XIV Simposio Internacional de Processos Civilizadores Resumen de ponencia Mesa 7: Horizontes de una sociología de las expresiones a partir de Norbert Elias. Compromiso y distanciamiento en el desarrollo del conocimiento humano: el caso de Julio Garavito a finales del siglo XIX en Colombia. Carlos Daniel Pérez Ruiz Historiador Universidad Nacional de Colombia Abstract: This research will try to evaluate the conditions that could preclude the comprehension of No Euclidian geometry and the Relativity in the case of Julio Garavito at the end of XIX century in Colombia. In this way, we will use the notions of Involvement and detachment that Norbert Elias postulated because we think that only with this notion we will be able to explain the conservative position of the Colombian scientist toward the more advantages theories in mathematics and physics in his time. Resumen: Este trabajo pretende evaluar las condiciones que imposibilitaron a un científico colombiano como Julio Garavito a finales del siglo XIX la comprensión de los postulados de las geometrías no euclidianas y la relatividad general. En este sentido, nos parece indispensable incluir las nociones de Compromiso y Distanciamiento formuladas por Norbert Elias para entender la posición tan conservadora que dicho científico mantuvo frente a teorías y postulados que claramente superaban en poder explicativo a los que él defendía. Introducción: Hacia finales del siglo XIX un científico colombiano -Julio Garavito- rechaza tácitamente algunos de los avances en matemáticas, en particular, a las geometrías no euclidianas desarrollados por Nikolái Lobachevski y Carl Friedrich Gauss. Unos años después, cuando la teoría especial de la relatividad es formulada por Einstein, Garavito no acepta las premisas de las cuales parte dicha teoría y se propone refutarlas aunque es sorprendido por la muerte mientras lo intenta. Para la época, Julio Garavito era conocido como el más importante científico colombiano: sus aportes como ingeniero y astrónomo hacían de él el más reconocido de aquellos que dedicaban su vida a la ciencia, y su conocimiento de la mecánica clásica le llevaron a obtener varios cargos a nivel gubernamental y académico. Sin embargo, su posición frente a los adelantos mencionados, que a posteriori se mostraron indispensables para entender el universo físico en una lógica moderna, lo dejan claramente por debajo de los científicos más brillantes de su época a nivel mundial. ¿Por qué Julio Garavito, a pesar de haber sido uno de los más competentes matemáticos y físicos colombianos, no acepto las ideas de las geometrías no euclidianas y la física relativista? ¿Qué le impidió a Garavito dar este decisivo paso en el entendimiento del universo físico? Creemos que las premisas necesarias para explicar este hecho pueden encontrarse en la teoría formulada por Norbert Elias frente al desarrollo del conocimiento humano, en particular sus postulados frente a Compromiso y Distanciamiento. Partiremos describiendo la situación de las matemáticas y la física en Colombia desde la segunda mitad del siglo XIX. Posteriormente, analizaremos el giro que sobrevino con la llegada de las geometrías no euclidianas y la relatividad y la posición de Garavito frente a ellas. Finalizaremos con una explicación de este caso a partir de los postulados que Elias hace frente al compromiso y al distanciamiento, en particular cuando estos dos principios se vinculan en la posibilidad de aprehender y generar nuevas perspectivas en la comprensión del universo. Las matemáticas y la física en la formación de Julio Garavito. Desde principios del siglo XIX la Física y las Matemáticas se abrían paso lentamente en Colombia guiadas por las demandas en de las necesidades empíricas de la ingeniería civil y militar: en este ambiente, las aplicaciones a problemas prácticos más que el interés investigativo era lo que primaba entre aquellos que se dedicaban al estudio de estas disciplinas.1 El panorama comenzó a cambiar a partir de de la década de los cuarenta de dicho siglo, cuando una serie de reformas enfocadas hacia la educación llevaron a la creación del Colegio Militar en 1846. La posibilidad de una profesionalización de las Matemáticas y la Física solo fue posible con los presentes que había sentado este colegio: gracias al esfuerzo de personajes como Lino de Pombo, quien se formo como ingeniero en el ―Real Cuerpo de Ingenieros de Alcalá de