incorporación al Programa (etapa de expansión temprana y de expansión avanzada). Hogares beneficiarios Hogares indígenas beneficiarios Hogares no indígenas beneficiarios Primogénito Ultimogénito Dos hogares con hijo Dos hogares con hijo Primogénito entre 3-4 Ultimogénito entre 3-4 de primaria en 1998 de primaria en 1998 Dos hogares con hijo Dos hogares con hijo Primogénito entre 3-4 Ultimogénito entre 3-4 de primaria en 1998 de primaria en 1998 Total de hogares beneficiarios 4 Total Total= 4 hogares Cuadro B2 Hogares beneficiarios de la muestra analítica Total= 4 hogares 4 8 Los hogares no beneficiarios debían ser seleccionados en cada municipio o microrregión en función del pareo con los beneficiarios: de su similitud con éstos en 1998 respecto a su lugar de residencia –cabecera vs. ranchería, condición socioeconómica: ocupación, acceso a tierra y nivel de educación de los jefes del hogar en 1998– siguiendo los mismos criterios (con niños primogénitos y ultimogénitos cursando entre tercero y cuarto año de primaria en 1998 –aunque no fueron incorporados al Programa–) para contar con individuos con quienes contrastar los logros de los beneficiarios. Se privilegió a los nunca incorporados para la selección de los hogares no beneficiarios. En segunda instancia (en caso de no encontrar hogares nunca incorporados en las localidades de la microrregión) se eligieron hogares que fueron incorporados pero estuvieron en calidad de beneficiarios por muy poco tiempo (fueron dados de baja, como muy tarde, a los dos años de haber sido incorporados) y, en tercera instancia, hogares de muy reciente incorporación al Programa. Hogares no beneficiarios Hogares indígenas no beneficiarios Hogares no indígenas no beneficiarios Primogénito Ultimogénito Dos hogares con hijo Dos hogares con hijo Primogénito entre 3-4 Ultimogénito entre 3-4 Primaria en 1998 Primaria en 1998 Dos hogares con hijo Dos hogares con hijo Primogénito entre 3-4 Ultimogénito entre 3-4 Primaria en 1998 Primaria en 1998 Total de hogares no beneficiarios 4 4 Total 4 hogares 4 hogares 8 Composición final de la muestra Chihuahua: en las microrregiones seleccionadas en este estado no hubo ninguna dificultad para ubicar hogares del tipo demandado por la muestra analítica (indígenas y mestizos, beneficiarios de larga exposición y no beneficiarios), de manera que se realizaron 48 estudios de caso (24 indígenas y 24 mestizos, 8 de cada 1 de estos tipos en cada microrregión), 50% beneficiarios y la otra mitad de hogares no beneficiarios. 1) Microrregión pima: se seleccionó la localidad de Yepachi (municipio de Temósachi en Chihuahua) y la localidad sonorense de nombre Maycoba (municipio de Yécora). El territorio indígena pima (oíoba) se encuentra asentado en una franja geográfica atravesada por la frontera entre Chihuahua y Sonora pero que opera como un área cultural. 2) Samachique es un pueblo cabecera del municipio de Guachochi, localizado en la Alta Tarahumara. 3) Norogachi: al igual que Samachique es un pueblo cabecera rarámuri que pertenece al municipio de Guachochi. Ambos son pueblos relativamente atípicos porque concentran el mayor número de habitantes después de la cabecera municipal en un contexto, la Sierra Tarahumara, caracterizado por la dispersión y baja densidad de su población. Cuadro B3 Hogares no beneficiarios 194 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Sonora: en las microrregiones en donde ser realizó trabajo de campo no hubo en general grandes dificultades para encontrar hogares tanto indígenas como mestizos pero se enfrentó, especialmente en la microrregión yaqui, cierta dificultad para ubicar hogares respecto de la variable exposición de largo plazo al Programa Oportunidades. 1) Microrregión yaqui (yoeme), conformada por un conjunto de localidades del municipio de Guaymas, localizado en el sur del estado. En esta microrregión se realizó trabajo de campo en Huirivis, Rahum, Las Guásimas y Oroz, todas ellas con posibilidades para realizar los estudios de caso de hogares indígenas y mestizos, beneficiarios y no beneficiarios. En esta microrregión se logró el balance respecto de los hogares indígenas y mestizos (ocho casos indígenas, ocho mestizos) pero en cada caso hubo cinco hogares beneficiarios y tres no beneficiarios. De los tres casos de hogares no beneficiarios en cada grupo, uno correspondió a un hogar incorporado pero que no había recibido nunca becas para los niños y jóvenes del hogar. La selección de estos casos fue una medida de sustitución de los demandados por la muestra analítica pero que no se encontraron (debido a cobertura muy alta del Programa) en los pueblos de la microrregión. 2) Microrregión mayo (yoreme): se seleccionaron las localidades La Bocana, El Salitral y Los Viejos, en el municipio de Etchojoa. Aquí se estudiaron siete hogares indígenas (cuatro beneficiarios y tres no beneficiarios) y nueve hogares no indígenas (cinco beneficiarios y cuatro no beneficiarios. 3) Microrregión guarijía: en el municipio de Álamos se seleccionó la localidad San Bernardo, en donde pudieron encontrarse todos los hogares necesarios para cumplir con la muestra analítica. Aquí se localizaron nueve hogares indígenas (cuatro beneficiarios y cinco no beneficiarios, uno de los cuales había sido incorporado en 1998 pero dado de baja en 2002) y siete hogares mestizos (cuatro beneficiarios y tres no beneficiarios). Chiapas: 1) Microrregión en el municipio Las Margaritas no hubo ninguna dificultad para completar la muestra analítica puesto que se ubicaron, en distintas localidades del municipio, suficientes hogares beneficiarios y no beneficiarios e indígenas y mestizos, de manera que se realizaron 16 estudios de caso, logrando un balance perfecto entre los cuatro distintos tipos. 2) En el municipio de San Cristóbal de las Casas hubo dificultades para encontrar un suficiente número de casos de hogares no beneficiarios, tanto indígenas como mestizos. De esa manera, se realizaron cuatro estudios de caso de grupos domésticos indígenas beneficiarios y cuatro de mestizos beneficiarios, pero sólo se pudieron localizar cinco casos de no beneficiarios, tres de ellos indígenas y dos mestizos. 3) El Municipio de Tumbalá fue el que más dificultades impuso a la muestra analítica. En este municipio, a diferencia de los demás, no hay población mestiza y tampoco hay hogares pobres no beneficiarios. Sin embargo, se decidió seleccionar un escenario más puramente indígena para –como veremos en el caso de Oaxaca con el municipio Mazatlán Villa de Flores– contrastarlo con los demás, esos sí marcadamente interétnicos. En las distintas localidades estudiadas en este municipio chol se lograron completar 16 estudios de caso de hogares indígenas beneficiarios con distintas “competencias” lingüísticas, desde casos de hogares monolingües en lengua indígena hasta casos de bilingüismo con un muy fluido manejo del español. Oaxaca: 1) En la microrregión de la cañada mazateca se encontró una situación semejante a la de Tumbalá en Chiapas. Aquí, debido a la muy alta concentración de población indígena se redujo significativamente el número de hogares mestizos y los únicos cuatro hogares “mestizos” del estudio son beneficiarios (no se encontró ningún hogar mestizo no beneficiario) y, además, fueron seleccionados porque la madre no es indígena aunque en todos los casos se trata de mujeres efectivamente no indígenas pero casadas con hombres mazatecos. Las cuotas de los hogares indígenas fueron cubiertas (ocho en total, la mitad de hogares beneficiarios y la otra mitad de no beneficiarios). Sin embargo, debido a la alta cobertura de Oportunidades en esta región —casi no existen los hogares no beneficiarios— dos de esos casos son de hogares de hecho ya incorporados pero de muy reciente incorporación (a fines de 2007 de manera que durante el trabajo de campo sólo habían recibido los apoyos de un bimestre). 195 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 2) La microrregión de dos localidades del municipio San Juan Cotzocón, si bien no presenta dificultades para completar la muestra, se hicieron sólo tres (y no cuatro) estudios de caso de indígenas beneficiarios, cinco (y no cuatro) de indígenas no beneficiarios y sólo cuatro de mestizos, la mitad de beneficiarios y la otra mitad de no beneficiarios.* 3) En la costa chica oaxaqueña se estudiaron dos localidades, una indígena y la otra mestiza, del municipio Santiago Jamiltepec, por lo que la muestra se pudo completar sin problemas e incluso se hicieron dos estudios de caso de más de la categoría de hogares no beneficiarios, uno indígena y otro mestizo. MICRORREGIÓN CHIAPAS ETNICIDAD Y ESTATUS EN EL PROGRAMA INDÍGENAS INDÍGENAS NO MESTIZOS MESTIZOS NO TOTAL BENEFICIARIOS BENEFICIARIOS BENEFICIARIOS BENEFICIARIOS LAS MARGARITAS (TOJOLABAL) 4 4 4 4 SAN CRISTÓBAL (TZOTZIL) 4 3 4 2 13 TUMBALÁ (CHOL) 16 0 0 0 16 24 INDÍGENAS 7 INDÍGENAS NO 8 MESTIZOS 6 MESTIZOS NO 45 BENEFICIARIOS 4 BENEFICIARIOS 4 BENEFICIARIOS 4 BENEFICIARIOS 0 MIXE 3 5 2 2 12 COSTA CHICA 4 5 4 5 18 11 INDÍGENAS 14 INDÍGENAS NO 10 MESTIZOS 7 MESTIZOS NO 42 SAMACHIQUE (TARAHUMARA) BENEFICIARIOS 4 BENEFICIARIOS 4 BENEFICIARIOS 4 BENEFICIARIOS 4 NOROGACHI (TARAHUMARA) 4 4 4 4 YEPACHI-MAYCOBA (PIMA) 4 4 4 4 16 12 INDÍGENAS 12 INDÍGENAS NO 12 MESTIZOS 12 MESTIZOS NO 48 GUAYMAS (YAQUI) BENEFICIARIOS 5 BENEFICIARIOS 3 BENEFICIARIOS 5 BENEFICIARIOS 3 ETCHOJOA (MAYO) 4 3 5 4 ÁLAMOS (GUARIJÍO) 4 5 4 3 16 TOTAL 13 11 14 10 48 GRAN TOTAL 60 44 44 35 183 TOTAL OAXACA MAZATECA TOTAL CHIHUAHUA TOTAL SONORA 16 TOTAL 12 TOTAL 16 16 TOTAL 16 16 Cuadro realizado por Alejandro Agudo, tomado de Agudo, 2008b A estos hogares se les realizaron estudios de caso a través de entrevistas, de preferencia con distintos miembros del hogar, con instrumentos especialmente diseñados (ver infra). Instrumentos empleados‡ Guión para la obtención y sistematización de información sobre grupos domésticos y sus trayectorias educativas, de salud y ocupacionales La información necesaria para la realización de estudios de caso de hogares fue recopilada a través de varias entrevistas informales y semi-estructuradas. El guión incluye los principales puntos y temas que los investigadores de campo * El problema en esta microrregión fue el estado de salud de una de las investigadoras. Durante el transcurso del trabajo de campo, sufrió un problema de salud que le impidió trabajar con la misma eficiencia que las demás. ‡ Aquí se describen los instrumentos de recopilación de información relevante para el análisis realizado en este documento técnico de trabajo. El lector podrá consultar los documentos analíticos regionales que describen con detalle la totalidad de instrumentos empleados en la investigación etnográfica de cada escenario. Cuadro B4 Composición final de la muestra analítica 196 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 tuvieron que abordar durante dichas entrevistas con respecto a los principales temas de la evaluación cualitativa: salud, educación y trabajo de los integrantes del grupo doméstico. Es necesario insistir que no se trata de un cuestionario sino de un guión de temas a cubrir en cada estudio de caso. Asimismo, fue necesario obtener información sobre los cambios ocurridos en todos estos rubros durante los años en los que los hogares beneficiarios han estado expuestos al Programa, de 1998 o 1999 en adelante (también fue relevante conocer si los no beneficiarios habían sufrido cambios y de qué tipo). Finalmente, se solicitó a los informantes que hicieran su propio balance sobre sus trayectorias educativas o laborales; sobre sus experiencias con los proveedores de servicios educativos y de salud; y, en su caso, con el Programa Oportunidades y sus componentes a lo largo de una década. Se trataba, así, de obtener no sólo información sobre aspectos formales de los servicios y del Programa, sino además sobre la experiencia social de los usuarios y los beneficiarios. Cuadro de composición doméstica Este instrumento acompañó al guión de entrevistas descrito anteriormente y sirvió para vaciar los datos sobre la composición y la estructura de cada hogar: nombre de cada miembro, sexo, parentesco con respecto a los otros miembros del grupo doméstico, año de nacimiento/edad, lugar de nacimiento, estado civil, etc. Se realizaron dos cuadros de composición doméstica por cada estudio de caso: uno que contiene la información de la composición y estructura del grupo doméstico en 1998 o 1999; y otro con la información sobre la composición y estructura actuales. También fue necesario especificar la lengua materna de los integrantes del grupo doméstico (o al menos del jefe de hogar y/o su cónyuge, o de la mujer titular de Oportunidades en caso de que el hogar estuviera incorporado al Programa). En el cuadro quedaba aclarado desde un principio si el hogar estudiado era beneficiario del Programa Oportunidades y si sus integrantes se veían a sí mismos como indígenas o como no indígenas. De encontrarse particularidades en la información obtenida con los cuadros de composición doméstica, aquéllas se incorporarían a los puntos de la guía de entrevista para estudios de caso de hogares. Guión para el seguimiento de los ex becarios indígenas y no indígenas y sus comparables (jóvenes no ex becarios de Oportunidades) Resultó imprescindible dar seguimiento a los ex becarios del Programa Oportunidades y obtener información sobre su situación educativa y laboral actual. La identificación de los jóvenes relevantes siguió la lógica de la muestra analítica mencionada con anterioridad, esto es, los ex becarios entrevistados fueron los hijos que, en 1998/99, se encontraban estudiando entre segundo y cuarto grado de primaria. El objetivo del presente instrumento, entonces, es entender los procesos que llevan a los ex becarios de Oportunidades a sus particulares trayectorias familiares, migratorias y laborales; entender el papel que puede haber desempeñado el hecho de ser becarios del Programa y si ello les otorgó alguna ventaja sobre los no becarios en términos de escolaridad, compromiso con la escuela como medio de ascenso social, habilidades sociales y cognoscitivas reales, capacidad de trabajo y otras que puedan derivarse del Programa. Para ello se necesitó distinguir entre resultados y procesos. En cuanto a los resultados, hubo de tenerse en cuenta que la mayoría de los jóvenes ex becarios desempeñaría muy probablemente labores parecidas a las de los no becarios: campesinos, jornaleros, obreros, pequeños comerciantes, dependientes de comercios, etc. Fue necesario distinguir entre ocupación, posición en el trabajo (patrón, autoempleado, asalariado, pariente con pago, pariente sin pago), rama económica, tamaño de la unidad productiva (número y tipo de trabajadores) y todas las características de la actividad. No obstante, puesto que éste se trataba de un estudio etnográfico, no sólo interesaban los resultados actuales, sino además los procesos mediante los que se alcanzaron dichos resultados: ¿Tuvieron acceso real los ex becarios a más y mejor atención en salud? ¿Tuvieron acceso real a la escuela y a un mayor nivel de instrucción que otorgue más habilidades? ¿Hubo en sus casas mejores hábitos alimenticios (desayunar antes de ir a la escuela, por ejemplo) e higiénicos? ¿Tuvieron los padres cuidado de que los trabajos que permitían o pedían a sus hijos/as no impidieran cumplir con la escuela? ¿Tuvieron los estudiantes Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención menos ausencias en periodos de fiestas, de siembra, de cosecha, de carga de trabajo doméstico (cuando se enferma un hermano menor o la madre o el padre, cuando ha de realizarse algún trámite o trabajo, etc.)? Guía de entrevistas a proveedores de servicios educativos Comprende los puntos y cuestiones relevantes para la obtención de información sobre el personal y la calidad de los servicios educativos, imprescindibles para comprender el impacto de Oportunidades sobre los becarios y ex becarios del Programa. Aparte de las entrevistas, se realizarían observaciones cuidadosas de las instalaciones de las escuelas que permitieran describir detalladamente las características de las construcciones, ubicación, acceso y servicios con los que cuentan. Al ser la evaluación de largo plazo, todos los temas debían ser investigados en forma retrospectiva; ello implicaba localizar profesores cuya antigüedad en los planteles les permitiese proporcionar información sobre los últimos diez años, en el caso de primaria, y sobre los últimos ocho años, en el caso del nivel medio superior. Habría además de indagarse sobre cambios importantes acaecidos en las instalaciones y servicios educativos durante los últimos diez años. Finalmente, además de las entrevistas, habrían de realizarse observaciones directas de clases en el aula durante varios días. Guión de entrevista a otros actores relevantes Durante el trabajo de campo los investigadores se dieron a la tarea de localizar y entrevistar, conforme a los puntos de este guión, a “actores clave” o importantes en la vida de las localidades y las familias, cuya autoridad y acciones pudieran tener incidencia en el impacto del Programa Oportunidades, pequeños empresarios locales, empleadores, dueños de negocios agropecuarios o de otro tipo, autoridades ejidales, civiles y religiosas, etc. Tras identificar el tipo de actor entrevistado, se obtuvo información mediante preguntas acerca de su papel en la localidad, así como acerca de sus acciones y opiniones respecto de los cambios acaecidos en los últimos años en relación con el Programa. Se entrevistaron curas, dueños de comercios y, por ejemplo, administradores de los aserraderos en las microrregiones del norte, empresarios agrícolas en la costa chica oaxaqueña, y sujetos cuya opinión sobre el devenir de la vida de los pueblos era importante conocer. Finalmente, toda la información recolectada con todos los instrumentos se consignó en los diarios de campo de los investigadores. 197 198 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 C: Niveles de escolaridad alcanzados como becarios en localidades con distinta cobertura de servicios de educación 35 30 Primaria 3 y 4 25 Primaria 5 Primaria completa 20 Secundaria 1 y 2 15 Secundaria completa Preparatoria 1 10 Preparatoria 2 y 3 Preparatoria 4 y 5 5 Preparatoria completa NC Mojarra (17) 2002 Jaltepec (11) 2002 Cab. Municipal (1) 2002 NC Mojarra (17) 2001 Jaltepec (11) 2001 Cab. Municipal (1) 2001 NC Mojarra (17) 2000 Jaltepec (11) 2000 Cab. Municipal (1) 2000 NC Mojarra (17) 1999 Jaltepec (11) 1999 0 Cab. Municipal (1) 1999 Figura C1 Número de ex becarios por niveles de escolaridad alcanzados que ingresaron al Programa Oportunidades entre tercero y cuarto año de primaria en distintos años, Municipio San Juan Cotzocón (región mixe, Oaxaca) Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Capítulo IV Seguimiento de adultos jóvenes en hogares incorporados desde 1998 a Oportunidades: impactos en educación y pruebas de desempeño Autores Susan W Parker, Jere R Behrman* * Para cualquier comentario/aclaración sobre el presente documento, el autor corresponsal es Susan W Parker ([email protected], susan.parker@ spectron.com.mx). Este documento se realizó como parte de la evaluación externa de Oportunidades 2007 y 2008. Los autores fueron contratados por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), quien se hizo cargo de realizar dicha evaluación. Se agradecen en especial los comentarios de Teresa Bracho y de Oportunidades realizados a una versión anterior de este documento. 199 Resumen ejecutivo U na pregunta central para Oportunidades y para las políticas públicas en general, se refiere a si éstas pueden contribuir a la ruptura de la transmisión intergeneracional de la pobreza a través de incrementar el capital humano de los niños, de forma que éstos puedan tener mejores opciones una vez que se conviertan en adultos. Históricamente, a juzgar por la correlación entre generaciones en logro escolar, la movilidad intergeneracional en América Latina ha sido muy baja, y aún menor en México que respecto a otros países de la región. Se han desarrollado diversas políticas que podrían disminuir la transmisión intergeneracional de la pobreza y que van, inter alia, desde las políticas macroeconómicas hasta políticas de recursos humanos, de mercado de capitales y laborales. Con base en otras experiencias, un subconjunto muy prometedor de este tipo de políticas es aquel relacionado con mejoras en la educación. Investigaciones previas en diferentes contextos han mostrado que mejoras en la educación tienen impactos significativos en algunas dimensiones relevantes de ésta. Con mayor frecuencia, dichos impactos consisten en incrementar la tasa de inscripción escolar y el logro escolar; aunque también, en otros casos se logran reducir las tasas de abandono y repetición escolar, incrementando a su vez las tasas de progresión por grado. Por otro lado, hasta la fecha, los estudios no han encontrado impactos importantes en logro cognoscitivo de los jóvenes; aunque ello sólo se podría explorar con los datos transversales de 2003 y utilizando métodos no experimentales. La mayoría de los estudios que hasta la fecha existen, se han basado en periodos muy cortos de exposición al Programa, utilizando como base uno o dos años, si bien los análisis en los que se utilizan los datos de 2003 se basan en una exposición más larga. El objetivo general de este estudio es evaluar los impactos de Oportunidades en jóvenes de 19 a 22 años de edad que habitan en zonas rurales y que para 2007 habían sido beneficiarios del Programa durante casi una década, utilizando como base distintas rondas de la Encuesta de Evaluación de los Hogares (Encel) y un análisis complementario de los jóvenes de 17 a 20 años que hasta 2005 habían estado expuestos al Programa durante casi siete años, utilizando la Encuesta Nacional sobre Niveles de Vida de los Hogares (Ennvih). En forma más específica, el análisis principal se centra en los jóvenes que en 2007 tenían de 17 a 22 años de edad, utilizando la Encel 2007, y el grado en que el Programa afectó su educación (logro escolar y desempeño en las pruebas cognoscitivas). Además, se incluye un análisis complementario con resultados para jóvenes que en 2005 tenían de 17 a 20 años de edad que toma como base las encuestas Ennvih 2002 y 2005. En ambas bases de datos, los principales métodos de estimación que se utilizaron fueron los de pareamiento en dobles diferencias. Lo anterior para controlar por la pérdida de muestra y el hecho de que el Programa se implementó de forma secuencial en las localidades (por ejemplo, las localidades rurales muy pobres con menos de 2 500 habitantes recibieron el Programa antes que aquellas localidades rurales menos pobres y más habitadas). El documento revisa en primer lugar la evidencia existente sobre movilidad intergeneracional, la efectividad de las políticas para mejorar la educación en los países en desarrollo, y resultados relevantes previos a partir del análisis de Oportunidades. Después describe los datos de la Encel 2007, los métodos utilizados para intentar estimar los impactos de interés para el Programa en este contexto, y discute los modelos y técnicas que se utilizan. Más adelante se presentan los resultados. El análisis de la Encel 2007 confirma un incremento importante en los grados de escolaridad alcanzados por los jóvenes, hombres y mujeres, como resultado de Oportunidades. El impacto en las mujeres parece ser un poco mayor que en los hombres, aunque ello puede reflejar más diferencias por migración selectiva/tasas de respuesta diferenciales 202 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 por género, dado que los resultados se basan únicamente en individuos que fueron entrevistados personalmente en su localidad de origen. Los incrementos en escolaridad reflejan una mejoría tanto en la proporción de aquellos que ingresaron y terminaron la secundaria como en los que ingresaron a la preparatoria. Sin embargo, no existen impactos significativos del Programa en el mejoramiento de la proporción de aquellos que ingresaron a la universidad. No obstante, lo anterior podría reflejar el que la muestra sólo incluye a los jóvenes no emigrantes y que aquellos que sí lo son tengan una mayor tasa de inscripción a la universidad (como parte de su Agenda de Evaluación 2007-2008, Oportunidades actualmente lleva a cabo un proyecto que da seguimiento a los jóvenes emigrantes que permitirá estimar el impacto del Programa en este grupo en un futuro próximo). También se analizaron los impactos en escolaridad haciendo la diferencia entre jóvenes indígenas y no indígenas. Estos resultados muestran impactos importantes y positivos de Oportunidades en jóvenes indígenas que, aparentemente, para la muestra analizada son tan altos o mayores que los obtenidos para los no indígenas. También se analizaron los impactos potenciales del Programa en las pruebas de rendimiento. Existen tendencias positivas muy alentadoras en los resultados de las pruebas de matemáticas, para los que se utilizaron los estimadores de dobles diferencias, a pesar de que éstos se vieron limitados por el reducido número de observaciones disponibles. En el caso de las pruebas de lectura, sólo fue posible obtener estimadores de diferencias simples lo que hace que los resultados estén subestimados. En general, los resultados de este documento siguen confirmando que Oportunidades ha incrementado de manera importante la escolaridad de sus beneficiarios. A pesar de que estos resultados son válidos únicamente para la muestra de jóvenes que permanecen en sus localidades de origen, grupo del que se esperarían los menores efectos del Programa, los resultados son claramente positivos, y confirman que además de los efectos del Programa de reducir la pobreza actual, continúan presentándose importantes mejorías en la acumulación de capital humano y en escolaridad. También existen indicios de efectos positivos e importantes del Programa en las pruebas de rendimiento escolar. Los resultados que se presentan son menos sólidos respecto a los impactos en las pruebas de rendimiento escolar, pero los estimadores de dobles diferencias, que se consideran los estimadores con mayor rigor, sugieren un efecto positivo del Programa en el caso de matemáticas. Una posibilidad complementaria y muy prometedora de investigación podría ser el utilizar la base de datos de la prueba Enlace, que se aplica año con año en México, que junto con la información sobre el estatus de beneficiario podría considerarse una fuente importante para analizar los impactos del Programa en logro escolar. También se llevó a cabo el análisis de costos y beneficios del Programa, que muestra que, bajo supuestos razonables respecto a los retornos de la educación, los beneficios de Oportunidades exceden significativamente los costos. Este análisis implica que el Programa no sólo contribuye de manera importante a incrementar los niveles de escolaridad en México, sino también que la inversión de los individuos y del Gobierno Federal en este Programa será mucho más que compensada por los incrementos en el ingreso de los individuos en el futuro. Al final del documento, se presenta un análisis de las Fortalezas, Debilidades, Oportunidades y Amenazas (FODA) para Oportunidades en las zonas rurales. En general, los resultados de este estudio siguen mostrando impactos positivos en la escolaridad como resultado del Programa, y evidencia importante de que estos impactos ocurren tanto para jóvenes indígenas como para los no indígenas. Se identificaron asimismo algunos efectos de menor magnitud en los logros académicos en matemáticas, si bien limitados por el hecho de que no se encontraron efectos en comprensión de lectura. El análisis estuvo limitado por las pérdidas en la muestra de los beneficiarios iniciales, para quienes sugerimos una recolección adicional de información. Otra limitante es la falta de información basal en las pruebas de desempeño. 203 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Análisis FODA Fortalezas: atributos de Oportunidades que ayudan a cumplir los objetivos del Programa Prioridad Descripción Fuente del análisis F1 Impacto importante de la escolaridad en corto y medio plazo tanto para niños como para niñas Encaseh 1997, 2007 F2 Impactos importantes positivos del Programa en escolaridad tanto para jóvenes indígenas como los no indígenas Encaseh 1997 Encel 2007 F3 Evidencia de los impactos positivos de Oportunidades en el rendimiento en matemáticas Encel 2007 F4 Impactos más grandes de Oportunidades en escolaridad para aquellos que estuvieron más tiempo cubiertos por el Programa Encel 1998 - 2007 Debilidades: atributos de Oportunidades que son un obstáculo para lograr los objetivos del Programa D1 No haber obtenido impactos positivos en las pruebas de rendimiento de comprensión lectura resulta preocupante, por la naturaleza de la muestra para la prueba de rendimiento Encel 2007 Oportunidades: condiciones externas que ayudan a lograr los objetivos de Oportunidades O1 Interés y aplicación de trabajo de campo complementario a la Encel 2007 para ubicar y entrevistar a la población migratoria y así poder estimar los valores de los impactos de Oportunidades en los migrantes. Se sugiere aprovechar el trabajo de campo de este otoño para aplicar un pequeño cuestionario sobre educación y trabajo a fin de obtener la información de los jóvenes que no respondieron el cuestionario para jóvenes de 2007 y proporcionar una muestra más representativa para estimar los impactos escolares O2 Flujo de financiamiento y respaldo coherente para apoyar la evaluación del programa O3 Interés y respaldo para la evaluación rigurosa de Oportunidades, por parte del gobierno y de la comunidad política y científica de México y del mundo Amenazas: condiciones externas que podrían dañar los objetivos de Oportunidades A1 Las limitaciones y dificultades de los datos asociadas a dar el seguimiento longitudinal a una muestra de evaluación muy grande. A2 Bajos niveles de rendimiento entre la población beneficiaria de Oportunidades A3 Baja calidad de las escuelas a las que acuden los beneficiarios de Oportunidades. 204 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Recomendaciones para Oportunidades Tipo de estrategia ** Recomendación (con el sector responsable entre paréntesis) 1) Continuar con Oportunidades poniendo especial énfasis en mejorar los resultados de los niños que están creciendo en la pobreza (Oportunidades). F-O 2) Continuar evaluando rigurosamente Oportunidades poniendo especial énfasis en mejorar el trabajo de campo y dándole seguimiento a los migrantes jóvenes, con el fin de asegurar y proporcionar una imagen real de los impactos de todos los beneficiados por el Programa. D-O F-T D-T Aplicar un esfuerzo académico y de evaluación a gran escala utilizando las pruebas de Enlace para calcular el impacto de Oportunidades respecto al rendimiento. Considerar aprovechar el trabajo de campo de los migrantes para obtener información acerca de la educación y trabajo de los adultos jóvenes de los cuales no se pudo obtener información en 2007. Analizar las formas en que Oportunidades puede abordar el aspecto del bajo rendimiento de sus beneficiarios y solucionar problemas asociados con la baja calidad de las escuelas. ** Panorama de las posibilidades estratégicas para acciones futuras Análisis interno Fortalezas Análisis externo Debilidades Oportunidades Estrategias F-O insistir en las oportunidades que refuerzan al Programa Estrategias D-O resolver las debilidades Amenazas Estrategias F-A identificar las formas en que Oportunidades puede aprovechar estas fortalezas para reducir la vulnerabilidad ante las amenazas externas Estrategias D-A establecer un “plan de defensa” para prevenir las debilidades de Oportunidades ante las amenazas externas. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 205 Seguimiento de adultos jóvenes en hogares incorporados desde 1998 a Oportunidades: impactos en educación y pruebas de desempeño I. Introducción I nmovilidad y transmisión intergeneracional de la pobreza. Una pregunta fundamental en políticas públicas es si éstas pueden ayudar a disminuir la transmisión intergeneracional de pobreza mediante el incremento del capital humano de los niños de hoy, sobre todo de familias pobres. La persistencia del nivel económico a través de las generaciones es considerable en países desarrollados, donde existen datos relativamente apropiados para realizar estimaciones de este tipo.1-4,* Para el caso de Latinoamérica, los datos disponibles para realizar estimaciones sobre las correlaciones intergeneracionales de sueldos o ingresos por periodos prolongados de tiempo son escasos. Sin embargo, las correlaciones intergeneracionales en logros educativos, que constituyen un factor determinante de los ingresos salariales, sugieren lazos fuertes entre las generaciones y, por ende, una movilidad intergeneracional limitada. Behrman, Gaviria y Székely7 estiman la movilidad escolar intergeneracional en Latinoamérica basándose en encuestas con preguntas retrospectivas sobre características de los padres y en el análisis de más de 100 encuestas en hogares, que abarcan dos décadas y 20 países (figura 1). Estos autores encontraron que la movilidad escolar intergeneracional es mucho menor en Latinoamérica que en los Estados Unidos y que la movilidad intergeneracional es mucho menor en México que en la mayor parte de América Latina.‡ Es por esto que los retos para reducir la transmisión intergeneracional de pobreza en México son muy grandes. * Estudios anteriores5,6 sugieren mayor movilidad debido a que correlacionaron datos sobre ingresos intergeneracionales anuales y no de largo plazo. ‡ Hertz y colaboradores8 calculan las tendencias en 50 años de persistencia intergeneracional de escolaridad para 42 naciones y documentan grandes diferencias regionales. Latinoamérica muestra las más altas correlaciones intergeneracionales. 206 0.7 0.6 0.5 0.4 0.3 0.2 0.1 México Latinoamérica 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 1989 1988 1987 1986 1985 0 1984 Figura 1 Correlaciones intergeneracionales escolares en Latinoamérica y Estados Unidos Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Estados Unidos Fuente: Referencia 7. Muchos mecanismos podrían atenuar la transmisión intergeneracional de la pobreza. Behrman, Birdsall y Székely9 analizan el impacto de las condiciones macroeconómicas y de las políticas educativas en la movilidad intergeneracional utilizando los datos obtenidos entre 1980 y 1996 a partir de 28 encuestas a hogares, que incluían 16 países latinoamericanos. Estos autores muestran que los logros educativos obtenidos por los padres están asociados de manera importante con la escolarización del niño, pero esa relación se debilita ante las buenas condiciones macroeconómicas (en especial por el desarrollo del mercado interno), una mejoría en la educación básica y una mayor calidad de las escuelas. Su conclusión es que las políticas macroeconómicas, de recursos humanos y posiblemente de otro tipo sí pueden afectar la inmovilidad y la transmisión intergeneracional de la pobreza en Latinoamérica. Entre todas las políticas relacionadas con los recursos humanos, aquellas relacionadas con la educación han recibido particular atención en la literatura, ya que se ha observado que incrementan las alternativas de los niños y jóvenes cuando llegan a la edad adulta, en parte por incrementar su productividad en el mercado laboral, pero también por otros indicadores de resultado, sobre todo para las mujeres.10,11 Evidencia del impacto de las políticas para mejorar la educación de niños y jóvenes de familias pobres de países en desarrollo. La literatura reciente relacionada con la inversión de recursos en niños y jóvenes hace especial énfasis en el impacto de las políticas para mejorar la educación bajo el supuesto de que la educación es un canal muy importante, posiblemente el principal, por el que se afectan las alternativas de los jóvenes.