Capítulo 10 - Salud Materno Fetal

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Capítulo
10
Métodos de Vigilancia
del Bienestar Fetal
en los Procesos
Hipertensivos
del
Embarazo
Dra. Sandra Acevedo Gallegos
Dr. Juan Manuel Gallardo Gaona
Las complicaciones hipertensivas del embarazo tales como
la preeclampsia en sus diferentes presentaciones o bien la
hipertensión arterial sistémica crónica van a representar las
principales condicionantes de riesgo para que un feto quede
expuesto a el proceso de hipoxia-asfixia fetal. Ya sea por
una disminución del aporte sanguíneo materno debido a que
las arteriolas espirales conservan su respuesta vasomotora
debido a una transformación inadecuada o bien insuficiente
de las mismas por el trofoblasto extravelloso (en el caso de
la preeclampsia), o por los depósitos de placas de ateromas
en las arteriolas (hipertensión arterial sistémica crónica),
que disminuyen el calibre de las mismas contribuyendo con
esto a la disminución del flujo y a la puesta en marcha de los
mecanismos dañinos del estrés oxidativo; o bien por el desarrollo inadecuado del árbol microvellositario del lado fetal de
la placenta que no permite la extracción óptima del oxígeno
contenido en el espacio intervelloso, o por una combinación de
ambas situaciones, ya que no podemos separar una condición
de la otra estrictamente. Tanto el daño a nivel de las arteriolas
espirales como a nivel del árbol velloso puede tener diferentes
2
Diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial en el embarazo
grados y en consecuencia esto nos dará diferentes contextos
clínicos de presentación del riesgo para asfixia fetal. Tendrá
una mayor probabilidad de repercusión aquél feto con una
restricción en el crecimiento de inicio temprano (antes de la
semana 26-27 de gestación) que el feto con crecimiento adecuado de una mujer que desarrolla una preeclampsia leve al
término del embarazo.
Mecanismos de daño perinatal
hipoxico-isquémico
Se ha demostrado que la hipoxia-isquemia es el detonante para
el inicio de una cascada de eventos bioquímicos que son iniciadas durante el curso de la reducción del aporte de oxígeno
y que continúan a través del periodo de recuperación después
de la resucitación. Contrario a lo que se cree, no hay evidencia
que sugiera que la hipoxia sistémica por si sola puede producir un daño cerebral agudo e irreversible, sin embargo existe
abundante evidencia en estudios experimentales que apoya el
hecho de que la isquemia por si sola o bien una combinación
de hipoxia e isquemia es un prerrequisito necesario para que
ocurra daño tisular. Al parecer en estudios en animales y presumiblemente en fetos y recién nacidos humanos, la hipoxemia se
asocia con un incremento en el flujo sanguíneo placentario que
sirve para mantener un aporte adecuado de oxígeno y nutrientes
al cerebro. Sin embargo, si la hipoxemia y la acidosis metabólica son severas, sobreviene una depresión cardiovascular,
que conduce a hipotensión sistémica y a isquemia cerebral.
Entonces pues el daño cerebral agudo perinatal no emerge de
una situación de hipoxia sistémica únicamente, sino de una
condición de isquemia como único elemento o superimpuesta
a un estadio de hipoxemia previa.
Cuando el estado de hipoxia-isquemia es lo suficientemente
severo para producir daño tisular irreversible, el insulto siempre
esta asociado también con perturbaciones mayores del estado
energético del cerebro. La pérdida del ATP celular durante la
hipoxia-isquemia compromete aquéllos procesos metabólicos
Métodos de vigilancia del bienestar fetal
3
que requieren energía para ser completados. Así pues, la salida
de Na+ a través de la membrana plasmática dependiente de
ATP y la entrada de K+ se ven afectadas, con la consiguiente
acumulación de Na+, Cl- y agua intracelular (edema citotóxico). También de importancia vital para la función celular es la
pronta restauración de las reservas de fosfato de alta energía
durante y después de la recuperación. Sin la regeneración de
ATP, las reacciones endergónicas no pueden llevarse a cabo,
especialmente aquéllas involucradas en el funcionamiento de
la bomba de iones a nivel del plasma y de las membranas intracelulares. El sodio, cloro y el agua continuarán acumulándose
y los gradientes electroquímicos no pueden ser restablecidos.
No sabemos cuando pueda sobrevivir la célula en estas condiciones pero se conocen otros aspectos que pueden influenciar
sobre la integridad celular, incluyendo la formación de radicales de oxígeno libres y la peroxidación de los ácidos grasos
libres dentro de las membranas celulares, el desacoplamiento
de la fosforilación oxidativa, el acumulo de neurotransmisores
excitatorios citotóxicos (glutamato) y la acidosis celular. En
poco tiempo la membrana celular habrá llegado a tal daño que
la células estarán condenadas a su destrucción.1
Evaluación del bienestar fetal
El reto de las pruebas que evalúan el bienestar fetal en la actualidad ya sea la prueba sin estrés, el perfil biofísico, el Doppler
de vasos fetales etc, es precisamente el poder discernir de una
manera confiable el grado de “riesgo de perdida del bienestar
fetal” y poder actuar de una forma oportuna para limitar el daño
y tener la menor repercusión posible del proceso hipoxemiahipoxia-asfixia sobre la morbilidad y la mortalidad perinatal.