Henares y en la Écolede Ponts et Chaussés‖ y Aimé Bergeron, quien hizo parte de la comisión francesa que apoyo esta iniciativa, el Colegio Militar (con un pensum basado en cálculo diferencial e integral, geometría, trigonometría y algebra) comenzó a formar un grupo de estudiantes quienes posteriormente conformarían la ―ilustre élite científica‖ colombiana que jugaría un papel fundamental en la formación de ingenieros.2 1 Michel Paty y Regino Martínez Chavanz, «Formación y desarrollo de la cultura científica en Colombia: La física de 1880 a 1940.», en Formación de cultura científica en Colombia. Ensayos sobre Matemáticas y Física. (Cali: Universidad del Valle, 2004), 118. 2 Clara Helena Sánchez, «Matemáticas e Ingeniería en la República Conservadora», en Miguel Antonio Caro Y La Cultura De Su Época (Universidad Nacional de Colombia, 2002), 348; Paty y Martínez Chavanz, «Formación y desarrollo de la cultura científica en Colombia: La física de 1880 a 1940.», 121. Tal es el caso de Indalecio Lievano quien se busco “llenar los vacios” que la matemática tenía como disciplina científica. Hacia 1867 el Colegio Militar se une a la Universidad Nacional de Colombia. La creación de esta institución y con ella la formación profesional en ingeniería llevó a que una gran cantidad de personas se vinculara a carreras poco tradicionales comparadas con aquellas que habían sido las más requeridas hasta mediados del siglo XIX: durante la década de los setenta, la cantidad de estudiantes matriculados a Ingenieras y Matemáticas supero a aquellos matriculados en Derecho y Medicina, aunque esta tendencia solo se mantuvo hasta la década siguiente cuando los dos grupos se equilibraron.3 Para el periodo, la posibilidad de vincularse laboralmente en la apertura ferroviaria del país pudo haber jugado un papel muy importante en la tendencia hacia la elección de carreras más ―prácticas‖ que las tradicionales profesiones liberales, dando de paso un fuerte impulso a la profesionalización de las matemáticas y la ingeniería en una institución universitaria. Desde finales de los setenta y hasta principios del siglo posterior el ambiente político colombiano sería en extremo volátil: la pérdida del poder para los liberales en 1875 desencadenaría una inestabilidad política que tuvo como principal consecuencia la guerra de los mil días a principios de siglo; a la vez, nuevas reformas conservadoras fueron implementadas por el gobierno de la época, en particular en la constitución de 18864. En este ambiente y hacia 1888, tras una larga pugna entre distintas formas de concebir la formación académica se crea una institución dedicada en exclusividad a la formación en Matemáticas en la cual los estudiantes podían obtener un título en ―Profesor en Ciencias Matemáticas‖ tras haber cursado un pensum de cinco años 5. Esta institución llamada ―Instituto Central de Matemáticas y Facultad de Matemáticas‖ se adscribió a la Universidad Nacional y fue la primera en la cual la profesionalización del estudio de las ciencias exactas que se puso en práctica de manera sistemática. El instituto funcionó hasta 1903 cuando fue cerrado sin un aparente motivo eliminando las posibilidades de que los adelantos más grandes en matemáticas pudieran ser difundidos y desarrollados en el país6. La formación de Julio Garavito como ingeniero y matemático comienza en el Instituto Central de Matemáticas del cual se gradúa en 1891. Al parecer, inmediatamente después de su graduación, su manejo de cálculo diferencial e integral lo llevaron a obtener una cátedra universitaria a la vez que muy tempranamente se convirtió en el director del observatorio astronómico7. La formación recibida tanto como ingeniero y matemático fue fundamental a lo largo de los distintos intereses que Garavito mantuvo entre los que se encuentran la elaboración de una cartografía colombiana a partir de determinaciones astronómicas, la explicación de la mecánica celeste de cometas y orbitas, una explicación al movimiento de 3 Marco Palacios y Frank Safford, Colombia : país fragmentado, sociedad dividida : su historia (Bogotá: Grupo Editorial Norma, 2002), 443. 4 Ibid., 451. 5 Sánchez, «Matemáticas e Ingeniería en la República Conservadora», 351. 6 Ibid., 351–532. 