* Varios de estos estudios utilizan “experimentos naturales” (por ejemplo, cambios de políticas que afectan de manera diferenciada a distintos niños debido a la geografía o a la edad) o experimentos aleatorios controlados para explorar intervenciones por el lado de la oferta. Algunos ejemplos de experimentos naturales que reportan efectos importantes y, a menudo, sustanciales incluyen la investigación de Duflo13 sobre la expansión acelerada de las escuelas primarias en Indonesia en el logro escolar y los salarios subsecuentes; el estudio de Case y Deaton14 acerca del impacto de la proporción maestro-alumno en Sudáfrica sobre la inscripción y el logro escolar; el estudio de Chin15 acerca del impacto en las tasas de terminación de primaria y de alfabetización de las niñas en la India ocasionado por el incremento en el número de maestros (Operación Pizarrón); la investigación de Urquiola16 en las zonas rurales de Bolivia sobre los efectos del tamaño de los grupos de alumnos en su desempeño; y el estudio de Galliani, Gertler y Shargrodsky17 sobre los impactos de la descentralización de las secundarias de Argentina en los resultados *Behrman12 proporciona mayores detalles y críticas de la mayoría de los estudios que se resumen en esta sección del documento, de otros estudios relacionados con la escolaridad, así como programas pre y post-escolares. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención de las pruebas de matemáticas y español. Entre los ejemplos de los experimentos aleatorios controlados se pueden mencionar los hallazgos de Banerjee y colaboradores* sobre los efectos positivos que tiene el aumentar el número de maestros en los centros de educación informales en las zonas rurales de Rajastán, India en la participación de las niñas en la escuela. Glewwe, Kremer y Moulin18 y Glewwe y colaboradores19 encontraron que los programas que buscan mejorar la calidad de las escuelas a través de la entrega de rotafolios o libros de texto no han producido efectos en la escolaridad y sólo efectos limitados en los puntajes de las pruebas realizadas en las zonas rurales de Kenia. Banerjee y colaboradores20 encontraron que los asistentes de maestros que trabajaron con los estudiantes más pobres de Vadodara y Mumbai, al oeste de la India, aumentaron el desempeño en los exámenes de los estudiantes del tercer y cuarto grado que tenían un pobre desempeño y el aprendizaje de matemáticas asistido por computadora en el caso de los estudiantes de cuarto año en Vadodara. Ambos resultados en un periodo de dos años y con un declive sustancial en los efectos al tercer año de haberse dado por terminados los programas. Glewwe, Ilias y Kremer19 encontraron efectos positivos importantes, pero una vez más no se mantuvieron dos años después de finalizado el programa de incentivos a los maestros sobre las pruebas de rendimiento de los estudiantes al oeste de Kenia. Duflo y Hanna21 encontraron que al monitorear la asistencia de los maestros en las zonas rurales de Rajastán, India, mediante fotografías diarias de éstos con los estudiantes, se redujo de forma importante la ausencia de los maestros y se incrementó el desempeño de los estudiantes en los exámenes. Pocos estudios han utilizado ya sea experimentos naturales o experimentos aleatorios controlados para explorar intervenciones que afectan directamente las decisiones de los hogares, esto es, que operan por el lado de la demanda. Angrist y colaboradores22,‡ investigaron los impactos del Programa de Ampliación de Cobertura de la Educación Secundaria (Paces) en algunas ciudades colombianas, asignando a través de un mecanismo de loterías cupones a estudiantes pobres en edad de secundaria para asistir a escuelas privadas en el caso de un exceso de demanda. Estos autores encontraron efectos importantes en logro escolar, el puntaje obtenido en las pruebas de rendimiento y en la tasa de terminación de secundaria. Adicionalmente, varios estudios han examinado la experiencia chilena de los cupones escolares, la mayoría de ellos reporta efectos limitados o nulos en las comparaciones de puntajes en las pruebas entre escuelas públicas y privadas.23-28,§,# Sin embargo, Bravo, Mukhopadhyay y Todd29 estiman un modelo dinámico de decisiones de educación y trabajo utilizando datos e información contemporáneos y retrospectivos sobre escolaridad y trabajo por un periodo de 35 años. En ese lapso algunos individuos terminaron sus estudios antes de que se introdujera el programa de vales escolares, mientras que otros tuvieron la opción de utilizar los cupones en algún lapso o durante toda su vida escolar. Los autores encontraron que el programa de vales escolares indujo a los individuos a asistir a escuelas privadas subsidiadas a una mayor tasa, a alcanzar un mayor nivel de logro escolar, a recibir salarios más elevados y a participar en mayor medida en la fuerza laboral. Asimismo, una vez que se introdujeron los vales escolares, se incrementaron los retornos a la educación pública y privada. Ello puede ser la causa del por qué los estudios previos que realizaron comparativos que se basaron únicamente en datos ex-post al inicio del programa no arrojaran efectos importantes. Los experimentos controlados aleatorios han sido utilizados para evaluar los impactos de otros programas de transferencias condicionadas en efectivo y que se diseñaron, en parte, inspirados en Oportunidades, como la Red de Protección Social (RPS) de Nicaragua y el Programa de Asignación Familiar (PRAF) de Honduras. Maluccio y Flores30 estimaron los efectos de la RPS dos años después de su inicio: la inscripción escolar aumentó cerca de 12.8 puntos porcentuales en niños de 7 a 13 años de edad en los grados de primero a cuarto, la asistencia escolar aumentó alrededor de 20% con un efecto ligeramente mayor en los niños que en las niñas, y la progresión escolar a tiempo aumentó en 7.3 puntos porcentuales (medido como la progresión *Banerjee A, Jacob S, Kremer M, Lanjouw J, Lanjouw P. Promoting School Participation in Rural Rajasthan: Results from Some Prospective Trials. Mimeo, MIT, 2000. ‡ Angrist J, Bettinger E, Kremer M. Long-term Consequences of Secondary School Vouchers: Evidence from Administrative Records in Colombia. Bureau for Research in Economic Analysis of Development (BREAD), documento de trabajo #79, 2004. § Bravo D, Contreras D, Sanhueza C. Rendimiento escolar, desigualdad y brecha de desempeño privado/público: Chile 1982-1997. Documento de Trabajo N° 163. Chile: Departamento de Economía, Universidad de Chile, 1999. # Contreras D. Evaluando un sistema de vales en Chile: Características individuales, familiares y escolares. Borrador de trabajo, Universidad de Chile, 2001. 207 208 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 de dos grados escolares en los dos años del programa que abarcó la evaluación). Glewwe y Olinto31 encontraron impactos importantes a corto plazo del PRAF en la inscripción escolar (de 1 a 2 por ciento), la tasa de abandono (reducciones de 2 a 3 puntos porcentuales) y la promoción o pase al siguiente grado escolar (de 2 a 4 puntos porcentuales). Al simular los efectos de largo plazo se incrementó el logro escolar de los niños de 14 años, de 4.2 grados a 4.9 grados, lo que representa un incremento de 0.7 grados de escolaridad. Estos logros son tan importantes como aquellos estimados para Oportunidades, a pesar de estar asociados a un monto menor de transferencias. La aparente mayor sensibilidad del PRAF respecto a Oportunidades puede deberse a que la población objetivo de Honduras es más pobre que la mexicana, y a que la focalización del PRAF estaba más orientada a aquellos grados en los que las tasas de inscripción pre-programa eran menores que las correspondientes a los grados de educación primaria que considera Oportunidades. Además, dicha sensibilidad puede ser no lineal y decreciente en ingresos. Los estudios generalmente se diseñan para periodos cortos de tiempo dentro de la duración de un programa, sin embargo, existen excepciones muy importantes (por ejemplo, la construcción de escuelas en Indonesia y el programa de cupones escolares en Chile). Un subconjunto de estos estudios también sugieren que después de algunos años los efectos se desvanecen de forma notable y los que abordan a Oportunidades no proporcionan una base confiable para predecir cuáles son sus efectos en educación en el largo plazo para las zonas rurales de México. Tampoco son capaces de proporcionar una base para predecir si, más allá de los impactos en educación, podrían existir impactos en otros resultados de los jóvenes. Esto último, de nuevo, con la excepción del programa de construcción de escuelas en Indonesia y el de cupones escolares de Chile en los que se encontró un impacto a largo plazo en salarios. En resumen, estas investigaciones recientes nos dan una mayor certidumbre respecto a qué políticas pueden funcionar y cuáles no en contextos particulares de países en desarrollo, con un énfasis ligeramente mayor en las políticas por el lado de la oferta que en aquellas orientadas por el lado de la demanda. Investigaciones previas sobre los efectos en educación de Oportunidades en zonas rurales. Evaluaciones previas de Oportunidades han mostrado la existencia de importantes efectos a corto plazo en la educación, pero éstas no le han dado seguimiento a los niños por un tiempo suficientemente largo en sus ciclos de vida que permita estimar de forma directa los impactos en educación a largo plazo y mucho menos estimar dichos impactos una vez que éstos hayan concluido su vida escolar. En su lugar, se ha estimado el impacto de Oportunidades a largo plazo en logro escolar a través de una variedad de enfoques indirectos que utilizan diferentes tipos de datos y métodos de estimación que, en su mayoría, hacen inferencias de largo plazo a partir de estimaciones que se basan en uno o dos años de exposición al Programa, a pesar de que en algunos casos se ha logrado analizar hasta 5.5 años de exposición al Programa: • Estimación de modelos probit de inscripción basados en los datos experimentales iniciales de 1997 y 1998 para zonas rurales y simulaciones de las implicaciones de dicha estimación para las inscripciones a largo plazo y, en consecuencia, el grado escolar que se alcanza bajo el supuesto de que esa estimación es válida para una cohorte sintética.32 • Estimación de las matrices de transición para ingresar a la escuela, pasar de grado, repetir algún grado, abandonar los estudios, y reingresar a la escuela, con base en los datos experimentales iniciales de 1997 y 1998 para zonas rurales y su utilización para simular impactos de largo plazo en logro escolar bajo el supuesto de que dicha estimación es válida para una cohorte sintética.33 • Estimación de los efectos después de seis años (2003) del diferencial de 20 meses de exposición al Programa, utilizando los datos experimentales iniciales de 1997-2003 para zonas rurales y la posterior utilización de dicha estimación para simular los impactos de largo plazo en logro escolar.34 • Estimación de los efectos del Programa con controles para antecedentes familiares en común a través de estimaciones para hermanos que viven en el mismo hogar obtenidas a partir de combinaciones de métodos de pareamiento, diferencias y variables instrumentales; de tal forma que se minimiza la necesidad de supuestos para modelos para*Behrman JR, Parker, SW y Todd PE. Do School Subsidy Programs Generate Lasting Benefits? A Five-Year Follow-Up of Oportunidades Participants. Mimeo, 2007. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención métricos. Con las estimaciones así obtenidas, se simulan los efectos de largo plazo en logro escolar. Todo lo anterior, utilizando los datos urbanos de 2003 y 2004.35 • Estimación de los efectos del Programa al comparar a los que recibieron tratamiento (por seis años en la muestra rural y por un año en la muestra urbana) con los del grupo control utilizando métodos de pareamiento por puntaje de propensión en características observadas para el grupo de comparación y utilizando dichas estimaciones para simular los impactos a largo plazo en logro escolar.36,* • Estimación de un modelo estructural de escolaridad del hogar y comportamiento de fecundidad a partir de los datos de la línea basal rural de 1997, puesta a prueba del modelo contra los datos del experimento original y utilización del modelo para simular, entre otras cosas, los impactos a largo plazo en logro escolar.37,‡ Un resultado muy sorprendente es que estos estudios tan diferentes que utilizan una amplia gama de enfoques y datos tienden a obtener un impacto a largo plazo en logro escolar muy similar, básicamente en un rango de 0.5 a 0.9 de años de escolaridad adicionales. Los impactos más grandes del Programa ocurren después de la primaria, en la coyuntura del inicio y progreso en la secundaria, lo que sugiere la posibilidad de mejorar la orientación del Programa para que éste obtenga mayores efectos en la inscripción sin modificar sus costos presupuestales. Éste y otros estudios también contribuyen a nuestro entendimiento de otras formas en que se presentan los impactos de Oportunidades en educación, como: • Los impactos no se limitan a la inscripción escolar, también incluyen la terminación de un grado escolar (versus su reprobación) y, por consiguiente, las tasas de repetición y abandono escolar, así como la tasa de reingreso; aunque no incluye a la edad del primer ingreso.33 • Cierta evidencia consistente con un comportamiento previsor en la forma de una mayor progresión a lo largo de los primeros años de la primaria, a pesar de que los estudiantes en esos grados aun no reciben transferencias en efectivo condicionadas.33 • Los beneficios simulados del Programa, únicamente en términos de tasas salariales, son varias veces mayores que sus costos, a menos que las tasas de descuento sean muy elevadas o los retornos a la educación sean muy bajos.§,# • No se ha encontrado evidencia alguna de que Oportunidades incremente el desempeño en las pruebas de rendimiento, si bien la evidencia es muy limitada debido a que dichas pruebas no se realizaron en las rondas iniciales de recolección de datos; de modo que no es posible controlar por la puntuación en las pruebas de rendimiento previas al Programa.# • Se podría incrementar de manera significativa el logro escolar con el mismo presupuesto reasignando las becas a nivel primaria a otros niveles escolares más altos.37,39 No obstante, este cambio pueda resultar menos efectivo en términos de otros objetivos tales como la reducción de la pobreza actual. • Oportunidades parece servir como una red de protección que ayuda a mantener a los niños en la escuela cuando los hogares se enfrentan a acontecimientos sorpresivos debido al estado de dependencia en la inscripción escolar, aun y si los niños pudiesen haber tenido que trabajar más en el momento en que apareciera un choque negativo.40 • Los impactos del Programa aparentemente se relacionan en forma positiva con la calidad escolar.& *Behrman JR, Parker SW, Todd PE. The impacts of obligatory secondary school education in Mexico. Mimeo, 2007. ‡ Attanasio O, Meghir C, Santiago A. Education Choices in Mexico: Using a Structural Model and a Randomized Experiment to evaluate Progresa. Londres: University College London. Mimeo, 2005. § Algunos, como Banerjee38 han señalado que Progresa/Oportunidades es un programa relativamente caro para incrementar el logro escolar al comparar entre distintos programas el gasto del presupuesto gubernamental por año escolar adicional. Pero para obtener las razones de costo-beneficio, lo que se desea comparar son los costos de los recursos, que son diferentes a los gastos del gobierno ya que no incluyen las transferencias pero sí los costos privados y los costos de distorsión. Asimismo, para realizar comparaciones entre economías tan diferentes como las del sur de Asia, el este de África y México es necesario realizar ajustes por las diferencias en los precios relativos. # Behrman JR, Parker, SW y Todd PE. Do School Subsidy Programs Generate Lasting Benefits? A Five-Year Follow-Up of Oportunidades Participants. Mimeo, 2007. & Behrman JR, Hoddinott J, Maluccio JA, Soler-Hampejsek E, Behrman EL, Martorell R, et al. What Determines Adult Cognitive Skills? Impacts of Pre-School, School-Years and Post-School Experiences in Guatemala. Filadelfia, PA: Universidad de Pensilvania. Mimeo, 2008. 209 210 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 • Los efectos del Programa en fecundidad no son grandes.37 • Las externalidades del Programa en escolaridad para los niños que viven en las mismas comunidades pero cuyas familias no fueron elegidas para recibir los beneficios del Programa son insignificantes33 o positivas; para este último, el estudio de Bobonis y Finan41 sugiere que los efectos positivos, a través de canales como mayores normas, superan los efectos negativos, a través de factores como el exceso de participantes. Así, los extensos estudios de los impactos de Oportunidades en la educación nos han llevado a tener un amplio conocimiento acerca de los efectos a corto plazo del Programa en escolaridad, probablemente el mayor grado de conocimiento que se haya obtenido a partir de cualquier otro programa en el mundo que incida en la educación. Sin embargo, hasta la fecha no existe ningún tipo de evidencia directa de los efectos a largo plazo en la escolaridad ni evidencia alguna de impactos positivos en las pruebas de rendimiento. RELEVANCIA PARA LOS OBJETIVOS DE OPORTUNIDADES Uno de los objetivos más importantes de Oportunidades es reducir la transmisión intergeneracional de pobreza a través de incrementar las opciones disponibles que existen para los niños y jóvenes de familias pobres mientras van creciendo y llegan a su edad adulta.42-44,* La relativamente elevada inmovilidad intergeneracional en México (señalada anteriormente) significa que se trata de un reto muy importante. Una estrategia muy prometedora consiste en mejorar la educación de los niños y jóvenes de las familias en pobreza. Sin duda, la mayor proporción de las transferencias condicionadas en efectivo están asociadas a la asistencia escolar. De allí la importancia central de preguntarse cuáles son las implicaciones de largo plazo para los jóvenes que han estado expuestos al Programa por casi una década. DIMENSIONES DE OPORTUNIDADES QUE PODRÍAN AFECTAR A LOS JÓVENES El aspecto más importante de Oportunidades y que probablemente incidió en los jóvenes que participaron en la Encel 2007, a través de su exposición al Programa durante casi una década, es el componente educativo en forma de transferencias en efectivo hacia las madres (para el caso de los estudiantes de educación media superior, la transferencia se realiza directamente a ellos) que están condicionadas a que niños y jóvenes asistan a la escuela. Además, estos individuos probablemente también se vieron afectados por las transferencias en efectivo correspondientes al apoyo en alimentación, por su asistencia periódica a las clínicas de salud y por los conocimientos de diferentes aspectos de nutrición y salud adquiridos a través de las pláticas‡ a las que los beneficiarios de Oportunidades están obligados a asistir y en las que se discuten temas de salud y nutrición, entre otros. Estas sesiones son dirigidas por médicos y enfermeras con amplios conocimientos en los temas.46 Si estas reuniones mejoran los conocimientos y las prácticas sobre salud y nutrición, también podrían mejorar la salud de los niños y jóvenes. OBJETIVOS DEL ESTUDIO Objetivo general. Utilizando los datos de la Encel 2007, investigar si Oportunidades está incrementando el capital humano de los jóvenes de 19 a 22 años de edad de familias pobres en zonas rurales gracias a su exposición al Programa por casi una década. * No se debe esperar que Oportunidades por sí solo alcance dicho objetivo, ya que el éxito en ello depende del mercado laboral, las condiciones macroeconómicas, y factores de recursos humanos que van más allá del alcance del Programa.9,45 No obstante, se espera que las inversiones de capital humano inducidas por el Programa sean un aspecto importante para alcanzar dichas metas. ‡ En el 2005 las pláticas fueron reemplazadas por talleres interactivos para el autocuidado de la salud. Pero en este documento utilizaremos las pláticas, ya que son las que estuvieron disponibles durante la década que se está tomando en consideración. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Objetivos específicos. Estimar los impactos a largo plazo de Oportunidades en logro escolar y logro cognoscitivo. El grupo de edad principal contaba con 9 a 12 años de edad previo al inicio del Programa y, por tanto, al momento de participar en la Encel 2007 contaba con 19 a 22 años. También se presentan estimaciones complementarias para el grupo de edad de 17 a 18 años en 2007.* Hipótesis principales. El documento analiza las siguientes hipótesis: 1. El incremento significativo en logro escolar alcanzado por los jóvenes beneficiarios de Oportunidades y que se documentaron por Behrman, Parker y Todd‡ utilizando la Encel 2003, se ha mantenido o ha aumentado. 2. El incremento significativo en escolaridad podría conducir a un aumento en el rendimiento, tal y como se mide a través de las pruebas de rendimiento estandarizadas. 3. La población indígena puede mostrar diferentes impactos en escolaridad respecto a la población no indígena. II. Métodos DESCRIPCIÓN DE DATOS 1)Resultados para adultos jóvenes de 19 a 22 años de edad a partir de las Encel 2003 y 2007. Las Encuestas de Evaluación de los Hogares (Encel) 2003 y 2007 incluyen tanto a las localidades de intervención temprana (marzo 1998, T1998) como a las de tratamiento tardío (noviembre 1999, T2000) que son parte de la muestra original de evaluación cuya asignación entre grupos fue aleatorizada. El diseño de la evaluación original incluyó a 506 localidades, de las que 320 se asignaron aleatoriamente al grupo de tratamiento (T1998) y 186 al grupo de control, que se convirtió en grupo de tratamiento 18 meses después (T2000). Entre 1997 y 2000, se realizaron cierto número de rondas de levantamiento de información de la Encel, que dieron como resultado los impactos a corto plazo contenidos en las evaluaciones descritas con anterioridad. En 2003 un nuevo grupo de comparación (C2003) de localidades similares que nunca habían recibido los beneficios del Programa se añadió a la muestra de evaluación, utilizando el método de pareamiento por puntaje de propensión, con el fin de obtener los impactos del Programa de mediano plazo, dado que el grupo de control original en ese momento ya estaba recibiendo los beneficios del Programa.§ En 2003 se llevó a cabo una nueva ronda de la Encel, que incluyó tanto a las comunidades originales de la evaluación como a las nuevas comunidades C2003. 2) En 2007 se volvió a entrevistar a la muestra de la Encel. El número de localidades fue menor en cada grupo (278 localidades para T1998 y 172 para T2000) comparado con las muestras anteriores de la Encel (320 localidades en T1998, 186 para T2000). Esta reducción se debe a que por un recorte de presupuesto, la muestra de la Encel 2007 no incluyó a las localidades con menos de 20 familias. Por otro lado, la Encel 2007 sí incluyó a las * Originalmente, este documento había contemplado un análisis adicional del impacto del Programa en los temas de mercado laboral, matrimonio y emigración. Sin embargo, a solicitud de Oportunidades, el documento finalmente se enfocó de manera exclusiva a indicadores de educación dado que otros documentos abordarán los temas adicionales que se tenían contemplados y que forman parte de la Agenda de Evaluación del Programa. ‡ Behrman JR, Parker, SW y Todd PE. Do School Subsidy Programs Generate Lasting Benefits? A Five-Year Follow-Up of Oportunidades Participants. Mimeo, 2007. § Todd (Technical note on using matching estimators to evaluate the Oportunidades Program for six year follow-up evaluation of Oportunidades in rural areas. Filadelfia: Universidad de Pensilvania. Mimeo, 2004) describe a detalle el pareamiento que se llevó a cabo para seleccionar las localidades que conformarían el nuevo grupo de comparación. Utilizando datos provenientes del barrido a nivel localidad que se realizó previo al Programa, el pareamiento incluyó las siguientes variables: características de la vivienda, incluyendo la proporción de hogares con agua corriente y sin electricidad; número promedio de habitaciones y proporción de éstas con piso de tierra; activos del hogar, incluyendo la proporción de hogares con teléfono, refrigerador, lavadora, automóvil y estufa de gas; proporción de niños trabajando; proporción de niños pequeños en el hogar; número de personas con discapacidades, y su edad y sexo; proporción de hogares con una mujer como jefe de hogar; promedio de educación en la localidad; y, tamaño de la localidad y su distancia respecto a las instalaciones de los servicios de salud y educación. Este pareamiento se realizó para establecer una buena muestra para la comparación, a falta de un diseño experimental. Cabe notar que ello no debe confundirse con las estimaciones obtenidas por métodos de pareamiento que se discutirán en este documento y que utilizan un conjunto más amplio de características observadas 211 212 Cuadro 1 Desempeño de los estudiantes de tercer año de secundaria Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Basado en el modelo Rasch* Comprensión de lectura: Estándares 2004 Género del estudiante Media Comprensión de lectura: Estándares 2007 Encel DE Media DE Mujer 502.18 99.96 407.00 99.00 Hombre 497.84 100.09 403.00 96.00 Tipo de secundaria General 500.34 93.21 Privada 593.98 107.91 Técnica 499.62 96.34 Telesecundaria 459.03 91.21 Beneficiario 467.68 94.48 401.00 95.00 No beneficiario 515.36 98.61 425.00 101.00 Programa Oportunidades Nota: resultados ponderados. Los resultados de los estudiantes respecto de su desempeño se basan en el modelo Rasch de la teoría de respuesta a un aspecto. Es por ello que la escala operativa de las pruebas van de 200 a 800 (este último es el registro más alto) Fuente: Referencia 47. localidades de control de 2003. Sin embargo, muchos de los hogares que eran elegibles de estas localidades ya se habían incorporado al Programa a finales de 2003 y 2004. Así, se dividió la muestra de estas nuevas localidades de 2003 en dos submuestras. Se definió a las familias elegibles C2003 y que se incorporaron al Programa a finales de 2003 y hasta a principios del 2004 como la muestra T2003, y aquellas que no estaban ni fueron incorporados al Programa previo o durante la Encel 2007 como la muestra C2007, que nunca ha recibido la intervención. Se aprovecharon estos dos subgrupos, formados a partir del nuevo grupo de localidades, para estimar los impactos a 10 años al comparar el grupo T1998 con C2007; así como estimar impactos a seis años, al comparar T1998 con T2003. Se tomó como línea basal los datos de la Encuesta de las Características Socioeconómicas de los Hogares (Encaseh) de 1997. Como parte del trabajo de campo de la Encel 2007, se aplicaron exámenes de lectura y matemáticas a una submuestra de adolescentes de 15 a 25 años de edad en 2007. La prueba de matemáticas es una versión en español de las pruebas Woodcock Johnson,* que son las que generalmente se aplican en Estados Unidos para medir el logro académico en tanto que la prueba de lectura forma parte de los Estándares Nacionales, desarrollados por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE). El INEE modificó la prueba de comprensión de lectura que se incluye en los Estándares para poder aplicarla en la Encel, haciéndola una versión más corta debido al poco tiempo disponible para su aplicación en el trabajo de campo. Para poder realizar las comparaciones entre la prueba de la Encel y los resultados 2003-2004 de los Estándares Nacionales, el INEE volvió a calificar el segmento de las pruebas de los Estándares 2003-2004 que conforman el examen de la Encel. Respecto a los resultados que se compararon, es importante mencionar que la prueba de comprensión de lectura de los Estándares Nacionales que se aplicó en el ámbito nacional durante el año escolar 2003-2004 se desarrolló como una prueba de rendimiento en esta área para los alumnos que se iban a graduar de tercer año de secundaria (el último grado de este nivel). En el trabajo de campo de la Encel 2007, la prueba se * Cabe destacar que los resultados de las pruebas de matemáticas Woodcock Johnson no se pueden comparar con los niveles de rendimiento de los niños mexicanos que no forman parte de la muestra de la Encel, ya que estas pruebas no se han utilizado más ampliamente en México. Sin embargo, sí pueden servir como un punto de comparación con el nivel promedio de rendimiento de los niños en Estados Unidos o en cualquier otro país de Latinoamérica en donde se haya utilizado esta prueba. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención aplicó a todos los jóvenes de 15 a 24 años de edad. Sin embargo, muchos de estos jóvenes no habían terminado el tercer año de secundaria. Por ello, se espera que los resultados de esta prueba de comprensión de lectura de los Estándares Nacionales sean más bajos que los nacionales. Además, aun para aquellos jóvenes de la muestra que ya habían terminado el tercer año de secundaria, la muestra es el reflejo de una población rural marginada que muy probablemente sólo ha tenido acceso a las escuelas de peor calidad que el promedio. Aun cuando estos jóvenes hayan logrado llegar al mismo año escolar, se esperaría que sus resultados en la prueba sean más bajos. En ambos casos se utilizó el método de puntuación Rausch para calificar los resultados de la prueba.48 El cuadro 1 es un resumen de los puntajes promedio de la prueba de los Estándares Nacionales en el ámbito nacional (que se aplicaron en el año escolar 2003-2004) comparados con los obtenidos en el marco de la Encel 2007. Cabe resaltar la dramática diferencia entre los puntajes de ambos grupos. Mientras que el puntaje promedio a escala nacional de un graduado de tercer año de secundaria en 2003-2004 fue de cerca de 500 puntos, tanto para las niñas como para los niños, el puntaje promedio de los que hicieron el examen en la Encel 2007 fue ligeramente mayor a 405 puntos. En parte, ello podría explicarse por el bajo nivel de educación de la muestra de la Encel (por ejemplo, la mayoría no había terminado el tercer año de secundaria) y muchos de los que ya habían terminado el grado al parecer llevaban un tiempo sin asistir a la escuela. En resumen, los resultados básicos para 2007 en los que nos enfocaremos son: • Logro escolar (grados que los alumnos lograron terminar)* • Prueba de rendimiento de matemáticas (en la Encel 2003 se aplicó la prueba Woodcock Johnson a una muestra de jóvenes de 15 a 21 años de edad en la Encel 2003 y en la Encel 2007 se aplicó a todos los jóvenes en general de 14 a 24 años). • Prueba de escritura realizada en la Encel 2003. • Prueba de lectura (Estándares Nacionales de la Secretaría de Educación Pública, aplicada en forma general a todos los jóvenes de 14 a 24 años de edad en la Encel 2007). Para el caso del logro escolar se realizaron estimaciones de acuerdo a la condición indígena para analizar si esta población muestra diferentes impactos por Oportunidades que la población no indígena. Para el análisis de las pruebas de rendimiento no se diferenció entre población indígena y no indígena, debido a que no existía un número de indígenas suficiente a los que se les haya aplicado estas pruebas.‡ ENFOQUES METODOLÓGICOS: VENTAJAS Y DESVENTAJAS Los modelos simples de los impactos de programas como Oportunidades en jóvenes son ambiguos en sus predicciones. Lo anterior debido a que, por ejemplo, la mayor escolaridad y la más rápida progresión en los grados escolares que se obtienen como resultado del Programa parecen aumentar las recompensas que el mercado laboral brindará finalmente, pero puede retrasar el primer ingreso a la fuerza laboral (en el Anexo se brinda una ilustración de lo anterior). Es por ello que sólo los estimados empíricos pueden esclarecer la naturaleza de estos impactos y determinar si, por ejemplo, la participación en la fuerza laboral aumenta o disminuye para las edades que se tomaron en consideración. Cálculo de los impactos básicos. Nuestro objetivo fundamental es calcular los impactos en resultados para los jóvenes que han estado expuestos a Oportunidades por un periodo largo de tiempo, cercano a una década. La pregunta * Los grados de preescolar y kinder no fueron incluidos. La escuela primaria incluye un máximo de seis años, secundaria un máximo de tres años y educación media superior tres años más. Se restringió la variable grados de escolaridad terminados de tal forma que los niños de seis años hubieran cursado por lo menos un grado escolar, los de siete años cuando menos dos grados, etcétera. ‡ Desafortunadamente, dada la elevada pérdida de muestra que se describe en la siguiente sección así como el gran número de casos faltantes en la variable CCT que identifica la escuela a la que asistió el joven (cerca de 70% de las veces esta variable no se reportó), no se puede llevar a cabo el análisis de los impactos por la calidad de la escuela de la misma forma en que se mide considerando la escuela a la que el joven asiste actualmente. 213 214 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 metodológica fundamental es cómo comparar a los jóvenes que recibieron el tratamiento (esto es, que recibieron los beneficios de Oportunidades cuando eran niños y adolescentes) con esos mismos individuos y a la misma edad si no hubieran recibido dicho tratamiento. Debido a que no es posible observar a los individuos con y sin tratamiento de manera simultánea, se utilizan métodos de recolección de datos y procedimientos estadísticos para poder llevar a cabo estas comparaciones. El estándar de oro comúnmente aceptado para ese tipo de comparaciones es la comparación entre los grupos control y tratamiento, cuya asignación se realiza de manera aleatoria a través de un experimento del tipo doble ciego. De esta forma, los participantes no saben si han recibido el tratamiento o el placebo y a ambos grupos se les da un seguimiento lo suficientemente amplio y sin pérdidas de muestra para poder observar los impactos de interés.