Hacemos hincapié en que no es sufrimiento fetal, ni asfixia
fetal lo que se evalúa, sino “riesgo”. La tendencia actual es
dejar de considerar a las pruebas que evalúan el bienestar fetal
“pruebas diagnósticas”, una prueba diagnóstica es aquella que
se realiza en el momento en que necesitamos clasificar a un
individuo como enfermo o como sano en relación a la enfer-
4
Diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial en el embarazo
medad que deseamos identificar. Por lo tanto si las pruebas de
bienestar fetal fueran pruebas diagnósticas de asfixia fetal, el
resultado nos indicaria “feto sin asfixia”, “feto con asfixia”, en
el primer caso el hecho de diagnosticar a un feto no asfixiado
no nos garantiza el resultado perinatal, puesto que puede haber
muchas variables que modifiquen el mismo, como son la vía
de nacimiento, el tiempo de la anestesia, el tipo de la misma,
la dificultado o no para la extracción fetal, las condiciones
maternas al momento del parto, etc. En el segundo caso el
objetivo no es diagnosticar a un feto que ya esta asfixiado, este
proceso es una situación aguda con repercusiones muy graves,
en muchos de los casos irreversibles, y que solo lleva unos
minutos para conducir al feto a la muerte; el objetivo debe ser
identificar a un feto antes de que se encuentre en este estado
crítico y evitar en lo posible el daño. Aparte del hecho conocido de que las pruebas fetales no invasivas tienen múltiples
limitantes para el diagnóstico preciso de asfixia, con una alta
incidencia de falsos positivos que nos llevan a interrupciones
innecesarias del embarazo, y en el peor de los casos a extraer
a un feto prematuro con alta probabilidad de complicaciones.
No es un diagnóstico lo que podemos obtener ni tampoco lo
deseable, la meta de nosotros como médicos materno-fetales
o bien como ginecoobstetras no es solo el hecho de “salvar” a
un feto y entregar un recién nacido vivo al neonatólogo aunque
en condiciones deplorables, sino tener las herramientas para
considerar que un feto tiene “riesgo de perdida del bienestar
fetal” y que esto nos lleve a tomar conductas oportunas y nos
permita obtener un recién nacido en las mejores condiciones
antes de que tenga un deterioro importante.
Los efectos de la hipoxemia-hipoxia-asfixia repercuten en
diversos órganos y sistemas fetales y la consecuencia adaptativa homeostática del feto se ve alterada a varios niveles
dependiendo del punto en el que se encuentre la magnitud
del insulto y la cronicidad del mismo. De la misma manera,
la respuesta fetal ante el insulto hipoxémico será diferente si
este ha sobrepasado el umbral de reserva fetoplacentaria y ha
comenzado a generar daño tisular.
Métodos de vigilancia del bienestar fetal
5
Es importante conocer la fisiopatología de la asfixia y su
relación con los procesos hipertensivos maternos, así como las
capacidades de las pruebas disponibles que evalúan el bienestar
fetal para que puedan ser empleadas de forma razonada para
la vigilancia secuencial del estado hemodinámica, el cual es
nuestra principal fuente de datos para realizar inferencias sobre
la salud/enfermedad fetal.
Las disminuciones en el aporte de oxígeno pueden ser parciales o completas. Las parciales pueden ser agudas o crónicas,
y además pueden presentarse como un evento único o recurrente. Cada patrón tiene consecuencias especiales y repercusiones
diferentes a corto, mediano y largo plazo. La caracterización
de las consecuencias a nivel central de estos efectos estan claramente explicadas en la revisión publicada por Low2 en la que
da especial importancia al grado, la duración y la recurrencia
de la hipoxemia hipoxia. Es en estos casos donde las pruebas
de vigilancia fetal nos pueden ser de utilidad, en el caso de la
asfixia total como sería en una situación aguda, por ejemplo
un desprendimiento placentario, realmente estas pruebas no
tendrán ningún caso.
La asfixia por definición siempre es aguda, literalmente
no podemos tener un feto crónicamente “asfixiado”, sino más
bien en un estado de hipoxia compensada, como es el caso del
feto con restricción del crecimiento intrauterino temprano,
en el cual la patología fetal es de larga evolución y el feto ha
tenido la opción de echar mano de sus mecanismos de reserva
fetoplacentaria, los cuales le han permitido sobrevivir, y no es
sino hasta que el insulto se hace más grave o bien se agregan
otras condiciones agravantes (ej. descontrol de la hipertensión
materna) cuando puede entrar a un episodio de asfixia como
tal, del cual puede o no recuperarse.
El diagnóstico estricto de asfixia perinatal se establece
en los casos en que el recién nacido presenta las siguientes
características:
1. Evidencia de acidosis metabólica, con pH menor de 7
en sangre de cordón umbilical obtenida al nacimiento
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Diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial en el embarazo
2. Inicio temprano de encefalopatía neonatal moderada o
severa en recién nacidos de 34 semanas o mayores
3. Desarrollo de parálisis cerebral del tipo cuadriplejía
espástica o disquinética
4. Haber excluido otras etiologías tales como traumatismos,
desórdenes de coagulación, infecciones o desórdenes
genéticos.
El deterioro en el intercambio gaseoso y nutricio a nivel
placentario, consecuencia de la patología materna de base,
ocasiona un estado de hipoxia/hipoxemia recurrente o parcial.
El aporte de oxígeno al feto de la madre con algún proceso
hipertensivo se ve afectado por las situaciones placentarias ya
mencionadas, produciendo una disminución de forma parcial
el aporte de oxígeno obligando al feto a recurrir a mecanismos
de reserva que al agotarse por haberse sobrepasado el umbral
ocasionarán daño tisular con las consecuencias celulares ya
conocidas.
Mecanismos de la reserva fetoplacentaria
El concepto de reserva fetal engloba los mecanismos de adaptación fetoplacentaria que se generan ante una baja parcial y
subaguda o crónica de oxígeno. Es importante señalar que la
cascada de eventos que suceden por este tipo de insultos no
ocurren de forma separada aunque se puede distinguir cierta
progresión y secuencia en los mismos. El entendimientos de
los mecanismos de la reserva fetoplacentaria para comprender
en que punto estamos al interpretar cada una de las pruebas de
bienestar fetal que realizamos.