7 Ibid., 360. la luna y la dinámica de los electrones.8 Sin embargo y ante las geometrías no euclidianas y la relatividad, la perspectiva en que el científico colombiano evaluaba el universo lo obligaba a rechazar tácitamente los postulados que contradicen a la realidad euclidiana. Las geometrías no-euclidianas y el rompimiento de paradigmas matemáticos. Podríamos preguntarnos ahora que cambia en las matemáticas con el advenimiento de las geometrías no euclidianas: ante todo, estamos frente a un cambio en la manera en que se observa el espacio que reformaría radicalmente la postura de los matemáticos y prepararía el terreno para la aceptación de nuevas perspectivas en que se evaluó el universo, en particular la relatividad. Comencemos con el problema del quinto postulado. Desde la formulación de los postulados en la geometría euclidiana, el quinto postulado siempre represento problemas para los matemáticos que intentaban trabajar en su demostración. Este postulado se enuncia de la siguiente forma: Si una recta, al incidir sobre otras dos, forma del mismo lado ángulos internos menores que dos rectos, las dos rectas prolongadas al infinito se encontrarán en el lado en que estén los ángulos menores que dos rectos9. El postulado de las paralelas en un plano bidimensional como el presentado por Euclides fue un agudo problema para los matemáticos de distintas épocas puesto que en él se dejaba consideraciones intuitivas (como la prolongación hacia el infinito de rectas) sin una sustentación formal y puesto que no había una forma para deducirlo de los postulados previamente enunciados en el libro de los elementos de Euclides. En vista de la imposibilidad de esta demostración bajo los principios euclidianos, desde comienzos del siglo XIX se busca construir una geometría en la cual se pueda entender este postulado desde otra perspectiva. Esto supone un rompimiento muy grande con la tradición matemática que hasta ese momento se había caracterizado por la creencia de que la geometría ―era una representación de características básicas e invariantes del mundo real, y que la verdad matemática era absoluta‖.10 En este espíritu, las geometrías no euclidianas desarrolladas por Gauss, Lobachesky y Bolyai a principios del XIX critican la adopción del plano bidimensional en donde se desarrolla la geometría euclidiana y presentan construcciones que solo pueden comprenderse en planos curvos o esféricos en los cuales el quinto postulados euclidianos se relativiza. Por ejemplo, en la geometría propuesta por Lovachesky es factible formar dos 8 Jorge Arias de Greiff, Julio Garavito Vida Y Obra, Palabras Rodantes (Medellín: Comfama, 2009); Paty y Martínez Chavanz, «Formación y desarrollo de la cultura científica en Colombia: La físicade 1880 a 1940.», 122. 9 Víctor Samuel Albis González, «Vicisitudes Del postulado euclídeo en Colombia», Revista de la Academia o Colombiana de Ciencias Exactas, Fisicas y Naturales, n. 21 (80) (1997): 1. 10 Ian Stewart, Historia de las Matemáticas : en los últimos 10.000 años (Barcelona: Crítica, 2008), 183. paralelas pasen por un punto exterior a un recta11 o que la suma interna de los ángulos internos de un triangulo no sea igual a la suma de dos ángulos rectos, cosas impensables en un plano bidimensional. Al criticar la adopción del plano bidimensional, la geometría comienza a entrar en un mundo contra-intuitivo en el cual las experiencias en nuestra realidad inmediata tridimensional no pueden relacionarse en forma directa con los postulados que comienzan a demostrarse. A partir del desarrollo de las geometrías no euclidianas y a diferencia de lo que había venido pasando hasta este momento, el paradigma en el cual la geometría y las matemáticas eran una representación de la realidad se rompe: ahora, aparece la posibilidad de integrar distintas perspectivas en una sola, independientemente que dichas perspectivas estén o no vinculadas con la realidad más evidente e inmediata a nuestras percepciones. En la nueva relativización del espacio, las matemáticas ya no son una representación de las características invariantes del mundo y no hay una relación de necesidad, como lo afirmaría Kant, para entender la geometría del espacio solo en el plano euclidiano caracterizado por la caja tridimensional que nos es conocida por nuestras experiencias inmediatas. En los desarrollos posteriores de la física relativista, las geometrías no euclidianas jugaron un papel determinante: la curvatura del espacio-tiempo que ocurre a causa de la gravedad de un objeto muy denso en el universo solo puede ser explicada en un espacio que no tenga forma