* Una fortaleza considerable de la estrategia original de evaluación de Oportunidades para las zonas rurales fue el diseño experimental con asignación aleatoria para el grupo de tratamiento temprano en 1998 para 326 localidades rurales y para el grupo de tratamiento tardío (aproximadamente 20 meses después) en 180 localidades rurales. En ambos grupos, las localidades rurales tenían una población menor a 2 500 habitantes cada una. Behrman y Todd‡ examinaron la aleatorización inicial para la muestra socioeconómica en términos de un gran número de características observadas en la línea basal y reportaron que ésta parecía satisfactoria para la mayoría de los indicadores.§ Sin embargo este diseño experimental no se mantuvo por periodos lo suficientemente largos de tiempo para utilizarlo conforme a los propósitos de este documento.# En cambio, el presente documento se basa en las comparaciones entre diferentes muestras con diferentes tiempos de exposición al Programa realizadas tanto con estimadores de dobles diferencias como con estimadores de pareamiento con dobles diferencias para controlar tanto la pérdida selectiva de muestra como las elecciones que afectan la exposición del Programa. Respecto a esto último, debido a las decisiones sobre la expansión del Programa que dieron como resultado que algunas localidades recibieran Oportunidades relativamente temprano y otras lo recibieran más tarde o no lo recibieron hasta el momento en que se recolectaron los datos de la Encel 2007. Por ejemplo, para los datos de la Encel se pueden hacer las siguientes comparaciones para los resultados de 2007: i) entre T1998 y T2003, con cerca de seis años de diferencia en la exposición; ii) entre T2000 y T2003, con cerca de cinco años de diferencia en la exposición; iii) entre T1998 y C2007, con casi diez años de diferencia en la exposición; iv) entre T2000 y C2007, con cerca de ocho años de diferencia en la exposición; y, v) entre T2003 y C2007, con cerca de * Aun los experimentos sociales mejor diseñados y realizados tienen limitaciones. Primero, es muy difícil realizar experimentos doble ciego para políticas sociales y Oportunidades no pudo realizar uno de estos experimentos. Las implicaciones de ello para los impactos estimados no están claras, pues las personas que proveen el tratamiento a los primeros grupos elegidos para recibirlo pueden tener una mayor dedicación al saber que se trata de un programa nuevo; lo que tendería a sesgar a la alza los impactos estimados del Programa. Además, aquellas personas que recibirán el tratamiento posteriormente podrían, aunque no exista un anuncio formal, anticipar que recibirán más adelante el tratamiento y ajustar su comportamiento antes de someterse al Programa, de tal forma que podrían reducir los impactos estimados. Segundo, es difícil mantener por largos periodos de tiempo los diseños experimentales iniciales. Para Oportunidades, como ya se ha mencionado, la diferencia en la exposición al Programa entre el grupo de tratamiento temprano y el tardío es de aproximadamente 20 meses. Tercero, en muchos de los experimentos en los que se evalúan las políticas sociales puede presentarse el problema de identificar los impactos del Programa en aquellos que en realidad son los beneficiarios (“tratamiento en el tratado”), frente a los impactos en aquellos que son elegibles para ser beneficiarios (“la intención a tratar”). Lo anterior, debido a la participación selectiva en los programas por parte de aquellos individuos que son elegibles. Debido a la participación casi universal en las pequeñas localidades rurales en las que inició el Programa, la distinción entre “intención a tratar” y “tratamiento en el tratado” no parece ser empíricamente importante para evaluar el impacto en estas localidades. Cuarto, los experimentos únicamente pueden evaluar los impactos del programa que se está evaluando y no variantes de dicho programa que se utilicen a manera de contrafactuales. Bajo supuestos que es necesario desarrollar y estimaciones de modelos estructurales de comportamiento, tales modelos se pueden utilizar para evaluar programas y políticas contrafactuales. Probablemente el ejemplo más influyente para desarrollar un modelo estructural y utilizarlo para explorar políticas sociales contrafactuales en un contexto de país en desarrollo es el estudio de Oportunidades de Todd y Wolpin.37 En dicho estudio se consideran, por ejemplo, diferentes estructuras de transferencias condicionales de efectivo. ‡ Behrman JR, Todd PE. Randomness in the Experimental Samples of Progresa (Education, Health and Nutrition Program). Filadelfia, PA: Universidad de Pensilvania, Informe de investigación para el IFPRI. Mimeo, 1999. § Tales pruebas únicamente se pueden aplicar a las variables observadas. Así, aunque son sugerentes acerca del éxito de la aleatorización, particularmente en este caso al cubrir muchas variables observables, no son definitivas con respecto a las no observables. # El diseño experimental original junto con la Encel 2007 permiten la exploración de los impactos a largo plazo después de casi una década del Programa durante las ventanas críticas, como los primeros años de vida, según se menciona en Behrman y colaboradores.49 215 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Proporción Grupo terapéutico 1998 Edad del grupo Total Hombre Mujer 17-18 62.52 62.09 62.96 19-20 77.06 76.89 77.23 21-22 83.91 83.52 84.29 Edad del grupo Total Hombre Mujer 17-18 60.88 60.12 61.62 19-20 74.73 75.13 74.31 21-22 83.51 83.58 83.45 Edad del grupo Total Hombre Mujer 17-18 53.55 54.88 51.44 19-20 66.62 67.8 64.69 21-22 71.26 73.63 67.64 Grupo terapéutico 2000 Grupo comparativo 2003 cuatro años de diferencia en la exposición.* Para mantener un número de comparaciones que se puedan controlar, se seleccionaron las más interesantes para el objetivo de este documento en el sentido de que amplíen nuestros conocimientos acerca de los impactos a largo plazo a la luz de los estudios previos que utilizaron las comparaciones de C2003, i) y iii). Esto es, se comparó 1) el grupo T1998 con el grupo C2007 para derivar las estimaciones del impacto con casi 10 años de diferencia en la exposición; y 2) el grupo T1998 con el grupo T2003 para derivar las estimaciones del impacto con casi seis años de diferencia en la exposición. La ventaja más importante de estas comparaciones es que permiten la estimación de los impactos de Oportunidades en 2007 para la Encel con grandes diferenciales en la exposición al Programa para un número de resultados de interés. Las principales desventajas incluyen la posibilidad de enfrentarse a una pérdida selectiva de muestra y a disponibilidad selectiva del Programa, ya que ambas pueden causar estimaciones sesgadas de los efectos del Programa. De hecho, la pérdida de muestra en el seguimiento o la no respuesta de los individuos originales de 1997 en la Encel 2007 son extremadamente altas para los indicadores de educación que aquí se utilizaron. Para los jóvenes de 14 a 24 años de edad, las variables de escolaridad se realizaron directamente a los jóvenes de la muestra en un cuestionario dirigido exclusivamente a ellos y separado del cuestionario general del hogar. Desafortunadamente esto dio como resultado una mayor tasa de no respuesta para las variables de educación que para el resto de variables obtenidas en el cuestionario general del hogar. Lo anterior, porque en los casos en los que no se entrevistó personalmente a los jóvenes no se capturó información a partir de un informante proxy acerca de su vida escolar. Así, además de las pérdidas en la muestra de aquellos jóvenes que dejaron sus hogares, se tiene la falta de respuesta en las variables de educación de aquellos jóvenes que viven en el hogar pero que no se encontraban al momento de la entrevista.‡ El cuadro 2 presenta los niveles de pérdida de muestra/no respuesta por edad y grupo de tratamiento, y * Se espera que la comparación entre los beneficiarios tempranos versus tardíos (grupo 1 versus grupo 2 en la comparación I) es una mejor comparación ya que los hogares en ambos grupos satisfacen los requisitos de elegibilidad del Programa, lo que es menos probable que ocurra en los hogares que para 2005 no habían recibido los beneficios de Oportunidades y que son los que se utilizan en las comparaciones II y III. ‡ Por conversaciones telefónicas e intercambios a través de correo electrónico, era nuestro entender que en el caso de que un joven no estuviese disponible al momento de la entrevista para contestar el cuestionario, se realizaría la entrevista a un informante proxy. Sin embargo, al parecer esto no llegó a concretarse en la práctica. Cuadro 2 Pérdida de muestra/ falta de respuesta en variables de educación por edades y grupo terapéutico en 2007 de la muestra original de la Encel 1997 216 Cuadro 3 Características del entorno familiar por estado de desmedro/ falta de respuesta: adultos menores de 17 a 22 años Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Edad 1997 Joven sin desmedro Joven con desmedro Variable Media DE Media DE Género 0.510 0.500 0.514 0.500 Trabajo 0.042 0.201 0.059 0.235 Grado escolaridad del padre 3.355 2.686 3.058 2.488 Grado escolaridad de la madre 3.007 2.591 2.775 2.567 Padre hablante de lengua indígena 0.305 0.460 0.320 0.466 Madre hablante de lengua indígena 0.306 0.461 0.334 0.472 Ingreso familiar 1,564 2,343 1,395 1,923 Piso de tierra 0.596 0.491 0.620 0.485 # Habitaciones 1.854 1.097 1.868 2.369 Agua en el hogar 0.434 0.496 0.365 0.481 Electricidad 0.774 0.419 0.709 0.454 Material de los techos (inferior) 0.714 0.452 0.729 0.444 Material de las paredes (inferior) 0.154 0.361 0.159 0.366 Licuadora 0.339 0.473 0.312 0.463 Refrigerador 0.146 0.353 0.132 0.339 Estufa de gas 0.325 0.468 0.276 0.447 Calentador de gas 0.033 0.180 0.026 0.160 Radio 0.647 0.478 0.627 0.483 Televisión 0.515 0.500 0.450 0.498 Video 0.034 0.181 0.034 0.181 Lavadora 0.042 0.201 0.039 0.193 Auto 0.029 0.169 0.023 0.149 Camión 0.068 0.252 0.068 0.252 Tierras propias 0.583 0.493 0.637 0.481 Animales propios 0.363 0.481 0.405 0.491 permite observar que las tasas de pérdida de muestra/no respuesta son mayores a 50% en todos los grupos de edad, y sustancialmente más altas que las correspondientes a los grupos del tratamiento original y de mayor edad.* Las tasas de pérdida de muestra/no respuesta tienen al menos dos implicaciones para el análisis que aquí se presenta. Primero, los impactos estimados sólo serán válidos para la muestra de jóvenes entrevistados y este grupo probablemente no es representativo de la muestra general de jóvenes. Se espera que los emigrantes muestren diferentes impactos a los de los no emigrantes.‡ Segundo, las tasas diferenciales de pérdida de muestra entre los grupos de tratamiento podría sesgar la comparación de las muestras. El cuadro 3 compara las características de aquellos que se convirtieron en pérdidas contra aquellos que no y muestra cierta evidencia de que al menos antes del Programa aquellos que se convirtieron en pérdidas en 2007 tienden a tener niveles más bajos de características socioeconómicas que aquellos que permanecieron. Las estimaciones por pareamiento en dobles diferencias que se realizaron controlarán el problema de pérdida selectiva de muestra bajo el supuesto de que las variables no observables, que afectan a los que permanecen en la muestra, no varían en el tiempo y por ello no sesgan las estimaciones del impacto del Programa. *Un análisis más amplio de la Encel muestra que más de la mitad de las no respuestas se deben a que no se aplicó el cuestionario al joven o a un informante proxy. Al unir la muestra de la evaluación original con la de la Encel 2007, se puede observar que cerca del 74% de los individuos de nuestro grupo de edad aparecieron en los registros de hogar, lo que significa que la información de su escolaridad se hubiera podido obtener a partir de un informante proxy. ‡ Sin embargo, cabe notar que el trabajo de campo realizado en el otoño de 2008 para dar seguimiento a los emigrantes, permitirá realizar un análisis por separado para estimar los impactos del Programa en este grupo. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Finalmente, es importante señalar que para obtener las estimaciones de los impactos en las pruebas de rendimiento se utilizaron tanto los estimadores de pareamiento con dobles diferencias como el de pareamiento con diferencias simples. El examen de matemáticas Woodcock Johnson se aplicó a adolescentes en 2003 y en la nueva ronda de la Encel (2007). Sin embargo, a muy pocos individuos (menos de 700 en total y sólo cerca de 300 en los grupos de edad de interés) se les aplicó la prueba de rendimiento en matemáticas en ambas rondas. Esta pequeña muestra se analizó con el estimador de pareamiento con dobles diferencias, mientras que el de pareamiento con diferencias simples se utilizó para el análisis con la muestra más grande de aquellos que presentaron el examen de matemáticas y el de comprensión de lectura en 2007 (este último examen sólo se aplicó en ese año). Los estimadores de diferencias simples potencialmente presentan dificultades ya que los niveles de escolaridad previos al Programa son más altos en el grupo C2003 que en el grupo T1998.* Es posible que se subestimen los impactos del Programa en las pruebas de rendimiento si sólo se utiliza la información previa al Programa. Estimaciones de costo-beneficio. Si bien las estimaciones del Programa informan acerca de las magnitudes de los impactos del mismo, en forma aislada no nos dicen nada respecto a su rentabilidad. De tal forma que también se simulan las razones costo-beneficio para diferentes duraciones de la participación en Oportunidades. Esto requiere calcular un valor monetario de los resultados no sólo cualquier incremento en el trabajo o en los salarios, sino también los valores del aumento en los años de matrimonio y de ser padres. También se requiere calcular los costos verdaderos de los recursos del Programa descontando las transferencias puras, pero incluyendo aquellos costos privados que surgen por los costos de oportunidad del tiempo y las distorsiones para financiar el Programa.50-53,* Se utilizan simulaciones bajo diferentes supuestos para ver qué tan sensibles son las estimaciones de costo-beneficio a dichos supuestos. Las ventajas de este enfoque básicamente son que tales simulaciones nos permiten ir más allá de la estimación de los impactos para ponerlos en una perspectiva más amplia de cómo se comparan con los costos de los recursos. Las principales desventajas son: 1) es difícil incluir todos los posibles impactos del Programa, y 2) las simulaciones requieren un cierto número de supuestos sobre desarrollos futuros que se basan en otras estimaciones, ya que los impactos generalmente ocurren cuando los jóvenes actuales envejecen y perduran por décadas, si bien, estas desventajas se mitigan a través del análisis de sensibilidad. MODELOS Y TÉCNICAS UTILIZADAS El principal método de estimación que se utilizó en este documento es el estimador de dobles diferencias (o diferencias en diferencias, DiD), que controla por las características no observadas fijas que pueden afectar la pérdida de muestra (por ejemplo, una mayor propensión a emigrar) o el tiempo de exposición al Programa (por ejemplo, características no observables de la localidad que afectan el tiempo en que éstas recibieron el Programa). En particular, se utilizaron los estimadores de pareamiento por puntaje de propensión con dobles diferencias (DiD PSM) que también controlan por los efectos fijos no observables. Para las estimaciones del DiD PSM se construyeron pareamientos entre los grupos de tratamiento y de control, lo que es válido dado el supuesto de independencia condicional por el que la variable dependiente es independiente de la participación en el programa en el periodo de tiempo contemplado, condicional en X (esto es, todas las variables que se observaron al lado derecho de la relación 1, con excepción de la participación en el Programa).‡ Este *Behrman JR, Parker, SW y Todd PE. Do School Subsidy Programs Generate Lasting Benefits? A Five-Year Follow-Up of Oportunidades Participants. Mimeo, 2007. ‡ También se empleó un método de ponderación que es similar al método de pareamiento en características observables. Utilizando el teorema de reducción de la dimensión de Rosenbaum y Rubin,54 se implementó el estimador de reponderación utilizando como ponderadores la razón de las densidades univariadas del puntaje de propensión a la pérdida de muestra. A través de este procedimiento, cada individuo observado después del inicio del Programa recibe una ponderación igual a la razón de la densidad de su probabilidad de ser pérdida de muestra con respecto a la distribución posterior al inicio de Oportunidades dividida entre la densidad estimada con respecto a la distribución previa al inicio del Programa (y previa a la pérdida de muestra). Efectivamente, este procedimiento repondera las observaciones antes del inicio del Programa para que obtengan la misma distribución que las variables independientes (X), tal y como sucedía antes de la pérdida de muestra. El supuesto clave que justifica la aplicación de este procedimiento es que, al interior de cada uno de los grupos, la pérdida de muestra es aleatoria condicional en X.55 Este procedimiento no da como resultado estimaciones sustancialmente diferentes a las obtenidas mediante pareamiento por puntaje de propensión y que se describen en el documento, así que en este documento sólo presentaremos los valores estimados por este último método. 217 218 Cuadro 4 Modelo logit de probabilidad de participación en Oportunidades de zonas rurales (T1998 contra C2007) Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 D=1 Beneficiarios originales de escasos recursos en el grupo de tratamiento de 1998 D=0 Hogares elegibles en un nuevo grupo de comparación (no beneficiarios) Variable Edad Género Edad familia Edad familia al cuadrado Edad esposa Edad esposa al cuadrado Género familia Participación en el programa 0 [0.004] 0.005 [0.039] -0.043 [0.013]*** 0.001 [0.000]*** -0.088 [0.013]*** 0.001 [0.000]*** 1.289 Variable Participación en el programa Hombre de 20 a 39 Hombre de 40 a 59 Hombre 60+ Número de habitaciones en el hogar Electricidad en el hogar Agua en el hogar Piso de tierra en el hogar (1=si) [0.119]*** Cabeza de fam. habla lengua indígena 0.545 0.67 Cartón u otro tipo de material en las habitaciones (1=si) Esposa con empleo Años escolaridad cabeza de familia Tierra propia [0.045]*** 0.579 [0.043]*** 0.02 Ingreso total de la familia 0 -0.004 -0.144 0.006 -0.37 -0.154 Niño de 16 a 20 Mujer de 20 a 39 Mujer 40 a 59 Mujer 60+ 0.22 [0.030]*** 0.239 [0.026]*** 0.204 [0.059]*** -0.07 [0.057] -0.635 [0.057]*** Camión Estado 2 Estado 3 Estado 4 0 Estado 5 2.358 -0.185 Falta de luz Edad cabeza de familia desconocida 0.019 0.019 Calentador de gas Radio Televisión Video Error estándar entre corchetes. * Importancia al 10%; ** importancia al 5%; *** importancia al 1%. 0.441 [0.070]*** 0.358 [0.133]*** 0.219 [0.042]*** 0.156 [0.049]*** 0.649 [0.138]*** -0.198 -2.426 [0.478]*** -1.234 [0.781] -0.64 -19.102 5.044 [0.000] Falta de cabeza de familia trabajadora -0.366 [0.842] Falta de esposa trabajadora 17.851 [0.000] Falta grados de escolaridad cabeza de familia [0.087] Estufa de gas 1.032 [0.207]*** Falta de cabeza de familia indígena [0.058] Refrigerador 1.25 [0.782] Edad esposa desconocida [0.014]*** Licuadora 0.955 [0.100]*** 1.58 [0.085]*** 1.61 [0.085]*** [0.077]*** Falta de animales propios [0.108]*** Resultado al cuadrado 1.241 [0.149]*** -0.682 [0.159]*** -0.162 [0.109] [0.082]*** Estado 6 [0.000]*** Resultado Participación en el programa [0.087]*** [0.000]*** Ingreso total de la familia al cuadrado [0.025]*** Niño de 13 a 15 0.1 [0.082]*** -0.583 [0.059]*** [0.024]*** Niño de 6 a 21 0.298 0.36 [0.003]** Niño de 0 a 5 -0.827 Auto [0.058]* [0.023]*** Años escolaridad esposa al cuadrado Estado 1 Animales propios [0.002]** Años escolaridad esposa 0.001 [0.005] 0.154 [0.049]*** -0.583 [0.045]*** -0.414 [0.020] Años escolaridad cabeza de familia al cuadrado Lavadora [0.047]*** Cartón u otro tipo de material en las paredes (1=si) [0.095]*** Cabeza de familia con empleo -0.018 [0.037] -0.488 [0.061]*** -1.233 [0.066]*** [0.055]*** [0.088]*** Esposa habla lengua indígena. Variable -0.093 [0.168] Falta grados de escolaridad esposa Constante -3.191 [0.173]*** -1.534 [0.375]*** 219 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención D=1 Hogar beneficiario original en grupo de tratamiento T1998 Edad Género Edad cabeza de familia Edad cabeza de familia al cuadrado Edad esposa Edad esposa al cuadrado Género cabeza de familia Participación en el programa 0 [0.003] -0.03 [0.031] -0.017 [0.009]* 0 [0.000]*** -0.082 [0.011]*** 0.001 [0.000]*** 1.271 Variable Hombre de 20 a 39 Hombre de 40 a 59 Hombre 60+ Número de habitaciones en el hogar Electricidad en el hogar Agua en el hogar Piso de tierra en el hogar (1=sí) [0.100]*** Cabeza de familia habla lengua indígena 0.232 Cabeza de familia con empleo Esposa con empleo Años escolaridad cabeza de familia Años escolaridad cabeza de familia al cuadrado Años escolaridad esposa Años escolaridad esposa al cuadrado 0.561 [0.071]*** -0.451 [0.071]*** -0.517 [0.046]*** 0.044 [0.017]*** 0.017 [0.030] -0.492 [0.048]*** -1.208 [0.053]*** Lavadora 0.025 Estado 1 [0.006]*** -0.219 [0.037]*** -0.554 [0.036]*** -0.772 0.069 Animales propios Tierra propia Ingreso total de la familia 0.202 [0.044]*** 0.428 [0.036]*** 0.561 [0.034]*** 0 [0.000]*** Ingreso total de la familia al cuadrado 0 [0.002]*** -0.079 [0.018]*** Resultado [0.000]*** 1.223 [0.097]*** 0.002 Resultado al cuadrado -0.045 [0.002] -0.564 0.016 Niño de 6 a 21 [0.018]*** -0.188 [0.020]*** Refrigerador [0.048] 0.116 [0.084] Niño de 13 a 15 0.188 Estufa de gas 0.597 [0.024]*** Mujer de 20 a 39 Mujer de 40 a 59 Mujer 60+ 0.146 [0.020]*** 0.181 [0.048]*** -0.085 [0.046]* -0.741 [0.043]*** Camión Estado 2 Estado 3 Estado 4 Estado 5 Radio Televisión Video 0.23 [0.111]** 0.346 [0.033]*** 0.461 [0.040]*** 0.322 [0.135]** Error estándar entre corchetes. * Importancia al 10%; ** importancia al 5%; *** importancia al 1%. 0.804 [0.153]*** -0.274 [0.187] 0.587 [0.132]*** -0.032 [0.097] 0.34 [0.089]*** 0.1 [0.091] -0.19 -0.277 [0.088]*** Estado 6 Falta de tierra propia Falta de animales propios Falta de electricidad Falta edad cabeza de familia Falta edad esposa Falta cabeza de familia indígena -1.438 [0.084]*** 2.437 [0.667]*** -2.226 [0.444]*** -1.813 [0.629]*** -1.049 [0.603]* -19.416 [0.387]*** 21.178 [0.000] Falta cabeza de familia trabajadora 1.435 Falta esposa trabajadora [1.168] 1.448 [0.349]*** Falta grados de escolaridad cabeza de familia [0.060]*** Calentador de gas Participación en el programa [0.088]** [0.013]*** Licuadora Niño de 16 a 20 Auto [0.040]* Cartón u otro tipo de material en las paredes (1=si) -0.006 Niño de 0 a 5 Variable [0.045]*** Cartón u otro tipo de material en las habitaciones (1=sí) [0.067]*** Esposa habla lengua indígena. Participación en el programa -0.879 [0.127]*** Falta grados de escolaridad esposa Constante Observaciones -2.584 [0.150]*** 0.714 [0.315]** 32605 Cuadro 5 Modelo logit de probabilidad de participación en Oportunidades de zonas rurales (T1998 contra T2003) 220 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Figura 2 Distribución del índice de propensión: tratamiento 98 (T 1998) 3 Densidad 2 1 0 0 .2 .4 .6 .8 1 Índice de propensión Figura 3 Distribución del índice de propensión: control 07 2 Densidad 1.5 1 .5 0 0 .2 .4 .6 .8 1 Índice de propensión Figura 4 Distribución del índice de propensión: método 98 5 Densidad 4 3 2 1 0 0 .2 .4 Índice de propensión .6 .8 1 221 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Figura 5 Distribución de índice de propensión: método 03 1.5 Densidad 1 .5 0 0 .2 .4 .6 .8 1 Índice de propensión Edad en 2007 Impacto (error estándar) Obs # subsidio común C2007 grados de escolaridad, % del impacto 0.60* 1359 1316 8.56, 7.1% 810 797 8.55, 10.5% 525 518 8.48, 7.5 1382 1367 8.35, 7.8% 1312 1220 8.76, 9.8% Todos 17-18 (0.34) 19-20 0.90* (0.41) 21-22 0.64 (0.47) Cuadro 6 Impactos estimados de Oportunidades en grados de educación. Pareamiento lineal local† T1998 contra C2007 y pareamiento diferencial en diferencia longitudinal Por género Niños 0.65* (0.33) Niñas 0.85* (0.49) Estimador de diferencia en diferencia con imposición de un subsidio común (ajuste=2%). Errores estándar propios (paréntesis) con 500 réplicas. Ancho de banda=0.4. *Significativo al menos al nivel de 10%. † Edad en 2007 Impacto (error estándar) Obs # subsidio común T2003 grados de escolaridad, % del impacto Todos 17-18 0.61* 1497 1448 8.4, 7.3% 898 827 8.0, 8.1% -0.44 (0.45) 542 500 8.0, -5.5% 0.41* 1491 1452 8.19, 4.9% 1446 1431 8.25, 5.7% (0.18) 19-20 0.65* (0.25) 21-22 Por género Niños (0.18) Niñas 0.47* (0.22) Estimador de diferencia en diferencia con imposición de un subsidio común (ajuste=2%). Errores estándar propios (paréntesis) con 500 réplicas. Ancho de banda=0.4. *Significativo al menos al nivel de 10%. † Cuadro 7 Impactos estimados de Oportunidades en grados de educación. Pareamiento lineal local† T1998 contra C2007 y pareamiento diferencial en diferencia longitudinal 222 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 supuesto se mantiene si todas las variables no observadas del lado derecho de la relación (1), o no están correlacionadas con la duración de la exposición al Programa o están perfectamente correlacionadas con las variables observadas en X. Para el pareamiento de dobles diferencias de las variables en las que la información previa al Programa no es importante (por ejemplo, la inscripción en educación media superior para los individuos de 17 a 18 años de edad en 2007 y de 7 a 8 años en 1997), utilizamos el mismo grupo de edad de 2007 para construir las diferencias previas al Programa. Se utilizó tanto el pareamiento lineal local como el del vecino más cercano. Se reportan únicamente los resultados que se basan en el pareamiento lineal local, ya que ambos conjuntos de resultados son similares. Los cuadros 4 y 5 reportan los resultados de la estimación por puntaje de propensión para 1) los grupos T1998 vs. C2007, y 2) T1998 vs. T2003; mientras que, las figuras 2 a la 5 muestran la distribución de los puntajes de propensión para cada grupo. Si bien los gráficos son claramente diferentes para cada comparación, existe un soporte común adecuado en términos de pares suficientes en cada grupo de comparación para los individuos en el grupo T1998. Cuadro 8 Impactos estimados de Oportunidades en la probabilidad de terminar la secundaria y la probabilidad de ingresar a la preparatoria (Encel 2007). Pareamiento lineal local† T1998 contra C2007 y pareamiento diferencial en diferencia con el programa previo de niños del grupo de edad similar Edad en 2007 Ingreso a preparatoria (error stándar) 0.030 0.38, 9.5% Impacto 17-18 Término de secundaria C2007 prop. ingreso a prepa, % impacto (0.019) 19-20 Impacto (error estándar) 0.068* 0.72, 7.8% 1608 0.72, 28.7% 958 0.62, 5.5% 587 0.68, 0.9% 1601 0.72, 2.7% 1542 (0.034) 0.08* 0.28, 26.5% 0.19* (0.036) 21-22 Obs C2007 prop. terminar sec, % impacto (0.04) -0.04 0.20, 20.2% 0.06 (0.044) (0.06) Por género Niños 0.048* 0.30, 15.9% 0.096* (0.030) Niñas (0.033) 0.018 0.33, 5.4% 0.12* (0.032) (0.034) Estimador de diferencia en diferencia con imposición de un subsidio común (ajuste=2%). Errores estándar propios (paréntesis) con 500 réplicas. Ancho de banda=0.4. *Significativo al menos al nivel de 10%. † Cuadro 9 Impactos estimados de Oportunidades en grados de educación: por condición indígena. Pareamiento lineal local† T1998 contra T2003 y pareamiento diferencial en diferencia longitudinal Edad en 2007 Indígena Niños Niñas No indígenas Niños Niñas Impacto (error estándar) Obs # subsidio común T2003 grados de escolaridad, % impacto 0.84* (0.46) 0.64* (0.43) 372 335 8.5, 10.1% 331 319 8.1, 8.0% 0.40* (0.25) 0.44* (0.25) 1119 1103 8.4, 4.8% 1115 1054 8.3, 5.5% Estimador de diferencia en diferencia con imposición de un subsidio común (ajuste=2%). Errores estándar propios (paréntesis) con 500 réplicas. Ancho de banda=0.4. *Significativo al menos al nivel de 10%. † 223 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención III. Resultados Los cuadros 6 a 14 presentan los principales resultados de las pruebas de rendimiento y escolaridad. En cada cuadro se presentan los coeficientes del impacto, así como el nivel para cada indicador en 2007, para comparar con la magnitud de los impactos reales. El cuadro 6 presenta las estimaciones del impacto de Oportunidades en grados escolares terminados para 2007, con base en la exposición al Programa en un periodo de casi 10 años respecto a nunca haber recibido los beneficios. El cuadro muestra impactos importantes y positivos en la escolaridad de los jóvenes de 17 a 18 y de 18 a 19 años de edad, superando los niveles escolares de aquellos que no recibieron los beneficios del Programa en 0.9 grados para los individuos de 19 a 20 años en 2007 y en 0.6 grados para los individuos de 17 a 18 años. Al dividir la muestra por sexo se observan impactos ligeramente más fuertes en las mujeres que en los hombres, de 0.85 grados escolares para las mujeres contra 0.65 grados para los hombres. El cuadro 7 es una repetición del cuadro 6 pero con base en una diferencia de exposición al Programa de 6 años. Como se esperaba, en lo general se obtienen impactos más bajos que los obtenidos con una diferencia de exposición al Programa de 10 años. Los jóvenes de 19 a 20 años de edad muestran un impacto de cerca de 0.65 grados de escolaridad, lo que resulta más bajo que el impacto estimado de 0.9 grados para aquellos expuestos a los beneficios del Programa por casi 10 años. No obstante, esto también se esperaba dada la menor diferencia en el tiempo de exposición al Programa. Al dividir la muestra por sexos, tanto hombres como mujeres continúan mostrando impactos importantes en escolaridad, de 0.41 grados para los hombres y de 0.48 grados para las mujeres. Sin embargo, estos impactos tan importantes de los grados de escolaridad no nos dicen de manera exacta en qué niveles de escolaridad están ocurriendo las mejorías. Después se analizaron los impactos de Oportunidades en terminar la secundaria, el ingreso a la educación media superior y el ingreso a la universidad. El cuadro 8 muestra los resultados para la terminación de la secundaria y el ingreso a la educación media superior, con base en aquellos individuos que se vieron beneficiados por el Programa por cerca de 10 años contra aquellos que nunca recibieron los beneficios. Guardando consistencia respecto a lo obtenido en evaluaciones previas, se encontraron impactos Edad en 2003 Matemáticas Impacto (error estándar) Niñas 15-16 17-18 19-21 Niños 15-16 17-18 19-21 C2003 puntuación en matemáticas, % impacto -0.42 (0.62) 0.43 (0.71) 0.72 (0.83) 31.6, -1.3% 0.78 (0.76) 0.83 (0.82) -1.20 (1.02) 32.9, 2.4% 31.9, 1.3% 32.0, 2.2% 32.8, 2.5% 33.3, -3.6% Escritura Impacto (error estándar) Obs C2003 puntuación en escritura, % impacto 0.66 (0.85) 2.31* (0.84) 1.92* (1.20) 35.4, 1.9% 600 35.6, 6.5% 550 34.9, 5.5% 334 0.32 (0.92) 1.15 (0.82) 0.93 (1.04) 35.4, 0.9% 584 35.8, 3.2% 446 34.4, 2.7% 275 Estimador de diferencia con imposición de un subsidio común (ajuste=2%). Errores estándar propios (paréntesis) con 500 réplicas. Ancho de banda=0.4. *Significativo al menos al nivel de 10%. † Cuadro 10 Impactos estimados de Oportunidades en las pruebas de rendimiento de Woodcock Johnson de matemáticas y escritura en la Encel 2003. Pareamiento lineal local† T1998 contra C2003 y pareamiento diferencial 224 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Cuadro 11 Impactos estimados de Oportunidades en las pruebas de rendimiento de Woodcock Johnson de matemáticas en la Encel 2007. Pareamiento lineal local† T1998 contra C2007 y pareamiento de diferencia y de diferencia en diferencia Edad en 2007 Impacto (error estándar) Obs # subsidio común C2007 WJ prueba de rendimiento de matemáticas, % impacto 0.29 (0.96) 2.04* (1.05) 1.47 (1.30) 650 640 38, 0.7% 308 264 38, 5.4% 201 169 38, 3.9% 449 394 39, 0.4% 557 521 38, 3.8% 214 156 38, 4.3% 17-18 19-20 21-22 Por género Niños 0.16 (0.92) 1.45 (0.92) Niñas pareamiento dif en dif 2007-2003 1.65 (1.85) Niñas Estimadores de diferencia en diferencia y de diferencia con imposición de un subsidio común (ajuste=2%). Errores estándar propios (paréntesis) con 500 réplicas. Ancho de banda=0.4. *Significativo al menos al nivel de 10%. † Cuadro 12 Impactos estimados de Oportunidades en las pruebas de rendimiento de Woodcock Johnson de matemáticas en la Encel 2007. Pareamiento lineal local† T1998 contra T2003 y pareamiento de diferencia Edad en 2007 Impacto (error estándar) Obs # subsidio común 0.87 (0.87) 2.43 (1.89) -1.63 (1.43) 551 525 T2003 WJ Puntuación prueba de rendimiento de matemáticas, % impacto 37.1, 2.3% 343 314 35.2, 6.9% 275 273 36.2, -4.5% 1.59 (1.16) 1.90* (0.96) 494 408 36.6, 4.3% 619 612 35.3, 5.4% 245 226 38, 10.5% 17-18 19-20 21-22 Por género Niños Niñas pareamiento dif en dif 2007-2003 Todos 4.06* (1.81) Estimadores de diferencia en diferencia y de diferencia con imposición de un subsidio común (ajuste=2%). Errores estándar propios (paréntesis) con 500 réplicas. Ancho de banda=0.4. *Significativo al menos al nivel de 10% † importantes en la inscripción y la terminación de la educación secundaria y la educación media superior. Es interesante observar que los impactos en la terminación de la educación secundaria son más altos para las niñas que para los niños, aunque los impactos en el ingreso a la educación media superior son mayores para los últimos que para las primeras. De los grupos aquí estudiados, el que muestra los mayores impactos en ambas variables es el de los individuos de 19 a 20 años de edad en 2007, o de 9 a 10 años de edad antes de que iniciara el Programa. No se encontró ningún impacto del Programa en la inscripción a la universidad, la que en esta población continúa siendo sumamente baja (cerca de 2%), sin ninguna diferencia entre los diferentes grupos de tratamiento y de control. Sin embargo, la muy elevada pérdida muestral descrita previamente implica que es posible que se esté 225 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Edad en 2007 17-18 19-20 21-22 Por género Niños Niñas Impacto (error estándar) Obs # subsidio común C2007 Puntuación prueba de rendimiento, % impacto -9.27 (14.0) 7.7 (12.3) -37.4* (19.1) 504 468 434, -2.1% 239 298 436, 1.8% 191 178 431, -8.7% -9.4 (8.8) -8.97 (13.6) 436 398 436, -2.2% 556 505 418, -2.1% Cuadro 13 Impactos estimados de Oportunidades en Estándares Nacionales: prueba de rendimiento de lectura. Pareamiento lineal local† T1998 contra C2007 y pareamiento de diferencia Estimador de diferencia con imposición de un subsidio común (ajuste=2%). Errores estándar propios (paréntesis) con 500 réplicas. Ancho de banda=0.4. *Significativo al menos al nivel de 10%. † Edad en 2007 17-18 19-20 21-22 Por género Niños Niñas Impacto (error estándar) Obs # subsidio común T2003 puntuación prueba de lectura, % impacto -13.8 (11.4) -1.50 (13.0) -15.7 (28.8) 892 882 404, -3.4% 337 297 402, -0.3% 264 262 408, -3.8% 10.4 (16.8) -14.9 (12.6) 483 412 404, 2.6% 622 597 400, -3.7% Estimador de diferencia con imposición de un subsidio común (ajuste=2%). Errores estándar propios (paréntesis) con 500 réplicas. Ancho de banda=0.4. *Significativo al menos al nivel de 10%. † subestimando la proporción de jóvenes en la universidad, ya que es más probable que los emigrantes ingresen a la universidad precisamente porque han tenido que emigrar de sus pequeñas localidades para poder hacerlo. Por tanto, es muy probable que los individuos que con mayor probabilidad asistan a la universidad no aparezcan en nuestra muestra, de tal forma que no se le ha dado mucho peso a esos resultados y no se reportan en este documento. El cuadro 9 presenta los impactos de Oportunidades en los grados de escolaridad de la población indígena y compara estos resultados con los de la población no indígena utilizando la comparación T1998 versus T2003.