1. Redistribución de flujos sanguíneos
Debido aparentemente a la activación de quimiorreceptores que detectan el aumento en la presión parcial de
CO2. El flujo sanguíneo fetal es redistribuido hacia
los órganos nobles: El cerebro, corazón y glándulas
suprarrenales, disminuyendo de manera importante el
Métodos de vigilancia del bienestar fetal
7
aporte sanguíneo a riñones, sistema gastrointestinal,
extremidades y piel.
2. Cierre de corto circuitos arteriovenosos en arterias
espirales y arterias umbilicales
De forma general no toda la sangre que llega a la arteria
espiral llega al espacio intervelloso ni toda la sangre
conducida por las arterias umbilicales es oxigenada
en los sinusoides de la vellosidad trofoblástica. La
circulación materno-fetal cuenta con un corto circuito
anatomo fisiológico para ambas sangres, el cual ocasiona que 17% del flujo sanguíneo uterino y el 7% del
flujo sanguíneo umbilical no intervenga en el intercambio, lo que disminuye la tensión de oxígeno de la vena
umbilical y aumenta la tensión de oxígeno de la vena
uterina. Este mecanismo fisiológico es el que permite
que las tensiones de oxígeno en el lado materno y en el
lado fetal de la placenta no sean iguales y se mantenga
el gradiente a favor del feto. La presencia de un insulto
hipoxémico conduce al cierre de estos cortos circuitos
aumentando la saturación de oxígeno en sangre fetal.
3. Adecuación de la curva de disociación de la hemoglobina
La transferencia de oxígeno a través de la membrana
placentaria se ve facilitada por la alta afinidad de la
hemoglobina fetal por el oxígeno. Si, por ejemplo, la
sangre fetal y materna se equilibran a una PO2 de 30
mm Hg, la Hb materna se encontrará saturada en un
50 a 55% mientras que la Hb fetal estará saturada un
75%, la Hb fetal pierde afinidad por el oxígeno una vez
que se encuentra en un medio con pH inferior lo que le
confiere una ventaja para la respiración hística fetal.
En caso de que se requiera, la curva de disociación de
la hemoglobina se desplaza hacia la izquierda, permitiendo que la hemoglobina fetal extraiga una mayor
cantidad de oxígeno del espacio intervelloso y la libere
con mayor facilidad en los tejidos fetales.
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Diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial en el embarazo
4. Regulación de la frecuencia cardiaca fetal
El análisis de la frecuencia cardiaca fetal (FCF) tiene su
sustento teórico en la estructura fisiológica y anatómica que la regula y que se ve afectada por disminución
en la concentración de oxígeno y alteración en el pH
sanguíneo. La estimulación simpática incrementa la
frecuencia cardiaca de forma secundaria a la liberación
de catecolaminas procedentes de las terminaciones
nerviosas de forma directa o de las glándulas suprarrenales a través del torrente sanguíneo. El efecto de
la estimulación simpática es relativamente prolongado
y depende de la cantidad de catecolaminas liberadas,
también se deben de tomar en cuenta los efectos que las
catecolaminas tienen sobre el sistema vascular y otros
órganos que a su vez influyen en el funcionamiento
cardiaco: si bien el efecto cardiaco directo es hacia
la taquicardia, la vasoconstricción e hipertensión que
producen estimulan a los barorreceptores con un efecto
reflejo que disminuye la frecuencia cardiaca.
5. Metabolismo anaerobio
Habitualmente el metabolismo aerobio predomina sobre
el anaerobio, ambos se desarrollan en el medio ambiente fetal de forma simultánea, sin embargo, cuando el
aporte de oxígeno al feto es insuficiente, el metabolismo no dispone de suficiente oxígeno para continuar
metabolizando la glucosa por la vía aérobia, motivo
por el cual el ácido pirúvico es transformado a lactato
en vez de ingresar al ciclo de Krebbs. Inicialmente el
ácido láctico es un aceptor de hidrogeniones (H+), pero
al saturarse el sistema estos se empiezan a acumular
para contribuir al descenso del pH y a la acidosis.
6. Aumento del tamaño placentario de la superficie de
intercambio
Este mecanismo tiene lugar principalmente en el tercer
trimestre del embarazo, cuando por la disminución de
oxígeno a nivel del espacio intervelloso se activa la
angiogenesis ramificante, la cual es predominante en
Métodos de vigilancia del bienestar fetal
9
el primer trimestre; se produce una proliferación de
las vellosidades en ocasiones de forma descontrolada
y aumenta de forma muy importante la superficie de
intercambio, sin embargo esta situación que en un inicio es benéfica, de perpetuarse el tiempo suficiente da
lugar a un acumulo de vellosidades dentro del espacio
intervelloso que interfieren con la correcta oxigenación
de las mismas puesto que las paredes de las vellosidades
tienen un mínimo espacio entre ellas y no permiten
ser bañadas adecuadamente por el flujo sanguíneo y
disminuye el intercambio gaseoso.
Respuestas biofisicas fetales a la hipoxia
El centro cardiorregulador (CCR) tiene efectos directos por
vía simpática y parasimpática sobre el corazón fetal y efectos
indirectos a través de la estimulación de glándulas suprarrenales para la liberación de catecolaminas.
La hipoxemia aguda causa el cese de los movimientos fetales, los movimientos respiratorios y el tono fetal. La suspensión
de la estimulación del CCR a través de estas vías resulta en una
alteración de la variabilidad de la FCF (pérdida de la variabilidad a largo plazo e incremento inmediato de la variabilidad
a corto plazo seguida de una disminución gradual de la misma
hasta su desaparición). Los quimiorreceptores aórticos y carotídeos son perfundidos constantemente por sangre oxigenada
procedente de la placenta. Estos responden a la desaturación
sanguínea de forma muy efectiva y estimulan al CCR a través
de vías aferentes vagales, la frecuencia cardiaca disminuye
proporcionalmente al grado de hipoxemia entre mayor y más
prolongado sea el insulto hipoxémico, mayor y más prolongada
será la deceleración en el trazo cardiotocográfico. Hay una liberación de adrenalina y noradrelina principalmente de glándulas
suprarrenales lo que aumenta el tono simpático, hipertensión y
disminución de la FCF por estimulación de los barorreceptores
aórticos, este reflejo puede ser el responsable de desaceleraciones prolongadas en fetos severamente comprometidos.