euclidiana, sino en un plano hiperbólico como el desarrollado por Lobachesky. Por otro lado, la relatividad va aun más lejos y relativiza las nociones de tiempo que hasta principios del siglo XIX se consideraban constantes y permanentes: ya que la relatividad de la duración del tiempo y de la longitud del espacio dependen de la velocidad a la cual se esté moviendo un objeto determinado, ni el tiempo ni el espacio son características invariantes del mundo y dejan de ser consideradas como permanentes en el universo. El hecho de que el tiempo-espacio se relativice implica que la naturaleza del universo mismo no es estática como hasta ese momento se pensaba, por el contrario su dinamismo es latente y vigoroso. Estas eran las nuevas perspectivas que se habrían para la matemática y la física cundo Julio Garavito desarrollaba sus estudios en Colombia. Para el periodo cuando este autor llego a ser conocido como ―sabio‖ entre los científicos era clara la consolidación de las geometrías no euclidianas como sistemas de referencia por lo menos tan consistentes como el de la geometría euclidiana. Sin embargo, su persistencia en demostrar la falsedad de los postulados de algunos de estas geometrías era tenaz. Garavito y las geometrías no euclidianas: En la lógica de pensamiento de Garavito, las geometrías no euclidianas solo podían ser entendidas como juegos lógicos puesto que no tenían ninguna representación de la realidad; 11 Albis González, «Vicisitudes Del postulado euclídeo en Colombia», 13. para él, no había otra geometría posible más que la euclidiana puesto que ―sus postulados son evidentes y lo evidente es verdadero‖12. En esta lógica, y conociendo los postulados de las geometrías no euclidianas a través de las publicaciones secundarias de Poincaré y otros13, emprende la demostración de la falsedad de dichas geometrías. Es interesante resaltar que Garavito siempre erra en esta demostración puesto que introduce de una u otra forma el quinto postulado de Euclides cada vez que intenta descartar los hallazgos de Lovachezky. En ninguna de sus demostraciones logró deshacerse de la tendencia de incluir al plano bidimensional y por consiguiente el postulado de las paralelas o una de sus variantes como premisa de lo que buscaba demostrar.14 Como afirmamos arriba, las geometrías no euclidianas rompen con la tradición de representación del universo en que se hallaban presas la geometría y las matemáticas. Sin embargo, para Garavito se hace impensable y en cierta forma terrible que se logre este rompimiento. En la siguiente cita podemos observar no solo la posición de Garavito frente a las geometrías no euclidianas sino sus juicios valorativos acerca del pueblo donde ellas se desarrollan: Se necesita una perversión intelectual como la que existe hoy en Europa para poder digerir la geometría no euclidiana. El cerebro no se perfecciona indefinidamente sino se transforma con la herencia de los antepasados. La herencia de diez o veinte generaciones hace sustituir en la masa cerebral las intuiciones propias de la naturaleza por el convencionalismo nominalista hasta el punto de conferir a las palabras y a las convenciones una realidad mayor que la de los hechos mismos15. Garavito considera que solo una mente insana puede comprenderse algo que va claramente contra la intuición propia de la naturaleza, es decir contra las percepciones y experiencias en el universo más inmediato el cual claramente está inscrito en una lógica euclidiana: las geometrías no euclidianas solo son ―convencionalismos nominalistas‖ desde este punto de vista. Por otro lado, el científico colombiano tambien considera que en la mente del pueblo Europeo se ha presentado una corrupción sustancial que se trasmite de generación en generación, una corrupción capaz de ―formar generaciones de locos intelectuales es decir de gentes que nacen locas sin volverse locas‖16, locos quienes son los únicos que pueden pensar que las palabras y las convenciones pueden llegar a ―una realidad mayor que los hechos mismos‖. Estos mismos juicios se aplican para la Relatividad, ante todo en el caso del tiempo, aunque Garavito nunca llego a conocer profundamente este desarrollo de la física. 12 Sánchez, «Matemáticas e Ingeniería en la República Conservadora», 363. Albis González, «Vicisitudes Del postulado euclídeo en Colombia», 13–14. 14 Ibid., 18. 