* En este documento se define como indígena a la persona que reportó hablar una lengua indígena. En general, estos resultados sustentan importantes impactos en la población indígena, además de aquellos referidos a los no indígenas; y de hecho, sugieren estimaciones ligeramente más altas del impacto de Oportunidades en los grados de escolaridad para los indígenas. Por ejemplo, el cuadro 9 muestra que el impacto en los grados de escolaridad es de casi 0.64 para * No se pudo llevar a cabo el análisis para la población indígena utilizando la comparación de impacto entre los grupos T1998 y C2007. Lo anterior, ya que existen muy pocos indígenas en el grupo C2007 para poder llevar a cabo el pareamiento. Tampoco fue posible analizar los impactos para la población indígena en las pruebas de rendimiento al haber muy pocos indígenas que presentaran las pruebas de rendimiento de la Encel 2007. Cuadro 14 Impactos estimados de Oportunidades en Estándares Nacionales: prueba de rendimiento de lectura. Pareamiento lineal local† T1998 contra T2003 y pareamiento de diferencia 226 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 las mujeres indígenas contra 0.44 para las no indígenas. Esta evidencia es muy alentadora y muestra que a pesar de las potenciales barreras en el lenguaje a las que se enfrentan los indígenas durante su vida escolar,56 a través de Oportunidades están incrementando sus niveles de escolaridad. Los cuadros 10 al 14 reportan las estimaciones de los impactos de Oportunidades en el puntaje de las pruebas de rendimiento de matemáticas y de comprensión de lectura. Primero se volvieron a revisar las pruebas de rendimiento que se llevaron a cabo en la Encel 2003. El cuadro 10 muestra los impactos de Oportunidades en las pruebas Woodcock Johnson de escritura y de matemáticas, y muestra pocos impactos importantes del Programa en las pruebas; excepto para la prueba de escritura en el grupo de las niñas más grandes, para la que se obtuvieron impactos positivos muy importantes.* A continuación se analizan los resultados de las pruebas de rendimiento que se llevaron a cabo en la Encel 2007. Comenzando con los puntajes de las pruebas de rendimiento en matemáticas (cuadros 11 y 12), las estimaciones de dobles diferencias que comparan T1998 con C2007 (cuadro 11) y T1998 con T2003 (cuadro 12) muestran coeficientes positivos. El impacto que compara T1998 con T2003 es estadísticamente significativo, e implica un incremento de 10% en el puntaje de matemáticas. Mientras que se esperaría que a partir de la comparación entre T1998 y C2007 se obtuvieran resultados más grandes e importantes que en la comparación de T1998 y T2003 (en la que está implícita una diferencia en el tiempo de exposición al Programa de seis años), estos resultados son alentadores ya que muestran que el Programa también podría estar impactando el rendimiento escolar. Dado el limitado número de observaciones disponible para realizar las estimaciones de dobles diferencias, no es posible desagregar los impactos en el rendimiento de la prueba de matemáticas obtenidos con este estimador, sea por sexo o por edad. El resto de los resultados que se basan en estimadores de diferencias simples del rendimiento en 2007 son, en general, desalentadores para el caso de comprensión de lectura. Lo anterior, ya que no muestran un patrón general de efectos positivos o importantes de Oportunidades. Considerando las estimaciones de diferencias, sólo el grupo de las mujeres muestra un impacto positivo importante en las pruebas de rendimiento de matemáticas, lo que resulta en un incremento de casi el 5% en el número de preguntas que se contestaron correctamente. En el caso de los hombres, no existe un impacto positivo o importante de Oportunidades ni en las pruebas de matemáticas ni en las de comprensión de lectura. Sin embargo, para el grupo de 21 a 22 años de edad, existe un valor negativo e importante del Programa en comprensión de lectura, en sentido contrario a lo que se esperaba, lo que de nueva cuenta refleja que los estimadores de diferencias en este contexto tienden a subestimar los impactos del Programa. IV. Discusión CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS RESULTADOS EN LA LITERATURA PREVIA Los resultados en escolaridad presentados en este documento continúan mostrando grandes e importantes impactos de Oportunidades en incrementar los grados de escolaridad terminados, en consonancia con la literatura previa y, en particular, con las estimaciones más recientes que utilizan datos de hasta 2003. En general, los resultados son consistentes en términos de su magnitud con aquellos presentados por Behrman, Parker y Todd* y que se basan en la Encel 2003, aunque son ligeramente de menor magnitud tanto para hombres como para mujeres. Es muy difícil hacer una comparación estricta entre ambos resultados, dadas las muy elevadas tasas de pérdida de muestra o no respuesta encontradas en el presente análisis (cerca de 70% comparado con cerca de 20% para la variable de escolaridad utilizando los datos de la Encel 2003). Debido a estas diferencias, los resultados que aquí se presentan sólo son válidos para una fracción mucho más pequeña de toda la muestra de la Encel y parecería que existe una selección *Véase Behrman JR, Parker, SW y Todd PE. Do School Subsidy Programs Generate Lasting Benefits? A Five-Year Follow-Up of Oportunidades Participants. Mimeo, 2007, para una mayor descripción. 227 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Impacto=1.0 grados de escolaridad Reingreso a la escuela Ahorros iniciales 6% 8% 10% Índice de descuento C/o programa Con programa Costos Beneficios Índice C/B Beneficios Índice C/B Beneficios Índice C/B 3% 1855 1966 500 1801 3.60 2679 5.36 3557 7.11 5% 1855 2003 390 664 1.70 1082 2.77 1499 3.84 10% 1855 2040 215 27 0.13 233 1.08 438 2.04 Impacto=0.83 grados de escolaridad Ahorros iniciales 6% Índice de descuento C/o programa Con programa Costos 3% 1855 1966 5% 1855 2003 10% 1855 2040 8% Beneficios Índice C/B 500 1502 390 556 215 28 10% Beneficios Índice C/B Beneficios Índice C/B 3.00 2231 4.46 2959 5.92 1.43 903 2.32 1245 3.19 0.13 198 0.92 363 1.69 *Se asume que los jóvenes forman parte del programa de seis años, inician a los 10 años de edad y terminan sus estudios a los 16 años. **Se incluye un regreso a la experiencia=0.413E-0.00048E Los costos incluyen costos de distorsión de fondos crecientes, costos del programa administrativo y costos personales relacionados con participación, incluidos gastos por transporte o útiles escolares. Los beneficios son netos al costo de la oportunidad, p. ej., ingreso tardío al mercado laboral. Factor de conversión: 11 pesos mexicanos por 1 dólar importante en quién responde. Por ejemplo, los jóvenes que estaban disponibles para la entrevista son aquellos que quizás no asisten a la escuela y/o no trabajan, y ellos precisamente pueden ser los que, en conjunto, disminuyen los impactos del Programa. Esto sería consistente con las menores estimaciones obtenidas en el presente análisis que aquellas estimaciones obtenidas por Behrman, Parker y Todd* con base en datos de la Encel 2003. Otra diferencia con los resultados de la referencia anterior es que con los datos de la Encel 2007 se encontraron impactos ligeramente más altos para las mujeres que para los hombres; situación contraria a los resultados obtenidos con base en la Encel 2003. Nuevamente, debido a la elevada pérdida de muestra y la presencia de sesgo por selección, es muy probable que estos resultados reflejen la situación de la muestra más pequeña y selecta que aquellos que se basan en Encel 2003; además de que, lo anterior no necesariamente implica que los resultados de los impactos diferenciados por sexo hayan cambiado entre 2003 y 2007. En lo que respecta a las pruebas de rendimiento, si bien la información longitudinal de las pruebas de rendimiento de matemáticas ya está disponible, existe una restricción causada por el bajo número de observaciones en estas pruebas para los dos años en que se realizaron. Estos resultados, a pesar del pequeño tamaño de muestra, muestran impactos positivos de Oportunidades y sugieren impactos importantes en una especificación, lo que resulta alentador dada la falta de evidencia de efectos importantes en estudios anteriores. Sin embargo, por el tamaño de la muestra reducida y la falta de disponibilidad de información longitudinal, para la prueba de comprensión de lectura también se llevaron a cabo estimaciones de diferencias simples. Estos resultados no muestran un patrón consistente de impactos importantes y positivos en las pruebas de rendimiento, aunque para un par de grupos etarios existe un impacto importante y positivo del Programa en el rendimiento de matemáticas. Como se ha discutido anteriormente, estimaciones con diferencias simples tienden a subestimar los impactos en las pruebas de rendimiento. *Behrman JR, Parker, SW y Todd PE. Do School Subsidy Programs Generate Lasting Benefits? A Five-Year Follow-Up of Oportunidades Participants. Mimeo, 2007. Cuadro 15 Costos y beneficios de Oportunidades en dólares* 228 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 IMPLICACIONES PARA OPORTUNIDADES Los resultados de este documento continúan confirmando que Oportunidades ha incrementado de manera importante la escolaridad de su población beneficiaria. Esto claramente es un resultado positivo y tranquilizador, y muestra que además de los efectos del Programa en reducir la pobreza actual, se continúan presentando importantes mejorías en educación y en la acumulación de capital humano. Para ilustrar los beneficios potenciales de la mayor escolaridad, a continuación se presentan los cálculos de los costos-beneficios que comparan los costos del Programa con los beneficios que los individuos recibirán a manera de mayores ingresos que se derivan de la mayor escolaridad alcanzada. Debido a las dificultades con los datos aquí descritas, se considera prematuro utilizar las estimaciones para generar las estimaciones de costo-beneficio y, en su lugar, se utilizarán los resultados de un documento anterior bajo el supuesto de que podrían tener mayor validez para toda la población de la Encel. El cuadro 15 proporciona las estimaciones de costo-beneficio de Oportunidades bajo tres escenarios distintos respecto a la tasa de retorno de la educación (6, 8 y 10%) y tres potenciales tasas de descuento (3, 5 y 10 por ciento).* Los beneficios del Programa son varias veces más elevados que sus costos en casi todos los escenarios, con excepción de aquel con una tasa muy alta de descuento y una baja estimación de la tasa de retorno de la educación. Aun cuando Oportunidades fuera considerado sólo un programa de inversión en capital humano, sus beneficios globales parecerían ser mayores que sus costos. Los resultados que aquí se presentan no son tan fuertes en lo que se refiere a los impactos en las pruebas de rendimiento, pero las estimaciones de dobles diferencias, que se consideran las más rigurosas, sugieren impactos positivos del Programa en el rendimiento de las pruebas de matemáticas. Por tanto, es necesario realizar futuras investigaciones sobre el impacto de Oportunidades en las pruebas de rendimiento. La utilización de la base de datos de las pruebas Enlace, que actualmente se aplican cada año en México, junto con la información relativa al estatus de beneficiario del Programa, constituye una prometedora y complementaria línea de investigación, así como una fuente de gran utilidad para analizar los impactos de Oportunidades en el rendimiento académico. LIMITACIONES DEL ESTUDIO La principal limitación de este estudio ha sido la falta de disponibilidad de información sobre escolaridad para la mayoría de los jóvenes que originalmente estaban en la muestra de la línea basal de 1997. Esta falta de información tiene dos causas principalmente; la primera es la importante pérdida muestral (como era de esperarse) de jóvenes entre 1997 y 2007, puesto que únicamente se pudo entrevistar a los jóvenes que vivían en el hogar de la familia, dado que el trabajo de campo de la Encel 2007 no incluyó el seguimiento a los emigrantes.‡ La segunda causa se refiere a que aun en el caso en que los individuos y otros miembros de su familia permanecieron en el hogar original, no se pudo recabar la información sobre la escolaridad de muchos jóvenes. Esto debido al hecho de que sólo se les preguntaba sobre las variables de escolaridad a los individuos de 14 a 24 años de edad en el cuestionario para jóvenes, y para aquellos que no podían contestar personalmente dicho cuestionario no se registró información sobre su escolaridad. Para agravar esta situación, incluso algunos jóvenes que respondieron dicho cuestionario, se les aplicó una versión “corta” del mismo en la que no se incluía información acerca de sus grados de escolaridad. Los resultados de este estudio, por consiguiente, se basan en una muestra muy selecta de jóvenes: aquellos que permanecían en su hogar original; que tuvieran entre 17 y 22 años de edad, 10 años después de la línea basal, y además, aquellos que pudieran ser entrevistados personalmente durante el levantamiento de información de la * El retorno a la educación se refiere al incremento en el ingreso de por vida que podría recibir un individuo en el caso de que completara un año más de educación en relación con la alternativa de no completar ese año extra de escolaridad. Por su parte, la tasa de descuento refleja cuánto pagaría un individuo el día de hoy por un peso el día de mañana. Mayores tasas de descuento reflejan una mayor “impaciencia”; por ejemplo, un peso mañana vale mucho menos hoy. ‡ Sin embargo, Oportunidades y el INSP actualmente están retomando el trabajo de campo para darle seguimiento y entrevistar a los emigrantes del Programa de la muestra de la Encel. Este trabajo de campo permitirá evaluar los impactos de Oportunidades en la población emigrante. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Encel. Esta última, una variable que podría estar muy correlacionada con la participación en la escuela/trabajo en 2007 (era más probable que aquellos que trabajaban por largos periodos de tiempo no estuvieran en sus hogares en el momento de la entrevista). En tanto que los resultados son relativamente consistentes con investigaciones anteriores basadas en tasas mucho menores de pérdida muestral que la de la Encel, al confirmar la presencia de impactos importantes del Programa en la escolaridad, es muy probable que los resultados sean una subestimación de los impactos de Oportunidades, dados los claros y evidentes mecanismos de selección de quiénes cuentan con información sobre escolaridad. Asimismo, vale la pena reiterar que estas estimaciones de impactos a largo plazo no se basan en un experimento controlado, sino en métodos estadísticos para controlar por efectos fijos no observables y factores no observables que varían en el tiempo, los que podrían afectar tanto los resultados de interés para los jóvenes como su exposición al Programa, así como la pérdida de muestra. Para los últimos, se usan estimadores de pareamiento por puntaje de propensión, pero éstos requieren que se mantenga el supuesto de que la selección subyacente únicamente se basa en las características observadas o las características no observadas que están perfectamente correlacionadas con las características observadas, y que existe sólo un número limitado de características observadas para las que es posible, con cierto grado de confianza, suponer que no son afectadas por Oportunidades. Finalmente, y a pesar de la relativa amplitud de los datos longitudinales de la Encel, para 2007 las cohortes de mayor edad que habían estado expuestos a las transferencias en efectivo condicionadas de Oportunidades por cierto tiempo de su vida escolar eran sólo jóvenes de 19 a 22 años de edad. Y éste es el momento de la vida en que existe una considerable búsqueda por encontrar una posición en el mercado laboral así como de parejas maritales y de ubicación. Pero debido a esa búsqueda y a cambios circunstanciales, aún es demasiado temprano en el ciclo de vida adulta para poder realizar inferencias con un grado de confiabilidad deseable acerca de los impactos a largo plazo de la exposición a Oportunidades para niños y jóvenes. VENTAJAS, RETOS Y RECOMENDACIONES PARA OPORTUNIDADES Más adelante se presenta el análisis Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas (FODA) para Oportunidades así como una serie de recomendaciones que se basan en este documento y material relacionado. El orden y la prioridad entre las alternativas están sujetos a una considerable incertidumbre por, al menos, dos razones: primero, el alcance de este documento es amplio, al cubrir un número de dominios de la edad adulta temprana. Segundo, idealmente se desearía comparar entre alternativas con base en las razones costo-beneficio o las tasas de retorno como lo hace Lomberg,57 por ejemplo, para un conjunto diverso de políticas. Sin embargo, la naturaleza tipo paquete de Oportunidades hace muy difícil identificar los costos para componentes del Programa en particular de la manera en que han sido implementados. Aun si hubiera información disponible y detallada que permitiera la identificación de los costos de los componentes de Oportunidades que se hayan implementado, algunas de las recomendaciones involucran nuevas variantes o adiciones a los componentes del Programa que aún no se han instrumentado y para las que su costo no está disponible. Por estas razones, el orden del cuadro está sujeto inevitablemente a considerable incertidumbre. Sin embargo, cabe esperar que sea indicativa de ciertas prioridades. 229 230 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 V. Análisis FODA Fortalezas: atributos de Oportunidades que ayudan a cumplir los objetivos del Programa Prioridad Descripción Fuente del análisis S1 Impacto importante de la escolaridad en corto y medio plazo tanto para niños como para niñas Encaseh 1997, 2007 S2 Impactos importantes positivos del Programa en escolaridad tanto para jóvenes indígenas como los no indígenas Encaseh 1997 Encel 2007 S3 Evidencia de los impactos positivos de Oportunidades en el rendimiento en matemáticas Encel 2007 S4 Impactos más grandes de Oportunidades en escolaridad para aquellos que estuvieron más tiempo cubiertos por el Programa Encel 1998 - 2007 Debilidades: atributos de Oportunidades que son un obstáculo para lograr los objetivos del Programa W1 No haber obtenido impactos positivos en las pruebas de rendimiento de comprensión de lectura resulta preocupante, por la naturaleza de la muestra para la prueba de rendimiento Encel 2007 Oportunidades: condiciones externas que ayudan a lograr los objetivos de Oportunidades O1 Interés y aplicación de trabajo de campo complementario a la ENCEL 2007 para ubicar y entrevistar a la población migratoria y así poder estimar los valores de los impactos de Oportunidades en los migrantes. Se sugiere aprovechar el trabajo de campo de este otoño para aplicar un pequeño cuestionario sobre educación y trabajo a fin de obtener la información de los jóvenes que no respondieron el cuestionario para jóvenes de 2007 y proporcionar una muestra más representativa para estimar los impactos escolares O2 Flujo de financiamiento y respaldo coherente para apoyar la evaluación del programa O3 Interés y respaldo para la evaluación rigurosa de Oportunidades, por parte del gobierno y de la comunidad política y científica de México y del mundo Amenazas: condiciones externas que podrían dañar los objetivos de Oportunidades T1 Las limitaciones y dificultades de los datos asociadas a dar el seguimiento longitudinal a una muestra de evaluación muy grande. T2 Bajos niveles de rendimiento entre la población beneficiaria de Oportunidades T3 Baja calidad de las escuelas a las que acuden los beneficiarios de Oportunidades. 231 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Recomendaciones para Oportunidades Tipo de estrategia ** Recomendación (con el sector responsable entre paréntesis) 1) Continuar con Oportunidades poniendo especial énfasis en mejorar los resultados de los niños que están creciendo en la pobreza (Oportunidades). S-O 2) Continuar evaluando rigurosamente Oportunidades poniendo especial énfasis en mejorar el trabajo de campo y dándole seguimiento a los migrantes jóvenes, con el fin de asegurar y proporcionar una imagen real de los impactos de todos los beneficiados por el Programa. W-O S-T W-T Aplicar un esfuerzo académico y de evaluación a gran escala utilizando las pruebas de Enlace para calcular el impacto de Oportunidades respecto al rendimiento. Considerar aprovechar el trabajo de campo de los migrantes para obtener información acerca de la educación y trabajo de los adultos jóvenes de los cuales no se pudo obtener información en 2007. Analizar las formas en que Oportunidades puede abordar el aspecto del bajo rendimiento de sus beneficiarios y solucionar problemas asociados con la baja calidad de las escuelas. ** Panorama de las posibilidades estratégicas para acciones futuras Análisis interno Fortalezas Análisis externo Debilidades Oportunidades Estrategias F-O insistir en las oportunidades que refuerzan al Programa Estrategias D-O resolver las debilidades Amenazas Estrategias F-A identificar las formas en que Oportunidades puede aprovechar estas fortalezas para reducir la vulnerabilidad ante las amenazas externas Estrategias D-A establecer un “plan de defensa” para prevenir las debilidades de Oportunidades ante las amenazas externas. 232 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 VI. 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El efecto teórico del Programa en el tiempo dedicado al trabajo es ambiguo. Para conocer la razón, consideremos un modelo simple de dos periodos; en el primero, los individuos son niños y pueden distribuir su tiempo entre el ocio, el trabajo y la escuela. En el segundo periodo, ya son adultos y pueden elegir entre ocio y trabajo, con un salario que depende del tiempo que pasaron en la escuela durante el primer periodo. Sean C1 y C2 el consumo del individuo cuando es niño y adulto, L1 y L2 el tiempo dedicado al ocio, S el nivel de escolaridad, W1 la tasa salarial del niño, W2(S) la tasa salarial del adulto y A las transferencias hacia el individuo por parte de sus padres y otros miembros de la familia. También, sean t1 el tiempo dedicado al trabajo en el periodo 1, t2 el tiempo dedicado al trabajo en el periodo 2 y T el tiempo total disponible. β denota la tasa de descuento y ps el monto de las transferencias en efectivo otorgadas de acuerdo a los años de escolaridad. Se supone que las utilidades marginales del consumo y del ocio son decrecientes en cada periodo y una productividad marginal decreciente de la escolaridad para el salario del segundo periodo. Otro supuesto es que el consumo y el ocio son bienes normales en ambos periodos. No existe una utilidad directa por escolaridad, la cual únicamente proporciona una tecnología para transferir recursos del primer al segundo periodo e incrementar el salario en el segundo periodo. Los individuos maximizan su función de utilidad objetivo (U): U1(C1, L1) + βU2(C2, L2) sujeto a las siguientes restricciones: S + t1 + L1 < T t2 + L2 < T C1 + C2 / (1 + r) = A + ps S + (T - L1 - S)W1 + (T - L2) W2(S) / (1 + r) Una condición óptima que se mantiene para cualquier solución interior del problema es: MUL1 - MUC1 ps = β MUC2 t2 W’2(S) o de manera equivalente: MUC1 (W1 - ps) = β MUC2 t2 W’2(S) El lado izquierdo de la ecuación es el costo del tiempo dedicado a la escuela, en términos de costos monetarios directos y horas de ocio pasadas (o su equivalente, ingresos laborales pasados; lo anterior puesto que otra condición de optimalidad para las soluciones interiores equipara la utilidad marginal del ocio con la utilidad marginal del consumo adicional derivado del trabajo). Por su parte, el lado derecho representa el beneficio marginal de pasar tiempo adicional en la escuela; esto es, mayores ingresos una vez que se es adulto. Las condiciones de optimalidad muestran que las transferencias en efectivo afectan los costos marginales de la escolaridad de la misma manera en que lo haría una disminución en la tasa salarial del niño: las becas reducen el salario sombra (o valor relativo) del tiempo del niño en otras actividades distintas a las escolares. El beneficio de la escolaridad en términos de ingresos (en oposición al ingreso total) depende de la cantidad de tiempo que el individuo dedique al trabajo una vez que es adulto. Debido a que los varones adultos por lo general tienen mayores salarios que las mujeres adultas, el beneficio marginal de la escolaridad para los niños en términos de ingresos tiende a ser mayor que el de las niñas para cualquier nivel de S.* Esto podría ayudar a explicar las elecciones de las niñas que * Lo anterior, bajo el supuesto de que el costo marginal de oportunidad de la escolaridad de los niños no es mayor que el de las niñas. 235 236 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 tienen menores niveles de escolaridad promedio que las de los niños.* Si éste fuera el caso y el salario de los niños fuera el mismo para ambos, entonces se necesitarían de mayores becas para inducir a las niñas a obtener el mismo nivel de escolaridad que los niños. (Cabe notar, sin embargo, que si el ingreso total es una medida de bienestar de mayor importancia que los ingresos, no existe razón alguna para diferenciar los montos de las becas por sexo). Una disminución en los costos directos de la escolaridad, como resultado de las transferencias, genera efectos de sustitución e ingreso. El efecto sustitución reduce la cantidad de tiempo dedicado al ocio y al trabajo cuando se es niño e incrementa la cantidad de tiempo dedicado a la escuela. El efecto ingreso (un incremento en los ingresos de por vida) eleva el consumo de todos los bienes normales, a saber, el del ocio y el consumo en el primer y segundo periodos. Por tanto, el efecto neto del tiempo invertido durante la infancia en ocio en el primer periodo es ambiguo. En principio, el efecto neto del tiempo invertido en trabajo y escuela también es ambiguo. Sin embargo, si en el ocio el efecto sustitución domina al efecto ingreso, el ocio en el primer periodo se reducirá y el tiempo dedicado a las actividades distintas al ocio se elevarán. Debido a que las becas incrementan el beneficio relativo de la escuela respecto al trabajo, es de esperar que el tiempo invertido en la escuela aumente y el tiempo invertido en trabajar disminuya. La condición de optimalidad se podría transcribir como una condición de tangencialidad: MUC1 / βMUC2 = t2 W’2 (S) / (W1 - ps) donde el lado derecho proporciona la pendiente de las curvas de indiferencia entre el consumo presente y futuro para el niño, y el lado derecho la pendiente del límite del consumo factible. El modelo ignora la indivisibilidad que se crea en el Programa con respecto a las becas escolares. Se considera una versión del modelo en el que no existe una beca escolar proporcional (esto es, ps = 0), sino una beca p que se otorga a cada niño que obtenga un nivel de educación mayor o igual que Smin y una beca de cero en caso que ello no ocurra. Aquí Smin puede representar el mínimo de asistencia requerida para recibir los beneficios del Programa. La restricción sobre los recursos del individuo ahora es: C1 + C2 / (1 + r) = A + p I(S) + (T - L1 - S) W1 + (T - L2) W2(S) / (1 + r) donde I(S) = 0 si S < Smin I(S) = 1 si S ≥ S min Este esquema de becas afecta a los niños de manera diferenciada de acuerdo a las decisiones sobre escolaridad antes de que se introdujeran las becas escolares. Para los niños que ya recibían más de Smin unidades de educación antes de introducir las becas escolares, el Programa sólo produce un efecto ingreso.‡ Para los niños que no recibían ese nivel de educación y que no lo reciben aun después de la introducción de las becas escolares, el Programa no produce ninguno de los dos efectos. Y para los niños que no reciben Smin unidades de educación previo al Programa, pero que posteriormente sí lo reciben, se generan ambos efectos, ingreso y sustitución. La medida en que el Programa tiene un impacto importante en el capital humano y el trabajo de los niños sólo se puede determinar a través del análisis empírico.§ * Aunque Behrman, Sengupta y Todd1,2 muestran que el número promedio de grados terminados de escolaridad en zonas rurales previo al Programa en las niñas fue mayor que en los niños, lo que no parece justificar las mayores becas para las primeras respecto de los segundos. No obstante, el que las tasas de matriculación sean mayores para los niños refleja el que éstos repiten grados en mayor medida que las niñas. Lo anterior parece ser un patrón generalizado en el mundo en desarrollo (Grant MJ, Behrman JR. Gender gaps in educational attarnment in less developed countries. Working paper). ‡ Para simplificar, aquí se ignora el hecho de que la frontera del conjunto de consumo factible podría ser no lineal. § Cabe notar que no resulta obvio por qué un gobierno interesado en incrementar el bienestar de los niños podría preferir becas escolares en lugar de transferencias no condicionadas en el contexto del modelo simple discutido en este Anexo. Muchos podrían argumentar que, respecto a las transferencias no condicionadas, los requisitos de condicionalidad son paternalistas y, por tanto, innecesarios para mejorar el bienestar. Una motivación potencial para condicionar los beneficios es que existen ciertos retornos sociales a la inversión en educación que no son “cosechados” por el individuo. En una revisión de la literatura se hallaron pocos estudios que demostraran que los retornos sociales eran significativamente más elevados que los retornos privados (la excepción la constituye el estudio de Foster y Rosenzweig3). Una motivación alternativa para condicionar las transferencias es el papel que ésta juega en instrumentar resultados que son favorables al niño en un contexto de negociación al interior de los hogares (Martinelli C, Parker SW. Do school subsidies promote human capital accumulation among the poor? Working paper 0306. Centro de Investigación Económica, ITAM). Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Referencias del anexo A 1.Behrman JR, Sengupta P, Todd P. Progresos a través de PROGRESA: una evaluación del impacto de un experimento de subsidio escolar. Desarrollo Económico y Cambio Cultural 2005:54(1):237-276. 2.Behrman IR, Sengupta P, Todd P. The impact of Progresa on achievement test scores in the first year. Washington DC: International Food Policy Research Institute; 2000. 3. Foster A, Rosenzweig MR. Learning by doing and learning from others: Human capital and technical change in agriculture. The Journal of Political Economy 1995;103(6): 1176-1209. B. RESULTADOS EN JÓVENES DE 17 A 20 EN 2005, UTILIZANDO LA ENCUESTA DE CARACTERÍSTICAS SOCIOECONÓMICAS DE LOS HOGARES (ENNVIH) En esta sección se detallan brevemente los resultados estimados obtenidos a partir de la Ennvih, que es una encuesta con un propósito amplio, multitemática con representatividad nacional al nivel de los individuos, familias y localidades. La línea base se conforma con más de 8 400 familias en 150 localidades. Todos los individuos de 15 años de edad y mayores fueron entrevistados y se recolectó información detallada acerca de una gran variedad de comportamientos sociales, económicos, demográficos y de la salud de los individuos y sus familias. Se aplicaron pruebas de habilidades cognitivas, en particular, las Pruebas de Matrices Progresivas de Raven1 tanto a niños como a adultos. La segunda ronda, la Ennvih-2, se realizó en 2005 y tuvo un contenido muy similar a la primera. Se realizaron grandes esfuerzos para poder rastrear a todos los individuos y hogares, incluyendo a aquellos que se cambiaron de domicilio. Las tasas de entrevistas de seguimiento fueron de alrededor del 90%, que implica una tasa de pérdida de muestra muy baja para una encuesta longitudinal con tres años de diferencia entre rondas. En este documento sólo se consideraron los datos de la encuesta Ennvih para zonas rurales, dado que la mayoría de los beneficiarios de Oportunidades de la muestra Ennvih se localizan en esas zonas. En la muestra rural de la Ennvih, cerca de 35% de los hogares aparecen en los datos administrativos de Oportunidades como beneficiarios. Se dividió la muestra rural de hogares de la Ennvih en tres grupos: a) aquellos que recibieron los beneficios desde 1997 o 1998; b) aquellos que recibieron los beneficios a comienzos de 2001 o más tarde; y, c) aquellos hogares que no habían recibido los beneficios al momento de la Ennvih-2. El análisis se concentró en las comparaciones de los hogares de los grupos a) versus c), que es el análogo más cercano para el análisis que se llevó a cabo en la sección principal de este documento utilizando datos de la Encel. La Ennvih hace posible un análisis complementario de los impactos de Oportunidades, ya que permite la estimación de impactos del Programa que son representativos a escala nacional y, por consiguiente, permite la comparación de los impactos en los siete estados de la muestra de la Encel con impactos que son representativos a escala nacional. El análisis con la Ennvih se enfocó en los beneficiarios que tenían de 9 a 12 años en 1997 y, por consiguiente, de 17 a 20 años en 2005. A pesar de que la primera ronda de la Ennvih se efectuó en 2002, varios años después del inicio del Programa Oportunidades, esta encuesta cuenta con información retrospectiva de tal forma que es posible reconstruir dicha información para incluir información previa al Programa y comparar los indicadores relevantes antes y después del comienzo de Oportunidades. Esto es, se construyó la educación de 1997 a 2005 y se estimaron los grados de escolaridad utilizando estimadores de pareamiento por dobles diferencias entre 2005 y 1997 para los beneficiarios y no beneficiarios de Oportunidades en zonas rurales. El cuadro 1 de este Anexo presenta los principales resultados. Éstos muestran valores positivos en los grados de escolaridad acumulada entre 1997 y 2005. Sin embargo, ninguno de estos resultados es estadísticamente significativo, tal vez porque las muestras son relativamente pequeñas. En el caso de la prueba de Raven, todos los estimados son negativos y sin relevancia. Estos resultados son, en general, desalentadores. 