10
Diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial en el embarazo
Cuando el insulto hipoxémico es crónico: recurrente o
parcial, los movimientos respiratorios y los movimientos
fetales disminuyen de forma progresiva o desaparecen. La
consecuencia clínica es la disminución de la variabilidad a
largo plazo y la pérdida de los criterios de reactividad en las
pruebas sin estrés. Posteriormente desaparece el tono fetal lo
que se asocia a ausencia completa de la variabilidad
De forma paralela, la redistribución de flujos sanguíneos
afecta la tasa de filtración glomerular lo que se refleja en una
disminución en la producción de orina fetal con el consecuente
oligohidramnios, que es uno de los datos de insuficiencia placentaria crónica que evaluamos dentro del perfil biofísico.
A medida que la hipoxemia empeora y el pH fetal cae, las
desaceleraciones cardiacas aumentan en amplitud y pueden
culminar en una bradicardia persistente, otra posibilidad es
que las desaceleraciones se hagan cada vez más cortas, desaparezcan y se transformen en una taquicardia persistente con
ausencia de variabilidad y cambios periódicos. La FCF basal
disminuye progresivamente en estadios terminales.
Pruebas de vigilancia del bienestar fetal en pacientes con procesos hipertensivos
El inicio de la aplicación de pruebas de vigilancia fetal en pacientes con complicaciones hipertensivas del embarazo, tales
como preeclampsia, hipertensión arterial sistémica crónica,
preeclampsia sobreagregada, etc. se indica en aquellos fetos
que han alcanzado o bien están por alcanzar la viabilidad (23 a
24 semanas), y en los cuales la condición materna sea estable
y se requiera de la evaluación del estado fetal para decidir
continuar o no con el embarazo. En el caso en que se decida
contemporizar la interrupción, es primordial elaborar un plan
de seguimiento fetal que nos permita identificar el momento
óptimo para la interrupción de la gestación. En aquellos casos no viables aún, es decir fetos con 26 semanas o menos de
gestación, la conducta deberá basarse en el riesgo materno y
no en el estado fetal.
Métodos de vigilancia del bienestar fetal
11
La vigilancia del bienestar fetal en el feto de la paciente
hipertensa debe incluir:
1. Ultrasonido de II nivel.
2. Doppler de vasos fetales.
3. Registro cardiotocográfico.
4. Perfil biofísico.
Al interpretar los resultados de estas pruebas para la toma
de decisiones, debemos tomar en cuenta por un lado que como
ya mencionamos no se trata de pruebas diagnósticas, solamente
nos hablan de la probabilidad que tiene un feto de tener un
resultado perinatal adverso, y por otro, que el contexto clínico
del caso como sería la severidad de la afectación materna, otras
complicaciones del embarazo –diabetes, lupus, o síndrome
antifosfolípidos–, la edad gestacional, el peso estimado, la
presencia o no de restricción en el crecimiento, etc. son situaciones determinantes a tomar en cuenta al momento de decidir
la conducta definitiva.
Ultrasonido de II nivel
El estudio de ultrasonido de II nivel es una herramienta muy
útil en todas aquellas pacientes con una enfermedad hipertensiva subyacente al embarazo para evaluar la curva de crecimiento
fetal, el volumen de líquido amniótico y las características
placentaria, ya que se consideran un grupo de alto riesgo
para desarrollar restricción del crecimiento intrauterino, oligohidramnios y alteraciones placentarias tales como infartos
placentarios (Fig. 10.1). Así también es importante su realización en pacientes en quienes se considere que el estado fetal
es importante para continuar o no el embarazo hasta alcanzar
la viabilidad fetal, ya que el estudio nos proporcionará una
información detallada de la estructura fetal, la presencia o no
de marcadores ultrasonográficos para alteraciones cromosómicas, crecimiento fetal y características de líquido y placenta.
Podemos encontrar alteraciones fetales incompatibles con la
vida, tales como anencefalia, ectopia cordis, etc. que nos harán
12
Diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial en el embarazo
Figura 10.1. Placenta con areas de infartos.
evaluar el riesgo beneficio para la madre en caso de decidir
continuar el embarazo.
El líquido amniótico antes de la semana 28 se evalúa solo
de forma cualitativa, cuando impresiona disminuido se realiza
una medición de cuatro cuadrantes, la cual es solo una medida
de referencia con importancia para el seguimiento. Cuando el
feto tiene 28 semanas o más se emplea el índice de Phelan, el
cual se considera normal cuando la suma de los cuatro cuadrantes mayores de líquido amniótico suman entre 8 y 18 cm,
disminuido leve entre 5 y 8 cm y severo por debajo de 5 cm.
Evaluacion de pacientes que cursan con patologias
que disminuyen el flujo uteroplacentario.
El proceso evolutivo de la hipoxemia-hipoxia-asfixia va a provocar alteraciones vasculares en los diferentes vasos fetales, el
conocimiento de las alteraciones hemodinámicas permiten la
evaluación de las pruebas velocimétricas mediante el Doppler
en el ultrasonido. La evaluación con Doppler es una técnica no
invasiva que se utiliza para evaluar la hemodinamia materna
y fetal, se basa en la premisa de que la insuficiencia en la cir-
Métodos de vigilancia del bienestar fetal
13
culación uterina, placentaria o fetal predispone a un resultado
adverso para el embarazo, y que estas anormalidades pueden
ser detectadas con el estudio Doppler. El Doppler de la arteria
umbilical se basa en el principio fisiológico de que debido a
que la impedancia placentaria disminuye conforme avanza la
edad gestacional en los embarazos normales (Fig.10.2).