15 Clara Helena Sánchez, «Los cuadernos de Julio Garavito una antología comentada.», Revista de la o Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales XXXI, n. 119 (junio 1, 2007): 258. 16 Ibid. 13 Como vimos antes, la formación en matemáticas de Garavito se fundamentaba principalmente en el manejo del cálculo derivacional e integral y la mecánica clásica, desarrollos que se hallaban profundamente ligados a la noción euclidiana del espacio. De igual forma, los temas de su principal interés tenían que ver ante todo con movimiento de cuerpos celestes y con la determinación astronómica de coordenadas geográficas, temas que aunque podían ser explicados de una mejor forma con las geometrías no euclidianas (en particular el de las coordenadas), pertenecían originalmente a los campos estudiados por la mecánica clásica enmarcada en la geometría euclidiana. Así, tanto la formación como los principales temas de interés que manejaba Garavito lo forzaban a considerar el plano euclidiano como la mejor explicación de la forma que tenía el espacio. Pero la fuerza del plano bidimensional como la mejor forma del espacio en las explicaciones de Garavito no solo se derivaban de estos hechos: como el mismo lo reconoce, son ―las intuiciones propias de la naturaleza‖, es decir las percepciones que llegan de la realidad más inmediata, las que dan más fuerza a la caja tridimensional en que se hallan envueltas nuestras experiencias con el mundo. El temor a abandonar estas explicaciones por otras que ofrecen un mayor poder explicativo en la comprensión del mundo está en juego cuando Garavito conoce las geometrías no euclidianas. Una explicación a la posición de Garavito desde las nociones de Compromiso y Distanciamiento formuladas por Norbert Elias Norbert Elias explica cómo los niveles de compromiso y distanciamiento con los que contamos en la manera en que evaluamos a un fenómeno en el cual nos hallamos inmersos tienen un correlato en el tipo de explicaciones que hacemos frente a dicho fenómeno. En una perspectiva fuertemente comprometida con nuestra experiencia y nuestras sensaciones más inmediatas, las explicaciones que se pueden desarrollar frente a dicho fenómeno no permitirán un dominio y un entendimiento real de él, a pesar de que sean emocionalmente satisfactorias. En una perspectiva más distanciada de nuestras experiencias y sensaciones más inmediatas, las explicaciones que se obtienen frente a cierto fenómeno pueden ser no tan agradables emocionalmente, pero llevan a un mayor control y entendimiento de las relaciones que se tejen al interior del fenómeno. En este caso estamos frente a ―una interdependencia funcional entre el equilibrio de sentimientos de una persona y el proceso global en qué está inmerso‖17 que deriva en explicaciones de distinto carácter –más o menos comprometidas- dependiendo del grado de inseguridad que sintamos frente al fenómeno a estudiar. De igual forma, la posibilidad para dejar de lado explicaciones comprometidas y emocionalmente gratas por explicaciones más distanciadas pero emocionalmente insatisfactorias no siempre está abierta: ya que ―el margen de las variaciones sociales de 17 Norbert Elias, Compromiso y Distanciamiento (Peninsular Publishing Company, 2004), 109. distanciamiento está supeditado a los patrones sociales de distanciamiento‖18, la posibilidad de que un miembro de una sociedad dada le puedan parecer plausibles explicaciones de una sociedad distinta a la propia no siempre está abierta; dependiendo del tipo de sociedad, esta posibilidad ni siquiera puede existir. Por otro lado, Elias también indaga por el formato de las explicaciones que los hombres utilizan para interpretar fenómenos: Elias observa que un esquema con una fuerza inusitada en las explicaciones humanas se deriva de nuestra tendencia a anteponer un origen único y absoluto al fenómeno que buscamos entender. Este esquema, que entre otras cosas define a nuestras relaciones causales, es por definición, estático y no permite evaluar al fenómeno a estudiar en función del proceso por el cual se desarrolló. De igual forma y con respecto a la procesualidad de los fenómenos, este esquema se muestra rígido ya en él no hay cabida para que el estado final en que encontramos a un fenómeno se deba al sin número de relaciones que ha mantenido a lo largo de su existencia con su medio. Es precisamente este esquema en el que se expresa las observaciones de la geometría euclidiana y la mecánica clásica, en particular en los fenómenos que tienen