237 238 Cuadro A1 Impacto de los efectos educativos de Oportunidades en zonas rurales mediante las rondas de 2002 y 2005 de la Ennvih en los jóvenes de 9 a 12 años en 1997; emparejamiento lineal local, estándares de error bootstrapped, 500 repeticiones Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 1998T o nunca recibieron beneficios Dif 05-97 Dif 05-02 Estimado del coeficiente Intervalos de confianza Error est Grados de escolaridad 0.25 -0.20 0.70 0.23 Grados de escolaridad: hombres 0.42 -0.18 1.03 0.31 Grados de escolaridad: mujeres 0.06 -0.61 0.73 0.34 Prueba de Raven -0.55 -1.3 1.63 0.37 Prueba de Raven: hombres -0.58 -1.57 0.41 0.051 Prueba de Raven: mujeres -0.51 -1.52 0.51 0.52 Referencia del anexo B 1.Raven JC, Court JH, Raven J. Manual for Raven´s progressive matrices and vocabulary Scales. Section 2: Coloured progressive matrices. London: H. K. Lewis, 1984. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Capítulo V Comportamientos de riesgo y sus consecuencias para la salud, bienestar y probabilidad de participación laboral Autor Juan Pablo Gutiérrez* * [email protected]. El autor agradece los comentarios de los revisores del documento, Cecilia Gayet e Ivico Ahumada, así como los comentarios y revisiones realizados por el equipo de Oportunidades. 239 Resumen ejecutivo Introducción E l grupo más numeroso de individuos en el mundo son los jóvenes de entre 15 y 24 años. Este grupo está expuesto a ciertos comportamientos que comprometen su bienestar presente y futuro, y en ese sentido pueden considerarse como comportamientos de riesgo para quienes participan en ellos, e incluyen las relaciones sexuales inseguras (sin protección), el comportamiento violento, el abuso de alcohol y drogas, el tabaquismo y la limitada actividad física, entre otros. Se ha documentado que las decisiones tomadas en la adolescencia se traducen en patrones de comportamiento que permanecen en la vida adulta. Por ejemplo, el consumo de alcohol en la adolescencia, tanto la acción misma como la magnitud del consumo, es un fuerte predictor del consumo en la etapa adulta; otro ejemplo documentado es la gran correlación entre uso de condón en la primera relación sexual y su uso subsecuente. Éste es, en general, el caso de los comportamientos, los cuales también suelen ocurrir de forma simultánea, es decir, la probabilidad de que se participe en un segundo comportamiento de riesgo, una vez que se ha participado en el primero, se incrementa de forma significativa. Como ocurre con todas las acciones humanas, no existe una causa única detrás de los comportamientos de riesgo. Diversos factores contribuyen a su aparición en un individuo dado. No obstante, es posible agrupar los factores que se han asociado con los mismos en tres niveles: individuales, microambientales y macroambientales. Por un lado, están las características propias que incluyen aspectos genéticos y que pueden hacer a un individuo más proclive a ciertos comportamientos. Por otro lado, el entorno en el que vive, con las influencias y presiones en el medio familiar y comunitario. Finalmente, el contexto más amplio, que incluye la situación económica, las regulaciones y leyes. En dicho contexto, la pobreza puede incrementar la probabilidad de que los jóvenes incurran en comportamientos de riesgo, pues la desigualdad socioeconómica puede generar entornos donde la participación en prácticas de riesgo se percibe como de mayor estatus socioeconómico y por lo tanto deseables. Es decir, el consumo de ciertos productos, como alcohol y tabaco, pueden ser un elemento necesario para participar en el entorno social que se percibe como deseable. Antecedentes Los resultados de la evaluación rural y urbana del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades 2004 mostraron evidencia de que el Programa parece prevenir comportamientos de riesgo entre los adolescentes. No obstante, pese al factor preventivo señalado, aún resulta elevado el porcentaje de jóvenes que participan en ese tipo de comportamientos. Ello podría verse como una oportunidad para dirigir acciones que impidan una depreciación de la inversión en capital humano, depreciación que traería como consecuencia una disminución en los beneficios individuales y sociales del mismo. La inversión en formación de capital humano de adolescentes y jóvenes se justifica a partir de la evidencia que genera retornos sociales que se traducen en una mejor salud, mayor productividad, disminución de la pobreza y beneficios a la sociedad en general. En este contexto, un aspecto pendiente por explorar es el efecto de esta reducción en comportamientos de riesgo, en el bienestar y la probabilidad de éxito laboral de los adolescentes y jóvenes. El Programa incentiva la permanencia en la escuela, e incluye como parte del componente de salud la asistencia de adolescentes y jóvenes a talleres de autocuidado a la salud en los que se trabajan temas para la prevención del consumo de sustancias adictivas y el sexo no protegido. 242 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 La literatura, por su parte, ha informado que en condiciones de exclusión social, los individuos tienen una marcada preferencia por el presente, mientras que comparados con los costos futuros de los comportamientos se valoran muy bajos. El Programa, a través de la educación (en general como de la información específica sobre comportamientos), podría modificar tanto la expectativa de futuro como los conocimientos sobre las consecuencias de los comportamientos, haciendo que se le asigne un valor más alto a los beneficios en el largo plazo (y un costo mayor a las consecuencias futuras), que sobrepase el valor de los beneficios presentes por participar en comportamientos de riesgo. El objetivo de este estudio es estimar la probabilidad de participación en comportamientos de riesgo de los individuos de entre 14 y 24 años pertenecientes a familias en el Programa, así como observar su relación con variables de bienestar. Métodos Este reporte presenta un análisis realizado a partir de la información proveniente de las Encuestas de Evaluación de los Hogares Rurales (Encel 2003 y 2007) del Programa, en las cuales se incluyeron módulos sobre comportamientos de riesgo en adolescentes y módulos sobre escolaridad y participación en el mercado laboral. El análisis se divide en dos partes: primero se informa sobre la proporción de adolescentes que han participado en comportamientos de riesgo, y la relación entre dicha participación y el tiempo en años que las familias han estado en el Programa, controlando por otros factores observables y utilizando modelos de regresión probit multivariados. Debido a que no se cuenta con un grupo de comparación, este análisis no puede interpretarse como el efecto del Programa, pero sí proporcionar información útil sobre las tendencias observadas. Para la descripción de las proporciones de adolescentes que participan en comportamientos de riesgo, se seleccionó una serie de reactivos similares a los utilizados en la encuesta previa. Las variables seleccionadas miden la proporción de jóvenes que reportan fumar, consumir bebidas alcohólicas, que han tenido relaciones sexuales, que utilizaron condón en la relación sexual más reciente y que consumen alimentos y bebidas de alta densidad energética. En la segunda parte, se analiza la posible relación entre los comportamientos de riesgo observados en 2003, con resultados educativos, laborales y de salud, reportados en 2007. Este análisis busca estudiar el papel de los comportamientos en resultados de mediano plazo que pueden afectar el potencial del Programa de incrementar el capital humano de los adolescentes y jóvenes, y en ese sentido, estos indicadores en el documento se engloban como indicadores de bienestar. Para este análisis se utilizaron modelos de regresión probit multivariados y se trabajó con la información del grupo de individuos que en 2003 tenían entre 15 y 21 años, a los cuales se les aplicó el cuestionario de comportamientos de riesgo, y que fueron entrevistados en 2007 con información sobre variables educativas y laborales. Las variables obtenidas en 2007 que se utilizan como indicadores de bienestar son: la asistencia a la escuela en ese año, que los años de escolaridad sean los adecuados para la edad (definida como éxito educativo), la participación laboral, y si la participación laboral es en actividades agrícolas. Resultados Para el grupo más joven, de 14 a 18 años, la proporción de los que acuden actualmente a la escuela es mayor entre los que tienen más tiempo de participación en el Programa, lo que es consistente tanto con un mayor número promedio de años de escolaridad, como con el porcentaje de los que tienen la escolaridad adecuada para la edad. Por lo que se refiere al consumo de alimentos de alta densidad energética (alimentos chatarra), no se observan diferencias importantes entre los grupos de exposición, ni por sexo. La proporción de los participantes que reportan fumar tiende a ser menor entre los grupos con mayor exposición al Programa, tanto para hombres como para mujeres. En el consumo de bebidas alcohólicas también se nota una menor proporción en los grupos con mayor exposición al Programa. Sin embargo, el consumo de drogas alguna vez en la vida se registró en mayor proporción en el grupo con mayor exposición al Programa. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención El porcentaje de los que informan haber tenido ya relaciones sexuales es menor en el grupo con mayor exposición en el caso de las mujeres (2.4% en el porcentaje controlando por truncamiento, en comparación con 8.0% en el grupo de menor exposición), con una diferencia menor en el caso de los hombres (2.8 vs. 3.3%, respectivamente). El uso de condón fue mayor en los grupos de mayor exposición tanto en la primera como en la última relación sexual, con una diferencia mayor para la relación sexual más reciente. Finalmente, la proporción de sobrepeso (que incluye obesidad) fue mayor para mujeres en todos los grupos de exposición, a la vez que los datos sugieren una proporción mayor entre los grupos de menor exposición al Programa. Para los de 19 a 21 años, se nota una ligera diferencia entre los que han asistido alguna vez a la escuela, con proporciones mayores entre los que cuentan con mayor exposición al Programa. Este resultado es consistente con un mayor número de años de escolaridad, lo que igualmente se refuerza con una mayor proporción de quienes tienen la escolaridad de acuerdo con la edad. En relación con el consumo de alimentos con calorías vacías (alimentos chatarra), para este grupo de edad se nota una menor proporción en promedio en comparación con el grupo de menor edad, manteniéndose la similitud entre los grupos de exposición diferente. En el ámbito del consumo de sustancias adictivas, no se observan diferencias importantes entre los grupos de exposición al Programa. La proporción de los jóvenes que ya han tenido relaciones sexuales es claramente mayor entre los que tienen menos tiempo en el Programa, y con excepción del grupo de mayor exposición, es mayor entre las mujeres que en los hombres. Para este grupo de edad, la proporción de los que usaron condón en la primera relación sexual, y en la relación sexual más reciente, es mayor entre el grupo con menor exposición al Programa. Finalmente, el sobrepeso fue mayor entre el grupo con menor exposición al Programa en comparación con el grupo de mayor exposición (18.5 vs. 10.8% entre las mujeres), y mayor entre las mujeres de todos los grupos de exposición con excepción del de mayor exposición. Para el grupo de 22 a 24 años, por lo que se refiere a la asistencia alguna vez a la escuela, la proporción es similar en todos los grupos, y de alrededor de 95%. El número de años de escolaridad es similar entre todos los grupos de exposición, aunque el porcentaje de los que han logrado el nivel adecuado con la edad es mayor entre los hombres en el grupo de mayor exposición (77.3 vs. 73%), en tanto que el resultado es inverso en el caso de las mujeres (73.8 vs. 75.3%) si bien en una proporción menor. Por otra parte, la asistencia actual a la escuela es mayor en el grupo de menor exposición en relación con el de mayor exposición. El consumo de alimentos chatarra (de alta densidad energética) tiende a ser menor con la edad y el porcentaje baja en este grupo de edad en relación con el anterior. Por lo que se refiere a la proporción de los que afirman fumar, para este grupo de edad, se observa una asociación con el tiempo de exposición, con un mayor porcentaje de fumadores entre el grupo con menor exposición. Éste es también el caso con la proporción de los que reportaron consumir bebidas alcohólicas, con una proporción mayor entre el grupo con menor tiempo en el Programa. Por lo que se refiere a la actividad sexual, para este grupo en general alrededor de la mitad reportaron ya haber tenido relaciones sexuales; al comparar por sexo (ajustado por el truncamiento), fueron las mujeres las que reportaron en mayor proporción ser sexualmente activas. De igual forma, la proporción fue mayor en el grupo de menor exposición al Programa. Con mayor proporción entre los hombres en relación con las mujeres, el uso de condón fue, asimismo, mayor en el grupo con mayor exposición al Programa, con una diferencia en el caso de los hombres en la relación sexual más reciente de 35.3 vs. 21.3%. Es también claro que existe un patrón con la edad, reportando este grupo un menor uso en relación con los más jóvenes. La seroprevalencia de VHS 2 fue mayor entre las mujeres, y menor entre los que llevan más tiempo en el Programa. El nivel de conocimientos sobre temas de salud es menor entre los hombres, y no hay un efecto positivo del Programa en los mismos. 243 244 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Finalmente, el porcentaje de sobrepeso (mayor entre las mujeres que los hombres) fue mayor entre las del grupo de menor exposición en relación con el de mayor exposición (20.2 vs. 13.8%), sin diferencias por exposición entre los hombres. La probabilidad de tomar se encontró significativamente asociada de forma inversa con el nivel de exposición. Por lo que se refiere a la probabilidad de haber tenido ya relaciones sexuales, ésta está inversamente relacionada con el tiempo de exposición de forma clara (todos los coeficientes de los grupos de exposición son significativos al 95% cuando se utiliza el porcentaje corregido por truncamiento), es mayor para las mujeres, y se incrementa con la edad. De igual forma, el tiempo de exposición se encontró asociado de forma inversa con la probabilidad de embarazo y de seropositividad al VHS 2. Ser sexualmente activo en 2003 tiene un efecto (significativo al 90%) en la probabilidad de estar en la escuela para los hombres, pero no para las mujeres. Para ellas, a mayor edad, la probabilidad de continuar en la escuela es menor, en tanto que para los hombres esta probabilidad es mayor entre los indígenas. Por lo que se refiere a la probabilidad de éxito educativo, ser sexualmente activo en 2003, estar unido y provenir de un hogar indígena, incrementan la probabilidad de tener la escolaridad adecuada con la edad. Asimismo, el sobrepeso en 2003 tuvo un efecto negativo en la probabilidad de éxito educativo para 2007, sin que se observen efectos por el consumo de tabaco y/o alcohol. Un modelo que no se presenta por el limitado número de observaciones es sobre el uso de condón en la relación sexual más reciente en 2003, que se encontró positivamente asociado con el éxito educativo. Por lo que se refiere a la probabilidad de trabajar, ésta es menor entre las mujeres, los individuos unidos y los indígenas. No se observan efectos por haber sido sexualmente activo en 2003, y sí un efecto positivo entre los hombres por sobrepeso. Entre las mujeres, se observa un efecto positivo de haber tomado bebidas alcohólicas en 2003 en la probabilidad de trabajar, en tanto que en el modelo con ambos sexos, hay un efecto negativo (al 90% de significancia) de fumar y beber en la probabilidad de trabajar. El efecto en las mujeres puede estar relacionado con un número de observaciones reducido, lo que podría sugerir un grupo de individuos con características particulares por lo que no es generalizable. Discusión El análisis sobre la asociación entre el tiempo de participación en el Programa y los comportamientos de riesgo en 2007 sugiere que Oportunidades ha tenido un papel importante en retrasar las uniones entre adolescentes y jóvenes, lo que parece reflejarse en un mayor éxito educativo y apunta hacia el cumplimiento de los objetivos de largo plazo del Programa. A mayor tiempo en Oportunidades, adolescentes y jóvenes retrasan igualmente el inicio de su vida sexual (directamente relacionado con las uniones), lo que asimismo contribuye a mejores resultados escolares al disminuir la probabilidad de embarazos en adolescentes y de contraer infecciones de transmisión sexual. No obstante, y de acuerdo con los datos reportados, un importante porcentaje de adolescentes y jóvenes de hogares beneficiarios de Oportunidades (becarios ellos mismos del Programa) reportan estar participando en comportamientos que ponen en riesgo su bienestar futuro. Aunque se observaron tendencias que sugieren que estos comportamientos son menores entre los individuos en hogares con mayor tiempo en el Programa, esto no ocurre en todos los casos, lo que podría estar comprometiendo la capacidad del Programa de incrementar el capital humano en este grupo de edad. De igual modo, los conocimientos sobre temas de salud no parecen incrementarse por el tiempo en el Programa. Existe un alto porcentaje de adolescentes y jóvenes con bajo nivel de conocimientos sobre dichos temas. Es asimismo evidente que se presentan importantes asimetrías de género en relación con el riesgo. Ante una mayor probabilidad de haber tenido ya relaciones sexuales para las mujeres, se conjunta una menor probabilidad de haber usado condón en la primera y en la más reciente relación sexual. Esta importante incidencia de relaciones sexuales no protegidas sigue siendo una llamada de atención para las estrategias de prevención de embarazos en adolescentes e infecciones de transmisión sexual. 245 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención El Programa está generando incentivos adecuados para alcanzar niveles mayores de escolaridad entre los participantes, lo que igualmente se refleja en que los individuos decidan posponer el inicio de su vida sexual, lo que repercute potencialmente en un menor número de embarazos adolescentes. Este efecto positivo se observa también en términos de una menor probabilidad de sobrepeso, a la vez que el sobrepeso afecta la probabilidad de éxito escolar. En este sentido, las acciones de Oportunidades en educación parecen estar teniendo el resultado deseado. Análisis FODA Fortalezas y oportunidades Prioridad Descripción Fuente del análisis FO1 La proporción de los participantes que están casados o en unión libre es mayor entre los que provienen de hogares con menor exposición al Programa. Este resultado estaría sugiriendo que el Programa se asocia efectivamente con que los adolescentes y jóvenes estén posponiendo la unión. Encel 2007 FO2 La probabilidad de embarazo y de VHS 2 es menor entre los adolescentes y jóvenes con mayor tiempo de exposición al Programa Encel 2007 FO3 Los individuos en hogares con mayor tiempo en el Programa reportan un mayor número promedio de años de escolaridad, y en mayor proporción escolaridad adecuada para la edad. Encel 2007 FO4 La probabilidad de consumir alcohol y de iniciar actividad sexual es menor para los que tienen más tiempo en el Programa Encel 2007 Debilidades y amenazas Prioridad Fuente del análisis Descripción DA1 Un importante porcentaje de los adolescentes y jóvenes de hogares beneficiarios de Oportunidades (y de hecho, becarios ellos mismos del Programa), participan en comportamientos que ponen en riesgo su bienestar futuro. Encel 2007 DA2 Se observan también en proporciones importantes las consecuencias de los comportamientos, con la seropositividad al VHS 2 y el sobrepeso Encel 2007 DA3 Se mantienen inequidades de género importantes que ponen en mayor vulnerabilidad a las mujeres Encel 2007 Recomendaciones Prioridad Relación R1 DA1 Recomendación Incluir en las reglas de operación la necesidad de implementar estrategias de prevención de comportamientos de riesgo con efectividad probada, y que vayan más allá de la provisión de información Sector responsable Oportunidades, Salud 246 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 R2 DA3 Reforzar el componente de género en los talleres de autocuidado a la salud para los becarios Oportunidades, Salud Salud, Social Oportunidades R2 DA1, DA2 Reforzar la oferta de bienes y servicios saludables. Esto incluye tanto servicios de salud amigables para los adolescentes y jóvenes, como acciones tendientes a moderar la oferta de alimentos de calorías vacías. En concreto, podría limitarse la oferta de alimentos chatarra en las escuelas, y sustituirlos por una oferta más saludable, así como facilitar el acceso a condones a través de estrategias que podrían incluir máquinas dispensadoras en las escuelas. R3 FO2 Sostener las acciones que incentivan la permanencia en la escuela y la progresión escolar Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 247 Comportamientos de riesgo y sus consecuencias para la salud, bienestar y probabilidad de participación laboral I. Introducción E l grupo más numeroso de individuos en el mundo son los jóvenes de entre 15 y 24 años.1 Si bien se trata de un grupo de edad relativamente saludable, que ha superado ya la etapa crítica de mortalidad y morbilidad de la infancia y aún no se enfrenta a los problemas de salud de la etapa adulta, contribuyen de forma desproporcionada por su peso poblacional a condiciones de salud que son consecuencia de comportamientos que comprometen su bienestar presente y futuro, es decir, comportamientos de riesgo. Entre los comportamientos de riesgo en que jóvenes y adolescentes suelen incurrir se encuentran las relaciones sexuales inseguras, el comportamiento violento, el abuso de alcohol y drogas, el tabaquismo y la limitada actividad física, entre otros. En el Reporte sobre el Desarrollo de 2007 (RDM2007), documento editado anualmente por el Banco Mundial, dedicado ese año a analizar la situación de los adolescentes y jóvenes en el mundo en desarrollo, se argumentaba que el mundo tiene una oportunidad sin precedentes de acelerar el desarrollo y reducir la pobreza a través de la inversión en capital humano de los adolescentes y jóvenes. En el prefacio del documento, el entonces presidente del Banco Mundial lo resume en una frase: “nunca ha habido un mejor momento para invertir en los jóvenes que viven en el mundo en desarrollo”.2 La evidencia ha mostrado que las decisiones tomadas en la adolescencia son determinantes para el futuro de un individuo: es en esta etapa en la que se establecen patrones de comportamiento para la vida, al transitar de la niñez a la edad adulta.3,4 Aún más, una vez que se adoptan comportamientos de riesgo en esta etapa, muchos de éstos permanecen en la vida adulta: cuando el consumo de sustancias como alcohol y tabaco inician en la adolescencia, tienen un efecto a lo largo de la vida.5 En el mismo sentido, se ha documentado la correlación entre el uso de condón en la primera relación sexual y su uso subsecuente en la vida. 248 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Los factores que contribuyen al surgimiento de comportamientos de riesgo en jóvenes operan en tres niveles: individuales, microambientales y macroambientales. Con respecto al ámbito individual, existen predisposiciones negativas como baja autoestima, ira, ambivalencia e incertidumbre, todas ellas incrementan la probabilidad de que los adolescentes y jóvenes participen en comportamientos de riesgo. Estas emociones pueden ser aprendidas o tener causas biológicas y están condicionadas por el ambiente. El ámbito microambiental representa el contexto próximo al individuo y sus efectos potenciales en la adopción de los comportamientos están en relación directa con la estructura y las dinámicas familiares, los valores e influencias a los que está expuesto, la comunidad en la que interactúa, así como el ambiente físico. El ámbito macroambiental es el contexto distante del joven, está integrado por los medios de comunicación, la economía nacional, los ámbitos de pobreza y desigualdad, las instituciones públicas, la historia, la cultura y las normas sociales. Los factores microambientales difieren de los macroambientales en que las influencias de los primeros son específicas a cada individuo, surgiendo a un ámbito muy cercano y personal; mientras que los segundos son compartidos por todos los jóvenes.3 En los países de América Latina, como en la mayoría de los países en vías de desarrollo, los jóvenes son más proclives a experimentar comportamientos de riesgo, puesto que tienen una probabilidad más alta de ser pobres. La pobreza funciona como uno de los factores que incrementan la probabilidad de que los jóvenes incurran en comportamientos de riesgo,6,7 tanto de forma directa al reducir (o afectar) las expectativas de futuro y en ese sentido hacer más valioso el beneficio presente de los comportamientos en comparación con los beneficios futuros (incluyendo los costos futuros de los comportamientos actuales), como de forma indirecta, al generar puntos referenciales en los que el consumo de ciertos bienes (incluyendo sustancias adictivas) se perciben como parte de un contexto con menores privaciones, lo cual se agrava en la medida en que existan leyes inadecuadas, instituciones débiles o inexistentes, o mala operación de programas de atención a grupos vulnerables.6,8,9 La desigualdad socioeconómica puede generar este tipo de entornos, en los que, para los grupos sociales excluidos, la participación en prácticas de riesgo provee satisfactores individuales de forma relativamente fácil, en términos de posibilidades de acceso, los que son aún más apreciados si se trata de comportamientos que se perciben como de mayor estatus socioeconómico, es decir, que permiten la sensación de acceso a un entorno socioeconómico diferente. De esta forma, el contexto socioeconómico en el que los adolescentes y jóvenes se desarrollan, delimita, por un lado, el acceso a bienes relacionados con los comportamientos de riesgo (sustancias adictivas, por ejemplo), en tanto que influye en el estatus o deseabilidad de estos comportamientos: el consumo de dichas sustancias puede ser un elemento necesario para participar en el entorno social. Antecedentes Los resultados de la evaluación de mediano plazo (rural) y corto plazo (urbano) de los efectos del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades mostraron evidencia de que el Programa parece prevenir la aparición de la mayor parte de los comportamientos de riesgo entre los adolescentes y jóvenes de 10 a 21 años de edad. La evidencia fue más sólida en lo que se refiere a consumo de tabaco y alcohol y menos para lo que se refiere a comportamientos sexuales de riesgo (inicio temprano de actividad sexual, relaciones sexuales sin protección, etcétera). Asimismo, el análisis rural sugirió que el Programa estaba asociado con un incremento en la prevalencia de sobrepeso y obesidad entre los adolescentes.10 No obstante, pese al factor preventivo señalado, aún resulta elevado el porcentaje de adolescentes y jóvenes pertenecientes a familias dentro del Programa que participan en este tipo de comportamientos. Ello podría verse como una oportunidad, si se considera a ésta como una población cautiva, a la que se pueden dirigir acciones encaminadas a prevenir tales comportamientos, que de otro modo provocarían una depreciación acelerada de la inversión en capital humano que se lleva a cabo a través del Programa, depreciación que traería como consecuencia una disminución en los beneficios individuales y sociales del mismo. En este sentido, un aspecto pendiente por explorar es el efecto de esta reducción en comportamientos de riesgo, en el bienestar y la probabilidad de éxito laboral de los adolescentes y jóvenes. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención De acuerdo con las cifras obtenidas para el RDM2007, las elevadas tasas de participación en la escuela primaria en los países en desarrollo no se mantienen en la educación secundaria. La tasa de inscripción en la escuela declina sostenidamente con la edad. Aún más: los que asisten a la escuela no están aprendiendo todo lo que podrían: muchos de los que completan la escuela primaria, o incluso más allá, no son capaces de leer con soltura, ni cuentan con las habilidades necesarias para solucionar retos de la vida diaria.2 La literatura sugiere que los embarazos en la adolescencia son una causa importante de abandono escolar, tanto para la mujer como el hombre, lo que suele traducirse en una expectativa de ingreso permanente menor.2 Según cálculos de la Organización Mundial de la Salud,11 cada año ocurren 13 millones de alumbramientos de madres adolescentes, de los cuales 90% ocurre en países en vías de desarrollo. Se estima que cada año mueren 70 mil mujeres de entre 15 y 19 años como consecuencia de embarazos y partos, y que más de un millón de hijos de madres adolescentes mueren antes de haber cumplido un año.12 El embarazo en la adolescencia es uno de los fenómenos sociales que facilita la reproducción de la pobreza, al deteriorar las condiciones presentes de vida y comprometer las oportunidades futuras. La ocurrencia de embarazo adolescente está relacionada con bajos niveles educativos de la madre y sus padres, que la madre provenga de familias disfuncionales y tenga reducidas oportunidades de ingreso, entre otros factores.13,14 Algunos estudios han sugerido que el embarazo adolescente da lugar a pérdida de educación e ingreso para la madre y sus hijos, desnutrición en los hijos, familias más grandes, disolución familiar, mayor probabilidad de recibir ayuda gubernamental, etcétera.14-19 En el caso de los ingresos, Assunçao y Carvalho,15 estimaron para Brasil que el ingreso futuro de una madre adolescente es 38% más bajo que el ingreso permanente de una mujer adulta que dio a luz a un niño nacido vivo; mientras que los hijos de madres solteras tienen salarios 6% más bajos en comparación con un grupo controlado por raza, edad y género. Para México, Buvinic16 indica que 26% de las madres adolescentes vivían en situación de pobreza, en tanto que únicamente 4% de las madres adultas estaban en la misma situación. La autora también encuentra que una madre adolescente tiene una mayor probabilidad de procrear a otra madre adolescente. Las relaciones sexuales no protegidas son un elemento necesario para los embarazos, por lo que el uso de condón de forma consistente es un elemento importante en la prevención de los embarazos en la adolescencia, durante la cual, por diversas razones, el uso de métodos anticonceptivos hormonales, dispositivos o permanentes es menor y menos indicado. El hábito del consumo de alcohol desarrollado durante la adolescencia influye fuertemente en los niveles de consumo durante la edad adulta y las consecuencias de largo plazo que resultan del abuso del alcohol.20 Otros estudios han encontrado evidencia de que el consumo de alcohol entre adolescentes tiene efectos negativos en la salud, así como bajo desempeño escolar, además de que pone en riesgo la participación en el mercado laboral y la productividad.21-23 En México, el consumo de alcohol contribuye a la presencia de problemas de comportamiento, conducta antisocial y disolución familiar.24 En Brasil, Assunçao y Carvalho15 estiman que el costo del abuso de alcohol entre jóvenes asciende a 228 millones de dólares. Por falta de información, estos autores únicamente estimaron costos económicos privados, por lo que esta cifra está claramente subestimada. Por otra parte, existe evidencia que señala que hay un efecto positivo del consumo de alcohol en el ingreso momentáneo (no hay datos para el ingreso permanente), aun si no son claras las razones de esto; igualmente, se ha identificado un efecto negativo del consumo de tabaco en el ingreso.25 Asimismo, las potenciales modificaciones en la dieta individual y familiar, como resultado de los recursos adicionales, en conjunto con cambios en los patrones de actividad física que podrían relacionarse con mayor permanencia en la escuela (por definición en las horas de clase no hay actividad física), podrían explicar el incremento observado en sobrepeso y obesidad. El sobrepeso y la obesidad se han relacionado con un menor rendimiento escolar, a la vez que se convierten en factores que predisponen al desarrollo de problemas relacionados con el síndrome metabólico en la edad adulta. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones 2002 (ENA 2002), en las áreas rurales en México, alrededor de 6.14% de los adolescentes entre 12 y 17 años reportaron ser fumadores al momento de la encuesta (11.29% hombres, 0.96% mujeres), en tanto que este porcentaje fue de 31.7% para los individuos entre 18 y 29 años (el reporte no incluye otras desagregaciones, por lo que no es posible tener sólo el grupo de interés de este documento). 