caso fortuito como causal de despido

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Reseña Legislativa 950
7 de mayo de 2010
CASO FORTUITO COMO CAUSAL DE DESPIDO
Boletín 6921-13
I. DESCRIPCIÓN
REFERENCIA :
Modifica el numeral 6 del artículo 159 del Código del Trabajo
INICIATIVA
:
Mensaje presidencial
ORIGEN
:
Cámara de Diputados
MINISTERIO
:
Del Trabajo y Previsión Social
INGRESO
:
4 de mayo de 2010
ARTICULADO :
Artículo único
II. OPINIÓN EJECUTIVA DE LyD
1.-
El proyecto pretende aclarar la causal de término del contrato de trabajo consistente
en caso fortuito o fuerza mayor, para lo cual exige que el término de la relación
contractual sea consecuencia necesaria y directa del caso fortuito, lo que, en
principio, no parece alterar sustancialmente este concepto.
2.-
También exige que el empleador no haya tenido participación en el evento invocado
como caso fortuito o fuerza mayor, lo que, aparte de ser sobreabundante porque ello
está implícito en el concepto, va a generar problemas prácticos a la hora de probar la
causal.
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III. CONTENIDO DEL PROYECTO DE LEY
El proyecto propone una norma aclaratoria de la causal de término del contrato
de trabajo consistente en caso fortuito o fuerza mayor.
Para que se configura tal causal el proyecto exige:
una relación de causalidad entre el caso fortuito o fuerza mayor y la
imposibilidad absoluta de cumplir el contrato de trabajo, atendidas las
circunstancias (lugar de trabajo y el tipo de función que realiza el trabajador), y
ausencia de participación del empleador en la generación del hecho que
constituye caso fortuito; por lo tanto, no puede invocar la causal si ha
incumplido las normas relativas a las condiciones y mantenimiento de lugar de
trabajo o su seguridad u otras circunstancias de similar naturaleza.
Para mayor información ver proyecto de ley en el Anexo
IV. COMENTARIOS DE MÉRITO
1.- Concepto.
Conforme al Código Civil, se entiende por caso fortuito o fuerza mayor el
imprevisto a que no es posible resistir, como un naufragio, un terremoto, el
apresamiento de enemigos, los actos de autoridad ejercidos por un
funcionario público, etcétera (artículo 45).
La doctrina ha acostumbrado a distinguir entre el caso fortuito, que es un
infortunio independiente de toda voluntad humana (como el terremoto o una
inundación por causas naturales) y la fuerza mayor, que es ejercida por
alguien a cuyo poder no es posible oponerse, sea legítimo o ilegítimo, como
una orden militar en caso de guerra o un acto terrorista (por ejemplo, un
secuestro de persona).
En general, el caso fortuito o fuerza mayor no acarrea responsabilidad en el
incumplimiento de una obligación contractual ni obliga, por lo tanto, a
indemnizar perjuicios; constituye, entonces, una causal que libera del
cumplimiento de un contrato; a menos que se hubiera asumido expresamente
este riesgo por una o ambas partes (artículo 1558 del mismo Código).
2.- Comentario al
proyecto.
En el contexto del Código del Trabajo, el caso fortuito o fuerza mayor libera al
empleador de cumplir su parte en el contrato, esto es, pagar el sueldo
convenido y aceptar los servicios que bajo su dependencia realiza el
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trabajador. Ello se traduce, entonces, en que se configura una causal de
término del contrato de trabajo que no da derecho a indemnización.
En parte es innecesario.
La primera exigencia que, desde este punto de vista, establece el proyecto
para configurar la causal, no la altera sustancialmente, puesto que no se
puede alegar la exención de responsabilidad por caso fortuito sino cuando
éste es la causa eficiente del incumplimiento. Si se produce un terremoto, que
es el ejemplo que trae el Código Civil, y la fábrica donde se desempeña el
trabajador no sufre daño alguno por ser una construcción sólida o por
encontrarse alejada del epicentro, ni se observan otras consecuencias
negativas del sismo que impidan su funcionamiento, es evidente que no se
puede alegar esta causal de término del contrato por parte del empleador.
También puede ser
contraproducente.
La segunda exigencia, esto es, que el empleador no haya tenido participación
en el caso fortuito o fuerza mayor, es innecesaria, puesto que es de su
esencia que el hecho que constituye esta exención de responsabilidad sea
completamente independiente de la voluntad del empleador.