El principio físico de evaluación de la velocimetría Doppler
se basa en los cambios que presentan las resistencias vasculares como respuesta sistémica a la hipoxia fetal. Las pacientes
con complicaciones hipertensivas del embarazo constituyen
uno de los grupos más importantes de estudio en este rubro,
puesto que el proceso fisiopatológico subyacente se relaciona
de forma muy importante con alteraciones hemodinámicas
fetoplacentarias cuya traducción clínica podemos evaluar por
velocimetría Doppler.
Como ya se comentó al inicio del capítulo, las enfermedades
hipertensivas como la hipertensión arterial sistémica crónica o
bien la preeclampsia, van a producir alteraciones que comprometen tanto el aporte sanguíneo al espacio intervelloso como la
capacidad de las vellosidades para extraer de forma adecuada el
oxígeno y los nutrientes requeridos por el feto en sus diferentes
Figura 10.2. Onda de velocidad de flujo en arteria umbilical con diastole
presente.
14
Diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial en el embarazo
estadios de crecimiento y desarrollo. El efecto sobre el desarrollo normal del árbol microvellositario resulta en un aumento
de la resistencia al flujo de las arterias umbilicales, resistencia
que empieza a ser evidente cuando el deterioro afecta al menos
al 60% del lecho vascular.3 La resistencia al flujo puede ser tal
que el flujo diastólico puede estar ausente o reverso, es decir,
durante la diástole fetal la sangre puede dejar de avanzar a
través del vaso o incluso puede ir en sentido retrógrado. Los
hallazgos histopatológicos de este tipo de placentas son diferentes a las placentas sanas. Los vasos presentan hiperplasia
de la media y obliteración de la luz, también pueden presentar
vellosidades terminales pobremente vascularizadas, hemorragia
vellosa estromal, endovasculitis hemorrágica y vasos troncales
con pared delgada. Las vellosidades terminales están menos
ramificadas y disminuidas en número.3-5
Los fetos que cursan con restricción en el crecimiento intrauterino severo, especialmente aquellos menores de 32 a 34
semanas, y aquellos fetos de mujeres con hipertensión crónica, preeclampsia u otra enfermedad vascular, en ausencia de
aneuploidias, sospecha de síndromes génicos o infecciones, el
arma más efectiva para la vigilancia es el Doppler. 9 Algunos
ensayos clínicos han demostrado que el uso de la velocimetría
doppler de la arteria umbilical se asocia con disminución de
las tasas de mortalidad perinatal en general, especialmente
en embarazos de alto riesgo complicados con restricción del
crecimiento o hipertensión materna.
Indirectamente de acuerdo al vaso que estudiemos será
la información que obtengamos de las diferentes arterias y
venas de la circulación fetal. La onda Doppler de las arterias
uterinas provee información acerca de la circulación materna
(tamiz para la invasión anormal del trofoblasto), la de la arteria umbilical da información acerca de la resistencia vascular
placentaria (tamiz para la perdida de vellosidades terciarias),
la arteria cerebral media nos da información que refleja el
grado de adaptación fetal, (compensación fetal) y el análisis
de los vasos venosos (vena umbilical, vena cava inferior, ducto
venoso) nos orienta hacia la disfunción cardiaca fetal. Algunos
15
Métodos de vigilancia del bienestar fetal
Cuadro 10.1. Secuencia de progresión en la alteración de las pruebas.
Prueba
Adaptación
Descompensación
Descompensación
Doppler
Arteria umbilical
Anormal
Anormal
Anormal
Doppler
Arteria cerebral
media
Anormal
Anormal
Anormal
Doppler venoso
Normal
Anormal
Anormal
PSS y/o perfil
biofísico
Normal
Normal
Anormal
Resultado clínico
Bueno
Acidemia fetal
moderada
y posible
daño neurológico
Acidemia fetal
daño neurológico
estudios han sugerido que los cambios en los índices Doppler
preceden a los cambios en la frecuencia cardíaca fetal o a los
cambios en el perfil biofísico.10 La hipótesis de trabajo acerca
de cómo se presentarian los cambios puede verse ilustrada en
el cuadro 10.1.9
Secuencia de afectacion de la evaluacion doppler
en los vasos fetales
La principal complicación esperada en los fetos de madres
hipertensas será la restricción del crecimiento intrauterino
(RCIU), para su diagnóstico es necesario que la circunferencia abdominal se encuentre <2.5 percentil por debajo de
lo esperado para la edad gestacional, o bien que el feto fetal
estimado este por debajo de la percentila 10 para la edad gestacional, además de esto debe encontrarse repercusión en el
análisis Doppler en la arteria umbilical. El hecho de agregar la
alteración del Doppler de la arteria umbilical como requisito
para integrar el diagnóstico de RCIU ha permitido disminuir
de forma significante la mortalidad perinatal y la intervención
iatrogénica debido a que tenemos una documentación confialbe
de insuficiencia vascular placentaria que nos clasifica a los
“fetos pequeños” de aquéllos que realmente cursan con RCIU
y tendrán repercusión perinatal y que por tanto necesitan de
vigilancia y de una posible intervención.11
16
Diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial en el embarazo
Los vasos fetales susceptibles de ser estudiados van a
presentar una secuencia de afectación en relación a la probabilidad de un resultado perinatal adverso, situación que es
muy importante porque de esta manera podemos establecer un
protocolo de abordaje de seguimiento en los fetos en riesgo
teniendo de antemano la información de que aquéllos fetos
con alteración solamente del índice de pulsatilidad (IP) en la
arteria umbilical tendrán un mejor pronóstico que aquéllos que
presentan ya una ducto venoso anormal o bien pulsatilidad en
la vena umbilical.7
Arteria umbilical
En un estudio realizado por Baschat10 Se estudiaron 236 fetos
con diagnóstico de RCIU diagnosticado por peso fetal estimado
por debajo de la percentila 10 para la edad gestacional e IP
> 2DS por arriba de la media para la edad gestacional. Se les
realizó vigilancia con Perfil biofísico (prueba sin estrés, movimientos respiratorios, movimientos corporales gruesos, tono
y líquido amniótico) y Doppler (arteria umbilical en asa libre,
arteria cerebral media, ducto venoso, vena cava inferior, y vena
umbilical), con intervalos de 1 a 2 días hasta el nacimiento,
se encontró que uno o más de los parámetros del Doppler se
alteraron en el 95.5% de los casos en promedio cuatro días
previos a las alteraciones en el perfil biofísico. La mayoría de
los fetos con RCIU demostraron una progresión significativa
en el deterioro de la circulación placentaria (arteria umbilical)
distribución deliberada del flujo sanguíneo (protección de la arteria cerebral media) y compromiso cardiaco directo (Doppler
venoso anormal) antes de las alteraciones en el perfil biofísico.