249 250 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Por lo que se refiere al consumo de alcohol, para los mismos grupos de edad, los porcentajes de bebedores actuales fueron 14.4% para los de entre 12 y 17 años (18.9% hombres, 9.88% mujeres) y 35.4% para los de 18 a 29 años (59.74% hombres, 17.98% mujeres). Por lo que se refiere al consumo de drogas, el documento de la ENA 2002 reporta sólo el grupo de edad de 12 a 34 años, para el que se observó en ese momento en áreas rurales una proporción de alguna vez haber usado drogas de 1.64% (2.95% hombres, 0.54% mujeres).26 Relevancia para el Programa En línea con el argumento del Banco Mundial, la inversión en formación de capital humano de adolescentes y jóvenes se justifica a partir de la evidencia que señala que las intervenciones en este grupo de edad, generan retornos sociales que se traducen en una mejor salud, mayor productividad, disminución de la pobreza y beneficios a la sociedad en general.27,28 Los comportamientos de riesgo de jóvenes y adolescentes afectan la posibilidad de éxito de intervenciones dirigidas a incrementar sus capacidades y habilidades. En este sentido, entran en competencia con los incentivos del Programa, a través de acciones que disminuyen el efecto del mismo. Explorar las motivaciones para involucrarse en comportamientos de riesgo, y los mecanismos y/o estrategias que podrían ser incentivos adecuados para prevenirlos, son aspectos centrales para el desarrollo de estrategias efectivas de estilos de vida saludable. Acciones del Programa relacionadas con los comportamientos de riesgo Oportunidades tiene dos áreas de acción con las cuales puede tener un efecto sobre los comportamientos de riesgo, una directa y otra indirecta. De forma directa, el Programa incentiva la permanencia en la escuela y a la vez incluye, dentro de las corresponsabilidades la asistencia de los adolescentes y jóvenes a los talleres de educación para la salud, que se relacionan con la prevención del consumo de sustancias adictivas y el sexo no protegido. Estos talleres tienen como objetivo promover comportamientos saludables y están dirigidos a los integrantes de 15 años o más, y a los becarios de educación media superior.29 Con poca evidencia acerca de la capacidad de este tipo de talleres para modificar comportamientos, no es claro que este tipo de estrategias puedan tener un efecto real en la reducción de comportamientos de riesgo. Por otra parte, la permanencia en la escuela puede tener un buen efecto en la modificación de comportamientos, así sea únicamente por limitar el tiempo disponible para participar en los comportamientos nocivos. No obstante, es también posible que la influencia de los pares sea mayor en la escuela, aunque podría esperarse que los pares con mayor probabilidad de participar en estos comportamientos no sigan en la escuela, lo que limita la posibilidad de exposición. De forma indirecta, un potencial efecto del Programa se refiere a un posible cambio en la tasa de descuento intertemporal de los individuos. La literatura ha informado que en condiciones de exclusión social, ante un panorama de futuro altamente incierto, los individuos tienen una marcada preferencia por el presente, lo que reduce la valuación de los costos futuros de sus comportamientos. Dicho de otra forma, los costos futuros de los comportamientos se valoran muy bajos comparados con los beneficios presentes de incurrir en los mismos. El Programa, a través de la educación y el efecto de mayores recursos en las localidades, podría modificar la percepción del futuro, reduciendo la tasa de descuento intertemporal, haciendo que a los costos futuros se les asigne un valor más alto, que puede ser incluso mayor que los beneficios presentes del comportamiento. Objetivos del documento Entender de qué forma estos comportamientos afectan el logro de los objetivos del Programa es un primer paso para establecer medidas preventivas. Asimismo, es importante contar con un panorama más claro de su potencial efecto que considere las particularidades de la población rural y la magnitud de los comportamientos. De esta forma, este trabajo busca explorar las siguientes hipótesis: Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención 1. La prevalencia de comportamientos de riesgo está inversamente relacionada con el tiempo de participación en el Programa, modulada por la magnitud de los apoyos recibidos por el hogar. 2. La presencia de comportamientos de riesgo en la adolescencia afecta el desempeño escolar y la inserción en el mercado laboral de los jóvenes. Métodos Este informe analiza los datos de las Encuestas de Evaluación de los Hogares Rurales (Encel) del Programa, en particular las implementadas en 2003 y 2007, en las cuales se incluyeron módulos sobre comportamientos de riesgo en adolescentes y jóvenes, a la par con los módulos sobre salud, escolaridad y participación en el mercado laboral. No se utilizaron rondas previas de la evaluación porque no incluyeron datos sobre comportamientos de riesgo. Los datos de la Encel 2003 se recolectaron en una muestra de localidades en siete entidades en la zona central del país, en tanto que la Encel 2007 expandió la muestra para cubrir dos entidades del sur, y una muestra de hogares de las regiones norte y occidente. El análisis que se presenta en este documento se divide en dos partes; en un primer momento, se registra la proporción de adolescentes y jóvenes que informan participar en comportamientos de riesgo, mostrando las diferencias por grupo de edad y sexo. En segundo término se analiza la correlación entre el tiempo de participación en el Programa con los presencia de los comportamientos estudiados. Ante la falta de un grupo de comparación, este análisis no es la estimación del impacto del Programa, pero sí proporciona información útil sobre las tendencias que se presentan en las áreas cubiertas por el Programa. En la segunda parte del análisis, se analiza el potencial efecto de los comportamientos de riesgo observados en 2003 sobre indicadores educativos, laborales y de salud registrados en 2007. Participación en 2007 en comportamientos de riesgo y asociación con tiempo en Oportunidades Para la descripción de las proporciones de adolescentes y jóvenes que participan en comportamientos de riesgo se seleccionaron una serie de reactivos similares a los utilizados en la encuesta previa en 2003, de forma que fuera posible hacer comparaciones. En la Encel 2003, el cuestionario sobre comportamientos de riesgo fue aplicado por los entrevistadores a los individuos de entre 15 y 21 años que habitaban en un subconjunto de las localidades de evaluación rural. Para la Encel 2007, el número de localidades en las que se aplicó el cuestionario de comportamientos de riesgo se extendió a todas las localidades visitadas en la encuesta (y no a un subconjunto), ampliando de igual forma el rango de edad a 14 a 24 años. Estos cambios modifican el universo de estudio, tanto por lo que se refiere al rango de edad, como al conjunto de localidades incluidas. De esta forma, el análisis en este documento no se presenta como un seguimiento del anterior, sino como un panorama de la situación de los adolescentes y jóvenes que residen en localidades rurales participantes en Oportunidades. Otro aspecto que hace distinto este análisis al previo es el instrumento utilizado para la encuesta. Sin modificar los reactivos utilizados previamente, se cambió la forma de aplicarlos, para mejorar la confiabilidad de las respuestas obtenidas. Siguiendo la literatura que señala las limitaciones de los datos proporcionados a un entrevistador, a la vez que la complejidad del cuestionario y el perfil de la población, se decidió utilizar un cuestionario autoaplicado con apoyo de audio y computadora.30-35 Estudios previos con población similar han mostrado que el uso de este tipo de tecnologías mejora el informe de comportamientos sensibles, y que son relativamente aceptables por la población, para los cuales el uso de las computadoras es en general factible.* La limitación de este cambio es que dificulta la comparación entre el informe de 2003 y el de 2007, tanto en las respuestas individuales como en los porcentajes por localidad. No obstante, * Gutierrez JP, Torres-Pereda MP. Acceptability and reliability of an adolescent risk behavior questionnaire administered with audio and computer support. Rev Panam Salud Publica, 2008 (en prensa). 251 252 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 considerando la evidencia que sugiere que los datos obtenidos para 2007 son más confiables, y que el objetivo de este análisis no es identificar cambios en los comportamientos, esta limitación es menor. Las variables seleccionadas miden la proporción de adolescentes y jóvenes que informan fumar, consumir bebidas alcohólicas (y problemas asociados con su consumo), que han tenido relaciones sexuales, el uso de condón en la primera relación sexual y en la más reciente, y el consumo de alimentos y bebidas de alta densidad energética. Asimismo, en la encuesta se midieron el peso y la talla de los participantes, para los que se estima el índice de masa corporal, y la proporción de los participantes que se encontraba con sobrepeso u obesidad, y se obtuvieron muestras de sangre, a partir de las cuales se obtuvo el estado serológico en relación con el virus del herpes tipo 2 (de transmisión sexual). Para los individuos sexualmente activos, se obtuvo información adicional sobre expectativas de futuro y violencia. Por lo que se refiere a las expectativas de futuro, se construyó una variable a partir de comparar la situación actual definida de forma subjetiva por los entrevistados en relación con la que esperan tener en el futuro, tomando como referencia sus pares y la sociedad en su conjunto. Para abordar el tema de la violencia, se obtuvo el porcentaje de los participantes que reportan haber robado, destruido propiedad ajena y/o participado en peleas a golpes. Para contar con una estimación sobre el efecto de los talleres, se obtuvo información sobre los conocimientos de los entrevistados sobre temas de salud. En particular, se indagó sobre su conocimiento en relación con los problemas de salud consecuencia del alcohol, y sobre conocimientos de salud sexual. En todos los casos, las proporciones se ajustaron por el efecto de diseño, al considerar que la unidad primaria de muestreo es la localidad. Para la comparación por inicio de actividad sexual, se generó una variable que permitiera controlar el truncamiento en las proporciones por grupo de edad, estimando la proporción de los que eran sexualmente activos en el año de edad inmediato inferior al menor del grupo de edad (es decir, para el grupo de 14 a 18 años, la proporción de los que eran sexualmente activos a los 13 años). Para el análisis sobre la asociación con el tiempo en el Programa (tiempo de exposición), se utilizó la información sobre la fecha de incorporación de la familia al Programa a partir de los registros administrativos de Oportunidades, y se generaron categorías para los que tenían hasta tres años en el Programa, más de tres y hasta seis años, más de seis y hasta nueve años, y más de nueve años. Adicionalmente, se registraron datos para hogares de incorporación reciente o para los que no se tenía registro de incorporación, definiéndolos como con cero años de incorporación. Este último grupo puede incluir hogares con más tiempo en el Programa que no se han identificado, e incluye también hogares que no son elegibles (y esa es la razón por la que no están incorporados). En todos los casos, se trata de hogares que residen en las localidades visitadas, por lo que son similares hasta cierto punto con el resto de los hogares. No obstante, debido a la información incompleta sobre sus estatus de incorporación y elegibilidad, es necesario ser cautelosos en las comparaciones en relación con este grupo. Para estimar el efecto del tiempo de exposición se utilizaron modelos de regresión multivariada probit, en los cuales la variable de resultado fue el comportamiento de riesgo, y la de exposición, las categorías de tiempo en el Programa, controlando por otros factores. Estos modelos consideraron el agrupamiento de las observaciones por localidad. Entre las variables de control utilizadas, se incluyó el grado de marginación de las localidades elaborado por el Consejo Nacional de Población (Conapo),* y la región socioeconómica de la entidad de acuerdo con una clasificación elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).‡ En ambos casos, la codificación de las mismas está elaborada de forma ascendente, es decir, situaciones menos favorables a más favorables. Análisis de efectos de los comportamientos de riesgo Para analizar el potencial efecto de los comportamientos de riesgo en el bienestar de los adolescentes y jóvenes, se realizó una estimación del efecto de mediano plazo, considerando la información sobre el módulo de comportamientos * http://www.conapo.gob.mx/publicaciones/indice2005xloc.htm ‡ Regiones Socioeconómicas de México en http://jweb.inegi.org.mx/niveles/jsp/index.jsp?c=11724 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención de riesgo en 2003 y la información de la Encel 2007. Es posible que el horizonte temporal del análisis (los cuatro años entre 2003 y 2007) sea insuficiente, sin embargo, no existen datos previos sobre comportamientos de riesgo. En la encuesta de 2003 se entrevistó a individuos de entre 15 y 21 años, en ese momento con un cuestionario sobre comportamientos de riesgo, aplicado en un subconjunto de localidades de la Encel 2003. Una parte de estos individuos fueron ubicados y entrevistados en 2007, obteniéndose información sobre variables educativas, laborales y de salud. A partir de estas dos fuentes, se estimó el efecto de participar en 2003 en comportamientos de riesgo sobre una serie de indicadores educativos, laborales, y de salud en 2007. En particular, se utilizan variables de éxito educativo, participación en el mercado laboral y tipo de empleo, así como estado de salud. El análisis busca mostrar si en el mediano plazo la participación en comportamientos de riesgo tiene un efecto en la asistencia a la escuela y el éxito educativo, en la participación en el mercado laboral y en el estado de salud. Por lo que se refiere a la participación en el mercado laboral, no es claro cuál es el nivel deseable de participación (el Programa no busca incrementar la participación en el mercado de trabajo, sino la continuación de los estudios), pero es claro que hay un grupo que decide trabajar, y en este sentido es relevante analizar cómo podrían afectar los comportamientos de riesgo. Para este análisis se utilizan modelos de regresión probit multivariados, que consideran la agrupación de los individuos en localidades, y controlan por edad, sexo, si estaban o no unidos, la región socioeconómica de la localidad, el nivel de marginación de la localidad y el tiempo en el Programa de la familia. La Encel 2003 entrevistó a un total de 12 866 adolescentes y jóvenes de entre 15 y 21 años. El análisis descriptivo de esta información se ha reportado previamente y no se presenta en este documento.10 Las variables de comportamientos en 2003 utilizadas para el análisis son: que fumara en 2003, que consumiera bebidas alcohólicas, que hubiera iniciado ya vida sexual, que hubiera utilizado condón en la relación sexual más reciente para el momento de la entrevista, que tuviera sobrepeso y su índice de masa corporal. Para la Encel 2007 se buscó entrevistar a todos los individuos de entre 14 y 24 años residentes en las localidades visitadas, que incluyeron a las visitadas en 2003. Del total de individuos entrevistados en 2003, para 2007 se logró recontactar a 9 228, alrededor de 70%, de los cuales 51% fueron mujeres. Las variables de resultado de la Encel 2007 que se utilizan son la asistencia en 2007 a la escuela, una variable de éxito educativo, el que el entrevistado estuviera trabajando en el momento de la entrevista en 2007, si el trabajo era en el sector agrícola y el sobrepeso en 2007. La asistencia a la escuela es una variable dicotómica y de referencia directa de los entrevistados. La variable de éxito educativo se construyó a partir de la edad y los años de educación del participante, considerando como éxito los que hubieran completado los años de escuela correspondientes a sus edad, hasta la preparatoria, y como no éxito al resto. Para la participación en el mercado laboral, se consideró el informe de haber tenido un trabajo como actividad principal en la semana anterior a la entrevista. La categorización de la actividad se limitó a diferenciar entre actividades relacionadas con el campo y cualquier otra. Enfoque metodológico El análisis que se presenta en este documento se basa en la información reportada por los individuos entrevistados en dos momentos en el tiempo. Las respuestas sobre participación en comportamientos de riesgo en 2003 se asumen como anteriores a las decisiones sobre educación y trabajo que se observan en 2007, sin contar con una exploración más profunda de la forma en la que estos dos grupos de indicadores podrían estar relacionados. El hilo conductor del documento es que la participación en comportamientos de riesgo tiene un efecto evidente en resultados de educación y participación laboral, y la forma de mostrarlo es a través de la información en dos momentos en el tiempo distanciados por cuatro años para un grupo de individuos. Aun si se acepta la noción de que los comportamientos de riesgo tienen un efecto en los indicadores de bienestar seleccionados, la temporalidad podría no ser suficiente para mostrar los efectos buscados, y la participación en los 253 254 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 comportamientos podría estar relacionada con un elemento no observado que también afecta los indicadores de educación y trabajo. Modelos Para la asociación entre tiempo en el Programa y comportamientos de riesgo, el modelo propuesto es: CR2007ij=f(TO2007ij,Xij,Lj) en donde CR2007ij se refiere a comportamientos de riesgo en 2007 del individuo i en la localidad j, TO2007i es el tiempo en el Programa para el individuo i, en tanto que Xij es un conjunto de características del mismo individuo, y Lj son variables de la localidad. Para la estimación del efecto del Programa en las variables educativas, laborales y de salud, el modelo general propuesto presenta a las variables de resultado en 2007 como funciones de los comportamientos de riesgo en 2003: B2007ij=f(CR2003ij,Xij,Lj) en donde B2007ij se refiere a los indicadores de bienestar en 2007 (educativos, laborales y de salud) del individuo i en la localidad j, CR2003i son los comportamientos de riesgo en 2003 del individuo i, en tanto que Xij es un conjunto de características del mismo individuo, y Lj son variables de la localidad. Las variables dependientes analizadas son dicotómicas, y para todas éstas el modelo se estimó a través de modelos probit. En todos los casos, se estimaron modelos ajustando por la localidad de residencia. Se estimaron los modelos en tres formas: sólo hombres, sólo mujeres y todos los individuos Considerando la correlación entre los consumos de alcohol y tabaco, se modeló la interacción de estos dos comportamientos en las variables de resultado. II. Resultados En los cuadros 1 a 3 se presentan las descripciones de las características generales y las proporciones de adolescentes y jóvenes que participan en comportamientos de riesgo (o presentan sus consecuencias), divididos por sexo y grupos de edad, y de acuerdo con el tiempo de exposición al Programa. En los cuadros se señala cuando las diferencias entre los grupos son significativas. En general, se observa que la proporción de mujeres se incrementa con la edad, y es mayor también en los grupos con menor exposición al Programa. Lo primero se puede explicar tanto con la menor probabilidad de encontrar en general a los hombres en el hogar (trabajan más en ubicaciones distintas al hogar, a diferencia de las mujeres que adicional al trabajo del hogar realizan actividades en las cercanías del mismo); como con la mayor probabilidad de que haya emigrado (por estudios o por trabajo). La diferencia por tiempo de exposición pudiera estar relacionada con patrones diferentes de actividad laboral o emigración, lo que implicaría una primera diferencia entre los grupos. Un par de resultados adicionales consistentes por edad que sugieren perfiles diferentes de poblaciones en relación con el tiempo de incorporación, es la proporción de hogares indígenas y de trabajo agrícola. Los individuos con mayor tiempo de exposición provienen de hogares con mayor probabilidad de ser indígenas, y se dedican en mayor proporción a actividades agrícolas, en relación con los de menor tiempo en el Programa. De la misma manera, la proporción de los participantes que están casados o en unión libre (unidos) es mayor entre los que provienen de hogares con menor exposición al Programa. Sin que esto pueda asociarse con el Programa, por las razones mencionadas en la metodología de la falta de grupo de comparación real, este resultado es, no obstante, Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención interesante, ya que estaría sugiriendo que el Programa se asocia efectivamente con el hecho que los adolescentes y jóvenes estén posponiendo la unión. Para el grupo más joven, de 14 a 18 años, en el cuadro 1 se observa en primer lugar la descripción del grupo en términos de variables demográficas y de resultados educativos y laborales. Como se puede observar, aunque en su inmensa mayoría en todos los grupos de exposición los participantes han asistido en algún momento a la escuela, la proporción de los que acuden actualmente es mayor entre los que tienen mayor tiempo de participación en el Programa, lo que es consistente tanto con un mayor número promedio de años de escolaridad como con el porcentaje de los que tienen la escolaridad adecuada para la edad. Por lo que se refiere al consumo de alimentos de alta densidad energética (alimentos chatarra), no se observan diferencias importantes entre los grupos de exposición, ni por sexo. Más de la mitad de los participantes informó haber consumido algún alimento de este tipo el día anterior a la encuesta. En términos de la cantidad consumida de este tipo de alimentos, en todos los grupos de exposición las cifras son similares, si bien se nota una menor diferencia por género en función del tiempo de exposición. Los datos sobre consumo de refrescos (bebidas de alto contenido de energía y sin otro aporte nutrimental), evidencian en primer lugar los problemas del sesgo del recordatorio, al mostrar que las diferencias entre el consumo diario y semanal no son consistentes (se esperaría en promedio un consumo semanal alrededor de siete veces mayor). Tanto el consumo en unidades (refrescos medianos fue el equivalente utilizado) como en el gasto monetario, son similares entre todos los grupos de exposición, y consistentemente mayores en hombres en relación con mujeres. La proporción de los participantes que reportan fumar tiende a ser menor entre los grupos con mayor exposición al Programa, tanto para hombres como para mujeres. Entre los participantes del grupo de menor exposición fue de 8.6% para hombres y 1.9% para mujeres, en tanto que para el grupo con más de nueve años en el Programa estas proporciones fueron de 8.0 y 1.7%, respectivamente. Para los que fuman, la proporción de los que lo hacen en casa (que estaría indicando la permisividad en el entorno doméstico) presenta variaciones entre los grupos, sin que sea posible observar una tendencia clara. El resultado que llama la atención en este caso es la mayor proporción de mujeres que fuman en casa (de las que fuman, que son menos en relación con los hombres) en comparación con los hombres. En el consumo de bebidas alcohólicas también se nota una menor proporción en los grupos con mayor exposición al Programa, aunque ésta no es del todo consistente. Para el grupo con menor exposición, la proporción de los que informaron tomar fue de 15.7% para los hombres y 9.4% para las mujeres, en comparación de 14.1 y 7.1%, respectivamente, en el grupo con mayor tiempo en el Programa. El número de bebidas consumidas reportadas es similar en todos los grupos, e igualmente mayor para hombres en relación con las mujeres. En cuanto a los que reportaron tener problemas con el consumo de alcohol (definido como en ocasiones tener problemas de violencia relacionados con el consumo de alcohol) parece mayor en los grupos con mayor exposición. No es claro si esta variable indica una problemática mayor, o mayor informe relacionado con mayor conciencia del problema. Un dato adicional es el informe por parte de los participantes de problemas de abuso en el consumo de alcohol en sus padres. Sin una tendencia clara entre los grupos, el porcentaje registrado fue de alrededor de 15% de acuerdo con las mujeres (algo menor de acuerdo con los hombres). El consumo de drogas alguna vez en la vida fue registrado en mayor proporción en el grupo con mayor exposición al Programa, aunque en todos los casos con porcentajes reducidos: 1.7% en los hombres en el grupo con mayor informe. El porcentaje de los que informan haber tenido ya relaciones sexuales es menor en el grupo con mayor exposición en el caso de las mujeres (2.4% en el porcentaje controlando por truncamiento, en comparación con 8.0% en el grupo de menor exposición), con una diferencia menor en el caso de los hombres (2.8 vs. 3.3%, respectivamente). Las diferencias por sexo no sugieren un patrón claro por nivel de exposición al Programa. El uso de condón fue mayor en los grupos de mayor exposición tanto en la primera como en la última relación sexual, con una diferencia mayor para la relación sexual más reciente. Esta diferencia seguramente también está mediada por el porcentaje de los que están unidos, lo que modifica el patrón de uso de métodos anticonceptivos. 255 256 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 El porcentaje de relaciones protegidas es mayor entre hombres en relación con las mujeres en todos los grupos de exposición, lo que sugiere un mayor riesgo para las mujeres. La seroprevalencia del virus del herpes simple 2 (VHS 2) es mayor en mujeres, lo que es consistente con el menor uso de condón, y mayor probabilidad de tener actividad sexual. Asimismo, se observa una tendencia negativa relacionada con el tiempo de exposición, es decir, la seroprevalencia es mayor entre los individuos con menor tiempo en el Programa. Finalmente, la proporción de sobrepeso (que incluye obesidad) fue mayor para mujeres en todos los grupos de exposición, a la vez que los datos sugieren una proporción mayor entre los grupos de menor exposición al Programa. Mientras que entre las mujeres del grupo de menor exposición se observó una prevalencia de sobrepeso de 20%, ésta fue de 15.5% en el grupo de más exposición. Como se observa en el cuadro 1, las expectativas son mejores cuando se hace la comparación con los pares que cuando se realiza con las familias en México (social). No se observa una clara tendencia por grupos de exposición. Los indicadores de violencia utilizados resultaron en porcentajes elevados, sobre todo para los hombres. Más de la mitad de los hombres entrevistados informaron haber participado en peleas físicas, más de 20% haber participado en la destrucción de bienes, y alrededor de 10% haber robado. Es importante recordar que estas cifras se refieren únicamente a los que informaron ser sexualmente activos, por lo que no son generalizables a todo el grupo. Para este conjunto de variables, no se observó una tendencia clara relacionada con el tiempo de exposición. Finalmente, en relación con los conocimientos sobre temas de salud, para los dos temas de salud sexual se observa un nivel mayor de conocimiento en las mujeres, pero no se identifica una tendencia relacionada con el tiempo de exposición. En el cuadro 2 se registran las características y participación en comportamientos de riesgo de los individuos de entre 19 y 21 años. Como se señaló de forma general, para este grupo de edad la proporción de los que están unidos está claramente asociada con el tiempo de exposición al Programa, que llega a 39.4% entre las mujeres en el grupo con menor exposición, comparado con 8.9% de las mujeres en el grupo con mayor exposición. En todos los casos, el porcentaje es mayor entre mujeres que en hombres, lo que sugiere que las parejas de las mujeres son de mayor edad en promedio. Para este grupo de edad se nota una ligera diferencia entre los que han asistido alguna vez a la escuela, con proporciones mayores entre los que cuentan con mayor exposición al Programa. Este resultado es consistente con un mayor número de años de escolaridad (8.69 entre las mujeres en el grupo de mayor exposición, en comparación con 8.3 para las mujeres en el grupo de menor exposición), lo que igualmente se refuerza con una mayor proporción de quienes tienen escolaridad de acuerdo con la edad (70.7 vs. 67.2%, en los mismos grupos, respectivamente). No obstante, estas diferencias se invierten en relación con los que continúan en la escuela, al ser para los mismos grupos (mujeres en el grupo de mayor exposición vs. mujeres en el grupo de menor exposición) de 12.2 y 15.1%, respectivamente. Una posible explicación a este resultado es que en el grupo de mayor exposición los individuos han alcanzado ya el nivel buscado de estudios, en tanto que esto ha ocurrido en menor proporción en el grupo con menor exposición. Por lo que se refiere a la participación laboral, ésta es mayor en el grupo con menor exposición (40.1% en hombres) en comparación con el grupo de mayor exposición (30.7% entre hombres), si bien se mantiene como en el caso de los de menor edad una mayor participación en actividades agrícolas (para los que trabajan) entre los del grupo con mayor exposición. En relación con el consumo de alimentos con calorías vacías (alimentos chatarra), para este grupo de edad se nota una menor proporción en promedio en comparación con el grupo de menor edad (50 vs. 40%), similitud que se mantiene entre los grupos de exposición diferente. Al igual que el grupo de menor edad, la diferencia que se observa por nivel de exposición es un menor diferencial en el consumo por sexo para el grupo con mayor exposición. El número de alimentos chatarra consumidos en el día anterior a la encuesta es similar entre todos los grupos. Por lo que se refiere al consumo de refrescos, tanto en unidades como en gasto monetario se observa una ligera diferencia entre los grupos de exposición con mayor consumo en el grupo con menor exposición, tanto para hombres como para mujeres. 257 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Más de 9 años de exposición Variable Tiempo Oportunidades Edad *,‡,§,#,&,≠,∞,Ø,^,€,†,£ Sexo (mujeres) Indígena ¢,‡,¥,&,≠,~,«,€,†,£ Unidos +,÷,¢,±,*,‡,§,¥,≠,Ø,»,^,«,†,$,£ Asistió escuela ¢,¥,«,†,£ Años educación +,÷,¢,*,‡,¥,&,∞,Ø,»,«,†,$,£ Éxito educativo Actualmente en la escuela ¢,§,#,&,~,^,€,£ Beca Oportunidades ¢,*,‡,§,¥,#,^,†,£ Continúa estudiando ÷,† Trabaja +,÷,¢,±,*,§,‡,°,#,&,~,Ø,»,^,« Trabajo agrícola +,÷,¢,±,*,§,¥,≠,~,€,†,£ Salario diario Alimentos chatarra *,†,£ Cantidad alimentos chatarra +,÷,¢,*,~,† Número refrescos ayer +,÷,¢,*,‡,#,Ø Número refrescos semana +,÷,¢,±,*,‡,°,#,≠ Gasto en refrescos +,÷,¢,±,*,§,¥,$,£ Fuma +,÷,¢,±,*,§,‡,»,^,$ Fuma en casa Toma +,÷,¢,±,*,‡,§,»,^,†,£ Número de bebidas +,¢,±,* Drogas +,§,&,≠ Problemas alcohol ÷,°,§,& Papá alcohólico + Mamá alcohólica ±,°,§,&,∞ Sexualmente activo +,*,§,^,†,£ Sexualmente activo a los 13 años *,^,†,£ Edad primera relación Entre 6 y 9 años de exposición Entre 3 y 6 años de exposición Menos de 3 años de exposición Sin exposición registrada Hombres (1) Mujeres (2) Hombres (3) Mujeres (4) Hombres (5) Mujeres (6) Hombres (7) Mujeres (8) Hombres (9) Mujeres (10) 9.61 0.01 15.94 0.02 9.61 0.01 15.97 0.02 7.82 0.04 15.94 0.02 7.81 0.04 15.96 0.02 4.00 0.06 15.87 0.02 4.04 0.06 15.90 0.03 1.47 0.08 15.83 0.04 1.49 0.09 15.91 0.05 0.00 0.00 15.94 0.02 0.00 0.00 16.05 0.02 49.8% 29.6% 32.8% 3.1% 2.8% 2.7% 5.9% 0.3% 0.4% 98.3% 99.0% 0.3% 0.3% 7.68 8.04 0.08 0.08 57.1% 84.6% 14.0% 10.1% 55.0% 58.6% 1.8% 1.8% 44.8% 49.7% 1.7% 1.6% 80.5% 81.9% 1.5% 1.6% 38.2% 13.9% 1.3% 1.0% 55.4% 24.2% 4.0% 2.9% $86.01 $71.04 $ 2.86 $3.28 56.9% 55.7% 1.9% 2.1% 1.49 1.26 0.10 0.07 1.24 0.91 0.07 0.05 2.34 1.47 0.17 0.10 $ 21.72 $14.67 $ 0.96 $ 0.97 8.5% 2.0% 1.0% 0.5% 19.2% 10.5% 4.1% 7.1% 17.1% 8.6% 1.4% 1.1% 2.90 1.36 0.43 0.35 0.6% 0.3% 0.3% 0.2% 9.0% 9.9% 2.3% 3.2% 13.2% 14.6% 1.5% 1.6% 1.2% 1.4% 0.4% 0.4% 9.4% 8.1% 1.2% 1.0% 2.9% 2.5% 0.6% 0.5% 14.88 14.97 0.26 0.20 30.8% 4.6% 2.4% 0.5% 98.1% 0.6% 7.37 0.18 20.0% 18.0% 60.0% 2.9% 46.7% 3.0% 82.3% 2.9% 33.1% 2.0% 61.4% 5.2% $69.94 $ 3.60 51.4% 4.1% 1.46 0.17 1.06 0.09 1.83 0.14 $20.16 $ 1.71 6.8% 1.4% 25.0% 8.2% 11.1% 2.2% 3.34 1.00 0.3% 0.3% 20.5% 5.5% 11.6% 1.7% 0.0% 0.0% 7.4% 1.8% 3.1% 0.8% 14.41 0.36 49.5% 42.8% 2.4% 1.9% 0.2% 98.9% 0.3% 7.82 0.07 70.6% 12.6% 53.5% 1.7% 45.6% 1.6% 80.0% 1.4% 37.7% 1.3% 68.1% 1.9% $82.72 $3.15 53.7% 1.9% 1.47 0.08 1.15 0.06 1.95 0.08 $20.30 $ 0.75 8.0% 0.9% 19.8% 4.2% 14.1% 1.3% 3.63 0.49 1.7% 0.5% 9.7% 2.3% 12.9% 1.1% 0.9% 0.3% 10.4% 1.1% 2.8% 0.5% 14.77 0.34 44.5% 2.5% 5.0% 0.4% 99.3% 0.2% 8.07 0.07 77.8% 13.9% 54.6% 1.8% 47.1% 1.8% 79.3% 1.4% 13.3% 1.0% 35.8% 3.8% $ 67.25 $ 3.69 53.5% 1.9% 1.34 0.07 0.88 0.05 1.34 0.07 $15.29 $ 0.62 1.7% 0.3% 26.1% 9.3% 7.1% 0.9% 2.14 0.44 0.3% 0.2% 6.9% 2.4% 15.6% 1.2% 1.2% 0.3% 6.8% 0.8% 2.4% 0.4% 15.19 0.19 50.6% 37.4% 35.9% 3.0% 2.7% 1.8% 4.7% 0.2% 0.4% 98.5% 99.0% 0.2% 0.2% 7.95 8.19 0.06 0.06 53.8% 47.4% 9.0% 11.4% 57.0% 59.3% 1.7% 1.7% 48.3% 49.4% 1.7% 1.6% 78.4% 80.9% 1.3% 1.3% 34.1% 11.0% 1.0% 0.8% 59.9% 25.8% 2.1% 2.9% $ 81.13 $ 67.94 $ 2.29 $ 3.56 54.5% 53.3% 1.8% 1.8% 1.43 1.14 0.09 0.06 1.11 0.80 0.04 0.04 2.02 1.37 0.07 0.05 $ 20.23 $14.69 $ 0.61 $ 0.47 6.1% 1.9% 0.7% 0.3% 14.4% 28.6% 4.2% 8.1% 14.1% 7.0% 1.1% 0.7% 2.68 1.84 0.36 0.35 0.8% 0.4% 0.2% 0.1% 12.6% 6.4% 2.2% 2.2% 14.3% 16.1% 1.1% 1.1% 1.2% 1.7% 0.3% 0.4% 7.3% 7.7% 0.7% 0.9% 2.2% 2.6% 0.4% 0.5% 14.76 15.27 0.23 0.20 48.6% 28.7% 5.1% 9.5% 1.3% 98.3% 0.5% 7.44 0.21 66.7% 15.8% 59.1% 3.6% 47.2% 3.4% 81.0% 2.5% 8.9% 1.5% 30.3% 8.8% $ 62.61 $ 11.49 54.2% 3.8% 1.24 0.14 0.95 0.09 1.34 0.11 $16.96 $ 1.20 0.8% 0.4% 33.3% 27.3% 5.5% 1.2% 1.40 0.56 0.5% 0.4% 19.0% 8.8% 15.2% 2.6% 2.6% 0.9% 8.2% 1.5% 3.4% 0.9% 15.17 0.25 52.2% 28.3% 27.7% 2.1% 2.1% 3.4% 14.9% 0.3% 0.7% 97.5% 98.1% 0.4% 0.3% 7.55 7.78 0.09 0.08 55.0% 75.0% 10.6% 8.6% 51.1% 50.5% 1.8% 2.0% 19.7% 17.1% 1.6% 1.3% 81.1% 83.5% 1.4% 1.7% 35.4% 12.3% 1.2% 0.8% 53.8% 19.9% 2.3% 2.5% $83.70 $68.82 $ 2.54 $ 5.04 53.0% 48.7% 1.9% 1.5% 1.39 1.06 0.08 0.05 1.07 0.86 0.05 0.04 2.02 1.44 0.10 0.07 $ 23.46 $ 16.49 $ 0.84 $ 0.57 8.6% 1.9% 1.0% 0.4% 20.9% 24.0% 4.5% 8.4% 15.7% 9.4% 1.5% 0.9% 3.18 1.48 0.47 0.30 0.9% 0.6% 0.3% 0.2% 5.1% 4.2% 1.8% 2.2% 12.2% 13.7% 1.3% 1.3% 1.0% 1.7% 0.4% 0.4% 10.2% 19.7% 1.1% 1.3% 3.3% 8.0% 0.6% 0.9% 14.90 15.26 0.24 0.12 Continúa… Cuadro 1 Medias y errores estándares de variables seleccionadas para el grupo de 14 a 18 años en 2007, por años de exposición a Oportunidades y sexo 258 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 ...Continuación Más de 9 años de exposición Entre 6 y 9 años de exposición Entre 3 y 6 años de exposición Menos de 3 años de exposición Sin exposición registrada Hombres (1) Mujeres (2) Hombres (3) Mujeres (4) Hombres (5) Mujeres (6) Hombres (7) Mujeres (8) Hombres (9) Mujeres (10) 57.1% 4.9% 57.4% 7.1% 21.27 0.15 8.6% 1.1% 0.31 0.36 14.9% 3.9% 15.0% 5.7% 21.73 0.13 15.6% 1.4% 0.31 0.35 60.2% 4.9% 59.2% 7.0% 21.19 0.13 10.8% 1.2% 0.01 0.34 21.3% 3.9% 20.8% 5.9% 21.69 0.12 14.2% 1.2% 0.38 0.26 65.7% 6.7% 50.0% 8.1% 21.74 0.20 15.8% 1.8% -0.17 0.40 29.2% 5.0% 16.7% 6.7% 22.40 0.18 21.6% 2.0% 0.30 0.35 60.0% 8.8% 63.6% 13.1% 21.12 0.28 10.2% 2.5% 0.00 0.71 24.1% 7.5% 17.6% 9.6% 21.33 0.19 12.7% 2.5% 0.04 0.65 52.6% 4.9% 52.8% 7.0% 21.25 0.14 12.6% 1.4% 0.36 0.32 16.5% 2.8% 7.2% 2.5% 22.39 0.14 20.0% 1.4% 0.19 0.19 -0.20 -0.01 0.13 0.13 0.52 0.49 0.32 0.14 0.23 -0.12 0.23 13.9% 3.7% 26.9% 4.2% 51.8% 4.9% 0.19 4.3% 2.2% 8.7% 2.9% 19.6% 4.2% 0.22 12.9% 4.2% 31.3% 4.8% 53.9% 5.3% 0.16 7.1% 2.4% 12.7% 2.8% 25.2% 4.7% 0.30 25.0% 5.1% 30.1% 5.1% 63.5% 5.0% 0.26 4.3% 2.4% 16.4% 4.2% 23.6% 5.4% 0.55 21.1% 7.8% 15.0% 10.6% 52.2% 10.7% 0.22 10.0% 5.1% 0.0% 0.0% 10.0% 5.7% 0.19 13.3% 3.6% 20.9% 4.2% 59.2% 5.2% 0.14 4.7% 1.4% 9.4% 1.8% 20.3% 2.6% 82.8% 82.7% 83.4% 83.1% 