Así se
desprende inequívocamente de la definición del Código Civil, antes transcrita.
3.- Otros problemas.
En cuanto a que el empleador no haya contribuido al acaecimiento del hecho
invocado, o a sus efectos lesivos, por incumplimiento de las normas sobre
condiciones y mantención del lugar de trabajo, seguridad de la infraestructura
en que se prestan los servicios u otras disposiciones de similar naturaleza
(que no se indican), se pueden presentar problemas de interpretación.
Desde luego, la similar naturaleza de las disposiciones que si el empleador las
infringió no puede invocar la causal, se presta para discutir cuáles serían esas
otras disposiciones y al respecto se podría esperar una interpretación
administrativa de la Dirección del Trabajo. Es de suponer que un empresario
desempeña sus actividades en un lugar aceptado por la autoridad, en
condiciones normales, por lo cual no parece admisible asumir esta hipótesis.
Siempre podrá discutirse si las condiciones de una empresa eran las óptimas,
o no, de acuerdo a la legislación y reglamentación, las cuales son muy
frondosas. También podría discutirse si la corrección de infracciones a la
legislación laboral en materia de seguridad, habría tenido por efecto neutralizar
los efectos de un terremoto.
Por otra parte, al exigirse por el proyecto que la imposibilidad sea absoluta,
como consecuencia del caso fortuito o fuerza mayor, para cumplir su
obligación de “dar trabajo” y pagar el sueldo, sucede que tal imposibilidad
generalmente es relativa, porque va a depender de las circunstancias de
hecho que rodeen al evento que se invoca como caso fortuito, según ya se
ejemplificó con el caso del terremoto. En efecto, salvo que la destrucción de
lugar de trabajo sea en sí misma absoluta, porque el lugar de trabajo se
encontró en el epicentro del sismo, siempre se podrá aducir que se podría
continuar desempeñando el trabajo en las condiciones que hubiere quedado la
empresa, si su destrucción no fue absoluta. Además, dependiendo del grado
de intensidad del terremoto, también será posible discutir hasta qué grado de
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una escala para medir la energía del sismo, se produce una imposibilidad
absoluta.
Estas consideraciones hacen poco recomendable la proposición contenida en
el mensaje, si bien podría aceptarse una aclaración siempre que no se exija
que la imposibilidad sea absoluta, y que se elimine el requisito de que el caso
fortuito no se deba a alguna forma de intervención del empleador.
En efecto, este requisito negativo se podrá transformar en un problema
insoluble procesalmente, dada la tendencia de los tribunales del trabajo, que
probablemente exigirán que el empleador pruebe que nada tuvo que ver con el
caso fortuito o fuerza mayor; pero la prueba de un hecho negativo es una
exigencia procesalmente imposible de cumplir, a menos que se pueda
convertir en la prueba de un hecho positivo, como cuando se exige probar que
Juan no estuvo en un lugar determinado tal día a tal hora, caso en el cual se
puede probar que a esa hora se encontraba en otro lugar. En el caso fortuito o
fuerza mayor, la conversión del hecho negativo en positivo, para los efectos de
la prueba, no parece posible, lo que vendría a dejar al empleador en una
virtual indefensión.
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V. ANEXO: PROYECTO DE LEY
Artículo único.- Agrégase al numeral 6 del artículo
159 del Código del Trabajo, cuyo texto refundido,
coordinado y sistematizado fue fijado por el decreto
con fuerza de ley N° 1, de 2002, del Ministerio del
Trabajo y Previsión Social, la siguiente oración a
continuación del punto a parte (.), que pasa a ser
punto seguido (.):
seguir cumpliendo con su obligación de otorgar el
trabajo convenido, para lo cual deberán
considerarse las funciones y el lugar en que se
desempeña el trabajador despedido. Asimismo, el
empleador que invoque esta causal no debe haber
contribuido al acaecimiento del hecho invocado y/o a
sus efectos lesivos a través del incumplimiento de la
normativa relativa a condiciones y mantenimiento del
lugar de trabajo, seguridad de la infraestructura
donde se prestan los servicios u otras disposiciones
de similar naturaleza.”.
“Para efectos de la procedencia de esta causal, el
hecho constitutivo del caso fortuito o fuerza mayor
debe causar necesaria y directamente la
imposibilidad absoluta, por parte del empleador, de
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