que ver con el movimiento, y es precisamente este tipo de explicación la más valoradas por Julio Garavito como lo vimos arriba. Al parecer en este esquema explicativo, que fue enriqueciéndose y llevado a altos niveles de abstracción por Garavito a lo largo de su formación como matemático, las experiencias intuitivas en relación con el espacio de una sociedad como colombiana a finales del XIX se adaptan fácilmente, lo que da un peso emocional mayor como explicación adecuada para entender distintas clases de fenómenos. Además, los principales logros e intereses que Garavito alcanzó y mantuvo en Colombia se derivaban mal que bien del conocimiento y manejo de la mecánica clásica y las geometrías no euclidianas, lo que refuerza el peso emocional que ellas tenían como explicaciones. Por estas razones podemos afirmar que el científico colombiano estaba muy comprometido con la geometría euclidiana y la mecánica clásica como explicaciones de fenómenos físicos y matemáticos. De igual forma y como vimos, las geometrías no euclidianas y después la relatividad especial, se muestran como explicaciones en las cuales el esquema no tiene cabida, o por lo menos no de una forma directa. En las geometrías no euclidianas, el plano deja de tener las propiedades de Euclides para dar paso a planos con características que no pueden ser comprendidos a partir de las experiencias más inmediatas con la realidad, ni tampoco pueden ser comprendidos como estáticos, universales e inmanentes en el espacio; En la relatividad, se relativiza al tiempo y al espacio de acuerdo con el movimiento de un agente y se afirma que la velocidad de la luz es una constante, lo que lleva a que las premisas fundamentales de la mecánica clásica se reformulen. La perspectiva que estos nuevos postulados exigen en el entendimiento del universo requiere de una distancia considerable 18 Ibid., 23. con relación a las explicaciones que se habían dado desde la geometría euclidiana y de la mecánica clásica. Esta nueva perspectiva exige, ante todo, poder asumir que ciertas explicaciones funcionales durante dos milenios de la historia de la humanidad en el entendimiento de ciertos fenómenos pueden estar equivocadas y tienen que ser reformadas o transformadas para poder entender a otros fenómenos naturales o a los mismos fenómenos en un plano más general. Esta nueva perspectiva en el caso de Garavito simplemente no era posible: su apego emocional por las explicaciones de las geometrías no euclidianas y la mecánica clásica eran tan fuerte que le fue imposible distanciarse de ellas para observar los fenómenos desde una perspectiva que le permitiera una mayor comprensión. Esto explica porque a Garavito pensaba que las geometrías no euclidianas y posteriormente la relatividad no eran más que juegos nominales que nada tenían que ver con la realidad. Por otro lado, en la sociedad donde Garavito se formó como matemático los patrones sociales de distanciamiento estaba lejos de ser altos: por el contrario y como lo vimos arriba, dada la importancia de las obras civiles en el desarrollo que se buscaba de la sociedad colombiana, el prestigio de la geometría no euclidiana y de la mecánica clásica era notablemente alto en comparación con las nuevas teorías que se abrían paso, lo que daba un margen de compromiso muy alto con esta clase de explicaciones para todos aquellos que hicieran parte de esta sociedad. En este ambiente, era en extremo difícil que un científico pudiese cambiar hacia una perspectiva más distanciada desde la cual observara las ventajas que traían las nuevas explicaciones tanto de la física como de las matemáticas en términos del dominio y entendimiento de ciertos fenómenos. En el caso de Garavito podríamos afirmar que su ―punto de vista ego centrista‖ menoscabo ―el valor cognitivo de su labor‖19: la posibilidad de que este científico colombiano pudiese hacer suyas las explicaciones y experiencias que fueron desarrolladas en otras latitudes a fenómenos que eran de su interés, explicaciones que claramente pertenecían a un esquema explicativo distinto al del origen, no existía. 19 Ibid., 26. Bibliografía: Albis González, Víctor Samuel. «Vicisitudes Del postulado euclídeo en Colombia». Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Fisicas y Naturales, n.o 21 (80) (1997): 281–293. Arias de Greiff, Jorge. Julio Garavito Vida Y Obra. Palabras Rodantes. 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