79.5% 80.7% 82.1% 84.0% 83.5% 84.0% Reportan conocimientos correctos sobre embarazo +,÷,¢,*,¥,&,~,Ø,† 1.1% 1.2% 1.4% 1.2% 2.0% 1.7% 2.8% 2.5% 1.2% 1.1% 58.0% 63.4% 61.7% 70.6% 60.9% 64.9% 66.2% 65.1% 62.4% 67.7% Reportan conocimientos correctos sobre PAP +,÷,¢,±,*,§,¥,# 1.8% 1.8% 1.7% 1.6% 2.0% 2.1% 4.6% 3.3% 1.9% 1.5% 47.2% 65.9% 53.8% 67.6% 49.6% 68.6% 53.1% 63.1% 54.5% 68.3% 1.9% 0.3% 0.3% 1.6% 3.2% 1.1% 1.8% 2.1% 1.2% 1.9% 3.3% 1.0% 2.2% 0.7% 0.7% 2.2% 3.9% 1.5% 4.0% 4.3% 2.6% 3.5% 5.7% 2.8% 1.9% 1.1% 0.8% 1.5% 6.7% 1.3% Variable Usó condón primera vez +,÷,¢,±,*,€ Usó condón última vez +,÷,¢,±,*,£ IMC +,÷,¢,*,‡,°,#,≠,Ø,»,^,«,€,†,$,£ Sobrepeso +,÷,¢,*,‡,°,¥,≠,Ø,»,^,€,†,£ Expectativa de futuro (diferencia) Expectativa de futuro social (diferencia)≠ Han robado +,¢,*,‡,#,≠ Han destruido bienes ajenos +,÷,¢,*,»,^,«,$ Se han peleado +,÷,¢,±,*,≠,»,^,$ Reportan conocimientos correctos sobre efectos de alcohol # Seropositivo a VHS 2 +,¢,*, £ Incluye casados y en unión libre Valor p < 0.05 de 1 vs 2; + Valor p < 0.1 de 1 vs 2, ÷ Valor p < 0.05 de 3 vs 4; ÷ Valor p < 0.1 de 3 vs 4, ¢ Valor p < 0.05 de 5 vs 6; ¢ Valor p < 0.1 de 5 vs 6, ± Valor p < 0.05 de 7 vs 8; ± Valor p < 0.1 de 7 vs 8, * Valor p < 0.05 de 9 vs 10; * Valor p < 0.1 de 9 vs 10, § Valor p < 0.05 de 1 vs 3; § Valor p < 0.1 de 1 vs 3, ‡ Valor p < 0.05 de 3 vs 5; ‡ Valor p < 0.1 de 3 vs 5, ° Valor p < 0.05 de 5 vs 7; ° Valor p < 0.1 de 5 vs 7, § Valor p < 0.05 de 7 vs 9; § Valor p < 0.1 de 7 vs 9, ¥ Valor p < 0.05 de 1 vs 9; ¥ Valor p < 0.1 de 1 vs 9, # Valor p < 0.05 de 5 vs 9; # Valor p < 0.1 de 5 vs 9, & Valor p < 0.05 de 1 vs 7; & Valor p < 0.1 de 1 vs 7, ≠ Valor p < 0.05 de 1 vs 5; ≠ Valor p < 0.1 de 1 vs 5, ∞ Valor p < 0.05 de 3 vs 7; ∞ Valor p < 0.1 de 3 vs 7, ~ Valor p < 0.05 de 2 vs 4; ~ Valor p < 0.1 de 2 vs 4, Ø Valor p < 0.05 de 4 vs 6; Ø Valor p < 0.1 de 4 vs 6, » Valor p < 0.05 de 6 vs 8; » Valor p < 0.1 de 6 vs 8, ^ Valor p < 0.05 de 8 vs 10; ^ Valor p < 0.1 de 8 vs 10, « Valor p < 0.05 de 2 vs 8; « Valor p < 0.1 de 2 vs 8, € Valor p < 0.05 de 2 vs 6; € Valor p < 0.1 de 2 vs 6, † Valor p < 0.05 de 2 vs 10; † Valor p < 0.1 de 2 vs 10, $ Valor p < 0.05 de 4 vs 8; $ Valor p < 0.1 de 4 vs 8, £ Valor p < 0.05 de 4 vs 10; £ Valor p < 0.1 de 4 vs 10 a + Cuadro 2 Medias y errores estándares de variables seleccionadas para el grupo de 19 a 21 años en 2007, por años de exposición a Oportunidades y sexo Más de 9 años de exposición Variable Tiempo Oportunidades Edad *,‡,§,#,&,≠,∞ Sexo (mujeres) Indígena ‡,ø,#,^,€,†,£,≠ Unidos *,¢,‡,¥,§,ø,~,#,&,«,^,+,÷,±,»,†,£,≠,$,∞ Asistió escuela &,≠ Años educación #,+,÷,±,»,†,≠,$,∞ Éxito educativo Actualmente en la escuela ~,#,^ Beca Oportunidades ~,#,&,^,÷,≠,∞ Continúa estudiando ¢,~,°,+ Entre 6 y 9 años de exposición Entre 3 y 6 años de exposición Menos de 3 años de exposición Sin exposición registrada Hombres (1) Mujeres (2) Hombres (3) Mujeres (4) Hombres (5) Mujeres (6) Hombres (7) Mujeres (8) Hombres (9) Mujeres (10) 9.62 0.01 19.95 0.02 9.62 0.01 20.01 0.02 7.80 0.04 19.99 0.02 7.82 0.04 20.00 0.02 4.02 0.06 19.95 0.02 3.99 0.05 20.01 0.02 1.43 0.08 19.97 0.04 1.46 0.07 20.03 0.04 0.00 0.00 20.03 0.02 0.00 0.00 20.08 0.02 38.1% 3.2% 8.9% 0.6% 98.5% 0.5% 8.69 0.13 70.7% 2.5% 12.2% 1.4% 3.5% 0.8% 87.7% 32.7% 3.3% 6.5% 0.7% 97.9% 0.5% 8.76 0.14 72.6% 2.5% 12.5% 1.4% 3.4% 0.7% 92.3% 30.1% 2.8% 10.3% 0.9% 97.9% 0.5% 8.77 0.13 76.0% 1.8% 14.8% 1.6% 4.2% 0.7% 79.5% 23.7% 3.3% 9.7% 0.9% 97.9% 0.8% 8.44 0.21 72.2% 3.4% 13.9% 2.0% 2.0% 0.7% 92.2% 29.9% 3.2% 19.5% 1.2% 97.9% 0.8% 8.32 0.20 67.2% 2.6% 12.8% 1.8% 2.2% 0.6% 84.5% 28.1% 6.2% 13.0% 2.0% 97.4% 1.5% 8.10 0.33 76.1% 3.4% 15.3% 4.1% 4.7% 2.0% 76.5% 24.8% 5.7% 30.1% 2.8% 97.5% 1.0% 7.71 0.28 73.0% 3.9% 11.5% 2.4% 3.0% 1.2% 88.9% 25.9% 2.8% 21.7% 1.2% 95.6% 0.9% 8.15 0.18 68.5% 2.8% 12.6% 1.4% 0.8% 0.3% 84.9% 51.6% 37.7% 3.2% 6.7% 0.7% 97.6% 0.9% 8.57 0.18 74.5% 2.3% 9.4% 1.3% 4.4% 0.8% 83.0% 52.9% 54.9% 56.4% 55.4% 24.6% 2.5% 39.4% 1.4% 97.0% 0.7% 8.30 0.17 67.2% 2.7% 15.1% 1.8% 1.2% 0.3% 84.0% Continúa… 259 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención ...Continuación Más de 9 años de exposición Variable Trabaja *,¢,‡,¥,§,ø,#,^,÷,±,£ Trabajo agrícola *,¢,‡,¥,§,ø,#,&,«,^,+,€,≠ Salario diario Alimentos chatarra ¥,§,±,»,†,$ Cantidad alimentos chatarra ¢,¥,§ Número refrescos ayer *,¢,¥,§ Número refrescos semana *,¢,‡,¥,§,ø,°,^,÷ Gasto en refrescos *,¢,‡,¥,§,°,~,#,÷,±,»,£ Fuma *,¢,‡,¥,§,±,$ Fuma en casa ¥,ø,&,^,±,»,†,$ Toma *,¢,‡,¥,§,~,°,~,« Número de bebidas *,¢,‡,§ Drogas ¢,‡,¥,§,#,† Problemas alcohol *,¢,‡,§,~,#,»,≠ Papá alcohólico § Mamá alcohólica °,~,«,+,÷ Ha tenido rel sexuales ‡,¥,§,~,#,&,÷,»,†,£,≠,$,∞ Sexualmente activo ‡,¥,§,&,€,÷,»,†,£,≠,$,∞ a los 18 años Edad primera relación *,¢,°,~,±,»,†,£,≠,$,∞ Usó condón primera vez *,¢,‡,¥,§ Usó condón última vez *,¢,‡,¥,§,~,«,+ IMC *,¢,‡,€,±,†,£,≠ Sobrepeso ¢,¥,°,~,«,+,€,±,£,≠ Expectativa de futuro (diferencia) ÷,±,»,≠,∞ Expectativa de futuro social (diferencia) &, ^ Han robado * Han destruido bienes ajenos ¢, §, ≠ Se han peleado *, ¢, ‡, ¥, § Entre 6 y 9 años de exposición Entre 3 y 6 años de exposición Menos de 3 años de exposición Sin exposición registrada Hombres (1) Mujeres (2) Hombres (3) Mujeres (4) Hombres (5) Mujeres (6) Hombres (7) Mujeres (8) Hombres (9) Mujeres (10) 5.0% 30.7% 1.4% 57.6% 2.9% $100.31 $6.34 43.7% 3.2% 1.02 0.12 1.11 0.10 2.16 0.15 $23.49 $1.37 20.6% 2.5% 23.1% 6.0% 40.9% 3.6% 3.27 0.52 1.6% 0.8% 19.4% 4.0% 12.2% 2.4% 1.4% 0.8% 29.4% 2.9% 19.1% 2.5% 16.27 0.36 48.6% 5.5% 36.4% 6.2% 23.25 0.22 11.6% 1.1% 3.9% 12.2% 0.9% 22.5% 3.7% $78.33 $5.12 41.3% 2.7% 0.85 0.09 0.77 0.08 1.41 0.14 $15.61 $1.05 2.1% 0.8% 14.3% 13.3% 10.4% 1.7% 1.21 0.43 0.9% 0.5% 0.0% 0.0% 16.9% 2.4% 1.5% 0.7% 34.3% 2.8% 15.7% 2.1% 17.52 0.22 21.3% 3.9% 21.3% 5.9% 22.60 0.19 10.8% 1.4% 2.6% 34.0% 1.6% 54.8% 2.9% $96.35 $4.33 44.6% 2.9% 1.08 0.11 1.29 0.10 2.19 0.15 $24.79 $1.26 15.4% 2.2% 18.9% 5.7% 33.0% 2.9% 3.18 0.50 3.4% 1.0% 11.2% 2.8% 11.9% 1.9% 0.7% 0.5% 29.4% 3.2% 19.7% 2.6% 16.28 0.25 61.1% 5.5% 42.0% 8.1% 23.03 0.26 11.6% 1.2% 3.6% 12.5% 1.0% 13.0% 2.6% $74.74 $3.72 42.7% 2.4% 0.85 0.08 0.81 0.06 1.16 0.08 $16.69 $0.93 2.7% 0.8% 28.6% 10.2% 11.7% 1.5% 1.26 0.32 0.2% 0.2% 1.8% 1.7% 14.3% 1.9% 0.7% 0.4% 35.0% 2.3% 21.7% 1.9% 17.11 0.15 19.6% 2.9% 19.0% 4.5% 23.69 0.26 17.5% 1.2% 3.8% 38.1% 2.2% 41.0% 4.3% $97.11 $3.96 43.8% 4.0% 1.01 0.15 1.10 0.09 2.82 0.24 $26.70 $1.84 20.2% 2.9% 41.2% 8.7% 33.7% 3.6% 3.49 0.67 3.0% 1.3% 10.7% 3.9% 12.2% 2.8% 0.7% 0.7% 29.0% 3.3% 16.8% 3.1% 17.00 0.40 51.1% 8.3% 46.2% 11.4% 23.46 0.35 18.2% 1.8% 4.6% 17.0% 1.5% 18.6% 3.4% $77.14 $3.16 40.2% 2.8% 0.89 0.11 0.92 0.07 1.57 0.16 $19.36 $1.13 2.5% 0.8% 28.6% 17.1% 12.7% 2.0% 1.42 0.36 0.3% 0.3% 2.4% 2.4% 15.6% 2.3% 2.9% 1.1% 45.2% 3.0% 32.5% 2.8% 16.71 0.19 19.0% 3.4% 16.7% 4.5% 24.19 0.31 20.5% 2.0% 6.7% 35.1% 3.1% 43.2% 5.5% $91.08 $7.45 48.3% 10.4% 1.38 0.40 1.26 0.20 2.19 0.25 $20.84 $2.75 19.0% 6.5% 27.3% 13.5% 24.1% 4.8% 3.92 0.86 3.4% 2.0% 7.1% 7.0% 13.5% 4.5% 7.4% 3.1% 27.6% 6.2% 19.0% 5.1% 15.93 0.41 50.0% 11.7% 71.4% 15.6% 24.91 1.58 3.0% 2.5% 7.0% 11.8% 1.7% 14.7% 7.4% $77.10 $9.45 28.6% 3.6% 0.62 0.13 0.79 0.10 1.25 0.18 $14.55 $1.64 0.7% 0.6% 100.0% 0.0% 7.9% 2.3% 2.27 1.74 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 15.8% 3.4% 2.4% 1.2% 50.7% 6.0% 35.7% 5.1% 15.97 0.24 13.2% 4.3% 11.1% 5.5% 23.33 0.32 12.6% 2.5% 4.7% 40.1% 1.5% 48.9% 3.7% $96.36 $3.03 44.2% 2.8% 1.17 0.12 1.13 0.07 2.35 0.19 $27.75 $1.54 19.6% 2.1% 25.0% 5.4% 39.7% 2.7% 4.24 0.49 4.0% 1.1% 10.8% 2.5% 10.2% 1.8% 1.4% 0.7% 41.2% 3.6% 25.3% 3.0% 16.73 0.17 50.8% 4.5% 43.8% 5.3% 23.82 0.36 16.7% 1.4% 3.7% 11.4% 1.1% 10.3% 2.3% $79.53 $5.17 36.7% 2.0% 0.75 0.06 0.77 0.05 1.28 0.08 $17.58 $0.79 1.8% 0.5% 16.7% 10.8% 10.1% 1.1% 1.32 0.31 0.1% 0.1% 4.4% 2.5% 15.8% 1.4% 1.6% 0.5% 61.9% 2.2% 45.1% 2.2% 16.62 0.11 15.0% 2.0% 16.3% 2.4% 23.66 0.18 18.5% 1.4% 0.75 0.29 0.42 0.23 0.62 0.79 0.43 -0.45 0.84 0.66 0.27 0.24 0.33 0.22 0.32 0.23 1.06 0.38 0.19 0.13 0.49 -0.03 0.00 -0.05 -0.16 0.26 0.07 -0.22 0.50 0.18 0.24 13.0% 4.1% 13.2% 4.4% 43.5% 6.0% 0.18 2.8% 1.6% 10.2% 2.8% 15.7% 3.7% 0.32 7.6% 2.6% 17.4% 4.2% 45.7% 5.3% 0.17 3.7% 1.5% 8.5% 2.1% 17.6% 3.2% 0.25 6.7% 3.6% 8.9% 4.2% 46.8% 7.0% 0.19 2.2% 1.3% 8.2% 2.5% 14.7% 3.1% 0.33 6.3% 5.8% 18.8% 10.2% 37.5% 15.0% 0.25 6.0% 2.9% 7.6% 2.8% 12.3% 3.8% 0.16 7.3% 2.1% 16.1% 3.2% 37.5% 4.2% 0.11 4.1% 1.0% 4.8% 1.0% 13.2% 1.7% Continúa… 260 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 ...Continuación Más de 9 años de exposición Entre 6 y 9 años de exposición Entre 3 y 6 años de exposición Menos de 3 años de exposición Sin exposición registrada Variable Hombres (1) Mujeres (2) Hombres (3) Mujeres (4) Hombres (5) Mujeres (6) Hombres (7) Mujeres (8) Hombres (9) Mujeres (10) Reportan conocimientos correctos sobre efectos de alcohol ¥, °, ~, +, ÷ 86.5% 84.7% 83.5% 86.9% 84.6% 81.1% 93.2% 82.9% 83.9% 83.4% Reportan conocimientos correctos sobre embarazo ¢, § 2.1% 2.1% 2.2% 1.7% 3.0% 2.5% 3.6% 4.5% 2.2% 1.5% 65.6% 69.4% 61.0% 70.4% 64.2% 66.7% 64.2% 69.2% 63.3% 70.3% Reportan conocimientos correctos sobre PAP *, ¢, ‡, ¥, §, €, ÷, ≠ 3.5% 2.7% 2.9% 2.2% 4.4% 3.3% 6.2% 5.8% 2.7% 2.0% 58.3% 70.9% 57.0% 79.1% 55.0% 72.4% 62.7% 77.1% 60.5% 81.8% 3.2% 2.3% 1.6% 2.7% 4.1% 1.6% 2.5% 8.0% 2.3% 2.1% 9.0% 2.1% 4.9% 2.9% 2.1% 2.7% 4.8% 1.7% 6.1% 5.0% 5.0% 3.6% 6.8% 3.0% 3.1% 6.7% 2.6% 1.6% 6.3% 1.2% Seropositivo a VHS 2 ~, € Incluye casados y en unión libre Valor p < 0.05 de 1 vs 2; * Valor p < 0.1 de 1 vs 2, ¢ Valor p < 0.05 de 3 vs 4; ¢ Valor p < 0.1 de 3 vs 4, ‡ Valor p < 0.05 de 5 vs 6; ‡ Valor p < 0.1 de 5 vs 6, ¥ Valor p < 0.05 de 7 vs 8; ¥ Valor p < 0.1 de 7 vs 8, § Valor p < 0.05 de 9 vs 10; § Valor p < 0.1 de 9 vs 10, ~ Valor p < 0.05 de 1 vs 3; ~ Valor p < 0.1 de 1 vs 3, ø Valor p < 0.05 de 3 vs 5; ø Valor p < 0.1 de 3 vs 5, ° Valor p < 0.05 de 5 vs 7; ° Valor p < 0.1 de 5 vs 7, ~ Valor p < 0.05 de 7 vs 9; ~ Valor p < 0.1 de 7 vs 9, # Valor p < 0.05 de 1 vs 9; # Valor p < 0.1 de 1 vs 9, & Valor p < 0.05 de 5 vs 9; & Valor p < 0.1 de 5 vs 9, « Valor p < 0.05 de 1 vs 7; « Valor p < 0.1 de 1 vs 7, ^ Valor p < 0.05 de 1 vs 5; ^ Valor p < 0.1 de 1 vs 5, + Valor p < 0.05 de 3 vs 7; + Valor p < 0.1 de 3 vs 7, € Valor p < 0.05 de 2 vs 4; € Valor p < 0.1 de 2 vs 4, ÷ Valor p < 0.05 de 4 vs 6; ÷ Valor p < 0.1 de 4 vs 6, ± Valor p < 0.05 de 6 vs 8; ± Valor p < 0.1 de 6 vs 8, » Valor p < 0.05 de 8 vs 10; » Valor p < 0.1 de 8 vs 10, † Valor p < 0.05 de 2 vs 8; † Valor p < 0.1 de 2 vs 8, £ Valor p < 0.05 de 2 vs 6; £ Valor p < 0.1 de 2 vs 6, ≠ Valor p < 0.05 de 2 vs 10; ≠ Valor p < 0.1 de 2 vs 10, $ Valor p < 0.05 de 4 vs 8; $ Valor p < 0.1 de 4 vs 8, ∞ Valor p < 0.05 de 4 vs 10; ∞ Valor p < 0.1 de 4 vs 10 a * Cuadro 3 Medias y errores estándares de variables seleccionadas para el grupo de 22 a 25 años en 2007, por años de exposición a Oportunidades y sexo M‡s de 9 años de exposición Variable Tiempo Oportunidades Edad *,‡,§,#,&,≠,∞,Ø Sexo (mujeres) Indígena ^,€,†,§,£,¢,¥ Unidos ^,€,‡,~,«,†,+,÷,†,§,±,£,¢,»,#,&,$,≠,∞,Ø,°,¥ Asistió a la escuela +,±,» Años educación €,‡,+,÷,†,¢ Éxito educativo Actualmente en la escuela ‡,§,¢,& Beca Oportunidades Continúa estudiando Trabaja ^,€,‡,~,«,†,÷,§,±,£,¢,»,&,$,Ł,∞,Ø,¥ Trabajo agrícola ^,€,‡,~,«,+,§,»,Ø Salario diario Alimentos chatarra #,∞,Ø Cantidad alimentos chatarra €,«,#,∞,Ø Número refrescos ayer €,‡,«,÷,† Número refrescos semana ^,€,‡,~,«,&,$,Ł Gasto en refrescos ^,€,‡,~,«,#,&,¥ Entre 6 y 9 años de exposición Entre 3 y 6 años de exposición Menos de 3 años de exposición Sin exposición registrada Hombres (1) Mujeres (2) Hombres (3) Mujeres (4) Hombres (5) Mujeres (6) Hombres (7) Mujeres (8) Hombres (9) Mujeres (10) 9.62 0.01 22.96 0.02 9.62 0.01 22.94 0.02 7.78 0.03 22.95 0.02 7.77 0.04 23.00 0.02 4.02 0.06 22.97 0.03 3.96 0.05 23.06 0.02 1.51 0.08 23.02 0.04 1.48 0.07 23.01 0.03 0.00 0.00 23.01 0.02 0.00 0.00 23.01 0.02 29.8% 3.3% 9.9% 0.8% 95.2% 1.3% 7.6 0.2 73.8% 2.8% 5.7% 1.6% 0.0% 0.0% 88.2% 8.1% 8.0% 0.8% 21.0% 4.4% $75.43 $5.84 40.9% 3.5% 1.02 0.15 0.80 0.13 1.14 0.16 $18.42 28.6% 3.2% 9.9% 0.8% 94.8% 1.1% 7.2 0.2 75.7% 2.3% 4.5% 1.1% 0.9% 0.4% 77.8% 10.3% 27.0% 1.6% 59.4% 3.3% $92.73 $4.11 37.3% 4.0% 1.15 0.18 1.13 0.13 2.02 0.18 $26.49 34.0% 3.6% 13.9% 1.1% 95.9% 1.1% 7.9 0.2 75.9% 2.3% 6.7% 1.4% 0.4% 0.3% 83.3% 6.2% 8.8% 0.8% 17.7% 3.8% $98.60 $16.30 33.5% 2.8% 0.68 0.08 0.69 0.07 1.08 0.10 $14.39 28.1% 3.9% 17.9% 1.5% 97.6% 1.0% 8.1 0.2 75.5% 3.2% 7.8% 1.9% 0.7% 0.5% 81.3% 9.9% 30.0% 1.8% 48.0% 6.0% $96.07 $4.47 40.2% 4.8% 1.00 0.21 1.29 0.17 2.39 0.36 $27.19 32.5% 4.6% 35.1% 1.8% 95.0% 1.5% 7.6 0.2 79.5% 2.5% 3.1% 1.1% 0.0% 0.0% 85.7% 13.3% 11.4% 1.3% 13.8% 3.4% $83.25 $5.40 33.3% 2.7% 0.72 0.09 0.86 0.09 1.49 0.15 $18.10 25.0% 7.5% 29.5% 2.8% 96.4% 2.1% 7.1 0.5 81.9% 4.8% 4.9% 2.6% 0.9% 0.9% 75.0% 23.5% 39.1% 3.4% 43.7% 7.1% $92.12 $6.07 40.5% 8.6% 0.86 0.23 0.86 0.11 1.70 0.37 $25.15 50.8% 40.8% 3.6% 7.6% 0.7% 95.6% 1.2% 7.6 0.2 77.3% 2.6% 4.0% 1.2% 0.3% 0.3% 75.0% 12.9% 22.7% 1.2% 53.4% 3.1% $94.55 $3.25 40.9% 4.5% 1.09 0.18 1.11 0.15 2.17 0.21 $25.33 52.1% 57.4% 56.8% 31.0% 6.2% 44.2% 3.2% 94.3% 2.6% 7.7 0.5 81.8% 3.0% 6.1% 3.4% 1.0% 0.7% 60.0% 15.0% 8.4% 1.3% 18.5% 6.7% $61.95 $7.27 34.6% 4.0% 0.70 0.14 0.77 0.17 0.90 0.12 $17.66 55.8% 26.3% 23.5% 2.9% 2.5% 35.7% 47.7% 1.3% 1.2% 94.5% 95.5% 1.2% 1.0% 8.0 8.0 0.2 0.2 73.0% 75.3% 2.5% 2.2% 9.4% 7.6% 1.4% 1.2% 0.1% 0.2% 0.1% 0.1% 80.0% 82.1% 7.0% 6.1% 37.9% 12.2% 1.3% 0.8% 42.0% 12.2% 3.4% 2.7% $108.67 $88.11 $3.96 $7.41 36.0% 32.8% 2.8% 1.8% 0.86 0.61 0.10 0.05 1.10 0.61 0.10 0.04 2.34 1.24 0.20 0.10 $26.14 $17.99 Continúa… 261 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención ...Continuación M‡s de 9 años de exposición Entre 6 y 9 años de exposición Entre 3 y 6 años de exposición Menos de 3 años de exposición Sin exposición registrada Hombres (1) Mujeres (2) Hombres (3) Mujeres (4) Hombres (5) Mujeres (6) Hombres (7) Mujeres (8) Hombres (9) Mujeres (10) $2.25 17.5% 3.6% 37.5% 10.0% 35.3% 4.1% 3.73 0.63 6.0% 1.9% 16.7% 5.5% 14.5% 2.9% 0.0% 0.0% 43.1% 4.3% 21.2% 3.6% 16.91 0.51 36.4% 6.9% 35.3% 9.2% 23.80 0.29 15.4% 3.6% 0.52 0.47 -0.02 0.30 7.4% 3.6% 3.7% 2.6% 33.9% 6.5% $1.68 1.0% 0.7% 100.0% 0.0% 4.7% 1.6% 2.67 1.21 0.0% 0.0% 11.1% 10.6% 18.9% 2.9% 1.8% 1.0% 50.3% 3.8% 31.8% 3.7% 18.11 0.29 13.8% 3.6% 15.6% 5.4% 23.63 0.24 13.8% 2.6% 0.94 0.35 0.14 0.21 1.1% 1.1% 6.8% 2.7% 8.0% 3.1% $2.60 18.4% 2.9% 23.5% 7.0% 36.2% 3.4% 3.10 0.56 1.1% 0.8% 4.5% 3.2% 12.8% 2.4% 1.3% 0.9% 43.8% 3.8% 32.6% 3.4% 17.57 0.32 40.0% 5.8% 34.1% 7.4% 24.93 0.59 16.8% 3.5% 0.70 0.28 0.18 0.19 18.1% 4.4% 13.7% 3.8% 37.8% 5.6% $1.13 2.3% 0.8% 12.5% 11.7% 7.0% 1.4% 2.00 0.61 0.6% 0.4% 0.0% 0.0% 16.0% 2.1% 2.1% 0.8% 51.2% 2.8% 39.4% 2.7% 17.32 0.22 15.7% 2.9% 11.1% 3.7% 24.18 0.27 18.6% 2.3% 0.33 0.21 0.27 0.15 1.2% 0.9% 3.0% 1.3% 3.6% 1.4% $3.66 20.5% 4.0% 26.1% 8.1% 42.0% 4.6% 3.84 0.98 3.6% 1.8% 12.8% 5.1% 9.5% 3.3% 1.1% 1.1% 52.7% 6.9% 43.8% 6.9% 16.84 0.33 31.5% 6.0% 36.1% 7.7% 24.47 0.40 17.5% 3.9% 0.51 0.45 0.00 0.35 5.8% 3.3% 7.5% 3.7% 26.4% 5.9% $1.44 2.3% 0.8% 14.3% 13.3% 10.2% 1.8% 0.74 0.22 0.0% 0.0% 3.2% 3.1% 18.7% 2.4% 3.6% 1.1% 70.3% 2.8% 57.1% 3.2% 16.47 0.18 9.6% 2.1% 6.3% 2.3% 24.62 0.33 21.8% 2.6% 0.01 0.21 0.06 0.20 2.5% 1.0% 3.5% 1.2% 9.8% 2.5% $3.57 23.8% 7.5% 40.0% 15.6% 40.5% 8.8% 2.75 1.00 2.4% 2.4% 5.9% 5.8% 7.9% 4.6% 0.0% 0.0% 52.4% 9.9% 47.6% 9.7% 17.25 0.33 20.0% 10.8% 36.4% 14.5% 25.79 0.78 14.8% 6.6% 0.00 0.90 -0.11 0.34 5.3% 5.2% 11.8% 7.9% 22.2% 9.4% $3.14 1.5% 1.1% 50.0% 35.5% 10.8% 3.1% 0.85 0.37 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 16.2% 3.5% 3.6% 1.8% 72.3% 6.7% 60.0% 5.9% 16.96 0.22 8.6% 3.0% 9.8% 4.5% 24.00 0.42 23.6% 4.4% -0.21 0.37 0.04 0.28 2.3% 1.6% 2.3% 1.5% 6.8% 2.7% $1.51 21.2% 2.4% 28.6% 5.5% 44.5% 3.3% 4.17 0.51 4.3% 1.0% 7.6% 2.1% 9.5% 1.6% 0.4% 0.4% 55.5% 3.5% 43.3% 3.2% 17.48 0.17 34.9% 3.7% 21.3% 3.9% 24.47 0.21 14.0% 2.3% 0.46 0.18 0.23 0.14 6.7% 2.0% 9.2% 2.1% 28.3% 3.4% $0.93 1.1% 0.4% 12.5% 11.7% 9.6% 1.1% 0.46 0.13 0.1% 0.1% 1.4% 1.4% 14.5% 1.5% 1.9% 0.6% 72.3% 2.0% 55.0% 2.3% 17.33 0.11 12.0% 1.5% 11.9% 1.9% 24.32 0.20 20.2% 1.7% 0.21 0.13 0.00 0.08 3.0% 0.8% 5.0% 1.1% 7.2% 1.2% 77.7% 76.7% 81.1% 82.9% 83.9% 78.5% 85.7% 80.0% 81.6% 81.8% Reportan conocimientos correctos sobre embarazo ^, ~, «, †, ÷, ¢, » 3.6% 3.2% 3.0% 2.0% 4.1% 2.7% 5.9% 4.0% 2.3% 1.6% 51.5% 70.3% 70.9% 69.7% 66.7% 66.9% 45.7% 64.4% 60.7% 68.7% Reportan conocimientos correctos sobre PAP ^,€,‡,~,«,+,÷,§,¢,#,∞,Ø 5.6% 3.7% 3.5% 2.6% 4.3% 2.8% 9.5% 4.8% 3.2% 2.1% 46.0% 69.9% 50.8% 79.2% 66.1% 79.9% 47.6% 77.7% 60.4% 79.7% 4.4% 5.7% 2.8% 3.5% 10.6% 2.6% 4.0% 5.9% 2.5% 2.2% 11.7% 2.1% 5.1% 7.4% 3.6% 2.8% 5.9% 1.8% 8.1% 4.3% 4.3% 3.8% 12.8% 3.7% 3.0% 4.3% 1.5% 1.5% 6.4% 1.3% Variable Fuma ^,€,‡,~,« Fuma en casa ^,#,∞,Ø Toma ^,€,‡,~,«,§,≠,∞,Ø Número de bebidas ‡,~,«,&,Ø,°,¥ Drogas ^,‡,«,† Problemas alcohol «,† Papá alcohólico ‡,~,« Mamá alcohólica ^,~,« Ha tenido rel sexuales ‡,~,«,§,&,≠,∞,Ø,°,¥ Sexualmente activo ^,€,‡,«,†,§,£,¢,#,&,≠,∞,Ø,°,¥ a los 21 años Edad primera relación ^,±,#,&,$,≠,∞,Ø Usó condón primera vez ^,€,‡,«,»,&,° Usó condón última vez ^,€,‡,~,«,± IMC ~,†,§,£,∞,Ø Sobrepeso «,≠,∞,Ø Expectativa de futuro (diferencia) ≠,∞,Ø Expectativa de futuro social (diferencia) Han robado ^,€,«,†,+,» Han destruido bienes ajenos €,«,†,§ Se han peleado ^,€,‡,«,&,¥ Reportan conocimientos correctos sobre efectos de alcohol # Seropositivo a VHS 2 €,&,$,¥ Incluye casados y en unión libre Valor p < 0.05 de 1 vs 2; ^ Valor p < 0.1 de 1 vs 2, € Valor p < 0.05 de 3 vs 4; € Valor p < 0.1 de 3 vs 4, ‡ Valor p < 0.05 de 5 vs 6; ‡ Valor p < 0.1 de 5 vs 6, ~ Valor p < 0.05 de 7 vs 8; ~ Valor p < 0.1 de 7 vs 8, « Valor p < 0.05 de 9 vs 10; « Valor p < 0.1 de 9 vs 10, † Valor p < 0.05 de 1 vs 3; † Valor p < 0.1 de 1 vs 3, + Valor p < 0.05 de 3 vs 5; + Valor p < 0.1 de 3 vs 5, ÷ Valor p < 0.05 de 5 vs 7; ÷ Valor p < 0.1 de 5 vs 7, † Valor p < 0.05 de 7 vs 9; † Valor p < 0.1 de 7 vs 9, § Valor p < 0.05 de 1 vs 9; § Valor p < 0.1 de 1 vs 9, ± Valor p < 0.05 de 5 vs 9; ± Valor p < 0.1 de 5 vs 9, £ Valor p < 0.05 de 1 vs 7; £ Valor p < 0.1 de 1 vs 7, ¢ Valor p < 0.05 de 1 vs 5; ¢ Valor p < 0.1 de 1 vs 5, » Valor p < 0.05 de 3 vs 7; » Valor p < 0.1 de 3 vs 7, # Valor p < 0.05 de 2 vs 4; # Valor p < 0.1 de 2 vs 4, & Valor p < 0.05 de 4 vs 6; & Valor p < 0.1 de 4 vs 6, $ Valor p < 0.05 de 6 vs 8; $ Valor p < 0.1 de 6 vs 8, Ł Valor p < 0.05 de 8 vs 10; Ł Valor p < 0.1 de 8 vs 10, ≠ Valor p < 0.05 de 2 vs 8; ≠ Valor p < 0.1 de 2 vs 8, ∞ Valor p < 0.05 de 2 vs 6; ∞ Valor p < 0.1 de 2 vs 6, Ø Valor p < 0.05 de 2 vs 10; Ø Valor p < 0.1 de 2 vs 10, ° Valor p < 0.05 de 4 vs 8; ° Valor p < 0.1 de 4 vs 8, ¥ Valor p < 0.05 de 4 vs 10; ¥ Valor p < 0.1 de 4 vs 10 a ^ 262 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 En el ámbito del consumo de sustancias adictivas, no se observan diferencias importantes entre los grupos de exposición al Programa, pero sí claras e importantes por sexo. En todos los casos, son los hombres los que reportan en mayor proporción fumar, con diferencias en el orden de magnitud (proporciones 10 veces mayores en los hombres en relación con las mujeres). Las diferencias en el consumo de alcohol entre hombres y mujeres son igualmente las más notables, sin que se observe una tendencia por tiempo de exposición al Programa. Los hombres informan hasta cuatro veces más ser consumidores de alcohol en relación con las mujeres, y de los que toman, informan entre dos y tres veces más bebidas en promedio que las mujeres. Los problemas por consumo de alcohol son mayores entre los del grupo de mayor exposición al Programa, y entre los hombres, en relación con las mujeres. Por lo que se refiere al abuso en el consumo de alcohol por parte de los padres, de acuerdo con las mujeres alrededor de 15% de los padres tienen problemas con el alcohol. Estas diferencias por sexo se presentan igualmente para el consumo alguna vez de drogas, en el cual se observa también una diferencia por nivel de exposición, con una proporción mayor entre el grupo de menor exposición. La proporción de los jóvenes que ya han tenido relaciones sexuales es claramente mayor entre los que tienen menos tiempo en el Programa, y con excepción del grupo de mayor exposición, es mayor entre las mujeres que en los hombres. Este resultado, como se mencionó para el grupo de menor edad, puede estar relacionado con el hecho que igualmente una mayor proporción reportan estar unidos, sin que sea claro cuál es el orden de estas decisiones (tener relaciones sexuales y unirse). Para este grupo de edad, la proporción de los que usaron condón en la primera relación sexual y en la relación sexual más reciente, es mayor entre el grupo con menor exposición al Programa. De forma consistente, los hombres utilizan entre dos y tres veces más frecuentemente condones en sus encuentros sexuales, en comparación con las mujeres. Aunque es posible que exista un sesgo de informe relacionado con el sexo, estos datos podrían reforzar la noción que las relaciones de las mujeres son con un grupo de hombres de edad mayor. Para este grupo de edad se mantiene la mayor seroprevalencia de VHS 2 entre mujeres, aunque para algunos grupos de exposición es menor la diferencia con los hombres. Se observa también una menor seroprevalencia en el grupo con mayor tiempo de exposición al Programa. El sobrepeso fue mayor entre el grupo con menor exposición al Programa en comparación con el grupo de mayor exposición (18.5 vs. 10.8% entre las mujeres), y mayor entre las mujeres de todos los grupos de exposición con excepción del de mayor exposición. Las expectativas de futuro son mayores en el terreno más cercano que en el más amplio (social), y sin diferencias por tiempo de exposición. En relación con el comportamiento violento, también para este grupo se observan proporciones elevadas (si bien deben tomarse con cautela por las limitaciones del indicador ya mencionadas), y sin relación con el tiempo de exposición. Finalmente, los conocimientos sobre temas de salud son nuevamente mayores en lo que se refiere a salud sexual entre las mujeres, y en este caso parece observarse una tendencia a una mayor proporción de respuestas correctas entre el grupo con menor tiempo de exposición al Programa. En el cuadro 3 se presentan las características y proporción de los que participan en comportamientos de riesgo para el grupo de 22 a 24 años. En este grupo de edad se pueden ya considerar adultos y en ellos se estarían observando comportamientos que con bastante probabilidad se establecieron en la adolescencia y/o juventud temprana. En términos de las características generales del grupo, éste es similar en patrones al grupo de edad menor. Como en el grupo de edad anterior, el porcentaje de los que informan estar casados o en unión libre (unidos) es significativamente mayor para el grupo de menor exposición, llegando a 47.7% entre las mujeres con menos tiempo en el Programa, comparado con 9.9% entre las mujeres en el grupo con mayor exposición. Por lo que se refiere a la asistencia alguna vez a la escuela, la proporción es similar en todos los grupos, de alrededor de 95%. El número de años de escolaridad es similar entre todos los grupos de exposición (ligeramente mayor en el grupo de menor exposición, ocho años en las mujeres comparados con 7.6% en el grupo de mayor exposición), aunque el porcentaje de los que han logrado el nivel adecuado a la edad es mayor entre los hombres en el grupo de Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención mayor exposición (77.3 vs. 73%), en tanto que el resultado es inverso en el caso de las mujeres (73.8 vs. 75.3%) si bien en una proporción menor. Por otra parte, la asistencia actual a la escuela es mayor en el grupo de menor exposición en relación con el de mayor exposición. Para este grupo de edad se mantiene el hecho de que la proporción de los que trabajan es mayor en el grupo de menor exposición, en tanto que para los que trabajan, el porcentaje de los que lo hacen en actividades agrícolas es mayor en el grupo de mayor exposición. El consumo de alimentos chatarra (de alta densidad energética) tiende a ser menor con la edad, y el porcentaje baja en este grupo de edad en relación con el anterior. No obstante, se observa una proporción de mayor consumo entre los participantes en el grupo de mayor exposición, y al igual que en los otros grupos de edad, una menor diferencia por sexo en la proporción de los que consumen. Las cantidades consumidas tienden a ser mayores entre las mujeres del grupo con más tiempo de participación en el Programa, sin diferencias entre los hombres. El consumo de refrescos, tanto en unidades como en gasto, es bastante homogéneo entre los grupos de exposición y mayor entre los hombres en relación con las mujeres. Por lo que se refiere a la proporción de los que informan fumar, para este grupo de edad, se observa una asociación con el tiempo de exposición, con un mayor porcentaje de fumadores entre el grupo con menor exposición (21.2% entre los hombres vs. 17.5% en el grupo de mayor exposición). Al igual que en el grupo de edad anterior, la diferencia entre hombres y mujeres fue de un orden de magnitud. Este es también el caso con la proporción del los que reportaron consumir bebidas alcohólicas, con una proporción mayor entre el grupo con menor tiempo en el Programa (44.5 vs. 35.3% para los hombres del grupo de menor y mayor exposición, respectivamente). De igual forma, el número de tragos fue mayor entre los que reportaron tomar del grupo de menor exposición, en relación con los de grupo de mayor exposición (4.17 vs. 3.73%, respectivamente, y entre los hombres). En todos los casos, el consumo fue mayor entre hombres en relación con las mujeres, al ser hasta casi nueve veces mayor entre los hombres. Los problemas con el alcohol fueron mayores entre el grupo con mayor exposición al Programa. Para el consumo alguna vez de drogas, el porcentaje fue mayor entre los hombres en el grupo con mayor exposición, en relación con el grupo de menor exposición. En todos los casos, fue casi inexistente para las mujeres. Por lo que se refiere a la actividad sexual, para este grupo en general alrededor de la mitad reportaron ya haber tenido relaciones sexuales; al comparar por sexo (ajustando por el truncamiento), fueron las mujeres las que reportaron en mayor proporción ser sexualmente activas. De igual forma, la proporción fue mayor en el grupo de menor exposición al Programa. Con una mayor proporción entre los hombres en relación con las mujeres, el uso de condón fue asimismo mayor en el grupo con mayor exposición al Programa, con una diferencia en el caso de los hombres en la relación sexual más reciente de 35.3 vs. 21.3%. Es también claro que existe un patrón con la edad, ya que este grupo informa un menor uso en relación con los más jóvenes. La seroprevalencia de VHS 2 se mantiene mayor entre mujeres, pero en este caso ya no se observa una tendencia clara en relación con el tiempo de exposición al Programa. Por lo que se refiere a las expectativas de futuro, éstas son también mayores cuando la referencia es el contexto inmediato que cuando se toma como punto de referencia a la sociedad; no se observaron tendencias por tiempo de exposición. La participación en actividades antisociales (proxy para violencia), es menor para este grupo de edad que en los más jóvenes, y sin relación con el tiempo de exposición. Se mantiene una fuerte diferencia por sexo, en la que los hombres tienen una mucho mayor participación en estas conductas. Por lo que se refiere a los conocimientos sobre temas de salud, los datos muestran una tendencia a más conocimientos en los individuos con menor tiempo de exposición, y nuevamente mayor nivel entre las mujeres para los temas de salud sexual. Finalmente, el porcentaje de sobrepeso (mayor entre las mujeres en relación con los hombres) fue mayor entre las del grupo de menor exposición en relación con el de mayor exposición (20.2 vs. 13.8%), sin diferencias por exposición entre los hombres. 263 264 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Comportamientos de riesgo y asociación con tiempo en el Programa En el cuadro 4 se presentan los resultados de los modelos que estiman la asociación entre los comportamientos de riesgo y el tiempo de exposición al Programa. Adicional a las categorías de exposición, los modelos incluyeron si el individuo era jefe de hogar o pareja del jefe de hogar, la región socioeconómica, el grado de marginación de la localidad, el grupo de edad y si el hogar era indígena (definido por el hogar). Las asociaciones se estimaron mediante modelos probit multivariados ajustados por el hecho de que los individuos estaban agrupados en localidades. Según se observa, no se encontró asociación entre el tiempo en el Programa y el consumo de tabaco (lo que podría en parte explicarse por el limitado número de casos). Como se esperaba, se encontró un efecto en la edad (a mayor edad, mayor consumo) y del sexo (menor probabilidad de fumar para las mujeres). Asimismo, se observó que las regiones socioeconómicas explican en parte las diferencias en la probabilidad de fumar. La probabilidad de tomar sí se encontró significativamente asociada de forma inversa con el nivel de exposición; el coeficiente positivo para la menor exposición al Programa sugiere un mayor consumo en este grupo. Igualmente, los coeficientes de edad y sexo resultaron significativos (menor consumo para mujeres y mayor por edad). Los individuos de hogares indígenas tienen una probabilidad menor de tomar, y ésta es mayor para los de localidades de alta marginación, en relación con los de muy alta marginación. Igualmente, las regiones socioeconómicas explican una parte de la probabilidad de tomar. El modelo para el consumo de drogas también puede estar afectado por el bajo número de casos. Los resultados sugieren una menor probabilidad para mujeres, y para el grupo de exposición media al Programa. El consumo es asimismo mayor con la edad. Por lo que se refiere a la probabilidad de haber tenido ya relaciones sexuales, está inversamente relacionada con el tiempo de exposición de forma clara (todos los coeficientes de los grupos de exposición son significativos al 95% cuando se utiliza el porcentaje corregido por truncamiento), es mayor para las mujeres, y se incrementa con la edad. En el caso del uso de condón, no se observó asociación por tiempo de exposición, pero sí una menor probabilidad para las mujeres, y para el grupo de mayor edad, en relación con los de menor edad. Asimismo, se observó una mayor probabilidad de uso entre los que residen en localidades de menor marginación en relación con los de muy alta marginación. El sobrepeso se asoció inversamente al tiempo de exposición en el Programa de forma significativa, siendo asimismo mayor entre las mujeres. Por lo que se refiere a la probabilidad de embarazo, se observa que es mayor entre los grupos con menos tiempo en el Programa, lo que estaría asociado con un efecto positivo de Oportunidades para interrupción de transmisión de pobreza, al disminuir la probabilidad de madres adolescentes. También se observa, como se esperaría, que la probabilidad se incrementa con la edad. La probabilidad de seropositividad al VHS 2 es claramente mayor entre mujeres, y se observa un incremento relacionado con el tiempo de exposición, sin ser éste contundente. La seropostividad se comporta como se esperaría con la edad, incrementándose para los grupos mayores. Finalmente, para los conocimientos no se observa asociación alguna con el tiempo de exposición al Programa, lo que sugiere que la utilidad de los talleres al menos en los temas indagados es limitada. 