La anormalidad en la resistencia en la arteria umbilical fue un
requisito para la inclusión en el estudio, y el IP en la misma
fue empeorando progresivamente en la mayoría de los fetos.
La redistribución arterial con perfusión preferencial a órganos
vitales (arteria cerebral media) se estableció inicialmente en
un 23% y al final alcanzó más del 80%, el compromiso de
las venas precordiales (ducto venoso y vena cava inferior)
Métodos de vigilancia del bienestar fetal
17
se mantuvo relativamente estable en la mayoría de los casos,
hasta que se deterioraron aproximadamente 4 días antes del
nacimiento. Presentando pues primero un compromiso arterial
umbilical, seguido por la redistribución de flujos y finalmente
la repercusión cardiaca. Esto es acorde con los modelos de
RCIU estudiados en donde el compromiso hemodinámica esta
primero relacionado con hipoxemia fetal y en los estadios
finales con academia grave. Sin embargo no todos los fetos
siguieron esta secuencia de afectación, solo el 70% de los
fetos mostraron anomalías graves de todos los lechos vasculares para el momento del nacimiento. Mientras que el 90%
tuvieron alterado al menos un parámetro del Doppler, el 10%
no tuvieron repercusión alguna. Una conclusión importante es
que el análisis con Doppler precede a la deterioración biofísica.
Al menos un tercio de los fetos tienen signos tempranos de
alteración vascular una semana previa al nacimiento, cuando
aún el Doppler se encuentra normal. Debido a que los flujos
arteriales y venosos continuan deteriorandose gradualmente,
nos proveen de una advertencia temprana antes de la caída
rápida de las variables del perfil biofísico con un lapso de 1
día. Esta es una situación importante, debido a que algunos
fetos con repercusión importante en el Doppler, pero con perfil
biofísico de 10 puntos, podríamos tomas tiempo para aplicar
inductores de madurez pulmonar, traslado a unidades de tercer
nivel, interconsultas, etc.
La diástole en la onda Doppler de la arteria umbilical puede
estar presente, ausente o reversa, reflejando un incremento
progresivo en la resistencia placentaria. Esta progresión se
relaciona fuertemente con una disminución en el diámetro
transverso de los vasos sanguíneos de las vellosidades terciarias. La diástole ausente puede encontrarse tempranamente en
el embarazao, entre las 12 a 14 semanas, cuando la placenta
aún es superficial, cuando la invasión placentaria se produce
de manera exitosa, la resistencia vascular empieza a disminuir,
es posible encontrar diástole ausente normalmente hasta la
semana 14 a 18 a lo mucho, posteriormente debe aparecer.
La disminución continua de la resistencia vascular durante
18
Diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial en el embarazo
el transcurso del embarazo se relaciona estrechamente con
el nacimiento de un recién nacido de peso normal, con bajo
riesgo de asfixia, complicaciones neonatales, así como manifestaciones a largo plazo de deficiencia placentaria. 13 Por
otra parte, cuando la resistencia continúa elevándose, con
progresión hacia la pérdida de la diástole y eventualmente
se vuelve flujo reverso al final del ciclo cardíaco (resistencia
tan alta que sangre regresa al feto) se relaciona directamente
con resultado perinatal adverso, obito, oligohidramniso, bajo
peso al nacimiento, cesárea por pruebas de bienestar anteparto
alteradas, o bien trazos intraparto no tranquilizadores. En los
neonatos el grado de anormalidad en la arteria umbilical se
relaciona directamente con acidosis, necesidad de resucitación,
soporte ventilatorio y falla orgánica múltiple. El incremento
en la frecuencia de hemorragia intraventricular en flujo diastólico ausente o reverso al final de la diástole nos ofrece una
evidencia específica del efecto de la “centralización forzada”.
En esta situación, se fuerza una redistribución del flujo debido
a la resistencia placentaria con incrementos indeseables en la
perfusión cerebral y eventos cerebrovasculares potenciales.13
Cuando el flujo se encuentra ausente (Fig.10.3) la mortalidad
publicada va desde el 17 hasta el 100% según diferentes docu-
Figura 10.3. Flujo diastolico ausente.
Métodos de vigilancia del bienestar fetal
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mentos, esto en los siguientes 10 a 15 días después del hallazgo,
con flujo diastólico reverso, la mortalidad puede alcanzar el
50 al 70% en las primeras 24 horas después del diagnóstico.