265 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Fuma Toma Drogas Sex activo Sex activo aju Condón última Condón primera Sobrepeso Embarazo VHS 2 Conocimientos -0.909 -0.636 -0.575 0.177 0.205 -0.860 -0.954 0.205 -0.227 0.283 0.238 0.042 0.031 0.070 0.033 0.038 0.071 0.057 0.037 0.445 0.075 0.017 -0.030 0.019 -0.148 -0.022 0.079 0.020 0.085 0.090 -0.085 0.212 0.022 0.055 0.048 0.115 0.053 0.067 0.125 0.085 0.056 0.122 0.107 0.034 3 a 6 años en Oportunidades 0.056 0.058 -0.214 0.131 0.259 -0.140 0.020 0.251 0.298 0.065 -0.043 0.065 0.053 0.119 0.056 0.069 0.130 0.090 0.052 0.130 0.137 0.046 0 a 3 años en Oportunidades -0.028 -0.035 -0.220 0.171 0.353 -0.028 -0.151 0.033 0.251 0.326 -0.050 Variable Error estándar Sexo (mujer=1) 6 a 9 años en Oportunidades 0 años en Oportunidades Jefe de hogar = 1 Esposa de jefe = 1 Región SE = 2 Región SE = 3 Región SE = 4 0.078 0.081 0.169 0.081 0.086 0.166 0.111 0.094 0.145 0.138 0.044 0.064 0.113 -0.033 0.451 0.509 -0.171 -0.118 0.210 0.299 0.086 0.013 0.056 0.047 0.104 0.050 0.062 0.113 0.073 0.049 0.107 0.102 0.028 0.288 0.472 0.553 0.269 0.120 -0.053 0.485 0.600 -0.176 0.301 0.281 0.289 0.247 0.412 0.355 0.323 0.344 0.208 -0.197 -0.462 -0.003 1.068 0.704 -0.110 -0.187 0.300 0.807 -0.414 0.073 0.213 0.144 0.350 0.153 0.117 0.221 0.188 0.117 0.392 0.227 0.080 0.189 0.175 0.019 -0.101 -0.081 0.010 0.083 0.082 -0.111 -0.460 -0.036 0.055 0.056 0.085 0.051 0.059 0.082 0.068 0.049 0.082 0.071 0.035 0.441 0.602 0.080 0.010 -0.328 -0.121 -0.107 0.278 -0.395 -0.109 -0.226 0.082 0.069 0.110 0.070 0.090 0.117 0.087 0.070 0.122 0.144 0.046 0.234 0.435 0.031 0.083 -0.047 -0.152 -0.010 0.181 -0.224 -0.215 -0.166 0.220 0.114 0.088 0.211 0.104 0.125 0.170 0.157 0.090 0.176 Región SE =6 0.326 0.510 0.893 0.356 0.353 -0.466 -0.474 0.280 -0.329 0.158 0.190 0.192 0.202 0.203 0.589 0.235 0.186 0.399 Marginación alta -0.020 0.169 0.049 -0.165 -0.069 0.285 0.468 0.132 -0.094 0.058 0.058 0.109 0.050 0.064 0.105 0.085 0.051 Marginación media -0.146 -0.016 -0.306 -0.486 -0.340 0.285 0.753 0.118 0.125 0.117 0.184 0.168 0.181 0.179 0.151 0.154 Marginación baja -0.056 0.047 -0.084 0.216 1.212 0.187 0.218 0.265 0.198 0.188 0.238 0.354 0.437 0.406 0.448 0.292 1.038 1.199 -0.096 0.043 0.033 0.081 0.030 0.033 0.391 0.441 0.308 1.428 0.052 0.035 0.087 -0.029 -0.188 0.052 0.049 -1.527 0.095 18 a 21 años 22 a 25 años Hogar indígena Constante 0.053 -0.418 0.141 -0.126 0.411 0.093 0.076 0.043 -0.114 -0.026 0.615 0.191 0.201 0.065 0.262 0.576 0.545 0.216 0.508 0.649 0.232 -0.105 0.021 0.417 0.312 0.132 0.080 0.061 0.035 0.078 0.076 0.019 1.617 -0.399 -0.398 0.072 0.864 0.411 0.085 0.035 0.038 0.086 0.065 0.043 0.085 0.078 0.027 0.085 0.022 0.030 -0.124 -0.060 -0.066 -0.161 0.013 -0.110 0.090 0.044 0.051 0.094 0.077 0.048 0.084 0.082 0.037 -1.256 -2.220 -1.362 -2.064 -0.132 -0.218 -1.481 0.876 -1.877 1.586 0.087 0.124 0.068 0.102 0.166 0.117 0.075 0.468 0.120 0.050 En cursivas se reportan los coeficientes significativos a 90% y en negritas los que lo son a 95% Cuadro 4 Asociación entre tiempo de participación en Oportunidades y comportamientos de riesgo (modelos probit multivariados) 266 Cuadro 5 Efecto de comportamientos de riesgo en la probabilidad de estar actualmente estudiando Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Ha tenido relaciones sexuales Edad Hombres Mujeres Ambos -0.422 (0.222) -0.076 (0.05) 0.031 (0.194) -0.161 (0.034) 0.271 (0.384) -0.144 (0.279) -0.031 (0.331) -0.272 (0.523) 0.132 (0.184) 0.937 (0.254) 0.15 (0.178) 0.301 (0.172) 0.439 (0.301) 0.365 (0.184) 0.463 (0.129) -0.312 (0.854) -0.12 (0.154) -0.09 (0.048) 0.21 (0.291) 0.15 (0.34) -0.515 (0.5) 0.179 (0.159) 0.249 (0.185) 0.362 (0.185) 0.178 (0.199) 0.351 (0.26) 0.416 (0.182) 0.209 (0.149) 0.903 (0.64) -0.083 (0.133) -0.16 (0.033) 0.096 (0.379) -0.143 (0.273) -0.045 (0.323) -0.26 (0.519) 0.132 (0.185) 0.937 (0.29) 0.129 (0.179) 0.297 (0.176) 0.353 (0.307) 0.344 (0.183) 0.456 (0.133) -0.078 (0.833) -0.136 (0.16) 0.484 (0.199) -0.33 (0.269) -0.106 (0.05) 0.187 (0.291) 0.117 (0.341) -0.53 (0.504) 0.191 (0.158) 0.305 (0.191) 0.365 (0.186) 0.172 (0.199) 0.272 (0.251) 0.409 (0.182) 0.217 (0.15) 0.931 (0.62) -0.016 (0.152) -0.11 (0.253) 0.145 (0.338) -0.159 (0.033) -0.22 (0.158) -0.12 (0.027) 0.129 (0.087) -0.546 (0.342) 0.017 (0.228) 0.011 (0.273) -0.48 (0.451) 0.149 (0.122) 0.485 (0.153) 0.275 (0.135) 0.227 (0.141) 0.381 (0.184) 0.384 (0.134) 0.302 (0.104) 0.296 (0.463) -0.098 (0.096) -0.124 (0.027) 0.135 (0.087) -0.691 (0.307) 0.011 (0.224) -0.001 (0.269) -0.468 (0.451) 0.148 (0.121) 0.511 (0.143) 0.27 (0.136) 0.222 (0.142) 0.313 (0.187) 0.373 (0.136) 0.297 (0.105) 0.383 (0.461) -0.094 (0.116) 0.196 (0.155) -0.098 (0.208) -0.127 (0.028) 0.123 (0.098) Mujer = 1 Unido = 1 Región SE = 2 Región SE = 3 Región SE = 4 Marginación alta Marginación media o baja 6 a 9 años en Oportunidades 3 a 6 años en Oportunidades 0 a 3 años en Oportunidades 0 años en Oportunidades Hogar indígena Constante Sobrepeso Edad Mujer = 1 Unido = 1 Región SE = 2 Región SE = 3 Región SE = 4 Marginación alta Marginación media o baja 6 a 9 años en Oportunidades 3 a 6 años en Oportunidades 0 a 3 años en Oportunidades 0 años en Oportunidades Hogar indígena Constante Fuma = 1 Toma =1 Fuma y toma Edad Mujer = 1 Continúa… 267 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención ...Continuación Hombres Unido = 1 Región SE = 2 Región SE = 3 Región SE = 4 Marginación alta Marginación media o baja 6 a 9 años en Oportunidades 3 a 6 años en Oportunidades 0 a 3 años en Oportunidades 0 años en Oportunidades Hogar indígena 0.056 (0.371) -0.13 (0.28) -0.057 (0.332) -0.264 (0.521) 0.133 (0.181) 0.956 (0.312) 0.137 (0.177) 0.272 (0.176) 0.409 (0.306) 0.332 (0.187) 0.459 (0.138) Constante Mujeres 0.21 (0.293) 0.141 (0.344) -0.516 (0.503) 0.183 (0.16) 0.289 (0.187) 0.363 (0.187) 0.179 (0.2) 0.342 (0.259) 0.411 (0.181) 0.202 (0.148) 0.896 (0.62) Ambos -0.714 (0.302) 0.046 (0.228) 0.021 (0.272) -0.426 (0.441) 0.155 (0.122) 0.525 (0.134) 0.271 (0.135) 0.309 (0.119) 0.286 (0.104) 0.385 (0.472) En cursivas se reportan los coeficientes significativos a 90% y en negritas los que lo son a 95% Ha tenido relaciones sexuales Edad Hombres Mujeres Ambos 0.205 (0.078) 0.004 (0.02) 0.044 (0.092) 0.008 (0.015) 0.106 (0.167) -0.188 (0.118) -0.39 (0.15) -0.203 (0.153) 0.14 (0.09) 0.27 (0.333) -0.03 (0.088) -0.04 (0.1) 0.123 (0.137) -0.105 (0.089) 0.33 (0.083) 0.487 (0.36) -0.093 (0.093) 0.031 (0.019) 0.397 (0.095) 0.002 (0.114) -0.32 (0.13) -0.195 (0.149) 0.04 (0.075) 0.1 (0.197) 0.187 (0.078) 0.032 (0.094) 0.125 (0.121) 0.075 (0.084) 0.27 (0.068) 0.242 (0.276) -0.111 (0.062) 0.014 (0.015) 0.223 (0.175) -0.19 (0.122) 0.417 (0.084) -0.004 (0.117) 0.136 (0.062) 0.006 (0.011) -0.01 (0.038) 0.281 (0.086) -0.077 (0.098) -0.35 (0.113) -0.201 (0.133) 0.083 (0.067) 0.18 (0.148) 0.086 (0.064) -0.003 (0.081) 0.118 (0.101) -0.004 (0.068) 0.294 (0.061) 0.356 (0.219) -0.105 (0.051) 0.02 (0.011) -0.02 (0.037) 0.369 (0.085) -0.081 (0.1) Mujer = 1 Unido = 1 Región SE = 2 Región SE = 3 Región SE = 4 Marginación alta Marginación media o baja 6 a 9 años en Oportunidades 3 a 6 años en Oportunidades 0 a 3 años en Oportunidades 0 años en Oportunidades Hogar indígena Constante Sobrepeso Edad Mujer = 1 Unido = 1 Región SE = 2 Cuadro 6 Efecto de comportamientos de riesgo en la probabilidad de tener el número adecuado de años de escolaridad Continúa… 268 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 ...Continuación Región SE = 3 Región SE = 4 Marginación alta Marginación media o baja 6 a 9 años en Oportunidades 3 a 6 años en Oportunidades 0 a 3 años en Oportunidades 0 años en Oportunidades Hogar indígena Constante Fuma = 1 Toma =1 Fuma y toma Edad Hombres Mujeres Ambos -0.406 (0.155) -0.172 (0.148) 0.154 (0.093) 0.358 (0.297) -0.025 (0.085) -0.038 (0.104) 0.124 (0.138) -0.108 (0.09) 0.346 (0.084) 0.088 (0.358) 0.033 (0.067) 0.109 (0.124) -0.006 (0.133) 0.017 (0.019) -0.315 (0.132) -0.19 (0.15) 0.042 (0.075) 0.169 (0.18) 0.193 (0.079) 0.029 (0.096) 0.126 (0.122) 0.07 (0.086) 0.289 (0.069) 0.181 (0.273) 0.087 (0.071) 0.05 (0.113) -0.109 (0.146) 0.009 (0.015) 0.204 (0.169) -0.194 (0.119) -0.425 (0.153) -0.217 (0.153) 0.148 (0.092) 0.39 (0.282) -0.017 (0.085) -0.053 (0.102) 0.13 (0.137) -0.124 (0.088) 0.337 (0.083) 0.27 (0.348) 0.422 (0.083) -0.003 (0.113) -0.328 (0.131) -0.192 (0.15) 0.04 (0.076) 0.181 (0.175) 0.183 (0.079) 0.034 (0.094) 0.118 (0.121) 0.066 (0.085) 0.284 (0.068) 0.22 (0.275) -0.356 (0.116) -0.186 (0.13) 0.092 (0.069) 0.252 (0.126) 0.092 (0.065) -0.004 (0.083) 0.118 (0.104) -0.009 (0.068) 0.313 (0.063) 0.16 (0.217) 0.05 (0.051) 0.073 (0.085) -0.023 (0.095) 0.011 (0.011) 0.001 (0.04) 0.379 (0.083) -0.076 (0.096) -0.371 (0.116) -0.205 (0.139) 0.083 (0.067) 0.272 (0.111) Mujer = 1 Unido Región SE = 2 Región SE = 3 Región SE = 4 Marginación alta Marginación media o baja 6 a 9 años en Oportunidades 3 a 6 años en Oportunidades 0 a 3 años en Oportunidades 0 años en Oportunidades Hogar indígena Constante En cursivas se reportan los coeficientes significativos a 90% y en negritas los que lo son a 95% 0.089 (0.064) 0.004 (0.064) 0.308 (0.061) 0.257 (0.214) 269 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Ha tenido relaciones sexuales Edad Hombres Mujeres Ambos -0.111 (0.082) 0 (0.02) 0.03 (0.119) 0.009 (0.018) -0.185 (0.166) 0.11 (0.111) 0.119 (0.154) 0.199 (0.212) -0.144 (0.082) -0.516 (0.256) -0.063 (0.086) 0.056 (0.095) -0.185 (0.13) 0.001 (0.095) -0.233 (0.072) -0.217 (0.347) 0.15 (0.086) -0.017 (0.018) -1.023 (0.16) -0.427 (0.123) -0.135 (0.135) 0.108 (0.146) 0.146 (0.106) 0.179 (0.176) -0.008 (0.086) 0.111 (0.129) -0.245 (0.144) 0.008 (0.091) -0.2 (0.094) -0.819 (0.326) 0.009 (0.067) 0.011 (0.017) -0.26 (0.173) 0.12 (0.115) 0.133 (0.16) 0.18 (0.234) -0.157 (0.084) -0.469 (0.232) -0.074 (0.088) 0.043 (0.097) -0.171 (0.131) -0.015 (0.094) -0.254 (0.072) 0.05 (0.33) -0.1 (0.061) -0.024 (0.119) -0.073 (0.127) 0.002 (0.018) -0.977 (0.143) -0.413 (0.122) -0.126 (0.134) 0.128 (0.149) 0.148 (0.108) 0.217 (0.18) -0.011 (0.086) 0.111 (0.128) -0.227 (0.145) 0.011 (0.093) -0.185 (0.094) -0.871 (0.318) 0.097 (0.079) 0.232 (0.104) -0.189 (0.158) 0.004 (0.017) -0.085 (0.07) 0.009 (0.013) -0.617 (0.046) -0.625 (0.103) -0.14 (0.095) 0.013 (0.113) 0.197 (0.121) -0.021 (0.066) -0.206 (0.173) -0.034 (0.063) 0.079 (0.091) -0.187 (0.099) -0.002 (0.071) -0.216 (0.061) -0.273 (0.231) 0.071 (0.051) 0.001 (0.012) -0.609 (0.047) -0.676 (0.106) -0.127 (0.097) 0.029 (0.115) 0.204 (0.127) -0.03 (0.067) -0.161 (0.15) -0.042 (0.064) 0.075 (0.092) -0.17 (0.099) -0.006 (0.071) -0.222 (0.062) -0.169 (0.221) 0 (0.05) 0.116 (0.086) -0.19 (0.1) 0.004 (0.012) Mujer = 1 Unido = 1 Región SE = 2 Región SE = 3 Región SE = 4 Marginación alta Marginación media o baja 6 a 9 años en Oportunidades 3 a 6 años en Oportunidades 0 a 3 años en Oportunidades 0 años en Oportunidades Hogar indígena Constante Sobrepeso Edad Mujer = 1 Unido = 1 Región SE = 2 Región SE = 3 Región SE = 4 Marginación alta Marginación media o baja 6 a 9 años en Oportunidades 3 a 6 años en Oportunidades 0 a 3 años en Oportunidades 0 años en Oportunidades Hogar indígena Constante Fuma = 1 Toma =1 Fuma y toma Edad Cuadro 7 Efecto de comportamientos de riesgo en la probabilidad de trabajar Continúa… 270 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 ...Continuación Hombres Mujeres Mujer = 1 Unido = 1 Región SE = 2 Región SE = 3 Región SE = 4 Marginación alta Marginación media o baja 6 a 9 años en Oportunidades 3 a 6 años en Oportunidades 0 a 3 años en Oportunidades 0 años en Oportunidades Hogar indígena Constante -0.234 (0.169) 0.136 (0.112) 0.168 (0.157) 0.237 (0.211) -0.143 (0.082) -0.495 (0.249) -0.078 (0.085) 0.059 (0.096) -0.169 (0.13) 0.011 (0.095) -0.258 (0.072) -0.206 (0.321) -0.991 (0.142) -0.431 (0.123) -0.148 (0.134) 0.126 (0.147) 0.129 (0.106) 0.2 (0.175) 0.005 (0.086) 0.1 (0.124) -0.242 (0.147) 0.01 (0.09) -0.174 (0.092) -0.759 (0.316) Ambos -0.625 (0.05) -0.694 (0.103) -0.144 (0.097) 0.029 (0.116) 0.195 (0.124) -0.022 (0.068) -0.185 (0.167) -0.037 (0.063) 0.011 (0.069) -0.216 (0.06) -0.191 (0.214) En cursivas se reportan los coeficientes significativos a 90% y en negritas los que lo son a 95% Cuadro 8 Efecto de comportamientos de riesgo en la probabilidad de tener un trabajo agrícola Ha tenido relaciones sexuales Edad Hombres Mujeres Ambos -0.219 (0.146) 0.033 (0.038) 0.428 (0.234) -0.055 (0.044) 0.312 (0.278) -0.371 (0.281) -0.375 (0.323) -1.066 (0.373) 0.128 (0.194) 0.114 (0.166) -0.284 (0.205) -0.094 (0.257) -0.113 (0.211) 0.191 (0.162) -0.228 (0.707) -0.101 (0.138) 0.02 (0.038) -0.039 (0.486) -0.835 (0.325) -0.427 (0.399) -1.283 (0.439) 0.259 (0.291) -0.109 (0.219) -0.312 (0.256) -0.037 (0.443) -0.576 (0.246) 0.283 (0.23) 0.452 (0.844) -0.016 (0.162) -0.043 (0.047) 0.142 (0.285) 0.226 (0.458) -0.048 (0.135) -0.002 (0.027) -1.076 (0.106) 0.297 (0.249) -0.569 (0.24) -0.438 (0.296) -1.194 (0.316) 0.133 (0.171) 0.025 (0.138) -0.289 (0.163) -0.077 (0.233) -0.248 (0.169) 0.227 (0.14) 0.544 (0.511) -0.067 (0.099) -0.004 (0.027) -1.06 (0.108) 0.212 (0.249) Mujer = 1 Unido = 1 Región SE = 2 Región SE = 3 Región SE = 4 Marginación alta 6 a 9 años en Oportunidades 3 a 6 años en Oportunidades 0 a 3 años en Oportunidades 0 años en Oportunidades Hogar indígena Constante Sobrepeso Edad Mujer = 1 Unido = 1 Continúa… 271 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención ...Continuación Región SE = 2 Región SE = 3 Región SE = 4 Marginación alta 6 a 9 años en Oportunidades 3 a 6 años en Oportunidades 0 a 3 años en Oportunidades 0 años en Oportunidades Hogar indígena Constante Fuma = 1 Toma =1 Fuma y toma Edad Hombres Mujeres Ambos -0.385 (0.285) -0.393 (0.327) -1.149 (0.396) 0.114 (0.198) 0.122 (0.168) -0.306 (0.207) -0.149 (0.258) -0.114 (0.21) 0.174 (0.158) -0.006 (0.71) -0.237 (0.126) -0.093 (0.18) 0.083 (0.21) 0.037 (0.038) -0.884 (0.335) -0.448 (0.409) -1.294 (0.449) 0.178 (0.303) -0.059 (0.215) -0.25 (0.256) 0.116 (0.492) -0.494 (0.249) 0.308 (0.231) 0.342 (0.893) 0.15 (0.221) 0.295 (0.212) -0.575 (0.349) -0.042 (0.046) 0.199 (0.276) -0.397 (0.275) -0.393 (0.316) -1.08 (0.369) 0.139 (0.194) 0.097 (0.165) -0.271 (0.203) -0.144 (0.25) -0.093 (0.21) 0.14 (0.159) -0.179 (0.69) 0.204 (0.459) -0.873 (0.327) -0.439 (0.397) -1.285 (0.432) 0.199 (0.293) -0.024 (0.218) -0.262 (0.263) 0.167 (0.501) -0.508 (0.25) 0.359 (0.231) 0.217 (0.876) -0.588 (0.242) -0.437 (0.298) -1.241 (0.337) 0.112 (0.173) 0.042 (0.136) -0.289 (0.163) -0.087 (0.237) -0.228 (0.168) 0.222 (0.137) 0.597 (0.522) -0.141 (0.118) 0.042 (0.14) -0.096 (0.18) 0.006 (0.028) -1.136 (0.11) 0.265 (0.239) -0.569 (0.237) -0.412 (0.294) -1.159 (0.309) 0.136 (0.172) Mujer = 1 Unido = 1 Región SE = 2 Región SE = 3 Región SE = 4 Marginación alta 6 a 9 años en Oportunidades 3 a 6 años en Oportunidades 0 a 3 años en Oportunidades 0 años en Oportunidades Hogar indígena Constante En cursivas se reportan los coeficientes significativos a 90% y en negritas los que lo son a 95% 0.028 (0.137) -0.225 (0.147) 0.21 (0.141) 0.458 (0.523) 272 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Cuadro 9 Efecto de comportamientos de riesgo en la probabilidad de sobrepeso Fumaba Consumió alimentos vacíos Tomaba Gasto en refrescos Edad Unido = 1 Mujer = 1 Región SE = 2 Región SE = 3 Región SE = 4 Marginación alta Marginación media o baja 6 a 9 años en Oportunidades 3 a 6 años en Oportunidades 0 a 3 años en Oportunidades 0 años en Oportunidades Hogar indígena Constante -0.005 (0.128) -0.079 (0.111) -0.069 (0.153) -0.001 (0.004) 0.004 (0.037) 0.583 (0.146) -0.146 (0.129) -0.333 (0.239) -0.224 (0.268) -0.418 (0.413) 0.27 (0.148) 0.114 (0.455) 0.247 (0.158) 0.314 (0.153) 0.073 (0.235) 0.333 (0.155) -0.151 (0.136) -1.088 (0.646) En cursivas se reportan los coeficientes significativos a 90% y en negritas los que lo son a 95% Efecto de los comportamientos en indicadores de educación, laborales y de salud En los cuadros 5 a 9 se presentan los resultados de los modelos que estiman la relación entre los comportamientos de riesgo de los adolescentes y jóvenes en 2003 y sus resultados en las variables de bienestar en 2007. En todos los modelos se controla por el hecho de estar unido, la región socioeconómica, el nivel de marginación de la localidad y si el hogar es indígena. Asimismo, se estimó cada modelo para hombres, mujeres y los dos sexos juntos. El cuadro 5 presenta las estimaciones para la probabilidad de estar en 2007 en la escuela (al momento de la encuesta), en función de haber sido sexualmente activo(a), tener sobrepeso, y haber consumido tabaco y/o alcohol en 2003. Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Ser sexualmente activo en 2003 tiene un efecto (significativo a 90%) en la probabilidad de estar en la escuela para los hombres, pero no para las mujeres. Para las mujeres, a mayor edad la probabilidad de continuar en la escuela es menor, en tanto que para los hombres esta probabilidad es mayor entre los indígenas. Igualmente, los resultados sugieren un efecto inverso en relación con el tiempo de exposición a Oportunidades en el modelo con ambos sexos. En el modelo con sobrepeso, no se observó un efecto de éste en la probabilidad de estar en la escuela, y se observa igualmente el efecto de la edad, así como una menor probabilidad para los unidos y mayor para los de hogares indígenas. En el caso de los hombres, tomar en 2003 parece estar asociado positivamente con estar en la escuela en 2007, sin efecto para las mujeres, ni para el consumo de tabaco. En este modelo, igualmente estar unido disminuye la probabilidad de estar en la escuela y provenir de un hogar indígena la incrementa. Por lo que se refiere a la probabilidad de éxito educativo (cuadro 6), ser sexualmente activo en 2003, estar unido y provenir de un hogar indígena incrementan la probabilidad de tener la escolaridad adecuada a la edad. Asimismo, el sobrepeso en 2003 tuvo un efecto negativo en la probabilidad de éxito educativo para 2007, sin que se observen efectos por el consumo de tabaco y/o alcohol. Un modelo que no se presenta por el limitado número de observaciones es sobre el uso de condón en la relación sexual más reciente en 2003, que se encontró positivamente asociado con el éxito educativo. Por lo que se refiere a la probabilidad de trabajar (cuadro 7), ésta es menor entre las mujeres, los individuos unidos y los indígenas. No se observan efectos por haber sido sexualmente activo en 2003, pero sí un efecto positivo entre los hombres con sobrepeso. Entre las mujeres, se observa un efecto positivo de haber tomado bebidas alcohólicas en 2003 en la probabilidad de trabajar, en tanto que en el modelo con ambos sexos, mostró un efecto negativo (significativo al 90%) de fumar y beber en la probabilidad de trabajar. El trabajo agrícola es menor entre las mujeres y entre los hombres que fumaron en 2003. No se observaron diferencias por haber sido sexualmente activos en 2003, ni por tener sobrepeso en 2003. Finalmente, para la probabilidad de sobrepeso en 2007, no se observaron efectos de los comportamientos en 2003, sólo se encontró una mayor probabilidad entre los individuos unidos. III. Discusión El análisis sobre la asociación entre el tiempo de participación en el Programa y los comportamientos de riesgo en 2007 sugiere que Oportunidades ha tenido un papel importante en retrasar las uniones entre los adolescentes y jóvenes, lo que parece reflejarse en un mayor éxito educativo, que apunta hacia los objetivos de largo plazo del Programa. A mayor tiempo en el Programa, los adolescentes y jóvenes retrasan igualmente el inicio de su vida sexual (lo que evidentemente puede estar directamente relacionado con las uniones), lo que también contribuye a mejores resultados escolares al disminuir la probabilidad de embarazos adolescentes. Este resultado positivo del Programa se refleja también en una menor probabilidad de seropositividad al VHS 2. Asimismo, sin que sea del todo claro el mecanismo por la falta de evidencia en diferencias en el consumo de alimentos con alta densidad energética, se observó una asociación entre el tiempo en el Programa y una menor probabilidad de sobrepeso, lo que significa adultos más saludables, que podrán igualmente obtener mejores ingresos. Al analizar los resultados del efecto de los comportamientos en resultados en el mediano plazo en indicadores de bienestar, se observó que el sobrepeso es un factor negativo en el éxito escolar, lo que refuerza el valor del logro del Programa en disminuir la probabilidad de sobrepeso. El consumo de alimentos con calorías vacías sigue siendo una enorme prioridad de salud, que se evidencia con el importante porcentaje de adolescentes y jóvenes que presenta ya problemas de sobrepeso y obesidad. La oferta de alimentos de alta densidad energética sigue siendo elevada y sin desincentivos en términos de políticas. Además, y de acuerdo con los datos reportados, un importante porcentaje de los adolescentes y jóvenes de hogares beneficiarios de Oportunidades (y de hecho, becarios ellos mismos del Programa) reportan estar participando en comportamientos que ponen en riesgo su bienestar futuro. Aunque se observaron tendencias que sugieren que 273 274 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 estos comportamientos son menores entre los individuos en hogares que con mayor tiempo en el Programa, esto no ocurre en todos los casos, lo que podría estar comprometiendo la capacidad del Programa de incrementar el capital humano en este grupo de edad. Es también evidente que se presentan importantes asimetrías de género en relación con el riesgo. Ante una mayor probabilidad de haber tenido ya relaciones sexuales para las mujeres, se conjunta una menor probabilidad de haber usado condón en la primera y en la más reciente relación sexual. Esta importante incidencia de relaciones sexuales no protegidas sigue siendo una llamada de atención para las estrategias de prevención de embarazos adolescentes e infecciones de transmisión sexual, como el VHS 2, que como se presentó en los resultados es mayor entre las mujeres. Tal como acordó el gobierno mexicano en la Declaración Ministerial para Prevenir el VIH con Educación, son necesarias acciones claras para fortalecer las acciones de educación integral en sexualidad que permitan proveer a los adolescentes y jóvenes de las herramientas necesarias para una sexualidad responsable. Por otra parte, los resultados indican que el nivel de conocimientos sobre temas de salud es todavía limitado, y no parece notarse una diferencia por el Programa, a pesar de los talleres de autocuidado a la salud. Aunque las cifras sobre consumo de tabaco y alcohol siguen mostrando una tendencia a incrementarse con la edad, los niveles de consumo reportados son menores a los observados para tabaco, alcohol y drogas en la Encuesta Nacional de Adicciones 2002,26 lo que indica la presencia de una tendencia a la baja en la población, a la vez que al tratarse de una población de recursos limitados se esperaba un consumo menor de bienes que requieren recursos. El consumo de tabaco y alcohol parecen disminuir la probabilidad de trabajar en el mediano plazo, aunque se observó un efecto positivo del consumo de alcohol en esta probabilidad entre las mujeres. Es importante, por otro lado, reforzar las estrategias de prevención diferenciales por género, que busquen contener el consumo de sustancias adictivas entre mujeres en el bajo porcentaje que aún se observa. Otros estudios han encontrado que el mayor incremento reciente se presenta entre las mujeres, con una tendencia a imitar a los hombres. Los resultados que se presentan sugieren que existe de hecho una relación inversa entre los comportamientos de riesgo y el tiempo en el Programa, como se planteó en las hipótesis del documento. Esto indica que existen mecanismos a través de los cuales el Programa permite prevenir la aparición de este tipo de comportamientos, lo que contribuye al logro del fin de Oportunidades, al cuidar la inversión realizada en capital humano. Por otra parte, los datos sobre el papel de los comportamientos en desempeño escolar e inserción en el mercado laboral son menos conclusivos, si bien sugerentes de que sí existe el efecto propuesto. Se requiere un seguimiento de mayor plazo para verificar esta hipótesis. Contextualización de resultados Los resultados presentados provienen de la muestra de evaluación del Programa, seleccionada no para ser representativa del universo de beneficiarios, sino para permitir estimar los efectos del mismo. En este sentido, los resultados están claramente relacionados con la población que participó en la encuesta, aunque no necesariamente de todos los beneficiarios del Programa. No obstante, la ampliación de la muestra y el hecho de que abarca a los estados con la mayor cantidad de familias incorporadas, indica que este grupo de familias tiene un perfil similar al de un porcentaje importante de los beneficiarios. Implicaciones para el Programa El Programa está generando incentivos adecuados para alcanzar mayores niveles de escolaridad entre los participantes, lo que igualmente se refleja en que los individuos decidan posponer el inicio de vida sexual, lo que repercute potencialmente en un menor número de embarazos adolescentes, como se observó efectivamente en los resultados. Este efecto positivo se observa también en términos de una menor probabilidad de sobrepeso, a la vez que el sobrepeso afecta la probabilidad de éxito escolar. En este sentido, las acciones del Programa en educación parecen estar teniendo el resultado deseado. 275 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención No obstante, se siguen presentando fuertes diferencias por sexo, que llaman a reforzar el enfoque de género del Programa y también a diseñar estrategias dirigidas al empoderamiento de las mujeres desde los primeros años de vida. Por otra parte, para reforzar los resultados del Programa, es importante revisar las estrategias de prevención de los comportamientos de riesgo para utilizar aquellas con efectividad probada. A la fecha, es escasa la evidencia de que la información per se disminuya los comportamientos, y a esto se le suma el nulo efecto en conocimientos observado; las estrategias educativas requieren ser mejoradas, fortalecidas con mayor acceso a servicios que sean amigables con los adolescentes y jóvenes. Es claro que por el diseño del Programa estas acciones no dependen directamente de Oportunidades, pero sí puede establecerse en las reglas de operación la necesidad de las mismas. Limitaciones del estudio Una carencia importante del análisis es la ausencia de los individuos que emigraron de los hogares, lo que podría estarse reflejando en las variables de resultado para el grupo de mayor edad, y parecería sesgar a resultados menores en relación con el grupo de menor edad (por ejemplo, el sueldo diario reportado es muy similar). El análisis que se presenta en este documento podría fortalecerse incluyendo una muestra de migrantes. IV. Análisis FODA Fortalezas y oportunidades Prioridad Descripción Fuente del análisis FO1 La proporción de los participantes que están casados o en unión libre es mayor entre los que provienen de hogares con menor exposición al Programa. Este resultado estaría sugiriendo que el Programa se asocia efectivamente con que los adolescentes y jóvenes estén posponiendo la unión. Encel 2007 FO2 La probabilidad de embarazo y de VHS 2 es menor entre los adolescentes y jóvenes con mayor tiempo de exposición al Programa Encel 2007 FO3 Los individuos en hogares con mayor tiempo en el Programa reportan un mayor número promedio de años de escolaridad, y en mayor proporción escolaridad adecuada para la edad. Encel 2007 FO4 La probabilidad de consumir alcohol y de iniciar actividad sexual es menor para los que tienen más tiempo en el Programa Encel 2007 Debilidades y amenazas Prioridad Descripción Fuente del análisis DA1 Un importante porcentaje de los adolescentes y jóvenes de hogares beneficiarios de Oportunidades (y de hecho, becarios ellos mismos del Programa), informan participar en comportamientos que ponen en riesgo su futuro bienestar. Encel 2007 DA2 Se observan también en proporciones importantes las consecuencias de los comportamientos, con la seropositividad al VHS 2 y el sobrepeso Encel 2007 276 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 DA3 Se mantienen inequidades de género importantes que ponen en mayor vulnerabilidad a las mujeres Encel 2007 Recomendaciones Prioridad Relación Recomendación R1 DA1 Incluir en las reglas de operación la necesidad de implementar estrategias de prevención de comportamientos de riesgo con efectividad probada, y que vayan más allá de la provisión de información Oportunidades, Salud R2 DA3 Reforzar el componente de género en los talleres de autocuidado a la salud para los becarios Oportunidades, Salud Salud, Social Oportunidades R2 DA1, DA2 Reforzar la oferta de bienes y servicios saludables. Esto incluye tanto servicios de salud amigables para los adolescentes y jóvenes, como acciones tendientes a moderar la oferta de alimentos de calorías vacías. En concreto, podría limitarse la oferta de alimentos chatarra en las escuelas, y sustituirlos por una oferta más saludable, así como facilitar el acceso a condones a través de estrategias que podrían incluir máquinas dispensadoras en las escuelas. R3 FO2 Sostener las acciones que incentivan la permanencia en la escuela y la progresión escolar Sector responsable V. Referencias 1. WB. Children and Youth: A Framework for Action. Washington DC: World Bank, 2005. 2. World Bank. World Development Report 2007: Development & the Next Generation. Washington: World Bank, 2007. 3. CGCED CGfCiED. Caribbean Youth Development: Issues and Policy Direction. Washington DC: The World Bank, 2003. 4. Nurmi J. How do adolescentes see their future? A review of development of future orientation and planning. Developmental Review 1991;11:1-59. 5. Gruber J. Introduction. In: Gruber J, editor. Risky Behavior among Youth: An Economic Analysis. Chicago: NBER, 2001:1-27. 6.Resnick MD, Harris LJ, Blum RW. 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Sexual activities and attitudes of adolescent Koreans. Arch Sex Behavior 1996;25(6):629-643. 277 278 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 VI. Anexo Comportamientos de riesgo en 2003 por grupos de tiempo de exposición en 2007 Cuadro A1 Medias y errores estándares de variables seleccionadas para el grupo de 15 a 18 años en 2003, por años de exposición a Oportunidades y sexo Más de 9 años de exposición Variable Edad *,‡,§,#,& Sexo (Mujeres) Indígena ≠,§,& Unidos ∞,ø,^,€,*,†,†,≠,£,¢,¥,~,«,+,‡,÷,§,#,& Alimentos chatarra *,~,«,+,‡,§,& Cantidad alimentos chatarra ~ Número refrescos ayer ∞,ø,^,€, ,±,°,†,≠,¢ * Número refrescos semana ∞,ø,^,€, ,±,°,†,≠,¢ * Gasto en refrescos ∞,ø,^,€,*,±,°,†,≠,¢ Fuma ∞,ø,^,€,*,±,≠,«,+,÷,§,& Toma ∞,ø,^,€,*,±,≠,¢,~,÷,§,& Número de bebidas ∞,ø,^,€,*,≠,~,«,+,÷,& Sexualmente activo ^,€, ,†,≠,£,~,«,‡,÷,§,#,& * Sexualmente activo (ajustado por edad) ∞,ø,^,€,*,°,≠,»,£,¥,& IMC ∞,ø,^,€,*,†,†,≠,»,¢ Sobrepeso ∞,ø,^,€,*,†,†,≠,»,¢,$,~ Entre 6 y 9 años de exposición Entre 3 y 6 años de exposición Menos de 3 años de exposición Sin exposición registrada Hombres (1) Mujeres (2) Hombres (3) Mujeres (4) Hombres (5) Mujeres (6) Hombres (7) Mujeres (8) Hombres (9) Mujeres (10) 16.4 0.03 49.7% 38.8% 0.04% 1.3% 0.00% 26.5% 0.02% 0.50 0.04 16.4 0.04 16.4 0.03 32.8% 0.09% 21.3% 0.03% 23.5% 0.03% 0.49 0.10 16.4 0.04 51.6% 25.5% 0.05% 3.0% 0.01% 26.9% 0.02% 0.50 0.04 16.3 0.03 30.6% 0.05% 12.7% 0.01% 30.2% 0.02% 0.57 0.05 15.3 0.07 55.3% 35.4% 0.09% 7.0% 0.02% 22.9% 0.03% 0.40 0.08 16.5 0.07 39.6% 0.04% 6.0% 0.01% 26.2% 0.01% 0.46 0.03 16.4 0.04 55.1% 32.9% 0.06% 3.6% 0.01% 28.3% 0.02% 0.51 0.05 16.4 0.04 38.5% 0.05% 5.4% 0.01% 29.4% 0.02% 0.51 0.04 16.4 0.03 51.2% 40.2% 0.05% 3.1% 0.01% 24.6% 0.02% 0.48 0.04 23.0% 0.04% 15.3% 0.02% 34.7% 0.02% 0.53 0.04 0.83 0.57 0.81 0.57 0.97 0.59 0.77 0.53 1.05 0.57 0.05 0.04 0.04 0.03 0.06 0.05 0.09 0.06 0.05 0.04 2.39 1.61 2.42 1.61 2.88 1.74 2.18 1.65 3.21 1.89 0.12 $16.3 $0.9 42.8% 0.02% 24.8% 0.02% 0.30 0.06 0.10 $10.4 $0.6 16.1% 0.02% 10.6% 0.01% 0.04 0.01 0.12 $15.5 $0.8 41.6% 0.02% 24.9% 0.02% 0.49 0.10 0.08 $10.0 $0.5 15% 0.01% 8.8% 0.01% 0.01 0.01 0.21 $18.9 $1.2 50% 0.04% 33% 0.03% 0.40 0.08 0.13 $11.5 $0.9 26% 0.02% 16.7% 0.02% 0.10 0.02 0.23 $13.8 $1.6 46.3% 0.05% 28.1% 0.05% 0.37 0.17 0.17 $10.6 $1.0 19.4% 0.02% 14.1% 0.03% 0.01 0.01 0.16 $19.9 $1.2 56.1% 0.03% 36.4% 0.03% 0.58 0.10 0.12 $10.6 $0.6 26.5% 0.02% 18.4% 0.02% 0.08 0.02 9.5% 11.4% 13.6% 11.3% 12.0% 16.9% 16.9% 25.7% 14.3% 20.2% 0.02% 5.6% 0.01% 22.1 0.12 6.6% 0.01% 0.02% 4.7% 0.01% 22.6 0.20 19.2% 0.02% 0.01% 5.7% 0.01% 21.4 0.12 10.4% 0.01% 0.01% 4.1% 0.01% 22.8 0.16 23.8% 0.02% 0.02% 6.2% 0.02% 21.6 0.17 11.0% 0.02% 0.02% 7.9% 0.01% 22.9 0.17 19.7% 0.02% 0.04% 8.9% 0.03% 21.1 0.34 10.1% 0.03% 0.03% 9.4% 0.02% 22.7 0.27 18.2% 0.03% 0.02% 8.7% 0.01% 22.2 0.16 17.0% 0.02% 0.02 8.5% 0.01% 22.9 0.13 20.5% 0.01% Incluye casados y en unión libre Valor t < 0.05 de 1 vs 2; ∞ Valor t < 0.1 de 1 vs 2, ø Valor t < 0.05 de 3 vs 4; ø Valor t < 0.1 de 3 vs 4, ^ Valor t < 0.05 de 5 vs 6; ^ Valor t < 0.1 de 5 vs 6, € Valor t < 0.05 de 7 vs 8; € Valor t < 0.1 de 7 vs 8, * Valor t < 0.05 de 9 vs 10; * Valor t < 0.1 de 9 vs 10, † Valor t < 0.05 de 1 vs 3; † Valor t < 0.1 de 1 vs 3, ± Valor t < 0.05 de 3 vs 5; ± Valor t < 0.1 de 3 vs 5, ° Valor t < 0.05 de 5 vs 7; ° Valor t < 0.1 de 5 vs 7, † Valor t < 0.05 de 7 vs 9; † Valor t < 0.1 de 7 vs 9, ≠ Valor t < 0.05 de 1 vs 9; ≠ Valor t < 0.1 de 1 vs 9, » Valor t < 0.05 de 5 vs 9; » Valor t < 0.1 de 5 vs 9, £ Valor t < 0.05 de 1 vs 7; £ Valor t < 0.1 de 1 vs 7, ¢ Valor t < 0.05 de 1 vs 5; ¢ Valor t < 0.1 de 1 vs 5, ¥ Valor t < 0.05 de 3 vs 7; ¥ Valor t < 0.1 de 3 vs 7, $ Valor t < 0.05 de 2 vs 4; $ Valor t < 0.1 de 2 vs 4, ~ Valor t < 0.05 de 4 vs 6; ~ Valor t < 0.1 de 4 vs 6, « Valor t < 0.05 de 6 vs 8; « Valor t < 0.1 de 6 vs 8, + Valor t < 0.05 de 8 vs 10; + Valor t < 0.1 de 8 vs 10, ‡ Valor t < 0.05 de 2 vs 8; ‡ Valor t < 0.1 de 2 vs 8, ÷ Valor t < 0.05 de 2 vs 6; ÷ Valor t < 0.1 de 2 vs 6, § Valor t < 0.05 de 2 vs 10; § Valor t < 0.1 de 2 vs 10, # Valor t < 0.05 de 4 vs 8; # Valor t < 0.1 de 4 vs 8, & Valor t < 0.05 de 4 vs 10; & Valor t < 0.1 de 4 vs 10 a ∞ 279 Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Más de 9 años de exposición Variable Edad *,‡,§,#,&,≠,∞,Ø Sexo (Mujeres) Indígena *,^,€,Ø Unidos †,‡,£,§,¢,^,¥,#,~,&,«,+,≠,∞,÷,Ø Alimentos chatarra *,‡,£,§,«,±,»,Ø Cantidad alimentos chatarra §,»,∞,Ø Número refrescos ayer *,†,‡,£,§,∞ Número refrescos semana *,†,‡,£,§,∞ Gasto en refrescos *,†,‡,£,§ Fuma *,†,‡,£,§,$,°,^,¥,~ Toma *,†,‡,£,§,$,^,€,¥,~,Ø Número de bebidas *,†,‡,£,§,¥,~,&,≠,∞ Ha tenido rel sexuales ‡,£,§,$,°,^,€,¥,~,&,«,+,≠,∞,Ø Rel sex ajus edad *,†,‡,£,§,^,«,±,»,≠,Ø IMC †,‡,^,€,~,≠,∞ Sobrepeso ~,∞ Entre 6 y 9 años de exposición Entre 3 y 6 años de exposición Menos de 3 años de exposición Sin exposición registrada Hombres (1) Mujeres (2) Hombres (3) Mujeres (4) Hombres (5) Mujeres (6) Hombres (7) Mujeres (8) Hombres (9) Mujeres (10) 19.5 0.04 45.8% 52.6% 0.08% 12.6% 0.02% 9.5% 0.02% 0.22 0.05 0.95 0.09 2.66 0.30 $18.8 $2.2 59.5% 0.05% 44% 0.05% 0.67 0.16 19.4 0.04 19.5 0.03 44.4% 0.12% 43.2% 0.07% 13.5% 0.03% 0.26 0.07 0.55 0.09 1.58 0.30 $12.0 $2.6 31.9% 0.06% 19.1% 0.05% 0.10 0.07 19.5 0.04 57.9% 27.1% 0.06% 24.6% 0.03% 12.3% 0.02% 0.19 0.05 0.90 0.12 3.19 0.49 $19.4 $1.8 74.6% 0.03% 58.7% 0.04% 1.06 0.26 19.6 0.03 30.6% 0.07% 48% 0.04% 21.8% 0.03% 0.35 0.05 0.55 0.05 1.63 0.20 $11.7 $1.3 21.3% 0.04% 18.3% 0.03% 0.07 0.02 19.5 0.06 54.3% 41.1% 0.19% 24% 0.05% 17.3% 0.04% 0.24 0.07 0.93 0.15 3.21 0.56 $22.4 $3.4 869.0% 0.05% 62.8% 0.07% 1.77 0.50 19.5 0.07 42.1% 0.07% 22.6% 0.03% 14.3% 0.02% 0.28 0.05 0.53 0.04 1.48 0.14 $11.8 $1.3 21.5% 0.03% 14.8% 0.02% 0.12 0.06 19.5 0.04 62.3% 40% 0.08% 20.1% 0.03% 14.8% 0.02% 0.33 0.08 1.09 0.13 3.16 0.39 $17.5 $1.7 69.6% 0.04% 46% 0.05% 0.84 0.33 19.5 0.04 27.5% 0.06% 15.1% 0.03% 18.8% 0.03% 0.29 0.06 0.46 0.04 1.33 0.15 $9.3 $1.3 22.5% 0.03% 16.1% 0.03% 0.01 0.01 19.5 0.04 51.8% 36.7% 0.06% 13.1% 0.02% 13.1% 0.02% 0.34 0.07 1.03 0.09 2.80 0.23 $19.2 $1.8 62.2% 0.04% 42.9% 0.04% 0.62 0.13 24.7% 0.05% 42.6% 0.03% 22.1% 0.02% 0.43 0.06 0.59 0.05 1.87 0.19 $11.1 0.9$ 26.5% 0.03% 23.4% 0.03% 0.06 0.02 31.0% 21.3% 38.7% 33.5% 35.9% 46.7% 72.1% 40.4% 52.8% 43.6% 0.05% 31% 0.05% 22.8 0.29 13% 0.03% 0.03% 21.3% 0.04% 23.2 0.27 12.3% 0.03% 0.04% 38.7% 0.05% 22.6 0.23 9.9% 0.03% 0.04% 33.5% 0.04% 23.5 0.27 16.3% 0.03% 0.05% 35.9% 0.05% 22.8 0.37 17.2% 0.04% 0.04% 46.7% 0.04% 22.9 0.30 18.4% 0.03% 0.06% 72.1% 0.06% 23.6 0.56 20.9% 0.06% 0.08% 40.4% 0.08% 23.3 0.42 15.6% 0.05% 0.05% 52.8% 0.05% 23.7 0.30 16.9% 0.03% 0.03% 43.6% 0.03% 24 0.28 20.8% 0.03% Incluye casados y en unión libre * Valor t < 0.05 de 1 vs 2; * Valor t < 0.1 de 1 vs 2, † Valor t < 0.05 de 3 vs 4; † Valor t < 0.1 de 3 vs 4, ‡ Valor t < 0.05 de 5 vs 6; ‡ Valor t < 0.1 de 5 vs 6, £ Valor t < 0.05 de 7 vs 8; £ Valor t < 0.1 de 7 vs 8, § Valor t < 0.05 de 9 vs 10; § Valor t < 0.1 de 9 vs 10, ° Valor t < 0.05 de 1 vs 3; ° Valor t < 0.1 de 1 vs 3, ¢ Valor t < 0.05 de 3 vs 5; ¢ Valor t < 0.1 de 3 vs 5, $ Valor t < 0.05 de 5 vs 7; $ Valor t < 0.1 de 5 vs 7, ° Valor t < 0.05 de 7 vs 9; ° Valor t < 0.1 de 7 vs 9, ^ Valor t < 0.05 de 1 vs 9; ^ Valor t < 0.1 de 1 vs 9, € Valor t < 0.05 de 5 vs 9; € Valor t < 0.1 de 5 vs 9, ¥ Valor t < 0.05 de 1 vs 7; ¥ Valor t < 0.1 de 1 vs 7, # Valor t < 0.05 de 1 vs 5; # Valor t < 0.1 de 1 vs 5, ~ Valor t < 0.05 de 3 vs 7; ~ Valor t < 0.1 de 3 vs 7, & Valor t < 0.05 de 2 vs 4; & Valor t < 0.1 de 2 vs 4, « Valor t < 0.05 de 4 vs 6; « Valor t < 0.1 de 4 vs 6, ± Valor t < 0.05 de 6 vs 8; ± Valor t < 0.1 de 6 vs 8, » Valor t < 0.05 de 8 vs 10; » Valor t < 0.1 de 8 vs 10, + Valor t < 0.05 de 2 vs 8; + Valor t < 0.1 de 2 vs 8, ≠ Valor t < 0.05 de 2 vs 6; ≠ Valor t < 0.1 de 2 vs 6, ∞ Valor t < 0.05 de 2 vs 10; ∞ Valor t < 0.1 de 2 vs 10, ÷ Valor t < 0.05 de 4 vs 8; ÷ Valor t < 0.1 de 4 vs 8, Ø Valor t < 0.05 de 4 vs 10; Ø Valor t < 0.1 de 4 vs 10 a Cuadro A2 Medias y errores estándares de variables seleccionadas para el grupo de 19 a 21 años en 2003, por años de exposición a + y sexo A diez años de intervención Evaluación externa del Programa Oportunidades 2008 en zonas rurales (1997-2007) Tomo I Efectos de Oportunidades en áreas rurales a diez años de intervención Se terminó de imprimir en noviembre de 2008 por Dendrita Publicidad, S.A de C.V. La edición consta de 1 000 ejemplares y estuvo al cuidado de la Subdirección de Comunicación Científica y Publicaciones del Instituto Nacional de Salud Pública