Cuando encontramos alguna de estas dos alteraciones al final
del segundo trimestre o a principios del tercero, debemos estar
preparados para la interrupción alrededor de la semana 30 de
gestación y esperar una morbilidad entre el 90 y 100%14
Un factor que es importante a considerar al momento de
interpretar el flujo diastólico ausente al final de la diástole
(FDAFD) en la arteria umbilical, es la edad gestacional. Como
ya mencionamos, la diástole ausente es normal hasta la semana 15 a 16 del embarazo. Entre más tempranamente aparezca
este hallazgo en semanas posteriores, peor será el resultado
perinatal. Cuando el FDAFD aparece antes de las 31 semanas
de gestación, la mortalidad alcanza el 80%.
La mortalidad perinatal para fetos con FDAFD tiene un
OR de 4.0 y en fetos con flujo diastólico reverso al final de la
diástole (FDRFD) de 10.6 en relación a controles con presencia de flujo diastólico. Otros estudios han reportado tasas de
mortalidad entre 9 y 89% para fetos con FDAFD y de 33 a 75%
para fetos con FDRFD.15 La persistencia del flujo diastólico
ausente al final de la diástole puede ser una indicación para el
nacimiento cuando la edad gestacional permita la posibilidad
de sobrevida.
Arteria cerebral media
Como se mencionó previamente, ante la disminución del
aporte sanguíneo al feto uno de sus mecanismos de reserva
es la redistribución de flujos. El flujo sanguíneo aumenta de
forma selectiva a cerebro, coronarias cardiacas y glándulas
suprarrenales, a expensas de una disminución en el flujo que
llega a riñones, tracto gastrointestinal y extremidades. Esta
compensación tiene un umbral y, a nivel cerebral este se alcanza una vez que la vasodilatación central se ve reflejada en
el nadir del índice de pulsatilidad. De esta forma, la redistribución de flujos se manifiesta en la vasculatura cerebral por
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Diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial en el embarazo
Figura 10.4. Onda de velocidad de flujo en arteria cerebral media.
una disminución de la resistencia, evidente desde 2 semanas
antes de que el feto se vea afectado. Una vez que el grado de
hipoxemia excede el umbral de adaptación, hay un incremento
súbito de los índices de resistencia de los vasos cerebrales
probablemente porque la dilatación vascular se ve suprimida
por el desarrollo de edema cerebral o por la alteración del flujo
secundaria a la disminución de la poscarga por una reducida
contractilidad cardiaca.17
La resistencia de la arteria cerebral media (ACM) es normalmente alta durante la gestación (Fig. 10.4). El incremento en
el flujo diastólico, con disminución del índice de pulsatilidad
significa la instalación de cambios circulatorios sistémicos
fetales en respuesta a la enfermedad placentaria. Esto puede
ser muy sutil de inicio, reflejando cambios entre la resistencia
cerebral y placentaria; el gasto cardiaco puede ser redistribuido
de forma sistémica, incluido el cerebro, con cambios equívocos
en la ACM y una reducción en el índice cerebro-placentario
(ICP). Posteriormente el cambio manifiesto en la ACM (“brain
sparing”) se produce al incrementar la velocidad diastólica.
Esta redistribución del flujo hacia el cerebro es atribuido a la
dilatación cerebrovascular inducida por hipoxia, representan-
Métodos de vigilancia del bienestar fetal
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do un deterioro en la función respiratoria placentaria. Estos
cambios compensadores son secuenciales y dependen del
mantenimiento del gasto cardíaco adecuado. Cuando la RCIU
llega a un estadio Terminal, la caida en la función cardiaca
puede resultar en la regresión del flujo de la ACM, llamado
“normalización”.8,10
Doppler venoso
Una consecuencia hemodinámica de la redistribución de flujos
es el paso directo de la sangre a través del ducto venoso (que
lleva sangre de la vena umbilical a la vena cava) a expensas
del flujo hepático, lo que aumenta la porción de la sangre
oxigenada de la vena umbilical que contribuye a la precarga
cardiaca. En condiciones extremas, las sangre de la vena umbilical puede, en su totalidad tomar la vía del ducto venoso
para llegar al corazón, reduciendo la perfusión hepática con
consecuencias metabólicas importantes para el feto. El flujo
sanguíneo venoso adquiere pulsatilidad aumentando la velocidad del flujo durante la sístole y durante la contracción
auricular se observa flujo retrógrado una vez que las resistencias sistémicas son máximas en conjunto a una contractilidad
miocárdica afectada con reducción de la poscarga y un llenado
ventricular deficiente.
La presencia de flujo pulsátil a nivel de la vena umbilical
se ha asociado con un incremento de la morbilidad y mortalidad fetal. Después de varios estudios se ha concluido que la
pulsatilidad a nivel de la vena umbilical refleja cambios en la
presión atrial que son transmitidos en forma retrógrada, en un
estudio realizado en forma comparativa, todos los fetos con
ausencia de pulsatilidad venosa sobrevivieron, y solo 4 de 14
que presentaron pulsaciones. La ausencia de la onda A en el
ducto venoso también se ha relacionado con resultados perinatales adversos, desarrollo de insuficiencia cardíaca o presencia
de defectos a nivel de corazón, sin embargo los estudios en
este vaso requieren de gran habilidad y entrenamiento y los
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Diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial en el embarazo
cambios pueden relacionarse con cambios en la conducta fetal
tales como los movimientos respiratorios.13-14
La vigilancia con Doppler no se recomienda como prueba
única para toma de decisiones. Las alteraciones en la velocimetría Doppler nos serán útiles para detectar a los fetos con
restricción del crecimiento que tendrán un riesgo mayor para
un resultado perinatal adverso y es en ellos en quienes mayor
indicación se encontrará para el seguimiento con evaluación
Doppler seriado (dependiendo de la repercusión fetal puede ser
cada 24, 48 o 72 hrs), monitoreos de la frecuencia cardiaca fetal
(PSS) y en dado caso perfil biofísico, los cuales serán de mucha
utilidad para decidir el momento de la interrupcion.16,17
Perfil biofísico
El perfil biofísico evalúa varios aspectos que tienen que ver
con el comportamiento de variables biofísicas fetales, los parámetros que se estudian pueden alterarse de manera aguda (frecuencia cardíaca fetal, movimientos respiratorios y corporales
gruesos así como el tono fetal) o bien de forma crónica como
lo es la cantidad de líquido amniótico. Tiene su fundamento
en el hecho conocido de que en el transcurso del desarrollo
embrionario lo primero que se desarrolla es el tono fetal (semana 7-8), los movimientos corporales gruesos (semana 9),
los movimientos respiratorios (semana 20-22) y finalmente
el control simpático-parasimpático del la frecuencia cardiaca
fetal (semana 32), y que en casos de hipoxia, estos parámetros
se verán afectados en forma inversa a como se presentan en
la vida fetal. En el estudio realizado por Baschat y cols 10 se
observó que al realizar el perfil biofísico, la mayoría de los
fetos no tuvieron reactividad en el trazo a pesar de modificar
los criterios de acuerdo a la edad gestacional, lo siguiente en
desaparecer fueron los movimientos respiratorios, después el
volumen de líquido amniótico y finalmente los movimientos
corporales y el tono. Vintzileos ya había sugerido que esta
pérdida secuencial de las variables se relacionaba con el emperoramiento de la academia, la hipoxemia y la hipercapnia.12
Métodos de vigilancia del bienestar fetal
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El perfil biofísico fue desarrollado por Manning en los 80’s
y recibe un puntaje que va desde 0 hasta 10, otorgando 2 puntos para cada variable normal y 0 para cada variable anormal.
Uno de los principales problemas que tiene esta prueba es la
variabilidad en la interpretación de la prueba sin estrés, otro es
el hecho de la variabilidad de los periodos de sueño y de vigilia
del feto que también pueden confundirnos en los resultados.
En el RCIU los cambios adaptativos tienen un comportamiento
dinámico y el perfil biofísico como única prueba puediera no
ser representativa del estado fetal.
La evaluación simplista con base solamente en el puntaje
tiene la desventaja que los obstetras tendemos a utilizarla
como una guía absoluta a la hora de tomar decisiones en
cuanto a continuar o no el embarazo, esto es un error, debido
a que el puntaje de 0 ó 2 puntos para cada parámetro no esta
ponderado en cuanto a la importancia de cada aspecto, no es
igual que un feto pierda dos puntos del total porque no tiene
movimientos respiratorios a que los pierda porque esta en
anhidramnios. En general es aconsejable no tomar decisiones
basadas exclusivamente en el puntaje, sino evaluar el estado
materno, el estado de bienestar fetal, la cantidad de líquido
amniótico y el ritmo de crecimiento fetal, antes de tomar una
decisión. Podemos esperar varios resultados neonatales en
función del estado de los parámetros biofisicos evaluados. Si
los parámetros del perfil son normales incluyendo la cantidad
de líquido amniótico, el recién nacido no tendrá repercusión
gasométrica, si los parámetros del perfil son normales pero
el líquido amniótico esta ausente, la gasometria será normal
compensada, con los parámetros biofísicos anormales y la
cantidad de líquido amniótico normal, la gasometría mostrará
una repercusión aguda, mientras que una repercusión más grave
podrá verse cuando se conjuntan los parámetros anormales con
la ausencia de líquido amniótico. El valor predictivo positivo
del perfil biofísico alcanza el 80%, mientras que el negativo
llega en algunas series hasta el 98%. Fisiopatológicamente el
primer parámetro que se altera es la frecuencia cardíaca fetal,
la cual se manifiesta en la prueba sin estrés (PSS), luego los
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Diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial en el embarazo
movimientos respiratorios, los movimientos corporales gruesos
y finalmente el tono fetal. Vintzileos evalúa por separado la
importancia de cada uno de estos aspectos concluyó que analizando por separado cada uno, la presencia de una PSS reactiva
o no reactiva, la presencia o no de movimientos corporales
gruesos o respiratorios no marcaban una diferencia importante
en la gasometría, no así la ausencia del tono o el anhidramnios,
los cuales se relacionaron importantemente con pH menores
de 7.20 al nacimiento. Una desventaja importante del perfil
biofísico es el tiempo que se lleva la evaluación, ya que la
duración puede ir desde unos minutos en fetos francamente
activos hasta más de 30 minutos en aquellos que no muestran
todas las variable normales de primera instancia, es por ello
que se han intentado algunas modificaciones, entre ellas se
encuentra solamente evaluar el resultado normal de la PSS
y la evaluación del índice de líquido amniótico, lo que se ha
denominado perfil acortado. Tiene su sustento en el hecho de
que la frecuencia cardiaca fetal es el primer parámetro agudo
que se altera, y por ende si es normal, el resto debe de serlo
también, y en que se evalúa el parámetro crónico de alteración
del líquido amniótico que cuando es anormal tiene alta correlación con los resultados perinatales adversos. Tanto la prueba
sin estrés como el perfil biofísico se indican estrictamente
después de las 30 a 32 semanas de gestación, que es cuando se
logra el equilibrio ideal del simpático y del parasimpático, en
pacientes con edades gestacionales menores, la PSS se indica
únicamente en busca de datos ominosos que indiquen muerte
fetal a corto plazo, como son el trazo silente o con descensos
profundos y repetidos con brazo de recuperación lento.
La meta de la vigilancia fetal en los casos de RCIU secundario a insuficiencia vascular placentaria es equilibrar los riesgos
neonatales para optimizar el momento para la intervención.
Al empeorar la función placentaria, el feto demostrara una
serie de indicadores que nos hablan de la progresión en sus
mecanismos de adaptación.
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